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í A So II.—N ÉMIHO 439. Número suelto, CUCO CSÜTISIOS. REDACCIÓN- 12, Hospital de Sta. Ana, 12, PRECIOS DE strscwcfóií. En la capital, ana peseta al mes. Fuera de ella, 4 ptas. trimestre. Extranjero, 9 pesetas trimestre. Pago anticipado. ÜNA PESETA AL MES.-CINCO CÉNTIMOS NtlMEHO. Viernes 21 de Diciembre de 1888. ITT PHPVTV AR JyjJLfl riirULilill DIARIO GRANADINO DE LA TARDE. Número suelto, C1MO ( É1TIAIOS. ADMINISTRACIÓN. 12, Hospital de Sta. Ana, ¡2. PRECIOS PE ANUNCIOS. En 4. a plana, 10 cents, línea, 30 en la 3. a , 50 en la 2. a y una peseta en la 1. a -—Comunicados, reclamos y anuncios de defunción, á precios convencionales—Pago anticipado. MÚSICA. Academia de solfeo, cunto y piano, dirigida por D. Antonio Guillen. Ho- norarios reducidos, por ser en casa del profesor. Santa Inés, 6. Fray Luis de Granada. CartaV. La fama de Fray Luis era europea, había dado pruebas de gran saber y tanta modestia como las de renunciar el arzobispado de Braga, la púrpura cardenalicia, el obispado de Viseo y otras distinciones, y luego que en 1372 terminó su oficio de Provincial de su urden, retiróse al convento de Santo Domingo de Lisboa. Persiguiéronle, allí, basta la estre- chez humildísima de su celda, la falsía y la calumnia. «La Inquisición española—como di- ce el ilustre D. Vicente Lafuente— quería ser mis papista que fl Papa, flaqueza habitual de España» (1) y cansada de quemar luteranos tritu- rar judaizantes, habíase dedicado por aquel tiempo á encausar nuevamente •ite Compañía de Jesús; y digo nue- vamente, porque San lgnacion de Lo- yola fué preso por la Inquisición, que le acosaba de ilumin y en el pro- ceso de los luteranos de Valladohd, fué incluido San Francisco de Borja, que tuvo que huir á Roma, y que no se salvó de que su libro eritlianofuese mencionado en los índi- ces prohibitorios de 1559 y 1583, junto con los de Fr. Luis de Granada. Todas estas precauciones, á pesar de la iuflueticia que la Inquisición ejercía, eran rechazadas en nombre de la Religión cri'tiana por graves y respetables lumbreras de la Iglesia. El docto Laluente, describiendo con exactos colores ese periodo en la bio- grafía del P. Pedro de Rivadeneyra, ilustre jesuit» á quien también alcan- el fanStico celo de la Inquisición, #c ? : «Los venerables Granada y don Fray Bartolomé de loa Mártires, Soto y otros austeros y sabios dominicos, llevaron muy á mal aquellas agresio- nes, hijas de resentimientos mezqui- nos» (2) Tal vez la franca actitud del nues- tro dominico, conocida dssde los pri- meros procesos contra herejes como Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y San Francisco de Borja, atrajo sobre Fray Luis las tremendas iras de Valdés, de fray Mel- chor Cano, y de sus compañeros; lo cierto es, que un suceso ocurrido en Lisboa, y que á lo sumo ^serviría para probar la excesiva bondad, el cando- roso carácter del Venerable Granada, removió pasados odios dando motivo al tercer proceso en que la Inquisición pretendió envolverle, cuando ya hacía (1) Biblioteca de Prólogo á la* obras dél P. PaOro de Rivade- neyra, por D, Vicente de Lafu (2) Id., id. tiempo que le había absuelto, de las eausas anteriores. Con»iderósele entonces como alumbrado, porque ya casi e ego había creido los engañoso* artificios de la prioresa del Convento de la Anuncia- ta de Lisboa, M»ría de la Encarnación, cuya fama era universal,—aunque San Juan de la Cruz tratóla de y otros insignes religiosos y doctores Veían con escándalo que tanto tiempo se dejara á tan hipócrita mujer em- baucar i los incautos y hay que ad- vertir que por aquellos tiempos la mi« lagrería era cosa muy corriente y que el P. Ribadeneyra en sa de la tribulación, habla extensamente de los falsos profetas y de las llas engañadas que traían revueltos á los católicos con sus arrobamientos y sus éxtasis. Este proceso vinoá amargar el úl- timo año de vida de Fray Luis, que ya, como dije, estaba casi ciego, pa- decía cruel enfermedad y se rodeaba de privaciones y trabajos sin cBento para martirizar su existencia , pues hay que consignar, que como Lorca dice, fué para tan escaso, «cuanto para los pobres era caritativo y libe- ral.» Cuando al fin la célebre monja fué de ¿tarada hipócrita y casti- gada por la Inqpisícion, el famoso tri- bunal, que sm duda no perdonaba á Fray Luis el desacuerdo que con sus procedimientos había manifestado, ya que no pudo condenarle porque nada resultaba contra él, declaró que el suceso de la monja de Portugal pro- baba únicamente en Fray Luis de candor!..... (1) En todos los tiempos ne ha confun- dido el candor con la simplicidad de carácter, porque unir el talento, el genio, la bondad y el conocimiento de lasmiseriasde este mundo para formar exacto juicio de todas las cosas, no es perfección con que Dios ha dotado á f'a mayoría de sus criaturas. Sin duda porque en Ribadeneyra parece que se aunan más que en Gra- nada tan raras perfecciones, el docto Lafuente cree á aquel superior 4 nues- tro dominico. Haciendo un juicio com- parativo de ambas lumbreras de la Iglesia, dice, consideiando al jesuíta «bajo el aspeeto de su criterio» y con- tinuando siempre la comparación con Fray Luis, de quien aquel lué coetá- neo y «migo: «En este concepto (en el del criterio) era también Ribade- neyra superior á Granada, y de ello dió pruebas en la cuestión de los éx- tasis y llagas de la célebre priora de la Assumpta, en Lisboa, la cual logró sorprender la buena fe y atraerse al anciano y candoroso Granada, pero no al padre Ribadeneyra. Saliendo este de la iglesia de Atocha, con su lego, amanuense y comp-ñéro él hermano López, vió que se anunciaba un p'pel acerca de los favoraS divinos y mila- (1) LLÓRENTE, obra citada. grosas llagas de aquella monja portu- guesa, cuyos portento- eran narrados en la córte con asombro. Encargó Ri- badeneyra al buen lego que comprara uno de aquellos papeles y lo guardase para más adelante, previendo el fu- nesto desenlace d«j aquella mal urdida farsa, y diciendo palabras que han quedado en proverbio: noseadas, aunque v rían que Dios las qui(1) No se burló Ribadeneyra de I# sen- cillez de carácter del venerable maes- tro; disculpóla, sin nombrarle, eti el Tratado de la tribulacioobra que se imprimió cuando ya había muerto Fray Luis, y tuvo en tanto aprecio la opinión del sabio dominico, que pu- blicó á la cabeza de las segundas edi- ciones de la Vida Loyolay de la Historia dos cartas escritas por Granada en Lisboa, la primera en 1584, y la se- gunda en 1588. La extensión de estos hermosos documentos, los cuales no insertó Muñoz ni Lorca en sus biogra- fías, aunqne Muñoz habla de ellos y de otra carta que no he hallado, me impide copiarlos como quisiera; pero ai he de consignar, como dice el ya citado Lafuente, que no deben consi- derarse como elogios de los que enlon-r cea buscaban los autores y «que con- vertían la censura en juego dres ni Fray Luis «ra hombre de tales tratos, ni en su franqueza aus- tera y sencilla solía gastar tales hi- pérboles .... » Lafuente hace esta ob- servación, porque el insigne dominico, con la humildad y la modestia que le eran propias/escribes estas palabras: «Del estilo no digo nada, porque nació con vuestra paternidad, y ese había yo menester para saber alabar esta obra.» (2) El triste suceso de la monja produjo una obra hermosísima, el los escándalos, que Fráy Luis predicó poco ames de sentirse presa de la en- fermedad que le llevó at Sepulcro. Drj'rorile morir en paz sus perse- guidores, y U fama de santidad que pdr todas partes tenía, nada padeció con los procesos y la prohibición de sus obras. |En todos tiempos, áun en los que el fanatismo ha podido impe- rar, la razón y la justicia se han im- puesto, mis t rde ó más temprano! FRANCISCO DE PAULA VALLADAR. Carla de Madrid. Madrid 19 de Diciembre 1888. La Hacienda* Arrepentido se encuentra á estas horá9 el Sr. González (D. Venancio), de haber cedido á los ruegos del señor Sagasta, enaargánüose de la cartera de Hacienda. Creiá el señar González que era poco satis- factorio el estado del Teso»o, 7 contaba coa que tendría que vencer gran as dificultades para poder salir adelante; pero jamas pudo (1) Prólogo ya citado. (2) Cartas de 13 de Agosto de 15S8 (el mismo año en que murió). Se reñere a la Historia de Inglaterra• imaginar, asi lo dicen en todas partes sus Ín- timos, que la Hacienda estuviera en la situa- ción en que la ha encontrado. Pues es tal esta, ó al menos tal la pintan los amigos de don Venancio, que en el último Consejo se creyó obligado el nuevo ministro á declinar toda responsabilidad; pero al mismo tiempo no se atreve, no obstante las excitaciones de algún periódico, á publicar esos datos. Si no hay <»xa*erdcion en esto; si no se trata de crear atmósfera para que lu^g * re- sulte más plausible la gestión del señor Gon- zález; si realmente el estado de la Hacienda es tal como se daá entender, qué explicación tiene la conducta del Gobierno? ¿Qué hace este cruzado de brazos, sin resolverse ó po- ner mano de una vez en el problema cconó mico? La solución de este no es cuestión de es- cuela, no se trata aqui de libre cambo ni de protección; una y otra escuela tienen soucio- nes comunes, que urge ap icar, porque si no se aplican pronto, va á ser necesario recurrir en breve plazo al crédito. El problema económico es hoy dia de mu- cha m s importancia que el poiític > y que el económico: ¿Se pospone á estos? Pues las Consecuencias serán deplorabas. Uní» conferencia. Se ha hablado mocho de una conferencia que se suponía celebrada por los señores Sa- gasta y duque de Tetuan, y hasta se ha in- dicado que habia un principio de inteligencia entre ambos. No hay tal conferencia ni tal inteligencia. Lo ocurrido es, sencillamente, que la misma noche que habló en el Senado el señor duque de Tetuan, encostró este en uno de los pasi líos d«í teatro Real al señor Sagasta. So sa- ludaron, y la conversación recayó sobre el debate que habían mantenido por la tarde, quejándose el señor Sagasta de lo mal que le trataba el duque, y consignando este la pro- testa que personalmente le merecía aquel toda clase de respetos y la mayor considera- ción. Verdad es que el señor Sagasta dijo al ex- ministro de Estado que deseaba verle por completo dentro de la organización actual del partido, y que le pidió su ayuda para re- solver los problemas pendientes; pero no lo es menos que el duque contestó terminante- mente que entendía que es funesta para e, partido literal la dirección del señor Sagasta 1 y que aconsejó > este se retirara del poder. No se trató, por tanto, de una verdadera conferencia política, ni hubo principios de inteligencia. Yaque del señor duque de Tetuan hablo, debo decir qtre el disenrso que pronunció el otro'dia ha merecido ia más completa apro- bación de una alta personalidad militar y po- lítica, la cual, si algún defecto encontró á aquel discurso, fué el de parecerle menos duro para el Gobierno délo que hubiera él deáeado. Bu el Senado Casi toda la tarde se ha pasado en rectifi- caciones de los Sres. Silveia (ft. Luis) y Mi- nistro de Hacienda. Ya tarde, después de las cinco ha comen- zado á hablár el Sr. Efduayen, quien ha pronunciado un discurso enérgico contra la conducta de las autoridades y duro, muy duro para el Rector de la Universidad de Madrid, Sr. Pisa. El Sr. Elduayen ha hecho un gran elogio de la prudencia y de la elevación de criterio con que procedió el Sr. Cánovas, aun en los primeros momentos de la restauración. Si el debate no termina hoy mismo, que fs posible, c ocluir seguramente mañana. Ifitlas n«>l!clas. La comisión de presupuestos del Senado se ha constituido nombrando presid^nt» 1 el señor Pavía y Pavia, y secretario, el Sr. Bosch y Carbonell. Anoche salió de Madrid para Cádiz el in- ventor del submarino Sr, Peral, siendo objeto i de una cariñosísima despedida.

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A So I I .—NÉMIHO 439.

Número suelto, CUCO CSÜTISIOS.

R E D A C C I Ó N -12, Hospital de Sta. Ana, 12,

PRECIOS DE strscwcfóií. En la capital, ana peseta al mes. Fuera de ella, 4 ptas. trimestre. Extranjero, 9 pesetas trimestre. Pago anticipado.

ÜNA PESETA AL MES. -CINCO CÉNTIMOS NtlMEHO. Viernes 21 de Diciembre de 1888.

ITT PHPVTV AR JyjJLfl riirULilill DIARIO GRANADINO DE LA TARDE.

Número suelto, C1MO ( É1TIAIOS.

ADMINIST RACIÓN. 12, Hospital de Sta. Ana, ¡2.

PRECIOS PE ANUNCIOS. En 4.a plana, 10 cents, línea, 30

en la 3.a, 50 en la 2.a y una peseta en la 1.a-—Comunicados, reclamos y anuncios de defunción, á precios convencionales—Pago anticipado.

MÚSICA. Academia de so l feo , cunto y p iano ,

d i r ig ida por D. Antonio Gui l len . Ho­norar ios reduc idos , por se r en casa de l p rofesor .

Santa Inés, 6.

Fray Luis de Granada. CartaV.

La fama de Fray Luis e ra europea , hab ía dado pruebas de gran saber y tan ta modes t ia como las de renunciar e l a rzobispado de Braga , la púrpura cardena l ic ia , e l ob ispado de Viseo y o t ras d i s t inc iones , y luego que en 1372 te rminó su of ic io de Provinc ia l de su urden , re t i róse a l convento de Santo Domingo de Lisboa .

Pers igu ié ronle , a l l í , bas ta la es t re ­chez humi ld ís ima de su ce lda , la fa l s ía y la ca lumnia .

«La Inquis ic ión española—como d i ­ce e l i lus t re D. Vicente Lafuente— quer ía se r mis papis ta que f l Papa , f laqueza habi tua l de España» (1) y cansada de quemar lu te ranos t r i tu ­ra r juda izan tes , hab íase dedicado por aque l t i empo á encausar nuevamente

•i te Compañía de Jesús ; y d igo nue­vamente , porque San lgnac ion de Lo-yola fué preso por la Inquis ic ión , que le acosaba de i luminy en e l p ro­ceso de los luteranos de Valladohd, fué inc lu ido San Franc isco de Bor ja , que tuvo que hui r á Roma, y que no se sa lvó de que su l ib ro

eritlianofuese mencionado en los índ i ­ces prohib i tor ios de 1559 y 1583, jun to con los de Fr . Luis de Granada .

Todas es tas precauc iones , á pesar de la iu f lue t ic ia que la Inquis ic ión e je rc ía , e ran rechazadas en nombre de la Re l ig ión c r i ' t i ana por g raves y respe tab les lumbreras de la Ig les ia . E l doc to La luente , descr ib iendo con exac tos co lores ese per iodo en la b io­graf ía de l P . Pedro de Rivadeneyra , i lus t re jesu i t» á qu ien también a lcan­zó e l fanSt ico ce lo de la Inquis ic ión , #c ? : «Los venerab les Granada y don Fray Bar to lomé de loa Már t i res , So to y o t ros aus te ros y sab ios dominicos , l l evaron muy á mal aque l las agres io­nes , h i jas de resen t imientos mezqui ­nos» (2)

Ta l vez la f ranca ac t i tud de l nues­t ro dominico , conocida dssde los p r i ­meros procesos cont ra

herejes como Santa Teresa de Jesús , San Juan de la Cruz y San Franc isco de Bor ja , a t ra jo sobre Fray Luis las t remendas i ras de Valdés , de f ray Mel­chor Cano, y de sus compañeros ; lo c ie r to es , que un suceso ocur r ido en Lisboa , y que á lo sumo ^serv i r ía para probar la exces iva bondad , e l cando­roso carác te r de l Venerab le Granada , removió pasados od ios dando mot ivo a l t e rcer proceso en que la Inquis ic ión pre tendió envolver le , cuando ya hac ía

( 1 ) B i b l i o t e c a d e — Prólogo á la* obras dél P. PaOro de Rivade­neyra, por D, Vicente de Lafu

(2) Id . , id .

t i empo que le hab ía absue l to , de las eausas an te r iores .

Con»ideróse le en tonces como alumbrado,porque ya cas i e ego había c re ido los engañoso* ar t i f ic ios de la p r ioresa de l Convento de la Anuncia-ta de Lisboa , M»r ía de la Encarnac ión , cuya fama e ra un iversa l ,—aunque San Juan de la Cruz t ra tó la de y o t ros ins ignes re l ig iosos y doc tores Veían con escándalo que tan to t iempo se de ja ra á t an h ipócr i ta mujer em­baucar i los incautos y hay que ad­ver t i r que por aque l los t i empos la mi« lagrer ía e ra cosa muy cor r ien te y que e l P . Ribadeneyra en sa de la tr ibulación, habla ex tensamente de los fa l sos profe tas y de las l las engañadas que t ra ían revue l tos á los ca tó l icos con sus a r robamientos y sus éx tas i s .

Es te proceso v inoá amargar e l ú l ­t imo año de v ida de Fray Luis , que ya , como d i je , es taba cas i c iego , pa­dec ía c rue l enfermedad y se rodeaba de pr ivac iones y t raba jos s in cBento para mar t i r izar su ex is tenc ia , pues hay que cons ignar , que como Lorca d ice , fué para s í t an escaso , «cuanto para los pobres e ra car i ta t ivo y l ibe­ra l .»

Cuando a l f in la cé lebre monja fué de ¿tarada hipócrita y casti­

gada por la Inqpis íc ion , e l famoso t r i ­bunal, que sm duda no perdonaba á Fray Luis e l desacuerdo que con sus procedimientos había mani fes tado , ya que no pudo condenar le porque nada resu l taba cont ra é l , dec la ró que e l suceso de la monja de Por tuga l p ro­baba ún icamente en Fray Luis de candor!..... (1)

En todos los t i empos ne ha confun­d ido e l candor con la s impl ic idad de carác te r , porque uni r e l t a len to , e l gen io , la bondad y e l conocimiento de lasmiser iasde es te mundo para formar exac to ju ic io de todas las cosas , no es per fecc ión con que Dios ha do tado á f 'a mayor ía de sus c r ia turas .

S in duda porque en Ribadeneyra parece que se aunan más que en Gra­nada tan ra ras per fecc iones , e l doc to Lafuente c ree á aque l super ior 4 nues­t ro dominico . Hac iendo un ju ic io com­para t ivo de ambas lumbreras de la Ig les ia , d ice , cons ide iando a l j esu í ta «ba jo e l aspee to de su cr i te r io» y con­t inuando s iempre la comparac ión con Fray Luis , de qu ien aque l lué coe tá ­neo y «migo: «En es te concepto (en e l de l c r i t e r io ) e ra también Ribade­neyra super ior á Granada , y de e l lo d ió pruebas en la cues t ión de los éx­tas i s y l lagas de la cé lebre pr iora de la Assumpta , en Lisboa , l a cua l logró sorprender la buena fe y a t raerse a l anc iano y candoroso Granada , pero no a l padre Ribadeneyra . Sa l iendo es te de la ig les ia de Atocha , con su lego , amanuense y comp-ñéro é l hermano López , v ió que se anunciaba un p 'pe l acerca de los favoraS d iv inos y mi la ­

(1) LLÓRENTE, obra citada.

grosas l l agas de aque l la monja por tu­guesa , cuyos por ten to- e ran nar rados en la cór te con asombro . Encargó Ri ­badeneyra a l buen lego que comprara uno de aque l los pape les y lo guardase para más ade lan te , p rev iendo e l fu ­nes to desenlace d«j aque l la mal u rd ida fa rsa , y d ic iendo p a l a b r a s que han quedado en proverbio:

noseadas, aunque v rían que Dios las qui(1)

No se bur ló Ribadeneyra de I# sen­c i l lez de carác te r de l venerab le maes­t ro ; d i scu lpóla , s in nombrar le , e t i e l Tratado de la tribulacioobra que se

impr imió cuando ya había muer to Fray Luis , y tuvo en tan to aprec io la op in ión de l sab io dominico , que pu­bl icó á la cabeza de las segundas ed i ­ciones de la Vida Loyolay de la Historia

dos car tas escr i tas por Granada en Lisboa , la p r imera en 1584 , y la se ­gunda en 1588. La ex tens ión de es tos hermosos documentos , los cua les no inser tó Muñoz n i Lorca en sus b iogra­f ías , aunqne Muñoz habla de e l los y de o t ra car ta que no he ha l lado , me impide copiar los como quis ie ra ; pero a i he de cons ignar , como d ice e l ya c i tado Lafuente , que no deben cons i ­derarse como e logios de los que enlon- r cea buscaban los au tores y «que con­vertían la censura en juego dres ni Fray Luis «ra hombre de

ta les t ra tos , n i en su f ranqueza aus­te ra y senc i l la s o l í a gas ta r ta les h i ­pérboles . . . .» Lafuente hace es ta ob­servac ión , porque e l ins igne dominico , con la humi ldad y la modes t ia que le e ran propias /escr ibes es tas pa labras : «Del es t i lo no d igo nada , porque sé nac ió con vues t ra pa te rn idad , y ese hab ía yo menes te r para saber a labar es ta obra .» (2)

El t r i s t e suceso de la monja produjo una obra hermosís ima, e l los escándalos ,que F ráy Luis pred i có

poco ames de s en t i r se presa de l a en ­fermedad que l e l l evó a t S ep u lcro .

Drj ' ro r i le mor i r en paz sus perse­guidores , y U fama de san t idad que pdr todas par tes ten ía , nada padec ió con los p rocesos y la p rohib ic ión de sus obras . |En todos t i empos , áun en los que e l fana t i smo ha podido impe­ra r , la razón y la jus t ic ia se han im­pues to , mis t rde ó más temprano!

FRANCISCO DE PAULA VALLADAR.

Carla de Madrid. Madrid 19 de Diciembre 1888. La Hacienda*

Arrepentido se encuentra á estas horá9 el Sr. González (D. Venancio), de haber cedido á los ruegos del señor Sagasta, enaargánüose de la cartera de Hacienda.

Creiá el señar González que era poco satis­factorio el estado del Teso»o, 7 contaba coa que tendría que vencer gran as dificultades para poder salir adelante; pero jamas pudo

(1) Prólogo ya citado. (2) Cartas de 13 de Agosto de 15S8 (el

mismo año en que murió). Se reñere a la Historia de Inglaterra•

imaginar, asi lo dicen en todas partes sus Ín­timos, que la Hacienda estuviera en la situa­ción en que la ha encontrado. Pues es tal esta, ó al menos tal la pintan los amigos de don Venancio, que en el último Consejo se creyó obligado el nuevo ministro á declinar toda responsabilidad; pero al mismo tiempo no se atreve, no obstante las excitaciones de algún periódico, á publicar esos datos.

Si no hay <»xa*erdcion en esto; si no se trata de crear atmósfera para que lu^g * re­

sulte más plausible la gestión del señor Gon­zález; si realmente el estado de la Hacienda es tal como se daá entender, qué explicación tiene la conducta del Gobierno? ¿Qué hace este cruzado de brazos, sin resolverse ó po­ner mano de una vez en el problema cconó mico?

La solución de este no es cuestión de es­cuela, no se trata aqui de libre cambo ni de protección; una y otra escuela tienen soucio-nes comunes, que urge ap icar, porque si no se aplican pronto, va á ser necesario recurrir en breve plazo al crédito.

El problema económico es hoy dia de mu­cha m s importancia que el poiític > y que el económico: ¿Se pospone á estos? Pues las Consecuencias serán deplorabas.

Uní» conferencia. Se ha hablado mocho de una conferencia

que se suponía celebrada por los señores Sa-gasta y duque de Tetuan, y hasta se ha in­dicado que habia un principio de inteligencia entre ambos.

No hay tal conferencia ni tal inteligencia. Lo ocurrido es, sencillamente, que la misma noche que habló en el Senado el señor duque de Tetuan, encostró este en uno de los pasi líos d«í t ea t ro Rea l a l señor S a g a s t a . So sa­ludaron, y la conversación recayó sobre el debate que habían mantenido por la tarde, quejándose el señor Sagasta de lo mal que le trataba el duque, y consignando este la pro­testa dé que personalmente le merecía aquel toda clase de respetos y la mayor considera­ción.

Verdad es que el señor Sagasta dijo al ex­ministro de Estado que deseaba verle por completo dentro de la organización actual del partido, y que le pidió su ayuda para re­solver los problemas pendientes; pero no lo es menos que el duque contestó terminante­mente que entendía que es funesta para e, partido literal la dirección del señor Sagasta 1 y que aconsejó > este se retirara del poder.

No se trató, por tanto, de una verdadera conferencia política, ni hubo principios de inteligencia.

Yaque del señor duque de Tetuan hablo, debo decir qtre el disenrso que pronunció el otro'dia ha merecido ia más completa apro­bación de una alta personalidad militar y po­lítica, la cual, si algún defecto encontró á aquel discurso, fué el de parecerle menos duro para el Gobierno délo que hubiera él deáeado.

Bu el Senado Casi toda la tarde se ha pasado en rectifi­

caciones de los Sres. Silveia (ft. Luis) y Mi­nistro de Hacienda.

Ya tarde, después de las cinco ha comen­zado á hablár el Sr. Efduayen, quien ha pronunciado un discurso enérgico contra la conducta de las autoridades y duro, muy duro para el Rector de la Universidad de Madrid, Sr. Pisa.

El Sr. Elduayen ha hecho un gran elogio de la prudencia y de la elevación de criterio con que procedió el Sr. Cánovas, aun en los primeros momentos de la restauración.

Si el debate no termina hoy mismo, que fs posible, c ocluir seguramente mañana.

Ifitlas n«>l!clas. La comisión de presupuestos del Senado se

ha constituido nombrando presid^nt»1 el señor Pavía y Pavia, y secretario, el Sr. Bosch y Carbonell.

Anoche salió de Madrid para Cádiz el in­ventor del submarino Sr, Peral, siendo objeto

i de una cariñosísima despedida.

EL POPULAR.

El sábado *a!drá para San Sebastian, de donde no regresará hasta después de Reyes, el Sr. Romero Robledo.

Reformas militares. Hoy han quedado en poder de la comisión

qu» entiende en el proyecto de ley constitu­tiva del ejército cuatro enmiendas al dicta­men de los señores Daban, Suarez Inclan, Vi'lanueva y Sánchez Bedoya, de las que solo ha admitido la com sion dos de los seño­res Suarez Inelau y Viíl inu 'va. Por la del primero se pide que se consideren com > in­cluidas entte los cuerpos auxiliares del ejér­cito las brigadas de topógrafos agregadas al cuerpo de E. M. La del Sr. Yillanueva, di putado cubano, limita los efectos cM aumento de sueldo a los oficiales que pasan al ejército de Ultramar, únicamente á los que resulten para servir en aquellas islas por sorteo.

La enmienda del Sr. Daban, de la que di ayer cuenta á Vd js., considera la comisión que debe ser materh de una ley de retiros cuanto en la misma se propone.

Tampoco ha sido aceptada la del Sr. Sán­chez Bedoya, la cual, se dirigía á modificar el articulo segundo del proyecto, artículo qce fué aprobado en la pasada legislatura y que autoiiza al Rey con los representantes del poder ejecutivo para reorganizar cuando se juzgue conveniente los institutos del ejér­cito. El >r. Sánchez Bedoya proponía, que la organizacioo que se diera á cada cuerpo, por el proyecto cuya discusión comenzará ma­ñana, no pueda modificarse sino por medio de otra ley.

ED el Liceo de Loja.

Dos truchas en seco fiador, son las obra? qoe han cons t i ­tu ido la func ión con que es ta soc iedad obsequió á sus soc ios en la noche de l domingo 16 de l ac tua l .

Dos truchas en seco es una zarzue l i -ta hecha expresamente para que los dos a r t i s tas que in te rv ienen en su des­empeño luzcan sus ap t i tudes escénicas a l in te rpre ta r cada uno de e l l o s «los d i s t in tos t ipos . Un d iá logo ingenioso y ch ispeante , y unos l indos nümeros da mús ica son los mayores a t rac t ivos de es ta obr i ta , en I d que aún recordamos j

los muchos ap lausos que aun recorda- , mos los muchos ap lausos que obtuvie­ron hace ya a lgunos años en e l t ea t ro Pr inc ipa l de Granada , la conocida t i ­p le Sra . Sar ló y e l ino lv idable bu ío Nicolás Rodr íguez , á qu ien tan jus ta ­mente aprec iaban los g ranadinos . i

De la comedia £7 Sr . Gobernador no hemos de dec i r nada . Desde que , hace ¿ pocos d ias áe es t renó es ta l ind ís ima obra en Madrid, FASeñor Gobernador, hi jo a for tunado de los populares Ra­mos Car r ion y Vi ta l Aza , v iene ha­c iendo una excurs ión por todas las provinc ias de España , t an l lena de ovac iones , que ya las qu is ie ran para s í , no so lo a lgunos gobernadores de carne y hueso , s ino has ta persona jes de mucha más s ign i f icac ión que la que puede alcanzar uo Señor Gober­nador . El per iód ico donde han de en- j con t ra r car iñosa hosp i ta l idad es tas mal per jeñadas l íneas ha hecho hace poco , y con mot ivo de es ta rse repre­sen tando en Granada d icha comedia , una exac ta descr ipc ión de su a rgu- i mentó y de los mi l ch is tes de buena ley de que se ha l la sa lp icada , Es to nos re leva , por lo Unto , de dar ese t raba­jo , y que an tes lo ha hecho o t ra me- | jor cor tada p luma que la nues t ra . De­jemos , pues , es to y d igamos a lgo de la última función del Liceo de Loja.

Ya hemos t r ibu tado en más de una ocas ión nues t ros e log ios á los a f ic iona­dos de es ta c iudad: fác i l e s , pues , j comprender que , dado e l mér i to de ¡ el los y e l de las obras que componían !

el p rograma, U func ioo habrá resu l ta ­do br i l l an t í s ima.

As i ha s ido en e fec to : la be l l í s ima Sr ta . Teresa Caro y e l in te l igen te se ­ñor Calderón , á qu ienes es taba con« f iada la in te rpre tac ión de la za rzue la , cons iguie ron en e l la muchos y mere­c idos ap lausos , logrando la Sr ta . Caro cau t ivar a l pub f i co , y* represen tando la señor : curs i que admi t ía pupi los por d i s t racc ión , ya la c r idda re tozona y ; desenvuel ta ; como igua lmente e l se ­ñor Calderón en sus pape les de cap i - ;

i t an invá l ido , de as i s ten te anda luz y de cómico s in cont ra ta .

El desempeño de El Señor Gober-¡ nador t ambién resu l tó acer tad ís imo.

L*s Sr tas . CUru y Val ladar , en sus pa* pe les de esposa é h i ja de l apurado ce­san te y Gobernador por equivocac ión; y IJ S Sres . Teso y Calderón , que des­empeñaban respec t ivamente los de pseudo Gobernador y arlista de gran his tor ia , es tuv ie ron fe l ic í s imos ; con- ¡ s igu iendo en uniou de los Sres . Sa-rmniego , J iménez , Caro , Garc ía , Sán­chez , Cue . la r , T i rado y Zayas , que te ­n ido á su cargo los demás pape les de la obra , que es ta no decayera un mo­mento , repasara desaperc ib ido n in­guno de sus opor tunos ch is tes . Las cómicas escenas de la por te r ía de l Go­bierno* , ^ presen tac ión de los emplea­dos á su je fe ; la v i s i ta de l sas t re que ha de hacer e l uo i forme a l nuevo Go­bernador ; e l t e legrama c i f rado , y e l

¡ mot in de las verduleras , fueron oca­s iones para que todos domost ra rao

' sus exce len tes condic iones para e l t ea ­t ro , y para que la numerosa y escogi ­da concur renc ia que ocupaba e l sa lón l ea co lmara repe t idas feces de en tu­s ias tas ap lausos , y no cesara de re i r en toda la ooche .

En resumen: la func ión sa t i s f izo ¡ por comple to los deseos de los más i ex igentes , hac iéndola más agradable

aún la no lab le orques ta que d i r ige e l S r . Guervós , la cua l amenizó los en­t reac tos con un l ind ís imo vals de la za rzue la La fer ia de San Lorenzo ; una carac te r í s t ica gavota de conc ie r to y U notab le polonesa de Marqués , p iezas todas que fueron in te rpre tadas rna-g is t ra lmente .

Dícese que en las p róximas f ies tas deNavidad dará e l L iceo o t ras dos fun­c iones . Ce lebraremos que as í sea , pues ' e s to nos proporc ionará ocas ión de en­v ia r nues t ros pbcemes , como hoy lo hacemos , á t an d i s t inguidos a f ic iona- I! dos .

J. V. ) Lo ja 17 de Dic iembre de 1888 .

SUCCION nNOTICIAS.

Bajo l a presidencia del Sr . Go­bernador ce lebró ayer seg ion e l Con­se jo provinc ia l de Agr icu l tura , ocu­pándose en t re o t ros asuntos de exa­minar los p royec tos de Ordenanzas , Reglamento da S indica to y Jurado de r iegos de las comunidades de la ace­quia de Aynadamar , Gabia la Grande y C->zde Jo tayar .

Dicen de Málaga, que antes de f inu l izar e l m^s ac tua l sa ldrá para la Amér ica de l Sur o t ra tanda de emi­gran tes .

En Es tepona 21 rami l las han rec i ­b ido los bo le tos de embarque A pagar e l pasa je a l l í , y de o t ros pueblos de la costa irán á Málaga cou el mismo fio

oo pocos emigran tes , qu izás más de dosc ien tos , que desean espa t r ia rse .

El administrador de correos de Almer ía , S r . Lacbambre , se ocupa en ensayar e l t raspor te por medio de las pa lomas mensa je ras .

Ent re las muchas que t iene en su pa lomar hay a lgunas que han ver i f i ­cado y . i e l v i -a j •-! en t re Aguadulce y Almer ía , inv i r t i endo unos ve in te mi­nutos .

Ahora se prac t ica e l ensayo en t re Dal ias , Ber ja y Adra , para después hacer igu j les pruebas en t re Canjáyar

* y la cap i ta l . Nuestro corresponsal de Orgiva

nos escr ibe coa fecha 10 una ca t ta , en la que nos d ice , que habiendo omi t i ­do en su an te r ior , por un o lv ido invo­lun ta r io , e l nombre de D." Encarna­c ión Braojos , maes t ra de la escue la públ ica de n iñas , hace cons ta r que d icha maes t ra , lo mismo que sus d i s ­c ipu la r , se por ta ron en la v i s i ta t an b ien como esperábamos de la i lus t ra ­c ión de la c i tada profesora .

En todos los periódicos que he­mos ab ie r to boy , hemos encont rado una not ic ia que con poca i var ian tes d ice as í :

«Hoy queda ab ie r to e l pago de la mensua l idad cor r ien te á las c lases ac ­t ivas , pas ivas , c le ro , e tc .»

En cambio los pobres maes t ros de escue la , que por lo v i s to como seres

inverosímilestsegún la expres ión de un sabio,ni soo ac t ivos n i pas ivos , se pasarán las Pascuas leyendo e l ú ' t imo proyec to de Ley presen tado á las Cór-tes y en v i r tud de l cua l esperamos que cont inuarán las cosas como has ta aquí, sin temor du que empeore», por que es impos ib le .

(Pobres maes t ros ! Se agita de nuevo en Francia la

cues t ión de gravar con un impues to á los c iudadanos so l te ros , y a l e fec to , se ha presen tado ya la pe t ic ión an te e l Congreso . Exis ten hoy , en Par í s so la ­mente , cerca de 500 .000 so l te ros y apenas 379 .000 casados . Dos cosas se esperan de es te impues to : una , la de que , los so l te ros t ra ta rán de casarse y eso cont r ibu i rá á aumentar la p ropor ­c ión de nac imientos que d isminuye ráp idamente ; y o t ra , que esa cont r i ­buc ión ayudará á d i sminui r e l c rec ien te de l p resupues to .

Según noticias recibidas en Gra­nada , se t ra ta de es tab lecer en Amé­r ica la l iga pro tec tora de la emigra­c ión , formada pur todos los per iód icos independien tes , que s in excusa n i cons iderac ión a lguna denunciará to - |

¡ dos los ac tos de que los pobres emi­gran tes sean v íc t imas , de todas las in iqu idades que con e l los sa cometan , á f in de que las respec t ivas au tor ida­des pongan remedio .

La Compañía de ferro-carriles Andaluces pagó e l lunes de es ta sema- j Da , la mul ta de mi l qu in ien tas pese tas que le impuso e l Gobernador de Cá­diz por re t raso en e l se rv ic io de t re ­nes .

Muy ra ro es que un Gobernador , mul le á uoa Compañía de fe r ro-car r i ­les , pero mucho mas es que se p gue la mul ta impues ta .

La abundancia de materiales y l a mucha ex tens ión que t iene en e l .

Diario de las Setiones,nos impide re - i produci r ín tegras las p reguntas he- j chas en e l Senado a l S r . Minis t ro de 1

Hac ienda por e l S r . Marqués de Di la r , inc idente de que nos d ió cuenta nues­t ro cor responsa l de Madr id , en te le ­grama de l d ia 18 , y las contes tac iones de l señor Minis t ro ; pero s i debemos hacer cons ta r , que á las exc i tac iones de l S r . Marqués de Di la r , e l Minis t ro contes tó que no pensaba en supr imir n ingún impues to , aunque s í mejorar los ex is ten tes ; y en cuanto á la au to­r izac ión de l cu l t ivo de l t abaco , mani ­fes tó que era necesar io es tud ia r de te ­n idamente) e l asunto , para que , s in per jud icar á la Hac ienda , se pro te ja á la agr icu l tura , fuen te la más impor­tan te de la r iqueza nac iona l .

A causa del temporal que reina en las cos tas de Motr i l , l a barca pes-cadora Juani ta ,se ha ido á p ique , perec iendo toda la t r ipu lac ión com­pues ta de nueve mar ineros .

E l aspirante de primera clase de l a In te rvenc ión de Hacienda , D. Ra­fae l Bas Rodr íguez ba s ido nombrado in te rventor de la suba l te rna de Ber ja .

Los acuerdos tomados por la Co­mis ión provinc ia l en la ses ión de boy son:

Que pase á ponenc ia de l Sr . Cam­pos Cerve t to e l recurso de a lzada in ­te rpues to por e l a r renda ta r io de cen­súenos cont ra un acuerdo de l ayunta­miento prohib iend > e l cobro de l a rb i ­t r io de la mie l en pana l .

Accediendo á lo so l ic i tado por don Sa lvador Montoro , hacendado eo Celo-mera , acuerda la Comis ión au tor izar le para coos t í tu i r en la Caja provinc ia l en ca l idad do depós i to la suma de 332 pese tas que por pr inc ipa l y recargos se le ex igen , por e l repar t imiento ve­c ina l de «quel pueblo , una vez cons­t i tu ido se de la ó rden para la suspen­s ión de l p rocedimiento .

Examinadas las cuentas de gas tos de las o f ic inas de Obras públ icas p ro­vinc ia les re la t ivas á los meáes de Ju­l i o , Agos to y Se t iembre impor tan te , 125 pese tas , se acordó «probar las .

Vis ta la so l ic i tud presen tada por Juan Cas t i l lo Alcarsz , vec ino de Dur-ca l , p id iendo la sa l ida de l Hospi ta l de dementes de su h i jo Es teban , se acor ­dó au tor izar la sa l ida .

El ayuntamiento de O uadlx ins­t ruye expedien te de responsabi l idad , con motivo de una deacta de 6.500 pe­setas que sn antecesor dejó á favor de l a maes t ra de aque l la c iudad .

Se han dado órdenes para que se forme e l opor tuno expedien te par» e l ingreso de l t en ien te coroue l de Sani ­dad mi l i ta r D. Antonio Cruz eo la ó r ­den c iv i l de b(u ie f icef c ia , por los se r ­v ic ios que pres ió en es ta cap i ta l du-

. r an te I» ep idemia co lé r ica . Hace pocos dias que , tomándolo

de un per iód ico de Vafcuc i t , d i j imos que había s ido nombrado In te rventor de la ¡ l eU 'gac ion de Hacienda de es ta p rovinc ia D. Ricardo Breñas , admi­nis t rador de cont r ibuc iones que e ra de la d i Valenc ia ,

E l hecho no e ra c ie r to ; D. Ricardo Brañas había s ido nombrado in te rven­tor , pero de la p rovinc ia de Guada-la ja ra ; y l a equivocac ión par t ió de que e l per iód ico va lenc iano confundió , s in duda Guadala ja ra con Granada .

Anoche á las doce, hora de la sa l ida de l t ea t ro , un beodo l lamado

I Enr ique Duran Torra lbo , dió eu e l Campi l lo un espec tácu lo polít ico, de los de padre y señor mió.