la etica de jesus

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Nombre: Ian cruz Antazu Profesor: López Mendoza José Curso: Ética Cristiana X LA ETICA DE JESUS INTRODUCCION. La ética de Jesús, alude a los principios morales que ÉL proclama para quienes le quieran seguir como discípulos. Se trata, según el sentido profundo de las llamadas "bienaventuranzas", de establecer una ética de la bondad que incluye, sin duda, la observancia de una moral jurídica, pero que la desborda totalmente. Pues no se trata sólo de ser un hombre "justo", sino, ante y sobre todo, un hombre misericordioso. Si, como ya adelantaron los filósofos griegos, la justicia constituye la piedra angular que deberá regir el comportamiento de la vida ciudadana, la misericordia coloca al hombre en general ante su ilimitada libertad y su capacidad de perdonar todo acto que se cometa contra cada uno de nosotros, sin que para ello tenga que exigir contrapartida alguna; elevando a categoría suprema de la acción individual "el perdón de los enemigos", "le amar a quienes nos ofenden",

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La etica de Jesus en el evangelio

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Nombre: Ian cruz AntazuProfesor: Lpez Mendoza JosCurso: tica Cristiana X

LA ETICA DE JESUS

INTRODUCCION.La tica de Jess, alude a los principios morales que L proclama para quienes le quieran seguir como discpulos. Se trata, segn el sentido profundo de las llamadas "bienaventuranzas", de establecer una tica de la bondad que incluye, sin duda, la observancia de una moral jurdica, pero que la desborda totalmente. Pues no se trata slo de ser un hombre "justo", sino, ante y sobre todo, un hombre misericordioso. Si, como ya adelantaron los filsofos griegos, la justicia constituye la piedra angular que deber regir el comportamiento de la vida ciudadana, la misericordia coloca al hombre en general ante su ilimitada libertad y su capacidad de perdonar todo acto que se cometa contra cada uno de nosotros, sin que para ello tenga que exigir contrapartida alguna; elevando a categora suprema de la accin individual "el perdn de los enemigos", "le amar a quienes nos ofenden", a vivir en un amor sin lmites que no puede ser destruido por nada, ni por nadie

ETICACONCEPTO:La tica est vinculada con lamoralque rige el obrar correcto. La tica est marcada por normas que son la base para diferenciar entre el bien y el mal, uno de los temas filosficos por excelencia.

EL EVANGELIO Y EL CAMBIO La tica de Jess fue una tica de cambio. Jess, en efecto, cambi muchas cosas. Pero, sin duda alguna, de todo lo que Jess modific, lo que ms llama la atencin es el cambio que introdujo en los valores que El Evangelio y el cambio deben regir la vida de las personas y en la conducta que tienen que adoptar quienes pretendan asumir la forma de vida que traza el Evangelio.Los cambios, que introdujo Jess en su forma de entender la tica fueron tan profundos que sorprendieron, desconcertaron y hasta escandalizaron a mucha gente.Los cambios, que introdujo Jess en su forma de entender la tica fueron tan profundos que sorprendieron, desconcertaron y hasta escandalizaron a mucha gente. Lo que ms llama la atencin, en este sentido, es que Jess desconcert y escandaliz, sobre todo, a la gente ms religiosa de su tiempo. Los pecadores, los publcanos, las prostitutas, las mujeres de mala fama, los excluidos de la sociedad, toda esa especie de "chusma" (como dicen los "observantes") estaba encantada con Jess y lo segua entusiasmada. Lo cual quiere decir que aquellas gentes desgraciadas se sentan bien con Jess. Sin duda, porque l los comprenda, los acoga, nunca les echaba nada en cara, los trataba con respeto y, por supuesto, siempre encontraban cario en Jess aquellas personas que, para la gente "respetable", eran unos desgraciados.

CAMBIO Y DESCONCIERTOEst fuera de duda que Jess provoc enseguida una impresin fuerte de cambio. Porque con l apareci, en su tiempo, en aquella sociedad y en aquella cultura, algo completamente nuevo. El evangelio de Marcos lo dice con toda claridad y desde el primer momento. Apenas Jess se haba puesto a predicar, result que un sbado "entr en la sinagoga e inmediatamente se puso a predicar". "listaban impresionados de su enseanza, pues les enseaba como quien tiene autoridad, no como los letrados" O sea, la gente not enseguida la diferencia entre Jess y los telogos de entonces. La diferencia estaba en la "autoridad", cosa que, por lo visto, no tenan los telogos aqullos. Y es que los letrados se dedicaban a repetir lo que les haban enseado a ellos. No tenan libertad. Ni, por tanto, creatividad. Jess, sin embargo, iie un hombre libre y creativo, que deca, no lo que le haban enseado, sino lo que la gente necesitaba.EL ENTIERRO Y LA BODAEl cambi que trajo Jess a esta tierra, a nuestra manera de entender y practicar la religin. Jesus comparo las dos cosas ms opuestas en esta tierra, la muerte y la vida. O dicho con ms propiedad, Jess compar todo este asunto con los smbolos de la muerte y de la vida: el entierro y la boda. Porque en eso, nada menos que en eso, est la diferencia entre Juan Bautista y jess.Jesus compara a Juan Bautista con un entierro y l se compara as mismo con una boda. Porque Juan no coma ni beba, mientras que Jess haca esas cosas hasta el extremo de que haba quien lo tena por un comiln y un borracho.Juan no disfrutaba de la vida, de manera que su vida era muerte. Jess, por el contrario, disfrutaba de la vida, de forma que hasta se le tena por un vicioso.La tica de Jess es la tica de la vida, del gozo y del disfrute de la vida. Jess no fue un asceta del desierto. Ni fue un penitente que castigaba su cuerpo, como lo haca el Bautista. Porque Jess crea en la vida Y quera (y quiere) que todos vivamos y gocemos de la vida.La tica de Jess es la tica del gozo de vivir para todos, del gozo compartido por todos, sin excluir a nadie. Y eso es lo que ms cuesta asumir y aceptar como proyecto de vida. Porque la asctica ms dura, no es la de la renuncia, sino la de la donacin.

EL CAMBIO DESCONCERTANTE.Hoy estamos viviendo un cambio desconcertante. Porque todo cambio descoloca y posiblemente tambin desconcierta. Pero, sobre todo desconciertan los cambios que modifican nuestras creencias y nuestro valores.Y esto ha trado como consecuencia, entre otra cosas, que las dos grandes instituciones, transmisoras de creencias y valores, la religin y la familia, no slo se ven sometdas a un profunda crisis de deterioro, sino que (por eso precisamente) esas dos grandes instituciones han perdido capacidad para transmitir las creencias y los valores que, durante siglos, han dado sentido a la vida de la gente en nuestra cultura.Jess fue muy crtico precisamente con las dos mismas instituciones que hoy estn en crisis Jess fue crtico con la religin. Y por eso tuvo tantos y tales conflictos con los dirigentes religiosos. Hasta el extremo de que, como bien sabemos, la religin acab con Jess y termin condenndolo a muerte de la peor manera.Sabemos que Jess dijo: "No pensis que he venido a sembrar paz en la tierra; no he venido a sembrar paz, sino espadas; porque he venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; as que los enemigos de uno sern los de su casa" (Mt 10, 34-35).

LA RELACIN ENTRE LA RELIGIN Y LA TICA.

La tica de Jess es una tica basada en la experiencia religiosa. Uno de los elementos bsicos en las enseanzas de Jess es su nfasis sobre el nuevo nacimiento, o sea, la fe en l.

Por eso la base para pedir un comportamiento tico viene del compromiso de seguir a Jess.

Mateo 22:7 39 Jess present sus palabras ms condenatorias para los escribas y los fariseos, lderes religiosos que dieron ms importancia a los ritos relacionados con la expresin religin que la actitud del adorador.

Mat 23:23. La experiencia religiosa de la conversin es la puerta de entrada al reino de Dios. Uno as toma las demandas del ciudadano del reino las cuales abarcan una moral personal y social: Primero es el amor hacia Dios, el cual producir el amor en la relacin con el prjimo.

UNA TICA NO SISTEMATICA.

Al encontrar la multitud, Jess comenz a ensearles los ideales que l consideraba de mayor valor. Explic la relacin de sus enseanzas con la ley moral del antiguo testamento dio ilustraciones especficas de acciones apropiadas segn las circunstancias.

UNA TICA CON ENFOQUE INTERNO.

Jess tom los diez mandamientos que tienen que ver con responsabilidad hacia el prjimo e hizo un enfoque en las actitudes internas que producan el adulterio, la mentira y el robo. Jess supo que si podemos controlar las races del comportamiento malo, entonces no tendremos que tratar con personas que han violado estos mandamientos.

UNA TICA POSITIVA.

El mundo antiguo viva bajo la sombra de mandamientos negativos, prohibiciones y reglas para escapar del dolor, el castigo y la ira del ser divino. Los diez mandamientos contienen la palabra "NO" antes de cada verbo. El cdigo Hamurabi tiene leyes apodcticas (que no admiten contradiccin), que presenta la condicin "Si el hombre cometiere tal acto el castigo ser...".

Moral y ticaLa tica y la moral no son lo mismo.La moral consiste en las nociones acerca de lo que es bueno y lo que es malo que se forman en un cierto contexto social y en un cierto perodo de tiempo. stas se convierten en una tradicin ms o menos estable que regula cmo deben comportarse las personas. Las reglas morales pueden ser muy diferentes en pases diferentes o incluso en el mismo pas en pocas diferentes. La moral es un fenmeno subjetivo, pues la mayora de sus reglas no son resultado de la necesidad objetiva ni de la racionalidad. Las reglas morales tratan acerca de cmo vestirse, dnde y hasta qu grado uno puede desnudar su cuerpo, qu giros de lenguaje son decentes y cules no lo son, de qu uno debe sentirse avergonzado, dnde y cundo es costumbre hacer o no algo, etc.En cambio, los principios ticos son objetivos y surgen de la necesidad real y de la racionalidad, basndose en la comprensin del Camino que uno debe recorrer para llegar a la Perfeccin, a Dios. Esto es lo que el Creador intenta explicar a las personas.La tica es la ciencia acerca de laactitudcorrecta del hombre hacia:a) Dios (en todos Sus Aspectos y Manifestaciones),b) otras personas y todos los otros seres encarnados y no encarnados,c) el propio camino de vida.

I.LA TICA DEL REINO DE DIOS.1.La tica de Jess.-La tica de Jess est basada en el ncleo de su mensaje, que es el anuncio del comienzo del reino de Dios (Mc.1:15).El reino de Dios se hace presente y se puede experimentar en toda la actuacin de Jess (Mt.11:5s). l introdujo cambios para adecuar el reino de Dios sin perder lo esencial de la Palabra, es decir, en lofundamentalfue intransigente y en losecundariofue tolerante.La presencia de este reino de Dios no est ligada ni a pocas, ni lugares sagrados, ni tampoco a una ideologa determinada.La conducta de Jess, mejor dicho sus acciones, es una manifestacin y una seal de esta irrupcin divina. De ah que su comportamiento (praxis) en favor de los pobres, pecadores, desheredados, marginados y humillados, sea consecuencia de hacer suyo los problemas de estos sectores sociales. Esta actitud de Jess hace creble la llegada del reino de Dios, como la venida del amor de Dios y de la justicia.Las bienaventuranzas son una promesa salvfica escatolgica a los pobres, a los despreciados, a los que lloran, a los que sufren y a los necesitados de amor. Ellos son los marginados desde el punto de vista religioso, sociolgico y poltico. Los criterios y reglas del mundo no los incluyen porque no tienen nada y no valen nada, y es en esa situacin que lo nico que tienen es el amor de Dios, a ellos se les ofrece el reino de Dios como salvacin (Lc.6:20).Es esta conducta tica de Jess la que evidencia la misericordia de Dios puesta en prctica y que ha de ser la base y el fundamento del comportamiento misericordioso que debe existir entre hombres y mujeres.2.Llamamiento y discipulado.-Jess en todo su ministerio hace una invitacin a todo ser humano, en nombre de Dios, a pertenecer a este reino de Dios. Esta invitacin lleva implcito un llamamiento y una exigencia. La respuesta exige una nueva actitud tanto del hombre como de la mujer. Sin duda que esta nueva actitud conlleva conversin, es decir, un cambio de direccin y reorientacin. Es una nueva oportunidad para pertenecer a esa nueva realidad salvfica y hacer la voluntad de Dios. Este cambio no es un concepto meramente intelectual, sino un cambio radical de la actitud, de la intencin y de la voluntad, para involucrarse en la tarea de Jess (Mc.1:17).Vocacin y misin, llamamiento y discipulado van de la mano.Es claro que esta conversin implica la vuelta total a Dios y no un fervor penitencial, no el cultivo de una propia religiosidad o piedad personal, o ingresar a un grupo de gente piadosa que se retira del mundo. Uno es llamado para ser enviado a los dems (Mt.9:37). Volverse a Dios es esperar todo de l (Mc.10:15). Por lo tanto, se reclama del hombre y la mujer al ser llamados a una obediencia incondicional a Dios.En un sentido tico, los preceptos de Jess son acertados, ya que apunta a una nueva actitud y a una nueva voluntad, quiere captar en forma total al hombre y a la mujer, no slo el cuerpo, sino tambin el corazn (Mt.6:21).l nos llama desde donde nos encontramos para ser enviados a este mundo cotidiano y no a un monasterio o a un gettho piadoso, de la misma manera que lo hizo con sus discpulos, llamndolos en plena faena de sus vidas cotidianas.Es bueno advertir que en el reino de Dios no hay lugar para los entusiastas que dicen Seor, Seor y no hacen la voluntad de Dios (Mt.7:21ss). En el juicio no se preguntar por la disposicin de nimo del creyente, sino por las acciones fruto del amor (Mt.25:31ss).Finalmente, la llamada de Jess incluye el que todos estn dispuestos a la renuncia y a las privaciones, al riesgo y al sufrimiento (Mc.8:34). Este es el nuevo estilo de vida de los discpulos de Jess para la Misin (Mt.6:33).3.La ley y el amor.-Con respecto a la tica de Jess, sta no se deriva de la Tor, y aunque el ncleo de su predicacin no sea la ley sino el reino de Dios, no se puede decir que sus postulados ticos de Jess no estn en conexin con el antiguo testamento y con su ley.Jess es el nuevo orden del reino de Dios que pone fin a la vigencia de la ley. Este nuevo orden no cabe en "vestidos viejos" ni en "odres viejos"(Mc.2:21s). Para Jess la ley tiene una nueva dimensin, de ah que l no se identifique con el concepto de ley del antiguo testamento. En el concepto teolgico es claro que Dios exige amor y no una obediencia ciega a la Tor (Jn. 13:34-35). Por eso Jess sustituye el concepto de ley por el precepto del amor. Este amor es exigido al hombre y a la mujer como respuesta al amor recibido con anterioridad.Es por eso que la tica del reino de Dios est basada en el doble mandamiento del amor (Mt.22:34-40), que significa el equilibrio teolgico de la fe. As lo entendieron los cristianos primitivos y enfatizaron este aspecto (1Cor.13;1Jn.4).4.Teora y praxis.-Este tema es un viejo asunto de la tica que los filsofos han tratado de explicar. Bien sabemos que la teora sin la prctica es vaca, mientras que la praxis sin teora es ciega.Cuando Juan en su evangelio refiere que Jess era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Jn.1:1), est sealando que la Palabra (reflexin, teora) se hizo realidad en este mundo, es decir, Jess es la Palabra y praxis del reino de Dios.Todo lo realizado por Jess responde a esta tica del Reino, para transformar este mundo y convertirlo en un mundo mejor para todos. l era consciente que no slo con la prdica del reino de Dios se cambiara voluntades, actitudes y situaciones injustas, sino que era necesario actuar, poner en accin todo lo predicado (Lc.4:16-21).Desde el punto de visto filosfico la teora y la prctica no pueden estar divorciadas, van de la mano hacia un mismo fin: la transformacin de la realidad objetiva.Desde el punto de vista teolgico, Jess es el paradigma de la tica cristiana. En Mt.28:19-20 que es el mandato a los discpulos, se resume el quehacer teolgico de la Iglesia.Las comunidades cristianas primitivas entendieron y practicaron este precepto. Los apstoles eligieron a los primeros diconos para realizar tareas domsticas: servir a las mesas, atender a los enfermos, visitar ancianos y viudas, cuidar de los hurfanos, alimentar y consolar a quien se encontraba perturbado. Este era el testimonio vivo de una comunidad que tena su fe puesta en su Seor y que esta fe estaba al servicio de los dems.Para la tica cristiana, la praxis cristiana procede del poder liberador del evangelio, este evangelio slo puede ser expresado en la praxis en la medida que es nutrido por la fe, una fe que abarca simultneamente conocimiento de Dios y servicio a los dems.

II.LA TICA CRISTIANA.-1.Aspectos ticos de las comunidades cristianas primitivas.-Si bien es cierto que el pensamiento y comportamiento de la comunidad cristiana primitiva no son homogneos, sin embargo, hay una constante a seguir, las palabras del Seor y su praxis.Ya hemos referido anteriormente que el ncleo de la tica de Jess es el amor al prjimo, lo que constituye el paradigma de la tica cristiana.La prctica de esta tica cristiana tiene un giro a partir del acontecimiento de la cruz y de la pascua, lo que determina una tica pospascual. A partir de esa nueva realidad se incorporan nuevos contenidos en la reflexin y la praxis de los creyentes. No significa el abandono absoluto de los contenidos ticos de la predicacin de Jess, sino que se los redimensiona a la nueva realidad de la comunidad de fe. Es una reelectura de los contenidos ticos del mensaje de Jess.En un primer momento el horizonte escatolgico era inminente, esto implicaba una espera escatolgica, que supona una esperanza para los cristianos de ese momento. Este aspecto es importante tener en cuenta para la tica cristiana primitiva. Confan en que el Espritu gua a la comunidad, a travs de los profetas, en situaciones y sucesos importantes (Hech.8:29; 10:19.44; 11:28; 13:2.4; 16:6s).De todas maneras la Iglesia primitiva no se queda atada a las palabras del Seor, sino que hace que estas palabras den su fruto en la nueva realidad que le toca vivir, tanto en la reflexin teolgica como en el comportamiento. Esta situacin es lo que llamamos la aplicacin de una tica pospascual, que conllev a que los estilos de vidas anteriores de los discpulos y apstoles no constituyeran ideal alguno para el presente, sino conductas referenciales.2.El amor al prjimo y el amor a Dios.-Hemos sealado anteriormente que el ncleo de la tica de Jess es el amor al prjimo, amor que proviene del amor de Dios, lo que constituye el doble mandamiento (Mc.12:28-34).Este amor al prjimo es como respuesta al amor recibido de parte de Dios.Para Jess el amor de Dios y al prjimo no est ya al mismo nivel que los preceptos de la Tor, sino que es el "ms grande" o el "primero" de todos los mandamientos (v.31 o v.29). Este amor supera todo legalismo (Mc.3:1-6), las normas y preceptos se subordinan a la ley del amor. Este aspecto es importante tener en cuenta en el comportamiento de los primeros cristianos en medio de su realidad. La comunidad de fe es depositaria de la misericordia de Dios para ser compartida con aquellos que no gozan de ese favor.Ahora bien, este amor no slo era para el hermano o la hermana en la fe, el amigo o la amiga, al compatriota, sino que incluye tambin al enemigo. Esta es la gran dimensin del amor de Dios. El ejemplo del relato del buen samaritano de Lc.10:30-37 no deja duda que nuestro amor al otro incluye a nuestros enemigos (Lc.6:27.35; Mt.5:25.44; Mc.11:25).Ah est el desafo permanente para la comunidad de fe, a quin se debe amar?.3.Aspectos ticos en conflicto.-3.1.Los bienes materiales: la pobreza y la riqueza.Para Jess su prdica est dirigida en forma particular a los pobres, como parte de su compromiso sotereolgico. Hay una crtica radical de parte de Jess contra la riqueza, en cuanto es la acumulacin egosta de bienes materiales; por eso es que promete el reino de Dios a los pobres, ya que no tienen nada (Lc.6:20). Esta pobreza incluye su doble dimensin: social y religiosa. Son ellos los favorecidos del Seor, porque estn abiertos a la salvacin, no tienen nada a que aferrarse, no se distraen y pueden aceptar el llamado y conversin.Por el contrario las riquezas lo nico que logran es apartarnos de Dios, distraernos a su llamado y conversin. A los poseedores de riquezas les advierte los peligros de las mismas que ponen en peligro su salvacin (Mt.6:19-21).Jess es radical en este aspecto, no se puede servir a dos seores (Mt.6:24); La riqueza es incompatible al reino de Dios (Mc.10:17-31). Las riquezas slo sern apreciadas en la medida que stas estn al servicio del amor, especialmente a los pobres (Mc.10:21).El gran amor no conoce derechos de propiedad intangible, ni ningn tipo de patrimonio intocable. Esto incluye la persona, por lo que la esclavitud atenta contra los principios de este amor.La comunidad cristiana primitiva dio muestras de ese amor solidario por los pobres, compartiendo los bienes que tenan (Hech.2:42-47; 4:32-37).3.2.Las relaciones hombre y mujer: matrimonio y divorcio.Jess es consciente que las relaciones entre el hombre y la mujer en su poca, no son en trminos de igualdad. Dios cre a ambos en condiciones igualitarias (Gen.1:27-29). Su defensa por la mujer es una opcin liberadora, pone fin al machismo de su tiempo, destruye el poder demoledor del sexo y del eros, del egosmo y el apetito de posesin, del sentido de propiedad de la mujer. Es al final y al cabo una revalorizacin de la mujer, creacin de Dios.Por eso el matrimonio es una situacin indisoluble desde la creacin, es la integracin de la totalidad somtico-espiritual de la persona. Dios cre al hombre y a la mujer para ser una unidad indisoluble (Mc.10:6-9). De ah que el divorcio no tenga lugar, ya que ste es un instrumento jurdico favorable al hombre y atenta contra la mujer. La prohibicin del divorcio proporciona a la mujer una proteccin, que careca de derechos. En este sentido Jess es radical en la defensa del matrimonio y la familia, y dentro del mismo la liberacin de la mujer.Esta misma lnea es seguida por Pablo y los cristianos primitivos, aunque a veces pareciera contradecirse en su apreciacin al rol de la mujer, sin embargo, el postulado fundamental de Pablo es que en Cristo ya no hay judo ni griego; no hay esclavo ni libre;no hay varn ni mujer; porque todos somos de Cristo Jess (Gal.3:28). Este aspecto debe tenerse en cuenta en la exgesis de los escritos neotestamentarios.3.3.El Estado y el poder.En los tiempos de Jess, fueron los zelotas militantes los que asumieron la lucha por la liberacin contra la soberana extranjera romana. Era una guerra santa sin cuartel contra los abusos del Estado romano, que atentaba contra la soberana absoluta de Dios.Jess tom cierta distancia con respecto a los movimientos revolucionarios de su poca, no tom la espada pero sus palabras y acciones causaron estragos en el seno de su sociedad. Sin embargo, los zelotas sintieron una atraccin hacia l, tal el caso de Simn el Zelota (Lc.6:15;Hech.1:13).A pesar de ello, el mensaje de Jess y el zelotismo tenan algunos puntos de contacto, como la crtica social, el compromiso hasta sus ltimas consecuencias hasta llegar al martirio, el carcter escatolgico y la obediencia incondicional. Sin embargo, Jess no est de acuerdo con el extremismo zelota. No es su opcin la implementacin del reino de Dios por medio de la violencia armada (Lc.22:36-38;Mt.26:52). Las armas de Jess son la fe y el amor, esas son las armas del reino de Dios, con ellas se transformar este mundo incrdulo, falta de fe y de amor. Prueba de ello encontramos la exhortacin de Jess en el Sermn del Monte a sus discpulos con respecto a la ira y el amor a los enemigos (Mt.5:21-22.38-48).Ahora bien, la renuncia a la violencia no significa debilidad o resignacin alguna, ms bien es una nueva opcin de encarar la situacin antes de causar daos, se est dispuesto a soportar, mejor dicho, resistir. Esta es la conducta que debe distinguir a sus discpulos de aquellos que detentan el poder estatal. No estn llamados a seguir modelos autoritarios dentro de la sociedad y de la poltica, sino por el contrario a rechazarlos y renunciar a cualquier tentacin de dominar o regir, comprometindose ms bien en el amor y en el servicio. Jess es el Maestro (Mt.23:8s).La tarea de los discpulos es buscar la paz entre los hombres (Rom.12:18). Las bienaventuranzas tienen ese objetivo de establecer una paz espiritual, social y poltica entre hombres y mujeres (Mt.5:3-12). Ellos son los mensajeros de la paz (Lc.10:5.16). No son violentos ni parte de ellos amenaza alguna, sino que intentarn, con misericordia y sin violencia, construir un mundo de amor, justicia y paz, superando las murallas de la hostilidad, slo as sern bienaventurados.Jess no niega el poder y el derecho del Estado en su mbito social y poltico, lo que si no es posible es la supremaca del Csar sobre Dios. Dios es quien permite esta autoridad al Csar para un fin comn, que es el bienestar de todos (Rom.13:1-7;Mc.12:13-17), pero no est excento de una crtica sobre el abuso del poder. Jess rechaz este abuso del poder del Estado, sus discpulos tomaron esta actitud crtica (Mc.8:15;Mc.10:42;Lc.13:32;lc.22:25;Lc.3:19).La crucifixin de Jess en la cruz nos lleva a pensar que fue confundido por judos y romanos como un revolucionario zelota, que pretenda ser el Mesas, rey de los judos. Esta sospecha estar signada en la misin de los seguidores y seguidoras de Jess en cuanto no coincidan las coordenadas del mundo y el reino de Dios.4.La religin cristiana como protesta.-Hasta los tiempos de Jess la religin era un status quo de la mayora, sta era una religin conformista, ajena a los problemas de la sociedad, slo uno cuantos asumieron una actitud de protesta contra las injusticias de los gobernantes desde ese status quo, stos fueron los zelotas.Jess se ve obligado a luchar contra ese conformismo religioso para identificar los objetivos y valores del reino de Dios. El discurso y acciones de Jess se inclinaban por el lado de la protesta. El movimiento religioso de Jess irrumpa con un estruendo justiciero a favor de las minoras oprimidas, convirtindose en defensor de las causas radicales, acercndose ms al movimiento liberador de los zelotas. Se poda ver a Jess caminando por las calles, aldeas, templos y palacios, defendiendo los derechos de los marginados sociales. Era un hombre religioso interesado por los derechos del pueblo que en las necesidades de las sinagogas.Su llamado a los discpulos era para enrolarse a esta causa, a participar en los grandes problemas de la sociedad de su tiempo. Desde esta perspectiva muchos se unieron a este gran movimiento liberador de Jess como una seal de protesta contra las autoridades de su tiempo, tanto en lo religioso como en lo poltico. Ser cristiano era sinnimo de ser subversivo, de estar en contra del orden establecido por las autoridades, marchar contra la corriente del mundo. De ah que la comunidad cristiana primitiva estuviera formada por mucha gente que dej su conformismo y dio sus espaldas a ese mundo hipcrita e injusto. Asumieron una actitud de protesta a partir de las Buenas Nuevas de Jess.CONCLUSIONES.-Cuando hacemos un recorrido sobre el pensamiento y comportamiento de los cristianos y cristianas en el Nuevo Testamento nos encontramos que existe una tensin entre la tica de Jess y la tica de la comunidad cristiana pospascual. Ambas ticas reflejan una tica contextual. Por un lado, Jess entra en tensin entre la ley y el reino de Dios. Ante ello Jess tiene que responder a situaciones vivenciales de su poca. Es ah donde l realiza una exgesis en el camino en cuanto a la ley y una hermenetica de la realidad social y religiosa a la a luz del reino de Dios. Muchas de sus respuestas a preguntas que le hacan y an sus acciones no respondan a la ley. Todo el ministerio de Jess responde a una tica contextual. Eran nuevas respuestas a nuevas situaciones. Por otro lado, la comunidad pospascual se enfrenta tambin entre dos situaciones, la imitacin de Cristo y la prolongacin de la parusa.De los muchos casos que encontramos en el Nuevo Testamento, tomaremos uno, el caso de la comunidad cristiana de Corinto, Pablo en su epstola trata problemas concretos de conducta que enfrentaban los miembros de dicha comunidad (1Cor.8:1ss; 7:12ss; 6:1ss). Los problemas eran contextuales y haba que responder a ellos. No era fcil impedir que los nuevos creyentes e integrantes de la Iglesia cristiana rompieran con sus tipos de conducta de su vida anterior.La tica pospascual deba responder a esta nueva realidad. De ah que ante la proximidad de la parusa del Seor el celo era mucho mayor con referencia al comportamiento de los cristianos y cristianas. Era necesario distinguir entre los que eran cristianos y los que no lo eran. Este aspecto abunda en la literatura tica del Nuevo Testamento.La importancia de toda tica es dar respuestas oportunas y eficaces ante problemas contextuales, los cristianos y cristianas de su tiempo lo hicieron en la medida de sus posibilidades, hasta el punto de servirse de diversas tendencias, entre ellas por ejemplo la reflexin tica platnica. Muchas veces se alejaron del molde de Jess e hicieron un sincretismo religioso, poltico y social. Las palabras del Seor y sus acciones servan de paradigma, pero se presentaban diversas interpretaciones y variantes en el pensamiento y quehacer de la comunidad cristiana.