la justicia colombiana será respetable algún día

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¿La Justicia colombiana será respetable algún día? Miguel Posada Domingo, 12 de mayo de 2013 Foto: Google Se preocupan muchos, nosotros incluidos, por el creciente desprestigio de la justicia. Se presentan casos de venalidad grosera y también de inocultable sesgo ideológico en fiscales y jueces de todos los niveles. Los casos que uno conoce, y aquellos que relatan personas confiables, nos llenan de terror. La justicia y la defensa común, vale la pena recordarlo, son los dos pilares fundamentales de cualquier Estado. Para cumplir esas dos funciones nacieron los estados. Es muy grave que esos dos propósitos entren en conflicto. Y eso precisamente es lo que estamos viviendo en Colombia. La justicia ordinaria en nuestro país se ensaña, precisamente, contra quienes han defendido la democracia. Ellos sufren las consecuencias del perjurio de testigos falsos y para ellos no existe la presunción de inocencia o el debido proceso. Entre muchos otros casos, el del Coronel Hernán Mejía Gutiérrez es de espanto. Este soldado, verdaderamente un héroe nacional, está siendo crucificado en un proceso lleno de violaciones al debido proceso y pleno de falsos testimonios. El Fiscal General reconoce que hay por lo menos 3.500 falsos testimonios, pero hasta ahora no hemos visto ninguna acción contundente para contrarrestar este flagelo. El Coronel Mejía representa el tipo de soldados que nos han permitido ser libres. El costo que ha pagado por su servicio es inmenso. Un hermano fue torturado y asesinado, por ser su hermano. Una hermana fue secuestrada y Mejía estuvo ausente del entierro de su padre y del nacimiento de sus hijos. En el curso de su carrera recibió siete impactos de bala; los primeros tres en la recuperación del Palacio de Justicia. El testigo principal en su proceso es un suboficial que el Coronel pilló robando y vendiendo munición. Pero para la Fiscalía este delincuente merece plena credibilidad. Su testimonio sería descartado en cualquier otro país. Pero, además, no ha estado nunca disponible para ser interrogado por la defensa. ¿Debido Proceso? Los militares parece que no tienen derecho a eso. En una extensa carta, el Coronel Mejía comenta su caso. No podemos reproducirla en su totalidad, pero hay apartes que queremos citar, porque son de la mayor gravedad e importancia. El primer aparte tiene que ver con el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quién, en Tolemaida, dio una rueda de prensa donde acusó al Coronel. Esto, antes de notificar a las instancias judiciales. Eso se llama “juicio por periódico” y es uno de los flagelos de nuestra justicia. Veamos lo que escribe el Coronel Mejía al doctor Juan Manuel Santos, ahora Presidente:

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Page 1: La justicia colombiana será respetable algún día

¿La Justicia colombiana será respetable algún día?

Miguel Posada

Domingo, 12 de mayo de 2013

Foto: Google

Se preocupan muchos, nosotros incluidos, por el creciente desprestigio de la justicia. Se presentan

casos de venalidad grosera y también de inocultable sesgo ideológico en fiscales y jueces de todos

los niveles. Los casos que uno conoce, y aquellos que relatan personas confiables, nos llenan de

terror. La justicia y la defensa común, vale la pena recordarlo, son los dos pilares fundamentales

de cualquier Estado. Para cumplir esas dos funciones nacieron los estados. Es muy grave que esos

dos propósitos entren en conflicto. Y eso precisamente es lo que estamos viviendo en Colombia.

La justicia ordinaria en nuestro país se ensaña, precisamente, contra quienes han defendido la

democracia. Ellos sufren las consecuencias del perjurio de testigos falsos y para ellos no existe la

presunción de inocencia o el debido proceso. Entre muchos otros casos, el del Coronel Hernán

Mejía Gutiérrez es de espanto. Este soldado, verdaderamente un héroe nacional, está siendo

crucificado en un proceso lleno de violaciones al debido proceso y pleno de falsos testimonios. El

Fiscal General reconoce que hay por lo menos 3.500 falsos testimonios, pero hasta ahora no

hemos visto ninguna acción contundente para contrarrestar este flagelo.

El Coronel Mejía representa el tipo de soldados que nos han permitido ser libres. El costo que ha

pagado por su servicio es inmenso. Un hermano fue torturado y asesinado, por ser su hermano.

Una hermana fue secuestrada y Mejía estuvo ausente del entierro de su padre y del nacimiento de

sus hijos. En el curso de su carrera recibió siete impactos de bala; los primeros tres en la

recuperación del Palacio de Justicia.

El testigo principal en su proceso es un suboficial que el Coronel pilló robando y vendiendo

munición. Pero para la Fiscalía este delincuente merece plena credibilidad. Su testimonio sería

descartado en cualquier otro país. Pero, además, no ha estado nunca disponible para ser

interrogado por la defensa. ¿Debido Proceso? Los militares parece que no tienen derecho a eso.

En una extensa carta, el Coronel Mejía comenta su caso. No podemos reproducirla en su totalidad,

pero hay apartes que queremos citar, porque son de la mayor gravedad e importancia. El primer

aparte tiene que ver con el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quién, en

Tolemaida, dio una rueda de prensa donde acusó al Coronel. Esto, antes de notificar a las

instancias judiciales. Eso se llama “juicio por periódico” y es uno de los flagelos de nuestra justicia.

Veamos lo que escribe el Coronel Mejía al doctor Juan Manuel Santos, ahora Presidente:

Page 2: La justicia colombiana será respetable algún día

- Su excelencia, son ya 76 meses desde aquella mañana del 26 de enero de 2007, cuando usted

como Ministro de la Defensa Nacional, desde la meseta de Tolemaida, en rueda de prensa que

recorrió el mundo en minutos, arrasó con mi vida y la de mis hombres y nuestras familias al

afirmar que había recibido información sobre conductas criminales cometidas por el Coronel

Hernán Mejía Gutiérrez mientras fue comandante del batallón La Popa y por ello las pondría

inmediatamente en conocimiento de las autoridades. Solo puedo al respecto decir:

- La información que su señoría públicamente dijo haber recibido hace más de seis años, de la que

nunca se supo el origen, aun no se conoce por las autoridades que me juzgan.

- …

- Sobre la verificación de la verdad de la información recibida, que usted en audiencia privada me

prometió realizar, tampoco he tenido conocimiento.

Esto es muy grave. En primer lugar, que el Ministro participe en la práctica de un “juicio por

periódico”. En segundo lugar: ¿si el hoy Presidente está involucrado en este asunto, puede ser

equilibrado el proceso contra el Coronel Mejía? El Coronel también acusa al Presidente de

incumplir una promesa. ¿Se quedará callado Santos, como en el caso de las acusaciones del

sátrapa del pajarito contra el presidente Uribe?

Hay otro aparte de la carta que vale la pena que todos los colombianos escuchen. Dice así:

- Dios quiera que la sociedad un día, de nuevo por las curvas del destino, no tenga que acudir a su

Ejército como única esperanza para salvar sus vidas, sus bienes y su dignidad; y que ese día los

soldados no estén tan dispuestos a ofrendarlo todo por una causa que antes los asesinó en vida.

Esto nos hace ver que el maltrato espantoso de la Justicia a los soldados no es sólo un problema

de estos. Si los ciudadanos permitimos que se destruya el Ejército por la vía de la Guerra Jurídica,

lo que está en riesgo no es nada menos que nuestra libertad.

*Director de la Ong Verdad Colombia, Bogotá