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CAPÍTULO 4. Introducción a la Lengua de Signos Española
Chapter · June 2006
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Cristina Canabal García
University of Alcalá
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CAPÍTULO 4. Introducción a la Lengua de Signos Española.
Cristina Canabal García
Introducción
En este capítulo1 se analizarán aspectos relacionados con la Lengua de
Signos, en torno a la cual existen distintos mitos que debemos relegar, debidos
en su mayoría al enorme desconocimiento que sufre por parte de la comunidad
oyente.
Realizaremos un análisis tanto fonológico, o querológico, como morfo-
sintáctico, profundizando así en la comprensión de una lengua no
suficientemente conocida en nuestro contexto, no así en otros países como
Finlandia, Dinamarca o Suecia, en los que ha sido reconocida como lengua
oficial. En la lucha por lograr este objetivo se afanan diversos colectivos con un
denominador común: el reconocimiento de la Lengua de Signos, lengua que,
desde el Congreso de Milán, (1880) ha sido maltratada.
Esta situación previsiblemente cambiará en un breve período de tiempo
tras la remisión el pasado 13 de enero de 2006 a las Cortes, por parte del
Consejo de Ministros, del Proyecto de Ley de Lengua de Signos y Sistemas de
Apoyo a la Comunicación Oral. Puede encontrarse el Borrador del mismo en la
siguiente dirección:
http://www.fesorcam.org/archivos/anteproyectodeleylse.pdf
1 Las imágenes que aparecen en el anexo han sido adaptadas de CECILIA, A. Mil palabras con
las manos. Expresiones naturales, idiomas de signos y un vocabulario básico de la lengua de signos española. Madrid: CEPE, 2001, quien amablemente ha permitido su utilización.
http://www.fesorcam.org/archivos/anteproyectodeleylse.pdf
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Tras un análisis de las distintas concepciones surgidas alrededor del
concepto de deficiencia auditiva, precisaremos qué se entiende por Comunidad
Sorda y su lengua, la Lengua de signos, e indagaremos en los parámetros
formativos de la L.S.E así como en sus características léxicas y
morfosintácticas, para finalizar con una pequeña selección de vocabulario
incluida en el anexo.
Qué entendemos por deficiencia auditiva
Debemos tener presentes las distintas nociones que existen en torno la
‘deficiencia auditiva’. Ello no implica considerar unas mejores frente a otras,
únicamente nos permite ser conscientes de la existencia de las mismas y, por
tanto, de las distintas formas de entenderla, por tanto, de los diferentes aspectos
que subrayan.
De este modo si nos movemos en ambientes médicos encontramos
enunciados que resaltan aspectos como la falta de audición, la discapacidad y la
minusvalía.
Si ahondamos en escenarios pedagógicos distinguimos entre persona
hipoacúsica y sorda en función de si ha incorporado el habla por la audición,
por tanto, de forma espontánea, aunque sea de forma incorrecta -persona
hipoacúsica-, o si podemos considerar la Lengua de Signos como su lengua
natural, ya que su audición no es funcional para propósitos de la vida, -persona
Sorda-.
Otro ámbito al que podemos hacer referencia es el socio-antropológico,
desde el que surgen dos definiciones. La primera de ellas define al sordo -con
minúsculas- como aquella persona con deficiencia auditiva que no se identifica
con la Comunidad Sorda. La segunda define al Sordo -con mayúsculas- como
aquella persona que, además de tener un déficit auditivo, se considera
perteneciente a un grupo específico de personas que comparten una lengua en
común, la Lengua de Signos, experiencias, valores, etc. Desde estos
planteamientos la persona Sorda posee unas características propias, que hacen
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que la experiencia visual desarrolle un papel predominante, lo cual, unido al
hecho de ser una minoría social que se enfrenta con las barreras de
comunicación, ha hecho que se desarrolle una lengua propia, la Lengua de
Signos, unas formas de relación y organización social, unos comportamientos y
actitudes, unos valores culturales, que dan lugar a una comunidad, la
Comunidad Sorda.
Tanto a lo largo de este capítulo como en el referido al Modelo Bilingüe,
emplearemos la expresión "persona Sorda", uniéndonos a estos planteamientos
desde los que se hace hincapié no en la deficiencia, sino en la diferencia
entendida como valor.
Comunidad Sorda y Lengua de Signos
Realidad heterogénea en la que conviven tanto personas Sordas
como personas oyentes a través de la Lengua de Signos, como una
respuesta creativa del ser humano a una condición biológica, una
lengua que responde al concepto socio-cultural de calidad de vida
común a un conjunto de necesidades fundamentales a cubrir en el
individuo -bienestar emocional, relaciones interpersonales,
bienestar material, bienestar físico, autodeterminación, inclusión
social y derechos.-
Definición de Comunidad Sorda (CNSE, 2002: 14)
Toda lengua, oral o signada, es un sistema basado en símbolos con
significado que han sido aprendidos y que se emplean para describir, clasificar y
catalogar experiencias, conceptos y objetos. Al mismo tiempo, todas las lenguas
se adecuan a las características y necesidades de su cultura, presentando
variaciones, en este caso en el modo de signarlas, en función de los distintos
grupos localizados en distintas zonas o dentro de una misma sociedad.
Finalmente también la propia estructura de la lengua moldea el modo en que un
grupo percibe la realidad.
Esta interacción genera una serie de condiciones y características propias
de cada comunidad que se traducen en tradiciones y costumbres. Dentro de la
Comunidad Sorda podemos destacar algunas relacionadas con los siguientes
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aspectos: las formas de llamar la atención del otro, el interés por asegurar la
comunicación y el contacto visual, la importancia de compartir información,
buscar lugares estratégicos y bien iluminados, el aplauso, la asignación de un
signo o seña al entrar a formar parte de la comunidad…
Entre los valores culturales se encuentran la Lengua de Signos, las
relaciones sociales, manifestada a través de las Asociaciones de Personas
Sordas, la literatura, el teatro, los chistes, la poesía…
Rasgos distintivos del aprendizaje de la Lengua de Signos en
adultos frente al aprendizaje de lenguas orales
Si nos planteamos iniciar un proceso de enseñanza formal de la L.S.E.
debemos ser conscientes de las particularidades que presenta dicha lengua en
relación con otras lenguas más afines a nuestra lengua materna, con las que
comparte la característica de ser lenguas orales. No debemos confundir este
aspecto con la adquisición de la L.S.E en los niños y niñas Sordos, sea de padres
y madres u oyentes, para los que la lengua de signos es su lengua natural2. En
este apartado lo que se plantea es un proceso de enseñanza-aprendizaje en
personas que poseen un código comunicativo oral, sea cual sea el idioma.
La peculiaridad que presenta el aprendizaje de la LSE es que se trata de
un lenguaje visual-gestual, por lo que presenta una serie de diferencias respecto
del aprendizaje de una lengua oral. (Ver Figura 1)
Debemos tener presentes varios aspectos.
· En primer lugar, la atención auditiva para captar la pronunciación se
transforma en atención visual.
· La memoria auditiva se convierte en memoria visual.
2 En este capítulo no profundizaremos en los procesos de adquisición de la Lengua de Signos en
niños y niñas Sordos con padres y madres signantes, tema amplio e interesante pero que escapa a
los propósitos planteados. Para profundizar en este aspecto consultar la obra: FERNÁNDEZ VIADER, Mª P. La comunicación de los niños sordos. Interacción comunicativa padres-hijos.
Madrid: CNSE, 1996.
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· Y los aspectos de pronunciación y de acentuación se cambian por la
expresión facial y corporal y la agilidad manual.
Lengua Oral VS Lengua de Signos
Atención auditiva
Memoria auditiva
Pronunciación y
acentuación
Atención visual
Memoria visual
Expresión facial y
corporal
Agilidad manual
Lenguaje
visual-gestual
Figura 1. Lengua Oral VS Lengua de Signos.
Estas particularidades llevan consigo ciertas consideraciones que afectan
tanto a nivel metodológico-didáctico como a nivel de aprendizaje y hábitos de
estudio. Se debe interiorizar la simultaneidad que permite el canal visual-gestual
de la LSE, frente al carácter temporal que el canal auditivo-oral asigna al
lenguaje oral. Por ejemplo, para la secuencia temporal que exige la expresión
‘Apagar la luz’, en LSE el término cerrar permite la simultaneidad de verbo y
objeto en un solo signo.
Debemos tener en cuenta que, al tratarse de una lengua producida por el
cuerpo y percibida por la vista, el cuerpo y los ojos son los elementos esenciales
para la emisión y la recepción de los mensajes y, en general, los oyentes adultos
no estamos acostumbrados a utilizar nuestros cuerpos ni nuestros ojos del modo
que este aprendizaje requiere.
También conviene ejercitar la percepción del input visual del signante.
Generalmente el punto de atención visual suelen ser las manos y los brazos,
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puesto que los movimientos que éstos realizan son más amplios, mientras que la
expresión facial, los ojos, la cabeza, sólo son percibidos por una visión
periférica. Estos aspectos son muy importantes en la lengua de signos ya que
parte del significado de sus frases se comunica mediante la expresión facial, por
lo que es fundamental trabajar aspectos como el enfoque, la discriminación y la
memoria visual.
Es igualmente importante favorecer la discriminación visual porque
algunos signos se realizan de forma aparentemente idéntica, aunque ciertamente
se diferencian en algún aspecto o parámetro formativo3, relacionado con la
expresión facial o el movimiento de la mano, entre otros, matices que en un
primer momento pueden pasarnos desapercibidos.
Respecto a la memoria visual hay que señalar que generalmente los
oyentes tenemos dificultades para recordar series de vocabulario o la estructura
u orden de las frases en LSE, al no tener una buena orientación visual.
Por tanto, serán aspectos relacionados con factores tanto visuales, como
la atención, la discriminación y la memoria, como gestuales, la expresión
corporal, la expresión facial y la motricidad digital y manual, al tiempo que
procesos perceptivos y de utilización del espacio los que se deberán trabajar.
Qué es la Lengua de Signos
La lengua de signos se proclama como auténtico lenguaje al reconocerse
su gramática gracias a las investigaciones en el campo de la lingüística y la
psicolingüística desarrollados a partir de 1960. Es primordial el trabajo
desarrollado por William C. Stokoe quien en ese mismo año publica Sign
Language Structur: An outline of the visual comunication systems of the
American deaf, en el que postula que la lengua de signos tiene una doble
articulación, lo cual implica la posibilidad de descomponer la misma en signos
3 Más adelante, en el apartado 6, profundizaremos en este aspecto, analizando cada uno de los
parámetros formativos que configuran los signos en la Lengua de Signos.
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lingüísticos, que poseen contenido y expresión, y en unidades de la expresión
que componen los signos, carentes de significado. Los tres elementos que
distingue son: posición, contorno de la mano y movimiento. En la actualidad son
más los elementos constitutivos o parámetros formativos de los signos, que
analizaremos en breve.
No es un lenguaje exclusivamente de signos manuales, ya que también
exige la utilización del lenguaje corporal y, muy especialmente, de la expresión
facial. Al igual que esta idea desencaminada han surgido muchos mitos en torno
a la Lengua de Signos. De todos ellos podemos destacar los siguientes.
La creencia de que es un lenguaje universal. Esto no es correcto pues,
además de existir diferencias entre países (AMESLAN, Lengua de Signos
Polaca, Lengua de Signos Española) también aparecen variaciones dentro de un
mismo país, como es el caso de España, donde tenemos la Lengua de Signos
Española (L.S.E), que engloba la L.S. empleada en el centro de la península, la
Lengua de Signos Catalana (L.S.C.) y variaciones lingüísticas en función de
variables territoriales (se emplean distintos signos en Galicia o en Andalucía,
entre otros).
También es erróneo asociarlo al mimo o la pantomima, pues se trata de
una lengua que, salvo que se conozca, no todos comprenden.
Otra confusión es considerar la lengua de signos como un conjunto de
signos icónicos ya que, aunque sí existen signos de este tipo (como es el caso de
las onomatopeyas en la lengua oral), otros signos son arbitrarios.
No debemos confundir la Lengua de Signos con los Idiomas Signados o
Modelos Bimodales (Schlesinger, 1978), que suponen acompañar la Lengua
Oral de signos, tomados en su mayoría de la Lengua de Signos. Por tanto, el
castellano signado, propuesto por Marc Monfort y Adoración Juárez (1982,
1994), no supone la utilización conjunta de dos lenguas sino que implica tomar
como base la lengua oral, que marca el orden de la frase, su estructura, para
signar las palabras empleadas. En la Figura 2 se pueden apreciar las diferencias.
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ME GUSTAN MUCHO LOS CARAMELOS
Figura 2. Castellano Signado VS Lengua de Signos Española. (Adaptado de CNSE. Lola y su
familia. Guía para Padres y Madres de Niños Sordos. Madrid: CNSE, 2001, pp. 20 y 21)
Características y articulación de los signos
En el L.S. la unidad fundamental es el signo, cuyo significado puede ser
comparable en algunos casos al del monema, en otros al de la palabra o bien al
de un sintagma complejo o lexia compleja o, incluso, al significado de un
enunciado. Sin embargo, el signo es analizable en Parámetros Formativos
Quinésicos, que son aislables y pueden tener, en muchos casos, valor
diferencial, a pesar de entrar en una combinación simultánea dentro del espacio
tridimensional, con múltiples variantes. Dichos parámetros se definen como
unidades significantes con valor distintivo, las cuales, a diferencia de las
unidades significantes mínimas o fonemas, que integran un signo verbal auditivo
mediante la sucesión, se combinan de manera simultánea en el espacio para
constituir el signo visual.
Existen muchas clasificaciones posibles, pero una de las más sencillas es
la que distingue entre motivados, intermedios y arbitrarios, en función de si
existe un referente visual. (Ver Figura 3)
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Figura 3. Tipos de signos.4
4 Las imágenes en blanco y negro mostradas en el capítulo han sido adaptadas de CECILIA, A.
Mil palabras con las manos. Expresiones naturales, idiomas de signos y un vocabulario básico
de la Lengua de Signos Española. Madrid: CEPE, 2001. Las imágenes en color han sido
adaptadas de ALONSO, P. et al. Signar: aprende lengua de signos española. Nivel básico. Madrid: Fundación CNSE para la Supresión de la Barreras de Comunicación, 2002.
- Signos motivados
- Signos arbitrarios
- Signos intermedios
· Signos icónicos: reproducen la forma, el
movimiento o una relación espacial.
· Signos deícticos: señalan.
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Parámetros Formativos Quinésicos
En la L.S. el nivel fonético-fonológico es denominado querológico, lo
que constituye el primer grado de descripción de una lengua, pues se ocupa de
sus unidades mínimas, en nuestro caso, los Parámetros Formativos Quinésicos,
que carecen de significado, pero tiene un valor distintivo.
En la actualidad se usan indistintamente los términos fonología y
querología (o quirología), para referirse al estudio de la estructura y
organización subléxica de los signos. Al igual que los fonemas se agrupan
dependiendo de los diferentes órganos fonadores que intervienen en su
producción y presentan una serie de rasgos distintivos que les aportan un valor
significativo, los parámetros formativos presentan también unos rasgos
diferenciales.
Líneas arriba apuntaba que Stokoe (1960) definió tres parámetros
formativos. No obstante a medida que se ha profundizado en el estudio de la
lingüística de las lenguas de signos del mundo se ha ido aumentando dicho
número, de forma que, en el primer estudio descriptivo referente a la L.S.E en
nuestro contexto, Mª Ángeles Rodríguez (1992) definía seis parámetros. En la
actualidad en la estructura del signo distinguimos 7 parámetros articulatorios,
denominados Parámetros Formativos Quinésicos, que analizaremos a
continuación. (Ver Figura 4)
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Vocal lingüística
Posición de los labios,
dientes y lengua
Vocal lingüística
Posición de los labios,
dientes y lengua
Prosoponema
Expresión de la cara
Prosoponema
Expresión de la cara
Queirotropema
Orientación de la palma
de la mano
Queirotropema
Orientación de la palma
de la mano
Kineprosema
Dirección del movimiento
Kineprosema
Dirección del movimiento
Kinema
Movimiento de la mano
Kinema
Movimiento de la mano
Toponema
Lugar de articulación
Toponema
Lugar de articulación
Queirema
Forma o configuración
de la mano
Queirema
Forma o configuración
de la mano
SIGNOSIGNO
Figura 4. Parámetros Formativos Quinésicos.
Queirema: Forma o configuración de la mano
La forma o configuración de la o las manos puede variar enormemente,
de forma que se han distinguido hasta 71 configuraciones que van desde el puño
cerrado a la mano totalmente extendida, pasando por un sinfín de posiciones:
mano abierta con los dedos plegados o no, índice o pulgar extendidos...
Las manos constituyen el principal articulador de los signos, aunque no
el único. Los términos que se emplean para designar a uno u otra mano no son
‘izquierda’ o ‘derecha’, como intuitivamente podría pensarse, sino mano
dominante, para referirnos a la mano que se utiliza con mayor frecuencia
(generalmente la derecha para las personas diestras y la izquierda para las
personas zurdas), y mano no dominante. Al tiempo habrá signos que
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realizaremos con las dos manos, signos bimanuales, mientras otros se articulan
con una sola mano, monomanuales, generalmente la mano dominante.
La articulación de los signos bimanuales sigue una de estas dos reglas:
- Regla de simetría: las dos manos coinciden en todos sus parámetros
(excepto en el kinema, que puede ser simultáneo o no).
- Regla de condición dominante: una mano se mantiene fija,
generalmente la no dominante, y la otra, la dominante, realiza el movimiento,
pudiendo variar el queirema durante el mismo (esto último es aplicable tanto a
los signos bimanuales como a los unimanuales).
Algunas de las configuraciones más frecuentes se muestran en los
siguientes dibujos5.
5 Estos mismos ejemplos los emplearemos para analizar los distintos parámetros formativos de
la Lengua de Signos, con el propósito de clarificar una de las peculiaridades de la misma en
relación con la Lengua Oral. Aunque al final de este capítulo se insertan algunas ilustraciones,
en su mayoría adaptadas de CECILIA, A. Mil palabras con las manos. Expresiones naturales,
idiomas de signos y un vocabulario básico de la Lengua de Signos Española. Madrid: CEPE,
2001, en la actualidad se cuenta con distintos Diccionarios de Signos en formato CD-ROM y
DVD-ROM en los que se puede consultar el vocabulario de la LSE, sin olvidar el DICCIONARIO DE LSE de Félix Jesús Pinedo Peydró (1981), el primero que se editó en
formato papel y que en el 2001 se ha reeditado con más de 3700 entradas (ir a Bibliografía).
Configuración: Mano extendida con los
dedos separados. Signo monomanual.
Configuración: Puño cerrado con el
índice extendido. Signo bimanual.
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Toponema: Lugar de articulación del signo
El lugar de articulación o espacio en el que se articula el signo va desde
lo que se denomina espacio neutro, zona comprendida entre la cintura y el
cuello, por tanto, ante el cuerpo, hasta el propio cuello y la cabeza, pudiéndose
concretar en la frente, las cejas, los labios, etc. Se han distinguido 25 toponemas.
Si analizamos por partes podemos señalar que en la cabeza y tronco son muchos
los signos que se realizan. (Enseñar, De pie), mientras que en el cuello se
articulan muy pocos (Suspender). Por otra parte los signos realizados en el brazo
no dominante son pocos (Fiebre) mientras que los signados en la mano no
dominante son abundantes (Perdón).
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Hay que tener en cuenta también si existe contacto con el cuerpo o no, de
manera que podemos encontrarnos distintos planos, que abarcan la longitud del
brazo y aluden al punto, situado delante del signante, en que se articula el signo,
determinando de este modo si no hay contacto con el cuerpo (contacto 0), si el
signo se articula sobre el cuerpo (1), delante del cuerpo (2), en una zona alejada
(3) o muy alejada, por tanto, con el brazo extendido (4). (Ver Figura 5)
1 1 -------------------- 2 2 ---------------------- 3 3 -------------------- 4 4
Contacto con el cuerpoContacto con el cuerpo
Brazo extendidoBrazo extendido
Más frecuentesMás frecuentes
Figura 5. Planos de articulación.
Otro aspecto a analizar es el punto de contacto o parte de la mano
dominante que entra en contacto con el cuerpo del signante, que puede ser:
- La muñeca (Cuidar)
- La mano
· Punta del pulgar (Vago)
· Punta del/de los dedo/s (Listo)
· Punta del pulgar y el resto de dedos (Pena)
· Los dedos (Familia)
· El espacio interdigital (Primo)
· La palma (Encantado)
· El dorso (Vacío)
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Para algunos autores tanto el plano como el punto de articulación
constituyen parámetros formativos quinésicos independientes6 pero
considerando que son aspectos estrechamente relacionados con el lugar de
articulación, considero pertinente agregarlos a este epígrafe.
6 Ver MARTÍNEZ, F. et al. Apuntes de lingüística de la lengua de signos española. Madrid:
Fundación CNSE, 2002.
Toponema: Espacio neutro, en
contacto la palma de la mano
con el pecho (plano 0).
Toponema: Espacio neutro
(frente a los hombros) sin
contacto con el cuerpo
(plano 3).
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Kinema: Movimiento de la mano
El movimiento de la mano puede ser recto, circular, en arco quebrado,
etc. Se han distinguido 18 kinemas. Si en dicho movimiento interviene una parte
del cuerpo (el brazo, el antebrazo, la/s mano/s, el/los dedo/s…), se denomina
movimiento simple (se trate de un signo bimanual o monomanual). Si implica a
dos o más de estos elementos o partes del cuerpo se designa movimiento
compuesto
Kinema: movimiento circular del
brazo dominante, simple
Kinema: movimiento curvo de
ambos antebrazos, simple,
opuesto
Movimiento complejo: el antebrazo
hacia delante y la mano se abre.
Movimiento simple del
antebrazo hacia delante.
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En aquellos casos en los que el signo el bimanual podemos encontrar que
el movimiento que se realice con cada una de las manos sea simultáneo, alterno
o contrapuesto. Generalmente en la articulación de los signos bimanuales
simétricos se aprecia una tendencia a la simplificación, es decir, a ser realizados
con la mano dominante.
Kineprosema: Dirección del movimiento de la mano
En relación a la dirección del movimiento de la mano, es importante
señalar que se han distinguido 6 kineprosemas fundamentales. Algunos autores
lo integran en el parámetro anterior.
Movimiento recto hacia arriba. Movimiento recto hacia abajo.
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Queirotropema: Orientación de la mano
La orientación de la mano es aplicable tanto a la mano dominante como
a la no dominante, ya se trate de signos bimanuales, simétricos o no. En la
actualidad se distinguen 9 posiciones u orientaciones de la mano en referencia
al cuerpo del signante distintas. Es de destacar que un gran número de signos
incluyen un cambio de orientación en su articulación de manera que comienzan
con una orientación determina y terminan con otra distinta. (Ambulancia)
Orientación: palma de la mano hacia
el cuerpo
Orientación: palma de la mano
hacia delante
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Prosoponema: Expresión de la cara
La expresión de la cara desempeña una función substancial al tiempo que
uno de los mayores retos al que nos enfrentamos los oyentes adultos que
iniciamos un proceso de aprendizaje de la lengua de signos. Con frecuencia
tiene una función distintiva (como en los enunciados interrogativos, respectos a
los enunciativos, o también en algunos signos). Podemos apreciar dicha función
distintiva en el siguiente ejemplo, donde podemos observar que los signos
correspondientes a ‘dulce’ y a ‘dolor’ sólo se distinguen en este parámetro
formativo, el prosoponema, ya que los restantes son idénticos.
dulce
dolor
Vocal Lingüística: Posición de los labios, dientes y lengua
La posición de los labios, dientes y lengua, es considerada por algunos
autores como parte integrante del anterior parámetro, la expresión de la cara,
pero ya que se trata de un aspecto taxativo de la Lengua de Signos resulta más
conveniente tratarlo aparte.
La vocal lingüística, morderse el labio inferior, asomar la lengua entre
los labios, apretar los labios..., acompaña al signo de manera que en ocasiones
determinados signos manuales no van acompañados de la vocalización
correspondiente en la lengua oral sino de la vocal lingüística.
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Otras cuestiones relacionadas con los parámetros
articulatorios
En muchos casos, la sustitución de un parámetro articulatorio por otro
distinto, pero perteneciente al mismo grupo (un queirema por otro diferente, un
kinema por otro, etc.) implica diferencias de significado, por ello se dice que
tienen un valor distintivo.
La función distintiva de los parámetros puede perderse al confundir uno
con otro por una competencia lingüística deficiente o por una falta de atención,
produciéndose cambios de significado conocidos como dismimias funcionales o
lapsus manus. Se clasifican en disqueiremas, distoponemas, diskinemas,
diskineprosemas, disqueirotropemas y disprosoponemas (estos últimos mucho
menos frecuentes por su valor distintivo). A veces se producen deliberadamente
con fines humorísticos, concretamente muchos chistes consisten en juegos con
la articulación y el significado de los signos.
El otro caso que puede producirse se conoce como dismimias orgánicas,
que consisten en las confusiones de parámetros con función distintiva debidas a
defectos orgánicos. Los más frecuentes son los disqueiremas orgánicos,
producidos por la falta de algún dedo o deformaciones en los mismos o en las
manos, o por parálisis total o parcial de algún dedo, de la mano o de los brazos.
Son muy poco frecuentes los disprosoponemas y, sobre todo, los distoponemas.
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93
En relación a la influencia de la articulación de los signos en su
percepción se han desarrollado distintas investigaciones. Grosjean, Teuber y
Lane (1979), profundizaron en el proceso de reconocimiento del AMESLAN,
concluyendo lo siguiente:
- Los signos bimanuales son identificados con mayor rapidez que los
unimanuales, lo que indica que el receptor recibe información redundante con
los primeros.
- Los signos que se acompañan de expresión facial y/o movimiento de la
cabeza y/o del cuerpo son identificados más rápidamente que los que se
articulan sin índices suplementarios (que en la L.S.E. son los menos).
- No todos los parámetros constitutivos del signo son identificados al
mismo tiempo. La orientación de la mano, su configuración y el lugar de
articulación del signo son repetidos correctamente mucho antes que el
movimiento.
Por otro lado Siple (1978a) distingue dos zonas en la percepción visual:
- La zona óptima (high acuity area), a la que corresponde mayor agudeza
visual, que se sitúa en un área que abarca desde los ojos hasta la barbilla o el
cuello y donde es más fácil detectar pequeñas diferencias en la forma de la
mano, en el lugar y en el movimiento de los signos; y
- Las zonas de menor discriminación, en las que es menos fina la
distinción y aumenta la redundancia en la formación de signos, como la
tendencia a la articulación bimanual simétrica y a la reduplicación.
Análisis léxico y morfosintáctico de la L.S.E.
En todo sistema lingüístico un emisor parte de una intención, de una
decisión sobre lo que debe hacer, luego planea su contenido semántico y,
después, da una información sintáctica, morfológica y fonética, por tanto en L.S.
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también se sigue este proceso, aunque sea más difícil de describir que en el L.O.
A nivel morfosintáctico la L.S signos presenta como específico el uso
que hace del espacio, su tridimensionalidad, la direccionalidad y el grado de
iconicidad que presentan sus elementos, todo lo cual establece sus principios
morfológicos y sintácticos.
Antes de realizar un análisis en profundidad es necesario señalar que en
la L.S. los lexemas no se distinguen entre sí de acuerdo con la parte del discurso
a la que pertenecen, por tanto, una misma expresión puede designar un
sustantivo, un adjetivo, un verbo o cualquier otra parte del discurso. Sin
embargo este hecho no produce ambigüedad gramatical. [Profesor/Enseñar]
Tampoco existen verbos copulativos ni semipredicativos (considerados como
signos carentes de significado).
Es un sistema en el que prevalecen las expresiones de significado léxico
y cuya organización en el discurso obedece, sobre todo, al interés que manifiesta
el signante en los distintos significados. Debemos tener en cuenta que en
muchas ocasiones existirá más de un signo para designar un concepto que en
L.O. sólo presenta un término.
La lengua de signos es espacial y simultáneo, ya que se desarrolla en el
espacio y en el tiempo simultáneamente: al hablar no podemos pronunciar dos
sonidos a la vez porque el carácter lineal del L.O. impone que unos sonidos
sigan a otros de acuerdo con la línea de la secuencia temporal mientras que la
L.S. puede expresar simultáneamente las informaciones contenidas en un
enunciado, sin simplificar ningún elemento, gracias a su dimensión espacial.
Dactilología
El alfabeto dactilológico es la representación espacial de las letras del
alfabeto, a través de distintas configuraciones de la mano (ver Figuras 6 y 7). El
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alfabeto manual de la L.S.E. es una modificación del elaborado por el español
Pablo Bonet (1620).
Figura 6. Alfabeto Dactilológico I.
Se utiliza para deletrear palabras que aún no tienen asignado un signo
(por ser técnicas o de reciente creación) o los nombres propios. En ocasiones,
aunque no es lo más frecuente, el signo asignado a un apalabra determinada es
una simplificación de su deletreo en dactilológico, como ocurre con el signo
‘¡Ojalá!’.
Respecto a los nombres propios destaca una característica específica de
la cultura Sorda: todas las personas Sordas tienen un signo identificativo,
referente a sus características físicas, sus aficiones, o simplemente elegido por
ellos sin un motivo expreso. Cualquier oyente, al entrar en la comunidad Sorda
lo primero que debe hacer es elegir un signo, que el resto de las personas
conocerá, en ocasiones antes incluso que el nombre.
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Figura 7. Alfabeto Dactilológico II. (Adaptado de ALONSO, P. et al. Signar: aprende lengua de
signos española. Nivel básico. Madrid: Fundación CNSE para la Supresión de la Barreras de
Comunicación, 2002, pp. 16 y 17.)
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Reglas de la utilización del espacio
La representación tridimensional en el espacio no es caprichosa, sino que
obedece a una serie de reglas.
A. Localización directa, en relación con el emisor.
La articulación del signo se localiza delante del emisor, en una zona
delimitada por dos ejes. (Ver Figura 8)
· El eje vertical o superior-inferior (entre la cabeza y la cintura).
· El eje horizontal (zona comprendida entre los brazos
extendidos).
-Localización ante el cuerpo o zona neutra.
-Localización en relación con la cabeza. En esta zona se
articulan los signos cuyo significado guarda relación con la actividad mental,
aquellos cuyo significado sensorial guarda relación con dicha zona.
Eje vertical o
inferior-superior Eje horizontal
Localización ante el
cuerpo o zona neutra
Localización en
relación a la cabeza
Entre la cabeza y la cintura
Figura 8. Localización directa.
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99
B. Localización en la línea de profundidad, en relación con el
interlocutor.
En la línea de profundidad se articulan los signos deícticos
indicativos de las personas que intervienen en el discurso y los signos deícticos
indicativos del tiempo. (Ver Figura 9)
-La referencia temporal.
· Presente. Se localiza delante del cuerpo del emisor, que se
convierte en eje de separación entre el pasado y el futuro.
· Pasado. Se expresa el pasado señalando hacia atrás por encima
del hombro con los dedos extendidos formando un ángulo recto con el pulgar.
· Futuro. Se expresa avanzando la mano hacia el frente, en la
línea de profundidad, a partir del cuerpo del emisor.
Signos deícticos
Personas que
intervienen en el
discurso
Tiempo
Pasado Presente Futuro
Figura 9. Localización en la línea de profundidad.
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Características sintácticas generales
Ordenación cronológica
Los signos se ordenan tal como se van presentando los acontecimientos,
es decir, siguiendo un orden cronológico.
Expresión de la negación
En las formas verbales negativas, primero se signa el verbo y
posteriormente se signa 'no' (índice extendido, moviendo la mano de derecha a
izquierda 3/4 veces).
Expresión de la interrogación
En la mayoría de los casos la partícula interrogativa se signa al final de
la interrogación.
- En las preguntas cerradas -respuestas de si o no- se signa dicha
partícula acompañada de la elevación de las cejas, señalando al principio (se
puede prescindir) y al final de la interrogación al sujeto. También se puede
preguntar al final ‘¿si o no?’
- En los casos restantes, preguntas abiertas -porqué, para qué,
cómo, cuándo...- el signo se realiza con el ceño fruncido.
Adverbios temporales
Se signan siempre al principio de la frase, de manera que la estructura
queda: tiempo + tema + negación + interrogación.
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Adjetivos posesivos
Se signan después del sustantivo.
Adjetivos comparativos
Estructura general: sustantivo + adjetivo + comparativo (direccional: de
superioridad/ de inferioridad; de igualdad).
Relaciones de implicación
En la relación de causalidad generalmente se expresa el consecuente
seguido de la seña ‘motivo’ y posteriormente la causa. Si se sigue el orden
inverso, causa-consecuente, desaparece el signo ‘motivo’, por tanto no se utiliza
ninguna marca expresa.
Clasificadores
Se utilizan para localizar los objetos en el espacio.
- Si se trata de 2 objetos que poseen distintos clasificadores se signan
primero los objetos y posteriormente se localizan en el espacio mediante sus
respectivos clasificadores.
- Si se trata de 2 objetos que poseen el mismo clasificador se signa 1º un
objeto y se localiza en el espacio mediante su clasificador y posteriormente el
otro objeto seguido de su clasificador junto con el clasificador del otro objeto.
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Además de los clasificadores de lugar (LCL), los más comunes, se
utilizan otros:
· C. semántico, para 1 elemento (SCL),
· C. corporal (BCL),
· C. instrumental, para acciones (ICL),
· C. descriptivo, para detalles (DCL),
· C. de una parte del cuerpo (BPCL),
· C. de plural (PCL),
· C. elemental, para un elemento de la naturaleza (ECL).
Procesos flexivos
Emisor sujeto - emisor objeto
Generalmente el cambio en la dirección del movimiento de la mano
(kineprosema) desde el cuerpo del emisor o hacia el cuerpo del emisor, indica si
el emisor es sujeto u objeto del signo que expresa acción; también la orientación
de la mano (queirotropema) suela modificarse.
En L.S. este fenómeno se designa con el nombre de direccionalidad, más
concretamente, verbos direccionales, de modo que los únicos que varían, en
función del sujeto de la acción, son el kineprosema y el queirotropema.
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103
Valor recíproco
Se expresa bien de manera deíctica o, mayoritariamente, con ayuda de
las dos manos: cada una de las manos representa cada una de las personas entre
las que se establece la reciprocidad de la acción.
Cambios de articulación según el sujeto
Algunos signos que en el contexto expresan acción, generalmente con
idea de movimiento, cambian de forma según el referente sujeto de dicha
acción.
Cambios de articulación según el objeto
Muchos signos que expresan acción en el contexto adaptan su forma al
referente objeto de dicha acción, de manera que se produce una fusión: el signo
designa la acción y el objeto.
Movimiento repetido
Se utiliza con fines enfáticos, aunque en algunos casos pude aportar
información de tipo gramatical. En otros casos puede expresar la duración de la
acción.
Expresión del plural
Existen 3 maneras de expresarlo:
- Mediante la repetición del movimiento,
- Por medio del signo equivalente “muchos” (raramente se utiliza),
- Utilizando una mano para la expresión del singular y dos para
manifestar plural. Se trata de un procedimiento que implica gran
expresividad.
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Expresión del género
Los signos gestuales no presentan flexión para expresar el género, que
normalmente no se manifiesta. Cuando el contexto requiere especificación del
género se signo el requerido (masculino/femenino). También puede apoyarse
mediante la posición -a/-o de los labios o a través del dactilológico.
Signos cuantificadores
- Indefinidos: se pueden colocar antes o después del referente.
- Numerales: se colocan después del referente.
Impresiones finales
A lo largo del capítulo hemos realizado un recorrido general en torno a la
lingüística de la Lengua de Signos Española, que nos servirá como un primer
acercamiento a la misma.
Como hemos podido evidenciar a lo largo de este capítulo, la Lengua de
Signos es sumamente rica y presenta unas características viso-gestuales que
permite a los niños y niñas Sordos7 adquirirla de forma natural, ajustada a sus
necesidades. Es una lengua que les invita a soñar con historias fantásticas, ver
cuentos signados en el espacio, que les permite dejar volar su imaginación,
facilitando su construcción personal y posibilitando un desarrollo cognitivo,
comunicativo y socio-afectivo integral.
Para finalizar, invito a las personas que puedan estar interesadas en
iniciar un proceso enseñanza -y por tanto, de aprendizaje- formal de la misma a
ponerse en contacto con la/s Asociaciones de Sordos, Federaciones, CNSE,
Asociaciones de Intérpretes de Lengua de Signos u otras asociaciones
7 A lo largo del texto me referiré a persona Sorda como aquella persona que, entre otras características, presenta un grado de deficiencia auditiva severa o profunda, incluso en algunos
casos moderada. Más adelante retomaremos este concepto.
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105
relacionadas con la Comunidad Sorda8, de su contexto cercano, en las que les
facilitarán toda la información que requieran, recordando también la creación
del Ciclo Formativo de Grado Superior correspondiente al Título de Técnico
Superior en Interpretación de la Lengua de Signos (BOE del 23 de Febrero de
1996).
Últimamente, en enero de 2013 se ha dado un gran paso en este terreno
tras iniciar el debate parlamentario del Proyecto de Ley de Lengua de Signos y
Sistemas de Apoyo a la Comunicación Oral, al cual nos referimos en la primera
página de este capítulo, y que plantea, entre otras cuestiones:9
· El reconocimiento de la Lengua de Signos Española, y la Lengua de
Signos Catalana en su contexto, como lengua de las personas Sordas que
libremente decidan utilizarla, así como su aprendizaje, conocimiento y
uso.
· La presencia de intérpretes de Lengua de Signos en todos los
departamentos estatales.
· La puesta en marcha de centros educativos basados en modelos
bilingües.
· La creación de un Centro de Normalización Lingüística de la Lengua
de Signos y del Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción.
8 En el capítulo sobre bilingüismo aparecen las direcciones de la CNSE y las Federaciones de
Personas Sordas disponibles en Internet (URL o E-mail) a través de las cuáles se puede contactar
con las Asociaciones de Personas Sordas.
9 Compromiso adquirido por la actual vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa
Fernández de la Vega, adquirido el 20 de Julio de este mismo año, que hace referencia a una futura ley reguladora de la Lengua de Signos.
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ANEXO. Vocabulario
Las imágenes que aparecen en este apartado han sido adaptadas de CECILIA, A.
Mil palabras con las manos. Expresiones naturales, idiomas de signos y un vocabulario
básico de la lengua de signos española. Madrid: CEPE, 2001.
SALUDOS
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107
EXPRESIONES
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108
FAMILIA
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109
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110
DÍAS DE LA SEMANA
OTRAS PALABRAS
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111
MESES
EN CASA
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112
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113
PREGUNTAS
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114
ADVERBIOS
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115
VERBOS
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116
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117
ADJETIVOS
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118
-
119
COLORES
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120
VARIOS
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121
ROPA
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122
ANIMALES
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123
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124
NATURALEZA
MEDIOS DE TRANSPORTE
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125
ALIMENTOS
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126
COLEGIO
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127
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128
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129
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130
BIBLIOGRAFÍA
AGRELA, Mª E. et al. Tratamiento del deficiente auditivo. Enfoques metodológicos. Sevilla:
FAPAS, 1999.
ALONSO, P. et al. Signar: aprende lengua de signos española. Nivel básico. Madrid:
Fundación CNSE para la Supresión de la Barreras de Comunicación, 2002.
AROCA, E. y FERREIRO, E. Libro Blanco de la Lengua de Signos Española en el Sistema
Educativo. Faro del Silencio. 2003, Nº 194, pp. 43-49.
CECILIA, A. Mil palabras con las manos. Expresiones naturales, idiomas de signos y un
vocabulario básico de la lengua de signos española. Madrid: CEPE, 2001.
CNSE. Lola y su familia. Guía para Padres y Madres de Niños Sordos. Madrid: CNSE, 2001.
CNSE. Guía de Educación Bilingüe para Niños y Niñas Sordos. Madrid: CNSE y MECD, 2002.
GÓMEZ, L. Lenguaje de signos: vocabulario escolar básico. Madrid: Centro Nacional de
Recursos, 1991.
LOU, Mª A. y ONTIVEROS, E. El lenguaje de Signos. En LOU, Mª A. Logopedia. Ámbitos de
intervención. Archidona: Aljibe, 1999, pp. 81-105.
MARTÍNEZ, F. et al. Apuntes de lingüística de la lengua de signos española. Madrid: Fundación CNSE, 2002.
MECD Lenguaje de signos. Vocabularios escolar básico. Madrid: Centro Nacional de Recursos de Educación Especial, 1991.
MORENO, A. La comunidad Sorda. Aspectos psicológicos y sociológicos. Madrid: CNSE, 2000.
NAVARRO, L. Manual de LSE (Lengua de señas española): curso básico de comunicación de
LSE. Madrid: FESORCAM, 2002.
PÉREZ, J. et al. Introducción a la Lengua de Signos Española: una experiencia piloto. Murcia:
DM, 2001.
PINEDO, F. J. Diccionario de la lengua de signos española. Madrid: CNSE, 2001.
RODRÍGUEZ, Mª A. Lenguaje de signos. Madrid: CNSE, 1992.
TORRES, B. La Comunidad Sorda. Barcelona: Edicions Universitat de Barcelona- ISEP, 1999.
-
131
GLOSARIO
AMESLAN: Lengua de Signos Americana. (ASL)
Bimodal o Idioma Signado: Método educativo que implica la utilización de la lengua oral
acompañada de signos, mayoritariamente tomados de la Lengua de Signos, aunque otros son
inventados o acordados por el colectivo que lo emplea.
C.N.S.E.: Confederación Estatal de Sordos de España, antes Confederación Nacional de Sordos
de España.
Espacio neutro: Zona comprendida entre la cintura y el cuello.
FESORCAM: Federación de Personas Sordas de la Comunidad de Madrid.
L.O.: Lengua o lenguaje oral.
L.S.: Lengua de Signos.
L.S.C.: Lengua de Signos Catalana.
L.S.E.: Lengua de Signos Española. Hace referencia a las variantes lingüísticas del territorio
español.
Mano dominante: Mano que se utiliza con mayor frecuencia el signante, generalmente la derecha para las personas diestras y la izquierda para las personas zurdas.
Mano no dominante: La contraria a la mano dominante.
M.E.C.D.: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, actualmente Ministerio de Educación y
Ciencia (MEC).
Parámetros formativos quinésicos: Unidades significantes con valor distintivo que se
combinan de manera simultánea en el espacio para constituir el signo visual.
Querología: Estudio de la estructura y organización subléxica de los signos, por tanto, de los
Parámetros Formativos Quinésicos.
Signante: Persona que signa, que realiza signos de la Lengua de Signos, para comunicarse con
otras personas. El equivalente al ‘emisor’ en contextos en los que se emplean lenguas orales.
Signo bimanual: Signo que se realiza con las dos manos.
Signo monomanual: Signo que se realiza con una sola mano.
Verbos direccionales: Verbos que indican si el emisor es sujeto u objeto del verbo a través del
cambio en la dirección del movimiento de la mano (kineprosema) y de la orientación de la mano
(queirotropema) realizándose el signo desde el cuerpo del emisor o hacia el cuerpo del emisor.
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https://www.researchgate.net/publication/316672053