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La Hoja del Domingo 12 de abril de 2015 Domingo de la Divina Misericordia Basílica Parroquia de San Juan el Real Oviedo Este es el día en que actuó el Señor. Sea nuestra alegría y nuestro gozo”. Este es el alegre mensaje del día de Pascua. Alegría y gozo deben ser el clima en que vivamos este hermoso día y a lo largo de todo el tiempo pascual. El día de Pascua nos trae la gran noticia definitiva: el sepulcro donde habían enterrado a Jesús está vacío, el Señor Jesús ha resucitado, el Siervo se ha trocado en Señor, la Vida ha vencido a la muerte, el amor ha vencido al odio y la luz a las tinieblas. Todas las cosas adquieren sentido, justificación y su ver- dadera dimensión a la luz esclarecedora de la Pascua. Parecía que lo tenía todo en contra: pero Él ha vencido todas las fuerzas destructoras y homicidas. Este es el mensaje luminoso de la Pascua: nuestro destino definitivo es la vida con Jesús, es la comunión con Dios y con los herma- nos, es la fraternidad resurgida de la tristeza y del abandono del callejón sin sali- da de la muerte. Jesús ha resucitado: y el resucitado es el mismo crucificado. Por tanto, si morimos con él, viviremos con Él. Ya estamos viviendo con Él, que por su gloria y su amor adelanta nuestra resurrección: ya somos semilla de eternidad, somos, ya en vida, semillas de resurrección. Esto nos compromete en una doble dirección. La primera es el movimiento de gratitud al Señor resucitado que nos levanta con Él del sepulcro y nos devuel- ve la dignidad de rescatados por el amor: Pero ha de tratarse de una gratitud fe- cunda y comprometida, que nos obliga a una generosa fidelidad en su segui- miento, haciendo nuestra su cruz y su muerte para poder hacer nuestra también su resurrección: vivir y morir con Él, para resucitar como Él. La vida que por su resurrección nos entrega exige de nosotros una fidelidad amorosa y leal. En segundo lugar nos obliga a vivir y compartir con los hermanos la ale- gría de la resurrección: el sabernos salvados, ungidos para una vida nueva. La alegría en el servicio a los hermanos, ayudando a todos a encontrar el camino de la vida resucitada y resucitadora. Como decía Benedicto XVI tenemos que dejar que nuestro corazón sea sustraído de la fuerza de gravedad, que lo atrae hacia abajo, y levantarlo interior- mente hacia lo alto: en la verdad en el amor. Alegría profunda, hermanos: por el triunfo de Jesús sobre la muerte, ya para siempre en nuestras existencias vive luminoso el triunfo definitivo de la Vida y el Amor. Luis González Morán, Sacerdote. Es Pascua: Aleluya

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Page 1: La Hoja del Domingo · santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos

La Hoja del Domingo 12 de abril de 2015

Domingo de la Divina Misericordia

Basílica Parroquia de San Juan el Real Oviedo

“Este es el día en que actuó el Señor. Sea nuestra alegría y nuestro gozo”. Este es el alegre mensaje del día de Pascua. Alegría y gozo deben ser el clima en que vivamos este hermoso día y a lo largo de todo el tiempo pascual.

El día de Pascua nos trae la gran noticia definitiva: el sepulcro donde habían enterrado a Jesús está vacío, el Señor Jesús ha resucitado, el Siervo se ha trocado en Señor, la Vida ha vencido a la muerte, el amor ha vencido al odio y la luz a las tinieblas. Todas las cosas adquieren sentido, justificación y su ver-dadera dimensión a la luz esclarecedora de la Pascua.

Parecía que lo tenía todo en contra: pero Él ha vencido todas las fuerzas destructoras y homicidas. Este es el mensaje luminoso de la Pascua: nuestro destino definitivo es la vida con Jesús, es la comunión con Dios y con los herma-nos, es la fraternidad resurgida de la tristeza y del abandono del callejón sin sali-da de la muerte.

Jesús ha resucitado: y el resucitado es el mismo crucificado. Por tanto, si morimos con él, viviremos con Él. Ya estamos viviendo con Él, que por su gloria y su amor adelanta nuestra resurrección: ya somos semilla de eternidad, somos, ya en vida, semillas de resurrección.

Esto nos compromete en una doble dirección. La primera es el movimiento de gratitud al Señor resucitado que nos levanta con Él del sepulcro y nos devuel-ve la dignidad de rescatados por el amor: Pero ha de tratarse de una gratitud fe-cunda y comprometida, que nos obliga a una generosa fidelidad en su segui-miento, haciendo nuestra su cruz y su muerte para poder hacer nuestra también su resurrección: vivir y morir con Él, para resucitar como Él. La vida que por su resurrección nos entrega exige de nosotros una fidelidad amorosa y leal.

En segundo lugar nos obliga a vivir y compartir con los hermanos la ale-gría de la resurrección: el sabernos salvados, ungidos para una vida nueva. La alegría en el servicio a los hermanos, ayudando a todos a encontrar el camino de la vida resucitada y resucitadora.

Como decía Benedicto XVI tenemos que dejar que nuestro corazón sea sustraído de la fuerza de gravedad, que lo atrae hacia abajo, y levantarlo interior-mente hacia lo alto: en la verdad en el amor.

Alegría profunda, hermanos: por el triunfo de Jesús sobre la muerte, ya para siempre en nuestras existencias vive luminoso el triunfo definitivo de la Vida y el Amor.

Luis González Morán, Sacerdote.

Es Pascua: Aleluya

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EVANGELIO

Lectura del Santo Evangelio según Juan 20,19-31

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

-Paz a vosotros.

Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

-Paz a vosotros. Como el Padre me ha en-viado, así también os envío yo.

Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

-Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdo-nados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Tomás, uno de los Doce, llamado el Melli-zo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

-Hemos visto al Señor.

Pero él les contestó:

-Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Je-sús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

-Paz a vosotros.

Luego dijo a Tomás:

-Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Contestó Tomás:

-¡Señor mío y Dios mío!

Jesús le dijo:

-¿Porque me has visto has creído? Dicho-sos los que crean sin haber visto.

Muchos otros signos, que no están escri-tos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vi-da en su Nombre.

Salmo Responsorial

Salmo 117

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia.

La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte.

La piedra que desecharon los arquitectos, es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-35

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseí-an todo en común y nadie llamaba su-yo propio nada de lo que tenía.

Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con mucho va-lor.

Todos eran muy bien vistos. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseí-an tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan ç 3, 1-4

Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 5,1-6.

Queridos hermanos:

Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios; y todo el que ama a Aquel que da el ser, ama también al que ha nacido de Él.

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.

Y ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe; porque ¿quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Este es el que vino con agua y con sangre: Jesucris-to.

No sólo con agua, sino con agua y con sangre: y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

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ORACIÓN

DE LA MISERICORDIA DIVINA ¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exi-lio terrenal! ¡Oh señor!. Bondad que escapa nuestra com-prensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante con Tu gracia y continúa aumen-tando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza: A través de su Corazón misericordioso

Se celebra el 2º domingo de Pascua

Nuestro Señor se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congrega-ción de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). y le ordenó: "Pinta una imagen que de Mi, según la visión que de Mí tienes, con la inscripción: ¡JESÚS, YO CONFIO EN TI!"

"Los rayos del cuadro representan la Sangre y el agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por

la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma. Estos rayos protegen al alma de la Ira de MI Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, porque la mano de la justicia de Dios nunca le alcanzará". Palabras de Nuestro Señor a Sor María Faustina.

El Salvador pide que los hombres recurran a Su Misericordia y la invoquen antes que les al-cance la justicia. "Escribe-dice el Señor a sor María Faustina-: Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia". Muchas veces, durante sus apariciones el Señor dio a conocer a Sor María Faustina los enormes pe-cados de la Humanidad. Asustada, ella le preguntaba al Señor cómo podía tolerar tan terri-bles ofensas. El Señor le contestó: "Para castigar, tengo Yo la eternidad; ahora Yo prolongo a los hombres el tiempo de Mi Misericordia; pero ¡ay! de ellos sí no conocen esta gracia... Tú, Mediatriz de Mi Misericordia, tienes la obligación, no solamente de escribirla y predicar-la, sino que debes también implorar esta gracia para los hombres, para que glorifiquen Mi Misericordia".

A este respecto, el 27 de febrero de 1948, la Radio Papal del Vaticano anunció en un pro-grama especial, una noticia relativa a Sor María Faustina como "Apóstol de la Misericordia Divina", concluyendo con las palabras: "Cristo exhorta al mundo, que se encuentra al borde del abismo, que la única salvación la encontrará en echarse en los brazos de la Divina Mise-ricordia, que dará a toda la Humanidad felicidad verdadera, orden y paz permanentes".

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Despacho Parroquial MARTES Y VIERNES

no festivos, de 18:00 a 19:00 h.

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Teléfonos:

Parroquia 985 212 388 Fray Ceferino, 24 985 222 832 Javier (Párroco) 609 82 36 32 José Manuel 645 947 070 (Vicario Parroquial)

Horarios de Misas

San Juan el Real-Basílica: Laborables: 9,00; 13,15 y 20,00 h Domingos y festivos: 9,00; 11,00; 12:00 ; 13,00 y 20,00 h

Siervas de Jesús (c/ Uría, 23) Lunes a Sábados 7,30 h Domingos y festivos 8:00 h

Sgdo. Corazón (PP. Jesuitas)

Laborables: 12,30H y 19,30 h Domingos: 12,30; 13,30; 19,30;20,45 h Esclavas (c/ Toreno) Todos los días 13,00 y 18,00 h

Hay dos plazas libre en nuestra Residencia, Casa-Hogar Nuestra Señora de la Casa

Visitando Israel y Jordania Del 2 al 11 de julio

Organiza la Delegación Episcopal de Peregrinaciones

Preside el Sr. Arzobispo de Oviedo, Fray Jesús Sanz Montes

Reserva de Plazas: en la Agencia de Viajes El Corte Inglés

Colecta a favor

de los

Santos Lugares

Viernes Santo

532,00 €

Colecta de

Jueves Santo

820,50 €

Colecta CARITAS

Primer domingo

Abril

1851,50 €

Cadena del Ayuno solidario

1.960 €