jorge luis acanda. importancia de hegel para la consideración filosófica sobre la religión

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Una revisión sobre la significación de la filosofía clásica alemana, en general, y del pensamiento de G. W. F. Hegel, en particular, para el estudio sobre la religión.

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Tomado de: Jorge Luis Acanda y Jess Espeja: Modernidad, ateismo y religin. Centro Cultural San Juan de Letrn. La Habana, 2004.

Primera conferencia: la importancia de Hegel para la consideracin filosfica sobre la religin.

Introduccin.

Quiero comenzar esta primera conferencia haciendo una aclaracin necesaria. Por qu hemos colocado como ttulo de este curso el de Los filsofos de la sospecha y la religin?. No es una expresin que hayamos inventado ni Espeja ni yo. La frmula filsofos de la sospecha naci de la tesis presentada por el filsofo francs Paul Ricoeur en 1965, en un pasaje de su obra Hermenetica y Psicoanlisis:Para quien ha sido formado por la fenomenologa, la filosofa existencial, la renovacin de los estudios hegelianos, las investigaciones de tendencia lingstica, el encuentro con el psicoanlisis constituye un sacudimiento considerable. No es tal o cual tema de reflexin filosfica lo que es puesto en cuestin, sino el conjunto del proyecto filosfico. El filsofo contemporneo encuentra a Freud en los mismos parajes que a Nietzsche y a Marx; los tres se erigen delante de l como los protagonistas de la sospecha, los que arrancan las mscaras. Ha nacido un problema nuevo; el de la mentira de la conciencia, el de la conciencia como mentira; este problema no puede figurar como un problema particular en medio de otros, pues aquello que es puesto en cuestin de manera general y radical, es aquello que se nos aparece, a nosotros, buenos fenomenlogos, como el campo, el fundamento, como el origen mismo de toda significacin; me refiero a la conciencia. P. Ricoeur: Hermenetica yPsicoanlisis, Aurora, Buenos Aires, 1975, p.5.

Ricoeur utiliz la expresin filsofos de la sospecha para referirse a las concepciones de Marx, Nietzsche y Freud, a los que llam los maestros de la sospecha, o los que arrancan las mscaras, pues ellos marcaron el comienzo de la crisis de la filosofa de la modernidad, al expresar cada uno de ellos desde perspectivas diferentes la insuficiencia de la nocin de sujeto que funcionaba como punto de partida y objetivo fundamental de la misma. Marx desvel la ideologa como falsa conciencia o conciencia invertida; Nietzsche desenmascar los falsos valores; Freud puso al descubierto los disfraces de las pulsiones inconscientes. El triple desenmascaramiento que ofrecen estos autores cuestion los ideales de racionalidad humana, bsqueda de la felicidad y bsqueda de la verdad que se encontraban en el basamento mismo de la Ilustracin. Para Ricoeur, esta sospecha engendraba un problema nuevo: el de la mentira de la conciencia, el de la conciencia como mentira. La herencia legada por aquellos tres pensadores permite sospechar la falacia que representa construir una filosofa o una interpretacin del mundo cualquiera (incluso la religin) sobre la nocin de un sujeto fundante plenamente consciente y dueo de sus actos y su produccin espiritual, y llegar a la conclusin de que es preciso abrir paso a una nocin de sujeto que lo entienda no slo como fuerza creadora, sino tambin como expresin de condicionantes histricos, sociales, morales y psquicos. La nocin de conciencia, pues, pierde su pretendido carcter de elemento creador sin ms, para abrrsenos ahora como un producto, haciendo patente la necesidad de estudiar en su complejidad los procesos que le dan sentido a la produccin de ideas, valores, normas, etc. Pero para poder comenzar el estudio de las ideas de Marx (y despus las de Nietzsche y Freud), es preciso remontarse primero un poco ms atrs, y detenerse en la obra de Hegel y de Feuerbach, pues sin ella se nos pierde el sentido e importancia que tuvo la tarea de los filsofos de la sospecha. Comencemos pues por explicar el aporte de la obra de Hegel a la reflexin sobre la religin.

Hegel y la filosofa de la religin.

El pensador francs Merleau-Ponty expres en una ocasin: Hegel est en el origen de todo lo importante que se ha hecho en filosofa desde hace un siglo. A. Merleau-Ponty, Sentido y sinsentido, Barcelona, 1977, p. 109. Si tenemos en cuenta el ao en que esto fue escrito (1930), nos encontramos frente a la afirmacin de que, desde 1830, toda la produccin filosfica, de una u otra forma, lleva la impronta de su obra. Creo que no se puede menos que concordar con esta tesis. La huella dejada por Hegel en el pensamiento filosfico ha sido profunda y duradera. Y esto tiene que ver ante todo con los problemas que plante, que siguen teniendo vigencia an hoy, ms que con su sistema de ideas. De hecho, podemos dividir la obra de todos los filsofos posteriores en dos grandes grupos: los que han querido asumir la herencia hegeliana y los que, conscientemente, la han rechazado.Para exponer lo esencial de la filosofa de Hegel destacar cuatro puntos o momentos fundamentales a los que debe prestar su atencin cualquiera que quiera acercarse a la esencia de este pensamiento. Estos momentos son: El planteamiento teolgico-poltico del discurso filosfico en Hegel.El concepto hegeliano sobre la positividad de la religin y su crtica a la misma.La interpretacin de la filosofa hegeliana como filosofa de la identidad y filosofa de la autoconciencia o conciencia de si.El concepto hegeliano de lo Absoluto.

Ser sobre la base de estos cuatro momentos que estructurar esta conferencia.

Hegel naci en 1770 y muri en 1831. Fueron aos enmarcados en un perodo histrico turbulento, signado por la Revolucin Francesa y las guerras napolenicas, cargado de acontecimientos de honda significacin. En la Alemania de entonces, al igual que en casi toda Europa, predominaba el despotismo poltico monrquico feudal, y la carencia de libertades polticas. Esa formacin estatal opresiva se apoyaba en una relacin ntima con la iglesia y la religin cristianas. La religin funga como principio ideolgico de legitimacin del despotismo, y la iglesia era un apndice del Estado. La relacin entre iglesia, religin cristiana y Estado desptico, tal como se presentaba en esa poca, era una relacin ntima, orgnica. No es casual, por lo tanto, que el tema de la religin ocupara un lugar central y permanente en el esfuerzo terico de Hegel. Pero para entender el modo en que se lo plante es preciso comprender el campo espiritual existente en el momento en que se form su pensamiento, as como su propia historia de vida, sus experiencias biogrficas, todo lo cual marc su obra.

Para enmarcar epocalmente su pensamiento, quiero comenzar por recordar la idea, expresada por Habermas, de que Hegel fue el primero que elev a problema filosfico una caracterstica esencial de la modernidad: su ruptura con respecto al sistema de valores y normas del pasado. J. Habermas. El discurso filosfico de la modernidad, Taurus, Buenos Aires, 1989, p. 28.Es la segunda vez que, en estas pocas lneas, aparece el tema de la modernidad. Ricoeur haba empleado el trmino filosofa de la sospecha para expresar un momento de crisis en la filosofa moderna. Ahora vemos que Habermas intent sintetizar la importancia de la filosofa hegeliana destacando que fue este pensador el primero que se represent filosficamente en forma explcita el carcter de ruptura de la modernidad. Es preciso entonces explicar lo que debemos entender por modernidad.

Qu es la modernidad?

La modernidad es un fenmeno histrico cargado de amplias y profundas dimensiones. Anthony Giddens precisa que la modernidad refiere a los modos de vida social o de organizacin que surgieron en Europa alrededor del siglo XVII en adelante y que posteriormente se hicieron ms o menos universales en su influencia. A. Giddens. Consecuencias de la modernidad, Madrid, Alianza, 1993, p. 1. El rasgo ms visible de ese fenmeno, y que ms claramente marca lo especfico de la poca moderna con respecto a las etapas histricas anteriores, es la secularizacin de la sociedad; es decir, la desintegracin de las tradiciones religiosas como fundamento de identidad humana, individual y social, y como elemento aglutinador del resto de las esferas de la vida de los pueblos. Esta secularizacin es resultado y expresin del despliegue de un conjunto de procesos que marcan las caractersticas esenciales de la modernidad.En primer lugar, del desarrollo de las relaciones de produccin capitalista y del crecimiento en poder de la burguesa, lo que conllev al predominio de la racionalidad econmica capitalista y del principio de la calculabilidad sobre las dems esferas de la vida social (la ciencia, la poltica, el arte, etc.). El desarrollo de las fuerzas productivas que acompaa a la expansin del capitalismo implica un aumento y profundizacin del conocimiento del ser humano sobre el mundo que lo rodea, y la centralidad que la ciencia, como forma de apropiacin espiritual del mundo, va a adquirir. Por otra parte, la hegemona de la racionalidad econmica capitalista conlleva la desaparicin de todas las formas anteriores de estructuracin de la vida social, hasta ahora organizadas en torno a la preponderancia de principios de carcter trascendente (la religin, la comunidad, la tradicin, etc.), y la aparicin de una forma nueva asentada sobre la importancia y valor del individuo en s mismo. El principio del individuo y de la conservacin de sus derechos, la importancia de la subjetividad, se convierte en un elemento importantsimo de la organizacin social moderna. Por otra parte, la modernidad slo puede existir en expansin. A diferencia de formas anteriores de organizacin de la vida social, ella slo puede mantenerse mientras se expande en el espacio, abarcando reas geogrficas cada vez mayores, pero tambin en profundidad, alcanzando las esferas ms privadas e ntimas de la vida cotidiana.Es evidente que el surgimiento y desarrollo de un fenmeno social tan complejo como la modernidad implic un reto de importancia para la filosofa. La reflexin filosfica va a sufrir modificaciones importantes, que van a acusar la impronta de la nueva situacin. De ah que la filosofa moderna sea tambin esencialmente diferente con respecto a la anterior.

Caractersticas de la filosofa moderna.

El carcter acusadamente evidente del papel activo y creador del ser humano, y de sus potencialidades que lo llevaban a producir una realidad nueva acorde con sus intereses y finalidades, provoc el cambio de la problemtica central que va a acusar la filosofa moderna. Durante la Edad Media prim una concepcin del mundo que se apoyaba en una interpretacin fatalista-religiosa: todo estaba predeterminado por la voluntad divina. Pero la nueva poca que ahora se abri demostr la posibilidad del dominio racional del hombre sobre la naturaleza, la posibilidad no slo de transformarla, sino incluso de crearla, y tambin a la sociedad, y todo ello sobre la base de su conocimiento. Si la filosofa medieval coloc en el centro de su inters la reflexin sobre la relacin del hombre con un mundo entendido como algo esttico y ya creado, y como expresin de una fuerza trascendente, la filosofa moderna replante este problema y se lo represent como problema de la relacin entre el sujeto y el objeto. La centralidad de la cuestin de la relacin sujeto-objeto marca lo especfico de la filosofa moderna.El desarrollo social llev a los filsofos a plantearse el problema de las relaciones del hombre con el mundo como una relacin con fenmenos no slo transformados, sino tambin creados por l. Su existencia comenz a ser pensada como existencia activa. Al considerar al ser humano en trminos de sujeto se puso en un primer plano su carcter activo, su fuerza creadora. Por otra parte, la realidad en la que existe ya no se poda seguir interpretando como un espacio creado de una vez y para siempre, esttico e inmvil, sino como el conjunto amplio, complejo y en expansin de objetos sobre los que recaa la actividad del ser humano, objetos que podan tener un carcter natural, pero que acusaban la huella de la actividad humana, que eran tambin producto de esa actividad. El concepto abstracto de mundo dej espacio al concepto ms concreto de realidad objetiva, y a la comprensin de los fenmenos que lo integran como objetos de la actividad humana. El propio desarrollo social llev a que la relacin hombre-mundo, eje de la reflexin filosfica medieval, pasara a plantearse y pensarse en trminos de la relacin sujeto-objeto. Esa relacin se convirti en el centro de la reflexin filosfica moderna y en su punto de partida terico.Esto, a su vez, determin la importancia que el tema de la razn y de la racionalidad tom en la filosofa moderna. Si el hombre puede dominar las fuerzas de la naturaleza ello se debe a que es capaz de conocerlas, de desentraar su esencia, de develar las conexiones esenciales, las leyes que rigen el funcionamiento de esa naturaleza. La primera implicacin que esto tiene es que el hombre ha de entenderse como un ser racional; es decir, munido de la capacidad de descubrir la esencia de los fenmenos, equipado con la potencialidad intelectual necesaria para ello. Est dotado de razn. Pero la razn existe no slo como capacidad del sujeto, sino tambin como rasgo fundamental de la realidad misma. Si el ser humano puede dominar racionalmente a la realidad, ello se debe ante todo a que la realidad misma es racional. Es decir, est regida por leyes de carcter objetivo, tiene un orden y una legalidad inmanente a ella, y no hay que acudir a fuerzas de carcter trascendente y sobrenatural para entenderla ni para utilizarla en provecho del ser humano. Si el ser humano es racional, y la realidad tambin, entonces es posible conformar a este mundo en que vivimos, tanto en su faceta natural como en la social, de acuerdo a nuestra conveniencia e intereses. Es preciso descubrir la racionalidad implcita en lo real para poderla transformar. Esto comenz siendo vlido para la naturaleza, y necesariamente tendra que extenderse tambin a lo social. Lo racional habra de funcionar como criterio legitimador de la actividad humana y de las instituciones creadas por el ser humano. El planteamiento clsico de la relacin sujeto-objeto se lo debemos a Renato Descartes (1596-1650). Es cierto que l no fue el primero que intent pensar desde la filosofa la cuestin de la apropiacin cognoscitiva de la realidad por el individuo, entendiendo a este como sujeto cognoscente (es decir, como ente que produce instrumentos lgicos para esa apropiacin), pues ese tema lo encontramos ya desde el despuntar de la filosofa renacentista, pero es innegable que en Descartes este problema adquiri una formulacin que puede considerarse paradigmtica. En mayor o menor medida, la interpretacin cartesiana del sujeto ha sido arrastrada por el pensamiento occidental hasta nuestros das.La figura de Descartes se inscribe en la lucha mantenida por muchos pensadores de su tiempo contra la supersticin y el oscurantismo, elementos centrales de la ideologa feudal-absolutista, y por la fundamentacin de la plena capacidad cognoscitiva del hombre. Siguiendo una tradicin anterior, Descartes centr su reflexin en la cuestin del mtodo. Segn esta tradicin, si los hombres son vctimas del engao y el error, ello se debe a que carecen de un mtodo adecuado para estudiar a la realidad. Elaborar ese mtodo para el conocimiento de la realidad se convirti en el principal objetivo de su actividad filosfica. Para l estaba claro que si logramos disponer de un mtodo racional, no habra obstculos para nuestro saber y seran vencidas la mentira y la falsedad. No por gusto titul a su principal obra Discurso sobre el mtodo. Lo que aqu me interesa destacar es la concepcin sobre el sujeto implcita en la filosofa cartesiana. En primer lugar, el sujeto es asumido slo como sujeto gnoseolgico. Es decir, la reflexin se centr sobre la actividad cognoscitiva del hombre y sobre el mtodo ms adecuado para llevar a feliz trmino esta actividad. En segundo lugar, ese sujeto se asumi como ente racional, auto-centrado e incondicionado. Qu quiere decir esto? El sujeto es absolutamente racional, porque tiene conciencia racional de sus necesidades y de las motivaciones que rigen su conducta. Es auto-centrado porque tiene en s el fundamento que lo constituye. Es, por lo tanto incondicionado como sujeto gnoseolgico: si dispone del mtodo adecuado, nada podr impedir que obtenga una imagen conceptual del objeto fiel al objeto mismo, idntica a l; es decir, una imagen objetiva. Todos los hombres disponen de la misma capacidad racional y pueden desplegarla sin ningn tipo de obstculo si disponen de aquel mtodo que permite superar las falsas opiniones y los lmites y deficiencias de nuestros rganos sensoriales. La labor de los filsofos que siguieron a Descartes, pese a sus diferencias, se mantuvo dentro de la problemtica inaugurada por l. Las discusiones giraron en torno al problema del mtodo y la cuestin de la fuente esencial del conocimiento (la polmica entre los empiristas y los racionalistas), aunque manteniendo la interpretacin del sujeto que Descartes inaugur.Immanuel Kant (1724-1804) abri paso a un momento importante en el desarrollo de la filosofa moderna. Someti a una fuerte crtica la concepcin cartesiana sobre un sujeto fundante plenamente consciente y dueo de sus actos y su produccin espiritual. Por lo tanto, en cierta medida, podemos afirmar que las ideas de Kant representaron un precedente importante para el surgimiento posterior de la filosofa de la sospecha. Kant afirm la existencia de estructuras que condicionan la actividad cognoscitiva del sujeto, y que no son externas a este, sino inmanentes a su propia constitucin. Si bien consider equivocadamente que esas estructuras tienen un carcter a priori, es decir, que son previas a la experiencia, y por lo tanto son innatas, es innegable que su idea sobre la existencia de las mismas y sobre su carcter objetivo pero a la vez internas al sujeto marcaron un parteaguas en la historia de la filosofa. Kant afirm con razn que con su obra l haba operado una revolucin copernicana en la filosofa, pues si ella hasta entonces centraba su reflexin en los objetos o en la bsqueda de instrumentos para la apropiacin cognoscitiva de los mismos, ahora deba dedicarse a descubrir esas estructuras condicionadoras. El centro de la reflexin filosfica se desplazaba del objeto al sujeto. La filosofa, por ende, deba convertirse en crtica, es decir, centrarse en el estudio de las condiciones de posibilidad de la actividad gnoseolgica del sujeto. La filosofa habra de ser concebida a partir de ahora como teora crtica sobre el sujeto y la subjetividad.Con esto Kant inaugur no slo la etapa crtica en el desarrollo del pensamiento filosfico, sino tambin marc el inicio de un movimiento filosfico al que se ha denominado filosofa clsica alemana, de la que Hegel sera su mximo exponente.La inauguracin de la etapa crtica en la filosofa por Kant tuvo necesariamente profundas repercusiones tambin en la teologa, en la reflexin sobre Dios y la religin. Al referirse al carcter condicionador sobre la actividad cognoscitiva del sujeto de esas estructuras objetivas, Kant destac el doble carcter, objetivo y subjetivo a la vez, de los objetos de nuestra actividad espiritual. Los objetos con los que interactuamos tienen una existencia objetiva, pues existen independientemente del individuo, pero a la vez tienen un carcter subjetivo, pues son producto de nuestra actividad, y en ellos se expresa tambin la influencia de esas estructuras inherentes al sujeto y que refractan nuestro reflejo de la realidad. Esas estructuras ejercen un papel mediador. La tarea de la filosofa es comprender en que medida cada uno de los objetos de nuestra actividad espiritual expresa no slo la existencia de un fenmeno independiente de nosotros, sino es tambin expresin y manifestacin de nuestras caractersticas. Si entendemos que cuando hablamos de objetos de nuestra actividad espiritual nos estamos refiriendo tambin a nuestra idea sobre Dios, comprendemos que a partir de lo aportado por Kant la teologa ha de enfrentar el reto presentado por la filosofa crtica, y comprender que, en tanto forma de nuestra actividad espiritual, la religin y la teologa no versan sobre Dios en s mismo, sino sobre la imagen de Dios que los hombres, condicionados objetivamente por esas estructuras inherentes al ser humano, producen, y que el pensamiento crtico (en forma de filosofa o de teologa) ha de explicar por qu, en un momento histrico concreto, esa imagen de Dios y esa forma de actividad espiritual (la religin) ha existido de esa manera. Las formas de existencia espiritual del ser humano (sus ideas religiosas, ticas, polticas, estticas, etc.) representan formas de apropiacin por los seres humanos de la realidad que los rodea. Estas tesis, fuertemente asentada en el ncleo mismo de la doctrina kantiana, van a ser recogidas necesariamente, y desarrolladas en forma creadora, por Hegel, Feuerbach y por Marx.

La filosofa clsica alemana.

Bajo este concepto agrupamos a un conjunto de filsofos alemanes que entre fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX intentaron crear nuevas vas para el desarrollo de la filosofa. Kant, Fichte, Schelling y Hegel fueron sus principales figuras. Auguste Cornu destac cuatro rasgos principales que caracterizaron a este movimiento:La indisoluble interrelacin entre el espritu y el mundo. Estos pensadores se esforzaron por superar el dualismo en la concepcin del mundo. Buscaron presentar la relacin entre el espritu y la realidad material como una relacin orgnica, necesaria. Para ellos, el espritu crea al mundo exteriorizando en l su esencia. Entendieron, por lo tanto, que el espritu no puede existir sin el mundo, ni fuera de este. Intentaron considerar a las ideas en su relacin dialctica con las cosas.Reemplazo de la idea de transcendencia por la de inmanencia. Si bien afirmaron la existencia de un principio de carcter espiritual como causa de la existencia del mundo material, sealaron la necesidad de entender este principio ideal como algo existente no antes y fuera de esa realidad, sino como algo inmanente a ella.Consideracin de la realidad en su desarrollo. Concibieron a la realidad en su constante movimiento y transformacin, y no como algo dado y esttico.Visin dialctica: afirmaron que un elemento esencial de lo real no es la identidad, sino la oposicin, la contradiccin. Auguste Cornu: Carlos Marx. Federico Engels. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1973. Tomo I, ps. 36-47

Kant estableci la problemtica que defini lo esencial de la filosofa clsica alemana, cuando oper la rigurosa reduccin del objeto de la filosofa al lado activo, al hombre y a su accin racional histrico-formadora. Esto permiti establecer una idea muy importante para el posterior desarrollo de la filosofa: la objetividad con la que el hombre tiene que ver es una que, en lo esencial, es producida por el hombre mismo, y es por tanto susceptible de ser dominada por l. Con ello, la filosofa pas a entenderse como autoconciencia, es decir, como ciencia sobre la subjetividad. Pero ello significaba desde el giro crtico operado por Kant reflexionar sobre las condiciones, los resultados y las leyes del accionar humano. Una autoconciencia que no poda funcionar separada de la inteleccin del proceso de proyeccin y conformacin activa de la realidad. El tema del sujeto y de sus formas de actividad y manifestacin constituyeron el objetivo central de la filosofa clsica alemana, que con razn ha sido considerada una teora de la libertad y la capacidad racional creadora del ser humano. Esto se debi al desafo que tuvieron que encarar estos pensadores, desafo emanado del momento histrico en que vivieron, que no fue otro que el del estallido de la Revolucin francesa. Como afirm Marcuse: El idealismo alemn ha sido considerado como teora de la Revolucin francesa. Esto no significa que Kant, Fichte, Schelling y Hegel ofreciesen una interpretacin terica de la revolucin francesa, sino que, en gran parte, escribieron su filosofa como respuesta al reto de Francia de reorganizar el Estado y la sociedad sobre una base racional. H. Marcuse, Razn y revolucin, Madrid, Alianza, p. 9.Fueron sus propios contemporneos los que interpretaron a la filosofa clsica alemana como inteleccin terica de la Revolucin francesa. El primero en hacerlo fue el poeta alemn Heinrich Heine. Esta filosofa se caracteriz por desarrollar una concepcin marcada por el idealismo y la dialctica. Y esto no fue casual, sino expresin del inters manifiesto de sus representantes por oponerse y superar los elementos mecanicistas y deterministas que haban caracterizado, en buena medida, el pensamiento filosfico burgus del siglo XVIII.En el inicio de la formacin del modo de produccin capitalista, el materialismo mecanicista se corresponda con los intereses de clase de la burguesa. En tanto la produccin privada de mercancas se desarrolla all donde se libera de toda regulacin e influencia voluntarista, ha de presentarse como un proceso natural. Pero si bien el surgimiento del capitalismo puede entenderse como un proceso natural conforme a leyes, no ocurre as con la situacin que se da en la historia con el estallido de la revolucin burguesa, ya que toda revolucin implica la actuacin soberana de los hombres, dotados de la capacidad de elegir libre y conscientemente ante varias alternativas. La ciencia natural ofreci a la burguesa un fundamento terico para su lucha ideolgica contra el feudalismo. El materialismo mecanicista haba surgido a partir de la generalizacin de aquella ciencia. Pero la voluntad de opcin revolucionaria es claramente incompatible con el materialismo mecanicista, que llevaba a una concepcin determinista y fatalista del mundo que no dejaba espacio la libre actividad del sujeto. El materialismo mecanicista deba ser superado, y deba crearse una concepcin que permitiera fundamentar racionalmente la capacidad del hombre para la accin revolucionaria decisiva. No he subrayado el trmino racionalmente por gusto. Esta nueva concepcin filosfica no poda caer en posiciones subjetivistas ni voluntaristas, sino que tena que mantenerse en los marcos de la racionalidad; es decir, que no negara la existencia de leyes objetivas que rigen a la realidad, algo que se encontraba en los pilares mismos de la concepcin materialista. La burguesa de aquella poca no poda prescindir, para la fundamentacin ideolgico-filosfica de sus intereses, de la ciencia (de una explicacin racional de la realidad, que expresara la necesidad, la determinacin existente en esa realidad), pero tampoco poda prescindir de la revolucin, de la afirmacin de la libertad por el sujeto de determinar su accin y transformar el decursar de los acontecimientos. La realizacin de esta tarea es el gran resultado o aporte histrico de la filosofa clsica alemana.Si el materialismo del siglo XVIII afirm la existencia de la necesidad natural y sobrevalor la determinacin del objeto sobre el sujeto, negndole espacio a la libre voluntad del sujeto y mantenindose prisionero de una concepcin fatalista, la filosofa clsica alemana surgi como expresin del inters, por parte de la burguesa revolucionaria, de sin negar la existencia de una racionalidad del mundo basada en la existencia objetiva de leyes que regan su desarrollo proporcionarle al sujeto toda su significacin y valor. Este movimiento filosfico afirm la existencia real y objetiva de un mundo exterior al hombre e independiente de este. Los productos de nuestra conciencia son el resultado de nuestra experiencia emprica, pero no slo de esta, sino que en ellos est presente el sello de nuestra subjetividad. As, lo que pareca determinarnos desde fuera se demuestra ahora como nuestro propio producto. El individuo, el hombre, el sujeto, el yo, no est determinado desde afuera por algo ajeno a l, sino que se determina a s mismo en este algo que se le opone, que se el enfrenta como ajeno. El hombre no slo tiene conciencia, sino que tiene (o es) autoconciencia: se sabe a s mismo como un ser autnomo. De esta forma la filosofa clsica alemana estableci la necesaria distincin del sujeto con respecto a la realidad objetiva como ente no idntico a esta, sino como co-constituyente de ella.

La Ilustracin.No puede entenderse la obra de Hegel si no se recuerda el profundo efecto que sobre el pensamiento europeo ejerci a fines del Siglo XVIII la Ilustracin. La Ilustracin fue un movimiento filosfico y literario de tanta importancia e influencia en la historia de la humanidad que puede comprenderse tambin como una poca cultural. Se desarroll fundamentalmente en el siglo XVIII, aunque su marco epocal puede acotarse por las fechas de dos revoluciones: la inglesa de 1688 y la francesa de 1789. El hecho mismo de que marquemos su alfa y su omega por el estallido de dos revoluciones, nos da una visin de cuales fueron sus caractersticas. En esos aos este movimiento se extendi por toda Europa, y puede hablarse de la Ilustracin francesa, la inglesa, la escocesa, la alemana, etc. Eso explica que no constituyera un movimiento homogneo, y que estuviera marcada por la diversidad y la diferencia, no obstante lo cual puede encontrarse en los pensadores que la conformaron un conjunto de rasgos comunes. En tanto movimiento, la Ilustracin se organiz como un esfuerzo empeado en nombre de la libertad y la razn contra la fe dogmtica y sus consecuencias negativas sobre la sociedad y los individuos. A los filsofos ilustrados los caracteriz un fuerte rechazo a las pretensiones universalistas de la teologa acrtica y a los crmenes de todo tipo cometidos en nombre de la verdad sagrada. Para estos pensadores, la historia europea anterior estaba marcada por la oscuridad de la ignorancia y el fanatismo, que conllev al retraso moral de los seres humanos y a la prdida de su autonoma racional. Vieron su actividad como una lucha colectiva contra las tinieblas de la ignorancia y la opresin, y como un esfuerzo por llevar la luz del saber y la verdad a la conciencia de todos los individuos. Ellos tuvieron la conciencia de que lo estaba sucediendo en su poca era una iluminacin, un estallido y expansin de la razn y la ciencia, que permita disipar las sombras y hacer que los hombres se encontrarn a s mismos. Esa auto-percepcin de su labor como un golpe deslumbrante que clarificaba la vida social, condujo precisamente a los dos conceptos con los que se denomin este movimiento: ilustracin e iluminismo. De ah que a este siglo 18 lo denominaran como Siglo de las luces. Los ilustrados entendieron a la historia como un largo combate entre "luces" y "sombras". Durante siglos, la razn haba sido una y otra vez obstaculizada y vencida, y la esclavitud, la servidumbre, el oscurantismo, la ignorancia, el dogma, haban sido manifestaciones de esa derrota. Sin embargo, poco a poco, la razn fue ganando terreno; los hombres consiguieron sacarla adelante, descubrirla, respetarla, fortalecerla. La Ilustracin se vea a s misma como la recta final de este camino, el momento de la ltima batalla por llevar la razn a las ciencias, a la filosofa, al arte, a la moral, al derecho. Esto significaba la liberacin, pues la Razn es Libertad, es Justicia, es Bien y es Felicidad.La confianza en la razn humana como instrumento capaz de resolver todos los problemas que se plantean al hombre era total. Kant dio a su siglo el nombre de "era de la crtica". La crtica se impona en unas proporciones desconocidas hasta entonces. La palanca de la razn se aplica a los ms diversos puntos, tanto en el terreno de las ciencias experimentales intramundanas como en el campo de la posibilidad de un mundo trascendente y cognoscible para el hombre. Los xitos alcanzados por la ciencia y la tcnica acentuaron la confianza del hombre en s mismo y sus potencialidades cognoscitivas.En cierto modo podra considerarse esta concepcin como una especie de racionalismo. Pero la concepcin de la razn en los racionalistas del siglo XVII y en los pensadores de la Ilustracin es muy distinta. Para los racionalistas, la razn era fundamentalmente una razn especulativa; para los filsofos ilustrados, era una razn volcada a la prctica. Si el poder de la razn es alabado por la Ilustracin no es slo ni principalmente porque sta pueda resolver todos los enigmas del universo, sino porque, mediante el saber que ella origina, se pueden modelar adecuadamente la Naturaleza y la vida del hombre. Gracias a la razn la sociedad podra perfeccionarse, gracias a la razn el hombre ser educado integral y perfectamente, gracias a la razn se suprimirn los prejuicios y supersticiones que angustian al espritu humano. Es por esta actividad liberadora de la razn, y no por su capacidad especulativa, por la que es ensalzada y por lo que los revolucionarios franceses la deificaron mediante el culto a la diosa Razn.La principal caracterstica de la razn es ser crtica. Y los pensadores ilustrados ejercieron esa crtica contra la tradicin y la autoridad externa, en tanto obstculos que impedan la autonoma racional del ser humano. Dirigieron la crtica contra la supersticin y la idolatra, pero no contra la idea de Dios y lo divino, sino contra una determinada representacin de Dios. Ello no implic la negacin simplista y absoluta de la dimensin religiosa de la vida, sino el rechazo a un modo (considerado irracional) de entender dichas cuestiones. Estamos en presencia de una concepcin secularizada de la razn (algo que no encontramos en el racionalismo anterior), que va a tener consecuencias profundas en la reflexin sobre la religin y la divinidad. Hasta ahora el pensamiento moderno, que haba liberado a la filosofa de su servidumbre y subordinacin con respecto a la religin, haba intentado no obstante mantener un equilibrio entre la razn y la fe. La Ilustracin formul esta ecuacin de otra manera, planteando simple y llanamente la subordinacin de la fe a lo racional. No se cuestiona la existencia de Dios ni la creencia en l. Pero se haca preciso explicar a Dios en forma racional. El hombre no deba admitir ninguna creencia que no fuera perfectamente inteligible. Tambin Dios y la religin eran sentados ante el tribunal de la razn crtica.La doctrina religiosa predominante en la filosofa de la Ilustracin fue el deismo. Este admite la existencia de Dios y la idea de la Creacin, pero niega la Providencia y el gobierno divinos. Se acepta que Dios ha creado el mundo, pero se considera que, despus de ese acto inicial, no interviene ms en los procesos naturales o humanos. Utilizando una metfora al uso, la imagen de lo divino que primaba en este movimiento era la de un Dios relojero, que creaba una mquina y le daba cuerda, pero esa mquina segua funcionando despus de acuerdo a sus principios internos. Para estos filsofos, slo una religin racional poda ser legtima. Deba de ser una religin natural, carente de revelacin, de misterios y de cualquier tipo de espiritualidad sobrenatural. Una religin basada nica y exclusivamente en la razn, derivada de la misma naturaleza humana (de ah su nombre). Esta idea de una religin estrictamente natural y racional conduca necesariamente a la eliminacin, en el cristianismo, de todo elemento considerado irracional.Es importante destacar el valor e importancia de las exigencias emancipatorias de la Ilustracin, pues ellas influyeron decisivamente en la conformacin de algunos de los elementos centrales del clima intelectual en el que se form el pensamiento de Hegel.

El romanticismoTal vez la inclusin del romanticismo como una de las influencias fundamentales sobre el pensamiento de Hegel sorprenda a algunos, acostumbrados a entenderlo slo como un movimiento literario. Pero fue algo mucho ms complejo. En realidad se trat de una actitud u orientacin intelectual que caracteriz muchas obras de arte, pero tambin de filosofa, tica, poltica e historiografa, desde fines del siglo XVIII hasta mediados del XIX. Convencionalmente se considera el ao 1790 como su fecha de nacimiento. Surgi inicialmente en Alemania, y despus se expandi a toda Europa. En los aos de formacin espiritual del joven Hegel, el romanticismo era una fuerza existente en el ambiente cultural germnico, influencia que le lleg adems por una va muy directa, pues sus dos grandes amigos de juventud y compaeros de estudios, Hlderlin y Schelling, jugaron un papel importante en el desarrollo de ese movimiento en Alemania. A Schelling se le puede considerar dentro del romanticismo slo en su etapa juvenil, pues ms tarde deriv hacia otras posiciones filosficas, y las relaciones personales entre l y Hegel se agriaron bastante posteriormente. Pero Hlderlin se mantuvo siempre, en su larga y tormentosa vida, dentro de este movimiento, y Hegel lo consider siempre su amigo.El romanticismo fue esencialmente una reaccin contra la modernidad, y lo que representaba de prdida de espiritualidad. Surgi de la desilusin con algunas de las principales tendencias de la modernidad: la prdida del anclaje trascendente de los valores, los efectos sobre la actividad artstica y las relaciones interpersonales de la imposicin de la economa competitiva de mercado, y el vaciamiento de sentido de la realidad social que ello implicaba. Para los romnticos, estas tendencias crearon la enfermedad fundamental de la cultura moderna: la alienacin o desencanto. El tema de la alienacin o enajenacin del ser humano fue intensamente trabajado por los romnticos. Para ellos estaba claro que la modernidad significaba la prdida de sentido de la realidad para el hombre. La realidad dejaba de ser el lugar donde el hombre poda realizarse y encontrarse a s mismo, y se converta en un espacio hostil y ajeno. La idea de la modernidad como desgarramiento profundo e interno, ruptura de la unidad del ser humano y de su relacin cordial con su entorno se convirti en un motivo permanente de la obra de los romnticos. Para ellos, la alienacin se expresaba no slo como enajenacin del ser humano con respecto a la naturaleza, sino tambin como enajenacin del individuo con respecto a las dems personas y con respecto a uno mismo. Este develamiento de las tres facetas de la enajenacin constituy un valioso aporte de este movimiento, que tuvo importantes repercusiones posteriormente en el desarrollo de la filosofa. Si la Ilustracin cantaba a la modernidad y para ello asuma una posicin racionalista, el romanticismo, en tanto rechazo de esa misma modernidad, abraz el irracionalismo. Es cierto que el irracionalismo estuvo vinculado a las posiciones reaccionarias que muchos romnticos sostuvieron en sus concepciones sociales y polticas. Su rechazo de la modernidad capitalista implicaba en muchos de ellos la nostalgia y la presentacin embellecida del viejo orden feudal y de la monarqua absolutista. Pero no es menos cierto que el irracionalismo romntico constituy una revuelta contra la absolutizacin de los elementos racionales por parte de los ilustrados en detrimento de los sentimientos y de la espiritualidad del ser humano. El hincapi en la importancia de los sentimientos hizo que a la larga el trmino romntico se entendiera como sinnimo de sentimental. Sobre todo porque para la Ilustracin lo racional, en esencia, se identificaba con principios que no eran sino la traduccin filosfica de los elementos de la racionalidad econmica capitalista. No olvidemos que la Ilustracin escocesa tuvo entre sus principales representantes a figuras como Adam Smith y Adam Ferguson. De ah que al romanticismo lo identificara el rechazo a los preceptos de orden, calma, armona, balance y racionalidad, y que desarrollaran una posicin filosfica que enfatizaba lo individual, lo subjetivo, lo irracional, lo imaginativo, lo emocional. Pero aqu es importante destacar que esa exaltacin del yo, de la importancia del individuo, tena un sentido distinto a la afirmacin de la importancia del individuo en la Ilustracin. Para los romnticos, el individuo slo poda encontrarse a s mismo, y existir por ende como tal, estableciendo una relacin armnica con su cultura, con el colectivo humano, con la comunidad, de la cual era una parte. La cultura no era vista slo como saber instrumental y como ciencia, sino como el conjunto de valores espirituales entre los cuales la tradicin jugaba un papel fundamental gracias a los cuales el ser humano poda ser pleno, y despojado de los cuales se tornaba fragmento sin sentido. Los romnticos, necesariamente, desarrollaron un inters obsesivo en la cultura popular tradicional. Podemos decir que gracias a esa importancia que le asignaron al concepto de pueblo y a lo popular, los nios de hoy en da pueden disfrutar de historias como la de la Cenicienta o la de la Caperucita Roja. Los hermanos Grimm, conocidos por mucho slo por su vinculacin con estos y otros cuentos infantiles, fueron en realidad destacados fillogos que, en tanto romnticos, se empearon en una tarea de rescate de las tradiciones orales del pueblo alemn, y recogieron y escribieron esas y otras historias, para impedir que se perdieran en las revulsiones de la modernidad.Muchos de los motivos peculiares del romanticismo van a estar presentes en las concepciones filosficas de Hegel.

Su propia historia de vida.Referirse a la historia de vida de un filsofo como elemento importante para explicar su teora es algo poco usual. Muchas veces, en los tratados o manuales de historia de la filosofa, se trata a cada filsofo slo como un pensador, como alguien que responda y reaccionaba tan slo a los estmulos provenientes de otros pensadores anteriores o contemporneos a l. Pero esta es una visin que peca de racionalismo extremo. Los filsofos han sido y son seres humanos. Y de la misma manera que es imposible separar lo racional de lo emotivo, es tambin inaceptable disociar el conocimiento del inters. Las preferencias que llevan a un pensador a inclinarse por una influencia y desdear otras, a asumir determinados instrumentos tericos y no aceptar otros existentes en ese momento, tienen que ver con muchos factores, y no podemos olvidar aquellos que provienen de sus experiencias de vida, de los elementos idiosincrsicos que intervinieron en la conformacin de su personalidad. Es en este sentido que debemos entender el sealamiento de Habermas de que para entender los motivos de la filosofa hegeliana hay que referirse a las experiencias de crisis en el joven Hegel, J. Habermas, obra citada, p. 36. a sus experiencias biogrficas. Idem, p. 38. Desde nio, Hegel vivi en un medio religioso marcado por el integrismo y el dogmatismo. Su juventud transcurri en el seminario luterano de Tbingen All conoci a Schelling y Hlderlin., donde el ambiente asfixiante en lo espiritual condicion en buena medida sus posterior desarrollo. En esa institucin predominaba una concepcin fundamentalista sobre el cristianismo, lo que a la larga provoc un profundo rechazo en el joven Hegel, animado del deseo de que la libertad se abriera paso. Con razn puede decirse que la clase de religin a la que fue expuesto no fue la que encontr satisfactoria o adecuada para las necesidades del hombre y de la sociedad. K. Williamson, Introduction to Hegels Philosophy of Religin, State University of New York Press, Albany, 1984, p. 2Habermas habla del impulso rebelde que caracteriz sus primeros escritos. Esa rebelda condicion su recepcin de la religin. En Hegel no vamos a encontrar un rechazo a la religin. La acept como verdad fundamental mediante la cual podan realizarse los ideales contemporneos y fue en este sentido, como vehculo para la realizacin de esos ideales de libertad, que la religin ocup un lugar central en su reflexin, y fue esto lo que lo llev a considerar que los contenidos de la religin deban ser repensados. Eso explica en buena medida por qu Hegel lleg a cuestionamientos ms radicales en el campo de la filosofa de la religin que ningn otro de sus predecesores.

La importancia de la cuestin de la religin en la construccin del sistema filosfico por Hegel.

A fines de 1843 el joven Marx, en un artculo que vera la luz meses mas tarde en el nmero nico que logr publicar la revista Anales Franco-Alemanes (de la que era co-director junto con su entonces amigo Arnold Ruge), coloc al inicio del mismo esta tesis:Para Alemania, la crtica de la religin est en lo esencial completada, y la crtica de la religin es la premisa de toda la crtica. Carlos Marx, Crtica del derecho poltico hegeliano, La Habana, Ciencias Sociales, 1976, p. 13.Prestemos atencin ahora a la segunda parte de esta cita, donde Marx plantea que la crtica de la religin es la premisa de toda crtica. Si recordamos que en la Alemania de esta poca se consideraba que el ejercicio de la crtica era la principal funcin de la filosofa, entonces lo que se est afirmando es que la crtica de la religin es el primer paso, necesario e inevitable, para que la filosofa pueda desempear su funcin y pasar despus a la crtica de los dems fenmenos sociales. Por qu para Marx era tan importante la crtica de la religin?La afirmacin efectuada por Marx tiene fundamentos tanto sociales como tericos. El papel que desempeaba la religin en Europa en aquella poca, como principal elemento de legitimacin espiritual del Estado feudal-desptico, permite comprender la importancia que tena someterla a una reflexin crtica. Pero si esta era su importancia social, prctica (por decirlo de alguna manera), la fundamentacin terica de la esencialidad de la crtica de la religin se debe sobre todo a Hegel. l consider tambin que la crtica de la religin era la premisa de toda crtica, y a ello dedic una parte sustancial de su obra.El sistema filosfico de Hegel y su filosofa de la religin guardan una compleja relacin. Sin la filosofa de la religin apenas puede definirse la filosofa de Hegel. A su vez, sin una comprensin global del sistema hegeliano es imposible precisar el sentido que la filosofa de Hegel confiere a la religin. Por eso es que ambos momentos tienen que estudiarse en su interrelacin.No puede pensarse que Hegel primero construy su sistema filosfico general y que despus lo aplic para construir una filosofa de la religin, o viceversa. La crtica filosfica de la religin y la construccin de su sistema filosfico general constituyeron dos procesos unidos, que se fueron desarrollando en interaccin conjunta. Una de las insuficiencias de algunos textos marxistas sobre Hegel radica precisamente en que hacen caso omiso de este elemento. Me refiero fundamentalmente a aquellos que nos llegaron procedentes de la Unin Sovitica, porque no podemos olvidar que autores marxistas como H. Marcuse, R. Garaudy y G. Lukacs produjeron estudios sobre Hegel de excelente calidad, y todos ellos comprendieron la necesidad de colocar esta relacin como elemento central de su reflexin. Me refiero a : H. Marcuse, Razn y revolucin; R. Garaudy, Dios ha muerto; G. Lukacs, El joven Hegel. Los textos de Garaudy y de Lukacs fueron publicados en nuestro pas por Ediciones Revolucionarias, en 1966, y pueden ser consultados con relativa facilidad por el lector cubano. El peso de la reflexin crtica sobre la religin en la filosofa de Hegel no obedece slo ni fundamentalmente a razones tericas, sino polticas. Tan es as que M. Theunissen ha llegado a denominar al sistema hegeliano como un Tractatus theologico-polticus. Citado por Arsenio Guinzo en su estudio introductoria a : G. W. F. Hegel, El concepto de religin, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1998, p. 8. Es por ello que anteriormente destaqu la importancia de comprender el sentido y contenido del planteamiento teolgico-poltico que va a marcar y caracterizar a la filosofa de Hegel. Es esto lo que voy a intentar explicar a continuacin. La ocupacin de Hegel con el tema de la religin tiene una motivacin esencialmente poltica. Su punto de partida fue la comprensin del papel social de la religin, y de la importancia de la misma en la tarea de lograr la liberacin del ser humano, de luchar por la erradicacin de todas las lacras de aquella sociedad, marcada por el despotismo, en la que le haba tocado vivir. Los primeros trabajos de Hegel se ocupan de religin (especficamente la cristiana). Lukacs seal que, al respecto, es necesario reflexionar o dilucidar dos cuestiones: En qu consiste esencialmente ese ocupacin del joven Hegel con la religin;Cules son los fundamentos histricos de ese planteamiento problmico. G. Lukacs, obra citada, ps. 40-41.

Hegel no se daba por satisfecho con la crtica unilateral de la religin efectuada por la Ilustracin, que haba saqueado el depsito de la fe tradicional, dejndonos un mundo escindido entre un ms all tremendamente empobrecido al concebir a Dios meramente como Ser Supremo y un ms ac desdivinizado, abandonado por la Divinidad. La cultura moderna haba emprendido un intenso proceso secularizador. Su objetivo era rescatar para el ms ac lo que se haba proyectado en el ms all. Se trataba de un proceso de secularizacin de la cultura. El resultado haba sido la expansin del mbito del hombre y de la naturaleza, y el confinamiento de Dios a la condicin de Ser Supremo abstracto y lejano, sin ninguna relacin concreta con los avatares y las luchas de la vida de los seres humanos. Hegel destac la grandeza de la Ilustracin, y a la vez sus limitaciones en la crtica de la religin. Pero comprendi que no era posible retornar a la poca anterior. Para un breve pero sustancioso anlisis de la posicin de Hegel hacia la crtica de la religin por la Ilustracin, consltese la obra de Manuel Reyes Mate La razn de los vencidos, Anthropos, Barcelona, 1991, especialmente el captulo 1. Una cuestin importante es que para Hegel era imposible tratar sobre Dios sin tambin tratar la relacin de Dios con los hombres. La religin y Dios eran dos objetos de reflexin que tenan que ser asumidos en su interrelacin, y no separadamente. Continuando con la intencin crtica ya asentada por Kant, lo que Hegel estaba planteando era la necesidad de analizar cuales son los factores que estn condicionando la visin que han tenido los hombres, en cada momento histrico, sobre Dios y sobre su relacin con este.Hegel critic tambin la situacin de una religiosidad que se bate en retirada hacia la interioridad despus de haber perdido su mundo objetivo en el que se apoyaba antes. La teologa de su tiempo afirm Hegel participaba de este vaciado de contenido. Intentando escapar de la obra secularizadora de la Ilustracin, esta teologa busc refugio en el sentimiento. De acuerdo con ella, Dios debe ser objeto de la fe, del sentimiento, pero no es posible llegar a saber lo que es en s. Se trataba de una religiosidad que, al ver considerablemente disminuido su contenido objetivo, procuraba refugio, cada vez ms, en el lado subjetivo. Se replegaba en el sentimiento. Pero para Hegel lo que define al ser humano no es el sentimiento, sino la razn. Si la religin en el hombre se basa tan slo en el sentimiento, entonces rectamente no tiene ms determinacin que la de ser el sentimiento de su dependencia y de este modo el perro sera el mejor cristiano, pues lleva en s este sentimiento del modo ms acusado y vive principalmente en este sentimiento . Vorlesungen, I, i, p. 103.La filosofa de la religin de Hegel ha de ser entendida como un intento de mediacin entre un objetivismo religioso que no ha integrado el momento de la subjetividad y una subjetividad carente de contenido, replegada en la interioridad sin haber asimilado el aspecto objetivo. Para Hegel, razn divina y razn humana se implican dialcticamente. Lo divino no es meramente algo que est enfrente a lo humano. De ah esta frase de las Lecciones sobre Filosofa de la Religin: Sin el mundo, Dios no es Dios .La Ilustracin se orient hacia una racionalizacin de la religin. Por lo tanto, como afirma Habermas, Hegel se opuso tanto a la religin racional como a la fe fetichista. J. Habermas, obra citada, p. 38 ss. Ambas representaban abstracciones. Eran incapaces de interesar el corazn del hombre. Quedaban desligadas de las instituciones de la vida pblica y no despiertan ningn entusiasmo. Slo si la religin hablara al corazn de la fantasa, podra una moral mediada por la religin entretejerse o insertarse en el contexto global del Estado.Hegel comparta una idea ya presentada por Kant: considerar a la religin como el poder que permite poner en prctica y hacer valer los derechos otorgados por la razn . Habermas, obra citada, p. 38 Pero la idea de Dios slo puede alcanzar ese poder si la religin penetra el espritu y las costumbres de un pueblo. Si est presente en las instituciones del Estado y en la praxis de la sociedad. Si sensibiliza la forma de pensar y los mviles de los hombres. Para Hegel, slo como elemento de la vida pblica puede la religin prestar a la razn eficacia prctica. Habermas, obra citada, p. 38 En su concepcin, la razn slo adquiere forma objetiva en la religin bajo las condiciones de la libertad poltica. Idem, p. 41

La crtica de Hegel a la religin positiva.

Los primeros aos de la carrera intelectual de Hegel estuvieron caracterizados no tanto por sus ambiciones filosficas como por su inters en la ilustracin pblica y en la educacin pblica. En contraste con sus amigos y condiscpulos Hlderlin y Schelling, cuyas actividades se basaban directamente en discusiones de problemas internos de la filosofa, Hegel se encontraba animado en sus primeras obras por su inters en encontrar vas para influir sobre la vida de las personas, tal como le escribiera a Schelling en una carta. Consider que el punto de partida apropiado para ello era el anlisis del papel y consecuencias de la religin, especialmente el cristianismo, para el individuo y para el contexto social de una nacin. Dos intereses animaban estas primeras reflexiones sobre la religin. Por un lado, Hegel pretenda mostrar cmo la religin ha devenido un poder hostil a la vida, que produce sus efectos a travs del miedo y que demanda sumisin. Por el otro, no obstante, quera llegar a conocer las condiciones bajos las cuales la religin poda desarrollarse como un elemento productivo en la vida del individuo y la sociedad. Las obras ms importante de Hegel en este primer perodo de su actividad intelectual se han conservado slo en forma fragmentaria, y fueron publicadas aos despus de su muerte bajo los ttulos de La positividad de la religin cristiana (escrita entre 1795-96) y El espritu del cristianismo y su destino (1798-99). Hegel experiment el desgarramiento de la Alemania de su tiempo. Precisamente la expresin desgarramiento (Entzweiung en alemn) es una constante en la obra de este autor. Como lo era en la obra de los romnticos, y como lo sera tambin poco despus en la de Carlos Marx. Y no por casualidad, en ninguno de los tres casos. Desgarramiento al interior del individuo, cuyos ideales ticos no podan encontrar expresin en su comportamiento cotidiano, condicionado por el despotismo y el sometimiento. Desgarramiento a nivel social, pues no exista correspondencia entre los intereses del individuo y su pertenencia a una sociedad que negaba la posibilidad de su realizacin como ser humano. La situacin de Alemania era la de separacin radical del cielo y la tierra. La descomposicin poltica haba llevado a la degradacin de la vida religiosa. Un Estado fragmentado y decadente haba pervertido a la religin, hacindola estrictamente privada y ajena a la realidad. De ah que en una carta Hegel escribiera: La religin y la poltica han jugado la misma carta. La religin ha enseado lo que el despotismo ha querido: el desprecio del gnero humano, la incapacidad de ste para cualquier cosa buena. Carta a Schelling del 16 de abril de 1795. Aparece recogida en: R. Garaudy, obra citada, p. 30-31, y en G. Lukacs, obra citada, p. 44. En aquella realidad marcada por el despotismo y el egosmo, el individuo no encuentra nada universal a qu aferrarse y sacrificarse para darle un sentido a la vida. La comunidad humana no existe ms. Cada uno se repliega en su propiedad privada, egosta, o en un sueo interno estril. Ante el individuo, la religin aparece basada en la esperanza egosta de una salvacin estrictamente personal. La religiosidad corresponde a su condicin de individuo aislado. Esa religin degenerada le permite a la vez huir del mundo y salvar su individualidad. El Estado existe slo como un medio para el individuo., pero no tiene una finalidad en s mismo, pues no expresa lo universal, los intereses generales. Como hace notar Garaudy, en Hegel el problema poltico y el religioso estn estrechamente entrelazados. El filsofo alemn entendi que no poda existir una religin verdadera de participacin en la vida divina sin una verdadera comunidad social. R. Garaudy, obra citada, p. 22. Para Hegel, que consideraba a la religin un componente permanente de la condicin humana, el problema consista en reemplazar esa religin decadente por un cristianismo tal que pudiera servir como base espiritual de la liberacin de Alemania.Hay un tema central para Hegel: superar la divisin entre individuo y sociedad y el desgarramiento interno del individuo. Superar la divisin entre individuo y sociedad implica lograr la unidad interna del individuo mismo, de lo sensible y lo racional, de la naturaleza y el espritu. En opinin de Hegel, la crisis del Estado y la crisis individual constituyen dos aspectos de un mismo desgarramiento.Hegel rechaz la religin objetiva(acumulacin de dogmas y mandamientos) y defendi la religin subjetiva (que se dirige al corazn, a los intereses y espiritualidad del ser humano). Rechaz la religin privada, que se entiende a s misma slo como salvacin del individuo separado de su colectividad y sirve como instrumento de escapismo y alienacin, y propugn una religin cvica, que predique la realizacin del individuo a travs de su insercin en una colectividad y de la aceptacin de sus deberes y el ejercicio de sus derechos. Su propuesta no era la de una religin natural (fundada sobre una pretendida naturaleza humana o razn eterna) sino una religin histrica, acorde al espritu viviente de un pueblo. El espritu del pueblo, la historia, la religin, el grado de libertad poltica de un pueblo, no pueden considerarse aisladamente, estn unidos en forma indisoluble. Citado en: R. Garaudy, obra citada, p. 21. Lo esencial, contra la pasividad de la fe, es la participacin activa y viva en el todo: All donde sujeto y objeto, o bien libertad y naturaleza, se encuentran unidos de tal suerte que la naturaleza sea libertad, que el sujeto no pueda ser separado del objeto, all est lo divino. De un texto de juventud, citado en: R. Garaudy, obra citada, p. 32. La lucha de Hegel contra la religin dominante constitua un aspecto ideolgico de su lucha contra el despotismo general.Hegel someti a crtica lo que llam la positividad de la religin cristiana. Debemos entender la importancia y la esencia del concepto hegeliano de religin positiva. Qu entiende Hegel por positividad de una religin?:Una fe positiva es un sistema de proposiciones religiosas que pretende tener verdad para nosotros por el hecho de sernos impuesto por una autoridad sin que podamos negarnos a someter a sta nuestra fe. En este concepto se presenta ante todo un sistema de proposiciones o verdades religiosas que tienen que ser aceptadas como verdades independientemente de nuestro juicio, proposiciones que seguiran siendo verdades aunque ningn hombre las hubiera conocido nunca, aunque ningn hombre las hubiera considerado nunca verdaderas, y que, en este sentido, se llaman a menudo verdades objetivas; tales verdades senos imponen entonces como verdades tambin para nosotros, como verdades subjetivas. De un texto de juventud, citado en G. Lukacs, obra citada, p. 49 Lo esencial de esta caracterizacin es la idea hegeliana sobre la independencia de las proposiciones religiosas positivas respecto del sujeto. La positividad es la supresin de la autonoma moral del sujeto. Es la comprensin de la ley moral como algo que existe fuera de nosotros. Para Hegel, una religin positiva es aquella cuyo contenido fundamental y sus principios fundamentales no pueden ser aprehendidos por la razn humana. Por tanto, se presentan como innaturales y supranaturales, y se apoyan slo en el principio de la autoridad, demandando ciega obediencia. El poder de la religin positiva radica en que el ser humano reconoce un poder extrao por encima de s mismo para todo el mbito de su ser y de su pensamiento. Una vez que ha renunciado a su libertad moral, el ser humano no puede ya sustraerse del poder de la religin positiva. Esta extiende entonces su domino a todos los mbitos de la vida y ahoga en germen todo intento de uso libre de la razn. Para Hegel debe lograrse la coincidencia de la autonoma moral del sujeto individual con la colectividad democrtica del pueblo entero. La contradiccin entre subjetividad del individuo y la actividad del todo social se dio junto con la decadencia producida por la religin cristiana. La religin cristiana termin contraponindose al sujeto individual como algo objetivo, positivo, y la obediencia a sus mandamientos era, por una parte, consecuencia de la prdida de la libertad y, por otra, una constante reproduccin de la opresin y el despotismo. Al tornarse positiva, la religin cristiana se transform en una religin que enajena a cada individuo de si mismo y a la vez de sus prjimos. Hegel utiliz el concepto de enajenacin para calificar los graves efectos sobre el ser humano de la positividad religiosa, marcando as la relacin entre un tipo determinado de creencia religiosa y el carcter escindido y extrao al ser humano de una determinada estructuracin social. Con ello, Hegel estableci la necesidad de interpretar la religin como una relacin social, y de entenderla en su relacin con el conjunto de lo social.Hegel seal que el carcter positivo de la religin ha determinado decisivamente la vida entera de la Edad Media y la Edad Moderna. Esta determinacin penetr tambin en el terreno del conocimiento, el entendimiento y la razn. La prdida de la libertad moral acarrea necesariamente la prdida del uso independiente de la razn. El objeto de la religin positiva es ajeno al sujeto, pero lo domina y desgarra la unidad de la vida. Convierte las cuestiones decisivas de la vida en problemas trascendentes, incognoscibles e inaccesibles para la razn. El problema de la prdida y reconquista de la libertad se concentr, en el joven Hegel, en el problema de la religin. Esa religin positiva, objetiva, es la causa ltima de la indigna e inhumana situacin de la sociedad, de la indigna e inhumana relacin del ser humano con su mundo externo. Sacudirse el yugo del despotismo es, ante todo, liberarse de aquella positividad, liberar al ser humano de aquella religin cuyos objetos son trascendentes para los individuos, ultramundanos.Aqu es donde Hegel consider que la filosofa deba jugar su papel: la filosofa debe desenmascarar y aniquilar la trascendente objetividad de la positividad y convertir toda objetividad en libre subjetividad activa. Debe realizar su labor de crtica.Prescindiendo de algunos intentos anteriores, est reservada sobre todo para nuestros das la tarea de reivindicar como propiedad del hombre, al menos en teora, los tesoros dilapidados en el cielo. De un texto de juventud de Hegel, citado en: G. Lukacs, p. 99. Estamos en presencia de la constatacin por Hegel del problema de la ruptura de la totalidad como el gran problema de la poca. De ah dedujo la necesidad de la filosofa, cuyo objetivo ha de ser expresar esa totalidad, superar en el plano del pensamiento ese desgarramiento que caracteriza la vida terrenal del individuo, para ayudar al ser humano a lograr su libertad.Cmo alcanzar la libertad? La respuesta de Hegel parti de afirmar la necesidad de la reflexin racional crtica, que slo puede proporcionar la filosofa. Garaudy destac que el problema al que se enfrent Hegel se torn complejo: establecer un vnculo dialctico entre la objetividad muerta de las instituciones y las cosas, y una actitud del sujeto que le permita reconocer las cosas y las instituciones como productos de su propia actividad. Con relacin a la religin, la tarea propia de la filosofa consiste en elevar ese contenido absoluto que se encuentra en la representacin religiosa, a la forma del pensamiento; el contenido de la religin y el de la filosofa no pueden diferir, porque no existen dos conciencias de si del espritu absoluto que puedan tener un contenido distinto y opuesto: no hay, pues, ms que diferencias formales. Se trata de un fragmento de las Lecciones sobre Filosofa de la Religin,, citado en el libro de Garaudy, p. 100Para Hegel los contenidos de la religin y al filosofa son los mismos, aunque difieren en la forma. Pero consider al saber filosfico como superior con respecto al religioso. De hecho, en Hegel hay una subordinacin de la teologa a la filosofa. Afirm que la religin es representacin, pues se expresa a travs de imgenes. Pero la filosofa es conceptualizacin: su tarea es reflejar lo esencial de la realidad en forma de conceptos. Y el concepto es superior a la representacin, pues permite pasar de lo externo, superficial y sensorial a lo esencial. El concepto es unificador, mientras que la representacin es separadora. La religin, por el mismo hecho de que expresa el espritu en el nivel de la representacin no puede expresar plenamente el espritu, que est ms all de la representacin. Solamente el saber absoluto vencer ese dualismo. Para Hegel, es en la filosofa donde est la clave para la superacin del desgarramiento que caracteriza la sociedad de su tiempo.Pero llegado a este punto, Hegel tuvo que encarar un problema: Por qu existen religiones positivas? Mas an: por qu la religin cristiana se ha convertido en religin positiva? En sus Lecciones sobre filosofa de la religin plante la idea de que la positividad no es algo que haya penetrado desde fuera en la historia humana. Surge, segn Hegel, del desarrollo necesario de la actividad social de los seres humanos mismos. Hegel quera descubrir las causas de todo ese complejo histrico que ha provocado la positividad del cristianismo, para poder precisar las perspectivas de su hundimiento.Ante Hegel se present el problema del contenido histrico y de la actividad o eficacia histrica de las religiones, especialmente del cristianismo. Este fue siempre un problema central de toda la Ilustracin alemana, y volver a aparecer ms tarde en la obra de Strauss, Bauer, Feuerbach, etc. G. Lukacs, obra citada, p. 41.Hegel se haba planteado como objetivo rescatar la democracia que haba existido en la polis griega. La polis griega y sus formas polticas constituan para l el prototipo de la libertad humana. Para Hegel, el ciudadano de la polis era libre porque no opona su vida privada a su vida pblica; estaba armoniosamente integrado con la polis. El Estado no era una potencia exterior a l. La religin griega, que era expresin de esa unidad viviente, slo poda desaparecer con la disolucin de esa unidad. El Imperio Romano la haba escindido. Con ello desapareci toda libertad poltica, y por lo tanto la religin ya no pudo seguir expresando esa unidad armoniosa. El carcter positivo de las religin en el mundo occidental, a partir de ese momento, se explicaba para Hegel por la situacin poltica existente.La contraposicin entre el individuo, por un lado, y el Estado (que para Hegel era la expresin de la sociedad), por el otro, conduce a la prdida por el ser humano de su sentido de pertenencia a la colectividad, y a que lo motiven exclusivamente sus intereses egostas. Slo se interesar en cuidar sus intereses, su propiedad. La prdida de la relacin armoniosa entre lo individual y lo general conduce a que la propiedad privada se convierta en el basamento del edificio social. Y aqu encontramos una importante idea de Hegel: all donde la propiedad privada se convierte en el nico estmulo de accin de los hombres, la religin no tiene otro objeto que la salvacin individual.Garaudy llam la atencin al hecho de que para Hegel la situacin del Estado y la de la religin son dos aspectos de una misma crisis histrica. Un Estado que reconoce lo particular como tal, sin referencia al todo, considera al individuo como un simple sbdito pasivo. A su vez, una religin que ya no es ms la expresin del vnculo vivo y armnico entre el individuo y el todo, slo puede expresar la exigencia de remontar ese desarraigo del individuo a travs del recurso del repliegue de ese individuo en s mismo, separndose de las dems personas, aunque es precisamente en ese dominio de las relaciones interpersonales donde el hombre puede expresarse como un ser humano.Mientras ms cado se halla un pueblo, ms se afirman la trascendencia y la objetividad (por ende, la positividad) de su dios, y ms lejos se halla este de las necesidades de los seres humanos. Para la construccin de su filosofa, Hegel asumi el principio metodolgico de la totalidad. Slo se puede conocer un objeto si se le entiende como parte integrante de un sistema, de un todo, que condiciona las caractersticas de ese objeto. No se puede entender la religin si no se la entiende en su insercin con el todo social, como momento de esa totalidad. La realidad ha de ser entendida como un sistema. De ah la expresin que utilizara ms de una vez: lo verdadero es el todo.La realidad es un todo, y esa totalidad no es algo dado de una vez y para siempre, algo esttico, sino un proceso. La totalidad es devenir, es dialctica. Por ende, para Hegel, el todo no puede ser sino sujeto. Hegel est animado, como toda la filosofa clsica alemana, del inters de superar la escisin entre el sujeto y el objeto, el dualismo entre hombre y mundo. La filosofa tiene que expresar la unidad orgnica de dos elementos que, aunque distintos, existen en estrecha interrelacin: el sujeto y el objeto. Tiene que ser una filosofa de la identidad dialctica (identidad dentro de la diferencia) de objeto y sujeto. De ah la existencia del concepto de Absoluto en Hegel, elemento esencial de su filosofa. Est claro que el sujeto no puede ser el individuo, pero tampoco puede ser una instancia o ente externo al ser humano, trascendente a l. El concepto hegeliano de lo absoluto es la expresin de esa intencin de superacin de la distincin sujeto-objeto. Todo lo real es espiritual, porque todo es un momento del desarrollo del espritu. Nada tiene sentido fuera de su relacin con el espritu. De ah esta idea de Hegel: todo lo real es racional; todo lo racional es real. Por ello al idealismo de carcter objetivo de la filosofa de Hegel se le denomina tambin como idealismo absoluto.

Las concepciones filosficas de Hegel, y su interpretacin a partir de ellas de la religin, marcaron un momento importante en la historia de la interpretacin de la misma.En primer lugar, Hegel prest una mayor atencin a la religin como hecho histrico concreto. Comprendi que no se poda hablar de la religin en abstracto, sino que era preciso estudiar siempre cada religin en su condicionamiento histrico. Por otra parte, no redujo la religin a vivencia subjetiva. La religin es, para Hegel, siempre una organizacin social o institucin pblica que comprende una creencia con contenido determinado y un culto en el que se realiza.La demostracin de la existencia de Dios no la encontr Hegel en argumentos lgicos, sino en el mundo del espritu. Es decir, en la sociedad, en la poltica y en la historia. Esto signific un desplazamiento de la cuestin de Dios y de la religin desde su lugar cosmolgico tradicional a un lugar tico. Fue la continuacin de la revolucin comenzada por Kant. De lo que se trataba ahora era de una recuperacin tica de la cuestin religiosa. Slo en lo tico se da la base para conocer a Dios como espritu. Y no podemos olvidar que la tica versa sobre las relaciones entre los seres humanos. Esto implicaba la estrecha relacin de la religin con la poltica. Esta perspectiva tico-religiosa en el planteamiento hegeliano de la existencia de Dios tiene su repercusin directa en la cuestin de la definicin de Dios. Como afirma Ramn Valls, conocido estudioso de la obra de este pensador : Hegel propone una nueva religin filosfica para el tiempo de la racionalidad y la libertad. Una religin de la razn ampliada.El momento de libertad o autodeterminacin es el que constituye propiamente el elemento central del concepto de Dios. Esta idea provino de la Ilustracin. Hay una tesis fundamental en la filosofa de Hegel, y en su filosofa de la religin: la cuestin de saber si el ser existe no podra plantearse si no existieran a la vez el ser mismo y la conciencia que se graba en ella. Dios es la forma ms elevada de la conciencia de s. De ah que en sus Lecciones sobre filosofa de la religin podamos leerlo siguiente: Lo que parece ser mi accin es la accin de Dios, y a la inversa. Dios existe slo por el hecho de mi actividad. Los dos seres en uno solo es la reconciliacin absoluta.El mundo y Dios no son ms que dos aspectos de una misma realidad. Con ello se excluye la nocin de creacin, que por otra parte es fundamental para la religin cristiana. La doctrina de Hegel excluye toda trascendencia, e incluso la creacin. Dios no tiene existencia trascendente a la naturaleza y la razn. No hay en Hegel trascendencia ni dualismo. Por consiguiente, no hay ninguna salvacin posible que venga del exterior, simplemente por cuanto esa dimensin exterior al hombre, trascendente a l, no existe. Llegado a este punto, y para concluir, quiero citar dos ideas expuestas por Roger Garaudy en lu libro Dios ha muerto. La primera reza as:La religin no es para Hegel el dilogo del hombre con una inteligencia o un poder trascendente. Es una participacin personal en un acto que se ejerce y slo puede ejercerse en el hombre y por el hombre. R. Garaudy, obra citada, p. 397.Para Hegel la subjetividad es intersubjetividad. Es decir, slo se pueden entender el universo de ideas, creencias, potencialidades, deseos, necesidades, etc., de los seres humanos, si las comprendemos como resultado de la interaccin existente entre los seres humanos entre si en tanto expresin del desarrollo del Espritu Absoluto. La subjetividad es intersubjetividad porque ella est histricamente condicionada por esa interaccin. Y lo mismo ocurre con la religin, que no es otra cosa que un momento aunque para Hegel esencial de la subjetividad. Necesariamente, la continuacin rigurosa del ncleo racional de esta idea hegeliana llevar posteriormente a la consideracin de la religin no como un hecho divino, sino como un producto social.La segunda idea se refiere al concepto de Dios que encontramos en Hegel. Segn Garaudy, su Dios es el Dios-programa de los humanistas y no el Dios-persona de los telogos. Idem. La concepcin hegeliana de Dios dista mucho de la visin antropologizada que sobre la deidad se ha tenido tradicionalmente. No es un Dios signado por los mismos atributos que le son comunes a los seres humanos, tales como una figura determinada, sentimientos de ira o piedad, etc. Dios en Hegel es el Espritu Absoluto. Es simplemente otro nombre para mencionar a lo Absoluto. Al proceder a esa despersonalizacin de Dios, paradjicamente Hegel logr acercar a Dios y al hombre. Al morir en Berlin en 1831, vctima de una epidemia de clera, lejos estaba de imaginar las consecuencias que esto tendra para la filosofa y la teologa.