i lazaro cardenas

60
O Revista de la Universidad de México I LAZAR O CARDENAS

Upload: dangngoc

Post on 12-Feb-2017

238 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: I LAZARO CARDENAS

ORevista de laUniversidad de México

I LAZARO CARDENAS

Page 2: I LAZARO CARDENAS

Volúmen XXV número 9 / mayo de 1971

Los límites de la política cardenista: la presión externa, porLorenzo Meyer

9 Confusiones y aciertos de la educación cardenista, por JosefmaVázquez de Knauth

13 Cárdenas: del maximato al presidencialismo, por Tzvi Medin

18 Lázaro Cárdenas y el neutralismo actual, por Enrique SuárezGaona

1 Testamento político de Cárdenas

25 Los comunistas y el régimen de Cárdenas, por Lyle C. Brown

35 Crítica: Leopoldo Zea / Manuel Blanco / Rubén Venadero IAurelio de los Reyes / Miguel Guardia / Jesús Velasco Márquez ILuis Carlos Emerich / Argelio Gasea

Portada: dibujo de Elvira Gascón

ltónoma de Méxioonzález Casanova / Secretario General: Químico Manuel Madraza Garamendi'ERSlDAD DE MEXICO / Organo de la Dirección General de Difusión Culturaldo Zea / Editor: Jorge Alberto Manrique / Dirección artística: Vicente Rojo, Adolfo Falcón

l

o. piso,xico 20, D. F.I{t. 123 Y 124lerdo presidenciall5, publicado:t. del mismo año.

00)0 Extranjero Dls. 8.00

Administración: María Luisa Mendoza Tello

Patrocinadores:Banco Nacional de Comercio Exterior, S.A.Unión Nacional de Productores de Azúcar, S.A.Financiera Nacional Azucarera, S.A.Ingenieros Civiles Asociados [ICA]Nacional Financiera, S. A.

Page 3: I LAZARO CARDENAS

Lorenzo Meyer

LOS LIMITES DE LAPOLITICA CARDENISTA:LA PRESION EXTERNA

Al asumir la presidencia el general Lázaro Cárdenas en 1934todo parecía indicar que la élite revolucionaria mexicana,con Calles al frente, había decidido estabilizar el nuevosistema de dominación a través de un compromiso con laélite económica tradicional: la hacienda y los enclaves econó­micos formados por la inversión extranjera directa en laminería y el petróleo durante el porfiriato. Había transcurridomás de una década desde el fin de la etapa armada de laRevolución, y la movilización de los grupos populares a losque se había acudido para acabar con el antiguo régimen nose había traducido en una verdadera institucionalización ni sehabía intentado emplear a fondo la nueva fuerza política querepresentaban para destruir o debilitar las instituciones eco­nómicas tradicionales.

La reforma agraria, desde Venustiano Carranza hastaAbelardo Rodríguez, había logrado distribuir únicamente 7.6millones de hectáreas de tierras agrícolas, cifra relativamentebaja si se tiene en cuenta que la propiedad latifundista aliniciarse la Revolución había sido calculada en 57.7 millonesde hectáreas.1 El intento por transformar los enclaves econó­micos había sido más decidido, particularmente en el caso dela industria petrolera. Tras una larga controversia iniciada en1912 sólo se había logrado redactar y mantener el párrafo JVdel artículo 27 de la Constitución de 1917 que reintegraba ala nación la propiedad de los hidrocarburos en el subsuelo;esta reforma modificó de manera sustancial la situaciónjurídica de las empresas petroleras, casi todas ellas extranje­ras? Sin embargo, para 1934 poco se había logrado en loque se refería a un control real por parte del Estado sobre esaindustria; los intentos de efectuar una modificación sustanti­va en el funcionamiento de las empresas petroleras termina­ron en compromisos tales como los llamados Acuerdos deBucareli en 1923 o los Morrow-Calles de 1928-1929.3 Am­bos acuerdos fueron precedidos por serias crisis en lasrelaciones entre México y Estados Unidos. El único resultadode tales crisis fue la aceptación por parte del gobiernonorteamericano -yen menor medida de las empresas- de uncierto aumento en los impuestos así como la transformaciónde los títulos de propiedad anteriores a 1917 en concesiones,pero ningún cambio efectivo en la naturaleza de sus opera­ciones cotidianas.4

El presidente Cárdenas habría de impedir que las políticasde compromiso de Obreg6n y Calles con las estructurasprerrevolucionarias se consolidaran definitivamente. Esta po­sibilidad de cambio existió desde el momento mismo en queel general Lázaro Cárdenas fue nombrado candidato delpartido oficial, pues su candidatura obedeci6 a cierta presiónde los cuadros intermedios descontentos ante los compromi-

sos cada vez más evidentes de Calles con los antiguos gruposdominantes. Esos cuadros intermedios de la élite política nose habían visto favorecidos en nada por tales componendas ysí resentían la ostentosa corrupción del grupo íntimo deCalles que no les tomaba en cuenta.5 El descontento de esesector no sólo se manifestó apoyando a Cárdenas sobre elgeneral Treviño como candidato oncial a la presidencia;también introdujo modificaciones al proyecto del PrimerPlan Sexenal que serviría de programa de gobierno para elperiodo 1934-1940 -plan elaborado de acuerdo con lasdirectrices del Jefe Máximo-, cuando éste fue presentado a laconsideración de los miembros del PNR. El objetivo inicialdel plan había sido el de limitar la libertad de acción deCárdenas, sobre quien Calles tenía algunas reservas. Sinembargo las modificaciones introducidas al proyecto originalpor los miembros del partido lo convirtieron en un plan.político relativamente radical, y finalmente quien quedóconstreñido fue Calles y no Cárdenas.6

Una vez afianzado en el poder, y teniendo un relativocontrol del ejército, Cárdenas inició una rápida movilizaciónde ciertos sectores obreros y campesmos, a quienes el conser­vadurismo de Calles había apartado del proceso político.Estas circunstancias le permitieron enfrentarse con buenéxito al Jefe Máximo de la Revolución y a su grupo. Fuecomo parte de esta movilización y de la eliminación lainfluencia conservadora del callismo, que Cárdenas reabrió elproblema de las reformas agraria y petrolera, así como de laposibilidad de un desarrollo no capitalista. La movilizaciónfue complementada rápidamente con una notable instituciona­lización de la actividad política de los nuevos sectores, loque permitió al presidente concentrar un poder políticomayor que el de sus antecesores.7 El apoyo oficial a laConfederación de Trabajadores de México (CTM), y la crea­ción de la primera gran central campesina, la ConfederaciónNacional Campesina (CNC), permitieron la reoganización delpartido oficial entre 1937 y 1938 dentro de una estructuracorporativa, en que además de las centrales obreras y campe­sina se contaba al ejército y a un sector popular, que agrupóprincipalmente a la burocracia y a otros elementos de lossectores medios. Ampliada y reformada la base de poder, elpresidente Cárdenas pudo, por fin, iniciar la destrucción de lahacienda con un vigoroso reparto agrario que dio a los ejidos17.8 millones de hectáreas de tierra cultivable. La economíade enclave perdió igualmente su posición estratégica con laexpropiación de dieciséis empresas petroleras extranjeras quese habían negado a aceptar una decisión de la Junta Federalde Conciliación y Arbitraje en relación al primer contratocolectivo que en 1936 había empezado a negociar el recién

Page 4: I LAZARO CARDENAS

constituido Sindicato de Trabajadores Petroleros de la Repú­blica Mexicana, sindicato apoyado por la CTM y por Cárde­nas. Las empresas decidieron no ceder a las demandaseconómicas de sus obreros, como no habían accedido a lasdemandas de Carranza, Obregón y Calles cuando éstos inten­taron hacerles aceptar el cambio de su situación real yjurídica de acuerdo con el espíritu y la letra del artículo 27.No se opusieron por carecer de recursos para satisfacer lasdemandas sindicales, sino porque una rendicióh tal anteéstas, apoyadas abiertamente por el gobierno, hubiera condu·cido en poco tiempo a otras nuevas exigencias que termina­rían por arrancarles el control efectivo de la industria. ll Sinembargo, las empresas no tomaron en cuenta que esta vez lascircunstancias internas e internacionales habían modificadolas relaciones de fuerza en favor del gobierno mexicano.Cuando, tras una reunión de gabinete en el Palacio Nacional el18 de marzo de 1938, Cárdenas leyó a la nación, por radio,el decreto de expropiación, la comunidad empresarial extran­jera, el gobierno norteamericano y aun la opinión públicanacional, fueron tomadas por sorpresa. 9 Si la decisión deCárdenas en relación al petróleo se mantenía, la naturalezade las relaciones de México con el exterior se modificaríasustancialmente.

11

Según el propio testimonio del general Cárdenas, fue el 8 demarzo -y tras infructuosas reuniones con los representantesde los intereses petroleros- que él tomó la decisión deexpropiar. Consideró que el apoyo interno con que contabaera mayor que el de sus predecesores, y que el peligrorepresentado por Alemania y Japón que había llevado a losEstados Unidos a buscar la consolidación de la unidadhemisférica y a comprometerse a una política de no interven­ción y cooperación con latinoamérica , impediría que losEstados Unidos apoyaran a las fuerzas anticardenistas otomaran una represalia militar o económica que frustrara ellogro de la expropiación. La expropiación, según el presiden.te, daría a México: "la gran oportunidad de liberarse de la.presión política y económic~ que han ejercido en el país l~

empresas petroleras que explotaban, para su provecho, unaJie nuestras mayores riquezas, como es el petróleo, y cuyasempresas han estorbado la realización del programa socialseñalado en la Constitución Política."! o Para Cárdenas, estadecisión representaba en buena medida la consumación deuno de los objetivos centrales del programa revolucionario de1910. El subsecretario de Relaciones Exteriores, Mario Bete.ta, dirigió el 9 de marzo una comunicación a los representan-

tes de México en el extranjero. En esta nota Beteta anuncia·ba la oosibilidad de la expropiación; México, dijo, tenía unaoportumdad única y que no debía dejar pasar pues los riesgosal expropiar eran pocos comparados con la pOSIbilidad derescatar uno de sus principales recursos naturales. "Probable­mente se suscitarán algunas dificultades ecooónúcas, y quizáalgunas reclamaciones internacionales; pero el Gobierno tienefe en que podrá salir avante.. ;"11 Así pues, la decisión de.expropiar la industria petrolera, decisión imposible' SIquierade ser considerada en la década anterior, cuando la reformapetrolera tuvo objetivos más modestos pero que desemboca·ron en serias crisis internacionales, se tomó en 1938 con unanotable despreocupación. La medida se mantuvo pero eloptimismo oficial desapareció pronto. El desarrollo de lacontroversia entre México, las empresas afectadas y susrespectivos gobiernos, se prolongó hasta 1942 y mostró quesi en lo fundamental los cálculos de Cárdenas fueron acerta·dos, los obstáculos a superar fueron mucho más serios de loque se desprende de los documentos anteriores y tuvieronrepercusiones indelebles en el programa general de reformasdel cardenismo; estas repercusiones terminaron por alterar sunaturaleza misma.

III

En el memorandum del 9 de marzo de 1938, Beteta habíaprevisto "algunas dificultades económicas" en caso de que laindustria petrolera fuera expropiada, pero estas dificultadesfueron bastante serias. Por una parte, las ventas de platamexicana a Estados Unidos, que constituían el principalrenglón de exportaciones, se vinieron abajo debido a que elDepartamento del Tesoro de Estados Unidos se negó aprorrogar el arreglo especial de compra que había celebradocon el gobierno mexicano en 1934. No importó que estamedida afectara a los intereses mineros norteamericanos enMéxico. El efecto de esta política fue inmediato; en 1938 lasexportaciones de plata se redujeron en un so %en relación alas del año anterior y para 1940 -cuando llegaron al puntomás bajo- representaron apenas un sexto de las de 1937.Como resultado hubo una disminución notable en los ingremfiscales en un momento en que gran parte de los gastos delgobierno federal -que habían crecido notablemente- sevenían financiando a través del déficit.! 2 El Departamento deEstado aceptó desde un principio el derecho de México paraexpropiar las propiedades petroleras, pero insisti6en que lacompensación debía de ser efectiva, adecuada e inmediata yno aceptó que ésta se efectuara en un lapso de diez añoscomo lo estipulaba la ley de expropiación de 1936. La crisis

Page 5: I LAZARO CARDENAS

econonuca de México impidió siquiera intentar cumplir conesta demanda y Washington se unió entonces a las empresaspetroleras en un boicot sistemático a las exportaciones depetróleo mexicano. El objetivo era poner a México en unasituación tan crítica que, sin derribar al gobierno cardenista~

llevara a éste a aceptar el retorno de los petroleros. Cuandociertas empresas norteamericanas independientes, entre lasque destacaron la Eastern States Corporation de Texas y laDavis and Company de Nueva York, aceptaron la tarea decolocar el combustible expropiado en el exterior, el Departa­mento de Estado vigiló sus actividades muy dé cerca y elDepartamento de Comercio puso en aprietos a la Easternhasta que ésta y México demostraron que la empresa noestaba comprando el petróleo mexicano por debajo de sucosto de producción, lo que era contrario a las leyesnorteamericanas anti-dumping.1

3

El Departamento de Estado intervino igualmente para queel estado de Nueva York no permitiera el almacenamiento decombustible mexicano destinado a ser reexportado a Euro·pa.14 Cuando el grupo Sinclair llegó en 1940, independien­temente de las otras empresas, a un arreglo con México enrelación a la compensación, se vio en aprietos para poderintroducir el combustible mexicano que recibió como partedel pago: el gobierno de Texas le acusó de deprimir losprecios en el mercado norteamericano. 1 s Las empresas expro-

piadas no sólo lograron que los Estados Unidos se cerraran alpetróleo mexicano (cierre que, debe señalarse, nunca fuetotal); también los mercados de Inglaterra, Francia y otrospaíses consumidores importantes se vieron presionados parano aceptar las ofertas de combustible mexicano pese a suprecio muy competitivo. A pesar de las graves diferenciasideológicas, en 1938 y 1939 México se vio obligado acolocar el grueso de su producción petrolera en Alemania,Italia y en menor medida en Japón, quienes lo aceptaron, noobstante la presión en contra de la Standard üil y la RoyalDutch Shell, porque México aceptó parte del pago enespecie. Con el inicio de la Segunda Guerra en 1939 estosmercados se perdieron debido al bloqueo aliado. Desde elprincipio México intentó vender parte de su combustible enAmérica Latina y de un modo u otro se colocó combustiblemexicano en Brasil, Chile, Guatemala, Nicaragua, Cuba yUruguay, y en menor cuantía en Paraguay y Panamá. Peroen todos los casos se tuvo que hacer frente a las presiones delos representantes diplomáticos americanos y a los de lasempresas expropiadas, que presionaron ante los gobiernos delhemisferio para que no se concertara ningún acuerdo conMéxico. En muchos casos la presión fue efectiva como porejemplo en Argentina que desde el principio se negó a recibirpetróleo mexicano; Nicaragua y Cuba suspendieron de malagana sus compras después de que los ministros norteamericanosse entrevistaron con Somoza y Batista, que no habíanpodido resistir la tentación de aprovechar los bajos precios alos que México les ofreció su combustible. 1

6 En otros casos,como en el de Guatemala, una guerra de precios y -es justoseñalarlo- la ineficiencia de PEMEX,l

7 echaron por la bordalos esfuerzos por abrir el mercado latinoamericano al petróleorpcién nacionalizado.

Washington mantuvo una considerable presión económicasobre México no sólo interfiriendo con las exportaciones deplata y petróleo, sino vetando créditos norteamericanosdestinados a financiar operaciones del gobierno mexicano ode empresas privadas mexicanas. 1

8 Los Estados Unidos tam­bién insistieron ante Cárdenas para que se llegara a unarreglo sobre la compensación a los terratenientes norteame­ricanos afectados por la reforma agraria, a quienes, se decía,se debían más de treinta millones de dólares, y para que sedetuviera la afectación de propiedades norteamericanas. Cadanueva expropiación agraria que afectaba a norteamericanos eraYigorosamente objetada por Washington.19 Fue únicamente elrecrudecimiento de la Segunda Guerra, la hostilidad deJapón, la moderación del nuevo gobierno de Avila Carnachoy la necesidad de obtener bases militares en México (quefmalmente no se concederían), así como su cooperación

Page 6: I LAZARO CARDENAS

activa en los programas de defensa continentaI,2 o lo que llevóa Washington a aceptar a fines de 1941 que la compensacióna las empresas norteamericanas expropiadas fuera a plazos,haciendo a un lado su demanda de una compensacióninmediata. A raíz de este arreglo se facilitaron amplioscréditos a México para mejorar su sistema ferroviario junto aotras medidas similares de cooperación económica entre lasque se encontró la rehabilitación de la industria petroleramisma. Esta nueva política norteamericana, junto con la grandemanda de exportaciones mexicanas originadas por la guerray el aumento en el consumo interno de petróleo, permitióque México superara las dificultades en su comercio exteriormotivadas por su decisión de expropiar la industria petrolera.

IV

La reacción interna fue abrumadora en favor de la medida.expropiatoria, y así lo reconoció la embajada norteamericanamisma. 21 Sin embargo el contlicto con los intereses extranje.­ros acentuó la oposición interna, que vio en esta acción unnuevo ataque a la propiedad privada en general. También viola posibilidad de contar con el apoyo de Washington, indis:­pensable en todo esfuerzo por desplazar a Cárdenas. Estaopo~ición interna no se concretó tan s610 a la malogradarebelión cedillista -iniciada dos meses después de la expro­piación petrolera- sino que tuvo una importancia mayor. Lacrisis económica que se originó en 1937, en parte comoconsecuencia del conflicto entre México y las empresaspetroleras y que se agudizó en 1938, vino a reforzar lasambiciones y los argumentos contra el programa cardenista;Cedillo era sólo una parte de esa oposición.2 2 Los elementosopositores tuvieron un gran peso entonces porque los progra­mas refomústas de Cárdenas no surgieron enteramente comouna demanda genuina de los sectores populares a quienes seproponía favorecer. El tono socialista sui géneris, tan caracte­rístico del cardenismo, y en general todos los aspectosradicales de su política tenían la base precaria propia de toda"revolución desde arriba". Y de esto tenían conciencia lossectores más conservadores dentro y fuera del partido. Lafacilidad con que se desecharon los rasgos anicapitalistas ysocialistas después de 1940 se debió a esta situación; ni elmovimiento obrero ni los campesinos organizados habíandesarrollado para 1938 (o después) una conciencia de susintereses y objetivos independiente de las directivas oficiales.La oposición en cambio sí contaba con una idea más omenos clara de sus intereses y del peligro que representabapara el futuro la consolidación de algunos de los rasgos delpopulismo cardenista. Esta posición se encontraba tanto

.,!,"~· ...4

entre los remanentes del antiguo régimen (éste era el caso delos terratenientes o de los intereses extranjeros), como entrela naciente clase empresarial nacional que había continuadodesarrollándose du{ante la Revolución.. Lo que era másimportante, la oposición estaba entre los miembros mismosde la élite revolucionaria que se habían ligado ya, o. espera·ban ligarse, a los sectores antes mencionados y que deseabanel retomo a una línea política más conservadora y predeci·ble, similar a la elegida por Obregón y CaBes y durante elmaximato.23

Para fines de 1937 -y según los infonnes del serviciodiplomático y de inteligencia norteamericano- había en Méxbco rumores sobre la posibilidad de que como en el caso delas rebeliones de De la Huerta y Escobar, un sector delejército se pronunciara contra Cárdenas. Este. grupo, siempresegún los rumores, estaría acaudillado por varios generalesconservadores entre los que destacaban: Saturnino Cedillo,exsecretario de Agricultura de Cárdenas y que se habíaseparado del gabinete por no estar de acuerdo con elprograma de reforma agraria, y que contaba con una b~política y militar propia en San Luis Potosí;' Juan AndrewA1mazán, que comandaba la. zona militar con sede en Monte=rrey y que tenía un gran apoyo entre los empresarios. de esazona; el expresidente Abelardo Rodríguez, en Baja California;Román Yocupicio, gobernador de Sonora; el exsecretario de

Page 7: I LAZARO CARDENAS

la Guerra Joaquín Amaro. Se llegaba a mencionar al mismoArlia Camacho, que ocupaba entonces la Secretaría de laDefensa. Según estos infonnes, la coordinación entre los jefesmilitares descontentos era muy débil cuando Cedilla se vioobligado a rebelarse contra Cárdenas, (que lo había colocadoante la disyUntiva de rebelarse o perder su base de poder alordenarle que se trasladara a Michoacán en un momento enque aún no había completado sus preparativos militares). Laprecipitación y el fracaso casi inmediato de Cedillo, pusieronfin por algúp tiempo a los rumores en torno a un levanta­miento militar.24 Es posible suponer que los titubeos de losenemigos -de l:árdenas -dentro del aparato militar se debieronno sólo a la acción de Cedillo sino también a lo mucho que.arriesgaban los posibles líderes en caso de fracasar. Porejemplo, para fmes de los afios treintas Almazán era ya un_hombre de gran fortuna, hecha sobre todo a través delcontrol de una compafiía que obtuvo importantes contratosgubernamentales para la construcción de carreteras; Abelardo.Rodríguez era igualmente un próspero hombre de empresacon intereses cuantiosos en la industria pesquera, el turismoy otras actividades.

La oposición dentro del ejército no desapareció nunca deljodo, aunque sí se hizo más cauta. Un ejemplo del desconten­to latente lo constituyó un pequeño grupo encabezado por los.generales Fortunato Zuazua, Francisco Coss y Ramón E..!turbe, quienes se pusieron a la cabeza del llamado FrenteConstitucional Mexicano, que atacó directamente a Cárdenascon una violenta crítica a la CTM y en particular a su líderLombardo Toledano y se manifestó contra la influenciasocialista emanada del sector obrero. En el tono nacionalistade este tipo de crítica -que apareció en muchas formas y demuchas fuentes- se advertía la influencia de las corrientesfascistas de la época a las cuales no les faltaron agentes enMéxico.2S

Fue el problema de la sucesión presidencial el que volvió aactivar la oposición a Cárdenas dentro de-los propios círéulosdel grupo dominante. En parte esta situación hizo que lospreparativos preelectorales se iniciaran antes de lo acostum­brado. Desde fines de 1938 empezaron a moverse dentro delpartido oficial intereses en busca de apoyo para un. grannúmero de aspirantes a la nominación oficial; entre los quemás destacaron se encontraban: Avila Camacho, Almazán,Francisco Mújica, Sánchez Tapia, Gildardo Magaña, Yocupi­cio, Castillo Nájera y otros menos viables (todos los precandi­datos mencionados eran generales). Las corrientes dentro delpartido pronto se cristalizaron en torno a Avila Camacho,Almazán y Múgica: los dos primeros representaban corrientescontrarias a la política cardenista y sólo Múgica era garantía

de su continuidad. Aparentemente Múgica no logró atraer asu lado a una parte sustancial - de los sectores influyentesdentro del partido; mientras que un número importante decomunidades agrarias se pronunciaron en su favor, AvilaCamacho contó con el apoyo de la mayoría de los miembrosde las dos cámaras del Congreso, de los gobernadores de losestados y de una parte de las comunidades agrarias. Cárdenastuvo entonces la última palabra y en febrero, cuando lom­bardo Toledano y la CTM se pronunciaron por Avila Cama­cho quedó claro que había sido éste a quien el presidentehabía decidido apoyar. El que Múgica y el resto de loscontendientes quedaran eliminados puede interpretarse comola aceptación por parte de Cárdenas de que no contaba conla fuerza necesaria para superar la oposición desatada por susreformas entre la élitepolítica. Almazán no se conformó conesta derrota del cardenismo y decidió continuar en la justaelectoral, pero fuera del partido, como candidato de laoposición. Para marzo de 1939, a sólo un año de laexpropiación, la embajada norteamericana pudo informar aWashington que cualquiera que fuese el resultado de lacampaña electoral de 1940 la etapa izquierdista del procesopolítico mexicano había concluido.26 Fue por ello queAlmazán no tuvo muchas posibilidades de tomar el poder-aunque eso no fuera tan fácil de visualizar en ese momento­pues ya no representaba una alternativa real. A pesar deello Almazán intentó obtener el apoyo del gobierno norte­americano, pero no obtuvo éxito.27 Para Washington -asícomo para muchos de los mexicanos influyentes y desconten­tos con los programas cardenistas- no tenían sentido losriesgos de alterar el orden interno en México para evitar queel candidato oficial sucediera a Cárdenas en momentos en queera necesario consolidar la unidad interamericana para hacerfrente a la inestabilidad internacional. Además, un movimien­to contra. Cárdenas no podría dejar de producir una indeseableagitación en el campo, en donde existían importantes gruposcampesinos armados por Cárdenas y que le eran incondicio­nales. En realidad a Washington le llegó a preocupar la posiciónde extrema derecha de Almazán y de ciertos miembros de sugrupo por sus posibles relaciones con elementos fascistas. Parael gobierno norteamericano la posición de Avila Camachoresultaba más razonable y conveniente.28 Por un momento laembajada norteamericana llegó a temer que la exageradapresión de la derecha contra Cárdenas, le obligara a reelegirsepara mantener la estabilidad? 9

Desde mediados de 1939 los círculos oficiales mexicanosy norteamericanos estuvieron un tanto preocupados ante laposibilidad de que se produjera una revuelta almazanista en1940.30

.5

Page 8: I LAZARO CARDENAS

Quizá por ello, así como por las necesidades de la defensacontinental, el Departamento de Estado no objetó el que en1939 bancos norteamericanos concedieran al gobierno mexi­cano crédito para la compra de nuevos armamentos, enp~rticular aviones, en los Estados UnidOS. 31 La temidarebelión se redujo en 1940 a pequeños levantamientos -espe­cialmente en el norte- cuando se declaró la victoria electoralde Avila Camacho sobre Almazán (el cual tenía el apoyo deimportantes sectores en los centros urbanos). La satisfacciónnorteamericana ante los cambios políticos que habían ocurri­do en México a partir de 1938 y que habían concluido conla elección de un presidente que contaba con su simpatía,quedó confirmada públicamente con la presencia del vicepre­sidente norteamericano en la ceremonia de la trasmisión depoderes en México 1940.

v

Es necesario efectuar una investigación más completa sobrelas causas que llevaron al régimen cardenista a detener supolítica reformista después de 1938, pero sin duda una deellas fue el hecho de que el populismo cardenista se basó enla movilización, pero no en la participación efectiva de lossectores populares llamados a aumentar su base de poder.Las reformas cardenistas se hicieron de arriba hacia abajo y

no hubo una fuerza masiva consciente e independiente quepudiera defender el terreno conquistado cuando los interesescreados dejaron sentir su presión en los altos círculosgubernamentales. Esta presión fue en gran medida de origeninterno, pero la oposición extranjera a aspectos claves delprograma reformista fue un elemento que influyó decisiva·mente en el viraje a la derecha que se inició después de laexpropiación petrolera.

La delicada situación internacional creada por la políticaexpansionista de los países del Eje, que ponía en entredichotodo el sistema de balance del poder, llevó a los EstadosUnidos a cuidar que su presión no pusiera en peligro laprecaria estabilidad política mexicana y abriera la posibilidadde la toma del poder por elementos ultraderechistas y quizápro-fascistas. A la vez, el Departamento de Estado decidióseguir -a raíz de la expropiación petrolera- una política depresión diplomática y económica que permitiera al gobiernocardenista mantenerse en control de la situación pero demanera un tanto precaria, bajo la amenaza de verse sumidoen cualquier momento en una crisis económica de proporcio·nes inmanejables.3

2 El objetivo era detener defmitivamentelas transformaciones que se proponía Cárdenas hacer alsistema de propiedad y de dependencia externa; y eseobjetivo se logró. Por ejemplo, cuando en 1938 el presidenteCárdenas present6 a la industria minera un proyecto de leyque daba al Estado un mayor control sobre sus actividades, yque además favore~ía la creación de cooperativas minerascomo una forma de ,iniciar el rescate de esta actividad demanos de los consorcios internacionales, los representantes delas grandes empresas mineras lo rechazaron. El presidente, conla crisis petrolera en todo su apogeo, no tuvo más remedioque abandonar el proyecto: 3 3 las posibilidades de transfor·mación de las economías de enclave había llegado ya allímíte,La reforma agraria continuó a pesar de las protestas interna­cionales, pero ello se debió tanto a un notable esfuerzo deCárdenas por resistir a las demandas norteamericanas, como alhecho de que en este caso los intereses afectados eranprincipalmente nacionales y los extranjeros poco importantesen comparación con la minería o el petróleo. Aun así, lapresión norteamericana sobre Cárdenas en este aspecto resultócasi intolerable.

A más de treinta años de distancia la .reforma agrariacardenista y la expropiación petrolera quedan como. dos delas más brillantes páginas del proceso revolucionario mexica·no. Con ellas la Revolución llegó a su conclusión. Lareorganización del partido y la institucionalización de lasfuerzas movilizadas por Cárdenas son la otra cara del cardenis­mo y su valoración es más difícil. Si bien este proceso le

Page 9: I LAZARO CARDENAS

pernulló e~ctuar y mantener la reforma agraria y petrolera,también ~rró defmitivamente la posibilidad de un desarrolloautónomo de las organizaciones obreras y campesinas; claroque no parece haber sido esa la intención original, ni fuetampoco obra exclusiva del cardenismo, pero a pesar de ello esparte de su herencia, y tan crucial como la decisión de liquidarla hacienda de los enclaves económicos.

El juicio que podamos dar sobre la obra del generalCárdenas dependerá en gran medida de nuestro propiosistema de valores; pero cualquiera que este juicio sea, nopuede ignorar que si los años de 1934-1940 no fueron unaextensión del maximato, se debió a una decisión conscientey arriesgada del general Cárdenas. El cardenismo no erainevitable. Los Qbstáculos a que tuvo que hacer frente fueronmuchos y algunos resultaron insuperables; pero el generalCárdenas no dio marcha atrás sino después de haber agotadotodas sus posibilidades, y esto se puede decir de muy pocosde sus antecesores o sucesores.

NOTAS

1. Esta última cifra está basada en cálculos hechos por JamesWJlkie en que no se defme claramente qué se considera unlatifundio: The Mexican Revolution: Federal Expenditure andSocial Change Since 1910, Berkeley, University of CaliforniaPress, 1967, p. 189.

2 Desde el inicio de la producción petrolera, a principios del siglo,hasta la expropiación, el capital extranjero controló entre el97% y el 99% de la inversión total; este capital fue predomi­nantemente inglés, norteamericano y holandés; Lorenzo MeyerMéxico y Estados Unidos en el conflicto petrolero(1917-1942), México, El Colegio de México, 1968, pp. 15-17.

3. /bid., pp. 131-148,151-185 Manuel González Ramírez: Los llama­dos Tratados de Bucareli.' México y los Estados Unidos en lasConvenciones Internacionales de 1923, México, s.p.i., 1939;Harold Nicholson: Dwight Morrow, New York, Harcourt, Braceand Company, 1935.

4. Para 1917, las compañías petroleras extranjeras controlaban através de arriendo o compra 2151025 hectáreas y casi todasellas consistían en terrenos petrolíferos probados; National Ar­chives of Washington, State Department Papers (de aquí enadelante esta fuente se· citará simplemente como NAW)812.6363/293.

5 Bertha Lemer Sigal: "Partido Revolucionario Institucional" enAntonio Delhumeau Arrecillas (oo.): México: realidad po[(tica de.sus partidos, México, Instituto Mexicano de Estudios Políticos,A.C. 1970, pp. 67-68.

6. Moisés González Navarro, La Confederaci6n Nacional Campesina.Un grupo de presión en la reforma agrario mexicana, México:Costa-Amic, Editor, 1968, pp. 102-105.

7. La relación entre movilización, institucionalización y concentra­ci6n de poder por un lado y creación de poder político dentrodel sistema, se encuentra claramente tratado al nivel teórico y

ejemplificado con el caso mexicano en: Samuel P. Huntington:Political Order in Changing Societies, New Haven, Yale Univer­sity Press, 1969, pp. 1-92 Y 315-324.

8. Este punto se desprende claramente de las publicaciones de laspropias empresas expropiadas, véase por ejemplo el folleto de la.Standard Oil Company (N.J.): Confiscation or Expropriation?México's Seizure of the Foreign-woned Oil Industry, NewYork, 1940.

9. Bryce Wood: The Making of the Good Neighbor Policy, NewYork, W.W. Nortn & Company, Inc., 1967, p. 204.

10. "Diario .personal del general Cardenas", El Universal, 22 deoctubre de 1970.

11. Archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México(de aquí en adelante esta fuente se citará simplemente comoAREM), Subsecretario de Relaciones a las misiones diplomáticasde México en el extranjero, 9 de marzo de 1938; 1lI/628"938"12 L-E-555, la parte, f.4.

12. En relación al problema de la plata, véanse entre otras, lasiguientes obras: E. David Cronon: Josephus Daniels in Mexi­co, Madison, The University of Wisconsin Press, 1960, pp.19()"191; Bruce Wood: op. cit., pp. 223-227; Francisco CuevasCancino: Roosevelt y la buena vecindad, México, Fondo deCultura Económica, 1954, p. 155.

13. NAW. memoranda de Bursley, de la Division of the AmericanRepúblics del Departamento de Estado al subsecretario Summer Welles del 5,8,22,28 de diciembre de 1938 y 7 deenero de 1939; 812.6363/5282,5283, 5285,5286 Y 5323.

14. NAW, correspondencia intercambiada entre el alcalde de laciudad de Nueva York y el subsecretario de Estado SummeIWelles, el 12 y 14 de diciembre de 1938; 812.6363/5240.

15. Patrick J. Hurley: La lucha por el petróleo mexicano. Declara­ción del coronel. .• abogado de la "Consolidated Oil Corpora­tion" ante la Comisión de Ferrocarriles del Estado de Texas,México, Editorial Cultura, 1940.

16. La documentación en torno a este problema es abundante,véase por ejemplo: NAW, Legaci6n Norteamericana en Mana­gua a Departamento de Estado, 13 de septiembre de 1938, 14de julio y 7 de agosto de 1939 y memoranda de Beauloc yBursley de la Division of American Republics del Departa­meno de Estado de 2 de febrero y 6 de junio de 1939;812.6363/4764, 5937,6008,5393 y 5937. Para el caso cuba­no, véase: embajada norteamericana en la Habana a Departa­mento de Estado del 18 de mayo de 1939; 812.6363/5823.

17. Los problemas de PEMEX en Guatemala pueden verse en:AREM, embajador de México en Guatemaa al presidente AvilaCamacho del 5 de marzo de 1942; 111/628 "938"/2 L-E-592,Guatemala ff 178-183. .

18. NAW, memoranda de Duggan de la Division of the AmericanRepublics' al Adviser on International Economic Affairs delDepartamento de Estado, del 7 de julio de 1938; del Adviseron International Economic Affairs del 11 de julio de 1939; deBursley de la Division of the American Republics al subsecre­tario Welles, del 31 de octubre de 1939 e informe de Wellesal embajador Daniels en México, del 13 de noviembre de esemismo año; 812.6511/9, 812.655 Rayon Yarn/2 y812.51/2406.

19. Véase por ejemplo el problema de las o;;xpropiaciones en elValle del Yaqui, Cronon: op.cit., pp. 212-216 ss.

Page 10: I LAZARO CARDENAS

20. Bryce Wood: op.cit., pp. 264-265.21. Josephus Daniels Papers, Library of Congress en Washington,

D.C. (de aquí en adelante esta fuente se citará simplementecomo JDP), carta del embajador Daniels al presidente Roose-velt del 22 de marzo de 1938, Caja 16. .

22. En realidad la relación directa entre la rebelión cedillista y laexpropiación existió, pero es de poca importancia. De hechonunca se comprobó plenamente que Cedillo hubiese recibidoayuda de los petroleros aunque es verdad que sus representan­tes tuvieron con tacto con éstos, listos, es posible que le hayanentregado algunos pertrechos. En relación a este punto véase:El Nacional (17 de junio de 1938); E. Marrón de Angelis yFernández Boyolo: Lo que no se sabe de la rebelión cedillista,México, s.p.i., 1938. Los petroleros también estuvieron encontacto con representantes del general Almazán y posiblemen­te de Avila Camacho mismo, pero no hay prueba documentaldel resultado de tales contactos: NAW, cónsules de Chihuahuay Ciudad Juárez al Departamento de Estado del 27 y 30 dejunio de 1939 y del 26 y 30 del mismo mes y añorespectivamente; 812.00/359 y 361, 812.6363/5873 y8l2.00-ehihuahua/361.

23. En relación a los intereses creados a que tuvo que hacer frente.el cardcnismo y su influencia a partir de 1938, véanse loscomentarios de Jesús Silva Herzog en su ensayo "La Revolu­ción Mexicana es ya un hecho histórico" en Cuadernos Ameri­canos Vol. XLVII (septiembre-octubre de 1949), pp. 7-16.

24. Los documentos relacionados con este asunto son varios,entre los más importantes se encuentran: NAW William P.Blacker, encargado de negocios norteamericano en México aDepartamento de Estado, 17 de agosto de 1937,812.00/30485; memorandum interno de la Division of TheAmerican Republics del Departamento de Estado, 27 de mayode 1938,812.6363/4104; embajada norteamericana a Departa­mento de Estado 20 de abril de 1938 y consejero de laembajada Boal a ese mismo departamento del 3 y 14 de mayode ese año, 812.6363/3574,3858 y 812.00/30557.

25. Véase el manifiesto del Frente Constitucional Democráticode 15 de septiembre de 1938 así como: NAW, informes delos cónsules norteamericanos en Ciudad Juárez y Nuevo Laredoal Departamento de Estado del 12 de agosto y 28 denoviembre de 1938; 812.00/30608 y 30650. El problema dela influencia fascista en México en ese momento se encuentratratado en la obra de Betty Kirk: Covering the MexicanFront: The Battle of Europa Versus America, Norman, Uni­versity of Oklahoma Press, 1942.

26. NAW, embajador Daniels a Departamento de Estado, del 6 de

marzo de 1939 y c6nsul norteamericano en Chihuahua a esemismo departamento, del 24 de junio de 1940; 812.00/30704y 31114.

27. NAW, carta personal del consejero de la embajada norteameri­cana Boal a L. Duggan del Departamento de Estado, del 11de julio de 1939; 812.00/30774 1/2 Y memorandum internode la Division of the American Republics del Departamentode Estado de Burley a Duggan del 2 de agosto de 1939;812.00/30801.

28. NAW, cónsul general norteamericano en México a Departamentode Estado, del 10 de julio de 1939 e infonne del agregadonaval de la embajada norteamericana del 16 de abril de 1940;812.00/31010 1/2.

29. NAW, embajador Daniels a Departamento de Estado de 22 dediciembre de 1939; 812.00/30874.

30. NAW, consejero de la embajada norteamericana Boal a Depar­tamento de Estado. del 13 de junio de 1939; cónsules norte·americanos en Ciudad Juárez y Mortterrey a ese mismodepartamento del 6 de julio de 1939 y 20 de abril de 1940respectivamente y agregado naval norteamericano al Departa­mento de la Marina del 17 de mayo de 1940; 812.248/286,812.00/30762,31013 y 31109.

31. NAW, memorandum interno de la Division oC the AmericanRepublics del Departamento de Estado del 29 de agosto de1939; 812.248/296.

32. El 17 de marzo de 1939, el agregado comercial norteamerica,­no informó a sus superiores en el Departamento de Estado,que el sistema financiero mexicano estaba tan debilitado porlos graves problemas económicos que se venían presentandodesde 1937 que una presión diplomátic~conómica verdadera­mente severa por parte de los Estados Unidos lo hundiría enuna crisis irreparable; NAW, 812.516/603. El gobierno mexi­cano estaba muy consciente de esta posibilidad; en unaconversación entre el subsecretario de Relaciones Exteriores deMéxico, Ramón Beteta. y L. DUAAlUl del Departamento de.Estado, el primero admitió que si los Estados Unidos seempeñaban, podía lograr la caída del gobierno cl1rdenista, a loque Duggan- respondió que esa no era la intención de sugobierno; NAW, memorandum de conversación entre L. Du­ggan de la Division of the American Republics y Beteta del19 de junio de 1939, 812.6363/5862.

33. Marvin D. Bernstein: The Mexican Mining Industry1890-1950: A Study of Interaction ()f PoIities, Economicsand Teehnology, Albany, State University of New York,1964, p. 175.

Page 11: I LAZARO CARDENAS

Josefina Vázquez de Knauth

CONFUSIONES Y ACIERTOSDE LAEDUCACION CARDENISTA

En diciembre de 1933, en la ciudad de Querétaro, laConvención del Partido Nacional Revolucionario aclamabacomo candidato al general Lázaro Cárdenas, al tiempo que leentregaba el Plan Sexenal, una especie de bomba de tiempo.El Plan Sexenal aspiraba a llevar a cabo la transformaciónsocial y económica de México. Contenía todos los aspectosde la obra gubernativa y en cada uno establecía criterios,indicando en algunos casos las realizaciones concretas que sealcanzarían año por año. Se hablaba de distribución yexplotación de la tierra, de sindicalización de todos lostrabajadores, de la implantación del seguro social, de lograrla independencia económica de México, etcétera. Un progra­ma tan ambicioso no podía pasa» por alto el renglón educati­vo, ya que desde la independencia siempre se le había vistocomo el medio para transformar al país, modelando en laescuela un tipo nuevo de mexicano. Además de un extensoplan para la educación pública, para lo cual se programabaun aumento anual de 1% sobre lo que se destinaba aeducación en el presupuesto del país, que en 1934 alcanzabael 15% del total, se establecía que la educación impartidadebía ser "socialista". Las finalidades de la nueva educaciónserían: 1) vigorización del concepto de nuestra nacionalidad;2) formación y desarrollo del concepto de la preminencia delos intereses de la colectividad sobre los privados o individua­les; 3) formación de un tipo de hombre superior desde elpunto de vista físico; 4) uniformidad de los sistemas y de losprogramas; 5) tendencia hacia la escuela activa y utilitaria, enque el nifio y el adulto aprendan haciendo; 6) "exclusión detoda enseñanza· religiosa, para proporcionar respuesta verda­dera, científica y racional a todas y cada una de las cuestionesque deben ser resueltas en el espíritu de los educandos, a fmde formarles un concepto exacto y positivo del mundo queles rodea y de la sociedad en que viven, ya que de otrasuerte la escuela no cumplirá su misión social".

En los debates de la Convención y en los de las Cámaras,era obvia la confusión que había en la interpretación que sedaba a la palabra socialismo. Algunos la interpretaban comoagresivo nacionalismo económico, otros como una búsquedade la justicia social, vagamente concebida en la matriz de lasinstituciones capitalistas, y sólo un pequeño grupo la enten­día como la aplicación del patrón marxista de una sociedadsin clases. La reforma pasó de todas formas a la Cámara deDiputados el 10 de octubre, y con algunos ajustes nacionalis­tas consiguió la aprobación de la de Senadores el 19 deoctubre de 1934. En su parte fundamental decía:

La educacíón que imparta el Estado será socialista y,

además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá elfanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organiza­rá sus enseñanzas y actividades en forma que permitacrear en la juventud un concepto racional y exacto delUniverso y de la vida social. Sólo el Estado -Federación,Estados y Municipios- impartirá educación primaria, se·cundaria, normal. Podrán concederse autorizaciones a losparticulares que deseen impartir educación de los gradosanteriores, de acuerdo, en todo caso, con las siguientesnormas. .. En tal virtud, las corporaciones religiosas, losministros de los cultos, las sociedades por acciones, queexclusiva y preferentemente realicen actividades educativasy las asociaciones o sociedades ligadas directa o indirecta­mente con la propaganda de un credo religioso, no inter­vendrán en forma alguna en la escuela primaria, secunda­ria o normal, ni podrán ayudarlas económicamente.Si recordamos que los problemas religiosos de 1926

habían nacido de la aplicación de la educación laica queexigía el artículo tercero de la Constitución de 1917,comprenderemos lo difícil de la situación para el nuevogobierno. El artículo reformado representaba un verdaderomonopolio educativo por parte del Estado y los ánimos noestaban tan calmados como para no temer problemas. Perono había remedio, el nuevo presidente se vio obligado acargar con la herencia callista.

Lo decisivo en cualquiera leyes la interpretación que se ledé, pero hacía falta una idea coherente sobre lo que enverdad se intentaba. Ninguno de sus sostenedores, del mismosecretario García Téllez (que sirvió los primeros meses) paraabajo, fue capaz de definirla claramente. En forma vaga seentendía como conjunto de conocimientos y técnicas peda­gógicas encaminadas a promover en el niño y en el joven unaconcepción científica del mundo y de la vida, de manera dedespertarle una conciencia clasista que preparara el terrenopara el advenimiento de una sociedad socialista en el futuro."La calificamos de socialista", decía Luis Chávez Orozco,"porque descansa en una tesis fIlosófica dialéctica y deacuerdo con esta tesis, sabemos que tendremos que llegar,irremisiblemente, a la desaparición de las clases sociales, a lasociedad socialista".!

Sin duda era ingenua la cr~encia de llevar a cabo unatransformación tan completa por medio de un decreto, yaque más que nunca se planteaba el problema· de cómotransformar primero a los maestros, con qué elementos y conqué material. La ocasión y el tema eran buenos para lapalabrería, tanto más que la radicalización revolucionariallegaba en un momento en que los intelectuales estabandesilusionados y por tanto no podían auxiliar al nuevo

Page 12: I LAZARO CARDENAS

movimiento, que al no tener gente apta que lo expresara,degeneró en un marxismo demagógico y en un oscurocientism02

• Se puso a funcionar de inmediato un Institutode Orientación Socialista y se publicaron montones depanfletos y libros, pero ni uno ni otros fueron capaces deaclarar la situación, ya que sólo repetían, glosaban y confun­dían lo que decía el Plan Sexenal, en especial las finalidadesde la educación, y el texto mismo del artículo reformado.

La primera víctima lo fueron los nuevos programas escola­res. El Instituto de Orientación Socialista encargó su elabora­ción a una comisión de profesores. En menos de tres mesesse redactaron los nuevos programas sin la debida meditacióny estudio sobre las condiciones mexicanas y sus necesidades.La inspiración vino de los modelos soviéticos, entonces demoda en México gracias a un libro traducido del inglés porCelerino Cano. 3 El sistema se basaba en la organización detodo el contenido de la enseñanza alrededor de tres ideasfundamentales, la naturaleza, el trabajo y la sociedad. Lo quela comisión hizo en realidad, fue agrupar los materiales delos programas tradicionales bajo los tres enunciados y relle­narlos con palabrería. De hecho la reforma siguió el caminoque siguen siempre las reformas en México, se cambiaron losprogramas, se cambiaron los textos, se lanzaronr discursos yfolletos, nuevos departamentos administrativos, pero comolos maestros eran los mismos, se continuó enseñando lomismo, envuelto simplemente en una retórica en la queabundaban los términos "explicación científica", "disciplinacolectiva", "lucha de clases", "socialismo científico", "prole­tariado mundial". Se escribieron cantos alusiyos a la lucha decampesinos y obreros y se cantaba corrientemente la Interna­cional. Se publicaron obras de Marx, Plejanov y otrosgrandes del socialismo mundial, junto a otras hechas en casa,como la de list Arzubide, Lo que Marx quiso decir, oMiguel Bustos, Sindicato Infantil. Algunas trataron el pro­blema de la lucha obrera y campesina en México, como elZapata de Arzubide y La huelga de Rzo Blanco, de Mancisi­dar.

En los programas de estudio se mezclaban también lostemas de reivindicación social con un nacionalismo exaltado.En la enseñanza normal se instituyó la enseñanza de "losconceptos básicos de la aplicación del materialismo dialécticoal estudio de la historia". En la enseñanza secundaria se creóun curso de Orientación Socialista para estudiar "los distin­tos conceptos sociales: el religioso, el militar, el político, elético, el jurídico y el educativo... partiendo del conceptoeconómico de la sociedad y de las instituciones de lapropiedad, bases de la estructura social".4 En todas lasmaterias de enseñanza media se subrayaba la fonnación de la

conciencia de clase y se llegaba a declarar que la lenguainglesa debía convertirse en "instrumento de servicio social yno de explotación".5

La historia, se insistía, era la que más había que transfor·mar, porque hasta entonces se había enseñado en formatendenciosa para servir a las clases opresoras. Ahora seríaexpuesta "en forma objetiva, considerando que en la base detodo acontecimiento social existe un factor económico queen gran parte lo determina". Debía destacarse la universali­dad de la lucha de clases y en la historia de México, "elvalor trascendental que en la estructura de nuestra nacionali·dad tienen los elementos de las civilizaciones precortesianas";así como la Revolución de 1910, un paso más hacia "unanueva sociedad sin explotadores y sin explotados".6

A partir de 1935 empezaron a aparecer también losnuevos libros de lectura: la "Serie S.E.P." para las primariasurbanas y la "Serie Simiente" para las rurales, ambas publica­das por la Comisión Editora Popular, que se constituyó paraese objeto. Las características salientes de los libros eran lasmismas de los programas. Se insistía en los temas delsindicato, la huelga, el campesino, los explotadores, la guerraimperialista y el heroísmo de Cuauhtémoc, Hidalgo, Morelos,Juárez, Madero y Zapata. Eran frecuentes expresiones cornoésta: Cuauhtémoc "defendió la independencia de su pueblocontra los españoles, quienes mandados por HernánCortésvinieron a despojar de sus tierras a los indígenas". "Morelosamó a los humildes, a los desposeídos, y era natural que asífuese, él también fue un. proletario• .. Al ordenar el repartode tierras, fraccionando las grandes haciendas poseídas porespañoles y criollos españolizados entre labriegos indígenas,construyó las bases del agrarismo revolucionario': 7

Se consideraba que los niños debían enterarse "de cuál esla situación social de los trabajadores, de las causas que laoriginan, de las contradicciones del régimen burgués, de losvicios, errores y prejuicios que de él emanan y que contribu­yen a su mantenimiento, así como de la conveniencia desustituirlo por otro más justo. .. y de la forma única depoder alcanzar esto: la lucha"ll. Realmente, tomado esto alpie de la letra, el Estado parecía estar predicando contra susfundamentos mismos. Contra 10 que aducían los profesorestradicionalistas, estos libros no enseñaban al niño el ladobello de la vida,. trataban de familiarizarlo con la lucha declases, el proletariado, la guerra imperialista. "La guerra-podía leerse en el libro de sexto año- es el asesinatocolectivo que los capitalistas fraguaron para ahogar en sangrelos justos anhelos de los oprimidos, que en la tierra luchanpara conseguir un poco de pan, alguna libertad y garantíapara sus exigencias. . . La lucha armada solamente es justifi-

Page 13: I LAZARO CARDENAS

·cada cuando persigue objetivos de liberación y justicia paralos oprimidos.".9 Aquí y allá se insistía en "un nuevo tipode héroe", como Alexis Stajanov, "joven oscuro, minerosoviético", que con sus esfuerzos contribuía a la grandeza desu país.1o

Es difícil caracterizar la resistencia de algunos sectores. Elarzobispo de México, Pascual Díaz, había condenado laescuela socialista aun antes de su aprobación. El lo. de juliode 1934 recordó a los padres de familia su responsabilidadpara resistirse al establecimiento y en caso de no conseguirlo,su obligación de retirar a sus hijos de los centros deenseñanza. Recordó a los profesores que el socialismo conte­nía herej ías que los harían incurrir en excomunión.1 I

Pero el elemento más importante en el fracaso de la nuevaenseñanza fue su propia incongruencia. Programas y librosobstaculizaron, más que favorecieron, el funcionamiento dela escuela. La discordia volvía a presentarse y, lo que espeor, la reforma producía víctimas. Entre 1935 y 1939 hubomuchos casos de maestros desorejados y asesinados, presionadosentre la demagogia desaforada de un lado y de la ignoranciafanática del otro. La Secretaría de Educación empezó a"interpretar" la reforma de manera más moderna. "Uno delos problemas capitales de la actual adITÚnistración -seexplicaba en la Memoria de la Secretaría correspondiente aese sexenio- fue definir la tendencia de la nueva educación,terITÚnando de una vez por todas con las dudas que se hanhecho surgir, ·unas veces por incomprensión y otras delibera­damente, en cuanto a los verdaderos propósitos del mandatoconstitucional... Resultaba difícil satisfacer las variadas ten­dencias. . . En el fondo de lo que se trataba era de señalar ala educación pública una finalidad amplia y generosa, tantopor lo que toca a la concepción del Universo y de la vida,como a la organización y actividades peculiares de la escue­la.,,12 Se empezó a insistir simplemente en los tipos deeducación que se juzgaba que México necesitaba: educaciónpopular para masas campesinas y urbanas y enseñanza técni­ca en los niveles superiores. Se intentó planear el sistema deeducación superior a nivel nacional supeditándolo a lasnecesidades e intereses del país, para lo cual se creó el

C?nsejo Nacional de la Educación Nacional y la InvestigaciónCIentlfica. Por el otro lado, la Secretaría empezó a ser"flexible" en cuanto a los colegios privados.

En 1937 se convocó un Congreso Nacional de EducaciónPopular que creó una Comisión Nacional y los Ejércitos de laCultura. Se dividió el país en zonas atendidas por promoto­res especiales. Los "ejércitos" formados por niños y adultos,le. inyectaron entusiasmo a la labor alfabetizadora, pero suacción fue reducida.

La preocupación constante del presidente era el campo,de ahí la multiplicación de las escuelas rurales. Los proble­mas de la tierra y del indio, simbolizados en la aceptación deZapata en el panteón de los héroes, se enfrentaron con unaactitud decidida por buscar soluciones propias. Se constituyóel ejido, en gran medida una vuelta a la tradición colonial,tan negada por el liberalismo, modernizada con el deseo debeneficiar las tierras con la posibilidad del uso de la maqui­naria. En cuanto al indio, hubo el empeño de educarlo yayudarlo a elevar su nivel de vida, de manera que pudieracontribuir con frutos a la vida nacional. Para atender losproblemas debidamente se creó el Departamento Autónomode Asuntos Indígenas y se celebraron ocho Congresos Indíge­nas (entre 1936 y 1940), la Primera Asamblea de Filólogos yLingüistas (1938) y el Primer Congreso Indigenista Interame­ricano. De todo ello resultaron las nuevas experiencias educa­tivas con el fin de incorporar al indio y enseñarle el españoluna vez que hubiera aprendido a leer en su propia lengua.Con el objeto de experimentar en ese sentido se instaló uninstituto en Michoacán que trabajaría con la poblacióntarasca.

En cuanto a la educación técnica, la otra gran preocupa­ción del sexenio, desde 1935 se creó un Instituto Nacionalde Educación para Trabajadores, cuyo cometido era fundarescuelas tecnicas en todos los niveles; pero el gran logro loconstituyó la fundación, en 1937, del Instituto PolitécnicoNacional.

El año de 1938 fue de gran significación para México. Porun lado se transformaba el PRN en el Partido de laRevolución Mexicana, que intentaba dar representación amayor número de sectores de la sociedad mexicana. Por elotro, y como respuesta al desafío de las compañías petrole­ras extranjeras a las autoridades del país, se expropió laindustria petrolera ante un júbilo que conmovió a todos losmexicanos. El mismo arzobispo de México, monseñor LuisMaría Martínez, michoacano más flexible que su antecesor,declaró que pedía a Dios "que los católicos, en esta hora deprueba, sepan cumplir con su deber como ciudadanos, deconformidad con la doctrina tradicional de la Iglesia". I

3

Page 14: I LAZARO CARDENAS

Ante el peligro de una intervención extranjera y elespectro de la guerra mundial que se sentía inminente, lavirulencia "socialista" empezó a decaer. Era difícil parar dela noche a la mañana todo el mecanismo de propaganda ytodavía aparecieron textos socialistas, pero la meta de launidad nacional empezó a tener primacía e influyó en elcambio de tono que expresaba claramente la Ley Orgánicade Educación aprobada en 1939. No sólo concedía en formaclara que "los particulares o insti tuciones privadas puedencolaborar con el Estado para impartir el servicio públicoeducativo", sino que expresaba unas finalidades más modera­das a la educación:

La educación tendrá como principal finalidad la forma­ción de hombres armónicamente desarrollados en todassus capacidades físicas e intelectuales y aptos para:r. Participar permanentemente en el ritmo de la evoluciónhistórica del país, en la realización de los postulados de laRevolución Mexicana, esencialmente en los aspectos de laliquidación del latifundismo, independencia económicanacional y creación de una economía propia organizadaen beneficio de las masas populares, consolidación yperfeccionamiento de las instituciones democráticas yrevolucionarias y elevación del nivel material y culturaldel pueblo.11. Intervenir con eficacia en el trabajo que la comunidadefectúa para conocer, transformar y aprovechar la natura­leza yIJI. Propugnar una convivencia social más humana y másjusta en la que la organización económica se estructure enfunción preferente de los intereses generales y desaparezcael sistema de explotación del hombre por el hombre.14

Era obvio el cambio de conceptos, se buscaban, dentro dela ley, los denomi~adores comunes que permitieran al paísvolver a la,concordIa y con ello se empezó a desplazar todala palabrena que sonaba hueca. Se mantuvieron programas ytextos,. ~~ro POc? a poco empezaron a aparecer otros, cuyaproposlclon era sImplemente mexicanista.

~l .sexenio de 1934 a 1940 significó, a pesar de la escuelasoclal~sta, un nuevo renacimiento de la educación, que desdela salida de Vasconcelos había decaído. Es interesante com­parar el porcentaje del presupuesto gastado en la educación

en los diversos gobiernos, para aquilatar la importancia que,con todos los obstáculos, se le dio. Durante la época deObregón se llegó a gastar hasta un 15% del presupuestogeneral de la nación; con Calles, bajó a un promedio de 7% ;a partir de 1930 subió a un 11 % , aunque en 1933 se gastóel 14 % En el sexenio cardenista se gastó entre el 15 y17 %, y en 1937 alcanzó un 17.9% . La escuela primaria,urbana y en especial la rural, la publicación de libros ymaterial didáctico y las bibliotecas populares, volvieron a seruna preocupación constante. Se organizó la educación técni­ca y se sentaron las bases para el desarrollo de las universida·des estatales, se convirtió el Departamento de Psicopedagogíaen Instituto Nacional de Pedagogía. En 1939 se creó elInstituto Nacional de Antropología e Historia y en 1940, setransformó la Casa de España en México, fundada para daralbergue a los intelectuales españoles transterrados, en ElColegio de México. Era una obra educativa linútada tal vezdesde las perspectivas de hoy, pero' considerable en unadécada de depresión económica mundial y problemática en elámbito nacional.

NOTAS1 Luis Chávez Orozco y R. Preciado: lA escuela mexic4fJ11 y la

sociedad mexicana. México, Editorial Orientaciones; 1937, p. "/6.2 Luis Villoro: "La cultura mexicana de 1910 a 1960". Binaria

Mexicana, X:2 (oct.-<lic. 1960), p. 206.3 Isidro Castillo: México y su revolución educativa; México,

Editorial Pax-México, 1968, p. 405.4. Secretaría de Educación Pública: lA educación pública en

México, desde el lo. de diciembre de 1934 hasta el 30 de noviembrede 1940. México, 1941, tomo 11, p. 271.

5 Ibid. 1, p. 233.6 Ibid., 11, p. 65.7 G. Lucio: Siri1iente. Libro segundo. México, 1935, p. 24 y

Simiente. Libro cuarto. México, 1935, 'p. 7.8 "Dos palabras a los maestros\, Serie S.E.P. Libro cuarto.

México, 1938, p. 9.9 Serie S.E.P. Sexto año. México, 1940, pp. 199-20010 Serie S.E.P. Quinto año. México, 1939, pp. 240-242.11 Alberto Bremauntz: La educación socialista en M/xico. Méxi-

co, 1943, pp. 207-208. .12 La educación pública en México, 1, p. 23.13 Nathaniel y Sylvia Weyl: "La reconquista de México (Los días

de Lázaro Cárdenas)". Problemas Agrícolas e Industriales de México,IV:7 (1952) p. 288.

14 Diario Oficial, 3 de febrero de 1940.

Page 15: I LAZARO CARDENAS

Tzvi Medin

CARDENAS.DEL MAXIMATOALPRESIDENCIALISMO

ws pnnclplOs postulados por la Constitución de 1917comenzaron a concretarse paulatinamente durante el periododel caudillismo revolucionario por medio de los gobiernos deObregón y Calles. Estos, a pesar de zigzagueos y claudica­ciones, comprensibles por las circunstancias históricas y locomplejo de la situación posrevolucionaria, comenzaron aseguir el derrotero fijado por la Constitución. Se logró lainstitucionalización de la Revolución y la unidad nacional, yasimismo se dieron diferentes avances en los campos de lareforma agraria, la organización obrera, la lealtad del ejércitoa las instituciones nacionales y otros. Pero la esencia revolu­cionaria de este proceso fue desvirtuada por el maximato. Elfreno a la reforma agraria, la política conservadora de loscírculos gobernantes y la creciente presencia de los capitalesextranjeros, aunado al culto del Jefe Máximo, constituíannegros nubarrones en el cielo revolucionario, que presagiabanel completo desvío del movimiento social y la posibleimplantación de regímenes de esencia verdaderamente an­tirrevolucionaria, antipopular y antidemocrática; todo ello ennombre de la Revolución y por medio de la demagogiaseudorrevolucionaria.

Es por esto que el sexenio 1934-1940 se constitu ía en unperiodo de enorme trascendencia para el futuro de México.Cárdenas era la interrogante. ¿Un pelele más que contribuiríacon su sumisión al lento pero seguro fenecer revolucionario,o el hombre que se atrevería a decir no al maximato callistay acabar con su funesto predominio en todos los ámbitos delacontecer nacional?

Los primeros años de la década de los 30 habían presen­ciado, sobre el trasfondo de la crisis económica mundial, laextensión de un malestar general tanto entre los campesinoscomo en los círculos obreros, afectados constantemente porla baja de salarios, el desempleo, y los frecuentes conflictoscon los patrones. Las huelgas irrumpían constantemente,· yen el campo ~ daban inclusive levantamientos armados,como el de Veracruz en 1933, donde 15000 campesinos

. tomaron las armas para obligar al gobierno a desistir de susintentos de liquidar a los ejidos

Este sentir y esta acción popular hicieron eco en el senomismo del Partido Nacional Revolucionario y en su SegundaConvención, en la cual se postuló el Primer Plan Sexenal y seproclamó la candidatura presidencial de lázaro Cárdenas, semanifestó la presencia combativa de círculos radicales yverdaderamente revolucionarios, dispuestos a luchar por unareorientación y revitalización del espíritu y de la acciónrenovadora. La presencia de estos círculos se hizo patentefundamentalmente en la discusión de dos de los puntos

básicos del Proyecto del Plan Sexenal presentado a laConvención: la reforma agraria y la orientación educativa aseguir en el próximo sexenio. En lo agrario Calles habíaelegido nuevos rumbos, y había declarado que, según suopinión, "el agrarismo tal cual se entendió y practicó por losrevolucionarios es un verdadero fracaso, hay que fijar untérmino para la dotación de tierras y al finalizar el mismo nocontinuar con ello, es necesario dar garantías a pequeños ygrandes agricultores".1 En la Convención, Graciano Sánchezhabló en representación de los círculos agraristas, denuncian­do la mala situación de los campesinos y la desvirtuación dela reforma agraria, y presentando una serie de exigencias queresultaron apoyadas por una mayoría abrumadora. Lo mismosucedió con respecto al plano educativo. El proyecto, elabo­rado por una Comisión de Programa presidida por CarlosRivapalacios, uno de los fieles callistas, sostenía el laicisismoprocurando tan sólo darle una interpretación avanzada. Lamencionada comisión no aceptó la educación socialista, queera expresión, aunque confusa, de aspiraciones radicales noúnicamente en lo educativo, sino también en lo socioeconó­mico, hacia cuya reforma o revolución se quería encaminarla formación de las conciencias populares. Pero en la Convencción se logró imponer la orientación socialista, contrariandoasí la decisión de la comisión y la voluntad de los círculosdirigentes del Partido y de los allegados a Calles.

A los círculos netamente radicales se agregaban, en supostura anticallista, personajes de la talla de Emilio PortesGil o bien del general Cedillo, que se había opuesto constan­temente a la política anticlerical de Calles.

Pero cualquiera que fuese la orientación a seguir en lospróximos afios, todos tenían la clara conciencia de que elPNR era el único instrumento que podía conseguir surealización. Cárdenas lo expresa claramente en su protestacomo candidato presidencial: " ... y cualquiera que hayansido los errores circunstanciales de esta agrupación nacional,representa, sí, la fuerza organizada de la Revolución, y es elmedio a propósito para desarrollar sus tendencias..."2

El mismo Luis Cabrera, que había lanzado una críticatotal al régimen existente, escribe en una de sus cartas aDíaz Soto y Gama: ... en la lucha ustedes tendrán queenfrentarse con el PNR que corrompido y todo, es sinembargo un grupo unificado por sus intereses bajo la jefaturadel general Calles; rico con la riqueza del erario, fuerte conla fuerza del ejército, y disciplinado con la disciplina obliga­toria pero efectiva de la amenaza del cese...,,3

Cabrera senaJa aquí el poder omnipotente del PNR y si estoera verdad, y lo era, entonces todo cambio en la línearevolucionaria exigía necesariamente un previo dominio del

Page 16: I LAZARO CARDENAS

partido, o al menos su neutralización por parte de ungobierno que se mantuviera, por sí mismo y utilizara libre­mente todos los medios a su disposición. Esta última posibili­dad implicaba de hecho un cambio esencial en la mecánicapolítica del país, dado que en esos momentos el gobierno yel presidente eran manipulados por el partido, y por todosera aceptada la jefatura de Calles. La posibilidad de que elgobierno se independizara del partido, como medio único desacudirse la hegemonía callista, implicaba de hecho el pasajea un sistema presidencial, en el cual el gobierno asumiera laprimacía directiva y el partido pasara a la categoría deinstrumento.

En la prensa inmediatamente anterior y posterior a la tomadel poder presidencial por parte de Lázaro Cárdenas, destaca­ban fundamentalmente, por su frecuencia y por su importan­cia, dos tipos de acontecimientos. Por un lado lo que losperiódicos denominaban "la maratón de radicalismo anticleri­cal", por otro, los constantes conflictos laborales entre losdirectivos de diferentes empresas y los trabajadores. Sepernlaban paralelamente dos cortes diferentes de la sociedadmexicana: el que la dividía en cristianos y anticristianos, yaquel otro que la dividía en obreros y capitalistas, enlatifundistas y campesinos desposeídos.

El corte anticlerical hab ía resurgido bajo la inspiración, elestímulo y la bendición callista. Sólo un mes antes de latoma del poder por parte de Cárdenas, Calles había exigidoinsistentemente la expulsión del arzobispo de México y deldelegado apostólico, y en su famoso "grito de Guadalajara"había llamado a los mexicanos a comenzar un nuevo periodorevolucionario, el psicológico, en el cual la Revolucióndebería apoderarse de la conciencia de la niñez y de lajuventud evitando que fueran presa de la religión. La políticaconservadora e inclusive reaccionaria en lo social y en loeconómico, se cubría con el manto de radicalismo antirreli­gioso, esto tendría además la virtud de legar al próximopresidente una nueva escisión nacional que haría imprescindi­ble el recurrir una vez más al Jefe Máximo.

El ambiente anticlerical se extendía rápidamente. Gruposde maestros tamaulipecos propusieron a la Cámara de Dipu­tados que todos los clérigós del país fueran pasados por lasarmas, nada menos un día después nos topamos con laexigencia de prohibir las confesiones en todo el país, y laexposición de imágenes en el comercio.4 El maratón delradicalismo anticlerical se corría a toda velocidad, y siempreen nombre de la Revolución y el radicalismo. La retórica yla conceptuación revolucionaria se habían convertido paramuchos en un verdadero mito, al conjuro de cuyas palabras

maglcas era dable orientar a vastos sectores populares porderroteros que nada tenían que ver con las verdaderasnecesidades revolucionarias.

y mientras tanto, la misma tenSión social y económicaque había sido un factor deCisivo en la póstulacíón presiden­cial de Cárdenas, continuaba manifestándose a través demúltiples conflictos laborales. La Compañía Nacional deFerrocarriles y el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros seencontraban en constante conflicto· y libraban un arduodebate a través de la prensa nacion31. El 30 de diciembre de1934 estallaba la huelga en la compañía petrolera "ElAguila" y se solidarizaron de inmediató con ella otrossindicatos. De esta forma podríamos continuar enumerandouna larga lista de conflictos laborales.

La situación que servía de trasfondo al comienzo delgobierno de Cárdenas recordaba en realidad al legendariodios Jano, con sus dos caras mirando en opuestas direccio·nes: el radicalismo anticlerical y la lucha socíoeconómica. Laconstitución del gobierno de Cárdenas reflejaba esta situa­ción; alternaban en él revolucionarios como Múgica. y BassoIs,por ejemplo, con Garrido Canabal, líder prominente dela cruzada anticlerical y jefe de las camisas rojas, y tambiéncon Rodolfo Elías Calles, hijo de la figura predominante dela Revolución Mexicana en esos momentos.

Era este un gobierno de equilibrio y de compromiso, yello se muestra evidentemente en las primeras manifestacionesy actitudes de Lázaro Cárdenas. A sólo cuatro días dehaberse iniciado su .periodo presidencial, Cárdenas cierratodas las casas de juegos, y continúa constantemente, encuanta oportunidad se le presenta, llamando a la unión de lasfuerzas populares y estimulándolas en sus constantes luchas.Pero paralelamente a ello considera conveniente el tranquili­zar a diferentes sectores representantes de intereses naciona­les y extranjeros, y es así que en una entrevista con uncorresponsal norteamericano declara que no debe existirtemor alguno con respecto a posibles confiscaciones; elcorresponsal cree posible resumir su entrevista señalando queel socialismo de Cárdenas se caracteriza solamente por elcontrato colectivo obligatorio y la explotación cooperativade la tierra.5 Asimismo, al referirse a los crímenes cometidoscon motivo de la campaña anticlerical de los camisas rojas,Cárdenas declara a la prensa que no hay persecuciones decatólicos por parte del gobierno, pero culpa a los católicosde provocar la situación reinante y los encuentros violentos.6

Sin embargo, el equilibrio y el compromiso eran imposi­bles. La misma esencia del maximato permitía considerarloscomo un paso táctico, pero no como un sustituto de lajefatura absoluta de Calles. La hegemonía callis~a no podía,

Page 17: I LAZARO CARDENAS

r

en tanto tal, avenirse a un acuerdo de equilibrio y compro­miso. En la realidad política mexicana ésta podía ser despla­zada solamente por otra hegemonía. Y esa era en verdad unade las interrogantes esenciales del momento desde el puntode vista político: en la medida que el maximato callista fueradesplazado en la lúcha que se avecinaba ¿sería su lugarocupado por otro maximato que portara un nombre diferen­te o tendría quizá lugar a la postulación de alguna hegemo­nía de índole democrática?

Los acontecimientos se sucedieron rápidamente tanto enel plano social como en el religioso. Los camisas rojasllevaban a cabo constantes ataques y manifestaciones, y loschoques armados comenzaron a dejar su saldo de muertos yheridos. Por otro lado se agudizaban los conflictos laborales.El Excelsior, que el mismo día que Cárdenas asumía el poderpresidencial llamaba a los obreros al orden y a la moralidad,acusa constantemente a las Juntas de Conciliación y Arbitra­je de legalizar y fomentar las huelgas.? Y en verdad, elpresidente mismo declara el 26 de enero que considera a lashuelgas continuas como la justa lucha de los obreros por losderechos que les correspondían y que no les eran otorgados.Cárdenas persiste en sus esfuerzos por unificar a las fuerzaspopulares, tanto obreras como campesinas, y sigue ademásestrechando su contacto personal con el pueblo, ya searealizando nuevas giras por la nación, como por medio deuna línea telegráfica especial tendida para que pudiera aten­der personalmente, día a día, las quejas o denuncias que losciudadanos creyeran pertinente elevar frente a él.

No cabe duda que Cárdenas había elegido el derrotero delas reformas sociales y económicas. Sus primeras concesionesa los elementos callistas constituían en parte un lógicoreconocimiento de la realidad política del 'momento, y enparte un medio necesario para ganar tiempo y fortificar susposiciones desde la presidencia de la República.

Pero la política de Cárdenas fue suficiente, inclusivedentro de sus necesarias [imitaciones, para que la luchaanticlerical quedara neutralizada por la socioeconómica, conlo que evitó verse lanzado a la lucha religiosa y a la escisiónnacional y ganó en cambio, día a día, el apoyo de las fuerzaspopulares. A todo esto es necesario agregar que desde elcomienzo de su gobierno, Cárdenas realizó discretamentenumerosos cambios entre los altos jefes del ejército nacional,y un lector avisado podría fijarse en las modestas informacio­nes que se publicaban en la prensa nacional con relación aeste asunto.8

Calles había apoyado la candidatura presidencial de Láza­ro Cárdenas, bajo la creciente presión popular, suponiendoque no tendría mayores problemas para imponer nuevamente

su autoridad. Pero al ver cómo la cruzada anticlerical seextinguía lentamente frente al encendido fuego de las luchassociales y económicas, los callistas decidieron pasar al ataquefrontal para evitar un desplazamiento lento pero seguro.

El 12 de junio de 1935 los periódicos nacionales publica­ron el texto de la entrevista concedida por Calles a un grupode senadores. callistas encabezados por Ezequiel Padilla. Eltitular era "El Gral. Calles señalando rumbos", y en suspalabras de introducción Padilla hace notar que "el Partidonecesita depurarse del lastre de falsas ideologías, que vandificultando la labor enérgica y patriótica del Presidente dela República.,,9 En el transcurso de esta entrevista Calleslleva a cabo una doble denuncia: en primer lugar señala elintento de sabotear la unidad del PNR dividiéndolo encallistas y cardenistas, intento que al final de cuentas provo­caría el choque armado y el desastre de la nación; ydenuncia, además, la situación insoportable en que se en­cuentra la nación desde el comienzo del nuevo periodopresidencial por las constantes huelgas, muchas de ellas sinjustificación alguna. Calles señala asimismo que las organiza­ciones obreras son a menudo ejemplo de ingratitud y queMéxico retrocede constantemente. Pero a pesar de quefustiga duramente todo lo acontecido en el medio año degobierno cardenista, procura propiciar a Cárdenas la posibili­dad de una retirada honrosa, señalando que "es injusto quelos obreros causen este daño a un gobierno que tiene alfrente a un ciudadano honesto y amigo sincero de lostrabajadores como el Gral. Lázaro Cárdenas" ,1 o

El Jefe Máximo había iniciado su declaración haciendonotar que la situación era exactamente igual a la que reinódurante el periodo del presidente Ortiz Rubio, cuando un

Page 18: I LAZARO CARDENAS

grupo se decía ortizrubista y otro callista; y sin lugar a dudaconsideraba que en esos momentos estaba dando' el primerpaso para lograr nuevamente la renovación de la unidadcallista, una unidad del partido, que le permitiera imponerseal poder presidencial. .

Ortiz Rubio había expresado claramente en uno de susinformes presidenciales: "Lejos por lo mismo de imponer uncriterio personal, de hacer de un hombre, el presidente de laRepública, el eje único de la existencia orgánica del país, hasido la tendencia del ejecutivo de mi cargo constituir al PNR,real partido nacional orgánico, en el regulador de nuestravida política.,,1 I En aquellos momentos una declaración detal índole era una abierta confesión del dominio absoluto delJefe Máximo y de cómo el partido era medio de tal dominio.

Las primeras reacciones a lo dicho por Calles parecieronconfirmar su efectividad. Su llamado repercutió en la grancaja de resonancia de 10$ representantes del partido a lasdiferentes instancias nacionales: llegó así a su máximo lapresión ejercida por el Jefe Máximo y por el PartidoNacional Revolucionario sobre el presidente de la República.La comisión permanente del Congreso de la Unión felicitó aCalles por sus patrióticas declaraciones, y lo mismo el BNRde senadores y la mayoría del de diputados, para quienes eljefe condenaba "enérgicamente la actitud del grupo tituladoala' izquierda al pretender dividir al BNR de la Cámara endos sectores.,,12 La misma ala izquierda intentó defendersediciendo que adoptaba posturas ideológicas y no seguía unapolítica personalista, pero tuvo que justificarse explicitandoque no tenía "la autoridad moral suficiente para discutir lasadmoniciones lanzadas por el Gral. Calles en contra de lasorganizaciones obreras...", y señalando que "discrepan res­petuosamente de la opinión del Jefe Máximo de la Revolu-., ,,13clOno

La situación era evidentemente crítica, pero Cárdenas semantuvo firme frente a la ofensiva callista. Como lo demos­traría más adelante en diferentes oportunidades, pareceríaque el hombre se acrecentaba y daba lo máximo precisamen­te cuando se topaba con obstáculos e impedimentos. LázaroCárdenas había sembrado, tanto durante su gobierno enMichoacán como en su gira electoral y en su medio año degobierno presidencial, y ahora tenía qué cosechar. Numero­sos sindicatos obreros se unieron de inmediato en unadeclaración pública bajo el título de Respuesta de lostrabajadores a P. E. Calles, en que se oponían a las declara­ciones del jefe y manifestaban que defenderían con todos losmedios en su haber sus propias derechos.

Una postura similar fue adoptada por la ConfederaciónCampesina de México. No cabe duda que la dinámica acción

de las fuerzas populares fue de enorme imporcancia en esoscríticos momentos, pero consideramos que el factor decisivolo constituyó la postura adoptada por el mismo Cárdenas.Los factores sociales y económicos son evidentemente detrascendental importancia en el devenir histórico, pero tam­bién lo son aquellas personas que los toman en cuenta ysaben manejar su influencia determinante. Suele decirse quelos resultados de la guerra se hallan determinados por laplanificación, los entrenamientos y la preparación anterior ala misma. Cárdenas se encontraba preparado para la lucha.Una incansable labor le había logrado el apoyo de las fuenaspopulares, cuya fortificación y unificación había propiCiadoconstantemente; y actuó de la forma indicada para contar,llegado el momento, con el respaldo decisivo de las fuerzasmilitares que se mantuvieron fieles al régimen constitucional.

El 14 de junio, un día antes de la reestructuración delgobierno y de la depuración de los elementos ql,le estaban enél, Cárdenas contestó a las acusaciones callistas. En primerlugar señaló que "... determinados grupos políticos delmismo grupo revolucionario... se han dedicado con todasaña y sin ocultar sus perversas intenciones, desde que seinició la actual administración, a oponerle dificultades nosólo usando la murmuración que siempre alarma, sino querecurriendo a . procedimientos reprobables de deslealtad ytraición".1 4 Cárdenas concluía así con la pretendida unidadpartidaria, y pasaba luego a considerar las huelgas como "laconsecuencia del acomodamiento de los intereses represen­tados por los dos factores de la producción, y que si causanalgún malestar y aun lesionan momentáneamente la econo­mía del país, resueltos razonablemente y dentro de unespíritu de equidad y de justicia social, contribuyen con eltiempo a hacer más sólida la situación económica...", yagregaba que llevará adelante el Plan Sexenal sin que leimporte la alarma de los representantes del sector capitalis·ta.15

Pero tan importante como lo anterior, es el destacar queCárdenas comienza su contestación, según sus propias pala­bras, "en mi carácter de - Presidente Constitucional de 'IosEstados Unidos Mexicanos..•", y que insiste sobre ellorepetidamente durante su corta contestación: "El EjecutivoFederal está dispuesto a obrar con toda decisión..." o "porningún motivo el Presidente de la República permitirá exce­sos de ninguna especie...", y fmalmente expresa que "en elpuesto que fui electo por mis conciudadanos, sabré estar a laaltura de mi responsabilidad".

Cárdenas antepone el presidencialismo al maximato. Peromás aún, en la unidad orgánica que constituían el partidoúnico y el gobierno nacional, Cárdenas invertirá los términos,

Page 19: I LAZARO CARDENAS

y hará del Presidente el factor directivo y orientador,dejando al Partido la categoría de instrument·; en relación algobierno. La preponderancia pasará del partido, en tantoinstrumento callista, al presidente de la nación. En el infor­me presidencial de ese mismo año de 1935, Cárdenas recuer­da los acontecimientos políticos que "amenazaron minar lasbases del régimen republicano y destruir el principio denuestras instituciones legales", pero observa contundentemen­te que "Bastó sin embargo, para deshacer la naciente amena­za, declarar ser el único responsable de la marcha politica ysocial de la nación para que los trabajadores todos y laopinión de la República refrendaran los actos del Ejecutivo ami cargo"! 6 E indica más adelante: "Asimismo ere( conve­niente reiterar las orientaciones a nuestro Instituto Politico enel sentido de que su funcionamiento responda al sinceropropósito revolucionario de darle cada vez mayor interven­ción al pueblo...,,17 Se han invertido los términos, y bastepara ello el comparar estos conceptos de Cárdenas en suprimer informe presidencial con aquellos expresados porOrtiz Rubio y que citamos anteriormente.

La contestación al informe de Cárdenas es no menosilustrativa que el informe mismo, en lo que se refiere a loscambios esenciales que señalábamos en el mecanismo políticodel país. Los diputados y los senadores del BNR que sólo

tres meses atrás se habían plegado en su abrumadora mayo·ría al llamado de Calles, criticaban ahora acerbamente almaximato y ofrecían su "colaborac~ón eficaz, honorable,íntegra, al esfuerzo depurador y edificador del régimen alque usted ha dado rumbo prestigioso...,,18

La constitución de un presidencialismo de facto y no sólode jure, y la nueva naturaleza de las relaciones entre elpresidente y el PNR, se expresan también contundentementeen el hecho de que los callistas se vieron obligados aabandonar el partido y crear su propia organización, elPartido Revolucionario ConstitucionaL

Calles se alejó temporalmente a su hacienda y luegoabandonó el país. Volvió en diciembre de 1935 para "defen­der al régimen callista" y desafiar nuevamente al gobiernocardenista, pero lo que no logró hacer antes era de seguroimposible en esa segunda ocasión. Finalmente, el 10 de abrilde 1936, Calles, Morones, Luis León y Melchor Ortegafueron expulsados del país.

Hemos intentado ubicar el momento histórico del pasaje delmaximato al presidencialismo, y asimismo del cambio en larelación jerárquica entre el presidente de la nación y elpartido de la Revolución. Seguramente no fueron estoscambios únicos y definitivos, sino que se fueron configuran­do a través de los años, e inclusive durante el mismo periodode Lázaro Cárdenas se dio la formación del PRM y se dieronasimismo otros procesos trascendentes. En estos párrafos sinembargo, nuestro propósito se reduce exactamente a ubicarese preciso momento y a intentar la comprensión de sutrascendencia.

NotasL Revista Adelante, San Luis PotosÍ, 14 de junio de 1930.2. Politica, Año IV; núm. 83, p. XXX3. Luis Cabrera: Veinte años después, p. 171.4. Excélsior, 7,8 y 9 de diciembre de 1934.5. Excélsior, 27 de diciembre de 1934.6. Excélsior, 9 de enero de 1935.7. Excélsior, 25 de enero de 1935, entre otros.8. Excélsior, 29 de diciembre de 1935.9. Excélsior, 12 de junio de 1935.

10. Excélsior, 12 de junio de 1935..11. Los presidentes de México ante la Nación, p. 1037.12. Excélsior, 14 de junio de 1935.13. Excélsior 14 de junio de 1935.14. El Nacional, 14 de junio de 1935.15. El Nacional, 14 de junio de 1935:16. Los presidentes de México ante la Nación, tomo IV p. 37. El

subrayado es mío.17. Los presidentes de México ante la Nación, tomo IV p. 3718. Los presidentes de México ante la Nación, tomo IV p. 44.

• 17

11

Page 20: I LAZARO CARDENAS

Enrique Suárez Gaona

LAZARO CARDENASy ELNEUTRALISMO ACTUAL

Desgraciadamente, pese a todos los conceptos vertidos conmotivo de la muerte de Lázaro Cárdenas, la verdad es queaún carecemos de un análisis objetivo, documentado y seriosobre su obra de gobierno. La importancia real de su políticainterna se enfatiza o disminuye a partir de posicionesideológicas que carecen, usualmente, de bases científicas desustentación.

Algo similar sucede con la política internacional vigentedurante su mandato. Como advirtió don Daniel Cosío Ville­gas en alguna de sus conferencias, la política exterior de unpaís no puede ser atribuida a una sola persona, por poderosaque sea como líder. Existen fuerzas internas y externas queinfluyen como variables modificantes de las decisiones delpoder ejecutivo. Con todo, es indudable que debido a laconcentración del poder en México, un presidente puedeactuar con mayor independencia que los gobernantes depaíses de parecido nivel de desarrollo.

Ya se ha apuntado la similitud existente entre la políticade algunos líderes del llamado Tercer Mundo y la seguidapor el régimen de Lázaro Cárdenas. Aunque la intención eramás bien elogiar la actuación del desaparecido estadista, eljuicio contenía una presunción, un punto de vista, basado encondiciones y condicionantes de tipo objetivo. El presentetrabajo está dedicado a explorar los límites, la naturaleza ylas causas de dicha similitud.

El neutralismo

La política internacional de una mayoría de los países delTercer Mundo ha sido calificada, como es bien sabido, deneutralista o de no alineamiento. Se distingue de la neutrali­dad tradicional, en que es un término más bien de carácterpolítico y no de carácter legal. Existen estados neut;ales pordecisión propia como Suecia; o por convenio internacional,como Suiza y Austria. Pero el no alineamiento es voluntaris­ta y tiene otro carácter.

El neutralismo se deriva de un hecho histórico concreto:la bipolaridad en que se encontró el mundo en la épocaposterior a la Segunda Guerra Mundial, época que se hacaracterizado por el enfrentamiento político e ideológico dedos sistemas, el capitalista y el comunista, al que durantemucho tiempo encabezaron, en bloques casi monolíticos, losEstados Unidos y la Unión Soviética.

La política neutralista ha sido defmida de muchos ydiversos modos. Se ha hablado de coexistencia activa ypacífica, de política activa en favor de la paz, de políticaindependiente, de neutralidad positiva o neutralismo positivo,

etcétera. Una de las mejores defmiciones existentes, y queevita las confusiones terminológicas, es aquella que entiendeal neutralismo simplemente, "como disociación de la GuerraFría".l

A la-anterior definición debe agregarse que no se intentameramente un alejamiento de los principales choques interna·cionales, sino que además se procura efectuar una política enfavor de la paz, que evite el enfrentamiento nuclear y laindudable destrucción concomitante de la humanidad. Comose verá más adelante, dicha actitud pacifista ho es total, sinoque admite, por ejemplo, la lucha armada para la liberaciónde los pueblos colonizados. Lucha armada no internacional,pero que acepta la ayuda exterior para los movimientos deliberación nacional.

Analíticamente hablando, el neutralismo contiene los si·guientes cinco elementos:

"1) que las condiciones de la Guerra Fría pueden sermitigadas y quizás evitadas del todo; 2) que el neutralis·mo es moralmente justificable; 3) que los neutralistasdeben perseguir una política exterior independi.ente; 4)que deben ser erradicadas todas las formas del colonialis·mo; y 5) que la ayuda exterior debe ser otorgada sinataduras.".2

Quizás Nehru sea el estadista más coherente y en cuyaevolución personai pueda detectarse mejor la evolución de lapolítica neutralista. En un discurso pronunciado apenas cincodías después de haber sido formado -el dos de septiembrede 1946- el primer góbierno plenamente independiente de laIndia, el líder asiático declaró que procuraría que su país semantuviera "alejado de la política del poder... que hallevado en el pasado a guerras mundiales". Manifestó queestaba "particularmente interesado en la emancipación depaíses y pueblos coloniales y dependientes". Que repudiaba"completamente la doctrina nazi del racismo, dondequiera yen cualesquier forma que se practicara~'. Sostenía que laIndia independiente lucharía .en favor de ''un mundo en elque exista la cooperación libre de pueblos libres y en el queninguna clase o grupo explote-a otros".3

Las anteriores ideas contienen la mayor parte de loselementos del neutralismo. Su conformación fmal fue resulta­do de la evolución ideológica de otros estadistas. La primeraconcreción práctica se dio en el tratado firmado por China yla India, en 1954. Un año después fue la conferencia deBandung la que dio forma defmitiva a los principios, con elacuerdo fmal sobre las diez tesis de ia coexistencia pacífica.4

El comunicado resultante de la conferencia de Bandungreafirmaba una serie de' derechos consagrados bajo la carta dela ONU (respeto a los derechos humanos y a la soberanía e

\

Page 21: I LAZARO CARDENAS

integridad territoriales; igualdad racial y nacional, etcétera);pero al mismo tiempo rechazaba la proliferación existente detratados militares establecidos en beneficio de cualquiera delas grandes potencias. Proponía, por lo tanto, el no alinea­miento como guía de la conducta de las naciones representa­das en Bandung.

Un elemento importante de la política neutralista es ladecisión de participar activamente en los organismos interna­cionales, particularmente en la ONU. Se sostiene la efectivi­dad del organismo para la defensa de los países más.débiles ycomo medio de impedir todo tipo de agresíones.'Se buscaneutralizar la. prepotencia de los grandes por medio de laacción colectiva del resto de la comunidad interrtácional. Conel apoyo a los organismos internacionales se quiere conseguirla canalización de la ayuda económica y fmanciera exterior,"sin ataduras", con base en estudios objetivos realizados poresos organismos y no sujetos a presiones políticas unilatera­les.

Una noción muy clara entre los neutralistas es la de queexiste una solidaridad transnacional entre los explotados. Setiene una visión estratificada de la sociedad internacional.Con el tiempo se ha llegado a la idea más ecuménica de queel choque entre los países que tienen y los que no tienen esmás importante, a la larga, que el choque entre países

alineados y no alineados. De la solidaridad política se pasó ala solidaridad económica, transición de la que se han deriva­do tanto la Conferencia de las Naciones Unidas SobreComercio y Desarrollo (UNCTAD), como la reciente declara­ción de la Segunda Década del Desarrollo por parte de laONU a partir de 1970.

Tanto en sus preocupaciones políticas como en las econó­micas, la corriente neutralista, como puede verse, no esmeramente un resultado de la situación internacional. Si bienla bipolaridad le brinda un impulso decisivo, dicha corrientese origina también en la problemática interna de los paísesque sustentan tal política. Un análisis de la interacción entreambas causas permitirá una mejor comparación del periodocardenista' y el neutralismo o la política seguida en algunospaíses neutralistas que capitanean dicho anti-bloque.

La integración nacional del Tercer Mundo

Existen muchas maneras de aproximarse a la problemáticainterna. Quizás una manera de hacerlo sea bajo los rubros deintegración nacional y la distribución equitativa de los pro­ductos del trabajo. Sea cual fuere el instrumental político ysocial que se utilice para atacarlos, los problemas de losnuevos estados son similares, con diferencias de intensidad endistintas áreas.

La situación general de los países en desarrollo se caracte­riza por el desajuste estructural de los diversos segmentossociales. No existe una cohesión social, debido a los contras­tes entre niveles y formas de producción, así como a laapropiación desigual de los frutos del trabajo; se carece deinstituciones plenamente nacionales y hay, por tanto, urgen­cia de crearlas.

Es frecuente encontrar uno o más polos urbanos con vidacasi de metrópolis de país avanzado, donde se concentrantanto la mayoría de la clase pudiente del país como losórganos y nervios del gobierno. Al lado del gigantismourbano, subsisten formas campesinas de vida y trabajo dentroy fuera de las mismas ciudades, y a ellas corresponde,usualmente, la mayor parte de la población. Tanto deldesajuste estructural como de la dicotomía urbano-rural sederivan diferencias abismales entre las distintas clases socia­les.

La disparidad se agrava por la coexistencia de formasculturales distintas, de origen tradicional, cuyo contrastellega a ser conflictivo cuando uno de esos grupos socialesbusca imponerse a los restantes. Dicha coexistencia es resul­tado de las aglutinaciones sociales arbitrarias impuestas por elcolonialismo. También los desajustes estructurales han sido

.19

Page 22: I LAZARO CARDENAS

cónsecuencia de la experiencia vivida bajo imperios de distin­ta naturaleza (del mercantilismo hispano-portugués al neoca·pitalismo del siglo XX).

Subsisten economías de "injerto", orientadas a las necesi­dades exteriores más que a los objetivos nacionales. Son laclara herencia de su situación colonial. Debido a la forma deproducción prevaleciente, se depende de la agricultura comouna de las fuentes de divisas, necesarias para la capitalizacióndel país. O bien, existe una sujeción a la economía deinjerto, especialmente en lo que se refiere a minerales o alpetróleo. En ambos tipos de dependencia se está sujeto a laincertidumbre derivada de las oscilaciones de los precios delmercado internacional, del creciente deterioro de los mismosy el sobresalto por el posible descubrimiento y producciónen masa de productos sintéticos, o el hallazgo de nuevasfuentes de abastecimiento de la materia prima natural.

El desarrollo industrial tiene una análoga orientaciónexterior que ha determinado su grado y forma de crecimien·too No es producto de las necesidades del mercado interno,el cual, por lo demás, tiene graves limitaciones, debidousualmente al bajo ingreso de la población. Existe unainteracción evidente entre el tamafio de la población, ladistribución del ingreso y las posibilidades de crecimientoindustrial equilibrado.

La carencia de cohesión social se manifiesta en la falta delegitimación del régimen político, situación que persiste entanto que no es aceptado -e incluso no siempre- es conoci­do- por una buena parte de los habitantes del país. Subsis·ten formas de lealtad, por. ejemplo al c!añ, a la tribu, queson más concretas y fuertes que la otorgada a la abstraccióndel estado nacional. La sumisión a la autoridad central tieneque provocarse a menudo compulsivamente, por el uso de lafuerza armada, el último recurso del poder.

Existe, por lo anterior, una falta de estabilidad políticacasi constante. Aunque encubiertos por ropajes ideológicosderivados de Occidente, los partidos políticos se organizanalrededor de lealtades tradicionales. Durante un tiempo, elpartido que encabezó la l~cha por la independencia hacevaler ese hecho para mantenerse en el poder; pero prontosalen a la luz las contradicciones socjales. En la pugnaconsiguiente, casi siempre surge triunfante algún jefe militar,que logra el poder debido al control de la única instituciónplenamente nacional y que monopoliza la fuerza: el ejército.

Los desajustes estructurales y la falta de integraciónnacional se expresa,n en los diversos indicadores de subdesa­rrollo utilizados por economistas y sociólogos: bajo nivel yfalta de distribución equitativa del ingreso; alto índice deanalfabetismo; predominio de la población rural por sobre laurbana; bajo ahorro y escasez de capitales; etcétera.sExistenotros -como el número de kilómetros de caminos y víasférreas-, que expresan .de manera pura el grado de desarrolloeconómico, pero que de ¡:ualquier modo inciden en la formaalcanzada de homogeneidad social.

En el orden político, se dan otras manifestaciones difícilesde medir, como el grado de perrneabilización social alcanza­do por las instituciones políticas y sociales nacionales; laductibilidad de la respuesta popular a la política del centro,etcétera, manifestaciones que están estrechamente ligadas alos indicadores materiales, aunque no se pueda hablar decorrelaciones indudables.

En toda la descripción anterior ha quedado explícita lavulnerabilidad externa de los países en desarrollo. Su carácterde economías de injerto, las vicisitudes de sus exportacionesprincipales y la necesidad de capitales .para su progreso, losujetan a la presión del resto del mundo, bien sea en formadirecta o por medio de los mecanismos del mercado interna­cional. La vulnerabilidad exterior es una variable más Aueincide, en ocasiones de manera detemúDante, sobre la estabi­lidad sociopolítica de estos pueblos. De ahí la necesidad deformular una política externa coherente y congruente c.onlos objetivos nacionales. El recuerdo de la explotación sufri­da bajo el colonialismo se preserva en formas concr~tas.

Page 23: I LAZARO CARDENAS

~ ;:;\..- .

W",' ,'r..:., 1

.rt'. ,Il!. ,

~ r ~ "~' U

(HijA',

"1 "f,."II./"",,:I'f

---\ ~1l 1" .

Ul"(~

1:;;"-"\'0);

-~- 5

Lázaro Cárdenas: polftica interna

Mi intención aquí es sólo presentar, de manera esquemática,alguI1as de las directrices principales de la política interna delperiodo cardenista.6 La otra demarcación la establecen lasimplicaciones y similitudes que tienen los fenómenos para losactuales países en desarrollo.

Una primera ilustración hacia la problemática contemporá­nea descrita es la de la relación clara entre política social yla creación de instrumentos e instituciones de integraciónnacional, dentro y fuera del gobierno central.

Quizás lo primero que destaca del régimen cardenista es elimpulso dado a todas las forma~ y expresiones de actividadsindical, incluso a sus manifestaciones, paros y huelgas. Fue,desde luego, la causa aparente de la ruptura con Calles.Generalmente se hace notar el apoyo a las demandas obrerasde mejoras de salario y prestaciones sociales, que amplió labase popular del gobierno. Pero se olvida que para realizartodo tipo de expresión sindical es necesaria cierta organiza­ción, que las armas se templan en el combate, pero hay quecoordinar y graduar su uso para que en verdad sean eficaces.

Resultados similares tuvo la reforma agraria. Entregar latierra fue un acto de justicia que tuvo consecuencias socialesy económicas que se extendieron más allá del periodocardenista. En lo inmediato, se satisfizo el ansia de poseertierras; se proporcionó a los campesinos un trozo de propie­dad que pudieran cultivar para su subsistencia. Con ello sepusieron las bases para una transformación económica de laszonas a donde llegó la reforma.

Para recibir la tierra, y muy concretamente bajo la formaejidal, era requisito indispensable organizarse, y la organiza­ción tenía que continuar para lograr la producción demanera cooperativa. Por lo tanto, la reforma agraria promo­vió también la organización de la sociedad mexicana engrupos de interés.

Tanto los sindicatos como las ligas agrarias resultantes deldoble proceso descrito, eran, por sí mismos, un instrumentode integración nacional, al nivel de dichas clases sociales. Elsiguiente paso era integrarlas a una institución plenamentenacional.

Cárdenas había heredado el partido político construidopor el maxirnato. Se trataba de un conglomerado de caciquesy jefes del ejército con tropas a su mando, más que de unpartido como los europeos. La lealtad era obviamente indivi­dual y por tanto inorgánica y no realmente nacional. Cárde­nas pudo eliminar a Calles como factor político porque teníael poder en sus manos, ya que contaba con la lealtad de unbuen número de caciques y jefes del ejército; pero al mismo

tiempo, porque se apoyaba en una base popular. Esta,resultado de su política sindical y agrarista, no la habíatenido hasta entonces ningún presidente.

El siguiente paso lógico era la reforma del partido oficia!.Su reorganización por sectores no fue meramente por decre­to, aunque en el caso de los militares hubiera sido relativa­mente fácil hacerlo de ese modo. Ingresan al partido loscampesinos y los obreros porque la política gubernamentalha propiciado su participación efectiva y organizada. Ingre­san, además, después de haber sido politizados o conmovidospor los triunfos -aunque parciales- frente a los patrones, ypor la recepción de la tierra. El resultado fue la creación deun instrumento de integración nacional no sólo organizadosino políticamente coherente.

Ambas políticas, y la renovación del partido, incrementa­ron la cohesión social de manera inmediata, que fue fortale­cida, a su vez, por las políticas indigenista y educativa. Estaúltima se combinó, en varias ocasiones, con la reformaagraria; una demostración de la importancia dada a laeducación en el periodo que nos ocupa se halla en el hechode que entonces disminuyó más el analfabetismo que cuandola famosa campaña de alfabetización de Avila Camacho.

La acción del poder público y el incremento de lacohesión social, tanto en sus aspectos organizativo comocultural, aumentaron la legitimación del régimen. Este au­mento se reflejó, a largo plazo, en la estabilidad política delpaís, sólo justificable en términos de transformaciones socia­les profundas y efectivas, y no como un valor por sí misma.

Es evidente la similitud de la política anterior con la quese intenta llevar al cabo en muchos países del actual mundoen desarrollo. Como sucede actualmente en Perú, en Ceilán oen Guinea, la creación de un aparato político nacional debeir acompañada de reformas estructurales. Por el contrario, losfracasos de Sukarno, Nkrumah, y Obote, demuestran que noes posible establecer un partido político para gobernar a unpaís sin que la membrecía esté politizada, satisfecha aunquesea parcialmente, que sea organizada y efectiva, y no mera­mente de membrete.

La reestructuración interna de la base popular fortalecióla posición del país ante el exterior y favoreció la aplicaciónde medidas para combatir los efectos de la crisis de 1929. Esindudable que hay una conexión inmediata entre la crisiseconómica mundial y el radicalismo del régimen cardenista.El simple hecho de que se haya adoptado un Plan Sexenal en1933 indica una desconfianza hacia los métodos occidentales.Por lo demás, el programa de obras públicas emprendidodurante el régimen en nada se diferenciaba, si acaso en lapoca magnitud de sus recursos, de los desarrollados entonces

.21

Page 24: I LAZARO CARDENAS

en países como Alemania, Estados Unidos e Inglaterra. Setrataba de una política internacional para combatir el desem­pleo.

. Las obras hidráulicas realizadas bajo el cardenismo tuvie­ron un carácter decididamente unificador. Tal como fueronproyectadas se les configuró como instrumento de integra­ción regional. Se trataba de actuar por encima de lasjurisdicciones de los gobernadores para evitar las inevitablesrencillas y choques por distribución de recursos. Las conse­cuencias estabilizadoras de los programas fueron a largoplazo.

Otro de los instrumentos del cardenismo fue el uso de lasnacionalizaciones, particularmente observable en relación a lareforma agraria. Las nacionalizaciones en gran escala fueroniniciadas en este siglo por los soviéticos; pero con recursosmucho menores, la nacionalización más importante del mun­do en desarrollo fue la mexicana del petróleo en 1938.Aunque la expropiación del petróleo boliviano precedió a ladel mexicano, su impacto fue de menor importancia debidoal poco monto de las inversiones y a la transacción final quenulificó la medida.

La nacionalización del petróleo no fue derivada de unconflicto internacional sino del desarrollo de procesos refor­mistas internos. Cosa semejante ha sucedido con las realiza­das por Nasser en Egipto, por Allende en Chile y por elrégimen militar de Velazco Alvarado en Perú. Aunque losejemplos podrían multiplicarse, basta señalar que los cuatroaquí presentados se efectuaron en estructuras sociales disími·les, cuyo máximo común denominador es el del subdesarro·110. Política de nacionalizaciones que inevitablemente llevó aconflictos de orden internacional.

Lázaro Cárdenas: polz'tica exterior

A pocos días del ascenso de Cárdenas al poder en diciembrede 1934, acontece el incidente de Wal Wal en la frontera dela Somalia italiana y Etiopía. Mussolini utiliza el choquefronterizo como un pretexto para iniciar una campaña queculminará con la conquista de Etiopía, a pesar de losesfuerzos realizados en defensa de su país por la cetrina ypatética figura del emperador Haile Selassie en todos losforos internacionales del orbe. Así, la política internacionaldel periodo cardenista se inaugura con el primero de losatentados que el nazifascismo asestó al mundo extraeuropeo.El régimen italiano es más "modesto" que el de Hitler; no seatreve por lo pronto a enfrentarse con los países de su órbitacercana, que le pueden responder. El suyo es un tipo deagresión alevosa, que prefigura lo que se hará a España

después de 1936 y que tipifica muy bien al irracionalismo deque harán gala las después denominadas potencias del Eje.

El incidente de Wal Wal es importante porque con élItalia lanza un desafío a la comunidad internacional semejan·te a los ya producidos por sus congéneres, Japón y Alema·nia, pocos años antes. Para entonces Japón es dueño absolu·to de Manchuria y sé apresta a intervenir en el resto deChina. Alemania, por su parte, no se ha quedado atrás: se harernilitarizado, ha suprimido la oposición interna y renuncia·do, en 1933, a participar en la Sociedad de Naciones.7

La carrera acelerada que llevaría al abismo de la SegundaGuerra Mundial es el contexto de toda la época cardenista.Hoy día, acostumbrado el hombre posnuclear, como 10está, a la amenaza del. holocausto fmal, tanto que enocasiones ni presta atención a las dimensiones reales de lascrisis internacionales, las acciones in crescendo del nazifascis·mo parecen tener menos relevancia de la que tuvieron. Unsólo ejemplo contemporáneo basta: el bloqueo de Cubaordenado por Kennedy en 1962 constituyó uno de los másflagrantes casus belli en la historia moderna, y sin embargose diluyó por el espectro de la amenaza nuclear mundial. Pormucho menos que eso, por la simple ejecución de unarchiduque decadente, se originó la primera gran guerra deeste siglo. Qué decir de las innumerables agresiones, invasio­nes y conquistas del Eje, que se sucedieron por ocho largosaños, de 1931 a 1939, hasta que al fm se provocó el choquedefmitivo.

Como lo testimonian Isidro Fabela y Manuel Tello, dos delos representantes de México en la Sociedad de Nacionesdurante esa época, la política gubernamental fue constante­mente coherente en ese organismo.!! Tello relata cómo lasinstrucciones fueron inicialmente las de apoyar todas lassoluciones pacíficas posibles; cómo en forma gradual se llegóa la denuncia abierta de la agresión italiana, y fmaImente, ala concurrencia con el acuerdo general de imponer sancionesa Italia. Y el representante de México fue presidente delcomité sobre el posible embargo de petróleo a Italia. En estaactitud del gobierno del país se advierte su militancia abiertaen contra de la agresión y de·cualesquiera otra amenaza a lapaz mundial. Por los testimonios existentes, es claro quecompartía, con el neutralismo contemporáneo, la idea de queel máximo organismo internacional era una de las mejoresmaneras disponibles para contrabalancear el poder de lasgrandes potencias. De ahí su fe en la eficacia de la accióncolectiva.

La actitud cardenista se defme mejor si se analiza a la luzde sus antecesores bajo el maximato. México ingresa a laSociedad de Naciones en 1931. No había participado antes

Page 25: I LAZARO CARDENAS

debido a que Wilson lo había excluido explícitamente cuandola constituciÓn del organismo, alegando como motivo lasacciones armadas y la lucha política de la RevoluciónMexicana. Ya en la Sociedad, México no se distinguióparticularmente en ocasión de la conquista de Manchuria porel Japón; se limitó a seguir el consenso general de los otrosmiembros. Si acaso mostró interés fue por razones de inerciahistórica: en el conflicto de la Leticia entre Colombia yPerú, cuyo arreglo fue negociado por un comité presididopor el representante de México; y en el del Chaco, cuyaetapa fmal correspondió ya al régimen cardenista.9

La actitud antifascista fue constante y sin tregua. Encon­tró su expresión máxima en ocasión de la mal llamada guerracivil espafiola, término que si bien define lo que fue a suscomienzos, oscurece su carácter de conflicto internacional,mayormente determinante en el triunfo franquista, por laayuda que recibió de Mussolini y Hitler, en ese orden. Elapoyo y la ayuda con armas a la República fueron otorgadospor México de manera similar al que dieron innumerablespaíses africanos al gobierno constituido de Nigeria durante lareciente lucha contra Biafra.

A la idea de la acción colectiva como medio de equilibrarla prepotencia de los poderosos y asentar la paz mundial, no

t:~... ~¡ I

~

,\-- 41\ t-

Ji '-. ':~~'.. -~ ... \; ~

se oponía la militancia antifascista. Por un lado, la militanciase atemperaba, como se verá más adelante, por los interesespropios de México; por el otro, la fidelidad a los principiosexigía demostraciones claras de congruencia. Esta fidelidadque quedó demostrada cuando, en ocasión de la guerra entrela Unión Soviética y Finlandia, y a pesar de que aquel paíshabía sido, con México, el único en actuar decididamente enfavor de la república espafiola, Cárdenas envió un mensajeoficial a Finlandia que a la letra decía:

Finlandia merece consideración por parte de las :lacionescivilizadas que también viven en el seno de las institucio­nes democráticas. Es ilógico y contrario a la dignidadhumana que países de esta calidad superior no puedandisfrutar pacíficamente de los beneficios de su adelanto yde su amor a la libertad. Ante la agresión de que esvíctima el pueblo finlandés, el pueblo y el gobierno deMéxico le expresan su cordial simpatía.! oEn la posición descrita se observa un activismo político

inusitado para México, y quizá sólo comparable con lanegativa juarista a pagar la deuda pública a las naciones quehabían reconocido a Maximiliano. El activismo se emparentaa la posición internacional de los neutralistas actuales: contrala actitud de apaciguamiento del nazifascismo adoptada porlas grandes potencias europeas, particularmente Inglaterra yFrancia, era necesario, según las directrices de la políticainternacional mexicana del periodo, oponerse a la agresión demanera constante, reiterada, con objeto de preservar la paz.

Otra demostración del cambio del carácter defensivo de lapolítica exterior mexicana obedece a que las iniciativastomadas durante el cardenismo (dentro y fuera de la Liga)difieren sustancialmente de las efectuadas, no sólo por lospaíses latinoamericanos, sino por los propios Estados Unidos.Su anticolonialismo. similar al neutralista, se evidencia en elapoyo a Etiopía y España y más cerca, en las manifestacio­nes de solidaridad y ayuda a Bolivia, Cuba y Chile, conmotivo de diversos actos de soberanía interna, tanto políticacomo económica, que motivaron crisis con los interesesextranjeros.

Si el contexto internacional de aquel sexenio tiene innu­merables puntos de contacto con el ambiente político bajo elque se ha desarrollado el actual neutralismo, cosa similarsucede con la política exterior mexicana de entonces respec­to a la seguida ahora por los países neutralistas. La militanciaantifascista no significó un acercamiento ni con los otrospaíses capitalistas de Europa y América, ni con la UniónSoviética. Si se hiciera una gráfica, se vería la gran variabili·dad de los acercamientos mexicanos a diferentes potencias yque éstos se realizaron, cuando menos, en dos dimensiones.

Page 26: I LAZARO CARDENAS

Los puntos de fricción con Estados Unidos se suscitaron apoco de la ascención de Cárdenas. Dada la estructura depen­diente del país, tanto las huelgas como el reparto agrarioprovocaron enfrentamientos inmediatos con los interesesextranjeros, particularmente con los norteamericanos. Lasempresas estaban acostumbradas a solicitar, y conseguir, elapoyo de sus gobiernos, y su fuerza había prevalecidoíntegra en lo sustancial.

Primero las fricciones se deben al reparto de tierras, peroen ese caso se trataba de una política nacional que afectabaa intereses mexicanos y extranjeros por igual. Las tierrasexpropiadas se añaden a la lista de reclamaciones internacio­nales pendientes contra el gobierno. Cárdenas rechaza dehecho los Tratados de Bucareli, particularmente por lo quese refiere a los principios. En el área industrial, injerto delexterior, se efectúan enfrentamientos similares, que multipli­can la actividad de ambas cancillerías. Las relaciones con losEstados Unidos obligan al cardenismo a buscar otros merca­dos y otras fuentes de abastecimiento; de la misma maneracomo sucedió después en la India y Egipto, por ejemplo, seaprovecha la competencia entre las grandes potencias y susdeseos de expansión, para lograr ventajas en beneficio delinterés nacional mexicano.

Usualmente se señala que el comercio con los países deleje, y en concreto con Italia, se debió al deseo y a lanecesidad de romper el bloque que las compañías petrolerasintentaron imponer al país a raíz de la expropiación. Peroesta explicación tiene su origen en el deseo de subrayar unacongruencia absoluta en el antifascismo cardenista. En reali­dad, los tratos con Italia y Japón antecedieron a la expropia­ción: eran decisiones políticas que respondían a interesesconcretos del régimen y no a directivas basadas en lineamien­tos ideológicos.

La expropiación petrolera de Cárdenas tuvo una resonan­cia directa en los actos gubernamentales de los neutralistasposteriores. Su importancia radicó no tanto en el monto de

los intereses expropiados, sino en el significado que teníacomo ejemplo político para naciones con similares estructu­ras dependientes. El caso de México estuvo presente en lamente de Nasser cuando nacionalizó el canal de Suez, y sepodrían multiplicar los ejemplos con toda facilidad.

Quizás como conclusión fmal, y provisional, del presenteartículo, se podría retener que el no alineamiento cardenistase derivó de la problemática interna de México. Que·en laactualidad una política similar no ha ayudado por sí misma ala mayor parte de los líderes neutralistas a conservar sunoder. Por el contrario, su militancia en asuntos externos haacelerado su caída, cuando se ha combinado con la inefica­cia, la corrupción y la falta de equidad gubernamental en sustratos con la población. Ejemplos evidentes se encuentran enlos casos de Sukarno, Nkrumah e incluso Ben Bella,para nomencionar más que a tres de los más releVantes. El casoNasser fortalece este juicio cuando se considera que surenuncia no fue aceptada a raíz de la fotunda derrota árabeen la Guerra de los Seis Días, que tanto contribuyó aalimentar y desatar. La política cardenista de apelar a lasorganizaciones de traoajadores implica un populismo muysemejante al que sustentan, o dicen sustentar, líderes comolos mencionados. Sin embargo, tal llamado no encontrarárespuesta si no se basa en una política efectivamente popu­lar. La independencia en asuntos externos funciona en tantoque corresponde a soluciones reales y orientadas, en verdad,socialmente. La solución de las necesidades internas siguesiendo lo más importante para la estabilidad y supervivenciade un régimen, pese a todos los intentos contemporáneos deapoyar a regímenes de injusticia con ayuda militar en granescala.

NOTAS1. P. Lyon: Neutralism, L. V. Press, 1963, p. 172. Ibid, p. 623. l.E. ~lack (ed): Foreign policies in a World o[ Cluznge. Nueva

York, Harper & Row, 1963, pp. 481482.4. O. Guitard: Bandung y el despertar de los pueblOf colonÍllles.

Buenos Aires, Eudeba, 1962. pp. 47~8.5. Véase por ejemplo V. Marrama: Saggio sullo wiluppo dei

paesi a"etati. Milán, Einaudi, 1963, 3a. edición, caps. 3 y 4.6. Puede verse como referencia, entre muchos otros a H.L.

Cline: The United States and Mexico. Nueva York, Atheneum Press,1963, pp. 215-247.

7. A. Z. Rubinstein: The Foreign Policy o[ the Soviet Union.Filadelfia, V. of P. Press, 1965. pp. 442-446, y caps. 3 y 4.

8. En Foro Internacional, VI: 2-3 (oct. 1965-marzo 1966), pp.358-382.

9. I. Fabela: Cartas al presidente Cárdenas, México, S.P.E., 1947,p.3.

10. Ibid.

)

Page 27: I LAZARO CARDENAS

-

EL. TESTAMENTOPOLITICO DE· CARDENAS*

• Discurso pronunciado por el general Lázaro Cárde­nas en lrapuato, el 20 de noviembre de 1969, en ocasiónde conmemorar el aniversario de la Revolución Mexicana.El título, como es evidente, es puesto por la redacción deesta revista: pensamos que se justifica porque fue esa una

de las últimas ocasiones en que el ex presidente mexicanose refirió públicamente a los asuntos del país. De su finapercepción para ponderar la situación reciente de la Re­pública, la claridad en la exposición de los problemas yla honestidad de su palabra juzgará el lector.

Page 28: I LAZARO CARDENAS

Agradezco muy sinceramente al honorable ayun­tamiento de Irapuato, al Departamento de AcciónCívica y Cultura Deportiva y a los sectores socia­les de esta progresista ciudad, su cordial invitaciónpara acompañarlos en los actos conmemorativosdel LIX Aniversario de la Revolución Mexicana.A la vez, deseo felicitar a las instituciones orga­nizadoras y al pueblo de Irapuato por su elevadoespíritu cívico y por la unidad y el entusiasmo conque celebran esta fecha, perdurable por su signi­ficación histórica.

Heredera del movimiento de independencia queiniciaron los próceres Miguel Hidalgo y Costillay José María Morelos y Pavón, y consumada porel invicto general Vicente Guerrero; heredera tam­bién de la Reforma y la guerra contra la interven­ción extranjera que simboliza el Benemérito Be­nito Juárez, la Revolución Mexicana recogió lasideas republicanas y de libertad e independencia,ampliando los horizontes patrios en la democra­cia que propugnó el presidente mártir FranciscoI. Madero, y en los pronunciamientos sociales deameritados elementos revolucionarios.

El pueblo mexicano en armas luchó contra latiranía y el continuismo, la venalidad y la corrup­ción administrativas; contra las prebendas para laoligarquía nacional y extranjera. Luchó por la vi­gencia real de la democracia, la justicia y las liber­tades públicas; por la tierra para los campesinosy los derechos laborales para los obreros; por lamexicanización de la industria y el comercio.

La lucha fue larga, cruenta y complicada.La traición huertista y, más tarde, inevitables

disensiones entre revolucionarios dejaron en loscampos de batalla un alto saldo de sangre, de vi­das y bienes perdidos; de luto, hambre y desampa­ro para millones de mexicanos de condición hu~

milde, principalmente entre familias campesinas.Hecha la paz y con la Constitución como nor­

ma, el régimen de la Revolución restituyó el do­minio directo de la nación sobre sus recursos natu­rales; repartió la tierra, estableció las garantías

Page 29: I LAZARO CARDENAS

dia y superior que el régimen de la Revoluciónha creado e impulsado.

Paralelamente, subsiste el problema que parala economía del país representan las inversionesdirectas de capital extranjero que desplaza al na­cional en la industria y el comercio. También in­ciden negativamente sobre la economía el pre­dominio ilegal de capitales privados extranjerossobre los que aportan mexicanos para empresassupuestamente nacionales y, asimismo, las ne­gociaciones que operan bajo falso patrocinio decapital nacional por la acción antipatriótica demexicanos que encubren bajo su nombre la pro­cedencia foránea de los recursos financieros queaquéllas manejan.

Además de que descapitalizan al país, estos fe­nómenos mediatizan los esfuerzos de los empresa­rios mexicanos y, en cierta medida, los que se hanhecho en favor de la independencia económica. Ytienden a agravarse cuando existe colusión de po­derosos intereses nacionales y extranjeros con losde representantes del sector público distantes delos objetivos nacionalistas de la Revolución Mexi­cana e indiferentes ante la existencia de la Ley deResponsabilidades de los Funcionarios Públicos.

La acumulación de riquezas por parte de mino­rías es contraria al propio ideario de la Revolu­ción. y en tanto no existan sanciones legales quese cumplan con precisión contra el lucro desme­dido que minorías practican impunemente, conti­nuará lesionándose la fisonomía del régimen de laRevolución.

Estos y otros hechos vulneran la aplicación dela justicia, ya que ante el poder del dinero y de lasinfluencias burocráticas, aquélla se deforma ytuerce en los bufetes y las salas de los tribunalespor quienes manejan la ley sin escrúpulos, viendosolamente su propia conveniencia.

Para superar desviaciones acumuladas que seríaocioso atribuir a determinadas administraciones,y seguir de lleno por los cauces revolucionarios,

,

/

Page 30: I LAZARO CARDENAS

además de propiciar la equilibrada distribucióndel ingreso, de mexicanizar los principales resor­tes de la economía explotando los recursos natu­rales y las industrias básicas en beneficio del país;de reintegrar en manos mexicanas las tareas detransformación industrial y de distribución co­mercial, sería menester reivindicar la acción de lajusticia para consolidar los actuales y futuros lo­gros revolucionarios. Una justicia destinada acumplir su función de proteger al débil frente alpoder del más fuerte y a disminuir continua y con­sistentemente las distancias económicas y socialesque separan a los diversos sectores y clases quecomponen la colectividad nacional.

Al cobrar la justicia su verdadero significado,dejaríamos de presenciar que los campesinos seanvíctimas de despojos de tierras que recibieron hacemás de veinte años. Ni veríamos que por simpleserrores burocráticos o defectuosas informacionesque sobre linderos y colindancias reciben los cam­pesinos, éstos ocupen tierras ajenas creyéndolassuyas y sean objeto de sanciones económicas o dela pérdida de su libertad por una equivocaciónajena. Si se impartiera estricta justicia se evita.;rían también otras anomalías como las que come­ten los concesionarios de bosques con ejidatariosy comunidades indígenas que han carecido de pro­tección.

La libertad es la primera condición de la justi­cia. A su amparo, la libertad de pensar, de hablary escribir, la libertad de acción política de los or­ganismos y grupos de la oposición contribuyen avitalizar la práctica de la democracia, a depurarla acción de los gobernantes y a vigorizar la auto­ridad moral del régimen.

Aun ciertos excesos en el uso de las libertadesse pueden comprender y ponderar en considera­ción de que provienen de la inmadurez cívica dela ciudadanía y, asimismo, del relativo desarrollode los partidos políticos, los que, por una u otracausa, no han podido incorporar a la militanciaorganizada a vastos sectores de la población. Es

Page 31: I LAZARO CARDENAS

de esperar que el derecho al voto otorgado por laadministración actual a los jóvenes de 18 añosestimule el espíritu cívico y la organización políti­ca de la juventud.

Los avances obtenidos en el ejercicio de las li­bertades públicas y de los derechos ciudadanosson modestos en relación con la madurez que elpaís ha cobrado en otros órdenes de la vida nacio­nal, y es sano y conveniente reconocer esta rea­lidad con espíritu autocrítico, revolucionario.

Vivimos en ~a época de inconformidades, enuna atmósfera revolucionaria de dimensiones uni­versales en que todo se pone a juicio, lo mismolos conceptos filosóficos tradicionales que los mé­todos de aplicación de las ideas más avanzadas.Estas reconsideraciones se plantean al influjo deuna fuerte corriente liberadora que sacude la con­ciencia de los pueblos de todas las razas y latitu­des, y en la que convergen religiosos de los másvariados credos y jerarquías, estadistas, científi­cos, escritores y artistas y representantes de ten­dencias políticas y sociales disímiles, para rescataral hombre y a las naciones débiles de la explota­ción. Inspirada en un nuevo humanismo, esa po­derosa corriente persigue satisfacer las necesidadesmateriales y espirituales y las tendencias naciona­listas de los pueblos en el respeto a las libertadesindividuales y a su auténtica y real autonomía; yque, en la paz, la ciencia y la técnica sirvan alhombre en vez de esclavizarlo o aniquilarlo.

En nuestra América, la corriente liberadora re­percute con señalada violencia involucrando a losjóvenes que, con razón, consideran· tarea primor­dial el logro de la independencia económica de susrespectivos países; mostrándose sensibles a cual­quier cambio positivo de sus gobiernos en esa di­rección, y estableciendo alianzas múltiples conlos sectores dispuestos a defender al pueblo de laexplotación oligárquica e imperialista.

Entre éstas, tiene especial signilicación la alian­za inusitada con clérigos católicos que, imbuidos

Page 32: I LAZARO CARDENAS

de verdaderos sentimientos humanistas, han levan­tado su voz y luchan para liberar social y nacio­nalmente a los pueblos latinoamericanos.

Dentro del marco de cambios y convulsionesuniversales, México no puede ser una excepcióny, tomando en cuenta las condiciones específicasde nuestro medio, habría que penetrar en las cau­sas locales de la inconformidad de la juventudmexicana para comprender y compartir sus in­quietudes, y estar en disposición de examinar conatención y respeto las críticas que hace de la so­ciedad contemporánea, acogiendo con ánimo au­tocrítico las que lanza contra las herencias nega­tivas que los adultos les hemos legado.

En realidad es ella, la juventud, la destinada aacelerar la Revolución renovando los cuadros di­rigentes y los métodos de acción política; incor­porando al pueblo a las discusiones y decisionespúblicas; revitalizando el movimiento social y lademocracia interna en las organizaciones obrerasy campesinas; participar en el estudio de una re­forma educativa que esté más ligada al desarrolloeconómico del país y a los principios sociales dela Revolución; dar nuevo impulso a la ReformaAgraria evitando la existencia de latifundios yorganizando debidamente al ejido para lograr elaumento de la producción agrícola en forma quepermita elevar las condiciones de vida de la po­blación rural; propugnar mayores beneficios asis­tenciales, de salubridad y seguridad social para lapoblación necesitada; canalizar las finanzas hacialas actividades productivas; mexicanizar las ramasfundamentales de la economía y mantener la po­lí~ica internacional que ha dado prestigio a Mé­XICO.

Estas responsabilidades cuestan dedicación y es­fuerzo. Al tomarlas, la juventud tiene un campoilimitado de acción política, económica, social ycultural para propiciar éstas y más elevadas metasrevolucionarias, especialmente si a su entusiasmoy vitalidad añade su decisión de organizarse y de

Page 33: I LAZARO CARDENAS

trabajar permanentemente en favor de objetivosque concuerden con la realidad mexicana.

Considero ocasión propicia de hacer un parén­tesis para referirme a una falsa información quecircula en un folleto dedicado a la juventud, y quereproduce palabras supuestamente mías pronun­ciadas ante los agrónomos de la Escuela de Agri­cultura de la Universidad de Guadalajara, quetuve el honor de apadrinar en el mes de agostopasado.

En esa, y en otras publicaciones anteriores, sedice que en charla con ellos, me referí a los estu­diantes que participaron en el movimiento del añopasado como una juventud compuesta por grupos"sin organización, sin cerebro y sin conciencia".

La verdad es que jamás me he manifestado enesa forma de la juventud: He dicho, y lo repito,que los jóvenes que desean militar política y so­cialmente necesitan organizarse, desarrollar unaacción persistente, fortalecer su conciencia políti­ca y de clase y empeñarse en interpretar los pro­blemas nacionales e internacionales con criterioobjetivo y revolucionario.

Las lagunas y fallas que se observan en la vidapública de México no son imputables al régimende la Revolución, sino a las debilidades y preva­ricaciones de sus hombres. Ni son inculpables aun solo hombre, por alta que sea su representa­ción. Las deformaciones también se derivan de laindiferencia de la ciudadanía que se abstiene decumplir con sus obligaciones políticas. Además,responden a características del sistema en que vi­vimos, las que habrán de transformarse resuelta,dinámica y pacíficamente.

y de esta fiesta en que se celebran los logrosobtenidos hasta hoy, que e120 de noviembre sirvapara confirmar el reconocimiento de una deudaque todos tenemos con los que cayeron en la lu­cha revolucionaria y de un compromiso de liber­tad, justicia y democracia social ante las nuevasgeneraciones.

Finalmente, quiero manifestar que los viejos

revolucionarios desearíamos que esta memorablefecha de la Revolución Mexicana, a cuyo régimenel pueblo .le ha prestado su apoyo moral y mate­rial y por el cual el país ha disfrutado de un largoperiodo de paz, desearíamos, repito, que el ani­versario que se. conmemora hoy fuese un estímulode alegría general abriendo las puertas de la li­bertad a los hijos y padres detenidos por hechoscircunstanciales, cuyas consecuencias todos losmexicanos deploramos.

Consagrar esta fecha a un acto en que se ma­nifieste la tolerancia del régimen con base en lafortaleza y estabilidad de sus instituciones, seríauna de las más benéficas conmemoraciones delaniversario de la Revolución Mexicana. Así el, . , ,palS segwna su marcha con mayor celeridad en sudesarrollo económico, cultural y social con me-nores problemas internos. .

Por otra parte, debemos todos empeñarnos por.que se destierren las pasiones políticas y, sin men­gua de personales credos e ideologías, unir es­fuerzos para un fin común que a todos interesa:resolver las necesidades ingentes de todo orden, delos sectores populares de la nación mexicana im­primiendo a nuestra acción una mística, l~ deengrande.cer nuestra patria.

Las condiciones del país son propicias paralograrlo a pesar <le las provocaciones exterioresque han dado oportunidad a México para obrarcon dignidad, apoyado en la razón y la justicia,actitud esta que han visto con beneplácito las na­ciones que sufren el peso de los países poderosos.

Doy las gracias más cumplidas al señor gober­nador constitucional de esta histórica entidad fe­derativa, . licenciado Manuel M. Moreno, a lasautoridades municipales y a las instituciones cí­vicas y educativas de liapuato y a todas las per­sonas que se han servido acoger amistosamente mipresencia entre ustedes.

Lázaro Cárdenas del Río.

Irapuato, Gto., 20 de noviembre de 1969.

Page 34: I LAZARO CARDENAS

,.

....:". .: .~~. ..~~. '. ; ..,:. /1

.,.~ ;, .....:"........... , f. ••

.... ......: ~~. ......

..,~ :i!'" .~.\'\.:...--'"

"ll.'..'.

r ....~~,.

IJ •. ·t

:

Page 35: I LAZARO CARDENAS

LOS COMUNISTASy EL REGIMENDECARDENAS

I.

Después de ser nombrado candidato presidencial del PartidoNacional Revolucionario con el respaldo del general PlutarcoEüas -Calles, el general Lázaro Cárdenas tenía su victoriaasegurada para las elecciones de 1934. Sin embargo, elsuprimido Partido Comunista de México participó en la luchaelectoral bajo la bandera del Bloque Obrero y Campesino; el2 de abril de ese año Hernán Laborde, secretario general delPéM anunció que había sido nombrado candidato del Blo­que; simultáneamente denunciaba el programa del PNR comouna simple copia de los programas hitleristas y del New Dealde Roósevelt. Aun declarando que la elección sería una farsa,justificaba su candidatura porque daba una oportunidad paradifundir la ideología del Bloque. Durante la campafia acusó aCárdenas y a otros dos candidatos de estar apoyados por laburguesía y la clase terrateniente, y de buscar el favor delpresidente de los Estados Unidos.

Después de su arrolladora victoria en las urnas Cárdenastomó posesión el 30 de noviembre de 1934, y casi inmedia­tamente después el país padeció una ola de huelgas quealarmó grandemente a los hombres de negocios. El nuevopresidente declaró a los periodistas, el 25 de enero de 1935,que las huelgas debían verse "como una simple m:mifestacióndel estado de injusticia en el que algunas compafiías mante­nían a los trabajadores. .."

Desde el principio de su gestión, Cárdenas había tratadode unir las diferentes agrupaciones obreras en una únicaconfederación, como medio para facilitar la ejecución de suprograma revolucionario y para fortalecer su régimen. Sinembargo, a través de la Confederación Sindical Unitaria deMéxico, los comunistas buscaban el control de las organiza­ciones proletarias no comunistas y trataron de reforzar elpoder del PCM hasta el punto de conseguir la caída delnuevo presidente; se negaban a reconocer diferencias funda­mentales entre Cárdenas y los peleles de Calles que le habíanprecedido, y continuaba repitiendo que "ni con Calles ni conCárdenas"; incluso cuando el gobierno decidió legalizar laexistencia del PCM, denunciaron su actitud como demagogiaizquierdista.

Al fm, cuando a mediados de junio de 1935 las declara­ciones de Calles contra la proliferación de las huelgas hicie­ron temer el derrocamiento del gobierno carderiista, laConfederación Sindical Unitaria de México (CSUM) se unió alas otras organizaciones de trabajadores para sostenerlo yfu:mar un pacto de solidaridad. Se estableció, por ese acuerdo,un Comité Nacional de Defensa del Proletariado, con la misiónde ocuparse de los conflictos intersindicales y de garantizar la

protección de los derechos de los obreros., incluso por unahuelga general si fuera necesario. Se encargó también al Comitéla convocatoria de un Congreso Nacional de Obreros yCampesinos que tendría por fin crear una organizaciónproletaria única.

A fmes de junio de ese afio, ellerna "Ni con Calles ni conCárdenas" se cambió a "Con Cárdenas no, con las masascardenistas, sí", lo que no implicaba cambio de actitud delPCM hacia el presidente. La Confederación General deObreros y Campesinos de México y los trabajadores ferroca­rrileros hicieron público que avalaban la política cardenista yla del PNR, el 2 de agosto de 1935, Y provocaron unarespuesta editorial en el órgano oficial del PCM que denun­ciaba esas declaraciones como "vicio reformista" y asentabaque las relaciones con el gobierno tendían a restringir laindependencia de los trabajadores. Para el editorial, oponersea Calles no implicaba apoyar a Cárdenas: "La independenciaes necesaria para aumentar la conciencia de clase del proleta­riado, porque mientras continúe pensando· que es el generalCárdenas quien puede aliviar la situación de las masastrabajadoras. .. la clase obrera no puede comprender sumisión histórica; nunca podrá organizarse y preparar susfuerzas para la destrucción violenta del régimen capitalis­ta..." Coincidiendo con la publicación de ese editorial, sinembargo y significativamente, el Séptimo Congreso de laInternacional Comunista anunciaba en Moscú una nuevalínea.

Il.

Sobresaltado por la destrucción del movimiento comunistaalemán a manos de Hitler, y alarmado por el resurgimientodel poder militar en Alemania, Stalin entendió que la olacreciente del fascismo era el resultado de los esfuerzos delcapitalismo por salvarse, para lo cual acudía al despojo de losobreros y preparaba un asalto imperialista a la Unión Soviéti­ca. En consecuencia, George Dimitrov dirigió, el 2 de agostode 1935, un comunicado al Séptimo Congreso de la Interna­cional Comunista en el que apelaba a los partidos comunistasdel mundo para que organizaran frentes populares contra elfascismo y el imperialismo. Estos debían estar fonnados poruniones obreras, ligas campesinas, agrupaciones juveniles,organizaciones femeninas y partidos políticos de izquierda ycentro.

En el discurso que Laborde dijo ante el Séptimo Congresoen Moscú hay indicaciones de que los comunistas mexicanostomarían una nueva actitud frente al gobierno del presidenteLázaro Cárdenas. Ahí Laborde se refirió a "nuestra posición

Page 36: I LAZARO CARDENAS

I

'11I¡l'11

~JI1II,

ante el reformismo nacional, el PNR y el gobierno deCárdenas, que es sostenido por la gran mayoría de lostrabajadores y de la pequeña burguesía" y declaró que "sinresolver este problema no podremos aplicar la directiva quese refiere al Frente Popular, que la delegación mexicanaacepta totalmente y sin reservas". Acerca de la línea asumidapor el PCM en relación al rompimiento reciente entreCárdenas y Calles con motivo de la proliferación de huelgaspor los sindicatos mexicanos, Laborde admitía que

no veíamos sino una lucha de facciones complicada por larivalidad de intereses económicos entre dos pandillas conel fin de acabar con las luchas de las masas y tranquilizaral país en beneficio del capital extranjero y sus aliadosnacionales. Colocábamos a Cárdenas en el mismo planoque Calles y nos limitábamos a decir a las masas "Ni conCalles ni con Cárdenas", afirmando que ambos estabancontra el proletariado. Esa postura era equivocada.Laborde pescó rápidamente la significación de la línea

marcada por el Comintern, pero los jefes comunistas de casatardaron en adaptarse a la nueva situación: varias semanasdespués del discurso de Dimitrov los artículos del periódicodel PCM, El Machete, seguían insistiendo en que el cardenis­mo no se diferenciaba mayormente del callismo. No fue sinohasta noviembre de 1935 que se pidió en voz alta el apoyodefinitivo al régimen de Cárdenas, cuando en el ComitéCentral del PCM se discutió una carta a los delegadosmexicanos que asistían a la reunión en Moscú. Esa cartaexplicaba que el Partido debería luchar por la consecusión delos objetivos del Frente Popular bajo el régimen de Cárdenas,y que debería presionar por el aumento de las demandaspopulares tanto como la fuerza del movimiento lo permitie­ra; decía que

... sabemos que la plataforma del Frente Popular sólopuede realizarse por un gobierno revolucionario popularque, aunque no sea un gobierno de obreros y campesinos,puede ser, sin embargo, un gobierno antirreaccionario yantimperialista, de Frente Popular, que empiece una ver­dadera lucha para minar no sólo las posiciones políticassino también las posiciones económicas del imperialismo,desarrollará todavía más la lucha de los campesinos por latierra, y creará por este camino las condiciones para laimplantación de la dictadura revolucionaria democráticade obreros y campesinos que a su vez pondrá las bases parala dictadura del proletariado y la construcción del socialis­mo.En otras palabras, el PCM levantaría un frente controlado

por él y usaría esa organización para dominar al gobierno.Ciertamente era un plan mas bien ambicioso para un partido

¡

que no contaba con más de unos cuantos miles de miembros.Sin embargo, el Partido confiaba mucho en su habilidad parainfluir sobre líderes obreros de izquierda, como VicenteLombardo Toledano.

Aunque se había enfrentado a los co~unistas mexicanosdurante varios años, Lombardo Toledano visitó en el veranode 1935 la Unión Soviética, como líder de la CGOCM, y ahíse entrevistó con Dimitrov, Laborde y otros dirigentes delComintern. Ya antes del regreso de Lombardo El Machetedecía que "estamos ciertos de que su llegada al país influiráperceptiblemente sobre el impulso a las luchas obreras yantimperialistas por la fuerza política y organizativa de lasmasas en su combate contra el imperialismo y la reacción".Con el apoyo del presidente, Lombardo Toledano buscaba launificación de todas las organizaciones laborales mexicanas,sin exceptuar a la CSUM de los comunistas; y a pesar de quealgunos grupos se opusieron, para febrero de 1936 se consti­tuyó la Confederación de Trabajadores de México de la queel propio Lombardo fue secretario general. Ese mismo mesuna delegación suya asistió al Congreso Constitutivo Nacionaldel Frente Antimperialista, tenido en México bajo el patroci­nio del PCM. Laborde insistió en el congreso que el FrentePopular no trataba de establecer un régimen soviético enMéxico, y que su objetivo era más bien la lucha contra elcallismo y sus aliados imperialistas que procuraban la inter­vención de los Estados Unidos para derrocar al gobierno deCárdenas. Por su p¡¡rte Lombardo, a nombre de la CTM,avaló los once puntos, del programa del congreso, aunquepidió otro congreso nacional que estableciera lo que éldescribía como ni un partido político ni una organizaciónobrera, sino una unión de diversos sectores de la sociedad,explotados por la bu:guesía nacional y el imperialismoextranjero.

En la sesión de clausura del congreso se nombró, paradirigir al Frente Popular, una comisión permanente con uncomité ejecutivo de catorce miembros. Cuáles serían lasfunciones de este comité fue una cuestión que provocó enlos meses siguientes una agria disputa entre el PCM y laCTM: según Laborde y sus secuaces, que eran mayoría en elcomité ejecutivo, éste constituía la jefatura de un FrentePopular Mexicano ya establecido; la mayoría de los líderesde la CTM sostenía en cambio que el comité se habíanombrado únicamente con el propósito de organizar otrocongreso, tal como había sido recomendado por Lombardo.El conflicto fue llevado a la primera reunión del ConsejoNacional de la CTM, donde el 15 de junio de 1936 ValentínCampa (representante de la Cámara Unitaria del Trabajo delDistrito Federal, controlada por comunistas) declaró que el

Page 37: I LAZARO CARDENAS

Frente Popular Mexicano se había organizado y. funcionaba,formado por grupos afiliados a la CTM, y que ésta debíaapoyarlo. Fernando Amilpa, como representante de la Fede­ración Regional de Obreros y Campesinos del Distrito Fe­deral, sostuvo sin embargo que los grupos afIliados a la CTMno reconocían al llamado Frente Popular Mexicano y que nole daría su apoyo a menos que lo decidiera así el ComitéNacional de la Confederación. Se aprobó también la proposi­ción de Amilpa de que lo más pronto que fuera posible la CTMconvocara un congreso nacional para formar el Frente Popular.

Pasaron los meses estivales de 1936 sin que se convocarael congreso, pero no por eso mejoraron las relaciones entre elpartido y la confederación. De lo agrio de su disputa esindicativa una declaración firmada el 11 de septiembre porAmilpa y otros líderes de la Federación Regional de Obrerosy Campesinos del Distrito Federal: en ella protestabanporque el PCM se aprovechaba del Frente Popular comomedio para adquirir fuerza sobre grupos no comunistas, eintentaba organizarlos en nuevas federaciones que sirvieran asus propios intereses; Amilpa y sus compañeros pedían, pues,que el Comité Nacional de la CTM repudiara todos los actosdel llamado Frente Popular Mexicano. En respuesta, elConsejo Nacional cursó el asunto a un comité de estudio, ysiguiendo las recomendaciones de éste votó una autorizaciónpara que el Comité Nacional de la CTM convocara a otrasorganizaciones políticas y sociales a unirse en la creación deun Frente Popular Mexicano que acogiera representantes delos sectores obrero, campesino y político. Este debía estarpor encima de sectarismos partidarios e ideológicos, apoyaríaúnicamente aquellas demandas que fueran aprobadas portodos los grupos políticos, y se abstendría de participar enpolítica electoral. Al especificar esto, el Consejo Nacionalresolvió que "El Frente Popular Mexicano luchará enérgica·mente contra el imperialismo, el fascismo y la guerra".Concluía que el comité organizador del Frente, dominadopor los comonistas, era innecesaria, pero que sería invitadopara formar el Frente Popular propuesto.

Como podría esperarse, Laborde y otros de los miembrosdel comit~ resintieron la declaración que lo considerabainnecesario; :..'n embargo aseguraron a Lombardo Toledanoen una carta del 27 de octubre que cooperarían con él. Elguía de la CTM dirigió a su vez una carta, fechada el 13 denoviembre, al PCM, al PNR y al Comité Nacional de UnidadCampesina invitándolos a participar con .la Confederación enun Frente Popular Mexicano y a adoptar una plataforma queapoyaría públicamente "todos los actos, leyes y programasdel gobierno progresista del general Lázaro Cárdenas quesignifiquen el mantenimiento de instituciones beneficiosas

para la clase obrera o que defiendan los intereses materiales,políticos o morales de la nación mexicana" A nombre delPNR y del Comité Nacional de Unidad Campesina respondie­ron Silvano Barba González, presidente del primero, y Este­ban García de Alba, secretario general del segundo, diciendoque esperaban que la propuesta fuera aprobada por elComité Nacional Ejecutivo del partido en su próxima sesión;alababan la iniciativa como "un paso firme en el importantey trascendental trabajo de unificación revolucionaria promo­vido con entusiasmo por el presidente de la República,general Lázaro Cárdenas..."

A pesar de tantos prolegómenos el Frente Popular Mexica­no no se materializó. A su fracaso contribuyeron sin duda lasfricciones habidas entre la CTM y el PNR con respecto a launificación de las ligas campesinas y la organización de losempleados federales, pues Cárdenas, temeroso de que Lom­bardo adquiriera demasiado poder, se resistía a que esos dosgrupos fueran controlados por la CTM. Igualmente contribu­yó la justificada aprehensión de los jefes de la CTM y delPNR por las tácticas y objetivos del Partido Comunista.

Si bien los voceros comunistas anunciaban su fervientedeseo de cooperar con otras organizaciones en el apoyo algobierno cardenista, continuaron atrayéndose la suspicacia yla desconfianza por su incesante actividad sobre los sindica-

Page 38: I LAZARO CARDENAS

tos, su intento de politizar a los miembros del PNR y suspresiones sobre diversos líderes para que realizaran unapolítica comunista. Basta leer las publicaciones del PCMpara comprender que la suspicacia era justificada: por ejem­plo, en El Machete en el que aparecía el texto de laaceptación del Partido a la invitación de Lombardo, aparecíatambién un artículo de Jorge Fernández que abiertamenteenunciaba que el objeto de conseguir el control de los gruposobreros claves era un primer paso para dominar a la Revolu­ción Mexicana:

Fundamentalmente, para conseguir la hegemonía sobre elproletariado en esta revolución, nuestro partido necesitaexpanderse en el estrato decisivo del proletariado, queconsiste en los trabajadores mineros y metalúrgicos, lostrabajadores ferrocarrileros, los obreros de petróleos, detransportes y portuarios, los obreros textiles, los trabaja­dores de los ingenios y los electricistas, así como losjornaleros del campo y los campesinos. Nuestro partidodebe entender que si no enraiza en esos sectores no habráposibilidad de movilizar a toda la clase obrera como laclase dirigente en la lucha económica, política y teóricaque permitirá al partido la dirección de la RevoluciónNacional.En la cuarta reunión del Consejo Nacional de la CTM se

decidió tomar medidas en contra de las organizacionesinfluidas por los comunistas y en contra de sus líderes.Lombardo Toledano expuso la naturaleza del Frente Popu­lar tal como había sido propuesto en Moscú, y agregó que"los camaradas comunistas de México no han entendido o noquieren entender el alcance histórico y la trascendenciarevolucionaria de la táctica del Frente Popular; tratan demoverse demasiado rápido dentro de la CTM; desean conse­guir el control; lo niegan, pero tal cosa es cierta porque loshechos no pueden esconderse". Hizo ver que por primera vezen la historia del PCM los comunistas habían tenido contactocon la clase obrera, a través de la CTM, y señaló consarcasmo que "los camaradas comunistas, con la actitudpsicológica de un nuevo rico, han venido a afirmar cosascontrarias a la realidad; por ejemplo, que ellos han creado lacrM y que el gobierno del presidente Cárdenas es progresistaporque el Partido Comunista lo vigila de cerca y lo inclinahacia la izquierda". Después Lombardo sostuvo que loscomunistas eran en la Confederación "más obedientes a lajefatura de su partido que a la disciplina sindical de lacrM..." Como paso siguiente el Consejo Nacional resolviódeponer a tres miembros comunistas de la CTM a menos queen un plazo de veinticuatro horas hubieran dado noticiaescrita de un boicot en contra de su reunión. Asimismo, se

concedieron quince días a aquellas organizaciones que habíanparticipado en el boicot para que expresaran su solidaridadcon la CTM: varias de ellas lo hicieron, pero los tresmiembros del comité se rehusaron y fueron depuestos.

III

Al mismo tiempo que las actividades del PCM provocabandiscordia en la crM y engendraban más diferencias queunión, se deterioraban también sus relaciones con el PNR.En un principio, este fenómeno se desarrolló a partir delintento que hizo el PCM· de obtener el endoso del PNR desus candidatos comunistas para las elecciones del congreso de1937. El 4 de septiembre de 1935, el Comité EjecutivoNacional del PNR había declarado que obreros y campesinostomarían parte activamente en asuntos políticos. Al mismotiempo se anunció que el solo hecho de pertenecer a una"unión revolucionaria" o a una comunidad ejidataria seríaconsiderado como una prueba de ser miembro del PNR. Amediados de marzo del año siguiente un tal Frente ElectoralPopular, organizado por el PCM en el Distrito Federal,anunció que Hernán Laborde intentaría ser nombrado candi­dato para diputado en representación del quinto distrito dela capital. Tal declaración hizo que el presidente del PNR,Silvano Barba González, declarara que los comunistas nopodrían ser nombrados candidatos del PNR aunque estuvie­ran identificados con organizaciones obreras o campesinas.Laborde fue entrevistado por un periodista de El Machete;cuando se le preguntó si continuaría su campaña a pesar dela oposición del PNR, respondió lo siguiente:

He aceptado el llamado que me hizo el Comité Centraldel Partido Comunista Mexicano. Esta resolución se basaen ·Ias recomendaciones de varias organizaciones obrerasimportantes, interesadas en tener en el Congreso unrepresentante en quien puedan confiar completamente; elPartido Comunista no podría hacer menos que responderal deseo de estos obreros...

Por lo tanto, la aceptación de mi candidatura no fueun acto personal, sino el cumplimiento de una resoluciónde mi partido, un acto de disciplina; y a pesar de lasconocidas declaraciones del Presidente del PNR, continua­ré en la lucha mientras tenga el apoyo de las organiza­ciones obreras.Sin embargo, la mañana del 11 de abril, no se permitió a

los delegados de grupos procomunistas del quinto distritoque participaran en la convención del PNR porque nopudieron mostrar una identificación adecuada. Así las cosas,los seguidores de Laborde hicieron su propia convención y

(

Page 39: I LAZARO CARDENAS

)

anunciaron su candidatura. Después, en una carta dirigida ala comisión permanente del Congreso Nacional, el FrentePopular Electoral explicaba que las credenciales de 83 delega­dos, que representaban 10 449 votos, habían sido entregadasa la secretaría general del PNR por el comité ejecutivo de laCámara del Trabajo Unitaria del Distrito Federal, desde el 3de abril, y que no habían sido regresadas. En razón de eso sepedía que la convención del partido, referente al quintodistrito, debía invalidarse y que el PNR debía dejarlo vacantey respetar el voto popular en las elecciones de julio. Tambiénse tomaron medidas semejantes en relación a otros candida­tos comunistas: Hernán Escalante en el cuarto distrito deYucatán, Dionisia Encinas en Torreón y Francisco GarcíaCarranza en Ciudad Juárez.

IV

A consecuencia de los conflictos electorales, se recrudecieronlas relaciones entre el PCM y el PNR, y disminuyeron lasperspectivas de crear un Frente Popular Mexicano que inclu­yera a ambos partidos. Después de meses de críticas cada vezmás fuertes hacia la CTM y el PNR, sin embargo, un artículode Hernán Laborde, del 20 de junio de 1937 señalaba unbrusco cambio. El artículo, titulado "Unidad a toda costa",señalaba que en vista del peligro de una guerra imperialista yde la amenaza de la reacción interna en México, "todos loselementos verdaderamente patrióticos, progresistas y revolu­cionarios, los amantes de la libertad y del progreso y losenemigos de la reacción fascista, tienen la obligación decombinar sus esfuerzos para que la guerra nos encuentreunidos". El problema de la unidad de la CTM le resultabaahora de especial importancia: "para nosotros los comunis­tas, el problema de la CTM se plantea en estos términos:'UNIDAD A TODA COSTA'''. Y explicaba el sentido de eselema:

Esta fórmula nos impone como primera condición lasupresión de todos los ataques y la controversia públicaen referencia a las causas de la división. Las causas sonmúltiples y habrá tiempo de analizarlas. Numerosos erro­res y apresuramientos de los diferentes sectores ideológi­cos de la CTM contribuyeron a crear la situación en laque nos encontramos. Pero desde ahora nuestro partido seabstiene de apuntar y criticar las faltas de otros, particu­larmente las faltas de los que han tratado de echar sobrenosotros la culpa de la división.

Más bien, debemos analizar nuestra propia conductapara descubrir y autocriticar los errores que hayamospodido cometer y que hayan podido contribuir a crear

una situación que no deseamos y no buscamos, pero quefuimos incapaces de evitar.

Todos los errores de nuestro partido, y de cadacomunista en particular deben corregirse y nuestros es­fuerzos tenderán a hacer posible el restablecimiento de laCTM. En este terreno de unidad, nosotros comunistasdebemos hacer concesiones y debemos aceptar los sacrifi­cios necesarios.El mismo 20 de junio el Buró Político del PCM resolvió

retirar su candidatura para diputado federal, y simultánea­mente hizo un llamado a todas las organizaciones laborales ypopulares para que apoyaran a los candidatos del PNR y"presentaran un único frente contra la reacción y sus'partidos independientes' en el campo electoral y en todoslos otros campos.

Seis días después de esto, bajo la estrecha vigilancia de losrepresentantes del Comintern Earl Browder y AlexanderTrachtenberg, de los Estados Unidos, y Gustavo Machado, deVenezuela, el Comité Central del PCM inició una junta conel propósito de "corregir nuestros errores aplicando la líneade la Internacional Comunista", en las palabras de RafaelCarrillo, que dijo la alocución de apertura, antes de que elComité se enfrascara en la discusión del informe de 48páginas entregado por el secretario general Laborde. Muchos

Page 40: I LAZARO CARDENAS

golpes de pecho hubo en las sesiones del 26 al 30 de junio,en relación al malhadado fracaso de lograr la política defrente popular. Al cabo de esos cinco días de introspección yautocrítica el Comité Central adoptó una resolución de"unidad a toda costa", con una explicación de la división dela CfM y sus consecuencias, una relación de las causas quehabían llevado al rompimiento y de los errores tácticos delPCM , un análisis de las desviaciones de la línea trazada porel Comintern, un bosquejo del nuevo curso que debíaseguirse para reestablecer la unidad con la Confederación yconstituir el Frente ....Popular Mexicano, y un plan parafortalecer el PCM por medio del adoctrinamiento y ladisciplina rigurosos.. Como muestra de los buenos deseos ydel propósito de recuperar la confianza de la CTM, laresolución declaraba que: "Los comunistas deben trabajarpara la inmediata creación de un Frente Popular completo,que incluya a nuestro partido; pero si el Frente Popular seconstituyera sin nuestro partido, los comunistas deben apo­yar el movimiento, sin perjuicio de continuar trabajando parala incorporación del partido." Y también asentaba que:"Para ser consistentes y eliminar cualquier motivo que hagaperder la confianza en la sinceridad y la buena fe delpartido, es necesario, en términos generales, apoyar a loscandidatos de la CTM y del PNR, agrupando la mayorcantidad de fuerza contra los candidatos reaccionarios."

En su discurso de clausura Laborde confesaba que: "Fui­mos impacientes, intolerantes, inflexibles; no entendimos porqué otros líderes no actuaban como hubiéramos querido; noentendimos que de cualquier forma la unidad de la CTMconstituía en sí misma una fuerza revolucionaria formida­ble..." y se declaraba dispuesto a "aceptat incondicional­mente las resoluciones de la cuarta reunión del ConsejoNacional de la CfM... j nos rendimos ante nuestros herma­nos de la CTM para no tener que rendirnos después alfascismo! "

Como invitación a la paz el Comité Organizador delFrente, controlado por comunistas y que tanta controversiahabía suscitado, notificó a la CTM el 28 de julio de 1937que había resuelto disolverse. Citaba las condiciones naciona­les e internacionales que hacían necesaria la creación de unfrente popular, y explicaba su decisión puesto que no queríaque pudiera considerársele un obstáculo para ello.

v

El 2S de octubre de 1937 el Bloque Revolucionario de laCámara de Senadores aprobó una propuesta del doctor JuliánGarza Tijerina que pedía la integración permanente de los

sectores revolucionarios en un frente popular. La idea era enMéxico vieja de dos años, pero la novedad de Garza Tijerinaconsistía en que daba por hecho que el frente ya existía parafines electorales, en la forma del PNR, puesto que ésteprohijaba como candidatos a las cámaras a muchos propues­tos por las organizaciones obreras y campesinas. Lo que élproponía era una unión más formal de los sectores obrero,campesino y popular -cada uno conservando su personalidaden los asuntos internos-, para una lucha más efectiva contra"la guerra imperialista, la reacción y el fascismo". Enseguidael presidente del Bloque, licenciado Francisco Castellanos,nombró un comité de cuatro miembros, senadores cercanos aobreros y campesinos, con el fin de organizar oficialmente elfrente.

Como no parecía que fuera a invitarse al PCM a participaren el frente, su comité central resolvió en las juntas del 4 al6 de diciembre que cualquier comunista podría individual­mente afiliarse al PNR a modo de poder participar en lacreación del organismo. No fue, sin embargo, sino hasta el19 de diciembre que Cárdenas inició lo que venía a ser unpartido oficial con una estructura de frente popular. En unmanifiesto dirigido a la nación señalaba que aunque loscampesinos, los obreros, los empleados públicos y los miem­bros del ejército eran todos considerados miembros activos

Page 41: I LAZARO CARDENAS

del PNR, la maquinaria del partido no daba iguales derechosni iguales obligaciones a todos ellos; se refería ahí específica­mente al hecho de que mientras los empleados gubernamen­tales eran obligados a contribuir con siete días anuales de susueldo, otros no tenían ninguna responsabilidad económicapara ef sostenimiento del partido. Abolía, pues, la práctica

. de las deducciones forzosas, y sin dar más detalles sobre loscambios futuros en la estructura del partido, explicabaque:

Interpretando el sentimiento de los jefes del partido, deseoasentar que la transformación indicada tendrá como supropósito básico vigorizar el organismo creado para ladefensa de la Revolución, dándole nuevas directrices másacordes con el progreso de nuestras masas populares ypurificándolo de ciertas características para que puedaimprimirse en la conciencia del pueblo la incuestionableverdad de que el proletariado mexicano sigue un cursocomún en su inalterable ruta y forma un único e indisolu­ble grupo capaz· de contener el poder de los reaccionarios,en defensa de los ideales revolucionarios y no de susintereses personales.Cárdenas no usaba el término "frente popular'" pero las

gestiones iniciadas por los senadores cardenistas y el parecidoentre su proposición y las del PCM y la CTM (excepto por loque se refiere a la inclusión de los militares) lleva natural­mente a concluir que la transformación que pedía equivalía acrear un frente popular en el seno del partido oficial. Puestoque el PCM había resuelto apoyar tal proceso, no es desorprender que Laborde haya acogido favorablemente lasdeclaraciones de Cárdenas: "La formación del Frente Populardentro del PNR es el paso más trascendental y revolucionariode todos los actos políticos y administrativos efectuados porCárdenas, porque pone las bases para la derrota final delfascismo y de la reacción en México y para un desarrollo dela Revolución Mexicana extraordinario y sin precedente."Después, en la inauguración de la Conferencia Pedagógica delPC el 14 de febrero de 1938, asentaría que: "La educacióny ~l trabajo· social de los maestros debe contribuir alagrupamiento de las masas. . . en el nuevo Partido NacionalRevolucionario, es decir, en el frente popular que se consti­tuirá en México el mes próximo por la transformación delPNR.. Laborde escribía en febrero de 1938 en The Communist, enun esfuerzo por explicar a los comunistas de otros países lasituación mexicana:

•.. de hecho existe en México un Frente Popular, puestoque todas las organizaciones populares, particularmente laCfM, y. que incluye a las organizaciones campesinas, de

jóvenes y femeninas, y como es natural el Partido Comu­nista, apoyan al gobierno y al Partido Nacional Revolucio­nario. De la misma manera, es claro que la poJ(tica deCárdenas es una política muy avanzada de frente popular.

Como Cárdenas no había invitado al PCM a participar en elfrente popular, como sí había sucedido en Francia o España,Laborde explicaba que:

En México el Partido Nacional Revolucionario es elpartido de la Revolución en el poder y tiene el apoyo detodas las organizaciones populares. Puesto que domina lapolítica nacional, este partido no considera necesariocompartir su poder con otras organizaciones en un frenteunido que le impondría determinadas obligaciones y res­tricciones.En cuanto a Lombardo Toledano, en su discurso del 15

de enero de 1938 dicho en una sesión del Consejo Nacionalde la CTM endosó el plan cardenista para reorganizar el PNRy aseguró que "la propuesta de la CTM para crear un FrentePopular Mexicano será por fin llevada a cabo..." y en sudiscurso del 22 de febrero, ante el primer congreso extraordi­nario de la CTM prometía: "Seremos los mejores soldadosdel nuevo partido, sin ambiciones y sin preocuparnos porpuestos o facciones;. sólo reclamaremos el derecho de estarsiempre en la vanguardia y la facultad de cumplir nuestro

Page 42: I LAZARO CARDENAS

deber antes que ningún otro sector."Se fijó el 30 de marzo para la reunión que la Asamblea

Nacional Constitutiva reorganizara el partido oficial. El nue­vo partido, llamado Partido Revolucionario Mexicano estabacompuesto por cuatro sectores: obrero, campesino, popular ynúlitar; y debía asegurar un cambio tranquilo del poder para1940. El 8 de noviembre de 1938 aniversario de la revolu­ción bolchevique, decía Laborde:

Una vez más el Partido Comunista exhorta al pueblo paraque se una en el seno y en torno al PRM, contra susenemigos interiores y exteriores. Seremos invencibles. Uni­dos en el PRM, elaboraremos e impondremos, según lavoluntad de la mayoría, un programa revolucionario degobierno para el periodo 1940-1946 y llevaremos a lapresidencia de la República a un hombre que desarrolle ycontinúe la labor revolucionaria de Cárdenas.Poco después informaba que el Politburó del PCM había

decidido no presentar candidato comunista a la presidenciapara 1940, sino que apoyaría al candidato del PRM. Luego,en su informe al Séptimo Congreso del PCM propuso que laimportante cuestión de sostener al candidato del PRM eraalgo que debería dejarse al Conúté Central, quien se guiaríapor la siguiente frase: "Unidad del PRM y de las organizado­nes populares con un candidato que garantice la continuidad

de la política del general Cárdenas y que prometa luchar porel programa elaborado por el PRM".

Cárdenas fue atacado frecuentemente por políticos dederecha, hombres de negocios y directores de periódicos queachacaban a sus programas (en especial la educación socialis­ta, la reforma agraria y la nacionalización de los ferrocarrilesy de la industria petrolera) de estar inspirados en el comunis­mo.

El despreció o contradijo esos ataques y no tomó encuenta las peticiones en el sentido de que los miembros delPCM fueran excluidos de los puestos públicos. Así, cuandoun periodista de La Prensa insinuó que los ferrocarrileros ymaestros comunistas constituían un peligro para el país,Cárdenas habría respondido: "Cualquier partido que trabajepor el bienestar del pueblo no es perjudicial." El órgano delPCM hizo alarde de esas. palabras; Cárdenas, sin embargo,recibió a menudo las críticas de los comunistas en dosrespectos: su fracaso en establecer relaciones diplomáticascon la Unión Soviética y el permiso otorgado en enero de1937 y a solicitud de Diego Rivera, a León Trotsky paraingresar al país y establecer su residencia en la ciudad deMéxico.

Por lo que toca a su política en relación con España,Cárdenas' tuvo el sólido respaldo del PCM. Durante elperiodo de la guerra civil el gobierno mexicano dio apoyomoral y ayuda material a la causa republicana, y después deltriunfo de los falangistas, mientras se negaba a reconocer elrégimen de Franco ab¡:ía las puertas a miles de refugiadosrepublicanos. Ante la firma del tratado Hitler-Stalin, y luegodel estallido de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, elPCM censuró a Cárdenas por no haber denunciado el conflic­to como una "guerra imperialista". El hecho de que conde­nara la agresión soviética a Finlandia en diciembre de 1939le acarreó mayores críticas por parte del PCM.

En lo interno, el Partido avaló al general Manuel AvilaCarnacho, favorecido por Cárdenas como candidato presiden­cial del PRM en 1940. Al mismo tiempo hizo hincapié en elpeligro de una rebelión armada de los secuaces del generalJuan Andreu Almazán, considerado "reaccionario".

VI.

El secretario general Laborde anunció en octubre de 1939que el Comité Nacional del PCM había decidido convocar uncongreso extraordinario del partido, para abocarse a las crisisresultantes de la guerra europea y de la proximidad de laselecciones. Justificaba la necesidad del congreso extraordina­rio por los defectos del PCM en cuanto a su política y su

Page 43: I LAZARO CARDENAS

)

organización, y asentaba que no había podido colocarse a lavanguardia de las luchas políticas y económicas: "Nos move­mos más o menos tranquilamente, a la zaga del régimenrevolucionario, aplaudiéndolo, ya la zaga de las organizacio­nes de masas del PRM, apoyándolas, coooperando con ellasen una posición de segunda fila." Después de habersediferido tres veces, el congreso se reunió en la ciudad deMéxico entre el 19 y el 24 de marzo de 1940. El retraso sedebla sin duda a las purgas que se llevaron a cabo en su senoantes. de la reunión; se había establecido al efecto unacomisión nacional, presurrúblemente por orden del Comin­tero, cuyo presidente era Andrés Carcía Salgado, que habíaservido como comisario político de brigada en el ejércitorepublicano español. Ante la imposibilidad de demostrar"una actitud de franca y leal autocrítica", Laborde y subrazo derecho Valentín Campa fueron destituidos de lasecretaría y la citada corrúsión pasó a dirigir el partido.

Dionisio Encinas, nuevo secretario general del PCM pre­sentó el informe más importante al congreso extraordinario,gran parte del cual se dedicaba a defender la políticasoviética exterior, y en el que describía la actitud delgobierno de Cárdenas hacia Finlandia como "verdaderamenteincomprensible". También condenaba la línea "sectario-opor­tunista" de la dirección del partido en relación a Cárdenas ydeploraba el fracaso del PCM en establecer un verdaderofrente popular.

Al informar acerca de los trabajos de la comisión purgado­ra. García Salgado señaló casos de corrupción y traicióndentro del partido, y declaraba que algunos puestos dentrode él se habían asignado a masones, reaccionarios y trotskis­tas. Como ha hecho ver el profesor Karl Schmitt, estaexplicación oficial de la necesidad de la purga, no suenacierta; y supone que "la respuesta puede encontrarse, enparte, en la oposición de Laborde y Campa a las bienconocidas intenciones de Stalin para librarse de Trotsky". Dehecho esa fue la interpretación del propio Trotsky al princi­pio de la purga: "lo que sucedió, muy probablemente, fueque ~a GPU encontró cierta oposición entre los dirigentes delPartido Comunista, que se habían acostumbrado a unacoexistencia pacífica, y que tal vez temían consecuenciaspolíticas y policiacas muy desagradables de un intento deasesinato. Esta es la fuente de la acusación de 'trotskismo' ensu contra. Quien se oponga a un atentado contra la vida deTrotsky es, evidentemente, un 'trotskista'."

El 24 de mayo, apenas dos meses después del congresoextraordinario, un grupo de alrededor de veinte hombresarmados atacó la casa de Trotsky en Coyoacán. A pesar deque su recámara estaba sembrada de bala, él escapó ileso,

aunque Robert Sheldon Harte, joven estadounidense quehacía guardia, fue raptado por los atacantes: un mes despuésla policía encontró su cuerpo con dos tiros. Hubo variosarrestos, y el capitán de los asaltantes resultó identificadocomo el muralista David Alfara Siqueiros, veterano de laRevolución Mexicana y de la guerra de España, y comunistade tiempo atrás, pero no fue arrestado sino hasta fines deseptiembre. Mientras tanto, el 20 de agosto Trotsky caíamortalmente herido por Ramón Mercader, comunista españolque había logrado entrar a la casa de Coyoacán valiéndose desu amante, Sylvia Ageloff. El asesino fue aprehendido en laescena del crimen y Trotsky moría al día siguiente.

Aunque la identidad de Mercader y sus concesiones con laUnión Soviética no se pudieron establecer desde luego,Cárdenas hizo una denuncia pública del asesinato el 30 deagosto. Después de señalar que los miembros del PartidoComunista habían gozado de libertad y respeto durante sugestión, declaró: " ...si han decidido que sirven mejor a susintereses cuando abandonan el campo de la cooperación conlos obreros organizados de México para su mejoría progresivay la defensa del sindicalismo, y si se han aliado con unapotencia extranjera que lleva a cabo actos de agresión contrala soberanía de este país, organizando ataques armados juntocon elementos mexicanos y extranjeros, cometiendo críme­nes que deshonran a la civilización y que ponen en duda lacapacidad del gobierno y del pueblo de México para mante­ner en la capital de la República una situación de seguridady tranquilidad para los ciudadanos que en ella residen, taleselementos han cometido el crimen de traición contra el país,han prostituido sus doctrinas de redención y de progreso delproletariado; evidentemente han dañado a su país cometien­do un crimen que la historia registrará como deshonroso paraquien lo haya inspirado y como nefasto para quien lo hayaconsumado y haya cooperado en su ejecución".

Algunos días después los periodistas preguntaron a Cárde­nas si su gobierno tenía intenciones de hacer algo contra elPartido Comunista. Su respuesta fue que no había planes de"atacar ninguna institución", pero hizo hincapié en que sugobierno desaprobaba a los Elementos que se colocan fuerade la ley". No obstante, durante los dos meses restantes dela gestión cardenista el sentirrúento anticomunista aumentóen México y se dejó oír por boca de algunos sindicalistas yde miembros de las Cámaras. En respuesta a varias informa­ciones periodísticas en el sentido de que algunos senadoreshabrían decidido lanzar una campaña anticomunista, el direc­tor del órgano oficial del PRM lo negó por escrito enfática­mente e insistió en que el cercano gobierno de Avila

Page 44: I LAZARO CARDENAS

Carnacho continuaría la política de Cárdenas respecto delPartido Comunista. Sin embargo, el 29 de noviembre, un díaantes de que Cárdenas dejara la presidencia, la policía llevó acabo allanamientos en las oficinas centrales del PCM, en otraoficina y en una residencia particular de la ciudad deMéxico. A la luz del asesinato de Trotsky las autoridadesmexicanas no desatendieron el rumor de un complot comu­nista que pretendía matar a Cárdenas y a Avila Camacho,junto con el vicepresidente de los Estados Unidos -de visitaen México- y otros personajes. Se informó que un total de89 personas habían sido arrestadas en el curso de losallanamientos; hubo tiros, algunas personas resultaron heridasy el mayor Guillermo García Gallegos perdió la vida. Asípues, las relaciones entre el PCM y el gobierno habíanllegado a un punto crítico al final de la gestión de LázaroCárdenas.

VII.

A modo de resumen, se puede señalar que las tácticas delPCM sufrieron varios cambios durante el periodo de 1934 a1940. Primero atacado, luego tolerado y finalmente aclama­do por el PCM como un presidente progresista, Cárdenassucesivamente le dio libertades políticas ante su oposición yaceptó el apoyo· cuando los intereses de su administraciónparecían coincidir con los de los comunistas. El movimientode frente popular atrajo en ese tiempo a gran cantidad degente en todas partes, cuando los problemas económicosinternacionales aumentaban y la ola del fascismo amenazaba

tragarse al mundo. Un político menos nacionalista y menosfmo se habría entregado junto con su organización política ysu gobierno en manos de los comunistas militantes. AunqueCárdenas fuera de tendencia izquierdista, era suficientementenacionalista y realista en su análisis de 'la situación local einternacional para no dejarse llevar por las tácticas comun~tas y anteponer los intereses del Comintern sobre los deMéxico o dejar que se debilitara la fuerza de su gobierno.

En sus intentos de organizar el frente popular mexicanode marras tal como lo había propuesto el séptimo congresodel Comintem, los dirigentes del PCM se desligaron de losjefes de la CTM y del PNR que rehusaban aceptar ladirección comunista. Así, el movimiento del frente popularfracas6 aunque los comunistas se hayan inclinado más tardeante sus oponentes, en un intento desesperado por conseguirsu cooperación. Quizá inspirado por la idea del frentepopular, Cárdenas, sin embargo, no dejó participar al PCM enla reestructuración del PNR según el modelo de los cuatrosectores. La posibilidad de mejorar las relaciones entre elPartido Comunista y el gobierno vinieron a menos violen­tamente durante los últimos quince meses de la administracióncardenista.

NOTA:El ensayo del profesor Brown, de la Baylor University, está apoyadoen abundantísimas notas que acuden a una muy amplia variedad defuentes, principahnente de publicaciones periódicas -las más de ellasmexicanas-, en foUetinería y en estudios académicos sobre la mate­ria. Por las características tipográficas de nuestra .revista ha sidoimposible conservarlas aquí. (Editor)

Page 45: I LAZARO CARDENAS

crítica

J- --------------------=--=

Sumario

Difusión

La cultura popular como posibilidadde elección, por Leopoldo Zea ! 36

Libros

Didascalias: ¿viaJe imposible al por­venir? , por Manuel Blanco! 37

La vida de un militante, por RubénVenadero! 38

Cine

Sociedad '71, por Aurelio de losReyes! 40

Teatro

Yanga, por Miguel Guardia! 43

Artes Plásticas

Fernando Szyszlo. Una imagen de la­tinoamérica, por Jesús Velasco Már­quez! 44

Vicente Rojo, por Luis Carlos Eme­rich! 45

Poes{a

Poemas de Argelia Gasea! 47

Page 46: I LAZARO CARDENAS

difusión

por Leopoldo Zea

la cultura popularcomo posibilidad de elección

,

\

!

precisamente, de una idea concreta de ­quien lo hace posible, el individuo. Flpueblo no es ni puede ser una abstracciónes algo concreto, los individuos que l~hac,en posible. Yo, ustedes, la gente queesta fuera de esta reunión. Multitud dehombres concretos, de carne y hueso, comocada uno de nosotros, son los que hacenposible el pueblo, y es a ellos que debernosdirigirnos, es a ellos que debemos hacerllegar las expresiones de la cultura, lo mis­mo la cultura que llamamos popular, que laque consideramos más alta, aunque no tanalta que no haya sido creada por hombres, ypor lo mismo, al alcance del hombre, decualquier hombre. Hombres, por supuesto,como todos los hombres, con su personali·dad, su individualidad, y por lo mismopredispuestos o no, interesados o no, enesta o aquella expresión de la cultura,como lo están en esta o aquella expresiónde la vida social. Lo importante, sin embar·go, será abrir la más amplia posibilidad deelección personal. Por ello es menester quela cultura, en sus diversas expresiones, lle·gue hasta los más lejanos rincones de lanación para que los miembros de la mismatomen, elijan este o aquel aspecto de lamisma, lo asimilen o lo pongan de lado.Pero que tal asimilación o puesta de ladono sea el resultado de una limitada difusiónde la misma, sino el resultado de la capaci·dad selectiva del individuo que la recibe.

Es en este sentido que la cultura, entodas sus expresiones, debe ser llevada alpueblo. Al pueblo como algo concreto,como expresión de la unidad de un conjun·to de individuos, de hombres vivos, reales.Ya que serán estos individuos, estos hom·bres, los que de acuerdo con sus afmidades

menos exquisitas minorías. Sin embargo,habrá que tener especial cuidado en laenunciación de frases que corren comorespuesta, un tanto ingenua, a ese interés,cuando se habla de la cultura para elpueblo. Pues es, precisamente, cuando sehabla del supuesto receptor de esa cultura,el pueblo, que surgen las confusiones y,dentro de éstas, la demagogia simplista. Elpueblo no es una abstracción, a partir de lacual se pueda medir la capacidad del mismopara comprender, asimilar y expresar unadeterminada forma cultural. Es pUeS, a par­tir de este abstracto receptor que surgen losequívocos, el de que al pueblo sólo le esasequible el folklore, o el que sostiene quela cultura es sólo para minorías o el queconsidera necesario un supuesto rebajamien·to de la cultura a lo que se llama "nivelpopular".

Estos equívocos tienen, desde luego, suparte de razón. Y la tienen, precisamente,porque quiérase que no, al hablarse delpueblo así sea como abstracción, se parte,

* Palabras del doctor Leopoldo Zea, pronun­ciadas en la inauguración de la segunda reuniónde consulta del consejo nacional de difusióncultural que bajo el patrocinio de la universidadVeracruzana se llevó a cabo en la ciudad deJalapa los días 1S Y 16 de abril de 1971.

Entre el 24 y el 27 del pasado agosto de1970, se realizó la Primera Reunión deConsulta para la Coordinación de la Difu­sión Cultural, bajo el patrocinio de la Uni­versidad Nacional Autónoma de México. LaSegunda Reunión se realiza ahora, en estahermosa ciudad de Jalapa, bajo el patroci­nio de la Universidad Veracruzana. Un pri­mer gran gesto de coordinación, de colabo­ración en esa tan importante tarea de difu­sión de la cultura, encomendada, entreotras, a las instituciones de educación supe­rior. La directiva provisional del ConsejoNacional de Difusión Cultural viene a infor­mar, ante esta asamblea, del cumplimientode los acuerdos que le fueron encomenda­dos. El más importante, desde luego, fue elproyecto de reglamento, que habrá de serdiscutido en esta reunión y que sentará lasbases para alcanzar la anhelada coordina­ción de esfuerzos en esta noble tarea. Delas realizaciones concretas, la inmediata, hasido una revista informativa Difusión Cultu­ral, que ha venido circulando ya entreustedes, corno órgano del Consejo Nacional.Una colaboración más de la UniversidadNacional Autónoma de México en una ta­rea que deberá alcanzar niveles de coordina­ción nacional. Al iniciarse las reuniones detrabajo daremos a ustedes un informe másamplio del cumplimiento de los variosacuerdos que nos fueran encomendados, asícomo de las experiencias que se han obteni­do en los ocho meses en que ha actuado laDirectiva Provisional. Pequefios logros ymayores experiencias, que habrán de serviren un futuro inmediato para conseguir quelas expresiones de la cultura puedan llegarhasta los más apartados rincones de lanación.

Esta preocupación, la de llevar las expre­siones de la cultura a toda la nación, asícomo la de abstraer de los más lejanosrincones de la patria las expresiones propiasde una cultura nacional, encuentra ahora,hay que decirlo, un especial interés, uninterés que llega hasta los más altos respon­sables de la política nacional. Un interésque deberá alentar e impulsar a las personase instituciones que han venido tesonera·mente luchando por hacer de la culturaalgo más que el exquisito manjar de no

~ I

Page 47: I LAZARO CARDENAS

libros

por manuel blanco

didascalias:¿viaje imposible

al porvenir?

-las que hacen que un individuo ~e distingade otro y no sea como las horlDlgas, seme­jante -a otras hoffiÚgas- los que se encar­guen de la selección, a título personal, dela cultura, creando su cultura. Cultur~.escultivo, esto es, formación, co~fo~acJOn.Algo que hace el hombre por SI mIsmo enla inevitatie relación con sus semejantes. Lacultura es algo que, necesariamente, tiene elhombre que tomar de lo que sus semejanteshacen, realizan, creando a su vez el hori­zonte de posibilidad de la misma; posibili­dad pero no limitación. Porque el individuoes, precisamente, individuo en cuanto pue­de seleccionar, escoger. Y es esta posibili·dad, la que debe ampliar la difusión cultu­

ral.a mexicano, todo mexicano, debe tener

a su alcance un amplísimo horizonte deposibilidades de selección cultural, que de­ben ser realizadas de acuerdo con sus afini­dades, de acuerdo con su personalidad.Horizonte de posibilidades que también ha­ga más amplia su libertad, la libertad deelección. :&to es, que este o aquel indivi­duo concreto de lo que llamamos el pue­blo, no se encuentre obligado a elegir unadeterminada forma de cultura porque seaésta la única que se le ofrezca. De lo que setrata es que el individuo, todo individuo,tenga a su alcance una amplísima gama deposibilidades culturales para elegir y que estaselección sea la simple expresión de supersonalidad y no expresión de ignorancia,de carencia.

En tal sentido es que entendemos ladifusión cultural, sin limitaciones, sin discri­minaciones que partan de este o aquelequívoco. Habrá que llevar al pueblo todoel amplísimo mundo de la cultura para quelos individuos que lo forman seleccionen deeUa lo que consideren más propio. No hayque olvidar que es de la capacidad de estaamplia difusión de la cultura entre el pue­blo que depende, a su vez, la capacidad deexpresión cultural del mismo. La cultura, sedice, es la expresión más alta del alma deun pueblo, la expresión del genio de susindividuos. Al pueblo habrá que llevar loque es del pueblo, tanto los aspectos deter­minados de su cultura como pueblo concre­to, como los que expresan la totalidad delos pueblos. La Humanidad. Para que laasimilación de esta cultura sirva, a su vez,de abono en la afloración de nuevas expre­siones de la cultura dentro de una infinitatarea que sólo podrá terminar con el agenteconcreto de la misma, el hombre, el indivi­duo.

Por lo que se refiere a México, esta tareaalcanzará sus más altas posibilidades si, enprimer lugar, coordinamos los esfuerzos queen este sentido realizan las institucionesque consideran la difusión cultural comouna de sus más importantes tareas. Pensa­mos, insistimos, en que el momento espropicio, que esta tarea va alcanzando unamayor comprensión, y por lo tanto, unamayor posibilidad de estñnulos. Pero elmayor de los estñnulos tendrá que partirde nosotros mismos, mostrando que somoscapaces de coordinar nuestros esfuerzos~ue~ro~ esfuerzos como individuos y com~InstituCIOnes, en una tarea que deberá al­canzar nivel nacional.

Doy otra fumada al cigarro. Siento quenada de lo que me rodea es importante,sino sólo esto. Veo la imagen del narrador:un metro y setenta y siete, vigoroso, corpu­lento, pero como si esta clase de minuciasno importaran. Mejor: la sonrisa infantil,largo el pelo y enmarañado. Desparpajo.Mientras, trato de buscar mi propia imageny súbitamente comprendo que si persistopuedo encontrarla.

Pero he aquí la verdadera imagen: unalfiler en la paja: un viaje: la odisea delnarrador, la Gran Odisea a que cada unodebe sobrevivir, y en medio de todo ello, lacerteza de que algo se sobrepone -puedesobreponerse- al tedio y a la nostalgia: laconciencia.

Entonces voy entendiendo que el viajepuede iniciarse desde cualquier punto yconducirme indistintamente a los lugaresmás cercanos o más remotos: a Londres, aBudapest, a un centro petrolero en el Esta­do de Veracruz... o a cualquier cordilleraamericana (Efraín mientras tanto contem­pla los cielos límpidos y llenos de tupama­ros presagios). O simplemente a un viajeetemo a bordo de alguna embarcación quenavegando por el Atlántico jamás llega a sudestino. Son infinitas las posibilidades. Co­mo la realidad de todos los días.

Pero entonces lo importante no es tantola realidad -que ya está dada, que se nosofrece siempre como algo definitivo e irre­versible-, como puede serlo la posibilidad.Eso. Importa lo posible, no lo real. Y nopor otra cosa, sino porque entonces puedoelegir, tomar de alguna manera las decisio­nes que pueden afectar y de hecho afectanmi vida. Aquí comprendo que el primerminuto de conciencia es más terrible, milveces más terrible que toda la conciencia.

Claro: hay casos. Concretos. Ulises, JuanManuel Torres (cualquier nombre, cualquiervida, ya dije que las posibilidades son infi­nitas) emprende el viaje que ha de condu­cirlo hasta su Itaca tantas veces perdida. Ysí: un día regresa y entonces comprendeque la suma de todo lo vivido: sentir,pensar, recordar, o bien: el olfato, el gusto,todas y cada una de las experiencias olvida­das y ahora de pronto ahí, presentes, sinmayor justificación que su presencia misma,lo han vuelto un extraño, un extranjero ensu propia tierra. ¿Cuántos Ulises han regre­sado y seguirán regresando a llaca en esa sunueva condición de seres ajenos hasta de símismos?

* Juan Manuel Torres: Didascalios, EdicionesEra, 1970, México.

No hace falta la geografía. Podría seruna simple metáfora. Algo imaginado: ima­ginar que existe la geografía porque existela necesidad de contar con un punto dereferencia; porque hay que extraer de sucontexto a un personaje (¿mutilándolo?)para así encuadrarlo en ciertas y muy preci­sas limitaciones. Sólo de esta manera podre­mos recuperar al menos una parte de suvida. Podremos rescatar su conciencia.

Sólo que entonces ya no nos importamucho, para los efectos del caso, su con­ciencia, sino el proceso en que arriba laconciencia. Esto es lo verdaderamente im­portante. Y es precisamente aquí dondepodemos advertir la infinita variedad de loposible: no hay un solo camino, sino mu­chos senderos que, claro, pueden muy bienposeer innúmeras bifurcaciones (ya vine.Borges). Es el viaje y el fin de ese viaje: esla conciencia y la vuelta a una más profun­da conciencia.

¿De qué se trata entonces" ¿QUién oquiénes podrían plantearse esta profunda.agobiante. inevitable introspección, esteanálisis de la existencia que debena condu­cirnos a la conciencia?

Sartre en Los caminos de la libertad nosdescribe la forma en que Mateo llega a /.aedad de la razón. Pero la historia de esejoven profesor de liceo es a la vez laposibilidad de elección y la impotencia paradecidir su propio destino. Mateo compren­de cuál es su única alternativa: integrarseen el sistema para destruirlo: perder suindependencia, su pequeña libertad, paraganar todas las otras libertades. Sin embar­go, duda, vacila, teme, y finalmente no seatreve y deja pasar aquella que era suúltima oportunidad_

El personaje sartreano (¿Sartre mismoen aquella época? ) es el in telectuaI azoradoante los problemas de su tiempo, que com­prende la necesidad y hasta la inevitabilidaddel cambio y sin embargo prefiere permane­cer en ese estado de conciencia latente,arrastrando una subsistencia inútil, estéril,viviendo simplemente "la suma de sus pro­pios actos" que podrían ser la libertad,pero son en verdad la sencilla suma de suspequeñas, inútiles vivencias, siempre llenasde egoísmos y remordimientos.

Carpentier plantea el problema desdeotro ángulo. En Los pasos perdidos elpersonaje inicia la imposible búsqueda desu destino cuando por fm advierte que "laúnica libertad que conserva es la de elegirlos platos de la comida los domingos por lamañana". Es el intelectual asimilado por el

Page 48: I LAZARO CARDENAS

la vida de un militante

por Rubén Venadero1~I11

establishment: su vocaclon -musicólogo-,se ha diluido en la maraña avasalladora deltrabajo publicitario. Es el París de los añoscincuenta -o el México de los setenta, dalo mismo-o

El viaje concluye en las Antillas y tienesu epílogo en un París irrecobrable y enunas Antillas también irrecobrables. La nos­talgia es la misma que la de Mateo. Y lafrustración. Y la impotencia. Porque esirrealizable, porque ha extraviado irremisi­blemente sus propios pasos. El hombre-hom­bre no existe porque se reduce a unacomplicada metáfora donde lo único ciertoes la frustración y el desencanto.

Carpentier, con esa prosa barroca queinvariablemente nos remite al principio decuanto existe -visión cosmogónica que es aun tiempo certeza del futuro-, nos enfren­ta a la alucinación y al mestizaje: al mundode lo real maravilloso. Los pasos perdidoses la gestación y el proceso descriptivo,meticuloso de La Gran Odisea; viaje que seconstruye a partir del primer momento deconciencia para, fmalrnente, integrarse enuna nueva conciencia, precisamente cuandoel viaje ha concluido y otro se inicia: laúltima esperanza. Pero las puertas del Edénse han cerrado y con su recio hermetismoparecen increpamos. La realidad no es laque soñamos, sino la que es: ambigua,contradictoria, maravillosa, terrible y tras­cendente como el hombre mismo.

En Didascalias,* Juan Manuel Torresconstruye un ámbito donde la rememora·ción es o puede ser a un tiempo recorda·ción del futuro: hay un proceso que seinicia o transcurre o concluye -da lo mis­mo, puesto que aquí, allá, hoy, ayer, maña­na, se está arribando a la conciencia ynuevos Ulises existen o dejan de ser: lasposibilidades son inagotables: lo posible eslo único real.

Sólo que Juan Manuel nos enfrenta aconsiderar otro nivel: Ulises, derrotado, tra·ta de huir hasta de sí mismo: se niega arecordar a las muchachas baleadas (con la"V" de la victoria retorciéndose aún entre

l.enin es una de las personalidades históricasmás sobresalientes de la era de la Revolu­ción Social. Esta personalidad histórica dela época del imperialismo es la que analizacon ojos amplios el teórico marxista francésRoger Garaudy en su libro Lenin (la vidade un militante). *

La obra teórico-política de l.enin fuevista durante décadas como un ícono anteel cual había que posternarse. Todos losdiscípulos oficiales del arquitecto de laRevolución de Octubre de 1917, se educa­ron dogmáticamente en su obra, sin preocu­parse por aprender su espíritu dialéctico;deformaron sus tesis convirtiéndolas en"verdades de capillas" válidas absolutamen-

• Roger Garaudy: Lenin (la vida de un mili·tante). México. Editorial Grijalbo, 1970.

sus dedos), a los jóvenes soldados hermososque ya no serán nunca más hermosos, y alos judíos y a los árabes y a los polacosperseguidos, a los alemanes, a los rusos,Dios, perseguidos en su propia patria socia­lista, y a los ejércitos que vienen de la nochepara apagar la mañana clara de Chewslova­quia.

Sorgen lo encuentra - ¿es Alfredo, noSorgen? - en un café londinense ¿o enGrecia?, ¿o en París? , y la comunicaciónya no es posible porque Ulises ha perdidosus propias cruces de ceniza. Pero Ulisesderrotado, muerto, no es sino una nuevaposibilidad: la de Sorgen, la de Alfredo, lade Juan Manuel Torres, la de todos losnuevos Ulises que están naciendo aquí o encualquier sitio y que aún conservan lacapacidad de elegir: el primer minuto deconciencia es más terrible que toda la con·ciencia. .. entonces el mito resucita y esnada menos que la vida. La vida.

Alto. No es el proceso de hacer concien­cia en una clase social oprimida, sino larealidad a que deben enfrentarse ciertosgrupos lógicamente marginados; es la capade la intelectualidad que comprende sucircunstancia y ante la cual, objetivamente,no existe otra solución que la integracióncrítica colectiva, clasista.

En ese contexto las decisiones individua­les -las del Ulises que somos cada uno­producen la desesperación pequeñoburguesay las consecuencias se expresan lo mismoen el abandono y el más abyecto confor­mismo, que en la tendencia al SupremoActo Heroico.

Queda al final del relato, sin embargo, lacertidumbre de que las posibilidades no hansido agotadas, de que algo permanece y quea fin de cuentas arribar a la conciencia esya andar una buena parte del camino...hacia una nueva conciencia donde la inmer­sión en el mundo de los hombres realesequivaIe no a la justificación gratuita ymoralizante de nuestros actos, sino a laimpugnación racional y furibunda de todolo establecido.

te para todos los momentos históricos, noobstante la diversidad de con'diciones socia­les o políticas; no comprendieron sus apor­taciones al marxismo y a la revoluciónproletaria. Con este método transformaronal leninismo en una concepción mecánica,inerte, abstracta.

Este proceso por el cual el Lenin dialéc­tico se trastrocó en un Lenin dogmático sedesarrolló durante la época stalinista. Sóloa partir de los años cincuenta se abre lacrítica histórica a las concepciones de losaños anteriores. Los nuevos ojos obrerosque no sufrieron el medievo del marxismopresencian en la historia del hombre hechossociales que sacuden su aletargado instintode clase: la revolución en los países capita­listas dependientes o colonizados, los movi-

mientos estudiantiles europeos y america­nos que convulsionan sus estructuras. Todasestas nuevas luces permitieron redescubrirlas "sagradas escrituras" del marxismo, eincluso desenterrar libros herejes, revolucio­narios herejes y teóricos malditos que posi­bilitaron la crítica al leninismo oscurantistareivindicando su esencia dialéctica y destru­yendo las gruesas capas de materialismomecánico con el que había sido falseado.

Es sin duda por este renacimiento delmarxismo que se hace presente la necesidadde una revaluación crítica de l.enin;, a ellocontribuye en forma notable el libro deGaraudy, insertándose en la nueva épocadel marxismo creador sustentado en unauge significativo del movimiento social.Garaudy aborda históricamente el desarrollointelectual y político de Lenin mostrándo­nos lo que de original aportó a la teoríamarxista de la Revolución: sus concepcio­nes del partido, del estado y de la mosofía;ubica sus relaciones intelectuales, los mar­xistas que más influyeron en su formaciónconceptual: Kautsky y Plejanov.

No es nuestra intención aquí resumirtodos los problemas examinados por Garau­dy en su libro, destacaremos aquellos queconstituyen puntos de vista novedosos ocríticos en el conocimiento del pensamien­to de Lenin y, en especial, los problemasde organización que profundiza más y ana­liza polémicamente.

En dos de los primeros escritos teórico­políticos importantes de Lenin para el futu­ro de la revolución social en su país, ¿Quie­nes son los "amigos del pueblo" y romoluchan contra los socialdemócratas? (1894)y El desarrollo del capitalismo en Rusia(1896-1899), aplica los principios del mar­xismo a su realidad, descubriendo, a travésdel análisis concreto de ésta, el tipo deformación económica de la sociedad rusa y,en consecuencia, sus clases sociales funda­mentales. Puede así superar positivamentelas teorías que afirmaban, todavía como entiempos de Marx y Engéls, que en Rusia, elcampesino, debido a la propiedad comunalde la tierra, sería el sujeto histórico de larevolución socialista. Pero con el desarrollodel capital monopolista, la historia socialrusa cambió de signo: el modo de produc­ción social capitalista se instauró como elhegemónico, aún y cuando existiesen juntoa él antiguos modos de producción. Dentrode este marco histórico social, la claseportadora de una organización social másavanzada ya no lo es el rústico y primitivocampesino, sujeto a la proletarización permedium de la "expropiación masiva" de supropiedad rural; la clase obrera, joven, poconumerosa pero bastante concentrada, poseeun alto grado de disciplina y organizaciónque le permite conformarse como "el re­presentante avanzado de toda la poblaciónexplotada". Esta afirmación de Lenin, escri­be Garaudy, no se sustentaba en una "dia­léctica a priori", o en "esquemas elabora­dos para Europa Occidental". Todo lo con­trario: "la afirmación de que el ritmo dedesarrollo dialéctico definido por Marx seextiende a Rusia es algo que' resulta delmás meticuloso análisis de los hechos".

Uno de los aspectos primordiales delpensamiento leninista, el del partido revolu·

Page 49: I LAZARO CARDENAS

cionario del proletariado, lo examina Ga­raudy en forma novedosa, y por lo mismopolémica. Observa los elementos determi­nantes que integran la concepción organiza­tiva de Lenin en 1902, analizando para ellolas tesis contenidas en el ¿Qué hacer?;especialmente aquéllas de Kautsky que Le­nin cita y hace suyas en ese trabajo; la tesisde que la conciencia socialista de la claseobrera le viene desde fuera, la de que noexiste una relación mecánica entre la luchaespontánea del proletariado y su concienciasocialista, ya que ésta no puede surgir másque de un profundo conocimiento científi­co; por último, la tesis según la cual elpartido es la fusión del movimiento obreroy del socialismo. Sería inadecuado, nos diceGaraudy, defmir o caracterizar la concep­ción leninista del partido únicamente apartir del ¿Qué hacer?, por los mismosresultados de la experiencia histórica: elstalinismo, fundándose unilateralmente eneste texto, llegó a considerar al partidocomo al depositario de la verdad absoluta,por ser el poseedor de la ciencia y el únicocentro de iniciativa ante una clase obreraincapaz de elevarse por encima de unaconciencia tradeunionista, de ahí que segúnStalin: "el partido tiene que marchar alfrente de la clase obrera, tiene que ver máslejos que la clase obrera, tiene que conducirtras de sí al proletariado y no arrastrarse ala zaga del movimiento obrero espontá­neo. .. El partido es el jefe político de laclase obrera..• sin un partido revoluciona­rio la clase obrera es como un ejército sinestado mayor, el partido es el estado mayorde combate del proletariado (J. Stalin, Fun­damentos de leninismo, ELE, Pekín, 1968,pp. 110-111, subrayado nuestro). En estaconcepción de la relación histórica vanguar­dia-clase desaparece la dialéctica sustituidapor un mecanismo rígido, militar, en el quetoda iniéiativa viene de arriba, a partir deun órgano central "al margen del cual nohay más que 'palancas' y 'correas de trans­misión': cosas en vez de hombres, objetosen vez de sujetos. Estamos en las antípodas

del leninismo". (R. Garaudy, p. 33.) Es degran importancia, señala Garaudy, entenderel ¿Qué hacer? como una parte y momen­to necesario del proceso histórico-global dela teoría del partido en Lenin, pues alerta,"reducir el leninismo a este aspecto es lacaracterización propia de la interpretaciónstalinista del leninismo". Garaudy remarcala determinación histórica de los plantea­mientos organizativos del ¿Qué hacer?, alindicar las exigencias políticas a que obede­cía: la lucha contra el espontaneísmo repre­sentado por los economicistas rusos quelimi taban la actividad de la clase obrera alos marcos puramente sindicales; ello expli­ca la preocupación fundamental de Leninen el momento de redactar su libro: acen­tuar el elemento consciente como armamodal para orientar la lucha aislada y par­cial de la clase obrera.

El teórico marxista francés establece elpunto de ruptura de Lenin con la concep­ción organizativa de la socialdemocracia eu­ropea -yen especial con la concepción deKautsky-, en el Congreso de la socialdemo­cracia rusa .en 1903, en el que se dividenlos socialdemócratas rusos en dos alas: la"mayoría" y la "minoría". La primera,encabezada por Lenin, exigía que para sermiembro del partido se participara en unacélula de base; los mencheviques, por elcontrario, alegaban que bastaba con coope­rar económicamente con el partido y traba­jar bajo su control. Las exigencias de la"mayoría" requerían de una disciplina fuer­te y una gran centralización política. Elconcepto leninista de centralismo se expli­ca en el contexto histórico de la Rusiapre"evolucionaria que hada necesario eltrabajo clandestino de los militantes. Porlo mismo, escribe Garaudy, este "princi­pio" leninista no puede ser tomado comoun absoluto.

Garaudy localiza el año de 1905, el dela primera insurrección obrera rusa, comoun hito en el enriquecimiento de la teoríaleninista del partido. Con la irrupción delas masas obreras en la historia política

rusa, Lenin supera su esquema del ¿Quéhacer? En 1905 Lenin arriba a una nuevavisión de las posibilidades revolucionariasde la clase obrera en cuanto clase en s{ alescribir en diciembre de ese año: "la claseobrera es socialdemócrata por instinto, demodo espontáneo".. Lenin, Sobre la reorga­nización del partido, E.P. Moscú, 1966, t.l,p. 585). Al ser testigo histórico de suacción política, que no sólo trasciende lasfronteras sindicales al organizar una huelgageneral, sino que crea, después de los co­muneros franceses de 1871, un nuevo tipode democracia: el soviet.

Leemos en el libro de Garaudy: "apartir de la iniciativa histórica de las masasen la Revolución de 1905: Lenin aportadesarrollos teóricos nuevos que no contradi­cen las tesis del ¿Qué hacer? sino que lasintegra en un conjunto más amplio y queexcluye las interpretaciones dogmáticas yunilaterales". El cambio de las condicionessociales y políticas rusas acarreado por laRevolución de 1905, señalaba a la social­democracia de ese país la urgencia de unanueva estructura organizativa de carácterabierto, democrático, que aprovechase elclima de efervescencia política existente, Le·nin, en su trabajo clave de 1905, Sobre lareorganización del partido, observa las nue­vas necesidades: "los representantes de lasocialdemocracia revolucionaria, los partida­rios de la 'mayoría' hemos dicho reiteradasveces que la democratización del partido,llevada hasta sus últimas consecuencias, eraimposible en las condiciones de trabajoclandestino, que en estas condiciones el'principio electivo' es mera frase... losbolcheviques hemos reconocido siempre lanecesidad de pasar al principio electivo enlas nuevas condiciones al pasar a la libertadpolz'tica". (pp. 583-584. subrayado nues­tro). El dirigente de la "mayoría" plantearealizar reuniones públicas, reclutar abierta­mente y con un criterio flexible, tener unaprensa legal; todo esto redefine la estructu­ra política "cerrada" anterior, llegando elteórico revolucionario ruso a considerar lanecesidad de organizar, al lado del aparatoclandestino, una organización semilegalacorde con la nueva situación política.(/bid, p. 583). Podem0s observar a travésdel prisma de 1905, que el carácter vertical,poco democrático, del partido bolcheviqueque se pretende atribuir a Lenin, no corres­ponde sino a un momento determinado dela construcción de la organización, y aexigencias concretas del contexto social.

Garaudy examina la relación íntima,creadora, dialéctica, de la concepción deLenin con la acción espontánea, crítica, delas masas; y afirma que aprehenderíamosuna visión parcial, si nos conformamos consu modelo (1902-1903) de revolucionariosprofesionales, construido sobre la base deuna rigurosa selección de cuadros. Si bienes cierto que este modelo fue vigente antesde 1905 -y después con la reacción stoly­píniana-, no se puede soslayar la importan­cia que tiene para la teoría del partido, ysu relación histórico política con la claseobrera, el hecho de que en 1905 Leninreplanteara su concepción organizativa yfundamentara la trascendencia de confor­mar un partido de masas que superaba

Page 50: I LAZARO CARDENAS

sociedad '71

por Aurelio de los Reyes

.CIne

positivamente al modelo de revolucionario~

profesionales anterior, expuesto en el ¿QuehIlcer? (1902) o en Un paso adelante, dospasos atrás (1903), para lo cual sostieneuna lucha contra las corrientes dogmáticasno sensibilizadas ante la nueva situacióneme~gente. A las con:ientes ~ctarias que ~niegan a aceptar la importancIa de un partI­do de masas, abierto, democrático, horizon­tal, argumentando desconfianza en el ele­mento espontáneo por su enajenación ideo­lógica, Lenin responde, escribe Garaudy,que "sin despreciar la formación metódicade los efectivos y la enseñanza sistemáticade las verdades del marxismo.. . es precisono olvidar que las propiass hostilidadestienen ahora más importancia para la for­mación y enseñanza" (p. 43, subrayadonuestro). Las consideraciones de Lenin de1905, confirman que el partido de masas

. también fue pensado por él en una situa­ción histórica Que lo permitía: en la crisisrevolucionaria.

La preocupación fundamental que elcrítico del marXismo institucional francésdenota· en la parte más desarrollada de sulibro, es la de criticar la interpretaci6nburocrática de la organizaci6n "leninista: laseparación de las masas, que lo lleva aconstituirse más que en vanguardia hist6ricaliberadora de la clase, en un nuevo agentede opresión política; deja de ser un "espí­ritu creador", para tornarse en el "espírituestéril del vigilante nocturno".

Los aspectos filosóficos de la obra leni­nista también son abordados en forma críti­ca por Garaudy. Critica el libro de Materia·lismo y empirocriticismo (1907) de Lenin,por su teoría del "reflejo", que afirma quela teoría materialista es una calca aproxima­da del carácter objetivo del conocimiento yde la existencia de la realidad material,reduce la dialéctica marxista a un simplepositivismo; olvida, en tanto que descono­ce, el carácter subjetivo del conocimiento.Esta concepción mecánica del materialismohistórico era el producto de las influenciasde sus mentores intelectuales: Kautsky yPlejanov. Por otra parte, los teóricos oficia­les de la segunda internacional no publica­ban las obras juveniles de Marx, donde losvínculos con la dialéctica hegeliana sonmuy frescos. Es sólo con la presencia de laprimera guerra mundial, y con la quiebrahistórica de la segunda internacional, queLenin reflexionará acerca de la dialéctica,que no podía reducirse únicamente a una"teoría de la evolución en su forma másgeneral", como lo entendía Kautsky. Eneste contexto histórico, Lenin, en plenatormenta social, inicia el estudio de laLógica de Hegel, de lo cual resultará unaobra verdaderamente marxista: los Cuader- .nos filosóficos (1915) -que de maneranada fortuita fueron suprimidos, en la épo­ca stalinista, de las obras completas deLenin- que lo guiarán metódicamente en elanálisis del capitalismo de su tiempo, através de los Cuadernos sobre el imperia­lismo, verdadero prólogo a una obra "su­ma": El imperialismo, fase superior delcapitalismo (1916), obra en la que determi­na el paso histórico de la Era del Capitalis­mo de la Concurrencia, a la Era del Capi­talismo de los Monopolios.

Hay muchos modos de conocer la influen­cia que el cine tuvo en la sociedad mexica­na de los primeros veinticinco afios de estesiglo; una de ellas consiste en observar loscambios que experimenta la moda.

El cine, al surgir, acorta la distanciaentre los países; el que se hizo en losprimeros afios, tenía a su favor un lenguajede solas imágenes, que eliminaba el proble.ma del idioma: así se convirtió rápidamenteen un poderoso sistema de comunicación.Por la aceptación general que tuvo, llegó aser un instrumento de penetración y acultu­ración general, de tal modo, que en unlapso relativamente corto alcanzó a moldearen lo exterior a un sector muy numerosode la población de México.

El público selecciona a los actores quemás le agradan, y tanto hombres comomujeres los van imitando, siguiendo loscambios de la moda que ellos imponen,hasta convertirlos en un ideal de belleza alque todos aspiran.

Por otra parte, el gusto está determinadopor una serie de factores, entre los cualesposiblemente predomine el político. El cineque l.1egaba a México procedía de las princi­pales naciones fabricantes, como Francia,Italia, Inglaterra, Estados Unidos, Rusia; sinembargo, el que mayor éxito tuvo en losprimeros años fue el procedente de lospaíses latinos. Lo anterior era un reflejo,sin duda, de la preocupación del presidente,general Porfirio Díaz, por imitar a Francia.Se trataba de una búsqueda de identificacióncon las "razas" latinas y de una defensacontra la penetración de las costumbres"bárbaras" de la "praza" anglosajona, encaronada por los Estados Unidos, lo que ocasio­nó una aversión hacia muchas cosas queprovenían de ese país. Esta actitud abarcóa la nación mexicana en su totalidad; noobstante fue rota por una serie de agentesentre los cuales, con seguridad, el principalfue el cine, puesto que logró imponerse enel gusto del público, gracias a su alto niveltécnico, al finalizar la segunda década deeste siglo.

Los veintes en México se caracterizanpor la explosión del movimiento nacionalis­ta, encabezado por el licenciado José Vas­cancelas quien subestimó las posibilidadesexpresivas y educativas del cmematógrafo.El Estado, ante la mvasión de filmes norte­americanos, en lugar de tomar medidas ylimitar la exhibición de esas películas o deimpulsar la creación de un cine mexicanopara contrarrestar la influencia extranjera enlas costumbres, fomentó la escuela del mu-

ralismo pictórico que, frente a la difusión 'yaceptación que tenían las películas esta,.dounidenses, llevaba seguramente las de per­der.

Las presidentasLa manera de vestirse va ligada a las activi­dades que desempeñaban las mujeres en losalbores del siglo, y éstas eran redücidas; lacasa y el convento. Pocos cambios hubo ensu vida desde la Colonia, no obstante casicien afias de vida independiente y a pesar delas Leyes de Reforma. Su vida se desarrolla·ba casi con exclusividad en el ámbito fami·liar; ocasionalmente salían de día de campoo a veranear en las poblaciones aledafias alDistrito Federal como San Angel, Tacúbaya,TIalpan, Coyoacán, o a sus haciendas. En laciudad hacían esporádicas salidas al teatro ya las carreras de caballos, donde lucían susmejores atuendos, que eran confeccionadossiguiendo la moda francesa, popularizada porlos figurines que la prensa se encargaba dedifundir. No tenían las mujeres, ciertamente,un maniquí que les modelara y a quien imitar:las actrices teatrales extranjeras o las cantan·tes italianas de opera que arribaban a Méxicono lograron crear una escuela en la modafemenina de esos tiempos; las locales comodoña Virginia Fábregas, eran demasiado feú'chas o demasiado "descocadas" como Rosa·rio Soler, para que las damas buscaranasemejárseles. .

Imperaba en los elevados círculos socia­les y políticos del país un deseo de euro­peización; se procuraba, en lo posible, imi·tar la sociedad francesa, que se había con­vertido en una quimera. A medida que selogra el desenvolvimiento económico por laestabilidad y la inversión extranjera, aumen­tan las actividades sociales femeninas: jue­gan polo, van a patinar, a pasear en bicicle­ta; surgen las reuniones con fines benéficos,las soirées, los five o 'dock tea, los concier­tos; asisten al cine, que a despecho dealgunos literatos modernistas, va siendoaceptado y se va popularizando.

Al mediar la primera década, en la vidasocial se hace frecuente una figura quenormará y, en cierta forma, será la dictadu­ra de la moda femenina: doña CarmenRomero Rubio de Díaz, que organiza reu­niones y recepciones que en mucho recuer­dan a las de Maxirniliano y Carlota; a ellasasisten las mujeres ataviadas a la modafrancesa, pero con el porte y el peinado dela presidenta; ella se convierte en el centrode esa sociedad tan parecida a una corte, yen donde se llega a implantar una rigurosa

Page 51: I LAZARO CARDENAS

etiqueta. De ahí la popularidad del Manuelde urbanidad y buenas costumbres de Ca­rreño. incluso la revista madrileña El mun­do elegante llegó a considerar a doña Car­men como una de las mujeres más elegantesdel mundo "civilizado" y le dedica unamplio reportaje que la prensa local seencarga de difundir: fue el acto de consa­gración y en lo futuro las mujeres, siquerían presumir de elegancia y buen gustoaspirarían a parecérsele.

Esta actitud abarcaba a muchos sectoresde la población de México, pero especial­mente a· los círculos oficiales, pues losasistentes a 1as' reuniones de la presidentason invariablemente las familias de los polí­ticos más connotados, como la del gober­nador del Distrito Federal, don Pablo deLanda y Escandón, o las de los secretariosde Estado como la de don José lves Liman­tour; o las de los nuevos industriales comola de don Tomás Braniff; acuden los miem­bros del cuerpo diplomático y los de laantigua aristocracia criolla que lograron so­brevivir a las guerras de independencia y alas luchas del siglo XIX, como los RincónGallardo, o los Romero de Terreros.

El reinado de don Porfirio y de doñaCarmen Romero Rubio de Díaz tiene suapogeo en las festividades del Centenario dela Independencia; si los daguerrotipos de lanobleza del Segundo Imperio muestran aMaximilianitos y Carlotitas, las placas foto­giáficas de estas celebraciones retratan aPorf'rritos y Carmelitas, por lo que a vecesse dificulta la identificación de los persona­jes.

Pero con el tiempo, ese mundo sofistica­do se había convertido en un círculo demuy difícil acceso, y los intereses de gober­nantes y gobernados hacen crisis en 1910.

La revolución en las costumbres femeni­nas no se inició precisamente con el asaltoa la casa de don Aquiles Serdán, sino conel divorcio de doña Virginia Fábregas enenero de 1911: puso en crisis a la aúntimorata sociedad, puesto que la considerabaun dechado de virtudes; doña Virginiallenó aún más de temor y desasosiego a lasaltas esferas políticas y sociales, 'ya ame­drentadas por las luchas guerrilleras que losperiódicos trataban inútilmente de ocultar;a sus ojos doña Virgen casi era la encarna­ción del Anticristo.

Con la ida de ¡os esposos Díaz al destie­rro, se va la belle époque y la mayor partede la aristocracia porfirista.

El interinato de Francisco León de laBarra -mayo a octubre de 1911- es unintervalo en el que la "nobleza" sigue em­pacando las maletas para emigrar, ya sea alextranjero o a sus fmcas. Los que se que­dan no se mezclan con los maderistas quetraen cambios radicales en las costumbres:es el reindo de la clase media, que dUranteel porIrrismo invariablemente ocupó un se­gundo plano.

A lo largo del interinato y del periodo deMadero -octubre de 1912 a febrero de1913-, la mujer dejó la fábrica, el ovillo yse lanzó a la calle a conquistar sus dere­chos. La politización abarcó todos los estra­tos de la sociedad, incluyendo a las fámu­las. Se multiplican los clubes políticosorganizados por ellas y las manifestaciones

callejeras para apoyar las demandas de losobreros; hubo la imitadora de FlorenciaNightingale que fundó la Cruz Blanca Neu­tral y muchas se inscribieron como volunta­rias en el cuerpo de enfermería para prestarauxilio en los campos de batalla, no impor­tando la lejanía: es el mesianismo maderis­ta.

Doña Sara Pérez de Madero acompañómuchas veces a su marido durante la etapaguerrillera de su campaña, y es ante todouna mujer práctica; no es elegante, no tieneel porte de su antecesora; se preocupa másde los festivales en pro de las víctimas delmovimiento, de asistir a las reuniones de losobreros; a las escuelas a eJ:ltregar premios, enfm de crear un estímulo de tipo político.Relega las reuniones elegantes y ociosas aun segundo plano: a veces los five o 'docktea pasan a ser [ive o 'dock tamalada. Pro­cura estar en comunicación con toda clasede gente mientras su marido anda de cam­paña política por el interior del país; seaparece ya en el "Salón rojo", ya en elcinema "Palacio", o en el teatro"Arbeu" oen algún festejo en pro de 'una mutualistaobrera, o recibe en Chapultepec a las comi­siones que van a exponerle sus problemas.

Si en los albores del siglo el periódico Elabogado cristiano había dicho que "Laamiga predilecta de la mujer: la aguja", y sien 1910 se inauguraron en el interior de larepública mexicana sucursales de un clubpolítico llamado "orden establecido", en elmaderismo nace uno femenino, del cual espresidenta doña Sara, y que es un reflejode su carácter: "caridad y progreso"; puestoque para los maderistas la Revolución signi­ficaba -y lo era- un paso más en elprogreso de México.

Ante la multiplicación de las actividadesfemeninas, los vestidos resultaban una con­tradicción: demasiado estorbosos para quela persona pudiera maniobrar libremente;resulta cómico ver a las mujeres con vesti­dos tan complicados y con sombreros conplumas de avestruz pronunciando discursos,o haciendo colectas en la vía pública. Esosí, se ve una gran diversidad de modelos y noparecen cortados por el mismo patróncomo en el porfirismo, aunque el origensiga siendo el mismo: París, y la fuente dedifusión no haya cambiado: la prensa.

La decena trágica fue el golpe de muerteal maderismo. Nuevo éxodo de la m,;yorparte de los políticos del régimen, acompa­ñados de sus respectivas familias, y el regre­so de algunos porfiristas, puesto que elhuertismo en cierta forma fue un regreso ala dictadura de Díaz. No obstante, el movi­miento obrero continúa pero ya casi sin laparticipación de las mujeres, que termina­ron por ausentarse de la política. Regresa­ron al hogar y se refugiaron nuevamente enla religión. Desaparecieron los clubes políti­cos organizados por ellas y las oradoras seesfumaron de las manifestaciones callejeras.

La esposa del presidente provisional, do­ña Emilia Aguila de Huerta con seguridadno pensó que de la noche a la mañanasería la primera dama del país; viene a serel antecedente protohistórico de María Isa­bel, con la salvedad de que no era precisa­mente una belleza o una ninfa: prieta rene­grida, gorda y de trenza; era la negación dedoña Carmelita, era un insulto a la elegan­cia de ésta y un desacato al canon del idealplástico de las mujeres porfiristas. Ante talsituación, la vieja aristocracia, que creíarestaurada la belle époque, se encuentra enapuros: o la acepta o la rechaza. Al princi­pio le presenta sus parabienes, después acu­de poco a las reuniones que organiza, pues­to que como doña Carmen, aunque enmenor escala, hace soirées, conciertos yfestivales de caridad, pero los asistentes yano son los del "Círculo amigos de donPorfirio", sino las esposas de los militareshuertistas o las de los ministros, o las delcuerpo diplomático, éstas acudían por ex­cepción, ya que generalmente se quedabanen casa temerosas de la inseguridad impe­rante en ese momento.

Los porfiristas tenían sus reuniones apar­te y seguían siendo un círculo de difícilacceso, pero ya sólo eran un remedo y untriste recuerdo de las de la belle époque, ylo trágico para ellos es que no tuvieronmaniquíes como los habían tenido en laseñora Romero Rubio y en el general Díaz.

La moda, por su parte, continúa latradición de copiar los figurines de la pren­sa, pero hacen ya su tímida aparición, enlas fotografías de "sociales", las mujerescon trajes que imitan los de las actrices delas superproducciones italianas con tema

4

Page 52: I LAZARO CARDENAS

histórico, películas que causaron sensacióna fines de 1913 y la primera mitad de1914.

. Los gobiernos de la Convención se carac­terizan por la ausencia casi total de lasmujeres en todo acto público. No se les veni en las calles, sino asomadas llenas demiedo por los postigos de las ventanas. Laentrada a la ciudad de México de loscontingentes villistas y zapatistas con susrespectivos jefes al frente, las llenó aún másde temor.

Durante el periodo de Carranza -1916 a1920-- hay una paz efímera en la ciudad;él trata a toda costa de aparentar normali­dad y las actividades sociales vuelven atener un impulso. Su mujer pasó puntomenos que desapercibida en la moda feme­nina, pues las fotografías de las mujeres deesta época reflejan que los vestidos no selos copiaban a ella, ni tan siquiera a losfigurines publicados en los diarios, sino queahora la fuente de inspiración era otra: elcine italiano que mientras se desarrollaba laRevolución se apoderaba del gusto del pú­blico. Tanto los hombres como las mujeresno tienen similitud con don Porflrio o doñaCarmen, o por lo menos con Carranza, sinocon Max Linder o Gustavo Serena -elgalán de la Bertini- o con la Menichelli, ocon la Borelli. El cine, finalmente, confor­maba exteriormente a la sociedad mexica­na.

Las actricesEl cine durante la primera década del siglo,sólo había sido un espectáculo curioso. Suinfluencia había sido nula y pasó desaperci­bido en la moda. Lo importante de losdieces es el surgimiento del culto a losactores. El público ya no va a deleitarsecontemplando la "veracidad y el realismo"del nuevo espectáculo, ni los prodigios má­gicos que se podían hacer con él, sino queva a ver a un actor o a una actriz que hatocado con su actuación sus flbras· senti­mentales. Acude a verlos y los empieza aimitar, primero en el vestir, después en elmaquillaje y con posterioridad hasta en laforma de cerrar los ojos o mover los labios.

La influencia de los actores en el modode arreglarse de las personas se observaprimero en los hombres: el bigote de algu­nos destacados hombres de la vida públicade los años 1911 y 1912, como el de JoséMaría Pino Suárez y el de su victimario elgeneral Manuel Mondragón, se parece mu­cho al que usaba Max Linder.

.Max Linder fue el primer galán quesatisfIZO el gusto del público. Algunos pe­riódicos cuentan que las mujeres suspirabany se derretían cuando veían los filmes delcómico francés, al que consideraban unmodelo de elegancia y de buen gusto, loque aunado al prestigio de su nacionalidadlo convierte -en cuanto a árbitro de laelegancia- en heredero del general Díaz.

Ya lo decía el semanario Novedades eldos de octubre de 1912: " ...se podríancontar por miles las mujeres que sólo acu­den a los cinematógrafos por sentir cosqui­llas en la garganta, opresión en el pecho,color de fragua en las mejillas y prurito demover el cuerpo frenéticamente, al apareceren una película el gran Max Linder con su

chaquet negro y su blanca gardenia en elojal. .."

Por su parte, el elemento femenino selanza a copiar los vestidos de las actrices delas superproducciones con tema histórico,como Espartaco, ¿Qua Vadis?, In hoc sig­no vincis, Marco AntoniQ y Cleopatra, etcé­tera. Aparecen en las fotografías de "socia­les" las mujeres tendidas plácidamente enuna chaise longue, adoptando una posecaracterística de Giovanna Terribile Gonzá­lez en Marco Antonio y Cleopatra. Pero lostrajes que se copiaban de los filmes históri­cos eran excepcionales y no se usabancotidianamente, los vestían para asistir a lasfiestas o para fotograflarse; dichos retratosse publicaban en los periódicos o revistas.Tanto el peinado como los vestidos resulta­ban insólitamente barrocos para ser de usocomún.

Con sólo una película, Lyda Borelli des­plazó a la Terribile González en su funciónde maniquí; su popularidad se debía, másque nada, al hecho de que había estado enMéxico en enero de 1910 como parte deuna compañía teatraL Independientementede que también el gusto del público estabasiendo orientado por los distribuidores cine­matográficos hacia las "vistas de arte", queeran actuadas por integrantes de la Come­dia Francesa, como Sara Bernhardt -quetambién estuvo en México en 1880- o porlos del teatro italiano, como la propiaBorelli.

Lo novedoso era que sus vestidos podíanser casi de uso diario, y así, el anuncio desu película El recuerdo del otro decía que" ... la sin rival Lyda Borelli, artista incom­parable que luce... valiosísimas toilettes. ..que costaron más de treinta mil fran­cos..." (La ilustración semanal, 13 octubrede 1913), y según decir de otras publicacio­nes, a la entrada del teatro Lírico, donde seexhibió, había estacionados muchos cochescuyos propietarios eran gente de la "buenasociedad". De seguro eran de los militareshuertistas, cuyas esposas acudían presurosasa ver cómo se debían vestir para estar alúltimo grito de la moda y poderse equipa­rar con los habitantes de las naciones más"cultas y civilizadas del orbe".

Fue tal el éxito que tuvo la Borelli, quehubo tumultos para verla, lo que hizo quelos distribuidores de otras de sus películas,Muero. .. pero mi amor no muere, inserta­ran en el semanario Novedades del 1.5 deabril de 1914, un anuncio cuyo texto dice:". ,.. el argumento carece de importancia,pero está hábilmente arreglado para queLyda Barelli, la bellísima artista italiana,deje atónita a la gente con la incomparableelegancia de su persona y de sus trajes. Paralas señoras que gustan de los primores de lamoda, aquello es una maravilla. Lyda lucelos más espléndidos trajes que se puedanimaginar, y arranca frases de admiración acada traje que luce.. ;"

En el gusto del público, a la Borelli lesuceden Hesperia, María Jacobini, Italia Al­mirante Manzzini, la francesa Sussane Gran­dais, pero ocupan un segundo plano, por­que Lyda, junto con Francesca Bertini yPina Menichelli -cuya película El fuegoen 1916 provocó una verdadera conmo­ción- forman una trilogía que dominará

hasta 1920. Casi todas tenían en común lagordura, la que se convierte en el nuevoideal de belleza y las mujeres descuidan labáscula; recuérdense las fotografías de Ma­ría Conesa o de Mimí Derba que, cornoactrices de la farándula, encarnaban, mejorque nadie, el modelo al que aspiraban allegar las féminas y que gustaba mucho alos hombres. Al aumento de peso siguió,como complemento, el maquillaje, el cortede pelo y hasta los gestos estudiados.

Según los reportajes que a menudo S&­

lían en la prensa, el público de los cines eramuy heterogéneo en su condición social,pero todas las jóvenes, cualquiera que fuerasu extracción, parecían Menichellis o Ber­tinis. Es un fenómeno que abarca todos losestratos de la sociedad; desde la nueva altaburguesía, pasando por las primeras y ~gundas tiples de los espectáculos del génerochico, hasta las prostitutas. Lo dice elsemanario ABC el 16 de enero de 1919, p.3 " ... aquí en Mé.xico .. es donde el espec­táculo influye de una manera Constituci()onalista, sobre la idiosincracia (y río es ofen­sa) de sus habitantes. Cuando el cine llegóa ser un gobierno legalmente constituido,no hubo artista anónima de segundo patioque no se creyera la heroína de esas quegiran los ojos, enseñan los dientes cornopanteras hambrientas -y se dan aires demuy 'diablas' para 'épater le flfl'. Y surgie­ron las Menichellis, las Borellis, las Pinas deOrizaba, las Tinas de Guadalupe y las Li­dias Borregui. ..". y otro semanario que sepublicaba en Guadalajara, Jal. (Auronz,27-1-1918, p. 7) dice, reflriéndose a lapelícula El proceso de Clemenceau, actua·da por Francesca Bertini) " ... aquella ver·dadera orgía de extrañas combinaciones defaldas, de túnicas, de cuerpos escotados,sueltos o entallados de distintas formas. .."es la causa de " ... por qué... de entre lasmujeres elegantes, las modistas y toda esamultitud de gentes que acata los mandatosde la moda como una religión, han desper­tado tan extremado interés los fastuosostrajes..."

Incluso hay quien haga herederas a lasdivas italianas del ideal de belleza clásico­renacentista y lo fundamente históricamen­te, haciendo paralelos entre los rasgos típi­cos de algunas de ellas con famosas e~ultu·

ras, como las de ias venus Capitolina o deMilo, o las de las madonas de Rafael San­zio. Se les llegan a perdonar hasta losdefectos físicos, puesto que " ... la venusti­dad de una mujer no consiste en la regulari­dad de sus líneas... y así diré, que nuncase apreciaría mejor la atracción irresistiblede Pina Menichelli sin su nariz procaz, nilos fatales ojos de Francesca Bertini sin sumentón enérgico, ni la blancura alabastrinade la Makowska, sin sus senos de adolesce~

te..." (Aurora, 27-1-1918, p. 7) En lasfotografías de las secciones de sociales decualquier publicación de la República Mexi­cana se hace difícil la identiflcación de lasactrices italianas y las señoras comunes Ycorrientes. Pero, sin embargo, se ven doscambios radicales respecto a la situaciónporflfiana: no son el presidente y su c6nyu­gue quienes imponen la moda, sino unasactrices italianas; y el culto a ellas no es elde un reducido número de personas, como

Page 53: I LAZARO CARDENAS

teatro

yanga

4.

Guardia

-la obra- no es una reconstrucción históri­ca. Si el drama sigue las grandes líneas delrelato del P. Laurencio, el campo propio enque se desarrollla es el de la fantasía.Existe una leyenda, aun viva entre losnegros de San Lorenzo, que cuenta cómoYanga fue asesinado por uno de los suyos.Esta leyenda es en realidad la trama delYanga de Arróniz.

Lo primero que es necesario hacer notares que, salvo muy contadas excepciones,nuestros dramaturgos modernos no han in­tentado, ya por falta de fuerzas o porsimple desinterés, el teatro histórico mexi­cano, que hubiera sido, a no dudarlo, puesla experiencia de otros países así lo enseña,el principal punto de partida para un granteatro nacional, en el mejor sentido de lapalabra. Así que el intento de Arróniz pararescatar del olvido la insólita figura deYanga es de por sí digna de todo elogio.

Pero aun posee otro mérito esta pieza:el autor maneja en ella una excelente prosa,inspirada y brillante, que resulta con mu­cho lo mejor de la escenificación. Aunqueaquí se presenta la primera discrepancia:Arróniz ha tenido un largo ejercicio en lasletras pero no lo ha tenido como autorteatral. Así, debajo de los aciertos literariosse encuentra una estructura teatral pocoeficaz: desarrollos morosos; falta de una

Primero en Córdoba, Veracruz, llevando aJuan José Laboriel -aquel actor negro quetan excelentemente interpretara al Empera­dor Jones en Bellas Artes-, y ahora en elTeatro del Bosque, a espaldas del AuditorioNacional, Dagoberto Guillaumin ha llevadoa la escena la obra en dos actos de OthónArróniz Yanga, pero esta vez con RaúlQuijada en el papel protagónico. (Estreno:14 de abril de 1971.)

En 1609 -se nos informa- dos misione­ros jesuitas, el P. Juan Pérez y el P. Lauren­cio, recibieron la encomienda de acompañara las tropas españolas a una expediciónpunitiva en contra de los negros cimarro­nes, o sea, los esclavos fugitivos asilados enuna fortaleza de la Sierra Veracruzana. Lamisión militar cumplió con su cometidopacificando la región, y reduciendo a losinsurrectos a una libertad condicionada. ElP. Laurencio, por razones apologéticas res­pecto a la Compañía de Jesús, hizo unrelato de su viaje en el que muestra congran viveza su admiración por el jefe de losnegros. Yanga era un Príncipe en su lejanaAfrica y, tal vez por ello, era un hombrecultivado, de porte majestuoso y dotadopor la naturaleza de una mente lúcida,cuyos conceptos se adelantan a su época ynos hablan de nuestros problemas contem­poráneos de libertad y de justicia... Yanga

por Miguel

lo era el del "Círculo de amigos del generalDíaz", sino que abarca a los hombres decualquier condición. El fanatismo crece atal grado que hubo un empresario de Gua­dalajara que· celebró el onomástico de "Pa­quita Bertini" (sic) exhibiendo sus películasmás populares el día de San Francisco.

En 1920 el semanario El Universal Ilus­trado organizó un concurso para saber quéactriz contaba con más simpatías; resultóserlo la Bertini y el premio consistió en laexhIbición gratuita a sus admiradores dealgunos de sus fIlmes. Los organizadores seasustar~>n por el tono amoroso que teníanalgunos de los votos que recibieron; talhecho les parecía· inmoral y se negaban aaceptar que existieran hombres que amaranlos fantasmas de las italianas.

Al mediar .el año de 1920 en las fotogra­fías hay un cambio radical: ahora las muje­res se parecen más a Pearl White o a MaryPickford, y en 1921 ya se habla del olvidoen que- para algunos había caído la Bertini,y de 10 anticuado que se veían sus filmesen relación con los americanos. Estos, apesar de la predisposición que encontrabanen un numeroso sector de la poblaciónmexicana, especialmente entre los intelec­tuales, fueron desplazando en el gusto a laspelículas francesas e italianas por su eleva-

. do nivel técnicli>.Seguir la moda durante los años veinte

refleja dos hechos: la reacción de una partede la población contra la que imponían lasnorteamericanas y la aceptación de ella porotro sector, el mayoritario. En las mujeresque se oponían se ven dos corrientes: lasque visten a la española, puesto que hay unsentimiento hispanista muy fuerte, y las

, que lucen ropas confeccionadas con telashechas por los indígenas, ya que "lo nacio­nal" estaba encarnado por ellos. Lo últimoera una consecuencia de la explosión delmovimiento nacionalista que encabezabaVasconcelos;

El cine, en un lapso de veinticinco años,había progresado a tal punto que llegó, yaentonces, a ser determinante en la vida deuna sociedad, a la que incluso moldeóexteriormente. Se había convertido en elmedió de comunicación y aculturación ma­siva más importante de esos años, mientrasel Estado Mexicano lo subestimaba incons­cientemente; no lo utilizó -ni pensó hacer­10-' para impulsar la educación de las gran­des masas. Lo vio como un medio dediversión y esparcimiento y como tal se leha venido considerando hasta nuestros días.La úDica preocupación estatal fue la regla­mentación del espectáculo, tanto para laproducción de fIlmes nacionales como parala exhibición de los extranjeros, encamina­da a sustraerlos de todo contexto polí­ticosocial. Esto, irónicamente, era contra­producente a los esfuerzos encaminados aelevar el nivel moral de las mayorías, puesse procuró fomentar las películas que nadales decía de su condición y sí les hablabande un mundo melodramático y pretendida­mente idílico, ya que los argumentos de losfilmes eran por completo ajenos a unarealidad concreta. Este es uno de los lastrestradicionales que sigue pesando sobre laproducción fílmica mexicana y la exhibi­ción de películas de otras nacionalidades.

I

Page 54: I LAZARO CARDENAS

artes plásticas

por Jesús Velasco Márquez

fernando de szyszlo.una imagen de latinoamérica

historia, la filosofía, la literatura y otros.Si se toma en consideración el terreno

de las lagunas en el conocimiento de laactualidad americana, tal vez una de lasmás notorias sea la que representa el arte,sobre todo el contemporáneo. Los organ~

mas oficiales y los centros especializados enestudios estéticos poco han contribuido, sea.con exposiciones, sea con publicaciones, acubrir el vacio que existe en relación aldesarrollo plástico de América en generalCon respecto a los Estados Unidos el pro­blema es menor, los fenómenos plásticosahí surgidos nos son conocidos por el im­pacto que ejercen en todo el mundo y,además, por la extraordinaria difusión queposeen a través de la industria editorialnorteamericana. En cambio, por la pobrezaeconómica y por la falta de interés deldesarrollo de las artes en el resto de América,conocemos poco menos que nada. Porejemplo en la década de los sesentas sólohubo dos exposiciones importantes de artelatinoamericano: la de Arte latinoamericanodesde la Independencia, organizada por ellNBA y diversas instituciones norteamerica­nas; y la de Pintura cubana contemporánea,organizada por la UNAM. -

Ante este panorama, una exposición co-

A causa de un exaltado nacionalismo quese ha vivido en México durante años, noshemos concebido como el país representati­vo de América Latina y pretendemos llevarla delantera en todos los órdenes de lacultura. En esta situación, hemos caído enun sistemático cierre al analisis profundo delos fen6menos que acontecen en el restodel continente americano, (por que lo cier­to es que también, por muy complejascausas, nos hemos cerrado al conocimientode los problemas angloamericanos). Es cier­to que ante esto se levantan, en la actuali­dad, los esfuerzos de algunos intelectuales,como por ejemplo Leopoldo Zea, a quiense debe la fundación del Centro de Estu­dios Latinoamericanos de la Facultad deFilosofía y Letras de la UNAM y ampliascontribuciones en el campo de la filosofíalatinoamericana, y Daniel Cosía Villegas,quien a la par que Josefina Vázquez deKnauth pretende despertar el interés porlos problemas angloamericanos; ésta últimamanteniendo, pese a una absurda oposición,el Centro de Estudios Angloamericanos ysu correspondiente publicación anual. Masla realidad es que estos esfuerzos, por limi­taciones naturales, se han circunscrito aciertos campos de la cultura, tales como la

gradación más medida; earacterizationes"ondeantes" que no aciertan a situar a lospersonajes de una buena vez.

Othón Arr6niz no toma al Yanga ena~nso cuando lanz6 el primer grit6 deliberaciÓn antiesclavista -por algo ahora sele llama el Primer Caudillo Insurgente deAmérica Latina-, sino un Yanga convertidoen dictador, sin poder ya sobre nadie,prácticamente ciego, perdi~ toda majestady debilitado hasta ser el juguete de sus"cortesanos" y de sus hombres de armas.Un Yanga sin fuerza física ni ascendientemoral, que va derecho a su propia destruc­ción.

Yanga, de este modo, se convierte preci­samente en lo que el autor quiso que fuera:se convierte en un anti-héroe. Y con lainterpretación personal de un autor parasus creaturas (pues Yanga, con todo lohistórico y lo real que haya sido, lo es paraArróniz) es mejor optar por la libertad decada quien: lo más que puede hacerse esestar o no estar de acuerdo con ella.

Dagoberto Guillaumin se enfrentó a va­rios problemas muy serios para la puesta enescena. Lo ideal, para los contados directo­rés-que aman el teatro mexicano -y él lo,ama, como lo ha demostrado en variasocasiones- es encontrar obras completas,redondas, como Yo también hablo de laroSll, de Carballido, o La carpa, de Lefiero(por no citar sino un par de ellas), y ésteno es el caso. Así, algo que honra aGuillaumin es que a sabiendas de los defec­tos de la obra quiso patrocinarla y dirigirla,como una muestra de estímulo efectivo alos nuevos autores teatrales mexicanos. Sinembargo, como ha sucedido en otras oca­siones, la obra misma obligó a la dirección

,a tomar ciertas actitudes, ciertas solucionesque acabaron por no funcionar bien, sincontar con que Raúl Quijada tuvo quemontar el papel en cuatro días y que elresto del reparto -que originalmente estabaintegrado por negros en su totalidad- tuvotambién que ir parchándose según avanza­ban los ensayos, debido a dificultades quelos escogidos tuvieron con la ANDA o conMigración. Así, la dirección carece por mo­mentos de un ritmo firme y adecuado oalgunos actores "recitan" demasiado pormomentos; "peros" estos, sin embargo, queson, relativamente, de los más fáciles desolucionar en una puesta mediante unaserie intensiva de ensayos de "afinación".

Otro problema fue que, siendo muybella plásticamente hablando, la escenogra­fía de Luna, fue planeada para otro teatro,y que al ser transladada al del Bosque dejóde funcionar debidamente, por lo que eldirector se vio obligado a lanzar a susactores al proscenio y a utilizar de preferen­cia ciertas áreas más accesibles.

Varias cosas ejemplarizantes quedan enpie, sin embargo: la libertad de expresiónde que también se goza en los teatros de laUnidad Artística y Cultural del Bosque; elexcelente -escritor actual y dramaturgo enpotencia que hay en Arróniz; la actitudmodelo de Guillaumin hacia el teatro mexi­cano de autores conocidos o desconocidosy la bien educada, sobria e inteligenteporción de público que asistió a la funciónde estreno.

, ,

I

Page 55: I LAZARO CARDENAS

vicente rojo

por Luis Carlos Emerich

ro<> la de Fernando de Szyszlo (GaleríaJuan Martín, México, marzo de 1971) re­$Ulta por demás importante y significativa.Es el mínimo esfuerzo en pos del conoci­miento de la pintura que se realiza enSudamérica, a la vez que una oportunidadde conocer la expresión plástica de la pro­blemática que se vive en aquellas tierras.

Las obras expuestas (óleos y guaches)poseen dentro de su diversidad una granunidad en cuanto a forma, color y compo­sición. El primero, el más evidente y tal vezel más grande de los méritos de Szyszlo esque sabe mantener su trabajo en el límitejusto de una madura homogeneidad; aun­que a punto, no llega a caer en la monoto­nía.

Es sobre todo en la composición de susobras en donde encontramos la persistenciade un mismo modelo, pero de tal manerarealizado, que en cada obra parece diferen­te. Estas composiciones son clásicas, defini­tivamente estáticas. Producto del más puroracionalismo; distribuyen con medido equili·brio las formas que delimitan las zonascromáticas. En cada una de las creacionesde Szyszlo se muestra su formación dearquitecto, siempre a la búsqueda de unafma y exacta proporción.

A esta precisa y regular estructuración seopone uno de los elementos: el color. Esteen contraste es siempre diferente. Brutal­mente combinado en tonos oscuros, cálidosy brillantes, afirma Una pasión sin límites,un romántico anhelo de encontrar en loespontáneo e irracional el motor de todaactitud vital. Es, además, un elemento diná­mico. Aplicado en zonas más o menos biendelimitadas que contrastan por la violenciaen las combinaciones y, dentro de unamisma zona cromática, matizado a base deempastes, produce un efecto barroco declaroscuro. La pincelada y los empastes semueven en todas direcciones, y así el colorpareciera que tiende a expanderse más alláde los límites de la forma que lo contiene.

Por su parte, las formas mismas vienen aser la síntesis que absorbe y diluye laoposición de los otros elementos. Son, aveces, evocaciones de un geometrismo masi­vo que armoniza con la estructura y otras,son abigarradas y complejas -intentos derecrear la naturaleza o el símbolo del mi­to- que participan de la fluidez del color.Hay en ellas la sobriedad que contiene eldesbordamiento cromático, y el ascendentealigeramiento de la rígida y contundentecomposición.

Bien podría afirmarse que la síntesis quelIeva a cabo Szyszlo en cada una de susobras es también la síntesis de las corrien­tes del abstraccionismo, pues tal parecieraque su obra en conjunto hunde sus raíces oabreva de dos profundas fuentes; la deaquélla que se desprendió de Mondrian yde esa otra que expresó Kandinsky. Es, enresumen, la suya una abstracción geométri­ca y simultáneamente expresionista.

En esta exposición (la tercera individualque realiza en México), Szyszlo se nosrevela como un sólido artista que ha sabidoasimilar una serie de influencias y trasmu­tarlas en un lenguaje propio y que, además,posee un amplio conocimiento de los secre­tos que encierra la pintura, por lo que su

emotividad encuentra la forma de expresiónexacta. Pero si desde el punto de vistaformal es la suya una obra extraordinaria,es también un símbolo de la problemáticacultural latinoamericana. En la tranquilidady pureza de sus composiciones, en la vio­lencia y la voluptuosidad de su colorido, yen la sencilIez y complicación de sus for­mas, se encierra todo un complejo de pro­blemas, de deseos y de luchas que a diarioagitan a nuestros países.

Staton L. Catlin, en el estudio que pre­cedía al catálogo de la exposición de ArteLatinoamericano desde la Independencia,menciona a Szyszlo como uno de los másdestacados artistas que integran lo que élllama el quinto periodo de arte en Latino­américa, que comprende los años de 1945 a1965. El mismo estudioso afirma que la.;aracterística general de dicho periodo es lade un intento de universalismo. Una luchapor superar el arte de contenido social y elarte basados en la anécdota; por tanto esel deseo de crear obras cuyo interés estélimitado sólo por la unidad de la obra dearte en sí misma, y por su organizaciónexpresiva.

Nada más cierto que en la obra deSzyszlo es evidente esta aspiración. Pero enmi opinión, más que llegar al resultado, lao'bra de Szyszlo es la expresión de la luchainterna que pugna por expresar un seramericano propio, verdadero y profundo.Que no sea sólo ese aparente de un folklorecomercializado, sino aquél que ponga demanifiesto una realidad que, aunque limita­da por la circunstancia, tenga la universali-

En la pintura de Vicente Rojo, más que encualquier obra plástica actual afín, en algu­no de sus aspectos, al materismo (a lapintura en que el medio material de trabajose autorrepresenta), se aclara con tantafuerza y sutileza la búsqueda de la corres­pondencia metafísica del objeto concreto,del "objeto que aparece dentro de un espa­cio abstracto" (lacques Dupin), que defmeuna actitud de la pintura matérica y nosacerca al origen probable de la pintura deVicente Rojo. Aun cuando, después devarios fructuosos periodos de búsqueda,hasta su más reciente exposición (GaleríaJuan Martín) haya sobrepasado medios yfmes del- materismo, su manera de sintetizarencuentros puede verse como basada en laadministración austera de las propiedadesmismas,de la materia, en su lógica expresivaa intrínseca (manera de sugerir, componer,estructurar, mezclar, texturar) a pesar deque la presencia física de la materia hayapasado a último término. Vicente Rojo se

dad de lo humano.Muestra, además, esa trágica batalIa ame­

ricana contra el colonialismo cultural. Trá­gica porque a fin de cuentas, como casitodas las obras americanas, viene a ser unaexpresión del mismo. Es, por una parte, labúsqueda de una fonna que sea propia, quedefina y exprese auténticamente la persona·lidad latinoamericana, por lo que se oponea lo y.a hecho, tanto dentro como fuera delcontinente. Y por otra parte, en la concre­tización del deseo, se acaba usando aquellosencuentros realizados por Europa o Norte­américa, e inclusive la más de las vecescuando ya han sido agotados. Hay un estar ala zaga que particulariza y define. En fin,hay la recreación más que la creación mis­ma; pero esto no se piense es peyorativo:en la interpretación del modelo radica laoriginalidad.

Así, en la obra de Szyszlo encontramospoéticarnente expresada esa misma realidadlatinoamericana con la que a diario nosdesayunamos. Esa realidad, que en lo polí­tico, lo social y lo económico es luchacotidiana de la persistencia contra el mpvi­miento, de la represión contra la revolucióna fin de cuentas es continua violencia.Continuidad, cercana a la monotonía, en elser siempre una explosión de angustiosabúsqueda.

Szyszlo, a semejanza de lo que GarcíaMárquez, Lezama Lima, Cortázar o Carpen·tier realizan en el campo de la literatura,nos sacude y conmueve con su obra, puesésta no es otra cosa que un camino queconduce a nuestra propia imagen.

Page 56: I LAZARO CARDENAS

adentra ya en esencias, en ordenamientosde lo encontrado en pos de un lenguaje quepropicia, en sus flexiones, la abstracción del"objeto" hasta tal punto que de su voca­ciQn obtenga su proyección presencial. Elcarácter del objeto, tanto de regusto míticocomo convencional o arbitrario, es unaseñal gráfica moderna que entraña significa­dos ricos y complejos (la señalización querige un orden, la señal citadina, la señal decarretera), elemento y lógica de una escritu·ra puramente visual, que la pintura deVicente Rojo eleva a un nivel de posibilida­des de significación múltiples.

La capacidad de abstracción a partir dela materia, de sintetizar el encuentro de laesencia visual del "objeto cortcreto" (Laseñal), delimita la profundidad del campode acción, la voz plástica con que VicenteRojo se dirige hacia la interioridad de unmundo, de una realidad hecha visible, lavoz con que transmite lo encontrado. Uncampo de abstracción emocional, no decarácter evasivo o catártico, sino al encuen­tro de un orden, propicia la "formación"de una presencia (figura) geométrica, parteposible, fragmento, señal de una estructuraideal o idealizada, sugerencia de un puntode contacto entre una lógica encontradadentro de la pintura y la espiritualidad delexterior al cual se dirige.

Emoción es espontaneidad en la pinturade Vicente Rojo. Tanto línea como color,en íntima correspondencia de aparición,son imagenes gestuales, una colorística ges­tual que da el tono de acontecer de suplástica, incluso donde la rigidez aparentede la figura geométrica, su supuesta frial·dad, puede desviar hacia una inquietud susfmes "exactos". En obra anterior de estepintor, el impulso físico de extender elcolor, de lograr evocar mediante texturas elpoder del "objeto concreto" dentro de unespacio abstracto, podía verse como unparalelismo entre el orden monumental ysilvestre del devenir de formas de la natura­leza y un orden estrictamente plástico crea­do. Esencia natural y esencia pictórica te­nían una correspondencia virtual de valoresexpresivos. Esta forma de abstracción seadentraba en la invención de un orden porla singular administración visual, sistemáticade valores creados a los elementos de laformatividad pictórica. Actitud esta que ensu obra actual aúna incluso el misterio dela elección libre de elementos, el encantode la arbitrariedad, del proceso de descubri­miento de una señal que involucra el miste­rio mismo de la gestación artística.

El paralelismo de un orden plástico y unorden evolutivo natural de las formas hacíaposible, por la inflexibilidad aparente del

sistema de búsqueda, una realidad que culo ­minaría en la destrucción: decantación pu.rificación de lo creado que evidenc~ elvacío que cerca toda búsqueda auténtica.Daba elementos, orden y su capacidad paradestruirse por el afán del encuentro auténti.ca, en el afán de que una economía extre.ma de medios expresivos lo llevaría a laseñal, a la señal pura, del acto mismo de labúsqueda. Apasionamiento romántico que,en su austeridad obligada, manifiesta sutilestonos de exaltación y autocontrol, luchaque se precisa, quizá, entre la fisicidad dela figura geométrica y el clima de emocio·nes en que es encontrada.

La obra de Vicente Rojo, aunque ini­ciada en el materismo, no es ni ha sidoajena a los hallazgos de las últimas tenden·cias del arte. La asimilación o la aportaciónde formas de su pintura se identifican o talvez superan algunos momentos brillantesdel pop, cuando éste deja sus ímpetussociológicos (Stella, Lichtenstein) siempreen pos de la manifestación de un mundopropio, en cuya multiplicidad de posibilida.des de interpretación adquiere su riqueza ysu importancia en el contexto de la pinturavanguardista, dentro de su problemática pe­ro al margen del afán de lograr una "mo·dernidad" innecesaria para un mundo plás­tico que se autosatisface para proyectarse.

Page 57: I LAZARO CARDENAS

En todas las libreríaso en Gabriel Mancera, 65 / México 12, D. F.

100. PISO TORRE RECTORIA C. U. -5-48-82-15

FONDO DECULTURAECONOMICA

F. FRANCKLa iglesia en explosión408 pp. $ 48.00

S. LECLAIREPsicoanalizar200 pp. $ 24.00

S. J. STEINLa herencia colonial deAmérica Latina$ 24.00

P. JALEEEl imperialismo en 1970296 pp. $ 32.00

M. FOUCAULTArqueología del saber368 pp. $ 36.00

NOVEDADES)J((Jszgloveznnunoedztoressa

Este libro póstumo recoge las lecciones del último curoso que el doctor José Gaos dictara en la Facultad deFilosofía y Letras de la UNAM. DEL HOMBRE des­arrolla en otras direcciones temas que ya DE LA FI·LOSOFÍA había desarrollado, y expone otros temasque el libro anterior ni siquiera toca. Ambos libros secomplementan y resultan la exposición más cabal dela filosofía del ilustre maestro desaparecido.

Gaos, JoséDEL HOMBRE592 pp. $ 65.00

DE VENTA EN EL FONDO DE CULTURA ECONÓMICA,

AV. UNIVERSII)AD 975, MÉXICO 12, D. F., Y EN TODAS LAS BUENAS

LIBRERÍAS. PIDA INFORMES SOBRe NUESTRAS MAGNÍFICAS

CONDICIONES DE CRÉDIT.o AL TEL. 52443.76

NOVEDADENFILOSOFÍA

Page 58: I LAZARO CARDENAS

1,

1,

•I EditorialJoaquín Mortiz

Novedades deEdiciones Era

CarlosMonsiváis

DIA8 DEGUARDAR$44.00 M.N.

Ediciones Era, S. A.

\~,.

Novedades y reediciones

De venta en las buenas libreríasEdiciones Era, S. A.Avena 102 / México 13, D. F. ~ 582-03·44

CARLOS SOLÓRZANOLas celdas, $ 20.00

MIGUEL BARBACHANO PONCE. Los desterrados del limbo, $ 24.00

naturalezaimágenes de la ciencia

Suscripción anual (correo ordinario)Rep Mexicana $ 100.06 'Extranjero 12 dls US

PRECIOSEjemplar:

Rep Mexicana $ 10.00Extranjero 1 di US

direccióngeneral dedifusióncultural

departamento de ciencias

unRI1l

Correspondencia:Apdo Post 69·607México 21, O F

Oficina:Arquitectos 55, 1er pisoMéxico 18. O FTels: 515·12-96 f 516-68·94

Aclaracíones a los teléfonos:515·12·96 f 518-68-9419.30 • 13.30 hrsl

$ 15.001.20 dls!J\i

~.

Números atrasados:Rep MexicanaExtranjero

Envio aéreo y ser\licios especiales:dirigirse a nuestra oficina

Haga sus pedidos enviando d,eque o giro postal,a nombre de naturaleza, alApdo Post 69·607Mexico 21, O FI

En todas las librerías o enAvándaro, S. A.,Ayuntamiento 162·BTel. 5·13·17·14

MARÍA LUISA MENDOZACon Él, conmigo, connosotros tres, $ 30.00

VICENTE LEÑEROPueblo rechazado (2a. ed.), $ 18.00

CARLOS FUENTESCambio de piel (4a. ed.), $ 50.00

SALVADOR ELIZONDOFarabeuf (3a. ed.), $16.00

Page 59: I LAZARO CARDENAS

POEMAS

1Las oficinas le quitan al hombre su alegríaCuando llego a la casa es otro el que besa a mi mujerHay teléfonos, máquinas de escribir y funcionariosMis hijos se parecen demasiado a las flores cuyas semillas trajo el vientoAlgunas mañanas mi jefe me llama para contarme sus sufrimientosLa familia es como un pedazo de espejo que uno quisiera romperEl triunfo-de mi jefe es el triunfo de la especiey en la mesa del comedor mi mujer y yo agredimos a la abstracciónEntonces se me antoja ver desnuda a la secretaria de mi jefeA veces mi mujer recuerda mis caricias y yo me arrepientoEstoy seguro de que sus pechos son como sus palabrasy llega un invitado que no sabe qué cara ponerLas secretalias llevan a las oficinas la imagen de sus maridosComemos el guiso con la certeza de que lo necesitamosMe las imagino desesperadas y en busca de un orgasmo satisfactorioNosotf<ls somos los miembros de una élite satisfechaA su lado, en la otra recámara, el hijo escucha los gemidosPero algo de la vida se nos escapa, algo que es esencialEn la oficina todos somos como los animales insegurosA veces lo tocamos, a veces comprendemos nuestro extraño dolory de nada sirve ponerse a vociferar a nombre del progresoYo sé que mi mujer llora, como yo, y no sabe por quéPorque los otros que somos nos anuncian la vejez, el insomnioPor eso la abrazo en las tardes, para transmitirle mi soledady por eso queremos tener un automóvil, vestir bienLa soledad de ella es como un cuenco lleno de aguaAtrofiados, caminamos por la oficina absolutamente perdidosPero el cuenco está agujerado y el agua es de todo el mundoPor eso decimos alegría, pero es algo que no entendemos

Dirección General de Difusión Cultural: Leopoldo Zea, Director GeneralDepartamentos y jefes: HUl1UJnidades: Abelardo Villegas / Ciencias: Luis Estrada /Artes plásticas: Helen Escobedo / Cine: Manuel González Casanova /Música: Eduardo Mata / Teatro: Héctor Azar / Radio y televisión: Raúl Cosío /Casa del Lago:. Benjamín Villanueva / Oficina de grabaciones: Marisa Magallón

Imprenta Madero, S. A.Avena 102México 13, D. F.

Page 60: I LAZARO CARDENAS

IIEn estos días la melancolía es un caprichoTuve un amigo que esperaba de mí extraños entusiasmosEl narc;isismo maloliente, lleno de miedoNos íbamos a la cantina y luego recitábamos en la calleLos poetas disfrazados para tocar la soledad femeninay si encontrábamos un rincón, allí nos abrazábamos, llorandoLa palabra con intimidades y respuestas de mujerEra hermoso consolarse con la narración de nuestro pasado miserableLos poemas escritos para el autoconsumo y la vanidadPero uno se cambia de zapatos y deja a los amigosy la melancolía sólo es un síntoma de neurosis, un caprichoTuve entonces otro amigo que quería ser cínicoPero algo de lo poético conduce a la lucidezNos dedicamos a buscar ciertas mujeres ojerosas y risueñasAl sinsabor, a la desesperanza, al odioLas convencimos y ellas se acostaban en una gran cama, divertidasLos poetas dejan la poesía y se hacen preguntas, muchas preguntasPero las mujeres están terriblemente necesitadas de amorLa poesía deja de ser tierna, se vuelve insultoEllas solas se desvestían y tocaban su cuerpo, tristesDentro del corazón, en el cerebro y en la casay cuando estaban exaltadas llamábamos a otros amigos, orgullososSe inventan torturas, experimentos, tribulacionesy era gracioso el espectáculo, podía uno masturbarseLa diversión es una repentina amargura que se descubre en los calés sele' . vS

Hasta que un día una pobre mujerucha quiso matarseUn hueco y dentro del hueco el aislamiento donde los· poetas monologa1'Arrepentidos, todos nos fuimos a la escuelaSe toca la mesa, se toca la taza, se toca el mantel, y no son otra cosaTuve entonces otros amigos que analizaban la estupidez de mi padreLa melancolía es de pronto una nueva infancia, un aprendizajeSalimos a la calle todos juntos, para matar los entusiasmos y el cinismoLos poetas salen a caminar por las calles, y ellas no son otra cosaCosas como esas son todas insólitas, ocurren sólo.a vecesPero los tanques salieron a la calle y ya no hubo mentirasPara los poetas los tanques son deseos germinados, la dura vidaDispararon y todo esto tiene que ver con el cinismo y con mi padrePara los poetas las ametralladoras florecen en una tierra propiciay hubo muertos y los disfrazaron de tributo y de ofrendaPara los poetas son los impulsos, la piel, los afectos y el sueñoLa escuela fue a la calle y los salones se llenaron de sabiosLa poesía se convierte en una búsqueda del hombreLas muchachas y los muchachos se saludaban sin pensar en la virginidadPero el hombre es un tipo cualquiera, de carne y huesoLos muchachos se pusieron a preguntarle a cada quien su nombreEntonces uno saluda a un sujeto que se llama igualEstaban todos juntosPero el otro -el otro- es distinto

Argelio Gasea

I

,;