la celestina
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LA CELESTINA
-DE FERNANDO DE ROJAS-
“CALISTO.- En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
MELIBEA.- ¿En qué, Calisto?CALISTO.- En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te dotase, y hacer a mi inmérito tanta merced
que verte alcanzase, y, en tan conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiese. Por
cierto, los gloriosos santos que se deleitan en la visión divina, no gozan más que yo ahora contemplándote.”La Celestina -comienzo de la obra-
EL AUTOREn las ediciones antiguas de Celestina no aparece ningún nombre del autor. Sin
embargo, las octavas acrósticas que acompañan a la obra en su difusión impresa la
ponen en relación con un tal bachiller Fernando de Rojas, nacido en
La Puebla de Montalbán, (1470-1541).
EL BACHILLER FERNANDO DE ROJAS ACABÓ LA COMEDIA DE CALYSTO Y MELIBEA Y FUE NASCIDO EN LA PUEBLA DE MONTALVÁN
Sin embargo, hay teorías que dicen que la obra fue compuesta por dos autores e incluso por más.
EL GÉNERO Título de Comedia de Calixto y Melibea, en la primera edición de 1499 con 16 actos.
Título de Tragicomedia de Calixto y Melibea, a partir de la edición de 1507 con 21 actos.
Título de La Celestina en la actualidad.
Género mixto entre teatro y novela dialogada.
EL ARGUMENTOLa obra comienza cuando Calisto ve casualmente a Melibea en el huerto de su casa, donde ha entrado a buscar un
halcón suyo, pidiéndole su amor. Esta lo rechaza, pero él ha caído violentamente enamorado de Melibea.
Por consejo de su criado Sempronio, Calisto recurre a una vieja prostituta y ahora alcahueta profesional llamada
Celestina quien puede actuar de casamentera o concertar citas de amantes; Celestina también regenta un prostíbulo
con dos pupilas, Areúsa y Elicia.
El otro criado de Calisto, Pármeno, cuya madre fue maestra de Celestina, intenta disuadirlo, pero termina despreciado
por su señor, al que sólo le importa satisfacer sus deseos, y se une a Sempronio y Celestina para explotar la pasión de
Calisto y repartirse los regalos y recompensas que produzca.
Celestina se atrae la voluntad de Melibea mediante la magia de un conjuro a Plutón, unido a sus habilidades dialécticas,
logrando así que se enamore de Calisto. Como premio, Celestina recibe una cadena de oro, que será objeto de
discordia, pues la codicia la lleva a negarse a compartirla con los criados de Calisto; éstos terminan asesinándola, por
lo cual se van presos y son ajusticiados.
Las prostitutas Elicia y Areúsa, que han perdido a Celestina y a sus amantes, traman que el fanfarrón Centurio asesine
a Calisto, pero este en realidad solo armará un alboroto. Mientras, Calisto y Melibea gozan de su amor, pero al oír la
agitación en la calle y creyendo que sus criados están en peligro, Calisto intenta saltar el muro de la casa de su
amada, pero resbala y muere. Desesperada, Melibea se suicida y la obra termina con el llanto de Pleberio, padre de
Melibea, quien lamenta la muerte de su hija.
LOS PERSONAJES Calisto y Melibea
Jóvenes enamorados
Pármeno y Sempronio
Criados de Calisto
Areúsa y Elicia
Prostitutas al servicio de Celestina
Alisa y Pleberio
Padres de Melibea
Lucrecia y otros
Criada de Melibea, criados, maleantes
Celestina
Vieja prostituta, alcahueta y hechicera
CELESTINAMujer que procura, encubre o facilita una relación amorosa o sexual entre dos personas.SINÓNIMO alcahueta.
(DEFINICIÓN DE LA RAE)
Conjúrote, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, emperador de la corte dañada, capitán soberbio de los condenados ángeles,
señor de los sulfúreos fuegos que los hirvientes volcanes manan, gobernador de los tormentos y atormentadores de las almas
pecadoras, administrador de todas las cosas negras de los infiernos, con todas sus lagunas y sombras infernales y litigioso caos. Yo,
Celestina, tu más conocida cliente, te conjuro por la virtud y fuerza de estas bermejas letras, por la sangre de aquella nocturna ave con
que están escritas, por la gravedad de estos nombres y signos que en este papel se contienen, por el áspero veneno de las víboras de
que este aceite fue hecho, con el cual unto este hilado, a que vengas sin tardanza a obedecer mi voluntad y en ello te envuelvas y con
ello estés sin irte ni un momento, hasta que Melibea lo compre y con ello de tal manera quede enredada, que cuanto más lo mirare,
tanto más su corazón se ablande a conceder mi petición, y se lo abras y lastimes del crudo y fuerte amor de Calisto; tanto que,
despedida toda honestidad, se descubra a mí y me premie mis pasos y mensajes; y esto hecho, pide y demanda de mí a tu voluntad. Si
no lo haces con rapidez me tendrás por capital enemiga; heriré con luz tus cárceles tristes y oscuras; acusaré cruelmente tus continuas
mentiras; apremiaré con mis ásperas palabras tu horrible nombre. Y otra y otra vez te conjuro; y así confiando en mi mucho poder, parto
para allá con mi hilado, donde creo te llevo ya envuelto.
INTERPRETACIÓN DE LA OBRA
INTENCIÓN MORAL
INTENCIÓN ARTÍSTICA
CRÍTICA SOCIAL
Hay tres temas principales en la
obra, ambos señalados por el propio
autor: la corrupción, a fin de
prevenir «contra los malos y
lisonjeros sirvientes» que degradan
a sus amos; la prevención contra el
loco amor o el blasfemo amor cortés,
que hace que los amantes crean
«que sus amadas son su dios» y un
tema más profundo, dramático y
filosófico, según el cual la vida
humana es una constante y feroz
lucha entre opuestos: jóvenes
contra viejos, inocencia contra
corrupción, ignorantes contra
sabios, pobres contra ricos, siervos
contra señores, mujeres contra
hombres, el bien contra el mal... y
viceversa.
ESTILOSe cultivan en la obra dos estilos enfrentados: por un lado el culto, donde domina el
hipérbaton, la sintaxis latinizante, el léxico lleno de cultismos, las metáforas, el párrafo
largo y con muchas subordinaciones y las citas grecolatinas; y por el otro, el popular,
menos afectado, de frase corta, con abundantes diminutivos, de refranes y frases
hechas, en tono coloquial y con frecuentes exclamaciones. Abundan además las
geminaciones, los paralelismos y las antítesis. Se hace un inteligente uso del aparte y
del monólogo, y se saca la conclusión de que la obra estaba destinada a ser leída de
forma declamada más que a ser representada.