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Historia y patrimonio gastronómico nacional ALIAT. UNIVERSIDADES

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Historia y patrimonio

gastronómico

nacional

ALIAT. UNIVERSIDADES

HISTORIA Y PATRIMONIO GASTRONÓMICO NACIONAL

HISTORIA Y PATRIMONIO GASTRONÓMICO NACIONAL

ALIAT. UNIVERSIDADES

Datos para catalogación bibliográfica

Historia y patrimonio gastronómico nacional

ISBN 978-607-733-136-0

Primera edición: 2012

2

ÍNDICE

Introducción 6

Mapa conceptual 9

Unidad 1. Tierra sin límites. Diversidad infinita 10

Mapa conceptual 11

Introducción 12

1.1. México y sus regiones 13

1.1.1. Zona Norte 13

1.1.2. Zona Pacífico Norte 15

1.1.3. Zona Centro 18

1.1.4. Zona del Golfo 21

1.1.5. Zona Pacífico Sur 25

1.1.6. Zona Peninsular 28

Autoevaluación 34

Unidad 2. Época Prehispánica 35

Mapa conceptual 36

Introducción 37

2.1. Llegada de los primeros pobladores a América 38

2.2. Primeros instrumentos 40

3

2.3. Alimentación y productos básicos 41

2.4. Agricultura según estación 45

2.4.1. Religión y principales dioses 46

2.5. Principales culturas y sus aportaciones 48

Autoevaluación 57

Unidad 3. Mestizaje 58

Mapa conceptual 59

Introducción 60

3.1. Antecedentes gastronómicos españoles 61

3.2. Europa en la Edad Media 63

3.3. Contacto de España con el Nuevo Mundo 65

3.3.1. Los banquetes de Moctezuma 68

3.4. Papel de los frailes en el Nuevo Mundo 71

3.5. Productos de intercambio importantes 74

Autoevaluación 77

Unidad 4. México Colonial 78

Mapa conceptual 79

Introducción 80

4.1. Características básicas de la alimentación en el México

de la Colonia 82

4

4.2. Alimentos más importantes 85

4.3. Preparación de alimentos 87

4.4. Abastos durante la Colonia 89

4.5. Cocinas conventuales 93

4.6. Platillos elaborados en los conventos 95

Autoevaluación 98

Unidad 5. Tiempos de guerra 99

Mapa conceptual 100

Introducción 101

5.1. Situación durante los tiempos de guerra 102

5.2. Las hambrunas 105

5.3. Estilo de comida en tiempos de guerra 107

5.4. Mesones y fondas 108

5.5. Zonas productoras de alimentos 113

Autoevaluación 116

Unidad 6. La Bella Época 117

Mapa conceptual 118

Introducción 119

6.1. El Porfiriato 121

6.2. Influencias y tendencias en la gastronomía 123

5

6.2.1. Costumbres en la mesa 125

6.3. Los primeros restaurantes 132

Autoevaluación 138

Unidad 7. Tradiciones Mexicanas 139

Mapa conceptual 140

Introducción 141

7.1. Cocina regional 142

7.2. Día de reyes y Candelaria 147

7.3. Cuaresma 149

7.4. Día de muertos 151

Autoevaluación 153

Bibliografía 154

Glosario 155

6

INTRODUCCIÓN

De todos los métodos, el fuego (el más antiguo y común). La simple adición de

calor a los alimentos, cambiando así su composición química, mejora la

alimentación de diversas maneras. Transforma el alimento crudo en sutiles y

apetitosas delicias, y eleva la función bruta de comer a un lugar prominente

entre los goces civilizados. Como agente contrario a los factores que causan la

corrupción de los alimentos, es un método de conservación.

Descomponiendo algunas de las sustancias complejas del alimento,

crudo, lo hace más fácil de digerir, y convierte casi plantas incomestibles en

alimentos nutritivos, ampliando así los recursos alimenticios del ser humano.

Incluso los defectos más evidentes de la cocción, como el reblandecimiento de

la mayoría de los alimentos con el calor, ayuda a algunas personas que de

otra manera padecerían desnutrición porque no pueden masticar bien. Para

los niños pequeños y los ancianos, con pocos dientes y aparatos digestivos

poco desarrollados o debilitados, el alimento debe ser blando y fácilmente

digestible.

Todo ser humano necesita comer para sobrevivir. Aprovecha el

alimento para construir las células de su cuerpo y mantenerlas en buen estado

y funcionando adecuadamente.

Alimentarse es una necesidad fisiológica común e imprescindible de

todos los seres vivos; sin embargo, el hombre se distingue porque aprendió a

cocinar los alimentos. En un principio debió ingerirlos crudos, secos o

podridos, pero motivado por el hambre y ya con la ayuda fundamental del

fuego y con un mínimo esfuerzo, debió haber experimentado y llegado a

transformarlos, descubriendo otras formas de preparación.

No es posible determinar con precisión cuándo pasó el hombre de

alimentación por sobrevivencia a la alimentación elaborada, pero es muy

probable que desde los primeros tiempos seleccionara los productos que le

resultaban más agradables al paladar, y después, siempre por

7

experimentación e inventiva, aprendiera a aderezarlos, a guisarlos, iniciando

así el arte culinario.

Durante siglos en cada sociedad, cada país y cada época siempre se ha

tenido la misma necesidad de hacer compatible y a la par la comida y la

convivencia.

Junto con la transición entre comer para satisfacer una necesidad

biológica y hacerlo para disfrutar de ciertos alimentos, se fueron desarrollando

diversas técnicas, recetas y patrones de comportamiento relacionados con la

alimentación, los cuales se han transmitido en forma verbal de generación en

generación, creándose paulatinamente tradiciones culinarias en cada etnia, en

cada región y en cada país.

La alimentación y otros aspectos relacionados con ella, asumieron una

significación simbólica y se fueron vinculando integral y funcionalmente con la

religión, con la economía y con la organización social y política.

En la actualidad, la comida y la bebida son objetos de estudio de

diversas disciplinas antropológicas o conexas y de otras especialidades, pero

siempre ha habido testimonios sobre el tema, y aun acerca de la gastronomía,

tanto entre los historiadores y filósofos, como entre los poetas y escritores, así

como entre los gourmets en general.

La historia de nuestros platillos comenzó con productos encontrados por

los primeros pobladores, se enriqueció con plantas y animales domesticados

después, y ha continuado gracias al contacto con otros pueblos de todo el

planeta.

El paisaje de nuestras tierras abarca largas costas en el Pacífico,

Atlántico y Caribe, llanuras costeras cálidas y bien irrigadas, serranías con

picos que exceden los 5 000 metros de altura sobre el nivel del mar y están

cubiertos de nieve la mayor parte del año, altiplanos con clima templado, con

lagos y lagunas, además de desiertos y selvas tropicales. El paisaje es

afectado por huracanes, sequías, y lluvias. Esta situación propició el desarrollo

de flora y fauna que han aprovechado para integrarse a las cocinas del país y

a la dieta de los mexicanos.

8

No obstante que han pasado 500 años, en muchos aspectos

conservamos la misma forma de vivir. A pesar de la conquista y las técnicas

de comercio modernas, seguimos con unas costumbres arraigadas que hacen

de nuestro país algo único y especial. Como por ejemplo, ir al tianguis para

nosotros, es parte de nuestra vida cotidiana. Entrar al tianguis es oler las

especies, los alimentos, el perfume de las flores. Es ver un colorido y miles de

formas y texturas que cambian con dinamismo y brillantez en cada objeto. La

creatividad y el ingenio de la presentación de los puestos, hechos así, obra

realizada en ese día, por el deseo de que se vea bonito. Las mercancías son

reunidas en grupos, y así, como lo vieron los conquistadores, lo podemos

gozar diariamente en cualquier parte del país.

El presente estudio tiene como objetivo realizar un viaje a través del

tiempo y conocer los cambios que ha tenido nuestro país a lo largo de la

historia y cómo diferentes situaciones políticas, religiosas y económicas fueron

dando cambios hasta llegar a la gastronomía que conocemos el día de hoy.

Reconocer que desde nuestros antepasados indígenas la base de nuestra

alimentación ha tenido cambios y adiciones, pero que la raíz de la dieta no ha

cambiado del todo, seguimos consumiendo a diario: maíz, frijol y chile.

Y que el 16 de noviembre de 2010 ante el comité del organismo de la

UNESCO reunido en Nairobi, Kenia, declara a la cocina mexicana como

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la cual como mexicanos

estamos obligados a cuidar, proteger y preservar, por muchos años más.

9

MAPA CONCEPTUAL

10

UNIDAD 1

TIERRA SIN LÍMITES. DIVERSIDAD INFINITA

OBJETIVO

El estudiante conocerá las diferentes regiones de la República mexicana.

TEMARIO

1.1. MÉXICO Y SUS REGIONES

1.1.1. Zona Norte

1.1.2. Zona Pacífico norte

1.1.3. Zona Centro

1.1.4. Zona del Golfo

1.1.5. Zona Pacífico sur

1.1.6. Zona Peninsular

11

MAPA CONCEPTUAL

MÉXICO Y SUS

ZONA NORTE

ZONA PACÍFICO NORTE

ZONA CENTRO

ZONA DEL GOLFO

ZONA PACÍFICO SUR

ZONA PENINSULAR

12

INTRODUCCIÓN

México está latente, vivo, su singularidad se asoma de vez en cuando para

estimular nuestra curiosidad, desafiar nuestra imaginación y atrapar nuestro

corazón por medio de su gastronomía. Pocos países pueden preciarse de las

maravillas que la naturaleza ha brindado a nuestra patria. Contamos con todos

los ecosistemas, flora y fauna incalculables, nuestra riqueza es infinita.

Esta Unidad propone una división geográfica de la república mexicana,

así, para una mejor comprensión, se dividirá en seis zonas; donde los Estados

que las componen presentan características similares entre sí, esto con la

finalidad de conocer el suelo, el clima, la flora y la fauna que, en conjunto,

determinan la materia prima con la que se elabora la gastronomía de cada

región.

13

1.1 MÉXICO Y SUS REGIONES

1.1.1. Zona norte

La Zona Norte comprende los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León,

Tamaulipas, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.

La sencillez, la sobriedad y la excelsa calidad, donde se mezclan

aroma, sabor y color, son características de la gastronomía de esta zona. Gran

porcentaje de la producción ganadera de esta zona es de exportación,

principalmente al país vecino del norte.

Hace millones de años, esta zona era un mar, sobresalían como islas

las sierras Madre Occidental y Oriental. De tal manera que no sólo se pueden

hallar restos de mamuts, sino también de fósiles marinos. Ubicada al noroeste

de la República mexicana, de las sierras al desierto, y del este a las llanuras,

cambia radicalmente la geografía de la zona. Cuenta con grandes regiones:

enormes llanuras desérticas de escasas lluvias y poca vegetación que se

encuentran al norte; llanuras áridas en el oriente, el sur es seco y desértico, el

centro es un terreno menos seco y las zonas más fértiles se localizan al

sureste. Las partes altas de la sierra son sumamente frías, sobre todo durante

el invierno. Cuando llueve en el desierto norteño, lo que es muy

esporádicamente, caen tormentas de gran intensidad y poca duración. Se

forman entonces ríos que arrastran todo lo que encuentran a su paso, y dejan

pantanos o ciénegas en los que, como milagro, prolifera la vida. Son los ríos,

los que incluso en zonas semidesérticas, nutren a los campos para el cultivo.

Los ríos principales corren hacia el Océano Pacífico. Asimismo, la zona cuenta

con un sinnúmero de presas.

El clima es extremoso, en los desiertos predominan los agaves, las

yucas, los matorrales, los mezquites, los huisaches y diversos arbustos. Los

árboles de las zonas fértiles son el sabino, el encino, el trueno, el fresno, el

palo blando, los nogales y los frutales, además del hermoso árbol llamado

canelo. Es la zona con la mayor superficie forestal del país: abro, pino, oyamel,

cedro blanco, encino, cholla, espadaña, salvia, jojoba, caña vaquera, nopal,

zacate, avena, cebada (muchísima vegetación desértica con mezquites),

14

lechuguilla gobernadora, guayule, ocote y ocotillo; hay también planicies de

pastizales.

Debido a las grandes extensiones de desierto en esta zona, los

animales deben adaptarse a las difíciles condiciones de vida: climas extremos

con temperaturas de hasta 50 °C durante el día, y fríos constantes por las

noches durante los cuales buscan alimento. Así que la fauna no es muy

extensa. Existen animales que pueden pasarse días y meses sin tomar agua.

Aunque logran obtener líquidos de las plantas y de la carne que ingieren.

Entre los animales que existen es esta zona encontramos a los

siguientes: lince, puma, jaguarundi, cabras, tigrillo, zorra gris, coyote, borrego

cimarrón, venado cola blanca, temazate, venado bura, liebre cola negra,

cacomixtle, tejón, ratón, rata canguro, oso negro, mapache, jabalí, topo, etc.

También existe iguana negra, iguana verde, camaleón, serpiente coralillo,

víbora cascabel de diamantes, tortuga del desierto, tortuga bisagra. Y aves

como el pájaro carpintero, el colibrí barba negra, papamoscas cenizo, búho,

guacamaya verde, cenzontle, correcaminos, colibrí, halcón peregrino, charas,

tordos.

Cabrito

http://www.google.com.mx/imgres

15

Venado Bura

http://www.google.com.mx/imgres

Oso negro http://www.milenio.com/node/549633

Como es natural, la agricultura más productiva se realiza en los distritos

de riego. La mayoría de los cultivos son de maíz y frijol. La producción

ganadera es de gran relevancia, siendo famosos la carne, los quesos y los

derivados del ganado caballar. Hay muchas empacadoras industriales, y

diversos productos son exportados a Estados Unidos; tradicionalmente, se

hacen embutidos y conservas caseras. Una actividad característica es la

cacería que aún se practica como lo hacían los antepasados de ésta zona.

Debido a lo precario de la economía en muchos municipios, algunos

pobladores buscan trabajos en los aserraderos.

La industria maderera de ésta zona (cerca de la sierra) es muy

importante. Hay también, en la zona norte, otras industrias que mantienen alta

su economía y en equilibrio, como las fábricas de textiles, de cerillos, mezcal,

pastas harinas y azúcar. La industria minera es de primera, se explota oro,

plata, zinc, manganeso y uranio.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno hará una maqueta del ecosistema de esta zona.

1.1.2. Zona Pacífico Norte

La Zona Pacífico Norte está conformada por las siguientes entidades: Baja

California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Colima.

16

Si uno visita esta zona, se puede disfrutar de muchas maneras, por su

clima cálido, hermosas playas, grandes extensiones desérticas, pero

principalmente por su gastronomía, debido al extenso surtido de productos que

ofrece la naturaleza, principalmente los venidos del mar, ya que posee una

gran variedad de pescados y mariscos.

El litoral de la Región del Noroeste de México mide 860 km de longitud

y está constituido por playas bajas y uniformes, a veces interrumpidas por

albuferas y lagunas, puntas, bahías y esteros, entre los que destacan las

bahías de López Collado, San Jorge, Guaymas y Punta Peñasco, en Sonora,

entre las islas puede mencionarse Tiburón, las más grande; San Esteban,

Turnes y San Pedro Mártir.

El territorio corresponde a la llanura costera del noroeste, que es de

formaciones sedimentarias del pleistoceno y holoceno, en la que se levantan

cerros con intrusiones paleozoicas, y las montañas cubiertas de riolita y

andesita pertenecientes a la Sierra Madre Occidental. Los ríos se originan en

dicha sierra y desembocan en el Golfo de California.

Los climas principales son tres: el templado con lluvia en verano de la

Sierra Madre Occidental, el seco desértico de gran parte de la llanura, y el

extremadamente seco del extremo noroeste. Los suelos predominantes son

podzólicos en las montañas, sierozem o gris, así como de desierto en la

llanura. La vegetación es de bosque de coníferas o mixto en las sierras, e

inexistente en el noroeste, porque el desierto es de arena.

La agricultura mixta (entendiéndose que además de alimentos,

cultivaban materia prima como algodón, maguey, trigo, maíz, cártamo, ajonjolí,

linaza, tomate y alfalfa), es la base de la economía. Por otro lado, el ganado

bovino es el más importante. En tanto que la avicultura es notable en el sur.

En el litoral se pesca camarón, totoaba y cabrilla. En cuanto al comercio, éste

es importante con Estados Unidos.

La aridez marca profundamente el paisaje, muy semejante al desierto.

Sólo escapan a la aridez dominante el extremo noroeste, el cual se encuentra

sometido a un régimen de lluvias y precipitaciones invernales de estilo

17

mediterráneo, y el sector austral que se beneficia de algunas lluvias durante el

verano.

Predomina la ganadería caprina. El algodón, el trigo y la alfalfa son los

principales productos de la agricultura, el resto es precario debido a que las

lluvias la alimentan de manera irregular. En la sierra crece pino, encino y

ocote. En los valles y llanos: coco de aceite, guayaba, guapinol, ceiba, tolote,

yute, huisache, palo blanco, roble, enebro, madroño y pastizales. Y en las

costas el mangle, capono, cacahuananche, pochote, tule y guamúchil.

Es una zona que posee una fauna muy rica. Si bien es cierto que el

hombre ha logrado imponerse sobre una gran cantidad de animales,

domesticándolos y explotándolos, también lo es que todavía existen en

nuestras tierras y aguas, muchos animales silvestres. Sea por su belleza,

fiereza, sabor o interés económico, algunas especies silvestres han sido objeto

de una tenaz persecución por el ser humano, hasta el grado de encontrarse en

peligro de extinción.

Entre los animales silvestres que todavía existen, se cuentan los

siguientes: caimán, caguama, tortuga, lobo marino, coyote, jabalí, puma,

ocelote, jaguar, zorrillo, tejón, coyote, gato montes, tigrillo, ardilla, conejo,

liebre, mapache, venado cola blanca, víbora de cascabel, coralillo, güico,

urraca, churea o tapacaminos, perico, paloma, chole o codorniz, halcón,

aguililla, garza, pato canadiense, tiburón, marlin, pez espada, pargo, mero,

robalo, curvina, mojarra, lobina, camarón, cauque o langostino, jaiba, etcétera.

Durante el inverno uno puede ser testigo de uno de los fenómenos más

maravillosos que ocurren en las costas de nuestro país: cortejo, procreación y

alumbramiento de la ballena gris en Bahía Magdalena.

18

Ballena Gris Pato Canadiense Coyote

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Esta zona tiene formaciones vegetales adaptadas a sus cuotas de

humedad. El noroeste presenta terrenos bajos, un chaparral mediterráneo

reemplazado en altura por un bosque de coníferas y luego por un bosque tipo

boreal.

Al oeste el clima es mediterráneo, gracias a él prospera la mayor

actividad vinícola del país, los frutales de regiones templadas, el olivo y los

cultivos de huertos. Se desarrolló como una prolongación meridional del gran

Valle Californiano de Estados Unidos.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno visitará el Museo de Historia Natural y elaborará un ensayo de la

flora y fauna sobre esta zona.

Los alumnos harán equipos de tres personas para distinguir en mesa redonda

la flora y fauna de esta zona.

1.1.3. Zona centro

Ésta se encuentra conformada por las siguientes entidades: Aguascalientes,

Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Estado

de México, Morelos y el Distrito Federal.

En este territorio los accidentes geográficos, la pluralidad étnica y el

devenir histórico, le dieron a su gastronomía un lugar especial que la distingue

como una de las mejores y más originales de nuestro país.

Está situada en la porción sureste de la altiplanicie mexicana, y su

riqueza y variedad gastronómica se explican, en gran medida, por su posición

19

geográfica y el movimiento cultural que tuvo y que logra la región desde la

época prehispánica. Su riqueza se multiplica y adquiere matices de acuerdo

con las características geográficas de sus regiones. Por la diversidad de su

entorno geográfico, la gastronomía de esta región ha tenido como principal

aliado la riqueza de su vegetación. La imaginación y la creatividad juegan un

papel determinante, el gusto por la comida y el refinamiento en su preparación

tienen su origen en la existencia de diversas culturas y tradiciones tan antiguas

como su historia.

La diversidad de los climas, la existencia de numerosos ecosistemas y

de variados productos agropecuarios se deben al complicado sistema

montañoso que la caracterizan. Rodeada por cerros y montañas. Ríos y

manantiales, lagunas y presas encuentran acomodo en la región definiendo

así parte importante de su paisaje. Al sur se halla la cuenca del Papaloapan,

formada por los ríos Tehuacan y Tonto. El primero nace de los manantiales de

Santa María del Monte y el segundo en la Sierra de Zongolica y se adentra a

Veracruz, para desembocar en el Papaloapan.

La gran diversidad de climas y ambientes resultan propicios para el

desarrollo de varias especies de flora y fauna. La zona tiene un clima templado

y lluvias muy buena parte del año; su terreno es fértil, agreste a veces, con

flora y fauna abundante.

El suelo montañoso, al norte, tiene elevaciones de 1 000 a 3 000 metros

sobre el nivel del mar. En gran parte es boscoso, difícil de recorrer, con clima

templado y muy húmedo, cruzado por ríos y cascadas que con las torrenciales

lluvias de verano, aumentan los caudales.

La región de los llanos está formada por tierras semidesérticas, con

clima seco, suelos de tepetate y tequezquite con abundancia de cactus. Clima

muy caliente durante el sol de mediodía y fresco o frío con lluvias en verano.

La región de Atoyac (en Puebla, hacia Veracruz), es propicia para la

agricultura, ya que está beneficiada por un clima templado, lluvias suaves en

verano y una altura de 1 800 a 2 500 metros sobre el nivel del mar.

20

La región oriental de esta zona abarca áreas tropicales hasta alturas

montañosas con clima polar.

La gran variedad de comestibles y mercancías es muy abundante entre

lo que podemos encontrar: animales de agua dulce como ajolotes, ranas y

pescados pequeños (charales) de los jagüeyes cercanos, y algunos otros más

grandes, provenientes de lagunas lejanas, como el blanco de Pátzcuaro; se

hallan, también, animales terrestres como el venado, el conejo, el armadillo, la

liebre, el perro escuincle (izcuintli, perro mexicano, pequeño y sin pelo en

veda), el mono araña, el tlacuache y el guajolote (huexólotl).

Izcuintli Armadillo Huexólotl

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Las verduras y legumbres destacan por su belleza y exquisito sabor:

maíz, huanzontle, aguacate, innumerables chiles con sus variados tamaños y

colores: pasilla, poblano, mulato, ancho, de árbol, guajillo, verde, morita,

jalapeño, nopal, pencas frescas y recién cortadas, biznagas, calabazas,

chayotes y tomates.

Las flor de yuca, blancas y aromáticas; rojas como estrellas, las flores

de zomplante; las de calabaza, amarillas y verdosas, la flor de jamaica. Los

guajes son parte de la dieta de los habitantes de la región desde tiempos

inmemorables. El cuitlacoche, hongo del maíz, apreciado desde épocas

remotas. Las hojas de la flor de papatla son utilizadas para preparar alimentos

envueltos.

21

Hay frutas exóticas, que para el resto del mundo lo son, como el mango,

nanche, papaya, pitahaya, guanábana, zapote blanco y amarillo, capulín,

tejocote y tuna, xoconozcle, tuna agria y tubérculos como la jícama.

En tiempos de lluvia, proliferan los hongos silvestres con sabor a

bosque y variadas formas.

No faltan los dulces naturales que se hacen con semillas de cacahuate,

o de pepita de calabaza o amaranto, mezclados con miel. La biznaga, cactus

redondo, con estrías, que crece silvestre y que se adorna como un noble viejo

con espinas y pelo canoso. La vainilla con olor de ambrosía, da el toque de

manjar a los postres.

Los insectos como el grillo, los gusanos de maguey, los huevos de

hormiga o escamoles y los acociles son muy apreciados.

Hay árboles verdes todo el año: cerca de los ríos abundan la caoba, el

palo de agua, el sombrerete y amate. El copal, cuachalalate y pochote están

en los bosques bajos e integrados a éstos hay zonas de cactus columnares

gigantescos, nopales, cardones, espinoso, huisaches y leguminosas con

espinas. Y en las zonas altas hay encinos, jinicuiles y otros. En los valles se

siembran gramíneas; además, la zona es rica en pino, encino, enebro y

oyameles. En la sierra, en la mayor parte hay liquidámbares, sauces, álamos y

fresnos.

Algunos de los principales productos son caña, cacao, café, frijol

(infinidad de variedades), maíz, arroz y hortalizas, esto hace que la región sea

propicia para la cría de ganado.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno realizará un resumen de las noticias más destacadas del mes sobre

esta zona.

1.1.4. Zona del Golfo

Está conformada por Veracruz y Tabasco. El vasto mosaico de flora y fauna

que ofrece la zona del golfo del país, nos brinda un auténtico deleite para los

22

cinco sentidos a través de su gastronomía, debido a su gran variedad de

productos. Donde cada uno de sus platillos reflejan el gusto por el buen comer.

Se ubica en la parte media oriental de la República mexicana. Es una

faja que bordea del noroeste al sureste el Golfo de México.

Es una región de grandes montañas y cañadas. Hay alturas hasta de 2

000 metros. Alberga muchos pueblos, unos asentados en valles, otros

ocupando zonas con bastantes desniveles, o en las cañadas de los ríos, es

por esto, que se vuelve una zona de alto riesgo de desastres naturales. Al

noroeste de Orizaba se encuentra el volcán Citlaltépetl con 5 700 metros de

altura sobre el nivel del mar, la más grande altitud de la República, con forma

cónica y nieves perpetuas en la cima. Esta eminencia divide los estados de

Veracruz y Puebla.

Casi todo el territorio de esta zona es selvático debido al exceso de

precipitaciones que ocurren durante el año. Las cumbres de Maltrata,

Acutzingo y Águila, son de vegetación exuberante y belleza extraordinaria que

llegan hasta Cofre de Perote (llamada así por que una de ellas parece tener en

la cima un cofre de piratas), es un volcán extinto, al igual que el Citlaltépetl o

Pico de Orizaba, tuvo erupciones. Los vientos del norte, llenos de humedad, al

chocar con estas innumerables sierras se convierten en lluvia, haciendo de

estas tierras una región de gran fertilidad.

Hay numerosas cascadas, lagunas, y el mar que bordea las entidades

citadas, es bajo, arenoso y pantanoso; también hay numerosas fuentes

termales. El puerto de Veracruz es artificial y tiene su litoral en varias puntas.

El ecosistema que más destaca en esta zona es la selva tropical. El

clima es templado o caliente en la mayor parte del territorio de los estados.

Las aldeas de Cofre de Perote o de las alturas del Pico de Orizaba, tienen

clima frío. En la región central llueve de julio de septiembre, en octubre,

cuando llegan los nortes, y en las montañas en marzo y abril.

Los estados de Veracruz y Tabasco podrían sostener con su riqueza

natural y alternativas comerciales, turísticas e industriales, al país entero. En

esta región se han localizado más de 1 200 sitios arqueológicos con

23

testimonios desde el Prehistórico. Por otro lado, el grupo de indígenas de la

zona del Golfo se adecuó a cada uno de los ambientes, obteniendo del medio

natural todos los recursos para su subsistencia. En el centro se localizan las

zonas ganaderas, hay dos cuencas lecheras importantes, muy prósperas.

Todas las familias campesinas del estado tienen ganado vacuno y porcino

alimentado por los buenos pastos de ambos estados de esta zona. Se

explotan también los productos del campo, la caña, que produce la industria

de los ingenios, el comercio, minería, pesca y otras riquezas de este noble y

generoso suelo como el azufre; cabe señalar que México ocupa el cuarto lugar

en el mundo en la explotación de azufre.

Productos importantes son el amoniaco, anhídrido carbónico y. por

supuesto, el petróleo. Las industrias de todo tipo prosperan en los estados de

la zona, hay grandes cervecerías, editoriales, tabacaleras, textiles, metales,

muebles, empacadoras de café, refrescos, productos alimenticios, papel, etc.

Existe gran variedad de fauna semitropical. La fauna, tanto terrestre

como acuática y semiacuática, es muy numerosa. Se pescan toneladas de

productos del mar, los más relevantes son ostión, camarón, almeja, sierra,

mojarra, robalo, lisa, cazón, huachinango, bonito, pulpo, mojarras,

pejelagartos, charales, topenes, almejas de agua dulce, caracoles,

calamares, langostinos y otras especies.

La abundancia de agua dulce, las inundaciones y los extensos

pantanos son los factores ecológicos que favorecen la preponderancia de

animales acuáticos en la asociación del pantano. Hay caimanes, lagarto

basilisco, iguana, garrobo, así como serpientes (boa, masacúa, nauyaca y

corales de varias clases), cocodrilos de Guatemala, tortugas mordedoras,

hicoteas, pochitoques, guaos, chiquiguaos; también hay ranas, salamandras,

sapos, y, desde luego, un gran número de aves y pájaros, como pijijes, pato

almendrero, garzas blancas, garzas negras y muchas aves acuáticas que

son emigrantes o visitantes de invierno; por ejemplo, el pato ánade cola

larga, el trullo alas azules, la zarceta americana, el ganso de las nieves,

tucán, guacamaya, papagayo, quetzal, colibrí, loro, perdiz y pavo de monte,

24

paloma perdiz y guaco. Insectos como abejas, avispas, mariposas y

hormigas.

El número de mamíferos ha disminuido debido principalmente a la tala

o bosques. Ante la drástica alteración de la vegetación que ha tenido la selva

lluviosa, algunos animales, como los simios, el venado y diversos reptiles,

huyen hacia la zona más próxima, abundante en arbustos, hierbas y pasto;

se hallan, también, perdices cola blanca, zorra gris, ardillas, conejos

silvestres, conejos cola de algodón, topos, híspidos de bolsillo, ratones, rata

cosechera, rata algodonera, ratas de arroz, gavilanes, alondras de los

prados, orioles de Baltimore, milanos, palomas, pichones, chachalacas y

pavo ocelado. Se encuentran, también, monos arañas, zaraguatos,

mapaches, ardillas, codornices, osos hormigueros, venados, armadillos,

jabalíes, puercos espín, tepezcuintles y conejos silvestres. Y en menor

cantidad hay animales carnívoros; por ejemplo, jaguar, ocelote, león de

montaña, morgay y jaguar indí. La mayor parte de las poblaciones de

muchas especies están concentradas en los márgenes de la selva y la

sabana. Entre los pocos mamíferos que habitan en pantanos y lagos se

hallan el manatí, la nutria y la rata de arroz.

Pejelagarto

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Tucán

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Mono Araña

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ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará y desarrollará más ampliamente la fauna de esta zona.

1.1.5. Zona Pacífico Sur

La Zona Pacífico Sur se conforma por las entidades de Guerrero, Oaxaca y

Chiapas.

La variedad de paisajes, el clima y la alegría de los lugareños de esta

zona son el escenario de una gastronomía en la que la naturaleza se prodiga

continuamente. Es una tierra orgullosa de su pasado que ofrece a sus

visitantes una geografía incomparable. Es la expresión acabada en un proceso

milenario en el que se dan cita la magia y la realidad en el reino de lo diverso.

Esta zona está situada en la región meridional de la República

Mexicana. Tiene dos regiones hidrográficas, la de la costa, y separada por las

cumbres de la Sierra Madre del Sur, la interna, en la cuenca del Río Balsas. La

sierra corre paralela a la costa, prolongándose al estado de Michoacán.

Los climas son tropical en la parte norte de la Sierra; estepario seco en

el valle, seco y desértico en la cañada, y templado en la Mixteca y en la Sierra

Madre.

Tiene hermosas playas, farallones, marismas, esteros, bahías e

impresionantes desfiladeros. Una carretera panorámica recorre el hermoso

litoral en su totalidad.

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Cuenta con tranquilas lagunas entre las cuales, las principales son las

siguientes: Salina de Cuajo, Nuxco, Mitla, Coyuca de Benítez, tres palos o

Papagayo San Marcos, Nexpa, Chautenco y el Tecomate. Las bahías más

importantes son Petacalco, Zihuatanejo, Tequipa, Petatlán, Acapulco, Puerto

Marqués, Bahía Dulce, Bahía Chacahua, Puerto Escondido, Puerto Ángel,

Huatulco, Salina Cruz, etc.

Todos los ríos desembocan en el Pacífico y riegan partes de las sierras

y las llanuras o sabanas cercanas a la costa.

En las parte interna, el río Balsas tiene sus orígenes en Puebla,

Tlaxcala y Oaxaca, se le unen los ríos Tlapaneco y Mezcala y muchos otros,

por lo que aumenta enormemente el caudal en los 771 km de su recorrido,

alimenta dos importantes presas, Infiernillo y la Villita, y atraviesa 16

municipios regándolos con sus beneficiosas aguas.

La sierra, a causa de sus fallas geológicas, tiene profundas barrancas,

cañadas y escarpadas elevaciones. En los valles que forma se asientan

poblaciones. La montaña está poblada por comunidades y rancherías en su

mayoría de indígenas, mixtecos, nahuas o tlapanecos que viven virtualmente

aislados de la civilización.

En lo alto de las montañas de la sierra hay coníferas y otros árboles del

bosque propios de clima frío. A pesar de ser tan prodigiosa, la región está casi

deshabitada. En algunas partes ha habido una alarmante deforestación.

Este territorio ofrece contrastes naturales que le dan un atractivo

singular de los que resultan una gran variedad de productos que enriquecen

su gastronomía.

Tanto en la montaña, como en la Sierra y en Tierra caliente hay león

americano, jaguar, lobo, coyote, gato montés, oso hormiguero, armadillo,

ardilla, cacomixtle, mapache, venado, zorra y puerco espín.

Entre las aves más comunes están el águila, tecolote, zopilote,

aguilillas, loro, chachalaca, faisán, gavilán, halcón.

Hay boas y serpientes venenosas como el coralillo o cascabel,

camaleones, lagartos, iguanas e insectos como tarántulas y alacranes, que

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son el azote de los pobladores a pesar de las bondades de la yerba viborilla

con la que hacen curaciones. Actualmente, en los pueblos ya hay antídotos y

personas preparadas para salvar las vidas de aquéllos que sufren alguna

picadura.

Los árboles más abundantes son el encino, palo blanco, madroño,

lináloe, copal, ailé, pin, piñón, coníferas, colorín (zompantle en náhuatl), del

que se hacen la mayoría de las máscaras y muchas otras artesanías.

En las zonas desérticas hay diversos agaves, cactáceas, huisaches y

mezquites. En todo el estado de Chiapas, los curanderos cultivan y

administran muchas yerbas medicinales como anís, achiote, árnica, borraja,

boldo, estafiate, eucalipto, floripondio, gordolobo, manzanilla, mejorana,

pingüica, té de monte, toronjil, toloache, sábila y viborilla.

En toda la zona abundan el tomillo, el orégano, epazote, perejil y

cilantro, que sirven para aderezar la deliciosa comida regional. Carrizos,

zoyate (palma), ixtle, otate, naranjo y la famosa madera de linaloe con la que

se fabrican en Olinalá los muebles y utensilios de ornato con la técnica de la

laca.

Los productos agrícolas que abundan en la zona son maíz, café, frijol,

ajonjolí, chile, diversas frutas, caña, arroz, verduras, tomate y algodón. En

Guerrero se extraen minerales como oro, plata, hierro, cobre y mercurio y

piedras semipreciosas, siendo Taxco el centro minero más importante.

La riqueza del mar es impresionante en esta zona. Abundan la sierra,

marlin, langosta, angula, pez espada, tiburón, sardina, tonina, atún, sábalo,

lisa, huachinango, robalo, mojarra, pargo, camarones, ostiones, almejas,

calamares, pulpos, cangrejos, langostinos y muchas otras especies con las

que se confeccionan los diferentes platillos de la riquísima gastronomía de la

zona del Pacífico.

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Pulpo Pez Espada

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Langosta

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En las costas hay copra, plátano, salinas, manglares y frutos silvestres.

La flor simbólica del estado de Guerrero proviene de un árbol costero, el

tabachín acacia.

Abundan los manantiales de aguas termales curativas y grutas

naturales con abundante fauna.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno elaborará un colage de fotos de la flora y fauna de esta zona.

1.1.6. Zona Peninsular

Y por último, esta zona se encuentra conformada por Campeche, Yucatán y

Quintana Roo.

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El sabor y el olor de la gastronomía de esta zona, hacen sospechar a

todo degustador que alguno de los ingredientes que forma parte de los platillos

en los que el faisán, el armadillo, el tapir, el venado e incluso el mono y la

serpiente, convierten a la comida en un asunto de carácter ritual, en un

fenómeno cultural y colectivo.

Se localiza en la parte noroeste de la República mexicana, por sus

características del suelo, en una gran extensión de la península, la existencia

de cenotes resultó determinante en la formación de asentamientos humanos.

El más famoso por haber sido sitio sagrado es el cenote de Chichén Itzá,

espejo de agua, rodeado por paredes rocosas verticales de poca inclinación.

Ahí eran sacrificadas doncellas, prisioneros y se ofrecían tesoros en honor de

los dioses. Las poblaciones se establecieron cercanas a estos depósitos de

agua, pues al área carece de ríos.

Sobre la superficie, los hombres construyeron ciudades, palacios,

templos, arcos y caminos blancos. Los mayas tenían la creencia de que en el

subsuelo, los dioses les hicieron aposentos, pasadizos y túneles; suntuosos

recintos adornados con las más espectaculares estalactitas y estalagmitas, y

en su interior el agua, líquido esencial para la vida.

El clima es cálido, sin cambios térmicos invernales, seco en el extremo

noroeste y en la costa, subhúmedo en el resto de la península. En los meses

de verano sube mucho la temperatura.

La flora y la fauna del área peninsular, pero sobre todo la gran tradición

cultural del pueblo maya, le dieron a esta región un toque distintivo y único en

nuestro país.

Se cultiva el henequén, maíz, frijol y hortalizas. Cuentan con amplias

extensiones con suelos fértiles y buenas capas de tierra donde se cultivan

cítricos, árboles frutales y maderables como caobas, cerezo rojo, el jabín, el

chacté, el yanix, la ziricota y la ceiba, entre otros. Las raíces de los árboles

han buscado el agua del subsuelo y se les ve frondosos: laurel de la India,

tulipanes africanos, ramones, tamarindo, tabachin, ciruelos, naranja agria,

30

limón, mamey, chirimoya, saramuyo, caimito, aguacate, uspib, mancen, pich,

zapote, chicle, plátano, papaya, chaya y axiote.

Hay diversas flores, a saber: tulipanes, rosas, bugambilias, orquídeas

terrestres, y debido a esta extensión de flores, abundan desde épocas

milenarias, las abejas que producen miel y cera. Se cultiva, además, la caña.

En el pasado se propició las plantaciones de algodón y se cultivó la morera

para producir el gusano de seda.

Hay 12 órdenes de mamíferos, con más de 100 especies: manatí,

delfín, cetáceos, jabalí, ciervo, tapir, y marsupiales de tierra; roedores de

diferentes familias (carnívoros e insectívoros) murciélago, primates. Cabe

mencionar que el quetzal, el lagarto y el jaguar con animales en peligro de

extinción. Reptiles, insectos y aves diversas, también se existen en la zona.

La pesca es abundante y rica en variedad, como: carito, rubia, tiburón,

pámpano, robálo, jaiba, mojarra, esmedregal, mero, cazón, y corbima de agua

dulce.

Por otro lado, debido a la gran vegetación, se practica la caza del

armadillo, pato y venado (hoy en veda), que hacen que la comida con carne de

animales silvestres sea una delicia.

La arena de las playas es blanca y fina como talco, la temperatura del

agua es tibia y el mar tranquilo, la pendiente para penetrarlo es plana, de

modo que se puede caminar gran trecho antes de alcanzar la profundidad.

Hay una enorme variedad de mariscos como cangrejos, callos y caracoles.

La cultura maya tuvo su asiento en los estados de Yucatán, Campeche,

Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Guatemala, Belice, Honduras y el Salvador.

Su territorio alcanzó una extensión de 400 000 km2.

La dieta en el mundo prehispánico tuvo, además del maíz, otros

productos que la enriquecieron, como el frijol, la calabaza, el chile, raíces

diversas, condimentos, carnes exquisitas, mariscos y pescados de aguas

dulce y salada. Otras plantas de la flora original, así como animales de su

entorno, enriquecieron la dieta en un mundo en el que la naturaleza es todavía

hermana y compañera del ser humano.

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Su espacio geográfico ha sido para muchos, motivo de inspiración, no

es casualidad que se le conozca en el mundo como la tierra del faisán y del

venado.

Tapir

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Faisán

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Venado

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ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará el ecosistema de cada uno de los estados que

conforman esta zona.

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AUTOEVALUACIÓN

1.- Menciona las regiones de México

2.- Menciona tres mamíferos de la zona Pacífico Norte

3.- Durante el invierno, en Bahía de Magdalena uno puede admirar un

fenómeno maravilloso, de cierto mamífero ¿cuál es?

4.- ¿Qué estados de la República mexicana conforman la Zona Centro?

5.- ¿Cuántos y qué estados forman la Zona Peninsular?

6.- Menciona tres bahías de la Zona Pacífico sur

7.- ¿Cuál es el ecosistema que más destaca en la Zona del Golfo?

8.- ¿En qué estados de la República mexicana y otros países se desarrolló la

cultura maya?

9.- Menciona cinco árboles que crecen en la zona centro

10.- ¿En qué zona se desarrolla la mayor actividad vinícola del país?

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UNIDAD 2

ÉPOCA PREHISPÁNICA

OBJETIVO

El estudiante conocerá las diferentes culturas prehispánicas y sus

aportaciones al mundo antiguo mesoamericano.

TEMARIO

2. ÉPOCA PREHISPÁNICA

2.1. LLEGADA DE LOS PRIMEROS POBLADORES A AMÉRICA

2.2. PRIMEROS INSTRUMENTOS

2.3. ALIMENTACIÓN Y PRODUCTOS BÁSICOS

2.4. AGRICULTURA SEGÚN ESTACIÓN

2.4.1. Religión y principales dioses

2.5. PRINCIPALES CULTURAS Y SUS APORTACIONES

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MAPA CONCEPTUAL

ÉPOCA PREHISPÁNICA

LLEGADA DE LOS PRIMEROS POBLADORES A AMÉRICA

PRIMEROS INSTRUMENTOS

ALIMENTACIÓN Y PRODUCTOS BÁSICOS

AGRICULTURA SEGÚN LA ESTACIÓN

RELIGIÓN Y PRINCIPALES DIOSES

PRINCIPALES CULTURAS Y SUS APORTACIONES

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INTRODUCCIÓN

México, ciudad principal: Tenochtitlán, capital de los aztecas, había alcanzado

un esplendor deslumbrante. No era un mero caserío de bárbaros, sino una de

las ciudades más grandes del siglo XVI, con una población de unos 300 000

habitantes. Construida en un lago y unida a la tierra firme por medio de

calzadas, tenía canales en vez de calles, como Venecia, un sistema de

acueductos, templos, pirámides, mercados, barberías, parques e incluso una

casa de fieras.

En general, parecía una gran ciudad europea, resultaba muy diferente

en muchos aspectos. No se veían bestias de carga, ni vehículos con ruedas

que cruzaran sus calzadas, porque en el México prehispánico no existieron

animales domésticos de gran tamaño, y aunque los antiguos pueblos

americanos entendieron el principio de la rueda, no le dieron usos prácticos.

La capital azteca no fue más que el principio. Diseminadas en el sur de

México y en la región montañosa de América había decenas de grandes

ciudades y centenares de centros más pequeños, algunos de ellos tributarios

de los aztecas y otros ferozmente independientes. Entre ellos se alzaban,

silenciosas las enormes ruinas de civilizaciones desaparecidas desde hacía

mucho tiempo.

Hay tradiciones que no han cambiado hasta hoy, el consumo de plantas

medicinales, elaboración de artesanías, el uso de las chinampas para el cultivo

agrícola y el comprar nuestros alimentos y flores en tianguis.

Al finalizar la unidad el alumno será capaz de reconocer que nuestra

alimentación sigue teniendo la misma base nutritiva que la de nuestros

antepasados: maíz, frijol y chile.

Conocerá los diferentes animales exóticos que formaban parte de la

gastronomía prehispánica. Y que hasta nuestros días conservamos los

mismos utensilios y métodos de cocción que empleaban las culturas que

habitaban el territorio nacional.

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2. ÉPOCA PREHISPÁNICA

2.1. LLEGADA DE LOS PRIMEROS POBLADORES A AMÉRICA

Las primeras noticias que tenemos son vagas e insuficientes. Los

antropólogos han llegado a la conclusión de que los remotos antepasados de

los indios fueron variedades de homo sapiens, el cual tuvo su origen en el

viejo mundo.

Se puede asegurar que en México, el ser humano habitó desde hace 10

000 años y que provino de las diferentes migraciones que cruzaron el estrecho

de Bering. Se estableció en América durante la última etapa del pleistoceno

(edad del hielo), no antes de haber adquirido un equipo cultural como vestido,

albergue y herramientas, que le permitió vivir en climas fríos.

Los primero pobladores, expulsados quizá por sus enemigos o

buscando alimento para subsistir, llegaron en pequeños grupos por la Siberia

oriental, el estrecho de Bering y Alaska. Este camino nunca fue fácil, tal vez

usaron botes o balsas de algún género, o cruzaron el estrecho sobre el hielo

invernal.

O tal vez cruzaron el puente de tierra cuando el estrecho estaba seco y

luego vivieron muchos siglos en algunas regiones sin hielos de Alaska y

Canadá occidental, hasta que la retirada de los glaciares abrió un camino a

otras partes más atrayentes de América del Norte. Este mecanismo se repitió

hasta llevar nuevos siberianos al Nuevo Mundo.

Sus primeras herramientas eran de piedra burda, como tajadores,

toscas en su mayoría, ninguna en forma de punta como flecha o lanza. Sólo

cazaban animales fáciles de matar y recorrían el campo en busca de frutas,

nueces y raíces.

Los primeros grupos pequeños que desafiaron los riesgos de los

glaciares encontraron un paraíso paleolítico. Sin enemigos, ni competidores

humanos y con abundancia de animales de carne comestible que ignoraban lo

peligroso que puede ser el ser humano. En estas condiciones ideales, se

multiplicaron y extendieron con gran rapidez por el Nuevo Mundo.

38

Cuando el hombre americano pudo cazar animales más grandes como

el mamut, bisonte o camello americano (ya extinto) se produjo una revolución.

Ya que la alimentación se volvió más segura y sin duda creció la población.

Durante unos 5 000 años vino el cambio climático, las grandes heladas,

el clima frío y húmedo; después el clima se volvió caliente, árido y seco. Y los

indios de México tuvieron que buscar nuevos modos de subsistencia. Cazaban

y atrapaban pequeños animales del desierto, y aprendieron a hacer mayor uso

de las semillas y otros alimentos vegetales (como calabaza, frijol y chile) que

podían almacenar para el consumo de los meses de hambre. Y con esta base

se desarrolló la agricultura. Y así hacer posible la vida comunal sedentaria con

ocio suficiente para dedicarse a actividades más creativas.

Fue hacia el año 2500 a.C. cuando apareció por primera vez una

diminuta variedad primitiva del maíz cultivado. El cual durante unos 1 000 años

influyó poco en la alimentación. El primer maíz cultivado fue un híbrido entre

gramíneas parecidas al maíz y que todavía hasta nuestros días se cultiva.

Antes de la ayuda del ser humano, la delgada vaina se abría en la madurez y

permitía que las semillas se dispersaran, cayeran al suelo y se reprodujera la

especie.

Los primeros habitantes de Mesoamérica fueron los olmecas y los

xicalancas. Más tarde, los toltecas, que durante cinco siglos conservaron su

civilización, la transmitieron a las siete tribus que procedentes de

Chicomoztoc, se asentaron en el valle del Anáhuac.

Y desde entonces se cultivó el maíz en nuestras tierras, con

aplicaciones tan amplias como en tortillas, tamales, tlacoyos, pozole, chocolate

(agua con cacao tostado y masa), atole y pinole (molido hasta reducirlo a

polvo), todos ellos se elaboraban con masa de nixtamal. Se comía como

elotes cocido en mazorca tierna o como esquites, elotes asados. Las hojas de

la mazorca se empleaban para envolver los tamales, espigas para hacer

panes, los cabellos de la mazorca la usaban para hacer infusiones como

remedio para aliviar los riñones.

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Casi no se sabe nada de estos oscuros habitantes, salvo por

conjeturas. Y las pocas investigaciones que han llevado los antropólogos

modernos en excavaciones con ayuda del carbono 14 (método para

determinar la antigüedad de las cosas).

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

Los alumnos harán una mesa redonda en donde cambiaran opiniones acerca

de la llegada de los primeros pobladores a América.

2.2. PRIMEROS INSTRUMENTOS

Cuenta Bernal Díaz del Castillo lo siguiente:

Vendían todo género de loza, desde tinajas grandes y jarritos… papel, que

en esta tierra llaman amal, navajas de pedernal, hachas de latón, cobre y

estaño, jícaras y unos jarros muy pintados, de madera hechos… oro en

granos, como lo sacan de las minas, metido el oro en canutillos muy

delgados y por el largor y el gordor de los canutos, tenían entre ellos su

cuenta, que tantas mantas o xiquipiles de cacao valía, o que esclavos u otra

cualesquiera cosa a que lo trocaban… y tenían ahí sus casas donde

juzgaban, tres jueces y otros como alguaciles y ejecutores, que miraban las

mercaderías.1

Desde tiempo inmemorial, dos utensilios indispensables en la genuina

gastronomía mexicana son el metate y el molcajete tallados en piedra. Se

distinguen los artesanos que los elaboran en San Salvador el Seco, Puebla.

Metate Molcajete

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1 Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, p. 170.

40

Usaban también piedras calientes para cocinar, comales, puntas de

flechas, morteros como se usan en la Sierra de San Martín, Veracruz, para

moler la semilla del mamey y el zapote (piste o cuatzapotl) para extraer fino

aceite y perfumes. En otras regiones se ven los inmensos morteros tallados

rústicamente en maderas duras que miden un metro de alto.

Con barro cocido se elaboraban infinidad de jarros, ollas, cazuelas,

cántaros y pichanchas que eran una especie de coladera que usaban para

colar el nixtamal. Usaban cuchillos hechos de obsidianas.

Tejían canastas hechas de vara o mimbre que servían para almacenar

alimentos; no es de extrañarse que hasta nuestros días, en cada cocina

mexicana, tenemos al menos uno de estos utensilios.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno ampliará este tema haciendo una investigación acerca de los

primeros instrumentos que se empleaban en el país.

2.3. ALIMENTACIÓN Y PRODUCTOS BÁSICOS

La comida formal y fuerte del día: las tortillas, el chile, un tamalli con frijoles

dentro, unos nopales y agua. Y por la noche, unos sorbos de atolli.

El maíz ha sido esgrafiado en sellos, labrado en relieves y pintado en

códices y jeroglíficos, como entorno de los dioses, emperadores o sacerdotes,

además de ser tema central en cantos y poemas. Lo comían a diario, en forma

de tortillas o preparado en mil alimentos más; podía ser blanco, azul, amarillo,

rojo, negro y aun morado. Fue fácil de cultivar, no requería de arados, riegos,

ni suelos preparados. Los mexicas gozaban de excelente calcificación en

huesos y dientes debido a la cal del maíz. Su dieta era parca y sencilla,

alcanzaban longevidades asombrosas por lo mismo y esto aunado al deporte,

ya que eran caminantes de alto rendimiento.

El nopal es una planta que crece en el desierto, nadie la riega y nadie la

cultiva. Cultivar los nopales para comer su carne y sus jugosas tunas y vencer

el reto de sus espinas, son hazañas de un pueblo hambriento e ingenioso.

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El maguey (metl), fue otra planta desértica muy valorada. Cuenta la

leyenda que Mayahuel, diosa del pulque, punzó el corazón del maguey para

que manara la sangre blanca del anecuhtli -aguamiel, neutle- que una vez

fermentada, produce el octli o pulque. Además tenía atributos como el papel

que sale de su corteza, amatl, fibras de sus pencas para hilos y cordeles, y

con ellos hacer mantas, empastos medicinales e incluso como tejas en los

techos. Sus pencas alojan a los gusanos de maguey, meocuili. El maguey

rinde su principal producto en el aguamiel, el pulque y la miel de maguey, que

es aguamiel evaporada antes de fermentar la sacarosa. Mientras no hubo

caña de azúcar, la miel de maguey endulzó tamales y atole. Uno de los usos

más frecuentes del pulque era para cocinar la carne y hacerla mas digestiva.

Además de sus propiedades curativas, no lo empleaban para embriagarse, ya

que era una cultura noble, recatada y discreta.

El frijol -etl-, ya fuera cocido en caldo o como puré para ser el relleno de

tamales, era parte fundamental de su alimentación.

Los chiles -chilli- en todas las variedades que conocemos al día de hoy:

verde, guajillo, chilaca, mulato, poblano, cuaresmeño, de árbol, habanero,

serrano, morita, chipotle, etc.

Entre las verduras que empleaban figuran los quelites, acedera, flores

(calabaza, biznaga -acitrón-, yuca, maguey, frijol, colorín, entre otras), vainas,

huanzontle, chayotes, calabaza, yuca, habas, jícama, distintas raíces y bulbos,

algas, verdolaga, hongos, tomate verde, jitomate, xoconoztle, maíz silvestre,

sábila, nopal, papa de tierra y xonácatl.

Algunos ejemplos de frutas que formaban parte de su dieta diaria, son

los siguientes: chirimoya, tuna, zapote, zarzamora, ciruela americana,

guanábana, mamey, papaya, mango, pitaya, tejocote, capulín o cereza de

tierra, nanche, guayaba, níspero, piña, aguacate (palta), chinene, pagua,

coco, camote, entre otros. Estos productos no los había todo el año, dependía

de las cosechas, pero conocían bien el calendario y su época de cultivo a la

perfección.

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Algunos ejemplos de semillas como la chía o la salvia mezclada con

harina, la empleaban como bebida digestiva. El aceite que utilizaban lo

extraían de la chía, aunque no lo ocupaban para fritura, sólo mezclado con

alimentos. Conocían bien el cacahuate y el piñón. La vaina de la vainilla la

empleaban para aromatizar.

Al cacao o cacahuatl, le ponían agua para ser más digestivo. Lo usaban

como bebida refrescante, lo preparaban de diferentes maneras, lo molían con

maíz, especies, chile y axiote. Lo perfumaban con vainilla y lo llamaban

xocoatl, que quiere decir bebida de cacao y agua. Los pobres no lo tomaban.

Lo acostumbraban como bebida caliente (atolli) y le agregaban masa.

Las carnes que más comían eran de guajolote, venado, conejo, liebre,

tapir, chango, tlacuache, armadillo, tuzas, topos, ardilla, faisán, codorniz, rata,

pato, garza, grulla, ganso, iguana, ranas, tortuga (de mar y de tierra, carne y

huevos), culebra, lagartija, serpiente, gusanos, insectos varios y sus huevos

(los más apreciados chapulines y langostas), peces de agua dulce y de mar

(bagre, trucha, pescado blanco, tiburón, robalo, mantarralla, mojarra, sierra, y

otros) y mariscos (cangrejos, mejillones, ostras, acamayas, pulpos, camarón, y

otros). Los huevos que comían eran de caguama, chichicuilote, totznene.

Su falta en grasas animales reducía los sistemas de cocción a

cocimientos y asados en piedras calientes. Tenían una especie de horno de

piedra bajo tierra -pib-. Con cortezas de árboles hacían platillos ahumados.

Sazonaban con azafrán, pimentón, tequesquite o salitre. El consumo de frutas

y verduras era en crudo.

El amaranto era la “comida de indios”, con gran valor nutricional,

quinoa, quinua o guatle .Tostado y molido servía para hacer masa de tortillas y

tamales. La semilla de calabaza molida mezclada con chile molido, la

empleaban para hacer el mole verde tradicional, que servía de base para

salsas, guisados y tamales.

Se pudiera suponer que no conocían los postres, pero elaboraban sus

dulces con mieles diversas, ya fuera de abejas, de avispa, de maguey, de

caña de maíz o palma. Con algunas hormigas, semillas y frutos.

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El esmero con que los indígenas en la época prehispánica criaban al

izcuintli, es una muestra de la importancia que tenía la comida para ellos. El

izcuintli era cebado (se le alimentaba para engorda) y se guisaba y se servía

como plato exquisito en ocasiones importantes rodeadas de un ambiente

religioso. Su figura se convirtió en un símbolo sagrado ligado a la muerte.

Otro animal muy apreciado por los prehispánicos con alto sentido

religioso fue el manatí debido a la exquisitez de su carne. Por su abundante y

suave carne se le consideraba el cerdo del mar. Para los conquistadores llegó

a constituir un verdadero manjar.

Para fiestas y celebraciones, las altas jerarquías, disfrutaban de

grandes banquetes, con hasta ocho tipo de tortillas, tamales de diferentes

estilos con frijol o chile, gallinas asadas, empanadas de carne de gallina con

chiles amarillos, codornices asadas, cazuelas de gallina con tomate y pepitas

de calabaza molidas en chile amarillo, potaje de chile chilmolli, peces en

cazuela, ranas con chiles, renacuajos, langosta, gusanos de maguey,

camarones con chiltécpitl, ciruelas amarillas con panecillos blanco, frutas

como el tzápotl, anonas, camotli. Xólotl o élotl, mazorcas tiernas, decían que

eran frijoles tiernos cocidos en su propia vaina. También tenían dentro del

menú hierbas no cocidas, atoles: con miel, con chile amarillo y miel -

chilnequatolli- .Y para finalizar la comida, cacaos, endulzados con miel de

abeja, colorado, blanco, negro o anaranjado.

Consumían productos tan sofisticados como el caviar de ahuauhtli,

acociles, charales, juiles, ranas, patos, gallaretas, apipizcas. El altiplano

aportaba de semillas, plantas, frutos y caza, y las lagunas y los mares de las

proteínas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno hará una investigación acerca del amaranto.

Ejemplos de sus aplicaciones en la época prehispánica.

Ejemplos de sus aplicaciones en la época actual.

Nombre científico.

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Valor nutricional.

Usos medicinales.

Imagen de la planta de amaranto.

2.4. AGRICULTURA SEGÚN ESTACIÓN

La agricultura era la base de su economía, era intensiva y de alta

productividad, eran tantos sus excedentes que la sociedad se permitía

dedicarse a actividades artesanales o vivía para la guerra o servía al culto

religioso.

Las grandes civilizaciones no habrían surgido sin la agricultura, y sin un

sistema de medición del tiempo que organizaba las actividades cotidianas y

rituales de los pueblos mesoamericanos. El calendario determinaba los

momentos en que se cultivaba, se comerciaba, se sacrificaba o se hacía la

guerra, y también decidía el destino de los seres humanos.

Piedra del sol (calendario Azteca).

http://www.tarotida.com/wp-content/imagenes/calendario-maya.jpg

Representaba también el camino trazado en el cielo por los astros,

camino que los dioses debían recorrer para poder manifestarse en la tierra.

Los nahuas llamaban al mes ilhuitl, palabra que también podían significar

fiesta o llegada, y que designaba la aparición de la deidad que debía ser

45

adorada en ese tiempo. Así, cada dios tenía su tiempo y la vida en este mundo

dependía de que los dioses cumplieran su transcurso exactamente como lo

establecía el calendario. Había un tiempo para que Tláloc, el dios de la lluvia,

repartiera sus bendiciones sobre la superficie de la tierra. Había otro tiempo

para que Xipe Totec hiciera reverdecer los campos, o Xilonen floreciera en la

planta del maíz.

Después de la cosecha era el tiempo de Huitzilopochtli, el señor de la

guerra, y el de Mictlantecuhtli, señor del reino de los muertos. El paso del dios

debía ser preciso, o de lo contrario las consecuencias podían ser catastróficas

para la humanidad.

Esta pauta era cumplida también por la naturaleza; por eso había

tiempo para sembrar, para cosechar y para preparar los campos. Diferentes

plantas y animales se sucedían a través de las estaciones, y debían

aprovecharse en su momento. Solo las semillas, fuente de vida futura, podían

almacenarse durante largos periodos asegurando así el sustento a lo largo del

año.

2.4.1. Religión y principales dioses

El sustento básico y ancestral de la comida mexicana es el maíz, alimento

sagrado, común a todos, símbolo de la vida, que desde el mundo prehispánico

tuvo dioses consagrados a él: Centeotl, dios del maíz; Gilonen, diosa de las

mazorcas tiernas e Ilamatecutli, diosa de las mazorcas secas.

Totonacos. Cuando los totonacos se instalaron en Teotihuacan

cambiaron el matriarcado de la diosa Luna por el patriarcado del dios Sol. En

la leyenda de los soles, Tecuciztécatl quedó encargado de iluminar el mundo.

Ofrecía maravillas, hermosas plumas llamadas quetzallis; las bolas de heno

las convertía en bolas de oro; en lugar de espinas con sangre, las haría de

coral y ofrecería cañas verdes atadas de tres en tres, hasta llegar a nueve.

El otro dios, Nanahuatzin, era quien alumbraría también el mundo. Les

hicieron pirámides y se debían arrojar al fuego sagrado. El primero en renacer

fue Nanahuatzin, que surgió en el alba convertido en sol y su luz cegaba.

46

Cuando éste se escondía salía la luna, que también resplandecía, con un

conejo estampado en su cara. Luego el aire se encargó de eliminar a todos los

otros dioses.

Hubo uno más, Xolotl, que huyó, se escondió y se convirtió en el pie del

maíz, después se transformó en maguey; al esconderse por tercera vez, se

metió al agua y se convirtió en pez, lo encontraron y lo mataron. Luego el

viento comenzó a soplar e hizo caminar al sol en el día y a la luna en la noche.

Los relatores de Totonacapan contaban que el dios Tonacatecuhtli

recorría los pueblos disfrazado de mendigo para conocer a la gente. Un día se

detuvo ante la choza de una viejita. Ésta le puso en una tortilla una pizca de

carne de venado, otra de guajolote, una más de la cuautuza y del conejo. El

dios la volteó al suelo, la golpeó suavemente con los dedos y creó al armadillo,

diciéndole: “Reprodúcete para que seas el alimento de los pobres”. Era un

conejo dentro de una concha. En este caparazón los totonacos guardan el

grano de maíz para que se torne en carne para el hombre.

Mixtecos. De la mano de los dioses nacieron los árboles y el trueno, la

primera mujer y el primer hombre, la estirpe invencible del pueblo mixteco. Un

gran diluvio inundó la faz de la tierra. Los dioses poderosos Añua Nallihui,

“corazón del mundo”, Ianicandi, “La luz y el Calor”, y Yoco Situayuta. “Dios de

la Humanidad”, subieron a las nubes y se salvaron. Poco a poco la tierra se

fue secando y empezaron a brotar las plantas y a surgir los animales. Con sus

propias manos los dioses hicieron brotar un caudaloso río y sembraron dos

árboles que cuidaron hasta que sus frondosas ramas se unieron y albergaron

nidos de aves canoras. Una noche de vientos tenebrosos cayó sobre ellos un

relámpago del cielo, y fueron creados el primer hombre y la primera mujer; de

su unión desciende la raza ñusabi. Esto dio origen a la estirpe de los

guerreros, de los sabios, de los nobles, de los sacerdotes y de los artistas.

Pitao, “el que no fue creado”, el que es infinito, “origen de todo lo que

existe”, con un soplo de su poderoso aliento creó el sol, la luna, las estrellas, la

tierra, los animales, las plantas y los ríos.

47

Creó, asimismo, a los dioses menores para que reinasen y rigiesen

estos elementos, como Pitao Xoo, dios de la tierra y los elementos, Pitao

Cociyo, dios de las aguas; Pitao Bée, dios de los vientos; Pitao Cozaana, dios

de la caza y de la pesca; Pitao Coccobí, dios de las siembras y las cosechas;

Pitao Pecala, dios de los sueños; Pitao Peecí, dios que rige el futuro, Pezelao,

dios de la noche y de la muerte y Benechaaba, dios del mal. A Cocijo, el más

pequeño, no le encomendó nada. Después creó al hombre para formar al

pueblo escogido de los zapotecas.

Aztecas. Huitzilopochtli, (colobrí del sur) dios de la guerra y guía de la

tribu ocupaba el primer lugar. Otro dios importante era Tláloc, dios de las

aguas y de la lluvia.

Quetzalcóatl, dios de la creación, de la agricultura y del saber.

Tezcatlipoca, dios guerrero que observaba los hechos de los hombres en un

espejo.

Adoraban al dios Xipe, “el que muda de piel”. Se les llamaban los

colorados, pues de ese color vestían para sus ritos y ceremonias que eran de

gran crueldad. Xipe era el símbolo del algodón, del oro “excremento de los

dioses”, de las piedras preciosas y de la superioridad de quienes poseían

riquezas. Su piel, de la que se despojaba, curaba a los enfermos. Los aztecas,

a pesar de no poder conquistarlos, adoptaron a su dios. En la ciudad de

Xiepetlán se dio culto a Xipe, se construyeron pirámides y fue importante

centro de difusión religiosa, militar y política.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno describirá en una tabla el calendario azteca con el nombre del mes,

deidades y rituales.

2.5. PRINCIPALES CULTURAS Y SUS APORTACIONES

Olmecas. Según las crónicas de Ixtlixóchitl, los olmecas-xicalancas fundaron

Cacaxtla, su capital y otras ciudades, pero después fueron expulsados de sus

48

tierras por los teochichimecas. Al emigrar, los olmecas fundaron civilizaciones

importantes como la tarasca, mixteca, zapoteca, maya y totonaca.

No se sabe con seguridad de dónde llegaron, que lengua hablaban,

cómo se llamaban a sí mismos. La cultura más antigua, la madre de las

culturas mesoamericanas sigue envuelta en el misterio, al igual que la oscura

selva, o los pantanos donde vivieron. En esta región donde habita el jaguar,

donde los árboles de gran altura tienen nidos de águilas reales, donde el

jabalí, el tapir, los ciervos y animales extraños vivieron, donde las aves son

extraordinarias y las serpientes, las tarántulas y los alacranes son los más

letales de América; donde de ríos y pantanos salen lagartos bellos pero

asesinos, habitaron los olmecas. En la sierra de Guerrero hay unas pinturas

rupestres donde un dios jaguar se está uniendo a una mujer, se dice que es el

origen de este pueblo, del que al parecer, todos descendemos.

Se está muy lejos de conocer su alta cultura, mitología, civilización y la

grandeza de su existencia. Los olmecas, origen de nuestras razas, soberbios y

misteriosos como su jungla y su vida misma, alcanzaron dominios intelectuales

y espirituales elevados. Son aún desconocidos para nosotros, siguen

envueltos en el misterio, como la intricada selva donde habitaron.

Cabeza Olmeca

http://grupos.emagister.com/imagen/cabeza_olmeca/t143011-0.jpg

Totonacos. Los hombres que nacieron donde sale el sol. Su

florecimiento está entre 400 y 700 d.C. En la costa del Golfo de México habita,

desde épocas milenarias, el pueblo totonaco. Se cree que, al igual que todas

las culturas de Mesoamérica, fueron descendientes de los olmecas. Sin

49

embargo, se tienen datos certeros de que en el año 42 de nuestra era, cuando

conquistaron Teotihuacan, ya conformaban una sociedad organizada, con un

gobierno basado en una estructura religiosa. En este imponente lugar dejaron,

como testimonio de su presencia, una ciudad grandiosa e inconfundible.

Realizaron construcciones monumentales como las pirámides del Sol y

la Luna, los edificios del centro ceremonial así como los palacios, entre estos

últimos destaca el dedicado a Quetzalcoatl (dios de la creación, agricultura y

poder). Después de tan arduo trabajo, el pueblo se hallaba cansado y la élite

gobernante tenía ya poca fuerza para resistir los embates de los popolacas e

impedir que éstos se apoderaran de Teotihuacan.

Quetzalcoatl

http://www.angelfire.com/al/quetzalcoatl/quet01.html

El esfuerzo que realizaron los totonacos por sus dioses no tuvo

recompensa y tuvieron que huir: hombres, mujeres, ancianos y niños

emprendieron camino a Zacatlán. Se refugiaron y asentaron en varias partes

de la sierra de Puebla, pero poco a poco y en distintas épocas fueron

emigrando.

Sin embargo, este pueblo dejó una huella que aún se halla vigente, y

ahí están los quetzales para testimoniar la presencia de esta cultura.

La paulatina emigración se debía, a que la decisión estaba tomada,

regresaban a su lugar, a las costas de donde habían salido. Sin embargo, y a

50

pesar de su derrota, este pueblo, cuando se estableció en la selva, a la orilla

de los ríos y frente al mar, decidió hacer otra gran ciudad para sus dioses,

ciudad que hoy, después de muchas generaciones, todavía podemos admirar.

Su gobernante Xantocán vio culminada la gran tumba (donde sería enterrado

al igual que sus descendientes en la gran necrópolis del Tajín) dedicada al

dios Huracán.

Fue una época resplandeciente: los cultivos estaban perfectamente

planeados, la ciencia, las artes, incluyendo la metalurgia alcanzaron sus más

altos niveles, y la prosperidad llegó más allá de las tierras del Río Blanco.

Estos hombres sufrieron otra vez una terrible decadencia debido a huracanes,

luego sequías, epidemias e invasiones.

Los tlaxcaltecas y otros señoríos del centro comerciaban con los

pueblos totonacos, que si antes habían dominado grandes extensiones de

tierras muy productivas, ahora con las que les quedaban, surtían de alimentos,

ornatos y productos a los pueblos dominantes.

El imperio azteca tardo seis años en dominar a esta región por la fuerza

lanzándose a una guerra sangrienta y cruel.

El pueblo totonaco legó ciudades con arquitectura portentosa, juegos de

pelota; dominó la astrología, los cultivos, las artes de la danza, la música, la

escultura aún hoy podemos admirar.

Chichimecas. La historia de Cuauhtinchán, relata la llegada de grupos

nahuas que casi hacen desaparecer el imperio tolteca en el siglo X,

especialmente Cholula, que estaba habitada por grupos olmecas-xicalangas.

Después fundaron varios señoríos como Huejotzingo, Tepeaca, Huaquechula,

Izúcar y Tlaxcala. En el siglo XIV, los mexicas conquistaron casi todo lo que

hoy es el estado de Puebla; mediante guerras, pactos o la triple alianza del

Valle de México dominaron este amplio territorio. Con Cholula, Huajotzingo y

Tlaxcala libraban las guerras, cuyo objetivo principal era obtener prisioneros

para los sacrificios humanos en Tenochtitlán.

Aztecas. Descendientes de los últimos chichimecas, que entraron en el

México Central, eran un grupo de forajidos salvajes, estaban llamados a ser,

51

los dueños del Valle de México, según sus leyendas. Con una capital grande y

suntuosa y con ejércitos que cobraban tributos de decenas de aterrorizadas

ciudades. Fueron la culminación de la antigua civilización mexicana, al luchar

con los conquistadores españoles. Huitzilopochtli, su temible dios de la guerra,

fue el más ávido de sangre humana, cada año desfilaban ante él miles de

víctimas voluntarias ante sus altares para que los sacerdotes les arrancaran

del cuerpo el corazón caliente y chorreado de sangre.

Después de perder una guerra con los indígenas de Culhuacán;

Huitzilopochtli les dijo que buscaran un águila sobre la penca de un nopal con

una serpiente en el pico, y que ahí debían construir su ciudad: Tenochtitlán,

cuyo nombre significa junto al nopal (fundada en 1325). La isla se hallaba en el

centro de tres poderosas ciudades de tierra firme, pero ninguna de ellas

reclamaba esa propiedad, así que los aztecas no tuvieron dificultad alguna

para quedarse con ella. El agua alrededor les sirvió de protección e hizo la

posible expansión. Comenzaron a llenar los pantanos con tierra y piedras y

construyendo chinampas, esta facilidad en el transporte ayudó también al

crecimiento.

Cada vez que podían luchaban, la población fue en aumento cuando se

añadían aventureros, descontentos o refugiados. Algunas ciudades los

buscaban para solicitar su servicio como mercenarios, que era su principal

actividad; conseguían su alimentación a través de cambiar peces, patos, ranas

y otros productos del lago por maíz, frijoles y piedras para construir su templo.

Cuando los españoles invadieron México, el imperio Azteca se hallaba en el

apogeo de su poder.

Tlaxcaltecas. El arribo de los teochichimecas o tlaxcaltecas a las riberas

del lago de Texcoco fue en el año 1206. De ahí fueron expulsados por los

acolhuas y los texcocanos, algunos, atravesando los volcanes, llegaron a lo

que hoy es Orizaba, pero el mayor contingente, pasando por Atlixco, Cholula y

la montaña Matlacuéyatl, se aposentó en Contla y Tepeticpac.

Eran grandes agricultores, constructores y comerciaban con los

habitantes de la costa. Vendían cacao, algodón y sal. Además de ropa, plumas

52

principalmente de papagayo, miel, cera, escudos, diversos metales, joyas,

pieles, tejidos y cerámica.

Fueron modelo de organización política. Sus cuatro senadores

deliberaban y tomaban sabias decisiones por mayoría de votos, mientras que

sus contemporáneos vivían bajo la dictadura de monarcas absolutos.

Zapotecas. Horizonte Preclásico. Primera época de 800 a 300 a.C.

Durante este periodo se construye Monte Albán y Dainzú. El horizonte clásico

es el momento de mayor esplendor de la cultura zapoteca. Hacia el año 800 la

construcción de Monte Albán se ha terminado. En el año 1000 y debido a los

ataques de los mixtecos la ciudad fue abandonada. En Mitla y Zaachila,

lugares a donde se fueron los mixtecos, también había zapotecos, lo cual

provocó la integración de ambos grupos.

Mixtecos y zapotecos se unieron en matrimonios concertados entre

familias reinantes, y aunque la gente común de ambos pueblos también se

mezclaba, no deja de haber luchas constantes entre ellos.

Bajo el imperio de Moctezuma Ilhuicamina se conquista la región

mixteco zapoteca; al mando del ejército mexica se hallaba el gran guerreo

Ahízotl.

Gracias a concertaciones matrimoniales, se logró algo de paz; sin

embargo, la imposición de los vencedores y el pago de tributos provocaban

levantamientos. Todavía en 1507 y 1513 hubo rebeliones que fueron

sofocadas violentamente.

Mayas. Los arqueólogos identifican los siguientes periodos:

Preclásico (1500 a.C a 292 d.C.). Aparecen pequeños núcleos de población

dedicados a la agricultura. Poco después empiezan a construir con madera

templos y casa. Posteriormente la piedra, existen vestigios de plataformas;

inician el arte de la escultura y la cerámica que se expresa en vasijas rústicas

y figurillas.

Son comunes las pirámides y los templos con el arco maya y las

primeras estelas esculpidas con pasajes de historia, jeroglíficos y personajes.

53

Estas construcciones integran centros ceremoniales. La organización social se

establece. Se manifiestan claramente las jerarquías, formadas por señores

sacerdotes, comerciantes, médicos, astrónomos, matemáticos, artistas,

escultores, constructores y ceramistas. Elaboran bellas piezas policromadas.

Se cree incluso que las danzas y la música fueron parte importante de este

florecimiento. Crearon un calendario que revela conocimientos astronómicos y

matemáticos muy avanzados.

Clásico Tardío (650 a 900 d.C.). En el área central hubo guerras,

decaimiento y abandono de los centros ceremoniales. En lo que hoy es el

estado de Yucatán se inicia el desarrollo y apogeo de la región.

Posclásico (900 a 1527 d.C.). En el sur y en el norte hay gran florecimiento. En

lo que hoy es Yucatán (norte) llegan los itzáes e imponen sus costumbres,

religión y gobierno. Empieza el culto a Kukulkán. Otro grupo que llega a la

zona son los xiues. Realizan imponentes construcciones y suman nuevos

conocimientos y estilos. Mayapán y Chichén son los grandes centros de poder.

Surge entonces la rivalidad entre las dos ciudades y después de una guerra,

es derrotado Chichén. Los vencidos se lanzan a la destrucción de Mayapán.

Sobreviene el caos, la sequía, la desorganización, las epidemias, las guerras y

el abandono de estos reinos. El pueblo se dispersa y sobrevive en lo que

queda de estas grandes culturas. Todo pasó, se ignora a donde fueron,

dejaron muestra de su grandeza que hoy, después de tantos años, podemos

admirar. La herencia de los mayas es parte fundamental de nuestro patrimonio

cultural.

Huastecos. Este grupo se adecuó a cada uno de los ambientes, obtuvo

del medio natural todos los recursos para su subsistencia. Los huastecos

desarrollaron su cultura basándose en una economía mixta cuya esencia era

la agricultura intensiva sustentada en el maíz y otros vegetales como el frijol y

la calabaza. Las evidencias arqueológicas indican que los antiguos habitantes

de esta región domesticaron la planta y tuvieron por primera vez el maíz tal y

como hoy lo conocemos.

54

La leyenda cuenta que descubrieron el grano sagrado del maíz cuando

un joven teenek amarró a una hormiga con una hebra de zapupe (cultivo

característico de los huastecos); aquella, ante la amenaza de que la partieran

por la mitad, no tuvo más remedio que descubrir el escondite donde los dioses

habían dejado los granos.

Su vida social se vio reforzada por varias comidas rituales que

compartían entre los miembros de las comunidades durante las tareas

agrícolas y en fechas festivas particulares. Las más importantes es el zachuil

(tamal gigante relleno de varias carnes), el bolim (tamal que envuelve a un

pollo entero) y el pascal (guiso de carne de guajolote en salsa de ajonjolí).

En la actualidad, los huastecos se incorporan a la economía nacional a

través de la venta de piloncillo para la fabricación de tequila, de su trabajo

como jornaleros en las plantaciones, por la producción de cítricos y la venta de

artesanías y productos agrícolas.

Tarahumaras. Según la leyenda de los antiguos pobladores de la sierra,

el mundo fue creado por Rayéneri -Dios Sol- y Metzaka -Diosa de la Luna-. En

su honor; hoy en día bailan, sacrifican animales y beben tesgüino.

Donde la Sierra Madre Occidental se torna más agreste y accidentada

viven los tarahumaras o tarahumares. Que se llaman así mismos rarámuri.

Hace unos 300 años los tarahumaras se disgregaron de un grupo nómada que

viajaba por la costa occidental de México rumbo al sur. Conforme el grupo

avanzaba se iba dispersando. A los que llegaron al sur de la sierra se les

conoció como huicholes y coras, y los que se establecieron en Sonora y

Sinaloa formaron más tarde los grupos yaqui y mayo. Se cree que otro grupo

viajó río arriba, por profundas barrancas, atravesó la Sierra Madre Occidental y

habitó las planicies cercanas a la actual ciudad de Chihuahua. Con la llegada

de los españoles, los tarahumaras se refugiaron en las montañas y barrancas

de la sierra. Se trata de un pueblo muy resistente a las adversidades, y que

vive en pequeños núcleos.

55

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

Los alumnos se dividirán en equipos de tres personas, escogerán una cultura

prehispánica y harán una exposición frente a sus demás compañeros

ampliando más el tema.

56

AUTOEVALUACIÓN

Llena los espacios en blanco.

1.- En México, el hombre habitó desde hace 10 000 años y provino de las

diferentes migraciones que cruzaron el estrecho de .

2.- Dos utensilios indispensables en la genuina gastronomía mexicana son el

y el tallados en piedra.

3.- Los primeros habitantes de Mesoamérica fueron los_ .

4.- El , planta que crece en el desierto, nadie la riega, ni cultiva.

5.- Otra planta desértica muy valorada fue el .

6.- La falta de

cocimientos y asados.

reducía los sistemas de cocción a

7.- El determinaba los momentos en que se cultivaba, se

comerciaba o se hacía la guerra.

57

UNIDAD 3

OBJETIVO

MESTIZAJE

El estudiante conocerá la influencia que tuvo México en España y viceversa,

en la época de la colonización.

TEMARIO

3. MESTIZAJE

3.1. ANTECEDENTES GASTRONÓMICOS ESPAÑOLES

3.2. EUROPA EN LA EDAD MEDIA

3.3. CONTACTO DE ESPAÑA CON EL NUEVO MUNDO

3.3.1. Los banquetes de Moctezuma

3.4. PAPEL DE LOS FRAILES EN EL NUEVO MUNDO

3.5. PRODUCTOS DE INTERCAMBIO IMPORTANTES

58

MAPA CONCEPTUAL

ANTECEDENTES GASTRONOMICOS

ESPANOLES

PRODUCTOS DE

INTERCAMBIO IMPORTANTES

EUROPA EN LA EDADMEDIA

PAPEL DE LOS FRAILES EN EL NUEVO MUNDO

CONTACTODE ESPANA CON EL NUEVO MUNDO

59

INTRODUCCION

Uno de los capítulos más interesantes de la historia mundial fue la expansión

ultramarina y las expediciones y descubrimientos de nuevas tierras, que

transformaron la imagen del mundo hasta entonces conocido, estos hechos

dieron lugar a la colonización y evangelización de nuevas tierras, a la mutación

que había en el tráfico marítimo para convertirse en un comercio mundial y,

por supuesto, a un profundo cambio en la vida del Viejo Mundo. Durante este

proceso, los principales protagonistas fueron España y Portugal.

Este cambio se realizó de forma extraordinariamente rápida. Desde el

descubrimiento de América por Colón en su primer viaje (1492), a la

navegación de mundo hecha por Magallanes (1522), transcurren sólo tres

décadas.

Los españoles adquirieron la idea completa del mundo, superando las

nociones que se tenían por siglos.

Mientras, los pueblos del nuevo continente no sospechaban que existía

el resto del mundo. Su aislamiento no ha tenido paralelo. Se mantuvieron

ajenos al fondo cultural común y esto hizo de su confrontación con los

invasores españoles, un acontecimiento único en la historia.

Jamás se había producido un encuentro entre hombres de civilizaciones

diferentes que no se hubieran conocido antes. Nunca más podría suceder algo

semejante.

El resultado de este encuentro fue desastroso. Años de pesadilla, para

el antiguo México, el cual se hundió en la ruina, murieron millones de seres a

causa de la guerra y la falta de voluntad para vivir bajo el yugo extranjero,

dejando a su paso sus ciudades, ahora desiertas, sus templos que se derruían

y sus campos quedaron sin cultivar.

60

3. MESTIZAJE

3.1. ANTECEDENTES GASTRONÓMICOS ESPAÑOLES

Pocos datos se tiene de la época de la Hispania antigua del siglo X al IV a.C.,

se conoce que preferían una alimentación basada en legumbres y hortalizas

frescas y secas como la mayoría de los pueblos de la antigüedad.

Durante el periodo clásico del siglo IV a.C. Hispania así como Córcega,

Cerdeña y Sicilia tuvieron su mayor esplendor gastronómico durante el Imperio

Romano. La industria agrícola estaba basada en cereales, producían gran

cantidad de cebada y trigo. Consumían pan, vino, berenjenas, dátiles, frutos,

insectos, cangrejos, camello, leche y queso. Sazonaban con aceite de sésamo

(ajonjolí). De cada lugar traían cultivos nuevos y celebraban con grandes

banquetes sus conquistas. Los vinos eran de buena calidad, y tenían mucho

cuidado en mejorar su sabor al agregarle agua de mar y dentro de sus

bodegas oscuras donde los guardaban, quemaban incienso para no perder

sus aromas.

Hispania en tiempos del Imperio Romano

http://bachiller.sabuco.com/

En el siglo I de nuestra era, Marcus Apicus gran apasionado de la

gastronomía, inició la labor de alimentar a los cerdos con miel e higos y

descubrió que el sabor de su carne mejoraba sustancialmente.

61

Por el año 409, llegaron tribus vándalas a Hispania. En el año 429 bajo

las órdenes de Gensérico el Cojo, emigran cruzando el estrecho de Gibraltar y

comienzan su conquista al norte de África. La invasión bárbara completada a

principios del siglo VI dividió a Europa occidental entre seis grandes tribus

germánicas. Hispania pertenecía a la del Reino visigodo, por ser nómadas sus

costumbres eran rústicas. Pero al tener contacto con el Imperio Romano

adquirieron su cultura, sin librarse de la decadencia como consecuencia de la

guerra. Comían la carne cruda, pero para suavizarla ponían la carne bajo la

montura del caballo y con los golpes de las piernas la suavizaban. Devastaron

los viñedos y el vino fue sustituido por el hidromiel o bebida de las cien mil

hierbas, que era una bebida muy fuerte: mezcla de vino con miel y gran

cantidad de hierbas aromáticas, la consideraban medicinal.

Las costumbres se conservaron en los conventos y monasterios, debido

a que muchos cocineros y artistas solicitaron refugio. Ahí continuó una vida

normal con huertos y animales de crianza. Hacían sus propios quesos y vinos,

cultivan frutas, cereales. Su alimentación era muy nutritiva, y lograron

conservar las tradiciones.

Por el siglo X hubo en Hispania otra invasión árabe, la llegada de los

moros, este pueblo era muy culto, enseñaron a los hispanos a hacer huertos,

introdujeron en sus recetas el azafrán, mejoraron el aceite de oliva, llevaron

arroz y azúcar. Después se extendieron hasta Italia. Modernizaron técnicas

culinarias añadiendo especias.

Del siglo al XIII al XV, ya contaban con ganado mayor como vacas,

asnos y caballos, y ganado menor, como ovejas, cabras y cerdos. Habían

logrado cultivar mijo, trigo, cebada y centeno; legumbres como chícharo, haba

y lenteja. Y frutas como la manzana, pera, higos, granadas, dátiles, cerezas y

la naranja, que era considerada un lujo. También frutas secas, como las

almendras, castañas y nueces.

Durante la primera mitad del siglo XVI, la población española se

encontraba dividida de manera muy desigual, las poblaciones que destacaban

eran las siguientes: Castilla (territorio que representaba las tres cuartas partes

62

de España), Navarra, Andalucía, Valencia, Granada, Valencia, Toledo,

Valladolid, Sevilla y Barcelona.

La situación de los campesinos era dura, debido a los sistemas de

pertenencia de la tierra, al desarrollo de la ganadería lanar y al peso de los

impuestos. Gran parte de Castillas y Andalucía no disponían de tierra y los

habitantes trabajaban como jornaleros o de manera eventual. La agricultura

era favorecedora de los intereses laneros. En Andalucía, donde existían

mayores posibilidades, las inversiones se desviaron hacia la producción de la

vid y el olivo (aceite). La expansión de cultivos de cereales y de la vid se

produjo a costa de los pastos. Se cultivaban con arroz, la crianza de seda y

productos de huerta, la almendra y las plantas industriales, en gran parte

estaban dedicadas a la exportación.

La crianza de los cerdos tiene gran renombre, hasta ahora, son

alimentados con bellotas que aceleran el metabolismo de estos animales por

el exceso de fibra, lo cual propicia la producción de un jamón bajo en grasa.

Una aportación que España entregó al mundo es la salazón, muy

común en la carne de cerdo o de pescado, y después se industrializó para

venderse enlatado, como el atún, la sardina, la morena o el esturión. Se

presenta, también, una alta producción de ostras.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno realizará un collage con imágenes de los principales productos

alimenticios que España exporta al resto del mundo en la actualidad.

3.2. EUROPA EN LA EDAD MEDIA

Este tema se estudiará en toda su extensión en la materia de Historia de la

gastronomía, por lo que en este apartado se hará únicamente un breve

resumen.

En la Edad Media tan sólo 10% de las personas vivían en pueblos. El

resto eran en su mayor parte labradores que cultivaban las tierras de un señor

feudal. El labrador corriente poseía una pequeña parcela de terreno, una casa

63

tosca con techumbre de bálago y el suelo de la tierra, y tenía la onerosa

obligación de trabajar y producir para su señor. Todo su mundo -pueblo,

castillo feudal, campo y bosque circundante- alcanzaría quizá, unos cinco

kilómetros cuadrados. La vida del labrador estaba regulada, como todo en la

vida rural, por las estaciones. En otoño sembraban el trigo y el centeno. En

primavera sembraban otros cereales y legumbres. En verano recogían las dos

cosechas. Entre estas dos etapas de agotadora labor, se amontonaban

muchas otras faenas de menos importancia, con sólo breves intervalos. Las

ganancias que obtenían con el duro trabajo eran menguadas, y la vida se

consumía rápidamente, mucho más que la de su señor, que con frecuencia

desafiaba la muerte en la guerra.

El Imperio Romano durante la Edad Media se extendía hasta la

península Ibérica, Hispania. La gran curiosidad de Carlo Magno, emperador

del Imperio Romano, se extendió incluso a los más insignificantes detalles de

la vida. Se cree que fue el propulsor del sistema de los tres ciclos en la

agricultura, lo que, unido a la introducción del arado pesado y a la construcción

de zanjas y canales de desagüe, activó la producción en toda Europa. Bajo el

nuevo sistema agrícola, las tierras de cultivo se dividían aproximadamente en

tres partes: en una de ellas se sembraba en otoño trigo o centeno, cebada o

avena; al llegar la primavera siguiente, se sembraban legumbres, en otra,

chícharos, garbanzos, lentejas y judías; la tercera parte se dejaba en reposo.

Al año siguiente, la primera parcela se sembraba en primavera, la tercera en

otoño y la segunda quedaba en reposo. Por este procedimiento las legumbres

fijaban el nitrógeno en el terreno. Así, los chícharos y las judías fueron la base

de la dieta de acaudalados y humildes durante la Edad Media.

Entre el año 777 al 783, el Imperio Romano tuvo que sobrellevar

diversas batallas con los sajones, las cuales, el emperador Carlo Magno las

mantuvo controladas, pero a lo largo del siglo IX, tras la muerte de este

emperador, Europa tuvo que luchar con una segunda acometida de pueblos

bárbaros, los vikingos, que arremetieron, saquearon y destruyeron todo lo que

64

encontraban a su paso. Llegó el hambre y las enfermedades a Europa. Hubo

que buscar alimentos arduamente para sobrevivir.

Para un burgués medio, el día empezaba con una plegaria al amanecer.

Después, reconfortado con un trago de vino, salía ligero a su trabajo. Los

negocios le llevaban a un recorrido rutinario de la ciudad y al gremio y a la

taberna, donde bebía cerveza, y conversaba sobre sus negocios. Regresaba

para la primera comida del día a las 10 de la mañana, consistente en pan de

trigo o cebada y algo más de vino. Y a las seis para cenar, comía

abundantemente una gran variedad de platos, como anguilas, asado, morcilla

negra, pastel de alondras y requesón; acompañado de pan de trigo. Su

esposa, además de preparar la comida, cuidaba de la casa, dirigía el servicio,

cuidaba a los hijos y aún le sobraba tiempo para cultivar rosales, tejer

guirnaldas, danzar y cantar.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará detalles de la gastronomía durante la Edad Media, de

países como Inglaterra y Francia.

3.3. CONTACTO DE ESPAÑA CON EL NUEVO MUNDO

La búsqueda de productos preciosos como el oro (que no lo buscaban por

codicia, sino para hacer monedas), la seda y las especias, como la pimienta

negra (malagueta o granos del paraíso) y el clavo, fueron el móvil principal

para realizar las expediciones a las Indias.

Las especias no eran sólo la presunción de agregar un toque de

individualidad a la comida. Las dificultades de transporte y la falta de

refrigeración tenían por resultado que casi toda la carne que se consumía en

el Renacimiento fuera salada o echada a perder, es por esta razón que eran

necesarias las especias, no para hacerla deliciosa, sino comestible.

Algunos mercaderes, en su deseo por conseguir las drogas y especias

del Extremo Oriente, que en el pasado obtenían de los musulmanes, se

65

aventuraron a atravesar el Sahara para llegar a China, sin conseguirlo, hasta

que se convencieron que las expediciones tendrían que ser por mar. Así que

el descubrimiento de América fue un accidente histórico.

Otro motivo, para insistir en las expediciones, fue también el deseo de

servir a Dios, expandiendo el cristianismo con el fin de luchar contra los moros

africanos y convertir a los infieles.

Cristóbal Colón junto con Martín Alonso Pinzón salieron de España el 3

de agosto, y el 12 de octubre de 1492 llegaron a la Isla que Colón llamó San

Salvador, en las Bahamas, y que los indios conocían por Guanahani. Tuvo su

primer contacto con los indios arawaks taínos, los cuales fueron pacíficos y

recibieron a los exploradores con amistosa cortesía, y gustosos les entregaron

regalos. Los pequeños pendientes que los indios llevaban en las narices

fueron la prueba de haber conseguido llegar a tierras con oro. Colón creyó que

los indígenas eran habitantes de una de las islas de Cipango, del Japón de

Marco Polo. Supo por los indios que cerca de ahí había una tierra muy rica en

oro y especias, se trataba de Cuba, a la que arribó el 27 de octubre. Estaba

absolutamente convencido de estar en Asia.

El 22 de noviembre Pinzón abandonó Cuba y descubrió Haití, isla que

llamó La Española. El 16 de enero de 1493 Pinzón y Colón iniciaron el viaje de

regreso. Llevaban a bordo una docena de indígenas, aves (como el guajolote,

y loros), animales y productos exóticos, como la papa, el maíz, etc. Y una

máscara hecha de oro puro que los indígenas le obsequiaron a Colón.

Colón organizó su segundo viaje, y el 3 de noviembre de 1493 alcanzó

La Dominicana. Descubrió la mayor parte de las islas del archipiélago, llegó a

Puerto Rico y alcanzó La Española, exploró las costas de Cuba y tomó

posesión de ella; después llegó a Jamaica. Tocó Haití y fundó Santo Domingo,

esperó seis meses para regresar a España.

Colón tuvo que esperar hasta 1498 para reunir fondos suficientes para

emprender el tercer viaje. El 31 de julio llegó a Trinidad, cerca ya de

Venezuela. Para entonces reinaba el desorden y los colonos se encontraban

descontentos y desilusionados. Un comisario real arrestó a Colón, Diego y

66

Bartolomé (los tres hermanos) y los llevó encadenados a España, pero Colón

conservó su título de Almirante.

Emprendió el último y cuarto viaje a Martinica en junio de 1502. Siguió

por Jamaica, Honduras y la costa de Panamá, a la búsqueda del paso que

hubiera podido llevarle a China. En la Navidad de 1502 llegó a la entrada del

actual canal de Panamá. Se quedó allí bloqueado un año, antes de que llegara

la ayuda española. Convencido de haber alcanzado Asia, murió en Valladolid

en 1506.

Colón y Pinzón llegaron a tierras exóticas, pero fue hasta después de

muchos viajes realizados por otros navegantes, que salió la verdad, entre

Europa y Asia se extendía un enorme continente hasta entonces desconocido:

América y el Océano Pacífico.

Lo que más entusiasmó a Colón durante sus viajes, fue la naturaleza y

la belleza de las montañas, las bahías, los pastos y las palmeras de las “Indias

Occidentales”. “Todas son bellísimas, de mil formas; todas accesibles y

pobladas por toda suerte de árboles tan altos que parecen tocar el cielo. Y en

pleno mes de noviembre cantaban en ellas el ruiseñor y otras mil aves”.2

Durante los primeros años, los españoles y extranjeros se empeñaban

por conocer la tierra descubierta, buscando posibles asentamientos, pero

sobre todo, el camino hacia las ricas islas de las especias. Surgieron muchas

más expediciones en los años subsecuentes. Hasta que en 1515 Francisco

Hernández de Córdova llegó a Yucatán, en 1517 consiguió llegar a Tabasco.

En 1518, Juan de Grijalva, que había hecho el mismo recorrido llegando hasta

Tampico, regresó a Cuba con noticias del fabuloso imperio de Moctezuma.

Las bacterias que portaban los españoles fueron uno de los motivos

principales en el descenso de la población desde que llegó Colón a La

Española. Los nativos no se libraron de enfermedades, ni epidemias, y no

estaban preparados, pues carecían de defensas y alcanzaron el continente

antes de la llegada de Hernán Cortés. La primera gran epidemia de viruela fue

a finales de 1518, llegó a México en 1520. Entre 1518 y 1540, se registraron

2 Colón, Cristóbal, Diario a bordo, p. 157.

67

tres grandes epidemias que incluían viruela, sarampión, gripe, tifus, difteria y

peste, causando la mortalidad en estos años de 80% de la población, fue

devastadora. Ni la peste negra europea del siglo XIV fue tan mortífera ya que

se trataba de territorio virgen.

Epidemia de viruela

http://www.toltecayotl.org/tolteca/index.php

Fue también causa de muerte la esclavitud, las hambrunas, separación

de las familias para servir a los españoles, saqueos y explotación a la que

fueron sometidos los indígenas con un alto grado de crueldad.

Y por último, la devastación ecológica a la que fue sometido el territorio

para la edificación de la colonia Española.

3.3.1. Los banquetes de Moctezuma

Para el desarrollo de este tema, no hay mejor manera, ni mejor testimonio de

quien lo vivió en carne propia y lo plasmó en papel: Bernal Díaz del Castillo.

En el comer, le tenían sus cocineros sobre treinta maneras de guisados,

hechos a su manera y usanza, y teníanlos puestos en braseros de barro

chicos debajo, porque no se enfriasen, y de aquello que el gran Montezuma

había de comer guisaban más de trescientos platos, sin más de mil para la

gente de guarda; y cuando habían de comer, salíase Montezuma algunas

veces con sus principales y mayordomos y le señalaban cual guisado era

68

mejor, y de qué aves y cosas estaba guisado, y de lo que le decían, de

aquello había de comer, y cuando salía a verlo, eran pocas veces y como por

pasatiempo. Oí decir que le solían guisar carnes de muchachos de poca

edad, y, como tenía tantas diversidades de guisados y de tantas cosas, no lo

echábamos de ver si era carne humana o de otras cosas, porque

cotidianamente le guisaban gallinas, gallos de papada, faisanes, perdices de

la tierra, codornices, patos mansos y bravos, venado, puerco de la tierra,

pajaritos de caña, y palomas y liebres y conejos, y muchas maneras de aves

y cosas que se crían en esta tierra, que son tántas que no las acabaré de

nombrar tan presto. Y así no miramos en ello; mas sé que ciertamente desde

que nuestro capitán le reprendía el sacrificio y comer de carne humana, que

desde entonces mandó que no le guisasen tal manjar.

Dejemos de hablar de esto y volvamos a la manera que tenían en su

servicio al tiempo del comer. Y es de esta manera: que si hacía frío, teníanle

hecha mucha lumbre de ascuas de una leña de cortezas de árboles que no

hacían humo; el olor de las cortezas de que hacían aquellas ascuas era muy

oloroso, y porque no le diesen más calor de lo que él quería, ponían delante

una como tabla labrada con oro y otras figuras de ídolos, y él sentado en un

asentadero bajo, rico y blando, y la mesa también baja, hecha de la misma

manera de los sentadores; y allí le ponían sus manteles de mantas blancas y

pañizuelos algo largos de lo mismo, y cuatro mujeres muy hermosas y

limpias le daban agua a manos en unos como a manera de aguamaniles

hondos, que llaman xicales; le ponían debajo, para recoger el agua, otros de

manera de platos, y le daban sus toallas, y otras dos mujeres le traían el pan

de tortillas. Y ya que encomenzaba a comer echábanle delante una como

puerta de madera muy pintada de oro, porque no le viesen comer, y estaban

apartadas las cuatro mujeres aparte; y allí se le ponían a sus lados cuatro

grandes señores viejos y de edad, con quien Montezuma de cuando en

cuando platicaba y preguntaba cosas: y por mucho favor daba a cada uno de

estos viejos un plato de lo que a él mas le sabía, y decían que aquellos viejos

eran sus deudos muy cernos y consejeros y jueces de pleitos, y el plato y

manjar que les daba Montezuma comían en pie y con mucho acato, y todo

sin mirarle a la cara. Servíase con barro de Cholula, uno colorado y otro

prieto.

69

Mientras que comía, ni por pensamiento habían de hacer alboroto ni

hablar alto los de su guarda, que estaban en las salas, cerca de la de

Montezuma. Traíanle fruta de todas cuantas había en la tierra, más no comía

sino muy poca de cuando en cuando. Traían en unas como a manera de

copas de oro fino con cierta bebida hecha del mismo cacao; decían que era

para tener acceso con mujeres y entonces no mirábamos en ello; mas lo que

yo vi que traían sobre cincuenta jarros grandes, hechos de buen cacao, con

su espuma, y de aquello bebía, y las mujeres le servían al beber con gran

acato, y algunas veces al tiempo de comer estaban unos indios corcovados,

muy feos, porque eran chicos de cuerpo y quebrados por medio los cuerpos,

que entre ellos eran chocarreros, y otros indios que debieran ser truhanes,

que le decían gracias, y otros que le cantaban y bailaban, porque

Montezuma era aficionado a placeres y cantares, y aquéllos mandaba a dar

los relieves y jarros del cacao, y las mismas cuatro mujeres alzaban los

manteles y le tornaban a dar aguamanos, y con mucho acato que le hacían;

y hablaba Montezuma aquellos cuatro principales viejos en cosas que le

convenían; y se despedían de él con gran reverencia que le tenían; y el se

quedaba reposando.3

Códice de Banquete Azteca

http://www.google.com.mx/imgres

3 Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, pp. 166- 167.

70

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno hará un mapamundi delineando los descubrimientos geográficos del

mundo europeo hacia el resto del mundo:

Bartolomé Díaz.

Cristóbal Colón.

Vasco de Gama.

John Cabot.

Américo Vespucio.

Fernando de Magallanes.

3.4. PAPEL DE LOS FRAILES EN EL NUEVO MUNDO

El descubrimiento y la conquista de América se hicieron bajo la dirección del

Estado, pero como la tarea de cristianizar, encomendada por el Papa

Alejandro VI a los españoles, era considerada como el título que legitimaba la

posesión del Nuevo Mundo, hubo que hacerlo. El Papa Paulo III admitió un

protectorado y tutoría temporal de los pueblos indígenas. Bajo el concepto de

comunidad mundial, deducían el no infringir daño a los aborígenes. Pero si los

indios estorbaban a los españoles en la práctica de este derecho, podían

justamente fundarlo en la tarea de la evangelización de los infieles, confiada

por el Papa al rey de España.

Doce monjes acompañaron a Colón en su segundo viaje y enseguida se

convirtieron en un elemento importante en la nueva sociedad colonial. Por su

parte, Hernán Cortés mostró un celo misionero ferviente y se apresuraría a

cristianizar el imperio de Moctezuma. Estaba convencido de que los españoles

sólo saldrían airosos si luchaban por la honra de Dios. Le solicitó a Carlos V le

enviara más misioneros, llegaron meses después y a su llegada destruyeron

las imágenes de los dioses indígenas y en su lugar se levantaron cruces

cristianas. Franciscanos, dominicos y agustinos fueron las órdenes más

numerosas en el primer periodo.

Los misioneros, estaban comprometidos con los colonos, tenían una

delicada tarea por realizar. Ejercitaron una gran labor de adoctrinamiento y de

71

alto valor humanitario con los indígenas. Este adoctrinamiento de los infieles

no legitimaba la conquista armada. España realizaría más fácilmente su

obligación de propagar el culto al Dios verdadero, si sustituía a los príncipes

infieles y establecía autoridades cristianas. Por otra parte, para cubrir los

costos ocasionados por la evangelización de los infieles, estaba justificado que

el rey de España se apoderara de los bienes de los indios que resistieran; pero

si los caudillos indígenas se convertían al cristianismo, tenían derecho a

conservar su autoridad y sus bienes, algo que no sucedió. Su actitud la

quisieron justificar con la Política de Aristóteles que expresa que los hombres

bárbaros incultos habían nacido para servir a los dotados de razón.

En 1535 se creó el Virreinato de la Nueva España, con capital en

México, que abarcaba todo el espacio dominado por los españoles en América

central y del norte, incluidas las Antillas y Venezuela. El virrey, que

representaba al soberano, ejercía prácticamente, toda autoridad. Las indias

fueron consideradas como propiedad de la Corona de Castilla, cuyos

soberanos tenían aquellos territorios como un feudo que les hubiese sido

confiado por Dios.

Es conocida la codicia de los primeros conquistadores, en búsqueda de

tesoros y rescates, para cuyo logro no tuvieron límites. La masa india,

repartida en “partidos”, era administrada indirectamente por intermedio de

jefes indígenas (caciques) o por encomenderos españoles, que lo hacían en

nombre del rey. Hubo muchos abusos. En 1541, Fray Bartolomé de las Casas,

llegó a atreverse, en presencia de Carlos V, a defender que las conquistas

españolas en el Nuevo Mundo eran invasiones violentas de crueles tiranos,

condenadas no sólo por la ley de Dios, pero por todas las leyes humanas. Sus

denuncias provocaron el enojo de Carlos contra algunos miembros del

Consejo de Indias y su dimisión. Pero los abusos continuaron, sin acabar con

ellos, pues no convenía a sus intereses ya que era la clase su obrera y

trabajadora.

Los misioneros hicieron construir iglesias y escuelas. Las iglesias

cristianas fueron emplazadas sobre solares de templos indios. La buena

72

disposición de los indios explica los resultados que se obtuvieron: acudían en

masa a bautizarse. El matrimonio sí fue un problema, ya que la poligamia era

permitida y habitual en las comunidades indígenas. En las escuelas se les

enseñaba lectura, escritura, cálculo, dibujo, música.

Desde 1531, en imprentas mexicanas, se imprimían libros de

catequesis, biblias, libros de gramática y diccionarios náhuatl–español. La

primer Universidad se fundó en 1553. Los profesores eran dominicos y

franciscanos. Se enseñaba teología, latín, un poco de filosofía y medicina,

derecho civil y canónico, ciencia india sobre plantas medicinales, poesía e

historia.

Los misioneros con ayuda de los primeros conquistadores y nuevos

inmigrantes, atendieron el desarrollo de la agricultura y de la ganadería, que

constituyeron la base de la vida de la mayoría. Las Islas de las Antillas fueron

los primeros territorios que se desarrollaron económicamente. Colón trajo

vacas, cabras, ovejas, puercos y aves de corral; caballos, perros y gatos, que

muy pronto proliferaron y se extendieron por todo el continente. Se

introdujeron también numerosas especies de semillas. La riqueza de esta zona

fue la caña de azúcar.

Los monjes tomaron parte de la propagación mundial de los dones

mexicanos, en sus conventos fecundaron hortalizas, llegaron a producir frutas

como las peras de sabor incomparable. También enviaron semillas a sus

hermanos en las órdenes de otros países. Los frailes se convirtieron en parte

fundamental de la defensa de los indios, apelaban apasionadamente a la

conciencia de los colonos, pero con muy poco éxito. Y no sólo eso, sino que

sufrieron las revueltas de los indígenas, hubo martirios de misioneros y

retrocesos en la evangelización. La integración hubiera sido más fácil si una

parte de la elite aborigen no hubiera sido eliminada en la Conquista.

73

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

Los alumnos se dividirán en cinco equipos y harán un resumen de la labor que

hizo uno de estos misioneros y el lugar en donde evangelizó y lo expondrán al

resto de la clase.

Fray Pedro de Gante.

Fray Juan de Zumárraga.

Fray Bartolomé de Las Casas.

Fray Vasco de Quiroga.

Fray Pedro de Córdoba.

3.5. PRODUCTOS DE INTERCAMBIO IMPORTANTES

Terminada la Conquista, llegó un periodo de ajuste y de entregarse

mutuamente productos de ambas tierras. Se encontraron dos mundos, dos

formas de vida. Se complementaron, se mezclaron y se creó una nueva

población: la mestiza. Lo mismo ocurrió en la gastronomía. El nuevo mundo

representaba una extraordinaria fuente de beneficios, tanto por los recursos

americanos, como el mercado para los productos españoles.

Las aportaciones no se limitaron a las plantas comestibles. El algodón,

el chicle y el tabaco (originario de México), se cultivaban ya extensamente en

la América precolombina cuando llegaron los primeros exploradores.4

Tabaco Algodón Chicle

4 Ver Unidad 2, apartado 2.3 Alimentación y productos básicos.

74

http://www.oocities.com/ http://www.drplanta.com/ http://www.google.com.mx/images

Las plantas que domesticaron los antiguos indios, representan un papel

vital en la alimentación del resto del mundo moderno.

El maíz es un alimento principal en casi todos los países que no son

muy fríos ni nublados para su cultivo; incluso compite con el arroz en algunas

partes del Extremo Oriente. Las papas han llegado a ser un producto tan

corriente en las tierras de clima fresco que resulta difícil imaginar la vida sin

ellas.

Casi en todas partes, salvo el Lejano Oriente, los frijoles mexicanos son

la fuente de proteínas del pobre. Los cacahuates no sólo constituyen un

importante cultivo industrial en muchos lugares, sino que forman parte esencial

de la alimentación en grandes zonas de África.

La vainilla aromatiza en todos los postres del resto del mundo. El

chocolate (cacao) es un gran negocio en Bélgica, Francia y Alemania. Sin

tomate (pomodoro–manzana de oro), en Italia no harían pizzas.

El chile se aceptó en todas partes del resto del mundo, perdiendo su

agresividad, como paprika en Austria y Hungría, pimentón y morrón en

España, e incluso en Indonesia e India al agregárselo al curry.

Además de la larga lista de aportaciones indias a la alimentación del

mundo, figuran el pavo, las habas, casi todos los géneros de calabaza,

quelites, aguacate, jícama, mango, piña, papaya y muchos cultivos menores.

De España llegaron los cerdos. La manteca hacía su entrada al país, y

se conocieron las frituras, los indígenas quedaron sorprendidos de aquel

extraño y gordo animal que siempre dormía, recibió el nombre de cochino, el

que duerme siempre. La manteca hizo más esponjosos los tamales, y el

chorizo formó parte también de su alimentación.

Trajeron borregos, esto dio origen a la barbacoa, ya contaban con el

método de cocción parecido a un temascalli, un horno de piedras calientes,

sólo tuvieron que envolver la carne en hojas de maguey y exhumarlo.

Llegó también el vino, que al combinarlo con el cerdo dieron origen a las

carnitas, con tortillas calientes.

75

Nuestros atoles y cacaos se vieron beneficiados con el piloncillo y la

leche. Con la leche llegaron los quesos.

La caña de azúcar, junto con nuestras frutas, dieron paso al nacimiento

de los ates, almíbares y las conservas. El ajonjolí, el cual culmina nuestro

mole. El ajo (egipcio) y el aceite (griego), limones, cidra y naranja (traídos de

Persia), anís, nuez moscada, pimienta negra y azafrán.

Otros productos que trajeron los españoles son el arroz, el trigo, la res,

las ovejas y el vinagre.

Los conocimientos culinarios mexicas prevalecieron sobre los

españoles en la mayor parte de los platillos nuevos, ya que siempre

predominó, hasta nuestros días, el chile.

Sin duda, la agricultura y la industria española se beneficiaron durante

los primeros decenios del siglo XVI con el comercio de América y la afluencia

de oro y plata.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará las siguientes recetas y determinará el origen de cada

ingrediente: Chiles rellenos, Pambazos, Bacalao a la vizcaína, Arroz con

chícharos.

76

AUTOEVALUACIÓN

Encierra en un círculo la respuesta correcta:

1.- Marcus Apicus gran apasionado de la gastronomía inició la labor de

alimentar a los:

a. caballos b. asnos c. chivos d. cerdos

2.- La industria agrícola de Hispania estaba basada en:

a. cereales b. panes c. quesos d. jamones

3.- En la Edad Media tan solo el

pueblos.

por ciento de las personas vivían en

a. treinta b. veinticinco c. diez d. veinte

4.- La carne que se consumía en el Renacimiento estaba:

a. dulce b. salada c. agria d. ácida

5.- Mercaderes se aventuraron a atravesar el Sahara para llegar a:

a. Japón b. Francia c. Filipinas d. China

6.- La primera gran epidemia de fue a finales de 1518.

a. tifoidea b. paperas c. viruela d. sarampión

7.- Los misioneros hicieron construir y escuelas

a. casas b. castillos c. conventos d. iglesias

8.- Los misioneros con ayuda de los primeros conquistadores y nuevos

inmigrantes atendieron el desarrollo de la

a. caza b. evangelización c. agricultura d. enseñanza

77

UNIDAD 4

MÉXICO COLONIAL

OBJETIVO

El estudiante conocerá las principales características que tuvo el pueblo de

México al ser colonizado por los españoles.

TEMARIO

4.1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA ALIMENTACIÓN EN EL MÉXICO DE LA COLONIA

4.2. ALIMENTOS MÁS IMPORTANTES

4.3. PREPARACIÓN DE ALIMENTOS

4.4. ABASTOS DURANTE LA COLONIA

4.5. COCINAS CONVENTUALES

4.6. PLATILLOS ELABORADOS EN LOS CONVENTOS

78

MAPA CONCEPTUAL

79

INTRODUCCIÓN

Durante el virreinato se estableció un gobierno centralizado y autoritario, una

economía en la que los conquistadores explotaron materias primas

provenientes de la agricultura, ganadería y minería mediante el tributo y el

trabajo forzado de los indios, negros y castas, en una sociedad con

discriminación y desigualdad social.

Realizaron sangrientas persecuciones y se cometieron muchos

crímenes, se apoderaron de miles de indígenas por la fuerza y se entregaron

como encomiendas a los colonizadores. Les impusieron a los indígenas un

régimen de trabajo muy fuerte. Lo clasificaron en cuatro formas: esclavitud,

encomienda, repartimiento y trabajo jornal o peonaje.

Desde 1524 se estableció el sistema de encomiendas; así la corona

española saldaba su deuda con los colonizadores al pagarles sus servicios

durante la conquista y la colonia, al entregarle una comunidad indígena a su

servicio. Al mismo tiempo, el colono se obligaba a mantener sumisa a la

comunidad, “protegerlos” e instruirlos en la religión católica. La encomienda

sólo sirvió para disfrazar la esclavitud y el despojo de tierras de las

comunidades indígenas. Este sistema funcionó hasta 1720.

El repartimiento era una forma de trabajo obligatorio para todas las

comunidades indígenas en la época colonial. Debían entregar a los colonos

cierta cantidad de trabajadores, los cuales tenían que dar servicio a los

españoles en minas o campos agrícolas por un salario muy reducido. Sus

jornadas eran de dos a tres semanas sin descanso.

El peonaje tuvo que aparecer en el siglo XVII por que la corona

española necesitó dinero y vendió algunas tierras a particulares. Muchos

indígenas se emplearon para ser peones y evitar el repartimiento. Los dueños

de las haciendas encontraron un modo para que los indígenas estuvieran

endeudados con ellos de por vida, al adelantarles sueldos o fiarles en las

tiendas de raya.

80

En cuanto a la repartición de tierras, los españoles determinaron tres

formas distintas: las mercedes reales, los remates en subastas públicas y el

recurso de la composición.

Con las mercedes reales se les compensó o pagó a los españoles su

trabajo de conquista, y éstos se obligaban a no vender la tierra en al menos

cuatro años, a trabajarlas cultivándola y a no enajenarla.

Los remates se hicieron con la mira de aumentar los ingresos del erario,

al adquirir el dominio privado de baldíos a quien ofreciera más en una subasta

pública.

Y el recurso de composición, en donde con dinero extra para la corona

se confirmaba la posesión de la tierra.

El arrebato de las tierras que la corona española hizo al pueblo indígena

desde el inicio fue con engaños, violencia o fraude.

Al finalizar la unidad el alumno será capaza de establecerse un criterio y

una perspectiva de cómo inició nuestra nación, y la de trivialidades que

tuvieron que sobrellevar nuestros antepasados indígenas que al mezclarse

con los españoles crearon nuestra nacionalidad: la mestiza.

81

4. MÉXICO COLONIAL

4.1 CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA ALIMENTACIÓN EN EL MÉXICO DE LA COLONIA

Los indios comían raíces y hierbas y vendían sus animales y otras posesiones.

El hambre llegó al igual que las enfermedades. Así las poblaciones huían de

México en busca de un modo de ganarse la vida y el sustento.

La alimentación indígena no se limitaba a la producción agrícola. Pocas

regiones de América tenían recursos no agrícolas tan abundantes como en el

México colonial; el régimen alimenticio de los indígenas siguió siendo muy

variado. La extracción de sal, la pesca, la caza y la cría de animales eran las

actividades que contribuían al sistema alimenticio de los productos agrícolas.

Además del pescado, eran tradicionales muchos otros animales de

agua entre los indígenas y en su régimen alimenticio. Recogían salamandras,

larvas de libélulas, camarones y cangrejos de agua dulce, culebras y chinches

de agua y diversos gusanos. Ranas, larvas, crustáceos, moluscos, renacuajos,

cangrejos de agua dulce y otras criaturas del lago eran frecuentemente

mencionados en los registros de la conquista y colonia, como alimentos.

Los indios comían el axayacatl, insecto de agua, conocido ahora como

alimento de exportación para pájaros, lo mismo que sus huevos, que se

cultivaban en cañas en el agua y se ingerían en pequeñas tortas. Los izcauitli

se consumían en formas de densas masas de larvas parecidas a los gusanos.

El axolotl, blanco o negro, salamandra larval y de sabor parecido al de la

anguila se consideraba como pescado en los tiempos coloniales y se comía en

grandes cantidades. Las tecuitlatl, unas plantas de lago de color verde o

púrpura, se dejaban secar y se comían en tortas semejantes al queso verde.

La mayoría de estos alimentos nutritivos no les gustaban a los españoles, e

incluso entre los indios, el consumo de algunos de ellos era señal de situación

inferior. Una excepción era al ahuauhtli, que los españoles comían en los días

de abstinencia que marcaba la Iglesia.

Bernardino de Sahagún pudo enumerar más de 40 variedades de caza

acuática consumida por los aztecas, con datos sobre su apariencia, sus

rasgos y su lugar de habitación. Los patos, gansos y otras aves, que

82

invernaban en el valle en grandes parvadas, habían servido de alimento a los

habitantes desde hacía mucho tiempo. Su carne y sus huevos eran rica fuente

de proteínas en la dieta de los indígenas. Los pájaros también tenían un

significado especial en los rituales y augurios y se apreciaban por sus plumas

blancas o de color, que se utilizaban como ornamentos en la preciosa

artesanía plumaria. Las aves que más se utilizaban como alimento eran los

patos.

Los españoles laicos expresaron un mínimo interés por los rituales de la

cacería de patos, así como por el arte plumario que era todavía practicado a

fines del siglo XVII, aunque no con su antiguo esplendor. Los españoles

descubrieron que las plumas de ciertos patos eran útiles para escribir. Pero en

el periodo colonial estas actividades eran subordinadas al aprovechamiento

del pato como alimento. Como la carne era degustada por los españoles, la

cacería de patos se convirtió en una actividad en la que los españoles y

mestizos competían con los indígenas.

Se comía venado, conejos y liebres. Otros animales eran el armadillo y

la comadreja. Además, todo un pequeño mundo de mamíferos menores,

roedores, reptiles, sabandijas e insectos, incluso culebras, topos, ratones,

gusanos, saltamontes y hormigas, formaban el régimen alimenticio de los

indígenas.

Los españoles no participaron activamente en la cacería de conejos y

liebres, lo hicieron, no con la intención de adoptar un hábito de los indígenas

sino de imitar, hasta finales del siglo XVIII, a los franceses.

Durante el México colonial, la domesticación recibió un nuevo ímpetu en

la sociedad indígena, se criaron muchos animales europeos, el más popular

fue el pollo. Se podría decir que los factores que estimularon su cría fueron su

tamaño pequeño, la producción segura de huevo, su semejanza con el pavo y

la facilidad de su domesticación. Los pollos se multiplicaron rápidamente en

los primeros años. Era el artículo más común para el tributo en las

encomiendas de mediados del siglo XVI, después del maíz y el dinero. El

carácter doméstico de la cría de animales se aplicaba también a otros

83

animales criados por los indígenas, como patos, gansos, cerdos, cabras,

conejos, perros nativos, perros españoles e incluso coyotes. No hay

documentos que indiquen posesión de burros y mulas por indígenas hasta el

siglo XVIII.

En la sociedad indígena los caciques y principales adoptaron la cría de

ovejas, imitando a los españoles ricos. En los tiempos coloniales el consumo

indígena de pollo, cerdo, carnero, oveja y res fue una ampliación de la dieta

nativa original de patos, aves de caza, perros o carne humana. El consumo de

carne humana, que había sido una práctica ritual azteca, llegó a su fin de

inmediato después de la conquista.

El consumo de carne de perro continuó, pero a fines del siglo XVI sólo

se empleaba en fiestas. Por otro lado, los españoles permitieron a los

indígenas comer carne, excepto cuando había escasez de las carnes de ave,

cerdo, cordero. En cuanto a la res, los españoles consideraban que los indios

la consumían sin medida y sin contribuir al mantenimiento del ganado. Ni los

españoles ni los indios consideraban que la leche fuera una bebida para

adultos.

El café y el té, que tuvieron gran auge en Europa a fines del siglo XVII y

durante el XVIII, eran desconocidos en el mundo occidental y los indígenas

nunca los ingirieron. Por algún tiempo los españoles tuvieron la esperanza de

que los indios bebieran cerveza y establecieron una modesta industria de

cervecería, pero el mercado fue una mera ilusión.

El consumo indígena de vino y coñac fue limitado gracias a los

esfuerzos de las autoridades españolas, las cuales impidieron que los

bebieran. Los españoles fueron motivados no por el temor de que los indios

agotaran las existencias, sino por la inquietud moral y social causada por la

tendencia generalizada de los indígenas a embriagarse. Los indios bebían

pulque e ingeniaron formas para fabricar otros intoxicantes baratos o bebidas

prohibidas como chinguirito, mezcal y sangre de conejo. En lo que respecta a

las bebidas no intoxicantes, los indígenas preferían el sabor del chocolate,

como artículo de primera necesidad en el periodo colonial.

84

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno hará una investigación de las principales hierbas que se utilizan en

la gastronomía de México desde la época colonial.

4.2 ALIMENTOS MÁS IMPORTANTES

En México, Hernán Cortés introdujo el arroz, trigo, cebada, caña de azúcar,

toda clase de ganado y el gusano de seda. Pero en cuanto conocieron el maíz,

así como sus características, su alto rendimiento, su facilidad de cultivo, así

como su calidad nutritiva, de inmediato lo mandaron a Europa. A partir de

1552, México exportaba azúcar hacia España; el ganado y los nuevos cultivos

se extendieron al sur, donde se desarrollaría la vid y el olivo y diversos frutos

europeos (manzana, pera, etc.), y el plátano en las zonas tropicales. Los

colorantes vegetales (palo de Brasil, índigo y cochinilla) se daban fácilmente

en las Antillas y Nueva España, y tuvieron una gran utilización en la industria

europea, casi 100% de la producción se exportaba. Las vacas y las cabras

proporcionaron una dieta láctea y cueros.

La agricultura colonial estaba atrasada por diversos motivos, como el

latifundismo laico y eclesiástico; la política de la Iglesia de no cultivar las

tierras de su propiedad; las órdenes de la corona española para prohibir el

cultivo de vid, olivo y árbol de la morera, y la reducción de las superficies

cultivadas en beneficio de la ganadería.

Los españoles acapararon las mejores tierras de cultivo, pero la

agricultura indígena permaneció y sobresalió en importancia por su alta

producción de maíz, frijol, chile y maguey, ya con técnicas europeas de

labrado, pero sin utilizar el arado y la yunta. Este sistema de cultivo era

principalmente de autoconsumo. El bajío se convirtió en el granero de la

Nueva España.

Para los indígenas, el ciclo de cultivo del maíz no había cambiado en lo

absoluto, continuaba siendo anual. Los españoles notaron la gran diferencia y

calidad superior del maíz blanco, al de las demás especies, además, con la

ventaja que se desarrollaban sólo en seis meses, que se podía guardar por

85

periodos largos, y respecto al sabor, era preferido para el consumo humano;

así que acaparaban para ellos la producción de éste. Debido a la alta

exportación del maíz blanco, los indígenas comenzaron a preocuparse, ya que

su alimentación, así como parte de su población animal domesticada,

dependían de él. La posibilidad de desarrollar nuevas técnicas que mejoraran

la calidad del maíz, fueron factibles pero para los indígenas la influencia de

sus costumbres seguía siendo fuerte.

Después del maíz, el producto cultivado más importante de la

agricultura indígena colonial fue el maguey, cuyas propiedades agrícolas eran

muy diferentes a las del maíz, requería de hasta 10 años para madurar, y

poder extraer los jugos para hacer el pulque, este periodo se extiende algunos

meses, por su capacidad tan limitada para recibir agua. El área sembrada de

maguey aumentó en el periodo colonial. El gobierno real no podía impedir la

manufactura del pulque, así que procedió a dar licencia a las pulquerías y a

cobrar impuesto a los productores en el siglo XVII.

Además, cultivaron productos como el frijol americano, la chía, el

amaranto, el chile, las calabazas y los tomates. Los frijoles eran usados en

algunos casos como producto tributario en el siglo XVI. La chía y el amaranto,

no les gustaron a los españoles ni como alimento ni como artículos de

comercio.

La industria de la sal dependía de la salmuera natural de los lagos

septentrionales y del lago de Texcoco, que contenía sal común (cloruro de

sodio) y carbonato de sodio. Los indígenas de la época colonial no extraían la

sal directamente de las aguas de los lagos, sino siempre de los suelos que los

rodeaban, donde las sales se acumulaban. El proceso moderno de

evaporación solar se desconocía en esa época. El producto final era un bloque

de diversas sales oscuras y secas, al que se le daba la forma y el tamaño

aproximado de una hogaza grande de pan de trigo. Estas hogazas las vendían

los indígenas en la región durante el siglo XVI.

Las raciones alimenticias en el trabajo, reflejaban los gustos de los

indígenas, que incluían tres productos principales: maíz, chile y sal, y todo lo

86

demás se consideraba como “ración extraordinaria”. Los españoles

despreciaban la sal argumentando que era nociva y poco saludable. Sin

embargo, lo utilizaban para curar jamones y para salar otras carnes, por lo que

los indios podían venderla en los mercados españoles así como en los suyos

propios.

La pesca, así como la extracción de sal, se limitaba a las regiones

lacustres del valle. En los lagos de agua fresca había peces, llamados xohuilin

(juile), y otras especies conocidas como ixtacmichin o pescado blanco. El

pescado de agua salada es el charal blanco o amarillo. Los españoles

conservaban su gusto por el pescado seco de mar, que importaban de la costa

del golfo.

La relación de los pueblos con el medio creó regiones especializadas en

la producción de sal, pescados, lana, cal, petates y otros artículos, además de

los productos alimenticios agrícolas, al igual que sus antepasados. El periodo

colonial modificó, pero nunca alteró, el principio de especialización de

comunidades y barrios.

El trigo fue cultivado en propiedades de españoles y sólo para el

consumo de españoles. Las habas, frijoles tradicionales europeos, era una de

las novedades de la agricultura española adoptada por los indígenas para su

propio uso. Otras, en diversos grados, fueron las coles, las alcachofas, la

lechuga, los ajos y los rábanos. Igualmente se cultivaba vid hacia 1579, así

como aceitunas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno realizará un listado de 20 platillos que incluyan como ingrediente

principal el maíz.

4.3 PREPARACIÓN DE ALIMENTOS

Las chinampas (o camellones, como eran llamados en general por los

españoles en el siglo XVIII) eran segmentos de tierra artificialmente

construidos en los lagos o canales, e irrigados por las aguas que los rodeaban.

Éstas rendían ricas cosechas por las técnicas altamente intensivas de cultivo:

87

fertilización con plantas acuáticas, riego regular, trasplante de las plantas

jóvenes de los almácigos (esto permitía varias cosechas al año), relleno,

sustitución de suelos y cubrimiento con coles y otras hojas.

Los productos que se cultivaban en las chinampas eran nabos,

cebollas, zanahorias, lechuga, col, chía, calabaza, tomates, quelites y maíz en

grandes cantidades. Las condiciones coloniales favorecieron la preservación

de esta agricultura en condiciones invariables.

Los indígenas, durante siglos, han comido maíz, por lo general en forma

de tortilla, preparado de la siguiente manera: las semillas se remojaban en

agua de cal (lo que aumenta mucho su contenido en calcio), luego se molían

en el metate, y se cocían en el comal. La molienda a mano liberó a las

comunidades indígenas de la dependencia en los molinos y el agua, que era

un factor indispensable para los colonizadores.

Durante los tiempos de escasez, los indios mezclaban insectos en la

masa y ocasionalmente las tortillas las hacían de cebada o de maguey. El

maíz lo remojaban en agua, lo cocían y lo consumían como bebida. Llegó a

tanto la escasez que se tenían que alimentar con las hojas y los tallos del

maíz; que antes de la colonización, sus antepasados los utilizaban para hacer

las bardas de sus casas.

La tortilla recién hecha es suave, pero en unas cuantas horas se seca y

se vuelve casi incomible, por lo que debe ser fresca para cada comida. Esto

explica porqué el alimento que llevaban los trabajadores en los primeros

repartimientos era tan susceptible de descomponerse y porqué las mujeres,

que hacían las tortillas, acompañaban a los grupos de trabajadores reclutados.

Para preparar la bebida de cacao, los granos se molían y el polvo

resultante se remojaba en agua caliente, y se cocía con miel, maíz u otros

ingredientes.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará el proceso de la elaboración del chocolate desde el

cultivo de la semilla del cacao, en los estados de Oaxaca y Tabasco.

88

4.4 ABASTOS DURANTE LA COLONIA

Hernán Cortés y su ejército, apoyados por los indígenas de Zempoala,

entraron en 1519 al territorio mexica, cruzaron Tlatlauqui y descendieron a

Tlaxcala sin hallar prácticamente resistencia. Los pueblos aledaños, cansados

de la dominación del imperio azteca, los dejaron pasar. Con los tlaxcaltecas

pactó una alianza y juntos fueron contra Cholula, donde, creyendo que les iban

atender una emboscada, los tomaron por sorpresa, y Cortés ordenó la cruel y

sangrienta matanza de toda la población, lo cual llenó de temor a los pueblos

vecinos. De ahí siguió a los señoríos de Huejotzingo y Calpan, que tuvieron

que darle grupos de guerreros para ir a Tenochtitlán. Subieron al ahora Paso

de Cortés, que está entre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, desde

donde vieron todo el poderío de la capital del imperio. Después de conquistar

Tenochtitlán, con gran saña penetraron a Tecamachalco, Izúcar y toda esa

región fue prácticamente devastada, tomando prisioneros, para luego

convertirlos en esclavos. Después, subieron a la sierra y, para 1522, toda la

región estaba dominada.

Hernán Cortés frente a Moctezuma

http://4.bp.blogspot.com/

Cortés asignó a sus amigos y seguidores, los señoríos más importantes

y se instaló el sistema de encomiendas. Poco después se inició la Primera

Audiencia. En 1524, llegan los primeros franciscanos y se instala la Segunda

Audiencia.

89

Al momento de la conquista toda la región estaba poblada, tenía un alto

nivel cultural, organización agrícola, vida civil y religiosa. Después hubo una

gran depresión, epidemias que diezmaron la población en número y

capacidad. Los españoles se apoderaron de todas las tierras y de la poca

gente que quedaba, menos de la mitad de antes de la conquista.

El suministro de alimentos en las haciendas era igual para todos. Al

principio los indios se suministraban sus alimentos y si el salario era de dos

reales por un día de trabajo, uno podía ser pagado en dinero y el otro se le

pagaba con una ración de maíz. Después se les dio a los indios la opción de

escoger entre recibir un real al día con alimentos o un real y medio sin

alimentos. Para el resto de la época colonial se les suministraba alimentos y

salario adicional.

A mediados del siglo XVI empezó a progresar la ganadería, y en el

terreno de la agricultura, se introdujeron nuevas especies para el cultivo, como

avena, trigo, cebada, vides, árboles frutales y olivos. En el sur se sembró caña

de azúcar. Se instalaron industrias textiles en el centro. Se explotó la

cochinilla, insecto que vive en el nopal y que tiñe color de grana,

proporcionando riqueza debido a su exportación.

Se plantaron moreras en Tepeji y Atlixco y se crió el gusano de seda, la

cual se tejía en Puebla. Después por prohibición real, desaparecieron estas

industrias, así como el olivo y la vid.

Desde entonces, la ciudad ya centralizaba la riqueza y la mayor parte

de la población. La riqueza estaba en manos de la aristocracia y de la Iglesia.

No dejó de haber constantes connatos de insurrecciones de la población

trabajadora de la ciudad y de los grupos de la periferia, pero había una férrea

dominación de ese poderoso grupo elitista.

Después de la cosecha, el maíz se almacenaba para el invierno

improductivo y guardaban pequeñas cantidades de semillas para el uso diario.

Cantidades mayores de mazorcas se guardaban en trojes de modelos

indígenas o en los grandes almacenes de las haciendas del siglo XVIII.

90

La verdad es que los indios comían bastante bien cuando el maíz era

abundante y se morían de hambre cuando el maíz era escaso. La abundancia

y escasez se podían medir de acuerdo al precio del maíz, ya que éste fue

siempre una estadística clave en el periodo colonial, un índice del costo de

toda una serie de artículos como la carne, manteca, trigo, frijoles y otros

productos alimenticios en los mercados indígena y español. El maíz fue en

aumento de precio notablemente en los siglos XVI y principios del XVII

cuando la población indígena estaba en decadencia y el cultivo disminuía.

La época y la situación elevaron los precios de la carne, el trigo y los

frijoles. Actividades como la cerámica y la recolección y venta de zacate como

forraje también se vieron afectadas.

En relación con la agricultura, las etapas claves de adquisición y uso de

la tierra favorecieron el desarrollo de las fincas de trigo españolas (labores de

pan), la agricultura comercial del maíz y la hacienda de producción múltiple.

Los años críticos para la agricultura indígena fueron periodos de prosperidad

relativa para las haciendas, que extendieron su control de los mercados

españoles a los mercados indígenas, especialmente en lo que respecta al

maíz y al pulque, desplazando a los indígenas en sus ofertas y mermando

constantemente su agricultura.

La importación de semillas de cacao de las regiones del sur de México

se hacía desde antes de la conquista y prosiguió durante las primeras décadas

posteriores a la conquista. Hacia 1540 las plantaciones del sur disminuyeron

porque la población indígena se redujo en las regiones de plantaciones, y el

cacao se importó de Guatemala y Sonsonate, ahora el Salvador.

Cerca de 70 años el cacao se importó de Centroamérica. A principios

del siglo XVII, los centros de importación se extendieron aún más hacia el sur.

Hacia fines de la época colonial, barcos de Campeche, Tabasco, Maracaibo y

otros puertos traían cacao a Veracruz, y tranvías de mulas transportaban el

cacao traído de Guayaquil desde Acapulco a la Ciudad de México.

Solo su gusto y tradición tan arraigados explica la existencia de tales

líneas para abastecer este producto. El cacao se utilizaba como medio de

91

cambio y se vería, ya antes de la conquista, pero su popularidad como bebida

aumentó en el periodo colonial, en tanto que su uso como moneda disminuyó.

El intercambio económico en el valle se efectuaba por tradición en el

tianguis, o mercado indígena, que había existido en locaciones fijas en los

pueblos aztecas, comúnmente a intervalos de cinco, 13 o 20 días bajo la

supervisión del tlatoani de la comunidad. Los mercados usaron en parte el

sistema de trueque, pero sólo con unos cuantos productos, especialmente

grano de cacao, maíz y mantas, que servían como medios comunes de

cambio. No se produjo ninguna transformación inmediata o drástica en los

mercados indígenas a raíz del establecimiento de la colonia española.

El mercado de Coyoacán y el de Tlaltelolco eran los más importantes a

mediados del siglo XVI, incluían materiales de construcción (piedra, cal,

madera), ropa y textiles (camisas, lana tochomitl), alimentos (izquitl o granos

de maíz tostados, tamales, chía, chile, pescado, cacao), materiales para la

preparación y almacenamiento de alimentos (leña, cerámica, canastas,

comales, molcajetes) y accesorios de casa (petates, velas, pino para

antorchas). Otros materiales que se vendían eran cuchillos, recipientes de

metal, torteras de rueca (malacates), plumas, correas (mecapales), escobas,

corteza de roble (empleada como goma de mascar), hierbas medicinales y

diversos materiales para fumar o para incienso. Las mujeres indígenas

vendían plantas medicinales en los mercados coloniales, eran conocidas por

su destreza en el uso y preparación de las mismas.

Es posible que el pequeño número de productos españoles

mencionados entre los artículos de comerciantes indígenas en el siglo XVI,

como el papel, cuchillos, jabón, índigo, hilo azul y rojo y “mercancías de

Castilla” en general, haya sido parte para el consumo de los españoles.

El Virrey Velasco, en el año de 1551, estableció un par de leyes

relativas al abastecimientos de la ciudad, después de la plaga, la audiencia

estableció que todos los pueblos dentro de un área de 20 leguas debían llevar

todos los sábados a los mercados de la ciudad: 100 pavos, 400 pollos, 2 800

huevos y toda la leña y forraje disponibles. Y restringió agudamente los

92

mercados indígenas de la calle, salvo los de la ciudad misma y de Texcoco.

Estos últimos deberían limitarse a la venta de tortillas, tamales y frutos nativos.

El propósito del Virrey era asegurar cantidades suficientes de pollos, mantos,

maíz y cacao para la ciudad.

Para finales del siglo XVI, se explotaban industrias de sal y cal. De los

juncos del lago hicieron una industria de fabricación de petates y en el agua

pescaban y cazaban patos y otros pájaros. Las chinampas producían maíz

más abundantemente y era un maíz que maduraba rápidamente y podía ser

cosechado, pero estas condiciones no duraron. En el siglo XVIII, las mejores

tierras del pueblo se perdieron, y las que quedaban eran demasiado

pantanosas para la agricultura. Los indios tuvieron que rentar los campos de

maíz a los pueblos vecinos y todas las industrias se perdieron.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno desarrollará una lista de al menos 20 chiles diferentes que se

cultiven en México con sus principales características.

4.5 COCINAS CONVENTUALES

Hacia 1570 había cerca de 300 monasterios en América. La tarea de los

religiosos no fue fácil, pues ante todo tenían que recabar la ayuda de los

colonos españoles.

Las monjas estaban encargadas de preparar a las hijas de los colonos

en tareas domésticas, sobre todo en el arte de la gastronomía, para que ellas

al casarse la pudieran transmitir a sus esclavas indígenas.

Durante la Nueva España, las labores cotidianas de las religiosas y la

parte activa de la vida conventual femenina, sin por ello ignorar la

contemplativa, meollo de la vida religiosa, fueron de suma importancia.

93

Cocina conventual

http://www.charmcomfort.com/imagens/Conventual

Ora et labora, resume el enfoque que en la vida consagrada se da al

trabajo; este es meritorio cuando se hace por amor a Dios y a él se brinda. Por

eso, al disponerse a cocinar las monjas pedían a Dios y a los santos de su

devoción que el guiso quedara bien. Para nadie es un secreto que las monjas

se han destacado como excelentes cocineras, dando como resultado otra

forma de oración.

No cabe duda que los braseros, fogones y hornos monjiles fueron

lugares privilegiados para la gestación y nacimiento de la cocina mexicana,

una de las más variadas del mundo. Mujeres españolas, criollas, mestizas,

indias, filipinas y negras llevaron a las cocinas conventuales recetas europeas,

en particular mediterráneas y de origen árabe: indias de todas las regiones del

país, mozas filipinas y esclavas llegadas del Caribe o de África, sumaron su

sazón a lo que de otras mujeres aprendieron. Allí coincidieron tantas

tradiciones culturales como grupos sociales hubo en la Nueva España. En los

metates y molcajetes de los conventos se molieron los más variados

ingredientes; se sazonaron, perfumaron y recibieron color de ciertas flores,

mediante el uso de la herbolaria local y de raras especies de otros países. Al

sumarse, combinarse y mezclarse ingredientes y procedimientos en los

platillos que se sirven en una sola comida, puede observarse el más rico de

los mestizajes: el culinario.

Santa Teresa de Jesús decía: “Entended que sí, es en la cocina, entre

los pucheros anda el Señor”.

94

Las monjas se encargaban también de preparar las delicadezas

gastronómicas para los compromisos de los arzobispos.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno realizará una investigación de la biografía de Sor Juana Inés de la

Cruz, incluyendo el convento y congregación de la época Colonial a la que

pertenecía. Y además, hará una investigación de la receta del rompope.

4.6 PLATILLOS ELABORADOS EN LOS CONVENTOS

Durante la época de la Nueva España, en la Ciudad de México había 21

conventos, y en las ciudades de Guadalajara, Jalisco, Morelia, Michoacán,

Oaxaca, Puebla, Morelos, Querétaro, Durango y Mérida, sumaban 20.

Destacaremos los de mayor influencia en la gastronomía, aunque todos

tuvieron sus aportaciones.

Convento en Morelos

http://sobre-mexico.com/wp-content

Convento de Santa Mónica. Fundado en 1688 (Puebla) Este convento debía

ser albergue para señoras cuyos maridos anduvieran de gira o emprendiendo

el largo viaje a España, después fue monasterio para agustinas. Estuvieron

ahí durante dos siglos y medio hasta la persecución de 1930.

Preparaban la tinga poblana, huevos en rabo de mestiza, tamales

cernidos y, de acuerdo a la tradición, los chiles en nogada, inspirados en los

colores patrios: verde, blanco y rojo. Platillo preparado un 28 de agosto, día de

95

San Agustín, en honor de don Agustín de Iturbide, consumador de la

Independencia y fugaz emperador de México

Convento de Nuestra Señora de Guadalupe y Santa Coleta. Fundado

en 1787, fue el penúltimo en las fundaciones de la Nueva España, tenían a su

cargo todos los ornamentos que aun conserva la Basílica de Guadalupe,

provenían de los dedos de las religiosas. La especialidad del convento era el

rompope “Santa Clara”, creación de sor Caridad, así como los bollos de leche,

confituras, pastas de diversas masas y campechanitas de hojaldre, que hacía

sor María del Buen Pastor, dama pobre del Señor San José.

Convento de Jesús María. Fundado en 1581. Se ordenaba que la

Fundación fuese para que en ella “se recojan y remedien hijas y nietas de los

descubridores y antiguos pobladores de esa tierra, pobres y virtuosas.

Su mayor especialidad eran los exquisitos dulces de mazapán de

almendra en forma de frutillas. Los colores los obtenían de insectos, plantas y

minerales prehispánicos: el rojo de la cochinilla (Coccus cati), el amarillo del

zacapale (parásito del pirul, Cuscuta convulvulácea), el naranja de la flor

cempoalxochitl (Tagetes erecta), el azul del añil o del zumo de la flor de

matlalxochitl o hierba de pollo (Commelina coelestis); y el verde se obtenía del

zumo de la hierba del pollo a la que se le añadía tequesquite.

Convento de la Encarnación. Fundado en 1953, con espléndidas

proporciones y vasto patio rodeado de arquería en estilo barroco “austero”, se

ilumina con el reflejo de los azulejos que recubren la torre de la iglesia. Entre

los privilegios de los que podían gozar las monjas estaba el de calentar su

celda con un brasero. Otro, era el de tener un Nacimiento particular todo el

año, debido al Misterio de la Encarnación. La marquesa de Calderón opinó en

una visita que era “un pequeño pedazo de cielo en la tierra”. Dos de las más

grandes especialidades del convento son:

Manjar de Monjas, postre hecho a base de ciruelas pasas y almendras,

aromatizado con agua de azahar y merengue, servido en frío.

96

Miel rosada, que se preparaba con pétalos de rosa molidos con agua caliente,

exprimidos y el zumo hervido con azúcar y miel virgen; se usaba para

perfumar los dulces.

Convento de Santa Clara. Fundado en Puebla en 1607. Las monjas

poblanas servían a Dios, y a sus semejantes confeccionando deliciosos

platillos barrocos. Las frutas ya cubiertas o cristalizadas, prensadas o en jalea,

hechas por las clarisas, parecían venir del Edén.

Quizás también fueron ellas, las monjas clarisas, las creadoras de otras

golosinas, como los muéganos, macarrones, jamoncillos, bocados de dama,

picones, suspiros de monja, turrones de yema, y polvorones. Nada más de

verlos es un goce supremo, comerlos es sentir la gloria. Al convento nunca le

faltaba azúcar, pues le llegaba por carretadas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno hará la investigación de la receta tradicional de los Chiles en

Nogada.

97

AUTOEVALUACIÓN

Llenar los espacios en blanco:

1.- Los indios comían el axayacatl, insecto de agua, conocido ahora como

alimento de exportación para .

2.- Sahagún pudo enumerar más de

consumida por los aztecas.

variedades de caza acuática

3.- Se criaron muchos animales europeos, el más popular fue el .

4.- Después del maíz, el producto cultivado más importante de la agricultura

indígena colonial fue el .

5.- La industria de la

dependía de la salmuera natural de los lagos

septentrionales y del lago de Texcoco

6.- Las (o camellones, como eran llamados en general por

los españoles en el siglo XVIII) eran segmentos de tierra artificialmente

construidos en los lagos o canales e irrigados por las aguas que los rodeaban.

7.- Al disponerse a cocinar las monjas pedían a y a los santos de su

devoción que el guiso quedara bien.

8.- Las monjas del Convento de Santa

servían a Dios, y a sus

semejantes confeccionando deliciosos platillos barrocos.

98

UNIDAD 5

TIEMPOS DE GUERRA

OBJETIVO

El estudiante conocerá como afectó la guerra de independencia la

alimentación del país.

TEMARIO

5. TIEMPOS DE GUERRA

5.1. SITUACIÓN DURANTE LOS TIEMPOS DE GUERRA

5.2. LAS HAMBRUNAS

5.3. ESTILO DE COMIDA EN TIEMPOS DE GUERRA

5.4. MESONES Y FONDAS

5.5. ZONAS PRODUCTORAS DE ALIMENTOS

99

MAPA CONCEPTUAL

100

INTRODUCCIÓN

En Veracruz fue donde cambió en unos días la historia, al desembarcar

Hernán Cortés. Es a partir de su obra que se fue formando la Nueva España,

se creó una gran multitud de personas e instituciones desiguales, en un

proceso que duró tres siglos.

Se dio origen al mestizaje y se desarrolló lo que ahora es México, con

su gente derivada de indígenas (con diferentes culturas), negros (de diversas

partes de mundo) y españoles (desde castellanos, andaluces, etc.). Nacieron

así, la comida, la música, las letras, las artes, los pueblos y la nueva nación.

Todavía hay quienes lamentan los hechos de destrucción de una

civilización original americana, susceptible de desarrollo, que fue sustituida por

las sombras de un virreinato español y de una república mestiza.

El puerto de Veracruz fue de gran importancia en la época colonial,

pues era el punto que comunicaba lejanas tierras europeas con la capital del

virreinato. La riqueza en manos de los españoles y luego mestizos se

incrementó mucho en estas productivas y pródigas tierras.

La gastronomía es el resultado de un largo proceso que reúne las más

antiguas tradiciones en las que el maíz es el centro de la vida misma y materia

de la creación. El maíz era el sustento principal de los indígenas antes de la

llegada de los españoles, con él se elaboraban alimentos y bebidas que aún

hoy son base fundamental de nuestra alimentación.

Con la consumación de la conquista, los caciques españoles, y después

los mestizos en la segunda mitad del siglo XVII, tenían absoluto poder sobre

tierras y hombres. Pero para entonces, el descontento de los novohispanos se

incrementaba y nacía en ellos el deseo de independizarse de España.

101

5. TIEMPOS DE GUERRA

5.1. SITUACIÓN DURANTE LOS TIEMPOS DE GUERRA

La nueva población, la mexicana, nacida de este modo, ni indio, ni español,

sino producto de ambos, estaba en plena formación histórica, buscó después

de 300 años la independencia, a principios del siglo XIX, coincidiendo con

movimientos similares que ocurrieron por los mismos años en casi todas las

demás colonias españolas de América.

La independencia era algo que iba en la naturaleza de las cosas, las

razones que motivaron la separación son diversas, como el desarrollo material

e institucional de la Nueva España, la oposición de los novohispanos contra

los españoles, los errores de España respecto de la colonia en materia

económica, la existencia de importantes diferencias en la posesión de la

riqueza y en la categoría social de los pobladores, la participación de los

eclesiásticos a favor de la independencia, la difusión de ideas revolucionarias

venidas del extranjero y las influencias políticas exteriores.

Era natural que todo esto pesara a favor de la independencia, los

ánimos de los habitantes estaban predispuestos a tener su propio gobierno. El

descontento de los novohispanos iba creciendo, se daba preferencia a los

españoles y los novohispanos se sentían distanciados y postergados, nacía en

ellos un espíritu nacionalista y ya no querían tolerar en tierra propia un

gobierno manejado por extraños, aunque estos llevaran su misma sangre.

Hubo limitantes por parte de España en la producción de vides y olivos

y prohibiciones completas de producción de seda, aguardientes y extracción

de mercurio y de hierro. No podía haber operaciones mercantiles directas de la

Nueva España con naciones extranjeras, sin tener que pasar por España

primero. El dinero obtenido de la Nueva España servía además para ayudar a

países como Filipinas, Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba. Además que

España se encontraba en un momento de decadencia política. Y el pretexto

para que se desencadenaran los hechos de independencia fue la invasión

napoleónica a España en 1808, que al verse trastornados, repercutió en las

102

colonias españolas de América, haciendo posible que comenzaran las luchas

a favor de la independencia pacífica.

Al principio, los liberales en sus reuniones prometían fidelidad al rey de

España, al que respetaba el pueblo, lo que deseaban era destituir a los

europeos de los puestos públicos, a fin de que la administración quedara en

manos nativas.

La Nueva España fue una de las partes del Imperio Español que gozó

de mayor tranquilidad a los largo de los 300 años que duró la colonia en

comparación con otras regiones como las islas del Caribe o la propia España.

Por esto no hubo necesidad de crear un gran ejército profesional en este

territorio. Sino hasta el siglo XVIII cuando Francia, Inglaterra y Rusia

amenazaron al Imperio Español. Sin embargo, desde fines del siglo XVI existía

una especie de ejército permanente en las zonas de frontera que luchaba

constantemente con los llamados indios barbaros, y aunque era muy reducido,

sentó las bases en que se organizaron los demás cuerpos militares de la

Nueva España. Este ejército de frontera estaba acuartelado en pequeños

fuertes conocidos como presidios, distribuidos en zonas casi deshabitadas de

Sonora, Arizona, Alta y Baja California, Chihuahua, Nuevo México, Coahuila,

Nuevo León, Tamaulipas y Texas.

Los soldados gozaban de buen sueldo y casi nunca se les pagaba con

dinero, sino en especie, como con alimentos, que eran traídos del virreinato,

como manteca, aceite, sal, bebidas destiladas, chocolate, azúcar, miel y

harina. Su dieta básicamente consistía en lo que pudieran conseguir en

regiones casi desérticas, como cordero, trigo, maíz, carne de los animales que

cazaban. Para salir a una larga campaña contra los indígenas, se les

brindaban alimentos de larga duración sin descomponerse, como las galletas

de munición, una especie de pan de maíz seco y duro, o tiras de carne seca

llamada charquí o tasajo, además de artículos de uso diario, como harinas y

granos a los que le añadían los frutos que recogían y lo obtenido de la caza;

sin embargo, los indios nómadas solían dejarlos atrás pues podían comer casi

cualquier planta, fruto o animal del desierto. Y como los españoles no comían

103

de las sabandijas con que los indios se alimentaban en campaña, llevaban

canastos con víveres para la subsistencia.

Desde 1764 se formó un ejército formal que tenían un total de tropas de

cuatro mil elementos, así que se empezó a formar un sistema de abasto para

distribuir alimentos a todo el virreinato. Había muchos casos de corrupción en

el frágil sistema de abasto, por lo cual los soldados se vieron forzados a robar

animales y granos para sobrevivir.

A los soldados acuartelados se les autorizaba vivir con sus familias de

manera que sus esposas seguían cocinándoles en pequeños cuartos dentro

de los fuertes, como si estuvieran en casa. Los solteros, tenían que recurrir a

fonderas y cocineras, pues en los cuarteles no había comedores comunales.

En algunos lugares del norte se les asignaban tierras a los soldados y ellos

sembraban sus milpas, cuidaban de vacas y borregos y vivían casi todo el

tiempo con sus familias. El ejército novohispano se vio enfrascado en mayores

luchas antes de la guerra de Independencia, los ejércitos insurgentes que

enfrentó desde 1810 carecían realmente de organización militar.

Las tropas del cura Hidalgo, por ejemplo, estaban formadas en su gran

mayoría por gente pobre del bajío sin mayor preparación militar, viajaban con

sus familias completas hacia los campos de batalla. Conseguían alimentos

regalados o hurtados en las poblaciones del camino, y las mujeres cocinaban

para la propia familia. El campamento rebelde parecía un pequeño pueblo

improvisado con tiendas, en medio de las cuales las mujeres molían maíz,

echaban las tortillas y si había suerte, cocían ollas de frijoles con chile.

Gran parte de los ejércitos insurgentes perdieron ante el realista y éste

se convirtió al consumarse la independencia en la base del ejército mexicano.

La organización formada en las últimas cinco décadas de dominio español

comenzó a desmoronarse ante las dificultades económicas que tuvo que

enfrentar el gobierno Independiente. El ejército carecía de recursos, pese a

que se le asignaba 80% del presupuesto nacional. Los sistemas de abastos

fallaron desde el principio, la inestabilidad política hacían que los soldados

entraran continuamente en combate, lo que aumentaba los gastos militares y

104

la escasez de alimentos. Las guerras traían consigo problemas de distribución

de alimentos por lo que subían los precios exageradamente.

Estos ejércitos en constante movimiento se convirtieron en una

amenaza para la población civil que con armas en mano, grupos de soldados

abarrotaban los mesones, las fondas y las casas de los pueblos o

simplemente robaban los animales. También robaban los granos guardados

en alhóndigas, tierras, ranchos y haciendas. Mientras que sus mujeres les

echaban las tortillas y les preparaban atole o café tres veces al día durante las

largas marchas en despoblado, o cuando acampaban esperando el momento

de la batalla. Los extranjeros se sorprendían del aspecto de las tropas

imperialistas mexicanas en campaña, acompañadas en su marcha por multitud

de civiles, gente agregada a la multitud de mujeres que siguen a los soldados

mexicanos y que los sirven, no solamente de esposas, sino también de

cocineras, lavanderas, etc. Se les llamaba soldaderas y daban junto con las

tropas el aspecto de una emigración.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará de qué manera la industria minera impulso al comercio,

la ganadería y la agricultura en tiempos de la Independencia.

5.2. LAS HAMBRUNAS

Aunque por lo general la población mexicana urbana casi no padeció la

escasez de comida por la inestabilidad política, el estado de sitio en las

poblaciones importantes llegó a causar problemas de abasto. Durante el sitio

de Querétaro, Puebla y la Ciudad de México en 1867 por las fuerzas liberales,

el maíz, la carne, y el frijol, multiplicaron hasta seis y siete veces los precios;

los mexicanos comenzaron a atar sus caballos y mulas para ahorrarse el

forraje y comer su carne. Y con el mismo fin robaron los animales del ejército.

Pronto los imperialistas tuvieron que imitarlos, y sólo quedaron vivos los

animales que el ejército necesitaba.

105

La falta de provisiones crecía en el interior de la plaza diariamente;

mataban los caballos para alimentarse y aun los gatos y los perros, valía dos

pesos la libra de pan aunque se hiciera con almidón; se habían acabado el

arroz y los frijoles. Se presentaban grandes grupos de mujeres y niños

desfallecidos por el hambre todas las mañanas en las calles solicitando con

gritos lastimeros que se les dejara salir de la ciudad; otras multitudes pedían

tumultuosamente maíz, rompían las puertas de los lugares donde se decía que

existían los cereales y no encontraban nada.

Los pronunciamientos, guerras civiles y rebeliones no provocaban por sí

mismos la destrucción de cosechas o la confiscación de alimentos. Pero los

levantamientos si afectaban el ritmo de la siembra y la cosecha de los pueblos.

Los mexicanos se acostumbraron al ir y venir de las fuerzas armadas, en las

invasiones francesa y norteamericana no distinguían entre el ejercito nacional

y el extranjero, los modestos campesinos y los grandes comerciantes no les

importaba tener que vender víveres a los extranjeros, siempre y cuando los

pagaran puntualmente. Durante la intervención norteamericana de 1846-1848

los vendedores ambulantes seguían a los soldados americanos que cobraban

puntualmente sus sueldos, y poco después de la entrada de los invasores al

Valle de México, los grandes comerciantes capitalinos presionaron al gobierno

mexicano para que decretara una tregua que les permitiera vender carne y

harina a los norteamericanos. Y hacer de esa guerra un buen negocio.

Las tropas independientes revivieron muchas de las prácticas de abasto

y alimentación consolidadas en el siglo anterior. La nueva época empeoró los

problemas de abasto que se habían experimentado en menor escala durante

el siglo XVIII y llegó a ocasionar largas temporadas de gran carestía de

alimentos y hambre.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará los estados de la república mexicana en que se sufrió

más el hambre.

106

5.3. ESTILO DE COMIDA EN TIEMPOS DE GUERRA

Las zonas rurales de México eran el principal ejemplo de la comida tradicional

mexicana. Los habitantes del campo tenían menos posibilidades de adquirir

alimentos producidos en otras regiones, pero también tenían menos

estabilidad política. La comida estaba al alcance de su mano en caso de

quedar aislados, ya que eran autosuficientes al cosechar frutas y verduras y

cazar sus propios animales, y en caso de llegar tiempos más difíciles se

condenaban a una dieta más monótona, consumiendo maíz, frijol y chile. Al

igual que en la ciudad, la clase social era muy importante para decidir qué y

cómo se comía, pero a diferencia de las ciudades, la cocina de las zonas

rurales era menos variada y con menores contrastes entre las clases.

Las grandes haciendas en provincia, que eran habitadas por clases

altas rurales, exhibían muy poco lujo, en comparación con las fincas de la

aristocracia urbana. Las cocinas tenían suficiente ayuda doméstica para que la

señora de la casa o para que el ama de llaves supervisara con toda

comodidad las tareas domésticas de la casa y la cocina. Eran indispensables

las molenderas de maíz y cacao, tortilleras y cocineras que eran

frecuentemente las esposas de los peones que trabajaban en la misma

hacienda. Las esposas de éstos les cocinaban y les llevaban la comida al

campo. En las pequeñas rancherías, los campesinos y los peones vivían con

lo elemental para sobrevivir.

Pero la gran mayoría de los pobladores del campo mexicano no eran

peones ni hacendados. Campesinos y rancheros, indígenas mestizos o criollos

producían la mayor parte de lo que comían las familias de aquellos pueblos.

Además tenían culturas ancestrales muy diversas, los indígenas habitaban

regiones geográficas muy distintas entre si. Todos los indígenas comían maíz,

frijol, chile y calabaza, y eran muy aficionados a la fruta que casi siempre la

comían cruda. En las tierras cercanas a las costas tomaban vino de palma o

tepache que hacían con el jugo de la caña de azúcar combinada con piña o

plátano.

107

Los rancheros, en su mayoría, sembraban cerca de los ríos gran

variedad de hortalizas, cítricos, duraznos, nogales y almendros, sandía

cacahuate y ajonjolí. Tenían leche fresca todos los días, así como carne seca,

queso, huevos, frijoles, atole de leche, tortillas de harina, mantequillas, y

salsas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará el origen del queso Chihuahua y sus características

principales.

5.4. MESONES Y FONDAS

Desde la época colonial existía en el país una red de pequeños mesones a lo

largo de las rutas de comercio más importantes, donde los viajeros tenían

acceso a lugares donde podían cambiar de cabalgadura, darle pastura a sus

caballos o burros, pasar ahí la noche y comer algo para restituir las fuerzas y

continuar el camino. Estos mesones se caracterizaban por ser rústicos,

sencillos y humildes, por lo que la gran mayoría de los viajeros extranjeros que

entraban a México los veían con desagrado y desprecio, ya que surgía la

comparación con los nacientes hoteles de lujo europeos. En una posada

nacional no se encontraban criados atentos y dispuestos a llevar la

cabalgadura al establo, ningún patrón que atendiera, tomara órdenes o

indicara al viajero un cuarto disponible. El más completo desorden reinaba en

estos grandes mesones, en donde el criado era recibido mejor que el amo si

conocía las costumbres de la región y el tono que convenía usar al hablar.

Casi todos estos mesones se construían en torno a un gran corral

donde los animales de los huéspedes recibían su pastura. Había

frecuentemente en los patios, burros y cerdos vagando por donde fuera sobre

el piso de estiércol, con el tiempo los servicios fueron mejorando. Los fogones

o fondas anexas a los mesones, solían ser una exposición permanente de

moscas y basura, perros flacos, mendigos y niños con o sin casa. Sin

embargo, la comida que se ofrecía en ellos cambiaba el tono de las quejas.

108

Los viajeros se quejaban de que las horas para servir las comidas eran

muy cortas, y casi siempre llegaban al mesón cuando la cocina había

terminado sus labores por ese día y encontraban cerrado, per en la mayor de

las ocasiones disfrutaban de comidas o cenas muy buenas que se servían en

estos modestos locales, todas ellas servidas al estilo tradicional.

Los desayunos o almuerzos de huevos con carne asada, enchiladas y

café. Las excelentes comidas de medio día con sus sopas y el puchero recién

hecho, y las abundantes cenas servidas totalmente al estilo español, era un

gusto que pocos viajeros se podían dar. Permanecían poco tiempo en las

posadas como para poder apreciar su cocina, casi siempre llegaban solo a

dormir y comer cualquier guisado en la noche para tomar a las tres o cuatro de

la madrugada un pan con café muchas de las veces de garbanzo. Y volver a

sus transportes. Muchos viajeros se aventuraban en regiones totalmente

despobladas y tenían que pasar noches en campo abierto, y al igual que los

soldados en campaña, la caza y la recolección les proveía de la parte más

sustancial de los alimentos.

Mesón de Jobito en Zacatecas http://www.viajaydescubre.com/

Pasada la Independencia, México se convirtió en una región que

invitaba a venir a los extranjeros. A principios de la década de 1940, eran

notorios los avances con la llegada de los hoteleros, primero italianos y luego

franceses, estos cambiaron lentamente el funcionamiento tradicional de los

mesones y los servicios mejoraron de manera notable de acuerdo con las

109

costumbres europeas. Quienes vivieron más años en nuestro país o se

avecindaron en él, se acostumbraron con facilidad a la comida mexicana.

En el camino era también común encontrar fondas donde tomar un

refrigerio o una comida en forma. Uno de los puntos más socorridos y famoso

de descaso era Puente Nacional, el cual se encontraba a mitad de la ruta entre

Veracruz y Xalapa. Allí se establecieron varias fondas que atendían a viajantes

con un pequeño mesón para quienes desearan pasar allí la noche. El paisaje

selvático y los sabrosos almuerzos o comidas resultaban inolvidables: arroz

blanco, pavo asado, guisado de gallina, ensalada de lechuga, y frijoles prietos;

además, éste era uno de los pocos puntos donde se podía degustar café de

gran calidad con excelente leche.

En las fondas de las grandes ciudades, miles de personas comían ahí a

diario, y como eran numerosas, existen muchos testimonios. La gran mayoría

de los extranjeros se expresan de ellas como los comedores más sucios e

inmundos que hubieran conocido, pero muchos otros se aficionaron a ellas

como si fueran mexicanos. Ciertamente había fondas de muchas clases,

desde los meros tugurios que de noche se convertían en cantinas, hasta los

puestos semifijos o los lugares elegantes que sin llegar a ser restaurantes

servían platillos europeos. Las fondas eran sinónimo de comida barata y

muchas veces buena y exquisita, mostraban los sabores más tradicionales del

país.

Las fondas eran los lugares más comunes y populares para comer fuera

de casa. En 1864 en la Ciudad de México, por ejemplo, se enlistaron catorce

restaurantes pertenecientes a hoteles junto a 23 fondas que eran sólo una

mínima parte de las que en realidad existían en la ciudad. De esto se deduce

que la gran mayoría de las fondas capitalinas funcionaban sin autorización del

ayuntamiento.

Guillermo Prieto nos legó la descripción de lo que parece haber sido la

fonda emblemática:

Había también sus fondas y bodegones al aire libre en el portal de Las

Flores, bajo los arcos del portal, consistentes en una mesilla con su

110

mantel, de dudosa pureza, su farolillo de papel, platos y vasos, y los

manjares y sus accesorios en golosa exposición; en uno de los

extremos de la mesa había un anafre con lumbre, coronado con una

cazuela enorme en que armaba escándalo perenne la manteca. Al lado

de la manteca estaba estacionado, con su delantal de brin, su sombrero

de palma, y las mangas de la camisa arremangadas, el pregonero

despachador, socio o propietario de la portátil negociación, clamando en

son de canto continuamente: Chorizones, pollo, fiambre, pasen a

merendar… un vaso de pulque de piña.

Los concurrentes consumidores se sentaban en los quicios de las

puertas o petates tendidos en el suelo, allí engullían, carcajeaban y

tenían solaces de banquete, no solo la gente humilde y de baja clase,

sino el medio pelo presuntuoso, los payasos pudientes y los ricachones

no envanecidos no con una caprichosa fortuna.5

Y Sartorius recomendaba a los extranjeros:

Acercarse a las fondas, donde la comida y las personas que a ellas

concurrían les brindarían un retrato fiel del país y sus costumbres

gastronómicas. Las comidas en los hoteles no ofrecían nada especial,

pues los platillos son preparados a la europea, pero en muchas de las

casas inferiores uno puede observar sobre el piso hornillas humeantes

donde se preparan viandas curiosas. Como las puertas que dan a la

calle están abiertas de par en par, podemos observar cazuelas sobre

las hornillas, algunas con moles y otras con frijoles negros. Multitud de

personas entran y salen de un pequeño departamento cercano a la

cocina; son arrieros con sus collares de cuero, rancheros, soldados,

obreros, etc. Estos establecimientos donde se preparan comidas son

llamados fondas, y se sirven a las clases de escasos recursos ya que

por un real puede uno obtener una comida completa, incluyendo un

vaso de pulque.

5 Prieto, Guillermo, Los san lunes de Fidel, p. 48.

111

Precisamente los que rondan las fondas rechazan el pan de trigo,

para ellos la tortilla es absolutamente indispensable, y a propósito más

sabrosa que el pan cuando uno la come con picosos guisados y con

frijoles.

En esos lugares no se utilizan cuchillos, ni tenedores, los manteles no

son precisamente blancos, y las servilletas han adquirido el color de los

guisados, provocan el estornudo por estar impregnadas de chile. Los

comensales tienen una costumbre singular; después de la comida (que

siempre termina con algo dulzón o con un terrón de azúcar) toman un

gran vaso de agua, se persignan al mismo momento que pronuncian las

palabras bendito sea Dios y luego con la boca abierta y haciendo

mucho ruido, dejan que el gas acumulado en su estómago se convierta

en un regüeldo, que es regulado con cierta dosis de virtuosismo, si se

me permite la expresión.6

Hacia 1840, Martín Zurutuza organizó una compañía de diligencias que

ofrecía transporte, alojamientos y comidas. En cada tramo de sus rutas se

abrió una casa de diligencias donde los viajeros recibían el mismo trato que en

un mesón.

-

Diligencia http://www.panageos.es/fotos

Otros lugares donde se vendía comida ya preparada eran los conventos

de monjas, elaboraban una comida completa para llevar. Los platillos hechos

6 Sartorius, Carl Christian, México hacia 1850, p. 113.

112

en un convento no estaban al alcance de todos, pero eran una alternativa para

las familias ricas. Los conventos se especializaban en la elaboración de

platillos específicos, comúnmente de dulces. En la Ciudad de México

destacaban por su calidad los chocolates del convento de la Enseñanza

Nueva y los dulces de La Concepción, Santa Teresa la Antigua o Jesús María,

mientras que los conventos poblanos de Santa Rosa y Santa Clara tenían

fama por sus moles, licores y dulces.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará algunas diferencias entre un mesón, una fonda y una

pulquería o cantina.

5.5. ZONAS PRODUCTORAS DE ALIMENTOS

Las constantes invasiones y levantamientos hacían difícil la producción y el

abasto de víveres. Una vez conseguida la independencia iniciaron grandes

esperanzas de que ya sin las trabas impuestas por España, México

desarrollara su propio potencial económico, sin embargo, los gobiernos de

entonces eran muy débiles y consideraban que no debían intervenir en la

economía, así que no existieron mayores estímulos fiscales para la producción

de alimentos.

La inestabilidad política era otro factor que afectaba a la agricultura al

cerrar los caminos al comercio debido a las frecuentes guerras civiles,

levantamientos, invasiones y revueltas de todo tipo. Los altos impuestos al

comercio interior y la creciente inseguridad debida a los grupos de soldados y

bandidos hicieron que el mercado de los alimentos se volviera muy riesgoso y

al mismo tiempo muy lucrativo por el encarecimiento de los productos. Así que

cada región del país se encargaba de producir la mayor variedad posible de

comestibles para mantener a su población. Existían tres grandes zonas

productoras: el norte, las costas y el altiplano.

El norte era la zona con mayor extensión geográfica y menor población

del país, las comunicaciones y el comercio de alimentos eran allí muy difíciles.

113

Cada provincia tenía que arreglárselas con su propia producción agrícola,

pues el transporte de víveres era caro y arriesgado y sólo se comerciaban las

bebidas alcohólicas, vino y aguardiente, azúcar, piloncillo, tabaco y chocolate.

Las grandes planicies semidesérticas eran propicias para la ganadería, pero la

agricultura sólo se podía desarrollar en las orillas de los ríos o en sitios donde

existieran ojos de agua, únicamente sobresalían unas pocas zonas en que se

cultivaban de manera permanente el maíz, frijol, distintas clases de chiles y a

veces trigo.

El Paso del Norte se convirtió en un lugar como oasis en medio del

desierto, que produjo frutas y hortalizas. En los ranchitos situados en las

márgenes del Río Bravo se podían cosechar manzanas, uvas, nueces, higos y

jitomates. Se elaboraban codiciados vinos y aguardientes de uva que se

vendían en las principales ciudades del norte del país. Estas buenas

condiciones para la siembra existían en el valle de San Bartolomé Parras, los

valles centrales de California y en las riberas de los ríos Florido, Conchos,

Medina y Bravo.

Las planicies del noroeste de Chihuahua, o los llanos que rodeaban a

Monterrey y Saltillo, producían trigo y maíz en cantidades comerciales y

surtían de víveres a las ciudades cercanas. La mayor producción de alimentos

en el norte del país venía de la ganadería: grandes rebaños de borregos

pastaban las montañas y valles de California, Durango, Chihuahua, Nuevo

México, y Nuevo León, y proveían a esos lugares de la carne que era

entonces más popular. El ganado vacuno se desarrolló mejor en planicies de

Tamaulipas, Texas, Durango, Chihuahua, y Nuevo León, pero su carne

ocupaba todavía el segundo lugar frente a la de los ovinos. Del ganado mayor

y menor se obtenía la leche necesaria para elaborar el queso característico de

la comunidad norteña. Otro producto que se obtenía de la cría de vacas o

borregos, era la fabricación de cueros y lana.

Como los norteños tenían poco acceso a frutas y hortalizas,

desarrollaron una cocina tradicional poco imaginativa y dependiente de la

114

tortilla de harina de trigo y del asado; comían carne, y para las fiestas le

agregaban mole.

Las enormes regiones costeras del país estaban muy poco habitadas.

Se pensaban que eran tierras destructoras del hombre desde que allí iniciaron

las terribles epidemias que acabaron con la población. Se creía que sólo los

nativos de ascendencia nativa y mulata eran inmunes a la malaria, el vómito

prieto, fiebre amarilla, fiebre cuartana, paludismo; que estas enfermedades

eran capaces de matar a cualquier viajero europeo o mexicano.

La fertilidad del terreno permitía a muchas poblaciones cultivar

bastantes productos alimenticios. En los pueblitos más pequeños las casas

contaban con una huerta donde sembraban árboles frutales: limoneros,

plátanos, naranjos, mangos, y cuidaban unos cuantos cerdos y aves de corral.

Las familias podían sembrar en milpas, maíz, frijol, jitomate, calabaza, y casi

cualquier hortaliza. Los pastos jugosos de las costas alimentaban a un gran

número de cabezas de ganado mayor que casi no vendían y los consumían

localmente. Los costeños combinaban sin dificultad la pesca con la siembra y

la caza. Robalos, huachinangos, mojarra, sargo, tilapia, camarón, al igual que

el pescado ahumado, se podían vender en las poblaciones costeras

importantes, e intercambiar por sal, miel, azúcar, aceite y otros productos

elaborados. Las selvas cercanas permitían cazar víboras, gallina montes,

liebre, mono e insectos de los que muchas veces se alimentaban.

Recolectaban hierbas medicinales y aromáticas para perfumar los platillos de

consumo diario.

La gran mayoría de cultivos comerciales que circulaban en todo el país

venían de las costas de Veracruz y Tabasco, aunque hubiese obstáculos para

el comercio y hacía falta la mano de obra. Y gracias al extenso surtido de

alimentos en las costas, se realizaron grandes innovaciones gastronómicas en

el siglo XIX que después influirían en el desarrollo de la cocina mexicana.

La zona central de nuestro país desarrolló una cocina propia muy

sofisticada y completa, siempre se mantuvo bien abastecida de toda clase de

víveres. No faltaba en México, Puebla o Guadalajara, aceites y vinos

115

españoles, camarón, pescado ahumado o salado de Veracruz, cacao

tabasqueño, azúcar de Morelos y frutas, verduras, maíz y trigo de las zonas

cercanas.

Los cultivos comerciales de la zona céntrica más importantes para la

alimentación en la época, eran el cacao, el azúcar, la vainilla, el café y el

pulque. Pero a partir de la invasión francesa entre 1862 y 1867 decayó la

producción debido a que trajeron otros cultivos comerciales como el añil y el

plátano; los cuales desplazaron al cacao hacia regiones menos fértiles. La

belleza de la flor de la vainilla y de sus frutos la convirtió en materia prima de

varias artesanías, juguetes y aromatizadores.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

Los alumnos formarán tres equipos, escogerán una zona productora de

alimentos, desarrollarán más ampliamente el tema y lo expondrán al resto de

la clase.

116

AUTOEVALUACIÓN

Llena los espacios en blanco.

1.- El ejército carecía de recursos, pese a que se le asignaba el por ciento

del presupuesto nacional.

2.- A los soldados acuartelados se les autorizaba vivir con sus familias de

manera que sus

dentro de los fuertes.

seguían cocinándoles en pequeños cuartos

3.- Los levantamientos si afectaban el ritmo de la y la cosecha de

los pueblos.

4.- La cocina de las zonas rurales era menos

contrastes.

y con menores

5.- Las grandes

exhibían muy poco lujo.

que habitaban las clases altas rurales

6.- Desde la época colonial existía en el país una red de pequeños

a lo largo de las rutas de comercio más importantes.

7.- Martín Zurutuza organizó una compañía de que ofrecía

transporte, alojamientos y comidas

117

UNIDAD 6

LA BELLA ÉPOCA

OBJETIVO

El estudiante conocerá que durante la época de Porfirio Díaz, México tuvo un

avance cultural y económico en ciertos sectores de la población, y cómo esto

afectó el desarrollo en la gastronomía nacional.

TEMARIO

6. LA BELLA ÉPOCA

6.1. EL PORFIRIATO

6.2. INFLUENCIAS Y TENDENCIAS EN LA GASTRONOMÍA

6.2.1. Costumbres en la mesa

6.3. LOS PRIMEROS RESTAURANTES

118

MAPA CONCEPTUAL

EL

PORFIRIATO

LA BELLA ÉPOCA

LOS PRIMEROS

RESTAURANTES

INFLUENCIAS Y

TENDENCIAS EN

LA

GASTRONOMÍA

119

INTRODUCCIÓN

La época del porfirismo (1876-1911), según los historiadores, se divide en tres

periodos; pacificación, prosperidad y prosperidad con agitaciones. Porfirio Díaz

fue un dictador que mantuvo al pie de la letra la Constitución en temas

referentes a la supresión de las órdenes religiosas, institucionalizar el

matrimonio civil, la nacionalización de los bienes eclesiásticos y la tolerancia

de cultos. En cuanto al sufragio, modificó el lema para poder mantenerse en el

poder por 30 años. Al modificar la Constitución de 1890 pretendió ser

reelegido indefinidamente. Cuando en 1904 fue reelegido por sexta vez,

amplió el periodo presidencial a seis años, pero para entonces, él ya se

encontraba rodeado de enemigos que vivían a disgusto en relación con la

perpetuación del poder en una sola persona.

El Porfirismo supuso la negación de las libertades individuales. Toda

oposición fue duramente reprimida. Sobre la prensa se ejerció una estricta

censura, incluso creó su propio periódico en donde sólo se admitían los

elogios a la paz y al orden.

Culturalmente, México giraba en torno a la orbita francesa. Por otro

lado, todo su paraíso burgués se vino abajo, porque la misma evolución

económica despertó la conciencia social y política obrera. Estableció las bases

de una economía moderna, pero esta gestión no justificó la injusticia social de

su régimen, el campesinado vivía en condiciones míseras, ni la negación de

las libertades individuales que tanto persiguió.

El progreso se dio en distintos ámbitos, dos que sobresalieron fueron la

ganadería y la agricultura. Sin embrago, la tierra siguió mal repartida, e incluso

aumentó el latifundismo. El acaparamiento de la tierra se debió a las hábiles

maniobras de los propietarios, pero también hubo verdaderos despojos, ya

que muchos campesinos carecían de propiedad ganadera o agrícola.

Por otro lado, hacía falta tecnología en muchos lugares que era

necesaria para hacer que la producción aumentara de acuerdo con los

procedimientos modernos de la época.

120

El nivel de vida de los peones era en general malo, en cada región era

diferente. Incluso, en algunas haciendas, se llegaba a tener prácticas

abusivas, como la de que hubiera cárceles particulares, la de perpetuar las

deudas, que pasaban de padres a hijos o la de pagar a los peones con vales y

no con dinero, vales que solo podían cambiarse por mercancías en las tiendas

de raya de las mismas haciendas.

121

6. LA BELLA ÉPOCA

6.1. EL PORFIRIATO

México siempre ha estado en buena posición geográfica, así que durante la

época regida por Porfirio Díaz, la mayoría de las ciudades se encontraban bien

surtidas de productos y alimentos, se tenían recursos suficientes para disfrutar

de una de las cocinas más variadas del mundo. La aristocracia criolla

mantenía la tradición gastronómica y, a la vez, la influencia del extranjero con

novedades seguía siendo una constante. En tanto, el resto de los mestizos

consumía comida barata y nutritiva y la gran mayoría de los indígenas

conservaba sus tradiciones con una dieta poco equilibrada que apenas les

alcanzaba para asegurar la subsistencia diaria.

La situación de alimentación de los ejércitos cambió un poco, en la

etapa porfirista, fue mucho más pacífica. La estabilidad y una política

militarista lograron que la organización del ejército mejorara. Los cuarteles y

colegios militares regularizaron su servicio y el rancho de los soldados

comenzó a servirse puntualmente, después de un toque de corneta. En la

mañana se daba atole blanco, café aguado, tortillas, frijoles, chile y pan; por la

tarde se repetía la ración con un caldo, algo de carne con arroz y verduras, y

en la noche se servían de nuevo frijoles y tortillas. Ante una dieta tan poco

agraciada, no era raro que los soldados prefirieran comer en una fonda o con

su propia familia dentro del cuartel. A pesar de esta renovación de la

institución militar, muchas tradiciones de tiempos difíciles perduraron, y los

soldados se hicieron acompañar de nuevo de sus esposas o soldaderas para

que les prepararan alimentos mientras luchaban contra el indio yaqui o los

levantados de Tomóchic. Otros seguían prefiriendo la comida de las fondas y

la pulquería. Y la alternaban con el rancho triste de los cuarteles.

Hacia la época porfiriana, muchos de los mesones se convertían en

hoteles por el simple hecho de cambiar su nombre a uno extranjero. En las

ciudades principales, los verdaderos hoteles recibían a los catrines, mientras

que los arrieros y la gente de medio pelo seguían llegando a los mesones.

Esta “civilización” no llegó a toda la República, y en gran cantidad de

122

poblaciones, incluso de cierta importancia, no había dónde hospedarse, sólo el

mesón de la casa de diligencias.

Durante la época porfirista, los viajeros compraban sus alimentos en las

estaciones de ferrocarril. En la plataforma de los trenes se vendían toda clase

de platillos regionales que se comían dentro del vagón. Algunos de ellos eran

una verdadera delicia. En la estación de Motul, Yucatán, por ejemplo, un

viajero inglés encontró grandes grupos de mujeres y niñas mayas vendiendo

fruta y toda clase de pastelillos, tortillas y tacos de venado y de pavo, los

cuales eran deliciosos al paladar una vez que éste se acostumbra al increíble

picor de la amplia ración de chile con la cual se les aderezaba.

La sociedad de abolengo era exhibicionista y ostentosa, incluso cuando

vestían luto o durante la Cuaresma. Un ejemplo claro era que la Iglesia

recomendaba la Cuaresma como un tiempo de recogimiento y mortificación,

sin embargo los cafés de la época permanecían abarrotados y en las calles

sólo había lucimiento de la moda actual.

El sexo femenino era muy controlado, a las mujeres no se les permitía

salir solas a la calle, únicamente acompañadas por su padre, esposo o

hermano. Para ver alguna obra de teatro sólo se les autorizaba hacerlo desde

el carruaje, sin mezclarse con el resto de los hombres.

Así que durante la Semana Santa, al hacer los oficios que la Iglesia

mandaba, era un pretexto perfecto para salir a presumir los vestidos, joyas, así

como su belleza; todo aquello que pudiera provocar envidia. Los carruajes no

transitaban en esa semana, por lo que a las damas de sociedad no les

quedaba de otra que “sacrificarse” a hacer la visita de las siete casas a pie. El

resto del año las mujeres tenían prohibido andar a pie por las calles.

A pesar del afrancesamiento que presumía la elite mexicana a finales

del Porfiriato, la comida casera seguía siendo muy parecida a la que tomaban

los criollos décadas antes, recién la independencia de México. La manteca de

cerdo se seguía prefiriendo por encima del aceite, el chocolate sobre el café,

los pesados guisos y moles en lugar de las ensaladas, las tortillas sobre el

123

pan, el pulque sobre el vino de mesa o champagne. Aparentaban ser muy

cosmopolitas y era en realidad muy tradicionales.

Con la consolidación del gobierno y algunas empresas comerciantes e

industriales, se amplió la clase media formada por burócratas, empleados de

comercio, profesores, abogados que recibían sueldos estables. En el Porfiriato

eran un segmento social importante que les permitía comer casi igual que la

clase alta.

El arroz tuvo gran auge a partir de 1880 y se volvió muy popular,

gracias a los grandes plantíos en las zonas costeras, los cuales lo pusieron al

alcance de todas las clases sociales. Las harinas de trigo se extendían cada

vez más. Los chocolates, aceites y otros productos industriales, tardaron

mucho en ser aceptados. La gente seguía prefiriendo prepararlos en casa a

pesar del esfuerzo y trabajo que esto implicaba.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará cuándo se inventó la estufa de gas y el refrigerador

casero.

6.2. INFLUENCIAS Y TENDENCIAS EN LA GASTRONOMÍA

Donde mejor se manifestaba aquella benemérita influencia de Francia

era en la gastronomía. En mi juventud, entre los bons vivants, la

Fisiología del gusto de Brillant Savarin era un código popular, en

cualquiera de los restaurantes públicos se comía bien y en algunos de

ellos la buena tradición francesa era escrupulosamente mantenida.

Los mejores chefs eran, (ya desaparecido Porraz), Daumont y

Deverdun, cuya casa, aunque era sólo pastelería y dulcería, solía

servir banquetes de gusto irreprochable capaces de haber complacido

al propio Gramont Caderousse.

Sylvain Daumont se especializaba en los platos de carne y caza.

El filete de venado guarnecido con puré de castañas, el salmis de

124

agachonas y los tournedos de Sylvain eran famosos. Su bodega era

excelente y en su casa se servían los tintos a la buena usanza, el

cognac en esas copas semejantes a bombillas de quinqué que al calor

de la mano que las envuelve exhalan el bouquet aromado del recio

aguardiente; el borgoña entibiado al baño María, el champaña entre

trozos de hielo.

Daumont y todos sus colegas de la época tenían el orgullo del

oficio, no eran sólo mercaderes, sino artistas y conscientes

continuadores de una tradición de refinado buen gusto. Daumont me

dijo cierta vez que el gran cocinero debía, por instinto, saber combinar

los sabores, como el músico los sonidos o el pintor los colores. Y lo

decía sincero y convencido, no creyéndose inferior a ningún otro

artífice.

Muy cerca de Daumont, en la misma calle del Coliseo viejo,

estaba la fonda de Montaudon que se especializaba en mariscos. La

sopa de tortuga era allí famosa y nunca como en aquella fonda fueron

aderezados y servidos langostinos y ostiones, huachinangos y

pámpanos.

El buen chef con ser clásico no desdeñaba servir los buenos

guisos mexicanos, como las jaibas en chilpachole y aquel inefable

pescado blanco de los lagos mexicanos, Chalco, Chapala y Pátzcuaro;

más exquisito que la trucha o el sole y que disminuyó cuando algún

cacaseno político discurrió poblar las aguas habitadas por el exquisito

pescado blanco, revestido de plata y nácar, con la carpa soez y

cenagosa.

En aquellas épocas decir las dos palabras: Dulcería Francesa era

llenar de júbilo a quien las oía, pues para el niño evocaban los

fascinadores juguetes, para la mujer los bombones y los petit fours

únicos y para el hombre los excelentes vinos y los pasteles deliciosos,

todo lo cual se vendía en aquellas tiendas encantadoras que en las

125

vísperas de los días onomásticos se veían hinchadas por miembros de

la mejor sociedad.

La dulcería de Deverdun, situada en la calle del Espíritu Santo,

era del buen tono. Con sus enormes vitrinas murales y sus

mostradores tenía un aspecto de verdadera elegancia. Tenía, a pesar

de su esencial frivolidad, un aire severo y “dignified” dentro del cual el

dueño y sus rubias hijas, con finísimas maneras, inconcebibles para el

yankismo comercial que nos invadió luego, servían a la distinguida

clientela. La repostería de Deverdun, sus bombones y frutas glacés

dentro de bolsas y estuches de seda decorados a mano tenían un

sello exquisito. Los vinos de su bodega eran principescos, datando

algunos del año de la intervención napoleónica.

La casa de Plaisant que luego fue de Genin, abría sus amplias

puertas en la segunda calle de Plateros y era punto de reunión de

elegantes y literatos que al filo de las doce iban a tomar el aperitivo y a

saborear ciertos vol-a-vent memorables…”7

6.2.1 Costumbres en la mesa

Las casas durante esta época ya contaban con espacios separados de la

cocina y el comedor. Las cocinas eran bastante grandes ya que se necesitaba

espacio para que los sirvientes pasaran gran parte del día desarrollando sus

actividades culinarias. Además de que ahí las hijas de cada familia aristócrata

aprendían el arte culinario, pues era indispensable dominar este arte para

conseguir un buen marido.

La costumbre en número de comidas al día seguía siendo igual que

desde la época colonial, entre cuatro y cinco veces al día. Así que la actividad

dentro de la cocina era todo el día, la cual debía ser estrechamente

supervisada por la dueña de la casa.

Más adelante del siglo XIX, el comedor se juntaba con la sala, y era una

sola habitación amplia, la cual servía para recibir gran cantidad de invitados y

7 Tablada, José Juan, La feria de la vida, p. 127.

126

en ella se exhibían los tesoros de las familias como las hermosas vajillas de

porcelana, copas de cristal cortado, adornos costosos que daban a cualquier

banquete un toque de lujo.

La comida era la actividad principal en todas las familias y la madre y

ama de casa se encargaba de que todo estuviera a la perfección, ni siquiera

en las familias más aristócratas contaban con algún cocinero o cocinera

especializado, sólo utilizaban sirvientes como auxiliares a pesar de que fueran

familias numerosas o con grandes eventos, bastaba con una cocinera no

profesional y dos galopinas.

Hubo cierto número de extranjeros especializados en alta cocina

francesa que llegaron a vivir a México, franceses, españoles, italianos e

incluso chinos, y ofrecían a precios muy elevados sus servicios en casas de

postín, sin embargo, tuvieron que conformarse con servir en restaurantes, ya

que el sazón de la comida especializada no era del todo agradable para

comidas familiares ordinarias. La característica principal de la comida de una

casa rica mexicana era su abundancia. Sartorius describe:

A las ocho de la mañana toman una tacita de chocolate con pan dulce,

pero la familia no se une para este refrigerio. A las diez hay un

desayuno caliente: carne asada o estofada, huevos y el plato de

frijoles que nunca falta; éstos se cuecen primero y después se fríen

con manteca y cebolla. A las tres de la tarde se sirve la comida, que

consta de ciertos platillos, siempre los mismos: primero una taza de

caldo delgado, luego sopa, de arroz, pasta o una especie de budín o

torta cocido en caldo hasta que el líquido se evapora totalmente y muy

sazonado con tomates. La olla es el tercer platillo y se sirve en todas

las mesas; se prepara con carne de res, carnero, un poco de puerco,

jamón, gallina o pollo, pequeños chorizos, col, ejotes, nabos, peras,

plátanos, cebollas, apio, un poco de cilantro y perejil, todo cocido al

mismo tiempo. Las verduras se llevan a la mesa en un platón, la carne

en otro y cada persona se sirve a su gusto. Después de la olla,

algunos principios, especialmente guisados con caldo de carne o de

127

pescado, de sabor fuerte; luego un postre y finalmente dulces

cubiertos. Rara vez se bebe vino en la mesa, pero al terminar las

golosinas todos toman un vaso grande de agua. La mayoría de los

criollos disfruta de una siesta después de la comida y a las seis de la

tarde, del chocolate; y en verano nieve o gelatinas de frutas con agua.

La cena es generalmente a las diez de la noche, consistiendo en

carne asada, ensalada, frijoles y un postre. Inmediatamente después

de la cena la familia se va a la cama.8

En casa, las tradiciones que seguían rigiendo la vida cotidiana eran las

españolas, conservaban los horarios y la abundancia de los platillos. Aunque

ciertos aspectos indígenas como los frijoles no podían faltar, ya fueran cocidos

o refritos se servían mañana, tarde y noche.

La olla podrida, puchero o cocido era un plato típico en la comida, no

faltaba, en ella se juntaban todo tipo de producción de la naturaleza, como

frutas frescas, diversas verduras, nueces, granadas, chiles, junto con varios

tipos de carnes. Era el plato cotidiano más común en las casas de clase media

y alta. Las carnes eran, por ejemplo, carnero, ternera, liebre, pollo, espaldilla,

lengua, sesos, mollejas y patas. Le podían agregar nabo, col, garbanzos,

habichuelas, zanahorias, jamón, chayotes, peras, plátanos y manzanas. Todo

esto lo acompañaban de jitomate con chile, aguacate, cebolla picada, queso y

aceite de comer. Este platillo simplemente hacía la función de una comida

completa.

Otro platillo que destacaba en el gusto de los criollos eran los postres, la

gran afición mexicana por estos dulces se notaba por la vasta producción que

se hacía desde esa época, un extenso surtido, gran variedad de texturas,

sabores y colores. Ocupaban un lugar principal en los libros de cocina y

recetarios personales. Aquí también surgió el mestizaje al mezclar la extensa

variedad de frutas de América con ingredientes europeos, principalmente el

azúcar, daba como resultado numerosas recetas de postres mexicanos. Con

frecuencia se comían en el almuerzo, eran indispensables en fiestas para

8 Sartorius, Carl Christian, México hacia 1850, p. 248.

128

recibir visitas y al finalizar la comida, en la merienda o cena eran poco

frecuentes. La mayoría se preparaba con harina, manteca y huevos. Algunos

ejemplos: cocadas, encoletados, cubiletes, huevos reales, xoconostles

rellenos de coco, frutas cubiertas, zapote con canela y vino, garapiña y se

acompañaban a su vez de salvia, muicle, cedrón o agua de hierbabuena que

servían de digestivos y asentaban el estómago.

Dulces mexicanos.

http://www.jarochos.net/

El chocolate fue otro gran protagonista de la época. Gozaba de gran

popularidad entre la aristocracia, clase media e incluso en las casas más

pobres de la sociedad. Una taza al despertar por la mañana reanimaba y se

podía iniciar la jornada sin otro alimento en el estómago. Dos tazas en el

almuerzo, otra por la tarde después de la siesta y la última al acostarse. Se

empezaba y terminaba el día con chocolate. Casi siempre se acompañaba de

algún bizcocho o pan dulce. El chocolate vespertino fue igual que para los

ingleses el té de las cinco de la tarde, una bebida social, se les ofrecía a las

visitas, en las tertulias e incluso se llevaba a los días de campo.

Chocolate.

http://www.lareira.net

129

La dieta de todos los días de las grandes casonas mexicana cambió

poco a poco a lo largo del siglo XIX. Inmigrantes franceses, italianos y

alemanes poco pudieron aportar a la comida tradicional mexicana. Fue más

común que ellos adaptaran en sus casas muchos de nuestros platillos

mexicanos. Los vinos, aceites y conservas que llegaban de Europa se vendían

a precios muy altos en los grandes almacenes de las ciudades, a las clases

pudientes que los podían adquirir.

Durante el Porfiriato hubo mejoras en las comunidades que facilitaron el

comercio de algunos productos comestibles importados y las tiendas los

exhibían en sus aparadores, como los siguientes: azafrán, latas de conservas,

aceites italianos y españoles, vinagres, frutas secas, vinos y licores de todo

tipo y procedencia. Los cuales se empleaban únicamente en ocasiones

especiales.

Las clases medias como empleados burócratas, empleados o

artesanos, comían mucho menos que los extranjeros o criollos aristócratas, su

comida quizá no fue muy diferente. Sus casas ocupaban las principales

viviendas dentro de alguna vecindad, contaban con cocina y a veces con un

comedor por separado. Como salían a trabajar y sus recursos económicos

eran reducidos, sólo realizaban tres comidas al día, desayuno, comida y cena.

Sus sopas, pucheros y postres eran de preparación más sencilla. Esta clase

media urbana mestiza, se encontraba entre los criollos y los indígenas. Por lo

general vivían de una manera más sencilla que el criollo, la mayoría se

acercaba al estilo de vida de los indígenas, con mayores comodidades y

mejores casas. Eran muy afectos a la carne de cerdo y para días de fiesta

mataban gallinas y pavos que ellos mismos criaban. De desayuno degustaban

huevos con frijoles, fruta y pan dulce, indispensables. Después de cada

comida mordían un trozo de piloncillo para prepararse a beber grandes

cantidades de agua. Comían dentro de la cocina para disfrutar de tortillas

recién salidas del comal. Los hombres se sentaban en taburetes con su plato

sobre sus piernas y las mujeres comían en petate. No usaban ni cuchillo, ni

tenedor; con la tortilla se ayudaban para empujar la comida y disfrutarla.

130

Un trabajador urbano durante el Porfiriato podía con su salario,

alimentar apenas a su familia. Un ama de casa de clase media no contaba con

ayuda doméstica, sólo en casos muy contados, con una cocinera. Así que su

principal preocupación era la comida. Lo más difícil era encender la leña y

mantenerla prendida por varias horas y que durara lo suficiente para la

preparación de todos los guisos. Era necesario ir todos los días al mercado y

tiendas para comprar los ingredientes. Las tortillas eran frescas del día y

hechas en cada hogar.

El jefe de la casa bendecía la comida al empezar y al terminar se

rezaba el bendito. Al hombre se le servían las porciones más abundantes,

mientras que la mujer no podía compartir con el resto de la familia, para

atenderlos. Y al finalizar todos, ella se quedaría recogiendo la cocina. Faltaban

sólo unos cuantos años para que las cocinas entraran a una época más

moderna con estufa de gas y refrigerador.

No se bebía agua durante la comida, entre los platillos. Con el fin de no

llenarse de agua y dejar espacio suficiente en el estómago para deleitarse con

las grandes cantidades de comida. Y al finalizar, para demostrar hartazgo se

bebían un gran vaso de agua, se consideraba un digestivo natural, junto con

alguna infusión.

A veces, estas personas se veían obligadas a comer fuera de casa,

cerca del lugar de trabajo. Por ejemplo, los artesanos comían en los talleres y

los albañiles esperaban que su mujer les llevara la comida a la construcción.

La vida en la ciudad con los indígenas era completamente distinta,

siempre miserables y con enormes diferencias con la aristocracia. Miles de

habitantes vivían en la pobreza total. Comían mucho menos que las otras

clases sociales y lo hacían sólo para satisfacer la necesidad de sobrevivir. Se

decía que lo que comía una familia entera en un día, a penas servía para

alimentar a un aristócrata en una sentada. Y sin embargo con una dieta tan

escasa realizaban los trabajos más pesados. Sus casas se encontraban casi

siempre en barrios sin servicios, y semienterradas para protegerse de los

crudos inviernos. Contaban sólo con un cuarto que servía de recámara, sala,

131

cocina y comedor, en un pequeño patio exterior molían su propio maíz y ahí

echaban sus tortillas, no tenían ni sillas ni mesas. Las familias comían

alrededor del fogón en cuclillas. El alimento base seguía siendo el mismo

desde sus antepasados, el maíz, las tortillas siempre eran preparadas por las

mujeres, un indio jamás se rebajará a hacer esta labor. Y este trabajo les

quitaba a ellas casi todo el día, descuidaban así a los hijos y la casa, debido a

la molienda, nixtamalización y hechura.

Fue hasta 1860 que se fabricaron los primeros molinos de maíz y

tortilladoras mecánicas de vapor, pero no fueron aceptadas por la población

hasta muchas décadas después.

Los frijoles con chile, calabazas y tortillas era su plato principal, sólo una

vez a la semana se daban el lujo de comer algún guisado con carne y manteca

de cerdo. En el desayuno bebían una taza de chocolate o café con pan y casi

siempre se acostaban sin cenar. El hambre pasajera la sobrellevaban con

tortillas con sal. El pulque era su complemento alimenticio debido a sus

propiedades, lo podía beber cualquier miembro de la familia, aunque

generalmente era el jefe de ésta quien lo hacía. Se podían seguir dedicando a

la pesca o recolección para complementar la dieta, en los pantanos y lagos, al

igual que sus antepasados, y pescaban ranas, ajolotes, pez blanco, hueva de

rana, moscos, berros acuáticos y lirios. A pesar de estos infortunios de las

dietas raquíticas y los elevados precios de los comestibles, durante este

periodo no se sufrieron las grandes hambrunas de la época colonial.

La comida en las zonas rurales, fue en donde principalmente surgió la

verdadera comida tradicional mexicana, estos habitantes tenían mucho menos

posibilidades de adquirir productos fuera de su lugar de origen. No tenían

problema de quedar aislados, ya que cada región consumía lo que en ella

producía la tierra. La comida era menos variada entre las distintas clases

sociales, con menores contrastes, aunque éstos si se dieron entre regiones.

Las grandes haciendas no exhibían enormes lujos, en comparación con

las extensas fincas de la ciudad. La gran amplitud de espacio les permitía

tener cocinas amplias, en el comedor sólo había una mesa y sillas, y el piso de

132

ladrillo. En cambio, la comida era lujosa y basta. Contaban con suficiente

personal doméstico.

Las jornadas de trabajo iniciaban al comenzar el día, después de

escuchar misa todos los días, desayunaban huevos, carne guisada, tortillas,

frijoles y pan, con gran cantidad de café o chocolate. Al finalizar fumaban un

puro, hombres y mujeres. La comida la hacían al medio día y con productos

que la misma hacienda producía.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará los beneficios medicinales de la planta de muicle, y con

qué otros nombres se le conoce.

6.3. LOS PRIMEROS RESTAURANTES

Los primeros establecimientos que surgieron en la capital del país carecían de

complicaciones, eran sencillos al igual que la comida. Al inicio su objetivo

principal era vender café y alguna otra cosa. Los más completos ofrecían

platillos sencillos como molletes, tamales, pan dulce, tostadas, etc. De bebidas

ofrecían, además de café, atoles y chocolate.

Otros establecimientos que tuvieron gran auge en esta época fueron las

lecherías, que se encontraban en accesorias en casas particulares. Ofrecían

leche hervida, la cual producía gran cantidad de nata, ésta después la

empleaban como materia prima para elaborar ricas natillas que vendían por la

noche.

Empezó a observarse, en especial en la capital, una remodelación

general de los viejos locales como el del café del Refugio, la fonda del Hotel

Nacional y el café de la Bella Unión. Otros fueron construidos, como el Recreo

Mexicano que se encontraba en la Alameda Central de la Ciudad de México.

Para redecorar o construir estos locales, se efectuaron grandes inversiones de

capital, y pronto comenzaron a hacerse notorios esos cambios lujosos y el

esmerado servicio por atender a la clientela. Incluso los pequeños

133

establecimientos hacían el esfuerzo por competir con los grandes en cuanto a

mantelería y vajillas que traían de importación.

Vale hacer mención que el Castillo de Chapultepec fue saqueado y los

artículos personales de los emperadores Maximiliano y Carlota fueron puestos

en venta entre restaurantes y fondas de poca categoría. Salvador Novo relató

como unos y otros (liberales y conservadores) sacaron del palacio y del castillo

de Chapultepec porción de preciosos objetos y si no se quedaban con ellos,

que era lo más común, los vendían por ahí a muy buen precio. A posadas y

restaurantes fueron a dar numerosos objetos, candelabros, trastos de cocina,

piezas de las vajillas de porcelana y cristal con el escudo de Maximiliano, y

hasta en míseras fondas se veían las pobres mesas de pino cubiertas con

soberbios manteles de grueso lino que ostentaba el águila imperial con el mote

Equidad en la Justicia.

Resulta difícil realizar un conteo real de cuántos establecimientos que

ofrecían en venta comida existían. Hay registros en almanaques o guías

turísticas, que en ese entonces se conocían como guías para forasteros, pero

no son verosímiles, ya que el mayor porcentaje de lugares no estaban

registrados y operaban sin licencia. Además, en los registros no existía una

clasificación y se confundían cafés, fondas y restaurantes.

Los cafés fueron evolucionando hasta convertirse en lugares de reunión

en donde predominaba el consumo de alimentos y bebidas. Servían un

desayuno abundante, y por las tardes servían coñac con grandes comilonas,

como platillos novedosos como el jamón de York o los volovanes de ostiones.

Cumplían con el objetivo de ser un sitio de recreo para pasar el tiempo.

Los tívolis eran otros establecimientos que ofrecían espectáculos de

recreo, estaban rodeados de jardines casi siempre con árboles. A finales de

del siglo XIX comenzaron a declinar las atracciones y se empezaron a enfocar

en la gastronomía para dedicarse a ofrecer alimentos y bebidas de buena

calidad, eran fondas mejoradas.

El almanaque de 1876 del secretario de Hacienda Juan Pérez, hace un

conteo de 200 fondas, 23 cantinas, 22 cafés, seis neverías y únicamente

134

cuatro restaurantes en la ciudad de México. Pero como algunos de estos

establecimientos podían entrar en o dos o tres categorías, se contaron más de

una vez, esto da como resultado la falta de veracidad de dicho conteo. Ciertos

cafés eran considerados también como cantinas. Y algunas neverías se

consideraban cafés. Otros negocios que destacaron en la época eran las

dulcerías. El nombre era resultado del servicio que en él se ofrecía más que

en las características del lugar, su espacio o su aspecto.

Podían anunciarse al mismo tiempo como café, restaurante, nevería,

pastelería, con gran variedad de helados y refrescos, servicios de comida,

ambigús y soirées.

Eran fondas de primera clase en la Ciudad de México, las siguientes:

Bautista Barrere, Tívoli del Eliseo, Tívoli de la Rivera, otras de menor categoría

eran: La Estrella, San Agustín y la Gran Sociedad. El mayor auge se dio en la

Ciudad de México, en el resto del territorio nacional la apertura de lugares

novedosos pasó desapercibido, las guías de forasteros sólo mencionan ciertos

lugares como en Querétaro uno, en Puebla seis locales, tres en San Luis

Potosí, cuatro en Tampico, en Veracruz seis y en Zacatecas tres

establecimientos, seguramente la categoría de estos locales variaba mucho

entre ellos; el resto de las ciudades ni siquiera son mencionadas, quizá si

existían lugares para acoger a aquellos viajeros, pero no existen registros. Las

ciudades mexicanas de importancia contaban en total con 27 cafés, pero la

escasez de fondas era evidente, sólo en cinco de ellas se mencionan, como

en Puebla seis, diez en Querétaro, ocho en San Luis Potosí, uno en Tepic, y

dos en Toluca. Los gastos para los cafés eran muy altos, así que esto hacía

que no se registraran formalmente ante la autoridad.

Algo que la clientela apreciaba durante la época Porfirista, era la

exclusividad de los gabinetes, o mejor conocidos como comedores privados,

era una gran novedad, ofrecía privacidad a las familias, y las parejas para una

cena romántica, e incluso fueron un éxito para realizar juntas de grupos

políticos y movimientos activistas, era evidentemente más fácil disfrazar el

aislamiento.

135

En su libro Paisajes y leyendas, tradiciones y costumbres de México, el

periodista y escritor Ignacio Manuel Altamirano hace una breve descripción de

este tipo de situaciones que se pudieran presentar en el típico café de aquella

época:

El Tívoli de San Cosme, ya lo habreís oído decir, o ya lo habreís visto,

es un bellísimo parque con grandes y frondosos árboles, con fuentes

bullidoras y alegres callecitas de arena, pequeñas colinas sembradas

de violetas y de musgo, y que oculta debajo de sus sombrías bóvedas

de verdura, lindos cenadores de diversas formas y tamaño, capaces

de contener, ora tan sólo a la amorosa pareja que desee encerrarse

en un delicioso tete a tete escondida en un nido de enredaderas y de

flores, ora a la comitiva nupcias que venga a celebrar allí la comida de

boda, ora a la diputación entera de un estado, como Jalisco o

Guanajuato, que desee combinar sus trabajos parlamentarios entre

botella y botella, ora, por último, a la numerosa hermandad masónica

cuando celebra su banquete solsticial.

Actualmente en la Ciudad de México, diversos restaurantes ofrecen

este tipo de servicio, con diversos salones y salas privadas para diferentes

eventos, por ejemplo, la Hacienda de los Morales en Polanco, o el restaurante

San Ángel Inn.

El Tívoli de la Rivera de San Cosme, fue el que construyó el más

famoso gabinete privado y que fue muy avalado por sus clientes. Altamirano

era cliente regular, y por medio de su columna periodística, ayudó al

propietario y amigo personal de Porraz, quien clavó entre tres enormes fresnos

un saloncito capaz de contener hasta 20 personas, comunicado desde la

planta baja por una pintoresca escalera, la comida se les subía por medio de

una cuerda y una carretilla para dejar a los comensales en completo

aislamiento. Este salón tenía por nombre Robinson, la privacidad era más bien

relativa, ya que al momento de ser ocupado, el resto de los comensales del

Tívoli permanecían pendientes de los personajes que llegaran a subir a él. Por

136

ejemplo, si una mujer que preciaba de ser decente ponía en riesgo su

dignidad, reputación y honradez. De las damas que aceptaban estas

invitaciones, se especulaba con malicia su actitud.

Estos gabinetes no fueron la única atracción para captar clientela, en

este tipo de establecimientos se añadían, además, salones con capacidad de

hasta 1 500 comensales ya fuesen para celebrar banquetes, fiestas, bailes,

etc. De la decoración sobresalían estatuas y mesas de mármol, fuentes

estilizadas, pequeños quiscos en los jardines, alumbrado exterior de gas, los

tapices eran muy finos. Algunos locales tenían el servicio de boliche, billar y

palet.

Existió un lugar en provincia, El Recreo Mexicano que se ubicaba en

Bucarelli y la cuarta providencia, contaba con grandes ventajas; sin alejarse

mucho de la ciudad los clientes podían disfrutar de aires del campo. Contaba

con grandes terrazas desde donde se podía admirar el gran Valle de México,

el castillo y bosque de Chapultepec, y a lo lejos los pueblitos de Mixcoac y

Tacubaya. Los domingos se disfrutaba de música en vivo con piano que

brindaba un ambiente alegre y familiar. El presidente Benito Juárez lo

frecuentaba con regularidad. Hubo quien encontró, el nombre del lugar,

corriente y vulgar destinado mejor a una pulquería, así que en 1870 cambió de

nombre a Tívoli de Fulcheri.

Algunos locales de prestigio eran, Fortuné, Tívoli de Eliseo en Puente

de Alvarado, Tívoli del Ferrocarril, Tívoli de Romita, Tívoli de San José ubicado

en Tlalpan, Tívoli de Ceballos en Paseo de la Reforma que quizá fue el

favorito de la época porfiriana.

Quizá todos los cafés, tívolos, fondas y restaurantes de la época

ofrecían un espacio novedoso público, en donde la convivencia era lo

primordial, siempre en un ambiente familiar. Llegaron a tener nombres como

de cafés de sociedades, en dónde la gente pasaba el tiempo en un buen

ambiente.

Ya para entonces existían los teatros en dónde se presentaban grandes

obras venidas de Europa, pero surgió la competencia en los mismos cafés de

137

noche, las noches que los teatros cerraban. El deseo de la población era tan

grande de desligarse de sus actividades y salir de sus hogares, que resultó ser

un gran negocio.

Los negocios de la comida, bebida y entretenimiento se volvieron

complementos del teatro y de otros centros de reunión, como por ejemplo la

Iglesia. Los templos llegaron a sufrir algunas pérdidas de feligreses, la gente

no hacía otra cosa más que divertirse, era más visible.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará la historia del Sanborns de los azulejos que se

encuentra en la Alameda central del Zócalo capitalino.

138

AUTOEVALUACIÓN

Circula la respuesta correcta:

1.- La situación de alimentación de los ejércitos cambió un poco, en la etapa

porfirista, fue mucho más:

Escasa pacifista exuberante ruidosa

2.- La sociedad de abolengo era exhibicionista y

Ostentosa presumida simple recatada

3.- El arroz tuvo gran auge a partir de

1910 1860 1880 1926

4.- Ahí las de cada familia aristócrata aprendían el arte culinario

Amas de casa cocineras hijas de familia tías

5.- La costumbre en número de comidas al día seguía siendo igual que desde

la época colonial,

entre cuatro y cinco entre tres y cuatro entre dos y tres

6.- Las grandes haciendas no exhibían grandes,

Pobrezas lujos extensiones cuartos

7.- El Recreo Mexicano que se encontraba en la Alameda Central de

Guadalajara Guanajuato Monterrey Cd. De México

139

UNIDAD 7

TRADICIONES MEXICANAS

OBJETIVO

El estudiante conocerá las diferentes tradiciones mexicanas que establecen un

fuerte vínculo con la gastronomía nacional. Así como los platillos que

conforman nuestra cocina regional.

TEMARIO

7. TRADICIONES MEXICANAS

7.1. COCINA REGIONAL

7.2. DÍA DE REYES Y CANDELARIA

7.3. CUARESMA

7.4. DÍA DE MUERTOS

140

MAPA CONCEPTUAL

141

INTRODUCCIÓN

Recorrer la República Mexicana no sólo es un deleite de ricas tradiciones y

maravillas naturales, también es toda una experiencia gastronómica.

Hoy, la gastronomía mexicana, goza de pleno reconocimiento

internacional y es considerada patrimonio de la humanidad, reconocida por la

UNESCO, y esto ha sido gracias al cuidado y esmero que cada generación ha

puesto por conservar nuestras raíces. Sin embargo, la cocina mexicana

reconoce y acoge delicias de otros países, alimentando día con día una

tradición que se enriquece de sabor, calidad y buen gusto para salir de la

rutina de lo insípido.

Es incalculable la diversidad de platillos, siempre la creatividad, la sazón

y el ingenio sin miedo, buscando contrastes y texturas, sumados al extenso

surtido de productos alimenticios de nuestro país, darán como resultado

recetas nuevas, es una labor que no tiene fin.

A pesar de las circunstancias que rodean al pueblo de México, somos

un pueblo alegre y disfrutamos de la familia, amigos y comidas y es así como

surgen las tradiciones en nuestro país, que bajo cualquier pretexto nos

reunimos para compartir momentos y alimentos con la gente cercana y

querida. Nuestras tradiciones van casi siempre de la mano de alguna fiesta

religiosa católica, que era la religión que predominaba hasta hace algunos

años en nuestro país.

142

7. TRADICIONES MEXICANAS

7.1. COCINA REGIONAL

Se retomará la clasificación inicial de este libro, de dividir la República

Mexicana por zonas, para mencionar algunos platillos típicos de cada estado

que forma la comida regional.

Zona Norte

Chihuahua: tuetanitos, cuernitos menonitas, queso frito, burritos, chistorra

juarense, chacales, menudo de res estilo Chihuahua, crema de nuez, ensalada

la antigua, frijoles con espinaca, black bass, discada, lengua verde, fajitas

chicanas, pay de nuez, pay olguita, dulces de parral.

Coahuila: flautas del norte, enchiladas de chorro, chile ranchero, rajas de

poblano estilo norte, salsa de jitomate con crema, cabrito en su sangre, cabrito

ranchero, bizcochos de figuras.

Nuevo León: tuétanos en salsa, tamales colorados, nachos, empalmes con

cortadillo, machaca con huevo, pechugas con mango, chiles rellenos norteños,

frijoles a la charra, terrina de ave, cabrito asado, fritada, carne seca, alambres

norteños, turcos, pan de elote, hojarascas, glorias, nogate, dulce de frijol.

Tamaulipas: enchiladas tamaulipecas, empanadas de camarón, tamales de

carne seca, sopa de bolitas de tortilla, sopa de frijoles y camarones, sopa de

jaibas y queso, caldo largo, sopa del pescador, sopa de tortuga, calabacitas

rellenas, nopalitos al pastor, chicharrón en salsa, pescado huasteca, pastel de

jaiba, jaibas rellenas, pastel de manzana y nuez.

Durango: empanadas de sesos, caldillo duranguense, caldillo en chile verde o

rojo, arroz norteño, ensalada de nopales, aderezo de nuez y almendras, pollo

en limón, cazuela, lomo de puerco borracho, puerco con nopales, albóndigas

de venado, cabeza de res.

Zacatecas: birria estilo zacatecas, asado de bodas, patitas en escabeche de

leche, pollo alcaparrado, puchero zacatecano, pipián zacatecano, lomo

minero, pacholas zacatecanas, chiles estilo Zacatecas, brujas, tamal de

almendras, garnachas de queso, pambazos rellenos, crema de zanahoria.

143

San Luis Potosí: enchiladas potosinas, molotes potosinos, pollo en ajocomino,

rabo de mestiza, lomo en cacahuate, cabuches empanizadas, guiso borracho,

gorditas de cuajada, rioverdenses, tacos potosinos, tamal perdido, flores de

palma a la campesina, flores de zábila, ensalada de palmitos y romeritos, mole

de olla, salsa de chile de cascabel, gelatina de tuna.

Zona Pacífico Norte

Baja California norte: langosta al mojo de ajo, callos de almeja en salsa verde,

camarones a la diabla, coctel de almejas, chiles rellenos de camarón y

pescado, tacos de pescado rebozado, colache, tacos gobernador, ensalada

César, ceviche de callo de hacha, langosta puerto nuevo, caldo siete mares,

enchiladas de baja california, ostiones ahumados, tamales de camarón,

quesadillas de leche.

Baja California sur: tacos de marlín, burritos mangliteños, ensalada de

langosta, tostadas de marlín ahumado, machaca de mantarraya, camarones al

tamarindo, albóndigas de pescado, frijoles borrachos, dulce de dátil y nuez.

Sonora: chivichangas, burros de chile colorado, tostaditas de sardina, tepari

con aldilla, pozole de tepari, frijoles maneados, frijoles refritos, salsa verde tres

hierbas, ostiones en escabeche, camarones rebozados, pierna de venado al

horno, chorizos de empalme, coyotas, rosca, batarete yaqui.

Sinaloa: mochomos, taquitos de leche y queso, sopa seca ranchera,

calabacitas en adobillo, pescado tatemado, lisa estilo bacalao, filete de

totoaba, camarones al quixquihuitl, camarones en escabeche, chicharrón de

camarón, caguama estilo Teacapán, pato mechado, chilorio.

Nayarit: tamales de elote, cazuelas de tamales de elote, tamales de camarón,

tastihuil, sopa de camarón seco, caldo de pargo colorado, gazpacho verde en

papaya, bollos de plátano, jugo de camarón, cebiche de camarón, pescado

con salsa de hígados, pescado zarandeado, empanadas de camarón,

camarones a la cucaracha, tortitas de camarón seco con nopales.

Colima: tatemado, sopitos, cauques, moyas, langostinos adobados, pozole

blanco, sopes gordos, cebiche de Colima, enchiladas dulces, chilaquiles

144

colimotas, chilayo, picones, pata de mula, cuachala, pavo relleno de plátano,

chanfaina, cocada de alfajor, pellizcos de tamarindo.

Zona Centro

Aguascalientes: sopa campesina, lechón al horno, condoches, enchiladas

hidrocálidas, tatemada, pollo de San Marcos, gallina en salsa envinada,

nopales navegantes, bagre en salsa chipotle, pulpos en vino tinto, lomo de

puerco en chile cascabel, membrillate, galletas de naranja, torrejas con miel de

maguey.

Jalisco: tamales jalisiences, camarones al tequila, frijoles puercos, tostadas

tapatías, pozole tapatío, carne guisada, coachala, tortas ahogadas, birria,

enjococadas, mole tapatío, tamal de ceniza, tamales de gallina, caldo michi,

caldo de camarón, albóndigas, menudo, tejuino, mariagorda, jericalla.

Michoacán: corundas, uchepos, nuez en escabeche, trompas de puerco, salsa

de lago, guacamaya, atole negro, sopa tarasca, crema fría de aguacate, sopa

huitzimangari, huevos virrey, aporreadillo, torreznos de patitas, blanco de

Pátzcuaro rebozado y en escabeche, trucha en adobo, pollo placero, churipo,

olla podrida, chongos zamoranos, tamales de zarzamora, sopa de chocolate.

Guanajuato: chalupas de pepino, tamales guanajuatenses, tostadas el

Carmen, chiles palominos, tacos de nata, pacholas, fiambres estilo San Miguel

de Allende, cuete encacahuatado, brócoli en escabeche, pollo al azafrán, -

tumbagones, cajeta de Celaya, sopas de amor.

Querétaro: enfrijoladas, tacos viajeros, tamales canarios, sopa de calabacitas,

ensalada de corpus, lengua mechada, pacholas, sopa queretana, tamales de

muerto, pencas de nopal rellenas, calabacitas envueltas en huevo, bolitas

rellenas de queso y arroz, mole queretano, mole verde, salsa de vegetales,

salsa de cacahuate, capirotada, mantecado.

Hidalgo: barbacoa, enchiladas de cacahuate, pastes, caracoles a la

hidalguense, zacahuil, chiles rellenos al estilo Hidalgo, pastel de huitlacoche y

flor de calabaza, salsa borracha, salsa de tomate verde cruda, mixiote de

145

bagre al tequila, bagre en adobo, chichicuilotes con hongos, huilotas con

almendras, longaniza estilo Actopan.

Tlaxcala: atole de alegría, escamoles, gusanos de maguey, tlatoyos de

huitlacoche, tamales de rajas, quesadillas de Cacaxtla, sopa de milpa,

chileatole verde y rojo, tlatlapas, sopa tlaxcalteca, mixiote de carnero, carne en

pulque, chamorro al guajillo, mole prieto, indios al balcón, ensalada yano,

setas pastor, dulce paz, buñuelos con requesón, muéganos huamantlecos.

Puebla: envueltos de mole, chanclas, tamales pulacles, tlayoyos, chalupas,

gusanos de maguey, sopa de habas, mole de olla, manchamantel, tinga

poblana, guazmole, pescado en pipián, pipián verde, chiles en nogada,

huitlacoche con rajas, frijol con xocoyolis, chiltamal, indias vestidas, rompope

Santa Clara, lágrimas de Obispo, tortitas de Santa Clara.

Estado de México: tostadas de hueva de trucha, tacos de hígado de trucha,

tacos de cabeza, taquitos de moronga, enchiladas toluqueñas, pambazos,

tamales de frijol, tamal de cuchara, sopa de nopales, charales en pasilla, chiles

rellenos de mariscos, pollo en pencas, nopales con higaditos, sesos

rebozados, chorizo, dulce de platón de maíz azul, pan de pulque.

Morelos: tostadas de tuétano, tacos de barbacoa con charales, pambazos de

sardina, tamal de cebolla, arroz con cecina, migas de morelos, budín de milpa,

clavitos con pasilla, maíz tierno a la crema, tamal de bagre, tamales de

mojarra, pollo morelos, cecina de Yecaplixtla.

Distrito Federal: manitas de cerdo en escabeche, gorditas petroleras, tostadas

de pata, chalupitas mexicanas, caldo tlalpeño, sopa de hongos, sopa de

tortilla, sopa de médula, caldo de camarón, sopa de flor de calabaza, caldo de

habas, sopa de fideo seco, chicharrón en salsa verde, cazuela de carnitas,

barbacoa de conejo, flores y frutas escarchadas, guayabas rellenas de vino,

nopales en almíbar.

Zona del Golfo

Veracruz: tamal ranchero, gorditas blancas, torito de cacahuate, huevos

tirados, caldo de robalo, arroz a la tumbada, pulpos a la veracruzana, hueva

146

de lisa, chucumite, calamares rellenos, rueda de robalo, salpicón de mariscos,

pierna horneada, tlatonile, mole xico, molotes de plátano, jamoncillo de leche,

leche nevada, cocada.

Tabasco: plátanos rellenos, tamales de pejelagarto, bobo en mone, pejelagarto

en verde, pejelagarto en chirmol, tepeizcuinte a la pimienta, hicotea (tortuga)

en sangre, pochitoque en sangre, huech en escabeche, orejas de guayaba,

dulce de calabaza, sisgua, tortillas de coco, torrejas de yuca,

Zona Pacífico Sur

Guerrero: Tacos de langosta, pescadillas, chilapas, pozole verde, ensalada de

papaya y camarones, ceviche, huachinango a la piña, fiambre de guerrero,

conejo al mojo, caldo loco, chilemango, relleno librada, alfajor de coco, tulipán

con frutas, amarguito.

Oaxaca: Tamales de chepil, de mole negro o de pescado del Istmo, chileajo,

tlayudas, caldo de gato, huevos zaashila, ensalada Mitla, canasta de

chapulines, chacales al ajillo, hojaldre de cazón, moles amarillo, negro, verde o

almendrado, guiso de iguana, armadillo guisado, chichilo, garbanzos

enmielados, helado de pétalos de rosa, marquesote.

Chiapas: tamales untados, sopa de pan a la antigua, chayote con queso, torta

de plátano, cochito al horno, costillas de puerco asadas, sesos entomatados,

mondongo con legumbres, suspiros chiapanecos, pan de mantequilla, tuti de

queso.

Zona Peninsular

Campeche: tamales de chaya, tamalitos x’pelon, panuchos de cazón, caviar

campechano, paté de pescado, hojaldres, volovanes, sopa de cojinuda,

puchero de tres carnes, calamares rellenos, pámpano verde y en escabeche,

jamón claveteado, pollo pibil, pollo alcaparrado, bien me sabes, penetela

campechana, dulce de papaya, campechanas.

Yucatán: panuchos, dzotobichay, salbutes, papadzules, sopa de lima, frijol con

puerco, huevos motuleños, huevos Uxmal, zick de chivitas, tikin-xic,

147

esmedregal en xcatic, mucbil pollo, cochinita pibil, pibxcatic, xni pec, salsa

tamulada, salpicón de chile habanero, recado, torta de cielo, margaritas de

almendra, nieve de chicozapote.

Quintana Roo: chuli-búul, chilakil, recaudo alcaparrado, cebiche de caracol,

lisa en poc chuc, cherna en su jugo, mac-cum de robalo, chirmole, langosta en

su jugo, cangrejos horneados, camarones al coco, tikinxic, pan de cazón,

camarones al curry, sapodillas, mazapán de pepita de calabaza, cocoyol en

almíbar, arepas, melcocha.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

Los alumnos formarán seis equipos y escogerá una zona. Preparan diferentes

platillos para exponer una muestra gastronómica.

7.2. DÍA DE REYES Y CANDELARIA

El 6 de enero de cada año, una gran cantidad de mexicanos celebran el

momento en que unos magos de Oriente fueron a adorar al Niño Jesús que

había nacido en Belén. Partir la rosca en casa es motivo de fiesta con

familiares y amigos.

La Epifanía es una gran fiesta del cristianismo, y desde hace muchos

años se celebra desde la Roma antigua de los primeros cristianos. La Epifanía

celebra la adoración de Jesús (Hijo de Dios y Salvador del hombre), por unos

magos venidos de Oriente.

Sus inicios se remontan a la época medieval, no se sabe en qué país

surgió, pero existen documentos en Castilla, con registros y descripciones del

haba del pan de la Epifanía. En México también se desconoce la fecha y el

lugar preciso del inicio de esta tradición. La tradición llegó de España en el

inicio del virreinato.

La rosca es un bizcocho fino elaborado con harina de trigo, huevos,

levadura y azúcar. Se decora con frutas cristalizadas como higos, membrillos,

acitrón, cerezas, trozos de ates y pasta fina.

148

No hay registros de la costumbre de esconder dentro de la masa un

Niño Dios de porcelana, antes se ponía una confitura o un haba. Y quien la

encontrara, tenía que presentar el Niño Dios del nacimiento de la casa en la

iglesia el 2 de febrero.

Rosca de Reyes

http://www.woorecetas.com/wp-content

La fiesta de la Candelaria del 2 de febrero se enlaza en México con la

fiesta de la Rosca de Reyes. A quien le salió el niño deberá presentarlo en la

iglesia el Día de las Candelaria. Para ello habrán de vestirlo con ropón y trono

para sentarlo. Durante la misa, se bendicen las imágenes del Niño Jesús y las

velas.

Esta costumbre se celebra en la Liturgia de la fiesta de la purificación de

la Virgen María y la presentación del Niño Jesús. Las velas bendecidas se

encienden durante el año cada vez que ocurren problemas. También se

bendicen semillas de chía que se colocan en el Altar de Dolores.

Después de asistir a misa, la fiesta sigue con una merienda de tamales

y atole o chocolate.

Tamales

http://saboruniversal.com/wp-content

149

En tiempos de Jesús, la ley mosaica prescribía en el Levítico que toda

mujer que hubiese dado a luz se purificara. Si el hijo nacido era varón

debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer

en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del

recogimiento y la oración. Cumplida la fecha, en compañía del esposo

acudía a las puertas del santuario para llevar la ofrenda consistente

en un cordero primal y una paloma o tórtola, ofrenda que los pobres

podían satisfacer con el ofrecimiento fe dos palomas o tórtolas. Sin

embargo, era costumbre de la gente piadosa llevar también al

pequeño consigo, especialmente cuando se trataba de varón

primogénito, para consagrarlo a Yahvé. Según narra san Lucas, María

y José quisieron cumplir con este precepto llevando al Niño, y

quisieron hacerlo en Jerusalén. Como eran pobres llevaron por

ofrenda dos palomas blancas, fue ahí donde el justo y piadoso

Simeón, movido por el Espíritu Santo, al entrar María y José con el

Niño, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo con la oración: Et nunc

dimitte servum tuum (Ahora te puedes llevar a tu siervo de la tierra).

Entre sus alabanzas, profetizó que el Niño sería la luz que iluminaría a

los gentiles y la gloria de Israel. De ahí el simbolismo de las candelas

que representan la luz de Cristo. Y así Jesús es reconocido como el

Mesías tan esperado, luz de las naciones, y gloria de Israel.9

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará la receta tradicional de los tamales cernidos.

7.3. CUARESMA

El carnaval inicia el domingo anterior al inicio de Cuaresma y dura tres días. Y

el miércoles de Ceniza inicia la Cuaresma, 40 días de recogimiento y

reconciliación, recordando el Misterio de Jesús en el desierto cuando fue

tentado.

9

Verti Sebastián, Tradiciones mexicanas, p. 33.

150

Hemos estudiado que las costumbres de los pueblos indígenas en la

época prehispánica tenían un gran espíritu religioso y esto se veía también

reflejado en sus hábitos alimenticios, vinculados con sus creencias y

ceremonias religiosas. Es por esto que cuando se realizó la conquista religiosa

los misioneros católicos aprovecharon ese sentido religioso para adaptarlos a

las nuevas costumbres que les enseñaban en la religión católica.

Los platillos de Cuaresma forman una auténtica tradición gastronómica

mexicana, la cual se enriqueció con elementos aportados de la cocina

española.

La vigilia significa abstenerse de comer carne, para ser sustituida por

pescado y vegetales, y esto representará un sacrificio y penitencia y evitar los

excesos en comida y bebida, y en la conducta personal. El ayuno obliga a

hacer un solo alimento en el día

La gastronomía mexicana aporta al mundo infinidad de variedad de

vegetales como: la papa, las calabazas, los camotes, el maíz, los chiles, los

aguacates, los nopales y muchos más, protagonistas de los platillos para la

Cuaresma.

Romeritos Bacalao

http://mail.sdr.gob.mx/cadenas/galeria.php http://ecocorchado.blogspot.com/

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará los platillos principales que se preparan en época de

Cuaresma.

151

7.4. DÍA DE MUERTOS

Estas fiestas tienen su origen en Europa de acuerdo con las tradiciones de la

Iglesia católica. De España pasaron a México y resulta que ahora se celebran

más en nuestro país, que en España, con la incorporación de elementos

indígenas a nuestras fiestas.

Desde la época prehispánica los indígenas tenían un gran sentido por la

muerte, el sacrificio era el recurso humano para salvar al universo de su

destrucción, asegurando la supervivencia del sol y por lo mismo la vida. Los

dioses exigían sangre y corazones humanos y realizaban ritos para rendir

culto a sus muertos. La tradición, se celebra los días 1 y 2 de noviembre.

La costumbre popular juega con sus recuerdos y el dolor se transforma

en rostros sonrientes a través de las calaveritas de azúcar, de versos que

advierten a los vivos con ironía y gracia.

Al mediodía del 31 de octubre de cada año, se tocan 12 campanadas

en las iglesias seguidas de un repique solemne anunciando la llegada de los

niños difuntos. Se coloca una vela por cada niño muerto de la familia; así

como figuritas de barro y juguetes para los niños, flores blancas, agua y sal.

El 1 de noviembre a las 12:00 p.m. suenan las campanas de la iglesia,

haciendo el anuncio de la ida de los niños y nuevamente se tocan 12

campanadas en señal de que llegan los difuntos adultos.

Los adornos son con flores amarillas y candeleros negros con velas

grandes, de acuerdo con el número de difuntos que tenga cada familia y se

ponen vasos de agua y sal.

A las 12:00 a.m. se da el toque de las ánimas. Se reza y enciende una

vela. Se les coloca comida, ropa, cigarros y licor.

A las 12:00 a.m. del día 2 de noviembre nuevamente se dan las 12

campanadas anunciando que ya se van los difuntos. En las tumbas de los

panteones se ponen flores blancas a los niños y amarillas a los adultos.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

El alumno investigará el significado de la forma del pan de muerto.

152

Pan de muerto

http://www.menudospeques.net/images

153

AUTOEVALUACIÓN

Contesta lo siguiente:

1.- Menciona cinco platillos del estado de Colima

2.- Menciona cinco platillos del estado de Yucatán

3.- Menciona cinco platillos del estado de Tlaxcala

4.- Menciona cinco platillos del estado de Michoacán

5.- Menciona cinco platillos del estado de Nuevo León

6.- En la rosca de reyes antes de meter un niño Dios, ¿qué se usaba?

7.- ¿Cuántos días dura la Cuaresma?

8.- ¿Cuándo se supone que llegan los niños difuntos en las fiestas de día de

muertos?

154

BIBLIOGRAFÍA

Ávila Hernández, Dolores, Bastarrachera Manzano, J. Ramón, Atlas Cultural

de México, Gastronomía, México, Grupo Editorial Planeta, 1998.

Castelló Iturbide, Teresa, Martínez del Río de Redo, María Josefa, Delicias de

antaño, Historia y recetas de los conventos mexicanos, México, Editorial

Íconos de siempre, 2010.

Clavijero, Francisco J., Historia Antigua de México, México, Editorial Porrúa,

1974.

Colón, Cristóbal, Diario a bordo, España, Editorial Luis Arranz Márquez, 2000.

Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera de la conquista de la Nueva

España (1492-1581), México, Editores Mexicanos Unidos, 2006.

Muñoz Zurita, Ricardo, Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana,

México, Editorial Clío, 1996.

Prieto, Guillermo, Los san lunes de Fidel, México, CNCA, 1997.

Rojas de Perdomo, Lucía, Aportes alimenticios del viejo al nuevo mundo,

Historia de la cocina, Colombia, Editorial Voluntad, 2006.

Sartorius, Carl Christian, México hacia 1850, México, CNCA, 1990.

Sugira, Yoko, González de la Vara Fernán, La cocina mexicana a través de los

siglos, México, Editorial Clío, 1996.

Vargas Guadarrama, Luis Alberto, Arias González, Jiapsy, 200 años de Cocina

Mexicana, México, Editorial Iconos de Siempre, 2010.

155

GLOSARIO10

Abolengo: Ascendencia, linaje, casta raza. Patrimonio o herencia de los

abuelos.

Acatar: Hacer acto de sumisión. Someterse a una autoridad.

Acueducto: Conducto artificial para llevar aguas.

Acitrón: Biznaga descortezada y confitada.

Agreste: Perteneciente al campo. Campesino, áspero, inculto, rudo, tosco.

Albufera: Laguna litoral o estero separado del mar por un cordón litoral o

restinga abierto por una o más bocas.

Alhóndiga: Casa pública para la compra y venta del trigo u otros granos

comestibles o mercaderías.

Almácigo: Árbol de la isla de Cuba con una altura de hasta ocho metros, su

fruto sirve para la alimentación de cerdos. Sitio donde se siembran las semillas

para trasplantarlas después.

Almanaque: Calendario con datos astronómicos, noticias sobre santos,

festividades religiosas y civiles.

Ancestral: Relativo a los antepasados.

Andesita: Roca volcánica compuesta de cristales de andesina.

Asentadero: Lugar adaptado para sentarse quieto, estable, permanente.

Bálago: Paja larga de los cereales después de desgranarlos.

Biznaga: Planta cactácea xerofita de tallo corto y sin hojas. Nombre genérico

de varios cactus espinosos.

Burguesía: Cuerpo o conjunto de burgueses o ciudadanos de las clases

acomodadas o ricas.

Caballar: Relativo al caballo.

Catrín (a): Galán holgazán, vago bien ataviado.

Cenegal: Lodazal, mezcla de tierra y lodo.

Ciénaga: Lugar o paraje lleno de cieno o pantanoso. Cenegal, barrizal.

10 Cfr. http://www.freewebs.com/eamtrabajos/diccionario.htm, http://aefiptuc.net/, http://cachipayturismo.blogspot.com/ y http://buscon.rae.es/draeI/SrvltObtenerHtml?LEMA=troj&SUPIND=0&CAREXT=10000&NEDIC=No

156

Corcovado: Que tiene una o más corvas, jorobado.

Diligencia: Coche grande arrastrado por caballerías, destinado al transporte de

viajeros.

Embutido: Tripa rellena de carne molida.

Emigración: Acción de emigrar. Conjunto de habitantes de un país que salen

para establecerse en otro por tiempo ilimitado o temporalmente.

Enajenar: Transmitir a otro el dominio de una cosa.

Erario: Tesoro público de una nación, provincia, estado o pueblo. Lugar donde

se guarda.

Estero: Terreno inmediato a la orilla de un río por el cual se extienden las

aguas de las mareas. Laguna litoral.

Estipendio: Paga o remuneración que se da a una persona por su trabajo y

servicio.

Étnico: Perteneciente a una nación o raza.

Feudo: Contrato por el cual un señor concedía tierras en usufructo a cambio

de fidelidad y vasallaje.

Gramínea: Dícese de toda planta monocotiledonea herbácea, de tallos

cilíndricos nudoso, hojas estrechas con flores muy sencillas dispuestas en

espiguillas.

Grana: Excrecencia que se forma de la cochinilla y que al ser exprimida

produce color rojo.

Gremio: Corporación formada por maestros, oficiales y aprendices de una

misma profesión u oficio.

Guayule: Planta espontánea y cultivada, compuesta; productora de caucho.

Híbrido: Aplícase al animal o vegetal procreado por dos individuos de diversa

especie.

Lacustre: Perteneciente a los lagos. Plantas o animales que viven en los lagos.

Depósito que se forma en el fondo de los lagos.

Latifundismo: Distribución de la propiedad de la tierra caracterizada por la

abundancia de fincas rústicas de gran extensión.

157

Morera: Árbol de mora de tronco recto, hojas ovales, flores verdosas, sus

hojas sirven de alimento al gusano de seda.

Mercenario: Aplícase a la tropa que sirve en la guerra a un país extranjero por

cierto estipendio.

Moscardón: Moscón o mosca zumbadora. Persona pesada, impertinente y

molesta.

Pañizuelo: Pedazo de tela cuadrado que sirve para secarse el sudor y

limpiarse las narices.

Planicie: Llanura, campo o terreno igual y dilatado.

Oasis: Sitio que alberga vegetación y en ocasiones manantiales, se halla en

medio de arenales desiertos.

Quimera: Lo que se propone a la imaginación como posible y verdadero, pero

sin serlo.

Restinga: Piedra debajo del agua y a poca profundidad.

Secular: Dícese del sacerdote o clero que vive en el siglo y no en clausura.

Tajador: Cuchilla a modo de media luna con que se cortan cosas suaves entre

ellas carne.

Troje: Espacio limitado por tabiques para guardar frutos y especialmente

cereales.

Truhán: Dícese de la persona sinvergüenza que vive de engaños y estafas o

quien con bufonadas procura divertir o hacer reír.

Tugurio: Choza o casilla de pastores. Habitación pequeña y mezquina.

Usanza: Uso, ejercicio o práctica general de una cosa; moda.

Yuca: Planta liliácea de la América tropical, de tallo arborescente lleno de

cicatrices, coronado por un penacho de hojas largas, gruesas y rígidas, de

flores blancas.