huellas no. 1 - francisca padilla
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Revista LIJ Francisca PadillaTRANSCRIPT
#01
Un recorrido por la literatura
infanto-juvenil
Editorial
Página 3 Artículo
Niños v/s Adultos: Humor con
aroma a crítica en la LIJ
Páginas 4, 5 Artículo
El miedo en la LIJ, ¿por qué es
apropiado tratarlo?
Páginas 6, 7
Crítica
Lo lúdico y la recreación, un
verdadero juego para niños
Página 8 Crítica
La fantasía que se puede
convertir en realidad
Página 9 Crítica
Un sueño de niños hecho cuento
Página 10
Tráileres
Página 11 Bibliografía
Página 12
Agradecimientos
Página 13
Si miramos a nuestro
alrededor podremos darnos
cuenta que el mundo ha
cambiado en comparación a
unos años atrás y con él sus
jóvenes y niños se han
transformado. Es por esto, que
el mundo reflejado en las obras
actualizó su imagen para
hacerla corresponder con los
cambios sociológicos y con las
nuevas preocupaciones
sociales (Colomer, T., 1999).
Pero no basta sólo con que la
literatura se haya modificado.
Un papel fundamental es el
nexo que se debe realizar
entre la obra y el lector infantil
o juvenil.
Dicho esto, juegan un rol
fundamental los docentes y
padres o tutores en poder guiar
a los menores a encantarse
con la literatura y lograr el goce
y disfrute con esta.
Huellas nace con la finalidad
de servir de apoyo y referencia
para la comunidad adulta en la
tarea de recomendar literatura,
teniendo siempre en consideración
que la lengua literaria representa un
sistema complejo y dinámico de
estilos, los que se hallan en un
cambio permanente (Bajtin, M.,
1982).
Bajo este enfoque creemos que la
literatura varía en el tiempo y no es
estática, por lo que invitamos al
mundo adulto interesado en llevar a
cabo esta noble labor a leer Huellas,
una revista que le entregará
herramientas y referencias clave
para realizar este trabajo que
llevará a formar nuevos y mejores
lectores.
Niños v/s Adultos: Humor con aroma a crítica en la LIJ
por Francisca Padilla
Uno de los temas que más se puede evidenciar dentro de la LIJ es la relación
de asimetría entre los adultos y los niños. Los primeros son aquellos que
poseen la autoridad, el poder y el control sobre los segundos y su actuar.
Pero, ¿qué sucede cuando la literatura cuestiona ese mundo,
supuestamente tan bien constituido, de los adultos y pone en evidencia
cómo se contradicen entre lo que “predican y practican”? En la literatura
actual ya no existen fronteras entre los temas que contienen las obras. Ya no
se oculta al niño cuestiones que, según la literatura tradicional, puedan
fracturar su inocencia. Hoy se puede abordar todo tipo de contenidos,
incluido el propio cuestionamiento del mundo adulto. Como expresa
Colomer (1999), los autores de libros infantiles abordan los temas que son
tradicionalmente silenciados por los adultos para salvar la mitificación de la
inocencia infantil.
Para lograr abordar estos temas, sin caer en lo grave, los autores utilizan
diferentes tipos de recursos literarios. El humor es uno de ellos y se ha convertido en una herramienta
útil que atrae al lector infantil a la vez que lo enfrenta con los cuestionamientos frontales que nos
presentan los autores que incursionan en estas temáticas.
Un autor que sorprende con su forma de plantear este humor crítico es Roald Dahl. En este artículo se
realizará una comparación en la utilización de este recurso en dos obras del autor: El gran gigante
bonachón y Los Cretinos.
El gran gigante bonachón, desde ahora GGB, narra la historia de Sofía, una niña huerfanita que vive
en un orfelinato, que es raptada por un gigante en una noche de luna. Junto a él comienzan las más
inexplicables aventuras. Sofía comienza a descubrir cómo se desarrolla el mundo de los gigantes, qué
cosas realizan para sobrevivir, en qué gastan su tiempo y como conciben la vida estos seres tan
inmensos y a los cuales no comprende aunque el CGB le explique.
Dentro de la obra se produce un diálogo interesante entre Sofía y el GGB.
La niña protesta al ver que los gigantes se alimentan de los humanos que
“(los humanos) no se devoran unos a otros”, a lo que el GGB replica que
“los guisantes humanos son los únicos animales que se matan entre sí. (…)
Ni las fieras más terribles, como los tigres y los reinocirontoces. Ninguno de
ellos mata a otro de su especie”. Es maravilloso como Dahl registra su
cuestionamiento al lógico y razonable mundo de los adultos, ya que en la
LIJ actual lo que se ofrece como positivo no es únicamente la naturaleza,
sino la misma construcción humana, siempre eso sí, que sea respetuosa
con el entorno, como nos diría Colomer (1999).
Continúa la escena con el reproche de Sofía hacia el GGB en contra de
que los gigantes comieran humanos, si es que éstos ningún mal le hacían
a su especie. A lo que el gigante contesta: “Bueno, eso seguramente dice
cada día el cerdito. <<Yo nunca hice daño a los guisantes humanos. ¿Por
qué, pues, tienen que comerme?>>
Por otro lado, la obra Los cretinos relata la historia del matrimonio Cretino.
Una pareja desaseada y horrible, que disfruta haciéndose daño el uno al
otro y a todo ser que se cruce en su camino, en especial niños y animales,
llegando a tener incluso una familia de monos prisionera. El argumento de la
obra se construye en base a incoherencias y eventos sin lógica racional
detrás. Ambos personajes se pasan la vida realizando bromas sin medir
consecuencias y sin balancear los resultados que éstas pueden tener.
Esta es otra forma que utiliza Dahl, a través del humor, para revelar su crítica
al mundo adulto. Si bien, la obra es un instrumento ficticio, rehace la
realidad, en palabras de Vargas Llosa (1982), embelleciéndola o
empeorándola. Es claro que el autor exagera los atributos de los personajes
para dar mayor realce y sustento a su argumento. Caracteriza al señor
Cretino, como un “viejo cochino y mal oliente. Un viejo extremadamente
horrible”. Cuando hace alusión a la señora Cretino, relata que “la fealdad
se había ido apoderando de ella año tras año a medida que envejecía” y
explica que “si una persona tiene malas ideas, empieza a notarse en su cara. Una persona que tiene
buenos pensamientos nunca puede ser fea”. Aquí el autor relaciona belleza con buenos sentimientos,
otro recurso que da realce aún más realce al punto de vista al que quiere hacer partidario al lector.
De este modo Roald Dahl remarca su sintonía con la actual LIJ, ya que se suma a la tendencia
humorística, como plantea Hanán (2011), pero siempre con esa cuota de realismo detrás, con ese
cuestionamiento al mundo adulto que no puede quedar ausente en sus obras. De este modo se
recalca como los valores que transmite la literatura infantil y juvenil actual derivan de los cambios
ocurridos en el consenso social sobre cómo se comporta la gente y sobre cómo debería comportarse.
Con el estudio de ambas obras de Roald Dahl, El gran gigante bonachón y Los cretinos, en el desarrollo
de este artículo se ha buscado mostrar cómo se utiliza el humor para camuflar un cuestionamiento a
una de las entidades mejor resguardadas por tanto tiempo, como lo es el mundo de los adultos y que
en la literatura actual pierden esa inmunidad y pasan a ser un tema abierto y capaz de ser presentado
a los niños y jóvenes para que éstos también cuestionen, a la vez que se entretienen en la lectura.
En esta línea, cabe preguntarse ¿qué queda por hacer por parte de aquellos que median entre estos
tipos de textos, con un contenido de fondo más
profundo del que parece, y los menores?,
¿cómo se puede asegurar que cada niño o
niña que recorra las páginas de estas obras, o
de contenido similar, comprenda lo que está
leyendo? La labor de mediación se justifica aún
más cuando se plantean este tipo de
interrogantes, no se debe dar por cerrado o
aprendido este aprendizaje y, mucho menos, se
le debe dar menor importancia por ser de un
carácter más humorístico, pues no se debe
olvidar que la literatura varía en el tiempo y no
es estática y se adapta al tipo de lector al que
apela su contenido.
El miedo en la LIJ, ¿por qué es apropiado tratarlo?
por Francisca Padilla
Dentro de los variados temas sobre los que puede tratar un cuento en la
literatura infantil y juvenil: amor, guerra, familia, amistad, gigantes, enanos,
princesas, sapos, osos, mascotas, niños y un millar de otros temas, hay uno
del que no se comenta mucho al respecto o no se recomienda como
lectura obligatoria en lectores de los primeros ciclos de enseñanza: El miedo
o terror. Pero cabe tener en claro que la actual LIJ destaca por la
construcción de una cultura visionaria, cercana a un lector real, que desea
encontrar en los libros una fuente de placer (Hanán, 2011). Bajo este
pensamiento es que en este artículo se compararán dos cuentos del libro
Queridos monstruos: Extraño amor y En el fondo del jardín, y cómo estos
incluyen el miedo y el terror. Paralelamente, se plantearán motivos que
demuestren la importancia de incluir estos temas en el diálogo con los
menores en el aula y de mediar en la lectura de obras con este contenido
o con alguno de similares características.
El miedo es un sentimiento que todo niño vive o experimenta en varios, por
no decir seguidos, contextos distintos; sobre todo si su experiencia no
contempla vivencias en la que se haya tenido que enfrentar a alguna dificultad o riesgo en los que
no haya habido un adulto que le muestre el camino o le dé la seguridad. A pesar de la poca
experiencia, por lo menos una vez lo habrá sentido. Dado esto, el miedo se convierte en una temática
de interés para los chicos, pues forma parte de sus vivencias y de su mundo cercano. No se vuelve un
concepto ajeno, del que tenga que imaginar de qué se trata, pues ya lo habrá experimentado.
Extraño amor narra la historia de Mila, una niña que vive en el campo y esta pronta a irse a vivir a
Buenos Aires con su familia en busca de nuevas oportunidades laborales. Le fascina silbar, por esta
razón, cada vez que puede va a al cerro a hacerlo. Sube al cerro y mientras silba y fotografía, se le
acerca una boa que quedó encantada con su silbido. Al día siguiente se
encuentra con un niño, Silvestre, del que queda profundamente
enamorada. Pasados varios días de los encuentros con él y antes de viajar
a la capital, en el que sería un beso apasionado, Silvestre, escupe las
raíces que mascaba y comienza a recobrar el cuerpo de boa que le
pertenece y a asfixiar a Mila, ya que no podía permitir que se fuera a la
capital. Gracias a su amigo Chacho, Mila logra salvarse de la muerte.
De esta forma Elsa Bornemann, introduce a los chicos en este tema que
antes era silenciado para ellos. La ruptura de las restricciones temáticas
imperantes en la literatura será vista como una consecuencia inevitable
de la nueva situación creada (Colomer, 1999). Es así, como el amor es
llevado a un nuevo nivel y se comienza a incluir la fantasía en su trama la
que despierta emociones del pasado como lo son el temor y el miedo. La
realidad y la irrealidad entretejidas son las que dan a este relato mayor
fuerza y lo vuelven más interesante.
En el fondo del jardín narra la historia de Damián, el hijo de la
familia que le compra la casa del viejo Efraín, al que se lo
llevan a un manicomio, pues creen que está loco. Antes de
que abandone su hogar pide hablar con el joven para
encargarle una misión de vida o muerte. Esta consiste en
alimentar de sangre a una planta que se ubica en el fondo
del jardín. Lo terrorífico ocurre cuando los padres no creen en
las palabras del joven y van a arrancar la planta del que
ahora era su jardín, siendo de esa forma devorados por la
mandrágora.
Este cuento utiliza el mismo recurso que el cuento anterior, la
irrealidad se convierte en un símbolo para representar la
realidad (Vargas Llosa, 1990), esto lo vuelve cercano al lector,
ya que puede identificar en su vida diaria sentimientos y
emociones que este le hace experimentar durante la lectura.
En conclusión, la actual literatura infantil y juvenil invita a que
los docentes o mediadores puedan servir de puente entre
estos nuevos temas que ya no son ocultos para los lectores
jóvenes y los niños y jóvenes. Debe lograr que este tipo de
lectura sea integrada dentro de las prácticas del aula,
porque representan una emoción que forma parte de las
que el niño o la niña puede vivenciar durante los primeros
años de vida. Se requiere que sea capaz de comprender a qué lo invitan estos textos y de qué forma
puede abordarlos a fin de lograr una lectura más enriquecida.
Queda como desafío para todo aquél que quiera guiar a los menores en este camino de la
adquisición de competencias lectoras, a interiorizarse en las nuevas tendencias y en las distintas
formas de abordar este tipo de literatura, pues es muy factible que el niño por sí solo llegue a tener en
sus manos un libro de estas características, pero siempre será mejor que alguien capacitado lo guíe
para obtener mejores resultados de su lectura.
Lo lúdico y la recreación, un verdadero juego para niños
Título: “Los secuestradores de burros” Autor: Gerald Durrel Traductora: María Luisa Balseiro Ilustradora: Mabel Álvarez Datos de edición: Alfaguara juvenil, Chile, 2007 N° de páginas: 177 páginas
Si se busca que los jóvenes se sientan atraídos hacia la lectura, una técnica que no falla es presentarles una obra
que para ellos sea como un juego. Los secuestradores de burros mezcla lo lúdico y la recreación para dar vida a esta
gran historia y así encantar a los jóvenes e involucrarlos a lo que en ella se narra.
Todos los años, para sus vacaciones, David y Amanda veranean junto a su familia en la isla de Melisa. A su
llegada, Yani, un niño huérfano y amigo de ambos, les cuenta que su padre lo dejó con una deuda de 18.000
dracmas con el alcalde de la ciudad y que él no cuenta con tal dinero para pagarle. Es por esto, que los jóvenes
sugieren secuestrar todos los burros de la isla y cobrar con ello una recompensa por el rescate. Todo resulta
según lo planeado y luego de vivir divertidas y complicadas experiencias, logran salvar a su amigo de perderlo
todo.
Amanda, David y Yuni, los personajes principales de esta historia, son un claro ejemplo de la astucia que pueden
presentar los niños y jóvenes cuando sufren alguna dificultad en la vida o consideran que deben luchar por
aquello que a su juicio es injusto. La finalidad de esta lectura se encuentra muy de la mano con las actuales
tendencias de la LIJ, ya que, la literatura infantil y juvenil actual incursiona hacia el descubrimiento de formas
más cercanas a lo lúdico y a la recreación. Se deja de lado entregar algún tipo de enseñanza o moraleja con la
lectura y se invita al lector a divertirse con la experiencia de otros niños y las aventuras que estos se forjan al ir
tomando decisiones, muchas veces, de las cuales no dimensionan las consecuencias que puede traer o las
situaciones a las que se exponen si es que son descubiertos en su travesura.
Los ladrones de burros es un reflejo de las sociedades postindustriales, se evidencian temáticas como el ser
huérfano, la toma de decisiones por parte de menores, la vulneración de los derechos de las personas a manos
del poder político, las diferencias sociales y económicas, entre variados otros temas, lo que vuelve al texto real
y aún más entretenido para los chicos, pues pueden identificar el desarrollo de estas temáticas en su contexto
diario de vida. Esto es clara muestra de que la LIJ modernizó su presentación del mundo para adaptarla a los
nuevos receptores, niños y adolescentes que viven en las sociedades postindustriales.
La complejidad sintáctica se encuentra muy de acuerdo al tipo de lector que va dirigida la obra, jóvenes desde
12 años de edad, ya que, presenta un lenguaje adecuado que no dificulta la lectura de los jóvenes, sino que
ésta resulta muy familiar. De este modo, la historia entretiene al lector en todos sus sentidos, pues no se
presenta como un texto difícil de leer, ya que no recurre a la utilización de vocabulario complejo o rebuscado,
que permita en algún momento que el lector se pierda en el significado de las palabras y deje de comprender el
sentido general del texto y lleve, de este modo, al aburrimiento o cansancio mental del menor.
La obra cuenta con variados atributos que la vuelven totalmente recomendable, pues es cercana al público al
que se dirige, trata temas acorde a sus intereses y/o necesidades y cuenta con un uso del lenguaje amigable
para cualquier joven que se sienta atraído a divertirse y recrearse a través de una lectura que lo lleve a “vivir”
aventuras y lo haga vincularse con lo que experimentan los protagonistas del libro.
La fantasía que se puede convertir en realidad
Título: “El pequeño vampiro” Autor: Ángela Sommer-Bodenburg Traductor: José Miguel Rodríguez Clemente Ilustradora: Amelie Glienke Datos de edición: Alfaguara infantil, España, 2006 N° de páginas: 192 páginas
La fantasía en torno a este libro encierra en sus páginas contextos completamente reconocibles en la real,
volviendo a esta obra un producto no tan irreal y capaz de llevar a los niños al goce y disfrute por lo posible de
su relato.
El pequeño vampiro es el nombre del primer libro que da vida a la saga de Ángela Sommer-Bodenburg que lleva
el mismo título. Esta trata de Anton, un niño al que le fascina leer historias emocionantes y espantosas, pero
nada es tan emocionante como el haber conocido a Rüdiger, el pequeño vampiro. Con él comienza a conocer
de cerca lo que hasta ese momento sólo había leído en libros. Rüdiger lo visita continuamente y le regala una
capa toda rota para volar, con lo que levantan sospechas en los padres de Anton. Éstos quieren conocerlo a
como dé lugar. Anton les confiesa que se trata de un vampiro pero ellos no le creen. Un día, el pequeño vampiro,
visita a Anton en compañía de su hermana Anna la Desdentada, dando inicio a una historia romántica entre
ambos que no concluye en este libro. Finalmente, gracias a las interminables insistencias de los padres, Rüdiger
y Anna aceptan la invitación de ir a cenar con Anton a su casa. Sin importar que en la velada suceden hechos
inexplicables para la lógica humana, éstos se mantienen incrédulos ante la afirmación por parte de su hijo que
se trata de vampiros.
Se está en presencia de un texto totalmente irreal, pero la irrealidad de la literatura fantástica se vuelve, para el
lector, símbolo o alegoría, es decir, representación de realidades, de experiencias que sí puede identificar en la
vida. Si bien el niño no encontrará vampiros en la realidad, sí podrá hallar grandes diferencias entre dos amigos,
pero que no necesariamente conlleve a la destrucción de la amistad. Como también podrá ver como un amor
es totalmente imposible debido a las grandes diferencias entre ambas personas. Por lo que la realidad se
construye a partir de la irrealidad.
La obra utiliza como recurso la intertextualidad, ya que se hace alusión directa a novelas como Drácula y a
cuentos clásicos como La Bella Durmiente. Con esto, se refuerza la expresividad del mensaje y se subraya la
intencionalidad. Además, marca la orientación receptora, a partir de los saberes compartidos entre el mensaje
y un determinado tipo de lector previsto, que, en este caso, corresponde a niños desde los 10 años. La obra se
condice con el tipo de lector debido a que utiliza temáticas de su interés y una complejidad sintáctica acorde a
la edad de éste. No utiliza vocabulario que esté fuera del conocimiento cotidiano de los menores, ni que
complejice su lectura y la vuelva tediosa.
Dense la oportunidad de incorporar entre las lecturas recomendables a menores El pequeño vampiro, se
sorprenderán de cómo la irrealidad puede ser llevada por los niños al plano de lo completamente real debido a
la cercanía que logran con los personajes propuestos por Ángela Sommer-Bodenburg. Podrán encontrarlo a un
precio accesible gracias a Ediciones Alfaguara. Recomendable ciento por ciento.
Título: “Cuentos con pulgas: Marcela no baja al subterráneo” Autor: Saúl Schkolnik Ilustrador: Antonio Castell Datos de edición: Arrayán editores, Chile, 1997. N° de páginas: 5 páginas
Un sueño de niños hecho cuento
Es de conocimiento de todos que si hay algo que le sobra a los chicos es imaginación, esa que los vuelve
capaces de crear grandes historias sin necesidad de que las cosas realmente existan, pues para ellos sí existen,
simplemente porque se lo imaginan.
De esto se sirve Saúl Schkolnik, un escritor chileno, para escribir Marcela no baja al subterráneo, cuento
recopilado en su libro dedicado los infantes y jóvenes: Cuentos con pulgas. En esta historia de cortas cinco
páginas, se narra por qué es que a Marcela no le gusta bajar al subterráneo. Esto se debe a que una vez,
cuando su mamá le ordenó bajar, se encontró con un Gallimimus (especie de dinosaurio). Al llegar abajo,
presenció que todo era una selva y cómo un Tiranosaurus rex intentaba devorarse las crías de otro dinosaurio.
El relato termina con Marcela como la heroína de la historia y recordándonos que a pesar de toda la aventura,
desde ese día a Marcela no le gusta bajar al subterráneo.
La obra cuenta con una estructura narrativa en la que se puede identificar la presencia de todas las partes de
un cuento: presentación, desarrollo, conflicto y desenlace. Esto resulta completamente amigable para el tipo de
lector al que se dirige la narración. Pues, se encuentra completamente relacionado al tipo de literatura que le es
familiar a los más pequeños. Sin embargo, siempre es posible mediar entre el texto y el menor, por lo que la
lectura por parte de usted como adulto, podrá modelar al menor cómo es que se debe interactuar con este tipo
de narraciones y, con ello, ayudar en el proceso lector de aquellos niños que no cuenten con las habilidades
necesarias por falta de experiencia con la lectura.
La temática es completamente tratable con los más pequeños, pues les fascinan las aventuras y las invenciones
que escapan de los cánones de lo que se considera real. Se utiliza como personaje principal y centro de la
narración a una niña, la que se convierte en la heroína del relato. Este es otro recurso que vuelve cercana la
lectura, debido a que el tipo de lector al que se dirige la obra, cruza por una etapa de egocentrismo con lo que
se puede sentir identificado con el personaje.
Es de esta forma que el cuento, a pesar de relatar algo completamente
ficticio, que no se encuentra en la realidad se sirve de recursos
completamente cercanos al contexto real de los menores, lo que vuelve este
sueño el sueño de aquél niño o aquella niña que lea esta historia, pues logra
sentirse representado o representada por Marcela.
Expuesto esto, Marcela no baja al subterráneo se recomienda para ser leída
o recomendada al público infantil para su lectura. Además, que nos acerca a
la literatura nacional y a referentes como su autor, Saúl Schkolnik.
Bajtin, M. (1982-1993). “El problema de los géneros discursivos”. En Estética de la
creación verbal (pp. 248-292) México D.F.: Siglo Veintiuno Editores.
Colomer, T. (1999). “La literatura infantil y juvenil actual”. En Introducción a la
literatura infantil y juvenil actual (pp. 107-158). Madrid: Síntesis.
Hanán, F. (2011). “Literatura infantil latinoamericana”. Peonza. No 96. (pp. 4-14).
Vargas Llosa, M. (1990). La verdad de las mentiras. En La verdad de las mentiras
(pp. 3-14). Buenos Aires: Seix Barral.
Actores:
Nicole Núñez
Sebastián Ibacache
Francisca Sobarzo
Jaime Muñoz
Nicole Padilla
Un recorrido por la literatura
infanto-juvenil