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Introducción a la Biblia Primera Parte Iglesia Nacional Presbiteriana Berith Departamento de Educación Cristiana

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  • Introduccióna laBiblia

    Primera Parte

    Iglesia Nacional Presbiteriana Berith

    Departamento de Educación Cristiana

  • Este material es una compilación tomada de diferentes libros, artículos y otraspublicaciones, los cuales se indican en las notas de pie de página y en labibliografía. Ha sido realizado con el propósito de ser presentado en la clasede Escuela Dominical Berith llamada “Introducción a la Biblia”. En algunoscasos, se han añadido preguntas con el propósito de buscar la reflexión de losparticipantes en el estudio.

    Compilación realizada por Saulo Murguia.

    Las citas bíblicas corresponden a la Versión Reina-Valera 1960. En los casos enlos que se usa una versión diferente, se indica en forma explícita.

    Iglesia Nacional Presbiteriana Berith. 2019Prolongación Moctezuma 98,

    Col. Romero de Terrreros,Coyoacán, CDMX

  • ContenidoLección 1..................................................................................................................................................................1

    El estudio de la Biblia desde la perspectiva reformada....................................................................1

    Una teología basada sólo en la Palabra de Dios ...............................................................................1

    Lección 2..................................................................................................................................................................3

    La Inspiración de la Escritura .....................................................................................................................3

    La infalibilidad de la Escritura.....................................................................................................................4

    Lección 3..................................................................................................................................................................5

    La inerrancia de la Escritura ...................................................................................................................... 5

    Lección 4..................................................................................................................................................................7

    La Autoridad de la Biblia ............................................................................................................................7

    El rechazo de la autoridad......................................................................................................................... 7

    Argumentos para la autoridad de la Escritura..................................................................................... 7

    Lección 5..................................................................................................................................................................9

    El concepto de Cristo sobre el Antiguo Testamento ......................................................................... 9

    El respaldo de Cristo al Nuevo Testamento (parte 1).......................................................................10

    Lección 6................................................................................................................................................................11

    El respaldo de Cristo al Nuevo Testamento (parte 2).......................................................................11

    Lección 7................................................................................................................................................................14

    Confirmación de la autoridad de los apóstoles ............................................................................... 14

    La autoridad de Cristo............................................................................................................................... 15

    Lección 8................................................................................................................................................................16

    La perspicuidad de las Escrituras ...........................................................................................................16

    Entendiendo la perspicuidad de la Biblia............................................................................................16

    La perspicuidad y las interpretaciones de la Biblia...........................................................................16

    El evangelio es claro para todos nosotros........................................................................................... 17

    Lectura complementaria. La Declaración de Chicago sobre la inerrancia bíblica......................18

  • 1

    Lección 1

    El estudio de la Biblia desde laperspectiva reformada

    Teología es el estudio de Dios. Realmente todaslas personas tienen alguna teología, si algunosafirman ser ateos, “su teología” entonces es el“ateísmo”.

    Dios se ha dado a conocer por medio de lascosas creadas y esta es la razón de que loadmitamos o no todos tenemos nuestra teología.

    Romanos 1:18-20

    “Porque la ira de Dios se revela desde el cielocontra toda impiedad e injusticia de los hombresque detienen con injusticia la verdad; porque loque de Dios se conoce les es manifiesto, puesDios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles deél, su eterno poder y deidad, se hacenclaramente visibles desde la creación del mundo,siendo entendidas por medio de las cosashechas, de modo que no tienen excusa.”

    Teología es una palabra compuesta de raíceslatinas y griegas: Teo: Dios, Logos; Conocimiento.Podríamos definir la Teología como: “Elconocimiento o entendimiento que tengamosde Dios.”

    Los reformadores reconocieron que el estudio delconocimiento de Dios y su plan perfecto deberíaprovenir de la Sola Scriptura, es decir “la Escriturasolamente”. En contraste con la Iglesia CatólicoRomana, que afirmaba que el mismo nos eraimpartido por las Sagradas Escrituras y lasriquezas de la tradición. Los Reformadoresapreciaron muchas cosas de la tradición, pero ala vez afirmaron que la misma debía ser juzgadaa la luz de la Palabra de Dios, ya que la misma esla máxima autoridad en materia de fe yconducta.

    Uno de los aspectos importantes a considerar enel estudio de la Biblia desde la perspectivareformada es entender que la TeologíaReformada difiere de otros sistemas de doctrina.

    El punto principal de divergencia es que laTeología Reformada es un sistema de doctrinacentrado en Dios, no en el hombre, la salvacióno la iglesia.

    Varios sistemas de doctrina consideran que larestauración del valor de la humanidad caída, esla meta y propósito final del Plan de Dios. Desdela perspectiva reformada entendemos que larestauración del hombre es parte del mismo,pero no el todo. El fin es la gloria de Dios y portanto la restauración del hombre es una obraproducto del amor y misericordia de Diosrealizado en función de su honor y gloria.

    La Teología Reformada concuerda con otrossistemas teológicos tales como losdispensacionalistas, wesleyanos arminianos etc.,en reconocer aspectos tales como los atributosde Dios. Pero lo que hace a la teologíaReformada un sistema único, es que cada unade las doctrinas que estudia, está gobernadapor la Doctrina de Dios.

    La Teología Reformada aplica la doctrina deDios a todas las demás doctrinas, haciendo deella el factor de controlador principal en toda lateología.

    Cuando la doctrina Reformada considera ladoctrina del hombre, la considera a la luz de ladoctrina de Dios; así mismo la doctrina de laSalvación, de la Iglesia o la doctrina de la Biblia.

    Una teología basada sólo en laPalabra de Dios 1

    A menos que se me convenza por la SagradaEscritura o por alguna razón evidente, no meretractaré. Mi conciencia está cautiva a laPalabra de Dios, y actuar en contra de laconciencia es incorrecto y peligroso. Fue MartínLutero quien pronunció estas inmortales palabrasen la Dieta e Worms. Se encontraba bajo juicio,con riesgo de muerte, ante las autoridades de laiglesia y del Estado, acusado de graves herejías.

    1 ¿Que es la Teología Reformada? R.C. Sproul.(pp 43, 44, 45) .Poeima Publicaciones 2016

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    Al ser amenazado a retractarse de su doctrinade la justificación por la fe, insistió en que sudoctrina se basaba en la Biblia. En previosdebates con prominentes teólogos católicoromanos, Lutero había sido empujado a decirque consideraba posible que el Papa y losconcilios de la iglesia se podrían equivocar.

    A menudo, los historiadores han explicado laReforma protestante describiendo su causamaterial y su causa formal. La causa material fuela disputa acerca de la doctrina de lajustificación solo por fe (sola fide); la causaformal fue la disputa acerca de la autoridad dela Biblia (sola Scriptura). El principio de solaScriptura permanecía en segundo plano duranteel debate acerca de la justificación. CuandoLutero rehúsa retractarse en Worms, el tema dela autoridad bíblica salta a primer plano. Desdeese momento, sola Scriptura se transforma en ungrito de guerra para los protestantes.

    El término sola Scriptura declaraba la idea deque solamente la Biblia tiene autoridad para atarlas conciencias de los creyentes. Los protestantessí reconocían otras formas de autoridad, comolas autoridades de la iglesia, los magistradosciviles, los credos de la iglesia y las confesionesde fe. Pero todas estas autoridades eranconsideradas como subordinadas a la autoridadde Dios y derivadas de la misma. Ninguna deestas autoridades secundarias podía ser absoluta,pues todas son susceptibles de error. Unaautoridad falible no puede atar las concienciasde forma absoluta; ese derecho está reservadopara la Palabra de Dios solamente.

    Un malentendido frecuente es que losreformadores creían en la autoridad infalible dela Escritura mientras que la Iglesia CatólicaRomana creía solo en la autoridad infalibleiglesia y su tradición. Esto es una distorsión de lacontroversia. Durante el período de la Reforma,ambos lados reconocían la autoridad infalible dela Biblia. La pregunta era la siguiente: “¿Es laBiblia la única fuente de revelación especial?”.

    Los católicos romanos enseñaban que había dosfuentes infalibles de revelación especial: laEscritura y la tradición. Dado que le asignaban a

    la tradición ese nivel de autoridad, no permitíanque cualquier persona interpretara la Biblia deuna manara contraria a dicha tradición. Eso esprecisamente lo que hizo Lutero, lo que le valió laexcomunión y la condena de su doctrina.

    Los reformadores concordaban en que habíados tipos de revelación: general y especial. Larevelación general, a veces llamada revelaciónnatural, se refiere a lo que Dios revela de Símismo en la naturaleza. El apóstol Pablo declaraen Romanos: “Ciertamente, la ira de Dios vienerevelándose desde el cielo contra todaimpiedad e injusticia de los seres humanos, quecon su maldad obstruyen la verdad. Me explico:lo que se puede conocer acerca de Dios esevidente para ellos, pues él mismo se lo harevelado. Porque desde la creación del mundolas cualidades invisibles de Dios, es decir, sueterno poder y su naturaleza divina, se percibenclaramente a través de lo que él creó, de modoque nadie tiene excusa.” (Ro. 1:18-20)

    Como hemos visto, esta revelación se llama“general” tanto por su contenido como por susdestinatarios. Todas las personas reciben larevelación de Dios en la naturaleza; no todoshan leído la Escritura (la revelación especial) nihan oído su enseñanza. La revelación general norevela la historia de la redención o la persona yobra de Jesucristo; pero la revelación especial sílo hace.

    Aunque los reformadores distinguían entrerevelación general y especial, insistían en quehay sólo una fuente escrita de revelaciónespecial que es la Biblia. De ahí la sola de solaScriptura. La razón principal para colocar lapalabra sola es la convicción de que la Biblia fueinspirada por Dios mientras que los credos de laiglesia y sus declaraciones son obras humanas.Estas obras de segunda categoría pueden serprecisas y estar brillantemente desarrolladas,expresando los mejores pensamientos de loseruditos, pero no son la Palabra de Dios inspirada.

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    Lección 2

    La Inspiración de la Escritura 2

    Los reformadores tenían un alto concepto de lainspiración de la Biblia. La Biblia es la palabra deDios, el verbum Dei, o la voz de Dios, vox Dei. JuanCalvino escribe:

    Pues cuando se tiene como fuera deduda que lo que se propone es Palabrade Dios, no hay ninguno tan atrevido, a noser que sea del todo insensato y se hayaolvidado de toda humanidad, que seatreva a desecharla como cosa a la queno debe darse crédito alguno. Peropuesto que Dios no habla cada día desdeel cielo, y que no hay mas que las solasEscrituras en las que Él ha querido que suverdad fuese publicada y conocida hastael fin, ellas no pueden lograr enteracertidumbre entre los fieles por otro títuloque porque ellos tienen por cierto y seguroque han descendido del cielo, como sioyesen en ellas a Dios mismo hablar por Supropia boca.3

    "Como si" no quiere decir que Calvino creyeraque la Biblia cayó del cielo directamente o queDios mismo escribió las palabras directamente enlas páginas de la Escritura. Más bien"como si"hace referencia al peso de la autoridad divinaque hay en las Escrituras.

    Esta autoridad está basada y fundada en elhecho de que la Escritura fue entregada bajoinspiración divina. Esta afirmación concuerdacon lo que la Biblia misma dice acerca de laautoridad. Ver 2 Ti 3:16-17

    La declaración de Pablo acerca de lainspiración de la Escritura se refiere a su origen.Pablo usa la palabra griega theopneust, que

    2 ¿Que es la Teología Reformada? R.C. Sproul.(pp 45, 46, 47) .Poeima Publicaciones 2016

    3 Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, 2 Vols., SextaEdición (Barcelona: FELIRE, 2006) 1.7.1)

    quiere decir "exhalada por Dios". Aunque lapalabra normalmente se traduce comoinspirada (que quiere decir inhalada), es másexacto decir "exhalada". Pablo subraya el hechode que la Escritura fue exhalada por Dios. Esto noes simple sutileza del lenguaje. Es obvio que paraque haya inhalación (inspiración) debe haberexhalación. Exhalar debe preceder a inhalar(inspirar). El punto es que la obra de la inspiracióndivina se logra por la exhalación divina. Puestoque Pablo afirma que la Escritura es exhaladapor Dios, entonces el origen de la Escritura es Diosmismo.

    Cuando Calvino y otros hablan de la inspiraciónde la Escritura, se refieren a la manera en queDios capacitó a los autores humanos de la Bibliapara que escribieran cada palabra bajo lasuperintendencia divina. La doctrina de lainspiración declara que Dios capacitó a losescritores humanos de la Biblia para que fueranagentes de revelación divina, de modo que loque escribieran no fueran solo sus palabras sino,en un sentido superior, fueran la mismísimaPalabra de Dios. El origen del contenido de laEscritura finalmente es Dios mismo.

    Se ha debatido intensamente cuál fue el modo ométodo preciso de esta inspiración divina.Algunos han postulado una inspiraciónmecánica, es decir, dictada, lo que reduce a losautores humanos a máquinas robóticas otaquígrafos pasivos que se limitan a escribir loque Dios les dicte.

    Pero la Biblia no hace tal afirmación. No seespecifica el modo preciso o la manera en queocurrió esta inspiración. El punto central de loque la Biblia afirma respecto a su autoridad esque Dios es la fuente que exhala Su palabra.Queda en evidencia al estudiar la Biblia mismaque se preservaron los estilos individuales decada autor. La inspiración de la Biblia tiene quever con la superintendencia divina en la Escritura,evitando que se introduzca el factor de errorhumano. La inspiración significa que Diospreservó Su Palabra a través de las palabras deautores humanos.

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    La infalibilidad de la Escritura

    Dado que el origen de la Biblia es Dios y que Élmismo supervisó su formación por medio de lainspiración, los reformadores estabanconvencidos de que la Biblia es infalible. Lainfalibilidad de refiere a que es imposible quecontenga fallas o errores. Le atribuimos a Dios y asu obra el carácter de infalible dada Sunaturaleza y carácter. En cuanto a Su naturaleza,Dios es omnisciente. En cuanto a Su carácter,Dios es Santo y completamente recto.

    Teóricamente es posible concebir a un ser quesea recto pero limitado en su conocimiento. Talser podría cometer errores en lo que dijera, nopor ánimo de engañar o defraudar, sino debidoa su falta de conocimiento. Serían erroresaccidentales. A nivel humano aceptamos quesea posible que alguien diga algo que sea falsosin que esté mintiendo. La diferencia entre unamentira y un simple error radica en la intención.Por otro lado, es posible concebir a un ser quesea omnisciente, pero malvado. Dicho ser nopodría cometer errores por falta deconocimiento pero si podría mentir, lo queimplicaría una intención malévola. Dado queDios es tanto omnisciente como moralmenteperfecto es incapaz de mentir o cometer un error.

    Al decir que la Biblia es infalible en su origen,simplemente afirmamos que se origina en un Diosque es infalible. Eso no quiere decir que losescritores bíblicos eran intrínsecamente infalibles.Eran humanos que, como cualquier persona,eran la prueba del principio errare humanum est,"errar es humano". Precisamente porque los sereshumanos son dados al error es que sus autoreshumanos requerían ayuda en su tarea para quela Biblia fuera Palabra de Dios.

    Hoy en día se cuestiona la inspiración de laEscritura. En este tema, algunos teólogos hantratado de quedarse con el oro y el moro; esdecir, por un lado afirman que la Biblia esinspirada pero al mismo tiempo niegan suinfalibilidad. Plantean que la Biblia, a pesar de suinspiración divina, sí contiene error. La idea de unerror divinamente inspirado es difícil de concebir.

    Nos horroriza la idea de que Dios pueda inspirarun error. Decir que Dios inspira error implica queDios no es omnisciente o que es malvado.

    Quizás lo que se está plantando en esta nociónde error inspirado sea que tal inspiración, aunqueproceda de un Dios bueno y omnisciente,finalmente es inoperante. Es decir, no cumplecon su cometido. En este caso, estaríamosabandonando otro atributo de Dios, Suomnipotencia, pues estaríamos diciendo quefinalmente Dios es incapaz de dirigir el procesode la escritura de la Biblia con suficiente podercomo para superar la tendencia al error de losautores humanos.

    Me parece que tendría más sentido negar deplano la inspiración que tratar de hacerlaconvivir con el error. Clero está, muchos de losque cuestionan la infalibilidad de la Biblia atacancon sus hachas las raíces del árbol y niegancualquier inspiración. esto al menos parece unenfoque más honesto y lógico. Evita lairreverencia de negar los atributos funcionales deDios mismo.

    La Biblia afirma reiteradamente que la Escriturase origina en Dios. Un ejemplo es el que está enRom. 1:1. En la frase "el evangelio de Dios" lapalabra de es un genitivo que indica posesión.Pablo no está hablando solamente de unevangelio que es acerca de Dios, sino unevangelio que le pertenece a Dios. Es posesiónde Dios y viene de Él. Pablo está declarando queel evangelio que predica no proviene dehombres ni es invento humano; es revelaciónsobrenatural. La teología reformada cree sinvacilar que el cristianismo es na fe revelada, unafe que no descansa en percepciones humanassino en la información que Dios mismo nosentrega.

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    Lección 3

    La inerrancia de la Escritura 4

    Junto con afirmar la infalibilidad de la Biblia, lateología reformada describe a la Biblia diciendoque es inerrante. La infalibilidad significa que nopuede contener error mientras que la inerranciaafirma que no contiene error. La infalibilidadalude al potencial; describe algo que no puedeocurrir. La inerrancia describe el potencialrealizado, lo que es.

    Por ejemplo, yo podría obtener 100% en unexamen de ortografía. En esa limitadaexperiencia yo sería "inerrante". No cometíningún error en el examen. Eso no significa quese puede llegar a la conclusión de que, por lotanto, soy infalible. Los seres humanos,susceptibles a errar, no siempre yerran. Unapersona infalible nunca erraría porque dichainfalibilidad simplemente impide la solaposibilidad de error.

    En los últimos años algunos eruditos han escogidoafirmar que la Biblia es infalible pero no inerrante.Esto causa una confusión no menor. Comohemos visto, infalible es el más fuerte de los dostérminos.

    ¿Por qué entonces habrán preferido la palabrainfalible estos eruditos? La respuestaprobablemente se encuentra en el campo de lasemociones. El término inerrancia es mal visto enciertos círculos académicos. Está encargado denociones peyorativas. A menudo se asocia eltérmino con algunos tipos de fundamentalismocarentes de erudición Por otro lado el términoinfalibilidad tiene una historia de pedigríacadémico, especialmente entre eruditoscatólicos romanos. Algunos rechazan elconcepto católico romano de infalibilidad, perono se lo asocia con teología retrógrada. Losjesuítas, por ejemplo, no son víctimas de serconsiderados eruditos sin sofisticación. Para

    4 ¿Que es la Teología Reformada? R.C. Sproul.(pp 50-53) .PoeimaPublicaciones 2016

    evitar la culpa por asociación con círculos anti-intelectuales, algunos se han distanciado deltérmino inerrancia y se han refugiado en eltérmino infalibilidad. Si durante el proceso seredefine infalibilidad para que signifique algoinferior a inerrancia, entonces tal cambio es unaevasiva deshonesta.

    Si bien ambos términos, inerrancia e infalibilidad,han sido integrales en la teología reformadahistórica, la controversia moderna acerca de laconfiabilidad de la Biblia ha llevado a algunos aplantear que el concepto de inerrancia enrealidad no era algo que los maestros de laReforma plantearan. Más bien, dirán, se originóentre teólogos escolásticos o racionalistas delsiglo XVII. Aunque es correcto decir que eltérmino inerrancia entró en uso más tarde, enabsoluto es correcto afirmar que el conceptoestuviera ausente en las obras de losreformadores del siglo XVI. Debemos poneratención a algunas afirmaciones de Lutero:

    El Espíritu Santo mismo y Dios, el creador detodas las cosas, es el autor de este libro. LaEscritura, aunque escrita por hombres, noproviene de hombres sino de Dios. Aquel queno lea estos relatos en vano debe afirmar conseguridad que la Santa Escritura no essabiduría humana sino divina. La palabra deDios permanece pues no puede mentir; y elcielo y la tierra pasarán antes de que la másinsignificante letra o titulo de su palabra quedesin cumplir. No nos gloriaremos en nadaexcepto la Santa Escritura, y estamos segurosde que el Espíritu Santo no puede oponerse nicontradecirse a Sí mismo. San Agustín dice enla carta a San Jerónimo... "He aprendido quesólo debo considerar la Santa Escritura comoinerrante". En los libros de San Agustín unoencuentra muchos pasajes que son dichos porsangre y carne. En cuanto a mí mismo tambiéndebo confesar que cuando hablo aparte demi ministerio, en casa, sentado a la mesa, o encualquier otro lugar, digo muchas palabrasque no son la Palabra de Dios. Por eso es queSan Agustín, escribiendo a San Jerónimo, haestablecido un valioso principio, que solo lasanta Escritura debe considerarse inerrante.

  • 6

    Queda claro que el concepto de inerrancia noes una invención posterior. Está presente en alantigüedad a través de hombres como SanAgustín e Irineo. Lutero claramente aprueba laopinión de Agustín. Encontramos el mismo gradode aprobación en los escritos de Calvino.

    Claro está, la inerrancia y la infalibilidad no seaplican a las copias o traducciones de laEscritura. La teología reformada restringe lainerrancia a los manuscritos originales de la Bibliao autógrafos. Los autógrafos, es decir, lasprimeras obras de los escritores de la Biblia, noestán disponibles en le presente.

    Por esta razón, muchos se burlan de la doctrinade la inerrancia diciendo que es un puntoirrelevante ya que no se puede verificar suverdad o falsedad dado que no teneos accesoa los manuscritos originales. Tal críticamalentiende el punto completamente. Nodefendemos la inspiración de los copistas otraductores. La preocupación central de ladoctrina de la inerrancia es la revelación original.Aunque no poseemos los autógrafos como tal, sípodemos reconstruirlos con notable precisión. Laciencia de la crítica textual demuestra que lostextos existentes son notablemente puros yaltamente confiables.

    Imaginemos que la vara de medición estándarque está guardada en la Oficina Nacional deNormalización (National Bureau of Standards) seperdiera producto de un incendio. ¿Significaríaeso que ya no podríamos determinar el largo deun metro o un pie sin exactitud? Puesto que haymultitud de copias disponibles podrías construir lamedida original con perfecta precisión. Restringirla inerrancia a los documentos originalesequivale a poner atención a la fuente de larevelación bíblica, es decir, las personas quefueron inspiradas por Dios para recibir estarevelación y escribirla.

    La teología reformada no hace defensa de lainfalibilidad de las traducciones. Los que leemos,interpretamos o traducimos la Biblia somosfalibles. La Iglesia Católica Romana añade otroelemento de infalibilidad al aseverar que lainterpretación de la iglesia hace de la Escritura,

    especialmente cunado el Papa habla excathedra ("desde el sillón" de San Pedro) esinfalible. Aunque esto añade otra capa deinfalibilidad, a cada persona católica romanaaún le queda la tarea de interpretar lainterpretación infalible de la Biblia infalible, y eneso pueden ser falibles. Mientras que losprotestantes se enfrentan a la interpretaciónfalible de la interpretación falible que la iglesiahace de la Biblia infalible, los católicos asumenun doble nivel de infalibilidad.

    Si dos personas leen la misma porción de laEscritura y no están de acuerdo con susignificado. Uno o ambos está entendiendo malel texto.

    Si alguien está convencido de que el textooriginal es falible, entonces no sentirá ningunaobligación moral de obedecer.

    Para saber más: Lectura complementaria.La Declaración de Chicago sobre lainerrancia bíblica, página 18

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    Lección 4

    La Autoridad de la Biblia 5

    ¿Es el mensaje bíblico lo que pretende ser: unarevelación de Dios? ¿Podemos confiar en laBiblia?

    Esta es una cuestión crucial que no se puedeeludir. Están en juego asuntos de vitalimportancia. En primer lugar, la Biblia pretendeser (como hemos visto) un libro de salvación,‘para instruirnos para la salvación’. Por lo tanto,debemos saber si el camino de salvación quenos presenta es verdadero o falso. El destinoeterno de hombres y mujeres depende de ello.

    En segundo lugar, la iglesia de hoy estáconfundida. El mundo no cristiano contemplaconstantemente el espectáculo poco edificantede cristianos en discordia y desencuentro.

    ¿Por qué sucede esto? La principal causa deconfusión en la iglesia es la falta de unaautoridad aceptada. Por último, desde luego, laiglesia debiera someterse a la autoridad deCristo, su Señor. ¿Pero es posible que Cristoquiera gobernar y reformar a su iglesia mediantesu Palabra? ¿Puede ser que su exhortación, ‘Elque tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a lasiglesias’ (Apocalipsis 2:3), sea una invitación aescuchar a la Escritura por medio de la cual elEspíritu habla todavía a la iglesia?

    El rechazo de la autoridad

    Al menos por estas dos razones nuestrainvestigación sobre la autoridad de la Biblia esde gran importancia práctica.

    Sin embargo, se observan discrepancias en laactitud general contemporánea. Existen hoyfuertes corrientes antiautoritarias. Prevalece unarebeldía contra toda autoridad establecida,tanto de las instituciones como de las tradiciones.

    5 Como comprender la Biblia, John Stott. Ediciones Certeza Unida.(pp 165,166,171-173)

    Si podemos demostrar que la Biblia tieneautoridad, muchas personas, a causa de ello,estarán más dispuestas a rechazarla que aaceptarla. Además, hoy en día está de modamantener un tenue sincretismo religioso, es decir,negar que una determinada religión tenga algúnelemento exclusivo, afirmar que todas lasreligiones son relativamente verdaderas y tratarde combinarlas. Otras religiones tienen tambiénsus libros sagrados: ¿Qué hay de especial en lasEscrituras cristianas, la Biblia?

    Argumentos para la autoridad dela Escritura

    El primer punto que mencionaré es que lasiglesias cristianas históricas han sostenido ydefendido consecuentemente el origen divinode las Escrituras. Sólo en épocas relativamenterecientes algunas iglesias han cambiado sudoctrina oficial sobre esta cuestión. Siconsultamos los credos de las iglesias católico-romana, anglicana, presbiteriana, luterana uotras, el testimonio es prácticamente unánime.Ahora bien, este argumento no es concluyente ypuede ser que a algunos no los convenza enabsoluto. No obstante, no puede desecharse omenospreciarse con ligereza la tradición desiglos, además de que el consenso sobre estamateria es impresionante.

    En segundo lugar, pasemos de lo que las iglesiashistóricas han enseñado consecuentemente a loque los propios escritores bíblicos sostienen. Porejemplo, Moisés dice que recibió la ley de Dios.Los profetas introducen sus oráculos con fórmulascomo: ‘Así dice el Señor’ o ‘Vino a mí palabradel Señor, diciendo’. Y los apóstoles pudieronescribir declaraciones tales como esta de Pablo:

    “Cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteisde nosotros, la recibisteis no como palabra dehombres, sino según es en verdad, la palabra deDios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”

    1 Tesalonicenses 2:13

    Los autores bíblicos aseveran lo mismo unos deotros. Hallamos en la Escritura un complicado

  • 8

    patrón de autorizaciones mutuas. Por ejemplo,los profetas confirman la ley, y los salmistasexaltan su verdad, hermosura y dulzura (porejemplo, Salmos 19 y 119). Sobre todo, el NuevoTestamento confirma el Antiguo, y los autoresapostólicos toman de él una rica variedad decitas como garantía divina de lo que estabanescribiendo. Está incluso el famoso pasaje en queel apóstol Pedro se refiere a las cartas de‘nuestro amado hermano Pablo’, comentandola ‘sabiduría’ que le ha sido dada, y dondeequipara sus epístolas a ‘las otras Escrituras’ (2Pedro 3:15–16).

    La tercera línea de evidencia de la inspiración yautoridad de las Escrituras la proporcionan no losescritores, sino los lectores de las mismas. Porquela Biblia tiene ciertas características que nopueden menos que llamar la atención del lectorobservador. Se aprecia, por ejemplo, la notableunidad y coherencia del Libro, tema sobre elcual me he extendido en capítulos anteriores. Envista de la diversidad de autores humanos, lamejor explicación de esta unidad parece ser elhecho de la dirección de un único autor divinodetrás de los autores humanos. Como unaspecto de esta unidad general, se observatambién el notable fenómeno del cumplimientode la profecía. Luego, la nobleza y dignidad delos grandes temas de las Escrituras y laextraordinaria importancia de su mensaje milesde años después, de lo cual da testimonio sucontinuada popularidad.

    Además, cuenta el poder que ha tenido (o mejor,el poder de Dios manifestado a través de ella) enlas vidas humanas, perturbando a loscomplacientes y consolando a los afligidos,abatiendo a los soberbios, reformando a lospecadores, animando a los vacilantes, dandoesperanza a los agobiados y dirección a los quehabían perdido el camino. Sumado a esto sehalla lo que los reformadores llamaron ‘eltestimonio interior del Espíritu Santo’. Es laprofunda certidumbre de que la Escritura es laverdad de Dios, seguridad que surge no de laconfirmación externa tal como losdescubrimientos arqueológicos (por útiles quesean), sino interiormente, del Espíritu Santo mismo.

    Es la experiencia del ‘corazón ardiente’, recibidaprimero por los discípulos del camino a Emaús,pero concedida también a los discípuloscristianos del mundo moderno:

    ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientrasnos hablaba en el camino, y cuando nos abríalas Escrituras? Lucas 24:32

    Sin embargo, la razón primera y suprema por lacual los cristianos creen en la divina inspiración yla autoridad de la Escritura no es lo que lasiglesias enseñan, los escritores declaran o loslectores sienten, sino lo que Jesucristo mismo dice.Puesto que él apoyó la autoridad de lasEscrituras, nos vemos obligados a concluir que suautoridad y la de las Escrituras se sostienen ocaen juntas.

    ¿Pero cómo apoya Cristo las Escrituras? LasEscrituras consisten, desde luego, en dos mitadesseparadas, el Antiguo Testamento y el NuevoTestamento. Y la forma en que Jesucristo pone susello es diferente.

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    Lección 5

    El concepto de Cristo sobre elAntiguo Testamento 6

    Tomemos primero el Antiguo Testamento. Nocabe duda, como lo aceptará cualquier lectorcuidadoso de los Evangelios, de que Jesús dioreverente asentimiento a la autoridad de laEscritura del Antiguo Testamento, pues él mismose sometió a su autoridad. Daré tres ejemplospara demostrarlo.

    Primero, Jesús se sometió al Antiguo Testamentoen su conducta personal. Rechazó cada una delas tentaciones del diablo mediante una citabíblica adecuada. A veces se dice que le citólas Escrituras ‘al diablo’. Pero no es así. Sería másexacto decir que se citó las Escrituras a sí mismoen presencia del diablo. Porque cuando eldiablo le ofreció los reinos del mundo si leadoraba de rodillas, Jesús respondió:

    Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tuDios adorarás, y a él sólo servirás. Mateo 4:10

    Jesús no estaba aplicando este texto a Satanás,sino a sí mismo. Sabía por las Escrituras que habíaque adorar sólo a Dios. Por lo tanto él debíaobedecer. Como hombre, debía adorar a Dios,no a Satanás. La simple palabra gegraptai (‘estáescrito’) era suficiente para él. No habíanecesidad de discutir, argüir o negociar. Elasunto estaba resuelto por las Escrituras.

    Esta voluntaria sumisión del Hijo de Dios a laautoridad de la Palabra de Dios es sumamentereveladora.

    Segundo, Jesús se sometió al Antiguo Testamentoen el cumplimiento de su misión.

    Parece haber llegado a la comprensión de supapel mesiánico por medio del estudio de laEscritura del Antiguo Testamento. Se sabía a lavez el Siervo sufriente de Isaías y el Hijo del

    6 Cómo comprender la Biblia, John Stott. Ediciones Certeza Unida.(pp 173-176)

    hombre de Daniel. De modo que aceptó entraren su gloria sólo por el camino del sufrimiento y lamuerte. Esto explica el sentido de necesidad, decompulsión que lo dominaba.

    “Le era necesario al Hijo del Hombre padecermucho, y ser desechado … y ser muerto, yresucitar después de tres días.” Marcos 8:31

    ¿Por qué le era necesario? Porque así lo decíanlas Escrituras. Voluntaria y deliberadamente secolocaba bajo la autoridad de lo que estabaescrito, decidido a cumplirlo en su misión y en suconducta. Así, cuando Pedro trató de evitar suarresto en el Getsemaní, le dijo que envainara suespada. Él no necesitaba defensa humana. ¿Nopodía pedir a su Padre legiones de ángeles quelo defendieran? ¿Por qué, pues, no lo hizo? Estaes la razón que dio:

    ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras,de que es necesario que así se haga? Mateo26:54

    Tenía el mismo sentir luego de la resurrección, ylo confirmó a los dos discípulos de Emaús y algrupo mayor de seguidores:

    ¿No era necesario que el Cristo padeciera estascosas, y que entrara en su gloria? … Estas son laspalabras que os hablé, estando aún con vosotros:que era necesario que se cumpliese todo lo queestá escrito de mí en la ley de Moisés, en losprofetas y en los salmos. Lucas 24:26, 44

    En tercer lugar, en sus controversias Jesústambién se sometió al Antiguo Testamento.

    Continuamente se encontraba envuelto endebates con los dirigentes religiosos de su día, yen cuanto había una diferencia de opinión entreellos, apelaba a las Escrituras como únicotribunal. ‘¿Qué está escrito en la ley?’preguntaba. ‘¿Cómo lees?’ (Lucas 10:26) O bien:‘¿Ni aun esta escritura habéis leído…?’ (Marcos12:10) Una de sus principales críticas a suscontemporáneos tenía que ver con su falta derespeto a las Escrituras. Los fariseos le añadían ylos saduceos le quitaban. Así, pues, decía a losfariseos:

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    “Bien invalidáis el mandamiento de Dios paraguardar vuestra tradición … invalidando lapalabra de Dios con vuestra tradición que habéistransmitido.” Marcos 7:9, 13

    Y a los saduceos:

    “¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras,y el poder de Dios?” Marcos 12:24

    De modo que no es materia de discusión queJesucristo se sometía personalmente a lasEscrituras. En sus propias normas éticas, en elentendimiento de su misión, y en los debates conlos dirigentes judíos, lo que las Escrituras decíanera decisivo para él. ‘La Escritura no puede serquebrantada’, afirmaba (Juan 10:35). Y también:

    Porque de cierto os digo que hasta que pasen elcielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará dela ley, hasta que todo se haya cumplido.

    Mateo 5:18

    No tenemos pruebas de ningún momento enque Cristo contradijera el origen divino de lasEscrituras del Antiguo Testamento. Algunos hansupuesto que lo hizo al presentar las seis antítesisdel Sermón del Monte, cuando dijo: ‘Oísteis quefue dicho … mas yo os digo …’ Sin embargo, noes con Moisés la disidencia, sino con lasperversiones de la ley hechas por los escribas; noes con la Escritura (que es Palabra de Dios) sinocon la tradición (que es del hombre). Toda laevidencia disponible confirma que Jesús asintióen su mente y se sometió en su vida a laautoridad de las Escrituras del AntiguoTestamento. ¿Por qué sus seguidores habríamosde hacer menos que él?

    El respaldo de Cristo al NuevoTestamento (parte 1)

    Cristo respaldó el Nuevo Testamento, desdeluego, en forma diferente a como lo hizo con elAntiguo, porque ninguno de los libros del NuevoTestamento había sido escrito todavía.

    Si la redacción del Nuevo Testamento, pues,pertenecía enteramente al futuro, ¿cómo podíaél respaldarlo?

    La respuesta a esta pregunta se encuentra en sudesignación de los apóstoles. Jesús parecehaber previsto la necesidad de las Escrituras delNuevo Testamento correspondientes a lasEscrituras del Antiguo. En el Antiguo TestamentoDios estaba activo en la redención y el juicio deIsrael, y él mismo levantaba profetas que dieranun registro e interpretación fidedignos de lo queestaba haciendo. Ahora Dios estaba activo, pormedio de Cristo, para redimir y juzgar al mundo.¿Habrían de perder las generaciones futuras esarevelación suprema y final de Dios en Cristo? No,debía haber escribas e intérpretes autorizadostambién para esta revelación. De modo queJesús tomó recaudos para ello.

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    Lección 6

    El respaldo de Cristo al NuevoTestamento (parte 2)7

    Cuidadosamente (después de toda una nocheen oración) escogió y designó, y luego procedióa preparar y autorizar a los doce apóstoles paraque fueran sus testigos, tal como Dios habíaescogido a los profetas en los días del AntiguoTestamento:

    “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó lanoche orando a Dios. Y cuando era de día,llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos,a los cuales también llamó apóstoles.”

    Lucas 6:12–13

    Todos los seguidores de Jesús eran ‘discípulos’;sólo los Doce fueron llamados ‘apóstoles’. Unestudio del uso del título en el Nuevo Testamentomuestra que, aunque había ‘apóstoles de lasiglesias’ equivalentes en términos generales a losmodernos misioneros (por ejemplo, 2 Corintios8:23; Hechos 13:1–3; 14:14; Filipenses 2:25), los‘apóstoles de Cristo’ eran un pequeño círculorestringido consistente en los Doce, Matías (quereemplazó a Judas), Pablo, Santiago el hermanodel Señor, y tal vez uno o dos más.

    Aunque toda la iglesia es apostólica en elsentido de que Cristo la envía al mundo enmisión, y aunque todo cristiano debiera estarinvolucrado en esa misión, ‘apóstol’ no es untérmino aplicado en general a todos loscristianos en el Nuevo Testamento. Ni siquiera losleales y fieles colegas de Pablo, como Timoteo,eran apóstoles. Pablo traza deliberadamenteuna distinción entre él y ellos. Comienza, porejemplo, su Epístola a los Colosenses: ‘Pablo,apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y elhermano de Timoteo.’ Timoteo era un hermano.

    7 Cómo comprender la Biblia, John Stott. Ediciones Certeza Unida.

    (pp 176-179)

    En realidad, todos los cristianos son hermanos.Pero no era un apóstol de Cristo como Pablo.

    Las investigaciones modernas sugieren que lapalabra griega apostolos es el equivalente de laaramea shaliach, y que shaliach en el judaísmorabínico era una persona con un papelclaramente definido. Era un emisario del sanedrín,enviado a los judíos de la dispersión paraenseñar en nombre del concilio. De él se decía:‘El enviado de una persona es ella misma.’ Enotras palabras, era un plenipotenciario, quehablaba con la autoridad de la persona ocuerpo que lo había comisionado. Así Saulo deTarso fue a las sinagogas de Damasco armado‘con poderes y en comisión de los principalessacerdotes’ (Hechos 26:12; 9:1–2; 22:5).

    Es en este contexto que Jesús escogió a docehombres y deliberadamente les dio este título.Los apóstoles serían sus representantespersonales, dotados de su autoridad para hablaren su nombre. Cuando los envió les dijo:

    ‘El que a vosotros recibe, a mí me recibe’ (Mateo10:40; Juan 13:20).

    Los apóstoles de Jesús tuvieron una cuádruplecondición: primero, tenían un llamamiento yautorización personales de Cristo. Esto esevidente en el caso de los Doce, y Pabloreclama algo semejante. Alegaba y defendíavehementemente su autoridad apostólica,insistiendo en que había recibido su comisiónpara ser apóstol ‘no de hombre ni por hombre,sino por Jesucristo y por Dios el Padre’ (Gálatas1:1). Es revelador, además, que en uno de losrelatos de la conversión de Pablo que da Lucasen Hechos, se nos dan las palabras mismas queJesús empleó para comisionarlo, a saber, egoapostello se, ‘yo te envío’ o ‘te hago un apóstol’(Hechos 26:17; 22:21).

    Segundo, tenían una experiencia personal deCristo. Los Doce fueron nombrados, dice Marcos,‘para que estuviesen con él, y para enviarlos apredicar’ (Marcos 3:14). El verbo ‘enviarlos’ esotra vez apostellein, y su calificación esencialpara la obra del apostolado era estar ‘con él’.

  • 12

    De la misma manera, poco antes de su muerte,Jesús les dijo:

    “Y vosotros daréis testimonio también, porquehabéis estado conmigo desde el principio.”

    Juan 15:27

    De este modo les dio oportunidades inigualablespara escuchar sus palabras y ver sus obras, demodo que pudieran luego dar testimonio de loque habían visto y oído (1 Juan 1:1–3). Eraespecialmente importante para ellos que fuerantestigos de su resurrección. Por eso eligieron aMatías ‘para que tome la parte de este ministerioy apostolado, de que cayó Judas portransgresión’ (Hechos 1:25).

    Es cierto, desde luego, que Pablo no era uno delos Doce originales, que no había sido un testigopresencial de Cristo como ellos, y queprobablemente nunca vio a Jesús en la carne.Algunos han supuesto que los tres años que pasóen Arabia, durante los cuales dice que recibió suevangelio ‘por revelación de Jesucristo’ (Gálatas1:11–12, 17–18), estuvieron deliberadamentedestinados a compensarle los tres años delministerio público de Cristo que había perdido.Sea como fuere, él cumplió su segundacondición apostólica siendo testigo de laresurrección: ‘¿No soy apóstol?’, exclama. ‘¿Nohe visto a Jesús el Señor nuestro?’ (1 Corintios 9:1).Se refiere, desde luego, a su encuentro conCristo en el camino de Damasco. Aunque tuvolugar después de la Ascensión, él sostiene que setrata de una aparición real, objetiva, delResucitado, y agrega que fue la última. Al finalde su catálogo de las apariciones de laresurrección escribe:

    “Y al último de todos, como a un abortivo, meapareció a mí. Porque yo soy el más pequeño delos apóstoles.” 1 Corintios 15:8–9

    En tercer lugar, tenían una inspiraciónextraordinaria del Espíritu Santo. En el capítuloanterior vimos que la morada e iluminación delEspíritu Santo es privilegio de todos los hijos deDios. No es un privilegio que estuviera restringidoa los apóstoles. No obstante, el ministerio delEspíritu que Cristo les prometió era algo

    completamente único, como expresanclaramente estas palabras:

    “Os he dicho estas cosas estando con vosotros.Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien elPadre enviará en mi nombre, él os enseñarátodas las cosas, y os recordará todo lo que yo oshe dicho … Aún tengo muchas cosas quedeciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él osguiará a toda la verdad.” Juan 14:25–26; 16:12–13

    Estas maravillosas promesas han sido a vecesaplicadas a todos los cristianos.

    Indudablemente, en forma secundaria serefieren a todos nosotros. Sin embargo, surelación primaria es evidentemente a losapóstoles que estaban reunidos alrededor deCristo en el Aposento Alto, de quienes él podíadecir: ‘Os he dicho estas cosas estando convosotros’ y ‘aún tengo muchas cosas que deciros,pero ahora no las podéis sobrellevar’.

    Les prometía dos cosas. Primero: que el EspírituSanto les recordaría la enseñanza que él leshabía dado, y segundo: que la completaría,guiándolos a toda la verdad que por elmomento no podían sobrellevar. El mayorcumplimiento de estas promesas se dio en laescritura de los Evangelios y las epístolas delNuevo Testamento.

    En cuarto lugar, tenían poder para hacermilagros. El libro de Hechos es llamado con razón‘Hechos de los Apóstoles’ (ver Hechos 1:1–2; 2:43;5:12), y Pablo designa las ‘señales, prodigios ymilagros’ que había realizado como ‘las señalesde apóstol’ (2 Corintios 12:12). Además, elpropósito del poder milagroso dado a losapóstoles era acreditar su comisión y mensajeapostólicos:

    ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamosuna salvación tan grande? La cual, habiendosido anunciada primeramente por el Señor, nosfue confirmada por los que oyeron, testificandoDios juntamente con ellos, con señales yprodigios y diversos milagros y repartimientos delEspíritu Santo según su voluntad. Hebreos 2:3–4

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    Estas cuatro condiciones son las que dan a losapóstoles el carácter de únicos.

  • 14

    Lección 7

    Confirmación de la autoridad delos apóstoles 8

    Esta singularidad de los apóstoles se confirma dedos maneras. Primero, ellos mismos la conocían, yen consecuencia exhiben en el NuevoTestamento su autoridad apostólica consciente(como hemos visto). Esto se apreciasuperlativamente en Pablo y en Juan. Pablo nosólo defiende su autoridad como apóstol; larevalida. Escuchemos las instruccionesdogmáticas que da a la iglesia de Tesalónica:

    “Y tenemos confianza respecto a vosotros en elSeñor, en que hacéis y haréis lo que os hemosmandado … Pero os ordenamos, hermanos, enel nombre de nuestro Señor Jesucristo … Porquetambién cuando estábamos con vosotros, osordenábamos esto … A los tales mandamos yexhortamos por nuestro Señor Jesucristo … Sialguno no obedece a lo que decimos por mediode esta carta, a ese señaladlo …”

    2 Tesalonicenes 3:4, 6, 10, 12, 14

    ¿Qué significa este plural, nosotros? Es el pluralde autoridad apostólica. ¿Y quién es el quepresume emitir estos mandatos autoritarios yexigir obediencia? Es un apóstol de Cristo, quehabla en su nombre y que sostiene que Cristoestá hablando por su intermedio (2 Corintios 13:3).Como resultado, cuando Pablo visitó Galaciapor primera vez, aunque estaba desfigurado porla enfermedad, los gálatas no se burlaron de él nilo menospreciaron, sino que lo recibieron enrealidad ‘como a un ángel de Dios, como aCristo Jesús’ (Gálatas 4:14). Pablo no lesreprocha el haberle mostrado una exageradadeferencia. Por el contrario, tenían razón alrecibirlo de esa manera, porque era un apóstol,un embajador, un representante autorizado deJesucristo.

    8 Cómo comprender la Biblia, John Stott. Ediciones Certeza Unida.

    (pp 179-182)

    Juan también usaba el plural de autoridadapostólica (por ejemplo, 3 Juan 9) y recordabaconstantemente a sus lectores la enseñanzaoriginal que les había dado. En vista de lapreponderancia de falsos maestros llega aun aescribir:

    “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios,nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En estoconocemos el espíritu de verdad y el espíritu deerror.” 1 Juan 4:6

    En otras palabras, el coincidir con sus enseñanzasera una prueba segura por la cual los lectores deJuan podían discernir entre la verdad y el error.Los falsos maestros mostrarían su falsedad al noescuchar a Juan, mientras los verdaderoscristianos certificarían su condición de tales porsu sumisión a su autoridad apostólica.

    La segunda forma en que se prueba la autoridadúnica de los apóstoles es que la iglesia primitivala reconoció. Por ejemplo, en el períodoposapostólico, alrededor del año 110, apenasdespués de la muerte de Juan, el último de losapóstoles, el obispo Ignacio de Antioquía enviócartas a varias iglesias de Asia Menor y Europa. Alescribir a los romanos (capítulo 4 de su carta),dice:

    Yo no os doy mandamientos, como Pedro yPablo. Ellos eran apóstoles; yo soy sólo unhombre condenado.

    Él era obispo, pero reconocía que aun laautoridad de un obispo no era comparable a lade un apóstol.

    Cuando en el siglo IV la iglesia llegó finalmente adeterminar qué libros debían incluirse en elcanon del Nuevo Testamento y cuáles no, laprueba que se aplicó fue si un libro procedía delos apóstoles. ¿Había sido escrito por un apóstol?Si no, ¿emanaba del círculo de los apóstoles yllevaba el respaldo de su autoridad? Esimportante agregar esto, porque no todos loslibros del Nuevo Testamento fueron escritos porun apóstol. Pero al parecer se reconocía que siun documento no apostólico tenía una suerte de‘imprimatur’ apostólico, debía aceptarse comotal. Por ejemplo, Lucas era conocido como un

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    compañero fiel de Pablo, y los Padres de laiglesia primitiva Papías e Ireneo describieron aMarcos como ‘el intérprete de Pedro’ queregistró fielmente las memorias de este sobreCristo y la sustancia de su predicación. Así, pues,no es que la iglesia confiriese en modo algunoautoridad a los libros canónicos; simplementereconoció la autoridad que ya poseían.

    La autoridad de Cristo

    Es tiempo ahora de resumir el argumentodesarrollado. Cristo confirmó la autoridad delAntiguo Testamento. También proveyó laaparición del Nuevo Testamento autorizando alos apóstoles a enseñar en su nombre. Por lotanto, si acatamos la autoridad de Cristo,debemos acatar la de las Escrituras. Es porJesucristo que los cristianos aceptamos tanto elAntiguo como el Nuevo Testamento.

    ¿Cuáles son las alternativas de esta conclusión?Hay sólo dos.

    La primera es decir que Cristo estabaequivocado en su concepción de las Escrituras.En este caso la argumentación sería más omenos así: ‘La encarnación aprisionó a Jesús enla mentalidad limitada de un judío del siglo I.Naturalmente, aceptaba la autoridad de lasEscrituras porque eso es lo que creían los judíosde sus días. Pero no es esta la razón por la cualdebemos creer nosotros. Esos conceptos y los deJesús están perimidos. Esta es la llamada teoríade la kenosis derivada de la palabra griega quedeclara que él ‘se despojó a sí mismo’ (Filipenses2:7) al hacerse hombre. Y aunque como hombreparece haber ignorado ciertas cuestiones (dijoque no sabía el día de su retorno, Marcos 13:32),el hecho notable es que no desconocía suignorancia. Reconocía los límites de suconocimiento.

    Consecuentemente, nunca traspuso esos límitesen su instrucción. Por el contrario, insistió en queenseñaba solamente lo que el Padre le dabaque enseñara (por ejemplo, Juan 7:14–17; 12:49;17:8). Por lo tanto, sostenemos su infalibilidad, la

    veracidad de toda su enseñanza, inclusive surespaldo a la autoridad de la Escritura.

    La segunda alternativa propuesta puedeexpresarse de esta manera: ‘Jesús sabíaperfectamente que no toda la Escritura erapalabra de Dios y digna de confianza. Sinembargo, como todos sus contemporáneos locreían, él se acomodaba a ello. No es necesarioque nosotros hagamos lo mismo.’ Esta suposiciónes totalmente intolerable. Es ofensiva para Cristoe incompatible con su afirmación de ser laverdad y enseñar la verdad.

    Además, nunca vaciló en disentir con suscontemporáneos sobre otros asuntos: ¿Por qué,pues, no lo habría hecho en este? Por otra parte,esta conjetura atribuye a Jesús precisamente loque él más detestaba: la hipocresía o simulaciónreligiosa.

    Rechazamos, pues, tanto la teoría de la ‘kenosis’como la de la ‘acomodación’. En cambio,debemos insistir en que Jesús sabía de quéestaba hablando, y que debía decir lo quedecía. Enseñaba con sencillez, deliberadamentey con absoluta sinceridad. Declaraba el origendivino de toda Escritura por la sencilla razón deque así lo creía. Y lo que él creía y enseñaba escierto.

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    Lección 8

    La perspicuidad de las Escrituras 9

    Si tuviéramos la oportunidad de sacudir laPalabra y descubrir todo lo que tiene,encontraríamos una serie de tesoros invaluables.

    Podemos hablar de la ley, la gracia, las figuraspoéticas, y la historia de la cruz, todo contadoen diferentes idiomas, demostrando diversasformas de expresar la realidad de Dios. Es tantala riqueza de la Biblia que es importanteestablecer una serie de principios y reglas quenos ayuden a interpretarla correctamente.

    Entendiendo la perspicuidad de laBiblia

    Uno de los principios más importantes parainterpretar la Biblia es la perspicuidad de lasEscrituras. La palabra perspicuidad significa“claro, transparente, claramente expuesto, fácilde entender”. Aunque no es una palabra común(y no perdemos la ironía de que nos referimos ala claridad de la Biblia con una palabra inusual),usted pudiera utilizarla con una persona quehabla con claridad y decirle: “Qué perspicuoeres”. Claro, probablemente lo mirarán extraño.

    La perspicuidad de las Escrituras se refiere almensaje esencial de ella que ha sido expuestoclaramente y se evidencia a sí mismo con unalectura sencilla de la Palabra. Lo esencial delevangelio siempre está expuesto con claridadpara que pueda ser entendido por cualquierpersona que lea la Biblia.

    9 Este es un fragmento de la clase de Hermenéutica del InstitutoIntegridad y Sabiduría adaptado por JoséMendoza en 2017 paraCoalición por el Evangelio(https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/no-impongas-pensar-la-biblia/). Para conocer más, visita su página webhttps://integridadysabiduria.org/instituto/ .

    Quizá el pasaje más perspicuo de la Palabra esJuan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios almundo, que dio a Su Hijo unigénito, para quetodo aquél que cree en Él, no se pierda, sino quetenga vida eterna”. Alguien podrá estar deacuerdo o en desacuerdo con el texto, podrádecir que es verdad o mentira, pero jamás podránegar que es claro. Es cierto, al ahondar más ensu significado entramos en un océano deverdades espirituales, pero esto no quita elhecho de que el texto ya posee claridad.

    La perspicuidad y lasinterpretaciones de la Biblia

    Tal vez puedas decirme: “Entre tanta variedadde interpretaciones, además de una multitud dedenominaciones, ¿cómo se mantiene entoncesla perspicuidad de la Biblia?”.

    Ante esa interrogante podemos afirmar que ladificultad doctrinal de ciertos textos y susvariadas interpretaciones no niegan la veracidadde la perspicuidad. En otras palabras, el hechode que haya dificultad doctrinal en muchospasajes, y que haya una variedad deinterpretaciones para estos, no significa que elprincipio de perspicuidad se quebrante.

    La multiplicidad de interpretaciones y divisioneseclesiásticas suelen ser, en la mayoría de loscasos, producto de diferencias en asuntossecundarios al propósito central de las Escrituras.Por ejemplo, hay diversidad en la forma deadoración en la iglesia, o la forma de gobiernoen la iglesia. Pero hay una realidad imposible denegar; en la esencia del significado de lasalvación, una enorme mayoría de Iglesiasprotestantes se unen bajo esta misma verdad: laevidencia clarísima de que la salvación solo seobtiene en Cristo Jesús.

    No hay otro mediador entre Dios y los hombres,más que Jesucristo hombre. Jesucristo afirmó queÉl era el camino, la verdad, y la vida. Nadieviene al Padre sino por Él. Él es el cordero de Diosque quita el pecado del mundo. Estasafirmaciones en la Palabra de Dios son claras. Nohay forma de desarticular estas verdades

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    espirituales evidentes en las Escrituras. Por tanto,estamos llamados a afirmar esa claridadmeridiana que tiene la Palabra.

    Es cierto que el apóstol Pedro habló de ladificultad para entender algunas cosas en laBiblia. Él dijo lo siguiente respecto a los escritos dePablo: “Asimismo en todas sus cartas habla enellas de esto; en las cuales hay algunas cosasdifíciles de entender, que los ignorantes einestables tuercen, como también tuercen elresto de las Escrituras, para su propia perdición”(2 Pe. 3:16). Sin embargo, allí Pedro nos dice quesi bien algunos textos de la Biblia son difíciles, elerror es nuestro y no producto de esos textos.Más bien, el apóstol se refiere a la ignorancia einestabilidad del intérprete. Un intérprete que noha buscado conocer al Señor profundamente –un intérprete inestable en su búsqueda de Dios–torcerá las Escrituras. De nuevo, esto nocontradice el hecho de que la Biblia esperspicua en su mensaje central.

    El evangelio es claro para todosnosotros

    La perspicuidad de las Escrituras debe producirun esfuerzo creciente en nosotros por nodejarnos llevar por un falso academicismo quecomplica nuestro entendimiento escritural,volviéndolo elitista y meramente intelectual.

    Somos llamados a leer la Biblia con totalhumildad y temor ante Dios. Pero no debemostratar de elevarla a un nivel universitario dondesolamente algunos con una “inteligenciasuperior” puedan entenderla. El Señor ha dejadola Biblia para todos nosotros, desde el máshumilde hasta el más intelectual. Él ha dejado suPalabra para que nos acerquemos a ella encomunidad y podamos interpretarla juntos.

    Aunque hay otras afirmaciones que no son igualde sencillas que el evangelio, todas ellas debenquedar por debajo de la verdad central de laredención del hombre en Jesucristo. Toda laBiblia apunta a Jesucristo y a su salvación. Portanto, cualquier texto difícil debe estar bajo lasombra de la cruz y la redención que es en Cristo

    Jesús. El apóstol Pablo lo dice así en 1 Corintios2:1-5,

    “Por eso, cuando fui a ustedes, hermanos,proclamándoles el testimonio de Dios, no fuicon superioridad de palabra o de sabiduría.Porque nada me propuse saber entreustedes excepto a Jesucristo, y Estecrucificado. Estuve entre ustedes condebilidad y con temor y mucho temblor, y mimensaje y mi predicación no fueron conpalabras persuasivas de sabiduría, sino condemostración del Espíritu y de poder, paraque la fe de ustedes no descanse en lasabiduría de los hombres, sino en el poder deDios”.

    ¿En dónde radicaba el poder de Dios? ¿Dónderadicaba la sabiduría de Pablo? El apóstolreduce todo su conocimiento y dice: “Porquenada me propuse saber entre ustedes excepto aJesucristo, y Este crucificado” (1 Co. 2:2). Este esel mensaje central al cual nos acercamos,reconociendo que el Señor está de parte nuestra.¡Gloria a Dios por la perspicuidad de su Palabra!

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    Lectura complementaria. LaDeclaración de Chicago sobrela inerrancia bíblica10

    La autoridad de la Escritura es un asunto crucialpara la iglesia cristiana tanto en esta épocacomo en cualquier otra.

    Aquellos que profesan su fe en Jesucristo comoSeñor y Salvador están llamados a demostrar larealidad del discipulado obedeciendo humilde yfielmente la Palabra escrita de Dios. El apartarsede la Escritura en lo que se refiere a fe oconducta es una deslealtad a nuestro Señor. Elreconocimiento de la verdad total y de laconfiabilidad de las Santas Escrituras es esencialpara la plena comprensión y adecuadaconfesión de su autoridad.

    La siguiente Declaración afirma esta inerranciade la Escritura con nueva luz, poniendo en clarocómo la entendemos y advirtiendo sobre sunegación. Estamos convencidos de que negarlasignifica dejar de lado el testimonio de Jesucristoy del Espíritu Santo, y rehusar aquella sumisión alas aseveraciones de la Palabra de Dios mismoque es distintiva de la verdadera fe cristiana.Consideramos que es nuestro deber oportunohacer esta declaración, en vista del actualabandono de la verdad de la inerrancia entrenuestros hermanos cristianos, y de losmalentendidos sobre esta doctrina en el mundoen general.

    Ofrecemos la presente declaración no en unespíritu de controversia, sino de humildad y amor,espíritu que, por la gracia de Dios, nosproponemos mantener en cualquier futurodiálogo que surja de lo que hemos dicho.Reconocemos con agrado que muchos de losque niegan la inerrancia de la Escritura noexhiben las consecuencias de esa negación en

    10 Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica. 26-28 deoctubre, 1978, firmada por 240 teólogos evangélicos y adoptadapor The Evangelical Theological Society en el 2003. Traduccióntomada de ¿Puedo confiar en la Biblia? R.C. Sproul

    sus demás creencias y en su conducta, yestamos conscientes de que quienesconfesamos esta doctrina a menudo la negamosen la vida cuando no llevamos nuestrospensamientos y actos, nuestras tradiciones yhábitos, a una verdadera sujeción a la Palabradivina.

    DECLARACIÓN BREVE

    1. Dios, que es la Verdad misma y dice solamentela verdad, ha inspirado las Sagradas Escrituraspara de este modo revelarse a la humanidadperdida a través de Jesucristo como Creador ySeñor, Redentor y Juez. Las Sagradas Escriturasson el testimonio de Dios acerca de sí mismo.

    2. Las Sagradas Escrituras, por ser la Palabra deDios mismo, escritas por hombres preparados ydirigidos por su Espíritu, poseen autoridad divinainfalible en todos los asuntos que tocan; debenser creídas, como instrucción de Dios, en todo loque afirman; deben ser obedecidas comomandamientos de Dios en todo lo que exigen;deben ser acogidas como el compromiso deDios en todo lo que prometen.

    3. El Espíritu Santo, el autor divino de la Escritura,la autentica en nuestro interior por medio de sutestimonio, como también abre nuestra mentepara comprender su significado.

    4. Por haber sido plena y verbalmente dadas porDios, las Escrituras carecen de error o falta entodas sus enseñanzas, tanto en lo que declaranacerca de los actos de Dios en la creación,acerca de los sucesos de la historia del mundo,acerca de su propio origen literario bajo ladirección de Dios, como en su testimonio de lagracia salvadora de Dios en la vida de cadapersona.

    5. La autoridad de las Escrituras quedainevitablemente menoscabada si de algunaforma se limita o desecha esta total inerranciadivina, o se la supedita a una visión de la verdadcontraria a la de la Biblia. Estos desaciertoscausan graves pérdidas tanto a la personacomo a la iglesia.

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    ARTÍCULOS DE AFIRMACIÓN Y NEGACIÓN

    ART. I Afirmamos que las Sagradas Escriturasdeben ser recibidas como la autoritativa Palabrade Dios. Negamos que la Escritura reciba suautoridad de la iglesia, la tradición, o cualquierotra fuente humana.

    ART. II Afirmamos que la Escritura es la supremanorma escrita por medio de la cual Dios ata laconciencia, y que la autoridad de la iglesia estásubordinada a la de la Escritura. Negamos quelos credos, concilios o declaraciones de la iglesiaposean mayor o igual autoridad que la Biblia.

    ART. III Afirmamos que la Palabra de Dios escritaes en su totalidad revelación dada por Dios.Negamos que la Biblia sea meramente unatestigo de la revelación, o solo se convierta enrevelación en el encuentro con ella, o dependade la respuesta de los hombres para su validez.

    ART. IV Afirmamos que Dios, quien creó a lahumanidad a su imagen, ha utilizado el lenguajecomo medio de revelación. Negamos que ellenguaje humano esté tan limitado por nuestracondición de criaturas que resulte inadecuadopara ser vehículo de la revelación divina.Negamos, además, que la corrupción de lacultura y el lenguaje humanos a causa delpecado haya malogrado la obra de inspiraciónde Dios.

    ART. V Afirmamos que la revelación de Dios enlas Sagradas Escrituras fue progresiva. Negamosque la revelación posterior, que puede consumarla revelación anterior, llegue a corregirla ocontradecirla. Negamos, además, que algunarevelación normativa haya sido dada desde quese completaron los escritos del NuevoTestamento.

    ART. VI Afirmamos que la totalidad de la Escrituray todas sus partes, hasta las mismísimas palabrasdel original, fueron dadas por inspiración divina.Negamos que la inspiración de las Escrituraspueda afirmarse adecuadamente acerca deltodo y no de las partes, o de algunas partes perono del todo.

    ART. VII Afirmamos que la inspiración fue la obraen que Dios, por su Espíritu, a través de escritoreshumanos, nos dio su Palabra. El origen de laEscritura es divino. El modo en que se realiza lainspiración divina sigue siendo, en gran medida,un misterio para nosotros. Negamos que lainspiración pueda reducirse a una percepciónhumana, a elevados estados de conciencia dealgún tipo.

    ART. VIII Afirmamos que Dios en su obra deinspiración utilizó la personalidad y el estiloliterario distintivos de los escritores a los que habíaescogido y preparado. Negamos que Dios, alhacer que estos escritores usaran las palabrasexactas que él había elegido, haya anulado suspersonalidades.

    ART. IX Afirmamos que la inspiración, si bien noconfiere omnisciencia, garantizó unaenunciación veraz y confiable sobre todos losasuntos de los cuales los autores bíblicos fueronimpulsados a hablar y escribir. Negamos que lafinitud o el estado caído de estos escritores,necesariamente o por cualquier otro motivo,introdujeran alguna distorsión o falsedad en laPalabra de Dios.

    ART. X Afirmamos que la inspiración,estrictamente hablando, solo se aplica a lostextos autográficos de la Escritura, los cuales, porla providencia de Dios, pueden verificarse conenorme precisión a partir de los manuscritosdisponibles. Afirmamos, además, que las copias ytraducciones de la Escritura son la Palabra deDios en la medida que representen fielmente aloriginal. Negamos que algún elemento esencialde la fe cristiana sea afectado por la ausenciade los autógrafos. Negamos, además, que acausa de esta ausencia la afirmación de lainerrancia bíblica resulte inválida o irrelevante.

    ART. XI Afirmamos que la Escritura, al haber sidodada por inspiración divina, es infalible, así que,lejos de desorientarnos, es veraz y confiable entodos los asuntos que aborda. Negamos que seaposible que la Biblia al mismo tiempo sea infalibley yerre en sus afirmaciones. Es posible distinguirentre infalibilidad e inerrancia, pero no separarlas.

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    ART. XII Afirmamos que la Escritura es inerrante ensu totalidad, y está libre de toda falsedad, fraudeo engaño. Negamos que la infalibilidad y lainerrancia de la Biblia se limiten a los temasespirituales, religiosos o salvíficos, y quedenexcluidas las aseveraciones en los ámbitos de lahistoria y la ciencia. Negamos, además, que lashipótesis científicas acerca de la historia de latierra puedan usarse adecuadamente parainvalidar la enseñanza de la Escritura acerca dela creación y el diluvio.

    ART. XIII Afirmamos que es adecuado el uso de lapalabra inerrancia como término teológico enreferencia a la completa veracidad de laEscritura. Negamos que sea adecuado evaluarla Escritura según normas de verdad y errorajenas a su uso o propósito. Negamos, además,que la inerrancia sea desmentida por fenómenosbíblicos tales como la falta de precisión técnica,las irregularidades gramaticales, lasobservaciones a la naturaleza, el reporte defalsedades, el uso de la hipérbole y númerosredondos, el ordenamiento temático del material,la selección de material variante en relatosparalelos, o el uso de citas libres.

    ART. XIV Afirmamos la unidad y la consistenciainterna de la Escritura. Negamos que lospresuntos errores y discrepancias que aún no hansido resueltos menoscaben la retensión deveracidad de la Biblia.

    ART. XV Afirmamos que la doctrina de lainerrancia se fundamenta en la enseñanza de laBiblia acerca de la inspiración. Negamos que laenseñanza de Jesús acerca de la Escriturapueda descartarse apelando a la acomodacióno a cualquier limitación natural de su humanidad.

    ART. XVI Afirmamos que la doctrina de lainerrancia ha sido esencial para la fe de la iglesiaa lo largo de la historia. Negamos que lainerrancia sea una doctrina inventada por elprotestantismo escolástico, o sea una posturareaccionaria postulada en respuesta a la altacrítica negativa.

    ART. XVII Afirmamos que el Espíritu Santo datestimonio de la Escritura, garantizando a los

    creyentes la veracidad de la Biblia. Negamosque este testimonio del Espíritu Santo actúe conindependencia o en contra de la Escritura.

    ART. XVIII Afirmamos que el texto de la Escrituradebe interpretarse mediante una exégesisgramático-histórica, tomando en cuenta susformas y recursos literarios, y que la Escrituradebe interpretar la Escritura. Negamos lalegitimidad de cualquier tratamiento del texto obúsqueda de fuentes anteriores que conduzca aque su enseñanza se vuelva relativa, no históricao descartable, o al rechazo de sus afirmacionesde autoría.

    ART. XIX Afirmamos que una confesión de laplena autoridad, infalibilidad e inerrancia de laEscritura es vital para una sólida comprensión dela totalidad de la fe cristiana. Afirmamos,además, que tal confesión debería conducir auna creciente conformidad con la imagen deCristo. Negamos que tal confesión sea necesariapara la salvación. Sin embargo, negamostambién que la inerrancia pueda rechazarse sinque haya graves consecuencias tanto para lapersona como para la iglesia.

    Lección 1El estudio de la Biblia desde la perspectiva reforUna teología basada sólo en la Palabra de Dios �Lección 2La Inspiración de la Escritura �La infalibilidad de la EscrituraLección 3La inerrancia de la Escritura �Lección 4La Autoridad de la Biblia �El rechazo de la autoridadArgumentos para la autoridad de la EscrituraLección 5El concepto de Cristo sobre el Antiguo Testamento El respaldo de Cristo al Nuevo Testamento (parte 1Lección 6El respaldo de Cristo al Nuevo Testamento (parte 2Lección 7Confirmación de la autoridad de los apóstoles �La autoridad de CristoLección 8La perspicuidad de las Escrituras �Entendiendo la perspicuidad de la BibliaLa perspicuidad y las interpretaciones de la BibliEl evangelio es claro para todos nosotrosLectura complementaria. La Declaración de Chicago