la contribución de las técnicas diagnósticas al ... · la contribución de las técnicas...

5
La contribución de las técnicas diagnósticas al conocimiento de los elementos constructivos de la iglesia agustina de Cascia (Italia) En el lugar donde se levanta la iglesia de San Agus- tín, había una celda monástica con oratorio dedicada a San Juan Bautista. En el año 1059, por concesión del Papa Nicolás n, surgió el cenobio primitivo de la Orden.1 Lo inusitado de su emplazamiento, en lo alto de un cerro, lejos del centro habitado, es prueba evi- dente de una tipología aún basada en los cánones ere- míticos. (figura 1). El área ya podía definirse como estable en tomo a ]a primera mitad del siglo XIII, puesto que, en un do- cumento de 1283 relacionado con el Capítu]o Provin- cial que se celebró en Norcia ese mismo año, se hace referencia a su existencia en Cascia.2 E] edificio, al menos en su forma actual, se remonta a 1380; sin embargo, en las Relazioni lnnocenziane existen noticias de una construcción anterior a 1344:3 levantada sobre una planta de sala única, a pesar de que en las paredes laterales se hallan trazas evidentes de un modelo con crucero; del tipo de la iglesia agus- tina de Perusa, «.. .tiene una longitud de 47 pies con el coro, a un lado está el campanario y al otro la sacris- tía.. .»;' y termina en un ábside de planta semicircular. La fachada, obra de los maestros comasinos, está rematada por un tímpano, y la interrumpe una corni- sa marcaplanta esculpida con flores cruciformes, si- guiendo el modelo de la iglesia de San Francisco, de la misma época. Se accede a la iglesia por una porta- da con un amplio derrame caracterizado - en senti- do plástico antes que figurativo-- por la presencia de tres columnitas salomónicas y helicoida1es alternadas con aristas; otras dos columnas salomónicas delimi- Stefano D' Avino Figura 1 Cascia, S. Agostino, vista general. tan la portada por fuera y sostienen la comisa, mode- radamente extradosada (figura 2). En la luneta de la portada, hay un fresco en cuyo centro se representa a la Virgen entronizada con el Niño Jesús, rodeada de los santos de la Orden, San Agustín y San Nicolás de Tolentino. En el siglo XV, la iglesia se decoró con frescos, tanto en la luneta de la portada como en su interior. Los muros perimetrales están construidos a hueso, con aparejos exteriores en opus quadratum, con un neto predominio de los paralelepípedos, manifesta- ción propia de los sistemas constructivos de la época a la que se remonta la fábrica agustina. En su origen, la iglesia debía tener una techumbre de madera a dos aguas apoyada en cerchas; tras los Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta, E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.

Upload: trannguyet

Post on 01-Nov-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

La contribución de las técnicas diagnósticasal conocimiento de los elementos constructivos

de la iglesia agustina de Cascia (Italia)

En el lugar donde se levanta la iglesia de San Agus-tín, había una celda monástica con oratorio dedicada

a San Juan Bautista. En el año 1059, por concesióndel Papa Nicolás n, surgió el cenobio primitivo de laOrden.1 Lo inusitado de su emplazamiento, en lo alto

de un cerro, lejos del centro habitado, es prueba evi-dente de una tipología aún basada en los cánones ere-míticos. (figura 1).

El área ya podía definirse como estable en tomo a]a primera mitad del siglo XIII, puesto que, en un do-

cumento de 1283 relacionado con el Capítu]o Provin-cial que se celebró en Norcia ese mismo año, se hacereferencia a su existencia en Cascia.2

E] edificio, al menos en su forma actual, se remonta

a 1380; sin embargo, en las Relazioni lnnocenziane

existen noticias de una construcción anterior a 1344:3levantada sobre una planta de sala única, a pesar deque en las paredes laterales se hallan trazas evidentes

de un modelo con crucero; del tipo de la iglesia agus-tina de Perusa, «.. .tiene una longitud de 47 pies con elcoro, a un lado está el campanario y al otro la sacris-

tía.. .»;' y termina en un ábside de planta semicircular.

La fachada, obra de los maestros comasinos, estárematada por un tímpano, y la interrumpe una corni-sa marcaplanta esculpida con flores cruciformes, si-guiendo el modelo de la iglesia de San Francisco, de

la misma época. Se accede a la iglesia por una porta-da con un amplio derrame caracterizado - en senti-do plástico antes que figurativo-- por la presencia detres columnitas salomónicas y helicoida1es alternadascon aristas; otras dos columnas salomónicas delimi-

Stefano D' Avino

Figura 1Cascia, S. Agostino, vista general.

tan la portada por fuera y sostienen la comisa, mode-radamente extradosada (figura 2).

En la luneta de la portada, hay un fresco en cuyocentro se representa a la Virgen entronizada con elNiño Jesús, rodeada de los santos de la Orden, SanAgustín y San Nicolás de Tolentino. En el siglo XV,la iglesia se decoró con frescos, tanto en la luneta dela portada como en su interior.

Los muros perimetrales están construidos a hueso,con aparejos exteriores en opus quadratum, con unneto predominio de los paralelepípedos, manifesta-ción propia de los sistemas constructivos de la épocaa la que se remonta la fábrica agustina.

En su origen, la iglesia debía tener una techumbrede madera a dos aguas apoyada en cerchas; tras los

Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta, E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.

- ----------

80

Figura 2Cascia, S.Agostino, portal del siglo XV

daños ocasionados por el terremoto de 1703, graciasa los considerables fondos que el Papa Clemente XIIdestinó en 1738 para su reconstrucción, se sustituye-ron las cerchas por un sistema de bóvedas de cruceríaque descansaba sobre unas esbeltas parástades reali-zadas en piedra caliza labrada.

La identificación del sistema estructural originalprecisó un atento proceso analítico, rechazando deesta fama toda solución conservadora que impusierauna propuesta acrítica en la fase ejecutiva y, por con-siguiente, evitando una dimensionado erróneo de lasactuaciones de consolidación e introduciendo inopor-tunos cambios ]ocalizados de resistencia y rigidez.La adopción de este método de trabajo obligó, pues,a compaginar las capacidades críticas con el conoci-miento de las leyes de la estática y de los procedi-mientos de análisis y la evaluación de las tensionescon las que reacciona una estructura ante los esfuer-zos externos.

S. D' Avino

Las características mecánicas del aparejo, en parti-cular la capacidad de responder con su capacidad es-tabilizadora a los esfuerzos horizontales provocadospor la acción sísmica (la causa principal de las lesio-nes que se observan), al pemitir posibles oscilacio-nes de escasa entidad, pero manteniendo a la vez lanecesaria integridad del espesor, dependen de la for-ma en que está hecha la pared y del estado de conser-vación intrínseco de la misma. Por consiguiente, eljuicio acerca del comportamiento mecánico de unapared coincide con e] juicio expresado acerca de lacalidad de su realización y de los resultados de losestudios realizados (figura 3).

Figura 3Cascia, S.Agostino, detalle del muro

Sin embargo, es preciso que ]a totalidad del siste-ma, tanto las estructuras verticales como las horizon-tales, actúe en el sentido de una unidad funcional; esdecir, hay que observar la construcción como uncomplejo orgánico, y no como un conjunto de ele-mentos ensamblados que actúan de fama autónoma.Por consiguiente, se han efectuado los estudios opor-tunos de la estructura de las paredes, teniendo encuenta la constricción que les impone a las paredes labóveda del siglo XVIII de la cubierta, así como loscambios que se han ido introduciendo en el mecanis-mo resistente a lo largo de la Historia, como porejemplo la necesaria evaluación de la eficacia de laacción de contención que ejerce el zuncho de hormi-gón amado que se añadió tras el terremoto de 1979,o e] sistema de retención realizado mediante la intro-ducción, en la imposta de los arcos, de los pares de

La contribución de las técnicas diagnósticas de la iglesia agustina de Cascia (Italia) 81

cadenas de metal, una actuación que también se re-monta aproximadamente a 1980 (figura 4).

Figura 4Cascia, S. Agostino, vista interior

El objetivo de conocimiento que orientó la primerafase de la restauración de la iglesia de Cascia consis-tió en llevar a cabo un atento levantamiento de lascaracterísticas geométricas de conjunto de la obra ar-quitectónica y de los múltiples «signos» que podíaninterpretarse como la manifestación de algún queotro daño estructural.

En el caso en cuestión, la aplicación de la metodo-logía estereofotogramétrica, con la ayuda de sistemastopográficos, permitió no sólo delinear la consisten-

cia espacial de forma pormenorizada, sino tambiénelaborar un panorama de la trama del partido arqui-tectónico, a la vez que permitía apreciar todas las va-

riaciones de c()phmarkdad de los tabiques de obra

que cabe achacar a fallos estructurales. Por tanto, ellevantamiento no se redujo a un mero acto técnico,sino que se entendió más bien como la evolución deuna decisión críticamente consciente.

A este respecto, cabe observar que la condiciónprincipal para que pueda verificarse el va]or verídicodel levantamiento reside en la capacidad de mantenerdiacrónicamente el peso del testimonio, seleccionan-do y actualizando su dato matérico. Aquél puede,pues, considerarse realmente válido cuando revelarealidades que no siempre pueden reconducirse di-rectamente a cantidades numéricas.

Resulta evidente que el simple conocimiento delos aspectos morfológico-geométricos fundamentalesde un organismo arquitectónico no es en absoluto su-ficiente a efectos de una operación conservadora.Sólo el establecimiento correcto y riguroso del esta-do de equilibrio estático del monumento, una condi-ción en continua transformación, permite, en la ma-yoría de los casos -si es reiteradamente- dar porsuperados los esquemas y modelos de interpretaciónya adoptados.

En la obra agustina de Cascia, se trabajó teniendocomo principal objetivo la valoración directa de lastransformaciones y estratificaciones que la Historiale ha impuesto al monumento, recomponiendo el or-den estratigráfico de las mismas, prestando siempregran atención para que ]a inevitable fragmentaciónde las partes no condujera en cambio a la interpreta-ción en'ónea de caracteres considerados como váli-dos, a pesar de estar sacados de áreas no homogéne-as. En cambio, el levantamiento exacto de cadadivenidad hallada en el monumento tradujo la canti-dad medida en calidad (al menos en cuanto a conoci-miento material). «De esta forma, en una perspectivamás atenta a la conservación y al mantenimiento, ellevantamiento puede incluso llegar a convertirse enuna herramienta de prediagnóstico».ó

Para examinar en detalle las características estruc-turales de los aparejos de las paredes, se efectuaronnumerosos sondeos mediante la continua extracciónde zanahorias de pequeño diámetro, con el fin deidentificar los materiales lapídeos y las formas em-pleadas para su puesta en obra, así como para hacerposible ]a toma de muestras significativas para some-terlas a ensayos de laboratorio. El uso de las zanaho-rias resulta tanto más significativo en el caso de SanAgustín puesto que, como tuvimos ocasión de obser-var, aquí el aparejo consta de dos paramentos y un

82

relleno interior. Las características intrínsecas espe-cíficas del aparejo indujeron asimismo a utilizar elanálisis dilatométrico para determinar las caracterís-ticas de deformabilidad de la mampostería, lo quepermitió determinar la relación entre los módulos deelasticidad del paramento y del núcleo de la pared, yno ya sus valores absolutos que, por otra parte, ya sehabían estudiado mediante el estudio de la alteracióndel estado de tensión de la mampostería obtenido conel uso de martinetes planos.

Los valores calculados pusieron de manifiesto quelas principales tensiones afectan principalmente a laspartes más rígidas de la obra, como parástades y con-trafuertes, en los que la mampostería cortical estáformada por sillares de piedra perfectamente escua-drados y puestos en obra casi por contacto. Por elcontrario, los muros continuos, al menos en los pun-tos estudiados, resultaron estar casi constantementelibres de esfuerzo. Ésto puede achacarse, además dea los distintos grados de rigidez, al hecho de que hansufrido una sensible rotación hacia el exterior, sobre-cargando de esta forma los lados opuestos a los afec-tados por la prueba. (figura 5)

De ello se deduce que es muy probable que los pa-ramentos exteriores, formados por sillares de piedrade un espesor que oscila entre 10 y 20 centímetros,tengan exclusivamente una función de revestimiento,algo que se ve confirmado asimismo por los resulta-dos de estudios experimentales que indican que envarios puntos existen soluciones de continuidad conla fábrica de detrás.

Las pruebas realizadas con dos martinetes planosparalelos para determinar las características de defor-mación de las muestras de mampostería estudiadaspusieron de manifiesto tensiones distintas según laubicación de la muestra. De hecho, se registran valo-res normales en las paredes orientadas al sur (el ladode la sacristía), acaso influenciados por anterioresobras de consolidación, y valores altos o muy altosen el otro lado.

Además, a través de los mismos orificios y en lasfracturas ya existentes en las paredes de mamposte-ría, se llevaron a cabo pruebas endoscópicas con elfin de completar el cuadro diagnóstico. Tras realizarin situ los ensayos oportunos, se llevaron a cabo unaspruebas de laboratorio destinadas a identificar los pa-rámetros físicos, químicos, mineralógicos y mecáni-cos de las muestras de material lapídeo recogidasanteriormente mediante microsondeos.

---------------

S. D'Avino

Figura 5

Determinación del estado de cargas

Posteriormente, se llevaron a cabo estudios de ca-racterización química de los morteros empleados. Lacromatografía iónica evidenció una difusa y elevadapresencia de nitratos, presumiblemente derivados delas sepulturas existentes en la iglesia y, posterior-mente, transportados al interior de los morteros debi-do a fenómenos de capilaridad. Sin embargo, no pue-de achacárseles a los nitratos más que en parte ladisminución de la cohesión, debida más bien a unapuesta en obra poco cuidadosa.

De hecho, la heterogeneidad y variabilidad de losparámetros físicos que pueden observarse, caso porcaso, en los monumentos, así como su peculiar ca-rácter único y los valores histórico-formales de cadauno de ellos (que conducen a una sustancial y abso-luta imposibilidad de repetir los eventos y objetos dela restauración) impiden fundar la operatividad enunas bases científicas rigurosas que puedan alardeardel suficiente grado de corroboración.

La contribución de las técnicas di agnósticas de la iglesia agustina de Cascia (Italia)

Es, pues, fundamental no trasladar a la obra de for-

ma generalizada los resultados de la investigacióncientífico-analítica, puesto que de la exaltación posi-tivista de ]a cultura de los materiales puede hacersederivar erróneamente ]0 inesencia] de la aportación

de la Historia y ]a presunción de una plena autono-mía de la operación técnico-conservadora, hasta suidentificación con la misma restauración. De estaforma, al privilegiar el dato técnico y matérico seagravaría la dicotomía historia-técnica.

En cambio, un recorrido por la historia materialde] monumento, a través de un riguroso estudio de

los archivos, proporciona una ayuda inapreciablepara comprender los procesos de alteración, así como

indicaciones de utilidad para la puesta a punto de losmateriales y el método para la restauración.

Los lazos dialécticos existentes entre los docu-mentos y los mecanismos de degradación y entre ]aobservación y ]os resultados de ]as pruebas de ]abo-ratorio, exa]tan el proceso de corroboración de losdatos, confiriéndo]es sustancia a las decisiones ope-

rativas.Las obras de consoJidación llevadas a cabo en la

ig]esia de San Agustín de Cascia para subsanar los

daños causados a los aparejos de mampostería porlos esfuerzos derivados de los recientes fenómenossísmicos se ejecutaron con arreglo a los criterios im-puestos por el ejercicio de la interpretación de los va-

lores precipuos del monumento a través del juiciocrítico.

Sin embargo, éste se guió también inevitablementepor ]os resultados de los análisis de] monumento rea-

lizados previamente, puesto que la primera fase de la

actividad de conservación «~sólo puede ser ]a fasediagnóstica, de reconocimiento de los valores (enten-

83

didos como «objeto» y al mismo tiempo «razón» dela actuación»>.7 Por lo tanto, cuanto más exacto seae] conocimiento de la materia del monumento, tanto

mayores serán las probabilidades de hacer un buentrabajo de conservación.

NOTAS

La traducción de las notas incluidas en el texto es del autor.

1. Se encuentran notas fragmentarias en torno a la funda-

ción de la iglesia agustina de Cascia en Fabbi, A.: Storia

e arte nel comune di Cascia. Spoleto, 1975, pp. 262-

267.

2. El documento original se conserva en el Archivo Muni-cipal de Cascia, pero se publicó en Analecta Agustina,

tomo XII (1927-28), nQIV-VI, 1927.

3. Cfr. Archivo General Agustino de Roma, Relazioni su-

l/o stato dei conventi al momento del/a prima soppress-

xione innocenziana (1654).

4. En el Archivo General Agustino de Roma (Notitiae Pro-

vinciae Umbrae, Col. A 13), se conserva un plano de laiglesia de Cascia. Del dibujo, en el que resulta más fácil

vislumbrar los trazos de un croquis que los de un levan-

tamiento, parece desprenderse la voluntad de levantar el

templo según una planta en cruz latina, y no de la formaen que se hizo luego, acaso debido a la necesidad, pro-pia de la Orden, de disponer de un espacio lo más unita-

rio posible para dedicarlo a la predicación.

5. Archivo General Agustino de Roma, Relazioni ..., op.

cit.

6. Cfr. D' Avino, S.: «Il rilievo informatizzato come mode-

llo interpretativo per il restauro», Contributi, núm. 4,Roma, 1997, pp. 25-30.

7. Carbonara, G.: «Intervento alla Giornata internazionale

di studi su Autenticita e patrimonio monumentale" (Na-poli, 29/1 1/1994), Restauro, a. XXIII, núm. 130,oct.-

dec. 1994, p. 33.