juan antonio masoliver

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17 V ULNE RABI LI DAD Y CELEBRACION DEL CRI TI CO J ua n A nt on io M as ol iv er R 6d en as Debo aclarar de antemano que no trato en ningun momento de encontrar y o fr ec er u na d ef in ic io n de 10 que es la critica, porque esta definicion me parece innecesaria 0, en el peor de los casos, encorseta- d or a, p or n o d ec ir i mp os ib le . E n t od a d ef in ic io n h ay , d esd e l ue go , u n punto a partir del cual se abre un amplio terreno d e p os ib il id ad es e st i- m ul an te s p er o, p ar ac oj .c am en re , e st e t er re no d e p os ib il id ad es es el que m in a l a a ut or id ad d e l a d ef in ic io n. Lo que yo intento es abrir una serie d e s ug er en ci as en torno ala cntica q ue n ac en f un da me nt al me nt e de mi e xp er ie nc ia p er so na l c om o c ri ti co y c om o l ec to r. N os e nc on tr amo s a sf c on u na p ri me ra e i mp or ta nt e ma ti za ci on : h ab la r d e e xp er ie nc ia p er so na l s ig ni fi ca a ce pt ar q ue t od o c ri te ri o c ri ti - co es subjetivo. Pe ro l a s ub je ti vi da d s ol o t ie ne v al id ez c ua nd o s e t ra s- c ie nd e e n c om un ic ac io n, e s d ec ir , c ua nd o e nc ue nt ra u n m od o e xp re si - v o o bj et iv o, u n me ns aj e q ue n o s ir va s ol ame nt e p ar a u no mi smo n i p ar a a qu el lo s c on l os q ue u no c oi nc id e, sino para personas con gustos y for- ma c io n m uy v ar ia do s. H e h ab la do ademas de critico y de lector. Cuan- do hablamos de la sensibilidad del l ect or nos referimos a su grado de r ea cc io n ante la obra que lee. El lector establece u na r el ac io n e nt re e l a ba nd on o y c as i p od rf am os d ec ir e l a ce ch o: p od em os e nc on tr ar g ra ti fi - c an te u n c ul eb ro n, u na c an ci on d e J ul io I gl es ia s 0 un poema de Garda M on te ro . P er o a lg o e n n os ot ro s e xi ge e xp li ca rn os l as r az on es d el a ba n- d on o. N os e xi gi mo s u n a ut oa na li si s q ue e xp li qu e u na s en si bi li da d q ue puede confundirse con el sentimentalismo 0 con la sensibleria Y tene- mos que decidir si nuestra re acci on e s algo muy personal 0 t ie ne un valor que va mas alla de nuestra s im pl e r ea cc io n. Hay un tipo de lector que no es critico: es elque acepta a Julio Igle- s ia s s in n ec es id ad d e p la nt ea rs e c ue st io ne s d e g us to 0 mal gusto. El sim- ple hecho de que haya reaccionado es ya suficiente. A e st e l ect or ni s iq ui er a l e i rn po rt a s i 10 que escucha 0 l ee ( pu es a qu i l la mo l ec to r a l q ue l ee s ig no s, n o s ol o p al ab ra s) a lc an za l a c at eg or fa d e o br a d e a rt e. L a o br a

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VULNERABILIDAD Y CELEBRACION

DEL CRITICO

Juan Antonio Masoliver R6denas

Debo aclarar de antemano que no trato en ningun momento de

encontrar y ofrecer una def inicion de 10 que es la cri tica, porque esta

definicion me parece innecesaria 0, en el peor de los casos , encorseta-

dora, por no decir imposible. En toda def inicion hay, desde luego, un

punto a par tir del cual se abre un amplio terreno de pos ibil idades est i-

mulantes pero, paracoj.camenre, este terreno de posibilidades es el que

mina la autor idad de la def inicion. Lo que yo intento es abr ir una ser ie

de sugerencias en torno ala cntica que nacen fundamentalmente de mi

experiencia personal como critico y como lector.Nos encontramos asf con una primera e importante matizacion:

hablar de experiencia personal significa aceptar que todo criterio criti-

co es subjetivo. Pero la subjetividad solo t iene validez cuando se tras-

ciende en comunicacion, es decir, cuando encuentra un modo expresi-

vo objet ivo, un mensaje que no s irva solamente para uno mismo nipara

aquellos con los que uno coincide, s ino para personas con gus tos y for-

macion muy var iados. He hablado ademas de cri tico y de lector. Cuan-

do hablamos de la sensibi lidad del l ector nos referimos a su grado de

reaccion ante la obra que lee. El lector establece una relacion entre el

abandono y casi podrfamos decir el acecho: podemos encontrar gratifi-

cante un culebron, una cancion de Julio Iglesias 0 un poema de Garda

Montero. Pero algo en nosotros exige explicarnos las razones del aban-dono. Nos exigimos un autoanalisis que explique una sensibilidad que

puede confundirse con el sentimentalismo 0 con la sensibleria Y tene-

mos que dec idir si nuestra reaccion es algo muy personal 0 t iene un

valor que va mas alla de nuestra s imple reaccion.Hay un tipo de lector que no es cri tico: es elque acepta a Julio Igle-

sias sin necesidad de plantearse cuestiones de gusto 0mal gusto. El sim-

ple hecho de que haya reaccionado es ya sufic iente. A este lector ni

siquiera le irnporta si 10que escucha 0 lee (pues aqui llamo lector al que

lee signos, no solo palabras) alcanza la categorfa de obra de arte. La obra

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18JU AN A NT ON IO M ASO LIV ER RO OE NA S

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VULNERABILIDAD Y CELEBRACI6N DEL CRITICO

de arte es al "0 ajeno a 'Irespeta com~ obra de :teO Iqueentra end°tra categorfa, como el que solo. 0 canoruza 0 como tal (u dnsta, una escultura romani . n cua ro renacen-

rca, un concierto de M ) Pde los lectores reaccionan c Iti . ozart. ero la mayorfaque ellos mismos sospechanrql lcamente

le incluso tratan de justificar 10

, ue es ma zusto 0 mejor dichartistico, pues la f rontera entre I 0 0, que no esY si no emiten un juicio crit ico :1 : gl ,lStOy arte tampoco es muy clara ,ello Pues la Iti ., porque no se creen capacitados para

. cn rca es una disciplin Y ,tico, bien para escuchar l bi 1,a. . pot eso ellector necesita al en-

0, len para rechazarlo 0 s . Ia encontrar una razon en 10 'I' " ea, porque e ayuda

que en e solo era intuicion 0 por Irazones del cntico matan las inruiciones dell t ' Ique as

.Y , ec or.c que ocurre con el entice? Su aoel es.xomo he di

razonar las cualidades de una b . d P pe es, como he dicho, el deo ra e arte Y cuando dig

me refiero solamente a la capacidad de d: , 0 razonar, nosino a varias cosas al mismo tiem o. a I ar una respuesta intelectual

obra con una tradicion para d p. de capacidad de identificar una

capacidad de organiz;r un disec~~~~~~ : ~ecld lr su originaJidad; a la

~:~o '~i~1:,~~~ ! ~ : ~ ~ ~ e E ; e ~ ' ~ ; C Oed i ~ i g ~' ~ e ~ ~ ~ , : d : : ~~ : ; ~ U , -tipos posibles de lectores de t , paz de dlstl l1~U1rentre los distintostor abstracto. ' 010 modo se estana di rigiendo a un lee-

Queda claro, pues, que el crftico h d ' 'y, adem as, ha de ser eclectico: no ha d: 'u

e~e~er u,na solida forrnacion

unos posibles gustos obietivo Y ,J zgai pOI sus gustos sino por. J S. aqUi es cuando ernpi I fu "

(,Existen esos gustos objetivos? .A le~a .ac~n sion.obra de arte el primer e i " ", caso no es la reaccion inicial a una

tificacion y comprensio~P~~sc~ndtlble P:-sopara una mas profunda iden-, e ec 0, aSIes EI lector 0 espect d .

to, reacciona subjetivarnente ante una obra de art a 0[; repi-

ya una actitud cri tica inconsciente de at racci e y .cl esta reaccion hayde,explicarse las razones de su reaccion JOn0 rec 1a,zo.Luego, trata

cntico. EI cntico ideal es aquel u hSon razones cnucas pero no de

tor, la capacidad de reaccio q e n? a perdido la ingenuidad del lee-. . nar mstmtivamente y si .".S1l1miedo a s er subietivo per . I' 11 1 plejUICIOS,es decir,

J ,10, slmu taneamente y de f '

es capaz de enriquecer la re .,'" orma consciente,

mente, sabe transmitir al lec:~rc;~~t~ni~lal~on razones crft~cas y,final-

que explica la visceralidad de alz ~u1eza de su reaccion inicial (la

y por su subjetivismo) como la~u~~~~~~lCOS~ondenados por su pasi,on

merece 0 no ser respetada sino I d d por as que una obra no soloC e gra 0 e respetoon frecuencia, para larnentar la bre: d ' ,.

dirnos a la critica extranjera como model reza e1a crttrca espanola acu-eo, Acudirnos no porque conoz-

camos el modelo , s ino porque nada desprestigia tanto a una fea como ir

acompanada de una guapa, a un crapula como tener un hermano 0 un

padre vi rtuoso, De ser cierta esta pobreza , no es necesario acudi r a 10

que conocemos poco y mal. Basta con miramos el ornbl igo. Una de las

razones es, desde luego, la t radicion can6nica, la jerarquizacion de la

literatura, la generalizaci6n, que es otra forma de jerarquia, la morali-

zacion y la intransigencia, Es decir, laacumulaci6n de prejuicios, Y pre-

ju ic io impl ica, precisamente , incapacidad para juzgar si no es con el

apoyo de ideas ya establecidas Y codificadas, Y si la critica espanola

responde a una serie de c6digos es porque surge de una universidad que

ha basado su prestig io en la erudicion mas que en el conoci rn iento. Es

decir , el crft ico cree que este material objet ivo es el que garant iza la

objetividad de sujuicio que, por 10 mismo, deja de ser ju ic io para con-

vertirse, como he dicho, en prejuicio.Hay, por supuesto, otro tipo de prejuicio que no surge tanto de la tra-

dicion acactemica de la universidad como de la teoria literaria interpreta-

da no como un estimulo sino como, de nuevo, un modelo. De este modo,lateoria pierde su funcion de estimuladora del conocimiento para conver-

tirse en dogma. Una delas razones es que los crfticos que se apoyan en los

teoricos en primer lugar carecen de formacion filos6fica: son lectores del

Poema del Cid y de Garcilaso de laVega que de pronto buscan una sal i-

da reflexiva. Esta falta de formaci6n les lleva a anclarse en una determi-

nada di reccion de pensamiento que les sirve de guia, no a un enfrenta-

miento de ideas. Son 10que citan a Benjamin, a Barthes 0 a Foucault Y queni siquiera han leido a Plat6n 0 a Atist6teles, a Vico 0 a Croce, ta l vez ni

siquiera a Ortega, Lo cual explica el fanatismo de los criticos de (limita-

da) formaci6n teorica, paralela a la miopia de los criticos eruditos.A la luz de estos vacilantes comentatios, (,cual sera, pues, el criti-

co ideal? Como principio general, el que conserva la ingenuidad dellec-

tor, es decir , la libertad to ta l de una apreciacion subjetiva , el que con-

serva asirnismo el instin to crft ico que posee todo lector que no sea el

fatalmente pasivo y el que es capaz de organizar un discurso critico que

no solo no elimine el subjetivismo inicial (es decir, el grado de sensibi-

lidad y forrnacion de todo lector) sino que 10 estimule y enriquezca. Y,

finalmente, ha de poseer capacidad de comunicaci6n. Para ser buen cri-

t ico hay que ser buen escritor . Lo cual no necesariamente quiere decir

que haya que compartir el nivel de escritura de un creador, pero sf

muchas de sus cualidades: entre ellas la de seduccion 0 persuasion y la

de conocer a su lector y las exigencias de dicho lector. Y, por supues-

to, un alto grado de imaginaci6n.

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20VULNERAB ILIDAD Y CELEBRAC I6N DEL CRITICD

JUAN ANTONIO MASOLIVER R6DENAS

. . No conocer allector sino a lectores. Y aquf empieza la primera

dlf l.cul~ad y el gran incentivo. Porque, al no haber un lector i inico, el

terntono de exige~~ias del cntico se hace mucho mas arnplio . EIpuen-

te que une a un cnt rco y a sus diversos Jectores es la crft ica entendi-

da aquf no como .Iaact~vidad del crf tico s ino como el espacio en el que

se mue~e, e~,declr, el tipo de publicaci6n. Una vez discutidos los tipos

de p~bhcacI~n, podremos decidir s i exigen un tipo dist into de cririco

y cu~1 debena ser su formaci6n y su adaptaci6n a las distintas exi-

gencla~. Que tal vez no son tan dist intas, pues muchas veces el lector

de un npo de publicaci6n 10es asimismo de otras publ icaciones. Lo

cual nos l leva a discuti r l a relaci6n ent re los crfti cos, la crfti ca y los

lectores . .Una relaci6n, s i quiere ser realmente fecunda, de interde-pendencla.

. EI t iP .ode publicaci6n en el que el crf tico t iene un papel mas com-

ple~~~ arnesgado es el de los suplementos literarios 0 culturales de los

periodicos. Estan los suplementos de peri6dicos de proyecci6n nacio-

nal como ABC, E~Mundo, EI Pais 0 La Vanguardia y que son, por 10

tanto, los q~e sedJ~gen a unpublico lector mas amplio y los que tienen

un peso mas espec lfic~ y pueden decidi r el dest ino de un libro. Y, enconsecuencIa, los que tienen compromisos mas claros, cuando no des-

carados, con las editoriales y con la publici dad de dichas editoriales .

Estos suplementos aspiran a una vis i6n total izadora de 10que ocurre

sen~ana tras semana en el terreno de las artes. Eso quiere decir que estan

obhgados a regis trar puntualmente las novedades, por 10que las crf ti -

~as son muchas veces apresuradas. No s610no hay un sedimento del crf-

tICOcomo ~~ctor, sino que .no ?ay la posibilidad de acudir a la opini6n

de _otro.scrtticos y de cotejar Ideas. Y, sin embargo, cada crftico pien-

sa Ine~l~ablemen~e en cual va a ser la crftica de sus colegas. Es decir, es

una c~tlca conSCIente0 inconscientemente condicionada. De ese modo

el cntlco es cauto con lo~autores de prestigio y puede permitirse ellujode arremeter contra escntores poco conocidos.

P~dria .~ensarse ~~e la direcci6n ideol6gica de un peri6dico defi-

ne la dlrecclOn IdeologlCa de la crft ica . Pero no suele ser asf 0 por 10

==no l?es de una forma def init iva. Laprueba es que hay una movi-

I idad d~~ntlcos y de directores de suplementos que, ala vez, arras tran

a sus cntl~oS, a veces a todo un equipo. Lo que cambia esel t ipo de lee-

to: ' ,YaqUI es cuando cabe preguntarse si es sano para el ejercicio de la

~ntJca el.hech~ de que u.nmismo crftico se dirija a lectores con muy dis-

trntas e.xIgenclas y s t dicho crf tico sabe adaptarse aJcambio 0, por elcontrano, no deberfa adaptarse.

Estos suplementos de difusi6n nacional se dir igen, pues, a un lec-

tor «ideoI6gico» (ellector de ABC es muy distinto del lector de El Pais),

tambien allector inquieto que lee mas de un suplemento y,por supues-

to, a los c rfticos, que en general suelen leerlos todos, 0 por 10menos

hojearlos. Entre sus lectores estan los que t~mbien le~~,un d~termi~a-

do peri6dico de su provincia, pero que necesrtan una VISlO~n:as .arnpI.la.Los peri6dicos llamados «de provincias» muchas veces m siquiera .tle-

nen suplemento. Cuando 10tienen han de dedicar parte de su esp,a~1Oa

«las glorias locales», es decir, estan mas obligados que los periodicos

nac ionales a hacer pat ria, precisarnente porque en ciudades como

Madrid 0 Barcelona este sentimiento de patria queda mucho mas difu-

minado. No hay, pues, una visi6n totalizadora. En este sentido la estruc-

tura cri tica es mas endeble, aunque con frecuencia cuenta con cri ticos

excelentes, menos contaminados por las presiones del peri6dico, de las

editoriales, de los autores 0 del juicio de otros crfticos. El crftico de este

tipo de peri6dico ha de saber dirigirse a un lector muy co~c.reto, aunq~e

al mismo tiempo trate de «estar a la altura» de los cnncos de mas

proyecci6n.

EI t ipo de per i6dico determina ya en par te el t ipo de lector, aunq~e

cada vez mas las leyes del mercado acaban pesando sobre las directr i-

ces generales, con el predominio del espacio dedicado a ~osescritores

consagrados (Cela, Delibes, Umbral, Marias, Munoz Mohna, etc.), ala

literatura de bestseller 0 a generos mas populares como la novela negra.

Cada vez hay mas sensacionalismo y la vida del autor acaba pOI 'con-

fundirse con su obra. En eso se basan revistas como Que leer, conver-

tidas en e l Hola de la vida li tera ria. Y explica la proli ferac i6n de las

entrevistas en los suplementos mas ser ios: asi , en El Pais la entrevista

aparece mucho mas destacada que la nota critica, con frecuencia arrin-

conada en una columna. Y much as veces el peso de un art iculo cri tico

se apoya en su t itulo, presentado con titulares antes reservados a las

grandes catastrofes. Quizas sea eso 10que realmente estan expresando.La paradoja es que los per i6dicos de gran tirada estan unidos por

las exigencias del mercado, pero no todos los lectores responden a esas

exigencias y la mayoria de los cri ticos son profesionales que tratan ~e

mantener ciertos principios eticos y cierta independencia. Lo que expli-

ca que con frecuencia la entre vis ta la haga un per iodista y.la cri tic~ un

crftico profesional. Y 10que explica tambien la inevitable irregularidad

de los suplementos literarios, que tratan de abarcar no s610los lib~osde

mas valor l iterar io s ino tambien los mas lefdos, has ta borrar la distan-

cia que separa a escri tores de prest igio con exito como Marias 0 Munoz

II

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22VULNERAB ILIDAD Y CELEBRAC ION DEL CRITICO

JUAN ANTONIO MASOLlVER R6DENAS 23

Mol ina y a esc ri tores con exito pero de muy l imi tadas y obvias, por

banales, ambiciones literarias como Perez-Reverte.

Se afiade un nuevo problema: el del replantearniento de lajerarqufa

de los generos y de 10que es lacalidad de la obra li tera ria. La defensa

de 10que has ta ahora se habfa considerado como subgenero y la defen-

sa asimismo de ciertos bes tsel lers de calidad como refJejo de la mayor

calidad del lector medio espafiol. Y por otro lado, se argumenta, las obras

mas accesibles sirven para estimular la lectura: un primer paso a la edu-

caci6n del lector, que a veces seniega a dar mas pasos. Queda por saber

si este nuevo concepto de la cultura que identificamos con el posmoder-

nismo y al que el sector periodis tico de los suplementos se abraza con

tanto entusiasmo, no crea dos categorfas de cri ticos, dos categor ias de

lectores y dos suplementos en el inter ior de un mismo peri6dico. Si es

que no crea una nueva forma de ver la crf tica a laque la crf tica tradicio-

nal le va a cos tar adaptarse, de la misma forma que la crf tica humanis ta

de la decada de los cuarenta y cincuenta tuvo problemas en adaptarse a

la crf tica mas cercana a la realidad del per iodismo modemo que se ini-

cia , incluso en un pais como Espana en la decada de los sesenta.

Un suplemento que aspire a dar una visi6n global de la dinarnicaliteraria y cultural no s610debe contar con crfticos competentes sino que

debe abarcar todo el espectro: novela, poesia, ensayo, biografias, memo-

rias, libros de historia, de filosoffa, obras cientfficas y todo el etcetera

(de la gastronomia a los deportes) que no cubra otras secciones del

peri6dico. Deberia haber un equilibrio entre Iibros escritos en castella-

no y traducciones, pres tar atenci6n a 10que ocurre en America Latina,

a las ediciones de Iibros clasicos, a las recuperaciones (autores que por

razones de moda fueron aninconados y que es oportuno reivindicar) .

Para ello habrfa que hacer una clara distinci6n entre el articulo y larese-

ria. Es decir, habria que aceptar una jerarquia de valores que no es res-

ponsabilidad solamente de los crf ticos s ino tarnbien de la crf tica. La

resefia tiene una funci6n orientadora, descriptiva. Eljuicio de valor pasa

a segundo termino, Es el lec tor quien ti ene que dec idir si e l libro Ie va

a interesar 0 no. Puede presentarse de forma independiente, s in rela-

cionarla con otras obras del autor ni enmarcarla en una corriente deter-

minada. Se acerca a 10que podrfamos lIamar una ficha . Aunque esa

aspiraci6n a una objetividad absoluta no implica que el buen crftico no

pueda deja r una sutil huel la de su lectura y de su juicio. La mas brevede las notas permite que se oiga la voz de su autor,

El articulo, por el contrario, exige un compromiso por parte del en-

t ico y larelaci6n del cntico con ellector es mucho mas estrecha. Es aquf

donde tiene que ser consciente de todos los le~tores posibles a los q~e

se dirige. La crftica tiene que tener algo de resena, es decir, de nota obje-

tiva dando informaci6n que algunos lectores no conocen. Parque el que-

r~r ~star informado es una de las razones que !leva a lagente a lee r los

suplementos del Iibros. Debe explicar el argumento,. pue.sa veces, en el

. mo arzurnento esta ya la decis i6n crf tica: una his toria de amor conm~ b .df inal fel iz no es 10mismo que una historia de amores desgracia os,.una

novela hist6rica no es 10mismo que una novela donde la historia se Illt:-

gra a la f icci6n, es uti lizada par la f icci6n. Imaginando que haya algun

lector que no conoce a Carva lho, ese supuesto lec tor uene que saber

cuales son las peculiaridades del nuestro detective comparadas con I~s

de otros detectives, es decir , t iene que saber el grado d~nes~o y de or~-

inalidad que hay en el personaje de Vazquez Montalban. Solo despu~s

de esta informaci6n es cuando el enr ico dara las razones realmente en-

t icas a favor 0 en contra del l ibro.

Otro problema es el de la expresi6n ' .EI cntico de los suplementos

tiene que informar, comunicar y opmar y bene que hace:lo de una forma

clara, que Ie ent iendan todos los lectores, pe ro a l mls~o tie rnpo no

puede banalizarse ni traicionar sus gus tos. En algunos entices de pres-

tigio el nivel de comunicaci6n se confunde con la zafiedad: consideran

allector como una persona infer ior a la que hay que educar y onenta: ,

por 10que seexpresan con un lenguaje ~uy elemental , carente de matl~

ces. Otros, en su sorberbia, creen que solo los lectores prepara.dos pue

den tener acceso a su cri tica, y l lenan sus artfculos de retorcmuentos

verbales y de citas de te6ricos 0 de creadores, preferentemente extran-

jeros. bie al tEI c riti co esta obligado a respeta r al lector, pe ro tam len au or.

Nunca hay que escribir para los autores de un libro, aunq,ue es 10que

suele hacerse, pero sf hay que tener una idea cla ra de cu~1ha sld,o su

proyecto y cual el fruto de dicho proyecto. Es declr~la medida del exito

o del f racaso. Ha de saber cual es su grado de originalidad .~onrespec-to a ot ros autores y con respecto a su obra anterior. Tarnbien el grado

de coherencia . Tiene que se r capaz de definir la dimension h~mana y

eti ca, Y hay que tener en cuenta la biograffa del autor, ~ero sol~ en la

medida en que dicha biograffa afecta a la obra. Lo demas es an~cdota

cuando no cizaf ia 0 trampas para atraerse al lector con estrategias de

cronista. . 'd.Y el crftico ha de entender que escribe para un peno ICO y ser

capaz de va lorar la grandeza y miseria .del periodi smo, pero no es u~

periodista. Se ha hecho critico porque Iemteresa la literatura y se ha for

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VULNERABILIDAD Y CELEBRACICN DEL CRtTICO

mado como Iiterato. No se trata de funci ...distintas y con un punto de . UdnclO~es upenores 0 inferiores sino

cornet enCIa· ambos .todo, escritores Y ha de tenerse ' son, por encima de

.. en cuenta que si h .que s igue a un critico por 10 d. I ay un tipo de lectorcan al escri tor. Son los lect que pue a onentarle, muchos lectores bus-

bien es: un genero literario.ores que aprecran la crf tica por 10que tam-

El enr ico t iene que ser exige t 1 .que desmitificar a escritores cu on e c~n .os escntores de prestigio. Hay

literatura 0 simplemente a y predstJglOse debe a razones ajenas a launa mo a 0 que f .

momento determinado y han sid ' ueron necesanos en unn si 0 superados Y hay disti .

obras buenas 0malas de un m i . . que rstmguir entrenusmo escntor Lame tabl

tores son los menos vulnerabl . n emente, estos escri-, . es, en parte porque el propi , . .victim a de la rnitificaci6n d I . r PIO cnnco ha sldo

yeas estrategias can6nicasque las relaciones personales entre criti .' y en parte por-Criticar a un escritor famoso exi d lCOS escntores son inevitables.

exrze a emas una It' .Y unos argumentos mas contund 0t' , ec ura mas minuciosado espac io de un articulo de e~des, q~ a veces no caben en el limita-

sienten intirnidados ante las e~:r~o .Ico

dcon frecuencia los crfticos se

muchos lectores a conver tir a I a egla~ e mercado y ante la tendencia de. os escntores en div Y· .piedra a un divo esa piedra se 1 . lOS. quien arroja una

. e convierte en un boomeranz

Otro trato merecen los escritores today' d . o·

gunta si ante un l ibro de escasa cal idad val lal esconocidos. Un? se pre-

la energfa. Isnorar dicho II·b I ' . e, a pen a perder el tiempo yo ro es a cnuca mas impl bl T . ,

que preguntarse si tiene sentido escribir criti aca e. ambien haymencionar nombres pero la realid d I teas negativas. No voy a. ' Ia es que para much ' .bir crfticas demoledoras sf. .. os critrcos escri-

e una olma de exhibir s . t I" .

supues to r izor sucapacidad d T. u 1Il e igencia, sumas ofensi~a 'Todo escritor e ana ISIS.Esta es la crf tica mas faci l y la

. merece un respet 'hecho de dedicarse a escribir En reali d d 0, aun~ue solo sea por elsadicos no se di .: I I· I a , estos cnticos narcisistas y

mgen a ector para habl d .~i~S~na~~~i~~~~;oon:;:;~::~~:iterattur~ si~::~ ~~~~~~~s~~~·~~~~~

perfecta sino el t rabajo, la artesan~en Ieel pJ~cer de la obra acabada y

ladinarnica creadora con sus l tibai e empeno, todo 10que const ituyea I ajos con sus tri :D

Por eso el critico esta oblisado at' , run os y sus fracasos.visible, sino el work in 0 ca

lPar no solo el resultado final, el mas

P progress, e proceso de creaci6nor supuesto es lfcito y e . bl .. .

de autores noveles: generalmen~c~:~~o: cnticar duramente los libros

conocen un exito desmedid p por prerruos comerciales, que1 0 por razones que ("

Ja literatura y que desequilibrai I lene~ .poco que ver con1 os argumentos esteticos sobre los que

se apoya la valoraci6n de una obra li teraria y del conjunto de una l ite-

ratura- En todo caso, es mucho mas facil escribir una crf tica negativa

que posi tiva y elbuen ent ice no es solamente el que conoce la tradici6n

o las tradiciones del pasado y la real idad de presente, s ino todo aquello

que, por novedoso y valioso, representa el proyecto de un futuro. Quie-

nes en su momento apoyaron a escritores como Sergio Pitol, Alvaro

pombo, Enrique Vila-Matas, Justo Navarro 0 Roberto Bolano fueron

los que en un momento determinado supieron ver un futuro (en la medi-

da en que la innovaci6n mas autentice abre las puertas al futuro) que es

hoy nuestro presente. Y de paso, se confirma que el critico es realmen-

te necesario para establecer un dialogo entre los escri tores, la cri tica y

los lectores.Las leyes de este dialogo no se pueden improvisar. Y si de algo

adolece la critica en Espana es de improvisaci6n. Del mismo modo que

con lamentable frecuencia el cuento es la plataforma para escribir nove-

las, la critica suele ser la plataforma para convertirse en creador. Es fre-

cuente creer que cualquier l icenciado en letras con algunas Iecturas y

cierta capacidad de comunicaci6n esta capacitado para la cri tica, de la

misma forma que cualquier enamorado 10esta para la poesia y cualquiergadi tano para el f lamenco. Sin duda hay 10que podemos l lamar talen-

to natural, que no es sino producto de una serie de circunstanc ias

ambientales que han llevado al desarrollo de dicho talento. Pero el cri-

tico, como el poeta Y como el musico, se hace sobre todo con la disci-plina. El problema es que no hay centros donde aprender dicha disci-

plina puesto que en las universidades, que seria eJespacio natural , la

cri tica esta marginada en favor de la erudici6n. Y por mas que esta tra-

dici6n se este modificando Y los centros universitarios apuesten cada

vez mas por la aceptaci6n de la cultura contemporanea Y por una visi6nmas creat iva de la cul tura. no hay escuelas para preparar a los crt ticos.

Y si no las hayes por la falta de respeto ala critica .

El cri tico es, pues, un autodidacta, es decir , no es un profesionalen el sentido de que, a diferencia del profesor de li teratura 0 del perio-

dista, no ha sido preparado para una profesi6n sino para una vocaci6n.

Un cfrculo vicioso que explica que los entices no ocupen catedras aun-

que haya catedraticos que para bien 0 para mal ejerzan la critica.

Un autodidacta puede imponerse una disciplina. Pero, "de d6nde

surge el impulso inicial? Desde luego, la universidad no prepara a los

crfticos para ser crfticos, pero sf para familiarizarse con la literatura Ypara acercarse a ella con cierto rigor. Esta formaci6n acacemica es rnuy

importante Y el punto de arran que para 10que se va a convertir en un

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26

VULNERABILIDAD Y CELEBRACION DEL CRITICO

JU AN A NT ON IO M ASO LIV ER R OD EN AS 27

esfuerzo personal . Dentro de este esfuerzo entran las lecturas. Lectura

de te6ricos de laliteratura, puesto que sin reflexi6n no hay crftica. Lee-

tura de ensayistas, puesto que toda buena critica comparte muchas de las

cualidades de l ensayo. Lectura de distintos generos, de las distintas

corrientes y de las distintas epocas puesto que es la mejor forma de vel'

la capacidad de un escritor para salirse de lo s esquemas y crear una l i te-

ratura Iibre de prejuicios esteticos y al mismo tiempo capaz de apoyarse

en la mejor tradici6n. Lectura de literaturas extranjeras Y conocimientode algunas de las lenguas en las que se escriben dichas literaturas, per-

que la clave de muchos escritores es ta en sus lecturas, cJaves implicitas

pero Confrecuencia explicitas. Esta acumulaci6n de conocimientos es la

que permite la flexibilidad a 1abora de acercarse a una obra, asf como lacapacidad de apreciar 10que haya en ella de nuevo.

Hay una estrecha relaci6n entre critica, creaci6n y traducci6n. No

voy a decir que el cnt ico que reuna todas estas esas facetas sea el mejor

cntico. Si puedo deci r que Ieayuda a ser mejor, s iempre y cuando sepa

aprovechar, pero no confundir, dichas facetas. Todo buen traductor hade tener una capacidad de ana1isis y de exegesis muy desarrollada. Para

traducir una obra no s610hay que conocer la lengua extranjera. Hay que

saber manipular todos lo s registros de 1alengua propia. ASimismo, el

traductor, cuando traduce, es ta siguiendo el rnisrno proceso creativo que

el autor, es decir, penetra en la dinamica interior de una obra. Y para

dar el pleno significado a la traducci6n hay que haber entendido el pleno

significado de l original. El traductor es, pues, el lector mas sutil.

En cuanto a1creador, esta familiarizado con las dificultades Con

que se enfrenta un escritor y Con los materia les que ut il iza . Capra los

momentos de felicidad creativa y lo s momentos en que una pagina surgede un esfuerzo doloroso.

Desde 1uego, todo esto no hacen crfticos ni a1traductor nialcrea-dor, pero ambos poseen una experiencia privilegiada. Cuando se cono-

cen los problemas de la creaci6n, es mas faci l ser comprensivo . Pero

tambien es cierto que con fi'ecuencia lo s creadores tienden a creer que

la l inea este tica elegida por ellos es la rnejor y quien sabe si la unica .

De modo que los escritores de vanguardia, por ejemplo, celebran espe-

cia1mente las obras vanguardistas y los tradicionales a los clasicos y si

pueden ser espai'io1es,mejor. Es decir, atentan Contra 10que para rnf esun principio basico de la critica: el ecJecticismo.

Sin embargo, cada vez Son mas numerosos los escritores capacesde ejercer la crftica como criticos. Esto se da sobre todo en el terrene de

1apoesia, con precedentes tan ilustres como el de Juan Ram6n Jimenez,

nte Jose Angel Valente 0 Andres San-Luis Cernuda y, ya en el pres~d d la rnayona de los casos se pueda

chez Robayna. Aunque en rea I a ,e.n por mas que la intenci6n cri-hablar mas de ensayistas que de cnticos,

tica sea la generadora del ensayo. h he hablado exclusivamen-t rna Hasta a ora ,

Esto nos !leva a otro e. 1 entos literarios. Habna que' . blica en los sup em .

te de la crttica que se pu 1 .. si un mismo crftico escribeti 0 de publicaciones y I

tener en cuenta otro ip .. 'I tipo de medio en el que as

o deberia escribir crfticas distintas :~~:~ ~o~ un breve espacio dedica-

publique. Estan las revistas de act~ r 10 nefasto, ha sido durante' . 'Un modelo not01IO, po . d

do a la critica. " m uy pobre arbitrana y e- bi J 6 con una seCClOn " .

muchos anos Cam to, id de lapalabra como cromca opor-. df n el peor senti 0 ,caracter peno IStlC.O rescindibles y tienen poco quetunista. Estas secciones son totalrnente p

ver con la literatura. t ble espacio dedicado a la

Estan las revistas culturales ~~: ~~r;~ea creaci6n. Un ejernplo sin-cr ftica y, en el mejor de los casofs, na visi6n panorarnica rnuy com-El C· vo que 0 rece u . I

zular es el de . ier , _ I ar ticulo entice, es decir, ab bina Laresena con e Ipl eta, y donde se com . , el analisis valorativo, aunque a

. , Lamterpretacion y . Isinformacion con . .' . bastante convenclona e .

' . penor a los ClltICOS, . .estructura crttica es su. . una visi6n panoramica S1l10. I trano no aspira a ,. dLetras Libres, pOI'e con '. , . teres dentro del esptntu e

. I lib r que tienen mas In .ue selecciona os I lOS . t no solamente de unos en-

. 'tICOSforman par e . .1a revista. Es decir, sus cn, incid tes sino de unos critenos mte-

' . . rt medida comci en ,t e ri o s e s te t ic o s en er e a . id logicos que definen el con-

esanarnente I eo, .lectuales, aunque no ~ec uchos de los ensayos no necesanamentejunto de la publicacion. Y mEl caso de Cuadernos Hisp a -

' caroo de creadores. n e . ,literarios corren a b . I' fia de obra a de creacion espa-

. t ta combinar a resen " dnoamericanos se If1en ducci mientras que laseCCIOn e. . on las tra ucclOnes, .nola y la t inoamericana c , Estas tres publicaciones incluyen

t s muy diversos, 0 .ensayo abarca aspec 0 'a Al 0 arecido ocurre con Revista de CCI-

secciones de relatos 0 poesia. ~ p " muy rnarcada pero son muy, na onentacion .

dente. Todas elias tienen ~ , E tr las revistas estrictamente litera-f criticos n e .. ,

abiertas en los en oques . . d Lib s que aspiran a una VISIon' Revista e t ro ,

rias los polos opuestos sen an . I'd d pero que al publicarse men-' ' . t f ulos de actua I a , in salirse dpanoramica con ar IC ., 'I'd e Insula que sin salirse e

. eparaclOn so I a, , ,sualmente, perrmte una pr ". istico dedica amplio espa-

. I t cademico y ensayiun marco esencia men e ~ E I ntro estaria Quimera, con un

oraneos n e ce , .cio a autores con temp . ff I tfculo de caracter ensayisnco.. I onogra ra e ar Ilaro equilibrio entre am,

y la secci6n panorarnica.

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28 29VULNERAB IL IDAD Y CELEBRAC I6N DEL CR iT ICO

JU AN A NTO NIO M AS OL IV ER R OO EN AS

Esto nos lIevaria a un ultimo' .he elegido al azar y las q I punto. todas estas revistas (las que yo

ue e sean mas fa T .personalidad y una orientaci6n di rru lare~ ~I l ector) tienen una

nifica eso que tienen que serlo tmuYb'~stmta. S,u.crttica es distinta. l,Sig-

C am len sus crfticos?reo que todo 10 contrario El enrico . .

suplementos de peri6dico tiene I~s c ia ' q~e se Iirnita ~ e scribir en

f inici6n del lector. Puede tender a la r : : o hmlt~~ del espacio y la inde-caracter pedag6gico 0 a la e ", rrnacion, a la onentac i6n de

mlSlon un tanto cat a" d . . .no puede entrar en las sutilezas del analisi egonca e J .U1CIOS,erocas . Su gran ventaja: el desaffo ue suna ISIS0 de I~s reflexiones esteti-

comunicar , de desnudar el text~ d t p;ne I~~ecesldad de escribir para

la verdad no ocurre asi, sino ue I : ~r,a retonca. ~unque a lahora de

braci6n que sirve mas para d q. t trca se convierte en una elucu-. esonentar que para' 0

trano, se cae en la s irnplifica " .' onentar. , por el con-Cion, como Slla f It d .

pretexto para evitar las ideas Cuando ' . a a e espacio fuese unabanico de experiencias es' d un crttrco ha pasado por todo el

, cuan 0 puede dir .

heterogeneo nurnero de lectores. Creo ngrrse a un m.ayor y mastes de nuestra cri tica, que esta rela . que uno de lo.spnnclpales l frni-

versidad y periodismo es la c.I?nado con el divorcio entre Uni-, separacion entre I fti d

culturaJes y el crftico de revistas ma ..e CII ICO e suplementoscos para Iectores que estan 'd~madsespecializadas. Crfticos monolfti-

pr len 0 otra cos a Ltodo caso, es que el Iector conoce meior . ,~que sorprende, ensus lectores. Y 10sintomati J. a sus cnticos que el c rftico a. . ICOes que quienes de f " .

cntican a la critica sean los pro' , . orma mas despiadada

lectores, a sus autores y a sus ~IOScn~lcos, canfbales que devoran a sus

obeso ego. Y mientras tanto I ompaneros de oficio para alimentar su. ' os ectores acude

revIsta.s y con su dinero pagan. n a sus suplementos y

Sin embargo, en esta re lac i6n ent re Iespac io donde se encuentran lac rftica o~ suplernentos 0 revista s,

blemente los crfticos sean I ' I' los entices y los lectores, posi-os mas vu nerables P .soportar la acusaci6n, con frecuencia in' . ara empezar.uenen quetrados, 10 cual implica una . " d Justa, de que son escntores frus-

VISIOn egradada d I fi . , .nen que someterse a las directr ices de la bI' e o. ,CI.Ode C~tICO.Tie-dar que son muy pocos los Iti pu icacron: conviene recor-

. cn ICOSque pued ' .elegir los I ibros que quie . en perrrutrrse ellujo de

ren comentar Tien fautores la mayorfa de ell' . en que en rentarse con los

, . os incapaces de so rt Inegativo. Tienen que soportar a' . po ar e menor comentario

. s irrusm o las pres' Idel editor. Tienen que ser pole' I' IO~es y os comentarioscolaboran regularmente ti nucos y a rrusrno trernpo ecuanimes. Si

. ' Ienen que comentar I'b d .sacnficando lecturas mas cer . " I ros e escaso interes

canas a su senslbIlldad y no necesariament~

novedades . Pero sobre todo, t ienen que aceptar que hay muchos tipos

de lector y que todos ellos merecen ser respetados. Comprometen asf su

supuesto r igor y buen gusto. De este modo, por un lado tienen que dejar

claro cuales son sus cri terios estet icos y por el otro adaptarse a los cri-ter ios estet icos y a las preferencias del lector. Si el cri tico fuese de ver-

dad exigente, no podria hablar mas que de quince 0 veinte autores a 10

largo de una vida, cuando ese mimero de autores es el que se publica

todas las semanas.Naturalmente, s i ha conseguido def inir a 10largo de los afios sus

cri terios estet icos , es mas facil que el lector entienda su pos tura, por

radical que sea. Pero conviene asimismo que el crt tico entienda la pos-

tura del lector, que quiere saber si determinado bestseller, 0 determina-

da novel a ganadora de un premio tiene mteres dentro de 10que son sus

propios gustos, no los de un supuesto lector de Proust, de Joyce 0 de

Faulkner , de Sanchez Fer losio 0 de Benet . No se trata pues de ser s im-

plemente un crf tico eclectico, capaz de entender a un mismo tiempo a

Julian Rios y aJMiguel Delibes, a Cela y a Javier Marias , s ino de enten-der gustos que no son necesariamente los suyos.

No ocurre 10mismo en la critica de revistas, cuando el entice posee

amplio espacio para dar sus razones, Criticar en un articulo de peri6di-

co Cien aiios de soledad suena a boutade inoportuna 0 a falta de sensi-

bilidad. Argumentarlo en una revista permite revelar aspectos nuevos,

denunciar lugares comunes y replantear nuestras ideas sobre determi-

nadas tendencias l iterar ias como el realismo rnagico que surgi6 como

esplendida novedad y hoy suena a exotismo ret6rico. Y el critico juega

un papel importantfsimo ala hora de captar los cambios de sensibilidad

estet ica tanto por par te de los creadores como de los lectores. E inclu-

so puede inf tuir la y est imular la . Es 10que ha ocurr ido con el creciente

interes de editores y lectores por el cuento y por la poesia, generos que

cuentan cada vez con mas criticos competentes.

No hay conclusi6n posible porque no la he buscado. Me he Iimi-

tado a ref texionar con la exper iencia que me ha dado ejercer la cri tica

en suplementos Iiterarios, en revistas Iiterarias y en publicaciones espe-

cializadas. Y con la de ser profesor univers itar io , es decir , la de haber

aprendido a medir el nivel de conocimiento que uno puede transmitir y

como esta medida depende de nuestro grado de comunicaci6n: mas clara

es nuestra expresi6n, mas podemos ahondar. Mi experiencia como tra-

duc tor me ha permi tido no s610 pene trar en e l misterio de una obra y

reconstruir el enves de un tapiz, sino tambien poder juzgar la calidad de

una traducci6n y las dif icultades con las que el traductor se ha enfren-

 

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30VULNERAB ILIDAD Y CELEBRAC I6N DEL CR iTICO

tado. Y Como creador no s610 he odid . . .presenta toda obra al mar d P 0 apreciar las dificultades que

argen e sus resultados· h .carne propia las a rbitrariedades d I ,. ' sino que e sufndo enlib e cnttco que ha pu t .

1 ros, aunque tambien he a . d I . es 0 reparos a nusme los ha eloziado Tal pre~lad0 a percepCl6n y sensibilidad del que

o . vez "Ula os por el b hhumor, crftica, crfticos y Iectores podem uen . umor y el sentido del

nos une 0 deberfa unimos es est .doSconclui r que 10que realmente. e senti 0 de celeb a ., .

expenencia artistica inc!uso la is d I r cion que tiene toda, mas 0 orosa.

31

EL C AZA DO R C AZ AD O

Santos Sanz Villanueva

Unos afios at ras, Dario Vill anueva me invi t6 a part icipar en un

curso que habia organizado sobre la crt tica l iterar ia . Me propuso una

refl exi6n sobre el papel y las condiciones de la c riti ca a part ir de mi

experiencia personal. No le interesaba un plantearniento te6rico. Que-

r ia la vis i6n privada de quien llevaba lustros reseiiando novedades

bibliograficas en la prensa. Monte, sin animo de sentar doctr ina, ese

autorretrato profesional sobre un escueto esquema y le puse un r6tuloque resume, me parece, el estado actual de nuestro zarandeado sujeto,

el cri tico, en los medios de comunicaci6n, sobre todo en el per i6dico:

«el cazador cazado».

Le fal tara a este t itulo la bri llantez que uno quisiera, pero tampo-

co resulta, creo, por completo desafor tunado, 0 eso me hace pensar el

haberlo visto estampado despues en otros lugares para tratar del mismo

asunto. Sugiere el fondo de escepticismo con que parece razonable ver

e lpapel de la cri tica en la consumista sociedad de masas. Sintet iza e l

melanc6lico desenlace de la pugna entre el deseo y la realidad que

marca este t rabajo cuest ionado. Y no cae , 0 eso pretende, en ac idas

lamentaciones: el cazador, aun en estos tiempos de campos esquilma-

dos, sigue a 10suyo, y t rata de busca r su lugar a l sol, adaptandose al

medio para la darwiniana supervivencia de la especie.He seguido dando vuelt as a esta idea basica, y ahora pongo por

escri to , tambien de forma esquematica, algunas notas de aquel gui6n.

Sin victimismos, este tengo por el punto de par tida realista: el cri tico,

hoy, padece la soledad del corredor de fondo, su recorrido sortea con-

tinuos obstaculos que dificultan, oscurecen 0 trivializan su esfuerzo, y

no esta muy claro que logre alcanzar ninguna meta al f inal de la carre-

ra. De ello iremos hablando. De entrada, pararemos la atenci6n en varios

factores y circuns tancias que rodean la labor del crf tico de combate, 0

de trinchera 0 militante (como antes se decia, con apostillas arbitrarias

y cur iosas) , del cri tico de la actualidad 0 del dla (como prefiero decir

con determinativos pacfficos y mas correctos).