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JAN BRUEGHEL II
(Amberes 1601 – 1 Sept 1678)
HENDRICK VAN BALEN
(Amberes 1571 – 17 Julio 1632)
“La Huida a Egipto”
Óleo sobre tabla
54,7cm. x 87,2cm.
En Diciembre último mes del año, que es un mes muy especial por la llegada de la Navidad, deseamos
compartir con vosotros esta maravillosa obra que representa la Huida a Egipto por el gran artista Jan
Brueghel II y en colaboración de Hendrick van Balen.
Nuestro cuadro representa un relato del Nuevo Testamento, La Huida a Egipto. Es propio del Evangelio de
San Mateo y en él se narra como un Ángel se aparece en sueños a José y le ordena que huya a Egipto con la
Virgen María y el Niño Jesús, ya que el Rey Herodes lo estaba buscando para matarle. José obedece, y al cabo
de un tiempo indeterminado, muerto ya Herodes, se le ordena volver de un modo similar. El propio
evangelista ve en el episodio un cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento: “De Egipto llamé a
mi Hijo” (Oseas, 11, 1).
De la familia Brueghel nació una importantísima dinastía de artistas muy influyentes en los Países Bajos
durante los siglos XVI y XVII. Pieter Brueghel fue el pintor más prominente de la familia, el cual tuvo tres
hijos. Entre ellos Pieter Brueghel II y Jan Brueghel I también pintores.
Jan Brueghel II, autor de nuestra obra empezó a pintar a la edad de 10 años con su padre y cuando este murió,
heredó su estudio. Jan Brueghel II fue quien verdaderamente disfrutó el éxito de esta gran saga, vendía las
obras de su padre, incluso las terminaba o retocaba, creando un nuevo estilo a su gusto. Durante esta época,
J.Brueghel II registró minuciosamente en su diario cada una de sus obras, copias, ventas y nombres de los
artistas con los que colaboró. Jan Brueghel II fue un destacado pintor de naturaleza muerta y paisajes. La
mitología, las alegorías y las escenas religiosas fueron las temáticas más comunes de este pintor. Sus cuadros
son muy confundidos con los de su padre.
Muy común de los artistas flamencos, es que todas las obras se
remitan a un paisaje, por ejemplo enmarcando un pasaje
bíblico en un paraje como este. Se trataba de paisajes idílicos
que bien podrían hacer alusión al paraíso. Estos paisajes se
realizaban sin apuntes de lo natural, por lo que los elementos
estaban totalmente estereotipados.
En la serena pradera, ocupada por vacas descansando y otras pastando, que simbolizan la fertilidad y fuente de
sustento. De hecho, se aprecia a una campesina ordeñando a una de las vacas, lo que también nos conlleva a
una escena de la vida cotidiana. Es impresionante el juego de las tonalidades verdes, que crean una atmósfera
mágica y armónica muy característica de los paisajes flamencos.
Las ciudades en la lejanía, torreadas y de colores misteriosos, los árboles en forma de pluma con troncos
delgados y largos… En nuestra obra, el autor marca el horizonte con colinas que podrían recordar a los paisajes
italianos, amplias praderas de color verde brillante conviven con una magnífica construcción de castillo. Los
paisajistas flamencos fueron grandes tecnicistas por ello incluían este tipo de arquitectura, tan minuciosa y
detallada en sus paisajes. Los lagos siempre estaban presentes en este tipo de composiciones.
En la parte inferior del paisaje de bellísima factura, apreciamos un
Ángel con cuerpo de niño, símbolo de pureza e inocencia, muy
común en las representaciones del periodo barroco. Está rodeado por
frutas, flores y diferentes animalitos que se podrían tratar como un
bodegón sacado de su versión más típica.
También porta en sus brazos un ramo de delicadas flores compuesto por tulipanes, peonías, rosas, y otras
flores de carácter silvestre, todas ellas de vivos y alegres colores. Simbolizan el esplendor y valores nobles
como la virtud y la armonía. Podemos encontrar todo tipo de frutas y verduras además de diferentes animales
que simbolizan diversos aspectos de la vida.
Además, también podemos encontrar algún lirio, flor que tenía mucho significado. No solo era la flor que
representaba fertilidad, belleza y espiritualidad, sino que también, para la iconografía cristiana, el lirio
representaba pureza, y siempre acompañaba a la Virgen María, como es en el caso de nuestra magnífica obra.
Dentro de este peculiar bodegón, también encontramos simpáticos animales que acompañan al dulce
Angelito. Un mono, una ardilla, conejos… Estos animales marcan la balanza entre el bien y el mal. Al
mono, en la cultura cristiana de la época, se le asignaron todos los valores más animalescos e inferiores de
la naturaleza humana, quizás por su parecido con el hombre. En contraposición, los conejos a los pies de
la Virgen María representan castidad y pureza.
La ardilla representa las tentaciones que presenta la vida y su gran habilidad de evitarlas, por ello aparece
sobre un canasto de ricas y apetitosas frutas.
La mayoría de las obras de Jan Brueghel I fueron colaboraciones,
en las que las figuras eran pintadas por otros artistas. J. Brueghel
padre hizo numerosas colaboraciones con Hendrick van Balen, y
Jan Brueghel II también lo hizo, como es el caso de nuestra obra.
Prestando atención a la escena de la Virgen María con el Niño Jesús en su regazo se encuentran
acompañados por cuatro Ángeles, mensajeros entre Dios y el hombre, ya en el antiguo testamento su
protagonismo es indiscutible, ya que aparecen como portadores de las órdenes del Señor. Dos de ellos
con grandes alas y bellas vestiduras son representados con figura de adultos y dos pequeños Angelitos
con cuerpo de niños. También vemos a San José en un segundo plano, con la mano derecha en el pecho y
con la mano izquierda sujetando un libro, alza su mirada hacia el cielo.
La Virgen María contempla con dulzura la divertida escena, los pequeños Ángeles están ofreciendo al
Niño un pajarito que vuela hacia Él. Ya en la costumbre antigua se veía en el vuelo de los pájaros un
símbolo de la acción divina. Al mismo tiempo el otro pequeño Angelito porta un cesto con flores, también
a modo de ofrenda. Los Ángeles anunciantes de la Huida a Egipto, portan en sus brazos un canasto de
ricas frutas, simbolizando su naturaleza pródiga y favorable que alimenta al hombre.
Debemos destacar la maravillosa ejecución de las figuras, que tienen unas proporciones exquisitas pintadas
con gran delicadeza y realismo. Las telas de sus vestiduras caen y ondean de una manera muy natural y los
colores fuertes realzan estas características.
Nos llama la atención, la escena en la parte superior derecha de la
obra en la que unos Angelitos dejan caer flores a modo de lluvia
sobre la escena principal, dando un aire celestial a toda la
composición.
BIBLIOGRAFÍA
- J. de Mere y M. Wabbes, Edited by Dr. Jennifer A. Martin, Illustrated Dictionary of 17th Century Flemish Painters, Texto, p. 83-84.
- J. de Mere y M. Wabbes, Edited by Dr. Jennifer A. Martin, Illustrated Dictionary of 17th Century Flemish Painters, Plates A-K, p. 178-184.
- M.L. Hairs, Les peintres flamands de fleurs(…), Brussels, 1985.
- Idem in Brueghel, Une dynastie de peintre, exh. Cat., Brussels, Palais des Beauz Arts, 1980.
- K.Ertz, J.Br. der Jüngere, Die Gëmalde mit kristischen, Eurekatalog, Freren 1984.
- M.L. Hairs, Jan. Br. Le Jeune peintre de fleurs, in rev, B.A.H.A, VI, 1967, p. 57-74.
- E. Duverger en D. Maufort, 'Het Antwerpse kunstenaarsgeslacht Tijssens (Thyssens) uit de zeventiende eeuw en het begin van de achtiende
eeuw en zijn stamvader Augustijn Tijssens de Oude', Gentse Bijdragen 31 (1996), p. 127-207 [archivalia betreffende Jan Breughel II].
- S.D. Muller, 'Nature's rivals: the Brueghels', in: S.D. Muller (ed.), The Val A. Browning collection: a selection of old master paintings, Salt
Lake City (The Utah Museum of Fine Arts, University of Utah) 2001, p. 62-93.
- An Van Camp, 'Jan Brueghel the Youngher and the Nuremberg drawings', Delineavit et Sculpsit nr. 36 (oktober 2013), p. 22-43.
- Chr. Van Mulders, Een analyse van de creatieve process (sic) in het oeuvre van P.P. Rubens in samenwerking met Brueghel I en II, diss. in
voorbereiding, Brussel, Vrije Universiteit, prof. Van de Velde (Bron: Kunstchronik 9/10 (2003), p. 536.
MUSEOS
Existen obras de Jan Brueghel en las colecciones de museos de las siguientes ciudades entre otras: Amberes- Museo Real de Bellas Artes,
Ámsterdam- Rijksmuseum, Berlin- Staalt. Museo Preussischer Kulturbesitz Gg., Detroit (Michigan, EEUU)- Institute of Art, Dresde-
Gemaldegalerie, Dublin- National Gallerie of Ireland, Madrid- Museo del Prado, Munich- Londres- National Gallerie, Montpelllier- , Munich- ,
Nantes- , Nueva York- Museo Metropolitan , Philadelphia (EEUU)- Museo de Arte, San Francisco (EEUU)- M.H. de Young Memorial
Museum, Viena- Museo Kunsthist.
NOTA
Obra certificada por el Dr. Profesor Klaus Ertz.