la catedral de santa maria en vitoria

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CATEDRAL DE SANTA MARIA, VITORIA-GASTEIZ: LA ARQUITECTURA DE LO TRANSPARENTE. Por Jos Antonio Daz Resulta ms que evidente. La Catedral de Santa Mara, en Vitoria-Gasteiz, seduce a quien la visita. Es un caso benigno de Sndrome de Stendhal, de xtasis ante la contemplacin de la belleza en estado puro y transparente, puesto que el visitante puede descubrir sus secretos y acceder a las obras de su restauracin casi sin limitaciones. Una belleza que ha afectado, entre otros, a escritores como Mario Vargas Llosa y Ken Follet, autor este ltimo de Los Pilares de la Tierra, quien se inspir en los trabajos que se llevan a cabo en la Catedral para escribir la segunda parte de su best-seller, Un mundo sin fin. Pero llegados a este punto, se hace inevitable preguntarse por la identidad del sujeto activo de tamaa devocin, la Catedral de Santa Mara. La historia cuenta que fue el rey navarro Sancho VI quien fund, en 1181, la villa de Nueva Victoria sobre una antigua aldea llamada Gasteiz. Naca dicha villa como avanzadilla defensiva de su reino, contando con tres calles longitudinales defendidas por una muralla y dos fortalezas. Adosada intramuros de dicha muralla, preexista una iglesia dedicada a la Virgen Mara (siglo XI). Dicha iglesia qued afectada por el incendio que asol Victoria en 1202, por lo que se decidi iniciar la construccin de una gran iglesia extramuros la parroquia de Santa Mara, actual Catedral-, sobre los terrenos que se usaban como cementerio de la vieja iglesia, que se restaur para dedicarla al culto mientras concluan las obras. Tras algunas interrupciones por falta de medios econmicos, las obras recibieron un impulso definitivo en 1498, cuando la parroquia ascendi en el escalafn del rito cristiano, convirtindose en Colegiata. Esta nueva categora trajo consigo la entrada de mayores recursos econmicos, que a su vez aportaron mayores recursos constructivos. As, las antiguas bvedas de madera se sustituyeron por otras de piedra, sin tener en cuenta que los cimientos originales, en mampostera, no permitan su sostenimiento. Y all comenzaron los problemas estructurales de aquella Colegiata, que al recibir bvedas ms pesadas se abri hacia el exterior. Le colocaron luego arbotantes (siglo XVI) y el efecto fue el contrario: los muros se caan hacia el interior, amenazando ruina generalizada a mediados del siglo XVII, lo que oblig a colocar arcos fajones tambin llamados arcos del miedo- para sujetar sus paredes desde dentro. Ya en el siglo XVIII, este magnfico templo gtico con planta de cruz latina cubierta por bvedas de crucera y girola, volvi a moverse desde el exterior y as continu, con salud inestable, pese a obtener el rango de Catedral en 1861, sin que los trabajos de restauracin realizados entre 1960 y 1967 por el equipo del arquitecto Manuel Lorente lograsen frenar los gravsimos problemas que padece. Por no alargar en demasa el relato, diremos que fue en 1994 cuando la Catedral de Santa Mara cerr sus puertas al pblico, dado que la estructura enferma del edificio amenazaba un colapso total, evidenciado por las grandes grietas que mostraban sus muros y pilares y el derrumbe de algunos trozos de bveda en una de las naves del crucero. El Plan Director de Restauracin. Realizadas las pertinentes excavaciones de urgencia, se detectaron graves problemas de cimentacin, al tiempo que las primeras catas mostraron el enorme potencial arqueolgico del yacimiento, lo que movi a la Diputacin Foral de lava a llevar a cabo un Plan Director de Restauracin Integral. Un documento, elaborado entre 1996 y 1998, que diagnostica minuciosamente las patologas del monumento segn hemos explicado anteriormente- y determina los medios para su recuperacin. Para gestionar la misma nace en 1999 la Fundacin Catedral Santa Mara constituida por la Diputacin, el

Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el Obispado de la ciudad. Siguiendo los dictmenes del mencionado Plan Director (Galardonado con el Premio Especial Europa Nostra en 2002) que elaboraron el arquelogo Agustn Azkarate y los arquitectos Juan Ignacio Lasagabaster, Leandro Cmara y Pablo Latorre, la Fundacin puso en marcha un plan de trabajo interdisciplinar al que contribuyen, en simbiosis, arquelogos, arquitectos, ingenieros, qumicos, restauradores, canteros y un largo etctera de colaboradores que abarca ms de veinticinco equipos de trabajo. Para el desarrollo de todo el proyecto se ha previsto un plazo inicial de doce aos (20002012), apoyado por una inversin de 45 millones de euros. LAS APORTACIONES DE LA ARQUEOLOGA Al da de hoy, y tras siete aos de trabajo, el Plan Director y las posteriores intervenciones arqueolgicas en la Catedral han sacado a la luz un buen nmero de datos novedosos sobre la historia de Vitoria-Gasteiz y la estructuracin de su poblacin a lo largo de los siglos, as como una increble secuencia histrica de ritos funerarios que abarca un milenio de antigedad. Dice Ismael Garca, miembro del grupo de Investigacin en Arqueologa de la Arquitectura de la Universidad del Pas Vasco, que en base a los nuevos datos proporcionados por las excavaciones, sabemos cmo evolucion el hbitat de aquel poblado de al menos el siglo VIII llamado Gasteiz hasta la construccin de su muralla en el siglo XI, un siglo antes de la fundacin oficial de la ciudad por el rey Sancho VI El Sabio. Tenemos as una visin integral del fenmeno de poblamiento que nos permite descubrir la cronologa de los hechos arqueolgicos, arquitectnicos y artsticos en una secuencia completa, sin interrupciones. Por otro lado, las excavaciones tambin nos han permitido ver cmo se articula la construccin de un edificio que no parte de cero, sino de otro preexistente con anterioridad a la Catedral gtica, una iglesia romnica que antes no se conoca. Aquel hbitat del siglo VIII-IX, que hasta ahora nos era desconocido, lo formaban cabaas de madera sujetas con postes, cuyos agujeros han encontrado en el suelo los arquelogos. Despus, en torno al siglo X, hubo una importante mejora tecnolgica y algunas cabaas se construyeron sobre zcalos de piedra, lo que hizo que tuvieran menos humedades y se conservasen mejor. Ya en el siglo XI, la aldea de cabaas se rode de una muralla de piedra (sus restos han aparecido en el interior de la Catedral) sin parangn en el entorno alavs y vasco, sin que hasta el momento podamos saber quines fueron sus constructores. Ms adelante, y segn hemos relatado con anterioridad, sobre el cementerio de la antigua iglesia comenz a construirse la parroquia de Santa Mara, devenida luego Catedral. Como era prctica medieval el enterrar a los muertos ad santos, es decir lo ms cerca posible de los santos y sus reliquias, y por lo tanto dentro del espacio sagrado que forma la iglesia y el recinto que la rodea, la Catedral sigui sirviendo como cementerio durante otros cuatrocientos aos, hasta la construccin del cementerio municipal de Santa Isabel, en 1809. Por eso, las excavaciones de Catedral han sacado a la luz una verdadera necrpolis en la que se han exhumado aproximadamente 1200 enterramientos. Hay fosas simples excavadas en tierra, y otras ms elaboradas, con laterales construidos con muretes de ladrillo o piedra, o bien fosas antropomorfas talladas en piedra y con losa del mismo material. En otras ocasiones, y como bien indican los paneles explicativos que hallamos en la Catedral, la cabeza de los difuntos era sujetada con una piedra a cada lado, aunque algunas veces utilizaban para tal fin los crneos de enterramientos anteriores. Destacable resulta tambin el hallazgo del denominado bolo de Caronte. As se denominaba la moneda de poco valor que, segn la mitologa griega, los difuntos deban portar consigo para poder pagar al barquero Caronte, encargado por los dioses de pasar

las almas de los difuntos a la otra orilla de la laguna Estigia. Curiosamente, el sincretismo entre aquella costumbre pagana y un enterramiento en sagrado ha dado como fruto que en las excavaciones de Santa Mara se hayan encontrado esqueletos con una moneda en la boca (el barquero cobraba de uno a tres bolos) o dentro de una bolsita de cuero atada al cuello. En estos enterramientos se han hallado tambin restos de cal -como medida higinica de la poca-, madera procedente de los atades, zapatos y cinturones, crucifijos y rosarios, as como platos de cermica, lozas finas y porcelanas inglesas, que los estudiosos han interpretado como restos de los platos en que fueron sacramentados a los difuntos los santos leos. Pero adems, los arquelogos han encontrado un encajonado para los enterramientos datado en 1705. Era este una alineacin de las tumbas en lotes o parcelas pertenecientes al difunto o su familia, que facilitaba la localizacin del difunto y permita distinguir entre feligreses y sacerdotes. Los primeros estn enterrados en direccin al altar, mientras que los curas miran a su rebao porque as lo mandaba el Concilio de Trento. ARQUITECTURA RESTAURADORA. Cuando en 1994 la Catedral de Santa Mara amenazaba con venirse abajo, Giorgio Crocci, un experto ingeniero restaurador italiano, responsable entre otras de actuaciones en el Coliseo de Roma y las Pirmides de Egipto, sugiri se inyectasen en sus cimientos ingentes cantidades de hormign, para as consolidar la estructura del edificio. La propuesta no gust a los responsables de la rehabilitacin de la Catedral, que entonces se embarcaron en la realizacin del ya citado Plan Director de Restauracin. Merced al mismo se logr un conocimiento total no slo del estado del edificio, sino de los problemas que haba ido teniendo a lo largo de la historia. Analizamos el edificio desde todos los puntos de vista dice el arquitecto Juan Ignacio Lasagabaster- y reflejamos las informaciones obtenidas en una base de datos. Se trataba, por as decirlo, de conocer el cdigo gentico del edificio. Entonces hicimos un modelo 3D que se convirti en un sistema de informacin geogrfica del monumento que llamamos sistema SIM. En l cada piedra tiene sus referencias y sus bases de datos asociadas que nos permiten saber las medidas, el origen y el estado de conservacin de cada sillar, dnde est colocado y en que poca lo fue, etc. Tambin estudiamos cmo se haba ido construyendo el edificio a lo largo de los siglos y en base a todas estas informaciones cruzadas comenzamos a actuar sobre las estructuras y sobre todo en la cimentacin del edificio, que es de donde vienen la mayora de sus problemas. No cabe duda de que la restauracin de la Catedral de Santa Mara est resultando una obra compleja, que en muchos casos requiere tcnicas pioneras. Una labor mproba en la que, por citar tan slo algunos ejemplos, se ha actuado sobre cuatro pilares a los que se ha dotado de refuerzos preventivos; se han hecho corss de piedra y/o hormign en los cimientos que lo necesitaban; y, huyendo de usar cemento por su rgidez y alto contenido en sales- se han hecho numerosos estudios con cales hidrulicas, buscando un acabado y propiedades lo ms parecidas posible al mortero original. Respetamos las leyes del propio monumento asegura Lasagabaster- por eso restauramos escrupulosamente aquellas partes del edificio que son relevantes para la historia de la Arquitectura, mientras que en el resto prima la calidad constructiva. Una calidad global, diramos nosotros, cuyo resultado salta a la vista, no en vano las obras de restauracin han sido visitadas ya por ms de 600.000 personas.

Despiece: LA RECUPERACIN DEL PRTICO Es una de las joyas de la Catedral, aunque el paso del tiempo borrase sus colores y algunas intervenciones poco afortunadas disimulasen la calidad de sus tallas. Hablamos del prtico de Santa Mara, en el que cabe destacar la escultura monumental de sus portadas, del siglo XIV, de las que la central est dedicada a la Virgen, y la de la izquierda a San Gil, mientras que la de la derecha representa el Juicio Final y al apstol Santiago. Ahora, sustituidos por cristal los muros que desde el siglo XIX cegaban su lado occidental, el prtico se ve desde el exterior, ganando adems la policroma que tuvo en su origen merced a un innovador sistema lumnico que combina proyectores con tecnologa DLP (Procesado digital de la luz ) y luces fras. No obstante, cabe sealar que de los estudios de restauracin realizados se infiere que no todo el prtico fue policromado, ya que pincelar era un proceso carsimo, casi tanto como tallar. Entonces y dado que una portada no se consideraba acabada hasta que no se policromaba, lo que se hizo fue policromar la imagen principal, la de la Virgen, pincelando tambin algunas zonas de orlas, mientras que el resto se enfosc con una monocroma que fue variando con el paso de los tiempos. Ahora y merced al estudio realizado por el equipo dirigido por Diana Pardo, hemos llegado a saber que desde el siglo XIV se ha intervenido en quince ocasiones sobre los colores del prtico, actuando seis veces sobre su totalidad y el resto en reas parciales. Adems, la talla de la Virgen resulta ser un caso especial, pues ha sido policromada de forma total en diez ocasiones distintas. Como corolario, cabe sealar que del estudio de los antiguos pigmentos presentes en las citadas policromas se han inferido los colores que, ms adelante, y proyectados con fuentes lumnicas, servirn para recuperar la riqueza cromtica y artstica del prtico de la Catedral. DOBLE PGINA: VITORIA-GASTEIZ, UN VIAJE POR EL TIEMPO. Nuestra visita a esta bella ciudad, la Nueva Victoria que fundara el rey navarro Sancho VI el Sabio all en 1181, bien puede iniciarse en su casco antiguo, el lugar donde comenz a gestarse su historia. La plaza de la Virgen Blanca, con su monumento a la batalla de Vitoria, obra del escultor cataln Gabriel Borrs, puede ser nuestro punto de partida. Desde l accedemos a la iglesia de San Miguel, que alberga la imagen de la Virgen Blanca, patrona de la ciudad. Construida entre los siglos XIV al XVII, la iglesia actual mezcla elementos gticos y renacentistas, conservando en su interior un bello retablo mayor barroco, obra de Gregorio Fernndez. Desde el prtico de San Miguel y a travs del paseo porticado de los Arquillos ganamos el casco antiguo. Estamos ante la iglesia de San Vicente, bello edificio de finales del siglo XV, y el Palacio de Villa Suso, del siglo XVI, ubicados en la Plaza del Machete, donde tradicionalmente juraban sus cargos los sndicos del Ayuntamiento. Tomando la calle Cuchillera accedemos a la parte ms alta de la ciudad, all donde se yergue la Catedral de Santa Mara, magnfico templo gtico cuya construccin se inici en el siglo XIII. A su alrededor se distribuyen las calles ms antiguas de la ciudad, sealadas por los nombres de gremios que las ocuparon: Cuchillera, Herrera, Correra, Zapatera, etc. Deambulando por ellas encontraremos algunos de los palacios

renacentistas ms significativos de la capital. As, en la calle Herrera se hallan el Palacio de los Escoriaza-Esqubel (s. XVI), que alberga un precioso patio plateresco, y la Casa de los Urbina Zrate, cuya fachada exhibe un magnfico escudo; en la calle Correra, al norte de la Catedral, hallamos el edificio gtico de el Portaln, con bella fachada de ladrillo y madera sobre zcalo de piedra, el Palacio Maturana-Verstegui, la Torre de los Anda, una de las construcciones ms antiguas de la poblacin, y la Casa Gobeo-Guevara, que alberga el Museo de Arqueologa de lava; en Cuchillera, encontramos el Palacio de Bendaa (s. XVI) y la Casa del Cordn, edificio gtico de arquitectura civil, declarado Monumento Histrico Artstico en 1984. Sin abandonar el casco antiguo, podemos contemplar el Palacio de la Diputacin Foral de lava, del siglo XIX, y la Torre de Doa Otxanda, estructura defensiva levantada en el siglo XV, en donde hoy se ubica el Museo de Ciencias Naturales. Siguiendo con nuestra visita a la ciudad, son citas obligadas, entre otras, la Plaza Nueva o de Espaa, diseada por el arquitecto Justo Antonio de Olagubel; la Plaza de los Fueros; la nueva catedral de Mara Inmaculada, que inaugurada en 1969, alberga el Museo de Arte Sacro; la baslica romnica de San Prudencio, en Armentia, y el palacio de Ajuria Enea, construido a principio del siglo XX, y hoy en da residencia del Lehendakari del Gobierno Vasco. Pero este tour estara incompleto si no culminase haciendo referencia tanto a los excelentes Museos que alberga la ciudad (Artium de Arte Contemporneo, Museo de Arqueologa, de Arte Sacro, de Armera, de Bellas Artes, Museo Fournier de Naipes, etc.) como al pulmn verde de la misma, su envidiable cinturn de parques entre los que cabe citar el de La Florida, el ms antiguo y cntrico de la ciudad; el de San Juan de Arriaga, el ms grande, que an conserva en sus dominios la ermita juradera del mismo nombre; y, en fin, el parque de Judizmendi, cuyo entorno parece remontarse al siglo XV, dado que en 1492 la zona era utilizada como cementerio de la comunidad juda. DNDE DORMIR La capital alavesa ofrece una amplia oferta de alojamientos de calidad. En esta ocasin nos detendremos en tres hoteles ntimos y con encanto, dado el indudable placer esttico que ofrece alojarse en ellos. As, en pleno casco urbano podemos citar al Hotel Almoneda, decorado a partir de muebles y objetos de anticuario, y el Hotel Dato, cuyo ambiente rococ (estatuas egipcias, camas con dosel, etc) a nadie deja indiferente. Otra opcin altamente recomendable es el Parador de Argmaniz (3 estrellas). Ubicado a doce kilmetros de la ciudad, en el esplndido palacio renacentista de los Larrea, cuenta a su favor con la elegancia de su interior, la belleza de su entorno y el hecho de que entre sus muros se alojase Napolen antes de asaltar Vitoria. DESPIECES: LA INSPIRACIN DE KEN FOLLET. En Vitoria le trataron como a una estrella de rock: rueda de prensa multitudinaria, firmas de autgrafos por doquier, multitud de entrevistas y hasta le dedicaron una estatua que le representa en la plaza de la Burullera, punto de acceso natural a la Catedral de Santa Mara. Hablamos, cmo no, de Ken Follet, el autor de Un mundo sin fin, novela inspirada por dicho edificio, que a las dos semanas de presencia en las libreras espaolas ya llevaba vendidos 700.000 ejemplares. El proyecto de restauracin de la Catedral me sirvi para documentar los problemas que empiezan a presentar los pilares de Kinsbridge (la catedral protagonista de la primera parte de la serie, Los pilares de la tierra) 200 aos ms tarde, seal el propio Follet en la presentacin de su libro.

La restauracin de catedrales en Europa debera seguir el ejemplo de Santa Mara de Vitoria. En ningn lugar del mundo se puede ver algo as, incidi ms tarde tras volver a visitar nuevamente la Catedral que, sin duda, le tiene subyugado, pues algunas semanas ms tarde volvi acompaado de unos amigos, de incgnito y sin avisar, para sorpresa de los responsables de la Fundacin de la Catedral. Pero, al parecer, no termina aqu la relacin del escritor gals con Vitoria-Gasteiz pues parece que la saga tendr una tercera entrega y Follet asegura que paseando por el casco antiguo de la capital alavesa encuentra pronta inspiracin. EL ARTE DE RESTAURAR. En noviembre de 2006, el World Monument Found, mayor mecenas privado del mundo en el campo de patrimonio cultural, incluy a la Catedral de Santa Mara en su listado de monumentos protegidos, otorgndole adems una subvencin de 100.000 dlares para la restauracin de su prtico. Una restauracin del prtico, que al igual que la operada en el resto de este edificio gtico, presenta el aliciente de poder ser visitada totalmente por el pblico, que as participa en directo de la evolucin de los trabajos arqueolgicos y de restauracin. Abierto por obras es el eslogan que resume la filosofa de estas visitas guiadas, que en opinin de Mario Vargas Llosa, que alab la restauracin como una obra fundamental en lo tcnico y en lo arquitectnico, sealando de paso el acierto que supone abrir el templo a la sociedad civil, recuperar las funciones artsticas, culturales, cientficas y educativas de las catedrales. La restauracin de la Catedral de Santa Mara es el nexo de unin de las ilusiones de muchos ciudadanos por un gran nexo comn". Puede reservar turno de visita a las obras de restauracin de la Catedral y/o la muralla de la ciudad, llamando al telfono 945255135 o bien accediendo a la pgina web de la Fundacin de la Catedral de Santa Mara: www.catedralvitoria.com. El precio de la visita guiada son 3 euros.