historia y polÍtica en perspectiva. entrevista a quentin skinner

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HISTORIA Y POLÍTICA EN PERSPECTIVA. ENTREVISTA A QUENTIN SKINNER * FRANCISCO QUIJANO ** GEORGIOS GIANNAKOPOULOS * ** uentin Skinner es uno de los autores contemporáneos más desta- cados en el terreno de la historia intelectual y del pensamiento político. Desarrolló su carrera en la Universidad de Cambridge, donde durante varios años ocupó la cátedra Regius de Historia Moderna. Actualmente es titular de la cátedra Barber Beaumonte en la universidad londinense Queen Mary. Skinner es uno de los principales representantes de la llamada “Escuela de Cambridge”. Su propuesta teórica y metodológica parte del supuesto de que todo texto político está inserto dentro de una polémica y que el traba- jo principal de quien lo estudia debe ser reconstruir el contexto de esta polémica, particularmente el lingüístico, intentando con ello comprender lo que “está haciendo” el autor con el texto dentro de ella. Signos Filosóficos, vol. XV, núm. 29, enero-junio, 2013, pp. 167-191 * Traducción del inglés de Alistair McCreadie. Publicado en Journal of Intellectual History and Political Thought (revista electrónica), vol. I, núm. 1, octubre, 2012, pp. 7-31 [http:/ /histroyofpoliticalthought.squarespace.com/storage/On%20Politics%20and%20 History.pdf]. Una traducción al griego fue publicada en Sygxrona Themata, núms. 118- 119, julio-diciembre, 2012, pp. 36-47. ** Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, [email protected] *** School of History, Queen Mary University of London, [email protected] 167 Q

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HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 167-191HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA.ENTREVISTAAQUENTINSKINNER*FRANCISCOQUIJANO* *GEORGIOSGIANNAKOPOULOS* **uentin Skinner es uno de los autores contemporneos ms desta-cadosenelterrenodelahistoriaintelectualydelpensamientopoltico.DesarrollsucarreraenlaUniversidaddeCambridge,donde durante varios aos ocup la ctedra Regius de Historia Moderna.Actualmente es titular de la ctedra Barber Beaumonte en la universidadlondinenseQueenMary.Skinner es uno de los principales representantes de la llamada Escuelade Cambridge. Su propuesta terica y metodolgica parte del supuesto deque todo texto poltico est inserto dentro de una polmica y que el traba-joprincipaldequienloestudiadebeserreconstruirelcontextodeestapolmica, particularmente el lingstico, intentando con ello comprenderlo que est haciendo el autor con el texto dentro de ella.Signos Filosficos, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013, pp. 167-191* Traduccin del ingls de Alistair McCreadie. Publicado en Journal of Intellectual Historyand Political Thought (revista electrnica), vol. I, nm. 1, octubre, 2012, pp. 7-31 [http://histroyofpoliticalthought.squarespace.com/storage/On%20Politics%20and%20History.pdf]. Una traduccin al griego fue publicada en Sygxrona Themata, nms. 118-119, julio-diciembre, 2012, pp. 36-47.**FacultaddeFilosofayLetras,UniversidadNacionalAutnomadeMxico,[email protected]*** School of History, Queen Mary University of London, [email protected] Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 167FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 168-191Desde esta perspectiva, desarroll importantes estudios de la filosofapolticadelamodernidadtemprana,enparticulardelpensamientodeMaquiavelo y Hobbes. Asimismo, ha sido una preocupacin a lo largo de suvida el estudio de las diversas formas en que conceptos como el de liber-tad y Estado se han utilizado por distintos autores y tradiciones.En la actualidad, los intereses acadmicos del profesor Skinner se cen-tran en dos grandes campos. Por un lado, sigue escribiendo en torno alproblemadelateoradelEstadoyrecientementehacoordinadoobrassobre la soberana y la relacin de la familia con el Estado. Por otro lado,est interesado en el estudio de la forma en que se recuper la retricaclsica dentro del Renacimiento. Tras haber estudiado las relaciones en-tre retrica y filosofa en el pensamiento de Hobbes, ahora analiza los usosde la retrica en la literatura dramtica, particularmente en las obras deShakespeare.Enestaentrevista,realizadaenLondresendossesionesenjuliodel2011,elprofesorSkinnerabordadiversostemasrelacionadosconsuforma de ver la historia, la relevancia de sta dentro del estudio del pen-samiento poltico y su relacin con algunos problemas de la actualidad...Cuandoselepidedefinirsuquehacerintelectual,normal-mente se refiere a usted mismo como historiador de la filo-sofa moral o como historiador del pensamiento poltico.Vealgunadistincinentreestosdostrminos,oconotrostrminos que ha usado a travs de los aos? Desde una pers-pectivamsgeneral,cmoconcibesuformadeabordarelpasado?Consideroqueestoscambiosdeterminologareflejanmisintencionespolmicasendiferentesmomentos,ademsdeevidenciarlaevolucinen la configuracin de las disciplinas mismas durante mi vida. Al iniciome refera a m mismo como historiador del pensamiento poltico, peroestosedebaaunaperspectivatalvezunpocoestrechaquetena.Meeduqu en la Universidad de Cambridge y desde temprana edad me dedi-qu all a la docencia. Una de las clases de licenciatura que imparta seSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 168HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 169-191llamaba La historia del pensamiento poltico. Dentro de la universidadexista la preconcepcin de que deba haber personal con pericia en esamateria,ylageneracinquemeprecedatenaalgunosejemplosmuydistinguidos,entreellosPeterLaslettyJohnPocock.Porloanterior,launiversidad consideraba que la historia del pensamiento poltico era sim-plemente otro tipo de historia y yo felizmente comparta esa opinin.Despus,yenespecialcuandoestudielRenacimiento,comencasentir que no es posible definir una distincin interesante entre la filoso-famoralylafilosofapoltica.Siinvestigaslafilosofapolticarena-centista, normalmente estudias la teora de la virtud, pero esto tambinpodra denominarse el estudio de la filosofa moral, y por ende sola refe-rirmeammismoenesostrminos,comobiendicen.Hoyendameinclinaramshaciaelnfasisenlasdiferencias,aunqueenrealidadprefiero no usar ninguno de los dos trminos. Generalmente me descri-bocomohistoriadorintelectual.Aesomerefierocuandodigoquemiseleccionesreflejanenpartelaconfiguracinyreconfiguracindelasdisciplinas.Elestudiodelahistoriaintelectuallocualsencillamentesignifica el estudio de las ideas que encontramos en el pasado ha cre-cidoenormementeenimportanciayenreputacindurantelaltimageneracin. En especial despus del declive de la historia social y econ-micamarxista,muchoshistoriadoressehanetiquetadocomohistoria-doresculturales,yentreelloshubociertonmeroqueescribaloquellamohistoriaintelectual.Supongoquesimepreguntaran,asmegus-taradescribirmeahora.Encuantoamiformadeabordarestascuestiones,quisierarepudiarel ttulo de la historia de las ideas. Es cierto que us esa terminologa enalgunasdemispublicacionesdeladcadade1960,perofuemsbienconunaintencinuntantoirnica.Enaquelentonces,sihablabasso-brelahistoriadelasideas,normalmenteteidentificabascomoalguienquecreaenloqueArthurLovejoyhaballamadolasideasunidadypor tanto las buscaba en toda la historia de la cultura occidental.1 Por su-puesto, esto era lo contrario al enfoque que yo quera favorecer. Siempre1 La obra ms conocida de Lovejoy es su trabajo The Great Chain of Being: A Study of theHistory of an Idea (1936). El asunto de las ideas unidad o ideas-fuerza es tratadoespecialmente en su artculo The historiography of ideas (1938).Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 169FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 170-191he querido sostener, tal como lo expongo en el ensayo que publiqu conel ttulo Meaning and understanding in the history of ideas,2 que nuncadebemos pensar en nosotros mismos como estudiantes de ideas, sino delos usos que se les da a esas ideas en las indagaciones polmicas y en losargumentospolticos.Ustedsostienequeloshistoriadoressiempredebenestardispuestosapreguntarseculeselpropsitooelobjetivode sus estudios histricos, y cul se supone que sera el usoprctico en la actualidad de sus investigaciones del pasado.De qu manera aborda estas cuestiones en su propia inves-tigacin?Miopininsobreloquedenomintalvezdemaneragrandilocuen-te los propsitos prcticos surge del hecho de que al emprender unacrtica de nuestros conceptos morales y polticos, y al producir una crti-cafilosficasobrelamaneraenquesecomprendeneimplementan,simultneamentesiempreincurrirsenlatareadereplantearlalegiti-midaddeciertasnormassocialesypolticas.Estoyentotaldesacuerdocon el punto de vista de los seguidores de Wittgenstein, quienes sostienenque la filosofa deja las cosas como son. Como lo dijo una vez, de maneramuy concisa, Alasdair MacIntyre: la filosofa deja todas las cosas comoson, a excepcin de los conceptos.3 La filosofa, tal como la practico, eselestudiodelascrticasdelosconceptos.Sicriticasnuestracompren-sin de un concepto como la libertad, y si desafas nuestro discurso so-breelrangodereferenciadedichoconcepto,almismotiempoestscuestionandosiciertospactosqueahoraentendemoscomolibres,talveznoloseantanto.Sierescapazdeconvenceralaspersonasdelautilidad de tu anlisis contradictorio, las habrs convencido de cambiarsuopininsobresumundosocial,ycuandoestoocurrepuedenincli-narse a pensar que algunos elementos de ese mundo que ellas conside-raban legtimos en realidad no lo son, o viceversa.2 Publicado por primera vez en 1968. Hay traduccin al espaol, Skinner, 2000: 149-191.Fue reeditado con cambios significativos y publicado en Skinner, 2002: 57-89.3Esta idea aparece en MacIntyre, 1966.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 170HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 171-191Para dar un ejemplo concreto sobre la practicidad, mi amigo y colegaPhilip Pettit tiene una relacin extraordinaria con el presidente de Espa-a,JosLuisRodrguezZapatero.4ElpresidenteZapateroleylaobraRepublicanism: A Theory of Freedom and Government, de Philip, cuando sepublic en 1997;5 cuando Zapatero asumi la presidencia, invit a Philipa Espaa a examinar con su gabinete cules seran las instituciones quetendranquecambiar,sobrelabasedesuinterpretacindelalibertadcomo la ausencia del dominacin en lugar de la ausencia de la interfe-rencia.SelepidiaPhilipproporcionarunaespeciedeguasobrelosacuerdos que seran deslegitimados con la aceptacin de esa interpreta-cindeloqueesunconceptofundamentalennuestrasvidaspolticas.Lo asombroso fue el grado hasta el cual la revolucin social que impulsZapatero fue predicada conforme a este concepto de la libertad y la ciu-dadana.Estoesunejemplosumamenteprcticosobrelamaneraenqueunacrticafilosficaayudagenerarunprogramadereforma.DentrodelcontextodelacrisisactualenlasHumanida-des, asevera que la investigacin humanstica puede (y debe)acatarlosestndaresmsrigurososyfilisteosdelautilidad. Qu quiere decir con esto? Acaso es este escla-recimientodelusoprcticodealgunasdelasdisciplinashumansticaslanicaformadedefenderelcampodelainvestigacin humanstica en su totalidad? Cmo debemosmontar una defensa ms eficaz de las Humanidades dentrodeestacoyuntura?stas son cuestiones apremiantes y me da gusto tener la oportunidad deopinar algo al respecto. Estoy consciente del hecho de que tratar de ana-lizar estos temas tan amplios de forma concisa me puede limitar a argu-mentos que suenan como una serie de clichs. No obstante, de entradapermtanmecomentarquealcontestarlapreguntaanterior,intentse-4 La entrevista fue realizada cuando Zapatero an era presidente de Espaa, cargo quetermin el 21 de diciembre de 2011.5 Hay traduccin al espaol bajo el ttulo: Republicanismo: una teora sobre la libertad y elgobierno (1999).Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 171FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 172-191alar cmo el tipo de estudio que a m me interesa puede ser una mate-ria prctica. No es fcil que as sea; creo que el logro de Philip Pettit essorprendente, pero puede ser el caso, como lo demuestra el ejemplo.Ciertamente,estonodebeserlanicaraznnisiquieralaprinci-palparadedicarsealainvestigacinhumanstica.Asque,culesdeben ser nuestros motivos para emprender este tipo de estudios en es-tos tiempos de crisis? En lo personal considero aunque como ya confe-s estoy a punto de decir un clich que necesitamos a las humanidadesparasentirnosagustoennuestrapropiacultura.Tengoenmentedoscosas al hacer esa declaracin. El primer punto es que en Europa, comoen todas las grandes culturas, hemos heredado tradiciones extraordina-riamentericasycomplejas,tantoenlapinturaylaarquitectura,comoen la literatura y la filosofa. Como parte de sentirnos cmodos en nues-tromundo,necesitamosvalorarestastradicionesparanoandarporlavida con los ojos cerrados, por as decirlo, sin percibir los logros cultura-lesquenosrodean.Porende,necesitamosdentrodenuestraculturaapersonas con conocimientos profundos sobre este legado de pintura y dearquitectura, de religin y de filosofa, quienes nos lo puedan explicar ylomantenganconvida.Mi segundo punto es que nuestra relacin con estas tradiciones no esinmutable.Noquierodecirquesimplementehacenfaltaunascuantasguas tursticas que nos ayuden a no perdernos en Estambul o Roma, oencualquierotropoloculturaldeEuropa.Tambintenemoslanecesi-daddeaprendermssobreestasculturas,deirmejorandonuestroen-tendimiento.Porlotanto,nodebemosapreciarsolamenteelestudiohumanstico; requerimos la investigacin. Si consideras, por ejemplo, ellugarqueocupalamsicaennuestracultura,unodelosaspectosmsrelevantes de la musicologa contempornea es que existen grandes reasdelamsicadelamodernidadtempranaquehaceapenasdosgenera-ciones casi no se comprendan, y ahora forman parte central del enten-dimientodenuestracultura.EstosolamentehaocurridoporquelosestudiantesentranenlasbibliotecasyhallanlasperasperdidasdeVivaldi, porque reconstruyeron la obra de Monteverdi, pues dilucidaroncmo se tocaban en realidad las peras de Hndel. No se saba nada deestocuandoyoerajoven,perosihubierasasistidoelaopasadoalosconciertosPromenadeenLondres,hubierasescuchadocmolasVspe-Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 172HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 173-191ras de Monteverdi llenaban la sala de conciertos ms grande de Inglate-rra. Las Humanidades no deben considerarse solamente como el reposi-toriodelconocimientoyaexistentesobrenuestracultura.Alcontrario,sonlosmediosporloscualespodemoscontinuamenteextenderypro-fundizar lo que sabemos al respecto.Ha criticado consistentemente el enfoque anticuario haciala historia, es decir, pensar que el simple hecho de preservarelconocimientodelpasadotienevalorens.Encontraste,confes que las motivaciones morales y polticas ms exten-sasafectansuseleccindetemasdeinvestigacin.Estasmotivacionestambinafectanlamaneradetratarestoste-mas y su enfoque general hacia los estudios histricos?Gracias.sapodrainterpretarsecomounapreguntabastantehostil.Me gusta mucho la distincin que establecen entre la motivacin para laseleccin de los temas y la manera en que los tratamos. Permtanme deentrada decir que s creo aunque sea un punto de vista no muy popu-lar dentro de mi profesin que la profesionalizacin del estudio de lahistoria y el gran nmero de personas que ahora son historiadores con-llevanunpeligro:avecesparecequeessuficienteentretenernoscondebatesquesencillamentesurgenalinteriordeladisciplina,ydeestamaneralagentenuncasepreguntaporquenotienequehacerlosiestosdebatestienenalgunaimportanciamsamplia.Cuandoexisteundebateinternoenalgunadisciplina,siempreseinteresarnlasrevistasespecializadas y siempre podrs publicar artculos que se enfocan y cues-tionan los trminos de esos debates. En ocasiones esto es algo positivo,perotambinnosarriesgamosadejardehablarcontodosexceptoconnosotrosmismos.Paradarlesunarespuestamsdirectaalapregunta,creo,porsu-puesto,quedebemosaplicarnuestrospropiosvalorescuandoseleccio-namos las materias que estudiamos. Definitivamente sera muy extraosiaplicramoslosvaloresdeotrapersona!Hayunpuntogeneralquedebemos sealar aqu: existe una clase de idealismo (en el sentido filos-fico) alrededor de la historia que yo adopt. La historia no est all afue-ra esperando que nosotros la descubramos. Nosotros escogemos los temasainvestigar.Escogemoslaspreguntasquequeremoshacer.EscogemosSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 173FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 174-191losmediosparaabordarytrataresaspreguntas.nicamenteempeza-mosaverlasevidenciasdespusdetomartodasestasdecisiones.Noexistenadaallafueraquepodamosredescubrirdeformapasiva.Laempresaensutotalidadesinventada,porquenosotrossomoslosquedecidimosenquconsistelahistoria.Poresto,inevitablementerepre-senta la expresin de nuestros valores; es imposible que sea otra cosa.Pasandoalotropuntoquemencionan,talvezseainevitable,comoconsecuencia de lo anterior, que nuestros valores afecten o, incluso, con-taminen la forma en cmo los temas escogidos son tratados. Esto tam-binpuedeserineludible,pareceraserlo,sivemoslahistoriadelapublicacindelahistoria.Esmuyevidentequelaformaenqueseenmarcalahistoriademipropiopassirveparafinespolticos.Enlamodernidadtemprana,granpartedelahistoriasepresentabadeunamanerafrancamenteideolgica;esdecir,sediseparaapoyarciertasposicionesqueenlasociedaddeeseentonceseranatacadaspoltica-mente. A lo mejor siempre hacemos algo por el estilo, pero si es el caso,esmejorestarconscientesdeelloyesperoquenohagamossolamenteeso.Yacuandotengamosseleccionadosnuestrotemaylaspreguntasque queremos hacer en torno a l, debemos esforzarnos lo ms que po-damosparadarlesuntratamientoaesaspreguntasparaestaracordecon sus propias condiciones, es decir, desde la perspectiva de la sociedadenlaqueesaspreguntastienensuorigen.Sinohacemosesto,nuestrahistoria simplemente se convierte en un espejo donde nos admiramos anosotros mismos. Quiero terminar mi respuesta a esta pregunta con algoquecomentalprincipio;cuandodigoqueexisteelriesgodequeloshistoriadores slo se hablen a s mismos y de que puedan verse atrapadosendebatesquenosondemuchointersmsalldeladisciplina,noquieroargumentarqueloshistoriadoresdebenbsicamenteescribirli-bros para grandes audiencias populares, lo cual es algo que se ha vueltomuydemodaenlaculturaacadmicaangloparlante,nocreoesoenabsoluto. Pienso que los historiadores deben intentar, en la medida de loposible, crear nuevos conocimientos con investigaciones originales. Des-pusdetodo,lahistoriapopularqueabundaennuestraspantallasdetelevisin y en las libreras de los aeropuertos depende totalmente de lainvestigacin de este tipo, y sin ella no podra existir.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 174HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 175-191Tambin creo que la distincin comn entre las obras de historia pro-fesional que nadie lee y las obras de historia popular con grandes pbli-cos es, en s, una dicotoma errnea. Si escribes obras histricas que soninteresantes para la gente, la cantidad de traducciones y la cantidad delectoresquetienensonasombrosas.Yonoestoyentrelosautoresquetienen las obras ms ledas, pero mis publicaciones las encontrars tra-ducidas en dos docenas de idiomas diferentes y uno de mis libros vendimsde100milejemplares.Lomenciono,noparafanfarronear,sinoparacuestionarlasupuestadistincinentrelahistoriaacadmica,quees lo nico que intento producir, y la historia popular, que se supone es elnico tipo de historia que alcanza un pblico amplio.UstedesconsideradocomounodelosrepresentantesmsdestacadosdelallamadaEscueladeCambridge,almis-motiempo,expresdudassobresuexistencia,enelsenti-doformaldeltrmino.Existealgunajustificacin,yaseainstitucionalometodolgica,quesostengaelconceptodeestaEscuela?Sihayalgunaformadejustificarlanocindeestaescuela,solamentepuede existir en el mbito de la metodologa. Yo dira que hay una ideabsicaqueestasociadaconciertonmerodelosacadmicosquienesenalgnmomentotrabajaronenlaUniversidaddeCambridge,yquepodra interpretarse como una caracterstica distintiva de una Escuela deCambridge.Laideaesquelafilosofanoesunamateriaquepuedadefinirse de acuerdo con su enfoque en ciertas preguntas que se conside-ra delimitan la filosofa, y a las cuales diferentes filsofos proponen di-ferentesrespuestas.Msbien,lafilosofadebeconsiderarsecomounamateria en la que las preguntas, as como las respuestas, cambian ince-santemente, y donde el objetivo es determinar qu preguntas especficaseran de inters durante diferentes periodos en la historia de la filosofa.Cuandopiensasenpersonasdelageneracinpasada,cuyosnombreseran asociados con la Escuela de Cambridge, definitivamente adopta-ban este enfoque. Hay dos nombres en especial, que ya mencion: PeterLaslett y John Pocock. No hay ninguna duda que algunas personas de migeneracinsiendoelmsimportanteJohnDunnrecogieronypro-Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 175FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 176-191movieronestasideasconargumentossimilaresque,amiparecer,eranmuyacertados.Sin embargo, no todo el mundo en Cambridge estuvo de acuerdo connosotros, e incluso algunos de los que s estuvieron de acuerdo se dabanasustareassinmuchoreflexionar.JohnPococksiempresepreocupmuchsimo por la metodologa, mientras que Peter Laslett no. l echabaparaadelantesusproyectos,msomenosdentrodelatnicaqueyadescrib,peronocreoqueenningnmomentohayacreadounateoraal respecto, ni era una persona interesada en las cuestiones metahistricaso filosficas al menos en las obras que public de la misma maneraque manifiestamente s lo eran John Pocock y despus John Dunn. Ade-ms,estosenfoquesqueestoydescribiendorealmentenopuedenem-plearse para aislar algo que podramos llamar la Escuela de Cambridge.En primer lugar, el filsofo dentro de la tradicin angloparlante que msseasociaraconlosprincipiosencuestinseraRobinGeorgeColling-wood, quien despus de todo era catedrtico en filosofa en la Universi-daddeOxford,nodeCambridge.Msaun,elmismoCollingwoodfuefuertemente influido por una escuela idealista de filosofa, que tena susraces principalmente en Italia. Claramente su hroe era Benedetto Croce.Si existe tal cosa como una Escuela de Cambridge, no est constituidaslo por personas de esa universidad.Al hablar en retrospectiva sobre su vida acadmica, y sobreel movimiento que nos acaba de describir, hizo hincapi enquesuprincipalpreocupacinduranteladcadade1960eradesafiarotrosmodosahistricosoreduccionistasdeinvestigacin histrica. Tomando en cuenta los debates quefueronpropiciadosporsusestudios,tantoloshistricoscomolostericosometodolgicos,culesconsideraqueson hoy los retos ms importantes que enfrenta esta formadepensamientohistrico?Existen varios retos para esta forma de pensamiento y son graves, perono creo que sean intelectualmente serios. Hay tres retos a los cuales seenfrentaamenudocualquierpersonaquepracticalahistoriaintelec-tual.Elprimero,queesespecialmenteprevalenteenEstadosUnidos,sostienequeestetipodepensamientohistricoesinaceptablementeSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 176HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 177-191elitista porque estudia textos particulares con un alto grado de comple-jidad,quenosehanestudiadopormuchosyquesehancomprendidomal.Esteargumentosepresentacomosifuerademocrtico;nosdicenquedebemosestarestudiandolavidaylasactitudesdelaspersonascomunes y corrientes en el pasado. Es innegable que bajo ese estandartesehanpublicadoalgunasobrasmuyimportantesdehistoriasocialdu-rante la pasada generacin, pero tambin existe el riesgo de que seamosdemasiadocondescendientes.Enmiexperiencia,muchosestudiantesrealmentedisfrutanelretodelasideasfilosficasdifciles,ysentiranque les estuviramos haciendo de menos si les dijramos que el inters quetienen es simplemente elitista. Opino que debemos tener cuidado de nodesanimar a las personas que quieren estudiar conceptos filosficos conargumentos falaces sobre su supuesta falta de importancia, porque nuncafueronimportantesparalagranmayoradelaspersonas.Sianalizasbienesavisin,llegasalaconclusindequelasfilosofasslopuedenser importantes si son populares, pero seguramente nadie cree eso.El segundo reto que enfrentan las personas que escriben esta clase dehistoriaprovienedelacrticaculturalposmoderna.Nosinformanamenudo que este tipo de estudio histrico simplemente no es realizable.Constituyeunerrorintelectual,dicen,suponerqueesposibleredescu-brir las preguntas que la gente se haca en el pasado o las intenciones enlas que se fundamentan sus obras. En lo personal, pienso que esta crti-ca dice algo muy interesante y me es de mucho beneficio. Si alguien lle-gara a suponer que los significados que nosotros atribuimos a los textosque estudiamos son los mismos que conceban sus autores, eso, por su-puesto, sera un terrible error. Existen muchos significados dentro de lostextos que sus autores no tenan intencin de plasmar, pero que a pesarde ello siguen siendo significados de esos textos. Por eso, sin duda, debe-mosenfocarnosenlostextosmismos,msqueensusintenciones,eindudablementedebemosgozarlasambigedadesque,comoprincipallogro,noshacenotarlacrticaculturalposmoderna.No obstante, corremos el peligro de cometer un grave error, y sin dudahabrcrticosculturalesposmodernosquelohabrnhecho.Elerroressuponer que el argumento anterior vuelve ilegtima cualquier discusinde la intencionalidad. Cuando estudias el tipo de historia que yo estudio,laspreguntassobrelaintencionalidadqueteinteresannosetratandeSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 177FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 178-191cmo la intencin se relaciona con el significado. Ms bien son pregun-tassobrelaintencinconqueciertosargumentossehicieron,esdecir,las intenciones que se incorporan en los textos. Ahora bien, muchas ve-ces se responde que stas son imposibles de recuperar pues las intencio-nes son entidades mentales. Existen solamente al interior de las cabezasdelaspersonas,ycmoesperasmeterteenlacabezadealgnautorque muri hace mucho tiempo? Pero eso es un gran error. Las intencio-nes de este tipo no estn en la cabeza de nadie; estn en la arena pbli-ca. La forma de decodificar las intenciones con las cuales se escribe untexto las intenciones incorporadas en el texto es comparndolo conotrosyanalizandoelpapelquejuegacadauno,esdecir,qutipodeintervencinconstituira.Laterceracrticaconlaqueseencuentraunoes,creo,lamentable,pero mis estudiantes la enfrentan mucho en los departamentos de histo-ria. Se argumenta que la historia intelectual abarca solamente el estudiode los textos, y por lo tanto no es historia real. La historia real, dicen, seinteresa en las personas, las instituciones y las formas que tienen de in-teractuar unas con otras. Nos encontramos con esta crtica todo el tiem-po, pero a m no me parece intelectualmente interesante en lo ms mnimocomo argumento. Lo nico que hace es reimponer un concepto tradicio-naldeloquecuentacomohistoriayluegoaprovecharesaconcepcinconelnicofindeexcluirlahistoriaintelectual.Noesunargumento,simplemente es la expresin de un prejuicio.Usted ha insistido en el valor de trazar genealogas de con-ceptos para el estudio de la historia del pensamiento polti-co.Adems,enunodesusltimosensayospresentunestudiogenealgicodelEstadomoderno,enelqueanalizaproblemascomoeldelasoberanayrepresentacinpolti-ca.6 Quisiramos enfocarnos ahora en estas cuestiones, peroantes de cambiar de tema nos gustara hacerle una pregun-tamsgeneral:Porqulasgenealogas?Culessonlasventajas de un enfoque genealgico hacia la historia? 6 Skinner, 2011.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 178HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 179-191El concepto de genealoga que emple en algunas de mis investigacionesactualesesbastantegeneralysencillo.Nuncafuemiintencindaraentenderqueexisteunarelacinparticularmenteestrechaentresteyel concepto de genealoga como lo entienden Nietzsche y sus seguidores,como Foucault. He perdido inters en la discusin en la que participa-ron con mucho nimo algunos crticos mos que trata de establecer simianlisisseadhierealafilosofadeFoucaultoconstituyeunamalainterpretacin de ella; o si retoma el pensamiento de Nietzsche o lo malin-terpreta.Lonicoquequierodecirsobrelagenealogaesque,cuandonosenfrentamosalosintentosdeproponerdefinicionesdeconceptosalta-mente generales y normativos como libertad o Estado es de muchautilidad recordar algo que Nietzsche ciertamente enfatiz: los conceptosque tienen mucha historia y que llevan mucho tiempo inmersos en deba-tesideolgicosforzosamenteeludenlasdefiniciones.Sidurantesuhis-toriafueronmuycontroversiales,esimposiblequetengandefinicionesneutrasporquesiempreexistireldebatealrededordeellas.Estomeparece una observacin muy perspicaz, y sin duda muy ilustrativa de lafilosofadeNietzsche.Elefectodeaceptarla,comoyolaacepto,eselsimple abandono de cualquier intento de escribir grandes narrativas denuestrosconceptosclave;nosvemosobligadosaconcederquemuchasveces solamente podemos escribir genealogas en las que se demuestranlos diferentes usos ideolgicos de los conceptos que nos interesan.Retomando este principio, de que los conceptos solo tienenhistoria, nos gustara acercarnos al tema del Estado moder-no, de qu manera podemos comenzar a contar la historiadelEstadomodernotomandoencuentalosusospredomi-nantesymarginalesdelconceptoEstadoennuestrodis-curso poltico actual?Estapreguntasiguelaanteriormuyoportunaynaturalmente,ytienentoda la razn cuando dicen que el uso predominante del trmino Esta-do margina los entendimientos normativos tradicionales de la palabra.Es muy notorio que en el discurso poltico actual, al menos en el perio-dismo angloparlante, hablamos mucho del Estado, pero usamos la frasesimplementeparareferirnosalasinstitucionesyalosaparatosdego-Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 179FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 180-191bierno.ElEstadosehavueltomeramenteunsinnimodegobiernoyesto representa, a mi forma de ver las cosas, una tremenda prdida.Me preguntan de qu manera podemos contar la historia de esta des-gracia.Yoquisierarecalcarnadamstrespuntos.Enprimerlugar,elconcepto se formul originalmente para distinguir entre los jefes de Es-tadoylasmasaspopulares.EnsutextoclsicoTheKing'sTwoBodies(1957),7ErnstH.Kantorowiczplantelanocindequecualquiermo-narcatieneuncuerponatural,perotambinuncuerpoficticioensucalidad de jefe de Estado. El vocabulario del Estado en el discurso euro-peooccidentalnacicomounaformadehablardeesarelacinentrecabeza y cuerpo. En segundo lugar, esa visin fue desafiada por el argu-mento radical que sostena que el cuerpo del pueblo no necesita cabeza.El cuerpo popular es considerado en s como el portador del poder sobera-no. Supongo que el mayor defensor de esta tradicin es Rousseau en Elcontrato social. Mientras tanto, en tercer lugar, la misma visin de Esta-dofuecuestionadaenloqueamtodavameparecelainterpretacinms interesante del Estado en la Europa Occidental. Esta concepcin surgidel derecho pblico durante el siglo XVII, y tuvo como principales defen-soresaHobbesyaPufendorf;sedesarrolldentrodelatradicindelderecho pblico que va desde Pufendorf hasta Vattel y eventualmente aHegel. Esta tradicin distingue el Estado tanto del pueblo, los goberna-dos,comodelossoberanos,losgobernantes.AseveraqueelEstadoesunapersonaaparte,unapersonaficticiaaunqueenelcasodeHegeles una persona real que debe ser representada por quien gobierna. ElmritodeestaformadeverelEstado,queheintentandoresucitarenmis publicaciones recientes, es brindar las herramientas para hablar de lalegitimidaddelasaccionesgubernamentales.Desdeesteparadigma,laaccingubernamentalsolamenteeslegtimacuandosirveparapromo-ver el inters del Estado, es decir, el inters del pueblo como un todo.Dentrodelateorapolticacontemporneahayundebatesobre la desaparicin de la soberana y del Estado. Algunos7 Hay traduccin al espaol titulada Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teologa polticamedieval (1985).Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 180HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 181-191acadmicosafirmanque,envirtuddelcrecimientodelasorganizacionesinternacionalesydelasentidadesmultina-cionales,elEstadomodernohaperdidosucapacidaddetomardecisionessoberanas;otrosdivisanvariedadesmscosmopolitas o radicales de democracia que no se cen-tranenelEstado-nacincomoprincipalruedopoltico.ElEstado soberano moderno se encuentra actualmente en unafasededecadencia?Quteoradelasoberanadebemosadoptar,dadoslosdebatesencurso?Si me preguntan si el Estado-nacin moderno est en declive, la respues-taobviaseraquesindudapareceserelcaso.Comomencionan,lasorganizaciones internacionales ahora tienen prioridad sobre los estadossoberanos.EstamosmuyfamiliarizadosconestasituacinenEuropa,donde tenemos el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en EstrasburgoylaCorteInternacionaldeJusticiadeLaHaya.LasjurisdiccionesdeambascortesprevalecensobrelasjurisdiccionesdelosEstados-nacinindividuales; estos ltimos deben acatar los fallos de aquellas institucio-nes.Simultneamente,comobienindican,lasorganizacionesinterna-cionales reclaman su primaca sobre los Estados-nacin. Es ms, algunascompaas multinacionales han demostrado que gozan de una posicindesdelaquepuedendesafiaralosEstados-nacin,sobretodoenlospases en desarrollo. All vemos que las empresas multinacionales a ve-ces fijan las condiciones de inversin y de empleo, y tienen el poder deamenazar con el retiro de su inversin de los Estados locales con la co-rrespondiente eliminacin de fuentes de empleo, si sus demandas no sonsatisfechas, aun cuando esas demandas son contrarias a las prioridadesdelosEstados.Enconclusin,s,pareceraqueelEstadoseencuentraen una fase de decadencia.No obstante, quisiera expresar al menos dos argumentos que contra-dicen este punto de vista. Recientemente, se ha demostrado que la muer-te del Estado es una idea un tanto exagerada. Digo recientemente porqueen 2007, cuando surgi la crisis crediticia en Estados Unidos, cuando losbancos dejaron de prestarse dinero y, un ao despus, cuando el sistemacapitalistaestadounidensellegalbordedelcolapso,quinasumilaresponsabilidad de actuar como prestamista de ltimo recurso, an bajoel rgimen conservador de George W. Bush? El Estado. Lo mismo pas enSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 181FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 182-191varios pases europeos. Fue el caso del Reino Unido, que de hecho fue elprimero de los Estados occidentales endeudados en insistir que la nicaforma de sortear el colapso del sistema bancario era nacionalizar la banca.Obviamente los estadounidenses no hablaron directamente del Estado, ylos britnicos no dijeron de forma abierta que estaban nacionalizando losbancos, pero en efecto eso es lo que sucedi. De pronto pudimos ver larealidad detrs de las muchas ridiculeces que se han comentado sobrela naturaleza global de todo y el fin de los Estados-nacin. Los Estadossiguen imprimiendo el dinero, aplicando los tratados, haciendo las gue-rras,encarcelandoasusciudadanosyrecaudandolosimpuestos.Msall de los Estados, no existe otra institucin en el mundo que haga to-das estas cosas. Si conocieras una persona sin ciudadana y sin pasapor-te, y le dijeras que el Estado ya no existe, esa persona seguramente tendraalgunasopinionesfuertesalrespecto.TambinquisieracomentarqueesungranerrorsuponerqueelfindelasoberanadelosEstados,enelsentidotradicionaldequestospodan hacer dentro de sus fronteras lo que les daba la gana, es lo mis-mo que la deconstruccin del Estado. Cuando Foucault dijo, en su famo-saentrevistade1980,queenlateorapolticadebemosaprenderacortarle la cabeza al rey, es decir, dejar de debatir sobre la soberana, lentiende que est deconstruyendo el concepto del Estado.8 Sin embargo,si consideras el concepto de Estado que intento expresar, es decir, que seerige con el nombre de una persona ficticia representada por el gobiernopara el bien comn del pueblo, es evidente que en ese caso las accionesde los Estados son simplemente las acciones legtimas de los gobiernos.El rango de las acciones que los gobiernos pueden tomar con esos pro-psitos en mente sin duda se ve restringido, pero de todas formas cuan-do esas acciones se llevan a cabo, son las acciones del Estado. Por esto,no tiene mucho sentido hablar de la muerte del Estado.Cambiando de enfoque hacia los temas polticos de hoy, he-mosvistodisturbiossocialesymovimientossociopolticosenmuchaspartesdelmundooccidental(Grecia,Espaa,ReinoUnido,EstadosUnidos,Mxico),loscuales,apesar8La entrevista puede ser consultada en Lotringer, 1984.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 182HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 183-191delasgrandesdiferenciasdecontexto,parecentenerunelementoencomn:lapercepcingeneraldequelosgo-bernadores y los polticos no representan a los ciudadanos.Ustedexplorelproblemadelarepresentacinpolticaensus estudios sobre la libertad, Hobbes y el Estado moderno.Quopinaacercadelasformasenqueelproblemadelarepresentacinpolticasenegociahoyenda,yqurele-vanciacobraelestudiodelpensamientopolticodelamo-dernidadydelamodernidadtempranadentrodeestecontexto?Estoy de acuerdo por completo en que actualmente la gente no se sienterepresentada de forma adecuada. Esto es sin lugar a duda el caso en mipasymeparecequelapercepcinesbastantegeneralizada.Tenemosunejemplomuyobvioenestosmomentosquees,comomencionan,elcasodeGrecia.Allvemosmanifestacionesagranescalaenlascalles,dondeparticipanpersonasquesientenquelaclasepolticaperdisulegitimidad. En el caso del Reino Unido, yo veo que existe una conexinentreestapercepcindeprdidadelegitimidadyelhechodequelossistemas modernos de gobierno representativo en Europa retomaron dosformas tradicionales de pensar en la representacin, pero han relegadootros elementos, quiz debemos traer de nuevo a discusin. ste es otrocaso en que la historia y la teora poltica son lo mismo.Una de las tradiciones que invocamos de manera implcita en el debatepoltico actual sostiene que cuando hablamos de representacin, simple-mentequeremosdecirelcontarconelderecho,mediantesistemasdeautorizacin, de hablar y de actuar en representacin de otras personas.Si me das tu voto, yo ser tu representante. Existen dos dificultades aqu.La primera radica en que el grado de buena representacin que se obtie-nemedianteelprocesoelectoraldependedelsistemadevotacinquetienes.Hayunaconexinaquconunaspectotradicionaldelconceptode la representacin que nosotros hemos perdido: la nocin de la repre-sentacin como la ilustracin o el retrato, es decir, no slo el otorgarle aalguienunderechosinoelofrecerunarepresentacindeesapersona.Estaimagenpermitecomprenderqueunbuensistemadegobiernore-presentativo sera aquel donde son visibles todas nuestras opiniones, igual-menterepresentadas.ElresultadoprcticodereintroducirestaimagenSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 183FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 184-191sera obligarnos a reconsiderar nuestros sistemas de votacin, y a pregun-tarnoshastaqupuntoproducenunretratoreconocibledelasopinio-nes de la gente. En este pas tenemos un sistema de escrutinio uninominalmayoritarioquedenominamosfirstpastthepost;9conelgobiernodeMargaret Thatcher en la dcada de 1980, este sistema produjo cambiosasombrososenelmbitosocial,peroconelvotoafavordemenosde40%delelectorado.Piensesloquepiensesdelarevolucinsocialquetuvolugar,estecasonopuedeconsiderarsecomounejemplodelare-presentacin democrtica. Por lo menos en este pas debemos buscar laformadeinstituirunsistemamsjustoderepresentacinsiqueremoscontarnosentrelospasesdemocrticosdelmundo.LaotratradicinqueamenudoinvocamosseasociaenparticularconEdmundBurke;segnl,cuandoautorizamosaunrepresentantees decir, votamos por l le asignamos el derecho de tomar sus pro-pias decisiones sobre lo que ms nos conviene.10 Esto elimina por com-pleto una concepcin opuesta sobre lo que significa la representacin deuna persona por otra, y la teora poltica de Burke se dise precisamen-teconesefin.Deacuerdoconestaconcepcinopuesta,nombramosanuestrosrepresentantesnoparaqueellosdeterminenloqueesmejorparanosotros,sinoparaquelespodamosdecirloquepensamosnosconvienems.Nopuedoevitarconcluirquelaspersonassesentiranmejorrepresentadassiaeseconceptotradicionalleconcediramosunlugar ms sobresaliente dentro de nuestros procesos polticos.Ciertamente, en aos recientes ha existido la tendencia de darle ms re-levancia a esta tradicin; lo vemos en particular en el caso de la impor-tanciaquecobraronrecientementelasdeclaracionesdemanifiestoselectorales, donde los partidos polticos intentan atraer el apoyo del elec-torado haciendo promesas sobre las polticas que se consideran popula-res y las que intentaran implementar si fueran elegidos. Considero quealgomsacordeconestosprincipiosmejoraralapercepcinderepre-sentacin de la gente.9 Sistema que otorga la victoria al candidato que tiene mayor nmero de votos, sin importarque tenga o no la mayora absoluta. Es un sistema similar al que tenemos en Mxico.10 La idea fue expuesta por Burke, entre otros lugares, en su discurso pronunciado en Bristolen 1774, publicado posteriormente en 1854.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 184HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 185-191Elproblema,enestemomento,resideenqueelpueblonotienelosmedios de exigirle el cumplimiento de sus promesas a su gobierno. Re-cientemente, en mi pas se dio un ejemplo muy evidente cuando se tomla decisin de retirar an ms el financiamiento estatal de las universi-dades, lo cual contradice descaradamente una de las promesas principa-les que hizo uno de los partidos en nuestro gobierno de coalicin durante laselecciones.Permtanmeuncomentariofinalsobrelasideastradicionalesdere-presentacin y su pertinencia. Incluso antes de la democracia en la GranBretaa,siempreseleconcedaalpuebloelderechodepresentarantesusgobernantesunaprotestaformalencasodeteneralgunaqueja.Ahora, bajo el sistema democrtico, las mismas personas que deben pre-sentar las protestas de este tipo en representacin del pueblo son, nadamsynadamenos,losintegrantesdelrganosoberanoporexcelenciadentrodelEstado.Nuestrosgobiernostalvezdebenprestarmsaten-cinaesteaspectocrucialdelademocracia,ydebencomprenderquesolamenteselespuedepediralaspersonasciertogradodetoleranciapara las polticas que les son impuestas en lugar de ser escogidas.Otrofenmenopolticorecientedegranimportanciaesloque se ha llamado en el mundo occidental la Primavera ra-be, es decir, los sucesos que han tenido (y tienen) lugar enpases como Tnez, Egipto, Libia, Yemen y Siria. Lo que esta-mos viendo en nuestras pantallas y en nuestros peridicos esunnmerocrecientedepersonasquedemandanunnuevoordenpolticomsdemocrtico,hacindosevisiblesenlosespaciospblicosmedianteelusodenuevosmediosdeco-municacin. Tenemos dos preguntas al respecto. Qu opinadelaformaenquefueronrecibidosestosacontecimientosen el mundo occidental, especialmente en cuanto al vocabu-larioquesehaempleadoparadescribirlos?Estossucesosofrecenelementosparacomprenderdenuevasmaneraslacuestin de la representacin poltica?1111 De julio de 2011, que fue realizada esta entrevista, a la fecha se han producido diversoscambios en la escena poltica y social de los pases involucrados en la llamada PrimaveraSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 185FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 186-191Megustamuchosupreguntasobreelvocabulariousadoparadescribirestoshechos.Despusdeverlaprensaylatelevisinenmipas,meimpactasobremaneraloqueamipareceresunagranconfusinsobrelaformaencmohablamosdelosucedido.Algunosdelosmediosha-blanderebeldes;porejemplo,muyamenudodescribenlaciudaddeBengasicomounaciudadcontroladaporlosrebeldes.Estomeparecedesatinado, porque si decimos que estas personas son rebeldes, entoncesleestamosconcediendoungradodelegitimidadalrgimendeGadafi.Algunos que reconocen la complejidad del tema hablan de guerra civil.Por ejemplo, nos estn diciendo ahora que lo que est pasando en Yemenesquizsunaguerracivil.Perotradicionalmentecuandohablamosdeguerra civil hay por lo menos la implicacin de que en ambos lados delconflicto pueden existir intereses legtimos. Me parece que no contamosconunvocabularioadecuadoparadescribirloqueestsucediendo,yadmiro mucho la intervencin valiente del presidente Obama, quien dijoquelamejorposicinquepodemosadoptarfrenteaestosalzamientosesconsiderarlosmovimientosdemocrticosque,comotales,merecennuestroapoyo.A pesar de lo anterior, me parece que surgen graves problemas para lallamada comunidad internacional sobre el tipo de apoyo que debemosestar brindando a la Primavera rabe. En mi opinin, pas algo desas-trosoenlateorapolticaduranteladcadade1990,quesedebienpartealainfluenciaejercidaporlosneoconservadoresenEstadosUni-dos.Ellosempezaronaperseguirlaidea,agrandesrasgos,dequeentodoelmundodeberaimponerselademocraciadondefueseposible.Estanocinsostuvo,yhastaciertopuntolegitim,lainvasindeIraqque emprendi Bush en 2003. Al mismo tiempo, y de forma preocupan-te,sesuscitunainterpretacinmsliberaldeesteimpulsohacialademocracia lo que en la teora de las relaciones internacionales de la d-cada de 1990 se conoci como intervencionismo liberal. Aqu se re-curri al concepto radical de un derecho humano universal para desafiarla soberana de los gobiernos supuestamente despticos. Aqu ya entra-rabe. Estos cambios, evidentemente, no aparecen reflejados en el texto, no obstante,consideramos que las reflexiones realizadas por Skinner siguen siendo de gran relevanciay vigencia.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 186HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 187-191mosenterrenopeligroso,porquequindecideculessonlosgober-nantes dspotas? A veces la respuesta ser obvia, pero aun cuando creesquepuedesidentificarloscasosindiscutiblessiempreexistirundobleestndar. Supongamos que identificas al gobierno de China o de EstadosUnidoscomorgimenopresor;aunquefueracierto,nocreoquenadieinvadira ninguno de esos dos pases en particular.Durante este ao [2011] hemos sido testigos de esta doble moral. Frentea la posibilidad de una verdadera masacre en Bengasi, los poderes de LaOrganizacindelTratadoAtlnticoNorte(OTAN)decidierontomarac-cin en lo que supongo debe llamarse un ejemplo del intervencionismoliberal. Sin embargo, no hubo ninguna decisin de intervenir en Bahrin.Uno no puede evitar pensar que, en este ltimo caso, de haberlo hecho sehubieran molestado muchsimo los sauditas, y ningn pas quiere que lesuspendan el abastecimiento de petrleo. Tampoco parecera que habrintervencin en Siria, aunque al parecer el potencial de genocidio en esepas es igualmente o incluso ms grave que en Libia. El doble estndarha sido tan evidente que yo sospecho que terminar desacreditando porcompletolanocindelintervencionismoliberal,locualdealgunama-nera puede ser algo positivo.Tambinpreguntaronsiestoslevantamientosofrecennuevasmane-ras de interpretar la representacin. Uno de los puntos obvios que debe-moscomentaresqueelproblema,sobretodoenLibia,fuelafaltadeinstituciones representativas. El rgimen all gira totalmente en torno alapersonadeGadafi,segnentiendo,ynocuentaconningncorpsintermdiaire que hubiera podido reconocer Montesquieu. Es simplementeuna autocracia sin instituciones representativas. stas tendran que cons-truirse, lo cual ser una tarea muy importante dentro de la constitucindeunanuevanacin.Mientrastanto,hemosrecordadounpuntomuyantiguoperoemocionante:sicreesenlademocracia,entoncescreesque la soberana pertenece al pueblo. Lo que estamos viendo en la Pri-maverarabeeslavalentaincrebledelosciudadanosquequierenrecuperarsupodersoberano.Quisiramosconcluirestaentrevistahaciendoreferenciaauna de sus contribuciones ms originales en la teora polti-ca, es decir, su anlisis de la libertad. Una de las crticas msSignos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 187FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 188-191importantesquehadirigidohaciaelliberalismoeselcon-cepto empobrecido que ste tiene de la libertad, en especialsi lo comparamos con la forma en que la interpreta la tradi-cinneorromanaorepublicana.Ustedhasostenidoqueenla tradicin liberal, los ciudadanos se consideran libres mien-trasnosufreninterferenciasinjustasoinnecesariasenlabsquedadesusobjetivos.Encontraste,latradicinrepu-blicanasostienequeloshombresylasmujeressolamenteson libres cuando viven en ausencia de dependencia, es de-cir, cuando los ciudadanos no estn sometidos a ningn po-derarbitrarioodiscrecional.Creequelosproblemasquehemoscomentadoenrelacinconlasoberanaylarepre-sentacinpolticatienenalgnvnculoconesteconceptoempobrecidodelalibertadsostenidoporelliberalismo?Dequmaneranosayudaraunateorarepublicanadelalibertadparaafrontarestosproblemas?Yocreoquelateorarepublicanaspuedeayudar.Deseras,seraporunaimplicacindeestateoraqueustedeshanexplicado,sobrelaquequisieradeciralgo.Cuandolosestudiantesdelatradicinrepublicanacontrastan la libertad no con la interferencia sino con la dependencia delavoluntaddeotraspersonas,unodelospuntosimportantessobreelestadodeladependenciaquequierentraeracolacineslatendenciainevitable que tiene de generar la autocensura. Si t vives enteramente ala merced de otra persona, si vives bajo un rgimen de poder arbitrarioque te hace depender por completo de las personas que ejercen ese po-der,entoncesexistirnmuchascosasquenoteatreversadeciroahacer. La razn de esto no es que sabes qu te pasar si las haces o lasdices; ms bien es que no sabes qu te puede pasar. Puede ser que no tepase nada; por otro lado, cuando el poder es arbitrario, tambin puedeser que arriesgues todo si hablas o actas de acuerdo con tu conciencia.Comoconsecuencia,resultacasiimposiblehablaroactuarsegntusconvicciones. sta es una de las maneras en que los gobiernos despticosytirnicosoprimenalospueblosconestemiedomuyparticularquecrealadependencia.Esoesloqueopinaraelrepublicanosobrelosregmenes sociales y polticos que estamos analizando.Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 188HISTORIAYPOLTICAENPERSPECTIVA...SIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 189-191Ahora bien, si todo lo anterior es cierto, me parece que hay tres nivelesen los que la teora republicana puede aportar algo de valor. El primeroeselnivelsocial.Estateoranosrecuerdaquetenemosmuchomenoslibertad de lo que podramos pensar si adoptamos la interpretacin libe-raldelalibertadcomolaausenciadelainterferencia.Consideren,porejemplo,losgradosdefaltadelibertadquesegenerandesdelavisinrepublicana debido al simple fenmeno, muy generalizado en los pasescapitalistas de Occidente en aos recientes, de la eliminacin de los sin-dicatos en las economas y en las fuerzas de trabajo. Si no tienes poderdenegociacincolectiva,cuandoteenfrentasatuspatronestendrsuna posicin de mucho ms dependencia y, por lo tanto, de falta de liber-tad, de lo que tendras si fuera el caso contrario.Otroejemploenelmbitosocialdondelateoranosrecuerdaalgovalioso sobre la falta de libertad surge de algo que apenas hemos empe-zadoacomprender,almenosenlospasesdeEuropaOccidental:losniveles alarmantes de violencia domstica que existen en nuestras socie-dades.Aquestamoshablandodepersonassumamentevulnerables,alas que les da demasiado miedo denunciar las condiciones en que viven.De nuevo, su falta de libertad es producto de la dependencia y tenemosquebuscarlosmecanismosparaliberaraestaspersonasvulnerables.Untercerejemplo,demuchointersactualmente,enespecialenIr-landa, lo constituyen los hechos de hace una generacin pero que anestndentrodelamemoriadelagenteenelmarcodelarelacinentre la Iglesia catlica y las comunidades. Nos hemos enterado de quefuerontoleradosniveleshorrorososdeabusoinfantilporquelasperso-nasnoseatrevanaoponersepblicamentealaIglesia.NadiehubieracredolashistoriasporelprestigiodelaIglesiayporestosemantuvouna especie de silencio pactado alrededor del tema. La libertad fue per-judicada,peronocomoconsecuenciadeunactodeinterferencia,sinodebido a un rgimen de deferencia y de miedo. Lo que quiero decir contodo esto es que en el nivel social, la teora tiene muchos argumentos ensufavor.Enelnivelpoltico,queeselsegundonivelquequisieramencionar,estclaroquelaconcepcinrepublicanadelalibertadtienealgoquedecirnos acerca de la creacin de instituciones. Si no tienes libertad por-Signos Filosficos 29.p65 02/04/2013, 04:01 p.m. 189FRANCISCO QUIJANO Y GEORGIOS GIANNAKOPOULOSSIGNOS FILOSFICOS, vol. XV, nm. 29, enero-junio, 2013: 190-191queestsalamerceddeotrapersona,solamentepodrssentirtelibrecomociudadanosidealgunaformareconocesquelasleyesreflejantuvoluntad. De no ser el caso, estas leyes deben forzosamente ser el reflejodelavoluntaddealguienmsalgunaclasepolticaogobernante.Pero si slo reflejan la voluntad de esa clase, t como persona permane-ces dependiente de su voluntad y eso te quita tu libertad. El vnculo entrela libertad y la igualdad se enfatiza mucho ms en la filosofa republica-na, y esto ejerce una presin considerable para el diseo de institucionesque permiten que se escuche la voz de las personas en igualdad de con-diciones como parte del proceso legislativo.Finalmente,mepermitounascuantaspalabrassobrelalibertadre-publicana en el nivel internacional. La demanda moral clave de la teorarepublicana es que busquemos minimizar, y de ser posible evitar, las re-lacionesdedominioydependencia,parafomentarlalibertad.Sinem-bargo, si pensamos en las relaciones internacionales en estos momentos,especialmentelasrelacionesentrelospasesdesarrolladosyenvasdedesarrollo, vemos que son en su mayora relaciones de esta naturaleza.La demanda moral que hace la teora de la libertad que a m me interesasera para que la comunidad internacional minimice estas relaciones dedominio y dependencia y busque un mundo ms equitativo.BIBLIOGRAFABurke, Edmund (1854), The Works of the Right Honourable Edmund Burke, vol. I, Londres, Henry G.Bohn.Kantorowicz, Ernst H. (1957), The Kings Two Bodies. A Study in Medieval Political Theory, Princeton,Princeton University Press. [Traduccin al espaol (1985), Los dos cuerpos del rey. Un estudiode teologa poltica medieval, Madrid, Alianza Editorial.]Lotringer, Sylvre (ed.) 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