la cruz de motupe

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Page 1: La Cruz de Motupe

La Cruz de Motupe, la historia de una tradiciónLa Santísima Cruz de Motupe   es uno de los símbolos religiosos más

importantes deldepartamento de Lamabayeque. Con una vasta

historia y una creciente tradición, estesímbolo del catolicismo ha

sido robada esta mañana sorprendiendo a sus miles de feligreses.

Aproximadamente en 1860, el cerro Chalpón fue habitado por el fraile

franciscano Juan Agustín de Abad, un hombre silencioso que oraba

mucho y se encargaba de catequizar a los pueblos cercanos. Sin

embargo, un día decidió partir sin avisar a nadie, dejando dos cruces de

grandes dimensiones que él mismo había elaborado con madera

del árbol de Guayacán y de las cuales había comunicado a los

pobladores. Sin embargo, ellos no pudieron encontrarlas.

Años más tarde, algunos habitantes encontraron un manuscrito del

religioso hecho con su propia sangre y en donde indicaba el sitio exacto

donde había dejado sus obras. El 5 de agosto de 1868, José Mercedes

Anteparra Peralta encontró la Santísima Cruz en una gruta de

la cumbre del Cerro Chalpón, lugar en donde permanecía hasta hace

algunas horas.

El pueblo celebró el hallazgo y acogió al signo como emblema religioso

de su ciudad señalando su celebración central el 2 de agosto hasta la

culminación de las mismas el 14 del mismo mes. Año tras año, cientos

de turistas arriban a la zona y acompañan el peregrinaje que ya es

tradición del pueblo lambayecano.

El dato

Sacrilegio. Hace unos minutos, Se informó el robo de la Cruz de

Motupe, hecho que ha causado gran conmoción en toda la feligresía

peruana.

Page 2: La Cruz de Motupe

7.07.113:30:00 PM

Cruz de Motupe: Fervor que supera las adversidadesComentarios: 12

La Santísima Cruz de Motupe, símbolo de fe para miles de peruanos, fue encontrada seccionada en cinco partes sin sus ricos y elegantes atavíos luego de haber sido robada de su santuario el pasado martes. Cientos de fieles acompañaron a la cruz en una improvisada procesión hasta el templo de San Julián donde sería sometida a un peritaje. Las muestras de alegría del pueblo motupano por su recuperación demuestran que la devoción por la Cruz de Chalpón o Santo Madero no disminuirá; por el contrario, se fortalecerá. En Huellas Digitales recordamos el origen de esta tradición religiosa que data del siglo XIX.

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La cruz es es uno de los símbolos más antiguos y universales. Su forma era conocida por los peruanos precolombinos y posteriormente con la muerte y resurrección de Cristo, los cristianos lo asumirían como símbolo de culto.

En todo el Perú hay distintas cruces, cada una rica en tradición, diseño e interesantes historias de su veneración. La cruz de Motupe es una de ellas, la más atractiva y fervorosa en la región norteña.

Según la historia local, la cruz fue tallada por un sacerdote franciscano de origen guatemalteco llamado“Fray Juán Abad” conocido como “Padre Santo” o "El Ermitaño”. Durante mediados del siglo XIX llevó una vida contemplativa y de oración en el cerro Chalpón.

Antes de desaparecer, El Ermitaño le comentó a los pobladores que a su muerte (13 de Diciembre de 1866) deberían buscar en el cerro una cruz, que talló en madera del árbol Guayacán, para protegerlos.

El anuncio de un cataclismo universal en el siglo XIX motivó a los pobladores motupanos a buscarla. Después de una semana de iniciada la búsqueda un exhausto joven, José Mercedes Anteparra, ubicó la cruz, que medía 2,5 metros y pesaba unos 80 kilos, el 5 de agosto de 1868 en una gruta natural.

Junto al Santo Madero encontró hojas sueltas de un libro y rastros de sangre, una cama hecha de paja y una piedra blanca a manera de almohada. Uno de los papeles tenía un mensaje escrito con sangre donde el Padre Ermitaño recomendaba a los fieles bajar la cruz al pueblo y celebrar una misa, luego dederían regresarla a su lugar de origen.

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Los motupanos al ver que el cataclismo no se produjo lo interpretaron como un milagro de la Cruz de Chalpón cuya devoción hizo que los primeros fieles depositaran ofrendas, diezmos y adornos en agradecimiento al milagro concedido.

Para incrementar el número de devotos se acondicionó en 1950 un mejor acceso que significó el crecimiento paulatino de sus visitantes cada año. Feligreses nacionales y extranjeros así como personas que buscan en la imagen algun sentido para sus vidas se volcaron en torno al portentoso madero.

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MotupeEl distrito de Motupe está ubicado a 79 kilómetros al norte de Chiclayo (Lambayeque). El poblado de Zapote se encuentra a faldas del cerro Chalpón que da acceso a la escalinata que conduce a la Cruz de Motupe. Las ansias de curar una enfermedad o agradecer un milagro impulsa a miles de fieles peruanos y extranjeros a subir el cerro en peregrinación anual.

La fe que profesa la mayoría de habitantes del norte del país es, para muchos, el motor que ha impulsado el desarrollo de la zona a lo largo del tiempo. Julio César Fernández investigó durante 3 años el proceso histórico y religioso del actual distrito de Motupe, desde la época prehispánica hasta el hallazgo de la Santísima Cruz de Chalpón.

Turismo religiosoEl turismo místico tiene un componente mágico-religioso. Algunos viajes a lugares energéticos nos llenan de ondas positivas. Peregrinaciones religiosas, movidas por la fe, nos llevan hasta la cruz de Motupe.

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Desde el 2 al 14 de agosto se rinde homenaje y veneraciones con novenario, misas y procesiones en un marco de fiesta y alegría. Antes del robo se proyectaba que más de 100 mil visitantes nacionales y extranjeros harían el recorrido hacia el cerro.

La celebración de la Cruz de Chalpón no está inscrita en la agenda litúrgica, pero su desbordante y contagiosa presencia de fiesta del pueblo la hace merecedora de ser reconocida por todos los peruanos como un hito de fe popular.

(Marleny López Lucas)Fotos: Archivo Histórico El Comercio

José Mercedes Anteparra Peralta, de 22 años, encontró la cruz en la cumbre del cerro Chalpón incrustada en la gruta.Entre 1860 y 1865, el religioso de la orden franciscana Fray Juan de Abad vivió en el cerro Chalpón, lugar que convirtió en un sitio de oración en su búsqueda por la santidad. Un día el sacerdote decidió partir para visitar otros pueblos avisándole a los pobladores que había dejado tres cruces talladas por él en la cima del cerro Chalpón, Cerro Rajado y Cerro Penachí.Los pobladores salieron a buscar las cruces pero no las encontraron. Poco tiempo después se recibió la noticia de que el padre Abab había fallecido víctima de la “uta” el 13 de octubre de 1866. La búsqueda de las cruces quedó en el olvido hasta que se vaticinó un cataclismo que destruiría parte de la humanidad.La reacción del pueblo fue inmediata y se lanzó en la búsqueda de las cruces con ayuda de los manuscritos del padre Abad. El 5 de agosto de 1868 un joven de 22 años, llamado José Mercedes Anteparra Peralta, encontró la venerada Cruz de Motupe en la cima del cerro Chalpón incrustada en una gruta.El obispo de Trujillo de ese entonces lo nombró primer mayordomo, tarea que tuvo hasta el final de sus días el 10 de abril de 1921.

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La fiestaSe celebra desde el año en que se encontró la Cruz de Motupe en el cerro Chalpón (1866) y se inicia el 2 de agosto con la bajada en hombros de la cruz hasta el caserío de Zapote, ubicado en las faldas del cerro.La venerada cruz pernocta en la capilla del caserío bajo el resguardo de los devotos. Se ofrece una misa, seguida de un espectáculo de fuegos artificiales. El 3 de agosto sigue su recorrido hacia Motupe, localidad a la que llega el 4 de agosto .El cinco de agosto es el día central de la fiesta la cual empieza a las 11 de la mañana y se prolonga hasta la madrugada.

La Santísima CruzAl igual que el Padre Franciscano "Fray Guatemala", Fray Juán Abad, tuvo la gran maestria y arte del más fino ebanista, y en sus prolongados retiros de este mundanal ruido, se dedicó a tallar preciosamente, de la madera de Guayacán (árbol que crece en la zona), según manifesto de las personas de extrema confianza de él, tres cruces, habiendo dejado una en el cerro Chalpón; otra en el cerro Rajado y la última en el de Penachí, recomendando que a su muerte las buscaran hasta encontrarlas y las hicieran objeto de veneración declarandolas protectora del lugar.Trascurría apaciblemente el año del Señor de 1860 cuando de la noche a la mañana, hizo su aparición en el pueblo de Motupe un Ermitaño, como habitante del enmarañado conjunto de peñas, algunas muy altas y elevadas que constituyen el coloso centinela del despoblado norte del departamento de Lamnbayeque, bautizado con el nombre del “Cerro Chalpón” a inmediaciones de la progresista villa, (hoy ciudad) anteriormente citada.En la soledad de estos breñales y en la quietud sólo interrumpida por el ulular de algún animal salvaje o el raro silbido de los pájaros silvestres permaneció el ermitaño, rindiendo culto a la naturaleza, entregado a sus prácticas religiosas y austera penitencia, como cuando en cansadas y largas caminatas, visitaba los pueblos de Motupe y Olmos, poblados mas próximos a su solitaria y escondida “posada”, en el pueblo se le veía rara vez caminando por las calles polvorientas, siempre apresurado y solitario, ingnorándose donde y como vivía y cuales eran sus diarias ocupaciones..Contando con el silencio de las horas y sin preocuparse del mundo y sus maldades, con la ayuda incapaz de su rudimentaria herramienta, el ermitaño talló con sus habilísimas manos, manos divinas, toscas pero maestras, una cruz de madera, con el palo incorruptible a la acción del tiempo y las edades, del árbol comúnmente conocido como “Guayacán” considerando el tamaño de la cruz, proporcionalmente grande, es de imaginar al piadoso e improvisado artífice solitario, imaginarse la manera de confeccionarla sin las herramientas propias de oficio.El Ermitaño terminó la cruz y la colocó en el interior de la cueva , donde él vivía

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en penitencia y oración. Transcurrian las horas, los días, las semanas, los meses, ante ella, oración por oración; rezo por rezo en forma interminable, santificaba su alma, con el humano afán de alcanzar la paz eterna junto a Jesús.No contento con estas prácticas religiosas, viajaba continuamente a pie a través de un enmarañado camino que solo el conocía, para llegar a Motupe y otras, esporádicamente a Olmos, para rezar el Santo Rosario con los habitantes de aquellos lugares y para proveerse de víveres, repartir limosnas, ayudar a los indigentes, dar sanos y morales consejos, consolar a los afligidos y hasta curar enfermos y desaparecería como por encanto, cuando menos se lo esperaba. La veneración y respeto a que se hizo acreedor fue tal que nadie dudaba que era un santo y al efecto, todos los habitantes de Motupe lo conocían o conociéronlo por el “Padre Santo”, debido a que la mayoría de ellos, casi en su totalidad, ignoraban su real y verdadero nombre, este que hasta hoy confunden, propios y extraños al lugar con el de José Ramón Rojas, religioso franciscano, muy conocido y recordado como “El Padre Guatemala”.El laborioso y andariego ermitaño, de cerro en cerro y de monte en monte, apareció alguna vez en la sierra de Penachí, lugar que aunque distante, pertenece a la jurisdicción de Salas, en el cerro Yanahuanca se dedicó tambien a trabajar otra cruz, con el mismo palo de Guayacán, la que según noticias colocó en una cueva aun más escabrosa e inaccesible, la misma que también es venerada con mucha devoción por muchos hermanos cristianos.Existe una historia oral que se transmite de generación en generación de que en el cerro Rajado también hay una cruz, pero que se encuentra en el centro de una laguna.Narran las crónicas de Motupe que el ermitaño Juán Abad en más de una ocasión y sin que lo buscaran solía llegar al duelo (velatorio), casi siempre cuando el peso de la noche se hacía más sensible, dejando consuelo a la familia, rezaba unas oraciones y luego desaparecía como había venido. Casi al final de su existencia llegó a tener amistad con el entonces octogenario motupano Francisco Martinez a quien conto por menores de su existencia dedicada a prácticas religiosas y austera penitencia para alcanzar la gracia divina.Después de seis años el ermitaño dio cuenta a varias personas que en el cerro Chalpón había tallado una cruz que la dejaba en una gruta, mucho recomendó que cuando se ausentara, la buscaran y fuera objeto de gran devoción, pues la Cruz es la protectora de Motupe. Algunos años después se supo que el ermitaño Juán Abad al internarse en las sierras norteñas, fue víctima de la Uta de la serranía, no habiendo podido curar del mal. Muy grave y gracias a personas piadosas de esos lugares se trasladó a Lima donde entregó su alma a Dios el 13 de Octubre de 1866.

HISTORIADELASANTÍSIMACRUZDEMOTUPEEntreelaño1860y1865recorrióestosparajes,unreligiosodelaOrdendelosFranciscanos,llamado“FrayJuanAbad”.Elfrailellevabaunavidacontemplativaydepenit

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enciaenmediodelasquebradurasdelcerro“Chalpón”lugardelqueenalgunasocasionesbajabaparavisitarlaspoblacionesdeOlmosyMotupe.CuandollegabaaalgunospueblosfrayJuanrealizabapiadosaslabores,yaseahaciendoMisa,bautizandoopredicandoelEvangelio.UnacostumbrequeteníaelreligiosoeraeldetrasladarsetodoslossábadosaMotupeapracticarlapiedadmarianadelSantoRosario,loquehacíacongranfeydevoción,acompañadodemuchosfieles.Dicelatradiciónmotupanaqueestefraile–llamadopormuchos“Elermitaño”-tuvolagranmaestríayartedelmásfinoebanista,yensusprolongadosretirosdeestemundanalruido,sededicóatallarpreciosamente,delamaderadeGuayacán(árbolquecreceenlazona).Segúnlostestimoniosdemuchosallegadosalbuenreligiosoypersonasdesuextremaconfianza,JuanAbadhabíatalladotrescruces,habiendodejadounaenelcerroChalpón;otraenelcerroRajadoylaúltimaeneldePenachí,recomendandoqueasumuertelasbuscaranhastaencontrarlasylashicieranobjetodeveneracióndeclarándolasprotectorasdellugar.Pasadoeltiempo,elfrailedesapareciósindejarhuellaysoloalgunosañosdespuéssepudosaber,quealinternarseenlassierrasnorteñasfuevíctimadela“uta”,picaduradeinsectopropiodelaserraníaynohabiendopodidocurarelmal,muygrave,setrasladóaLima,dondeentregósualmaaDiosel13deDiciembrede1866.En1868,RodolfoFalb,astrónomoalemán,vaticinóuncataclismouniversal.CuandolanoticiallegóalpueblodeMotupe,lagenteentróenunapsicosiscolectivapensandoqueelmundoseacabaríapronto,porloquecomenzaronaimplorarpiedadyclemenciaaDios,confesandosuspecadosyfrecuentandoeltemplodíaynoche.Frenteaestasituación,lospobladoresdecidieronbuscarlacruz,puessegúnlaspalabrasdelpadreJuan,estaseríalaprotectoradelpueblodeMotupe.Coneltemordelcataclismo,yllenosdefequeelSeñorlessalvaríadeestedesastre,enlosdosprimerosdíasdeagosto,losfeligresesseorganizaronenbrigadasparabuscarlacruzenelcerroChalpón,perosuintentofalló.Lostestimonioscuentanquedespuésdevariosyvanosintentos,fueroneljovenJoséMercedesAnteparraysuayudanteRudecindoRamírez-demásde85años–quienesdespuésdetreslargosdíasdebúsqueda,hallaronlaSantísimaCruzenellugardondehabíaindicadoelpadre,un5deAgostode1868alpromediarlas6delatarde.JuntoalacruzhabíaunescritodondeseindicabaquesedeberíabajarlaCruzalpuebloparacelebrarunaMisaensuhonor,perodespuéshabríaderetornarlaalacueva

Fuetaleljúbilodelosmotupanos,quecreyeronprofundamentequeelcataclismonuncaseprodujodebidoalapresenciadelacruz.Apartirdeesemomento,laalegríaseconvirtióenfervorquedesdeentoncessehatransmitidodegeneraciónengeneración.MuchagentevienedeloslugaresmásalejadosdelPerúparasolotocarelmaderoeimplorarunmilagro.PersonasdebuencorazónsehandesprendidodesusriquezasyhandonadojoyasdemetalespreciososparaadornarlaSantísimaCruz