immaculée ilibagiza
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Immaculée Ilibagiza Viene a la Argentina
“Creo que podemos sanar a Ruanda y
a nuestro mundo sanando un corazón a la vez.
Espero que mi historia ayude».
Escritora y locutora ruandesa Nació en 1972 en Ruanda, es una tutsi,
minoría étnica en su país. Siempre le fue bien en la escuela, y era una estudiante de 22 años
estudiando Universidad Nacional de Ingeniería Eléctrica y Mecánica de su país cuando éste se incendió en 1994. Mientras
estaba en casa para la Pascua con su familia, los escuadrones de la muerte hutus comenzaron tres meses de asesinatos múltiples de tutsis en
todo el país. La familia entera de Inmaculadaée fue asesinada. Escondida en el
baño de 1,3 mts por 1 mt de un pastor local, junto con otras siete mujeres pasó 91 días allí,
pesando 52 kgrs al entrar y 32 kgs cuando acabó el encierro
“El perdón es lo único que tengo
para ofrecer”
Ella empezó a darse cuenta del poder del amor incondicional y que podría perdonar a los asesinos de su familia. A raíz de los horrores, se unió a las
Naciones Unidas y se mudó a Nueva York cuatro años más tarde. Escribió su increíble historia
en 2006 :
"Sobrevivir para Contarlo:
Viaja por el mundo para compartir su fe, su
sabiduría y sus experiencias con todo el que quiera escucharle.
Dirige una fundación para asistencia de los
hijos huérfanos de víctimas del genocidio y
colabora con organismos
internacionales de derechos humanos en la prevención y asistencia
de estas tragedias.
Ella era una chica joven que vivía con su madre, padre y dos hermanos, cuando el
genocidio de Ruanda se produjo en 1994 .. El presidente del país, murió en un accidente de
avión y en ese mismo día, el infierno se desató a través de esa hermosa tierra. Los hutus
declararon la guerra a sus vecinos, a los tutsis. A pesar de que habían convivido durante
muchos años y experiencias de vida compartidas, fue una masacre en ciernes cuando
el propio gobierno promovió la embestida asesina.
“Comprendí que mi batalla para sobrevivir
esta guerra debía ser librada
en mi interior.”
No pasó mucho tiempo para que la familia pudiera darse cuenta de la gravedad de la
situación. El líder en la comunidad de las personas, llegó a su casa, para pedirle a su
padre consejo. Debe de haber sido un hombre tremendamente sabio. Él respondió que
probablemente iban a matar en la próxima hora y todos deben estar preparados. Les preguntó:
"¿Estás listo para morir?“ . Rezaron y lloraron juntos, mientras se preparaban para la
muerte.
“Sobrevivir es muy distinto
a salvarse… y esta lección me
cambió para siempre.”
Entonces su padre le dijo a Immaculée Corre a la predicadores cercanos a la casa de
Bautista , donde estaría oculta y protegida. No tuvo tiempo para recoger las pertenencias personales y simplemente obedeció, no mirar
hacia atrás. Durante los siguientes 91 días, ella y otras 6 mujeres, quedaron juntas en un
pequeño cuarto de baño, (3 pies por 4 pies), en la casa de los pastores , en silencio! Se
turnaban sentadas en la taza del baño para descansar sus piernas..
“ Guiada por la fe, resurgí de las
cenizas del genocidio”
Los pequeños hijos del pastor nunca supieron de la presencia de sus huéspedes, pues se les
informó que la llave de ese baño estaba extraviada.
Las mujeres se mantenían informadas de los crudos acontecimientos pues el pastor colocaba diariamente un aparato de radio fuera del baño, ahí escuchaban a través de la BBC como día a día era mayor el número de Tutsi asesinados, acrecentando sus miedos. Lloraban en silencio
al saber que familias completas habían sido exterminadas.
“Esta es la historia de cómo descubrí a Dios
durante uno de los genocidios mas
sangrientos de la historia”.
Las mujeres no se atrevían a emitir un solo ruido, por temor a ser descubiertas, se
comunicaban entre sí por medio de señas que se hacían con las manos. El pastor a discreción
les proveía alimento y agua, bajaban la palanca del inodoro al momento en que escuchaban que en el otro baño lo hacían, para confundir sus
ruidos. Llegó el día en que los asesinos Hutu
entraron a la vivienda del pastor a buscar posibles Tutsi, a Immaculée sólo se le ocurrió
rezar el rosario en silencio. Las mujeres tuvieron que contener el aliento al escuchar que
los asesinos se aproximaban hacia el baño donde ellas estaban.
“Es en nuestros corazones donde construimos
la paz es allí donde
salvamos el mundo “.
Se fueron milagrosamente sin intentar entrar a ese baño, como precaución se instalo un armario frente a la puerta de ese baño, colocando además algunas maletas sobre el mismo. Las noticias diarias aumentaban el odio que se albergaba en el corazón de Immaculée, como si fuera más
fuerte su deseo de venganza. En su claustro se maldecía su propia existencia, revelándose
contra Dios.
Los años han pasado, y ahora Inmmculée se
dedica a dar charlas sobre el perdón, a mostrar el efecto
liberador que de él se desprende. Y ¿cuál es
la clave? “ La oración y dejar que el amor de Dios
penetre en el corazón”.
Para mitigar su odio, leía la biblia diariamente, fue a través de la biblia que Immaculée hizo vivo en su espíritu el
poder del perdón, comprendió que al salir de ese baño, cuando recuperara su libertad, no podría vivir con odio y rencor, por eso
albergó el perdón.
Immaculée Ilibagiza es un ejemplo vivo de la fe puesta en acción
"Cuando rezo, las cosas pasan", dice,
veinte años después, sentada en la cocina de
su departamento en Manhattan.
Con el tiempo los Hutus fueron derrotados, y se entero que toda su familia
había sido muerta, sus abuelos, padres, hermanos, primos, sólo un hermano le
sobrevivió. Más de un millón de personas fueron asesinadas en aquel tiempo del
genocidio.
“ Si yo puedo perdonar, realmente creo que cualquiera,
puede perdonar. y hay tanta libertad al
perdonar…!
Uno de sus vecinos Hutu había sido el asesino de su familia, cuando
Imaculéé se entero que se encontraba preso, acudió a prisión a visitarlo. Su reacción fue desafiante, pero ella con
toda calma y sinceridad le dijo
“Te perdono”,
en ese momento sintió una paz en su alma.
“Creo que nuestras vidas están
interconectadas, que estamos aquí para aprender los unos de
los otros de nuestras
experiencias”.
Ella se liberó del odio y del rencor, encontrando su paz en Dios, su fortaleza.
El asesino sólo inclinó su cabeza. El cuidador de la celda, un Tutsi, le recriminó que ella perdonará al asesino de su familia, años después volvió a ver a aquel celador y le dijo cuanto había cambiado su vida por
aquella lección de perdón.
“En la prisión, supe que Felicien y yo,
asesino y sobreviviente, Estábamos en el mismo
camino…. Ambos necesitábamos del
poder curador, que otorga el perdón de
Dios, para salir adelante”.
Pero la verdadera lucha es la que se da dentro de ella. Dejarse llevar por su odio y deseo de venganza o perdonar. Decide abandonarse en
Dios y perdonar. Aunque esté encerrada, su alma encontrará un
espacio de libertad cuando se relaciona con Dios. Pero será una lucha encarnizada
“El perdón no es un favor que les hacemos a otros; es un favor que nos hacemos a
nosotros mismos.”
Una mujer que lo perdió todo. Un país que lo perdió todo. Un corazón que perdonó todo.
“Si conocemos el amor con mayúsculas,
podemos entender que quienes no aman, cometen cosas dañinas y hacen el mal. “
En 2013, Ilibagiza se convirtió en ciudadana
naturalizada de EE.UU.. En la actualidad vive cerca de
Manhattan. Tiene dos hijos, una niña de
15 años y un niño de 13.
Música :Canto para misa – Ya no temeré
Immaculée Ilibagiza
fue galardonada en el 2007 con el reconocimiento
The Mahatma Gandhi por
la Paz.
Chicha: ciudad de La Plata-República Argentina
Los próximos días 28, 29 y 30 de mayo estará en la Argentina Immaculée Ilibagiza, estará : el 28 de mayo, a las 19.30, en el Teatro Broadway de Rosario; el 29 de mayo, a las 19.30, en la Usina del Arte, de Buenos Aires; el 30 de mayo en el salón ¨Papa Francisco¨ del Colegio San Juan El Precursor, de San Isidro.