kate hill - studs

13

Upload: lizeth-diaz

Post on 19-Jan-2016

175 views

Category:

Documents


6 download

TRANSCRIPT

Page 1: Kate Hill - Studs
Page 2: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

2

AAggrraaddeecciimmiieennttooss

AAll SSttaaffff EExxccoommuullggaaddoo:: AAnnggiieeee ppoorr llaa

TTrraadduucccciióónn,, DDiiaaggrraammaacciióónn yy LLeeccttuurraa FFiinnaall

EExxccooppiicc ppoorr llaa CCoorrrreecccciióónn yy eell DDiisseeññoo ddee llaa

PPoorrttaaddaa ddee eessttee LLiibbrroo ppaarraa EEll CClluubb DDee LLaass

EExxccoommuullggaaddaass……

AA llaass CChhiiccaass ddeell CClluubb ddee LLaass EExxccoommuullggaaddaass,, qquuee

nnooss aaccoommppaaññaarroonn eenn ccaaddaa ccaappííttuulloo,, yy aa NNuueessttrraass

LLeeccttoorraass qquuee nnooss aaccoommppaaññaarroonn yy nnooss aaccoommppaaññaann

ssiieemmpprree.. AA TTooddaass……..

GGrraacciiaass!!!!!!

Page 3: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

3

AAvviissoo EExxccoommuullggaaddoo

El Club de Las Excomulgadas ha realizado

este proyecto de fan traducción Sin Ánimo

De Lucro Alguno.

Está hecho por Fans para Fans, Siendo su

Distribución Complemente Gratuita.

No ha tenido en ningún momento el objetivo

de quebrantar la propiedad intelectual del

autor o reemplazar el original. Su Único fin

es incentivar y entretener con la lectura en

nuestro idioma.

Así mismo las Incentivamos a Comprar Las

Obras de Nuestras Autoras Favoritas, ya

sea en el idioma original o cuando estén

disponibles en español, para seguir

disfrutando de estas grandes novelas.

Page 4: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

4

AArrgguummeennttoo

Rea encuentra la manera de agradecerle a Studs, un sexy alienígena, por su

audaz rescate.

Relato corto de lectura gratis de Kate Hill.

Page 5: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

5

Studs

Sólo mirarlo, sentado en una caja en un rincón del refugio limpiando su

arma, era suficiente para que las rodillas de Rea se debilitaran. Tal vez porque lo

había imaginado de pie, bajo una ducha de agua caliente, limpiando otra arma… la

que tenía entre sus piernas y creaba una protuberancia tentadora en sus pantalones

negros.

Lamiéndose los labios, miró sus manos moverse sobre el liso cañón de la

pistola láser. Sus dedos largos y delgados fueron hechos para acariciar los pezones

de una mujer. Casi podía sentirlo pellizcando y haciendo rodar los suyos.

La mirada de Rea viajó sobre sus anchos hombros y pecho. Delgado, pero

aún así musculoso, tenía el aspecto atractivo y fornido de un guerrero. ¡Y esas

piernas largas y fuertes! Una vez que una mujer consiguiera ser atrapada entre ellas,

nunca querría ser puesta en libertad.

Quién habría pensado que encontraría un hombre como él en este desolado

agujero de mierda, que alguna vez había sido un centro de investigación para

científicos que estudian la vida vegetal. Asignada aquí como guardia de seguridad,

Rea había esperado puro aburrimiento. Entonces una guerra intergaláctica había

estallado, dejando a su planeta de origen luchando por la libertad. Ellos no podían

prescindir de una unidad para rescatar a un puñado de científicos civiles que

estudian las propiedades místicas de los frijoles en una base fuera del planeta.

De alguna manera, Rea había logrado trasladar a su gente al refugio, y los

mantuvo a salvo mientras una unidad enemiga había establecido un campamento

en la base. Aún así, un solo guardia no podría resistir para siempre.

Page 6: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

6

Entonces, Studs y un par de sus hombres habían llegado, y lograron

recuperar la base. Sonrió al pensar en su nombre. Studs. Qué apropiado, al menos

para ella. En el idioma de él significaba algo completamente distinto1.

Él había llamado por refuerzos y ahora esperaban, confiando en que nadie

más tratara de reclamar la base antes de que llegara el transbordador de rescate.

No es que ella no estuviera agradecida, pero no podía dejar de preguntarse

qué demonios estaban haciendo allí. Studs y su gente eran mercenarios. Dudaba

que su gobierno les hubiera pagado para lanzar una misión de rescate por algunos

insignificantes investigadores de laboratorio.

Studs terminó de limpiar su arma y la colocó en la funda atada a su largo y

musculoso muslo. Con el corazón palpitando por la lujuria, Rea se le acercó y le

preguntó:

—¿Ha habido algún tipo de comunicación con tu nave?

Su intensa mirada azul se fijó en ella. El hombre tenía unos ojos que podrían

derretir un planeta de hielo sólido.

—No, es demasiado peligroso para nosotros mantener las frecuencias

abiertas.

—¿Tienes hambre? No tomaste tu ración de la cena.

Él se puso de pie, elevándose por encima de ella. Al ser de una raza

alienígena, era más alto que la mayoría de los de su especie. Pocas personas

apreciaban la belleza de las razas alienígenas, pero Rea encontraba irresistible a un

hombre como éste.

—Podría comer algo —dijo, con su voz profunda y tranquila, que envió un

temblor de lujuria por su espina dorsal. Lo que no daría por oír esa voz en su oído,

diciéndole cosas sucias mientras la follaba.

1 Juego de palabras entre Studs, el nombre del protagonista masculino, y Stud, que en inglés significa: semental.

Page 7: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

7

—Ven.

Le hizo una seña con un dedo para que la siguiera, y se dirigió por el

estrecho pasillo hacia la sala de suministro de alimentos. Studs la siguió, sus pasos

eran tan silenciosos que ella miró por encima del hombro para asegurarse de que

estaba realmente allí.

En la sala de suministros, Rea tomó una caja de raciones. Studs colocó los

brazos a su alrededor desde atrás y le dijo:

—Puedes decirme que me vaya al demonio, si lo deseas, pero desde el

momento que te vi, Rea, he querido follarte. ¿Qué dices?

En ese momento, ella no podía decir nada. Estaba en un estado de shock

sexual sólo por la sensación de tenerlo presionado contra su cuerpo.

—¿Es eso un sí? —Susurró en su oído.

Ella se volvió ligeramente y miró sus nítidos rasgos alienígenas, y esos

maravillosos ojos. Su cuerpo se sentía tan duro y caliente, y su polla presionaba de

manera seductora contra su trasero. Rea se obligó a mantener la calma. Cuando

habló, su voz sonó mucho más estable de lo que ella se sentía en realidad.

—Claro. ¿Por qué no?

—No suenas demasiado entusiasmada. —Deslizó la punta de la lengua a lo

largo de un lado de su cuello y ella cerró los ojos, incapaz de evitar un gemido de

deseo. Una risa baja y sexy retumbó en el pecho del hombre—. Eso suena mejor.

Durante algunos momentos besó su cuello y mordisqueó su oreja, mientras

sus manos acariciaban suavemente sus pechos. Rea se apoyó pesadamente en él,

permitiéndole sostener su cuerpo. La mano del hombre se deslizó hacia abajo y

ahuecó sus pelvis. La acarició, haciendo que su ya excitado clítoris se calentara aún

más.

Page 8: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

8

Desde el momento en que se conocieron, Rea había fantaseado con esto.

Ahora estaba ocurriendo. Studs la iba a follar y ella lo deseaba tanto que se olvidó

que estaban en la sala de suministros de un refugio, y una guerra hacía estragos en

toda la galaxia.

Studs le retiró la camiseta, pasándola por su cabeza, y la arrojó a un lado.

Ella se volvió hacia él, mirándolo quitarse su propia camiseta. Esta vez, cuando la

abrazó, sus pechos se aplanaron contra su pecho desnudo. Aparte de una cicatriz

rugosa a través de sus pectorales, su cuerpo era suave. Ella se inclinó y deslizó la

lengua sobre uno de sus pezones, y luego lo besó descendiendo a lo largo de su

plano y duro abdomen.

Con un gruñido bajo, él la separó suavemente y ambos terminaron de

desvestirse.

Rea lo observó fijamente, prácticamente babeando ante la vista de su larga y

gruesa polla. Al igual que el resto de su especie, la bulbosa cabeza se ladeaba hacia

un lado.

Studs tomó un pequeño recipiente del bolsillo de su pantalón. Roció sobre su

polla el aerosol anticonceptivo y protector contra enfermedades, y luego arrojó el

recipiente a un lado y se dirigió hacia ella.

Agarrando un puñado de pelo en la parte posterior de su cabeza, tiró

suavemente, haciéndola arquear el cuello.

—¿Estás segura de que esto es lo que deseas? —Le preguntó, para luego

besar su cuello.

—Diablos, sí.

Una sonrisa curvó sus labios delgados. La hizo girar con rudeza y la guió

hacia un contenedor de suministros. Rea se puso tensa, temiéndole realmente por

primera vez. A pesar de la intensa atracción que sentía hacia él, todavía eran

básicamente desconocidos. Por la forma en que la sostenía contra el contenedor y

Page 9: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

9

sus grandes manos que la controlaban tan fácilmente, esperaba que la reclamara de

manera rápida y dura. En lugar de eso, la rodeó con el brazo y comenzó a acariciar

su clítoris. Exploró sus suaves pliegues con sorprendente suavidad. Introdujo los

dedos en su interior y jugueteó con ella hasta que se humedeció.

Rea jadeaba, su corazón latía con fuerza. Su coño palpitaba y ella se retorcía

de placer mientras su pulgar rodaba sobre su clítoris. Justo cuando estaba a punto

de explotar, él retiró la mano y agarró sus caderas. Ella gritó de deseo al sentir la

punta de su polla presionando contra labios de su coño. La llenó lentamente, y

luego comenzó a empujar a un ritmo constante, llevándola de nuevo al borde del

clímax.

—Por favor. —Jadeó ella, aferrando con sus manos el contenedor de

suministros y empujando el trasero hacia él—. ¡Studs!

Él no dijo nada, pero su respiración entrecortada y su calor corporal, por no

hablar de su larga y gruesa erección, le dejaban saber que estaba tan excitado como

ella.

Actuando de manera poco habitual en un hombre a punto de llegar al

clímax, él no apresuró el momento, sino que desaceleró y cambió sus movimientos,

manteniéndola en el borde, hasta que finalmente ella dijo sin aliento:

—Demonios, Studs, ¿dejarás que me corra?

Él se rió de manera perversa y empujó fuerte y rápido, lanzándola al

orgasmo. Rea gritó, sin importarle que alguien que pasara cerca de la sala de

suministros pudiera escucharla. Segundos después, lo sintió correrse también, con

su cuerpo caliente y duro empujando con fuerza dentro de ella.

Jadeando después del orgasmo, permanecieron apoyados contra el

contenedor. Luego él se enderezó, pero en vez de apartarse y alcanzar su ropa, la

llevó hacia sus brazos. Rea apoyó la mejilla contra su pecho, cerrando los ojos y

escuchando el ritmo de su corazón. Deslizó los dedos a lo largo de la dura columna

vertebral, y apretó con sus palmas los músculos de su trasero.

Page 10: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

10

Elevando la cara hacia la de él, preguntó:

—¿Por qué viniste a este lugar? Por alguna razón, dudo que mi gobierno te

pagara lo suficiente para este rescate.

Él la miró durante tanto tiempo, que ella pensó que podría optar por no

responder. Finalmente dijo:

—Yo crecí en un lugar como este. Mi familia fue asesinada durante un

ataque similar. Esto no fue algo de trabajo. Era personal.

La había sorprendido de nuevo. Ella asintió y le acarició la cara.

—No era mi intención fisgonear.

—Eres curiosa por naturaleza. He notado eso sobre ti. Y quería decirte que

eres una guardia magnífica, por haber logrado mantener a salvo a estas personas

hasta que llegara la ayuda.

Ella resopló.

—Llámalo instinto de supervivencia.

—Yo lo llamo: estar hecha del material del que están hechos los

mercenarios, si estás interesada en un puesto de trabajo, una vez que salgamos de

aquí.

Rea levantó una ceja.

—¿Te refieres a trabajar contigo?

—No hago este tipo de ofertas a la ligera. Piénsalo.

Ella asintió, se separó de él y buscó su ropa. No queriendo parecer

desesperada, no le respondería de inmediato. Sin embargo, en su interior, ya había

tomado la decisión.

Page 11: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

11

Algo le decía que este era el comienzo de una larga y emocionante

asociación.

Fin

Page 12: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

12

Page 13: Kate Hill - Studs

El Club de las Excomulgadas

Ka

te H

ill –

Stu

ds –

R

ela

to C

orto

13

Si deseas saber más de Nuestros Proyectos o

Ayudarnos a Realizarlos

Visítanos!!!

http://informativoexcomulgado.blogspot.com/