La idea de paz en las primeras décadas del siglo XIX.

El liberalismo triunfante en el siglo XIX fue una corriente de pensamiento que, en cierto

modo, impulsó la idea de la paz: al defender que todos los ciudadanos tenga los mismos

derechos y obligaciones, y una sociedad igualitaria en la que todos los ciudadanos estén

sometidos a las mismas leyes. El liberalismo piensa que cuando todo eso suceda

entonces la sociedad estará en paz y armonía, no habrá motivos de lucha o conflicto.

Adam Smith, el fundador de la importante corriente del

liberalismo económico, sostuvo en La riquezas de las naciones,

que el éxito económico de un país no se fundamentaba en los

recursos naturales sino en un contexto adecuado, caracterizado

por la paz, entre otras cosas.

Jeremy Bentham, pensador inglés que

basa su filosofía en el principio de la

mayor felicidad o principio de utilidad, propuso, en 1832, un

Plan para una Paz Universal y Perpetua, en el que daba

importancia a los propósitos y de las ideas de la paz y el

bienestar debían ser potencias a través de la moderación y

templanza de los gobiernos, la disminución de los ejércitos y la

independencia de las colonias.

También se llevaron a cabo a lo largo

de estas primeras décadas algunas

iniciativas concretas que permiten

hablar ya en estos años de unos

precedentes de los movimientos

pacifistas del siglo XX. En 1815 se

funda en Nueva York la Sociedad

americana de la Paz, por iniciativa

de David Low Dodge. Al año siguiente aparece la Sociedad de la Paz de Londres.

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Posteriormente, en 1830 se funda la Sociedad Europea Continental de la Paz en

Ginebra.

Otras iniciativas precursoras

del pacifismo en este período

fueron la celebración de los

primeros Congresos

Internacional de Paz, el

primero se celebró en

Londres en 1843 y el

segundo, en Bruselas en

1848. En estos primeros

encuentros se habló en contra

de la guerra, se propuso la

idea de que la paz se conseguiría a través de las reuniones de países que arbitraran en

los conflictos internacionales, e incluso ya se habló de control en la fabricación y venta

de armas.

Pero pese a todas estas iniciativas, en las primeras décadas del siglo XIX, Europa no

vivió totalmente en paz. Es cierto, que desde el final de las guerras napoleónicas hasta la

primera guerra mundial, Europa no vivió un conflicto importante y generalizado, pero sí

conflictos más localizados: los movimientos revolucionarios entre 1820-1830 en la

Europa meridional, los

Balcanes y América Latina, la

revolución de 1830 en Bélgica

sobre todo, las revoluciones de

1848, la decadencia del imperio

turco, amenazado por su

disolución y por las ambiciones

de grandes potencias rivales

(cuestión de oriente) o la guerra

de Crimea, fueron conflictos

que alteraron la paz en Europa.

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Otra de las ideas que se relacionan con el pacifismo y que

empieza a preocupar a los europeos de esta época es la de una

Europa unida, pero no ya bajo la fuerza de las armas, como había

pensado Napoleón, sino del diálogo y la cooperación. Benjamin

Constant, en su obra Del Espíritu de Conquista y de la

Usurpación en sus relaciones con la civilización europea (1814)

dice que Europa no se puede organizar con las fuerzas de las

armas, criticando las pretensiones imperialistas de Napoleón, y se

muestra partidario de una Europa unida de forma pacífica. Y el

conde de Saint-Simon, en De la reorganización de la Sociedad

Europea (Sobre la necesidad y sobre los medios de unir los

pueblos de Europa en un solo cuerpo político), propone la

formación de un Parlamento General para toda Europa.

Todavía queda mucho camino que recorrer hasta que esta idea se lleve a cabo y los

europeos se enfrentarán en dos guerras mundiales, de graves consecuencias, pero es

interesante resaltar que ya a comienzos del siglo XIX, se estaban planteando estas ideas

de convivencia pacífica en el seno de una Europa unida.

Fuentes:

Imágenes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

http://www.flickr.com/photos/fdctsevilla/4269044140/in/photostream/

Texto:

http://www.ugr.es/~fmunoz/documentos/pazuniversal.pdf

http://paxceltibera.wordpress.com/2007/08/29/el-ideal-europeo-en-los-tiempos-modernos/

Eric Hobsbawm, La era de la revolución, 1789-1848, Ed. Crítica,Barcelona, 1997. pp. 107.

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