la camara de 35 mm
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LA CAMARA DE 35 MM.
Las cámaras réflex de 35 mm, se consideran las cámaras más usadas por los aficionados y por los profesionales, son muy fáciles de usar y proporcionan
magníficos resultados.
Es el tipo de cámaras más desarrollado y que ha alcanzado más aceptación para los trabajos más avanzados. La idea básica (un espejo en 45º) que
refleja la imagen formada por un objetivo hacia una pantalla del visor, hasta el momento justo antes de la exposición.
La principal ventaja de una cámara réflex de 35 mm. es que no presenta error de paralelaje. Puede verse exactamente la misma imagen que el objetivo
formará sobre la película, la distancia de enfoque precisa y diafragmando (cerrando o abriendo el diafragma) la profundidad de campo. Permite cambiar
objetivos de acuerdo a las necesidades del profesional.
La nueva tecnología ha conseguido incluir a estas cámaras fotómetros que miden la cantidad de luz que entra por el objetivo, zooms, motor, etc. Su
formato de 35 mm permite que el negativo se use para grandes ampliaciones y es usada universalmente por casi todos los fotógrafos.
Pentaprisma, obturador, disparador
El pentaprisma: Los rayos luminosos son reflejados, pero el elemento que se quiere fotografiar
atraviesa las lentes del objetivo alcanzando el espejo móvil dispuesto a unos 45º llegando hasta el
visor.
El pentaprisma rectifica la imagen permitiendo una visión y encuadre perfectos.
Obturador: De cortinilla es un dispositivo colocado detrás del espejo para determinar el tiempo de abertura.
Selector de la sensibilidad: Toda la película está ajustada para determinar la sensibilidad y obtener exposición correcta de las
imágenes. La cámara debe estar bien ajustada, antes de utilizarse.
El disparador: Acciona el obturador y el diafragma.
Contador de exposiciones: El paso de los fotogramas es visible en una ventanita situada cerca de la palanca de arrastre o bien
display, cristal líquido que funciona a través de pilas.
Avance de la película: Es para el arrastre de la película, se utiliza una palanca situada en la parte superior de la cámara.
LOS OBJETIVOS Cuando se realiza una fotografía, la luz entra en la cámara en un breve instante, pasando primero por el objetivo. El objetivo se encuentra
compuesto por lentes situadas una tras otra y en un orden bien definido.
Un objetivo puede ser muy sencillo y contener sólo una lente. O puede ser más complejo y tener un gran número de lentes en diversos grupos.
Las cámaras réflex utilizan objetivos muy voluminosos y muy pesados. En las cámaras digitales, las lentes y el objetivo son más pequeños.
Las lentes del objetivo, están destinadas a transmitir la imagen real de un objeto al
plano focal. El sistema óptico de las lentes se encuentra en una posición, forma y
dimensión determinadas.
Los objetivos fotográficos pueden cubrir ángulos de campo que van desde los 5º a los
180 º.
Los objetivos se clasifican en función del su ángulo de campo:
* Normales, con ángulo de 45 º.
* Teleobjetivos, con un ángulo inferior a los 45º.
* Grandes angulares, con un ángulo superior a los 45º
Las características de un objetivo se diferencian por dos parámetros: La luminosidad y la distancia focal.
La luminosidad: (abertura del diafragma)
Es la cantidad de luz que puede llegar a entrar a través de la lente frontal de un objetivo. Con mucha luminosidad en un objetivo, se pueden realizar buenas
imágenes aunque haya poca luz. La exposición también depende de la cantidad de luz que pasa a través de las lentes de nuestro objetivo durante un tiempo
determinado.
La abertura es el diámetro del diafragma situado en el interior del objetivo. Cuanto mayor sea, más cantidad de luz llegará a la superficie de la película, en un tiempo determinado.
Por tanto la Luminosidad de un objetivo ó número f, es el cociente entre su distancia focal y el diámetro de su abertura.
El tamaño de la abertura viene indicado por una serie de números (f) marcados en el anillo del objetivo, denominados diafragmas o puntos de diafragma
La abertura del diafragma
Existe una escala universal de aberturas, que se basa en unas unidades denominadas "pasos" o "números f/" (debe utilizarse la f minúscula). Los valores de la
escala son los siguientes:
f/1, f/1.4, f/2, f/2.8, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22, f/32, f/45 y f/64. Los números crecen a medida que la abertura se hace menor, por tanto f/5.6 es más
pequeña que f/4 pero más grande que f/8.
Cada paso dobla o reduce a la mitad la cantidad de luz que entra por el objetivo. Por ejemplo con una abertura de f/16 la película recibe el doble de luz que con una de f/22 pero la mitad que con f/11.
Un número (f) más bajo, indica una abertura mayor, y un número (f) más alto, indica una abertura menor.
La distancia focal
Distancia Focal: Es la distancia en milímetros entre el centro óptico y la superficie de la película o sensor de la imagen, cuando ésta se
encuentra proyectada.
Los objetivos de distancia focal larga, acercan el objeto por su ángulo de
campo más estrecho.
En la profundidad del campo intervienen tres factores: La abertura del
diafragma, la distancia del motivo y la distancia focal del objetivo.
Profundidad del campo: La profundidad de campo es el rango de distancia
en el cual los objetos en una foto se ven nítidos.
La profundidad del campo, siempre aumenta cerrando el diafragma. Según
algunos manuales de fotografía, se precisa que, con una abertura media del
diafragma (normalmente de 8 y 11 en las cámaras analógicas), se obtienen las
fotos más nítidas. Esto no quiere decir que esta regla pueda aplicarse a los
objetivos más pequeños de las cámaras digitales.
Otra regla teniendo en cuenta la profundidad del campo, antes de realizar una fotografía, deberá centrarse donde se indica la zona de nitidez del sujeto.
La profundidad de campo varía con el tamaño de la abertura del lente, la distancia entre la cámara y el sujeto y la distancia focal del lente. La profundidad de campo es mayor a
medida que:
1- El tamaño de la abertura del lente decrece. 2- La distancia al sujeto aumenta.
3- La distancia focal del lente decrece.
En alguna toma necesitaremos la máxima profundidad de campo posible.
El diafragma
El diafragma: Está compuesto por unas pequeñas laminillas metálicas, imbricadas entre sí en el interior
del objetivo. Estas, forman un orificio regular que determina el diámetro del haz luminoso y por tanto la intensidad de luz que tendrá el plano focal.
El diafragma, es el que controla la cantidad de luz que atraviesa el objetivo y también determina la
extensión de la profundidad del campo.
Algunas combinaciones de abertura y velocidad dan lugar a una exposición equivalente, es decir que en
muchas ocasiones la imagen o película se encontrará expuesta a la misma cantidad de luz. Un diafragma
muy abierto y una velocidad de obturación elevada nos darán una profundidad de campo escasa y una
abertura más pequeña y una velocidad de obturación más lenta nos darán un profundidad de campo mayor.
La velocidad de obturación
La velocidad de obturación:
Cuando pulsamos el disparador
de la cámara, en realidad lo que hacemos es accionar el obturador. Como ya hemos visto, el obturador suele
ser unas cortinillas situadas delante del negativo, las cuales, al abrirse, dejan pasar la luz que impresionará la
película.
Cuando el tiempo de obturación aumenta o disminuye, el tiempo de exposición de la película de imagen
aumenta o disminuye de forma similar al ajuste del diafragma, que deja penetrar dos veces más o menos luz
con cada graduación.
Para captar con nitidez motivos en movimiento hay que recurrir a una velocidad alta de obturación, que
dependerá de factores como la velocidad del objeto y la distancia a la que nos encontremos...
Si el motivo viene hacia nosotros o se aleja, necesitaremos una velocidad más lenta que se cruza el
encuadre. Debemos situarnos de forma que todos estos factores nos favorezcan. Sin embargo el factor que
más nos condicionará a la hora de escoger la velocidad de obturación será la luz. En condiciones de luz
escasa podemos aprovechar las pausas naturales de los objetos en acción.
En función de su ángulo visual, los objetivos se clasifican en:
Objetivos Normales: Consideramos objetivos normales los que van desde los 35mm y de los 50 a 55 milímetros. Todos ellos
alcanzan un ángulo de visión de unos 45º.
Se caracterizan por la poca distorsión y la naturalidad que ofrece en la perspectiva, excepto en la toma fotográfica realizada desde muy cerca. Estos objetivos a su vez son muy luminosos. La imagen una vez se
encuentra impresa en la película, se acerca mucho a la real.
Normalmente estos objetivos son los que llevan incorporados nuestras cámaras tradicionales reales. Son muy
aconsejables para captar aquellos momentos maravillosos y tradicionales que vivimos día a día.
Fotografía con un objetivo normal
Objetivo gran angular:
Estos objetivos son ideales para fotografiar un área muy extensa de un paisaje o cualquier plano de grandes
extensiones que se encuentre delante del objetivo.
El ángulo de visión que alcanza este objetivo es superior al de los 45º .Ofrecen una mayor profundidad del campo.
Esta clase de objetivos, en ocasiones, pueden crear una ilusión óptica llegando a distorsionar el tamaño real y
verdadero de los objetos, haciendo ver que estos se encuentran mucho más lejos de lo que están.
En la visualización o toma a través de este objetivo los objetos más cercanos se aprecian exageradamente
grandes, mientras que los más distantes parecen trasladados o empujados hacia atrás y más pequeños de como son realmente.
Fotografía con un objetivo gran angular
Teleobjetivos:
Esta clase de objetivos alcanzan una distancia focal superior a los 60 milímetros, por este motivo reciben el
nombre de teleobjetivos, pueden ser de hasta 2000 milímetros. Pueden acercar un motivo por muy lejano que este
se encuentre.
Tienen un mayor alcance, podemos acercarnos al motivo para el encuadre. Su ángulo de visión es más estrecho, solo podemos encuadrar una pequeña parte de la toma real que estamos viendo, el teleobjetivo elimina los demás
elementos sobrantes que se encuentran alrededor del centro de interés. Su profundidad del campo es muy
reducida.
El teleobjetivo nos da la impresión de que los elementos se encuentran más cerca unos de los otros de lo que
percibimos con los ojos.
Los teleobjetivos son muy adecuados para realizar fotografías de deportes, competiciones y otras actividades al aire libre.
Fotografía con un teleobjetivo
Objetivo zoom:
Estos objetivos se distinguen de los demás porque tienen diversas distancias focales y son imprescindibles para captar la
ligereza y rapidez.
Esta clase de objetivos es uno de los más utilizados para los profesionales fuera del estudio.
Los objetivos zoom, se enumeran como: Teleobjetivos zoom, grandes angulares zoom o macros zoom.
Suelen ser más grandes y pesados, pero a su vez pueden llegar a sustituir a varios de los objetivos de distancia focal
fija. La mayoría de estos zooms, en este caso los compactos, carecen de luminosidad, su abertura comprende del f/4.5
al f/5.6. Los objetivos fijos son más luminosos ya que alcanzan una abertura de hasta f/2.
El precio de estos modelos es superior al de los zooms normales.
Fotografía con un objetivo zoom
Objetivo Ojo de pez:
Algunos de estos objetivos distorsionan la perspectiva de las líneas de una imagen, haciendo que se curven hacia fuera
Los de 35 mm tienen una focal 6 y 16 mm. Algunos de estos objetivos proporcionan una imagen rectangular que cubre el negativo, mientras que otros sólo proyectan un círculo central en el centro de la película, realizando una cobertura
completa de 180º sobre una imagen.
Fotografía con un objetivo ojo de pez
Los Objetivos Macro:
Macro se define como la capacidad que tiene un objetivo para enfocar a una distancia muy corta. Estos zooms, se caracterizan porque enfocan a distancias suficientemente cortas, reproduciendo los elementos o imágenes enfocados a un
tercio o cuarto de su tamaño real.
Cualquier objetivo macro debe de estar preparado para realizar un enfoque sobre un objeto al 50% de su tamaño real con
una ampliación del factor 0,5, como mínimo.
La distancia focal de los objetivos macro se encuentra entre los 50 a 200 mm.
Son ideales para realizar fotografías de cerca a flores, insectos, etc.
Fotografía con un objetivo macro
Fotografía cedida por Paco Alarcón
El filtro:
En las cámaras de fotos, los filtros fotográficos equilibran situaciones cromáticas, retienen el espectro luminoso y permiten el paso sólo de la luz de su mismo color. La absorción de la
luz, en relación a la densidad del filtro se compensa con el aumento de la exposición.
Los filtros son cristales con los que conseguimos diferentes efectos finales sobre la fotografía. Van montados en la parte frontal del objetivo por medio de una rosca llamada "rosca
portalibros" y, en algunas cámaras, con enganche del tipo bayoneta.
También existe un sistema que utiliza un marco universal que se acopla por medio de una rosca al objetivo. Este es el sistema de Cokin.
Hay filtros que modifican los colores, la luz, el enfoque de la fotografía, el contraste, o incluyen efectos especiales sobre la fotografía.
Elegir un filtro fotográfico
Clases de filtros fotográficos
*De contraste para Blanco y Negro
*De corrección color
*Polarizador
*De efectos especiales
*Lentes de acercamiento.
Los colores complementarios se encuentran en posiciones opuestas en el círculo cromático. Si utilizamos los filtros de contraste y corrección, ayudan con la precisión de color que
requiere un fotógrafo profesional.
Si utilizamos filtros de efectos especiales en forma moderada, aumentan las posibilidades de control sobre la imagen y permiten obtener fotos imposibles de lograr de otra forma. Uno
de los mayores fabricantes de estos filtros especiales Cokin. (http://www.cokin.fr/ico8-galleri.html).
El flash Cuando la luz natural es demasiado débil para poder efectuar una exposición fotográfica, se hace uso del flash. Aunque normalmente
también se puede utilizar para situaciones en que la luz es escasa. El flash sirve para las tomas fotográficas de buenos primeros
planos y retratos en exteriores.
El flash emite destellos de luz muy breves que bloquean el movimiento tanto del motivo como de la cámara. La luz emitida por el
flash no se puede medir con el exposímetro normal de la cámara. Es imprescindible coger como referencia el número guía que
permite calcular el diafragma en relación a la distancia del motivo.
Cálculo del número guía
El número guía (NG) indica la potencia del destello que emite el flash, establecida a su vez por el fabricante
para 100 ISO. En el caso de que utilicemos una película de 400 ISO, por ejemplo, o que practiquemos foto
macrografía, la potencia mínima de un flash deberá ser de (NG25).
Si por el contrario deseamos utilizar el flash rebotado, necesitaremos un flash más potente, como mínimo un
(NG40). El NG nos indica la medida de potencia relativa de una unidad determina.
A veces, al utilizar un flash de forma manual, el cálculo lo suele efectuar el mismo fotógrafo o profesional.
Para ello existen unas tablas como las de la imagen que ayudan al cálculo del número guía del flash.
Partes del flash
Un aparato de flash se compone de, al menos, dos partes: la antorcha y el
generador.
El generador es el componente que proporciona alimentación eléctrica a la antorcha. Su principal pieza es
el condensador, que guarda la energía eléctrica para liberarla en un instante. Cuando se dispara la cámara,
el condensador descarga su energía en una tiempo muy breve. La electricidad llega a la bombilla y se
convierte en luz sin ningún retardo, produciendo el destello rápido y brillante que todos conocemos.
La Antorcha es la "bombilla" del Flash, un tubo con gas Xenón en el que se produce una descarga eléctrica.
Un flash normal produce una luz blanca direccional con una temperatura de color de 5600º K. Este sistema
produce poco calor, aprovecha muy bien la energía y asegura una larga duración de la antorcha.
Flash manual: Es considerado uno de los más simples. Descarga toda su potencia y hay que ajustar el
diafragma dependiendo de la distancia a la que está situado el motivo. La potencia del destello no se puede
controlar.
No resulta complicado de usar, pero antes, hay que hacer todos los ajustes a mano. En primer lugar
ajustaremos la sensibilidad de la película en la unidad de flash y después la distancia a la que se encuentra
el individuo de la cámara.
Los flashes de estudio, se suelen conectar a través de la cámara por medio de un cable de sincronización. Algunos flashes normales
también lo hacen de este modo, pero para ello, la cámara deberá contar con una conexión para unirla al flash externo.
El flash manual nos resulta muy práctico cuando necesitamos que la intensidad del destello se mantenga siempre constante.
Flash automático
Su funcionamiento es más moderno, está basado en un sensor situado en el mismo flash que
regula la potencia del destello según la luz reflejada por el objeto.
Se considera un sistema muy rápido, pero en condiciones un tanto especiales en la luz, puede
provocar una exposición errónea.
Para tener un correcto funcionamiento, en primer lugar ajustaremos la sensibilidad de la
película, más tarde elegiremos el diafragma en función de la distancia del tipo de flash
automático que estemos utilizando.
En el momento en que se produce el disparo, el sensor que detecta la luz reflejada en el
individuo, determina la duración correcta del destello para cada distancia en concreto
regulando a su vez la potencia adecuada. En la parte posterior del flash, existe una pequeña
escala que nos informa de las distancias máximas y mínimas en función de la abertura del
diafragma.
El flash automático es muy adecuado para realizar reportajes en los que se necesita trabajar con un diafragma determinado.
Flash TTL
Este modo de Flash TTL es el más preciso, ya que es la máquina quien realiza la medición de la luz que recibe el sensor a través del
objetivo. Las cámaras modernas de 35 milímetros utilizan esta tecnología.
Una célula de medición integrada en el cuerpo de la cámara lee la luz que penetra hasta la película, y un pequeño procesador
determina la duración del destello para la exposición adecuada. Dicho en otras palabras, cuando el destello alcanza la potencia
necesaria para lograr la exposición adecuada, el microprocesador corta el destello.
Una de las grandes ventajas que ofrece el sistema de flash TTL, es que podemos utilizar los filtros (estos reducen la transmisión de
luz) que queramos para nuestro objetivo, que la exposición seguirá siendo siempre la correcta. En otros sistemas se tendría que
realizar el cálculo de la pérdida de luz.
Flash rebotado:
El flash directo desde la cámara no favorece los retratos, porque la luz plana y Frontal que
ilumina el objeto o plano, elimina las sombras. La cabeza de flash se inclina hacia arriba 60º o
más, haciendo que la luz rebote en el techo.
También llega a proyectar sombras duras sobre cualquier superficie que haga fondo. Estos dos
problemas se resumen, rebotando la luz hacia el techo o en una pared usando un flash con un
cabezal que se pueda girar o inclinar para usar el techo o las paredes como superficie de
reflexión.
Técnica de flash a distancia
Técnica de flash a distancia:
El speedlight se separa de la cámara y se sitúa en la parte izquierda de la escena, utilizando un cable de control remoto TTL. Se
resume llegando al resultado que la escena, queda iluminada de forma lateral destacando acertadamente, los claros y sombras de la
cara de una modelo si fuere el caso, mientras que con la luz directa, la exposición es plana y carente de interés.
Flash remoto
Técnica de flash remoto:
En esta escena, se utilizan tres unidades flash
conectadas a la cámara mediante cables de control
remoto TTL. Para llegar a disparar el flash separado de
la cámara necesitaremos un cable que mantenga
conexión entre ambos elementos. Algunas cámaras
réflex clásicas tienen una terminal de conexión que
acepta cables de sincronización para flashes no TTL.
Sólo hay que calcular la distancia entre el flash, la
superficie de reflexión y el sujeto.
El resultado del flash remoto, toda la escena se ilumina
de forma natural, a la vez que se destaca el contorno
del sujeto principal.
Los factores que determinan la iluminación La luz es un elemento básico en el mundo fotográfico, ya que sin ella resultaría imposible ver los objetos e
impresionar la película.
Según la fuente de la que provenga la luz, podemos distinguir entre: luz natural y luz artificial.
La luz natural es más difícil de controlar a causa de los cambios que sufre respecto a sus cualidades
(intensidad, dirección, calidad y color).
En luz artificial todas estas cualidades se pueden controlar. No obstante, presenta el inconveniente de ser
más cara e incómoda de usar, además de limitar la extensión de la superficie iluminada.
Los principales factores definen la iluminación son:
El Origen, natural o artificial: Se considera luz natural aquella que proviene del sol, la luna y las
estrellas. La luz artificial puede ser continua (bombillas) o discontinua (flash).
Número de las fuentes luminosas: Es la que influye en el contraste y modelado de la imagen.
La dirección de la luz: respecto a la cámara y al objetivo.
Difusión: Se refiere a la forma de emanar y llegar al objeto. De forma directa, difusa etc. Ésta es la que determina la dureza o
suavidad de la imagen.
Duración: Ya sea de forma (continua o instantánea) e intensidad.
Intensidad: De la forma que intensifica en colores y objetos.
Color: Definido por la longitud de onda de la luz y por el color del objeto.
La iluminación, dependiendo de su dirección puede clasificarse de las siguientes formas:
La dirección de la luz
Iluminación frontal: Los resultados son muy confiables y es la iluminación más fácil de usar. Aporta mayor brillantez a los colores.
Abarca totalmente el lado del sujeto, al mismo tiempo que proyecta las sombras detrás de el, de modo que no aparecen en la toma
fotográfica.
Luz lateral: Resalta el volumen y la profundidad de los objetos y destaca la textura. Da mucha fuerza a la fotografía pero las
sombras pueden ocultar ciertos detalles. Ilumina un costado del objeto aportando mayor dimensión.
Contraluz: Si se sabe aprovechar es excelente. Ilumina toda la parte posterior del sujeto. Proyecta sombras hacia la cámara que dan
mayor profundidad a la escena. Delinea al sujeto con un halo de luz que lo hace resplandor.
Iluminación desde arriba: Esta fuente de iluminación hace que las partes inferiores de un objeto permanezcan en sombra, pero por
otro lado ilumina los detalles más sobresalientes.
Iluminación por todas partes: Luz suave e uniforme en todo el individuo. No se producen sombras y mejora mucho el aspecto de
las personas. Produce colores muy sutiles.
Las unidades de flash sin reflectores prácticamente no son adecuadas para la fotografía profesional de estudio, porque al encontrarse
en superficies reducidas, estas despiden una luz muy dura que puede ocasionar problemas de transición entre claros y oscuros.
La Composición en una fotografía Saber mirar, algo que resulta difícil en fotografía pero a la vez indispensable para obtener buenas fotografías. Para ello se requiere
sobre todo aprender a mirar. ¿Para qué queremos hacer buenas fotos? Pues para que sean aceptadas por el público en general.
Aunque las normas en fotografía estén para saltárselas, cuando uno lo crea oportuno, existen unas reglas que ayudan a dar
expresividad a una fotografía.
Componer es organizar las formas dentro del espacio visual disponible, con sentido de unidad, de forma que el resultado sea
armonioso y estéticamente equilibrado.
Entre dichas normas están las relativas a profundidad o perspectiva, detalle, punto de vista, tamaño y escala, textura, forma y
situación. Factores que forman un todo en la foto. No todos tienen que estar presentes en cada fotografía, pero los que participen en
cada una concreta, deben hacerlo de manera conjunta.
Lo expresivo de una foto, no son los detalles, sino su efectismo, el cual no puede tener el mismo significado para todo el mundo,
porque las personas no son todas iguales, pero si es efectiva, siempre encontrará personas que sabrán valorarla en su significado.
Otro de los factores más importantes que conforman el conjunto de la fotografía, es la composición, selección y disposición de
sujetos, en el área de la imagen fotográfica, dando como resultado la capacidad para comunicar algo.
Componer es crear Componer es igual a crear. La mayor parte de las buenas fotografías han sido creadas, por tanto,
si se quieren crear fotografías hay que familiarizarse con algunos principios de la composición.
La verdadera fuerza de una buena imagen radica en la combinación de un motivo y una
composición vigorosa; lo que se decide dejar fuera de la imagen es tan importante como lo que
se incluye en ella.
En esencia la composición es, como se ha indicado, la selección y colocación de objetos en el área
fotografiada. Pero la experiencia enseña muchas cosas al respecto, cuando mire a través del
visor, procure ver la fotografía que hay realmente y no otra que haya visto antes. En cambio,
intente seguir experiencias nuevas y buscar las formas más expresivas de mostrarlas a los
demás.
El encuadre
Encuadre compuesto: Este tipo de
encuadre fotográfico, trata de ilustrar una
imagen dentro de otra. Es decir, en la misma
composición un elemento se encuadra con
otro dentro de la misma fotografía,
haciéndola destacar dentro de la misma.
El corte del encuadre: También el formato de
la foto condiciona la imagen. Un encuadre
horizontal, resalta el espacio, uno vertical, la
magnificencia.
Angulación del encuadre
Un motivo puede encuadrarse desde diversos
ángulos, acercándose o alejándose de éstos,
desde arriba o desde abajo, las proporciones y
el fondo modifican la composición.
Buscar un buen ángulo para la toma fotográfica,
consiste en acechar a nuestra presa gráfica, y
estar alerta de que cualquier pequeño
desplazamiento de poca distancia, puede
generar composiciones diferentes que serán
más o menos afortunadas. En consecuencia,
nos moveremos en torno a ella acercándonos y
alejándonos si es posible, hasta conseguir un
punto de vista adecuado y obtener en la mayor
medida posible las siguientes cuatro
características:
El sujeto principal de la escena debe mostrar
hacia la cámara el lado que nos interesa tomar,
el cual puede ser según la intención del
fotógrafo, cualquiera de los muchos frentes que
él tenga.
Debemos buscar el ángulo de incidencia de la luz más pertinente para el concepto que deseamos comunicar, siendo con alguna
frecuencia la iluminación más apreciada, la semi-lateral, pero pudiendo ser también cualquier otra.
Los planos anteriores al motivo que queremos destacar, deben de estar limpios de cualquier otro elemento sobrante que interfieran
en su visualización, u ocupados por cuerpos que más bien suplementen o resalten a este.
Y finalmente, los planos más lejanos del encuadre, deben de ser concordantes, o por lo menos, neutros, con relación a la idea que
queremos expresar.
Ahora bien, al margen de lo dicho y sin entrar en contradicción con ello, los ángulos de toma se dividen en cuatro tipos, según el nivel
de altura con respecto al motivo desde el cual se realicen, teniendo cada uno de estos, su connotación particular que debe ser
conocida por el fotógrafo, para su utilización consciente.
La regla de oro y sus tres leyes
Estos principios formales de composición visual fueron utilizados de manera elemental desde la
más lejana antigüedad, tanto en el Viejo Mundo como en América, como puede observarse en los
murales egipcios, mesopotámicos y aztecas, entre otras culturas.
Sin embargo, las informaciones más lejanas que tenemos hoy en día sobre su teorización y
sistematización se las debemos a los griegos de la edad clásica, entre los siglos V y III antes de
Cristo, quienes los usaron en pintura, escultura y arquitectura.
Posteriormente, durante el Renacimiento Europeo, en los siglos XV y XVI, los grandes maestros
de esa época hicieron bastante uso de estos parámetros, legándonos algunas de las más bellas
imágenes que tiene el patrimonio mundial.
En los tiempos modernos han sido criticados en varias oportunidades debido al surgimiento de
corrientes artísticas muy cuestionadoras, pero nunca han perdido su vigencia, siendo actualmente
de uso común no solo en las artes gráficas sino también en los medios de comunicación social
como la fotografía, el cine, la televisión y la publicidad.
Ley del horizonte, de la mirada y tres tercios
Pero estas leyes no son para seguirlas al pie de la letra, son normas que nos pueden
ser muy útiles para comenzar a componer partiendo de ellas, y que podemos
emplearlas o no según nuestro criterio y su adecuación al tema que se está trabajando.
Una buena práctica, es realizar varias versiones de una misma imagen, respetando
estas leyes en unos casos y en otros no, para luego comparar los resultados.
La ley del horizonte la primera regla fotográfica
La Ley del Horizonte
Se indica, que en el recuadro fotográfico deben trazarse,
imaginariamente y con una afinidad, tres líneas horizontales de
igual anchura, tanto si se está trabajando en posición
horizontal o vertical, y en la gran mayoría de las ocasiones,
darle alrededor de dos bandas a la zona donde se encuentra el
motivo principal, y más o menos una banda a la zona
secundaria.
Generalmente, la amplitud de ambos espacios dependerá de la
mayor o menor importancia de cada uno de estos, pudiendo ser
casi iguales si la relación entre el motivo principal y el
secundario no es tan desequilibrado nuestro fotograma, hasta
reducirse la zona secundaria a solo un pequeño borde si el motivo principal es muy destacado.
Es importante destacar, que esta regla no solo se aplica cuando esta presente el horizonte, sino en toda imagen que tenga una línea
más o menos horizontal que divida a la composición en dos espacios significativamente diferenciados.
La ley de la mirada, segunda regla fotográfica
La Ley de la Mirada
Es aquella ley en que toda persona, animal o cosa, dentro del recuadro fotográfico debe
de tener más espacio libre hacia su parte frontal que lo que ocupa su parte trasera,
independientemente de la amplitud de lo abarcado en el encuadre de la toma. Incluso
podemos recortar el borde del recuadro fotográfico, la parte del elemento gráfico en
cuestión por su parte posterior, si este se encuentra en un plano cercano a la cámara o
es de dimensiones muy grandes.
Siguiendo la pauta de estas leyes, concederemos más o menos espacio a nuestro
objetivo principal, (el individuo, personaje o plano) según la importancia del campo que
tengamos delante, siempre que sea directamente proporcional entre el valor de lo
mostrado y el espacio que nos ocupa.
Regla de los tres tercios, tercera regla fotográfica
La denominada regla de los tercios divide la escena en tres partes, tanto horizontal
como verticalmente. Las líneas que determinan estos tercios se cortan en puntos
estéticamente adecuados para situar el centro de interés, con lo que evitamos que éste,
al estar situado en el centro de la imagen resulte estático.
La Ley de los Tercios: Se marca, en el recuadro fotográfico deben trazarse,
imaginariamente, dos líneas equidistantes verticales y dos horizontales, siendo en torno a alguno de los cuatro puntos donde se
cruzan las cuatro líneas, en donde debe colocarse el motivo que deseamos resaltar dentro de la composición.
Esto ocasiona un arreglo asimétrico de la imagen, con el polo de máximo interés visual encontrándose relativamente cerca de alguna
de las cuatro esquinas del recuadro, y el área central de la gráfica ocupada por elementos secundarios.
Es posible y hasta recomendable, cuando se pueda hacer, cumplir las tres leyes de La Regla de Oro en una misma fotografía, pues
estas no solo son perfectamente compatibles entre sí, sino también complementarias.
Los puntos fuertes
Según la división por tercios de una escena, la confluencia de los tercios marcan unos puntos donde se hacen llamativos los objetos,
llamados puntos fuertes. El centro es un punto fuerte. Es recomendable hacer coincidir los objetos con estos puntos.
Exposición y enfoque La exposición correcta depende de la combinación
del tiempo de obturación. El obturador limita el
tiempo que el rayo de luz penetra en la cámara y
expone la película o el sensor digital. Mediante el
obturador se controla el tiempo necesario para
que la imagen se exponga y quede reflejada en la
película o el sensor digital) y la abertura del
diafragma.
El diafragma y el tiempo son directamente
proporcionales, cuanto más abierto se encuentre
el diafragma, más rápido será el tiempo de
obturación. Por ejemplo en valores numéricos
(f22) corresponden diafragmas cerrados y con
valores más bajos f4 el diagrama abierto.
Con diafragma cerrado se obtiene mayor profundidad del campo. Con el diafragma abierto se obtiene menos profundidad del campo.
Enfoque, distancia focal
El enfoque permite hacer nítido a un sujeto. En las cámaras compactas el enfoque es fijo, no hay que
enfocar. En las SLR manuales, se enfoca mediante una rueda que hay en el objetivo. En las SLR con
autofocus el enfoque se hace apuntando con el centro, al sujeto y pulsando el botón de disparo
suavemente. Apretando más se realiza el disparo.
Cada objetivo tiene una distancia mínima entre el objetivo y el sujeto, por debajo de la cual no es capaz
de enfocar.
Los zooms de largo alcance (p.ej. 70-300) tienen una distancia mínima mayor, aproximadamente 1,5
metros, que los objetivos de menor alcance (p.ej. 28-80), aproximadamente 40 cm.
La distancia mínima puede reducirse para fotografías de cerca con lentes de acercamiento.
Para evitar sorpresas, se recomienda que antes de hacer una fotografía se tenga claro cuál es el sujeto
que se quiere enfocar, y que ese enfoque se encuentre apuntando directamente sobre él y
posteriormente se haga el encuadre de la escena. Realmente, cuando enfocamos un sujeto lo que
hacemos es enfocar una distancia.
Primer punto se enfoca, después se compone la escena (encuadrando) y finalmente se dispara.
La cámara fotográfica, permite congelar motivos en movimiento, gracias a la velocidad del obturador.
Para detener un movimiento es necesario tener en cuenta la velocidad con que se mueve el sujeto.
Congelar el motivo
Efecto pannig o técnica de barrido:
Consiste en seguir con la cámara el
motivo en movimiento durante el disparo.
El fondo queda movido.
Resulta esencial elegir un tiempo de
obturación que permita expresar la idea
del movimiento.
Fotografiar deportes
La fotografía de deportes se mueve a gran velocidad. Las fases más importantes del deporte que
se pretende fotografiar, ayuda a prever el desarrollo de la acción y a efectuar el disparo en el
momento ideal y justo, junto con la espontaneidad del fotógrafo, la cámara adecuada y la
película correcta son, por lo tanto, absolutamente esenciales para poder capturar la dinámica y
congelar el momento crítico en cualquier deporte.
Las aguas poco profundas albergan los mejores paisajes submarinos que se encuentran al
alcance de cualquier nadador provisto de tubo. Pero sin embargo, el flash de relleno siempre
resulta útil.
Imágenes en movimiento
Para las tomas de acción, las lentes de teleobjetivo, son más o menos obligatorias para lograr
un acercamiento auténtico, resultan más sensibles a la luz, muy fáciles de corregir y producen
excelentes resultados diafragmando sólo 1 o 2 puntos.
Un factor importante e único es el enfoque que tiene que ser a la vez rápido y preciso. Éstos no
solamente se encuentran equipados con sensores controlables, que son susceptibles a su vez, a las malas condiciones de iluminación
en las competencias en lugares cubiertos, sino que también se completan con el Software para enfocar los movimientos rápidos en
particular. Algunas de estas lentes incluyen un estabilizador de imagen integrado. Los dispositivos electrónicos de la cámara
compensan el movimiento accidental de la cámara y producen tomas con teleobjetivos manuales bien definidas.
El momento ideal para apretar el botón del disparador, no es durante el punto del desempeño de un atleta, sino unos segundos antes,
para darle lugar tanto al tiempo de reacción del fotógrafo, cómo al del sistema de la cámara. Sólo de esta forma se puede llegar a
lograr la toma deseada del momento adecuado de la acción.
El dinamismo de los atletas se acentúa con la técnica del panning o técnica de barrido, que consiste en seguir el motivo con la
cámara.
Tipos de perspectiva: lineal
La perspectiva es el mejor procedimiento para crear una sensación tridimensional en una fotografía.
El ojo estima la distancia en base a la disminución de tamaño de los objetos y al ángulo de
convergencia de las líneas (perspectiva lineal). Del objetivo y de la distancia dependerá el que la
imagen resulte con mucha o poca profundidad. La sensación de profundidad es puramente ilusoria,
pero constituye una técnica de composición muy importante.
Líneas dinámicas: Las formas más dinámicas de composición, hace uso de líneas diagonales.
Escogiendo un punto de toma, un objetivo que provoque líneas convergentes o radiales, se puede
obtener una fuerte impresión de perspectiva
El pattern
El denominado efecto pattern, consiste en la repetición de elementos gráficos que a
través de un conjunto y juego de volúmenes, conforman una imagen armoniosa.
Para realizar este tipo de toma, es preciso tener mucha atención y visualizar
atentamente, tanto el encuadre como a la iluminación.
Las repeticiones de formas se encuentran en la propia naturaleza, animales, árboles,
objetos, etc.
Donde se encuentra una repetición de elementos pattern, es en el campo de la
arquitectura, en ventanas, tejados, ladrillos...