la descompresion como tratamiento de lesiones quisticas odontogenicas

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LA DESCOMPRESION COMO TRATAMIENTO DE LESIONES QUISTICAS ODONTOGENICAS Las lesiones quísticas odontogénicas de los maxilares incluyen los quistes radiculares (QR), queratoquistes (QQ) y quistes dentigeros. Estas lesiones quísticas de los maxilares, además de los tumores odontogénicos como el ameloblastoma (AB), tienen el potencial de crecer y expandir significativamente los maxilares a través de un proceso de resorción ósea y expansión hacia los tejidos contiguos sin producir dolor. Esto puede causar lesiones a las estructuras vitales adyacentes, tales como el paquete neurovascular dentario inferior (alveolar inferior) y el seno maxilar, y ocasionar asimetría facial, desplazamiento de dientes y fracturas patológicas de los maxilares. El AB es un tumor odontogénico epitelial benigno pero localmente agresivo y el AB subtipo uniquístico (ABU) es considerado menos agresivo que el subtipo sólido. Por lo tanto puede ser considerada la descompresión, con la consiguiente reducción del tamaño de la lesión, seguido de una cirugía más radical para reducir la tasa de recurrencia para el tumor residual. La descompresión de los quistes odontogénicos es menos invasiva que la marsupialización, enucleación, curetaje o resección, ya que requiere una ventana ósea más pequeña . Formar una abertura en la cavidad quística y la sutura de un dispositivo, a la mucosa periférica suprayacente para mantenerlo en su lugar y permitir la irrigación, conduce a una reducción en la presión intraquística, estimula la formación de nuevo hueso y resulta en menos complicaciones. La descompresión requiere que la abertura se mantenga permeable ya sea con taponamiento con gasa o suturando un dispositivo,

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Page 1: LA DESCOMPRESION COMO TRATAMIENTO DE LESIONES QUISTICAS ODONTOGENICAS

LA DESCOMPRESION COMO TRATAMIENTO DE LESIONES QUISTICAS ODONTOGENICAS

Las lesiones quísticas odontogénicas de los maxilares incluyen los quistes radiculares (QR), queratoquistes (QQ) y quistes dentigeros. Estas lesiones quísticas de los maxilares, además de los tumores odontogénicos como el ameloblastoma (AB), tienen el potencial de crecer y expandir significativamente los maxilares a través de un proceso de resorción ósea y expansión hacia los tejidos contiguos sin producir dolor. Esto puede causar lesiones a las estructuras vitales adyacentes, tales como el paquete neurovascular dentario inferior (alveolar inferior) y el seno maxilar, y ocasionar asimetría facial, desplazamiento de dientes y fracturas patológicas de los maxilares.El AB es un tumor odontogénico epitelial benigno pero localmente agresivo y el AB subtipo uniquístico (ABU) es considerado menos agresivo que el subtipo sólido. Por lo tanto puede ser considerada la descompresión, con la consiguiente reducción del tamaño de la lesión, seguido de una cirugía más radical para reducir la tasa de recurrencia para el tumor residual.La descompresión de los quistes odontogénicos es menos invasiva que la marsupialización, enucleación, curetaje o resección, ya que requiere una ventana ósea más pequeña. Formar una abertura en la cavidad quística y la sutura de un dispositivo, a la mucosa periférica suprayacente para mantenerlo en su lugar y permitir la irrigación, conduce a una reducción en la presión intraquística, estimula la formación de nuevo hueso y resulta en menos complicaciones. La descompresión requiere que la abertura se mantenga permeable ya sea con taponamiento con gasa o suturando un dispositivo, tal como un tubo o stent, a su periferia. Por el contrario, la marsupialización implica la creación de una gran ventana en la pared ósea quística.Para evaluar la eficacia de la descompresión quirúrgica como tratamiento principal para QQ, QR y ABU tomando en cuenta las causas que influyen en la velocidad relativa de reducción de la cavidad quística y la posterior regeneración ósea, Gao et al, de Xian Jiaotong University College de Medicina, China, evaluó a 32 pacientes que habían sido tratados con descompresión de quistes odontogénicos con la colocación de stents, de resina termoplástica personalizados en los defectos, para mantener la apertura. El análisis incluyó exámenes clínicos y radiografías panorámicas previas y postdescompresión (Figura 1).

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Figura 1. (A) Radiografía panorámica de un paciente, antes de la descompresión, que muestra las mediciones de la densidad ósea en la parte central del quiste (localización 1) y en la región simétrica de hueso sano (localización 2). (B) Radiografía panorámica del mismo paciente, después de la descompresión, que muestra las mediciones de la densidad ósea en la parte central del quiste (localización 1) y en la región simétrica de hueso sano (localización 2). (Imágenes cortesía del Dr. Richard Smith.)

El protocolo de tratamiento en este estudio indicó lo siguiente:- Los QQ y QR ≤3 cm2 deben ser tratados con enucleación.- Los ABU ≤3 cm2 deben ser tratados por enucleación y resección marginal.- Las lesiones quísticas > 3 cm2 deben ser tratados con descompresión y colocación de un stent termoplástico personalizado para el riego diario (Figura 2).

Figura 2. Stent de resina termoplástica personalizada (A) sin broche y (B) con broche. (Imágenes cortesía del Dr. Richard Smith.)

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Los resultados del estudio revelaron que la descompresión de las lesiones quísticas de los maxilares, con stents de resina termoplástica a medida, reduce el tamaño e incrementa la densidad ósea de QR, QQ y ABU. Los QQ se redujeron a una velocidad de 2,87 cm2/mes, los QR en 3,37 cm2/mes y el ABU a 2,71 cm2/mes. La disminución relativa del tamaño de la lesión estuvo influenciado por la duración de la descompresión y el tamaño de la zona radiolúcida original, no por la edad del paciente. El aumento de la densidad ósea fue más rápida para QR, seguido del QQ y el ABU.

ConclusiónLa descompresión usando stents personalizados redujo el tamaño de los QRs, QQs y ABUs al tiempo que aumentaba su densidad ósea. La contracción de la cavidad quística demostró una relación lineal con el tiempo de descompresión. Para las lesiones quísticas agresivas de los maxilares, se recomienda eliminar la lesión residual con cirugía secundaria definitiva, después de la contracción por descompresión.

Gao L, Wang X-L, Li S-M, et al. Decompression as a treatment for odontogenic cystic lesions of the jaw. J Oral Maxillofac Surg2014;72:327-333.