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SUPLEMENTO CULTURAL No. 219 - 26 DE OCTUBRE DE 2015 - AÑO 5 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN José Montes Nicolás La permanente búsqueda de la esencia que hay detrás de un rostro es uno de los principales motivos de la obra de José Montes, autor oaxaqueño resi- dente en Barcelona, que ahora expone en el Senado de la República. Y sin duda para que la inspiración adopte esas tonalidades que sólo en este autor saben tomar, son necesarias las musas. [Musas de carne y del espíritu, de José Montes Nicolás, en páginas centrales]

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La Gualdra 219

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 219 - 26 DE OCTUBRE DE 2015 - AÑO 5 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

José Montes Nicolás

La permanente búsqueda de la esencia que hay detrás de un rostro es uno de los principales motivos de la obra de José Montes, autor oaxaqueño resi-dente en Barcelona, que ahora expone en el Senado de la República. Y sin duda para que la inspiración adopte esas tonalidades que sólo en este autor saben tomar, son necesarias las musas.

[Musas de carne y del espíritu, de José Montes Nicolás, en páginas centrales]

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2LA GUALDRA NO. 219 / 26 DE OCTUBRE DE 2015 / AÑO 5

. 219

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira SaadeDir. General

Raymundo Cárdenas VargasDir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada LazarínDir. La Gualdra

[email protected]

Roberto Castruita y Enrique MartínezDiseño Editorial

Juan Carlos VillegasIlustraciones

[email protected]

Esta lluvia que no para nos ha traído ya consecuencias lamentables; por un lado algunas casas del centro histórico, debido a la antigüedad y a la falta de mantenimiento, se han dañado a tal grado que la humedad ha terminado por vencerlas. Segu-ramente usted está enterado de que durante los últimos meses algunas casas se han venido abajo; como sucedió hace unas semanas en la Avenida Hidalgo, justo antes de lle-gar a la casa que tenía en su azotea la estatua del Indio Triste. En esa casa precisamente nació el artista plástico zacatecano Alfonso López Monreal, así que junto con la casa se perdió también el ombligo del pintor, quien cuenta que estaba ahí enterrado. Afortunadamente, y ahí la suerte tiene su parte de protago-nismo, no hubo pérdidas humanas, pero estuvo muy cerca de haber sido así. Esta casa está ubicada en una zona muy transitada, lo curioso del caso es que el personal de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas no se dio cuenta de las condiciones en las que estaba, mucho menos su director, que debió estar muy ocupado en ser vocero del gobierno cuando de re-modelación de espacios públicos se trata –como la Alameda y la Plaza de Armas-. El caso es que la casa se cayó, como la de la calle del Ángel este mismo año.

Y a propósito del Indio Triste, la lluvia, que no entiende de razo-nes -como Gabino Barrera- tam-bién dañó la estatua de cantera del indio que lloraba desde hace años en el mismo sitio; es decir, se humedeció tanto que cayó al piso, dañándose de inmediato el día 13 de septiembre, justo el día en que cumplía 73 años el pintor Ismael Guardado. Los especialistas de la Escuela Estatal de Restaura-ción Refugio Reyes anunciaron que la estatua se restauraría; e Ismael Guardado, por su parte, dijo que haría una nueva. La estatua de cantera irá a parar, ya restaurada, al Museo Zacatecano; ésta será re-emplazada por una copia “idéntica” y sustituirá a la original. La nueva estatua de Ismael irá, hasta donde

se tiene planeado, en “la cuchilla” que se hace al unirse las calles de Genaro Codina y Avenida Hidalgo, ahí donde empieza la calle Juan de Tolosa.

La intención es buena, nadie se lo quita –disculpe usted, ando muy cantadora, será quizá porque la cantidad de antros que hay alre-dedor de mi casa no dejan de tocar esta música y otra de peor calaña-, pero más yo quiero. No se me mal entienda, no estoy en contra de que Guardado haga una escultura que haga alusión al Indio Triste, pero me surge una duda ¿quién autoriza que este tipo de ideas se lleven a cabo? Me pregunto si en cualquier otra ciudad será tan fácil como aquí que un artista coloque alguna de sus obras en espacios públicos y me respondo inmedia-tamente: no. Para colocar una es-cultura en ciudades que cuidan su patrimonio, hace falta que un consejo de especialistas evalúen su pertinencia. En nuestra ciudad no. Investigando me doy cuenta que es –otra vez– el vocero del gobierno, perdón, el director de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, quien ya con-firmó que se están buscando recur-sos para que el proyecto pueda ser financiado. Por eso, ¿quién da la autorización? ¿Entonces hay liber-tad para que los artistas hagan sus propuestas de instalar esculturas en el lugar que más les plazca e inmediatamente serán autorizadas? ¿Por quién o quiénes? Un tema más para reflexionar.

Inicio la semana con esto y con la pena que me causó la noticia del deceso del Lic. Tomás Torres Mer-cado, a cuya familia le expreso mi más sentido pésame y mis deseos de una cabal resignación. El Lic. Tomás fue además de un destacado abogado, de los pocos políticos coleccionistas de arte en el Estado; apoyó a los artistas zacatecanos hasta el último momento, su par-tida nos duele sinceramente.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

Estrategias para la interpretación:Vocabulario Eclesiástico NovohispanoPor Violeta Tavizón

La infame vida del profesor Stoner, la vida en la UniversidadPor Edgar A. G. Encina

Enseñar literatura no es cosa fácilPor Carlos Flores

El PicaportePor Simitrio Quezada

Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey

Castillo de sal si puedesPor Ester Cárdenas

Back to the Future [2 de 4]Por Edgar KhondeLibros Por Pilar AlbaOjosdetorolocoPor Alberto Huerta

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Musas de José Montes Nicolás

En busca de PoePor Mauricio Flores

Mauricio Magdaleno, para intrusosXXII. Una relación difícil: los Estados Unidos de AméricaPor Conrado J. Arranz

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26 de octubre DE 2015 3

La Dirección de Estudios Históricos del Insti-tuto Nacional de Antropología e Historia tiene en sus filas a una serie de investigadores del más alto nivel, divididos en distintas ramas de las ciencias sociales, la historia, la arqueología y la antropología. En este sentido, varios de estos investigadores trabajan de manera indi-vidual, pero también en seminarios, de los que decantan artículos, congresos, libros e incluso exposiciones.

El próximo miércoles 28 de octubre, inves-tigadores de la DEH presentarán en el Museo de Guadalupe el Vocabulario eclesiástico novo-hispano, único en su género y que es producto del Seminario de Historia de las Mentalidades. Los integrantes de este Seminario y autores del libro son: Juana Inés Fernández López, Jorge René González Marmolejo, María del Consuelo Maquívar Maquívar, José Abel Ramos Soriano y María de Lourdes Villafuerte García.

Este proyecto les ha tomado más de seis años y han reunido más de quinientas palabras que organizadas en orden alfabético, le mues-tran al lector una mirada hacia el arte, la religio-sidad y la vida cotidiana de los hombres y muje-res que vivieron en tiempos del Virreinato.

El equipo de investigación ha mencionado que este Vocabulario va dirigido en particular a los jóvenes, ya que está adaptado a términos vinculados con la historia de nuestro país, ade-más de que han hecho una importante pesquisa

de imágenes que ilustran en algunos casos, pala-bras y conceptos novohispanos.

En la introducción se hace una interesante aseveración, ya que se menciona que se han pu-blicado numerosos diccionarios y vocabularios que ayudan a deshebrar y comprender la icono-grafía de los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, todas estas publicaciones son extranjeras, y como ellos mismos lo anotan, son de difícil ac-ceso y de precios onerosos.

Con los años, los investigadores fueron en-listando distintas palabras que sabían no eran muy claras cuando alguien aprecia una obra de arte o revisa un documento de la época; por ello, el Vocabulario refleja el conocimiento especializado de quienes colaboraron para su realización. En muchas ocasiones este cúmulo de palabras, resultó de preguntas que ellos mis-mos se realizaron y que descifraron a partir de la investigación histórica.

Los autores se valieron de distintos textos para poder definir otras tantas palabras, como son las Sagradas Escrituras, el Concilio Ecu-ménico de Trento, los Concilios Provinciales Mexicanos, así como las fuentes primarias surgidas de los archivos históricos nacionales e internacionales. El objetivo del libro, como ellos mismos lo comentan en la Introducción es: “Poner al alcance de especialistas, estudiantes e interesados en el pasado colonial de nuestro país, la definición de expresiones que actual-

mente son poco conocidas, bien porque se en-cuentran en desuso, bien porque su significado ha cambiado”.

Al hojear este libro, el lector podrá darse cuenta que sus autores proponen presentarle una interpretación de una época y de una institución como fue la Iglesia. Muchos de los vocablos aquí hilvanados, muestran ideas con-vertidas en palabras y representadas por medio de símbolos; que a su vez son resultado de un trabajo en equipo, que se ha enriquecido con conceptos, significados y sobre todo con cono-cimientos comunes emergidos de un seminario que logra hacer mucho más comprensible una época de nuestra historia. La interpretación de las palabras que los investigadores van re-cogiendo es objetiva y clara, fundada en un trabajo científico y reflexionada en comunidad para ser materializada en tinta y al papel.

El Vocabulario eclesiástico novohispano pro-mete tener un excelente precio al alcance de los bolsillos, es de un tamaño cómodo para la lectura, y al abrirlo nos transporta al universo de los semiótica del mundo novohispano. Este libro se presentará en el auditorio del Museo de Guadalupe, a las 18:00 horas, la entrada es gratuita, habrá ejemplares a la venta y algunos de los autores estarán ahí para comentar y con-testar preguntas del público asistente.

* Curadora.

El Templo de las Musas

Estrategias para la interpretación:Vocabulario Eclesiástico NovohispanoPor Violeta Tavizón*

Arte

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LA GUALDRA NO. 2194

La infame vida del profesor Stoner, la vida en la UniversidadPor Edgar A. G. Encina

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s

Antes de iniciar el relato, John E. Williams (Texas, 1922-1994) ha sido terminante. Su libro toma libertades físicas e históri-cas inspiradas en la Universidad de Missouri, las cuales pueden reconocer sus amigos y colegas del Departamento de Inglés -a quien, por cierto, dedica-, pero sin basarse en personaje o acontecimiento real. Stoner, pu-blicada originalmente en 1965 por Viking Press -ahora parte del grupo Penguin Books-, ha sido traducida al español por Antonio Diez Fernández bajo el sello Baile del Sol Ediciones -de Tenerife-1 en 240 páginas.

La escueta imagen de por-tada muestra un altero de cinco libros sobre los que se han quedado abiertos unos anteojos de fino armazón. De fondo, un desaseado gris cubre casi toda la hoja en combinación con el azul capri del título y el blanco que pinta el nombre del autor y recubre el cintillo superior que da cuenta de los créditos edito-riales. No es la imagen más se-ductora que nuestros ojos hayan visto, aunque sí es posible des-cubrir algo de intencionalidad en él; ante una de las mesillas dispuestas en el segundo piso de La central de Callao2, su escueta figura le resalta notoriamente respeto de otros títulos que pa-recen saltar.

En la contraportada, el fragmento de la reseña que Hanks hiciera en mayo del 2014 en el Times3 al afirmar que “Se trata simple-mente de una novela sobre un tipo que va a la universidad y se convierte en un maestro. Pero es una de las cosas más fascinantes que jamás he encontrado”. Fue ahí donde mi interés tomo sentido; ¿qué de fascinante puede tener la historia de un tipo que sólo va a la uni-versidad y termina convertido en maestro? Una vez más, dicta la leyenda, el libro elige al lector.

Stoner es una historia lineal; la plana vida de un hombre común que nace, vive y muere; que el destino le sitúa en un camino y él, a

su vez, hace y rehace fragmentos de su andar hasta morir. Su narrativa tiene el tufo de las novelas norteamericanas decimonónicas, escritas sin complicaciones mayores, sin en-tresijos irresueltos o saltos que exijan demás al lector. El tejido de esta novela es plácido, como el pasear de una barcaza mecida por el leve oleaje. Sin embargo, también es su-gerente, desconcertante, provocadora, dile-tante y reflexiva. Por ejemplo, cuando Stoner charla con los que serán sus dos entrañables amigos, uno de ellos, Master, que también trabaja en Columbia se describe a sí y a su grupo de la siguiente forma:

[…] Y así la providencia, la sociedad,

o la suerte, como quieras llamarlo, ha creado esta ca-baña para nosotros, para que podamos refugiarnos de la tormenta. Es para gente como nosotros que existe la univer-sidad, para los desposeídos del mundo; no para los estudiantes, ni para la altruista búsqueda de conocimiento, ni por ninguno de los motivos que se aducen por ahí. Nosotros distribuimos el raciocinio y permitimos el acceso a él a algunas personas comunes, a aquéllos que enca-jarán mejor en el mundo. Pero se trata sólo de un barniz pro-tector. Al igual que la Iglesia en la Edad Media, a la que le importaban un bledo los se-glares e incluso Dios, también nosotros sobrevivimos gracias a nuestros engaños.

Finch movió la cabeza con admiración. “Nos haces quedar mal, Dave”.

“Tal vez”, dijo Masters. “Pero incluso siendo tan malos como somos, somos mejores que los que hay fuera, en el lodo, los pobres cabrones del mundo. No hacemos daño, decimos lo que queremos y nos pagan por ello y eso es un triunfo de la virtud natural, o casi, qué cojones”.

De a poco, la anécdota se desprende de episodios que atra-pan hasta estrujar. Por ejemplo, cuando se redescubre enamo-rado. Ahora de una alumna, “[…]a su mediana edad, empezaba a entender que ni se trataba de un estado de gracia ni de una ilusión; lo veía como un acto humano de conversión, una condición inven-

tada y modificada, minuto a minuto, día a día, por la voluntad y la inteligencia del corazón”. Por ejemplo, al recordar su único título pu-blicado, consecuencia de su tesis doctoral, que ya “Poco le importaba […] fuese olvidado y que no tuviera utilidad, y la cuestión de su valor en cualquier época parecía casi trivial”. Así, entre la reflexión, la enseñanza de la edad y las largas estadías en las bibliotecas, Stoner bien encaja con el modelo de vida en que al-gunos se retratan.

1 bailedelsol.org2 lacentral.com3 nytimes.com

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26 de OCTUBRE DE 2015 5Libros

Edgar Allan Poe es uno de los escritores más recordado. Tal vez el más leído. No así el más estudiado. De ahí que cualquier acercamiento a sus universos sea siempre bienvenido. Toca el turno al mexicano Oscar Xavier Altami-rano, quien acaba de poner en librerías Poe. El trauma de una era, una obra que le llevó déca-das de investigación y de pasión entregadas al genio del misterio y del terror, del suspenso y lo macabro.

Se trata, en el mejor de los conceptos, de un libro dual. Profundo y esclarecedor. Pa-norámico y lleno de detalles. Erudito y peda-gógico. Un libro que en todos los casos se lee y disfruta de verdad. Destaca en un primer momento por el listado que hace de los escri-tores que en algún momento se ocuparon de leer y ponderar la obra de Poe (1809-1849). Además de que, al asomarse a su cotidianidad más personal, nos entrega la visión integral del autor estudiado.

Es pues una obra integral, que no exhaus-tiva, aclara el propio Altamirano, pero que bien representa una puesta dignísima de con-siderarse acerca del autor de “El cuervo”, “Los crímenes de la calle Morgue” y “Eureka” —de obligada cita—, y que tiene también como virtudes ser el trabajo de varios años de un ensayista original y darse a la luz editorial como el resultado de un proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Desde sus primeros apartados, el libro nos ayuda a mirar en Poe el nudo de contradiccio-nes emocionales, históricas, literarias, cultura-les y civilizatorias que encaró. También de las lecturas, no siempre acabadas, que del perso-naje tuvieron Mathiessen, Bloom, Baudelaire, Mallarmé, Valéry, Tennyson, Benjamin, Ken-ner, Pessoa, Dostoievski, Verne, Lampedusa, Lawrence, Kafka, Rilke, Jünger, James, Darío, Borges, Savater y Cortázar, cronopio a quien se le debe el juicio aquél de que todos “en algún aspecto de nuestras personalidades somos Poe” y sus estilizadas traducciones.

Prolongado en reproducción de ejemplos de la diversificada obra de ese Poe temeroso, sufrido y luchador que no dista en nada con los seres vivos de nuestros días, y crítico al señalar la adolescencia de planteamientos de muchos quienes lo han ensayado, Poe. El trauma de una era aporta cuotas de po-lémica. En especial al recordar las “fuentes esotéricas” de las que bebió el personaje, en realidad un universo entero; la influencia en boga de la que no se pudo librar, el “fra-ternalismo masónico”; y la configuración de una nueva conciencia occidental, ¿no son la felicidad y la salvación “las metas últimas

para cualquier mente sana?”.

Poe masón(Fraternalismo —el masónico— que sería lan-guidecido en todo Estados Unidos con el avance del siglo mediante una “cruzada moral” no sólo por los ministros de la Iglesia y la ciu-dadanía creyente sino por las fuertes rupturas al interior de la Orden. El mismo padre adop-tivo de Poe, escocés naturalizado norteameri-cano, pertenecía como masón a “una longeva organización fraternal” de Richmond).

Difícil hablar de Poe sin terminar hablando de sí mismo, leemos casi al final del libro de Altamirano. Una gran invitación —pese a todo— a volver al personaje “que nos enseña que nuestro corazón y nuestro espíritu no son negociables y que no hay autoridad ni grandeza que esté por encima del alma de cada indivi-duo”.

Oscar Xavier Altamirano

En busca de PoePor Mauricio Flores *

Un demonio que sueñaAquí jalé y abrí el postigo, cuando, entre aleteo y revoloteo,Entró un cuervo majestuoso de un tiempo antaño piadoso;No hizo la menor reverencia, ni se de-tuvo un instante,Pero, con un señorial talante, se posó en la puerta de mi alcoba.Se posó sobre un busto de Palas justo en-cima de la puerta de mi alcoba.Se posó, y ahí se quedó (…).

Y sin mover un ala, el cuervo sentado sigue, sigue sentadoEn el pálido busto de Palas justo arriba de la puerta de mi alcoba;Y sus ojos tienen la apariencia de un de-monio que sueña,Y su sombra se adueña de la luz de la lámpara que alumbra el suelo,Y mi alma de esa sombra que yace ten-dida en el suelo,Habrá de levantarse ¡nunca más!

E. A. Poe, “El Cuervo” (fragmento).

Este libro se presentará en Zacatecas el próximo jueves 29 de octubre a las 12:00 Hrs., en el Auditorio de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas y a las 20:00 Hrs. en la Ciudadela del Arte.

000

Oscar Xavier Altamirano, Poe. El trauma de una era, Octágono, México, 2015, 500

pp.* [email protected]

Nexo histórico vitalIremos en busca de Poe y su mundo intelectual, para intentar leerlo, no con ojos nuevos, sino viejos, ubicándonos en el contexto histórico, al lado de ideas y autores preeminentes. Algunas de estas ideas ya han sido estudiadas por historiadores del calibre de Arthur Lovejoy, Isaiah Berlin o Meyer Howard Abrams; otras se asoman en algunos estu-dios notables sobre Poe; algunas más palpitan incesantemente en la literatura periodística de la época, o se remontan a tiempos muy lejanos, creando un nexo histórico vital entre Poe y sus contemporáneos, así como entre sus antece-sores y sus predecesores. Hay también otras ideas que se inscriben en un ámbito del conocimiento esotérico con el que muchos lectores no están ni remotamente familiarizados y cuyo influjo es determinante.

Oscar Xavier Altamirano, Poe. El trauma de una era (fragmento).

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6 LA GUALDRA NO. 219

Arte

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asMusas

de José Montes Nicolás*Musas de carne y del espírituLa permanente búsqueda de la esencia que hay detrás de un rostro es uno de los principales motivos de la obra de José Montes, autor oaxaqueño resi-dente en Barcelona, que ahora expone en el Senado de la República. Y sin duda para que la inspiración adopte esas tonalidades que sólo en este autor saben tomar, son necesarias las musas.

“Musas” es precisamente la nueva exposición que el artista presenta en México, donde nos muestra una nueva óptica del trabajo intenso que le ha llevado a adentrarse en lo profundo del ser, y desprenderse de su vertiente onírica, mística y casi surrealista que le aportaba su plástica oaxaqueña primigenia, en que su trazo era matérico, y su paleta de un estallido vívido. Ejemplos de esas piezas, que encontramos en sus primeras exposiciones internacionales, han desaparecido completamente de su plástica. Ni la ma-teria, ni el color, ni el tema son los mismos. Ahora, y como nos tiene acos-tumbrados desde hace un par de años, José Montes ha preferido deleitarse en la representación epidérmica de los cuerpos desnudos, en esta cubierta lívida, a veces tumefacta, que recubre el pathos. La piel y la esencia de las musas, a medio camino entre el cielo y la tierra.

El espectador es, en la nueva pintura figurativa de Montes, un ele-mento externo, fuera de plano y alejado de una escena en que las mujeres que pinta, esta Musa que no sabemos si es Diosa, Santa, Virgen o mujer de esquinas poco virtuosas, aparecen despojadas casi de cualquier accesorio para presentarse en su intimidad reflexiva. Somos en ese momento los fo-tógrafos indiscretos que asistimos a una escena en que el músculo y la piel son el elemento básico, en una búsqueda constante de la esencia que existe detrás del cuerpo.

Sin duda los tiempos barrocos que nos tocan vivir, en un fin de ciclo económico, político y social, tanto en el México natal de Montes, como en la Catalunya donde vive, influyen en el artista. El propio debate entre téc-nicas y temas es fruto de esta necesidad de encontrar una salida, una vía de escapatoria a la crisis moral y estética. Para ello, Montes expía los pecados del mundo a través de la representación de mujeres de inspiración divina, estas Musas que nos inspiran las artes, la creatividad, pero también lo virgi-nal, lo místico. No es un tema nuevo, como él mismo nos explica, sino que se pierde en los tiempos.

Cuando nos enfrentamos de nuevo a este artista oaxaqueño establecido en Barcelona desde hace ya casi 10 años, nos preguntamos hasta qué punto los maestros europeos han influido en su pintura. Las obras de inspiración hiperrealista nos adentran en la tradición europea figurativa que, desde la fortaleza davídica de los brazos de Miguel Ángel hasta los cuellos sublimes de El Greco, se ha fijado en captar la esencia, el poder y la textura epidér-mica y capilar. El cuerpo como objeto de estudio, como sujeto de todos los excesos, como obra de arte. Una pintura que reúne el sfumato leonardesco y los grandes retratos renacentistas, pero también la contorsión efectista de Caravaggio. De la liviandad exultante y romántica de Bouguereau a la morbidez estricta del rostro de Adele Bloch Bauer, en todas las pinturas de Montes existe una pátina europeizante.

[Fragmento del texto escrito por Albert Torras. Periodista, escritor y coleccionista de arte]

* La exposición Musas, del artista oaxaqueño José Montes Nicolás, fue inaugurada el pasado 19 de octubre en el Senado de la República.

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726 de OCTUBRE DE 2015

Artes plásticas

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Enseñar literatura no es cosa fácil. A veces pa-reciera que uno ha encontrado el método que podría rescatar a sus alumnos de la ignorancia y que finalmente logrará que los jóvenes entren de lleno a la lectura, pero las cosas no son así, el método siempre tiene sus fugas y no es posi-ble encajar las lectura en el adolescente, a veces porque lo que se propone no es del gusto de los educandos, otras porque la mayor parte de los integrantes del grupo no tienen los elementos necesarios para hacer frente al acervo cultural que se les está otorgando. Al final de cuentas sólo hay frustración, tanto de parte del profesor como de parte de los alumnos; del primero por la dificultad de crear un ambiente en el aula en donde todos sean capaces de asimilar la lectura que se propone en el programa; mientras que por la otra parte, el problema surge, aunque no de manera explícita, cuando el educando siente la incapacidad de ir al ritmo del profesor, pues siente que no da una respuesta cabal a lo que se le está pidiendo.

Entonces, ¿enseñar literatura es algo simple? No lo es, porque esa actividad no sólo consiste en mostrar una serie de libros al alumno y luego comentar lo que se leyó, esa actividad implica algo más profundo: el mostrar al alumno la cultura letrada y ayudarle a relacionar lo que está leyendo con lo que tiene en su interior. El profesor de literatura debe, pues, encontrar un canal de alimentación tanto espiritual como intelectual que conecte al lector con la obra, por lo que debe, en un primer lugar, mostrar al alumno las cartas que la obra tiene bajo la manga, es decir, debe decodificar el contenido de la obra para quien lo está leyendo, en otras palabras, mostrar lo que significa, así como el contenido de la misma y sus implicaciones cul-turales dentro de la obra misma, pero al mismo tiempo debe hacer que el alumno relacione lo que está recibiendo con lo que tiene dentro de

sí, que encuentre la manera de darle un sentido a sus preguntas y sentimientos mediante la obra que leyó. Así pues, en un primer momento, el lector debe entender la obra en su contexto, si no de manera cabal, sí al menos lo suficiente para entender el contenido. Una vez que se ha hecho eso, entonces debe darle un sentido her-menéutico de acuerdo a su contexto propio.

La lectura, por ejemplo, de Drácula, ofrece al lector una idea de las costumbres y tradicio-nes de la oscura región europea de Transilva-

nia, así como de algunas de las costumbres de Inglaterra. De tal manera que, cuando el autor nos proyecta el mundo mediante una serie de palabras y el relato de los acontecimientos que en la obra se narran, está diciéndonos de ma-nera indirecta lo que él sabe sobre ese mundo, lo que conoce, lo que investigó o, por qué no, inclusive lo que sobre él escuchó. Del mismo modo, es decir, también de manera indirecta, el lector está asimilando esa información y dándole un sentido.

Pero lo primero que debe hacer antes de darle dicho sentido, es comprender el mensaje total que se está dando en dicha obra, así pues, debe situar el contenido del discurso en su cabeza, indagar sobre lo que se le está diciendo y tratar de configurar el contenido del texto en su cabeza. Entender tanto el nivel estructura como el nivel de contenido. Parece cosa fácil, pero en el aula es algo de lo más complicado, sobre todo cuando la lectura no es una de las actividades favoritas de los estudiantes.

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Enseñar literatura no es cosa fácilPor Carlos Flores

“Comer sano” significa que comes teniendo saludRepasemos la gramática simple: Un bebé se despierta contento. Un bebé platica dormido. Un bebé come sano. En estas tres oraciones los adjetivos caracterizan al bebé. No más.

“Comer sano” significa, pues, que alguien come estando sano. Lo contrario sería “comer enfermo”. La calificación va para el sujeto. Por favor no se confunda la expresión que nos ocupa con “comer sanamente”, donde utilizo adverbio, o “comer de modo saludable”,

donde aplico una frase adverbial.“Comer alimentos sanos” es más exacto para lo que

quiere decir el autor, pues otorga el adjetivo para el objeto directo “alimentos” y no para el sujeto.

Por esas malas redacciones de “comer más sano” y no más sanamente se llega al chiste indecente del que oye lo que oye: “¿Qué debes hacer para comer más sano? Busca tacos de tripas”.

El que entendió entendió.

* Lo invito a que envíe comentarios y demás inquietudes a:

[email protected]

El PicaportePor Simitrio Quezada

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Hoy conversaba con mi hermano Víc-tor de cine y llegamos a la conclusión de que una de las grandes películas de la segunda mitad del siglo veinte es El Padrino. La cinta se estrenó en 1972 el mismo año en que El último tango en París (Bernardo Bertolucci), ambas pro-tagonizadas por Marlon Brando (asom-broso) quien en la primera representa a un hombre de la tercera edad y en la segunda a un atractivo hombre maduro. En las dos cintas estuvo nominado al Oscar (1973) como mejor actor, lleván-dose la estatuilla por El Padrino. La pelí-cula se basó en la novela de Mario Puzo quien con su director Francis Ford Coppola (tenía treinta y tres años cuando la diri-

gió) se encargó del guión y se les otorgó el Oscar al mejor guión adaptado.

Al ritmo de la música de Nino Rota, asistimos a la vida de crímenes y ex-torsiones de unos gángsters capaces de preservar a sus familias de todo rastro de su “vida profesional”. El relato tiene una fuerza imponente y cuenta con unas interpretaciones extraordinarias de un reparto donde actores veteranos con-viven con actores noveles, como un Al Pacino excepcional, un Robert de Niro, que en la segunda parte es el joven Vito Corleone (posteriormente ambos se es-tropearon al empezar a interpretarse a sí mismos y llenarse de tics) y Diane Kea-ton, discreta y contenida quien seis años después tendría el Oscar como mejor actriz por Annie Hall (Woody Allen).

El Padrino, es uno de esos filmes que el viento no se llevó y cuyos montajes paralelos revelan gran pericia y con-fieren a la cinta un tempo envidiable. Como ya comenté tuvo el Oscar al mejor actor, mejor guión adaptado y también a mejor película (merecía más) y dos años después le dieron seis a la segunda parte. ¡Qué gran película!

26 de OCTUBRE DE 2015 9

Sombras de cruces católicas, recuerdos o premoniciones puestas en imágenes bo-rrosas, desaceleraciones de las escenas en gotas de agua y, por último ingrediente, el FBI norteamericano en la lucha contra el mal. Todo esto son ya señas del tipo de película que el realizador Afonso Poyart ha montado en su cinta Solace.

Estelarizada por Anthony Hopkins y Colin Farrell en los roles de videntes en-frentados: uno al servicio de las fuerzas del bien de la policía norteamericana y el otro bajo las virtudes de una supuesta buenaventura que adelante el camino ha-cia la muerte para las pobres personas desahuciadas o atacadas de una enferme-dad que los llevará inexorablemente a la muerte.

La historia se centra en los misteriosos asesinatos de gente que no tenía, en apa-riencia, ninguna cosa en común. Para des-cubrir al asesino en serie, el FBI cuenta con un arma secreta: un viejo psiquiatra con el don de ver, a través de las energías de los objetos y personas, el pasado y fu-turo de su entorno. Este don lo ha llevado a volverse meditabundo, marginado y casi mudo. Sin embargo, este caso lo enfren-tará con otro virtuoso del mismo poder. La diferencia es que el primero lo usa para encontrar asesinos y el otro para liberar

del dolor a cualquiera. El drama policial de la búsqueda de un

asesino en serie se convierte, por el efecto de los montajes visuales y el discurso re-trógrado de los policías, en una apología de la sociedad norteamericana de morales conservadores: al benefactor de los ata-cados por enfermedades mortales se le crean escenografías de sombras de cruces negras, de grandes primeros planos so-bre los ojos encorvados y cejas cerradas, sonrisa irónica y, sobre todo, el defecto de adelantar el destino antes de que el “destino” disponga arrebatar los cuerpos mortales de la tierra; mientras que el otro,

se apoya en los recursos del bonachón “abuelito”, sabio y mesurado, tiene familia y ha perdido una hija, su caza es luminosa y sus apariciones se rodean por la luz del día, de los parques y de la camaradería de los buenos colegas policías.

Poyart enfrenta el discurso justiciero con el racional. Algo que también expuso Felix van Groeningen en su cinta The Broken Circle Breakdown aunque centrado en la cruda muerte del hijo del protago-nista. En la tierra y en Estados Unidos sólo la policía y Dios tienen el poder y el derecho de adelantar la muerte a la gente; cualquiera que lo haga por iniciativa pro-

pia es una amenaza para la sociedad. Un discurso moralista disfrazado de

justicia, justo en el momento en que gru-pos sociales reclaman libertad para gozar de su cuerpo sin definiciones de género y también por su derecho del buen morir.

Prémonitions (por su traducción en francés) es una mega producción al puro estilo hollywoodense y de los grandes circuitos en las salas comerciales, lo que le asegura exhibición sin barreras. Un granito de arena más que se acumula en la barrera social contra las manifestaciones que desde hace años van picando piedra para abrir caminos.

Desayuno en Tiffany’s, mon ku Premoniciones de HopkinsPor Carlos Belmonte Grey

Castillo de sal si puedesSi hay algo en esta vida seguro, si la historia nos ha enseñado algo,

es que se puede matar a cualquiera.

Michael Corleone (Al Pacino)

Por Ester Cárdenas

Cine

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LA GUALDRA NO. 21910

Del 28 de octubre al 2 de noviembreIntervención de Arte UrbanoTZOMPANTLI CREW, TRADICIÓN EN COLORA cargo de los grupos DF CREW, OCHO y AKPMuros de la Cancha de Fut Bol Av. Julio Ruelas, Esq. Calle Ho-jalateros, Col. Tres CrucesCoordinan: Unidad Estatal de Culturas Populares de Zacatecas yPrograma de Desarrollo Cultu-ral para la Atención de Públicos Específicos

XII Festival de la Muerte

de la Unidad Académica de Antropología de la UAZ28 y 29 de Octubre; de 10:00 a 20:00 horasExposiciones, mesas redondas, conferencias, talleres, proyecciones, concursos y tradicional callejoneadaCoordinan: Alumnos de laUnidad Académica de Antropología de la UAZCentro Cultural Ciudadela del Arte

Del 30 de octubre al 2 de noviembre7º Festival de Día de Muertos

TacoalecheExposiciones, Conciertos, Recitales, Artes Escénicas, Altares.Casa Grande de Tacoaleche, Guadalupe, Zac.Coordina: Escuela Popular de Arte “La Luz” y PEIDA-UAZMayores informes: Teléfono 768-2432

Miércoles 28 de octubre18:30 Hrs.INAUGURACIÓN4º FESTIVAL DE DÍA DE MUERTOS “Fray Joaquín Bolaños”Exposición: LA CATRINA,

BELLEZA DE LA MUERTEDe Gonzalo Montellano SánchezCentro Cultural Ciudadela del Arte

19:00 Hrs.Apertura de la OfrendaLos Caballitos Animeros, Tradición de Cuanajo, Mich.Dedicada a los 12 niños fallecidos el 12 de julio de 2015,en el municipio de Mazapil, Zac.Centro Cultural Ciudadela del Arte

19:15 Hrs.CharlaOfrenda purépecha “Los Caballitos Animeros”Imparte: Iselda MoralesCentro Cultural Ciudadela del Arte

20:00 Hrs.Teatro¡TERROR! CUENTOS ESCÉNICOSFactotum EscenaLeón, Gto.En el marco del Programa ¡Vive la Ciudad en el Teatro!Teatro Fernando Calderón

Jueves 29 de octubre20:00 Hrs.Inauguración de la Magna ExposiciónCALAVERAS 2015Casa Municipal de CulturaCoordina: Casa Municipal de Cultura

Viernes 30 de octubre18:30 Hrs.Teatro itinerante¡Por los viejos… tiempos!Grupo Guía NocturnaZacatecasRecorrido previo: en Plaza Miguel AuzaEscenario fijo: Segundo Patio del Museo Zacatecano

20:00 Hrs.Música tradicionalLa muerte en la tradición cantoraConjunto Estampa NorteñaZacatecasTeatro Fernando Calderón

Sábado 31 de octubre19:00 Hrs.Teatro comediaDon Juan Chilorio, ¡una comedia muy gastronómica!Grupo Los de la CasotaZacatecasPatio del Museo Zacatecano

19:30 Hrs.Ceremonia de Apertura entorno a laIntervención de Arte Urbano

TZOMPANTLI CREW, TRADICIÓN EN COLORA cargo de los grupos DF CREW, OCHO y AKPMuros de la Cancha de Fut Bol Av. Julio Ruelas, Esq. Calle Hojalateros, Col. Tres CrucesCoordinan: Unidad Estatal de Culturas Populares de Zacatecas yPrograma de Desarrollo Cultural para la Atención de Públicos Específicos

20:15 Hrs.Narración oralLas Leyendas del SerenoCompañía Artística Rocamontes MoralesZacatecasPatios del Museo Zacatecano

Domingo 1° de noviembre19:00 Hrs.Poesía y cantoFestejando a la muerteGrupo Tablas NuevasZacatecasPatio del Museo Zacatecano

PROGRAMA ACADÉMICO

Sábado 31 de octubrePrimer Fandango Regional de Teatro de TíteresCoordina: Martín Letechipía

Taller de dramaturgia para teatro de títeresImparte: Luis Nicolás Alfonso Gutiérrez Centro Cultural “La Cascara”Cupo máximo: 15 personasDe 9:00 a 13:00 horas

Taller de construcción de muñecos animadosImparte: Ana Rebeca Luna RamírezMuseo del juguete Tradicional “Etzcuincle”Cupo máximo: 15 personasDe 9:00 a 13:00 horas

Taller de máscaras teatralesImparte: María del Sagrario Rodríguez Granados (Grupo Camaleón)Museo de Arte Abstracto Manuel FelguérezCupo máximo: 15 personasDe 9:00 a 13:00 horas

Del 26 al 30 de octubreTaller de elaboración de Catrinas en papel machéImparte: Mtro. Óscar Daniel PinedaCupo máximo: 20 personasSala de la Bóveda

Centro Cultural Ciudadela del ArteDe 17:00 a 20:00 horas

Del 26 al 30 de octubreTaller literario “Escribe tu calavera”Imparte: Mtro. José Martín de Santiago MorenoSala anexa Antonio AguilarCentro Cultural Ciudadela del ArteDe 17:00 a 19:00 horas

Del 29 al 30 de octubreTaller artesanal “Pinta tu calavera”Decorado en calavera tradicional de azúcarImparte: María Magdalena Baltazar IncháurreguiCupo máximo: 15 personasArtesana en dulces de melcochaSala de la Bóveda ICentro Cultural Ciudadela del Arte

COLABORACIÓN DE RADIO ZACATECAS 97.9 F.M.Jueves 29 de octubreDe 16:30 a 17:30 horasEspecial de Tierra MestizaParticipa: Martín LetechipíaConducción y producción: Manuel Díaz Guerrero

Sábado 31 de octubreDe 10:00 a 11:00 horasEspecial de Chamacos al AireProducción: Sergio David Durón

Sábado 31 de octubreDe 12:00 a 13:00 horasEspecial de música, canto y danzaLa Muerte en LatinoaméricaConducción y producción: Manuel Díaz Guerrero

31 de octubre; 1º y 2 de noviembreCapsulasCalaveras LiterariasMaría Cristina EscobedoLa Mujer de Papel

Domingo 1º de noviembreDe 18:00 a 19:00 horasTeatro en atrilMacario, el ahijado de la muerteCon Ignacio López Tarso

Domingo 1º de noviembreDe 22:30 a 23:00 horasZacatecas en la Hora Nacional30 minutos dedicados al mexicanísimo tema de La Muerte

Lunes 2 de noviembreDe 10:00 a 12:00 horasEspecial de ParnasoConducción y producción:

Alma Yadira RiveraColaboración: Nidia Saucedo y Víctor Hugo Lozano

Lunes 2 de noviembreDe 12:00 a 13:00 horasEspecial de Tierra MestizaDedicado al Xantolo: Fiesta de los Muertos en la HuastecaConducción y producción: Manuel Díaz Guerrero

Lunes 2 de noviembreDe 17:00 a 18:00 horasTeatro en atrilMacario, el ahijado de la muerteCon Ignacio López Tarso

PROGRAMACIÓN CINETECA ZACATECAS

Miércoles 28 / 18:00 Hrs.LOBO - Dir. Edín AlaínMéxico / 2010 / 90 min.

Miércoles 28 / 20:00 Hrs.FREAKS (La parada de los monstruos)Dir. Tod BrowningEUA / 1932 / 64 min.

Jueves 29, 20:00 Hrs.EL GABINETE DEL DR. CALIGARIDir. Robert WieneAlemania / 1920 / 63 min.

Viernes 30, 18:00 Hrs.MACARIODir. Roberto GavaldónMéxico / 1960 / 91 min.

Viernes 30, 20:00 Hrs.EL EXORCISTADir. William FriedkinEUA / 1973 / 121 min.

Sábado 31, 18:00 Hrs.EL RESPLANDORDir. Stanley KubrickEUA / 1980 / 146 min.

Sábado 31, 20:00 Hrs.DRÁCULADir. Tod BrowningEUA / 1931 / 72 min.

1º de noviembre, 12:00 Hrs.LA LEYENDA DE LAS MOMIAS DE GUANAJUATODir. Alberto RodríguezMéxico/ 2014/ 84 min.

1º de noviembre, 18:00 Hrs.PSICOSISDir. Alfred Hitchcock EUA/ 1960/ 109 min.

4° Festival de Día de Muertos“Fray Joaquín Bolaños”

Del 26 de octubre al 2 de noviembre de 2015PROGRAMA GENERAL

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26 de OCTUBRE DE 2015 11Literatura

Mauricio Magdaleno, para intrusos

XXII. Una relación difícil: los Estados Unidos de América

Para Angélica López y Marta Aponte

Por Conrado J. Arranz*

Las complicadas relaciones que atra-vesaban México y Estados Unidos de América en relación con el petróleo, llevaron a Mauricio Magdaleno a hilvanar una fuerte crítica a las em-presas petroleras que operaban en territorio mexicano dentro de su no-vela Mapimí 37 (1927), que luego se convirtió en el drama teatral “Pánuco 137” (1933). En torno a 1936, Mau-ricio Magdaleno había mostrado en sus columnas periódicas una especial sensibilidad por el panamericanismo, sensibilidad que canalizó por medio de la elaboración de dos libros de ensayos, que tuvieron una importante repercusión: Hostos y Albizu Campos (1939) y Fulgor de Martí (1940).

Entre 1936 y 1940, Mauricio Magdaleno, además de su ensayo dedicado a los puertorriqueños, Euge-nio María de Hostos y Pedro Albizu Campos, había escrito numerosos artículos en torno a la problemática de la isla del Caribe y a sus dos políti-cos liberales e independentistas. Esta especial sensibilidad y divulgación le sirvieron para que le nombraran miembro del Comité Nacional para la organización del Centenario del Natalicio de Hostos, en donde reci-biría además una medalla de mérito. Con todo, su ensayo de 1939, Hostos y Albizu Campos, es el trabajo más riguroso desde el punto de vista intelectual y en el que muestra la postura más radical en torno a la realidad política de Puerto Rico, hasta el punto de parecer por momentos una verdadera declaración de guerra a los Estados Unidos de América: “A Hostos sólo cabe celebrarlo en Puerto Rico cuando su patria sea libre como él la soñó o a balazos ahora, pujando por desasirla del grillete del opresor extranjero”.

O cuando prevé el desenvolvi-miento de la guerra y llama a la unión de América: “América no contará en la epopeya en tanto sangre en ella el borbotón de oprobio de Puerto Rico encadenado”. Después de aportarnos rasgos biográficos de la vida de am-bos independentistas, y de la realidad actual de la isla, Mauricio Magdaleno aprovecha en el libro la última opor-tunidad para volver a la crítica hacia

Estados Unidos y los valores que transmite dentro del Continente, afir-mando: “Quizás la misma civilización materialista cuyo epifoco encuéntrese en Estados Unidos deba ser destruida para que América, reintegrada a la ver-dad de su destino, frague conciencia y cree rumbo original”.

Pese a esta postura radical, están documentados los repetidos esfuer-zos que hizo Mauricio Magdaleno en-tre los años 1939 y 1942 para conse-guir un trabajo que le facilitara pasar una temporada en los Estados Unidos de América. Es decir, el mismo año en que atacó de manera tan radical a los Estados Unidos de América en relación con el caso de Puerto Rico, buscó el otorgamiento de alguna beca de creación que le posibilitara salir de México. Por ejemplo, en octubre de 1939, Ramón J. Sender le confirmó haber mandado ya el informe confi-dencial que solicitaba la Fundación Guggenheim para el otorgamiento de su beca, le dijo además sentirse triste

por su marcha de un año a Estados Unidos, aunque le quedaba también el consuelo de poderlo encontrar allá. Lo mismo hicieron, pocos días después, su amigo Pedro de Alba y la investigadora de la Northwestern University de Illinois, Edith Bronson, quien le informaba que la beca se fallaría en junio de 1940. Pedro de Alba, además, decía haber hablado con Carlos Chávez para que éste ejerciera presión en la Fundación a favor de Magdaleno. Concha Romero le animó a presentar su solicitud de clases en algunas universidades, por ejemplo la de Chicago, aunque reci-bió la negativa de todas ellas. Y todo esto a pesar de que a partir de 1941, Magdaleno había dado un giro a su visión del vecino del norte, merced a la nueva etapa política que había ini-ciado Frank D. Roosevelt, quien tenía siempre una mirada cercana al Conti-nente. Este giro también estaba pro-piciado por el juego de alianzas que se perfilaban en la II Guerra Mundial,

en donde Estados Unidos de América y México formarían un flanco común.

En 1942 fue el propio Mauri-cio Magdaleno el que desistió del hecho de visitar Estados Unidos, tal y como confirmaría el Se-gundo Secretario de la Embajada de Estados Unidos en México: “Sentí saber por medio de su ama-ble carta del 22 de mayo que no le sería posible visitar los Estados Unidos en estos momentos. He sentido tener que comunicar esta decisión a mi Gobierno”. De esta forma, finalizaron sus conside-rables esfuerzos por pasar una temporada en Estados Unidos, que incluso lo habían llevado a solicitar un puesto consular en Nueva York.

Por el contrario, la obra de Mauricio Magdaleno gozó de una buena recepción crítica “al otro lado”. Su obra mereció diferen-tes reseñas que prácticamente se refirieron a la totalidad de sus novelas, además de otros artículos más amplios, como por ejemplo el de Benardete en Broo-klyn College, o John A. Crow, en

la University of California, Calvert J. Winter de Books Abroad, o el amplio estudio, parte de su tesis, de Ruth Stanton. Además, allí se tradujo y publicó El resplandor, en Viking Press, y también algunos dramas teatrales, por Ilse Probst Laas. Existen refe-rencias de que “Pánuco 137” (donde se recoge la crítica al imperialismo petrolífero gringo) fue llevada al cine, aunque aún no la hemos podido encontrar.

* (Madrid, 1979). Escritor, crítico, e investigador de proyecto en El Colegio de México. Doctor en

literatura española e hispanoamericana por la UNED, con una tesis sobre el universo literario de

Mauricio Magdaleno. Sus intereses de investiga-ción son la literatura española e hispanoamericana

de los siglos XIX y XX, prestando una especial atención a la narrativa mexicana y a la literatura del exilio español. Junto a Andrés del Arenal ha

coordinado la colección de ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan Rulfo (Calygramma /

EstoNoEsBerlín, 2013) y ha realizado la edición, el estudio preliminar y las notas de la novela El

resplandor, de Mauricio Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013). Actualmente reside en

México, DF.

Imagen del mártir Pedro Albizu Campos, líder independentista puertorriqueño.

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12

En el momento en que escribo este texto, los Cubs derrotan a San Luis y acceden a la final de la Liga Nacional de Béisbol. Han librado dos etapas: el juego de comodines y la final divisional. Según BTF II, los Cubs alcanzan el campeonato en 2015 con las apuestas en con-tra de 99 a 1. Ganan la Serie Mundial después de más de 100 años. En el momento en que es-cribo este texto los Cubs están a ocho juegos de cumplir con su destino: “It’s fate, Cubs, fate”. He tuiteado durante toda la semana la frase, o encantamiento diría yo, que escribí antes de este enunciado: It’s fate. No recuerdo ningún otro augurio cinematográ-

fico que estuviera tan a punto de cumplirse. Si BTF tiene razón, los Cubs están fatalmente destinados a coronarse en el rey de los depor-tes. Robert Zemeckis y Bob Gale podrían con-vertirse en los Nostrada-mus del siglo XXI.

En 1898 Morgan Robertson escribió Fu-tility, esa novela donde un barco llamado Titán choca contra un iceberg y se hunde. Años después, como sabemos, tal como lo predijo Robertson, el Titanic se hundiría. De haberse tomado en cuenta el augurio, quizá Jack (Leonardo DiCaprio) no hubiera tenido que morir congelado para sal-var a Rose (la mil veces bella Kate Winslet).

A lo mejor los Cubs

no han sido campeo-nes por una cuestión meramente literaria: su futuro estaba en 2015. Su futuro es ahora. Cual-quier otra razón hubiera roto nuestra narrativa y tal vez destruido el universo. Los Cubs en ese caso, se han sacrifi-cado por nosotros. Los Cubs son héroes. Nadie como ellos ha tenido que jugar sabiendo que vivirían fracaso tras fracaso. Y quizá lo peor de ese 2015 es que ya no importa si son cam-peones. Han cumplido con el sino, con el hado, con la diosa fortuna. Lo verdaderamente importante era que no fueran campeones en el pasado, porque lo serían en el futuro y el futuro es ahora.

LA GUALDRA NO. 219 / 26 DE OCTUBRE 2015

Back to the Future [2 de 4]

I guess you guys aren’t ready for that yet. But your kids are gonna love it!

Marty McFly

Por Edgar Khonde

— ¡Ai viene El Ojosdetoroloco!Remigio Chaires alcanzó a oír y el rostro se le nubló

de coraje. Con la mirada descargó toda su furia. La banda estaba más que divertida. Le importaba un rábano el coraje de Chaires. Siguió caminando por la acera con paso firme.

Ya estaba más que declarada la guerra. Guerra a muerte. El Nene lo miró con profundo desprecio a través de los

cristales oscuros de los anteojos, sin dejar de fumar, recar-gado en la pared de la esquina, en actitud de mevalemadre.

—¡Ese güey es hijo de El Monje loco!— Dijo El Chu-pas. Los ojos le brillaban de contento, entre sus dedos se balanceaba una espumosa. En los labios un cigarrillo semi apagado.

Remigio Chaires siguió caminando como si nada. No oigo nada. No oigo nada. Tengo orejas de pescado. Repetía Chaires mordiéndose los labios. Caminando rápido… pero sin correr…

—Es el camote de La Llorona. Ya tiene un buen de an-darle midiendo el aceite—, se escuchó una voz rasposa, rota, anónima pronunciada a media voz.

—El Ojitos—, dijo El Ping Pong, con una risita ratonil y las manos metidas en los bolsillos delanteros del pantalón, jugando con las llaves, las monedas…

—La Tapatía…— Se escuchó entre la bolita de batos que estaban haciendo esquina, mirando recelosos para todos la-dos, mascando chicle, fumando, bebiendo chelas y chescos… La brosa… Los Chiquilines… La raza…

Remigio Chaires optó por cubrirse los ojos con unas gafas oscuras… Muy oscuras, de armazón blanco.

—¡Ai viene la Kitty de Hoyos! ¡Que se encuere! ¡Que se encuere! ¡Pelos! ¡Pelos!

Chaires se puso rojo de coraje, rojo jitomate. Rojo como la bandera de China.

—¡Que baile cha cha chá!Un coro atronador de carcajadas y risas resonó por

toda la calle. Chaires bufó como res en el matadero. Como fiera

acorralada. Como máquina de vapor… La batalla estaba perdida. No había nada que hacer.

Todo se había ido al mismísimo carajo.

OjosdetorolocoPara Bernardo Araujo

Por Alberto Huerta

Río d

e Pal

abra

s

Muchos de mis libros son robados, sí, no me da vergüenza confesarlo, sé que a lo mejor me voy a ir al infierno, y que pasaré por los tormentos de los círculos que retrata Dante. Por cierto fue éste, con su Divina Comedia, con quien inició esta carrera delictiva que seguiría desarrollando con el tiempo. No pude resistir al estar en la biblioteca ver ese libro todo empolvado, hacía años que nadie lo tocaba; por cierto, yo creo que a estas fechas aún no se han dado cuenta de que falta. Sí, robo libros, lo confieso, pero en mi defensa debo apelar que los libros que he hurtado los leo. Claro hay quien roba sólo por el gusto de hacerlo por acumular cosas no, yo lo hago porque me gusta, porque de repente siento la necesidad de leerlos. Sé, también, que con

esta declaración me estoy echando la soga al cuello. No faltará la mirada desconfiada del amigo que me observe con recelo, pensando que soy la causa del desfalco en sus libreros. Pero no, a mis amigos nunca les he robado, les pido libros sí, aunque pocas veces los devuelvo. Sé también, que puedo defenderme utilizando un sinfín de argumentos, por ejemplo: los recursos económicos, el alza de precio, la poca acce-sibilidad que se tiene a ellos. Pero todo eso no sería cierto. Simplemente me gustan los libros, me atrae quedarme con ellos por sus autores, por las épocas o por sus conteni-dos; sí, por eso me robo libros. No importa que vaya al infierno. No le hace que el dia-blo me queme en la hoguera que haga con las páginas que se desprendan de ellos.

Libros Para Marthell Luna, por Rayuela y El Tambor de Hojalata

Por Pilar Alba

Materiales para una hora de ocio. 1879. Óleo sobre tela. Museo Museo Thyssen-Bornemisza. Su autor, el esta-dounidense William Harnett, falleció un 27 de octubre de 1892, así lo recordamos en La Gualdra.