La educación Adventista y la visión apocalíptica (reporte de lectura)

Debemos de darnos cuenta que la educación adventista esta pasando por una

crisis muy fuerte, desde los primeros años los alumnos adventistas se han ido

saliendo de las escuelas adventistas. Esto se debe a que los padres de los

jóvenes se preguntan el por que deben de mandar a sus hijos a escuelas

adventistas, por que, si los pueden meter en escuelas publicas que son mas

baratas y mas accesibles. También los lideres de nuestra iglesia cada vez quieren

asignar menos presupuesto a las escuelas adventistas.

Los primeros intentos para establecer una educación adventista fracasaron.

Hablando de esto, Jaime White escribió para la Review and Herald en 1861, “hemos hecho un buen intento de establecer una escuela en Battle Creek, en muy favorables Circunstancias, y hemos abandonado la idea porque no llenó las expectativas de los interesados.” Al principio no se tenía interés, porque en esos tiempos, después del gran chasco, decían: para que una educación adventista, si Jesús ya viene pronto, y nuestros hijos no van a terminar de estudiar. Decían que implementar escuelas adventistas era sinónimo de que Jesús se tardaría en venir. Ellos siguen pensando que el tiempo de gracias termino en 1844,l y que no tenia razón de ser algo mas, así como la educación, y por lo tanto no tenían ni visión ni misión. Pero como estas personas que no apoyaban esto se pudieron convertir en las bases solidas de la educación adventista? En la profecía de los 2300 días, hay una parte que estaría sellada hasta el tiempo del fin, estudiando un poco mas a fondo nos podemos dar cuenta de que se refiere a la parte profética del “librito dulce en la boca y amargo en el vientre” y donde la ciencia se avanzaría, que será en el tiempo del fin. Guillermo Miller antes del chasco tenia unas expectativas muy agradables acerca de la profecía, pero no se acordó que al final seria amarga en el estomago. Pero aun después del sabor amargo el sabia algo mas, el versículo 11 del capitulo 10 dice: “él me dijo: Es necesario que profetices otra vez a muchas naciones, pueblos, lenguas y reyes.” Esto quiere decir que de el remanente que salió, de los que sufrieron el sabor amargo, de ahí saldría una misión global. José Bates quiso saber qué es lo que la biblia Dios quería que profetizara a naciones y pueblos, y se dio cuenta que a partir del versículo 19 de apocalipsis 11 todo se enfoca en el templo de Dios, especialmente en el arca del pacto. Por eso José Bates supo que lo que contenía el arca iba a ser un gran motivo de disputa en tiempos finales, y dentro del arca del pacto esta la ley que DIOS dio a Moisés. El adventismo del séptimo día no se ha visto nunca a sí mismo simplemente como otra denominación. Más bien, desde su mismo comienzo, se ha visto como un movimiento profético con una misión al mundo entero. La pérdida de la visión apocalíptica y del lugar del adventismo en la historia profética es la mayor amenaza que el adventismo y su sistema educacional enfrentan al entrar en el siglo 21.

El movimiento adventista se caracterizo por enviar misioneros, el primero fue

enviado el mismo año que se fundó el primer colegio adventista, pero entonces la

iglesia se dio cuenta de la importancia de instruir a los misioneros para que ellos

puedan llevar a cabo de una mejor forma el mensaje de Dios. Esta misión del

apocalipsis, de predicar a toda nación , tribu , lengua y pueblo fue el impulso que

permitió a la educación adventista ponerse de pie.

Tenemos que reconocer que el buen funcionamiento de la educación adventista

está ligada directamente con la misión apocalíptica.

La primera escuela primaria se formo en la década de 1890, cuando Elena de White se dio cuenta que los niños en Australia necesitaban educación primaria, y ella escribió: “en este país los padres están obligados a enviar sus hijos a la escuela. Por lo tanto en las localidades donde hay una iglesia, una escuela debe ser establecida, aunque no haya más que seis niños para asistir.” La educación adventista es más fuerte cuando el objetivo principal es el mismo objetivo de la iglesia adventista, que es llevar el evangelio. Pero debemos de tomar en cuenta que no solo por ser adventistas y practicar algunas cosas que la iglesia recomienda vamos a poder cumplir con la obra que se nos encargo, no nos va a servir de nada si no nos Parecemos a Jesús. El tema de tener fe en Jesús y de vivir como El, tuvo un impacto muy fuerte dentro de los pastores y educadores de esa época. Después de muchas experiencias Elena G. de White hizo varios escritos, incluido La educación cristiana, y esos escritos alentaron a muchos dirigentes no solo a enfocar la educación adventista en la misión apocalíptica, sino también en la labor redentora de la iglesia. Los problemas bases con los que se topa la educación, es que el humano es imperfecto, y cualquier programa para una mejor vida, por medio de la educación, sea insuficiente. Los maestros debemos tener en cuenta siempre al pecado, y es por el pecado que nosotros debemos de tratar de dar la mejor educación cristiana. Los maestros cristianos deben de ver la educación adventista no solo como un trabajo, si no como la solución de los problemas de la vida presente, tanto como del pasado. Debemos de tener bien centralizado el concepto que la educación y la redención tienen la misma razón de ser. Para terminar, la siguiente frase: “Los resultados reales del trabajo de un profesor dedicado serán vistos con claridad solamente en el futuro.”