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Núm. 19 • 75
RECOLECCIONMECANIZADA DELA REMOLACHA
AZUCARERA
RAMON PIQUERAS GRANELLIngeniero Agrónomo
MINISTERIO DE AGRICULTURA
RECOLECCION MECANIZADADE LA
REMOLACHA AZUCARERA
Podemos afirmar que en una explotación agrícola el de-
sembolso efectuado por mano de obra y mecanización de los
distintos cultivos supone un porcentaje elevado dentro de
las gastos totales de la misma. Esta circunstancia está muy
acusada en el caso concreto del cultivo de la remolacha azu-
carera. Una parte considerable de lo elevado de tal desembol-
so se debe a la recolección de la que trataremas a continua.-
ción.
CONSIDERACIONES GENERALES
La condición previa para efectuar una buena recolección
de la remolaha azucarera es que el suelo esté con el tempero
adecuado. Un suelo excesivamente seco y duro retiene fu^r-
temente las raíces, lo cual origina un mayor gasto de trac-
ción y ejecución deficiente: desgaste de los órganos de las
máquinas, rotura de raíces (las puntas quedan enterradas
en el suela ), etc. Por el contrario, con suelas húmedos en
exceso, los tractores pierden fuerza de tracción por resbala-
miento y las máquinas se erribozan de barro originando atas-
cos y haciendo difícil su conducción entre líneas.
El conseguir el tempero adecuado en toda la época de re-
colección es difícil, ya que el tiempo útil a considerar es de
veinticinco-treinta días, dado que de las cincuenta-sesenta
que dura la campaña se han de descontar los de fiesta,
días de mal tiempo o aquellos otros en que es p^reciso la
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realización de otros trabajos. Sin embargo, con buena orga-
nización y maquinaria apropiada se puede realizar eficaz-
mente esta operación Pn el limitado número de días dispo-
nibles.
La elección de maquinaria para la recolección mecani-
zada de la remolacha azucarera puede basarse en equipos
desccmpuestos, que nos permiten mayor maniobrabilidad,
menos peso y, por lo tanto, margen de trabajo más amplio,
o en cosechadoras de cualquiera dc los tipos existentes en
la actualidad.
Sería aventurado el querer dar soluciones teóricas úti-
les para todas las explotaciones sin considerarlas en particu-
lar, ya que cada una presenta aspectos distintos que hay
que analizar a la hc:ra de la elección de la cadena de m°-
canización más apropiada, la cual influirá sobrc toda la or-
ganización de la empresa. Por tanto, las normas expuestas
a continuación serán de carácter totalmente general.
RECOLECCION
La recolección de la remolacha consta de tres operacionesclaramente diferenciadas: descoronado, arranque y carga.For ello, las m'aquinas han intentado dar solución a cada
unc de los problemas por separado, de dos de ellos conjun-tamente o de los tres.
f^ig. I .-Desroronador^ide tres líneas sin re
cuperación de hojas.
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DESCOKONADORAS
El descoronado consiste en realizar un corte en la partesuperior de la raíz, eliminándolo junto con las hojas. Como
el desarrollo de las raíces es distinto, se precisa adaptar la
altura de corte mediante los palpadores, que, en general,
ccnsisten en una especie de patín que arrastra una cuchilla
a una separación constante; de esta forma el patín desliza
sobre la remolacha, adaptándose a su diferente altura so-
bre el suelo.
Con el mismo sistema de cuchillas hay otros palpadores
en forma de tridente o cilindros; este último tipo parece ser
el más adecuado si va provisto de embrague de seguridad,
ya que ejerce una fuerza de retención de la remolacha so-
bre la cuchilla en el momento del corte, evitando el empuje
que sobre la raíz pueden producir los otros sistemas, deján-
dola a medio descoronar.
Tanto en un sistema como en otro, el palpador y la cu-
chilla trabajan sobre una o más líneas -en general, tres-,
en cuyo caso cada cuchilla debe actuar independientemente.
La presión del palpador sobre la remolacha, como la sepa-
ración entre éste y la cuchilla puede ser regulable, con el
fin de adaptarse a las diferentes condiciones de cultivo.
Si quieren aprovecharse las coronas con las hojas, con
posterior recogida, se pueden hilerar mediante un sistema
de placa recogedora bajo la cuchilla y tornillo sin fin o bien
con sistemas parecidos a los rastrillos hileradores utilizados
en la recolección de forrajes. No obstante, cada vez se está
generalizando más el deshojado completo de la remolacha,
previo al descoronado, mediante dos o tres ejes transversa-
les a la dirección de la marcha, provistos de látigos de cau-
cho, fácilmente sustituibles en caso de rotura, y que, mer-
ced a la toma de fuerza del tractor, giran a gran velocidad;
de esta forma el aprovechamiento de las hojas es imposible,
pero se incorpora al terreno una cantida:d importante de ma-
teria orgánica, efectuándose la posterior operación de desco-
ronado mticho más perfectamente.
No es posible fijar con exactitud el rendimiento de estas
Fig. L.-Descoronadora con sistema de recuperación de hojas.
máquinas, al igual que sucede para gran parte de las que
trabajan en el campo, pues depende de circunstancias ajenas
a ellas mismas, como son el esta.do de la planta, del suelo
y de la estructura de la parcela.. Como media podemos con-
siderar, en descoronadoras de tres líneas, unas 0,3-0,4 hectá-
reas por hora.
Para obtener un buen trabajo hay que mantener el rit-
mo adecuado en la velocidad de avance de la máquina, ya
que si es demasiada rápido las cuchillas no tienen tiempo
de descoronar correctamente, y si es lento se pueden produ-
cir desgarros en la raíz. Como en esta aperación hay que
aproximarse lo máximo a las condiciones requeridas por la
fábrica (descoronado en corte plano o a punta de lapicero),
hay que prestarle mucha atención.
En Inglaterra está extendido otro sistema, consistente
en una cuchilla giratoria oblicua con el palpador delantero,
formado por una lámina deslizante que pasa por encima
de las hojas.
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Cabe señalar igualmente otros palpadores giratorios de
tipo "ca^ero", formados por simples neum "aticos de automó-
vil que llevan detrás la cuchilla.
En las cosechadoras, el mecanismo de descoronado es sen-
sitivo, con palpadores que se regulan hidráulicamente guian-
do la máquina y con mecanismo de corte dispuesto en para-
lelogramo.
Con les palpa-dores mecánicos actuales, que encontramos
tanto en equipos de^compuestos como en las cosechadoras,
la distancia mínima entre remolachas debe ser de 15 cm.
para realizar un buen trabajo, ya que si es menor la cuchilla
no desciende lo necesario entre un corte y el siguiente, ha-
ciendo defectuoso el descoronado. El problema técnico que
se intenta solucionar con sistemas de muelles, etc., es el dellevar la trayectoria real de palpador y cuchilla ( 3^ ) a la
teórica ( T), según la figura.
El descoronado correcto debe realizarse en el punto denacimiento de las hojas. Con un descoronado alto, el alma-
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Fig. 3.-Esquema de la trayec-toria real (R) y teórica (T) del
palpador.
cenaje y la conservación de la raíz es mejor que con un
descoronado profundo ; ahora bien, el que queden hojas es
perjudicial, dado que consumen azúcar hasta el momento de
entrar en el proceso industrial.
Lo más práctico, y que se viene rea.lizando, es descoro-
nar alto, pero limpiando bien el resto, con unos latiguillos
de gama que van detrás de la cuchilla.
ARRANCADORAS
Son máquinas cuya misión no es otra que arrancar las
raíces sin romperlas y dejarlas dispuestas para la carga lo
más alineadas y limpias posible. Trabajan sobre remolachas
previamente descoronadas.
Básicamente hay tres ^istemas de arranque: con púas,
con rejas y con discos.
El primero consiste en una horquilla ccn dos púas de
acero, con un ángulo entre sí de 10-15 5rados e inclinación
hacia abajo, que se introduce en el terreno. Gracias al avan-
ce de la máquina se extraen las raíces. Su empleo está in-
dicado en terrenos sueltos.
Las rejas, utilizadas en terrenos pesados, forman un án-
gulo de unos 50 grados. La remolacha entra en dicho ángu-
Fig. 4.-Arrancadora-hileradora de seis línea., autopropulsada.
Fig. 5.-Arrancadora de discos con sistema limpiador-alineador.
lo, se apoya en los lados y asciende. La ventaja de este sis-
tema radica en que el ángulo de ataque es grande. El mo
vimiento lateral de la reja hace que se abarquen casi todas
las remolachas, aunque no estén perfectamente alineadas,
cosa que no sucede con el sistema de púas.
Por último, se emplean también discos giratorios, con ro-
tación libre o dirigida por la toma de fuerza del tractor,
dispuestcs en V y con dos "angulos, uno de ataque y otro
entre ellos mismos ( más aproximados en la parte inferior
que en la superior ). Con ello se consigue que la velocidad
relativa entre los discos y el terreno sea prácticamente cero,
produciéndose un esfuerzo de tracción hacia arriba que
arranca la remolacha suavemente, aunque elevando dema-
siada cantidad de tierra.
Los discos se suelen emplear en terrencs con elevada plas-
ticidad y remolachas muy largas que necesitan elevado tiem-
po de extracción. Un inconveniente para su empleo en equi-
pos descompuestos es que necesitan elevado peso para intro-
ducirse en el terreno, por lo que sólo están incorporados a
las cosechadoras.
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En este sistema puede ir uno de los discos accionado porla toma de fuerza y con movimiento giratorio rápido y elotro con la rotación pro^ducida por su rozamiento con el te-rreno; así se arranca más fácilmente la raíz, ya que se leda un pequeño giro que rompe las raicillas.
El esquema de trabajo de los sistemas expuestos es el si-
guiente :
Fig. 6.-Esquema de los sistemas básicos de arrancar remolacha: O, con púas;P, con rejas; y Q, con discos.
En algunos casos el método de arranque es una combi-
nación entre los anteriores. Por ejemplo, con reja y disco,
en terrenos sucios, para combatir posibles atascos.
Cuando las remolachas no están perfectamente alineadas,
la eficacia del trabajo es mayor con el sistema de rejas
que con los otros, dado que se guían automáticamente. Con
los discos o púas hay que acoplar unas varillas largas que
desplazan el sistema arrancador hacia los lados, pero con el
inconveniente de que su trabajo no es correcto al guiarse
por el rozamiento con otras remolachas más avanzadas, no
con la que arranca.
Todas estas máquinas pueden trabajar sobre una o máslíneas, generalmente tres. Están dotadas muchas de ellasde un sistema de limpieza mediante cadenas, que, dispues-tas en dos planos que se mueven a distinta velocidad, accio-
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nadas por la toma de fuerza del tractor, eliminan la tierra
al chocar la remolachas unas con otras.
Otro sistema frecuente de limpieza es por uno o dos dis-
cos horizontales giratorios forma.dos por varillas de hierro y
accionados también por la toma de fuerza del tractor, de
tal forma que, por efecto de la fuerza centrífuga, las remo-
lachas se golpean entre sí, eliminando la tierra que llevan.
Más sencilla es la limpieza realizada par un simple tamiz
de varillas vibratorias, que deja la remolacha esparcida so-
bre el terreno, aunque su trabajo es menos efectivo, sobre
todo en terrenos pesados.
CARGADOR,AS
Una vez hileradas ,y limpias las remolachas sobre el te-
rreno, existen los cargadores arrastrados por un tractor, si-
guiendo con el método de operaciones descompuestas, de
forma que las recogen y cargan sobre remolque. Estas má-
quinas llevari un dispositivo de limpia al mismo tiempo que
el de carga formado por elevadores de cadenas o tambor
rotativo y posterior elevador simple.
Fi^. 7.-Carga manual de remolachas en remulque.
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MAC^UINAS COMBINAllAS
De la combinación de las máquinas existentes y anterior-
mente descritas surgen las diversas cadenas de trabajo, rea-
lizando de una vez el descoronado y arranque, el arranque
y la carga, etc. En general, trabajan sobre varias líneas ( tres
y seis ). A1 ser máquinas reiativamente ligeras, reúnen la
ventaja de poder trabajar sobre tierras con elevada hume-
dad. Se acoplan a potentes tractores.
Una descoronadora-arrancadora de reciente aparición es
la que actúa sobre dos líneas, efectuando el arranque por me-
dio de reja y disco cóncavo situado oblicuamente a la mai
cha, quedando la raíz perfectamente arrancada y en posición
adecuada para el pase posterior de una ingeniosa recogedora-
Fig. 8.-Cosechadora de una línea efectuando la descarga de la tolva sobrcel remolque.
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Fig. 9.-Cargadora-limpiadora que trabaja sobre remolachas previamente ali-neadas.
cargadora de púas que pincha la remolacha y la eleva a la
tolva.
COSECHADORAS
Son máquinas que realizan en una sola pasada el des-coronado, arranque y carga, mediante la combinación y dis-
r '
Fig. 10.-Descoronadora y arrancadora-limpiadora acopladas a tractor.
Fig. 11.-Cosechadora form ada por los diversos elementos (descoronadora-arrancadora-limpiadora-cargadora) acoplados a un bastidor autopropulsado.
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posición correcta de los mecanismos antes descritos por se-parado. Fueden ser arrastradas por tractor o autopropul-sadas.
Si las hojas quieren aprovecharse, llevan dos toIvas sepa-
radas, de forma que en una se cargan coronas y hojas, que
luego son descargadas sobre el terreno a intervalos regu-
lares, formando montones, y en la otra se almacenan las
remolachas, para luego descargarlas, con un simple volteo
hidráulico, sobre un remolque o en el extremo de la parce-
la. Otras veces las coronas con las hojas son dejadas en hi-
lera sobre el terreno y las remolachas caen directamente al
remolque que circula paralelo a la ccsechadora. Es decir,
que las combinaciones más o menos completas, en cuanto a
la ejecución de las operaciones, pueden ser variadas según
la organización de la explotación.
Las máquinas utilizadas en el Norte de Europa ( Alema-
nia, Holanda, etc. ) suelen ser de una línea, con el sistema
conocido por 1+ 1, de tal forma que arrancan una línea y
descoronan la siguiente ( hay que trabajar dando la vuelta
alrededor de la parcela), cargando la remolacha sobre unas
tolvas de unas dos toneladas de capacidad. La regulación de
la profundidad de arranque, al aumentar el peso de la tolva,
se hace mediante unos palpadores que, igualmente, dirigen
hidráulicamente la máquina correctamente por la línea,
arrancando así las plantas que no estén perfectamente ali-
neadas, bien por la calidad del suelo, por deficiencia en la
siembra o por mala nascencia. Su rendimientc es de unas
ocho horas por hectárea.
La utilización de cosechadoras de este tipo, que pueden
actuar bien en la zona Norte de España, se debe a que en
la época de recolección hay mucha humedad en el suelo
y las máquinas sólo pueden pasar una vez para realizar to-
das las operaciones y con poco peso.
En otros países ( por ejemplo, Francia ), se tiende hacia
máquinas de seis hileras, autaprapulsadas, o bien con equi-
pos descompuestos acoplados a potentes tractores, aunque
con ello se aumenta la compactación del terreno, producien-
Fi^. 12.-La recolccción mecánica de la remolacha es pcrfectemente posibleen la actualidad.
do dificultades en la extracción y limpieza de la remolacha.
Sc^ cst^ín extendiendo como elementos motrices unos grandesLastidorc:s autopropulsados, en los que van colocados orde-
nadamcnte los distintos elementos de recolección, quedando,
cuando ha tcrminado la temporada de recoleccion, listos
l,ara su empleo en otras faenas de cultivo acoplándoles losequipos necesarios ^ tratamiento, tran^porte, etc. >.
Como sistema distinto en cuanta al arranque menciona-
rcntos el tipo de cosechadora que arranca las remolachas con
reja y redillos verticales que dirigen dos cintas conver^entes
quc presionan y tiran dc las hojas, elevando la raíz hasta la
partc superior dc la máquina, en donde unas cuchillas hori-
rontales efectúan el descoronado, distribuyendo a una parte
las coronas con las hojas y a otra las raíccs. Es un tipo de
máquina que pucde funcionar bien, con la sola condición
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de que las hojas tengan suficiente desarrollo en el momento
de la recolección.
CONCLUSIONES
A la hora de mecanizar la recolección de la remolacha
se ha de pensar primeramente en las labcres preparatorias
del terreno, siembra correcta que garantice la nascencia, d°n-
sidad de plantación, limpieza, paralelismo entre líneas, et^.
Con estos requisitos la recolección mecánica está resuelta
con la sola pequeña adaptación de las máquinas existentes
a las condiciones particulares de cada zona.
No obstante, valvemos a repetir lo indicado al principio,
de forma que cualquier programa de mecanización se ha
de considerar no sólo desde el punto de vista técnico de
cada operación, sino del conjunto de factores (mano de obra,
maquinaria ya existente, parcelación, períodos de trabajo,
etcétera ) que influyan sobre la explotación.
PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA
Bravo Murillo, 101 - Madrid-20
Se autoriza la reproducción íntegrade esta publicación mencionandosu origen: ,^Hojas Divulgadoras delMinisterio de Agricultura».
I.S.B.N.: 84-341-0403-2 - Depósito legal: M. 39.959-1975 (20.000 ejemplares)Neografis, S. L. - Santiago Estévez, 8- Madrid-19