informe verano 2011 observatorio social del proceso de paz

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ervatorio Social del proceso de paz Informe Verano 2011 Análisis de la situación del proceso hacia la paz. "El tiempo que pasa sirve para afianzar lo recorrido hasta ahora"

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Informe Verano 2011 del Observatorio Social del Proceso de Paz

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ervatorio Socialdel proceso de paz

Informe Verano 2011Análisis de la situación del proceso hacia la paz.

"El tiempo que pasasirve para afianzar

lo recorrido hasta ahora"

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Informe Verano 2011

Presentación

La situación del proceso hacia la paz

Análisis de la situación del proceso hacia la paz

Relatos con nombre propioKontakizunak, elkarbizitzarako zubiak (Jozean Agirre)

Relato distinguir tres conceptos (Jonan Fernández)¿Cómo se contará esta historia? (Daniel Innerarity)

El relato de la memoria (Javier Merino)

Recomendaciones de Lokarri para impulsar el proceso de paz

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Presentación

Tras la presentación del décimo Informe del Observatorio Social del proceso de paz celebrada el 13 de julio de2011, donde se realizaba un balance de los dos años de andadura de esta iniciativa, Lokarri, Red ciudadana por ela c u e rdo y la consulta, pretende mejorar de forma cualitativa y cuantitativa esta herramienta de part i c i p a c i ó nciudadana. Para ello, además de extender los dos cauces de participación existentes como son el cuestionario y losObservatorios Locales, se incorporarán a partir de este informe otras reflexiones con nombre propio que puedanaportar miradas diversas sobre debates relacionados con la paz y la convivencia.

Así, este Informe, que analiza la percepción de la situación hacia la paz durante verano de 2011, se compone dedos partes: una primera parte, que contiene la evolución de la situación hacia la paz a través del análisis de lasopiniones y aportaciones de las 1.396 personas que han respondido al cuestionario difundido por Lokarri y unasegunda parte que recoge las reflexiones de Joxean Agirre, Jonan Fernández, Daniel Innerarity y Javier Merinosobre un tema concreto, “la construcción del relato de la memoria”.

El periodo recogido en este Informe, finales de junio hasta principios de septiembre, se ha visto marcado en partepor la evolución del caso Bateragune, cuya sentencia fue conocida una vez difundido el cuestionario, por lo quep o s t e r i o rmente se envió otra pregunta sobre esta cuestión concreta. Además, en este informe también se hapreguntado de forma específica sobre la desaparición de la violencia de ETA y los temas que deben abordarse enun futuro proceso de reconciliación. Conviene indicar, que el plazo de respuesta al cuestionario terminó el 27 deseptiembre, un día antes de que se produjeran importantes acontecimientos relacionados con el objetivo de la pazy la convivencia, lo cual ha quedado reflejado en la valoración de la situación hacia la paz que se desprende delanálisis de las respuestas recibidas.

Por último, hay que recordar que, al igual que en ocasiones anteriores, los contenidos de este nuevo informe serándifundidos de forma pública y enviados a agentes sociales y políticos. Con ello Lokarri pretende compartir lasopiniones y aportaciones recogidas como contribución al objetivo de la paz y la convivencia en nuestra sociedad.

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La situación del proceso hacia la paz.Análisis de los resultados ofrecidos por el cuestionario.

1. ¿Cuál es tu opinión sobre la situación del proceso hacia la paz?

Tras la tónica de progresivo aumento en la valoración positiva de informes anteriores, ésta ha sufrido en veranoun descenso de poco más de medio punto. La nota media obtenida ha sido un 6,47, mientras que en el pasadoinforme subía hasta el 7,09.

La valoración negativa de la situación (puntuación de 1 a 4) es del 11%, igual que en otoño de 2010, pero superioral 4% del último informe, de primavera de 2011. Sin embargo, las personas que han valorado la situación con unanota de 5 o más siguen siendo la mayoría, reflejada en un 89%, aunque en menor porcentaje que en el anteriorinforme de primavera de 2011, que era del 96%. Por último, cabe destacar que dentro de esa percepción positiva,ha ascendido el porcentaje de personas que consideran la situación regular (puntuación de 5), pasando del 8% delanterior informe al 14% del actual.

Esta percepción se asienta fundamentalmente en las siguientes razones: 1) la sensación de que se han dado pasosque no terminan de culminar acompañada de la convicción y/o el deseo de encontrarnos en un proceso imparablehacia la paz, 2) ETA no ha cometido atentados desde el alto el fuego de enero, lo que alimenta la percepción socialde que no hay vuelta atrás a la violencia, pero se espera algún tipo de comunicado donde se exprese de forma clarael fin definitivo de la misma, 3) la apuesta de la Izquierda Abertzale por las vías pacíficas y democráticas se considerai rreversible, pero se pide mayor definición en la actuación concreta de Bildu, 4) la postura inmovilista del Gobiern oespañol y su actitud obstaculizadora como demuestran el caso Bateragune, Sortu o la política penitenciaria asentadaen la dispersión y otras medidas similares y 5) la falta de normalidad en el diálogo político entre todas las fuerzas.

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2. ¿Hay más posibilidades ahora que hace un año para conseguir la paz?

El 80% de las respuestas ha optado por el sí, porcentaje más cercano al obtenido en el informe de verano de 2010(78%) que al 94% del informe de primavera de este año. El 14% entiende que existen las mismas posibilidades quehace un año, el 3% que no hay más posibilidades ahora y el restante 3% ha elegido la opción “no sabe, no contesta”.Estas percepciones también se asemejan más a los porcentajes de verano de 2010 (un 16% respondió que las mismas,un 2% que no y un 4% “no sabe, no contesta”) que a los de primavera de 2011 (5%, 0,37% y 1% re s p e c t i v a m e n t e ) .

La opinión que sustenta la afirmación mayoritaria de que hay más posibilidades ahora que hace un año paraconseguir la paz considera que la violencia ha sido desplazada por la acción exclusivamente política. Para llegar aesta conclusión se analizan dos claves fundamentales: por una parte, la ausencia de acciones armadas de ETAdurante este tiempo que, según las respuestas, convierte en difícil y muy costosa una posible vuelta a la violenciay por otra parte, la percepción de que la presencia de Bildu en las instituciones ha posibilitado avanzar en lanormalización política.

Quienes entienden que existen las mismas posibilidades que hace un año argumentan que no se están prod u c i e n d otodos los pasos deseables y que hay muchos intereses partidistas que bloquean los avances.

Las personas que han elegido la opción “no sabe/no contesta” y quienes consideran que no hay más posibilidadesahora que hace un año, manifiestan similares argumentos, basados en el riesgo de la existencia de ETA, la pocaclaridad y contundencia de Bildu sobre la violencia de ETA, el inmovilismo del gobierno y la posibilidad de queel Partido Popular gane las próximas elecciones generales.

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3. En tu opinión ¿se dan las condiciones para un nuevo proceso de paz?

Quienes entienden que se dan las condiciones para un nuevo proceso de paz suman el 72% de las respuestas, fre n t ea un 14% que opina que no y otro 14% que no sabe o no contesta. En verano de 2010 era un 62% el que elegía laprimera respuesta, mientras que en primavera de 2011 este porcentaje ascendía al 80%. La respuesta negativa erade un 16% en verano de 2010 y un 6% en primavera de este año.

Antes de analizar los argumentos que sostienen cada una de las respuestas, hay que precisar que existen dudas sobreel concepto “proceso de paz” y “nuevo proceso de paz”. En el primer caso, hay quien cuestiona el concepto en sí yen el segundo caso, muchas personas entienden que la sociedad ya está inmersa en un proceso de paz y queúnicamente falta verificarlo, dar los pasos correspondientes y llenarlo de contenido.

Quienes creen que sí se dan estas condiciones remarcan el escenario actual de ausencia de la violencia de ETA yla voluntad social que reclama la necesidad y la urgencia de este proceso.Los argumentos esgrimidos para contestar negativamente inciden en las condiciones que aún no se han producidopara que el proceso de paz sea posible: la desaparición de ETA, una exigencia contundente de Bildu de cese de laviolencia de ETA, voluntad de los partidos políticos mayoritarios de contribuir positivamente, un cambio en lapolítica penitenciaria, la legalización de Sortu o la liberación de personas encarceladas únicamente por su actividadpolítica.

E n t re quienes han elegido la respuesta “no sabe/ no contesta” destacan como argumentos la falta de una declaraciónde ETA de cese definitivo de su actividad y la incertidumbre que genera el resultado de las próximas eleccionesgenerales.

4. ¿Cuáles de los siguientes pasos pueden contribuir de forma positiva acorto plazo en la consecución de la paz?

En esta pregunta se han podido elegir hasta tres respuestas diferentes, por lo que la suma de los porc e n t a j e sfinales supera el 100%. Los pasos más escogidos han sido la declaración por parte de ETA del fin definitivo dela violencia (67%), el diálogo político sin exclusiones (60%). una política penitenciaria más humanitaria(59%), y la legalización de Sortu (55%). Estos cuatro pasos eran percibidos también como los más prioritariosen el anterior informe, de primavera de 2011, aunque en esa ocasión el segundo lugar era ocupado por la opciónde una política penitenciaria más humanitaria en lugar del diálogo político sin exclusiones.

El resto de pasos obtienen porcentajes menores al 50%, destacando el reconocimiento de todas las víctimas conun 44% y la entrega de las armas por parte de ETA (22%). El reconocimiento del daño causado por parte deE TA (14%), la excarcelación de los presos de ETA (12%) y la unidad de los partidos democráticos frente a ETA(4%) completan el listado de opciones pro p u e s t a s .

Un 6% de las respuestas ha elegido la opción “otros”, apartado en el que se recogen pasos como la voluntad dellegar a un acuerdo, escuchar al pueblo vasco que solo quiere la paz, un cambio en la sociedad española o elreconocimiento del derecho de autod e t e rm i n a c i ó n .

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5. En tu opinión, ¿cuándo se podrá considerar que la violencia de ETAha desaparecido?

El 37% de las respuestas apuntan a que la violencia de ETA habrá desaparecido cuando hagan una declaraciónpública en la que exprese el fin definitivo de la violencia. El 33% piensa que sucederá cuando así lo constate unacomisión de verificación independiente que cuente con la colaboración del Gobierno. Comparten el mismoporcentaje, un 11%, las opiniones que apuntan a que la violencia desaparecerá cuando ETA entregue las armas yquienes creen que ya ha desaparecido porque está claro que no va a volver a atentar.

Un 8% de las personas encuestadas ha escogido la opción “otros”, incidiendo gran parte de ellas en la necesidadde trabajo conjunto entre las diferentes sensibilidades para lograr un objetivo común.

6. ¿Qué opinión te merece el juicio sobre el caso Bateragune??

Teniendo en cuenta que esta pregunta fue realizada antes de conocerse la sentencia del Caso Bateragune, los datosrecogidos indican que el 74% de las personas encuestadas opina que es claramente un juicio político, y por tantolos encausados deberían ser absueltos, más aún después de la renuncia a la violencia expresada durante el mismo.El 15% cree que una sentencia de absolución contribuiría positivamente al nuevo tiempo.

Por contra, un 3% cree que en un Estado de derecho hay que respetar las decisiones judiciales y dejar a los juecesactuar en libertad. Ninguna de las 1396 personas que han respondido el cuestionario cree que deberían sercondenados porque pretendían filtrar a ETA en las Instituciones.

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La opción “otros” ha sido elegida por el 8% de las personas encuestadas, destacando entre los argumentos las vocesque opinan que el juicio no ha ido en paralelo al actual momento político-social.

7. ¿Cuáles crees que son los temas que deben abordarse para facilitar lareconciliación social?

En esta pregunta se han podido elegir hasta tres diferentes respuestas, por lo que la suma de los porcentajes finalessupera el 100%. Así, el tema del respeto a los derechos y libertades fundamentales ha sido la que ha obtenido unmayor respaldo con un 60%. Seguido por el reconocimiento de las víctimas (55%), el acuerdo sobre el marc opolítico de convivencia (48%), la reintegración social de las personas presas (44%) y la pedagogía social para unaconvivencia plural (41%).

Con unos porcentajes más discretos se sitúan los temas relacionados con el reconocimiento del daño causado(25%), la deslegitimación de la violencia (24%), la elaboración de un relato sobre lo ocurrido estos últimos años(18%), la reparación a las víctimas por el dolor sufrido (10%) y la aplicación de la justicia a los responsables degenerar sufrimiento (6%).

La opción “otros” ha sido escogida por el 4%, sumando a los temas propuestos aquellos que inciden en facilitarmedidas simbólicas de reconocimiento a todas las víctimas o el uso de la Casa de la Paz como centro donde seestudien las bases para la reconciliación.

8. ¿Qué opinión te merece la sentencia condenatoria que la AudienciaNacional ha emitido en el caso Bateragune?(Esta pregunta se realizó después del resto del cuestionario, una vez conocido el resultado de la sentencia)

En esta pregunta se han podido seleccionar más de una respuesta, por lo que la suma de los porcentajes finales superael 100%.La opinión más respaldada (77%) es la que dice que es una sentencia política que vulnera los derechos civiles ypolíticos de todas las personas condenadas. Un 38% piensa que la sentencia condenatoria demuestra una falta devoluntad política por parte del Gobierno de solucionar el problema.

Por su parte el 10% opina que en un Estado de derecho hay que respetar las decisiones de los jueces, aunque noayuda al actual tiempo político. Finalmente, un 0,5% de las personas piensa que la sentencia es totalmente justay adecuada para la lucha del terrorismo.

La opción “otros” ha sido acogida por el 12% de las personas encuestadas, aportando opiniones relacionadas conel parón que puede suponer la sentencia en el avance hacia una situación de paz, la ausencia de imparcialidad delpoder judicial o lo tardío del juicio y su incompatibilidad con el momento político-social actual.

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Aunque se avanza lentamente creo que ya no hay vuelta atrás en el temadel uso de la violencia

P a rece que estamos cerca pero ninguna de las partes acaba de rematar la jugada

Las cosas se hacen con buenos materiales, el cemento solidificará con eltiempo cada vez más

Los conflictos deben terminarse con acuerdos, nunca con aplastamientos

La mayoría del pueblo vasco está convencida de que la salida al conflictoque ha existido en Euskadi es política

Estamos mejor que ayer y queremos un mañana mejor, pero sin prisas,todo necesita su tiempo

Están ocurriendo cosas que ni sospechábamos de lejos que podían pasary están pasando, y eso es bueno para la causa de la paz

Da la sensación de que en cuanto se acercan elecciones... los procesos separalizan y desaparecen de la "actualidad"

Algunas ideas aportadas

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El análisis de situación del proceso hacia la paz.

La valoración en términos cuantitativos de la situación actual del proceso hacia la paz ha disminuido respecto alinforme de primavera de 2011. Hace tres meses, la valoración media ascendía al 7,09 y en este momento es de un6.47, similar a la obtenida en invierno de este año.

Sin embargo, tanto entre las personas que han valorado la situación de forma más positiva como entre las que lohan hecho de forma más negativa, se generaliza la percepción de que nos hallamos inmersos en un pro c e s oimparable e irreversible hacia la paz y la convivencia. Pero no puede negarse la sensación de que existe un paróno impasse respecto a meses anteriores.

Una posible explicación para esta sensación reside en el hecho de que la valoración de las personas que hanrespondido al cuestionario se ha producido días antes de la presentación de la Comisión Internacional delVerificación del alto el fuego y la posterior comunicación de ETA anunciando que colaborará con ella, del anunciode la disolución de Ekin o del discurso del Lehendakari proponiendo el acercamiento de los presos. Estas soni m p o rtantes novedades que no han tenido reflejo en las respuestas al cuestionario por haberse producido conposterioridad al mismo.

Difícil vuelta atrás

Hay una percepción generalizada de encontrarnos ante un escenario de ausencia de violencia por parte de ETA yde normalización política que dificulta la vuelta atrás. Esta opinión se sustenta básicamente en la inacción de ETAdesde la declaración de alto el fuego de enero de 2011 y en la participación de Bildu en las instituciones.

Impaciencia

1. Cese definitivo de la violencia de ETA

Aunque la mayoría de respuestas considera que el tiempo de la violencia de ETA ya está superado, se demanda unúltimo paso. Al concretar éste, las personas participantes se decantan por alguna de las siguientes opciones: unadeclaración de cese definitivo de la violencia, una acción verificadora desarrollada por una comisión independienteque cuente con la colaboración del Gobierno y en menor proporción por la entrega de las armas.

2. Obstáculos para la normalización

Se percibe que se han dado pasos importantes hacia la normalización política, pero aún persisten import a n t e sobstáculos para su consolidación:

- La situación de ilegalidad de Sortu.- La persistencia del Gobierno español en su estrategia de firmeza basada en la idea de “vencedores y vencidos”.

La ausencia de pasos para modificar la actual política penitenciaria o su postura ante la ilegalización de Sortuy el caso Bateragune también son percibidas como obstáculos hacia la paz.

- La ausencia de liderazgo del Gobierno Vasco.- La proximidad de las elecciones generales del 20 de noviembre de este año y la incertidumbre ante las

consecuencias de sus resultados.- Las evidentes desconfianzas y dialécticas beligerantes entre las formaciones políticas.

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A partir de ahora, todos los Informes del Observatorio Social del proceso de paz contarán conesta nueva sección, en la cual se incluirán reflexiones de personas de re f e rencia en nuestra sociedad, y relativas a cuestiones relacionadas con la paz y la convivencia. Cada informe trataráun tema de actualidad sobre el que exista debate, con el objetivo de compartir visiones diversas y plurales que puedan enriquecer nuestra propia reflexión sobre el mismo.

En esta ocasión, Jonan Fernandez, Daniel Innerarity, Joxean Agirre y Javier Merino re f l e x i o n a nen torno al siguiente tema: “¿Cómo construir el relato de la memoria?” La narrativa de lo ocurr i d odurante los últimos años cobra especial importancia a la hora de abordar la construcción de unf u t u ro de convivencia inclusiva. Por ello y ante las diferentes voces que empiezan a hablar de estacuestión, Lokarri ha querido enriquecer este debate con otras cuatro voces más.

A continuación, los cuatro textos en los idiomas en los que han sido redactados por sus autores.

Reflexionescon nombre propio

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Kontakizunak, elkarbizitzarako zubiakJoxean Agirre(ELEAK mugimendua)

Ikuspegi kritiko batetik izanda ere, zaila da iraganaribegira jarrita bi pertsonak kontakizun bera egitea. Zeresanik ez dago, zenbat eta zabalagoa ariketa hori egitenduen giza-taldea, orduan eta zailagoa da pert s o n e nperspektiba bat egitea. Komunztadurak dira gakoak,nolanahi ere, kontakizunen arteko bateragarr i t a s u n aneurtu nahi izanez gero.

Hamarkada luzez nozitu dugun gatazka politikoarenindarkeria ezberdinek era askotan lausotu duteh e rr i t a rren begirada. Kontakizun objektiboa, zientifikoa,historia parametro neutrotan neurritakoa, ez daexistitzen. Kimera edo amarru dialektiko-politikoabesterik ez da. Izan ere, egia osoa, egia part z i a l e nbatuketa da, eta ez egia ezberdinen arteko batezbestekoaritmetikoa.

Beraz, kontakizun ezberdinen beharra eta bere nlejitimotasuna dira bakegintzaren porlana. Bake bidean,e l k a rrizketa dugu berme eta askatasuna/justizia topaleku.Bakea ez da gerr a ren gainditze hutsa, bidedemokratikoak jorratzeak eta bere printzipioen araberaj a rduteak demokrazia egiten baitu ezinbesteko. Harihorretatik tiraka, elkar hizketa eta akordioa kontakizune z b e rdinen arteko dialektikaren seme-alabak ditugu.Hori esatean, kontakizun bakar baten balio intrintsekoanardatzen ari gara, gurasokeriaren parekotzat hartu ere.

A k o rd i o a ren eta guztiontzako askatasunare nondorio behar duen bakeak giza faktore oso nabarmenadauka. Aurre z - a u rre bizi izan duten pertsonen art e k oh a rremanak daude eszenatoki berri baten erd i g u n e a n ,eta elkarren onespena ez da nolanahikoa izango.

J e n d a rtean sorturiko lubakiak eta zauri-marrak ezdira desagertuko ziztu bizian. Horregatik, ELKAR-BIZITZA izango dugu helburu politikoa. Elkarre na rteko begiruneak ñabardura prepolitikoak dakart z ab e rekin, baina marko demokratiko batean elkarr ieragitea kontu politikoa da. Estrategia bat beharko du.

Estrategia horren muinean kontakizun ezberd i n e nezinbestekotasuna dago nire ustean.

B a z t e rtze edo nagusitze tentazioari bizkar emanez,kontakizun ezberdinen jarioak lagunduta memoriahistorikoak behar duen osagarritasunera hurbilduko garaapurka, egiaren monopolioa pitzatuz. Gai hauetanm u rgilduta lan egiten duten beste pertsonekin bateginez, sufrimenduari buruzko egia alde ugarikoa behardugula pentsatzen dut. Baina egindakoaren aitort z alehen urratsa den neurrian, badira etxeko lanak egingabe dauzkaten hamarka alderdik, instituziok etaeragilek. Kontakizun guztiek eragindako kaltea aitortubeharko dutenez, guztiz bidegabea dirudi ETAri beraks o rtutako biktimak ohoratzea eskatu eta estatuei ezi k u s i a rena egiten jarraitzen uztea. ETAk ez dio muzinegin bere erantzukizunari sortutako min eta kaltearidagoikionez, nahiz eta justifikatutzat eman. Estatuek,ordea, ostrukarena egitea deliberatu dute; ez dute berena rdurak (direnak direla) aitortu eta besteen kontakizunaez dute zilegitzat eman, ez forman ez edukinean.

Elkarbizitzarako estrategia politikoak mailakatzejakin bat izan beharko du: bi aldeetatik, eragindakomina nork bere gain hartzea, gatazkaren ondoriozegondako biktima guztien onarpena eta beren egoeraarindu eta leuntzea eta, hirugarrenez, halako eszenatokig o rdina berr i ro eman ez dadin bermeak (markodemokratiko adostua) finkatzea.

Kontakizunen arteko elemento komun bakarra izanbeharko da besteen errealitatea eta egoera (minare nmapa osoa) aintzat hartzea. Gako politikoen art e a nzubiak lehertarazteko balio dutenak, besteak beste,barkamena, garaipen-galera dialektika, eta kontakizunbaten hegemonia politiko-historikoa, albo batera geratubehar dira. Eraiki nahi dugun zubiak bi ezaugarri dauzka:begietatik behar beste ura pasatzen uztea (askotarikokontakizunak) eta pertsonen arteko harreman libre eta

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Relato: distinguir tres conceptosJonan Fernández(Director de Baketik)

El relato sobre el pasado es afrontamiento compart i d ode lo sucedido e implica dos tareas. Primera, desvelar loshechos, lo que conlleva el conocimiento yreconocimiento del daño injusto provocado a todas lasvíctimas; y segunda, valorar estos hechos; es decir,realizar una revisión crítica, ética y prepolítica de losucedido. Todo ello toma forma en los procesos dereconciliación de lo que se conoce como informes de«La verdad» o de «Nunca más». Documentos cuyaelaboración debe ser coordinada por una personalidado institución de consenso y que sirve de base a unp roceso de reparación integral. El relato, lareconstrucción de una nueva mirada al pasado es la másdelicada porque revive el dolor de las heridasproducidas. Conviene hacer, al menos, tres precisionesque establezcan las diferencias que existen entre hechos,diagnósticos y valoración.

· Hechos. Deben integrarse todos los sufrimientos,víctimas y violaciones de derechos humanos. Elconocimiento y reconocimiento del daño provocado serefiere a todas las víctimas y no solo a las que sentimosmás próximas. En este punto se juega definitivamentela viabilidad o fracaso de un proceso de reconciliación.Es su línea roja. Si se traspasa no solo no es posible lareconciliación sino que mediante la exclusión se creancondiciones objetivas para nuevos conflictos. En estesentido, la revisión crítica del pasado lo es de todo elpasado y no solo del que resulta más conveniente.

En el caso vasco y desde los años 60, ETA y sus distintasramas han causado el mayor número de víctimasm o rtales. Esto merece una valoración propia y específicadestacada. No obstante, no todas las víctimas han sidop rovocadas por ETA. También estas y su sufrimientodeben ser integrados con pleno derecho en el relato yen el proceso de reconciliación. Necesariamente, juntoal de ETA, deben afrontarse otros fenómenos como elterrorismo paraestatal o de extrema derecha, la tortura,las víctimas de excesos policiales y otras vulneracionesde derechos humanos.

· Diagnósticos. Debe aceptarse que habrá difere n t e sf o rmas de interpretar lo sucedido. No es posible undiagnóstico político compartido sobre las causas o lagénesis de los hechos que componen nuestra historiareciente. Curiosamente, el diagnóstico más compartidoes que no hay un diagnóstico compartido.

· Valoración. No obstante, tenemos la obligación moralde compartir una valoración ética y prepolítica (unao rtoversión). Se puede y debe alcanzar un acuerdo sobrelo que no debe volver a repetirse, el «nunca más». Existeun mínimo para un consenso posible: «Lo sucedidoo c u rrió porque hubo quienes antepusieron el valor de sucausa u objetivo al valor de la dignidad humana. Ni unasola causa política o partidaria, ni ninguna razón deestado tienen un valor absoluto que pueda situarse porencima del respeto a la persona y a la vida».

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¿Cómo se contará esta historia?Daniel Innerarity(Catedrático de Filosofía política y social, investigador “Ikerbasque” en la UPV/EHU y director del Instituto de GobernanzaDemocrática)

La relación con el propio pasado es uno de losp roblemas más complejos e inquietantes con el quediversas comunidades políticas han tenido queenfrentarse en la segunda mitad del siglo XX. ¿Cómo serelacionan con su pasado sociedades que acaban delibrarse de una extrema re p resión o salen de periodos deviolencia? ¿Cómo formulan el cierre de ese pasado paraque sea irreversible y, al mismo tiempo, no legitime laviolencia? La resolución de los conflictos políticosviolentos da lugar a una serie de discusiones acerca de lareconstrucción del pasado que son a veces tan intensascomo el conflicto mismo. Parece que una vez re s u e l t oel asunto principal queda todavía por hacer lo másdifícil: todo aquello que tiene que ver con lareconstrucción del pasado.

Cuando hablamos del tema de la memoria nop odemos olvidar que existe una libertad para contar, quela memoria es plural. Está libertad se re f i e re tanto altrabajo de los historiadores como al relato común yp o p u l a r. Las personas y los grupos sociales ord e n a m o slos acontecimientos complejos y que han tenido unagran carga emocional de manera muy diversa, a menudocontradictoria, de modo que en una misma sociedadcoexisten interpretaciones dispares de idénticosacontecimientos.

Hay ocasiones en que las políticas de la memoriaestán hechas como si los pod e res públicos quisieran fijardefinitivamente el sentido de los acontecimientos,olvidando que el pasado es siempre contro v e rtido. Enuna democracia la escritura de la historia sólo puedehacerse en un marco de pluralismo, bajo la miradavigilante y crítica de diversas memorias paralelas quediscuten. No corresponde al legislador fijar de maneraautoritaria una regla para la interpretación del pasado.Nuestra lectura de la historia es un trabajo nuncaacabado y siempre problemático. El deber de la memoriaha de acompañarse de una aceptación de la complejidad

histórica. No es lo mismo la verdad judicial que laverdad política o la verdad de los historiadores.

De entrada, parece conveniente partir de lo que nosenseña la experiencia acerca del modo como loshumanos combatimos y dejamos de hacerlo. No esp revisible, ni deseable, que las sociedades que hanvivido un conflicto largo y profundo concluyan la pazcon un relato común. En el caso del País Vasco, piensoque nadie ha formulado mejor que el llamado “PlanA rdanza” (1998) en qué podría consistir una salidaviable y digna. No podemos olvidar que estamosintentando resolver un problema generado por quienesno han sido capaces de aceptar la voluntad mayoritariade los vascos, desde la legitimidad democrática de lasinstituciones y sin que nuestras decisiones tuvierancomo finalidad corregir una supuesta carencia delegitimidad. Aquel documento lo formulaba así: “no nosp reguntamos qué debe hacer la democracia para corre g i rsus supuestos déficits, sino qué puede y quiere hacer parasuperar la falta de integración que de hecho sufre lasociedad vasca. La legitimidad democrática del sistemano está en cuestión”.

Ahora bien, el relato oficial, público y, sobre todo,los principios sobre los que se asiente nuestro marc opolítico y sus procedimientos de modificación nopueden legitimar el recurso a la violencia. El relato justodel pasado, por difícil que sea, nunca es un punto medioentre víctimas y verdugos. No se trata de imponer una“ v e rdad oficial” sino de establecer que la discusiónacerca de nuestro pasado se lleve a cabo en el marco delos principios democráticos, de respeto, pluralidad,ilegitimidad de la violencia y reconocimiento de lasvíctimas. Siempre habrá historiadores que discutan yn a rraciones populares de todo tipo, hasta laextravagancia, pero el relato a partir del que seconfiguran nuestras instituciones debe recoger losprincipios éticos y políticos que son imprescindibles parala convivencia democrática.

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El relato de la memoriaJavier Merino Pacheco(Historiador y miembro de la Escuela de paz de Bakeaz)

La necesidad de re c o n s t ruir la convivencia en unasociedad, la vasca en este caso, después de un conflictoserio con graves expresiones de violencia obliga a unesfuerzo de elaboración de un discurso que sea capaz deayudar a la necesaria reconciliación sin menoscabar lajusticia y veracidad del relato explicativo del pasado. Eneste sentido, la experiencia relativamente reciente de latransición española a la democracia tras la muerte deFranco puede ser útil de cara a extraer conclusionessobre sus aciertos y errores. Treinta años después, se hasuscitado desde importantes sectores de la sociedadespañola la necesidad de revisar un discurso hegemónicocaracterizado por la renuncia al análisis riguroso delpasado en aras supuestamente de pre s e rvar laconvivencia pacífica; en el relato canónico, se impuso lacondonación de los crímenes pretéritos bajo el rótulogeneral del rechazo a una violencia cruzada desatada enun contexto polémico. La resultante fue un discursodominante reflejado en la frase «Todos fuimosculpables», con la consiguiente renuncia a la atribuciónde responsabilidades a quienes violaron los dere c h o shumanos; en buena parte de los casos, esta perspectivaimplicó una equiparación de víctimas y verdugos a tod a sluces injusta, y que constituye la razón última de laexigida revisión al cabo de varias décadas.

Volviendo al caso vasco, la responsabilidad de lat a rea incumbe a toda la sociedad, pues el conjunto dela misma se ha visto afectado por la violencia (no de lamisma manera, obviamente) y la convivencia futura vaa estar marcada por la naturaleza del relato que seimponga; pero sin duda el liderazgo corresponde enprimer lugar a los dirigentes políticos, elegidos por laciudadanía para marcar la pauta de los debates políticos

y morales que afectan al entramado social en el marcode un Estado de derecho. El discurso debe asimismore f o rzarse con la labor de los expertos científicos, deltejido asociativo y del conjunto de instituciones,o rganizaciones políticas, sindicales y sociales en sentidoamplio. La obligación compartida en esta tesitura escontribuir a la elaboración, en primer lugar, y a ladifusión, en segundo, de un relato que tenga comoprioridad la explicación y análisis del pasado, sin olvidosni sesgos interesados, y que se marque como objetivoesencial la reparación moral de las víctimas, de tod o saquellos que han sufrido directamente la violencia, loque implica ineludiblemente la ausencia de impunidad.

Debe hacerse justicia, lo que no es incompatible conmedidas de perdón encaminadas a la re c o n c i l i a c i ó ns i e m p re que se produzca el reconocimiento del dañocausado, de la injusticia cometida en las personasafectadas y la firme voluntad de renunciar al empleo dela violencia. Se trata de premisas imprescindibles parareintegrar en el juego democrático a las personas og rupos implicados en el pasado en actuaciones violentas,sean ellas producto de la acción terrorista de gru p o sa rmados o de la violación de derechos humanoscometida por personas vinculadas a las instituciones delEstado. Al igual que en las relaciones humanas, lasuperación de un pasado traumático no puede hacersedesde el silencio y el olvido; tanto como el respeto a lasvíctimas, lo exige el objetivo de una sociedad sana, quepara serlo debe afrontar un futuro reconciliado desde elconocimiento, el análisis y la reflexión sobre un pasadocomplejo, pero al tiempo éticamente diáfano en cuantoa las violencias y abusos cometidos.

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Cada una de las cuatro voces recogidas en esteI n f o rme desgrana los elementos a tomar en cuenta enla construcción del relato o los relatos según losdiferentes puntos de vista.

A la luz de estas reflexiones Lokarri considera que ala hora de abordar esta cuestión nos encontramosante importantes retos, que plantean cuestiones sobrelas cuales habrá que hacer una importante labor deconsenso, ya que el resultado de ese proceso derecuperación de la narración del pasado será la basesobre la que construir nuestra convivencia futura.

1 . ¿Cómo puede afrontarse el diagnóstico políticos o b re las causas y los hechos ocurridos en nuestropasado más reciente?

2 . ¿Cabe consenso sobre la valoración ética de loocurrido? ¿Existen relatos legítimos e ilegítimos?

3 . ¿Debe prevalecer un relato sobre los demás o setrata de hacer una narrativa que incorpore losdiferentes relatos existentes?

4 . ¿Cómo debe ser el relato para que re s u l t ereparador y capaz de contribuir a la reconciliación?

5 . Una vez construido el relato o los relatos de loo c u rrido, ¿este proceso debe culminar con elreconocimiento del daño causado, con la petición deperdón, de justicia?

6 . ¿Cuál debe ser el objetivo último de laconstrucción de la memoria?

Conclusiones de las reflexiones

“Un relato que tenga como prioridadla explicación y análisis del pasado,

que se marque como objetivo esencialla reparación moral de las víctimas”

(Javier Merino)

“El puente que queremos construir tienedos características: deja pasar tanta aguacomo sea necesaria por sus ojos (re l a t o s

diversos) y hacer posible una relación librey tranquila entre las personas. ”

(Joxean Agirre)

“No se trata de imponer una “verdadoficial” sino de establecer que la

discusión acerca de nuestro pasado se lleve a cabo en el marco de los

principios democráticos”(Daniel Innerarity)

“Existe un mínimo para unconsenso posible: lo sucedido ocurrióporque hubo quienes antepusieron el

valor de su causa u objetivo al valor dela dignidad humana”.(Jonan Fernández)

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Recomendaciones de Lokarr i para impulsarel proceso de paz

Tras el análisis de situación extraído de las respuestas recibidas al cuestionario y con el objetivo de superar losobstáculos que en estos momentos generan desconfianza en la culminación de este proceso hacia la paz en el queestamos inmersos, Lokarri considera lo siguiente:

1. A falta de una comunicación expresa del fin definitivo de la violencia por parte de ETA, puede asegurarse queel riesgo de vuelta atrás es casi inexistente. Son tres las razones que avalan esta tesis: la adhesión del colectivo dep resos de ETA al Acuerdo de Gernika, la garantía que puede suponer la puesta en marcha de una ComisiónInternacional de Verificación independiente y el hecho de que hace un año que ETA anunció su decisión de nocometer más acciones armadas ofensivas. Tomando esta idea como punto de partida, esta comunicación expresa defin definitivo de la violencia anhelada por la mayoría de las personas que han respondido al cuestionario reside enla necesidad social de hacer un punto y aparte, y empezar a escribir un nuevo capitulo de nuestra historia vital ypolítica, en el que no vuelva a repetirse el grave error que representa la violencia.

2. A pesar de que la participación de Bildu ha contribuido a avanzar en la normalización política, es necesaria lalegalización de Sortu a la mayor brevedad posible para que tenga la oportunidad de participar en la vida políticaen igualdad de oportunidades que el resto de partidos. Los Estatutos de esta formación, así como el rechazo re i t e r a d ode toda forma de violencia, incluso la de ETA, para la consecución de fines políticos por parte de líderes destacadosde Ezker Abertzalea avala legalmente esta petición.

3. El actual momento requiere la puesta en marcha de un mecanismo de diálogo y acuerdo donde dirimir todasaquellas cuestiones improrrogables para avanzar hacia una convivencia inclusiva. No se puede seguir funcionandocon planteamientos restrictivos y cerrados sobre cuestiones que atañen a toda la sociedad. Hay que apostar por unanueva forma de gestionar la vida política de nuestra sociedad, abocada a buscar entendimientos y consensos parapoder construir un futuro compartido.

4. El Gobierno español debe aportar a este momento de oportunidades sin demora y de manera unilateral. ElG o b i e rno debe garantizar los derechos y libertades fundamentales y terminar con la vulneración que de los mismosrealiza la actual política penitenciaria, la cual permite situaciones de trato inhumano hacia las personas pre s a senfermas o impide el fin último de la resocialización mediante la aplicación de medidas como la dispersión o ladoctrina Parot. Además, debe velar por el ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos civiles de todas laspersonas, sin importar sus planteamientos políticos y siempre que lo hagan dentro de los parámetros democráticos.Así, deben cesar las actuaciones penales contra personas que desarrollan una actividad exclusivamente política,como es el caso de las que han sido recientemente condenadas por el caso Bateragune.

5. Pedir a Patxi López y al Gobierno Vasco que, tras su comparecencia en el Pleno de política general del 29 des e p t i e m b re, concrete cómo va a impulsar el plan para la concordia y la convivencia presentado en el mismo,especialmente en lo relativo a la inclusión de todas las tradiciones políticas, incluso las que ahora están ilegalizadas,y que lidere con altura de miras el proceso de paz en el que esta sociedad está inmersa.