la guerra de los niños
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Soldados desde la infanciaTRANSCRIPT
28 LA VANGUARDIA MIÉRCOLES, 8 JULIO 2015
La guerra de los niños
Los menores se convierten en verdugos por cercanía, a cambio de cobijo o bajo amenazas
JAVIER RICOU
El vídeo difundido supuestamente por elgrupo terrorista Estado Islámico en elque se ve cómo ado
lescentes ejecutan de un disparoa 25 soldados sirios en el teatro romano de Palmira es la imagen más atroz del uso de menores quese hace en la guerra. Esos niños no son más que la mano ejecutora(lo visto en el vídeo de EI ha pasado en otros conflictos bélicos) deunos asesinatos ordenados por adultos. Hay muy poco investigado, a escala internacional, sobre la factura que deja en esos menores experiencias tan extremas. Y eso que la existencia de estos “niños de la guerra” o “niños soldados” es una cuestión dolorosa ycada vez más incómoda para la comunidad internacional, tal y como se recoge enun informe del Consejo General de la Psicología de España. “Dolorosa, por elsufrimiento que podemos imaginar deesos niños en situación de guerra e incómoda por nuestra necesidad de creer que los niños son buenos, inocentes eincapaces de ser autores de actos tan atroces”, se indica en el mismo informe.
El concepto de niño o niña soldado no se refiere únicamente al que lleva un arma. “Un niño de laguerra también es el que trabajaen cocina, el que hace de mensajero, el que está destinado a tareasde intendencia…”, afirma Guillermo Fouce, presidente de Psicólogos sin Fronteras.
Pero, ¿cómo se captan esos menores y se les convence para ac
tados de grupos armados. Uno enNicaragua y Honduras en la década de los ochenta y otro, muy reciente, en Colombia con entrevistas a niñas que se unieron a losguerrilleros de las FARC. En esteúltimo caso los motivos que empujaron a esas menores a participar en combates e incluso en asesinatos “no fueron los que todosquerríamos creer”, revela Moreno Martín. “La mayoría dieron el paso sin que hubiera amenazas, ni secuestros. Simplemente se unieron a esos grupos armadospor cercanía, por una naturalización de la guerra, que para ellas era algo cotidiano”. En este casono hizo falta adoctrinar, “bastó con crear un vínculo emocionalcon el grupo”, añade este profesor de Psicología Social que cree que el resultado de este estudiopodría extrapolarse a lo que ocurre con estos niños y niñas solda
do en otras muchaspartes del mundo.
En el caso de Nicaragua y Hondurasel sentimiento ideológico tuvo, sin embargo, un papel másimportante. “Enaquella época habíauna creencia generalizada de que eseconflicto podía propiciar un cambio vital en el mundo, algoque ahora ocurre enmuy pocas guerras”,
añade Moreno Martín. El adoctrinamiento quedaría
por lo tanto reservado a los conflictos en los que el factor religioso juega un papel muy importante. “En estos casos, cuando se detecta que hay un convencimientoideológico por parte del menor sepone enseguida en marcha una fuerte estructura para impartirle la doctrina –añade Fouce– así esmás fácil convencer a esos niños
de que hay una justificación a todo lo que hacen (las personas a lasque tienen que matar no son humanas) y, además, hay premios,en dinero o promesas de un paraíso seguro si cumplen”.
No hay un patrón concreto sobre la edad para esos reclutamientos. “Si son muy niños es más fácil manipularles y tienen mayores probabilidades de serutilizados para misiones de mayor riesgo”, considera el presidente de Psicólogos Sin Fronteras. “Si son menores de doce otrece años, serán convencidos con gran facilidad para hacer lo que quieran los adultos”, comple
Soldados desde la infancia
Tendencias
]Unicef y sus aliados han logrado liberar a 3.000 niños soldados en Sudán del Sur. Estos son algunos de los testimonios recogidos por esta oenegé.
James John. 13 años“Nuestros enemigos asesi-naron a mi hermana, mi tío y a otros miembros de la familia. Entonces, me uní a los Cobra. Pero la vida con ellos no es buena. Tengo muchas ganas de ir a la escuela y acabar mis estu-dios. Tengo ganas de apren-der a leer”.
Los testimonios tras ser liberados
Paul Steven. 12 años“Me uní a los Cobra hace tres años. No había nada para nosotros en Pibor: ni carreteras, ni hospitales, ni escuelas. Algunas veces había comida. En la Facción no hay descanso. Los co-mandante siempre nos piden ir a las misiones. Nos movemos todo el tiempo”.
tuar como el más sádico de los soldados? “En el caso de EI a esosniños reclutados se les suele dar alimento y cobijo, al mismo tiempo que se garantiza el sustentopara toda la familia”, indica Fouce. “Hay otras fórmulas –recoge
el mismo informe– que van desdeel reclutamiento forzoso hasta laabducción o la unión voluntaria,si bien esta última decisión estámuchas veces condicionada porla situación de extrema pobrezade esos niños y sus familias”.
Florentino Moreno Martín,profesor asociado de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid, ha participado en dos estudios con niños resca
VALORES MORALES
Los que tienen menos de 13 años cumplen órdenes sin cuestionarlas
EL TRATAMIENTO
En los países con procesos de paz la recuperación de estos chavales es más fácil
AFP
Vídeo del EI donde adolescentes ejecutan a soldados siriosSoldaditos. Fotografía tomada enla franja de Gaza el pasado 16 de junio en la que aparecen los hijos de militantes de los comités de resistencia
MIÉRCOLES, 8 JULIO 2015 T E N D E N C I A S LA VANGUARDIA 29
CHRISTOPHER FURLONG / GETTY
El reclutamiento y uso de menores de 18 años en guerras vulnera todas las leyes, pero no se actúa
Los grupos terroristas y armados suelen usar a las niñas como meros objetos sexuales
Los niños rescatados temen volver a sus ciudades por temor a ser vícti-mas de represalias por las atrocida-des cometidas
UNA PRÁCTICAQUE VULNERA TODAS LAS LEYES
Derechos humanos Niñas: la doble factura La vuelta a casa
ta Florentino Moreno. “A esasedades se cumplen a rajatabla todas las órdenes sin cuestionarlas, al considerarlas como algo natural pues no se disparan los valoresmorales, que sí surgirían en edades más cercanas a la adolescencia”, añade este psicólogo social.
La falta de estudios a nivel internacional sobre la factura quedeja ese paso por la guerra en estos niños tan precoces hace difícil
dibujar un patrón de secuelas. Vaa depender de cada conflicto y universo en el que se producenlas acciones. Moreno sí que constata, por su experiencia en Latinoamérica, que la recuperación de estos niños y niñas soldados“es más fácil en aquellos paísesque han iniciado procesos depaz”. Eso favorece el retorno a lasociedad de esos menores unavez ha finalizado el conflicto.
“Pero es un error considerar sólo que ellos no tienen ninguna culpay que simplemente han sido víctimas del mundo de los adultos”, alerta este psicólogo de la UCM.“Hay que ayudar a ese menor aresocializarse, pero también hade entender que tiene una partede responsabilidad por todas lasacciones cometidas”, aconseja Florentino Moreno. De esta manera entenderá que en este mun
do “hay derechos y obligaciones”.Estos menores ven alterada,
afirma Guillermo Fouce, la capacidad de empatía. “Son incapaces,una vez reclutados, de ponerse enel lugar del otro y el riesgo, si noson tratados, es que se conviertanen psicópatas cuando alcancen laedad adulta”. Considera, al hablarde tratamiento, que la clave pasapor sacarles de esa situación deprotección, acompañamiento y
refuerzo de la que han disfrutadomientras han estado en esos conflictos”. Son tratamientos a muy largo plazo y en ese período esosniños tienen que tomar conciencia de lo que pasó y volver a pasarpor ello, volver a considerar al otro como un ser humano, serconscientes de lo que se hizo y delas consecuencias de esos actos. Hay que desprogramar la ideología del adoctrinamiento”.c
Simon. 9 años“He pasado un año con la Facción. No he luchado con los enemigos, pero he practicado tiro a árboles.Cuando había misiones serias, no me dejaban unirme porque soy muy joven. Decían que sólo las grandes personas van a las misiones importantes”
Buret. 11 años“Había tanto sufrimiento en nuestra comunidad que nuestro pueblo se rebeló contra el gobierno y yo decidí unirme a ellos. De todos modos, yo no iba a la escuela, no teníamos dine-ro. Era muy pequeño, pero ahora quiero ir a la escuela y aprender a leer”.
David. 15 años“Yo no quiero ser soldado. Sé que un día me matarán si sigo siendo soldado. Quiero primero ir a la escuela, luego, quiero estudiar medicina”.
Un mundocon doble
rasero
]El grupo EI no es, desgraciadamente, el único que utiliza a niños y niñas como soldados. La ONU y Unicef han lanzado un programa para salvar a esos menores del infierno en el que han quedado atrapados. Son siete países los señalados en esta campaña: Sudán del Sur, Afganistán, la República Democrática del Congo, Birmania, Somalia, Sudán y Yemen. Amnistía Internacional eleva hasta 18 los países que usan a menores en sus conflictos bélicos. Añade a esta lista otros países como Colombia, India, Líbia, Mali o Pakistán. Unicef calcula que en todo el mundo hay ahora mismo 300.000 niños y niñas soldado. Suelen ser reclutados a partir de los diez años y la mayoría nacieron cuando el conflicto en su país estaba ya en marcha. Por lo tanto no han visto otro mundo que no sea el de la guerra. Y eso favorece a que muchos de esos menores acaben formando parte de uno de los dos bandos del conflicto con la sensación de que dar ese paso es algo normal y natural. Choca que la comunidad internacional, afirma Guillermo Fouce, presidente de Psicólogos Sin Fronteras, se limite a observar sin actuar en muchas ocasiones las atrocidades cometidas por esos menores, que en ningún caso tienen la protección que esas mismas autoridades occidentales despliegan con los niños del primer mundo que ven vulnerados sus más elementados derechos.