iv certamen literario
DESCRIPTION
IV Certamen literario Vicente MedinaTRANSCRIPT
V CERTAMEN LITERARIO
CEIP. VICENTE MEDINA
“Todos diferentes, todos iguales”
“IGUALES EN AMAR”
El verano pasado acogimos a unos americanos que vinieron a ver al
Papa Benedicto XVI. Cuando los vi por primera vez me puse muy
nerviosa porque nunca había visto a unos americanos.
A la primera que conocí, fue a Caren, después a Nancy, luego a
Juanito y por último a Alex. Yo sabía hablar un poco de inglés, le
preguntaba: “Du yu lai cat?” y me decía: “yes”. Cuando no sabía decirlo
en inglés, lo decía en español y por señales.
Mi hermano, mi primo Juan Jesús y yo fuimos a Alcantarilla, a la
iglesia, a la romería del pueblo, a la playa y al palacio de los deportes,
donde estuve bailando con Caren.
Cuando nos despedimos de ellos en la parada del autobús, Caren se
fue llorando, Juanito se fue llorando, Nancy se fue llorando. Alex no se
fue llorando ¡no sé por qué! y yo me quedé hecha una pena.
Rebeca Armenteros López
(primer premio 1º de primaria)
“CUENTO”
Un día cuando vinieron los Reyes magos, a un niño que
estaba con sus papás en la cama, le dolía la cabeza y el oído.
Entonces sus papás le llevaron al hospital y le ingresaron en
una cama. Después de ingresarle, el médico le puso un pijama
para dormir. Después de esto, se echó a dormir.
Por la mañana desayunó leche con galletas porque no
puede comer azúcar. Después de desayunar como no puede
jugar se quedó en el hospital andando con su mamá mientras su
papá estaba trabajando. Después de trabajar su padre vino al
hospital a ver a su hijo y lo encontró andando por el hospital.
Después vino el médico a decirles algo: “Ya os podéis ir a casa”
Y dijo el niño: “¡Bien me puedo ir a mi casa!”. Se fueron al
parking a buscar el coche para irse. Cuando llegaron a su casa,
se puso muy contento porque estaban sus abuelos, a los que les
dio un beso muy grande.
ADIOS OS QUIERO MUCHO A TODOS. UN BESO MUY GRANDE.
FIN
Iván Manjón Santos
(segundo premio 1º primaria)
“LOS NIÑOS”
Erase una vez un pueblo a las orillas del mar. A él llegaron
unos niños de vacaciones. Eran de diferentes países, unos de
China, otros eran de África y otros de Europa, con lo cual cada
uno tenía una cultura distinta y una forma diferente de ver la
vida.
Un día una niña dijo:
¡En mi país no tenemos dinero para comer, ni para comprarnos
ropa! Nos tenemos que conformar con lo que otros niños nos
dan.
Entonces los otros niños pensaron que tenían mucha
suerte de tener todo lo que querían, juguetes, comida, ropa,
etc.
Así que compartieron todo lo que tenían ya que todos los
niños del mundo han de ser iguales y tener las mismas
oportunidades y los mimos derechos.
Belén Giner Otálora
(primer premio 2º de primaria)
“Niños de países diversos”
Erase una vez una ciudad, Murcia, donde cada tarde en el
parque, se reunían niños de muchos países, ciudades y pueblos.
Unos eran de China, Japón, Marruecos, India y África.
Pero no importaba de dónde venían, ya que, lo único que
importaba era hacer amigos, jugar y pasarlo bien.
Al parque vinieron dos niños de África, una niña de
Marruecos, otra niña de la India, dos de Japón y una niña de
China. Cada día quedamos en el mismo lugar y contábamos
historias de nuestro país.
Primero fueron los dos gemelos de África, que se
llamaban Pedro y Juan, que contaron como era allí la comida.
Después le tocó contar la historia a Nerea, la chica de
Marruecos que nos habló de los ordenadores y los teléfonos de
su país.
El tercero en contar la historia fue José, que venía de la
India y nos contó cómo se bailaba y cantaba en su país.
Las cuartas fueron dos primas de Japón que nos hablaron
de cómo eran las casas y cómo se vivía allí.
Por último, Jana que venía de China, nos contó como se vestían
allí.
Todavía después de muchos años los siete amigos siguen
quedando en el mismo sitio de siempre sin importar de dónde
vienen, ni de qué color es su piel.
Irene Villa
(segundo premio 2º primaria)
“ TODOS DIFERENTES, TODOS IGUALES”
Mi historia trata de un alumno nuevo en la escuela, que es
extranjero y todos son iguales menos él…
Era Lunes en la escuela y la maestra nos presentó a un alumno
nuevo:
- ¡Hoy os presento a Hugo! Es un compañero nuevo.
Yo le dije:
- Maestra, es diferente…
Ella nos explicó que todos somos diferentes, aunque algunos sean
muy parecidos, como Carlos y Javier, que son gemelos.
En la clase, todos éramos casi iguales menos Hugo, el nuevo. Él era
negro de piel y venía de un país extranjero.
- Oye Sara, ¿vas a jugar con el nuevo?- Me preguntó Carlos.
- ¡Sí!, ¿qué pasa?- Contesté.
- No sabe hablar nuestro idioma.
- Si le enseño, a lo mejor…¡Ya lo tengo!, voy a enseñar a Hugo.
- ¿Cómo? Si es extranjero- Dijo Paco.
- Enseñándole palabras en nuestro idioma- Pensé.
- Vale, ¡yo le enseñaré dónde están algunas cosas!- Dijo Carlos.
- ¡ Y yo también a hablar!- Dijo Javier.
Me acerqué a Hugo y empecé a hablar con él_
- Hola, Hugo.
- ¡Hola!
- ¡Anda!, ¿sabes hablar español?
- Bueno, no mucho…
- ¡Yo te ayudaré!
Al día siguiente, Hugo sintió que ya tenía amigos de sobra y estuvo
más tranquilo…
Un rato después, Hugo quería sentarse conmigo y yo con Marta,
pero pensó que si se sentaba con alguien nuevo, tendría más amigos y,
así, aprendió también que, aunque todos seamos iguales, es más
interesante conocer lo que nos hace diferentes.
Elena Molina Pérez
(primer premio 3º Primaria)
“TODOS DIFERENTES, TODOS IGUALES”
Érase una vez, un equipo de fútbol cuyo entrenador se llamaba
José Vicente. Era moreno de piel y de pelo y, como caso todos los
entrenadores, era bueno, aunque si no le hacías mucho caso, te ponía a
correr…
Un día vino un chico nuevo que se llamaba Mateo. Él era de una
raza diferente a los sangongos y su piel era mucho más morena. Andaba
un poco raro y tenía nueve años. Todos se rieron de él por ser de otra
raza y porque le costaba hablar español. Bueno, todos menos una chica
llamada Ángela, a la que no le hizo gracia que se rieran.
El siguiente partido lo jugaron juntos y lo hicieron muy bien, y a
Ángela le dieron un premio por no burlarse de de su compañero nuevo.
El año pasado echaron a un niño del equipo por burlarse de otros. Este
año, parece que también echarán a Jhompies… él es bajito, no juega en
equipo y, también es extranjero. Aún así, se ríe de los compañeros, si
nos equivocamos, nos caemos e, incluso si alguno es de otra raza, y eso
que él es como Mateo…
Mateo no hace nada malo, le hace caso al entrenador, no se burla
de nadie y siempre está atento a las explicaciones…
Jhompiés lleva más años y es muy bueno en el campo porque
entrena mucho, pero debería comportarse mejor. Pero no todos somos
malos, lo que pasa es que unos tienen manías, dolores, otros más fuerza,
rapidez, unos están más delgados, otros más gorditos, etcétera.
Mateo es un niño muy bueno, aunque sea de otra raza no es peor
que los demás, porque, los de su pueblo o ciudad, ¿qué pensarán de
nosotros? Dentro de cada pueblo o ciudad hay distintas razas y gente
extranjera. Mateo es amable, muy sensible y no le gusta lo mismo que a
otros chicos, a lo mejor incluso tiene distintos juguetes, y por ser de
otro lugar no es ni mejor ni peor: todos somos iguales.
Mateo se ha convertido en el mejor amigo de Ángela, al menos en
el fútbol y, un día le preguntó por qué no le hizo gracia que los demás se
metieran con él el día que se conocieron y ella le dijo que su madre le
había explicado que todos somos iguales y que no hace falta ser
perfecto, sino simplemente ser una persona buena y que no hay que ser
de aquí para ser normal. Lo importante es que Mateo está muy contento
con Ángela y que es más importante tener un amigo bueno que muchos
malos.
Esto explica que todos somos iguales y podemos ser buenos
amigos, sin importar la raza, color de la piel, idioma, etcétera.
Ángela Martínez Carrillo
(segundo premio 3º Primaria)
“TODOS DIFERENTES, TODOS IGUALES”
Yulo era un pobre niño que vivía en la India. De pronto, hubo un
terremoto y toda su familia se tuvo que trasladar a Murcia (la ciudad en
la que vivimos), al día siguiente, el niño fue al colegio, pero todos los
chicos/as de allí le ignoraban por ser de otro país muy lejano al suyo.
Pero de repente apareció un niño muy simpático que le saludó. Yulo, muy
feliz de tener a alguien que le hablaba, le contestó con la misma
palabra, pero añadió unas cuantas más.
- Hola, yo soy Yulo ¿y tú?
- Yo soy Mauro. ¿vives aquí?
- Sí, yo vivo aquí porque por desgracia, en mi país hubo un
terremoto y nos trasladaron aquí.
- ¡Qué pena! (contestó Mauro) ¿Quieres ser mi amigo?
- Claro que sí. ¡Qué suerte la mía! Gracias pos ser así, Mauro.
- No hay de qué, es lo que hacen los amigos ¿no?
Mauro invitó a comer a Yulo a su casa y le preguntó a su madre si
Yulo podía quedarse a dormir. Lidia, la madre, contestó:
- Por mí sí, así que preguntadle a su madre y si le deja y él quiere,
se quedará hasta que él quiera.
Co-co-ro-có, cantó el gallo de madrugada ¡bellas flores en la
mañana!
Cuando Mauro y Yulo estaban listos para salir a la calle, la madre de
Mauro dijo a Yulo:
- Bien recibido seas siempre que quieras.
Yulo se fue de allí dando las gracias y muy feliz porque iba a
contarle a su madre la experiencia nueva que había vivido.
Gloria Munuera Martínez
(primer premio 4º primaria)
“BASADO EN UNA HISTORIA REAL”
El verano pasado estuvieron en mi casa. . . ¡cuatro americanos! Se
llamaban: Juanito, Caren, Alex y Nancy. Eran encantadores y pasábamos
el día en Murcia. Estuvieron cuatro días. Me encantó conocerlos, pero
¡qué pena que se fueran! Estuvimos con ellos por Murcia y en el Palacio
de los deportes. El cuarto día se fueron con el papa Benedicto XVI. ¡qué
pena que nada más estuvieran cuatro días! Yo hubiera querido una
semana.
Aunque fueran de América, hablaban inglés y no entendían ni papa
de español. Para mí son los mejores americanos que he tenido como
amigos.
Posdata: el domingo nos fuimos con ellos a la playa de Mazarrón. Y
Caren y Juanito están casados y tienen hijos.
Francisco Armenteros López
(segundo premio 4º primaria)
“LA ATLETA ENCANTADA”
“LA ATLETA ENCANTADA”
Erase una vez una clase de niños y niñas que siempre estaban
peleándose porque muchos de ellos eran extranjeros, cada uno venía de
una parte del mundo. En el recreo, siempre estaban tristes, solos y
aburridos. Los profesores no sabían qué hacer, estaban desesperados.
Hasta que a una profesora a la que le encantaba la paz, la igualdad y
ver a la gente feliz, se le ocurrió una idea: quería organizar un
proyecto en el que todos participaran, que se llamase: “Todos
diferentes, todos iguales”. Ese proyecto trataba sobre todas las
culturas del mundo, también consistía en que los alumnos aprendieran lo
que era la igualdad, la discriminación y que todo el mundo fuese
valorado por igual.
Las niñas y los niños, al principio, estaban igual de tristes y solos,
pero poco a poco fueron hablando más entre ellos, haciendo más
amigos… Los niños se lo pasaban muy bien haciendo murales, buscando
información sobre su país y también sobre los países de otros niños.
La idea de esa profesora fue buena y funcionó muy bien. Ahora el
proyecto “todos diferente todos iguales” está por todo el mundo y hay
millones y millones de niños y niñas pasándoselo muy bien en el colegio.
Allison Clarke Gómez
(Primer premio 5º Primaria)
“LA FUTBOLERA COCA-COLA”
Erase una vez una niña que venía de China. Cuando llegó a España,
se apuntó a un colegio en el cual sus compañeros de clase la
discriminaban por ser de otro país. Ella siempre lloraba porque se
sentía discriminada y porque no tenía ni un solo amigo en todo el colegio.
Siempre llegaba a su casa triste y su madre le preguntaba: ¿Qué te
pasa? Ella le contestaba: en clase me discriminan. Entonces, un día su
madre fue a hablar con la maestra para ver cómo iba. También le
preguntó: ¿por qué discriminan a mi hija? y ella le dijo que no había
recibido ninguna queja de su hija.
Al día siguiente habló la maestra con todos los niños de su clase y
a partir de ese día los niños jugaron con ella y ya nunca llegaba llorando
a su casa. La elegían la primera en los distintos juegos y así se convirtió
en la niña más feliz de toda su clase.
Cuando paso un año, llegó a clase un niño nuevo llamado Jalai y con
él, como ya sabían cómo era tener un chico de otro país en clase,
siempre lo llamaban para jugar al fútbol, para hacer trabajos de clase…
Con Jalai, su madre no tuvo que ir a hablar con la maestra. Esa clase,
como ya sabían lo que era tener un chico de otro país y no tener amigos,
nunca volvieron a tratar a un niño de manera discriminatoria.
Lidia Martínez Giménez
(Segundo premio 5º Primaria)
“TODOS DIFERENTES-TODOS IGUALES”
Erase una vez una sirena llamada Laura. Ella tenía diez años, su
pelo era rubio, largo y rizado y tenía los ojos verdes. La cola de Laura
era violeta con diamantes plateados y azules de forma circular.
Lo que más le gustaba a Laura era subir a la superficie, es decir, a
la playa para ver a los humanos.
Un día, Laura se levantó muy temprano y fue a la playa. Allí, vio a
una niña china, con el pelo moreno, liso y largo y los ojos verdes, una
niña negra, con el pelo moreno, corto y rizado y los ojos marrones, a una
niña que parecía australiana, con el pelo rubio, liso y largo. También vio a
dos chicos, uno era chino y otro era negro. Los niños se estaban
peleando con las niñas, tirándose cubos de agua.
De repente, la niña australiana dijo:
-¡Hay una sirena detrás de esa roca!
-No digas mentiras o te crecerá la nariz como a Pinocho.-dijo la niña
china.
Mientras las niñas discutían Laura sentía miedo y tristeza porque no
quería que la descubrieran.
-¿Por qué no vamos a ver si detrás de la roca hay una sirena de
verdad?-dijo el niño negro.
-Vale. Dijeron todos a la vez.
Todos fueron nadando hasta la roca y vieron a una sirena, todos se
pusieron a gritar del susto, excepto la niña australiana que se quedó
parada junto a la sirena y le preguntó:
-¿Cómo te llamas?
-Me… me…me llamo Laura. ¿Y tú cómo te llamas?
-Yo me llamo Alicia, tengo diez años y estos son mis amigos:
Ángela y Jake, que son de China y Esther y Mike, que son de Haití y son
hermanos.
-Pues yo tengo once años y soy de Aguamarina.-dijo Laura.
-Yo creía que las sirenas no existían.-dijo Jake.
-No digas tonterías, Jake.-dijo Ángela.
-Me tengo que ir ya, no es bueno que esté tanto tiempo fuera de
Aguamarina, necesito respirar ese aire.
-¿Podemos irnos contigo?-preguntó Esther.
-Pues…iré a preguntárselo a mis padres, porque en Aguamarina hay
algunos aguamarinianos, es decir, las personas que viven en Aguamarina,
que no son ni amables, ni buenos, ni cariñosos con los extranjeros,
porque son racistas cuando se lo pregunte, vendré a avisaros.
Laura fue nadando hasta Aguamarina y cuando llegó le dijo a su
padre:
-Cuando estaba en la playa, he conocido a unos niños y a unas niñas,
muy buenos y muy simpáticos, que son extranjeros, ¿pueden venir a
visitar Aguamarina?
-Sí, coge las algas azules del Arrecife de Coral y que se las enrosquen
en las muñecas para que puedan respirar.
-Podéis venir, pero os tenéis que poner estas algas enroscadas en las
muñecas y así podréis respirar en Aguamarina.
Todos se pusieron las algas y comenzaron a nadar hasta que llegaron a
la entrada de Aguamarina y allí Laura les dijo:
-Con este colgante, se entra a Aguamarina, es una forma de
protección.-dijo Laura, mientras colocaba el colgante en una cerradura.
De repente, el colgante desprendió una luz intensa y después,
entraron a Aguamarina, allí Laura le preguntó a los chicos:
-¿Qué queréis hacer? Podemos ir al parque acuático, al palacio, al
museo de la Atlántida, a donde queráis.
-¿Podemos ir al palacio?-preguntó Ángela.
-Nosotras queremos ir al museo de la Atlántida.-dijeron Alicia y
Esther preguntándose qué cosas habrían en el museo.
-Pues nosotros queremos ir al parque acuático.-dijeron los chicos.
-Entonces, iremos a los tres sitios.-dijo Laura.
Primero, fueron al museo de la Atlántida y vieron monumentos muy
bonitos. Después fueron al parque acuático, allí se montaron en muchas
atracciones y por último visitaron el palacio y Esther dijo:
-¿Cómo se llaman la reina y el rey de Aguamarina?
-Se llaman Yurena y Carlos y son mis padres.
-Entonces, ¿tú eres la princesa?- preguntó Alicia.
-Pues sí, soy la princesa.
-Ya se está haciendo tarde, tenemos que irnos- dijo Jake.
-Es verdad, deberíamos irnos- dijo Alicia.
-Adiós, Laura- dijeron todos.
Los niños se fueron nadando a la playa y, de allí, se fueron a sus
casas con sus padres.
Al día siguiente, Laura fue a la superficie a la misma hora que el día
anterior, y los niños estaban allí esperándola con dos niñas más.
-¡Hola, chicos! ¿Quién sois vosotras?- dijo Laura.
-Hola, Laura. Estás son Claudia y Lucía, les hemos contado que hay
una ciudad sumergida llamada Aguamarina y que tú eres la princesa,
pero no se lo creen.- dijo Mike.
-¿Por qué no os lo creéis?- preguntó Laura.
-Porque, como no son de este país, dicen mentiras.-dijo Claudia.
-Claudia, conocí a estos chicos ayer, y que no sean de este país no
tiene nada que ver, porque todos somos diferentes pero, a la vez, todos
somos iguales.
Claudia y Lucía se sintieron avergonzadas y se fueron a sus casas.
-Tengo regalos para vosotros, colgantes de estrellas de mar para las
chicas y, para los chicos, coral auténtico.
-Muchas gracias, nos gustan mucho-dijeron todos a la vez.
-Me alegra que os gusten.-dijo Laura.
Esta fue la primera vez que las sirenas se encontraron con los
humanos, y también fue la última. Esta historia trata de que todos
somos diferentes en algunos aspectos, pero totalmente idénticos en
otros. Por esta razón, no importa a qué país, religión o raza
pertenezcas, porque lo que importa es la amistad, el compañerismo y el
amor.
Y colorín, colorado, la discriminación ha acabado, y yo espero que este cuento, os haya encantado.
Andrea Fuentes Martínez.
(Primer premio 6º Primaria)
“SOFÍA”
Había una vez una niña llamada Sofía, era una chica muy lista.
Tenía el pelo marrón y unos ojos azules muy brillantes. Sofía vivía en un
pueblecito llamado Sangonera la seca. Donde había un colegio llamado
Vicente Medina, en el Sofía tenía un montón de amigos pero sus
mejores amigos eran: Iván, que era un chico encantador y muy guapo,
era muy deportista y a Sofía le gustaba. Su segunda amiga era Sara,
una chica rubia que tenía los ojos de color marrón, a ella le encantaba
bailar y cantar. Y su último amigo era Hugo, era el mejor amigo de Iván
siempre estaban juntos, Hugo era muy guapo y gracioso y a Sara le
gustaba. Un buen día la profesora Rosana les dijo a todos:-¡Chicos!
Atendedme, quería comunicaros que dentro de una semana, vendrá una
nueva compañera, se llama Samba y es de África, espero que la
aceptéis porque ella es igual que vosotros y viene aquí para aprender y
espero que la ayudéis. Eso es todo, ya os podéis ir. Por la tarde Sofía
llama a sus amigos para que se reúnan en su casa. Cuando llegaron, Sofía
les dijo:-¡Chicos, se me ha ocurrido una idea! ¿Por qué no le hacemos una
pancarta de bienvenida a Samba?:-:-¡Que buena idea!:- Dijo Sara:-¿Pero
va a entender nuestra letra?:- Dijo Hugo.:-Sí, la maestra dijo que sabía
leer un poco:- Dijo Sofía.
Los chicos estuvieron todas las tardes haciendo la pancarta para
Samba. El domingo por la mañana el cartel ya estaba acabado. La
profesora les había dejado unas fotos de los compañeros de clase para
pegarlas en el cartel. El lunes por la mañana, Samba había llegado al
colegio Vicente Medina con mucha ilusión. Sus compañeros la esperaban
impacientes en clase para darle la bienvenida. Cuando Samba llegó, sus
compañeros gritaron:-¡Bienvenida Samba!:- Samba se quedó sorprendida
y dijo:- Gra-ci-as:- Sus compañeros al oír esto se alegraron un montón.
Cuando fue la hora del recreo, Samba estaba sentada en las escaleras,
cuando de repente Sofía se acercó a saludarla y dijo:-¡Hola Samba!
¿Qué tal estás? Soy Sofía tu compañera de clase.:- Y Samba le
responde:-¡Ho-la So-fía!:- Como Samba no sabía decir bien “sonríe”,
Sofía le pregunta:-¿Quieres que juguemos?:- Samba asiente con la
cabeza, Sofía le coge la mano y se la lleva a jugar a la comba, Sofía le
enseña unas cuantas canciones. Cuando vuelven a clase, la profesora les
manda un trabajo de cultura. Sara dice: -Maestra ¿podemos hacer
grupos de 5 personas?:-:-Sí:- Respondió la profesora. Iván, Sara, Sofía,
Hugo y Samba se pusieron juntos. Por la tarde, quedaron en casa de
Sara para hacer el trabajo, que trataba de la tribu de Samba: los
Masais. Samba les explico todo lo típico de su país, les explicó que
llevaban muchos collares, llevaban pieles de animales y las caras
pintadas también les dijo que por la noche hacían bailes alrededor del
fuego. Los chicos se quedaron impresionados por todo lo que Samba les
decía de su tribu. A los chicos se les ocurrió una idea buenísima, hacer
una representación. Hicieron carteles con fotos de masais, escudos,
lanzas y collares con un montón de cosas y colorines y, por último,
hicieron unos trajes con telas y las tintaron como si fueran pieles
reales de animales ¡Ah y se me olvidaba! También hicieron una hoguera
hecha de cartón y pintada con pinturas. Por la tarde, los chicos ya lo
tenían todo acabado y listo para el espectáculo, Hugo se descargó unas
canciones que cantaban lo masais, para que cuando hicieran el
espectáculo la voz fuera la de la canción. Por la tarde, Sara fue al
colegio a decirle a la maestra si podía decirle a las limpiadoras que
echaran las mesas y las sillas de la clase para atrás. La maestra
contestó:-De acuerdo pero…. ¿Para qué?:-:-Es una sorpresa:-Contestó
Sara. A la mañana siguiente en la clase había una cortina roja en la
puerta y todos se extrañaron. La profesora llamó y oyó una voz que
decía:-¡Adelante!:- La profesora entró y vió que su clase se convirtió en
una selva africana. Hugo, Sara, Sofía, Iván y Samba estaban en clase
disfrazados de masais, la profesora se quedó sorprendida, Hugo le dió
al caset donde había grabado las canciones; las chicas se pusieron a
bailar y los chicos a cantar, cuando acabaron, Sofía explicó las
tradiciones y las costumbres de los masais, cuando acabaron la
representación la maestra les dijo:-¡Chicos es el mejor trabajo del
mundo! ¡Os merecéis un 10!:-:-¡Gracias!:-Contestaron los chicos. Por la
noche todos quedaron en casa de Sara para dormir, Hugo, Sara, Sofía y
Iván le hicieron un regalo a Samba; por haberlos ayudado tanto les
regalaron un marco con una foto de los cinco juntos vestidos de masais.
A Samba le encantó; desde ese día todos comprendieron que aunque sea
de otra raza o de otro país no significa nada es una persona normal y
que quiere aprender cosas nuevas. Y colorín colorado Samba y sus
amigos se han disfrazado.
Amparo García Ortiz
(segundo premio 6º Primaria)