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    HELEN KELLER

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    EN

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    QUE

    V IVO

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    ATALANTA

    HELEN

    KELLER

    EL MUNDO

    EN EL QUE

    VIVO

    T L N T

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    0tiver

    Sacks

    Veo

    pero

    no

    con mis ojos.

    Escucho

    pero

    no con

    mis odos.

    Habto

    y

    me

    ha-

    btan sin e[ sonido

    de una voz.

    Y

    me

    emociono

    hasta disf rutar de

    unas

    visio-

    nes de

    inefabte belteza

    que

    nunca

    he

    podido

    ver en eI

    mundo fsico.

    IMis

    visiones]

    refuerzan

    mi

    convencimiento

    de que

    e[

    mundo que crea

    [a

    mente

    a

    partir

    de

    incontabtes sugerencias

    y

    experiencias

    sutiles

    es

    ms betto

    que

    eI

    mundo de

    [os

    sentidos. EI esptendor

    deI

    crepscuto

    que pueden

    mirar

    mis

    ami-

    gos

    aI otro

    [ado

    de

    [as montaas

    rojizas

    seguramente

    es estupendo.

    Pero [a

    puesta

    de sol de

    [a visin interior

    trae

    consigo

    un

    deteite

    ms

    puro porque

    es

    [a ms

    fervorosa mezc[a de

    betteza

    que

    podamos

    conocer

    y

    desear.r

    Heten Ketter

    rRnouccltt: ANA BECCtU

    Aunque

    Helen Keller

    es ms cono

    cida por La historia de mi vida su

    si

    guiente

    libro.

    El mundo en el

    que vivo.

    es

    ms

    clido

    ms ntimo

    y

    an

    ms

    bello; es la obra en donde encontramos

    su

    ms

    extraordinaria

    fuerza

    imagina

    cin y originalidad como

    escritora.

    Oliver Sacks

    Veo. pero no con mis

    ojos.

    Escucho

    pero no

    con

    mis

    odos. Hablo y me ha

    blan sin el sonido de una voz. Y me

    emociono hasta disfrutar de unas visio

    nes de inefable

    belleza

    que

    nunca

    he

    podido ver en el mundo fsico. [Mis

    visiones]

    refuerzan mi convencimiento

    de

    que

    el mundo

    que

    crea

    l

    mente

    a

    partir de incontables sugerencias y

    experiencias sutiles es ms bello que el

    mundo

    de

    los

    sentidos. El

    esplendor del

    crepsculo que

    pueden

    mirar mis ami

    gos

    al otro lado de

    las

    montaas

    rojizas

    seguramente es

    estupendo.

    Pero la

    puesta

    de sol de la visin interior trae

    consigo un

    deleite ms puro porque

    es

    la

    ms

    fervorosa mezcla. de

    belleza

    que

    podamos

    c O n o c e r y desear.

    Helen Keller

    TRADUCCIN:

    ANA B ECCIU

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    M G I N T I O VER

    T L NT

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    Helen Keller

    r948. @

    Yousuf Karsh

    Fonds.

    elen Keller 1948 Yousuf Karsh Fonds

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    ELEN

    KELLER

    EL MUNDO EN EL QUE VIVO

    TRADUCCIN

    ANA BECCIU

    ATALANTA

    2 0 1 2

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    ,

    l.n cubicrta:

    Hclc r r

    Keller contcmpl;1 ls

    vilraciones

    de la rrsica,

    que no pucdc

    cscucl-rar.

    Biblioteca del Congrcso ile

    Estados

    Unidos.

    En contracubierta:

    Hclcn

    Kclle r

    con

    su profesr)ri, Annc

    Sullivan.

    Direccin

    y

    disco:

    .[acobo

    Siruela

    Cualquicr forma

    de

    rcproduccirn,

    tlistribucirin,

    comunicacirn pblica

    o

    transforrnrrci(in cle

    esta

    obra

    st rlt

    }iuede

    ser

    realizacla

    con l

    utorizircin

    11. sus

    titularcs,

    s:rlvo

    excepcitin prcvistr por le ler..

    Dirjasc

    a

    (tLI)lt()

    (Ccntro

    F.sp;rol

    clc

    Dcrcchos

    Reprogr;ficos,

    www.cedro..rrg)

    si

    ncccsita fotoctrpiar

    o escilncar

    algn

    fragmcnto

    de

    esta

    obra.

    Todos

    los dereclos

    rcserv-ddos.

    Ttrrlrr

    origir.ral:

    Thc \\ orld I Lit,a In

    O

    De

    la

    tra.luccin:

    An:r Beccir-t

    O EDICIONE,S

    ATALAN IA.

    S.

    L.

    M:rs

    Pou. Vilaiir

    r7483.

    Girona.

    lisparia

    T clt

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    N D I C E

    El

    mundo

    en el

    que

    vivo 1908

    9

    Prefacio

    II

    La mano

    que

    vc

    13

    Las

    manos de

    los dems

    21

    La mano de la raza

    29

    El poder

    del

    t a c t o

    35

    Las vibraciones ms sutiles

    45

    El olfato: el ngel cado

    53

    Valores

    relativos de los

    sentidos

    61

    El mundo de los

    cinco

    sentidos

    65

    Visiones interiores

    71

    Analogas

    en la percepcin de los

    sentidos

    79

    Antes de que el alma amanezca

    85

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    Las mayorcs

    sancloncs

    9r

    El

    rnundo onrico

    99

    Los

    sue

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    El mundo en el

    que

    vivo

    9 8

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    REFACIO

    Los

    ensayos y el poema que componen

    este libro

    aparecieron

    inicialmente en

    Century Magazine Los

    ensayos llevaban

    los

    ttulos de

    Una

    charla

    sobre la

    mano

    Juicio

    y sentimiento y Mis

    sueos

    El

    seor

    Gilder

    me sugiri la

    idea

    de escribir

    estos

    ar

    tculos y le doy

    las

    gracias por su

    amable inters

    y

    estmulo Pero

    junto con

    mi gratitud

    debera

    tambin

    aceptar

    suresponsabilidad pues sedebe asudeseo y

    al de o t r o s editores que yo mepermita

    hablar

    t a n t o de

    m misma

    Todos

    los

    libros son

    en

    cierta

    manera autobiogra

    ficos Sin embargo

    mientras

    que

    a o t r a s criaturas

    que

    dejan

    constancia de s mismas se les permite al

    menos

    dar

    la impresin deque

    cambian

    de

    tema por

    lo

    Visto

    a nadie le importa lo que yo piense sobre los arance

    les la conservacin de

    nues t r os recursos

    naturales o

    los

    conflictos

    que suscita

    el

    nombre

    de Dreyfus Si

    propongo reformar

    el sistema educativo

    del mundo

    mis amigos

    editores

    dicen:

    Es

    interesante

    Pero po

    Il

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    ,

    dra contarnos

    qu

    nocin

    tena

    usted de

    la bondad y

    Ia

    belleza

    a

    los

    seis

    aos

    dc edad? .

    Primero

    mc piden

    que

    cuentc

    la vida dc

    la nia,

    que

    es

    madrc para

    la mu-

    jcr. Luego

    mc

    conviertcn

    en

    mi propia hija

    y

    me

    piden

    una

    descripcin

    de

    mis

    scnsaciones

    dc adulta.

    Por 1-

    timo,

    mc

    solicitan

    que

    escriba sobre

    rnis

    sueos, y

    en-

    tonces

    me

    convierto

    cn una abucla

    anacrnica;

    contar

    sueos,

    ya

    se

    sabe,

    es

    un privilegio

    especial

    de

    los

    ancianos.

    Los editorcs

    son

    tan

    amables que

    sin

    duda

    ticnen razn al

    pensar que nada

    dc

    1o

    quc

    yo

    tenga

    quc

    dccir

    sobrc

    los

    asuntos

    del univcrso

    sera

    inte-

    resante.

    Pero,

    micntras

    no

    mc

    den

    la oportunidad

    de

    escribir sobrc

    cuestioncs

    que

    no scan yo

    misma, el

    mundo continuar

    sin

    instruccin y privado

    de

    refor-

    mas, y yo

    slo

    podr

    dar

    lo

    mejor

    de

    m

    mediante el

    nico

    e

    intrasccndente

    tcma que

    me

    es

    permitido

    fra ar.

    E,n el

    Un

    canto

    de oscuridad ,

    no

    fue

    mi

    inten-

    cin prcsumir

    de

    pocta.

    Pens

    que

    estaba

    escribiendo

    en

    prosa,

    a no ser por

    cl

    magnfico pasaje

    de

    Job

    que

    estaba

    parafraseando.

    Pero

    a

    rnis

    amigos

    les

    parcci

    que

    esta

    parte

    era

    un

    tcxto

    indcpcndiente

    dc

    mi

    expo-

    sicin

    y

    lo transform

    en una suerte

    de poema.

    H.

    K. Wrcntham,

    Massachusetts,

    r

    de

    julio

    de

    r9o8

    2

    dra c o n t a r n o s qu nocin

    tena usted

    d e l a

    bondad

    y

    la

    belleza

    a

    los

    seis

    aos

    de edad?>> Primero me

    piden

    que c ue nt e 1 aVida de la nia que es

    madre

    para l a

    m u

    jer

    Luego

    meconvierten enmi propia hija y me

    piden

    una descripcin demis sensaciones deadulta Por l

    timo

    mesolicitan

    que

    escriba sobre

    mis sueos

    y en

    t o n c e s

    me

    convierto

    en una

    abuela

    anacrnica;

    c o n t a r

    sueos ya se

    sabe

    es un privilegio especial de los

    ancianos

    Los

    editores son

    t a n amables que

    sin duda

    tienen

    razn

    al

    pensar

    que

    nada de lo

    que

    yo

    tenga

    que decir

    sobre

    los asuntos

    del

    universo sera inte

    resante Pero mientras no me

    den

    la oportunidad

    de escribir sobre cuestiones

    que

    no sean yo misma el

    mundo

    continuara

    sin instruccin y privado de

    refor

    mas y yo slo podr dar lo mejor de m mediante el

    nico

    e intrascendente

    t e m a

    que

    me es

    permitido

    t ra tar

    En el

    Un c a n t o

    de oscuridad no fue mi

    inten

    cin

    presumir depoeta

    Pens que estaba

    escribiendo

    en

    prosa

    a no

    ser

    por

    el magnfico

    pasaje

    deJob que

    estaba parafraseando

    Pero

    a mis amigos

    les

    pareci

    que

    esta

    parte

    era

    un

    t e x t o

    independiente demi

    expo

    sicin y lo transforme en una suer te depoema

    H K Wrentham Massachusetts

    1dejulio de

    1908

    12

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    A M A N O QUE V E

    Acabo de t o c a r a mi

    perro.

    Estaba revolcndose

    en el csped sintiendo el placer en cada u n o de

    sus

    msculos

    y miembros.

    Quise

    captar

    una

    imagen

    suya

    en

    mis

    dedos y lo

    toqu

    muy

    levemente

    como

    si

    t ocara

    telaraas;

    pero en tonces

    su

    cuerpo robusto

    se

    gir sepuso rgido y duro al levantarse y su lengua

    me lami la mano Sepeg a

    m como

    si quisiera

    meterse

    dentro de mi

    mano.

    Mostraba su

    alegra con

    la

    cola las

    patas y la lengua. Si hubiera podido hablar

    creo

    que

    habra

    dicho

    lo

    mismo

    que

    yo:

    el paraso se

    alcanza c o n el tacto puesto que en el

    t a c t o

    residen el

    amor y la inteligencia.

    Este

    pequeo incidente me

    dio

    la idea de

    ofrecer

    una

    charla

    sobre las manos

    de

    manera que

    si

    por for

    t u n a

    mi charla

    sale bien

    se lo tendr

    que

    agradecer a

    mi perro-estrella. Encualquier

    caso

    esgrato

    hablar

    de

    un t ema que

    nadie

    ha monopolizado an. Es c omo

    t r a z a r

    una nueva senda en la selva virgen abrir cami

    no por donde nadie ha pasado antes . Me complace

    13

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    14/159

    tomaros

    de

    la

    mano

    y

    llcvaros

    por una

    senda

    no

    holla-

    da a un mundo dondc

    la mano cs

    soberana.

    Sin embar-

    Bo,

    Ia

    de

    entr:rda

    nos

    cncontramos

    con

    un1

    dificultad.

    Estis

    tan

    acostumbr,rclos a

    la

    luz qlle

    temo que ileis

    un

    traspi

    cuando

    yo

    trate de guiaros

    a

    travs

    del

    pas

    de

    la

    oscuridad

    y

    dcl silencio.

    Sc supone quc los

    ciegos

    no

    sornos

    los

    ms indicados

    para

    servir dc

    guas.

    Aun

    as, aunquc

    no

    pueda

    garxrltizxros

    que

    no

    c'ls

    cxtravia-

    r,

    pronreto

    quc no

    os conducir

    al

    fuc-go ni

    al

    agua,

    v

    que

    no

    crreris

    en

    ningn pozo.

    Si

    tcnis la

    paciencia

    de seguirrne, descubriris que

    hay

    un sonido

    tan

    sutil

    quc nada

    vive

    cntre

    este

    sonido

    y el silcncio, y

    Quc

    hay mucho m:s

    significaclr en

    las

    cosas

    que cn

    aque-

    llo

    que

    se

    prescnta

    a

    los

    ojos.

    Mi

    mano es

    para

    rn

    lo

    que

    el odo

    v

    la

    vista son

    para

    vosotl'os.

    Viajan-ros

    por

    las mismas

    carretcras,

    lee-

    mos

    los mismos libros, h,rblamos

    el

    misno idioma,

    y

    sin

    embargo

    nuestras

    expcriencias son distintas. Todas

    mis

    actividades

    giran

    sobre

    mi

    mano

    como

    sobre

    un

    cjc.

    La

    mano cs

    lo

    quc

    nrc

    une

    al

    mundc-

    de

    los hom-

    bres

    y dc

    las

    mujeres.

    La

    rnano

    cs

    mi

    antena,

    con

    ella

    salgo

    dcl

    aislamicnto

    y

    de

    l,r

    oscuridad,

    r,

    aprovecho

    cada

    pl;rcer,

    cada

    activiclacl que

    mis

    declos encuentran

    a su

    paso.

    Con una simple palabra

    que

    l;r mano

    de otra

    persona dcj

    caer

    en mi mano, un lcve movimicnto

    de

    los

    dcdos, empez la

    inteligencia, Ia

    alegra y

    la

    pleni-

    tud de mi existcncia.

    A[ igual que

    Job,

    siento como si

    una

    m;1r-lo

    me hubiera

    hecho,

    hubiera

    clado

    forma

    a

    todo mi cuerpo y molderrdo mi alma.

    En

    todas

    mis

    experiencias y pcnsamientos.

    soy

    consciente

    cle

    la

    presencia

    dc una mano.

    Todo lo

    que

    14

    t o m a r o s dela mano y llevaros

    por una

    senda no

    holla

    daaun mundo donde la

    mano

    essoberana Sin

    embar

    go y a d e

    entrada nos

    e n c o n t r a m o s

    c o n

    una dificultad

    Estis

    t an

    acostumbrados a la

    luz

    que

    t e m o

    que

    deis

    un traspi cuando yo t r a te de

    guiaros

    a travs del pas

    dela oscuridad y del

    silencio

    Se

    supone

    que los ciegos

    no

    somos

    los

    ms

    indicados para servir deguas Aun

    asi

    aunque no pueda garantizaros

    que

    no os

    extravia

    r

    prometo

    que

    no os conducir al

    fuego

    ni al

    agua

    y

    que

    no

    caeris

    en

    ningn

    pozo

    Si

    tenis

    la paciencia

    de

    seguirme

    descubriris que hay un sonido

    t a n

    sutil

    que nada

    vive

    e n t r e

    este

    sonido y el silencio y que

    hay mucho

    ms

    significado en las

    cosas

    que en aque

    llo

    que

    sepresenta a

    los ojos

    Mi

    mano

    es

    para

    m lo

    que

    el odo y la vista

    s o n

    para

    v o s o t r o s

    Viajamos

    por

    las

    mismas

    carreteras

    lee

    mos

    los

    mismos

    libros hablamos el

    mismo

    idioma y

    sin

    embargo nuestras

    experiencias

    son

    distintas Todas

    mis

    actividades giran

    sobre

    mi m an o c om o

    sobre

    un

    eje

    La

    mano

    eslo

    que

    me

    une

    al mundo de

    los

    hom

    bres

    y de las mujeres La

    mano

    esmi

    antena c o n ella

    salgo del aislamiento y de la oscuridad y aprovecho

    cada placer cada

    actividad

    que mis dedos e n c u e n t r a n

    asupaso Con una simple palabra que la

    mano

    de

    o t r a

    persona dej

    caer

    enmi mano un

    leve

    movimiento de

    los dedos empez la inteligencia la alegra y la

    pleni

    tud

    de mi existencia Al

    igual que Job

    siento

    c omo

    si

    una m a n o

    me hubiera

    hecho

    hubiera

    dado

    forma

    a

    todo

    mi

    cuerpo

    y moldeado mi

    alma

    En todas mis experiencias y pensamientos soy

    consciente de la

    presencia

    de una

    mano

    Todo lo

    que

    14

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    me conmueve

    todo

    lo

    que

    me emociona y me

    llena

    de

    ilusin

    esuna mano que me

    t o c a

    en la oscuridad y

    ese

    c o n t a c t o

    esmi

    realidad

    Decir

    que

    las

    impresiones

    que

    he acumulado

    mediante

    el

    tac to

    son irreales es

    como llamar irreal a

    una visin

    que os hace felices o a

    una desgracia que

    anega

    dc amargas lgrimas vuestros

    ojos El delicado temblor de las alas de una mariposa

    en mi mano; los suaves ptalos de las violetas

    cnros

    cndose en

    los

    frescos pliegues de sus hojas o

    aso

    mando dulcemente e n t r e la

    hierba

    de los

    prados;

    el

    c o n t o r n o

    preciso

    firme

    del

    r o s t r o y d e

    los miem

    bros;

    el arco suave del cuello de un caballo y el t ac to

    aterciopelado desuhocico: todo ello y

    las

    numerosas

    combinaciones

    resultantes

    que

    t o m a n

    forma en mi

    mente constituyen mi mundo

    Las

    ideas

    componen el

    mundo

    en el que

    vivimos

    y

    las

    impresiones

    nos proveen

    de

    ideas

    Mi mundo

    est hecho

    de

    sensaciones

    tctiles desprovistas de

    color y sonido fsicos; pero aun

    sin

    color ni sonido

    esun mundo que respira y palpita

    lleno

    de

    vida

    En

    mi

    mente cada objeto

    est

    asociado

    a cualidades

    tc

    tiles

    las

    cuales

    combinadas de incontables

    maneras

    meproporcionan una

    sensacin

    de poder de belleza

    o deincongruencia

    pues

    c o n

    mis

    manos puedo

    sentir

    t a n t o lo cmico c o m o lo hermoso en el aspecto ex te

    rior de las

    cosas

    Tened presente que vosotros que

    dependis de la

    vista

    no os

    dais c u e n t a

    de la cantidad

    de

    cosas

    que

    son

    tangibles

    Todas

    las

    cosas

    palpables

    son mviles o rgidas slidas o lquidas

    grandes

    o

    pequeas

    calientes

    o

    fras

    y estas cualidades semodi

    fican de muy diversa manera La frescura

    del

    nenfar

    IS

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    .

    a

    punto de

    florecer

    es diferente de

    Ia

    del

    viento de una

    noche

    de

    verano,

    y

    diferente a su vez de

    la frescura

    de

    la

    lluvia

    que penetra

    en

    el corazn

    de

    todas

    las cosas

    que

    creccn dndolcs

    vida

    y

    cuerpo.

    El

    terciopelo de

    la

    rosa no

    es el de

    un

    melocotn maduro,

    ni

    el de

    la

    mejilla

    con

    hoyuelos

    de un

    beb.

    La

    dureza de

    la

    roca

    es

    a la durcza de

    la

    madera

    1o

    que

    la voz

    profunda y

    grave de un

    hombre

    es a

    la voz

    suave

    de una mujer.

    Lo

    que yo

    llamo

    bclleza

    lo

    encuentro

    solamente en

    cier-

    tas

    combinaciones

    de todas

    estas

    cualidades,

    y

    resulta

    cn gran

    parte del

    flujo

    de

    lneas rectas

    y

    curvas

    que

    se

    produce

    sobrc todas las

    cosas.

    Supongo que os preguntaris qu significa para

    m

    una

    lnea recta.

    Significa

    varias

    cosas. Simboliza

    el

    deber.

    Segn

    parece, posec

    la misma cualidad

    de

    Io

    inexorable

    que

    el

    deber.

    Cuando

    tengo algo que

    hacer

    y

    no

    puedo

    eludirlo,

    siento como st avanzara

    en

    lnea recta,

    obli-

    gada

    a

    llegar a alguna

    parte,

    o a no dejar de avanzar un

    solo

    momento

    sin desviarme a

    la

    derecha

    ni a la

    izquierda.

    Eso

    es

    lo

    que significa.

    Ahora

    bien, para

    escapar

    a

    este sentido

    moralizador,

    deberais

    preguntarme:

    Cmo

    se

    siente

    la

    lnea recta? . Se siente como

    supongo

    que

    es,

    recta:

    un

    pensamiento

    montono

    que se

    prolonga

    interminablemente. En el caso del

    tacto,

    la

    elocuencia

    no reside

    en

    las lneas rectas, sino

    en

    las

    que

    no lo son,

    o

    en

    muchas lneas

    curvas y

    rec-

    tas

    juntas.

    Estas lneas

    aparecen

    y

    desaparecen;

    son

    ora profundas,

    ora

    superficiales,

    se

    interrumpen,

    se

    alargan

    o sufren ondulaciones.

    Se elevan

    y

    se

    hunden

    t6

    apunto deflorecer esdiferente de la

    del

    viento

    deuna

    noche deverano y diferente asuvez dela frescura de

    la lluvia que penetra en el corazn de todas las cosas

    que

    crecen

    dndoles

    vida

    y

    cuerpo

    El terciopelo de

    la

    rosa

    no esel de un melocotn

    maduro

    ni el de la

    mejilla

    c o n hoyuelos deun

    beb

    La

    dureza

    dela roca

    esa la

    dureza

    de la

    madera

    lo

    que

    la

    voz

    profunda y

    grave

    deun hombre esala voz suave deuna mujer Lo

    que

    y o

    llamo

    belleza l o e nc ue nt ro solamente e n

    cier

    tas

    combinaciones de

    todas

    estas

    cualidades

    y

    resulta

    en

    gran

    parte

    del

    flujo de lneas

    rec tas

    y

    curvas que

    se

    produce sobre todas las cosas

    Supongo que ospreguntaris qu significa para m

    una lnea

    r e c t a

    Significa varias

    cosas

    Simboliza el deber

    Segn

    parece

    posee

    la

    misma

    cualidad

    de lo inexorable

    que

    el deber

    Cuando tengo algo

    que hacer y no

    puedo

    eludirlo

    siento

    c o m o si avanzara en

    lnea recta

    obli

    gada

    a llegar a alguna parte o a no dejar de avanzar un

    solo

    m o m e n t o

    sin

    desviarme a la

    derecha

    ni a la

    izquierda

    Eso

    eslo

    que

    significa

    Ahora

    bien

    para escapar

    a

    es te

    sentido moralizador

    deberais

    preguntarme:

    Cmo se

    siente

    la

    lnea

    recta? Se

    siente

    c o m o

    supongo que

    es

    rec ta : un pensamiento montono

    que

    se

    prolonga

    interminablemente En el caso del

    tacto

    la elocuencia no

    reside

    en

    las lneas rectas sino

    en

    las

    que no lo

    son

    o en muchas

    lneas

    curvas y rec

    tas juntas

    Estas lneas aparecen

    y desaparecen; son

    ora profundas ora superficiales se interrumpen se

    alargan o sufren ondulaciones Seelevan y se

    hunden

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    ebajo de mis dedos no paran de

    hacer

    movimientos

    bruscos y

    pausas

    y suvariedad esinagotable y mara

    villosa

    Como

    veis

    aunque

    mi

    mano

    no

    pueda

    perci

    bir

    los

    colores brillantes deuna

    puesta

    de

    sol

    o de las

    montaas o penetrar en el azul

    intenso

    del

    cielo no

    estoy

    excluida

    de la regin de las

    cosas

    hermosas

    La fsica meensea que puedo

    vivir

    cmodamente

    enun mundo

    que segn

    me

    han

    dicho no conoce el

    color

    y el

    sonido

    pero

    que

    est

    hecho

    en trminos de

    medida de

    forma

    y de cualidades inherentes ya que

    en mi caso cada

    objeto

    sepresenta a

    mis dedos

    en una

    posicin

    vertical

    bien firme no enuna imagen

    inver

    tida enla retina

    como

    la que segn tengo entendido

    recibe

    v u e s t r o

    cerebro

    que

    debe

    tomarse

    el inmenso

    aunque

    inconsciente

    trabajo

    de

    volver

    a

    ponerla

    de

    pie

    Un objeto tangible pasa ami cerebro ensu forma

    completa

    sin

    perder su

    calor

    vital

    y ocupa el

    mismo

    lugar que

    ocupa

    enel espacio pues sin egocentrismo

    la m e n t e es

    t a n

    vasta como el universo

    Cuando

    pien

    so en colinas

    pienso

    en la

    fuerza

    que

    necesito

    para

    subir a ellas

    Cuando

    esel agua el objeto de mi pen

    samiento

    tengo

    la

    fresca

    sensacin

    de Iazambullida y

    el

    presto

    ceder de

    las olas que

    seencrespan y acarician

    mi cuerpo Mi

    mano reconoce

    las variaciones agrada

    bles

    e n t r e

    lo spero y lo liso lo flexible y lo

    rgido

    lo

    curvo

    y lo r e c t o

    que

    seproducen enla c o r t e z a y en las

    ramas

    deun

    rbol

    La

    roca

    inamovible

    c o n sus salien

    tes

    y su superficie

    combada

    se

    curva

    bajo mis

    dedos

    formando toda clase de

    surcos

    y cavidades La p ro t u

    berancia

    de una sanda y las redondas hinchazones de

    las

    calabazas que germinan

    brotan

    y

    maduran

    en esa

    I7

  • 8/12/2019 Keller_Helen.pdf

    18/159

    extraa

    huerta cultivada

    en algunrr parte detrs de

    las

    ycmas de mis dedos, scn la

    parte absurd.r de

    nri

    rne-

    moria

    tctil

    y

    dc

    mi

    imaginacin.

    Mis

    dcdos

    se

    dclei-

    tan con

    ltr

    suavc cascada

    de

    la risa

    de

    un

    beb

    y. se

    divierten

    con

    el

    vigorosc-r

    cacareo dcl dspota del co-

    rral.

    lJna vez tuve

    un

    gallo de

    mirscota

    que sola

    po-

    sarse

    en rrri rodilla,

    estirrr

    el

    cuc llo

    y

    cacarear. Ms

    vala entonccs un

    pjaro en

    mi

    nlano

    que

    ciento... en

    el corral.

    Mis

    dcdos

    ncl

    pueden,

    por

    supuesto,

    tcner

    de

    un

    vistazo

    la

    in-rpresin

    dc un

    todo

    global, pero sicnto

    las

    partes y

    luego

    mi

    mente

    l,rs

    une cntre s.

    Nle

    desplazo

    por

    mi

    casa

    tocando un

    objcto

    tras

    otro,

    cn

    orden,

    trntes

    de

    que pueda

    haccrme

    una

    idea dc

    toda

    la casa.

    Err

    las casas

    de

    otras

    persorras slo

    puedo

    tocar

    lo

    que

    rnc muestran: objetos de

    espccial

    intcrs, tallas

    en

    las

    paredcs o

    alguna

    particularidad ;rrquitcctnica,

    todo

    ello

    expucsto como en

    un

    lburn de

    f,rn-riiia.

    De

    ah

    que

    una

    casa

    con la

    quc

    no

    estoy

    familiarizada no me

    produzca

    rrl

    principio

    r-lingn

    efccto,

    ni encuentre

    armona

    en

    sus detalles.

    No

    cs Lrna concepcin com-

    pleta, sino una coleccin de objctos-impresioncs

    que

    llcgan

    a

    nr desconcctados y

    separados.

    Pero

    rni mente

    est

    llcna

    de

    asociacioncs.

    sensaciones

    )

    teoras,

    y colr

    ellas construye

    la

    casa. E,l proceso

    me recuerda

    a la

    edificacin

    del

    ternplo cle

    Salorrrn,

    donde no

    haba

    sierras

    ni rnartillos, ni

    ninguna

    otra herrarnienta

    co-

    nocida, nrientras

    las picclras se

    iban

    colocando

    una

    sobrc

    otra. El trabajador

    silencioso

    es

    la

    imaginacin

    que

    saca a

    la

    realidad

    del

    caos.

    Qu

    pobrc

    sera nri

    mundo

    sin la imirginacinl

    Mi

    r8

    extraa huerta

    cultivada en

    alguna parte

    detrs

    de

    las

    yemas

    de mis

    dedos son

    la

    parte

    absurda de mi

    i n e

    moria

    tctil

    y de mi imaginacin.

    Mis

    dedos

    se

    delei

    t a n

    con

    la suave cascada de la risa de un beb y se

    divierten

    c o n

    el

    vigoroso cacareo

    del

    dspota del c o

    rral.

    Una vez t u v e un gallo de ma sco ta que sola

    po

    sarse en mi

    rodilla estirar

    el cuello y cacarear. Ms

    vala entonces

    un

    pjaro

    enmi

    mano

    que

    ciento... en

    el corral.

    Mis dedos no pueden

    por

    supuesto t e n e r de un

    vistazo

    la impresin deun

    todo

    global

    pero siento las

    partes

    y luego mi m e n t e

    las

    un e e n t r e s. Me desplazo

    por

    mi casa tocando un

    objeto

    t ras

    o t r o

    en

    orden

    antes de

    que pueda

    hacerme

    una

    idea de

    toda

    la casa.

    En las

    casas

    de o t r a s personas slo puedo t o c a r lo

    que

    m e m ue st ra n:

    objetos

    de

    especial

    inters

    tallas

    en

    las

    paredes o

    alguna particularidad

    arquitectnica

    todo

    ello expuesto

    c o m o

    en un

    album

    de familia. De ah

    que una casa co n la que no estoy familiarizada no me

    produzca

    al principio ningn efecto ni

    e n c u e n t r e

    armona

    en sus

    detalles.

    No es

    una

    concepcin com

    pleta

    sino

    u n a

    coleccin

    de objetos-impresiones

    que

    lleganam desconectados y separados.

    Pero

    mi m e n t e

    esta llena de asociaciones

    sensaciones

    y teoras y c o n

    ellas const ruye la casa. El

    proceso

    me

    recuerda

    a la

    edificacin del templo de Salomn donde no haba

    sierras

    ni martillos ni

    ninguna o t r a

    herramienta co

    nocida

    mientras

    las

    piedras

    se

    iban

    colocando

    una

    sobre o t r a . El

    trabajador

    silencioso esla imaginacin

    que saca

    ala realidad del

    caos.

    Qu pobre sera mi mundo sin la imaginacin Mi

    18

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    6

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    s

    u

    c

    uerta sera

    una parcela de

    tierra

    silenciosa

    llena

    de

    estacas de

    una gran

    variedad de formas y aromas.

    Sin

    embargo

    cuando

    los

    ojos

    de mi

    m e n t e

    seabren a su

    belleza la

    tierra desnuda

    se ilumina

    bajo mis

    pies el

    seto

    revienta

    de

    hojas

    y el rosal

    esparce

    su fragancia

    por doquier.

    Conozco

    el

    aspecto que

    tienen

    los rbo

    les

    enflor y penetro enel gozo enamorado de

    las aves

    que

    seacoplan

    este

    esel milagro de la imaginacin.

    El milagro es

    doble

    cuando

    con

    ayuda

    de

    mis

    dedos mi imaginacin se expande para

    e n c o n t r a r s e

    con

    la imaginacin deun

    artista

    plasmada en la forma

    deuna escultura. Comparado

    con

    el

    r o s t r o

    expresivo

    v

    clido

    de

    una

    persona

    amiga

    el

    mrmol

    es fro no

    late

    ni reacciona y sin

    embargo

    mi

    mano

    lo

    encuen

    t r a hermoso. El movimiento ondulante de sus curvas

    y sus ngulos son un verdadero placer; slo le falta

    respirar. Pero baio el sortilegio de la imaginacin el

    mrmol

    vibra

    y seconvierte en la

    divina

    realidad

    del

    ideal.

    La imaginacin

    pone

    un

    sentimiento

    a

    cada

    lnea

    y cada curva y as al tocarla yo la estatua es

    ciertamente la

    diosa esa

    misma

    que hechicera respi

    ra y se mueve.

    Es verdad sin embargo que hay ciertas esculturas

    que siendo

    incluso

    reconocidas obras de arte no le

    agradan a mi

    mano. Cuando

    t o c o lo

    que resta

    de la

    Victoria

    Alada

    lo

    primero que

    me

    evoca

    esun

    sueo

    sin

    cabeza ni miembros que

    vuela

    hacia

    mi

    mientras

    duermo

    presa

    de la angustia. La

    tnica

    que

    lleva

    la

    Victoria sedespliega tiesa a

    sus espaldas

    y no se

    pare

    ceen nada a las prendas que yo

    lie

    sentido

    volar plc

    garse o desplegarse

    c o n

    el viento.

    Pero

    la

    imaginacin

    I9

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    ,

    completa

    estas

    imperfecciones,

    y

    al instante

    la

    Victo-

    ria

    se

    convierte en

    una poderosa

    figura

    animada,

    con

    rfagas

    de

    viento

    en su tnica

    y

    cl

    esplendor

    de

    la

    conquista

    en

    sus alas.

    En una hermosa estatua encuentro

    trnto la

    perfec-

    cin

    de

    la

    forma corporal como

    las

    cualidades

    del

    equilibrio

    v

    la

    perfeccin.

    La

    Minerva,

    con

    su

    red de

    alusiones poticas,

    me

    da

    una

    sensacin de euforia

    casi

    fsica; y me enc1ntan

    los

    abunclrntes

    cabellc,s

    ondulados

    de

    Baco y de Apolo, y

    la

    guirnalda de

    hie-

    dra, evocadora de

    las fcstividades paganas.

    As

    cs

    como

    la

    imaginacin

    corona la experiencia

    dc

    r-nis

    mallos. Ellas

    aprcndieron a ser

    lstutas

    gracias

    a

    las

    sabi:rs

    manos de otra

    persona,

    las

    cuales,

    guiadas

    tambin

    por

    la imaginacin, mc condujeron

    sana

    y

    salva

    por

    senderos que

    yo

    no conoca,

    convirtieron

    en

    luz la oscuriclad

    que haba

    delante de

    m

    \,

    endereza-

    ron

    los

    caminos tortuosos.

    completa

    estas

    imperfecciones y al instante la

    Victo

    ria

    seconvierte en una

    poderosa figura

    animada co n

    rfagas

    de

    viento

    en su

    tnica

    y el esplendor de la

    conquista en

    sus

    alas

    E n

    una hermosa

    estatua e n cu e nt r o t a n t o l a perfec

    cin

    de la forma corporal

    como las

    cualidades del

    equilibrio

    y la perfeccin La

    Minerva c o n

    su

    red

    de

    alusiones poticas me da una sensacin de

    euforia

    casi fsica;

    y me

    e n c a n t a n los

    abundantes cabellos

    ondulados de

    Baco

    y de Apolo y la

    guirnalda

    de

    hie

    dra evocadora

    de las festividades

    paganas

    As es

    c o m o

    la imaginacin

    corona

    la

    experiencia

    de

    mis manos Ellas

    aprendieron a

    ser astutas

    gracias

    a

    las

    sabias manos de o t r a persona

    las

    cuales guiadas

    tambin por la imaginacin me condujeron

    sana

    y

    salva

    por

    senderos

    que

    yo no

    conoca

    convirtieron en

    luz

    la oscuridad

    que

    haba delante de m y endereza

    r o n los caminos

    t o r t u o s o s

    20

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    21/159

    1

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    SA

    S

    AS

    M A N OS D E L O S DEMS

    El calor y 1aproteccin de una

    m a n o

    son lo

    ms

    parecido

    a ese

    hogar

    al

    que siempre

    he recurrido cn

    busca

    de

    apoyo

    y

    alegra

    Comprendo

    perfectamente

    al salmista

    cuando

    eleva

    su voz al cantar con

    fuerza

    y

    gozo: Confo siempre enYav su mano me

    sos ten

    dr y tendr

    segura

    morada En la fuerza de la

    mano

    humana

    hay tambin algo divino Segn mehan con

    tado la

    mirada

    de

    unos ojos

    amados

    nos

    emociona de

    lejos;

    pero

    no

    hay

    distancia en el

    t a c t o

    de

    una

    m a n o

    amada Hasta las car tas que

    recibo

    son:

    Cartas

    generosas que

    dejan

    ver la

    historia profunda

    del

    corazn

    en la

    cual sentimos

    la presencia de

    u na m an o

    Es interesante

    observar

    las diferencias que

    hay

    e n t r e

    las

    manos

    dc

    las

    personas Muestran vitalidad

    energa quietud

    y cordialidad en sus

    mltiples

    expre

    2]

  • 8/12/2019 Keller_Helen.pdf

    22/159

    siones. No

    rnc

    haba

    dado

    cllellta

    de

    1o

    viva

    qllc

    est

    la m,rno hasta

    que

    vi

    las hcladas imgenes

    de yeso de

    la

    coleccin de

    moldes

    clel seor

    Hutton.

    La

    mano

    que yo conozco cn

    la vida

    real ticnc

    la

    ftrerza

    de

    la

    sangre

    t:n

    sus

    venas

    y

    cs

    resueltamente

    elstica.

    Qu

    distinta cr:r

    la

    mano

    del qucrido

    seor

    Hutton

    de

    su

    prliclrr

    imagen

    inscnsiblel

    Para

    m, el

    nrolcle

    no

    da

    la

    verdadcra forma

    de

    la

    mrno.

    Entre

    los rnuchos mol-

    des que componcn

    la

    coleccin dcl scor

    l{utton,

    no

    rcconoc ninguna mano, ni

    siquiera

    la ma.

    Sin embar-

    go,

    nuncrr

    olvido una

    malro

    afectuosa.

    Recucrdo

    en

    mis dec'los lrrs manos

    grirncles

    dcl obispo

    Brooks,

    rebos:rntcs

    de ternur,r

    v

    de

    la alegra

    propia de

    los

    hombres

    fuertes. Si

    vosotros

    fueseis sordos

    y

    ciegos

    y

    hubierais

    podido tomar la

    mano del seor

    Jcfferson

    entre

    las vucstras) habrais

    visto cn

    ella

    un

    rostro y

    odo unir

    voz

    afectuosa

    cr>r-npletamcntc clistinta

    de

    clt1nt1s

    conocais.

    La mano

    dc

    Mark

    Twain

    cst

    llen-t

    dc

    fantrsa

    y

    del

    ms gracioso

    sentido del humor,

    y

    cuando uno

    la

    sostiene

    sus

    bromas se

    tonlan

    solidari-

    dad y gallarda.

    Mc

    dicen

    que

    las

    palabras que acabo dc

    escribir

    no

    c'lescriben

    lrs manrs

    de

    mis :rmigos, sino

    quc

    slo

    les

    conficren las

    gcncrosas cualidades

    humanas

    quc

    yo

    s que ellos

    poseen

    y

    que

    mi

    lenguaje

    exprcsa en

    trmincs

    alstractos.

    Lr

    crtica

    irnplica que

    no

    cstoy

    transmiticndo

    la verdad

    clc

    1o

    que

    siento.

    Pero

    cmo

    consiguen ,rcaso

    las

    descri'rciones que aparcccn en

    los

    libros que leo, cscritrrs por hombrcs qlle s

    pucdcn

    ver,

    nlostrar la fisonoma

    dc un

    rostro?

    Lco

    que un

    rostro es

    adllsto,

    afable;

    que

    denota

    paciencia e intcli-

    zz

    siones. No me haba dado

    cuen ta

    de lo viva que

    esta

    la mano hasta que vi

    las

    heladas imgenes de yeso de

    la coleccin de

    moldes del seor Hutton.

    La

    mano

    que

    yo conozco en la vida

    real

    tiene

    la

    fuerza

    de la

    sangre

    en

    sus venas

    y esresueltamente

    elstica. Qu

    distinta era la

    mano del querido

    seor

    Hutton

    de su

    plida imagen

    insensible

    Para

    mi el molde no da la

    verdadera

    forma

    de la

    mano. Entre los muchos mol

    des que

    componen

    la coleccin del seor

    Hutton

    no

    reconoc

    ninguna

    mano ni

    siquiera

    la ma.

    Sin

    embar

    go nunca olvido una

    mano

    afectuosa. Recuerdo en

    mis dedos las

    manos

    grandes del

    obispo Brooks

    rebosantes de

    t e r n u r a

    y de la alegra propia de

    los

    hombres fuertes. Sivoso t r o s fueseis sordos y

    ciegos

    y

    hubierais podido t o m a r la mano

    del

    seor Jefferson

    en t r e

    las

    vuestras

    habrais

    visto

    en

    ella

    un

    r o s t r o

    y

    odo una

    voz

    afectuosa completamente distinta de

    cuantas

    conocais. La

    mano

    deMark Twain

    est llena

    de fantasa y

    del

    ms

    gracioso

    sentido

    del humor

    y

    cuando u n o la

    sostiene

    sus bromas set o r n a n solidari

    dad y gallarda.

    Me

    dicen

    que

    las

    palabras

    que

    acabo

    de

    escribir

    no

    describen las

    manos

    de mis amigos sino que slo

    les

    confieren

    las generosas cualidades

    humanas

    que

    yo sque

    ellos poseen

    y que mi lenguaje expresa en

    trminos abstractos. La crtica

    implica

    que no estoy

    transmitiendo la verdad delo que

    siento. Pero

    Cmo

    consiguen

    acaso

    las

    descripciones

    que aparecen

    en los

    libros que

    leo

    escritas por hombres que s pueden

    ver

    mo s t r a r la fisonoma de un

    rostro? Leo que

    un

    r o s t r o

    esadusto afable; que

    denota

    paciencia e

    inteli

  • 8/12/2019 Keller_Helen.pdf

    23/159

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    o

    oaao

    encia; que es

    fino

    dulce noble hermoso

    Acaso

    no

    tengo yo el

    mismo

    derecho a emplear estas palabras

    para expresar lo que

    siento

    que

    el que

    tenis

    v o s o t r o s

    para

    describir lo

    que

    veis? Estas

    palabras expresan

    con

    exactitud lo

    que siento

    en la

    mano Rara vez soy

    consciente de

    las cualidades fsicas

    y no

    recuerdo

    si

    los

    dedos

    deuna mano

    son

    c o r t o s o largos o si la piel

    es

    hmeda

    o

    seca

    Tampoco

    vosot ros

    sin

    hacer un

    esfuerzo

    consciente podis

    recordar

    los

    detalles

    de

    un

    rost ro

    aun cuando lo hayis

    visto

    infinidad de

    veces Si

    llegais

    a recordar los rasgos y afirmais que

    los ojos son azules la barbilla pronunciada la

    nariz

    c o r t a o las mejillas hundidas creo que no consegui

    ris

    m o s t r a r la impresin

    que

    os

    produce

    esa persona

    no

    tan

    bien

    como cuando

    hacis

    una

    inmediata

    inter

    pretacin

    de

    las

    cualidades morales y

    esenciales

    cle

    su

    r o s t r o : suhumor gravedad tristeza espiritualidad Si

    yo os contara recurriendo a

    trminos

    fsicos

    cmo

    siente

    una mano v os ot ro s n o sabriais por mi

    relato

    ms

    delo que

    podra

    saber un ciego aquien le descri

    bierais

    un

    r o s t r o sin omitir

    detalle

    Recordad que

    cuando

    un

    ciego

    recobra

    la

    vista

    no reconoce

    ningu

    no de los

    objetos

    ni siquiera el ms corriente a

    los

    que

    su

    t a c t o

    ya sehaba habituado

    as c o m o tampo

    coel r o s t r o deun ser querido que sus dedos conocan

    t a n bien y de nada le sirve

    que

    le

    hayan

    descrito las

    cosas y

    las

    personas u n a y

    o t r a vez

    As

    pues

    voso

    t ros

    que

    sois

    inexpertos en

    materia

    de

    t ac to

    no

    r e c o

    noceris una m a n o al tomarla e n t r e las vuestras

    Por

    eso

    ninguna

    descripcin

    que

    yo

    pueda hacer lograra

    daros

    a conocer la m a n o amiga

    que mis dedos han

    23

  • 8/12/2019 Keller_Helen.pdf

    24/159

    estrechado tan a

    menudo

    y

    que el cario

    me

    trae

    aho-

    ra a \a

    memoria.

    Soy

    incap:rz

    de describir-

    lrs manos

    por clases o por

    tipos;

    no

    existc una democracia

    de

    las

    manos.

    Algunirs

    manos

    me

    indican que

    lo

    haccn todo

    con la

    mayor

    agitacin

    y

    armando

    mucho

    ruido.

    Otras

    son

    inquie-

    tas

    e

    impruclcntes,

    y sus

    dcdos nerviosos

    indican una

    naturaleza

    sensiblc

    a

    los

    pequeos contratiempos de

    la vida

    cctidiana.

    A vcces reconozco, no

    sin apren-

    sin,

    la

    mano buena

    pero

    cstpida

    de

    alguien

    que

    narra con

    c'lemasiadas palabras novcdades

    que

    no

    son

    tales.

    Hc

    conocido

    a un

    obispo

    con

    una nrano

    .iocosa.

    a un humorista con

    Llna

    mano

    seria v triste,

    a un

    hom-

    bre que prcsurna de

    valicnte

    con una

    mano

    timorat.r

    y

    a otro sereno y que se deshaca en disculpas con un

    puo

    de

    hierro.

    Cuando

    era

    nia

    mc

    llevaron

    a

    vcr':

    a

    una

    mujcr

    ciega

    y

    paraltica.

    Nunca

    olvidar

    la mane-

    ra

    conro

    rne

    tcndi

    ll mano,

    pcquc:r

    v

    temblorosa,

    1,

    estrech

    l:r

    ma

    con

    compasin.

    Mis

    ojos

    se

    llenan

    de

    1grimas al

    rccordarla.

    En

    su mano delgada

    y

    afectuo-

    sa

    que

    avanzaba a tientas,

    podan

    percibirse el can-

    sancio,

    cl

    dc'lor,

    Ia

    oscuridad

    v

    una

    dulcc

    paciencia.

    Creo quc, cntre

    lrs

    personas

    que

    no

    me

    conocen,

    muv

    poc1s

    comprendcrn

    hasta

    qu

    punto puedo

    darme cuenta

    dcl

    estado de nimo de

    un

    amigo

    que

    'r'

    El

    cxcc]cr.rte

    corrector

    rlc pruebas

    ha

    cucstionado mi

    tuso clc

    l,r

    p.rlabrir.vcr..

    Si

    yo

    hubiera clicho

    visita ,

    l ncr

    l-rrlra

    prcgltntirclo

    nada. Sirl

    crnb,rrgo,

    qu

    significa

    visi-

    tar

    si

    nc)

    1(vcr>>

    (visitare)?

    Ms adelante

    tr1tar

    de

    justifi-

    car el

    uso de

    tcdo

    lo

    que

    he

    conscguido

    aprender

    dcl

    idio-

    ma ingls.

    (1,i.

    da

    la

    A.)

    24

    estrechado

    t a n

    a

    menudo

    y que el

    cario

    me t r ae

    aho

    ra a la memoria.

    Soy incapaz dedescribir las manos

    por

    clases

    o

    por

    tipos; no existe una democracia de las

    manos.

    Algunas

    manos

    me indican que lo hacen todo

    con

    la mayor

    agitacin y

    armando mucho ruido. Otras

    son

    inquie

    tas e imprudentes, y sus dedos

    nerviosos indican

    una

    naturaleza sensible a los pequeos contratiempos de

    la

    vida

    cotidiana. A

    veces

    reconozco, no sin apren

    sin,

    la

    mano

    buena

    pero

    estpida de

    alguien

    que

    na r ra con demasiadas palabras

    novedades

    que no son

    tales.

    He conocido aun obispo

    con

    una

    mano jocosa,

    aunhumorista c o n una mano

    seria

    y triste, aun hom

    bre

    que presuma de

    valiente

    con una mano

    timorata

    y a

    o t r o sereno

    y que sedeshaca endisculpas

    con

    un

    puo

    de

    hierro.

    Cuando

    era

    nia

    mellevarona

    veri

    a

    una

    mujer

    ciega

    y paraltica. Nunca

    olvidar

    la

    mane

    ra como me

    tendi

    la mano, pequea y temblorosa, y

    estrech la ma con compasin.

    Mis

    ojos sellenan de

    lgrimas

    al recordarla. En su

    mano

    delgada y afectuo

    saque avanzaba a tientas,

    podan

    percibirse el can

    sancio,

    cl

    dolor,

    la

    oscuridad

    y

    una

    dulce

    paciencia.

    Creo

    que,

    e n t r e las personas

    que

    no me

    conocen,

    muy pocas comprendern hasta qu punto puedo

    darme

    c u e n t a

    del estado

    de

    nimo

    de un

    amigo que

    El

    excelente c o r r e c t o r

    de

    pruebas

    ha cuestionado mi

    u s o dela palabra

    ver .

    Si yo

    hubiera dicho

    visitar,l no

    habra

    preguntado

    nada.

    Sin

    embargo,

    que

    significa

    visi

    t a r

    si no ver visitare ? Ms adelante tratar de

    justifi

    car

    el

    u so

    de

    todo

    lo

    que

    heconseguido

    aprender del idio

    maingls. N. de la A.

    24

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    st conversando con o t r a

    persona.

    Mi

    mano

    sigue

    sus

    gestos; le

    t o c o

    la mano el brazo la

    cara.

    Puedo

    decir cuando

    se regocija de

    alegra

    t ras

    escuchar

    un

    buen chiste aunque no melo haya repetido o cun

    do esl

    quien

    cuen ta una historia divertida. Tengo un

    amigo algo agresivo cuya

    mano

    siempre

    presagia

    una

    discusin. Por suagitacin impaciente sque ya

    tiene

    su razonamiento preparado en c o n t r a de

    alguien. I-le

    sentido como daba un respingo cuando un

    sbito

    recuerdo o una nueva

    idea

    cruzaba su m e n t e . I-Ie sen

    tido la pena ensu mano. He sentido a su

    alma

    envol

    verse majestuosamente en la

    oscuridad

    como en un

    m a n t o .

    Otra

    amiga ma tiene

    manos

    positivas y enf

    ticas

    que m u e s t r a n

    gran obstinacin en

    sus

    opiniones.

    Es la

    nica

    persona que conozco que pone nfasis en

    sus

    palabras

    al deletrcarlas y

    las acenta

    as

    como

    enfatiza y acenta las palabras que pronuncia

    cuando

    le leo los

    labios. Debo

    decir

    que

    prefiero

    este nfasis

    variado

    a l s on so ne te montono de

    las

    personas que

    no modulan al hablar

    que

    me

    golpean

    la palma de mi

    mano c on los significados de sus palabras c om o c on

    un martillo.

    Algunas manos cuando t o m a n las nuestras

    son

    ren y no caben en s de alegra. Palpitan y se

    dilatan

    llenas

    de Vida. Personas desconocidas han tomado mi

    mano e n t r e las suyas c o m o

    si

    fuera

    la de

    un a

    hermana

    que no

    haban Visto

    en muchsimo tiempo. Otras me

    dan

    la

    mano

    c o m o

    si temieran

    que

    yo

    pudiera

    hacer

    les algn dao. Estas

    personas

    tienden

    cortsmente la

    yema de los dedos y te

    permiten

    toerselos pero en

    el m o m e n t o

    del c o n t a c t o

    los

    retiran

    y t ntimamente

    25

  • 8/12/2019 Keller_Helen.pdf

    26/159

    te

    dices que ojal

    no vayan a

    pedirte

    de nuevo

    que

    to-

    mcs

    csil

    mano

    que

    tienc la

    "valcnta

    del lirn". Revela

    un

    carctcr aprensivo,

    un

    orgullo

    dcsagradable y bas-

    tantc

    desconfianza.

    Es

    lo

    opuesto de

    la

    mano que te

    tienden

    los

    que

    son

    generosos

    y sirnpticos

    por

    tem-

    Pe

    ramelrto.

    Hav personls que

    nos dan

    la

    rnano de un

    modo

    quc nos hace

    pensar en

    un accidente

    o una

    muerte

    repentina.

    Comparad esa

    l-nano

    agorera

    con

    la firano

    gil,

    hbil

    y

    screna de

    una enfermera

    a

    quien

    recuer-

    do con cario

    porque prodig

    a

    mi maestra

    cl mejor

    de los

    cuidados.

    He

    daclo

    la mano

    a

    personas

    ricas

    que

    nunca

    han

    teniclo

    que

    realizar laborcs

    duras y agota-

    doras

    pero

    cuy1s

    manos no

    son hermosas.

    Bajo

    su

    tersa

    rotundidad,

    qu

    caos

    de

    carcter sin

    desarro-

    llar

    Estov

    convcncida

    dc

    que

    no

    hay

    manos

    que

    pue-

    dan compararse con las

    clel

    rndico,

    por su

    destreza

    pacientc,

    su

    dulzura colrrpasiva

    y

    su

    magnfica

    certe-

    za.

    No

    nos

    ha de extraar, pucs,

    que

    Ruskin encuen-

    trc en

    los

    toques ccrteros del

    cirujano

    la

    pe'rfeccin

    del

    control

    y

    la

    clclicada

    precisin

    que el

    artista

    debie-

    ra

    emular.

    Si

    cl

    mdico

    es

    Lrn

    gran

    hombre,

    los toques

    de

    sus

    nranos

    sanarn

    t:rmbin el

    alrna

    dc sus pacicn-

    tes.

    lJn

    amigo rro muy

    qucrido,

    que

    fue nucstro m-

    dico

    en

    la

    salud

    y

    en la

    cnfermedad, tena en

    las

    ma-

    nos

    cstc

    toque

    nrgico dc bier-rcstar. Su cspritu alegre

    y cordial

    haca

    bien

    a

    sus

    pacientes,

    nccesit;lran

    o

    no

    rredicinas.

    Si las bellczas

    del rostro

    son

    rnuchs,

    tambin

    lo

    son las

    dc

    Ia mano.

    El

    t:rcto conoce sus xtasis. Las

    z6

    te dices que

    ojal

    no vayan apedirte denuevo que t o

    mes esa mano que

    tiene

    la valenta

    del

    lirn. Revela

    un carcter aprensivo un orgullo desagradable y bas

    t an te

    desconfianza. Es lo opuesto de la

    mano

    que te

    tienden los que son generosos

    y simpticos por t e m

    peramento.

    Hay

    personas

    que nos

    dan

    la

    mano

    de un

    modo

    que

    nos

    hace pensar

    en un accidente o

    una m u e r t e

    repentina. Comparad esa

    m a n o

    agorera

    c on

    la

    m a n o

    gil

    hbil

    y

    serena

    de

    una

    enfermera a quien

    recuer

    do

    c o n

    cario

    porque

    prodig a mi

    maes t ra

    el

    mejor

    de los cuidados. He dado la m a n o a

    personas ricas

    que

    nunca

    han

    tenido que realizar labores duras y agota

    doras pero cuyas

    manos

    no

    son

    hermosas.

    Bajo

    su

    te rsa rotundidad

    qu caos

    de

    carcter

    sin desarro

    llar

    Estoy

    convencida de

    que

    no hay

    manos que pue

    dan

    compararse

    c o n las del

    mdico por su

    destreza

    paciente su

    dulzura

    compasiva y su magnfica cer te

    za. No

    nos

    ha de extraar

    pues

    que

    Ruskin encuen

    t r e en los toques

    eer teros del cirujano

    la perfeccin

    del

    control y ladelicada precisin

    que

    el

    artista

    debie

    ra emular. Si el

    mdico

    esun gran hombre los

    toques

    de sus manos sanarn tambin el

    alma

    de sus pacien

    tes.

    Un amigo mo muy querido que fue

    n u e s t r o

    m

    dico en la salud y en la enfermedad tena en las ma

    nos

    este toque

    mgico

    debienestar. Suespritu alegre

    y cordial haca

    bien

    a

    sus pacientes

    necesitaran o no

    medicinas.

    Si

    las

    bellezas

    del

    r o s t r o son muchas tambin lo

    s o n las de la

    mano.

    El

    t a c t o conoce

    sus xtasis.

    Las

    26

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    manos de

    las

    personas con

    una gran

    sensibilidad y

    una personalidad fuerte son extraordinariamente ver

    stiles

    Basta

    con

    echar

    un

    vistazo

    a la

    yema

    de

    sus

    dedos

    para saber que

    son capaces

    de expresar

    los

    diversos matices del pensamiento De vez en cuando

    t o c o

    una

    mano bella y graciosa con

    una mueca muy

    dctil que

    deletrea

    con

    la misma belleza y distincin

    que v o s o t r o s seguramente

    veis

    en la letra de

    algunas

    personas muy

    cultas

    Deseara

    que

    pudierais

    ver

    lo

    bien

    que

    los

    nios pequeos

    deletrean en mi

    mano

    Ellos

    son

    las flores

    silvestres de la

    humanidad

    y los

    movimientos de

    sus

    dedos

    son

    las

    flores silvestres del

    idioma

    Todo esto conforma mi propia

    ciencia

    de la quiro

    mancia y

    cuando

    os digo la buena fortuna no lo hago

    sirvindome de alguna intuicin

    misteriosa

    o de la

    brujera

    gitana

    sino gracias a un reconocimiento

    natural y explicable del carcter

    estampado

    envues t ra

    mano La mano no slo es t a n

    fcil

    de reconocer

    c omo una cara

    sino

    que tambin revela sus secretos

    de una manera mas sincera e inconsciente Las

    perso

    nas

    pueden

    dominar

    el semblante

    pero

    la

    m a n o

    no

    obedece a

    ese

    freno Se

    relaja

    y se vuelve pasiva

    cuan

    do el espritu est

    abatido; los

    msculos se

    t e n s a n

    cuando l a m en te est

    excitada

    o e l corazn c o n t e n t o

    Pero hay cualidades inalterables que permanecen es

    critas en

    ella

    todo el tiempo

    27

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    VO

    A M A N O D E L A

    RAZA

    Consultad v u e s t r o Century Dictionary [Dicciona

    rio

    del

    Siglo] o si sois ciegos

    pedid

    al m a e s t r o que lo

    haga

    por

    vosotros y veris la gran

    cantidad

    de

    expre

    siones idiomticas

    construidas

    a partir de la

    idea

    de

    mano

    y

    cuntas palabras

    provienen de la

    raz latina

    manm: las suficientes como para nombrar todas las

    cuestiones y eventos esenciales de la vida. La

    voz

    mano

    c o n sus

    citas y

    palabras

    compuestas ocupa

    veinticuatro columnas es

    decir

    ocho pginas.

    Este

    diccionario

    define

    la

    ma no c o m o

    el rgano dc la

    aprehensin. Cun

    perfectamente

    se ajusta a mi

    caso

    esta

    definicin en

    los dos sentidos

    dela

    palabra

    aprehender Con la m a n o agarro y

    sujeto

    todo lo

    que

    e n c u e nt r o e n los t r e s mundos: e l fsico e l

    intelec

    tual

    y el espiritual.

    Pensad en

    cmo

    el

    hombre

    ha contemplado el

    mundo

    en

    funcin

    de la

    mano.

    La

    Vida esti

    dividida

    e n t r e l o que s e apoya sobre u na m a n o y sobre l a

    29

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    -

    otra.'i

    Las manufacturas son

    los

    productos

    que se

    hacen con

    las

    manos.

    La gestin de

    los

    asllrltos

    se

    denrrmirra

    cn

    ingls md.nitscfttant.

    La

    historia

    parece

    ser

    c[

    rcgistro

    -ay

    nuestr.ls crnicas

    de

    uerrir -

    c{c

    ls

    maniobras

    de los

    eiclrcitos.

    Pero tan-rbin la

    histo-

    ria rle

    \a

    paz,

    la narracin de las labores

    err cl

    campo,

    en

    los bosqucs

    y

    en las vias, est cscrita con

    el

    victo-

    rioso

    signo

    manual'. cl signo

    de

    la mano

    que

    ha

    con-

    quist,rclo

    el

    dcsicrto.

    A

    un

    conjunto dc trabajaclores se

    les llrrnrr mdno

    de obra.

    Err

    los

    instrumentos

    pra

    mani'.1.r^r y, en

    1a

    manunisi

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    zquierda,pues leo con ella y est a n

    verdadera

    y

    hono

    rable

    como la o t r a .

    En

    virtud de

    qu

    desarrollo in

    completo

    de la capacidad

    humana

    no seha

    prestado

    la

    debida atencin

    alamano izquierda?Cuando alcance

    mos

    la

    cima

    de la civilizacin,

    no

    seremos

    todos

    ambidiestros y

    nos alzaremos

    doblemente triunfado

    res en nuest ra s

    justas

    mano a mano

    c o n t r a

    las

    difi

    cultades?

    Por cierto,

    se me ocurre que

    cuando

    mi

    maest ra

    educaba

    mi

    carcter

    incorregible, su

    combate

    con t ra las fuerzas de la oscuridad, con cl brazo firme

    de la disciplina y la

    luz del alfabeto manual,

    era, en

    ambos sentidos, un combate

    mano

    a

    mano.

    Ningn ensayo podra considerarse

    completo sin

    alguna

    cita

    de Shakespeare. En el t e r r eno que yo, con

    la vanidad de mi juventud, pens que era slo mo,

    Shakespeare ya haba

    recogido

    sus

    frutos

    mucho

    antes

    que yo.

    En

    casi todas

    sus

    obras hay

    pasajes en

    los que

    la mano

    tiene

    un

    papel.

    El solloquio desconsolado de

    Lady Macbeth referidoasu

    pequea mano,

    cuya

    man

    cha

    no poda lavar ni todos los perfumes de

    Arabia,

    es

    el m o m e n t o ms

    penoso

    de la tragedia. Marco

    Antonio

    recompensa a

    Escaro,

    el

    ms

    valiente

    de

    sus

    soldados, pidindole a

    Cleopatra que

    le d la mano:

    Concede a

    sus labios

    tu

    mano

    bienheehora.

    Pero

    tambin

    seenfurece

    porque Tireo,

    a quien desprecia,

    sehapermitido besar la mano dela

    reina

    mi

    compa

    era de juegos:

    ese

    sello real, esa prenda de altos

    corazonesl.

    Cuando

    Cleopatra

    seve

    amenazada

    con

    Del ingls hand to hand [dos personas que realizan

    conjuntamente u n a

    accin].

    N. dela T.)

    31

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    31/159

    la humillacin

    de acompaar

    al

    Csar triunfal, toma

    una daga

    y

    cxclama:

    "De

    prisa, de prisa, buenas

    ma-

    nos,. Con

    el

    mismo

    instinto

    rpido,

    Casca

    confa

    cn

    sus

    manos

    cuando

    apuala a Csar:

    "Hablad

    por

    m,

    manos.

    "Ah,

    djame bcsar esa

    mano>>, implora

    el

    ciego Gloucester

    aLear.

    "Diamc

    que la limpic antes,

    contesta el anciano

    rey

    destrozado,

    "hsls

    a

    mortali-

    dad."

    Cunta

    tristeza delata este simple gcsto de to-

    carse

    la

    mano

    Nos abre

    los

    ojos

    a

    los horribles

    pade-

    cimientos

    que

    Lcar

    ha

    tenido

    que

    soportar

    y

    nos

    ense-

    a

    que

    la realeza no

    protege

    de la ingratitud ni dc

    la

    crueldad.

    La

    exclamacin de Gloucester

    refirindose

    a

    su

    hijo:

    "Slo

    con

    que

    pudiera

    vivir

    para

    vcrte con mi

    tacto, dira que

    volva

    a tener ojos", es tan exacta que

    vibra

    cn

    m

    con

    la misma

    intensidad

    dcl dolor

    que

    l

    siente.

    En

    Hamlet,

    el espectro recita

    las

    injusticias

    quc

    propician

    la

    tragedia:

    As, micntras

    dorrna,

    fui

    despajado por

    una mano

    de

    hermano, dc

    la

    vida, la corona y

    la

    Reina, todo a

    la

    vez.

    Cmo nos

    cmociona,

    en

    Otelo,

    csc

    pasajc,

    cargado

    de una

    amarga

    doble

    intencin,

    en

    el

    cual

    la

    sospe-

    cha de

    Otelo

    tic de maldad todo lo

    que

    dice sobre

    la

    mano

    de

    Desdmona;

    y

    Ia respuesta de

    ella, candoro-

    sa,

    revela

    que s1o

    ha

    entendido el significado

    inocen-

    tc

    dc

    las

    palabras dc l: "Pues

    fue

    csta

    mano

    la

    que en-

    treg

    mi

    coraznr.

    No

    todos

    los

    pasajes

    cn

    los

    quc

    Shakcspcarc

    sc rc-

    fiere

    a

    la mano

    son trgicos.

    Recordad

    el

    juego

    de pa-

    32

    la humillacin de

    acompaar

    al

    Csar triunfal t o m a

    u n a

    daga y exclama: De prisa de prisa buenas ma

    nos.

    Con

    el

    mismo

    instinto

    rpido

    Casca

    confa

    en

    sus manos

    cuando apuala a Csar:

    Hablad

    por

    m

    manos.

    Ah

    djame

    besar

    esa mano

    implora

    el

    ciego

    Gloucester a

    Lear.

    Djame

    que

    la

    limpie antes

    contes ta el

    anciano

    rey destrozado

    huele

    a mortali

    dad.

    Cuanta tristeza delata este simple gesto de t o

    carse

    la mano Nos abre

    los

    ojos a

    los

    horribles pade

    cimientos que Lear ha tenido

    que

    soportar y

    nos ense

    a que la

    realeza

    no protege de la ingratitud ni de la

    crueldad.

    La

    exclamacin

    de

    Gloucester

    refirindose a

    su

    hijo: Slo

    c o n que pudiera vivir para

    v e r t e

    c o n mi

    tacto dira que volva a t ener ojos es t a n exacta que

    Vibra en mi c o n la misma intensidad

    del

    dolor que l

    siente.

    En Hamlet el

    espectro

    recita

    las

    injusticias

    que

    propician la tragedia:

    As

    mientras

    dorma

    fui despajado por

    una

    m a n o de

    hermano de la

    Vida

    la corona y la Reina todo a la

    V C Z .

    Cmo

    n o s emociona en

    Otelo

    ese pasaje cargado

    de

    una amarga doble

    intencin en el

    cual

    la sospe

    cha de Otelo

    tie

    de maldad todo lo que dice sobre la

    mano

    de Desdmona; y la

    respuesta

    de

    ella

    candoro

    sa revela

    que slo

    ha

    entendido

    el significado

    inocen

    te

    delas

    palabras de

    l:

    Pues

    fue

    esta

    mano

    la

    que

    en

    treg

    mi corazn.

    No todos

    los

    pasajes en los que Shakespeare se r e

    fiere a la

    m an o s on

    trgicos. Recordad el juego depa

    32

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    abras enRomeoyjuleta enelque eldilogo con un

    hbil vaivn

    de avance y r et roceso teje un delicioso

    s o n e t o sobre l a mano. Y quin meior

    quc

    u n a m a n t e

    conoce la mano de su amada?

    En todos los captulos de la Biblia sehabla de la

    mano. Sepodra

    incluso volver

    a escribir el xodo

    como la historia de la mano. Todo est hecho

    por las

    manos del

    Seor y de Moiss. La opresin de

    los

    hebreos setraduce de la siguiente

    manera:

    La mano

    del

    faran

    fue

    dura

    con

    los

    hebreos. La

    partida

    de

    Egipto secuenta con estas palabras: El

    Seor

    sac a

    los

    hijos deIsraeldela

    casa

    dela servidumbre con una

    mano

    fuerte y un

    brazo

    tendido. Cuando Moiss

    extendi la mano las

    aguas del

    Mar

    Rojo

    se

    dividie

    r o n

    y formaron una

    muralla.

    Cuando Yav enfureci

    do

    levanta

    la

    mano

    miles

    perecen

    en el desierto. En

    lahistoria de Israel dela misma manera

    que

    enlahis

    toria dela raza humana cada acto cada mandato est

    sancionado por la mano.

    Acaso

    no la

    usamos

    en los

    grandes m o m e n t o s

    en

    que juramos

    bendecimos

    mal

    decimos

    golpeamos

    convenimos

    nos casamos cons

    truimos

    destruimos? El

    caracter

    sagrado

    de la

    ley

    establece que el sacrificio ser vlido siempre y

    cuan

    do el oficiante apoye la mano sobre la cabeza de la

    vctima. La congregacin apoya

    sus

    manos sobre las

    cabezas

    de los sentenciados a m u e r t e . Qu terrible

    debe ser para

    el condenado

    esa sentencia

    muda a

    t r a

    vs de la mano Cuando Moiss construye el altar en

    el

    Monte Sina

    est condenado a no

    usar

    herramien

    tas:

    deber

    levantarlo

    c o n sus propias

    manos. La

    tie

    rra el cielo el hombre y todos los animales inferiores

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    ,,-

    son

    sagrados p1ra

    el

    Seor

    porque

    1

    los

    ha

    hecho

    con

    sus

    propias

    manos.

    (luando

    el

    Salmista contem-

    pla

    el

    cielo y

    l:r

    tierra,

    exclama:

    "Qu

    es

    el

    hombre,

    oh

    Yav,

    para

    que

    te

    acuerdes

    siempre

    de

    1?

    Pucs

    t

    lo

    has

    creado para ejercer tr"l dominic sobre

    la

    obra

    de

    tus

    manos. L:r

    plegarir

    dicha cor-r palabras

    ' '1

    siempre

    acompaada

    dc

    un

    gesto suplicantc

    de

    la

    mano, y

    unas manos

    limpias

    se

    asocian con

    un

    corazn

    puro.

    Cristo cor.rsol,

    bendijo,

    san

    c

    hizo muchos mila-

    gros

    con

    sus

    manos.

    Toc los ojos del

    ciego

    y

    stos

    se

    abrieron. Cuando

    Jairo

    fue

    a buscarlo abrumado

    de

    dolor,

    Jess

    ;rcudi

    y pos sus

    m1nos

    sobre

    la

    hija del

    jefe

    de la sinagoga

    y

    entonces ella

    despert del sueo

    de

    la muerte

    y

    reeres

    al

    irmor de

    su

    padre. Recordad

    tambin cmo

    san

    Jess

    a la

    rrrujer

    enccrvada.

    Lc

    dijo: "Mujer,

    quedas

    libre

    de

    tu

    deformid

    ad,,,

    y

    apoy

    sus

    manos

    sobrc

    ella;

    la

    muier se

    enclcrez

    inmediata-

    nlente

    y

    alab

    la

    gloria

    de Dios.

    Miremos

    a donde miremos

    a

    lo

    largo de

    la

    historia,

    tarde

    o

    tcmprano

    encontramos

    la

    mano

    trabajando,

    edificando,

    inventando,

    ayudando a

    la

    civilizacin

    a

    vencer

    la

    barbaric. La mano

    simboliza tanto

    la

    fuerza

    como la

    excelencia

    del trabalo.La mano del

    mecni-

    co,

    ese ministro

    de

    las fuerzas

    elementales, la mano

    que

    labra,

    tala,

    corta

    y

    fabrica,

    es

    tan

    til al

    mundo

    como

    la

    mano

    dclicada

    quc

    pinta una

    flor

    o

    moldea

    Lrna

    urn:1 griega, o

    como la mano

    del

    estadista

    quc

    escribe

    una

    lcy. Los

    ojos

    no

    pueden

    decirle

    a

    la

    mano:

    "No

    te

    necesito".

    Bendita

    sea

    la mano

    Y

    tres

    veces

    benditas las manos

    quc

    trabajanl

    )4

    son sagrados

    para

    el

    Seor porque

    l los ha hecho

    c o n sus propias

    manos.

    Cuando

    el Salmista c o n t e m

    pla

    el cielo y la

    tierra

    exclama:

    Qu

    esel

    hombre

    oh

    Yav

    para

    que

    te acuerdes

    siempre

    de

    l?

    Pues

    t

    lo

    has

    creado

    para

    ejercer tu dominio sobre la obra de

    t us

    manos. Laplegaria

    dicha

    c o n palabras vasiempre

    acompaada de un

    gesto

    suplicante de la mano y

    unas

    manos limpias seasocian con un corazn

    puro.

    Cristo consol bendijo san e

    hizo

    muchos mila

    gros

    c o n sus m an os .

    Toc

    los

    ojos

    del

    ciego

    y

    stos

    se

    abrieron.

    Cuando Jairo fue

    a

    buscarlo

    abrumado de

    dolor Jess acudi y pos sus manos sobre la hija

    del

    jefe de la sinagoga y entonces ella

    despert

    del sueo

    dela m u e r t e y

    regres

    al a m o r de su

    padre.

    Recordad

    tambin cmo san jess

    a la

    mujer

    encorvada. Le

    dijo:

    Mujer

    quedas

    libre

    detu deformidad y

    apoy

    sus manos sobre

    ella; la

    mujer

    se

    enderez

    inmediata

    m e n t e y alab la gloria de

    Dios.

    Miremos adonde miremos alo

    largo

    delahistoria

    tarde o temprano e n co nt ra mo s l a m a no trabajando

    edificando

    inventando ayudando

    a la civilizacin a

    vencer

    la barbarie. La

    m a n o

    simboliza

    t a n t o

    la

    fuerza

    c o m o la excelencia

    del

    trabajo. La m a n o

    del

    mecni

    co

    ese

    ministro de

    las

    fuerzas elementales la

    m a n o

    que labra

    tala c o r t a

    y fabrica es

    t a n til

    al

    mundo

    c o m o

    la

    m a n o

    delicada

    que

    pinta una flor

    o moldea

    una u rna griega o como la m a n o

    del

    estadista que

    escribe una ley. Los

    ojos

    no pueden

    decirle

    a la mano:

    No

    te necesito.

    Bendita

    sea

    la

    mano

    Y

    t res

    veces

    benditas las manos

    que trabajan

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    E L P OD ER D EL TACTO

    Hace

    unos meses en un peridico

    que

    anunciaba

    la publicacin de la

    revista

    para

    ciegos

    Matilda

    Zie

    gler

    Magazine

    for

    t/oe

    Blind

    poda

    leerse

    lo siguiente:

    Preseindiremos de muchos poemas y c uen tos en

    los

    que se

    alude

    al sentido de la

    vista

    Tampoco

    publi

    caremos

    alusiones