historia del occidente medieval / prueba de evaluación a distancia (uned 2011-2012)

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA GRADO EN HISTORIA DEL ARTE ASIGNATURA: HISTORIA MEDIEVAL 1ª PRUEBA DE EVALUACIÓN A DISTANCIA Curso 2011-2012 Nombre: Marta Martínez Samalea Dirección postal: Pº Reina Cristina 19 Esc. Dcha. 8C – 28014 (Madrid) Correo electrónico: [email protected] Teléfono: 696 28 64 13 CENTRO ASOCIADO: GREGORIO MARAÑÓN 1

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Cuestiones y respuestas a la prueba de evaluación a distancia de la asignatura de Historia del Occidente Medieval impartida en la UNED como parte del Grado en Historia del Arte (Curso 2011-2012)

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Page 1: Historia del Occidente Medieval / Prueba de evaluación a distancia (UNED 2011-2012)

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

GRADO EN HISTORIA DEL ARTE

ASIGNATURA: HISTORIA MEDIEVAL

1ª PRUEBA DE EVALUACIÓN A DISTANCIA

Curso 2011-2012

Nombre: Marta Martínez SamaleaDirección postal: Pº Reina Cristina 19 Esc. Dcha. 8C – 28014 (Madrid)Correo electrónico: [email protected]éfono: 696 28 64 13CENTRO ASOCIADO: GREGORIO MARAÑÓN

Fecha de entrega: 31 de Marzo

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Cuestiones Teóricas.Responda en el espacio asignado para ello a las siguientes preguntas:

1. La monarquía en los pueblos germánicos

La monarquía como institución básica de gobierno es un rasgo característico y común de los pueblos germánicos que ocuparon Europa durante la Alta Edad Media, también denominados bárbaros (por hablar lenguas distintas del griego y del latín que sonaban “ba-ba” para quienes no las conocieran). Con la caída del Imperio Romano los líderes bárbaros comenzaron a asumir roles de poder, y los nuevos reinos de este período adoptaron estructuras de la burocracia romana que se fundieron con formas de gobierno local.

Aunque el origen y la naturaleza de estas monarquías son tan oscuros como propia la definición étnica de los estos, los textos en latín hablan de gentes gobernadas por reges, que parece ser que fueron más reyes de pueblos que de territorios y que únicamente con el curso de los siglos llegaron a gobernar sobre zonas geográficas delimitadas. En su descripción de Germania Tácito indica que las monarquías eran electivas al menos en el siglo primero, y que elegían a “sus reyes por la nobleza, pero sus capitanes por el valor”. Este parece ser el caso de las monarquías Visigodas y Lombardas, en las que el trono no estaba asegurado por la pertenencia a dinastías. Pero en otros casos, como el de los Merovingios (y posteriormente los Carolingios), la sucesión del trono de padres a hijos se establece desde finales del siglo V.

Los reyes germánicos parecen poseer amplios poderes, que según Tácito no son absolutos ni perpetuos, aunque variaban considerablemente según las distintas naciones. El rey era la cabeza de la administración y el líder del ejército, además de responsable de administrar justicia y mantener la paz, legislando y dictando sentencias, tal y como habían hecho los emperadores romanos y la idea de que el poder del rey procedía directamente de Dios también se estableció tempranamente en las monarquías germánicas, gracias a la buena relación mantenida por los monarcas con la Iglesia.

El papel de la reina, por otra parte, está vinculado a las diferencias existentes entre monarquías germánicas electivas y hereditarias, dando los primeros menor preeminencia a la figura de la reina. En cualquier caso, su papel en las monarquías occidentales parece estar vinculado a los asuntos domésticos, y al manejo de dinero para asuntos de la corte, además de actuar como mediadoras de paz, o conspiradoras, dada su cercanía al rey, y mecenas que emularon la actividad cultural de las emperatrices teodosianas. También es destacable el gran número de regentes germanas, que ponen de manifiesto el rol jugado por las mujeres en algunas de estas monarquías.

A su vez, la sociedad parecía estar dividida en tres niveles representados por el rey, la nobleza y los hombres libres, que se reunían a discutir y decidir asuntos en asamblea. La búsqueda de consenso moderaba la relación entre el monarca y la nobleza, y el sistema político se organizaba de acuerdo con las habilidades personales, el talento y los recursos del monarca. Un rey que no ejerciera su poder debidamente podía causar su propia caída y la de toda una dinastía.

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2. La cultura islámica

La extensa región geográfica abarcada por la expansión del Islam (de la Península Ibérica al valle del Indo, de los límites del Sáhara al Océano Índico pasando por el Mediterráneo, el Cáucaso, Asia Central y Hindu-Kush), estuvo teñida de importantes influencias culturales externas. Si fue posible adquirir una unidad cultural gracias se debe principalmente al uso del árabe como lengua de comunicación, que fue expandiéndose más allá de las élites culturales. En apenas un siglo el árabe se expandió como lengua oficial, en ocasiones sustituyendo o coexistiendo con las vernáculas.

Una de las razones precursoras del avance cultural y científico del mundo islámico fue la traducción al árabe de los textos persas, indios y griegos. La promoción de un conocimiento humanista y racionalisa fue especialmente impulsado notablemente durante la época Abbasí, se hace presente a través de las “Casas de la Sabiduría” o Madrasas (como Bait al-Hakima en Bagdad), que enriquecieron el trabajo intelectual y permitieron el nacimiento de figuras notables del pensamiento islámico como Al-Farabi o Ibn Sina, pertenecientes al llamado “siglo de oro” (VIII-XIII).

Quizás el principal campo de investigación científica fue la astronomía. La adquisición de conocimientos desarrollados por otros pueblos (babilonios, indios y, sobre todo, griegos) con anterioridad y el interés del pueblo árabe por la astronomía, basado tradicionalmente en una práctica empírica (según la documentación disponible los árabes pre-islámicos desconocían la astronomía como ciencia), propiciaron un notable de esta ciencia, acompañada de desarrollos en campos relacionados como las matemáticas (trigonometría, geometría, álgebra, aritmética), óptica y la construcción de instrumentos u otros como la filosofía. La medicina islámica también debe su origen al legado helenístico; durante la dinastía Omeya se aprecian los primeros avances a través de la traducción de textos clásicos y la formación en su doctrina, que propiciaron grandes avances en medicina clínica. A su vez la botánica, la farmacología y la alquimia florecieron en el mundo islámico medieval y las ciencias, buscando siempre formas de equilibrio y armonía, impregnaron la arquitectura y las artes.

En cuanto la arquitectura, el islam trajo consigo el desarrollo de un nuevo espacio religioso, la mezquita, que fue configurado inicialmente a imagen de la casa de Mahoma en Medina como lugar de reunión y oración, y paulatinamente adquirió elementos esenciales como la quibla omeya, el mihrab, el minbar y el alminar. Se considera como primera obra monumental la Mezquita de la Roca (692) en Jerusalén y, en su trayectoria, el arte islámico nos ha legado obras arquitectónicas de la talla de la Gran Mezquita de Damasco o la Mezquita de el Cairo (876-879). Aunque las artes visuales fueron desarrollándose paulatinamente, y los artistas y artesanos desarrollaron obras de gran belleza, transformando objetos cotidianos en obras de arte (textiles, orfebrería, vidrio) son quizás las artes de la escritura (inscripción y talla y más tarde caligrafía, iluminación de manuscritos y miniaturas) las que destacan sobre manera por su relación directa con la literatura y poesía, las artes maestras de la cultura islámica, cuya importancia se hace presente en los versos del Corán, y que a su vez decoran las obras de arquitectura islámica.

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3. Contextualice brevemente (tres-cuatro líneas) los siguientes personajes: Teodorico el Grande, Prisciliano, Triboniano, Alcuino de York, Sancho III el Mayor de Navarra.

Teodorico el Grande (Pannonia, 454 - Ravena, actual Italia, 526). Rey de los Ostrogodos en el periodo comprendido entre los años 474 y 526. Recibió en Constantinopla (Imperio Bizantino) la educación propia de un príncipe romano y, una vez al mando del pueblo ostrogodo, estableció la capital de su reino en Rávena, siguiendo el modelo de gobierno romano, y mantuvo una policía de alianzas con los príncipes bárbaros que aseguró la paz durante su reinado.

Prisciliano (¿?, h. 340 – Civitas Treverorum, actual Tréveris, 385). Obispo hispano, de origen incierto, impulsor de la herejía conocida como priscilianismo, de gran trascendencia en el norte de España. Proponía una aproximación a la religión ascética y opuesta a la opulencia eclesiástica, que, combinada con elementos gnósticos, maniqueos y astrológicos y sus propuestas morales radicales, le llevaron a ser condenado a muerte por herejía y ejecutado junto a varios de sus discípulos.

Triboniano (Panfilia, h. 500 – 547). Importante jurista bizantino, consejero y ministro de justicia durante el reinado del emperador Justiniano, que propuso la recopilación y ordenación de toda la legislación existente en un Código conocido como Corpus Iuris Civilis, que establece las bases del Derecho romano que ha llegado hasta nuestros días.

Alcuino de York (York 730 – Tours 806). Erudito anglosajón afincado en la corte de Carlomagno desde el año 793, donde desempeñó primero el papel de educador del emperador y más tarde consejero en asuntos de educación, impulsó su política de restauración imperial, que incluyó la creación de la Escuela Palatina para la educación de nobles y clérigos y el traslado de la biblioteca de su abadía de York a San Martín de Tours.

Sancho III el Mayor de Navarra (¿? h. 1004 - Navarra, 1035). Rey de Pamplona considerado el primer monarca europeo de la Península Ibérica. Con la caída del Califato de Córdoba, se centró en la unificación de los principados cristianos de la península Ibérica y algunos del otro lado de los Pirineos, ejerciendo un verdadero protectorado. Defensor de las corrientes eclesiásticas de Cluny, impulsó la cristianización de las masas populares y la importancia de Navarra en Camino de Santiago.

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2. Cuestiones Prácticas

1. Comente, siguiendo las pautas indicadas en las Unidades Didácticas, el siguiente texto histórico:

Lo nuestro es: según el auxilio de la divina piedad, defender por fuerza con las armas y en todas partes la Santa Iglesia de Cristo de los ataques de los paganos y de la devastación de los infieles, y fortificarla dentro con el conocimiento de la fe católica. Lo vuestro es, santísimo padre: elevados los brazos a Dios como Moisés, ayudar a nuestro ejército, hasta que gracias a vuestra intercesión el pueblo cristiano alcance la victoria sobre los enemigos del santo nombre de Dios, y el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en todo el mundo. 

Carlomagno, Epístola VII (a. 796). Recoge. M. Artola, "Textos fundamentales para la Historia", Madrid, 1968, pp. 49-50.  

Carlomagno, Epístola VII (a.796). Fuente primaria, correspondencia privada de carácter político, entre el emperador Carlomagno y el papa León III.

La presente epístola forma parte de la correspondencia mantenida entre el Carlomagno (742 –814) y el papa León III (750-816), tras el anuncio de ese sobre su advenimiento al trono pontificio. Carlomagno, en respuesta, expresa al pontífice su visión la defensa de la Iglesia Católica, de acuerdo con el poder que cada uno ostenta en lo militar, en lo político y en lo religioso. El primero, Carlomagno, desde su posición de líder político y militar, se adjudica el papel de la defensa de la Iglesia dentro de sus fronteras y “en todas partes”, de los ataques paganos, tal y como había venido haciendo desde su coronación en 786. Al recién llegado pontífice, en su calidad de santo padre, le corresponde ayudar al ejército carolingio en la oración, intercediendo antes dios por los poderes que le han sido concedidos.

El papa León III, de origen modesto, había llegado a ser Santo Pontífice en diciembre de 795 tras la muerte de su antecesor Adriano, y había sentido la necesidad de afianzar sus buenas relaciones con el rey de los francos, para asegurar su seguridad y la de la Iglesia. Por ello, en una carta anterior, el papa anuncia a Carlomagno su reciente consagración enviándole las llaves de la tumba de San Pedro y la bandera de Roma, y poniéndose prácticamente a su servicio como colaborador.

Carlomagno, o Carlos, que por entonces ya había sido proclamado rey de los francos y de los lombardos y patricio de los romanos, pero todavía no había adquirido el calificativo de Magno , envía La respuesta que aquí vemos, quizás hábilmente redactada con la ayuda de su buen consejero Alcuino de York, no hace sino afianzar con intención la posición dominante de Carlomagno y su superioridad con respecto al pontífice. Carlos se proclama como defensor del pueblo cristiano, no sólo “por las armas” sino también promoviendo en “conocimiento de la fe católica”, reservándose para sí todo el ámbito de la acción y consolidando la dependencia y práctica sumisión de León III.

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Los acontecimientos que siguieron, en los que Carlomagno defendió a León III de sus enemigos, así como el entorno político del momento, propiciaron que el pontífice coronara al monarca Emperador de Roma sólo cuatro años más tarde.

Pero sin duda, y como podemos ver en esta epístola, el sentimiento de poder impregnaba la correspondencia diplomática de Carlomagno, y se muestra como uno de los elementos que, sin duda, ayudaron a presentar la imagen de magnánimo emperador de la Cristiandad que le valió su ascenso al trono de Roma, tan bien articulado por sus consejeros.

2. Siguiendo Las pautas señaladas en las Unidades Didácticas, contextualice y comente el siguiente mapa.

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El mapa, de carácter político, ilustra los dominios del Sacro Imperio Romano de Occidente durante el reinado de Otón I el Grande (936-973), demarcando los probables límites del imperio y diferenciando los diferentes ducados y marcas que lo compusieron.

Tras la muerte del último rey carolingio, Luis IV el Niño en 911, del reino franco de oriente Germania estaba fragmentada en cinco ducados (Sajonia- incluyendo Turingia, Babiera, Franconia, Suabia y Lorena) que no fueron controlados por su sucesor Conrado I de Franconia (911-918) y cuyos duques acabaron por elegir a Enrique I de Sajonia (919-936) como rey tras la muerte de su antecesor. Hábilmente este monarca supo mantener la autoridad monárquica y aún en vida a su hijo Otón I para facilitarle la sucesión del reino germánico que se convertiría en la principal fuerza política europea.

En el mapa, los “Ducados nacionales” constituyen el corazón y origen de este imperio, que Otón I fue expandiendo durante su reinado. En primer lugar, Otón acude en 950 en auxilio de Adelaida de Borgoña que reinaba en la Lombardía tras la muerte de Lotario y había sido acosada por Berenguer II para evitar que ocupara el trono. Al casarse con ella Otón adquiere el título de “rey de los francos y de los lombardos” que anteriormente también había pertenecido a Carlomagno, aunque el papa le negó entonces el titulo de emperador.

Durante su reinado, Otón I protegió especialmente el flanco oriental del territorio con marcas fronterizas, las indicadas en el mapa, a través de sucesivas victorias. Formó la Marca de los Bilungos en 936, cuando hizo a Herman Bilungo príncipe de la milicia, otorgándole el control sobe las tribus eslavas occidentales. La Marca de Verona fue separada del Reino de Italia tras la derrota de Berengario II en 950 y posteriormente cedida a una comuna que la gobernó como tal. En 955, venciendo a los húngaros en Lech, re-establece la Marca Oriental Ostmark, que daría lugar posteriormente a Austria. Y el mismo año, con la derrota de los eslavos en el Reknitz, logró proteger el noreste del reino.

Llamado en 962 por el papa Juan XII (955-964) a defender los territorios pontificios, Otón I fue finalmente coronado emperador en Roma en febrero de ese año, ocupando el título que, durante generaciones había quedado vacante durante varias generaciones.

Otón I el Grande revivió el ideal de los imperios romano y carolingio, y reunió en su persona las coronas italiana y germánica en una estructura que, al menos según su nombre, duraría cerca de mil años. Durante su reinado, se encargó también de la evangelización del reino, facilitando la incursión del cristianismo más allá de sus fronteras.

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Bibliografía

Nota de la alumna: por ser estudiante de la U.N.E.D desde el extranjero, la bibliografía utilizada para responder a esta prueba de evaluación no siempre corresponde con la recomendada por el texto base, y a menudo he tenido que recurrir a los recursos disponibles en inglés a los que tengo acceso en bibliotecas del Reino Unido o a través de internet. Espero que no suponga ningún problema.

Azcárate Luxán, B. et.al., Átlas histórico y geográfico universitario, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), 2006.

Esposito, J., The Oxford History of Islam, Oxford, Oxford University Press, 1999.

Ettinghausen,R. et. al., Islamic art and architecture 650-1250, Singapore, Yall University Press, 2001.

Halpen, L. et. Al., Carlomagno y el imperio carolingio, Madrid, Albin Michel, 1968.James, E. Europe´s Barbarians, Harlow, Parson, 2009.

Ladero Quesada, M.F. et al, Introducción a la historia del occidente medieval, Madrid, Editorial Universitaria Manuel Areces (UNED), 2010.

McKitterick, R. (Ed.), The Early Middle Ages 400-1000, Oxford, Oxford University Press, 2003.

Meri, J.W (Ed.), Medieval Islamic Civilization: An Encyclopedia, New York, Routledge, 2006.

Pettrucioli, A et.al., Understanding Islamic architecture, Routledge, 2002.

Roberts, J.M., History of Europe, Londres, Penguin, 1996.

Stephen, A. , Alcuin of York, c AD 732 to 804 - his life and letters, York, Ebor Press, 1974.

Recursos online

Tacitus, Cornelius, Germania, Universidad Nacional del Nordeste, enlace: http://hum.unne.edu.ar/academica/departamentos/historia/catedras/hist_medi/documentos/occidente/tacito.pdf

Corpus Iuris Civilis, Internet History Sourcebook, enlace: http://www.fordham.edu/halsall/source/corpus1.asp

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