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LA CONFIANZA DE LOS CIUDADANOS EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS:UNA APROXIMACIÓN AL CASO COLOMBIANO.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C.
2016.
LA CONFIANZA DE LOS CIUDADANOS EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS: UNA APROXIMACIÓN AL CASO COLOMBIANO.
ANA GABRIEL RAMIREZ ZULUAGA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C.
2016.
LA CONFIANZA DE LOS CIUDADANOS EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS:UNA APROXIMACIÓN AL CASO COLOMBIANO.
ANA GABRIEL RAMÍREZ ZULUAGA
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE POLITÓLOGO
DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO ROBERTO GARCÍA ALONSO
PhD
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C.
2016
Tabla de contenido.
1. Introducción............................................................................................ pg 3
2. Marco Teórico......................................................................................... pg 4
2.1 Sistema Político Colombiano: ¿Ruptura de la institucionalización, o
institucionalización del clientelismo?.......................................... pg 4
2.2 La ideología política: ¿determinante al momento de votar?...... pg 6
2.3 Sociedad civil colombiana: entre el antipartidismo reactivo y el
antipartidismo cultural................................................................ pg 9
2.4 Volatilidad electoral y sistema político colombiano......................pg 12
2.5 Ciudadanos y partidos políticos: una relación ambigua peroduradera............................................................................................ pg 13
2.6 El concepto de Desafección Política............................................. pg 15
3. Objetivos de la Investigación e Hipótesis............................................. pg 17
3.1 Objetivos............................................................................................ pg 17
3.2 Hipótesis............................................................................................ pg 17
4. Diseño Metodológico ................................................................................pg 17
4.1 Selección del caso de estudio......................................................... pg 17
5. Herramienta Metodológica........................................................................pg 20
5.1 Estrategia mixta..................................................................................... pg 20
6. Análisis de datos......................................................................................... pg 21
7. Análisis factorial con rotación varimax para las variables de
antipartidismo cultural y desafección hacia el sistema........................ pg 28
8. Hallazgos.......................................................................................................pg 29
9. El efecto Cohorte y el efecto período en el Antipartidismo Cultural enColombia........................................................................................................... pg 31
10. Conclusiones.............................................................................................pg 36
11. Referencias Bibliográficas
12. Anexos..................................
pg 38
pg 42
12.1. Anexo 1: Indicadores de los sentimientos antipartidistas culturales en Colombia: 1998-2013............................................................................... pg 42
12.2 Anexo 2: Indicadores de la desafección política en Colombia: 19982013 pg 43
12.3 Anexo 3: Línea del tiempo sobre hechos relevantes en la coyunturacolombiana: 19982013.............................................................................pg 44
12.4 Anexo 4: Análisis factorial con rotación varimax para las variables de antipartidismo cultural y desafección hacia el sistema: 2000-2013....pg 47
12.5 Anexo 5: Confianza en los Partidos Políticos e Interés por la Política.Años 2000 a 2013......................................................................................pg 52
12.6 Anexo 6: Sin partidos no puede haber democracia Vs. Puede haberdemocracia sin partidos. Años 2000 a 2013...........................................pg 59
Introducción
Esta investigación examina el sentimiento de antipartidismo cultural en Colombia
durante la última década, y hasta qué punto está relacionado con los niveles de
desafección política del país1. Para ello, se analizarán las actitudes hacia los
partidos y la política por parte de los colombianos durante el período 2000 a
2013.
Se seleccionaron tres indicadores empíricos con el fin de evaluar qué tan
arraigado se encuentra el fenómeno del antipartidismo cultural en el país: nivel
de interés en la política; confianza en los partidos políticos; y la idea de concebir
a los partidos políticos como indispensables para la existencia de la democracia.
Estos indicadores se contrastaron con los de desafección política: frecuencia con
la que habla de política; apoyo a la democracia; y satisfacción con la democracia.
En la primera parte de la investigación, se planteará una recodificación de
variables para desarrollar las hipótesis planteadas y explicarlas por medio de un
análisis mixto, dando paso a un análisis factorial con rotación varimax para las
variables del antipartidismo cultural y desafección política. Por último, y con el
fin de explorar los orígenes de los sentimientos antipartidistas, se hará un breve
estudio generacional, que incluye la relación entre el antipartidismo cultural, el
efecto cohorte, y el efecto período en distintos grupos etarios del país.
Al observar el comportamiento de las actitudes antipartidistas de los colombianos
desde finales de los 90’ se evidencia que, si bien existen picos claros de
desafección hacia la política, los partidos y el sistema, estos sentimientos
permanecen constantes a lo largo de los años, demostrando un problema de
fondo en la sociedad colombiana, que de acuerdo con la mayoría de la literatura,
podría ser atribuido a la falta de una dictadura como las que se vivieron en el
Cono Sur, que le impide a los colombianos comparar la calidad de su democracia
1 Si bien se desarrolla el concepto de antipartidismo reactivo en el marco teórico, la investigación
se centra en el fenómeno del antipartidismo cultural.
1
con algún otro régimen, y a la generalizada falta de interés por la política
(Cfr.Torcal, 2002, Benavides, 2014), lo que sin duda lleva a afectar
negativamente la calidad de la democracia, a incrementar la volatilidad electoral,
y a privilegiar opciones no democráticas y/o candidatos ‘outsider’ que llegan al
poder por representar una opción lejana a los partidos tradicionales, causando
un debilitamiento de los mismos (Mainwaring & Torcal, 2005).
2. Marco Teórico
2.1 Sistema Político Colombiano: ¿Ruptura de la institucionalización, o
institucionalización del clientelismo?
En su trabajo “Parties and Party Systems: a Framework for Analysis”, Sartori
(1976) identificó dos dimensiones de los sistemas partidistas como
especialmente importantes: el número de partidos relevantes y el nivel de
polarización ideológica. Si bien dicha clasificación ayuda a la comparación y
posterior contextualización de los sistemas de partidos, obvió una propiedad
importante de los mismos: su nivel de institucionalización.
Siguiendo a Mainwaring & Torcal (2005), la diferencia entre las democracias de
sociedades industriales avanzadas y de sociedades en vías de desarrollo, yace
en el nivel de institucionalización de sus partidos políticos, y la clave para
entender este fenómeno reside en tres factores: los niveles de volatilidad
electoral; el hecho que la mayoría de la literatura sobre votantes y partidos tome
como referente un contexto de sistema de partidos institucionalizados y con
fuertes raíces partidistas en la sociedad, obviando los vínculos programáticos e
ideológicos a la hora de establecer los mecanismos de competición partidista; y
por último, el fenómeno del personalismo, presente en las democracias débiles,
donde el elector se centra en una persona y sus características, ignorando el
partido político que está detrás de él.
Tal como proponen Mainwaring (1999) y Mainwaring & Scully (1995), la
institucionalización de un sistema de partidos puede conceptualizarse a través
2
de cuatro dimensiones que, si bien son analíticamente separables, resultan
complementarias y sirven para explicarse entre sí.
Primero, los sistemas más institucionalizados cuentan con una mayor
estabilidad, y la competencia entre partidos manifiesta mayor regularidad
(Przeworski, 1975 en Mainwaring, 1996). Esto se explica porque; segundo, en
los sistemas más institucionalizados, los partidos tienen fuertes raíces en la
ciudadanía, y viceversa, llevando a que el arraigo de un partido en la sociedad
limite o impida la volatilidad electoral, y los ciudadanos desarrollen altos niveles
de confianza en su democracia.
Tercero, en los sistemas más institucionalizados, los actores políticos brindan
legitimidad a los partidos; los ven como parte indispensable de la democracia
aunque sean críticos con algunos de ellos e incluso expresen escepticismo
generalizado. Por esto, en algunas democracias de países industriales
avanzados puede haber ciudadanos críticos con los partidos pero que al mismo
tiempo, expresan de forma mayoritaria la necesidad de que estos jueguen un
papel básico en el funcionamiento de sus democracias (Torcal, Gunther, y
Montero, 2002).
Por último, en muchos sistemas institucionalizados, las organizaciones
partidistas no están subordinadas a los intereses de unos cuantos líderes,
llevando a que adquieran un estatus independiente y un valor por sí mismas
(Huntington, 1968). Cuando la institucionalización de los partidos políticos está
limitada a ser el medio o instrumento personal de un líder o pequeño círculo de
influencia (Janda, 1980), el nivel de institucionalización del sistema es menor.
Se puede apreciar, el sistema político colombiano no comparte exactamente las
características de los sistemas políticos institucionalizados, No en vano, en
promedio de 1995 a 2011, únicamente el 18% de los colombianos cree en los
partidos que los representa y se siente identificado con ellos2. Se puede decir
2 Promedio a partir de datos del Latinobarómetro para los años 1995 a 2011.
3
que nuestro sistema político se acerca más al de los partidos fluidos o
‘débilmente institucionalizados’. Como su nombre lo indica, estos se caracterizan
por tener un grado menor de institucionalización y menor regularidad en los
modelos de competencia partidista, "débil arraigamiento del partido en la
sociedad, menor legitimidad otorgada a los partidos, y débiles organizaciones
partidistas, a menudo dominadas por líderes personalistas” (Mainwaring &
Torcal, 2005).
2.2 La ideología política: ¿determinante al momento de votar?
Autores clásicos como Budge (1994), Cox (1990), Enelow y Hinich (1984), Hinich
y Munger (1994) y Westholm (1997), realizaron importantes avances en el
modelo espacial de proximidad de voto. Hinich y Munger (1994), incluso
sofisticaron el modelo al argumentar que la competencia espacial no tomaba
lugar en una dimensión económica de derecha-izquierda, y afirmaron, los
votantes escogen a un partido o candidato basados en su ideología, la cual sirve
como un ‘atajo’ a la decisión electoral final.
Por otra parte, la teoría del cleavage social, se enfoca en que los votantes
identifican su partido de acuerdo a su posición en la sociedad (clase, religión,
etnia o residencia rural/urbana), ya que estos promueven programática o
ideológicamente los intereses de los diversos sectores de la sociedad (Bartolini
y Mair, 1990; Scully, 1992; Valenzuela, 1997).
También existe en la literatura sobre partidos y votantes, la tradición académica
de ver el esquema derecha-izquierda (sintetizador de las orientaciones
ideológicas), como un contundente estabilizador psicológico del voto; en ella se
establece, los individuos votarían según su orientación ideológica (Inglehart y
Klingemann, 1976; Klinge- mann, 1979; Inglehart, 1979; Laponce, 1981; Fuchs
y Klingemann, 1990; Fleury y Lewis- Beck, 1993; Knutsen, 1997).
Si bien las tres teorías aportan valiosa y acertada información sobre el
comportamiento electoral de los individuos; todas pasan por alto tres razones no-
4
programáticas y no- ideológicas que podrían resultar determinantes a la hora de
analizar la decisión del votante (Kitschelt, 2000, en Mainwaring & Torcal, 2005):
Primero, el que los individuos basen su decisión en relaciones clientelares, más
que en arraigadas posiciones ideológicas. Los individuos pueden votar por un
candidato determinado, independientemente que su contrincante esté más
cercano a su posición ideológica, demostrando que -ta l como funciona en el
caso colombiano-, los votantes participan del juego político muchas veces, no
para apoyar al candidato que los represente ideológicamente, sino para asegurar
sus intereses privados, basados en relaciones clientelares, pues no hubieran
podido hacerlo por medio de bienes públicos.
Segundo, se ignora que el voto emitido pueda ser fruto del personalismo; no
necesariamente ligado a preferencias ideológicas o propuestas partidistas, sino
más bien, producto de la empatía por los rasgos particulares de un candidato
determinado.
Tercero, los individuos pueden dar prioridad a la gestión del gobierno por encima
de las posiciones ideológicas de los partidos que compiten en el sistema, y
pueden hacerlo sin ningún criterio programático o ideológico que lo determine
(Ferejohn, 1986; Fiorina, 1981; Sánchez-Cuenca, 2003, en Mainwaring & Torcal,
2005).
Es cierto que los efectos programáticos o ideológicos no son los únicos medios
que crean estabilidad en el sistema, pero si se acercan a ser los principales. De
esta manera, "donde existe una débil conexión entre la posición programática e
ideológica del votante y su partido preferido es más probable que el votante
cambie de un partido a otro” (Mainwaring & Torcal, 2005, p. 143).
Así pues, se puede decir que muchos individuos votan en un grado importante
basados en características personales de los candidatos, más que en alguna
causa social o de comportamientos programáticos o ideológicos. El voto
personalista es relevante en muchas de las democracias y semi-democracias de
los países menos desarrollados, y se evidencia en tanto, el nivel de candidatos
5
políticamente independientes (especialmente populistas), que buscan llegar a
altos cargos, no solo resulta bastante elevado, sino bastante exitoso.
“PORCENTAJE DE VOTO GANADO POR CANDIDATOS PRESIDENCIALES EXTERNOS EN
LAS CINCO ELECCIONES PRESIDENCIALES MÁS RECIENTES EN SIETE PAÍSES
SELECCIONADOS.”
País E leccionesinclu idas
% de vo to ganado por un cand idato ‘o u ts id e r’ en las e lecc ion es m ás recien tes
% m ed io de voto g anado por can d id ato s o u ts id e r en las c inco ú ltim as e lecc iones
Estados Unidos 1984-2000 0,3 6,0Brasil 1989-2002 0,0 13,4
Ecuador 1988-2002 58,9 17,5Bolivia 1985-2002 51,3 22,1
Venezuela 1983-2000 40,2 26,5Colombia 1986-2002 66,5 28,5
Perú 1985-2001 27,9 32,7Tomada de: “La Institucionalización de los sistemas de partidos y la teoría del sistema partidista después de la tercera ola democratizadora”, Mainwaring & Torcal, 2005, Universidad de Notre Dame.
En la tabla se observa que Colombia cuenta con el mayor porcentaje de voto
ganado por un candidato outsider en las elecciones, demostrando que los
candidatos que entran al juego político de manera personalista, más no
partidista, han tenido una enorme acogida entre la ciudadanía, y su triunfo en las
elecciones es aún más contundente, en tanto no tienen que pasar por el proceso
del partido, y pueden llegar directamente al poder en tanto crean un vínculo
directo con la gente.
Lo anterior demuestra la debilidad de los vínculos ideológicos de la sociedad
colombiana y los partidos políticos, factor que impide la creación de una lealtad
y convicción frente a un partido determinado y la ciudadanía, y ubica a Colombia
como un caso de estudio especialmente relevante, al ser la democracia con el
más elevado porcentaje de votos ganados por candidatos outsider,
ejemplificando las características propias de un sistema partidos fluidos o
‘débilmente institucionalizados’.
Rose y Munro (2003) se refieren a este fenómeno en el que hay un largo período
de tiempo sin institucionalización como ‘competición sin institucionalización’.
6
Este fenómeno puede deberse -en parte- a los sentimientos de antipartidismo
cultural y antipartidismo reactivo que se desarrollarán a continuación.
2.3 Sociedad civil colombiana: entre el antipartidismo reactivo y el
antipartidismo cultural
Tal como exponen Torcal, Montero & Gunther, (2002), durante de las últimas
décadas, se ha evidenciado cómo una cierta "crisis de confianza” le ha restado
legitimidad ciudadana a las instituciones políticas, en especial al sistema
democrático y de partidos.
Teniendo en cuenta que la literatura que abarca este tema se enfoca en dos
principales aspectos: (a) el análisis de las estructuras organizativas, funciones,
miembros de los partidos y sus actuaciones en el gobierno e instituciones
representativas, y (b) las actitudes de los ciudadanos hacia los partidos; y que
ninguna de estas corrientes ha tratado a profundidad el problema del declive en
el apoyo ciudadano a los partidos (Torcal, Montero & Gunther, 2002), esta
investigación pretende poner en evidencia la correlación entre el antipartidismo
cultural y la desafección política en la sociedad colombiana.
La percepción de los partidos como predominantemente interesados en sí
mismos, y más enfocados en ganar elecciones que en encontrar soluciones al
bien común, "incapaces de idear políticas consistentes y propensos a la
corrupción” (Poguntke, 1996, p. 320) se fue tornando en una idea generalizada,
y fue poco a poco incluida como un elemento familiar en la retórica de muchas
democracias y en el discurso cotidiano de los ciudadanos, creando una
inminente desafección política que resulta estable en el tiempo, y que al ser
combinada con bajos niveles de educación -generalizados en la sociedad- llega
a marginar a una importante porción de esta de participar en la política, afectando
negativamente la calidad de la democracia.
7
Según datos del LAPOP3, del año 2004 al año 2014, en promedio el 45% de los
colombianos que fue víctima de robos o actos delincuenciales, no denunció ante
las autoridades pues sentía que no tendría efecto alguno; el 57% cree que el
gobierno nacional no rinde cuentas sobre el manejo de los recursos públicos; un
58% piensa que el gobierno nacional nunca consulta a los ciudadanos antes de
tomar una decisión, y un 40% piensa que la corrupción entre los funcionarios
públicos se encuentra generalizada, demostrando que aquel discurso de
desconfianza en el sistema y las instituciones, hace parte de la cotidianidad de
los colombianos, y está enraizado en sus valores políticos, independiente de la
coyuntura del momento y los cambios a corto plazo.
Este fenómeno se conoce como antipartidismo cultural, y dadas sus
características (estabilidad en el tiempo y bajos niveles de interés y educación
en la política) podría ser considerado un indicador fiable de desafección política
en la ciudadanía, producto de la decepción continua de los ciudadanos ante sus
partidos políticos, y reforzada por la sensación de vivir en una democracia
excluyente y limitada, fundada sobre relaciones clientelares y con innumerables
casos de intimidación para restringir el derecho al libre voto (Torcal, Montero,
Gunther, 2002). No en vano, pese a los drásticos cambios sobre insatisfacción
con la democracia durante la crisis económica del año 2001, el sentimiento
generalizado de desconfianza en los partidos políticos apenas fluctuó para ese
año (52%), en comparación con los demás (48% de 1996 a 2013)4
Si revisamos la confianza en las instituciones, se observa que se encuentra
bastante alterada entre los colombianos. Resulta interesante ver cómo, al mismo
tiempo que la desconfianza en los partidos se mantiene elevada en la sociedad,
un 63% de los encuestados cataloga a los partidos políticos como necesarios
para la implementación de la democracia, y un 52% muestra un alto apoyo al
sistema democrático como mejor opción de gobierno, permitiendo inferir que los
sentimientos antipartidistas han coexistido con altos niveles de identificación
partidista y apoyo al sistema de gobierno democrático.
3 Proyecto de Opinión Pública de América Latina.4 Datos del Latinobarómetro.
8
Quizá, la particular existencia de una posible desafección partidista, en una
sociedad que a su vez concibe a los partidos como elemento fundamental de la
democracia, esté relacionada con el significado de la representación política,
donde la existencia del mecanismo de representación se ha explicado en torno
a la idea de la imposibilidad de lograr una participación material de la totalidad
de la ciudadanía en el proceso de elaboración de las normas generales, debido
a su enorme tamaño, y a los inconvenientes que generaría en sociedades
grandes, complejas y densamente pobladas, por lo que la nación no podría
gobernarse a sí misma directamente, sino que debe hacerlo a través de
representantes (Montesquieu, 2001, en García, 2015).
No obstante, las crisis por corrupción masiva en altas instancias del gobierno,
mal uso de los recursos públicos y exceso de promesas no cumplidas por los
políticos, podrían estar afectando las valoraciones de los ciudadanos hacia las
instituciones públicas, en particular aquellas que vinculan la idea del gobierno
representativo (insatisfacción política, de acuerdo con Montero, 2002), lo que en
última instancia y dada la débil consolidación actitudinal del sistema (Cfr.
Loriente, 2008; Dávila, 2014), podría llevar a la inestabilidad del mismo, e
intensificar la creciente falta de legitimidad entre sus ciudadanos. En Colombia,
se evidencia una notable caída en la confianza ciudadana frente a las
instituciones y la democracia en el año 2001, año que coincide con la crisis
económica de fin de siglo5.
Este fenómeno hace referencia al cambio actitudinal frente a la democracia en
momentos coyunturales específicos, dando paso a que, dado que la política
cambia a lo largo del tiempo, los sentimientos negativos hacia ella fluctúen de
5 Ante la pregunta “¿Es la democracia preferible a cualquier otra forma de gobierno?” 60% de los encuestados en 1996, dijeron que si. Esta tendencia no fluctuó abruptamente sino hasta el año 2001, donde cayó a un 36%; de este año hasta el 2013, la tendencia promedio hacia la democracia como mejor forma de gobierno se mantuvo en un 52%. De igual forma, los niveles de satisfacción hacia la democracia se vieron afectados en el 2001, elevándose de un 22% en 1996 a un 33% durante la crisis. Desde 2002 a 2013, la tendencia promedio de insatisfacción ante la democracia se mantuvo en un 18%.
9
acuerdo a ese cambiante e inestable ambiente político (Torcal, Montero,
Gunther, 2002), y desemboquen en lo que se conoce como volatilidad electoral.
2.4 Volatilidad electoral y sistema político colombiano.
Además del factor del personalismo y el antipartidismo, se había mencionado
otro de los factores que se pasa por alto en la mayoría de la literatura
concerniente a votantes y partidos, yace en asumir, todas las democracias son
como las de países industriales avanzados, y se ignora el hecho de que cada
democracia -especialmente las de países en vías de desarrollo- son diferentes,
por ende se deben tener en cuenta distintas variables para estudiar a cada una
de ellas, dada la diferencia de contextos socio políticos de los países; más aún,
uno de especial complejidad como lo es Colombia.
En la siguiente tabla se observan los niveles de volatilidad electoral en el año
2001 para cuatro países con democracias industriales avanzadas (Estados
Unidos, Australia, Reino Unido y Alemania) y cuatro países con sistemas fluidos,
o débilmente institucionalizados (Colombia, México, Brasil y Argentina). Se
observa que el Producto Interno Bruto Per Cápita (PIB) juega un importante
papel, ya que por cada incremento de 1.000 dólares per cápita, la volatilidad
electoral se reduce en un 1,29% (Mainwaring & Torcal, 2005).
Volatilidad electoral, Cámara Baja
Elecciones incluidas para la volatilidad
Índice de desarrollo humano (IDH) 2001
PIB per cápita (USD) 2001
Estados Unidos 3,2 1978-2002 0,937 34.320Australia 6,4 1980-2001 0,939 25.370Reino Unido 8,2 1979-2001 0,930 24.160Alemania 8,7 1980-2002 0,921 25.350Colombia 22,1 1978-2002 0,779 7.040México 22,7 1988-2000 0,800 8.430Brasil 24,1 1986-2002 0,777 7.360Argentina 24,9 1983-2001 0,849 11.320
Fuente: Elaboración propia con base en el Inforrme Desarrollo Humano 2003 para valores IDH y GDP en 2001, en: Mainwaring & Torcal (2005).
10
Lo anterior demuestra, la democracia no puede ser medida con los mismos
índices en países desarrollados que en países en vías de desarrollo, tal como lo
ha asumido la mayoría de la literatura sobre votantes y partidos.
La relación entre los partidos políticos y sus ciudadanos es compleja en las
democracias industrializadas, y lo suficientemente fluctuante en los países en
vías de desarrollo, lo que muestra, no merece la pena ser puesta en una misma
categoría, ni estudiada bajo los mismos parámetros en cada país.
2.5 Ciudadanos y partidos políticos: una relación ambigua pero duradera
Los partidos políticos han sido considerados como componentes vitales de los
sistemas democráticos, en tanto se postulan como conectores clave para la
representación política, movilización de los votantes, organización del gobierno
y planeación y posterior ejecución de las políticas públicas (Ware, 1987; Webb,
2000; Teixeira, 2009). De hecho, tal como expresan Dalton & Weldon (2004),
quizás ninguna otra institución política sea tan frecuentemente identificada con
la democracia representativa como lo son los partidos, ya que nadie ha mostrado
cómo pueda existir representación sin ellos. A este postulado se suman las
afirmaciones de Bryce (1921, p. 119 en Teixeira, 2009), quien afirma "los partidos
son inevitables” , y de Schattschneider (Teixeira, 2009), quien argumenta "la
democracia moderna resulta impensable, salvo en términos de partidos
políticos” , lo que refuerza la idea previamente mencionada sobre la coexistencia
de altos niveles de desconfianza en aquellos partidos que a la vez son
considerados como indispensables para que la democracia exista.
En su texto “Can’t live with them, can’t live without them. Popular support to
parties in new democracies”, Teixeira (2009), muestra cinco características que,
sumadas a los factores anteriormente expresados, explican el porqué de aquella
desafección hacia los partidos. Primero, teniendo en cuenta que una de las
principales funciones en las democracias representativas es organizar un
gobierno que esté en la capacidad de rendir cuentas y ser eficaz, la ciudadanía
percibe la dificultad de los partidos políticos para resolver los problemas sociales
al no crear soluciones de política pública efectiva, lo que ha llevado a que la
11
autoridad y credibilidad en ellos, se haya trasladado en gran medida hacia
alternativas modernas, con las que la ciudadanía encuentra mayor afinidad,
como lo son los movimientos sociales, los medios o los ‘single-issue groups’.
Segundo, y en concordancia con lo anterior, el sentimiento de desconfianza
hacia los partidos se ve reforzado en tanto la ciudadanía percibe que la ineficacia
de los partidos para hallar soluciones efectivas a los problemas sociales,
representa una continuidad en el problema del gobierno para encontrar
soluciones a los persistentes problemas nacionales, heredada a su vez de
gobernantes pasados. Tercero, la percepción ciudadana de los partidos como
"iguales” , los que impide diferenciarlos ideológicamente o por sus programas de
gobierno.
Cuarto, teniendo en cuenta los factores que permiten, estos sentimientos de
desconfianza institucional se generalicen entre la población, cabe anotar que
existe una acción de la cual los partidos tienen monopolio: el reclutamiento de
personal político; factor que si bien está lejos de agradarle a los ciudadanos en
tanto refuerza el sentimiento de desencanto hacia ellos, y es relacionado con
redes de clientelismo, escándalos de corrupción y ventanas de oportunidad para
líderes oportunistas, es un fenómeno del cual los partidos políticos tienen estricto
control (Lopes, 2000, en Texeira, 2009).
Quinto, la percepción ciudadana de que los miembros de los partidos políticos
gozan de privilegios innecesarios y que no merecen. El agravante de este
postulado yace en que aquellos beneficios y privilegios son financiados con
recursos públicos; más concretamente, de una sociedad que no está satisfecha
con el accionar de sus partidos, a quienes perciben como un grupo privilegiado,
que se encuentra en una posición cómoda, donde aseguran su bienestar
personal a costa del erario público. Katz y Mair (1995) llamaron a este fenómeno
el "cartel de los partidos”, casi refiriéndose a este descontento ciudadano como
la percepción de una mafia que opera en nombre de la institucionalidad.
12
Lo anterior trae como consecuencia, no solo la deslegitimación masiva y
apresurada de los partidos frente a la sociedad civil, sino un acercamiento de
estos hacia el gobierno, dada su incapacidad para atraer a una muy
desencantada ciudadanía a formar parte de ellos, por lo que sus políticas se
tornan más orientadas hacia la voluntad gubernamental que hacia la de los
mismos ciudadanos, distorsionando el verdadero propósito de los partidos en la
sociedad.
Cabe aclarar, los factores ya mencionados se ven exacerbados por el papel de
los medios de comunicación, los cuales refuerzan los sentimientos de
desconfianza, cinismo, desafección y frustración ciudadana hacia los partidos
políticos (Semetko, 2006), en tanto la mayoría de las opiniones y
preconcepciones que la ciudadanía se forma acerca de los asuntos públicos,
provienen de los medios. De esta forma, autores como Norris (2000) y Semetko
(2006), dejaron sobre la mesa el papel de los medios como otro factor que
distorsiona la relación entre los individuos y los partidos, y llega a aumentar la
inestabilidad del sistema y volatilidad electoral del el mismo.
Así pues, y teniendo en cuenta la variedad de factores que hacen de la relación
entre votantes y partidos un tema de estudio complejo y exclusivo a cada país,
resulta importante desarrollar un concepto que no solo estará presente a lo largo
de esta investigación, sino que evidencia los resultados de una ciudadanía
decepcionada de su sistema partidista:
2.6 El concepto de Desafección Política
Siguiendo a Di Palma (1970), la desafección política y la cultura política de los
ciudadanos se encuentran estrechamente ligadas, ya que esta representa un
notable desapego de estos hacia su sistema político. Este concepto abarca una
serie de sentimientos como "el desinterés, la ineficacia, el cinismo, la
desconfianza, el distanciamiento, la separación, el alejamiento, la impotencia, la
frustración y la hostilidad” (J. R. Montero et al., 1998, p. 17), que se caracterizan
13
por representar una aversión en el componente afectivo de los ciudadanos (Di
Palma, 1970).
La aversión que plantea Di Palma (1970), se enmarca bajo dos dimensiones. En
primer lugar, las implicaciones psicológicas en la política, que indican hasta qué
punto los ciudadanos expresan cierto interés, o muestran alguna preocupación
por la política y los asuntos políticos (J. R. Montero et al., 1998), y en segundo
lugar, la eficacia política del ciudadano, que se entiende como una serie de
actitudes básicas que expresan las percepciones que este tiene sobre sí mismo
y sobre su sistema político (J. R. Montero et al., 1998). Es decir, para la
operacionalización empírica del concepto se distingue, por un lado, la idea que
el ciudadano tiene sobre su competencia política a la hora de entender lo político
(eficacia interna), y la percepción sobre la capacidad de respuesta de las
instituciones políticas (eficacia externa) para dar respuesta a las demandas
ciudadanas (Almond & Verba, 1963).
Todo lo anterior permite ver cómo Colombia, a pesar de las múltiples debilidades
y falencias de su sistema político, ha logrado que su sistema de partidos exista
‘a pesar de sí mismo’, como lo expresaría Bushnell (1996), y abre la puerta hacia
una investigación para encontrar el porqué de este particular fenómeno, que si
bien no es exclusivo de Colombia, hace de este un caso de estudio de particular
interés al ser el país con el mayor porcentaje de votos hacia candidatos ‘outsider’
del sistema; representando la extraña coexistencia entre una elevada
desconfianza en los partidos y la democracia, y la idea de concebir a los partidos
políticos como piezas clave para la existencia de una democracia representativa
efectiva.
De acuerdo a lo hasta aquí planteado podemos inferir la importancia del
antipartidismo cultural como una posible explicación a los estables índices de
desafección política de los ciudadanos hacia el sistema. En este orden de ideas
se plantean los siguientes:
3. Objetivos de la Investigación e Hipótesis
14
3.1 Objetivos
I. Explicar conceptualmente el fenómeno del antipartidismo cultural.
II. Encontrar una posible respuesta a las constantes fluctuaciones entre
‘aceptación- rechazo’ y ‘confianza - desconfianza’ de los colombianos
hacia su sistema de democrático y partidista.
III. Evaluar los niveles de correlación entre el antipartidismo cultural y la
desafección política en Colombia durante el período 2000 a 2013.
3.2 Hipótesis
(H1): A mayor desconfianza en los partidos políticos, menor será la percepción
de legitimidad hacia el sistema.
(H2): A mayor interés en la política, menor será el sentimiento de desafección
hacia el sistema.
(H3): A mayor percepción de los partidos políticos como indispensables para el
funcionamiento de la democracia, menor será el sentimiento de desafección
política hacia el sistema.
4. Diseño Metodológico
4.1 Selección del caso de estudio
La creación y evolución del sistema político muestran al caso colombiano como
un estudio de caso relevante para explicar el fenómeno del antipartidismo
cultural. Esto, en cuanto podemos detectar dos importantes momentos; un
primer momento moldeado por una cierta estabilidad en el sistema, marcada por
la constante disputa por el poder entre Liberales y Conservadores; estabilidad
15
parcialmente quebrada a partir del año 1991, donde a partir de los cambios
generados por nuestra Carta Constitucional, inicio una época que ha venido
marcada por constantes cambios en el sistema de partidos vigente, sin que esto
haya contribuido -al menos aparentemente- a una mayor institucionalización de
los mismos, o a la permanente desconfianza de los ciudadanos hacia estos.
A este respecto, debemos rescatar la paradójica relación existente en la
formación del sistema político colombiano, marcada por una cierta estabilidad a
costa del debilitamiento estatal. Los factores que de acuerdo a la literatura han
explicado esta paradoja, tienen que ver con las dinámicas propias heredadas de
la época de la violencia partidista y la creación del frente nacional, y por la
importancia del clientelismo como mecanismo de construcción de Estado,
sociedad y procesos políticos, al igual que la permanente influencia del conflicto
armado interno y el proceso e incorporación de guerrillas a la vida política
democrática.
La formación del sistema político colombiano en el siglo XIX, estuvo marcada
por una relación constante entre la guerra, crisis política, debilidad, y falta de
homogeneidad estatal, y resulta vital para entender los procesos políticos del
siglo XX y XXI, que heredaron aquella falta de institucionalización de los partidos
políticos en el sistema, una democracia débil y un fuerte favoritismo por el
personalismo electoral, constituyendo a Colombia como un caso especialmente
relevante en la región al hablar de democracia y sistema partidista. Basta
rescatar, el hecho de que como sugieren algunos autores, se pactara el Frente
Nacional como solución a la violencia partidista en el año 1958, y con este, la
ruptura de la institucionalización, se creara un ambiente de desarrollo
interrumpido por una pugna partidista por el poder, paralelo al desarrollo
capitalista del país, que habría contribuido al desarrollo de un Estado débil, con
poco control de su territorio, y bajo nivel de institucionalización de las élites
(Fischer, 2001). Si a este fenómeno, le añadimos la importancia del clientelismo,
que importantes autores han rescatado como mecanismo de construcción de
Estado, sociedad y procesos políticos; que habría creado vínculos entre elites y
sociedad civil, mediada por una relación basada en la "clientela” -esto es, por
16
medio del intercambio de bienes públicos- se encontraría la explicación de cómo
de la mano del clientelismo, fuertemente arraigado dentro del sistema, sea
funcional al mismo, generando cierta ‘estabilidad’ a costa del debilitamiento
estatal (Leal, 1984).
Por otra parte, y como diferencia fundamental con otros países de la región como
Chile y Brasil, Colombia no ha tenido una experiencia autoritaria reciente. La
corta dictadura del General Rojas Pinilla (1953 - 1957) representa la única
experiencia autoritaria en el país, y no se asemeja los 21 años de autoritarismo
en Brasil, ni a los 17 de Chile. Como se mencionaba, la ausencia de un pasado
autoritario reciente estaría detrás del hecho que los colombianos no tuvieran un
pasado autoritario relevante y reciente con qué comparar la calidad de su
democracia.
De igual forma, el caso colombiano fue moldeado por el fenómeno del conflicto
armado interno, que sin duda ha traído abruptos cambios a nivel político,
económico y social, y que ha condicionado la evolución y consolidación de las
instituciones y las dinámicas políticas del país. A lo que a los efectos propios de
este trabajo se refiere, basta destacar el proceso constituyente de 1991, como
pacto que marcó la firma de la paz con ex militantes de algunas guerrillas que
habían decidido cambiar las armas por votos políticos (Pizarro, 1993).
A finales de la década de los noventa, la preferencia de los colombianos por un
sistema democrático se encontraba en el 70%, bajando a casi un 40% a finales
del siglo XX, y posicionando la preferencia por una opción no democrática como
forma de gobierno (más del 20%) en el año 2000. No obstante, el apoyo a la
democracia como mejor sistema de gobierno empezó a ganar legitimidad entre
la población a partir del 2001, para terminar en un 60% de favorabilidad en el
año 2010.
Paralelo a los índices de apoyo a la democracia, coexisten en el sistema bajos
niveles de apoyo a las instituciones democráticas, tales como los partidos
políticos. Desde 1996 al 2011, su favorabilidad no ha obtenido niveles de
confianza mayores al 20%. Por el contrario, la desconfianza hacia los mismos,
17
ha llegado a niveles de más del 60%, poniendo en evidencia la relación ambigua
entre desconfianza en los partidos y el sistema democrático, y no concebir la
democracia sin ellos, al igual que afirmar la democracia es, en efecto, la mejor
forma de gobierno.
5. Herramienta Metodológica
5.1 Estrategia mixta
La investigación se basa en una estrategia mixta. Para la sección cuantitativa de
la investigación se hará uso del software estadístico SPSS, con el fin de realizar
un análisis factorial exploratorio que explique las posibles correlaciones entre las
variables del antipartidismo cultural y las de desafección política.
Para la sección cualitativa se realizó una revisión de prensa para los años 1998
a 2013, que permite explorar hechos coyunturales relevantes, durante los años
con picos en cuanto a la confianza o desconfianza hacia la democracia y los
partidos, y así poder encontrar puntos de interés para proceder a realizar el
análisis factorial. Las fuentes utilizadas para esta sección fueron la Revista
Semana y el Diario El Tiempo, ya que son dos de los medios con mayor
cobertura a nivel nacional y poseen información completa sobre los hechos, al
igual que el libro de Claudia López y la Fundación Nuevo Arcoiris "Y Refundaron
la Patria” , que incluye datos específicos que permiten contextualizar parte del
porqué de la desafección política en el país.
Los datos utilizados para realizar la investigación, provienen de la bases datos
del Latinobarómetro (años 1998 a 2013) y es necesario aclarar que existen
limitaciones de información y representatividad de algunas de las muestras,
llevando a que los resultados tengan un pequeño margen de error.
Las encuestas previas al año 2005, no tienen una representatividad mayor al
50% de la población colombiana y el error muestral se estima en un 3%, con una
confiabilidad del 95%; para los estudios posteriores al 2005, la representatividad
es del 100%, y el error muestral decrece al 2,4%, con una confiabilidad del 95%.
18
De igual forma, la encuesta del año 2003 no incluye zonas de conflicto en la
muestra probabilística.
Así mismo, la base de datos carece de información para los años 1999, 2012,
2014 y 2015; el no tener información sobre estos dos últimos años impidió que
el estudio se realizara hasta la actualidad, excluyendo eventos importantes como
la reelección del presidente Santos y la evolución de los sentimientos de los
ciudadanos hacia las negociaciones de paz en la Habana, Cuba.
Algunas de las variables del antipartidismo cultural y la desafección política,
tuvieron que ser reemplazadas por variables afines para algunos de los años,
dado el vacío en algunas de las encuestas, y la inexistencia de preguntas que
correspondieran a las variables inicialmente escogidas (VER ANEXOS 1 Y 2).
Estas precisiones son importantes a la hora de analizar los datos obtenidos y
procesados, al igual que las diferentes tablas utilizadas en la investigación.
6. Análisis de datos.
Con el fin de encontrar una correlación entre la coyuntura colombiana, el
antipartidismo cultural y la desafección política, se recodificaron las variables
para agrupar las categorías similares y poder desarrollar las siguientes hipótesis:
(H1): A mayor desconfianza en los partidos políticos, menor será la
percepción de legitimidad hacia el sistema.
19
10090807060504030201000
2000 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2013
-«-IN D IFE R E N C IA HACIA LA DEMOCRACIA
- • - DESCONFIANZA PARTIDOS (POCA- NINGUNA) 6
ilus trac ión 1. C o n fian za en los partidos po líticos Vs. L eg itim idad del s is tem a, C o lo m b ia
2000-2013 . E laboración p rop ia con base en datos del L a tinobaróm etro .
El gráfico muestra una desconfianza hacia los partidos políticos del 78% para los
años 2000 y 2002, al igual que una indiferencia hacia la democracia del 18% y
19% para los mismos años. Si se observa la coyuntura correspondiente (VER
ANEXO 3), se puede ver que sucesos como el fallido proceso de paz entre el
gobierno de Pastrana y las FARC, la crisis económica por la que atravesaba la
región y el pico de asesinatos y secuestros a funcionarios del Estado -en
especial el muy mediático secuestro de Clara Rojas e Ingrid Betancourt- llevó a
que la sociedad colombiana se mostrara cada vez más indiferente hacia su
democracia.
Por otra parte en 2002, y tras posesionarse Alvaro Uribe como presidente, el
fenómeno de la llamada ‘parapolítica’ se disparó en el Congreso. En ese año,
34% de los congresistas subieron al poder apoyados por el paramilitarismo, y
ocho de cada diez entraron a hacer parte de la coalición de Uribe (López, 2010),
lo que probablemente explique el porqué de los altos índices de desconfianza
hacia los partidos y desinterés hacia la democracia a principios del 2000, cuyo 6
6 Todos los gráficos excluyen algunos años debido a falta de datos para las variables de “n ive l de confianza en los partidos”, “interés en la po lítica” y “sin partidos no puede haber dem ocracia”.
20
máximo pico se encuentra en el año 2003, con un 98% de desconfianza hacia
los partidos, y un 39% de desinterés por la democracia.
Dada la gran desafección que los colombianos sentían hacia su sistema y
partidos, y teniendo en cuenta que la Constitución del 91 abrió camino para que
nuevas fuerzas entraran en acción, era cuestión de tiempo para que los
candidatos ‘outsider’ ganaran relevancia y poder por medio de discursos no
partidistas y reacios a las maquinarias políticas tradicionales, lo que trajo consigo
la propagación de nuevos movimientos, pequeños partidos y organizaciones
políticas que "se creaban según las conveniencias electorales y de corto plazo
de grupos o personas específicas” (Congreso Visible, 2003), mientras que
debilitaban a los partidos políticos tradicionales, y por ende, a la democracia
colombiana.
Con el fin de atenuar la situación, se aprobó en el Congreso Nacional la Reforma
Política de 2003, que buscaba efectuar importantes transformaciones en el
régimen electoral y el sistema de partidos nacional, al reducir el personalismo y
las grietas del sistema partidista por medio de la creación de figuras como el
umbral, la cifra repartidora, las listas únicas y el voto preferente. Esto puede estar
asociado a la coyuntura del momento, en donde durante el año 2004 al 2008, la
confianza en los partidos y el interés por la democracia muestran un panorama
más alentador y constante, evidenciando cómo la desconfianza en los partidos
pasó de un 98% a un 79%, mientras el interés por la democracia se mantuvo
estable en un 50%, bajando a un 48% en 2008, y a un 20% en 2009; año en el
que se evidencia una notable mejoría en la confianza partidista y el interés de
los colombianos por la democracia.
Al observar la coyuntura del momento, se puede plantear la posibilidad de que
lo anterior se encuentre asociado a la Reforma Política de 2009 (o Acto
Legislativo 01 de 2009), que buscaba sancionar a congresistas vinculados a
grupos al margen de la ley y a partidos o movimientos políticos que impulsaran
campañas de candidatos relacionados con algún tipo de ilegalidad (Congreso
Visible, 2009).
21
En 2010, sin embargo, se evidencia un incremento en los niveles de indiferencia
hacia la democracia (pasó de un 20% a un 38%), que de acuerdo al análisis de
prensa realizado, aparece asociado con la aparición de los múltiples escándalos
que se destaparon tras el gobierno de Uribe: ‘Falsos Positivos’ y la posterior
liberación de militares acusados culpables por el delito, ‘Yidispolítica’, Agro
Ingreso Seguro, ‘las chuzadas’ del DAS y el ‘Carrusel de la Contratación’. Las
cifras solo empeoraron para el 2013, donde gran parte del país se unió al Paro
Nacional Agrario y se indignó por el fallo de la CIJ frente al caso de San Andrés,
mientras se destapó el ‘Carrusel de paloquemao’, y los colombianos se
encontraban divididos respecto a las conversaciones que el gobierno de Santos
y las FARC llevaban en la Habana.
(H2): A mayor interés en la política, menor será el sentimiento de desafección
hacia el sistema.
ilus trac ión 2. In terés en la po lítica , C o lo m b ia 2000 - 2013. E laborac ión p rop ia con base en datos del L a tinobaróm etro .
22
Los niveles que expresan un alto interés por la política entre los colombianos,
aunque bajos, parecen mantenerse estables a lo largo de los años (oscilan entre
un 7 y 8%), mientras que los que indican un interés medio por la política (27%
en general), parecen incrementar a partir del año 2005, donde la política de
Seguridad Democrática era ampliamente aceptada y celebrada en el país, y en
el año 2009 (alcanza el 30%) donde al parecer, la Reforma Política de aquel año
llevó a que la ciudadanía se interesara un poco más por los asuntos públicos.
No obstante, a partir del año siguiente, los índices de interés por la política
bajaron de un 30 a un 24%, justo cuando el ex presidente Uribe sale del poder y
se posesiona el actual presidente Santos, y tras el boom mediático que destapó
los ya mencionados escándalos políticos que tomaron lugar durante la era Uribe.
Por otra parte, el incremento en el interés por la política para el año 2013, donde
el interés medio por la política vuelve al 30%, y el alto interés sube a un 10%,
pudo estar asociado al anuncio del presidente Santos sobre las negociaciones
de paz en la Habana, conversaciones que podrían cambiar radicalmente la
historia y realidad del país, y que sin duda conciernen a la totalidad del mismo,
llevando a que -d e ser un proceso de paz exitoso-, los niveles de desafección
hacia el sistema disminuyan considerablemente entre los colombianos, mientras
aumenta el interés en la política por parte de los mismos.
(H3): A mayor percepción de los partidos políticos como indispensables para
el funcionamiento de la democracia, menor será el sentimiento de
desafección política hacia el sistema.
23
^ Q ? \N \
La democracia es preferible a otra forma de gobiernoSin Partidos políticos no puede funcionar
ilus trac ión 3. A p oyo a la d em ocrac ia V s . A p oyo a partidos po líticos , C o lo m b ia 2000-2013 .
E laboración prop ia con base en datos del L atinobaróm etro .
Las estadísticas muestran una relativa constancia y receptividad ante la idea de
concebir a los partidos políticos como indispensables para el funcionamiento de
la democracia durante los años 2000 a 2002 (oscila entre el 70 y el 74%),
mientras que para el año 2005 baja a un 47% y no logra recuperarse sino hasta
el 2009 (73%), cuando se pone en marcha el Acto Legislativo 01 de 2009 que
sanciona a congresistas asociados con grupos al margen de la ley, cayendo así
a un 55% en 2010 y a un 51 % en 2011.
Lo anterior puede obedecer a la expansión del fenómeno de la parapolítica, que
para 2008 ya tenía investigados por la Fiscalía a 264 funcionarios públicos (83
de ellos congresistas), por presuntos vínculos con el paramilitarismo, cifra que
en 2010 aumentó a 324 miembros de la fuerza pública y a 400 políticos (102
eran congresistas y 25 fueron condenados), llevando a que una tercera parte de
los Alcaldes, Gobernadores, y Congresistas del país, hubieran sido puestos en
cargos públicos por nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo (López, 2010),
generando un inminente rechazo a la idea de concebir a los partidos políticos
como indispensables para la democracia a partir del 2005.
24
El privilegiar a la democracia como mejor opción de gobierno se encuentra
directamente relacionada con la idea de concebir a los partidos políticos como
indispensables para el funcionamiento de la misma, pues se observa que
fluctúan al mismo tiempo, y las dos se ven alteradas por la coyuntura del
momento.
AÑO
Sin Partidos políticos no puede funcionar
La democracia es preferible a otra forma de gobierno
2000 70,1 83,02001 71,7 71,42002 74,7 77,22005 47,2 46,32006 50,9 51,72008 54,4 56,32009 73,2 73,92010 54,8 59,72011 51,1 23,12013 52,2 56,3
E laboración prop ia con base en datos del Latin o b aró m etro .
Así entonces, se observa una relación entre la evolución de los fluctuantes picos
que muestran la constante lucha entre ‘aceptación y rechazo’ del sistema político
y el sistema partidista, y de ‘interés y desinterés’ por la política y los asuntos
políticos de la sociedad colombiana, y el análisis cualitativo realizado.
Lo anterior no pretende mostrar una correlación causal entre la coyuntura del
momento y los picos en las estadísticas, pero si un cierto grado de asociación
que será reforzado por el siguiente análisis cuantitativo.
25
7. Análisis factorial con rotación varimax para las variables de
antipartidismo cultural y desafección hacia el sistema.
Con el fin de observar qué tanta correlación existe entre el sentimiento de
antipartidismo cultural y la desafección política, se propone el siguiente análisis
factorial:
En primer lugar, se seleccionaron las variables proximales al concepto de
antipartidismo cultural, con el fin de desagregar los conceptos más abstractos
(conceptos teóricos), y llevarlos a un nivel más concreto, en donde se puedan
observar y analizar (D’Ancona, 1998). A partir de la conceptualización del
sentimiento de antipartidismo cultural, previamente desarrollada en el marco
teórico, se seleccionaron las siguientes variables para el concepto de
antipartidismo cultural:
• Nivel de confianza en los Partidos Políticos.
• Nivel de interés en la política.
• No puede haber democracia sin partidos políticos.
Estas, serán cruzadas con las variables de desafección hacia el sistema, con la
finalidad de observar el grado de asociación entre ellas, y poder establecer en
qué medida el antipartidismo cultural está ligado a la desafección política en
Colombia.
Las variables que corresponden al sentimiento de desafección política son:
• Grado de satisfacción con la democracia.
• Apoyo a la democracia.
• Frecuencia con la que habla de política.
Los años elegidos para el análisis fueron el 2000, 2005, 2009, 2010 y 2013, ya
que fueron los años que mostraron picos significativos en cuanto a correlación
entre las variables en la sección anterior.
26
8. Hallazgos
Tras realizar el análisis factorial con rotación varimax7 se encontró que para el
año 2000, cuando el país era testigo de los diálogos de paz entre el gobierno de
Pastrana y las FARC, la correlación entre las variables fue del 29%.
P ru e b a d e K M O y B a r t le t t
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo ,591
Prueba de esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi- cuadrado 298,056
gl 15
Sig.,000
T ab la de resu ltados para el aná lis is fac to ria l del año 2000.
Teniendo en cuenta que es un estudio de caso único, resulta un porcentaje
importante, que para el año 2005, donde se destaparon varios casos de
parapolítica en el Congreso, se elevó a 44%, y cayó a un 33% en 2009, año en
que se introdujo la Reforma Política para fortalecer a los partidos Políticos
tradicionales.
P ru e b a d e K M O y B a r t le t t
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo ,581
Prueba de esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi- cuadrado 442,126
gl 15
Sig. ,000
T ab la de resu ltados para el aná lis is fac to ria l del año 2005.
7 Para realizar el análisis factorial tuvieron que ser reemplazadas algunas de las variables por variables afines, dada una carencia de datos en las bases del Latinobarómetro.
27
P ru e b a d e K M O y B a r t le t t
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo ,680
Prueba de esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi- cuadrado 332,945
gl 15
Sig. ,000
T ab la de resu ltados para el aná lis is fac to ria l del año 2009.
En 2010, año en que Santos se posesiona como presidente, la correlación bajó
a un 20%; no obstante, en el 2013, cuando se hicieron públicas las
negociaciones de la Habana entre el Gobierno Santos y las FARC, la correlación
alcanzó su pico más alto: 68% (VER ANEXO 4).
P ru e b a d e K M O y B a r t le t t
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo ,551
Prueba de esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi- cuadrado 209,838
gl 15
Sig. ,000
T ab la de resu ltados para el aná lis is fac to ria l del año 2010.
P ru e b a d e K M O y B a r t le t t
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo ,585
Prueba de esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi- cuadrado 688,695
gl 15
Sig. ,000
T ab la de resu ltados para el aná lis is fac to ria l del año 2013.
28
El análisis factorial evidencia un alto grado de correlación entre las variables del
antipartidismo cultural y la desafección política, que si bien fluctúa a lo largo de
los años, se encuentra generalizado en el sistema.
9. El efecto Cohorte y el efecto período en el Antipartidismo Cultural en Colombia.
Una forma de explorar los orígenes de los sentimientos antipartidistas, yace en
comparar su evolución a lo largo del tiempo, y entre diferentes generaciones
políticas. Para esto, existen tres tipos de pautas, denominadas: efectos de ciclo
vital (de la cual se prescindirá en esta investigación, pues compara extensos
períodos de tiempo entre generaciones, para los cuales se carece de datos); el
efecto cohorte, que proviene ante todo de las experiencias de socialización,
comunes a una generación, que repercutirán sobre sus actitudes a lo largo de la
vida; y los efectos de período, que contrario al efecto cohorte, influyen en los
individuos de diferentes generaciones por igual, pues obedecen a coyunturas o
circunstancias específicas, dentro de un período de tiempo exacto (Torcal,
2002), en este caso, el período 2000- 2013.
Así pues, los cohortes generacionales que se van a manejar para el período de
tiempo seleccionado son: 16 a 25 años; 26 a 40 años; 41 a 60 años y 61 años o
más,8 y con el fin de promediar las respuestas de los diferentes grupos
generacionales, se recodificaron las variables para proceder a agruparlas en las
categorías de “mucho-algo” y “poco- nada”.
Al analizar las respuestas a las siguientes preguntas, que obedecen a las
variables del antipartidismo cultural en Colombia9:
P1. ¿Cuánto confía en los partidos políticos? (mucho, poco, nada)
P2. ¿Cuán interesado está en la política? (mucho, poco nada)
P3. No puede haber democracia sin partidos políticos Vs. La democracia
puede funcionar sin partidos políticos.
8 Estos son los cohortes en los que está dividida la información en el Latinobarómetro.9 Para todos los indicadores, a excepción de “sin partidos políticos no hay democracia”, se excluyeron los años 2011 y 2012 por falta de datos.
29
Se evidencia una tendencia de rechazo hacia la confianza en los partidos y el
interés en la política10; para ambos indicadores las respuestas se mantienen
relativamente constantes, no discriminan edad, y no obedecen a ningún patrón
coyuntural específico, debido a que los índices de rechazo hacia el sistema no
presentan picos significativos, (ver ANEXO 5). En promedio, 19.8% del cohorte
de 16 a 25 años expresa mucha o algo de confianza en los partidos políticos,
mientras que el de 26 a 40 expresa un 17.4% de confianza, el de 41 a 60, un
16.9%, y el de 61 años o más, muestra un 18.3% de confianza hacia los partidos
políticos.
Cohorte(edades) Nivel de confianza en los partidos
Mucha- algo Poca- ninguna16-25 19.8% 78.7%26-40 17.4% 68%41-60 16.9% 80.3%61 o más 18.3% 76.7%
Los niveles de desconfianza hacia los partidos (poca o ninguna confianza) varían
de una manera más significativa entre un cohorte y otro, pero tampoco muestran
una conducta que obedezca a algún hecho coyuntural específico.
Así mismo, el interés en la política no parece variar significativamente entre los
diferentes cohortes, a excepción de la generación de 16 a 25 años y la de 61
años o más, y es aquí en donde la gran brecha de tiempo y edad se puede notar
en el 10% y 9% de diferencia que existe entre una generación y otra, al expresar
"mucho o algo” de interés por la política, al igual que en expresar "poco o ningún”
interés en ella. Se puede atribuir el mayor interés de la generación joven en la
política, al boom del internet y la accesibilidad que se tiene hoy en día para
acceder a información, noticias, debates en la red y generación de opinión online;
tecnología que la generación nacida entre finales del siglo XX y principios del
10 Para este indicador, se excluyen los años 2002, 2006 y 2008 por falta de datos.
30
siglo XXI maneja con mayor facilidad que aquellos nacidos en los años 50’. Dicho
"boom del internet” será útil para explicar un fenómeno interesante,
perteneciente a la variable "no puede existir la democracia sin partidos Vs. La
democracia puede existir sin partidos”, y será profundizada a continuación.
Por último, las cifras no muestran ningún pico importante y/o prolongado que
obedezca a algún hecho coyuntural específico.
Cohorte(edades) Nivel de interés en la política
Mucho- algo Poco- ninguno16-25 27.3% 71.8%26-40 25.3% 74.1%41-60 23.6% 75.3%61 o más 17.8% 80.9%
La tendencia se mantiene durante el tiempo, independientemente del cohorte, y
si bien el interés en la política muestra una pequeña brecha entre la generación
más joven y la más adulta, es necesario tener en cuenta que esta diferencia
obedece al promedio fluctuante entre los años 2000 a 2013, en donde, tal como
se observa en el ANEXO 5, no existe un patrón constante entre las respuestas
de estas dos generaciones que por el contrario, demuestran una volatilidad clara.
Lo anterior indica que, tanto para la variable de interés en la política, como para
la de confianza en los partidos políticos, ni la edad, ni las experiencias de
socialización de los distintos cohortes (efecto cohorte), ni algún hecho coyuntural
específico (efecto período) han afectado el sentimiento de desafección hacia el
sistema por parte de los ciudadanos, evidenciando así un antipartidismo cultural,
constante en el tiempo y arraigado a la sociedad en general. Este fenómeno
puede deberse -en parte- a la falta de una dictadura significativa en Colombia,
llevando a que ninguno de los grupos etarios hubiera experimentado una
dictadura como las del Cono Sur, con la cual poder comparar su actual sistema
democrático, por lo que tienden a ser más exigentes con este, y en algunas
ocasiones, llegar a privilegiar la opción de apoyar a un gobierno militar en
31
reemplazo de su gobierno democrático "si las cosas se ponen difíciles”11. Sin
embargo, es necesario aclarar que si bien estas actitudes llegan a afectar la
calidad de la democracia en general, no ponen en peligro la estabilidad del
régimen democrático en su totalidad.
Por otra parte, cuando se observa el indicador “sin partidos no puede haber
democracia”12, los datos parecen dar un giro bastante interesante. Si bien, en
términos generales, se observa la tendencia de favorecer a los partidos políticos
como indispensables para el funcionamiento de la democracia en los cohortes
de 45 a 60 años, y en el de 61 años o más, y una tendencia de favorecer la idea
de concebir a los partidos como no indispensables para el funcionamiento de
esta, entre los cohortes de 16 a 25 años, y de 26 a 40 años, al observar la
conducta de los cuatro grupos etarios durante el período de estudio, (ver ANEXO
6) se observa un interesante giro por parte del grupo más joven en el año 2010;
año en el que se manifestó el fenómeno de la Ola Verde.
En las elecciones presidenciales de 2010, Antanas Mockus, ex alcalde de
Bogotá, comenzó a disputarle el primer lugar en las encuestas de preferencia
electoral, al en ese entonces favorito: el ex ministro Juan Manuel Santos, quien
era percibido como la continuación de las políticas del ex presidente Uribe.
En contra de todos los pronósticos, Mockus alcanzó niveles de popularidad
inesperados; en tan solo un mes, dobló el número de ‘likes’ en su página de
Facebook, alcanzando la cifra de 456.000 seguidores (BBC, 2010).
Paradójicamente, una de las razones a las cuales es atribuida la derrota de
Mockus, es que si bien el fenómeno de la Ola Verde se convirtió en una
esperanza para gran parte de la juventud colombiana, quienes se tomaron las
redes sociales para expresarle su apoyo e incrementar su popularidad, no eran
mayores de edad al momento de las elecciones, llevando a que el apoyo
cibernético a su proyecto, no se consolidara en las urnas.
11 Según las encuestas del Latinobarómetro, para los años 2004, 2005, 2009, 2010 y 2011, el apoyo a un gobierno militar alcanzó niveles del 34,8%, 34,1%, 24,1%, 32,5% y 34,1% respectivamente.12 Para este indicador, se excluyeron años 2003, 2004, 2006 y 2007 por falta de datos.
32
Tal como señaló el consultor en cultura ciudadana, Gerrit Stollbrock (en Salazar,
2010), durante la Ola Verde, "hubo una movilización social espontánea, de
dimensiones increíbles, que incluso estuvo delante de la misma campaña”.
La presencia de Mockus en las elecciones, llegó en un momento donde muchos
colombianos consideraban necesario un cambio; pasar de una política de
seguridad democrática, con énfasis en las armas, a una política que centrara sus
esfuerzos en la educación como construcción de un cambio estructural en la
sociedad. "Uribe es popular, pero los colombianos sueñan con un cambio de
tono: están cansados de rabia y confrontación y quieren un gobierno más
tranquilo, más enfocado en la legalidad y en la serenidad que en la confrontación
permanente” (Héctor Abad en Salazar, 2010).
Las siguientes tablas evidencian el cambio actitudinal hacia los partidos políticos,
por parte del grupo de 16 a 25 años para los años 2009 y 2010; momento en que
se evidencian el efecto cohorte y el efecto período sobre dicha generación.
El efecto cohorte se evidencia al reflejar la experiencia de socialización que
comparte la generación de los 90’, para quienes el internet y las políticas de
conectividad han hecho parte de su vida desde el inicio, y las dominan con una
considerable ventaja en comparación con los demás cohortes. Por otra parte, el
efecto período se evidencia al estudiar la coyuntura del momento: las elecciones
presidenciales del 2010, las cuales permitieron que esta generación sacara
provecho de las redes sociales para generar debates y opinión en línea al
alcance de un click, modificando su perspectiva sobre la importancia de los
partidos políticos para el funcionamiento de la democracia, e incrementando la
noción de relevancia de los partidos para la democracia en un 15%.
Año: 2009
33
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
42,20% 40,10% 39,10% 44,90% 47,40%
La democracia puede funcionar sin partidos
42,40% 46,60% 47,40% 38,30% 31,60%
No contesta 1,30% 1,00% 0,90% 1,80% 1,80%
No sabe 14,10% 12,20% 12,70% 15,00% 19,20%
(N) -1.200 -267 -410 -364 -158
Año: 2010
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
54,80% 56,00% 52,00% 58,20% 52,50%
La democracia puede funcionar sin partidos
35,40% 36,50% 40,20% 29,80% 33,70%
No contesta 1,30% 0,60% 2,50% 1,10% -
No sabe 8,50% 6,90% 5,40% 10,90% 13,80%
(N) -1.200 -260 -421 -360 -159
10. Conclusiones
El análisis cualitativo plantea un cierto grado de asociación entre los picos que
muestran la constante lucha entre ‘aceptación y rechazo’ hacia el sistema político
y los partidos, y la coyuntura del momento. El análisis cuantitativo por su parte,
confirma que el sentimiento del antipartidismo cultural, estable en el tiempo y
asociado a bajos niveles de educación e información sobre política, coexiste, y
de hecho se relaciona, con la desafección política, que a su vez está ligada a los
sentimientos de ineficacia, desconfianza y distanciamiento del sistema por parte
de los ciudadanos.
34
Lo anterior puede explicarse debido a que, como se precisó anteriormente,
Colombia no atravesó por una dictadura significativa como las de los países del
Cono Sur, llevando a que la percepción que los ciudadanos tienen de su
democracia, carezca de un punto de comparación con un pasado autoritario, y
afecte la opinión que se tiene de esta, sin importar el grupo generacional que se
observe.
Esto trae problemas relevantes para la democracia colombiana, pues la
confianza en los partidos, el interés en la política y el apoyo al sistema se ven
permeados por los sentimientos de antipartidismo cultural y desafección política,
y llevan a que los niveles de participación ciudadana disminuyan, mientras
incrementan la volatilidad electoral y la presencia de candidatos ‘outsider’ o
ajenos al sistema, que plantean a los colombianos una opción alejada de los
partidos políticos tradicionales, al tiempo que estos se deslegitiman entre su
decepcionada población.
35
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39
ANEXO 1
INDICADORES DE LOS SENTIMIENTOS ANTIPARTIDISTAS CULTURALES EN COLOMBIA:!998-2013 (%)
INDICADOR ANO Mucha Algo Poca Ninguna (N>
NIVEL DE CONFIANZA EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS
2000 3,3 20 31,2 41,5 9412002 3,9 20,3 34,1 38,7 9752003 1.8 6,9 27,8 62,8 11912004 5,0 16,3 34,6 41,2 11642005 4,8 17,7 39,2 37.1 11842000 3,7 14,3 38,7 41,9 11822007 2,5 16,0 41,3 38,5 11802008 3,0 17,1 40,1 37,0 11662009 3,8 20,1 37,2 36,4 9752010 2,0 19,8 37,9 37,5 11672013 2,0 17,7 34,4 45,8 1182
INTERÉS EN LA POLÍTICA
AÑO
Muy interesado Algo interesado Pocointeresado
Nada interesado
ÍN>
20007,0
19,5 43,2 30,31187,0
2003 7 19,5 43,2 30,3 11872004 7,5 18,1 36,7 37,7 11962005 8 19,1 33,5 39,4 11732007 7,4 21,8 37,1 33,7 11982009 9,2 20,6 37,2 33 11822010 6,9 17,7 38,6 36,7 11972013 9,5 19,9 29,8 40,8 22370
NO PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN PARTIDOS POLÍTICOS
AÑO
Sin Partidos políticos no puede funcionar
Sin Partidos Políticos puede funcionar (H)
2000 70,1 21,5 8992001 71,7 20,4 9212002 74,7 18,9 9412005 47,2 45,0 11062000 50,9 41,7 11122008 54,4 35,8 10822009 73,2 19,2 9242010 54,8 35,4 10832011 51.1 48,9 11092013 52,2 47,8 1073
LAS ELECCIONES SON FRAUDULENTAS
AÑO Limpias Fraudulentas (N)1998 57,5 19,3 1000
LA CORRUPCIÓN HA AUMENTADO AÑOAumentadomucho
Aumentadopoco
Permanecidoigual
Disminuido pocoH )
1998 88,9 6,1 2,5 0,4 10002001 93,6 2,4 2,5 0,5 993
NO ME MOLESTARÍA UN GOBIERNO NO DEMOCRATICO
AÑOMuy de acuerdo De acuerdo En
desacuerdoMuy en desacuerdo
(N)
2001 6,2 10,4 17,6 65,8 9212002 8,9 32,4 41,4 17,2 9292003 10,1 48,9 31,7 9,3 1041
CÓMO CALIFICARÍA LA SITUACIÓN POLÍTICA DEL PAÍS
ANO Muy buena Buena Regular Mala (N>
2011,6 12,9 47,4 26,7
1171
REELECCION DE LOS PRESIDENTES DE LA REPUBLICA
AÑOMuy de acuerdo De acuerdo En
desacuerdoMuy en desacuerdo
(H)
2009 11,4 49,4 30,1 9,2 11782011 11.4 49,4 30,1 9,2 1178
RELACIÓN ENTRE EL VOTO Y LOS PARTIDOS
AÑO
Tengo partido y voto siempre por él
Tengo partido, pero puedo votar por otro
Tuve un partido, pero ahora ya no voto más
No voto (N)
2002 16,6 58,1 3,9 21,3 1136
EVALUACIÓN DE LA LABOR DE LOS POLÍTICOS AÑO Muy bien Bien Mal Muy mal
<M)2008 3,8 40,1 45,1 11 1012
E laboración prop ia con base en datos del L a tinobaróm etro .
40
ANEXO 2INDICADORES DE LA DESAFECCIÓN POLÍTICA EN COLOMBIA: 1998-2013 (%)
GRADO DE SATISFACCIÓN CON
LA DEMOCRACIA
AIÍO Muy satisfecho Más bien satisfechoNo muy satisfecho
Nadasatisfecho £N>
1998 26 .8 26 .8 25 .9 7.6 10002000 31.5 29 .8 32.4 3.9 9572001 15.7 34.9 33.1 9.7 9342002 26 .8 47 .9 16.0 2.6 9412003 2.2 19.8 41 .7 21 ,3 10202004 5.3 24 .9 43 ,2 16,8 11062005 7.0 24 .6 49 .8 16.6 11132006 6.2 26 .4 44 ,2 19.9 11602007 6.3 26 .4 46 .3 17.0 11512008 11.6 30.1 39.6 12,8 11282009 26 .9 36.0 27 ,2 7.1 9722010 7.2 32 40 .9 13,9 11272011 2.7 24 .9 50.8 21 ,6 11502013 4.3 25 .3 51.5 16,9 1149
APOYO A LA DEMOCRACIA
AIÍO
La democracia es preferible a otra forma de gobierno
En ocasiones un gobierno autoritario es mejor que la democracia
Nos da igual la democracia que la no democracia
(Nj
1998 69 .0 21 .3 4.9 10002000 63 .0 5.6 6.2 9302001 71 .4 6.2 12.5 9212002 77 ,2 7.6 7.0 9232003 45 .6 13.7 23 .3 922 .02004 46.1 12,2 26 .3 1039,02005 46 .3 10.8 32.4 10742006 51.7 15.2 25 .4 11072007 46 .4 12.6 31.5 11102008 56.3 9.2 25 .8 1096.02009 73 .9 6.9 12.0 9482010 59.7 9.6 22 .6 11032011 23.1 49 .0 27 .9 11682013 56.3 13.7 30.1 1116
FRECUENCIA CON LA QUE HABLA DE
POLÍTICA
AIÍO Muyfrecuentemente
Frecuentemente Casi nunca Nunca (Nj1998 7.9 17.9 25 .4 15,7 12002000 6.4 24 .7 39.6 29 .4 11362003 2.9 15,2 29 .9 52 11722005 6.1 19.1 40 .8 34.1 11692006 4.2 16.9 37.6 39.3 11952007 6.6 16.5 43 .8 30.9 11982013 6.5 17.1 29 .7 46 .7 1194
ü O i i t r i d i r i i e r i i H , s e
puede confiar en que las personas que
dirigen el país hacen
ANO Muy de acuerdo De acuerdoEn
desacuerdoMuy en
desacuerdo (N)
2001 2 .3 10.1 37.4 50.2 1161
La gente dice lo que piensa de la política
a NoLa gente dice lo que realmente
piensa
La gente no dice lo que realmente piensa
(Nj
2002 27 .5 72 .5 11442008 23 .5 76.5 1175
La discusión de los asuntos públicos
favorece a la democracia
a No La favorece La perjudica £N>
2004 70 30 1048Cuánta confianza
tiene en que el gobierno puoda defender a una
persona como ud. En una cris is económica
a No Mucha Bastante Poca Ninguna £N>
2009 13.1 14.8 51.6 20 .4 1140
LA POLÍTICA ES TAN COMPLICADA QUE
LA GENTE NO PUEDE ENTENDER
a No
La política es tan complicada que no se entiende
La política no es tan complicada y se
puede entender£N>
2010 60 40 1130
E laboración prop ia con base en datos del L atinobaróm etro .
41
ANEXO 3.
LÍNEA DEL TIEMPO HECHOS RELEVANTES EN LA COYUNTURA COLOMBIANA: AÑOS 1998-2013
--------- 1998-2001: Crisis financiera de finales de los años 90’
Sube al poder Andrés Pastrana.
Proceso de paz entre las FARC y el gobierno en el Caguán .
-------- 2002: Crisis entre el gobierno y las FARC. Cae el proceso de paz.
Pico de violencia - múltiples asesinatos de alcaldes.
FARC secuestra a Ingrid Betancourt y Clara Rojas.
Crisis en conversaciones entre el Gobierno y el ELN.
Sube al poder Álvaro Uribe Velez.
-------- 2003: FARC realiza atentado a Club el Nogal
FARC secuestra a militares estadounidenses
FARC realiza ataque contra Álvaro Uribe en Neiva
Inician negociaciones con las AUC en Santafé de Ralito.
Se introduce reforma para fortalecer a los partidos políticos.
-------- 2005: Crisis diplomática colombo-venezolana (caso Rodrigo Granada)
Masacres deTierralta, Córdoba y San José de Apartadó, Antioquia.
Polo Democrático denuncia casos de parapolítica en el Congreso.
Corte Constitucional aprueba reelección presidencial.
------- 2006: Es reelegido Álvaro Uribe Vélez como presidente.
FARC asesinan a concejales y familiares de políticos.
Masacre en Jamundí, Valle con presunta complicidad del Ejército Nacional.
Reforma política para fortalecer a los partidos.
42
--------- 2008: Gobierno inicia negociaciones para intercambio humanitario
Liberación Clara Rojas y Consuelo Gonzáles de Perdomo.
Marcha nacional en rechazo a los secuestros de las FARC
Operación Fénix: crisis diplomática entre Colombia y Ecuador.
Se destapan escándalos de Yidispolítica y Mario Uribe Escobar.
Extradición de Mancuso, ‘Don Berna’, y ‘Jorge 40’ a EEUU
Operación Jaque: Liberación de Ingrid Betancourt.
Paro de la Rama Judicial -Estado de ‘Conmoción Interior’
Detienen al Gral. del Ejército Rito Alejo del Río por nexos con paramilitares.
Escándalo de ‘Falsos Positivos’ - Involucra al Ejército.
Recapturan al Director del DAS, Jorge Noguera.
Denuncian seguimiento a funcionarios políticos por parte del DAS.
--------- 2009: Reforma política - sancionar congresistas vinculados con G.A.I
Grabaciones ilegales a funcionarios, políticos, periodistas y magistrados
Choque de poderes entre gobierno de Uribe y Corte Suprema de Justicia.
Escándalo que involucra a los hijos del presidente Uribe en negocios turbios.
Escándalo de Agro Ingreso Seguro
Se acepta instalación de siete bases militares estadounidenses en Colombia
--------- 2010: 17 militares involucrados en Falsos Positivos son dejados en
libertad.
Ex presidente del Congreso (acusado de parapolítica) ahora envuelto en caso de
corrupción con el ISS.
Juan Manuel Santos es elegido presidente.
Fenómeno de la Ola Verde.
Operación Sodoma: es abatido ‘Mono Jojoy’
43
_____ 2011: Escándalo ‘Carrusel de la Contratación’
Movilizaciones nacionales contra reforma a la Ley 30 de Educación Superior
Ejército da de baja a Alfonso Cano.
--------- 2013: Tensión por fallo de la CIJ de La Haya ante caso de San Andrés y
Providencia.
Escándalo de ‘Kiko Gómez’, ex gobernador de la Guajira.
Paro Nacional Agrario - “El al paro agrario no existe” - Santos.
Presidente informa a la opinión pública sobre las negociaciones con FARC
Se anuncia acuerdo sobre primer punto de la agenda: tema agrario.
Choque entre el Uribismo y el Santismo
Se destapa el ‘carrusel de Paloquemao’
Caos del Sistema de Salud.
Elaboración propia con base en revisión de prensa. Fuentes: Semana, BBC, El Tiempo y El Espectador.
44
ANEXO 4. Análisis factorial con rotación varimax para las variables del antipartidismo cultural y la desafección política.
Año: 2000
C o m u n a lid a d e s
Inicial ExtracciónConfianza en los Partidos Políticos
1,000 ,479
Apoyo a la democracia 1,000 ,282
Satisfacción con la democracia
1,000 ,541
Interés en política 1,000 ,667
No puede haberdemocracia sin partidos políticos
1,000 ,081
Frecuencia con que habla de política
1,000 ,730
Método de extracción: análisis de componentes principales.
M a tr iz d e c o m p o n e n te ro ta d o 3
Componente
1 2
Confianza en los Partidos Políticos ,673 ,164
Apoyo a la democracia ,529 ,056
Satisfacción con la democracia ,735 -,034
Interés en política ,224 ,785
No puede haber democracia sin partidos políticos ,280 ,046
Frecuencia con que habla de política -,028 ,854
Método de extracción: análisis de componentes principales.
45
Método de rotación: Varimax con normalización Kaiser.a
a. La rotación ha convergido en 3 iteraciones.
Año: 2005
C o m u n a lid a d e s
Inicial Extracción
Apoyo a la democracia 1,000 ,219
Satisfacción con la democracia
1,000 ,608
No puede haberdemocracia sin partidos políticos
1,000 ,378
Interés en política 1,000 ,671
Confianza en los Partidos Políticos
1,000 ,413
Frecuencia con que habla de política
1,000 ,671
Método de extracción: análisis de componentes principales.
M a tr iz d e c o m p o n e n te ro ta d o a
Componente
1 2
Apoyo a la democracia ,372 ,285
Satisfacción con la democracia ,019 ,780
No puede haber democracia sin partidos políticos -,051 ,612
Interés en política ,816 ,072
46
Confianza en los Partidos Políticos ,381 ,517
Frecuencia con que habla de política ,810 -,121
Método de extracción: análisis de componentes principales.Método de rotación: Varimax con
normalización Kaiser.
a. La rotación ha convergido en 3 iteraciones.
Año: 2009
C o m u n a lid a d e s
Inicial Extracción
Apoyo a la democracia 1,000 ,175
Satisfacción con la democracia 1,000 ,352
Confianza en los Partidos Políticos 1,000 ,401
Interés en política 1,000 ,330
No puede haber democracia sin partidos políticos 1,000 ,229
Cuánta confianza tiene en que el gobierno pueda proteger a personas como Ud. contra los efectos de una crisis económica
1,000 ,367
Método de extracción: análisis de componentes principales.
M a tr iz d e c o m p o n e n te a
Componente
1
Apoyo a la democracia ,419
Satisfacción con la democracia ,593
Confianza en los Partidos Políticos ,634
Interés en política ,574
No puede haber democracia sin partidos políticos ,478
Cuánta confianza tiene en que el gobierno pueda proteger a personas como Ud. contra los efectos de una crisis económica
,605
47
Método de extracción: análisis de componentes principales.
Año: 2010
C o m u n a lid a d e s
Inicial Extracción
Apoyo a la democracia 1,000 ,401
Satisfacción con la democracia 1,000 ,638
Confianza en los Partidos Políticos 1,000 ,325
Interés en política 1,000 ,546
Política es tan complicada que la gente no puede entender
1,000 ,633
No puede haber democracia sin partidos políticos
1,000 ,081
Método de extracción: análisis de componentes principales.
M a tr iz d e c o m p o n e n te ro ta d o a
Componente
1 2
Apoyo a la democracia ,508 ,378
Satisfacción con la democracia ,793 -,098
Confianza en los Partidos Políticos ,570 -,001
Interés en política ,233 ,701
Política es tan complicada que la gente no puede entender ,123 -,786
No puede haber democracia sin partidos políticos ,258 ,121
Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: Varimax con normalización Kaiser.
48
Año: 2013
C o m u n a lid a d e s
Inicial Extracción
P12STGBS Apoyo a la democracia 1,000 ,309
P13TGB.A Grado de satisfacción con el funcionamiento de la democracia 1,000 ,617
P20STGBS Grado de interés en la política 1,000 ,741
P26TGB.G Grado de confianza en instituciones- personas: Los partidos políticos 1,000 ,529
P30TGB.A Frecuencia con la que hace las siguientes cosas: hablar de política con los amigos 1,000 ,725
P40ST Sin partido político no puede haber democracia vs la democracia puede puncionar sin partidos
1,000 ,271
Método de extracción: análisis de componentes principales.
M a tr iz d e c o m p o n e n te ro ta d o a
Componente
1 2
P12STGBS Apoyo a la democracia ,391 ,395
P13TGB.A Grado de satisfacción con el funcionamiento de la democracia -,071 ,782
P20STGBS Grado de interés en la política ,861 ,004
P26TGB.G Grado de confianza en instituciones-personas: Los partidos políticos ,362 ,631
P30TGB.A Frecuencia con la que hace las siguientes cosas: hablar de política con los amigos ,848 -,073
P40ST Sin partido político no puede haber democracia vs la democracia puede puncionar sin partidos -,097 ,511
Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: Varimax con normalización Kaiser.
a. La rotación ha convergido en 3 iteraciones.
49
ANEXO 5. Confianza en los Partidos Políticos e Interés por la Política. Años 2000 a 2013.
C O N F IA N Z A EN LO S P A R T ID O S P O LÍT IC O S
Año: 2000
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 2,10% 0,90% 2,00% 2,70% 3,50%
Algo 14,60% 17,30% 12,80% 13,70% 21,10%
Poca 32,30% 33,70% 30,80% 33,10% 31,80%
Ninguna 49,00% 46,20% 52,80% 49,20% 36,00%
No contesta 1,00% 1,30% 0,80% 0,70% 2,00%
No sabe 1,00% 0,50% 0,90% 0,60% 5,50%
(N) -1.200 -273 -449 -403 -74
Año: 2001
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 2,50% 1,30% 2,40% 3,10% 4,20%
Algo 9,60% 10,50% 11,10% 9,20% 4,90%
Poca 33,60% 31,50% 32,90% 36,90% 33,00%
Ninguna 52,00% 54,30% 52,40% 47,10% 57,00%
No contesta 0,60% 0,70% - 1,60% -
No sabe 1,60% 1,60% 1,30% 2,10% 0,90%
(N) -1.199 -300 -428 -322 -149
Año: 2002
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 1,90% 2,50% 2,20% 1,20% 0,20%
Algo 8,40% 7,70% 9,40% 8,70% 4,80%
Poca 28,50% 33,20% 29,00% 23,80% 20,60%
Ninguna 57,60% 55,70% 56,10% 60,10% 64,80%
No contesta 0,90% - 0,60% 0,60% 6,10%
50
No sabe 2,80% 0,80% 2,60% 5,70% 3,50%
(N) -1.200 -357 -487 -260 -96
Año: 2003
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 1,80% 3,20% 0,60% 1,90% 1,90%
Algo 6,90% 9,00% 6,80% 4,50% 6,70%
Poca 27,80% 23,70% 28,50% 27,90% 39,40%
Ninguna 62,80% 64,20% 62,90% 65,80% 49,00%
No contesta 0,20% - 0,40% - -
No sabe 0,60% - 0,80% - 3,00%
(N) -1.200 -356 -487 -259 -98
Año: 2004
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 5,00% 6,30% 5,50% 1,70% 6,40%
Algo 16,30% 20,40% 14,70% 15,70% 14,00%
Poca 34,60% 38,60% 35,30% 35,70% 22,40%
Ninguna 41,20% 33,80% 42,60% 42,80% 48,20%
No contesta 0,80% - 0,60% 1,30% 2,40%
No sabe 2,20% 0,80% 1,40% 2,80% 6,60%
(N) -1.200 -297 -489 -267 -147
Año: 2005
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 4,80% 2,50% 5,50% 4,90% 8,20%
Algo 17,70% 20,40% 17,90% 14,20% 16,50%
Poca 39,20% 44,30% 40,00% 37,80% 18,80%
Ninguna 37,10% 31,10% 35,70% 41,20% 55,30%
No contesta 0,30% 0,30% 0,40% 0,40% -
No sabe 1,00% 1,30% 0,60% 1,50% 1,20%
51
(N) -1.200 -318 -530 -267 -85
Año: 2006
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 3,70% 3,20% 3,40% 5,30% 2,50%
Algo 14,30% 17,80% 13,50% 13,50% 9,90%
Poca 38,70% 45,60% 39,30% 31,00% 35,10%
Ninguna 41,90% 32,70% 42,20% 48,60% 50,00%
No contesta 0,70% 0,30% 0,60% 1,00% 1,70%
No sabe 0,70% 0,40% 1,00% 0,70% 0,80%
(N) -1.200 -318 -498 -269 -115
Año: 2007
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 2,50% 1,00% 1,50% 3,80% 4,70%
Algo 16,00% 15,40% 15,00% 17,90% 15,40%
Poca 41,30% 44,00% 43,40% 42,40% 28,70%
Ninguna 38,50% 38,30% 38,50% 34,80% 47,40%
No contesta 0,10% 0,50% - - -
No sabe 1,50% 0,60% 1,60% 1,00% 3,90%
(N) -1.200 -267 -410 -365 -158
Año: 2008
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 3,00% 3,40% 2,40% 2,40% 5,20%
Algo de 17,10% 23,90% 14,40% 14,10% 19,40%
Poca 40,10% 39,10% 44,30% 39,60% 32,10%
Ninguna 37,00% 31,20% 37,20% 40,20% 39,00%
No contesta 0,10% - 0,10% 0,30% -
No sabe 2,70% 2,40% 1,60% 3,50% 4,20%
(N) -1.200 -267 -410 -364 -158
52
Año: 2009
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 5,00% 4,20% 3,90% 6,10% 6,30%
Algo 19,80% 20,70% 17,20% 19,80% 24,90%
Poca 38,30% 40,10% 41,00% 37,80% 29,60%
Ninguna 31,40% 31,10% 33,10% 30,60% 29,80%
No contesta 0,90% - 0,60% 1,20% 2,70%
No sabe 4,60% 3,90% 4,30% 4,50% 6,70%
(N) -1.200 -267 -410 -364 -158
Año: 2010
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 2,00% 1,80% 2,40% 1,40% 3,00%
Algo 19,80% 23,20% 20,80% 16,90% 17,90%
Poca 37,90% 46,10% 35,00% 38,40% 30,90%
Ninguna 37,50% 26,90% 40,00% 40,00% 42,70%
No contesta 0,90% 0,80% - 1,40% 2,40%
No sabe 1,90% 1,20% 1,70% 2,00% 3,00%
(N) -1.200 -260 -421 -360 -159
Año: 2013
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucha 2,00% 4,70% 0,70% 1,50% 2,20%
Algo 17,50% 16,30% 18,40% 18,00% 15,50%
Poca 33,90% 34,40% 37,00% 30,10% 34,00%
Ninguna 45,20% 44,10% 43,90% 48,10% 43,50%
Noresponde 0,30% 0,10% - 0,80% -
No sabe 1,20% 0,40% - 1,50% 4,90%
(N) -1.200 -262 -419 -362 -157
53
IN TER ÉS EN LA P O LÍT IC A
Año: 2000
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 6,90% 2,90% 7,20% 9,00% 8,10%
Algo 19,30% 26,40% 16,60% 19,60% 8,50%
Poco 42,70% 43,00% 48,70% 37,70% 33,00%
Ninguno 30,00% 26,40% 27,40% 31,80% 49,40%
No contesta 0,30% - - 0,90% -
No sabe 0,80% 1,30% 0,20% 1,00% 1,00%
(N) -1.200 -273 -449 -403 -74
Año: 2001
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 4,40% 4,90% 4,80% 4,10% 2,70%
Algo 8,90% 8,90% 10,10% 7,80% 8,10%
Poco 31,30% 33,30% 32,70% 29,80% 26,40%
Ninguno 54,60% 52,60% 51,70% 57,50% 60,80%
No contesta 0,20% 0,30% - 0,30% 0,60%
No sabe 0,60% - 0,70% 0,60% 1,40%
(N) -1.199 -300 -428 -322 -149
Año: 2003
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 3,20% 3,60% 2,00% 5,40% 1,50%
Algo 18,40% 21,60% 17,30% 17,00% 15,60%
Poco 30,10% 28,80% 31,00% 25,30% 43,10%
Ninguno 47,30% 45,40% 48,50% 51,40% 37,50%
No contesta 0,40% 0,20% 0,20% 0,90% 0,90%
No sabe 0,70% 0,40% 1,00% - 1,40%
(N) -1.200 -356 -487 -259 -98
54
Año: 2004
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 7,50% 11,90% 6,60% 6,60% 3,10%
Algo 18,00% 21,00% 18,90% 15,40% 13,60%
Poco 36,60% 37,80% 37,00% 34,10% 37,10%
Ninguno 37,60% 29,00% 37,30% 43,20% 45,60%
No contesta 0,10% - 0,20% 0,20% -
No sabe 0,20% 0,30% - 0,40% 0,70%
(N) -1.200 -297 -489 -267 -147
Año: 2005
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 7,80% 7,50% 7,40% 9,00% 8,20%
Algo 18,70% 20,40% 19,80% 16,50% 11,80%
Poco 32,80% 34,90% 32,50% 33,00% 25,90%
Ninguno 38,50% 34,60% 38,30% 39,70% 50,60%
No contesta 2,20% 2,50% 2,10% 1,90% 3,50%
(N) -1.200 -318 -530 -267 -85
Año: 2007
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 7,40% 10,60% 8,50% 6,10% 2,10%
Algo 21,70% 26,00% 20,90% 21,70% 16,70%
Poco 37,00% 35,10% 36,70% 38,30% 38,40%
Ninguno 33,70% 28,00% 33,50% 33,90% 42,80%
No contesta 0,10% 0,30% - - -
No sabe 0,10% - 0,40% - -
(N) -1.200 -267 -410 -365 -158
Año: 2009
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
55
Mucho 9,10% 9,10% 10,20% 7,90% 8,70%
Algo 20,30% 20,10% 22,50% 19,00% 17,70%
Poco 36,70% 37,60% 37,30% 34,70% 37,90%
Ninguno 32,50% 31,10% 29,10% 36,60% 34,30%
No contesta 0,20% - - 0,60% -
No sabe 1,30% 2,10% 0,80% 1,20% 1,40%
Año: 2010
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 6,90% 5,80% 10,30% 5,40% 3,00%
Algo 17,70% 19,60% 17,50% 18,20% 13,80%
Poco 38,50% 38,70% 39,20% 40,00% 33,10%
Ninguno 36,70% 35,80% 33,00% 36,30% 48,60%
No sabe 0,20% - - 0,10% 1,40%
(N) -1.200 -260 -421 -360 -159
Año: 2013
total 16-25 años26-40años
41-60años 61 años o más
Mucho 9,70% 11,90% 10,50% 9,40% 4,60%
Algo 14,50% 13,90% 16,20% 14,10% 12,00%
Poco 26,50% 24,40% 28,00% 27,50% 23,50%
Ninguno 49,10% 49,40% 45,30% 48,70% 59,80%
Noresponde 0,10% 0,20% - 0,30% -
No sabe 0,10% 0,10% - 0,20% -
56
ANEXO 6. Sin partidos no puede haber democracia Vs. Puede haber democracia sin partidos. Años 2000 a 2013.
NO PU E D E H A B E R D E M O C R A C IA SIN P A R TID O S P O LÍT IC O S
Año: 2000
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin Partidos políticos no puede funcionar
38,20% 37,80% 35,40% 41,80% 37,10%
La democracia puede funcionar sin Partidos Políticos
46,10% 52,00% 48,60% 42,90% 25,80%
No contesta 13,70% 9,90% 12,70% 13,50% 34,90%
No sabe 2,00% 0,30% 3,30% 1,80% 2,30%
(N) -1.200 -273 -449 -403 -74
Año: 2001
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
30,40% 28,30% 28,20% 32,20% 37,20%
La democracia puede funcionar sin partidos políticos
41,70% 43,20% 43,70% 42,10% 31,90%
No contesta 1,90% 1,90% 1,70% 1,70% 3,00%
No sabe 26,00% 26,60% 26,40% 24,00% 27,90%
(N) -1.199 -300 -428 -322 -149
Año: 2002
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
57
Sin partidos políticos no puede haber democracia
28,70% 26,00% 29,10% 34,60% 21,10%
La democracia puede funcionar sin partidos políticos
49,10% 54,60% 48,60% 46,80% 37,40%
No contesta 3,90% 2,70% 4,60% 3,80% 4,70%
No sabe 18,30% 16,70% 17,70% 14,80% 36,80%
(N) -1.200 -357 -487 -260 -96
Año: 2005
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
47,20% 44,30% 46,60% 49,80% 52,90%
La democracia puede funcionar sin partidos
45,00% 50,00% 45,50% 41,90% 32,90%
No contesta 0,40% 0,30% 0,60% 0,40% -
No sabe 7,40% 5,30% 7,40% 7,90% 14,10%
(N) -1.200 -318 -530 -267 -85
Año: 2008
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
54,40% 47,20% 54,80% 56,20% 61,00%
La democracia puede funcionar sin partidos
35,80% 48,00% 34,80% 34,50% 20,50%
No contesta 0,50% - 0,60% 0,80% 0,80%
58
No sabe 9,30% 4,80% 9,80% 8,40% 17,60%
(N) -1.200 -267 -410 -364 -158
Año: 2009
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
42,20% 40,10% 39,10% 44,90% 47,40%
La democracia puede funcionar sin partidos
42,40% 46,60% 47,40% 38,30% 31,60%
No contesta 1,30% 1,00% 0,90% 1,80% 1,80%
No sabe 14,10% 12,20% 12,70% 15,00% 19,20%
(N) -1.200 -267 -410 -364 -158
Año: 2010
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
54,80% 56,00% 52,00% 58,20% 52,50%
La democracia puede funcionar sin partidos
35,40% 36,50% 40,20% 29,80% 33,70%
No contesta 1,30% 0,60% 2,50% 1,10% -
No sabe 8,50% 6,90% 5,40% 10,90% 13,80%
(N) -1.200 -260 -421 -360 -159
Año: 2011
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
47,20% 47,00% 43,50% 53,90% 42,10%
La democracia puede funcionar sin partidos
45,20% 47,60% 50,50% 38,90% 41,50%
No contesta 0,80% 0,30% 1,10% 1,20% -
59
No sabe 6,80% 5,10% 5,00% 6,00% 16,40%
(N) -1.200 -262 -419 -362 -157
Año: 2013
total16-25años
26-40años
41-60años
61 años o más
Sin partidos políticos no puede haber democracia
46,70% 41,60% 41,00% 57,90% 44,30%
La democracia puede funcionar sin partidos
42,80% 50,80% 50,80% 31,60% 33,70%
No responde 0,70% 0,40% 0,40% 1,00% 1,40%
No sabe 9,80% 7,20% 7,80% 9,40% 20,70%
(N) -1.200 -262 -419 -362 -157
60