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1 LA ARTESANÍA COMO INDUSTRIA CULTURAL: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES Autor: Dra. Silvana Navarro-Hoyos Afiliación: Pontificia Universidad Javeriana, Departamento de Diseño, Facultad de Arquitectura y Diseño, Bogotá D.C., Colombia, S.A. Datos de contacto: www.silvananavarro.com [email protected] [email protected] RESUMEN La artesanía se está reinventando de la mano de jóvenes creadores y diseñadores, así como de maestros artesanos, que con su frescura y osadía, la están convirtiendo en un laboratorio de experiencias sensoriales, emocionales y simbólicas. La actividad económica artesana no es importante solo por sí misma, sino por la conexión que tiene con otras actividades y sectores económicos. Incluir el sector artesano dentro de las industrias culturales, denota la importancia económica que tiene su desarrollo para una región. La artesanía, como parte de las industrias culturales, es un factor importante a considerar en las economías modernas; ya que no solo contribuyen con el crecimiento económico de los países, generando empleo e ingresos, sino que también ayuda a transmitir y mantener las raíces culturales e identidad de las naciones. La artesanía está resurgiendo. Paralelamente al declive de la artesanía folclórica, el mundo del diseño, está redescubriendo, desde diferentes perspectivas, los valores emocionales, sensoriales y sociales contenidos en el saber artesanal. Ello está provocando la diversificación de demanda artesanal en diferentes mercados, utilizando diferentes canales comerciales y estrategias de comunicación diferenciadas. Además, muchos artesanos han replanteado su actividad desde una perspectiva de animación sociocultural, con talleres de formación, divulgación y de ocio, así como con su implicación en mercadillos temáticos, actividades cuya demanda no para de crecer. Pero esta alternativa, no resulta satisfactoria para aquellos artesanos más comprometidos con actividades creativas. Palabras clave: Artesanía, Industria cultural, desarrollo artesanal, identidad, Kankuamos

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LA ARTESANÍA COMO INDUSTRIA CULTURAL: DESAFÍOS Y

OPORTUNIDADES

Autor: Dra. Silvana Navarro-Hoyos

Afiliación: Pontificia Universidad Javeriana, Departamento de Diseño, Facultad de

Arquitectura y Diseño, Bogotá D.C., Colombia, S.A.

Datos de

contacto:

www.silvananavarro.com

[email protected]

[email protected]

RESUMEN

La artesanía se está reinventando de la mano de jóvenes creadores y diseñadores, así como

de maestros artesanos, que con su frescura y osadía, la están convirtiendo en un

laboratorio de experiencias sensoriales, emocionales y simbólicas. La actividad

económica artesana no es importante solo por sí misma, sino por la conexión que tiene

con otras actividades y sectores económicos. Incluir el sector artesano dentro de las

industrias culturales, denota la importancia económica que tiene su desarrollo para una

región.

La artesanía, como parte de las industrias culturales, es un factor importante a considerar

en las economías modernas; ya que no solo contribuyen con el crecimiento económico de

los países, generando empleo e ingresos, sino que también ayuda a transmitir y mantener

las raíces culturales e identidad de las naciones. La artesanía está resurgiendo.

Paralelamente al declive de la artesanía folclórica, el mundo del diseño, está

redescubriendo, desde diferentes perspectivas, los valores emocionales, sensoriales y

sociales contenidos en el saber artesanal. Ello está provocando la diversificación de

demanda artesanal en diferentes mercados, utilizando diferentes canales comerciales y

estrategias de comunicación diferenciadas.

Además, muchos artesanos han replanteado su actividad desde una perspectiva de

animación sociocultural, con talleres de formación, divulgación y de ocio, así como con

su implicación en mercadillos temáticos, actividades cuya demanda no para de crecer.

Pero esta alternativa, no resulta satisfactoria para aquellos artesanos más comprometidos

con actividades creativas.

Palabras clave: Artesanía, Industria cultural, desarrollo artesanal, identidad, Kankuamos

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1. INTRODUCCIÓN:

El sector artesano como parte integrante de la cultura se encuentra en continua

modificación y evolución. A partir de esta premisa, se desarrolla el interrogante de partida

de este articulo; ¿Cómo se reinventa y reinterpreta la artesanía de mano de sus creadores

en las industrias culturales?

Estas páginas trataran los términos artesanía e industria cultural. Se reflexionará en torno

al producto artesanal como producto folclórico, así como en torno al dilema arte o

artesanía. Se analizaran los procesos de trasformación del producto artesanal en las

industrias culturales y se reflexionara sobre los procesos de intervención (diseño,

comercialización) aplicados a la artesanía popular y la relación entre artesanos,

comercializadores y usuarios. Finalmente se sugerirán propuestas de actuación que

mantengan la simbología del objeto y a la vez exploren nuevos imaginarios sociales.

La investigación se realizó desde diferentes niveles:

Nivel general: en donde se dispuso de una sólida base documental con el fin de

conceptualizar términos artesanía e industria cultural.

Casos: la información ha sido completada con estudios de caso, donde se combinó la

información oral con la documental y la observación directa, lo que permitió una mayor

profundidad analítica. El estudio de caso se centró en el estudio de la artesanía de la

comunidad Indígena Kankuama, en Colombia.

Es notable la relación existente entre artesanía y comercio. El sector artesano se encuentra

inmerso en un mundo donde los valores culturales están sometidos a las leyes del

mercado, la propia supervivencia de este bien cultural depende de la capacidad de

organizarse adecuadamente como empresa en cuanto a su producción, canales de

comercialización y venta.

Las modificaciones del producto están a la orden del día bien por petición de un cliente

específico o bien por la intervención de profesionales de diseño. Pero hasta donde puede

sufrir modificaciones un producto artesanal sin alterar su componente cultural, es una

pregunta abierta a múltiples interpretaciones.

Tratar a la artesanía como parte de las industrias culturales, nos lleva a la socialización

del objeto y posiblemente a alejarnos del producto tradicional, pero al mismo tiempo dota

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a este sector de una notoriedad que ayuda a su organización y reconocimiento por parte

de la sociedad.

La mayor parte de los artesanos latinoamericanos no están organizados como empresas

legalmente constituidas y comparten su actividad con otras ocupaciones remuneradas,

puede tratarse de tareas del campo, o bien en el caso de las mujeres compartir esta

actividad con las labores de cuidado del hogar y los hijos. Todo ello lleva a una

infravaloración de la producción artesana.

Por otro lado encontramos que el gobierno trata a los artesanos como cualquier otra

industria de cualquier sector, sin tener en cuenta las características diferenciales que

reviste el sector artesano.

La artesanía es una actividad económico-cultural, por lo cual es importante comenzar por

definir claramente el término, además de reflexionar sobre su valor folclórico, su relación

con el arte, el comercio o las industrias culturales.

2. EL CONCEPTO DE LA ARTESANÍA

La artesanía, como producto folklórico, ha conformado rasgos distintivos de nuestra

identidad, como individuos y como colectivo. Ese proceso ha estado determinado por el

medio ambiente y la realidad cultural, social y económica. Las creencias, artes, valores,

prácticas y tradiciones que se transmiten de generación en generación, sugieren una

memoria que vive el presente poniendo en valor las experiencias ancestrales en la

cotidianidad de su quehacer.

Podemos concebir la artesanía desde tres dimensiones:

El artesano: como creador y constructor de cultura.

La actividad artesanal: como proceso en el que se aplican técnicas y prácticas

artesanales tradicionales y contemporáneas y como proceso productivo que

provee medios de vida al artesano.

El producto artesanía: expresión de identidad y de la cultura autóctona nacional,

regional y local.1

1 En este punto hay que aclarar que al hablar del producto artesanía, está implícito su comercialización y su

apertura a mercados, y por lo tanto está influenciado por un consumidor, es quien al final hace que el objeto

cotidiano devenga en artesanía.

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Al hablar del sector artesanal estos tres componentes no pueden separase, están

interrelacionados unos con otros y son la fuente de valor como producto folklórico.

La definición del sector artesano es un tema complejo ya que no existe un criterio

unificado sobre qué tipo de actividades económicas pueden considerarse como artesanas.

El concepto de artesanía ha evolucionado de forma diversa a lo largo de la historia y ha

adoptado diferentes definiciones. En la actualidad, su definición sigue siendo

heterogénea pudiendo ser analizada desde diferentes perspectivas. En la tabla 1, podemos

ver una aproximación al termino realizada por la Fundación Española para la Artesanía,

en un informe publicado en el año 2009 en conjunto con el Ministerio de Industria,

Turismo y Comercio y La Dirección General de Política de la Pyme del Gobierno Español

titulado “El sector artesano español en las fuentes estadísticas y documentales”.

TABLA 1. Aproximaciones a la definición del concepto de artesanía

Tecnológica: Esta aproximación lleva a una definición que incluye actividades de

carácter fundamentalmente manual y con cierto sentido artístico.

Antropológica: La tradición es la que asigna a estos productos una función dentro de

la comunidad. Desde esta perspectiva, cabe entender por artesanía toda actividad,

retribuida o no, que no haya sido afectada por los principios de especialización,

división y mecanización del trabajo.

Cultural: El concepto artesanía se confunde con el de “arte popular”, entendido

como aquel conjunto de actividades productoras, de carácter esencialmente manual,

realizadas por un solo individuo o una unidad familiar, transmitidas por tradición de

padres a hijos y cuyos productos, generalmente de carácter anónimo, están destinados

a la cobertura de necesidades concretas.

(Dirección General de Política de la Pyme, DGPYME 1997)

De acuerdo a esta definición existe una división entre la aproximación antropológica y

la cultural, que en la realidad no es tal ya que el punto de vista antropológico incluiría por

supuesto el estudio de aspectos culturales y en cierto sentido también tecnológico. A mi

parecer, los componentes irrefutables de la artesanía serian; el componente tecnológico,

incluyendo herramientas y maquinas utilizadas; las formas de producción, incluyendo

técnicas y materiales tradicionales y finalmente las formas de creación, que incluiría las

características artísticas, estéticas y culturales que influyen de manera directa sobre el

artesano.

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A nivel internacional, la UNESCO define la artesanía de la siguiente manera:

“Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea

totalmente a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso de

medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano

siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se

producen sin limitación por lo que refiere a la cantidad y utilizando

materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza

especial de los productos artesanales se basa en sus características

distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas,

vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas

y significativas religiosa y socialmente”. (UNESCO 1997)

Esta definición, es bastante amplia no define categorías artesanales, hace énfasis en la

preponderancia del trabajo hecho a mano y los diferentes usos que puede llegar a tener

un producto, sin hacer énfasis en el legado “tradicional”, lo cual permite entrever la

característica de transformación y adaptación que tiene el producto artesanal, pero sin

comprometerse en ninguna afirmación. De acuerdo a esta definición todo producto

elaborado en su mayor parte a mano puede ser considerado un producto artesanal.

De manera general en Colombia se acepta la siguiente definición, según Artesanías de

Colombia S.A.2 ,

“Actividad de transformación para la producción creativa de objetos finales

e individualizados (productos específicos) que cumplan una función utilitaria

y tienden a adquirir el carácter de obras de arte; actividad que se realiza a

través de la estructura funcional e imprescindible de los oficios y sus líneas

de producción, que se llevan a cabo en pequeños talleres con baja división

social del trabajo y el predominio de la aplicación de la energía humana,

física y mental, generalmente completada con herramientas y máquinas

relativamente simples; actividad que es condicionada por el medio

geográfico, que constituye la principal fuente de materias primas, y por el

2 Artesanías de Colombia S.A, es una empresa de economía mixta adscrita al ministerio de Comercio,

industria y turismo del gobierno colombiano, creada en el año 1964 con el fin de promocionar, fomentar y

exportar las artesanías Colombianas y tiene como objetivo principal incrementar la participación de los

artesanos en el sector productivo nacional, logrando un desarrollo integral sostenido que se manifieste en

el mejoramiento del nivel de vida.

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desarrollo histórico del marco sociocultural donde se desarrolla y al cual

contribuye a caracterizar” (Herrera, 1996).

Los oficios artesanales constituyen ramas de especialización dentro de cuya estructura

funcional se objetualiza una rama del saber transformador de un determinado género de

recursos materiales (materias primas), mediante la aplicación de unos procedimientos e

instrumentos específicos que permiten la obtención de unos bienes.

“De acuerdo a esta perspectiva que presenta a la artesanía como una

actividad concreta y observable, el oficio, dentro de la que debe darse de

manera imprescindible y que le sirve de marco de ordenación y

sistematización del saber, se define como el conjunto operativo de factores

del saber y del hacer productivos que conforman la estructura de un sistema

generalizado de trabajo en el que se aplica la misma clase de conocimientos

y destrezas como consecuencia de utilizar el mismo tipo de máquinas,

herramientas y procedimientos para la transformación de un mismo tipo, es

decir, de la misma familia biológica ( o industrial, en algunos casos, pero

tradicionalmente aplicados en la producción artesanal) y obtener productos

de función y usos semejantes, lo cual conforma clases de producción que a

su vez pueden comprender líneas específicas de producción”. (Herrera 1996)

Esta visión tiene dos elementos fundamentales, la primera, la importancia que adquiere

el oficio y su especialización como forma de división del trabajo (Artesanías de Colombia

al estar inscrito al ministerio de industria tiene un marcado interés por ver la artesanía

como fuerza de trabajo, creación de empleo y microempresas), y la segunda la necesidad

de elevar a obra de arte el objeto (con el fin de que el producto sea más apreciado y mejor

pagado tanto en mercados nacionales como internacionales).

De acuerdo a las características de la producción, técnicas y productos artesanales

desarrollados Artesanías de Colombia, realiza una clasificación de la artesanía en

indígena, de tradición popular y contemporánea o neoartesanía. Estudiaremos ahora esta

clasificación, con el fin de conceptualizar la forma en que se abordará el término es esta

investigación.

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TABLA 2. Clasificación de artesanía en Colombia

Clasificación realizada por Artesanías de Colombia, tabla propia basada en la publicación

Listado General de Oficios artesanales. (Herrera, 1996)

ARTESANÍA INDÍGENA ARTESANÍA DE TRADICIÓN

POPULAR

ARTESANÍA CONTEMPORÁNEA

O NEOARTESANÍA

Es la producción de bienes integralmente

útiles, rituales y estéticos, condicionada

directamente por el medio ambiente

físico y social, que constituye expresión

material de la cultura de comunidades

con unidad étnica y relativamente

cerradas que representan la herencia viva

precolombina de un determinado nivel

de desarrollo y un determinado carácter

sociocultural; producción realizada para

satisfacer expectativas socialmente

determinadas, y en la cual se integran,

como actividad práctica, los conceptos

de arte y funcionalidad y se materializa

el conocimiento de la comunidad sobre

el potencial de cada recurso del entorno

geográfico, conocimiento trasmitido

directamente a través de las

generaciones.

Es la producción de objetos útiles y al

mismo tiempo, estéticos, realizada de

forma anónima por el pueblo que

exhibe completo dominio de los

materiales, generalmente procedentes

del hábitat de cada comunidad,

producción realizada como oficios

especializados que se trasmiten de

generación en generación, y constituye

expresión fundamental de la cultura con

que se identifican, principalmente, las

comunidades mestizas y negras, cuyas

tradiciones están constituidas con el

aporte de poblaciones americanas y

africanas, influidas o caracterizadas en

diferentes grados por rasgos culturales

de la visión del mundo de los

originarios inmigrantes europeos.

Es la producción de objetos útiles y

estéticos desde el marco de los oficios y

en cuyos procesos se sincretizan

elementos técnicos y formales

procedentes de otros contextos

socioculturales y otros niveles tecno

económicos; culturalmente, tiene una

característica de transición hacia la

tecnología moderna y/o la aplicación de

principios estéticos de tendencia

universal y/o académicos, y tiende a

destacar la creatividad individual

expresada por la calidad y originalidad

del estilo.

Esta clasificación puede servir para la elaboración de proyectos gubernamentales o no

gubernamentales que tengan como fin el desarrollo del sector artesanal en una comunidad

determinada pero no como definición de la artesanía colombiana.

La artesanía colombiana es una expresión material de la cultura de un país donde lo

indígena, lo afro y lo europeo, se han mezclado y fundido sin tener una clara división de

donde empiezan o terminan. De esta forma cada producto aunque conserve rasgos

particulares de la comunidad productora ha sido influenciado bien sea en sus técnicas,

materiales, usos o significados, por otras expresiones culturales.

De la misma manera al hablar de artesanía, hacemos referencia directa a la introducción

de productos dentro de un mercado, lo cual nos lleva a pensar que el producto es

influenciado por elementos nacionales e internacionales.

Podemos decir que la artesanía parte de los productos “tradicionales” (lo que puede incluir

técnicas, materiales, morfologías, usos o significados), pero que adopta elementos ajenos

a la tradición provenientes de grupos externos al productor como una evolución propia de

la identidad de individuos y colectivos inmersos en un mundo globalizado.

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Concluyendo, se puede entender por artesanía, la producción de objetos materiales locales

que se introducen dentro dinámicas de mercado de compra venta, donde prevalece la

producción manual y el uso de materias primas naturales, caracterizándose por el uso de

técnicas transmitidas por tradición y por formas de creación que incluye elementos

artísticos, estéticos, culturales, morfológicos, de uso y significado a las que está expuesto

el artesano productor, bien sea por tradición o evolución, que pueden llegar a ser

consideradas una expresión de identidad y de cultura autóctona nacional y que es

influenciada tanto por el desarrollo histórico, geográfico y marco sociocultural donde se

producen, como, por elementos ajenos a la tradición provenientes de grupos externos al

productor.

Esta definición propia, pretende involucrar todos los aspectos antes mencionados y sentar

la base para el desarrollo de este artículo. Cabe destacar de acuerdo a esta definición que

la diferencia entre un producto artesanal y un objeto de la cultura material radica en la

comercialización y reproductibilidad del mismo.

Se puede concluir por tanto que el objeto tradicional se modifica para convertirse en

artesanía y que al entender a la artesanía como una oportunidad de desarrollo para una

región, ésta se incluye dentro de las industrias culturales.

3. EL PRODUCTO ARTESANAL COMO PRODUCTO FOLKLÓRICO

La cultura popular deja atrás los limites cerrados de la cultura de la elite, para contener

también los testimonios de la memoria de la comunidad, una memoria dinámica que

además de conservar los valores heredados, suma nuevos a partir de cambios,

transformaciones y sustituciones que su dinámica le ha permito conocer. Así el

patrimonio cultural de una nación está compuesto también por los productos de la cultura

popular que incluyen los bienes materiales y simbólicos elaborados por los grupos

subalternos (García Canclini 1999), es decir que abarca no sólo lo bienes materiales, sino

que involucra a los elementos naturales, culturales, materiales y/o inmateriales del pasado

o del presente en los cuales se reconoce un determinado grupo social.

Las artesanías evidencian ese proceso de construcción social del patrimonio como

proceso productivo y tecnológico asociado a las prácticas de la vida cotidiana.

En la siguiente ilustración se pueden observar algunas de las características más

sobresalientes de la artesanía como elemento cultural.

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ILUSTRACIÓN 1. Características de la artesanía como elemento cultural, Navarro-Hoyos 2013

La UNESCO reconoce a las artesanías como una de las formas que asume la cultura

tradicional y popular para representar el conjunto de creación de una comunidad cultural.

Reconoce además que se fundan en la tradición y son expresión de su identidad cultural

y social.3

Los conservacionistas del patrimonio promueven acciones para preservar lo que ellos

consideran la esencia de un producto artesanal, de esta forma se establecen unos valores

y categorías de lo que “es tradicional”. Por otro lado los mercantilistas, consideran al

patrimonio como recurso renovable cuyo valor está dado por los requerimientos del

mercado, a cuya satisfacción está orientada casi exclusivamente a la explotación del

mismo promoviendo intervenciones de corte comercial destinadas a satisfacer tales

demandas. La artesanía se debate entre inmutabilidad (condicionada por las formas de

producción, materias primas, técnicas y conocimientos heredados y aprendidos del

artesano) y su adaptación a las supuestas necesidades del mercado.

Vemos en la artesanía una dinámica que articula tradición y modernidad, un espacio único

de creación, en donde el artesano está continuamente expresando lo que encuentra en su

cotidianidad, un proceso tan cambiante como lo vivido. Efectivamente, la artesanía no

es un producto estático, está en continuo cambio de la misma forma en que la cultura

cambia, adaptándose y configurándose a nuevas realidades.

3 Recomendación sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular. Paris, 15 de noviembre de 1989.

25° Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la

Cultura.

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4. ARTE O ARTESANÍA

Arte y artesanía, artistas y artesanos han tenido una fuerte relación desde siempre. De

estas relaciones podemos diferenciar diferentes etapas a lo largo de la historia.

Etapa 1: Identificación mutua

Etapa 2: Subordinación del artesano al arte (desde el renacimiento hasta el

modernismo)

Etapa 3: trabajo autónomo de cada disciplina, lo notamos en la actualidad

(coexistencia y reconocimiento)

¿Cuál es el límite entre arte y artesanía?, es una discusión en la cual los expertos no se

han puesto de acuerdo. Sin embargo parece ser que su principal diferenciación se

encuentra en lo referente a los procesos creativos. En el siguiente cuadro, podremos ver

las diferentes relaciones establecidas entre los procesos de concepción artística y

artesanal.

TABLA 3. Paralelo de los conceptos creativos arte y artesanía, cuadro propio basado en, Blas García

2005

Concepción artística Concepción artesana

Parte de una idea Parte de un objeto

La idea se desarrolla técnicamente conforme

a la tendencia conceptual y a la personalidad

creativa del artista.

El artesano desarrolla sus ideas desde la

materia sin cuestionarla, apoyándose en su

procedimiento u oficio característico.

Refugiada en el concepto Emerge y se autentica en lo popular, función

social del trabajo.

Complejidad creativa Sencillez creativa (que no es simplicidad).

La diferencia entre arte y artesanía se delimita de acuerdo a las relaciones que el hombre

establece con el objeto producto de esta actividad. Se puede presuponer que existe un

problema de apreciación, definido por los parámetros de lectura que establezca la

sociedad receptora. Existen claras diferencias y similitudes que definen los términos arte

y artesanía (ver ilustración 2. Relaciones arte y artesanía), sin embargo hay que aclarar

que estas no son unas reglas rígidas que se cumplan en su totalidad. Los procesos son

bidireccionales y con facilidad un producto artístico podrá convertirse en artesanal y

viceversa de acuerdo a la sociedad receptora.

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ILUSTRACIÓN 2. Relaciones arte y artesanía Navarro-Hoyos 2015

La admiración que las sociedades nacionales manifiestan por la artesanía, la valora al

punto de convertirla en un referente de identidad nacional. Se reconoce en la artesanía

un legado cultural indiscutible, y es desde el discurso “intelectual” donde los objetos han

empezado a formar parte de exposiciones y museos.

En esta valoración se exalta al objeto en sí, y no al artesano, así esta valoración no ha

dado como resultado su respectiva correlación en la situación de vida de los productores.

El reconocimiento es inexistente, aunque la admiración exista, se admira la capacidad de

producción del grupo más que del individuo, que no es más que un mediador. Este es un

elemento contradictorio pues al mismo tiempo que se valora una de las expresiones

culturales de una sociedad, no se permite el acceso a una mejor calidad de vida de sus

productores.

Se otorga valor simbólico nacional a ciertos objetos que son expresiones de culturas cuyos

participantes no tienen las condiciones materiales para ejercer la libertar de creación

artística ni de decisión sobre sus obras; ambas le son expropiadas. La creación se da, de

cualquier modo, por imperativos culturales poco estudiados y menos explicados. Las

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relaciones que se establecen con la artesanía tienen la concepción tradicional de grupos

como conjuntos heterogéneos ajenos a la individualidad: primitivismo y tradicionalismo

de los grupos productores de artesanía.

Los objetos artesanales o de uso cotidiano aparecen en las salas de los museos,

repitiéndose cuatro modelos generales: 1) opción donde destacan las propiedades de los

objetos formales para promover una contemplación inmediata de su belleza física. 2)

Otra posibilidad es la de privilegiar las perspectivas de los miembros de las culturas

representadas y sus descendientes. 3) Un tercer modelo representa el encuentro colonial

en la historia, el enfoque de las circunstancias en las cuales las colecciones fueron

formadas y la historia de la producción de conocimiento sobre pueblos fuera de la órbita

cultural europea (para el caso latinoamericano). 4) Un cuarto modelo debe distanciarse

de las culturas expuestas de ambas perspectivas natales, las intrusiones del mundo

Occidental, presentándolos como las viñetas de un pre – contacto (Price 2007).

La cultura occidental ha separado la vida del arte; le es difícil comprender cuan

estrechamente integrado con toda la vida y cuan expresivo del modo de vivir puede ser el

arte. La separación ha provocado también diferenciar el arte “puro” del arte “aplicado”

(y a sus correspondientes autores, el artista y el artesano), restándole valor estético a los

objetos que tienen un uso en la vida diaria pues se considera que “la expresión más

elevada de la experiencia estética reside en objetos que no son profanados por el uso, sino

que están ahí para ser contemplados”. (Herskovits 1968:415)

En el caso de la producción artística indígena, esta no ha sido propiamente reconocida, se

les denomina como arte primitivo o arte ingenuo, o si se trata de objetos utilitarios en la

vida doméstica, no se les reconoce su creatividad y buen diseño. Paralelamente existe un

fenómeno contrario cuando el objeto se exalta de manera patriótica o nacionalista,

convirtiendo al objeto en arte popular.

En el caso colombiano podemos ver un ejemplo de ello, con el sombrero vueltiao, objeto

popular, ahora convertido en una preciada artesanía, tejido en caña flecha por la

comunidad indígena Zenú, que ha sido nombrado como Símbolo Cultural de la Nación

mediante la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004.

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5. LA ARTESANÍA COMO INDUSTRIA CULTURAL

Es claro que la artesanía está relacionada directamente con la identidad y constituye una

pieza fundamental del desarrollo de la creatividad. Con la artesanía nos integramos a las

llamadas industrias culturales como vía de acceso a la modernidad en una plataforma

funcional de productividad.

El termino industria cultural es un concepto desarrollado por Theodor Adorno y Max

Horkheimer para referirse a la capacidad de la economía capitalista, una vez desarrollados

ciertos medios técnicos, para producir bienes culturales en forma masiva. En una

definición más amplia, es el sector de la economía que se desarrolla en torno a bienes

culturales tales como el arte, el entretenimiento, el diseño, la arquitectura, la publicidad,

la gastronomía, el turismo o la artesanía entre otros.

Hoy en día nos encontramos constantemente las palabras “globalización” y “nuevas

tecnologías”. Son como palabras mágicas que parecen reflejar la realidad de nuestro

tiempo y que inmediatamente asociamos con ideas como rapidez, cambios, comercio

electrónico, comunicaciones en tiempo real, viajes y dinamismo.

La actividad del artesano se caracteriza económica y técnicamente por la individualidad

del trabajo, con identidad propia, a la hora de producir el bien o servicio, frente al carácter

seriado de las producciones industriales.

Ahora bien, frente a toda consideración puramente economista a la hora de analizar y

regular la actividad artesanal, habría que fijarse no tanto en, como sucede en las

economías de mercado en la obtención de beneficio, sino que habría que buscar que la

empresa artesana se modernice, se adapte a las nuevas tecnologías sin perder la

autenticidad y los valores que estos trabajos aportan.

La artesanía con todo su acervo cultural y técnica, es parte también de otras actividades

económicas modernas, configurando lo que se ha llamado la “nueva artesanía”, es decir,

la artesanía como industria cultural.

La actividad económica artesana no es importante solo por sí misma, sino por la conexión

que tiene con otras actividades y sectores económicos. Incluir el sector artesano dentro

de las industrias culturales, denota la importancia económica que puede tener su

desarrollo para una región.

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La artesanía, como parte de las industrias culturales, se ha convertido en un factor

importante a considerar en las economías modernas; ya que no solo contribuyen con el

crecimiento económico de los países, generando empleo e ingresos para miles de familias,

sino que también ayuda a transmitir y mantener las raíces culturales e identidad de las

naciones.

La UNESCO sostiene que existe una industria cultural cuando los bienes y servicios se

producen, reproducen, conservan y difunden según criterios industriales y comerciales,

es decir se producen en serie y aplicando estrategias de tipo económico (Anverre, 1982).

Otros autores como Zallo en su libro “Economía de la comunicación y la cultura” (1988)

se refieren a las industrias culturales como el conjunto de ramas industriales productoras

y distribuidoras de mercancías con contenido simbólico, concebidas gracias a un trabajo

donde interviene la creatividad e imaginación, organizadas por un capital que se valoriza

y destinadas a un mercado de consumo, con fines de producción ideológica y social.

En el ámbito de la producción artesanal como parte de las industrias culturales, algunos

países industrializados otorgan mucha importancia a las artesanías, un ejemplo de ello se

encuentra en Italia. Se estima que para el año 2001 el 24% de sus empresas eran

artesanales, además que la exportación de las artesanías representaba el 17% del PIB. En

Colombia la producción de objetos artesanales produjo para el mismo año unos 400

millones de dólares, además de que las exportaciones de estos objetos ascendieron a 40

millones de dólares. Para la misma época, se estimaba que México, contaba con 2.8

millones de artesanos de tiempo completo, además de 4 millones más de tiempo parcial,

lo que hace un total de 6.8 millones de artesanos (Vargas-Hernández 2014).

Sin duda el sector artesano no solo es representante de nuestra identidad cultural, sino que

además se convierte en eje fundamental para economías en desarrollo.

Hablar de cifras económicas nos lleva a plantearnos la competitividad del sector artesano.

De acuerdo con Porter (1985), para crear ventaja es necesario percibir las nuevas formas

de competencia, además de asumir riesgos y hacer inversiones para ponerlas en práctica.

De esta manera, la ventaja competitiva se origina de la forma en que las empresas

organizan y llevan a cabo actividades discretas. Por lo que las empresas crean valor para

sus compradores por medio de la realización de estas actividades.

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La ventaja competitiva a la que Porter hace referencia, puede verse reflejada en tres

aspectos fundamentales, el liderazgo en costos, la diferenciación y el enfoque. El

liderazgo en costos se centra en los bajos costos y bajos precios para atraer más clientes,

los artesanos pueden liderar este aspecto ya que tiene el poder de fijar precios por sus

artesanías, al controlar los medios de producción. La diferenciación, se basa en el

desarrollo de técnicas tradicionales, utilización de materias primas naturales y

expresiones culturales que dotan a cada objeto artesanal de un diseño único. Por último

el enfoque, que cubre las necesidades de un segmento particular o nicho de mercado,

aspecto importante a considerar ya que el desarrollo de productos dependerá de a quien

se quiera dirigir el objeto.

6. LA ARTESANÍA EN LA COMUNIDAD INDÍGENA KANKUAMA,

TRADICIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y APROPIACIÓN

Como estudio de caso, para ver cómo se reinterpreta la artesanía de la mano de sus

creadores como parte de las industrias culturales, estudiaremos la producción artesanal

de la comunidad indígena Kankuama.

Kankuamo, kankuaka, kankui o kankuané es la manera como se conoce al pueblo

amerindio de la familia chibcha que habita en la región Caribe colombiano. Si bien su

lengua ha estado en peligros de extinción, esfuerzos se hacen para mantenerla viva entre

sus pobladores contemporáneos. El área geográfica de influencia de los kankuamos es

Atánquez, Chemesquemena y Guatapurí, en la vertiente oriental de la Sierra Nevada de

Santa Marta, entre los ríos Badillo y Guatapurí en el departamento del Cesar (Molina

Rodríguez, 2013)

Los kankuamos son uno de los cuatro pueblos que habitaban la Sierra Nevada, junto con

los Koguis, los Arahuacos y los Wiwas. Según su cosmología, cada una de las tribus

representa una pata de la mesa, que es la Sierra, y ellos son los guardianes del equilibrio

del mundo desde esta montaña que nace casi en el mar Caribe y se eleva hasta las cumbres

nevadas.

Esta comunidad estaba ubicada en la parte más baja y más accesible de la montaña y se

mezclaron con españoles y negros, perdiendo poco a poco características de su cultura

como lengua, religión y costumbres, sin embargo cabe aclarar que fue gracias a ellos que

las otras 3 comunidades pudieron mantener su identidad nativa al servir como barrera de

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la inmigración colona. A principios del siglo XX los antropólogos los consideraban un

pueblo mestizo.

Su población artesanal se ha cifrado en un 7%, de los cuales un 41.5% se dedican al oficio

la tejeduría, desempeñado principalmente por mujeres entre los 18 y 30 años (SINIC,

2015).

Los artesanos en su gran conjunto pertenecen a los estratos 1,2 y 34. La mayoría de ellos

son mujeres cabeza de familia quienes sostienen sus hogares con su trabajo. Todas ellas

se hallan asociadas a nivel local, por su pertenecía a una comunidad indígena, es decir

trabajan de forma mancomunada para un bienestar común.

Durante siglos, esta comunidad ha elaborado diferentes objetos para su uso cotidiano,

como los vestidos, mochilas, utensilios domésticos y chinchorros entre otros. No

obstante, con el tiempo se han visto obligadas a elaborar otros productos con los que

intercambiar por otros que no se producen en la zona o bien para su venta al tratarse de

objetos atractivos para el turismo5.

Desde que se tiene conocimiento, en las 12 comunidades de la etnia Kankuama, son las

mujeres quienes tejen el fique y la lana para la elaboración de productos artesanales, en

especial de mochilas y chinchorros. Esta práctica forma parte de la riqueza cultural de los

Kankuamos donde “el tejer para sus mujeres es una labor del pensamiento que se plasma

en puntadas y colores” (Aura Montero6, 2003)

Ingrid Moreno, una artesana Kankuama, entrevistada en el año 2008 afirma que, “Todo

el tiempo tejemos, desde que uno nace le van inculcando eso”

La importancia que tienen los tejidos tradicionales y entre ellos la mochila (como el

producto más representativo) se ve reflejado en toda su cultura; muestra de ello es el mito

de creación de la comunidad:

4 La estratificación socio-económica en Colombia se realiza principalmente para cobrar de manera

diferencial los servicios públicos, permitiendo asignar subsidios y cobrar contribuciones. El artículo 102 de

la ley 142 de 1994 dispone la siguiente clasificación: 1) bajo – bajo, 2) bajo, 3) medio – bajo, 4) medio, 5)

medio – alto, 6) alto. 5 Cabe señalar, que no existe ningún tipo de turismo en el resguardo kankuamo debido a las dificultades de

acceso y a los problemas de seguridad derivados de la presencia de grupos armados. No obstante, en la

ciudad de Valledupar, en especial gracias al festival folclórico de la leyenda vallenata, que tiene lugar una

vez al año, si se pueden adquirir artesanías de esta zona. 6 Entrevista personal, maestra artesana Kankuama.

17

“En un principio todo era tinieblas. El supremo creador “kankanuarúa”,

“Espíritu, memoria, pensamiento, vida, alma”, estaba con los ojos cerrados,

como dormido. Su mente también dormía. De pronto como al despertarse de

un sueño se alzaron sus párpados, se abrió su mente y se desbordó su

sabiduría. Sus ojos miraron, su cabeza se fue abriendo y se dio cuenta que

existía la diferencia entre la oscuridad y la claridad. En el principio solo

existían las piedras. La misma tierra tenía sus cimientos en una gran roca

candente. Pensó: Estos cerros con sus piedras son el mundo, es lo que mis

ojos miran.

Pero su sabiduría vio mucho más lejos. El mundo era una pirámide (la Sierra

Nevada de Santa Marta). La sierra estaba sola, despoblada. Kankanuarúa

también se sintió solo dijo: Me hace falta compañía, para que se acompañe

y habite la tierra.

Entonces miró y miró, y, a lo lejos encontró a la mata de Maíz. Tomó la

mazorca, quitó las hojas y los granos se desparramaron por toda la tierra.

El creador hizo al Kogui, al Arhuaco al Wiwa e hizo de una mata de güiro al

Kankuamo: lo hizo hombre; luego de una mata de guandú hizo a la mujer

para que acompañara al hombre. Después Docara (Dugao) les dio vestidos

y les enseñó a tejer mochilas; y algunos les dio poderes para hacer todas las

cosas que necesitaban. Los trajo a estas tierras y los puso a vivir en la orilla

de los ríos Guatapurí, Chiskuindya, Candela, Potón, Yergaka; les dio su

lengua y les dio orden de organizar a los hombres de la sierra…”

(Organización Indigena kankuama s.f.)

A principios del siglo pasado Atánquez, considerada la capital kankuama, contó con una

floreciente economía agrícola y artesanal. En ella se establecieron comerciantes que se

encargaron de la comercialización y distribución de sus productos artesanales hechos con

fique: mochilas, chinchorros y diversos tipos de lazos.

A causa de la ausencia de un sistema monetario, los comerciantes establecieron un

sistema de intercambio que en un principio favoreció la economía local, pero que muy

pronto se convirtió en un desventajoso sistema de trueque que en algunos casos sigue

vigente hoy en día. Sin duda alguna, este sistema es el principal responsable del continuo

deterioro del poder adquisitivo de las familias artesanas.

18

El valor de cambio de los objetos artesanales se estancó, y provocó el empobrecimiento

y deterioro de la calidad del producto. Mientras la elaboración de los elementos

artesanales fue desapareciendo, la mochila sobrevivió y se convirtió en una artesanía

tradicional popular, con un mercado nacional y extranjero7(Echavarría Uscher y Vergara

Gómez, 1999).

A todo ello hay que sumarle el deterioro de las tierras, la desaparición de fuentes de agua

y el crecimiento de la población. Como es de suponer, la consecuencia inmediata fue la

escasez de alimentos, que a su vez puso sobre la producción artesanal casi todo el peso

de la subsistencia familiar.

En 1986 un grupo de trabajo comunitario “corporación Murundúa” se dedicó a promover

la unión de las artesanas. Uno de sus objetivos fue mejorar la calidad de la mochila

mediante la recuperación de los tintes naturales y puntadas tradicionales, para lograr un

precio más justo que contribuyera a mejorar su nivel de vida (Echavarría Uscher y

Vergara Gómez, 1999)

Poco a poco la artesanía kankuama fue tomando un papel protagónico en la vida de la

comunidad. Por un lado constituía una importante fuente de ingresos y por otra, como

parte de la estrategia de reivindicación étnica.

Así, desde 1998, dentro del proceso de

fortalecimiento de la identidad cultural, la

Organización Indígena Kankuama (OIK)

impulsó el rescate de la artesanía con la

creación del centro artesanal Chimbuchique.

Dicho centro agrupó a unas 300 artesanas,

quienes diseñaban, elaboraban y

comercializaban productos en fibra de fique y

lana.

Después de 8 años de trabajo, los jóvenes líderes Kankuamos formados por distintas

entidades gubernamentales y no gubernamentales, crearon un espacio de organización del

7 Por esta época, y promovido por estos comerciantes externos, el diseño de la mochila sufrió un gran

deterioro. Las técnicas artesanales tradicionales se vieron afectadas puesto que se tejía con un punto amplio,

solo se hacía diseño de rayas y se teñía con colorantes industriales, así se lograba un producto de bajo costo

y aumentar la producción. Ésta se asemejaba más a la producción seriada que a la artesanía.

ILUSTRACIÓN 3. Artesanas kankuamas. Fotografía,

Navarro-Hoyos, Silvana 2008

19

sector de artesanías. De esta manera se comenzó a concientizar a las artesanas de la

importancia de la asociatividad para comercializar sus productos, mejorar el proceso de

la cadena productiva del fique y lograr proyectos de beneficio común. También se trabajó

en fortalecer la imagen corporativa, la sostenibilidad y garantizar la calidad y pertenencia

cultural de la producción artesanal. En consecuencia, se inició un proceso de socialización

y concientización de las artesanas de las diferentes comunidades del resguardo,

motivándolas a formar parte de la asociación.

Dicho proceso se vio fortalecido cuando el Cabildo Mayor (ente directivo y

representativo) avaló la formación de la Asociación de Artesanas – os. Indígenas

kankuamas – os “ASOARKA”, el 30 de julio de 2006. Esta asociación agremio a 200

artesanas de las diferentes comunidades del resguardo indígena Kankuamo.

ASOARKA, se constituyó para fortalecer los procesos de producción, transformación y

comercialización de los productos artesanales y de esta manera generar mayores ingresos

a las familias kankuamas.

La asociación se autofinancia con la comercialización propia de productos artesanales y

además solicita financiación de entidades externas a través de proyectos.

En 2013 la comunidad inicio un proceso para la certificación del

sello de calidad “Hecho a mano” otorgado, en su fase inicial a 22

artesanas del resguardo. Con la ayuda de Artesanías de Colombia

S.A. han registrado la marca colectiva mixta Kankui – Mochilas

para identificar productos comprendidos en la clase 18 de la

clasificación internacional de Niza, especialmente: “mochilas

tejidas en fique”. Esta marca fue registrada el 31 de marzo de 2009

por la Superintendencia de Industria y Comercio a favor de la

asociación de artesanas Indígenas Kankuamas – Asoarka.

En cuanto a su caracterización, la comunidad artesanal está compuesta en su totalidad por

mujeres, aunque también existen algunos artesanos hombres, éstos prefieren dedicar su

tiempo al trabajo en cultivos. La mujer también destaca como cabeza de familia,

encargada de las labores de la casa, cuidado de los hijos y soporte económico del hogar.

ILUSTRACIÓN 4.

Logotipo marca registrada

kankui mochilas.

20

Según los datos obtenidos de las encuestas realizadas a más de 200 artesanas de la

comunidad8, el 38% de las mismas cuenta con más de 10 años de experiencia en el

desarrollo de la técnica. Tal y como se ha señalado las mujeres aprenden a tejer desde la

niñez. El trabajo artesanal es constante, por lo general las mujeres tejen unos 6 días a la

semana puesto que el domingo suelen descansar. En cuanto a los tiempos de trabajo, este

es de entre 2 y 4 horas al día (Navarro-Hoyos, 2002).

Más de la mitad de las artesanas comercializan sus productos en Valledupar, en diferentes

almacenes locales, incluido uno propio de la comunidad. La mayor parte de la producción

se vende en eventos como el festival Vallenato y Expoartesanías, que se desarrollan una

vez al año, en los meses de abril y diciembre respectivamente. Aunque el producto más

desarrollado por la comunidad es la mochila, las artesanas han diversificado su

producción con la elaboración de objetos para el hogar y han mantenido las técnicas de

elaboración de tejeduría y tinturado natural.

A continuación se pueden observar algunos de los productos desarrollados por esta

comunidad (Navarro-Hoyos, 2003).

TABLA 4. Productos artesanales, comunidad indígena kankuama.

8 En el marco del proyecto de fortalecimiento del sector artesanal de la comunidad Kankuama, financiado

por la gobernación del Cesar y PNUD (Navarro Hoyos, 2002)

21

La mochila es la artesanía representativa del pueblo kankuamo. La mochila nació con la

cultura, representa la feminidad, y es el deber de la mujer tejerla, culturalmente e

históricamente.

La base de la mochila es comparada con

los cuatro puntos cardinales de la tierra y

es obligación de las mujeres desde los 8

años empezar a tejer la mochila, para que

brote toda la imaginación constructora de

la cultura. La primera mochila de la niña

es considerada sagrada, ahí están

imantadas las energías positivas, sueños,

anhelos de la vida y por esta razón se lleva

donde el “mamo9” para ser bendecida y

guardada en el templo.

La mochila representa la madre cósmica (fertilidad) elemento simbólico de la feminidad,

y son elaboradas por la mujer, para sus esposos, hermanos y amigos especiales.

Los tejidos son elementos fundamentales para su cultura, porque una cultura sin tejidos y

sin diseños no es constructora, está muerta culturalmente, el tejido los lleva hacia la

tolerancia y es considerado responsabilidad de la mujer dejar brotar su imaginación y todo

el sentimiento positivo, la belleza y la armonía de una cultura que conduzca hacia la paz.

Actualmente su producción, se ha utilizado como sustento económico mediante la

comercialización sirviendo de ingreso para las mujeres cabeza de familia, de forma tal,

que puedan suplir las necesidades básicas para sus hogares.

9 El mamo o mamu es la máxima expresión de sabiduría de la cultura. El mamo está destinado desde el

momento de su gestación por fuerzas superiores del universo y desde que nace aprende los secretos de la

naturaleza y se relaciona con todo el conocimiento que desde origen le asigna Kaku Serankua (dios) y

Seynekun (la madre tierra). Desempeña un papel importante en el campo espiritual y es la cabeza visible

de la política. Están destinados a predicar y hacer cumplir la armonía y el equilibrio del universo. Palabras

del Mamo Kaso Kaku Busintana de la cultura Iku o Vintukua, conocidos como Arahuacos.

ILUSTRACIÓN 5. Base de una mochila tradicional, en su inicio se

puede ver como el círculo es la base de su tejido. Silvana

Navarro-Hoyos 2003.

22

7. LA HISTORIA DE UNA INTERVENCIÓN, ARTESANÍA, COMERCIO E

INDUSTRIA CULTURAL

Gracias a un programa de fortalecimiento artesanal, diseñado especialmente para esta

comunidad por el gobierno nacional y ONG internacionales, tuve la oportunidad de

conocer de manera personal y entrañable a los kankuamos.

Se trataba de una comunidad que había sufrido por la colonización y más recientemente

por el conflicto armado colombiano y que pese a todas las dificultades seguía

manteniéndose unida y buscando la mejora de sus condiciones y respeto de su cultura.

A mi llegada, encontré una comunidad en búsqueda de sus elementos culturales, y que

veían en la artesanía una forma de re-encontrarse con su identidad. En esa primera fase,

toda la intervención se centró en rescate de elementos tradicionales, estudio de diseños,

significación y tinturado con plantas naturales.

Se trataba de dignificar un producto tradicional, inscrito dentro de la cultura material de

una comunidad.

Con la finalización de esta etapa, se presentó la oportunidad de presentar los productos

en una feria internacional de artesanía. La comunidad acogió con gran entusiasmo su

participación, ya que veían en ello la oportunidad de reconocimiento y la apertura de

canales de comercialización que repercutirían en beneficio económico para la comunidad.

El producto escogido para participar, como no podía ser otro, fue la mochila. Los

resultados no pudieron ser mejores. Se creó una gran expectativa en el mercado gracias a

los elementos de identidad, calidad y precio competitivo característicos de este elemento.

En esta feria se realizaron algunos contactos comerciales. Entre ellos el de una gran

multinacional especializada en muebles y decoración. Esta empresa mostro gran interés,

en la compra de productos en grandes cantidades, pero pidiendo realizar cambios en el

producto para que estos fueran utilizados en un espacio de hogar y así ser de acuerdo a

palabras de uno de sus directores de compra “adecuados al mercado”.

Gracias a esta propuesta me encomendaron la tarea de regresar a la comunidad para

“Desarrollar un nueva colección de productos” que estuvieran de acuerdo a los

requerimientos del posible comprador. Esto por supuesto requería realizar intervenciones

en el producto tradicional, diversificándolo.

23

Al llegar a la comunidad y plantearles la situación hubo una gran polémica, ya que el

realizar alguna modificación en su producción, iría en contra del proceso de rescate

cultural en el cual se encontraban. Fue así que se reunieron los líderes de la comunidad

para tomar alguna decisión, decidiendo realizar algunas muestras para evaluar la

respuesta del potencial cliente.

La comunidad trabajo con gran creatividad y experticia de técnica, dando como resultado

una serie de nuevos productos, que cumplían los requerimientos específicos establecidos.

En la tabla adjunta se pueden ver algunos ejemplos de los desarrollos.

TABLA 5. Paralelo entre productos tradicionales y nuevos desarrollos de acuerdo a requerimientos

del mercado, comunidad indígena kankuama

Mochila tradicional

de la comunidad

indígena Kankuama

Producto de la nueva

colección. Panera

cuadrada con

rebordes.

Producto de la nueva

colección. Panera

ovalada con bordes

irregulares.

Producto de la nueva

colección. Panera

cuadrada con

aperturas laterales.

Aunque los productos conservaban elementos característicos de su producción artesanal,

como materiales, técnica, tejido y diseños gráficos, se alejaban completamente de algo

primordial en su materialidad, la simbología e importancia del círculo como inicio del

tejido.

Las nuevas propuestas de producto fueron bien acogidas en el mercado, dando como

resultado un negocio, que representaba trabajo para la comunidad por más de un año, y

el beneficio económico que esta estabilidad laboral traería a la comunidad.

Al interior de la comunidad surgió una gran controversia, en si aceptar o no esta

alternativa, por la pérdida de identidad que significaba para ellos, pero al final llevados

por la necesidad economía decidieron aceptar, pensando que solo lo realizarían en esta

oportunidad.

24

Esta circunstancia comercial trajo grandes beneficios para la comunidad, pudiendo

organizar formalmente una cooperativa de artesanas, mejorando procesos internos de la

cadena productiva desde el cultivo de la materia prima hasta el producto terminado,

organizando un almacén para la comercialización propia de productos en la ciudad de

Valledupar (Ciudad más cercana al resguardo), dándole a las mujeres una libertad

económica de la cual no habían gozado, y en forma generalizada, mejorando las

condiciones de vida de la comunidad.

Con el tiempo, algunas de las nuevas propuestas de producto fueron introducidas a la

producción, ampliando el portafolio de “productos tradicionales”.

Vemos en este caso un ejemplo de la continua evolución del producto artesanal. Los

creadores kankuamos, reinventaron y reinterpretaron su producción artesanal con el fin

de alcanzar nuevos mercados, y ello los ha llevado a introducir su producción dentro de

las industrias culturales.

A largo plazo no podemos tener una certeza de que la introducción de elementos nuevos

en una cultura material, remplace por completo a los tradicionales, solo que estos son

reflejos de la realidad de los pueblos, de sus vivencias y del mundo en el cual se

desarrollan.

Conservacionismo de la producción artesanal o introducción de lleno en las dinámicas de

mercado, son materias que hay que tomar con cautela y que sin duda seguirán siendo un

tema de debate.

Como vemos la artesanía está dotada de todas las cualidades necesarias para considerarse

una industria pujante. El concepto de industria cultural nos lleva a pensar en la artesanía

como un bien de consumo masivo, lo que no está mal desde el punto de vista económico

por el beneficio que puede tener su fomento al interior de las sociedades productoras. Sin

embargo hay que prestar atención a no olvidar el componente cultural de la artesanía.

Hay que apoyar la difusión y el acceso de las artesanías al mundo, pero no por su modelo

económico sino por su carácter identitario. Propongo una política alternativa en el que

vender o ampliar el público consumidor no sea su único objetivo, ni siquiera un

consumidor consiente del valor del producto artesanal. La industria artesana debe hacer

posible la experiencia de apropiación y de invención, debe ser capaz de producir un

movimiento de recreación permanente de su identidad.

25

En el análisis hecho a lo largo de este artículo, se ha visto como las industrias culturales

han tomado un papel muy importante en la preservación de la cultura e identidad nacional,

además de que el impulso de las mismas es un factor a considerar como parte del

crecimiento económico de los países.

Retomando el título de este artículo “la artesanía como industria cultural: desafíos y

oportunidades”, podemos ver en la artesanía una actividad que da empleo a muchas

comunidades, además puede verse como una alterativa para el desarrollo comunitario.

El sector artesanal colombiano conjuga grandes problemas socioeconómicos, pero a la

vez tiene un gran potencial de comercialización y exportación. Son necesarias políticas

para mejorar las condiciones y mucha capacitación para la generación de estrategias

empresariales para la demanda interna y el mercado externo.

En la actualidad, la industria cultural es un sector incipiente en Colombia. El desarrollo

limitado de las industrias culturales en el país, no significa de modo alguno, dar la espalda

a una actividad productiva, más bien debe ser un espacio para actuar oportunamente

planeando su desarrollo y crecimiento.

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