hoja parroquial del 11 de mayo de 2014

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La Primera Comunión hoja parroquial 11 de mayo de 2014 Nº 2.719 SEMANARIO DE LA DIÓCESIS DE SEGORBE-CASTELLÓN Foto: L. Ruzafa

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La Primera Comunión. El Obispo se dirige a los niños de Primera Comunión y a sus padres. Jornada de Oración por las Vocaciones.

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La Primera Comunión

hojaparroquial11 de mayo de 2014Nº 2.719 SemaNario de la dióceSiS de Segorbe-caStellóN

Foto: L. Ruzafa

2 // Hoja Parroquial

Agenda DiocesanaMartes 13.* 19h Confirmaciones del Colegio Miralvent en la Basí-

lica Ntra. Sra. del Lledó.

Jueves 15.* 20h Confirmaciones en la Parroquia de Santo Tomás

de Villanueva de Benicasim.

Viernes 16.* 13h30 El Espejo de la Iglesia Diocesana en COPE.* 19h Confirmaciones ne la parroquia de la Asunción de

Vall de Uxó.

Sábado 17.* 11h Eucaristía en honor a San Pascual Baylón en Vila-

real.* 19h Procesión en honor a San Pascual en Vila-real.

Domingo 18.* 9h45 Iglesia Noticia en COPE.* 12h Rito de iniciación cristiana de adultos en la parro-

quia de Vilafamés.* 19h Eucaristía 75 aniversario de la imagen del Buen

Suceso de Cabanes.

“Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”

Primera LecturaHe 2,14.36-41. El día de Pentecostés, Pe-dro, de pie con los Once, pidió atención y les diri-gió la palabra: -«Todo Is-rael esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vo-sotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.» Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: -«¿Qué tenemos que ha-cer, hermanos?» Pedro les contestó: -«Convertíos y bautizaos todos en nom-bre de Jesucristo para que se os perdonen los peca-dos, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para voso-tros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.» Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: -«Escapad de esta genera-ción perversa.» Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil. Palabra de Dios.

Salmo responsorialSal 22.

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta. R. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recos-tar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repa-ra mis fuerzas. R.Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada tenlo, porque tú vas con-migo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R.Preparas una mesa ante mi, enfrente de mis ene-migos; me unges la ca-beza con perfume, y mi copa rebosa. R.Tu bondad y tu miseri-cordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin térmi-no. R.

Segunda Lectura

1Pe 1,20-25. Queridos hermanos: Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que si-gáis sus huellas. Él no co-metió pecado ni encon-traron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería ame-nazas; al contrario, se ponla en manos del que juzga justamente. Carga-do con nuestros pecados subió al leño, para que, muerto! al pecado, viva-mos para la justicia. Sus heridas os han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vi-das. Palabra de Dios.

EvangelioJn 10,1-10. En aquel tiempo, dijo Jesús: -«Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que en-

tra por la puerta es pas-tor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ove-jas atienden a su voz, y él va llamando por el nom-bre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, cami-na delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un ex-traño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: -«Os asegu-ro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mi son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los es-cucharon. Yo soy la puer-ta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y ha-cer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.» Pala-bra del Señor.

Próxima semana: Domingo V de Pascua He 6,1-7 / Sal 32 / 1Pe 2,4-9 / Jn 14,1-12

IV Domingo de Pascua (4ª Semana del Salterio)

El Evangelio del Domingo

Hoja Parroquial // 3

La Primera ComuniónQueridos diocesanos, que-ridos niños de Primera Co-munión y queridos padres: En muchas de nuestras parro-quias se celebra en estos días la Primera Comunión. No solo es un momento especial de gracia para los niños, sino también para sus familias y para las comunidades parro-quiales. Todos los cristianos compartimos el gozo y la ale-gría de este día de la Primera Comunión. Entre todos he-mos de hacer lo posible para no olvidar su significado y vi-vir cristianamente este acon-tecimiento eclesial y familiar.

A vosotros, queridos niños, os felicito por la cele-bración de uno de los acon-tecimientos más bellos y más felices de vuestra vida. Jesús os invita a participar por pri-mera vez en el banquete de la Eucaristía. Él mismo se os da porque os ama a cada uno de vosotros. Jesús nos ha hecho el gran regalo de que-darse con nosotros en la Eu-caristía y dársenos en comida: “Tomad y comed, eso es mi cuerpo. Tomad y bebed, ésta es mi sangre”, dijo Jesús a sus discípulos en la última Cena antes de morir en la cruz y re-sucitar. Recordad en vuestro

corazón siempre es-tas palabras, y estad muy atentos el día de vuestra Primera Comunión, cuando el sacerdote las pro-nuncie en el nombre de Jesús: el trocito de pan se convertirá en el Cuerpo mismo de Jesús que después recibiréis: entonces Jesús mismo vendrá a voso-tros. ¡Qué bueno es Dios! Jesús, el Hijo de Dios, viene a vuestro encuentro se os da para atraeros hacía sí, para quedarse siempre con voso-tros, para que tengáis vida y alegría, para ayudaros a ser felices y a ser generosos con los demás, en especial, con los más pobres y necesitados, para que tengáis la fuerza ne-cesaria para hacer siempre el bien. Vuestro anhelo y vues-tro gozo, alimentado durante los años de preparación y ca-tequesis, se ve cumplido con vuestra Primera Comunión al recibir a Jesús. Este es el gran regalo de este día, que vale muchísimo más que to-dos los demás regalos, que os puedan hacer, que el vestido o el traje, que podáis llevar, o que la fiesta que se pueda

organizar. El mejor vestido para recibir a Jesús es que tengáis el alma limpia, bien dispuesta y prepa-rada para recibir a Jesús.

No olvidéis que donde está Jesús todo cambia: Jesús se nos da como ali-mento y nos cambia

para que seamos diferentes: más pacientes, con más ganas de tratar a todos con cariño y con amor, con más deseo de compartir lo nuestro con los demás, en especial con los más pobres, de perdonar, de rechazar el mal que nos hace daño, y de seguir creciendo como amigos de Jesús unidos a la comunidad parroquial. Jesús es el Pan necesario para caminar como sus amigos. Sería una pena que vuestra Primera Comunión fuera la última, como ocurre con frecuencia. Por eso no dejéis de recibir a Jesús en la Eu-caristía, una y otra vez, con corazón limpio y bien dis-puesto, participando en la Misa del Domingo que es el Día del Señor, acompañados por vuestros padres, por los cristianos mayores y por otros

niños. A vosotros, queridos pa-

dres, os doy la enhorabuena y os felicito, porque vuestros hijos van a participar por pri-mera vez de manera plena en la Eucaristía. Preparad bien y celebrad con verdadero sen-tido de fe cristiana la fiesta de la Primera Comunión de vuestros hijos. No la convir-táis en una fiesta de sociedad. Evitad caer en la tentación del despilfarro y del exceso de regalos, que contradice lo que es en realidad este día. Estos elementos distraen a los niños de lo fundamental: el encuentro personal con su amigo Jesús en la comunidad parroquial. La comunión de todos del mismo y único Pan, debe fortalecer nuestra condición de hermandad, de miembros de la misma fami-lia. Comulgar a Jesús implica comulgar también con los demás, especialmente con los más pobres, para ayudarles y socorrerles en todo lo nece-sario.

¡Feliz fiesta de la primera Comunión!

Con mi afecto y bendi-ción,(*) ObispO de segOrbe-Castellón

pOr Juan Manuel gil

La profesión de fe, acto personal y comunitarioNo por casualidad los cristianos en los primeros siglos estaban obligados a apren-der de memoria el Credo. Esto les servía como oración cotidiana, para no olvidar el compromiso asumido en el bautismo. San Agustín lo recuerda al recordar que los bautizados tenían que recitar el Credo. Dice: “El símbolo del sacrosanto misterio que recibisteis todos a la vez y que hoy habéis recitado uno a uno, no es otra cosa que las palabras en las que se apoya sóli-damente la fe de la Iglesia nuestra madre, sobre la base inconmovible que es Cristo el Señor”.

Existe una unidad profunda entre el acto con el que se cree y los contenidos a los que prestamos nuestro asentimiento. El corazón indica que el primer acto con el

que se llega a la fe es don de Dios y acción de la gracia, que actúa y transforma a la persona hasta en lo más íntimo. San Lucas enseña que el conocimiento de los conte-nidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón no está abierto por la gracia, que permite tener ojos para mirar en profundidad, y comprender que lo que se ha anunciado es la Palabra de Dios.

El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él y para estar con Él. Y este estar con Él nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad de lo que se cree. La misma profesión de fe es un acto personal y, al mismo tiempo,

comunitario. El primer sujeto de la fe, es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación.

El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento que se presta, implica por tanto que cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya que quien garantiza su verdad es Dios mismo, que se revela y da a conocer su misterio de amor. Para acceder a un cono-cimiento sistemático del contenido de la fe, todos pueden encontrar en el Catecis-mo de la Iglesia Católica un subsidio pre-cioso e indispensable. Es uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II.

MOns. CasiMirO lópez llOrente *

Tribuna

4 // Hoja Parroquial

Recibir la comunión, avanzar en IglesiaDesde Pascua hasta la fies-ta de Corpus, que este año cae el 22 de junio, se van sucediendo en las parro-quias las numerosas tandas de primeras comuniones. Solo en Vila-real, que las concentra antes de las ce-lebraciones de San Pascual, más de quinientos niños y niñas se incorporan plena-mente a la participación de la Eucaristía al recibir por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Antes, todos han pasado por dos años de catequesis, durante los cuales se les ha dado los conocimientos mínimos para comulgar, pero sobre todo se les ha acompañado en un proceso de fe.

Juan Ángel Tapiador, párroco de Santa Isabel de Vila-real y Delegado Dio-cesano de Catequesis, ex-plica que la catequesis se trata de “un itinerario de fe para permitir una ini-ciación cristiana, es decir, un encuentro con Cristo como su mejor amigo”. “Dentro de ahí – puntua-liza - está la recepción de los sacramentos”. Para ello se cuenta con abundante material pedagógico adap-tado la edad de los niños. Elena Segura, catequista, añade que se tiene “mucha ayuda, desde DVD’s so-bre la vida de Jesús, hasta catecismos muy amenos y fáciles”. El Catecismo de la Conferencia Episcopal “Je-sús es el Señor”, es la princi-

pal herramienta propuesta por la Delegación en este proceso.

El papel del catequistaPero la pieza funda-

mental sigue siendo el ca-tequista. En la Diócesis hay más de dos mil, que regularmente van recibien-do formación tanto a nivel espiritual como pedagó-gico para llevar a cabo su misión: encuentro anual, vigilias periódicas o jorna-das de formación en junio. Desde su experiencia, Ele-na Segura (ver entrevista en p.8) asegura que “hay que transmitir sobretodo ale-gría”, y desde aquí tratar los tiempos litúrgicos del año o las oraciones, pero sin olvidar que a esta edad

El Obispo habla de la Primera Comunión

A los niños:“Vuestro anhelo y vuestro gozo, alimentado durante los años de preparación y catequesis, se ve cumplido con vuestra Primera Comunión al recibir a Jesús. Este es el gran regalo de este día, que vale muchísimo más que todos los demás regalos, que os puedan hacer, que el vestido o el traje, que podáis llevar, o que la fiesta que se pueda organizar. El mejor vestido para recibir a Jesús es que tengáis el alma limpia, bien dispuesta y preparada para recibir a Jesús”.

A los padres:“Preparad bien y celebrad con verdadero sentido de fe cristiana la fiesta de la Primera Comunión de vuestros hijos. (…) La comunión de todos del mismo y único Pan, debe fortalecer nuestra condición de hermandad, de miembros de la misma familia. Comulgar a Jesús im-plica comulgar también con los demás, especialmente con los más pobres, para ayudarles y socorrerles en todo lo necesario”.+ Leer el texto completo en la carta del Obispo en la p.3

¿Qué se necesita para poder comulgar?Preparación adecuada con su catequesis, recibir el sa-cramento de la reconciliación y sencillez de corazón para recibir a Jesús.

¿Dónde hacer la primera comunión?En las parroquias porque es el lugar propio donde se vive y comparte la fe.

¿Cuánto dura la catequesis?Dos años como norma general.

¿Qué decir del vestido y los regalos?Todo lo externo puede ayudar aunque manteniendo un criterio de austeridad y poniendo el acento en la centralidad de Jesucristo que es el que acompaña y guía.

¿Y después?En numerosas parroquias se ofrece una catequesis de continuidad o perseverancia hasta la confirmación, ya que la recepción de los sacramentos corresponden a una iniciación cristiana global de la persona.

Reportaje

G. FARRÉ.

Hoja Parroquial // 5

Recibir la comunión, avanzar en Iglesia“los niños son esponjas que aprenden con mucha faci-lidad”.

Precisamente la edad es un factor importante para la primera comunión. San-ta Teresa del Niño Jesús, por ejemplo, comulgó a los diez años el 8 de mayo de 1884. Actualmente, en ciertas diócesis, se promue-ve que se reciba la Eucaris-tía en cuarto de primaria. Sin embargo el criterio de fondo es que el niño “sepa distinguir el pan eucarísti-co del pan común y ma-terial, de suerte que pueda acercarse devotamente al altar”, según la considera-ción dada por el Papa Pío X en un decreto de 1910. Esto ocurre a partir de los siete años, que es cuando se

desarrolla la capacidad de raciocinio.

Familia y parroquiaPedagogía y métodos

por un lado, catequista y desarrollo del niño por otro, no hay que olvidar el papel esencial de la familia y de la comunidad parro-quial. Tapiador insiste en que la primera comunión no sea tanto un acto social como un paso que respon-de al convencimiento: “No es solamente la catequesis, sino un acercamiento de toda la familia, y consta-tamos que los padres que pueden tener la fe un poco adormida, encuentran un aliciente para retomarla al llevar los niños a las sesio-nes”.

El otro factor esencial es la comunidad parroquial: “El lugar donde recibir la primera comunión es in-dudablemente la parroquia porque es donde se vive y comparte la fe. En la Iglesia tenemos la preparación no solo por los catequistas que están formados, sino tam-bién porque es donde se vi-ven los sacramentos”, que son la expresión concreta de la fe que se transmite y se acoge en la iniciación cristiana. De nuevo el reto salta sobre el campo fami-liar: “Esto implica que los padres traigan los hijos y que sobretodo participen con ellos, respondiendo a la responsabilidad que asu-mieron en el día del bautis-mo”.

Y después de la primera comunión

¿por qué confirmarse?La semana que viene en Hoja Parroquial

¿Y la clase de religión?Aunque el ámbito propio de prepararse a la participa-

ción de los sacramentos y de vivirlos cotidianamente es la parroquia, Juan Ángel Tapiador defiende la coordinación con los profesores de religión en la escuela: “El contacto

entre las dos intetituciones es fundamental porque a veces la limitación propia del tiempo en la parroquia se puede

subsanar en la escuela. Para ello es necesaria una unión en-tre profesorado de religión y párroco que permita trabajar

en común, que es lo importante”.A nivel concreto, el Delegado de Catequesis sugiere

plantear una programación conjunta parroquia-escuela a nivel de actividades o materiales. De parte de la Delega-

ción de Enseñanza, desde hace años se impulsa el contacto regular, de modo que los contenidos que se aprenden en el aula creen puentes con la vivencia concreta y eclesial de la

parroquia.

6 // Hoja Parroquial

La Basílica del Lledó, con motivo del II Año Mariano, ha organizado una peregrinación a Tie-rra Santa siguiendo los pasos de la Virgen. Entre otros lugares se visitarán las ciudades de Nazareth, donde se pernocta, Sé-foris, Tiberiades, Cafar-naúm, Caná de Galilea, Belén y Jerusalén, con celebraciones en lugares tan emblemáticos como el Santo Sepulcro, el lu-gar de la Anunciación, la gruta del nacimiento de Jesús, la iglesia de Santa Ana, lugar del nacimien-to de María, la basílica de la dormición de la Vir-gen o su sepulcro junto a Getsemaní.

La peregrinación, acompañada por el prior

de la basílica, tendrá lu-gar del 16 al 23 de ju-lio. El día de la fiesta litúrgica de santa Maria Magdalena, 22 de julio, se visitará el monasterio dedicado a la santa en el monte de los Olivos. Para mas información se puede visitar la página web de la basílica www.basilicadellledo.es o lla-mar al teléfono de Lledó 964 22 04 82, donde se recogen los folletos para la inscripción.

El Departamento Dioce-sano de Peregrinaciones propone una ruta por los santuarios marianos del País Vasco. El viaje está previsto para los días 20 al 25 de julio, y se visi-tarán las advocaciones de Aránzazu, en Guipúzcoa, Estíbaliz, en Vitoria, y Begoña, en Bilbao. En el recorrido también se in-cluye Loyola y la Basílica del Pilar, en Zaragoza. El programa deja un espacio para la visita cultural, en particular de Tudela, San

Sebastián, el pueblo marí-timo de Bermeo, Gernika y Pamplona. El precio por persona es de 405 euros, y la organización técni-ca está a cargo de Viajes Azahar. Para información e inscripciones, mn. An-tonio Gaya, telf. 689 615 205.

REDACCIÓN.

REDACCIÓN.

Peregrinación a Tierra Santa siguiendo los pasos de la Virgen

Peregrinación a Santuarios Marianos del País Vasco

Basílica de la Anunciación

Aránzazu Begoña

Estíbaliz

Vida Diocesana

Hoja Parroquial // 7

Este domingo se celebra la Jornada de Oración por las vocaciones, y desde el viernes la Delegación Dio-cesana de Pastoral Vocacio-nal organiza una cadena de oración que culminará hoy a las 20h. El objetivo es pedir “al Señor de la mies” que suscite vocaciones, y el primer paso, como aconse-ja el Papa Francisco a los que se plantean cómo es-tar al servicio del Reino de Dios, es “escuchar y seguir a Jesús”. La respuesta pone su mirada en grandes idea-les: “Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Po-ned en juego vuestra vida por los grandes ideales”.

Este es el tono que el Papa Francisco indica en su mensaje para esta jornada: “A vosotros, obispos, sacer-dotes, religiosos, comuni-dades y familias cristianas, os pido que orientéis la

pastoral vocacional en esta dirección, acompañando a los jóvenes por itinerarios de santidad que, al ser per-sonales, exigen una auténti-ca pedagogía de la santidad capaz de adaptarse a los rit-

mos de cada persona”.Como claves concretas

en el descubrimiento de la vocación, Francisco suma a la escucha y seguimien-to de Jesús la participación “con confianza en una ca-mino comunitario”: “La vocación es un fruto que se hace servicio mutuo en el contexto de una auténtica vida eclesial”. Al margen de la pluralidad de caminos, la respuesta a la llamada de Dios tanto en la vida con-yugal, como en la formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, “re-quiere siempre –advierte el Papa- un éxodo de sí mis-mo para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio”.

El Seminario Menor en Familia sigue su camino de sesiones mensuales de fin de semana y cada vez tiene ma-yor número de chicos inte-resados en participar. Por el momento han pasado ya 37 jóvenes por los encuentros, con edades comprendidas de entre los 9 a los 17 años. El último fue la semana

pasada, y se repetirá el 24 y 25 de mayo. Batallas con

Nerf, fútbol, Beisbol, pelí-culas, juegos de banderas,

y sobretodo Cristo presente durante cada encuentro en la oración, en la confesión y en la Eucaristía.

Por otra parte, el 17 de mayo se realizará la cuarta jornada del Grupo Beta-nia, una actividad vocacio-nal dirigida a niñas y chicas de 6º de primaria a 1º de bachillerato para aprender de Cristo y participar en ac-tividades lúdicas.

REDACCIÓN.

Aumentan los participantes en los encuentros del Seminario Menor

REDACCIÓN.

El Papa presenta la vocación como respuesta a grandes ideales

Vida Diocesana

Elena Segura Bayarri, madre y catequista de primera comunión

dep. legal: cS 97-1960Suplemento del b.o. del obispado

edita: Obispado de Segorbe-Castellón director: Juan Manuel Gil coordinador: Josep Miquel Francés redacción: Guillem Farré.Oficina de Prensa: teléfono 964 222 819 / Fax: 964 722 018 / [email protected] / [email protected] / www.obsegorbecastellon.es

impresión y reparto: Gràfiques Color Imprés, s.l.u. Pol. ind. Fadrell, nave 75. 12005 castellón / teléfono 964 255 100

hojaparroquial

“Como familia, es positivo ver que en la catequesis el niño aprende y está feliz”

Quedamos durante el ensayo general antes de la primera comunión de su segundo hijo, Jordi, en la parroquia de Santa Isabel. Elena Segura (Vila-real, 1972) vive este aconteci-miento como madre, pero también como catequista. Desde su experiencia, la fiesta de incorporarse ple-namente a la celebración de la Eucaristía es una op-ción educativa coherente, responsable y positiva, que ayuda a sus hijos a ser más felices.

¿Por qué llevar el hijo a hacer la primera comu-nión?Porque mis creencias son las cristianas y quiero en-señarle lo mismo que yo creo.

¿No podría escoger él más tarde?Para mí ha sido bueno, y pienso que para él también lo es. Dejarlo para después sería lo más fácil, pero creo que los padres estamos para educar a los hijos, y que tenemos que hacerlo lo mejor que creemos y poda-

mos.

¿Qué le aporta a tu hijo?Le enseña unos valores y a conocer a Jesús, y se trans-mite de la mejor mane-ra para que a él le resulte atractivo, le guste y que no sea aburrido.

¿De qué valores habla-mos?Como catequista, en la

primera comunión inten-to transmitirles el valor del compartir el aprender, el esforzarse, la generosidad, el pensar en los otros...

¿Y qué recibe la familia en este proceso?Nos aporta ver que el niño está contento, que está aprendiendo cosas y está feliz, y esto es algo positi-vo. También creo que ayu-

da a las familias a acercarse un poco más a la Iglesia, a Jesús. Por lo que me han mostrado las madres y sus hijos, al final de la cate-quesis algo queda, aunque sea poco. El hecho es que los últimos días pregunté a los niños de catequesis quien va a continuar el año que viene, y la mayoría le-vantaron el brazo. Y luego veo que las madres tienen confianza porque traen los niños aquí, los dejan, y permiten que les cuentes cosas, les enseñes...

¿Cómo os habéis impli-cado como familia en el proceso de catequesis de vuestros hijos?Enseñándoles que cuando tenemos algún problema o una alegría, podemos recurrir a Dios para des-cansarnos en Él. Jordi, por ejemplo, es un niño muy expresivo y está muy con-tento de poder ser mona-guillo, de haber venido al catecismo, de poder con-tinuar el año que viene. El otro día le pregunté si tenía ganas de recibir la primera comunión, y me contestó: “Sí, por fin podré tomar el cuerpo de Cristo”.

G. F. Vila-real.