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La conmemoración de la festividad del Fuego Nuevo Zultépec- Tecoaque: una propuesta a partir de materiales arqueológicos ENRIQUE MARTÍNEZ VARGAS Las exploraciones j el análisis de los materiales arqueológicos ¿el sitio de "Ziiltépec-Tccoaqiie", han permitido conocer aspectos relacionados con el contacto entre europeos e indígenas mesoamericanos así como del pensamiento mágico- religioso de los últimos, el cual se plasmó en diversas ceremonias celebradas cotí el fin de conjurar la presencia de los hispanos. Entre las evidencias materiales detectadas en el lugar, destaca la ofrenda relacionada con la conmemora- ción anual del Fuego Nuevo en la fiesta de I^calli, manifestación del mito de la creación del fuego. Dicha festividad se celebró en el asentamiento dentro de un sincretismo material, mezclando personas y objetos de ambos mundos, eu- ropeo e indígena, bajo circunstancias de inestabilidad debido a la situación de guerra, pero sobre todo por lo que sig- nificaba la destrucción de su mundo. JL/urante el contacto y desarrollo del proceso de la conquista de Mexico-Tenochtitlan en el lapso de 1520-1521, en el antiguo asentamiento de filia- ción acolhua de Zultépec-Tecoaque, se sucedieron una serie de hechos históricos que de cierta ma- nera manifiestan la visión que sobre la llegada de los europeos tuvieron los indígenas mesoame- ricanos del Altiplano Central. Para los naturales constituyó una experiencia importante la búsque- da de elementos para mantener el equilibrio de su mundo, tratando de evitar el impacto caótico que constituía la presencia de los extranjeros en su tie- rra y que afectó de forma violenta el equilibrio de su existencia. Dada la importancia, algunos acon- tecimientos trascendieron en las crónicas de los conquistadores, lo que unido a las evidencias ma- teriales resultado de las exploraciones en el anti- guo asentamiento, estudios de los materiales y de los contextos en donde se localizaron, permitie- ron identificar diversas ceremonias y rituales como parte de los actos efectuados para conjurar dicha amenaza. Entre los vestigios localizados cabe des- tacar las evidencias de la conmemoración de la festividad del Fuego Nuevo, la que dada las con- diciones históricas de ese momento se festejó de manera especial en dicho asentamiento. Como parte de los trabajos de excavación e investigación que se están realizando en el sitio mencionado, desde 1991 a la fecha se han podido localizar diversas evidencias materiales, entre ellas se detectó en el lado norte del gran basamento y del Templo de Quetzalcóatl, entre dos momen- tos arquitectónicos (figura 1), lo que hasta ahora se ha considerado una de las ofrendas más ricas y abundantes de objetos arqueológicos encontrados en este lugar. Como parte del relleno entre los dos momentos arquitectónicos fue depositada una considerable cantidad de diversos tipos de mate- riales y objetos fragmentados, los que fueron mez- clados con una capa de ceniza y tierra arcillosa fina. Además se sumó a ellos la presencia de res- tos óseos humanos y de animales, algunos instru- mentos de hueso trabajados en forma de agujas y punzones, entre otros. La deposición de objetos Estudios Mesoamericanos Núm. 6, enero-diciembre, 2004

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La conmemoración de la festividad del Fuego Nuevo Zultépec-Tecoaque: una propuesta a partir de materiales arqueológicos

ENRIQUE MARTÍNEZ VARGAS

Las exploraciones j el análisis de los materiales arqueológicos ¿el sitio de "Ziiltépec-Tccoaqiie", han permitido conocer

aspectos relacionados con el contacto entre europeos e indígenas mesoamericanos así como del pensamiento mágico-

religioso de los últimos, el cual se plasmó en diversas ceremonias celebradas cotí el fin de conjurar la presencia de los

hispanos. Entre las evidencias materiales detectadas en el lugar, destaca la ofrenda relacionada con la conmemora-

ción anual del Fuego Nuevo en la fiesta de I^calli, manifestación del mito de la creación del fuego. Dicha festividad

se celebró en el asentamiento dentro de un sincretismo material, mezclando personas y objetos de ambos mundos, eu-

ropeo e indígena, bajo circunstancias de inestabilidad debido a la situación de guerra, pero sobre todo por lo que sig-

nificaba la destrucción de su mundo.

JL/urante el contacto y desarrollo del proceso dela conquista de Mexico-Tenochtitlan en el lapsode 1520-1521, en el antiguo asentamiento de filia-ción acolhua de Zultépec-Tecoaque, se sucedieronuna serie de hechos históricos que de cierta ma-nera manifiestan la visión que sobre la llegada delos europeos tuvieron los indígenas mesoame-ricanos del Altiplano Central. Para los naturales

constituyó una experiencia importante la búsque-da de elementos para mantener el equilibrio de sumundo, tratando de evitar el impacto caótico queconstituía la presencia de los extranjeros en su tie-rra y que afectó de forma violenta el equilibrio de

su existencia. Dada la importancia, algunos acon-tecimientos trascendieron en las crónicas de losconquistadores, lo que unido a las evidencias ma-teriales resultado de las exploraciones en el anti-guo asentamiento, estudios de los materiales y delos contextos en donde se localizaron, permitie-ron identificar diversas ceremonias y rituales comoparte de los actos efectuados para conjurar dichaamenaza. Entre los vestigios localizados cabe des-

tacar las evidencias de la conmemoración de la

festividad del Fuego Nuevo, la que dada las con-diciones históricas de ese momento se festejó demanera especial en dicho asentamiento.

Como parte de los trabajos de excavación einvestigación que se están realizando en el sitiomencionado, desde 1991 a la fecha se han podidolocalizar diversas evidencias materiales, entre ellas

se detectó en el lado norte del gran basamento ydel Templo de Quetzalcóatl, entre dos momen-tos arquitectónicos (figura 1), lo que hasta ahora

se ha considerado una de las ofrendas más ricas yabundantes de objetos arqueológicos encontradosen este lugar. Como parte del relleno entre losdos momentos arquitectónicos fue depositada unaconsiderable cantidad de diversos tipos de mate-riales y objetos fragmentados, los que fueron mez-clados con una capa de ceniza y tierra arcillosafina. Además se sumó a ellos la presencia de res-tos óseos humanos y de animales, algunos instru-mentos de hueso trabajados en forma de agujas ypunzones, entre otros. La deposición de objetos

Estudios Mesoamericanos Núm. 6, enero-diciembre, 2004

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puesta de interpretación de los elementos que for-maron parte de la ofrenda y su función dentro delpensamiento mítico y religioso de los habitantesdel lugar.

En lo que se refiere al estudio de arqueozoo-logía efectuado por el doctor Raúl Valadez Azúa,a partir de los análisis que viene realizando desde1977, se ha podido identificar y determinar lasespecies animales que formaron parte de esta ofren-da, detectando que sobresalen los mamíferos y,en menor grado, aves, además de algunas tortu-gas. El citado investigador2 indica que el conjun-to de mamíferos se puede dividir en cuatro gru-pos: 1. Formas silvestres, propias de la región. 2.Organismos silvestres del territorio mexicano,pero ajenos al valle de Puebla-Tlaxcala o a la Cuen-ca de México, 3. Especies domesticadas mesoa-

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Figura 1. Vista general del espacio en dondefue depositada la ofrenda.

y materiales ocupaba un área de 25 m de largopor 3 a 6 m de ancho, con una profundidad quevaría entre los 0.5 y 1.5 m, aproximadamente. Lamayor parte de los fragmentos se concentrabahacia el lado norte de la estructura principal, dis-minuyendo hacia la plaza superior del gran basa-mento (figuras 2, 3 y 4).

Descripción de la ofrenda

A partir de los trabajos de investigación e inter-pretación en los restos óseos humanos y de ani-males, así como de los de restauración y consoli-dación de los diversos objetos cerámicos de laofrenda y su estudio, se pudo llegar a importantesconclusiones, sobre todo considerando la partici-pación de destacados especialistas.1 Lo anteriorincide en la posibilidad de efectuar un estudio lomás completo posible y de establecer algunas pro-puestas interesantes en general sobre el sitio, sinembargo, en este caso nos abocaremos a una pro-

Figura 2. Aspecto de algunos de los materiales queformaban la ofrenda.

Figura 3. Vasijas fragmentadas en la festividadde conmemoración del Fuego Nuevo.

22 LA CONMEMORACIÓN DEL FUEGO NUEVO

Figura 4. Almenas fragmentadas del templocircular colocadas en la ofrenda.

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Figura 5. Restos óseos de fauna europea.

mericanas y 4. Animales domésticos de origen eu-ropeo. Sobresale dentro del estudio efectuado porel mencionado investigador, la identificación dela presencia en esta ofrenda de restos de: caballo,vaca, borrego y cabra, entre otros animales de ori-gen europeo (figura 5).

Dentro del mismo estudio, destaca la presen-cia de algunos animales que han sido considera-dos como de uso exclusivo para determinados ri-tuales, y de otros animales migratorios "Al interiorde \ma de las vasijas se localizó un pico de gavi-lán, acompañada de una falangeta de guajolote,escápula de tuza y de tortuga y el radio de unconejo, junto con un cráneo de ratón" (figura 6).'Dichos animales se consideran con un valor muyespecial dentro del mundo mítico-mágico mesoa-mericano. Se señala también, que la especie más

utilizada y ofrendada es el conejo, seguida poste-

riormente por el guajolote, el venado y otras quevan disminuyendo en presencia. Dentro del últi-mo grupo, se encuentran algunos mamíferosmesoamericanos como: el coyote, el lobo, el pe-rro, el jabalí, la comadreja, el berrendo y el pécari;entre las aves se tiene: cuervo, pájaro carpintero,gavilán y el pájaro zorzal, este último muy pre-ciado por ser ave de canto. Sobresale también eneste contexto la presencia de la tortuga marina, loque se estableció a partir de la localización delcaparazón de dicho animal.

En lo que respecta a los materiales arqueológi-cos que conforman esta ofrenda, los elaboradoscon arcilla son sin lugar a dudas los de mayor pre-sencia. Se han integrado hasta este momento untotal de 270 piezas, destacando braseros, sahuma-

Figura 6. Plato con restos óseos de tortuga y conejo.

Figura 7. Almenas de la ofrenda despuésde la restauración.

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dores de mano, incensarios, almenas (figura 7),ollas de diversos tamaños y formas; cajetes ymolcajetes trípodes, vasos y copas pulqueras, ma-quetas de templos; figurillas antropomorfas,cuencos sencillos y policromos, platos, jarras dediversos tamaños, sellos y malacates. Es impor-tante señalar la importancia del simbolismo delos motivos plasmados en las piezas y que estánrelacionados con las concepciones míticas y reli-giosas de sus propietarios (figura 8a-f).

En menor grado se observa la presencia dematerial Utico, dentro de él se tiene una cantidadimportante de navajillas prismáticas bastante fi-nas completas y fragmentadas que fueron utiliza-das posiblemente para punzarse el cuerpo comoacto de autosacrificio; núcleos de obsidiana ago-tados y algunas lascas; fragmentos de cuchillos así

como algunas pequeñas figurillas zoomorfas ela-boradas en este mismo material. Otros objetos tra-bajados también en piedra son: bolas, machaca-dores y algunos pulidores; además destacan ele-mentos suntuarios elaborados en cuarzo verdoso,en forma oval y cilindrica, depositados dispersosen toda la ofrenda y dos discos completos de tur-quesa.

Es importante señalar la presencia de elemen-tos marinos en esta ofrenda, entre ellos se tienen:conchas y caracoles así como algunos pequeñosobjetos trabajados principalmente en concha ná-car. Cabe destacar la presencia de una concentra-ción de caracoles que corresponde a la especieNerita peloronta que proviene del golfo de Méxi-co y que probablemente formaban un collar. Alo señalado se suma un pequeño colgante en for-

c d

Figura 8. Vasijas con diseños asociados a la guerra y a la estructuración del universo mesoamericano.

24 LA CONMEMORACIÓN DEL FUEGO NUEVO

ma de cuchillo, realizado en una pequeña láminade cobre, además de varios instrumentos de ma-terial óseo: punzones, perforadores, pizcadores,retocadores, plegaderas y bruñidores.

Formando parte de la ofrenda también habíarestos óseos humanos dispersos, los que corres-ponden a dieciocho individuos, en cuyos restosse detectaron huellas de corte e incisiones y dedesmembramiento, así como de cremación y co-cimiento. Lo anterior permite inferir que el sacri-ficio humano y de animales formó parte impor-tante de dicha celebración.

Antecedentes de este tipo de ofrendas

Son muy pocos los antecedentes arqueológicoscon respecto a este tipo de hallazgos, entre ellosresulta importante señalar el localizado entre 1936-1937 por Noguera, quien realizó un rescate ar-queológico en el costado sur del Palacio Nacio-nal; en la plaza conocida con el nombre del ExVolador. Durante sus exploraciones detectó el ci-tado investigador una de las ofrendas más grandeshasta ahora localizadas, para el centro de la anti-gua Tenochtitlan; las piezas que la componen fue-ron depositadas al interior de una estructurapiramidal de setenta metros cuadrados, la mayorparte de los objetos que la componían se localiza-ron fragmentados; sin embargo, debido al trabajode estudiantes y arqueólogos se han integrado hastaeste momento más de 900 piezas, muchas de lascuales están expuestas actualmente en el MuseoNacional de Antropología. Debido a la impor-tancia del tema, fue materia del libro de FelipeSolís: Rescate de un rescate, en el cual se presentala catalogación de dichos materiales.

La abundancia de materiales y la rica icono-grafía que decoraban las piezas cerámicas juntocon el hallazgo, en una especie de caja, de unaescultura representando a Xiuhtecuhtli, dios delfuego, considerado como representación del diossolar para los mexicas, llevó a Noguera a suponerque dichas evidencias estaban relacionadas con laconmemoración del Fuego Nuevo,4 dicha pro-

puesta fue avalada por Vega en 1975. Cercanas al

hallazgo mencionado se han encontrado grandesesculturas monolíticas, como es el caso del llama-do "Calendario Azteca", descubierto en 1790 y el"Teocalli de la Guerra Sagrada" encontrado en1926, el último, según Matos, es la representaciónde un templo indígena consagrado al Sol.5

Otro aspecto que resulta importante y que seconsideró en la interpretación de la ofrenda loca-lizada en Zultépec-Tecoaque, es el hallazgo reali-zado hacia el lado norte de la zona arqueológicade Xochicalco por Sáenz en 1967, el cual consisteen una pieza trabajada en piedra. Dada las carac-terísticas y motivos iconográficos que la decoran,su descubridor interpretó uno de ellos como unglifo del Fuego Nuevo asociándolo con la prime-

ra celebración del mismo.6 Sin embargo, el men-cionado investigador no indicó la presencia deotras evidencias materiales que pudieran ayudar adefinir dicha celebración.

A lo señalado, se suman los antecedentes y da-tos proporcionados respecto a la celebración delFuego Nuevo cada 52 años o Xiuhmolpilli endocumentos del siglo XVI, entre los que destacanlos aportados por Torquemada, Sahagún y Duran;el segundo es el que mayor información propor-ciona con respecto a dicha celebración. Sahagúnmenciona que al llevarse a cabo la celebraciónmayor, en "el año que se decía orne ácatl, solíanhacer los de México y de toda la comarca una fiestao ceremonia grande, que llamaban toxiuh

molpilid', refiriéndose a la atadura de cañas; con-tinúa señalando que: "y esta ceremonia se hacíade cincuenta y dos en cincuenta y dos años, es asaber, después de que cada una de las cuatro seña-les había regido trece veces a los años". Otro as-pecto que destaca el fraile en dicha festividad es"la sacada de nueva lumbre, por lo que se rom-pían todas las vajillas incluso las de los templos ysus dioses, algunas de ellas eran harrojadas a lalaguna y se limpiaban las casas".7 En cuanto alFuego Nuevo, se sacaba a la media noche sobre elpecho de un cautivo de guerra, luego de obtenerel fuego se abrían las entrañas del sacrificado ysacaban el corazón, lanzando el cuerpo al fuego.

ENRIQUE MARTÍNEZ VARGAS 25

Era tan importante dicha festividad, que tam-bién existía una conmemoración anual de dichacelebración durante el mes de izcalli, que era elúltimo del año, según indica Sahagún.8 Dicha fes-tividad se celebraba en el mes de enero, porqueen febrero se iniciaba nuevamente la cuenta anual.Señala el mismo fraile que esta fiesta estaba dedi-cada al dios del fuego y que en ella, entre otrosrituales y ceremonias, se adornaba al numen conuna máscara formada por mosaicos de turquesa ybandas de cbalchíbuitl atravesando la cara, ademásde una corona de plumas. En cuanto al numenregente de la festividad, estaba sentado

[...] no lejos de un hogar que estaba delante de ella;

a la media noche sacaban fuego nuevo, para que ar-

diese en aquel hogar, y sacábanlo con unos palos,

uno puesto abajo y sobre él barrenaban con otro

palo torciéndolo entre las manos con gran prisa, y

con aquel movimiento y calor se encendía el fue-

go: y allí lo tomaban con yesca y encendíanlo en el

hogar.

Continúa relatando el cronista que:

A la mañana, en amaneciendo, venían todos los

muchachos y mancebillos trayendo toda la caza que

habían tomado el día antes, y ordenábanse todos en

recle e iban delante los viejos, que estaban allí junto

a la casa de calpulli, donde estaba la estatua, y ofre-

cían las aves que traían cazadas, de todo género, y

también peces y culebras y otras sabandijas de agua;

y recibiendo estas ofrendas los viejos echábanlas

en el fuego, que era grande y ardía delante de la es-

tatua.

También índica Sahagún, que los

[...] muchachos ofrecían la caza que traían, entra-ban así como iban ordenados y daban vuelta alre-dedor del fuego, y que a los veinte días del mismo

mes: También los muchachos y mancebillos pues-tos en orden traían la caza, y dábanla a los viejos, y

los viejos echábanla en el fuego que ardía delante dela estatua; esta caza era de aves y culebras y otrassabandijas, y pequeñas culebras y las pequeñas avesquemábanse todo en el fuego, y las grandes culebras

y grandes aves desque estaban asadas sacábanlas y

echábanlas allí a la orilla del fuego; y después que se

templaban comíanlas los viejos que se llamabancalpuleque.

Destaca Sahagún, además, que los viejos be-bían pulque y que cada cuatro años, que era bi-siesto, mataban muchos esclavos imágenes deXiuhtecuhtli y cada uno iba con una mujer quehabían de morir.

Análisis y simbolismo de la ofrenda

Reunir los datos resultado de las investigacionesrealizadas por otros investigadores y especialistas,además de cotejarlos con las descripciones plas-madas en las fuentes históricas, permitió estable-cer y efectuar la lectura simbólica y posible fina-lidad de la ofrenda de Zultépec-Tecoaque y sulocalización en el lado norte del gran basamentoLo último, sobre todo considerando la situaciónhistórica que en esos momentos vivían los natu-rales de la región y del Altiplano Central de Méxi-co en general, por la presencia de extraños queponían en riesgo no sólo sus vidas sino la conti-nuidad de su cultura y el equilibrio de su mundo.

Debido a la importancia del evento celebradoen el sitio que constituía la cabecera regional laasistencia debió haber sido numerosa, sobre todoconsiderando la importancia de la celebración quecon tal ocasión se festejaba, sustentada en sus con-cepciones míticas y principios religiosos, dado elcaso debió revestir características especiales que

la llevaron a tener, probablemente, trascendenciano solamente religiosa sino política. Otro elemen-to importante fue la coincidencia de la finaliza-ción de la primera cuenta o cuarta parte de susiglo, el término de los primeros trece años delXiuhmolpilli.

En cuanto a las características de la ofrenda yen lo que se refiere a los restos de animales queformaban parte de ella, aparecen especies grandesque eran objeto de caza como: venados, berrendos,coyotes, lobos, jabalíes, comadrejas y pecaríes, los

26 LA CONMEMORACIÓN DEL FUEGO NUEVO

que probablemente fueron cazados como partede las ceremonias realizadas en la fiesta de izcalliy de la conmemoración anual de la celebracióndel Fuego Nuevo. Los restos de dichos animalespresentan evidencia de haber estado expuestos alfuego y algunos cocidos por completo, lo queconfirma lo expuesto por Sahagún. En cuanto ala presencia de restos óseos de animales europeoscomo: vacas, caballos, borregos y cabras, es posi-ble, que debido a su tamaño, fueran consideradoscomo animales de caza y por lo mismo los hu-bieran sacrificado de la misma manera que a lasespecies autóctonas y de regiones alejadas del cen-tro de México. Por otra parte, también resultaimportante que sean los primeros datos en con-textos arqueológicos en donde algunas especiesanimales alóctonas son mezcladas con otras deorigen local dentro de contextos ceremoniales,posiblemente en la búsqueda de la continuidadde su ciclo vital.

Respecto a la presencia del fragmento de es-cápula y caparazón de tortuga, es probable quetenga explicación en la tradición ritual de ofreceren esa fiesta fauna de origen acuático; por lo quees posible que estuvieran formando parte de laofrenda otros animales de agua pequeños. Tam-bién resulta importante destacar la relación de latortuga con Mayáhuel, diosa del pulque veneradaen el lugar y su relación con la tierra además de lafunción del caparazón como instrumento musi-cal, sobre todo considerando que en esta festivi-dad el canto constituía un aspecto importante dela celebración. Por otra parte, el ofrecimiento deelementos acuáticos al fuego es parte del pensa-miento dual y complementario mesoamericano.De los conejos, ratas, tuzas y otros pequeños roe-dores, cabe señalar su carácter de poseedores demalos presagios, tal como aparecen representadosen la lámina 27 del Códice Borgia; además se des-taca el mal augurio de los conejos en la fecha dece tochtli, en la que se esperaban hambrunas y queantecedía a la fecha orne ácatl o del Fuego Nuevo.Situación parecida sucede con el guajolote, debi-do a que si morían polluelos presagiaba que susdueños cometían adulterio.

Figura 9. Restos óseos humanos.

De las aves presentes en la ofrenda, el gavilánera considerado mensajero entre dioses y los hom-bres. En una de las leyendas de la creación delSol, se le envía como mensajero al astro para quecontinúe su camino, por lo que es posible que esafuera su misión dentro de la ofrenda, sobre todopartiendo de que lo que se buscaba con la festivi-dad del Fuego Nuevo era que el Sol aparecieranuevamente por la mañana, manifestando la po-sibilidad de existencia de vida en el universo porun periodo de 52 años, lo que en ese momentoen especial resulta importante por el peligro querepresentaban los europeos en su territorio. Elcuervo está relacionado con el maíz y su cultivo,para los mayas era considerado un ave sagrada, esrepresentado en el Popal Vuh como el animal quesabía donde estaban los granos de maíz para quelos dioses formaran al hombre,9 es posible que paralos pueblos nahuas también tuviera ese significa-do. El zorzal, del género de los tordos especie blan-co,10 es un ave de canto y también se les empleabaen la adivinación, su presencia se debe, probable-mente, a la importancia también del canto en lasceremonias celebradas en dicha fiesta.

De los restos óseos humanos que formabanparte de la ofrenda, cabe destacar la presencia derestos de un posible entierro secundario que mues-tra huellas de cremación (figura 9), lo que pudie-ra estar relacionado con la descripción realizadapor Sahagún, respecto a la obtención de FuegoNuevo sobre el pecho de un cautivo a la media

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noche y la posterior incineración de todo su cuer-po en la hoguera dedicada al dios del fuego en esafecha.

Lo señalado permite suponer que el entierroindicado al principio y que estaba integrado a laofrenda fuera parte del cuerpo de uno de los cau-tivos sacrificados durante dicha fiesta de la con-memoración. Los otros fragmentos, que corres-ponden a dieciocho individuos, es probable quedebido a las circunstancias políticas y a la presen-cia de los europeos, se haya considerado aumen-tar el número de sacrificados tal como sucedía enla celebración de dicha festividad cada cuatro años,según menciona Sahagún y, aunque no lo especi-fica, probablemente les era extraído el corazón ydesmembrados sus cuerpos. En cuanto al núme-ro de sacrificados, es posible que tuviera relacióncon el número de meses del año y por consiguientefuera esta festividad del tipo que se realizaba en laconclusión de algún periodo.

Los objetos cerámicos que formaban parte dela ofrenda cronológicamente corresponden a lafase Cerámica Azteca III," caracterizando el con-texto arqueológico la presencia de varios tiposcerámicos correspondientes a la cerámica acolhuamezclados con piezas de tipo azteca. Algunosejemplares localizados en esta ofrenda muestranuna rica iconografía, cuyos motivos se presentantambién en piezas de la ofrenda del Ex Volador,también se encuentran presentes algunas piezasde las cerámicas Policroma Choluteca, Policro-ma de Chalco y de la cerámica Rojo Texcoco.

Por sus características iconográficas, variedadesde formas y la calidad de su acabado, se suponeque las piezas señaladas constituían parte de lacerámica ceremonial que se encontraba en el re-cinto y en especial en el templo dedicado aEhécatl-Quetzalcóatl. En cuanto a las copas lla-madas pulqueras, cuyo número es importante, supresencia coincide con el ritual de ingestión depulque que se efectuaba en dicha celebración.

De los motivos que aparecen decorando laspiezas cerámicas se puede afirmar que destaca lapresencia de formas similares a los atados, simbo-lizando la atadura de años o cañas. También es

importante la presencia de caracoles, los que ade-más del culto al agua se asociaban al fuego debidoa la dualidad mencionada.

En algunos de los braseros destaca la presenciade calaveras, moños y mariposas (figura 10), to-dos ellos elementos asociados con el final de unperiodo en donde se conmemoraba la muerte yel renacimiento del fuego, como símbolo del ci-clo solar cada 52 años, además de la atadura deaños representada por los moños. Otro motivofrecuente es la presencia del quincunce, como sig-no de los cuatro rumbos del universo, lo que pu-diera asociarse con el relato que hace el mismoSahagún respecto al origen y nacimiento del Sol,ya que después de que Nanahuatzin y Tecuciz-técatl se lanzaron a la hoguera sagrada: "estuvie-ron un rato esperando y se comenzó a poner co-lorado el cielo y apareció la luz del alba, y comoen todo el cielo se veía eso empezaron a suponerpor donde había de salir el astro, algunos dijeron

Figura 10. Brasero ceremonial.

Figura 1 1. Vasija antropomorfa.

28 LA CONMEMORACIÓN DEL FUEGO NUEVO

Figura 12. Incensarios ceremoniales.

Figura 13. Figura antropomorfa.

que por el norte, y otros que por el sur, el oeste oeste"12 definiendo con ello, la forma cuadrangulardel universo.

Destaca también la presencia de una vasijaantropomorfa elaborada en arcilla y pintada decolor rojo con vestigios de cinabrio en su superfi-cie (figura 11), aunque carece de algunas partesexiste la posibilidad de que sea imagen deXiuhtecuhtli, dios del fuego, sobre todo conside-rando el color del cuerpo, además de las cuatroimágenes antropomorfas en el asa, lo que pudierasignificar, también, los cuatro rumbos del universoy el numen al centro, posición que en los códicesocupa el dios. Es significativo, sobre el cuerpo deldios, la cantidad considerable de plumas, tal comoseñala Sahagún que vestían los desuñados al sa-crificio como imágenes del dios en dicha fiesta.También destaca en la pieza la presencia de dibu-jos de conchas, elementos asociados al mismo dios.

Por otra parte, cabe también destacar la pre-sencia de una cantidad importante de incensariosde mano o tlemain, los cuales presentan comoelemento distintivo su pintura blanca y roja, co-lores asociados al Sol y al fuego. Hay que consi-derar además, que los guerreros cautivos destina-dos al sacrificio y ofrendados al Sol eran pintadoscon rayas blancas y rojas, que son los colores ca-racterísticos del amanecer antes de la salida delSol (figura 12).

Jugaron también un papel importante en elritual algunas figurillas con rasgos que permitenidentificarlas como imágenes de Quet2alcóatl,numen asociado con el Sol y creador del fuego,según las fuentes históricas (figura 13). En cuantoa la presencia de elementos punzantes trabajadosen obsidiana, están asociados al ritual de autosa-crificio, mismo que era realizado en cantidad con-siderable durante la festividad de izcalli, comoofrenda al dios del fuego.

Dada la abundancia y características de la ofren-da, no es posible extenderse en la descripción e in-terpretación de todos y cada uno de los elementosque la componen; sin embargo, lo expuesto es unanálisis de varios de sus elementos que permitenformular algunas consideraciones.

Conclusiones

La fractura de los objetos sacros, incluyendo lasalmenas que decoraban el templo principal, cons-tituye parte de la ceremonia con que se celebrabala festividad del Fuego Nuevo; sin embargo, laúltima celebración de la misma fue en 1507, porlo que en 1521, apenas habían pasado 13 años,representando el primer atado de los cuatro queconforman los 52 años. Por otra parte, la presen-cia en esta fiesta de restos óseos perteneciente afauna europea, lleva a inferir que fue utilizada confines ceremoniales, constituyendo una de las pri-meras evidencias del mestizaje cultural que carac-terizó posteriormente al continente. Además, de-bido a las características y contextos en donde seencontraron dichos vestigios, es posible que la

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ofrenda esté asociada a la conmemoración anualdel Fuego Nuevo y por consiguiente a la festivi-dad del mes de izcalli, en donde se conmemorabaanualmente dicho evento.

En cuanto a las características especiales de di-cha celebración en Zultépec-Tecoaque, la canti-dad de piezas y objetos, aunados a la ampliacióndel templo y su plataforma principal, en dondefue colocada la ofrenda, entre otras, son el resul-tado de las condiciones de peligro y desequilibrioque vivían sus habitantes por la presencia de loseuropeos y de sus aliados. En cuanto a los anima-les quemados y hervidos, es posible que refleje elpensamiento mítico-religioso nahua con respectoa la posible muerte del Sol y desaparición de lahumanidad. Los restos óseos de hombres mani-fiesta el sacrificio para fortalecer al Sol y podercontinuar la vida con el transcurso del tiempo.

Otro aspecto importante a considerar es la simi-litud de dicha ofrenda con la localizada en la pla-za de Ex Volador por Noguera, aunque no en can-tidad y calidad de objetos y piezas, debido a quela última correspondía a la realizada en la capitaldel imperio mexica, y la aquí descrita es la de unpequeño asentamiento acolhua. Por lo señalado,es posible que la localizada por Noguera tambiénfuera en conmemoración del Fuego Nuevo en la

fiesta de izcalli en 1521.

Notas:1 El doctor Carlos Serrano en el aspecto antropoflsico,el doctor Raúl Vakdez en paleozoología, ambos inves-tigadores del HA de la UNAM, y la maestra SusanaXelhuatzi López, del Laboratorio y Apoyo Académi-co de la Coordinación Nacional de Arqueología del

INAH.2 Raúl Valadez Azua y Bernardo Rodríguez Galicia,

Fautia descubierta en el sitio de Zultépec-Tecoaque, Tlaxcala.

3 ídem.4 Felipe Solís y David Morales, El rescate de un rescate.5 Eduardo Matos Moctezuma, coord., Trabajos arqueo-

lógicos en el centro de la ciudad de México, pp. 455-457.' César A. Sáenz, El fuego nuevo.1 Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de

las cosas de Nueva España, pp. 438-439.

8 Ibid., libro II, cap. XXXVII, pp. 150-151.9 Mercedes de la Garza, Aves sagradas de los majas,

pp. 120-123.10 R. Valadez Azua y B. Rodríguez Galicia, op. cit.11 Enrique Martínez Vargas y Ana María Jarquín

Pacheco, Informes generales de trabajo del proyecto deinvestigación arqueológica, "Influencias en las épocas Clá-sica y Posclásica en la %pna de Calpulalpan, Tlaxcala.

12 Fray B. de Sahagún, op. cit., libro VII, cap. I, pp.432-433.

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(Serie historia, XVIII)Garza, Mercedes de la, Aves sagradas de los mayas. Méxi-

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