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La Última Batalla de Lenin
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Los últimos meses de la vida de Vladimir Ilich Lenin
fueron muy intensos: se enfrentó, desde luego, a los problemas económicos,
sociales, políticos y administrativos que planteaba la construcción del nuevo
estado soviético en las condiciones adversas en que se estaba produciendo este
proceso, es decir, en medio de las hostilidades de las principales potencias
imperialistas, en forma señalada de Alemania, de la guerra interna que habían
desatado las fuerzas derrotadas y más específicamente al posible crecimiento
hipertrofiado de la administración pública, a los excesos de Stalin y de Trotsky, a
la lucha de las fracciones en el seno del Partido Comunista de Rusia y a la
necesidad de mantener la unidad y bajo control los problemas de la sucesión en la
Secretaría General del partido gobernante.
Tanto por la publicación de una serie de artículos, como
de un conjunto de cartas que Lenin, convaleciente del atentado que había sufrido
a manos de un agente enemigo y después de un primer derrame cerebral,
acaecido el 16 de diciembre de 1922, que le inmovilizó parte del cuerpo, dictara a
su secretaria, se confirma que el genial estratega de la Revolución de Octubre
estaba sumamente preocupado por el futuro de la nueva organización soviética,
que se debatía en medio del aislamiento por parte de las masas campesinas, la
inexperiencia de los cuadros políticos y administrativos, los remanentes del viejo
régimen zarista y los conflictos y contradicciones que se producían en el interior
del partido y del estado. Estaba convencido que esos hechos tendrían
consecuencias de muy variada naturaleza en el futuro y por eso trataba de atajar
las tendencias más negativas, sin el éxito deseado, pues estaba ya prácticamente
marginado de las actividades políticas directas y eran otros dirigentes los que
tomaban las máximas decisiones.
Lenin, desgraciadamente por prescripción de sus
médicos, redujo notablemente su ritmo de trabajo –en ocasiones sólo le era 1
permitido dictar algunas instrucciones por espacio de 15 minutos- permaneciendo
recluido en sus habitaciones en el Kremlin desde donde seguía el curso de los
acontecimientos nacionales e internacionales, leía Pravda, redactaba
correspondencia que enviaban a dirigentes comunistas europeos y en donde
también solía recibir a los altos líderes del estado y del partido y desde luego, a su
esposa, Krupskaia, que reflejara en su conducta también los conflictos contra
Stalin.
La dirección de los asuntos del incipiente estado ya no
estaban en realidad en manos de Lenin sino de los otros cuadros como Stalin,
Trotsky, Bujarin, Zinoviev, Kamenev; es verdad que la opinión del jefe de la
revolución proletaria era consultada en tratándose de problemas importantes, pero
la conducción real de la vida soviética ya tenía otros responsables directos.
Todavía estaba intacta en la dirección del partido, la vieja guardia bolchevique,
alentada por haber hecho una revolución en el eslabón más débil de la cadena del
imperialismo.
Durante el tiempo en que Lenin estuvo semiparalizado y
hasta su muerte ocurrieron una serie de hechos y hasta su muerte que, por su
trascendencia, repercutieron en la formación y el funcionamiento del estado
soviético y fueron causa y efecto después de un gigantismo estatal que terminó
por deformar la socialización de los instrumentos de producción y por crear una
enorme y poderosa casta burocrática que se llenó de privilegios y también de
poder. En enero de 1921 dictó a su secretaria “que el partido estaba enfermo, el
estado obrero era una formulación teórica. En primer lugar tenemos de hecho un
estado obrero con la particularidad de que en el país no predomina la población
obrera sino la campesina; en segundo lugar, un estado obrero con una
deformación burocrática”. Era explicable este fenómeno también pues muchos
funcionarios del nuevo estado venían de las administraciones zaristas, los cuadros
proletarios no estaban preparados ni capacitados técnicamente para desarrollar
las complejas y arduas tareas que implicaba la construcción del orden social
socialista aunque desde luego tenían un gran entusiasmo revolucionario. Lo que 2
estaba haciendo era inédito en el mundo y por lo tanto, no tenía puntos concretos
de referencia. Además, en el Partido Comunista había fracciones y luchas entre
ellas y esto dificultaba la toma de decisiones y su aplicación en forma unificada y
oportuna. Dichas discrepancias se presentaron durante la implantación del
llamado Comunismo de Guerra y más específicamente durante el periodo de la
Nueva Política Económica.
Lenin analizaba y vislumbraba también el desarrollo
interno de fenómenos muy destructivos. Uno de ellos fue el de la necesidad de
poner límites y controles a la fuerza que Stalin estaba adquiriendo y de criticar sus
funciones en el partido y en el estado. Por ejemplo, publicó en el mes de agosto
de 1921 una serie de cartas sobre la Inspección Obrera y Campesina que,
dirigida por Stalin, tenía la importante tarea de supervisar y fiscalizar el
funcionamiento de las instituciones estatales y de controlar el cumplimiento de sus
funciones. Lenin era partidario de que el pueblo trabajador, sus elementos más
preparados y capacitados, los mejores miembros del Partido Comunista realizaran
una permanente tarea no sólo de vigilancia sino de evaluación de las instituciones
estatales para evitar los actos de corrupción, la ineficiencia y el surgimiento de
grupos privilegiados.
En realidad, Lenin, en el ejercicio de estas importantes funciones
emparentaba al partido con el estado pues consideraba que la Inspección Obrera y Campesina debía depender de la Comisión de Control del Buró Político del Partido . Esta identificación entre el partido y los órganos estatales permaneció en
la URSS hasta la época de Mijaíl Gorbachov en que éste promovió una separación
de funciones. El famoso artículo 6 de la Constitución de la URSS consideraba que
el Partido Comunista era el rector del estado y de la sociedad soviética y a nivel
jurídico, por lo tanto, resultaba impensable que otro u otros partidos compitiesen
en la conformación de los órganos del poder público.
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Lenin decía que la Inspección Obrera y Campesina debía componerse de 300 a 400 empleados “especialmente probados en cuanto a
su honradez y conocimiento de nuestro aparato estatal; debe probarse también de
manera especial si conocen los fundamentos de la organización científica del
trabajo en general y en particular del trabajo administrativo, de oficina”. En octubre
de 1922 afirmó que el aparato estatal adolecía de muchos defectos “que era dos
veces mayor que lo necesario” y que muy a menudo trabaja, no para nosotros sino
contra nosotros”. En el conocido artículo Más vale poco pero bueno, Lenin
insiste en las críticas abiertas a la hipertrofia del estado y a la nefasta labor que
estaba desarrollando Stalin, al grado de afirmar que él “no gozaba de ningún
prestigio y que no existía organismo peor organizado que la Inspección Obrera y Campesina”. “Hace cinco años que tratamos de mejorar nuestro aparato estatal,
pero lo único que se advierte es un ajetreo que en este tiempo ha demostrado ya
su ineficiencia, inutilidad y nocividad”.
Después señala que la Inspección Obrera y Campesina era una
contraloría externa del pueblo sobre los organismos y dependencias estatales y
correspondía a la noción de sóviet por medio del cual el pueblo ejercía el poder en
forma directa, pero estaba creando cuerpos intermedios muy grandes entre el
pueblo y las entidades encargadas del ejercicio del poder. Lenin era partidario de
la simplificación de las funciones públicas y por ello los jefes de las dependencias
del nuevo poder se llamaban simplemente Comisarios, queriendo indicar con ello
que sólo se trataba de cuadros calificados, a los cuales se les delegaba ciertas atribuciones, pero no para que se divorciaran de la fuente originaria del poder, el
pueblo trabajador, mediante entidades complejas que después se agruparan y se
convirtieran en instituciones de lenta o nula respuesta respecto de las exigencias
sociales.
Sensiblemente preocupado por el gran poder que
estaba acumulando Stalin, en diciembre de 1922, Lenin envió una carta al
4
Congreso del Partido en la cual informa de los riegos que ello implica y caracteriza
además, la personalidad de los dirigentes más notables. En previsión de que la
lucha de las fracciones provocara una seria división en el partido, propone Lenin
una ampliación sensible del número de miembros del Comité Central. Dice que el
principal peligro de escisión lo constituye el antagonismo que existe entre Stalin y
Trotsky y acto seguido, con una claridad sobresaliente, dice que Stalin “ha
concentrado en sus manos un poder ilimitado y no estoy seguro de que siempre
sepa utilizarlo con la suficiente prudencia” y por otra parte considera que Trotsky
“es el hombre más capaz del Comité Central, pero también es presuntuoso en
exceso y se apasiona demasiado para los aspectos puramente administrativos del
trabajo”.
Además, afirma que “no sólo es el teórico más valioso y destacado del
partido sino que además, es considerado, merecidamente, el preferido de todo el
partido; sin embargo, sus conceptos teóricos sólo pueden ser considerados de
todo punto de vista marxista con la mayor reserva porque hay en él algo de
escolástico pues no ha estudiado nunca y piensa que jamás ha entendido del todo
la dialéctica. Piatakov, “dotado sin duda alguna de gran voluntad y de capacidad
eminente, se deja sin embargo, arrastrar demasiado por las prácticas de
administración y por el aspecto administrativo de las cosas como para que se
pueda confiar en él un problema político serio”. El 24 de diciembre de 1924,
elabora un agregado a dicha carta y dice: “Stalin es demasiado grosero y este
defecto, perfectamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre
nosotros los comunistas, se torna intolerable en las funciones de secretario
general. Por lo tanto propongo a los camaradas que reflexionen sobre el modo de desplazar a Stalin de ese cargo y de nombrar a otra persona que tenga sobre el
camarada Stalin una sola ventaja: la de ser más tolerante, más leal, más cortés y
más atento para con los camaradas, de un humor menos caprichoso. Estas
características podrían parecer un ínfimo detalle. Pero, en mi opinión, para
protegernos de la escisión y teniendo en cuenta lo que describí arriba sobre las 5
relaciones entre Stalin y Trotsky, no se trata de un detalle, o bien, es un detalle
que puede adquirir una importancia decisiva”.
En estas líneas, Lenin describe la personalidad de un
dirigente político autoritario. En primer lugar, se trata de un individuo intolerante
que siempre pretende imponer sus decisiones y sus puntos de vista a los demás
valiéndose del número o de la importancia del cargo que ocupa. En segundo
término, se trata de una explicación del dogmatismo pues sólo a él se asiste la
verdad y la razón y por lo tanto, él es el encargado de guiar y conducir y los otros
de aplicar y ejecutar sus órdenes o resoluciones. Finalmente, anula el trabajo
colectivo de los órganos responsables de conducir al partido al adjudicarse
atribuciones que no le fijan los estatutos sino sólo la fuerza y la capacidad de
mando. La intolerancia fue un rasgo distintivo de Stalin, pero también de Trotsky,
aunque la capacidad ejecutiva fue mayor la del primero que la del segundo. Lenin
estaba pensando en un secretario general que tuviera el talento filosófico de
Bujarin, la firmeza de Stalin y la profundidad analítica de Trotsky, pero un hombre
así dotado no existió.
El partido bolchevique, primero, y el Partido Comunista
de Rusia, después, fueron partidos de fracciones. Por un lado, estaba la de
Zinoviev y Kamenev, después la de Bujarin, la de Lenin y la de Stalin. Había en su
seno fuertes discrepancias sobre las distintas formas y modalidades de la toma del
poder y después sobre la construcción de la sociedad socialista y Lenin siempre
estuvo interesado en evitar, a toda costa, que dichas discrepancias pudieran
dividir al partido. Por lo demás, sí bien Lenin tuvo fuertes diferencias con Trotsky y
Stalin en torno a distintos asuntos, jamás planteó su expulsión, ni desde luego,
demandó una acción directa contra ellos. Por ejemplo, ante la negativa de Trotsky
de firmar la paz con los alemanes como la única salida para evitar la aniquilación
del naciente poder soviético, Lenin le exigió, en forma perentoria, que lo hiciera,
haciendo uso de toda la autoridad moral y política que le daba su calidad de jefe
de la revolución de octubre. En el caso de la creación de la Federación
Transcaucásica y al adoptar Stalin acciones violentas contra los mencheviques, 6
Lenin lo censuró acremente y le exigió que utilizara métodos políticos, como la
persuasión y el convencimiento, para lograr la integración de los distintos pueblos
y regiones en la nueva estructura jurídica del estado proletario.
Lenin estaba preocupado porque el partido se
convirtiera en un órgano vigilante de la administración pública pero no para
sustituirla, aunque ese fenómeno se dio sobre todo después de su muerte. No se
pudo evitar esa identificación, primero porque formaba parte de las propias tesis
de los ideólogos revolucionarios que habían afirmado que los soviets constituían
una nueva forma de estado y después porque ante la intervención extranjera, la
guerra civil, la necesidad de impulsar la industrialización y la colectivización de la
agricultura se necesitaba un estado fuerte, un estado casi dictatorial y así se
sentaron la bases de una organización de la administración pública que crecía en
forma incesante. Estado y Partido se identificaron profundamente hasta ser
una sola entidad en que no se sabía en donde terminaba el primero y comenzaba
el segundo, pero no había una conciencia clara de los efectos negativos que esta
imbricación tendría.
Lenin demandó en todos los tonos la necesidad de formar especialistas en
finanzas, contabilidad, agricultura, asuntos industriales para tener una base que
permitiera renovar la administración pública, sustituyendo a los funcionarios
zaristas que, como era natural, estaba a favor de mantener los viejos esquemas y
procedimientos, aunque la composición del estado fuese distinta.
Aunque Lenin estaba interesado en combatir de raíz el
crecimiento desmesurado del estado, al discutirse el papel y la importancia del
comercio exterior se pronunció porque fuese un monopolio estatal a efecto de
regular más eficazmente el ingreso de divisas. La Nueva Política Económica fue
una restructuración de las relaciones capitalistas, un reforzamiento de las mismas
que indicaban que no era posible destruir en el acto el aparato público burgués,
como lo había dicho Lenin en El Estado y la Evolución, sino había que pasar por 7
una larga etapa de transición y de coexistencia entre las nuevas y las viejas
instituciones. Lenin estaba consciente de que no se podía hacer tabla rasa del
régimen zarista, el que no obstante, estaba herido de muerte, aún tendría una
agonía prolongada.
El ímpetu revolucionario desenfrenado caracterizó los
primeros años del poder soviético y este entusiasmo se reflejó en los textos finales
de Lenin, en la actividad febril a que se sometió, según lo revelan sus secretarias,
calculando que debido a su larga y compleja enfermedad le quedaba poco tiempo
de vida d y que no podría ser por muchos meses actor principalísimo en la toma
de decisiones. Ante la imposibilidad de participar en los debate en el Consejo de
Comisarios del Pueblo o en el Buró Político del partido, encargaba asuntos muy
delicados, o mismo a Trotsky que a Stalin, pero más al primero que al segundo.
Lenin trataba de equilibrar esos temperamentos tan distintos y violentos, pero la
mayor aprensión la tuvo contra el georgiano calculando que la excesiva
concentración del poder en sus manos generaría una dictadura personal que
anularía el funcionamiento de los órganos del partido, sobre todo el Comité Centra
y un crecimiento descomunal de la estructura burocrática. Lenin fue, pues, un
genial previsor de lo que ocurriría después, dado que conocia muy bien las
virtudes y los defectos de quien también se encargara de los asuntos de las
Nacionalidades.
Las últimas cartas que Lenin dirigiera a los miembros
del Partido Comunista confirman que él estaba interesado en ampliar y reforzar los
órganos colegiados, sobre todo el Comité Central y trataba de aumentar su base
obrera, disminuir su base campesina, a efecto de que la lucha de las fracciones se
diluyera en el número y en la calidad de los militantes. Era un esfuerzo que
desplegaba contra la excesiva concentración de poderes administrativos, políticos
y militares en el secretario general (Stalin) que anula la conducción colegiada del
partido. El 23 de diciembre de 1924, fecha en que escribió la trascendental misiva
en que de plano desautorizaba a Stalin para ocupar el máximo órgano partidario,
le envió copia de la misma al afectado, al pleno del Comité Central con el objeto 8
de que este asunto se examinara, pero ello fue desestimado por ese organismo. Al
insistir en que se aumentara el número de obreros como miembros del CC, Lenin
consideraba “que dicha reforma aumentaría notablemente la solidez de nuestro
partido y le facilitaría la lucha en un ambiente de estados hostiles, lucha que en mi
opinión puede y debe agravarse en los próximos años Me parece que la
estabilidad del partido será reforzado en enorme grado por la adopción de esa
medida”.
A la luz de los acontecimientos históricos, podemos
concluir que Lenin perdió su última batalla.
Marzo de I990
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Eurocomunistas contra Polonia
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El martes 22 del presente mes, en el diario
socialdemócrata Uno más Uno, el sector eurocomunista y antisoviético del PSUM
publicó un manifiesto de “solidaridad” hacia los trabajadores polcaos que contiene
algunas afirmaciones insostenibles y otros juicios que no se ajustan a la realidad.
En la práctica, el texto de los eurocomunistas
mexicanos coincide con la posición actual del PRT, en especial de su ideólogo,
Octavio Rodríguez Araujo, con la del furibundo antisoviético y anticomunista
Guillermo Almeyra y con la declaración de Ronald Reagan aparecida el 24 como
una amenaza contra el gobierno de Polonia.
Los eurocomunistas del PSUM, encabezados por Pablo
Gómez, Valentín Campa y Arnoldo Martínez Verdugo, han emitido opiniones
particulares, de claro sello antisoviético, que se diferencian de la actitud oficial
proclamada por la Comisión Política de ese partido (Uno más Uno, 22 de diciembre de 1981) en la que se emplea un tono más moderado para juzgar los
sucesos polacos.
Lo anterior, quiere decir que, en el interior del PSUM
continúan existiendo y luchando las corrientes políticas que le dieron origen y que
en este caso solo han llegado a una solución de compromiso o de equilibrio entre
las tendencias, pero no existe, desde luego, una postura unificada.
Los eurocomunistas del PSUM afirman, refiriéndose al
movimiento encabezado por Solidaridad que “se trata de un movimiento tendiente
a desarrollar los fundamentos democráticos del socialismo en Polonia”
Esta caracterización es inexacta. Solidaridad es una
agrupación político-social heterogénea en la que no predominan los marxistas o
socialistas. Lech Walesa, su dirigente máximo, nunca fue miembro del POUP, ni
1
tampoco ha sido un militante del socialismo. Se trata de un católico liberal, con un
pensamiento político atrasado. En el interior de Solidaridad existe un sector que
buscó y busca el enfrentamiento contra el Estado y el POUP pero no para
perfeccionar el sistema socialista sino para ir debilitando sus fundamento
económicos y políticos.
Por otra parte, los líderes de Solidaridad tienen más
relaciones políticas con los dirigentes sindicales norteamericanos y oeste
alemanes, que con los de las agrupaciones obreras de los países socialistas.
Hace unas semanas, los representantes del “ala dura” de Solidaridad, los
antisocialistas más renombrados, prevalecieron acordando no integrarse al Frente
de Salvación Nacional y sí por el contrario, trataron de desatar una ofensiva
general contra el Estado polaco, tratando de convertir a Solidaridad en un partido
político.
Más adelante, los eurocomunistas del PSUM dicen,
haciéndose eco de la prensa burguesa: los propósitos del estado de guerra son
cada día más evidentes: destruir a las fuerzas y organizaciones que habían
luchado por la renovación democrática del socialismo en Polonia y aniquilar las
perspectivas de un entendimiento entre las organizaciones sociales y el gobierno”.
De nuevo se expresa el afán de embellecer a Solidaridad y a grupos como
el KOR que de ninguna manera pretenden el perfeccionamiento del socialismo. El
gobierno decretó el estado de emergencia porque no obstante las concesiones y
las posiciones otorgadas a los líderes de Solidaridad, en las esferas económica y
política, en realidad aspiraban a desplazar al POUP como fuerza directriz de la
sociedad.
A pesar de que las autoridades otorgaron mayor
espacio de poder a Solidaridad, los dirigentes no permitieron la vuelta a la
normalidad en los centros laborales y ante la crisis económica, persistieron en el
estallamiento de un mayor número de huelgas, oponiéndose, en la práctica, a la
2
restauración de las actividades productivas, punto fundamental para que Polonia
supere los problemas en que está inmersa.
El estado de emergencia no afecta las bases del
sistema socialista sino se trata de un recurso político transitorio enderezado, sobre
todo, contra los líderes de “mano dura” de Solidaridad y no contra el conjunto de
los trabajadores, cuyos derechos y conquistas son y han sido respetados.
En Polonia, no existe guerra civil, ni represión
generalizada, ni levantamientos masivos del pueblo contra el gobierno, ni
enfrentamientos considerables entre los trabajadores y el ejército. Los
eurocomunistas del PSUM repiten las versiones magnificadas y tendenciosas de
la gran prensa mercantil y de la televisión privada, que a su vez se nutren de las
agencias informativas de los Estados Unidos y de las orientaciones que les dan
sus amos en México para orquestar una campaña anticomunista y antisoviética de
alcance general.
Es falso que el gobierno polaco no haya deseado un
entendimiento con las organizaciones sociales. Por el contrario, desde que se
otorgó el registro a Solidaridad ha dado infinitas muestras de esa pretensión,
hasta el grado de que para muchos revolucionarios, ese trato era
extraordinariamente benévolo, perjudicial para el socialismo. El último intento que
el de incorporar a Solidaridad al Frente de Salvación Nacional, pero los líderes
que se negaron a ello, manifestando un claro propósito de que los problemas no
se resolvieran sino que se agrandaran.
Las exigencias que los eurocomunistas del PSUM
formulan a las autoridades polacas son, asombrosamente, las mismas que
planteara Ronald Reagan en su discurso televisado del pasado 23 del actual:
liberación de los detenidos, derogación de la ley marcial y restauración de las
libertades.
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Todo esto se demanda sin tomar en cuenta la
infiltración de los elementos contrarrevolucionarios y antisocialistas –de los cuales
no existe ninguna mención- sin reconocer la actitud de Walesa totalmente ajena a
la teoría y a la práctica del socialismo y sumándose irresponsablemente a las
tremendas presiones que experimenta el gobierno polaco, presiones enderezadas
por el imperialismo y sus aliados, los capitalistas y trotskistas, para que no pueda
superar el conflicto a favor de la consolidación del socialismo, sino en la dirección
de su debilitamiento.
El Partido Popular Socialista confía en que las medidas
de emergencia decretadas por el gobierno polaco serán canceladas en la medida
en que se reanude la marcha de la sociedad y se desbaraten los planes de los
antisocialistas. El Estado, el ejército y el Partido tienen la suficiente fuerza para
mejorar la autogestión democrática de la economía, para aumentar la participación
de los trabajadores en los asuntos públicos y para asegurar el fortalecimiento del
socialismo y los vínculos internacionalistas de Polonia.
Febrero 1981.
4
El Pueblo de México contra la Bomba de Neutrones.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La decisión del gobierno norteamericano de fabricar,
instalar, almacenar y distribuir la bomba de neutrones ha concitado el repudio
universal de los pueblos. En el empeño criminal de atizar las provocaciones
bélicas, como la más reciente en que aviones estadounidenses violaron el espacio
aéreo de Libia y derribaron a dos aviones de ese país árabe, los imperialistas
yanquis continúan propalando su tesis acerca de la guerra nuclear limitada y del
uso de la fuerza para contener las luchas de los pueblos que se oponen a la
subyugación de los grandes monopolios.
A lo anterior debemos agregar, la determinación de
Reagan de instalar una nueva base militar en el Golfo de Fonseca, en Honduras, a
efecto de reforzar la vigilancia en la zona centroamericana y de organizar mejor
las agresiones contra Nicaragua y El Salvador.
Con el pretexto de algunas características que tiene la
bomba de neutrones, las autoridades norteamericanas han dicho que se trata de
un arma defensiva, disuasiva y táctica. Por ello, tratan de convencer a sus aliados
de la OTAN para que permitan su instalación en territorio europeo, afirmando que
sería muy útil en el caso de que la Unión Soviética invadiera esa zona utilizando
tanques.
La bomba de neutrones es una bomba de hidrógeno
que tiene como detonante una bomba atómica (Uranio 235 o de Plutonio) y por
material fusionable. La diferencia técnica respecto de otras bombas
termonucleares consiste en que no tiene la capa de Uranio 238 y que se externa el
detonante atómico por lo que disminuye la capacidad destructiva por el efecto
explosivo y por la radiación térmica. Sin embargo, se eleva la potencialidad de
emisión de neutrones rápidos, aumentando en forma importante el área letal de la
radiación neutrónica.
1
Con la información técnica disponible, se calcula que si
una bomba N explotara a una altura de 500 metros sobre la superficie de la tierra,
sus resultados explosivos y térmicos se extenderían hasta un radio de 1200
metros, generando serios daños materiales por lo que no es tan limpia como
irresponsablemente lo exageran los guerreristas tratando de disminuir la
indignación mundial.
Pero los resultados más graves, a corto, mediano y
largo plazo se dan en el ser humano lo que revela el profundo desprecio que
sienten por el hombre los belicistas y los directivos de los grandes monopolios
fabricantes de armas. La ionización de los átomos que forman las células del
organismo produce la ruptura de los cromosomas de los núcleos; además, se
incrementa la dilatación de las células, aumenta la viscosidad y permeabilidad de
sus membranas destruyéndose preferentemente las células del sistema nervioso
central. Es casi inmediata la muerte de las personas que se encuentran cerca de
la zona de la explosión y a un radio mayor el deceso no es instantáneo, sino
prolongado en medio de grandes sufrimientos. La radiación neutrónica, además,
produce efectos deformantes de carácter genético que comprenden a varias
generaciones.
Si el propósito declarado de los imperialistas yanquis
consiste en utilizar la bomba de neutrones sobre todo en Europa Occidental, no
debemos olvidar que se trata de un continente densamente poblado por lo que su
uso hipotético causaría enormes bajas entre los civiles. En el fondo, los Estados
Unidos plantean la posibilidad de liquidar pueblos enteros, especialmente de la
comunidad socialista, tratando de conquistar sus instalaciones industriales y obras
de infraestructura. Esos son los planes demenciales, expuestos públicamente por
Wienberger que trata de menospreciar la respuesta que habría de recibir por parte
de o de los países inicialmente agredidos.
Si tomamos en cuenta que en la actualidad, se hallan
emplazadas 25 mil unidades equipadas por armas nucleares, instaladas en
2
distintos puntos de la tierra, la teoría del “primer golpe” o la de la “guerra nuclear limitada” resultarían infundadas ya que la respuesta implicaría una guerra
total. Los pueblos deben convencer a Wienberger que si los estados Unidos
llegaran a utilizar la bomba de neutrones contra los países socialistas, la Unión
Soviética, de inmediato, efectuaría acciones similares en territorio norteamericano.
El mundo está preocupado porque en la
conducción del gobierno yanqui predominan los elementos aventureros,
acostumbrados al lenguaje y uso de la fuerza, e irreflexivos, como el Secretario de
Defensa, Wienberger, quien está desbordado en su locura militar. Ha solicitado se
aumente la flota de los Estados Unidos, ordenando que se hagan maniobras
navales en todos los mares de la tierra, que se establezca una presencia activa en
el Caribe y que el ejército norteamericano se prepare no para una guerra sino para
dos guerras al mismo tiempo: una general que, naturalmente sería nuclear y otra
de carácter regional en donde, se presume, se emplearían armas convencionales.
El gobierno de México recientemente condenó la
decisión de fabricar la bomba de neutrones. Pero ello no basta; se requiere una
posición más firme y ofensiva en Naciones Unidas y en los organismos
internacionales adecuados a efecto de consolidar el frente de los que exigen que
los Estados Unidos cesen su impulso a la carrera armamentista. El Congreso de la
Unión, que pronto iniciará su periodo ordinario de sesiones, también debe hacer
una aportación para frustrar los propósitos de los guerreristas. El movimiento
obrero, agrupado en el Congreso del Trabajo, no puede permanecer callado e
inmovilizado ante la gravedad de la situación internacional. Los partidos políticos
democráticos deben reflexionar más seriamente sobre los peligros a que se
enfrenta hoy la humanidad.
El pueblo mexicano, que ha participado en múltiples
guerras civiles en razón de sus antagonismos políticos y contradicciones de clase,
ama profundamente a la paz, porque sin ella no existen posibilidades de progresar
desde el punto de vista económico y social, ni de que se perfeccione la vida
3
democrática. Recordemos que durante la etapa de la “guerra fría” impuesta por el
gobierno de Truman, en nuestro país se intensificó la explotación del trabajo
asalariado a virtud de la entronización del llamado desarrollo estabilizador que le
prodigó garantías y facilidades a los capitales, que se detuvo el auge del
movimiento obrero, perdiéndose posiciones y conquistas que se habían obtenido
durante el periodo de Lázaro Cárdenas.
Debemos convencernos de que quienes están
conduciendo al mundo a la guerra son los Estados Unidos y no la Unión Soviética
cuyo gobierno está insistiendo en que se reanuden las negociaciones para limitar
las armas nucleares y que se suscriba un tratado que prohíba la fabricación y uso
de la bomba de neutrones. Por ello, no tienen razón quienes, desde posiciones de
supuesta izquierda, hablan de los bloques y responsabilizan, por igual, a los
Estados Unidos y a la URSS del terrible deterioro de la actual situación mundial.
No nos dejemos inducir por el revisionismo en la
apreciación de la situación internacional porque no estaríamos contribuyendo al
restablecimiento de la coexistencia pacífica y del proceso de la distensión. El
pueblo soviético quiere y necesita la paz para avanzar más aceleradamente en la
construcción de la nueva sociedad. Paz y socialismo son conceptos inseparables
porque los recursos que hoy se destinan al armamento y a la defensa nacional y
regional, se destinarían a la elevación del nivel de vida del pueblo. En cambio,
para los imperialistas, los gastos de guerra constituyen una salida para disminuir el
desempleo, satisfacer ambiciones de grupos industriales monopólicos y para
reactivar su economía carcomida por la crisis en que se debate el capitalismo.
Imperialismo y amenaza de guerra siempre han ido de la mano.
Pero los gobiernos y los pueblos pacifistas si se
movilizan, si actúan en un frente, están en aptitud de frustrar los planes y
propósitos de los hombres del Pentágono.
23 de agosto de 1981.
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La Militarización del Espacio
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
“Que los océanos cósmicosInfinitos se mantengan Puros y libres de todoTipo de armas”. Leonid Breznhev, Srio. Gral. Del PCUS,18/abril/1981.
El lanzamiento del llamado taxi espacial Columbia
constituye un nuevo impulso a la carrera armamentista por parte del gobierno de
los Estados Unidos, lo que introduce otro factor de peligro en el escenario
internacional. La gran prensa comercial, las agencias noticiosas capitalistas, pero
sobre todo la televisión y la radio, no han enfatizado en éstos riesgos,
aprovechando solo la ocasión para hacer una apología desenfrenada de la ciencia
y de la técnica, estadounidenses.
El proyecto del Columbia se ha estado gestando desde
hace diez años y el principal interesado en su materialización ha sido el
Pentágono y no la NASA, entidad que, en este caso, se subordina a los planes
belicistas a corto y mediano plazo. Algunos antecedentes nos permiten aclarar
más este asunto.
La NASA había sido abandonada desde el punto de
vista presupuestario por el gobierno y el Congreso; una fuerte corriente de
Representantes y de Senadores, se habían opuesto a sus peticiones económicas
afirmando que se sustraían recursos necesarios para la inversión productiva y se
afectaban los gastos de interés social. En este periodo, la Unión Soviética adquirió
la supremacía en lo que concierne a la puesta en órbita de estaciones espaciales -
plataformas para llegar a otros planetas- aumentándose el tiempo de permanencia
de los cosmonautas en esas regiones del universo.
1
La administración de Reagan se propuso desde un
principio aumentar los gastos bélicos, reduciendo, a la vez, las inversiones
sociales. Los guerreristas han estado de plácemes porque dicha decisión implica
nuevos y jugosos negocios en el marco del complejo industrial-militar. Las
grandes compañías fabricantes de armas –a las que directamente representa
Alexander Haig- encontraron una nueva oportunidad para la innovación técnica y
para vender más y nuevos equipos al gobierno de su propio país y a otros de otras
naciones.
Es evidente que el Columbia ha sido utilizado por
Reagan y su camarilla para continuar atizando los sentimientos nacionalistas
chovinistas del pueblo norteamericano, que refuerzan la política de gran potencia.
Se presentó un magnífico pretexto para tratar de revitalizar el “orgullo nacional” y
la supuesta supremacía mundial afirmando que los yanquis son los “mejores y los
primeros” y que ello deben tenerlo en cuenta los amigos y los adversarios de los
Estados Unidos. Es decir, se pretende generar en todo el mundo una sensación
de “admiración” desde luego, con fines hegemónicos.
Desde luego que los comentaristas que se han
desgastado en elogios hacia los Estados Unidos no advierten que el gasto que
implicó el Columbia -10 millones de dólares- se ha restado a las erogaciones en
materia de educación, seguridad social, combate contra el desempleo, atención a
las minorías más pobres y otros. Precisamente, los demócratas en el Congreso
han condenado estas restricciones que afectan al pueblo norteamericano y que
soslayan los graves lastres de la actual crisis económica. Hay, sí una política de
austeridad, pero no para los monopolios del armamento.
El Columbia permite a los Estados Unidos transportar
tropas, instalar aparatos como el láser, con funciones militares, espiar a otras
naciones, etc. Este progreso técnico obligará a la Unión Soviética a tomar medidas
de similar naturaleza y alcance porque un desequilibrio de esa naturaleza
deterioraría el clima político internacional. Aquí está claro que la carrera
armamentista también es una guerra económica ya que impele a los países 2
socialistas a incrementar sus gastos bélicos para preservar su seguridad y
defensas nacionales.
Mientras en una nación capitalista como los Estados
Unidos se realizan enormes inversiones en armas, manteniendo a millones de
ciudadanos en la pobreza, el desempleo y la insalubridad, en la Unión Soviética,
no es, no puede ser de la misma manera, pero de todas formas afecta a la
economía en su conjunto. Por esta razón objetiva, el socialismo, de modo natural,
no puede aspirar a la guerra sino a la paz. El derroche y el despilfarro de recursos
solo son dables en la economía capitalista. Mientras el gasto público que propone
Reagan beneficia abiertamente a los fabricantes de armas, el que se aprobó en la
Unión Soviética se destina al mejoramiento incesante del bienestar del hombre.
Otro riesgo que implica el proyecto Columbia que
atañe a la humanidad entera, es el relativo a la contaminación del espacio; la
transportación de artefactos bélicos, incluyendo los atómicos, envenenar la
atmósfera, puede originar accidentes graves y distorsionar el funcionamiento
armónico de los ecosistemas. Mantener limpio el espacio de las armas,
independientemente de su naturaleza, es también un imperativo de las fuerzas
pacifistas.
Mientras los Estados Unidos solo aspiran a recuperar el
liderazgo perdido en el mundo, los pacifistas debemos defender el futuro para las
nuevas generaciones. La conquista de las regiones extraterrestres debe servir al
ser humano, a la sociedad, mediante la cooperación internacional entre los
regímenes políticos distintos.
19 de abril de 1981.
3
Acerca del XXVI Congreso del PCUS
La Doctrina sobre el “Terrorismo Internacional”.
Por Héctor Ramírez Cué llar.
El secretario general del Partido Comunista de los
Estados Unidos, Gus Hall, al intervenir en la plenaria del Congreso del Partido
Comunista de la Unión Soviética, censuró la nueva doctrina acerca del
“Terrorismo Internacional” que ha elaborado, como posición oficial fundamental,
la administración de Ronald Reagan. Dijo el dirigente marxista norteamericano
que, de esta manera, los Estados Unidos tratan de descalificar los movimientos
populares, revolucionarios y antiimperialistas, adjudicándoles finalidades y
características que no tienen.
Aduce el gobierno yanqui que la Unión soviética
promueve directamente los “actos terroristas”, o indirectamente a través de
Cuba. En el fondo, éstos argumentos persiguen dos finalidades: tener un pretexto
político para amenazar el proceso de la distensión y desatar otras agresiones o
acciones contra las luchas de los pueblos, sin tomar en cuenta la razón de ser de
los cambios sociales que están exigiendo, ni los métodos de combate que
realmente empelan contra sus explotadores de dentro y de fuera de sus fronteras.
En rigor, lo que el imperialismo está planteando es que
no tiene sentido continuar manteniendo las relaciones con la Unión Soviética
dentro de las normas de la cooperación pacífica y mutuamente provechosas, sino
considera que este proceso le está perjudicando. En realidad, en los últimos 20
años, hemos asistido a la liberación de muchos pueblos de Asia y África
subyugados por las cadenas del colonialismo, a los éxitos de los éxitos de los
países en vías de desarrollo que defienden sus materias primas y avances
importantes del movimiento obrero en los países capitalistas, tanto en el plano de
las reivindicaciones económicas, como de las demandas políticas y sociales,
sectoriales o nacionales.
1
Por estas razones, los Estados Unidos tratan de hacer
pasar al mundo entero a un camino de tirantez y de fricciones violentas calculando
que, de ese modo, se puede emprender una ofensiva a fondo que les permita
recuperar, aunque sea en parte, sus posiciones económicas y políticas perdidas
en todos los continentes en las últimas décadas, en el marco de la coexistencia
pacífica de los Estados con distinto régimen social.
Los Estados Unidos, por lo tanto, no quieren
públicamente, reconocer o aceptar las causas objetivas, estructurales, que han
generado las grandes transformaciones de nuestro tiempo y por ello, tratan de
imputárselas, en forma infantil, a la Unión Soviética, desdeñando el hecho
incontrovertible de que las revoluciones no se exportan en las valijas de los
diplomáticos, sino las hacen los pueblos y sus organizaciones políticas
representativas y autorizadas.
Ninguna intervención foránea puede sustituir la
iniciativa creadora y transformadora de los obreros, los campesinos, los
intelectuales progresistas, los jóvenes y las mujeres.
La Unión Soviética, ciertamente, ha hecho una
poderosa contribución a la causa común para liquidar definitivamente el
colonialismo tradicional, el neocolonialismo moderno, el racismo, para detener la
mano agresiva del imperialismo contra los pueblos débiles, para frenar la carrera
armamentista y también para construir el socialismo en naciones que hace poco
conquistaron su independencia como Angola, o que derribaron regímenes
oprobiosos como en Etiopía.
Pero por más grande que haya sido esa aportación, las
grandes transformaciones las han hecho los pueblos y sus fuerzas políticas y
sociales de vanguardia, haciendo, casi siempre, un enorme sacrifico.
Sin embargo, el terrorismo siempre ha sido un método
político que se ha revertido contra el movimiento revolucionario y que
normalmente utilizan los imperialistas y los neoanarquistas. Se trata de actos
2
espontáneos, individualistas, que no toman en cuenta, como factor fundamental, la
acción consciente de las masas. Los terroristas actúan a nombre de las masas,
pero en realidad son ajenas a ellas, o están al margen. No valoran la función vital
que desempeña siempre el partido revolucionario.
Es decir, el terrorismo parte de una visión
extraordinariamente simplificada de la rica y compleja realidad concreta y por lo
tanto es una concepción subjetiva que privilegia acciones aisladas de carácter
espectacular. En cambio, la historia del imperialismo está llena de crímenes,
desde el asesinato de Patricio Lumumba, hasta el del ex canciller chileno Orlando
Letelier, pasando por múltiples golpes de estado en los que han sido liquidados
dirigentes políticos de alto nivel.
No obstante, los Estados Unidos van mucho más allá
en sus consideraciones: para ellos, quienes luchan por cambios sociales radicales,
por la independencia económica nacional, por la paz mundial, son “terroristas” a
secas, simplemente. Se olvidan que durante la Segunda Guerra Mundial ellos
lucharon contra las potencias fascistas, por la libertad y no por ello se les puede
acusar de “terroristas”. Estas generalizaciones son grotescas.
Todos los pueblos han tenido combatiente y luchadores
a favor de transformaciones sociales estructurales. Anatematizarlos como
“terroristas” implicaría, en vano, por supuesto, pretender detener la marcha de la
historia humana. Los cambios se abren paso, generalmente con dificultades, pero
al final se sobreponen por encima de la resistencia que opongan los imperialistas y
el capital nativo.
2 de marzo de 1981.
3
En Torno al XXVI Congreso del PCUS
Solidaridad con Cuba.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Primer secretario del Partido comunista de Cuba,
comandante Fidel Castro, al intervenir en la plenaria del XXVI Congreso del PCUS
dijo que “a 9 millas de nuestra patria hay voces que proclaman la necesidad de
destruirnos; se nos amenaza abiertamente con imponernos un bloqueo militar y se
analizan métodos aún más drásticos con el propósito de borrar de América Latina
el ejemplo de Cuba socialista y castigar al pueblo cubano por su amistad con la
URSS y la comunidad socialista, por su solidaridad irrenunciable con los pueblos
de África y con el movimiento revolucionario y progresista mundial”.
La política yanqui hacia Cuba ha sido, desde 1959,
sumamente agresiva: desde sus inicios, la administración de Eisenhower no tuvo
la suficiente sensibilidad para comprender el significado y la magnitud de los
cambios que se estaban operando en la isla antillana; después, el gobierno de
Kennedy organizó la invasión de Playa Girón que se convirtió en el primer gran
descalabro de la política imperialista no solo en nuestro continente sino en el
mundo entero; más tarde, Nixon y Carter continuaron promoviendo el bloqueo y
los vuelos de espionaje, así como distintas acciones de subversión interna, como
la toma de sedes diplomáticas y la introducción de armas de contrabando.
Ahora Reagan parece regresar a la vieja política de la
más absoluta intolerancia y extrema hostilidad, tan característica del sector más
reaccionario del Partido Republicano y está acusando al gobierno revolucionario
cubano de patrocinar las luchas populares que en la actualidad están en curso en
la región centroamericana.
Pero, en realidad, lo que más ha molestado a las
autoridades estadounidenses, es el camino, el ejemplo, que Cuba da al resto de
las naciones hemisféricas. Como decía el maestro Vicente Lombardo Toledano, la
1
Revolución Cubana a la vez que destruyó el mito paralizante de que en la frontera,
con la potencia capitalista más grande de la historia no era posible establecer un
régimen socialista, inició la etapa de la segunda independencia de nuestros
pueblos, la económica. Por esta razón, el gobierno de Kennedy implementó la
llamada “Alianza para el Progreso”, haciendo pensar que con limitadas reformas
podía contenerse, dentro de los marcos del más grotesco “capitalismo popular”, el descontento acumulado de las masas.
Fracasó aquel proyecto mediatizador y el socialismo en
Cuba se consolidó, contando con la ayuda inapreciable de los países de la
comunidad socialista y en particular de la Unión Soviética, a tal grado que hoy se
han desterrado para siempre lacras como el desempleo, el analfabetismo, la
miseria, la incultura y la insalubridad.
Lo que no pueden admitir los dirigentes
norteamericanos es que, a 90 millas de sus costas, el socialismo haya probado su
supremacía como sistema social y político respecto del capitalismo y de la
democracia burguesa clásica y que Cuba sea, en la actualidad, un líder regional
en diversos aspectos del desarrollo económico y del bienestar. Por eso, porque se
contraponen dos sistemas opuestos, los Estados Unidos se han empeñado en
hacer fracasar y destruir a la Revolución, utilizando, desde el bloque comercial –
que en la primera etapa privó a Cuba de alimentos y medicinas, así como de
refacciones- hasta los reiterados intentos de asesinato, por parte de la CIA, de los
más altos dirigentes del Partido, y del Estado antillano.
Ahora mismo en el “Informe Especial sobre la Injerencia Comunista en El Salvador”, preparado y difundido por el
Departamento de Estado, se imputa a Cuba el patrocinio material de los
combatientes de esa nación centroamericana. Sin embargo, algo ilógico se
encuentra en ese documento: no es explicable que las armas provengan de
Europa o de Vietnam, cuando ese abastecimiento podría organizarse directamente
en el Mar Caribe. Pero lo más contradictorio es que no se han encontrado armas
fabricadas en ninguna nación socialista, sino las capturadas son de distintas 2
marcas occidentales, lo que le quita fuerza a las supuestas pruebas
norteamericanas.
No obstante, que las palabras no generan engaño:
Cuba, México y Nicaragua, en el marco del principio de no intervención y de libre
autodeterminación, han expresado su solidaridad hacia los patriotas, demócratas y
revolucionarios salvadoreños. El imperialismo no puede considerar como
antagónicas estas actitudes, ni los pueblos aceptar que se manifiesta la amistad, e
incluso la ayuda material, hacia quienes están luchando por una vida mejor, por
una patria independiente y por el progreso social.
Lo que sí es contradictorio es que los Estados Unidos,
por una parte, arman hasta los dientes a las sanguinarias dictaduras conosureñas
y por la otra, exigen el aislamiento de los movimientos populares y liberadores. O
cuando otorgan ayuda hasta por 35 millones de dólares a la Junta Democristiana,
le envían asesores militares y por otra parte, se escandalizan, al buscar el Frente
de Liberación Nacional, apoyo en otras naciones o gobiernos que están en la línea
de la lucha contra el imperialismo.
La finalidad del “Informe Especial” salta a la vista:
primero, tratar de justificar ante la opinión pública internacional, ante sus aliados,
una eventual acción armada directa de los Estados Unidos en El Salvador y
segundo, buscar un pretexto político para agredir nuevamente a Cuba.
Sin embargo, Cuba no está sola. La Unión Soviética, en
el marco del Congreso del PCUS, le ha refrendado su “apoyo total” ante la actual
campaña norteamericana. México, aplicando su tradicional política exterior,
también no aceptaría a pie juntillas una nueva ofensiva contra la patria de Martí,
con quien nos unen lazos indestructibles.
1 de marzo de 1981.
3
Acerca del XXVI Congreso del PCUS
La Hermana Polonia
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Secretario General del Comité Central del Partido
Comunista de la Unión Soviética, Leonid Brezhnev, en su Informe rendido al
Congreso, al referirse a Polonia, señaló “que la clase obrera polaca y sus
dirigentes pueden confiar en sus amigos y aliados que no los abandonaremos en
la desdicha ni permitiremos que se ofenda a la Polonia socialista y hermana.
Nadie debe dudar de la común decisión de la comunidad socialista de asegurar
sus intereses y proteger sus conquistas”.
La situación actual en Polonia, sus enseñanzas, es uno
de los aspectos que más preocupan no solo a los líderes soviéticos sino a todos
los representantes de partidos comunistas y obreros que están presentes en
Moscú. La razón es obvia: los países socialistas constituyen una comunidad y lo
que afecte a una de sus partes repercute, necesariamente de una manera directa
o indirecta, en el conjunto.
Los acontecimientos que se han desatado desde hace
más de un año en esa nación –los cuales comentamos extensamente en estas
páginas de El Día, en su oportunidad- han sido objeto de intensas consultas
bilaterales, de reuniones de diferente carácter de los asignatarios del Tratado de
Varsovia y de distintas medidas concretas. A fin de que Polonia pueda encarar con
éxito sus problemas económicos más apremiantes, la Unión Soviética y otros
países del CAME le han otorgado créditos, suministros de maquinaria y de
alimentos y otro tipo de ayuda verdaderamente fraterna.
No nos corresponde a nosotros, en la prensa, examinar
los errores y las debilidades del Partido Obrero Unificado Polaco, del Estado, de
las organizaciones sindicales, campesinas y juveniles ante los conflictos que ha
planteado el movimiento encabezado por el grupo de Lech Walesa, que se ha
1
convertido en el instrumento predilecto de los medios de comunicación masiva que
controlan los Estados Unidos y otras naciones capitalistas. Sin duda, todo el
movimiento revolucionario internacional, en especial los luchadores por el
socialismo, tenemos que aprender mucho de lo que no debe hacer un partido de la
clase obrera que está en el poder. Sin embargo, la crítica se debe hacer en los
foros adecuados, en las reuniones interpartidarias y en todo caso, la autocrítica
compete efectuarla básicamente a los dirigentes políticos, estatales y sociales
polacos.
En Polonia, se está instrumentando un conjunto de
maniobras enderezadas contra el régimen socialista. El líder sindical Walesa es
tan solo un medio de expresión y de acción del HOR que siempre ha alentado la
lucha, abierta o subterránea, contra el sistema social que edificaron los obreros y
su vanguardia política. Walesa mismo jamás fue un hombre de partido y él, en lo
individual, nada tiene que ver con los principios del marxismo leninismo.
Distintos factores han generado una situación difícil: los
problemas económicos-insuficiencia de la producción agrícola, deterioro de la
industria, importaciones cuantiosas de alimentos y de materias primas, elevación
de la deuda pública con las naciones capitalistas, estallaron en un momento en
que los dirigentes políticos y sindicales no estaban a la altura de sus
responsabilidades o funciones a efecto de encauzar el descontento de los obreros.
En esta coyuntura económico-política, los grupos antisocialistas, francamente
minoritarios, impulsaron nuevas expectativas de combate, ahora con un
importante apoyo externo.
El grupo político antileninista al que pertenece Walesa,
formado principalmente por intelectuales, ha recibido una considerable ayuda
material de la American Federation Of Labor, de los Estados Unidos, de la
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL),
instrumento norteamericano que actúa en el movimiento obrero, de los sindicatos
de la República Federal Alemana, dirigidos por la socialdemocracia y de la Santa
Sede.2
La más alta jefatura de la Iglesia ha tenido una posición
cautelosa: por un lado, no se atreve a impulsar más el movimiento de Walesa,
utilizando su enorme influencia social, pero, por el otro, no pierde ocasión para
exaltar su fidelidad a los valores del catolicismo.
En el interior de Polonia, el Partido, el Estado y el
Ejército tienen la suficiente capacidad, hoy, para enfrentar las impugnaciones
planteadas por los militantes antisocialistas del KOR, que, fundamentalmente,
tratan de liquidar el papel dirigente que, en la sociedad, tiene el Partido Obrero
Unificado. Esta oposición es inadmisible porque sin la garantía real de esa
función rectora, que es la hegemonía de la clase obrera, simplemente no hay
socialismo.
Sin embargo, la defensa de ese régimen social no es
tarea única y exclusiva de los revolucionarios polacos. Como dijo Fidel Castro en
su Informe al II Congreso del Partido Comunista de Cuba: “No es cuestionable en
lo más mínimo que el campo socialista tiene derecho a salvar su integridad,
sobrevivir y resistir a cualquier precio las embestidas del imperialismo”. Esta
actitud internacionalista fue refrendada por el Secretario General del PCUS quien,
al mismo tiempo que ha reiterado su confianza en la capacidad de los líderes
polacos para remontar la actual coyuntura, ha patentizado el apoyo multilateral de
la Unión Soviética, seguramente que idéntica actitud tendrán los otros países de la
comunidad socialista de la que Polonia es y seguirá siendo parte inseparable, no
obstante los deseos y los planes de las fuerzas políticas internas y externas que
están detrás de Walesa.
28 de febrero de 1981.
3
En Torno al XXVI Congreso del PCUS
Conjurar el Peligro de Guerra .
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Secretario general del Comité Central del Partido
Comunista de la Unión soviética, Leonid Brezhnev, al presentar su Informe en la
sesión inaugural del Congreso, se pronunció por el restablecimiento del diálogo
con los Estados Unidos, por la normalización de las relaciones comerciales,
culturales, políticas y diplomáticas, por la superación de los conflictos regionales
mediante negociaciones pacíficas, contra la tesis de la “guerra nuclear limitada”,
contra las exhortaciones belicistas, por el mejoramiento de las relaciones con la
República Popular China y contra el incremento de la carrera armamentista.
En efecto, la administración de Carter, esgrimiendo
como pretexto los acontecimientos de Afganistán, llevó hasta al grado mínimo las
relaciones con la Unión Soviética, después de que estaban en vigencia distintos
tratados y convenios inspirados en la distensión y en el espíritu de la Conferencia
de Seguridad de Helsinki.
Los Estados Unidos calcularon erróneamente que los
planes desestabilizadores puestos en marcha contra el gobierno democrático y
revolucionario afgano serían vistos con tolerancia por parte de los líderes
soviéticos y que la contrarrevolución podía avanzar exitosamente. Pero se
equivocaron, presentándose una respuesta contundente.
Sin embargo, desde antes de lo de Afganistán ya los
Estados Unidos habían aprobado un importante aumento en el presupuesto
militar, anunciando la factibilidad de construir la bomba de neutrones y planteado
la instalaciones de los misiles de alcance medio en territorio de Europa Occidental
contra las ciudades y regiones industriales vitales de la Unión Soviética.
Como era lógico, estas medidas de provocación,
unilaterales, despertaron el firme repudio del movimiento pacifista internacional,
1
una actitud enérgica de parte de las autoridades soviéticas, pero sin caer en el
juego o en el círculo cerrado del belicismo porque todavía retiraron varias
unidades militares acantonadas en la República Democrática Alemana y
propusieron a la OTAN una reducción simultánea de los efectivos de guerra en
Europa Central.
Normalizar las relaciones bilaterales entre los Estados
Unidos y la Unión Soviética, dejando abierta la posibilidad para una junta cumbre,
en breve, sería el primer paso importante para retomar plenamente el camino de la
distensión y para reencauzar las relaciones internacionales en general, de una
manera definitiva, por las normas y los principios de la coexistencia pacífica. Dijo
Brezhnev que: “la Unión Soviética desea mantener relaciones normales con los
Estados Unidos. Simplemente no hay otra posibilidad sensata desde el punto de
vista de los intereses de ambas naciones y de la humanidad entera”.
En verdad, el mantenimiento de la paz mundial compete
a todos los pueblos, independientemente de su grado de desarrollo económico y
social, pero especialmente a las potencias que poseen armas atómicas.
Ya desde 1974, el entonces Secretario de Defensa de
los Estados Unidos, James Schlesinger impulsó la doctrina de la “guerra estratégica limitada”, explicando que si una de las partes encuentra el medio de
suprimir la capacidad de respuesta del contrario, tendrá la posibilidad de
presionarlo y arrancarle concesiones sin provocar una catástrofe total.
En otras palabras, los altos dirigentes militares
norteamericanos consideran que es factible o viable una guerra nuclear regional –
digamos en el Medio Oriente o en Europa- sin que ello implique, forzosamente,
una guerra general.
Esta es una doctrina demencial y falsa. En rigor, la
estrategia del “primer golpe” sería contestada con un impacto de igual o superior
poder de destrucción. En la actualidad, la Unión Soviética dispone de la mejor flota
de submarinos equipados con artefactos atómicos, que están en aptitud de
2
efectuar disparos desde cualquier sitio de los océanos y de los mares. Las bases
navales resultan ya anticuadas ante estas plataformas móviles. Los Estados
Unidos, como afirmó el Secretario General del PCUS, también, necesariamente,
se verían envueltos en las llamas de la hecatombe.
Los dirigentes norteamericanos están acostumbrados a
salir incólumes, desde el punto de vista de su infraestructura material, de las
guerras que han emprendido o en las que han participado. Al contrario, han salido
beneficiados en el plano económico y político porque, incluso, el número de
pérdidas humanas ha sido siempre reducido para su pueblo. Pero ahora,
sucedería todo lo contrario.
En el caso de sus aliados europeos, calculan que están
dispuestos a emprender una aventura de esa magnitud, pero hasta hoy no han
aceptado, a excepción del gobierno ultrareaccionario de la Gran Bretaña,
obnubilado por su pertinaz actitud anticomunista. El dirigente del PCUS advirtió, a
manera de disuadir a los elementos belicistas, “que la guerra nuclear limitada en
Europa destruiría la civilización europea, fundamentalmente, en primer lugar.
El Informe del Secretario General del PCUS, finalmente,
reconoce que en América Latina, países como México, han aumentado
“considerablemente” su papel en los asuntos mundiales, participación que
también puede contribuir a sanear las actuales relaciones internacionales,
inspiradas en la tradicional política exterior mexicana.
Conjurar el peligro de guerra, es un objetivo básico de
nuestros días: en ese camino es necesaria la normalización de las relaciones
soviético-norteamericanas y detener los planes de corto y mediano plazo de los
partidarios de la guerra nuclear limitada.
23 de febrero de 1981.
3
La Verdad sobre Polonia
Las Finalidades del Estado de Emergencia.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Los objetivos del estado de excepción son los
siguientes: a) desbaratar los planes de los grupos antisocialistas que actúan
dentro y fuera de Solidaridad, b) restablecer la normalidad en fábricas y
empresas, c) reafirmar la disciplina social entre la población y d) sentar las bases
para una depuración en el POUP, proceso en el que tiene un sumo y legítimo
interés el ejército.
Existe una crisis estrecha entre la crisis económica y la
crisis política. Polonia no puede superar la actual carencia de divisas, incluso para
efectuar las importaciones más imprescindibles, si no se reanima su aparato
productivo y se revitalizan las exportaciones; era urgente la reanudación de las
labores, por ejemplo, en los astilleros de Gdansk para que se vendan en el
mercado internacional los barcos de carga y de pasajeros, fuente de ingresos muy
importante. Ahora se recupera la producción de carbón para que las fábricas
tengan asegurado el suministro de ese combustible.
En la medida en que Polonia resuelva los problemas
económicos que le aquejan –como seguramente ocurrirá con la gran ayuda
financiera que le están prestado los países de la comunidad socialista, en especial
la Unión Soviética- se eliminarán las posibilidades de éxito de los grupos
anticomunistas que desde hace dos años han capitalizado el descontento popular
y que han usufructuado los beneficios de loa política de renovación democrática
puesta en marcha por el gobierno.
Pero, a la vez, aniquilar los proyectos antisocialistas de
Solidaridad es una condición política para que los centros laborales operen
conforme a las normas de la legalidad socialista y los sindicatos puedan cumplir
eficazmente sus funciones. Los líderes más antiestatales de Solidaridad han
1
recibido una dura lección al encontrar en el ejército a un cuerpo altamente
educado desde el punto de vista político, cohesionado y de que la absoluta
mayoría del pueblo no desea volver al pasado sino perfeccionar el presente
régimen socialista y mantener los vínculos con el CAME y el Pacto de Varsovia.
Polonia está en una etapa de reajuste en la que se han
detenido a los líderes más contumaces de Solidaridad, cancelando la vigencia de
los grupos fascistas y está surgiendo una renovación en el interior del Estado y del
PAOUP. En primer lugar, se procede a juzgar a un contingente de funcionarios
públicos que han cometido delitos contra la economía nacional y en segundo
lugar, ocurre un afianzamiento en la estructura orgánica del POUP excluyendo a
los elementos que hicieron causa común con la contrarrevolución.
Todo parece indicar que el POUP saldrá fortalecido en
su función de fuerza política dirigente de la sociedad polaca.
Desde el punto de vista económico, son dignas de
mención las medidas tomadas para normalizar y agilizar las operaciones
comerciales al menudeo, el mayor volumen de granos y de otros alimentos que los
campesinos, han vendido al Estado y los aumentos a los salarios decretados a
partir del 1 de enero. Sin embargo, aún no pueden echarse las campanas al vuelo;
se trata de un proceso de recuperación económico que es lento, más aún porque
Polonia es víctima de un cerco financiero impuesto por los Estados Unidos.
Polonia necesita con urgencia créditos del exterior para
adquirir maquinaria y materias primas a efecto de entregarlas a las fábricas para
que se reanude la producción y también para pagar empréstitos vencidos. La
Unión Soviética y todos los países socialistas han ido en su ayuda y en medio de
la crisis el gobierno polaco liquidó un adeudo con Brasil, tratando de romper el
cerco tendido por la banca internacional. Por fortuna, los aliados europeos de
Reagan se han negado a secundar las sanciones económicas y ello abre la puerta
para la renegociación de la deuda concentrándola en plazos más largos.
2
La resistencia al estado de sitio fue mínima desde un
principio: en Varsovia se efectuó una manifestación en la que predominaron los
estudiantes y no los obreros y en la región de los astilleros del Báltico que se
consideraba la plaza fuerte de Walesa –salieron a la calle en protesta unas 5 mil
personas- pero las instalaciones han sido desocupadas desde hace tiempo y se
han reanudado las labores en esos centros laborales vitales para la economía
polaca.
Los planes de enfrentamiento de Solidaridad perdieron
respaldo entre las masas cuando el gobierno dio a conocer a la población, por los
medios de comunicación, el arsenal de documentos y pruebas, capturados por el
ejército, con los cuales se certificaban los preparativos de la huelga general.
Actualmente hay unas 1,500 personas detenidas pero
no todos son dirigentes sindicales sino también funcionarios públicos –como el
antiguo secretario general del POUP, Edward Giereck y los miembros del Buró
Político de su época- los cuales, además de las sanciones partidarias, se les
sometería a un proceso de carácter judicial y también miembros del partido que no
supieron estar a la altura de sus responsabilidades y que incluso secundaron los
planes de Solidaridad.
El socialismo en Polonia saldrá fortalecido después del
Estado de emergencia, la política de renovación democrática podrá continuar
pero dentro de ese sistema y el país mantendrá su política de alianzas con la
solidaridad socialista. Ya pueden lamentarse los trotskistas, eurocomunistas y
derechistas. Y el imperialismo norteamericano, perder la esperanza.
Marzo 1982.
3
La Verdad sobre Polonia
Grupos y Planes de Solidaridad.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Solidaridad era ya para el 13 de diciembre una
agrupación político-social que, con mucho, había rebasado las funciones propias
de un sindicato. En la práctica, estaba operando como un poder real, paralelo al
Estado y al Partido Obrero Unificado. En la “Instrucción Ejecutiva para la Situación de Emergencia ”. Se definen claramente los planes de la Comisión
Nacional. En ese documento se precisan los objetivos inmediatos:
1.- Aislar y neutralizar en cada fábrica y empresa a las
direcciones administrativas y a los cuadros del POUP.
2.- Tomar el poder en las empresas y fábricas.
3.- Crear los comités de barrio, de ciudad, de provincia,
a efecto de que la Comisión Nacional se proclame como un gobierno temporal
después de declarar como traidor al pueblo polaco al actual gobierno socialista.
4.- Crear las milicias obreras con un 10% de los
miembros de Solidaridad a efecto de estructurar una fuerza armada paralela al
ejército polaco.
5.- En el caso de que las fábricas o empresas sean
tomadas en cuenta a raíz de la huelga general anunciada para el 16 de diciembre,
se procedería a destruir los puestos de trabajo y a sabotear la producción.
En estas condiciones, cuando los preparativos de la
huelga nacional estaban muy avanzados, aplazar la instauración del estado de
emergencia, haciéndolo coincidir con la acción suprema de Solidaridad, hubiese conducido a la guerra civil.
Solidaridad era (es) una agrupación en la que se
aglutinaba toda la oposición al gobierno y al POUP. Se calcula que para finales de
1
noviembre operaban 35 grupos ilegales, de una amplia variedad política, que se
estaban beneficiando con la política de renovación democrática. En el seno de
Solidaridad coexistían diversas tendencias, desde una que podríamos calificar
como socialdemócrata de derecha, hasta la fascista. Entre los miembros del
Presídium y de la Comisión Nacional, encontramos dos tipos de líderes: los
“duros”, que desde hace tiempo venían exigiendo un enfrentamiento total contra
el Estado y los “moderados”, afectos a una política de acumulación de fuerzas,
de negociaciones, en tanto llegaba el momento decisivo.
La socialdemocracia de derecha está constituida por el
antiguo KOR, encabezada por el “intelectual” Jacek Kuron, quien hace un año
había propuesto la disolución del grupo para incorporarse a Solidaridad. Ahora se
llaman “Clubes de la República Autogestionaria”. En su Declaración de
Principios se asienta:
a) Lucha por la abolición del gobierno socialista
b) Lucha por la liquidación del POUP como partido
dirigente de la sociedad polaca.
c) Creación de una República Autogestionaria.
Después se encuentra el fascista “Confederación de Polonia Independiente”,
dirigida por Moszulski, nacionalista a ultranza que se propone:
1.- Revisión de los Acuerdos de Postdam y de Yalta.
2.- Revisión de las fronteras que Polonia tiene con
Alemania y con la Unión Soviética.
3.- Abolición del Comunismo.
En el Presídium de Solidaridad los líderes más
reciamente antisocialistas son: Jurszyk, presidente en la región de Szczecin y
Rulewski, presidente de la organización en la zona de Bydgoszcz. Este último,
durante el mitin en la localidad de Trzebinia, afirmó que para construir una nueva
2
Polonia era necesario ahorcar a los comunistas “hijos de…” y la cancelación de
todas las alianzas que tiene el país con la comunidad socialista.
Dentro de Solidaridad, Walesa debe ser ubicado como
“moderado”, totalmente dócil a la política de la jerarquía eclesiástica, que ha
tenido mucho cuidado en no enfrentarse radicalmente al Estado. Walesa es un
obrero electricista que carece de preparación intelectual y política; se trata de un
militante religioso, que cuenta con un gran apoyo en un grupo de asesores laicos,
íntimamente ligado al Episcopado; Walesa nunca ha tenido inclinación hacia el
socialismo.
El liderazgo de Walesa no ha sido sencillo porque en la
última etapa predominaron en Solidaridad los elementos de la “línea dura”, la
mayor parte de los cuales fueron de inmediato detenidos por el ejército. Walesa se
encuentra sujeto a arresto domiciliario, pero de ninguna manera está
incomunicado: recibe frecuentes visitas de familiares y de representantes de la
jerarquía eclesiástica. El gobierno lo protege para evitar que sea objeto de un
atentado de parte de los ultra radicales anticomunistas que lo juzgan “blando” o
“traidor” porque dentro de los planes oficiales está considerada la supervivencia
de Solidaridad, pero exclusivamente para que desempeñe funciones sindicales.
Como parte de los preparativos de la huelga nacional,
el Presídium envió emisarios a las capitales de los países europeos para
convencer a los gobiernos de que cancelaran todos los créditos a Polonia y para
buscar un eventual reconocimiento diplomático al “nuevo gobierno” que se
proclamaría en Varsovia el día 17 de diciembre. Los líderes obraron
precipitadamente y no valoraron el alto grado de educación política de
acumulación o moderación para salvaguardar la personalidad de Walesa como
dirigente máximo, ante la posibilidad de que ocupara su lugar un anticomunista
más visceral y desbocado.
Marzo 1982.
3
La Verdad sobre Polonia
Causas del Estado de Emergencia.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El 13 de diciembre, a las 6 horas, el gobierno polaco
decidió decretar el estado de excepción, medida inusual en los países socialistas.
A partir de ese momento, las agencias noticiosas controladas por los Estados
Unidos han orquestado un gran escándalo publicitario, deformando
deliberadamente la realidad polaca, en torno a la cual han tejido mentiras
descomunales de las que se han hecho eco algunos partidos socialistas en el
mundo y grupos antisoviéticos en nuestro país.
¿Cuáles fueron las causas políticas que motivaron el
estado de emergencia, determinación dolorosa, indeseada, pero necesaria? ¿Qué
ha sucedido en estas semanas en Polonia y cuáles son las perspectivas que
ahora tienen el gobierno y el POUP?
Desde el 13 de diciembre están suspendidos los
derechos de todas las organizaciones sociales y sindicales, legales e ilegales,
prohibidas las reuniones con excepción de las que se efectúan en las iglesias con
fines religiosos, cortados los servicios telefónicos y de télex y las autoridades
exigen un permiso especial a todo ciudadano que pretende viajar de una ciudad a
otra.
El estado de sitio –recurso político transitorio- se
levantó el 24 de diciembre para que los católicos pudiesen conmemorar el
nacimiento de Jesucristo y el día 31 para festejar la llegada del nuevo año.
Las causas del estado de emergencia las encontramos
en el discurso que pronunció el primer ministro Wojciech Jaruzelski el 30 de
noviembre ante la Dieta; en esa ocasión dijo el también primer secretario del
POUP:
1
“La situación socio-política del país se está agravando.
La razón principal de ello es que se ha hecho de la economía un plano de lucha
contra el poder. Para superar la crisis hace falta calma y una cooperación activa
de todas las fuerzas sociales. Estas condiciones no son cumplidas y los resultados
no guardan proporción con las actividades emprendidas”.
“Nuestro país se encuentra en una situación política
crítica. La economía está muriendo. Las estructuras estatales son voladas desde
el interior, se aflojan los vínculos sociales construidos desde hace años. Todo ello,
hiere no solo el tejido material, sino también, el síquico y el moral del pueblo. No
aporta resultados cuando nos referimos a las razones nacionales supremas. Las
fuerzas extremistas de Solidaridad crean un contrapoder real, de carácter de
dictador”.
“La lucha contra el propio Estado, la socavación de su
cohesión, la paralización de la economía, no caben en la noción de sindicato. Las
autoridades no pueden consentir con la divulgación de publicaciones antiestatales
que llaman a derrocar al régimen y dirigirlas contra nuestras alianzas”.
El 4 de diciembre, en la ciudad de Radom, se reunió el
Presídium de Solidaridad y las Comisiones Regionales y en ella acordaron
convocar a una huelga general nacional, crear las milicias obreras y ocupar las
estaciones de radio y televisión.
Más tarde, durante los días 10, 11 y 12 de ese mismo
mes efectuaron otra asamblea en Gdansk en donde, además de ratificar los
acuerdos de Radom, aprobaron otra propuesta: luchar por la revisión de las
alianzas que Polonia tiene suscritas con la comunidad socialista.
La Comisión Nacional de Solidaridad estaba pasando
de la negociación a la confrontación. En efecto, el régimen de Jaruzelski convocó
a un Frente de Entendimiento Nacional en el que participarían todas las
organizaciones sociales, con el propósito de contar con un foro adecuado en el
2
cual se dirimirían las diferencias políticas, dentro de los marcos del sistema
socialista y precisamente para fortalecerlo.
En un primer momento, ingresó al Frente, la Iglesia,
representada por el Primado Josep Glemp y Solidaridad , con Lech Walesa, pero,
simultáneamente, algunos obispos comenzaron a azuzar a los obreros para luchar
contra las instituciones socialistas. En el seno de Solidaridad prevaleció la
corriente más extremista, la más abiertamente anticomunista, la que buscaba
desde hacía tiempo el enfrentamiento contra el Estado y Walesa se retiró del
Frente, perdiéndose la última oportunidad para un arreglo pacífico de los
problemas y de las contradicciones.
Walesa objetó la operación del Frente –aún antes de
que se acordara su competencia y funciones- asumiendo una actitud intransigente
y esgrimiendo condiciones inadmisibles:
En primer lugar, Walesa exigió que los problemas
económicos y sociales se resolvieran antes de la organización del Frente de
Entendimiento Nacional y no, como era lógico, a causa la confluencia armoniosa
en él de todas las organizaciones sindicales y sociales.
En segundo lugar, pidió una categoría especial dentro
del Frente, para la Iglesia y para Solidaridad y poseer por ello el derecho de veto
en sus decisiones.
En tercer lugar, Solidaridad prosiguió abiertamente sus
ataques contra el POUP, las reuniones y los boletines antisocialistas y una cada
vez más franca protección al grupo fascista “Confederación de Polonia Independiente” y a la organización ilegal dirigida por el anticomunista Jacek
Kuron.
En las últimas semanas, la Comisión Nacional de
Solidaridad bloqueó todas las posibilidades para una solución pacífica de la crisis
política.
3
Marzo 1982.
4
La Verdad sobre Polonia
La Hipocresía de Ronald Reagan.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Los sucesos de Polonia han despertado la indignación
del Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, quien ha decretado
distintas medidas de represalia contra el gobierno de ese país socialista y después
contra la Unión Soviética. Estas decisiones no han sido apoyadas por los aliados
de la OTAN, ni por Canadá cuyo Primer ministro tiene una actitud más
comprensiva para Polonia, que la del propio Presidente de Francia, François
Mitterrand, quien continúa aplicando una política exterior muy decepcionante.
Reagan y Haig se han rasgado las vestiduras por el
Estado de excepción que se vio obligado a implantar el régimen de Jaruzelski.
Pretenden erigirse en los paladines universales de los derechos humanos e
impartir cátedra de respeto a la disidencia política. Servidores incondicionales,
como el Presidente de Venezuela se han sumado al coro de lamentaciones,
cuando todo mundo sabe que Herrera Campins es uno de los principales
sostenedores de la Junta Militar genocida de El Salvador, que tiene el primer lugar
en el mundo en lo que concierne a las violaciones a los derechos humanos
básicos.
El hecho de que las tropas del Pacto de Varsovia no
hayan entrado a territorio polaco y el gobierno, contado con el apoyo del ejército,
se han bastado para detener los planes desestabilizadores de la dirección de
Solidaridad, son las razones que más han irritado a Reagan. En efecto, ellos
hubiesen deseado que la crisis económica y política hubiese sido incontrolable
para el Estado y el POUP y en este momento estaríamos lamentando un baño de
sangre en Polonia.
Reagan está molesto porque el estado de emergencia
se decretó tres días antes del estallido de la huelga general que preparaba
1
Solidaridad y de la convocatoria para el “gran mitin” de la “victoria” que
pretendían efectuar el 17 de diciembre, en el que se erigiría un “nuevo gobierno”.
Las medidas económicas enderezadas por Reagan
contra Polonia –suspensión de los vuelos internacionales de la línea polaca,
cancelación de los permisos para pescar en aguas norteamericanas, terminación
de la entrega de alimentos, conclusión de los intercambios de maquinaria y de
tecnología- tienen una finalidad estratégica: impedir que Polonia supere su crisis
económica, porque lográndolo, puede resolver la crisis política en un plazo más
breve.
Se trata de asfixiar a Polonia sometiéndola a un bloque
similar al que padece Cuba para que el gobierno de Jaruzelski se desplome y
cunda la anarquía y por lo tanto, Polonia se precipite a la guerra civil. Pero estos
planes han fracasado porque Polonia cuenta con una grave ayuda de parte de los
países socialistas. De modo excepcional, la Unión Soviética ha entregado 30 mil
toneladas de carne y 30 mil toneladas de pescado, para asegurar los
abastecimientos alimenticios elementales.
La hipocresía de Reagan es palmaria: en 1981 fueron
asesinados en Guatemala 15 mil personas y en El Salvador 17 mil, todo ello en
virtud de las armas que generosamente ha proporcionado la administración
norteamericana a las dictaduras que sufren esas naciones. Durante los días del
estado de excepción en Polonia tan solo murieron 7 personas (mineros), cifra que,
por sí sola, indica que no hubo, ni hay enfrentamientos considerables entre los
trabajadores y el ejército. El estado de emergencia no se prolongará por mucho
tiempo porque la mayor parte de sus finalidades ya han sido logradas.
En este momento, en Polonia, no existe ningún foco de
huelga y se reinicia la disciplina social y productiva, requisito esencial para
reanimar la economía nacional, la cual había llegado a un punto de colapso.
En países “cristianos”, “occidentales”, “libres”, como
Uruguay, Paraguay, Chile, Argentina y otros, el estado de sitio ya tiene varios años
2
y el número de víctimas de los grupos terroristas alcanza niveles increíbles. Solo
los antisoviéticos redomados, los renegados del socialismo, se atreven a
comparar, sin fundamento alguno, al general Jaruzelski con el dictador Pinochet,
como si el socialismo hubiese desaparecido de un plumazo el día 13 de diciembre
de 1981. Si esta analogía fuese válida, Reagan habría entregado un apoyo masivo
al régimen polaco, pero ha ocurrido exactamente todo lo contrario.
Reagan y sus secuaces exigen un trato “humanitario”
para los polacos mientras mantienen en “reservaciones” inmundas a centenares
de emigrados cubanos y haitianos a los cuales someten a una represión general
precisamente en la “sociedad más democrática del mundo”. El “obrerista”
Reagan ha restringido los presupuestos de seguridad social para desempleados y
las minorías raciales y recientemente, en un acto de fuerza, despidió de sus
trabajos a 15 mil controladores de vuelos, a raíz del estallamiento de una huelga.
Los propios líderes de la AFL-CIO –que de ninguna
manera se pueden considerar como revolucionarios- han mostrado su descontento
con la política económica y laboral del gobierno, la cual ha producido más recesión
y más desempleo.
Como se observa, Reagan es candil de la calle y
oscuridad de su casa.
Marzo 1982.
3
En Defensa de la Paz Mundial.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La decisión del gobierno de la Unión Soviética de
abandonar las negociaciones de Ginebra está plenamente justificada de cara a los
últimos acontecimientos internacionales. Aunque ello entraña un grave riesgo para
todos los pueblos del mundo, la URSS se ha visto obligada por la política belicista
de los Estados Unidos a adoptar también una política de fuerza.
Hace dos años y medio se iniciaron esas
conversaciones tendientes a reducir los armamentos nucleares estratégicos y
ahora esas reuniones terminan en un completo fracaso. Pero, ¿quién o quiénes
son los responsables de que estos esfuerzos no hubieran fructificado? La
culpabilidad fundamental recae en el imperialismo yanqui y sus aliados de la
OTAN. Veamos.
El gobierno de los Estados Unidos desencadenó la
actual espiral armamentista argumentando que la Unión Soviética tenía una
notoria supremacía. Pero los estudios más variados al respecto indican que no
existió esa superioridad militar sino más bien un equilibrio de fuerzas, desde los
cohetes intercontinentales, hasta los submarinos. En realidad, la carrera
armamentista fue desatada por Reagan atendiendo a las grandes exigencias
económicas de los monopolios industriales, a su propia concepción de reactivar la
economía norteamericana y a su pretensión de detener los avances políticos y
sociales de los pueblos.
Después propusieron la llamada “opción cero” por
medio de la cual se solicitaba que la Unión Soviética desmantelara sus cohetes de
alcance medio; pero, a cambio, por el lado capitalista, se mantenían los cohetes
de la Gran Bretaña y de Francia. De aceptarse la “opción cero” la URSS quedaría
desprotegida y desde luego se rompería el equilibrio militar a favor de la OTAN.
1
La propuesta soviética es la más razonable: reducción
de misiles, en la misma cantidad, por ambas parte, incluyendo, desde luego, las
armas británicas y francesas. Es decir, el “congelamiento simultáneo” de las
fuerzas coheteriles conduciría a otro nivel, desde luego más bajo, de ese mismo
equilibrio militar, para que exista seguridad mutua.
Pero lo que los Estados Unidos han pretendido es que
la Unión soviética realice concesiones unilaterales y eso sería un suicidio para el
primer país socialista del mundo. Los marxistas nunca podemos olvidar que el
imperialismo, desde 1917, ha buscado, primero, el derrocamiento del poder
soviético y después, su aniquilación en el escenario mundial. Tampoco debemos
desdeñar la esencia agresiva del imperialismo que mientras exista, como decía
Lenin, siempre entrañará el peligro de guerra.
Los Estados Unidos han iniciado la instalación de los
cohetes de alcance medio calculando que el territorio de Europa Occidental sería
escenario natural de una conflagración atómica. Esta idea genocida ha sido
repudiada no por miles sino por millones de europeos, de diferentes clases
sociales y corrientes políticas, que se niegan a ser las primeras víctimas de un
holocausto.
Los Parlamentos de Europa Occidental, al aprobar el
empotramiento de misiles en su suelo, han traicionado a sus pueblos,
desconociendo la voluntad mayoritaria de no hacerlo. Las asambleas legislativas
no han pensado, con seriedad, que los 55-20 soviéticos destruirán, en un primer
golpe, a las principales ciudades y que toda la región sucumbiría sin remedio y
retrocedería a la edad de piedra, después de haber vivido en la etapa del
capitalismo monopolista avanzado. En particular, los diputados germano-
occidentales olvidaron la trágica lección de la Segunda Guerra Mundial, la
destrucción completa que sufrieron con el empleo de armas convencionales.
Los Estados Unidos, por fin, han encontrado una firme
respuesta de la URSS, una medida de fuerza: se desplegarán misiles de alcance
2
medio en regiones geográficas cercanas o colindantes con el territorio de la Unión
Americana. No debemos olvidar que la Unión Soviética posee la flota de
submarinos más grandes del mundo. La costa atlántica y pacífica, así como la del
Ártico contaría con la presencia de esas armas, cuyas cargas nucleares darían al
blanco en 6 u 8 minutos, es decir, en el mismo tiempo que dura un disparo de los
cohetes norteamericanos, instalados en Europa, hacia las ciudades soviéticas.
La recia decisión de Yuri Andropov significa que el
teatro de la eventual guerra nuclear se libraría también en los propios Estados
Unidos, cuya población y fuerzas productivas sufrirían los estragos directos de la
conflagración. Los cohetes intercontinentales pueden ser interceptados y
detenidos por los sistemas defensivos norteamericanos, pero no así los de
alcance medio, que llegarían en unos cuantos minutos, disparados desde varios
sitios diferentes, contiguos a su espacio físico.
Abrigamos la esperanza de que esta respuesta
agresiva y violenta de la URSS obligue a Reagan a serenar su desenfrenada
locura bélica y se siente en la mesa de las negociaciones, con ánimo dispuesto a
regresar a la etapa de la coexistencia pacífica.
Marzo de de 1986
3
Una Lección para Reagan.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
No cabe duda que la decisión de la Unión Soviética de
emplazar cohetes de alcance medio en regiones contiguas o cercanas al territorio
norteamericano ha caído como una cubeta de agua fría en los dirigentes de
Washington y los estrategas del Departamento de Estado. Ellos habían formulado
cálculos alegres acerca de que obtendrían una indiscutible superioridad militar y
de que arrinconarían a la URSS en posiciones netamente defensivas.
Los líderes de los Estados Unidos jamás pensaron que
una respuesta soviética a sus planes agresivos se daría fuera de Europa. En el
viejo Continente se produce la confrontación más violenta Ahí se encuentra el
capitalismo más desarrollado, pero también el régimen socialista. Pero de la
suerte de Europa Occidental depende el porvenir del resto de los pueblos del
mundo. Los Estados Unidos, en las dos guerras mundiales, utilizaron a Europa
como escenario de sus operaciones y salieron victoriosos: en la Segunda Guerra
Mundial apenas murieron 200 mil norteamericanos, mientras ofrendaron su vida
20 millones de soviéticos. Ninguna ciudad norteamericana sufrió los estragos de la
destrucción porque estaban separadas por el Océano Atlántico; en cambio, miles
de ciudades y poblaciones soviéticas fueron aniquiladas por los nazis.
Pero, ahora, la situación no será igual y los Estados
Unidos se verían involucrados directamente porque la Unión Soviética posee los
cohetes intercontinentales y una red de submarinos atómicos. La conflagración
pasaría el Atlántico y afectaría el propio hogar de millones de norteamericanos,
destruyendo sus ciudades e instalaciones industriales.
En la actualidad, la OTAN tiene en la región europea
857 portadores del arma nuclear de alcance medio y la URSS 938. Pero ahora los
Estados Unidos pretenden emplazar 522 cohetes adicionales, con lo que se
rompería el equilibrio en contra de la Unión soviética. La URSS dispone, en
1
represalia, los SS-20 pero no sumados a los existentes sino en sustitución de los
anticuados SS-4 y SS-5, que ahora se han desmontado.
Con los cohetes norteamericanos se pretende
materializar una doctrina del Pentágono: asestar un primer golpe nuclear a la
URSS con el propósito de paralizarla y de neutralizar cualquier posible respuesta.
Mientras esos cohetes afectarían nada menos que el corazón industrial y político
de la URSS, los SS-20 no alcanzaría a los Estados Unidos por lo que con estas
armas se salvan de la destrucción.
A la Unión soviética es a quien menos le interesa y le
conviene esta escalada armamentista porque sus autoridades se han visto
obligadas a distraer enormes recursos económicos hacia fines militares, de
seguridad nacional, desatendiendo el desarrollo económico y social. En la URSS
no existen monopolios fabricantes de armas que pudieran beneficiarse con los
contratos millonarios, ni tampoco castas militaristas vinculadas con esas
industrias. Al contrario, en la etapa de la coexistencia pacífica ha sido cuando la
economía soviética alcanzó sus niveles más elevados y se cumplieron, a plenitud,
las metas del Plan Quinquenal.
Consecuente con esas necesidades socioeconómicas y
con la política de paz que es inherente al sistema socialista, la URSS ha formulado
distintas propuestas para reducir el número de armas de alcance medio. En 1980
propuso una moratoria en su fabricación y emplazamiento mientras duraban las
conversaciones de Ginebra; después, en 1981, presentó otra variante,
mutuamente ventajosa, en un plano de igualdad, limitar las unidades a 300 y
asegurar que se cumplan esos acuerdos mediante una eficaz verificación.
Yuri Andropov, secretario general del PCUS,
consecuente y realista, ha dicho: “Estamos porque la URSS no tenga más misiles
ni más ojivas que la OTAN en cada periodo recíprocamente convenido. De
disminuir el número de ojivas en los misiles ingleses y franceses, disminuiría en la
misma proporción el número de ojivas en nuestros cohetes de alcance medio. El
2
mismo enfoque se haría extensivo a los medios aéreos de esta clase desplegados
en Europa. Con ello se mantendría una paridad aproximada entre la URSS y la
OTAN tanto en portadores de armas nucleares de alcance medio, como en el
número de cargas de combate en los mismos, vale añadir que dicha paridad sería
a un nivel bastante más bajo que el actual”.
Queda demostrado que la URSS tuvo siempre en la
mano la rama de olivo de la paz y que la decisión tomada por Andropov es
resultado de la soberbia e intransigencia de Reagan y demás partidarios de las
soluciones militares.
14 de julio de 1983.
3
Actualidad del leninismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El 113 Aniversario del natalicio de Vladimir Ililch Lenin
se conmemoró en todo el mundo, en un momento particularmente conflictivo para
la humanidad entera. Las tesis de Lenin sobre muchos aspectos se han visto
confirmadas por la práctica y por algunos de los más recientes acontecimientos.
La Nueve Campaña Hostil contra la Unión Soviética
Lenin afirmó que mientras existiera el imperialismo
habría siempre la posibilidad de guerra. Pero en las deliberaciones del XX
Congreso del PCUS se llegó a la conclusión de que las condiciones actuales, de
emergencia y consolidación del régimen socialista y a virtud del equilibrio militar,
era factible impedir una nueva conflagración la que, por la existencia de las armas
disponibles, pondría en peligro los frutos de la civilización entera: El capitalismo ya
no tenía la iniciativa histórica sino el socialismo.
El imperialismo yanqui ha roto con la política de
distensión y de cooperación económica pacífica y se apresta a agredir a la Unión
soviética y la comunidad socialista. Todas las acciones de Reagan se orientan
hacia esa dirección: su administración está ejerciendo el presupuesto bélico, más
alto de la historia, se están emplazando los cohetes de alcance medio en territorio
de Europa Occidental, enfilados contra las principales ciudades soviéticas
calculándose que darían en el blanco en apenas 5 minutos, con lo que
pretenderían nulificar la contra ofensiva de la URSS, han utilizado al “Columbia” y
al “Challenger” con propósitos militares (para empotrar dispositivos de combate) y
como corolario se aprobó el arma de rayos láser que pretenderían destruir los
sistemas balísticos de la defensa de la URSS.
En el terreno de las relaciones interestatales, distintos
gobiernos capitalista han procedido a expulsar a decenas de diplomáticos
soviéticos a los que se han acusado de efectuar labores de espionaje e
1
inteligencia, pero en la mayor parte de los casos dichos gobiernos no han
presentado pruebas concretas. Existe, al parecer, el propósito de desprestigiar a la
diplomacia soviética y de neutralizar su política exterior, así como aislarla. El
gobierno de Mitterrand en Francia desea congraciarse con los Estados Unidos, a
efecto de obtener ayuda económica para superar la crisis que vive la nación; la
política exterior “socialista” ha sido de corte antisoviético desde un principio, al
grado inconcebible de aceptar el emplazamiento de los cohetes norteamericanos,
contra la URSS. El PCF y demás fuerzas democráticas se oponen a esta actitud
del primer ministro porque en nada contribuye a la pacificación de Europa.
En las principales ciudades del Viejo Continente y de
los Estados Unidos se han organizado gigantescas manifestaciones pacifistas que
se oponen a la continuación de los planes agresivos de Reagan y de sus aliados
de la OTAN; los partidos socialistas o social demócratas, algunos de ellos en el
poder, también rechazan esos preparativos y conminan a los Estados Unidos a
retroceder, hasta el punto de no poner en peligro a la humanidad.
La crisis económica del capitalismo también está
repercutiendo en aquellos países socialistas como Polonia, Yugoslavia, Rumania,
que tienen demasiadas vinculaciones comerciales y tecnológicas con las llamadas
economías de mercado libre; están importando inflación, tiene problemas de
liquidez y se han visto obligados a recurrir al FMI para aliviar sus dificultades
financieras transitorias.
Las Múltiples Vías y Tácticas al Socialismo
En la región centroamericana se han intensificado los
antagonismos de clase en la medida en que se recrudecen las presiones y la
hostilidad de los Estados Unidos. Se reafirma la concepción leninista de que cada
pueblo tiene una vía, un camino propio hacia las grandes transformaciones
sociales, hacia el socialismo y de que solo en un ambiente de paz internacional
será posible estas modificaciones estructurales, sin que los trabajadores tengan
que realizar grandes sacrificios, incluso ofrendando sus vidas.
2
En El Salvador, Honduras, Costa Rica, se realizan
grandes luchas sociales las cuales cuentan con la solidaridad internacional. Los
Estados Unidos pretenden cancelar esos procesos pero con su política solo
persiguen una profundización de ellas. Los pueblos de esas naciones, por razones
de su propia experiencia histórica, no admiten transitar por la vía capitalismo
porque precisamente bajo ese sistema es que se han recrudecido sus carencias y
ensombrecido su porvenir. Los Estados Unidos despliegan acciones de agresión
armada en un afán desesperado por detener esos cambios; pero esos países
luchan ahora en condiciones favorables, desde el punto de vista histórico. La
revolución triunfante en Cuba, ha demostrado que si es posible construir el
socialismo en la propia área de dominación directa del imperialismo. La victoria de
la revolución democrática en Nicaragua tuvo que tornarse, desde un principio, en
una revolución antiimperialista y será más factible su tránsito hacia otros estadios
del desarrollo porque cuenta con muchos amigos y aliados en el mundo entero.
Febrero de 1983.
3
La Provocación del Pentágono.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Le semana pasada el Pentágono de los Estados Unidos
dio a conocer un documento de carácter técnico en el cual se anuncian distintos
preparativos para que el gobierno pueda desatar una ofensiva nuclear y triunfar en
una guerra atómica limitada.
Este texto ha conmovido a la opinión pública de todo el
mundo porque en él los Estados Unidos manifiestan su determinación de asestar
el primer golpe, sobre la base de que con él maniatarían al enemigo y después lo
vencerían, sin que por ello la conflagración abarcara a todo el planeta.
La administración de Reagan, demuestra así, una vez
más, que no tienen ningún interés verdadero en avanzar en materia de desarme
en sus negociaciones con la Unión Soviética sino que está realizando acciones
previas para incurrir en una agresión armada.
El documento del Pentágono reconoce que es
totalmente posible y realizable un enfrentamiento nuclear y en esa creencia y en
esa actitud están modelando la conciencia del pueblo norteamericano. Se estimula
una sicosis guerrera para que los ciudadanos acepten los incrementos en el gasto
de armas y para que encuentren justificación a las reducciones presupuestales en
materia de bienestar y seguridad sociales. Todo se sacrifica en aras del
fortalecimiento de la seguridad nacional.
El Pentágono afirma que no es posible un acuerdo
pacífico con la Unión Soviética porque ésta tiene superioridad militar y que, de
llegar a lo primero, los Estados Unidos y sus aliados occidentales quedarían en
desventaja, lo que es inadmisible.
Pero en realidad no existen datos fidedignos que
confirmen esa supuesta supremacía soviética; en todo caso, de existir, tan sólo
1
sería en algún tipo de arma o vehículo portador y por lo tanto solo se trataría de
una ventaja relativa.
En efecto, la capacidad de destrucción de las armas
nucleares instala a los dos grandes contendientes en el mismo plano: el eventual
aniquilamiento mutuo, sin que para ello valga alguna superioridad.
Dicen los generales norteamericanos que el país que
propine el primer golpe tendrá asegurada la victoria. Olvidan o menosprecian la
potencia de la respuesta que la nación agredida pudiera desencadenar;
subvaloran las fuerzas atómicas de los submarinos que pueden disparar desde
cualquier punto de los océanos. El Pentágono trata de empequeñecer la
capacidad de la Unión Soviética para una defensa en una respuesta fulminante,
igualmente destructiva a la del primer golpe y al hacerlo los estadounidenses
ponen en peligro la paz mundial.
Los Estados Unidos declaran ahora, oficialmente, que
están dispuestos y preparados para desatar unilateralmente un ataque nuclear y
en cambio el gobierno de la Unión Soviética ha afirmado, en forma solemne en la
Asamblea General de Naciones Unidas, que jamás emplearán el arma atómica en
una primera instancia contra ninguna nación del mundo. Mientras el Pentágono
publicó ese texto escalofriante, el secretario general del PCUS, Yuri Andropov
afirmó que en el presente año no hay tarea más importante que preservar la paz
mundial.
La segunda teoría implícita en el texto que comentamos
es la posibilidad de una guerra nuclear limitada a una sola región de nuestro planeta. Esta concepción aterra, sobre todo, a los pueblos de Europa porque
nadie ignora que en su territorio están instaladas la mayoría de las armas
atómicas y por lo tanto ahí se produciría ese enfrentamiento localizado. El
Pentágono, simplemente, está planteando la destrucción de sus aliados de la
OTAN y claro desea preservar a los Estados Unidos del aniquilamiento de su
territorio y población, como ocurrió durante las dos anteriores guerras mundiales.
2
Pero en esas guerras se emplearon armas
convencionales y la tercera guerra mundial se caracterizaría por el uso de los
modernos sistemas coheteriles cuya capacidad destructiva no solo abarca a las
naciones contendientes sino a todas las naciones. Las cargas nucleares de que
disponen soviéticos y norteamericanos, en su conjunto, podrían destruir 25 veces
la tierra y por lo tanto un choque limitado a una sola región es imposible porque no
lo aceptaría la nación primeramente agredida por razones estratégicas.
Pero el Pentágono so solo amenaza en el plano político
o sicológico sino que ya instala cohetes Pershings y Cruise en territorio de la
República Federal Alemana, enfilados en contra de la Unión Soviética. El gobierno
de esta nación socialista, como es natural, no tolerará el acosamiento de que es
víctima; nadie puede permanecer indiferente mientras en sus fronteras se ubican
nuevas y más armas apuntando hacia las zonas industriales y hacia las
principales ciudades. Por eso el canciller Andrei Gromiko viajó hace poco a la RFA
para persuadir a ese gobierno para que no instale esos proyectiles. Gromiko llevó
una rama de olivo, llegó en forma amistosa, pero también declaró al regresar a su
patria que la URSS tomaría las medidas pertinentes para defender su seguridad
nacional.
La política de la URSS, como se observa en los últimos
acontecimientos, es de respuesta, de defensa, de contrapeso con respecto a las
iniciativas guerreras de los Estados Unidos. Por ejemplo, en la última reunión del
Comité Político del Pacto de Varsovia los dirigentes del campo socialista
propusieron a los líderes de la OTAN una reducción simultánea de las armas
nucleares que ambos bloques tienen emplazadas en territorio europeo, pero los
generales atlantistas todavía están “estudiando” tal proposición.
Estoy convencido de que el pueblo de México rechaza
el contenido amenazante y apocalíptico del documento del Pentágono.
Febrero de 1983.
3
Intervención en la Cámara de Diputados, el 2 de noviembre de 1983, con motivo del aniversario de la Revolución de Octubre
Señor Presidente
Señores Diputados:
La humanidad progresista conmemora el 66 Aniversario
de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que transformara a la Rusia atrasada
y feudal en una nación con extraordinario desarrollo industria, político y social.
La creación de la Unión Soviética es, sin duda, el
acontecimiento más trascendental de la era moderna porque a la vez que puso fin
a la hegemonía del capitalismo a escala mundial inició una nueva etapa en el
desarrollo de los pueblos: la edificación de una nueva sociedad, la sociedad
socialista.
A 66 años de distancia del triunfo de los bolcheviques,
dirigidos por Lenin, el mundo ha cambiado en su esencia y en la actualidad casi la
mitad de la población vive en sociedades socialistas, se ha derrumbado el régimen
colonial, han emergido nuevos Estados independientes en Asia, África y América
Latina y se ha ampliado y fortalecido el movimiento revolucionario y pacifista en
todos los continentes.
1
Podemos afirmar que los Estados Unidos de
Norteamérica ya no son la potencia dominante sino que su presencia se encuentra
en permanente retroceso en todo el mundo; ante esa situación, no ha podido
desencadenar una nueva guerra mundial porque en virtud de las nuevas armas
disponibles, ellos sufrirían directamente los estragos devastadores de los misiles
nucleares.
En América Latina, la consolidación del socialismo en
Cuba y el reciente triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua han
constituido otros dos hitos de trascendencia histórica, que permiten afirmar que es
posible construir una sociedad diferente, ajena y contraria al régimen de la
propiedad privada, precisamente en la región de dominación más incontrastable
del imperialismo.
Los progresos materiales y sociales alcanzados por la
URSS son espectaculares y no tienen precedentes en los regímenes capitalistas.
En nuestros días, su influjo en la economía mundial es determinante en varios
aspectos. La URSS fabrica el 20% de la producción industrial del mundo, más de
lo que todo el orbe producía hace 30 años.
El país ocupa el primer lugar en el mundo en la
producción de arrabio, acero, mineral de hierro, manganeso, petróleo, hulla,
coque, cemento, locomotoras Diesel y eléctricas, máquinas herramientas,
algodón, lino, abonos minerales, telas de lana, calzado de cuero, azúcar, grasas
animales y otros muchos productos.
Mientras el índice de la producción industrial de los
grandes países capitalistas ascendió a 4.8% en la URSS creció en 8.9%. En los
años ochentas le ha correspondido el primer lugar en la extracción de materias
primas.
En campos como el de las computadoras se ha
mantenido en rezago respecto de los Estados Unidos y Japón, pero ha ganado el
2
liderazgo en la metalurgia, la fabricación de tubos y no obstante, se ha visto
obligada a la importación.
La URSS es la única potencia que tiene asegurada la
base minera y de materias primas para su desarrollo económico, ocupando el
cuarto lugar en la producción minera mundial. Con 500 yacimientos de petróleo
tiene el primer lugar en la extracción de ese energético.
Extrae la cuarta parte del carbón del mundo. Genera
más de mil millones de metros cúbicos de gas, con lo que abastece no solo a su
gigantesca planta industrial sino además surte a otros países del campo socialista
y capitalista. Destacamos por su magnitud el gasoducto de Siberia hasta Europa
Occidental que pese a ser boicoteado por los Estados Unidos y otras firmas
monopolistas, se ha concluido y pronto empezará su operación.
La Unión Soviética produce todo tipo de máquinas
herramientas comprendidas las de alta precisión automáticas y las líneas
automáticas completas. El parque nacional cuenta con 5 millones de unidades. Se
fabrican al año 7 mil máquinas herramientas con mando programado.
El país tiene asegurado el suministro de energéticos.
Se está impulsando la energía atómica, con un potencial de 10 millones de
kilowatts. Ha empezado a funcionar la central de Riazon, que permitirá un mayor
rendimiento y un ahorro en el consumo de combustible.
En la industria ligera está satisfecho el consumo de los
artículos electrodomésticos –esenciales para el bienestar de la familia obrera- pero
en la industria textil no se registra ese ritmo satisfactorio. Escasean distintas telas,
pero en la fabricación de fibra natural ocupa el primer lugar per cápita en el
mundo.
Aunque la URSS tiene una importante frontera agrícola,
lo cierto es que su producción depende, en gran medida de las variaciones
climatológicas. Más del 50% de las tierras tienen cultivos arriesgados ya sea
3
porque el verano es corto, las sequías son frecuentes o la congelación permanece
más tiempo del normal.
A pesar de estas dificultades, que obligan al URSS a la
importación de grandes cantidades de cereales, el consumo anual per cápita de
carne aumentó de 41 a 58 kilogramos, el de leche de 251 a 319 litros, mientras
que ha disminuido la de patata y pan. Para mantener y elevar la producción
agropecuaria se están mecanizando intensamente todos los procesos. El campo
está completamente electrificado y el suministro de gas llega al 60% de las zonas
rurales.
Los ingresos del campesino soviético ascienden al 87%
respecto de lo que gana un obrero industrial. El 70% de los productores del campo
tienen instrucción secundaria y superior. A pesar de las dificultades en la
agricultura en la URSS se recolecta el 13% de la producción mundial de cereales,
lo que supone un ingreso per cápita de 900 kilogramos, dos veces más que el
término medio mundial. Debido a la falta de forrajes, se ha tenido que importar
cereales. Tan solo el ganado y las aves de corral necesitan 100 millones de
toneladas anuales de alimentos.
Los salarios de los obreros han aumentado en
promedio un 20% y los de los campesinos un 22%, en una economía que no
conoce los estados inflacionarios capitalistas. Los impuestos que paga la
población, a diferencia de lo que ocurre en nuestras sociedades, apenas
representan el 9% de los ingresos presupuestales del Estado y solo el 8.5% de los
ingresos de las familias obreras. El propietario de una casa paga una contribución
anual que no excede del 1% de su precio.
El Estado vende a la población muchos artículos a
precios inferiores a su costo, como lácteos, patatas y hortalizas. El precio de la
carne de res se vende un 50% menos de lo que le cuesta al Estado. Los precios
del pan, azúcar, leche, calzado, tejidos de lana, el transporte se han mantenido
estables en los últimos 25 años.
4
Con el objeto de que esta Representación Nacional
pueda formarse un juicio más completo y certero acerca de lo que está ocurriendo
en las naciones que se basan en el régimen de la propiedad privada, que, en
conjunto, transitan por la crisis más profunda de las últimas décadas, conviene
hacer las siguientes referencias.
En los siete países capitalistas principales –Estados
Unidos, Japón, República Federal Alemana, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá-
la caída del Producto Nacional Bruto fue del 3.7% en 1979 a poco más del 1% en
1981 y a 0.5 en 1982.
Según cálculos publicados ayer por el Banco de
México, nuestro país no escapa a esta tendencia reduccionista pues el Producto
Interno Bruto decrecerá a finales del presente año, de un 2 al 5%.
La tasa de crecimiento del conjunto de los países
subdesarrollados cayó del 2.8% en 1980 al 1% en 1981.
Existe un acentuado proceso de monopolización en la
economía capitalista mundial en perjuicio de los países más pobres pues los
grandes monopolios controlaban el 50% del comercio mundial y el 90% de la
exportación de los artículos básicos a las naciones en vías de desarrollo.
Mil millones de personas en estas naciones están
afectadas por la desnutrición y de ellas 500 millones padecen hambre severa.
Tienen un permanente déficit de cereales.
La tasa media de desempleo en los grandes países
capitalistas industrializados se elevó de 1970, con un 5.5%, a 1980 con 6% y a
1982 con un 8%.
La inflación media en los precios al consumidor, no ha
bajado del 8% anual, aunque se ha registrado un ligero descenso en los últimos
meses, este ha sido inseparable de un incremento del desempleo.
El desempleo arrojó una cifra de 30 millones,
abarcando prácticamente todas las ramas de la economía capitalista.5
La pequeña disminución de las tasas de inflación se ha
logrado merced a la aplicación de una política de corte monetarista que si bien ha
conseguido ese objetivo parcial, ha conducido a las economías a la recesión y al
estancamiento.
El año de 1981 fue de brusco descenso para la mayoría
de los países de América Latina. En el continente africano fue también de desastre
y de ruina, sin la más elemental mejoría de las condiciones de vida de las masas.
La producción de alimentos apenas creció en un 1.4%, menos de la mitad del
crecimiento de la población. En Asia, se registró una tasa de crecimiento del 4%,
debido a las inversiones que realizaron las empresas imperialistas mediante la
implementación de patrones de industrialización dependientes.
14 de julio de 1983.
6
Las Dos caras de Reagan.
La Ofensiva Ideológica de Washington.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Presidente Ronald Reagan compareció el lunes ante
la 38 Asamblea General de Naciones unidas presentándose como un paladín de la
paz y defensor de la solución pacífica de las controversias entre los Estados.
Ahora resulta que todos los esfuerzos del gobierno yanqui, lo mismo los que se
enderezan en Centroamérica, que en Líbano, o en Chad tienen como propósito
alejar el peligro de una nueva guerra.
Reagan acusó a la URSS de aumentar la tensión en el
mundo y claro está, en contrapartida, propuso una disminución de esa tirantez,
aunque, desde luego, menudearon sus ataques en contra de los países
socialistas. El vaquero no dejó pasar la oportunidad para tratar de introducir un
enfrentamiento en el interior de los No Alineados, al referirse a la supuesta
incompatibilidad de la pertenencia al Movimiento de algunas naciones socialistas.
El incidente del avión Sudcoreano no ocupó un sitio
destacado en su alocución, precisamente porque se trata de un recurso ya
desgastado, en la medida en que aparecen más pruebas y documentos sobre el
involucramiento en este asunto de los sistemas de inteligencia y de provocación
de los Estados Unidos.
El discurso de Reagan emplea sofisticados métodos de
propaganda política para presentar ante la opinión pública mundial a su gobierno
como el que, en verdad, está preocupado por el mantenimiento de la paz y a la
URSS como la potencia que atiza los preparativos bélicos. Este lenguaje, de tono
conciliador y “pacifista” trata de ocultar un hecho muy grave: los Estados Unidos
están destinando a la carrera armamentista cantidades enormes y crecientes.
1984 273 mil millones de 1
dólares
1985 323 mil millones de dólares
1986 357 mil millones de dólares
1987 388 mil millones de dólares
1988 425 mil millones de dólares
Esta “repentina preocupación por la paz” se expresa
en la modernización intensiva de las Fuerzas Armadas y de todo el arsenal
nuclear. Pero lo que en verdad ha puesto en extrema tensión al mundo es el
emplazamiento en territorio de Europa occidental de los misiles de alcance medio,
que están apuntando en contra del las principales ciudades de la Unión
Soviética. Los Estados Unidos han provocado que la URSS responda con igual
tipo de armamento, e incluso, se plantea la posibilidad estratégica de ubicarlos en
Cuba Socialista, enfilados en contra de las principales ciudades norteamericanas.
No existe una superioridad soviética en el plano militar
que justifique este inusitado despliegue de fuerza, causa y origen del clima de
guerra fría. Si en un arma, o una cantidad superan los soviéticos, en otra
equiparable, dominan los norteamericanos. En términos generales, existe un
equilibrio estratégico, que el grupo de Reagan trata de ocultar ante la opinión de
los pueblos. Lo que pasa es que los Estados Unidos, con el exorbitante aumento
de sus gastos bélicos, tratan de desgastar, desde el punto de vista económico y
tecnológico, a los países de la comunidad socialista, que se han visto obligados a
reforzar sus gastos militares de defensa.
La política norteamericana se ha tornado agresiva y
prepotente en la medida en que se consolidó la economía de los países
socialistas, elevándose sus índices de bienestar social y en la misma proporción
en que han triunfado movimientos democráticos y de liberación nacional en Asia,
África, y América Latina. A toda acción progresiva e independiente de los pueblos
2
ha correspondido una reacción contraria, de igual o similar intensidad, del
gobierno de los Estados Unidos. El cese de la política de distensión y la
ocupación, en su lugar, de la del enfrentamiento, fue provocado para detener
estos progresos de los pueblos, que se expresan incluso en los foros
internacionales. En ellos, los Estados Unidos ya no pueden dictar a voluntad sus
instrucciones políticas y cada día les resulta más difícil ganar votaciones y
encontrar aliados para el éxito de su política general.
La guerra ideológica de Reagan se expresa de
múltiples manera en las áreas conflictivas del mundo: en todas se presenta como
pacificas. En el Líbano, en la práctica, las tropas norteamericanas que
supuestamente cuidaban la neutralidad y la integridad territorial, sin ya una parte
beligerante, al lado de los falangistas reaccionarios. De hecho, han propiciado y
tolerado la permanencia de Israel en esa zona.
Reagan, una vez más, expresó su apoyo a los
principios de Contadora, para Centroamérica. Pero los hechos desmienten esas
palabras: continúa la asistencia militar masiva a los regímenes de Guatemala,
Honduras, El Salvador y Costa Rica, la campaña de intimidaciones contra
Nicaragua. Mientras Reagan se presenta en la ONU como pacifista, Weibenger se
pronuncia por una salida militar y en esa dirección actúa el Pentágono. A Dios rogando y con el mazo dando, como reza el refrán popular.
Febrero 1983
3
En Torno al XXVI Congreso del PCUS
Un Congreso Trascendente.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Hoy se inicia en Moscú el XXVI Congreso del Partido
Comunista de la Unión Soviética, acontecimiento trascendente no sólo para el
pueblo soviético sino para toda la humanidad progresista y en particular para el
movimiento revolucionario internacional. En México, el máximo foro de los
comunistas de la patria de Lenin ha despertado de un gran interés, sobre todo
entre las fuerzas políticas y sociales que luchan por la paz, la democracia, la
independencia nacional, el progreso social y los cambios profundos.
El Congreso del PCUS –partido marxista leninista que
cuenta con más de 16 millones de afiliados, integrados en 400 mil Organizaciones
de Base- se efectúa en un momento en que la coexistencia pacífica de los
Estados con distinto régimen socioeconómico, está sufriendo la más grande
amenaza desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. Los frutos de la
distensión parecen estar a punto de perderse a causa del empecinamiento de los
actuales dirigentes yanquis que desean imponer posiciones de fuera para
reconquistar parte de sus conquistas perdidas en virtud de los combates de los
pueblos y de sus agrupaciones políticas de vanguardia.
En particular, preocupa hondamente las repercusiones
concretas que pudiera generar la doctrina acerca del “terrorismo”, que se imputa
fundamentalmente a la Unión Soviética y que se convierte en parte esencial de la
nueva política agresiva del imperialismo. De la etapa de las negociaciones para
limitar el armamento estratégico, los yanquis han pasado al congelamiento de la
firma del Tratado Salt II y a un crecimiento desorbitado del presupuesto de guerra;
del mejoramiento de las relaciones comerciales, culturales y tecnológicas entre la
Unión Soviética y los Estados Unidos, la administración de Reagan las ha
reducido a una mínima expresión, suspendiendo los intercambios de alta
1
tecnología de computadoras e insistiendo en el embargo de cereales, además de
impedir la normalización del tráfico aéreo y marítimo.
Mientras los Estados Unidos están destinando
actualmente para sus Fuerzas Armadas más de la tercera parte de su presupuesto
nacional, lo que contradice la supuesta política de austeridad en el gasto público,
la Unión Soviética solo invierte en esa esfera el 7% de su presupuesto. El
aumento imprevisto de los gastos militares de los Estados Unidos también obliga a
los países socialistas a distraer más recursos económicos a efecto de reforzar sus
sistemas de defensa y de seguridad. Por ello, ante esa actitud de amenaza y
agresión, el Ministro de la Defensa de la URSS, mariscal Dimitri Ustinov, ha
planteado que es necesaria la modernización de las armas nucleares.
Los Estados Unidos, según lo ha reconocido
públicamente el propio Presidente Reagan, están transitando por la crisis
económica más profunda de los últimos treinta años. En efecto, hay 8 millones de
desempleados, sin contar a los que perciben el seguro del desempleo y la tasa
inflacionaria ha llegado hasta el 12%, cifra pavorosa que no se había conocido
antes. La planta industrial, que hace años dominara y asombrara al mundo
capitalista por su elevada eficiencia y altísima productividad, ahora se ha
deteriorado, a tal grado que el rendimiento industrial de la Unión Soviética ya la
está superando.
Los Estados Unidos continúan operando con un
presupuesto deficitario, han perdido competitividad respecto de la República
Federal Alemana y de Japón y en el interés de resolver –o por lo menos de paliar-
sus conflictos económicos internos han inundando el planeta de dólares que no
tienen respaldo material.
La renta nacional de la Unión Soviética, al finalizar el
décimo quinquenio, ascendió al 25%, dato que, por sí solo, indica la fortaleza de la
economía nacional. La URSS genera actualmente el 20% de la producción
industrial del mundo y ocupa el primer lugar en la extracción de petróleo y en la
2
producción de acero, cromo, cemento, tractores, locomotoras Diesel y eléctricas,
máquinas-herramientas, algodón, lino, abonos minerales, telas de lana, calzado de
cuero, azúcar y grasas animales.
La economía soviética es sólida y está en constante
expansión a causa de que no tiene dificultades para el abastecimiento de
energéticos, posee una planta industrial moderna y en muchas ramas altamente
tecnificada y un enorme ejército de especialistas que no tiene ninguna otra nación.
La URSS registra una política no sólo de pleno empleo
sino que cada vez está más calificada la mano de obra empleada en las
actividades industriales, sobre todo por el carácter universal que tienen los
servicios educativos, especialmente los superiores.
La Unión Soviética es el mayor productor de trigo en el
mundo. Las importaciones de cereales –que adquiere fundamentalmente de
Argentina y Australia- no son necesarias para abastecer el consumo interno sino
para asegurar una importante reserva y para cumplir con sus obligaciones en el
marco del CAME.
Al finalizar el presente quinquenio, los ingresos reales
per cápita crecieron en 17%, el salario promedio de los obreros y empelados
aumentó en 15% y los ingresos de los koljosianos en un 26%.
Una comparación entre las cifras económicas de los
Estados Unidos y de la Unión Soviética, le otorga a la nación socialista una
primacía en varios aspectos importantes. Mientras los Estados Unidos se debaten
en una crisis muy seria, las fuerzas productivas de la URSS están en constante
expansión, no obstante, las erogaciones que se tienen que realizar en el campo
del armamentismo.
Es fácil concluir que los años en que los Estados
Unidos enseñoreaban en el mundo ya han pasado a la historia.
21 de febrero de 1981.
3
La Provocación del Pentágono.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
En 1990 se inicia la última década del siglo XX y con
ello se aceleran una serie de cambios causados por factores económicos, sociales
y políticos que se habían venido acumulando en el transcurso del tiempo, lo
mismo en los países socialistas, que en los capitalistas, industrializados y
subdesarrollados.
Se ha producido un viraje notable en las relaciones
internacionales pues de una etapa de aguda confrontación política entre los
Estados Unidos y la Unión Soviética se ha pasado a otra de disipación de esa
pugna y de apertura a una nueva era de cooperación y de emulación pacífica
entre el capitalismo y el socialismo.
Hoy en día, podemos afirmar que, se ha alejado el
peligro de una guerra nuclear porque las grandes potencias están conscientes que
de estallar, no habría vencedores ni vencidos y la radiación, así como el “ invierno atómico” alcanzaría a cubrir todo el planeta, lo que pondría en riesgo incluso la
vida animal y vegetal en su conjunto.
Los arsenales que se encuentran disponibles en la
actualidad permitirían aniquilar la tierra hasta 20 veces por lo que se destruirían
no solo los países que estuviesen en pugna directa sino todos ellos, los no
beligerantes, sobre todo las naciones pobres de Asia, África y América Latina.
Entre los Estados Unidos y la Unión soviética se ha
firmado un tratado por medio del cual se destruyeron los cohetes de alcance
medio en Europa Occidental por lo que ese continente eliminó uno de los factores
más serios de peligro.
Ahora la URSS está proponiendo a los Estados Unidos,
ya sea en forma bilateral como en los organismos unilaterales, una serie de
acuerdos, tales como:
1
- Prohibir y destruir las armas químicas.
- Reducir a la unidad el número de cohetes de largo alcance que en su conjunto representan el mayor porcentaje de armamento atómico en el mundo.
- Reducir los submarinos equipados con armas nucleares y los portaaviones con instalaciones similares, para evitar el riesgo de un choque en los mares.
- Reducir los ejércitos convencionales, sobre todo en Europa Occidental y Oriental.
Estas propuestas, hasta hoy, no han sido contestadas
en términos afirmativos, por los representantes del imperialismo yanqui, que si
bien ha retrocedido un poco en lo que concierne a sus afanes belicistas, no han
renunciado a perder sus posiciones de dominio en el mundo sino, antes bien,
aspiran a extenderlos, ahora en el seno de algunos países socialistas que se
encuentran en serias dificultades económicas, sociales y políticas, sobre todo
debido al abandono de ciertos aspectos del marxismo y del leninismo.
El gobierno de los Estados Unidos y sus aliados
europeos; incluido entre otros, Japón, están tratando de ampliar sus niveles de
préstamos e inversiones en esas naciones con el propósito deliberado de apoyar a
los grupos políticos pro capitalistas que pretenden restablecer las formas de
dominación del pasado e introducir el llamado “mercado libre” y otros criterios y
medidas que el FMI ha impuesto sobre todo en América Latina, con resultados
nefastos para nuestras naciones y pueblos.
Si bien al iniciarse la década de los noventas el peligro
de una guerra atómica ha desaparecido, la lucha entre el capitalismo y el
socialismo ahora se ubica en otros planos, tales como el financiero, comercial,
tecnológico y cultural, en donde ambos sistemas están luchando por demostrar su
superioridad en los hechos.
2
Otro terreno en el cual ese combate se está
recrudeciendo es en el de la batalla ideológica y propagandística en que el
imperialismo, a través de sus agencias noticiosas, que suministran el 80% de la
información mundial, trata de hacer pensar que el socialismo ha fracasado y que
como sistema tiende a desaparecer en el plazo breve.
Sin embargo, la realidad es otra: con los cambios
ocurridos, que está produciendo una democratización del régimen socialista, sobre
todo porque se está ampliando y fortaleciendo la participación del pueblo en los
asuntos públicos, esto es, se trata de una mayor participación integral de la
sociedad, que ningún país capitalista ha experimentado hasta hoy.
Esta es una dura crisis para los países socialistas, pero
saldrán de ella porque nadie ha planteado devolver las empresas, fábricas,
comercios, institutos científicos, tierras a los antiguos propietarios capitalistas o
feudales, porque esos sí sería la negación del socialismo.
Agosto 1990.
3
El Socialismo, Vigente; La Lucha Continúa.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Encuentro de los Partidos Comunistas y Obreros de
América Latina, efectuado en la ciudad de México, bajo la convocatoria del Partido
Popular Socialista, terminó sus deliberaciones que duraron una semana, en forma
exitosa, lo que demuestra que es posible y deseable alcanzar puntos de
coincidencia y de acción programática y política entre los destacamentos de la
clase obrera que luchan por el socialismo.
La reunión, que congregó a representantes de 18
partidos comunistas y obreros de nuestro Continente y con observadores del
PCUS, Partido Comunista de China, Partido del Trabajo de Corea y del Partido
Comunista de los Estados Unidos, examinó en sesiones específicas los problemas
actuales de la Unión Soviética, la situación de los países de Europa Central, el
panorama económico y social de América Latina y la lucha concreta de cada
partido, la integración económica regional, las dificultades de la Revolución
Cubana, la lucha por la democracia, la política de alianzas, entre los temas
principales.
Cada representante partidario expresó sus juicios de
una manera amplia, empleando el método dialectico, expresando sus
experiencias, tanto positivas como negativas, señalando los avances que han
tenido en cada país y también las perspectivas generales del movimiento
socialista latinoamericana.
Se expresó una particular preocupación por los graves
acontecimientos que sacudieron a Europa Central, que implicaron la pérdida del
gobierno de parte de los partidos comunistas y obreros en el poder desde la
terminación de la Segunda Guerra Mundial y por la situación contradictoria y
delicada en que se encuentra hoy en día la Unión soviética.
1
Precisamente, el Encuentro de los comunistas se
produjo en el marco del tremendo desabasto que sufre el pueblo soviético y
cuando están llegando alimentos sobre todo de Europa Occidental. Gorbachov
tiene plenos poderes para hacer frente a esta emergencia que, sin llegar a ser una
hambruna como las que padecieron en los años treintas, sí se trata de un
fenómeno serio que causa irritación en el pueblo y que pudiera poner en peligro la
perestroika.
Como producto de las intervenciones se llegó a una
conclusión fundamental: la doctrina del marxismo-leninismo, enriquecida por
muchos otros teóricos y militantes socialistas, sigue vigente en sus principios
generales. Nadie la ha refutado de una manera seria por lo que la principal tarea
de los comunistas es la de aplicarla en forma creadora, no dogmática, la
realidad de sus respectivos países.
Los participantes al unísono condenaron aquella
concepción mecanicista que considera al marxismo como una teoría acabada,
completa, cerrada o estática, como si Marx hubiese dejado un recetario
interminable y más bien se inclinaron por concebir al marxismo como una guía
para la acción revolucionaria y para analizar los fenómenos económicos, sociales
y políticos.
Por el contrario, se consideró que el marxismo es una
teoría viva, que está en el plano de la abstracción como de la práctica y que es un
deber de los partidos de la clase obrera impulsar su desenvolvimiento, sin caer en
el oportunismo, pero tampoco en el sectarismo.
Los últimos acontecimientos en Europa Oriental han
sembrado la duda, la desconfianza y la frustración en algunos grupos y partidos
que incluso piensan cambiar de nombre para hacerse más atractivos a las masas;
otros prefieren la alianza con la socialdemocracia, e incluso, con la democracia
cristiana y están optando por la estabilización, esto es, por la permanencia del
capitalista, por darles “algunas vitaminas” y por la democracia, que no se sale de
2
los marcos de la dominación burguesa, ya que buscan la alternancia en el poder
entre partidos de similar orientación política.
Estas tendencias fueron condenadas en el Encuentro
pues se llegó a la conclusión de que las contradicciones del régimen capitalista
continúan: el imperialismo sigue exportando capitales, mercancías y tecnología
para saquear a los países pobres por medio de la abultada e impagable deuda
externa, las sangrías que generan los monopolios con la repatriación de sus
ganancias, el control de los avances científicos; persiste la pugna entre la minoría
que detenta la propiedad privada de los instrumentos de producción contra la
mayoría asalariada y las diferencias sociales se han hecho más agudas y
profundas, sobre todo en América Latina, en donde la mayoría de la población vive
en la pobreza, el desempleo, la ignorancia y el desempleo.
El Encuentro fue particularmente enfático al afirmar que lo que entró en crisis en Europa Oriental fue un modelo del socialismo, con serias imperfecciones y deficiencias, un modelo altamente burocratizado y centralizado, que se separó en gran parte de algunas ideas centrales de Lenin, formuladas en los últimos años de su vida, pero que el socialismo sigue siendo un anhelo de millones de trabajadores, una necesidad histórica porque nadie puede aceptar que el capitalismo sea un régimen económico y social eterno, como lo predican sus apologistas a sueldo.
Si en alguna región del mundo el capitalismo ha
fracasado porque ha dejado dependencia, miseria, insalubridad, desempleo, para
la absoluta mayoría de la población –situación que ilustra cada año con patético
realismo la CEPAL- es en nuestro Continente que en la última década ha estado
inmersa en el estancamiento y siendo víctima de la relación comercial desigual.
Por eso decimos que independientemente de los
sucesos de Europa Oriental, el marxismo está vigente y por lo tanto continúa la
lucha socialista.
3
Noviembre de 1990.
4
El Problema del Abasto, Gran Reto para Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Parlamento otorgó a Mijaíl Gorbachov poderes
extraordinarios para que en un plazo de 2 semanas presente un plan a efecto de
asegurar el suministro de alimentos en las principales ciudades de la Unión
soviética en el marco de una temporada invernal que se antoja cruda y difícil para
millones de trabajadores.
Hace tres semanas visité la Unión Soviética y
ciertamente el problema del abastecimiento de alimentos es el más inmediato y
grave pues se forman largas colas de ciudadanos en los establecimientos
comerciales y al final no encuentran los productos básicos como la carne, la leche,
los embutidos y el pan y también se carece de ropa y calzado y de otros bienes.
Al recorrer algunos suburbios de la ciudad de Moscú
me percaté de que este problema no es general sino que en algunas zonas sí se
encuentran dichos alimentos y mercancías y que se han establecido en las calle y
avenidas, koljosianos (campesinos) y cooperativistas que venden sus productos
directamente al público a un precio mayor que el que está fijado en las tiendas
estatales.
Por la información recibida, este fenómeno no es
privativo de la capital soviética sino que se presenta en la mayoría de las grandes
ciudades de la URSS, sobre todo en las que están ubicadas en la parte occidental.
El Presidente Mijaíl Gorbachov ha reconocido la
gravedad de este problema afirmando que se trata de un asunto esencialmente
económico que solo con medidas de ese carácter podrá resolverse, contestando
así a quienes le solicitan la aplicación de medidas drásticas, de carácter político.
En Occidente capitalista también existe preocupación
por las insuficiencias alimenticias de la URSS, pero no se trata de un interés
constructivo sino se pretende condicionar la “ayuda” al país soviético para que
1
antes de recibirla tome decisiones rápidas que permitan marchar aceleradamente
a la llamada economía de libre mercado. Tal es la posición que están asumiendo
los gobiernos de la Gran Bretaña y de la República Federal Alemana. En cambio,
el gobierno francés tiene una actitud más positiva pues postula la asistencia
alimenticia a la URSS sin ninguna condición política previa.
Es verdad que el problema del desabasto es de índole
económico, pero también es de carácter político y Mijaíl Gorbachov tendrá que
tomar medidas en ambos terrenos pues como dijo en la pasada sesión del
Parlamento en la defensa de la seguridad y de la vida de los soviéticos hay un
límite y si bien no ha asumido decisiones enérgicas lo ha hecho para evitar que la
perestroika sufra algún menoscabo.
Los agricultores soviéticos han padecido en los últimos
años bajos precios de los alimentos que producen y por lo tanto ya no tienen
interés en venderlos en las tiendas estatales en donde a su vez se expenden al
público a precios subsidiados a efecto de mantener controlada la inflación y de
persistir en el hecho de que una familia no pague más del 25% de sus ingresos
por esos consumos vitales.
Por lo tanto, los koljosianos, los cooperativistas y los
agricultores particulares prefieren guardar una parte de la producción para su
abasto y el resto venderlo directamente a los trabajadores de las grandes
ciudades a un precio mayor que el determinado en forma oficial.
En otros casos, las cooperativas urbanas de la ciudad
de Moscú adquieren en forma masiva los alimentos y los distribuyen en forma
proporcional a sus agremiados por medio de cupones.
Este año, la producción de alimentos en la Unión
soviética rompió records anteriores pero la falta de transporte ha impedido la
recolección completa de las cosechas y esto también se está reflejando en la falta
de suministros oportunos en el mercado de subsistencias.
2
Por otra parte, debemos reconocer la existencia de
acaparadores que ocultan los alimentos para después venderlos en el mercado
negro a precios mayores a los oficiales.
Mijaíl Gorbachov, tiene enfrente, pues, un difícil
problema socioeconómico, pero también político, pero para ello cuenta, por
fortuna, con el respaldo del Parlamento.
Marzo 1990
3
¿Debemos Seguir Luchando por el Socialismo?
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Algunos se preguntan, de buena fe, si ante el
derrumbamiento del socialismo en Europa Oriental es, todavía posible seguir
luchando por la abolición del régimen de la propiedad privada de los instrumentos
de producción (fábricas, máquinas, tierras, minas, bancos) para construir una
sociedad en donde esa propiedad sea de carácter social o colectiva o si por el
contrario, debemos conformarnos con hacer algunas reformas al capitalismo, para
“embellecerlo” para “maquillarlo” mostrando de él un rostro más amable del que
hemos conocido los pueblos del mundo.
Los sucesos de Europa del Este han sido magnificados
por los medios de comunicación que controlan los Estados Unidos y por sus
intelectuales a sueldo o sin él, porque también hay servidores inconscientes,
tratando de hacer creer –tal es la tesis de Octavio Paz y seguidores- de que el
socialismo ha fracasado de una manera plena y que las principales tesis del
marxismo ya no tienen ningún valor.
Con esta visión apocalíptica e interesada de esos
fenómenos se nos quiere hacer creer a todos que debemos resignarnos a vivir en
el régimen capitalista, en la democracia de la burguesía, que no tenemos ningún
futuro en la lucha contra la enajenación, por la liberación económica y humana y
por el progreso social, así como por una auténtica democracia.
Entendemos por una auténtica democracia aquella en
la que realmente los trabajadores, que conforman la mayoría de la sociedad,
participan en forma decisiva y fundamental no solo en la integración de los
órganos colegiados sino, en general, en los asuntos públicos.
¿Podrían afirmar los secuaces de Octavio Paz si esa
democracia existe en los Estados Unidos en donde sólo vota la mitad de la lista de
empadronados, en Europa Occidental en donde existen millones de
1
desempleados y Japón en donde existe la super explotación más feroz de la
tierra?
Evidentemente, no.
La democracia no es una categoría abstracta, no es
una mera formulación jurídica sino es el pueblo transformado en gobierno y en
ningún país capitalista se da este hecho sino, por el contrario, están demasiado
lejos de él.
El encuentro de los partidos comunistas y obreros de
América Latina, celebrada la semana pasada en la ciudad de México a
convocatoria del Partido Popular Socialista, significó un afianzamiento de las
convicciones y de los ideales socialistas en el Continente.
Los partidos abordaron los cambios ocurridos en
Europa Central en su justa dimensión señalando que lo que entró en crisis fue un
modelo de socialismo, aquel que se edificó en partes del fin de la guerra y que
copió mecánicamente muchos aspectos del régimen socialista en la Unión
Soviética, sin tomar en cuenta una serie de rasgos específicos y tradiciones
nacionales.
Ahora que algunos de esos países están transitando a
la economía de libre mercado, de orientación capitalista, los pueblos han estado
padeciendo lo que no habían conocido en el pasado: la inflación, el desempleo, la
anarquía económica, la carencia de prestaciones sociales. Estas son las
“bellezas” de la “nueva sociedad” que están forjando, lo que está implicando un
sensible retroceso respecto de lo que habían conquistado durante el corto periodo
de 40 años, si tomamos en cuenta que el régimen capitalista ya tiene dos siglos
sobre la faz de la tierra.
Debemos ser más precisos:
En la transición al libre mercado capitalista, el primero
en iniciarlo, Polonia se debate en una profunda crisis económica con una
2
inmanejable carestía de la vida y una gran inestabilidad política. En la República
Democrática Alemana –que fuera el país socialista más adelantado de Europa,
incluso más que la propia Unión Soviética-, millones de trabajadores están
perdiendo sus prestaciones sociales. En Rumania, que llegó a tener un excelente
nivel en materia de salud y alimentación, la mayoría de los establecimientos
comerciales están vacíos.
En los países que están marchando hacia la economía
de libre mercado los gobiernos burgueses o socialdemócratas han sido incapaces
no sólo de preservar y mantener todo lo que de positivo dejó el sistema socialista
sino de abrir una perspectiva para una vida mejor para todos sus habitantes.
Si en alguna región del mundo se justifica la lucha por
el socialismo es en América Latina en donde, según datos de la CEPAL, más del
60% de la población vive en condiciones de miseria, pobreza, producto de la
explotación a que nos ha sometido el imperialismo y las burguesías nacionales.
¿Qué alternativas ofreció el capitalismo a los pueblos
de América Latina? Nos condenó históricamente a la dependencia con la principal
metrópoli imperialista, la que ha saqueado nuestros recursos naturales y
usufructuado el fruto del trabajo asalariado, ya sea por medio de las inversiones
extranjeras, en una primera etapa, después por conducto de los empréstitos
internacionales y/o por la transferencia de tecnología siempre obsoleta y
condicionada.
Mientras exista el régimen capitalista y sus
contradicciones sean insolubles, como lo siguen siendo en la actualidad, habrá
lucha de los trabajadores por su emancipación económica y espiritual; habrá
sindicatos, como instrumentos de lucha reivindicativa y desde luego, también
habrá partidos marxistas y socialistas, con distintas denominaciones, algunas que
ni siquiera conocemos hoy en día.
3
La propaganda del imperialismo y sus corifeos
intelectuales pueden confundir y desorientar a la opinión pública pero lo que no
pueden hacer es abolir la lucha de clases, la cual existirá mientras exista el
proletariado y la burguesía, esto es, habrá lucha socialista, mientras subsista el
sistema capitalista,
Agosto 1991.
4
Una Política de Concesiones Unilaterales.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El gobierno de la URSS se está deslizando, desde
luego hace tiempo, por la pendiente de las concesiones unilaterales a favor de los
Estados Unidos, en beneficio de un afianzamiento mayor de sus intereses y de su
dominación en el mundo entero. Estamos inmersos en una etapa de franco
retroceso para la humanidad pues una serie de avances que se habían logrado en
el pasado hoy se han perdido, en detrimento de los pueblos, que han pugnado por
la independencia, la democracia y un régimen económico y social justo.
El grupo Gorbachov-Yeltsin no solo está presionado por
los grandes problemas internos que padece el país desde hace tiempo sino
también y esto es lo más serio, ha perdido la brújula ideológica y política y se está
dejando conducir por una política de entrega y de subordinación a los intereses de
las potencias occidentales. Pero a pesar de todo, la tan prometida “ayuda económica” no llega: visitan Moscú distintos jefes de estado de occidente y se
formulan anuncios sobre supuestas remesas de créditos, empréstitos, suministros
de alimentos para la época invernal, pero nada se ha concretado.
Las potencias capitalistas, a la cabeza, los Estados
Unidos, tratan de llevar a la URSS al plano de la rendición y del sometimiento total
y de hacer que cumpla con una serie de exigencias y condiciones, todas ellas
relativas al otorgamiento de máximas facilidades para las inversiones extranjeras y
a la restauración de relaciones capitalistas en todos los aspectos de la vida
nacional. No se trata de un aportación solidaria hacia un país que sufre en estos
momentos serias carencias, aquí no hay ninguna colaboración desinteresada o
amistosa sino de una política deliberadamente calculada que trata de
aprovecharse de la profunda crisis actual de la URSS para sojuzgarla desde el
punto de vista financiero, comercial y también político.
La política exterior soviética ha sido débil y titubeante,
como nunca en el pasado de esa gran nación. Se abandonó la lucha contra el 1
imperialismo, contra las nuevas formas que asume el neocolonialismo, la
solidaridad con los movimientos de liberación nacional, democráticos, con los
luchadores pacifistas, en el apoyo a los países en vías de desarrollo que pugnan
por un progreso autónomo y justo y ahora la “nueva mentalidad” consiste en diluir
todas las diferencias que se tenían con los Estados Unidos para converger con
esta potencia no en calidad de iguales sino de subordinados y elementos de
apoyo.
Algunos ejemplos son muy claros:
El Pacto de Varsovia fue desmantelado y la OTAN se
reforzó como fuerza militar de Occidente bajo la hegemonía de los Estados
Unidos. Desapareció el CAME pero la contraparte capitalista, continúa avanzando
en la formación de un mercado único europeo. Se acordó la reducción del número
de cohetes intercontinentales, pero los Estados Unidos no cancelaron el proyecto
“Guerra de las Galaxias” que teóricamente les permitirá una gran superioridad
militar a nivel mundial.
El caso de Cuba es también muy ilustrativo:
El anuncio de Mijaíl Gorbachov en el sentido de que se
retirarán los contingentes militares de la isla fue hecho en el Kremlin teniendo a su
lado al Secretario de Estado, James Baker, pero jamás se avisó o consultó al
gobierno de Fidel Castro, no obstante que, existe un tratado suscrito con éste en
materia de colaboración de armamentos y asistencia bélica.
Se trataba de un convenio bilateral ante la URSS y
Cuba y no entre la URSS y los Estados Unidos de Norteamérica.
La situación rebasa, desde luego, el estricto margen del
Derecho Internacional, si tomamos en cuenta que los Estados Unidos mantienen
una amenaza constante contra Cuba desde hace varias décadas, pues todos los
años se efectúan maniobras militares en mares adyacentes a la isla por parte de la
armada estadounidense y que está, además, en su propio territorio la base de
Guantánamo desde 1903, a perpetuidad, según los imperialistas y que se realizan 2
otras maniobras desestabilizadoras, como la ayuda a los cubanos anticastristas y
la emisión de programas de Radio Martí, entre otras muchas.
El carácter unilateral de la concesión de Gorbachov a
Bush se expresó muy rápidamente: los Estados Unidos no pretenden abandonar
la base de Guantánamo y el Congreso Estadounidense estudia nuevos planes
para presionar a Fidel Castro a que efectúe “cambios democráticos” o que de
plano deje el poder. ¿En dónde queda el principio de autodeterminación de los
pueblos, que permite sean los cubanos, sin presiones externas de ningún tipo los
que realícenlas reformas políticas que consideren más convenientes? No tiene, no
ha tenido dicho principio básico, nunca, ningún valor para los Estados Unidos y la
historia de América Latina está marcada por su negación: República Dominicana,
Nicaragua, Granada, Panamá, para citar tan solo los casos de abierta agresión
armada.
No se trata de considerar que los 3 mil soviéticos que
había en Cuba eran indispensables para la defensa en el caso de un eventual
ataque militar yanqui, sino del mensaje que lleva implícito la decisión de
Gorbachov-Pankin: los Estados Unidos pueden actuar contra Cuba pues ya no
contará con el respaldo de la URSS, que así se está despojando de una serie de
deberes internacionales que tenía con muchos países del Tercer Mundo, dejando
el terreno fértil para el unipolarismo, o sea para el predominio general de los
Estados Unidos.
2 de septiembre 1988.
3
Cisma en el PCUS.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Partido Comunista de la Unión Soviética a raíz de la
derrota experimentada durante las elecciones de la Federación Rusa, está
transitando por una crisis interna pues se ha separado el ex canciller Edward
Schevardnadze y otros dirigentes y funcionarios, con el interés de formar un nuevo
partido político.
Hasta hoy no podemos valorar la profundidad y
magnitud que tendrán esas deserciones y lo que pudiera derivarse de ellas y por
lo tanto, no estamos en aptitud de conocer el daño que sufra la estructura y la
militancia del PCUS. Sin embargo, se trata de un asunto que tiene importancia ya
que está tocando la hegemonía que ese partido ha tenido durante varias décadas.
En los comicios presidenciales de la República
Federativa Rusa, el PCUS postuló al ex primer ministro Nicolás Rizhkov y éste
perdió frente al anticomunista Boris Yeltsin, que se ha fortalecido como la principal
personalidad opositora al PCUS, que está proclamando una abierta destrucción
del régimen socialista para sustituirlo por un sistema de libre mercado, de carácter
capitalista. La misma situación sucedió tratándose de la elección de los alcaldes
de Moscú y Leningrado, en donde triunfaron los elementos de franca orientación
antisocialista.
De modo que el PCUS ha perdido una batalla muy
importante frente a un conjunto de políticos y de funcionarios que en rigor
pretenden la destrucción de la obra histórica de Lenin y no perfeccionar el
socialismo como se lo propone la perestroika, que en la medida en que pasa el
tiempo se convierte en una abstracción y en un movimiento que busca el
entronizamiento de las relaciones capitalistas en la industria y en los servicios.
En efecto, el Soviet Supremo aprobó una Ley de
Privatización y Estabilización que permite la presencia del capital extranjero hasta
1
en un 100% en una serie de ramas de la producción industrial lo que implica que
esos capitales podrán usufructuar el fruto del esfuerzo de los trabajadores
soviéticos que así enriquecerán a empresarios privados de otros países.
El mecanismo básico de la explotación capitalista, que
no existía en la Unión Soviética, comenzará a entrar en funcionamiento a raíz de
la aplicación de la ley antes mencionada.
Dicho ordenamiento legal, que prevé que un tercio de
las ramas industriales podrán pasar a manos privadas, fue duramente cuestionado
por los diputados del PCUS que están preocupados por el actual rumbo del país,
pero perdieron la votación frente a los reformistas liberales, partidarios abiertos o
embozados de la restauración capitalista, que son los que han ganado terreno en
los últimos meses.
En la URSS se está dando, desde hace tiempo, un
serio debate sobre el presente y el futuro del país y ese debate trascendental
también está cimbrando al PCUS en donde al parecer existen dos grandes
corrientes.
a) Una, que apoya las principales metas originarias de
la perestroika, como la búsqueda y construcción del socialismo humanista no
autoritario que preconizara Mijaíl Gorbachov desde el año de 1986 y en el que
todo el partido y el pueblo se involucraron.
b) Otra, que se ha desalentado de los resultados de la
perestroika, que ha perdido sus convicciones socialistas, afirmando que ese
sistema económico y social no resuelve los grandes problemas humanos y que
están viendo como esquema ideal de la “nueva” sociedad el régimen
prevaleciente en Europa Occidental en donde existe el dominio de los grandes
monopolios privados, pero también un importante sistema de seguridad social.
En el interior del PCUS por lo tanto y a efecto de
simplificar este fenómeno, lo que desde luego no agotó sus variaciones y
complejidades, se han conformado dos grandes movimientos: uno, comunista y el 2
otro, socialdemócrata, que están enfrentándose en forma cada vez más aguda.
Así, el ex canciller soviético, que tuviese un deplorable papel en el desempeño de
su cargo, pues hizo muchas concesiones unilaterales a los Estados Unidos y que
fuese criticado por el Comité Central del PCUS, pertenece al segundo movimiento,
que ahora trata de escindirse y formar un nuevo partido.
La aparición de otro u otros partidos de hecho es un
fenómeno existente en la URSS desde hace varios años, sobre todo desde que se
reformó la Constitución para eliminar de este texto jurídico el papel dirigente del
PCUS lo que garantiza la existencia de un régimen pluripartidista; sin embargo,
esos “partidos” no han sido tales, hasta hoy, pues han carecido de estructura,
pero sobre todo de programa pues sus representantes se han dedicado a criticar
los errores reales o supuestos de Mijaíl Gorbachov, pero sin proponer salidas o
soluciones concretas. Se trata, propiamente, de grupos de los más variados
matices, desde socialistas, socialdemócratas, republicanos y hasta
promonarquistas, pues hay uno que preconiza incluso el restablecimiento de la
dictadura zarista.
El nuevo partido, que formarán Yeltsin, Shevardnadze y
otros, puede ser el agrupamiento socialdemócrata más fuerte de todos los
existentes, el rival más importante que hoy tendrá el PCUS el cual si bien sufre
deserciones también registra nuevas afiliaciones, en el marco de una situación
difícil y contradictoria que puede conducir a la perestroika hacia una solución
capitalista general frente a los problemas económicos y sociales que padece la
Unión Soviética.
Octubre de 1991
3
Lenin y la Perestroika.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El pasado 10 de abril se conmemoraron 121 años del
natalicio de Vladimir Ilich Lenin, teórico genial, conductor del proletariado y
constructor del primer estado proletario del mundo que en el año de 1917 iniciara
una nueva etapa en la historia de la humanidad, la del fin del capitalismo y el
surgimiento del socialismo.
La gigantesca personalidad de Lenin, así como su obra
histórica, está siendo revalorada, sobre todo en la Unión Soviética, a la luz de la
perestroika y de los acontecimientos de Europa Central y de la crisis por la que
han transitado algunos partidos comunistas y obreros en muchos países.
En la mayoría de las capitales de las naciones
Balcánicas las estatuas, efigies y símbolos en los que Lenin aparecía, han sido
derribados por los grupos anticomunistas o por los socialdemócratas de derecha,
como si Lenin fuese responsable de los graves errores que cometieron los
dirigentes partidarios y funcionarios públicos durante varias décadas en la etapa
de construcción del socialismo.
Por el contrario, el fracaso del modelo económico y
político imperante hasta el año de 1989, se debió en gran parte a que quienes los
impulsaron o promovieron se apartaron de algunas de las ideas centrales y
directrices que Lenin formulara y practicara en su conducta personal.
En efecto, los últimos trabajos teóricos de Lenin, ya en
funciones de jefe del naciente estado soviético son los que contienen algunas tesis
centrales de las características que debía tener el sistema socialista aunque
debemos admitir que no llegó a formular una teoría acabada de la etapa inicial del
socialismo y de su transición hacia niveles superiores de la sociedad humana.
De estos textos –ya sean cortos, informes y discursos-
se desprende que Lenin era particularmente intransigente en la lucha contra el
1
crecimiento hipertrofiado del aparato burocrático, tanto del Estado como del
partido, contra la excesiva centralización en las funciones públicas y partidarias,
contra los métodos de ordeno y mando y contra la imposición de medidas
económicas y sociales al margen y en contra de la voluntad de los ciudadanos.
Lenin, como dirigente partidario y jefe de estado,
siempre practicó la dirección colectiva y censuró el personalismo y el caudillismo,
que anulan la crítica y la autocrítica e inhiben la iniciativa de los trabajadores.
Debemos recordar que pese a su inmensa figura
política, como conductor de la revolución bolchevique de 1917 y a sus
responsabilidades al frente del naciente estado proletario, Lenin era una persona
sencilla, no afecta a los rígidos protocolos y desde luego enemigo del culto a la
personalidad, pero enérgico en la lucha contra las desviaciones y errores de los
dirigentes del partido, o de alguna de sus corrientes y fracciones, de la
incapacidad, negligencia o apatía de funcionarios.
En la actualidad, en la Unión Soviética, algunos grupos
de derecha cuestionan la personalidad y la obra de Lenin acusándolo de
autoritarismo y despotismo y de no guardar ninguna diferencia con respecto a
Stalin, ignorando el hecho de que éste último tenía otras características, distintas a
las de Lenin y que precisamente las deformaciones económico, sociales y políticas
de la URSS se originaron cuando Stalin asumió la totalidad de las funciones
políticas y administrativas.
Por el contrario, algunas de las ideas centrales de la
perestroika tienen su inspiración en tesis y conceptos de Lenin, al grado de que se
considera que el movimiento iniciado por Mijaíl Gorbachov en 1986 está
implicando una transformación radical del sistema que se edificara desde Stalin
hasta Breznhev.
Lenin planteó, por ejemplo, el principio de la plena
igualdad jurídica y política de las nacionalidades y de las etnias y el concepto de la
república federal, que ahora se pretende modernizar y fortalecer, a raíz del pasado
2
referéndum en que votaron el 70% de los soviéticos a favor de mantener la actual
estructura formal de la URSS.
Lenin se opuso a la excesiva centralización del aparato
económico y ahora se está avanzando hacia una descentralización mayor y a una
gran autonomía de las empresas industriales, comerciales y de servicios, pero
siempre manteniendo la presencia decisiva del estado y su función para planificar
el funcionamiento de las distintas ramas productivas.
Lenin concibió al estado socialista como un estado
eminentemente democrático, esto es, que los trabajadores asumieran las
atribuciones fundamentales en la toma de las decisiones públicas, al margen de
aparatos intermedios y burocráticos que niegan esa participación, la deforman y al
final, solo es una minoría la que decide.
En el marco de la perestroika, precisamente, se están
ampliando, como nunca antes, las formas y mecanismos de la injerencia de los
ciudadanos en la conducción de la administración pública y del Partido Comunista,
al grado que han aparecido múltiples grupos y corrientes, algunos de ellos, como
el que encabeza Boris Yeltsin, de orientación francamente antisocialista.
La defensa de Lenin, en este momento es muy
importante, tanto para rechazar a los elementos y grupos que se oponen a la
perestroika, como a los que pretenden impulsar hacia el extremo de destruir los
cimientos del Estado Proletario
Julio de 1991.
3
Las Dificultades de Mijaíl Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La separación del cargo de Presidente de la Unión
Soviética de Mijaíl Gorbachov y su posterior destitución en el mismo ha causado
un conflicto político serio en la URSS del cual se traduce la existencia de un freno
al camino capitalista por el que el país transitaba, sobre todo en el último año, en
un intento por resolver una serie de agudos problemas económicos y sociales, que
la aplicación de la perestroika desencadenó con gran virulencia y que estaban
poniendo en peligro no solo la existencia del régimen socialista sino incluso la
supervivencia de la URSS como nación, tal y como la hemos conocido desde el
triunfo de la Revolución de Octubre hasta nuestro días.
La desintegración política de la URSS como Estado
federal estaba en el curso de los acontecimientos pues el borrador o proyecto del
nuevo Tratado de la Unión, que iba a ser suscrito el 20 de agosto, le otorgaba a
las repúblicas un margen tan amplio de independencia que, en rigor, no se trataba
ya de una estructura federal sino de una simple asociación de Estados soberanos.
El presidente de la República Federativa Rusa, Boris Yeltsin, ya está actuando en
forma separada en razón de sus vínculos con las potencias capitalistas lo que, en
la práctica, en los hechos, llevaría a la RFR a ser un Estado independiente,
menoscabándose, desde el principio, el contenido, incluso el nuevo tratado
federal.
La forma como se produjeron los acontecimientos
políticos de la semana pasada no impide reconocer una serie de méritos que
como dirigente político de elevado nivel, ha tenido, Gorbachov, ni se pueden
minimizar los problemas a que se enfrentó, ni la importante responsabilidad que
está desempeñando. Solo que los conflictos han sido superiores a su capacidad
de liderazgo y porque desató fuerzas sociales y políticas que no se han podido
encauzar o controlar, como por ejemplo, el nacionalismo a ultranza que se
manifiesta en algunas repúblicas.
1
En marzo de 1985, Mijail Gorbachov, a la muerte de
Constantin Chernenko, ocupa la secretaría general del PCUS y da una clarinada
histórica: el país se encontraba estancado, rezagado, en su desarrollo económico,
social y político y había perdido en muchos campos frente al conjunto de los
países capitalistas, sobre todo frente a los Estados Unidos. Definió que la URSS
tenía un gran atraso en la mayoría de las actividades industriales a causa de una
insuficiente adopción e incorporación de la tecnología moderna, que había
descendido la productividad en todos los órdenes de la vida nacional y que había
apatía y escepticismo entre la población a causa de que el socialismo no había
logrado resolver algunos problemas seculares de la sociedad soviética.
Empleando un lenguaje directo y franco, inusual en los
jefes de estado, admitió carencias, errores y frustraciones en el sistema socialista
imperante al que calificó de socialismo autoritario y excesivamente centralizado y
deformado y propuso al partido, a los órganos del Estado y al pueblo en general
una serie de modificaciones y de cambios, para pasar al socialismo democrático y
humanista, inspirado en una serie de ideas centrales que formular Lenin en los
últimos meses de su vida sobre las características que debía tener la nueva
sociedad de los trabajadores.
En estos años, Gorbachov contó con el apoyo del
PCUS y del pueblo y gracias a ello pudo realizar una serie de cambios tanto en la
esfera económica, como en la social y la política, entre los que se destacan:
a) Desburocratización del sistema económico haciendo
más ágil y eficaz el sistema de planeación y otorgando mayor autonomía a las
empresas para fijar volúmenes de producción, adquirir materias primas y
maquinaria, fijar precios y calidades.
b) Apertura del sistema político hacia la existencia y
funcionamiento de varios partidos y supresión del artículo 6º de la Constitución
que le otorgaba al PCUS el papel jurídico del partido conductor del Estado y la
sociedad e inicio de una competencia intensa con otros partidos, todo ello para
2
promover una mayor vitalización del PCUS y una mayor participación del pueblo
en general en los asuntos públicos.
c) Otorgamiento de mayores poderes y atribuciones a
los órganos estatales –Soviet Supremo, Congreso de Diputados Populares-
generando una clara separación entre partido y Estado.
d) Promoción de la Ley de Privatizaciones de empresas
públicas y avance del país a la economía de libre mercado, regulada por el Estado
y en el marco de los principios socialistas.
En el escenario internacional, la aportación de
Gorbachov a la lucha por la paz ha sido muy importante ya que firmó tratados con
los Estados Unidos para eliminar los cohetes de alcance medio en Europa y para
reducir el número de portadores y ojivas nucleares intercontinentales.
En materia económica no ha tenido éxito Gorbachov
pues se formularon varios planes y al final ninguno se ha aplicado en su totalidad.
Partidario de la economía de libre mercado, consideraba que debía estar
controlado por el Estado para evitar el cierre de las empresas, el despido de
trabajadores y la pérdida de prestaciones sociales y que las principales
actividades industriales y de servicios debían seguir siendo propiedad estatal o
social y por lo tanto no aceptaba las clásicas recetas del neoliberalismo que tanto
ha empobrecido a los pueblos de América Latina.
Sin embargo, su equipo no pudo lograr la recuperación
del crecimiento económico por lo que continua a la baja de producción industrial,
persiste la obsolescencia tecnológica en muchas empresas y ha seguido la
carencia o el desabasto de alimentos y la existencia de productos de mala calidad,
factores que han causado una gran irritación en el pueblo y que contribuyeron a la
erosión de la fuerza política que poseía. La gente de la calle dice que tantos años
de perestroika no han logrado resolver esos problemas y que incluso vivían mejor
en la etapa de Leonid Breznhev lo que quita mucha credibilidad a su política
3
económica y social, también afectada por un nivel inflacionario que los soviéticos
no habían conocido nunca.
Gorbachov se enfrenta, sin éxito, al surgimiento de
movimientos ultranacionalistas en varias repúblicas que hoy representan una seria
amenaza para la subsistencia del Estado Federal. Por lo menos en 5 repúblicas
hay grupos separatistas muy activos e influyentes que están demandando una
plena independencia, lo que es imposible, por la profunda interrelación que existe
entre todas ellas, pero los separatistas no desean reconocer esas vinculaciones,
causando un grave daño a la idea del Estado Federal, formulado por Lenin en
alguno de sus textos clásicos.
En este marco de contradicciones y luchas, Gorbachov
ha enfrentado tensiones violentas, como la de la semana pasada, en que un
grupo, haciendo a un lado el principio de legalidad e ignorando la estructura
partidaria y las normas marxistas-leninistas, intentó separarlo de la Presidencia.
17 de junio de 1988.
4
Yeltsin contra Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
En estos días se ha intensificado el antagonismo entre
Boris Yeltsin y Mijaíl Gorbachov. El asunto es importante porque lo que está de
por medio es el derecho a la libre expresión de las ideas de los ciudadanos rusos,
así como el de poder criticar el gobierno, e incluso formar parte de algún partido o
grupo de oposición. En pocas palabras, lo que se debate es la existencia o no de
una serie de derechos democráticos para millones de personas.
En estas mismas páginas y de una manera puntual
defendimos los que a nuestro juicio fueron los aspectos positivos de la perestroika
y la glasnost, impulsados por Mijaíl Gorbachov y la dirección del Partido
Comunista de la Unión Soviética desde 1986. Pero también planteamos nuestras
discrepancias sobre las graves desviaciones antisocialistas que también
Gorbachov promovió y toleró que culminaron con su salida de la Presidencia y con
la desintegración de la URSS.
De modo que nuestro acercamiento hacia el ex
secretario general del PCUS siempre fue crítico e independiente y en esta línea
nos mantenemos para comentar el conflicto que se ha suscitado con Boris Yeltsin
que de plano se está inclinando cada vez más hacia la derecha y hacia la
formación de un gobierno de corte autoritario y despótico.
Gorbachov tiene una gran responsabilidad en lo que
hoy está sucediendo contra el partido de los comunistas soviéticos, que llegó a
tener más de 32 millones de afiliados pero que no fueron capaces de defender a
su organización cuando sus locales fueron clausurados, sus archivos
secuestrados, sus cuentas bancarias congeladas, sus líderes perseguidos y los
retratos y las estatuas de Lenin mancillados.
¿Dónde estaban los millones de comunistas de la
región de Moscú cuando Yeltsin, en un gesto de absoluta arbitrariedad ordenó la
1
clausura de las oficinas del Comité Central del PCUS y la toma de esos locales
por las fuerzas policiacas?
¿Por qué los miembros del PCUS no tuvieron la más
elemental iniciativa para rescatar a su partido de la persecución y de la ilegalidad a
la que Yeltsin lo condujo a raíz del golpe de estado frustrado que encabezó el
Vicepresidente Yenayev?
Estas y otras preguntas no pueden responderse a
cabalidad porque carecemos de mucha información al respecto, pero sí está
demostrado que muchos miembros del PCUS no lo eran por convicciones políticas
o ideológicas, porque fuesen fervientes partidarios del socialismo sino por
conveniencias de carácter personal, para poder recibir una serie de beneficios y
ventajas de los que carecían los que no eran miembros del partido fundado por
Lenin.
Yeltsin, Presidente de la República Rusa, proscribió al
PCUS después del derrotado y ridículo golpe de estado, pero se excedió
notablemente en su fobia anticomunista pues ha quedado demostrado por las
investigaciones hechas por la Fiscalía General que ni el Buró Político, ni el
Secretariado del Comité Central tuvieron injerencia alguna en ese intento por
derrocar al llamado Zar Blanco.
Si bien Gorbachov llamó la atención en contra de que
por esos sucesos se desatara una cacería de brujas contra los dirigentes y
miembros del partido, no hizo nada práctico para evitarla, ni anuló el absurdo e
ilegal decreto emitido por Yeltsin al respecto. Por el contrario, Gorbachov, todavía
en el cargo de secretario general y ante la avalancha de los acontecimientos,
propuso la disolución del PCUS y su transformación en un partido confederal, de
orientación socialdemócrata.
La mayor responsabilidad de Gorbachov fue la de no
haber defendido al PCUS, legal y políticamente, ya que era su partido,
deslindando muy bien las actividades de los elementos golpistas de los órganos
2
del partido y de la base. Antepuso sus intereses personales, su extrema debilidad
y su miedo ante Boris Yeltsin que ya estaba embarcado en su lucha contra el
socialismo y por la reimplantación de las relaciones capitalistas en Rusia.
Algunos dirigentes consideran que Gorbachov traicionó
al PCUS y tiene razón porque siendo el secretario general del partido y el
Presidente de la URSS, contando con el apoyo de las Fuerzas Armadas y del
Comité de Seguridad Estatal, se mantuvo en actitud pasiva y cómplice ante las
secuelas que originó el fallido golpe de estado y permitió que los enemigos no solo
del PCUS sino del socialismo en general avanzaran aceleradamente y tomaran el
poder en la mayoría de las repúblicas que componían la Unión Soviética.
Ahora la Corte de Justicia, seguramente a propuesta de
Yeltsin, reabre el proceso contra la constitucionalidad del PCUS y en general
sobre todas sus actividades y funciones con el claro propósito de declararlo ilegal,
e incluso, si las circunstancias lo permite, como ocurrió en Checoslovaquia,
prohibir la existencia de partidos comunistas y socialistas.
En el marco de los gravísimos errores y deslealtades, el
hecho de que Gorbachov se niegue a presentarse a declarar como testigo contra
el PCUS es un gesto positivo pues no desea que sus informaciones pudieran
avalar, consciente o inconscientemente, una eventual resolución ilegalizando al
partido de Lenin y en general, todas las actividades presente y futuras de los
marxistas.
Pero también puede suceder que el juicio contra el
PCUS se les revierta a sus promotores, exigiendo los comparecientes a las
audiencias el pleno respeto al derecho que tienen los ciudadanos para militar en el
partido político de su preferencia. ¿O qué Yeltsin no llegó al poder tremolando la
bandera de la democracia?
17 de febrero de 1988.
3
En Peligro, la Presidencia de Gorbachov.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
Los últimos acontecimientos suscitados en la ex Unión
Soviética nos confirman que la dirección política encabezada por Mijaíl Gorbachov
está en grave predicamento pues el centro político se ha desplazado de Moscú a
Kiev o Minsk y por lo tanto el proyecto de creación de la Unión de Estados
Soberanos puede fracasar a causa de la política hegemonista, de gran potencia,
que aplica sobre todo Boris Yeltsin, en detrimento de la conformación de una
nueva federación o de una confederación en donde los estados signatarios se
incorporen en un plano de igualdad.
Como es lógico pensarlo ninguna república aceptaría
formar parte de la denominada “Comunidad de Estados Independientes”,
jefaturados por la República Rusa, sin que se le reconociera su soberanía y plenos
derechos, independientemente de su población, territorio, potencial económico y
militar. Tales serían los casos de las repúblicas de Turkmenistán, Kazajstán,
Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, que conforman la parte centro asiática de la ex
Unión Soviética. Estas repúblicas disponen de grandes recursos naturales, como
petróleo, gas natural, hulla, algodón, ganado, cereales, recursos que desde luego
son necesarios para Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
Aquí debemos señalar que existe una actitud traicionera
de parte de Boris Yeltsin que ha jugado a dos cartas, todo con el propósito de
acumular un gran poder económico y político. Esa ha sido su conducta desde que
en 1989 se separó del PCUS y ahora está desbocado en su pretensión de eliminar
a Gorbachov. Primero participó al lado de éste en los esfuerzos para constituir la
Unión de Estados Soberanos en donde se encontraban ya las firmas de 8
repúblicas y de pronto, sin informar a Gorbachov, estableció relaciones directas
con los presidentes de Ucrania y Bielorrusia para conformar otra entidad estatal,
llamada “Comunidad de Estados Independientes”, que intenta ignorar al resto
de las repúblicas que constituyeron la Unión Soviética.
1
Se dice que Gorbachov conserva aun la jefatura de las
fuerzas armadas y el control de las de tipo nuclear y así se lo ha hecho saber a
George Bush, pero por otra parte, desmintiéndolo, el nuevo Presidente de Ucrania,
Leonid Kravchouk ha afirmado que él detenta el control del ejército y del
armamento en general en esa República y posiblemente similar actitud asuma en
los próximos días el Presidente Boris Yeltsin en la República Rusa, por lo que de
seguir en esa dirección los acontecimientos Gorbachov ya no tendría poder
político porque el liderazgo real estaría en manos de otro gobernante.
La actitud de Yeltsin no es nueva: desde que fuera
electo por abrumadora mayoría presidente de la República Rusa comenzó una
política para restarle fuera al gobierno central y tal conducta se hizo más notoria
después del frustrado golpe de estado del pasado 18 de agosto. Hay que recordar
que Yeltsin se presentó como el “salvador de la democracia”, el “custodio” de la
presidencia de Gorbachov, pero dio un trato humillante a éste en el Parlamento
Ruso en donde casi lo obligó a que decretara la prohibición del PCUS y que
aceptara otras medidas de corte dictatorial y autoritaria, que negaban
precisamente la esencia misma de la perestroika.
A partir del fracasado golpe de estado, la dirección
política de Gorbachov se debilitó en forma extraordinaria mientras creció la
“popularidad” de Yeltsin el cual intensificó sus vínculos con los gobiernos de
Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y otros, en un intento por establecer
relaciones diplomáticas directas, desdeñando, en la práctica, al Kremlin que cada
vez más ocupa una posición secundaria. En la actualidad existen en forma
marcada dos poderes, uno real, jefaturado por Yeltsin y el otro formal, que
representa Gorbachov quien ha sido “sacado de la jugada” por las maniobras de
Yeltsin.
Los dirigente de las repúblicas centroasiáticas
declararon que el acuerdo de Minsk por medio del cual se constituye la
“Comunidad de Estados Independientes” resultó una “sorpresa” para ellos y
aunque lo consideraron como un hecho positivo plantearon que el tránsito hacia la 2
economía de mercado no debe ser rápido sino gradual contrastando los trágicos
efectos económicos y sociales que dicho cambio a tenido en la República de
Rusia en donde los precios se han elevado en más de un 30%, han desaparecido
los alimentos, ha surgido un enorme mercado negro de productos básicos, se ha
generado el despido de miles de trabajadores y se ha originado un gran
descontento popular que ha provocado entre otros efectos políticos, la renuncia
del alcalde de Moscú que era un ardiente partidario de Yeltsin.
La reticencia de los jefes de estado de aquellas
repúblicas se debe a que en gran parte todavía persisten las estructuras del PCUS
y a que muchos de sus militantes siguen ocupando cargos oficiales. Además, si en
algunas regiones, el socialismo produjo resultados positivos fue precisamente en
las zonas centroasiáticas que en 1917 eran regiones muy atrasadas, algunas sin
alfabeto propio, con rasgos semifeudales y que después se convirtieron en
repúblicas industrialmente desarrolladas y con un elevado nivel de vida de su
población.
Gorbachov ha evaluado en términos favorables la
incorporación de las cinco repúblicas centroasiáticas a la CEI y en cierta forma
tiene razón pues se trata del mismo proceso de reunificación pero seguido por
otros procedimientos que son los que ha fijado Yeltsin. Acepta implícitamente el
fracaso de las negociaciones que se efectuaban en Moscú, pero al hacerlo está
admitiendo también que todo el poder político se desplaza hacia el presidente de
la República Rusa, que por sus antecedentes políticos y formación ideológica
personal, puede conformar un gobierno dictatorial y despótico. Al tiempo, lo
sabremos.
Octubre 1991
3
Gorbachov y la Democracia en Cuba.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
Ahora fue el ex Presidente de la URSS, Mijaíl
Gorbachov quien se pronunció por la democratización de Cuba en el marco de un
proceso político general que está abarcando a todos los países de América Latina,
sin precisar qué entiende por democracia y sin decir una sola palabra en torno a la
grave situación particular por la que está pasando la isla en este momento,
después del derrumbe del socialismo europeo y por ende, de la pérdida de sus
principales proveedores y clientes en el mundo.
Gorbachov, después de que no le quedó más remedio
que renunciar a su alto cargo como consecuencia de las maniobras que orquestó
Yeltsin en su contra, como buen burgués, se ha dedicado a viajar por distintos
países del mundo, con todos los gastos pagados por sus amigos, los jefes de
estado, lo mismo el Presidente de los Estados Unidos, que el primer ministro de
Japón y el Rey de España.
Además, ha introducido una modalidad en sus giras por
el extranjero: le han organizado conferencias en donde aborda temas
internacionales cobrando una buena cantidad de dólares que van a parar a las
cuentas del Instituto de Investigaciones Mundiales que tiene en Moscú y del cual
es Director General.
Gorbachov estuvo en Cuba en 1990 y fue recibido con
un gran entusiasmo porque entonces la perestroika estaba produciendo frutos
positivos en el interés de renovar el sistema socialista soviético, objetivo que
también compartían los líderes cubanos preocupados también por la
arterioesclerosis que observaba el sistema.
Fidel Castro elogió en varias ocasiones la reforma
gorbachiana afirmando que se trataba de un proceso que buscaba la depuración y
1
el fortalecimiento del socialismo y de hecho la misma actitud asumió todo el
pueblo cubano.
Sin embargo, las dificultades con Gorbachov se
presentaron después una vez que éste permitió el avance y la consolidación de
los grupos reformistas que transformaron la perestroika de un movimiento por la
humanización del socialismo en uno por la restauración del capitalismo, o la
catastroika como la define en sus memorias Igor Ligachov quien a tiempo advirtió
sobre los peligros que se estaban desarrollando y la impotencia de Gorbachov
para controlarlos.
Primero Gorbachov demandó una revisión de las
relaciones comerciales con Cuba exigiendo la adopción de criterios estrictamente
mercantiles, esto es, que el costo de los intercambios fuera fijado por las normas
del mercado, pagaderos con divisas convertibles.
Durante la etapa socialista, Cuba gozó de precios más
elevados para el azúcar, su principal producto de exportación, que los que
existían en el mercado mundial. Fidel Castro explica que los convenios eran
favorables pues con una tonelada del dulce podían adquirirse 4.5 toneladas de
petróleo y ahora por la misma tonelada solo se pueden recibir 1.4 toneladas de
hidrocarburos, lo que nos está indicando el tremendo vuelco que han tenido las
relaciones comerciales entre ambos países.
En sentido estricto, Gorbachov le imprimió a los
vínculos con Cuba un sello netamente capitalista, como el que existe entre las
grandes potencia y los países subdesarrollados en que los precios de las
materias primas siempre están en descenso, en tanto los bienes industriales,
como la maquinaria, los equipos y la tecnología, por el contrario, están subiendo,
lo que establece una relación muy desigual e injusta en los términos del
intercambio, contra cuyo fenómeno también ha luchado México y muchas otras
naciones que también son víctimas de esta expoliación que los condena a ser
siempre países exportadores de materias primas en bruto y a bajos precios.
2
A partir de este momento, Cuba comenzó a padecer
serios desequilibrios en sus relaciones con el exterior por que al estar
permanentemente bloqueada por el imperialismo no pudo, no puede tener
operaciones comerciales normales con otras naciones y por lo tanto, no dispone
de las divisas suficientes para financiar sus importaciones.
Con Gorbachov se iniciaron también los descensos en
las cuotas de petróleo aduciendo dificultades transitorias en el Cáucaso, sobre
todo porque estallaron varias huelgas, lo que afectó el abasto de combustible,
situación que ha llegado a un punto límite en la isla que ha ocasionado graves
trastornos en la prestación de los servicios públicos y en una sensible paralización
de sus actividades productivas.
Por ejemplo, ahora se anuncia la suspensión temporal
de la construcción de la central nucleoeléctrica de Yaraguá, financiada en un
principio por la URSS y que tiene personal soviético el cual, con las nuevas
modalidades, exige su pago en dólares, lo que Cuba no puede hacer, destinando
esos recursos para enfrentar gastos más apremiantes.
La otra actitud hostil de Gorbachov hacia Cuba fue la de
decretar la salida de las tropas de la URSS de la isla obedeciendo a presiones del
Presidente Bush, sin la debida consulta previa al gobierno cubano, lo que causó
una profunda irritación en éste, acostumbrado a tener un trato amistoso y fraternal
en el marco de la comunidad de países socialistas.
Hay que recordar que Bush estableció como condición
para suministrarle una serie de créditos a la Unión soviética que retirara sus
contingentes militares de Cuba, sin tener los Estados Unidos una actitud similar en
la base de Guantánamo y así se decidió durante una visita que efectuara el
mandatario norteamericano a Moscú. A Fidel Castro le pareció una concesión
intolerable de Gorbachov que así estaba contribuyendo al acoso de Cuba,
violando incluso los Tratados de Octubre de 1962, suscritos entre Kennedy y
Jruschov después de la llamada Crisis de los Cohetes.
3
Vistos estos antecedentes concluimos que Gorbachov
asumió hacia Cuba una conducta nada fraternal y por lo tanto su demanda de que
en ese país haya democracia está en el mismo sentido que observan las fuerzas
imperialistas.
14 de julio de 1988.
4
La Desaparición de Pravda.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
En 1912, Vladimir Ilich Lenin fundó el periódico Pravda (La Verdad) que después se convirtió en el órgano oficial del Partido Comunista de
la Unión Soviética y ahora (14 de marzo de 1992) se suspende su publicación al
encontrar un ambiente completamente hostil de parte del gobierno derechista de
Boris Yeltsin que ha perseguido a la prensa opositora de su gobierno y en cambio
está respaldando a la que le apoya, asumiendo con ello una actitud unilateral y
antidemocrática.
La desaparición de Pravda era un suceso esperado
después del colapso del sistema socialista y de la desintegración del PCUS, la
confiscación de sus bienes y la ocupación de sus edificios e instalaciones.
También es parte de la profunda crisis en la que se debaten los medios de
comunicación de masas de la ex URSS, algunos de los cuales están cerrando sus
puertas, otros lo harán en los próximos días y los que logren sobrevivir tendrán
que adaptarse a las nuevas condiciones del mercado capitalista que está en
marcha en las actuales repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes.
Por ejemplo, la agencia estatal TASS que era una de las más grandes del mundo,
ha reducido a menos de la mitad el número de sus corresponsales. Y lo mismo
podemos decir de I svestia y otros medios, como Trud, el órgano de los
sindicatos, Novedades de Moscú, Komsomoloskaya Pravda y Radio Moscú,
que eran una de las emisoras de mayor cobertura en onda corta en todos los
continentes.
Los periodistas en la Unión Soviética, durante la etapa
del socialismo, eran de de los profesionales mejor pagados en el universo laboral.
Se graduaban en las Facultades de Periodismo y con el dominio de dos o tres
idiomas servían a los medios de comunicación del país en muchas naciones del
orbe. Gozaban de múltiples prestaciones, como un año sabático y el derecho a
publicar un libro o reportaje especial, entre otros conceptos.
1
EL glasnost significó una real apertura informativa
pues en los distintos órganos oficiales aparecieron voces disidentes a las líneas
gubernamentales que hicieron una crítica constante al socialismo y a la obra de
Mijaíl Gorbachov; otros, como Novedades de Moscú, Tiempos Nuevos, o la
revista Sputnik abrieron sus páginas a los enemigos del marxismo, se dedicaron a
falsificar distintos hechos históricos, a denigrar a dirigentes políticos, filósofos,
literatos y a emplear un leguaje violento y agresivo contra todos los aspectos
positivos que tuvo el sistema imperante en la URSS. La mayor parte de los
materiales que publicaban esos medios carecían de rigor analítico, de calidad y
profundidad, como sucedió con la revista Sputnik, que intentó imitar el estilo
frívolo de la publicación norteamericana, Selecciones, esto es, fue una plataforma
al servicio de los anticomunistas de toda laya.
En 1980, Pravda llegó a tener una circulación de 13
millones de ejemplares diarios; en 1990 tiraba 7 millones de ejemplares y para
agosto de 1991 su emisión diaria fue de 3.2 millones de ejemplares y ya en la
última etapa no editaba ni siquiera dos millones de ejemplares y el último día
apenas registró cien mil y circularon solo en la ciudad de Moscú. Este descenso
fue debido a la crisis que provocó la perestroika en la sociedad soviética en la
última etapa de la gestión de Gorbachov en que grandes capas del pueblo,
inmersas en la carestía prolongada de alimentos, perdieron la credibilidad en el
socialismo, e incurrieron en el escepticismo y en el pragmatismo pues lo principal
para ellas era conseguir los productos básicos para la manutención de sus
familias. Pravda, que durante décadas fue orientadora del pueblo, tal como lo
concibió Lenin, dejó de cumplir ese papel y no pudo enfrentarse con éxito a sus
competidores ideológicos y políticos.
En sustitución de la agencia TASS apareció una entidad
independiente, Interfax que aunque producía información no confirmada,
sensacionalista, contaba, no obstante, con el apoyo y el aliento de las agencias
informativas de los países occidentales, que fueron las que se encargaron de
difundir todos los aspectos relativos al derrumbe del socialismo, sin tener a la
2
mano las noticias de una agencia o un órgano socialista pues ya para esas fechas
todos se encontraban en una profunda crisis económica y de objetivos políticos y
sociales.
La incursión de la ex Unión Soviética a la economía de
tipo capitalista ha elevado notablemente los precios del papel, la tinta y el resto de
los insumos, lo que provocó que muchos medios dejaran de circular, que otros
elevaran sus costos y que se plantearan una reestructuración para asemejarse a
las agencias y órganos de los países capitalistas.
El gobierno de Yeltsin, una vez afianzado en el poder,
se ha dedicado a poner obstáculos a todos los medios de expresión que se
oponen a su política y en cambio, está patrocinando a “Rossiskaya Gazeta” que
lo elogia, lo que demuestra que no está obrando de una manera democrática. Los
periodistas que aun mantienen convicciones socialistas son despedidos de sus
puestos, otros no consiguen empleo en los medios oficiales discriminados por
razones ideológicas y otros más para subsistir, en el marco de la inflación o, están
ofreciendo sus servicios a los órganos de prensa en los países capitalistas, en
calidad de corresponsales.
En estos días, el régimen pro capitalista de Yeltsin está
enfrentando la oposición más firme y amplia que haya tenido desde el inicio de su
gestión pues en el momento de redactar este comentario más de 100 mil personas
se han concentrado en una plaza en Moscú y ha exigido la restauración del
sistema socialista o de un sistema renovado bajo el régimen de la propiedad
privada de los instrumentos de producción. En este contexto, la prensa
revolucionaria tendrá que reaparecer asumiendo distintas modalidades, como
ocurrió en otras etapas de la historia de la URSS.
Octubre de 1885
3
Cinco Años de la Perestroika.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar .
El 10 de marzo se cumplen cinco años de la asunción
de Mijaíl Gorbachov en la Secretaría General del Comité Central del Partido
Comunista de la Unión Soviética y por lo tanto representa el mismo periodo de la
etapa de reestructuración económica, social y política en el país de Lenin,
gigantesco movimiento sujeto a múltiples contradicciones, conflictos, desviaciones
y también peligros.
Con el nombramiento de Gorbachov terminó un corto
periodo en que ocuparon el máximo cargo en el partido, dos hombres de una edad
avanzada, muy vinculados a Leonid Breznhev, Yuri Andropov y Constantin
Chernenko, que representan un régimen de transición, con la nueva etapa, la de la
perestroika y del glasnost.
Al llegar Gorbachov a la Secretaría General del PCUS
planteó la necesidad de que se produjera en la sociedad y economía soviéticas un
aceleramiento en virtud de que las estadísticas oficiales arrojaban un panorama
preocupante: estancamiento, o lento crecimiento en varias actividades, recesión y
rezago tecnológico, sindicatos, cooperativas, koljoses y del Komsomol.
No se presentó ese aceleramiento por lo que los
órganos del Partido y del Estado efectuaron un análisis más riguroso y profundo,
con gran sentido autocrítico y descubrieron la existencia de una serie de
tendencias y fenómenos complejos y graves que estaban obstaculizando en forma
muy seria el avance de la sociedad soviética, de cara a la competencia
internacional y a los requerimientos materiales y culturales de una población en
crecimiento e insatisfecha.
Entonces apareció la perestroika y su indispensable
componente político, el glasnost.
1
A diferencia de otros países socialistas de Europa, en
donde los cambios surgieron desde fuera del partido comunista y después le
provocaron a éste una muy severa crisis, en la URSS, el PCUS diagnosticó la
situación, formuló las primeras medidas y arribó a las siguientes etapas y en
síntesis, dirigió y condujo el movimiento de la sociedad.
Han pasado cinco años del planteamiento inicial de la
perestroika y no podemos afirmar que haya sido coronado con el éxito completo
pues la producción y la productividad distan todavía de encontrarse en un nivel
satisfactorio, aunque han remontado la etapa más severa del estancamiento. En
esta etapa, lo que más ha afectado la reestructuración económica es el estallido
de un gran número de huelgas, la parálisis de la producción y los conflictos étnicos
en varias repúblicas y regiones.
Gorbachov ha declarado y de hecho así ha sucedido
que muchas ideas y propuestas, formuladas en 1985 ha tenido que revisarlas y
actualizarlas en función de las resistencias presentadas a posteriori y de los
cambios que se han producido. Ello quiere decir que la perestroika ha renovado
sus metas y objetivos y que debemos entenderla como un movimiento variado,
multifacético, no sujeto a planes rígidos o a plazos fijos ni a categorías
preconcebidas, o a esquematismo ideológicos, que la misma realidad política y
social ha ido derribando.
Si bien el terreno de la producción, la productividad, el
progreso tecnológico, el abastecimiento de materias primas y alimentos
Gorbachov no puede cantar victoria faltando todavía mucho por hacer para
alcanzar los objetivos deseados, en el campo de la democratización integral sí se
han registrado avances notables, así como en el fortalecimiento del partido entre
la sociedad.
Los distintos sectores de la sociedad soviética, desde
los obreros y los koljosianos, hasta los intelectuales, artistas y especialistas han
participado de una manera masiva y decisiva en los asuntos públicos, como no ha
2
sucedido en ningún otro país del mundo, en donde la democracia es más un
conjunto de formalidades jurídicas e instituciones políticas, que una realidad
auténtica y una práctica permanente.
La perestroika ha iniciado en todos los campos y
actividades de la vida del pueblo soviético, pero la reestructuración no es
uniforme, ni los sectores involucrados han eliminado todas las trabas y
limitaciones sino que aún persisten muchos hábitos, costumbres, tradiciones,
métodos y procedimientos, de naturaleza conservadora y estática, que abordan el
socialismo como una ideología acabada y petrificada y que se aferra al
burocratismo y a los vicios del pasado.
La perestroika es una revolución pacífica, pero profunda
y por ello tropieza con múltiples resistencias; o bien, está impulsada por grupos o
sectores que desean ir demasiado aprisa, tratando de omitir etapas necesarias, o
en el peor de los casos concibiéndolos como una oportunidad histórica para
restaurar algunas nomas, instituciones o valores de la sociedad capitalista como
ha advertido con energía y claridad Fidel Castro.
14 de marzo de 1989.
3
Una Presidencia en la Unión Soviética. I
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El próximo día 11 del actual se reunirá el Comité
Central del Partido Comunista de la Unión Soviética que aprobará la postulación
de un candidato a la Presidencia, cargo de reciente creación, que pretende un
reparto más equilibrado de los poderes políticos en ese inmenso país socialista,
en el marco de los avances de la democratización integral.
Los días 12 y 13 se congregará de nueva cuenta el
Congreso de Diputados del Pueblo que probablemente apruebe la construcción de
dicho puesto y con ello quede reformada la Constitución Soviética, en función de
lo que acordó el Comité Central.
¿Por qué aparece una institución como la Presidencial
en una nación socialista?, ¿en qué contexto se encuentra en el marco de la
perestroika?, ¿tiene algo que ver con instituciones similares en los países
occidentales?
La creación de la Presidencia es parte de un proceso
que puede durar varios años por medio del cual, de una manera paulatina, se irán
diferenciando y separando los órganos del partido de las instituciones estatales y
de la administración pública, hasta descargar el partido de tareas que no le
corresponden para poder dedicarse éste a las elevadas tareas de dirección
política.
En la etapa actual, Estado y partido están identificados
y esta situación no es conveniente desde el punto de vista de un funcionamiento
democrático del régimen socialista y éste es uno de los objetivos superiores del
programa de reestructuración social y de transformación informativa.
El partido tendrá mayor autonomía ya que habrá una
mayor diferencia con respecto al aparato estatal. El primero progresará hacia una
1
desburocratización, que necesita más en este momento en que pronto entrará a
una lucha con mayor competencia política y el segundo cumplirá más eficazmente.
Una gran parte del poder que hoy tiene el secretario
general del PCUS y del poder de que dispone el Primer Ministro lo asumirá ahora
el Presidente, que será un presidente fuerte, con una cierta autonomía respecto
del partido y con atribuciones específicas y distintas. Podrá tomar decisiones
importantes, de carácter económico y político, sin tener la autorización expresa del
Soviet Supremo o del Congreso de los Diputados Populares, como por ejemplo,
enviar tropas a las repúblicas en caso de disturbios graves.
El Partido sufrirá algunos cambios importantes, entre
ellos la posible sustitución del actual Buró Político por un Comité Ejecutivo, que
dirigido por un Presidente tenga además 16 vicepresidentes para que estén
representadas las repúblicas y la máxima dirección del partido sea más
representativa, ágil o flexible y al mismo tiempo, un escudo contra las tendencia
nacionalistas y separatistas a ultranza que han aparecido en las repúblicas del
Báltico y en ciertas regiones en donde predomina la fe musulmana.
En este contexto podría producirse la candidatura de
Mijaíl Gorbachov a la presidencia y su renuncia, por lo tanto al cargo de Secretario
General del PCUS. Por ahora no será electo el Presidente por medio del voto
universal, libre, secreto y directo, pero cinco años después en que Gorbachov
termine su mandato, habrá comicios generales en la Unión Soviética para elegir a
ese alto funcionario, que sería el máximo jefe de estado de la Unión Soviética.
La creación de la Presidencia es un paso hacia la
constitución de un régimen parlamentario cada vez más vigoroso pues gran parte
del poder lo seguirán detentando el Congreso de los Diputados del Pueblo y los
Soviets de las Repúblicas, regiones y comarcas, en el marco de la tendencia
general de la perestroika que cada vez más le otorga al pueblo trabajador una
intervención más decisiva en los asuntos públicos, en todos los niveles.
2
La integración del poder político se realizará a partir de
hoy en condiciones de mayor competencia política pues es posible que surjan
otros partidos socialistas o socialdemócratas y ello ya comenzó a manifestarse en
la República de Moldavia en donde el Partido Comunista obtuvo de 140 escaños
del Soviet Supremo, sólo 115 y el resto fueron para el Frente Popular.
Con la creación de la Presidencia, no se trata de copiar
mecánicamente el sistema republicano y democrático occidental sino de
establecer un mayor equilibrio político, una más acentuada representación de
todas las fuerzas sociales y una mayor precisión de las funciones del Estado para
que el Partido asuma en realidad sus tareas específicas.
La perestroika la está impulsando y promoviendo el
Partido y todo el pueblo; en las elecciones republicanas quedó demostrado que
ser candidato del Partido no asegura, por si mismo, el triunfo, sino debe luchar y
encabezar las demandas más sentidas de los trabajadores.
17 de febrero de 1989.
3
Unión Soviética: se Profundiza la Democracia Socialista.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La decisión del Comité Central del PCUS
recomendando al Soviet Supremo para que derogue el artículo 6 de la
Constitución que le aseguraba al partido el papel dirigente y el factor esencial del
sistema político, tiene el propósito de ampliar y profundizar la participación del
pueblo en los asuntos públicos, esto es, se trata de un paso de gran trascendencia
democrática.
Se los 250 miembros del CC solo se registró un voto en
contra, el de Boris Yeltsin, quien de esta forma contradijo su actuación política a
favor de un aceleramiento de la perestroika. Si se me permite, Yeltsin se situó en
una posición conservadora, a la hora de que el Comité Central tomó la
determinación histórica más trascendente, desde abril de 1985.
La eliminación del artículo 6 de la Ley Fundamental,
precepto que fuera incorporado en el periodo de Leonid Breznhev, no implica,
como es obvio, que el PCUS abandone su papel dirigente en el sistema político,
su naturaleza de partido de vanguardia, de representante político superior de los
intereses de millones de obreros industriales, koljosianos, cooperativistas,
científicos e intelectuales.
El PCUS tiene más de 25 millones de miembros y sus
organismos se encuentras distribuidos en toda la maquinaria productiva,
administrativa y política. Desde una fábrica, hasta una dirección republicana,
desde un instituto o un sindicato, hasta los distintos niveles de las Fuerzas
Armadas y el equipo de técnicos y especialistas que envían naves al espacio o
que instalan estaciones orbitales para viajar a otros planetas.
Ahora ese papel protagónico del PCUS lo refrendarán
en condiciones nuevas, incluso al grado de aprobar la emergencia de nuevos
partidos políticos y de corrientes más organizadas en el seno del partido y de una
1
pluralidad creciente de muy distintas opiniones en los medios de comunicación
masiva.
La derogación del artículo 6 de la Carta Magna
provocará en el interior del PCUS una acentuación en la militancia y en la
responsabilidad de sus cuadros dirigentes en todos los niveles porque ahora se
medirán con otros adversarios políticos, la mayor parte de ellos también profesan
la filosofía marxista leninista.
Es posible que aparezcan otros partidos socialistas que
sostengan con el PCUS una serie de diferencias sobre la profundidad y la
celeridad que debe tener la perestroika porque no existe ningún sector importante
que se oponga a ella dado que corresponde a una necesidad vital de la sociedad
soviética para superar un conjunto de dificultades que se encuentran presentes
desde el fallecimiento de Breznhev.
Asimismo, surgirán algunos Frentes Populares, sobre
todo en las repúblicas del Báltico que luchan por una mayor autonomía en su
economía y sistema político, pero manteniendo las instituciones socialistas, esto
es, la propiedad social de los medios de producción y la hegemonía de la clase
obrera en el poder político.
En varios países socialistas, los partidos comunistas y
obreros están experimentando severas crisis internas que los están llevando a la
reestructuración integral y por lo tanto, con muchas dificultades y debilidades
están conduciendo los cambios sociales y políticos.
El PCUS está situado en el campo opuesto
La alta dirección del Partido fue la que desde abril de
1985 diagnóstico la situación nacional prevaleciente en la Unión Soviética y
comenzó a tomar un conjunto de medidas las cuales se han ido profundizando con
el transcurso del tiempo y el PCUS no ha perdido la ofensiva histórica y política y
no existen elementos que indiquen que la perderá en manos de otros partidos o
grupos.2
El PCUS está unido, aunque como es natural persisten
diferencias, más bien tácticas, en el seno del Comité Central, pero esas
discrepancias se han discutido y abordado en forma constructiva y no destructiva,
apegándose todos al principio del centralismo democrático.
Además, sigue contando con el apoyo de la absoluta
mayoría del pueblo porque cuando se han presentado algunos casos graves de
negligencia, de corrupción se ha obrado con una gran energía y drasticidad,
incluso aplicando la pena de muerte o la cadena perpetua a los responsables.
Avanza, pues, la democracia socialista.
Junio de 1986
3
Decisión Histórica.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La decisión del Comité Central del PCUS, a propuesta
de su Secretario General, Mijaíl Gorbachov, de permitir que se reforme la
Constitución de la URSS a efecto de que el partido deje su legitimación como
partido de vanguardia o partido gobernante, es una determinación histórica, que
tiende a fortalecer y ampliar la participación del pueblo en los asuntos públicos.
El hecho de que se modifique el artículo 6 de la
Constitución Soviética no significa, desde luego, que el PCUS deje de ser el
partido en el poder político. Lo seguirá siendo, pero ahora bajo nuevas
condiciones, como la existencia jurídica de otros partidos y la separación del
Partido de las funciones del Estado, aunque conservará las principales posiciones
en ese aparato.
El acuerdo del Comité Central del PCUS se produjo
después de que en Moscú se efectuó una gigantesca manifestación popular que
exigía, en su contenido esencial, un aceleramiento y una profundización de la
perestroika, que recientemente ha atravesado por serias dificultades, derivadas de
una serie de huelgas y de paros y de manifestaciones ostensibles de separatismo
en el seno del partido (Lituano) y étnico (Azerbaiyán).
Había en esa concentración, según relata la prensa
occidental, un grupo de personas que portaban fotografías del Zar.
El Comité Central reveló, una vez más que existe un
vivo debate, un conjunto de diferencias, la aparición de dos corrientes (la
progresista, encabezado por Gorbachov y la conservadora, por Ligachov) pero
ambos coinciden en un objetivo central: perfeccionar todas las instituciones de la
sociedad socialista, sobre todo la democracia.
Estos fenómenos no deben sorprender a nadie. El
Partido Socialdemócrata de Rusia, primero, y el Partido Bolchevique después,
1
siempre contuvieron en su seno una serie de tendencia y corrientes, o fracciones,
contra las cuales combatió el grupo dirigido por Lenin. Gran parte de la historia del
Partido Bolchevique es de la lucha entre Lenin y Trotsky o entre Lenin y Zinoriev y
Kamenev, para citar los antagonismos más violentos y acentuados.
Es factible que después de la reforma al artículo 6 de la
Ley Fundamental se reafirme y consolide la existencia, en el interior del PCUS, de
las corrientes actuales o puedan surgir otras, las cuales tendrán que dirimir sus
discrepancias de orden táctico, sobre todo, bajo el principio leninista del
centralismo democrático, que es el único que puede garantizar la diversidad en la
unidad.
No existe en la Unión Soviética un partido
medianamente fuerte que se proponga la restauración del capitalismo porque no
existe una clase burguesa o terrateniente. Los que portaban las fotografías del Zar
son ingenuos y nostálgicos, nada más, porque el pueblo soviético no está
exigiendo volver a la etapa de la autocracia, ni existen condiciones económicas y
sociales para ello, desde luego.
El PCUS es y seguirá siendo el partido mayoritario o
dominante pero ahora deberá competir con otros partidos nacionales, pero sobre
todo regionales o republicanos y será en esta competencia en la que demuestre
su carácter de fuerza política de vanguardia.
Lo que la Constitución le reconocía expresamente,
como producto jurídico de la Revolución de octubre lo refrendó en los hechos
durante décadas y ahora deberá seguir haciéndolo sin que se encuentre
estipulado su papel dirigente en la Carta Magna.
Es previsible que la absoluta mayoría de los partidos
que surgen también luchen por la sociedad socialista y que sostengan con la
dirección del PCUS tan solo diferencias tácticas o de orden secundario, pero no
discrepancias esenciales.
2
En las nuevas condiciones, los miembros del PCUS
tendrán que acentuar su militancia, su capacidad para encabezar las demandas y
aspiraciones del pueblo, su espíritu leninista y en esa medida el partido superará
los cánones del pensamiento tradicional, el apoltronamiento que existía en
muchos niveles partidarios, todo lo cual fortalecerá la estructura orgánica y política
del Partido.
17 de marzo 1988.
3
Rechazo al Separatismo Partidario.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El pasado Pleno del Comité Central del PCUS aprobó
distintas resoluciones históricas, entre ellas, la supresión del artículo 6 de la
Constitución Soviética para que el Partido, en nuevas condiciones políticas, de
mayor competencia con otras asociaciones políticas que eventualmente llegaran a
surgir, asuma su papel dirigente y gobernante. Y la relativa a la elección directa,
secreta y universal de un Presidente, que sería un cargo separado del de
Secretario General del Partido.
Estos acuerdos tendrán que ser examinados y
aprobados en definitiva por el Soviet Supremo y el Congreso de los Diputados
Populares que en estos días está reunido en Moscú, para que tengan el carácter
de normas jurídicas de plena validez.
Además, se aprobó adelantar el Congreso del PCUS
para abordar en él una serie de modificaciones en su estructura, como sería la
creación de varias vicepresidencias, e incluso la supresión del Buró Político, como
ha funcionado hasta hoy, desde la muerte de Lenin.
Uno de los asuntos que examinó el Comité Central, que
fue dictaminado y sancionado por unanimidad, fue el relativo a la actitud
separatista que asumió por lo menos una parte importante del Partido Comunista
de Lituania.
Al presentarse esa escisión, en enero pasado, el
Secretario General, Mijaíl Gorbachov viajó a esa República del Báltico con el
objeto de sostener una serie de reuniones, no sólo con los comunistas lituanos,
sino también, con obreros, intelectuales, científicos y cooperativistas.
No podemos afirmar que las gestiones de Gorbachov
tuvieron éxito pues ese sector de comunistas mantuvo inalterables las
resoluciones del XX Congreso del Partido Comunista de Lituania en el sentido de
1
desligarse orgánica y políticamente del PCUS, lo cual, sin duda, constituye un
verdadero atentado al propio Partido como organización nacional, a su unidad
interna y un evidente alejamiento de la práctica del centralismo democrático.
El Comité Central del PCUS fue particularmente
sensible frente a este fenómeno y mostró una clara actitud de no permitirlo, lo que
demuestra que se mantuvo esa capacidad de defensa de la estructura partidaria,
no obstante las diferencias que afloraron entre los miembros de ese alto órgano de
dirección, sobre otros asuntos torales y en general, sobre el ritmo y profundidad de
la perestroika.
El Comité Central del PCUS aprobó una resolución en
la que se condena la actitud separatista y aislacionista de los comunistas lituanos
porque además de los perjuicios que causen al partido en su conjunto, también
dañan el carácter federativo de la Unión Soviética, precisamente en un momento
en el que de lo que se trata es de revisar y fortalecer ese tipo de vínculos y se
prepara una nueva ley en la materia, que se inspire en los planteamientos básicos
de Lenin sobre los derechos y obligaciones de las nacionalidades, étnicas y
grupos que constituyen el país soviético, desde el triunfo de la Revolución de
Octubre.
Los comunistas lituanos, por lo menos el sector que ha
decidido separarse del PCUS, no observaron el principio del centralismo
democrático pues tomaron una decisión profundamente unilateral, que afecta, en
primer término, a la República Socialista de Lituania y después a la Unión
Soviética en su conjunto.
En efecto, Lituania depende en un 80% de los
suministros de combustible y materias primas de otras repúblicas soviéticas y por
lo tanto está económicamente integrada al conjunto de las otras nacionalidades.
(Guardando las proporciones de circunstancia histórica,
si el estado de Coahuila se desligara de la Federación Mexicana, no podría
subsistir desde el punto de vista productivo y tecnológico porque esa entidad
2
sostiene una serie de vínculos comerciales, energéticos, de transportes,
financiero, con el resto de las entidades federativas, sobre todo las del norte de la
República Mexicana).
El sector de los comunistas lituanos que promovió la
escisión, no cabe ninguna duda, obró en base a un nacionalismo estrecho y a un
gran subjetivismo político, al calor de las movilizaciones populares, que ha
propiciado en toda la Unión Soviética la reestructuración económica y la
profundización de la democracia socialista.
El Comité Central del PCUS acordó, asimismo,
respaldar y prestar toda la ayuda necesaria al Comité Central Provisional del
Partido Comunista de Lituania, que es el grupo de comunistas que mantiene
dentro de la estructura nacional del propio Partido y que está dispuesto a seguir
acatando su programa, su plataforma y desde luego, sus estatutos, esto es, que
observa el centralismo democrático.
Este sector comunista, como es natural, tendrá que
desplegar un esfuerzo intensivo para contrarrestar la perniciosa influencia de los
elementos separatistas y tiene un objetivo: restaurar la unidad perdida en el seno
del Partido Comunista de Lituania y reintegrar la estructura partidaria al PCUS.
Por ello, el Comité Central del PCUS ha convocado a
los comunistas de Lituania Independiente a que suspendan los acuerdos que
tomaron durante el XX Congreso de ese Partido y a que designen delegados al
próximo XXVIII Congreso del PCUS en donde habrá de producirse una serie de
cambios muy importantes, no sólo en el terreno programático sino también en el
organizativo.
Como dice Fidel Castro, es la garantía de que la
reestructuración económica, social y política se encauce por la vía del
fortalecimiento del socialismo es la existencia de un partido comunista fuerte,
organizado, respetado e influyente entre las masas populares.3
El otro camino sería el del caos, la anarquía y el
desorden, en los cuales solo progresarían los grupos que tratan de restaurar el
régimen capitalista.
¿Lo entenderán así los comunistas lituanos?
19 septiembre 1988.
4
Capitalismo y Socialismo Hoy.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar .
El “Grupo de los 7” terminó su reunión de Houston
bajo un tono triunfalista, colocándose en posiciones de ofensiva frente a la Unión
Soviética y el resto de los países de Europa Central, presentándose una situación
paradójica en la que supuestamente el capitalismo ayuda al socialismo a
reformarse. Se dice que el principal aliado de Mijaíl Gorbachov es George Bush y
el más comprensivo es Kohl frente a los requerimientos financieros y económicos
de los soviéticos.
La mayorías de los países de Europa Central (Polonia,
Checoslovaquia, RDA y Hungría) han estado marchando hacia lo que se
denomina economía de libre mercado, han estado demandando créditos e
inversiones de parte de los países capitalistas desarrollados y han implantado
programas de estabilización y austeridad, como los que el FMI y el BM han
“aconsejado” para la mayoría de los países de América Latina.
Algunos observadores políticos llegan a la conclusión
de que prácticamente ya no existe el campo socialista sino que dichos países
están volviendo al pasado capitalista y que pronto en el Viejo Continente será total
la hegemonía económica y política de la RFA y de los partidos socialdemócratas y
socialcristianos.
Estamos viviendo en Europa Central una etapa de
transición de un tipo de socialismo que tuvo aspectos muy positivos en el
mejoramiento de las condiciones de vida de las masas trabajadores. En efecto,
esas naciones alcanzaron elevados niveles en materia de acceso a la vivienda, la
salud, la alimentación, la cultura, la recreación y el deporte, en tan sólo cinco
décadas, mientras la mayoría de los países capitalistas en más de 250 años no
han conquistado. Ya aquí se está demostrando en los hechos, en la práctica, la
superioridad del socialismo sobre el capitalismo. Cuba, por ejemplo, ha logrado
adelantos económicos y sociales, que no tienen ningún país de América Latina, e 1
incluso que no tienen otros muchos países capitalistas de mediano desarrollo o
desarrollados.
Las estadísticas internacionales de la ONU, UNESCO,
FAO, colocan a los países socialistas en los primeros lugares, superando o
rivalizando con los países capitalistas europeos y a los propios Estados Unidos.
Eliminaron la pobreza, el desempleo, la irracionalidad en la producción, el
intercambio desigual de carácter comercial y otorgaron seguridad y protección,
sobre todo, a los niños y jóvenes.
Los principales cambios que se han suscitado en los
países europeos son de carácter político, para pasar después a los cambios
económicos y sociales, pero los partidos y grupos socialdemócratas y
socialcristianos han tenido, hasta hoy, el cuidado de no trastocar el régimen
económico socialista, esto es, la propiedad social o colectiva de los instrumentos
de la producción, pero algunos de esos grupos, hoy gobernantes, pudieron, en el
corto plazo, iniciar el desmantelamiento del régimen socialista y hacer retroceder
al país entero hacia el capitalismo.
El mayor peligro de este retroceso lo encontramos en
Polonia, Hungría y la República Democrática Alemana, Checoslovaquia, quedando
salvaguardada de esta ofensiva Bulgaria, Albania y Yugoslavia en donde todavía
detentan el gobierno los comunistas y revolucionarios. Incluso en el primer grupo
de países si bien es cierto que los partidos marxistas perdieron el gobierno en las
elecciones generales, esos marxistas se han reformado o están en vías de hacerlo
y siguen teniendo una notable presencia e influencia ante la clase trabajadora y no
sería difícil que en el corto plazo recuperaran el poder perdido, ante el tremendo
descontento y las injusticias sociales que ha generado la política de corte
neoliberal, creando incluso problemas sociales, como la pérdida de la asistencia
social, que no se había conocido en el pasado inmediato.
Si bien la planificación excesiva y centralizadora
paralizó el crecimiento de algunas ramas económicas, no por ello debería
2
planteares su abandono total, para pasar a la más absoluta libertad y anarquía de
las entidades productivas. Ni siquiera en el socialismo se puede dejar la economía
al libre arbitrio de los gerentes y administradores de las empresas, cooperativas,
instituciones, sindicatos porque siempre debe existir un plan general, un conjunto
de objetivos nacionales. Lo adecuado será combinar la planificación con un cierto
margen de autonomía de las empresas y corporaciones eliminando la carga de
burocratismo que padecían algunos países socialistas.
La propuesta de Igor Ligachov nos parece más
pertinente cuando se refiere a una economía libre de mercado regulado por el
Estado porque está asociando los intereses generales y sectoriales con los
objetivos específicos de las empresas. Una de las fallas del sistema de
autogestión de Yugoslavia consistió, precisamente, en que las empresas han
tenido tanta libertad que no han existido mecanismos que permitan asegurar el
cumplimiento de metas de producción y de calidad y no han podido hacer
compatibles sus propósitos con los de orden nacional, ni con las necesidades de
cada una de las repúblicas, comarcas y regiones.
Marzo de 1986
3
¿Ha Cambiado la Esencia del Imperialismo y del Capitalismo?
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
En el interior de la Unión Soviética, incluso entre altos
dirigentes del PCUS ha surgido la tesis de que ha cambiado la esencia del
capitalismo y del imperialismo y que, en la actualidad, es necesario acabar con los
estereotipos del enemigo y marchar hacia la colaboración estrecha, hacia la
convergencia, entre el capitalismo y el socialismo, cuyas características básicas
no son, ni pueden ser, del todo diferentes, ni menos aún, opuestas.
Boris Yeltsin, Presidente de la República Rusa y que
por cierto se ha separado del PCUS, es uno de los elementos que ha llevado
hasta niveles extremos estas opiniones, las cuales ha podido expresar y
desarrollar durante sus viajes a los Estados Unidos y a Japón, en donde los
círculos dominantes le dieron el trato de un jefe de Estado y de un elemento afín a
su ideología e intereses.
Yeltsin y otros ultra radicales, que cada vez más se han
alejado de las posiciones marxistas y revolucionarias hasta ubicarse en el campo
de la socialdemocracia, tipo Felipe González o François Mitterrand, están
postulando que ya no existe el campo socialista, que la URSS requiere la
asistencia económica de Occidente y de que por lo tanto, ya no existe la
contradicción capitalismo-socialismo.
Es cierto que el desarrollo del capitalismo –decimos
nosotros- ha cobrado un reciente ímpetu en virtud de la adopción de la política de
corte neoliberal, en contraposición a la política keynesiana de años pasados, que
le ha permitido superar algunos problemas económicos y sociales viejos y nuevos.
Ello ha propiciado, por ejemplo, una expansión de las economías de la RFA y
Japón, países industriales superavitarios en el terreno comercial e importantes
exportadores de capitales, que han hegemonizado en distintas regiones del
mundo, en Europa y la Cuenca del Pacífico, respectivamente.
1
Es verdad que el capitalismo, sobre todo en los países
desarrollados en donde existen gobiernos de corte socialdemócrata, han generado
mejores condiciones de vida para grandes capas y sectores de la población, han
ampliado, por ejemplo, los sistemas de seguridad social, de protección al empleo,
pero no han sido capaces de limitar la fuerza económica, social y política de los
grandes monopolios, la concentración de la riqueza en una minoría, la inflación y
el desempleo, que siguen siendo padecimientos generales de esas sociedades, en
mayor o menor grado.
En la República Federal Alemana son los grandes
consorcios industriales y comerciales los que controlan las ramas básicas de la
economía nacional y son esos consorcios los que ahora extienden sus tentáculos
a lo que conocíamos como la República Democrática Alemana, habiendo cierres
frecuentes de empresas, desempleo, bajos salarios a millones de trabajadores,
discriminación de los obreros que tienen convicciones socialistas o comunistas,
enfermedades graves como el SIDA, la prostitución, la drogadicción, y el
consumismo desenfrenado de artículo y bienes sin ninguna utilidad real.
El imperialismo, siguiendo la explicación teórica de
Lenin sobre la evolución de sus tácticas de dominio sobre el resto de los pueblos
del mundo, hace tiempo que dejó de utilizar preferentemente la agresión militar o
armada, aunque sí lo ha hecho, recordando los casos recientes de Granada y
Panamá en América Latina, y ahora ha implementado distintos mecanismos, entre
ellos:
a) Succión de capitales de los países en vías de
desarrollo por medio del pago de intereses, amortización y del principal de la
deuda externa, en forma señalada, en nuestro Continente, lo que ha provocado
que la CEPAL denominara estos años como una “década perdida”, esto es, de
agudización de las condiciones de pobreza, insalubridad, falta de oportunidades
educativas, acentuada dependencia, alto desempleo, elevada inflación y
estancamiento económico general.
2
b) Succión de capitales por el uso de tecnología, ya que
mientras en los países capitalistas desarrollados existe un notorio avance en este
campo, pasando a la automatización creciente de los procesos productivos, los
países en vías de desarrollo no han tenido acceso a ello y siguen siendo
importadores netos de tecnología, servicios y maquinaria.
En la etapa más reciente y en el marco de la nueva
división internacional del trabajo, el imperialismo ha replanteado el usufructo de la
riqueza que genera la mano de obra, a través de la conversión de muchos países
de Asia, África y América Latina en verdaderas plataformas para instalar empresas
maquiladoras y ensambladoras, sobre todo en beneficio de los Estados Unidos y
de Japón que de esta forma pagan salarios muy bajos en comparación con los
que existen en su territorio y población.
Ahora el imperialismo está dominado en el terreno de
los servicios financieros, de administración, turísticos y otros de cuya venta
obtienen magníficas ganancias, utilizando al GATT y otros organismos
internacionales, a través de los cuales defienden la creación de sus patentes y
marcas, sin ofrecer al resto de los países ninguna posibilidad de tener su
capacidad tecnológica propia.
Las relaciones de explotación del imperialismo hacia el
resto de los países dependientes son ahora más diversificadas y sofisticadas, pero
en lo fundamental no han cambiado esas vinculaciones, prueba de ello, sería el
profundo desinterés del “Grupo de los 7”, reunido hace poco en Houston, por los
planteamientos y peticiones de los países pobres de Asia, África y América Latina,
persistiendo la transferencia de todos los sacrificios hacia esos países de la
llamada periferia y en enriquecimiento de las llamadas potencias centrales.
Mayo de 1987
3
La Economía “Libre” de Mercado ya Rinde sus Frutos.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
En Polonia y la República Democrática Alemana la
política económica de los gobiernos derechistas ya comienzan a producir sus
frutos: carestía desenfrenada, estancamiento, desempleo, pérdida de conquistas y
prestaciones sociales y entrega de importantes sectores productivos y de recursos
naturales, al capital extranjero.
Las elecciones dieron el triunfo a Solidaridad en
Polonia y a la derecha pro-fascista en la República Democrática Alemana,
esperando el pueblo que un cambio de gobierno, a través de la sustitución de los
partidos comunistas y socialistas, les permitiría resolver algunos problemas
económicos y sociales.
Se ha instaurado un régimen de libre economía, bajo la
égida programática del Fondo Monetario Internacional y se están aplicando
auténticos programas de choque, muy similares a los que se han padecido en
México, Brasil o Argentina.
Los Ministros de Hacienda de esos países y de otros
que van por el mismo camino en nada están difiriendo de los Secretarios de
Finanzas de los países capitalistas europeos y de las naciones de América Latina
y se están comportando como auténticos tecnócratas, egresados de alguna
universidad norteamericana.
En Polonia, el número de obreros que han perdido su
trabajo supera los 320 mil y la tendencia es ascendente por lo que la clase
productiva está inmersa en un gran descontento en contra de Solidaridad y de su
principal dirigente, Lech Walesa, cuya fuerza electoral y “popularidad” ha
descendido en forma considerable.
La conducción de Walesa ha sido decepcionante y
frustrante ya que en lugar de alentar la participación democrática en los sindicatos
1
y en los órganos del gobierno, ha impuesto un sistema de orden y mando, de un
exacerbado centralismo y autoritarismo.
Si los trabajadores polacos esperaban que con la
eliminación del POUP de la dirección del estado se produciría una democracia
más efectiva y avanzada pero se han equivocado ya que Solidaridad, siendo como
lo fue desde su nacimiento, un movimiento social, se ha conducido, en la práctica,
como un partido político típicamente burgués capitalista.
El gobierno derechista que encabeza Solidaridad ha
aumentado los precios en un 140% -cifra que solo han conocido algunos países
de América Latina, que han sufrido una situación hiperinflacionaria- se han
congelado los salarios y se están entregando al capital extranjero importantes
ramas de la economía nacional.
En la República Democrática Alemana –que gozara del
nivel de vida más elevado en el seno de los países de la comunidad socialista- la
política económica de la derechista democracia cristiana, ya ha producido sus
primeros frutos:
a) Se han cerrado varios cientos de fábricas y
empresas y se está produciendo la expansión de las filiales de los monopolios
germano- occidentales.
b) Ha aparecido y se ha aumentado en forma
considerable el desempleo abierto y la emigración a otros países capitalistas
europeos.
c) Han desaparecido prestaciones sociales, como las
guarderías, los apoyos a la educación para jóvenes y niños.
d) Se registra el repunte de una espiral inflacionaria que
los alemanes nunca habían conocido en los últimos cuarenta años.
e) Se ha perdido la autodeterminación nacional para
que la República Democrática Alemana elabore su propia política económica y se
2
les ha impuesto la hegemonía del Banco Central de la RFA, así como el marco
alemán, como la única moneda.
La política que comienza a aplicarse en Polonia,
Checoslovaquia, República Democrática Alemana y Hungría ya la hemos conocido
los mexicanos y los latinoamericanos en general: toda una década perdida en
nuestra historia contemporánea, según lo han documentado la CEPAL, el BID, la
OEA y otros organismos regionales y mundiales.
Los obreros polacos, checos, alemanes y húngaros
están ya experimentando en carne propia lo que significa la política de
privatizaciones y extranjerización y las políticas de ajuste o de estabilización; los
programas económicos que están sufriendo son los mismos que deterioraron,
como nunca en el pasado, los niveles de vida de las masas latinoamericanas.
La historia de esta política capitalista, que solo
conocían a nivel teórico, ahora la están viviendo en carne propia.
Febrero de 1987
3
Una Presidencia en la Unión Soviética 11
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El nombramiento de Mijaíl Gorbachov como Presidente
de la Unión Soviética representa un paso muy considerable en el proceso de
reestructuración socialista, sobre todo en el área política y de la organización del
estado y desde luego debe ser considerado como un esfuerzo por lograr una
mayor representatividad de las fuerzas sociales en la conducción de los asuntos
públicos, y una mayor fortaleza en la dirección de la perestroika.
Si se me permite un esquematismo, consideramos que
la creación de la Presidencia, como institución jurídico-política, estaría
conduciendo a la URSS a un régimen presidencialista fuerte, con un Parlamento
también vigoroso, esto es, existiría un auténtico equilibrio entre todos los factores
políticos que integran la estatalidad soviética, la cual, sin duda, se enriquecerá.
Esto por lo que compete a la estructura política, pero
tratándose de la estructura económica y social ésta sigue siendo una estructura
socialista porque no se ha eliminado la forma de propiedad de los instrumentos de
producción prevalecientes, esto es, de las fábricas, las minas, las tierras, los
bancos, que se conservan bajo el régimen de la propiedad de los trabajadores.
Las recientes reformas aprobadas por el Soviet
Supremo para introducir ciertas manifestaciones de la propiedad privada en la
agricultura y los servicios no tocan la esencia de la propiedad general de esos
medios de producción, en que lo fundamental, son y siguen siendo de carácter
socialista.
En el campo, existen dos formas básicas de propiedad:
la de carácter social, (koljoses) social asociada al estado (sovjoses) que en
conjunto representan el 85% de la propiedad general. En el caso de la propiedad
privada este puede darse en pequeñas parcelas asociadas a los koljoses y
sovjoses, o aisladas, pero no puede rentarse o venderse.
1
Se trata de estimular a un sector de productores
agrícolas que pretenden colocar sus productos en el mercado libre.
Un sistema económico socialista puede tener una
estructura política y jurídica estatal diversa: partido único, régimen multipartidista,
sistema presidencialista, sistema parlamentario y todas las combinaciones que
hasta hoy conocemos en otros países y otras variaciones que la experiencia
política humana puede hacer surgir merced a la lucha de clases.
Existen dos aspectos básicos en el socialismo:
a) La propiedad social, del pueblo, estatal, de los
instrumentos y medios de producción como las industrias, las minas, las tierras,
los bancos y la distribución también social de los bienes y servicios que producen
y proporcionan esos sistemas de producción.
b) La dirección política del estado en manos de la clase
obrera, los campesinos y los intelectuales y técnicos o especialistas.
La constitución de una presidencia en un país socialista
es perfectamente congruente con la naturaleza de ese sistema socioeconómico y
en el caso de la Unión Soviética representa un paso muy significativo en varias
direcciones:
1) El Partido se diferencia de las funciones burocrático
administrativas y reasume a plenitud su función de conducción política de la
sociedad.
2) El peso del Estado disminuye en la sociedad y por lo
tanto, las potencialidades de ésta crecen y encuentran un cauce más abierto que
en el pasado.
El estado soviético había crecido en forma
desmesurada, en detrimento del partido, de los sindicatos y del resto de las
organizaciones sociales. La planificación era muy pesada y excesivamente
centralizada y ello ocasionaba freno y parálisis de muchas empresas y actividades
2
económicas, en perjuicio de la producción, la productividad, la eficiencia, la calidad
y la diversidad de artículos y bienes o satisfactores.
En el pasado, el partido dedicó demasiado tiempo y
esfuerzo a las tareas técnico-administrativas, operativas, del estado y descuidó las
bases esenciales como la educación ideológica y política de los trabajadores, una
mayor democratización de los órganos del poder público entendido esto como una
creciente y efectiva participación de los obreros en la solución de los problemas
nacionales y sectoriales y una interpretación y canalización adecuada del
descontento o insatisfacción de distintos grupos de la sociedad.
La formación de la Presidencia en manos de Mijaíl
Gorbachov es reveladora de la necesidad de seguir encauzando la perestroika en
un país inmenso, rico, multinacional, variado, pletórico de contradicciones que
requieren, desde luego, un Ejecutivo fuerte, con grandes poderes y también un
partido que tiene una influencia decisiva en la conducción de la sociedad soviética.
Entre los amplios poderes que se atribuyen al
Presidente están los de ordenar de inmediato la movilización de tropas a
repúblicas y regiones en donde existan serios conflictos, decretar estados de
emergencia, todo ello sin necesidad de recibir autorización del Congreso de los
Diputados Populares o de cualquier otra institución.
Gorbachov, en el ejercicio de esas atribuciones, ya ha
actuado con toda energía en el caso de los separatistas de la República de
Lituania, en un esfuerzo por evitar el desmembramiento del país soviético, que es
lo que pretenden algunos grupos ultranacionalistas.
Así como en México, al terminar la fase armada se
institucionaliza un Presidente fuerte para enviar la desintegración nacional y
proceder a la reconstrucción de una nación desgarrada por violentas pugnas y ello
fue un fenómeno necesario e inevitable, así en la Unión Soviética se requiere un
Presidente con amplias facultades, con un gran apoyo del pueblo y un partido
influyente entre las masas del pueblo.
3
Mientras en México, el Presidente fuerte no fue
acompañado por un Parlamento igualmente vigoroso y representativo
generándose por lo tanto un desequilibrio muy grande, en la Unión Soviética existe
un jefe de estado poderoso y un Congreso de Diputados del pueblo igualmente
notable, repartiéndose entre ambas instituciones un conjunto de facultades y
atribuciones igualmente importantes.
El presidente Gorbachov ahora es designado en forma
indirecta, esto es, por el Congreso de Diputados de Pueblo, pero ello será por solo
esta ocasión ya que dentro de cinco años ese elevado funcionario será electo por
medio del voto directo, universal y secreto.
Este sistema nunca ha sido privativo de los países
capitalistas; en rigor, puede ser constituido en las naciones socialistas en función
de las características específicas e históricas de cada una de ellas, rechazando
cualquier imitación extralógica, o cualquier generalización, de orden abstracto, o
imposición mecánica.
Por estas razones, no se puede obligar, por ejemplo,
Cuba a que adopte un sistema político específico. Un régimen pluripartidista sería
aquel que surgiera de las necesidades y expresiones del pueblo y no una
fabricación artificial tan solo para dar respuesta a las voces que desde el exterior
clamaron porque en la isla se instaure un régimen democrático, de la forma en que
ellos entienden,
Pero por sí mismo, la existencia de varios partidos no
es sinónimo de una real democratización, no son términos equivalentes. La
democracia es una manifestación concreta, histórica, que asume las especifidades
de cada nación. La democracia, no se importa ni se exporta como si fuese una
mercancía sino es producto de la lucha y de las aspiraciones de cada pueblo.
La democracia, entendida como la más amplia y
efectiva participación del pueblo en los asuntos públicos, asume distintas
modalidades y variaciones y por lo tanto se trata de un producto histórico-social y
4
no tiene tampoco un cronograma rígido o absoluto. La democracia se puede
manifestar en formas varias desde la que asumió en la Comuna de París de 1848,
hasta el régimen presidencialista-parlamentario que se constituyó en la URSS con
la asunción de Gorbachov como Presidente.
21 de marzo 1988.
5
Declaración del Partido Popular Socialista sobre la perestroika y la Unión Soviética.
El Partido Popular Socialista considera que los cambios políticos y sociales que
ocurren en los países socialistas, sobre todo en la Unión Soviética eran necesarios
para superar una serie de deficiencias y conflictos que se habían presentado en
los últimos años, sobre todo durante la época de Leonid Breznhev.
En la Unión soviética se había presentado un serio
estancamiento económico y tecnológico, en comparación con el progreso que
habían alcanzado, por ejemplo, los Estados Unidos, República Federal Alemana y
Japón.
En gran parte ese lento crecimiento o rezago de
algunas actividades productivas básicas se había debido a que la Unión Soviética
se había visto obligada a efectuar cuantiosas inversiones en la fabricación de
armamento sofisticado, en el marco de la aguda pugna sostenida durante muchos
años con el gobierno de los Estados Unidos.
Asimismo, el gobierno soviético, en el marco del CAME
y sobre todo en la relación bilateral con el resto de los países socialistas de
Europa, Asia y África asignó cuantiosos recursos en forma de créditos directos, en
la construcción de plantas industriales, en el suministro de energéticos y
combustibles, de tecnología, para compensar las desigualdades nacionales, para
superar sus carencias de materias primas y para evitar rezagos nacionales en el
marco de la emulación socialista.
Debemos reconocer también que la URSS entregó una
gran ayuda económica y tecnológica a los países emergentes de Asia, África y
América Latina, que recién había conquistado su independencia nacional con
respecto de las metrópolis imperiales y que estaban empeñados en la
nacionalización y reivindicación de sus recursos naturales, en ampliar la vida
democrática y no transitar por la vía capitalista clásica.1
Todos esos recursos, destinados a la asistencia y a la
solidaridad se sustrajeron durante muchos años del aparato productivo nacional y
ello coadyuvó a la generación de los serios problemas económicos que padece el
primer estado socialista.
Una vez suscritos una serie de acuerdos y convenios
para limitar o destruir armas de distinta potencialidad –como los cohetes de
alcance medio de Europa- se estableció un clima de distensión y de cooperación
pacífica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y por lo tanto se alejó el
peligro de una nueva guerra nuclear.
En las últimas conversaciones de alto nivel, efectuadas
en los Estados Unidos entre Mijaíl Gorbachov y George Bush también se dieron
pasos en la dirección de una mayor distensión y cooperación pues acordaron la
reducción a la mitad de los cohetes intercontinentales y estratégicos y disminuir
también los arsenales de las armas químicas, todo lo cual ha implicado para los
soviéticos, un sensible ahorro de recursos económicos y su canalización hacia las
actividades productivas.
El Presidente Mijaíl Gorbachov, durante su encuentro
con George Bush, insistió en su tesis de encontrar aspectos positivos y valiosos
en el capitalismo y abandonó el lenguaje antiimperialista para pasar a una era de
colaboración económica, científica, tecnológica y cultural entre la Unión Soviética y
los Estados Unidos, Tratando de alentar la llegada de capitales extranjeros, sobre
todo norteamericano para promover el crecimiento de la URSS. Recientemente y
siguiendo esa línea, el gobierno soviético solicitó un cuantioso crédito a la
Comunidad Económica Europea, en un intento por obtener lo que se llama
“recursos frescos” para promover la modernización de varias ramas industriales y
de servicios.
En esas condiciones, el gobierno de la URSS ha podido
readecuar su presupuesto y destinar cantidades mayores a las distintas ramas
2
industriales, agrícolas y de servicios, teniendo como objetivo central la
recuperación del ritmo de crecimiento y la superación de los rezagos tecnológicos.
En el fondo de esta situación general, descrita con
anterioridad, se encontraban una serie de factores o elementos, tendencias de
carácter negativo, tales como: la confusión del partido y la administración pública,
burocratismo, nepotismo y corrupción en algunos niveles y órganos partidarios,
abandono de la militancia de muchos de los miembros y afiliados a aquel o
limitada participación real de los sindicatos, cooperativas en la elaboración y
aplicación de las principales decisiones públicas.
Operaba un costoso y pesado aparato de planificación
que impedía la autonomía y la competencia de las empresas, la elevación de la
calidad de su producción, su obsolescencia tecnológica y una excesiva y
contraproducente centralización de las decisiones económicas principales.
En los establecimientos comerciales comenzó a
aparecer el desabasto de muchos productos, lo que generó irritación y
descontento entre la población; actuaron saboteadores, enemigos del incremento
de la producción y de la producción y de la productividad, opositores de la
perestroika, alentados por los llamados “reformistas radicales” que encabezados
por Boris Yeltsin pretenden la instauración de la economía de libre mercado, la
elevación brutal de precios, la cancelación de algunas conquistas sociales de los
trabajadores, a lo que se ha opuesto la mayoría del pueblo y del partido.
Esto es, se requería una más amplia y enérgica
democratización que la que se había alcanzado con anterioridad, no solo en el
partido sino también en las distintas organizaciones sociales y en los órganos de
la administración pública, como una de las condiciones indispensables, o un
prerrequisito, para lograr la recuperación del crecimiento económico y alcanzar a
las naciones capitalistas más desarrolladas.
En estos años se ha avanzado mucho en la ampliación
y profundización de la democratización, entendida en su concepto más completo,
3
como la participación multifacética del pueblo en la conducción y en la orientación
del Estado y en la elaboración y aplicación de las políticas sectoriales y globales.
Los pasos más importantes han sido los siguientes:
a) En las elecciones de los órganos legislativos se han
presentado más de tres candidatos del PCUS y sin partido, lo que ha generado
una lucha más enérgica entre los miembros del partido y entre ellos y los sin
partido.
b) El Partido ha iniciado y conducido la reestructuración
y todas las diferencias que se han presentado entre los distintos grupos y
tendencias, sin que aflore la división, o un rebasamiento del pueblo de la
estructura y de las orientaciones centrales del partido.
c) Constitución de la Presidencia de la Unión soviética,
encomendada a Mijaíl Gorbachov con una serie de amplios poderes y facultades,
pero acompañado con un legislativo también muy fuerte, desde el punto de vista
político-social y de sus atribuciones.
d) Desaparición de la conducción del PCUS en la
sociedad del PCUS para que ésa facultad lo obtenga y conserve en la lucha
directa y abierta, incluso en competencia con otros partidos no socialistas.
e) Replanteamiento del carácter multinacional y federal
del Estado Soviético reconociendo, incluso, el derecho de las repúblicas a la
separación después de haber llenado una serie de requisitos.
Desde el punto de vista jurídico, la URSS es un estado
federal presidencialista, parlamentario en que los órganos legislativos tienen un
poder creciente en las repúblicas, esto es, se están guiando por la divisa leninista
de ¡todo el poder a los Soviets!, esto es, al pueblo organizado. Asimismo, el
Presidente comenzó a ejercer sus facultades amplias en el caso de Lituania, cuyo
parlamento ha decidido posponer su declaración de independencia para
4
someterse a otro proceso más amplio y complejo, el cual quedará plasmado en la
próxima Constitución.
La mayoría de estos cambios o modificaciones
persiguen el fortalecimiento de la democracia socialista y desde luego no se
proponen la restauración del capitalismo, ni se está imitando en forma mecánica a
la democracia burguesa de los países occidentales capitalistas.
La democracia tiene en este caso, como en todos, un
significado histórico, social y político; no es, desde luego, una concepción
abstracta, una serie de instituciones formales o jurídicas, ni tampoco se puede
exportar o importar como si fuera una mercancía.
La democracia en su sentido económico, social y
político, entendido en su concepción más completa, es intrínseco al socialismo y lo
que se ha presentado en el pasado son una serie de limitaciones o deformaciones,
que se están corrigiendo, en algunos casos, en medio de serios conflictos y
antagonismos entre una corriente que considera que esos cambios son
demasiado lentos y los que sostienen que tienen un ritmo adecuado.
Tanto en los preparativos del XXVIII Congreso, como
en su realización, se ha presentado la lucha de las corrientes en el seno del
partido: por un lado, la reformista que encabeza Mijaíl Gorbachov, la reformista
conservadora, que liderea Igor Ligachov y la que podríamos calificar como
ultrareformista, jefaturada por Boris Yeltsin. Tanto la primera, como la
segunda ,son partidarias de mantener, perfeccionar y depurar el régimen socialista
introduciendo una serie de cambios y reformas, discrepando en algunas medidas,
pero sobre todo en el ritmo de dichos cambios. La tercera se aparta del socialismo
al preconizar la instauración de métodos e instituciones capitalistas, como la
economía de mercado totalmente libre, la afluencia masiva de capital extranjero, la
eliminación de la planeación y la construcción de un sistema económico y social
de tipo socialdemócrata, tipo España o Francia.
5
Polonia, Hungría y la RDA, se encaminan hacia una
democracia burguesa de carácter republicano y hacia una economía de libre
mercado, esto es, tratan de encontrar en el régimen capitalista la solución a una
serie de problemas, pero la misma realidad está indicando que una economía así
concebida propiciará la irracionalidad en la planeación y la producción, el
resurgimiento del trabajo asalariado con sus secuelas de explotación y la
presencia de los monopolios extranjeros y de las instituciones del imperialismo
como el FMI y el BM con sus políticas genocidas ya conocidas en América Latina.
En Polonia, perdió las elecciones y por lo tanto también
el gobierno, el Partido Socialista Obrero Polaco, el cual se ha desintegrado
habiendo aparecido dos corrientes básicas: una socialdemócrata y otra que
continúa reivindicando la lucha socialista. Solidaridad, al transformarse en un
movimiento político, ganó las elecciones parlamentarias y por lo tanto, el cargo de
primer ministro. Se ha estado aplicando una política de corte neoliberal la cual
como era de esperarse, ha causado estragos entre los trabajadores y por lo tanto,
ha incentivado su descontento, el resurgimiento de la fuerza sindical de los
socialista y comunistas, el desprestigio y la división de Solidaridad.
En Hungría también se disolvió el PSOH y se han
formado dos corrientes, una socialdemócrata (mayoritaria en el Parlamento y en el
gobierno) y la socialista y comunista que se ha quedado en minoría. También se
está ejecutando una política de corte neoliberal muy similar a la de Polonia con los
mismos resultados sociales, pero los socialistas y los comunistas no retoman la
ofensiva. El gobierno húngaro ha suscrito convenios con el FMI y ha solicitado la
desaparición del CAME y del Pacto de Varsovia.
La República Democrática Alemana –estado obrero
socialista- se encuentra en proceso de desintegración y de absorción de parte de
los grandes monopolios oeste alemanes que tratan de convertir a los obreros de la
patria de Karl Marx como asalariados de segunda, perdiendo derechos y
conquistas sociales, clausurando múltiples empresas y fábricas y restableciendo
las relaciones capitalistas en la economía y en la sociedad en su conjunto.6
Triunfó la derecha en las elecciones generales y por lo
tanto tiene el cargo de primer ministro, quien ha sido un impulsor fundamental no
de la reunificación sino de la anexión; el segundo lugar, lo obtuvo la
socialdemocracia y el tercero los comunistas reformados o socialistas que siguen
teniendo una importante influencia en el seno de la clase obrera.
En Rumania, ganaron los comicios generales el Frente
de Salvación Nacional, en el que se encuentran militando los comunistas que
disolvieron en la práctica al PCR a raíz del derrocamiento de Nicolae Cecescau y
se ha mantenido frenada a la derecha y a los elementos golpistas y
contrarrevolucionarios.
En Bulgaria, conquistaran el primer lugar en las
elecciones parlamentarias los comunistas y socialistas, habiendo renovado y
consolidado su organización y presencia en la clase trabajadora derrotando a las
fuerzas que pugnan por el establecimiento del sistema capitalista.
En Checoslovaquia, perdieron las elecciones los
comunistas que son ahora una minoría y el gobierno está acaparado por
elementos reformistas y socialdemócratas de derecha.
17 de junio de 1988.
7
Confrontación en el PCUS
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Escribo este comentario el domingo 8 de julio y por lo
tanto aún no conozco el desenlace del XXVIII Congreso del Partido Comunista de
la Unión Soviética, que pasará sin duda, a la historia del movimiento revolucionario
mundial. Está ubicado en el mismo rango del primer Congreso del Partido
Socialdemócrata de Rusia, del Partido Comunista de Rusia y del XX Congreso del
PCUS, que constituyeron hitos no solo en la vida de la Unión soviética sino de
todos los pueblos del mundo, sin excepción.
El XX Congreso del PCUS hizo la crítica demoledora
del estalinismo e inició una era en la cual la Unión soviética alcanzó un nivel
sorprendente, e incluso superó a los Estados Unidos en muchos campos y
terrenos de la actividad humana y del conocimiento. Fue, propiamente la etapa
que presidiera, en una parte, Nikita Jruschev y en la más larga, Leonid Breznhev.
Algunos elementos exaltados, poco rigurosos en el
análisis económico y político, han calificado a dicha etapa como de retroceso y de
estancamiento para pretender, con ello, fundamentar la necesidad de la
perestroika, proceso que nadie pretende eliminar de la práctica de la sociedad
soviética sino examinar sus modalidades y ritmos.
Este es, precisamente, el centro del debate entre la
corriente que encabeza Mijaíl Gorbachov y la que personifica Igor Ligachov, que,
juntas constituyen la inmensa mayoría de los delegados del XXVIII Congreso y por
lo tanto esos líderes dirigentes asumen una tremenda responsabilidad si optaran
por separarse del partido o dividirlo, como se anuncia con júbilo en los órganos de
la prensa comercial.
La otra corriente, la de Boris Yeltsin, está cada vez más
alejada de los principios marxistas y socialistas. Su proyecto nacional es el del
capitalismo tipo Francia, España, Italia, es el de la socialdemocracia, o sea de un
1
capitalismo maquillado, con rostro humano, reformado solo en sus aspectos más
salvajes y virulentos.
Por lo tanto, Yeltsin está representando el pasado, ese
pasado que destruyó la Revolución de Octubre, que se demoliera durante la dura
y terrible etapa de la dirección de Stalin y que desde luego, apoyó la inmensa
mayoría del pueblo soviético, que está exigiendo la depuración de los errores del
socialismo, su perfeccionamiento, como sistema de la vida social, muy superior y
diferente al del capitalismo.
Yeltsin cuenta, desde hace tiempo, con el respaldo y la
simpatía de los gobiernos de los Estados Unidos, República Federal Alemana y
Japón porque sus planteamientos son coincidentes con las tesis neoliberales, hoy
en plena aplicación en la mayoría de los países capitalistas. Podría separarse del
PCUS y formar el Partido Socialdemócrata, que buscará tomar como bandera
histórica a Berenstein, Kausky o Plejanov.
Preconiza la implantación de una economía de libre
mercado, a la manera de nuestros tecnócratas, acompañada, desde luego, con
una elevación desbocada de precios, congelación de salarios, cierre de miles de
empresas industriales, comerciales y de servicios y la cancelación de muchas
prestaciones económicas y sociales que los trabajadores soviéticos habían
conquistado desde hace muchos años.
Las diferencias entre Ligachov y Gorbachov no son de
esencia pues ambos están de acuerdo en la necesidad de realizar la
reestructuración de la sociedad socialista, pero no para volver al pasado histórico,
sino para hacer más socialista a la sociedad soviética. Del socialismo autoritario
habría que pasar al socialismo democrático, que desde luego sin la connotación
que a esta palabra le han dado Felipe González y François Mitterrand, que de
socialistas no tienen un ápice en su política concreta.2
Las discrepancias entre Ligachov y Gorbachov se
instalan en la adopción de algunas medidas concretas pero sobre todo, en el ritmo
y en la profundidad de las reformas. Podemos decir que Gorbachov quiere ir más
rápido, abrumado en su tremenda responsabilidad como Presidente y como
Secretario General y Ligachov, más despacio, cuidando que las modificaciones no
aféctenla esencia de la sociedad socialista y pudieran causar más perjuicios a los
trabajadores, alejar los beneficios, complicar más los problemas, en lugar de
resolverlos.
El XXVIII Congreso representa una oportunidad para
que los auténticos comunistas demuestren que pueden discutir enérgicamente sus
distintos puntos de vista y conceptos, pero que lo harán en el seno del partido
preservando su unidad, sin la cual la perestroika sería imposible.
21 de septiembre de 1988.
3
La Unión Soviética, Reforma Económica.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
Al celebrarse el 72 Aniversario de la Revolución de
Octubre, en la Unión Soviética, siguen en proceso una serie de cambios
económicos, sociales y políticos, que se ubican en dos contextos: el de la
producción y la productividad, y el de una mayor profundización de la democracia
en el interior del partido y de las distintas organizaciones sociales.
En esta ocasión, no se efectuó el tradicional desfile
militar en el que la Unión Soviética mostraba a sus ciudadanos y al mundo entero
las armas más modernas y de más alto poder destructivo, recordando con ello a
los Estados Unidos, que ya no era la potencia dominante o agresiva en el marco
de la impunidad internacional.
Después de los acuerdos Gorbachov-Reagan,
Gorbachov-Bush, sobre todo el referente a la destrucción de los cohetes de
alcance medio, se ha alejado el peligro de un enfrentamiento nuclear y por lo
tanto, la Unión Soviética está orientando hacia la producción civil muchas plantas
o empresas bélicas.
En los últimos años, en los círculos dirigentes
norteamericanos se ha cobrado conciencia clara de que en una nueva guerra
termonuclear no habría vencedores ni vencidos y que al “primer golpe” vendría un
segundo golpe de respuesta, lo que pondría en serio peligro al resto de los
pueblos del mundo, que no participaran en las hostilidades y a la vida misma.
La Unión soviética destinaba un elevado presupuesto a
la fabricación de nuevas armas y esos recursos los distraía de la vivienda, la
seguridad social, la educación, la tecnología y de la promoción y sobre todo, de la
modernización de muchas de sus plantas industriales.
1
El hecho de que se asignaran esos recursos para fines
bélicos, era una de las causas del retraso tecnológico de muchas empresas, en
plena era de la cibernética y de la robótica, en tanto Japón y la República Federal
Alemana avanzaban en esa dirección.
En primer lugar, la perestroika tiene su contenido
económico.
La creación de tecnología y su aplicación a la
producción industrial estaba muy rezagada por lo que la URSS ha perdido
productividad en términos generales, en tanto otros países capitalistas avanzados
la están superando.
Por esta razón, Gorbachov advierte a los Estados
Unidos que en el área de la competencia económica no debe tomar a la
perestroika como un pretexto para lograr la supremacía ya que es en este terreno
en donde, hoy, se están dando los principales antagonismos entre los dos
estados.
Aplicar los progresos de la ciencia y de la técnica a la
producción es un proceso muy difícil, prolongado y accidentado, si tomamos en
cuenta el estancamiento que sufrió la URSS durante varios años, por lo que no
puede decirse que en este terreno haya resultados positivos.
El otro campo es el de la elevación de la calidad de los
bienes y servicios.
Los trabajadores soviéticos disponen de un
considerable poder de compra y de ahorro y disfrutan de los bienes indispensables
para su confort familiar, pero todavía en ciertos bienes y servicios no existe la
calidad deseada de una población que percibe altos ingresos reales.
De ahí que a efecto de lograr ese objetivo, la
perestroika esté asignando a las empresas un amplio margen de gestión y
2
autonomía no solo entre sí, con empresas similares, sino también con otras
empresas, e incluso con compañías de países capitalistas.
(Un problema similar lo sufre en estos momentos la
República Democrática Alemana en donde se busca un aumento considerable en
la calidad de bienes y servicios).
Existen dos premisas básicas que aseguran el éxito de
estos objetivos:
Por un lado, la Unión Soviética dispone de un enorme
territorio dotado de los principales recursos naturales que requiere toda industria
moderna.
Por el otro, existe una clase obrera muy numerosa y
altamente capacitada y una estrecha vinculación entre el aparato educativo y el
productivo.
Un elemento adiciona ha frenado el cumplimiento cabal
de la perestroika: en muchas empresas y regiones se han registrado múltiples
huelgas y paros obreros lo que ha provocado un descenso en los niveles de
producción.
Los trabajadores soviéticos exigen al estado un
aumento sustancial en sus condiciones de vida pero para ello se requiere
incrementar la productividad social ya que la riqueza, desde luego, solo la genera
el hombre con su esfuerzo.
En el contexto de la reforma económica, ningún grupo
ha objetado la propiedad social de los instrumentos de producción sino su
fortalecimiento, perfeccionamiento o diversificación, esto es, mantenerse en el
sistema socialista.
Marzo de 1986
3
Intervención del Co. Héctor Ramírez Cuellar,Secretario General del Comité Directivo del PPS En el D.F., Durante el Acto Conmemorativo del
70 Aniversario de la Revolución de Octubre, Efectuado el día 13 de noviembre de 1987.
La Reestructuración Económica y Política en la Unión Soviética.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La Revolución de Octubre encabezada por Lenin,
transformó a la Rusia zarista en una potencia industrial económica y militar, de
primera magnitud. A la vez abrió un nuevo ciclo en la historia de la humanidad, el
de las revoluciones socialistas triunfantes, que abolieron el régimen de la
propiedad privada.
En 1917, Rusia era una nación atrasada en el contexto
europeo, pero tenía, no obstante, un importante sector industrial dominado por el
capital extranjero. Solo el 14% de la población estaba formado por obreros
fabriles; el resto lo constituían las masas campesinas de las poblaciones y los
latifundistas.
Setenta años después esas clases explotadoras han
desaparecido y ha habido un cambio cualitativo en el orden interno. Ahora el 61%
de la población está formada por obreros, el 26% por empleados y el 12% por
campesinos koljosianos.
El régimen político autocrático y despótico fue
igualmente destruido para entregarse el poder al pueblo. En la actualidad en el
Soviet Supremo, el 35% de los diputados provienen de la clase obrera, el 16% de
los campesinos, el 16% de los trabajadores de la ciencia, la educación y la cultura,
lo que demuestra el profundo sentir democrático real que existe en el país, sin
paralelo en el sistema capitalista.
1
En este periodo, merced al extraordinario desarrollo de
las fuerzas productivas, la producción material de la Unión Soviética en base a los
enormes recursos naturales con que cuenta y al esfuerzo de los millones de
obreros y campesinos, se ha incrementado en más de 80 veces. La URSS ocupa
el segundo lugar en el mundo en la producción industrial, destacándose en la del
petróleo, gas, acero, coque, mineral de hierro y en la fabricación de maquinaria.
Con más de un millón y medio de cuadros científicos de
elevado nivel, la Unión Soviética se ha instalado a la vanguardia en campos de
conocimiento como las estaciones orbitales, los catalizadores de procesos
tecnológicos, el tendido de líneas de lato voltajes, de oleoductos y gasoductos, en
la construcción de centrales hidroeléctricas y en las tecnologías básicas de
industrias como la siderúrgica y la metalúrgica.
Sin embargo, a partir de los años setentas se
comenzaron a registrar distintos fenómenos negativos en el comportamiento de la
economía, de la sociedad y de la política.
Estos fenómenos fueron, entre otros, los siguientes:
a) Lenta aplicación de los progresos de la revolución
científico-técnica a los procesos productivos en la industria y la agricultura.
b) Crecimiento disminuido en el Producto Nacional
Bruto, como resultado de esa desaceleración.
c) Pesado aparato burocrático en el sector de la
planificación económica que obstaculizaba la autonomía de empresas industriales
y de servicios.
d) Rezago en las distintas ramas de la industria ligera y
baja calidad en sus productos.
e) Insuficiencia en los suministros de materias primas y
maquinarias a los complejos industriales y agrícolas.
2
f) Incumplimiento de metas y objetivos de parte muchos
componentes del aparato productivo.
Asimismo, en el terreno político-social algunos rasgos
se presentaron en forma paralela o relacionada con las deficiencias en el área de
la producción y la distribución:
1.- El alcoholismo se extendió en forma alarmante entre
los jóvenes.
2.- Se redujo la capacidad de creación de científicos,
escritores y artistas.
3.- Debilitamiento de los procesos de la crítica y la
autocrítica tanto en el seno del Partido como en los sindicatos, el Komsomol y
otros organismos sociales.
4.- Escasa evaluación objetiva en el cumplimiento de
las responsabilidades de los funcionarios estatales y del aparato del partido.
5.- Inercia, indiferencia y burocratismo en las tareas
nacionales a causa de una concepción dogmática y fatalista de las distintas
resoluciones del Comité Central del Partido.
6._ Escasa iniciativa personal y colectiva de los
sindicatos, asociaciones de escritores, artistas y científicos, así como del
komsomol y de las agrupaciones de mujeres.
7.- Incapacidad de las ciencias sociales para responder
a las demandas, exigencias y problemas de la sociedad en su conjunto y de cada
uno de sus sectores.
Este conjunto de dificultades y contradicciones fueron
reconocidas y discutías ampliamente en el Pleno del Comité Central de abril de
1985. En esta ya histórica reunión, el Secretario General del Partido, presentó un
diagnóstico claro, objetivo, honesto y constructivo sobre los problemas existentes
y se inició un proceso –que aún no termina- de toma de conciencia responsable y
3
de impulso del potencial ideológico y práctico del partido para efectuar las
transformaciones requeridas.
En toda la sociedad soviética se desarrolló e impulsó un
proceso de reflexión colectiva primero para encontrar las causas de esos
problemas e insuficiencias y después para solucionarlos en el marco de un
proceso de reestructuración que abarca desde los aspectos económicos hasta los
sociales y políticos.
Este proceso, presidido sobre todo por la crítica y la
autocrítica, bajo la dirección del Partido, que se ha puesto a la vanguardia del
pueblo, en el que participan millones de soviéticos no tiene paralelo en la historia
moderna y se trata realmente de un esfuerzo nacional por impulsar y perfeccionar
las relaciones socialistas de producción y de vida.
Durante una etapa se pensó que en la medida en que
avanzaba la sociedad socialista desarrollaba los problemas vitales del hombres se
resolverían en forma casi automática, sobre todo los relativos a su existencia
materia y que el funcionamiento democrático era un fenómeno casi natural,
supuesto que habían desaparecido, pero por el contrario, la sociedad soviética se
ha ido diversificando cada vez más y entre sus componentes surgen necesidades
y aspiraciones específicas que el Estado tiene que tomar en cuenta para enfrentar
y resolver. Es decir, el socialismo es fundamentalmente un humanismo integral.
Por esta razón Gorbachov dice que el hombre soviético es el centro de la
reestructuración económica y política.
Las ciencias sociales, en un periodo, dejaron de
abordar los problemas realmente existentes y se refugiaron en la escolástica y el
dogmatismo por lo que registraron un sensible retroceso. Ahora se pretenden
superar esas deficiencias alentando las actividades creativas de la Academia de
Ciencias y las distintas asociaciones de escritores y artistas. Prácticamente, no
hay ningún espacio cerrado para el análisis y la investigación multidisciplinaria.
4
El secretario general del PCUS, al examinar el
inmovilismo, recordó que Lenin consideraba que un marxista debe tener en cuenta
la vida real, los hechos exactos de la realidad y no seguir aferrados a la teoría de
ayer.
El Pleno del Comité Central de enero de 1987
consideró los rezagos existentes en las ciencias sociales y tomó como medidas
para vincularlas a una serie de problemas prácticos, como por ejemplo, al hecho
de que en la orientación del rendimiento de los obreros se optó por los aspectos
cuantitativos, abandonándose los cualitativos, lo cual debe superarse para
incrementar notablemente la productividad laboral y social.
Como consecuencia de los errores, disminuyó el interés
por los estímulos morales, el menosprecio a la ley, la corrupción y el servilismo
hasta aparecer una ideología y una sicología del estancamiento, lo que se está
comenzando a remover desde abril del año pasado.
El Partido entiende la reestructuración como la
necesidad de unir los logros de la revolución científico-técnica a la economía
planificada y poner en acción todo el potencial del socialismo.
La base de esta reestructuración se encuentra en el
área política. Se pretende fortalecer la influencia y el papel dirigente del partido en
todas las actividades sociales y restablecer, con más fuerza, los principios de la
democracia y de la congestión socialista.
No se propone la restauración de relaciones de carácter
capitalista cuando se habla de poner al hombre como eje y destino de la política
económica; nadie ha propuesto la abolición de las relaciones socialistas en la
producción sino que esas relaciones deben adquirir plena vigencia y que se
superen todos los obstáculos ya observados por el análisis político del partido y de
la población en general.
5
Para lograr este elevado propósito están en marcha en
la URSS, después de un amplio debate nacional, una serie de medidas que a la
vez que buscan superar los problemas actuales pretenden un nuevo impulso al
potencial productivo de cara al siglo XXI.
Entre estas medidas destacan las siguientes:
a) Modernización de la estructura administrativa de las
empresas para que solo apliquen métodos de gestión que en la práctica hayan
comprobado su eficiencia.
b) Se amplía la autonomía de las empresas pero
también su responsabilidad en el cumplimiento de objetivos y metas y se unifican
más los sectores productivos dedicados a satisfacer las necesidades básicas del
pueblo.
c) Se están pagando sueldos y salarios en función de la
calidad del trabajo y se estimula la creación de cooperativas en los diversos
ámbitos de la producción y los servicios.
d) Se asigna el 10% de la inversión estatal a la
construcción de viviendas y al mejoramiento de su calidad.
La reestructuración, a pesar de su corta existencia y en
contra de quienes predecían su fracaso, ha dado ya resultados positivos en el
área económica. La renta nacional ha crecido un 4%, contra un 3% que se tenía
previsto para el presente año, la producción industrial creció un 4%, la fabricación
de robots se incrementó un 14%, la de sistemas automatizados un 160%. En un
30% aumentaron las inversiones para la modernización de la tecnología.
La productividad per cápita en el sector industrial creció
un 4%. La producción de cereales creció en un 17%, la productividad en el campo
lo hizo en un 6%.
En el aspecto social, la lucha contra el alcoholismo ha
logrado, por la primera vez, disminuir los accidentes de trabajo, así como las
6
pérdidas de tiempo, por ese motivo. La delincuencia bajó un 25% y los crímenes
graves un 33%.
Sin embargo, la perestroika aun tiene muchos objetivos
por delante. Entre ellos, en primer lugar, el del desarrollo y afianzamiento de la
democracia, sobre todo en el área productiva. Se está impulsando la realización
de asambleas y de consejos con el objeto de que los trabajadores, en forma
colegiada, en base a ser propietarios de los instrumentos de producción, puedan
determinar el ritmo y la calidad de los bienes y servicios, de conformidad con los
planes estatales. En síntesis, se trata de asignarles un poder decisorio real y
verdadero.
En el terreno de la integración de los órganos del poder
político se está impulsando un sistema altamente democrático que consiste en que
para las elecciones de diputados se presenten varias candidaturas, estas se
examinan en forma colectiva y se procede a la elección.
El Partido está experimentando también una serie de
cambios que están fortaleciendo en todos los niveles. El secretario general ha
denunciado de una manera directa y personal a una serie de dirigentes de
repúblicas y de distintos órganos del partido, acusándolos de burocratismo,
irresponsabilidad, e incluso de infringir algunas leyes estatales. Dichos dirigentes y
funcionarios han perdido desde luego sus posiciones.
La reestructuración que experimenta el Partido
comprende dese los organismos de base hasta el Comité Central y el Buró
Político. En los primeros, se reafirman y amplían los derechos y las facultades de
los militantes para elegir libremente a sus dirigentes y evaluar el cumplimiento de
su trabajo. En la elección de secretarios de comités distritales, comerciales,
urbanos y territoriales se ha establecido la votación secreta en las reuniones
plenarias.
El Secretario general del PCUS ha dicho que en el
partido no existen temas o asuntos prohibidos, sobre los cuales no se puedan
7
hacer análisis o la crítica y la autocrítica. Por ejemplo, se le concede una gran
importancia al hecho de que tanto el Comité Central como el Buró Político
mantengan un estrecho contacto con los Comités del Partido de las Repúblicas.
Que el cumplimiento de los acuerdos y las resoluciones se realice desde la base
hasta la máxima dirección. En este contexto, se ha sido particularmente exigente
en la rendición de informes y en el ejercicio de la crítica y la autocrítica.
Tanto en el Comité Central como en el Buró Político ha
habido un proceso de renovación de cuadros. Después del Pleno del Comité
Central de abril de 1985 se modificó a casi todo el secretariado, a los jefes de
departamento y a los miembros del Presídium del Consejo de Ministros.
El compañero Gorbachov, al referirse a estos cambios,
ha considerado que obedecen a la necesidad de que estén representados en
ellos los distintos sectores de la sociedad. Sobre el Comité Central, señaló que no
puede haber personas que estén libres de ser criticadas, al igual que personas sin
derecho a criticar. Y de que es necesario elevar la responsabilidad en las tareas
encomendadas, mejorar la disciplina y crear un ambiente de exigencia mutua.
La reestructuración económica y política ha tenido sus
detractores en el extranjero que han planteado que ante el fracaso del socialismo
la Unión Soviética está restableciendo el capitalismo o por lo menos algunas de
sus instituciones o valores. Nada más falso. El socialismo se está perfeccionando
y depurando a partir de su propia esencia, nadie está mirando hacia el pasado
sino al desarrollo potencial de ese modo de producción y de vida.
Otros opositores como el ex secretario de Estado,
Henry Kissinger, con mayor inteligencia política, condena la reestructuración
porque saben que de este proceso saldrá fortalecida la Unión Soviética en el
terreno económico y político y podrá desempeñar un papel más decisivo en los
asuntos internacionales a favor de la paz y por la causa de la liberación y la
democracia de los países explotados y dependientes.
8
Finalmente, existen otros, entre los que se encuentran
algunos elementos del PMS que consideran que la reestructuración significa
admitir las tesis de León Trotsky sobre el supuesto estado obrero burocrático o las
de Alexander Dubcek sobre el socialismo con rostro humano.
Al respecto es necesario recordar los conceptos de
Gorbachov sobre el trotskismo pronunciados en la reunión solemne para
conmemorar el 70 aniversario de la Revolución de Octubre. En primer lugar,
señaló que Trotsky optó por formar fracciones, sembrar el desconcierto entre las
organizaciones del partido y estorbar su trabajo. Recordó que Lenin consideraba
que Trotsky era un político excesivamente seguro de sí mismo, fraudulento y
voluble y al final definió que “el trotskismo es una corriente política cuyos
ideólogos escudándose en una fraseología seudorevolucionaria izquierdista,
ocupan posiciones capituladoras”.
La reestructuración permitirá a la Unión Soviética
acelerar las fuerzas productivas hacia un nivel jamás conocido por el hombre. Al
fortalecerse la base material del socialismo superando el conjunto de
contradicciones no antagónicas la URSS reiterará su superioridad indiscutible con
respecto a los Estados Unidos de Norteamérica y al hacerlo alejará, en definitiva,
el peligro de una nueva guerra.
9
La Reestructuración Económica y Política en la Unión Soviética (II).
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
Por el contrario, la sociedad soviética se ha ido
diversificando cada vez más y entre sus componentes surgen necesidades y
aspiraciones específicas que el Estado tiene que tomar en cuenta para enfrentar y
resolver. Es decir, el socialismo es fundamentalmente un humanismo integral. Por
esta razón Gorbachov dice que el hombre soviético es el centro de la
reestructuración económica y política.
Las ciencias sociales, en un periodo, dejaron de
abordar los problemas realmente existentes y se refugiaron en la escolástica y el
dogmatismo por lo que registraron un sensible retroceso. Ahora se pretende
superar esas deficiencias alentando las actividades creativas de la Academia de
Ciencias y las distintas asociaciones de escritores y artistas. Prácticamente, no
hay ningún espacio cerrado para el análisis y la investigación multidisciplinaria.
El secretario general del PCUS, al examinar el
inmovilismo, recordó que Lenin consideraba que un marxista debe tener en cuenta
la vida real, los hechos exactos de la realidad y no seguir aferrados a la teoría de
ayer.
El Pleno del Comité Central, de enero de 1987,
consideró los rezagos existentes en las ciencias sociales y tomó medidas para
vincularlas a una serie de problemas prácticos, como por ejemplo, al hecho de que
en la orientación del rendimiento de los obreros se optó por los aspectos
cuantitativos, abandonándose los cualitativos lo cual debe superarse para
incrementar notablemente la productividad laboral y social.
Como consecuencia de los errores, disminuyó el interés
por los estímulos morales, el menosprecio a la ley, la corrupción y el servilismo
hasta aparecer una ideología y una sicología del estancamiento, lo que se está
comenzando a remover desde abril del año pasado.
1
El Partido entiende la reestructuración como la
necesidad de unir los logros de la revolución científico-técnica a la economía
planificada y poner en acción todo el potencial del socialismo.
La base de esta reestructuración se encuentra en el
área política. Se pretende fortalecer la influencia y el papel dirigente del partido en
todas las actividades sociales y restablecer, con más fuerza, los principios de la
democracia y de la congestión socialista.
No se propone la restauración de relaciones de carácter
capitalista cuando se habla de poner al hombre como eje y destino de la política
económica; nadie ha propuesto la abolición de las relaciones socialistas en la
producción sino que esas relaciones deben adquirir plena vigencia y que se
superen todos los obstáculos ya observados por el análisis político del partido y de
los ciudadanos en general. Para lograr este elevado propósito están en marcha en
la URSS, después de un amplio debate nacional, una serie de medidas que a la
vez que buscan superar los problemas actuales pretenden un nuevo impulso al
potencial productivo de cara al siglo XXI.
Entre estas medidas se destacan las siguientes:
a) Modernización de la estructura administrativa de las
empresas para que solo se apliquen métodos de gestión que en la práctica hayan
comprobado su eficacia.
b) Se amplía la autonomía de las empresas pero
también su responsabilidad en el cumplimiento de objetivos y metas y se unifican
más los sectores productivos dedicados a satisfacer las necesidades básicas del
pueblo.
c) Se están pagando sueldos y salarios en función de la
cantidad y la calidad del trabajo y se estimula la creación de cooperativas en los
diversos ámbitos de la producción y los servicios.
2
d) Se asigna el 10% de la inversión estatal a la
construcción de viviendas y al mejoramiento de su calidad.
La reestructuración, a pesar de su corta existencia y en
contra de quienes predecían su fracaso, ha dado ya resultados positivos en el
área económica. La renta nacional ha crecido un 4%, contra un 3% que se tenía
previsto para el presenta año, la producción industrial creció un 4%, la fabricación
de robots se incrementó un14%, la de sistemas automatizados un 160%. En un
30% aumentaron las inversiones para la modernización de la tecnología.
La productividad per cápita en el sector industrial creció
un 4%. La producción de cereales creció en un 17% la productividad en el campo
lo hizo en un 6%.
En el aspecto social, la lucha contra el alcoholismo ha
logrado, por la primera vez, disminuir los accidentes de trabajo, así como las
pérdidas de tiempo, por ese motivo. La delincuencia bajó un25 % y los crímenes
graves un 33%.
Junio de 1985
3
La Reestructuración Económica y Política en la Unión Soviética IV
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La Revolución de octubre encabezada por Lenin,
transformó a la Rusia zarista en una potencia industrial económica y militar de
primera magnitud. A la vez abrió un nuevo ciclo en la historia de la humanidad, el
de las revoluciones socialistas triunfantes, que abolieron el régimen e la propiedad
privada.
En 1917, Rusia era una nación atrasada en el contexto
europeo, pero tenía, no obstante, un importante sector industrial dominado por el
capital extranjero. Solo el 14% de la población estaba formado por obreros
fabriles; el resto lo constituían las masas campesinas de las ciudades y los
latifundistas.
Setenta años después esas clases explotadoras han
desaparecido y ha habido un cambio cualitativo en el orden interno. Ahora el 61 %
de la población está formada por obreros, el 26% por empleados y el 12% por
campesinos koljosianos.
El régimen político autocrático y despótico fue
igualmente destruido para entregarse el poder al pueblo. En la actualidad el Soviet
Supremo, el 35% de los diputados provienen de la clase obrera, el 16% de los
campesinos, el 16% de los trabajadores de la ciencia, la educación y la cultura, lo
que demuestra el profundo proceso democrático real que existe en el país, sin
paralelo en el sistema capitalista.
En este periodo, merced al extraordinario desarrollo de
las fuerzas productivas, la producción material de la Unión Soviética en base a los
enormes recursos naturales con que cuenta y al esfuerzo de los millones de
obreros y campesinos, se ha incrementado en más de 80 veces. La URSS ocupa
el segundo lugar en el mundo en la producción industrial, destacándose en la del
petróleo, gas, acero, coque, mineral de hierro y en la fabricación de maquinaria.
1
Con más de un millón y medio de cuadros científicos de
elevado nivel, la Unión soviética se ha instalado a la vanguardia en campos de
conocimiento como las estaciones orbitales, los catalizadores de procesos
tecnológicos, el tendido de líneas de alto voltaje, de oleoductos y gasoductos, en
la construcción de centrales hidroeléctricas y en las tecnologías básicas de
industrias como la siderúrgica y la metalúrgica.
Sin embargo, a partir de los años setentas se
comenzaron a registrar distintos fenómenos negativos en el comportamiento de la
economía, de la sociedad y de la política.
Estos fenómenos fueron, entre otros, los siguientes:
a) Lenta aplicación de los progresos de la revolución
científico-técnica a los procesos productivos en la industria y la agricultura.
b) Crecimiento disminuido en el Producto Nacional
Bruto como resultado de esa desaceleración.
c) Pesado aparato burocrático en el sector de la
planificación económica que obstaculizaba la autonomía de empresas industriales
y de servicios.
d) Rezago en las distintas ramas de la industria ligera y
baja calidad en sus productos.
e) Insuficiencia en los suministros de materias primas y
maquinarias a los complejos industriales y agrícolas.
f) Incumplimiento de metas y objetivos de parte de
muchos componentes del aparato productivo.
Asimismo, en el terreno político-social algunos rasgos
se presentaron en forma paralela o relacionada con las deficiencias en el área de
la producción y la distribución:
1.- El alcoholismo se extendió en forma alarmante entre
los jóvenes.2
2.- Se redujo la capacidad de creación de científicos,
escritores y artistas.
3.- Debilitamiento de los procesos de la crítica y la
autocrítica tanto en el seno del Partido como en los sindicatos, el Komsomol y
otros organismos sociales.
4.- Escasa evaluación objetiva en el cumplimiento de
las responsabilidades de los funcionarios estatales y del aparato del partido.
5.- Inercia, indiferencia y burocratismo en las tareas
nacionales a causa de una concepción dogmática y fatalista de las distintas
resoluciones del Comité Central del Partido.
6.- Escasa iniciativa personal y colectiva de los
sindicatos, asociaciones de escritores, artistas y científicos así como del
komsomol y de las agrupaciones de mujeres.
7.- Incapacidad de las ciencias sociales para responder
a las demandas, exigencias y problemas de la sociedad en su conjunto y de cada
uno de sus sectores.
Este conjunto de dificultades y contradicciones fueron
reconocidas y discutidas ampliamente en el Pleno del Comité Central de abril de
1985. En esta ya histórica reunión, el secretario general del partido presentó un
diagnóstico claro, objetivo, honesto y constructivo sobre los problemas existentes
y se inició un proceso –que aún no termina- de toma de conciencia responsable y
de impulso del potencial ideológico y práctico del partido para efectuar las
transformaciones requeridas.
En toda la sociedad soviética se desarrolló e impulsó un
proceso de reflexión colectiva primero para encontrar las causas de esos
problemas e insuficiencias y después para solucionarlos en el marco de un
proceso de reestructuración que abarca desde los aspectos económicos hasta los
sociales y políticos.
3
Este proceso, presidio sobre todo por la crítica y la
autocrítica, bajo la dirección del Partido, que se ha puesto a la vanguardia del
pueblo en el que participan millones de soviéticos no tiene paralelo en la historia
moderna y se trata realmente de un esfuerzo nacional por impulsar y perfeccionar
las relaciones socialistas de producción y de vida.
Durante una etapa se pensó que en la medida en que
avanzaba la sociedad socialista desarrollada los problemas vitales del hombre se
resolverían en forma casi automática, sobre todos los relativos a su existencia
material y que el funcionamiento democrático era un fenómeno casi natural,
supuesto que había desaparecido las clases sociales opuestas. Sin embargo, es
necesario que al reconocer las contradicciones en el socialismo, se considera que
éstas no son antagónicas sino que se pueden superar en el marco del propio
sistema, ya que no existe la burguesía como clase, ni el régimen de la propiedad
privada de los instrumentos de producción.
Agosto de 1985
4
Unión Soviética: Diferentes Interpretaciones de la Perestroika.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
La separación y posterior reinstalación de Mijaíl
Gorbachov de la Presidencia de la Unión Soviética se debe a múltiples causas,
algunas surgidas del caos económico en que se encontraba el país desde hacía
varios años, a la desestabilización política y a la agudización de las diferencias en
el interior del PCUS, que se mostraron, por ejemplo, en el pasado pleno del
Comité Central y que están contenidos en el Congreso Nacional Extraordinario. La
reacción de los jefes de Estado de las potencias capitalistas nos está indicando
que ellos estaban muy satisfechos con la gestión de Gorbachov, sobre todo con la
apertura que estaba otorgando al capital extranjero y que estaba alentando la
marcha de la nación hacia el capitalismo. En particular han dado un gran apoyo a
su hombre de confianza: Boris Yeltsin, que ahora aparece como el defensor de la
legalidad constitucional.
¿Qué ha sucedido con Mijaíl Gorbachov? Que ante las
ideas originarias de la perestroika, planteadas inextenso durante el XVII Congreso
del PCUS, en julio de 1986 y el último informe que presentara el Comité Central,
existen diferencias no solo de grado o de forma sino de fondo.
En efecto, Gorbachov consideró en el pasado pleno del
Comité Central del PCUS que el modelo socialista había fracasado y que las ideas
del marxismo-leninismo habían dejado de tener validez y estaba diseñando, por lo
opuesto, una economía y una estructura social de corte netamente capitalista,
como las de Francia, Alemania o España y un partido no revolucionario, ni
clasista, sino de corte socialdemócrata, es decir, un partido típicamente burgués,
como el PSD en Alemania, el PS en Francia y el PSOE, en España que solo han
hecho algunas reformas parciales y limitadas al sistema capitalista, un simple
maquillaje que tolera la presencia de los grandes monopolios, la desigualdad de
las clases sociales y la explotación, en beneficio de una minoría, del trabajo
asalariado.
1
Esa postura de Gorbachov, es verdad, triunfó en el
Comité Central pero en el texto de la Resolución que se discute en la base del
partido con miras al Congreso Nacional Extraordinario, que se había programado
para finales del presente año, las tesis socialdemócratas no están expresadas y
en cambio si se reafirman los principios socialistas y el carácter leninista del
PCUS.
Las diferencias en el interior del partido gobernante han
sido muy agudas y han llegado hasta la escisión como ocurrió con el grupo “Unión de Comunistas por la Democracia”, que apareció en el seno del Partido
Comunista de la Federación Rusa, que pretendía reconocimiento del propio
partido y además facilidades para desarrollar sus actividades en el seno de la
estructura partidaria, la cual era evidentemente contraria a la naturaleza leninista y
la resolución tomada fue la expulsión de dicho grupo, que se está nucleando en
torno de Boris Yeltsin, adalid de la restructuración capitalista en la Unión Soviética.
Lo mismo sucedió con Alexander Yakovlev, de larga
militancia, quien también realizaba un trabajo proselitista en el seno del PCUS.
Para Yakovlev la solución de los problemas de la Unión Soviética están en la
instauración de la economía de libre mercado, abierta a los inversionistas
extranjeros, esto es el sistema capitalista pleno, en lo que coincide claramente
también con el grupo de Boris Yeltsin y de Eduard Sheverdnadza.
Mijaíl Gorbachov ha oscilado ente la corriente
procapitalista y la corriente socialista y hace concesiones a unos y a otros, según
la correlación de fuerzas existentes y la gravedad de los conflictos sociales. En
esta posición de equilibrio precario sufría presiones del Comité Central y de Buró
Político pero también de los otros agentes sociales y políticos, todo lo cual ha
impulsado el caos económico y la inestabilidad política, habiéndose perdido para
el socialismo la Presidencia de la República Federal Rusa, a manos de Yeltsin,
que actúa como un mandatario independiente en sus nexos con los jefes de
estado capitalista, buscando y obteniendo distintos apoyos, los cuales están
conduciendo a la RFR a la calidad de un Estado autónomo, ajeno, en la teoría y 2
en la práctica, con el tratado federal del nuevo tipo que Gorbachov estaba
negociando con los dirigentes de las Repúblicas, habiendo obtenido ya la firma de
la mayoría de ellas.
Gorbachov se ha enfrentado a serias dificultades que
no ha podido superar y que intentó hacerlo tomando medidas de corte capitalista.
Por ejemplo, no se recuperó la producción industrial, ni la productividad y para ello
buscó una afluencia considerable del capital extranjero, durante la reunión de
Londres de los 7, sin haberlo obtenido, continúa el desbasto de alimentos que
tanta irritación justa causa entre el pueblo, persiste la inflación autorizando
aumentos de precios mientras el primer ministro Pavlov ordenó su congelamiento;
existe un mercado negro de enormes proporciones y un profunda
desestabilización de la moneda nacional.
Las medidas de Gorbachov, al no poder solucionar
estos graves problemas, no obstante que existía el compromiso de hacerlo desde
1986, le han restado credibilidad y apoyo popular y el PCUS ha visto reducir su
influencia entre las masas trabajadoras, dejando el terreno libre al escepticismo, la
frustración y el avance de los grupos capitalistas. Hay que recordar nada más la
derrota sufrida en las elecciones presidenciales de la RFR, a manos de Yeltsin y la
aparición de distintos grupos y corrientes que están minando el carácter leninista
de la estructura partidaria.
Los objetivos que se iniciaron en 1985, con la asunción
de Gorbachov a la Secretaría General del PCUS siguen siendo válidos, en
términos generales, solo que la profundización de los conflictos, las resistencias a
los cambios y otros factores hicieron que se modificara al grado de que lo
expuesto y practicado en 1991 en muchos aspectos es muy distinto a lo que
inicialmente se había propuesto –transitar del socialismo burocrático al socialismo
democrático y humanista- y que respaldara ardorosamente tanto el partido como
la sociedad soviética en su conjunto, preocupaciones que ya no se vieron
reflejadas en las últimas actuaciones de Gorbachov, siendo ésta la principal causa
de la separación de su alto cargo y del grave conflicto suscitado la semana 3
pasada, independientemente de que el grupo que encabezó Yenayev no se ajustó,
para su actuación, al orden constitucional pues Gorbachov fue electo por el
Congreso de los Diputados Populares y no se tomó en cuenta a los órganos del
PCUS –Comité Central y Buró Político- vulnerando, aquí también, la propia
legalidad partidaria.
Septiembre 1988.
4
URSS: “Los Cambios van en la Dirección Correcta”.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Presidente de los Estados Unidos, George Bush, al
ser informado de los cambios políticos ocurridos, en la Unión Soviética, durante la
semana pasada dijo: “van en la dirección correcta” con lo que sintetizaba, en estas
palabras, su reconocimiento de que la URSS se encamina aceleradamente a la
desintegración y al desmoronamiento del sistema socialista. En efecto, los últimos
acontecimientos, suscitados después del frustrado golpe del 18 de Agosto, contra
Mijaíl Gorbachov, indican que se está entronizando un gobierno de corte
autoritario y derechista, encabezado por Boris Yeltsin, que se propone la
restauración de las relaciones capitalistas de producción y distribución.
En 72 horas se han producido reformas de tal
profundidad y magnitud que se está poniendo en riesgo el orden social, económico
y político que produjera la Revolución de 1917. Aquí no se trata de depurar,
reafirmar el socialismo, como fueron los propósitos originarios de la Perestroika,
en 1986, sino de destruirlo desde sus cimientos, acabar con la propiedad social de
los instrumentos de producción y abrir las puertas en forma masiva e
indiscriminada al capital extranjero.
En la práctica, el Presidente Gorbachov ha abdicado de
una parte esencial de sus facultades, las que les entregara el Congreso de los
Diputados del Pueblo; está compartiendo el poder de su alto cargo con Boris
Yeltsin, que se ha convertido en el “poder tras el trono”, en el verdadero factor e
poder en un país que se está disgregando, ante la incompetencia de Gorbachov
por mantener el estado federal y también ante la inoperancia del PCUS para
coadyuvar a la unidad del estado nacional, de conformidad con nuevos principios
de igualdad y de autonomía, pero manteniendo la estructura de un estado federal
renovado.
El socialismo –sus aspectos positivos, sus insuficiencias
y deformaciones- está en grave peligro de ser desmantelado y de integrarse a un 1
gobierno de corte dictatorial derechista, que haciendo a un lado a Gorbachov
prohíba y persiga la militancia comunista y socialista y por lo tanto haga retroceder
a la Unión Soviética a etapas ya superadas, perdiendo el pueblo trabajador todas
las conquistas que había logrado durante más de 70 años.
La Revolución de Octubre, como hecho histórico de
gran trascendencia, que iniciara una nueva etapa en la vida de todos los pueblos,
el inicio del socialismo, puede cancelarse y con ella la humanidad regresar a
etapas que ya había superado, abriéndose un nuevo periodo de dominación
general del régimen capitalista.
A los jefes de Estado de Alemania, Japón y Estados
Unidos les interesa, sobremanera, el desarrollo de los acontecimientos en la Unión
Soviética por un obvio interés de clase que nada tiene que ver con el sano
desarrollo económico y la democracia sino con un evidente objetivo de clase: la
destrucción del socialismo y la apertura de la economía a sus capitales, sin
taxativas y limitaciones de ninguna especie. Este es el Programa de los “500 días” que formulara Schatalin, que Gorbachov no aceptara y que ahora si puede
aplicarse pues esencialmente está demandando la abolición de la propiedad social
de las empresas, la tierra y los servicios y la entrega de importantes sectores de la
actividad productiva a los capitales occidentales, sin que el Estado tenga alguna
presencia importante, ni siquiera como mero agente regulador de los excesos y
privilegios de los grupos minoritarios.
Gorbachov tiene el poder prestado; la mayoría de los
ministros de su gabinete es gente partidaria de Boris Yeltsin, esto es, están a favor
del capitalismo, algunos en forma abierta, otros en forma embozada; se trata de ex
miembros del PCUS que ahora están implantando un clima de persecución
anticomunista, que solo nos recuerda a la época de Hitler, quien incendió el
Reichstag para tener un pretexto acusatorio contra los comunistas a los que
falsamente acusó. Así está ocurriendo hoy en la URSS: se pretende ilegalizar al
PCUS y prohibir la militancia comunista y socialista, lo que está implicando la
violación de los derechos humanos fundamentales.2
Hasta Gorbachov con sus debilidades ha afirmado que
se trata de un grave exceso acusar al PCUS de haber autorizado o incitado el
golpe del pasado 18 de agosto, pero Yeltsin no lo admite así y está orquestando
una verdadera “cacería de brujas” que ha causado indignación en el mundo
entero. En efecto, está claro que solo algunos miembros del Comité Central
estuvieron implicados en esos lamentables sucesos, pero que ni este órgano ni el
Buró Político, como órganos, estuvieron detrás de esos acontecimientos y por lo
tanto no es procedente la ilegalización del PCUS porque esto es contrario a las
normas democráticas más elementales. El castigo de personas implicadas en el
golpe del 18 de agosto no puede hacerse extensivo a miles o a millones de
personas, porque eso es opuesto a los principios generales del derecho. Además,
se están conculcando los derechos humanos de muchas personas, en el marco de
una política de absoluta hostilidad hacia el socialismo.
Sin la existencia de una Unión Soviética unida y
poderosa, los Estados Unidos no tendrán ya ninguna oposición en el mundo para
someter a todos los países a su dominio económico, social y político. Se trata del
“mundo unipolar”, del que ha hablado Fidel Castro quien ha advertido sobre la
perpetuación del sistema capitalista a nivel planetario, con una nueva división del
mundo en áreas de influencia: América Latina para los Estados Unidos, Europa
para Alemania y el Pacífico para Japón.
Julio 1988.
3
Significado del Triunfo de Yeltsin.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El triunfo de Boris Yeltsin en las elecciones
presidenciales de la República Federativa Rusa debe preocupar profundamente a
la Unión Soviética y a las fuerzas progresistas del mundo entero pues ha
prevalecido una corriente ajena al socialismo por completo, que pronto entrará en
colisión abierta con Mijaíl Gorbachov para impulsar en forma cada vez más
acelerada distintos procesos y mecanismos de restauración del capitalismo que
desde hace tiempo están en marcha en el país de Lenin.
Estos comicios tienen una gran trascendencia pues la
RSFR es la más importante de toda la Unión Soviética pues en ella se congrega el
52% de la población, representa el 76% del territorio nacional y concentra el 90%
del petróleo, el 76% del gas y el 72% de los recursos minerales. Además, se
encuentran ciudades históricas como Moscú y Leningrado, en donde también
obtuvieron la victoria los alcaldes de la misma línea derechista de Yeltsin, que
como dice el New York Times, se trata de un político impredecible, de un
temperamento voluble y mesiánico y por lo tanto constituye un verdadero peligro
para la existencia del socialismo en la Unión Soviética.
Sin duda, la persistente carencia de alimentos en las
tiendas estatales y de las cooperativas, los aumentos de precios de los productos
de consumo básico, la falta de planes y programas económicos de aplicación
consecuente, la disminución en la credibilidad del PCUS fueron factores que
irritaron a los habitantes de la RSFR que sufragaron por Yeltsin, lo que Gorbachov
interpreta como un “mensaje”, que quiere decir proporcionar un impulso más
fuerte y rápido a la transición hacia el libre mercado.
Triunfó la exasperación del pueblo porque a más de
ocho años de iniciación de la Perestroika no se ha podido desmantelar el sistema
socialista autoritario para pasar al sistema socialista humanista, de una economía
productiva que tenga mayor autonomía de gestión y financiera, que estimule la 1
competencia entre ellos y se incremente su tasa de utilidades para poder
reinvertirlas en el ámbito de su competencia.
Yeltsin está planteando, no la desburocratización del
sistema socialista sino su destrucción total, porque comparte la tesis de Yuri
Atansiev de que la Revolución Bolchevique fue un error de la historia y que por lo
tanto solo puedo haber producido un sistema socioeconómico detestable e
inhumano, el cual debe ser barrido desde sus cimientos.
Yeltsin abandonó el PCUS no porque estuviera en
desacuerdo con los dirigentes nacionales o en lo personal con Mijaíl Gorbachov,
sino porque de plano, renegó de sus convicciones socialistas y ha estado
trabajando por el establecimiento de las relaciones capitalistas en todos los
órdenes de la vida social.
No le interesa el mantenimiento del estado federal en la
concepción renovada que Gorbachov está proponiendo que permite incluso la
separación de las repúblicas sino la independencia completa y definitiva de la
PSFR lo que ha motivado distintos viajes por el extranjero y ahora en los Estados
Unidos, con el Presidente George Bush para obtener recursos financieros y
tecnológicos para el desarrollo de sus planes y gobiernos y no para que la Unión
Soviética resuelva algunos de sus problemas más apremiantes.
En el estado federal las repúblicas deben y pueden
tener la mayor capacidad de autodeterminación nacional, pero no pueden poner
en peligro la existencia del propio estado federal. Ahí tenemos la trágica
experiencia de Yugoslavia en que los movimientos separatistas han conducido
hacia la disgregación a ese país, a las puertas de la guerra civil y a
enfrentamientos sangrientos entre los miembros de las distintas nacionalidades.
El encuentro de Yeltsin con Bush implica una agresión
a Gorbachov, busca su debilitamiento político a nivel nacional e internacional, en
un momento en que se están negociando distintos créditos y proyectos de
inversión, procedentes de los países de Occidente.
2
El triunfo de Yeltsin puede significar una grave
vulneración del orden federal constitucional, ahora que se discute y pronto se
aprobará una nueva Constitución cuyo proyecto, al parecer, garantizará incluso el
derecho de separación de las repúblicas, siempre y cuando cumplan con una serie
de requisitos.
Los movimientos ultranacionalistas muchas veces no
valoran los grados de interdependencia económica que tienen con el resto de las
repúblicas, regiones y comarcas y que no podrían subsistir como naciones
independientes. Tales son los casos de las repúblicas del Báltico que dependen
en más de un 80% de los suministros de materias primas y energéticas de otras
regiones y que no podrían tener una existencia separada porque bastaría que el
gobierno central les suspendiera las dotaciones de gas para que su economía
entrara en un colapso.
Debemos esperar con la victoria de Yeltsin un avance
mayor de los partidos del regreso al capitalismo en la Unión Soviética.
Octubre 1988.
3
La Consolidación de la Perestroika.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La culminación del IV Congreso de los Diputados
Populares de la Unión Soviética, después de diez días de intensas y acaloradas
sesiones, ha significado un fortalecimiento en el liderazgo personal de Mijaíl
Gorbachov, una reestructuración política y administrativa del gobierno y una
consolidación de la corriente que impulsa la perestroika pero que no está de
acuerdo con la aventuras económicas, los planes de “shock” que han probado su
fracaso en los países capitalistas ni tampoco, con la restauración de las distintas
formas de la propiedad privada.
El nuevo gobierno soviético quedó integrado por un
Presidente, un vicepresidente que suplirá las ausencias de aquel, el Consejo de la
Federación y el Gabinete de Ministros. Como se recordará, tanto el cargo de
Presidente como de vicepresidente deberán ser electos por medio de la votación
libre y secreta de todos los ciudadanos, pero por esta sola ocasión fueron
designados en forma indirecta, esto es, por el Congreso de los Diputados
Populares, que se está encargando de dictar las normas generales en materia
económica, social y política.
El Consejo de la Federación coordinará las actividades
de los órganos estatales de la Unión y de las Repúblicas, supervisará el
cumplimiento del Tratado de la Unión, el cual, todavía está en proceso de
elaboración y en torno al cual habrá pronto un referéndum nacional, regulará las
diferencias entre los distintos grupos étnicos y las que pudieran existir por razones
de límites territoriales.
Surgió también el Consejo de Seguridad, que elaborará
las recomendaciones sobre la política nacional en materia de seguridad y para
garantizar la estabilidad y la legalidad, ahora amenazada por los grupos que
acaparan alimentos en las grandes ciudades y por quienes han impulsado la
práctica organizada de la prostitución y de la pornografía. El referido Consejo 1
tendrá como instrumento político a la KGB y desde luego, al Ejército que cada vez
están desempeñando una función más activa y decisiva en la actual etapa.
Se aprobó también la creación del gabinete de
Ministros, que sustituye al anterior Consejo de Ministros, con la característica e
que aquel depende directamente del Presidente, el cual puede remover libremente
a sus integrantes, pero las disposiciones que emita dicho Gabinete pueden ser
anuladas por el Soviet Supremo, que sigue siendo el órgano parlamentario
superior pues entre otras facultades, un voto de censura puede provocar la caída
del propio gobierno. Desde luego, está también el Congreso de los Diputados
Populares, que es el que ha terminado sus sesiones en Moscú y que trabaja en
forma coordinada con el Soviet Supremo y el Soviet de las Nacionalidades.
El Congreso de los Diputados Populares implicó una
derrota para aquellos grupos y fuerzas que, aunque pequeñas y no
representativas, están a favor del paso acelerado a la llamada “economía de libre mercado” sin tomar en cuenta que dicha transición solo ha provocado
desempleo, cierre de empresas, elevada inflación y pérdida de conquistas
sociales.
Los apologistas a ultranza de la economía de libre
mercado en el fondo están planeando una restauración de las formas y distintos
mecanismos del capitalismo y por eso el famoso Plan de los 500 días, formulado
por la Académico Shatalin no ha sido aprobado por los órganos competentes ni ha
sido aprobado por el pueblo, el que le ha hecho muy fuertes críticas, proponiendo
en su lugar un proceso gradual de flexibilización de las estructuras económicas,
pero debidamente reguladas por el Estado, de conformidad con las resoluciones
que al respecto emitió el pasado Congreso del PCUS, quien pese a todo lo
sucedido, no ha perdido su papel de fuerza política y social de vanguardia de la
sociedad soviética.
La elección de Guernardi Yanayev, como
vicepresidente a propuesta de Gorbachov es un triunfo de aquellos sectores que
2
en forma mayoritaria están a favor de la consolidación de la perestroika como
camino para reforzar y perfeccionar el socialismo y otra prueba de ello, ha sido la
ratificación del nombre oficial de la URSS en contra de la peregrina propuesta de
eliminar la denominación “socialista” por “gobernar” la que no concitó ningún
apoyo en el Congreso.
(Contrasta esta posición con lo que ocurrió en los
países de Europa Oriental, que lo primero que hicieron sus “nuevos” gobiernos
socialdemócratas, fue eliminar el concepto de repúblicas socialistas y acabar con
los símbolos del socialismo, sobre todo con la figura de Lenin, cuando que los
errores cometidos en los países del socialismo real, se debieron, en gran parte, a
que precisamente se apartaron de ciertas enseñanzas de Lenin y por lo tanto,
Lenin nada tiene que ver con las desviaciones y deformaciones sucedidas durante
cuarenta años)
Yanayev es un militante comunista de larga trayectoria
pues primero ocupó la dirección del komsomol, después del Comité de las
Organizaciones Juveniles de la URSS que se encarga de las relaciones con todas
las organizaciones juveniles del mundo, más tarde fue Presidente del Consejo
Central de los Sindicatos y después ingresó al Buró Político. Durante el
interrogatorio a que lo sometieron los diputados populares, Yanayev ratificó sus
firmes convicciones socialistas y marxistas, su disposición a servir en este
momento crítico del país, de descontento ostensible del pueblo originado por el
desabasto de alimentos y de cierto escepticismo político porque la gente observa
que pasa el tiempo y se celebran múltiples reuniones ya del partido, del Soviet
Supremo y del Congreso de los Diputados del Pueblo y algunos graves problemas
no se han resuelto, aunque en honor a la verdad la conducta de Mijaíl Gorbachov
se ha endurecido en las últimas semanas contras los aparadores de productos de
primera necesidad y contra quienes están difundiendo publicaciones pornográficas
y fomentando la delincuencia y el pandillerismo.
La corriente derechista que encabeza Boris Yeltsin,
desde luego hizo su aparición en el Congreso pero no logró ningún triunfo político 3
significativo quedando en evidencia que no tiene un proyecto alternativo de nación
porque ni siquiera en la Federación Rusia ha podido imponer la “economía de libre
mercado” debido a la interdependencia económica, tecnológica, comercial y
energética que existe entre todas las Repúblicas y también en gran parte a causa
de la oposición de los trabajadores que no están dispuestos a perder las
conquistas sociales que el socialismo ha producido.
A la manera de una respuesta política y asumiendo una
vez más sus conocidas posiciones nacionalistas y separatistas el grupo de Yeltsin
se negó a otorgar la contribución necesaria para el financiamiento del Presupuesto
de 1991 por lo que conviene hacer una pregunta: ¿qué haría la Federación Rusa
si, en contrapartida, el resto de las Repúblicas que forman la Unión le dejara de
suministrar materias primas, combustibles y alimentos? El asunto toral de la
autonomía en el marco de la interdependencia económica y social que implica
pertenecer a un Estado Federal no será resuelto, desde luego por Yeltsin o por
cualquier otro funcionario o dirigente sino por medio de una consulta nacional al
pueblo, que estamos seguros, no permitirá la desintegración del Estado Soviético,
aunque con justeza, las repúblicas tendrán una mayor independencia para abordar
sus problemas internos.
Julio 1988.
4
Unión Soviética: La Crisis Llegó a los Extremos.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El 18 de agosto, a tan solo dos días de que se
suscribiera el nuevo Tratado de la Unión, un grupo de la alta dirección soviética
decidió sustituir de la Presidencia de la Unión Soviética a Mijaíl Gorbachov,
constituyéndose un Comité Estatal Especial, integrado por ocho personas, que de
inmediato, decretó el estado de urgencia por espacio de seis meses. El país,
inmerso en una profunda crisis económica, social y política, estaba llegando a los
extremos de la desintegración, el caos económico y la absoluta desestabilización
política nacional.
Con el golpe dado a Gorbachov, culmina un proceso
largo, accidentado, violento, en el que cada día aparecen nuevos problemas y
dificultades, iniciado en marzo de 1985, cuando Gorbachov fuera electo secretario
general del PCUS, en sustitución de Constantin Chernenko. Ello no quiere decir
que la perestroika, como proceso de reformas, por lo menos en sus propósitos
originarios, se haya cancelado sino, con seguridad, habrá un replanteamiento de
los objetivos y las metas y también de los procedimientos para lograrlos, en
consonancia con el fortalecimiento y perfeccionamiento del régimen socialista y
habrá castigo contra el grupo que altero el orden constitucional vigente,
recordando que Gorbachov fue electo Presidente por el Congreso de Diputados
Populares y solo este elevado órgano lo podía separar de su cargo.
El Comité Estatal, que encabezó Gennady Yenayev,
caracterizó la situación nacional como sumamente peligrosa, ya no solo para el
sistema socialista, sino para la existencia de la propia Unión Soviética, como
Estado y como país. Y en parte, tenía razón pues en el proyecto de nuevo Tratado
de la Unión se otorga un ámbito tan grande de autonomía de las repúblicas que en
la práctica no existe un estado federal sino una asociación de estados soberanos,
con un equilibrio político constitucional muy similar a Yugoslavia que se encuentra
también en una crisis profunda en una guerra civil, que solo puede conducir a su
1
desaparición como estado y a su desmembramiento como país, amén de la
liquidación virtual del socialismo autogestionario implantado desde la época de
Tito y la nulificación de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, como partido
gobernante.
La perestroika no ha sido un proceso unilineal sino que
ha tenido muy diferentes interpretaciones y aplicaciones. Por ejemplo, durante el
XVII Congreso del PCUS (1986) se hicieron una serie de formulaciones, todas
ellas enmarcadas en el régimen socialista, pero ya en los planteamientos de Mijaíl
Gorbachov durante el último pleno del Comité Central, efectuado en julio pasado,
se notó un verdadero alejamiento, cuando no, una ruptura, con los propósitos
originarios que postulaba la sustitución del anterior sistema autoritario y
excesivamente centralizado, para edificar un sistema socialistas democrático y
humanista. Ahí Gorbachov habló un lenguaje muy diferente, el de la social
democracia capitalista tipo España, Alemania o Francia.
Tanto por los resultados del último pleno del Comité
Central, que conocemos en forma incompleta por parte de la prensa occidental,
como por el Proyecto de Resolución que actualmente se discute en la base del
PCUS, con mira al Congreso Nacional Extraordinario concluimos que en total la
estructura partidaria se está generando una profunda discusión, sobre la base de
criterios diferentes, muy encontrados. Por un lado, está la corriente que, de plano,
propone la restauración del capitalismo, o sea, la vuelta al pasado y por la otra,
están los partidarios de los cambios y las reformas, hasta donde sean necesarios,
pero manteniendo las grandes líneas del socialismo. La sustitución de Gorbachov
es un reflejo de esas agudas contradicciones, y aunque debemos reconocer que el
grupo que encabezó Yenayev lo hizo al margen de los mecanismos
constitucionales y de los órganos regulares del PCUS, como son el Buró Político y
el Comité Central.
Los acontecimientos económicos, sociales y políticos
fueron más rápidos y han sido más intensos que las meras elaboraciones teóricas,
así como la promulgación de leyes y decretos, la aplicación de medidas, de orden 2
administrativo y gubernamental duras y enérgicas. Me refiero, a que pese a todas
las decisiones, tomadas persiste el desabasto de alimentos, que provoca la justa
irritación de la población y al mismo tiempo socaba la credibilidad de la perestroika
porque la gente opina que vivía mejor durante la etapa de Leonid Breznhev;
continúa la “mafia” acaparando productos básicos y vendiéndolos en el mercado
negro obteniendo elevadas ganancias, en detrimento de los trabajadores;
persisten las huelgas que han desplomado la producción de bienes y materias
primas, como en el sector petrolero y minero y siguen los conflictos étnicos, por los
ultranacionalistas que no miden las consecuencias de sus actos contrarios a
cualquier estado federal que se proponga.
Por otra parte, el grupo procapitalista liderado por Boris
Yeltsin, apoderado del gobierno de la República Federativa Rusa, está
intensificando sus relaciones con las potencias occidentales, al margen del poder
central, con el objetivo deliberado de acabar con él y constituir en la RFR en un
estado plenamente independiente, que no tendría nada que ver con el nuevo
Estado Federal que propuso Gorbachov a todas las repúblicas. Yeltsin ya no tiene
convicciones socialistas, ni siquiera socialdemócratas, sino que abiertamente, está
promoviendo la entrega de importantes sectores económicos y empresas básicas
al capital extranjero, para que usufructúe el mercado nacional y explote la mano
de obra de los trabajadores soviéticos.
Otros acontecimientos nos están revelando serias
discrepancias en el seno de la dirección del PCUS y del Estado entre las que
destacamos la solicitud del Primer Ministro Vladimir Pavlov para tener mayores
facultades sociales y políticas, a efecto de establecer un mayor contrapeso con
respecto a las atribuciones que tiene Gorbachov; otorgar un papel más relevante
al Ministerio del Interior y del Ejercito, manteniendo la presencia de las células del
Partido en su interior, y una serie de expulsiones del PCUS de personas como
Alexander Yakolev, que estaba pretendiendo un cisma de gran magnitud, violando
claramente los principios leninistas.
3
Después de los graves acontecimientos del 18 de
agosto y el retorno de Mijaíl Gorbachov en la Presidencia y la secuela de medidas
tomadas en contra del Comité Estatal de emergencia, la lucha política continuará
entre la corriente procapitalista y la socialista, aunque ahora, en este momento, en
condiciones más favorables para la primera que usufructuará en su beneficio las
sensibles repercusiones negativas del golpe contra Gorbachov.
Agosto de 1991
4
Un Referéndum Histórico en la Unión Soviética.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El próximo 17 del actual, será decisivo para el futuro
socialista de la Unión Soviética y por lo tanto, también para la lucha revolucionaria
en todo el mundo. Nadie puede ignorar, ni menospreciar las graves repercusiones
políticas y sociales que habría entre todos los pueblos si triunfaran los partidos de
la desintegración de la URSS y del derrocamiento del Presiente Mijaíl Gorbachov,
Sería un golpe muy serio para quienes combatimos por un sistema en el que se
elimine la explotación del hombre por el hombre.
Los soviéticos tendrán que decidir si continúan viviendo
bajo las normas jurídicas constitucionales de un Estado Federal renovado en el
que otorguen más garantías y libertades a las repúblicas o por el contrario, se
separan en un conjunto de Estados Independientes, sin ningún vínculo con el
poder central y por lo tanto, la URSS estaría viviendo en una etapa feudal, desde
el punto de vista territorial, para sentar las bases de la restauración del sistema
capitalista.
Sin exageración alguna y apegándonos a todo realismo,
desde luego, con una gran preocupación y dolor, el 17 del presente se decide si
continúa existiendo la Unión Soviética, o no; o mejor dicho, si algunas o muchas
repúblicas se separan de dicha unión, lo que afectaría desde luego la base
económica y social socialista.
El Presidente Gorbachov ha sido objeto de enormes
presiones y agresiones de parte del grupo antisocialista que jefatura Boris Yeltsin
y ha resurgido un feroz chovinismo en muchas repúblicas, que se traduce afán
1
separatista, sin mediar las consecuencias de lo que ello puede implicar para todos
los habitantes de la URSS.
La consulta pública nacional del día 17 se celebra en un
contexto extremo e interno muy difícil y complicado: la influencia de la Unión
Soviética se ha reducido en forma considerable en el mundo entero, ha perdido
aliados y amigos en varias zonas o regiones, como sucedió en el Medio Oriente y
la política exterior que estaba totalmente a la defensiva apenas se encuentra en
una fase de transición, con el nombramiento del nuevo canciller, Bessermitl, para
pasar a una actitud más enérgica y combativa, de recuperación de los espacios
perdidos o cedidos ingenuamente por el anterior Ministro de Relaciones
Exteriores.
En el Plano interno, continúa el desabasto de alimentos,
si bien ya no es tan grave como en el mes de diciembre o enero; persisten los
desajustes comerciales y financieros, los de carácter monetario porque la
economía soviética sigue en una fase de tránsito hacia lo que se llama una
economía de mercado regulada por el Estado y por lo tanto, existe descontento e
irritación entre el pueblo porque pasa el tiempo y los serios problemas que
padecen no se están solucionando.
Las diferencias políticas se han acentuado, llegando a
extremos de polarización: se organiza una manifestación popular de apoyo a las
propuestas pro capitalistas de Boris Yeltsin un día y al siguiente, miles de
soviéticos se congregan en las plazas públicas repudiando la posible
restructuración del pasado y respaldando al Presidente Gorbachov, que ha
aparecido verdaderamente angustiado, al grado que admitió una eventual
desintegración de la Unión Soviética.
2
El 17 del presente, no sólo se decidirá, sería ingenuo
creerlo, el destino del Estado Federal Soviético, esto es, una estructura jurídica-
política determinada sino lo que es más importante aún, el futuro de una estructura
económica y social, la socialista, la que se encuentra en proceso de cambiar
desde hace cinco años y que aún no alcanzan a definirse los nuevos perfiles o
características de la estructura que se pretende edificar, con base en las grandes
líneas directrices de la perestroika.
Hacemos votos porque los soviéticos digan “si”, al
Estado Federal renovado y a la continuación histórica y al perfeccionamiento del
régimen socialista. Por el bien de ellos y de todos los pueblos del mundo, ya que
el “no” desbrozaría el camino para la implantación del “nuevo orden” que está
preconizando, con un ánimo triunfante y victorioso, la administración de George
Bush.
Octubre de 1988.
3
Los Intereses Occidentales sobre la Unión Soviética.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La reciente reunión sobre Derechos Humanos,
convocada por la Comunidad Económica Europea, efectuada en Moscú, confirma
la tendencia de que habrá “ayuda económica” a la URSS siempre y cuando
existan programas viables de carácter netamente capitalistas que permitan la
expansión de los negocios occidentales. Incluso la denominan “asistencia
alimentaria”, para soportar las carencias del próximo invierno, está siendo
determinada por las “reformas estructurales” que debe emprender el grupo
encabezado por Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin.
La perestroika se propuso en 1986 acabar con el
sistema socialista excesivamente centralizado y autoritario y edificar un sistema
socialista democrático y humanista. Esta gran propuesta, que contó con el abierto
apoyo de la mayoría del pueblo y del movimiento revolucionario a escala mundial,
estuvo vigente propiamente hasta el pasado pleno del Comité Central del PCUS
en donde concluyó Gorbachov –en su informe- que el sistema (socialista)había
fracasado, pero señaló además que se proponía la construcción de un sistema
tipo Francia, Alemania o España, esto es, un sistema capitalista en donde los
monopolios dictan las reglas fundamentales de la economía nacional.
Desapareció del lenguaje político de Gorbachov el
concepto socialista y ya no lo volvió a utilizar. Después del frustrado golpe del 18
de agosto y de la consolidación del grupo de Yeltsin, esa tendencia se ha
acentuado, al grado que podemos concluir que lo que está sucediendo hoy en la
URSS no tiene nada que ver con las formulaciones originarias de la perestroika,
con las resoluciones de los congresos del PCUS, de sus Comités Centrales y que
la URSS se encamina por la vía capitalista.
¿Cuál es el “modelo capitalista” que está tratándose
de implantar en la URSS por parte de Gorbachov y Yeltsin?
1
Sin duda, se trata de un capitalismo
extraordinariamente dependiente de las inversiones y los empréstitos
occidentales. El primer ministro, Iván Silayev, que es un elemento incondicional
del Presidente de la Federación Rusa, ha afirmado que el país necesita la suma
de 100 millones de dólares a corto plazo y para ellos se preparan una serie de
medidas de carácter político para que esos capitales puedan fluir.
Hasta hoy la conducta de Estados Unidos, Japón y
Alemania es la de llevar a la URSS al vasallaje y al sometimiento y están
exigiendo cada día más y más cambios en la “dirección correcta”, vale decir que
sientan las bases para que florezca la semilla del capitalismo. Ya tienen un
gobierno que les es totalmente favorable y ahora demandan la implantación de un
programa concreto específico, que avance hacia la economía de libre mercado,
hacia una estructura productiva en donde el estado federal, en este caso,
conserve las tareas de la defensa nacional, pero las funciones económicas
básicas se asignan a las repúblicas y éstas a los agentes privados.
Este tampoco fue el proyecto originario de la
perestroika pues, hay que recordarlo, planteaba una economía de libre mercado
pero conservando el Estado la propiedad y el control de las ramas fundamentales
de la economía nacional. Gorbachov acuñó una frase feliz: “economía de libre mercado regulada por el Estado”. O para emplear un concepto más familiar:
“economía mixta” en donde coexistieran la propiedad estatal con el peso mayor,
la propiedad social (que en la URSS podría tener un enorme desarrollo, si
persistiera el rumbo socialista del país) y la propiedad privada. Pero este esquema
no conviene a las potencias occidentales que ahora sí, abiertamente, se disputan
el mercado y los gigantescos recursos naturales y la mano de obra calificada del
país de los soviets.
El gobierno de Bush señaló en forma insistente que el
mantenimiento de la asistencia comercial y militar de la URSS a Cuba era un
impedimento para que los Estados Unidos pudiesen invertir en la Unión Soviética.
Hoy ese obstáculo se ha eliminado, con la amplia sonrisa, llena de satisfacción de 2
James Blaker. Japón condicionó sus operaciones a la negociación de las Kuriles y
ya Boris Pankin, canciller ruso, ha declarado que están dispuestos a discutir su
devolución y así se ha desbrozado el camino para que pueda fluir la inversión
extranjera, prácticamente sin limitación alguna y en medio de facilidades que hoy
en día solo México en el mundo puede ofrecer.
Los intereses occidentales respecto de la Unión
Soviética buscan transformar a ésta en un enorme mercado para sus productos,
bienes de capital y tecnología, partiendo de la base material de que la URSS está
suficientemente dotada de recursos naturales, en la minería, la agricultura, la
ganadería, los materiales estratégicos, el petróleo, la energía eléctrica y una clase
obrera capacitada desde el punto de vista tecnológico, la cual puede acceder a
otros niveles de preparación sin grandes dificultades y a un mercado de servicios
potencialmente muy grande, que hasta hoy había estado insatisfecho.
Este es el futuro que le está deparando a la que fuera
primera potencia socialista del mundo: entrar al proyecto de la Casa Común
Europea, desde España hasta las fronteras con China y el Oriente, hasta los
límites del mundo musulmán.
Septiembre 1988.
3
Yeltsin se Desliza más a la Derecha.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La semana pasada, el Presidente Boris Yeltsin, de la
República Rusa recibió fuertes ataques no solo de quienes sostienen aún
convicciones socialistas sino de la población en general a causa de que la política
económica ha conducido al país a una crisis sin precedentes y porque en el
escenario internacional se ha plegado a los dictados del imperialismo yanqui y de
los grandes monopolios.
Si hemos caracterizado a Yeltsin, desde hace
tiempo, como un hombre de derecha, ahora podemos afirmar que se ha deslizado
más hacia posiciones retardatarias, hacia el autoritarismo, hacia la dictadura, en
perjuicio del nivel de vida que había alcanzado el pueblo durante el socialismo y
de las libertades políticas que se habían obtenido durante la época de la
perestroika.
Hace unos días se ha iniciado un proceso judicial,
impulsado por Yeltsin, que pretende prohibir la existencia del PCUS o de cualquier
otro partido comunista y socialista lo que, de suceder, implicaría la negación de un
derecho básico de todos los ciudadanos, en cualquier país del mundo, el de
afiliarse o participar en el partido político que consideren más conveniente.
Ha amenazado a Mijaíl Gorbachov por sus frecuentes
declaraciones públicas conminándolo a que guarde silencio y se retire de las
actividades políticas, también amenazándolo, lo que implica la vulneración de
cualquier orden democrático.
En el terreno de las relaciones con el resto de las
repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) está aplicando una
política de gran potencia y de una profunda agresividad armándose más allá de
los límites defensivos necesarios, que pudiera tener cualquier país y está
utilizando las armas nucleares de que dispone su gobierno como un recurso de
1
chantaje y de presión sobre todo contra las repúblicas centroasiáticas, pero se ha
enfrentado a Ucrania en el marco de una rivalidad que puede romper la precaria
unidad con que ha funcionado la Comunidad de Estados Independientes.
La situación se ha agravado al grado de que Yeltsin
pretende establecer nuevas estructuras militares en la frontera con el resto de las
repúblicas lo que quiere decir que existe un fuerte sentimiento de hostilidad entre
pueblos que se mantuvieron unidos durante varias décadas.
En el colmo de una política que contradice no solo la
conducta que tuvo el gobierno soviético hacia el resto de los países socialistas de
Europa sino a las normas más elementales del Derecho Internacional, el
representante de Yeltsin ante el Consejo de Seguridad de la ONU respaldó las
sanciones que se aplicaron contra Serbia y Croacia, que consisten, entre otras
medidas, en la aplicación de un embargo. ¿Dónde quedaron los lazos de amistad
y de fraternidad que en el pasado unieron a los pueblos de Rusia y de Yugoslavia
y que se manifestaron en forma muy concreta durante la Segunda Guerra
Mundial? ¿Por qué unirse a los países imperialistas que lesionan los intereses del
pueblos de ese país balcánico que está sufriendo una ya larga y sangrienta guerra
civil que ha terminado por desintegrar lo que uniera el extinto Presidente Josep
Broz Tito?
Sin duda, la política internacional del gobierno ruso
pretende obtener la simpatía del gobierno de los Estados Unidos para que le
otorguen empréstitos y le suministre inversiones para superar la grave crisis
económica y social, exactamente como lo hace Guillermo Endara, en Panamá o la
señora Violeta Chamorro, en Nicaragua, que siempre están solicitando un puñado
de dólares al Presidente Bush para poder enfrentar, aunque sea en parte, sus
enormes dificultades financieras y comerciales.
Pero para hacerlo tienen que hacer enormes
concesiones de orden político que llevan a esos países a la humillación nacional
frente al imperio.
2
Yeltsin, ante las manifestaciones de descontento del
pueblo ruso por la galopante inflación y por la prolongada carencia de alimentos,
ha declarado que seguirá aplicando las políticas que le encomendó el Fondo
Monetario Internacional a pesar de que la crisis económica y social aún no toca
fondo y sigue agravándose con serios perjuicios para los trabajadores, sobre todo,
para los millones de jubilados y pensionados, que con sus raquíticas
percepciones, apenas pueden adquirir algunos alimentos.
Por otra parte, Yeltsin parece ignorar una realidad, que
los países latinoamericanos conocemos muy bien: en ninguna nación los
programas de choque o de “estabilización” han contribuido a superar los índices
de pobreza y miseria; por el contrario, los han profundizado y extendido al
máximo. Si bien producen una relativa mejoría en el ejercicio de las finanzas
públicas, a mediano y largo plazo generan una gran dependencia de parte de los
organismos internacionales, los grandes bancos comerciales y los monopolios
mundiales.
El Presidente de Rusia se ha enfrentado a una
creciente oposición no sólo de los diputados socialistas, que han pedido su
renuncia sino también de amplios sectores de la población, de grupos que incluso
le habían apoyado en el pasado, porque se están dando cuenta, en carne propia,
que la economía de libre mercado, no resuelve automáticamente los problemas
económicos y sociales, ni se eleva su productividad, ni se logra la modernización
tecnológica, ya que todos estos procesos son muy complejos y difíciles y que se
tienen resultados solo a mediano y largo plazo.
¿Lo entenderá así Yeltsin o seguirá sacrificando las
expectativas de vida del pueblo ruso?
Junio 1988.
3
Mijaíl Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Restaurador del capitalismo, culpable de las derrotas de
los partidos comunistas en Europa Central, hombre pragmático, sin ideología,
equilibrista y conservador, tales son apenas algunos de los adjetivos que se han
lanzado contra el Secretario General del PCUS y Presidente de la URSS, de parte
de quienes no hacen un análisis serio de lo que está pasando desde hace tiempo
en aquel inmenso país.
Una de las cualidades personales de Gorbachov es su
honestidad intelectual, claridad para exponer incluso los problemas más graves y
sobre todo, responsabilidad partidaria y estatal, pues en 1985 cuando la economía
nacional observaba signos evidentes de agotamiento y el sistema político de
esclerosis, no tuvo empacho de plantear así las cosas en el Comité Central del
Partido, aunque con ello provocara una furiosa ofensiva de las fuerzas capitalistas
e imperialistas.
Cuando al darse cuenta que una simple aceleración no
era suficiente propuso una serie de reformas profundas algunas de las cuales ya
se han llevado a cabo, luchando contra pesadas inercias, privilegios que algunos
dirigentes y funcionarios habían acumulado a lo largo de los años y contra un
pesado aparato administrativo que estaba frenando de una manera objetiva el
crecimiento de las fuerzas productivas.
Gorbachov ha iniciado o promovido cambios muy
importantes en la estructura y funcionamiento del partido, como los relativos a la
renovación de los órganos directivos (Comité Central y Buró Político) mayor
participación y más efectiva de la base en los procesos de elección y de la
elaboración de la política general y sectorial y desde luego ha conducido a la
organización partidaria a un escenario político en donde la competencia es más
fuerte que en el pasado.
1
El propósito de la derogación del artículo 6 de la
Constitución, relativo a la consagración jurídica del papel dirigente del partido en la
sociedad, fue el de sacudir toda su estructura, poner en tensión a sus miembros,
cuadros y dirigentes que estaban acostumbrados a las victorias sencillas y para
poner en movimiento a otras fuerzas políticas, si es que estas las creaba la propia
sociedad y no para constituir una falsa oposición desde el poder, para dar la
apariencia de juego democrático, como ocurre en muchos países capitalistas.
Es cierto que han aparecido unos ochenta grupos que
en el lenguaje tradicional denominan partidos políticos, pero que todavía no son
tales, pero la mayoría de ellos se pronuncian por la continuidad histórica, el
perfeccionamiento del socialismo, al grado de que Mijaíl Gorbachov ha trazado
como estrategia de los miembros del PCUS el acercamiento y la unidad con ellos,
o la alianza con las fuerzas democráticas, como las definió en su discurso del
pasado 7 de noviembre.
Gorbachov, en reiteradas ocasiones, ha manifestado su
franca oposición a cualquier restauración del capitalismo señalando que si bien es
necesario pasar a la economía de mercado, ésta debe ser regulada por el Estado,
esto es, no sería una economía libre como la conciben los teóricos del
neoliberalismo que proclaman la hegemonía de la iniciativa privada.
Como puede suceder en una nación de la magnitud
poblacional y de la complejidad social, de la vastedad territorial de la Unión
Soviética y de la consolidación que había tenido el sistema político imperante
hasta 1985, las transformaciones no pueden ser sencillas sino sujetas a una lucha
intensa, al enfrentamiento de distintos enfoques acerca de las soluciones más
viables y en este contexto de competencia y de análisis, Gorbachov desempeña
un doble papel, el de mantener la unidad del partido por encima de cualquier otra
consideración y de conservar la unidad de la nación.
2
Por lo tanto, el secretario general del PCUS está
combatiendo con mucha energía, aunque a veces no con el éxito requerido, contra
los grupos y tendencias escisionistas y separatistas siendo este fenómeno general
el principal desafío y peligro porque nadie puede ignorar que si el partido se
debilita, el país entra al caos y si la república se desintegra, la Unión Soviética
puede dejar de existir como un Estado para ser un conjunto de repúblicas
soberanas e independientes.
Gorbachov está interesado en que los distintos
enfoques en torno a la reforma económica se aborden en forma constructiva, tanto
en los órganos del partido como del Estado y está propiciando una discusión que
no tiene precedentes, llegándose incluso hasta los excesos de la trivialidad, la
falsificación histórica evidente, el afán de la copia extralógica de lo que sucede en
otros países de Europa Occidental, la exageración y la simplificación.
Gorbachov no está convencido de que el paso a la
economía de libre mercado será la panacea, una varita mágica para resolver los
graves problemas económicos y sociales y que este tránsito se debe implicar la
pérdida de conquistas que en materia laboral o social ha tenido el pueblo desde
hace mucho tiempo, porque hablando en un lenguaje sencillo, saldría más caro el
remedio que la enfermedad misma.
Por eso, se debe considerar a Gorbachov como un
dirigente político de firmes convicciones socialistas que está actuando en una
coyuntura compleja y competida, en la que no pueden aplicarse tácticas
autoritarias o decisiones personalistas sino que siempre debe estar conduciendo
las fuerzas sociales del pueblo.
Febrero 1988.
3
Los Tremendos Retos de Mijaíl Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
En el momento de escribir este comentario 21 países
occidentales habían enviado a la Unión Soviética cientos de toneladas de
alimentos por un valor superior a 160 millones de dólares a efecto de ayudar al
Presidente Mijaíl Gorbachov, a superar el principal problema social que hoy tiene
que enfrentar: el desabasto que existe en las principales ciudades de la Unión
Soviética.
Se esperan, asimismo, otros envíos en el marco de una
acción que debemos considerar como positiva y humana pues se están haciendo
a un lado las naturales diferencias políticas e ideológicas, ya que hasta hoy ningún
gobierno hay pretendido condicionar su ayuda ya que eso sería una grosera
intromisión en los asuntos internos soviéticos.
El gobierno que encabeza Gorbachov no se ha cruzado
de brazos pues siendo importante la cantidad de alimentos que están llegando y
que se están distribuyendo en forma inmediata, con la participación de los
diputados populares, del ejército y de la policía, no alcanzaría, desde luego, a
satisfacer la demanda de una población tan grande como la que habita en la patria
de Lenin.
Se considera que el volumen de leche que requiere la
URSS equivale al consumo anual de toda la población de Europa Occidental y
esto nos dará una pálida idea de las magnitudes que se están requiriendo tantas
aparezcan vendedores de manzanas, tomates, cebollas y otros alimentos pero a
un precio mayor que el fijado de una manera oficial.
En el marco de la reforma a la agricultura se plantea
ahora una serie de estímulos y facilidades permitiendo a los koljosianos y
cooperativistas que dispongan de una cantidad acumulada de víveres para sus
1
familias, sobre todo, en la época invernal y que si lo desean, pueden vender sus
productos en forma directa a los consumidores.
Ello está implicando, también una reestructuración del
sistema de abasto y distribución de alimentos en las grandes ciudades.
Por otro lado, Gorbachov, ha comenzado a tomar
medidas muy severas en contra de los acaparadores habiendo procedido a la
encarcelación de varios, lo que significa, una llamada de atención de que se
obrará con rigor pues el descontento social que el desabasto ha generado es muy
grande.
Otro factor que puede contribuir a una ampliación de la
producción de alimentos será una mayor superficie destinada a la agricultura
privada, con la característica de que las parcelas no podrán venderse a
particulares.
El desabasto será difícil en la larga temporada invernal
pero es posible que en la primavera de 1991 cuando el factor climático deje de ser
adverso, el problema quede resuelto.
Por lo tanto, hablando en términos estrictos, la cantidad
de alimentos enviados hasta hoy es apenas una modesta contribución para
satisfacer la demanda alimenticia de 200 millones de personas, acostumbradas a
tener una dieta en base a proteínas de origen animal.
En efecto, el pueblo soviético ha tenido históricamente
una ingestión notable de carne, quesos, leche, huevos, pescado, frutas y
legumbres, a cuyo gasto se destinaba el 25% del salario, siendo uno de los
porcentajes más bajos del mundo por este concepto.
También debe aclararse que lo que está sucediendo es
un serio problema de desabasto y no una hambruna; que el problema está limitado
a las grandes ciudades, como Moscú y no así en las zonas rurales; que la
producción de alimentos de este año fue aceptable solo que el sistema de
2
transporte no ha sido suficiente para su recolección y distribución y que la solución
de fondo a este agudo problema está en las estructuras nacional soviética.
El desabasto de alimentos en la URSS tiene, hoy,
múltiples causas, entre ellas, a la falta de estímulos de los koljosianos y
cooperativistas agrícolas que se ven obligados a pagar elevados precios por las
materias primas y la maquinaria y ya no quieren vender sus productos a las
tiendas estatales, en donde, por lo demás, se expenden a bajos precios, sino que
prefieren entregarlos a los consumidores en forma directa, naturalmente a un
precio mayor.
Febrero de 1986
3
Yeltsin se Ubica en la Oposición al Socialismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Presidente de la República Federativa de Rusia,
Boris Yeltsin se encuentra, desde hace tiempo, inmerso en un proceso de franco
antagonismo político, con Mijaíl Gorbachov, con quien tiene profundas diferencias,
al grado de que se está ubicando en el campo contrario al socialismo y en
posiciones francamente capitalistas.
Las diferencias de Yeltsin con Gorbachov fueron, en un
principio, de carácter táctico, relativas al ritmo de las reformas que debe sufrir la
sociedad soviética. Se decía que mientras el primero demandaba que los cambios
fuesen rápidos y a profundidad, Gorbachov era partidario de que esas
modificaciones fueran a paso lento, sin afectar la estructura soviética sino, por el
contrario, perfeccionarla y fortalecerla.
En la medida en que Gorbachov impulsaba la
perestroika, con la dinámica que el grupo de Yeltsin estaba demandando se
notaba un acercamiento político y hasta un reforzamiento de sus vínculos
amistosos, pero ahora todo ha cambiado y Yeltsin ha expresado muy serias dudas
acerca de la validez de la ideología marxista y del sistema socialista. El ha dicho
que se define ya como un socialdemócrata, esto es, como un Felipe González o
un François Mitterrand, que son simples reformadores de los aspectos más
externos del capitalismo, que nunca se han propuesto su transformación
revolucionaria sino solo embellecerlo y perpetuarlo en perjuicio de los intereses de
los trabajadores.
La separación de Yeltsin respecto de las tesis
socialistas se intensificó a raíz del último Congreso de los Diputados Populares en
que triunfó el sector revolucionario y progresista, lo que ha preocupado al gobierno
de los Estados Unidos y a los gobiernos de Europa Occidental porque esperaban
que la perestroika significara la restauración del régimen capitalista en la Unión
Soviética y su desmembramiento geográfico y político.
1
Ya se estaban frotándolas manos de gusto los
imperialistas pues pretendían la liquidación del socialismo a efecto de extender su
dominio global y de reforzar y ampliar su hegemonía en el marco del nuevo
régimen unipolar que dicen algunos se busca implantar en el mundo.
Boris Yeltsin era un instrumento de quienes en el
interior de la URSS pretendían hacer retroceder el Tren de la Historia y por medio
de reformas políticas, económicas y administrativas lograr acabar lo que el pueblo
soviético ha conquistado a través de 7 décadas. Esto es, lo que el imperialismo no
logró con la guerra civil, la invasión alemana y el bloqueo económico y comercial,
la guerra fría, la corriente que encabeza Yeltsin ha postulado la implantación de la
llamada economía de mercado, sin ninguna importante regulación por parte del
Estado, sin tomar en cuenta los sacrificios que tienen que pagar los trabajadores,
esto es, en pocas palabras, el dominio pleno de las relaciones capitalistas en toda
la sociedad soviética.
El ataque de Yeltsin lanzara a Gorbachov pidiéndole
que presente su renuncia, es una verdadera provocación pues ignora en forma,
por demás deliberada, que el pueblo apoya a Gorbachov, a la perestroika y que no
existe otro líder con la suficiente capacidad de liderazgo y equilibrio en el sistema
político por lo que una eventual separación del cargo del Secretario General del
PCUS y del Presidente de la Unión Soviética implicaría el surgimiento de un
conflicto político grave, un factor de desestabilización que, eso sí, pondría en
peligro la reestructuración económica y social en que se encuentra inmersa la
URSS desde hace tiempo.
Yeltsin acusa a Gorbachov de “colocar al país al borde de la dictadura” menospreciando el hecho de que lo que ha sucedido en
los últimos meses es la ejecución de una serie de medidas, algunas de ellas muy
drásticas, para frenar la especulación de alimentos, su encarecimiento, el
encarcelamiento de algunos intermediarios, mayores poderes a la KGB y
Ministerio del Interior para combatir a los elementos que están sembrando el caos
2
y la anarquía y después a la realización de un conjunto de decisiones para frenar a
los grupos separatistas de las repúblicas del Báltico.
A todo esto se le denomina dictadura, pero, ¿qué
hubiese sucedido si continúa el desbarajuste económico y se desintegra la URSS
desde el punto de vista territorial y político? En ese caso, Yeltsin estaría afirmando
que se marcha hacia una plena democracia y que se está materializando la
perestroika y estuviese exaltando a Gorbachov, quien en rigor, estaría
destruyendo el sistema socialista y no corrigiendo los errores, deficiencias y
deformaciones que se han acumulado en el sistema soviético desde hace treinta
años.
Por otra parte, no puede desconocer tampoco el hecho
de que esas medidas y decisiones se han discutido y aprobado en los distintos
órganos del poder soviético, desde el Congreso de los Diputados Populares hasta
el Congreso de la Federación, en donde se encuentran presentes todos los
presidentes de las repúblicas y por lo tanto se trata de cuerpos deliberativos y
colegiados, en los cuales también participa el grupo de Yeltsin, aunque cada vez
más están perdiendo terreno, a favor de los que luchan por la reestructuración,
pero en el marco del socialismo para depurarlo, fortalecerlos y no para
desmantelarlo.
Yeltsin parte de la concepción equivocada de que el
establecimiento de la economía de libre mercado pudiera resolver todos los
problemas económicos y sociales de la Unión Soviética, como si fuese una
panacea, pero esto, como es obvio, no es así, pues ahí tenemos las experiencias
dramáticas de Checoslovaquia, Rumania y Hungría en las que la economía de
libre mercado ha provocado una inflación galopante, alarmante desempleo, cierre
de muchas empresas y sobre todo pérdida de conquistas sociales, esto es, ha
sido más trágico el remedio que la enfermedad.
3
Como ha dicho Gorbachov, la URSS podrá avanzar
hacia la economía de mercado, pero debidamente regulada y controlada por el
Estado y en el marco de las relaciones sociales socialistas y no en contra de ellas.
Marzo 1988.
4
Rusia: Del Socialismo al Capitalismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
En Rusia, la situación económica, social y política se ha
agravado de una manera notable y amenaza con conducir a ese inmenso país al
caos, a la anarquía y a la pérdida de las libertades políticas más elementales. El
Presidente Boris Yeltsin, en efecto, está considerando la posibilidad de decretar el
estado de emergencia para contener, así, el descontento de las masas y las
manifestaciones de la oposición política. Asimismo, pretende evitar que en la
próxima sesión del Congreso de los Diputados Populares pueda ser destituido, ya
que ha llevado a Rusia al borde de la ingobernabilidad y ha sumido al pueblo en la
miseria.
Los habitantes de Rusia conmemoraron el 75
Aniversario de la Revolución de Octubre, en medio de la crisis más severa jamás
padecida desde los años trágicos y heroicos de la Gran Guerra Patria (1941 –
1945) y en el marco de un deterioro brutal de los niveles de vida, que solo
experimentan algunos de los países más pobres del llamado Tercer Mundo. La
población está sufriendo, en carne propia, lo que es el capitalismo, cuyos males
solo conocían en los textos políticos.
La política de Yeltsin ha consistido en: vender
empresas estatales y fomentar al máximo las distintas expresiones de la
propiedad privada entre todos los ciudadanos, desregular casi totalmente la
economía nacional para entregarla a las fuerzas del mercado y anular las
conquistas sociales de la clase trabajadora para dejarlas a merced de la voluntad
de los empresarios.
Rusia emprende el camino del capitalismo bajo
circunstancias objetivas y subjetivas desfavorables y contrarias. En primer lugar, a
excepción de los inversionistas extranjeros y de los miembros de la mafia que se
enriquecieron en forma extraordinaria durante los periodos de Breznhev y de
Gorbachov, no hay capitales suficientes para adquirir las empresas que están en 1
venta. Yeltsin ha entregado un poco más de mil rublos a cada ciudadano con el
propósito de que pueda adquirir acciones, pero este plan ha fracasado porque la
gente lo que quiere, ahora, es dinero para comprar alimentos, aunque sea en el
mercado negro ya que en el oficial no se encuentran. ¿Cómo puede construirse un
sistema capitalista si la mayoría de la población carece de lo más indispensable,
como el pan, azúcar, mantequilla y ya no digamos la carne que literalmente ha
desaparecido de la dieta de las familias? No se puede hablar de capitalismo sin
capitalistas; no puede haber capitalismo en donde la absoluta mayoría de la
población se debate en la pobreza, la miseria y en el hambre, como está
ocurriendo en muchos países de Asia, África y América Latina.
Si han aparecido grupos de especuladores, aquellos
que se beneficiaron con la explotación del mercado negro y que se dedican a las
actividades del comercio exterior, pues un dólar llega a costar hasta ¡328! Rublos,
con cuyo poder económico acrecentado pretenden transformarse en propietarios
de empresas pero aún así no pueden adquirir corporaciones grandes sino
pequeñas. Ese sector pudiera, si se desarrolla en el futuro como Yeltsin lo está
deseando, tener en sus manos instrumentos de producción y por lo tanto, explotar
mano de obra asalariada. Habría, en este caso, una apropiación privada del
esfuerzo colectivo por lo que estaríamos ante una incipiente capa de la burguesía
industrial, propia del régimen capitalista.
Haber dejado la economía nacional a las libres fuerzas
del mercado, como reza el dogma liberal, sin la intervención de algún órgano
planificador, ha provocado la proliferación de pequeños negocios que se dedican,
sobre todo, a las actividades comerciales y a los servicios con el interés de tener
más ingresos para aliviar las dramáticas condiciones de vida en que subsiste la
población. Se trata, hasta hoy, de un segmento marginal en el contexto de la
economía nacional. Además, ha generado el acaparamiento de alimentos en
manos de breve minorías que los venden, desde luego multiplicando su precio en
el mercado negro, al que solo tienen acceso sectores reducidos de ciudadanos,
2
que pueden pagarlos, pero no la inmensa mayoría que percibe en promedio 950
rublos al mes.
Los jubilados y pensionados, entre los cuales se
encuentran muchos héroes de la Gran Guerra Patria y, han sido los más afectados
por este abatimiento notable del poder de compra de los asalariados.
Con esos ingresos tan raquíticos solo se pueden
adquirir unos cuantos víveres, sobre todo, pan y legumbres porque el resto de los
productos alcanzan precios prohibitivos, sobre todo, la leche y la carne. Los
ciudadanos están desprendiéndose hasta de algunos objetos de uso personal,
como zapatos y abrigos, para poder completar los magros ingresos en el marco de
una economía inestable y desorganizada.
En el aspecto social, la política de transición hacia el
capitalismo ha provocado un aumento importante en los índices de drogadicción,
prostitución, inseguridad pública, hacinamiento en las viviendas de las grandes
ciudades, del alcoholismo, que era un padecimiento ya de por sí muy extendido y
desintegración familiar. Todos los valores de la sociedad soviética, sus tradiciones,
han estado experimentando un proceso de deterioro y abandono y en su lugar se
empiezan a sembrar los valores y las pautas de conducta del capitalismo, del
enriquecimiento a cualquier costo y a la mayor brevedad posible y del predominio
del más fuerte sobre el resto de la sociedad.
Sin embargo, existe una gran resistencia popular a la
implantación del régimen capitalista, que en las presentes circunstancias sería de
carácter dependiente y subordinado a las grandes potencias imperiales, sigue
vigente el conjunto de ideales socialistas, los marxistas están actuando en
distintos grupos y en las organizaciones de masas, en el Congreso de los
Diputados Populares y la memoria histórica de lo que significó la Revolución de
Octubre no se ha borrado de la conciencia del pueblo.
8 de octubre de 1988.
3
Gorbachov, Sepulturero de la Unión Soviética.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La gira que realiza por varios países de América
Latina, Mijaíl Gorbachov se parece mucho a la de una estrella de cine pues para
asistir a los eventos y encuentros en donde interviene se exigen altas cantidades
de dinero. Por ejemplo, en una reunión de empresarios en Sao Pablo se cobraron
500 dólares por persona y así en el resto de los eventos que se han organizado
con criterios puramente mercantiles. Gorbachov preside en la actualidad en la
ciudad de Moscú un Centro de Estudios Internacionales y para financiarlo necesita
divisas, muchas divisas y por eso invitarlo a un país alcanza costos muy elevados,
como sería contratar a Madona o a Elton John.
Gorbachov fue una figura de primer orden en la escena
mundial sobre todo por la contribución que hizo a la expansión del capitalismo no
sólo en la Unión Soviética sino también en el resto de las naciones. Él facilitó la
existencia del mundo unipolar en donde se enfrenta el dominio completo de los
Estados Unidos en todo el orbe. Había prometido en el año de 1985, después del
fallecimiento de Constantin Chernenko que modificaría la estructura económica,
social y política de ese estado multinacional, para hacerlo más socialista, esto es,
más apegado a los principios que formularon Marx, Engels y Lenin y hacerlo más
democrático, pero hoy la Unión Soviética ya no existe y la mayoría de las
repúblicas que la integraban han declarado su voluntad de ser estados
independientes.
A un dirigente político se le debe valorar no tanto por
sus palabras o sus discursos sino por sus hechos concretos y acciones
específicas. Gorbachov llegó a la Secretaría General del PCUS en un momento en
que estaban a punto de hacer explosión una serie de problemas heredados desde
la época de Stalin y que se agravaron en el periodo de Jruschov y de Breznhev.
Con él ascienden al Buró Político una serie de políticos comunistas relativamente
jóvenes. Son separados de sus cargos, jubilados, otros fallecen por su avanzada
1
edad, los miembros de toda una generación comunista que se había formado
sobre todo desde la gestión de Jruschov y que ejercieran el poder del partido y del
estado durante décadas.
Gorbachov contó con el apoyo inicial de Yuri Andropov
y de Andrei Gromiko que fueron políticos que a pesar de su prolongada
permanencia en los cargos públicos se dieron cuenta de que era necesario
efectuar cambios y reformas en el sistema socioeconómico y político y que se
requería una renovación casi completa de los mandos superiores del partido. El
mérito de Gorbachov, nacido en 1931, en el poblado de Priviolne, en el Cáucaso,
fue el de haber admitido la existencia de graves y profundos problemas, entre
ellos, los relativos a la baja productividad de la industria y la agricultura, al retraso
tecnológico en muchas actividades productivas, al descenso en los niveles de vida
de la población, al deterioro en los servicios públicos básicos y un anquilosamiento
del sistema político.
Gorbachov, que siempre contó con el respaldo del Buró
Político y del Comité Central, inició esas transformaciones tratando, primero, de
acelerar simplemente el crecimiento económico que observaba a un
estancamiento o signos negativos en general, pero al darse cuenta de que esto no
era posible solo inyectando más recursos al gasto público, planteó la necesidad de
realizar reformas estructurales. Entre 1986 a 1991 se les dio un margen muy
grande de autonomía a las empresas tratando que fuera autofinanciables, se
redujeron las rigideces de los planes quinquenales, se otorgaron estímulos a los
koljoses y a las cooperativas para que elevaran la producción de alimentos, se
separaron los órganos del estado del dominio directo del partido persiguiendo la
idea de que solo se encargara de las cuestiones políticas, se limitó la hipertrofia
del aparato burocrático, entre otras.
En el campo político, Gorbachov alentó la transparencia
informativa, propiciando la más amplia difusión de las ideas en todos los medios
de comunicación cancelando los controles estatales. Eliminó de la Constitución el
carácter de Partido Oficial del PCUS el cual ahora tendría que competir con otros 2
partidos y grupos para mantenerse en el poder y se sentaron las bases de un
incipiente y débil sistema multipartidista.
Sin embargo, a partir de 19890, sobre todo,
comenzaron a aflorar serios enfrentamientos entre las distintas repúblicas, étnicas,
pueblos y nacionalidades porque Gorbachov planteó la necesidad de reconstituir
la Unión Soviética sobre bases nuevas. Esos conflictos se intensificaron al no
resolverse el problema del desabasto de alimentos, de la escasa elevación de la
producción industrial, del debilitamiento del rublo, de los choques y diferencias
entre los miembros del Buró Político y reiteraron sus aspiraciones a separarse y
convertirse en naciones independientes, comenzando por los países bálticos,
Gorbachov, no obstante que tenía poderes extraordinarios, que le había entregado
el Poder Legislativo, no fue capaz de frenar estas manifestaciones que al final
concluyeron con la desaparición del URSS y con la creación de la difusa
Comunidad de Estados Independientes, que puede romperse en cualquier
momento.
El hecho de que Gorbachov oscilara siempre entre las
grandes corrientes, una encabezada por Ligachov, que propugnaba cambios en el
sistema socialista pero para mantenerlo más fortalecido y la otra por Yeltsin que
demandaba el tránsito rápido hacia una economía libre de mercado de carácter
capitalista y de que mantuviera una actitud titubeante y contradictoria, pasiva,
frente a la gravedad de los grandes problemas económicos insolutos, provocaron
que perdiera autoridad y capacidad de dirección, situación que se complicó a raíz
del frustrado golpe de estado de agosto de 1991. Las fuerzas, grupos y corrientes
antisocialistas, en medio del caos social y del desgarramiento territorial y político,
predominaron en la lucha por el poder, la mafia se adueñó de la distribución de los
alimentos y el gobierno de los Estados Unidos, aprovechándose de esta debilidad
extrema le arrancó una serie de concesiones unilaterales, en el campo económico
y militar.
3
Pero uno de los errores más graves que Gorbachov
cometió fue el de haber hecho a un lado al PCUS, su partido, el partido
gobernante, en los momentos más difíciles, cuando las fuerzas antisocialistas
avanzaban peligrosamente. No movilizó el potencial político y humano que tenía el
partido en todas las repúblicas y en todos los órganos del Estado; no convocó al
Comité Central para tomar resoluciones urgentes y oportunas, todo lo cual generó
su caída y con ello el derrumbamiento de la potencia socialista.
Octubre 1990.
4
Se Reorganizan los Comunistas Rusos.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
El pasado fin de semana en un poblado cercano a
Moscú, según lo reporta la prensa, se reunieron 650 delegados en lo que se
denominó el Segundo Congreso Nacional Extraordinario para restaurar la
existencia y el funcionamiento del Partido Comunista de la Federación Rusa y
para tratar de unificar a las distintas corrientes existentes, en lo que sin duda
constituye el esfuerzo más importante para reorganizar a los comunistas después
del fallido golpe de estado de agosto de 1991, que culminara con la desintegración
de la URSS y el entronizamiento del gobierno procapitalista de Boris Yeltsin.
También, según despachos noticiosos, estuvieron
presentes en esa asamblea varios miembros del Consejo de Estado que
organizaron la intentona golpista contra Gorbachov, que esperan ser sentenciados
para el próximo mes de abril. Ahora están libres bajo fianza, pero no porque los
órganos judiciales los hayan declarado ya sin ninguna responsabilidad en esos
hechos. El juicio contra ellos sigue por lo que pueden ser detenidos, otra vez, en
cualquier momento, ante cuya situación no podrían ocupar cargos directivos en el
Partido reconstruido.
Según datos disponibles se puede afirmar que en la
actualidad y como resultado de la desaparición del PCUS existen por lo menos,
cinco grupos o corrientes, desde los que reivindican, todavía, las tesis clásicas de
Marx, Engels y Lenin, hasta los que consideran que el nuevo Partido debe tener
una estructura abierta y flexible y una posición ideológica socialdemócrata.
Podemos considerar que los intentos que ha hecho
Yeltsin para evitar que los comunistas rusos se reorganicen después de haber
perdido el poder en la ex Unión Soviética, han fracasado. Primero dictó el
decretado ilegalizando al PCUS, avalado por Gorbachov, pero después la Corte
de Justicia lo declaró improcedente dejando asentado que los ciudadanos de
Rusia tienen derecho a afiliarse al partido de su preferencia, a constituir nuevos 1
partidos y así, ha surgido por ejemplo, el Frente de Salvación Nacional en el que
también se encuentran grupos de comunistas y que podrá participar ya en las
próximas elecciones.
La perestroika abrió el camino para la instauración de
un régimen multipartidista en el que el Partido Comunista de la Unión Soviética
participaría en la vida política en iguales condiciones que el resto de los partidos,
ya sin las ventajas de ser un partido de estado, pero lo cierto es que ese sistema
jamás se constituyó. Más bien, al finalizar la gestión de Gorbachov, el PCUS
estaba sumamente desprestigiado entre toda la población y había muchos grupos
(que no partidos, propiamente dichos) desde los monarquistas que soñaban con
hacer retroceder la rueda de la historia, hasta la restauración del zarismo, hasta
los socialistas de diferentes matices.
El sistema multipardista, tipo occidental capitalista,
nunca llegó a existir como tal porque los ciudadanos de la ex Unión Soviética
estaban más preocupados por tener disponibles una serie de alimentos básicos
que por participar en actividades políticas y menos aún en los “partidos” de
reciente aparición. Se decía que había más de 32 “partidos” pero todos esos
grupúsculos solo se dedicaban a criticar al PCUS, a la dirección del gobierno
soviético, utilizando todos los medios de comunicación libremente, a explorar
políticamente la brutal crisis económica y social, pero no estaban organizados a
nivel republicano ni representaron nunca alternativas reales de poder frente al
partido de Lenin cuya autoridad de erosionaba rápidamente.
En la asamblea reorganizativa de los marxistas rusos
se acordó mantener la denominación comunista y luchar en forma resuelta contra
el establecimiento del régimen capitalista que ha toda costa han impulsado Yeltsin
y compañía. Por lo tanto, se trata de un partido de oposición al gobierno actual y al
rumbo de la nación y que lucha por la restauración de las relaciones socialistas de
producción o por el gobierno de los soviets, es decir, por un régimen de los
obreros y campesinos, según las formulaciones que al respecto formuló Lenin.
2
En lo que se refiere a la estructura del partido se acordó
mantener el Centralismo Democrático como Principio rector, por tener una
estructura política sólidamente unida en torno a aspectos ideológicos y
disciplinados ante los acuerdos que tome la mayoría y ante las resoluciones de los
órganos partidarios.
Aunque la discusión de los estatutos no concluyó, todo
parece indicar que las posiciones socialdemócratas, no tuvieron éxito por lo menos
en esa reunión, pero esto no quiere decir que en el futuro inmediato no pudiera
surgir un partido con esa orientación que podría considerar que la estructura –por
lo menos la formal, del PCUS- resulta inconveniente dada la experiencia
acumulada en los últimos años y contraproducente para enfrentar la crisis actual.
Si tomamos en cuenta que en forma nominativa el
PCUS tenía 18 millones de afiliados y este nuevo partido apenas 450 mil, nos
daremos cuenta, entonces, que muchos de esos miembros no eran socialistas
convencidos, no eran militantes desinteresados al servicio de una causa superior
sino que estaban en el partido porque a través de él, podían obtener acceso a los
cargos públicos, a la educación superior, al servicio diplomático y a detentar una
serie de ventajas y de privilegios que tanto molestaron a los ciudadanos comunes.
Después de la desaparición de la Unión Soviética y de
todos los errores que pudieran imputársele a la dirección del PCUS resulta
estimulante que el ideal socialista se mantenga vigente y que la denominación de
comunista pueda utilizarse abiertamente y no como sucede en Checoslovaquia,
Rumania, Polonia en que los comunistas se presentan ahora bajo distintos
nombres partidarios como si no quisieran que la población los asociara con el
régimen que se ha derrumbado.
Aunque ya se dio el primer paso para el resurgimiento
del nuevo partido comunista ruso, no se puede afirmar que estén ya a punto de
recuperar el poder perdido pues aún tendrán que hacer una autocritica verdadera
de los errores que cometieron en la construcción del socialismo, deberán obtener
3
la confianza de las masas y comprobar su fuerza en las próximas elecciones en
que deberán enfrentar al partido de Yeltsin y a otros partidos que de alguna
manera están vinculados con el poder.
La reunión celebrada en la pequeña localidad de
Kizayama debe entenderse como el primer paso importante para reanudar la lucha
por el socialismo, en forma organizada y actuando en una perspectiva de largo
plazo, pero después de haber sido desplazados de la dirección política del estado
soviético y en medio de la profunda crisis económica y social en que se debate
Rusia. En el resto de las repúblicas, sobre todo en las asiáticas, los comunistas
siguen ocupando posiciones muy importantes en los aparatos administrativos y
legislativos, por lo que ahí existen condiciones más propicias, para volver, bajo
nuevas modalidades y distintas formas de gobierno, por el camino de Lenin.
Febrero 1990
4
Gorbachov: “Cría Cuervos y te Sacarán los Ojos”.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La dimisión de Mijaíl Gorbachov a la Presidencia de la
Unión Soviética no se produjo en el marco de una transición regulada o apegada a
normas constitucionales como él lo hubiere deseado y por lo que había luchado
sino fue un traumatismo en un proceso muy accidentado y dramático, de
traiciones, deslealtades y debilidades, de pretender hacer tabla rasa del pasado,
como si la Revolución de Octubre y sus evidentes conquistas materiales y sociales
no hubiesen existido.
Sobre todo desde el frustrado golpe de Estado del 18
de agosto, Gorbachov osciló entre dos fuerzas, cuya dinámica no puedo controlar:
por un lado, la actitud separatista y disgregadora de la mayoría de las repúblicas y
por el otro, la actitud de gran potencia que ejerció el Presidente de la República
Rusa. Gorbachov estaba trabajando, como ha de recordarse, en la firma de un
nuevo tratado de la Unión, que refundara a la Unión Soviética sobre bases
económicas, sociales y políticas diferentes, bajo la égida de la economía de libre
mercado y del multipartidismo.
Hasta antes del 18 de agosto, pensaba Gorbachov, que
se mantendrían los aspectos más positivos del sistema socialista, pero los
cambios que se precipitaron, escaparon a su control y dirección y produjeron una
catástrofe social de enormes repercusiones no solo para los pueblos de la URSS
sino para todos los pueblos del mundo.
El mayor error político de Gorbachov fue el haber
permitido o propiciado la desintegración del Partido Comunista porque al
presentarse dicho fenómeno desapareció el factor real de poder que mantenía
unidas a las repúblicas y que aseguraba la existencia del Estado Federal
Socialista. Representaba también la base para una transición ordenada hacia otra
formación socioeconómica, hacia otra estructura estatal, sin el vacío político y las
enormes debilidades con las que nace la Comunidad de Estados Independientes 1
(CEI) que más bien constituye un acuerdo político circunstancial en espera de que
Yeltsin asuma poderes dictatoriales sobre el resto de las Repúblicas, dado el
territorio, el potencial económico y el ascendiente internacional que ya tiene en sus
relaciones con los países capitalistas.
Gorbachov fue particularmente débil en el desarrollo
posterior de los acontecimientos, que se generaron a raíz del frustrado golpe de
Estado, que debe entenderse como una acción realizada por un grupo de
miembros del Buró Político y del Secretariado y por funcionarios que pertenecían
al régimen imperante en ese momento, pero que no involucraron a dichos órganos
como tales. En efecto, la determinación del putsch fue una decisión unilateral,
precipitada, aventurera, que no contó con la autorización del Buró Político el cual,
por lo demás, ni siquiera se reunió para examinar la viabilidad de una medida de
esa naturaleza. Si bien el Buró Político y el Secretariado no condenaron
expresamente esa acción fue porque Yeltsin ya había ordenado la ocupación de
los principales edificios del PCUS, tomado sus archivos y cortadas sus
comunicaciones y por lo tanto no hubo la posibilidad siquiera de efectuar una
reunión. Todavía hoy día, el PCUS no puede celebrar un Congreso Extraordinario
que permita a sus militantes discutir el futuro de la organización partidaria.
Gorbachov, atormentado por su efímera detención en
Crimea, confundió la deslealtad en que había incurrido el grupo encabezado por
Yenayev con la actitud del partido en su conjunto y aunque declaró que se oponía
con todas su fuerzas a responsabilizar de tales hechos a millones de miembros del
PCUS nada hizo en concreto para impedir su persecución y por evitar su
proscripción que estaba sucediendo en la mayoría de las repúblicas. De la misma
forma, menospreció la autoridad política y legal del Congreso de los Diputados
Populares, que también pudo haber contribuido a un cambio regulado de la URSS
hacia otra forma de estado federal o confederal.
En el seno del PCUS se generó una total
desmovilización y una gran incertidumbre respecto de esos acontecimientos que
en un corto periodo condujeron al partido a su desarticulación y a su división. 2
Mientras en la República Rusa, quedó reducido a un agrupamiento pequeño, en
el resto de las republicas sigue siendo un partido con una gran fuerza, sus
dirigentes aun ocupando cargos públicos, aun que se han separado de cualquier
órgano central. El propio Gorbachov, en su alocución de renuncia al cargo que
desempeñaba, se declaró todavía socialista, pero sin precisar lo que entiende por
ese concepto identificándolo solo con la creación de una sociedad próspera y
democrática, sin hacer ya ninguna alusión a la búsqueda de la igualdad y de la
justicia social entre los hombres.
Mientras Gorbachov abandonaba la Secretaría General
del PCUS y con ello potenciaba todos los hechos políticos posteriores al 18 de
agosto, se aliaba, también, a la corriente que encabeza Boris Yeltsin que de plano,
sin ninguna ambigüedad, se pronuncia por el restablecimiento de las relaciones
capitalistas y en esa dirección avanza toda su política. Yeltsin ha declarado que el
jefe de Estado que más admira en el mundo es George Bush, que es un “creyente ortodoxo”, definiciones que lo pintan de cuerpo entero. Bush es el elemento más
representativo de los intereses del capitalismo y del imperialismo y por lo tanto no
podría ser un paradigma para ningún socialista, ni siquiera para los
socialdemócratas de color de rosa, pues ello equivaldría a desconocer la esencia
de la política norteamericana. A mayor abundamiento Yeltsin también se ha
entrevistado y está respaldando a los grupos anticastristas que tienen su sede en
Miami, de lo que incluso se cuidan los mandatarios más cercanos a Washington.
Mientras Yeltsin hacía pensar a Gorbachov que le
apoyaba en sus esfuerzos por suscribir un nuevo Tratado de la Unión, sin
comunicarle siquiera por vía telefónica, como el propio Gorbachov lo reconoció,
efectuó una reunión paralela en la ciudad de Minsk con los mandatarios de
Bielorrusia y de Ucrania con quienes acordó la formación de una nueva
mancomunidad, lo que significó un profundo desprecio y una falta total de
3
reconocimiento a Gorbachov como Presidente de la URSS que por su política de
abandono de principios cardinales y su extrema debilidad fue víctima de las
maniobras de sus aliados, que ahora se están comportando como políticos
pragmáticos y ambiciosos.
17 de febrero de 1990.
4
¿Hacia dónde marcha ahora la Unión Soviética?
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La desaparición de la Unión Soviética y el surgimiento
de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) están planteando ya un cambio
radical en la historia de la formación económica socialista y una modificación
también profunda en el escenario de la política mundial. Al abandonar los nuevos
líderes de la Comunidad de Estados Independientes la lucha por el ideal de la
emancipación plena del hombre, están marchando ya hacia el capitalismo, hacia la
enajenación del trabajo asalariado, queriendo decir con ello que desmantelarán los
aspectos más positivos que la Revolución de Octubre logró generar durante
varias décadas. A nivel externo, se termina con la bipolaridad para transitar hacia
un mundo unipolar, esto es, hacia la hegemonía del imperialismo y del capitalismo.
El socialismo, incluso si lo consideramos como una
praxis, no se ha erradicado del seno de las sociedades humanas, ni quiere decir
que por arte de magia este sistema ha dejado de estar presente en lo que fue la
Unión Soviética, pero hacia allá avanza la política que está aplicando Yeltsin y
compañía. A partir de la implantación de la economía de libre mercado de tipo
capitalista e individualista a ultranza estarían en peligro muchas conquistas de los
trabajadores los cuales, como es lógico esperarlo, las defenderán por medio de
sindicatos partidos políticos. Ahora mismo, por las calles de Moscú y Leningrado
han desfilado miles de obreros de clara filiación comunista que no están de
acuerdo con el rumbo que ha tomado el país y que no toleran la liberación de
precios, ni la hiperinflación, fenómenos que nunca conocieron en el pasado
socialista. La hambruna por la que están pasando los ciudadanos soviéticos, sólo
fue sufrida por ellos durante los años trágicos y heroicos de la gran Guerra Patria.
Como dice al respecto Mijaíl Gorbachov: “En las
repúblicas se encuentra un proceso de reorganización del partido (comunistas),
van cambiando sus programas y nombres. Tal vez, con el tiempo, surjan en el país
dos grandes partidos: el socialista y el demócrata. Lo más importante es que los
1
comunistas de línea, que no tuvieron nada que ver con el putsch, puedan
voluntaria e independientemente y sin ninguna presión, llevar a cabo su elección.
La prensa occidental no informa de ninguna actividad
importante del PCUS pero es notorio que actúa y trabaja sobre todo en las
repúblicas centroasiáticas y que grupos de miembros y militantes siguen
participando en los asuntos políticos, en un terreno particularmente fértil, pues la
política económica de Boris Yeltsin está generando un enorme descontento
popular, el mismo que en su momento le restó credibilidad y provocó la caída de
Gorbachov. En efecto, si el pueblo observa que la política de libre mercado y la
apertura irrestricta al capital extranjero, no resuelve sus angustiosos problemas de
subsistencia en un plazo breve, se lanzará contra los nuevos gobernantes, igual
que lo hizo contra Gorbachov y todos sus fracasados programas y será entonces
cuando los comunistas y socialistas, o la denominación que lleguen a tener,
podrán recuperar la ofensiva política y pugnar por la reconquista del poder bajo un
sistema socialista muy diferente al que conocimos en el pasado, denominado
socialismo real.
Gorbachov, en su mensaje de despedida, vislumbró el
futuro de su país con preocupación, pero también con esperanza confiando en que
los pueblos de la URSS son herederos de grandes civilizaciones y que por lo tanto
se puede edificar una sociedad próspera y democrática. Ha afirmado también que
“debatiendo en torno al socialismo tenemos que darnos cuenta de que el que
sufrió fracaso fue ese modelo de socialismo que imperaba y no la idea socialista
en sí”. En todo caso, siguiendo aquí el pensamiento de Gorbachov sería un
modelo socialista deformando por factores internos (la dictadura de Stalin) y
externos (la guerra fría) aunque debemos admitir que Gorbachov no fue
consecuente con sus convicciones, sobre todo al final de su mandato.
¿Podrá convertirse la Comunidad de Estados
Independientes en una potencia capitalista de primera magnitud capaz de rivalizar
con los Estados Unidos, Alemania y Japón? ¿O será un conjunto de estado o
repúblicas a quienes se les dará un trato de naciones en vías de desarrollo y 2
dependientes de los grandes monopolios industriales y comerciales y de los
organismos financieros internacionales? La primera alternativa, por hoy, no es
viable pues el rezago industrial y tecnológico de Rusia y más aún del resto de las
repúblicas es muy grande en comparación con las grandes metrópolis
imperialistas.
Por otra parte, el gobierno de Yeltsin no cuenta con los
recursos suficientes para impulsar proyectos de carácter productivo con un gran
nivel de eficiencia y rentabilidad, como los que existen en la mayoría de los países
capitalistas y por el contrario, está requiriendo muchos capitales del exterior. Rusia
tiene como factores a su favor, una enorme y diversificada gama de recursos
naturales, una clase obrera capacitada y con grandes tradiciones combativas y
solidarias.
Los países de la OCDE nos están dando la pauta del
tratamiento que desean otorgar a los países de la Comunidad de Estados
Independientes: deberán acatar los programas de estabilización y de privatización
que fija el Fondo Monetario Internacional, acceso de capitales con garantías
plenas de que tendrán altas tasas de utilidades y que no serán nacionalizados o
confiscados, explotar en su beneficio sus recursos naturales y materias primas
usufructuar sus mercados, utilizar su mano de obra, la que será más barata en la
medida en que se incremente el desempleo como resultado de la reconversión de
las plantas industriales y la emigración de trabajadores soviéticos hacia otros
países de Europa.
Se nota también la política de pretender incorporar a los
países de la Comunidad de Estados Independientes a la Comunidad Económica
Europea, pero no en condiciones de igualdad, sino en calidad de socios menores,
a mediano y largo plazo. Por lo pronto, deberán eliminar todas las restricciones y
barreras que existen para que puedan fluir libremente los capitales y las
tecnologías de los grandes monopolios privados y desmantelar todos los
monopolios estatales.
3
¿Serán en el futuro próximo los países de la
Comunidad de Estados Independientes tratados por las potencias capitalistas
como países del Tercer Mundo? Todo indica que sí.
Marzo de 1985
4
El Fin de Mijaíl Gorbachov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov
ha renunciado a su cargo y al hacerlo, en las circunstancias en que lo hizo,
precipitó a su inmenso y gran país al control político del grupo antisocialista que
encabeza Boris Yeltsin y por lo tanto, se trata de una sensible pérdida para toda la
humanidad que consideró siempre a la patria de Lenin como un valladar contra la
explotación capitalista y por la justicia social entre todos los hombres.
La salida de Gorbachov permite concluir una etapa
iniciada en 1985 en que éste asume la Secretaría General del PCUS, hasta su
dimisión también el 21 de agosto de 1991, a raíz del frustrado golpe de Estado. En
aquella ocasión terminaba la larga administración de Leonid Breznhev en la que sí
bien el pueblo alcanzó un notable nivel de vida y el desarrollo industrial un alto
grado, comenzó a observarse, no obstante, un serio rezago científico y tecnológico
con respecto a los países capitalistas más industrializados y una disminución
palmaria de la productividad en muchas actividades económicas.
La etapa de Breznhev fue caracterizada como de
estancamiento, de agotamiento de un sistema de orden y mando en que la
planeación excesivamente centralizada y la corrupción estaban aplastando el
desarrollo de las fuerzas productivas. También se dio un envejecimiento de las
estructuras dirigentes del Partido Comunista y una hipertrofia en el pensamiento
creador de los soviéticos pues las ciencias sociales, por ejemplo, solo seguían la
línea que el propio partido señalaba y no había suficiente libertad en los medios de
comunicación para que los ciudadanos libremente criticaran al poder público.
1
Fue entonces cuando Gorbachov tuvo la valentía
suficiente para informar con veracidad al Comité Central que la situación
imperante había llegado a un punto límite y que tenían que emprenderse reformas
profundas. Habló diciendo que había que pasar del socialismo burocrático y
deformando al socialismo democrático y humanista y hacia ese objetivo –una
revolución dentro del socialismo- se enfocaron todos los cambios, aprobados
desde la cúpula del poder, desde la dirección del partido hacia la sociedad,
haciendo que esta los hicieran suyos y luchara por su cumplimiento.
Perestroika, quiere decir, reestructuración y en ese
sentido se enfilaron las reformas, primero en el partido, en el Comité Central y en
el Buró Político en que Gorbachov removió a los viejos políticos herederos de
Breznhev y que fueron sustituidos por políticos relativamente jóvenes,
experimentados, con métodos distintos a los del pasado y con ideas que buscaban
renovar distintos aspectos de la sociedad soviética que ya habían periclitado.
Después se modificó el artículo 6 de la Constitución
eliminando la mención de que el PCUS era el Partido dirigente para avanzar hacia
un régimen más amplio de partidos en el cual el PCUS, como Partido mayoritario y
gobernante, podía y debía competir con otros agrupamientos por conservar el
poder en elecciones abiertas y con múltiples candidatos. Se crearon así más de
100 “partidos” aunque en realidad se trataba de pequeños grupos y movimientos,
desde los de tendencia socialista, socialdemócratas, hasta los promonarquistas y
liberales. A pesar de la nueva escena política, el PCUS siguió siendo el partido
gobernante habiendo perdido en la última etapa en la República Rusa a manos de
Boris Yeltsin quien se presentó en esa ocasión como “candidato independiente”.
El partido, en fin, estaba fuertemente enraizado en los órganos del Estado, tales
como el ejército y el Comité Nacional de Seguridad.
2
En el área de la economía nacional es en donde
Gorbachov tuvo sus mayores tropiezos: le dio mayor autonomía e independencia a
las empresas industriales, comerciales y de servicios para que pudieran formular
sus planes de producción, calidades, estilos y redujo la drasticidad centralizadora
de la planificación para hacer más dinámicas y ágiles las relaciones entre los
distintos factores de la economía. Se formularon diferentes planes para pasar a
una economía de libre mercado, pero regulada por el Estado, bajo principios
socialistas, pero todos ellos fracasaron porque los ciudadanos no estaban
preparados para una reforma de esa magnitud puesto que durante más de siete
décadas no hubo ninguna experiencia concreta en ese sentido, a excepción del
breve periodo de la Nueva Política Económica, de rasgos capitalistas, aplicada
por Lenin en los primeros años del poder soviético.
Gorbachov no fue capaz de sacar a la economía del
estado de postración en que se encontraba; el Producto Nacional Bruto no solo no
creció sino que decreció a causa, entre otros factores, de una ola de huelgas que
paralizaron durante meses las actividades mineras, petroleras y otras; a la apatía y
al desinterés de miles de trabajadores para cumplir con sus metas en materia de
productividad y producción; al escaso empeño de los agricultores para producir
alimentos a los precios que el gobierno fijaba lo que generó un enorme mercado negro, el desabasto de víveres, la aparición de un poderoso grupo de
acaparadores y hambreadores que vendían los mismo productos hasta 7 veces
los precios oficiales, la devaluación del rublo, la creciente y peligrosa dolarización
en muchas actividades, la emisión desaforada de papel billete lo que alimentó la
inflación y como consecuencia de todo ello surgió un gran descontento popular
contra Gorbachov, contra la Dirección Política del PCUS y contra el socialismo
como sistema de la vida social, fenómenos que fueron hábilmente capitalizados
por el grupo de Boris Yeltsin.
3
Al producirse el golpe de Estado del 18 de agosto y una
vez que el Presidente de la Federación Rusa logró captar la atención de la opinión
pública nacional e internacional presentándose con un defensor de la democracia y la legalidad , el poder político de Mijaíl Gorbachov fue minado,
situación que se agravó con las manifestaciones separatistas de las repúblicas
que ya no decidieron suscribir un nuevo Tratado de la Unión. A partir de esos
sucesos, hasta el 26 de diciembre hubo ya dos poderes, uno real, encabezado por
Yeltsin y el otro simbólico, personificado por Gorbachov, dualidad que como todas
llegó a su fin.
Abril de 1990
4
Yeltsin se Inclina por el Autoritarismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La última decisión que ha tomado el Presidente de
Rusia, Boris Yeltsin es la de disolver la guardia del Parlamento, con lo que se
incrementa su nivel de antagonismo con el Congreso de los Diputados Populares
que ha criticado fuertemente la política económica y social imperantes y que ha
exigido su inmediata rectificación, como la única salida para impedir que Rusia sea
conducida al caos y a la anarquía, en previsión de otro invierno difícil como los que
ha habido en los últimos años.
Con anterioridad, Yeltsin había prohibido la existencia
de un nuevo Partido Político, e, en el que encontramos a un grupo de ex miembros
y militantes del PCUS que están preocupados por el desarrollo de los
acontecimientos que se caracterizan por: a) un nivel inflacionario sin precedentes
en que cualquier salario resulta insuficiente para tener un nivel de vida modesto, b)
un notable aumento del desempleo como resultado del cierre de muchas
empresas, c) un deterioro cada vez mayor de la producción industrial, comercial y
de servicios y una supeditación mayor de Rusia a los grandes consorcios
capitalistas y a las principales potencias occidentales.
Según el diario Moskoviakai Pravda, en la Federación
Rusa hay más de 1.5 millones de farmacodependientes. Y de la misma forma se
han incrementado la prostitución, la delincuencia, la inseguridad en las grandes
ciudades, padecimientos como el SIDA que están revelando que el país se debate
en una formidable crisis económica y social, en que se han desmantelado las
instituciones educativas y sanitarias del pasado, pero no han surgido otras más
eficientes. Por el contrario, Rusia está reproduciendo los mismos graves
problemas que sufren todos los países del Tercer Mundo.
La política económica de Boris Yeltsin, que tiene como
objetivo principal la reconstitución de las relaciones capitalistas, no ha tenido el
éxito deseado por sus promotores porque la población se ha opuesto, en forma 1
militante, a esas modificaciones, más aún cuando ellas implican la pérdida de
conquistas sociales que el régimen anterior había logrado. Las instituciones
soviéticas siguen sólidamente enraizadas y no ha podido avanzar la política de
privatizaciones, primero, porque no existen condiciones subjetivas para que esto
suceda, ni experiencias, tradiciones al respecto y después porque, salvo los
miembros de la mafia y desde luego, los capitalistas extranjeros, nadie tiene
dinero suficiente para comprar acciones de las empresas que se pretenden
enajenar.
La mafia se formó durante la larga gestión de L. I.
Breznhev pero se fortaleció mucho en la época de Mijaíl Gorbachov. Se trata de
grupos de acaparadores de alimentos y de otros bienes que en la carestía y el
desabasto y ante la complicidad de las autoridades, se dedicaron a venderlos en
el mercado negro obteniendo enormes ganancias, lucrando así con el hambre del
pueblo. Ahora estos individuos sin escrúpulos, pero dueños de miles y miles de
rublos, dólares y otras monedas se aprestan a participar como copropietarios en
las empresas estatales que próximamente pondrá a la venta Yeltsin.
Si los trabajadores apenas perciben ingresos para
adquirir algunos víveres, no podrán, desde luego, ingresar al “capitalismo popular”, que es una formula muy vieja que trata de embellecer los mecanismos
de explotación que caracterizan a ese sistema.
El respaldo con el que llegó Yeltsin a la Presidencia de
Rusia se ha ido erosionando en la medida en que sus políticas solo han agravado
los problemas que afloraron durante la administración de Gorbachov. Prometió
una etapa de transición hacia el capitalismo muy dura, pero breve, para todos los
ciudadanos para después comenzar a elevar el nivel de vida de la población y así
avanzar hacia una Rusia económica y políticamente fuerte, pero han pasado los
años y sólo se han producido sacrificios para las masas trabajadoras y ningún
éxito importante en lo que se refiere a la recuperación de los consumos que tenía
el pueblo durante la etapa socialista.
2
Yeltsin, ante esa situación que se vuelve cada día más
inmanejable, ha recurrido a tácticas confusionistas, para distraer la atención de la
gente sobre los grandes problemas que está padeciendo. Reabrió el juicio contra
el PCUS en un intento por lograr, de parte de la Corte Constitucional, un veredicto
que lo ilegalice de plano y en forma permanente y que lo mismo ocurra con todos
los partidos y grupos socialistas y marxistas. Ha levantado el fantasma de que los
comunistas preparan un nuevo golpe de Estado para derrocarlo, a efecto de
justificar la represión contra ellos y la prohibición de sus actividades, como sucedió
con el Frente de Salvación Nacional. Y finalmente, ha utilizado a Gorbachov como
chivo expiatorio de lo que está ocurriendo afirmando que la Fundación que preside
es un nido de conspiradores.
Pero Yeltsin se enfrenta ahora a su mayor obstáculo: el
Congreso de los Diputados Populares, en donde los ex miembros del PCUS al
parecer tienen mayoría y que sesionará el mes de diciembre, precisamente para
enjuiciar la política económica y social que está destruyendo literalmente los
niveles de bienestar que había alcanzado el pueblo. Yeltsin ha intentado en varias
ocasiones que el Congreso no se reúna, pero ha fracasado y de ahí su temor
justificado de que no pueda ser destituido por una votación mayoritaria.
En tanto, observamos que los socialistas, distribuidos
en distintas corrientes y grupos, están capitalizando el descontento popular y
emprendiendo distintas iniciativas políticas para retomar el poder… en el futuro.
Mayo de 1986
3
La Crisis en la URSS aún no Toca Fondo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Los graves acontecimientos que en los últimos días se
han suscitado en la ex Unión Soviética nos indican que se está avanzando hacia
la desintegración de la Federación, al control por parte de la República Rusa y al
caos económico y social. También es factible que se desate una guerra civil, un
levantamiento de importantes sectores del ejército y el pueblo, en contra del
liderazgo de Mijaíl Gorbachov quien podría perder su cargo y reafirmar su papel
de mero acompañante de Yeltsin, que cada día concentra más poder.
La crisis en la ex Unión Soviética adquiere tintes
dramáticos, aún no toca fondo, porque en el pueblo existe un enorme y creciente
descontento ya que pese a las medidas de corte neoliberal que se están
aplicando, el rublo sigue en picada, la inflación se está acelerando hasta
convertirse en una hiperinflación, que nunca conocieron los soviéticos y los
salarios reales se ha pulverizado.
Nadie imaginó siquiera que los problemas económicos,
sociales y políticos se iban a agravar en la dimensión y en la profundidad en que
están sucediendo las cosas; nadie pensó hace un año, por ejemplo, que la URSS
desaparecería como Estado Federal Socialista y que cada república emprendiera
su propio camino ignorando a las demás y que los sentimientos nacionalistas se
exaltaran hasta el grado de provocar serios enfrentamientos armados y
derramamientos de sangre.
Los sucesos desintegradores en la ex Unión Soviética
se han profundizado porque el instrumento político que mantenían unidos a los
pueblos, etnias y nacionalidades, ha desparecido: el PCUS, que ahora también se
encuentra desmembrado, ilegalizado, perseguido, clausurados sus edificios,
incautados sus bienes, como ocurre llevando las cosas al extremo, en la
República Rusa en donde se ha entronizado una feroz dictadura antisocialista
lindante con el fascismo pues Yeltsin ha prohibido la militancia comunista. 1
A pesar de los errores y deformaciones que desde la
época de Stalin tuvo el PCUS en la formulación y aplicación de la política de las
nacionalidades, aquel era el eslabón que mantenía la unidad jurídica, política y
administrativa de la Unión. Una vez roto ese eslabón, sobre todo por la acción
débil y traicionera de Gorbachov, asumida después del 18 de agosto, sobre todo,
la URSS se descompone y cada república opta por separarse, sin que exista la
posibilidad cierta de que pronto se firmará un nuevo tratado, ni siquiera entre la
mayoría numérica de las repúblicas.
El último paso trágico de la desintegración de esa
cadena ha sido la decisión del 70% de los ciudadanos de Ucrania que votaron por
la independencia con lo que se asesta un duro golpe – ¿será mortal?- al proyecto
político unionista que todavía sostenía Gorbachov quien tiene toda la razón
cuando afirma que sin Ucrania, su potencial agrícola, industrial y sus importantes
riquezas naturales, su población, su territorio, el segundo después de la República
Rusa, es imposible la creación de la Unión de Estados Soberanos.
Gorbachov, por su política claudicante, ha dejado de
ser también el elemento aglutinante, unificador, de todos los esfuerzos, primero
para proceder a la reestructuración socialista de la Unión Soviética y después
para la constitución de la UES. Gorbachov ha perdido su autoridad y fuerza
política, el pueblo ya no le tiene confianza, en los ciudadanos existe irritación y
molestia porque a ocho años de distancia de la aplicación de la perestroika, la
crisis económica, lejos de resolverse se ha profundizado, el ejercicio de las
libertades políticas primero se convirtió en libertinaje, después en
desestabilización y caos y ahora en un enorme vacío de poder que ningún partido,
grupo de partidos o movimientos ha llenado hasta hoy.
La política equilibrista y contemporizadora que se está
ejerciendo desde el Kremlin ha lesionado seriamente a las instituciones estatales y
sociales sin que en su lugar surjan nuevas instituciones más fuertes,
representativas y democráticas. Se ha golpeado al Comité Nacional de Seguridad,
KGB hasta estar muy cerca de su disolución, dejando a la ex Unión Soviética sin 2
un sistema de seguridad nacional, como el que tienen todos los Estados en el
mundo, como si ya ninguna amenaza se presentara para la UES. Asimismo , se
ha denigrado a otro baluarte, el ejército, el cual se ha dividido, encarcelado,
destituido y perseguido a muchos de sus cuadros tan solo porque no comparten la
política de Yeltsin-Gorbachov, se ha eliminado la obligatoriedad de la conscripción
militar para los jóvenes y a la tropa y oficiales se les están pagando salarios de
hambre. Aquel ejército, que era un orgullo para todo el pueblo, se está
desorganizando en medio de las disputas políticas y de la separación de las
repúblicas.
Todos estos factores, más la conducta prepotente de
Yeltsin, que lo mismo afirma luchar por el nuevo Tratado Confederal que le resta
todos los poderes al kremlin, están formando un “caldo de cultivo” para una
guerra civil, derivada sobre todo, del hambre y la miseria que se ha conducido a la
mayoría de la población, que ya no tiene ninguna confianza en sus dirigentes pues
están destruyendo todo lo positivo que edificó el sistema socialista.
La actitud del Presidente de la República Rusa está
torpedeando la formación de la UES al suscribir un acuerdo inter estatal
gobiernos de Ucrania y Bielorrusia que en la práctica están ya conformando una
Federación de Estados Eslavos, dejando fuera, desde luego, al resto de las
Repúblicas y regiones, con lo que están retrocediendo respecto a lo que
Gorbachov ya había conseguido en el sentido de que once repúblicas estarían
dispuestas a firmar el nuevo Tratado para hacer surgir un estado Confederal.
¿Qué futuro les espera a las repúblicas que se separan sí existe una
interdependencia y por lo tanto requieren materias primas, energéticos,
maquinaria, entre sí, cuyo esquema venía operando bajo el socialismo? Serán
países explotados pues sus economías dependerían ahora de los suministros de
las potencias occidentales capitalistas, que ya les están dando un trato de países
tercermundistas.
3
No sería nada difícil que la ex Unión Soviética siguiera
el camino de la desintegración sangrienta por el que transita hoy la República de
Yugoslavia.
Febrero 1990.
4
La Conferencia de la Perestroika.
Por: Héctor Ramírez Cuéllar.
El próximo lunes se inicia en Moscú la XVIII
Conferencia del Partido Comunista de la Unión Soviética en la que se examinará
el actual estado de la Perestroika, sus dificultades y propuestas para resolverlas.
Esta Conferencia ha causado una elevada expectación
no solo en la Unión soviética sino fuera de ella; se han elegido a los delegados en
los sindicatos, en las cooperativas, en los koljoses, en las empresas industriales,
instituciones culturales, educativas y en los establecimientos dedicados a los
servicios.
A nivel internacional, la Conferencia suscita interés
porque, con seguridad, habrán de enfrentarse distintos puntos de vista, posiciones
críticas, frente a los grandes problemas de la economía, la sociedad y la política.
El órgano máximo del PCUS no es la Conferencia sino
el Congreso que se realiza cada seis años y que después de un amplio e intenso
debate se aprueban resoluciones que son de cumplimiento obligatorio para el
gobierno y las instituciones sociales y políticas.
La perestroika es un proceso muy profundo de cambios
iniciado desde hace tres años a raíz de que Mijaíl Gorbachov accediera a la
Secretaría General del PCUS y se renovarán los órganos de dirección de ese
partido gobernante.
La dirección encabezada por Gorbachov ha sustituido a
anteriores grupos de dirigentes de la época de Leonid Breznhev y ha sometido a
1
crítica y a revisión una serie de errores, fallas y deficiencias que se venían
arrastrando desde hace tiempo.
En el terreno económico se observaba un serio
estancamiento en el aparato productivo, concretamente en las distintas ramas de
la industria ligera ya que la pesada, la Unión Soviética, tiene un sitio de vanguardia
ene l contexto mundial.
Por otra parte, operaba un costoso y pesado aparato
estatal, una enorme gama de instituciones, ministerios, dependencias, que, en su
conjunto oprimían al aparato productivo.
Ahora se trata de revisar ese conglomerado estatal,
aligerarlo, para darle toda la importancia que tiene el crecimiento de la
productividad en la industria, la agricultura así como el avance impetuoso de la
ciencia y la tecnología.
En el terreno político, la perestroika está planteando
una plena democratización en la designación de los funcionarios públicos y en la
elección de los dirigentes del partido y de los sindicatos, así como en las
cooperativas.
Como complemento está el glasnost, o sea, la
transparencia en los medios de comunicación, que está permitiendo el ejercicio del
debate más amplio e intenso, de la confrontación de puntos de vista encontrados y
del florecimiento de la crítica y también de la autocrítica de los errores.
2
Como es natural, en la perestroika y en el glasnost
existen discusiones y distintos criterios tanto en el seno del PCUS como en el
resto de las instituciones políticas y culturales. En contra de lo que difunde una
cierta prensa, esas posiciones se están enfrentando en el seno de los órganos del
partido y a la prensa.
La prensa soviética de nuestros días es el mejor reflejo
de lo que está sucediendo en el seno de la sociedad: obreros, campesinos,
intelectuales, funcionarios y dirigentes están emitiendo opiniones de la más
variada naturaleza en un clima de plena libertad, como poco existe en la mayoría
de los países del mundo.
La Conferencia del PCUS permite que las distintas
interpretaciones y modalidades de la perestroika sean examinada y valoradas;
nadie está hablando de volver al capitalismo sino de fortalecer la economía
centralmente planificada y el sistema político socialista.
La URSS se encuentra desde hace tres años
experimentando una serie de cambios económicos y políticos y es previsible que
ellos continúen en el futuro inmediato ya que los objetivos de la perestroika no se
pueden alcanzar en un breve periodo.
Mayo de 1986
3
Cambios en la Dirección Soviética.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La semana pasada se produjeron cambios muy
importantes no solo en el Comité Central del PCUS sino también en el Soviet
Supremo, el máximo órgano de gobierno de la Unión Soviética, lo que indica que
continuará la reestructuración económica y la más amplia y efectiva
democratización de las instituciones públicas y políticas en ese gran país
socialista. Los acuerdos en el Comité Central se tomaron bajo un ambiente de
camaradería y fraternidad, por unanimidad, lo que demuestra un elevado grado de
responsabilidad política.
En primer lugar se jubiló, Andrei Gromyko y por lo tanto
abandonó su puesto en el Politburó del PCUS; consecuentemente con esa
decisión también dimitió a la Presidencia del Soviet Supremo, con lo que el
brillante diplomático y estadista se retira de la vida privada a la edad de 79 años.
Gromyko es una figura histórica en la Unión Soviética;
desde el año de 1920 colaboró con todos los secretarios generales del PCUS,
desde Stalin hasta Gorbachov, desempeñando funciones en el área de las
relaciones internacionales hasta ganarse fama de negociador hábil y tenaz en la
defensa de los intereses de su patria y de la humanidad entera.
Realizó distintas tareas en los Estados Unidos y la Gran
Bretaña habiéndose enfrentado a varios presidentes desde Roosevelt hasta
Reagan y desde Churchill hasta Margaret Thatcher, para citar a las figuras más
conspicuas. En todo momento era el diplomático más informado y capacitado en
las complejas y delicadas conversaciones oficiales, lo que le significó un gran
respeto en todo el mundo.
1
En particular, destacamos las aportaciones de Gromyko
para la reducción de armamentos y la firma de tratados pacifistas entre los
Estados Unidos y la URSS, así como su consecuente defensa de los intereses de
los pueblos semicoloniales de Asia, África y América Latina en su lucha contra el
neocolonialismo y el imperialismo, así como en el fortalecimiento de los nexos
comerciales y políticos con el resto de los países de la comunidad socialista.
Gromyko no abandona el gobierno porque haya estado
en contra de la “perestroika”, como lo afirma cierta prensa amarillista y
sensacionalista, ni porque haya tenido “fuertes” discrepancias con Gorbachov, lo
cual solo constituye una especulación pueril. Se pretende dejar el campo libre a la
nueva generación de políticos que ahora está emprendiendo cambios profundos
en la sociedad soviética.
Se trata simplemente de propiciar que Gorbachov sea
también el Presidente del Soviet Supremo y por lo tanto el jefe del Estado,
dualidad de mandos que han tenido los anteriores Secretarios Generales del
Partido, con lo que se unifica la autoridad política nacional en el país.
Viktor Chebrikov, Presidente del Consejo Estatal de
Seguridad ocupará el cargo de Secretario del Comité Central. Al jubilarse también
Piotr Demichev ocupó su cargo en el Buró, Anatoly Lukjanov, Alejandra Bivyukova
ocupa la vicepresidencia del Consejo de Ministros y Nikilay Talyzin es desde ahora
representante ante el Consejo de Ayuda Económica Mutua, que es la organización
económica de los países de la comunidad socialista.
Además, Igor Kochev, encargado del área de
propaganda se ocupa ahora de los asuntos agrícolas.
2
Los nuevos nombramientos van acompañados de una
serie de cambios administrativos en los órganos del partido en donde desaparecen
algunos departamentos y se reestructuran distintas comisiones con el objeto de
agilizar y hacer más efectivo el trabajo del organismo rector de la vida de los
soviéticos, que tiene millones de afiliados y cuya actuación influye en el mundo
entero.
En el Comité Central, está sucediendo una renovación
de los cuadros no en base a edades sino para adecuarse a la situación actual que
exige una serie de reformas en la estructura económica y social para hacer más
competitiva la planta industrial y hacer que el pueblo participe en forma decisiva en
los asuntos públicos cotidianos, cancelando distintos fenómenos de corrupción y
de estancamiento que habían sucedido y estaban presentes tanto en la economía
como en la vida política.
En particular, destacamos la reestructuración y el
fortalecimiento de los soviets de diputados que son los organismos básicos que
representan los intereses de millones de trabajadores eliminando con ello el
burocratismo y el alejamiento que las masas tenían en algunos casos. Ahora se
les otorgarán más facultades a los soviets y para su integración se presentaron
varios candidatos.
Asimismo, está en estudio y discusión una serie de
propuestas para que el Soviet Supremo se consolide como el máximo poder del
pueblo y que tenga, incluso, una mayor injerencia en la política exterior.
Entonces la perestroika avanza en la URSS, contra los
augurios pesimistas de los llamados sovietólogos para quienes cualquier cambio
que se genere en la dirección del PCUS implica una división, o la presencia de
factores de grave confrontación.
3
La Obra de Andropov.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La militancia política de Yuri Andropov es la de aquellos
comunistas destacados que, habiendo iniciado su lucha en las filas del Komsomol
leninista, accedió a los cargos de mayor responsabilidad en el seno del Partido y
el Estado. A los 69 años muere, después de una breve etapa de gobierno, que se
desarrolló en medio de la más violenta confrontación con el imperialismo, que no
tiene paralelo, en su gravedad, sino con la Crisis del Caribe.
En estos días hemos padecido las opiniones más
descabelladas por parte de los denominados “sovietólogos” y de los voceros de
la propaganda capitalista. En efecto, se presenta al sistema político soviético como
herméticamente cerrado en el que tan solo 12 personas deciden, en la autarquía,
el destino y rumbo del primer país socialista del mundo.
Otros, como los elementos del llamado Partido Laboral
fueron severos críticos de Andropov, a quien acusaron de ser partidario de una
nueva guerra y de haber entronizado un régimen policiaco. Desde luego que, en
contrapartida, han defendido la política belicista de Ronald Reagan, de quien han
apoyado todos sus planes de armamento y de provocación. Sin embargo, la
realidad es otra.
Andropov, en el corto periodo de su mandato, tomó
decisiones muy enérgicas, en el interior de la dirección colegiada del Partido y el
Estado. En la esfera nacional coadyuvó al reforzamiento de las normas de
productividad, en la economía combatiendo la indisciplina y el ausentismo en los
centros de trabajo, el desperdicio de tiempo y de materias primas. La economía
soviética se mantuvo en crecimiento y expansión, pese a las distracciones
presupuestales destinadas al área de la defensa militar, ante el recrudecimiento de
la ofensiva yanqui.
1
También expresó una particular preocupación por
vigorizar la militancia en todos los niveles del Partido, elevar la preparación política
de sus cuadros y robustecer el papel de la organización leninista entre todos los
estamentos de la sociedad. Propició la más extendida, profunda y fraternal crítica
y autocrítica entre los órganos partidarios, pero también la aplicación de sanciones
ejemplarizantes.
Desde el 23 de noviembre de 1983 en que fue
designado por las instancias partidarias para ocupar la Secretaría General del
PCUS y después por la representación popular en los cargos en el Soviet
Supremo y en el Comité de Defensa, Andropov se enfrentó, en la arena
internacional, a distintas provocaciones y acciones urdidas por el gobierno de
Reagan, a pesar de que, en repetidas ocasiones, reiteró la necesidad de mejorar
las relaciones con Estados Unidos. En primer lugar, el derribamiento de un avión
de pasajeros de Corea del Sur, vuelo que fue planeado por la CIA para conocer el
grado de respuesta de los sistemas defensivos de la URSS. El gobierno
norteamericano y sus corifeos en los países capitalistas capitalizaron este
lamentable suceso –en que fueron utilizadas como carne de cañón, personas
inocentes- y desataron una feroz ofensiva diplomática y política tratando de sentar
a la URSS en el “banquillo de los acusados” ante la comunidad de naciones. Sin
embargo, el hecho de que en realidad los Estados Unidos y sus aliados no hayan
tomado medidas en verdad efectivas y la aparición de nueva información sobre el
particular, demuestran y reiteran del carácter calculado de la incursión área.
En la esfera mundial, el gobierno presidido por
Andropov tomó una decisión trascendente: retirarse y por lo tanto suspender las
negociaciones de Ginebra en materia de limitación de armamento nuclear, ante el
emplazamiento de los cohetes Crucero y Pershing en territorio de Europa
Occidental. La ausencia de los delegados soviéticos no puso al mundo al borde de
la guerra sino alejó el peligro de su estallido. Obligó a Reagan a frenar un poco su
desenfrenada histeria belicista, al anunciar la URSS que instalaría cohetes de
alcance medio, apuntando hacia las principales ciudades y zonas industriales de la
2
Unión Americana. Andropov demostró firmeza en esta delicada acción porque
hasta la furiosa anticomunista señora Thatcher, de la Gran Bretaña tuvo que
reducir su lenguaje violento y ahora hasta se ha pronunciado por mejorar las
relaciones con la comunidad socialista.
En Praga, en enero en una reunión del Pacto de
Varsovia, a la que asiste Andropov, se conciertan otras acciones de defensa
colectiva, ante la presencia renovada, amenazante, de los cohetes
norteamericanos: instalar, en territorio de Checoslovaquia y de la República
Democrática Alemana, los cohetes SS-X que tienen la finalidad de persuadir a los
regímenes capitalistas de Europa de que abandonen sus planes de supremacía
militar, so pena de sufrir una destrucción de incalculables dimensiones.
Por estos hechos, como dice el mensaje de
condolencias del Presidente Miguel de la Madrid, el nombre de Yuri Andropov,
estará ligado a la lucha por la paz mundial.
Julio de 1987
3
Necesidad Objetiva y Progreso de la Perestroika.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Considerando que los cambios políticos y sociales, que
ocurren en los países socialistas, sobre todo en la Unión soviética eran necesarios
para superar una serie de deficiencias y conflictos que se habían acumulado en
los últimos años, sobre todo durante la época de Leonid Breznhev.
En la Unión Soviética se había presentado un serio
estancamiento económico, en comparación con el progreso tecnológico que
habían alcanzado, por ejemplo, los Estados Unidos, República Federal Alemana y
Japón.
En gran parte este lento crecimiento o rezago de
algunas actividades productivas básicas se había debido a que la Unión Soviética
se había visto obligada a efectuar cuantiosas inversiones en la fabricación de
armamento sofisticado, en el marco de la aguda pugna sostenida durante muchos
años con el gobierno de los Estados Unidos.
Una vez suscritos una serie de acuerdos y convenios
para limitar o destruir armas de distinta potencialidad –como los cohetes de
alcance medio en Europa- se estableció un clima de distensión y de cooperación
pacífica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y por lo tanto se alejó el
peligro de una nueva guerra nuclear.
En esas condiciones, el gobierno de la URSS ha podido
reorientar su presupuesto y destinar cantidades mayores a las distintas ramas
industriales, agrícolas y de servicios, teniendo como objetivo central la
recuperación del rimo de crecimiento y la superación de los rezagos tecnológicos.
En el fondo de esta situación general, descrita con
anterioridad, se encontraban una serie de factores o elementos, tendencias de
carácter negativo, tales como: la confusión del partido y la administración pública,
burocratismo, nepotismo y corrupción en algunos niveles y órganos partidarios,
1
abandono de la militancia de muchos de los miembros y afiliados a aquel o
limitada participación de los sindicatos, cooperativas, en la elaboración y
aplicación de las principales decisiones públicas.
Esto es, se requería una más amplia y enérgica
democratización que la que se habían alcanzado con anterioridad, no sólo en el
partido sino también en las distintas organizaciones sociales y en los órganos del
Estado como una de las condiciones indispensables o un prerrequisito, para lograr
la recuperación del crecimiento económico y alcanzar a las naciones capitalistas
más desarrolladas.
En estos años se ha avanzado mucho en la aplicación y
profundización de la democratización, entendida en su concepto más completo,
como la participación multifacética del pueblo en la conducción y en la orientación
del Estado y en la elaboración y aplicación de las políticas sectoriales y globales.
Los pasos más importantes han sido los siguientes:
a) En las elecciones de los órganos legislativos se han
presentado más de tres candidatos del PCUS y sin partido.
b) El Partido ha iniciado y conducido la reestructuración
y todas las diferencias que se han presentado entre los distintos grupos y
tendencias se han separado, sin que exista división, o un rebasamiento del
pueblo de la estructura y de las orientaciones centrales del partido.
c) Continuación de la Presidencia de la Unión soviética,
encomendada a Mijaíl Gorbachov con una serie de amplios poderes y facultades,
pero acompañado con un legislativo también muy fuerte, desde el punto de vista
político-social y de sus atribuciones.
La mayoría de estos cambios o modificaciones
persiguen el fortalecimiento de la democracia socialista y desde luego no se
proponen la restauración del capitalismo, ni se está imitando en forma mecánica a
la democracia burguesa de los países occidentales capitalistas.
2
La democracia tiene en este caso, como en todos, un
significado histórico, social y político; no es, desde luego, una concepción
abstracta, una serie de instituciones formales o jurídicas, ni tampoco se puede
exportar o importar como si fuera una mercancía.
La democracia, en su sentido económico, social y
político, entendido en su concepción más completa, es intrínseca al socialismo y lo
que se ha presentado, son una serie de instituciones formales o jurídicas, que
pueden irse corrigiendo en algunos casos, en medio de graves crisis políticas,
que han desplazado del poder a algunos partidos comunistas y la asunción a los
cargos oficiales de los gobiernos de Polonia, Hungría y la República Democrática
Alemana, por ejemplo, que se encaminan hacia una democracia burguesa de
carácter republicano y hacia una economía de libre mercado, esto es, tratan de
encontrar en el régimen capitalista restaurado, la solución a una serie de
problemas, pero la misma realidad indicará que una economía así constituida
propiciará la irracionalidad en la planeación y la producción, el resurgimiento del
trabajo asalariado con sus secuelas de explotación y la presencia de los
monopolios extranjeros y de las instituciones del imperialismo como el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial con sus políticas genocidas ya
conocidas en América Latina.
Los partidos burgueses y pro capitalistas,
ultraderechistas que han ganado las elecciones esos países ya están
desgastándose desde el principio porque están pretendiendo transitar por caminos
ya condenados por la historia de los pueblos, como si no tuvieran memoria
histórica de su pasado. Ellos sufrirán, una vez más, la dominación de breves
minorías enriquecidas y tratarán de aplastar los derechos y las conquistas que la
clase obrera había alcanzado con anterioridad.
3
Ello será la oportunidad para que los partidos marxistas
y comunistas se depuren y perfeccionen y recuperen el poder que perdieran en las
pasadas elecciones generales. El socialismo sufre hoy un serio revés pero todo
indica que continuará presidiendo las luchas históricas de los pueblos por la
eliminación de la explotación capitalista.
Abril de 1986
4
Conferencia Sustentada por el Compañero Diputado Héctor Ramírez Cuellar, sobre “Lenin, la Coexistencia Pacífica y la Colaboración entre los Pueblos”,
Con motivo del 107 Aniversario del Natalicio de Vladimir Ilich Lenin, en elInstituto de Intercambio Cultura México – URSS, el 25 de abril de 1977.
Compañeros y Amigos:
Agradezco a la Dirección del Instituto de Intercambio
Cultural México – URSS la invitación que me extendió para disertar sobre Lenin y
la Coexistencia Pacífica entre los Estados de distinto Régimen Social. Este tema
es de capital importancia en el mundo moderno, particularmente en la etapa en
quela distención internacional se amplía y se consolida, contra las pretensiones y
los grandes intereses de los círculos guerreristas del imperialismo norteamericano.
La coexistencia pacífica entre Estados con distinto Régimen Social ya no es
propiamente un problema teórico sino una realidad concreta que se ha
materializado en múltiples acuerdos y decisiones de carácter bilateral y
multilateral.
Según uno de los biógrafos más importantes de Lenin,
éste nace el 22 de abril de 1870, siendo el tercer hijo de la familia Ulianov, en
Simbirsk, recibiendo el nombre de Vladimir, que en lengua eslava significa el “que
domina al mundo”. Desde el natalicio de Lenin hasta hoy, en una centuria, el
mundo ha cambiado radicalmente. En cien años, la sociedad humana ha sufrido
cambios profundos, como no había registrado en los últimos siglos: aparece el
primer Estado Socialista del mundo y con ello surge y se desarrolla el régimen
socialista de los instrumentos de la producción económica y del cambio, régimen
cualitativamente superior, en el que ha desaparecido la explotación humana, mal
milenario de la sociedad. Actualmente, los países socialistas, encabezados por la
Unión Soviética, constituyen la fuerza decisiva en la elaboración de las decisiones
políticas fundamentales y en el ritmo del desarrollo de la sociedad. ¡Qué cambios
tan trascendentales se han operado en el mundo en el momento en que
recordamos el 107 Aniversario del Natalicio de Lenin!
1
Según Vicente Lombardo Toledano, “Lenin fue un
filósofo y un político al mismo tiempo; un pensador y un realizador; un planeador
de la acción y un ejecutor frío, certero y entusiasta de su propio programa”. Lenin
sentó las bases del primer Estado de obreros y campesinos y con ello inició la
etapa de las revoluciones socialistas triunfantes. Los imperialistas pretendieron
destruir desde su nacimiento al joven Estado Soviético; posteriormente, el
fascismo desató la más colosal ofensiva para aniquilar las fuerzas vitales del país.
Ahora el mundo conmemora el 60 Aniversario de la gloriosa Revolución de
Octubre. En estos 60 años, la Unión Soviética ha desarrollado enormemente sus
fuerzas productivas y se ha convertido en una potencia fundamental a virtud de la
actividad creadora permanente de su pueblo. Los planes imperialistas para
detener el progreso cualitativo de la humanidad han fracasado. Actualmente, el
imperialismo ya no puede agredir impunemente a los pueblos ni repartírselos entre
Francia, Gran Bretaña o Alemania como ocurría cuando nació Lenin, a finales del
siglo pasado. Los pueblos ya no pueden ser considerados como botín de guerra ni
es fácil para el imperialismo imponerles sus decisiones políticas o económicas.
Una de las leyes naturales de la evolución histórica de
los pueblos es su desarrollo desigual. La vigencia de esta ley también se observa
en el interior de los países. En los países capitalistas se observan residuos de
modos de producción anteriores; coexisten formas o estructuras de carácter feudal
o de otro tipo. El desarrollo social no puede considerarse como una calle recta de
un solo sentido sino como un proceso extraordinariamente complejo y dinámico
por medio del cual la sociedad avanza en términos cuantitativos y sobre todo,
cualitativos. Los Estados representan los intereses de las clases sociales
dominantes en un determinado grado de desarrollo histórico. La lucha de los
Estados engendra conflictos y antagonismos de diversa naturaleza. Los países
imperialistas siempre han estado interesados en perpetuar y extender su dominio
y su explotación; en tanto, los países subyugados luchan por su independencia y
contra el control imperialista y colonialista. Esta lucha de clases a nivel
internacional ha producido resultados portentosos: prácticamente ha desaparecido
2
el sistema colonial que las potencias imperiales consolidaron a finales del siglo
pasado. En África, Asia y América Latina, los pueblos han liquidado al colonialismo
clásico y ahora transitan por una vía de desarrollo no capitalista. Las potencias
imperialistas, a lo largo de la historia, también han luchado encarnizadamente
entre sí. Etas pugnas interimperialistas produjeron la primera guerra mundial que
permitió reajustar una división nueva de los mercados de sus productos, de sus
inversiones y para la adquisición de materias primas. El desorden monetario actual
oculta una profunda pugna interburguesa entre los Estados Unidos, algunos
países de Europa capitalista y Japón. También entre los países imperialistas
hegemónicos imponen a países de idéntico régimen social y grado de evolución
histórica condiciones diversas de carácter económico y político. Los Estados
Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial y pretextando programas de
ayuda económica para la reconstrucción de Europa, impusieron a los países de
este continente normas, restricciones y limitaciones a su desarrollo.
Si entre estados con idéntico régimen social se
producen discrepancias y contradicciones, con mayor razón aún tratándose de
Estados con distinto régimen social y político. Entre éstos se desarrolla la
competencia por demostrar la superioridad de su propio régimen social. La
coexistencia implica desentrañar cómo han de resolver estos conflictos y estas
contradicciones. Por ello, el problema de la coexistencia pacífica es el problema
de la guerra y la paz. La elaboración teórica de esta tesis se produce cuando el
sistema socialista se convierte en la fuerza histórica decisiva de la humanidad.
Pero también, cuando el imperialismo, no obstante su debilidad histórica, conserva
aun su naturaleza agresiva. El desarrollo de la tecnología nuclear produjo armas
de destrucción masiva, cuyo uso produciría consecuencias realmente
incalculables. Las armas atómicas, los cohetes intercontinentales, han
derrumbado los esquemas clásicos de la guerra tradicional. Los mecanismos
3
defensivos y agresivos no sólo impactan a los países beligerantes sino a la
humanidad en su conjunto.
En diversos trabajos, Lenin desentrañó la naturaleza
esencialmente agresiva del imperialismo y consideró que la guerra era inevitable.
Estos escritos de 1915 se producen en la etapa del ascenso y consolidación del
imperialismo como la fase superior y última del capitalismo y aun cuando no había
aparecido el primer Estado de obreros y campesinos. ¿Quiere decir, entonces,
qué el imperialismo ha perdido su carácter agresivo y expoliador? Lo que ha
ocurrido es que el imperialismo ha transitado por la etapa de su retroceso y
decadencia y que las guerras y agresiones imperialistas ya no pueden producirse
como se produjeron en el siglo pasado, ante una realidad mundial objetiva distinta.
La guerra puede evitarse porque existe el enorme poderío económico, político y
militar de los países del campo socialista, especialmente de la Unión Soviética,
porque ha crecido notablemente la enorme corriente de partidarios de la paz en
todo el mundo, porque la opinión de los pueblos tiene hoy más peso político que
en el pasado. Dice el Maestro Vicente Lombardo Toledano: “Si la guerra puede
evitarse, porque la correlación de las fuerzas sociales no favorece ya al
imperialismo, la primero consecuencia lógica de ese hecho es la que los conflictos
entre las naciones se puedan arreglar por la vía pacífica”.
La coexistencia pacífica es una realidad objetiva
impuesta al imperialismo a virtud del nuevo grado de desarrollo de la humanidad.
Más que un problema teórico, se trata de reformar el hecho de que el imperialismo
ya no puede promover una nueva guerra sin que reciba una respuesta que
implique una derrota estrepitosa. La tecnología nuclear existente permite asestar
al país agresor un golpe atómico realmente destructivo. Las negociaciones sobre
las armas nucleares, establecidas por la Unión Soviética y los Estados Unidos, no
dependen de factores subjetivos sino de causas concretas que se imponen con
dramático realismo. Los pueblos desean desarrollarse en forma pacífica,
combatiendo enérgicamente la resistencia y las presiones del imperialismo y de la
clase burguesa. Los pueblos marchan hacia la independencia, el progreso y el
4
socialismo. Una nueva guerra termonuclear destruiría las fuerzas productivas
generadas por la actividad creadora del hombre y retrasaría notablemente el
avance de los pueblos hacia nuevos niveles de desarrollo.
El problema de la defensa militar de los países
socialistas ocupa un lugar de primer orden en su actividad nacional. Quienes han
descuidado la defensa y la seguridad ante la presencia imperialista han
experimentado graves agresiones. Los círculos más reaccionarios del
imperialismo alientan sentimientos de revancha contra los países socialistas. La
coexistencia significa también respetar el principio de la no intervención en los
asuntos internos de otros países. El respeto a este principio no implica, de ninguna
manera, renunciar a la práctica de otro igualmente importante, el de la solidaridad
antiimperialista y entre las clases explotadas del mundo. Combatiendo a quienes
trataron de deformar la tesis de la coexistencia pacífica, el Maestro Vicente
Lombardo Toledano, señaló, en múltiples materiales, que esto no implica la
conciliación interna de las clases sociales antagónicas ni menos aún la
terminación de la contienda ideológica que divide y enfrenta a los partidarios del
régimen capitalista y a os del régimen socialista. La coexistencia no ha anulado la
lucha ideológica contemporánea sino por el contrario la presupone. No se trata de
legitimar actitudes conciliatorias y oportunistas en el marco de la lucha de clases
que se producen en la sociedad capitalista. La coexistencia pacífica no es una
relación entre clases sociales sino entre Estados.
Los adversarios de la coexistencia pacífica consideran
que ésta frena la lucha de clases, que retarda el desarrollo de la revolución
socialista, que impide vigorizar la lucha antiimperialista y que hace anidar ilusiones
entre las masas populares sobre el carácter del imperialismo y del capitalismo.
Chou en Lai, en su informe al X Congreso del Partido Comunista de China,
celebrado en agosto de 1973, dijo “que las dos super potencias nucleares, los
Estados Unidos y la Unión Soviética se disputan la hegemonía mundial. Disputan
entre sí, y al mismo tiempo se confabulan. La disputa por la hegemonía entre los
Estados Unidos y la Unión Soviética es la causa de la intranquilidad mundial.
5
Debemos unirnos con todos los auténticos partido y organizaciones marxistas
leninistas del mundo, para llevar hasta el fin la lucha contra el revisionismo
contemporáneo”.
Durante los preparativos de la Conferencia de la
Seguridad Europea efectuada en Helsinki, el periódico Chino “Jenmin Jiphno” escribió: “que los verdaderos culpables de la tirantez en Europa, no son las
fuerzas adictas a la OTAN, sino los Estados del Tratado de Varsovia”. Ese mismo
periódico calificó a la Conferencia de Helsinki como el intento de crear “una
alianza antichina, anticomunista y antinacional”. En 1969, el vicepresidente de la
República Popular china, Li Hsien Nien, declaró que “la Conferencia Europea era
un intento de compartir la esfera de influencia en Europa para controlar y sojuzgar
a Europa Oriental”. Los dirigentes chinos advirtieron a varios jefes de Estado de
Europa “contra el peligro que se acarrearían al reducirse las tropas en ese
continente y señalaron que nada tendrían que objetar si se crearan fuerzas
cohete-nucleares Europeo-occidentales”.
Estas actitudes están orientadas para mantener y
agudizar la tirantez internacional y para impedir que el principio de la coexistencia
pacífica tenga plena realidad y se estructure un sistema colectivo de seguridad
mundial. Para los dirigentes chinos el peligro a la seguridad mundial no lo
constituyen los Estados Unidos, sino el “expansionismo soviético”. En esta actitud
no han vacilado en aliarse abiertamente con los círculos revanchistas de Alemania
Occidental y a los círculos guerreristas del Pentágono que paradójicamente
esgrimen el peligro de la amenaza soviética, o de su “creciente superioridad militar” para tratar de justificar en el Congreso de los Estados Unidos crecientes
aportaciones para producir armas más sofisticadas. La coexistencia pacífica no ha
impedido que se desarrolle la lucha antiimperialista. En los últimos decenios,
hemos asistido al resquebrajamiento de los imperios coloniales en Asia y África;
las luchas de los pueblos de Vietnam, Laos, Camboya y la de la República Popular
de Angola, entre otras muchas de este carácter se han producido precisamente
6
durante la etapa de la coexistencia pacífica. Estos pueblos no solo derrotaron al
imperialismo sino que, ahora, marchan por la construcción del régimen socialista.
¿Dónde está la confabulación de la Unión Soviética en
estos procesos emancipadores y progresivos sí precisamente ese país hizo el
mayor aporte solidario material y político a la lucha de esos pueblos?
La coexistencia tampoco a nulificado la lucha de clases
en los países capitalistas en los diversos aspectos. Hemos asistido al crecimiento
impetuoso del movimiento huelguístico y reivindicativo de inmensas masas de la
clase trabajadora que, afectadas por la nueva crisis del régimen capitalista y del
imperialismo, luchas contra la explotación económica de los grandes monopolios.
Precisamente, en la etapa de la coexistencia, los partidos de la clase obrera de
Francia, Italia, España, Portugal y otros, han obtenido victorias realmente
decisivas que los acercan al dominio completo del poder político del Estado. La
solidaridad antiimperialista también se ha vigorizado de una manera notable. Las
luchas de los pueblos de Vietnam y de Angola, la agresión al pueblo de Chile han
despertado gigantescas oleadas de solidaridad y colaboración política.
¿En dónde está, entonces, la claudicación que implica
la coexistencia pacífica? En la mente de los dirigentes chinos que no vacilaron en
proporcionar ayuda material y política a las agrupaciones pro imperialistas del
UNITA y FNLA en Angola, al gobierno reaccionario del Zaire, de Sudáfrica, al lado
de potencias como Francia e Israel y que continúen manteniendo y aún las han
mejorado, las relaciones diplomáticas y comerciales con la junta militar fascista de
Chile.
En un discurso pronunciado por Leonid Breznhev,
Secretario General del PCUS en Washington, en junio de 1973, señaló: “hay quien
habla de superpotencias al referirse a nuestros países, atribuyéndole a la palabra
el específico sentido de que se fragua una confabulación a costa de los dirigentes
de otros países. ¿Pero a caso lo que acordamos en Moscú y aquello de que hoy
tratamos, lesiona en lo más mínimo a los demás pueblos? Al contrario, los
7
cambios positivos en las relaciones soviético-norteamericanas repercuten del
modo más favorable en la situación general, mejoran el clima internacional,
consolidad la paz y la seguridad internacional.
En otro discurso, Breznhev dijo, al referirse a las
relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética “que en el siglo nuclear,
para mantener las relaciones entre nuestros países no hay más bases que la
coexistencia pacífica. Ahora podemos decir que este principio fundamental va
cobrando un contenido concreto cada vez mayor”. Agregó más tarde, “opino que
en las relaciones entre la URSS y los Estados Unidos, como en las relaciones
entre los demás Estados, importa mucho tener en cuenta que cada pueblo tiene
su régimen social y político, sus peculiaridades nacionales, tradiciones y
costumbres. Y a todo esto hay que tratarlo con el debido respeto”.
La coexistencia pacífica es el principio que norma las
relaciones entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. En mayo de 1972 se
suscribió un documento trascendente que establece los principios básicos de las
relaciones bilaterales. En el primer punto se dice: “La URSS y los Estados Unidos,
partirán de la convicción común de que en la era nuclear no existe para el
mantenimiento de las relaciones entre ellos otra base que la coexistencia pacífica.
Las diferencias en la ideología y los sistemas sociales de la URSS y de los
Estados Unidos no representan un obstáculo para el desarrollo entre ellos, de
relaciones normales basadas en los principios de la soberanía, la igualdad, la no
injerencia en los asuntos internos y la ventaja mutua. Ambas partes reconocen
que los intentos de obtener ventajas unilaterales, directa o indirectamente, a
expensas de la otra parte son incompatibles con tales fines. Son premisas
fundamentales, para mantener y fortalecer las relaciones de paz entre la URSS y
los Estados Unidos, el reconocimiento de los intereses de la seguridad de las
partes, basadas en el principio de la igualdad y la renuncia al empleo de la fuerza
a la amenaza de su empleo”. Los Estados Unidos y la Unión Soviética tienen
plena conciencia acerca de su responsabilidad fundamental en el mantenimiento
de la paz mundial.
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En el marco actual de las relaciones no sólo se trata de
alejar definitivamente el peligro de una nueva guerra sino de evitar el estallido de
conflictos regionales o impedir la proliferación de las armas atómicas y del material
nuclear. Un grupo de países con nivel de desarrollo económico medio, dispone de
la suficiente tecnología y recursos financieros como base para producir armas
nucleares. La proliferación de estas armas y del material nuclear entraña un serio
peligro a la consolidación de la paz mundial. Los Estados Unidos y la Unión
Soviética realizan negociaciones a efecto de limitar los armamentos estratégicos.
Con frecuencia se considera que estas negociaciones sólo implican la
consolidación del monopolio nuclear y que éstas no progresan con la celeridad
deseada por la intransigencia de las partes. Esta apreciación es artificial. Las
negociaciones no pueden producirse en detrimento de la seguridad de los países
socialistas ni tratando de obtener ventajas unilaterales. El prerrequisito esencial
para la consolidación de la coexistencia es que los Estados no alienten actitudes
revanchistas ni esgriman pretensiones territoriales y políticas o prácticas
expansionistas en detrimento de la seguridad y de la soberanía de otros pueblos.
Tampoco se trata de obtener privilegios a costa de terceros.
Los Estados Unidos y la Unión Soviética han aprobado
acuerdos sobre la limitación de los sistemas de defensa anticoheteril, sobre la
limitación de armamentos estratégicos, sobre la colaboración para la protección
del medio ambiente, sobre la colaboración en el terreno de la ciencia médica y la
sanidad, sobre el aprovechamiento del espacio cósmico para fines pacíficos, sobre
la colaboración en el terreno de la ciencia y la técnica, sobre la prevención de
incidentes en alta mar y en el espacio aéreo, sobre el intercambio comercial y
otros aspectos. La aplicación del documento “Principios de las Relaciones entre la URSS y Estados Unidos” de mayo de 1972 constituye el andamiaje jurídico
internacional sobre el cual se desarrolla la colaboración entre ambos países. Sin
embargo, sectores importantes en el congreso norteamericano, en el Pentágono y
en la CIA torpedean el desarrollo exitoso de estas relaciones y bloquean los
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avances sustanciales, invocando que existe una grave amenaza soviética sobre el
resto de los pueblos del mundo.
En el informe del XXV Congreso del PCUS, Leonid
Breznhev dijo: “no existe ninguna amenaza soviética ni para Occidente ni para
Oriente. Todo eso es una pura y monstruosa falsedad. La Unión Soviética no
piensa atacar a nadie. La Unión Soviética no necesita la guerra”. En 1976, la
Unión Soviética propuso la reducción de tropas de ese país y de Estados Unidos
estacionadas en Europa, congelando al resto de los contingentes militares; la
OTAN no aceptó tal propuesta; propuso en la Conferencia de Helsinki la adopción
del principio de la renuncia de la fuerza y la amenaza de emplearla para resolver
las cuestiones litigiosas; propuso que deban prohibirse la creación de nuevos
armamentos, como los submarinos tipos “Trident”, equipados con cohetes
balísticos; se ha propuesto y aprobado un convenio internacional sobre la
proscripción y la destrucción del arma bacteriológica y se ha ampliado la vigencia
del Tratado de no proliferación de las armas nucleares.
Uno de los aciertos de los izquierdistas es el que
consiste en que la coexistencia consolida el statuo quo del régimen capitalista
retrasando las revoluciones proletarias. Ya hemos explicado que la coexistencia
sólo se refiere a las relaciones interestatales y de ninguna manera a la lucha de
clases. Pero a la luz de la experiencia histórica concreta, conviene examinar esta
objeción. La revolución socialista es un fenómeno inevitable y superior de la lucha
de clases, lucha que nadie puede negar o contener porque tiene una base…
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70 Aniversario de la Revolución de Octubre.
Una Revolución con Mayúsculas.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
En todo el mundo se conmemora el 70 Aniversario de la
Revolución de Octubre, cuyos festejos dan una idea clara de la dimensión y la
trascendencia de este suceso histórico. En la Unión Soviética, con la asistencia de
más de 6 mil invitados extranjeros, representantes de partidos políticos marxistas,
socialistas y socialdemócratas, se han efectuado conferencias internacionales
para analizar la situación mundial y las perspectivas de cooperación.
La URSS, además, conmemora este magno suceso en
el marco de un proceso de reestructuración económica y política, en la búsqueda
de otorgar plena vigencia a los postulados marxistas leninistas y para afianzar la
paz entre todos los pueblos. Asimismo, cuando se ha confirmado la reunión
cumbre Reagan – Gorbachov, para firmar un Tratado que elimine los cohetes de
alcance medio en Europa Occidental y cuando se anuncia una próxima visita de
Reagan a Moscú para el primer trimestre del año próximo, con el objeto de
examinar la posibilidad de un acuerdo que limite el número de cohetes
intercontinentales.
La Revolución de Octubre, encabezada por Lenin, inició
una era de profundas transformaciones socioeconómicas que hicieron pasar, en
un periodo relativamente corto, a la Rusia atrasada, en una potencia industrial y
económica de primera magnitud. A la vez, abrió un nuevo ciclo en la historia de la
humanidad, la de las revoluciones socialistas triunfantes que abolieron el régimen
de la propiedad privada de los instrumentos de producción económica.
La Unión Soviética, con una población de 281 millones
de habitantes, tiene en las áreas urbanas a 180 millones. En 1913, tan solo el 14%
estaba formado por obreros, el 66% por campesinos no colectivizados o artesanos
y el 16% por burgueses, latifundistas, comerciantes y kulakes.
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Esas capas sociales han desaparecido y ahora el 61%
de la población está constituida por obreros, el 26% por empleados y el 12% por
campesinos koljosianos. Por lo tanto, la causa esencial de la explotación humana
ha desaparecido y este es un hecho irreversible. La reestructuración económica y
política se propone no restablecer las formas de producción del pasado sino
afianzar, fortalecer y democratizar las relaciones socialistas de producción.
En los órganos del poder político, a diferencia del
sistema autocrático y despótico que abolió la revolución, los obreros ocupan el
lugar preponderante, como en el Soviet Supremo en que constituyen el 35% de los
diputados. Los campesinos koljosianos tienen el 16% de esos representantes, los
funcionarios del Estado el 13%, los funcionarios del partido el 16%, los
trabajadores de la ciencia, la cultura y las artes el 18% y los militares el 3%. El
desarrollo de la democracia socialista es un objetivo permanente y ahora la
condición indispensable para la reforma económica radical que está en marcha.
La revolución, al abolir el régimen de la propiedad
privada, otorgó un poderoso impulso a las fuerzas productivas, como no ha
ocurrido en ningún otro país del mundo. Por esa causa central la URSS fue el
primer país que colocó en órbita un satélite, el que envió al espacio al primer
hombre –Yuri Gagarin- el primero en crear los rayos laser, la computadora
electrónica. En la actualidad los programas otorgan una elevada prioridad al
desarrollo de la biotecnología, la automatización, la electrónica y las
computadoras.
Las fuerzas productivas han tenido un progreso
extraordinario pero ahora en el marco de la reestructuración se pretende que ese
grado de desarrollo esté en consonancia con las relaciones sociales y políticas
que a principios de los años setentas se estaban comportando como un obstáculo.
En esos 70 años, la producción material de la Unión
Soviética ha aumentado en más de ochenta veces, sobre la base de los inmensos
recursos naturales que posee, como la hulla, el gas, el petróleo, el hierro, la
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madera y desde luego del esfuerzo de los obreros y campesinos. Existen más de
45 mil empresas industriales, 32 mil empresas de construcción y montaje, 91 mil
centros de comunicaciones, más de un millón de establecimientos comerciales,
256 mil kilómetros de oleoductos y gaseoductos, más de un millón de carreteras
pavimentadas, unos 8 mil barcos y 58 mil entidades dedicadas a la producción
agropecuaria.
Según los anuarios estadísticos internacionales, Rusia
ocupaba en 1913 el quinto lugar en la producción industrial total del mundo y en
1986 ocupó ya el segundo lugar. En la generación de energía eléctrica tenía el
octavo puesto y ahora el segundo lugar, ocupando el primero en la producción de
petróleo, gas, arrabio, acero, mineral de hierro, coque y el segundo en la
fabricación de maquinaria.
El potencial material de la Unión Soviética es
determinante en las relaciones internacionales. En la actualidad, los Estados
Unidos han dejado de ser la nación hegemónica en el mundo y ahora el sistema
capitalista se enfrenta en todos los órdenes con el sistema socialista. La fuerza
soviética impide, por ejemplo, más agresiones a los pueblos débiles y
dependientes y a la vez es la mejor garantía de la paz mundial al establecerse la
llamada paridad estratégica.
El desarrollo de la ciencia en la URSS ha sido
impetuoso. Dispone de millón y medio de trabajadores científicos, que suman la
cuarta parte de todos los científicos del orbe. Marcha a la vanguardia en materia
coheteril, estaciones cósmicas orbitales, instalaciones criogénicas, los
catalizadores de procesos tecnológicos, el tendido de líneas de algo voltaje, de
óleo y gasoductos, construcción de centrales hidroeléctricas, instalaciones de
irrigación mayor, perforación super profunda de pozos y tecnologías básicas de las
industrias siderúrgica y metalúrgica.
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LX Aniversario de las Relaciones México – URSS.
Una Amistad con Raíces Profundas (1).
Por: Héctor Ramírez Cuéllar .
El 4 de agosto de 1924 el gobierno de México otorgó
reconocimiento a Stanislav Pestkovski como representante diplomático de la
URSS en nuestro país y a su vez solicitó igual trámite a Basilio Vadillo, para que
se acreditara con idéntico nombramiento en Moscú. Con este paso se rompía el
aislamiento que en el Hemisferio Occidental, tenía el poder soviético. El
imperialismo se esforzó siempre para que la revolución bolchevique fuera
aniquilada mediante una orquestada agresión militar externa y la guerra civil
desatada por los terratenientes y demás clases del orden social antiguo. El
gobierno de Álvaro Obregón demostraba, con el paso dado, que había profundas
afinidades económicas y sociales entre la revolución democrático – burguesa y
antiimperialista de 1910 y la revolución socialista de 1917.
Estas dos grandes revoluciones se desarrollaron en
condiciones diferentes: mientras la mexicana fue encabezada por caudillo de la
pequeña burguesía urbana rural, seguidos por las masas campesinas, la soviética
fue dirigida y ejecutada por un partido comunista, proletario, en donde los obreros
industriales fueron los actores predominantes. Cuando estalló la revolución en
1910 el pueblo de México no contó con la solidaridad y el apoyo de otros pueblos
sino, antes bien, con la franca hostilidad de los Estados Unidos. En cambio, la
revolución bolchevique se realizó en una etapa de ascenso mundial del
proletariado revolucionario. La revolución mexicana –a diferencia de la Rusa- no
se propuso la abolición de la propiedad privada y la socialización de los
instrumentos de producción, pero sí aprobó una norma constitucional que permite
imponerle a esa propiedad las modalidades que dicte el interés público.
En México, la amistad hacia el nuevo Estado proletario
la impulsaron, desde un principio, los obreros, los campesinos y los intelectuales
1
agrupados por aquellos años en el PCM. En esta obra se destacaron Manuel Díaz
Ramírez, Diego Rivera, Úrsulo Galván y otros, que iniciaron las relaciones
políticas, culturales, artísticas. El muralismo se identificó con el realismo socialista;
ambos describían los sufrimientos y los anhelos de las masas populares. Las
luchas de los obreros mexicanos en contra de la explotación del capital extranjero
y nacional eran conocidas y valoradas por el proletariado soviético.
En enero de 1930 el régimen de Portés Gil, por las
“razones” que aduce en su libro Quince Años de Política Mexicana rompió
relaciones diplomáticas, retirándose de Moscú al embajador Jesús Silva Herzog.
En realidad, este suceso se debió a la actitud anticomunista del político
tamaulipeco que buscaba un pretexto –la supuesta injerencia de la legación
soviética en los asuntos internos de nuestro país- para desatar una fuerte ofensiva
en contra de los sindicatos, no solo los dirigidos por el PCM sino también a los de
la CROM.
En 1935 visita por la primera vez la Unión Soviética,
Vicente Lombardo Toledano, en ese entonces dirigente de la CGOCM. Asistió al
Congreso de la Internacional Sindical Roja en el que se trazó el nuevo programa
para la unificación de la clase obrera en todos los países capitalistas En forma
paralela, se efectuaba el VII Congreso de la Internacional Comunista que, bajo
las orientaciones del histórico Informe de Jorge Dimitrov; se planteó la línea del
frente único para luchar contra el fascismo. Lombardo se entrevistó en Moscú con
Miguel Ángel Velasco y Hernán Laborde, delegados, del PCM ante el VII
Congreso, iniciándose una etapa de unidad en la acción que fue benéfica para los
obreros y el pueblo en general. Al regresar a México Lombardo, junto con Víctor
Manuel Villaseñor dictaron conferencias, escribieron artículos, editaron folletos
para explicar a los trabajadores mexicanos las características del poder soviético.
La CTM nació en 1936 orientada por la doctrina del
internacionalismo proletario y en esa condición desplegó múltiples iniciativas
solidarias hacia la URSS una vez que ésta fue invadida por las tropas alemanas.
Entre México y la URSS había una política común, en la defensa de la República 2
Española y de condena a la agresión de Italia a Abisinia. En 1938, al decretarse la
nacionalización de los bienes de las compañías petroleras y sufrir México por ello
el bloque internacional ordenado por los Estados Unidos y la Gran Bretaña, la
URSS estuvo al lado del pueblo y del gobierno de nuestro país.
Entre 1941 a 1945, la corriente sindical y política de
Lombardo Toledano y la dirección del PCM realizaron manifestaciones, mítines,
actos, colectas, telegramas en ayuda moral y material al gran pueblo soviético que
soportaba la más encarnizada ofensiva guerrera. Esas fuerzas nacionales estaban
conscientes de que el ataque a la URSS, de triunfar, haría retroceder a la
humanidad a etapas ya superadas y de que el principal objetivo de los monopolios
alemanes era el de destruir el poder soviético, como paso previo para apoderarse
del mundo. Se confirmaba la idea que en principio desconcertó a muchos de que
el Tratado Ribentrop-Molotov no había sido ninguna conciliación vergonzosa –e
imposible entre el socialismo y el fascismo- sino una especie de tregua para que la
URSS ganara tiempo, ante la próxima invasión de Alemania.
Por estas razones, la CTM y el PCM repudiaron la
presencia de León Trotsky en nuestro país y su labor de zapa en el frente
antifascista. Era tal el odio de Trotsky contra Stalin que en el plano internacional
prefirió unirse o coincidir con los enemigos del primer país socialista que él
consideraba que estaba destinado a desaparecer si no estallaba la revolución
proletaria mundial. Los elementos antifascistas como Lombardo Toledano
aplicaron con energía esta línea unitaria y lograron derrotar a los divisionistas de
“izquierda” y a los “quintacolumnistas” de derecha. Por lo demás la propia
historia refutó el esquema trotskista pues la URSS volvió a la ofensiva y triunfó en
la guerra, aunque a un costo material y de vidas humanas muy elevado.
En la etapa bélica, Lombardo Toledano, en su calidad
de dirigente máximo de la CTAL, llamó en todos los países de América Latina al
gobierno de los Estados Unidos para que, a la mayor brevedad posible, abriera el
segundo frente militar en Europa, con el objeto de que hiciera una contribución
importante a la derrota del fascismo. El “segundo frente militar” se tardó 3
demasiado porque los yanquis calculaban que matarían dos pájaros con una sola
pedrada, ya que la URSS sucumbiría ante la embestida de las tropas alemanas.
Pero salieron mal los cálculos a los Estados Unidos.
Al termino de la guerra, en 1945, Lombardo Toledano,
como Presidente de la CTAL, hizo un examen de la etapa que se iniciaba
concluyendo que si bien, era cierto que el imperialismo norteamericano había
salido fortalecido de la guerra desde el punto de vista económico, el socialismo
también iba a crecer desde el punto de vista político y social y que ahora el
antagonismo se daría entre el gobierno de los Estados Unidos, sus aliados
europeos comprometidos, desde el punto de vista económico, por el Plan
Marshall, y el mundo socialista.
4
5
Reflexiones sobre el Socialismo
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Un grupo de personas de distintas filiaciones políticas, sin
partido, nos hemos dado a la tarea de organizar un Centro de Estudios sobre el
Socialismo, que tendrá la figura de una asociación civil, que será independiente de
los propios partidos, del poder público, que tendrá su propio grama de actividades
y generará sus propios recursos y patrimonio para el sostenimiento de sus
actividades. El propósito de este Centro es: el de investigar y discutir los distintos
problemas que hoy enfrenta el socialismo, en su teoría y en su práctica y acerca
de las tareas de la izquierda mexicana en la actual etapa.
Es imprescindible que el Centro de Estudios sobre el
Socialismo goce de plena autonomía para que pueda desarrollar libremente sus
funciones, sin que implique el trazamiento de directrices previas, arreglos o
compromisos. Después de todo, la militancia en un partido político es una decisión
individual y voluntaria de los que aceptan una determinada ideología o un
programa específico. En cambio, por su naturaleza y particularidades la figura de
la Asociación Civil, de conformidad también con nuestras leyes, es de carácter
amplio y diverso y esto ayudaría, en mucho, a abordar los asuntos que nos
proponemos examinar.
El surgimiento del Centro de Estudios sobre el Socialismo
obedece a una necesidad objetiva: los marxistas mexicanos, los que han luchado
por el socialismo desde hace mucho tiempo y desde distintas trincheras, los
militantes de la izquierda deben reflexionar, con base en el método dialéctico e
6
histórico, los asuntos más candentes y complejos de este momento, su enorme
trascendencia y variados significados, no solo desde una perspectiva general sino
también nacional, pues nadie puede dudar que el derrumbe del socialismo en la
URSS y en el resto de los países europeos ha tenido repercusiones muy negativas
en el movimiento revolucionario mundial y desde luego, también en México.
Sistemas socioeconómicos y políticos que se consideraban
sólidos; partidos políticos que tenían una estructura que se mostraba monolítica,
pero que al final se resquebrajó en unas cuantas semanas; gobernantes y líderes
partidarios que decían ejercer sus funciones en aras de la construcción del
socialismo y que calificábamos como marxistas convencidos, dispuestos incluso a
ofrendar su vida por esa causa; instituciones internacionales poderosas como el
Pacto de Varsovia y el CAME, han desaparecido y sus procesos de extinción y
desorganización ocurrieron en un plazo relativamente breve, en medio de
movimientos sociales dramáticos que se salieron de los moldes establecidos hasta
ese momento.
Fenómenos que muchos creían superados, como los
nacionalismos, los odios raciales, la religiosidad profunda, fuerzas monarquistas,
reaccionarias y hasta fascistas que se consideraban sepultados de pronto
afloraron con una gran virulencia, en un periodo muy corto se impusieron, lograron
desplazar del poder a partidos que se encontraban en él desde hacía varias
décadas y desintegraron, por ejemplo, nada más ni nada menos, que a la segunda
potencia mundial.
7
Los acontecimientos han influido en todo el orbe y lo
seguirán haciendo por muchos años en un sentido contrario a los ideales
socialistas pues éstos, para muchas persona, se identificaron un sistema
económico, social y político determinado que en gran parte se apartó de los
lineamientos generales que formularon Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir
Ilich Lenin. Hoy la totalidad de los analistas políticos coinciden en que en los
países del socialismo real hubo una serie de deformaciones y desviaciones que
simplemente se acumularon, estallaron, sobre todo a partir de la llegada al poder
de Mijaíl Gorbachov, crisis profunda, largamente larvada que se resolvió no
eliminado las excrecencias de ese sistema sino destruyendo al propio sistema
para plantearse la instauración de la sociedad capitalista.
Las implicaciones de esos suceso san producido, entre otros
efectos, un preocupante ascenso de las fuerzas de la derecha en todo el mundo;
ahí tenemos los ejemplos de España, Francia e Italia; el predominio de los
imperialistas y chovinistas y un sensible retroceso de los partidos, movimientos,
grupos socialistas de todos los matices, desde los socialdemócratas clásicos hasta
los comunistas que han perdido grandes espacios de poder y de influencia entre
las mesas. Hay confusión, desaliento, frustración, transfuguismo, como lo expresó
Fidel Castro a Tomás Borge al referirse al momento por el que pasaba la izquierda
en América Latina. Militantes socialistas de toda la vida, que padecieron mil
penurias y prisiones ahora están renegando de las convicciones que sustentaron y
se lanzan a la búsqueda de encontrarle bondades, ventajas al capitalismo, a la
8
llamada economía de libre mercado y adjudican todos los males a la intervención
del estado en la economía, por ejemplo.
Principios y verdades que muchos consideraban de
indiscutible validez, hoy están en el tapete de la discusión política. Se replantean
problemas políticos y filosóficos que en su tiempo se abordaron en el seno de la
Internacional Comunista y de las Conferencias de los Partidos Comunistas y
Obreros, como el papel del individuo en la historia, la existencia de un solo partido
de la clase obrera, la identificación del partido con el estado, la cultura como
aporte de la superestructura y su grado de autonomía, pero ahora de cara a las
experiencias de más de siete décadas de poder soviético en la URSS.
El Centro de Estudios sobre el Socialismo, asociación civil,
se propone hacer su contribución, desde una perspectiva general y nacional, a la
dilucidación de estos y otros problemas, por medio del ejercicio del análisis
materialista, de la confrontación de posiciones divergentes y de la admisión de
verdades y conclusiones que aunque amargas debiéramos reconocerlas como
tales. Es por eso que para avanzar por ese camino se efectuarían a partir del 6 de
mayo una serie de mesas redondas en donde participaron distinguidos elementos
representativos de la izquierda y de la lucha socialista en México.
Junio de 1992.
9
El Agotamiento de un Modelo Partidario
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La renuncia del ingeniero Francisco Ortíz Mendoza, al
Partido Popular Socialista -48 años de militancia- pone en evidencia el
agotamiento definitivo de un modelo partidario: el de un aparato de carácter
burocrático, en que se anulan por completo las normas democráticas más
elementales y las decisiones políticas se toman por el control que ejerce un grupo.
El partido deja de ser un instrumento político al servicio de los intereses de una
clase social, -la clase obrera- y se transforma en un vehículo dispuesto a funcionar
en beneficio de una camarilla, la cual tiene sobre todo, intereses económicos, los
cuales se reparten entre sus integrantes.
Desde el punto de vista histórico, la etapa de los partidos
fuertemente centralizados, en que todo el poder radica en su órgano de dirección
nacional o en una parte de él, ha terminado con la desaparición del PCUS y de
otros partidos gobernantes de Europa Oriental. En la actualidad, en el mundo, está
ocurriendo una intensa discusión entre los socialistas, acerca de las
características políticas y orgánicas que deben tener los nuevos partidos de la
clase obrera, que deben observar, realmente, una vida democrática plena, una
disciplina consciente y no mecánica y una unidad sostenida en principios políticos
y no en arreglos de grupos, o corrientes que normalmente usurpan la voluntad
colectiva de los miembros de la organización partidaria.
En México, en el campo de la izquierda socialista, copiamos
durante muchos años, extra lógicamente la tipología del Partido Comunista de la
10
URSS, suponiendo que era el agrupamiento más acabado y consolidado, pero la
experiencia demostró que esto no era así. El PCUS no tuvo la capacidad
suficiente para llevar adelante la Perestroika, fortaleciendo y perfeccionando el
sistema socioeconómico y político imperante, no evitó la desintegración de la
URSS y no supo defender las conquistas que los trabajadores soviéticos habían
alcanzado después de muchos años de penurias, sacrificios y esfuerzos. Los
miembros del PCUS en la región de Moscú – que normalmente eran más de 3
millones – ni siquiera salieron a la calle a defender los edificios del Comité Central,
cuando Boris Yeltsin decretó la ilegalización del partido y la incautación de sus
bienes.
En nuestro país, por distintas causas, el centralismo
democrático, ha funcionado como un excesivo centralismo y una exigua
participación democrática de la base. Todo el poder real lo tiene no el Consejo
Nacional, no el Comité Central, sino el órgano de dirección nacional y dentro de él,
un grupo, o un líder sobresaliente. En base a esos parámetros anquilosados y
burocráticos, todas las soluciones a los problemas planteados están previamente
acordadas, aunque se procede conforme a la norma de que todos opinen sobre
ellos. Aunque están formalmente prohibidas por el estatuto las fracciones y las
tendencias y hacia afuera se dice que no existen, en realidad siempre han existido
y son las que determinan la orientación real del partido y el contenido de sus
resoluciones.
En parte, estas deformaciones se deben a que en esos
partidos predominan los campesinos y los profesionistas de la clase media,
11
muchos de los cuales son cuadros a sueldo del propio partido, se observa una
ausencia muy importante: la de la clase obrera industrial. Además, el nivel político
es bajo y la apetencia por escalar posiciones administrativas y cargos de elección
popular está muy desarrollada, lo cual es hábilmente manipulado por los líderes de
los grupos y fracciones que se reparten el partido como si fuera un botín puesto a
su servicio.
La burocratización de los partidos socialistas implica el uso
de métodos rigoristas, de ordeno y mando, de imposición vertical de las
decisiones, la cancelación de la consulta y la discusión, aunque en algunos casos
se cumplen con las formalidades estatutarias. El ingeniero Ortíz Mendoza, había
planteado de una manera pública, una serie de opiniones discrepantes, que no
afectaban la línea general del partido al que perteneció por tantos años, pero eso
le valió su salida, lo que quiere decir que los canales internos para dirimir las
diferencias se cerraron. Ello revela la esclerotización del aparato y su conversión
en una secta.
Desde que se incrementaron de una manera notable las
prerrogativas económicas a los partidos políticos, sobre todo a los de izquierda,
aparecieron varios fenómenos sumamente negativos: desapareció la militancia
desinteresada para dar paso a la comercialización de todas las tareas partidarias.
Se incrementaron los gastos administrativos; aumentó la nómina de los cuadros
profesionales. Y apareció la corrupción, por el manejo faccioso o personalista de
los recursos económicos, todo lo cual obliga a reglamentar ese derecho que es
propio de las organizaciones políticas. Ese elemento corrosivo está contribuyendo
12
a minar la unidad y la propia existencia de partidos que esgrimen como su leiu
motiv, la causa histórica de la clase obrera.
La salida del grupo de Ortíz Mendoza, de las filas del PPS,
replantea, con más vigencia que nunca, la reunificación de los lombardistas, en el
lugar donde se encuentren, para avanzar hacia la creación de una nueva
organización política que haga frente al proceso de derechización nacional y que
coloque a la izquierda en una posición de combate, con registro legal o sin él. Son
muchos los lombardistas que están cansados con los métodos estalinistas que se
han aplicado y que han debilitado o minado a las agrupaciones en que militaron en
el pasado.
Febrero de 1990
13
La Lucha por el Socialismo debe Renovarse Profundamente.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La lucha por el socialismo en México, para salir del
estancamiento en que se encuentra desde hace tiempo, necesita renovarse
profundamente no solo desde el punto de vista programático sino también político
y organizativo. Se requiere, como requisito indispensable, mantener una actitud
crítica, abierta, propositiva tanto con respecto a las fallas y a los errores cometidos
en el pasado como para mantener y enriquecer los aspectos positivos y los
avances que se lograron en otra época, también en condiciones adversas, sobre
todo después de la desaparición del Partido Comunista Mexicano, de la
proliferación de partidos, grupos y movimientos y de la incorporación de muchos
marxistas y socialistas en el PRD concebido por ellos como el partido de nuevo
tipo, de carácter amplio y popular.
Uno de los problemas esenciales que se deben abordar en la
etapa presente es el de los significados y las enseñanzas que para México se
derivan del colapso del denominado socialismo real y de la crisis en que se
encuentran muchos partidos comunistas y obreros no solo en el continente
europeo sino también en el latinoamericano. Se trata de hacer un examen
multifacético, con base en el método histórico, para identificar las fallas que se
cometieron y las deformaciones en que se incurrieron a efecto de extraer un
conjunto de lecciones políticas para aplicarlas de una manera creadora a nuestra
realidad concreta y para diseñar, así sea en términos generales, el socialismo que
ofrecemos al pueblo, el que queremos para nuestra nación, basado en nuestras
14
tradiciones históricas, nuestra personalidad e idiosincrasia, que debe reivindicar
los conceptos, que deben tener contenido concreto, de democracia política,
justicia social, humanismo, libertades políticas e independencia nacional.
A estas alturas y de cara a las experiencias más recientes un
sistema socialista que descanse únicamente en la propiedad estatal de los medios
de producción, ya no debe perseguirse pues debiera desarrollarse, con suma
amplitud, las distintas formas de la propiedad social, colectiva y autogestionaria y
también distintas expresiones de la propiedad privada, que tengan un peso
específico secundario en el conjunto del sistema. No se puede ignorar que sin la
existencia de una democracia política auténtica, sin que los trabajadores participen
de verdad, en la realidad, tanto en la dirección de las empresas como en todas las
instancias decisorias, el crecimiento gigantesco e hipertrofiado del aparato estatal
puede generar la formación de capas o sectores privilegiados que, con su
conducta, rompan con los principios básicos del socialismo y que se produzca un
divorcio muy peligroso con la base social.
Pero en donde la izquierda marxista o socialista en México
padece un notable rezago es en el aspecto programático a tal grado que bien se
puede afirmar que no existe hoy en día una alternativa renovada y actualizada por
que, desde luego, no se trata –esto sería imposible- de regresar mecánicamente a
la etapa de Cárdenas o a las etapas más brillantes de la política nacional-
revolucionaria de una manera voluntarista, que también demostraron muchos
puntos de agotamiento y determinada incapacidad política para resolver
problemas cardinales de nuestro pueblo, como el de la injusta distribución de la
15
riqueza. ¿Queremos reeditar una política como la del régimen de Luis Echeverría,
como la del llamado desarrollo compartido? ¿Será esto posible? Necesitamos
analizar lo que fue la etapa anterior a la llegada al poder del grupo neoliberal y
retomar los aspectos válidos, los que hicieron avanzar a nuestro pueblo hacia
mejores niveles de vida, a la nación en su conjunto por una vía autónoma, pero
sobre todo y ante todo, plantear un conjunto de propuestas concretas, específicas
para enfrentar la política neoliberal y su pretensión de continuidad.
Es relativamente fácil denunciar el carácter antihumano y
regresivo de esa política, pues están a la mano los datos que confirman la
extensión de la pobreza y la profundización de nuestra dependencia con los
Estados Unidos de Norteamérica, pero los trabajadores no están satisfechos con
una política basada en la denuncia sistemática sino lo más complejo y difícil es
presentar medidas, alternativas, por ejemplo, para modernizar la planta industrial,
para capitalizar y hacer más productivo el campo, para ampliar las relaciones
comerciales con el exterior que permitan considerar que se trata de proposiciones
más justas, avanzadas, que las que aplica el grupo neoliberal en el poder.
Están presentes, agravados, una serie de problemas sociales
que reclaman estudios y propuestas coherentes de los marxistas, como la
degradación del medio ambiente, la frecuente violación de los derechos humanos,
la disolución familiar, el aborto, el SIDA y otras enfermedades y en general,
muchos otros aspectos que se engloban en el rubro de gasto social. Durante
mucho tiempo se desdeñó hablar lo suficiente de estos problemas y se dejó el
campo libre a la derecha y a otras fuerzas políticas oficialistas para que los
16
abordaran desde una óptica burguesa por lo que se precisa ahora que se
examinen desde una perspectiva socialista.
En la medida en que la izquierda socialista tenga un
programa actualizado, realista, inspirado en las circunstancias de nuestro tiempo y
no en etapas pretéritas, irá conquistando más confianza entre los trabajadores que
así verán reflejado sus anhelos y reclamaciones. El discurso lleno de frases
hechas, el revolucionarismo pequeño-burgués, el antigobiernismo a ultranza han
desdeñado la lucha por el socialismo porque el pueblo lo que necesita es un
instrumento específico de sus pugnas inmediatas y cotidianas y no una vanguardia
ideológica y política que solo existe en el papel.
Abril 1992.
17
.
18
Lecciones que se Derivan de la Caída del Socialismo
En la URSS y Europa Oriental.
Intervención de Héctor Ramírez Cuéllar, durante la Mesa
Redonda sobre la crisis del Socialismo y sus repercusiones políticas en
México, efectuada el 13 de mayo de 1993.
Los dramáticos acontecimientos que culminaron con la
desintegración de la Unión Soviética, la desaparición del Pacto de Varsovia, del
Consejo de Ayuda Económica Mutua, así como del resto de los países socialistas
de Europa Central y Oriental, han tenido repercusiones trascendentales, con una
duración de mediano y largo plazo y tienen serias implicaciones políticas y teóricas
para todos los que luchan por el socialismo.
Aunque aun no es posible tener una visión completa de esos
cambios, ni tampoco conocer la profundidad de su influencia en la sociedad de
Rusia y de nuestro tiempo, sí es posible arribar a conclusiones de carácter
preliminar y extraer una serie de lecciones que se derivan de esas modificaciones.
A nivel global podemos afirmar que se ha producido un
cambio radical en el escenario internacional, pues tanto la principal potencia
imperialista, como Japón y Alemania se están repartiendo el mundo en zonas de
influencia económica y comercial y están sometiendo a Rusia y al resto de los
países europeos ex socialistas al carácter de estados dependientes,
subordinados, que, además, están transitando por un proceso regresivo y
degenerativo y por una grave crisis interna.
19
Al desaparecer la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia se
rompió el equilibrio mundial a favor del imperialismo y del capitalismo que ya no
encuentran, en la actualidad, poderes o resistencias que frenen sus pretensiones
de dominio general. Si bien durante la etapa de la bipolaridad, el mundo estuvo
varias veces al borde de la destrucción a causa del enorme arsenal atómico
acumulado, por lo menos permitió obstaculizar la expansión norteamericana en el
mundo y recibió respuestas contundentes en Corea, Vietnam y Cuba, se sentaron
las bases para la liberación de algunos países de Asia y África, que sin tener un
elevado desarrollo capitalista, intentaron construir una sociedad socialista.
Algunos teóricos de la Perestroika, como Yakolev, en el
marco del llamado nuevo pensamiento, que implicaba una franca oposición al
punto de vista de Lenin acerca del imperialismo, afirmaron que haciéndole una
serie de concesiones a éste, sobre todo en la esfera militar, perdería su carácter
agresivo y antagónico por completo al socialismo y se produciría una especie de
conciliación, un reencuentro entre ambos sistemas.
Sin embargo, la experiencia de los últimos años nos indica
que esto no fue así pues se produjeron por parte de los Estados Unidos, las
invasiones militares contra Panamá e Irak, los bombardeos contra Libia, la
operación en Somalia y ahora el intento de enviar tropas yanquis a la región de
Bosnia-Herzegovina, lo que nos permite llegar a la conclusión de que la pretensión
esencial sigue siendo la de asegurar el dominio del mundo, compartiendo
responsabilidades y áreas de influencia y control con el Japón y Alemania, con la
20
santificación de todas sus operaciones por parte del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas y de otros organismos internacionales.
La ayuda prometida a Gorbachov para reestructurar la
economía soviética, en el marco de los propósitos originarios de la Perestroika,
que se proponía el perfeccionamiento de la sociedad socialista, jamás llegó. En
cambio está arribando ahora que Yeltsin se propone el establecimiento de
relaciones de carácter capitalista, lo que nos reafirma que el imperialismo, como
sucedió desde el primer día del poder obrero, se proponía la liquidación total del
socialismo, no su regeneración o reforma, como algunos ilusos afirmaban.
Una de las lecciones de los últimos años plantea que la
seguridad internacional no se puede lograr, en beneficio de todos los pueblos,
otorgando una serie de concesiones unilaterales, en la esfera armamentista, a los
Estados Unidos sino que, como sucedió en el pasado, esas concesiones debieran
haber sido mutuas. Así, a la desintegración del Pacto de Varsovia debió
corresponder la de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), a la retirada de las
tropas soviéticas de la República democrática Alemana la salida de las tropas
yanquis de la República Federal Alemana.
Pero la profunda crisis económica, social y política en que se
debatió la unión Soviética impidió una reestructuración democrática de las
relaciones internacionales y de la Organización de Naciones Unidas, que
conjurara realmente el peligro de una nueva guerra y que otorgara seguridad y
bienestar para todos los pueblos.
21
La crisis económica de la Unión Soviética se caracterizó por
una notable y persistente disminución de la producción y la productividad
industriales, un serio y continuado desplome de la producción agrícola y de la
fabricación de artículos de consumo directo y masivo y por una gran
obsolescencia en muchas ramas económicas, que les impidió competir con éxito
con las grandes potencias capitalistas.
En la Unión Soviética existió un sistema socialista tomando
en cuenta que la mayor parte de los instrumentos de producción estaban ubicados
en las esferas de la propiedad social y de la estatal y que el sistema de gobierno,
basado en la estructura de los soviets, aseguraba la dirección política en manos
de la clase obrera.
Sin embargo, distintos fenómenos, mecanismos y aspectos
de ese sistema socialista ejercieron, sobre todo en las etapas finales, una serie de
efectos deformantes, primero y paralizantes, después, pero en su conjunto y
desde una perspectiva global e histórica no se puede negar el salto cualitativo, de
ser un conjunto de naciones agrarias y atrasadas, a un país multinacional con un
importante grado de desarrollo industrial y tecnológico, aunque dicho salto nunca
fue uniforme sino disparejo, ocasionado por factores internos y externos, como el
prolongado periodo de la agresión imperialista y de la guerra civil, la invasión
alemana y la carrera armamentista, promovida sobre todo por los Estados Unidos
al término de la segunda guerra mundial.
El uso intensivo de las inversiones estatales para la industria
militar como una necesidad objetiva en el marco de la estrategia de confrontación
22
con el capitalismo, hizo que durante muchos años se desviaran recursos muy
importantes de distintas ramas industriales productivas que no pudieron incorporar
a sus procesos internos los adelantos de la ciencia y de la técnica, como sí lo
hicieron sobre todo los Estados unidos, Japón y Alemania.
La extraordinariamente pesada y compleja maraña
burocrática de la planeación centralizada le quitó autonomía a las repúblicas y a
las empresas y se convirtió en una retranca para el desarrollo de las fuerzas
productivas al grado de anular cualquier posible grado de competencia entre los
distintos agentes económicos. Un mercado totalmente controlado y uniformado por
los órganos estatales inhibió la búsqueda de la eficiencia y de la calidad porque al
final los costos de los desperdicios y del incumplimiento de metas los pagaba el
propio estado, con los mismos recursos que succionaba de la sociedad y que se
tradujeron en una disminución paulatina de los niveles de vida de la mayoría de la
población, sobre todo, si los comparamos con los prevalecientes en los países de
Europa Occidental.
El hecho de que ese sistema de planificación haya resultado
oneroso y contraproducente no significa, por sí mismo, que la economía nacional
no deba someterse a una serie de regulaciones, controles, en función de
determinados objetivos de carácter nacional porque el mercado no funciona en
forma automática en ninguna sociedad. La irracionalidad que implica un estado
por completo ausente solo sería benéfica a los intereses de los monopolios
privados y en contra de los intereses de los consumidores, o sea, del pueblo.
23
La perestroika estaba avanzando en forma correcta, pues
estaba otorgando mayor autonomía a las empresas para que determinaran
volúmenes de producción, calidades, sobre todo, precios, pero este proceso no
llegó a culminar exitosamente pues estallaron múltiples huelgas y por la
permanente crisis gubernamental ningún plano económico llego realmente a
aplicarse.
Otra de las lecciones que se derivan de la debacle soviética
es la que consiste en que si bien es muy importante el desarrollo de la industria
pesada, debe también impulsarse, en forma concomitante, la industria de
transformación en sus múltiples vertientes, sobre todo las que fabrican bienes de
consumo inmediato, bajo condiciones de calidad y precios adecuados pues
finalmente son estos bienes los que se van a reflejar en un mejoramiento
sustancial de los niveles de vida de la población, que es en donde se mide
también el grado de superioridad del socialismo sobre el capitalismo.
No es comprensible, ni tolerable, por mucho tiempo, un
sistema económico que genera una enorme capacidad militar y un acelerado
desarrollo de la tecnología espacial, mientras sus habitantes no cuentan con los
alimentos básicos para completar su dieta y los servicios públicos a que tienen
acceso están rezagados respecto de las demandas de la población y pierden
calidad permanentemente.
El desabasto puede tener causas económicas, pero también
políticas. El retraso en las inversiones, la infraestructura obsoleta, la falta de
estímulos reales a los productores por no tener precios justos hicieron que la
24
agricultura fuese un constante fracaso, al grado de que se tenía que recurrir cada
año a importaciones crecientes de granos, pagaderos con las divisas petroleras.
También, a la aparición de grupos de acaparadores y monopolistas que nunca
fueron combatidos realmente por las autoridades.
La lección que se deriva de este desfasamiento es la de que
la industria y la agricultura deben estar interconectadas proveyéndose
mutuamente de insumos pues el retraso de éstos puede generar graves
problemas sociales, más aún si tomamos en cuenta que el control de los alimentos
en el mundo es una de las armas que tiene el imperialismo para mantener
sojuzgados a los pueblos.
Si en el sector industrial se requiere una mayor autonomía de
las empresas para que puedan cumplir con su propio plano y en ese contexto, con
el plan general, más aún en el sector agrícola en donde la excesiva centralización
y la imposición autoritaria termina por desalentar a los productores rurales y
afectar a todo el pueblo en razón de la insuficiencia o carencia de alimentos y de
materias primas.
La intervención del estado y dentro de él, del Partido
Comunista, tanto en la economía como en la sociedad en su conjunto, fue
incesante y totalizadora y si bien, se justificó durante la etapa inicial de la
construcción del socialismo y durante la Guerra Patria, después se convirtió en un
verdadero obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas. Invadió las
esferas de la cultura, el arte y la literatura y al hacerlo coartó o por lo menos limitó
25
la capacidad creativa de muchos artistas e intelectuales cuyas obras, a pesar de la
censura impuesta, circularon ampliamente entre la población.
Si bien el poder político básico descansaba en los Soviets en
todos los niveles de la estructura estatal se creó y fortaleció una élite poderosa de
funcionarios y dirigentes que en gran medida contribuyeron a divorciar al partido
de la base social y a que se llenaran de privilegios y potestades.
Esto explica, entre otros factores, que el Partido Comunista,
en las últimas etapas de la perestroika, se haya mostrado incapacitado para
mantener la unificación en el mando político, no obstante, que ocupaba el
gobierno en todas las repúblicas de la antigua URSS, para hacer permanecer el
estado federal, pero sobre la base de un funcionamiento auténtico y para canalizar
el descontento que expresaban las masas. Aunque fue un partido que
nominalmente contaba con millones de afiliados, en la etapa de la crisis y de los
reajustes provocados por la política de Gorbachov, demostró que, en la práctica y
en la realidad social, ya no era representativo de los intereses de los trabajadores,
de sus angustias y preocupaciones más vitales y que muchos de sus miembros
solo estaban en sus filas para hacer carrera política y administrativa.
El partido era la institución política que aglutinaba al poder
estatal y era quien lo mantenía unido, pero una vez que aquel se debilitó también
lo hicieron el resto de las instituciones públicas y sociales y afloraron con una gran
virulencia los antagonismos étnicos.
Una lección que se deriva de estos acontecimientos es la de
que el partido gobernante, si aspira a mantenerse en el poder, debe estar siempre
26
vinculado a las demandas y aspiraciones de los trabajadores y propiciar la
competencia política con otros partidos y movimientos. No es imprescindible que
el partido político esté reconocido como partido en el poder en la Ley Fundamental
sino esa calidad debe mantenerse y ganarse todos los días y para ello se requiere
que la posición de vanguardia en la sociedad se ratifique de una manera constante
en los hechos, a la manera de un plebiscito permanente, que demuestra, en la
práctica social y no solo en la teoría la capacidad del socialismo para resolver los
grandes problemas del hombre.
Los resultados de la última consulta popular en Rusia son
aleccionadores para todo el mundo pues demostraron que si bien, el sistema
prevaleciente hasta el régimen de Gorbachov ya entró en un colapso, subsiste una
fuerte oposición de los trabajadores a la privatización de las empresas, a la
apertura irrestricta al capital extranjero, a la explotación de la mano de obra, de los
campesinos a entregar sus tierras a nuevos acaparadores y que todavía no se han
podido desmantelar muchas instituciones.
La mayoría de la población está luchando por preservar los
aspectos positivos del sistema anterior, pero aún no existe con censo sobre el
sistema que se pretende edificar para el futuro.
Los ideales socialistas están vigentes entre la mayoría de los
trabajadores, pero estos no se proponen volver al sistema anterior, a la manera de
un regreso mecánico al pasado. Los socialistas se encuentran inmersos en un
proceso de crítica y de autocrítica, de autodepuración y avanzan hacia la
reunificación política, lo que demuestra que el partido, sea con la denominación
27
que tenga, y con la estructura que eventualmente llegara a asumir, sigue siendo
un instrumento necesario no solo para la reconquista del poder sino para enfrentar
la competencia actual.
Tanto en el capitalismo de estado de las naciones más
altamente industrializadas, algunas de ellas gobernadas por partidos
socialdemócratas y más aún en los países del capitalismo dependiente y
periférico, continua subsistiendo el contenido esencial de ese modo de producción:
el usufructo de la plusvalía que generan los trabajadores por parte de una breve
minoría, lo que genera siempre un alto grado de injusticia y también, por ende, de
descontento social. A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho para
eliminar o suavizar esa contradicción básica, éste sigue siendo inherente al
sistema capitalista y por ello, a pesar o por encima de las derrotas sufridas, cuya
prolongación puede durar muchos años, los ideales de redención y de
emancipación de los trabajadores seguirán presentes en esa sociedad.
México, D. F., a 16 de mayo de 1993.
28
El Centralismo Democrático, debe Observarse.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El 95 Pleno del Comité Central del Partido Popular Socialista
discutió con amplitud e intensidad el estado que guardan en este momento los
partidos comunistas y obreros en el poder en los países socialistas de Europa, que
se caracterizan, en algunos casos, por una serie de cambios y adecuaciones y en
otros –los menos- por una profunda crisis que los está llevando hasta su
disolución.
En Hungría, la mayoría socialdemócrata transformó en
esencia al Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH) el cual abandonó las tesis
del marxismo y el leninismo. Expulsó a los comunistas, que fueron minoría, los
cuales, por separado y en el marco de un conjunto de condiciones adversas, han
reivindicado la continuidad PSOH y ha efectuado el XIV Congreso Nacional.
En Polonia, el POUP perdió sucesivamente distintas
elecciones, ganándolas el movimiento cívico-político Solidaridad, que tiene una
marcada inclinación hacia el capitalismo, la derecha y las posiciones imperialistas.
El POUP, en la práctica, ha desaparecido y ha dado lugar al surgimiento de un
partido socialdemócrata. En el actual gobierno, el ex POUP solo cuenta con los
Ministerios de la Defensa y del Interior.
Estos dos casos son los más ejemplificativos de una serie de
fenómenos negativos que se habían venido acumulando desde hace tiempo.
Estos son los siguientes:
29
a) abandono de la educación política de los miembros,
militantes y dirigentes, sobre la base del marxismo-leninismo; o bien, un estudio
dogmático o escolástico, de los textos de Marx, Engels y Lenin, sin conexión
alguna con la realidad nacional y los problemas concretos.
b) escasa iniciativa e incapacidad ostensible de los cuadros y
organismos del partido para captar las inquietudes y demandas del pueblo y
encauzamiento de ellas en la búsqueda de su solución correspondiente. Este
vacío político lo ocupan los socialdemócratas, democristianos, neofascistas,
republicano-burgueses y otros, que hoy se encuentran fortalecidos.
c) escasas posibilidades reales del ejercicio de la crítica y la
autocrítica en los distintos órganos y niveles del partido, o bien, el ejercicio de
estos derechos solo se efectuaban de una manera formal y no real, esto es, las
fallas, deficiencias y problemas no se superaban.
d) excesiva centralización de las decisiones políticas, del
poder del partido en el Buró Político, en el Comité Central y hasta en el secretario
general, lo que a su vez provocó la aparición de fenómenos como el nepotismo y
la corrupción.
e) creciente rigidización y burocratización del aparato
partidario el cual se identificó y hasta se confundió con el aparato estatal.
La crisis en el PSON y en el POUP en gran parte, se generó
por el abandono, en la práctica del principio del centralismo democrático y no
porque se estuviera cumpliendo con él, como lo quieren presentar los elementos
antisocialistas.
30
El centralismo democrático, como fuera formulado por Lenin,
consiste en una intensa vida democrática, de participación directa, decisiva y
activa de los miembros del partido en la elaboración y aplicación de medidas,
decisiones y resoluciones; también, en forma complementaria, consiste en la
disciplina para ejecutar esa política y en el fortalecimiento de la unidad, en la
presentación de las diferencias en el seno de los órganos del propio partido.
Existen dos deformaciones del centralismo democrático,
igualmente perjudiciales, aunque en sentido opuesto: excesivo democratismo,
liberalismo e individualismo desenfrenados, asambleísmo interminable, boicot de
acuerdos y resoluciones; por lo contrario, centralización autoritarismo,
unipersonalismo y burocratización, que paralizan al partido ante las protestas y
exigencias de las masas trabajadoras y de los propios miembros de la base del
partido.
Sin la observancia del centralismo democrático, en sus dos
fases, centralismo y democracia, los partidos de la clase obrera se convierten en
meros clubes políticos, aparatos sin ninguna fuera interna y en esqueletos
políticos.
Marzo de 1991
31
32
En Cuba, “Perded Toda Esperanza”.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El ex prisionero político Andrés Pascual Hernández,
recientemente liberado en La Habana, al arribar, desde luego, a Miami afirmó que
la oposición no tiene ninguna fuerza, por lo que es imposible derrocar al régimen
socialista, que encabeza Fidel Castro, lo que debió haber significado un baño de
agua helada para quienes desde los círculos del imperio tratan de derrocar a la
revolución instalada en el poder, revolución que está viva y actuante, aunque
inmersa en una serie de dificultades extremas, derivadas de los cambios que se
han operado en la Unión Soviética y que están repercutiendo bajo nuevas reglas
del mercado internacional, muy distintas a las del pasado.
La “gusanera de la Florida”, alentada por los dramáticos
acontecimientos suscitados en Europa Oriental, en que han sido eliminados del
gobierno varios partidos comunistas y obreros, pensó que el fin de Fidel castro
había llegado y hasta habían designado a un “Presidente Provisional de la
República de Cuba”, el cual supuestamente entraría a La Habana bajo
aclamaciones del pueblo.
No ha sido así, ni será porque las condiciones de Hungría,
Polonia, Checoslovaquia, no son las mismas que las de Cuba, ni sus revoluciones
se hicieron en las mismas circunstancias históricas y políticas.
Claro que esto jamás lo podrán entender quienes desde hace
más de 30 años han pugnado por la destrucción del sistema socialista, pero no por
33
convicciones políticas, ni por un afán de servir realmente al pueblo cubano sino
por la paga que les ha hecho siempre el gobierno de los Estados Unidos.
Cuba se está preparando para una escasez prolongada de
algunas materias primas, insumos industriales, pero sobre todo, petróleo y para
sustentar todas sus relaciones comerciales, incluso con la Unión Soviética, en
moneda norteamericana. Ya el nuevo gobierno pro capitalista de Hungría ha
condicionado el intercambio de mercancías al pago con dólares por lo que Cuba
está abriéndose al turismo masivo, precisamente para allegarse esa divisa.
En las últimas semanas se ha notado un desabasto de
gasolina y de otros derivados del petróleo debido a que los suministros de ese
energético, provenientes de la unión Soviética, han sufrido algunos retrasos. Ello
está afectando, por ejemplo, al transporte en las grandes ciudades, pero no se ha
interrumpido el funcionamiento de ninguna actividad industrial.
Cuba vivió una larga etapa de bloqueo comercial, impuesto
por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados y por lo tanto el pueblo
conoce en carne propia lo que es el racionamiento de productos, aunque los
alimentos básicos y los servicios públicos indispensables no han faltado, ni se han
suspendido.
Se está realizando una intensa campaña ideológica y política
para preparar la conciencia política y social del pueblo a efecto de enfrentarse a
serias dificultades económicas, derivadas de los cambios que han ocurrido en
Europa Central, del retroceso que está viviendo el socialismo en el mundo y del
fortalecimiento de las posiciones del imperialismo en el contexto de lo que Fidel
34
Castro ha denominado el “mundo unipolar”, tomando en cuenta que la Unión
Soviética se encuentra enfrascada en la solución de sus problemas internos, en el
esfuerzo nacional por incrementar la producción y por fortalecer la Perestroika en
el campo político y social.
A pesar de todo, las más recientes manifestaciones públicas
revelan que el pueblo está unido con la Revolución Socialista, con el Partido
Comunista y con Fidel Castro por lo que las hostilidades provenientes del exterior
han logrado galvanizar la solidaridad y el trabajo de los cubanos, que se
encuentran en una situación de emergencia nacional sin estar, precisamente, en
guerra.
Las transmisiones de Radio Martí han sido bloqueadas; se
ha solucionado el problema de las embajadas con un mayor respeto de Cuba en el
escenario internacional el cual, una vez más se puso de manifiesto en la votación
del Consejo de Seguridad que aprobó el “uso restringido de la fuerza” contra
Irak, absteniéndose el delegado socialista, aunque Cuba también rechazó la
invasión militar y la anexión territorial de Kuwait.
La llamada oposición anti socialista no tiene fuerza entre las
masas populares y de ello se han convencido, una vez, los exiliados de Miami,
que tendrán que seguir viviendo en el “reino de la libertad y la democracia”, esto
es, en una sociedad en donde se les discrimina y humilla al igual que los negros y
chicanos, no se les recibe en los muelles de la Florida sino se les deja morir en
altamar, violando el convenio que el gobierno de Estados Unidos suscribió con
Cuba sobre refugiados.
35
Septiembre 1990.
36
La URSS festejó su Revolución
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El pasado 7 de noviembre fracasaron todos los intentos,
tanto de grupos internos como externos, de hacer abortar la máxima festividad
política de la Unión Soviética, la conmemoración del inicio de la Revolución de
Octubre que constituyen un hito en la historia no solo de aquel inmenso y
multinacional país sino de la humanidad entera.
Los elementos antisocialistas o pro capitalistas esperaba
boicotear el 73 Aniversario y para ello difundieron toda clase de rumores o
versiones malévolas como que sería la última vez que se haría ese acto magno o
de que habría un golpe de estado que derrocaría al Presidente Mijaíl Gorbachov.
Nada de esto sucedió, pues la conmemoración del 73
Aniversario, se efectuó en el marco de una amplia movilización del pueblo, del
ejército, de los militantes del PCUS y también de distintos grupos que han surgido,
entre ellos los que planteaban retroceder al pasado, esto es, a la restauración de
la monarquía zarista, cosa que es imposible desde el punto de vista histórico.
En primer lugar, debemos enfatizar que la absoluta mayoría
del pueblo soviético tiene una clara conciencia de lo que fue la Revolución de
Octubre, de su trascendencia y de las grandes transformaciones que generó
haciendo de un país agrario, atrasado y semifeudal, como era la Rusia de
principios de siglo, en una potencia económica e industrial de primera magnitud en
el mundo.
37
Asimismo, el 7 de noviembre quedó patentizado que el
pueblo guarda un profundo respeto y hasta veneración por Lenin quien por cierto
en sus escritos de la etapa inicial de la Revolución advirtió sobre una serie de
riesgos y desviaciones que pudiesen cometerse, tales como el excesivo
burocratismo y la colectivización forzada de los campesinos.
En rigor, los serios problemas económicos, políticos y
sociales que hoy experimenta la Unión Soviética se deben, en gran parte, a que la
jefatura del partido y del Estado, desde la muerte de Lenin hasta Gorbachov se
apartó de algunos de los lineamientos centrales del líder de la Revolución, errores
que se hicieron insostenibles a partir de 1985 en que se inicia la Perestroika.
Ahora de lo que se trata, de algún modo, es de volver a las
enseñanzas de Lenin, a sus ideas torales, a sus advertencias y formulaciones y en
ese sentido la mayoría del pueblo soviético está de acuerdo.
La perestroika, en este contexto, fue definida por Mijaíl
Gorbachov, durante su breve discurso pronunciado en la parte alta del mausoleo
de Lenin, como una segunda revolución en el sentido de que busca desmantelar el
sistema económico y político existente que ya daba muestra de agotamiento y
crear otra estructura que ha denominado del socialismo democrático y humanista
y por lo tanto Gorbachov no está planteando ni la vuelta al pasado, ni la negación
de las conquistas sociales que el pueblo ha alcanzado en estas siete décadas.
Si se compara a los partidarios del mantenimiento,
depuración y perfeccionamiento del socialismo con los que persiguen la
restauración del capitalismo habremos de concluir que estos últimos representan
38
una minoría insignificante, que solo tiene presencia en la medida en que crítica los
errores, fallas y desviaciones, pero que no ha sido capaz de proponer ninguna
alternativa programática concreta.
Durante los festejos del 7 de noviembre se reafirmó un
acercamiento entre Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin que han sostenido distintas
apreciaciones sobre los problemas y las soluciones que se requieren y esto es
positivo pues evita fricciones y conflictos innecesarios que solo hacen más difícil el
tránsito de la Perestroika y retardan la restauración del crecimiento económico
nacional.
También se enfatizó en el poderío militar que la URSS ha
alcanzado por el tipo de armas que se exhibieron que demuestra que no existe
una debilidad estratégica, para aquellos que calculan que estando el país
sometido a tremendas dificultades pudieran ser sojuzgados y presionados por las
potencias capitalistas, que sueñan, solo sueñan, con la liquidación del socialismo.
Noviembre, 1990.
39
Solidaridad con Cuba
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El encuentro de los Partidos Comunistas y Obreros, que
culminó con éxito completo el pasado sábado, acordó una resolución por medio de
la cual, se expresa la más firme y decidida solidaridad hacia el pueblo de Cuba, a
su revolución socialista, en un momento particularmente difícil pues el
imperialismo yanqui, debido a una serie de factores de carácter internacional,
como el derrumbamiento de los gobiernos marxistas de Europa Central y la crisis
en que se debate en la actualidad la Unión Soviética, considera que ha llegado el
momento propicio para asestar un golpe definitivo a la isla caribeña.
La delegación del Partido Comunista de Cuba tuvo una
destacada participación en el Encuentro porque además de expresar sus juicios
sobre algunos problemas actuales del socialismo, presentó un amplio informe
sobre la situación actual en el país, que se caracteriza por la profundización de la
política de rectificación de errores y tendencias negativas, que data del año de
1984 y por la elaboración de políticas practicas de emergencia en el caso de que
se presenten condiciones extremas.
En este momento, Cuba tiene una circunstancia económica
muy crítica pues se han retrasado los envíos de petróleo provenientes de la Unión
Soviética. Dicho retraso –hay que aclararlo- no se ha debido a razones de carácter
político, como sería la voluntad de la URSS de no continuar haciendo esos
suministros, sino se deben a causas técnicas, relativas al transporte marítimo.
40
Sin embargo, es previsible que a partir de 1991, la URSS
establece sus vínculos comerciales con Cuba sobre la base del pago en moneda
convertible y para ello ya se está preparando la economía cubana que está
haciendo enormes esfuerzos por atraer divisas, ya sea por medio del turismo o por
la venta de medicamentos modernos, de alto valor terapéutico y servicios
tecnológicos en la medicina y la biotecnología.
La totalidad de los representantes de los partidos comunistas
y obreros, durante sus intervenciones, que se efectuaron, en conjunto durante
toda una semana, expresó su preocupación por el conjunto de factores adversos
que de carácter externo inciden en la Revolución Cubana de un modo negativo,
pues si bien, los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Soviética han fumado
la “pipa de la paz” o como se dice “ha terminado la guerra fría para entrar a una
nueva fase de cooperación”, Cuba es la excepción en este contexto mundial.
En efecto, el gobierno de los Estados Unidos ha recrudecido
su hostilidad política hacia Cuba mediante el fortalecimiento del bloqueo
económico y comercial, la agresión ideológica que implica el funcionamiento de
Radio Martí, la celebración de encuentros anticomunistas jacobinos como es el de
la Revista Vuelta y una serie de presiones diplomáticas por el asunto de la
votación en el Consejo de Seguridad, en torno a Irak y el Medio Oriente.
La delegación cubana en el Encuentro de los Partidos
Comunistas y Obreros ratificó que se está desarrollando un proceso de
democratización política, que no necesariamente implica la adopción del
41
pluripartidismo porque la democracia no es una receta universal sino un ejercicio
de carácter concreto, en cada país.
La democratización en Cuba comprende estos aspectos:
a) intensa y amplia discusión de los problemas económicos,
sociales y políticos por todo el pueblo y aplicación de medidas específicas,
inmediatas y tomadas por consejo, para resolverlas.
b) desburocratización del aparato partidario reduciendo
cargos, secretarías y departamentos a efecto de que más cuadros políticos se
dediquen a tareas de índole productiva y para hacer más flexible el funcionamiento
del propio partido.
c) vinculación cada vez más estrecha entre los miembros del
PCC y los que no lo son al grado de que los materiales del próximo Congreso
Nacional, a efectuarse en 1991, se están discutiendo también con los que no son
comunistas.
Los representantes cubanos, en el Encuentro ratificarán que
no se abandonará la vía socialista, que esto tiene profundas ramificaciones en la
sociedad, y que no se retornaran al capitalismo porque estaría de por medio la
identidad nacional y la propia soberanía de Cuba como nación soberana,
definiciones enérgicas y claras de que Cuba no se doblegará ante las exigencias y
maniobras de los Estados Unidos y de los intelectuales que, como Mario Vargas
Llosa y Octavio Paz, -paladines del anticomunismo- están diciendo cuál es la
democracia que debe existir en la isla.
42
En el Encuentro consideró, asimismo, que Cuba está en la
primera fila en la lucha antiimperialista asumiendo una actitud indoblegable contra
el establecimiento de una unipolaridad en el mundo y en nuestro continente, esto
es, contra la hegemonía de los Estados Unidos, entre todos los pueblos.
(Una prueba de la firme independencia de Cuba en el
escenario internacional ha sido su rechazo, en el seno del Congreso de Seguridad
de la ONU, a las medidas de fuerza militar que autorizó contra Irak, demandando,
por el contrario, una solución pacífica a este conflicto. Esa misma actitud honrosa
la ha tenido el representante de la República Popular de Yemen)
La defensa de Cuba no es privativa de los comunistas y
socialistas sino de todos los sectores políticos democráticos de nuestro hemisferio
porque lo que está en juego es el derecho universal de los pueblos a darse el
sistema económico y social que consideren más convenientes y de que en todo
caso solo competen a los propios cubanos realizar las reformas que juzguen
adecuadas, en función de su actual grado de desarrollo y no producidos merced
las presiones internacionales.
Septiembre 1990.
43
La “Nueva” Alemania, bajo la OTAN
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Presidente Mijaíl Gorbachov ha rechazado el
planteamiento, formulado en forma conjunta por los gobiernos de los Estados
Unidos, de la República Federal Alemana y el nuevo régimen derechista triunfante
en la República Democrática Alemana, en el sentido de que la “Nueva Alemania”
debería quedar afiliada a la OTAN.
Esta situación es preocupante por todos conceptos ya que
para Europa Occidental se abren una serie de perspectivas, algunas de ellas, de
claro signo constructivo y las más implican una tendencia negativa, escuchándose
ya gritos de revanchismo y de expansión sobre otros estados y territorios.
Polonia es el país amenazado por la formación de una
“nueva Alemania” ya que son conocidos por todos los diferendos que siempre
han existido entre ambas naciones en materia de límites y de fronteras.
El gobierno que hoy controla Solidaridad ha tenido que
recurrir a la Unión Soviética en busca de garantías contra Alemania, a efecto de
mantener sin cambio alguno el actual mapa geográfico del centro europeo.
¿Por qué hemos entrecomillado la denominación “Nueva
Alemania”?
Con un gobierno derechista como el que encabeza Lothar de
Maiziere, en la República Democrática Alemana y sin la presencia en aquel de los
comunistas, el proceso que se inicia es el de la anexión, la absorción de ese país,
por la República Federal Alemana, dominado económicamente por grandes
44
monopolios industriales y comerciales, plaza fuerte de la OTAN, atenta siempre al
liderazgo político de los Estados Unidos.
Desaparecería el régimen de propiedad social de los
instrumentos de producción y el gobierno de los obreros, campesinos e
intelectuales, para ser sustituidos -¿quién sabe en qué periodo y en el marco de
qué tipo de contradicciones y luchas?- por la propiedad privada, esto es, por la
participación de grandes inversionistas oeste-alemanes y norteamericanos, sobre
todo, con el resurgimiento del trabajo asalariado y la pérdida de muchas
conquistas económicas y socialistas que ya había alcanzado la clase obrera
durante más de 40 años de socialismo.
El gobierno cristiano demócrata de Lothar de Maiziere está
trabajando, como era de esperarse, en estrecha alianza con su homólogo de la
RFA, Helmuth Kohl en un esfuerzo por establecer en todo el territorio alemán,
como moneda única, el marco alemán y en permitir la participación, creciente y
multifacética de los monopolios oeste-alemanes en la vida económica, social y
política de lo que hoy todavía conocemos como la República Democrática
Alemana.
Esto es, se está extendiendo el régimen capitalista a todo lo
que es el territorio alemán.
La prensa occidental, desde luego, ha sepultado al PSUA-
SD, que era el principal partido de los comunistas y socialistas, pero si bien perdió
las elecciones, alcanzó una votación superior a 3 millones de votos lo que
45
confirmó que a pesar de los graves errores políticos y económicos existen en las
filas de la clase obrera alemana fuertes convicciones marxistas y proletarias.
Será esa fuerza, sin duda nada despreciable, la que se
oponga a la virtual absorción de la RDA por la RFA, cuyo potencial económico es
muy grande, sobre todo sus enormes exportaciones de productos industriales pero
que tiene más de dos millones de desempleados y existe una ley que prohíbe
otorgar empleo a los obreros y empleados comunistas y socialistas.
Es evidente, asimismo, que esa absorción de los monopolios
germano-occidentales de la RDA revisan en su fondo los acuerdos que al término
de la guerra suscribieron las potencias aliadas y al mismo tiempo rompe el
equilibrio militar en Europa, en contra de la unión Soviética, que cada vez se ve
amenazada en su seguridad e integridad nacionales.
En efecto, si la “nueva” Alemania se incorpora a la OTAN y
prosigue el debilitamiento del Pacto de Varsovia se fortalece el capitalismo
mundial y se debilita el socialismo, hasta colocar a la Unión Soviética en una
situación de indefensión, frente a las potencias capitalistas conjuntas.
A ello debemos agregar que se están conformado en la RDA,
Hungría, Checoslovaquia y Polonia regímenes derechistas burgueses, con una
fuerte actitud antisoviética y antisocialistas, o sea regímenes hostiles en las
fronteras de la URSS por lo que, quizás, ello explique la firme actitud de Mijaíl
Gorbachov, de no permitir que la “nueva” Alemania se quede bajo la protección
nuclear de la OTAN, ya que ello ampliaría y reforzaría la dominación
estadounidense en el Viejo Continente.
46
Octubre 1990.
47
Préstamos Occidentales a la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Sin duda, un tema central de la reunión de los 7 grandes
países capitalistas, a celebrarse en la ciudad Norteamericana de Houston, es el
relativo a la asistencia financiera y económica que el Presidente Mijaíl Gorbachov
ha formulado la que, en términos globales, ascendería a 15 mil millones de
dólares.
Se trata de una cifra considerable la que, de aprobarse,
tendría que repartirse entre varias de las naciones que así lo decidan y desde
luego sujeta a las normas internacionales en vigor para lo que, en honor a la
verdad, no estaría haciendo a la Unión Soviética ningún favor, sino efectuando
una operación de gran escala.
En el momento de redactar esta nota, los gobiernos de los
Estados Unidos y Gran Bretaña se están oponiendo a que se otorguen esos
créditos al país soviético, condicionándolos a que Gorbachov realice reformas de
carácter capitalista, pero dichas reformas deben ser profundas y rápidas.
Está claro que tanto Bush como la “Dama de Hierro”, la
señora Margaret Thatcher se están guiando por una línea de extrema mano dura a
la manera como tratan al resto de los países del mundo capitalista a los que
además de explotar sus recursos naturales y mano de obra barata, humillan
patéticamente imponiéndoles las políticas que aprueba el FMI y el BM.
En tanto, los gobiernos de Francia, Italia y la República
Federal Alemana están a favor de otorgar créditos y asistencia comercial a la
48
URSS obrando con mayor sensatez pues es sabido que la Unión Soviética es un
inmenso país dotado de enormes recursos naturales y con una mano de obra
altamente calificada y sobre todo muy numerosa, producto del sistema escolar que
creó la Revolución.
La Unión Soviética padece, desde hace tiempo, un rezago
tecnológico en varias ramas económicas debido a que durante muchos años se
vio obligada a destinar cuantiosos recursos a la fabricación de armamentos y a la
carrera espacial, a efecto de lograr el equilibrio con los Estados Unidos y así evitar
una agresión del capitalismo monopolista.
Así, mientras la URSS disimuló hasta niveles superiores de
los que tienen los países capitalistas, la industria pesada, la metalmecánica, la
nuclear, la petroquímica y otras muchas, no ocurrió lo mismo con la industria
ligera, lo que ha provocado una sensible disminución de la producción de bienes y
servicios y por lo tanto, ha aparecido el desabasto y un mercado negro o
especulativo que las autoridades no han podido controlar.
Era muy fácil conseguir un tractor o un camión de carga de
gran tonelaje, pero no ropa suficiente y de buena calidad, zapatos y otros muchos
artículos indispensables y este desfasamiento es el que dese superar la actual
dirección encabezada por Gorbachov.
En particular, parte de los créditos solicitados son para
adquirir en el exterior alimentos y colocarlos en el mercado como un mecanismo
para aliviar la tensión que se observa en las principales ciudades soviéticas,
49
debido a que la maquinaria para producirlos es ya anticuada y obsoleta y desde
luego, no alcanza a satisfacer la demanda.
Para la Unión Soviética es vital aumentar su inversión
productiva en distintas ramas de la tecnología de punta a efecto de superar el
estancamiento en que han entrado. Si ello se lograra, el inmenso país recuperaría
su extraordinario crecimiento y con ello la perestroika tendría pleno éxito ya que la
política está indisolublemente vinculada con la economía.
Asimismo, está pendiente el ajuste de cuentas contra los
saboteadores, los conservadores que ocultan alimentos y los venden en el
mercado negro a precios muy elevados, con lo que están bloqueando los avances
de la reestructuración y poniendo en riesgo el liderazgo de Gorbachov.
Con la ayuda solicitada se busca el fortalecimiento de la
economía socialista y no la restauración del capitalismo, que sería el reino de los
monopolios lo cual, históricamente, no sería posible en la patria de Lenin.
Los pueblos no vuelven hacia el pasado y menos si este fue
de explotación y servidumbre.
La declaración del Grupo de los Siete, cuya reunión
concluyó en Houston, no precisa ningún compromiso concreto, no se establecen
cantidades por lo que persisten las diferencias que sobre este particular se han
presentado. Sólo se afirma: “nos comprometemos a trabajar con la Unión
Soviética para apoyar sus esfuerzos para crear una sociedad abierta, una
democracia pluralista y una economía orientada hacia el mercado” esto es, se
pretende condicionar la asistencia económica a la Unión Soviética para instaurar
50
formas y mecanismos de carácter capitalista que sean del agrado de las grandes
potencias.
El XXVIII Congreso del PCUS, al refrendar el liderazgo de
Mijaíl Gorbachov y derrotar por completo las posiciones neoliberales de la
corriente que encabeza Boris Yeltsin, censuró, en la práctica la adopción
indiscriminada de una economía de libre mercado a la manera de la que
predomina en algunos países en donde reina la propiedad privada y más bien se
está hablando de una economía libre pero planificada y regulada por el Estado en
sus aspectos esenciales, lo que sería compatible con el sistema socialista.
Abril 1990.
51
Un Cambio Radical en Europa
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La última reunión de la Organización del Atlántico Norte
(OTAN) ha sido histórica pues se acordó eliminar su carácter ofensivo militar para
convertirse en una estructura política que enfatice en la colaboración y en la
competencia pacífica y que deseche el uso de la fuerza, como había sido su divisa
desde que nació, bajo la inspiración de los Estados Unidos, en el año de 1946.
La OTAN –conviene recordarlo- surgió después de la
Segunda Guerra Mundial como una organización básicamente militar, que tuvo
como principal objetivo la lucha contra los países socialistas, en su fase de
democracias populares y específicamente en contra de la Unión Soviética.
La guerra concluyó con la derrota del Reich pero al poco
tiempo en una parte del territorio alemán, en el que se constituyó la República
Federal Alemana, reaparecieron con una gran fuerza los monopolios y se
reagruparon los grupos neonazis que ahora tienen una fuerza multiplicad, por
cierto, después de la derrota electoral de los comunistas en la República
Demócrata Alemana.
El gobierno de los Estados Unidos desató la ofensiva de la
guerra fría que en rigor significó la preparación de una nueva guerra, pero ahora
enfilados contra el comunismo y la OTAN fue la punta de lanza de esta ofensiva,
teniendo su sede, en la ciudad de Bruselas.
Los norteamericanos entregaron armas modernas a sus
aliados europeos, sobre todo a la República Federal Alemana, instalará un
52
conjunto de bases militares y navales desde los países bajos hasta el Mar
Mediterráneo, teniendo un cordón militar ofensivo y agresivo contra la Unión
Soviética cuya parte europea, la de la República Rusa, quedó a 200 kilómetros de
los cañones otantistas.
De una manera particular, se concentraron en territorio de la
República Federal Alemana, 250 mil soldados dirigidos hacia el corazón industrial,
agrícola y política de la Unión Soviética y en las propias fronteras del estado
socialista obrero de la República Democrática Alemana.
En el año de 1952 y para contrarrestar la presencia de la
OTAN se crea en la ciudad de Varsovia el Pacto del mismo nombre, en el que
participaran todos los países socialistas en la defensa de su sistema económico
político y de su integridad territorial y defensa mutua.
La Unión Soviética fue la potencia principal en el Pacto de
Varsovia el cual puede calificarse, a diferencia y en contraposición a la OTAN,
como un pacto defensivo que también llegó a acumular un gran número de
fuerzas, sobre todo concentradas en lo que fue la República Democrática
Alemana.
Desde su fundación, la OTAN, encabezada por los generales
más belicosos, mantuvo con el Pacto de Varsovia una política de abierta y
sistemática confrontación en el plano militar incluso más extremista, que los
propios generales del Pentágono, desde cuyas instalaciones se elaboraban los
planes contra los países socialistas.
53
Ahora la situación ha cambiado pues la unión Soviética está
retirando sus fuerzas militares en Europa Central (socialista) y pronto saldrá el
último soldado. Se está reconvirtiendo la industria militar en civil en el marco de la
perestroika y en la última reunión del Pacto de Varsovia, Checoslovaquia plantea
de plano su disolución como estructura militar y esa parece ser la opinión de los
otros países miembros.
Por eso, si la OTAN desparece, pasaría lo mismo con el
Pacto de Varsovia y Europa entraría a una etapa nueva, la de la conjuración
definitiva de una guerra.
Marzo 1990.
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1989, Año Difícil para la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El secretario general del PCUS, Mijaíl Gorbachov, al hacer
un balance general de 1989, admitió que fue un año difícil para la Unión Soviética
por el conjunto de problemas y conflictos que hubo de afrontar, desde los de
carácter económico, hasta políticos y sociales, de muy distinta magnitud y
profundidad.
En primer lugar, destacamos el hecho de que la producción
económica no ha crecido en el ritmo en que era necesario y por lo tanto, han
continuado fenómenos como el desabasto de alimentos, escases de otros bienes
de consumo básicos lo cual es fácil de encontrar incluso en las grandes ciudades.
El gobierno soviético ha reducido en forma muy considerable
–hasta en un 20%- sus gastos militares, para volcar esos recursos a la industria
ligera y manufacturera, a la promoción y mejoramiento de la vivienda, a la
elevación del bienestar social y a la reactivación de la agricultura y sobre todo, a la
inversión productiva, para reactivar el crecimiento económico nacional.
También es necesario impulsar la tecnología que en varias
ramas se encuentra retrasada con respecto a la norteamericana, japonesa,
alemana o a la adquisición de nuevas patentes y marcas, invenciones, para
aplicarlas en las distintas esferas de la producción, a efecto de reactivarla,
superando su estancamiento.
En segundo lugar, en 1989 la Unión Soviética experimentó
varias huelgas importantes entre los mineros, los metalúrgicos y otros sectores lo
55
que provocó que algunas metas de producción que se tenían previstas no se
cumplieran.
Gorbachov ha reconocido un hecho que es evidente a simple
vista: existe un desabasto de materias primas en varias ciudades, causando, en
gran parte, por varias empresas distribuidoras cuyos directivos están interesados
en hacer fracasar la perestroika, que en cumplir con sus propósitos, de impulso a
la economía nacional y a las actividades tecnológicas.
A esos grupos se les ha llamado “conservadores” porque
se resisten a los cambios, al establecimiento de una economía más moderna y
ágil, que vea, sobre todo, al suministro suficiente de artículos indispensables como
víveres, ropa y calzado y otros bienes de consumo, entre compradores que tienen
un alto poder de compra y que no encuentran en qué gastarlo.
Pero en el terreno político es en donde se han presentado los
más grandes desafíos a la política de reestructuración socialista, que, a veces, nos
hace pensar que triunfarán los opositores de ella, es decir, los inmovilistas
políticos, que han acumulado una serie de privilegios en el aparato del Estado y
del partido.
En primer lugar, se han acentuado las tendencias
ultranacionalistas de los distintos grupos étnicos, que han provocado cientos de
víctimas, producto de la intolerancia y del odio racial, que ha requerido, para evitar
un mayor derramamiento de sangre, de la intervención de las fuerzas públicas,
como en el caso de la República de Azerbaiyán, en donde un grupo musulmán
pretende la incorporación de la República de Irán.
56
En segundo término, se han presentado lamentables
fenómenos separatistas como el del Partido Comunista de Lituania, que decidió
romper con el PCUS y declararse un partido independiente lo que de suceder, e
imitarse en otras repúblicas, conduciría al desmembramiento del partido cosa que,
desde luego, se está tratando de evitar con la adopción de métodos políticos
democráticos.
Este es el principal reto que tiene Gorbachov y el Buró
Político, así como el Comité Central: lograr que las diferencias de políticas, de
enfoque, o de grado se diriman y resuelvan en el seno de los distintos órganos e
instancias tanto estatales como partidarias, empleando la crítica y la autocrítica, la
libertad absoluta para presentar proposiciones, pero preservando la unidad interna
en todas las instancias.
En 1989, se avanzó de una manera notable en el
perfeccionamiento de la democracia pues se reeligió con un procedimiento más
amplio el Congreso de Diputados Populares y este ha funcionado con mayores
capacidades deliberativas y analíticas, que en el pasado. Sin embargo, se registró
entre los diputados miembros del PCUS una falta notoria de unidad y de
coordinación sobre asuntos cardinales, lo que revela una insuficiente discusión y
análisis en los correspondientes órganos del propio partido.
Junio de 1991
57
Profundización de la Democracia Socialista
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La histórica reunión del Comité Central del PCUS constituye
un hito en la profundización de la democracia en la Unión Soviética, requisito
esencial para impulsar desde la base del pueblo, la reestructuración económica y
social, para sacar al país del estancamiento –del lento crecimiento- y acelerar el
aumento de las principales actividades productivas.
Desde que en marzo de 1985, Mijail Gorbachov, asumió la
secretaría general del partido se inicio un importante proceso de renovación y de
reactivación de la vida del PCUS en todos sus niveles, desde las células hasta el
Comité Central y el Buró Político y dicho proceso continúa en el marco de un
profundo y extendido debate interno –que ya no es privado sino público- para
superar una serie de fenómenos negativos pre existentes.
Entre las deficiencias y debilidades que se encontraron en el
seno del partido, destacamos las siguientes:
a) Pérdida, por desafiliación, de miembros y candidatos a
miembros, así como del Komsomol leninista, la organización juvenil más grande
de la Unión Soviética.
b) Persistencia de enfoques dogmáticos y estereotipados de
los textos de Marx, Engels y Lenin y de los informes del Comité Central y de los
Congresos partidarios.
58
c) Inmovilismo y apoltronamiento en todos los niveles de
dirección del partido, desde los Comités de Base hasta los Comités Centrales de
las Repúblicas, regiones y comarcas.
d) Relativa pérdida de prestigio de dirigentes del Partido
entre los trabajadores, los Koljosiano y los intelectuales.
e) Aparición de fenómenos de corrupción y nepotismo.
Así, en junio de 1987, se realizaron las primeras elecciones
locales en las que se presentan dos o más candidatos. En junio de 1988 se
efectuó la conferencia especial del partido en la cual se avanza entre la
diferenciación entre el gobierno y la estructura del PCUS y en marzo de 1989, se
presentan las elecciones para integrar el Congreso de Diputados del Pueblo,
comicios en los cuales los candidatos comunistas se enfrentan a otros no
comunistas o de distintas organizaciones sociales y profesionales.
En estas elecciones se puso a prueba la militancia de los
miembros del PCUS los cuales triunfaron, aunque ahora en el marco de una
competencia mayor. El Partido retuvo con holgura la mayoría de los escaños, pero
comenzaron a actuar en forma organizada distintos grupos de diputados, todos
partidarios, en mayor o menor grado, de la ampliación y profundización de la
democracia política y también de la democracia social.
El Congreso de los Diputados Populares ha sido el foro
deliberativo por excelencia –sus debates se han transmitido por radio y televisión a
todo el país- en el que se han confrontado tesis, opiniones y propuestas para
59
hacer avanzar la perestroika y mantener la glasnost, reflejando el sentir
inmensamente mayoritario del pueblo soviético.
Si se observa bien este proceso y a diferencia de los otros
países socialistas, la reestructuración económica y social la han promovido,
organizando y dirigido el partido y hasta hoy las diferencias han sido más bien con
respecto a la celeridad de las reformas y adecuaciones, pero nadie está
rechazando la necesidad de esas modificaciones.
Es absurdo que se pretenda encontrar un antagonismo
insalvable entre Mijaíl Gorbachov e Igor Ligachov, que el Comité Central está
dividido entre el ala progresista y el ala conservadora y otras amplificaciones de la
prensa occidental capitalista.
Ligachov no está en contra de la Perestroika; planteó con
mucha frecuencia sus críticas y dudas sobre la eficiencia y trascendencia de
ciertas medidas. Por ejemplo, ha advertido que una reunificación a corto plazo de
la RDA con la RFA puede erosionar la base socialista de la primera, en beneficio
de los grandes monopolios germano-occidentales, y tiene razón.
El reto más importante que ha enfrentado el proceso de
democratización del partido es sin duda, la actitud separatista que ha planteado un
importante sector del Partido Comunista de Lituania (otro sector continúa adherido
al PCUS) ya que de suceder ese hecho sufriría un grave quebranto la unidad
nacional del propio partido, lo que, desde luego, no es aceptado por la absoluta
mayoría de los miembros del Comité Central.
Junio de 1992
60
61
Cambios Profundos para Perfeccionar el Socialismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
La primera conclusión que podemos extraer de los recientes
y dramáticos acontecimientos de los países de Europa Central, es la de que el
sistema socialista como sistema general superior, no está en crisis, ni ha
fracasado, sino solo una serie de instituciones, dependencias, métodos y hábitos,
que durante algunos años lo deformaron y llegaron a convertirse en una verdadera
retranca para su progreso y perfeccionamiento.
Si se observa con atención, la mayoría de las demandas de
los obreros de la Unión Soviética, Hungría, República Democrática Alemana o
Checoslovaquia, son de carácter político. Esto es, tienen que ver con la
democracia, con la participación del pueblo en los asuntos públicos, con las
formas de gobernar y con el funcionamiento de los partidos comunistas y obreros
en el poder.
No se ha planteado que las empresas industriales o
comerciales regresen a manos de los antiguos propietarios privados, ni que la
tierra sea devuelta a los señores feudales y terratenientes, que ramas enteras de
la economía nacional las recapture la inversión extranjera y que regresen a l poder
político los partidos monárquicos o republicanos burgueses, que existían de la
segunda guerra mundial.
La reestructuración que están experimentando los países
socialista son es, en términos generales, una política global para restaurar las
relaciones capitalistas de producción y de intercambio sino para perfeccionar,
62
afianzar y modernizar algunas de las instituciones económicas, sociales y políticas
socialistas. Ello no quiere decir que al calor de estos cambios no estén presente y
actuantes grupos, movimientos y personalidades de franca orientación pro-
capitalista- como solidaridad, en Polonia, Foro Cívico, en Checoslovaquia- que
pretenden “llevar agua a su molino” y regresar al pasado, a la etapa anterior al
establecimiento de las democracias populares.
Hoy en día existe en todos los países socialistas de Europa,
Asia, África y América Latina un amplio e intenso debate acerca de los errores
cometidos durante la construcción del socialismo y dicho proceso, en cada nación,
tiene especificaciones propias y ritmos distintos. Así, la Perestroika se inició desde
1985 en la Unión Soviética, la política de rectificación de errores y de tendencias
negativas comenzó en Cuba en 1984 y con anterioridad tanto Rumania como la
República Popular China habían emprendido una serie de reformas, algunas de
las cuales todavía se encuentran en curso.
Existe un rasgo general y básico en todos los países
socialistas: en una etapa relativamente corta resolvieron los problemas de
vivienda, salud, educación, alimentación, recreación de los trabajadores del campo
y de la ciudad, los cuales tienen un alto nivel de vida, incluso en comparación con
muchos países capitalistas. Datos de distintos organismos internacionales revelan
que esos países se ubicaron en elevados estándares de bienestar material y
espiritual, lo que ya estaría demostrando la evidente superioridad del régimen
socialista sobre el régimen capitalista.
63
En tanto, los países basados en el régimen de la propiedad
privada de los instrumentos de producción a pesar de que han sorteado una serie
de crisis internas, tienen saldos negativos: elevadas tasas de desempleo, escasas
oportunidades para obtener vivienda, onerosos cobros por los servicios médicos, e
incluso, existe miseria en amplios sectores del pueblo.
Otros graves padecimientos son: drogadicción, pandillerismo,
alcoholismo y prostitución.
Por ejemplo: los obreros de la RDA que viajan ahora sin
restricciones aduaneras a Bonn o a Berlín Oeste están interesados en la
adquisición de algunos aparatos electrónicos sofisticados y asombrados de las
tiendas de pornografía, pero no buscan satisfactores esenciales porque la RFA no
puede otorgárselos en función del elevado desempleo que padece y de las
prohibiciones para que puedan conseguir empleo los trabajadores comunistas.
La Unión Soviética había desarrollado las fuerzas
productivas a un nivel sin precedentes en el contexto de los países socialistas,
sobre todo de la industria pesada y de otras ramas modernas, como la tecnología
espacial, pero desatendió una debida promoción de la industria ligera y
manufacturera, lo cual generó una disminución sensible en la producción de
artículos de consumo general y en un franco deterioro de la calidad de muchos
bienes.
En gran parte, este fenómeno se debió a dos motivos: los
excesivos gastos que en materia bélica tuvieron que hacerse en las últimas
64
décadas para asegurar la defensa y la integridad territorial y mantener la paridad
estratégica nuclear con los Estados Unidos.
Es evidente que esos enormes gastos tuvieron una
justificación nacional en virtud de que el imperialismo seguía fabricando más
armas de mayor poder destructivo teniendo como objetivo fundamental la
aniquilación del país soviético y del socialismo en el mundo entero.
Estos ingentes recursos se sustrajeron de los renglones de
inversión de programas destinados al bienestar material, a la elevación constante
del confort de los trabajadores y a la creación de bienes de amplio consumo, más
diversificados y de una mayor calidad.
Otro de los egresos importantes fue el de la gigantesca
ayuda económica y tecnológica que la URSS canalizó hacia los países socialistas
y hacia las naciones en vías de desarrollo de Asia, África y América Latina, lo cual
también se tradujo en una reducción de la inversión nacional a favor del pueblo
soviético.
Esta situación hizo crisis en abril de 1985 cuando el
secretario general del PCUS advirtió sobre la necesidad de acelerar el crecimiento
de la economía y al no lograrlo el Comité Central, después de un profundo
análisis, llegó a la conclusión de que el país se encontraba inmerso en una severa
etapa de estancamiento. Y comenzó la Perestroika y el Glasnost, para superar esa
grave situación que después repercutió en los demás países socialistas en virtud
del peso específico que la URSS tiene entre ellos.
65
La reconstrucción primero comprendió el área de la
economía, haciéndose más flexible la planeación nacional, reorganizando las
cooperativas, otorgando más autonomía a las empresas, pero después se pasó al
campo político y social, entre cuyas medidas se destacan las siguientes:
Se renovarán los órganos del partido, desde el Buró Político
y el Comité Central hasta los Comités Centrales de las Repúblicas.
Modificación sustancial en los procesos electorales para
integrar el Congreso de Diputados Populares.
Acentuación del ejercicio de la crítica y la autocrítica en todos
los niveles partidarios.
Castigo drástico a dirigentes y funcionarios del partido que
incurrieran en actos de corrupción y nepotismo.
A cinco años de iniciado este proceso, todavía no se logra
aumentar el crecimiento del PIB como se necesitaba, debido a una serie de
huelgas y a los movimientos separatistas ocurridos en varias repúblicas y
regiones. En el terreno político, se han presentado agudas diferencias sobre todo
en lo profundo y el ritmo de las reformas, pero todos están de acuerdo en que se
efectúen para fortalecer y depurar el socialismo de las deformaciones y
excrecencias que había experimentado.
Agosto de 1990
66
Razones y Causas de la Reestructuración Socialista
Por Héctor Ramírez Cuellar
La reestructuración que viene produciéndose en la Unión
Soviética que cada día se enfrenta a nuevos y graves problemas, como el
separatismo racial o étnico y el separatismo político y partidario no tiene una
profunda y real justificación, tanto de origen interno como externo.
En abril de 1985, la dirección del PCUS y el estado soviético,
después de haber hecho un acucioso análisis nacional en el Congreso partidario,
llegó a una conclusión pública el país se encontraba inmerso en una severa etapa
de estancamiento en la mayoría de las actividades productivas y en la tecnología
aplicada a la producción de bienes y servicios.
El secretario general del PCUS planteó, primero, un
aceleramiento en el desarrollo económico e industrial pero esta iniciativa no
prosperó porque había en el seno del pueblo una serie de deficiencias y
debilidades, entre ellas las siguientes:
a) Disminución de los niveles de productividad de los obreros
industriales y de los empleados en las esferas de los servicios.
b) Ausentismo en las fábricas, escuelas, empresas, talleres,
koljoses, cooperativas y relajamiento de la disciplina laboral.
c) Crecimiento de los consumos de alcohol y de fenómenos
delictivos, así como del pandillerismo.
67
d) Pérdida de miembros en el partido y en el komsomol y
surgimiento de algunos grupos políticos antisocialistas con una mayor fuerza que
la que tenía en el pasado.
e) Ocultamiento de materias primas y mercancías, lo que
estaba provocando un serio desabasto de alimentos, vestidos y otros,
independientemente del desplome que había registrado la producción agrícola, en
algunas de sus ramas, como los forrajes para el ganado.
f) Aparición de fenómenos de corrupción en los niveles
nacionales y republicanos del partido en el poder público.
g) Presencia también de fenómenos de corrupción en las
cooperativas, sindicatos, organizaciones sociales y en los koljoses y sovjoses.
La Unión Soviética comenzó a rezagarse con respecto de los
Estados Unidos, la República Federal Alemana y Japón en el aspecto tecnológico,
concretamente en lo referente a la introducción de máquinas automotrices en las
distintas esferas de la producción industrial.
Sobre todo, con respecto de Japón, que reconvirtió casi
totalmente su planta productiva introduciendo la robótica y la mecanización
completa, con lo que elevó notablemente su producción, su productividad y su
capacidad de exportación y de inversión en muchos países del mundo, no solo
subdesarrollados sino también altamente desarrollados.
El retraso tecnológico de la Unión Soviética se observa,
sobre todo, en la industria ligera y manufacturera, lo que ha repercutido
sensiblemente en una disminución de la producción de bienes de consumo
68
necesario y en un serio deterioro de la calidad de esos productos, esto debido a
que la carrera armamentista obligó a sustraer importantes recursos financieros, de
esas ramas.
Existe, pues, una contradicción nacional en la URSS que la
reestructuración trata de superar, en el sentido de modernizar y afianzar los
mecanismos e instituciones del régimen socialista. Gorbachov, ahora, está
ubicado en un contexto más radical y está postulando una modificación de fondo y
general de las bases y mecanismos de la sociedad socialista. O sea, se trata de
una modificación sustancial, dentro del socialismo y no fuera de él.
¿Qué tipo de contradicción o de contradicciones sufre hoy la
Unión Soviética? Existen dos tipos de contradicciones: unas, antagónicas y otras
no antagónicas. Las primeras se superan mediante soluciones de fondo,
revolucionarias, de calidad, de un sistema a otro, y las segundas, no. Pueden
abordarse y resolverse con medias o decisiones no cualitativas, sino en el marco
del propio sistema social en el que se están produciendo.
Consideramos que las contradicciones que experimenta la
Unión Soviética son de carácter no antagónico pues ningún grupo o sector está
planteando el regreso al capitalismo, nadie está exigiendo la devolución de las
industrias y fábricas a los anteriores propietarios privados, o las tierras a los
kulakes o terratenientes, o la restauración de los valores, hábitos y conductas de
la sociedad capitalista, de la sociedad que existía durante la Rusia zarista y antes
del triunfo de los bolcheviques en octubre de 1917.
69
Las principales diferencias, que se producen tanto en la
esfera del partido como del Estado y de las organizaciones sociales no son en
torno a los objetivos generales y propósitos de la reestructuración sino con
referencia al ritmo y grado de esas transformaciones, que son necesarias.
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La Declaración de los Comunistas Latinoamericanos
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
El Encuentro de los Partidos Comunistas y Obreros de
América Latina y el Caribe, que congregó a 18 partidos de la región y que se
efectuara en forma exitosa la semana pasada, produjo tres resoluciones: una, de
carácter general, otra relativa a la solidaridad con Cuba y una más referente a
Panamá. Hubo coincidencias en los aspectos centrales, medulares, tanto del
escenario internacional, como de los aspectos teóricos por lo que una vez más,
fue posible que los marxistas del Continente se pusieran de acuerdo para marchar
unidos en torno a objetivos comunes.
El Encuentro, frente a los enterradores del socialismo, llegó a
“la convicción de que el marxismo-leninismo demuestra su frescura y plena
vigencia, que sigue siendo válido por que se trata de una teoría viva y en
desarrollo, susceptible de ser permanentemente enriquecida. Que el dinamismo y
la riqueza de los acontecimientos del mundo de hoy exigen un esfuerzo de
examen profundo y riguroso que pueda contribuir de manera importante al
enriquecimiento de la teoría marxista”.
Nos parece importante esta definición pues algunos
marxistas están desmoralizados, han renegado de sus principios y a estas alturas
ya están pensando en la estabilización y “embellecimiento” del capitalismo, en la
lucha por la democracia para alcanzar algunos puestos públicos para elevar su
nivel de vida –como sucedió con los dirigentes del PSUM que autoliquidaran al
PCM- y que solo buscan la alianza con la socialdemocracia y la derecha, como
71
ocurre con la dirección del PRD que en su mayor parte prefiere la alianza con el
Partido Acción Nacional, que con el Partido Popular Socialista y otros
agrupamientos de izquierda.
En el párrafo segundo de la citada Declaración, fechada el 30
de noviembre, se afirma, en referencia a los sucesos operados en Europa Central
y en la URSS que: “coincidimos en que lo que está en crisis es un modelo de
construcción del socialismo y que se obtendrán experiencias que enriquecerán el
desarrollo de la teoría revolucionaria y será un estímulo a la lucha por la liberación,
la democracia y el socialismo en el mundo”.
En efecto, lo que se agotó en sus potencialidades fue el
modelo de socialismo que edificado sobre todo en la época de Stalin, se
caracterizó por un excesivo centralismo en la producción económica, el abandono
de la agricultura y de la industria ligera, por una gran rigidización del partido y de
los órganos del estado que ya para 1985 daba muestras de haber entrado en
crisis y que ahora se está desmantelando para pasar a un nuevo modelo de
socialismo democrático y humanista, según lo define el secretario general del
PCUS.
Si bien el precio que han tenido que pagar los partidos
comunistas y obreros ha sido muy alto –la pérdida del gobierno y su reducción a
partidos minoritarios de oposición- la lucha socialista continúa en todos esos
países, lo mismo en Polonia que en la ex RDA, en Checoslovaquia que en
Hungría, aunque ahora en condiciones políticas adversas, creadas por los
múltiples errores cometidos, tan graves algunos de ellos y durante tantos años.
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Precisamente, en el tránsito hacia una economía de libre
mercado, de tendencia capitalista, los trabajadores de Europa Central comienzan
a perder sus conquistas económicas y sociales y otros están en una completa
crisis como Polonia afirmando que “ha salido peor el remedio que la enfermedad”
y mostrándose los gobiernos socialdemócratas en curso, incapaces no solo de
mantener lo positivo del régimen socialista, hoy en serio peligro de ser destruido,
sino de ofrecer perspectivas de un futuro mejor para el pueblo.
Cada vez que esos gobiernos pretenden desmantelar alguna
institución económica y social del socialismo se enfrentan a la resistencia de los
sindicatos y de los cooperativistas, de los campesinos, los profesionistas que solo
han tenido, en esta etapa, cierre de fuentes de trabajo, desempleo y carestía de la
vida, sin paralelo en la historia de esas naciones.
Los partidos comunistas y obreros coincidieron en que “sigue
en crisis el sistema capitalista mundial que intenta adaptarse a los cambios
generados por la revolución científico-técnica imponiendo una nueva división del
trabajo por medio de la cruzada neoliberal en marcha. Que en el caso específico
de América Latina este sistema se ha probado incapaz de resolver los problemas
de la región y que, por el contrario, se han agravado, que el capitalismo ha
conducido a nuestros países a una creciente dependencia a nuestros pueblos a la
postración, a la explotación y a la miseria. Que para nuestros pueblos no hay
porvenir en el régimen capitalista y que toda su esperanza y su lucha por un futuro
mejor se cifre en el régimen socialista”.
73
Los informes que anualmente presenta la CEPAL y otros
organismos regionales nos indican que los seculares problemas de América Latina
no han disminuido sino por el contrario se han agravado, con la única excepción
de Cuba, que es el único país que ha mostrado índices de crecimiento y de mayor
bienestar social para todo su pueblo.
En nuestra región, hemos vivido bajo un sistema capitalista
dependiente, subordinado a los intereses y a la expansión de los monopolios
estadounidenses. Más de la mitad de la población está subsistiendo en
condiciones de extrema pobreza y miseria y no existe ningún futuro prometedor
para millones de niños y jóvenes, al grado de que la CEPAL define a esta etapa
como una etapa perdida en la que no ha habido crecimiento de las fuerzas
productivas sino solo estancamiento y retroceso.
El imperialismo, como lo dice la Declaración de los Partidos
Comunistas y Obreros, sigue aplicando en América Latina un intercambio
comercial desigual e inequitativo, la explotación de la fuerza de trabajo y de los
recursos naturales por medio de las inversiones extranjeras directas, en el
estímulo a la fuga de capitales, en las guerras de baja intensidad que en el
establecimiento de una democracia restringida en la mayoría de los países,
destacándose la condena a la iniciativa de Bush sobre las Américas que con su
pretensión de imponer un mercado libre nos estaría conduciendo a una neo
colonización creciente.
Junio de 1991
74
En el momento de redactar el presente comentario han
transcurrido dos días del Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros de América
Latina y el Caribe que convocado por el Partido Popular Socialista, se celebra en
la ciudad de México, y ya podemos formular un panorama general de los
principales objetivos políticos y sociales por los que están luchando estos partidos
revolucionarios en el momento actual, en sus respectivos países. Al escuchar las
intervenciones de los delegados he llegado a la conclusión de que si bien la
perestroika y el derrumbamiento de los gobiernos socialistas en Europa –con
excepción de Yugoslavia, Bulgaria y Albania- les está causando un severo
impacto, ello ha impulsado un proceso de renovación ideológica y orgánica y de
que el combate por los ideales del proletariado, sigue vigente, aunque en
condiciones más adversas que en el pasado.
En América Latina ya no hay dictaduras militares sino
regímenes democráticos, con una participación muy restringida del pueblo en los
asuntos públicos, en donde están predominándolos partidos tradicionales o
burgueses. De todas maneras, en la mayoría de los países latinoamericanos hay
una serie de facilidades y condiciones para que puedan actuar en los procesos
electorales los partidos comunistas y obreros, con mayor o menor éxito.
En Brasil, por ejemplo, el PCB respaldó a Lula como
candidato a la Presidencia y obtuvo 30 millones de votos. El dirigente del Partido
de los Trabajadores enarboló un programa nacional, popular, democrático y
antiimperialista y contó con el apoyo de un amplio abanico de fuerzas políticas lo
75
que demuestra el carácter masivo de dicha alternativa de gobierno. En Uruguay, el
PCU, acaba de sufrir la sensible pérdida del gran teórico marxista Rodney
Arismendi –figura política de relieve internacional- actuando y promoviendo el
Frente Amplio, que encabeza el general Liber Seregni ganó la intendencia de
Montevideo, en donde se concentra el 40% de la población y el 80% del
proletariado industrial.
De continuar la acumulación de fuerzas en el Brasil y en el
Uruguay en pocos años los candidatos populares, de izquierda y socialistas
pueden convertirse en un poder real capaz de enfrentarse, con éxito, a los partidos
burgueses.
En cambio, no podemos decir lo mismo del Partido
Comunista de Perú que desplegó un intenso trabajo para lograr la candidatura
única de Barrientos, ex alcalde de Lima, a la Presidencia de la República, pero por
desgracia el sectarismo de algunos grupos ultraizquierdistas dio al traste con ese
esfuerzo unitario y el pueblo respaldó a Alberto Fujimori, de Cambio 90, como un
mal menor, frente a la candidatura ultraderechista y monetarista a ultranza, de
Mario Vargas Llosa.
El país andino es un ejemplo que indica que cuando se une
la izquierda en torno a candidaturas comunes logra triunfos importantes, lo que
también nos hace recordar la experiencia del FDN en las elecciones federales de
1988, en México.
El Partido Comunista de Argentina, aunque también obtuvo
una votación reducida porque también se frustró la política de alianzas, pero sigue
76
siendo el más firme opositor a la política desnacionalizadora y privatizadora de
Carlos Menem.
El Partido Comunista de Chile está atravesando por una
situación muy complicada pues aunque acaba de recuperar su legalidad, la
dualidad de poderes institucionales que ha establecido Augusto Pinochet y la
actitud débil y titubeante de Patricio Aylwin pone en peligro la incipiente
democracia ya que está siempre latente el peligro de un golpe de Estado.
Asimismo, continúa insistiendo en la alianza con el Partido
Socialista reagrupando sus tendencias en torno a Clodoymiro Almeida, pero éste
último está prefiriendo la acción conjunta con la Democracia Cristiana.
En el Ecuador, el Partido Comunista está actuando también
en el Frente Unitario y dirige sus miembros a la principal organización obrera, la
CTE, que está luchando contra los efectos de la política neoliberal y
modernizadora del gobierno nacional.
En Colombia, el PCC está actuando en la Unión Patriótica en
medio de condiciones extraordinariamente difíciles pues en los últimos años los
grupos paramilitares han asesinado a más de 200 de sus miembros y han caído
otros muchos de distintos grupos de izquierda. Por lo tanto, el Partido Comunista a
la vez que opera en esa precaria legalidad, también despliega su acción en el
campo de la lucha armada.
Todos los partidos comunistas y obreros de América Latina
han estado luchando contra la política económica que los gobiernos están
implementando y que se caracteriza por la venta masiva de empresas estatales,
77
su privatización, una rígida contención salarial, apertura ilimitada al capital
extranjero, instalación de maquiladoras, lo que está ampliando y profundizando el
hambre, la miseria, el desempleo, la drogadicción y la delincuencia.
En Centroamérica, la situación de los partidos comunistas es
también complicada pues actúan en el marco de una feroz ofensiva imperialista y
oligárquica que se caracteriza por una franca ocupación militar (Honduras) y por la
existencia de un estado de guerra que ya dura muchos años (El Salvador,
Guatemala) con la única excepción de Costa Rica, en donde el Partido de
Vanguardia Popular actúa en condiciones democráticas.
En Guatemala, el PGT en sus distintas manifestaciones,
lucha en la UNRG en el campo armado, pero a la vez se está impulsando un
proceso de negociaciones pacíficas para evitar el permanente baño de sangre que
ha sufrido desde hace tiempo ese pueblo hermano. En El Salvador, también el PC
se ha incorporado a la dirección política y militar del FMLN y combate lo mismo en
la montaña y en la selva contra las tropas regulares, que n la gestión diplomática.
En Honduras, el PC, que no tiene tampoco reconocimiento jurídico, se está
oponiendo a la presencia militar estadounidense que ha establecido varias bases
en su territorio. En Panamá, el Partido del Pueblo también está en la oposición al
gobierno títere de Guillermo Endara, contra el enclave canalero y contra la
ocupación bélica de los Estados Unidos.
En México, el Partido Popular Socialista ha mantenido una
firme conducta de crítica y rechazo a la política neoliberal que está en marcha
desde hace 8 años y por la unidad de las fuerzas democráticas.
78
En síntesis, los partidos comunistas y obreros no se han
mermado en su combatividad por los trágicos acontecimientos de Europa Central
sino que los están asimilando y abordando con un espíritu crítico y constructivo,
esto es, para seguir adelante.
79
La Repercusión de la Perestroika en los Partidos Comunistas
y Obreros de América Latina.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Encuentro de los Partidos Comunistas y Obreros de
América Latina, en su primera sesión, abordó el complejo y multifacético proceso
de reestructuración económica, social y política que se está dando en la Unión
Soviética y la pérdida del gobierno en los países de Europa Oriental por los
partidos comunistas que estaban en el poder desde hace más de 40 años.
Por las intervenciones de los delegados asistentes a este
Encuentro, convocado por el Partido Popular Socialista se desprende que en
todos los partidos están repercutiendo dichos fenómenos, que los están
examinando con cuidado, profundidad y sentido de la crítica y la autocrítica, pero
que, en términos generales, no ha mermado la combatividad de esos
agrupamientos, aunque existen algunas manifestaciones extremas, como la
desmoralización en algunos grupos y el planteamiento de la lucha armada como la
única vía posible y efectiva.
La mayoría de los partidos comunistas y obreros apoyan la
perestroika y en lo particular la gestión personal de Mijaíl Gorbachov, la
conducción que de ese accidentado y ya prolongado proceso hacen los órganos
del PCUS. Están conscientes de que en la URSS se habían acumulado una serie
de fallas, errores, deficiencias, como la excesiva y pesada planificación
económica, el abandono de las ramas de la industria manufacturera, la restricción
80
de libertades públicas y ciudadanas, la burocratización del partido y de los
sindicatos, escaso aliciente a la agricultura, entre otros factores.
La perestroika era un proceso necesario debido al proceso
de estancamiento económico, social y político que caracterizó a las direcciones de
Leonid Breznhev, Yuri Andropov y Constantin Chernenko, pero no dejan de
advertir la aparición de ciertos fenómenos preocupantes, destacando tres:
a) el surgimiento de grupos y tendencias, hasta hoy sin
ninguna fuerza importante, que están planteando la restauración del capitalismo o
bien, un capitalismo a la manera de imperante en los países de la Comunidad
económica Europea.
b) La aparición de tendencias separatistas en por lo menos 5
Repúblicas soviéticas que amenazan con la desintegración política y territorial de
la Unión Soviética, lo que representaría un grave retroceso histórico, una
involución, no solo con respecto del país de Lenin sino también con la humanidad
entera.
El respaldo político a la perestroika parte de localizar una
serie de causas externas que en combinación con las internas, produjeran la
situación nacional que percibió Mijaíl Gorbachov en el año de 1985 al asumir la
secretaría general del partido. Por lo tanto, a partir de un análisis global se
comprueba que en la URSS tendrían que producirse cambios para que supere el
rezago tecnológico que tiene en varias ramas de la economía nacional, para que
asimile los progresos de la revolución científico-técnica, aumente la producción de
textiles, alimentos y otros y democratice su sistema político.
81
Los partidos comunistas y obreros reconocen que en varias
décadas, en contraposición a las injusticias permanentes del capitalismo, en los
países de Europa Oriental los pueblos alcanzan un alto nivel de vida. Sobre todo
sus progresos han sido notables en materia de seguridad social, educación,
vivienda, deportes alcanzando niveles similares de existencia que los que
prevalecen en los países de Europa Occidental.
Ese solo hecho está demostrando la superioridad del
régimen socialista con respecto al régimen capitalista que durante doscientos años
no ha resuelto problemas seculares, como el hambre, la miseria de amplias
masas, la carencia de vivienda digna y decorosa y más recientemente, la
drogadicción y la criminalidad y la delincuencia.
De una manera palmaria, los partidos comunistas han
llegado a la conclusión de que lo fundamental ha sido el fracaso completo del
capitalismo en América Latina, fracaso que la CEPAL ha denominado la “década
perdida” en que nuestro Continente prácticamente no creció en términos
negativos pues el 51% de la población vive en condiciones de pobreza y de
pobreza extrema la mayor parte de este porcentaje.
La perestroika ha tenido una repercusión valiosa porque está
permitiendo un proceso de renovación orgánica y política y de rediscusión de
asuntos que se consideraban finiquitados, tales como la permanencia en los
cargos de dirección, la rigidez del aparato partidario, el funcionamiento concreto
del centralismo democrático, la existencia o no de corrientes organizadas, las
formas de afiliación, entre otros aspectos.
82
Hay que convenir en que el reconocimiento de errores no se
han producido de una manera trágica sino de una forma equilibrada, racional, sin
atormentarse por lo que está sucediendo en Europa Oriental y la Unión Soviética
porque independientemente de lo que ha ocurrido o puede ocurrir la lucha por el
socialismo continuará en América Latina.
El encuentro de Partidos Comunistas y Obreros ha sido una
oportunidad para pensar la perestroika con cabeza latinoamericana y no con
cabeza soviética o europea a efecto de evitar copias extra lógicas, incurrir en
nuevas actitudes dogmáticas que tanto daño han causado en algunas
organizaciones marxistas, Y esto representa un avance muy importante en el
esfuerzo por estudiar estos fenómenos, con base en la aplicación del método
dialéctico.
Sin embargo, debemos reconocer otras variantes de las
repercusiones que la perestroika ha tenido, que solo se refleja en algunos grupos,
algunos de los cuales continúan dentro de los partidos, pero pueden abandonarlos
pronto.
La primera se refiere a una forma de desmoralización o
frustración en el sentido de que el socialismo ya no puede perseguirse sino tan
solo la estabilización del capitalismo y una democratización mayor del sistema
político, por lo que han abdicado de la realización de cambios profundos y están
por lo tanto proclives a las alianzas con la socialdemocracia y con los otros
partidos burgueses.
83
La segunda es una inclinación militar, de violencia armada,
ante lo que se llama un desencanto por la democracia que no admitiría un triunfo
histórico del proletariado, recordando la experiencia chilena y la pasada derrota de
los sandinistas.
84
El Encuentro de los Comunistas Latinoamericanos.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Con la presencia de 18 partidos comunistas y obreros de
América Latina y observadores del Partido Comunista de la unión Soviética,
Partido Comunista de los Estados Unidos, Partido Comunista de Vietnam y del
Partido del Trabajo de Corea que se está efectuando en la ciudad de México, el
Encuentro de los Partidos Comunistas y Obreros de América Latina y el Caribe, a
convocatoria y con los auspicios del Partido Popular Socialista.
Se trata, sin duda, de un evento de capital importancia
porque por la primera vez en muchos años, se reúnen los marxistas leninistas, los
que luchan por el socialismo en nuestro Continente para abordar una serie de
ingentes problemas internacionales y regionales, en una hora particularmente
compleja y difícil para el éxito de ese combate general.
Desde el mes de junio de 1875 en que se celebró en La
Habana una Conferencia de ese carácter hasta hoy han ocurrido cambios
radicales tanto en el escenario del mundo como en nuestro Continente. En la
Unión Soviética, desde el año de 1985 con la llegada a la Secretaría General del
PCUS de Mijaíl Gorbachov se ha iniciado y desarrollado el complejo proceso de
reestructuración económica y política que siendo positivo en términos generales
porque reafirma las bases originarias del socialismo, no obstante está produciendo
fenómenos de un alto riesgo, como los afanes separatistas de algunas repúblicas
y el surgimiento de ciertas tendencias restauradoras del capitalismo.
85
En los últimos dos años han ocurrido modificaciones
verdaderamente graves en varios países de Europa Oriental –con las excepciones
de Bulgaria, Albania y Yugoslavia- en que los partidos comunistas que estaban en
el gobierno lo han perdido en una serie de elecciones generales que se han
producido y su lugar lo han ocupado coaliciones políticas de corte
socialdemócrata, reformista burgués o liberales.
Algunos de esos partidos hoy ya no existen como los
conocimos en el pasado; sus bienes han sido confiscados y algunos dirigentes
están sometidos a procesos judiciales; otros partidos se están renovando,
admitiendo los errores cometidos, para continuar encabezando la lucha de los
trabajadores contra la política de libre mercado que ha producido en un corto
tiempo de aplicación un gran desempleo, aguda inflación, cierre de fábricas,
pérdida de conquistas sociales y estancamiento económico.
De una manera particular, el país socialista más
industrializado y con más alto nivel de vida de Europa central, la República
Democrática Alemana, ha sido literalmente absorbido, no sin resistencia de
importantes grupos de obreros, por los grandes monopolios de la República
Federal Alemana.
Ante estos hechos es necesario que los comunistas, los
marxistas de América Latina emitan sus juicios valorativos, empleando en todo
momento el método dialéctico, la crítica y la autocrítica, el reconocimiento de
fallas, errores y omisiones con un propósito constructivo, esto es, de superarlos en
86
el plazo más corto posible y de no incurrir en ellos en otros países que en el futuro
transiten hacia el socialismo.
También esos acontecimientos tienen una repercusión en la
estructura de los propios partidos comunistas y obreros, en su funcionamiento, en
sus bases, advirtiendo lo nocivo que es la deformación del centralismo
democrático en sus variantes de autoritarismo y de libertinaje, la perpetuación
injustificada de los dirigentes en la cúpula, la falta de educación política, de una
estrecha vinculación con el pueblo y de una modernización de los medios de
comunicación de masas.
Todos los partidos comunistas y obreros de América ya han
emprendido, con mayor o menor profundidad, el examen de estos fenómenos
como lo revelan sus Congresos, Asambleas y Conferencias Nacionales, sus
órganos de prensa, las reiteradas declaraciones de sus líderes, pero hace falta
que ese examen sea de carácter colectivo entre quienes tenemos la misma
ideología, empleamos el mismo método para analizar los problemas sociales y
tenemos el mismo propósito: construir el sistema socialista de los medios de
producción en nuestros respectivos países.
No podemos permitir que el estudio y la reflexión sobre la
perestroika y los demás cambios sucedidos en Europa central lo efectúen los
intelectuales como los de la Revista Vuelta, encabezada por Octavio Paz y que
con la gran difusión que les permite su acceso a los medios masivos de
comunicación se impongan en la conciencia de los pueblos como la única verdad
que debe aceptarse por todos.
87
Hace falta que en este debate, sin duda el más importante de
nuestro tiempo, las fuerzas marxistas y socialistas, que son a las que de una
manera directa les atañen dichos acontecimientos, emitan sus puntos de vista, sus
estudios, sus reflexiones, aunque todavía no podrían considerarse como
conclusiones acabadas o definitivas pues los fenómenos han tenido un desenlace
muy rápido y otros están en curso, sin conocer todavía, sus resultados y porque se
trata del proceso multifacético y cambiante, sujetos a tensiones, presiones y
luchas de muchas fuerzas, grupos, tendencias y personalidades.
Otro asunto total a examen es, desde luego, el relativo a la
posición que guardan o que deben observar los partidos comunistas y marxistas
frente a la situación general de América Latina, frente a la nueva política
integracionista puesta en marcha por la administración Bush, a los gobiernos de
corte neoliberal, al dramático deterioro del nivel de vida de los trabajadores, a la
defensa de los derechos de los obreros y frente a la lucha por la democracia
efectiva.
El Encuentro de México puede servir para elaborar un
diagnóstico económico, social y político de la América Latina de nuestros días
conjuntando y resumiendo las experiencias nacionales y también coadyuvaría a la
formulación de una estrategia global, guardando siempre las personalidades de
cada país y respetando la autonomía de cada partido, contra los obstáculos que
hoy se están interponiendo para nuestro desarrollo, independencia justa y
democrática.
88
Desde luego que un tema central está en la conciencia de los
marxistas de América Latina: la solidaridad con Cuba en este momento en que
atraviesa, quizá, por el momento más difícil de su todavía joven revolución. Ese
respaldo político debe darse porque Cuba representa la línea más avanzada de
nuestra región en la lucha por la justicia social y por su firme resistencia frente al
imperialismo, que desea su aniquilamiento y considera que las circunstancias son
propicias para asestar un golpe demoledor.
89
Fidel Defiende los Principios Socialistas.
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El 28 de octubre pasado, el comandante Fidel Castro, al
pronunciar un discurso en recuerdo a la prematura muerte de Camilo Cienfuegos,
hizo una defensa ardiente de los principios marxistas, del socialismo y del
comunismo.
Se trata de una alocución oportuna porque la propaganda
norteamericana ha extendido el certificado de defunción del régimen socialista y
aplaude y apoya todos los intentos y esfuerzos para retroceder al capitalismo o por
los menos a formas capitalistas en la producción y en los servicios.
En este contexto, el Presidente George Bush recibió en los
Estados Unidos a Lech Walesa con el tratamiento de un jefe de estado, e incluso
intervino en una sesión conjunta de las cámaras del Congreso. Todo ello implica,
desde luego, una abierta y grosera injerencia en los asuntos internos de Polonia,
pues es claro que ese líder obrero no ostenta ningún cargo oficial.
Con anterioridad recibió también a Boris Yeltsin, diputado del
Soviet Supremo, a quien se considera uno de los principales impulsores de la
Perestroika, aquí con el evidente propósito de exaltar a este representante para
oponerlo realmente a Mijaíl Gorbachov y para ello contaría con la bendición de los
medios de comunicación que controlan los Estados Unidos.
90
Yeltsin fue criticado en la Unión Soviética por este conducto
débil, de tolerancia hacia el imperialismo y de pretender buscar en el exterior un
apoyo que los trabajadores de la patria de Lenin no le han entregado.
La dirección del Partido Obrero Unificado Polaco se declaró
derrotada, afirmó que ya no existía razón de ser para la existencia del partido de
la clase obrera y que se habían agotado las raíces del socialismo.
Después de muchos años, más de 40, por lo menos una
parte importante de la jefatura del POUP se desconoce políticamente acabada en
un hecho sin precedentes en la historia del movimiento revolucionario y comunista
internacional.
Asimismo, los comunistas que dominaban en el Partido
Socialista Obrero de Hungría, en el pasado Congreso de ese partido, fueron
reducidos a una minoría, algunos de ellos expulsados del partido y éste se ha
transformado en un partido socialdemócrata, que trata de parecerse al Partido
Socialista Obrero Español, de Felipe González, que, desde luego, no tiene nada
de socialista.
Antes estos sensibles retrocesos y claudicaciones de parte
de dirigentes políticos que en otro tiempo militaron en las filas del marxismo,
resulta sobresaliente la firma actitud de la dirección del Partido Comunista de
Cuba, de su secretario general, Fidel Castro, cuya conducta puede sintetizarse de
la siguiente forma: tratándose de los principios del socialismo, no hay marcha
hacia atrás.
91
Ello no significa que la dirección del PCC se esté negando a
efectuar una serie de cambios, reformas y ajustes que reclama el sistema
socialista no solo en el área de la economía sino también de la política,
concibiendo al socialismo como un sistema cerrado o estático.
En Cuba, desde hace tiempo, está en marcha un proceso de
crítica y de autocrítica que busca la rectificación de errores y la superación de
deficiencias; en los últimos meses se han reestructurado varios ministerios y se ha
combatido a fondo la corrupción y la ineficiencia en altas esferas del gobierno.
Fidel ha reiterado que Cuba jamás renunciará a la revolución
socialista y que si hay que cambiar sería para pasar al comunismo.
En clara alusión a algunos ex marxistas, o renegados
abiertos del socialismo, que con sus traiciones buscan el respaldo económico y el
espaldarazo político de los Estados Unidos, el comandante Castro considera que
es interesado el tratamiento que se les da de ortodoxos y conservadores a los
revolucionarios consecuentes.
En efecto, la maquinaria propagandística distingue a los
“buenos comunistas”, de los “malos comunistas”. Los primeros serían aquellos
que están proponiendo reformas que harían retroceder al capitalismo, en la
restauración de sus manifestaciones que en otra etapa de la historia fueron las
predominantes. Los segundos, serían aquellos que pugnan por cambios y
adecuaciones, pero en el marco del socialismo, para ampliarlo, fortalecerlo y
nunca para debilitarlo.
92
Fidel dice que el imperialismo llama “rígidos e inflexibles” a
los revolucionarios congruentes con su ideología tan solo porque no se sometió a
la democracia representativa made in USA o a la economía de libre mercado, vale
decir, a la economía de corte capitalista.
Durante varias generaciones los pueblos han experimentado
lo que es el régimen basado en la propiedad privada, la explotación a que se
conduce a las masas trabajadoras, los grandes sectores pobres frente a una breve
minoría opulenta.
Han vivido también la exportación de capitales de las
potencias imperiales a los países subdesarrollados y dependientes para
usufructuar sus riquezas y mano de obra barata.
Esa es la historia de algunos ex socialistas en Europa
Central desean volver a transitar, como si sus pueblos no hubiesen salido de ella
hace más de 40 años.
Pero como dice Fidel, si algunos abandonan los principios
surgirán los auténticos socialistas y comunistas para volver a enarbolar las
banderas del proletariado que hoy están arriando en Polonia y Hungría.
Marzo 1990.
93
.
94
Pasos Significativos a favor de la Paz Mundial.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El reciente encuentro entre Mijaíl Gorbachov y James Baker,
en Moscú, produjo dos acuerdos muy significativos que alejan el peligro de guerra:
reducción a un nivel de 195 mil efectivos en Europa, tanto por parte del Pacto de
Varsovia, como de la OTAN y compromiso de destruir las armas químicas en un
proceso que culminará en el año 2000.
Estos convenios se instalan en el contexto de las nuevas
relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que ha
transitado de una aguda confrontación a otra de entendimiento y de colaboración
recíprocamente ventajosa, persistiendo la convicción de que una guerra debe ser
evitada a toda costa porque en ella no habría vencedores ni vencidos y se pondría
en serio riesgo la vida de todos los pueblos del mundo.
La visita de Baker a Gorbachov en el Kremlin y los acuerdos
suscritos, se produjo después de la histórica decisión del CC del PCUS de anular
la cláusula de gobernabilidad que le otorgaba el artículo 6 de la Constitución y en
el marco de un intenso debate en el que resultó fortalecida la figura política del
secretario general.
Baker pudo comprobar, en forma directa cómo las divisiones
en el Comité Central fueron enérgicas y apasionadas, pero del amplio
conocimiento de la opinión pública pues además de transmitirse las sesiones por
la televisión, el diario Pravda publicó los discursos íntegros de los miembros del
alto órgano colegiado del PCUS y un día antes se había realizado una gigantesca
95
manifestación popular, sin que se presentaran los cuerpos represivos, ni se
efectuara algún disturbio.
En estas condiciones, con un liderazgo fuerte y estable como
el que encabeza Gorbachov, será posible que el gobierno de Bush llegue a
convenios importantes y por ello la humanidad espera con optimismo que en la
próxima cumbre, a efectuarse en Washington, se decida una reducción drástica
del número de cohetes de largo alcance o estratégicos, que representan la espina
dorsal del actual armamentismo nuclear.
Después de los acuerdos Gorbachov-Baker, el proceso de
integración económica y social de Europa Occidental avanzará con mayor
celeridad y profundidad pues la mayoría de los países socialistas, que se
encuentran en proceso de cambio, han demandado a la Unión Soviética el retiro
de sus tropas y los dirigentes moscovitas han aceptado hacerlo.
La URSS una vez más se instaló a la vanguardia en la lucha
por la paz mundial pues mientras la propuesta de Baker comprendía únicamente
la región de Europa Central, la propuesta de Gorbachov demandaba que abarcara
todo el territorio del Viejo Continente.
La disminución de efectivos militares será benéfica par la
Unión Soviética desde el punto de vista económico pues ahorra una cantidad
considerable de divisas y permitirá avanzar en la reconversión de sus empresas
fabricantes de armamentos, para destinarlas a otras actividades industriales, como
la manufacturera y la ligera.
96
En este contexto, se abatirán las tensiones en el corazón de
Europa, específicamente en territorio de las dos Alemanias, en donde se
encuentra el mayor número de soldados y de tropas, así como de armas
comerciales.
Eso efectivos se ubicaron en ese punto neurálgico para el
mundo entero al terminar la Segunda Guerra Mundial pues los Estados unidos
primero impulsaron la creación del bloque de la OTAN y después como una
respuesta defensiva, la Unión Soviética y demás países socialistas (en aquella
época, países de democracia popular) constituyeron el Pacto de Varsovia.
De continuar operando esa política de paz pronto estaremos
ante la disolución de la OTAN y del Pacto de Varsovia y Europa unida avanzará
hacia la creación de un sistema general de seguridad colectiva, que evite el
surgimiento de una nueva guerra y que permita coexistir a las naciones europeas,
tanto las capitalistas como las socialistas.
Los pueblos de Europa tendrán un mercado común para sus
mercancías y capitales, sus servicios y bienes culturales y los sistemas
económicos y sociales competirán en ese proceso unitario por confirmar su
superioridad, sin el peligro de un holocausto, infinitamente más destructivo que los
iniciados en 1914 y 1939.
Oct. 1990.
97
98
¡Respeto a la Autodeterminación del Pueblo de Cuba!
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El Presidente George Bush, al solicitar oficialmente al
Congreso de los Estados Unidos la cantidad de 800 millones de dólares para
“ayudar” a Panamá y a Nicaragua, señaló, además que presionaría a Fidel Castro
para que restaure la democracia de la isla.
Agregó: “estoy terriblemente desilusionado porque Castro
parece estar afianzando su posición totalitaria en lugar de avanzar hacia unas
elecciones libres y justas”.
“Me gustaría ver cambiar a esa isla altamente militarizad ay
dar una oportunidad a la democracia”.
“Creo, continuó Bush, que si ayudamos a Panamá y a
Nicaragua ello simplemente aumentará la presión para que haya un cambio en
esa maravillosa isla de Cuba”.
En contraste con esa abierta actitud intervencionista y
agresiva, violatoria de las normas más elementales del Derecho Internacional, el
Presidente Salinas de Gortari, en el poblado de Xochiapán, Veracruz y ante la
insistencia de los reporteros para que abordara el tema de la situación de Cuba
dijo: “es exclusividad de los cubanos decidir los tiempos, modalidades y
peculiaridades de las transformaciones de ese país”.
Esta posición es correcta pues parte del principio
fundamental que compete a cada pueblo, sin injerencias foráneas, constituir la
99
forma de gobierno que considere más adecuada a sus tradiciones históricas,
costumbres, idiosincrasia y aspiraciones políticas.
De esta forma el licenciado Salinas no se sumó al coro de
quienes desde afuera le demandan a Fidel Castro que realice una serie de
cambios, que convoque a elecciones y que instaure un “sistema democrático”.
Hace unas semanas se reunieron en un lujoso hotel de Lima,
Perú, cuyo costo diario por habitación fue de 100 dólares, un grupo de escritores,
novelistas, dramaturgos y artistas que se autodenominaron luchadores por la
libertad y cuyo único propósito fue el de exigirle a Fidel Castro que destruya el
sistema socialista, que Cuba regrese al capitalismo y que efectué elecciones
generales, en los términos y modalidades que ellos consideran democráticas y
legítimas.
En efecto, en Cuba, cada 3 años se hacen elecciones
departamentales, provinciales, nacionales en donde no solo participan candidatos
del PCC sino también otros que no pertenecen a él y con frecuencia éstos ganan
en los comicios.
La Asamblea Nacional se elige por medio del voto universal,
secreto y directo.
¿Quién puede decirse poseedor de la única fórmula
democrática? ¿Existe solo una manifestación de la democracia y la patente la
tiene el gobierno de los Estados Unidos?
100
La democracia, desde el punto de vista político, es la
intervención decisiva y activa del pueblo en la elaboración, aplicación y evaluación
de las principales decisiones y medidas gubernamentales.
Por lo tanto, la democracia como sistema político no asume
una expresión única, acabada o absoluta sino que tiene múltiples variantes y
formas, de modo que no existe un “modelo perfecto” de democracia, ni se puede
trasplantar mecánicamente de un país a otro.
El propio sistema norteamericano estaría en predicamento a
la luz de la presión de Bush de la democracia pues la abstención en los Estados
Unidos supera el 60% de los electores registrados y por ello, muchos cargos
públicos solo están avalados por mayorías.
El licenciado Julio Zamora Bátiz publicó recientemente un
documentado libro sobre la corrupción en la Unión Americana y en él demuestra,
por ejemplo, que muchos congresistas, mediante el trabajo de “lobby” utilizan sus
puestos para hacer magníficos negocios con los grandes monopolios industriales y
comerciales.
Esta sería, desde luego, una perversión de la representación
política ya que transforma a diputados y senadores en simples mercaderes.
¿A caso es democrático que durante varias décadas se haya
mantenido en la ilegalidad el Partido Comunista de los Estados Unidos, a distintos
partidos y grupos socialistas, a cuyos miembros se les expulsa de sus empleos y
se les niega el ejercicio de los derechos políticos básicos?
101
Existe desde hace tiempo, una estrategia global para aislar
más aun a Cuba desde el punto de vista económico y financiero, pero no para que
Cuba instaure un régimen democrático sino para que abandonen el desarrollo
socialista.
Se calcula que asfixiando a Cuba habrá una explosión social,
producto del descontento y de la irritación del pueblo, que termine por provocar el
derrocamiento del gobierno actual.
Pero hasta hoy, por las grandes movilizaciones populares
que se han suscitado, se indica todo lo contrario: una reafirmación de la unidad
nacional en torno a los principios e instituciones básicas del régimen socialista,
que se encuentra sujeto a una serie de correcciones de fallas, errores y
desviaciones, una reafirmación de los sentimientos y la conciencia antiimperialista
y un gran respaldo al Presidente Fidel Castro, que, así, puede ausentarse del país
por más de una semana y que en Brasil también es recibido por grandes
multitudes de trabajadores.
Como dice el licenciado Salinas, los cambios que deba o
pueda sufrir el sistema político y económico cubano son competencia exclusiva de
los habitantes de esa isla y de nadie más. En el pasado se acusaba a Cuba de
seguir mecánicamente la experiencia soviética y ello se consideraba como una
supeditación intolerable. Ahora que la dirección del Estado y del PCC han
expresado francas discrepancias con la concepción y desarrollo de la Perestroika
se le enjuicia por no seguir la línea trazada por Mijaíl Gorbachov, lo cual entraña
una incongruencia lógica y política.
102
Febrero, 1990.
103
Los Desajustes Políticos en Europa
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La primera ministra de la Gran Bretaña, en su entrevista con
el líder Mijaíl Gorbachov, ha insistido en la tesis de su principal patrocinador,
George Bush, en el sentido de que la “nueva” Alemania debe formar parte de la
Organización del Atlántico Norte, planteamiento que le preocupa, desde luego, a la
dirección soviética por muchos motivos y razones.
Ya en la visita que Gorbachov efectuara a los Estados
unidos, el asunto del estatuto de Alemania unificada –o mejor dijo, absorbida la
RDA por la RFA- fue un tema polémico, a debate, sin acuerdo alguno.
¿Cuáles son esas razones que esgrime la URSS para
oponerse a que Alemania ingrese a la OTAN?
En primer lugar, está presente en la conciencia del pueblo
soviético que durante la segunda guerra mundial, desatada por la dictadura
hitleriana, perdieron más de 20 millones de sus miembros y fueron destruidas más
de 16 mil ciudades grandes, pequeñas y medianas.
Debemos recordar que quienes impulsaron la guerra y la
sostuvieron hasta el final fueron los monopolios industriales del acero, el carbón y
la industria automotriz, que fueron los principales financiadores del partido nazi y
de su ejército.
Esos monopolios, que perdieron la guerra al producirse la
repartición del territorio alemán para las cuatro grandes potencias (Estados
Unidos, URSS, Gran Bretaña y Francia) y luego al quedar en su suelo, solo los
104
dos primeros, se refugiaron y concentraron toda su fuerza económica y social en
lo que se conoció como la República Federal Alemana.
Ello explica por qué al concluir las hostilidades bélicas y
derrumbarse el Reichstag muchos de los criminales de guerra se quedaron a vivir
en la RFA en donde recibieron la protección de los Estados Unidos de
Norteamérica.
En la RFA son, esos asesinos, altos ejecutivos en las
industrias, las empresas, las corporaciones, e incluso de la administración pública
y desde esas posiciones de poder influyen notablemente en la conducción política,
tanto de los gobiernos de la social democracia, como en un grado mayor, de la
democracia cristiana.
En los últimos meses se ha observado una reactivación de
los grupos nazis que siempre han existido y que siendo pequeños han tenido una
gran beligerancia y respaldo, básicamente por parte de la democracia cristiana.
Este despertar del fascismo, con una fuerte oleada de
antisemitismo, ha preocupado con justa razón, no solo a las autoridades soviéticas
sino también, al gobierno de Mitterrand, ya que en suelo francés han actuado esos
grupos, en alianza estrecha con la ultraderecha o mezclándose con ellos.
Por otra parte, los agentes ideológicos y políticos de los
monopolios germano-occidentales han estado atizando los sentimientos de gran
potencia, de nacionalismo exacerbado, entre el pueblo alemán y ello causa
inquietud en el resto de los países europeos.
105
La razón era clara Hitler utilizó esos sentimientos nacionales
de poderío, orgullo y de supuesta superioridad en contra del resto de los pueblos
del mundo y comenzó por la revisión de las fronteras con sus vecinos, hasta
modificar de una manera total el mapa político del viejo continente.
Ello preocupa, en forma directa e inmediata a Polonia, que
exige el respeto irrestricto a su integridad territorial y las garantías políticas de que
será respetada por una Alemania que será más fuerte en lo económico y en lo
político.
Interesa desde luego, a la Unión Soviética el estatuto de
Alemania porque después de todo y por razones de principios e históricas el
principal adversario del capitalismo monopolista de estado germano-occidental ha
sido, es y será, el socialismo y contra este objetivo continuarán descargando todas
sus baterías.
Desde el nacimiento de la Revolución de Octubre, los
monopolios alemanes se dieron a la tarea de acabar con el socialismo en su
propia cuna; más tarde lanzaron la gigantesca ofensiva conocida como Barbaroja
con el propósito de destruir ese sistema social y extender la hegemonía del capital
por todo el inmenso territorio soviético.
Al concluir la guerra, los Estados Unidos establecieron una
alianza político-militar con los círculos guerreristas de la RFA adjudicándoles
inversiones, maquinaria industrial, equipo, pero también asentando tropas y
entregándoles armamento moderno, e incluso, armas atómicas. Todo este
inmenso poder enfilado hacia la Unión Soviética y demás países Socialistas.
106
Esa alianza de intereses y de propósitos produjo en el año de
1946, la formación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que
ha sido siempre un bloque agresivo y hostil. En respuesta, en el año de 1955, los
países socialistas, encabezados por la URSS, organizan el Pacto de Varsovia, que
ha operado como un bloque defensivo frente a Occidente capitalista.
Incorporar a Alemania “unificada” a la OTAN implica romper
el equilibrio político en el que ha estado inmersa Europa desde el final de la guerra
y esa ruptura sería por entero favorable a los intereses de los Estados Unidos en
la región y a sus aliados, lo que, desde luego, no podría aceptar la Unión
Soviética.
La URSS, en el caso de la incorporación de Alemania a la
OTAN, lo cual es previsible por parte del gobierno derechista de la RDA, puede
alegar razones de defensa de su integridad territorial y de seguridad nacional
porque es incuestionable que el lado europeo de la URSS estaría sujeta a una
nueva y acrecentada presión por parte de sus enemigos históricos y de sus
intereses opuestos.
Si se debe mantener el equilibrio europeo, la disolución del
Pacto de Varsovia debe ser en respuesta a una decisión similar por parte de la
OTAN; la URSS está retirando rápidamente la mayor parte de sus tropas y
armamento, pero igual actitud deberían asumir los Estados Unidos y sus aliados
atlantistas, ya que de no suceder esa reciprocidad, todo será en detrimento del
socialismo y del consiguiente fortalecimiento del capitalismo.
Enero de 1990.
107
108
Obstáculos a la Perestroika
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Los recientes sucesos acaecidos en Ereván, capital de
Armenia, en donde se registraron enfrentamientos propalados por azerbaiyanos,
con graves perdida materiales y de vidas humanas, amenazan con detener la
Perestroika, sin la cual, como dice Mijaíl Gorbachov, la Unión Soviética se
encaminaría a una severa crisis económica, social y política.
En efecto, elementos ultranacionalistas agudizan las
diferencias entre grupos étnicos los cuales, de acuerdo con la Constitución
Soviética, tienen igualdad nacional independiente de su tamaño poblacional. La
URSS, hay que recordarlo, es una república federal.
Por lo tanto, los grupos sectarios que pretenden el
separatismo y el aislacionismo, se están oponiendo, en la práctica, a esa
estructura federal, lo cual, de llevarse hasta las últimas consecuencias llevaría a la
desintegración del estado soviético, cosa que, desde luego, no sucederá.
Desde hace tres años está en marcha en la Unión Soviética
un proceso de cambios, reformas y modificaciones a la estructura económica,
social y política que se ha conocido como la Perestroika.
En el terreno de la cultura y los medios de comunicación,
dicho proceso se denomina “Glasnost” que quiere decir, “transparencia”, esto es,
se abre la posibilidad de discutir abierta y sin limitación alguna, todo tipo de
problemas y asuntos.
109
La “perestroika” no obedeció al capricho de un grupo de
líderes encabezados por Mijaíl Gorbachov sino a una necesidad que
consideramos objetiva e insoslayable: el gigantesco aparato productivo, sobre
todo industrial, se encontraba rezagado respecto del de otros países capitalistas
desarrollados como Japón y este atraso debía superarse dada la competencia que
se da entre el capitalismo y el socialismo a nivel mundial.
Como es natural todos los cambios suscita resistencia tanto
por los intereses creados que lucharon en el periodo anterior, como por las
inercias administrativas y por las costumbres y las tradiciones.
Mientras el Partido Comunista de la Unión Soviética se
empeñaba en poner en marcha la Perestroika surgen los conflictos nacionales
separatistas de Estonia, en donde el Parlamento local, en la práctica, decide
repudiar el sistema federal y por lo tanto se ha creado una situación muy crítica en
el Báltico.
Esa actitud no está en consonancia con las reformas en
marcha que se proponen una plena y más completa democratización de las
relaciones políticas y de las instituciones políticas a efecto de que sea el pueblo
trabajador el que decida en todas las instancias del poder público.
En este contexto se contemplan las medidas para reforzar la
autoridad de los soviets que desde la época de Lenin representaron la base del
poder revolucionario y que ahora parecen volver a sus funciones originarias,
minadas en el pasado por el burocratismo.
110
No puede contemplarse con indiferencia el choque violento
entre armenios y azerbaiyanos al grado de que el ejército ha tenido que intervenir
para evitar conflictos mayores en donde se dejan a un lado por parte de
separatistas a ultranza, los objetivos esenciales de la Perestroika que todo el
pueblo se ha hecho a cuestas en su cumplimiento.
Está por ejemplo la necesidad de aumentar la productividad
industrial y de aumentar la autonomía de gestión de las empresas las cuales
tendrán también que elevar la calidad de sus artículos para satisfacer las
demandas y exigencias del consumidor soviético que tiene un alto poder de
consumo.
Todos los problemas –grandes y pequeños- por los que está
pasando la URSS en la actualidad se han reconocido en los congresos y
conferencias del Partido Comunista, en las reuniones de los sindicatos y de los
trabajadores de la cultura y se han conocido en el llamado “mundo occidental y
cristiano” sin ocultar nada con lo que se han quitado argumentos a los enemigos
del socialismo.
Pero Gorbachov ha dicho en forma categórica que a pesar
de los conflictos regionales y de las guerras étnicas, la reestructuración continuará
para afianzar al socialismo y desarrollar la democracia.
8 de agosto de 1988.
111
112
Fidel mantiene los Principios Socialistas.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
En el 31 Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana, el
Comandante Fidel Castro y la más alta dirección del Partido Comunista de Cuba
mantienen una sólida política de principios socialistas y marxistas, que contrastan
con la actitud de abandono y hasta de traición en que han incurrido otros
dirigentes, sobre todo en Europa Oriental.
La jefatura del partido y del estado cubanos, han aplicado,
desde hace tiempo, una política de rectificación de errores y de superación de
deficiencias en la construcción del socialismo, mediante un proceso severo de
crítica y de autocrítica, como solo se puede ejercer en los partidos de la clase
obrera.
En un entorno económico internacional muy difícil y hostil en
que los precios de los productos de exportación han descendido y los bienes de
importación han crecido, Cuba mantuvo sus ejércitos en Angola obtienen una
victoria al firmar con el régimen racista de Sudáfrica una paz honorable, que
garantiza la independencia, la integridad y el respeto a la primera nación.
Cuando, en la práctica, ha desaparecido la solidaridad de los
países socialistas hacia distintos movimientos de liberación nacional de Asia y
África, Cuba ha sostenido una posición internacionalista que hasta sus enemigos
políticos reconocen, como es obvio combatirla.
113
Cuba está experimentando desde hace tiempo una aguda
escasez de divisas, la cual trata de superar mediante una agresiva promoción del
turismo y de la exportación de otros bienes no tradicionales.
En los últimos meses, los Estados Unidos han acentuado su
política de enemistas contra Cuba instalando una estación radiodifusora, que
emite en forma permanente propaganda antisocialistas, generando una seria
provocación en la base de Guantánamo, cuya existencia, ya prolongada, ofende a
la isla y a toda América Latina.
Se ha acusado a Fidel de mantener una actitud conservadora
y hasta reaccionaria, de cara a los más recientes cambios políticos y sociales que
han acontecido en la mayoría de los países socialistas europeos.
Sin embargo, debemos preguntarnos si dichas reformas van
en dirección de la consolidación y perfeccionamiento del socialismo, si por lo
menos algunas apuntan en esta dirección o si por el contrario implican un
retroceso, o un regreso histórico al socialismo.
En rigor, muchas de las críticas y objeciones que Fidel
Castro está haciendo a los dirigentes de los partidos comunistas de Europa, son
válidas y deben ser reconocidas con toda honestidad.
En efecto, algunos líderes de estos partidos han perdido el
poder en la práctica sin combatir y sin efectuar los cambios que la base del propio
partido y las masas trabajadoras reclamaban, de cara a las profundas deficiencias
y limitaciones que mostraba el aparato productivo.
114
Partidos que mostraban una sólida estructura y unidad
interna se dividieron y hasta se han pulverizado en distintas facciones y
tendencias y al hacerlo han perdido el respaldo mayoritario del pueblo. Las
corrientes socialdemócratas, que eran minoritarias desde hacía mucho tiempo, de
pronto han recobrado una fuerza inusitada, aunque no sabemos si será
permanente o solo se están aprovechando de la coyuntura política.
Fidel ha sido particularmente violento y justo en contra de
dirigentes partidarios que en las primeras batallas han abandonado los principios y
la práctica del marxismo y del leninismo y ello ha provocado, como era de
esperarse, el progreso de los grupos antisocialistas y pro capitalistas, alentados
por los círculos de Europa Occidental y de los Estados Unidos.
Esa crítica es muy válida sobre todo para los líderes del
POUP que cometieron muy graves errores políticos y mostraron una enrome
debilidad teórica y práctica, en el seno del movimiento obrero, frente a
Solidaridad, que es un movimiento de tendencias reformistas capitalistas, que
trata de hacer retroceder a Polonia a etapas ya superadas.
¿Será posible que el régimen capitalista ayude a la
superación de los problemas de los países socialistas cuando el régimen de la
propiedad privada solo ha producido miseria, explotación y hambre, sobre todo en
los países subdesarrollados y dependientes de Asia, África y América Latina?
¿Será útil el capitalismo cuando ha sido incapaz de poner
orden en la producción y distribución y ello ha generado la aparición de
115
monopolios y oligopolios, el acaparamiento y la manipulación que fomentan la
inflación y el desempleo?
Fidel se ha opuesto también a la copia de los sistemas
capitalistas que imperan en la relación de intercambio comercial ya que éste ha
sido notoriamente desigual y perjudicial para los países en vías de desarrollo, lo
que contradice la esencia de la cooperación bilateral y multilateral entre los países
socialistas.
Esta posición principista del primer secretario del PCC le
provocarán, como es de esperarse, muchas críticas más y variados ataques no
solo de las fuerzas del imperialismo sino también de intelectuales progresistas,
que ahora se sienten desencantados por la resuelta defensa del socialismo.
Febrero de 1989.
116
Polonia, en Peligro de un retroceso Político.
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Los cables internacionales han traído noticias muy
preocupantes acerca de la situación social y política de la República Popular de
Polonia, que, desde luego, han prendido un foco rojo en el campo socialista, ante
la pérdida de importantes espacios de poder popular de los comunistas.
En efecto, ya desde las pasadas elecciones legislativas el
Partido Obrero Unificado Polaco (POUP) perdió la mayoría holgada que tenía en
la Dieta (Parlamente) y tuvo que establecer una política de alianzas con otros
partidos para poder formar un nuevo gobierno, el cual ahora se ha desintegrado.
El Presidente Jaruzelski fue elegido apenas por un solo voto
de diferencia con lo que se demuestra que tiene una base política muy endeble y
un poder político precario, como se ha demostrado recientemente, ya que tuvo
que designar a un primer ministro no socialista.
Solidaridad ahora es el partido mayoritario en la Dieta, pues
ha establecido una alianza que lo ha fortalecido con el Partido Demócrata y el
Partido Campesino que con anterioridad se había vinculado al POUP para lograr
la creación de un gobierno socialista contra el cual ahora se conspira
abiertamente.
Desde hace tiempo, la dirección del POUP ha cometido muy
serios errores en la conducción de la economía y de la política y ahora solo están
cosechando fracasos que pueden coincidir a la pérdida del poder político haciendo
retroceder a Polonia hacia el capitalismo.
117
En efecto, los líderes de Solidaridad son contrarios al
régimen socialista y ya lo han demostrado en múltiples ocasiones. Hace un tiempo
recibieron calurosamente al Presidente de los Estados Unidos, George Bush, a
quien le solicitaron ayuda financiera por 10 mil millones de dólares, como si ya
fuera un gobierno constituido. Bush, le dio a Walesa el trato de un jefe de estado,
entrometiéndose en los asuntos internos de Polonia.
El gobierno, por ejemplo, permitió la privatización de los
astilleros Lenin, tratando de entregarlo al capital extranjero, siendo como es, un
importante conglomerado industrial que se dedica a la exportación de barcos,
siendo éste uno de los rubros más importantes para la economía polaca.
Todo indica que el POUP abandonó la educación política y la
penetración ideológica entre los trabajadores desde hace tiempo por lo que ese
vacío lo ha llenado Solidaridad que ha impulsado la ideología burguesa, el
capitalismo como sistema de vida y un acentuado clericalismo que implica una
influencia muy grande en la sociedad de la jerarquía eclesiástica.
En rigor, el cardenal de Varsovia y el Papa son los
principales consejeros y asesores políticos de Solidaridad, siendo Lech Walesa
un instrumento de esos intereses que piensan que ha llegado el momento de
hacer retroceder la rueda de la historia y para ello ya cuenta con la mayoría de los
ministros del nuevo gobierno encabezado por un elemento católico.
El nuevo gobierno polaco, dirigido por un elemento afín a
Solidaridad, incluye al POUP pero tan solo como un partido minoritario ya que no
cuenta con el apoyo de los otros partidos no socialistas que antes habían sido sus
118
aliados y ahora tan solo queda reducido a tres ministros, por lo que ya perdió, en
la práctica, una parte muy importante del poder político.
Solidaridad una vez apoderado del gobierno, o por lo menos
de sus partes más importantes, planteará reformas a la estructura económica para
alentar al capital privado nacional y extranjero, vulnerando el carácter social de la
propiedad social de los instrumentos de producción y de cambio.
Asimismo, es previsible una vinculación mayor de la
economía nacional polaca con respecto a los préstamos e instrumentos
financieros y economía de los Estados Unidos con lo que se agudizará la inflación
–cuya tasa ya era alta- y su grado de dependencia.
¿Qué pasará con el sistema socialista? ¿Qué harán el resto
de los países del Pacto de Varsovia frente al peligro de que en Polonia se
establezca un gobierno capitalista?
Es factible que los cuadros del ejército y los auténticos
comunistas, en los próximos meses, reasuman la ofensiva y traten de recuperar el
terreno perdido ya que, de no hacerlo, las potencias capitalistas, entre ellas, los
Estados Unidos y la República Federal Alemana, apoyarán las reformas pro
capitalistas del grupo de Walesa, con las cuales Polonia puede retroceder a
etapas ya superadas.
Febrero 1989.
119
Hace 50 Años
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Hace cincuenta años la Alemania de Hitler, al invadir Polonia
estaba desencadenando lo que llamamos en la historia contemporánea la
Segunda Guerra Mundial, que se prolongara hasta mayo de 1945 en que la
potencia agresora fue vencida por las tropas del Ejército Rojo, que como una
gigantesca barredora avanzó desde Stalingrado y Moscú hasta Berlín, liberando
en la contra ofensiva, a todos los pueblos sojuzgados de los Balcanes.
El continente europeo fue el principal escenario del conflicto
bélico; pero en verdad abarcó a todos los continentes, a la mayoría de los países,
en mayor o menor grado.
Vicente Lombardo Toledano consideraba que mientras la
primera guerra (1914-1918) había sido causada por las rivalidades de las
potencias imperialistas que buscaban un nuevo reparto del mundo, la segunda
guerra fue provocada por el propósito deliberado de destruir a la Unión Soviética,
primer país socialista del mundo de entonces, que comenzaba a irradiar una gran
influencia en todas las naciones y pueblos.
En efecto, el objetivo del gobierno totalitario de Hitler, en
alianza con Mussolini y Franco, fue el aniquilar el régimen socialista triunfante ya
que su ideología y su práctica representaba los polos antitéticos del fascismo y era
una amenaza para la dominación de los grandes monopolios capitalistas en el
Viejo Continente.
120
A Hitler le fue relativamente fácil dominar a Europa
Occidental capitalista. En realidad, las grandes hostilidades se dieron en territorio
soviético, desde 1941 a 1945 en que se enfrentaron los dos ejércitos más grandes
y poderosos del mundo, con el resultado histórico ya conocido por todos.
Los Estados Unidos entran a la guerra por medio del
desembarco de Normandía y penetran a territorio europeo cuando ya –en verdad-
el ejército alemán había sido vencido por los soviéticos en Stalingrado, Moscú, el
Cáucaso, Kiev y otras regiones en donde Hitler perdió a sus tropas de élite y
destruyo a su maquinaria de guerra, en su mayor parte.
Por esta razón, la Unión Soviética es el país que en la
segunda guerra mundial paga la cuota más elevada de sacrificio humano:
murieron más de 20 millones de personas y fueron destruidas 60 mil ciudades
grandes, medianas y pequeñas. De hecho, fue el Ejército Rojo el que llevó el costo
mayor de la guerra y el principal artífice de la victoria contra el Eje.
Las potencias capitalistas –Gran Bretaña y Francia, sobre
todo- alentaron el crecimiento de la capacidad bélica de Hitler en forma
premeditada, mediante el llamado Pacto de Munich porque ellos calculaban que
Hitler se lanzaría básicamente en contra de la Unión Soviética, que tenía un
régimen social antagónico y pensaban en utilizar a Hitler como ariete en su lucha
anti socialista.
Se equivocaron en parte, pues Hitler, al ocupar Europa
Occidental canceló prácticamente todas las libertades políticas y convirtió a esos
estados en protectorados o en estados vasallos del Tercer Raich, que a su vez,
121
tuvo como principal base su sustentación material los grandes monopolios
alemanes del acero y de la industria pesada.
En distintas publicaciones soviéticas, como Novedades de
Moscú o Sputnik se ha escrito artículos que tratan de reducir los meritos que tuvo
la jefatura del Ejército y del estado soviético durante la guerra, como si las
decisiones políticas y militares las tomara una sola persona, Stalin, cuando existe
suficiente documentación que revela que operaba en forma permanente el Estado
Mayor y por lo tanto muchas de las decisiones adoptadas, fueron colegiadas.
A 59 años de distancia todavía se cuestiona el tratado
Molotov en Ribentrop afirmando que sirvió a Alemania para ganar tiempo y que
Stalin no tomo las debidas precauciones para asegurar la defensa nacional.
Subjetivismo puro.
Asimismo, existe una actitud en dichas publicaciones para
menospreciar e incluso ridiculizar a una serie de dirigentes políticos, generales y
mariscales, tratando de escribir la historia al revés, esto es, responsabilizarlos de
todas las fallas y errores, como si eso hubiera sido el factor fundamental en la
segunda guerra y no los aciertos y sacrificios que condujeran a la victoria.
También existe amnesia histórica en sectores de la clase
obrera de Polonia que, por ejemplo, durante la visita del Presidente Bush, llamaron
a liquidar a todos los comunistas soviéticos, ignorando que fue el Ejército Rojo el
que al avanzar hacia Berlín limpió de fascistas y liberó a Polonia, que estaba
prácticamente destruida por las tropas alemanas.
Febrero de 1989.
122
123
Ha Caído el Muro de Berlín
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La decisión del gobierno de la República Democrática
Alemana de permitir libremente el paso por la línea fronteriza más directa y
cercana con la República Federal Alemana constituye un paso de consecuencias
políticas por hoy impredecibles.
Dicho Muro fue construido hace treinta años por la República
Democrática Alemana no para impedir que sus ciudadanos pasaran a la República
Federal como lo presenta la prensa norteamericana sino para evitar las constantes
incursiones, agresiones y atropellos que de parte de grupos capitalistas y de
provocación, se efectuaban en contra del estado socialista.
Esa línea fronteriza que dividió en dos partes de Berlín no fue
una obra caprichosa sino una medida que solo estaba reflejando las pugnas y
contradicciones entre dos gobiernos, dos países, con sistema socioeconómico y
político distinto e incluso, opuesto.
Los Estados Unidos dieron apoyo y aliento a los monopolios
alemanes en el lado occidental y sobre la base del sistema capitalista de
producción edificaron un Estado, el cual siempre contó con la seguridad y la
protección de las tropas norteamericanas que después de la guerra se quedaron
estacionadas en esa región europea.
Después, en la parte dominada por los soviéticos y gracias al
triunfo de los comunistas se formó un gobierno de obreros y campesinos, bajo la
124
dirección del Partido Socialista Unificado de Alemania y se edificó una sociedad
socialista desarrollada.
De esta forma, la República Democrática Alemana es un
Estado industrial avanzado, ubicado en el octavo lugar entre las naciones más
ricas y poderosas del mundo, con una elevada productividad y una base industrial
muy grande.
Al otro lado de la línea fronteriza surgió la República Federal
Alemana, que también tiene un alto índice de producción fabril, pero en donde rige
el dominio de los monopolios nacionales y el capital extranjero, sobre todo
norteamericano.
Apareció y se ha manifestado desde el primer día un
antagonismo constante, el cual se expresa en el área económica y política, entre
el Estado capitalista y el Estado Socialista.
Asimismo, mientras la RFA se adhirió a la OTAN bajo el
liderazgo de los Estados Unidos, la República Democrática Alemana se afilió
después y como respuesta política, al Pacto de Varsovia, bajo la conducción
política general de la Unión Soviética.
En el terreno económico y comercial, la RFA se incorporó al
Mercado Común Europeo y la RDA al Consejo de Ayuda Económica Mutua
(CAME). En el primero se agruparon los países capitalistas y en el segundo las
naciones socialistas.
En la práctica, Europa Occidental quedó dividida en dos
grandes zonas: la capitalista y la socialista, lo que siempre generó una gran
125
tensión, la cual ahora tiende a disminuir después del acuerdo que destruyó los
cohetes nucleares del alcance medio.
El hecho de que se permita el libre tránsito entre las dos
Alemanias no significa que se avance hacia la unificación pues en una parte,
existe un régimen socioeconómico y en la otra uno distinto y estos sistemas tienen
ya más de 40 años por lo que en la práctica se han consolidado.
Una vez desaparecida la línea divisoria de la puerta de
Brandemburgo, los dos gobiernos tendrán que tomar un conjunto de medidas
enérgicas adicionales para continuar la lucha, ahora bajo otras modalidades, entre
el capitalismo y el socialismo. La competencia permitirá conocer la fortaleza de
uno o del otro, su capacidad para ofrecer satisfactores a una clase obrera
numerosa, altamente politizada con un elevado poder de copra y que cada día
exige mejores condiciones de vida.
También la lucha se dará en el plano de la propaganda, ante
el capitalismo y el socialismo, tratando de prevalecer un sistema sobre el otro y
una concepción política sobre la otra.
Mayo 1989.
126
Cambios Políticos en la RDA, para Afianzar el Socialismo
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Los órganos del estado y del Partido Socialista Unificado de
Alemania (PSUA) decidieron de inmediato entablar un diálogo político con el grupo
de manifestantes que se expresó airadamente durante los festejos del 40
Aniversario de la fundación de la República y por lo tanto, iniciar una serie de
cambios económicos y políticos.
Como preludio de los actos del 40 Aniversario a los que
asistió el secretario general del PCUS, Mijaíl Gorbachov, se produjo el éxodo de
unos 20 mil ciudadanos de la República Federal Alemana.
Hasta hoy se sabe que el gobierno de Bonn, que siempre ha
tenido una actitud hostil hacia la RDA, fue quien propició y otorgó facilidades para
esa salida sin que exista la seguridad de que en la RFA pudieran ofrecerles
empleo y el resto de las prestaciones sociales que tienen los obreros socialistas.
No será fácil pues en la RFA existe un elevado desempleo y una persecución
constante en contra de los trabajadores que sostienen ideas marxistas.
Será posible que se repita la historia de los “marielitos”, o
sea de los cubanos que viajaron al “paraíso” de la Florida en donde esperaba una
serie de facilidades y de comodidades, pero los norteamericanos los alojaron en
barrancas, los vigilaron estrechamente y al final les hicieron la vida imposible y
muchos de ellos decidieron regresar a Cuba, pero el gobierno de Fidel Castro ya
no los aceptó.
127
¿Por qué un ciudadano de la RDA que tiene un elevado nivel
de vida –igual o superior al de los Estados Unidos- abandona su patria y va en
busca del “paraíso capitalista”?
Todo ciudadano de la RDA tiene satisfechas sus
necesidades más elementales, tales como la alimentación suficiente, la educación
completa hasta los grados superiores, la salud, la vivienda, la recreación y el arte.
Incluso nivel de bienestar del trabajador de la RDA es
superior al del trabajador soviético.
El poder de compra es muy grande, su capacidad de ahorro
también y la disponibilidad y variedad de objetos y mercancías no es suficiente
para satisfacer la demanda de consumo de los obreros, técnicos y especialistas de
muy alto rango que existen en la RDA.
Asimismo, encontramos una baja calidad en muchos
productos, sobre todo de la industria ligera, mientras existen notables adelantos en
muchas ramas de la ciencia y de la técnica, cuyos descubrimientos y avances no
se aplican con la celeridad deseada a la producción con el objeto de
incrementarla.
Por eso, en el proyecto de reformas que el secretario general
del PSUA ha planteado figura, en primer término, aumentar la disponibilidad y la
calidad de esos artículos para mejorar el confort de la población.
Aunque los salarios tienen plena capacidad de compra –a
diferencia de lo que sucede en el capitalismo- ahora se pretende que los ingresos
estén más acorde con el rendimiento del trabajo.
128
Como afirmó Erick Honecker, esas reformas y otras que
pudiera aprobar el Comité Central del PSUA, decidió relevar de su cargo al
secretario general Honecker y designar a Egon Krenz, quien fuera primer
secretario de la Juventud Libre Alemana. Honecker, tenía una salud quebrantada y
por ello se separa de su alta investidura y no por “razones” o fantasías que
esgriman los enemigos del socialismo.
En los últimos meses el gobierno de Bonn ha estado
participando en una campaña de abierta intromisión y hostilidad en contra del
estado de la RDA sobre todo a través de una intensa propaganda que influye en
algunos ciudadanos que no tienen un importante nivel político e ideológico, que
tienen familiares en la RFA y que aspiran a contar con bienes más sofisticados.
En este contexto, se plantea otra reforma: que los salarios
correspondan al rendimiento en el trabajo a efecto de estimular a los obreros que
poseen una más elevada productividad laboral.
Todas estas modificaciones tienen el propósito de fortalecer
la base material y política del socialismo
Abril, 1989.
129
El Nuevo Parlamento Soviético
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El jueves se instaló formalmente el Congreso de los
Diputados del P ueblo de la Unión Soviética, como fruto de las pasadas elecciones
legislativas en donde hubo un mínimo de dos candidatos por cada distrito,
imperando una extensa competencia por alcanzar el respaldo del pueblo.
Todos los medios de comunicación se pusieron al servicio de
quienes aspiraban a ocupar un escaño en el Congreso, a diferencia de la mayoría
de los países capitalistas en donde dichos medios solo están abiertos para el
partido en el poder o para élites políticas privilegiadas.
En México, por ejemplo, fuera del tiempo que por la ley
otorga a los partidos en la radio y la televisión, no existe un acceso fácil a ellos por
los altos costos de la publicidad política, e incluso superiores a los de la publicidad
comercial.
En la Unión Soviética, se inicia una nueva etapa
parlamentaria en la que merced a las reformas de Mijaíl Gorbachov, pretende
otorgar más poder a los diputados del pueblo, recordando la vigorosa excitativa de
Lenin: “Todo el poder a los soviets”.
¿En qué consiste, además, esa reforma?
Con anterioridad, el Congreso de los diputados, solo tenían
una reunión simbólica al año ya que el trabajo práctico, de carácter legislativo
quedaba como atribución del Soviet Supremo.
130
El Soviet Supremo también era un órgano numeroso -1500
integrante y ahora se reduce a 542- pero a diferencia del pasado, el Soviet tendrá
una actividad permanente y sesionará dos veces al año, periodos de tres o cuatro
meses.
De esta manera, el pueblo soviético ha elegido a un cuerpo
representativo que dedicará una atención mayor y más profunda examinar los
numerosos y complejos problemas de la economía, la política, la cultura, la
ciencia, la educación, la agricultura, las relaciones internacionales y otros muchos
asuntos de una sociedad tan grande como es aquella.
Se decía que el anterior Soviet Supremo por disponer de
poco tiempo para sus deliberaciones, solo legitimaba las medidas y decisiones
que tomaba con anterioridad el gobierno y el partido.
El Soviet supremo tiene, además, funciones políticas muy
importantes como la designación del Presidente del Consejo del Ministros, la
creación o desaparición de ministerios y el envío de fuerzas armadas hacia el
exterior.
El PCUS tiene mayoría absoluta tanto en el consejo de los
Diputados como en el Soviet Supremo; el resto de sus miembros simplemente no
pertenece al partido, pero no quiere decir que sean enemigos del socialismo,
como se afirma con mucha ligereza.
La prensa occidental, manipulando los hechos, difunde que
las sesiones del Congreso y del Soviet se han iniciado bajo un intenso debate,
131
como si en el pasado eso no sucediera y se tratara de un órgano uniformado y
hasta cierto punto, muerto.
Esa impresión no es compatible con la realidad. En los
órganos anteriores, electos con base en la ley pasada había una intensa
discusión, aunque, desde luego, el tiempo para hacerlo era corto y ahora será más
amplio y esa es la diferencia básica.
El Congreso de los Diputados, que se reúne en su totalidad
una vez al año, tiene una atribución fundamental examinar y aprobar los
lineamientos generales de los planes económicos y sociales y esta función ahora
será más activa y enérgica debido al proceso de la “Perestroika” y la “Glasnost”,
que están depurando al sistema socialista.
Como es natural en todo órgano político colegiado hay
diferencias de enfoque de muchos problemas, acerca de sus posibles soluciones y
sobre el ritmo y profundidad de los cambios que deben efectuarse y esto se
difunde en forma íntegra por la radio y la televisión.
La prensa occidental trata de presentar a Boris Yeltsin,
diputado de Moscú a la Cámara de Nacionalidades, como enemigo político de
Gorbachov o de Ligachov, pero en verdad no existe esa enemistad sino solo
discrepancias sobre una serie de asuntos y temas, discrepancias que se
presentan en el Comité Central del PCUS, y ahora en el Congreso de los
Diputados.
132
Con el reforzamiento de las atribuciones, del nuevo
parlamento, avanza la democracia socialista y se da más poder aún al diputado, el
representante por antonomasia del pueblo.
Agosto 1989.
133
La RDA Emprende Cambios.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Sin duda, la decisión más importante que ha tomado el
gobierno de la República democrática Alemana es la de derribar el muro que la
separaba de la República Federal Alemana y de permitir el libre tránsito de sus
ciudadanos no solo a ese estado capitalista sino a cualquier país del mundo.
A pesar de que se ha dado ese paso tan importante, lo cierto
es que se trata de una imposibilidad histórica la unificación de Alemania pues en
su territorio coexisten dos regímenes socioeconómicos y políticos distintos –el
capitalista y el socialista- y estos tienen ya más de 50 años de existencia.
A menos que en la competencia sucumbiera uno de los dos,
pero esto es ahora, tan solo una hipótesis.
En medio de la convulsión política que vive el país después
del retiro por enfermedad de Erick Honecker como primer secretario del Partido
Socialista Unificado y del nombramiento para ocupar ese alto cargo de Egon Kenz,
el Parlamento ha procedido a designar como primer ministro a Hans Modrow.
En la RDA existía ya un régimen pluripartidista en donde el
PSUA era el partido mayoritario o dominante pero actuaban otros partidos los
cuales, al parecer, se han fortalecido recientemente.
Si bien y de una manera expresa no son partidos socialistas,
no obstante, no son enemigos del socialismo porque la edificación de ese sistema
social ha sido voluntad del pueblo alemán.
134
Modrow formó un gabinete con 28 ministros de los cuales
once serán alemanes de los partidos no socialistas por lo que en la práctica será
un gobierno de coalición.
Una primera determinación fue la de reducir el número de
ministros de 44 a 28 con el deliberado propósito de disminuir el peso burocrático
que ha sido una de las características (negativas) de los países socialistas.
Con esta simplificación administrativa se asignaran más
recursos económicos al bienestar social y a la investigación productiva lo que
redundará en el fortalecimiento de la planta industrial.
La RDA es, como se sabe, el octavo país industrial del
mundo y por lo tanto se trata de una nación con un inmenso potencial de carácter
productivo, sobre todo con una clase obrera muy capacitada desde el punto de
vista técnico y muy politizado.
Los tres ministros claves, el de Relaciones Exteriores,
Defensa e Interior, quedan en manos de ministros comunistas habiéndose por
cierto, confirmado en el cargo de ministro de Relaciones Exteriores a Oscar Fisher
que fue muy aplaudido durante la sesión del parlamento.
Los partidos que se incorporan al gabinete de Modrow son: el
Liberal Democrático, el Cristiano Democrático, el Nacional Democrático y el
Campesino, que ya tenía muchos años en el escenario político alemán.
El primer ministro Modrow afirmó que la RDA seguiría por el
camino del socialismo y de economía planificada.
135
Esto causó un tremendo disgusto en el Presidente de los
Estados Unidos, George Bush y en el primer ministro de la RFA, Kohl porque ellos
pensaban que los cambios políticos en la RDA, apuntaban hacia el régimen
capitalista e implicaban por lo tanto un regreso al pasado.
Debieron haberse decepcionado con el discurso de Modrow.
Este anunció una serie de medidas, como la creación de
pequeñas empresas privadas, la estabilización en la producción, a efecto de
aumentar el bienestar social del pueblo y de hacer mejor el funcionamiento del
socialismo.
Desarrollar la economía desde abajo, con una participación
más afectiva de las empresas lo que puede significar otorgarles a estas, mayor
autonomía necesaria con los planes oficiales.
En la Unión Soviética, en este terreno se está marchando en
esa dirección, esto es, combinando autonomía con centralización.
En el terreno político Modrow además de la reducción del
aparto estatal señaló que esta debe ponerse por entero al servicio del pueblo para
servirle, proteger sus derechos y respetar su dignidad.
Abogó al final por la estabilidad política de la RDA como una
condición básica de la estabilidad política en Europa, pues no podría olvidarse que
de ese territorio surgieran las dos últimas guerras mundiales, esta acantonadas
muchas tropas y pertrechos militares y existe una gran polémica productiva.
Agosto 1989.
136
El Gigante de Tréveris
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El pensamiento de Carlos Marx se ha materializado en una
comunidad de estados socialistas que comprende desde la Unión Soviética hasta
China, de Cuba a la República Democrática de Corea, pasando por los nuevos
estados democráticos como Angola, Yemen Democrático, que siguen un camino
de desarrollo no capitalista. Sus ideas inspiran la conducta política de millones de
hombres en las naciones capitalistas; lo mismo, combaten en México, que en
Francia, en Irak, que en Sudáfrica. Esos luchadores están inmersos en la legalidad
burguesa, participan en los parlamentos y en los gobiernos locales o regionales, o
están sumergidos en la lucha armada directa, o en la más vigorosa clandestinidad.
El Criticismo y el Relativismo.
En México, intelectuales como Luis Villorio, Roger Bartra,
Octavio Paz y otros de la misma tendencia se han referido a la obra de Carlos
Marx en términos de un relativismo subjetivo, que rechaza lo más general del
marxismo.
Esas personas afirman:
a) El marxismo no es una doctrina, ni una ideología porque
ello repugnaría al propio Marx.
b) Los estados Socialistas son la más plena negación del
ideario marxista porque en ellos existe una hipertrofia del Estado.
c) El marxismo es, sobre todo, una teoría del conocimiento,
una epistemología, un método de análisis.
137
d) Se requiere pensar con cabeza propia el marxismo y
nacionalizarlo de cara a la realidad mexicana.
Si se observa, ellos conciben el marxismo básicamente como
una metodología de las ciencias sociales, como una herramienta analítica para
desentrañar los factores económicos, políticos y culturales. Por lo tanto, el
marxismo no tiene permanencia histórica, ni homogeneidad interna, coherencia,
sino existen tantos marxismos como realidades sociopolíticas florecen. Todo
intento sintetizador del marxismo es rechazado como si fuese un afán dogmático;
por lo tanto, el marxismo ha envejecido, o permanece incompleto, porque no pudo
prever todos los acontecimientos de mundo moderno, ni las modernas formas de
dominación del capital, o las deformaciones de las burocracias socialistas, tipo
soviético.
Carácter de la obra de Carlos Marx.
Si por doctrina o ideología se entiende un conjunto de
principios cerrado, acabado o inmutable, entonces el marxismo no es ni una
doctrina ni una ideología. Esa es una interpretación demasiado estrecha que
desconoce la génesis y trayectoria del pensamiento de Marx, desde los
Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, hasta la Historia Crítica de la
Plusvalía. El marxismo es –si se prefiere- una concepción general acerca de los
fenómenos naturales y sociales, es una cosmovisión universal de la realidad que
existe al margen de la conciencia, el querer y el desear de los individuos.
El marxismo desarrolla la concepción materialista de la
naturaleza en el Anti Dühring, la Dialéctica de la Naturaleza y en Ledwig
138
Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana. Ahí se encuentran
esbozadas las principales leyes de la dialéctica de lo real, de lo concreto y también
de lo ideal. No se pudo haber llegado a esas conclusiones medulares si Marx y
Engels no hubiesen previamente sometido a la crítica la filosofía hegeliana, que
enfatiza en el desenvolvimiento del espíritu absoluto.
El marxismo sí es una concepción totalizadora de los
fenómenos de la naturaleza; Marx y Engels siempre estuvieron atentos a los
progresos de la ciencia de su época y sobre la base de sus datos elaboraron
conclusiones filosóficas y políticas. Ese sedimento fue necesario para abordar el
estudio de la sociedad encontrando en ella sus regularidades y tendencias. Si los
Manuscritos fueron una visión antropológica de la explotación humana, El
Capital, desentrañamiento, la disección real de esa sociedad, sobre la base de
elementos concretos e históricos.
Existe coherencia esencial entre la Dialéctica de la
Naturaleza y el Manifiesto del Partido Comunista, o el Prólogo a la Critica de
la Economía Política. Esa esencialidad radica en la manera materialista y
dialéctica de abordar el estudio de los fenómenos, vistos en su complejidad, en
sus relaciones y contradicciones. Sería infantil separar al materialismo histórico del
materialismo dialéctico porque ambos son interpretaciones de distintas facetas de
la misma realidad objetiva.
El marxismo es una metodología también por la forma
dialéctica en que se examinan los fenómenos sujetos a leyes y a contradicciones;
Marx desarrolla su teoría del conocimiento en la “Miseria de la Filosofía”, en que
139
crítica de Proudhon las concepciones estáticas y unilaterales. Peor sería injusto
por arbitrario, reducir el marxismo a esa metodología; es, además, una
cosmovisión y una doctrina política para la acción revolucionaria. En el
“Manifiesto Comunista” y en la “Crítica al Programa de Gotha” se expresa con
toda claridad el programa de transición del capitalismo al socialismo y la
necesidad de la dictadura del proletariado, como meta de todos los partidos
marxistas.
Es un error seguir en forma mecánica, a pie juntillas, la
doctrina de Marx, la de carácter político porque dentro de la universalidad existe
también la particularidad y por lo tanto las leyes generales también tienen
comportamientos individuales. Nada más ajeno al marxismo que estudiarlo y
aplicarlo como las distintas sectas evangélicas lo hacen con respecto a la Biblia, o
los mahometanos el Corán.
Pero la otra grave tergiversación es la de concebir al
marxismo como un simple relativismo, que todo lo pretende someter a la crítica,
incluso los principios del materialismo dialéctico, plenamente comprobados por la
ciencia. Se dice, con extrema simpleza e irresponsabilidad, que son falsos, que ya
no estarán vigentes, pero no se demuestran esas aseveraciones ni siquiera en la
teoría, mucho menos en la práctica, que es el criterio supremo de la verdad.
El marxismo, entendido como una concepción general del
universo, la vida y la sociedad humana, no pudo haber previsto todos y cada uno
de los fenómenos naturales y sociales porque ese “don profético” no lo puede
tener la ciencia sino Nostradámus. Si todo estuviese resuelto o afirmado por
140
anticipado, los continuadores de Marx no hubiesen tenido razón de existir. Ahora
esos intelectuales acusan a Marx de no haber comprendido la realidad de los
problemas históricos de América Latina. Pero sobre la base de los principios y de
la metodología marxista hicieron su aportación José Carlos Mariátegui, Aníbal
Ponce, Vicente Lombardo Toledano y otros.
Octubre 1982.
141
Las Causas del Dogmatismo en México
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
El señor Enrique Semo, en un artículo reciente, afirma: “En
nuestro país el dogmatismo se expresa en la asimilación acrítica de cuatro
tendencias muy difundidas en el movimiento comunista desde hace dos décadas:
a) una concepción doctrinaria de la teoría que ahoga la elaboración creativa, b)
una concepción de la lucha antiimperialista que sobrestima el revolucionarismo de
la burguesía nacional y supedita la lucha de clases en el interior a la lucha contra
el imperialismo, c) la concepción centrista monolítica del partido que ahoga la
democracia interna y tiende a dificultar su enlazamiento con las masas, y d) la
identificación del ideal socialista con la sociedad soviética actual y de la lucha por
la independencia con la política exterior de la URSS”.
Las consecuencias que se derivan de este texto de Semo
son muy claras: proponer una práctica ideológica y política totalmente distinta a la
“prevaleciente en las últimas décadas”. Someter a una nueva crítica todos los
principios del marxismo leninismo, pretextando que esta es una “ciencia abierta”;
hace pasar a un nivel secundario o postergar indefinidamente, la lucha contra el
imperialismo porque, según él, ha causado más daños que beneficios al
movimiento revolucionario nacional; suplir las normas leninistas que deben regir la
vida de todo partido proletario por la convivencia liberaloide de las tendencias,
grupos, fracciones que de esta manera desarrollan la “vida democrática
interna”; atacar la política interior y exterior de la Unión Soviética como condición
142
para reafirmar que se ha llegado a “la mayoría de edad” y demostrar (¿a quién?)
que se es independiente y se piensa con “cabeza propia”.
Es cierto que el marxismo leninismo es un pensamiento
esencialmente crítico, si quiere ser un arma verdaderamente revolucionaria.
Siempre ha sido nociva la tendencia o actitud de algunos filósofos y dirigentes
políticos que han transformado la ciencia del proletariado en un conjunto de
dogmas, categorías o valores que tienen la pretensión de ser válidos y aplicables,
de una manera completa o rígida, a todas las situaciones histórico-concretas, sin
tomar en cuenta su particularidad o especificidad dentro de lo general. Pero
precisamente el revisionismo moderno y el trotskismo tienden a exagerar o
magnificar lo nefasto de esta modificación como base para formular una línea
política nacional.
Así, por ejemplo, Manuel Aguilar Mora, en su panfleto Crisis
de la Izquierda en México, considera que la principal causa del atraso y de la
escasa influencia social y popular del movimiento comunista mexicano debe
localizarse en su sometimiento incondicional y mecánico (acrítico como diría
Semo) a las directrices de la Internacional Comunista y a la actuación de los
“agentes de Stalin” en nuestro país.
Entre Aguilar Mora (que desde luego, está de plácemes) y
Semo existe una identidad esencial: hacer todo lo contrario de lo que se hizo
durante más de 30 años, tanto en el campo de las luchas proletarias, así como en
la vida interna del partido de la clase obrera. Si, según ellos, la razón del
ejutamiento y del raquitismo del Partido Comunista Mexicano se debió a su total
143
supeditación a la filosofía oficial y a la política exterior de la Unión Soviética, ahora
conviene tomar un rumbo opuesto: al del antisovietismo. Es decir, se es más
marxista en la medida en que es mayo la oposición y la crítica pública a la Unión
Soviética. Por lo tanto, la defensa de los países de la comunidad socialista debe
desecharse porque deviene en un obstáculo para el crecimiento nacional e
independiente del partido.
En realidad, las causas del dogmatismo en México son más
profundas: a) la desvinculación de los fundadores del Partido Comunista Mexicano
del movimiento revolucionario de las masas campesinas y obreras, lo que propició
el dominio ideológico de ciertas corrientes reformistas, burguesas o liberales; b) la
escasa tradición cultural marxista entre los trabajadores del campo y de la ciudad
que estaban viviendo en el atraso y en el analfabetismo; c) la carencia de una
amplia base proletaria industrial moderna, sobresaliendo el campesinado, los
artesanos y los intelectuales de la pequeña burguesía ilustrada; d) el predominio
de las ideas anarquistas, sobre las concepciones de otros militantes marxistas; e)
la ausencia permanente de un examen científico de la realidad nacional y de las
características específicas de la Revolución Mexicana; f) el espíritu masónico o de
secta religiosa que caracterizó a muchos comunistas y g) la penetración ideológica
y cultural de la burguesía y del imperialismo que proclamaban la conciliación de
las clases sociales antagónicas y el reformismo.
Acusar a la Internacional Comunista y al PCUS de todos los
errores cometidos, los reales y los supuestos, es una imputación injuriosa e
injustificada que trata de hacer a un lado las responsabilidades en que incurrieron
144
muchos dirigentes que demostraron deficiencias graves en su trabajo político entre
las masas. Es muy cómodo achacar todos los males del movimiento revolucionario
“a la presencia nefasta del estalinismo” tratando de desconocer el carácter
fundamentalmente campesino o agrario que tenía el país, el escaso conocimiento
del marxismo-leninismo entre los trabajadores y la incapacidad persona que
distinguió a muchos líderes como el mismo Valentín Capa lo ejemplifica y
reconoce expresamente en sus Memorias.
El señor Semo formula una acusación sorprendente,
afirma que el pensamiento de “Lombardo Toledano” está permeado de
dogmatismo”. Esta es una novedad. Durante muchos años, la dirección del PCM
consideró a ese dirigente obrero y político como “revisionista” y de ninguna
manera, como defensor de las tesis del marxismo leninismo. Los depositarios de
la “verdad” y de “preservar la pureza” del socialismo estaban exclusivamente en el
Partido Comunista Mexicano y no en otro partido o grupo. ¿Qué está pasando
para un lector común?: que el PCM está transitando, desde hace tiempo, hacia la
“derecha” y el PPS está virando, en cambio, hacia la “izquierda”.
El eurocomunista Enrique Semo se duele que el marxismo
en México se haya difundido como teoría de la lucha antiimperialista “más que
como teoría de la lucha de clases”. No podía ser de otra manera porque en este
país había ocurrido una revolución importante, que no obstante, sus limitaciones o
debilidades, imprimió reformas políticas y sociales profundas. Además, la vecindad
geográfica con los Estados Unidos y el hecho de que precisamente la Revolución
de 1910 se haya gestado y desarrollado en la época de expansión del
145
imperialismo, fue el factor objetivo que le dio a la lucha socialista una connotación
también antiimperialista. En estas condiciones, la lucha anticapitalista o anti
oligárquica tiene que ser -así es en su contexto económico- una pugna
antiimperialista, necesariamente. Fue siempre una posición irreal plantearse la
“revolución en la Revolución Mexicana”; fue un mero subjetivismo proponerse
como meta, después del gobierno de Obregón, la instauración de la “dictadura de
los soviets” o hacer avanzar al régimen de Cárdenas al socialismo.
El combate contra el imperialismo y contra el capitalismo
está, en el fondo, interrelacionado.
mayo de 1980.
146
La Formación Teórica de los Militantes Socialistas
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Está a la orden del día la discusión en torno a las
características de la formación de los militantes de la causa histórica del
proletariado. Este asunto tiene una importancia vital en este momento en que es
necesario insistir en la reorientación ideológica y programática del movimiento
obrero y en que se impone la demanda para que los partidos de la izquierda
aumenten su influencia en el seno de las organizaciones de trabajadores. También
es una forma de generar una respuesta adecuada al nuevo debate que se está
produciendo en el país.
La base filosófica para la formación teórica de los militantes
socialistas tiene que ser la doctrina de Marx, Engels, Lenin y de los otros
pensadores del movimiento obrero y revolucionario internacional. Actualmente, ni
siquiera los partidos burgueses pueden prescindir totalmente del estudio de esta
herencia científica. Pertrechar a los cuadros proletarios de estas armas del
pensamiento, de la crítica de la sociedad capitalista y de la práctica
transformadora, es un requisito indispensable para luchar eficazmente contra
todas las variantes de la ideología opuesta, que se expresan y penetran entre los
trabajadores produciendo resultados nefastos, tales como el adormecimiento de la
conciencia de clase, la supeditación mecánica e incondicional frente al gobierno y
la conducción de los combates sindicales por el camino de la división y de la
aventura política.
147
No es fácil organizar el estudio sistemático y permanente del
marxismo leninismo porque sus consecuencias políticas afectan intereses políticos
negativos, de grupos o camarillas que se han esforzado por adocenar a los
obreros. En el seno de la CROM, su Secretario de Educación, Vicente Lombardo
Toledano propuso la creación del Colegio Obrero Mexicano, que tenía la finalidad
de elevar la preparación política clasista de los agremiados. El grupo reformista y
conciliador de Luis N. Morones se negó a otorgar los recursos necesarios para
edificar esa institución porque estaba temeroso de que sus resultados lo hicieran
perder la hegemonía que tenía sobre esa central obrera.
La historia de la educación socialista y obrera también indica
que los sectores reaccionarios y conservadores han condenado estos avances,
incluso al grado de emplear la violencia política directa. En los últimos tiempos ha
sido palpable la penetración de las ideas de la socialdemocracia y del sindicalismo
reformista norteamericano que, en esencia, niega o deforman la lucha de clases,
sobrevaloran los factores técnicos o administrativos para formar burócratas de las
organizaciones obreras, rechazan el internacionalismo proletario y siembran la
hostilidad hacia los países socialistas.
Sin teoría revolucionaria, no puede haber acción
revolucionaria, como decía acertadamente Lenin, o como sentenciaba Vicente
Lombardo Toledano: “Sin saber no es posible luchar, sin luchar no es posible
saber”. Esto quiere decir que debemos rechazar el mero conocimiento libresco,
académico, que no tiene ninguna relación práctica con las luchas de los
trabajadores y que no debemos incurrir en los vicios del individualismo pequeño
148
burgués de que adolecen muchos intelectuales o profesionistas universitarios, que
no tienen compromisos concretos de las luchas de los obreros.
Es necesario impedir el aprendizaje dogmático o
esquemático de la ciencia marxista, que la convierte en una colección de
principios inmutables, válidos en todos los tiempos y todas las circunstancias
históricas para enfatizar en la riqueza del método dialéctico y en la capacidad
creadora para aplicar en cada realidad social y política, los grandes valores de esa
rica doctrina humanista.
La educación política obrera también tiene la finalidad de
combatir el practicismo y el economicismo; o sea, la actitud que mantienen
algunos líderes sindicales o campesinos que solo se esfuerzan en la lucha por las
demandas económicas y no por la elevación política de las masas; o de quienes
desdeñan el estudio y la preparación abrumados por el cúmulo de tareas
partidarias. Un ejemplo de esta limitación trágica lo encontramos en el extinto
dirigente campesino Jacinto López que descuidaba la formación ideológica de los
agrupamientos campesinos. Esta debilidad propició la corrupción, el entreguismo,
la acción perniciosa de los gobiernistas y también la división.
La educación marxista también persigue el objetivo de
erradicar las actitudes de autosuficiencia, como las que caracterizan a algunos
dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores, para quienes, tal parece, la
izquierda mexicana empieza a existir a partir de que se forma ese partido. Es muy
común que se exageren o magnifique las deficiencias reales o supuestas de los
agrupamientos de la clase obrera, olvidándose de las importantes aportaciones
149
que han hecho en el proceso de luchas de nuestro pueblo. El hecho de que el
PPS y el PCM no tengan suficiente influencia entre los trabajadores industriales,
no quiere decir, de ninguna manera, que sean partidos de la pequeña burguesía.
El esquematismo nos conduciría a afirmar, por ejemplo, que el PST campesino,
dirigido por la clase media.
Los militantes socialistas debemos desdeñar el orgullo, la
vanidad, la prepotencia y ser realmente modestos, proletarios, porque el camino
que tenemos que recorrer es aún muy largo.
marzo de 1980.
150
Raíces del Antilombardismo en el Comunismo Mexicano
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Algunos viejos militantes comunistas insisten en lanzar sus
ataques contra Vicente Lombardo Toledano, sin fundamentarlos debidamente.
Este ha sido un vicio común que es necesario ir desterrando en bien de la unidad
del proletariado y de la eventual acción común de los partidos de izquierda. Esto
no quiere decir que se suspenda el debate teórico y político, o que se cancele el
análisis de los hechos históricos. Lo que pretendemos es que estos esfuerzos
tengan la suficiente seriedad y madurez y no sean simples desahogos personales.
Vicente Lombardo Toledano, con su acción y con su
pensamiento, tuvo la virtud excepcional de despertar actitudes o sentimientos
contradictorios: la agresión, la calumnia o la disidencia franca, por una parte; la
exaltación, la adhesión y la militancia política, por la otra. Es muy difícil encontrar a
otro dirigente de los tiempos modernos que haya incitado tanta controversia y que
tenga una influencia ideológica tan persistente. Durante muchos años, los
trotskistas y los voceros de la clase patronal lo calificaron incesantemente como
un “agente de Moscú o de Stalin”; tiempo después, lo caracterizaron como un
simple peón de la burguesía nacional y como “enemigo” de las luchas de los
trabajadores.
En el seno del Partido comunista Mexicano, la condena a
Lombardo Toledano surge en el momento mismo en que se dividen los socialistas,
formando unos aquel partido y otros el Partido Laborista. En aquellos años, el
sectarismo los llevó a concluir que era más peligroso y nefasto Lombardo que los
151
propios líderes burgueses porque, decían, que con su actitud política adormecía la
conciencia de lucha de los proletarios. Para ellos no había distinción alguna entre
Lombardo Toledano y Morones, menospreciando la corriente sindical
revolucionaria que se estaba formando en el seno de la CROM y que surgirían en
forma autónoma en 1933.
Los juicios de Jardón en el sentido de que Lombardo
Toledano no fue socialista ni comunista se empezaron a escuchar precisamente
en los años treintas, cuando el PCM atravesaba por una de las etapas más
difíciles y trágicas de su existencia: la del dogmatismo increíble y de la aplicación
mecánica y torpe de las resoluciones y acuerdos de la Internacional Comunista.
Más tarde, en la época de la CTM, se dieron cuenta de la absoluta falsedad de sus
presunciones y transformaron la política de alianzas con la corriente de Lombardo
en una cuestión vital para la existencia de ese partido. En diversos documentos,
discursos, consideraron sin ambages que Lombardo era “un comunista sin
carnet” y le llamaban el “compañero”, o el “camarada” Lombardo, tratándose de
que se olvidara la intolerancia y la incomprensión de los años anteriores.
En rigor, mientras el Partido comunista Mexicano
seguía siendo un reducido agrupamiento, que más se parecía a una secta
masónica, o a una cofradía religiosa, la influencia de Lombardo Toledano en el
seno del movimiento obrero nacional era ya ostensible y muy importante. Lo que
nunca pudieron explicarse los dirigentes partidarios en el sentido de por qué
razones aquel no había ingresado a sus filas, lo vinieron a encontrar en 1935,
durante las deliberaciones del VII Congreso de la Internacional Comunista. En ese
152
año, en Moscú y no en México, se revisa la historia errática del partido,
reconociendo que se había cometido el más grave error al no haber concertado la
actividad sindical común con la CROM Depurada y la CGOCM prefiriendo el
camino de la división mediante la creación de la CSUM. Luego pasaron a la
alianza con Vicente Lombardo, tratando de que se afiliara al PCM considerándolo
como un militante potencial, tal como lo reconoce el pleno del Comité Central en
que se aprobó la consigan de la “unidad a toda costa”.
Entre los años de 1940 a 1956, las relaciones de amistad,
colaboración y acción común entre el Partido Comunista Mexicano y la corriente
sindical y política de Vicente Lombardo Toledano fueron permanentes y fructíferas,
tan es así que los historiadores trotskistas y Valentín Campa las consideran como
el principal objetivo de ataque. La dirección de Dionisio encinas siempre expresó
su convicción de que era fundamental el trato fraternal y constructivo, al grado de
que algunos militantes del PCM participaron en la fundación del Partido Popular en
1948.
El putsch partidario que derribó a Encinas, orquestado por el
grupo de Martínez Verdugo, adujo precisamente, como una de sus justificaciones,
el “lombardismo” en que había incurrido el secretario general. Así pasaron del
acercamiento y del trabajo concertado, al “antilombardismo”, que, por lo demás,
siempre tuvo raíces sólidas en el interior de ese partido.
Lo que Jardón plantea, no es sino un reflejo de toda esa
pasada herencia histórica: en las filas del Partido Comunista Mexicano siempre
fue una parte esencial de su política de “formación de cuadros” la anatema y el
153
dicterio contra la teoría y la práctica de Vicente Lombardo Toledano, que no el
estudio detenido de sus obras y de su pensamiento. Estoy totalmente seguro que
muchos de los viejos comunistas dogmáticos jamás han leído un libro completo de
Lombardo Toledano. Desconocen casi totalmente sus aportaciones en el campo
de la política, la economía, el sindicalismo, la historia, la literatura, la educación y
el arte.
Nunca se caracterizaron esos militantes por el
desconocimiento sistemático de la ciencia del marxismo, prefiriendo el camino fácil
de la cultura folletinesca, o de los manuales de divulgación tan comunes en
aquellos años. Esto explica, en parte, la razón por la cual jamás pudieron elaborar
una teoría nacional acerca del desarrollo histórico del capitalismo en México y de
que sesenta años después no puedan apreciar de una manera científica y
coherente la Revolución iniciada en 1910.
Por lo que se ve, siguen persistiendo algunas de las raíces
del antilombardismo.
abril de 1980.
154
¿Partido Obrero o Coalición de Tendencias?
Por Héctor Ramírez Cuéllar .
Actualmente se discute en México acerca de la viabilidad u
operatividad de las normas leninistas que deben regir la vida interna del partido
proletario. Los “críticos” permanentes de los países socialistas, en especial del
régimen político y económico de la Unión soviética. Están planteando que la
herencia de los “dogmas” y de la “práctica” estalinista han impedido el desarrollo
de la democracia en los agrupamientos marxistas, paralizando la iniciativa de los
militantes, anquilosado a esos partidos que de esta manera, con estas
limitaciones, no pueden vincularse con las masas.
¿Qué es lo que, en verdad, ocultan estas posiciones? ¿se
proponen realmente perfeccionar la democracia leninista? ¿tratan de adaptar este
conjunto de normas a la realidad mexicana? En general no son estas las
finalidades de los criticistas. Lo que pretenden, en esencia, esos remanentes del
individualismo pequeño burgués y del liberalismo, es eliminar esa parte de las
aportaciones de Lenin, sustituyéndolas por otras modalidades propias de los
partidos burgueses o socialdemócratas.
Según los eurocomunistas autóctonos (Semo, Bartra y otros)
el estalinismo produjo efectos nefastos no solo en lo que se refiere a la actividad
política general del partido proletario, sino también en su estructura y
funcionamiento orgánico, creándose y fortaleciéndose un armazón rígidamente
centralizado y autoritario, en donde los dirigentes no efectuaban consultas
155
regulares a la base, ni le informaban periódicamente, ni sometían a la discusión y
análisis los acuerdos y resoluciones que se imponían de arriba hacia abajo.
Para estos elementos antisoviéticos, el Partido Comunista se
convirtió de esta manera en una extensión burocrática y administrativa de la
Internacional Comunista que, a su vez, razonan, fue un instrumento al servicio de
la política exterior de la URSS y de su Estado, no tanto de su partido.
Al abordar este asunto capital, se ha propuesto que las
diferencias ideológicas y políticas deben ventilarse no solo en los órganos de la
prensa partidaria, sino también en la prensa capitalista, porque, según ellos, esta
“libertad de expresión” refleja la solidez de la vida democrática; pero lo más
grave de esta actitud liberaloide burguesa es la de fomentar, y en cierta forma,
institucionalizar y legitimar la existencia de tendencias o fracciones en el seno del
partido, las cuales pueden coexistir pacíficamente, acatando, solo, ciertos
acuerdos políticos generales.
El constante ejercicio y perfeccionamiento de la democracia
proletaria es una tarea esencial que deben promover y cumplir todos los órganos
de dirección y los militantes. Lenin formuló las bases teóricas a que deben
ajustarse los partidos marxistas –el centralismo democrático la disciplina única,
rigurosa y consciente, la elegibilidad de los dirigentes, el carácter selectivo de las
afiliaciones, el trabajo colectivo en todos los niveles- advirtiendo, durante las
deliberaciones de distintos Congresos de la Internacional Comunista que estos
rasgos o requisitos estaban más acordes con la realidad rusa, con la experiencia
del partido bolchevique; señaló a los dirigentes de otros partidos que no los
156
trataran de aplicar de una manera rígida y absoluta, pero, desde luego, defendió
siempre la importancia de este conjunto de normas que diferencian al partido
obrero de los partidos liberales o burgueses.
Lenin enseñó siempre que se debe ser inflexible contra el
surgimiento y consolidación de tendencias o fracciones, considerando el gran
daño que, en general, hacen al partido y contra los militantes o dirigentes que, una
vez discutido y aprobado un acuerdo o una posición política o doctrinaria, no
solamente no tratan de cumplir estas resoluciones, o ajustar su conducta a estas
determinaciones, sino que tratan de cuestionar, rediscutir una y otra vez,
incesantemente, como si se estuviera en una asamblea estudiantil.
La experiencia del movimiento comunista y obrero mundial
indica que lo más preciado que tiene un partido de la clase obrera no es tanto el
número de sus afiliados, sino la influencia ideológica o política que tenga entre el
proletariado y más que eso, el grado de unidad y de cohesión interna.
La lucha contra las tendencias y las fracciones no significa
una negativa o un rechazo a efecto de que los militantes inhiban su pensamiento y
acción revolucionaria, o su actitud crítica en la realidad en la que actúan. Esta
conducta constructiva no solo es saludable y digna de estímulo sino necesaria
para el fortalecimiento del partido. Pero para que funcione o se perfeccione la
democracia interna no hay camino más antitético que el de formar fracciones que,
en la mayor parte de los casos (históricamente) desembocan en la división, en el
quebrantamiento interno, o en la separación para formar otra organización.
157
El partido marxista no es un club de amigos –como los
Rotarios o los Leones- sino un destacamento constituido por trabajadores
manuales e intelectuales que sustentan una concepción filosófica común, que
persiguen como meta histórica el socialismo y que han aceptado integrarse en una
agrupación disciplinada y centralizada, en el sentido leninista y no en el peyorativo
que han manipulado los eurocomunistas.
Ciertamente que el partido obrero no es una secta religiosa,
ni una sociedad masónica que acumule y protega celosamente secretos. Sin
embargo, las normas leninistas señalan los mecanismos adecuados internos para
que se puedan plantear libre y constructivamente las discrepancias ideológicas
profundas, o aún, las meras diferencias de métodos de trabajo o secundarias.
Resulta inadmisible que estas tendencias o fracciones se expresen públicamente,
en los medios de comunicación de los grupos de la burguesía, sosteniendo puntos
de vista o concepciones políticas no solo diferentes, sino incluso, también
enteramente opuestas. En estos casos, debemos admitirlo, estamos ante una
coalición de tendencias o fracciones, sujetas a un equilibrio precario.
3 de junio de 1980.
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Trotskismo, Entrismo y Fraccionalismo.
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
La prensa nacional informó hace unas semanas que el
Partido Revolucionario de los Trabajadores (sección mexicana de la IV
Internacional) se había dividido una vez más, separándose una de sus tendencias.
Se afirmó que la principal razón de esta escisión se circunscribía respecto a las
diferencias en torno a la revolución nicaragüense, pues mientras algunos
militantes eran partidarios de apoyar el actual proceso político que se da en el
vecino país, otros lo condenaban aduciendo que estaba penetrado por la
socialdemocracia. Sin embargo, uno de los dirigentes separatistas hizo una
revelación sensacional: afirmó que funcionarios de la Secretaría de Gobernación
intervenían abiertamente en la vida interna de ese agrupamiento, lo cual, desde
luego, dice mucho acerca de su falso revolucionarismo.
En nuestro artículo anterior, examinábamos la actitud de los
eurocomunistas mexicanos para constituir y formalizar tendencias o fracciones,
como una forma de expresar e imponer sus puntos de vista al resto de los
miembros del partido. Se presentaron esgrimiendo tesis aparentemente brillantes
y ejerciendo la crítica contra todo lo existente, lo que deslumbra a quienes no
tienen una formación marxista sólida, los que solo se han educado en los
manuales, o quienes han dedicado la mayor parte de su esfuerzo a la lucha entre
los obreros y campesinos, sin tener resultados muy satisfactorios. Entonces se
dice que estos fracasos se deben a su fidelidad al internacionalismo proletario, a
159
los dogmas estalinistas y a la supeditación que han observado respecto de la
Unión Soviética.
En realidad, la conducta que tiende a formar tendencias o
fracciones nace en el propio movimiento obrero mundial y durante el proceso de
surgimiento de los partidos marxistas o socialistas. En las filas de la I Internacional
debe recordarse el antagonismo permanente que surgió entre los seguidores de
Carlos Marx y los grupos proudhonianos y anarquistas; en la II Internacional se
presentó la encendida discusión entre los que proclamaban la condena a la guerra
y quienes, enfermos de nacionalismo, se adhirieron a ella. Recuérdese también
cómo en el seno de los partidos socialistas o socialdemócratas, como el alemán y
el francés, se formaron tendencias que constituyeron los partidos comunistas. En
el interior del propio partido socialdemócrata ruso se enfrentaron los bolcheviques
contra los mencheviques y más tarde surgió la fracción trotskista, que finalmente
fue expulsada por la mayoría de los miembros del Comité Central del PCUS.
Si nosotros observamos atentamente concluiremos que el
trotskismo nace como una fracción política, se conserva después como una
minoría en algunos países capitalistas y actúa como una tendencia divisionista en
los partidos comunistas y obreros en los que logra penetrar. En realidad, no existe
en el mundo ningún partido trotskista que tenga influencia amplia entre las masas
trabajadoras, circunscribiéndose su acción a pequeños núcleos de obreros
industriales y sobre todo, de intelectuales y estudiantes.
En México, estos rasgos son notorios: el trotskismo aparece
en la época de Cárdenas con la finalidad de escindir a la CTM y de debilitar el
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frente antifascista durante el gobierno de Ávila Camacho; después concentra su
actividad, principalmente, entre os sindicatos de profesores y electricistas;
finalmente, se refugia en los medios universitarios.
El fraccionalismo es congénito al trotskismo. Ello explica la
multiplicación de grupos de esta afiliación política que no han podido formar nunca
una organización nacional homogénea y cohesionada.
El PRT surge como producto de la fusión de otros grupos,
conserva siempre un equilibrio interno que se rompe continuamente. En el Boletín
de septiembre de 1976 se publican los estatutos de la sección mexicana de la IV
Internacional en donde abiertamente se establece (art. 46), el derecho a formar
tendencias en el partido.
Dicen:
b) “toda minoría tiene derecho a establecerse en tendencias
sobre la base de una plataforma establecida”.
d) “por principio, toda tendencia tiene derecho a estar
representada en los órganos de dirección de una manera proporcional”.
c) “sin violar por ningún motivo los principios y la práctica del
centralismo democrático, expresados en los presentes estatutos, toda fracción
tiene derecho a una disciplina interna suplementaria, a pedir cotización
suplementaria a sus miembros, a elegir democráticamente una dirección interna y
a publicar un boletín interno únicamente para sus miembros. De todo ello y de las
resoluciones tomadas democráticamente por la fracción, deben ser informados el
Comité Central y la comisión de Control”.
161
De hecho, están creando un partido dentro de otro
partido.
De esta manera, el agrupamiento de la clase obrera se
transforma en coalición de tendencias y fracciones que luchan incesantemente
entre sí. Entre el centrismo y el fraccionalismo existe una similitud esencial.
¿Cómo se expresa el entrismo?: un grupo trotskista penetra en un sindicato o en
un partido, actúan en ellos atacando fundamentalmente, a la dirección en turno,
explotando para ello conflictos internos, reales o supuestos. La meta es llegar a
los cargos decisorios; si esto no se logra, separan a un sector de miembros, que
se erigen en los representantes de la mayoría, o crean otra organización u órgano
de carácter paralelo o competitivo. Es decir, el entrismo es el germen de la división
interna.
La democracia partidaria requiere la discusión, el análisis y la
crítica, pero estas funciones pueden operar plenamente dentro de los marcos del
centralismo democrático; en todo caso, se trata solo de depurar el funcionamiento
de estos mecanismos que han sido probados como válidos y eficientes en el
movimiento comunista mundial. Legalizar las tendencias o las facciones es el fin
del partido obrero porque imposibilita la toma de decisiones o deposiciones, se
fomentan los vicios del asambleísmo y del individualismo, no se estabilizan los
órganos directivos, se impide la unidad interna, abriéndose las puertas para que
cada sector partidario aplique una política particular.
6 de junio de 1980.
162
Consideraciones Preliminares
¿Está retrasado el Marxismo?
Por Héctor Ramírez Cuéllar.
Actualmente algunos eurocomunistas mexicanos afirman
categóricamente que el marxismo ha caducado, o que simplemente está retrasado
respecto de los nuevos problemas surgidos en los países socialistas y capitalistas
desarrollados. Para ellos, seguramente, el leninismo reafirma su validez, en forma
exclusiva, en la Rusia zarista y no en el resto del mundo. Así se habla de
“marxismo de Estado”, “marxismo fosilizado y dogmático”, o solo “marxismo”
a secas, amputándole las aportaciones de Lenin. De Stalin, ni se diga, se le
considera como un perfecto idiota, responsable de todos los males y debilidades,
reales o supuestas, del movimiento revolucionario internacional.
La cuestión es profunda e interesante por lo que su examen
en un artículo periodístico es una actitud irreverente. En México, por desgracia, la
prensa nacional no promueve este tipo de discusiones de carácter teórico,
predominando la gacetilla, la noticia injuriosa o mal intencionada, el ataque sin
razonamiento previo, o de plano, el menosprecio total. La absoluta mayoría de las
denominadas “columnas políticas” se elaboran en base a boletines oficiales,
rumores, chismes e información manipulada que solo a trasmano envían
funcionarios públicos o políticos sin talento alguno.
En principio conviene aclarar si el marxismo es una ideología
científica, una cosmovisión del mundo, la vida y la sociedad, o solo un método de
análisis de la realidad material. En el primer caso, naturalmente, el marxismo es
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una ciencia que tiene como una parte esencial el método dialéctico. Sin embargo,
existe la tendencia en los eurocomunistas autóctonos de enfatizar sobremanera en
los segundos aspectos de tal manera que la ciencia del proletariado se transforma
en una simple teoría del conocimiento. Piensan erróneamente los seguidores de
Santiago Carrillo que enfatizando en el marxismo como ideología se desemboca
necesariamente en el dogmatismo.
En rigor, el marxismo es un conjunto de principios, normas,
valores enriquecidos por Lenin en la etapa del imperialismo; pero también es una
doctrina de clase y un método para conocer, estudiar y transformar la realidad. Es
todo a la vez. Sería incongruente que quien preconizara las tesis del materialismo
dialéctico no adoptara la concepción materialista de la historia y viceversa. De la
misma manera, es una actitud negativa por estéril la de quien, diciéndose
marxista, no actuara políticamente para transformar la sociedad.
¿Por qué los eurocomunistas mexicanos, o a la mexicana
enfatizan en el marxismo como método? Porque este enfoque unilateral los
permite poner en tela de juicio, cuantas veces lo consideren conveniente a ciertos
propósitos nacionales, los principios generales del marxismo, pretextando el
carácter peculiar del desarrollo histórico de nuestro país. En otras palabras, con
esta perspectiva, se despoja al marxismo de su contenido esencial, reduciéndolo a
una gnoseología. El revisionismo como se sabe, sobrevalora las condiciones
concretas que hay en cada nación, pero no para enriquecer al marxismo, sino para
justificar una cierta política partidaria.
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Es cierto que el marxismo es una ciencia básicamente crítica
no tanto por el método dialéctico en que se sustenta sino porque atiende al
desarrollo permanente y contradictorio de la realidad. Si todo está en constante
movimiento y superación, es natural que el marxismo también concuerde
plenamente con esa evolución no mecánica. Lo único perenne es precisamente la
materia en sus diversas transformaciones y el movimiento que le es inherente. El
dogmatismo no solo desconoce este carácter esencial de la realidad material, sino
que, en el plano de la acción política, impide el enriquecimiento de la propia
filosofía del proletariado, al frenar la capacidad de creación de los partidos de la
clase obrera.
Sin embargo, todo lo anterior no quiere decir que por ser
crítico el marxismo no tenga principios generales o permanentes que se observan
en la realidad social del mundo capitalista, aunque con las características propias
de cada nación y a los que tienen que atenerse, para formular su acción política
exitosa, los partidos revolucionarios. Lo individual o particular está inmerso en lo
general o universal y viceversa. Los émulos de los eurocomunistas cometen el
grave error de considerar estos principios como separados, desasociados, o
incluso antagónicos.
En el caso de la práctica del internacionalismo proletario está
muy claro que aquellos solo lo observan en la medida en que beneficia la política
nacional de cada partido. Cuando el apoyo a una medida o decisión internacional
de los países de la comunidad socialista afecta la “popularidad”, el “prestigio”,
165
“la clientela electoral”, o desfavorece una alianza política con otras fuerzas o
sectores, éste simplemente no se otorga.
No se dan cuenta de que en la medida en que avanza el
socialismo real, o que progresa el movimiento revolucionario en su conjunto, es
más fácil que se alcancen conquistas importantes, de carácter nacional, a favor
del proletariado. Y a la inversa, en la medida en que el partido es víctima del
chovinismo, también lo es del pragmatismo y del oportunismo y en consecuencia
está retrasando la lucha general contra el capitalismo y el imperialismo.
Marzo de 1990
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Tendencias en la Década de los Noventas
Por Héctor Ramírez Cuéllar
En 1990 se inicia la última década del siglo XX y con ello se aceleran una serie de cambios causados por factores económicos, sociales y políticos que se habían venido acumulando en el transcurso del tiempo, lo mismo en los países socialistas, que en los capitalistas, industrializados y subdesarrollados.
Se ha producido un viraje notable en las relaciones internacionales pues de una etapa de aguda confrontación política entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se ha pasado a otra disipación de esa pugna y de apertura a una nueva era de cooperación y de emulación pacífica entre el capitalismo y el socialismo.
Hoy en día podemos afirmar que se ha alejado el peligro de una guerra porque las grandes potencias están conscientes que de estallar, no habría vencedores ni vencidos y la radiación, así como el “invierno atómico” alcanzaría a cubrir todo el planeta, lo que pondría en riesgo incluso la vida animal y vegetal en su conjunto.
Los arsenales que se encuentran disponibles en la actualidad permitirían destruir la tierra hasta 20 veces por lo que se destruirían no solo los países que estuviesen en pugna sino todos ellos, los no beligerantes sobre todo las naciones pobre de Asia, África y América Latina.
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Entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se ha firmado un tratado por medio del cual se destruyeron los cohetes de alcance medio en Europa Occidental por lo que ese continente elimino uno de los factores más serios de peligro.
Ahora la URSS está proponiendo a los Estados Unidos, ya sea en forma bilateral como en los organismos unilaterales, una serie de acuerdos, tales como:
Prohibir y destruir las armas químicas
Reducir a la unidad el número de cohetes de largo alcance que en su conjunto representan el mayor porcentaje de armamento atómico en el mundo.
Reducir los submarinos equipados con armas nucleares y portaviones con instalaciones similares, para evitar el riesgo de un choque en los mares.
Reducir los ejércitos convencionales, sobre todo en Europa Occidental y Oriental.
Estas propuestas, hasta hoy, no han sido contestadas en términos afirmativos, por los representantes del imperialismo yanqui, que si bien ha retrocedido un poco en lo que concierne a sus afanes belicistas, no ha renunciado a perder sus posiciones de dominio en el mundo sino, antes bien, aspiran a extenderlos, ahora en el seno de algunos países socialistas que se encuentran en serias dificultades económicas, sociales y políticas, sobre todo debido al abandono de ciertos aspectos del marxismo y del leninismo.
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El gobierno de los Estados Unidos y sus aliados europeos; incluido Japón, están tratando de ampliar sus niveles de préstamos e inversiones en esas naciones con el propósito deliberado de apoyar a los grupos políticos procapitalistas que pretenden establecer las formas de dominación del pasado e introducir el llamado “mercado libre” y otros criterios y medidas que el FMI ha impuesto sobre todo en América Latina, con resultados nefastos por nuestras naciones y pueblos.
Si bien al iniciarse la década de los noventas el peligro de una guerra atómica ha desaparecido, la lucha entre el capitalismo y el socialismo ahora se ubica en otros planos, tales como el financiero, comercial, tecnológico y cultural, en donde ambos sistemas están luchando por demostrar su superioridad en los hechos.
Otro terreno en el cual ese combate se está recrudeciendo en la batalla ideológica y propagandística en que el imperialismo a través de sus agencias noticiosas, que suministran el 80% de la información mundial, trata de hacer pensar que el socialismo ha fracasado y que como sistema tiende a desaparecer en el plazo breve.
Sin embargo, la realidad es otra: con los cambios ocurridos, que está produciendo una reutilización del régimen socialista, sobre todo porque se está ampliando y fortaleciendo la participación del pueblo en los asuntos públicos, esto es, se trata de una mayor democratización integral de la sociedad, que ningún país capitalista ha experimentado hasta hoy.
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Esta es una dura crisis para los países socialistas, pero saldrán de ella porque nadie ha planteado devolver, fábricas, comercios, institutos científicos, tierras a los antiguos propietarios capitalistas o feudales, porque eso sí sería la negación del socialismo. Agosto 1990
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Se Conjura el Peligro de una Nueva Guerra Mundial
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El Tratado sobre Reducción de Armamentos Estratégicos (ADE) firmado el 31 de julio en la ciudad de Moscú, entre el Presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov y el Presidente de los Estados Unidos, George Bush es un paso muy importante, el más grande que se ha dado en los últimos tiempos, para conjurar el peligro de una nueva guerra mundial, sin embargo, se trata de un acuerdo que aun adolece de muchas limitaciones que reflejan que no se ha terminado del todo las medidas de seguridad, las suspicacias y los temores entre las superpotencias.
La suscripción de ese Tratado había sido un objetivo, un anhelo, de las fuerzas pacifistas del mundo entero las cuales desde luego han avanzado en forma considerable pues es un hecho que ha terminado la etapa de confrontación militar y política entre la Unión Soviética y los Estados Unidos para pasar a una era de mayor cooperación económica, social y política, la cual desde luego, no está exenta de aspectos negativos para la lucha liberadora de todos los pueblos.
En efecto, desde hace tiempo, en la dirección soviética del partido y del Estado, pero sobre todo desde el periodo en que ocupo la cancillería Eduard Shevardnadze, ha habido un abandono de la política exterior de la URSS durante décadas haciendo una serie de concesiones unilaterales, a partir de una gran debilidad teórica y práctica, así los Estados Unidos, que al no tener enfrente una potencia que le haga resistencia y oposición, ha ampliado su campo
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de dominio en varias regiones del orbe. Así, la Unión Soviética se alineo al lado de las potencias occidentales en la guerra contra Irak, aunque debemos reconocer que no tuvo participación militar en dicho conflicto pero sí se separó de la tradicional política de amistad que había tenido hacia los pueblos árabes.
Fue la aplicación de esa política de concesiones unilaterales favorable por entero a los planes de expansión de los Estados de Norteamérica la que provoco que el seno del Comité Central del PCUS se formularan fuerte y justas críticas a la actuación de Shevardnadze, el cual ahora se ha virtualmente separado del PCUS y está tratando de crear un nuevo partido de corte liberal y socialdemócrata.
Los avances que en materia de desarme se han logrado han sido en demérito de la seguridad nacional de la Unión Soviética aprovechando el gobierno de Bush que el país de Lenin se encuentra inmerso en una grave, profunda y prolongada crisis económica, social y política, el saldo para que los pueblos en lo general ha sido positivo empezando por los pueblos de Europa que con la reducción y desmantelamiento de los cohetes de alcance medio se aleja el peligro de una nueva confrontación militar, paso , desde luego, trascendental, si tomamos en cuenta que ha sido en ese continente en que se han reducido las dos guerras mundiales anteriores.
La firma del Tratado START es la culminación de un largo y difícil proceso de negociaciones que abarca ya más de 8 años habiéndose iniciado propiamente desde la época de Leonid Breznhev y Ronald Reagan. En el año pasado se habían logrado acuerdos importantes
173
para reducir el número de cohetes de alcance medio, los arsenales de las armas convencionales y el retiro de tropas y cierre de bases militares, tanto de la Unión Soviética como de los Estados Unidos, sobre todo en el viejo Continente.
Ahora se progresa más aun pues se reduce el número de cohetes de largo alcance o intercontinentales, cargados con ojivas nucleares en un 35% quedando la URSS con 8 mil artefactos y los Estados Unidos con 12 mil. Esta cantidad es, desde luego, todavía muy considerable si tomamos en cuenta la enorme capacidad destructiva que tienen esas armas y por lo tanto el peligro de un choque subsiste pues en promedio las dos superpotencias conservaran un promedio de 8 mil ojivas atómicas y podrán seguir desarrollando nuevas tecnologías y desde luego modernizando sus arsenales y equipos. Así, la Unión Soviética continuara emplazando los submarinos Delta IV y los misiles SS-25 y los Estados Unidos continuaran perfeccionando el bombardeo B-2 y los misiles Trident por lo que persistirá la carrera armamentista, ahora con diferentes modalidades y variantes.
Estas limitaciones del tratado START, desde luego no le quitan su carácter de tratado histórico porque se está refiriendo a las armas que tienen mayor poder destructivo ya que como se sabe cada cohete intercontinental, puede cruzar los océanos Atlántico y Pacifico en 30 minutos tienen instaladas distintas cargas atómicas las cuales atacan varios blancos industriales, militares, poblaciones en forma simultánea lo que las convierte en las armas mortíferas conocidas hasta hoy por la humanidad. Todavía es factible avanzar en dos campos, en el de las armas convencionales y en la reducción
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y prohibición de armas químicas y bacteriológicas y en hacer que participen en la disminución de las armas atómicas países de menor desarrollo que las tienen en ese momento.
La carrera armamentista no podrá frenarse en tanto en los Estados Unidos siga funcionando el complejo industrial-militar y se utilice la fabricación y modernización de armas para crear empleos y superar una serie de problemas económicos no existía control efectivo a las empresas privadas que vendan esos artefactos a muchos países. Por ejemplo, después de la invasión Irak, el gobierno de la Gran Bretaña autorizó la enajenación de armas en ese país, incurriendo en una grave contradicción. Lo mismo sucede con empresas norteamericanas que siguen vendiendo armas y tecnología militar a muchos países del mundo, haciendo que prolifere el peligro del estallido de conflictos regionales, que implican una seria amenaza a la paz mundial, lo que nos está indicando que tratándose del desarme general y completa todavía es una utopía, o un objetivo inalcanzable, mientras existía el negocio de la muerte, por encima de los elevados intereses de la humanidad.
Agosto de 1991
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La Nueva Política Exterior de la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El discurso que pronunciara el Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética , Boris Pankin, en la asamblea general de Naciones Unidas ilustra a la perfección los nuevos perfiles que tiene la política internacional de ese país, que se basan ahora en la “desideologización” de las relaciones entre los estados, en la convergencia con los Estados Unidos, en la no confrontación, en la anulación de la solidaridad a los pueblos en vías de desarrollo y en el pragmatismo más completo, aparentemente exento de significados políticos.
Pankin, nombrado canciller de la Unión Soviética después del frustrado golpe de estado del pasado 18 de agosto, pertenece al grupo de Yeltsin y por lo tanto está aplicando una política de cooperación con las potencias imperialistas y capitalistas, en consonancia con el “nuevo pensamiento” que existe en la URSS, del afán desesperado por obtener asistencia económica de parte del Grupo de los siete y de la renuncia que la dirección soviética ha hecho de la lucha imperialista en todos los regímenes del mundo.
La política exterior que esbozó Pankin en la Asamblea General de la ONU es la misma que se ejerció durante el periodo de Eduard Shevardnadze, quien hizo una serie de concesiones graves a los Estados Unidos lo que le valió fuertes criticas en el Comité Central del PCUS, criticas que causaron su dimisión.
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Después Shevardnadze salió del PCUS, y está formando otro partido y ahora ha sido nombrado por Mijail Gorbachov miembro del consejo político del que había venido formando parte.
La tesis cardenal de Shevardnadze es la siguiente: el mundo es uno solo, las diferencias que surgieron durante la Guerra Fría ya desapareció, las relaciones exteriores de la URSS deben basarse en las normas del comercio común y del beneficio reciproco, debe aplicarse una política de acercamiento con los Estados Unidos y el resto de las potencias occidentales para coadyuvar al saneamiento de la URSS y crear en el mundo un clima de paz y de armonía.
El grupo de políticos y funcionarios que fueron desplazados por el propio Mijail Gorbachov antes del golpe del 18 de agosto ahora han regresado a ocupar posiciones de poder; todos ellos son ex –miembros del PCUS, que sustentan una concepción de corte capitalista para resolver los agudos problemas del país y se han nucleado también en torno a Boris Yeltsin, que ha adquirido un gran poder, incluso más que el que ejerce Gorbachov.
La primera aparición pública de Pankin fue para recibir a una delegación de alto nivel de la Gran Bretaña, que al igual que las otras misiones que han visitado Moscú, solo se han concretado a formular promesas de ayuda y en cambio han exigido programas concretos y rápidos para alcanzar la apertura del capital extranjeros pleno y para comenzar la venta de empresas industriales y comerciales. Hasta hoy solo un crédito de 800 millones de dólares han hecho los Estados Unidos para que la URSS pueda adquirir alimentos.
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La política exterior del nuevo grupo gobernante en la URSS ha hecho muchas concesiones unilaterales, lo que significa que este país ha reducido de una manera notable su influencia en todo el mundo y se ha perdido el papel de equilibrio y de contención que frente al imperialismo tuvo la Unión Soviética durante varias décadas. Se está conduciendo a la URSS a una situación de extrema debilidad y hasta el aislamiento con respecto a sus antiguos amigos y aliados.
Primero se aceptó el desmantelamiento del Pacto de Varsovia, por cierto a iniciativa de algunos países de Europa Oriental, pero la parte occidental ha seguido fortaleciendo el papel de la OTAN.
Después se desintegró el CAME, sin haber creado ningún organismo económico de colaboración que lo supliera, en base a las normas de la economía del mercado, pero los países de Europa Occidental están avanzando aceleradamente hacia la plena integración económica, hacia la formación de un mercado único, en donde el liderazgo lo está ocupando la República Federal Alemana.
Mientras la URSS se encuentra en una fase de reconversión de su planta militar por una de usos civiles, el gobierno de Bush continúa implementando el proyecto denominado “Guerra de las Galaxias”, escudo atómico que le puede proporcionar una indiscutible supremacía en el mundo entero.
La última decisión soviética que tampoco tuvo reciprocidad fue la de comenzar el retiro de Cuba de los destacamentos armados en Cuba, pero, en cambio, el gobierno de los Estados Unidos reiteró
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que no abandonará la base de Guantánamo y que seguirán las presiones contra Cuba hasta que se instaure la “democracia” o lo que es lo mismo, que se desplome el régimen socialista de Fidel Castro y sea sustituido por un “gobierno amigo y aliado”, esto es, supeditado a los Estados Unidos.
La “desideologización” que formuló Pankin en la Asamblea General de la ONU supone que los Estados Unidos han abandonado sus pretensiones de dominio general, pero no fue lejos por la respuesta pues en esa misma sesión intervino el Presidente George Bush quien insistió en el surgimiento de un “nuevo orden mundial” se inclinó por una ONU fortalecida, todo ello bajo la egida de los Estados Unidos y de las grandes potencias que la controlan en el Consejo de Seguridad. Más claro ni el agua
Marzo de 1990
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El Fin de la República Democrática Alemana
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El 31 de agosto fue suscrito un documento histórico, el de la llamada unificación de Alemania que en rigor está representado el desmantelamiento de la República Democrática Alemana y su absorción por los grandes monopolios que controlan la vida económica, social y política de la República Federal Alemana, bajo la dirección del canciller Helmut Kohl, de tendencia derechista y belicista.
Los hombres que suscribieron ese tratado (Wolfgang Schahaeuble), RFA ( Gunther Krause, RDA) pertenecen al mismo partido, el socialcristianismo, que ganara las pasadas elecciones legislativas, en las que los socialdemócratas quedaron en segundo lugar y los comunistas, en tercer lugar.
De modo que la “unificación” a expensas del régimen socialista que ya tenía 40 años funcionando en la Republica Democrática Alemana es un triunfo de Kohl y de los grandes intereses económicos, industriales y comerciales que representan el y su partido, firme aliado de los Estados Unidos en Europa Occidental, sobre todo en la aplicación de una línea anticomunista a ultranza.
En el mes de julio se había acordado la fusión monetaria y financiera que había significado la perdida de la soberanía económica de la RDA para quedar bajo la férula de las autoridades
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de la RFA así impusieron el marco alemán como la moneda única para todo el territorio alemán.
Han sido los socialdemócratas los que han condenado el apresuramiento con que se ha procedido en la llamada unificación y han declarado que saldrán de la coalición gobernante porque no desean asumir la tremenda responsabilidad histórica que está implicando este proceso en el que el pueblo está pagando un alto costo social, como solo se conoció en la época anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los luchadores más consecuentes contra la liquidación del estado obrero y campesino, del régimen socialista, han sido los marxistas y socialistas que perdieron el gobierno y que no desean ser cómplices de la pérdida de conquistas sociales que tenía el pueblo trabajador de la RDA y del dominio de los monopolios de la economía nacional.
Hemos hablado de la “unificación” entre comillas porque lo que está sucediendo es que los grandes consorcios germano occidentales, en donde existe en gran volumen el capital extranjero, están absorbiendo ramas industriales y comerciales básicas de la RDA liquidando las propiedad estatal y también la propiedad social para entronizar el régimen de la propiedad privada con todo lo que ello implica.
No se trata de un proceso conscientemente aprobado por el pueblo de la RDA sino de una gigantesca operación que está cerrando y desapareciendo empresas aduciendo que tiene bajos niveles de productividad y cancelando las prestaciones laborales y sociales
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que habían alcanzado los obreros bajo el sistema socialista que en cuarenta años llevo a un alto nivel de vida a la población, incluso por encima del que se registraba en la Unión Soviética.
Con el entronizamiento del régimen capitalista en la RDA, los obreros está perdiendo, en primer lugar, su empleo, ellos que nunca habían conocido el desempleo, suspensiones, jubilaciones, el derecho a la vivienda, a la educación pagada por el Estado en todos los niveles, el acceso a la cultura, a las guarderías para los niños, al deporte, en fin, están viendo que se esfuman las conquistas logradas y en su lugar aparecen el trabajo asalariado y sus secuelas de explotación en todos los órdenes de la vida nacional.
Los obreros no van a permitir fácilmente que las empresas de la RFA les quiten el sistema de protección social que era uno de los más completos de Europa y ya están luchando contra la absorción mecánica pues si bien buscan un nivel de vida aceptable los grandes monopolios no están dispuestos a otorgárselos y ya empieza a aflorar el grave problema de la inflación que no conociera tampoco durante los cuarenta años del régimen socialista por lo que mucho de los que buscaban se ha revertido en su contra.
Si la población de la RDA voto por los socialcristianos derechistas es porque deseaban tener un conjunto de bienes y satisfactores que el sistema económico socialista le negaba pero ahora que están a su disposición alcanzar precios exorbitantes y han demostrado que eran de muy poca utilidad, atraídos solo por el consumismo occidental que se basa en la búsqueda de las novedades, aunque no mejoren de verdad el nivel de vida de los trabajadores.
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Estamos asistiendo al fin de la RDA, como estado obrero campesinos, pero estamos seguros que continuará la lucha de los socialistas por recuperar el terreno perdido en las pasadas elecciones legislativas y recobrar más temprano que tarde la confianza de los trabajadores, una vez hayan sufrido en carne propia los efectos catastróficos de la denominada economía libre de mercado que en verdad no existe por el alto grado de concentración y monopolización que hay en la República Federal Alemana.
Junio de 1990
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Crisis Interna en el PCUS
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Después de la histórica sesión del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética en la que se aprobara el informe de Mijaíl Gorbachov en el cual proponía una inclinación del partido hacia la socialdemocracia europea y se convocaba a un Congreso Extraordinario, para finales del presente año, han surgido otros grupos en el interior del PCUS y se han presentado algunas renuncias importantes, como la de el consejero presidencial, Yakovlev, a quien no le satisficieron los cambios sancionados por el CC en una etapa preliminar. Este funcionario ha seguido militando en el partido, pero ha declarado su convicción de que este ya no puede reformarse, ni adaptarse a los nuevos tiempos, por lo que la afiliación es más formal que real. Con anterioridad se había producido el surgimiento de otro grupo en el que aparece como dirigente el ex canciller Eduard Shevardnadze.
Yakovlev fue director del Instituto de Economía Mundial y de Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de la URSS, Shevardnadze, además de haber estado al frente del Ministerio de los Asuntos Extranjeros, cargo al que renunció por las fuertes críticas que le hicieron el Comité Central del PCUS, está muy cerca de las posiciones ideológicas de Boris Afanasiev, furioso crítico del PCUS y sostenedor de un programa de orientación
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socialdemócrata. A esta corriente pertenece Boris Yeltsin, presidente de la Federación Rusa.
La nueva agrupación, denominada Partido Democrático de los Comunistas de Rusia, ha aparecido en el seno del Partido Comunista de la Federación Rusa, que encabeza Polozkov, quien mantiene una enérgica oposición a la política de corte capitalista del Yeltsin y socios quien ha emitido un decreto ilegal al a luz del Derecho Internacional pues ha prohibido la actividad de los comunistas en el seno de las empresas industriales, oficinas de la administración pública, lo que significa coartar el derecho de los trabajadores a afiliarse y a militar en el partido de su preferencia.
Nos abstenemos de emplear el concepto partido al referirnos a estos agrupamientos porque, hasta hoy, son entidades embrionarias, sin un programa económico, social y político claro y permanente, sin estructura, sin definirse si continuarán en el interior del PCUS o abandonarán sus filas en el futuro sobre todo en el marco del próximo Congreso Nacional Extraordinario, que, sin duda, será decisivo para el PCUS no solo para el proyecto socialista, que aun defiende y aplica sino también para su estructura organizacional leninista.
El “Partido Democrático de los Comunistas de Rusia” tiene algunas características que deseo resaltar: en primer lugar, sigue reivindicando el concepto comunista, se mantiene en el seno del Partido Comunista de la Federación Rusa ,a cuya dirección está reclamando un porcentaje de las cuotas de sus militantes y de los bienes que posee la estructura partidaria por lo que podríamos afirmar que estamos frente a la existencia y funcionamiento de una
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corriente organizada, con dirigentes propios y una posición política discrepante de la dirección, que, hasta hoy, se confirma como la mayoritaria y representativa de los comunistas rusos.
Es importante señalar que las resoluciones del Comité Central del PCUS, que se inclina por un programa y posiblemente también por una estructura de carácter socialdemócrata europea han desconcertado a los llamados “reformistas” o liberales, para emplear los términos más comunes, pero no los más precisos que no se han podido unificar en una organización y bajo un solo liderazgo. Las posibilidades de que sea Shevardnadze la figura central de estos grupos, que después pudieron ser desprendimientos del PCUS, se están diluyendo, por el momento. Los acuerdos del Comité Central, aprobado la iniciativa de Gorbachov por una holgada mayoría de miembros de ese alto organismo imperando un rechazo a los denominados “conservadores” y le quitaran banderas a los “reformistas” que al hacer suyos los planteamientos medulares del Secretario General, solo los ubicarían a la derecha de este, esto es, de plano, en el campo de los restauradores del capitalismo y de los negadores completos del socialismo lo que lod aparta de la perestroika pues ésta se propuso desmantelar el sistema socialista autoritario y excesivamente centralista, por un sistema socialista democrático y humanista.
En el interior del PCUS existe, desde hace tiempo una aguda lucha, se están conformando corrientes cada vez más fortalecidas, con posturas irreductibles, lo que está poniendo en tela de juicio el principio del centralismo democrático, esto es, el conjunto de
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normas y procedimientos que formulara Vladimir Ilich Lenin, para el Partido Bolchevique, estructura que, en términos generales, se ha mantenido, hasta ese momento. ¿Permitirá el PCUS la existencia y funcionamiento de grupos y corrientes solidas que no respetan los acuerdos que se toman en forma mayoritaria en los orgánicos del partido y que exigen un tratamiento excepcional preferente, una tolerancia abierta a sus actividades? De ser afirmativa la respuesta a esta interrogante. ¿Cómo podrían asegurarse la unidad ideológica y la disciplina interna que permita que el PCUS pueda competir con éxito con el resto de los “partidos” en el marco de un sistema pluripartidista que hoy existe solo como un proyecto teórico?
Lo que está sucediendo hoy en el seno del PCUS no es una novedad histórica pues hay que recordar que en vida Lenin, en el Partido Bolchevique, coexistieron y lucharon distintas corrientes y grupos, manteniendo una abierta contradicción en torno a la línea general del partido, pero Lenin siempre planteo un partido unido en lo, ideológico y disciplinado en lo político.
¿ Gorbachov abandonará estas aportaciones y preocupaciones del jefe de la Revolución de Octubre?
Octubre de 1991
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Unidad y Lucha en el Seno del PCUS
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Los últimos tiempos, lleno de crisis y de conflictos sociales y políticos, han cimbrado la estructura y el funcionamiento del Partido Comunista de la Unión Soviética, el mayor partido marxista-leninista del mundo por su larga tradición de lucha y de combate, la perestroika, no cabe duda, ha puesto en actividad una serie de fuerzas sociales que se encontraban inmovilizadas, lo que ha causado una nueva competencia política no conocida por los soviéticos desde el estallido de la Revolución de Octubre en 1917. Me refiero a que al reformarse el artículo 7° de la Constitución, precisamente a iniciativa de Mijail Gorbachov, el PCUS dejó de ser en el plano jurídico, el partido vanguardista de la sociedad, para convertirse, tan solo en un partido gobernante, que tiene que su papel en cada elección, ya sea de región, comarca, república o a nivel nacional.
La semana pasada apareció un nuevo grupo en el interior del Partido Comunista de la Federación Rusa denominado “Unión de Comunistas por la Democracia del PCR”, encabezado por el vicepresidente de la FSR, partidario de Boris Yeltsin el militar Alexander Rutskoi, quien ya fue expulsado del Partido Comunista de Rusia, que también renovó a su más alta dirección pues se ha retirado de la secretaria general Iván Polozkov, sustituido por Valentin Kuptsov.
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El grupo disidente, al aparecer con 800 seguidores, solicitaba al Presidente Gorbachov que fuese registrado como partido político, que fuese admitido en el seno del PCR, o sea que continuara en el PCUS y que se le entregaran fondos económicos para continuar sus actividades. Debemos resaltar que pese a las discrepancias existentes, Kuptsov ha seguido reivindicando el concepto comunista, siendo sus diferencias relativas al ritmo y profundidad de los cambios que la perestroika inicio hace ya 6 años.
En el interior del PCUS se da, propiamente desde el acceso de Gorbachov a la secretaria general, una lucha cada vez más intensa y abierta. Por un lado, está el sector que, al parecer sigue siendo el mayoritario, que demanda la permanencia del régimen socialista, o mejor dicho pasar del socialismo autoritario, creado desde la época de Stalin, a un sistema socialista democrático y humanista y por el otro, están los llamados “liberales” que exigen que el PCUS se convierta en un partido socialdemócrata y la URSS transite hacia la economía del mercado de corte capitalista.
En los últimos años ha habido una gran desafiliación de miembros del partido, pero también, en honor a la verdad, se han presentado ingresos, como ocurrió recientemente en el PCR en que se incorporaron 10 mil personas. En rigor, el PCUS sigue siendo el partido gobernante, el mayoritario, el único que tiene estructura nacional, plataforma programática. Se dice que ha aparecido en la URSS unos “cien partidos” pero no se les puede adjudicar esa denominación sino se trata, tan solo de grupos, la mayoría de ellos marxistas y socialistas, que solo tiene discrepancias secundarias con
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el PCUS, aunque hay algunos grupos de corte capitalista y hasta partidarios de la restauración de la monarquía.
El PCUS, o sea, el Partido Comunista de Rusia ha sufrido una derrota muy importante pues la mayoría de los electores de la República Federativa Rusa se inclinó por Boris Yeltsin para ocupar la Presidencia, habiendo salido derrotado el candidato comunista, Rizkov, quien fuera primer ministro en el gobierno de Gorbachov. Esa derrota fue muy grave pues Yeltsin es unos elementos proclives a la edificación del sistema capitalista y es un enemigo jurado del PCUS al grado que ha prohibido legalmente la actividad de sus células en empresas industriales y comerciales, en dependencias y oficinas públicas y en las Fuerzas Armadas.
El golpe ha sido duro pues la República Federativa Rusa es la más grande e importante de la Unión Soviética, la que tiene la mayor población y el más grande potencial económico e industrial, de la cual dependen muchas actividades importantes, de carácter político y productivo, de toda la Unión Soviética. La victoria anticomunista de Yeltsin ha cimbrado al PCUS pues se trata de la primera competencia abierta, aunque, todavía no existe un régimen pluripartidista, que puede conformarse a mediano plazo. El PCUS está cambiando de naturaleza pues según las resoluciones del último pleno del CC, tiende a abandonar el carácter marxista-leninista, para convertirse en un partido socialdemócrata de tipo europeo. La estructura partidaria ha sido rígida y cerrada y ahora está entrando en crisis ante la falta de credibilidad y de confianza de importantes sectores de la población, que se han desencantado
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de los resultados de la perestroika, sobre todo molestos e irritados por la carencia de alimentos, en cantidad suficiente y oportuna.
La pasada reunión del Comité Central del PCUS aprobó el informe presentado por Mijaíl Gorbachov en que se hizo una violenta crítica a la doctrina marxista leninista pero no quedo claro si el propósito era preparar las condiciones para abjurar de esas ideas en el próximo Congreso extraordinario del partido a celebrarse a finales del presente año. No obstante, según lo reflejó el Comité Central, la mayoría de los miembros del PCUS se inclinan por continuar por la ruta del socialismo.
Se está convocando ya el Congreso nacional extraordinario habiéndose iniciado la etapa de nombramientos de delegados de las células. Se trata de un evento de enorme trascendencia pues dependiendo del parecer de los comunistas sobre la situación actual y las perspectivas, puede el PCUS puede desaparecer tal y como lo conocimos durante décadas o reafirmar su estructura aunque adaptado a las nuevas circunstancias políticas y a la irritación social del pueblo soviético.
Hay, entonces, unidad y lucha en el PCUS y sus resultados los conoceremos pronto.
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Significado del Referéndum del 17 de marzo
Por Héctor Ramírez Cuéllar
La Comisión Estatal Electoral de la URSS ha dado a conocer los resultados preliminares de la consulta nacional sobre la
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permanencia del estado federal: el 75% de los votantes dijo “si” y por lo tanto se frustraron los intentos de segregación y división en que estaban embarcados distintos grupos separatistas que, de esto forma, tendrán que acatar la expresión predominante en el pueblo.
El referéndum del día 17 fue, como lo señalamos en un comentario anterior, crucial y decisivo para el presente y futuro de la Unión Soviética pues de haberse pronunciado la mayoría por el “no” se hubiese desintegrado ese país socialista, provocándose muy serios daños a la causa revolucionaria en todo el mundo y desde luego perjudicando los intereses vitales de las 120 nacionalidades, etnias y pueblos que conforman ese estado auténticamente multinacional, que es la URSS.
Las seis repúblicas que oficialmente no participaron en la consulta, Lituania, Letonia, Estonia, Georgia, Armenia y Moldavia- no representa más del 10% de la población de la Unión Soviética y por lo tanto si llegaran a separarse de facto no lesionaría la esencia del estado federal, aunque sí tendrían muy serias dificultades para obtener materias primas, combustibles, maquinaria, energía eléctrica y tendrían que devolver al gobierno de Moscú propiedades industriales institutos de investigación científica y de cultura, edificios y desde luego efectuar pagos, en moneda convertibles, sobre los depósitos e inversiones sobre los bienes en general que son propiedad de las autoridades federales.
No podrían subsistir esas republicas en forma autónoma, como estados independientes, pues dependen en todos los aspectos, para su funcionamiento económico, de los suministros que les proporciona Moscú y otras repúblicas, como la RF de Rusia; las
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repúblicas están interrelacionadas y no podría, en la práctica, separarse pues ello equivaldría a desconocer todos los vínculos que se ha establecido durante varias décadas de poder soviético.
Las repúblicas de Asia central, que votaron en forma abrumadora por el “si”, eran las más atrasadas desde el inicio de la edificación del socialismo y han tenido los mayores progresos en el campo, tecnológico, educativo y cultural por lo que el respaldo a la continuación del estado federal se puede entender ampliamente. Si las repúblicas del Báltico no tienen viabilidad como repúblicas independientes, menos aún en la de Asia Central que dependen en un grado muy elevado de los suministros de energéticos, materias primas y equipos del resto de las repúblicas ubicadas en la parte europea de la URSS.
El apoyo al estado federal que está en proceso de renovación y fortalecimiento, cuya plasmación encontramos en el proyecto de nueva Constitución, ha tenido un significado más profundo: los pueblos de la URSS ratificaron su convicción de continuar viviendo bajo el sistema económico, político y social socialista, aunque con las reformas y modificaciones que está imprimiéndole la perestroika desde hace más de cinco años, con lo que los partidarios del regreso al capitalismo experimentaron una sensible derrota, sobre todo el grupo que encabeza Boris Yeltsin.
Este se encuentra cada vez más aislado pues si bien detenta la Presidencia de la RFSS de Rusia- la más grande y poderosa de la Unión- no tiene el respaldo del Parlamento ni mucho menos del Partido Comunista que en los próximos días puede iniciar una ofensiva política en su contra, que pudiese provocar su caída. Todo
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ello debido a que Yeltsin está encabezando un movimiento de restauración del pasado, de incitación a la separación de las repúblicas del estado federal y de abierta confrontación con el Presidente Mijaíl Gorbachov no para impulsar la perestroika sino para eliminar la base material y política del socialismo.
El otro significado de los resultados del referéndum es, sin duda, el respaldo que ha recibido el Presidente Mijaíl Gorbachov, como el dirigente político con mayor autoridad moral y política que hay en la actualidad en la Unión Soviética, el único que en este momento puede conducir los cambios económicos y sociales y de alguna forma ha sido una ratificación nacional a los objetivos de la perestroika, que avanza en medio de grandes dificultades económicas hacia la transición a una economía de libre mercado regulada por el estado, teniendo que decretar una serie de aumentos de precios a productos básicos.
A nivel internacional, el resultado de la consulta política nacional del 17 de marzo constituye un impulso a la lucha revolucionaria y socialista que está pasando en la actualidad por un periodo de reflujo, cuya tendencia podría ser modificada a partir del peso específico de la URSS en el mundo entero.
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Grave Crisis Económica y Política en Alemania
Por Héctor Ramírez Cuéllar
La semana pasada, el Partido del Socialismo Democrático, interpretado fielmente los sentimientos del pueblo alemán en contra del gobierno que preside Helmuth Kohl, realizó una enorme
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concentración en Berlín en la que se pidió una rectificación a fondo de la política que se ha seguido hasta hoy, que ha tenido consecuencias nefastas para todos los trabajadores que han experimentado en carne propia lo que es el capitalismo brutal, aquel en el que se imponen sus intereses los grandes monopolios.
En efecto, se calcula que el desempleo abierto asciende al 50% en algunas regiones; que existe el cierre sistemáticamente de empresas para que solo subsistan las que tengan una alta tecnología y que los precios de los productos básicos ha aumentado en un 27%, en tanto el poder de compra de los salarios reales se ha desplomado.
Pasó ya la euforia de la integración capitalista: los alemanes de la ex RDA pudieron adquirir algunos objetos electrónicos- como grabadoras y videocaseteras y ahora se encuentran en una cruda realidad: no se pueden vivir como los alemanes de lo que fuera la “otra” Alemania por lo que se están convirtiendo rápidamente en obreros con ingresos medios, pero tan solo de aquellas empresas que los trusts quieren renovar. El resto, por tener un grado de atraso determinado, por no reportar ganancias, tener su contraparte en la “otra” Alemania y por requerir inversiones y plazos de maduración a mediano y largo plazo, se están clausurando, dejando en la calle a miles de operarios.
En diciembre del año pasado se consumó la unificación de Alemania habiendo obtenido la supremacía política el Partido Socialdemócrata de Kohl que formuló una serie de promesas como: mejorar las condiciones de existencia de la población de la ex RDA, incrementar el número y la calidad de elementos y otros bienes y
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reducir los niveles de inflación. Nada de esto se ha conseguido sino ha ocurrido todo lo contrario y de ahí la protesta de quienes esperaban que con la formación de una sola Alemania tendrían una vida más cómoda.
En la ex RDA se está aplicando, desde hace meses una política de cerrado corte neoliberal, la que dictan los monopolios, que solo están modernizando las plantas industriales que consideran convenientes, recortando turnos, despidiendo a cientos de operarios, con lo que están aumentando el desempleo, que no se conocía cuando gobernaba el PSUA.
El régimen de Kohl ha prometido una inversión superior a los 60 mil millones de dólares para poder reconstruir la planta productiva de la ex RDA pero hasta hoy no han fluido esos capitales, que están más preocupados por tener una presencia mayor en otros países de Europa Oriental y occidental y distintas naciones de América Latina.
El Partido del Socialismo Democrático, en donde se encuentran los marxistas, que perdieron el poder el año pasado y que tuvieron tan solo una votación del 16% ha asimilado los graves errores cometidos, se ha renovado desde el punto de vista ideológico y está encabezando el descontento y la frustración de muchos alemanes que ahora están sufriendo lo que no habían experimentado en el pasado.
La crisis económica grave también ha provocado un peligroso fortalecimientos de los grupos neonazis que sumaban 23 hace tres años y ahora son 71, editando en su conjunto 9 millones de ejemplares de sus distintos periódicos y ascendiendo su membresía
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a 35 mil personas, sobre todo jóvenes menores de 30 años, que están exigiendo medidas más severas de parte del régimen de Kohl para contener el avance de los socialistas como la principal fuerza de oposición al sistema capitalista monopólico, que ahora es hegemónico en toda Alemania.
Los trabajadores de la ex RDA ahora están reconociendo que era mejor los que tenían bajo la dirección del PSUA que las promesas incumplidas de los nuevos gobernantes.
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Asistencia Financiera a la URSS, solo si Restaura el Capitalismo
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Los jefes de estado de los países de la Comunidad Económica Europea (CEE), durante su reunión de Luxemburgo que es preparatoria de la que se celebrara en Londres, respecto a las solicitudes de asistencia financiera que ha hecho el Presidente Mijail Gorbachov, acordó proporcionarla, pero en forma concertada en función del aceleramiento que sufran las reformas económicas en la Unión Soviética.
En estos días se han producido distintos acontecimientos la mayoría de los cuales tienen la finalidad de restaurar las relaciones capitalistas en la URSS, tomando en cuenta los apremios económicos por lo que está pasando el gobierno socialista el cual se encuentra inmerso en una serie de graves contradicciones políticas:
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Por un lado, es cada vez más abierto e insuperable el antagonismo que existe entre la corriente pro capitalista que encabeza Boris Yeltsin, electo por una amplia mayoría en la presidencia de la Federación Rusa y la corriente que jefatura encabeza Gorbachov, quien se ha pronunciado por la adopción de una economía social de mercado, debidamente regulada y limitada por el estado, que renuncia a su papel de principal elemento en el proceso económico nacional.
Por otro lado, Gorbachov enfrenta nada menos que las ambiciones políticas de su Primer Ministro , Pavlov, al grado de que intentó despojarlo de una parte de sus atribuciones especiales, que el Congreso de los Diputados Populares les otorgo para encarar la seria crisis por la que transita el país soviético.
En el seno del Partido Comunista, Gorbachov tiene también un campo de batalla abierto: lo critican los comunistas que consideran, con razón, que la URSS se encamina hacia el sistema capitalista esperando una serie de enormes perjuicios sociales para toda la población trabajadora y por el otro la corriente reformista, que no observa en la perspectiva inmediata esos peligros y postula que la reestructuración económica debe avanzar cada vez más aceleradamente, a efecto de acortar el periodo de transición hacia la economía libre de mercado de carácter social regulada por el Estado.
El presidente Boris Yeltsin ha pretendido entablar relaciones comerciales y financieras directas entre la Federación Rusa y varios países capitalistas, entre ellos con los Estados Unidos en base a ofrecer proyectos concretos para la inversión extranjera, pero ha
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fracasado, hasta hoy, pues los jefes de estado occidentales no desean entorpecer sus vínculos oficiales con el jefe de estado, Mijaíl Gorbachov.
Gorbachov está presionando, sobre todo por una serie de factores de orden económico, tales como el decrecimiento de la producción industrial y de alimentos, la disminución de las exportaciones, el extendido mercado negro, la elevación de precios de artículos de consumo básico, entre otros.
Se aprobó la Ley de Privatizaciones de las Empresas Publicas que pretende abrir al capital foráneo un conjunto de empresas y pequeñas porque prevalece el criterio de que el Estado debe conservar la propiedad de las empresas más importantes, así como los sectores que podríamos considerar como estratégicos, para emplear un término muy común entre nosotros.
Se entiende por privatización de empresas estatales aquel proceso en que los obreros, campesinos, cooperativistas intelectuales y en general núcleos de producción puedan detentar esos medios de producción, sobre todo empresas industriales.
También es factible que algunos soviéticos que en el proceso de la perestroika han acumulado importantes cantidades de rublos y divisas extranjeras y podrían llamarse capitalistas en ciernes, que, de desarrollarse implicarían la constitución de una nueva clase social, esta si basada en el régimen de la propiedad privada.
Los países de la CEE en los cuales se encuentran asentados en grande monopolios industriales y financieros, en razón de su propia esencia solo pretenden invertir en áreas, sectores o
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empresas que les reporten utilidades, eso es, que les permitan la mano de obra de los soviéticos y usufrutuar su inmenso mercado.
La presencia del capital foráneo, en la medida y grado en que lo permita el gobierno de la URSS, implicará el surgimiento de relaciones capitalistas, de carácter obrero-patronal, sin ningún parecido con las relaciones socialistas, ni tampoco la propiedad social y además propiciara la repartición de utilidades, patentes y uso de tecnología, exactamente como ocurre en los vínculos entre los estados capitalistas, sobre todo entre las grandes potencias y los países en vías de desarrollo o dependientes.
Gorbachov asistirá a la reunión de Londres con el objeto de solicitar una serie de créditos y de pedir el financiamiento a varios proyectos de inversión a efecto de inyectarle divisas a la estancada economía soviética y así reactivar la producción, por lo que se inaugura una nueva era en las relaciones económicas internacionales, lo que implica un serio reto para la supervivencia del sistema capitalista y para los propósitos originarios de la perestroika.
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El Congreso de los Diputados del pueblo: Saldo Positivo
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Aunque en el momento de redactar este articulo aún no termina el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión Soviética, ya podemos concluir que su saldo es positivo pues se preservó la jefatura de Mijaíl Gorbachov y se mantuvo el ritmo y la dirección de la perestroika, sin caer en el estancamiento, pero tampoco en el apresuramiento pro capitalista por lo que la Unión Soviética se encamina hacia el reforzamiento de sus conquistas sociales y políticas, sobre todo en materia de democracia política nacional.
Uno de los resultados sobresalientes del Congreso ha sido la reestructuración del gobierno mediante el otorgamiento de más facultades al Presiente Gorbachov, el nombramiento de un vicepresidente y reestructuración radical del Consejo de Ministros para constituir un nuevo cuerpo de funcionarios que pueden ser cambiando conforme lo indiquen las circunstancias, la ratificación del nombramiento oficial de la URSS y la convocatoria a un referéndum sobre la propiedad de la tierra y acerca de un nuevo Tratado de la Unión, que confirmen su carácter de estado federal.
Conocí a Gueanadi Yanayev en el año de 1972. El encabezaba el Comité de Organizaciones Juveniles de la URSS y yo era secretario general de la Juventud Popular Socialista Conversamos por unos minutos en uno de los grandes salones del Kremlin acerca del
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fortalecimiento de nuestras relaciones políticos y él se mostró interesado en dichas propuesta por lo que a partir de esa fecha se iniciaron los intercambios de delegaciones, se efectuaron las semanas de amistad entre la juventud mexicana y soviética y se discutieron experiencias y tareas en los festivales mundiales de la juventud y los estudiantes.
Hoy Yanayev es el Vicepresiente de la Unión Soviética, el hombre que en forma más cercana y directa trabajará con Mijaíl Gorbachov pues todo indica que en virtud de la reestructuración del aparato oficial ese cargo será más importante que el del Primer Ministro, que operaria como un coordinador técnico de los Ministerios
Gennadi Yanayev es un comunista enérgico y dinámico lo que ha molestado desde luego, en el exterior, a las fuerzas que quisieron la desintegración de la Unión Soviética y el derrumbe del régimen socialista y en el interior a los llamados elementos radicales que más bien están apostando a la carta de la restauración capitalista, aunque sea una parte de la economía y de la sociedad soviéticas.
Al analizar los resultados del Congreso de los Diputados encontramos que el esquema de “progresistas” y “conservadores” no es útil como método de análisis pues la única diferencia seria que se presentó entre ellos fue acerca del ritmo de las reformas y de la profundidad de las mismas aunque todos ratificaron la vigencia del sistema socialista sin descontar la existencia de una minoría muy pequeña que no tuvo influencia en las deliberaciones del propio Congreso que esta pugnando por el regreso al pasado, por el capitalismo en el campo y en la grandes ciudades, aunque el pueblo no está de acuerdo con este proceso.
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El Congreso fue exitoso porque se fortalecía el liderazgo personal y de equipo de Mijail Gorbachov que es el único dirigente con suficiente prestigio, habilidad y autoridad mara mantener el equilibrio entre los grupos políticos y para llevar hacia adelante la perestroika, no sin enfrentarse a muy serias dificultades. La renuncia del canciller fue inadecuada pues el hecho de que se reafirme la posición de Gorbachov es algo positivo y no negativo por lo que su advertencia sobre el peligro de una dictadura” no corresponde a la realidad sino se trata de una declaración surgida de la emotividad de un hombre que debió mantener la serenidad personal y una suficiente capacidad de análisis de lo que está ocurriendo entre los sectores políticos soviéticos.
Con frecuencia se afirma que Gorbachov tiene enormes poderes y se dice que son superiores a los que tuvieron Stalin y Breznhev y se pretende hacer creer a la opinión pública internacional que se ha erigido un super poder por encima de los demás, pero tampoco es verdadera esta afirmación pues a manera de comparación diremos que tiene las mismas facultades de un Presidente de México solo que mientras en la URSS el Congreso de los Diputados del Pueblo sí es un órgano con suficiente peso específico, capaz de equilibrar la fuerza que ejercía el Ejecutivo, en México, el Poder Legislativo tiene menos capacidad y fortaleza para cumplir con las enseñanzas que acerca del funcionamiento de los poderes de un estado federal nos dejara Montesquieu.
El efecto Gorbachov, puede remover libremente a los integrantes del Consejo de Ministros, anular los intentos separatistas y secesionistas de algunos grupos en algunas republicas, ser el jefe
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máximo del ejército, perseguir los delitos contra la economía popular por lo que dichas atribuciones no exceden de las que tienen los jefes de estado en la mayoría de los estados modernos y más bien obedecen a la necesidad de enfrentar con éxito las enormes dificultades económicas y políticas que hoy está enfrentando la Unión Soviética.
Si precisamente una de las críticas de Gorbachov a Stalin y a Breznhev fue la que había concentrado un gran poder político, este fue de carácter extralegal, de facto y en el tiempo que Gorbachov tiene en la secretaria general del partido y en la Presidencia de la Republica no se han presentado excesos del ejercicio de esa fuerza sino más bien tolerancia ante distintos factores de orden político y social como han sido los grupos separatistas de las repúblicas de Mar Báltico y de Georgia.
Por el contrario, en semanas anteriores a la celebración del Congreso de los Diputados del Pueblo fue que Gorbachov comenzó a aplicar sanciones muy severas contra los acaparadores de alimentos de la Ciudad de Moscú contra los que difunden publicaciones pornográficas y contra los que están fomentando el mercado negro. Y esta dureza se ha originado por el grave daño que están haciendo a la economía de los trabajadores y a la juventud y a exigencia del pueblo que ya no puede aceptar el democratismo y la tolerancia contra quienes por defender intereses económicos de grupos que están poniendo en peligro el avance de la reestructuración económica y social.
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La Seguridad Nacional de la URSS Está amenazada
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Por Héctor Ramírez Cuéllar
Al conmemorarse el 46 aniversario del triunfo de los pueblos de la URSS contra la Alemania nazi, el Secretario de Defensa, Dimitri Yazov pronuncio un importante discurso en el cual planteo que pese a los grandes avances que se han registrado en materia de limitación de armamento, aún existen serias amenazas sobre la Unión Soviética, que atentan contra su integridad territorial, como los movimientos separatistas que últimamente se han presentado entre algunas repúblicas y regiones del Cáucaso del Mar Báltico.
Para recordar el día de la victoria contra la agresión totalitaria fascista se dieron cita miles de veteranos de guerra, algunos de los cuales portaban retratos de José Stalin que fue quien condujo al pueblo soviético en ese momento tan difícil y crucial no solo para el régimen socialista sino para la propia existencia del Estado, de sus étnicas y nacionalidades ya que los planes de Hitler incluían no solo también al exterminio de pueblos enteros, como los ucranianos, sino también la conformación de un Estado Vasallo, supeditado por completo a las órdenes del Estados mayor del nazifascismo.
Stalin, figura tan polémica y discutida hoy en la actualidad, sobre todo de parte de los elementos radicales en el marco de la perestroika, sigue apreciados y valorado por las grandes aportaciones que hizo al a victoria contra los nazis y a la construcción de las primeras etapas del socialismo.
El ministro Yazov dijo: “la amenaza militar y los intentos de establecer por la fuerza un nuevo orden mundial es una realidad
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objetiva y los acontecimientos del golfo Pérsico así lo corroborarían”.
¿A qué amenaza se está refiriendo Yazov? Sin duda, a la subsistencia, en Europa Occidental, de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) ya que como sabemos se disolvió el Pacto de Varsovia, pero no el bloque atlantista y esto produce un importante riesgo para la seguridad nacional de la URSS y para la estabilidad política del Continente Europeo.
Lo correcto hubiera sido que a la desaparición del Pacto de Varsovia hubiese sucedido, en forma simultánea el desmantelamiento de la OTAN pero no fue así por lo que continúan en operación sus bases militares, instalaciones, equipos, armamentos desde el Mar del Norte hasta del Mediterráneo, existiendo por lo tanto el cerco militar ofensivo que se comenzó a diseñar y a organizar desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien se ha cumplido con el acuerdo para reducir y destruir los cohetes de alcance medio de Europa lo que sin duda ha sido un factor de paz, estabilidad y alejamiento de un nuevo conflicto bélico en el viejo Continente, la OTAN todavía dispone de más de 250 mil efectivos y continua con uno de sus bastiones más importante, la República Federal Alemana, en donde se ha entronizado con la absorción de lo que fue la Republica Democrática Alemana, el dominio total de los monopolios industriales y comerciales en todo el territorio alemán.
Como dijo el Ministro Yazov: a la desintegración del Pacto de Varsovia debió corresponde un nuevo sistema de seguridad
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colectiva para todo continente europeo, a lo que se han opuesto los jefes de estado de la mayoría de los países capitalistas que sienten que han obtenido una gran victoria en el Continente al producirse el derrumbamiento de los regímenes socialistas y marxistas en Europa Central.
La persistencia de la OTAN – aun en las circunstancias actuales- está obligando a la URSS a no confiarse demasiado, a mantener sus fuerzas armadas, a sostener su doctrina y táctica defensivas, a modernizar incluso algunos sistemas de armamentos y mantenerse alertas en el interior del territorio soviético y más allá de sus fronteras.
En efecto, aunque el 75% del pueblo respaldó la continuidad del Estado Federal renovado con una mayor autonomía para las repúblicas y regiones, todavía persisten conflictos étnicos, como los de Armenia contra Azerbajan, en la republica Moldava, que ha originado enfrentamientos sangrientos en donde el ejército ha desempeñado un papel de mediador o de apaciguador de esas diferencias.
Sin la presencia de tropas soviéticas en esos conflictivos territorios el número de víctimas seria mayor y de lo que se trata es de que esas diferencias se resuelvan en el marco de la nueva legislación estatal, que le da más autonomía a las regiones y comarcas, incluso al grado de permitirles su separación de la URSS si se cumple con el procedimiento que al respecto se ha establecido.
Los acontecimientos internacionales también plantean riesgos para la URSS: el gobierno de los Estados Unidos, después de la derrota
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aplastante de Irak, ha revitalizado sus papel de gendarme mundial y se dispone a crear un nuevo orden que sería en pocas palabras el reforzamiento de la hegemonía económica y miliar del capitalismo en todo el orbe y por lo tanto se trata del mayor reto que pudiera plantear al socialismo a escala mundial.
El conflicto del Golfo Pérsico demuestra que los Estados Unidos están dispuestos a utilizar los métodos militares cuantas veces sea necesario y esta también es una clara advertencia para la Unión Soviética. Al mismo tiempo, constituye un rotundo desmentido a los pacifistas que consideraban que había llegado a la hora de la colaboración franca y estrecha con el imperialismo ya que este –consideraban- había perdido su esencia agresiva, pero Irak fue una muestra palmaria de todo lo contrario.
Otro reto que enfrenta el gobierno soviético hoy día es la existencia, también en sus fronteras colindantes con Europa central, de regímenes socialdemócratas o de derecha –como en Yugoslavia, Rumania, Checoslovaquia, Polonia (Walesa se ha pronunciado por el desmembramiento de la URSS) que tienen cada vez más sentimientos antisoviéticos y anticomunistas que hace muy insegura esa parte del inmenso territorio del país de Lenin.
Por todas estas razones, el poderío militar de la URSS no será desmantelado sino al contrario, modernizando y adecuado a las nuevas situaciones del mundo y en particular del Continente europeo.
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Los Problemas Actuales de la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El lunes se inicia una nueva sesión del Congreso de los Diputados del Pueblo que por la situación política imperante y por los asuntos que abordara, será muy difícil y complicada y por lo tanto los debates serán intensos porque el anterior sistema económico y político no se ha desmantelado y tampoco se ha edificado el nuevo sistema socialista, humanista, que ha preconizado Mijaíl Gorbachov por lo que la URSS se encuentra en una etapa de transición y por lo tanto hay desorganización e inestabilidad.
El Congreso de los Diputados se reúne en un momento particularmente grave: el enorme desabasto de alimentos que existe en la mayoría de las ciudades soviéticas que empieza a reducirse en parte por los envíos que han llegado provenientes de los países de Europa Occidental. La CEE en su última asamblea de Roma, determinó un crédito por mil millones de dólares para la importación de víveres, pero todavía la carencia de artículos de primera necesidad es muy grande. Los primeros embarques han sido canalizados a los centros infantiles, a las poblaciones afectadas por el accidente de la planta nuclear de Chernobyl, a las regiones
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devastadas de Armenia, como las principales prioridades para enfrentar un invierno que será muy duro para la población.
Es conveniente precisar que el Presidente Mijail Gorbachov no ha solicitado oficialmente es ayuda alimentaria sino que esta se ha presentado porque así conviene también a los países capitalistas europeos. Sus envíos no obedecen a sentimientos humanitarios sino a la necesidad de evitar el endurecimiento del poder soviético, la pérdida del control político por parte de Gorbachov, todo lo cual el continente europeo en donde la URSS desempeña un papel preponderante.
También es necesario convenir que si bien existe un serio desabasto de alientos no hay hambruna y por lo tanto la situación predominante no guarda paralelismo con los distintos momentos terribles de la Gran Guerra Patria o en el marco de la guerra civil, impulsada por las potencias imperialistas y por los monarquistas y terratenientes internos.
En este año la URSS obtuvo la cosecha de cereales más grande de los últimos tiempos pero al no existir una amplia infraestructura de transportes, de almacenamiento, de procesamiento industrial, no ha podido ser recolectada ni puesta en el mercado para todo el pueblo. Se considera que se ha perdido por lo menos la tercera parte de los granos cultivados, siendo esta una de las principales causas del desabasto de las tiendas estatales, sobre todo.
Existe también otro factor que debemos tomar en cuenta; la falta de estímulos a los agricultores koljosianos que pagan a muy altos precios la maquinaria, los fertilizantes y otros insumos,
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proporcionados por el Estado y en cambio los precios de sus productos no son adecuados por lo que el crecimiento de la agricultura se ha estancado.
Aunque parezca difícil de aceptar, en la Unión Soviética también existen acaparadores de granos y alimentos que realizan esta perniciosa actividad para hacer fracasar la perestroika, que amenaza a sus intereses ilegítimos. Retirar de la circulación muchas toneladas de productos para después venderlos en el mercado negro cotizándolos en dólares por lo que están atentando no solo contra los consumidores sino también contra la economía nacional en su conjunto.
Gorbachov ha ido al fondo del problema pues ha procedido a reforzar, con nuevos nombramientos, el trabajo del Ministerio del Interior y de la KGB que ya han procedido a detener a varios de esos elementos antisociales, llevarlos a la cárcel y colocar en el mercado los alimentos escondidos.
Asimismo, en el ejercicio de sus amplias facultades han designado a un nuevo Procurador General (Nikolai Trubin) y un nuevo titular del Ministerio de Justicia (Sergeiv Lichnkov) en el interés de aplicar con más dureza la legislación existente contra los monopolizadores de víveres, los promotores de la pornografía y de otras conductas lesivas a la integración política y moral del pueblo soviético.
El presidente Gorbachov, que se había mantenido a la defensiva para que no lo acusaran de estar implicado una política estalinista, no ha pasado a la ofensiva en todos los ámbitos de sus atribuciones
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y con ello ha contado con el apoyo de los trabajadores y con un respaldo cada vez más firme del partido.
Sin embargo, ello no significa que no existan diputados que pretenden acabar con el liderazgo de Gorbachov; unos porque consideran que ha obrado con extraordinario sentido y otros porque –dicen- ha llevado el país al caos y está en peligro la supervivencia del régimen socialista. Esas corrientes se enfrentaran en el congreso antes referido que tendrá que abordar también el proyecto de nuevo Tratado de la Unión.
En efecto, está en estudio una propuesta para ampliar las posibilidades de que una república separarse de la unión, pero siempre asegurando el carácter federal del Estado soviético. Esto es, se combina la autonomía de las repúblicas con la unidad política socialista pero este complejo mecanismo jurídico- constitucional es difícil de aplicar en el marco de un auge chauvinista y nacionalista sobre todo en el Báltico y en Georgia.
Los grupos más exaltados están ahora convenciéndose que la separación de la URSS es imposible porque sus economías están totalmente integradas y no podrían subsistir, por ejemplo, sin el abastecimiento oportuno de combustible y materias primas, por parte del gobierno central y porque ya como estados independientes no podrían pagar por eso insumos en dólares u otras actividades fuertes.
El presidente Gorbachov está enfrentando con energía los más acuciantes problemas la distribución de los alimentos que llegan del exterior a la URSS, fortaleciendo el rechazo a los grupos
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separatistas, que están asumiendo una conducta irresponsable pues exigen el desmembramiento del estado soviético, aunque dichos grupos no cuenten con el apoyo mayoritario de la población.
Marzo de 1987
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La Ruptura del Equilibrio Internacional
Por Héctor Ramírez Cuéllar
La profunda crisis económica, social y política que sacude a la Unión Soviética desde hace años y su trágico desenlace –el frustrado golpe de estado del pasado 18 de agosto y sus secuelas profundamente negativas para el futuro del socialismo, está causando una profunda alteración en el equilibrio mundial, a favor de los Estados Unidos de Norteamérica, Japón y Alemania.
Por lo pronto y de una manera inmediata se ha suspendido la Conferencia Internacional sobre el Medio Oriente, que habían convocado, de una manera conjunta, la URSS y los Estados Unidos de Norteamérica, Japón y Alemania.
Por lo pronto y de una manera inmediata se ha suspendido la Conferencia Internacional sobre el Medio Oriente que habían convocado, de una manera conjunta, la URSS y los Estados Unidos.
Estamos ante un cambio radical en la situación mundial pues la Unión Soviética, en las presentes condiciones, no puede desempeñar un papel de contrapeso para frenar las ambiciones del imperialismo y del capitalismo en el mundo entero. Se está estableciendo lo que Fidel Castro ha denominado la nueva etapa hegemónica de los Estado Unidos y de sus aliados en todo el orbe.
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En la actualidad, los Estado Unidos están pasando por un periodo de recesión pues el Producto Interno Bruto ha bajado en un 1% en cambio, el crecimiento de Alemania ha sido de un 45% por lo que, sobre todo el primero, necesita de nuevos mercados, nuevas zonas de influencia para poder colocar sus productos y así obtener una amplia base de dominación, que le otorgue la necesaria supremacía con respecto a las otras potencias.
La presencia de una Unión Soviética fuerte ha sido siempre un factor real de equilibrio mundial y de ayuda financiera, comercial y tecnológica a muchos países del Tercer Mundo. En materia de armamento, por ejemplo, se estableció la paridad estratégica, con una similitud de fuerzas entre ambas potencias, lo que fue benéfico para la humanidad entera pues los círculos belicistas de los Estados Unidos no pudieron emprender una nueva guerra mundial.
En los últimos años se firmaron una serie de acuerdos –destrucción de los cohetes de alcance medio en Europa y reducción del número de portadores y de ojivas nucleares de alcance intercontinental- que han alejado, precisamente, el peligro de una conflagración. Asimismo, fue desmantelado el Tratado de Varsovia, suscrito entre los países socialistas, dejando en pleno funcionamiento a la OTAN, encabezada por los Estados Unidos de Norteamérica.
La Unión Soviética, durante varias décadas, otorgó un importante nivel de ayuda a muchos países de Asia, África y América Latina comprándoles materias primas a precios muy por encima de los niveles del mercado capitalista y vendiéndoles con amplias facilidades de pago, plantas industriales, equipos, combustible, tecnología y otros bienes.
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No cabe duda que los pueblos de la URSS vieron disminuidas sus perspectivas de vida por el beneficio recibido por otros pueblos y naciones. Así, por ejemplo, los niveles de subsistencia de Checoslovaquia, la República Democrática Alemana fueron superiores, incluso, que los de la Unión Soviética. El caso de Cuba es sobresaliente pues le han abastecido de petróleo a precios preferenciales, pero también han adquirido grandes volúmenes de azúcar por encima de los precios internacionales, estableciéndose una interdependencia pues la producción de azúcar en la URSS apenas cubre el 60% de la demanda, necesitando, pues, la aportación de Cuba en este renglón.
La política exterior de la URSS, en los últimos años, ha sido muy débil, neutralista, lo cual fue muy notorio en la pasada guerra desatada contra Irak, en que los soviéticos, si bien no participaron de una manera directa en la agresión contra ese país árabe, sí se ubicaron al lado de las potencias occidentales, haciendo a un lado la tradicional política de amistad y colaboración de la URSS hacia los regímenes democráticos y progresistas del Medio Oriente.
Los grandes países capitalistas están aplicando una política de doblegamiento de Unión Soviética: a cambio de inversiones y préstamos están exigiendo a Gorbachov avance aceleradamente hacia la economía de libre mercado y proporcione condiciones “adecuadas” y “flexibles” a esos capitales. El grupo de los Siete, como es obvio, no está interesado en apoyar al socialismo sino respaldar los planes y programas de carácter capitalista. Su “hombre de confianza” es Boris Yeltsin del cual no pueden desdeñar el hecho de que se trata de un político veleidoso, un ebrio
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consuetudinario, con vocación de dictador, una personalidad muy contradictoria, en fin.
El capitalismo ha logrado avances significativos en los últimos años y está estableciendo una nueva división del trabajo y de la explotación de los pueblos. En América Latina, se consolidan los Estados Unidos merced a la creación de un mercado regional en que circulen libremente las mercancías y los capitales germano occidentales se disputan el control de las economías de Europa Oriental y desde luego también, de continuar la actual correlación de fuerzas a nivel nacional, por un desarrollo capitalista muy dependiente de factores externos.
Febrero de 1990
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Soviet Supremo: Ilegal Decreto
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El Soviet Supremo de una Unión Soviética, en su última sesión, tomó una decisión profundamente antidemocrática violatoria de todos los derechos humanos y contrario en esencia a la perestroika: decretó la suspensión de todas las actividades del PCUS en todo el territorio del multinacional estado de la URSS y con ello sentó un precedente muy negativo para todos los pueblos del mundo.
A raíz del fallido golpe de estado del 18 de agosto, se ha organizado, por parte del actual grupo hegemónico, una verdadera campaña anticomunista y anti socialista, que no tiene precedentes en la historia de la URSS y que nos está recordando la etapa en que Adolfo Hitler en Alemania desató la persecución contra los judíos, masones y comunistas.
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El ilegal decreto del Soviet Supremo tiene su antecedente en la decisión del Presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin, de cancelar las actividades de las células del PCUS en los órganos estatales y las empresas, prohibiendo la militancia comunista durante los horarios de trabajo.
Tal determinación fue, en su momento, impugnada por Mijaíl Gorbachov. Pero eso fue antes del 18 de agosto incluso el asunto se estaba discutiendo en la Fiscalía General de la URSS, porque, evidentemente, se estaba vulnerando el orden constitucional.
Pero después de los sucesos del 18 de agosto la hostilidad contra el Partido Comunista arrecio hasta tratar de convertirlo en el “chivo expiatorio” del golpe de estado, que encabezo el Comité Estatal de Emergencia.
En efecto, ha quedado claro que el grupo que encabezó Guennadi Yenayev actuó por completo al margen de los órganos del PCUS, el Comité Central y el Buro Político y que estos no participaron en esos hechos como órganos, o entidades colectivas sino en todo caso se trató de un conjunto de acciones de estricto carácter individual.
En el momento de escribir este comentario las investigaciones que ha realizado la Fiscalía General sobre los acontecimientos del 18 de agosto no permiten concluir que hubo participación, injerencia, o responsabilidad por parte del Comité Central, del Buro Político, en su calidad de entidades.
En rigor fue el grupo de Boris Yeltsin el que aprovechándose y manipulando la indignación popular por el golpe de estado, que
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estaba vulnerando el orden constitucional, inicio la “cacería de brujas”, la ofensiva contra el PCUS ilegalizando en primer lugar, al Partido Comunista de Rusia, no poder haber participado en el golpe de estado sino porque sus dirigentes eran opositores a su política de corte procapitalista y después ordenó clausurar la sede, en Moscú del Comité Central del PCUS, lo que interrumpió el funcionamiento regular del partido en momentos de gran tensión política y aun así Yeltsin y Gorbachov estaban exigiendo al Comité Central y al Buro Político una definición respecto del frustrado golpe de estado.
Después vinieron otras medidas: los locales del partido en varias republicas fueron cerrados con lujo de violencia, se suspendió la prohibición de Pravda, se decretó una confiscación de los bienes partidarios y su ocupación provisional por parte de los soviets, se clausuraron los periódicos, revistas, canales de televisión y estaciones de radio que eran órganos del PCUS y se derribaron estatutos de Lenin y de otros dirigentes de la Revolución de Octubre, por parte de grupos anticomunistas que han actuado con la plena tolerancia de las autoridades policiales.
La glasnot planteaba la expresión pluralista de la sociedad, aparecieron grupos y publicaciones de muy distinta orientación política y a todas, el gobierno de Mijaíl Gorbachov les dio toda clase de facilidades. En los canales de televisión, por ejemplo, lo mismo participaban representantes y miembros del PCUS, de otros grupos, en debates y discusiones sobre los problemas nacionales y regionales.
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Boris Yeltsin, coartando al libre difusión de las ideas, que era ya una práctica común, ordenó el control de las comunicaciones en la República Federativa Rusa, permitiendo que solo se expresaran los grupos y personas que son partidarios de su política, con absoluta exclusión de los comunistas y socialistas.
Decimos que el decreto del Soviet Supremo ordenando la suspensión de las actividades del PCUS en toda la Unión Soviética es ilegitimo porque el PCUS no fue creado por ningún órgano estatal pues –hay que recordarlo- el partido existía desde antes de la Revolución de Octubre, fue el principal instrumento organizador del derrocamiento de la autocracia zarista y por lo tanto, la disolución del PCUS solo compete, en forma única y exclusiva, a sus miembros, a sus militantes, a sus órganos, entre ellos, la Comité Central y al Congreso Nacional.
El propio Gorbachov ha dicho que el golpe del 18 de agosto no puede ser imputado a los millones de comunistas y ha exigido el cese de represalias y persecuciones contra ellos, pero al parecer no tomo ninguna medida para evitar esos atropellos.
La perestroika se proponía la democratización política y la instauración de un régimen pluripartidista por lo que la suspensión oficial del PCUS se contrapone a esos objetivos ya que ningún partido puede desaparecer –o crearse- por medio de un acuerdo de carácter administrativo, sino es la propia lucha política la que se asigna a cada partido su peso específico a la sociedad.
Por otra parte, es un principio de Derecho que no puede aplicarse sanción alguna por analogía o una simple extensión de la pena sino
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que las responsabilidades en la comisión de los delitos solo tienen una tipificación de carácter individual.
Junio de 1990
Persecución Anticomunista en la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El fallido golpe de estado del pasado 18 de agosto ha desencadenado graves acontecimientos políticos y sociales que amenazan seriamente con la destrucción del régimen socialista y el abierto entronizamiento del régimen capitalista y un sistema
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político intolerante y despótico, presidido en la práctica por Boris Yeltsin ya que el presiente Mijaíl Gorbachov ha perdido muchos de los poderes que le entregara el Congreso de los Diputados Populares. Como nunca está en peligro todo lo que la Revolución de Octubre logró conquistar durante siete décadas en que la Rusia atrasada, agraria y semifeudal se transformó en una nación industrial y en una potencia militar de primera magnitud.
En efecto, el grupo pro capitalista y anti socialista lidereado por Boris Yeltsin ha capitalizado a su favor el profundo error que implico el golpe frustrado encabezado por Gennady Yanayev y al lograrlo ha establecido una verdadera hegemonía y control sobre el Presidente Mijaíl Gorbachov. Aquí si el golpe tuvo éxito pues fueron los diputados de toda la Unión Soviética –y no solo de Rusia- los que eligieron a Gorbachov y le adjudicaron importantes facultades para hacer frente a la crisis económica y social y ahora fue un sector el de Yeltsin y el Parlamento de Rusia quien nulificó, en la práctica, la autoridad política y moral que tenía Gorbachov hasta el 18 de agosto, llegando al límite de renunciar a la Secretaria General del PCUS, existiendo una abierta ofensiva para destruirlo y legalizar a los comunistas en su conjunto.
En la Unión Soviética se ha cancelado la perestroika y está en curso una autentica contrarevolucion que está trastocando las bases mismas del sistema socialista, pero no para mejorarlo o depurarlo, como eran los propósitos originarios de Gorbachov, sino para aniquilarlo como sistema económicos y social y estructurar un régimen capitalista, en gran medida dependiente de las inversiones
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y los préstamos de las potencias occidentales, lo que haría de la URSS un país vasallo de los grandes transnacionales.
En 1986, Mijaíl Gorbachov, ya como secretario general del PCUS, planteó que el objetivo principal de la perestroika era desmantelar el sistema socialista autoritario y excesivamente centralizado por otro de carácter socialista, pero humanista y democrático, propuso el régimen de libre mercado pero en el cual el estado siguiera controlando las ramas básicas de economía nacional y lo servicios estratégicos, como las funciones de seguridad, política exterior, telecomunicaciones. Definió el concepto de la siguiente manera; economía de libre mercado, regulado por el estado, conservando una amplio programa de prestaciones sociales, pero ahora todo esto se ha olvidado se habla únicamente de adoptar el régimen económico basado en la propiedad privada de los instrumentos de producción y de cambio.
Ahora la perspectiva de un socialismo renovado se ha perdido pues el grupo de Yeltsin por ex - militares del PCUS desde hace tiempo los ideales marxistas y leninistas y la lucha histórica de Lenin para postular de plano la privatización total de la economía nacional y su reactivación mediante un ingreso masivo del capital extranjero norteamericano y europeo, sin importarle el cierre de miles de empresas, el desempleo de millones de trabajadores y la pérdida de prestaciones sociales que el pueblo soviético había conquistado desde hace más de 50 años.
El grupo Yeltsin se ha quitado la máscara de demócrata y ha estado emitiendo una serie de decretos que pretenden la anulación del PCUS, prohibiendo la militancia revolucionaria y clausurando
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periódicos, revistas, canales de televisión, de orientación socialista, excluyendo del gobierno a elementos que no coinciden con él y estableciendo una serie de “candados” al Presidente Gorbachov que en la práctica tiene el poder prestado Gorbachov es el jefe del estado soviético, pero Yeltsin es el “hombre fuerte” existiendo un poder dual, que inclina peligrosamente a la Unión Soviética al campo del capitalismo y del imperialismo, al grado de que Bush expreso su abierto beneplácito por los cambios ocurridos y decretado la reanudación de la asistencia económica a la URSS.
El hecho de que Yeltsin haya ordenado izar la bandera en el Kremlin y en otros edificios importantes de la ciudad de Moscú, eliminando la bandera roja del proletariado, es una decisión cargada de trágico simbolismo. Se trata de hacer retroceder a la Unión Soviética a estadios que superó la Revolución de Octubre y otras etapas de la revolución socialista e instaurar un orden económico y social en el que prevalezca la explotación de los monopolios privados y la negación de las libertades políticas básicas, como el derecho de los ciudadanos a pertenecer al partido político de su preferencia.
La obra histórica de Lenin está en peligro de desaparecer en el corto plazo, de continuar le hegemonía del actual grupo, que cuenta, por lo demás, con el abierto patrocinio de las potencias capitalistas occidentales que ven en Yeltsin a un elemento de su absoluta confianza que les abrió por completo las puertas para que se establezcan las relaciones de producción y de distribución basadas en la propiedad privada y en la extracción de la plusvalía de los obreros. Sin duda, que estamos ante un regreso histórico no solo para la Unión Soviética, que pronto cambiara incluso de
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denominación oficial sino para todos los pueblos del mundo porque ello puede cambiar muy radicalmente las relaciones internacionales a favor de los intereses expansionistas.
De sucumbir la URSS, los gobiernos de los Estados Unidos, Alemania y Japón impondrán un nuevo reparto del orbe como ya lo han hecho, tener enfrente a ninguna potencia que les haga resistencia, que frene sus ambiciones de dominio y de poder y que desempeñe un papel de equilibrio en las relaciones entre los estados lo que podría aplastar cualquier movimiento de liberación nacional o revolucionaria en cualquier país.
A ninguna nación, a ningún pueblo les conviene a sus intereses nacionales que el capitalismo específicamente el de los Estados Unidos, se convierta en el sistema hegemónico se reafirme su papel de gendarme mundial y haya una potencia única y dominante porque, como lo advierte Fidel Castro, será la que dicte el rumbo de todos los pueblos, la que determine su vida económica y la que imponga las características de su sistema político. Con el derrumbamiento de la Unión Soviética, el “nuevo orden” que preconiza la administración Bush no tiene ya un obstáculo poderoso que se le ponga por lo que la libertad y la independencia de las naciones estará sujeta a importantes limitaciones.
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La Nueva Política Exterior de la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El discurso que pronunciara el Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética, Boris Yeltsin, en la Asamblea General de
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Naciones Unidas ilustra a la perfección los nuevos perfiles que tiene la política internacional de ese país, que se basan ahora en la “desideologización” de las relaciones entre los estados, en la convergencia con los Estados Unidos, en la no confrontación, en la anulación del a solidaridad a los pueblos en vías de desarrollo y en el pragmatismo más completo, aparentemente exento de significados políticos.
Rankin, nombrado canciller de la Unión Soviética después del frustrado golpe de estado del pasado 18 de agosto, pertenece al grupo de Yeltsin y por lo tanto está aplicando una política de cooperación con las potencias imperialista y capitalistas en consonancia con el “nuevo pensamiento” que existe en la URSS, del afán desesperado por obtener asistencia económica de parte del Grupo de los Siete y de la renuncia que la dirección soviética ha hecho de la lucha antiimperialista.
La política exterior que esbozo Pankin en la asamblea general de la UNU es misma que se ejerció durante el periodo de Eduard Shevardnadze, quien hizo una serie de concesiones graves a los Estados Unidos lo que le valió fuertes críticas en el Comité Central del PCUS, criticas que causaron su dimisión.
(Después que Shevardnadze salió del PCUS, está formando otro partido y ahora ha sido nombrado por Mijaíl Gorbachov miembro del Consejo Político Consultivo por lo que de hecho se reintegra al mismo grupo político del que había venido formando parte).
La tesis cardinal de Shevardnadze es la siguiente:
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El mundo es uno solo, las diferencias que surgieron durante la Guerra Fría ya desapareció, las relaciones exteriores de la URSS deben basarse en las normas del comercio común y del beneficio reciproco, debe aplicarse a una política de acercamiento con los Estados Unidos y el resto de las potencias occidentales para coadyuvar al saneamiento de la URSS y crear en el mundo un clima de paz y de armonía.
El grupo de políticos y funcionarios que fueron desplazados por el propio Mijaíl Gorbachov antes del golpe del 18 de agosto ahora han regresado a ocupar posiciones de poder; todos ellos son ex – miembros del PCUS, que sustentan una concepción de corte capitalista para resolver los agudos problemas del país y se han nucleado también en torno a Boris Yeltsin, que ha adquirido un gran poder, incluso más que el que ejerce Gorbachov.
La primera aparición pública de Rankin fue para recibir a una delegación de alto nivel de la Gran Bretaña, que al igual que las otras misiones que han visitado Moscú, solo se ha concretado a formular promesas de ayuda y en cambio han exigido programas concretos y rápidos para alcanzar la apertura del capital extranjero pleno y para comenzar la venta de empresas industriales y comerciales. Hasta hoy solo un crédito de 800 millones de dólares han hecho los Estados Unidos para que la URSS pueda adquirir alimentos.
La política exterior del nuevo grupo gobernante en la URSS ha hecho muchas concesiones unilaterales, lo que significa que este país ha reducido de una manera notable su influencia en todo el mundo y se ha perdido el papel de equilibrio y de contención que
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frente al imperialismo tuvo la Unión Soviética durante varias décadas. Se está conduciendo a la URSS a una situación de extrema debilidad y hasta de aislamiento con respecto a sus antiguos amigos y aliados.
Primero se aceptó el desmantelamiento del Pacto de Varsovia, por cierto a iniciativa de algunos países de Europa Oriental, pero la parte occidental ha seguido fortaleciendo el papel de la OTAN.
Después de desintegro el CAME, sin haber creado ningún organismo económico de colaboración que lo supliera, en base a las normas de la economía del mercado, pero los países de Europa Occidente están avanzando aceleradamente hacia la plena integración económica, hacia la formación de un mercado único, en donde el liderazgo lo está ocupando la República Federal Alemana.
Mientras la URSS se encuentra en una fase de reconversión de su planta militar por una de usos civiles, el gobierno de Bush continua implementando el proyecto denominado “Guerra de las Galaxias”, escudo atómico que le puede proporcionar una indiscutible supremacía en el mundo entero.
La última decisión soviética que tampoco tuvo reciprocidad fue la de comenzar el retiro de Cuba de los destacamentos armados de Cuba pero, en cambio, el gobierno de los Estados Unidos reiteró que no abandonara la base de Guantánamo y que seguirán las presiones contra Cuba hasta que se instaure la “democracia” o lo que es lo mismo, que se desplome el régimen socialista de Fidel Castro y sea sustituido por un “gobierno amigo y aliado”, esto es, supeditado a los Estados Unidos.
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La “desideologización” que esbozó Pankin en la Asamblea General de la ONU supone que los Estados Unidos han abandonado sus pretensiones de dominio general, pero no fue lejos por la respuesta pues en esa misma sesión intervino el Presidente George Bush quien insistió en el surgimiento de un “nuevo orden mundial”, se inclinó por una ONU fortalecida, todo ello bajo la egida de los Estados Unidos y de las grandes potencias que la controlan en el Consejo de Seguridad.
Más claro ni el agua
Mayo de 1990
Hacia Una Nueva Reunión Cumbre
Por Héctor Ramírez Cuéllar
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El presidente George Bush anuncio una nueva reunión –la tercera- con su homólogo de la Unión Soviética Mijail Gorbachov, a efectuarse en la ciudad de Helsinki, el próximo 9 de septiembre, sin una agenda previa, pero seguramente abordaran, entre otros, el asunto relativo a la crisis del Medio Oriente y cuestiones relativas al desarme.
Si el encuentro de la capital de Finlandia produce los mismos resultados positivos que los anteriores debemos saludarlo porque se estaría alejando, cada vez más, la posibilidad de una guerra la que por el tipo de armas disponibles pondrían en peligro la propia vida sobre el planeta.
Precisamente, cuando ya se había conjurado ese riesgo merced a los tratados suscritos por ambas potencias, estalla el conflicto en el Medio Oriente y de nuevo surge el peligro de la confrontación armada, por lo menos a escala regional, que podría causar millones de víctimas.
En efecto, Irak posee un ejército de más de un millón de efectivos, pertrechados y organizados; experimentados además después de una guerra de diez años con Irán, con una aviación importante y un arsenal muy grande de armas químicas y posiblemente de armas atómicas. De modos que no es fácil que los Estados Unidos pudiesen atacar porque recibirían una respuesta demoledora y se pondría en peligro a sus aliados Arabia Saudita y Egipto.
El gobierno de George Bush ha concentrado en el Golfo Pérsico un contingente armado-barcos, aviones, porta aviones tropas de
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asalto- sin paralelo en la etapa presente, solo conocida durante la Segunda Guerra Mundial.
El costo económico ha sido muy elevado al grado de que los Estados Unidos han solicitado a sus aliados europeos la ayuda financiera necesaria para solventar esos gastos.
En la medida en que transcurren los días y las semanas, el régimen de Hussein se fortalece, se exacerba los sentimientos nacionalistas y patrióticos de los pueblos árabes y se aísla de sus bases los regímenes pro norteamericanos.
Cada vez más queda claro que los Estados Unidos no persiguen el derrocamiento de Hussein sino el control definitivo de los suministros petroleros de los países del Golfo Pérsico que son vitales para el funcionamiento de las economías capitalistas desarrolladas.
Los corte de energéticos, provenientes de Irak y Kuwait, están afectando ya a varios países europeos y a Israel que están demandando a México incremente sus volúmenes de ventas y ya está apareciendo el fantasma de la recesión y de un estímulo considerable de inflación.
Ante el conflicto de Medio Oriente se observan coincidencias importantes entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y por ello no será difícil llegar a una serie de acuerdos de Helsinki que conjure el peligro de una guerra de carácter regional.
La Unión Soviética es el principal (o era) proveedor de armas de Irak y tiene suscrito con el régimen de Hussein un tratado de ayuda y
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colaboración mutua el cual funcionaria si Irak se viese agredido por una potencia extranjera.
Pero el gobierno soviético desde un principio condeno la invasión de Kuwait y su correspondiente anexión territorial y suspendió los suministros de armas, queriendo con ello deslindarse de cualquier responsabilidad en esos condenables hechos y no involucrarse para nada en ese conflicto.
La Unión Soviética se encuentra inmersa en la solución de graves problemas económicos y sociales y aunque tiene muchos vínculos comerciales y políticos con los pueblos árabes no desea intervenir en esa situación que la desgastaría demasiado en un momento en que requiere de todos sus recursos y energías para impulsar y fortalecer la perestroika.
El embajador soviético se identificó con el de los Estados Unidos en la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que ordena la aplicación de un bloqueo comercial contra Irak y el uso de la fuerza restringida, a la manera de un castigo que le impone la comunidad internacional.
Sin embargo debe aclararse que la posición de la URSS es la de no participar en el despliegue militar que está ocurriendo en el Golfo Pérsico y de tratar de resolver el problema mediante el uso de los medios diplomáticos.
Gorbachov tendría que presentar propuestas a Bush tendentes a que Irak abandone el territorio de Kwait, permita la libre autodeterminación política de ese pueblo y lograr la liberación de los rehenes occidentales.
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Tarea difícil en virtud de la fuerza decisoria de Hussein que está tratando de consolidar a Irak como la principal potencia económica, política y militar de la región, lo que, de suceder, rompería el equilibrio existente entre Egipto e Israel, equilibrio que beneficia a los intereses norteamericanos en esta estratégica zona del mundo.
Mayo de 1990
Yeltsin Desafía al Pueblo Ruso
Por Héctor Ramírez Cuéllar249
La ultima gigantesca manifestación, efectuada en Moscú, pero también en otras ciudades de la Federación Rusa está revelando la ampliación y profundización del descontento popular en contra de la política económica y social del Presiente Boris Yeltsin que esta “lanzando” a la pobreza al 95% de la población que percibe apenas 550 rublos, los cuales no alcanzan siquiera para comprar algunos alimentos básicos, si se encuentran en las tiendas del mercado negro las oficiales continúan vacías como lo han estado desde hace muchos meses.
Se afirma, además, por lo especialistas, que el Producto Nacional Bruto descenderá entre un 10 a 15% lo que al reafirmar que la Federación Rusa está viviendo no una etapa de estancamiento, puesto no sería exacto, sino un retroceso de carácter histórico, que ha tenido lamentables y trágicas consecuencias en los niveles de sus habitantes.
Algunos consideran que los pueblos de la ex URSS están subsistiendo en circunstancias muy similares a las de la Segunda Guerra Mundial en que el hambre y la miseria extrema forman parte del cuadro de desolación y destrucción a que lo condujo la Alemania hitleriana en el periodo comprendido entre 1941 a 1945.
Los pueblos de la ex Unión Soviética, por razones históricas, sociales y climatológicas, estaban acostumbrados a ingerir una dieta rica en carnes, mantequilla, leche, pan de trigo, azucares, que subsistió durante el régimen socialista con los altibajos de la guerra civil y de la segunda guerra mundial, después.
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En la economía planificaba los precios de los productos básicos estuvieron siempre subsidiados por el estado mediante los “fondos sociales de consumo” y la inflación estaba controlada. Los precios se mantuvieron estables durante muchos años. Por ejemplo, por conceptos de pagos de alquiler de una vivienda y sus servicios, gas, calefacción y electricidad, un trabajador soviético erogaba de su salario entre el 5 a 7% lo que permitía tener recursos suficientes para la satisfacción de sus necesidades de vestido y alimentación, que los servicios de educación y salud eran gratuitos.
Ahora esa situación ha cambiado de una manera total pues según el vice alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, los residentes de la ciudad requieren al menos 2 mil rublos mensuales para cubrir sus necesidades elementales y están percibiendo apenas en promedio, 550 rublos. Desde luego, persiste el desabasto de alimentos en este que será un invierno histórico por las condiciones en que se produjo el desmoronamiento del régimen socialista y la instalación en el poder de un gobierno de corte neoliberal que está aplicando una política brutal, sin mirar en las consecuencias humanas que dicha política tendrá en los niveles de vida de millones de personas.
Contra Yeltsin y su política económica y social se ha movilizado el pueblo y dentro de el a distintos sindicatos y grupos de militantes y miembros del ex PCUS, de otras tendencias de izquierda que están defendiendo los intereses vitales de la población y evitando que algunas de las conquistas que hubo durante la vigencia del sistema socialista pudieran perderse, como irremisiblemente puede suceder, de continuar el actual grupo en el poder.
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El propio Yeltsin ha reconocido que no descartara la posibilidad de estallidos de violencia social y de que su política puede fracasar en cuyo caso podría cundir la anarquía y el desorden, con graves implicaciones para la ya de por si precaria estabilidad política de las repúblicas que integran la Comunidad de Estados Independiente (CEI) que están desarrollando una nueva forma de convivencia llena de desajustes y contradicciones interestatales.
No podemos negar que existe el riesgo de que produzca una revolución civil de las masas hambrientas y desesperadas que no encuentran en los establecimientos oficiales los alimentos indispensables y que la ayuda proveniente del exterior tampoco se encuentra disponible para ellas. Los volúmenes de la Operación Esperanza por medio de la cual las potencias occidentales, en este caso encabezada por Alemania, que ha hecho los principales aportes, no son de una cuantía significativa, si las comparamos con las demandas de la población, que siempre se tiene que medir en millones de toneladas.
Según la prensa internacional, productos alimenticios como la mantequilla que proveniente de la asistencia externa, se encuentran en las tiendas de Moscú y de otras ciudades alcanzan precios estratosféricos que no pueden pagar los habitantes empobrecidos de forma súbita, pues no se puede ignorar que bajo el sistema socialista había suficiente disponibilidad de víveres y el nivel de la población trabajadora era bueno, aunque no podía compararse con el que habían alcanzado los países capitalistas desarrollados de Europa Unidos.
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Yeltsin no promete ninguna mejora sustancial en la situación económica y social del pueblo en el corto plazo y en el lugar de tratar de resolver los gravísimos problemas que le aquejan internamente se ha dedicado a viajar al extranjero, con el fin de consolidar su situación política y de reforzar los vínculos personales con los jefes de estado de las potencias occidentales que desconfían mucho del Presidente ruso por ser una persona autoritaria y veleidosa, además de un ebrio consuetudinario que por esa razón ha cancelado múltiples compromisos políticos.
Otro sector en donde el descontento se ha extendido es en las fuerzas armadas no solo porque los salarios de la tropa y de los oficiales también se han desplomado sino también porque se ha pulverizado la unidad de la organización militar, la cual ahora está sujeta a las ambiciones de los jefes de estado de la CEI. Ha sido notable la disputa entre Rusia y Urania por el control de la flota del mar Negro, la segunda más grave y poderosa del mundo, después de la norteamericana, según una reciente encuesta levantada entre miembros del ejército y la marina, el 85% prefirió un estado unitario, similar a la que existía hasta antes de la creación de la CEI que jurídicamente podría definirse con una Confederación de estados soberanos.
Los devastadores efectos sociales que ha provocado la salvaje política económica de Yeltsin, que consiste básicamente en la elevación de todos los precios de los bienes y servicios y en la congelación de los salarios, pueden ser políticamente capitalizados por los socialistas y marxistas ya que tendrán frente a si, viviendo al pueblo en carne propia, la mayor evidencia de que la política
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neoliberal como ha sucedido en los países en donde se ha llevado a la práctica, solo ha producido recesión, hambre, miseria, desempleo y mayor dependencia con respecto al exterior.
Y la experiencia de la República Rusa es solo la confirmación de esta regla.
Junio de 1990
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La Lucha Política en la República Federativa Rusa
Por Héctor Ramírez Cuéllar
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El próximo 12 del presente mes tendrá lugar en la República Federativa Rusa –la más grande e importante de la Unión Soviética- los comicios para elegir, por la vía del sufragio directo, universal y secreto, al Presidente de la Republica, lo que sin duda será un acontecimiento que tendrá sensibles repercusiones en el rumbo y en el ritmo de la perestroika, según sea a favor de la restauración del capitalismo o del fortalecimiento y perfeccionamiento del sistema socialista.
Los dos principales candidatos son: Boris Yeltsin actual Presidente, quien renunciara de una manera pública a la militancia en el PCUS y Nikolai I. Rizhkov, que fuera presidente del Consejo de Ministros de la URSS y uno de los promotores de los cambios económicos y sociales hacia un sistema de libre mercado y hacia una mayor democratización en todos los niveles, instancias y órganos de la Unión Soviética.
Las elecciones en la RFR se celebran en un marco nacional muy preocupante: el Producto Interno Bruto ha descendido en forma alarmante, han estallado varias huelgas muy prolongadas, existe un relajamiento en la disciplina laboral y una gran ausentismo, subsiste el desabasto de alimentos en las principales ciudades, los precios se han elevado en forma muy considerable y los salarios han reducido su poder de compra real y comienza a crecer el desempleo.
La perestroika está pasando por una fase muy crítica pues ni se ha desmantelado el anterior sistema económico, ni ha aparecido el nuevo sistema encontrándose más bien en una situación de transición que ya resulta muy prolongada. Los planes elaborados por los asesores de Mijaíl Gorbachov se multiplica, fracasan, se
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inventan otros, lo que ha restado credibilidad al gobierno en su conjunto desde el punto de vista económico, la URSS está pasando por una seria escasez de productos de primera necesidad que a muchos soviéticos les recuerda la época de la guerra en que prevaleció el racionamiento de víveres; las tiendas estatales y de las cooperativas se encuentran vacías porque los agricultores (koljosianos, sobre todo) no tienen estímulos para trabajar el campo prefiriendo guardar las cosechas para el consumo familiar; existe, por lo opuesto , un amplio “mercado negro” dominado en gran parte por los acaparadores y especuladores en donde si se consiguen los alimentos y algunos otros bienes, pero a precios están muy por encima de los oficiales.
En el aspecto político, el PCUS se mantiene como el único agrupamiento realmente organizado y representativo y han aparecido muchos grupos socialistas y otros francamente anti socialistas, que no ofrecen alternativas programáticas y pláticas, sino solo se dedican a criticar lo malo, lo negativo del funcionamiento de la perestroika.
Boris Yeltsin fue miembro del PCUS del que ha renunciado para proclamar de una manera abierta la restauración de las relaciones ya que él está convencido del fracaso total del socialismo del cual quiere saber ya. Esta apoyado por los sectores reformistas a ultranza que buscan llegar a la mayor brevedad posible y sin importarles el costo social que ello implique, a la llamada economía de libre mercado, en donde acciones es importantes empresas industriales desmantelan la mayoría de las formas de la propiedad social y colectiva que se construyeron durante varias décadas.
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Los economistas y teóricos pro capitalistas más recalcitrantes como Shatalin y Afanasiev quien ha llegado a la conclusión de que la Revolución de Octubre fue un error histórico, los partidarios de “Rusia Democrática” que están en contra de la obra y el pensamiento de Lenin son los que están impulsando a Yeltsin, que es un político improperado, demagogo, mediocre y ebrio consuetudinario, veleidoso del cual no puede tenerse credibilidad alguna, como lo reconocen algunos jefes de estado extranjeros que han dialogado con él.
Por otra parte, está la candidatura de Rizhkov, apoyado por la militancia del PCUS, que recientemente se ha reestructurado en la Republica. El ex Primer Ministro es, en cambio, un hombre un político experimentado en ciencias políticas y económicas que si bien renunció a su cargo fue por la presión de los grupos reformistas a ultranza y por haber sufrido un infarto, pero sigue en la línea del socialismo humanista y renovado que preconiza Mijail Gorbachov.
Rizkov es también partidario de una mayor apertura privada de la economía republicana y nacional pero debidamente regulado y orientado por el Estado el cual debe seguir siendo el rector de las principales actividades productivas, preservado y enriqueciendo las formas de la propiedad social, otorgando al capital extranjero un papel secundario y preservando las conquistas sociales de que gozan los trabajadores desde hace muchos años.
Mientras Yeltsin es favorable a la instauración rápida del capitalismo, Rizkov considera que la economía de libre mercado debe constituirse de una manera paulatina y gradual, sin elevar las
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tasas de inflación y de desempeño y sin afectar o paralizar el funcionamiento de cientos de empresas productivas.
Octubre de 1990
La RDA perdió su soberanía259
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Cuarenta años después de su fundación, sobre las ruinas que dejaron los aliados, ante la capitulación y aplastante derrota del III Reichtag, el estado de obreros y campesinos, el estado socialista, la Republica Democrática Alemana –la novena economía industrial del mundo –pierde, por lo menos en lo inmediato, su autodeterminación económica y se inicia un proceso de absorción y de integración con la República Federal Alemana,. Hasta constituir un Estado netamente capitalista.
Tal es el sentido, la gravedad y trascendencia del tratado suscrito el pasado 17 de mayo el Primer Ministro Lothar de Maiziere (RDA) y Helmut Kuhl (RFA), gemelos políticos, ambos pertenecientes a los sectores más derechistas de la democracia cristiana.
La llamada “unificación alemana” se está produciendo en detrimento del estado socialista de la Republica Democrática Alemana cuyo sistema socioeconómico y político está siendo desmantelado por el nuevo gobierno neofascista de Maizieri, que así está haciendo un extraordinario servicio al capitalismo monopolista, liderado por los Estados Unidos.
Aunque en las pasadas elecciones, la mayoría de la población por la derecha, los comunistas, reformados o renovados, alcanzaron tres millones de votos, colocándose en el tercer lugar en la preferencia política de los ciudadanos.
En el seno del Parlamento de la RDA esa fuerza revolucionaria, que cometieron graves errores y sufriera tropiezos que lo llevaron hasta perder, nada menos, que el poder; ha votado en contra de la
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integración económica forzada por Kohl y por los agentes de los monopolios germano occidentales que así extenderán sus ramificaciones al territorio de aquel país.
La pérdida de la soberanía de la RDA, que implica una autentica traición al pueblo trabajador de ese país que pronto pagara las consecuencias de la economía de libre mercado, ha surgido por ahora con la implantación del marco de la RFA como moneda común para todo el territorio alemán.
El segundo acuerdo tomado por Maziere y Kohl es el de la conducción de la política económica de la RDA estará a cargo del Banco Central de la RFA por lo que en la practica el gabinete económico este-alemán queda supeditado a los occidentales, esto es, se pone al servicio de la expansión y dominación del capitalismo.
A partir de hoy, asimismo, los ciudadanos alemanes podrán pasar libremente por las aduanas y garitas fronterizas, presentando tan solo una tarjera de identificación.
¿Qué sucederá con las prestaciones y beneficios que tenían los trabajadores de la RDA y que había conquistado durante los 40 años del régimen socialista?
Muchas de esas prestaciones y conquistas laborales y sociales se están perdiendo ya desde ahora, apareciendo una serie de fenómenos, que nunca se conocieron en el pasado.
A efecto de modernizar algunas empresas industriales, el gobierno democristiano ha estado promoviendo el despido de cientos de
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obreros y ha comenzado a crecer el desempleo, lacra que solo había sido propio de los países capitalistas.
Se han cerrado, asimismo, muchas guarderías, casas de cuna, círculos infantiles, para jóvenes estudiantes artistas y científicos y la educación que había sido gratuita e universal ahora se pretende cobrar.
Ha llegado a la RDA el trabajo asalariado, de parte de las filiales de las empresas oestealemanes, que explotaran la mano de obra disponible, pagándoles salarios que están por debajo de los que están pagando en territorio de la RFA.
El primer ministro Helmut Kohl ha dicho claramente que solo ofrece a los trabajadores de la RDA sacrificios y más sacrificios y ayuda tan solo para que ayuden, esto se les está dando ya desde ahora un tratamiento de segunda categoría y por lo tanto la explotación capitalista estará ya en crecimiento, tratando de destruir, a mediano plazo, la estructura socialista.
La nueva Alemania es también la Alemania de los grupos neonazis pues en territorio alemán y francés y en otros países han resurgido los grupos antisemitas, se han fortalecido los grupos partidarios de Adolfo Hitler, de la revancha y el totalitarismo y esto ya preocupa a toda Europa, cuyo pueblo ha sufrido en carne propia dos guerras mundiales.
Junio de 1990
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Resurge, con Fuerza, el Neofascismo Alemán
Por Héctor Ramírez Cuéllar
A unos cuantos días de que se “celebrara” la unificación de Alemania, esto es, la absorción de la Republica Democrática Alemana por los grande monopolios industriales, comerciales y de servicios de la República Federal Alemana, el llamado Partido Nacional Democrático, de clara orientación fascista, heredero del PNSA, de Adolfo Hitler, celebró un congreso nacional en la ciudad de Erfurt en el que se congregaron 600 delegados representantes de 8 mil afiliados que tiene esa agrupación.
No podemos decir que se trata de una reunión excepcional pues en el pasado y en varias ciudades de la República federal Alemana, como Múnich, se había reunido los hitlerianos, sobre todo gente joven, pero no lo había hecho con la contundencia y trascendencia que podrían tener hoy día, de cara a la creación de un solo estado alemán.
En la RFA, muchos criminales de guerra nunca fueron llevados a los tribunales, como fue el compromiso de las potencias aliadas para desterrar y extirpar de raíz el germen de la guerra y el genocidio sino que ocuparon importantes cargos en empresas, instituciones públicas y privadas, siempre al amparo y a la protección de los grandes truts que emergieron sumamente fortalecidos después de la derrota del Reich, en virtud del apoyo que les brindaran los Estados Unidos.
Hay que recordar que con el Plan Marshall, el gobierno estadounidense canalizó importante cantidades de dólares, vía
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empréstitos e inversiones, para la reconstrucción de Europa y buena parte de esos recursos se asignaron a los monopolios germanos que pronto recuperaron e incluso acrecentaron el nivel que tenía durante la dictadura de Hitler.
En tanto la RFA, los elementos neonazis tenían ese tipo de libertades y de posiciones no obstante haber causado la muerte de millones de personas, en la Republica Democrática Alemana fueron rechazados por completo, se prohibió la propaganda de guerrerista y revanchista y por ello ahora resulta doloroso que el Congreso del PND se haya celebrado en el Erfurt, que era una ciudad que se encontraba en territorio de la RDA, esto es, en territorio socialista, con una municipalidad formada por obreros y por trabajadores.
Mientras que los socialdemócratas y los socialcristianos, las estos que los primeros han enfatizado que la “nueva Alemania” respetara las fronteras delineadas después de la guerra, de común acuerdo por las grandes potencias vencedoras, conscientes de que cualquier revisión de fronteras, como en el pasado, pudiese ser causa de graves conflictos políticos, los neonazis plantearon que Alemania debe volver a las fronteras que tenía en 1937 , lo que quiere decir que está amenazando la integridad territorial de Polonia y en cierta forma es una llamada de atención para Checoslovaquia.
Hitler esgrimió la doctrina del “espacio vital” o sea, de que el potencial económico, el crecimiento poblacional obligaba a Alemania a ampliar sus límites creciendo a expensas de sus vecinos y por ello fue que lanzó las primeras invasiones relámpago contra
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ellas para ampliar las fronteras del Estado alemán y así servir de catapulta de agresión contra la Unión Soviética.
Es posible que en la etapa actual no se utilicen las armas en la dimensión en que se utilizaron durante el periodo de 1939-1945 pero ahora la nueva Alemania esgrimirá otras armas, invadiendo el mercado común de productos alemanes e imponiendo el marco como la moneda fuerte y única en el Viejo Continente.
Después de todo no es mucho la diferencia que existe entre los neonazis y los socialdemócratas.
Agosto de 1990
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El Control del Petróleo: Objetivo de los Estados Unidos
Por Héctor Ramírez Cuéllar
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A medida que la guerra se intensifica en el Medio Oriente queda claro que uno de los objetivos centrales de los Estados Unidos y de sus aliados es la destrucción de sus principales ciudades –Bagddad y Basora- de sus instalaciones industriales y tecnológicas, sus principales centros religiosos, la aniquilación del estado de Irak y la liquidación física del Presidente Saddam Hussein.
La guerra es la guerra y los bombardeos no se realizan contra sitios militares. Difíciles de detectar por lo demás, ya que la mayoría son subterráneos o se encuentran fuera de las ciudades, en plataformas móviles, -sino que, como lo ha revelado el canciller Tarek Azis, en un informe enviado al Consejo de Seguridad de la ONU, que continua totalmente paralizado, se está afectando en gran medida a la población, la que comienza a resentir la falta de agua y víveres y se han suspendido ya algunos servicios públicos.
El gobierno de los Estados Unidos tiene una estrategia en marcha que no variará, a menos que ocurran sucesos de carácter extraordinario: la destrucción del gobierno de Hussein, de los cuadros directivos del Partido BAAS (socialista) por imponer un gobierno pelele, entregado al imperio, como lo son los gobiernos de Egipto y de Arabia Saudita que por recibir importantes empréstitos y fuertes cantidades de armamento y otras concesiones, no han vacilado en traicionar la causa de los pueblos árabes, causa que se propone resolver el problema palestino, cesar la guerra civil en Líbano y asegurar el pleno ejercicio de la soberanía nacional sobre la explotación y usufructo de los recursos naturales.
Del total de las reservas mundiales de petróleo, en el Golfo Pérsico se encuentra el 65% de ellas y solos Arabia Saudita, Irak y Kuwait
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cuentan con 454 mil 684 millones de barriles, representando el 90 % de la producción total del Golfo y del Medio Oriente.
Aquí radica la esencia del otro objetivo estratégico de los Estado Unidos: controlar desde el punto de vista geopolítico esta riquísima región del mundo que en el caso de Irak no solo tiene hidrocarburos sino también extensas regiones agrícolas bañadas por los ríos Tigris y Eufrates en lo que fue la histórica Mesopotamia.
Arabia Saudita tiene 257 mil millones de barriles le sigue Irak con 100 mil barriles, los Emiratos Árabes con 98 mil y Kuwait con 97 mil
Si Irak lograra retener el territorio de Kuwait sobre el cual tiene reclamaciones históricas desde hace muchos años, aumentaría en forma considerable su potencial económico industrial y por lo tanto también miliar y se rompería el equilibrio geopolítico en la zona, lo que no desean desde luego los Estados Unidos, que tienen como sus peones en el tablero a los sumisos gobiernos de Egipto y de Arabia Saudita y haciendo una labor de contrapeso, esto desde luego y para ello ha sido armada con misiles atómicos, Israel.
Por más que se haya avanzado en la localización de fuentes alternas de energía, todavía la fuente más abundante y barata sigue siendo la que producen los hidrocarburos fósiles y así será por un largo periodo y de ella no pueden prescindir, desde luego, los países capitalistas industrializados.
El gobierno de Kuwait, hasta antes de la llegada de las tropas de Irak, estaba produciendo y vendiendo en el mercado un volumen de petróleo muy superior al acordado por la OPEP y no cabe duda que esa indisciplina, aunada a la de otros países, fue uno de los
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factores que contribuyo a la desestabilización de ese cárcel y también por supuesto a una baja persistente de los precios internacionales del petróleo, en los últimos años, en que el mercado estaba saturado.
Esta actitud desleal del régimen monárquico de Kuwait causó graves daños a la OPEP y en forma señalada a Irak que comenzó a tener grandes pérdidas de divisas y a endeudarse excesivamente con el exterior y esta es la razón por la cual entraron las tropas de Hussein a ese territorio.
Hablemos claro: los Estados Unidos y sus aliados quieren un abastecimiento seguro y barato de petróleo de la región más rica del mundo para evitar procesos inflacionarios y recesiones que tanto les afectan.
Octubre de 1990
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El Fin de la Republica Democrática Alemana
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Por Héctor Ramírez Cuéllar
El 31 de agosto fue suscrito un documento histórico, el de la llamada unificación de Alemania que en rigor está representando el desmantelamiento de la Republica Democrática Alemana y su absorción por los grande monopolios que controlan la vida económica, social y política de la República Federal Alemana, bajo la dirección del canciller Helmut Kohl, de tendencias derechistas y belicista.
Los hombres que suscribieron ese tratado (Wolfgang Schahaeuble, RFA) (Gunther Krause RDA) pertenecen al mismo partido, el socialcristianismo, que ganara las pasadas elecciones legislativas, en las que los socialdemócratas quedaron en segundo lugar y los comunistas, en tercer lugar.
De modo que la “unificación” a expensas del régimen socialista que ya tenía 40 años funcionando en la Republica Democrática Alemana es un triunfo de Kohl y de los grandes intereses económicos, industriales y comerciales que representa y defiende el y su partido, firme aliado de los Estados Unidos en Europa Occidental, sobre todo en la aplicación de una línea anticomunista a ultranza.
En el mes de julio se había acordado ya la fusión monetaria y financiera que había significado la pérdida de la soberanía económica de la RDA para quedar bajo la férula de las autoridades de la RFA que así impusieron el marco alemán como la moneda única para todo el territorio alemán.
Han sido los socialdemócratas los que han condenado el apresuramiento con que se ha procedido en la llamada unificación
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y han declarado que saldrán de la coalición gobernante porque no desean asumir la tremenda responsabilidad histórica que está implicando este proceso en el pueblo está pagando a un alto costo social, como solo se conoció en la época anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los luchadores más consecuentes contra la liquidación del estado obrero y campesino, del régimen socialista, han sido los marxistas y socialistas que perdieron el gobierno y que no desean ser cómplices de la pérdida de conquistas sociales que tenía el pueblo trabajador de la RDA y del dominio de los monopolios de la economía nacional.
Hemos hablado de la “unificación” entre comillas porque lo que está sucediendo es que los grandes consorcios germano occidentales, en donde existe en gran volumen el capital extranjero, están absorbiendo ramas industriales y comerciales básicas de la RDA, liquidando la propiedad estatal y también la propiedad social para entronizar el régimen de la propiedad privada con todo lo que ello implica.
No se trata de un proceso conscientemente aprobado por el pueblo de la RDA sino de una gigantesca operación que está cerrando y desapareciendo empresas, aduciendo que tiene bajos niveles de productividad y cancelando las prestaciones laborales y sociales que habían alcanzado los obreros bajo el sistema socialista que en cuarenta años llevo a un alto nivel de vida a la población, incluso por encima del que se registraba en la Unión Soviética.
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Con el entroniza miento del régimen capitalista de la RDA los obreros están perdiendo, en primer lugar, su empleo, ellos que nunca habían conocido el desempleo, suspensiones, jubilaciones, el derecho a la vivienda, a la educación pagada por el Estado en todos los niveles, el acceso a la cultura, a las guarderías para los niños, al deporte, en fin, están viendo que se esfuman las conquistas logradas y en su lugar aparecen el trabajo asalariado y sus secuelas de explotación en todos los órdenes de la vida nacional.
Los obreros no van a permitir fácilmente que las empresas de la RFA les quiten el sistema de protección social, que era uno de los más completos de Europa y ya están luchando contra la absorción mecánica pues si bien buscan un nivel de vida aceptable los grandes monopolios no están dispuestos a otorgárseles y ya empieza a aflorar el grave problema de la inflación, que no conociera tampoco durante los cuarenta años del régimen socialista, por lo que mucho de lo que buscaban se ha revertido en su contra.
Si la población de la RDA voto por los socialcristianos derechistas es porque deseaban tener un conjunto de bienes y satisfactores que el sistema económico socialista le negaba pero ahora que están a su disposición alcanzan precios exorbitantes y han demostrado que eran de muy poca utilidad, atraídos solo por el consumo occidental que se basa en la búsqueda de las novedades, aunque no mejoren de verdad el nivel de vida de los trabajadores.
Estamos asistiendo al fin de la RDA, como estado obrero y campesino pero estamos seguros que continuara la lucha de los socialistas por recuperar el terreno perdido en las pasadas
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elecciones legislativas y recobrar más temprano que tarde la confianza de los trabajadores, una vez hayan sufrido en carne propia los efectos catastróficos de la denominada economía libre de mercado que en verdad no existe por el alto grado de concentración y monopolización que había en la República Federal Alemana.
Junio de 1990
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Disolución del Pacto de Varsovia, ¿y la OTAN?
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Por la decisión expresa de sus partes integrantes a partir del 31 de marzo se disolverá el Pacto de Varsovia que se creara en el año de 1955 como una respuesta a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, constituida a iniciativa de los Estados Unidos después de la rendición de Alemania, a efecto de mantener su dominio político y militar en Europa Occidental.
La reacción de la administración Bush fue de satisfacción por la determinación tomada durante una reunión efectuada en la ciudad de Budapest y el Comando Central de la OTAN declaró que se trataba de una medida unilateral que no obligaba a seguir ese mismo camino sino que, por el contrario, subsistirá más fuerte que antes la organización atlantista.
La disolución del Pacto de Varsovia es una consecuencia del derrumbamiento de los gobiernos socialistas y obreros de Europa Oriental, acaecidos en el corto periodo de dos años y su sustitución por regímenes socialdemócratas y otros francamente derechistas, como el de Polonia, que están amenazados con desmantelar las relaciones de producción existentes y de hecho ya lo están haciendo a costa de grandes sacrificios para la clase trabajadora.
En los distintos países de Europa central se está entrando ya de lleno a la economía de libre mercado lo que está implicando el cierre de cientos de empresas industriales sin que se hayan esforzado previamente por la modernización tecnológica y por tanto lograr un incremento sustancial de la productividad, una
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acentuada tasa de inflación, una elevada cuota de desempleo y sobre todo la grave pérdida de una serie de conquistas sociales, como los derechos que ya estaban asegurados a la vivienda, a la educación, la salud y el deporte, entre otros.
Los gobiernos actuales de Rumania, Hungría, Polonia y Checoslovaquia están más que en todo profundamente interesados en destruir el sistema socialista que si bien tenía una serie de imperfecciones y deficiencias, no obstante era más avanzado que el capitalismo y en edificar un sistema socioeconómico que no tiene nada de nuevo ni de progresivo, como son los sistemas de España y Francia, dizque gobernados por “Presidentes Socialistas”
Felipe González y Francois Mitterand, que son las nuevas figuras políticas que tratan de seguir los líderes socialdemócratas y derechistas de Europa Oriental, no tienen desde luego, ninguna convicción socialista revolucionaria pues a lo que en realidad se han dedicado es a fortalecer el sistema capitalista, aunque con algún maquillaje para quitarle algunas de sus manifestaciones más hirientes a la dignidad humana. La economía de libre mercado que se está aplicando en los países de Europa central es, en rigor, una economía capitalista, con todos los resultados negativos, económicos y sociales, que ha tenido dicho sistema de la vida social para todos los trabajadores.
La transformación radical de esos gobiernos ha generado también una nueva conducta política, la del acercamiento que significa subordinación con los regímenes capitalistas de la Comunidad Económica Europea, de quien esperan créditos inversiones y tecnología, a efecto de extender el sistema de propiedad privada a
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campos y países en donde no existía por lo menos hasta el año de 1988.
Se pretende, como es lógico entenderlo, una Europa capitalista desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo incorporando a la región balcánica al nuevo dominio que están ejerciendo los grandes monopolios industriales y comerciales, lo que manejan la tecnología, esto es, los grandes truts de Francia, Estados Unidos y de la República Federal Alemana.
Los líderes socialdemócratas derechistas tipo Lech Walesa han abandonado también la lucha política e ideológica en lo general porque ya no encuentran ninguna diferencia con los mandatarios capitalistas, han abandonado la “noción del enemigo” y ahora manejan un lenguaje de completa colaboración con los jefes de estado de los países capitalistas.
En ese contexto están olvidando que el Pacto de Varsovia se constituyó en el año de 1955 como una respuesta a la profunda agresividad política y miliar que significo el surgimiento de la OTAN en el año de 1947, con el propósito de mantener la hegemonía norteamericana en esa región del mundo.
Se trataba de establecer un equilibrio, un contrapeso, con respecto a la OTAN que personificaba militar del capitalismo, que siempre busco la destrucción del régimen socialista, primero el de la Unión Soviética y después el que se comenzó a edificar después de la liberación de Berlín, con el sistema de las democracias populares, que después se transformaría en régimen socialista.
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En el seno de los órganos del Pacto de Varsovia existió siempre la convicción de que su desaparecía la OTAN y por lo tanto se conjuraba el peligro de la agresión contra el socialismo, se evitaba el peligro de una nueva guerra en el Viejo Continente, también el Pacto de Varsovia debía desintegrarse para entrar en una franca competencia en el territorio económico, social o cultural.
Pero esto solo ha sucedido en parte pues si bien se alejó el peligro de la guerra nuclear después de la firma de los últimos acuerdos en materia de desarme, como la eliminación de los cohetes de alcance medio, la ofensiva continua de parte del capitalismo contra el socialismo, ofensiva que, por el contrario, está más fuerte que nunca obteniendo triunfo tras triunfo. Por eso el gobierno de los Estados Unidos está satisfecho con la disolución del Pacto de Varsovia porque los países de Europa central se están quedando sin ningún sistema defensivo por lo que la OTAN existiendo su hegemonía en toda Europa Occidental.
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El 17 de Marzo, día “D” para la Unión Soviética
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El próximo 17 del actual se celebrara en la Unión Soviética una consulta nacional que sin duda será histórica y decisiva pues el pueblo decidirá si está de acuerdo o no con la existencia del Estado Federal, con los cambios y ajustes que sin duda aprobara el Congreso de los Diputados Populares y que aparecerán plasmados es una nueva Constitución.
El referéndum no constituye, desde luego, una tarea sencilla, una resolución obligada y esperada, sino un auténtico reto no solo para el liderazgo que encabeza Mijaíl Gorbachov sino por la supervivencia del propio poder soviético pues nadie puede ignorar las catastróficas consecuencias nacionales e internacionales que tendría un eventual desmembramiento de la URSS
Esa consulta se celebra cuando aún están recientes las agudas manifestaciones separatistas de las repúblicas del Báltico, de Georgia y de Moldavia y en un momento en que la URSS está siendo sacudida por el desabasto de alimentos básicos, aunque en honor a la verdad debemos decir que dicho problema está en vías de solución y está ya siendo controlado en sus implicaciones sociales políticas con las nuevas medidas que ha tomado Mijaíl Gorbachov.
El pasado referéndum efectuado en Lituania, en el que triunfaron de una manera abrumadora los separatistas, no tuvo validez pues no reunían los requisitos que para estos casos ha fijado el gobierno central; no obstante, en algunas republicas predomina el
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sentimiento de segregarse de la URSS y de tener una plena autonomía, aunque no han examinado con seriedad los riesgos políticos que ello tendría para esos pueblos, si sus gobiernos decidieran constituirse en estados independientes.
Lenin formuló las tesis generales del estado federal soviético, sobre la base de establecerlo en los cimientos de las múltiples nacionalidades, etnias y grupos que pueblan el gigantesco estado multinacional que es la URSS.
En el año de 1935, cuando Vicente Lombardo Toledano visitó por la primera vez la Unión Soviética, constató que se trataba de un conjunto de pueblos, con distintas historias, características y tradiciones, desde los rusos que habitaban en la región occidental hasta los que habitaban en las zonas asiáticas.
Lombardo señaló que había notables diferencias en el grado de desarrollo de esos pueblos; unos se encontraban viviendo bajo el capitalismo, deformado por el capital extranjero y otros estaban inmersos en relaciones sociales semifeudales, muy atrasadas, con un alto grado de analfabetismo sin industria y sin desarrollo científico y tecnológico.
En estas siete décadas, desde que estallara la gloriosa Revolución Socialista de Octubre, el balance para todos los pueblos, etnias y nacionalidades es positivo pues se trata ahora de regiones que tienen un alto desarrollo industrial y cultural y desde luego un importante nivel de vida, que el capitalismo en varios siglos no ha logrado alcanzar en las zonas que históricamente ha sometido a su explotación económica y dominio público.
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Stalin también compartió las tesis de Lenin sobre el problema de las nacionalidades pero no cabe duda que durante su largo periodo al frente del partido y del Estado en muchas ocasiones se conculcó la independencia y la soberanía de las repúblicas, se efectuaron deportaciones masivas de una región o republica a otra, se planteó la “rusificación” general de toda la URSS y se cometieron diferentes transgresiones a la estructura federal del estado soviético.
La perestroika ha propiciado que el descontento y la irritación que tenían acumulados durante varias décadas afloraran aunque no en el sentido de reforzar el estado federal sino de desintegrarlo a partir de planteamientos y de conductas más emotivos que racionales.
En efecto, las repúblicas del Báltico dependen, de una manera total, de los suministros de energía, materias primas y de otros insumos que les suministran otras repúblicas de la URSS, con la República Federativa Rusa, el gobierno central ha hecho cuantiosas inversiones para el desarrollo de sus fuerzas productivas, tiene múltiples propiedades y esta red intrincada de relaciones económicas y sociales no permite, desde luego, la separación completa porque no podría subsistir de una manera autónoma ya que entre otros casos, tendrían que pagar con dichas divisas internacionales todo lo que reciben del exterior y esto desde luego, no es posible.
Mijaíl Gorbachov ha planteado una profunda renovación de la estructura y esencia del estado Federal. Dicha tesis otorga a las repúblicas más autonomía, incluso el derecho de separarse de la unión siempre y cuando se ajusten a una serie de requisitos; más
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independencia a las direcciones republicanas de los partidos; mayor injerencia de los presidente de las repúblicas en la dirección del Estado federal, pero siempre combinando estas atribuciones con el reforzamiento del estado multinacional.
El 17 de marzo permitirá medir la fuerza real que han conseguido, al amparo de la perestroika, los grupos y sectores separatistas y nacionalistas y propiciara la manifestación de pertenencia de todos los soviéticos a un solo Estado.
Mayo de 1990
La Obra de Mijail Gorbachov
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Por Héctor Ramírez Cuéllar
La separación del cargo de Presidente de la Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov y su sustitución por parte de un Comité Estatal formado por 8 funcionarios ha causado un conflicto político serio en la URSS del cual se traduce la existencia de un freno al camino capitalista por el que el país transportaba, sobre todo en el último año, en un intento por resolver una serie de agudos problemas económicos y sociales, que la aplicación de la perestroika desencadeno con gran virulencia y que estaban poniendo en peligro no solo la existencia del régimen socialista sino incluso la supervivencia de la URSS como nación, tal y como la hemos conocido desde el triunfo de la Revolución de Octubre hasta nuestros días.
La desintegración política de la URSS como Estado federal estaba en el curso de los acontecimientos pues el borrador o proyecto del nuevo Tratado de la Unión, que iba a ser suscrito el 20 de agosto le otorgaba a las repúblicas un margen tan amplio de independencia que, en rigor, no se trataba ya de una estructura federal sino de una simple asociación de estados soberanos. El Presidente de la República Federativa Rusa, Boris Yeltsin, ya estaba actuando en forma separada en sus vínculos con las potencias capitalistas lo que, en la práctica, en los hechos, llevaría a la RFR a ser un Estado independiente, menos cavándose el contenido, incluso, del nuevo tratado federal.
La forma como se produjo la destitución de Gorbachov no impide reconocer una serie de méritos que tuvo como dirigente político de elevado nivel, ni se puede minimizar los problemas a que se
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enfrentó, ni la importante responsabilidad que estaba desempeñando. Solo que los conflictos fueron superiores a su capacidad de liderazgo y porque desato fuerzas sociales y políticas que no se pudieron encauzar o controlar, como por ejemplo, el nacionalismo a ultranza en algunas republicas.
En marzo de 1985, Mijail Gorbachov, a la muerte de Constantin Chernenko, ocupa la secretaría general del PCUS y una clarinada histórica. El país se encuentra estancado rezagado, en su desarrollo lo económico, social y político y ha perdido en muchos campos frente al conjunto de los países capitalistas, sobre todo frente a los Estados Unidos. Definió que la URSS tenía un gran atraso en la mayoría de las actividades industriales a causa de una insuficiente adopción e incorporación de la tecnología moderna, que había descendido la productividad en todos los órdenes de la vida nacional y que había apatía y escepticismo entre la población a causa de que el socialismo no había logrado resolver algunos problemas seculares de la sociedad soviética.
Empleando un lenguaje directo y franco, inusual en los jefes del estado, admitió carencias, errores y frustraciones en el sistema socialista imperante al que calificó de socialismo autoritario y excesivamente centralizado y deformado y propuso al partido, a los órganos del Estado y al pueblo en general una serie de modificaciones y de cambios, para pasar al socialismo democrático y humanista, inspirado en una serie de ideas centrales que formulara Lenin en los últimos meses de su vida sobre las características que debía tener la nueva sociedad de los trabajadores.
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En estos años Gorbachov contó con el apoyo del PCUS y del pueblo y gracias a ello puedo realizar una serie de cambios tanto en la esfera económica, como en la social y la política, entre los que se destaca:
a) Desburocratización del sistema económico haciendo más ágil y eficaz el sistema de planeación y otorgando mayor autonomía a las empresas para fijar volúmenes de producción adquirir materias primas y maquinaria, fijar precios y calidades.
b) Apertura del sistema político a la existencia y funcionamiento de varios partidos y supresión del artículo 6° de la Constitución que le otorgaba al PCUS el papel jurídico de partido conductor del estado y la sociedad e inicio de una competencia intensa con otros partidos, todo ello para promover una mayor vitalización del PCUS y una mayor participación del pueblo en general en los asuntos políticos.
c) Otorgamiento de mayores poderes y atribuciones a los órganos estatales -Soviet Supremo, Congreso de Diputados Populares, provocando una clara separación entre partido y Estado.
d) Promoción de la Ley de Privatizaciones de empresas públicas y avance del país a la economía de libre mercado, regulada por el estado y inspirada en los principios socialistas.
En el escenario internacional, la aportación de Gorbachov a la lucha por la paz fue muy importante ya que firmó tratados con los Estados Unidos para eliminar los cohetes de alcance medio
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en Europa y para reducir el número de portadores y ojivas nucleares intercontinentales.
En materia económica no tuvo éxito Gorbachov pues se formularon varios planes y al final ninguno se ha aplicado en su totalidad. Partidario de la economía de libre mercado, consideraba que debía estar controlado por el Estado para evitar el cierre de empresas, el despido de trabajadores y la pérdida de prestaciones sociales y que las principales actividades industriales y de servicios debían seguir siendo propiedad estatal o social y por lo tanto no aceptaba las clásicas recetas del neoliberalismo que tanto ha empobrecido a los pueblos de América Latina.
Sin embargo, el equipo de Gorbachov no pudo lograr la recuperación del crecimiento económico por lo que continua a la baja de producción industrial, persistió la obsolescencia tecnológica en muchas empresas y ha seguido la carencia o el desabasto de alimentos y la existencia de productos de mala calidad, factores que causaron irritación en el pueblo y que contribuyeron a la erosión de la fuerza política que poseía. La gente de la calle decía que tantos años de perestroika no habían logrado resolver esos problemas y que incluso vivía mejor en la etapa de Leonid Brezhev lo que le quitó mucha credibilidad a su política económica y social, también afectada por un nivel inflacionario que los soviéticos no habían conocido nunca.
Gorbachov se enfrentó, sin éxito, al surgimiento de movimientos ultranacionalistas en varias republicas que hoy representan una seria amenaza para la subsistencia del Estado
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federal. Por lo menos en 5 repúblicas hay grupos separatistas muy activos e influyentes que están demandando una plena independencia política lo que es imposible por la profunda interrelación que existe entre todas ellas, pero los separatistas no desean ver esas vinculaciones causando un grave daño a la idea del Estado federal formulado por Lenin en alguno de sus textos clásicos
En este marco de contradicciones y luchas, Gorbachov ya no puedo retener la Presidencia de la Republica viniendo un desgaste notable de su autoridad moral y política.
Julio de 1990
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Reflexiones sobre el Frustrado Golpe de Agosto
Por Héctor Ramírez Cuéllar
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A un año del frustrado golpe de estado en la Unión Soviética, los principales funcionarios que organizaron la asignada no han sido juzgados, ni, por lo tanto, sentenciados por los tribunales ordinarios. Sin embargo, en base a las informaciones que de manera fragmentada se ha publicado sobre lo que sucedió el 2 de agosto en Moscú y en Crimea-lugar en donde se encontraba descansando Mijail Gorvachov-es posible formular algunas conclusiones aunque sea de carácter preliminar.
Los promotores de la intentona golpista encabezados por el Vicepresidente Guenadi Yeyaney, obraron por su cuenta y riesgo sin involucrar a los órganos del Partido Comunista de la Unión Soviética, que se encontraban funcionando en ese momento como el Secretario y el Buro Político. Tampoco emitieron una declaración de condena, probablemente porque a raíz de ese suceso Yeltsin ordenó la clausura de los principales edificios que tenía el PCUS en la capital moscovita. Por lo que se conoce hasta este momento, los organizadores de alzamiento se reunieron previamente en domicilios particulares, al margen de las oficinas gubernamentales y de los locales partidarios.
¿En qué contexto se produjo el fallido golpe? Los conflictos se habían agudizado y adquirían características sangrientas; varias repúblicas y regiones habían proclamado su separación definitiva de la URSS que propiamente se encontraba en proceso de desintegración; las colas eran larguísimas en las principales ciudades para conseguir unos cuantos alimentos, si es que se tenía éxito; la autoridad política y moral de Gorbachov se estaba deteriorando rápidamente y las fuerzas reformas anti socialistas
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conquistaban más posiciones en el campo político en la medida en que transcurría el tiempo.
Hay que recordar que Mijail Gorbachov se encontraba enfrascado en una serie de ardua y delicadas negociaciones entre los dirigentes republicanos para conformar un nuevo tratado político que daría surgimiento a la Unión de Estados Soberanos y ahora se sabe que Yeltsin realizaba un conjunto de maniobras paralelas con los líderes de Bielorrusia y Ucrania para boicotear el proyecto de la UES, hacer a un lado a Gorbachov y a apoderarse del control político en su beneficio.
Gorbachov obró con una gran debilidad política y una notoria ingenuidad y Yeltsin actúo en forma desleal y traidora hacia el Presidente de la URSS. Este desató fuerzas políticas y sociales que después no puedo controlar y se comportó con excesiva tibieza frente a los acaparadores de alimentos y los miembros de las mafias que se dedican a la especulación financiera y a la desestabilización del rublo.
La perestroika, que comenzó siendo un proceso político de renovación del socialismo degeneró en un poderoso movimiento antisocialista que buscaba francamente la restauración de las relaciones capitalistas de producción.
En medio del caos económico, la anarquista política y la inminente desintegración de la Unión Soviética, los elementos golpistas se desesperaron ante la incapacidad de poder controlar la situación prevaleciente, que ya se había desbordado y decidieron realizar una medida de fuerza mal planeada y peor
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ejecutada, sobrevalorando la disposición del pueblo ruso para expresar su descontento por la gravísima crisis imperante.
El PCUS también su liderazgo real en el seno de la sociedad, el sistema político y en el aparato gubernamental pues mostró una completa incapacidad para frenar el proceso de desaparición del estado socialista.
Los golpistas calcularon, por ejemplo, que una vez que los tanques se aproximaran a la “Casa Blanca ” o el Parlamento de Rusia en donde despachaba regularmente Yeltsin, los habitantes de Moscú saldrían a las calles en una franca acción subversiva para derrocar al Presidente de Rusia y cancelar todas las medidas antisocialistas que se estaban impulsando desde el poder.
No sucedió ni una cosa ni la otra, pues los escasos contingentes de ciudadanos que llegaron hasta las inmediaciones de Plaza Roja lo hicieron pero para detener a los tanques y para aplastar la intentona golpista, queriendo decir con ello que no estaban de acuerdo en el regreso al orden político anterior.
En virtud de que el PCUS estuvo siempre al margen de los planes de Yenayev, las células que existían en Moscú no se movilizaron en su apoyo. Por lo demás, los cuatro altos funcionarios involucrados no tomaron ni siquiera las medidas más elementales que en estos casos extremos son necesarias.
Por ejemplo, no se aseguraron que los jefes militares de la región de Moscú cumplieran estrictamente con las órdenes que habían recibido del Comité Estatal de Emergencia por lo que algunos
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oficiales de alto rango no solo desobedecieron sus instrucciones sino se pasaron al campo de Yeltsin y hoy forman parte de su equipo de colaboradores.
No se tomó el edificio del gobierno de Rusia y al no hacerlo se permitió que Yeltsin pasara a la ofensiva y encabezara la resistencia lo que le hizo adquirir una enorme y súbita popularidad. No se cortaron los sistemas de comunicaciones nacionales e internacionales lo que facilitó a Yeltsin enviar mensajes al exterior, entrevistarse con otros jefes de estado para informarles de lo que estaba ocurriendo.
No obstante que los golpistas habían declarado inicialmente que el Presiente Gorbachov se encontraba incapacitado para ejercer el cargo, se dijo después que al recuperar su quebrantada salud y regresar de su residencia veraniega retomaría el poder lo cual fue un signo de absoluta debilidad y de que su proyecto estaba sostenido sobre bases muy endebles. Además, pudiendo haber puesto a disposición de los habitantes de Moscú las miles de toneladas de alimentos que estaban ocultas por las mafias para aliviar la situación de extrema escasez y miseria y tomar otras medidas de ese carácter que concitaran el apoyo del pueblo, no lo hicieron actuando en forma irresponsable. Los cuatro principales golpistas se retiraron a uno de los salones del Kremlin a embriagarse, mientras todos los fenómenos desatados por su acción se desarrollaban en su contra.
Agosto de 1990
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Cuba está amenazada
Por Héctor Ramírez Cuéllar
El gobierno socialista de Cuba se encuentra, en la actualidad, seriamente amenazado por el imperialismo yanqui que considera ha llegado la hora de derrocar a Fidel Castro según la interpretación yanqui, que propicien la existencia en un “auténtico régimen democrático”.
Desde que se inició la perestroika en el año de 1985 la prensa occidental capitalista ha considerado que Fidel Castro mantiene posiciones conservadoras porque no ha promovido reformas políticas y sociales como las sucedidas en Europa Oriental, de las cuales el capitalismo mundial aspira a obtener una serie de ventajas unilaterales.
Esa versión simplificada y maniquea de la realidad hace olvidar que desde 1984 comenzó en Cuba, impulsado precisamente por el Buro Político del PCC y en lo personal por su primer secretario, el proceso de rectificación de errores y de tendencias negativas, proceso que ha seguido su curso bajo la permanente conducción del Comité Ejecutivo, que reúne periódicamente a todos los altos funcionarios de gobierno, el cumplimiento de planes y programas en distintas ramas de la economía nacional y de los servicios públicos.
El imperialismo considera que estando la Unión Soviética inmersa en la solución de un conjunto de serios problemas nacionales y habiéndose debilitado el Pacto de Varsovia y el CAME, podría lanzar con éxito una agresión a gran escala contra Cuba, sin que esta
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pudiera contar con el apoyo y la solidaridad de los países socialistas los que abandonarían a Cuba a su suerte y así poder ser aplastada la Revolución.
Fidel Castro ha sido un crítico severo de la conducta de muchos dirigentes comunistas, sobre todo los de Polonia y Hungría, que sin luchar con energía y pasión por los ideales socialistas, han entregado si no todo el poder sí una parte considerable de este, a los grupos de orientación procapitalista como Solidaridad en el primer caso y la socialdemocracia burguesa en el segundo.
Los últimos discursos de FC han sido muy violentos en contra de las debilidades y desviaciones que se registran en los países socialistas, al grado de llegar a la conclusión de que ya no existe en la actualidad el campo socialista y que en pocos meses la clase obrera ha perdido posiciones y conquistas, que tenía desde hace cuarenta años. Tiene razón Fidel al expresar estas preocupaciones.
El gobierno de Bush considera que en virtud de la actual postura ideológica de Fidel Castro, Cuba se encuentra sola y aislada, pero no toma en cuenta la elevada capacidad y de resistencia que posee el pueblo cubano.
En las últimas semanas se ha producido la agresión en contra de una embarcación, acaecida en aguas territoriales mexicanas y ha difundido con intensidad su propaganda anticomunista y confusionista Radio Martí, sin que Cuba tenga, en este momento, los medios técnicos para interceptar sus ondas.
Hasta algunos dirigentes de izquierda y otros fueron amigos de la Revolución Cubana en otras épocas le exigen a Fidel que promueva
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cambios similares a los que están sucediendo en la mayor parte de los países socialistas europeos, solicitándole, incluso, su renuncia a los cargos que ostenta, sin examinar siquiera en forma somera la política de reorientación de errores y de tendencias negativas.
La reestructuración socialista no puede ser igual en todas las naciones; no se pueden trasladar mecánicamente una serie de medidas o modificaciones porque cada país ha tenido su especificidad nacional en la construcción del socialismo y serán sus propias peculiaridades intrínsecas que hagan surgir las reformas que se consideren más convenientes.
En Cuba, no existe el inmovilismo político, ni sus dirigentes se están aferrando a una interpretación dogmática del marxismo y del socialismo; no se trata de una sociedad cerrada, petrificada en la que se imposible la expresión de la voluntad política y social del pueblo.
Si en Cuba no ha aparecido un régimen pluripartidista como el que está presente, por ejemplo, en la RDA, Rumania o Hungría se debe a que la sociedad cubana no ha generado aun otros partidos políticos los cuales pueden surgir por un decreto gubernamental, ni tampoco el multipartidismo, es por sí mismo, un sistema equivalente de una autentica democratización. Según reportaje de un enviado de Excélsior, solo el 3% de la población de Cuba estaría en contra del régimen socialista y Fidel sigue contando de un gran apoyo de la absoluta mayoría de los ciudadanos.
Si en Cuba van a ocurrir cambios estos serán decididos por el pueblo, el PCC, las organizaciones sociales y no por los círculos
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imperialistas; no por lo que ha renegado de las tesis de Marx y Lenin Fidel ha expresado, con razón, que cualquier reestructuración socialista de la economía o de la política tiene que descansar en la existencia de un partido comunista y obrero fuerte, disciplinado, influyente y respetado entre el pueblo.
Marzo de 1990
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El Futuro Pertenece al Socialismo
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Al intervenir en el acto central con el que se conmemoraron los 40 años de la fundación de la Republica Democrática Alemana, Eric Honecker, secretario general del Partido Socialista Unificado, afirmó en forma contundente de que cara al año 2000 el futuro pertenece al socialismo.
Estuvo presente en los festejos el secretario general del PCUS, Mijail Gorbachov que consideró que la perestroika soviética no es un modelo que se pueda importar sino que los cambios políticos y sociales que pudieran producirse en la RDA compete única y exclusivamente a los alemanes.
Señaló que los asuntos del RDA se discuten y deciden en Berlín y no en Moscú.
Los festejos se efectuaron en el marco de un éxodo de varios miles de ciudadanos de la RDA rumbo al paraíso capitalista que es la República Federal Alemana, que tiene millones de desempleados una extendida adicción a las drogas y en donde se persigue, hasta quitarles su trabajo, a los obreros que simpatiza con las ideas socialistas.
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Hasta hoy Gorbachov ha criticado al gobierno de la RFA por un intento de su parte de revisar las fronteras de las dos Alemanias y de entrometerse en los asuntos nacionales de la RDA.
En cierta forma este ha sido el signo distintivo en la historia de las relaciones de las dos Alemanias. Mientras en la RFA existe un régimen capitalista monopolista, en la RDA existe una sociedad socialista desarrollada.
La RDA es una potencia económica de primer orden en el mundo entero; en cuatro décadas, de las ruinas de la guerra, se levantó un aparato económico que permite a los ciudadanos de la Republica socialista tener un nivel de vida superior al de la Unión Soviética y también de muchos países capitalistas industrializados.
En la RDA no existe desempleo, carestía, incultura o insalubridad.
El pueblo alemán ha resuelto con crecer los problemas ancestrales de los países capitalistas que por más cambios o reformas que establecen, sin lograr, realmente, ninguna mejoría sustancial.
Hasta hoy los ciudadanos alemanes que ha salido en busca de una vida nueva en la otra Alemania no han dicho cuales modificaciones pretenden al sistema económico y político y ya no las realizarán pues han perdido la ciudadanía de la RDA al pasar a la RFA cuyo gobierno ha utilizado ese éxodo para tratar de desestabilizar a la RDA, pero, desde luego, no lo ha conseguido.
A diferencia de Polonia y Hungría, en donde los partidos gobernantes se encuentran en una crisis interna muy severa, divididos entre reformistas y conservadores, el PSUA se encuentra
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unido y por lo tanto los cambios que se produjeran será objeto de una intensa discusión en su seno.
Honecker ha dicho que las soluciones a los problemas de la RDA – sin precisar cuáles son dichos problemas –deben ser soluciones de carácter socialista porque, en rigor, ningún grupo está pensado en la restauración del capitalismo, lo cual resultaría imposible, desde el punto de vista histórico.
Existe, no obstante, una lucha, una competencia entre la RFA, el capitalismo, y la RDA, el socialismo; cada uno de los sistemas apenas están separados por una red de alambres de púas y la propaganda de la RFA siempre está penetrando en los hogares de los estealemanes a los cuales se les pretende alucinar con una serie de adelantos tecnológicos auténticos, pero también, con engaños publicitarios y falsos paraísos, como el de las drogas y la prostitución, o los lujos excesivos.
La RDA se encuentra preparada para continuar elevando el nivel de vida de sus ciudadanos dando su enorme potencia industrial y económica y para continuar también perfeccionando y fortaleciendo el sistema político socialista.
Septiembre de 1990
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Hacia la Suspensión de los Ensayos Nucleares
Por Héctor Ramírez Cuéllar
Hace 40 años, el Presidente Harry S. Truman, de los Estados Unidos ordenó el bombardeo atómico contra dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki. Se abría una nueva etapa en la historia de la humanidad, la de la amenaza de una guerra que por el tipo de armas ensayadas, pondría en peligro incluso, la vida sobre nuestro planeta. Pero también se iniciaba un periodo de equilibrio militar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Reagan ha declarado que fue justa la decisión de lanzar las bombas destructoras de esa manera pues impidió que murieran más de 2 millones de personas. Esta es el mismo argumento que, en su momento, esgrimió Truman. Pero nada más deleznable, según lo constata la realidad. Las principales ciudades japonesas, entre ellas, Tokio-habían sido ferozmente castigadas por la aviación norteamericana y se encontraban en escombros. Aunque el gobierno militarista había afirmado que no se rendirían, era evidente que, ante los tremendos daños sufridos, tendrían que capitular en un plazo breve. En consecuencia, el bombardeo fue
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injustificado, desde el punto de vista de la guerra que se libraba en el Pacifico.
Fueron otras las razones que movieron al imperialismo a perpetrar la agresión contra las ciudades japonesas. En primer lugar, vencida Alemania, después de la derrota sufrida a manos del ejecito soviético, se trataba de adelantarse en la hegemonía del mundo que se crearía después de la guerra. Truman comenzaba la guerra fría y con ella, una franca política de hostilidad en contra de la Unión Soviética. Se pretendía no solo el sometimiento de Japón, lo cual ya era un hecho, sino alcanzar la supremacía militar y usar el arma nuclear como un instrumento de presión y chantaje contra todos los pueblos del mundo.
Pero después de cuarenta años, el gobierno soviético, consecuente con su política pacifista, por conducto de Mijaíl Gorbachov, secretario general del CC del PCUS, afirmó: llevada de su afán de contribuir al cese de esta peligrosa competencia en el incremento de los arsenales y deseando dar un buen ejemplo, la Unión Soviética ha tomado la decisión de suspender unilateralmente, por su parte, toda clase de explosiones nucleares a partir del 6 de agosto de este año. Nosotros exhortamos al gobierno de los Estados Unidos a suspender también desde la fecha cuando en todo el mundo se conmemora el día de la tragedia de Hiroshima-sus explosiones nucleares. Nuestra moratoria la mantendremos hasta el 1 de enero de 1986. Las continuara estando, sin embargo, en vigor, si los Estados Unidos se abstienen, por su parte, de realizar explosiones nucleares.
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Más tarde, el 30 de julio en Helsinki, en el Encuentro Conmemorativo de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación Europea, el ministro de Relaciones Exteriores, Eduard Shervardnadze dijo que la “Unión Soviética espera que los Estados Unidos reaccionen positivamente ante nuestra iniciativa y pongan termino a sus explosiones nucleares”.
Sin embargo, la respuesta de la contraparte norteamericana ha sido primero, de indiferencia y después, de tratar de reducir importancia a la moratoria soviética. Reagan en la más reciente conferencia de prensa, no adquirió ningún compromiso por lo que continuarán los ensayos nucleares en la Unión Americana. Pero existe también otro aspecto importante. La URSS se auto obliga a no ser la primera nación de utilizar el arma nuclear y lo que ha dicho de una manera solemne en distintos foros internacionales.
Mijail Gorbachov, en respuesta a la carta de Sakas Ito, co presienta del Consejo Japonés de la Organizaciones Victimas de los bombardeos atómicos, reiteró que la “Unión Soviética no iniciara una guerra nuclear, ha contraído el compromiso de no ser el primer país en hacer uso de las armas nucleares. Si todas las potencias nucleares dieran un paso análogo se crearían condiciones favorables para la firma de un acuerdo internacional de prohibición del empleo de las armas nucleares”.
Pero, ¿cuál ha sido la posición de Reagan? Comprometerse a no usar el arma atómica, pero no solo esto sino que en círculos del Pentágono se maneja la doctrina del primer golpe, de la guerra nuclear limitada. Asombra saber que el propio Nixon, durante su mandato, consideró utilizar el arma mortífera por lo menos en
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cuatro ocasiones, como medio para solucionar algunos regionales. Y que Reagan afirmara que en 1945 hubiera actuado igual que Truman. Que profundo desprecio por la vida humana.
México, por conducto del embajador Alfonso García Robles, llevó un mensaje de solidaridad, firmado por los gobiernos de los cinco países que se reunieron en Nueva Delhi a las autoridades de Hiroshima. En este texto, se recoge una aspiración común, el cese de todos los ensayos atómicos y la concertación de acuerdos serios en Ginebra.
Abril de 1990
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Hacia la Proscripción de los Ensayos Nucleares
Por Héctor Ramírez Cuéllar
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Un grupo de científicos, adscrito al Comité de Desarme de Ginebra ha presentado la teoría de que los recientes sismos ocurridos en varias regiones del mundo-entre ellas-, la ciudad de México- se ha originado por las explosiones nucleares subterránea que realizan distintas potencias militares.
De una manera específica, el ingeniero Guillermo González Soto ha sostenido la tesis de que el temblor del 19 de septiembre fue consecuencia de la explosión atómica producida en Francia el 13 de septiembre anterior en Mururoa
Esto genero una desviación en la placa tectónica de Cocos, a la que se sumaron dos ondas, que prevenían de Michoacán y de Oaxaca, lo que hizo que el sismo fuera de mayo intensidad.
Según afirmaron los especialistas, tanto los Estados Unidos, como Francia, China y la Gran Bretaña han realizado múltiples explosiones. Ellos han sido captados por aparatos ultrasensibles. Por ejemplo, la Unión América ha realizado 450 de estos experimentos. Ellos han causado desajustes y cambios en las capas más profundas de la tierra.
México está situado en el cinturón sísmico del Pacifico, que es el más activo del planeta. Además, tiene un suelo gelatinoso y arcilloso, con grandes cavidades producidas por la desecación que existe de la que fuera de la zona lacustre. Esta naturaleza geológica hace que las ondas de los sismos se expandan con mayor fuerza y por lo tanto generan mayor destrucción.
En esta área, en las profundidades, las rocas han acumulado una gran parte de la energía la cual presenta rupturas en las líneas o
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sectores más débiles. La energía que se libera durante este proceso se convierte en ondas sísmicas. Precisamente, las explosiones atómicas incrementan ese nivel de energía y ello puede provocar un sismo de terremoto de graves consecuencias.
Los científicos del Comité de Desarme agregan que las explosiones nucleares producen una cantidad muy potente de ondas que en el lugar de disiparse bajo el mar o la tierra, se concentraban bajo la certeza. Esta acumulación de ondas nucleares engendran, a su vez, una serie de pequeñas explosiones que afecten las capas naturales de la tierra y esto origina el movimiento tectónico.
Estos estudios nos plantean otro desconocido o poco conocido contra el cual debemos luchar porque se trata de una acción decidida por el hombre y en este caso, por las potencias atómicas. Es sabido que los sismos no pueden predecirse con exactitud porque las investigaciones que se han efectuado no permiten ese grado de certeza, pero es factible localizar una de sus causas. Los Estados efectúan muchos ensayos nucleares muy cerca de nuestras fronteras y costas y hasta hoy solo hemos advertido los factores de contaminar de la tierra del agua, de las plantas. El Golfo de México ha sido convertido en un receptáculo de restos de esos artefactos, desechos y otros residuos que atentan contra el equilibrio ecológico.
La delegación mexicana en el Comité de Desarme ha desmandado la prohibición de los ensayos nucleares, a causa, entre otros motivos, de los tremendos daños que ocasionan las distintas manifestaciones de la vida. En la última carta que el Presidente Miguel de la Madrid, junto con los jefes de estado y de gobierno de
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otras naciones dirigiera a Reagan y a Mijaíl Gorbachov se reitera en esta exigencia, así como de la limitación de toda tipo de armas atómicas, por lo menos durante un periodo. En Francia, ha habido grandes manifestaciones contra las explosiones en Mururoa actividad opositora también se ha presentado en otras naciones obre todo asiáticas. En España, encontramos también que medio millón de personas se opone al ingreso a la OTAN y a la permanencia de bases militares USA, que están equipadas, precisamente, con armas atómicas. Esto es la conducta de los pueblos, pero no de sus gobiernos. Mitterand está dispuesto a contar con un poder nuclear autónomo y Felipe González no ha cumplido con el compromiso de convocar a un referéndum para que el pueblo decida su participación o no de la alianza agresiva, por los Estados Unidos.
Por estar México en una región telúrica se impone una lucha más amplia y tenaz en contra de las explosiones atómicas, mientras estas se realizan tenemos que invertir mucho dinero de la ingeniería antisísmica en los programas de emergencia de la población en casos de desastre, estos recursos, por otra parte, deberían invertirse en la industria, la agricultura y los servicios público de esta forma estamos contribuyendo indirectamente y desde luego, sin desearlo, al perfeccionamiento de los efectos que pueden destruir a la humanidad entera.
La Unión Soviética, como se sabe, ha decidido unilateralmente a partir del 6 agosto pasado hasta el 1 de enero del año próximo, toda clase de explosiones nucleares; agrega la iniciativa que si los
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Estados Unidos se abstuvieron de efectuar esos ensayos, la moratoria se mantendría por un tiempo indefinido.
Octubre de 1990
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