juan manuel hernandez mayo 31 2013
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EL COMIENZO DE LA CIENCIA DE LA LÓGICA
Por:
JUAN MANUEL HERNÁNDEZ AGUILAR
Código: 0833712
Trabajo de grado presentado como requisito parcial para optar por el título de
profesional en Filosofía. Dirigida por el Docente Alejandro Cavallazzi Sánchez.
PROFESIONAL EN FILOSOFÍA
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
FACULTAD DE HUMANIDADES
Santiago de Cali, Abril de 2013
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Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................3
1. POR QUÉ EL SER Y NO EL ARBITRIO ...................................................................8
1.1. Comenzando con el Ser Puro .......................................................................................41
1.2. ¿ Hegel tiene un método? ..............................................................................................43
1.3. A partir de la lógica:¿Con qué debe comenzar la ciencia? ........................................48
CONCLUSIONES ............................................................................................................68
IBLIOGRAFÍA ............................................................................................................73
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INTRODUCCIÓN
En el primer capítulo (Por qué el ser y no el arbitrio) se expone que el ser es vacío
por refutación. La refutación consiste en que al negar al ser le siguen otras
determinaciones, constituyendo la esencia de la lógica hegeliana. De allí que es
posible con él ilustrar el concepto hegeliano de demostración. Para ello se parte de la
inmediatez que es una necesidad desde la reflexión, que es la verdad del ser, la
reflexividad que constituye la esencia de las cosas y que no reduce todo a una mera
ilusión de inmediatez. Esto no quiere decir que del ser vacío se deduzca todo. La
noción “ser” se refuta regida por la dialéctica propia de su uso se demuestra en la
medida en que se demuestra vana por el contrario de lo que se propone. Así se le
decida llamar de cualquier manera al comienzo, infinito y que quiere encontrarse
inmediatamente en lo absoluto no tiene dentro de sí conocimiento sino vacío. Infinito
abstracto. O un absoluto que se ha querido nombrar que únicamente se ha querido
nombrar, pero que no se lo ha captado. Sin embargo ésta refutación inmediata supone
en virtud de la inteligibilidad unos principios y categorías que se irán ganando a
medida que se vaya avanzando. La forma inicial parte del escepticismo en virtud de
encontrar un inicio seguro para la ciencia. Un parecido que es posible asumir es el
escepticismo que guarda la posibilidad de conclusión argumentativa. Pero estas
premisas no se suponen. Más bien se busca una ciencia libre de prejuicios es en el
escepticismo en donde Hegel encuentra que el contenido depende de una forma de
argumentación, de un argumento que es una refutación. Cuyas premisas no se
suponen sino que se infieren al final. Como condiciones de intelección determinada y
de validez de la misma refutación del punto de partida. Y tal refutación se admite en
la medida en que si se continuase no pasaría a ser más que una postura irracional.
Aquello a lo que se retorne se debe considerar como el resultado. De acuerdo a éste
punto de vista el primero es el fundamento y el último es un derivado, es por ello que
en cuanto se parte del primero se llega al último como el fundamento, éste es el
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resultado. De modo que aquello con que se comienzan como todo lo que sigue no
desaparece. Así el comienzo de la filosofía es el fundamento presente y perdurable
de todos los desarrollos sucesivos. El punto de partida justificado por refutación, no
como deducción de ciertas premisas presupuestas. Sino mediante la generación
inferencial de ciertas premisas como condiciones de posibilidad de la refutación. Es
por ello que el comienzo de la ciencia es el ser puesto que Hegel le exige a este
concepto que tenga un significado éste se deshace y desemboca en un nuevo
contenido si se comienza con el ser como vacío. Pero Hegel usa esto como el
comienzo de la conciencia, que como tal se explica en la segunda parte en la que se
iguala al ser y la nada, al ser el ser una palabra vacía resulta igual a la nada. ¿Cómo
nace el comienzo de la filosofía a partir de la negación de la indeterminación? El
origen de ésta preocupación se retrotrae a la pregunta por el comienzo de la ciencia
entre el ser mediato o inmediato. Si bien la filosofía no es ciencia. La ciencia para
Hegel significa saber: un sistema de creencias verdaderas y justificadas. Decir pues
que el comienzo es arbitrario indica que éste deba ser probado y no inmediato. Hegel
dice que cualquier comienzo con el que se intente iniciar debe ser probado. En el caso
de se empiece por algo falso debe encontrarse que esto es falso y salvo que se
demuestre no es posible que se dé lugar a tesis gratuitas. Pues si se da paso a lo
gratuito se continuará haciendo infinita la imposibilidad de una ciencia sin prejuicios,
y es allí donde algo es universal en donde aquello no puede mostrar su contenido. Y
se da cabido a lo indeterminado pero cuando se adolece de lo infinito se da paso a lo
determinado. Con esto se quiere decir que con la posibilidad de una búsqueda se
deduce lo necesario. Decir que el ser y la nada son los mismo es querer demostrar que
los conceptos trazados desde el horizonte de la identidad son inútiles. El comienzo
por tanto debe ser algo que no puede ser analizado y que pueda ser tomado en su
simple inmediación y sin contenido. Es por vía de la eliminación de la mediación lo
que hace que la abstracción del comienzo sea indeterminada. La problemática por el
comienzo es la intención de lograr una correcta intelección de los conceptos de
necesidad y posibilidad. Se hace saber que toda consideración del concepto ciencia
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subyace en el concepto de necesidad. Pero en cuanto al contenido no es tan inteligible
puesto que el concepto de necesidad es el concepto mismo.
Ya que justificar un concepto sin suponerlo, implica que se considere a justificar
como mostrar su necesidad. El comienzo de la ciencia no es más que la búsqueda de
la verdad. El comienzo no es nada más que no dar cuartel a nada que no esté
justificado ni siquiera la definición misma de justificación. Esto da la posibilidad de
considerar a la conciencia, conciencia indeterminada. Y como indeterminación el ser
es lo más inmediato e indeterminado. Pero no por ser lo primero que se conciba. Si
fuese así sería determinado porque ya sería un contenido e incluiría diferencias. El ser
es lo opuesto a lo determinado. Para los estudiosos de la lógica la cuestión tiene
importancia por tres puntos. 1) la pretensión de auto constitución racionalmente
autónoma o autodeterminante, 2) En el comienzo de la lógica, Hegel afirma que se
debe comenzar sin presuposiciones, y que presupone la Fenomenología del Espíritu.
(La Fenomenología tiene por fin el concepto de ciencia y la deducción de éste
concepto). 3) Algunos de los críticos de Hegel han sostenido que el carácter del
desarrollo de la inicio de la lógica viola las restricciones relativas a la inmanencia que
establece Hegel.
Uno de los comentaristas William Maker asegura una forma de respuesta a quienes
considerar que el mismo hecho asumir una ciencia sin presupociones sea un
presuposición. Frente a esto Maker opone la posibilidad de que si tiene sentido la
reivindicación fundamental de la Fenomenología del espíritu, tendrá sentido la
superación de lo inmediato. La mediación y la superación pueden permitir establecer
una reconciliación ya que la mediación como mediación es un presupuesto propio,
que con su eliminación se da con un presupuesto. En éste punto considero tres
condiciones: 1) ¿Qué clase de presuposición podría concebirse como superación? 2)
¿Qué clase de presuposición podría ser cuya eliminación sería relevante para las
presuposiciones mediadas en la ciencia? 3) Incluso suponiendo que tal eliminación
de la presuposición pueda llevarse a cabo, ¿no sería la ciencia que se deriva de ésta
acción ser sólo relativamente una presuposición? Es decir, que esta ciencia puede ser
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relativa al presupuesto de presuposiciones eliminadas, ¿pero presuposiciones? Es
evidente que el sentido último de las presuposiciones es crucial a la noción de Hegel
de una manera radical de determinación de la ciencia.
La repuesta a estos interrogantes está en la Fenomenología del espíritu que puede ser
entendida como superación-mediada, la respuesta de Maker sugiere que las respuestas
a la primera y la segunda proporcionan las bases para hacer frente a la dificultad
planteada en el tercer punto. Esto es posible si se comprende que en la
Fenomenología se cumplen dos condiciones de mediación: en primer lugar el
resultado debe ser negativo en el sentido de lo que se presupone en segundo lugar ésta
negación tiene que ser inmanentemente constituida, engendrada por el objeto mismo
que se presenta y se presupone al comienzo. De ésta forma se puede cumplir la
superación en cuestión sea relevante para partir de una ciencia sin presuposiciones,
sólo en la medida en que el tema de la fenomenología sea una tesis sin presuposición
acerca de cómo comenzar en la ciencia filosófica. La Fenomenología no sólo debe
funcionar como la presuposición en la eliminación de toda determinación inicial
acerca de cómo es el comienzo de la ciencia, sino también, la eliminación de esa
presuposición que niega a la ciencia o excluye la posibilidad de una determinación
de las presuposiciones en la ciencia. Lo que se intenta sugerir aquí es que la
presuposición particular en la fenomenología sobre cómo es el comienzo de la
ciencia, resulta ser la eliminación y es relevante para el comienzo de la ciencia y sus
presuposiciones. la posibilidad de la ciencia autónoma al considerar que todo
conocimiento se encuentra indisolublemente determinada en otro o predeterminada.
Ahora éste punto de vista de que la ciencia debe comenzar sin presuposiciones porque
la conciencia no puede establecerse como exclusivamente decisiva de las
posibilidades cognitivas, entonces, se puede dar sentido a la idea de que sólo por esta
eliminación, que es un “presupuesto” de una ciencia sin presuposiciones, para la que
se ha demostrado que la comprensión del conocimiento la función mínima de
negación del “presupuesto” en cuestión en la Fenomenología la hace una ciencia sin
presuposiciones que en lo posible sin haber determinado nada en ella misma. La
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función mínima de negación del "presupuesto" en cuestión en la Fenomenología la
hace una ciencia sin presuposiciones que en lo posible sin haber determinado nada en
ella misma. Así, mediante la articulación de la estructura de presuponer en sí, la
fenomenología hace que la naturaleza de presuponer perspicaz al tiempo, revele que
la supuesta necesidad de presuponer es en sí mismo no demostrable. Más allá de las
formas en las cuales se realiza una ciencia sin presuposiciones posibles, la mediación
también muestra qué es lo que no puede presuponerse si tal ciencia sin
presuposiciones es salir de la consideración de la indeterminación. Lo que no puede
presuponerse es la noción de que toda determinación es, y debe ser, mínimamente
determinar en virtud de ser considerado como un objeto para la conciencia.
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1. POR QUÉ EL SER Y NO EL ARBITRIO
En el primer capítulo se habrá de aclarar porque el ser debe ser el comienzo de la
ciencia y a su vez si se asume otro comienzo arbitrariamente como lugar de partida
que implicaciones sufriría el método de Hegel.
Cuando Hegel escribe que el ser, “lo inmediato e indeterminado (Hegel, 1982:87),
de hecho no es nada, no es ni más ni menos que nada”, en realidad está como señala
Porfirio Miranda, “haciendo chunga”, está argumentando en contra de quienes
sostienen que el ser es algo inmediatamente dado, está señalando que esa palabra,
“ser”, que con tanta celeridad se agita cuando se pide un justo punto de partida, no
significa nada. (José Antonio Pardo, 2011: 83).
El comienzo de la ciencia no es el ser vacío, sino la demostración dialéctica (por
refutación) de que el ser es vacío. “El devenir es el primer pensamiento concreto y
por ende lo primero que se entiende, el primer concepto, mientras que ser y nada son
abstracciones vacías” (Pardo,2011: 83)
La refutación radica en preguntar por el Comienzo de la filosofía según su propia
dialéctica. De esa refutación le siguen otras determinaciones, constituyendo la esencia
de la lógica hegeliana, del concepto hegeliano de demostración.
"Es cierto que en el inicio de su doctrina de la esencia Hegel muestra la simple
inmediatez, sin mediación inmediata que es una ilusión, pero su explicación de la
reflexión demuestra que él acepta que hay mediación, “reflejada” en la inmediatez
del mundo. En efecto, sostiene que esa inmediatez es una necesidad, desde la
reflexión que es la verdad del ser – necesariamente se da lugar a la inmediatez.
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Además, la reflexión no sólo da lugar a la inmediatez o positividad sino a una
auténtica, libre –al comienzo de la inmediatez. La negatividad o reflexividad que
constituye la esencia de las cosas que no por lo tanto, reducen todo a una mera
ilusión de inmediatez. "(Houlgate, 2011:147)1
No es que del ser vacío se deduzcan analíticamente todo el resto de las categorías, de
ser así, en efecto, tendría razón Schelling (Pardo, 2011:84) al proponer que ninguna
de las categorías podría dar cuenta del existir; de hecho, la misma categoría existir,
como en el caso de Wolff, no se distinguiría prácticamente en nada de la de
posibilidad, por ser aquélla mera deducción tautológica de ésta. La palabra “ser”,
según su uso en ontología fundamental y regida por la dialéctica propia de ese uso, se
refuta en la medida en que se demuestra vana, por lo contrario de lo que pretende. La
impaciencia que sólo quiere encontrarse a sí misma encima de lo determinado,
llámesele a éste comienzo, objeto, infinito o de cualquier otra manera, y que además
quiere encontrarse inmediatamente en lo absoluto, no tiene delante de sí como
conocimiento sino la negatividad vacía, el infinito abstracto, –o un absoluto que se ha
querido nombrar, que únicamente se ha querido nombrar, pero que no se lo ha
captado. Pero esa refutación inmediata supone en virtud de la inteligibilidad la
1“It is true that at the start of his doctrine of essence Hegel shows simple, unmediated
immediacy to be an illusion ,but his account of reflexion demonstrates that he accepts that there
is mediated,“ reflected ” immediacy in the world. Indeed, he argues that such immediacy is a
necessity, since reflexion – which is the truth of being – necessarily gives rise to immediacy.
Furthermore, reflexion gives rise not just to quasi - immediacy or “ positedness ” but to genuine,
free - standing immediacy. The negativity or reflexivity that forms the essence of things does not,
therefore, reduce all immediacy to mere illusion.”(Houlgate, 2011:147)
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admisión de unos principios y categorías que se irán ganando a la postre según vaya
avanzando el proceso.
La refutación inicial sugiere una forma de escepticismo, una forma de
escepticismo en relación con la posibilidad de definir un punto de partida adecuado
para la ciencia. Ahora bien, como señala Jonathan Dancy, sólo el escepticismo que
guarda la forma de conclusión argumentativa es del tipo que vale la pena considerar:
“El escepticismo en su forma más interesante depende siempre de un
argumento”(Dancy, J. 1993:21), y por lo mismo de ciertas premisas. Pero esas
premisas no se suponen, sino que Hegel en realidad sostiene:
Antes de llegar al presente punto, la argumentación ha arrojado el siguiente par de
conclusiones: la primera es que es posible una ciencia libre de prejuicios y, puesto
que por definición la ciencia debe carecer de prejuicios, por lo tanto, una tal ciencia
es necesaria; la segunda es que la posibilidad de una ciencia libre de prejuicios es el
caso sólo en tanto se interprete que dicha posibilidad sea la expresión de una
progresión al infinito. Esto se asemeja a un tipo de escepticismo, justo en el género de
escepticismo defendido por Albert y que él mismo llama falibilismo.(Pardo, 2012:
184)
Y en realidad lo presenta de manera tal que el avanzar en filosofía sea más
bien un retroceder y un poner fundamentos, por medio del cual sólo resultaría
que aquello con que se empezó, no es algo aceptado por pura arbitrariedad,
sino que presenta en efecto por una parte la verdad y por otra la primera
verdad (Hegel, 1982:92).
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Que el escepticismo es el punto de partida de la ciencia, pero no el escepticismo
dogmático, sino el escepticismo que depende de un argumento; pero de un argumento
que es una refutación, cuyas premisas no se suponen sino que se infieren al final
como condiciones de intelección determinada y de validez de la misma refutación, del
punto de partida. A su vez, la refutación se admite, pero no porque sí, sino porque de
no admitirse, el escepticismo adoptado, no pasaría de ser una postura caprichosa e
irracional, postura que es la que se quiere evitar cuando no se admite cualquier tipo
de punto de partida que se le ocurra a quienquiera. Escribe Hegel: “Por otra parte se
infiere de esto que es igualmente necesario que aquello a lo cual el movimiento
retorna como a su fundamento, se considere como resultado. De acuerdo con tal
punto de vista, el primero es también el fundamento, y el último es un derivado. En
cuanto se parte del primero y, por deducciones correctas, se llega al último como al
fundamento, éste es el resultado. Además el avanzar desde lo que constituye el
comienzo, debe ser considerado sólo como una determinación ulterior del mismo
comienzo, de modo que aquello con que se comienza como un fundamento de todo lo
que sigue, y del cual no desaparece. El avanzar no consiste en que se deduce algo
distinto, o que se traspasa a algo verdaderamente distinto; y cuando éste traspaso se
verifica, igualmente vuelve a eliminarse. Así el comienzo de la filosofía es el
fundamento presente y perdurable de todos los desarrollos sucesivos; lo que
permanece inmanente de modo absoluto en sus determinaciones ulteriores.
(Hegel,1982: 92)
El punto de partida se justifica no por medio de la aseveración dogmática, sino por
refutación; no como deducción de ciertas premisas presupuestas, sino mediante la
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generación inferencial de dichas premisas como condiciones de posibilidad de la
refutación. En cambio, la lógica de Hegel empieza con el concepto de ser (que se
delata nulo en la refutación), y a base de exigir que tenga significado y se entienda (el
ser refutado o negado y el proceso mediante el cual se refutó), desemboca en un
contenido nuevo si se comienza con el ser como vacío.
El ser como vacío es el comienzo de la conciencia
Es notable que se inicie por el comienzo de la conciencia, es decir, la abstracción
vacía: el impulso a encontrar en el ser o en ambos términos (ser y nada) que les
confiere un significado verdadero, es decir concreto. Esto es el pensamiento lógico.
Éste ir hacia adelante es la realización de la lógica en el transcurso que se presentará
en lo que sigue. Toda consideración que reciba adelante deberá considerarse, por
tanto únicamente como determinación próxima y una definición más verdadera del
absoluto; tal determinación y definición ya no será entonces una abstracción vacía
como ser y nada, pues según Hegel: “(…) el ser (…)no representa en el comienzo
más que una palabra vacía, y solamente el ser: y este simple, que no tiene ninguna
significación ulterior, éste vacío, construye, sin más ni más, el comienzo de la
filosofía” (1982:101), igualando así ser y nada a lo mismo: nada.
Ahora es posible preguntar por un comienzo en la filosofía a partir de la negación
de ésta indeterminación. Pero antes es necesario preguntarse por el origen de ésta
preocupación con lo que Hegel es muy claro, “Sólo en los tiempos modernos surgió
la conciencia de que es difícil hallar un Comienzo a la filosofía”(1982:87).La
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dificultad de este problema, así como la razón de su insolubilidad es la pregunta por
si el Comienzo de la filosofía debe ser mediato o inmediato.
Lo que me propongo abordar aquí es por qué el Comienzo de la Ciencia de la
lógica debe ser el Ser y no un Comienzo arbitrario, el Comienzo de la lógica no debe
presuponer nada. Pero a qué llama Hegel propiamente Ciencia; utiliza la expresión
“ciencia” no para referirse a lo que hoy en día llamamos ciencia, la ciencia empírica;
pues la filosofía no es ciencia
(…) ni la de Hegel ni la de nadie. Tampoco lo es el psicoanálisis, ni el marxismo, ni
mil cosas más. No me cabe duda de que esto último es verdad. Sin embargo, tampoco
me cabe duda de que es una verdad trivial, pues se trata del efecto de una simple
estipulación.(Pardo Oláguez, 2012: 165-188)
Pero si se plantea desde la filosofía, es más que lógico que la empresa de querer
averiguar si cualquier análisis es trivial o no, sobrepasa el lugar de la retórica al
utilizar la palabra “ciencia”, que además posee la fuerza para distinguir entre ciencia
y saber, pero esto no tiene sentido pues el contenido pragmático es el de saber. Hegel
habla de “ciencia” con la intención de referirse a “aquello a lo que se debe asentir
(1982:563)”, la ciencia para Hegel significa saber “Wissen”. Lo que se debe entender
por ciencia es un sistema de creencias verdaderas y justificadas. Pero decir que el
comienzo es inmediato, implica que este mismo sea probado y no arbitrario. Hegel
dice en su Ciencia de la lógica que el comienzo es lo absoluto: “Por consiguiente,
puede decirse con razón, que cualquier comienzo tiene que ser efectuado a partir de lo
absoluto” (Hegel, 1982: 565).A la ciencia no le es legítimo presuponer. Es por lo
tanto que tal sistema necesita de una justificación.
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Lo que no puede ser arbitrario puede llegar a ser posible solo si se piensa en un
Comienzo no arbitrario en el que el alegato se afirma en cuanto que la filosofía no
puede permitirse presuponer nada. “El espíritu que se sabe de este modo como
espíritu es la ciencia. Ella es su realidad efectiva y el reino que él se edifica en su
propio reino.”(Hegel, 2012:81). El Comienzo de la ciencia exige que en caso de que
se Comience por algo falso se encuentre que esto es falso y que salvo que se le
demuestre no sea posible considerar una tesis como gratuita. Esta prohibición o
negación a la que se abre la posibilidad. Lo que se considera gratuito o justificado da
paso a la obligación de continuar ilimitando la multiplicidad, es decir lo universal,
cuya forma es que el modo universal es el modo en que la palabra Comienzo no es
más que una palabra vacía, es decir que no enuncia exhaustivamente lo que está
contenida en ella. Y con esto se da paso a la forma de lo indeterminado, pues en lo
múltiple se adolece de infinitud que para Hegel sería lo determinado. Con esto lo que
se quiere mostrar es que con la posibilidad de la búsqueda se deduce lo necesario.
Bien dice el profesor Pardo:
Con lo dicho y por medio del uso del silogismo hipotético, tenemos ya la
justificación de la tesis que explica la paradoja del comienzo de la ciencia: las
palabras necesidad e imposibilidad nombran lo mismo.(2012:181)
En otras palabras lo posible, es posible en tanto es incompleto y se dirige a otro que
no es él: lo Real. Para saber a qué se refiere Hegel al utilizar éste término es
pertinente la cita que ofrece el traductor Ramón Valls Plana en la Enciclopedia de las
ciencias filosóficas:
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§ 6. Wirklichkeit. Como ya es usual, traducimos regularmente este término por
«realidad efectiva», reservando «realidad» sin más para el alemán Realitát. En ambos
casos se trata de tecnicismos propios de la filosofía hegeliana, es decir, de categorías
que Hegel diferencia cuidadosamente en su Lógica. La realidad sin más pertenece a la
lógica del ser(§ 91) y es la categoría correspondiente a la pura y simple afirmación
(Véase Cr.r.puraA 70,B 95; A 80, B 106; A 291, B 347), mientras que la realidad
efectiva pertenece a la lógica de la esencia (§ 142 ss). Wirklichkeit no es una realidad
cualquiera, sino una realidad cualificada como unidad de fenómeno y esencia. En
otras palabras, se trata de una realidad fenoménica que no es mero fenómeno o
apariencia, sino una realidad que por adecuarse al concepto es verdadera, plenamente
racional y eficaz o efectiva. Por otra parte, la traducción de Wirklichkeit por realidad
efectiva está ya vulgarizada y, una vez aceptada esta convención, no presenta grandes
dificultades en la ENC. En la LOG aumenta la dificultad, porque allí aparecen
combinaciones de distintos sentidos categoriales las cuales ofrecen significados
específicos. De todas maneras conviene advertir que siendo la realidad efectiva el
objeto de la filosofía y no la realidad sin más (Realitát), la filosofía no se ocupa de
todo, sino que se desinteresa de la multitud de cosas irrelevantes y casuales que
ocurren cada día. (Hegel, 2008: 105)
De esa forma lo posible jamás será lo Real, pues en caso de que fuera lo Real
cambiaría la esencia de lo que se considera posible, de esa forma lo posible puede
entenderse a la vez como lo imposible. Tanto que en la medida de mantenerse como
posible le es negada la posibilidad de ser Real. Así pues el punto hacia el que Hegel
se dirige es hacia una crítica de la representación de los conceptos modales,
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posibilidad, necesidad, etc. Lo que debe entenderse es que Hegel está confrontando a
partir de la dialéctica como una refutación. “El análisis del comienzo, daría así el
concepto de la unidad del ser y del no ser –o, en forma refleja, el concepto de la
unidad del ser distinto y del ser indistinto- o bien el de la identidad con la no
identidad” (Hegel, 1982:96), para demostrar que los conceptos trazados desde el
horizonte de la identidad son inútiles. Se está ante el dilema de la identidad trivial, de
la arbitrariedad, o frente a la contradicción. En cualquier caso frente a una palabra
vacía. Ante esto Hegel bien afirma:
Lo que constituye el comienzo tiene por ende que ser tomado como algo que no
puede ser analizado; tiene que ser tomado en su simple inmediación no llenada de
contenido (simple analítica S es p), como el ser, como lo absolutamente vacío.
Tal vez por impaciencia ante la consideración del comienzo abstracto, podría
decirse que no debe empezarse por el comienzo, sino directamente con la cosa; pero
también esa cosa no es más que aquel ser vacío; pues lo que es esta cosa, resultará
precisamente del curso mismo de la ciencia, y no puede presuponerse como conocido
antes que ella. ( Hegel: 1982:97)
De lo que se trata pues es de advertir que no es legítimo definir los conceptos
modales en términos de identidad, pues la identidad es en sí misma no-identidad
absoluta:
Así también la lógica ha vuelto, en la idea absoluta hacia aquella simple unicidad
que es su comienzo: la pura inmediación del ser en que al principio toda aparición
aparece extinguida o apartada por la abstracción; es la Idea que, por vía de la
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mediación es decir, por vía de la eliminación de la mediación, ha alcanzado su
correspondiente igualdad consigo misma. (Hegel: 1982:582)
Es decir que lo que han hecho estos intentos de principio, el Nous, la idea, la
sustancia, la mónada; o en el caso de que sea más una determinación objetiva el
pensar, el intuir, sentir, el yo, la subjetividad misma. De modo que en ambos casos es
la determinación del contenido lo que atrae el interés. Lo que busca Hegel entonces es
una ciencia (saber) libre de prejuicios. Y puesto que debe carecer de prejuicios esta
ciencia es necesaria como posibilidad de progreso al infinito. Pero si tal fuera la
conclusión se partiría de un principio que siempre puede estar en duda, lo que hace
que haya una mayor lectura de la pregunta por el Comienzo de la ciencia, que en los
términos o los conceptos con los cuales se aborda la cuestión, no son tan claros. Lo
que hay es una problemática que gira alrededor de la tesis de lograr una correcta
intelección de los conceptos de necesidad y de posibilidad:
Ahora bien, a la contemplación pensante pronto se le hace manifiesto que ella
comporta la exigencia de mostrar la necesidad de su contenido y también de
demostrar tanto el ser como las determinaciones de sus objetos. (Hegel,2008:100)
Se hace notar que toda consideración de ciencia subyace en la consideración de
necesidad. Sin embargo el contenido de representación inmediata de ese concepto no
es tan claro, por lo tanto aunque se exija una aclaración de este no es del todo fácil:
“El concepto de necesidad es muy difícil, y lo es precisamente porque la necesidad es
el concepto mismo”. (Hegel, 2008: 236)
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Justificar un concepto sin suponerlo
En éste capítulo se analizaran las distintas perspectivas desde las cuales ha sido
tratado el problema y las posibles respuestas que es posible abordar desde el
tratamiento de Hegel del comienzo de la filosofía.
Parece imposible justificar un concepto sin suponerlo, pues justificar significa
mostrar su necesidad y la única razón por la que una presuposición es injustificada
consiste en que es posible no hacerla. Y la única razón por la que sería legítimo
rechazar que la consideración pensante no la exija. El Comienzo de la ciencia , no es
más que producto de la búsqueda de la verdad y que debe ser fruto del interés, es
decir, la preocupación por el concepto de necesidad. El Comienzo no es más que la
postura de no dar cuartel a nada que no esté debidamente justificado ni siquiera a la
definición misma de justificación. Esto da con la posibilidad de considerar esta
descripción de la conciencia como “conciencia indeterminada”, dicho concepto, en la
conciencia primeriza, es indeterminación. El comienzo es pues indeterminado y como
indeterminación el ser es lo más inmediato e indeterminado, pero no por ser lo
primero que se conciba; tampoco porque el ser sea el comienzo de la ciencia y
tampoco en el sentido en que los demás conceptos se resuelvan en el término ser,
puesto que éste no incluye a los demás. Si fuese así sería determinado e incluiría
diferencias. Creer que los conceptos de la lógica se deducen del ser resulta
apresurado. Según Antonio Pardo el ser ni siquiera es el primer concepto que concibe
el entendimiento (2012:188), para ser más preciso el ser es una noción, ni siquiera es
un concepto, aún lo indeterminado es lo opuesto a lo determinado, pero, al decir ser,
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el ser es lo primero que se nombra en la ciencia de la lógica, pero curiosamente se
entiende justo a lo último con la idea absoluta, no es lo primero en ser entendido sino
lo final. Sin embargo, el concepto de ser es el más incomprensible, pero no es posible
comenzar por otro, pues todo comienzo será un comienzo arbitrario. Lo que da por
resultado que se busquen conceptos para explicarlo. Del ser se deduce el devenir pues
no se entiende devenir sin este, lo que es una deducción de las condiciones de
posibilidad para aclarar la preocupación misma.
En un texto de William Maker (1994:83-98), la filosofía sin fundamentos éste
autor intenta responder a lo que sin duda es lo más inmediato, la lógica de Hegel
relativa al comienzo, el tema del Comienzo de la lógica merece una especial atención
y al hacerlo se habrá de introducir problemas específicos de interpretación de la
lógica, pero esto se hará en los siguientes puntos:
Para los estudiosos de la lógica, la cuestión de su origen tiene prioridad-que sin
duda necesita empezar por el principio-al menos por tres razones:
(1) Según Hegel, la característica más destacada y propia de la filosofía sistemática,
como la ciencia, es su pretensión de auto constitución racionalmente autónoma o
autodeterminante.
Lo distintivo del sistema es el carácter de la inmanencia estricta de su génesis y
desarrollo, su libertad de determinación externa en la constitución de sus categorías.
Hegel reconoce un derecho de autonomía en la inmanencia para apoyarse sólo en lo
necesario del sistema. El Comienzo es la posibilidad de tal principio, pero también
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señala Hegel que la posibilidad de tal principio es cuestionable, ya que es posible
suponer la nada, dice William Maker; se puede afirmar como se puede negar, no se
pueden aceptar las afirmaciones y suposiciones de otros, y sin embargo se tiene que
hacer un principio y un comienzo, como algo primario y no derivado, realizado por
una suposición o más bien es una suposición. Parece como si fuese imposible hacer
un comienzo absoluto:
La filosofía carece de la ventaja, que favorece a las otras ciencias, de poder suponer
sus objetos como inmediatamente ofrecidos por la representación y de [de poder
suponer] como ya aceptado el método de conocimiento para empezar y proseguir [su
discurso]. (Hegel, 2008:99)
(…) y por consiguiente la necesidad de plantearse el problema de con qué se debe
comenzar, resulta también insignificante frente a la necesidad del principio, donde
parece residir todo el interés de la cosa, es decir, el interés de conocer qué es lo
verdadero, el fundamento absoluto de todo. (Hegel,1982:87)
Hegel centra su atención en el comienzo y la preocupación de que el trabajo que inicia
el sistema sea apropiado. Por ende, comprender el carácter global del sistema de la
ciencia de la lógica en su propia constitución remite a la exigencia de enfrentar la
pregunta de cómo un principio de presuposiciones se puede justificar cuando
cualquier principio parece involucrar una presuposición.
(2) Si la cuestión general de cómo una ciencia sin presuposiciones hace que su principio
no sea suficiente para llamar la atención sobre la inicio de la lógica, el carácter
desconcertante de lo que Hegel tiene que decir en la lógica sobre cuál debe ser el
comienzo, debería dar que pensar. En el comienzo de la lógica, Hegel afirma que se
debe comenzar sin presuposiciones, y que presupone la Fenomenología del Espíritu.
21
El comienzo es lógico, en cuanto debe efectuarse en el elemento del pensamiento,
libre, que existe para sí, es decir en el puro saber. “(…) la idea se liberta a sí misma,
seguro en absoluto de sí misma y descansando en sí. A causa de ésta libertad
también la forma de su determinación es libre en absoluto por sí misma sin
subjetividad. (Hegel,1982: 583)
Por eso es mediato, en cuanto el puro saber es la última y absoluta verdad de la
conciencia. En la introducción se observó ya que la Fenomenología del espíritu es la
ciencia de la conciencia, que ella tiene por fin exponer la conciencia como resultado
final del concepto de la ciencia, es decir el puro saber. Hegel en su Ciencia de la
lógica afirma que: “el concepto de ciencia pura y su deducción son presupuestos en
el presenta tratado, por cuanto la Fenomenología del espíritu no es más que la
deducción de éste concepto”. (Hegel,1982:65)
En este sentido la lógica presupone la ciencia del espíritu fenomenológico,
ciencia que contiene y demuestra la necesidad y en consecuencia la prueba de la
verdad propia del punto de vista del saber puro, y también contiene mediación en
general. En esta ciencia del espíritu, en sus manifestaciones, se parte de la conciencia
empírica, sensible; y ésta es el verdadero saber inmediato. En aquella misma ciencia
se examina qué contiene dicho saber inmediato. (Hegel,1982:89)
Hegel dice que el concepto de ciencia que se establece en la lógica no puede ser de
ninguna manera predeterminada, y que la fenomenología es la deducción de este
concepto. Por lo tanto, una comprensión de los principios de la lógica es necesaria a
menos que se pueda encontrar una manera de carácter aparentemente contradictorio
en estas afirmaciones, es por ello que las nuevas conclusiones interpretativas sobre el
significado y el estado de la lógica deben permanecer en suspensión.
22
3)Por último, está el carácter problemático de la sección de inicio real de la propia
lógica. Algunos de los críticos de Hegel han sostenido que el carácter del desarrollo
de la inicio de la lógica viola las restricciones relativas a la inmanencia que establece
Hegel.
Dieter Henrich ha argumentado específicamente que el movimiento del ser, a
través de la nada, sólo puede ser inteligible en cuanto a las operaciones externamente
reflexivas que se ejercen:
La negación de la mediación” . Pensar de lo inmediatez como tal, paradójicamente ,
a pensar del concepto de lo que no es en sí mismo inmediato sino “mediado y
determinado por éste concepto de la mediación.(Houlgate, 2006: 892)
Si este es de hecho el caso, entonces Hegel sólo puede ser juzgado por haber
cumplido con sus propias demandas específicas y las garantías relativas al inmanente
carácter del desarrollo del inicio de la lógica. Y si estas demandas no se cumplen en
tal caso, entonces el carácter científico de la lógica como un todo del sistema está
seriamente cuestionado simplemente porque la pretensión inmanente de la
constituciones inseparable de la reivindicación del sistema para ser ciencia.
2“the negation of mediation.” To think of immediacy as such is thus, paradoxically, to think of a
concept that is not itself immediate but rather “mediated and determined by this concept [of
mediation].” (Houlgate, 2006: 89)
23
Me gustaría sugerir que se puede resolver la primera y la tercera cuestión. En
primer lugar, abordar el segundo punto para encontrar una manera de conciliar
afirmaciones aparentemente contradictorias de Hegel sobre la fenomenología como la
presuposición de una ciencia sin presuposiciones.
Parece que Hegel se encuentra en una contradicción cuando afirma que la lógica
no tiene presupuestos y que presupone la Fenomenología. ¿Cómo se pueden
reconciliar estas demandas mediante la búsqueda de una forma de distinguir entre el
sentido en que la fenomenología es y el sentido en que no es un presupuesto para este
trabajo?
La forma en la que Maker (Maker, 1994:85) dice resolver esta contradicción se
basa en que, si primero puede tener sentido la reivindicación fundamental de Hegel
que la fenomenología del espíritu, será, entonces, una superación de lo inmediato, la
mediación para la ciencia de la lógica. Pero ¿Cómo puede la idea de una superación
mediada ayudar y como podría la fenomenología entenderse simplemente como una
obra?
La superación y la mediación pueden permitir establecer una reconciliación ya que
la mediación como mediación es un presupuesto propio, cuya eliminación da con una
presuposición3.Antes de seguir adelante quisiera mencionar tres cuestiones que se
plantean en este momento y que deben ser enfrentadas: 1) ¿Qué clase de
presuposición podría concebirse como superación? 2) ¿Qué clase de presuposición
3De este modo, la ciencia es presuposición que se hace posible por la eliminación de un presupuesto,
pero comienza con una presuposición en el sentido de que sólo esta eliminación se presupone.
24
podría ser cuya eliminación sería relevante para las presuposiciones mediadas en la
ciencia? 3) Incluso suponiendo que tal eliminación de la presuposición pueda llevarse
a cabo, ¿no sería la ciencia que se deriva de ésta acción ser sólo relativamente una
presuposición? Es decir, que esta ciencia puede ser relativa al presupuesto de
presuposiciones eliminadas, ¿pero presuposiciones? Es evidente que el sentido último
de las presuposiciones es crucial a la noción de Hegel de una manera radical de
determinación de la ciencia.
La Fenomenología del espíritu puede ser entendida como una auto superación-
mediada, la respuesta de Maker sugiere que las respuestas a la primera y la segunda
proporcionan las bases para hacer frente a la dificultad planteada en el tercer punto.
Comprender la fenomenología como superación-mediada es posible si se puede
apreciar cómo se cumplen dos condiciones de mediación. En primer lugar, su
resultado debe ser radicalmente negativo en el sentido de que lo que se presupone
para el argumento de la obra es negado en y por sus resultados. En segundo lugar,
esta superación o negación debe ser inmanentemente constituida: no externamente
impuesta, sino engendrada por el objeto mismo que presenta y presupone al
Comienzo. De tal forma es posible entender la fenomenología como mediación,
superación, y como una tesis determinada y el pináculo a su auto-superación.
Ahora bien, estas dos condiciones de mediación y superación, se pueden cumplir
en la mediación de tal manera que la superación en cuestión sea relevante para partir
de una ciencia sin presuposiciones, sólo en la medida en que el tema de la
fenomenología sea una tesis sin presuposición acerca de cómo comenzar en la
25
ciencia filosófica. En efecto, si el objeto de la fenomenología es una tesis acerca de
cómo empezar la ciencia, y si su resultado es una constitución en rechazo de esta
forma de inicio que comienza (por presuponerlo todo), a través de este procedimiento
negativo de la eliminación de la forma correcta de la ciencia el Comienzo se ha hecho
posible sin ser predeterminado. Pero ¿Cómo es posible la fenomenología como
eliminación de un presupuesto? En la pregunta por ¿Cuál debe ser el comienzo de la
ciencia? ¿Cuál es el presupuesto específico del comienzo de la ciencia que viene a ser
eliminado por la Fenomenología y que es relevante para el comienzo de la ciencia sin
presuposiciones? Es necesario responder a estas preguntas provisionalmente con la
descripción de una lectura particular de la Fenomenología como una mediación-
superación.
La Fenomenología que supone y muestra en materia de ciencia el primer sentido
que tiene como paso previo o un prerrequisito de llevar al sujeto al nivel de la ciencia
y la superación de lo inmediato conduce a la eliminación de un importante, pero
erróneo concepto acerca de cómo es el comienzo de la ciencia. Hegel frente a esto no
pretende evitar que una presuposición constituya una predeterminación de la ciencia.
“Pero el comienzo de la ciencia no debe ser él mismo un primero y otro; lo que en sí
mismo es un primero y otro, contiene ya un proceso de progresión. Lo que constituye
el comienzo, el comienzo mismo, tiene por ende que ser tomado como algo que no
puede ser analizado; tiene que ser tomado en su simple inmediación no llenada de
contenido, es decir, como ser, como lo absolutamente vacío.
26
Tal vez por impaciencia ante la consideración del comienzo abstracto, podría
decirse que no debe empezarse por el comienzo, sino directamente por la cosa; pero
también esa cosa no es más que aquel vacío; pues lo que es esta cosa, resultaría
precisamente del curso mismo de la ciencia, y no puede presuponerse como conocido
antes de ella. Cualquiera sea la forma que se adopte, para tener un comienzo distinto
del ser vacío, padecerá de los defectos mencionados.”(Hegel, 1982:97)
Más en concreto, sólo este último sentido de presuponer y el cómo predeterminar
podría evitarse en función de la negación de la Fenomenología, es más, la función
negativa de la fenomenología es más específica que el sólo eliminar de alguna manera
a la ciencia que se constituye o se determinarse a sí misma.
Por lo tanto, en lo que respecta a la cuestión planteada anteriormente sobre el
carácter aparentemente relativo de una ciencia que comienza con la eliminación de lo
presupuesto, la Fenomenología no sólo debe funcionar como la presuposición en la
eliminación de toda determinación inicial acerca de cómo es el comienzo de la
ciencia, sino también, la eliminación de esa presuposición que niega a la ciencia o
excluye la posibilidad de una determinación de las presuposiciones en la ciencia. Es
decir, la superación por medio de la mediación constituida por la Fenomenología que
puede ser vista como relevante en el comienzo de una ciencia sin presuposiciones. La
presuposición de los principios de la ciencia que elimina la fenomenología se puede
entender como la noción misma de la ciencia, en la que se excluye la posibilidad de
27
constituir una ciencia autónoma. Lo que se intenta sugerir aquí es que la
presuposición particular en la fenomenología sobre cómo es el comienzo de la
ciencia, resulta ser la eliminación y es relevante para el comienzo de la ciencia y sus
presuposiciones. Es una idea acerca de la naturaleza de la cognición en general. En
otras palabras, es una idea acerca de que la ciencia debe comenzar con lo que niega,
la posibilidad de la ciencia autónoma al considerar que todo conocimiento se
encuentra indisolublemente determinada en otro o predeterminada.
La comprensión del conocimiento que incorpora esta noción es sólo la opinión que
se refiere a la manera en que la conciencia llega a conocer los objetos como decisiva
de todo conocimiento. Porque, de acuerdo con este punto de vista ( la idea de que el
modo de conciencia de la cognición puede ser presupuesto para la ciencia), todo
conocimiento está siempre predeterminado y no tiene la necesidad de asegurar su
existencia, ya que, mínimamente está determinado en virtud de ser un objeto dado por
una toma de conciencia. Ahora, si esta noción de por qué la ciencia no puede
comenzar sin presuposiciones, se puede demostrar porque la conciencia no puede
establecerse como exclusivamente decisiva de las posibilidades cognitivas, entonces,
se puede dar sentido a la idea de que sólo por esta eliminación, que es un
"presupuesto" de una ciencia sin presuposiciones, para la que se ha demostrado que
la comprensión del conocimiento, se pretende especificar el porqué de las
presuposiciones, determinar la ciencia y hacerla arbitraria, no obstante, la función
mínima de negación del "presupuesto" en cuestión en la Fenomenología la hace una
ciencia sin presuposiciones que en lo posible sin haber determinado nada en ella
28
misma, es una anticipación en la que Hegel apunta en la dirección de una suspensión
de la conciencia, como un modelo para el conocimiento científico que se supone en
varios lugares: “Para que el yo sea el comienzo y fundamento de la filosofía se
precisa su separación de este concreto, es decir, el acto absoluto, por medio del cual
el yo se purifica de sí mismo y penetra en su conciencia como el yo abstracto. Sin
embargo, este yo puro no es más un inmediato, ni el yo conocido; no es el yo
ordinario de la conciencia, al cual podría anudarse directamente y para todos la
ciencia. Aquel acto realmente no sería más que elevarse a la posición del saber puro,
donde desaparece la diferencia entre lo subjetivo y lo objetivo. Pero, en cuanto que
dicha elevación es exigida inmediatamente, representa un postulado subjetivo; para
manifestarse como verdadera exigencia, sería preciso que el movimiento progresivo
del yo concreto, que va de la conciencia inmediata hasta el puro saber fuera indicado
y expuesto en el yo mismo mediante su propia necesidad. Sin este movimiento
objetivo, el puro saber, aun siendo determinado como una intuición intelectual,
aparece como un punto de vista arbitrario o como uno de los estados empíricos de la
conciencia. Pero, como este yo puro debe ser esencialmente saber puro, y el puro
saber está colocado en la conciencia individual solo por medio del acto absoluto de la
auto elevación y no existe en ella inmediatamente, se pierde justamente la ventaja que
debía surgir de este comienzo de la filosofía.” (Hegel,1982:98)
A lo que Hegel se refiere con aquella refutación, es un requisito previo para la
ciencia. Se afirma que el comienzo de la ciencia puede efectuarse a través de una
investigación por la conciencia de las condiciones de su conocimiento, supuestamente
29
culminará en la clarificación y la legitimación por la conciencia de algunas de las
características específicas de su estructura cognitiva como definitivo del
conocimiento científico.
Se discute en otra parte la demanda de interpretación que la Fenomenología
como la introducción a la ciencia, no es más que un pensamiento a través de una
investigación, un pensamiento de que la ciencia debe comenzar con la conciencia.
Por lo tanto, es cuestionable hasta qué punto la culminación de investigación de la
conciencia comprende una mediación que se supera y hace posible la ciencia.
Hegel anticipa el resultado negativo de la Fenomenología en el prefacio e
Introducción a la obra, y se refiere a él específicamente en la lógica, como la
deducida en el concepto de la ciencia, cuando señala que el colapso de la estructura
de la propia conciencia como el resultado de la inmediatez con la que la lógica se
inicia, que es a través de tal investigación que la ciencia debe empezar.
Más importante aún, ¿cómo se puede refutar este presupuesto al sólo ser
específicamente conectado a la posibilidad de un comienzo de presuposiciones?
El resultado de la Fenomenología como el colapso de la estructura de la
conciencia es la suspensión de lo que se presupone que podemos seguir a través del
desarrollo de esta culminación que se puede entender, aunque no se ha demostrado,
en la medida en que consideramos lo que sería necesario para la conciencia con éxito
y demostrar que su estructura es definitiva.
Mínimamente lo que la conciencia tiene que hacer para tener éxito en demostrar la
legitimidad de su modo de conocimiento y la necesidad de presuponer la conciencia
30
que está por venir hasta el punto de ser capaz de identificar y diferenciar
simultáneamente el conocimiento y el objeto. Sólo en ese momento puede
corresponder a la noción de conocimiento inseparable de la conciencia de ser
demostrado como factible.
En el mismo momento en que la conciencia alcanza su terreno, que es a la vez la
disolución de la oposición fija entre el sujeto y la oposición mínimamente constitutiva
de la conciencia como tal, salir de lo inmediato, así mismo como lo que debe ser
presupuesto para el conocimiento científico, la conciencia suspende su carácter
determinado y de ese modo se supera por sí misma como un candidato para el
conocimiento científico. Para la identificación simultánea y diferenciación de los
conocimientos, el objeto necesario para demostrar la correspondencia, y por lo tanto
para reivindicar la conciencia, es un estado de cosas en el que la oposición fija
definitivamente la conciencia como una estructura cognitiva en sí misma, la
indeterminación. Así, vemos que el intento de reivindicar la presuposición de que la
ciencia puede comenzar con una investigación preliminar del conocimiento que
culminó en un principio determinante para el conocimiento científico, culmina más
bien en el de esta presuposición acerca de cómo la ciencia es comenzar por la
conciencia, en donde no puede alcanzar la posición de la conexión a tierra de su
propia estructura sin que ello lo implique. ¿Cómo afecta esta culminación al hacer
una ciencia sin presuposiciones posibles? La cuestión es especialmente relevante para
el comienzo de una ciencia sin presuposiciones, porque lo que se ha mostrado en la
Fenomenología como una presuposición ilícita, no es cualquier presuposición acerca
31
de la cognición, sino que está muy cerca de ese supuesto conocimiento según la cual
todo conocimiento debe comenzar con una determinación. Por lo tanto, la
importancia de la superación de la conciencia de la Fenomenología como
presuposición, radica en el hecho de que la conciencia crea una instancia, donde la
concepción misma de la cognición específicamente sostiene que todo conocimiento
debe comenzar con un presupuesto, y que pretende ser capaz de mostrar por qué esto
debe ser así. De acuerdo con los términos de la conciencia, se sabe que siempre es,
mínimamente e irreductiblemente, el conocimiento de un objeto: algo que está
siempre ya dado en su carácter determinado, aunque sólo sea en el sentido mínimo de
estar presente en la conciencia. De acuerdo a la conciencia, la determinación es
siempre inevitablemente pre-determinada. Así, en la afirmación de su carácter
científico propio, la conciencia establece que el conocimiento sin presuposiciones es
imposible, porque su modo de cognición de algunas determinaciones siempre se
presupone a la ciencia.
La Ciencia de Hegel puede hacer un reclamo a ser algo más que presuposiciones,
la suspensión de la conciencia es la estructura de presuponerse en sí. Para ésta la
suspensión se revela como un prejuicio y descarta de la contienda científica que la
opinión que sostiene la determinación radical es imposible. Dicho de otra manera,
esta eliminación a fondo socava la autoridad de ese punto de vista que sostiene que
cualquier determinación debe implicar alguna predeterminación.
Al afirmar que el principio constitutivo de la cognición es filosófico-científico, la
conciencia afirma la negación de la posibilidad de una ciencia de una manera doble:
32
en primer lugar, la afirmación de su conciencia en primacía científica sostuvo que ella
(la conciencia) debe ser presupuesto para la ciencia. En segundo lugar, lo que es
como una estructura cognitiva, la conciencia también se le niega la posibilidad de una
ciencia autónoma, insistiendo en que nada de la ciencia se viene a considerar que se
implica un presupuesto, presupuesto de determinación, porque la ciencia considera
que ya tienen el carácter mínimamente determinado de ser un objeto. Así, mediante la
articulación de la estructura de presuponer en sí, la fenomenología hace que la
naturaleza de presuponer perspicaz al tiempo, revele que la supuesta necesidad de
presuponer es en sí mismo no demostrable. Mostrando cómo la demostración de esta
necesidad es a la vez la suspensión de la estructura (presupuesto) de que se trate, la
fenomenología pone de manifiesto que, en última instancia esta supuesta necesidad
no puede ser otra cosa que una suposición arbitraria sobre la cognición. Al mismo
tiempo, muestra cómo se puede suspender ese punto de vista según el cual, el
presuponer es necesario e inevitable. Se llega a ver en un sentido fundamental, donde
lo que se presupone mínimamente implica llegar a descubrir eso, y por tanto, ésta
manera de concebir la cognición ya no necesita dar por sentado como una forma
exclusivamente determinante de las posibilidades cognitivas.
Si esto indica de manera general cómo una ciencia sin presuposiciones puede
decirse que tiene una presuposición (en que presupone la estructura de la
presuposición) lo que se puede decir más en concreto sobre esto ¿Cómo el resultado
negativo de la Fenomenología, no obstante, y en su negatividad, funciona
positivamente en relación con el comienzo de una ciencia sin presuposiciones? Por un
33
lado, al ver que este presupuesto se elimina por sí mismo, nosotros (los observadores
de conciencia) entraremos a examinar qué presuposiciones de radicales o de ciencia
autónoma puede ser posible. Es importante señalar que no es otra cosa que la
posibilidad de una ciencia que esté prevista en la Fenomenología como presuposición
de una ciencia sin presuposiciones. La eliminación de la estructura de presuponer no
constituye en sí misma (en cualquier forma determinada) o requiere el comienzo de la
ciencia presuposiciones –si lo hiciera, esta sería una predeterminación y un principio
heterónomo-. Tampoco puede esta garantía de suspensión el intento de'' tomar lo que
hay por delante"(Hegel,1982:69). La indeterminación resultante del colapso de la
conciencia, procede de tal manera que no sea externa, las predeterminaciones entran,
por ejemplo, en cualquier garantía para lo que pretende ser una ciencia radicalmente
de presuposiciones, de este modo sólo puede predeterminarse a sí misma y, en todo
caso, seguir siendo nada determinado de lo que se presupone en la Fenomenología al
suministrarlos. Llegando a este punto, podemos "resolver" para considerar el
pensamiento “como tal" (Hegel,1982:70), después de haber sido desengañados de la
idea preconcebida acerca de la cognición que parece excluir tal esfuerzo. Señala
Hegel (1982: 69-70), que nada obliga a este movimiento, sino que puede ser
considerado como "arbitrario". Además de apuntar a la posibilidad general de una
ciencia sin presuposiciones, el colapso de la conciencia como el colapso de la
estructura de la predeterminación debe comenzar: con nada determinado, es decir,
con la indeterminación absoluta (1982:68-70). El colapso de la conciencia (la
estructura de la predeterminación) en el momento de fundamentar la idea en que
todas las consideraciones de determinación deben comenzar con rendimientos de una
34
predeterminación indeterminada como el punto de partida único para la ciencia. Dado
que los resultados indeterminación de la Fenomenología, son parte del sentido (la
primera) en el que la lógica tiene un presupuesto. Pero el principio con
indeterminación no obvia, ya sea radicalmente resultado el negativo de esta
mediación o el sentido crucial (el segundo), en que puede utilizarse la lógica que
comienza sin presuposiciones. Para el que se presupone en y para la Fenomenología-
conciencia y su proyecto resulta algo determinado, su propia representación en la
indeterminación no deja detrás a un objeto referible, es decir, como algo determinado
que podría funcionar predeterminadamente en la ciencia. Más allá de las formas en
las cuales se realiza una ciencia sin presuposiciones posibles, la mediación también
nos muestra qué es lo que no puede presuponerse si tal ciencia sin presuposiciones es
salir de la consideración de la indeterminación. Lo que no puede presuponerse es la
noción de que toda determinación es, y debe ser, mínimamente determinar en virtud
de ser considerado como un objeto para la conciencia. Esto significa que conocemos
mínimamente cómo no proceder si hacemos la voluntad. Sabemos que no se puede
hacer en la forma de la conciencia. El resultado negativo no constituye un método
predeterminado. Para el conocimiento negativo es vital que aquellos que pueden
pasar a estar en el hábito de considerar a modo de conciencia "de condición definitiva
de toda la cognición, tengan por lo tanto una necesidad de ser desengañados en esta
noción. En términos de las objeciones de Henrich (Henrich, 1971:80), la ciencia
autónoma se constituirá (su "método"), sin predeterminar lo que va a constituir (su
determinante contenido), y las funciones de la fenomenología como una
presuposición de una ciencia sin presuposiciones.
35
La lógica tiene un presupuesto en el sentido de que la Fenomenología que viene
antes y hace algo que, históricamente, se necesita hacer, elimina el ámbito científico
de la noción de cognición, según el cual debe ser conocedor al involucrar el
presuponer. La lógica no tiene un presupuesto en el sentido de Hegel: su método,
contenido y carácter científico no son predeterminados, sólo por lo que ha llegado
antes (la presuposición lógica) ha hecho posible un examen libre de tales
predeterminaciones mediante la articulación de éstas estructuras.
En las objeciones de Henrich también podemos ver cómo la comprensión de la
Fenomenología actúa como una mediación que hace que sea posible satisfacer las
críticas en contra de la inmanencia del estricto inicio de la Lógica que Dieter Henrich
plantea en su famoso ensayo, Anfang und Methode der Logik, según William Maker.
Henrich sostiene que es necesario diferenciar "la ciencia de la lógica" del "proceso
de las determinaciones del pensamiento lógico" y que la ciencia' sólo se desarrolla en
un "fundamento retrospectivo", que equivale a una "metalógica" (XX:92-93). En
relación con el principio de la lógica en particular, la reivindicación de Henrich es
que la lógica "solo puede ser explicada, en general, por un método negativo"(Maker,
1994: 94). Más específicamente, este método negativo consiste en la negación de las
categorías de la reflexión. Cuando Hegel caracteriza el Ser puro como lo
indeterminado inmediato que esto demuestra la exclusión de la reflexión: "la
inmediatez es la negación de la mediación y así es como mediado tal y determinado
por este concepto "(Maker, 1994: 94). Esto demuestra que la" fuente "de la idea de
36
inmediatez es "Trasladar" [verstellt] a la lógica de la reflexión. El resultado: "Si la
naturaleza del" Ser puro" sólo pueden ser llevados a través de la negación entonces el
principio de la lógica no puede ser adecuadamente entendida en sus propios
términos”. Y, Henrich sostiene Hegel" no nos da ningún otro método [salvo a través
de negationis] para explicar el pensamiento del ser"( Maker, 1994: 94).
De hecho, Henrich presenta una crítica doble. Además de negar que el principio de
la lógica de ser puede entenderse sin recurrir a fuentes externas a la reflexión –en éste
caso, sin recurrir a la lógica de la reflexión-, sostiene generalmente en contra de
Hegel de qué forma y contenido son distintos en éste trabajo, que hace posible
explicar o probar el argumento que se encuentra fuera del propio desarrollo.
Ambas objeciones pueden ser satisfechas sólo en la medida en que hemos
entendido correctamente la naturaleza de la Fenomenología como la auto-superación
mediada. Como hemos visto, una dimensión de la conclusión es que el trabajo
consiste en efectuar una lección negativa para cualquiera que trate de hacer ciencia.
Se ha aprendido que el modo de conciencia "del pensamiento”, es precisamente lo
que se debe evitar para la ciencia.
¿Cómo se relaciona esto con Henrich, desde las afirmaciones sobre una negación,
un método reflexivo? La conexión se enfoca cuando uno es consciente de que es sólo
la estructura de conciencia que puede ser alternativamente descrita como la estructura
de reflexión. Lo que encontramos plasmado en la conciencia es un modo de concebir
la determinación en términos de una relación fija de contraste u oposición. Con
37
determinación, la conciencia es siempre mínima y determinada en virtud de no ser el
otro: el objeto es siempre mínimamente determinado como un objeto en virtud de no
ser la conciencia. Por lo tanto, la conciencia es una estructura en la que surge de la
determinación de una relación reflexiva de la oposición. Despojado de todo el atavío
psicológico y trascendental, la conciencia es la estructura de la mediación o de la
reflexión. Si se centra en la conciencia como un mínimo de la determinación, el
objeto determinado, es en virtud de éste un objeto-un sujeto4. Lo que se tiene con la
conciencia pura es la estructura constitutiva de la determinación a través de la
reflexión: mediante un proceso de relación que se establece como determinación. Con
la conciencia, la determinación surge a través de la mediación, y esa misma estructura
se derrumba al saber puro. Entonces, ¿Por qué considera Henrich ilícito involucrar en
la lógica del ser la negación o exclusión de la reflexión o la mediación?, se puede
decir que ha surgido lícitamente a través de la Fenomenología en su papel como la
suspensión consumada de esta estructura. Para obtener los resultados de la
Fenomenología en el colapso de la conciencia no sólo se establece que todo lo que
hay que pensar exclusivamente (sin presuposiciones) en la manera de reflexión, sino
que también muestra la forma en que a través de Henrich la reflexión ha de excluirse.
Visto desde esta perspectiva, el descubrimiento de Henrich de la necesidad sobre la
exclusión de la reflexión a partir de la lógica del ser. Sin el conocimiento de Henrich,
y su análisis, Hegel refuerza el papel preparatorio que asigna a la Fenomenología.
4La ciencia no es nada más que el acto de demostración por medio del cual la propia subjetividad va
cobrando consistencia propia. (Antonio Pardo, 2007 :73)
38
Henrich sostiene que la caracterización del puro ser ofrecida por Hegel es
necesaria para dar sentido a la transición del carácter –Ser como inmediatez
indeterminada- no marca una negación de la reflexión y de la mediación y por lo
tanto un recurso ilícito a una etapa posterior de la Lógica. Pero es fácil ver que esta
caracterización como negación de la mediación o de la reflexión es más que un
resultado del colapso de la conciencia. En la medida en que tomamos en cuenta el Ser
como el resultado absoluto, y saberlo inmanente (legítimamente), aparece como la
negación de la estructura de reflexión, es decir, no más que una estructura
determinada a partir de la mediación sino como inmediatez indeterminada.
Por último, ¿Qué pasa con la mayor demanda de la crítica de Henrich, en el que la
lógica es, de hecho, sólo interpretable en función de una metalógica, la cual, si es
correcto, significaría que, en contra de Hegel hay una distinción entre el método y el
contenido? Esta reconstrucción sólo es necesaria y externa como la destrucción de
inmanencia en la medida en que no se ve la negación que se produce a través de la
auto-superación mediada. Si hemos seguido la Fenomenología y entendido el colapso
de la estructura de reflexión, entonces no se estaría dispuesto a introducir el enfoque
reflexivo de constituir la determinación en el pensamiento, y por lo tanto no se ve en
necesidad de cualquier metalógica que, según Henrich, debe estar presente para
informarnos de qué hacer. Una externa, inmanencia comprometida a través de
negación como el método o metalógica.
La lógica es necesaria sólo si no ha seguido ese camino, sólo Hegel ofrece la
ciencia filosófica. Por lo tanto, si la Fenomenología es bien entendida como auto-
39
superación mediada, entonces es posible decir que Hegel ha hecho una afirmación
razonable para haber fundado el tipo de ciencia filosófica sistemática que buscaba:
una que pueda ofrecer un sistema de la razón autónoma en virtud de un principio
carente de presuposiciones predeterminantes.
Tener sentido del sistema de Hegel como una ciencia presupone entender la lógica
filosófica, y la interpretación más crucial delos problemas y las críticas más
contundentes de que el trabajo se puede alcanzar si se adopta y continúa
desarrollando el enfoque antifundacional de Hegel. Al hacer esto, se puede empezar a
reivindicar la afirmación hegeliana fundamental acerca de la naturaleza de la filosofía
sistemática: su carácter de presuposiciones o autonomías, en la medida en que la
Fenomenología ha fundamentado la crítica al mostrar que el modelo subjetivista del
conocimiento no puede ser legitimado, sino que también hace posible
presuposiciones, de la auto-superación de la ciencia, ya que es sólo el sub modelo
fundamental que sostiene que la cognición debe entenderse, como siempre, basada en
una presupuesta-determinación. Si la Fenomenología es correcta y este modelo no
puede ser legitimado como exclusivamente determinante de todo el pensamiento de lo
posible, no se debe a ninguna base para presuponer que un discurso de
presuposiciones no puede conseguirse.
El resultado antifundacional de la Fenomenología revela la fuerza argumentativa
de la lógica: las transiciones de Hegel exponen en el trabajo que puede ser visto como
requiere la Fenomenología: suspender nuestra predilección a pensar en términos
subjetivistas y que se niegan para interpretar cualquier determinación necesariamente
40
ya dada. Justo cuando es necesario resistir a la tentación de hacer esto es posible
participar en el razonamiento autónomo, en un sentido sin predeterminaciones
externas.
La crítica hegeliana al fundamentalismo (Hegel se refiere aquí a aquellos violentos
adversarios de tal tipo, incapaces de reflexionar, de observaciones y objeciones cuya
categorías, o supuestos, que por sí mismos necesitan ser sometidos a la crítica antes
de ser empleados (Hegel, 1982:53)) busca la reivindicación de una de las metas de la
filosofía y del fundamentalismo: el establecimiento de un discurso que puede hacer
una relación completa de sí mismo, ya que es autónomo: lo que se afirma en ella, y
depende en su carácter determinado en nada más allá de sí mismo. Por lo tanto,
indicaciones anteriores en relación con el desarrollo de Hegel de una filosofía que
hace justicia a las características de ambos fundacionalismo y antifundacionalismo.
La lectura de Hegel como un antifundacionista no nos obliga a imponer una
interpretación radicalmente anacrónica que renuncia a las defensas sustantivas de
Hegel acerca de su sistema, sino que se limita exigir a repensar la naturaleza de estas
reclamaciones y la forma de su cumplimiento.
Con lo anterior es posible vislumbrar la posibilidad de contestar a los análisis que
acusan el sistema de Hegel de ser una filosofía llena de presupuestos y se ha libreado
la idea de que el comienzo sólo puede llegar a ser la búsqueda por la verdad que a
partir de la reflexión tiene la predilección por no poder presuponer en la medida en
que debe ser mediado para llegar a superar su posición inmediata.
41
1.1. Comenzando con el Ser Puro
En la Ciencia de la lógica, el principio debe ser un absoluto, o lo que es sinónimo
de aquí, que sea necesario, que no presupone nada, incluso no estar mediado por nada
ni tener un terreno, sino que ha de ser la misma tierra de toda la ciencia.
La gran importancia de esta idea para Hegel también fue claramente reconocida en
el siglo XIX por los críticos. Schelling, por ejemplo, en sus declaraciones en la
década de 1830 afirma que "la filosofía hegeliana se jacta de ser una filosofía que
presupone nada, absolutamente nada"; Trendelenburg hace referencia en 1843 a la
«doctrina orgullosa del pensamiento puro sin presuposiciones" de Hegel y
Kierkegaard introduce su discusión de Hegel en su Postscriptum hacia finales de
1846, y al señalar que el sistema se inicia con lo inmediato, y por lo tanto sin ningún
tipo de presupuestos.
Pero, ¿qué significa filosofar "sin presuposiciones"? Significa que se da por hecho
cualquier ninguna concepción del pensamiento y sus categorías desde el principio de
la filosofía o asumir (con Kant) que los conceptos son "predicados de juicios
posibles" (Kant, 2009: [B 94]). También significa, sin embargo, que se asume que el
pensamiento debe regirse por las reglas de la lógica aristotélica o que el pensamiento
se rige por ningún principio o ley alguna.
En pocas palabras, significa que renunciemos a todo lo que hemos aprendido sobre
pensamiento de Platón, Aristóteles, Leibniz o Kant (o del siglo XX simbólico-lógica)
(Hegel, 2008: [§ 78]). Esto no quiere decir que asumir que los principios de la
aristotélica (o post-Frege) la lógica formal son simplemente erróneas (Hegel sostiene
que la normativa de silogismos eventualmente se muestran en la lógica de ser válida
42
(si bien por un limitado alcance del pensamiento que excluye a la filosofía). Es decir
que no puede asumir en primer lugar, que tales principios están claramente en
corregir y determinar de antemano lo que se considera como racional. No hay que
mirar tanto a la lógica formal para proporcionar una norma para determinar si los
argumentos de Hegel en la Lógica son racionales (o más probablemente, por el que
juzgar que son sofísticos).
Para filosofar sin presuposiciones se debe, pues, no rechazar de antemano todo
aquello que tradicionalmente se considera como "pensamiento", "concepto", o
"racionalidad". Es simplemente paras suspender los supuestos familiares acerca del
pensamiento y de descubrir en el curso de la ciencia de la lógica las suposiciones
familiares en el comienzo que han de determinar la disciplina misma, que determina
lo que es pensar y las categorías y leyes que son inherentes en el pensamiento como
tal. Su punto es simplemente que en la lógica no se puede presuponer cualquiera de
estas formas de reflexión, al igual que en las leyes del pensamiento, ya que estas
forman parte de su propio contenido. Si la Lógica de Hegel es llegar a violar la ley de
la no contradicción, por lo tanto, será porque la idea resulta no ser completamente
gobernada por ese derecho, no porque Hegel simplemente ha decidido abandonarlo.
Así, el principio, no puede presuponer nada, por lo tanto, debe ser pura y simple
una inmediatez. El principio por lo tanto es puro ser.
El camino de la "duda universal" que conduce a la ciencia de la lógica de Hegel es
claramente muy similar a la adoptada por Descartes. La conclusión de Hegel, sin
embargo, no es “pienso, luego existo”, sino “pensar, por lo tanto es”. De este puro ser
43
del pensamiento, Hegel cree que las categorías necesarias de pensamiento tienen que
ser derivados.
En ésta vía, la lógica de la reflexión y la lógica de la esencia en su conjunto, sirve
para demostrar que la verdad del ser no es sólo esencia o reflexión después de todo,
sino el concepto (y eventualmente la idea) (Houlgate, 2011: 155)5
1.2. ¿ Hegel tiene un método?
En éste capítulo se tratará sobre el análisis de por qué el método debe considerar lo
indeterminado como punto de partida buscando así continuar con la empresa de que
no es posible presuponer nada para que no se predetermine sin lograr justificar, pues
en un verdadero método filosófico no es posible abordar los temas presuponiéndolos.
No sólo se debe empezar por concebir el pensamiento mismo como totalmente
indeterminado, ser, sino que también se debe realizar un análisis del pensamiento sin
asumir que se debe tomar algún curso en particular o seguir cualquier particular regla
de procedimiento. Como Richard Winfield dice, el examen del pensamiento "No
puede ser guiado o legitimado por ningún cálculo proposicional, reglas del silogismo,
lógica de la investigación, el análisis semántico, o la doctrina de la intencionalidad "
(Houlgate, 2006: 32) Esto no quiere decir que Hegel debe adoptar ningún método en
absoluto en su Lógica. Pero su método puede consistir en nada más que considerar
5“In this way, the logic of reflexion, and the logic of essence as a whole, serve to prove that the truth of
being is not just essence or reflexion after all but the concept (and eventually the Idea).”(Houlgate,
2011: 155)
44
que el ser mismo es indeterminado y el establecimiento. Es decir, después de que el
ser ha "abstraído" de todo, su método debe ser simplemente "tomar lo que es allí
desde ya. Hegel no puede asumir, sin embargo, que se ha de continuar más allá de
esta consideración inicial de lo indeterminado, al estar de acuerdo con las normas
establecidas lo que ya se ha logrado, ni tampoco de que se va a proceder más allá de
ese pensamiento en absoluto, ya que hacerlo sería tomar demasiado por sentado.
Esto quiere decir –aunque pueda sorprender a algunos que no se puede presuponer
que se ha de proceder dialécticamente en la Lógica, con una categoría que resulta
unilateral e indeterminada tal noción puede resultar en un examen más detenido en lo
dialéctico y desaparecer en el concepto de la nada, no se puede asumir desde el
principio que este será el caso o que el método debe ser la búsqueda de deslizamiento
dialéctico tal como en otras categorías. Lo único que se puede hacer es considerar el
concepto indeterminado.
William Maker sostiene que Hegel no dispone de un método dialéctico o
especulativo, pues siempre que utiliza e "método" del término en su sentido filosófico
“tradicional", el sentido de una norma de procedimiento, que puede ser especificada
con anterioridad a su aplicación a un contenido dado, puede--ser justificada,
formulando o haciendo abstracción de la materia a la que se va a aplicar. Hegel no
tiene un método. Muchos comentarios sobre Hegel, amables y no, encuentran muy
difícil el hecho de creer tal afirmación. Seguramente, dicen, el descubrimiento de la
dialéctica de método es uno de los grandes logros de Hegel, el cual pudo ser legado
de manera duradera (aunque en una forma modificada) a Marx, Engels, Adorno, y
muchos otros.
45
¿Es posible que la idea misma de un determinado método dialéctico hegeliano sea
errónea? Michael Forster parece bastante convencido de que Hegel diseñara un
método filosófico general cuya estructura se pudiera describir en abstracción de, y
antes de, cualquier análisis particular hegeliano y que pudiese luego "aplicar" a todo
tipo de fenómenos naturales y espirituales. A partir de una categoría, dice Forster:
“Hegel pretende demostrar que en el análisis conceptual, la categoría A prueba
contener una categoría contraria, B, y a la inversa, mostrando de esta manera las dos
categorías como auto-contradictorias. A continuación, trata de demostrar que este
resultado negativo tiene un resultado positivo, una nueva categoría, C. Esta nueva
categoría se une, como Hegel pone las categorías anteriores A y B. (Houlgate, 2006
:33)”6
Forster afirma que el análisis de la categoría de ser al principio dela lógica
proporciona un "ejemplo clásico" de este "modelo general", sino que También se
puede recurrir a ese modelo para resaltar las deficiencias de muchos críticos de
Hegel. Forster mantiene que, Hegel “Desvía la estructura prevista general del método
en más o menos maneras extremas”. Esto ya es perceptible en la transición de la
categoría convirtiendo al ser en determinado, donde, en lugar de mostrar devenir y
6“Hegel seeks to show that upon conceptual analysis, category A provesto contain a contrary category, B,
and conversely that category B provesto contain category A, thus showing both categories to be self-
contradictory.He then seeks to show that this negative result has a positive outcome,a new category, C . . .
This new category unites—as Hegel putsit—the preceding categories A and B.”(Houlgate, 2006 :33)
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una categoría contraria, pasa a ser mutuamente, lo que implica unificarse, Hegel trata
de encontrar una contradicción entre dos conceptos de componentes incluido en el
grupo Devenir y luego argumenta que estos dos conceptos de componentes se
unifican en el ser determinado.
Más tarde, en la Lógica, la discusión de las formas de juicio y el silogismo, se dice
que casi no hay ni rastro del método oficial. Forster tanto pertenece a esa tradición
bien establecida de los comentaristas que tratan de criticar y corregir los análisis
específicos de los conceptos de Hegel midiéndolos contra lo que ellos consideran su
método filosófico general. Si la filosofía de Hegel que se basa realmente en
presuposiciones, como él lo proclama ser, entonces no puede suponer en un principio
una concepción general de la dialéctica(o cualquier otro tipo de método que va a ser
“aplicado” en casos particulares). Es, por lo tanto, totalmente ilegítimo criticar los
análisis específicos hegelianos por referencia a tal método general. Como es notable,
Forster tiene razón al señalar que el análisis de Hegel se convierte en un no proceder
exactamente de acuerdo con el modelo que él mismo establece. Pero es un gran error
creer que importa, porque en un verdadero método filosófico, sin presuposiciones, no
tenemos derecho a asumir por adelantado cualquier modelo general como una norma
para evaluar los argumentos particulares de Hegel.
Ahora bien, como ya se ha indicado se insiste en que no presupone Hegel una
dialéctica del método en su Lógica, no se negaría que el ser indeterminado en sí
puede resultar ser dialéctica y dar lugar a nuevas categorías que se entreguen
dialécticamente en otras más. La dialéctica bien puede resultar, por tanto, ser el
método para el pensamiento filosófico. El pensamiento que se concibe como
47
necesario para llegar a ser dialéctico por los conceptos que se llevaron a considerar y
que no, porque la dialéctica se asume de antemano para ser un escrutinio de las
definiciones y los conceptos. Hegel pues posibilitará categorías que permitan refutar
a todas aquellas que dan por presupuesto su contenido y al pasar por el pensar se
hallan vacías.
La lógica se sigue de acuerdo con el método dialéctico, después de todo, tal
método no es "un" método "en su sentido filosófico tradicional" (Houlgate, 2006: 34),
el método dialéctico es el método propio del pensamiento no sólo de Hegel, pero a la
vez el método dialéctico también es el método hegeliano, el método o modo de
desarrollo que demuestra que es inherente a las presuposiciones en el pensamiento
mismo.
No puede haber conocimiento previo de ese método, como Michael Forster
pretende ofrecer. En otras palabras, el método de la dialéctica no puede ser anticipado
o previsto, sólo puede ser descubierto a medida que sigue el movimiento de la
categoría de ser al convertirse en ser determinado, y así sucesivamente. Antes de
cualquier transición en particular en la lógica, no tenemos un modelo disponible para
juzgar la forma en que la transición debe proceder.
Todo lo que se sabe es cómo las transiciones anteriores han avanzado, pero no se
sabe que las transiciones futuras deben tomar un curso similar. No es posible
lamentarse de una transición por violar la ley de la no contradicción o por no cumplir
con los estándares tradicionales necesarios pero válidos de deducción o la inducción,
ya que no se les permite tomar ninguno de esos criterios para ser otorgados en una
filosofía completamente auto-crítica. Pero si no se puede evaluar los argumentos de
48
Hegel en relación a los estándares tradicionales de racionalidad o por referencia a
cualquier noción preconcebida de la dialéctica, ¿cómo es posible criticar lo que él
dice en absoluto? ¿Pueden las presuposiciones del pensamiento más que criticar, o
están simplemente más allá de todo reproche por definición?
Queda por que el método hegeliano pese a las críticas de Dieter y Michael Forster no
parte de ninguna predeterminación y a su vez es inmanente y está libre de toda
determinación.
1.3. A partir de la lógica:¿Con qué debe comenzar la ciencia?
Existen distintos comienzos de la filosofía pero el comienzo debe ser el ser puesto
que éste no está determinado y a su vez debe ser demostrado y a partir de su
justificación llegar a un principio que puede llegar a ser demostrado y no
presupuesto.
En los últimos tiempos los pensadores han tomado conciencia de la dificultad dela
búsqueda de un principio de la filosofía y la razón de esta dificultad han considerado
que el principio de una filosofía es, por supuesto, también expresar un principio, pero
no es tanto una cuestión subjetiva como un objetivo, se trata del principio de todo. La
principal manera es un determinado contenido: agua, uno, Nous, idea, sustancia,
mónada, etc., o, si se refiere a la naturaleza de la conocimiento y que en consecuencia
se supone ser sólo un criterio más que una determinación objetiva de pensamiento,
intuición, sensibilidad, ego, subjetividad misma. Entonces, es aquí donde también la
naturaleza del contenido es el punto de interés. El principio como tal, como algo
subjetivo en el sentido de ser la introducción del discurso, sigue siendo
desconsiderada y con indiferencia, y así también la necesidad de encontrar una
49
respuesta a la pregunta: ¿Con qué debe hacerse el inicio? El sólo interés sobre el
tema en cuestión parece radicar, la comodidad sobre lo que es la verdad, el motivo
absoluto.
Pero la perplejidad moderna acerca de un principio procede de un requisito
adicional que tiene que ver con la manifestación dogmática de un principio o el
escepticismo sobre la búsqueda de un criterio subjetivo contra el filosofar dogmático
que pese a éste tipo de preocupaciones no es todavía consciente, y éste está
completamente negado por quien asume la tarea en cuanto a su revelación interior, o
sea por la fe, o quien asuma intuición intelectual, etc., y que se cree estar exento del
método y lógica al querer comenzar por estos. Si el pensamiento abstracto anterior
estaba interesado en el único principio como el contenido, el curso del desarrollo
filosófico ha impulsado a prestar atención al otro lado, con el comportamiento de los
procesos cognitivos, esto implica que la subjetividad también se ha entendido como
un momento esencial de la verdad objetiva, y esta trae consigo la necesidad de unir el
método con el contenido, la forma con el principio. Así, el principio también debe ser
el principio, y lo que es el primer pensamiento también debería ser el primer el
proceso del pensar. Aquí sólo se considera el principio como lógico; ya se han
nombrado, a saber, ya sea que se nombren unos como un resultado de lo mediato o
como el comienzo real de lo inmediato.
En la cultura de la época en cuestión es tan importante, que surge la pregunta por
si el conocimiento de la verdad es un comienzo directo, absoluto del conocimiento,
una creencia, o no tiene más que un conocimiento mediado es decir. La respuesta de
Hegel en la que dice que no hay nada en el Cielo o en la tierra o en el espíritu, que no
50
esté entre inmediatez la mediación hace que la contradicción lleve a una nulidad, pues
¿Cómo puede ser que lo posible y lo imposible sean los mismo? Hegel quiere mostrar
lo ridículo de ésta posición pues La lógica es el principio por el que el elemento
existente de sí mismo por sí mismo se haga conocimiento puro. El conocimiento puro
es la verdad última y absoluta de la conciencia. Es en las observaciones preliminares
de la Fenomenología del Espíritu, la Ciencia de la conciencia, la representación del
conocimiento existe como una discusión de lo que es este conocimiento inmediato y
la conciencia que a partir de negar esto inmediato, como la creencia en las verdades
divinas, se da la experiencia interior en el conocimiento a través de la revelación
interior que se muestra en consideración como un conocimiento inmediato del ser.
La ciencia se devela entonces como la consecuencia de esta negación de la
conciencia inmediata, y la lógica como requisito previo que hace que la observación
demuestre ser el resultado – la Idea como conocimiento puro-. La lógica es la ciencia
pura, es decir, el conocimiento puro en toda la extensión de su desarrollo. Esta idea
mediada por su resultado de las deducciones constituye el comienzo apropiado. Pero
es necesario detenerse con cuidado y no con paso ligero, sino demorado. No nada en
el cielo ni en la naturaleza ni en la mente ni en ningún otro lugar que no iguale el
contenido de la inmediatez y la mediación, para que estas dos determinaciones se
revelen, entre la oposición y una nulidad se debe hacer el análisis de su oposición y su
verdad. Puesto que esta oposición, en relación con el pensamiento, a saber, el
conocimiento adquiere la forma más concreta de conocimiento entre inmediato lo
mediada, la naturaleza del conocimiento como tal, debe considerarse dentro de la
51
ciencia de la lógica, mientras que la forma más concreta del conocimiento cae en
consideración en la filosofía del espíritu y en la fenomenología del espíritu.
El principio es lógico, no se diga más, el lugar en el que se dará el elemento del
pensamiento que es gratuito y para sí mismo, es decir el saber puro. Pero este está
mediado por conocimiento puro que es la verdad última y absoluta de la conciencia,
es decir, el concepto de necesidad que es sí mismo porque la necesidad es el
concepto mismo. cuyos momentos se dan como realidades efectivas, es decir se llega
a encontrar a la realidad haciéndose es por ello que cuando se pregunta por el
comienzo se habrá de considerar como es que se hace la necesidad. En la
introducción se señaló que la Fenomenología del espíritu es la ciencia de la
conciencia, la exposición de la misma, y que la conciencia tiene por resultado la
noción [o concepto] de la ciencia, es decir, del puro conocimiento. La lógica,
entonces, tiene como presupuesto la ciencia del espíritu que se manifiesta, que
contiene y muestra la necesidad, y así la verdad, del punto de vista ocupado por el
saber puro y su mediación. En esta ciencia del espíritu manifestado el principio se
hace de la conciencia empírica, sensorial y esto es conocimiento inmediato en el
sentido estricto de la palabra, en que el trabajo no se discute la importancia de este
conocimiento inmediato. Otras formas de la conciencia, como creencia en las
verdades divinas, la experiencia, el conocimiento interior a través de la revelación
interior, etc., están muy mal equipados para ser citados como ejemplos de
conocimiento inmediato, como un poco reflexión mostrará. En este trabajo sólo se
menciona la conciencia inmediata que es también la primera y la que lo inmediato
en la ciencia misma, y por lo tanto la presuposición; pero en la lógica, la
52
presuposición es la que ha demostrado ser el resultado de ese examen, el
fenomenológico y el de la Idea pura lógica del conocimiento.
En los resultados entonces se determina qué es la verdad para convertirse en
certeza, que por un lado, del objeto, ya no es opuesto, pero se ha hecho internamente,
como se conoce, —y por otro lado, el conocimiento de sí mismo como uno que la
representación una y con la destrucción de estos presupuestos, se ha vaciado la
subjetividad que ha sido la unidad con su alienación. Ahora que está disposición del
conocimiento puro desde el principio de su ciencia inmanente no puede hacer nada
sino más que mirar con fecha de muerte todas las reflexiones, todas las opiniones
pues tiene que tomar sólo lo que es adecuado.
El conocimiento puro, que es unidad que se ha negado en relación de un saber
determinado que lo elevó a la mediación; por tanto la indiscriminada por consiguiente
detenerse. La inmediatez simple en sí es un reflejo y expresión que se refiere sí
mismo y a todo esfuerzo con paciencia y detenimiento entre la mediación, y su
verdadera expresión, La idea absoluta que se libera de las determinaciones. Por lo
tanto, esta inmediatez simple que es ser puro, como el puro Saber que quiere decir
otra cosa que el conocimiento como tal, bastante abstracto puede desde su
generalidad llevar a lo concreto, por lo que también lo llama Hegel la pura nada, pues
no llega a concepto, no es tiene un contenido determinado y a su vez es lo más
inmediato, toda una burla contra el sistema de Schelling que desde su ser abstracto
querían saltarse a sí mismo para llevarse a lo concreto:
Por tanto, pertenece a la naturaleza del comienzo mismo que éste sea el ser, y nada
más. Por consiguiente no se necesita, para introducirse en la filosofía, de ninguna otra
53
preparación, ni de reflexiones y puntos de relación provenientes de otra parte (Hegel,
1982:94).
más que el ser en general, ser, nada más, sin ninguna otra determinación y
realización.
Este ser es el principio del fin, como a través de la mediación y por ellos, que
también se llevó a la autosuperación que en la Fenomenología se muestra, con la
condición del conocimiento puro como resultado del conocimiento finito, la
conciencia. Pero no se debe hacer ninguna suposición, la auto superación-inicial debe
tomarse directamente, se determina sólo por el hecho de que el partir de la lógica del
pensar por sí mismos, debe ser demostrada en adelante. Por lo tanto es necesario que
el comienzo absoluto pueda asumir su principio abstracto que en éste no hay nada,
todo debe ser mediado de ésta forma se establece el ser como la base de la ciencia. El
principio es, pues, la Ser Puro.
Después de esta explicación sencilla de lo que en un principio pertenece al
principio lógico, la explicación y confirmación de que está listo para ser utilizado,
como todos los otros prejuicios anteriores, en cumplimiento de la petición de la
necesidad de encontrar una ciencia pura, es decir, el conocimiento puro en toda la
gama de su desarrollo. El resultado, de las deducciones que es la idea absoluta
determina que la certeza tiende a convertirse en verdad, la certeza de que, por un
lado, ya no tiene el objeto más en contra de ella, de que lo ha internalizado, lo sabe
cómo su propio, conoce su contenido y, por otra parte, ha renunciado al conocimiento
de sí mismo como de algo que confronta al objeto de que es sólo la aniquilación, se
ha desprendido de esta subjetividad y está en uno con su propia alienación. Ahora,
54
empezando desde esta determinación del conocimiento puro, todo lo que se necesita
para asegurar que el principio permanezca inmanente ya habiéndose ganado como
necesidad en su desarrollo científico es tener en cuenta, o mejor dicho, librarse de
todas las otras reflexiones y opiniones, simplemente tomar, lo que está ahí delante del
ser humano y que se ha logrado en cada momento. En esta que es la idea absoluta
queda superada la inmediatez y la indeterminación y ha mostrado como palabra vacía,
se ha eliminado toda referencia en favor de la mediación y deja a sí misma como
conocimiento, lo que está presente y que es la inmediatez.
Simple inmediatez en sí es una expresión de la reflexión y contiene una referencia
para su distinción de lo que es mediado. Esta inmediatez simple, ya leído desde la
idea absoluta es posible distinguir que es algo y que es nada. Así como conocimiento
puro es en el sentido de saber cómo tal, bastante abstracto, el ser puro es también lo
que significa, nada más que estar en general: el ser, y nada, sin ninguna otra
especificación.
El inicio se hace con el Ser, que es representado como habiendo venido a ser a
través de la mediación, una mediación que es también un superación de sí misma, y
ahí se presupone como conocimiento puro el resultado del conocimiento finito, de la
conciencia.
Si no hay presupuestos es el propio principio el que se toma inmediatamente,
entonces su única determinación es que es como el comienzo de la lógica, del
pensamiento como tal. Todo lo que está presente es simplemente la determinación,
que también puede ser considerada como arbitraria, que es necesario considerar a
partir del pensamiento. Así, al principio debe ser un absoluto, o lo que es sinónimo,
55
un principio abstracto; y que no presuponga nada, no debe ser mediada por nada, sino
que es en sí la base de toda la ciencia.
Así como no puede poseer cualquier determinación, también no puede contener
dentro de sí toda determinación, cualquier contenido; para cualquier tipo sería un
distintivo y una interrelación de distintos momentos, y en consecuencia una
mediación. El comienzo por lo tanto es puro ser.
Con este simple exposición de lo que solo participan directamente en el más
simple de todas las cosas, el principio lógico, es posible añadir las siguientes
reflexiones ulteriores; aunque, esto no pueda ser objeto de aclaraciones y
confirmaciones de ésta exposición está completa en sí misma, ya que son ocasionadas
por ideas preconcebidas y reflexiones y éstas, al igual que todos los prejuicios
preliminares deben eliminarse dentro de la propia ciencia donde debe se les debe
tratar con paciencia. Pues no hay saber que sea inmediato a diferencia de Schelling.
La idea de que la verdad absoluta debe ser un resultado, y no a la inversa, ya es un
resultado.
La idea de que la verdad absoluta sería un resultado, y viceversa, un resultado que
asume una primera verdad, pero que, por lo que en primer lugar, no es objetivamente
necesario y de acuerdo con el aspecto subjetivo no es divisado, — se ha producido en
los últimos tiempos, la idea que la filosofía es sólo algo hipotético y problemático.
Pero el inicio verdadero del filosofar, sólo en la búsqueda podría de las
preocupaciones inicial es y en la confrontación de estos puntos de vista que tienen
una comprensión preliminar del sentido de la progresión lógica para iniciar en el
absoluto, para que la opinión quede excluida de la consideración de las cosas en sí
56
mismas, y en ésta proporción seguir en la marcha progresiva de la filosofía más bien
un retroceso para justificarla a ésta y a través de la cual mostrar que sólo en éste
inicio los otros intentos no eran más que una arbitrariedad asumida pero que en parte
tenían algo de verdad y en parte era la primera verdad.
Hay que admitir que es una consideración esencial que dentro de la lógica misma
se muestra con más detalle que el inicio es primordial y veraz, y que de él depende
los hechos que se provocan. Así es la conciencia en su camino desde la inmediatez,
con el comienzo del saber absoluto se recobra esa verdad íntima que guardaba lo
inmediato. De ésta forma la razón es a partir de la primera muestra lo que sigue
siendo el espíritu absoluto, ya que todo lo concreto y toda suprema existe reconocida
como el final del desarrollo de la libertad que se arranca de la alienación al despedirse
de la forma del ser inmediato, para la creación de la lógica que es un mundo a
resolver que contiene todas las categorías en su desarrollo, y ya través de esta
posición invertida, leer el comienzo desde la idea absoluta con su inicio es uno de los
resultados de como el principio dependiente de la necesidad está en transformación.
La esencia de la ciencia no es tanto el principio como inmediatez pura, sino que toda
ella misma es un ciclo en sí misma, en el que lo primero y lo último y a la inversa
como un único necesario en la que el movimiento en cuanto a sus bases se derivan
como resultado y que muestran el avance de lo que hace al principio.
Pero la salida al comienzo de la ciencia no consiste en el hecho de que solamente
la idea sea un derivado de categorías vacías, ¿y si fuera posible antes de la transición
presuponer una verdad desde antes a la idea absoluta?, una primera respuesta sería
que objetivamente no es necesario y por el lado subjetivo no se sabe-esto dado que
57
el lugar a la idea de que la filosofía sólo puede comenzar con algo hipotético y la
verdad resulta problemática y filosofar tanto peor, pues puede el principio ser sólo
una búsqueda.
La discusión detallada de este punto de vista es al mismo tiempo una oportunidad
para introducir de forma preliminar el significado del progreso en la lógica general;
ese punto de vista tiene una influencia directa en el avance, lo que se concibe como
tal progreso en filosofía es más bien un retroceso y una toma de tierra o el
establecimiento por medio del cual lo primero debe obtener el resultado para
verificar que lo que comenzó no es algo meramente arbitrario y asume de hecho la
verdad.
Hay que reconocer que es una consideración importante, una voluntad que se
encuentra en más detalle en la lógica misma que el avance es un defensa apuntando a
lo que es el principio y lo verdadero que es de lo que depende y, de hecho, de lo cual
se origina, que con lo que el comienzo se forja. Así, la conciencia de su camino hacia
adelante desde la inmediatez con la que se llevó de nuevo el comienzo al
conocimiento como su verdad más íntima. Lo que al principio apareció como una
inmediatez es en cierta medida el espíritu absoluto que se revela como última verdad
suprema de todo ser, y que al final del desarrollo es conocido como libremente en sí
que se exterioriza y se abandona a sí mismo a la forma de una inmediata abrir o
desdoblándose en la creación de un mundo que contiene todo lo que cayó en el
desarrollo anterior al resultado y que, a través de esta inversión de su posición con
relación a su inicio, se transforma en algo que depende del resultado como un
principio. El requisito esencial para la ciencia de la lógica no es tanto que el principio
58
sea una pura inmediatez, más bien que, la totalidad de la ciencia es ser en sí mismo
un círculo en el que el primero es también el último y el último es también el primero.
Por lo tanto que, por otra parte, es igualmente necesario considerar como resultado
que el movimiento se devuelve como una espiral. A este respecto, lo primero es
igualmente el suelo, lo inmediato y que derivado; ya que el movimiento se inicia de
las inferencias correctas y por la primera llega a la última como al terreno que desde
lo último es un resultado y penetra en lo primero como ya antes se ha mencionado.
Además, el progreso de lo que forma el comienzo es estar considerándose como una
determinación adicional de la misma, por lo tanto, lo que constituye el inicio y el
punto del desarrollo permanece en la base de todo lo que sigue y no desaparece de
ella. El progreso no consiste simplemente en la derivación de un otro, viene, destaca
otro nivel de conocimiento. Tal es el comienzo de la filosofía.
De allí los acontecimientos siguientes en todas las bases actuales que se mantienen
en la inmanencia no tengan movimiento ya que a través de este progreso especulativo
desde el comienzo y el acento en perder certeza inmediata y abstracta para llegar a ser
algo en lo absoluto, siendo mediada por la idea absoluta. Se sigue que lo que hace que
un comienzo sea el comienzo es el hecho de que todavía no está desarrollado, ni las
porciones del contenido, en principio, no es verdaderamente reconocido, y que sólo la
ciencia, que está llena de contenido y conocimiento está realmente justificada.
¿Pero por qué, ya que el resultado sólo emerge como la razón absoluta, la
progresión de este conocimiento no es algo provisional? sigue siendo una
problemática hipotética, a la que le corresponde por naturaleza del caso y el
contenido determinarse a sí mismo. El resultado es que se puede partir de la evidencia
59
que demuestra el poner a prueba para comenzar después del ser puro, este absoluto,
ya que está absolutamente mediatizado. Sólo en la unilateralidad, desde el ser puro, es
posible negarlo para llevarlo a la idea absoluta.
Por lo tanto, está en la naturaleza del propio principio que él siendo el ser no
necesite de ninguna otra preparación, para entrar en la filosofía, ni reflexiones. Ese
principio es el principio de la filosofía, en realidad puede ser clasificado como
contenido positivo dado por el mismo ser. Pero la filosofía está aquí, en un principio,
cuando la cosa misma no existe, una palabra vacía o injustificada que es adoptado por
idea. El conocimiento puro es solamente esta determinación negativa.
A través de este progreso, desde el comienzo al perder lo que es este, la certeza
inmediata y abstracta para pasar de ser algo en absoluto a ser mediada por algo, en
este sentido, ya que lo abstracto es lo primero, las demás condiciones y sus
desarrollos sólo serán definidas desde lo absoluto. El ser no está satisfecho, porque
no hay nada al respecto y, de hecho, la unidad del ser y la nada surge como si con este
principio nada pudiera estar determinado.
El inicio también podría omitirse, de modo que la solicitud sólo sería que un inicio
puro pudiera hacerse. En ese caso, no se tiene más que el propio principio. Esta
posición podría sugerir que está satisfecho por una razón u otra con el principio
como el ser y aun así más que con la transformación resultante del ser en la nada,
simplemente no se conoce otra forma de comenzar una ciencia que por la
presuposición de una idea general, que se analiza a continuación, y cuyo resultado de
tal análisis se obtiene el concepto específico por primera vez en la ciencia. También
al observar este método, entonces se debería asumir sin un objeto en particular,
60
debido a que el principio, ya que es el principio del pensamiento, se supone que es
abstracto, general, en su totalidad sin ningún contenido, por lo que no se debe tener
nada más en absoluto de la idea general de un mero comienzo como tal. Se asume por
tanto sólo lo que está contenido en esa idea.
Hasta el momento no hay nada. El comienzo no es nada puro, sino una nada de la
que algo se debe seguir; así que, también, está ya contenido en el principio. El
comienzo por lo tanto, contiene tanto, el ser y la nada, es la unidad del ser y la nada; o
es el no ser que es al mismo tiempo ser. Además, en principio, ser y nada están
presentes como distinguido el uno del otro, porque el punto de inicio a otra cosa: es
un no-ser que lleva a una referencia a ser como a un otro; el comienzo que, como
todavía no está, es sólo en el camino de ser. El estar contenido en el principio es, por
lo tanto, un ser que se aleja del no-ser o se supera como algo opuesto a la mismo.
Pero igualmente, también, no es todavía. Los opuestos, el ser y el no ser, por lo tanto
están directamente unidos en él, o, de lo contrario expresado, es su unidad
indiferenciada.
El análisis de los principios así daría la noción de la unidad de ser y nada, o, en
una forma más irradiada, la unidad de las diferenciaciones y las no diferenciaciones,
o la identidad de la identidad y la no identidad. Este concepto podría ser considerada
como el primero más puro, es decir, la definición más abstracta de lo absoluto. En
este sentido, el concepto abstracto sería la primera definición de este absoluto y todas
las otras determinaciones y los desarrollos específicos. Pero aquellos que no están
satisfechos con el ser como un comienzo, ya que pasa por nada y por lo tanto da lugar
a la unidad del ser y la nada, se encuentran con que este principio, el cual comienza
61
con la idea general de un principio y la idea de principio comienza con el análisis,
conduce está hecho para su inicio por todo lo que presupone.
Sin embargo, otra consideración de este procedimiento es el análisis de la idea del
comienzo que presupone su objeto al asumir que todo el mundo tienen la misma
idea de él y se trata de las mismas disposiciones pueden encontrar que a través del
análisis.
En un aspecto concreto, la unidad sintética de la relación dada es una condición
necesaria sólo en la medida en que no se ha encontrado su propio movimiento de los
momentos en esta unidad al volver que es producida en un movimiento opuesto, el
método analítico. Por lo que el asunto es que esto es lo que es justo en el curso de la
ciencia del que debe surgir que no se puede suponer que se conocerá antes de ella.
Pero hay una observación aún más que realizar acerca de este procedimiento.
Dicho análisis presupone la idea de un principio, siguiendo así el ejemplo de otras
ciencias. Estas presuponen su objeto y lo dan sentado ya que todo el mundo tiene
más o menos la misma idea general de lo mismo y se puede encontrar en ello las
determinaciones idénticas a los indicados por las ciencias que han obtenido de ellos
una manera u otra a través de análisis, de comparación y de otros tipos de
razonamiento. Pero lo que constituye el comienzo absoluto también debe ser algo si
no conocido, algo concreto y por lo tanto diversamente determinado dentro de sí
mismo, entonces esta relación interna se presupone como algo conocido, por lo tanto
se presenta como una inmediatez que, sin embargo, no es, pues una relación que sólo
como una relación de momentos distintos contiene la mediación dentro de sí mismo.
El análisis y las formas en que se determine se ven afectados por la contingencia y la
62
arbitrariedad. Que determinaciones se llevan a cabo depende de cada persona en su
propia idea de lo inmediato, lo contingente.
Lo anterior muestra claramente la razón por la cual el principio no puede ser hecho
con nada concreto, nada que contenga una relación en sí misma, Que entrañe un
proceso interno de la mediación y la transición. El principio no debería contener en sí
mismo ninguna relación sea ya en un primer o en un otro, porque todo lo que está en
su propio ser en lo primero y un otro implica que un avance ya se ha hecho. Por
consiguiente, esto que constituye el principio, el mismo principio, debe ser tomado
como algo imposible de analizar, tomado en su inmediatez simple, sin llenar, y por
tanto como ser puro, como completamente vacío. Esto debe provocar impaciencia
considerando que el principio abstracto debe incitar cualquier comienzo no debería
realizarse con el inicio, ni como materia en sí , pues, esta noción no es nada más que
el vacío, por lo que este tema sólo puede ser explicado sólo en el desarrollo de la
ciencia que no presupone nada por lo que se conoce de antemano.
Cualquier otra forma de principio sufrirá los defectos ya especificados. Dejar que
aquello que aún no queda satisfecho con este principio aborde el problema no podrá
evitar estos defectos. El principio debe ser derivado principalmente de las
necesidades y no del azar. Puesto que el Yo, la autoconciencia inmediata aparece en
un primer momento como algo inmediato, en parte como algo familiar en un sentido
mucho más alto que cualquier otra idea u otra cosa conocida que en efecto
pertenezca al ego, que es la simple certeza de sí mismo, pero es en el acto absoluto,
que la autoconciencia hade ser limpiada por sí misma cuando emerge como un yo
abstracto en su conciencia. Este es el puro ego en el que lo familiar, lo ordinario de
63
la conciencia es vinculado directamente a lo que no sería nada más que la colección
del punto de vista del conocimiento puro en el que la diferencia de lo Subjetivo y lo
objetivo ha desaparecido. Pero que como tal es un postulado subjetivo, que exige
como verdadero requisito para probar el movimiento del ego concreto de la
conciencia inmediata al conocimiento puro en sí mismo, a través de su propia
necesidad de ser identificada y demostrada. Este movimiento objetivo aparece como
conocimiento puro, así como la intuición intelectual que está determinada como una
posición arbitraria o incluso como uno de los estados de la conciencia empírica, desde
la cual es irrelevante si se pudiera iniciar desde un inicio ya ganado arbitrariamente.
Este acto, en sentido estricto, sería otra cosa que la elevación al punto de vista del
conocimiento puro, donde la distinción entre sujeto y objeto se ha desvanecido. Pero,
como lo exigió inmediatamente, esta elevación es un postulado subjetivo, para
demostrar que es una demanda genuina, la progresión del ego concreto de la
conciencia inmediata de conocimiento puro debe haber sido indicado y expuesto a
través de la necesidad del propio ego. Sin este movimiento objetivo el saber puro,
incluso en la forma de la intuición intelectual, aparece como un punto de vista
arbitrario, o incluso como uno de los estados empíricos de conciencia con respecto a
lo cual todo lo que depende de si o no se encuentra o puede ser producido en cada
uno y cualquier individuo. (Houlgate, 2006:185)7
7“That act, strictly speaking, would be nothing else but theelevation to the standpoint of pure knowing
where the distinction of subject and object has vanished. But as thus immediately demanded, this
elevation is a subjective postulate; to prove itself a genuine demand, the progression of the concrete
ego from immediate consciousness to pure knowing must have been indicated and exhibited through
the necessity of the ego itself. Without this objective movement pure knowing, even in the shape of
intellectual intuition, appears as an arbitrary standpoint, or even as one of the empirical states of
consciousness with respect to which everything turns on whether or not it is found or can be produced
in each and every individual.”(Houlgate, 2006:185)
64
La medida del puro ego, del conocimiento esencial puro es conocimiento puro sólo
como acto del absoluto que se establece en la conciencia individual y no
inmediatamente presente en ella, con ello se acaba de perder la ventaja del comienzo
de la filosofía, es decir, que lo se encuentra en la mente podría construir una reflexión
más profunda, que es puro ego en su entidad abstracta, la conciencia ordinaria en la
que habita lo desconocido, pues ni siquiera lo encuentra. Así, la idea absoluta entra en
detrimento de la ilusión empírica de algo familiar al ego de la autoconciencia lidia
para alcanzar la determinación del conocimiento puro como el yo que lleva el
recuerdo constante del yo subjetivo con él, cuyas restricciones deben ser olvidadas y
reemplazado por la idea absoluta, como si los tipos y proporciones del desarrollo
fuera revelado en la conciencia común, ya que es desde la filosofía que el principio
proviene de la reflexión que a partir de la primera verdad establece que todo debe ser
derivado. Este principio en general no es una idea contingente que pueda ser
constituida, es la simple certeza de su propio yo. El “yo”, como tal, es al mismo
tiempo la base para llevar a cabo el principio del fundamento en la filosofía, este es el
acto absoluto que a través del “yo” se purga su contenido y se vuelve consciente de sí
mismo como ego abstracto. Sólo este “yo” puro de la lógica podría ser directamente
ese acto, en rigor en que la verdad subjetiva se eleva al punto de vista del
conocimiento puro, donde la distinción entre sujeto y objeto se ha desvanecido. De
ésta forma lo inmediato exige que esta elevación no escape de lo subjetivo; la
progresión del “yo” concreto de la conciencia inmediata del conocimiento puro debe
indicar y exponer a través de la necesidad del propio ego el movimiento objetivo del
saber puro, incluso en la forma de la intuición intelectual, aparece como un punto de
65
vista arbitrario, o como uno de los estados empíricos de conciencia con respecto a lo
que todo depende de sí. Pero como este “yo” puro debe ser esencial, puro saber, y a
su vez el saber puro no se da inmediatamente en la conciencia individual, sino sólo
según lo postulado por el absoluto actuar del ego al elevarse a ese punto de vista
entonces pierde la ventaja que se supone que procede de este principio de la filosofía,
a saber, que es algo completamente familiar, algo que cada uno encuentra en sí
mismo. El punto de partida para la reflexión; del yo puro, en su naturaleza esencial,
es algo desconocido para la conciencia ordinaria, ya que no se encuentra en ella. En
su lugar, como un principio trae consigo la desventaja de la ilusión de que, si bien se
supone que el tema de discusión a ser algo familiar, el “yo” empírico de la conciencia
de sí, esta algo lejos de ella. Cuando es puro conocimiento se caracteriza por ser “yo”,
actúa como un recordatorio perpetuo del ego subjetivo cuyas limitaciones deben ser
olvidadas, y que fomenta la idea que las proposiciones y las relaciones resultantes
desde el ulterior desarrollo del “yo” ya están presentes y se pueden encontrar en la
conciencia-para ordinaria, de hecho, es esta de que se afirman. Esta confusión, lejos
de aclarar el problema de un principio, sólo se suma al argumentar que se producen y
se pueden encontrar en el mismo. Esta confusión en vez trae claridad inmediata y no
sólo en la medida confusión y desorientación total de los chillones producidos;
exteriormente viene por completo haciendo los más groseros malentendidos. La
determinación subjetiva del yo en general se refiere, bien educados conocimiento
puro que me limita su significado a, tener sus objetos oposición insuperable. Por esta
Básicamente, sería al menos superfluo a esta actitud subjetiva y mantener la
determinación del ser puro como el yo Pero estos Disposición no sólo los
66
ambigüedad molesto con él, pero sigue siendo, más de cerca, un ser subjetivo. El real
desarrollo de la ciencia que viene del ego, indica que el objeto es la determinación
perenne de otro con el ego y las reservas, de modo que el ego, que no es asumido por
el mero conocimiento de que contraste la conciencia ha superado en verdad, pero aún
el fenómeno es parcial.
Es cierto que la intuición intelectual es el rechazo a la fuerza de la mediación y el
raciocio, externo de reflexión, pero lo que enuncia más arriba y más allá de la simple
inmediatez es algo concreto, algo que contiene dentro de sí mismo determinaciones
diversas. Sin embargo, como hemos señalado, la enunciación y exposición de
comienzo, como principio es un proceso de mediación que comienza a partir de una
de las determinaciones y los anticipos al otro, a pesar de que el éste regresa a la
primera, es un movimiento que al mismo tiempo no puede ser arbitraria o a ser
retórica. Por consiguiente, no es el mismo algo concreto con el que la exposición
comienza, pero sólo la simple inmediatez de la que el movimiento se inicia. Y aún
más, si algo concreto se toma como el inicio, la conjunción de las determinaciones
contenidas en él exige la prueba, y esto no se da.
El conocimiento surge como algo primero, simple, porque sólo en la sencillez no
es más el principio simple, sólo el inmediato es fácil, ya que sólo en la inmediatez ha
desaparecido su unilateralidad, de este modo se debe discutir acerca del ser o de las
formas más ricas de la representación de lo Absoluto o Dios, este es el comienzo sólo
como una palabra vacía y sólo suyo, y esta simplicidad a pesar de ser sí mismo es lo
contrario a no tener sentido, lo vacío es absolutamente el principio de la filosofía.
67
Esta idea en sí es tan simple que este principio no es como tal todavía una
representación y esta forma de razonar sobre él no es la intención aún de llevarlo a
cabo, sólo el principio es puro; sólo lo inmediato es simple, ya que sólo en lo
inmediato se ha adelantado el hecho de partir uno de otro. Por consiguiente, lo que se
explícita o implícita más allá del ser, en las formas más ricas de representación de lo
absoluto o Dios, es en el principio sólo una palabra vacía, la simple determinación
que no tiene ningún otro significado de ningún tipo. Este vacío no es más que el
simple comienzo de la filosofía.
Esta idea en sí es tan simple que este principio como tal no requiere ninguna
preparación o representación alguna, y, de hecho, lo externo a la reflexión no es tanto
la mira de llevar a cabo la eliminación de todas las presuposiciones sino la
deducción de la refutabilidad en aquellas categorías vacías.
Con esto queda claro que el comienzo debe ser deducido lógicamente y no por
arbitrariamente de ésta manera, por tanto si se toma al ser como principio se sabe que
éste es vacío hasta que se lleve con la negación a la determinación de la idea absoluta
que es ya una idea que puede enseñar su contenido y de tal forma el comienzo deja de
ser arbitrario.
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CONCLUSIONES
La lógica no tiene un presupuesto en el sentido de Hegel: su método, contenido y
carácter científico no son predeterminados, sólo por lo que ha llegado antes (la
presuposición lógica) ha hecho posible un examen libre de tales predeterminaciones
mediante la articulación de estas estructuras.
Como hemos visto, una dimensión de la conclusión es que el trabajo consiste en
efectuar una lección negativa para cualquiera que trate de hacer ciencia. Se ha
aprendido que el modo de conciencia "del pensamiento”, es precisamente lo que se
debe evitar para la ciencia. La conciencia es una estructura en la que surge de la
determinación de una relación reflexiva de la oposición. Despojado de todo el atavío
psicológico y trascendental, la conciencia es la estructura de la mediación o de la
reflexión. Se ha mostrado descubrimiento de Henrich de la necesidad sobre la
exclusión de la reflexión a partir de la lógica del ser. Es posible decir que Hegel ha
hecho una afirmación razonable para haber fundado el tipo de ciencia filosófica
sistemática que buscaba: una que pueda ofrecer un sistema de la razón autónoma en
virtud de un principio carente de presuposiciones predeterminantes.
La dialéctica bien puede resultar, por tanto, ser el método para el pensamiento
filosófico. El pensamiento que se concibe como necesario para llegar a ser dialéctico
por los conceptos que se llevaron a considerar y que no, porque la dialéctica se
asume de antemano para ser un escrutinio de las definiciones y los conceptos. Hegel
pues posibilitará categorías que permitan refutar a todas aquellas que dan por
presupuesto su contenido y al pasar por el pensar se hallan vacías.
No puede haber conocimiento previo de ese método, como Michael Forster
pretende ofrecer. En otras palabras, el método de la dialéctica no puede ser anticipado
o previsto, sólo puede ser descubierto a medida que sigue el movimiento de la
categoría de ser al convertirse en ser determinado, y así sucesivamente.
69
La conclusión de los avances en el proceso de la determinación es una vuelta de
nuevo al principio que aparece ahora como el fundamento último. Debido a la
circularidad del proceso lógico por el que el final es un volver al comienzo, ser y
método - el principio y las verdades últimas de la lógica cuyo objetivo es una
posición análoga en el “Sistema de totalidad”; la tarea de la lógica del Ser es
comenzar el proceso lógico y la tarea de “método absoluto” es ponerle fin. Al final se
alcanza cuando la idea de se establece como el contenido que es convertido en la
idea del ser como forma (la forma del "principio" como la determinación de método),
de hecho, como la "forma absoluta" en el que todo el contenido o el ser es inmanente
producido y grabado en su verdad.
Es posible ver ahora en qué sentido la pregunta que Hegel plantea a modo de
introducción con ¿Cuál debe ser el comienzo de la lógica? Es realmente una cuestión
de método. La lógica del ser se refiere a la determinación primera del método -
"principio" - de tal modo que ofreciendo el método del ser que constituye
propiamente su "principio" en la medida en que el momento metodológico del
principio que está en juego con respecto al contenido, el principio es "lo inmediata",
con respecto a la "forma", es "el universal abstracto. En retrospectiva, sin embargo,
tanto la inmediatez y universalidad abstracta es lo metodológico o las coordenadas
formales que guían el movimiento de la esfera de ser en todas sus determinaciones.
No sólo son el contenido del movimiento del ser como inmanentemente
indeterminación como; desarrollado ("ser, el ser puro" como la inmediata
determinación del ser). Hegel insiste en que lo inmediata en el inicio del método no
es lo inmediato de la representación o intuición sensible, sino el comienzo de pensar.
La lógica del Ser es el comienzo de pensar (y del pensamiento propio) el inicio del
pensamiento puro como tal, es decir, del proceso que da a pensar su realidad o el ser
(independientemente de un presupuesto trascendental (“Yo pienso”) y es la esfera en
la que se muestran las determinaciones de ficción que cuando se acercan al ser
pensante en su pureza absoluta (y no en relación con los presupuestos sustratos
metafísicas) conllevan a considerar que el ser no es el comienzo de un proceso lógico
70
deductivo porque el ser es el más universal y más abstracto pensamiento: desde su
vacuidad absoluta (o la nada, por así decirlo) no hay nada que deducir.
Ser es más bien el principio de la realización del concepto. Este es el objetivo y la
tarea que persigue el desarrollo del conocimiento. No obstante, se encuentran en un
principio como un presupuesto de todo el proceso. El programa de la lógica de la Ser
es precisamente para desarrollar la conexión entre la indeterminación y la inmediatez
del ser y el principio inmanente del proceso de determinación del principio en la
"realización del concepto" - un proceso que no está ya inscrito comenzando o mejor,
comienza en y desde él. Visto como un momento del método, el principio no tiene
ninguna otra determinación que la de ser "lo simple y universal. " Es precisamente
esta determinación tomada" en sí mismo "- es decir, en su falta constitutiva o
negatividad y la inmediatez, y, sin embargo, en su ser impuesta por la "reflexión
externa " - que lleva el proceso en su avance.
"De esta manera, el método sustituye a la metafísica de los sustratos ya criticada en
el concepto previo del prefacio (Hegel, 1982:87).
La lógica del Ser es el ejemplo más fundamental del método de la lógica. En analogía
con el caso de la fenomenología, se puede asumir que la conciencia del ser surgirá
sólo al final de la ciencia. Una vez más, el "concepto previo" del método no pertenece
al desarrollo de la misma lógica. En otro sentido, anteriormente sugiere que el
método es distinto del movimiento que genera. Ofreciendo una definición preliminar
que será confirmado en el último capítulo de la Lógica, La idea absoluta, en el que
Hegel reconoce un momento de "conciencia" adecuada al método y un carácter
formal que se obtiene recurriendo a la forma y el contenido en la distinción: el
método es "la conciencia de la forma del ser interior –cuyo movimiento es contenido
de la lógica. "La forma adecuada de la conciencia se apropia del método que es la
conciencia de la naturaleza dinámica del contenido lógico: el método es la forma del
"auto - movimiento" de los contenidos. Es precisamente esta conciencia que distingue
a este auto - movimiento de su forma. De hecho, es la conciencia que establece el
71
movimiento aparte y lo considera como un "ejemplo" del método. Sin duda, la
conciencia de pertenencia al método no es más que para él mismo “conciencia
subjetiva”, conciencia en la Fenomenología se toma así misma como su objeto
concreto y sigue a lo largo de la serie completa de sus oposiciones hasta el saber
absoluto. La lógica sólo comienza una vez que dicha conciencia (y la oposición que
es necesaria para pertenecer a la misma) se ha quedado atrás de una vez por todas.
¿Qué, pues es la "puro" conciencia propia del método lógico, y cómo es la
conciencia presente en la lógica del ser? Para responder a estas preguntas, tenemos
que mirar más de cerca tomando en cuenta al método en sí.
La exposición de lo que por sí solo puede ser el verdadero método de la ciencia
filosófica cae en el tratamiento de la lógica misma, porque el método es la conciencia
de la forma del ser interior - movimiento del contenido de la lógica. En este pasaje
nos da Hegel una penetración en el sentido en que el método es idéntico, sino también
en el sentido que es diferente de, el movimiento lógico. En un sentido, el verdadero
método es un movimiento de toda la lógica misma; método es el que genera el
movimiento y por lo tanto el contenido de la lógica. Partiendo de esta premisa, parece
que no tratado sobre el método puede formularse en abstracto o que ningún método
puede teorizar fuera o antes de su práctica. Sin embargo, concretas "ejemplos" de tal
método todavía se puede proporcionar. En la Fenomenología, Hegel explica, que ha
ofrecido un "ejemplo" del verdadero método en la consideración de una forma más,
que es la conciencia. La conciencia de su ser un ejemplo de método, sin embargo,
sólo aparece después de la ciencia de la fenomenología ha seguido su supuesto. Lo
que tenemos en la Lógica es otro ejemplo de método, que surge cuando atendiendo a
la más abstracta de todos los objetos: el pensamiento puro. Dentro de este proyecto, a
su vez, la lógica del Ser ofrece el primer ejemplo del método lógico en el que
pensamiento puro se toma en el más abstracto e inmediato de todas sus
determinaciones, a saber, en la indeterminación absoluta de que toda determinación
sucesiva surge.
72
El procedimiento de Hegel en general, es inmanente, metodológico. Si se ve en esta
perspectiva, la alternativa exclusiva entre la inmanencia y la reflexión externa ya no
se sostendría. Hay una reflexión que es metodológica y acompaña al desarrollo
inmanente de las formas lógicas. Hegel práctica al establecer el movimiento
inmanente del ser está entretejido con metodológicas que reflexiones son esenciales
para el desarrollo de las formas lógicas propias. Aunque se desarrolla inmanente, es
decir, en una primera aproximación, sin externa intervención (ser este trabajo el de
una reflexión externa, la referencia a la conciencia o un sujeto trascendental o la
intervención de un objetivo final a la que el movimiento es el objetivo), la lógica del
Ser incluye reclamaciones que pertenezcan temáticamente con el nivel de discurso
adecuado para el fin. El enfoque en el método en el sentido de que Hegel da a ella en
la conclusión de la lógica me permite dar cuenta de una dificultad desconcertante que
nos encontramos en el desarrollo del ser, no es más que palabra vacía sin contenido y
sin determinación
73
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