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Download La Búsqueda de La Unidad Europea. DIERIDAD Evolución · PDF file1 Heródoto: Historias. VII, 185. 2 Novalis: La Cristiandad o Europa. Instituto de Estudios Políticos, Madrid 1997,

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  • D I V E R S I D A D

    D I C I E M B R E 2 0 1 4# 9 , A O 5

    I S S N 2 2 5 0 - 5 7 9 2

    1 P G I N A S 0 1 - 2 4

    Prof. HORACIO CAGNIUNIVERSIDAD NACIONAL

    TRES DE FEBRERO / CONICET

    [email protected]

    La Bsqueda de La Unidad Europea. Evolucin de Un Mito y Crisis Identitaria

    Resumen

    El ensayo releva la idea de Europa en la modernidad, particular-mente los intentos de unificacin a travs del proyecto de un Imperio mundial cristiano basado en la monarqua de Carlos V, el intento napolenico de unidad continental bajo los principios de la Francia revolucionaria, y del Tercer Reich con la segunda Guerra Mundial y su Lebensraum racista en oposicin al gran espacio.

    El problema europeo fue sucumbir a la tentacin imperial con una capitalidad, en lugar de la idea de confederacin/federacin, pro-vocando la tensin entre Imperio y estado-nacin. El mundo actual sigue presentando la crisis identitaria de un continente, agravada con el fin irresuelto del bipolarismo y la inmigracin de las antiguas co-lonias y otros pases perifricos.

    Palabras Clave: Europa, Unidad, Identidad, Crisis.

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    Prof. HORACIO CAGNIUNIVERSIDAD NACIONAL

    TRES DE FEBRERO / CONICET

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    The search for a European identity. Evolution of a myth and identity crisis.

    Abstract

    The essay treat the idea of Europe in modern times, particularly the attempts at unification through the project of a Christian world em-pire based on the monarchy of Charles V, Napoleons attempt at con-tinental unity under the principles of revolutionary France, and the Third Reich with World War II and its racist Lebensraum in opposi-tion to the great space.

    The European problem was succumbing to the imperial temptation with a capital, rather than the idea of a confederation/federation, causing tension between empire and nation-state. The current world still presents the identity crisis of a continent, compounded with the unresolved end of bipolarity and immigration from former colonies and other peripheral countries.

    Keywords: Europe, Unity, Identity, Crisis.

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    Segn el mito, Europa era una joven de la cual se enamor Zeus, quien para seducirla se transform en toro; ella, envalentonada, se subi al lomo del toro y Zeus la rapt, llevndosela a travs del mar hasta Creta. Aunque los autores clsicos se interrogaron sobre el vn-culo existente entre esta figura mitolgica y el continente al que dio nombre -designando como Europa a la parte no asitica de Grecia-, es curioso que Herdoto se preguntara porqu se le dio un nombre asitico a esa regin.1

    La idea de Europa poco tiene que ver con la geografa, por otra parte tan cambiante en trminos polticos y humanos a lo largo del tiem-po, sino con la conciencia de los europeos. Europa, antes que fron-teras, tiene una fisonoma. Si una civilizacin es aquello conciente de existir como una totalidad distinta, entonces Europa la tiene. Los europeos suelen hacerla retrotraer hasta el mundo griego y romano, pero en todo caso el mundo clsico bien puede ser abordado como una cultura distinta, pese a su indudable legado en el pensamiento y el derecho occidentales. Europa s pareciera, desde su temprana con-formacin en el medioevo, inseparable de la cristiandad, que carece de patria.

    A partir de la expansin planetaria del S. XVI, Europa no tuvo ms lmites que la geografa terrestre. Desde entonces, vivi del mito eu-rocntrico: decir Europa equivala a decir mundo civilizado y huma-nizado; lo que fuera la romanitas ahora era la cristiandad. Al respec-to dir Novalis: Fueron tiempos bellos y resplandecientes aquellos en que Europa era un pas cristiano, en que una cristiandad vivaen un gran inters comunitarioun jefe diriga y una a las grandes fuerzas polticas.2

    No obstante, no es cuestin de creer que este proceso fue determi-nante y homogneo a travs del tiempo. Las guerras de religin del S. XVII fueron autnticas guerras patriticas: la cristiandad se divi-da y emerga el mosaico de Estados nacionales conformados a partir de la paz westfaliana. El surgimiento de los movimientos revolu-cionarios desde el S. XVIII llev a Europa a una serie de conflictos civiles que derivaron en guerras internacionales. El Siglo XX asisti a la crisis terminal del eurocentrismo y la emergencia de poderes extraeuropeos, los Estados Unidos y la Unin Sovitica y el consi-guiente bipolarismo. Por vez primera en cinco siglos, el Viejo Conti-nente resignaba su papel de prima donna internacional. A pesar de lo cual pudo, al fin, a la sombra del tutelaje norteamericano, constituir la ansiada Unin Europea, un esfuerzo mancomunado de los anti-

    1 Herdoto: Historias. VII, 185.

    2 Novalis: La Cristiandad o Europa. Instituto de Estudios Polticos, Madrid 1997, pg. 71.

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    guos enemigos, que cre uno de los mecanismos de integracin ms complejos y aceitados.

    Pero la autoimplosin sovitica y el fin del mundo bipolar coloca-ron a los europeos nuevamente como protagonistas principales del acontecer internacional, luego que las fronteras impuestas en Yalta en 1945 hubieron de ser revisadas. No obstante, la crisis balcnica de los noventa del pasado siglo demostr el escaso margen de fuerza que detentaba el Viejo Continente y la vigencia del panintervencio-nismo estadounidense, que debi actuar directamente ante la ausen-cia de poder europeo en el rea. La reconstruccin rusa con Vladi-mir Putin, la expansin de la OTAN en Medio Oriente y ms all, sumada a la globalizacin del terrorismo luego del atentado del 11 de setiembre de 2001, han encontrado a Europa demasiado amplia-da, con una crisis econmica e identitaria muy profunda. Ausente de nuevos mitos, presenta una unidad poltico-econmica con pocos valores compartidos, sin terminar de encontrar el camino.

    La evolucin de Europa presenta etapas bastante bien definidas. Es menester un intento de reflexin que comprenda un anlisis global, un cruce de elementos econmicos, polticos, sociales y culturales, para as poder reconstruir un fenmeno tan complejo y extenso. Concientes de esa complejidad y vastedad temtica, slo queremos detenernos -en una reflexin de por si limitada por razones de es-pacio- en algunos hitos histricos donde, a nuestro juicio como de muchos autores notables, se pone sobre el tapete los alcances, lmites y validez de la idea de Europa, indagando en los mitos identitarios que la soportan. A tales fines, y desde la historia de las ideas y su proyeccin en las relaciones internacionales en forma de corrientes profundas (more Pierre Renouvin), es posible relevar algunos de los momentos fundamentales en el desarrollo histrico de la idea europea, y el xito o fracaso de los intentos de plasmacin poltica.

    La motivacin para encarar esta reflexin viene de una conferencia de Ernst Nolte en Chieti en 1997 -relevada por el notorio medieva-lista Franco Cardini- sobre la conciencia nacional y la conciencia europea.3 All el veterano historiador y filsofo alemn seal que haba que reconocer que tambin el protestantismo y el iluminismo, como la secularizacin y la idea de Estado-nacin son componentes de Europa. La lucha contra la posibilidad de un dominio mundial espaol tena un importante derecho histrico, no menos que la re-sistencia sucesiva contra la hegemona de Napolen y el predominio de la Alemania nacionalsocialista de Hitler. Tres etapas: la Espaa imperial de Carlos V, la Francia napolenica, el Tercer Reich.

    3 Ernst Nolte: Coscienza europea e coscienza nazionale. Prolusione alla prime edizione del Premio Internazionale Toson dOro. Citt del Vasto 1998. (Disponible en Internet).

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    Del Imperio Cristiano al Estado-Nacin Revolucionario

    Los grandes historiadores han vislumbrado que en el S. XIII la idea de Imperio Mundial haba fenecido. Las necesidades tnicas, las tra-diciones locales, la pobreza de las comunicaciones haban construi-do tantas barreras que de la romanidad slo quedaba el recuerdo. Ba-sadas en espacios geogrficos concretos, nacan unidades polticas ms pequeas; el futuro perteneca a los reinos nacionales. Si con-sideramos que una nacin triunfa slo cuando consigue una unidad de estado slida -unidad poltica, econmica, y lingstica- capaz de movilizar todas las fuerzas de la comunidad para la consecucin de un fin, entonces Inglaterra y Francia pudieron triunfar, puesto que eran las unidades nacionales relativamente ms completas. El Impe-rio no tena esta caracterstica.4

    Sin embargo, al finalizar el S. XV -coincidente con la divisoria for-mal establecida por los historiadores entre Edad Media y Edad Mo-derna-, se dieron las condiciones para la resurreccin de la idea de Imperio mundial desde un punto de vista eurocntrico. Los reinos de Castilla y Aragn unificaron la pennsula espaola estableciendo una unidad no slo poltica, sino econmica, idiomtica y religiosa. Ello no hubiera pasado de ser un episodio importante ms de la his-toria europea y universal de no ser que, a la vez que caa Granada, ltimo reducto musulmn en la pennsula, un marinero genovs al servicio de esas c