la filosofía en la china

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LA FILOSOFÍA EN LA CHINA Entre los fenómenos más notables que distinguen y caracterizan al pueblo sínico, ocupa lugar preferente su aislamiento completo, tenaz y perseverante, con respecto a los demás pueblos y naciones. Un pueblo de trescientos millones de almas, que a través de guerras, conquistas, revoluciones y cambios de dinastías, se conserva al cabo de muchos siglos de existencia en completo aislamiento de las razas y pueblos que le rodean, constituye uno de los fenómenos históricos más extraordinarios. Nuestra civilización y nuestras razas, cuyas primeras raíces buscamos en la región de los Aryas y en la India, tan próximas a la China, nada deben a ésta. Si se exceptúa la invasión búdhica, que apenas se dejó sentir más que en las capas sociales inferiores, limitándose su acción aun sobre éstas a la introducción de ciertas fórmulas y prácticas religiosas, el pueblo chino se mantiene desde la más remota antigüedad en completo apartamiento, sin que sean parte a sacarle de este estado, ni su contacto con los hijos de Ormuzd y de Brahma, ni siquiera sus relaciones religiosas y comerciales con los pueblos europeos, a contar desde el siglo XVI. Sin alianzas con los extranjeros, sin ejercer atracción ni expansión sobre sus vecinos, viviendo su propia vida y concentrado en su propia acción, este vasto y antiguo imperio forma o representa una especie de episodio en el cuadro viviente y armónico de la historia universal. De su Filosofía puede decirse que se halla en relación con este aislamiento nacional; pues, lejos de responder a la antigüedad y grandeza de la nación, es de escaso valor intrínseco. Confucio mismo, «el filósofo y el sabio por excelencia,» como le apellidan sus compatriotas; «el preceptor más grande de los pueblos que vieron jamás los

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LA FILOSOFA EN LA CHINAEntre los fenmenos ms notables que distinguen y caracterizan al pueblo snico, ocupa lugar preferente su aislamiento completo, tenaz y perseverante, con respecto a los dems pueblos y naciones. Un pueblo de trescientos millones de almas, que a travs de guerras, conquistas, revoluciones y cambios de dinastas, se conserva al cabo de muchos siglos de existencia en completo aislamiento de las razas y pueblos que le rodean, constituye uno de los fenmenos histricos ms extraordinarios. Nuestra civilizacin y nuestras razas, cuyas primeras races buscamos en la regin de los Aryas y en la India, tan prximas a laChina, nada deben a sta. Si se excepta la invasin bdhica, que apenas se dej sentir ms que en las capas sociales inferiores, limitndose su accin aun sobre stas a la introduccin de ciertas frmulas y prcticas religiosas, el pueblo chino se mantiene desde la ms remota antigedad en completo apartamiento, sin que sean parte a sacarle de este estado, ni su contacto con los hijos de Ormuzd y de Brahma, ni siquiera sus relaciones religiosas y comerciales con los pueblos europeos, a contar desde el siglo XVI. Sin alianzas con los extranjeros, sin ejercer atraccin ni expansin sobre sus vecinos, viviendo su propia vida y concentrado en su propia accin, este vasto y antiguo imperio forma o representa una especie de episodio en el cuadro viviente y armnico de la historia universal.De su Filosofa puede decirse que se halla en relacin con este aislamiento nacional; pues, lejos de responder a la antigedad y grandeza de la nacin, es de escaso valor intrnseco. Confucio mismo, el filsofo y el sabio por excelencia, como le apellidan sus compatriotas; el preceptor ms grande de los pueblos que vieron jams los siglos, en expresin de los mismos, que suelen apellidarle tambinel colmo de la santidadyla cima del gnero humano, no pasa de ser un moralista mediano, y apenas merece el nombre de filsofo en el sentido propio de la palabra. Hegel observa, con razn, que la Filosofa tan decantada de Confucio se reduce a una moral que no entraa mrito especial, y que no pasa de ser un conjunto de mximas vulgares. Los destas e incrdulos del siglo de Rousseau y de Voltaire ensalzaban hasta las nubes la moral confuciana, bien as como los racionalistas de nuestros das preconizan la moral bdhica, llevados unos y otros del afanoso deseo de equiparar y hasta de sobreponer aquellas teoras a la moral de Jesucristo. Semejantes exageraciones hoy slo pueden hallar eco entre personas que ignoren por completo el contenido de los libros atribuidos al filsofo chino, o, mejor dicho, redactados por sus discpulos; porque la verdad es que los que tengan conocimiento de estos libros, no pueden negar que la moral enseada por Confucio se halla a inmensa distancia, no ya slo de la moral cristiana, sino de la enseada por algunas escuelas filosficas del paganismo. La moral contenida en el libroDe Officiisde Cicern es ms pura y ms completa que la contenida en losSse-chou, o libros clsicos de la moral confuciana. Excusado parece aadir que la teora tica del Prtico y las mximas morales de Epitecto y Sneca valan mucho ms que la moral profesada y enseada por los filsofos de la China.FILOSOFA DE LAO-TSEULao-tseu, que naci seis siglos antes de la era cristiana, puede apellidarse el representante de la metafsica snica, como Confucio es el representante de la direccin moral. Segn Lao-tseu,Tao(literalmente, elgran camino) es el principio, el fondo y la esencia de todas las cosas. Este Tao, o ser primitivo, apellidado tambin por el filsofo chino larazn primera, es a la vez el No-ser y el Ser, porque es el Ser virtual, latente y potencial, y es a la vez el ser actual, explcito y manifestado (Hegel, Schelling); es ideal y fenomnico, indistinto y distinto, ilimitado y finito, en una palabra, el Tao de Lao-tseu es la Substancia nica, el Todo, la Esencia absoluta de todo pantesmo.Este Ser absoluto, indistinto e innominado en su origen, pasa a ser contingente y material, distinto y nominado, a medida que produce o saca de su fondo las cosas, o sea en cuanto se fracciona y manifiesta, revistiendo diferentes formas. El Tao o la Razn suprema, se dice en elTao-te-king, que es la obra capital o libro principal de Lao-tseu, considerado en su estado de inmovilidad, carece de nombre.... Slo cuando comenz a dividirse y revestir formas corporales tuvo un nombre.... El Tao o la Razn suprema existe en todo el universo, y lo penetra con toda su existencia, a la manera que los ros y torrentes de los valles se extienden en los ros y los mares.Por lo que hace al proceso de las cosas del Tao o Ser absoluto, la doctrina del filsofo chino presenta bastante analoga con la de los neoplatnicos de Alejandra, de la cual se distingue, sin embargo, por la importancia o papel especial que en dicho proceso se atribuye al principio femeninoyin, y al principio masculino, apellidadoyang. Segn el testimonio de los mismos discpulos e intrpretes chinos de Lao-tseu, su teora sobre este punto puede condensarse en los siguientes trminos: El Tao o Razn primera produjo el Uno, es decir, pas del estado del No-ser al estado del Ser. Uno produjodos, dividindose en principio femenino oyin, y en principio masculino oyang. Dos produjotres, es decir, el principio femenino y el masculino, unindose, produjeron la armona. Tres produjo la universalidad de los seres.)De aqu la importancia que Lao-tseu, y en general la Filosofa china, atribuye al nmero, aproximndose algo en esta parte a la doctrina de los pitagricos. Para Lao-tseu y sus compatriotas, el orden, el proceso y las relaciones del universo y de sus partes, corresponden al orden, proceso y relaciones de los nmeros. Como stos se dividen en impares y pares, as las substancias csmicas se dividen en celestes y terrestres: el nmero impar, como ms perfecto, responde a las primeras; el nmero par corresponde a las segundas, porque es menos perfecto que el impar. La dcada o decena es uno de los nmeros ms importantes, a causa de sus aplicaciones aritmticas.La teora de Lao-tseu sobre la vida y la muerte, se halla en consonancia con su concepcin pantestica acerca del origen y proceso de las cosas. Todos los seres, se dice en el citado libroTao-te-king, aparecen en la vida en un movimiento continuo. Vemos que se suceden los unos a los otros, apareciendo y desapareciendo alternativamente. Estos seres corporales, en su movimiento continuo, revisten diferentes formas exteriores; pero cada cual vuelve a su raz y a su principio. Volver a su raz y a su principio, significa entrar otra vez en la inmovilidad absoluta.La moral de Lao-tseu, en la cual se ocup muy poco, segn queda indicado, consiste en la negacin y desprendimiento de toda actividad, de toda mudanza, de toda pasin o alteracin; consiste, en una palabra, en la indiferencia absoluta y en el no-obrar, como medio de llegar a la absorcin e identificacin brahmnica con el Tao o Ser inmutable, indistinto e innominado. El ltimo trmino de la perfeccin, escribe el filsofo chino, es elno-obrary elcolmo del vaco.Parece que Lao-tseu, queriendo sancionar esta teora moral con su propia conducta, abandon sus honores, su casa y sus riquezas, y muri haciendo vida solitaria en las selvas. Despus de su muerte, fue muy venerada y preconizada su memoria por sus discpulos y admiradores, que hicieron de l una encarnacin del Tao o Razn suprema, y hasta le atribuyeron una existencia anterior a la de sta. Sin embargo, su nombre no alcanz la celebridad popular ni los honores divinos que se tributaron y tributan a su compatriota Confucio.CONFUCIO Y SU FILOSOFANaci ste cincuenta aos despus de Lao-tseu, y en sus escritos, o, mejor dicho, discursos filosfico-populares, sigui una direccin esencialmente prctica y moral, enfrente de la especulativa y metafsica de Lao-tseu. Parece queConfuciose sirvi de conversaciones familiares para ensear y propagar su doctrina, la cual fue recogida y compilada por sus discpulos en cuatro libros, que son elTa-hioo grande estudio; elTchoung-youngo sea la invariabilidad en el medio; elLun-yu, o conferencias filosficas; elMeng-tseuo dilogos de Confucio, recogidos por un discpulo suyo de este nombre. En uno de estos libros se pone en boca de Confucio el siguiente discurso, que resume y compendia su teora moral en lo que tiene de ms racional y slido:Nuestros antiguos sabios, decaKhoun-tseu(Confucio), practicaron antes que nosotros lo que acabo de exponeros; y esta prctica, generalmente adoptada en los tiempos antiguos, se reduce a la observancia de las tres leyes fundamentales de relacin, entre los soberanos y los sbditos, entre los padres y los hijos, entre el esposo y la esposa, y a la prctica exacta de las cinco virtudes capitales, que basta nombrarlas para haceros comprender su excelencia y necesidad. Son estas virtudes, lahumanidad, o sea el amor universal entre todos los de nuestra especie sin distincin; lajusticia, que da a cada individuo lo que le es debido, sin favorecer a uno sobre otro;la conformidad con los ritos prescritos y con los usos establecidos, a fin de que los miembros de la sociedad tengan un mismo modo de vida e igual participacin en las ventajas e inconvenientes de la misma; lahonradez, o sea aquella rectitud de espritu y corazn que nos induce a buscar en todo la verdad, y a desearla sin querer engaarse a s mismo ni a otros; y, finalmente, lasinceridado labuena fe, es decir, aquella franqueza de corazn mezclada de confianza que excluye todo fingimiento y disfraz, tanto en la conducta como en las palabras. He aqu lo que hizo a nuestros primeros maestros, respetables durante su vida, y lo que inmortaliz su nombre despus de la muerte. Tommoslos por modelos; empleemos todos nuestros esfuerzos en imitarlos.A juzgar solamente por este pasaje, podra decirse que la moral confuciana se acerca a la moral evanglica ms que otra alguna. Bien es verdad que aun bajo este punto de vista, sera muy inferior siempre a la moral de Jesucristo, ya porque a esas virtudes confucianas les falta la eficacia, la elevacin y el aroma inherentes al amor de Dios, base y condicin de la perfecta ley moral, ya porque la exposicin y enseanza puramente humanas de esas virtudes naturales y racionales, no llevan consigo, ni su amor eficaz ni su prctica, amor y prctica que slo se consiguen bajo la influencia de la fe divina y de la gracia que fortalece. Buen testigo es de esta verdad, la espantosa corrupcin de costumbres que se observa entre los chinos, a pesar de la pureza de la moral y de esas virtudes enseadas por Confucio; y eso que la veneracin a la persona y doctrina de ste, lejos de disminuir, han aumentado hasta recibir honores divinos por parte de todos los habitantes de aquellas regiones, desde el Emperador y los literatos hasta las ltimas clases de la sociedad.Pero aparte de esto, y prescindiendo de este orden de consideraciones, basta fijar la atencin en los dems puntos de la doctrina, as moral como especulativa de Confucio, para convencerse de que la razn humana, abandonada a sus propias fuerzas, coloca y colocar siempre errores y deformaciones al lado de las verdades y bellezas.Bunsen resume en los siguientes trminos algunos de los puntos principales de la doctrina de Confucio: El Cielo (Tien) es para Confucio sinnimo de la Divinidad, de la cual la expresin ms sublime es el mundo de los astros. La palabra Dios no es para l un sonido vaco, hueco y destituido de significacin real, sino que expresa el conjunto de los cuerpos.El Espritu (Chin) no tiene realidad para el filsofo chino, sino en el sentido de genio, de sombra de los antepasados, en honor de los cuales este hombre excelente haba instituido un culto de reconocimiento. Empero, qu es el espritu? La fuerza que reside en la materia. Qu es la materia? El producto de dos substancias primitivas. He aqu, en substancia, con ms algunos preceptos de moral, lo que constituye la religin popular que Confucio ense a los chinos. Estas apreciaciones de Bunsen se hallan corroboradas por la historia y la experiencia presente, siendo por dems sabido que las clases ilustradas y los literatos en China, o sea los que representan las tradiciones y la enseanza de Confucio, a quien reconocen y veneran como legislador y maestro, hacen profesin de atesmo y materialismo.Las respuestas evasivas que el filsofo chino sola dar a los que le interrogaban de una manera directa y concreta acerca de la inmortalidad del alma, son una prueba ms de su pensamiento materialista (1), siquiera el temor de chocar tal vez y de herir las creencias del pueblo, le impusieron cierta reserva.Otro de los puntos de la moral de Confucio, que revela la imperfeccin de sta, a la vez que la debilidad de la razn humana abandonada a s misma, hasta en los hombres dotados de superior inteligencia y de aptitudes especiales en el orden moral, es su doctrina acerca de los vaticinios, augurios y suertes por medios pueriles y supersticiosos.FILOSOFA DE TCHOU-HIDespus de la muerte y respectiva apoteosis de Lao-tseu y de Confucio, la Filosofa sigui su direccin, y especialmente la del ltimo, sin producir escuelas ni filsofos que merezcan especial mencin. Slo en el siglo XII de nuestra era, cuando ya haban pasado diez y siete siglos sobre la tumba de Confucio, apareci una nueva escuela, cuyo fundador fueTcheou-lien-kioTcheoti-tseu, pero cuyo principal representante esTcho-hi.Ya se ha indicado arriba que la Filosofa de Confucio prevaleci sobre la de Lao-tseu. Pero la Filosofa de Confucio, ms bien que Filosofa, es un sistema poltico-moral, es una Filosofa esencialmente incompleta y parcial, porque carece de base metafsica y hasta de base psicolgica, al paso que la Filosofa de Lao-tseu es metafsica y casi exclusivamente especulativa. En vista de esto, nada ms natural que ponerlas en recproco contacto y completar la una con la otra. Esta fue la empresa que acometieron los filsofos citados, cuya escuela, por consiguiente, viene a ser una especie de ensayo o sistema eclctico, que pudiera apellidarseneo-confucianismoen atencin a que la doctrina poltico-moral de Confucio, universalmente recibida y practicada por la nacin, constituye el fondo y como la trama principal de su concepcin filosfica.Las principales modificaciones introducidas por esta escuela en la doctrina de Confucio, combinando con sta algunos de los elementos metafsicos de Lao-tseu, pueden condensarse y resumirse en los siguientes trminos:a)El Ser supremo, apellidadoTa-kipor los discpulos de Confucio, es el Ser latente e innominado de Lao-tseu, es el gran Todo de este filsofo, cielo y tierra a la vez, espritu y materia, etc., pues aunque cada uno de estos seres, dice el fundador del neoconfucianismo, tiene su naturaleza propia e individual, sin embargo, todos los seres del universo reunidos son elTa-ki.b)ElTaooRazn supremade Confucio, es para la nueva escuela el mismoTa ki, considerado comosubstratumy razn eficiente de sus evoluciones y acciones, o sea de los seres que de l proceden por emanacin de su propia y nica substancia. Aunque hay dos nombres, dice el representante principal de esta escuela, Tchou-hi, no hay dos substancias originariamente.c)ElTa-kio Substancia absoluta, que, como se ha dicho, posee en s el Tao o Razn suprema y eficiente, se manifiesta en el espacio y el tiempo bajo las dos formas deyingyyang, o sea como materia y como espritu. Pero no se crea que la materia y el espritu tienen aqu el mismo sentido que entre los europeos. Para la Filosofa neoconfuciana, y en general para la Filosofa china, el espritu es una materia ms sutil que la grosera y visible de los cuerpos. Algunas veces se le da el nombre de materia celeste,macho celestial, en contraposicin a lahembra terrestreo materia inferior.d)De la unin y combinacin de estos dos modos o formas del ser, elyangy elying, resultan cinco elementos, que son la madera, la tierra, el metal, el agua y el fuego, los cuales engendran y constituyen todos los dems seres del universo, incluso el hombre con sus facultades fsicas, intelectuales y morales. As es que el amor o benevolencia procede de la madera, la fidelidad procede de la tierra, la justicia del metal, la prudencia se deriva del agua, y la civilizacin del fuego.Estos mismos elementos se hallan representados en el cielo por cinco genios (Chan-ti) que dirigen la marcha general de las causas naturales, sin perjuicio de otros espritus (aeriformes) y genios inferiores, que presiden a los diferentes fenmenos de la naturaleza, como los truenos, la lluvia, los vientos.e)En el hombre hay tres cosas, a saber: lainteligencia, que es una derivacin o manifestacin del Tao o Razn suprema, en la cual debe reentrar al separarse del cuerpo, aunque el neoconfucianismo no se explica sobre este punto; elprincipio sutildel elemento material o corpreo, y laparte ms groserade este mismo elemento, o sea del cuerpo humano. Cuando sobreviene la muerte, el principio sutil (hen) vuelve al cielo y se convierte en espritu (Chino espritu aeriforme, cuerpo sutil); la parte inferior y ms grosera del cuerpo, llamadaphevuelve a la tierra, y se convierte en koue, o sea en genio, el cual es grado de ser inferior alchin, o lo que se llama espritu, por ms que ni uno ni otro son verdaderos espritus, sino grados y modos de ser ms o menos sutiles de la materia.Como se ve por estas indicaciones, el neoconfucianismo o la Filosofa de Tchou-hi, se reduce a una amalgama informe y hasta contradictoria alguna vez, de la concepcin pantesta de Lao-tseu, con las tendencias escptico-ateas, y con las ideas materialistas de Confucio. Esta Filosofa neoconfucianista de Tchou-hi, es hoy la Filosofa oficial y nacional de la China, y sabidas son las opiniones negativas de los literatos chinos en orden a la existencia de un Dios personal, vivo y providente, lo mismo que en orden a la inmortalidad del alma.__________(1) Cuando le preguntaban su opinin sobre la muerte, sola responder: Cmo he de saber lo que es la muerte, cuando todava no conozco la vida? En otra ocasin en que sus oyentes le preguntaban si los antepasados a quienes se daba culto tenan conocimiento de ste, les contest en los siguientes trminos: No conviene que manifieste claramente mi opinin sobre este punto. Si dijera que los progenitores son sensibles a los homenajes que se les tributan, que ven, oyen y saben lo que pasa aqu en la tierra, sera de temer que sus descendientes, llevados de una piedad filial demasiado viva, descuidaran su propia vida por atender a la de sus antepasados. Si, por el contrario, dijera que los muertos no saben lo que hacen los vivos, sera de temer que se descuidaran los deberes de la piedad filial, que cada cual se encerrase en un estrecho egosmo, y que se quebrantaran de esta suerte los lazos ms sagrados que unen las familias entre si.