ignacio larrañaga - del sufrimiento a la paz

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    Coleccin

    M E N S A J E S

    AUTORES VARIOSLOSSALMOS EXPLICADOSPARA EL PUEBLO5a ed

    CARLOS G. VALL ES, S .J .

    AL ANDAR SE HACE CAMINO3a edAUTENTICIDADSa edBUSCO TU ROSTRO3a edCUNTAME COMO REZASCRECA EN SABIDURA

    DIEZ ANOS DESPUSDEJAR A DIOS SER DIOS3a ed

    EN UN MUNDO NUEVO3a edLIGERO DE EQUIPAJE 5aedLOS JVENES NOS EVANGELIZANMI NGEL Y YO2a edMI VIDA EN SIETE PALABRAS4a edMIS AMIGOS LOS SENTIDOSla edNO TEMASOJOS CERRADOS OJOS ABIERTOS2a ed

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    gnacio Larraaga Orbegozo

    Sacerdote capuchino nacw en Loyola (Gipzcoa, Espaa) el 4 de mayo de 1928Ordanado sacerdote en Pamplona (Navarra, Espaa), desarrollo por algunos aos suministerio sacerdotal en su pas de origen, trasladndose a Chile en septiembre de1959

    En el ao 1965 fund, en colaboracin con otro hermano, el Centro de EstudiosFranciscanos y Pastorales para Amrica Latina (CEFEPAL), desarrollando a lolargo de una decada una intensa actividad animadora en la lnea franciscana y en larenovacin conciliar en diversos pases de H ispanoamrica y Espaa

    En el ao 1974 inici un mtodo de evangehzacin llamado "Encuentro de Experiencia de Dios", de seis das de duracin, que llev a cabo durante 23 aos, en los queparticiparon decenas de miles de personas, delegando despus esa tarea evange-lizadora a matrimonios de distintos pases, que hoy la continan con gran eficaciaEl ao 1984 inici la obra que considera la mas importante de su vida los Talleresde Oracin y V ida (TOV), acuya fundacin y consolidacin dedic aproximadamentediez aos, escribiendo, para su eficaz funcionamiento, dos libros fundamentales el"Manual del Gua TOV" y "Estilo y Vida de los Guias", y grabando siete casetes tonla misma finalidad

    Durante estos 30 aos, y en medio de una vertiginosa actividad evangelizadora supoencontrar tiempo para escribir once libros, que han sido traducidos a vanos idiomasv han alcanzado un gran nmero de edicionesDesde hace tres aos est realizando campaas de evangehzacin masivaen jomadasde un da entero, alternndolas con charlas para matrimonios y meditacionescristolgicas, se ocupa igualmente de la permanente animacin espiritual de losGuas de Talleres de Oracin y Vida

    15a. edicinQueda Hecho el Depsito Legalsegn Ley 44 de 1993

    > SAN PA BL O 2000Distribucin: Departamento de VentasCarrera 46 No 22A -90 Calle 18 No. 69-67

    Tel 3682099 - Fax 2444383 Tels .: 4113955 - 4113966 - 411397 6Ban io Qum taparedes Fax 4114000 - A.A 080152

    E-mail [email protected] E-mail*spdircom@coll telecom com.co

    S A N TA F E D E B O G O T , D . C.

    I

    /

    "Dijo el amigo al amigo, sobre el puente:mira qu alegres estn los peces en el ro.

    El otro replic:(cmo t, no-pez,conoces la alegra de los peces en el ro?

    Y respondi el primero:por mi alegra sobre el puente".

    Aplogo chino

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]
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    Aclaracin

    En el camino de la vida he visto levantarse, encada encrucijada, la silueta negra y pertinaz del sufrimiento. Es el pan que nunca falta en la mesahumana.

    Tambin he podido comprobar, por el trato con lagente, que la fe es el lenitivo ms eficaz para amortiguar o eliminar el dolor, siempre y cuando sea llamaviva en el corazn.

    Pero, por desgracia, no siempre es as. Al contrario, en la mayora de las personas, la fe es una llam atan plida y mortecina que no ofrece ninguna eficaciapara transformar el sufrimiento. Incluso muchos ladejaron extinguirse por completo, y para otros, ni siquiera existi nunca.

    La intencin del presente libro es entregar al lectormedios prcticos para que pueda, por s mismo, neutralizar o, al menos, atenuar todo y cualquier sufrimiento.

    Por eso, Del sufrimiento a la pazdedica los tresprimeros captulos a q uienes no tienen fe, o la tienendbil. Y el cuarto, a quienes la tienen fuerte yfecunda.

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    Por una parte, nos moveremos en una perspectivasimplemente humana, prescindiendo delos presupuestos de la fe. Y p or otra, ofreceremos una reflexindesde una perspectiva cristiana.

    E L A U T O R

    Santiago de Chile, 17 de noviembre de 1984.

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    C A P T U L OI

    Prtico

    "Con las piedras que encuentresen el caminos delicado, y llvatelas.Y si no las puedes cargar a hombroscomo hermanas,al menos, djalas atrscomo amigas".

    Annimo

    "El hombre es desgraciadoporque no sabe que es feliz.Eso es todo!Si cualquiera llega a descubrirlo,ser feliz de inmediato, en ese mismo minuTodo es bueno".

    Dostoyewski

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    Al cam inar por los viejos se nderos del hom brequedado sorprendido, ms an, asombrado, al combar cmo sufren las gentes da y noche, jvenes ytos, ricos y pobres.

    Me duele el corazn. Llevo aos buscando y ando (cmo llamarlo., terapias?) para sacar a bres y mujeres de los pozos profundos en los quesumergidos. He recorrido tiempo y distancias bu

    do recetas para ensear al hombre a enjugar lgrextraer espinas, ahuyentar sombras, l iberarse dagonas y, en fin, llevar a cada puerta un vaso degra. Cabe oficio ms urgente sobre el planeta

    Sufrir a manos llenas, he aqu el misterio de latencia humana! Sufrimiento que, por cierto, naddeseado, ni invocado, ni convocado, pero que estcomo una sombra maldita, a nuestro lado. Cunausentar? Cuando el hombre mismo se ausenteentonces.

    Qu hacer con l entre tanto? Cmo eliminaral menos, mitigarlo? Cmo sublimarlo? Cmo formarlo en amigo, o, al menos, en hermano? Heel problema fundamental de la Humanidad.

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    1. Comenzando por la casa

    Se dice: mientras haya a mi lado quien sufra, yo notengo derecho a pensar en mi felicidad.

    Estas palabras suenan muy bien, pero son falaces.Tienen una apariencia de verdad; pero, en el fondo, sonerrneas. A la primera observacin del misterio huma

    no, saltarn a nuestros ojos una serie de evidenciascomo stas: los amados aman. Slo los amados aman.Los amados no pueden dejar de amar.

    Slo los libres liberan, y los libres liberan siempre.Un pedagogo modelo de madurez y estabilidad hacede sus discpulos seres estables y maduros, y esto sinnecesidad de muchas palabras. Lo mismo sucede conlos padres respecto de sus hijos. Y, por el contrario, unpedagogo inseguro e inhibido, aunque tenga todos lospergaminos doctorales, acaba envolviendo a sus discpulos en un halo de inseguridad.

    Los que sufren hacen sufrir. Los fracasados necesitan molestar y lanzar sus dardos contra los que triunfan. Los resentidos inundan de resentimiento su entorno vital. Slo se sienten felices cuando pueden constatarque todo anda mal, que todos fracasaron. El fracaso delos dems es un alivio para sus propios fracasos; y secompensan de sus frustraciones alegrndose de los fracasos ajenos y esparciendo a los cuatro vientos noticiasnegativas, muchas veces tergiversadas y siempre magnificadas. Una persona frustrada es verdaderamentetemible .

    Los sembradores de conflictos, en la familia o en eltrabajo, siendo perpetuamente espina y fuego para losdems, lo son porque estn en eterno conflicto consigomismos. No aceptan a nadie porque no se aceptan a smismos. Siembran divisiones y odio a su alrededorporque se odian a s mismos.

    * *

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    Es tiempo perdido y pura utopa el preocuparsehacer felices a los dems si nosotros mismos no mos;si nuestra trastienda est llena de escombrosmas y agona. Hay que comenzar, pues, por mi smo .

    Slo haremos felices a los dems en la medidque nosotros lo seamos. La nica manera de amamente al prjimo es reconcilindonos con nosmismos, aceptndonos y amndonos serenamentdebe olvidarse que el ideal bblico se sintetiza en al prjimo como a s mismo". La medida es, puemismo; y cronolgicamente es uno mismo antes prjimo. Ya constituye un altsimo ideal el llegar ocuparse por el otro tanto como uno se preocupa mismo. Hay que comenzar, pues, por uno mism

    Al respecto, no faltarn quienes arguyan alegrete: eso es egosmo. Afirmar esto, sin mayores mciones, no deja de ser una superficialidad. Evidmente, no estamos propiciando un hedonismo egtrico y cerrado. Si as fuera, estaramos frente enorme equvoco, que podra resultarnos una trmortal .

    Efectivam ente, buscarse a s mism o, sin otro obque el de ser feliz, equivaldra a encerrarse en elcho crculo de un seno materno. Si alguien buscclusiva y desordenadamente su propia felicidadciendo de ella la finalidad ltima de su existencifatalmente destinado a la muerte, como Narcimuerte significa soledad, esterilidad, vaco, tristesus ltimas instancias, el egosmo avanza sieacompaado e iluminado por resplandores trgegosmo es igual a muerte, es decir, el egosmosiempre en vaco y desolacin.

    * *

    Estamos hablando, pues, de otra cosa. En estenos proponemos dejar al hombre en tales condic

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    que sea verdaderamente capaz de amar; y slo lo servolvemos a repetirlo en la medida en que l mismosea feliz.

    Y ser feliz quiere decir, concretamente, sufrir menos.En la medida en que se secan las fuentes de sufrimiento, el corazn comienza a llenarse de gozo y libertad. Y sentirse vivo ya constituye, sin ms, una pequeaembriaguez; pero el sufrimiento acaba bloqueando esaembriaguez.

    Despus de todo, no queda otra disyuntiva sino sta:agonizar o vivir. El sufrimiento hace agonizar al hombre. Eliminando el sufrimiento, el ser humano, automticamente, recomienza a vivir, a gozar de aquella dicha que llamamosvida. En la medida en que elhombre consigue arrancar las races de las penas y dolores,sube el termmetro de la embriaguez y del gozovital. Vivir, sin ms, ya es ser feliz.

    Si conseguimos que la genteviva, la fuerza expansiva de ese gozo vital lanzar al hombre hacia sus semejantes con esplendores de primavera y compromisosconcretos.

    Vamonos, pues, lenta pero firmemente tras esa antorcha. En el camino salvaremos los escollos uno poruno,y caern las escamas. Y, desde la noche, ir emergiendo palmo a palmo una figura hecha de claridad yalegra: el hombre nuevo que buscamos, reconciliadocon el sufrimiento, hermanado con el dolor, peregrinohacia la libertad y el amor.

    2. La maldicin de la mente

    Para entender el misterio doloroso del hombre necesitamos remontar las corrientes zoolgicas y navegar

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    contra corriente hasta las remotsimas y dilatadatudes prehumanas desde donde venimos.

    Luego de esta zambullida en los profundos prehu m anos, y arribados a los ancestrales m s prnios del hombre, nos encontramos con que los anteriores al hombre en la escala general de la vianimales, no se hacen problemas para vivir; al crio, todos sus problemas los encuentran resueltotos seres prehumanos estn dotados de mecaninstintivos mediante los cuales solucionan autommente casi mecnicamente sus necesidadementales. Por eso no sufren de preocupacin ansiedad.

    Un halcn, un reptil, un antlope o un crustceven sumergidos, como en un mar, en el seno gozarmonioso de la creacin universal. Este seno sintornos es un inmenso hogar en el que los seres manos viven "clida" y deleitosamente, y en plemona, generada por ese haz de energas instinque ,como un misterioso entresijo, recorre y uniftodos y cada uno de los seres de la escala zool

    Viven, pues, en una especie de unidad vital codos los dems seres. No saben de aburrimiento insatisfaccin. No tienen problemas, repetimospueden ser ms felices de lo que son. Se sienten mente realizados. Esta "felicidad" la viven sensmente, aunque, como es obvio, no conscientem

    As viva tambin el hombre en las primeras ede su evolucin.

    Pero en una de esas etapas aquella criatura qul lamamoshombre tom conciencia de s mismo:supoque saba; supo quin era. Esta emergencia de la conciencia result para el hombre una contingencasombrosas, por no decir infinitas, posibilidades;al mismo tiempo, una desventura con caractercasi de catstrofe.

    Sinti que se le rompan las ataduras instintivalo ligaban al "paraso" de aquel hogar feliz. Comeexperimentar la tpica soledad de un exiliado, d

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    guien que ha sido expulsado de una venturosa "patria".Se sinti solitario, porque comenz a percibir que

    ahora eral mismo, diferente de los dems y separadode todos; que ya no estaba integrado unitariamente enel inmenso panten de la creacin, y que ya no eraparte de aquella entraa tejida con todos los dems seres, sino que estabaaparte. Y, por primera vez, sintitristeza y soledad.

    Despert de la larga y dulce noche prehumana; y, aldespertar y tomar conciencia de s mismo, la vida misma se le torn en un enorme y aplastante problema:tena que aprender a vivir.

    Antes la vida se le daba hecha, espontnea y deliciosamente; ahora tendra que aprender a dar los primeros pasos con trabajo y fatiga. Antes el vivir era unhecho consumado; ahora un arte. Antes, una delicia;ahora, un desafo: todo lo tendra que improvisar, consus correspondientes riesgos. De ahora en adelante, elinterrogante ser su pan y la incertidumbre su atmsfera.

    Este despertar de la conciencia fue equivalente, enexacto paralelismo, al drama de un nacimiento: en elseno materno, la criatura todo lo tena asegurado: respiraba y se alimentaba de la madre a travs del cordnumbilical, sin esfuerzo alguno. Viva en unidad perfecta con la madre, en una simbiosis plenamente gozosa,sin riesgos ni problemas. Sale a la luz, y todo son problemas: t iene que comenzar a respirar, a alimentarsetrabajosamente; y, a lo largo de los aos y hasta lamuerte, su existencia ser un incesante aprender avivir.

    Esto mism o sucedi con el "nacim iento" del ho m breen el proceso evolutivo.

    * * *

    Al tomar conciencia de s mismo, el hombre midicon precisin sus posibilidades y tambin sus impo-

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    tencias. Y estas l imitaciones se le transformarounos como muros estrechos de una crcel, dentro que se sinti, y se sigue sintiendo, encerrado, sin bilidad de evasin. Cmo y en qu direccin salipor primera vez, el hombre se sinti desvalidimpoten te .

    Sin que se le pidiera autorizacin, y sin desearlvio empujado al mundo; y, de pronto, se encontr

    un ser desconocido,l mismo, en un lugar y t iempo queno haba escogido, con una existencia no solicitauna personalidad no cincelada por l mismo; con mriosas dicotomas, que, como cuas, lo dividen y dtegran, sin saber si es amasijo de piel, carne, hunervios y msculos, o si , ms all de todo eso, sutencia t iene algn sentido.

    El hombre se mir y se encontr extrao a s mcomo si tuviera dos personalidades al mismo tieun ser incomprendido e incomprensible para s m

    Un desconcierto, poblado de interrogantes, cubrihorizontes como una densa niebla. Quin soy yodnde vengo? A dnde voy? Y sobre todo, qucer conmigo mismo?

    Levant sus ojos, y all, a lo lejos, distingui osmente la roja puerta de la muerte. Se analiz a smo y concluy que era un ser nacido para morir. cado por sus cuatro costados, sit iado como una cindefensa, asediado a diestra y siniestra por las fcmo escapar? Y la angustia levant su sombra

    za, cerrndole el paso; una angu stia que fue atenasus huesos y sus entraas. En qu direccin huirpoda regresar al paraso de la etapa prehumanaretirada estaba clausurada. Y viendo cerradas todasalidas de la ciudad, el hombre pens y dese pomera vez la falsa salida de la muerte.

    *

    La razn lo obliga a caminar por los pramos in

    tos hacia metas inaccesibles. Se propone alcanza17

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    cu m bre , y, arribad o a la cim a, divisa desd e all otramontaa ms alta que lo reclama. Alcanzada esta segunda cumbre, distingue desde ella otra altura mseminente que, como una luz fatal , lo seduce irresistiblem ente . Alcanza tam bin esta altura. .. , y as suces ivamente, su vida es un proyecto escalonado de cumbres cada vez ms elevadas y cada vez ms lejanas, loque acaba dejndolo perpetuamente desazonado e in

    quieto.Condenado a caminar s iempre, s iempre ms adelante , el hombre no puede detenerse, porque est sometido a un imperativo categrico que no lo deja en paz,sino que lo impulsa hacia una odisea que nunca acabar, en direccin de una Tierra Prometida a la que nunca llegar. El hombre es un arco en tensin destinado aalcanzar estrellas imposibles.

    Seducido por lo desconocido, irrumpe en las regiones ignotas para descifrar enigmas y llenar de respues

    tas los espacios vacos. Vive atormentado por anhelosanteriores que ni l mismo entiende y que, por otraparte, es incapaz de sosegar; que lo arrastran hacia loinfinito y lo absoluto, y le obligan a darse a s mismo larazn de su existencia y a encontrar respuesta a todaslas preguntas.

    Viene de un mundo unitario. Esta impronta originallo obliga a buscar unidad consigo mismo y con los dems; pero, al mismo tiempo, se siente disociado porurgencias interiores y desafos exteriores.

    *

    La razn le dicta una cosa, y la emocin otra. Deseamucho, y puede muy poco. Lucha por agradar a todos,y no lo consigue. Busca la armona consigo mismo ycon los dems, y, sin embargo, siempre est en tensin.Experimenta sensaciones desabridas, como la ansiedad,la depresin, la dispersin..., y no dispone de armas

    para ahuyentarlas.18

    Su mente es, con frecuencia, una prisin en la qsiente atrapado; y no puede prescindir de ella auquisiera, ni salir de esa prisin. Y as, a veces,nube de obsesiones le obliga a dar vueltas y mstas, como una mariposa, en torno a una alucinaobsesiva, sin conseguir evadirse.

    En suma, concluiremos con E. Fromm, quemente humana es la bendicin y la maldicin delbre". Es verdad que la Historia est lanzando sindesafos al hom bre: cm o acabar con las gue rras,rar el hambre, la enfermedad, la pobreza.. . Peroencima de todas las altas tareas que la Historia encomendar a l hombre, su quehacer fundamentranshistrico es y ser siempre: qu hacer y cmcer para llegar a ser dueo de su propia mente, mismo. Dicho de otra manera: qu hacer para qmente slo sea fuente de toda bendicin.

    3. Unos amigos para el camino

    En el captulo III de este l ibro entregaremos,arrol lndolas ampliamente, numerosas y mult i fvas de salvacin.

    Pero,antes de penetrar en ese valle, me propodepositar e n las manos del lector, para el camino visoriamente, unos instrumentos de salvacin qacompaarn, como otros tantos amigos, mientramos recorriendo e inspeccionando los diversos mtiales de s ufrim iento. De esta m anera, y como sincuenta, el lector ya est comenzando a ingresar deseado templo de la salvacin. Estos amigos pcamino son los siguientes:

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    3.1. Salvarse a s mismo

    Ante todo, es necesario que el lector tom e concienciadesde el prime r m om ento de que siempre que utilizo lapalabra"salvarse" no estoy haciendo referencia a lasalvacin cristiana; aquella que nos alcanz Jesucristo,y que se consumar en la gloria eterna. Por el contrario, entendemos aqu la salvacin en su acepcin mspopular y llana.

    Por de pronto, no se trata desalvar: esto es, unaaccin dinmica por la que alguien libra a otro de unpeligro, como cuando un salvavidassalva a un nufrago de una muerte segura. Hablamos desalvarse: esfuerzo por el que uno mismo, con sus propios medios,se pone a salvo evitando caer en un peligro o saliendode una situacin mortal.

    Ms concretamente, nos referimos a ciertas iniciativas que cualquier persona puede utilizar, a modo deautoterapias, para evitar o mitigar el sufrimiento. Hablamos, por ejemplo, desalvarse del miedo,salvarse dela tristeza,salvarse de la angustia,salvarse del vaco dela vida,salvarse del sufrimiento... ysalvarse a s mism o.

    * *

    No hay especialista que pueda salvarme con sus anlisis y recetas. La "salvacin" es el arte de vivir, y elarte se aprende viviendo, y nadie puede vivir por m oen lugar de m. No hay profesional u orientador quesea capaz de infundir en el discpulo el coraje suficientecomo para lanzarse por la pendiente de la salvacin; esel mismo discpulo quien tiene que sacar desde su fondo ancestral las energas elementales para atreverse aafrontar el misterio de la vida con todos sus desafos,reclamos y amenazas.

    Es uno m ism o quien puede y debe salvarse a s m ismo, para adquirir de esta manera la tranquilidad de lamente y el gozo de vivir. Para ello hay que comenzar

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    por creer en uno mismo, y tomar conciencia dtodo ser humano es portador de inmensas capacque,normalm ente, estn dormidas en sus galerariores;capacidades por las que, una vez despiertsacadas a la luz, el hombrepuede m ucho m s de lo queimagina. Dispone, adems, de la maravilla de ste ,grvida de fuerzas positivas a las que puede dso libre.

    Hay que comenzar, pues, por creer en uno mien la propia capacidad de salvacin.

    * * *

    Cuando decimossalvarse no nos estamos refiriendo"enfermedades" o, ms concretamente, a disfunm entales. En el caso de tales "enferm edades", sgeneralmente, de sntomas compulsivos u obpor los que el "enfermo" no consigue funcionasociedad como una persona normal.

    Estos "enfermos" quieren o quisieran encontraun estado tal que no se sintieran m s infelices depuede sentirse cualquier persona normal; y eso cacurarse, para estos casos. Estas personas, sin ego,son una minora en la sociedad as como lfermos son excepcin en el conjunto de la hudad; necesitan atencin profesional, y no nos mos a ellas en la presente reflexin.

    Pero hay otras personas que funcionan socialbien mediante mecanismos de disimulo (los mos" no consiguen disimular) o de sentido cpero interiormente son tristeza y dolor. Estos n"enfermos", no tienen sntomas patolgicos; pfren una agona mortal, y, con frecuencia, ni sisaben por qu.

    Sufren depresin, insomnio. Sacan a reluciproblemas matrimoniales o profesionales. Perose su verdadero problema. Su problema es lacin que tienen de que la vida se les va sin habvivi-

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    do ; de que se les estn pasando los aos y van a morirsin habervivido. No les falta nada, y por tenerlo todo,hasta tienen buena salud, fsica y psquica; pero estndominados por la sensacin de que les falta todo.

    Sin poder explicrselo, se sienten asediados por elvaco.Si se les pregunta por la razn de su vivir, respondern que no la t ienen, o que, al menos, no la encuentran. Perciben que sus energas, si no estn muer

    tas, estn, cuando menos, aletargadas, casi atrofiadas.Por eso sienten una desazn general y un cansanciovital.

    *

    Frente a este panorama, salvarse significa ir suprimiendo o disminuyendo las fuentes del sufrimientomediante ejercicios y prcticas que ms adelante expondremos, trasponer las fronteras del dolor y de la

    angustia, superar la preocupacin obsesiva por s mismos, y as, adquirir la presencia de nimo, el autocontrol y la serenidad, y, natu ralm ente , recu perar las ganasde vivir.

    Salvarse significa soltar las energas almacenadas enel interior, que, frecuentemente, estn constreidas, ydarles curso libre para el servicio de los dems. Significa, en una palabra, lograr plena seguridad y ausencia detemor; un ir avanzando, lenta pero firmemente, desdela esclavitud hacia la libertad.

    Y esta sagrada tarea nadie la har por m o en lugarde m. Yo tengo que ser el "salvador" de m mismo.Al fin y al cabo, estamos en el epicentro mismo del

    misterio humano: soyyo solo y slo una vez. Los amigos y familiares pueden estar conmigo hasta unos ciertos niveles de profundidad. Pero en los niveles ltimos , donde yo soy yo mismo y distinto de todos,"all", o asumo yo toda la responsabilidad o me pierdo, porque a esos niveles no llega ninguna ayudaexterior.

    * *

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    En las emergencias de la vida, con frecuenciaencontramos con preciosos estmulos y luces. Hoyorientacin de un maestro de vida; maana, el acdiagnstico de un especialista; al da siguiente, elo y la veterana de los padres. Entre todos elloembargo, no conseguirn salvarme.

    Las orientaciones y consejos no tienen una efisalvadora automtica por el hecho de que provengun maestro experimentado. Es la puesta en prctque convalida o invalida aquellas recomendacionsoy yo el que tiene que comprobarlo), porque, ede cuentas, cada persona experimenta las recetaefectos diferentes, y es cada persona la que tienverificar si aquella recomendacin le salva o n

    Al final, no existe otro "salvador" de m mismyo mismo.

    Debido a esto, ofrecemos ms adelante algunocanismos sencillos, eficaces y prcticos, con locualquier persona pueda, por s misma, eliminacompleto muchos sufrimientos o, al menos, sualos.Si hasta ahora sufra como cuarenta grados mtaseme la expresin, que ms tarde sufra treinta y cinco, luego com o treinta, y as sucesivam

    Por eso, y para este contexto, sonar reiteradamen los captulos que siguen esta urgente recomcin: slvate a ti mismo!

    3.2. Despertar

    Despertar es el primer acto de salvacin.La conciencia es como una minscula isla, de

    kilmetros cuadrados, situada en medio de un ode profundidades insondables y horizontes casi itos. Este ocano se l lama el subconsciente.

    A la vista nada se advie rte. Todo e st en calm aen lo profundo todo es m ovim iento y am enazavolcanes dormidos que, de pronto, pueden entrerupcin, energas ocultas que guardan reteni

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    alma de un huracn, fuerzas propulsoras que encierrangrmenes de vida o de muerte .

    El hombre, por lo general, es un sonmbulo que camina, se mueve, acta, pero est dormido. Se inclinaen una direccin, y con frecuencia no sabe por qu.Irru m pe aqu, grita all; ahora corre, ms tarde se detiene; acoge a ste, rechaza a aqul, llora, re, canta;ahora triste, despus contento: son, generalmente, ac

    tos reflejos y no plenamente conscientes. A veces, da laimpresin de ser un t tere movido por hilos misteriosose invisibles.

    Es el mar profundo del hombre, el lado irracional ydesconocido que, mediante mecanismos que pareceransortilegios, lo van llevando en direcciones inesperadasy, en ocasiones, por rumbos disparatados. Qu se hizode la brjula? Funciona todava la libertad? Cuntasveces el hombre no entiende nada. Y sufre.

    *

    Sufre porque est dormido. No se da cuenta de que,como lo diremos tantas veces, el sufrimiento humanoes puramente subjetivo. La mente es capaz de dar a luzfantasmas alucinantes, que luego atormentarn sin piedad a quien los engendr. Los miedos son, generalmente, sombras fantsticas, sin fundamento ni base enla realidad. El hombre est dormido.

    Y dormir significa estar fuera de la objetividad. Dormir es sacar las cosas de su dimensin exacta. Es exagerar los perfiles negativos de los acontecimientos-personas-cosas. Dormir es proyectar mundos subjetivossobre los sucesos exteriores. Las inseguridades y temores son, por lo general, hijos de una obsesin.

    El miedo insisto enge ndra y distingue fantasmaspor todas partes : ste no m e qu iere, aqul est en contrade m, ese proyecto est destinado a fracasar, todos sehan conjurado contra m, estn tramando desplazarmedel cargo, aquellos otros me han retirado su confianza,

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    aqulla ya no me mira bien, aquella otra no me scomo antes, qu le habrn contado acerca de mde ms all se muestra ahora fra y distante conqu habr pasado?... Y todo no es sino un engaal m enos, una es pantosa m agnificacin o m ucha scin. No hay nada de eso, o muy poco. Est dormMuchas personas viven estos sustos y alucinacionpleno da, con el mismo realismo con que se viv

    pesadillas a media noche.* * *

    Los fantasmas narcisistas pueblan su alma de dades, y no se dan cuenta de que todo es materiajetiva, de que estn dormidos. De tanto dar vuelsucesos infelices, acaban magnificndolos, y no scuenta de que estn soando. Les sucede lo misma las bolas de nieve: cuantas ms vueltas dan,

    grandes se hacen.De pronto, se sienten atenazados por el terror

    caer en la cuenta de que slo se trata de una mpersecutoria, una alucinacin que inventa y dsombras siniestras, cuando, en realidad, nada dexiste; estn dormidos. Hechos intrascendentetransform an en d ram as, y peripecias ridiculas las ten con ropajes de tragedia. Estn dormidos.

    No quiero decir que todo esto suceda a la mayolas personas en este tono y con este colorido. Tamhay muchos sujetos verdaderamente objetivos, ppuesto. Sin embargo, el trato con numerosas pera lo largo de no pocos aos, me ha enseado qproyeccin subjetiva es, si bien en grados y momdiferentes, un hecho mucho ms generalizado de se cree.

    De todos modos, en el presente caso me estoyriendo en particular a quienes tienen tende ncias svas, aunque no necesariamente en un grado ele

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    los tipos aprensivos, obsesivos, acomplejados, pesimistas...Y no se trata de neurosis, sino de personas coninclinaciones subjetivas. Al exterior, su comportamiento no se diferencia del de los dems; pero interiormente no viven, agonizan.

    # #

    Es preciso despertar. Y despe rtar es salvarse; es economizar altas cuotas de sufrimiento.

    Qu es, pues, despertar? Es el arte de ver la naturaleza de las cosas, en uno mismo y en los dems, conobjetividad, y no a travs del prisma de mis deseos ytemores.

    Despertar es tomar conciencia de tus posibilidades eimposibilidades. Las posibilidades, para abordarlas, ylas imposibilidades, para dejarlas de lado; darte cuentade si un determinado hecho tiene remedio o no; si lotiene, para encontrarle solucin; si no lo tiene, para olvidarlo; tomar conciencia de que los hechos consumados,consumados estn, y es intil darse de cabeza contra ellos.

    Despertar es darte a t i mismo un toque de atencinpara caer en la cuenta de que te ests torturando conpesadillas que son pura fantasa, de que lo que te espanta no es real; darte cuenta de que ests exagerando,sobredimensionando cosas insignificantes, y que las suposiciones de tu cabeza las ests revistiendo con visosde veracidad.

    No te das cuenta de que tus aprensiones son sueosmalditos, y nada ms; y tus temores, puras quimeras.Por qu tomarlas en consideracin? Djalas a un lado,porque son meros abortos de tu mente. Saber que lossueos, sueos son; saber dnde comienza la ilusin ydnde la realidad. Saber que todo pasar, que aqu noqueda nada, que todo es transitorio, precario, efmero.Qu e las penas s uce den a las alegras, y las alegras, a laspenas;saber que aqu abajo nada hay absoluto; que

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    todo es relativo, y lo relativo no tiene importancia tiene una importancia relativa.

    Despe rtar, en sum a, es saber que estabas durm i

    Basta despertar, y se deja de sufrir. A media noel mundo est cubierto de tinieblas. Amanecesdnde se escondieron las tinieblas? No se esconden ninguna parte. Sencillamente, no eran nada.

    salir la luz se ha comprobado que erannada.De la misma manera, cuando t estabas dormidmente estaba poblada de sombras y tristeza. Am(despiertas), y ahoraves que tus temores y tristezaseran nada. Y al despertar se esfuma el sufrimicomo se esfumaron las t inieblas al amanecer.

    Basta despertar, y se deja de sufrir.Siempre que te sorprendas a ti mismo, en cual

    momento del da o de la noche, agobiado por la atia o el temor, piensa que ests dormido o soando

    una nueva y correcta evaluacin de los hechos, rectus juicios, y vers que estabas exagerando, preniendo, imaginando. Dedcate asiduamente al ejede despertar. Siempre que te encuentres turbadvanta la cabeza y sacdela; abre los ojos y despMuchas tinieblas de tu mente desaparecern, y grdosis de sufrimiento se esfumarn. Vers.

    Este es el segundo ngel en el camino:despertar. Alo largo de los captulos siguientes, frecuentemenremos resonar este clarn:despierta!

    3.3. Paciencia

    A las pocas semanas de nacer, los pjaros vuelanpatos nadan, los gatos salen a cazar. A los quince tos de haber salido a la luz, una llama ya se ponpie y comienza a caminar detrs de su madre corra arriba. No necesitan aprender a caminar, volardar, cazar. Por el mero hecho de existir, dispone

    todos los resortes necesarios para defenderse y so27

    l i i d l il id d d

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    vir. Se podra decir que todas las tcnicas vienen elaboradas en las entraas de su organismo; las traen aprendidas sin necesidad de entrenamiento: es el equipoinstintivo, que los conduce certeramente por los caminos de la supervivencia.

    No sucede as con el hombre. Una vez nacida, lacriatura humana es el ser ms desvalido de la creacin.Todo lo t iene que aprender; y no precisamente en fuer

    za de una inspiracin interior, sino que son los otrosquienes se lo t ienen que ensear: primero, a andar; luego, a hablar; ms tarde, a pensar y educarse.

    Aprende, en suma, a util izar la inteligencia, en lugardel instinto; con la particularidad de que el instintofunciona espontneamente, casi mecnicamente; y, encambio, el uso de la inteligencia presupone riesgos,porque obliga al hombre a realizar un complejo proceso de anlisis, comparacin, exclusin, opcin..., todolo cual involucra grandes incertidumbres e imprede-cibles emergencias. Y por este camino le llega alhombre un desabrido vis i tante , que, como sombra,nunca ms se apartar de su lado: la ansiedad.

    * *

    El aprendizaje del arte de vivir no se termina cuandoel hombre alcanza su mayora de edad, o al conseguirun diploma universitario para ejercer una profesin yser autnomo. Porque vivir no consiste en ganarse elsustento cotidiano o en formar un hogar. Qu consigue el hombre con haber asegurado una slida situacineconmica o con haber educado una hermosa familia,si su corazn sigue agonizando en una tristeza mortal?

    Vivir es el arte de ser feliz; y ser feliz es liberarse, enmayor o menor grado, de aquella ansiedad que, de todas formas, seguir porfiadamente los pasos humanoshasta la frontera final.

    El arte de vivir consistir, pues, en una progresivasuperacin del sufrimiento humano, y, por este cami-

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    no,en una paulatina conquista de la tranquilidad dmente, la serenidad de los nervios y la paz del a

    Pero no se crea que esta felicidad la puede alcael hombre como por arte de magia o como un regaNavidad. Si para obtener un t tulo universitarimontar una prspera empresa el hombre ha neceslargos aos de esfuerzo, trabajando da y noche,frrea disciplina, metodologa y, sobre todo, contenacidad a toda prueba y por momentos heroicanadie suee con doblarle la mano a la ansiedad ganar la batalla del sufrimiento, llegando as a anhelado descanso de la mente, con un trabajo esdico y superficial.

    Cuando decimospaciencia, queremos significar esfuerzo, orden y dedicacin en la prctica de los ecios de autocontrol, relajacin, meditacin..., quetarde presentaremos.

    *

    No vas a conseguir nada con slo leer estas pgicon abrigar buenas intenciones; es imprescindibllos deseos se transformen en convicciones, y las cciones, en decisiones. Las decisiones, a su vez, tque conducirte, como de la mano, a reordenar tugrama de actividades; y, en medio de stas, resespacios l ibres para practicar, diaria y metdicamlos diversos ejercicios.

    Si me dices que no dispones de tiempo, te respr que el t iempo es cuestin de preferencias, y ssu vez, dependen y derivan de las prioridades. Abien, cul es la prioridad fundamental de tu v

    No se trata de sanar una lcera gstrica o de levun negocio deteriorado, ni siquiera de apuntalamatrimonio resquebrajado. Todos estos propsitocier tamente, nobles e importantes; pero en nucaso hay algo ms primordial: nosotros estamos jdo y conjugando aqu nada menos que con elsentido de

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    i idi l t d

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    una vida, expresin escurridiza que, al pretender encerrarla en los moldes de una definicin, se nos escapa delas manos.

    Qu es, pues, sentido de la vida? Es aquel valor queda valor a todos los dems valores. De pronto, todo loque es y hace una persona (palabras, actitudes, reacciones...) aparece revestido de un color y brillo tan particulares que no se puede explicar con palabras. Eso es elsentido de una vida. Es (cmo decirlo?) un cierto tonode alegra que no se traduce en una risa ni en unasonrisa; que envuelve a algunas personas vistindolascomo de un aire primaveral, y que todos perciben desde lejos, y dicen: esa persona tiene unno s qu, que nos cmo calificarlo, pero se la ve tan feliz!

    Es, en fin, aquella sensacin de plenitud que, en elotoo de sus aos, al volver sus miradas hacia atrs, leshace exclamar a algunas personas: vali la pena; de verdad fue una venturosa aventura.

    * * *

    Pues bien, ese objetivo central de una vida no seconseguir sin una dedicacin metdica y ordenada.Para poder ahuyentar las sombras de la casa y dar lugara la alegra, es imprescindible someterse a una ejercita-cin ininterrumpida de autocontrol y meditacin a lolargo de los das y los aos. No es necesario que lleves a cabo todas y cada una de las prcticas que incluiremos en el captulo III. S es conveniente, sin embargo,probar y com probar todas esas prcticas, y que darsecon las que produzcan mejores resultados.

    No hay que olvidar nunca el misterio general e imponderable del ser humano; un mismo ejercicio, ejecutado en momentos diferentes, produce resultados diferentes en una misma persona. La vida es esencialmenteilgica, porque es esencialmente movimiento; movimiento oscilante de altibajos, sin vislumbrarse, con fre-

    30

    cuencia, las causas que originan tan desconcervaivn.

    Cuando el hombre tendra motivos ms que cientes para saltar de alegra, est abatido. De pren los das azules, su alma est nublada; y en losnublados, su alma est en azul. No hay lgica. Tasona dese ardientemente conquistar aquella meada, y, alcanzado el sueo, se queda insatisfecha

    un amago de decepcin. De repente, cuando sus cios iban viento en popa, su estado de nimo estlos suelos; y cuando, a su alrededor, todo es desaruina, no se sabe qu ngel interior lo estimula seguir luchando.

    Paciencia, que es el arte de saber, significa tconciencia de que la naturaleza humana es as. Hacomenzar por aceptarla tal cual es, para no asuscuando los resultados no sean proporcionales a lofuerzos o cuando los efectos hayan sido extraa

    imprevisibles.* * *

    Poniendo por delante estos presupuestos, concuencia te encontrars con el hecho de que un ejede relajacin y concentracin correctamente efechoy te dejar relajado, y maana, tal vez, tenso. Evida no hay procesos uniformes. Al quinto da,

    ejemplo, percibirs un progreso notable en el desmental, y al trigsimo da te sentirs ms ansioso primero. Es normal: el camino de la "salvacin", el de la vida misma, no es llano y recto, antes bienerizado de dificultades: curvas violentas, pendiempinadas, recadas bruscas, contramarchas. Unaditacin sobre la relatividad de la vida, hoy te dejsensible, y maana te impacta profundamente.

    El da menos pensado, cuando creas haber dadosos decisivos hacia la tranquilidad mental, entras

    peradamente en una fatal crisis de angustia. Cua31

    da vas a sentirte hastiado de todas estas "terapias" y te: marcadas y selladas all en las ltimas unid

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    da vas a sentirte hastiado de todas estas terapias ycaminos de paz, con la aguda sensacin de estar perdiendo el t iempo, e incluso hasta de estar haciendo elridculo; y es probable que te asalte el apremiante deseo de tirarlo todo por la borda. No te asustes contigom ism o. Despe rtar!: saber qu e las cosas son as, y aceptarlas como son, he ah el misterio de la paciencia. Enrealidad, ests avanzando; pero este ascender est cuajado de retrocesos, vacilaciones y altibajos. Acepta conpaz esa realidad.

    Los resultados dependen de una serie de factores. Elesfuerzo y la dedicacin en la prctica de los ejercicioses un factor predominante. Tambin influye la constancia: si una persona que se ha ejercitado con regularidad por aos abandona de pronto la ejercitacin, percibir de inmediato, e inequvocamente, un estado dedebili tamiento interior; es decir, que el miedo y la angustia comienzan de nuevo a golpear las puertas, regresa el nerviosismo, y vuelve a sentirse otra vez desasosegado e infeliz.

    Los resul tados dependen tambin y en gran medida del punto de partida o estructura de personalidad.Una persona cuyas entraas estn tejidas de melancolao timidez, por ejemplo, y con mayor razn si anda porlos cuarenta o cincuenta aos (lo que quiere decir quesus rasgos negativos congnitos han sido largamentealimentados y han echado slidas races en el subsuelo), necesitar gran empuje y alto corazn, as comouna gran firmeza, para progresar por el camino de laliberacin y poder as saborear los primeros frutos deldescanso.

    * *

    Desde antes de ver la luz, el ser humano trae escritaen sus entraas la historia de su vida, y si no la historia misma, al menos los rasgos generales. Efectivamen-

    32

    te: marcadas y selladas, all, en las ltimas unidvivientes, l lamadasgenes, trae el hombre escritas enclaves cifradas las tendencias fundamentales queforman el entramado de una personalidad: inclinnes hacia la sensibilidad, sensualidad, t imidez, iciencia, generosidad, nobleza, mezquindad.. . Soncdigos genticos.

    Esta estructura no cambia. Se muere como se Podemos, eso s , mejorar, como tambin empepero siempre a partir de una estructura bsica. Nque hacerse i lusiones: un tipo orgulloso-rencorosejemplo, nunca se transformar en un ser manso milde de corazn. Quienes nacieron encantadorescantadores morirn. Estructuras personales fuertte inclinadas a la melancola, por ejemplo, o negmente conformadas, no sern esencialmente alteaunque s podrn ser mejoradas. Pero esta mejoraun ritmo lento y desigual: si notas alguna mejorun ao para otro, si hoy sientes ms facilidad entrolar tus nervios, si sufres menos que antes, si cuentras ms relajado..., es seal de que todo va

    Los sufrimientos provenientes de un modo dnunca desaparecen totalmente; pero pueden suavhasta tal punto que el sujeto se sienta muy alivcasi feliz.

    * *

    Vale la pena sostener en alto el esfuerzo y la luccanalizar todas las energas para una ordenada pen prctica de los mecanismos de liberacin.

    Es necesario despertar una y otra vez, y tomar ciencia de que se vive una sola vez; que este mese repite, y que tampoco podemos regresar a la inpara reiniciar la aventura. Los aos no perdonanmayor desdicha humana consiste en experimentala existencia se nos escurre de entre las manos sber saboreado la miel del vivir. Vale la pena de

    2. Delsufrimiento a la paz 33

    todos los esfuerzos a la tarea de las tareas: alejar de

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    todos los esfuerzos a la tarea de las tareas: alejar denuestras fronteras los enemigos de la vida: el sufrimiento y la tristeza.

    Para alcanzar una cumbre tan alta, nos acompaar,en la pendiente de la ascensin, este tercer ngel: lapaciencia.

    El hombre de la sociedad tecnolgica se ha acostumbrado a solucionar sus problemas buscando y esperando la salvacin, poco menos que mgicamente, de losconsultorios y las farmacias. Vana ilusin y peligrosadependencia! Lo menos que le puede suceder es queacaba perdiendo la fe y la confianza en s mismo, descuida el esfuerzo, abandona en un rincn la pacienciay, sobre todo, olvida el hecho de que lleva en sus manos armas poderosas para salvarse a s mismo.

    Quien est dispuesto a alistarse en las filas de laGran Marcha hacia la l iberacin de s mismo debe despertar, ponerse en pie, armarse de paciencia y ceirsede coraje.

    3.4. Poder mental

    Las cosas existen en la medida en que existen en mimente. Si ests profundamente dormido, nada existepara t i en ese momento. Aunque estn sucediendo cosas horrorosas en el lugar donde vives o se incendie lacasa de tu vecino, para ti nada sucede.

    Si se estn difundiendo noticias sumamente desfavorables para ti, pero no te enteras de nada, toda esa maledicencia no te hiere ni te turba. Es como si esparcieran ptalos de rosa sobre tu cabeza.

    Supongamos que dejan de funcionar tu corazn y tuconciencia por un paro cardaco...; pueden insultarte,herirte, despedazarte, y a t i nada te importa, porque yanada existe para ti. Una vez que ha dejado de funcionar esa fbrica de ideas y de sueos la mente quelos engendraba, ya no existen para t i problemas: ene-

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    mistades, zancadi l las , t ra ic iones, ofensas . . . Paramuerto, todo est muerto.

    De esto se trata: de adquirir un poder tan omnmsobre m i me nte , que pu eda interrum pir a voluntafuncionamiento cuando me d cuenta de que est do dominada por recu erdos desabridos y m em orialorosas.

    El ser humano, a travs de un entrenamiento sonido y metdico que explicaremos en el caplo III, es capaz de llegar a adquirir la capacidadsuprimir momentneamente toda act ividad mentahacer un vaco o silencio total en su interior, hastpunto de detener el curso del pensamiento cuandose halle atrapado por obsesiones o fijaciones negat

    Este es, sin duda, el gran desafio del hombre parhombre a lo largo de los siglos: qu hacer y cmo hpara que yo llegue a ser dueo de mi mente, para

    mi pensamiento est nicamente ocupado por redos estimulantes, ideas positivas, por motivos quepor m, y no por los que se me imponen.

    Mientras no avancemos en esta direccin, no pomos hablar de libertad.

    *

    No hay peor prisin ni ms dura esclavitud que

    mente ocupada obsesivamente por evocaciones mantes y complejos tor turadores . Como tampocoyor l ibertad que el tener a mano la l lave que puabrir y cerrar el curso de la actividad mental. Sobna quiere decir ser el arbitro de m mismo, de mi vidad interior.

    Si todas las cosas existen para m en la medidaque son captadas por m, en la medida en que vivemi mente, ya puede imaginar el lector que el dommental es un tesoro incomparable y la llave del

    de la serenidad.35

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    Este es, pues, uno de los medios ms poderosos deliberacin. Con este fin, ofreceremos numerosos ejercicios para que el lector, a travs de un paciente y constante entrenamiento, pueda alcanzar la capacidad dedesconectar a voluntad el motor de su mente, de manera que se apaguen los fuegos y el alma se transforme enun huerto placentero.

    Este poder mental ser, pues, otro de los ngeles quenos acompaarn en todo momento en el largo recorrido que nos proponemos llevar a cabo.

    Para referirnos a este poder, utilizaremos diversostrminos, como dejar, soltar, desprenderse, desligarse,olvidar; en suma, expresiones que hagan referencia aesa sublime capacidad de desconectar a voluntad laatencin de cualquier recuerdo o persona desagradable.As lograremos amortiguar el ardor de tantos carbonesencendidos.

    Digamos, entre parntesis, que, en ciertos ambien

    tes ,se utiliza la expresin poder mental para indicar lainfluencia que pueden ejercer ciertas personas sobreotras personas, acontecimientos o cosas. Como se vepor lo expuesto, nosotros lo entendemos aqu en unsentido muy distinto.

    36

    CAPTULOII

    Las fuentes

    "iOh, la mente, s,la mente tiene montes,precipicios a pico,de horror,por nadie sondados".

    G. M. Hopkins

    "Las furias de tu coraznno podrn hacer nadapara que,lo que sucedi,no hubiera sucedido".

    "Deja que los muertosentierren a los muertos".

    Evangelio

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    1. Los disgustos

    Hoy ms que nunca hay una slida verdad, y sta:mente es el nuevo nombre de "infierno". Infiersignificasin salida, y donde no hay salidas, hay angustia. Y angustia vale tanto como angostura, estremiento. Con sus muros circulares, la mente aprieestrecha entre sus anillos al pobre ser humano, quperimenta una sensacin de ahogo y asfixia, comquien tiene todas las salidas clausuradas.

    Ya lo hem os afirmado anteriorm ente , y en las pgque siguen vamos a desempolvar y airear esta venoche terrible de la que es preciso despertar y salimasa general del sufrimiento humano es un prodde la mente. Para decirlo de una manera grfica, epor 100 del sufrimiento humano es materia subjecomo lo veremos a continuacin. Naturalmente, ntrata de una proporcionalidad matemtica, sino apmativa.Y este dato no es una amarga noticia, sino unabuenanueva, porque est en nuestras manos la posibilidadneutralizar, atenuar o transformar este subproductla existencia humana.

    * * *

    Somos nosotros mismos quienes engendramosdisgustos. Supongamos que hace tres meses te viste

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    vuelto en aquel escndalo: fue una situacin injusta enf zn comienza ahora a resistir mentalmente a rech

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    la que ciertas personas levantaron un edificio de suposiciones gratuitas sobre un hecho real de tu vida, y tuprestigio rod por los suelos. Todo ese desgraciadoconjunto de circunstancias ya es un hecho consumado,y qued all para siempre anclado en el espacio y en elt i empo.

    Si t relegas al pasado ese suceso, lo olvidas, ya noexiste para ti. Pero eres t (despierta!) quien ahorarehace aquella pesada cadena de desgracias, y comienzas a recordar aquellos hechos, removindolos y revivindolos en tu mente como si acabaran de suceder; yluego te enciendes en furia, rabia y vergenza, como siestuvieras metido en un crculo de fuego..., y es ahoracuando un hecho pasado se transforma en disgusto.Pero eres t (atencin!), slo t, quien est transformando un acontecimiento de tu historia pasada en undisgusto.

    El disgusto es , pues, un producto de tu mente. Despierta y desprndete de los recuerdos dolorosos. Bastade sufrir!

    2. El fracaso

    He aqu otro venero inagotable de abatimiento: elfracaso. Tambin l es un producto mental. Vemoslo.

    T tenas un proyecto, y calculabas que el plan alcanzara un techo de cien puntos, digmoslo as; y teadheriste a esos cien puntos. Pero, al culminar la tarea,el proyecto alcanz slo cuarenta y cinco puntos. Fue,pues ,un resultado negativo; pero, en realidad, no fuenegativo, sino solamente inferior a tus previsiones.

    Entre frustrado y herido por el amor propio, tu cora-

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    zn comienza ahora a resistir mentalmente, a rechcordialmente aquel resultado, inferior a lo esperades entonces cuando ese resultado negativo se conven fracaso.

    Dnde estuvo el error? En haber apuntado desiado alto, ilusionndote con alcanzar los cien punN o, ciertamente, sino en haberteadherido a esos cienpuntos. Entre tu persona y los cien puntos se estaci, pues, una vinculacin apropiadora.

    Forjaste en sueos una imagen dorada, te idencaste con ella casi en una especie de simbiosis, y ala construccin de tu mente se derrumba, hacintrizas.Desilusin quiere decir que una ilusin se dhace y esfuma. Te hiciste una ilusin a la que te azaste con toda tu alma, y al deshacerse la ilusiprodujo e n ti una especie de desgarramiento, el detar amargo de quien estaba abrazado a una sombr

    * * *

    El fracaso es, pues, un concepto subjetivo y relaNace y vive en la mente cuando y en la medid

    que rechazas el resultado. Y, a partir de ese momel fracaso comienza a presionarte, o, al menos, t asientes. En la medida en que sientes esa presin, resistes con toda el alma: presin y resistencia siempre acciones correlativas. En la medida en qresistes, la presin del fracaso es aceleradamenteopresiva.

    Y as, encerrado en ese crculo vicioso, mortfefatal, el hombre puede llegar a ser vctima de prdas perturbaciones de personalidad. Despierta, py advierte que no es el fracaso el que te tiene atra ti, sino que eres t y slo t el que est dndoscabeza, con tus resistencias mentales, contra aqusultado negativo. Es una locura.

    Aquello que, inicialmente, no fue ms que un rtado imprevisible y parcial, a fuerza de darle vuelt

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    la cabeza y resistirlo en el corazn lo has ido convir fender la propiedad am enazada En nues tro caso a

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    la cabeza y resistirlo en el corazn, lo has ido convirtiendo en un espectro monstruoso que te atemoriza yoprime. El problema est en ti .

    * * *

    Qu hacer, pues? Mirando a tu futuro, es necesa

    rio distinguir dos cosas: el esfuerzo y el resultado. Elesfuerzo depende de ti ; el resultado, no.En lo que depende de ti , debes lanzarte al combate

    con todas las armas y todos los medios a tu alcance: laexperiencia de la vida, la colaboracin de los dems, elsentido comn, la ley de la proporcionalidad, el idealism o,el entusiasmo, la discrecin.. . En un campo de batalla, el estratega no pue de de scuidar ning n detalle; deuna pequea imprevis in puede depender una derrota .

    De igual manera, en cada proyecto de tu vida, luego

    de proponerte una meta alta, razonablemente alta, debes poner en accin, con sagacidad y tesn, todos losmedios de que dispongas para alcanzar esa meta. Debehaber, pues, unapasin.

    Pero tambin debe haberpaz.Com o hem os dicho, e l "pe cado " consis te en estable

    cer una atadura adhesiva y afectiva entre tu corazn yel resultado de aquel proyecto, lo que equivaldra aapropiarse un resultado imaginario y supuestamentealto.

    Corres un riesgo, que consiste reiteramos no enque el supuesto resultado sea bril lante, sino en habrtelo apropiado antes de que se produjera; se trataba,pues, adems, de una ilusin. A causa de esta apropiacin, si el resultado es inferior a lo imaginado, vas atener la impresin de que ha habido unrobo, de que sete ha hurtado algo que ya considerabas como propio entu imaginacin. El mal estaba en la apropiacin.

    Y cuando una propiedad la sentim os am enazada,surge eltemor, que no es otra cosa sino la liberacin de

    energas defensivo-agresivas, desencadenadas para de-42

    fender la propiedad am enazada. En nues tro caso, atemor lo l lamamospreocupacin.

    Y la preocupacin por los resultados va ensomciendo la vida y quemando gran parte de las enerpsquicas.

    No es posible dormir bien cuando uno se siente mentado por el aguijn delqu ser? Quien est agobiado por alguna preocupacin tampoco se alim

    debidamente; y las tensiones impiden, asimismobuen funcionamiento del sistema digestivo, y espemente de los intestinos. Cualquier persona que scuentre en esta situacin ir descendiendo cada ms por la pendiente de la inseguridad, y acabar do dominada por toda clase de complejos. La prepacin por los resultados es, pues, la raz de innu mbles daos.

    *

    Qu hace r, pues? U na vez agotados todos los resos y que se acab el combate y todo est consumel sentido comn y la sabidura ms elemental dvida nos confirman que es insensatez perder el t ien lamentaciones, dndose de cabeza contra el mindestructible de un hecho consumado. Relega losultados al rincn del olvido y qudate en paz; unaque brotar justamente cuando te hayas desasido dresultados.

    En ltimo trmino, de qu o de quin dependenresultados? De una cadena absolutamente imponble de causalidades, que, ciertamente, se halla mjos de mi alcance: cuntas veces mi libertad y la ddems estn notablemente condicionadas, al menciertas zonas de nuestra pe rsonalidad; tambin inflos estados de nimo, los factores climticos o bgicos, la rivalidad de los dems, o simplemente eventualidades imprevisibles.

    Si los resultados no dependen de ti, es locura p

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    vioso de la persona. U n tipo rencoroso lo es m ucho m sd i l i i d U

    ca particular, son mis ojos los que las contemplat d l i d i d t t

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    cuando est especialmente i r r i tado. Un temperamentoirascible se coloca al borde de la locura cuando enfrenta una crisis de nervios. En los momentos de agudonerviosismo, una personalidad hipersensible es capazde convertir las agujas en espadas.

    El impacto depende, por consiguiente, no slo deuna estructura determinada de personalidad, sino tambin de los estados de nimo.

    Ms an, yo dira que el fenmeno de las tensiones,disgustos, furias, depresiones.. . no depende tanto delos agentes exteriores como de la debilidad o blanduradel sujeto receptor. Porque, en ltimo trmino, losagentes exteriores estimulan o impactan en la medidade la blandura de la materia receptora.

    Ningn estmulo exterior, ni aun el ms violento,puede herir a quien se esfuerza por temperar su carcter, transformar su corazn en un acogedor regazo, ha

    bituarse al autocontrol, serenar su sistema nervioso,entrenarse en la concentracin y la meditacin, avanzar,en fin, lenta pero firmemente hacia la tranquilidadmental y la paz.

    * *

    Por este camino, l legamos a una halagea conclusin: en nuestras manos estn las llaves de oro que

    pueden transformar los males en bienes y los enemigosen amigos.La primera condicin para esta portentosa alquimia

    es,una vez ms, despertar: sacudirse el sueo, l iberarsede esa confusin nocturna, abrir los ojos y darme cuenta de que, si acepto a ese vecino desagradable, lo convierto en un buen amigo.

    Como estoy irri tado, todo me irri ta. Como estoy desasosegado, todo me molesta. Las cosas-personas queme rodean son buenas, l impias, luminosas. Es mi pti-

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    travs del prisma oscuro de mis descontentos; yeso me resultan irri tantes y hostiles. El problemaah.

    La primera llave de oro consiste en contemplaapreciar los lados positivos de las cosas-persona

    Si esas m anos no son bonitas, ellas, en cam bio, rzan millares de prodigios; tantos, que una tercera de la produccin cerebral est dirigida y es consupor las manos. Pensaste alguna vez qu sera de tesas manos? Has visto alguna vez una persona sinnos? Es una fatuidad monstruosa-avergonzarse de porque no tengan bellas proporciones, cuando, enlidad, son una maravilla de la creacin. Nos dejadeslumhrar por la-envoltura de las cosas, que nos de ver los tesoros interiores. Somos fatuos, y estdormidos.

    Puede ser que tus ojos no sean hermosos, pero sera de ti sin esos ojos, ventanas por donde penetresplandor del mundo? Es tan asombrosa su anatque los sabios enmudecen cuando logran captar tocomplejidad y precisin. Qu sera de ti sin esos Una noche eterna.

    Puede ser que esa dentadura no sea uniforme y ca; pero pensaste alguna vez con qu orden y sara estn dispuestos y articulados esos dientes yadmirable funcin desempean en el sistema dige

    En este tu modo de ser, tal vez te pesen y opri

    ciertas tendencias negativas, como el rencor o la iciencia. Hasta es posible que la cruz, pesada cruz,t mismo para ti mismo. Pero pensaste algunaque, si t ienes siete defectos, dispones, en cambisesenta cualidades?

    Fracasaste en este ltimo intento; pero por qupiensas en todos los intentos que te resultaron esos? Por qu no fijar los ojos en los focos luminMientras los dems te consideran como un hombsuerte y de xito, t, en cambio, te sientes descon

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    y abatido, porque fijas la atencin precisamente en losd d d

    Esta es, pues, la primera llave de oro, que ms l t t di f d t t d d b i l

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    episodios ms negativos de tu vida.

    * * *

    Puede ser que tu compaero de trabajo o tu vecinasean impacientes e irascibles; pero te olvidas de que

    tienen un enorme espritu de servicio, y aun, a veces,rasgos verdaderamente conmovedores de generosidad.En la valoracin global de una persona sucede, con

    frecuencia, que nos fijamos tan obsesivamente en utidefecto determinado, que acabamos identificando y definiendo a esa persona com o si"fuese" ese defecto,evaluando toda su personalidad a travs de ese defectoy como concluyendo en la ecuacin de que ella es iguala su defecto. Y muchas veces ni siquiera se trata de undefecto, sino de una reaccin espordica y aislada; y

    somos capaces de objetivar y retratar a la persona entera por ese momento de emergencia. Una monstruosacaricatura, sin duda! Siempre dormidos. Es necesariodespertar y hacer funcionar correctamente el cuadro devalores.

    De manera anloga, puede suceder otro tanto acercade ti mismo o de tu propia historia: un defecto tuyo oun fracaso se te pueden fijar de tal manera que te puedes ir quedando con la impresin global de que tu vidao tu pe rsona han sido, o son, una calam idad. D espie rta,haz una correcta evaluacin, y vers que son infinitamente ms las joyas y los tesoros que las ruinas.

    Te defraudaron los amigos. Aquel dorado proyectose vino al suelo estrepitosamente. Un error de clculohizo que el negocio fracasara. Pero, cuntas leccionesaprendidas! Cmo te ayudaron a l iberarte de manasde grandeza y otras obsesiones que te esclavizaban! Nohay en el mundo infortunio o contratiempo que no encierre aspectos positivos y lecciones de vida.

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    lante estudiaremos a fondo: tratar de descubrir elpositivo de las cosas.

    4. Los imposibles, dejarlosHemos dicho que los acontecimientos-personas-

    son mis enemigos en la medida en que yo los recLas cosas me agradan o desagradan a la vista, al oa los dems sentidos; y al desagrado correspondrechazo o resistencia. Pero "desagrado" es un conrelativo; hace referencia a la relacin entre el obagente y mi sensibilidad. Y esta sensibilidad es, o

    de ser, terriblemente subjetiva: tornadiza, segviento de los preconceptos, juicios de valoracin,vicciones, fuerza de voluntad, estados de nim

    En el fondo, podemos decir que todo sufrimienuna resistencia mental; y donde hay resistencia, hfrimiento. Ahora bien, si el hombre acaba constitdose en e nem igo de todo cuanto rechaza, puede llt ransformarse en un ser umversalmente sombropicaz, temeroso y temible a la vez. Y puede entrun crculo vicioso: cuanto ms le desagradan las

    ms las rechaza, y cuanto ms las rechaza, ms lagradan. Urge salir de estos crculos de fuego. Bmos las puertas de salida. Basta de sufrir!

    #

    La resistencia emocional es una oscura fuerza tiva que tiende a anular y dejar fuera de combateaquello que le desagrada. Un rechazo mental, co

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    estrategia aplicada metdicamente, puede ayudar avencer parcial o totalmente a ciertos enemigos del

    hacer, es locura reaccionar airadamente, como si pl l i di bl tit d

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    vencer, parcial o totalmente, a ciertos enemigos delhombre, como la enfermedad, la injusticia, la pobreza.

    Por eso, y para evitar caer en los brazos de la pasividad, el caminante, frente a los obstculos que le salenal paso en el camino, debe preguntarse: Puedo anulareste obstculo? En qu medida puedo mitigar su virulencia o peligrosidad? Hay algo que hacer?

    Y, como respuesta, nos encontraremos con realidades hostiles al hombre, que pueden solucionarse en unciento por ciento; o, en algunas ocasiones, en un porcentaje menor: el 40, el 15 o el 5 por 100. En este casohay que encender todos los motores, y poner en accinuna estrategia con la plenitud de fuerzas, para dejar alos "enemigos" fuera de combate .

    Puede suceder tambin que tengamos que enfrentarnos con situaciones o realidades que nos desagradan onos provocan rechazo, y que no est en nuestras manossolucionarlas o son esencialmente insolubles. Las den o m i n a m o ssituaciones lmite, hechos consumad os o,s implemente , unimposible.

    Y dejamos constancia aqu de lo que ir apareciendoa lo largo de estas pginas: que, en una proporcin mucho ms elevada de lo que pudiramos imaginar, somosimpotencia; que muchas veces no hay nada o muy pocoque hacer; que nuestra l ibertad est profundamentecondicionada, a veces aprisionada y con frecuenciaanulada; que somos esencialmente indigentes; que loque podemos es muy poco o casi nada. Quien sea ca

    paz de aceptar todo esto sin sublevarse, ya est a lamitad de camino de la liberacin.As pues, enfrentados a situaciones dolorosas, debe

    ramos preguntarnos: Puedo modificar esto que tantome molesta? En qu medida? Qu es lo que puedohacer? Si las puertas estn abiertas y es posible haceralgo, hay que avanzar decididamente por esas puertashasta el campo de batalla para librar all el combate dela liberacin.

    Pero si las puertas estn cerradas y no hay nada que

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    ramos anular lo irremediable con actitudes agresHe aqu, pues, la puerta ancha de la liberacinlo s

    imposibles, dejarlos.

    4.1. El tiempo pasado

    El tiempo es metafsicamente irreversible. No esible hacer el viaje de regreso al pasado a lomotiempo. No podemos retroceder ni un minuto nsegundo. Todo lo que ha sucedido desde este inspara atrs es un hecho consumado, unimposible. Y larememoracin del pasado puede convertirse en elnantial ms abundante de tristeza y sufrimiento la mayora de las personas. Es hora de despertar,los imposibles, dejarlos.

    Qu diramos de una persona que se acercara apared y comenzara a darse golpes contra ella? Puees la situacin de quien se empea en amargarse larecordando y reviviendo historias dolorosas. Histoque son tan inconmovibles como los muros de unadadela. Los muros de tu casa, aunque sean de hogn, pueden ser derribados golpe a golpe. Pero losques de los hechos consumados no sern removidun milmetro por los siglos.

    Avergonzarse de ellos recordndolos es como dde cabeza contra la pared. Si nunca han de ser remdos, por qu empearse en empujarlos? Para qusistirlos? Djalos.

    * *

    Hace cinco aos te calumniaron. Hace dos aomedio te traicionaron. Slo hace una semana hicel ridculo en un momento decisivo para tu vida psional. Ocho meses atrs perdi la vida en un accidde carretera uno de los tuyos. Hace siete semana

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    viste envuelto en aquel juego de envidias y maledicencias y estuviste a punto de perder tu empleo

    Cuando uno les dice: mira que ests metido en uo irreal que todo es mentira nada de eso existe

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    cias y estuviste a punto de perder tu empleo.Los hechos ya estn consumados. Aunque viertas un

    mar de lgrimas, aunque te encolerices derramandoamargura como un volcn, todo es intil; esos hechosno sern alterados jams. Para qu resistirlos? Djalosen el olvido.

    Al recordarlos, les vuelves a dar vida. Es una locura. Slo t eres el afectado, y sufres. Quienes tantodao te hicieron disfrutan ahora de la vida alegremente y nada les importa de ti. Ellos viven su vida y tienen sus propias preocupaciones. Al removerlos en turecuerdo, slo t sufres, slo t te quemas. Ests dndote de cabeza contra los muros irremediables. Es unainsensatez. Despierta, y las cosas que no tienen remedio, relgalas al olvido. Basta de sufrir.

    Graba bien esto en tu mente: las furias de tu coraznnada podrn hacer para que lo que sucedi no hubiera sucedido.

    *

    Hay personalidades con las siguientes caractersticas:son fuertemente subjetivas y con tendencias pesimistas.Y, naturalmente, viven dominadas por delirios de persecucin, accesos de suspicacia y de aprensin. Estaspersonas no viven, agonizan. A lo largo de los aosme he encontrado a diario con esta clase de personas, sibien con fallas en proporciones diferentes.Viven recordando historias pasadas, a veces muy remotas, en las que ellas se vieron envueltas en circunstancias desagradables; enfrentadas con personalidadesimportantes, por las que se sintieron despreciadas o rechazadas, o, al menos, subestimadas. Y ahora, despusde tantos aos, al recordar todo aquello, se llenan devergenza, tristeza y confusin tan vivamente como sihubiera sucedido ayer mismo.

    Todo es una desgraciada re-creacin subjet iva.

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    o irreal, que todo es mentira, nada de eso existera..., sienten un gran alivio.

    Para estos sujetos, que son muchos, los archivsu vida son una fuente abrumadora de tristeza. ven su historia con los colores ms negros. Sin cuenta, porqueestn dormidos, continan imaginariamente envueltos y enredados entre los pliegueaquellos acontecimientos, ya tan lejanos, culpandodem s, agredindolos me ntalm ente y esforzndosjustificarse ante s mismos y ante los dems.

    *

    Les sucede exactamente igual que al que tienpesadilla nocturna y lavive de tal manera que despiertacon taquicardia, sudores y otras manifestaciones ctersticas de quien ha afrontado una lucha horribdescomunal. Asimismo, estas personas reviven imaginacin historias tormentosas, hasta el puntque quisieran justificarse y dar explicaciones a aqpersonas ante las que se sienten culpables, con el recuperar la estima que perdieron. Reviven fragmde una historia que, al hacerse presentes, les vueprovocar, en mayor o menor grado, sentimientoautocompasin o de culpabilidad.

    Es un torbellino insensato e irracional. Una reccin y escenificacin de una cabeza loca. Todomentira. Hay que despertar, l iberarse de esas quiy respirar en paz. Basta de sufrir!

    Ya hemos dicho que los hechos consumados eanclados para siempre como muros inamovibles destructibles. Djalos estar all donde estn. Al rdarlos, te ests destruyendo. Ten piedad de ti misno seas tu propio verdugo. Suelta todo, respira feliz.

    Qu le diramos a alguien que tomara una bras

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    diente en sus manos? Le diramos: cuidado, suelta esab t ! E i l

    en momentos decis ivos de tu juventud, aquel las vocaciones que ms tarde tanto lamentaste dj

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    brasa, porque te vas a quemar! Eso mismo es lo queuno se ve obligado a gritar muchas veces para despertar a quienes estn dormidos sobre carbones encendidos. Y "soltar" quiere decir retomar el control de lamente, desligar la atencin de aquellas escenas o personas, tranquilizar los nervios y recuperar la serenidaddel espritu.

    * *

    Lo que acabamos de decir les sucede sobre todo aquienes tienen tendencias marcadamente subjetivas.Pero, en general, para la mayora de las personas, losarchivos de su vida se convierten en surtidores de aguahirviente: estn tristes porque recuerdan cosas tristes, yal recordarlas, les dan vida, abriendo de nuevo las viejas heridas, que nunca dejan cicatrizar totalmente.

    Por obra y gracia de una fantasa siempre activa, repiten una y otra vez los platos ms amargos de la vida,lo que acaba cegndoles las fuentes de la alegra devivir.

    En todo momento, es tas personas deben estar a tentas a s mismas, porque, al menor descuido, vuelven a"dormirse" y regresan a los campos minados de losrecuerdos ms ingratos, y su corazn comienza a sangrar de nuevo.

    Es indispensable estar alerta y advertir que es unainsensatez revolver los archivos que contienen una historia irremediablemente muerta. Es lo que expresamuy bien el refranero popular: "Agua que no has debeber, djala correr", o, como aconseja el Evangelio:"Deja que los muertos ent ierren a los muertos" . Dejaque las hojas cadas se descompongan y mueran. Tmira hacia adelante, y cada maana comienza a vivir denuevo .

    Aquellas personas que influyeron tan negativamente

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    vocaciones que ms tarde tanto lamentaste. . . , djque las arrastre la corriente del olvido.

    Aquel fracaso, que, por ser el primero, te hirimortalmente que por muchos aos respiraste porherida, aquellas hostil idades nacidas de ruines envaquella zancadilla artera, aquellas incomprensioaquellas medias verdades, ms perniciosas que lalumnia, que arruinaron tu prestigio.. . , djalo todo,lo arrastre la corriente a la regin del olvido.Los que nunca te apreciaron, los que siempre tepreciaron, aquella crisis afectiva que fue como undaval para el proyecto de tu vida, aquel descalabrtus negocios que remeci la economa domstica, llos ideales que nunca pudiste realizar..., djalo todla paz de los muertos, y t,vive.

    Las aguas que pasaron, no vuelven a pasar.Rquiemsobre las hojas muertas y los archivos olvidadoslevanta la cabeza, abre los ojos, mira hacia adelanavanza hacia un mundo de alegra y esperanza.

    4.2. Las piedras del camino

    El camino est sembrado de piedras , generalmtoscas, con frecuencia puntiagudas, rara vez lisas ydondas. Qu hacer con las piedras del camino? verizarlas a golpe de martillo? Sepultarlas bajo tiArrojarlas una por una al ro?

    El caminante tropieza con ellas a cada paso, se lma los pies, se hiere y sangra. No las puede sorhaciendo un rodeo por las lomas onduladas. Quirano, las piedras estn ah, esperndole. Qu hacpues ,con ellas?

    El avin llega con mucho retraso. La reunin ccluy en un clima muy tenso. El granizo arras cotrigales. El jefe qued muy ofendido. Se nos revun neumtico. La conferencia se alarga demasiado

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    locutor tiene una voz desagradable. El trfico est atascado Qu tipo tan antiptico! Hay una larga fila de

    No te dejes acribillar por las saetas que te lluedesde todas partes. Ms bien, suelta los nervios, c

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    cado.Qu tipo tan antiptico! Hay una larga fila deespera. Los vecinos han sufrido un asalto armado. Hanpuesto una msica estridente. No nos fue bien en losexmenes. Nuestro equipo perdi. Tenemos que cambiar de casa. La inflacin se ha disparado. Ha habidoun terrible accidente areo. La tasa de crecimiento hadescendido. Las heladas amenazan la cosecha de esteao. Los padres se han separado. En el Oriente ha recrudecido la guerra. Hemos perdido el pleito. En unaccidente de carretera hubo tres muertos y cinco heridos. A mam le han dado tres meses de vida. Las inundaciones han devastado el poblado. Al hermano le hanhipotecado la casa. Segn todos los indicios, se trata deun carcinoma.. .

    He aqu las piedras en el camino.Metidos en esta pira roja, cercados por todas partes,

    y diariamente, por las l lamas hambrientas, cmo mantener los nervios en calma? Cmo no sucumbir a esteasedio pertinaz? Cmo evitar ser devorados por la angustia? Cm o salvarnos de la m ue rte cotidiana? Cm otransformar las piedras en amigas o hermanas?

    *

    La regla de oro es sta: dejar que las cosas sean loque son. Una vez que he llegado a la conclusin de queno hay nada que hacer por mi parte, y que los hechosse harn porfiadamente presentes a mi lado, sin miconsentimiento, la razn aconseja aceptarlo todo concalma, casi con dulzura.

    Aceptar significa admitir, .sin irritacin, que el otrosea tal como es, que las cosas sean como son. Utilizamos indis t intamente ambos verbos:aceptar y dejar; y,si bien es verdad que aceptar t iene un tono ms bienactivo, y dejar ms bien pasivo, en el fondo, amboshacen referencia a la misma actitud.

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    desde todas partes. Ms bien, suelta los nervios, ccentra serenamente tu atencin en cada suceso quhace presente a tu lado, y, en lugar de irritarte,dejatranquila y conscientemente casi cariosamentque cada cosa, una por una,sea.

    No maltrates a las piedras que encuentres en tu mino. No las resistas. No te enojes con ellas ni trates a puntapis. Slo t sufres con eso. No transras cargas emocionales agresivas a todo lo que te sde ; el blanco de tales furias eres t mismo, slo

    S delicado con las piedras. Acptalas tal como sTus cleras no las pueden atemperar. S cariosodulce con ellas; sa es la nica manera de que ellate hieran. Y si no puedes asumirlas, si no las puecargar a hombros con ternura y llevarlas a cuestasmenos djalas atrs, sobre el camino, como ami

    He aqu la piedra filosofal para transformar los emigos en amigos y disecar innumerables mananti

    de sufrimiento.

    4.3. La hermana enfermedad

    El aguijn de la enfermedad no es el dolor fsicola distorsin orgnica, ni siquiera las limitacionesque rodea al sujeto, sino la perturbacin mental

    Un perrito puede tener el colon irritado o insufic

    cia coronaria; pero como no est vuelto sobre s mini pensando en su dolor o enfermedad, sino que v"fuera de s", apenassufre.

    El perrito no molesta a la enfermedad con su irrcin; deja en paz a la enfermedad, y as sta no es vecina molesta para l , sino una compaera de cano, casi una amiga.

    He ah la senda de la sabidura. Un a vez que el hbre ha hecho y est haciendo cuanto est en sus mpara vencer la enfermedad, debe deponer toda agre

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    dad, no irritarse contra ella, no entrar en enemistadcon ella dejarla en paz

    reviste con colores rojos y perfiles amenazantes; cms piensa en ella ms la teme y cuanto ms la

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    con ella, dejarla en paz.Y si va a ser porfiadamente acompaado por la en

    fermedad a lo largo de los das, que no sea en calidadde enemiga, sino de hermana y amiga. Todo cuanto seacepta se transforma en amigo, en una reconciliacinsin fronteras.

    La hermana enfermedad!

    *

    Acepta con paz cualquier defecto corporal: reuma,artrosis, cojera, miopa, calvicie, canicie, dentadura defectuosa, nariz prominente, ojos apagados...; deformaciones o malformaciones en el rostro, la boca, la piel, elcuello, los brazos, la espalda, las manos, las piernas...;deficiencias en el or, en el andar, en el hablar...

    No avergonzarse de nada, no entristecerse, no ruborizarse, no irritarse, no resistir; aceptarlo todo tal comoes, dejar que todo sea hacerse amigo de esas deficiencias,ver los ngulos positivos, agradecer... pensar que,si eres miope, pudiste haber nacido ciego; si no eresbello, podras haber sido contrahecho.

    A pesar de todo, eres una maravilla, y gracias!

    4.4. La hermana muerte

    El hombre, con su furiosa resistencia mental, hatransformado la muerte en la emperatriz de la t ierra yseora del universo. Ninguna realidad encuentra tantaoposicin como ella, y por eso es la enemiga por antonomasia del hombre y de la humanidad. Y crece en lamedida en que se la rechaza.

    No obstante, no es ninguna realidad. Es, simplemente , un concepto subjetivo y relativo; y, por cierto, elpeor aborto de la mente.

    A este simple hecho o idea de cesar, el hombre lo

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    ms piensa en ella, ms la teme, y cuanto ms la ms la engrandece, hasta transformarla en espectmaldicin, abismo y vrtigo alucinante.

    Nace el hombre; a poco, abre los ojos, y all, alejos, divisa aquella puerta entreabierta que un dadr que transponer; y este pensamiento hace que svir sea un morir, porque aquel abismo lo seduce yrra a l mismo t iempo.

    Es necesario despertar y tomar conciencia de qumismo hombre, y slo l, es quien engendra fantasma.

    *

    Una golondrina no muere; s implemente se ext incomo una vela. Otro tanto sucede con animales cderablemente agresivos, como un tiburn, un rin

    ronte o un toro. El ms temible de los felinos eleopardo. Cuando este felino es acorralado y atacadinstante pone en juego su acometividad mortal.

    Pero cuando la muerte pone en jaque al leopardtravs del torrente vital, el flido no resiste ni coataca; humildemente se retira a un rincn de la sse acuesta y se deja l levar por la muerte como un so corderito. No muere, porque no resiste; no hay na. Por muy leopardo que sea, tambin l se apcomo una humilde vela .

    El nico ser de la creacin que se hace problemaqu problemas!) con la muerte es el hombre: es emente como di j imos en donde a un s imple cepto, la idea de acabar, la reviste con caracteresmaldicin y estigma definitivos, y por eso se resiesa idea con uas y dientes, transformando ese tren el combate de los combates; precisamente, agsignifica, etimolgicamente, lucha, elcombate por antonomasia.

    * * *

    59

    La magnitud de la victoria de la muerte sobre elhombre est en proporcin con la desesperacin y aco

    hombre volar cada vez ms alto y ms lejos. Todo bien.

    E t l i t i d l h b b l t Y

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    p p p ymetividad con que el hombre la rechaza. El problemaprincipal de la humanidad no es cmo eliminar a estesupremo enemigo (lo que, por otra parte, es una ilusin, porque todo lo que comienza acaba), sino encmo hacer para transformar a la muerte en unahermana, una amiga.

    Y nosotros ya sabemos qu hacer: hay quedejarsemorir. Una vez que se ha hecho lo posible por esquivarla, pero"ella" ya est aqu golpeando la puerta, espreferible abrir voluntariamente la puerta, antes de queella la derribe violentamente.

    Es necesario despertar y convencerse de que todo loque nace muere; y que, llegada la hora, de nada sirveresistir. Repetimos: qu diramos de una persona quese da de cabeza contra una roca? La roca est ah, inmvil, inevitable. Djala, y nada sucede. Pero es elhombre el que, en su insania, se da de golpes contraella, estrellndose. La muerte est ah, inexorable,como un acantilado. Pretender pulverizar el acantiladoa golpes de martillo es una inmolacin sin sentido.

    Despus de que se ha hecho lo posible para sosteneren alto la antorcha de la vida, llegada la hora, y cuando"ella" est ya a la puerta, es una locura oponerse aldesenlace inevitable. En ese trance, la sabidura aconseja colgar la espada, soltar los remos, dejarse llevar.

    El hombre debe hacerse amigo de la muerte; es decir, debe hacerse a la idea, hacerseamigo de la idea detener que acabar. Serenamente, sabiamente, humildemente debe aceptar acabarse: soltar las adherenciasque ,como gruesas maromas, lo amarraban a la orilla,y... dejarse llevar mar adentro.

    Todo est bien. Es bueno el duro invierno; luegovendr la primavera. Despus que yo acabe, otros comenzarn, as como muchos tuvieron que cesar paraque yo comenzara. Las cosas son as, y es bueno queas sean, y hay que aceptarlas como son. Yo acabar,otros me seguirn; y en su incesante ascensin, el

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    Esta es la victoria del hombre sobre la muerte. Yesta manera hemos acabado transformando al peor migo en un amigo.

    4.5. Dispersin y desasosiego

    La dispersin, en s misma, no es un germen defrimiento; ms bien es efecto de mltiples factoresen seguida estudiaremos; pero, de todas formas, cova entre sus pliegues notables dosis de esa sensadesagradable que llamamos desasosiego; y ste tranne con la mayor facilidad las fronteras de la angu

    La dispersin, en el sentido en el que la vamoanalizar aqu, se identifica, en cuanto al contenidefectos, con el nerviosismo, entendiendo por nervimo una sobrecarga de energa neuroelctrica en es

    de descontrol.La dispersin es la enfermedad tpica de la sociemoderna, la sociedad tecnolgica. No est tipificadningn cuadro clnico; pero, de hecho, viene a sesubsuelo ideal en el que normalmente germinan alimentan la depresin y la obsesin y, sobre todoangustia.

    * * *

    En definitiva, la dispersin es la desintegracin dunidad interior. Sentirse integrado interiormente evale a gozo y Tuerza. U na persona dividida, en camexperimenta desasosiego y debilidad.

    El sujeto dispersivo, en lugar de sentirse unidadsiente como un acervo de fragmentos de s misyuxtapuestos y sin coherencia, como si diferentecontradictorias fuerzas clavaran sus garras en l ytironearan en direcciones contrarias: desafos por

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    lado,amenazas por el otro; frustraciones por aqu, entusiasmos por all. Resultado? Un descoyuntamiento,una formidable descomposicin interna que le hace

    En pocas pretritas, cuando todava no existan modernos medios de comunicacin, el entorno vitahombre se circunscriba al vecindario aldea o peq

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    una formidable descomposicin interna que le hacesentirse al hombre abatido e infeliz; infeliz, porque sesiente dbil, y dbil, porque se sabe incapaz de reteneren sus manos las riendas de sus energas e impulsos.

    Es la dispersin, sobre todo cuando alcanza gradoselevados, una de las sensaciones humanas ms desapacibles,porque envuelve la vida toda con una vestidura

    tejida de malestar, nerviosismo e inseguridad, en que elvivir mismo es un desagrado.

    * *

    Muchas veces se me presenta el hombre de hoycomo una fortaleza asediada por tierra, mar y aire, conel agravante de tener encerrados y escondidos dentrode sus propios muros a numerosos enemigos.

    Las presiones provienen de todas partes y convergencerteramente en el corazn de la fortaleza; no raramente , el lugar de trabajo es un avispero de intrigas; confrecuencia, el hombre siente a su costado una despiadada competencia profesional; muchas veces, las relaciones familiares son fuente de incomprensiones; y concunta frecuencia, ay!, el santuario del matrimonio seconvierte en un cuadriltero de combate y dolor; la salud experimenta alternativas inquietantes; la contaminacin ambiental, el congestionamiento del trfico,las multitudes' hacinadas, las alteraciones atmosfricas,las irradiaciones telricas, la granizada invisible de losrayos csmicos... El sistema nervioso del pobre hombrerecibe este asedio implacable y va debilitndose golpea golpe, hasta acabar como un luchador vencido.

    Hay personalidades que, a causa de su sensibilidad,son ms vulnerables; y estos hirientes estmulos pueden causarles estragos, hasta el punto de acabar en laangustia vital.

    * *

    62

    hombre se circunscriba al vecindario, aldea o peqciudad. Hoy su entorno es planetario; tragedias acadas en el otro hemisferio,los flashes de la televisin noslas hacen presentes a los cinco minutos con imgvivas,a veces hasta espeluznantes.

    Los persistentes y violentos impactos debilitan nervios, perturban el sueo, arruinan la digestin

    testinal y aumentan las palpitaciones cardacas. Culos impactos son todava ms violentos, como un adente mortal, el despido del empleo, el divorcio mmonial, se produce una compleja cadena de procbioqumicos, y puede darse una profunda alteracilas funciones ms vitales del organismo. El hipotpone en movilizacin el sistema nervioso autnomoglndula adrenal segrega adrenalina y la vuelca etorrente circulatorio. Se eleva la presin arterial.respiracin se hace ms rpida y agitada. Pueden m

    festarse agudas cefaleas o los primeros sntomas dseria depresin.Hasta ahora hemos visto que los dardos envene

    dos provenan de las antenas exteriores.Pero los agentes pueden estar tambin agazapa

    entre los muros de la misma fortaleza. En tal caso,malmente se imbrican en un solo haz los factores riores e interiores, hasta formar un nuevo y fatal clo vicioso: los golpes exteriores provocan alta teninterior, la cual, a su vez, desarticula la integridadquica, con lo que la tesitura interior se va haciecada vez ms vulnerable. Y en estas condiciones,impactos exteriores pueden causar heridas verdadmente letales.

    Por dentro, el hombre es un ocano en perpetuo vimiento. Arrastra consigo un tumulto de vivencontradictorias: esperanzas y desconsuelos, euforifrustraciones. Las preocupaciones lo inquietan; las

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    siedades se asemejan a la agitacin de un mar de fondo.Los fracasos lo dejan marcado, herido, amargado. Tie

    d l i i

    el contrario, se siente muy a disgusto, incmoda, indida por aquella tpica desgana de vivir.

  • 8/3/2019 ignacio larraaga - del sufrimiento a la paz

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    ne por delante importantes proyectos, que a un mismotiempo lo seducen y perturban. Ciertos resentimientosy presentimientos se le fi jan vivamente en el ajma,como garras clavadas en la carne.

    Esta-enorme carga vital cae sin piedad sobre el hombre, avasallando su unidad interior, hasta despedazarla,lo mismo que una pesada piedra al caer sobre un vidrio. Su cabeza se asemeja a un manicomio. No slohay desorden, sino, sobre todo, falta de control. Cuanto ms dividida y fragmentada est el alma, tanto msdifcil es entrelazar, cohesionar y coordinar las diferentes partes.

    Adems, el hombre ("ese desconocido") es una complejsima red de motivaciones, compulsiones e instintos, que hunden sus races en las ms arcanas profundidades. La conciencia, respecto del inconsciente, escomo un fsforo encendido en el seno de una oscuranoche.

    En medio de este insondable universo, el hombre, encuanto conciencia libre, se siente zarandeado, sacudido,amenazado por un escuadrn compulsivo de fuerzas,sin saber exactamente de dnde provienen o a dnde lollevan. Estos enemigos interiores, probablemente losms temibles, agreden desde dentro y golpean el entramado unitario de la personalidad hasta reducirla apedazos. Es la dispersin.

    La persona afectada por ella es como un ejrcito enel que el comandante en jefe ya no ti