Núm. 7 Año 2

Durante el pasado mensaje del Gobernador sobre el presu-puesto, hacia un llamado a los “sacrificios compartidos”. Los trabajadores y trabajadoras no podemos sacrificar más. Hemos llevado todo el peso de las “re-formas fiscales” y los bonistas quieren más.

Ante el fra-caso estrepi-toso del mo-delo colonial, los bonistas y sus alcahue-tes locales p r e t e n d e n que los tra-bajadores y trabajadoras continuemos llevando el peso del de-sastre social que han cau-sado.

Los y las comunistas hemos denunciado consecuentemente que la deuda es impagable, pero los lacayos coloniales de la ma-nera más oportunista apenas lo están admitiendo.

En los últimos 10 años los partidos de la burguesía, asegu-

rándoles el pago a los bonistas de Wall Street han sacrificado el futuro de nuestra clase trabaja-dora aplicando severas imposi-ciones contributivas, despidos, eliminación de derechos labo-rales, entre otros. Estas medidas solo le aseguran a los bonistas el

pago de prés-tamos a altísi-mos intereses. Esta forma de e x p l o t a c i ó n ha hecho mul-timillonarias a la burguesía fi-nanciera trans-nacional y a sus marionetas de la burgue-sía criolla.A pesar de los “s a c r i f i c i o s ” (léase pérdida de derechos) que hemos he-

cho la clase trabajadora, los ad-ministradores coloniales ahora dicen que la deuda de $73,000 millones es impagable.

Para el 2009, se implementó la Ley 7. Esta decretó una “emer-gencia fiscal” dirigida a satisfa-cer el pago de la deuda. Como

La clase trabajadora no debemos olvidar las mentiras del pasado. Portada de El Nuevo Día. 2015.

Destruyamos el ente colonial: construyamos democracia radical

Partido Comunista de Puerto Rico

Abayarde RojoBoletín Del

resultado de la ley 7, se afectaron de manera directa a 45,000 traba-jadores y trabajadoras públicas e indirectamente dejó alrededor de 125,000 trabajadores fuera del mercado laboral. Esta medi-da impuesta por Luis Fortuño, al servicio de los bonistas, preten-día atender un déficit de $3,200 millones. Nos “sacrificamos”y los bonistas vinieron por más.

Luego de va-rias demostracio-nes de fuerza de parte de la clase trabajadora ante la ley 7, vinieron las elecciones y el pueblo corrió a las urnas a sacar al azul y pusieron al colora’o García Padilla. Este vino a darle continuidad a las políticas de austeridad contra la clase trabaja-dora y a facilitarle al capital apode-rarse de las operaciones guber-namentales que todavía ofrecían posibilidad de rentabilidad.

En esos términos García Padi-lla entregó el aeropuerto a ma-nos privadas por los próximos 70 años a cambio de recibir un ade-lanto para “abonar” al pago de la deuda.

Luego el capital financiero “sacrificó” el futuro de miles de trabajadores y trabajadoras al im-poner la mal llamada Reforma a

la Ley de Retiro. Esta ley una vez más puso sobre las espaldas de la clase trabajadora el descuadre fis-cal de $1,400 millones del 2013. La Ley 3, afectó las pensiones de cerca de 70,000 trabajadores (as) obligando al retiro forzoso de mi-les.

En julio del 2014 denunciamos cómo la implantación de la Ley 66 sería otro atentado en contra

de los trabajado-res y trabajadoras solo para satisfa-cer el servicio de la deuda con los bonistas. La ley 66 redujo los bene-ficios de más de 150,000 emplea-dos públicos. Con la ley 66 alegan que se economi-zaron $1,432 mi-llones, que se tra-ducen en menos servicios a una clase trabajadora cada vez más em-

pobrecida.¿Ahora García Padilla nos pide

sacrificios compartidos? ¿Qué han sacrificado los grandes inte-reses? ¿Qué han sacrificado las multinacionales? ¿Qué han sacri-ficado la burguesía criolla? ¿Los Fonalledas? ¿Los Ferré Rangel? ¿Qué ha sacrificado el Banco Po-pular? Nada, todo el sacrificio lo hemos hecho la clase trabajado-ra.

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A diferencia de los periódicos burgueses estas eran nuestras portadas en 2010.

Sobre la “reforma contributiva”

La imposición de medidas con-tributivas ha sido otro mecanis-mo de explotación para asegurar el flujo de dinero público hacia Wall Street.

Al finalizar el año fiscal 2013 – 2014 los recaudos del IVU de 7% no fueron suficientes para lograr el cuadre presupuestario y el pago a la deuda con los bonistas. Tampoco el impuesto al barril del petróleo, el cual hasta principios de junio había recaudado $14 mi-llones, en vez de los $21 millones que se esperaban. Más aún re-sulta inexplicable el mantener el aumento al IVU de 11.5% cuando finalmente admiten la quiebra, lo que en la práctica demuestra la inefectividad de esta “medida” para resolver el problema.

“Wall Street exige más”

La clase trabajadora en Puerto Rico tenemos que seguir con mu-cha atención las luchas que ocu-rren entre las élites dominantes en EEUU: la burguesía nacional y la oligarquía financiera. La prime-ra, asociada a un puñado de fami-lias poderosas, controla sectores productivos en la agricultura e industria principalmente. La se-gunda, guaynabitos sin patria, se enriquecen de especular dinero contra dinero.

Históricamente, este sector de la burguesía yanqui, junto con los estamentos militares, han ejerci-

do gran presión en los diferentes circulos de poder imperial para mantener a Puerto Rico bajo un esquema colonial clásico. Porque mantienen nuestro país como mercado cautivo para sus mer-cancías y como plataforma militar en la región.

Sin embargo, los esfuerzos de la oligarquía financiera parece-rían estar dirigiéndose a un pro-ceso para romper las ataduras que impone la estructura colonial vigente. Ese aparato que conoce-mos como Estado Libre Asociado impone numerosas trabas para el libre flujo de capitales, la de-predación medioambiental y una explotación más ”eficiente” del trabajo.

Este sector que pulula en Wall Street no solo lucha contra la burguesía na-cional yanqui, sino también con los guay-nabitos colo-raos. Veamos.

Mientras los administrado-res coloniales ”cumplían su palabra” de seguir pagando la deuda exprimiendo las corpora-ciones e instrumentalidades pú-blicas, los bonistas, sobre todo los buitres, compraron grandes canti-dades de estos bonos a intereses cada vez más elevados.

Al ver la cercanía del colapso, acudieron al tribunal federal lo-

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Jeff Duncan principal impulsor de la sindica-tura para el ELA.

grando anular la aprobación de la ley de quiebra criolla. Mientras presionan en el congreso para que Puerto Rico no pueda “aco-gerse a la protección” de las leyes federales de quiebra. De lograr la imposición de una sindicatura para el gobierno del ELA, no sólo quedará expuesta la indigna subordinación a la que estamos sometidos, sino que quedare-mos a la merced de lo que deci-da un puñado de corruptos con-trolados por los buitres.

Es decir, que cada vez más la oligarquía financiera, al controlar grande sectores en el congreso, toma mayor control en las deci-siones políticas respecto a la co-lonia.

Si algo quedó evidenciado con el nuevo informe de la ex-directora del FMI, Anne O. Krue-ger y su equipo de economistas al servicio del capital financiero es que la “administración” que llegue endurecerá la aplicación de las políticas de austeridad. García Padilla concuerda con el informe Krueger en la necesidad de una “reforma laboral” (léase eliminar el salario mínimo fede-ral y la ampliación del flexitime).

Estos seres ociosos, que viven de la explotación de millones de personas no se detendrán ante nada. Han comprado toda esa

deuda, instrumentos financieros girados a nombre del Pueblo y ahora manipulan las instancias de poder de EEUU para obli-garnos a pagar por su pérdida. Apostaron en el casino de la bolsa y perdieron. Sin embargo, pretenden mantenernos en la esclavitud de la deuda pública por todos lo medios posibles.

¡Organización y lucha!

Ante el colapso de la colonia ca-pitalista y el sacrificio de nues-tra clase obrera al servicio de la deuda, lo que nos queda es la or-ganización y la lucha ante el ata-que del capital. Se hace urgente el trabajo consecuente para la transformación revolucionaria de esta sociedad. Ese trabajo debe estar dirigido a cambiar la correlación de fuerzas a favor de la clase obrera y las masas traba-jadoras.

Se hace necesaria la abolición del colonialismo y luchar con-tra el pago de la deuda. Por esto impulsamos un frente de masas de carácter amplio y clasista. Un frente conformado por organis-mos de base que articule y cana-lice las luchas populares.

¡Revolución o sometimiento!¡Comunismo o barbarie!

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