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LA INCLUSIÓN DE LA
HOMEOPATÍA
EN LA SALUD PÚBLICA
Una necesidad altamente justificada
Isabel Noguera Casas junio de 2011
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INDICE
1. INTRODUCCIÓN
1.1.- MEDICINA HIPOCRATICA: ABRIENDO PASO A LA MEDICINA
HOMEOPATICA
2. ARGUMENTACIÓN
2.1.- NECESIDAD DE CAMBIOS
2.2.- ACERCA DEL ENFERMO Y LA ENFERMEDAD
2.3.- DIFERENCIAS ENTRE ALOPATIA Y HOMEOPATIA
2.4.- LA ANAMNESIS
2.5.- LA ESCUCHA COMO ARTE TERAPÉUTICO
2.6.- SIMBOLISMO DEL SÍNTOMA
2.7.- EMOCIONES Y SÍNTOMAS
2.8.- SOBRE EL DIAGNÓSTICO
2.9.- TERAPIAS Y TERAPEUTAS
2.10.- PREVENIR LA ENFERMEDAD
2.11.- EL ENFOQUE HOMEOPATICO
2.12.- LA BIOENERGETICA Y SU APLCACION EN HOMEOPATIA
2.13.- LA HOMEOPATIA EN EL MUNDO
3. CONCLUSIONES
4. CASOS CLÍNICOS
5. AGRADECIMIENTOS
6. BIBLIOGRAFIA
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1. INTRODUCCIÓN
La historia de la medicina es muy amplia y variada. El conocimiento médico es un
sistema estructurado que tiene su origen en pensamientos filosóficos, influenciado
por un contexto social y evolutivo. Este sistemas se componen de métodos
terapéuticos y técnicas específicas para su aplicación.
En el siglo XX se ha optado por la aplicación de un modelo mecanicista biomédico
(modelo científico que divide el ser humano con el fin de comprender el
funcionamiento del cuerpo). El uso de dicho modelo ha dado lugar a la
especialización médica, teniendo en cada caso el conocimiento de una parte del
organismo y tratándolo por separado. Así mismo se han desarrollado todo tipo de
fármacos para combatir las enfermedades pero no para el tratamiento del enfermo.
En este sentido, es un hecho que los fármacos actuales no están diseñados para
curar enfermedades.
La ciencia es la religión de nuestro tiempo, pero hay un dios más poderoso: el
dinero que todo lo puede, quedando la ciencia médica y la investigación a su
servicio. Cada día que pasa la medicina científica se pone más en evidencia y se
está comprobando que muchos de los medicamentos, lejos de curar enfermedades
son tóxicos y peligrosos.
Por otro lado en las últimas décadas ha habido un excesivo uso y confianza en la
alta tecnología que ha aumentado de manera importante los costos de tratamientos,
además de producir efectos indeseados por su práctica masiva y abusiva. Todo
esto está despertando desconfianza en el sistema y está poniendo en evidencia el
prestigio que hasta ahora tenía la medicina científica, cosa que ha dado lugar a la
demanda de un espacio para la práctica de terapias alternativas o complementarias.
La medicina complementaria o alternativa se define como un tratamiento natural o
holístico. Un conjunto de sistemas que intentan restablecer la salud de forma no
agresiva ni intrusiva, estimulando los recursos naturales que tiene el propio
organismo, viendo al enfermo como un todo unificado.
Siendo del todo necesario la revisión y regulación de dichas prácticas alternativas,
pues al no estar reguladas. “A todo se le llama terapias alternativas”.
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En la actualidad existe una tendencia cada vez mayor al aumento de las
enfermedades crónicas debido al aumento de la esperanza de vida de la población, y
muchos tratamientos actuales son a menudo ineficaces o simplemente paliativos, en
cuyo caso la medicina homeopática puede ser una alternativa al tratamiento
convencional, careciendo de los efectos secundarios que estos tienen, siendo muy
útil tanto para curar como para mantener la salud, actuando en muchos casos como
medicina preventiva.
Por ello es importante que el medicamento homeopático esté disponible como una
opción de tratamiento para todas aquellas personas que lo puedan demandar y no
solo para quien lo pueda pagar.
Hay que tomar medidas para poner remedio a esta situación y permitir que el
medicamento homeopático forme parte de un sistema integral de la salud.
El debate que está abierto y es, además causa en la regularización en el campo de
las terapias alternativas. Por una parte, se defienden que sea un profesional médico
el que pueda ejercer la homeopatía. Pero, por otro lado, los profesionales dedicados
a este sector a los cuales me sumo, defienden que sea un experto en homeopatía
clásica el que se haga cargo de aplicar esta disciplina médica. Pues por el hecho de
ser médico y tener nociones en homeopatía, no es suficiente para entender la
filosofía homeopática. Además me pregunto, como ser médico alópata y a la vez
ser homeópata. Cuando son dos modos totalmente contrarios y diferentes de
entender y tratar la enfermedad de la persona. (La alopatía es mecanicista y la
homeopatía vitalista). Sucederá como hace unos meses me comentaba una persona
que vino a verme, por qué tenía un problema de dermatitis atópica “según el
dermatólogo” que también era “homeópata”, el que le receto una pomada de
corticoides para uso tópico y “bolitas” homeopáticas para el interior. Hay
“prácticas” que no se entienden y no se deberían hacer. Lo cierto, es que ser
médico no es garantía de ser buen homeópata.
En este sentido, sería conveniente incluir la medicina homeopática como
tratamiento en el marco de la salud pública. Informando a la sociedad de los
diferentes sistemas y métodos de curar, entre los cuales se encuentra la medicina
homeopática. Dando la oportunidad y libertad para que cada cual trate su salud
con el método que le ofrezca más confianza.
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1.1.- MEDICINA HIPOCRATICA: ABRIENDO PASO A LA MEDICINA HOMEOPATICA
Hipócrates nació en la isla de Cos, (460-377 a.C.), fue el médico más destacado
de la Grecia Antigua, y lo sigue siendo en la actualidad en sus doctrinas
fundamentales.
En el periodo de mayor esplendor de la Grecia Clásica, la filosofía para la
medicina racional tuvo su nacimiento en la escuela de Cos. Época de inmensos
avances y de gran inteligencia humana, filósofos como Anaxágoras,
Empédocles, Demócrito, Sócrates, Platón y Aristóteles, aportaron mucho para la
sociedad de la época y la sociedad posterior, aparte de facilitar los conceptos
filosóficos de Hipócrates.
Tres grandes aportaciones en lo social se pueden extraer de la filosofía de la
escuela hipocrática:
• en primer lugar liberó a la medicina de la enorme influencia de la religión,
abandonando la creencia de que Dios era la fuente de la salud y de la
enfermedad. Su teoría humoral y terapéutica, exenta de misticismos,
constituye una explicación puramente natural de los procesos morbosos
incorporando entonces la “Vix naturae medicatrix” (la naturaleza es la que
cura)
• una segunda dimensión histórica fue el liberar a la Medicina de las
exageradas especulaciones filosóficas que poseía hasta entonces, pues a
muchos “les interesaba más demostrar la verdad de sus dogmas
preconcebidos y sólo ocasionalmente curar enfermos.
• la tercera condición que mantiene actual y vigente su memoria, fue el haber
destacado como nadie hasta entonces, el valor supremo de la observación del
enfermo y la acumulación de experiencias. Decía “cada caso se debe
presentar con sus particularidades que quitan toda universalidad y todo
absoluto a las reglas de aplicación. Hay una constante modificación del
saber en cada aplicación". En este campo fue el primero en describir las
facies y los dedos hipocráticos, los estertores respiratorios y el roce pleural.
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Fue el primero también en confeccionar historias clínicas. También se le
debe el haber mencionado el principio del “similia similibus curentur” en la
terapéutica del paciente.
§ Podemos precisar entonces que la importancia social,
científica y docente de la filosofía y la obra de Hipócrates y
su escuela, basada en la humanización de la Medicina y en la
atención integral e individual al enfermo.
Con la llegada de Galeno 400 años después de Hipócrates, surgió el cambio
hacia lo que hoy conocemos como Medicina oficial. Su filosofía mecanicista y
experimental introduce desafortunadamente las bases para la especulación
filosófica. Suyo es el apotegma “contrariis contraria curantur”, curar por
contrarios, abusando de la purga y de la sangría, a las que llamaba las dos
piernas de la Medicina. Fue creador de la Polifarmacia, preparando hasta 74
sustancias medicamentosas.
Con el desarrollo e intercambio del imperio, la Iglesia asumió los escritos de
Galeno y como ley los canonizó. Se hizo la única autoridad ante la cual no había
apelación posible y durante 14 siglos la Medicina fue y es en lo fundamental, la
Medicina de Galeno.
El médico galeno es un profesional que muestra más interés por los libros que
por los enfermos, cosa que no constituye el patrón ético y moral de los
profesionales a que aspiramos actualmente.
La filosofía homeopática es de una antigüedad que se pierde en la noche de los
tiempos, que muchos médicos de todas las épocas han presentido, otros la han
anunciado como lo hizo el propio Hipócrates y que Hahnemann tuvo la gloria de
descubrir con todas sus leyes y fundamentos.
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2. ARGUMENTACIÓN
2.1.- NECESIDAD DE CAMBIOS
Se observa que el desarrollo técnico y científico en sus inicios tuvo que esperar
muchos milenios para poco a poco ir demostrando los avances en la humanidad.
Sin embargo en tan solo dos siglos (XIX y XX) este desarrollo científico y
técnico ha sido tan audaz y variado, que supera la marcha de la sociedad en su
conjunto al estar solo al alcance de las clases más pudientes económicamente,
dejando al resto sin la posibilidad de utilizarlas.
En la Medicina oficial se ha ido imponiendo el uso y el abuso de la tecnología en
la práctica asistencial. Se ha puesto de manifiesto que no son despreciables las
cifras económicas en estudios técnicos complementarios que se efectúan a los
pacientes, no siempre necesarios en primera instancia y de los que se abusa en la
actualidad.
Esta tendencia lleva al planteamiento preciso de que estamos asistiendo al
fenómeno de que el médico está siendo reemplazado cada día más por la
tecnología, es decir, por máquinas. Y todo esto nos está distanciando de la
persona y de aspectos muy importantes a tener en cuenta en cuanto a la visión
integral de la persona, dejando de lado al enfermo y poniendo más énfasis en el
diagnóstico de la enfermedad, despojando a la medicina de su actuación en el
método de curar como arte y ciencia.
Nos podríamos plantear hasta qué punto la sanidad es formulada y enfocada
como un gran negocio y como todo negocio, tiene unos grandes intereses
económicos que están por encima de la intención de curar enfermos…
La sociedad tiene necesidad de una nueva y más efectiva medicina, una
medicina más humana más cercana. Necesitamos volver a confiar en la sanidad,
no viendo solo el gran negocio que se ha montado en torno a la enfermedad, se
puede negociar con muchas cosas pero, por favor, con la mala salud de las
personas no se debería lucrar nadie.
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La insatisfacción en el ámbito de la salud es evidente y requiere una revisión y
renovación profunda por parte de los profesionales e instituciones públicas, si lo
que de verdad desean es curar enfermos y no crear más enfermos, como se hace
con el sistema actual en la medicina oficial.
Humanizar la medicina y acercarla a la persona, es fundamental para conseguir
lo que se pretende de antemano, que es devolver la salud al enfermo que la
perdió. Y mejorar siempre implica cambios.
2.2.- ACERCA DEL ENFERMO Y LA ENFERMEDAD
Es llamativo que conceptos tan críticos y certeros como los emitidos por J. T.
Kent en su “filosofía Homeopática” editada en 1919, no hayan sido
comprendidas en su profundidad por la mayoría de profesionales de la salud.
Un estudio de la vida y obras del Dr. James Tyler Kent medico Homeópata, nos
revela sus grandes cualidades: un amor incondicional por su trabajo, una
percepción o intuición con pensamiento lógico, el reconocimiento de la Ley de
Curación y la existencia de la fuerza vital o dinamismo, que es la fuente de todo
ser vivo. Buscando el origen de toda enfermedad en la perturbación de esta
fuerza vital. Coincidiendo al igual que el padre de la homeopatía Samuel
Hahnemann en la visión y comprensión del enfermo y del tratamiento de la
enfermedad.
Desde esta perspectiva, la verdadera medicina es aquella que se fundamenta en
la comprensión del enfermo, lo que no es posible sino tenemos una visión
integral de este, ya sea en la enfermedad como en la salud.
De acuerdo con el ilustre homeópata argentino Tomas Paschero, la medicina no
puede ser biológica sino antroposofica, ya que la antropología es la biología
humana, es decir biología integrada por los elementos somáticos, psíquicos y
espirituales que componen al ser humano. (Antroposofía, es el camino del
conocimiento interior de la naturaleza del hombre), su fundador es Rudolf
Steiner. http://www.google.es/=ANTROPOSOFIA.
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Hemos aprendido de la homeopatía de Hahnemann, que el hombre es una
unidad, donde no existe separación entre lo de dentro y lo de afuera, en relación
abierta con la vida y en un estado de constante actividad.
Para poder tratar y curar, es necesaria la comprensión del enfermo bajo su
naturaleza humana y en todas sus expresiones.
La medicina clásica se caracteriza por continuos cambios en teorías y métodos,
con sus rápidos descubrimientos y por el abandono de estos métodos por otras
teorías y descubrimientos.
La medicina homeopática afirma que hay principios y leyes que no sufren
modificaciones con el paso del tiempo, ya que entiende al ser humano como
parte de la naturaleza y que se rige por esas mismas leyes naturales. Puede
decirse que hasta el tiempo de Hahnemann, no eran conocidos los principios de
la Medicina. La Homeopatía se separa de la Alopatía en ese punto, principio del
siglo XIX, y desde entonces existe una división entre las dos escuelas.
La medicina oficial con su visión mecanicista, considera al ser vivo como una
máquina, como un sistema de relojería y por eso elabora métodos y sistemas de
curación que supone son mejores que los recursos naturales que posee el propio
organismo.
En cambio, el Homeópata, cuando habla del enfermo, conoce su estado mental y
emocional, tiene información de sus deseos y aversiones, de cómo es su vida y
lo que le preocupa y le hace sufrir. Tiene otra visión de la enfermedad y de la
vida, así como de la curación.
El organismo vivo, cada una de sus partes y la totalidad en conjunto, “sabe”
perfectamente que es lo tiene que hacer en todo momento y en cada situación, no
necesita que nada ni nadie se lo diga, actúa de forma coordinada y ordenada,
integrando cada una de sus células al todo y a este con cada una de ellas. De otro
modo no se puede entender que los organismos vivos funcionen de modo tan
perfecto. No deberíamos obviar todas las capacidades y respuestas que tienen los
organismos vivos para compensar y restaurar las disfunciones del cuerpo.
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El organismo sabe cuánta insulina debe secretar, cuanto colesterol fabricar, si el
calcio tiene que estar en el hueso o ser eliminado por el riñón, si tal sustancia
debe ser eliminada o transformada químicamente en otra sustancia.
Por esta razón de peso, la medicina debe ser respetuosa, no tratar de intervenir ni
imponer conductas al organismo tratándolo con fármacos y cirugías que acaban
por enfermarlo aún más, debilitando y anulando las respuestas vitales y curativas
que tienen todos los organismos vivos.
El ser humano es la suma de todas sus partes. Y todas sus partes dependen de la
fuerza vital para el buen funcionamiento.
Las partes interactúan, se necesitan unas a otras. La mente no está separada del
cuerpo, las emociones, los sentimientos, las sensaciones no solo están en el
cerebro sino también en el hígado, en los músculos y en cada una de nuestras
células y cada una de las partes condiciona a las demás, creando un movimiento
continuo de información, de estímulos y respuestas en forma coherente y
ordenada. Si por alguna razón se rompe este orden, aparecerán signos y síntomas
que nos informarán de esa pérdida.
Los síntomas, los cambios físicos, el dolor, sólo pueden ser vistos como
expresiones de un desequilibrio en la vitalidad de la persona. La curación no
pasa por eliminarlos y hacerlos desaparecer, sino encontrar la causa del desorden
y facilitar su organización, ayudando y estimulando esas respuestas curativas
que pueden estar debilitadas.
La medicina homeopática percibe, se da cuenta y sabe que algo hay que causa la
enfermedad. Toda ciencia enseña y toda investigación prueba que cada cosa que
existe debe su existencia a algo anterior a ella. Solamente en este sentido puede
vincularse el efecto-causa.
La fisiología clásica no tiene vitalismo y, por consiguiente, no tiene base para
edificar su estructura. La doctrina de la fuerza vital (principio homeopático), no
es admitida por los fisiólogos. Sin la fuerza vital, sin sustancia simple, sin el
interior unido al exterior, no puede haber ni la causa ni la relación de causa-
efecto.
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La fuerza vital es la esencia, aquella energía presente ya en el momento del
nacimiento y que es la responsable del mantenimiento de la salud. Antes de una
enfermedad, tenemos una fisiología desordenada cuyo origen remonta al
principio vital perturbado.
La naturaleza de la enfermedad existe en el estado vital desequilibrado y se
expresa por signos y síntomas.
El único deber del médico es el de curar al enfermo. Su deber no es sólo curar
los resultados de la enfermedad, sino la propia enfermedad y cuando el hombre
haya sido devuelto al estado de salud, la armonía se habrá restablecido en los
tejidos y en las funciones.
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2.3.- DIFERENCIAS ENTRE ALOPATIA Y HOMEOPATIA
Alopatía.
Racionalismo, Modelo Mecanicista.
Homeopatía.
Empirismo, Modelo Holístico
1-El organismo está dividido en partes. 1-El organismo considerado como un todo
2-El cuerpo y la mente están separaras 2-Cuerpo y mente forman una unidad.
3-Fisiologia humoral.
3-Fisiologia energética.
4-Conjunto de humores.
4-Animado por una fuerza vital.
5-El cuerpo considerado como una
máquina.
5- El cuerpo es considerado como un
sistema dinámico integrado en otros
sistemas,(familiar, social).
6- La enfermedad es vista como un
“enemigo” a eliminar o suprimir.
6- La enfermedad vista como parte de un
proceso.
7- No se tienen en cuenta la capacidad de
autocuración.
7- Se potencia la autocuración, o capacidad
defensiva del organismo.
8- Tratamientos “Standard”. 8- Tratamientos individualizados.
9- Énfasis en la enfermedad y en el
diagnóstico.
9- Énfasis en el enfermo.
10- Tratamiento con medicamentos
contrarios al proceso.
10- Tratamientos con medicamentos
semejantes al estado de la persona.
11- El enfermo depende del médico y se
somete a este.
11- El enfermo se implica en el proceso de
curación.
12- La prevención depende del médico.
lo que
12- La persona se compromete en cuidar de
su salud
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2.4.- LA ANAMNESIS
La homeopatía Unicista, cuando realiza la toma del caso, recoge los síntomas
más característicos, raros y peculiares del conjunto de la persona. Repertoriza,
ordena, analiza y compara los síntomas en la Materia Medica. Dando prioridad y
mayor jerarquía a los síntomas históricos y a los mentales, seguidos de los
particulares y modalidades. Obteniendo un remedio para la totalidad sintomática
de acuerdo a la ley de los semejantes.(Curar lo similar por lo similar).
Recoger un número suficiente de síntomas para la toma del caso.
Jerarquía;
1- Síntomas etiológicos (causas).
2- Síntomas Psíquicos o mentales.
3- Síntomas generales.
4- Síntomas locales y particulares.
Es importante realizar una buena toma del caso en la primera visita y en las
siguientes pues de ello dependen los resultados del tratamiento homeopático.
Escuchar, no tener prisa, crear un estado de confianza y empatía hacia la
persona, estar abiertos a cosas que nos puedan llamar la atención, (como se
sienta la persona, la morfología, si está relajada o tensa, si tiene prisa, etc.).
Escribir mientras escuchamos, siempre en términos del enfermo, con sus
palabras y detalles, esperando a que nos vaya describiendo los síntomas que más
le preocupen o molesten, respetando sus silencios y su ritmo, a la hora de contar.
Preguntar por antecedentes familiares y maneras de reaccionar, siguiendo un
orden en las preguntas, de arriba abajo, de la cabeza a los pies. Preguntar
siempre de manera indirecta, no sugerir la respuesta. Preguntando por síntomas
tanto históricos como actuales.
Coordinar todos los datos que nos han dado con nuestro interrogatorio.
Valorar los síntomas más importante, más originales y peculiares, los más raros
o singulares.
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Valorar un mínimo de síntomas de valor máximo. (Los más característicos y
raros).
Repertorizar los síntomas dando más importancia a los mentales, históricos y
etiológicos.
Verificar con la Materia Médica el remedio más similar al estado del enfermo.
Prescribir el remedio. Siempre que sea posible, buscar el remedio único y más
similar.
Entender que cada persona es única, como única es su forma de enfermar, como
único debe ser el tratamiento que lo cure.
El fin que persigue la medicina homeopática es curar. Más allá de los dolores
que afligen a la persona, que casi siempre son el motivo de consulta. El
encuentro con la persona, revela que cada ser humano sea hombre o mujer, trae
consigo una historia para contar, una pena para llorar y una manera particular de
sentir y vivir la vida.
La homeopatía tiene un acceso al enfermo de un modo humanista, e intenta
entender la causa y desarrollo de la enfermedad dentro del proceso vital de cada
enfermo. El objetivo del tratamiento no es solo la desaparición de los síntomas,
sino el equilibrio total de la persona enferma. Sabiendo que la enfermedad
manifestada en un órgano o en una parte del organismo, es la última
consecuencia de la alteración completa del sistema.
Si practicamos y respetamos los principios de la homeopatía, tenemos muchas
posibilidades de éxito en el tratamiento, sabiendo que en un tiempo tendremos
resultados, y la posibilidad de devolver la salud perdida al enfermo. Respetando
el ritmo de cada persona, el tiempo que necesite para recuperarse, teniendo en
cuenta que cada individuo es único y diferente a todos los demás.
Y no olvidar en ningún momento que toda visita homeopática debe ser un
encuentro entre dos personas, una que busca ayuda y otra que desea ayudar.
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2.5.- LA ESCUCHA COMO ARTE TERAPÉUTICO
“En silencio se escucha al cuerpo”.
Como un instrumento, el terapeuta vibra con las palabras y con los sentimientos
del paciente, sin juicios ni perjuicios escucha con atención, intentando
comprender la tristeza que no se atreve a decir con palabras, los temores que no
se permite sentir, la culpa que arrastra como una pesada losa, lo que se esconde
en una postura corporal, en la tensión muscular o en ese dolor que se ha vuelto
crónico.
Con símbolos representados por síntomas, nos cuenta su verdadera historia.
No olvidemos que el cuerpo es el teatro de la mente, por eso hemos de permitir
que represente su papel, que exprese el dolor, las lágrimas y palabras necesarias
que permitan liberar energía retenida. La enfermedad puede ser la manifestación
de la emoción contenida y suprimida. Estar simplemente dispuesto a escuchar,
para que la persona pueda liberar la carga emocional que la enferma. Dar la
oportunidad, el permiso de llorar, de gritar y de expresar lo reprimido.
La actitud de escucha es aquella que nos permite hacer un ejercicio
acompañamiento y de la comprensión del núcleo mental del individuo.
Para poder sanar es necesario comprender y para que la comunicación se haga
comprensión, debe involucrar el sentimiento. Cada visita debería ser un
encuentro deseado por ambas partes, como algo importante, significativo y
trascendente.
En el parágrafo 83 del Órganon, Hahnemann nos explica, con una síntesis
admirable, cuales son las características del buen homeópata: La imparcialidad,
los sentidos sanos, la atención al observar, y la fidelidad tomando notas del
cuadro del enfermo.
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2.6.- SIMBOLISMO DEL SÍNTOMA
La enfermedad habla sin palabras, los síntomas son símbolos. Cuando el sujeto
no sabe decir, confesar o reconocer sus necesidades el símbolo ocupa el lugar de
la palabra en forma de enfermedad.
Símbolo y enfermedad toman el lugar cuando falla la palabra.
Es necesario aprender a escuchar, la causa primera que nos hace enfermar es lo
que nos hace sufrir y no somos capaces de cambiar. El síntoma funcional nos
avisa de un debilitamiento del terreno individual;( contracturas, cefaleas o
problemas digestivos) son trastornos neurovegetativos que expresan el
sufrimiento psicológico de la persona.
Tratar los síntomas funcionales en sus inicios, es anticiparnos y prevenir
enfermedades orgánicas. Además, siempre es más fácil el tratamiento de la
enfermedad en sus inicios, que cuando ya se ha desarrollado y complicado el
cuadro.
Aquí es donde la medicina debería poner todo su esfuerzo y recursos. En tratar
de anticiparse y prevenir futuras enfermedades. Pero parece ser, que estos
primeros trastornos no interesan a la medicina ya que la lesión aún no existe. Las
sensaciones, las molestias que no pueden ser diagnosticadas no son tenidas en
cuenta, ya que no se tiene en cuenta al sujeto y solo hay objeto que tratar. Con el
tiempo pasamos a la fase siguiente y se complica el cuadro cuando no es
resuelto.
Con la gran revolución científica en los últimos años del siglo XX, se divide la
Medicina en especialidades. En el Congreso Internacional de Medicina que se
celebró en Paris, en la última década del siglo XIX. En el cual se dividió el
temario por especialidades médicas. Muchos son los hechos acaecidos desde
entonces y largo el camino que la medicina ha recorrido, mejorando y
aprendiendo de la práctica médica.
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Pero con tanta especialización hemos perdido de vista a la unidad que forma la
persona, y somos huesos para el Traumatólogo, células sanguíneas para el
Hematólogo, piel para el Dermatólogo, o sistema reproductor para el
Ginecólogo.
A todo esto me pregunto ¿dónde está el que sufre, donde queda el enfermo?
¿Acaso lo tienen en cuenta, o solo ven un organismo que ha de ser reparado,
añadiendo o quitando piezas? Obviando y negando a la persona enferma.
No se trata de reconocer síntomas, diagnosticar y tratar de eliminarlos, sino más
bien de ver, de comprender las causas profundas de la enfermedad. (Sin esa
comprensión no es posible la verdadera curación).
Se están acumulando evidencias y argumentos que nos reafirman en la idea de
que toda enfermedad tiene una causa psíquica. Cosa que los profesionales de la
medicina convencional ponen en duda y les cuesta aceptar, por lo que siempre
buscan causas externas que la provocan, como gérmenes (bacterias o virus) y el
tratamiento va dirigido a los síntomas de la enfermedad y solo se ocupa de ella,
dejando de lado al enfermo. Pero la evidencia nos dice que a pesar de los
antibióticos y antivíricos, aumentan el número de personas enfermas. Cosa que
les debería llagar a plantearse, si lo están haciendo adecuadamente.
La relación mente-cuerpo es fundamental para entender a la persona y su
enfermedad, tratándola de forma integral.
“Toda enfermedad es causada por un trauma emocional que nos coge
desprevenidos, un trauma vivido en soledad y que no sabemos cómo resolver”.
La intensidad del trauma determinaría la localización y la gravedad de la
enfermedad. Esta teoría parece bastante coherente y no ridícula como pretenden
hacerla. No está mal ver las cosas desde diferentes ángulos y con diferentes
puntos de vista. (Dr. Hamer, 2008).
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2.7.- EMOCIONES Y SÍNTOMAS
La salud es un proceso complejo que se mantiene en un equilibrio dinámico,
viviendo en armonía con las leyes naturales.
De todos es bien sabido que las emociones negativas generan en el cuerpo
reacciones que crean las condiciones para el desarrollo de diferentes
enfermedades. Cada vez se tiene más en cuenta el mundo emocional de la
persona, en especial, debido al incremento de las enfermedades psicosomáticas,
haciendo hincapié en la necesidad de conocer los procesos que vinculan lo
psíquico con lo físico.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Kent, el experto homeópata americano,
decía que “el estado mental del paciente es el que decide la medicación”.
Por su parte Tomas Paschero afirmaba que, “lo esencial del cuadro sintomático
se da en el plano psíquico, y que el homeópata experto debe estar dispuesto y
preparado a comprender este hecho si desea tener éxito en sus tratamientos”.
La sustancia de la vida –sostiene el Maestro Paschero- es pura energía y la salud
es la libre expresión de esta energía vital a través del cuerpo y de la mente en
armonía. Esta relación nos exige una constante adaptación psicobiologica del ser
humano, que implica un continuo crecimiento y un desarrollo de las cualidades
personales hacia la unidad vital.
Así como Marx quería que la filosofía se convierta un día, en arma de
transformación social. Paschero nos dice que el acto médico debe intentar
ayudar a promover la transformación personal, lo que por cierto se vuelve
cambio social.
La homeopatía se convierte así en un instrumento de liberación de la libertad de
la persona.
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Hahnemann también nos advirtió de estas vinculaciones entre cuerpo y alma, y
apunto la necesidad prioritaria de tener en cuenta los aspectos emocionales y
mentales a la hora de realizar la toma del caso y establecer una estrategia
terapéutica. Así lo expresa claramente en el parágrafo 210 del Órganon de la
medicina:
No es necesario estar “enfermo” para experimentar ciertos estados emocionales
como miedos, tristeza, ansiedad, irritabilidad, etc., y que en muchas ocasiones
esas sensaciones, son la antesala de enfermedades físicas. De la función
adaptativa de las emociones y dependiendo de la respuesta que generen así será
nuestra salud. Si se tienen en cuenta la relación entre el sistema nervioso, el
sistema endocrino, y el sistema inmunológico, (Psiconeuroinmunologia:
ciencia que estudia los efectos de la mente sobre el sistema inmunológico) que
son interdependientes, de manera que la alteración en uno afecta a los demás.
Los estudios realizados demuestran que, las emociones negativas favorecen el
desarrollo de la enfermedad, ya que hacen más vulnerable el sistema
inmunológico poniendo en peligro nuestra integridad física.
Por supuesto las emociones positivas son sumamente beneficiosas para nuestra
salud, ya que facilitan la recuperación y nos mantienen el estado de buena salud.
Resulta conocido el hecho de observar que aquellas personas que tenían una
actitud más positiva y optimista se curaban más rápidamente que aquellas otras
que tenían una actitud más depresiva y pesimista. Se refiere al hecho que las
emociones negativas producen desequilibrio y acaban originando enfermedad,
con lo cual la terapia debe tener en cuenta dichos estados de ánimo. De este
modo la evaluación se tiene que hacer desde el punto de vista de los estados
mentales y emocionales, ya que son fundamentales para acertar con el
tratamiento.
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Los síntomas como tales son manifestaciones en el tiempo, de largos y
profundos procesos, donde la predisposición genética y la actitud de la persona,
determina donde y cuando se harán visibles. Los acontecimientos traumáticos,
las situaciones mal vividas, quedan como restos que no hemos podido trasformar
en experiencias. Los síntomas son el pasado en nuestro presente condicionando
nuestras respuestas físicas y psíquicas. Los síntomas esconden una emoción que
no encontró salida.
Dar salida a dicha emoción conduce a la liberación del obstáculo que está
creando el síntoma y la enfermedad. La represión de las emociones son la causa
de muchas de nuestras enfermedades. Con la resolución del conflicto en muchos
casos, se restablece la salud.
La homeopatía recuperó el antiguo pensamiento de Hipócrates, ver al individuo
como una totalidad y Hahnemann descubrió la manera de tratarlo. Haciendo
posible una terapéutica que lo contempla y lo trata de forma íntegra.
Hahnemann rescata la idea después de muchos siglos de olvido, de que solo es
posible comprender la enfermedad si se comprende al ser humano. El
tratamiento homeopático no se hace en base a las manifestaciones físicas, ya que
éstas no son la causa sino la consecuencia de un desequilibrio energético que
altero la dinámica de la fuerza vital.
La única forma de comprender y tratar la enfermedad es abordándola desde la
globalidad de toda la persona. Entender sus emociones y sentimientos, sus
estados mentales, sus gustos y disgustos así como su actitud ante la vida. Todo
lo más característico y peculiar de su personalidad. Esto es lo más importante en
homeopatía, tal como Hahnemann lo expresa en el Organon.
Tomar en consideración lo más raro y peculiar de la persona, comprendiendo al
individuo en su totalidad, para que de este modo se pueda establecer la similitud
con el remedio que presente la mayor semejanza posible con el perfil
psicosomático del paciente.
Así pues, Hahnemann ya advierte de la importancia de los síntomas mentales, ya
que estos representan lo más individual y esencial del individuo.
21
En la misma dirección, Allen afirma que tenía más éxito cuando su prescripción
estaba fundamentada sobre síntomas mentales añadiendo que: <<como lo mental
gobierna en alto grado el cuerpo, podemos dar gran importancia y jerarquía a un
síntoma mental o emocional>>.
Desde sus orígenes hasta nuestros días, la psicología ha evolucionado
extraordinariamente como ciencia humanística. Esto permite pensar que
Hahneman sólo pudo categorizar los síntomas de orden mental a partir de los
conceptos psicológicos que existían entonces. Por ejemplo, el termino mental no
resulta el más apropiado para definir la totalidad de síntomas que bajo esta
denominación se encuentran categorizados en homeopatía. Mucho más adecuado
resulta sustituir mental por psicológico, ya que esto resulta más amplio y sirve
para integrar los aspectos y estados conductuales como pensamientos,
emociones, actitudes, deseos y aversiones, etc.
De ninguna manera, la Homeopatía no se detiene en los síntomas físicos. Busca
y trata los síntomas de la persona más que los síntomas de la enfermedad.
2.8.- SOBRE EL DIAGNÓSTICO
Exceptuando algunos casos de enfermedad aguda, y desde la perspectiva de la
homeopatía, no hay diagnóstico alguno posible y ninguno que sea necesario,
como no sea el de que la persona está enferma. Cuanto más se piensa en el
nombre de la enfermedad más se complica el caso.
La medicina moderna, se ha esforzado en poner nombre a la enfermedad, de
etiquetarla. Cada etiqueta se asocia a un tratamiento farmacológico
determinado (los protocolos médicos). Nos llama la atención que
continuamente aparecen “nuevas” enfermedades, como la fibromialgia, la
fatiga crónica o el T.D.A.H (trastorno por déficit de atención e
hiperactividad) y tantas otras.
22
La realidad es que toda enfermedad sea cual sea su nombre, indica un
desequilibrio de toda la persona. Las diferentes manifestaciones de ese
desorden son entendidas como enfermedades diferentes, dando demasiada
importancia a la enfermedad y poca o ninguna al enfermo que las padece.
Los tratamientos químicos o quirúrgicos producen su vez nuevas
enfermedades que requieren de nuevos tratamientos farmacológicos. De este
modo se crea un círculo vicioso cada vez más difícil de tratar y curar.
Si la idea de curación sigue siendo como hasta ahora, hacer desaparecer los
síntomas suprimiéndolos, no llegaremos nunca a curar enfermedades. Y
seguiremos impidiendo que el organismo recupere su orden, su homeostasis.
Lo necesario sería restablecer el equilibrio y no eliminar o suprimir los
síntomas.
La enfermedad crónica tienen su inicio en la superficie y de allí se dirige a
centros vitales del organismo, de ello se deduce que para curar la enfermedad
con homeopatía, se siga el orden inverso a como se instaló la enfermedad. Y
de arriba abajo y de dentro hacia fuera, tal como nos enseña la ley de Hering.
(Constantin Hering, nacio en Alemania el uno de enero del 1800) Quien no
conoce este principio puede asustarse al ver aparecer antiguos males durante
el tratamiento homeopático. Pero esto es necesario y positivo en el camino
hacia la curación. El retorno de ciertos síntomas anteriores nos hace ver que
no fueron curados, sino que simplemente se habían suprimido.
Para la Homeopatía no es importante poner nombre a la enfermedad, ya que
el tratamiento no se hace en base al diagnóstico, sino que se tiene en cuenta el
estado de toda la persona con sus síntomas peculiares, raros y característicos,
poniendo interés en las particularidades y modalidades, preguntando al
enfermo: ¿dónde, cuándo, cómo y por qué?, así como haciendo una buena
escucha y toma del caso.
23
2.9.- TERAPIAS Y TERAPEUTAS
Detrás de cada técnica terapéutica debería existir un terapeuta preparado y
consciente de lo que hace, un servidor empático y equilibrado, dispuesto a ser un
puente para la restauración de la integridad física y psíquica de la persona que
llega en busca de ayuda. En la relación terapéutica se debería establecer un
vínculo de confianza, una resonancia armónica paciente-terapeuta, con la
intención de ayudar. El aspecto más importante de la terapéutica es la
interacción humana.
No importa si la ciencia le da nombre, si la condenamos o la absolvemos. Si una
terapéutica tiene lugar en el corazón del que sufre, allí está su razón de existir.
Ante las críticas y obstáculos que nos encontramos en el camino del terapeuta,
podríamos decir como Gabriela Mistral “todo en la naturaleza es un anhelo de
servir”. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el error del qué aprender, la piedra
que te hace caer, etc... ¿Por qué no habría de servir la Homeopatía?
En la práctica de la Homeopatía, es fundamental y básico el reconocer la
existencia de una fuerza vital o energética, que es la base para el intercambio de
todas las energías que circulan en todo ser vivo.
Tenemos, como seres humanos, la necesidad de aprender, de crecer, de mejorar,
un proceso de trasformación interior, un salto hacia dentro de uno mismo y una
nueva actitud hacia el mundo exterior basada en el respeto y la libertad personal.
Como terapeuta Homeópata, esa es mi finalidad.
La homeopatía es el arte terapéutico que, además de sanar el cuerpo, nos ayuda a
equilibrar la mente y las emociones, liberándonos de temores y traumas, ya que
cuerpo y mente no se tratan por separado.
La práctica de la homeopatía es un salto a esa nueva dimensión del ser humano,
en que una molécula se mira como un paquete de energía y un hombre como un
campo de conciencia (física cuántica), donde además de sangre, piel o células, se
tienen en consideración otros aspectos más sutiles de la persona.
24
2.10.- PREVENIR LA ENFERMEDAD
Toda enfermedad comienza con una serie de sensaciones subjetivas y
particulares, diferentes de una persona a otra, son “avisos” pre-patológicos.
En el primer estadio, presenta trastornos sensoriales: cambios en la conducta y
en el comportamiento. Aparecen reacciones nuevas en el comportamiento de la
persona; psiquismo y sensibilidad se han modificado. Estos trastornos
sensoriales, comprenden el conjunto de fenómenos psíquicos y físicos que
aparecen en el individuo antes de enfermar. La persona pierde su “ritmo”
habitual y pierde su orden interno. Es en este primer estadio donde deberíamos
poder actuar para anticiparnos a la enfermedad y así prevenirla. Si no se actúa en
ese estadio, avanzamos al siguiente.
En el segundo Estadio, ya se presentan trastornos funcionales. La función del
órgano se ve perturbada, no existen manifestaciones clínicas palpables, sino un
malestar, una alteración en híper o hipo reactivo, alteraciones digestivas, vértigo
o mareo, náuseas, cefaleas, calor o frío, alteraciones del ritmo del sueño,
insomnio y un largo etc. Si continuamos en esta línea de desorden, pasaremos a
un nuevo estadio.
Tercer Estadio: en este momento aparecen signos clínicos y trastornos
lesionares, la enfermedad se ha manifestado con lesión del órgano o sistema.
Aparecen los síndromes (conjuntos de signos y síntomas) que son
diagnosticados y etiquetados, ya tenemos caso para la medicina oficial. Cuando
llegamos a este estadio la mayoría de las enfermedades ya se han vuelto crónicas
y son más difícil de curar, pues el organismo se ha agotado y ha perdido
capacidad de respuesta curativa. En estos casos se recurre a tratamientos
paliativos y/o sustitutivos. Enfermedades como artrosis, diabetes,
hipertiroidismo, etc., u otras muchas enfermedades mentales como depresión,
ansiedad, nerviosismo, trastorno de la conducta, son ejemplos de la enfermedad
manifiesta.
25
Así pues, vemos que toda enfermedad es un resultado. Toda enfermedad es
precedida por una serie de estados, sensaciones y molestias distintas para cada
persona, reacciones particulares e individuales que más tarde se convertirán en
“enfermedades”. Si pudiéramos actuar en el primer o segundo estadio, la
mayoría de las enfermedades no llegarían a desarrollarse y se evitaría el avance
hacia la lesión y la degeneración orgánica.
La medicina homeopática reconoce y tiene en cuenta las sensaciones y
sentimientos de la persona, las peculiaridades y características, poniendo más
énfasis en la salud que en la enfermedad, anticipándose y previniendo en muchos
casos la enfermedad final.
La desorganización de la persona representa el camino inicial hacia la
enfermedad. El síntoma funcional nos avisa del debilitamiento en la vitalidad del
individuo.
Lo más importante a la hora de tratar cualquier enfermedad, es tratar la causa y
si dicha causa está en la mala gestión de las emociones, pues abra que aprender a
gestionarlas para llegar a tener buena salud. Tratar la enfermedad es tratar la
resistencia al cambio.
El ser humano es un todo integrado que actúa siempre a través de tres estados o
niveles, el mental, emocional y el físico. La mente juega un papel determinante
en el origen y evolución de la enfermedad, de tal forma que no se puede
restablecer la salud física sin equilibrar el estado mental. Cuerpo y mente son
inseparables. El dualismo (dividir en dos lo que es uno) determina nuestra
creencia sobre la salud, tanto que seguimos intentando entender el cuerpo
independientemente de la mente.
La psiconeuroinmunologia estudia la estrecha relación entre la mente y su
contenido emocional con el sistema inmunitario. Se empiezan a desvelar las
influencias que tienen ciertas características de la personalidad del enfermo,
junto a un estrés crónico, en procesos de enfermedades como: la diabetes, el
cáncer, o enfermedades auto-inmunes entre otras.
26
Podemos afirmar que el modo de “sentir” de una persona, puede afectar en el
desarrollo y evolución de la enfermedad. La relación cuerpo-mente debe ser
tenida en cuenta no solo para entender la enfermedad, sino también la salud.
Curar significa recuperar el centro aceptando un proceso de cambios y
transformación que son la base de la evolución.
La mayoría de las veces se llega al tratamiento homeopático, después de
muchos años de sufrir la enfermedad, cansados de intentos y tratamientos en la
medicina oficial (alopatía) con trastornos de salud que se han vuelto crónicos y
con los daños añadidos de tratamientos farmacológicos con todo lo que eso
representa, (efectos iatrógenos) que suman más alteraciones. Andamos
buscando al médico, al terapeuta, al amigo que nos tienda una mano, que nos
escuche y nos cure de verdad.
2.11.- EL ENFOQUE HOMEOPATICO
Es imposible sanar el cuerpo sino escuchamos lo que duele, que es lo que
realmente enferma. El tratamiento que cura siempre tiene que ser holístico, no
se trata una parte de la persona, se trata el todo, puesto que se sufre en el cuerpo,
lo que pasa en nuestra mente.
La homeopatía restablece el antiguo pensamiento hipocrático de la persona
como una totalidad indivisible, haciendo posible una terapéutica que lo abarca
por completo. Entiendo que solo existe una medicina, la que cura. Tenemos ante
nosotros una ciencia con conciencia, con leyes y fundamentos:
Ley de los semejantes o Similia Similibus Curantur: Una sustancia que en
dosis toxica es capaz de producir una serie de síntomas en una persona sana,
puede curar los mismos síntomas en una persona enferma, si se utiliza en dosis
terapéuticas.
Órganon, parágrafo /27. “El poder curativo de los medicamentos depende, por lo
tanto, de sus síntomas semejantes a la enfermedad”.
27
Ley de curación:
Proceso terapéutico que pone en marcha la acción del remedio homeopático
responde a esta ley, y que fue enunciada por Hering y que dice lo siguiente: la
verdadera curación se produce de arriba hacia abajo, desde dentro hacia fuera
y en el orden inverso a la aparición temporal de los síntomas.
El concepto de la Fuerza Vital:
La fuerza vital, que dinámicamente anima el cuerpo material, gobierna con
poder ilimitado y conserva todas las partes del organismo en admirable y
armoniosa operación vital, tanto respecto de las sensaciones (psiquis), como las
funciones (soma), como el mismo Hahnemann nos enseña en su obra.
Dosis Infinitesimales:
Proceso de diluir sustancias toxicas, cada vez en mayor dilución, con el fin de
atenuar lo más posible la toxicidad de aquellas. Se observa que la sustancia que
en su origen era toxica deja de serlo, para convertirse en terapéutica, y que a
mayor dilución de la misma, aumenta su poder curativo.
Individualización:
El tratamiento homeopático debe hacerse siempre de forma individual. La
comparación, la individualización y las diferencias en la naturaleza de las cosas
más similares, son puntos que se deben considerar de manera cuidadosa.” Cada
medicina produce efectos particulares en el cuerpo del hombre y ninguna otra
sustancia medicinal puede producir otros que sean exactamente semejantes”.
Órganon/ parágrafo, 118.
La experimentación pura en individuos sanos:
La experimentación homeopática se realiza siempre en personas sanas,
normalmente voluntarios que tomaran la sustancia atenuada que se desea
investigar, de tal modo que se pueda observar la aparición de síntomas. Los
voluntarios, deben anotar minuciosamente en un protocolo la totalidad de
síntomas que se presenten desde el momento de ingerir la sustancia. A la
totalidad de síntomas se le llama patogenesia.
28
Cuanto mejor, sería la salud mundial si se hiciera más uso de sus remedios,
evitaríamos en muchos casos tener que recurrir a tratamientos y técnicas más
agresivas y costosas. Entender lo que puede dar de sí la homeopatía es acercarse
al método más simple y sencillo que nos ofrece la naturaleza, la curación por
estímulos, por regulación,” que no supresión”. Se entiende por curación:
devolver a la persona el estado de equilibrio mental y físico.
Por suerte para todos cada día son más los que confían su salud a sistemas más
integrales y naturales, dando pasos hacia adelante, implicándonos y haciéndonos
cargo de nuestra salud, responsabilizando de nuestra enfermedad y aprendiendo
de ella.
La homeopatía nos hace conscientes, nos ayuda a conocernos a prestar atención
a nuestro cuerpo, a nuestra mente, a nuestras demandas y necesidades, apartando
obstáculos que no nos dejan seguir adelante.
Creo que la homeopatía no nos añade nada. Más bien nos quita, nos limpia de
miedos, de ansiedades, de penas y demás estados negativos que con el tiempo se
volverán patológicos dando origen a lo que llamamos enfermedad con todo lo
que eso conlleva. El tratamiento con homeopatía además de ser curativo, es
preventivo, pues evita el avance de la alteración a otros niveles. Sería necesaria
su difusión y conocimiento salvando los perjuicios que existen debido a la falta
de información y conocimiento en la materia, ya que al final sería en beneficio
de todos, tanto individualmente como colectivamente. Esto sin duda sería un
gran paso.
Tanto en medicina como en el lenguaje popular se habla de diversas
enfermedades. La enfermedad es algo que debería nombrarse en singular, decir
enfermedades es lo mismo que decir saludes, se tiene una enfermedad como se
tiene una sola salud.
El cuerpo nunca está sano ni enfermo ya que en el sólo se manifiesta la
información de la mente. La conciencia emite la información que se manifiesta y
se hace visible en lo físico. Cuando el pulso y el corazón siguen un ritmo
determinado, la temperatura corporal mantiene un nivel constante, las glándulas
segregan hormonas y en el organismo se forman anticuerpos.
29
Estas funciones no pueden ser explicadas por la materia en sí, sino que dependen
de una información concreta cuyo origen de partida está en la conciencia.
Cuando todas las funciones corporales se conjugan de modo determinado se
produce un modelo armonioso que llamamos salud. Si una función se perturba la
armonía del conjunto se rompe y entonces es cuando hablamos de enfermedad.
Enfermedad significa perdida de la armonía o equilibrio roto y esto se expresa
con síntomas. Síntomas hay muchos, pero todos son la expresión de un único
proceso que llamamos enfermedad. Un síntoma es una señal, una alarma que
llama la atención y que reclama atención, un síntoma es algo molesto y que
deseamos eliminar y luchar contra él, pero el síntoma siempre reclama atención,
reclama ser comprendido no extinguido.
La medicina oficial ha tratado de convencernos de que un síntoma es un hecho
más o menos fortuito cuya causa se debe a procesos funcionales en los que
investiga con mucho interés, evitando la interpretación de los síntomas, con lo
que coloca al síntoma tanto como a la enfermedad en algo que ocurre como por
casualidad. Con todo ello, la señal o síntoma pierde su auténtica función. Si se
nos enciende un piloto rojo del auto, seguro que vamos a parar y lo hacemos
reparar, no nos limitaremos tan solo a quitar el piloto, sino que buscaremos la
causa que lo encendió. Los síntomas sólo son avisos de que algo no está bien,
pilotos en rojo que necesitamos atender. Lo que debemos eliminar es la causa no
el síntoma.
En suma la enfermedad es un estado que nos indica que el individuo, en su
conciencia, ha dejado de estar en orden. El síntoma es, pues, señal e
información, ya que con su aparición interrumpe el ritmo de nuestra vida y nos
obliga a parar y estar pendientes de él. El síntoma es siempre el aviso de que
algo nos falta. El único plano donde es posible la curación es a nivel de la
conciencia, comprendiendo la enfermedad, incorporando lo que nos falta. Si
buscamos algo que hemos perdido, lo deberíamos hacer en el mismo lugar que
se perdió, pues si lo buscamos en un lugar diferente seguro que no lo vamos a
poder encontrar. Con la enfermedad pasa igual, si no tratamos la causa
desencadenante difícilmente la vamos a curar. Lo demás son paliativos y a la
larga enfermedad crónica.
30
La medicina convencional se ha convertido en una medicina de los efectos y no
de las causas. Donde se platean múltiples tratamientos que palian o suprimen los
síntomas pero que difícilmente curan la alteración original que provocar la
enfermedad. El tratamiento terapéutico debería hacerse buscando las causas que
desencadenaron la enfermedad, se deben tener en cuenta la totalidad de la
persona y no solo el síntoma. El tratamiento debe hacerse de forma global.
En el enfoque homeopático los síntomas mentales y emocionales forman parte
esencial del cuadro clínico. Así se explica la evolución de cualquier enfermedad,
pues está determinada en gran medida por el estado mental y emocional del
enfermo, ya que dichos estados influyen y determinan el curso de la patología.
La homeopatía es el sistema terapéutico más directo, capaz de influenciar sobre
cualquier desequilibrio de la persona, teniendo en cuenta la totalidad, la relación
con el entorno y las influencias internas y externas que condicionan la salud y la
enfermedad. Se basa en el estímulo vital y en la reacción curativa que posee el
propio organismo.
La enfermedad es lo que aparece al final de un largo proceso, donde el
organismo ha luchado y ha perdido por falta de respuesta curativa. La
enfermedad es algo más profundo que la mera manifestación de síntomas físicos
y clínicos. No se enferma en un solo órgano o sistema, se enferma toda la
persona tanto física como psíquicamente. Por lo que un tratamiento que pretenda
curar ha de ir dirigido a la totalidad y no solo al órgano que exprese la
enfermedad.
Cualquier patología tiene una causa que la desencadena y normalmente ese
origen es mental (actitud o estado), que provoca un conflicto interno. La
hipertensión como muchas otras alteraciones, se desarrollan en individuos con
una determinada personalidad y con unas demandas y exigencias que los acaba
por enfermar. Si actuamos más sobre la persona que sobre la enfermedad
podríamos evitar la siguiente “enfermedad”.
31
El concepto de salud está cambiando de manera acelerada con los nuevos
avances de la física cuántica. La relación cuerpo-mente es evidente, y el
individuo deja de ser un conjunto de órganos y sistemas funcionando a un ritmo.
Los tratamientos deben ser en forma holística, haciendo hincapié en las causas
que origino la enfermedad, implicando a la persona en su proceso y evolución no
dependiendo de la píldora mágica que cura la enfermedad.
Aquí la nueva medicina pide participación e implicación por parte del enfermo
en su proceso curativo, tomando conciencia de su relación con su cuerpo y con
su mente, la relación con su mundo interior con su naturaleza.
La atención individual de la persona que permita centrarla, estructurarla,
basándose en que la salud, no depende solo del individuo sino de éste con el
entorno y la colectividad. Recuperando la salud perdida desde la conciencia,
modificando aquello que nos enferma para así poder prevenir futuras
enfermedades.
La buena salud pasa por la buena vida, la buena alimentación, la buena relación
personal y social, aceptando que no somos perfectos, que estamos aquí para
aprender de nuestros errores, para evolucionar y cambiar, ya que sin cambio no
hay evolución posible. Responsabilizándonos de nosotros mismos y de nuestras
perdida de salud.
Son muchas las causas que pueden llevarnos a enfermar, pero para llegar a
curarnos tenemos que saber sus causas. Esto pasa por la aceptación de que no es
algo circunstancial, que no es fortuito ni ajeno a uno mismo. Enferman las
relaciones conflictivas, las emociones negativas, (la rabia, la decepción, los
celos, los fracasos mal llevados, la frustración, lo que no le vemos salida), y un
sinfín de cosas más que no sabemos gestionar.
La salud como la enfermedad son cosa de la persona, nada es gratuito y todo
tiene una causa-efecto. Siempre nos han contado que la salud es cosa de médicos
y hemos aprendido a poner nuestra salud en manos ajenas, confiando nuestra
vida a la química, medicamentos milagrosos que nos devuelvan la salud perdida.
32
Los fármacos no curan. Se cura el propio organismo con la ayuda y los recursos
adecuados. La sociedad actual es demasiado intervencionista en todos los
sentidos, también en lo referente a la salud se interviene demasiado, no dejando
espacio suficiente para que entren en escena las respuestas curativas que posee el
propio organismo, debilitándolas por no hacer uso de ellas como sería necesario.
Recurriendo a paliativos que la mayoría de veces suprimen los síntomas sin
curar la causa, acumulando una tras otras alteraciones que no se trataron de
manera correcta, o sea resolviendo el caso.
El resultado de esta forma de ver y tratar las enfermedades es el actual. Se ha
perdido de vista al enfermo y sólo cuenta la enfermedad, lo que es lo mismo, se
ha perdido de vista al sujeto para tratar al objeto.
La Homeopatía Clásica propone otro punto de vista y de tratamiento. Pone más
énfasis en el enfermo que en la enfermedad. Lo intenta ver desde todas sus
características y peculiaridades, teniendo en cuenta la predisposición genética
(terreno o miasma) a padecer ciertos trastornos de salud. Tratando siempre que
es posible la causa que lo enfermó con el remedio más indicado en cada caso,
estimulando la propia respuesta curativa que pondrá en marcha la ley de
curación y la resolución del caso.
Según el Instituto Americano de Homeopatía: los tratamientos muestran buenos
resultados en el tratamiento de diferentes enfermedades como la hiperactividad,
la artritis, alergias, infecciones víricas, síndrome de fatiga crónica, enfermedades
intestinales, estados depresivos y una larga lista de alteraciones de la salud.
La homeopatía llena el gran vacío que deja la medicina convencional en el
tratamiento de las enfermedades crónicas, las psicosomáticas y muchas otras que
son fruto de la mala adaptación física y/o psíquica de la persona con su entorno.
Para la Homeopatía Unicista, no existen enfermedades, sino enfermos. El
medicamento homeopático conlleva una energía poderosa, capaz de curar
estados alterados cuando es sabiamente escogido el remedio. Reorganiza y
restaura la buena salud.
33
Hay una máxima que nos explica el tratamiento del enfermo. Según el Dr. Mario
Crespo Duberty, (profesor adjunto de medicina homeopática en Argentina y
autor del libro, Homeopatía para Alópatas) y que nos dice: “no existen las
enfermedades, existen personas enfermas a las que hay que equilibrar. Nunca he
visto una tos por la calle, siempre he visto personas tosiendo”.
Cuando esto ocurre debemos encontrar un solo medicamento, (por eso unicista),
que habiendo sido experimentado en el hombre sano, haya sido capaz de
despertar los mismos síntomas que tiene la persona enferma.
El hombre es una unidad psicosomática regida por una energía que Hahnemann,
(padre de la homeopatía), denomino ENERGIA VITAL, cuando está en
equilibrio armónico el hombre está sano en todos los aspectos.
Cuando esta desequilibrada, se manifiestan síntomas en todos los niveles;
psíquicos (miedos, ansiedad, angustia, indiferencia, celos, odio, apatía, etc),
fisiológicos; (alteraciones o modificaciones de la temperatura, cansancio,
insomnio, deseo o aversión a los alimentos,) etc, y en última instancia aparecen
los síntomas orgánicos, distintas enfermedades que son objeto de tratamiento de
la medicina oficial.
Estos conceptos serán más fáciles de entender y aplicar desde el punto de vista
de la física cuántica, que en un tiempo dará respuestas a muchas de nuestras
preguntas y cambiaran la visión de la medicina.
34
2.12.- LA BIOENERGETICA Y SU APLCACION EN HOMEOPATIA
Cualquier materia está formada por partículas subatómicas que carecen de
solidez y que tan solo son paquetes u ondas de información y energía.
Todo lo que consideramos sólido no es más que energía. No podemos ver como
vibra el mundo por que lo hace demasiado rápido para que nuestros sentidos
puedan captarlos. Pero todo es un conglomerado energético que vibra en
simultaneidad. Todo ser vivo es un campo energético, ese campo energético es
la expresión de una conciencia que crea una forma (cuerpo).
La física ha denominado bioenergética al estudio de las leyes de la
termodinámica en los organismos vivos. En el compás de la psicología, se da el
nombre de bioenergía a un sistema terapéutico que estudia las emociones en el
cuerpo (Alexander Lowen).
Históricamente, el termino bioenergía se refiere al concepto de una energía vital
existente en todos los organismos vivos.
La bioenergía médica es una disciplina que promueve, la integración de las
medicinas energéticas o vibraciones aplicadas con la intención de sanar
holísticamente.
La bioenergética parte del principio de que todo es conciencia o energía con
diferentes manifestaciones. Considera al ser humano como una unidad de
conciencia con diferentes niveles, el mental, el emocional y el físico, no estando
separados el uno del otro. Considera la enfermedad como un estado
descompensado o alterado, en uno de estos niveles de conciencia, causando la
pérdida de equilibrio que se manifiesta con signos y síntomas en el nivel más
sensible de la persona, ya sea físico o mental. Volver al estado de coherencia
eliminando el conflicto, es lo que nos devuelve la salud, permitiendo el libre
flujo de energía en el órgano o sistema alterado. Para ese fin utilizo el remedio
Homeopático en sus diferentes diluciones, que con sus estímulos reguladores son
básicos en el tratamiento de la enfermedad.
35
La bioenergética es el arte de vivir la integridad, la tolerancia, de reconocer lo
diferente, no disocia la psicología de la medicina, las enfermedades orgánicas de
las funcionales, el cuerpo del alma, integrando diferentes sistemas de sanación
para poder ser ayuda para el que sufre. La bioenergética es solo un nombre más
de la única medicina que ha permanecido a través de los tiempos, manteniendo
su vigencia y siendo útil para el tratamiento de la salud en el hombre.
Como una actitud hacia el mundo, hacia el hombre y hacia la enfermedad la
bioenergética no es algo nuevo para la ciencia. Uno es bioenergético desde la
vida, con la mente y el corazón abiertos, al servicio del enfermo.
2.13.- LA HOMEOPATIA EN EL MUNDO
Desde que el Dr. Samuel Hahnemann publicó sus estudios en la revista
científico-medica del profesor Hufeland acerca de la ley de similitud y su teoría
de la homeopatía, se ha ido avanzando cada día más y comprendiendo su
significado.
En los últimos tiempos la homeopatía ha ido desarrollándose y evolucionando en
distintos países con características muy diferentes y particulares, existiendo
grandes diferencias entre unos y otros países.
Existen más de un centenar de laboratorios en el mundo dedicados a la
elaboración de medicamentos homeopáticos.
Casi 500 millones de personas en el mundo están recibiendo tratamiento
homeopático. Es común su uso en la India con 300.000 homeópatas y 300
hospitales homeopáticos.
En Francia y Bélgica tienen reconocimiento oficial y el 40 por ciento de la
población ha recurrido a tratamiento homeopático. En Holanda donde la
consideran muy eficaz y en Gran Bretaña donde el número de visitas con
homeópatas crece un 40 por ciento cada año.
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La Organización Mundial de la salud (OMS) reconoce oficialmente la
terapéutica homeopática desde 1978, aunque no regula ni normaliza; Sin
embargo recomienda aplicar esta disciplina en todos los sistemas de salud en el
mundo. Se estima que según datos de la OMS cerca de 500 millones de
personas, reciben tratamiento homeopático en el mundo.
Científicos ortodoxos publicaron su revisión de la investigación homeopática en
el BRITISH MEDICAL JOURNAL (1991) y llegaron a la siguiente conclusión,
“la cantidad de evidencias positivas nos ha sorprendido. Basada en esta
evidencias, aceptamos que la homeopatía puede ser beneficiosa, aunque
desconozcamos su mecanismo de acción”.
La evidencia presentada en esta revisión es probablemente suficiente para
establecer la homeopatía como tratamiento regular para ciertas indicaciones, ya
que con su tratamiento se ven beneficios tanto a nivel físico, inmunológico y
metabólico, con una mejoría general de la persona tratada con homeopatía.
En los últimos años han sido muchos los estudios realizados en homeopatía con
resultados positivos. Uno de ellos en el International Integrative Primary Care
Outcomes Study-1 (2001). Que confirma que la homeopatía es al menos tan
efectiva y segura como la medicina oficial ortodoxa, en el tratamiento de
trastornos respiratorios, así como en las alergias y el dolor de oídos entre otras.
Además de carecer de efectos adversos o secundarios. Y concluyen que la
satisfacción de los enfermos tratados con medicamentos homeopáticos, fue más
alta que la de los tratados con medicamentos alopáticos.
También podríamos añadir que si se considera a la homeopatía no científica y se
la crítica por falta de estudios de alta calidad, la misma critica puede hacerse a la
medicina convencional u oficial. WOOL (2000), afirma que, “muy poco de lo
que se hace en la clínica practica convencional, ha sido testado y comprobado en
estudios controlados”.
Un estudio americano mostro en el año 1994. Que la eficacia de la medicina
oficial es demostrada mediante ensayos controlados aleatoriamente, en
solamente el 10- 20 % de las terapias convencionales, (US congress, 1994).
37
El Dr. Allen Roses (vicepresidente mundial de la sección genética de los
laboratorios GlaxoSmithKline, en un reciente congreso celebrado en Londres
señalo. Que tan solo menos de la mitad de los pacientes a los cuales se les
prescribe uno de los costosos medicamentos actuales, obtiene algún beneficio de
los mismos.
En el año 2000 investigadores de la universidad de Glasgow, llevaron a cabo
varios estudios sobre el efecto de varias diluciones homeopáticas. Con el estudio
en la rinitis alérgica así como de otras reacciones alérgicas. Los resultados meta-
analíticos fueron concluyentes a favor de la homeopatía.
La homeopatía es más aceptada y utilizada en los países con menos recursos
económicos, mientras que se da la paradoja que en el mundo occidental son las
clases sociales más elevadas y con alto nivel cultural, quienes recurren a la
misma.
Según los últimos datos de la Comisión Europea, el 75% de los europeos conoce
la homeopatía y el 30% la utiliza. En España unos 3000 médicos de atención
primaria la aplican, 2000 pediatras y 4600 facultativos y profesionales de la
salud prescriben medicamentos homeopáticos. La Comisión Europea estima que
100 millones de europeos utilizan la homeopatía y la medicina reguladora, sobre
todo en alteraciones como: los resfriados, las alergias, contusiones, problemas
digestivos y problemas inflamatorios y febriles entre otro.
Sin embargo todo indica que la cifra se está incrementando progresivamente a
medida que los profesionales y la población van conociendo este valioso sistema
de curar.
Según la organización mundial de la salud (OMS), es la medicina alternativa
más utilizada en el mundo.
38
El virólogo francés Luc Montagnier –Premio Nobel de medicina en el año
2008- afirma que la homeopatía es eficaz, está científicamente fundamentada y
no se justifican los ataques y la desacreditación de la que es objeto. Así lo ha
reconocido en la entrevista que publicó Science a finales de diciembre del 2010:
No puedo afirmar que la Homeopatía lo cure todo -declara- pero sí que sus
ultradiluciones tienen efectos. Las ultradiluciones de algo no son nada: son las
estructuras del agua las que imitan las moléculas originales.
Montagnier reconoce en la entrevista que tanto él como otros colegas suyos han
comprobado que las señales electromagnéticas de la medicina diluida se
trasmiten al agua y de ahí sus efectos biológicos. Es más, cuenta que tiene
previsto investigar en la Universidad Jiaotong de Shanghai (China) el fenómeno
de la trasmisión de ondas electromagnéticas por el ADN en el agua y las
posibles aplicaciones médicas de algunos productos homeopáticos.
“Hemos constatado -añade- que el ADN produce cambios estructurales en el
agua que persisten en las ultradiliciones y que conducen a la producción de
señales electromagnéticas en resonancia. Las señales de alta intensidad
provienen del ADN bacteriano y viral”. Sobre los estudios científicos que la
avala, hay más de un centenar algunos de ellos publicados en The Lancet, British
Medical Journal o Chest. Es más, recientes investigaciones realizadas por el
Instituto de Tecnología en la India han confirmado la presencia de
“nanoparticulas” de los materiales de partida usados en esas ultradiluciones
usando Microscopia Electrónica de Trasmisión mediante difracción de
electrones y análisis químico de espectroscopia de plasma de acoplamiento
inductivo de emisión atómica. Confirmando la existencia de nanoparticilas en
dos diferentes potencias homeopáticas –a la 30 CH y a la 200 CH- en cuatro
medicamentos diferentes analizados: Zincum met, Aurum met, Stannum met, y
Cuprum met.
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Y a quien alegue que las dosis homeopáticas son demasiado pequeñas como para
tener acción biológica habrá que decirles que se equivocan de nuevo. Cualquier
farmacéutico, químico o biólogo sabe que hay multitud de productos que a dosis
casi infinitesimales provocan claras respuestas biológicas. Un efecto que se
conoce como hormesis. (La hormesis, un fenómeno de relación entre la dosis y
la respuesta, caracterizada por estimulación a bajas dosis e inhibición con altas
dosis) y sobre el que hay más de un centenar de estudios en una amplia variedad
de especialidades. Quien desee más información que lea el número que en julio
de 2010 dedico la revista Human and Experimental Toxicology a la relación
entre hormosis y homeopatía.
Entrevista encontrada en DSalud de Discovery, marzo 2011.
Resultado de investigaciones científicas han hecho renacer la Homeopática, al
brindarse explicaciones, que hasta ahora no eran bien entendidas para su
comprensión como son: el desarrollo de la biología molecular, el conocimiento
de neurotransmisores, su concentración y su acción reguladora, desarrollo de
Física Quántica, equipos capaces de rastrear diluciones homeopáticas y otras
muchas hipótesis y teorías que se van demostrando en la actualidad.
Si el conocimiento y utilización de la medicina homeopatía se generalizara,
supondría sin duda un gran paso hacia el tratamiento y la prevención de la
enfermedad y una ayuda frente al gran colapso del sistema sanitario actual.
Con el que todos saldríamos ganando, con un ahorro sustancial en medicamentos
alopáticos, ahorro económico y ahorro en la ingesta de fármacos y efectos
secundarios que sufre el enfermo. Evitando en muchos casos las recidivas y
afecciones recurrentes. Disminuyendo el número de visitas al médico y todo tipo
de especialista, psicólogos, psiquiatras, Con sus pruebas complementarias
incluidas.
Lo habitual es que el tratamiento homeopático conlleve una mejoría
generalizada de toda la persona y no solo a nivel físico, sino también a nivel
mental y emocional.
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En definitiva incorporar la homeopatía como una terapéutica más en el sistema
de salud pública, en la atención primaria y pediátrica, supondría, no solo
soluciones a la demanda actual de la sanidad. Sino también tendríamos como
resultado una sociedad más sana, con niños más equilibrados, con jóvenes más
centrados en los estudios y con mejores resultados académicos, con hombres y
mujeres más productivos, felices y satisfechos con sus vidas y sobretodo con
mejor salud física y mental.
Además de los efectos curativos de la homeopatía, otros factores importantes
son; su seguridad, bajo precio y su fácil administración tanto en niños como en
adultos.
La homeopatía no debería ser una alternativa para el tratamiento de la
enfermedad, tal y como se concibe hoy en día, sino una medicina diferente a lo
que conocemos. Una medicina con características propias que se ha desarrollado
a partir de una doctrina fundamentada en leyes naturales, que a su vez ha sido
observada desde un concepto y filosofía particulares. Una medicina que tiene un
método científico para comprobar la acción de los medicamentos que utiliza y
una técnica precisa para el tratamiento y seguimiento del enfermo.
Una medicina con estructuras y fundamentos. Esta se basa en la experimentación
y en la observación cuidadosa. De hecho los primeros estudios sistemáticos de la
acción de los remedios homeopáticos, fueron los “Provings, también llamados
patogenesias. Estas cuidadosas experimentaciones es un requisito necesario para
identificar el verdadero cuadro patogénico del remedio homeopático, es decir su
capacidad de alterar el estado de salud en la persona sana.
La evidencia comprobada es suficiente para establecer la homeopatía como
tratamiento regular en la gran mayoría de las enfermedades. Y con su práctica
seguro que conseguimos humanizar la medicina que se está haciendo en la
actualidad.
Después de todo lo visto, podemos decir que vamos hacia el camino correcto
para que la homeopatía este en el lugar que le corresponde.
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3. CONCLUSIONES
Durante los últimos años ha habido un aumento vertiginoso en medicina alternativa.
El denominador común de estos métodos es que no encajan con los valores y
técnicas de la medicina oficial tal y como se está impartiendo en las facultades de
medicina. Sin lugar a duda estos métodos complementarios, cumplen unas
necesidades individuales y curativas que no son cubiertas adecuadamente por la
medicina actual. En gran medida este aumento de terapias se debe a ciertas
carencias en este sistema médico que están poniéndose de manifiesto y que están
causando un sentimiento de descontento y desconfianza por parte de las personas
que acuden y son tratadas por ella.
La medicina de hoy tiene una desesperada necesidad de reforma. El pensamiento
medico actual está basado en conceptos desarrollados durante el siglo XIX. El
conocimiento real de lo ocurrido en las ciencias naturales y especialmente en la
física moderna, no ha alcanzado aún la teoría médica actual. Cuando estos cambios
se actualicen traerán inevitables y profundos cambios, tanto en la teoría como en la
práctica del tratamiento de la enfermedad.
Por lo tanto es sumamente importante que la medicina moderna vuelva a ver otra
vez, el organismo como un todo unificado, cuya totalidad contribuye a la
compresión de todas las funciones corporales. Incorporando en su práctica sistemas
de curación que son efectivos pero con diferente método de curar y que pretenden
restaurar el equilibrio en sus relaciones con la naturaleza. Muchos verán en esto una
idea que nos aleja de la ciencia y nos conduce hacia unas creencias del pasado. La
cuestión es saber que entendemos por ciencia y como entendemos nuestra relación
con la naturaleza.
Toda ciencia debe basarse en el estudio de la naturaleza. Y en este sentido la
homeopatía es una ciencia y en cierto aspecto puede ser hasta una ciencia más
verdadera que muchas doctrinas que se enseñan y se aceptan como medicina
oficial. Se trata realmente de una ciencia por completo empírica, basada en
experiencias recogidas y utilizadas de acuerdo con principios sencillos y lógicos.
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Si se discute que la homeopatía no es científica, no es porque no se apoye en
hechos y testimonios de la experimentación y la lógica, sino porque su modo de
acción resulta difícil de explicar en base a los conceptos de química y física con la
que es evaluada. Disponemos de evidencia práctica muy evidente en el sentido de
que la homeopatía funciona a pesar de las objeciones más bien teóricas.
La explicación dela medicina homeopática se encuentra en el estudio de la física
cuántica del cuerpo humano, ya que con lo que está curando la homeopatía, es con
un principio activo cuántico y no con una molécula como lo hace la alopatía.
El estudio de la medicina cuántica nos dice que la causa de la enfermedad está en la
energía. (Cuántica, estudio de la cantidad de energía que son más pequeñas que el
átomo).
Como arte para curar en la práctica médica, la homeopatía sobrevive y florece. Por
ese motivo constituye posiblemente un desafío para los criterios científicos.
La homeopatía es por tanto hoy en día un movimiento vital de alcance universal en
el arte de curar. El trabajo de Hahnemann tiene más adeptos y fuerza cada día.
Es deber del homeópata, hacer divulgación de la homeopatía, practicándola con
conocimiento y responsabilidad, para que los resultados sean los esperados en
este método de curar, siendo fieles a las enseñas del autor.
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4. CASOS CLINICOS
CASO CLINICO /1: Marzo 2007
Mujer, 57 años, casada, 3 hijos, trabaja como dependienta.
Consulta por que desde hace 2 años está sin animo, depresiva, (diagnosticada
por su médico), que le receto antidepresivos, negándose ella a tomar, pues le
hacían sentirse peor.
Me cuenta que todo empezó con la muerte de su padre y cada día está más
desanimada sin ganas de nada con tristeza y llanto fácil en soledad. Duerme
poco, 4 horas como mucho, se despierta y no puede volver a dormir, se levanta
cansada con dolor de cabeza frontal que empieza en lado y sien izquierda, está
peor por la mañana y de mal humor, irritable y prefiere estar sola.
Presenta desde toda su vida, (dice ella) alergia que se agrava con la primavera
pero la tiene todo el año. Recuerda que cuando tenía 7 años ya la medicaban
para la alergia y sigue con tratamiento actualmente, (antihistamínicos).
Los síntomas son: estornudos frecuentes <en la mañanas con goteo continuo por
la nariz, cosa que la acompleja mucho por su trabajo cara al público, lagrimeo y
tos irritativa por picor en cuello. Me comenta que sea medicado la alergia con
diferente tratamientos, pero no he han funcionado. Hace años lo intento con
Homeopatía pero tampoco le funciono, cosa que se a resignado a padecer para
siempre con tratamiento paliativo, (antihistamínicos).
Después de ver el caso, le recomiendo, Natrum Muriaticum 200 CH modo plus,
durante un mes.
La vuelvo a ver a los dos meses, en Mayo 2007. Está muy animada, más
contenta, duerme 6-7 horas, no está cansada ni le duele tanto la cabeza. Ha
mejorado en todo. Pero lo que no se puede creer, es que no tiene síntomas de
alergia. Es la mejor primavera de su vida, sin estornudos, sin rinitis, sin cefalea y
sin pañuelos cosa que la hace muy feliz, (aún no se lo acaba de creer y piensa
que es solo temporal). Han pasado 4 años y sigue estando bien. Se visita de vez
en cuando para pequeñas cosas. Pero de la depresión y de la alergia está
totalmente recuperada.
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CASO CLINICO / 2: Septiembre 2005
Niño de 6 años, hijo único. Madre dos abortos anteriores.
En los antecedentes hay 4 casos de cáncer, abuelos y tíos.
Presenta estreñimiento desde los 6 meses, depone cada 2 o 3 días, además me
cuenta la madre que no va al lavabo si no está en su casa. Nunca lo hace fuera de
casa,” tiene esta manía”.
Su comportamiento es muy bueno. Es responsable, afectuoso, muy compasivo y
generoso con sus amigos y familia. Ha sido un niño bastante precoz, camino con
9 meses, hablo pronto y aprende rápido. Una característica que me cuenta la
madre, es que se enfada cuando las cosas no le salen bien pues es muy
perfeccionista y detallista. Duerme mal desde que nació, con despertares
frecuentes y mucha inquietud, le cuesta volver a dormir. Ha tenido varias
bronquitis y una neumonía entre los dos y cuatro años, en la actualidad está bien
de bronquios. Presenta tics en ojo izquierdo.
Por las características del niño y los antecedentes familiares le doy en consulta 3
gránulos de Carcinosinum 200 CH.
No habían pasado 10 minutos, y el niño pide ir al lavabo, lo acompaña y puede
hacer sus deposiciones completamente normales después de 3 días sin hacerlo,
además fácilmente me comenta la madre, que está muy sorprendida.
Lo veo cada cierto tiempo, pero nunca más ha vuelto a sufrir de estreñimiento y
duerme toda la noche como un angelito, según me comenta la madre.
Casos como estos te animan a continuar y a no cuestionar la Homeopatía.
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CASO CLINICO /3
Octubre / 2010
Mujer 37 años, casada, 2 hijos, profesión: Maestra.
Acude a visitarse por sinusitis maxilar bilateral, desde hace 2 años la viene
sufriendo, y últimamente aparecen además, vértigos como complicación del
caso. Esta bajo tratamiento médico con antibióticos y corticoides desde hace 1
año, sin mejoría. Por lo que la envían al cirujano para hacer una limpieza de
senos maxilares cosa que no quiere hacer pues le asusta la cirugía. Pero es la
única solución que le ofrecen.
Como alternativa acude a la medicina homeopática, un poco desesperada. Su
historia recoge, sueño no reparador por obstrucción nasal sin secreción,
cansancio < mañanas, mareo, cefaleas, ojos congestionados, dolor en maxilar
superior.
Como síntomas mentales: presenta tristeza desde la muerte de un familiar, hace
unos meses, muy reservada no cuenta sus cosas y les da muchas vueltas. Llanto
cuando está sola con nudo en la garganta que mejora cuando se distrae , esta
irritable con cambios de humor fáciles. Ella se define como un poco histérica.
Le recomiendo: Ignatia 200 CH glóbulos una dosis y después de una semana
Mezereum 15 CH.
A los diez días de empezar el tratamiento me llama porque está como resfriada,
con mucha mucosidad verdosa, dolor de cabeza y tiene fiebre. Dice estar
sacando mucha mucosidad. Sigue durante toda una semana drenando.
La vuelvo a ver en un mes, y me cuenta que después de los primeros días en que
lo pasó mal.” Dice no saber de dónde ha salido tanta mucosidad”, pues toda una
semana sacando día y noche, empezó a encontrase mejor. Y actualmente,
duerme bien toda la noche, más contenta y con más actividad pues no está
cansada. Le ha desaparecido el dolor de cabeza y del maxilar, el vértigo, respira
bien. Una mejoría general de todos sus síntomas.
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Mayo / 2011. La vuelvo a ver y me comenta que no ha vuelto a tener síntomas
de la sinusitis, que felizmente no la tuvieron que intervenir y han desaparecido
todas sus molestias. “Y todo esto con unos días de tratamiento homeopático”…
He incluido 3 casos, pero podría incluir 300.
No se trata de convencer a nadie. Cuando alguien me dice que no cree en la
medicina homeopática, simplemente le sugiero que la pruebe y después hablamos.
Cuando me dicen que no soy médico, contesto que si la función del médico es
curar, eso es lo que hacemos los homeópatas, siempre que es posible. Teniendo en
cuenta los conocimientos que tenemos y los límites de la homeopatía, que por
supuesto también hay que reconocer que los tiene.
Después de 15 años de práctica homeopática, lo que queda claro y es evidente es
que la medicina homeopática funciona y además muy bien. Soy consciente que no
todo se soluciona con homeopatía ya que hay ocasiones que se deben utilizar
diferentes métodos terapéuticos. Los más apropiados y necesarios en cada caso.
Pero lo cierto es que la homeopatía da respuesta y solución a infinidad de
trastornos de la salud, con rapidez y buen pronóstico cuando el caso es bien llevado
y tratado.
Es una tremenda pérdida de oportunidades a la hora de tratar a los enfermos, que no
se contemple el tratamiento homeopático. Al menos se debería brindar la opción
de tratar el caso con homeopatía y que la persona pueda elegir con que quiere ser
medicado. Dar la información junto con la posibilidad de tratar con diferentes tipos
de tratamientos. Esto sería en beneficio de todos, pero sobretodo en beneficio del
enfermo y su salud.
Si se está demostrando que la medicina homeopática sirve para curar. No
deberíamos tener ningún reparo en usarla. Y a cuantas más personas llegue, más se
podrán beneficiar de este estupendo método de curar.
La homeopatía tiene muchas ventajas y pocos inconvenientes. Hagamos un buen
uso de ella y la humanidad entera dará cuenta de sus resultados.
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Si la naturaleza pone a nuestra disposición tanto potencial, nuestro deber es hacerlo
servir y beneficiarnos de sus propiedades curativas.
5. AGRADECIMIENTOS
Me considero muy afortunada por haber descubierto la filosofía y la medicina de
Hahnemann, así como el remedio homeopático. Agradezco al ilustre maestro toda
su dedicación y esfuerzo en el estudio y desarrollo de la medicina homeopatía. Y el
legado que nos ha dejado para poder seguir sus pasos, avanzando en el
conocimiento de la homeopatía. A todos sus discípulos y seguidores que continúan
con la labor de divulgación y expansión de la misma. A mis profesores que
supieron transmitirme la pasión y la dedicación por la homeopatía. A mi familia por
haber confiado y permitido que los tratara con remedios homeopáticos desde el
principio de mi andadura en este arte de curar. Y ante todo dar las gracias a todas y
cada una de las personas que buscaron a través de mí, el tratamiento homeopático
para curar sus trastornos de salud. Permitiéndome seguir aprendiendo y creciendo
con su práctica diaria.
Agradecer el poder compartir ese conocimiento con los demás, ayudando a esa
fuerza vital que todos poseemos a recuperar su equilibrio, y la capacidad de reparar
el organismo enfermo.
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6. BIBLIOGRAFIA
• Filosofía Homeopatica. James Tyler Kent, B. Jain Publishers .2000
• Organon del arte de curar. Hahnemann Samuel. 1995, Miraguano ediciones.
• Historia de la Medicina Universal. José María de Mena, 1987 , edic, Mensajero.
• Las leyes y principios de la homeopatía. G. Vithoulkas, 1980, ed, Paidos.
• Por los caminos de la bioenergética. Jorge Carvajal, 2000, ed, luciérnaga.
• La curación por la mente. Andrea Saetti. Martínez Roca.1986.
• Homeopatía. Tomas Paschero,/ 1988, ed, Ateneo.
• Bases y fundamentos de la doctrina y la clínica homeopatica. 2006,ed, Kier.
• Diálogos con Tomas Paschero .Candegabe Marcelo, www T. Paschero.
• Medicina Antroposofica, por Rudolph Steiner. .
• Homeopatía para los trastornos emocionales. Souter,K, 1996, ed, Edaf.
• Kleijnes .j, Knipschild P.,Terriet G., Clinical Trials of Homeopathy, British
Medicals Journal, 1991.paginas 302: 316-323.
• British Medical Journal, 2000, paginas 321; 471-6.
• La medicina patas arriba. G. Mambretti. Jean Séraphin. 2008, ed, Obelisco.
• El espiritud de la homeopatía. R.Sankaran, Homeopathic Medical Publishers.
• Homeopatía. La Práctica de la Teoría..Dr. Eduardo N.Imveentarza..2004, ed,
Kier.
• Datos sobre investigación homeopática:
http://www.homeopatia.net/datos/pdf/investigacion.pdf
• Un salto Cuántico. Dr. Manuel Arrieta,2004, ed Indigo.