informe tecnologías para el desarrollo humano de comunidades rurales aisladas

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La ingeniería del desarrollo sostenible Escuela Industriales: Se presentó el informe Tecnologías para el Desarrollo Humano de Comunidades Rurales Aisladas, elaborado por la RAI en colaboración con diversos especialistas.

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PRESENTACINElas Fereres CastielPresidente de la Real Academia de Ingeniera

H

ace pocos meses y por vez primera en la historia de la humanidad, los habitantes en las reas urbanas del Planeta sobrepasaron en nmero a los que habitan en las zonas rurales. Ello no obstante, las ltimas estadsticas indican que la pobreza extrema se concentra de forma muy mayoritaria en el mundo rural de los pases menos desarrollados. Uno de los motivos principales del hambre y la pobreza de dichas zonas rurales es su aislamiento fsico, lo cual conlleva, adems de las dificultades para el suministro de alimentos, una falta de acceso a nuevos conocimientos y experiencias. De hecho, los avances cientficos y tcnicos de las ltimas dcadas han sobrepasado a la gran mayora de esa poblacin ubicada en las comunidades rurales aisladas de muchas partes del mundo. La brecha existente hoy da entre las sociedades urbanas de los pases ms ricos y los ncleos de poblacin rural de los pases pobres, es inmensa y viene amplindose en las ltimas dcadas. No se trata solo de una brecha en los ingresos per capita; las brechas en educacin, bienestar, salud y esperanza de vida continan agrandndose a pesar de los intentos que pases, organis-

mos internacionales y no gubernamentales hacen por ayudar a los ms necesitados. Para cambiar esta situacin es preciso paliar y erradicar la pobreza en la que apenas sobreviven muchos habitantes del mundo rural de los pases ms pobres. En muchos casos, ni siquiera tienen libre acceso a las tierras y recursos que les rodean, debido a las incertidumbres relacionadas con la tenencia de la tierra o creadas por conflictos blicos locales. Es bien sabido que el desarrollo econmico en el mundo rural parte de mejorar su agricultura y luego se expande a otras actividades econmicas. No obstante, la capacidad para producir o adquirir suficientes alimentos para erradicar el hambre es una condicin necesaria pero no suficiente para mejorar las condiciones de vida en las comunidades rurales pobres. Es necesario crear empleos duraderos que permitan a las familias acceder a un medio de vida estable. Para ello, la ingeniera siendo solo uno de los muchos ingredientes necesarios para alcanzar este objetivo, es un ingrediente que puede hacer la diferencia si se usa en forma apropiada. Es bien sabido que la Revolucin Verdepresentacin 11

que increment en dcadas pasadas la productividad agraria de grandes y pequeos productores en varios continentes, particularmente en Asia, apenas ha tenido influencia hasta ahora en el frica Subsahariana. Durante varias dcadas se han buscado las causas de este hecho diferencial, y slo en estos ltimos aos estamos asistiendo a un nuevo desarrollo rural en algunos pases africanos, los cuales finalmente han podido solventar las numerosas dificultades que les impedan comenzar el camino al desarrollo. En todos estos casos de xito, el uso de tecnologas apropiadas y adaptadas a las condiciones locales ha sido til para alcanzar los objetivos establecidos, dentro de un contexto en el que predomi-

nan los aspectos sociales, institucionales, econmicos, culturales y legales. Este estudio pone el nfasis en destacar el papel que la tcnica y la ingeniera pueden jugar en el desarrollo de las comunidades rurales aisladas. Ha supuesto un esfuerzo considerable, tanto en la coordinacin de los numerosos autores como en el ensamblaje de los diversos temas y enfoques donde la ingeniera puede aportar soluciones vlidas a los problemas que se plantean en las comunidades citadas. Es de desear que este volumen sea til a todos aquellos que dedican esfuerzos a ayudar a aquellos que verdaderamente estn ms necesitados en un mundo cada vez menos solidario con los que menos tienen.

12 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

PRLOGOJos Ignacio Prez ArriagaPresidente de la Seccin de Actividades Cientficas y Tcnicas de la RAI.

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esde sus orgenes, la ingeniera ha contribuido al progreso econmico y social. El aumento del nivel de bienestar que disfruta nuestra sociedad no hubiera sido posible sin la ingeniera y sus profesionales, que han aportado sus conocimientos, su creatividad y sus capacidades al desarrollo de procesos, productos y servicios que han mejorado la calidad de vida de las personas. La ingeniera, adems, ha sabido adaptarse a los cambios que se han ido produciendo en la sociedad, y no ha eludido el compromiso con los principales problemas que en cada momento histrico reclamaban su implicacin. El presente Estudio de la Real Academia de Ingeniera (RAI) examina la contribucin de la tecnologa al desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas (CRA), con el fin de proponer iniciativas y soluciones. El tema ha merecido la atencin de la RAI por los formidables retos que, desde la perspectiva tecnolgica, la tarea presenta, y que tienen su origen en las caractersticas especficas de estas comunidades. Las CRA constituyen un conjunto muy amplio y diverso, con muy distintas formas de vida que, en conse-

cuencia, presentan diferentes retos en relacin con la tecnologa y el desarrollo. Sin embargo fundamentalmente les une la pobreza y la ausencia de unas infraestructuras bsicas, el mnimo necesario para alcanzar unos niveles dignos de bienestar. La condicin de aislamiento de una comunidad viene definida por la falta de desarrollo y conectividad de las infraestructuras y provisin de servicios, as como por el aislamiento poltico y administrativo. A pesar de su gran diversidad, las CRA tienen en comn el hecho de haber conseguido un muy notable modelo de subsistencia en condiciones adversas, pudiendo mantener una identidad cultural que les ha permitido sobrevivir a los innumerables ataques de los que han sido objeto a lo largo del tiempo. A efectos del presente Estudio debe destacarse la carencia de infraestructuras de suministro de agua, saneamiento, energa y telecomunicaciones en las CRA, junto con un bajo nivel de asistencia de salud, educacin y cultura. Como consecuencia de su aislamiento, en las CRA frecuentemente existen problemas de hambre,prlogo 13

salud, educacin, mortalidad infantil y deterioro del entorno medioambiental, a los que la tecnologa podra aportar soluciones que hoy estn disponibles y que, por razones diversas que se analizan en este Estudio, no estn al alcance de las personas que habitan en estas comunidades. La finalidad de este Estudio de la RAI sobre las Tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas es promover iniciativas y soluciones que ayuden a impulsar nuevas formas de desarrollo en las comunidades y pequeos ncleos rurales que carecen de servicios esenciales tales como agua, telecomunicaciones y electricidad. Este fin, que en definitiva consiste en crear oportunidades para los que se sienten que estn aislados y que estn lejos de todo menos de la pobreza, est justificado porque es en las CRA donde la tecnologa tiene un mayor recorrido por delante para promover el bienestar de las personas y el desarrollo de los pueblos. Precisamente por su carcter de exclusin y apartamiento geogrfico, de servicios esenciales, poltico y administrativo las CRA suponen un considerable reto tecnolgico en la consecucin con recursos locales y con frecuencia escasos de un suministro sostenible de energa, agua y saneamiento, conectividad, comunicaciones y acceso a la informacin, as como en facilitar un eficiente desarrollo agrcola y forestal, con una utilizacin respetuosa del territorio y del paisaje, y en permitir una capacidad adecuada de respuesta a las emergencias humanitarias. El contenido del Estudio cubre un amplio colectivo que, adems de las comunidades rurales estrictamente aisladas y en pases en desarrollo, incluye muchas otras poblaciones que, sin tener caractersticas especficas tan

particulares tambin carecen, por diversas razones, de los beneficios que la tecnologa aporta para el desarrollo y el bienestar. El ttulo del Estudio hace referencia explcita al desarrollo humano. Aqu se ha evitado el ligar el concepto de desarrollo directamente al crecimiento econmico, medido en producto bruto, y se ha adoptado el incorporar otras medidas que recogen factores sociales y ambientales ms directamente asociados al bienestar de la gente, la equidad y la solidaridad con las generaciones futuras. Se entiende as el desarrollo humano como un proceso de ampliacin de capacidades y libertades, de forma que los factores a tener en cuenta son, adems del valor del producto interno del pas, la esperanza de vida, el nivel educativo, la satisfaccin de servicios bsicos, la gobernabilidad, la situacin de las mujeres o el adelanto tecnolgico. El subdesarrollo de una CRA no siempre requiere la intervencin que, desde la perspectiva del mundo desarrollado, parece ms adecuada. Una CRA que pudiera calificarse de subdesarrollada puede no sentirse necesitada de intervencin, o puede demandar intervencin en algunos aspectos puntuales y no en otros. Esto no obsta para seguir afirmando que el acceso a las tecnologas apropiadas presenta un alto potencial de incremento de bienestar en las comunidades y puede ser un elemento clave para la erradicacin de la pobreza y sus consecuencias. Pero ha de utilizarse la capacidad organizativa de las propias comunidades, pues una mejora tecnolgica introducida en una CRA no ser permanente si no es asimilada y asumida como propia por la comunidad beneficiada, lo que requiere tiempo, paciencia y seguimiento.

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El Estudio evita concentrase en la bsqueda de soluciones especficas para comunidades concretas y en cambio trata de pasar del concepto de Proyecto al de Programa y de ah al concepto de servicio, sostenible y escalable, en un mbito amplio espaciotemporal. El problema econmico que subyace en las actuales carencias de dotaciones de las CRA tiene que resolverse, en cada caso, con un criterio definido y justo entre aportaciones desde presupuestos pblicos y desde la eficiente prestacin de los servicios por parte de empresas y organizaciones sociales implicadas. El Estudio comienza con un primer bloque de tres captulos en los que se ofrece una reflexin sobre una correcta aproximacin al concepto de desarrollo humano, se analizan los factores que caracterizan a las CRA y se examinan las caractersticas que deben reunir las tecnologas apropiadas y la innovacin para el desarrollo humano. A continuacin, en la parte principal del Estudio, se dedica un conjunto de captulos a examinar las contribuciones de las distintas tecnologas en la mitigacin de las distintas carencias que sufren las CRA. Se comienza por el suministro de energa, pues existe un consenso universal en que el acceso a formas eficientes de energa electricidad para iluminacin y comunicacin, y combustibles y dispositivos adecuados para el calentamiento y el cocinado es imprescindible para el desarrollo humano, la eliminacin de la pobreza, y el logro de los Objeticos del Milenio. El acceso al suministro de agua potable y saneamiento es igualmente esencial, de forma que nadie debiera quedar excluido, en consonancia con el derecho humano al agua, y los servicios debieran ser sostenibles con carcter indefinido, lo que tiene importantes implica-

ciones para el compromiso de las comunidades y para los diversos actores que participan en las intervenciones en agua y saneamiento. Las Tecnologas de la Informacin y la Comunicacin (TIC) deben ser un factor decisivo del desarrollo humano de las comunidades rurales ms aisladas. La telefona mvil ha abierto la posibilidad de romper el aislamiento y acercar Internet de una forma ms generalizada a la poblacin de los pases ms empobrecidos y a sus zonas rurales ms remotas. Las TIC facilitan la integracin regional, la difusin de las mejores prcticas y permiten emprender iniciativas de impacto econmico y social en los pases en vas de desarrollo, dinamizando la participacin poltica en las zonas ms aisladas y proporcionando cauces de participacin e inclusin social y productiva. Las mejoras tecnolgicas para el desarrollo agrcola y forestal deben proporcionar la subsistencia bsica de las CRA, as como facilitar un posible potencial comercial, sin descuidar la seguridad alimentaria de las comunidades. Es asimismo esencial subrayar la importancia que para las comunidades tiene una adecuada gestin y conservacin de los bosques. La aplicacin de las medidas tecnolgicas debe considerar el territorio y el paisaje de forma unitaria, minimizando la fragmentacin y potenciando la cohesin. Las formas de gobernanza son crticas en los procesos de planificacin y gestin del territorio. La accesibilidad, resultado de la poltica de transporte, es especialmente significativa para las CRA comunidades rurales aisladas, y guarda estrecha relacin con la gestin territorial. La habitabilidad bsica, debe ser entendida como el conjunto de estructuras fsicas elementales: grmenes de viviendas y cobijos; espacios pblicos; infraestructuras deprlogo 15

agua; saneamiento y energa; servicios de educacin y salud; espacios productivos y de ocio que, tanto en su referente social como econmico, satisfacen las necesidades esenciales de residencia de todas las personas. La atencin a un proceso urbanstico que garantice un conjunto de mnimos admisibles es otro de los aspectos esenciales a considerar en el desarrollo de las CRA. Finalmente el Estudio contempla la aportacin de la tecnologa en la prevencin y mitigacin de las emergencias humanitarias. Las CRA son especialmente vulnerables ante catstrofes, no slo por la conocida relacin entre pobreza y vulnerabilidad, sino tambin por la falta de infraestructuras que permitan acceder de forma rpida a las comunidades afectadas. Los ltimos captulos del Estudio estn dedicados a la aportacin a la agenda del desarrollo de las CRA desde la tecnologa, a la concienciacin ciudadana y a la formacin de los ingenieros. El examen de las ideas ms sobresalientes en el Estudio de cada uno de los sectores analizados permite realizar aportaciones a la agenda del desarrollo de las CRA desde el valor que aporta la tecnologa. En el estudio no se pretende abordar una agenda completa del tratamiento de las CRA, ni siquiera en los aspectos tecnolgicos. Sin embargo, s se trata de ofrecer una visin de conjunto, destacando los aspectos transversales comunes a los sectores analizados, y proponiendo algunas reflexiones desde la tecnologa y desde la ingeniera. Es de esperar que el Estudio contribuya a la comprensin en profundidad de la realidad de las CRA por parte de los profesionales de la ingeniera, de forma que les proporcione una mayor visin global y facilite el logro de un mayor impacto sobre el desarrollo humano de las tecnologas y de los servicios con los que trabajan. El

Estudio manifiesta que los ingenieros, desde administraciones, universidades, empresas y ONG tienen hoy la oportunidad de demostrar que es tcnicamente posible resolver muchas de las carencias que hoy sufren los millones de personas a quienes la pobreza les priva de sus derechos fundamentales. Si con este Estudio se consigue que un mayor nmero de profesionales de la ingeniera entiendan los aspectos sociales, ambintales, econmicos y tecnolgicos para apoyar el desarrollo de las CRA y, a la vez, la importancia de su implicacin personal como profesionales y ciudadanos, la Real Academia de Ingeniera de Espaa habr aportado su grano de arena a la lucha contra la pobreza. Como Acadmico responsable del Estudio en su conjunto quiero expresar mi agradecimiento a las Juntas de Gobierno de la RAI, tanto la saliente como la entrante durante el periodo de realizacin del Estudio, por haberlo apoyado en todo momento; a los muchos Acadmicos que, de una forma u otra, se han involucrado en el Estudio, como autores de captulos, como revisores o simplemente prestando su apoyo y amistad; a los autores y coordinadores de los distintos captulos por la aportacin de sus conocimientos, su paciencia y flexibilidad para adaptarse a limitaciones de espacio, estilo y plazos; a M Flora Herreros y Ana Balmaseda por la excelente labor de coordinacin; a Diego Uribe por su dedicacin y entusiasmo en convertir las aportaciones de mltiples autores en un material editable; y muy especialmente, a Ana Moreno Romero y a Luis Alberto Petit Herrera que, de nuevo en este segundo Estudio, han vuelto a derrochar conocimientos, imaginacin, tiempo y mano izquierda, y con sus admirables habilidades de gestin han hecho que este esfuerzo colectivo haya llegado a buen trmino.

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PREMBULOAna Moreno RomeroProfesora de la UPM. Editora Colaboradora

La RAI como punto de encuentro para la gestin del conocimiento La Academia de Ingeniera fue creada en el ao 1994 y nace con la vocacin de aconsejar y orientar en materias tecnolgicas al Estado y a la sociedad. Desde el rea de estudios se reflexiona sobre asuntos socialmente interesantes en los que las tecnologas tienen influencia, analizando datos y estableciendo conclusiones y recomendaciones. En este marco se ha desarrollado el estudio sobre Tecnologas para el desarrollo humano de comunidades rurales aisladas. Se ha seleccionado este tema por su coincidencia con las lneas identificadas de inters para la RAI, por la magnitud del problema, por el potencial que la aplicacin de tecnologas tiene para reducir la marginacin de estas poblaciones y por la novedad y potencial utilidad de un estudio en profundidad sobre este asunto. Los objetivos que han orientado este trabajo son: - Analizar el papel que las tecnologas, tanto nuevas como existentes, pueden tener en el desarrollo de comunidades rurales aisladas.

- Lanzar un debate en las administraciones, universidades y empresas involucradas en los distintos sectores afectados suministro de agua, de energa, de comunicaciones y otras tecnologas bsicas sobre la necesidad de buscar y aplicar las tecnologas ms adecuadas para resolver este problema de forma realista, tratando de recoger las diferentes perspectivas del norte y del sur. - Reflexionar sobre el papel que juega la educacin de los ingenieros e ingenieras en la generacin de conocimiento y en la identificacin de soluciones. El estudio ha sido un trabajo cooperativo entre la RAI, empresas y diversas instituciones, con un conjunto de contribuciones de especialistas, seleccionadas y dirigidas por un Comit Gestor del estudio compuesto por acadmicos y representantes de algunas de las entidades participantes, con especial relevancia de las ONGDs Energa sin Fronteras (EsF) e Ingeniera sin Fronteras (IsF). Algunos expertos provienen del mbito de la cooperacin al desarrollo, otros del de los sectoprembulo 17

res analizados (rural, energtico, agua, Tecnologas de la Informacin y la Comunicacin, agrario, forestal, ganadero, fluvial). El desafo fundamental ha sido encontrar un dilogo productivo entre las necesidades de comunidades rurales asiladas pobres y las experiencias y tecnologas aplicadas en zonas rurales en entornos desarrollados. Para ello se han celebrado numerosas reuniones de debate, cuatro globales y otras muchas por captulos. Con esa confluencia de conocimiento previo, debate colectivo, anlisis especficos y elaboracin de informes, no haba duda de que la materia prima estaba garantizada. Han contribuido 61 autores: 17 acadmicos, 13 profesores de universidad, 7 representantes de instituciones, 14 de ONG y 10 profesionales de empresas. Conseguir que el estudio rena todas estas aportaciones con un adecuado hilo conductor, ha supuesto un ejercicio de creatividad y flexibilidad por parte de los participantes y, muy especialmente, de los coordinadores de captulo. La aportacin de otras Academias Iberoamericanas, la de Brasil, Uruguay, Ecuador y Venezuela, ha permitido fortalecer los mensajes del estudio en lo que se refiere a la comunidad iberoamericana.

Una parte fundamental del estudio es la posibilidad de enriquecer los puntos de vista, que se recogen en los distintos captulos, con experiencias prcticas provenientes de la Administracin, universidades, de las ONG y de las empresas. El conocimiento aportado desde el Ministerio de Medio Rural y Marino, las Universidades Politcnica de Madrid, Politcnica de Catalua, ICAI de la Pontificia Comillas, EsF, IsF, Cruz Roja, Aula de Solidaridad, Telefnica, Endesa, Indra, Acciona, Canal de Isabel II, entre otras, es la base para que este estudio sea una realidad. Han sido 12 meses de intenso trabajo colectivo, con el que la Real Academia de Ingeniera refuerza su compromiso de punto de encuentro del conocimiento tcnico al servicio de la sociedad. Como editora colaboradora de esta publicacin de la RAI, llevada a cabo por la Seccin de Actividades Cientficas y Tcnicas, cuyo acadmico responsable es Jos Ignacio Prez Arriaga, quiero agradecer el conocimiento, el tiempo y el talante que los 68 autores ha aportado a este estudio Tecnologas para el desarrollo humano de comunidades rurales aisladas.

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DESARROLLO HUMANO Y COOPERACIN INTERNACIONALCarlos Mataix AldeanuevaCoordinador. UPM

Beatriz Novales ColadoAECID Acadmico revisor

Javier Rui-Wamba Martija

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1.1. INTRODUCCIN El ttulo de este estudio hace referencia al Desarrollo Humano. El adjetivo humano no es casual. El Desarrollo Humano es una teora, y no la nica, sobre cmo se producen los procesos de evolucin de las sociedades. Como tal teora, propugna una determinada visin de lo que significa el concepto de desarrollo, establece, adems, cmo ste puede medirse, y propone principios y criterios para el diseo de polticas y proyectos orientados a la mejora de las condiciones de la vida en determinadas regiones y comunidades. Los primeros epgrafes de este captulo se van a dedicar al estudio de los fundamentos sobre los que se asienta la teora del Desarrollo Humano, y en ellos se ofrecer una introduccin a los problemas concretos que obstaculizan el desarrollo de las zonas rurales en los pases pobres. A continuacin, el captulo se dedicar a la presentacin de la arquitectura organizativa, los objetivos y los medios del sistema de cooperacin internacional para el desarrollo, puesto que muchas de las propuestas que se realizan en este Estudio podran canalizarse a travs de las organizaciones pblicas y privadas que lo constituyen. Finaliza con la exposicin de un conjunto de recomendaciones para aumentar la eficacia de la ayuda al desarrollo de las comunidades rurales aisladas.

1.2. EL DESARROLLO: ALGO MS QUE UNA CREENCIA OCCIDENTAL? El desarrollo: historia de una creencia occidental1. ste es el provocador ttulo de una obra del antroplogo Gilbert

Rist que fue traducida al espaol en 2002. En ella, Rist expone cmo en Occidente hemos acuado un concepto, el desarrollo que sintetiza nuestras aspiraciones de avanzar hacia un mundo mejor, y cmo ha ido enraizando entre nosotros la idea de que debe haber un desarrollo a medida de los ms pobres (lo que se ha dado en llamar el desarrollo del Tercer Mundo), en cuyo nombre se realizan infinidad de declaraciones, se trazan ambiciosas polticas y se impulsan innumerables proyectos. Durante dcadas ha primado una opcin esencialmente economicista del desarrollo, que se ha ido reforzando de la mano del proceso de globalizacin de los mercados. Cuando el desarrollo se explica y se mide en funcin del crecimiento de las magnitudes macroeconmicas de los pases, la cifra de evolucin del Producto Interior Bruto se convierte en su indicador esencial, y el crecimiento del capital financiero centra todos los esfuerzos, aunque sea en detrimento de otros capitales2. Al trasladar esta visin al problema del subdesarrollo, no caben muchas dudas sobre qu hay que hacer para salir de la espiral de miseria que afecta a un pas pobre. Se debe ser determinante y enrgico en la aplicacin de adecuadas medidas de disciplina y ajuste econmico, incluyendo, cuando sea necesaria, la privatizacin de determinados servicios pblicos y abrir la economa a los mercados internacionales, aunque falten instituciones y capacidades para competir en ellos en unas condiciones de mnima simetra. Esto hicieron muchos pases pobres, bajo el amparo de determinadas instituciones financieras internacionales3. Entretanto, reciban una ayuda internacional dispersa y poco coordinada, en manos de Agencias Internacionales y ONG, que trataba, a duras penas, de proveer servicios bsicos para los cuales el Estado no tena capacidades y recursos

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suficientes, de defender los derechos de determinados colectivos, o de prestar asistencia humanitaria. Con el paso del tiempo se ha comprobado que los resultados no han sido satisfactorios y, en trminos absolutos, el nmero de personas que hoy viven bajo el umbral de la pobreza no ha disminuido, lo cual ha puesto en evidencia que los tratamientos genricos no sirven para salir de la pobreza, y que la ayuda internacional, por s sola, con sus dficits de coordinacin y coherencia, no resulta eficaz. Los pases y las regiones que han tenido ms xito en la mejora de sus ndices de desarrollo, no slo han sido capaces de crear un entorno econmico propicio para atraer inversiones. Han sido capaces, adems, de encontrar su propia senda, basndose en la mejora de sus capacidades endgenas -sus capitales, en un sentido amplio-, y en una adecuada insercin en el contexto global. Lgicamente, las dinmicas de nuestras sociedades son mucho ms complejas que lo que se ha expuesto hasta aqu, y no todo son malas noticias. Pese a los lentos avances en la erradicacin de la pobreza, hoy hay muchos ms pases que han logrado instaurar democracias formales, las economas de muchos pases pobres -aun con importantes desequilibrios sociales y medioambientales- estn creciendo en los ltimos aos a unas tasas muy apreciables, y las nuevas tecnologas de la comunicacin han favorecido la organizacin de movimientos ciudadanos internacionales que promueven una mayor conciencia de comunidad global, conformando una especie de contrapoder cvico que lucha por la defensa de los derechos humanos. Como muestra Hans Rosling, profesor del Caroline Institute de Estocolmo, en sus influyentes anlisis sobre la situacin relativa de los pases4, ya no es acertado dividir el mundo entre primer y tercer mundo ya que, casi en

cualquier pas, conviven hoy, en mayor o menor proporcin, un primer y un tercer mundo y, adems, entre pases pobres y pases ricos ha aparecido un amplio grupo de pases emergentes con situaciones relativas muy dispares. Estas nuevas potencias emergentes, China en particular, se estn convirtiendo en muy poco tiempo en los mayores inversores en muchas de las regiones del llamado Tercer Mundo, restando protagonismo e influencia a las potencias tradicionales en el dilogo sobre el desarrollo. En definitiva, la humanidad se enfrenta a un perodo en el que el orden que haba prevalecido en las dcadas anteriores parece haber entrado en quiebra, lo cual obliga a redefinir el modo de diagnosticar y de abordar los grandes problemas a los que nos enfrentamos. Lo que tiene de particular esta situacin, esta especie de encrucijada, con respecto a situaciones similares que se vivieron en el pasado, es que hoy el destino de los seres humanos se ha unido definitivamente. La interdependencia entre culturas y sociedades, que siempre ha existido, ha adquirido una enorme intensidad en la sociedad globalizada. Ya no se puede seguir aislando el desarrollo de los pobres sin tener en cuenta las consecuencias que sobre ellos tiene el patrn de desarrollo de los ms ricos. Y viceversa, la pobreza es hoy, como se ver ms adelante, un mal pblico global, que pone en riesgo los avances sociales y econmicos que disfrutan las sociedades ms ricas. Seguramente Gilbert Rist estaba en lo cierto, y ha existido un gran componente etnocntrico en la conformacin del ideal de desarrollo. Pero el debate que suscit su obra ha perdido hoy gran parte del sentido que tena inicialmente. En un mundo multipolar e hiperconectado, hay cada vez menos margen para que unas sociedades impongan su ideal de desarrollo a otras. La cuestin delcaptulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 23

desarrollo se convierte entonces en la cuestin del futuro de nuestra civilizacin. Y no habr un futuro deseable mientras persista el azote de la pobreza, que supone la vulneracin de los derechos y de la dignidad de millones de personas. Desde luego, no se trata de una preocupacin reciente. Como vamos a ver en el siguiente apartado, la conciencia sobre el problema de la miseria y la exclusin naci mucho tiempo atrs, y ha ido evolucionando.

generaliz tambin hacia las regiones ms desfavorecidas. Esta nueva orientacin apareci plasmada por primera vez en el Discurso sobre el Estado de la Unin pronunciado por el presidente Harry Truman en 1949, particularmente en su Punto IV:Debemos lanzarnos a un nuevo y audaz programa que permita poner nuestros avances cientficos y nuestros progresos industriales a disposicin de las regiones insuficientemente desarrolladas para su mejora y crecimiento econmico. Ms de la mitad de la poblacin del mundo vive en condiciones cercanas a la miseria. Su alimentacin es inadecuada, es vctima de la enfermedad. Su vida econmica es primitiva y est estancada. Su pobreza constituye un obstculo y una amenaza tanto para ellos como para las reas ms prsperas. Por primera vez en la historia, la humanidad posee el conocimiento y la capacidad para aliviar el sufrimiento de estas gentes []5.

1.3. LOS ORGENES. DESCONOLONIZACIN Y PREDOMINIO DE UNA VISIN ECONOMICISTA DEL DESARROLLO Durante la poca colonial, las potencias occidentales empezaron a declarar su inters por modernizar, a imagen y semejanza de la metrpoli, los territorios administrados. El concepto de desarrollo surgi a principios del siglo XX en ese contexto, constituyndose como el trmino preferido a la hora de referir el grado de civilizacin y progreso de los pases. El nuevo reparto de poder mundial tras la Segunda Guerra Mundial y el proceso de descolonizacin configuraron de manera fundamental la poltica exterior de los pases occidentales en las dcadas siguientes, particularmente en lo que respecta al campo del desarrollo y de la ayuda. La primera consecuencia de todo ello fue el Plan Marshall de ayuda a las democracias de Europa occidental tras la destruccin causada por la guerra, que encuentra su reflejo en las polticas de ayuda de la Unin Sovitica a las naciones bajo su rbita. La segunda consecuencia de esta lucha por la hegemona poltica y cultural fu que la ayuda al desarrollo se

El contenido del discurso del presidente Truman resulta til para entender los presupuestos tericos que iban a marcar las acciones de ayuda al desarrollo en las dcadas siguientes (Prez, 2011). Estos presupuestos partan de la base de que el subdesarrollo era consecuencia del atraso tecnolgico y productivo, y crean en el xito que supondra la exportacin de los esquemas de desarrollo occidentales. En su vertiente acadmica esta teora del subdesarrollo fue planteada por Rostow6 en su libro Las etapas del crecimiento econmico, en el que desarrolla un modelo lineal del progreso de las sociedades en funcin de su estructura econmica. La figura 1.1 resume las cinco fases propuestas por Rostow.

24 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

Consumo a gran escala Camino a la madurez Despegue econmico Etapa de transicin

Sociedad tradicional

liberal (acompaado de polticas econmicas de ajuste) o desde una ptica neomarxista (insistiendo en la propiedad desigual de los medios de produccin), los insatisfactorios resultados en trminos de reduccin de la pobreza propiciaron el surgimiento de una corriente alternativa, que subrayaba la importancia de atender prioritariamente las necesidades bsicas. Este planteamiento queda reflejado por primera vez en el ao 1972 en el seno del Banco Mundial (McNamara, 1972), considerndose como necesidades esenciales la nutricin, la vivienda, la sanidad, la educacin y el empleo, que se enriquece posteriormente con la nocin de servicios bsicos, como refleja la Declaracin de la Conferencia Mundial de Empleo de la OIT en 1976:Las necesidades fundamentales, tal como se definen en el presente programa de accin, se componen de dos elementos. Incluyen, en primer lugar, el mnimo necesario en una familia para el consumo individual, alimentacin, alojamiento y ropa adecuada, junto con algunos artculos domsticos y del mobiliario. En segundo lugar, se refieren a los servicios bsicos proporcionados y utilizados por la colectividad en su conjunto, por ejemplo, agua potable, un sistema sanitario, medios de transporte pblico, servicios de salud y posibilidades de instruccin y actividad cultural7.

Figura 1.1. Etapas de crecimiento econmico segn la Teora de la Modernizacin.

Frente a esta visin surgi desde algunos pases subdesarrollados un planteamiento alternativo, que criticaba la injerencia del Norte en las economas y sociedades del Sur, imposibilitando su desarrollo autnomo. Esta corriente de pensamiento naci en Amrica Latina bajo la denominacin de Teora de la Dependencia y tuvo sus mayores aportaciones desde la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL). Paralelamente, en Tanzania, Julius Nyerere puso en prctica en los aos 60 y 70 un sistema de gobierno que, desde postulados socialistas, pretenda fomentar la equidad y la autosuficiencia mediante un desarrollo rural planificado. La experiencia cosech un xito notable en trminos sociales pero no as en trminos de progreso econmico. Tras varias dcadas de planteamientos que hacan especial nfasis en la modernizacin de las economas y los sistemas productivos, ya fuera desde un planteamiento

A partir del enfoque de necesidades bsicas, la nocin de desarrollo va a ampliarse para incluir tambin aquellos aspectos no estrictamente econmicos que influyen en el bienestar de las personas. Se estaban preparando las bases de una nueva visin, ms completa y ms social, del desarrollo, que dara lugar al desarrollo humano.captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 25

1.4. EL DESARROLLO HUMANO. LA VISIN MULTIDIMENSIONAL DEL DESARROLLO Las bases tericas del paradigma del desarrollo humano se atribuyen a Amartya Sen, Premio Nobel de Economa en 1998 por su contribucin a la comprensin del desarrollo como un proceso de ampliacin de capacidades y de libertades. La confluencia del propio Amartya Sen con otros dos extraordinarios pensadores del desarrollo, Dudley Seers y Mahbub ul Haq, en el propsito compartido de centrar el objetivo del desarrollo en las personas, en vez de en el crecimiento del PIB, fue decisiva en el proceso que llev a la publicacin, en 1990, del primer Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (Domnguez el al., 2011). En l se present un nuevo indicador de desarrollo que permita dar mejor cuenta de su complejidad, frente al tradicional recurso al Producto Nacional Bruto. Nace as el ndice de

Desarrollo Humano (IDH).8 Se trata de un ndice compuesto que, adems de considerar el valor del producto interno del pas, incorpora variables de esperanza de vida y de nivel educativo. Desde comienzo de los aos 90, el PNUD ha registrado anualmente el IDH de todos los pases. El IDH se ha ido complementando con otros indicadores relativos a aspectos como la gobernabilidad, la situacin de las mujeres o el adelanto tecnolgico. Si bien el IDH nunca pretendi ser una medida exacta del desarrollo s que buscaba aportar una mejor comprensin del mismo o, en palabras de Mahbub el Haq:Necesitamos una medida del mismo nivel de vulgaridad que el PNB justo una cifra pero una medida que no sea tan ciega a los aspectos sociales de las vidas humanas como lo es el PNB9.

COMPONENTE INDICADOR

Una vida larga y salucable Esperanza de vida al nacer

Conocimientos Tasa de alfabetizacin de adultos ndice de alfabetizacin de adultos Tasa bruta de matriculacin ndice de la tasa bruta de matriculacin

Un nivel de vida decoroso PIB per cpita (PPA, dlares EE UU)

NDICE DEL COMPONENTE

ndice de esperanza de vida

ndice de educacin

ndice del PIB

ndice de Desarrollo Humano (IDH)

Figura 1.2. Componentes del IDH. Fuente: PNUD, 1990. 26 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

La idea central que subyace en la creacin del IDH es la consideracin del desarrollo como un proceso de ampliacin de las libertades reales de las personas. La nocin de libertad real, o capacidad, se refiere al conjunto de opciones que una persona puede realmente decidir llevar a cabo en cada momento, y no slo a las libertades formalmente disponibles. Mahbub ul Haq explica que la diferencia definitoria entre las escuelas del crecimiento econmico y del desarrollo humano es que la primera se centra slo en la expansin de una nica eleccin el ingreso-, mientras que la segunda abarca la ampliacin de todas las elecciones humanas sean econmicas, sociales, culturales o polticas (MHaq, op cit en Domnguez el al., 2011). En definitiva, el Desarrollo Humano trata de poner las necesidades reales de las personas (y no las de los mercados, como sucede en la opcin economicista) en el centro de las dinmicas del desarrollo y, por tanto, entiende el proceso de desarrollo como el aumento de las capacidades y de las opciones de la gente, lo cual lleva a la necesidad de disponer de nuevas herramientas para su medicin. Sin embargo, pese a los avances registrados, el IDH ha sido fuertemente criticado por diversas razones. La primera, como ya se ha comentado, es su excesiva simpleza y falta de rigor, al agregar, mediante una suma ponderada, tres variables heterogneas. Otro de los argumentos es la fuerte correlacin de las variables ya que, considerando las tres por separado, la clasificacin de los pases no presenta excesivos cambios (lo cual sugerira una fuerte dependencia de una de ellas, vase el PNB, o de una cuarta variable ausente). Por ltimo, el IDH no recoge adecuadamente ni el patrn de consumo de recursos naturales no renovables, ni la desigualdad.

UNPD umbral para el desarrollo humano alto

Capacidad biolgica mundial promedio por persona en 1961 Capacidad biolgica mundial promedio por persona en 2006Alto desarrollo humano dentro de los lmites de la Tierra

ndice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas

Figura 1.3. Desarrollo Humano y Sostenibilidad. Fuente: WBCS, 2009.

En la figura 1.3, extractada de un informe realizado por un conjunto muy influyente de empresas transnacionales10, puede apreciarse cmo en 2006, el nmero de pases que tienen un IDH aceptable y, al mismo tiempo, una huella ecolgica que no comprometa los recursos de las generaciones venideras (zona azul de la figura 1.3) es, sencillamente, nulo. Con relacin a la desigualdad, el PNUD ha diseado recientemente el IDH corregido por la desigualdad y el ndice de pobreza multidimensional IPM11 (ver figura 1.4) que tiene un especial significado a la hora de analizar el tipo de privaciones que sufre una comunidad rural aislada. El modelo econmico de libre mercado ha contribuido a incrementar los niveles de renta y de riqueza material en casi todo el mundo, pero su reparto ha sido muy desigual entre los diferentes pases, y tambin dentro de ellos. Como seala el Informe del PNUD de 2010:En las dos ltimas dcadas, el desarrollo humano ha avanzado considerablemente en muchos aspectos. La mayoracaptulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 27

Huella ecolgica (Hectreas globales por persona)

RECUADRO 1. EL NDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL Y SU APLICACIN A CRARecientemente se present al mundo el ltimo Informe de Desarrollo Humano, a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2010). En el extenso y exhaustivo documento encargado, entre otras cosas, de evaluar el impacto de las diferentes frmulas para el progreso sostenible, se incluy una nueva forma experimental de medir la pobreza desde una perspectiva ms amplia, que tiene en consideracin varios aspectos con respecto al ndice de Pobreza Humana (IPH), tradicionalmente usado desde 1997, lo que se denomina ndice de Pobreza Multidimensional (IPM). El centro de investigacin econmica, Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford, en conjunto con el PNUD, fue el encargado de disear y plantear, en un nuevo indicador, est visin multidimensional, que describe y pone de manifiesto las carencias que viven de forma simultnea las personas y que, segn sus creadores (Alkire y Santos, 2010), podra ayudar a asignar recursos de desarrollo de forma ms efectiva, un atenuante relevante de cara a la ejecucin de los programas de cooperacin y desarrollo en las Comunidades Rurales Aisladas (CRA). Un uso importante de este indicador para las CRA, es que le permite realizar comparaciones tanto entre los niveles nacional, regional y mundial, como dentro del mbito local, y as lograr consolidar y establecer comparaciones con otras comunidades rurales aisladas que posean caractersticas similares, recabando datos importantes que ayuden a determinar y caracterizar adecuadamente tanto la incidencia de estas carencias multidimensionales como su intensidad, es decir, cuntas carencias se sufren al mismo tiempo. En la figura 1.4 se muestran los 10 indicadores para medir la pobreza y las tres dimensiones: educacin, salud y nivel de vida, utilizadas para generar el IPM.Diez Indicadoress ne Bie o Pis d da ici ctr Ele ua Ag to r ien ina am oc ne ara c Sa ep ibl ust mb in Co lac cu r tri cola Ma es

ad lid rta ntil Mo infa

El tamao de los recuadros refleja las ponderaciones relativas de los indicadores

Figura 1.4. Componentes del IPM. Fuente: Alkire y Santos, 2010. 28 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

n ci tri Nu

de n os ci A truc ins

Tres Indicadores Salud Educacin Niveles de vida

ndice de pobreza Multidimensional

RECUADRO 2. KENIA Y LA DESIGUALDAD DE LA POBREZA RURALLa situacin de Kenia, en materia de pobreza, es acuciante, posee un desarrollo humano bajo y su IPM supera ampliamente el margen del 30%. Sin embargo, este hecho no es lo nico preocupante, el IPM ha permitido evidenciar la desigualdad existente en el interior del pas, que alberga un desarrollo humano desigual y disgregado a lo largo y ancho de su territorio. En Kenia, el valor del IPM disgregado por grupos en particular vara entre el 12% y 98%. En la Figura 1.5 se muestra el IPM de las 8 provincias de Kenia en comparacin con el total de IPM de otros pases. Por ejemplo, el IPM de Nairobi es comparable al de Repblica Dominicana o Brasil mientras que, en el noreste rural, es peor que el de Nigeria, uno de los pases ms pobres del mundo (Alkire, 2010).

Figura 1.5. Estimaciones del IPM de las provincias de Kenia en comparacin con el total de IPM en otros pases. Fuente: Alkire y Santos, 2010.

de las personas disfruta hoy de una vida ms prolongada y ms saludable y puede acceder a ms aos de educacin, as como a una amplia gama de bienes y servicios. (). Sin embargo, no todas las aristas de esta historia son positivas. Estos aos tambin han sido testigos del aumento de la desigualdad, tanto entre pases como al interior de ellos, y se ha comprobado que los actuales modelos de produccin y consumo no son sostenibles en el tiempo.

En efecto, los promedios pueden llevar a conclusiones errneas. Desde 1980, la desigualdad en la distribucin de los ingresos se ha profundizado en muchos ms pases que en los que ha disminuido12. Por cada pas que ha reducido la desigualdad en los ltimos 30 aos, ms de dos han empeorado (PNUD, 2010).captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 29

No hay duda de que la globalizacin de la economa ha permitido que los flujos de capital, ideas, y bienes materiales se incrementen exponencialmente, contribuyendo a una expansin sin precedentes del consumo de productos y servicios. Pero, a la vez que se ha ido acelerando este proceso globalizador, se ha hecho ms evidente la persistencia o el agravamiento de profundos problemas y contradicciones de ndole medioambiental y social, que tienen su reflejo ms palpable en la pobreza y la exclusin. Estos desequilibrios se manifiestan tambin en la distribucin territorial del crecimiento y el desarrollo econmico que, como un patrn general, en todo tipo de pases tiende a concentrarse en las regiones urbanas. A continuacin se ver cmo, en el caso de los pases en desarrollo, las zonas rurales estn quedando especialmente relegadas, concentrando los mayores ndices de pobreza.

1.5. EL DESARROLLO HUMANO EN LAS ZONAS RURALES Cuando se calcula el IDH de distintos grupos de poblacin, surge un patrn recurrente: los hogares rurales y aquellos con poca educacin tienen un IDH sistemticamente ms bajo que sus contrapartes urbanas y de mayor educacin. Las diferencias no obedecen simplemente a que la educacin sea parte del IDH: los ndices de ingreso y esperanza de vida tambin muestran un sesgo contra las familias de bajo nivel de instruccin. As, por ejemplo, Burkina Faso, Etiopa y Senegal, que son pases con IDH promedio bajo, muestran un IDH entre 33% y 40% inferior en las zonas ru-

Figura 1.6. Poblacin rural que vive bajo el umbral de la pobreza. Fuente: FIDA, 2010

rales que en las urbanas (PNUD, 2010). Es el caso tambin de Kenia, como puede comprobarse en el recuadro 2. De los 1400 millones de personas que en 2005 vivan en situacin de extrema pobreza (menos de 1,25 dlares al da), aproximadamente 1000 millones vivan en zonas rurales. Mientras que en Amrica Latina y el Caribe, Oriente Medio y frica del Norte, que son las regiones que ms se han urbanizado en los ltimos aos, la mayor parte de la poblacin pobre es ya urbana; en Asia Meridional, Asia Sudoriental y frica Subsahariana, ms de las tres cuartas partes de los

30 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

pobres viven en zonas rurales y esta proporcin apenas est disminuyendo, a pesar de la urbanizacin (FIDA, 2010). Pero la pobreza rural tiene sus causas no slo en los bajos niveles de renta, sino tambin en la falta de acceso a servicios bsicos como la salud13, o la energa14, a factores histricos y a las relaciones sociales y polticas entre clases y castas, grupos tnicos, hombres, mujeres y diferentes agentes del mercado. Todo ello puede contribuir a la pobreza creando o perpetuando una diversidad de desventajas interconectadas que limitan las oportunidades de la poblacin de mejorar sus medios de sustento, menoscaban sus activos, as como sus capacidades y esfuerzos para mejorarlos, y aumentan los riesgos a los que se enfrentan (FIDA, 2010). Con relacin al riesgo, en las zonas rurales cobran especial intensidad, con respecto a otros entornos, los riesgos relativos a la degradacin de los recursos naturales y al cambio climtico, y a la volatilidad en el precio de los alimentos. La consideracin sistmica del riesgo es fundamental, como se ver en esta obra, cuando se trata de disear polticas y programas de desarrollo dirigidos a poblaciones vulnerables, que poseen bajas posibilidades de recuperacin ante cualquier tipo de conmocin. Como pudo verse en el recuadro 1, la pobreza es un fenmeno multidimensional. Pero incluso dentro del mundo rural, hay tambin diferencias, observndose que estos factores causantes de pobreza afectan de manera especial a determinados grupos sociales y, en particular, a las minoras tnicas, a las mujeres (ver cuadro 1.1), y a la poblacin infantil. En las zonas rurales de Bolivia, por ejemplo, el 71% de los nios van a la escuela, pero slo el 35% de las nias lo pueden hacer. En Guinea, estas tasas son del 84% y el 37% (PNUD, 2010).

Cuadro 1.1. Algunos ejemplos de las desigualdades de gnero en la agricultura Las parcelas de los hombres son en promedio tres veces mayores que las de las mujeres (en todo el mundo). En las parcelas de los hombres se emplea ms fertilizante, que a menudo se vende en cantidades tan grandes que las mujeres pobres no alcanzan a comprarlos. Un anlisis de los sistemas de crdito en cinco pases africanos revel que las mujeres reciben menos de la dcima parte del crdito que los pequeos agricultores de sexo masculino. En la mayor parte de los pases en desarrollo, la triple responsabilidad de las mujeres del medio rural los trabajos agrcolas, las tareas del hogar y la obtencin de ingresos en efectivo configuran una jornada laboral de hasta 16 horas, mucho ms prolongada que la de los hombres. Sin embargo, las mujeres siguen sin tener acceso a importantes servicios de infraestructura y a tecnologas adecuadas que puedan aliviar su carga de trabajo. Las empresas cuyas propietarias son mujeres afrontan muchas ms limitaciones y reciben muchos menos servicios y apoyo que las empresas de los hombres. En Uganda, las empresas de mujeres tropiezan con muchos mayores obstculos que las de los hombres para entrar al mercado, aunque en trminos generales son al menos tan productivas y eficientes por lo que se refiere al valor aadido por trabajador. En Guatemala, las mujeres slo obtienen el 3% de los contratos de produccin de arvejas, aunque llevan a cabo ms de una tercera parte del trabajo en el campo y prcticamente todas las tareas de elaboracin.Fuente: Banco Mundial, FAO y FIDA, 2006.

captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 31

breza, la enfermedad propia o de un familiar, una mala cosecha, las deudas contradas para hacer frente a gastos sociales, o los conflictos o catstrofes ambientales. Contrariamente, la salida de la pobreza est asociada a la iniciativa y a la capacidad emprendedora, pero condicionada por factores externos como la disponibilidad local de oportunidades, infraestructura e instituciones propicias, incluida la buena gobernanza. Estos factores suelen estar distribuidos de forma desigual en cada pas. La mejora en su dotacin es el objetivo de muchos programas de cooperacin internacional para el desarrollo.

1.6. LA PROMOCIN DEL DESARROLLO HUMANO. UNA MIRADA DESDE EL SISTEMA DE COOPERACIN PARA EL DESARROLLO Tras la Segunda Guerra Mundial y la puesta en marcha del Plan Marshall comenz a conformarse una extensa red internacional de organizaciones pblicas (bancos de desarrollo y agencias internacionales) y privadas (ONG, fundaciones de empresas y otros) creadas con el objeto de promover el progreso y un mejor nivel de vida de todos los pueblos15. Progresivamente, todas ellas han ido conformando el actual sistema de cooperacin internacional para el desarrollo, una pieza clave del ms amplio sistema de relaciones internacionales. La Guerra Fra, el orden internacional establecido en Bretton Woods y, posteriormente, las respuestas a las crisis de la energa, la cada del Muro de Berln, y la globalizacin de la economa mundial, son algunos de los acontecimientos que ayudan a entender la evolucin de dicho sistema, que nunca ha sido ajeno a los intereses geoestratgicos y comerciales de las naciones ms ricas.

Figura 1.7. Dinmica de la pobreza rural.

Para finalizar, es importante tener en cuenta que, pese a todo, un gran nmero de hogares entran y salen de la pobreza en repetidas ocasiones, a veces en cuestin de aos (FIDA, 2010). La poblacin pobre no es un grupo de personas estable e identificable. Algunos se han convertido en pobres, otros que lo eran antes han podido salir despus de la pobreza (ver figura 1.7). Cuando se analiza la dinmica de la pobreza en las zonas rurales, se observa recurrentemente, entre las causas de entrada en la po-

32 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

La cooperacin internacional para el desarrollo es, por tanto, una de las formas en las que se articula la cooperacin internacional. Est gestionada por organizaciones de muy diversa naturaleza, y se caracteriza por realizarse entre pases de distinto nivel de renta, con el objeto de promover el progreso econmico y social de los pases de menor renta relativa16. Los flujos econmicos de origen pblico que se canalizan a travs del sistema de cooperacin conforman la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)17. La cifra de la AOD es a la que se hace referencia en los compromisos de la comunidad internacional en materia de desarrollo como, por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Entre las organizaciones de cooperacin de carcter oficial canalizadoras de AOD, existe un amplio conjunto de ellas a las que se conoce como agencias bilaterales18, puesto que una gran parte de su actividad est orientada a la colaboracin, vis a vis, entre pases donantes y receptores. Junto a estas agencias existen, adems, organismos y agencias multilaterales que se financian, principalmente, a travs de las cuotas de sus estados miembros, cuotas que pueden ser obligatorias o voluntarias. Aqu cabe distinguir entre Instituciones Financieras Internacio-

nales, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, que realizan su actividad en el mbito de la cooperacin monetaria y financiera, e Instituciones Multilaterales de Desarrollo, que realizan el resto de modalidades de cooperacin, como, por ejemplo, las organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas. Adems de las organizaciones pblicas bilaterales y multilaterales y de otras instancias de las administraciones implicadas en acciones de cooperacin, hay un amplio conjunto de organizaciones de la sociedad civil que participan en el campo de la cooperacin. Entre ellas, cabe destacar la labor de las Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo (ONGD)19, tanto de pases donantes como sus socias de pases en desarrollo, las universidades, las organizaciones y fundaciones empresariales y los sindicatos. Algunas de ellas gestionan tambin fondos AOD que les son confiados por las administraciones, y casi todas ellas consiguen movilizar fondos adicionales de sus socios, empleados o de sus propios presupuestos. En definitiva, como reconoce el actual Plan Director de la Cooperacin Espaola (DGPOLDE, 2009), la cooperacin es una tarea en la que se requiere, en mayor o menor medida, la corresponsabilidad de todos los sectores de la sociedad.

RECUADRO 3. UNA AGENDA INTERNACIONAL PARA LA PROMOCIN DEL DESARROLLO HUMANO: LOS ODMEn el ao 2000, alrededor de 189 pases firmaron la Declaracin del Milenio de las Naciones Unidas, en la que se comprometan a erradicar la pobreza extrema en todas sus formas y atenuantes para el ao 2015. Con el fin de contribuir a registrar los progresos hacia estos compromisos, se establecieron una serie de objetivos y metas con un plazo especfico y cuantificados, denominados los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), destinados a combatir la pobreza en sus numerosas dimensiones, entre ellas la reduccin de la pobreza de ingresos, garantizar el acceso a la educacin bsica, disminucin gradual del hambre, erradicacin progresiva de las enfermedades como el VIH, la igualdad entre gneros (ONU, 2011), de la degradacin del medio ambiente y una lucha decidida contra la discriminacin.

captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 33

Cuadro 1.2. Lista oficial de los objetivos y metas de los Objetivos de Desarrollo del MilenoObjetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre Meta 1A: reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dlar por da. Meta 1B: lograr empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos, incluyendo mujeres y jvenes. Meta 1C: reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre. Objetivo 2: Lograr la enseanza primaria universal Meta 2A: asegurar que, para el ao 2015, los nios y nias de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseanza primaria. Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades Meta 6A: haber detenido y comenzado a reducir, para el ao 2015, la propagacin del VIH/SIDA. Meta 6B: lograr, para el ao 2010, el acceso universal al tratamiento del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesiten. Meta 6C: haber detenido y comenzado a reducir, para el ao 2015, la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves. Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Meta 7A: incorporar los principios del desarrollo sostenible en las polticas y los programas nacionales e invertir la prdida de recursos del medio ambiente. Meta 7B: reducir la prdida de biodiversidad, alcanzando, para el ao 2010, una reduccin significativa de la tasa de prdida. Meta 7C: reducir a la mitad, para el ao 2015, el porcentaje de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios bsicos de saneamiento. Meta 7D: haber mejorado considerablemente, para el ao 2020, la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios. Objetivo 8: Fomentar una alianza mundial para el desarrollo Meta 8A: desarrollar an ms un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Meta 8B: atender las necesidades especiales de los pases menos adelantados. Meta 8C: atender las necesidades especiales de los pases en desarrollo sin litoral y de los pequeos Estados insulares en desarrollo (mediante el Programa de Accin para el desarrollo sostenible de los pequeos Estados insulares en desarrollo y las decisiones adoptadas en el vigsimo segundo perodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General). Meta 8D: abordar en todas sus dimensiones los problemas de la deuda de los pases en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo. Meta 8E: en cooperacin con las empresas farmacuticas, proporcionar acceso a medicamentos esenciales en los pases en desarrollo a precios asequibles. Meta 8F: en colaboracin con el sector privado, dar acceso a los beneficios de las nuevas tecnologas, en particular los de las tecnologas de la informacin y de las comunicaciones.

Objetivo 3: Promover la igualdad de gnero y el empoderamiento de la mujer Meta 3A: eliminar las desigualdades entre los sexos en la enseanza primaria y secundaria, preferiblemente para el ao 2005, y en todos los niveles de la enseanza para el ao 2015. Objetivo 4: Reducir la mortalidad de los nios menores de 5 aos Meta 4A: reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de los nios menores de 5 aos.

Objetivo 5: Mejorar la salud materna Meta 5A: reducir, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna en tres cuartas partes. Meta 5B: lograr, para el ao 2015, el acceso universal a la salud reproductiva.Fuente: Iconos de los ODM: PNUD Brasil; Anexo estadstico, Informe sobre los objetivos de desarrollo del milenio. Naciones Unidas, 2010; UNDP in Action 2009/2010: Delivering on Commitments; cuadro elaboracin propia.

34 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

Figura 1.8. Arquitectura del sistema de cooperacin internacional. Fuente: Kharas, 2010.

A lo largo de los aos la arquitectura organizativa del sistema de cooperacin se ha ido haciendo ms compleja. Existen hoy ms de 126 agencias bilaterales y ms de 263 multilaterales que ofrecen ayuda al desarrollo. Adems la lista de pases donantes se ha incrementado, puesto que los pases emergentes han comenzado a participar tambin como donantes (Kharas, 2009). Algunos de ellos, como sucede con Brasil, son simultneamente donantes y receptores de ayuda. En efecto, algunos pases de renta media estn convirtindose en donantes en su regin. Es lo que se conoce como cooperacin Sur-Sur, que en ocasiones es fortalecida con contribuciones de los donantes clsicos en lo que se conoce como operaciones de cooperacin triangular20.

Como puede observarse en la figura 1.8, los flujos de recursos econmicos pueden ser muy diversos. Adems de la AOD que se dirige a organizaciones beneficiarias de los pases en desarrollo a travs de una cadena de organizaciones que participan en su gestin, hay una parte significativa de la AOD que se canaliza en la modalidad de asistencia tcnica y que se utiliza para pagar a expertos y consultores de los propios pases donantes (sta es la razn por la cual algunas flechas del cuadro tienen sentido inverso, desde el receptor hacia el donante). Lo mismo sucede con las devoluciones de los crditos cuando la AOD se canaliza a travs de prstamos, microcrditos u otras formas de cooperacin financiera, o cuando la ayuda es ligada, esto es, supeditada a la compra de suministros o servicios de empresas del pas donante.captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 35

Inversin privada Flujos oficiales Remesas

Flujos privados de la filantropa Ms completa CGP flujos de la filantropa

Figura 1.9. Comparacin entre el flujo de remesas, la inversin extranjera directa y las contribuciones privadas. Fuente: OCDE, 2010.

Por ltimo, cabe sealar que una parte significativa de la AOD se dedica a la Ayuda Humanitaria, con el propsito de actuar en situaciones de emergencia causadas por conflictos armados o desastres naturales, as como a su prevencin. A su estudio se dedica un captulo especfico de esta obra. Aunque, a da de hoy, en un mundo extremadamente desigual, la AOD es el nico mecanismo redistributivo de escala global21, existen otras vas por las cuales los pases ms pobres, con poca capacidad para producir y exportar a mercados internacionales, reciben recursos econmicos provenientes de pases y regiones ms ricas. Se trata de

las remesas, la inversin extranjera directa y las contribuciones privadas, cuyos montos comparados pueden verse en la figura 1.9. Respecto a estas ltimas, la OCDE ha estimado que las aportaciones internacionales privadas de fundaciones, corporaciones y ONGD llegaron a 18.600 millones de dlares en 2007, lo cual supone una cantidad equivalente al 17,8 % del total de la AOD de ese ao. La importancia creciente de la asistencia privada ha dado origen a asociaciones pblico-privadas innovadoras relacionadas con el desarrollo, especialmente actividades en el mbito de la salud, la educacin y el cambio climtico (Cobo, 2010). Adems, los trabajos recientes sobre financiacin del desarrollo22 resaltan que existe margen para incrementar otras fuentes innovadoras de recursos para el desarrollo como, por ejemplo, la movilizacin del ahorro domstico, los acuerdos comerciales ms favorables para los pases en desarrollo23, las tasas a los movimientos de capital24, los impuestos sobre billetes areos, o el impuesto global sobre el carbono. No es posible abarcar aqu toda la gama de modalidades e instrumentos de cooperacin que abarcan, entre otras posibilidades, proyectos y programas de desarrollo coordinados por ONGD y Agencias, transferencia de conocimiento y generacin de capacidades en colaboracin con los sistemas de ciencia y de educacin superior, programas de microcrdito, o el apoyo presupuestario a los gobiernos de los pases en desarrollo con el objeto de fortalecer sus polticas en sectores bsicos como la educacin. Para un estudio ms completo de los instrumentos de la cooperacin internacional puede consultarse (DGPOLDE, 2009; Alonso, 2008; Kharas, 2009; IglesiasCaruncho 2011).

36 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

1.7. HACIA UNA COOPERACIN PARA EL DESARROLLO MS EFICAZ En las ltimas dcadas, la aparicin de nuevos actores y el incremento de la AOD, si bien ha contribuido a enriquecer notablemente el escenario y las relaciones en el sistema de ayuda, tambin ha sido causa de determinados problemas de orden poltico y organizativo, que condicionan la eficacia y la eficiencia de la ayuda en la reduccin de la pobreza y en la generacin de condiciones de vida sostenibles (Cobo, 2010). As, por ejemplo, de los 20.000 proyectos y operaciones de ayuda al desarrollo registrados en todo el mundo por el Banco Mundial en 1997, se pas a 60.000 en 2004, mientras que la cuanta econmica de dichos proyectos se redujo de 2,5 millones de dlares a 1,5 en ese periodo (Banco Mundial, 2007), con los problemas de fragmentacin de la ayuda y aumento de los costes de gestin que ello supone. Tambin hay un problema endmico de volatilidad de la ayuda. Zambia, por ejemplo, recibi en 2005 casi un tercio menos del volumen de ayuda que esperaba recibir en funcin de compromisos previos de sus donantes, pasando de 930 a 696 millones de dlares (Intermn Oxfam, 2007), lo que limit seriamente la continuidad de sus programas de desarrollo. Este recorte de fondos es peligroso para las polticas de desarrollo, pero tambin los ingresos extra inesperados crean dificultades a la hora de administrar el presupuesto. Es el caso de Vietnam, que en 2005 recibi 1.959 millones de dlares en concepto de AOD, cuando tena previsto obtener 395, lo que supuso una carga imprevista para el gobierno vietnamita que no estaba preparado para absorber y gestionar un volumen de ayuda cinco veces mayor al esperado.

Cuadro 1.3. Causas de la falta de eficaciaCausa de la falta de eficacia Falta de apropiacin y liderazgo de los pases socios Descripcin Las prioridades de desarrollo nacionales, regionales o locales no siempre son fijadas por el pas receptor. Falta de coordinacin y planificacin estratgica comn de las intervenciones de desarrollo. Multitud de donantes, con agendas y prioridades diferentes y procedimientos especficos. Gastos de gestin para responder a las demandas burocrticas del donante. Ayuda dispersa articulada en proyectos aislados, poco o nada coordinada con otros actores de desarrollo. Los donantes dividen su ayuda entre demasiados pases receptores. Los donantes no siempre revelan sus planes de gasto con anticipacin suficiente para que los gobiernos receptores puedan planificar y cumplir con sus compromisos. Ayuda no siempre adaptada a los contextos culturales e institucionales de los beneficiarios.

Multiplicidad de actores insuficientemente coordinados

Multiplicidad de intervenciones

Fragmentacin de la ayuda

Imprevisibilidad de la ayuda

Escaso aseguramiento de las capacidades localesFuente: Cobo, 2010.

captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 37

Gestin para Resultados de Desarrollo

Los socios definen la agenda

Alineamiento (Donantes y socios)

Alineamiento con la agenda de los socios

Uso de los sistemas de gestin de socios

Armonizacin (Donantes y sonantes)

Establecer acuerdos compartidos

Simplificar procedimientos

Compartir informacin

Figura 1.10. Gestin para Resultados de Desarrollo. Fuente: CAD, 2005.

En esta misma lnea, un estudio de African Forum en 2007 revel que Mozambique sufra importantes desviaciones en su contabilidad nacional debido a su enorme dependencia de la ayuda internacional, la fragmentacin de los instrumentos usados por los donantes, y el grado de injerencia de stos en procesos polticos centrales, incluyendo la estrategia de la reduccin de la pobreza y el presupuesto pblico. Los fondos de la ayuda internacional para el desarrollo han sido tradicionalmente canalizados a travs de programas con procedimientos de justificacin y gestin diseados por el donante. Los gobiernos receptores gastan una gran cantidad de tiempo y recursos respondiendo a las demandas burocrticas de las agencias donantes. De las 35.000 transacciones econmicas de la asistencia para el desarrollo que aproximadamente se producen cada ao entre donantes y receptores, ms del 80% son menores a 1 milln de dlares (Hayes y Van Zyl, 2008). El gobierno de Mozambique, por ejemplo, tiene aproximada-

38 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

Responsabilidad mutua de cuentas

Apropiacin (Pases socios)

mente 1.000 cuentas bancarias activas para cumplir con los requisitos administrativos de los donantes, mientras que el Ministerio de Cooperacin Internacional de Tanzania prepara 2.400 informes trimestrales y lleva a cabo cerca de 1.000 reuniones al ao con los donantes (Comisin Europea, 2008). Slo Vietnam recibi 791 delegaciones de agencias de desarrollo en 2005 (Keijzer y Corre, 2009). A la vista de estos problemas, la comunidad de pases donantes impuls en 2005 la llamada Declaracin de Pars, que pone el acento en la transformacin de las prcticas, relaciones y procedimientos propios del sistema de ayuda, para favorecer una mayor racionalidad, relaciones ms igualitarias y sentar las bases para una ayuda eficaz. La Declaracin de Pars se articula en torno a cinco principios, cuya adopcin supone, por lo general, un importante proceso de cambio organizativo para las Agencias y ONGD, y que, adems, requiere un cambio de enfoque en sus operaciones. Posteriormente, en Accra (Ghana) el tercer Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda al Desarrollo, adopt el Programa de Accin de Accra (PAA), sealando reas clave de progreso hacia las metas establecidas en Pars: Usar los sistemas de los pases en desarrollo como la primera opcin al proporcionar ayuda. Hacer la ayuda ms predecible y transparente, para permitir a los pases en desarrollo presupuestar, planificar e implantar mejor sus estrategias de desarrollo. Determinar con los pases en desarrollo, y sobre la base de sus propios planes, las condiciones que los donantes plantean para la ayuda en conjunto. Reducir la fragmentacin de la ayuda al mejorar la divisin del trabajo en el pas y entre pases donantes presentes en l25.

1.8. CONSIDERACIONES PARA LA COOPERACIN AL DESARROLLO EN LAS COMUNIDADES RURALES AISLADAS Teniendo en cuenta el objeto de esta obra, cabe preguntarse qu implicaciones tiene la aplicacin de los principios de eficacia a la accin de cooperacin en comunidades rurales aisladas. En lo que respecta al principio de apropiacin democrtica, se tratara de favorecer, siempre que fuera posible, el diseo y la gestin, por parte de las administraciones locales, de sus polticas y estrategias de desarrollo, en coordinacin con las administraciones regionales y nacionales. Asimismo, implicara la participacin, en la definicin de dichas polticas, de los principales implicados y afectados. En comunidades rurales aisladas en las que las administraciones locales tienen una gran fragilidad institucional, una escasa legitimidad, o ambas, la apropiacin resultar muy difcil, y podra exigir un trabajo de capacitacin y de empoderamiento a los actores locales. En los ltimos aos, una parte importante del trabajo de ONGD y agencias de desarrollo se ha centrado en la generacin de capacidades locales, dando lugar al llamado enfoque de capacidades o capacity building26. El dilogo necesario para la aplicacin de este principio debera realizarse en condiciones de simetra (Cortina, 2008), lo cual supone la toma en consideracin de las profundas brechas culturales y econmicas entre los donantes y las comunidades27. Ese dilogo debe servir para que, de acuerdo con el principio de alineamiento, las organizaciones donantes se adecen a las prioridades de la agenda local que, en el caso de las comunidades rurales aisladas, como se vio en anteriores epgrafes, suele incluir, adems de la satisfaccin de

Cuadro 1.4. Los principios de eficacia en las CRAPrincipio de eficacia Apropiacin Aplicacin a las CRA Acompaamiento de la agenda de desarrollo local. Dilogo en condiciones de simetra Atencin a las prioridades de las agendas del desarrollo rural, con atencin especial al empleo y oportunidades econmicas, disminucin del riesgo, y la seguridad alimentaria. Simplificacin y armonizacin de procedimientos de gestin. Coordinacin sobre el terreno. Tener en cuenta lo que otros hacen.

Alineamiento

Armonizacin

Poner el foco en los resultados Gestin orientada a resultados y no en las actividades. Disear para la evaluacin. Rendicin de cuentas mutuaFuente: Elaboracin propia.

Sistemas de informacin adecuados. Cultura de transparencia.

necesidades bsicas, aspectos como la reduccin de la vulnerabilidad y el riesgo, o la generacin de oportunidades econmicas y empleo, dentro y fuera del sector agrcola. A travs del principio de armonizacin, los pases en desarrollo y los donantes se comprometen a llevar a cabo acciones ms coordinadas, transparentes y colectivamente eficaces.captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 39

En las zonas rurales aisladas supone realizar un esfuerzo de concertacin entre las organizaciones de desarrollo que actan en la zona, intercambiando informacin, buscando complementariedad y tratando, cuando sea apropiado, de realizar esfuerzos compartidos en la gestin para simplificar y obtener economas de escala. Esto puede ser especialmente importante en la definicin de lneas de base para el diagnstico y la posterior evaluacin de las intervenciones. El enfoque de gestin para resultados de desarrollo28 (GpRD), sobre el cual existe una amplia literatura, implica gestionar todo el ciclo de la ayuda con orientacin a resultados de desarrollo humano, y no slo a la ejecucin de las actividades segn fueron planificadas, como sucede habitualmente, generando y utilizando informacin significativa para mejorar la toma de decisiones. La GpRD se fundamenta en el cumplimiento de los anteriores principios, es decir, no puede ser efectiva si no se mejora la apropiacin por parte del pas, se alinea la asistencia con las prioridades del pas, se armonizan las polticas y los procedimientos de las agencias de desarrollo, y se centra la atencin de forma ms sistemtica al logro de resultados de desarrollo. La transparencia y la rendicin mutua de cuentas en la utilizacin de los recursos del desarrollo debe ser un asunto prioritario entre los pases donantes y receptores de ayuda. Es una condicin fundamental para reforzar el apoyo pblico a las polticas de desarrollo. Para ello los pases en desarrollo deben comprometerse a utilizar enfoques participativos, involucrando sistemticamente a un amplio abanico de actores del desarrollo en el momento de formular y evaluar el progreso de las estrategias, programas y proyectos.

En general, la cooperacin internacional necesita mejorar los sistemas de informacin. Estos resultan indispensables para una adecuada catalogacin de las intervenciones, as como para evaluar su impacto y obtener y difundir lecciones. Esta carencia es todava ms grave en las zonas rurales, donde las actuaciones estn ms dispersas y las tecnologas de la informacin menos extendidas. Existen diversas iniciativas internacionales para la mejora de los sistemas de informacin y de la transparencia de la cooperacin internacional como, por ejemplo, la International Aid Transparency Initiative (IATI)29. Histricamente ha existido una tendencia, que todava contina, a analizar la cooperacin al desarrollo de forma aislada e independiente del resto de las relaciones internacionales, cuando en realidad es slo una parte de ellas. Sin un enfoque integrador resulta difcil entender las prioridades geogrficas o sectoriales, la evolucin y las tendencias, la aparicin de nuevos instrumentos y agentes, o los factores externos que afectarn a una accin de desarrollo. Adems, la falta de esta visin completa ha hecho que se responsabilizara del desarrollo y, sobre todo, a la falta de desarrollo, a las polticas de cooperacin al desarrollo, y no a las polticas en su conjunto. En este sentido, existe una creciente preocupacin por lo que en el campo de la cooperacin internacional se conoce como la coherencia de polticas30. El desarrollo es el resultado de procesos sociales, tecnolgicos, polticos y econmicos que interactan conformando sistemas complejos, difciles de gobernar. El problema de asignar recursos escasos a la tarea del desarrollo casi nunca es un problema de solucin ptima y nica. An as, la experiencia ha demostrado que hay aproximaciones que no suelen dar buenos resultados y

40 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

que, por el contrario, existen enfoques que, aunque no garanticen el xito, son condiciones necesarias para una ayuda eficaz. Sabemos mucho, en definitiva, sobre lo que no funciona. Y hay asentados importantes consensos en la comunidad internacional en torno a algunos principios que, como los de eficacia que acaban de exponerse, contribuyen a una orientacin ms selectiva, adaptada y coordinada de la ayuda al desarrollo.

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NOTASEl ttulo original era The History of Development: From Western Origins to Global Faith. 2 Adems del capital financiero, se reconoce la existencia de otros capitales: capital fsico, capital humano, capital social o capital cultural (ver, por ejemplo: Jeason, 1996). 3 Ver, por ejemplo, (Stiglitz, 2006). 4 www.gapminder.org 5 A partir de Rist, 2002. 6 Ver, por ejemplo, The Stages of Economic Growth. A Non-Comunist Manifiest 7 Declaracin de la Conferencia Mundial de Empleo. OIT. 1976. 8 Ver, por ejemplo: http://hdr.undp.org/en/ 9 De D. Cassasas, Desarrollo como libertad. Entrevista con Amartya1

42 tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas

Sen, citado en Domnguez, 2010. 10 Se trata del Vision 2050 del World Business Council for Sustainable Development, disponible en http://www.wbcsd.org 11 http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh2010/ 12 Esto tambin sucede en los pases desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo,el 1% de la poblacin controla el 40% de la riqueza y acumula el 25% de los ingresos generados anualmente. Hace tan solo 25 aos, esas cifras eran del 33% y el 12% respectivamente. Ver, por ejemplo (Stiglitz, 2011). 13 En Bolivia y Per, el quintil ms rico tiene acceso prcticamente universal a la atencin profesional en el parto, mientras que ello slo est disponible para entre el 10 y el 15% de la poblacin ms pobre. Alrededor de dos terceras partes de los partos desatendidos fueron de mujeres rurales pobres (PNUD, 2010). 14 La tasa promedio de electrificacin en pases en desarrollo en 2008 era del 70%, pero apenas llegaba a 59% en las zonas rurales, y era incluso menor en los pases con IDH bajo, donde no superaba el 21% (PNUD, 2010). 15 Prembulo de la carta de la ONU. 16 El Estado espaol ha regulado la cooperacin internacional para el desarrollo con la Ley 23/1998. En su primer artculo la define de la siguiente manera: Se integran dentro de la cooperacin internacional para el desarrollo el conjunto de recursos y capacidades que Espaa pone a disposicin de los pases en vas de desarrollo, con el fin de facilitar e impulsar su progreso econmico y social, y para contribuir a la erradicacin de la pobreza en el mundo en todas sus manifestaciones. La cooperacin espaola impulsar procesos de desarrollo que atiendan a la defensa y proteccin de los Derechos humanos y las libertades fundamentales, las necesidades de bienestar econmico y social, la sostenibilidad y regeneracin del medio ambiente, en los pases que tienen elevados niveles de pobreza y en aquellos que se encuentran en transicin hacia la plena consolidacin de sus instituciones democrticas y su insercin en la economa mundial. 17 La AOD debe satisfacer unos requisitos definidos por el Comit de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organizacin para la Cooperacin y Desarrollo Econmica (OCDE): (i) es proporcionada por un organismo oficial; (ii) su finalidad principal es el desarrollo econmico y el bienestar de los pases pobres; (iii) depende por lo menos en un 25% de donaciones. En Espaa, el artculo primero de la Ley 23/1998 que regula la cooperacin espaola define la AOD en funcin de los criterios del

CAD: Para que dichos recursos tengan la consideracin de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), debern cumplir los requisitos marcados por el Comit de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (CAD). 18 Es el caso, en Espaa, de la Agencia de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) y de otras Agencias de Desarrollo que algunas Comunidades Autnomas han creado en los ltimos aos. 19 Para tener una panormica completa de las ONGD espaolas y de sus actividades, se recomienda consultar: www.congde.org 20 Para ms informacin sobre cooperacin Sur-Sur en Amrica Latina puede consultarse el informe de la Secretara General Iberoamericana sobre esta materia en 2010 disponible en http://segib.org/ 21 Hay que tener en cuenta que, aunque pudiera considerarse como el primer paso hacia la construccin de un sistema de fiscalidad global, por ahora los compromisos relativos a la AOD que cada donante dedica no son vinculantes, y dependen, en ltima instancia, de su voluntad particular. 22 Ver, por ejemplo, (Alonso, 2009) 23 Muchos pases en desarrollo tienen grandes trabas para exportar sus productos a pases desarrollados, bien sea por proteccionismo arancelario, o por la exigencia de determinados requisitos tcnicos y de calidad. 24 Entre estas iniciativas, la ms conocida es la propuesta conocida como Tasa Tobin. 25 Para un ms completo conocimiento de la agenda de eficacia de la ayuda, se puede consultar el portal www.ayudaeficaz.es 26 Se sugiere la consulta de www.capacity.org 27 Sirva de ancdota el hecho de que, entre algunas comunidades mayas, el futuro se representa en la espalda y el pasado en el pecho, lo cual evidencia las dificultades que puede entraar la necesidad de compartir esquemas mentales bsicos sobre planificacin. 28 Para conocer ms sobre el enfoque de gestin para resultados de desarrollo se recomienda consultar la tesis doctoral de D Jos Ramn Cobo realizada en la Universidad Politcnica de Madrid y disponible en 2010 https://serviciosgate.upm.es/tesis/tesis/6503 29 http://www.aidtransparency.net/ 30 Ver, por ejemplo, Coherencia de polticas para el desarrollo. Una agenda inaplazable publicado en 2010 por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo- Espaa. www.coordinadoraongd.org

captulo 1. desarrollo humano y cooperacin internacional 43

LAS COMUNIDADES RURALES AISLADASJos Mara Arraiza Caedo-ArguellesCoordinador. Fundacin Energa Sin Fronteras

Academia de Ingeniera de Ecuador (en constitucin) Academia Nacional de Ingeniera de Brasil Jaime Conde ZuritaRAI Acadmico revisor

Jaime Conde Zurita

2

2.1 INTRODUCCIN La finalidad de este trabajo sobre las Tecnologas para el desarrollo humano de las comunidades rurales aisladas es promover iniciativas y soluciones que ayuden a impulsar nuevas formas de desarrollo en las comunidades y pequeos ncleos rurales que carecen de servicios esenciales tales como agua, telecomunicaciones y electricidad. Este fin, que en definitiva consiste en crear oportunidades para los que se sienten que estn aislados y que estn lejos de todo menos de la pobreza, est justificado porque es en las comunidades rurales aisladas donde la tecnologa tiene todava un amplio recorrido por delante para promover el bienestar de las personas y el desarrollo de los pueblos. Es crucial definir desde el principio, con precisin, pero tambin con flexibilidad, el alcance geogrfico, demogrfico y social de la Comunidad Rural Aislada (CRA) as como profundizar ms sobre el contexto y la situacin actual de las comunidades aisladas, caracterizar sus necesidades de servicios, estimar las necesidades a cubrir y conocer los programas en marcha. Diversidad de comunidades rurales aisladas No cabe duda de que dentro del concepto de comunidades rurales aisladas se pueden considerar una amplia diversidad de comunidades que tienen diferentes formas de vida y presentan, en consecuencia, diferentes problemas en relacin con la tecnologa y el desarrollo. Por esta razn, y con el fin de ilustrar este captulo, se han elegido tres tipos bien distintos de Comunidades Rurales Aisladas (CRA), que luego se utilizarn a lo largo del texto del captulo para

ejemplificar los argumentos y consideraciones que se vayan exponiendo. El primer modelo de CRA elegido es el formado por los pastores nmadas de la sabana saheliana en Mali (en adelante pastores sahelianos), que nomadean en zonas predesrticas al norte y al sur del bucle del ro Nger y que pertenecen principalmente a las etnias Tuareg y Peul. Otro modelo de CRA al que nos referiremos lo forman los campesinos de las islas pequeas del archipilago de Chilo (en adelante isleos chilotes), que viven en el Sur de Chile, en comunidades insulares con muchas dificultades de