la buena historia marinera del antiguo ciudad de sevilla

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22 REPORTAJES DEL DÍA EL DÍA, jueves, 9 de c Los usos del bosque en Canarias (y III) La explotación de la masa forestal E N el uso del bosque como recurso natural podemos distin- guir diferentes períodos, en función de la evolución de las necesidades o del deseo de lucro de la sociedad instalada en las islas. De todos modos, las explotaciones forestales de diver- so tipo (madera, leña, pastos, etc.) tienen una notable importancia en Canarias hasta prácticamente los años sesenta en relación con el carácter de la actividad económica dominante, la agricultura y con la menor inserción del sistema productivo de las islas en la di- visión internacional del trabajo. Por ello vamos a distinguir entre el uso tradicional y el uso reciente del bosque. EL USO TRADICIONAL DEL BOSQUE Según cuentan las crónicas de la conquista de Canarias, cuando los castellanos desem- barcaron en las islas, éstas es- taban cubiertas de bosque en una gran parte de las mismas. Ai parecer el impacto que la so- ciedad neolítica prehispánica había producido en las forma- ciones vegetales y en el medio ambiente en general había sido mínima. Pero con la coloniza- ción se inicia el proceso de des- forestación del Archipiélago. Una vez ocupadas las zonas ba- jas y las proximidades de las desembocaduras de los barran- cos que poseían agua, la coloni- zación avanza hacia el interior, hacia las medianías y ello se hace a costa del bosque que existía en estas zonas en las is- las de relieve: la laurisilva y el fayal brezal. Pero, además, los ingenios de azúcar, la cons- trucción de viviendas y de bu- ques, los hogares, etc., necesi- taban madera o leña y ésta se extrajo del bosque. Por otra parte, los incendios unas veces fortuitos y otras provocados para obtener rápidamente campos de cultivo o pastizales han sido el otro gran enemigo del bosque. Pero a pesar de to- do aún en la primera mitad del siglo XIX, y a pesar de ello, existían en el Archipiélago unas 194.000 has. de bosque según los datos del Anuario de Estadística de 1859. Algunas de las superficies fo- restales se habían conservado por su cercanía a los nacientes que abastecían a las poblacio- nes, o porque eran bienes co- munales que completaban las necesidades de leña, de pasti- zales e incluso de productos ali- menticios al pequeño campesi- no y al jornalero agrícola. Pero la desamortización privatizó muchos de estos montes y pronto fueron pasto de las ha- chas especuladoras. Así, el pro- ceso de la desamortización sig- nificó el último gran golpe a la superficie forestal del Archi- piélago. Un siglo más tarde, en 1953 Rafael Díaz-Llanos nos da cuenta con su obra Síntesis de la economía de Canarias de es- ta importante reducción. Así, la superficie de montes se repar- tía de la siguiente manera: Monte alto, 93.805 has.; Monte medio, 20.849 has.; Monte ba- jo, 27.629 has. De este bosque se había ob- tenido, según la misma fuente la siguiente producción para el bienio 1948-1949, que a todas luces no contempla sino una E arte del bosque realmente ta- ido por aquellos difíciles años de posguerra de economía au- tárquica y fuerte emigración. Producción de madera: 7.229 m3; Producción de leña: 72.544 estéreos. EL USO RECIENTE DEL BOSQUE Este cambio de modelo eco- Las formaciones vegetales acentúan la captación de la humedad del «mar de nubes» nómico ha modificado el papel tradicional desempeñado por el bosque como complemento de la actividad agraria. Por ello los datos recientes de la pro- ducción de madera del Archi- piélago son muy significativos al respecto. Pero en las últimas décadas la urbanización del Archipiéla- go y el abandono de la econo- mía agraria de subsistencia, así como la introducción del gas butano en las cocinas, ha redu- cido el uso del bosque. Sin em- bargo, algunos ayuntamientos han continuado realizando ta- las de monte alto y monte bajo con la finalidad de mejorar sus depauperadas arcas municipa- les. De todos modos, la reco- mendación de leona parece ser la limitación de las talas, sobre todo las realizadas a «matarra- Producción de madera de Pinus Canariensis (m3) Las Palmas S/C. de Tenerife Canarias 1977 3881 3889 Fuente: Ministerio de Agricultura. Producción de Pino Radiata (m3) 1977 Las Palmas S/C de Tenerife 700 Canarias 700 Fuente: Ministerio de Agricultura. Producción de Eucalipto (m.3) 1978 3485 3485 1980 2 1721 1723 1981 2532 2532 1978 1980 1981 - - 1300 - - Las Palmas S/C de Tenerife Canarias 1977 604 604 1978 220 220 1980 314 314 1981 275 275 E L pasado domingo, dos remolcadores de la em- presa Smit Tak, de Rot- terdam, lograron poner a flote al ferry «Ciudad de Sevilla» que, durante 46 días, estuvo varado en aguas de Palma de Mallorca. Con la noticia —la siempre grata noticia del salvamento de un barco— la evocación de otro de la misma naviera y mismo nombre que, siempre, estuvo li- gado al puerto de Santa Cruz de Tenerife. Hace unos años que, en su visita a esta capital, el entonces director general de la Compañía Trasmediterrá- nea, señor Gutiérrez Álamo, confirmó la baja de los «Gome- ra» y «Ciudad de Sevilla», bar- cos que, con muchos años de mar sobre sus cuadernas, ya resultaban de poca rentabili- dad comercial para la naviera. Aquellas palabras del señor Gutiérrez Álamo fueron el pró- logo de la desaparición de dos muy populares estampas mari- neras que, sin embargo, siguen vivas en la historia de las islas pues, no en vano, durante años y años sus proas rompieron la tierna corteza del océano en un sin fin de singladuras. Ahora es el justo momento de evocar aquella estampa ma- rinera, fina y elegante, enmar- cada en una época en que la es- tética naval no había evolucio- nado hasta producir las actua- les de hermosos y macizos cas- cos rematados por proas de bulbo y la gracia, ultramoder- na, de chimeneas cuadradas y superestructuras como bloques de pisos. Si bien en su segunda etapa de vida fue el «Ciudad de Sevi- lla» —ex «Infanta Beatriz»— al- canzado por la marea reformis- ta y paseó por la mar una chi- menea de corte moderno, las lí- neas de su casco fueron respe- tadas. La proa, recta y aguda, espaciosas cubiertas de paseo y puente barnizado, con la curva graciosa de la popa de espejo paliaban el atentado que con- tra la anterior bella estampa se había hecho. COMPRUEBE SI SUS IDEAS ESTÁN EN ORDEN, ANTES DE ACUDIR A UN DISTRIBUIDOR DE MICROORDENADORES leofre* ca Pueda crecer si su negocio crece: ensa un precio perfectamente raU-sprestacionesque ios datos adjuntos la produc- ción de madera en la actuali- dad tiene una importancia eco- nómica limitada. Por otra par- te, se observa una pequeña pro- ducción de eucalipto, que es un árbol introducido en las islas en el siglo pasado por la inicia- tiva de las Sociedades Econó- micas de Amigos del País en su intento de llevar a cabo repo- blaciones forestales. Este es un árbol .de rápido crecimiento, y por tanto buen productor de madera, pero nefasto para los suelos que acaban siendo total- mente ácidos. En las zonas de medianías existen pequeñas su- perficies plantadas de eucalip- tos en las antiguas tierras de laurisilva de propiedad privada y se explotan intensamente pa- ra construir soportes para la construcción. Se localizan en las islas de Gran Canaria y Te- nerife. Pero en lasúltimas tres déca- das se han llevado también a cabo importantes repoblacio- nes forestales sobre todo en es- tas dos islas —aunque no siem- pre con las especies adecua- das— lo que ha ampliado la su- perficie de montes de una ma- nera apreciable. Así se han re- laurisilva y del fayal-brezal con «pinos gallegos» o con «pinos canarios» y zonas de esta últi- ma especie con la especie ante- rior. De todos modos, la política forestal parece haber cambia- do de signo al transformarse la antigua Jefatura de Montes en el Instituto para la Conserva- ción de la Naturaleza y en la actualidad predomina el crite- rio de realizar las repoblacio- nes forestales con las especies adecuadas. A pesar de ello, los resulta- dos de la política de repobla- ción con ser importantes en is- las como Tenerife, son aún in- suficientes y es urgente la recu- peración para el monte de an- teriores zonas de cultivo o luga- res talados antaño a matarraza para conservar los suelos e in- crementar la infiltración de las aguas de lluvia. Otro problema cuya solución tampoco admite demora es la adecuada vigilan- cia y dotación de medios para prevenir y sofocar en el caso de que se produzcan, los incendios .forestales, que en la última dé- cada ha sido la peor plaga que ha soportado el bosque en las islas. EVOLUCIÓN DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Años Núm. de incendios 1976 1977 1978 1979 1980 1981 23 27 44 13 26 38 Superficie afectada (hectáreas) 49,35 410,04 6.149,70 30,50 1.747,80 7.015,30 Pérdidas (miles de Pts.) 219,7 6.825,1 211.437,2 673,0 7.576,0 39.538,0 Fuente: leona. Inventarios de incendios forestales. Así, la utilidad del bosque en el Archipiélago es más ecológi- ca y de preservación del espa- cio natural, que económica. Es más, las talas que aún se reali- zan deben ir desapareciendo en los próximos años, al menos en la forma actual.— José-León García ' -NOMBRA ui: ;_;•_:. _vi Góngora, 21 (EDIFICIO AMERICA) Tel: 22 31 75 EMPRESA SANTA CRUZ DE TENERIFE DIRECCIÓN Avda. Alcalde Ramírez Bcthencourt, 53 - Tels: 36 59 51 - 36 75 29 POBLACIÓN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA PROVINCIA 28 cooperativas canarias, informadas favorablemente por el ministerio de Trabajo | ________ Distribuidor autorizado por Microelectrónica y Control, S.A. - commodore COMPUTER ICTAC Madrid.- Durante el período enero-septiembre del presente año, el ministerio de Trabajo ha informado favorablemente 28 solicitudes de creación de otras tantas nuevas cooperati- vas en las Islas Canarias según han infnrmarln a //T3or'rn-»T'ooo« tivas a constituir 15 correspon- den a la provincia de Santa Cruz de Tenerife: 11 de trabajo asociado, 1 de campo, 2 de ser- vicios, y 1 de viviendas; las 13 restantes corresponde a la pro- vincia de Las Palmas, siendo: 5 Así era de fina y \ La La buena antiguo Treinta y ocho años de mar y c buen servicio pesaban sobre las r cuadernas del correo de la 1 Trasmediterránea cuando, ba- p jo el cálido aliento de los sople- e tes de oxiacetileno, comenzó a t perder su estampa graciosa pa- r ra, convertida ésta en informes r montones de chatarra, servir c de pasto a los altos hornos de la industria siderúrgica. PRIMER VIAJE A CANARIAS ^ El «Infanta Beatriz» -luego i «Ciudad de Sevilla»— tomó for- ^ ma y luego se botó en los asti- £ lleros de la F. Krupp Germania- c werft A.G. allá por 1927. De c 6.279 toneladas de registro c bruto, 5.045 neto y 9.350 de i desplazamiento, eran sus prin- c cipales dimensiones 120 me- ( t ** 3r! ^La q y 7,70 de puntal. t El entonces mejor barco de f la Trasmediterránea —con el ¿ «Plus Ultra» y él comenzó la r modernización de la flota de di- ¿ cha naviera— era, en opinión c de la prensa náutica británica n AVISO IMPI Habiendo llegado a dirección del «ÍNDICE C< TRIAL Y PROFESIONAL MARÍAS» que se está pron do promover la contrate para una revista, Anuario características y contenk INFORMA que la(s) misma(s) noestá do alguno, a esta publicac ta legalmente en la Secret la Información del MÍE —empresas periodísticas— mo 14, Sección: Personas Inscripción 1 a , Registro P 713.452. Por lo expuesto, D quier responsabilidad en entregas en metálico que s te de las firmas anuncian! Lo que se hace públl nocimiento de nuestros c dores. Santa Cruz de Tener de 1982.

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1982/12/09

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Page 1: LA BUENA HISTORIA MARINERA DEL ANTIGUO CIUDAD DE SEVILLA

22 REPORTAJES DEL DÍA EL DÍA, jueves, 9 de c

Los usos del bosque en Canarias (y III)

La explotación de la masa forestalE N el uso del bosque como recurso natural podemos distin-

guir diferentes períodos, en función de la evolución de lasnecesidades o del deseo de lucro de la sociedad instalada

en las islas. De todos modos, las explotaciones forestales de diver-so tipo (madera, leña, pastos, etc.) tienen una notable importanciaen Canarias hasta prácticamente los años sesenta en relación conel carácter de la actividad económica dominante, la agricultura ycon la menor inserción del sistema productivo de las islas en la di-visión internacional del trabajo. Por ello vamos a distinguir entreel uso tradicional y el uso reciente del bosque.

EL USO TRADICIONAL DELBOSQUE

Según cuentan las crónicasde la conquista de Canarias,cuando los castellanos desem-barcaron en las islas, éstas es-taban cubiertas de bosque enuna gran parte de las mismas.Ai parecer el impacto que la so-ciedad neolítica prehispánicahabía producido en las forma-ciones vegetales y en el medioambiente en general había sidomínima. Pero con la coloniza-ción se inicia el proceso de des-forestación del Archipiélago.Una vez ocupadas las zonas ba-jas y las proximidades de lasdesembocaduras de los barran-cos que poseían agua, la coloni-zación avanza hacia el interior,hacia las medianías y ello sehace a costa del bosque queexistía en estas zonas en las is-las de relieve: la laurisilva y elfayal brezal. Pero, además, losingenios de azúcar, la cons-trucción de viviendas y de bu-ques, los hogares, etc., necesi-taban madera o leña y ésta seextrajo del bosque. Por otraparte, los incendios unas vecesfortuitos y otras provocadospara obtener rápidamentecampos de cultivo o pastizaleshan sido el otro gran enemigodel bosque. Pero a pesar de to-do aún en la primera mitad delsiglo XIX, y a pesar de ello,existían en el Archipiélagounas 194.000 has. de bosquesegún los datos del Anuario deEstadística de 1859.

Algunas de las superficies fo-restales se habían conservadopor su cercanía a los nacientesque abastecían a las poblacio-nes, o porque eran bienes co-munales que completaban lasnecesidades de leña, de pasti-zales e incluso de productos ali-menticios al pequeño campesi-no y al jornalero agrícola. Perola desamortización privatizómuchos de estos montes ypronto fueron pasto de las ha-chas especuladoras. Así, el pro-ceso de la desamortización sig-nificó el último gran golpe a lasuperficie forestal del Archi-piélago.

Un siglo más tarde, en 1953Rafael Díaz-Llanos nos dacuenta con su obra Síntesis dela economía de Canarias de es-ta importante reducción. Así, lasuperficie de montes se repar-tía de la siguiente manera:Monte alto, 93.805 has.; Montemedio, 20.849 has.; Monte ba-jo, 27.629 has.

De este bosque se había ob-tenido, según la misma fuentela siguiente producción para elbienio 1948-1949, que a todasluces no contempla sino una

Earte del bosque realmente ta-ido por aquellos difíciles años

de posguerra de economía au-tárquica y fuerte emigración.

Producción de madera:7.229 m3; Producción de leña:72.544 estéreos.

EL USO RECIENTE DELBOSQUE

Este cambio de modelo eco-

Las formaciones vegetales acentúan la captación de la humedaddel «mar de nubes»

nómico ha modificado el papeltradicional desempeñado por elbosque como complemento dela actividad agraria. Por ellolos datos recientes de la pro-ducción de madera del Archi-piélago son muy significativosal respecto.

Pero en las últimas décadasla urbanización del Archipiéla-go y el abandono de la econo-mía agraria de subsistencia, así

como la introducción del gasbutano en las cocinas, ha redu-cido el uso del bosque. Sin em-bargo, algunos ayuntamientoshan continuado realizando ta-las de monte alto y monte bajocon la finalidad de mejorar susdepauperadas arcas municipa-les. De todos modos, la reco-mendación de leona parece serla limitación de las talas, sobretodo las realizadas a «matarra-

Producción de madera de Pinus Canariensis (m3)

Las PalmasS/C. de TenerifeCanarias

19773881

3889

Fuente: Ministerio de Agricultura.

Producción de Pino Radiata (m3)1977

Las PalmasS/C de Tenerife 700Canarias 700

Fuente: Ministerio de Agricultura.

Producción de Eucalipto (m.3)

19783485

3485

19802

17211723

1981

25322532

1978 1980 1981

- -1300 - -

Las PalmasS/C de TenerifeCanarias

1977604

604

1978220

220

1980314

314

1981275

275

E L pasado domingo, dosremolcadores de la em-presa Smit Tak, de Rot-

terdam, lograron poner a floteal ferry «Ciudad de Sevilla»que, durante 46 días, estuvovarado en aguas de Palma deMallorca.

Con la noticia —la siempregrata noticia del salvamento deun barco— la evocación de otrode la misma naviera y mismonombre que, siempre, estuvo li-gado al puerto de Santa Cruzde Tenerife. Hace unos añosque, en su visita a esta capital,el entonces director general dela Compañía Trasmediterrá-nea, señor Gutiérrez Álamo,confirmó la baja de los «Gome-ra» y «Ciudad de Sevilla», bar-cos que, con muchos años demar sobre sus cuadernas, yaresultaban de poca rentabili-dad comercial para la naviera.

Aquellas palabras del señorGutiérrez Álamo fueron el pró-logo de la desaparición de dosmuy populares estampas mari-neras que, sin embargo, siguenvivas en la historia de las islaspues, no en vano, durante añosy años sus proas rompieron latierna corteza del océano en unsin fin de singladuras.

Ahora es el justo momentode evocar aquella estampa ma-rinera, fina y elegante, enmar-cada en una época en que la es-tética naval no había evolucio-nado hasta producir las actua-les de hermosos y macizos cas-cos rematados por proas debulbo y la gracia, ultramoder-na, de chimeneas cuadradas ysuperestructuras como bloquesde pisos.

Si bien en su segunda etapade vida fue el «Ciudad de Sevi-lla» —ex «Infanta Beatriz»— al-canzado por la marea reformis-ta y paseó por la mar una chi-menea de corte moderno, las lí-neas de su casco fueron respe-tadas. La proa, recta y aguda,espaciosas cubiertas de paseo ypuente barnizado, con la curvagraciosa de la popa de espejopaliaban el atentado que con-tra la anterior bella estampa sehabía hecho.

COMPRUEBE SI SUS IDEASESTÁN EN ORDEN,

ANTES DE ACUDIR A UNDISTRIBUIDOR

DE MICROORDENADORES

leofre*ca

Pueda crecer si su negocio crece:

ensa un precio perfectamenteraU-sprestacionesque

ios datos adjuntos la produc-ción de madera en la actuali-dad tiene una importancia eco-nómica limitada. Por otra par-te, se observa una pequeña pro-ducción de eucalipto, que es unárbol introducido en las islasen el siglo pasado por la inicia-tiva de las Sociedades Econó-micas de Amigos del País en suintento de llevar a cabo repo-blaciones forestales. Este es unárbol .de rápido crecimiento, ypor tanto buen productor demadera, pero nefasto para lossuelos que acaban siendo total-mente ácidos. En las zonas demedianías existen pequeñas su-perficies plantadas de eucalip-tos en las antiguas tierras delaurisilva de propiedad privaday se explotan intensamente pa-ra construir soportes para laconstrucción. Se localizan enlas islas de Gran Canaria y Te-nerife.

Pero en lasúltimas tres déca-das se han llevado también acabo importantes repoblacio-nes forestales sobre todo en es-tas dos islas —aunque no siem-pre con las especies adecua-das— lo que ha ampliado la su-perficie de montes de una ma-nera apreciable. Así se han re-

laurisilva y del fayal-brezal con«pinos gallegos» o con «pinoscanarios» y zonas de esta últi-ma especie con la especie ante-rior.

De todos modos, la políticaforestal parece haber cambia-do de signo al transformarse laantigua Jefatura de Montes enel Instituto para la Conserva-ción de la Naturaleza y en laactualidad predomina el crite-rio de realizar las repoblacio-nes forestales con las especiesadecuadas.

A pesar de ello, los resulta-dos de la política de repobla-ción con ser importantes en is-las como Tenerife, son aún in-suficientes y es urgente la recu-peración para el monte de an-teriores zonas de cultivo o luga-res talados antaño a matarrazapara conservar los suelos e in-crementar la infiltración de lasaguas de lluvia. Otro problemacuya solución tampoco admitedemora es la adecuada vigilan-cia y dotación de medios paraprevenir y sofocar en el caso deque se produzcan, los incendios

.forestales, que en la última dé-cada ha sido la peor plaga queha soportado el bosque en lasislas.

EVOLUCIÓN DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN LAPROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE

Años Núm. de incendios

197619771978197919801981

232744132638

Superficie afectada(hectáreas)

49,35410,04

6.149,7030,50

1.747,807.015,30

Pérdidas(miles de Pts.)

219,76.825,1

211.437,2673,0

7.576,039.538,0

Fuente: leona. Inventarios de incendios forestales.

Así, la utilidad del bosque enel Archipiélago es más ecológi-ca y de preservación del espa-cio natural, que económica. Es

más, las talas que aún se reali-zan deben ir desapareciendo enlos próximos años, al menos enla forma actual.— José-LeónGarcía

• ' • • - N O M B R A ui: ;_;•_:. _viGóngora, 21 (EDIFICIO AMERICA) Tel: 22 31 75 EMPRESA

SANTA CRUZ DE TENERIFE DIRECCIÓN

Avda. Alcalde Ramírez Bcthencourt, 53 - Tels: 36 59 51 - 36 75 29 POBLACIÓNLAS PALMAS DE GRAN CANARIA PROVINCIA

28 cooperativas canarias,

informadas favorablemente porel ministerio de Trabajo

| ________Distribuidor autorizado porMicroelectrónica y Control, S.A.

- commodoreCOMPUTER

ICTAC

Madrid.- Durante el períodoenero-septiembre del presenteaño, el ministerio de Trabajoha informado favorablemente28 solicitudes de creación deotras tantas nuevas cooperati-vas en las Islas Canarias segúnhan infnrmarln a //T3or'rn-»T'ooo«

tivas a constituir 15 correspon-den a la provincia de SantaCruz de Tenerife: 11 de trabajoasociado, 1 de campo, 2 de ser-vicios, y 1 de viviendas; las 13restantes corresponde a la pro-vincia de Las Palmas, siendo: 5

Así era de fina y \

La

La buenaantiguo

Treinta y ocho años de mar y cbuen servicio pesaban sobre las rcuadernas del correo de la 1Trasmediterránea cuando, ba- pjo el cálido aliento de los sople- etes de oxiacetileno, comenzó a tperder su estampa graciosa pa- rra, convertida ésta en informes rmontones de chatarra, servir cde pasto a los altos hornos de laindustria siderúrgica.PRIMER VIAJE A CANARIAS ^

El «Infanta Beatriz» -luego i«Ciudad de Sevilla»— tomó for- ^ma y luego se botó en los asti- £lleros de la F. Krupp Germania- cwerft A.G. allá por 1927. De c6.279 toneladas de registro cbruto, 5.045 neto y 9.350 de idesplazamiento, eran sus prin- ccipales dimensiones 120 me- (

t**3r!^La qy 7,70 de puntal. t

El entonces mejor barco de fla Trasmediterránea —con el ¿«Plus Ultra» y él comenzó la rmodernización de la flota de di- ¿cha naviera— era, en opinión cde la prensa náutica británica n

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dirección del «ÍNDICE C<TRIAL Y PROFESIONALMARÍAS» que se está prondo promover la contratepara una revista, Anuariocaracterísticas y contenk

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Santa Cruz de Tenerde 1982.

Page 2: LA BUENA HISTORIA MARINERA DEL ANTIGUO CIUDAD DE SEVILLA

e diciembre de 1982 REPORTAJES DEL DÍA

i y gallarda la estampa del viejo «Ciudad de Sevilla»

Isla y los barcos

i historia marinera del3 «Ciudad de Sevilla»

de entonces, «the largest andmost ambitious unit» de laTrasmediterránea. El equipopropulsor del «Infanta Beatriz»estaba compuesto por dos mo-tores —construidos en los talle-res de la Krupp— que, a régi-men normal, le daban 15 nudosde media.

En aquellos sus primerosaños en la mar, el «Infanta Bea-triz» era un hermoso barco delínea clásica, rematada éstapor la gracia, fina e indiscuti-ble, de las-dos chimeneas trun-cadas. Con toda razón, Lauren-ce Dunn —al referirse a él en suobra «Passenger ships»— alabóla estampa marinera y lo califi-có de «forerunner» de la flotade la Trasmediterránea. Y esque, sin duda alguna, la cons-trucción del «Infanta Beatriz»fue un paso decisivo en la mo-dernización de la Trasmedite-rránea, naviera que desde el 1de enero de 1917 tiene a sucargo los servicios de Sobera-nía.

PORTANTEo a conocimiento de laE COMERCIAL, INDUS-íAL DE LAS ISLAS CA-promoviendo o intentan-tratación de publicidadario o Guía de parecidastenido al «INCOIN»IMAMOS3stán vinculadas, en mo-licación, que está inscri-3cretaría de Estado paraMinisterio de Cultura

;as-con el n° 1.039, To-mas Naturales; folio 28.tro Propiedad Industrial

o, DECLINAMOS cual-i en la contratación yque se realice(n) por par-tciantes de la Provincia,público para general co-ros clientes y colabora-

Cenerife, 6 de diciembre

El editor

Aquel ambicioso plan denuevas construcciones iniciadopor la Trasmediterránea dio,además del «Infanta Beatriz»,otras importantes unidades a laMarina Mercante española.Fue entonces cuando nacierona la mar los «Infanta Cristina»,«Infante Don Jaime», «PríncipeAlfonso», «Infante Don Gonza-lo», «Infante Don Juan», «Gene-ral Jordana», «General Beren-guer», «Villa de Madrid», «Ciu-dad de Ibiza», «Ciudad de Ta-rragona», «Dómine» y «Fernan-do Poo».

El 22 de marzo de 1928, el«Infanta Beatriz», bajo el resta-llar alegre y multicolor de laempavesada, arribó por vezprimera al puerto de SantaCruz de Tenerife. Venía almando del capitán Sensat y, pi-lotado por el práctico don Fran-cisco García-Talavera, en el«avante poca» de las entradasdobló la punta del entoncescorto Muelle Sur.

Espléndida la estampa queaquel día presentaba el puertode Santa Cruz de Tenerife que,como siempre, ofrecía su marpintada de barcos de todo tipoy tonelaje. Atracados o fondea-dos se encontraban los «Bueña-vista», «Bilbao», «St. Nazaire»,«San Mateo», «Bifrost», «Blois» yel transporte «Abtao», de la Ma-rina de Guerra chilena. Los «Li-li Woermann» y «Doña Angela»,además del siempre presentevapor de la Yeoward —en estaocasión el «Alca»— se aguanta-ban sobre la máquina en esperade su turno de entrada.

Mientras, cuatro fruteros delarga y humeante chimenea

:-—«Chasna», «Adeje», «Carmen» e«Isora»— abarrotados de hua-cales de plátanos y cestos de to-mates recalaron para, luego,abarloarse a los vapores de laFred Olsen Line y a los dosfranceses que daban al aire lacontraseña de la Auxiliaíre deTransports. En su atraque delMuelle Sur, el veterano «A. Co-la», con sus entonces 61 añosde mar completaba la escenacon el diario y usual ir y venirde remolcadores, gabarras, al-jibes y «viveros» que —blancosde velas abiertas— entraban ysalían.

Una vez finalizado el atra-que del «Infanta Beatriz», antela admirada expectación de losque se habían dado cita en elMuelle Sur para ver y admirarla magnífica estampa de lanueva unidad de la Trasmedi-terránea, nuevo y gratuito es-

pectáculo se ofreció ante ellos.Al rítmico compás del moli-

nete de balancín, la goleta ca-nadiense «Ada Towers» —de572 toneladas y cuatro paloscon masteleros de mucha guin-da— comenzó a virar el ancla y,ya con ella a pique, el remolca-dor «Britannia», de Hamilton yCompañía, dio las estachas y,tensas ya, arrancd avante yaproó a la bocana. Mientras losfoques restallaban las cangre-jas, iban llenándose de luz ybrisa y dando arrancada al ve-lero que, ya fuera de puntas,largó el remolque y, con todo eltrapo largo, puso proa a la marabierta y libre, hacia las Barba-dos, su lejano destino en vele-ras singladuras.

AÑOS DE BUEN SERVICIO

Esta fue la viva y coloridaestampa que Santa Cruz de Te-nerife ofreció al «Infanta Bea-triz» en aquella su primera es-cala. A partir de entonces co-menzaron ,sus singladuras—siempre consignado a donManuel Cruz, delegado de laTrasmediterránea en esta capi-tal— en la línea regular entreBarcelona, Cádiz, Santa Cruz yLas Palmas.

En 1931, el «Infanta Beatriz»fue rebautizado «Ciudad de Se-villa» y, cuando en 1936 co-menzó la guerra civil, se encon-traba en Barcelona e, incauta-do por el Gobierno de Madrid,navegó entre dicho puerto a losde Marsella, Túnez y Oran y,en alguna ocasión, a Odessa yotros soviéticos del Mar Negro.

En 1939, el «Ciudad de Sevi-lla» fue devuelto a la Trasmedi-terránea y, tras larga y necesa-ria reparación —repaso de cas-co y motores— el 5 de enero de1940 volvió a Santa Cruz deTenerife. Venía flamante, consus dos chimeneas truncadassegún una horizontal a la flota-ción, el puente de color caoba ycon los botes en doble bancada.No fue larga aquella nueva eta-pa del «Ciudad de Sevilla» sobreel Atlántico en paz. Se quebróel frágil cristal de la tranquili-dad y, con una guerra que seextendía por el mundo, el «Se-villa» —como el resto de la flotamercante española— pintó loscolores nacionales en amuras yaletas y, con el nombre a mediaeslora, continuó sus singladu-ras.

En los años de guerra civil,la Ybarra sevillana perdió sustrasatlánticos que hacían la lí-nea del Plata y, con sólo el «Ca-bo San Antonio», se mantenía elservicio inaugurado en los pri-meros años de la década de los30 para sustituir al que, hastaentonces, mantuvo la Trasa-tlántica Española.

La pérdida del «Cabo SanAntonio» —incendiado a la altu-ra de Dakar cuando navegabadesde Buenos Aires a SantaCruz de Tenerife y Cádiz— hizoque se encomendase a la Tras-mediterránea dicha línea y,así, el 7 de marzo de 1940 el«Ciudad de Sevilla» arribó anuestro puerto procedente deBarcelona, Cádiz y Casablancacon la cámara completa paraMontevideo y Buenos Aires.Ese mismo día se encontrabaen el Muelle Sur el trasatlánti-co italiano «Conté Grande» y,una vez hizo consumo y laaguada el barco de la Trasme-diterránea, fue despachado pordon Manuel Cruz.

El «Sevilla» continuó sus via-jes al Plata —luego se le unieronlos «Villa de Madrid» y «Dómi-ne»— y, cuando la Ybarra ad-quirió los «Cabo de Hornos» y«Cabo de Buena Esperanza»,volvió a las líneas de Sobera-nía, si bien en más de una oca-sión cruzó el Atlántico en viajesa puertos de los Estados Uni-dos, especialmente a Filadelfia,al que en 1944 volvió al mandodel capitán don Francisco Se-rra y Serra.

El 21 de abril de 1945, el

Omega, con la tradición, por delante.Primero en las Olimpíadas, primero en el espacio,primero en belleza.

Véala colección completa Omega. V ,

OOMEGA

Alfonso Viera-Joyero

«Ciudad de Sevilla» zarpó deSanta Cruz de Tenerife rumboa Cádiz. Iba con la cámaracompleta, correspondencia ycarga y, al día siguiente, porradio recibió una petición deauxilios del vapor «Achuri» —de4.200 toneladas y propiedad dela naviera Mutiozabal, de Bil-bao— que, en viaje de Ceuta aGuayana había perdido la héli-ce a 140 millas de Cádiz. El«Sevilla» puso proa a la posi-ción indicada y, a las 2.30 de lamadrugada del día 23, avistólas dos luces rojas de sin go-bierno que lucía el «Achuri». Elcorreo de la Trasmediterránease acercó y, tras pasarle remol-que, a las 5.30 dio «avante po-ca» con los dos motores y, se-guidamente, arrumbó a Cádiz,puerto al que sin novedad arri-bó con el «Achuri» en su estela.

Los años no habían pasadoen balde y, como otros barcos,al «Ciudad de Sevilla» le llegó elmomento de someterse a largay necesaria modernización.Cuando volvió a la mar, las dosaltas y esbeltas chimeneas ha-bían desaparecido y, en su lu-gar, se alzaba una, de cortemoderno, que desentonaba conla línea clásica del casco, en-marcado éste por la proa rectay popa de espejo.

Por entonces, ya la Trasme-diterránea había recibido nue-vas unidades —«Ciudad de Cá-diz», «Ernesto Anastasio», etc.—y, por ello, el «Sevilla» fuetransferido al servicio regularde carga y pasaje con SantaIsabel de Fernando Poo y Bata.Y allá fue entonces el «Sevilla»que, posteriormente, fue retira-do para hacer algunos viajescon emigrantes a La Guaira.

El «Ciudad de Sevilla»—aquel antiguo «Infanta Bea-triz» que en 1928 bajó a Cana-rias por vez primera-- cubrióhuecos en las líneas de Trasme-diterránea hasta que llegó elamarre. Luego, un buen día—mejor, un mal día— fue remol-cado a Puerto de Santa María,donde se le corrió soplete. Perono ha muerto en el recuerdo dequienes evocan aquella estam-pa marinera que hoy revive enesta página.— Juan A. PadrónAlbornoz

Esculpió el busto deRómulo Betancourt

Rafael Ochoa Vertedor:«Canarias en Venezuela

será el título de mipróxima exposición»

Tenerife.— Rafael Ochoa Vertedor es pintor y escultor. Natu-ral de Sevilla, emigró a Venezuela hace muchos años. Actualmentese encuentra en Tenerife al formar parte de la expedición venezo-lana participante en los actos organizados por la comisión mixtapro-homenaje a la memoria de Rómulo Betancourt.

—Aparte de homenajear consu escultura a Rómulo Betan-court y participar en los actosen memoria del célebre estadis-ta, ¿le ha dado tiempo de cono-cer la isla?

«Hemos recorrido todo loque hemos podido, también nosgustaría conocer las demás is-las. Tenemos una ilusión muyespecial por conocer Lanzaro-te. A Tenerife y Las Palmas yalas conocemos. Con todo estematerial lleno de paisajes y ti-pos humanos pienso prepararuna exposición en el Hogar Ca-nario Venezolano».

—¿Se siente más escultor quepintor o al revés?

«La escultura la he sentidomás. La pintura resulta comoun elemento más socorrido, in-cluso se pueden hacer con ellamás experiencias. Una escultu-ra no se puede presentar así co-mo así. Para montar una expo-sición se necesita más tiempodel que se invertiría en una detipo pictórico. Esculpir requieremás tiempo».

—¿Qué es lo que más le haimpresionado de Tenerife?

«El mar, el oleaje fuerte. Pa-ra mí ha sido toda una expe-riencia ver el mar embraveci-do. También he descubierto elencanto de los pueblos cerca-nos como Tacoronte e Icod. Engeneral, me ha gustado muchola zona norte. El Valle de LaOrotava tiene vistas impresio-nantes».

Rafael Ochoa Vertedor descu-brió su vocación artística a los

50 años—¿Qué representa para usted

este nombre: Rómulo Betan-court?

«Significa el personaje, lapersonificación de la Democra-cia venezolana. El representa atodos los hombres libres delpaís en su papel de defensor delos derechos humanos».

—¿Qué hará cuando llegue aVenezuela?

«Antes he dicho que estoyhaciendo una recopilación delos temas populares canarios.Pretendo hacer una exposicióncompuesta de 80 a 100 pintu-ras que llevará por título «Ca-narias en Venezuela».

El pintor y escultor sevillanoresidente en Venezuela se lle-vará de las islas el recuerdotraducido en arte.

,\feu\fe Clicquot-Po

" Una sola calidad...laprimerísima

jj