la hora de juego diagnostica

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1 Hora De Juego Diagnóstica Autora: Lic. Silvina Cohen Imach 1- CONCEPCIÓN DE NIÑO a- Sujeto en desarrollo b- Sujeto del ICC c- Sujeto que tiene una historia y vive en una contexto sociocultural determinado 2- CONCEPCIÓN DE JUEGO El juego, desde la Filosofía, en sus formas más sencillas y hasta dentro de la vida animal, es algo más que un fenómeno puramente fisiológico. El juego, en tanto tal, afirma Huizinga (1968), llega a constituirse en un fenómeno que ha de ser analizado en forma global, desde lo histórico, lo cultural, lo social y lo psicológico. Huizinga habla del hombre como "homo-ludens", es decir, que es la característica principal del ser humano. El jugar, sostiene este autor, es ante todo una actividad libre. "El juego por mandato no es juego. Además, es diferente a la vida cotidiana; más bien consiste en escaparse de aquella" (p. 21). El juego tiene ritmo y armonía, es orden y crea un orden; es una representación, una figuración de la realidad. Todo niños que juega, dice Freud, se comporta como un poeta, pues crea un mundo propio, nuevo y diferente, o mejor dicho, inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le resulta satisfactorio. No es que el juego sea pura diversión; por el contrario, el niño lo toma muy en serio, por lo cual "no es la seriedad el opuesto al juego, sino la realidad efectiva" (Freud, S., 1908). Pero, ¿qué nos dice la Psicología acerca del juego? ¿Cómo interpretamos el juego de un niño?, ¿Cuáles son los mecanismos psicológicos que llevan a un niño a jugar? Quien nos abre el camino para analizar el juego en el niño es Sigmund Freud, en su artículo "Mas allá del Principio del Placer" (1920). También son importantes las concepciones de Anna Freud, su hija, primero en Viena y luego en Estados Unidos; la posición de M. Klein, en Inglaterra, y Arminda Aberastury en Argentina; la concepción de Winnicott, también en Inglaterra y Piaget, en Suiza. 2.1. Concepción de juego de Freud La teoría que nos propone Freud para entender el juego de un niño es la denominada teoría traumática. Es decir, que el niño al jugar elabora situaciones dolorosas, que son inadmisibles para el yo. El chico mientras juega también canaliza tendencias, por lo cual un niño que juega, reprime menos. Freud describe allí la actividad lúdica de un niño de 18 meses, que arrojaba todos los juguetes lejos de él. Una vez, presenció el juego de ese niño con un carretel de madera atado con un piolín. El juego consistía en arrojar el carretel (al que seguía sosteniendo por el piolín) tras la baranda de su cunita; y después, tirando del piolín, volvía a traer el carretel. El primer movimiento iba acompañado por un "Oh...", al que Freud interpretó como "fort", que en alemán significa "se fue", y el segundo movimiento era acompañado por un "Ah..." o "da", que significa "acá está". El juego completo era pues hacer desaparecer y luego aparecer el objeto. Freud interpreta que ante la angustia que le causa la partida de la madre, el niño la compensa escenificando con los objetos que tiene a su alcance: desaparece y aparece. Si bien sabemos que este en artículo en realidad Freud está más preocupado por describir el mecanismo de la repetición y el "más allá del principio del placer" que por la actividad lúdica del niño, de este juego, Freud concluye que: 1- Freud descubre a través de este juego algo esencial: que el niño repitió en el juego una impresión desagradable, repetición que iba asociada a una ganancia de placer de otra índole (lo que Lacan llamará Goce). 2- Si bien en el juego el niño fue pasivo, o afectado por la situación, ahora se pone en un papel activo, repitiendo la escena a pesar de ser displacentera, quizás, justamente, para apoderarse de esa situación. 3- Según Freud, el acto de arrojar el objeto, "para que se vaya", quizás corresponda a la satisfacción de un impulso reprimido por el niño de vengarse de la madre por su partida. Es como si dijera "no te quiero más, yo mismo te echo". En realidad estas dos interpretaciones remiten a lo mismo. 4- Afirma que el juego del niño está presidido por un deseo dominante: el de ser grandes y adultos, y poder hacer lo que la gente grande hace. En síntesis, que Freud nos aporta la siguiente concepción de juego: 1- El juego es una actividad simbólica, en la medida en que el niño escenifica la desaparición y el retorno de la madre de una manera distinta a la real.

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Page 1: La Hora de Juego Diagnostica

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Hora De Juego Diagnóstica Autora: Lic. Silvina Cohen Imach

1- CONCEPCIÓN DE NIÑO

a- Sujeto en desarrollo

b- Sujeto del ICC c- Sujeto que tiene una historia y vive en una contexto sociocultural determinado

2- CONCEPCIÓN DE JUEGO

El juego, desde la Filosofía, en sus formas más sencillas y hasta dentro de la vida animal, es algo más que un

fenómeno puramente fisiológico. El juego, en tanto tal, afirma Huizinga (1968), llega a constituirse en un fenómeno que ha

de ser analizado en forma global, desde lo histórico, lo cultural, lo social y lo psicológico. Huizinga habla del hombre como

"homo-ludens", es decir, que es la característica principal del ser humano.

El jugar, sostiene este autor, es ante todo una actividad libre. "El juego por mandato no es juego. Además, es diferente

a la vida cotidiana; más bien consiste en escaparse de aquella" (p. 21). El juego tiene ritmo y armonía, es orden y crea un

orden; es una representación, una figuración de la realidad. Todo niños que juega, dice Freud, se comporta como un poeta,

pues crea un mundo propio, nuevo y diferente, o mejor dicho, inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le

resulta satisfactorio. No es que el juego sea pura diversión; por el contrario, el niño lo toma muy en serio, por lo cual "no

es la seriedad el opuesto al juego, sino la realidad efectiva" (Freud, S., 1908).

Pero, ¿qué nos dice la Psicología acerca del juego? ¿Cómo interpretamos el juego de un niño?, ¿Cuáles son los

mecanismos psicológicos que llevan a un niño a jugar? Quien nos abre el camino para analizar el juego en el niño es

Sigmund Freud, en su artículo "Mas allá del Principio del Placer" (1920). También son importantes las concepciones de

Anna Freud, su hija, primero en Viena y luego en Estados Unidos; la posición de M. Klein, en Inglaterra, y Arminda

Aberastury en Argentina; la concepción de Winnicott, también en Inglaterra y Piaget, en Suiza.

2.1. Concepción de juego de Freud

La teoría que nos propone Freud para entender el juego de un niño es la denominada teoría traumática. Es decir, que el

niño al jugar elabora situaciones dolorosas, que son inadmisibles para el yo. El chico mientras juega también canaliza

tendencias, por lo cual un niño que juega, reprime menos.

Freud describe allí la actividad lúdica de un niño de 18 meses, que arrojaba todos los juguetes lejos de él. Una vez,

presenció el juego de ese niño con un carretel de madera atado con un piolín. El juego consistía en arrojar el carretel (al que

seguía sosteniendo por el piolín) tras la baranda de su cunita; y después, tirando del piolín, volvía a traer el carretel. El

primer movimiento iba acompañado por un "Oh...", al que Freud interpretó como "fort", que en alemán significa "se fue", y

el segundo movimiento era acompañado por un "Ah..." o "da", que significa "acá está".

El juego completo era pues hacer desaparecer y luego aparecer el objeto. Freud interpreta que ante la angustia que le

causa la partida de la madre, el niño la compensa escenificando con los objetos que tiene a su alcance: desaparece y

aparece.

Si bien sabemos que este en artículo en realidad Freud está más preocupado por describir el mecanismo de la

repetición y el "más allá del principio del placer" que por la actividad lúdica del niño, de este juego, Freud concluye que:

1- Freud descubre a través de este juego algo esencial: que el niño repitió en el juego una impresión desagradable,

repetición que iba asociada a una ganancia de placer de otra índole (lo que Lacan llamará Goce).

2- Si bien en el juego el niño fue pasivo, o afectado por la situación, ahora se pone en un papel activo, repitiendo la

escena a pesar de ser displacentera, quizás, justamente, para apoderarse de esa situación.

3- Según Freud, el acto de arrojar el objeto, "para que se vaya", quizás corresponda a la satisfacción de un impulso

reprimido por el niño de vengarse de la madre por su partida. Es como si dijera "no te quiero más, yo mismo te echo".

En realidad estas dos interpretaciones remiten a lo mismo.

4- Afirma que el juego del niño está presidido por un deseo dominante: el de ser grandes y adultos, y poder hacer lo que

la gente grande hace.

En síntesis, que Freud nos aporta la siguiente concepción de juego:

1- El juego es una actividad simbólica, en la medida en que el niño escenifica la desaparición y el retorno de la madre de una

manera distinta a la real.

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2- El juego supone una elaboración (aspecto elaborativo), ya que mediante el juego el niño intenta dominar una situación

conflictiva, desagradable, haciendo activo aquello que se sufrió pasivamente (teoría traumática).

Así, el juego va a aparecer cuando sea posible la simbolización. Al igual que la palabra, ambos constituyen símbolos, en

tanto representan a otra cosa.

Si bien Freud no profundiza sobre este tema, ni sobre el Psicoanálisis de niños, en general, a través de "3 ensayos para una

teoría sexual", "El caso Juanito" y esta concepción sobre el juego, abre las líneas que luego serán retomadas por sus

discípulos y otros que crearon sus propias escuelas: Anna Freud, su hija, en Viena y luego en Estados Unidos; Melanie

Klein, en Inglaterra; Donald Winnicott, también en Inglaterra y Jean Piaget, desde la Psicogenética, en Suiza. Arminda

Aberastury, psicoanalista argentina, sigue la línea de M. Klein.

2.2. Concepción de juego de Anna Freud

Anna Freud, hija de Freud, es representante de la escuela Americana del Psicoanálisis de Niños. Según esta autora, el

tratamiento analítico con niños es diferente al de los adultos, principalmente en su etapa inicial, ya que:

1- El niño no tiene Conciencia de enfermedad

2- No viene por propia decisión

3- No produce asociaciones verbales, faltando así el instrumento fundamental del análisis de adultos.

Por esto, ella cree necesario idear un método que permitiese adaptar la técnica psicoanalítica para el tratamiento de los

niños. Para Anna Freud, estos obstáculos se salvan realizando una labor previa, no analítica, la cual le brindará al niño Cc de

enfermedad y deseos de modificar su estado.

El análisis de niños, para esta autora, se asienta principalmente en la interpretación de los sueños y ensueños diurnos y los

dibujos. Hace restricciones a la utilidad del juego para el análisis, afirmando que la actividad lúdica no tiene el valor de

asociaciones verbales y que sólo puede ser utilizada como una técnica auxiliar. Esto es así, según ella, ya que si bien el juego

permite esclarecer los impulsos del Ello, no nos permite ver cómo funciona el Yo. Anna Freud pone el acento en los conflictos

del desarrollo, trabajando más desde el Yo, dejando de lado el Ello. Esta concepción del Psicoanálisis de Niños es una implícita

respuesta a las concepciones de Melanie Klein, con quien tuvo una larga polémica.

Sin embargo, también desarrolla su teoría sobre el juego, al que lo incluye dentro de una de las líneas de desarrollo:

"Desde el cuerpo hacia los juguetes, y desde el juego hacia el trabajo", y concibe los siguientes momentos:

1- El juego comienza siendo una actividad que le produce al niño un placer erótico y le compromete su propio cuerpo (boca,

ojos, piel) (autoerótico) y el cuerpo de la madre, sin una clara distinción entre Yo-no Yo.

2- Las cualidades del propio cuerpo o el de la madre son transferidos hacia algunas sustancias suaves (pañal, ositos de

peluche, colchita), que sirven de primer objeto de juego.

3- Estos objetos libidinizados a veces son acariciados y a veces maltratados por el niños. A través de ellos, el niño puede

manifestar su ambivalencia, sin ser reprimido por ello.

4- Durante el día van desapareciendo estos objetos, pero continúan ejerciendo su función a la hora de dormir. Estos objetos

son reemplazados durante el día por otros juguetes más alejados de esta carga objetal, pero igualmente sirven a las

actividades yoicas y a las fantasías subyacentes.

5- La satisfacción que el niño encuentra al jugar va dejando lugar al placer por el producto final de la actividad. Esto es un

requisito indispensable para el buen rendimiento escolar del niño.

6- Van apareciendo ciertas facultades: control, inhibición, utilización de materiales en forma constructiva, tolerancia a la

frustración y pasaje del Principio del Placer hacia el Principio de Realidad; facultades que permiten el pasaje de la

capacidad lúdica a la capacidad laboral, a partir del período de latencia.

7- Luego aparecen los hobbies y los juegos estructurados.

2.3. Concepción de juego de Melanie Klein

A diferencia de Anna Freud, la técnica creada por M. Klein, para el análisis de niños, se basa principalmente en el

juego, como continuación de las investigaciones realizadas por Freud. Del mismo modo, la capacidad de transferencia, también

es espontánea en el niño. Esta capacidad de transferencia es explicada por esta autora, por el hecho de que la ansiedad en el

niño es muy intensa, lo que pone en marcha la compulsión a la repetición. Esta repetición lo lleva al niño a personificaciones y

simbolizaciones en la que reedita sus primeras relaciones de objeto, que se expresan en la transferencia y en sus juegos. Es

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decir que, la sustitución del objeto imaginario, cuya pérdida es temida y sufrida, por otros objetos más numerosos y

reemplazables, son las bases para la actividad lúdica y la capacidad de transferencia.

Podemos sintetizar la concepción kleiniana del juego en los siguientes puntos:

1- El juego como lenguaje

2- El motor del juego

3- Juego y Aprendizaje

4- Juego y Ansiedad

1- El juego como lenguaje

En su libro "Psicoanálisis de Niños", M. Klein analiza el juego de un niño como lenguaje, y señala su relación con los

sueños: "El niño al jugar, señala esta autora, vence realidades dolorosas y domina miedos instintivos, proyectándolos en el

mundo exterior hacia los juguetes". Mecanismo que la autora considera posible, ya que supone en el niño la temprana

capacidad en el niño para la simbolización. El juguete permite que el niño venza el miedo a peligros internos,

constituyendo así un "puente entre fantasía y realidad".

"El niño expresa sus fantasías, sus deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de juguetes y de juegos.

Al hacerlo utiliza los mismos medios de expresión arcaicos, filogenéticos, el mismo lenguaje que no es familiar en los

sueños. Y sólo comprendemos este lenguaje si nos acercamos al juego como Freud nos ha enseñado a acercarnos al

lenguaje del sueño. Por ello debemos tener en cuenta no sólo los simbolismos aislados que puedan surgir dentro del juego,

sino todos los mecanismos y formas de representación usados en el trabajo onírico" (Reynoso, 1980).

El análisis de niños nos muestra repetidamente los diferentes significados que puede tener un mismo juguete o

fragmento de juego, interpretado a partir de la singularidad de cada niño y de la situación analítica global. Es por esto que

la autora sostiene que el juego es el mejor medio de expresión del niño, ya que jugando el niño habla y dice toda clase de

cosas que tienen el valor de genuinas asociaciones.

Así, si consideramos al juego como equivalente al sueño, podemos suponer que también aquél es una manifestación

del Icc, y que ha sufrido un proceso de transformación, apareciendo ahora tras una fachada tal como la elaboración

secundaria del sueño. Esto nos lleva a pensar a la actividad lúdica como estructurada a partir de las leyes del Icc, a saber ,

la condensación y el desplazamiento. Proceso de simbolización que consiste esencialmente en ofrecer otro significante a

lo imposible de nombrar.

Juego y palabra, ambos implican el reemplazo de un objeto inalcanzable, significante primordial para el sujeto, perdido

y originario del deseo, por otros más accesibles, que encuentren con aquél alguna suerte de conexión asociativa. Es decir

que el sujeto habla y juega, recién cuando ha interiorizado al otro.

2- Motor del Juego:

La autora sostiene que detrás de toda forma de actividad lúdica existe un proceso de descarga de fantasías de masturbación.

Este proceso actúa como una compulsión a la repetición, y constituye el mecanismo fundamental del juego infantil y de todas

las sublimaciones siguientes. Sostiene, además, que las inhibiciones en el juego surgen de una fuerte e indebida represión de

aquellas fantasías, y con ella se reprime toda la vida imaginativa del niño. Según Klein, las experiencias sexuales están

enlazadas con las fantasías de masturbación, y por medio del juego, el chico logra su expresión y su catarsis.

3- Juego y Aprendizaje

Según Klein las fantasías son las que promueven el desarrollo del interés por el mundo externo y el aprendizaje del mismo, y

de ellas extrae la fuerza para buscar y organizar el conocimiento del mundo. Por tal motivo, un niño que no juega, que tiene

reprimidas sus fantasías, tampoco logrará hacer un buen aprendizaje.

4- Juego y Ansiedad

Ya señalamos que por intermedio del juego el niño transforma experiencias dolorosas, sufridas pasivamente, en activas y

cambia el dolor en placer. Este placer que obtienen los niños mediante el juego , no procede, entonces, sólo de la

gratificación por el cumplimiento de sus deseos, sino principalmente, por el dominio de la ansiedad que el juego ayuda a

lograr. Sin embargo, la misma autora señala más adelante, que esto es así, mientras la ansiedad es latente. Pero cuando se

vuelve manifiesta, pone fin al juego.

2.4. Concepción de juego de Winnicott

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Donald Winnicott, pediatra inglés, aporta dos conceptos esenciales para comprender el juego del niño: el de objeto

transicional y el de fenómeno transicional, los cuales van a constituir las experiencias de juego en el niño. El objeto transicional

es la primera posesión no-yo; se trata de un fenómeno normal que permite al chico el pasaje de la relación con la madre a las

posteriores relaciones de objeto. Estas experiencias (uso de la frazada para acariciar su rostro, chupeteo de la sabanita, etc.)

complejizan las experiencias autoeróticas y van acompañadas de fantasías. La relación con este objeto transicional se da en una

zona intermedia, que no es ni en el adentro ni en el afuera, pero tiene características de ambos. Afirma que el juego es una

experiencia siempre creadora, que se da en un continuo espacio-tiempo y es una forma básica de vida. El juego, señala el autor,

es satisfactorio cuando conduce un determinado monto de ansiedad, pero cuando este se eleva, resulta insoportable y destruye

al juego.

Así, la concepción de Winnicott puede ser resumida en los siguientes puntos:

1- El juego es un tema en sí mismo

2- El jugar en el Espacio y en el Tiempo

3- El juego como Salud

4- El proceso del juego

1- El juego es un tema en sí mismo: Lo primero que hace Winnicott es marcar la diferencia con la concepción

Kleiniana. Afirma que el psicoanálisis ha considerado al juego estrechamente con la masturbación. Si bien en el juego,

señala este autor, hay una fantasía, una excitación, este debe ser estudiado como un tema en sí mismo y complementario al

concepto de sublimación.

2- El jugar en el espacio y el tiempo: El juego tiene un tiempo y un espacio. No se encuentra "adentro" ni

tampoco está "afuera". No forma parte del mundo interno, ni del mundo no-yo. Winnicott postula que el juego se da en un

espacio potencial, que se crea entre el bebé y su madre, espacio que varía según las experiencias vitales de cada niño con su

figura materna. Este espacio potencial es opuesto al mundo interno y a la realidad exterior.

3- El juego como salud: Winnicott afirma que lo universal es el juego, y corresponde a la salud; facilita el

crecimiento y la salud misma; conduce a relaciones de grupo; puede ser un a forma de comunicación en psicoterapia; y el

psicoanálisis lo convirtió en una forma muy especializada al servicio de la comunicación consigo mismo y con los demás.

4- El Proceso del juego: Según Winnicott, "hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego,

de éste al juego compartido y de él a las experiencias culturales". Winnicott describe 4 fases en el desarrollo del juego:

1- Hay una fusión entre el niño y la madre. El bebé tiene una percepción subjetiva del objeto y la madre intenta hacer real

lo que el niño está dispuesto a encontrar. Es la madre quien muestra al niño los juguetes.

2- Hay una visión más objetiva del objeto, siempre que haya una "buena madre", de una figura materna en condiciones de

participar de la escena. El objeto es repudiado, reaceptado y percibido más objetivamente. Este proceso de

diferenciación requiere de una madre dispuesta a jugar, a participar y devolver lo que se le propone. Ella se encuentra

en un constante "ir y venir" que oscila entre lo que el niño quiere que sea y, alternativamente, ser ella misma. Gracias a

esto el niño vive la experiencia de "control mágico", de omnipotencia, de confianza. En esa confianza comienza el

juego.

3- En esta etapa el niño puede encontrarse "solo en presencia de alguien. El niño juega confiado en una presencia interna

de la madre que recuerda después de haberla olvidado".

4- El niño permite la superposición de dos zonas de juego y disfruta con ello. La madre es quien primero juega con el

bebé, tratando de adaptar su actividad de juego al bebé. Luego introduce su propio modo de jugar, cuando el bebé está

preparado para aceptar o rechazar esta introducción. Queda así allanado el camino para "jugar juntos en relación".

3. LA HORA DE JUEGO DIAGNÓSTICA

3.1. Definición y Objetivos

Tal como lo señalamos al comienzo de la clase, la Hora de Juego diagnóstica, constituye un recurso o un instrumento

técnico, que utiliza el psicólogo dentro del Proceso Psicodiagnóstico de niños; técnica que se complementa con la Entrevista

inicial con Padres, el registro de la historia de vida del niño y otras técnicas proyectivas y/o psicométricas.

El objetivo de esta técnica es tomar contacto con el niño que nos traen a consulta y su problemática. "Al ofrecerle al niño la

posibilidad de jugar en un contexto particular, con un encuadre dado, que incluye espacio, tiempo, explicitación de roles y

finalidad, se crea un campo que será estructurado básicamente en función de las variables de personalidad del niño" (Efron y

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otros, en Ocampo y García Arzeno, 1982). Decimos básicamente, porque seguramente también influirá, aunque de manera

controlada, las variables del psicólogo en el rol de evaluador. Sabemos por su parte, que en esta hora, el niño expresará sólo un

segmento de su personalidad, reactualizando en el aquí y ahora sus fantasías, temores y deseos.

La Hora de Juego se inscribe dentro de las técnicas proyectivas, ya que al jugar el niño proyecta realidades que pertenecen

tanto a su mundo interno como a su realidad externa. Así, el juego constituye una verdadera creación simbólica , en tanto

condensa en un espacio determinado, diferentes elementos del pasado y presente de su vida; en este sentido; en este sentido,

señala Reynoso (1980), el juego nos descubre una historia.

Es importante realizar la diferencia entre hora de juego diagnóstica y la hora de juego terapéutica, pues es muy común

que se las confunda.

La primera supone un proceso, que tiene un comienzo, un desarrollo y fin en sí misma; opera como una unidad y se la

debe interpretar como tal.

La segunda, en cambio, es un eslabón más de un amplio continuo en el que van surgiendo aspectos nuevos y

modificaciones estructurales por intervención activa del terapeuta.

En general, la hora de juego diagnóstica va precedida por la entrevista inicial a padres, donde el psicólogo elabora

junto a los padres una consigna que darán al niño. Dado que pueden intervenir diversos factores para que esta información

llegue adecuadamente o no, se hace necesario reformular al niño en el primer contacto, dicha consigna en forma clara y

precisa.

En síntesis en esta primera hora el niño nos trasmite las fantasías Icc de enfermedad o el motivo Icc por el cual es

traído al psicólogo, y en algunos de los casos las fantasías de curación (M. Klein) permitiendo esto al psicólogo valorar, de

acuerdo al tipo y nivel de juego, la gravedad o no de la sintomatología.

3.2. Sala de Juego y Materiales

- El consultorio debe permitirle al niño determinada libertad de movimiento, sin que ello signifique la necesidad de

un espacio demasiado amplio.

- El mobiliario debe ser adecuado: una mesa, dos o tres sillas, pizarrón). Es preferible que el piso y las paredes sean

lavables.

- También hay terapeutas que sugieren la posibilidad de que el niño juegue con agua. Al comienzo se recomendaba,

incluir en la misma sala una pileta con agua. Dadas las condiciones actuales, en general, si bien se contempla la

posibilidad de jugar con agua, esta actividad es realizada en un lugar cercano al consultorio.

- En cuanto a los materiales, algunos autores señalan que los juguetes y otros elementos deben estar expuestos sobre

la mesa, al lado de la caja abierta. Otra postura (a la cual adhiero), en cambio, señalan que deben estar dentro de la

caja, y esta debe estar abierta. Por su parte, el canasto o caja funciona muchas veces como otro elemento más para

la actividad lúdica del niño. Si bien Efron y otros (1982) señalan que los juguetes fuera de la caja evita el

incremento de la ansiedad persecutoria que puede surgir en un primer encuentro , frente a un continente-caja,

desconocido cerrado, creemos que con abrir la caja, esta ansiedad también se evita.

- Con respecto a los juguetes a incluir, hay diversas modalidades que responden al marco teórico de cada terapeuta:

a) Erikson prefiere utilizar elementos estructurados o figurativos. Sostiene que los elementos deben responder y

discriminar las distintas áreas de la problemática del niño. Por ello pondrá teléfono, revolver, muñecos, etc.

b) M. Klein utiliza material inestructurado, ya que considera que un elemento muy determinado formalmente

podría ejercer un efecto sugestivo en el niño, y con ello, limitar la proyección. Por ello pone en la caja: piolín,

aguja, papelitos, goma de pegar, tijera, retazos de tela.

c) Efron y otros poseen un criterio intermedio, brindando al niño la posibilidad de elegir entre el material

estructurado y el inestructurado. Las autoras, postura a la cual adherimos desde la Cátedra, incluyen el

siguiente material:

- Hojas de papel,

- Lápiz negro y lápices de colores

- Crayones

- Tijera de punta redondeada

- Plastilina

- Goma de borrar

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- Sacapuntas

- Goma de pegar

- Papel glacé

- Hilo piolín

- Muñecos

- Familia de animales salvajes y domésticos

- Autitos

- Avioncitos

- Platitos con tacitas

- Cubos

- Retazos de tela

- Pelota chica

- Es importante que el material esté en buen estado y sea de buena calidad, para evitar la fácil rotura o deterioro del

mismo, lo que causa culpa a los niños.

3.3. Consigna

La consigna se da una vez que el niño ha entrado al consultorio, y el psicólogo debe poner de manifiesto en

forma breve y en lenguaje sencillo una serie de informaciones que configuran la consigna:

- Definición de roles

- Limitación de tiempo y espacio

- Material a utilizar

- Objetivos perseguidos

La consigna es la siguiente: "Los juguetes que están dentro de la caja (o sobre la mesa) puedes utilizarlos como

quieras. Yo mientras observaré para conocerte y así poder ayudarte". M. Klein recomienda también, al final de la

sesión, recordar al niño día y hora del próximo encuentro.

3.4. Rol del Psicólogo

El rol del psicólogo dentro del contexto del Psicodiagnóstico, es más bien "pasivo", en tanto funciona como

observador, pero es también activo en la medida que formula hipótesis sobre la problemática del niño.

El psicólogo debe registrar por escrito su observación: Secuencias lúdicas, gestos, desplazamientos, dibujos,

asociaciones verbales, etc.

Hay veces que los niños nos piden una participación activa en sus juegos, con un rol complementario. En estos casos

es necesario que sea el niño el que adjudique y caracterice el rol, para que no interfiera las fantasías del terapeuta.

En algunas oportunidades también será necesario realizar señalamientos (explicitación de aspectos manifiestos

disociados) cuando se produzcan bloqueos o inhibición en el juego, pero en ningún caso se deben hacer interpretaciones.

3.5. Cuestiones técnicas durante la hora de juego diagnóstica

- El niño quiere llevar a su casa algo de la caja

- El niño trae un juguete de su casa

- ¿Se debe reponer el material inicial?

- ¿Se debe reponer lo roto?

- Cuando el niño no quiere irse del consultorio

4. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN (CRITERIOS DE INTERPRETACIÓN)

Efron y otras elaboraron una guía de pautas para analizar la hora de juego, las cuales apuntan tanto a lo emocional

como así también a lo madurativo del niño, que desde la Cátedra resumimos en las siguientes:

1- Elección de juguetes y de juegos

a- Modalidad de Aproximación

b- Primer juguete elegido

2- Modalidad del juego. Creatividad

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3- Capacidad simbólica. Personificación

4- Motricidad

5- Tolerancia a la frustración. Adecuación a la realidad

A estos criterios los vamos a ir viendo junto al caso Paula, de 7aaños 4 meses (Nivel sociocultural medio-alto)

1- Elección de juguetes y de juegos

a) Modalidad de aproximación: Aquí se analiza el modo en que el niño llega a los juguetes y comienza a jugar con

ellos. Las autoras señalan que puede ser de la siguiente forma:

- de observación a distancia (sin participación activa)

- dependiente (a la espera de indicaciones del entrevistador)

- evitativa (de aproximación lenta o a distancia)

- dubitativa (de tomar y dejar los objetos)

- de irrupción brusca sobre los materiales

- de irrupción caótica e impulsiva

- de acercamiento, previo tiempo de reacción y luego poder desarrollar la actividad.

En relación a este indicador, se observa que Paula una vez que ingresa al consultorio, se dirige hacia la caja con

curiosidad, y mientras la psicóloga verbaliza la consigna, la niña observa con gran atención los juguetes. Luego

comienza a sacarlos. Es decir que su modalidad de aproximación es de acercamiento a los objetos, previo tiempo para

reaccionar y poder desarrollar su juego.

b) Primer juguete elegido: Es importante también analizar cuál es el juguete elegido por el niño para establecer el

primer contacto, y si este es acorde a su momento evolutivo y qué tipo de conflicto trata de vehiculizar a través de él.

El primer juguete elegido por Paula es una figura humana, quien ya nos introduce a su conflictiva, relacionada con el

lugar que se le adjudica desde su familia: ser grande. Problemática que remite al nacimiento de su hermana menor.

En relación a lo evolutivo, sabemos que de acuerdo a los Estadios descriptos por Piaget, la niña estaría en la etapa

intuitiva, hacia el estadio lógico concreto. De allí, inferimos que el juguete elegido por Paula, y lo verbalizado por ella,

es acorde a su edad cronológica.

c) Observar si el juego tiene principio, desarrollo y fin, si es una unidad en sí misma y si los juegos organizados a lo largo

de la sesión corresponden al estadio de desarrollo intelectual correspondiente a su edad cronológica.

- A los 3 años: juego egocéntrico, centrado en sí mismo. Puede pedir ayuda o hacer preguntas al entrevistador

acerca de los objetos, pero en general, no toma al psicólogo como participante activo en el juego. Su juego no

sigue ningún plan previo, es espontáneo y lábil. Pasa de un juego a otro sin terminar ninguno. La atención se

centra principalmente en la investigación del objeto, en sus funciones y en el placer que le proporciona el ejercicio

y el manipuleo de los mismos. Restringido sentido de la realidad.

- De los 4 a los 7 años: hay una mayor aproximación a lo real, con creciente preocupación por la veracidad de la

imitación. Reconoce al otro como copartícipe del juego, pidiendo al psicólogo que tome un rol activo en su juego.

- De los 7 a los 11 años: Comienzan los esbozos de reglas. Atribuye y asume roles cercanos a la realidad (vendedor,

maestra, etc.)

En general los juegos de Paula no tienen un comienzo, desarrollo y final, sino que todos son más bien "flashes", momentos

de un juego, pero que no concluye nada. Esto se obseva cuando juega con la plastilina, quiere hacer un caracol, pero luego

puede ser un tronco de árbol o un panqueque. La única excepción es el dibujo. Si se observa, en cambio, preocupación por

imitación de la realidad.

Asimismo, en cuanto a la pregunta que realiza si Mariana (Secretaria) es de mi misma edad, teniendo en cuenta el tamaño,

se observa que aún la niña está en el período concreto, ya que piensa la edad en función del tamaño.

A lo largo de la hora de juego, utiliza gran variedad de elementos. Usa aquellos de tipo escolar (felpas, plasticolas, etc.),

que nos muestra su ingreso a la escolarización; también utiliza muñecos (diferenciando grandes de chicos, varones de

mujeres: "el muñeco es varón", "la chancha es mujer porque tiene tetas") que nos remiten a su necesidad de realizar

diferenciación sexual y de edad, propio de la etapa fálica, por la cual se encuentra atravesando desde la evolución

psicosexual. También es capaz de usar elementos inestructurados, como la plastilina, pudiendo armar con ellos algo con

sentido (pato, pasto, tronco de árbol), como así también elementos estructurados con manifiesto contenido agresivo

(pistola) o vincular (muñecos).

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En cuanto al rol que hace jugar a la entrevistadora, Paula más bien atribuye el rol de interlocutora, pero no solicita que

desarrolle un papel más activo en el juego.

El uso que hace del lenguaje es acorde al juego que va desarrollando y a su memento evolutivo. La niña es capaz de

expresar la conflictiva a través de verbalizaciones, a lo largo de toda la hora, utilizando como soporte los diferentes

elementos.

2- Modalidad de Juego. Creatividad:

A través del juego, el niño pone de manifiesto su capacidad simbólica. Cada niño estructura su juego de acuerdo a una

modalidad que le es propia. Entre dichas modalidades , podemos detectar las siguientes:

a) Plasticidad: es cuando el niño expresa distintas situaciones con un criterio económico. Esta plasticidad puede

expresarse de distintas maneras:

1- Expresa la misma fantasía o defensa a través de distintos mediatizadores.

2- Expresa varias fantasías con varios mediatizadores

3- Manifiesta gran riqueza interna a través de pocos elementos; es decir que un mismo objeto puede cambiar de

función para vehiculizar diferentes fantasías.

b) Rigidez: Es opuesta a la anterior. ES cuando se adhiere a ciertos mediatizadores en forma exclusiva para expresar

la misma fantasía. Esta modalidad tiene como fin evitar la confusión y la desorganización de la personalidad. Es

un juego monótono y poco creativo.

c) Estereotipia y perseveración: Es una modalidad más patológica. Aquí se manifiesta una desconexión con la

realidad y la única finalidad del juego es la descarga pulsional. Se repite una y otra vez y no hace lazo social. Es

típico en niños psicóticos y débiles orgánicos.

Creatividad: Crear es unir o relacionar diferentes elementos o elementos dispersos en una estructura nueva y distinta.

Esto supone un yo plástico, abierto a nuevas experiencias y tolerante a la inestructuración del campo. La nueva

configuración tiene una connotación de sorpresa o descubrimiento para el niño, y se acompaña de un sentimiento de

placer. La creatividad es promotora del crecimiento y un incremento en la capacidad de aprendizaje. El hecho de ser un

proceso deliberado y al servicio del yo, diferencia a la creatividad de la originalidad del psicótico.

El juego de Paula se caracteriza por su plasticidad, que pone de manifiesto su riqueza de recursos yoicos para expresar

distintas situaciones con diferentes elementos. Si bien en general Paula utiliza distintos mediatizadores para expresar

una misma fantasía, en otros momentos puede canalizar otras necesidades.

El tema recurrente durante su juego está relacionado con el ser grande - ser chiquita, que nos remite a la rivalidad con

su hermana menor. Otras fantasías presentes son aquellas relacionadas con la diferenciación sexual y con la muerte,

ésta última si bien es enunciada, no es profundizada por la niña.

En cuanto a la creatividad, se puede inferir que Paula tiene capacidad creativa, lo cual se evidencia en el manejo de un

elemento inestructurado como lo es la plastilina, a partir del cual logra producir numerosos y nuevos objetos con

buenas formas. La plasticidad también se pone de manifiesto cuando, ante la imposibilidad de usar las plasticolas, las

abandona sin problema (tolerancia a la frustración), para dirigir su atención hacia otra cosa. Asimismo, ante la

imposibilidad de hacer caracoles, comenta "puede ser un tronco de árbol o un panqueque".

3- Capacidad Simbólica. Personificación:

El juego es una forma de expresión de la capacidad simbólica, y una vía de acceso alas fantasías Icc del niño. El niño

logra a través del juego la emergencia de sus fantasías, por medio de objetos suficientemente alejados de la situación originaria

(elaboración secundaria). Estos objetos cumplen la función de mediatizadores.

En la capacidad simbólica no vamos a evaluar sólo la capacidad del niño para utilizar símbolos, sino también la

significación que se desprende de esta simbolización. Para ello, es importante tener en cuenta, que si bien existe un significado

universal para algunos símbolos, estos siempre deben ser interpretados dentro de la situación global del proceso y dentro de la

historia personal de cada niño.

También sabemos que a medida que el niño crece, la distancia entre símbolo y lo simbolizado va aumentando. Esto se

da por la ganancia del principio de realidad sobre el principio de placer, por lo cual las fantasías primarias tienden a ser cada

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vez más postergadas. Así, es muy distinto el juego de un niño de dos años, que aún sigue las leyes de los procesos primarios,

con el de ocho, con predominancia del proceso secundario.

Este indicador nos permite evaluar:

1- La riqueza expresiva: capacidad del niño de buscar en su entorno elementos que permitan vehiculizar su problemática.

2- La capacidad intelectual. Evaluar si manifiesta manejo de la realidad acorde a su edad evolutiva.

3- La calidad del conflicto: Aquí se evalúa el contenido de la simbolización. Los símbolos usados por el niño nos remiten a la

comprensión del estadio psicosexual por el que atraviesa. El niño puede vehiculizar fantasías de tipo oral, anal, fálica o

genital. Asimismo se debe indagar la intensidad del conflicto, siendo un índice importante la reiteración de una

determinada fantasía o de la forma de expresión.

A lo largo de la sesión se puede inferir que la niña manifiesta capacidad de simbolización, ya que es capaz de utilizar símbolos

y expresar a través de ellos su conflictiva.

La fantasía subyacente en su juego está vinculada principalmente a la rivalidad con su hermana menor, siendo esta expresada a

través de la problemática ser grande - ser pequeño.

Otra característica en su juego es la constante bipolaridad: ser grande- ser pequeño; ser fuerte- ser débil; ser varón - ser mujer.

Otro tema que se expresa en la hora de juego es la relación de pareja, unido al tema de la diferenciación sexual.

A través del juego, inferimos que la niña intenta elaborar su situación familiar. Manifiesta su agresividad y rivalidad frente a su

hermana, pero aparece también el temor. Siguiendo las conceptualizaciones de M. Klein, sobre el Super- yo temprano sádico,

vemos que en Paula se observan impulsos agresivos. Una parte de estos se revelan a través de la actitud hostil hacia su

hermana, evidenciado esto en los disparos del revolver con el propósito de asustar a Laura. La otra parte de los impulsos

agresivos, permanecen en ella, provocando gran ansiedad, ante la cual el yo se ve precisado a movilizar sus defensas. En este

caso, Paula proyecta la agresión hacia los objetos externos, los cuales devienen, de este modo, peligrosos. Este mecanismo

vendría a explicar los terrores nocturnos de Paula, de los que nos cuenta su madre en la entrevista. Síntoma que no es otra cosa

sino el sentimiento de culpa frente a la propia agresividad del Súper-yo.

Por otra parte, Freud nos dice que en el origen de toda conducta agresiva encontramos una frustración. Así, en este caso, la

agresividad que manifiesta Paula hacia su hermana Laura, podría explicarse también a partir de la frustración que le generó a

Paula el nacimiento de su hermana, y con ello, el desplazamiento del lugar de la única y de ser el centro de las atenciones.

Tensión agresiva del doble, según Lacán.

También puede observarse el temor a la castración, propio de la fase psicosexual por la que atraviesa la niña. Esto se manifiesta

a través de diferentes indicadores a lo largo de la hora de juego: El dibujo de la figura del niño, al comienzo es realizado sin

manos. Y luego realiza un comentario sobre su hermanita que no puede hacer manos. Luego, hace las manos y de un tamaño

grande. Esto podría significar que la niña ha interiorizado la castración, pero aún no la aceptado completamente.

Personificación:

Es la capacidad de asumir y adjudicar roles en forma dramática, capacidad que en cada momento evolutivo adquiere

características diferentes.

a) En niños pequeños se expresa de un modo inmediato, la realización de deseos. Asume el rol de otro haciendo suyo el

personaje temido o deseado.

b) En una etapa posterior la personificación se enriquece con figuras imaginarias (hadas, monstruos, cucos), disociando y

proyectando en estas figuras sus diferentes imagos. El niño así, se somete, domina, ataca, es perseguido, etc. por estas

figuras.

c) En la latencia el niño comienza a personificar roles más definidos socialmente, con menor expresión de la fantasía en

función del incremento de la represión. Tiende a jugar, por ejemplo al ladrón y al policía, a la maestra, al doctor, etc.

d) En la pre.pubertad, se ve una fuerte represión de la capacidad de personificación, por su posibilidad de concretar sus

fantasías.

e) En la adolescencia vuelve a resurgir la capacidad de adjudicar y asumir roles.

En general, la personificación posibilita la elaboración de situaciones traumáticas, el aprendizaje de roles sociales, la

comprensión del rol del otro y el ajuste de su conducta en función a ello.

El análisis del contenido de la personificación, nos permitirá evaluar la calidad e intensidad de las identificaciones, el

equilibrio entre el Super-Yo, yo y ello.

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Si durante la hora de juego el niño nos pide que asumamos determinado rol, debemos pedirle que nos explique con claridad

las características del rol adjudicado, para que responda a sus propias fantasías.

En el juego de Paula no son las personificaciones las que lo caracterizan. Si bien aparecen en la hora, son más bien escasas

o están escondidas atrás de los muñecos. La personificación explícita que encontramos es cuando ella toma el revolver y

dispara contra Lauri, "para que se asuste". Situación que nuevamente nos remite a su especularidad con la hermana.

4. Motricidad:

Este indicador nos permite ver la adecuación del desarrollo motriz del niño con la etapa evolutiva por la que atraviesa.

En cada período hay pautas esperables, que responden al grado de maduración y desarrollo neurológico como así también a

factores psicológicos, sociales y culturales. Ya que consideramos que un manejo adecuado de las posibilidades motoras permite

un mayor dominio del mundo externo, es importante observar cuando este desarrollo se detiene o presenta dificultades. Para

ello vamos a registrar lo siguiente:

1- Desplazamiento geográfico del niño

2- Posibilidad de encaje

3- Alternancia de los miembros

4- Lateralidad

5- Movimientos voluntarios e involuntarios

6- Ritmo del movimiento

7- Hiperkinesia

8- Hipokinesia

En relación a Paula, y siguiendo la línea de Gesell, se espera que un niño de 5 años manifieste equilibrio y control de actividad

corporal. Pauta que se observa claramente en Paula.

Asimismo, y observando el gráfico de la niña, se infiere que la coordinación visomotora es adecuada a su edad, y hasta podría

decirse que es superior a su edad cronológica.

Con respecto a lo verbal y lo gestual, se observa que hay coherencia entre ambos tipos de lenguaje.

5. Tolerancia a la frustración. Adecuación a la realidad:

Esta se detecta a través de la aceptación de la consigna, con las limitaciones que esta propone: la puesta de límites, la

finalización de la tarea. Y en el desarrollo del juego, en la manera de enfrentarse a las dificultades inherentes a la actividad que

se propone realizar. Evaluar este indicador, nos permitirá hacer importantes inferencias diagnósticas, pero sobre todo

inferencias pronósticas. Por ello es fundamental observar dónde pone el niño la fuente de frustración: si deriva de su mundo

internos (dibujar algo que no está a su alcance madurativo) o en el mundo externo (desear algo que no está presente), así como

la reacción frente a ella: encontrar elementos sustitutivos (buena adaptación) o desorganizarse, ponerse a llorar (actitud

negativista).

Esta capacidad de tolerar la frustración está íntimamente ligada a la adecuación a la realidad, es decir de adaptarse

plásticamente a la realidad que le propone. Lo primero que debemos observar aquí es la capacidad del niño para desprenderse

de la madre, para entrar al consultorio, demostrando comprensión y aceptación de la consigna. Esto también nos permite

evaluar posibilidades yoicas.

Con respecto a Paula, observamos que si bien en un primer momento la niña no quiere entrar sola, luego del aval del padre

(quien le da seguridad), logra entrar al consultorio sola. Aquí se observa buena adecuación a la realidad, y tolerancia a la

frustración, ya que acepta los límites que impone la consigna y supera la primera dificultad.

Esto también se observa cuando no encuentra el cuchillo que necesita, o cuando las plasticolas "están duras", ante lo cual, no se

desorganiza, sino que rápidamente encuentra otros elementos con los cuales seguir jugando. Sin embargo, observamos aquí,

que pone la fuente de frustración en el exterior, y no resuelve la situación; más bien "se la saca de encima", evitando la

frustración. Esto se vincularía con lo expresado por la madre, cuando señala que es muy exigente consigo misma y no tolera sus

propios errores.

Al finalizar la sesión, se observa al comienzo también dificultad para concluir, aunque luego de recordarle el próximo

encuentro, lo hace sin desorganizarse.