la buena tierra, de pearl s. buck, una penetrante mirada...
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"La buena tierra", de Pearl S. Buck, una penetrante
mirada occidental sobre las austeras esencias del mundo
rural chino ABGEL LÁZARO
"The good earth" (La buena tierra, 1932) define el legado occidental del período
colonial en China, en su mejor versión (la del humanitarismo bienintencionado), una
aproximación desde el conocimiento, la empatía y el respeto cultural, mostrando en
la forma (estilo simple, directo, austero, emotivamente contenido) el mensaje del
fondo (austeridad, constancia, compromiso, resiliencia del campesino chino)
La obra de Pearl Sydenstricker Buck, escritora norteamericana y premio Nobel de
Literatura en 1938, es una paradójica consecuencia de los "tratados desiguales" del
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siglo XIX, que impusieron por la fuerza la presencia occidental en China, por razones
militares y comerciales, fundamentalmente, pero también religiosas.
Pearl S. Buck recibiendo el Premio Nobel de Literatura del rey de Suecia, 1938.
Sin embargo, el proselitismo evangélico no sólo aportó un considerable flujo de
misioneros, cuya presencia no estuvo exenta de conflictos (guerra de los bóxers,
1899-1900), sino también educadores, médicos, enfermeras, artistas y artesanos,
arquitectos e ingenieros, que ayudaron a introducir las bases de la ciencia y la
educación modernas en China. La mejor muestra de este enriquecedor intercambio
fue, sin duda, la concesión internacional de la isla de Gulangyu, en Xiamen, como
tendré la oportunidad de comentar en próximos días
Pearl S. Buck, hija de dos pastores presbiterianos destinados en Zhenjiang, cerca de
Nanjing (Jiangsu), fue, en cierta manera, un ejemplo de ese proceso de intercambio,
igual que, en sentido inverso, pero complementario, lo fueron los pioneros chinos en
arte, medicina y educación occidentales, educados en las concesiones.
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Arriba, a la izquierda, el escritor contemporáneo chino Lin Yutang, amigo y persona clave en
la carrera literaria de Pearl S. Buck. De arriba abajo y de izquierda a derecha, iglesias
protestantes, escuelas y hospitales de la concesión internacional de Gulangyu, Xiamen, donde
se educó Yutang. En el orden citado, la Trinity Church, Gospel Hall (sociedad de misioneros
de Londres) , Anxian Hall (excuela adventista), Hope Hospital (en origen, iniciativia
prebiteriana) y Fuxing Church
El ejemplo más apropiado para ilustrar el caso es el escritor Lin Yuntang, también
hijo de pastores presbiterianos, educado en la concesión de la isla de Gulangyu
(Xiamen), amigo de Pearl S. Buck, y uno de los primeros narradores y ensayistas de
la literatura moderna china.
Buck pasó la primera mitad de su vida en China, salvo breves períodos formativos en
Estados Unidos, y su biografía aporta varias claves para comprender su obra
fundamental ("La buena tierra").
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De entrada, sus padres le hicieron entender que, en el sentido humano y cultural más
profundo, y a pesar de las diferencias educativas y morales, los chinos eran sus
"iguales", por lo que le asignaron dos tutores para que le enseñaran el dialecto local
de Jiansgu y el chino literario tradicional.
Esta actitud abierta no era nada corriente entre la colonia occidental en aquella
época y, de hecho, Buck tuvo problemas durante su formación secundaria en
Shanghai por la ignorancia y la intolerancia cultural y social de la mayor parte de
sus compañeros.
Tropas del Ejército Revolucionario Nacional en la concesión internacional de Hankou, 1927
Posteriormente, Buck sufriría personalmente las reacciones xenófobas de una parte
de la comunidad china contra la persistencia de estas actitudes en el tiempo durante
el incidente de Nanjing (1927). Ese año, unos 40 ciudadanos occidentales fueron
asesinados en los días anteriores y posteriores a la entrada en la ciudad del Ejército
Revolucionario Nacional de nacionalistas y comunistas. Sin embargo, Buck pudo
salvarse ocultándose en casa de unos amigos chinos.
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La segunda clave de su proceso de concienciación fue su rechazo explícito de una
iglesia presbiteriana institucionalizada en China, dominada por misioneros
occidentales, que ignorara las raíces culturales del país y adoptara una arrogante
actitud de superioridad moral. Buck proponía centrarse en el trabajo social y
humanitario en la comunidad, creyente y no creyente, sin estar condicionado por los
dogmas.
Esta polémica era una derivación del viejo debate entre "modernistas" y
"fundamentalistas", uno de cuyos ejemplos era el rechazo fundamentalista de la
teoría de la evolución de Charles Darwin. Buck, que era misionera en Nanjing,
además de profesora universitaria de inglés, tuvo que abandonar su puesto religioso
tras la publicación de sus declaraciones en varias revistas de Estados Unidos.
Aunque este polémica fue simultánea a la publicación de "La buena tierra" (1932),
los valores implícitos en su actitud intelectual, religiosa y moral están implícitamente
presentes en el tono general de su obra
Campesinos chinos cerca de Beijing, alrededor de 1900
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La buena tierra es, en primer lugar, la historia de un campesino chino de principios
del siglo XX, un retrato de sus creencias simples, pero profundas, sus supersticiones,
su espíritu emprendedor y ahorrador, su capacidad de encajar y superar las
adversidades (inundaciones, sequías, plagas de langostas, asaltos de bandidos,
hambre...), su inquebrantable vínculo con su familia y sus ancestros y, finalmente, y
por encima de todo, el apego por la tierra, casi la necesidad física de estar en
contacto permanente con ella, único vínculo tangible, reconocido y permanente de su
existencia.
El principal acierto literario de Pearl S. Buck es narrar la existencia de Wang Lung,
el campesino protagonista, desde su matrimonio (concertado) hasta su muerte,
fusionando la forma con el fondo. El estilo narrativo es austero, pero intenso, emotivo,
pero contenido, crudo, pero extrañamente bello, igual que los episodios de la vida del
protagonista.Pearl S. Buck residió durante algún tiempo (1917-1920), con su
marido, John Lossing Buck, en la localidad rural de Suzhou, en el norte de Anhui (no
confundir con la bella ciudad de Suzhou, en Jiangsu), cuyas gentes y paisajes, junto
con los de su infancia en Zhenjiang, y su juventud en Shanghai, le servirían de
inspiración para su relato, de fechas y lugares algo imprecisos, salvo algunas
referencias históricas.
Nanjing Lu, en Shanghai, a principios del siglo XX; puede observarse a los porteadores o
"coolies" con los populares "rickshaws" popularizados primero en Japón, y luego en Hong
Kong y Shanghai
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Wang Lung, con el silencioso pero eficaz apoyo de su esposa O-lan (antigua esclava
del señor feudal de la comarca), vive en la inquietud permanente (el clima, los
bandidos -como su propio tío-, las langostas,...), pero sustentado por creencias sólidas
(la tierra, el ahorro, la familia...) . Su adversidad, que le obliga a abandonar la tierra
por un tiempo, nos permite conocer las duras condiciones de los "coolies"
(porteadores) en una gran ciudad (presumiblemente, Nanjing o Shanghai), las
consecuencias sociales de la hambruna, el tráfico de seres humanos, con el fondo de la
modernización (llegada del ferrocarril) y (probablemente) de la Revolución de 1911,
a la que apenas presta atención desde su básico sentido común rural, carente de
conciencia política.
Tras progresar con paciencia, y convertirse en un rico campesino, Wang Lung, hasta
entonces de gustos simples y básicos, no puede evitar caer en la vacía seducción del
lujo que se muestra al alcance de su dinero (suyo símbolo es su concubina y antigua
prostituta, Loto, y su asistenta-confidente, Cuckoo), mientras, a su alrededor, su
familia crece desigualmente: la esposa abnegada, pero resentida; los hijos bien
educados, pero enfrentados, una hija discapacitada, sus tíos consumidos por la
adicción al opio, una de las mayores tragedias sociales del país, también consecuencia
de los citados "tratados desiguales"...
Arriba, primera edición de "The good earth", 1932
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Sin embargo, Wang Lung recupera a tiempo la cordura de sus valores de siempre y
logra envejecer con dignidad, huyendo de las incipientes intrigas de sus familiares. En
el patio de su mansión tradicional, nuestro protagonista, acompañado por su hija
discapacitada, a la que quiere con devoción, y su joven sirvienta Flor de Peral (y casi
amante), a la que salvó de un matrimonio concertado, pasa sus últimos días visitando
sus tierras, sólo para sentirlas bajo sus pies, y el pequeño templo de sus dioses, y el
cementerio de sus ancestros, hasta que, finalmente, consigue organizar su propio
entierro y disponer su ataúd, siguiendo la tradición
Buck moraliza, tal vez sin pretenderlo, influenciada por un encomiable sentido
humanitario. Sin embargo, la autora trata de respetar en lo posible la voz del
protagonista, su rudeza y sus contradicciones, su total ausencia de conciencia política
o de clase y nos regala un relato de esencias intensas, una descripción destilada del
carácter y la personalidad del campesino chino y su universo de austeridad, sencillez
y resiliencia, el arquetipo por excelencia del gran protagonista anónimo de la historia
china, personaje destacado, junto con el héroe militar, el hábil comerciante y el
refinado intelectual de todas sus grandes revoluciones y cambios.
Cartel de la versión cinematográfica de "The good earth", 1937, ganadora de 2 Óscar
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El libro, un gran éxito tras su publicación en 1932, tuvo una versión cinematográfica
en 1937, dirigida por Sidney Franklin y protagonizada, curiosa pero
comprensiblemente, por actores norteamericanos.
La trilogía "The House of Earth"
"The good earth", y sus secuelas, "Sons" y "A House Divided" (parte de la trilogía "The
House of Earth") y la exitosa película (2 Óscar y 5 nominaciones) dieron un primer
paso para humanizar y desmitificar la visión tradicional del pueblo chino, y tuvieron
mucho que ver, según los comentaristas, en el apoyo de la opinión pública
norteamericana, tras la agresión japonesa de 1937, principal "razón moral" de la
política de contención y las sanciones comerciales impuestas por el gobierno
norteamericano a Japón.
A pesar de todo, la obra de Buck no se libró de la "quema de libros" durante la
Revolución Cultural (1966-76) y su humanitarismo fue despreciado por los Guardias
Rojos, que la acusaron de imponer una "visión imperialista" del campesinado chino,
absolutamente desprovista de conciencia política o de clase.
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De arriba abajo y de izquierda a derecha, Memorial y Casa de Pearl S. Buck en Nanjing; Villa
de Pearl S. Buck en Lushan; y antigua casa de Pearl S. Buck en Zhenjiang
No obstante, China ha recuperado en los últimos dos decenios el sentido moral e
igualitario de la obra de Pearl S. Buck, dedicándole tres memoriales en tres de las
ciudades capitales en su estancia y formación en China, concretamente "The
Zhenjiang Pearl S. Buck Research Association" en Zhenjiang, Jiangsu; la "Pearl S.
Buck House" en la Universidad de Nanjing, Jiangsu; y, finalmente, "The Pearl S. Buck
Summer Villa", en el área escénica de Lushan, provincia de Jiangxi.
En cualquier caso, y si se observa con detenimiento la vida cotidiana en China, el
arquetipo de Wang Lung y sus esencias de carácter austero y dura y emotividad
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contenida pero intensa todavía pueden observarse, percibirse, incluso sentirse en las
miradas, las actitudes y el comportamiento de los trabajadores, los campesinos y la
gente corriente de hoy en muchos rincones de este gran país.