introducción a la economía (parte 1)
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Clase 2 -TRANSCRIPT
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANUS
Economía Social, Popular y Solidaria y Cooperativismo
Unidad 1. Introducción a la Economía y a la Economía Social
Clase 2. Introducción a la Economía I
Principales Aspectos del Pensamiento Económico: Teorías del valor, del salario y de la
ganancia
Lic. Florencia Cascardo y Lic. Pablo Levinton
1. Introducción
2. Escuela Clásica
2.1 Adam Smith
2.1.1 La división del trabajo
2.1.2 El concepto de la riqueza y la teoría del valor
2.1.3 Leyes de la distribución: Precio Natural y de Mercado. Salario y Ganancia.
2.2 David Ricardo
2.2.1 Reinterpretación de la teoría del valor de Smith
3. Interpretaciones de la escuela clásica
3.1 Visión Hegemónica: Escuela Neoclásica
3.1.1 Teoría del valor de los Primeros Marginalistas (Walrass, Menger y Jevons)
3.1.2 Segundos Marginalistas: Marshall
3.1.2.1 Teoría de los precios
3.1.2.2 Teoría del Salario y de la Ganancia
3.2 Visión Contra Hegemónica: Marx
3.2.1 Análisis de la mercancía
3.2.2 Dinero y medida de valor
3.2.3 Mercado, circuito de dinero, mercancía y ganancia
3.2.4 Fuerza de trabajo y plusvalía
3.2.5 Plusvalor absoluto y relativo y tasa de ganancia
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Introducción
El objetivo de esta clase, es el de estudiar los aspectos centrales del pensamiento económico,
atravesando la óptica de las principales escuelas y corrientes del pensamiento económico1.
En las interpretaciones de los autores, consideraremos como elementos centrales de estudio
las diferentes teorías del valor y de los precios que llevan a cabo cada uno de ellos, como así
también las teorías de la distribución, en las que se estudiarán la forma en la que se repartirá
el salario y la ganancia.
Al comenzar a hablar de economía, nos surge entonces, una pregunta obvia ¿Qué es la
economía? ¿Qué es lo que estudia? Quizás esta respuesta, pueda ser respondida por la gran
mayoría de los manuales, textos y cursos de economía que circulan en los diferentes espacios
académicos a lo largo y ancho del mundo occidental, en donde su respuesta puede resultar
bastante familiar si se ha tenido algún estudio previo en la materia, la cual propone que la
economía es la ciencia que se encarga de “Asignar eficientemente los recursos escasos para
necesidades múltiples”2.
A priori, parece decirnos que ésta es la única, verdadera e indiscutible concepción que existe
de la economía. Pero si nos abstraemos un poco de este concepto, podemos plantearnos una
serie de interrogantes:
¿Quién se encargará de hacer esa asignación eficiente?
¿De qué manera lo hará?
¿Qué quiere decir que una asignación sea eficiente?
Si los recursos se asignan ¿De qué manera se producen?
¿Cómo se generan?
¿Se encarga la economía de estudiar la producción o solamente debe estudiar cómo se
asignan estos recursos?
Por otra parte, si vivimos en un mundo con tasas de desempleo crecientes y en donde el
trabajo es considerado también un recurso ¿Podríamos decir entonces que los recursos son
escasos?
Este conjunto de interrogantes, ponen en jaque a las corrientes y escuelas de pensamiento
que formulan esta definición y que tal como mencionamos antes, aparecen permanentemente
en la gran mayoría de espacios y ámbitos académicos como única forma de estudio de la
economía, formando parte de lo que se conoce como el “mainstream” (corriente a seguir),
es decir, la corriente de pensamiento central, dominante, hegemónica, que determina qué
debe y qué no debe estudiarse en la economía, pudiendo garantizarse de esta manera, que
no se ponga en tela de juicio una serie de intereses económicos particulares y sirviendo como
respaldo “científico” de las políticas, medidas y recetas económicas que deben aplicar los
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diferentes gobiernos para mantener el statu quo.
De esta manera, podemos sostener que las interpretaciones de la economía están ligadas a
aspectos ideológicos e intereses particulares, afirmando entonces, que la economía es una
“economía política”. Según que concepción se tenga del trabajo, de los precios, el
equilibrio, o cualquier otra variable económica, serán las medidas que se tomarán para
revertir ciertos problemas.
Es así que podemos decir que el estudio de la economía, no puede abordarse como el de una
ciencia natural o exacta, sino bien desde la óptica de una ciencia social, en la que confluyen
un conjunto de discusiones acerca de la misma interpretación del objeto de estudio y en
donde los conceptos de “verdad”, se encuentran acompañados por los contextos económicos,
políticos y sociales, como así también por las cosmovisiones y las ideologías de sus autores.
Al estudiar la economía, se propone entonces, abordar la producción y la distribución de
bienes y servicios que nos permiten satisfacer necesidades, resolviendo las cuestiones de qué,
cómo, dónde para quién producir y a su vez, de cómo “repartimos” el resultado de esa
producción.
En primer lugar, estudiaremos la escuela de pensamiento clásico integrada por
Adam Smith y David Ricardo, que publicaron sus obras en los comienzos de la
revolución industrial.
En segundo lugar, pasaremos a estudiar las interpretaciones de estos autores,
desde el lado de la teoría neoclásica (que representa al pensamiento hegemónico,
más conocido como “mainstream”), y por último, la interpretación marxista de
estos autores.
1. Es importante aclarar que debido a la finitud de esta clase, no podremos abordar el conjunto de
los autores que conforman la amplia masa de la historia del pensamiento económico, por lo que
hemos procedido a estudiar a aquellos que fueron los creadores de las principales escuelas del
pensamiento.
2. Ver Mochón y Becker. “Introducción a la Economía”
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Escuela Clásica
Al mencionar a la escuela clásica del pensamiento económico, nos estamos refiriendo a las
obras que realizaron los autores Adam Smith y David Ricardo, quienes fueron clasificados
dentro de esta escuela por sus intérpretes, tanto desde la interpretación hegemónica, como
desde la interpretación contra-hegemónica. Al ser considerados como clásicos, estos autores,
si bien mantienen su carácter de importancia histórica, pierden vigencia y protagonismo en la
actualidad.
Esta escuela es el resultado de las interpretaciones de las teorías provenientes de las
corrientes mercantilistas y neoclásicas y es considerada por muchos autores, como la primera
escuela de la ciencia económica.
2.1. Adam Smith
Corría el año 1776, cuando el escosés Adam Smith, termina de escribir lo que sería su obra
cumbre y trascendente, “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las
naciones”. Si bien es impreciso decir el año exacto y la situación en la cual nace el
capitalismo, es claro que en esos años, el mundo y especialmente la parte occidental de
Europa, estaba sumergida en un contexto de transición entre el sistema económico feudal y
el sistema capitalista.
Smith, en su análisis, tiene la capacidad de interpretar claramente esta nueva etapa histórica
y es ello lo que describe en su obra, recopilando por un lado, las diversas interpretaciones
existentes de la época y contrastándolas, por el otro, con las visiones mercantilistas y
fisiócratas3.
Del pensamiento de Smith, estudiaremos en primer lugar la división del trabajo, como el
elemento “novedoso del capitalismo” y luego pasaremos a profundizar el estudio en su
teoría del valor, la cual sufre una serie de contradicciones a lo largo de su obra, donde en
los primeros capítulos plantea lo que veremos como teoría del valor-trabajo, mientras que
en los capítulos siguientes, al momento de querer encontrar los determinantes de los
salarios y de la ganancia, destruye la teoría del valor - trabajo, para pasar a una nueva
teoría del valor, basada en los costos de producción.
2.1.1 La división del trabajo
El sistema capitalista, que se vislumbraba en aquellos años, como el sistema de producción
novedoso y de vanguardia, manifestaba ante los ojos de Smith un hecho que llamó
curiosamente su atención, el incremento considerable de los volúmenes de la producción, lo
cual no era otra cosa, más que el resultado de las mejoras de la productividad de los
trabajadores, es decir de una mayor cantidad de objetos producidos por trabajador en la
misma unidad de tiempo.
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Para ello, este autor, cita el ejemplo de una fábrica de alfileres4, en la que se empleaban no
más de diez obreros, los cuales tenían a cargo operaciones específicas en la producción y en
donde mediante su esfuerzo diario, tenían la capacidad de producir más de 48 mil alfileres.
Mientras que si esos diez obreros hubiesen trabajado por separado e independientemente, no
hubieran podido hacer diariamente, ni 20 alfileres.
Las conclusiones que plantea Smith, están relacionadas a sostener que el gran incremento de
los volúmenes de producción, que aparecen de la mano del sistema capitalista, son la
consecuencia de la división del trabajo. Cuando hablamos de división del trabajo, es
importante señalar que existen dos formas distintas de que ésta se lleve a cabo:
La división del trabajo en una misma unidad productiva, en donde cada trabajador
adquiere un rol específico para llevar a cabo la transformación de valores de uso
(mercancías) y
La división social del trabajo, en donde a lo largo y ancho de la sociedad, se lleva
a cabo la especialización en oficios y profesiones.
Los motivos que, de acuerdo a Smith, hacen que la división del trabajo arroje resultados
positivos en la productividad, son los siguientes:
1. La especialización del trabajador en una sola tarea reiterativa, lo que lo favorecería en
desarrollar una mayor destreza en su trabajo.
2. El ahorro de los tiempos muertos, que permitiría evitar las pérdidas de tiempo que
generan pasar de una operación a otra.
3. El dedicar toda una jornada a una única tarea, lo que estimularía la creatividad del
obrero y de esta manera podría crear nuevos instrumentos de trabajo y/o mejorar los
viejos.
2.1.2 El concepto de la riqueza y la teoría del valor
Para desarrollar su teoría del valor, Smith parte de analizar las concepciones propuestas en
los principios del pensamiento económico, embanderadas por las corrientes Mercantilistas5
y Fisiócratas6 y a partir de ello reformula la teoría del valor y la riqueza, proponiendo una
fuerte crítica a los pensamientos pre-existentes, que se llevan a cabo desde una perspectiva
empírica, al contrastarlos con la realidad y una perspectiva teórica, y al reformular sus
planteos.
Mercantilistas
Consideraban que la riqueza no era otra cosa más que el “Dinero”, es decir el oro o la plata
y en donde la única manera posible en la que podía generarse esa riqueza, era través del
intercambio, ya que el hecho de “comprar barato” un producto y luego “venderlo más
caro”, hace que se incremente su valor, por lo tanto se incrementaría la riqueza. De esta
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manera, los principales exponentes de esta corriente, consideraban al comercio como su
actividad económica principal.
Fisiócratas
Para estos autores, la riqueza no se basada en el dinero, sino que giraba en torno a la
posesión de tierras, ya que aquello que agregaba valor en la economía, era solamente la
producción agrícola, es decir, los “nuevos frutos”, que surgían como resultado de la
naturaleza. Es así que solamente el trabajo agrícola, tenía la capacidad de crear valor,
mientras que los trabajos restantes (artesanos, manufactureros, etc) y los comerciantes, no
tenían la capacidad de hacerlo, ya que solamente se encargaban de transformar el valor
creado previamente.
Crítica de Smith
La teoría del valor mercantilista, es fuertemente criticada por Smith, quien sostiene que el
intercambio de un producto, no tiene la capacidad de agregar valor, ya que a través de este
acto, simplemente se estaría transfiriendo el producto, de una mano a otra, sin que éste sufra
ninguna transformación.
Si por ejemplo, yo adquiero un kilogramo de harina por una unidad de dinero (1 kilo de
harina = $1) y lo vendo a dos unidades de dinero (1 kilo de harina = $2), desde el punto de
vista de los mercantilistas, la riqueza se incrementó en una unidad ($1), pero sin embargo
para Smith, la riqueza existente, no sería otra cosa más que un sólo kilogramo de harina, por
lo que no se creó una mayor riqueza en ese intercambio.
Por su parte, Smith también critica la teoría del valor fisiócrata, ya que no es la tierra la
encargada de crear valor a través de sus propiedades naturales. Para que exista valor, según
Smith, este debe ser agregado por alguien; de esta manera, reconoce la labor del trabajo
agrícola como creador de valor, aunque critica fuertemente, el hecho de que no se
contemplen a los trabajos manufactureros y de los artesanos, como creadores de valor.
Teoría del Valor
Podríamos decir, que la teoría del valor propuesta por Smith, contiene un carácter
“revolucionario” en el pensamiento económico del siglo XVIII.
En primer lugar, porque sostiene que la riqueza está constituida por aquellas
cosas que son necesarias y convenientes para la vida, y no por el dinero o la
tierra.
En segundo lugar, por afirmar que la única y exclusiva fuente creadora de valor,
es el trabajo del hombre, o mejor dicho, el trabajo de la sociedad tomada en su
conjunto. No generándose entonces, en el intercambio, ni únicamente en la
producción agrícola. Esta nueva teoría del valor, propuesta por Smith, es conocida
como la teoría del valor-trabajo.
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Ahora bien, cuando hablamos de valor, estamos hablando de un doble significado, ya que por
un lado, los objetos poseen un valor de uso, que se refiere al valor que se le asigna a un
objeto en función de la utilidad que el mismo posee, por ejemplo el valor de uso de una
lapicera sería el de escribir, mientras que el valor de uso de una heladera sería el de
conservar alimentos, y tiene que ver con sus características físicas. A su vez, estos mismos
objetos, tienen un valor de cambio, que es a través del cual podemos intercambiarlos por
otros objetos.
Este valor de cambio, no está determinado según Smith, por su valor de uso, lo cual es
demostrado con un ejemplo bastante particular, en el que utiliza “la paradoja del agua y el
diamante”, en donde como sabemos, el agua posee un gran valor de uso, si no tomamos
agua nos es imposible vivir, pero sin embargo, su valor de cambio es muy bajo.
Por otra parte, tenemos los diamantes, que poseen un valor de uso muy bajo, es decir, los
diamantes no tienen otra utilidad más que la de servir como adorno, pero que sin embargo
posee un valor de cambio extremadamente alto. Podemos decir entonces, que el agua es
extremadamente barata, ya que su obtención requiere de poco trabajo7, mientras que los
diamantes, requieren de una gran cantidad de trabajo para ser elaborados, arrojando como
resultado un valor muy alto. En función de ello, Smith sostiene fuertemente su teoría del
valor, en la que el trabajo humano es el único y exclusivo elemento que tiene la capacidad de
crearlo8.
A través de esta teoría del valor, podemos sostener que al llevar a cabo el intercambio de
mercancías, lo que estamos haciendo es simplemente intercambiar el trabajo contenido en
cada una de ellas.
Por ejemplo, si yo requiero de una hora de trabajo para producir un kilo
de pan (1 kilo de pan = 1 hora) y a su vez requiero de dos horas de trabajo
para producir un litro de cerveza (1 litro de cerveza = 2 horas), entonces
dos kilos de pan, que serían equivalentes a dos horas de trabajo, me
permitirían adquirir un litro de cerveza (2 kilos de pan = 1 litro de cerveza).
Es así que para Smith, una persona puede obtener cualquier objeto que se
encuentre disponible, siempre y cuando esté dispuesta a pagar por él, las
“penas y fatigas que su adquisición supone”, de manera que si yo me
encargo de producir pan y tengo deseo de adquirir un litro de cerveza,
deberé esforzarme 2 horas produciendo, lo cual significa una serie de
“penas” y “fatigas” que me permitirán tras ello, obtener ese litro de cerveza.
Es importante señalar, que los avances de la división del trabajo, ocasionan que los tiempos
de producción de cada bien sean variables, ya que hoy bien puedo tardar una hora en fabricar
un kilo de pan, pero ante ciertas mejoras que surjan como resultado de la división del
trabajo, puedo llegar a tardar menos tiempo en producir ese kilo de pan, por ejemplo media
hora (1 kilo de pan = ½ hora), si suponemos que la división del trabajo, no ha generado
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ninguna mejora en la producción de cervezas, entonces la misma seguiría requiriendo de dos
horas de trabajo para producir un litro de cerveza, pero la relación con los kilos de pan será
diferente, ya que en dos horas de trabajo (los necesarios para obtener un litro de cerveza),
se producirían cuatro kilos de pan, de manera que cuatro kilos de pan equivaldrían a un litro
de cerveza (4 kilos de pan = 1 litro de cerveza).
2.1.3. Leyes de la distribución: Precio Natural y de Mercado. Salario y Ganancia.
A lo largo de la su obra, Smith, tropieza con una dificultad que surge al preguntarse cómo se
lleva a cabo la distribución entre el salario y la ganancia9, ya que si el valor de un objeto, se
encuentra determinado por su trabajo contenido y es el salario, lo que debe remunerarse por
ese trabajo, surge el siguiente interrogante: ¿De dónde es que surge la ganancia?
Ante la dificultad que genera esta respuesta propone una nueva definición del valor, en la que
comienza a utilizar la terminología de los “precios”. Allí sostiene que los precios de todas las
mercancías que se producen son iguales a sus costos de producción. Estos costos de
producción, serían la suma de los salarios y las ganancias, por lo que de esta manera,
Smith estaría diciendo solamente, que el precio de un bien es igual a la suma del precio de
otras dos cosas: El precio del trabajo (salario) y el precio del capital (ganancia), siendo
imposible de esta manera, terminar de encontrar los determinantes de los precios, como así
preguntarse cuál es la función y el sentido que le da existencia a los precios.
Precio Natural y de Mercado
A partir de esta instancia, Smith comienza a desarrollar su teoría del valor, basada en los
costos de producción, agregando a su vez un desdoblamiento de los precios, en el que
plantea la existencia de un precio natural, en el que el precio es igual a los costos de
producción y de un precio de mercado, en el cual se ponen en juego las lógicas del
mercado, donde la disponibilidad de bienes formaría parte de la oferta, mientras que las
preferencias y necesidades de la población conformarían la demanda. De esta manera, si por
ejemplo, muchas personas desean un determinado bien y la producción del mismo no alcanza
para satisfacer las necesidades de todas esas personas, entonces los precios se
incrementarán, separándose positivamente de su precio natural y generando entonces, un
incremento de la ganancia; si por el contrario, la producción de bienes es superior a las
personas que lo desean, su precio de mercado tenderá a disminuir por debajo de su precio
natural y como consecuencia, disminuirá la ganancia. Smith señala que este precio de
mercado no representa a la gran magnitud de la economía y que a su vez su existencia es
momentánea, ya que permanentemente existirá una tendencia hacia el precio natural.
Salario y Ganancia
Smith propone que al ser el salario el precio del trabajo, en él también existe un “precio
natural” y un “precio de mercado”, pero no profundiza en cuestionarse el rol social y
económico que tiene el salario.
Su “precio natural”, se encuentra determinado por el “costo de producción del trabajo”,
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que es lo que se denomina como “salario de subsistencia”, el salario básico que el obrero
necesita para poder reproducir su existencia y la de su familia y no morir de hambre. Esto es
considerado como “la ley de hierro de los salarios”.
Por su parte, el “precio de mercado” plantea que las personas dispuestas a trabajar
comprenderían la oferta de trabajo, mientras que las personas que se requieren para llevar a
cabo la producción comprenderían la demanda.
Smith plantea que si existen más puestos de trabajo, que personas dispuestas a trabajar en
ellos, los salarios superaran al salario de subsistencia, pero sin embargo, éste siempre
tenderá a su precio natural, ya que al tener los trabajadores mejores salarios, accederán de
acuerdo a Smith, a una mejor calidad de vida que les incrementará su expectativa de vida y
también la de sus hijos, generando esto último una mayor cantidad de trabajadores a futuro,
que cubrirán los puestos de trabajo sobrantes, haciendo disminuir entonces el salario, hasta el
punto de la subsistencia.
Con respecto a la ganancia, Smith plantea que ésta no se encuentra relacionada con las
acciones de inspección y control que realizan los capitalistas, ya que esto puede considerarse
como un trabajo, sino que aparece de una manera confusa, al plantearse que ésta es la
retribución que se recibe por el capital aportado en la producción, pero en contradicción a
este planteo, Smith plantea que el capital no tiene la capacidad de crear valor, sino que
solamente se encarga de transmitir su valor contenido.
2.2 David Ricardo
A diferencia de Smith, David Ricardo comienza su análisis desde una perspectiva histórica en
la que el capitalismo ya había comenzado a sentar sus bases, con una revolución industrial
más desarrollada, que se podía visualizar claramente en los avances del momento, como
fueron la máquina de hilar automática, la fusión del hierro utilizando al carbón como
combustible y la aplicación generalizada de la máquina de vapor. Estos, favorecieron en el
incremento considerable de la productividad, generando una nueva relación entre los hombres
y a su vez entre el hombre y la naturaleza, en donde comienzan a sustituirse las pequeñas
manufacturas, por fábricas en las que las herramientas manuales son suplantadas por estas
nuevas maquinarias y en la que se establece nuevas formas de organización social basadas en
un esquema urbano que hace desaparecer paulatinamente a las pequeñas poblaciones
rurales.
2.2.1 Reinterpretación de la teoría del valor de Smith
Tal como lo hizo Smith, David Ricardo propone un análisis basado en el doble aspecto del
valor, es decir, el valor de uso y el valor de cambio, sosteniendo también, que el valor de
cambio no utiliza al valor de uso para medir su valor, es decir que el valor por el que se
intercambian los objetos, no está determinado por la utilidad que éste tiene. Pero sin
embargo, Ricardo agrega una cuestión más a su teoría del valor de Smith y es que, para que
un objeto tenga valor de cambio, éste debe contener, necesariamente, un valor de uso, es
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decir, debe servir para algo, ya que sino no lo voy a poder intercambiar.
A lo largo de su obra, Ricardo se esmera en destacar que el trabajo es la única y exclusiva
fuente creadora de valor, tal como lo hace Smith en la primera parte de su obra, pero sin
embargo agrega que existe una clase especial de mercancías, que si bien originariamente
fueron producidas por el trabajo, su valor no puede ser analizado desde la teoría del valor-
trabajo, ya que éste es, mucho más alto que el de su trabajo contenido.
Este es el caso de las obras de arte reconocidas, en donde no es que una
hora de trabajo de por ejemplo, Leonardo Da Vinci, tenga un valor mayor a
una hora de trabajo de un panadero, sino que la particularidad que tendría
esta obra de Da Vinci, es la imposibilidad de multiplicarse, no existen varios
ejemplares originales de la Mona Lisa, sino que existe uno solo, de manera
que además del trabajo contenido, el valor de este tipo de objetos se
encuentra determinado por su escasez.
Ricardo sostiene que este tipo de mercancías no abarcan el grueso de la economía, por lo que
el estudio de la teoría del valor se centrará en analizar el caso de las mercancías que
contengan valor en función de su trabajo contenido y no en función de su escasez 10.
Salario y Ganancia
Para Ricardo, el trabajo va a ser el único elemento creador de valor, por lo cual va a
dedicarse a resolver el interrogante de Smith, que intenta descubrir de dónde surge la
ganancia, si es que el valor se encuentra determinado por el trabajo. Para ello, comienza
planteando que el salario, es simplemente el valor del trabajo, pero si bien el trabajo es el
que determina el valor, el salario no tiene la capacidad de determinar ni de medir el valor
final de un producto.
Esto se explica de la siguiente manera, Ricardo, descubre que ante las variaciones de los
salarios 11, no varía el valor final de los productos, en el caso de que por ejemplo, aumenten
los salarios, el valor final de un bien, no sufre variación alguna y lo que sucede es que
disminuye la ganancia. De esta manera, Ricardo demuestra que el valor de un determinado
objeto se encuentra determinado por su trabajo contenido, ahora bien, tanto el salario, como
la ganancia surgen de la distribución de ese valor.
Es importante, tener en cuenta que para Ricardo, el salario se basa principalmente en el
salario de subsistencia.
A continuación, pasaremos a explicar la teoría de la distribución planteada por Ricardo,
mediante el siguiente ejemplo: Si para producir una camisa necesitamos de 8 horas de
trabajo, el valor de esta camisa no sería otro más que el de las 8 horas. Sin embargo, estas 8
horas que vale la camisa, no serán asignadas en su totalidad al trabajador, sino que serán
distribuidas al trabajador en concepto de salario, supongamos 4 horas, y al capitalista en
concepto de ganancia, las 4 horas restantes. Es decir que ambos podrán comprar bienes
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equivalentes a 4 horas de trabajo, si el trabajador desea comprarse la camisa que el mismo
realizó, deberá trabajar entonces unas 16 horas, ya que de esta manera recibirá un salario
equivalente a 8 horas, que le permitirá comprar una camisa.
Ahora bien, Ricardo plantea que una variación del salario, no haría variar el valor final de un
producto. Supongamos entonces, que en este caso, el salario pasa a ser de 5 horas de
trabajo, de manera que la persona que elabora la camisa sigue destinando 8 horas de trabajo
en producirla, por lo que entonces la distribución se realizará en magnitudes diferentes, se
designarán 5 horas en concepto de salario y 3 horas en concepto de ganancia.
Podemos ver entonces, que en la teoría de Ricardo se plantea el conflicto de dos clases
sociales, los trabajadores que reciben salarios y los capitalistas que reciben la ganancia, ya
que un aumento de los salarios provoca una caída de la ganancia y viceversa. Cabe destacar,
que no fue la intención de Ricardo la de manifestar este conflicto de clases, sino que surge de
forma “casual” en su análisis. Más adelante veremos que esto le servirá a Marx para poder
desarrollar su teoría de la explotación.
Otro elemento importante que Ricardo incorpora en su estudio, es la intervención del
capital en cuanto a la composición del valor, en donde sostiene que los medios de producción
(maquinarias, edificios, herramientas, etc.) tienen un valor que se encuentra determinado por
la cantidad de trabajo incorporado en ellos, pero que éstos no tienen en sí mismos la
capacidad de crear valor, ya que durante el proceso productivo, el capital se encarga de
transferir su valor contenido en proporción de su desgaste.
Es decir que si por ejemplo tenemos un martillo cuyo valor es de 2000 horas, ya que esta es
la cantidad de horas de trabajo que requirió su elaboración y que a su vez la vida útil del
mismo es de 1000 martillazos, por cada martillazo que se realice, se incorporará en el
producto final, el valor de 2 horas.
3. Es importante señalar que Smith destinó más de 10 años en realizar la publicación de la Riqueza
de las Naciones, habiéndose recluido en su pueblo natal de Kirkcaldy (Escocia). Esto nos muestra,
que a lo largo de su obra, la redacción fue realizada minuciosamente y a su vez, las definiciones
utilizadas, fueron seleccionadas cuidadosamente.
4. Existen ciertas dudas en cuanto a los estudios históricos, de si realmente Smith haya conocido o
no esa fábrica de alfileres, pero sin embargo el ejemplo mencionado en su obra es de gran utilidad
para llevar a cabo la explicación de la división del trabajo.
5. Adam Smith, se encarga de agrupar a una serie de autores que escribieron entre los siglos XVI y
mediados del siglo XVIII, que aunque si bien poseían diferentes concepciones sobre la realidad, tenía
como denominador común, además de su contexto histórico, las teorías sobre la riqueza, el valor y el
intercambio.
6. Surge a mediados del siglo XVIII, como crítica a los pensadores mercantilistas. Sus teorías tienen
relevancia hasta el momento que el capitalismo adquiere su auge como sistema de producción
hegemónico.
7. Es importante remarcar que en el contexto histórico en el que Smith escribió su obra, las reservas
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de agua no se encontraban contaminadas, por lo que no existían mecanismos sofisticados de
potabilización que podían llegar a encarecer su valor.
8. “El trabajo, por consiguiente, es la medida real del valor de cambio de todas las clases de bienes”
(Smith 1776. Pág. 31).
9. Smith plantea la distribución entre salario, ganancia y renta. Pero no abordaremos en la clase, la
concepción de la renta.
10. Hemos visto al comienzo de la clase, que la definición hegemónica de la economía, plantea que
esta se encarga de estudiar la ”asignación de recursos escasos para necesidades múltiples”, pero sin
embargo Ricardo en su obra plantea, que estos bienes escasos, sólo componen una parte muy
pequeña de las mercancías, no teniendo importancia su estudio.
11. En términos reales. Sería el poder adquisitivo de los salarios.
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Interpretaciones de la escuela clásica
A mediados del siglo XIX, el avance del capitalismo agranda el conflicto existente entre las clases
sociales opuestas, la burguesía industrial por un lado y la clase trabajadora por el otro. El naciente
movimiento obrero, que paulatinamente iba incrementando su grado de organización, genera un rol
más activo y protagónico en las decisiones políticas y económicas que benefician a los trabajadores.
Sin embargo, a pesar de estos conflictos de clase, es importante señalar que el crecimiento de la
segunda mitad del siglo XIX, fue de carácter exponencial, alcanzando una de las tasas más elevadas en
la historia del capitalismo.
El mainstream económico de esos años, se encontraba representado por John Stuart Mill, quien se
propuso en su obra cerrar los debates que estaban surgiendo entre los ricardianos y los anti
ricardianos, formulando para ello una reinterpretación de la teoría ricardiana, que permita alcanzar un
consenso en el pensamiento económico. A partir de allí, muchas de las críticas que se le realizaban a
Ricardo, se basaban en la interpretación que John Stuart Mill hizo de su obra, en donde su principal
crítica la realiza la escuela de pensamiento denominada como neoclásica que se desarrolla en dos
momentos históricos, el primer momento acompañado por la primera “revolución” marginalista, que es
llevada a cabo por Jevons, Walras y Menger y el segundo momento, que se conoce como la segunda
“revolución” marginalista, en la que Alfred Marshall se encarga de llevar esta escuela de pensamiento a
la gloria.
Por otra parte, la primera postura contra hegemónica relevante que se realizó, vino de la mano de
Carlos Marx, quien representó en sus obras, los intereses de los dominados, abarcando en ellas las
luchas y conflictos obreros y proponiendo un desdoblamiento en el estudio del pensamiento económico,
al proponer que existen teorías económicas que defienden los intereses de los dominantes
(hegemónicas) y teorías que defienden los intereses de los dominados (contra hegemónicas).
3.1 Visión Hegemónica: Escuela Neoclásica
Esta escuela, que comprende en verdad a las escuelas llamadas marginalistas o utilitaristas, podría
dividirse en dos momentos históricos, la primera y la segunda “revolución marginalista”.
La primera, ocurre en los comienzos de la década de 1870 y tiene como protagonistas a
tres autores: Carl Menger, Willian Jevons y León Walrás. Sus publicaciones se basaron en
criticar duramente a la escuela ricardiana o en verdad a la interpretación que John Stuart
Mill hace de la obra de Ricardo, esto llevó a que fueran denostadas, en un principio, por el
mainstream económico.
La segunda revolución marginalista, que surge de la mano de Alfred Marshall, logra llevar a
la gloria a esta escuela de pensamiento, pudiéndola considerar como un pilar y un sustento
del pensamiento económico hegemónico que se desarrollará a lo largo del siglo XX, como
fueron las escuelas monetaristas y neoliberales.
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3.1.1 Teoría del valor de los Primeros Marginalistas (Walrass, Menger y Jevons)
Los primeros marginalistas, se encargan en sus obras de destrozar la teoría del valor – trabajo
propuesta por los autores clásicos, como así también dejan de lado, la teoría de los costos de
producción propuesta en la última parte de la obra de Smith. De hecho, estos autores, dejarán de
distinguir, tal como lo hacían los clásicos, el valor de uso del valor de cambio, como así también el
precio natural, del precio de mercado, agrupando estos conceptos uno único: el ·”precio”. Este precio
está determinado principalmente por su utilidad12, es decir por la satisfacción que éste genera y por
su escasez, es decir por las cantidades disponibles.
En función de esta afirmación, se pasa a contradecir lo propuesto por la teoría clásica, ya que ésta
sostenía que el valor de uso de una mercancía, jamás determinaba su valor de cambio, sino que éste
era determinado únicamente por el trabajo. A su vez, la escasez era un determinante del valor, de
acuerdo a la teoría de Ricardo, en casos aislados de la economía que no representaban a la gran masa
de operaciones, por lo cual no era relevante estudiarlo, sin embargo, estos autores lo consideran como
un determinante del valor en todas las mercancías. Pasaremos a explicar a continuación, cómo es que
para estos pensadores, la utilidad y la escasez determinan los precios.
Cabe aclarar nuevamente, que cuando los marginalistas se refieren al concepto de
utilidad, están hablando de la satisfacción, de la felicidad que genera un determinado
objeto y a esa “felicidad” se le asigna una escala de valores, que por ejemplo puede
ir del 1 al 10. De esta manera, si yo me encontrase sediento en el desierto, la
felicidad que me otorgaría un vaso de agua sería de 10 puntos, mientras que si ese
mismo vaso de agua lo bebo estando en una ciudad, la felicidad sería de 4 puntos. A
su vez, si estoy en el desierto y tomo ese primer vaso de agua, como habíamos
dicho, la felicidad que me generaría sería de 10 puntos, pero al tomar un segundo
vaso, si bien me va a generar satisfacción, su índice de felicidad probablemente sea
menor, quizás sea de 9 y así sucederá posteriormente, a medida que vaya tomando
más vasos de agua, es decir un tercer vaso me generaría una felicidad de 8 puntos,
un tercer vaso de 7, etc.
A este concepto, los autores marginalistas lo denominan como la utilidad marginal, es decir, la
satisfacción, la felicidad que me genera consumir una unidad más de un determinado bien, ya que a
medida que consumo una unidad más de algo, si bien me seguirá haciendo feliz, ese grado de felicidad
irá disminuyendo, tal como podemos observar en el siguiente gráfico:
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Ahora bien, una persona podría tomar vasos de agua hasta el punto en el que tomar un vaso más,
deje de generarle felicidad, pero sin embargo, existe una restricción que impide que en la mayoría de
los casos, se alcance este punto y esta restricción es la disponibilidad de los bienes, ya que para estos
autores todos los bienes son escasos, surgiendo de esta manera la definición de que la economía se
encarga de estudiar la asignación eficiente de los recursos escasos.
Por su parte, las personas adquieren bienes a través de intercambio, es decir, que tienen a su
disposición un conjunto de bienes que aparecen en sus manos como “maná del cielo”13 y que tienen
un precio que se transforma en dinero al ser llevados al mercado.
Las personas están dispuestas a pagar por un bien de acuerdo a la felicidad que éste le genera, es
decir que se pagaría mucha cantidad de dinero por ese primer vaso de agua en el desierto, mientras
que se pagaría muy poco por el décimo vaso, ya que la felicidad que genera es menor y a medida que
se van incrementando la cantidad de vasos, la cantidad de dinero que las personas están dispuestas a
pagar es cada vez más baja.
Mediante esta lógica, es que surge la curva de demanda, la cual tiene una pendiente decreciente, ya
que a medida que tengo más cantidad de bienes, estoy dispuesto a pagar una menor cantidad de
dinero, por cada uno de ellos, porque a medida que incremento la cantidad de bienes, estos me
generarán un grado de felicidad menor. Tomando el criterio mencionado en el ejemplo utilizado, si por
ejemplo yo estoy dispuesto a pagar un peso por cada nivel de felicidad, en el caso de que yo tuviese
disponible 3 vasos, el precio del mismo sería de 8 pesos, mientras que si tuviese 7 vasos sería de 4,5 y
así sucesivamente.
Podemos concluir entonces, diciendo que la medición de los precios se realiza mediante el cálculo de
la utilidad marginal que genera la última unidad disponible del bien en cuestión.
3.1.2 Segundos Marginalistas: Marshall
Marshall publica su obra Principios de Economía en el año 1890, la cual consagra y termina de
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sintetizar el pensamiento marginalista, haciendo una síntesis entre las obras de Walrass, Menger y
Jevons y el pensamiento clásico, concluyendo en lo que se denominará como escuela neoclásica.
Analizaremos entonces la teoría de los precios según Marshall, como exposición de su teoría del valor y
así también sus teorías sobre la determinación del salario y la ganancia.
3.1.2.1 Teoría de los precios
Marshall, plantea que los precios, no pueden estar determinados únicamente por la utilidad marginal,
tal como afirmaban los primeros marginalistas y vuelve a considerar entonces, la teoría de los costos
de producción, incorporándola como un factor importante en la determinación de los precios.
Es importante señalar que la utilidad marginal representa a la demanda, mientras que los costos de
producción representan a la oferta. En función de ello, Marshall afirma que así como no podemos saber
cuál de las dos caras de una tijera son las que cortan un trozo de papel, tampoco podemos saber a
ciencia cierta si es la oferta o la demanda la que determinan el precio de un bien, pero sin embargo, el
autor se inclina a sostener que la oferta tienen mayor injerencia que la demanda en esta
determinación.
En definitiva, para Marshall, todos los precios surgen de un punto de equilibrio en el cual la demanda
(utilidad marginal) es igual a la oferta (costos de producción). Pasaremos entonces, a analizar
cómo se componen las curvas de oferta y de demanda, para entender finalmente, como ese alcanza
ese equilibrio.
Curva de Demanda
Como hemos visto al estudiar a los primeros marginalistas, la curva de la demanda está
compuesta por la utilidad marginal, es decir por la cantidad de dinero que una persona
estaría dispuesta a pagar, para obtener un determinado bien. Recordemos que esta curva
tiene una pendiente negativa, es decir, que a medida que los precios disminuyen, estaría
dispuesto a consumir más cantidad de bienes.
Curva de Oferta
Esta curva está compuesta por los costos de producción, es decir por los salarios y por la
ganancia. La curva de oferta será creciente, ya que Marshall supone que los costos de
producción serán crecientes a escala, es decir que a medida que yo produzco más
unidades de un determinado bien, este tenderá a ser más caro por cada unidad.
Para entender mejor el supuesto de los costos crecientes a escala propuesto por Marshall, podemos
tomar como ejemplo la fabricación de camisas, para lo cual se precisa de insumos (hilos, electricidad,
etc), capital (máquinas de coser, edificios, otras herramientas, etc) y de trabajo, para facilitar el
entendimiento del caso, vamos a desconsiderar a los insumos y tomar únicamente al capital y al
trabajo. Es así, que si ponemos a trabajar a una persona e instalamos una máquina de coser,
producirían diez camisas en una hora, pero ahora bien, si queremos producir más de diez camisas por
hora, tenemos que incrementar el trabajo y el capital, incorporando a un nuevo trabajador y una nueva
máquina de coser. Ante esta situación la producción puede desarrollarse con los siguientes
rendimientos ante un incremento de la escala:
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Constantes: El adicionar un trabajador y una máquina más hace que se produzcan veinte
camisas, por lo que la productividad de la máquina y el trabajador sería la misma (diez
camisas por trabajador).
Crecientes: El adicionar un trabajador y una máquina más, hace que se produzcan más
de veinte camisas (por ejemplo unas veintidós camisas), por lo que la productividad de la
máquina y el trabajador sería mayor (once camisas por cada trabajador).
Decrecientes: El adicionar un trabajador y una máquina más, hace que se produzcan
menos de veinte camisas (por ejemplo unas dieciocho camisas) por lo que la productividad
de la máquina y del trabajador sería menor (nueve camisas por trabajador).
Supongamos ahora que el costo de emplear al trabajador por hora es de $20, mientras que el costo
de la máquina por hora (incluida la ganancia) es de $30, entonces observando el siguiente cuadro,
podremos visualizar como se incrementa el costo unitario de cada prenda a medida que incremento la
producción en el caso de los rendimientos decrecientes a escala, ya que producir 18 remeras hará que
cada una de ellas cueste $5,55, mientras que si produzco 10, el precio unitario será de $ 5.
Caso Inicial (1 trabajador y 1 máquina)
Costo Total
(Costo del Trabajo + Costo del Capital)
Producción
Total
Costo Unitario
(Costo del Total / Producción
Total)
$ 50
Costo del Trabajo = $ 20 (1 trabajador x $20)
Costo del Capital = $ 30 (1 hora máquina x
$30)
10 unidades
$5
Costo Total = $ 50
Producción Total = 10 unidades
Rendimientos a Escala con 2 trabajadores y 2 máquinas
Rendimientos
Costo Total
(Costo del Trabajo + Costo del
Capital)
Producción
Total
Costo Unitario
(Costo del Total / Producción
Total)
Constantes
$ 100
Costo del Trabajo = $ 40
(2 trabajadores x $20)
Costo del Capital = $ 60
(2 máquinas x $30 la hora)
20
$5
Costo Total = $ 100
Producción Total = 20 unidades
Crecientes
22
$4,54
Costo Total = $ 100
Producción Total = 22 unidades
Decrecientes
18
$5,55
Costo Total = $ 100
Producción Total = 18 unidades
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Marshall, supone, que el incorporar un trabajador y/o una maquinaria más perjudica la productividad,
ya que entorpece e interrumpe durante los procesos productivos, por ejemplo, si un trabajador trabaja
solo, este puede alcanzar su máximo de productividad, sin embargo si se incorpora otra persona, esta
puede llegar a interrumpirlo, entorpecerlo, distraerlo, etc. Es así que el rendimiento de la producción al
incorporar una persona más, disminuye.
Es importante señalar, que la teoría de los rendimientos decrecientes a escala, se
contradice con las ventajas que plantea Smith, que posee la división del trabajo, ya que el
hecho de incorporar una persona más, permitirá que éstas se especialicen y que de esta
manera mejoren sus destrezas y habilidades, lo cual favorecerá positivamente en la
productividad.
Punto de Equilibrio
El punto de equilibrio será aquel en que el precio sea tal que las cantidades demandadas sean
iguales a las cantidades ofrecidas, es decir, que no existirá ni un exceso de oferta, ni un exceso de
demanda. Este precio de equilibrio será para Marshall, el precio en el que se venderá el bien.
Si utilizamos el ejemplo de los vasos de agua, podemos ver a través de la siguiente tabla, que a un
precio de $2, la sociedad estaría dispuesta a demandar 9 vasos, mientras que a ese mismo precio, sólo
se podría producir 1 solo, ya que el costo unitario de producir más vasos sería mayor. Es así, que
habría un excedente de la demanda de 8 vasos, ya que habría 9 personas que quieren un vaso de agua
a ese precio, pero solamente puede producirse 1 solo. Ahora bien, si subimos el precio a $3,
disminuiría la cantidad de vasos que demanda la sociedad, pasando a demandar 8 vasos, mientras que
a su vez, a ese precio, se pueden producir 2 vasos. Es así que ahora el excedente de demanda sería de
6 vasos. A medida que el precio se va a incrementando, la cantidad de vasos que se demanda va
disminuyendo a la vez que la cantidad de vasos ofertados va incrementándose hasta llegar en este
caso al precio de $10, en el que se demandarían 5 vasos y a la vez se producirían 5 vasos, llegando de
esta manera al punto de equilibrio.
Por otra parte, si el precio es excesivamente caro, por ejemplo de $34, nadie demandaría un vaso de
agua, pero a ese precio se pueden producir 10 vasos, por lo que el excedente de oferta sería de 10
vasos, a medida que el precio va disminuyendo, la cantidad de vasos demandados va incrementándose
mientras que la cantidad de vasos ofrecidos disminuye, alcanzando de esta manera el punto de
equilibrio.
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Precio Normal y Precio Natural
A diferencia de los primeros marginalistas, Marshall propone una distinción en los precios, separando
entre precio normal y el precio de mercado. Esta distinción de los precios se asemeja a la
propuesta por Smith, cuando plantea el concepto de precio natural y precio de mercado.
Precio Normal
Es el precio al que tienden todos los bienes, donde la curva de oferta es flexible, es decir que ante un
incremento de los precios, se produciría una mayor cantidad de bienes, mientras que ante una
disminución de los precios, la cantidad de bienes que se producirían sería menos.
Precio de Mercado
Este precio, aparece cuando no se puede incrementar ni disminuir la producción de bienes, es decir
cuando la curva de oferta se encuentra fija. Esto se puede ver por ejemplo en los estadios de fútbol, en
donde las capacidades disponibles son fijas, 50.000 asientos, si hay un evento deportivo de
importancia, en donde hay más de 50 mil personas que desean asistir, es imposible que se construyan
más tribunas, por lo que el precio al que se venderán las entradas, se separará de su precio normal y
se incrementará hasta el punto en donde se sacie a la demanda, esto se observa con los ejemplos de
las reventas de entrada. Por el contrario, si la demanda es inferior a las 50 mil personas, habrá muchos
asientos ociosos, por lo que su precio también se separará del precio normal, pero en este caso,
disminuyendo, para poder vender esas butacas.
3.1.2.2 Teoría del Salario y de la Ganancia
Para determinar los salarios y la ganancia, Marshall propone, al igual que con el resto de los bienes,
plantear un mercado de trabajo y un mercado de capitales, los cuales poseen curvas de oferta y
demanda, en donde su equilibrio determine el precio del trabajo (salario) y del capital (ganancia).
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Mercado de Trabajo y la determinación del Salario
Considerando al trabajo como un mercado, el salario representa su precio y los trabajadores sus
cantidades, de esta manera, tiene también una curva de oferta y otra de demanda.
La curva de oferta de trabajo representa la “insatisfacción” que, según Marshall, genera
trabajar y que es recompensada por la satisfacción del salario. De esta manera, ante un
mayor salario, habrá más personas dispuestas a trabajar, mientras que a un salario más
bajo, menos personas querrán hacerlo.
La curva de demanda de trabajo comprende a la productividad del trabajo, que de
acuerdo al supuesto de rendimientos decrecientes de Marshall, esta curva también va a
ser decreciente, de manera que el incorporar un nuevo trabajador a la producción, hará
que la productividad de cada uno de ellos sea menor y por lo tanto se contratará una
mayor cantidad de personal, siempre y cuando su salario sea menor.
De esta manera, podríamos decir que si por ejemplo por un salario de $2000 hay 30 personas
dispuestas a trabajar, pero que a su vez por ese salario, las empresas están dispuestas a contratar
solamente a 3 personas, habría 27 personas que no accederían a un puesto de trabajo. Es así que se
decide bajar ese salario, de manera que hayan menos personas dispuestas a trabajar por ese salario y
que a su vez las empresas estén dispuestas a contratar a más personas, supongamos que se baja a
$500, allí solo habría 5 personas que desean trabajar, mientras que las empresas estarían dispuestas a
contratar 18 personas por ese salario, por lo que habría 13 puestos de trabajo que no se llegarían a
cubrir. Por lo cual es necesario incrementar el salario, supongamos que a $1000 habría 10 personas
dispuestas a trabajar y a su vez las empresas decidirían contratar a 10 personas por ese salario,
entonces alcanzaríamos el punto de equilibrio.
Mercado de Capital y la determinación de la Ganancia
Este también se comporta guiándose por la curva de oferta y demanda, tal como el mercado de los
bienes y del trabajo, y en este caso el precio es lo que se conoce como tasa de interés, que comprende
a la ganancia de los capitalistas.
La curva de oferta, no es otra cosa más que la insatisfacción que les genera ahorrar
dinero a los capitalistas, ya que esto representa resignar consumo hoy, para consumirlo
mañana. Esta curva es creciente, ya que a medida que se incrementa la tasa de interés,
más cantidad de dinero voy a querer ahorrar, ya que mayor será la recompensa en el
futuro.
La curva de demanda, la comprende la productividad del capital, el cual, como en el caso
de la productividad del trabajo, es decreciente, por lo que utilizando poca maquinaria, la
productividad por cada una de ellas es muy alta y a medida que incorporo más máquinas
es decreciente. El punto de equilibrio, sería entonces, aquel en el que se cruzan las curvas
de ahorro de los capitalistas con la de la productividad de la maquinaria.
3.2. Visión Contra Hegemónica: Marx
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Así como Smith escribe su obra en los albores del capitalismo, en 1876, cuando Karl Marx escribe su
obra ”El Capital”, éste ya se encontraba instalado como el sistema económico dominante, a la vez que
mostraba los efectos devastadores en la sociedad.
Para Marx, existen en la sociedad dos clases antagónicas: burguesía (quien posee la propiedad de los
medios de producción) y el proletariado (quien no tiene más que su propia fuerza de trabajo). A
través de su obra, buscó explicar el funcionamiento del sistema capitalista a través del análisis de sus
fuerzas productivas. En este se desarrollarían las tensiones internas que culminarían, a través de la
lucha de clases, en la imposición de un sistema socialista, y para eso, busca explicar esta realidad ya
que la misma sólo puede comprenderse a través de la explicación de las condiciones materiales de la
época.
3.2.1 Análisis de la mercancía
Siendo que en las economías capitalistas la riqueza se presenta como un gran cúmulo de mercancías,
Marx parte de la mercancía para realizar su análisis. Siguiendo con las definiciones de los clásicos, toda
mercancía tiene un valor de uso intrínseco, determinado por sus características materiales, que viene a
satisfacer alguna necesidad.
En las sociedades capitalistas, este valor de uso es a la vez el soporte del valor de cambio. Este valor
de cambio que poseen, es el que equipara los distintos valores de uso de las diferentes mercancías
(mientras que el valor de uso hace que difieran entre sí). Este valor de cambio, ya no es algo
intrínseco, sino que surge de algo que todas tienen en común: ser producto del trabajo humano.
Pero no todos los trabajos son iguales, ya que el trabajo de un panadero no es lo mismo que el de un
zapatero: en base a esto, Marx distingue entre trabajo concreto y trabajo abstracto.
El trabajo concreto es lo que da el valor de uso a la mercancía (un par de zapatos sirve
para calzarse, un pan para alimentarse). ¿Pero qué le otorga el valor de cambio y de
dónde surge? Esa respuesta la encontramos en el trabajo abstracto.
El trabajo abstracto: es el mero desgaste de energía, más allá de la labor que se esté
desempeñando, o en palabras del autor “el gasto de energía y músculo”. Este trabajo
abstracto es el elemento aglutinador de todas las mercancías y lo que permite su
intercambio.
Pero no todo trabajo genera una mercancía: para que esto suceda, tienen que darse condiciones
históricas determinadas.
En el sistema capitalista, la producción ya no es de personas que producen lo que necesitan e intentan
conseguir el resto a través del intercambio. Ahora, la producción consiste en que cada persona
aisladamente produzca un tipo de producto, el cual intercambiará en el mercado por otros bienes, con
los cuales podrá satisfacer sus necesidades. La producción de mercancías es entonces la producción de
bienes con el único destino del intercambio en el mercado.
¿Cómo se equiparan los valores, si éstos dependen del trabajo y cada persona tiene
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capacidades diferentes? Aun tratándose de la producción de una misma mercancía, lo que
se considera es el tiempo de trabajo socialmente necesario dadas las capacidades
productivas de una época, lo que equivaldría a un promedio del trabajo empleado.
Por ejemplo, producir una silla usualmente requiere de 6 hs de producción, este es su tiempo de
trabajo socialmente necesario. Si un carpintero es muy habilidoso, y tarda solo 4 hs en hacerla, podrá
venderla a un valor de 6 hs, ganándose el productor un plus por estas 2 horas. Si por el contrario, le
demanda 8hs, la venderá de todas formas por un valor de 6, perdiendo 2 horas por su ineficiencia.
3.2.2 Dinero y medida de valor
Estas mercancías, producidas aisladamente, entran en contacto con otras: a partir de ahí, de su
comparación a través de aquello que tienen en común, es que se revela su valor. Dicho en otras
palabras, a través de la relación de cambio entre ellas, es que se cristaliza el valor; el valor de una
mercancía se manifiesta al entrar en contacto con los valores de otra.
Estas relaciones de valor se van desenvolviendo hasta llegar a la forma generalizada de valor: el
dinero, en la que establece una conexión directa entre la mercancía y el dinero. A través de los
diferentes valores, las mercancías van estableciendo un equivalente: un kilo de pan vale dos lapiceras,
un par de zapatos, etc. Todas las mercancías van expresando su valor en relación a otros, ya que,
como vimos, es en la confrontación con otras que se expresan sus valores. Todas las mercancías van
expresando su valor en una mercancía, que funciona como equivalente y representa la forma de valor:
esta mercancía es el dinero.
Hasta acá tenemos la mercancía, el trabajo y el dinero. Siendo que Marx busca desentrañar las razones
de la ganancia capitalista, luego de analizar la mercancía y el dinero, analiza el funcionamiento del
mercado.
3.2.3 Mercado, circuito de dinero, mercancía y ganancia
En el mercado, Marx observa cómo los capitalistas valorizan su capital por medio del intercambio con el
siguiente mecanismo
D – M – D´ (siendo D dinero inicial; M mercancía y D´ dinero final)
En otras palabras, llegan con una cantidad de dinero, por ejemplo $100, con el cual compran
mercancías que luego venden a $125. ¿De dónde surgen esos $25 adicionales que incrementan el
capital primitivo (con el que iniciaron sus operaciones)? Para explicar esto, debemos examinar el
concepto de la plusvalía.
Recordemos que las mercancías se intercambian por un valor que está determinado por la cantidad de
horas-trabajo volcadas en la producción de las mismas. Esta ganancia no puede surgir entonces de
intercambiarlas por un valor más alto al que le corresponde, ya que este fenómeno se da en el
mercado considerado en su totalidad, es decir, los que ahora son compradores son luego vendedores,
y por tanto, lo que ganan en un caso lo pierden en el otro. No puede brotar tampoco del hecho de que
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los vendedores coloquen sus mercancías por más de lo que valen o de que los compradores las
obtengan por debajo de su valor, ya que esto no crea valor nuevo, sino que sólo cambia su posesión
entre los capitalistas. Al concluir que esta ganancia no puede estar engendrada en el ámbito de la
circulación, debemos centrarnos en la esfera de la producción para entender el origen de la misma.
3.2.4 Fuerza de trabajo y plusvalía
Una de las mercancías que puede adquirir el capitalista en el mercado es la fuerza de trabajo: el
obrero, al haber sido despojado de los medios de producción, no tiene más que vender para su
reproducción su fuerza de trabajo. Esta mercancía tiene una particularidad: su valor de uso consiste en
generar más valor.
Esta mercancía tiene, al igual que todas las restantes, un valor de cambio: el tiempo socialmente
necesario para reproducirla. En el caso del obrero, esto significaría que su valor está dado por aquello
que necesita para seguir reproduciendo su fuerza de trabajo (de él y su familia). El capitalista paga al
obrero el valor de cambio de esta fuerza de trabajo, utilizando durante toda la jornada su valor de uso.
Hasta acá, no hay explicación para esos $25 adicionales del ejemplo.
Pagado al obrero su valor, su salario, éste se pone a trabajar para el capitalista,
quien obtiene un nuevo valor a partir de este trabajo. Poniéndolo en el ejemplo
anterior, el capitalista paga un salario de $100 por la mercancía trabajo, y obtiene en
cambio, una nueva mercancía por un valor de $125. Esa diferencia se explica
justamente en este valor de uso que tiene la fuerza de trabajo: generar un valor
mayor que el de su costo de reproducción (el salario). Aunque con cuatro jornadas de
trabajo ya genere el valor suficiente para reintegrar el valor de su fuerza de trabajo,
la misma ya fue vendida al capitalista, quien se quedará con el equivalente a ese día
de plustrabajo obrero. Esta parte no retribuida del trabajo es la fuente de la
plusvalía: el trabajo de un obrero tiene un valor ($100), pero el valor que el
capitalista saca de él es mucho mayor ($125).
De la sumatoria de todos estos trabajos no retribuidos se alimentan todas esas rentas que llama
ociosas (impuestos, estado, renta del suelo, etc.) y sobre eso descansa todo el orden social existente.
Si bien a lo largo de la historia estos órdenes han ido cambiando (esclavismo, feudalismo, capitalismo,
en palabras de Marx “una parte de la sociedad posee el monopolio de los medios de
producción, el obrero, sea libre o no libre, no tendrá más remedio que añadir al tiempo
durante el cual trabaja para su propio sustento un tiempo de trabajo adicional para producir
los medios de vida destinados a los poseedores de los instrumentos de producción” (Marx, El
Capital, tomo I).
¿Qué el salario sea “el costo de reproducción de la fuerza de trabajo significa que el mismo
es fijo? No. Este costo de reproducción está determinado por las condiciones históricas en
que se encuentre y por el nivel de organización que posean los trabajadores, según el cual
podrán acceder a mejores condiciones de vida. Lo que no va a cambiar nunca, es que su
valor, el costo de la fuerza de trabajo, será siempre menor a la cantidad de valor que sea
capaz de generar.
Universidad Nacional de Tres de Febrero UNTREF Virtual
3.2.5 Plusvalor absoluto y relativo y tasa de ganancia
Siguiendo con el ejemplo anterior, de los $125 contenidos en la mercancía producida por el trabajador,
$100 corresponden al trabajo necesario, y el restante, a la plusvalía. Para aumentar la ganancia, el
capitalista intentará obtener más plusvalor. Esto puede lograrse aumentando la jornada laboral.
Supongamos que la duplica, el capitalista seguirá pagando $100, peor obtendrá ahora $250 en la
jornada laboral. A este aumento se le llama aumento del plusvalor absoluto. Sin embargo, esto
encontrará resistencias, y tiene un límite, que son las horas que posee un día, más allá de las cuales
no podrá prolongar la jornada laboral. La otra alternativa que intentará es el aumento del plusvalor
relativo, que implica el acortamiento del tiempo de trabajo necesario: si antes, para reponer al
capitalista los $100 de su fuerza de trabajo le llevaba 4 días, si mediante un aumento de plusvalía
relativa pudiera hacerlo solo en dos, quedarían 3 días para la producción de plusvalor (que antes era
solo de uno). Si la jornada tiene un límite para aumentar, entonces la única forma de aumentar el
plusvalor es mediante un aumento de la productividad del trabajo que aumentará el plusvalor relativo,
y por ende, la ganancia capitalista.
En su afán por aumentar la plusvalía, los capitalistas realizarán innovaciones tecnológicas que les
permitan acrecentar sus ganancias, ya que estas mejoras permitirán una disminución del tiempo de
trabajo necesario, y por ende, un aumento de la plusvalía. Este gasto está incluido en lo que se llama
capital constante, en el que se contemplan los medios de producción, siendo el otro componente el
capital variable, que es el destinado a retribuir a la fuerza de trabajo.
Estas dos nociones se relacionan en la Composición orgánica del capital, COK= c/v, donde c es
capital constante y v capital variable.
El capital invertido (tanto el constante como el variable) se relacionan además a través de la tasa de
ganancia. La tasa de ganancia está explicada por la fórmula G´= p/C, siendo G´ tasa de ganancia, p
plusvalía y c capital, la cual es proporcional a la tasa de plusvalía p´=p/v (siendo p´ tasa de plusvalía,
p plusvalía y v capital variable).
De esta fórmula podemos observar que:
Cuanto mayor es la plusvalía, más alta será la tasa de ganancia
Cuanto mayor es el capital invertido, menor será la tasa de ganancia
A través de la conjunción de estos dos conceptos, Marx concluye que la búsqueda por un aumento
de la ganancia llevará a introducir innovaciones para aumentar la misma a través del
incremento de la plusvalía relativa, desplazando trabajo humano por maquinaria. Esto
implicará que la tasa de ganancia, al tener cada vez mayores composiciones de capital para extraer el
máximo posible de cada jornada laboral, llevando a la plusvalía relativa, no hará más que incrementar
su composición orgánica del capital, y por ende, disminuir la tasa de ganancia (ya que el capital es
cada vez mayor). Por esta razón, Marx afirma que existe una tendencia decreciente a la tasa de
ganancia, y que esta lógica del comportamiento capitalista es la que lleva a las recurrentes crisis del
sistema, que son producto de las contradicciones entre la producción y la acumulación capitalista.
Continuaremos con estos conceptos económicos centrales en la clase 3.
12. Es en función de este concepto que también se denomina a esta escuela de pensamiento como
“utilitarista”.
13. A pesar de lo irrisoria que resulta esta explicación, es la que utilizan muchos autores de esta escuela del | Economía Social, Popular y Solidaria y Cooperativismo
pensamiento y sus seguidores, para poder justificar la aparición de objetos en manos de personas, sin tener
que recurrir a explicar los procesos productivos. 24/24