guía: cómo desarrollar un plan de acción climática en méxico

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1 Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México Rivas S. (editor) Lista completa de autores en el apartado de Agradecimientos 2021 EUR 30701ES

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Page 1: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

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Guía:

Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

Rivas S. (editor)

Lista completa de autores en el apartado de Agradecimientos

2021

EUR 30701ES

Page 2: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

La presente publicación es un informe técnico del Centro Común de Investigación (JRC), el servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea, que aspira a prestar un apoyo científico factual al proceso de elaboración de las políticas de la Unión. Los datos científicos presentados no implican una posición política de la Comisión Europea. Ni la Comisión Europea ni ninguna persona que actúe en su nombre son responsables del uso que pueda hacerse de esta publicación. Para obtener más información sobre la metodología y calidad de los datos no procedentes de Eurostat u otros servicios de la Comisión utilizados en esta publicación, los usuarios deberán dirigirse a las fuentes referenciadas. Las designaciones empleadas y la presentación del material en los mapas no implican juicio alguno de la Unión Europea sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto del trazado de sus fronteras o límites. Información de contacto Nombre: Silvia Rivas Calvete Dirección: Comisión Europea, Centro Común de Investigación (JRC) Via E. Fermi s/n Ispra Italy Correo electrónico: [email protected] EU Science Hub https://ec.europa.eu/jrc JRC124287 EUR 30701 ES

PDF ISBN 978-92-76-37674-3 ISSN 1831-9424 doi: 10.2760/040742

Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2021 © Unión Europea, 2021 La política de reutilización de la Comisión Europea se rige por la Decisión 2011/833/UE de la Comisión, de 12 de diciembre de 2011, relativa a la reutilización de los documentos de la Comisión (DO L 330 de 14.12.2011, p. 39). Salvo que se indique otra cosa, la reutilización del presente documento queda autorizada en virtud de la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0) (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/). Esto significa que se permite la reutilización siempre que la fuente esté adecuadamente identificada y se indique cualquier cambio. Para cualquier uso o reproducción de fotografías u otro material que no sea propiedad de la UE, debe solicitarse permiso directamente a los titulares de los derechos de autor. Todos los contenidos © Unión Europea, 2021, excepto: Foto de portada: San Juan Teotihuacán, México (muriet @ unsplash.com)

Cómo citar este informe: Rivas Calvete, S.; Velasco Rodríguez, G.; Reyes de la Lanza, S.; Blanco Solana, M.; Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México, EUR 30701 ES, Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, Luxemburgo, 2021, ISBN 978-92-76-37674-3, doi: 10.2760/040742, JRC124287

Page 3: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

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Contenidos

Agradecimientos ..........................................................................................1

Abstract ....................................................................................................2

Sumario ....................................................................................................3

1 Introducción ...........................................................................................5

1.1 Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) .........................5

1.2 Instrucciones de uso de la guía ...............................................................5

2 Planes de Acción Climática ..........................................................................7

2.1 Principios de elaboración .......................................................................7

2.1.1 Alcance temporal y espacial ............................................................8

2.2 Proceso de elaboración ....................................................................... 10

3 Fase de Iniciación ................................................................................... 13

3.1 Contextualización y marco jurídico aplicable ............................................. 13

3.1.1 Instrumentos internacionales ........................................................ 13

3.1.2 Marco jurídico e institucional federal ............................................... 15

3.1.3 Marco jurídico e institucional local .................................................. 16

3.2 Compromiso político y adhesión al GCoM................................................. 17

3.3 Movilización de actores municipales ....................................................... 18

3.3.1 Conformación del equipo técnico responsable .................................... 18

3.4 Movilización de actores clave externos .................................................... 20

3.4.1 Mecanismos y herramientas para el involucramiento de actores clave ...... 24

3.5 Comunicación y difusión de información .................................................. 24

3.6 Cronograma y tiempos estimados.......................................................... 24

4 Fase de Planeación: Pre-evaluación y diagnósticos .......................................... 26

4.1 Pilar de mitigación: Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero ...... 26

4.1.1 Requisitos del reporte de emisiones ................................................ 28

4.1.1.1 Límite del inventario .............................................................. 28

4.1.1.2 Gases de Efecto Invernadero ................................................... 29

4.1.1.3 Tipos de emisiones ................................................................ 30

4.1.1.4 Sectores y subsectores........................................................... 31

4.1.1.5 Claves de notación ................................................................ 36

4.1.2 Metodologías disponibles.............................................................. 37

4.1.2.1 Energía estacionaria .............................................................. 40

4.1.2.2 Transporte .......................................................................... 49

4.1.2.3 Residuos ............................................................................ 54

4.1.2.4 Generación de energía ........................................................... 65

4.1.3 Escenario de emisiones tendencial y proyección de la línea base ............ 66

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ii

4.1.4 Documentación del inventario ....................................................... 69

4.2 Pilar de Adaptación: Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas ............ 70

4.2.1 Marco conceptual y conceptos clave ................................................ 71

4.2.2 Metodologías ............................................................................ 75

4.2.2.1 Identificación y caracterización de peligros climáticos ..................... 75

4.2.2.2 Estimación del nivel de riesgo climático ...................................... 80

4.2.2.2.1 Metodologías específicas para la evaluación del riesgo climático . 88

Evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores .............................. 90

4.2.2.3 Evaluación de la capacidad adaptativa ........................................ 94

4.2.3 Identificación de resultados principales ............................................ 96

5 Fase de Planeación: Desarrollo del PAC ........................................................ 98

5.1 Metas y objetivos de mitigación y adaptación ........................................... 98

5.1.1 Visión a largo plazo .................................................................... 98

5.1.1.1 Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional.............................. 98

5.1.2 Metas y objetivos específicos ...................................................... 100

5.1.2.1 Metas de mitigación ............................................................ 101

5.1.2.2 Metas de adaptación ............................................................ 106

5.2 Acciones climáticas .......................................................................... 109

5.2.1 Elementos clave de las acciones climáticas ..................................... 110

5.2.2 Tipos de intervenciones públicas y modelos de gobernanza ................. 111

5.2.3 Factores por considerar para el diseño de acciones climáticas .............. 112

5.2.4 Propuestas de acciones de mitigación ............................................ 117

5.2.4.1 Descarbonización de la red eléctrica ........................................ 117

5.2.4.2 Edificios, viviendas e instalaciones bajos en carbono .................... 118

5.2.4.3 Urbanización y transporte sustentables..................................... 123

5.2.4.4 Prevención y gestión integral de residuos .................................. 127

5.2.4.5 Prácticas agrícolas sostenibles................................................ 128

5.2.5 Propuestas de acciones de adaptación ........................................... 131

5.2.5.1 Adaptación basada en Comunidades ........................................ 133

5.2.5.2 Adaptación basada en Ecosistemas.......................................... 135

5.2.5.3 Adaptación basada en Reducción del Riesgo de Desastres ............. 138

5.2.6 Priorización y validación de las medidas ......................................... 139

5.2.6.1 Metodologías para la priorización de acciones ............................. 139

5.2.6.2 Escenarios de reducción de emisiones ...................................... 146

5.2.7 Socialización y procesos participativos ........................................... 148

5.2.8 Consideraciones finales ............................................................. 149

6 Fase de Implementación ........................................................................ 151

6.1 Generalidades ................................................................................ 151

Page 5: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

iii

6.2 Establecimiento y ejecución de un Plan de Trabajo................................... 151

6.3 Gobernanza climática ....................................................................... 152

6.4 Estrategia de comunicación................................................................ 153

7 Fase de Monitoreo y Reporte ................................................................... 154

7.1 Plantillas de reporte ......................................................................... 154

7.2 Monitoreo, reporte y verificación ......................................................... 155

8 Identificación y gestión de financiamiento climático ....................................... 157

8.1 Retos y recomendaciones generales ..................................................... 157

8.2 Fuentes y mecanismos de financiamiento climático .................................. 160

8.2.1 Financiamiento municipal, estatal y federal ..................................... 160

8.2.1.1 Generación de recursos propios .............................................. 160

8.2.1.2 Recursos presupuestales....................................................... 161

8.2.1.3 Fondos nacionales............................................................... 162

8.2.2 Financiamiento privado.............................................................. 163

8.2.2.1 Instrumentos de mercado ..................................................... 163

8.2.2.2 Alianzas público-privadas ...................................................... 165

8.2.2.3 Seguros ........................................................................... 166

8.2.3 Apoyo y financiamiento internacional ............................................ 167

8.2.3.1 Ejemplos de fuentes internacionales ........................................ 169

8.3 Herramientas de apoyo..................................................................... 170

Conclusiones y comentarios finales ............................................................... 172

Fuentes de información ............................................................................. 173

Lista de abreviaciones ............................................................................... 177

Lista de cajas.......................................................................................... 180

Lista de figuras........................................................................................ 181

Lista de tablas......................................................................................... 183

Anexos .................................................................................................. 185

Anexo 1. Mapeo de recursos y fuentes de información ................................... 185

Anexo 2. Mapeo de fuentes de financiamiento.............................................. 200

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Agradecimientos

Esta guía no habría sido posible sin el entusiasmo y apoyo de Manuel Fuentes y David

Calvo, gerentes respectivamente de IUC LATAM y IUC Norte America en el periodo 2017-2020.

Especial agradecimiento así mismo a Eugenia García Velarde del equipo IUC y a Renata

Rocha Ojeda y Fernando Rementería Méndez del equipo de CAPSUS.

Así mismo, los autores desean agradecer su apoyo a los representantes de la Delegac ió n

Mexicana de la Unión Europea involucrados en el Pacto Global de Alcaldes.

Destacar así mismo el trabajo de revisión del equipo del Pacto de Alcaldes del Joint Research Center, de su colaboradora Linda Romanovska en la parte de adaptación y de

Barbara Realini en materia de formato.

Por último, agradecer y dedicar esta guía a los componentes de los equipos munic ipales de las primeras siete ciudades mexicanas elegidas para el desarrollo integral de los

planes de acción local bajo la estrecha colaboración de la unión europea: Mérida, Puebla, Bahía de Bandera, Ciudad Madero, Culiacán, Juárez y Zapopan. Sus experiencias se encuentran incluidas en esta guía a modo de ejemplo e inspiración para todas las municipalidades mexicanas en proceso de desarrollar e implementar sus planes de acción local climática.

Autores

Silvia Rivas Calvete

Guillermo Velasco Rodríguez

Sebastián Reyes de la Lanza

Maria Blanco Solana

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Abstract

El Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) apoya a las autoridades locales en el combate al cambio climático. El México, el GCoM invita a los gobiernos municipales a asumir un compromiso político voluntario para implementar acciones bajo

tres pilares: la mitigación climática, la adaptación climática y el acceso a la energía. Con el fin de traducir el compromiso político en medidas prácticas, los signatarios de GCoM se comprometen a elaborar e implementar un Plan de Acción Climática (PAC).

La presente Guía ha sido adaptada con base en experiencias anteriores del Joint Research Centre (JRC) en Europa y otras regiones del mundo. Asimismo, se utilizaron como insumos las experiencias y buenas prácticas recabadas durante un proyecto piloto (GCoM México: Showcase Cities) en donde se apoyó a Municipios mexicanos en la integración de su PAC, a través del Programa de Cooperación Urbana Internacional -

Norte América (IUC-NA) de la Unión Europea.

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Sumario

Contexto de política pública

El Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) apoya a las autoridades locales en el combate al cambio climático. El México, el GCoM invita a los gobiernos municipales a asumir un compromiso político voluntario para implementar acciones bajo tres pilares: la mitigación climática, la adaptación climática y el acceso a la energía. Con el fin de traducir el compromiso político en medidas prácticas, los signatarios de GCoM se

comprometen a elaborar e implementar un Plan de Acción Climática (PAC).

La integración de un PAC a nivel local es coherente con la legislación mexic ana. La Ley General de Cambio Climático establece en su artículo 9.º que corresponde a los

Municipios “formular, conducir y evaluar la política municipal en materia de cambio climático en concordancia con la política nacional y estatal”. Por lo tanto, resulta pertinente generar recomendaciones específicas para apoyar a los gobiernos locales en la definición y ejecución de su política climática.

La presente Guía ha sido adaptada con base en experiencias anteriores del Joint Research Centre (JRC) en Europa y otras regiones del mundo. Asimismo, se utilizaron como insumos las experiencias y buenas prácticas recabadas durante un proyecto piloto (GCoM México: Showcase Cities) en donde se apoyó a Municipios mexicanos en la

integración de su PAC, a través del Programa de Cooperación Urbana Internacional - Norte América (IUC-NA) de la Unión Europea.

Conclusiones e implicaciones principales

La acción climática a nivel local es muy beneficiosa para los Munic ipios mexic anos, ya que los Planes de Acción Climática ayudan a promover el desarrollo sostenible a escala comunitaria y contribuyen a cumplir los objetivos climáticos nacionales y mundiales. Los gobiernos locales en México están legalmente obligados a definir su política c limát ic a, y el GCoM puede facilitar este proceso bajo un marco internacional estandarizado que es lo

suficientemente flexible para cumplir con requerimientos y estándares nacionales. Además, al unirse al GCoM, los Municipios pueden obtener el apoyo de una red global experimentada y mostrar su liderazgo a nivel internacional.

No obstante, la integración de un Plan de Acción Climática (PAC) requiere una c antidad significativa de recursos humanos, tiempo y conocimiento técnico. Las secciones iniciales de la Guía facilitan que los equipos locales sienten las bases políticas y técnicas para integrar el documento. Al comprender la carga de trabajo que conlleva desarrolla r este tipo de instrumentos, los equipo pueden organizarse adecuadamente y definir plazos

para su elaboración.

Un desafío común a nivel país es la falta de datos e información cuantitativa a nivel loc al

para la integración del PAC y sus dos diagnósticos, el Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero y el Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas. La presente Guía ayudará a que equipos locales de Municipios mexicanos superen este reto, proveyendo fuentes de información veraz y descripciones técnicas para apoyar el desarrollo de habilidades y conocimientos sólidos en torno a metodologías especializadas.

Asimismo, se detallan pautas que ayudan a que los gobiernos locales generen datos específicos y desagregados a nivel local. De esta forma, es posible obtener evidencia para informar el diseño de acciones de mitigación y adaptación.

La participación de múltiples actores y partes interesadas es fundamental para rec opilar información y consensuar las acciones que se incluirán en la PAC y c ómo es que serán implementadas. La participación adecuada de otros departamentos gubernamentales, el sector privado, la academia y la sociedad civil apoya el desarrollo y posterior ejecución del PAC. En este sentido, la Guía ofrece recomendaciones para recabar el apoyo de ot ros

actores externos a la unidad gubernamental responsable de la integración del PAC y otorga lineamientos para definir objetivos de mitigación y adaptación, así como para

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seleccionar y priorizar acciones climáticas con base en los resultados de los diagnósticos. Los equipos locales podrán utilizar esta información para guiar discusiones con tomadores de decisión y otras partes interesadas, y así delinear el camino que el Municipio seguirá para fomentar un desarrollo bajo en emisiones y resiliente ante los impactos del cambio climático.

Finalmente, se reconoce que muchos instrumentos de política pública climática en el país no tienen el impacto esperado. Esto se debe a barreras significativas durante su implementación, en especial por la falta de experiencia en procurar recursos financieros

para la acción climática y en el diseño de proyectos bancables. Por esta razón, las últimas secciones de la Guía integran recomendaciones referentes a la implementac ión, monitoreo y reporte, y el financiamiento climático.

El trabajo del JRC

Desde el lanzamiento del GCoM en 2015 , e JRC ha sido el organismo cientifico interno de la iniciativa , dando soporte técnico y cientifico al desarrollo de la misma.

Esta previsto que seguira desarrolhando este papel hasta el final actula de la inic iat iva , 2030.Se preve que siga desarrolhando este papel hasta el fin de la iniciativa en 2030.

Guía rápida

Este documento ha sido ideado para ayudar a autoridades locales en Méxic o a preparar un PAC congruente con estándares nacionales e internacionales. La Guía proporciona orientación paso a paso en el proceso de planeación climática.

En primer instancia, se ofrecen recomendaciones para sentar las bases políticas y técnicas que sustentarán la integración del documento (fase de Iniciación). A continuación, para la fase de Planeación, se detallan directrices para evaluar la situac ión

actual del Municipio y los sectores prioritarios a atender, a t ravés de dos documentos diagnóstico: 1) un Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero y 2) un Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas. Estos documentos sirven para fundamentar una línea base que será utilizada para informar el diseño de acciones locales de mit igac ión y adaptación. En este sentido, la Guía puntualiza cómo definir objetivos climáticos concretos y cómo seleccionar, evaluar y priorizar acciones de mitigación y adaptación, de

las cuales se incluyen ejemplos relevantes para las autoridades locales.

Subsecuentemente, se proporcionan recomendaciones para las fases de Implementac ión

y Monitoreo y Reporte del PAC, con el objetivo de apoyar la ejecución de la inic iat iva y facilitar el cumplimiento de los objetivos climáticos locales. Con este fin, la Guía inc luye una última sección que aborda conceptos básicos de financiamiento climátic o, haciendo referencia a diferentes fuentes y fondos disponibles para que los Munic ipios mexic anos movilicen recursos económicos y garanticen la futura puesta en marcha de su estrategia

climática.

Se destaca que el proceso de desarrollo del PAC permite flexibilidad, de acuerdo c on las capacidades locales y el contexto municipal. La elección de las políticas y acciones puede

variar según las características del área de estudio, así como la existencia de estrategias previas o en proceso de ejecución. Esta flexibilidad ayuda a que los gobiernos locales desarrollen un PAC coherente y específico a sus circunstancias y objetivos locales.

Cabe señalar que el contenido de esta Guía es congruente con lineamientos más amplios de la iniciativa del GCoM, los cuales se resumen en el Marco Común de Reporte. Asimismo, a la fecha de elaboración de la presente Guía, se aceptan dos plataformas de reporte oficiales ante el GCoM: My Covenant, la plataforma europea de informes, y el Sistema de informes unificado CDP/ICLEI.

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1 Introducción

1.1 Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM)

El Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM, por sus siglas en inglés) es la mayor alianza internacional de ciudades1 y gobiernos locales con una visión compartida a largo plazo en favor de acciones voluntarias para combatir el cambio

climático, avanzar hacia un futuro con bajas emisiones de gases de efec to invernadero (GEI), incrementar la resiliencia climática y facilitar el acceso a energía sostenible y asequible.

La acción voluntaria de los gobiernos locales dentro del GCoM se basa en t res pilares: mitigación, adaptación y acceso a la energía. Para cada pilar, se busca que los gobiernos locales definan acciones ambiciosas e implementables que recaigan en su jurisdicción y atribuciones. El compromiso no se limita a tomar medidas locales audaces,

sino que también busca fomentar el trabajo conjunto entre los gobiernos firmantes para compartir soluciones innovadoras y compartir experiencias.

Al formar parte del Pacto, los Municipios firmantes adquieren una serie de c ompromisos

(ver Figura 1) cuyo fin es poner en marcha políticas y medidas para reducir o limitar las emisiones de GEI, prepararse para los efectos del cambio climático, aumentar el acceso a la energía sostenible, y realizar un seguimiento del progreso hacia estos objetivos.

Figura 1 Compromisos de los Municipios adheridos al GCoM

Fuente: Elaboración propia.

1.2 Instrucciones de uso de la guía

Esta Guía busca proveer un conjunto de principios y recomendaciones coherentes y flexibles para la integración de un PAC a nivel local. La Guía presenta un modelo fácilmente adaptable, independientemente de la ubicación y extensión geográfica del Municipio, el tamaño de su población o sus capacidades institucionales. La Guía está dirigida a Municipios mexicanos y cumple con buenas prácticas reconocidas en el país y

alrededor del mundo, como las directrices del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y principios establecidos por autoridades nacionales con atribuciones en materia de medio ambiente, cambio climátic o y desarrollo urbano.

(1) Dentro del contexto del GCoM, el término ciudad se refiere a una juris dicción g eográ fica s ubnacional

("territorio") tal como una comunidad, un pueblo o una ciudad gobernada por un gobierno local co m o la entidad legal de la administración pública. En México, los Municipios corresponden al segundo nivel de la división territorial, donde el primer nivel son los Estados o Entidades Federativas. Es así que un Municipio mexicano es compatible con el término de ciudad empleado por el GCoM.

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El contenido de la Guía es un complemento del Marco Común de Reporte (CRF, por sus siglas en inglés) y su Guía Explicativa2, así como otras guías del GCoM y el Joint Research Centre de la Unión Europea (JRC). El CRF resume una serie de recomendaciones cuyo fin es establecer una línea base armonizada para el reporte de PAC desarrollados por cualquier gobierno local en el mundo. La Guía busca facilitar la

interpretación y adaptación del CRF al contexto nacional y regional. A lo largo del documento se indican fuentes de información, recursos, metodologías y recomendaciones específicas que han sido seleccionadas por su relevancia para el contexto mexicano, para así atender retos comunes que enfrentan los Municipios del país al integrar su polít ic a climática.

(2) Disponibles en http://pactodealcaldes-la.eu/recursos/publicaciones-y-herramientas/

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2 Planes de Acción Climática

Un Plan de Acción Climática (PAC) es un instrumento de política pública en donde los gobiernos locales, en este caso Municipios mexicanos, establecen políticas de mit igac ión y adaptación al cambio climático, en línea con los compromisos y estrategias estatales y nacionales.

Su elaboración se basa en los resultados de dos diagnósticos (ver Figura 2) que permiten tomar decisiones basadas en evidencia. En específico, se utiliza un Inventario

de Emisión de GEI y un Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas (ARVC).

Figura 2 Diagnósticos para la elaboración del Plan de Acción Climática

Fuente: Elaboración propia.

2.1 Principios de elaboración

El CRF del GCoM se fundamenta en una serie de principios que rigen la elaboración de un PAC:

— Flexible: Las recomendaciones se adaptan a las condiciones, circunstancias y

necesidades locales, así como limitantes en cuanto al ac c eso de datos y recursos técnicos.

— Coherente: Permite la alineación con los requisitos nacionales y estatales, así c omo

los compromisos de México ante la comunidad internacional, en virtud del Acuerdo de Paris. Asimismo, es coherente con el marco del IPCC y otras directrices de referencia.

— Adecuado: Se ajusta a la situación local y regional. Los diagnósticos y sus resultados reflejan la situación actual, las capacidades reales y el contexto normativo del Gobierno Municipal.

— Continuo: Los gobiernos locales dan continuidad a los esfuerzos a través del monitoreo y evaluación periódica de su PAC.

— Colaborativo y comparativo: Facilita la colaboración con gobiernos locales vecinos y permite comparar los productos generados con otros gobiernos en Méxic o y en el mundo.

Se contempla que los gobiernos locales planteen planes y medidas concretas para la mitigación del cambio climático, la adaptación (resiliencia climática) y el acceso a la energía, que son los tres pilares del Pacto.

En materia de mitigación, las acciones y estrategias del Plan deberán basarse en los sectores prioritarios identificados a partir de un Inventario de Emisión de GEI y la proyección de un escenario tendencial de emisiones, identificando las acciones que ofrecen las mayores reducciones al menor costo y con mayores co-beneficios.

En cuanto a adaptación, los gobiernos locales deben identificar los riesgos y vulnerabilidades climáticas más relevantes para el Municipio. Las acciones de adaptación

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propuestas deben atender estas vulnerabilidades e incrementar la resiliencia ante los impactos actuales y proyectados del cambio climático.

Finalmente, el pilar de acceso a la energía3 debe tomar en cuenta los benefic ios que tendría la población y el gobierno local al mejorar el acceso a fuentes de energía seguras, sostenibles y asequibles. Se debe determinar cómo las autoridades locales pueden inf luir en el consumo de energía a largo plazo, fomentar mercados para produc tos y servicios energéticamente eficientes y propiciar cambios en los patrones de consumo de energía.

2.1.1 Alcance temporal y espacial

El alcance espacial del PAC debe coincidir con los límites geográficos del Municipio en cuestión, para abarcar el área total de la jurisdicción del gobierno local. Posteriormente, el PAC debe definir una temporalidad clara para las acciones planteadas, c on base en metas y compromisos nacionales. Es deseable que el PAC tenga metas de corto y mediano plazo, pero con una visión a largo plazo, pues para observar el total de los

beneficios se requiere que la implementación no se limite a un único periodo administrativo.

Durante el periodo de vigencia del PAC, se deberán establecer procesos de mejora continua para incrementar el alcance de los beneficios planteados. El modelo de implementación del PAC debe ser suficientemente flexible para permitir que, como resultado del seguimiento y evaluación, se puedan modificar las acciones inicialmente planteadas. Las consecuencias del cambio climático son cambiantes y constantemente se desarrollan cambios tecnológicos, económicos y sociales que podrían requerir replantear

los objetivos, metas y acciones del PAC.

Se recomienda considerar al menos dos esquemas temporales dentro del instrumento:

— Una visión a largo plazo, hacia la siguiente década o inclusive mayor, incluyendo estrategias y objetivos en diferentes sectores. El año 2030 se considera el horizonte temporal mínimo para un PAC, al coincidir con los objetivos nacionales de México.

— Medidas detalladas para los próximos 3-5 años, que traducen la estrategia y los objetivos a largo plazo en acciones reales más inmediatas.

1.1. Elementos de un PAC

Los gobiernos locales tienen la opción de definir la estructura del documento, siempre y cuando cumplan con los requisitos obligatorios definidos en el CRF. Es recomendable

retomar instrumentos anteriores (por ejemplo, un PAC cuya vigencia ya expiró) y ajustar la estructura para que se adapte a las necesidades actuales. La Tabla 1 enlista secciones y elementos sugeridos, con base en el CRF y la estructura general de cualquier instrumento de política pública en México.

(3) Debido a la centralización del sector energético en México para la generación y distribución de electricidad,

a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y las pocas atribuciones que los gobiernos municipales tienen en la materia, se considera que la aplicación de este pilar tal como lo considera el GCoM está ampliamente limitada en el país.

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Tabla 1 Elementos sugeridos de un PAC

Elemento Descripción

Fecha de adopción Fecha de aprobación del PAC en el Cabildo Municipal.

Autores y colaboradores

Listado de miembros del equipo responsable de la integración del PAC, instituciones participantes y otros colaboradores. Puede incluir agradecimientos a fuentes de financiamiento y recursos técnicos, asesores y revisores.

Resumen ejecutivo Descripción de los resultados y conclusiones principales del PAC.

Índice Se sugiere para contenidos, tablas, figuras, mapas, cuadros, etc.

Introducción Resume el contenido del PAC y contextualiza su relevancia para el Municipio.

Descripción de la zona de estudio

Límites geográficos, características físicas y naturales, sociodemográficas y económicas. Descripción de la problemática ambiental y socioeconómica local.

Marco teórico Conceptos clave de cambio climático, mitigación y adaptación.

Marco institucional y jurídico

Instrumentos jurídicos internacionales, nacionales, estatales y municipales que sustentan al PAC. En la sección también se pueden describir la relación del documento

con otros instrumentos de planificación y un análisis del arreglo institucional que respalda la implementación del PAC.

Antecedentes Se presentan los esfuerzos previos del gobierno local en materia de cambio climático. De

haber un PAC anterior, se puede hacer una evaluación del mismo y un recuento de sus logros y retos.

Inventario de Emisión de GEI

Identificación de los sectores de emisión prioritarios en el Municipio. Debe describir la metodología utilizada para el cálculo de emisiones y la línea base. Se podrá integrar por

separado una memoria técnica con descripciones más detalladas de los cálculos y resultados.

Análisis de Riesgos y

Vulnerabilidades Climáticas

Hallazgos principales sobre peligros climáticos prioritarios, las zonas y grupos de

población vulnerables y la evaluación de la capacidad adaptativa. Se podrá anexar (o publicar por separado) un documento ampliado con resultados más detallados y desagregados.

Misión y visión del PAC

Misión y visión del PAC. Se recomienda describir la metodología utilizada para definir, evaluar y priorizar las acciones climáticas, así como el proceso de involucramiento con actores clave.

Metas y objetivos del

PAC

Los objetivos de mitigación y adaptación deberán estar alineados con metas estatales y

nacionales, y responder a las prioridades locales identificadas en los diagnósticos.

Acciones climáticas Detalle de las acciones de mitigación y adaptación propuestas.

Plan de implementación

Contiene los lineamientos a considerar para implementar el PAC bajo un enfoque de buenas prácticas y mejora continua.

Plan de financiamiento

Presenta las estrategias de financiamiento a seguir durante la fase de implementación. Se recomienda incluir una lista de posibles fuentes de financiamiento.

Plan de reporte, monitoreo y evaluación

Indica los mecanismos para reportar avances en la implementación del PAC. Deberá definir indicadores, frecuencia de reporte, y responsables del monitoreo y evaluación.

Conclusiones Cierre del documento en donde se destacan los hallazgos principales, las políticas de mitigación y adaptación planteadas, así como los beneficios generales esperados de su implementación.

Referencias Listado de fuentes de información utilizadas para integrar el PAC.

Glosario Términos clave y sus definiciones.

Anexos Documentación adicional que complementa los contenidos del PAC. Algunos posibles anexos son los siguientes: Evidencia fotográfica de talleres y procesos participativos, fichas de evaluación y priorización de las medidas, fichas técnicas con explicaciones metodológicas para el Inventario de Emisión de GEI y el ARVC.

Fuente: Elaboración propia.

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Para poder integrar un PAC bajo el esquema propuesto, es necesario considerar una serie de elementos adicionales para guiar las actividades del equipo encargado de desarrollar el instrumento. La Figura 3 muestra diez elementos que son la base de la presente Guía y que se vinculan con los compromisos asumidos por los signatarios del GCoM.

Figura 3 Elementos clave en la integración del PAC

Fuente: Elaboración propia.

2.2 Proceso de elaboración

El proceso de elaboración del PAC integra cuatro fases, mismas que constituyen las secciones subsecuentes de la presente Guía (Figura 4).

La fase de Iniciación se vincula con los principios generales del PAC y contempla el compromiso político inicial, la definición de una estructura organizacional, la conformación del equipo de trabajo y el acercamiento inicial con ot ras dependencias y actores clave.

En la Planeación se contempla la integración de los contenidos del instrumento. Se divide en dos sub-etapas, primero una evaluación previa donde se integran los

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11

documentos diagnóstico y luego un desarrollo que contempla la definición, evaluación y priorización de estrategias y acciones climáticas.

Figura 4 Fases para la elaboración de un PAC

Fuente: Elaboración propia.

Durante la implementación se ponen en marcha las acciones climáticas definidas en el

PAC, durante su periodo de vigencia. En ella se invierten recursos humanos y económicos con el fin de alcanzar los objetivos planteados. Esta fase comienza una vez que el Plan ha sido aprobado por el Cabildo Municipal, y se debe sustentar en est rategias específ icas para la implementación, el financiamiento, el monitoreo y la evaluación.

Por último, la fase de Monitoreo y Reporte se desarrolla de forma paralela a la Implementación. Esta contempla la evaluación continua del avance y resultados del PAC a través de indicadores para el seguimiento, así como revisiones y evaluaciones que permitan definir el progreso hacia los objetivos y adoptar medidas correctivas en caso de

ser necesario.

Al unirse al GCoM, los Municipios se comprometen a actualizar, reportar y evaluar los

resultados de su PAC a través de una de dos herramientas disponibles, la plataforma My Covenant del Joint Research Center o la plataforma de reporte de CDP/ICLEI, las cuales se abordarán más adelante. El GCoM define plazos para los diferentes elementos y productos del proceso completo. La Figura 5 muestra una calendarización para orienta r a los gobiernos locales en el cumplimiento de sus compromisos.

Figura 5 Calendario general de presentación de los reportes

Fuente: Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

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Las siguientes secciones de la Guía proporcionan un conjunto de principios y recomendaciones flexibles y coherentes considerando las circunstancias nacionales y capacidades específicas locales. Se describen pasos a seguir para completar cada una de las fases del proceso, además de incluirse una sección adicional c on rec omendaciones sobre el financiamiento climático.

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3 Fase de Iniciación

Los gobiernos locales deben contar con un plan operativo para iniciar con el desarrollo y ejecución de su PAC. Los pasos que a continuación se recomiendan, se repiten o traslapan entre fases, por lo que pueden ser secuenciados de tal forma que se adapten a la situación particular del Municipio.

La falta de planeación afecta tanto el desarrollo del instrumento como su futura implementación y monitoreo. La Fase de Iniciación busca generar respuestas a

interrogantes clave que sirven como punto de partida para integrar el PAC. La planeación debe tener como objetivo ayudar a que los gobiernos locales c ontesten las siguientes interrogantes:

— ¿Hacia dónde queremos llegar y cuáles son nuestros objetivos?

— ¿Qué estrategia seguiremos para alcanzar estos objetivos?

— ¿Qué actividades específicas tenemos que hacer?

— ¿Quiénes serán los responsables de las actividades?

— ¿Con qué recursos contamos y cuáles nos hacen falta?

— ¿Cuánto tiempo nos tomará realizar estas actividades?

La planeación es esencial cuando se integra un PAC por primera vez. Por ejemplo, plantear estrategias de mitigación y adaptación con un sustento técnico robusto requiere de un esfuerzo considerable, lo que aumenta el número de tareas de los servidores públicos y disminuye el tiempo disponible para otras responsabilidades. Además, se debe

reconocer que el cambio climático es un tema a veces desconocido o desatendido a nivel local, por lo que el proceso usualmente implica una curva de aprendizaje.

3.1 Contextualización y marco jurídico aplicable

Las políticas públicas en materia de cambio climático se fundamentan en instrumentos de planeación internacionales, nacionales y locales. Esto permite justificar la elaboración del PAC y el establecimiento de objetivos y metas consistentes con esfuerzos de la comunidad global y el país. A continuación, se mencionan instrumentos jurídicos y de planeación mínimos a conocer, pero se exhorta a los Municipios a revisar otros

instrumentos que pudieran vincularse con el PAC.

3.1.1 Instrumentos internacionales

Desde su firma en 1992 y posterior entrada en vigor en 1994, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC o CMNUCC) es el princ ipal instrumento encargado de “establecer las bases para la acción internacional conjunta en

cuanto a mitigación y adaptación al cambio climático” (INECC, 2018b).

México, al formar parte de la UNFCCC, adquirió una serie de compromisos ent re los que se destaca realizar acciones de mitigación al cambio climático, integrar inventarios de

emisión de GEI a escala nacional y presentar información sobre los avances y logros en la materia. Para cumplir con esto, México emite de forma periódica una Comunicación Nacional ante la UNFCCC, así como informes bienales de actualización. La última versión de dichos instrumentos corresponde a la Sexta Comunicación Nacional y el Segundo Informe Bienal (SEMARNAT & INECC, 2018b).

Para alcanzar los objetivos definidos por la UNFCCC, las Partes de la Convención han definido compromisos adicionales a través de dos instrumentos principales, el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, cuyas características se resumen en la Tabla 2.

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Tabla 2 Instrumentos a nivel internacional en materia de cambio climático

Instrumento UNFCCC Protocolo de Kioto Acuerdo de París

Aprobación 9 de mayo de 1992 11 de diciembre de 1997 12 de diciembre de 2015

Entrada en vigor

21 de marzo de 1994 16 de febrero de 2005 4 de noviembre de 2016

Firmado por México

13 de junio de 1992 9 de junio de 1998 22 de abril de 2016

Ratificado por

México

11 de marzo de 1993 29 de abril de 2000 14 de septiembre de 2016

Objetivo La Convención persigue “la estabilización de las

concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”

(Naciones Unidas, 1992).

Reducción de emisiones de GEI, a través de metas

vinculantes para países desarrollados y con economías en transición. El primer periodo de compromiso para la reducción de emisiones fue

de 2008 a 2012, en tanto que el segundo comenzó en 2013 y terminará el 31 de diciembre de 2020.

“Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por

debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1.5ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que

ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.

Fuente: Subdirección de Análisis de Política Interior de la Cámara de Diputados, LXIV Legislatura (Cámara de Diputados, 2019).

El Acuerdo de París es el instrumento más actual que rige la política internacional en materia de cambio climático. Además del objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2.0ºC (y preferentemente 1.5ºC) respecto de niveles preindustriales, el Acuerdo busca “aumentar la c apacidad de adaptación a los

efectos adversos del cambio climático” y “situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al c lima y c on bajas emisiones de gases de efecto invernadero”. El Acuerdo también busca establecer un nuevo marco tecnológico y un marco para la creación de capacidades. Asimismo, enfatiza la necesidad de apoyar la acción climática de los países en desarrollo más

vulnerables. La Figura 6 resume los elementos clave del Acuerdo de París.

Figura 6 Elementos clave del Acuerdo de París

Fuente: Adaptación de la Subdirección de Análisis de Política Interior de la Cámara de Diputados, LXIV

Legislatura (Cámara de Diputados, 2019).

La presentación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) es uno de los elementos más importantes del Acuerdo. Las Partes deben preparar, comunicar y actualizar sus contribuciones periódicamente, acorde a sus

capacidades técnicas y aumentando su ambición para cumplir metas concretas de reducción de emisiones y adaptación a los impactos del cambio climático.

México fue el primer país en desarrollo en presentar sus NDC (Gobierno de México, 2014; SEMARNAT, 2015b), las cuales entraron en proceso de actualización en 2020. En las NDC de 2015, México se comprometió a alcanzar una reducción no condicionada del

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22% en sus emisiones de GEI al año 2030, en tanto que en materia de adaptación se destaca el fortalecer la resiliencia de los Municipios más vulnerables, establecer sistemas de prevención, alerta temprana y gestión de riesgo en todos los órdenes de gobierno, y alcanzar una tasa cero de deforestación en 2030.

Otro instrumento internacional relevante es la Agenda 2030 (ver Figura 7) para el desarrollo sostenible, adoptada por la Asamblea General de la ONU en 2015 (ONU, 2015). Esta agenda plantea 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y, junto con el Acuerdo de París, es la base para la implementación de ac ciones c oherentes en

materia de cambio climático y desarrollo sostenible en múltiples sec tores y a dist intos niveles de gobierno. Resulta crítico aprovechar sinergias y co-beneficios a través de esfuerzos coordinados y colaborativos que persigan la implementación tanto de los ODS como del Acuerdo de París.

Figura 7 Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible

Fuente: (ONU, 2015).

3.1.2 Marco jurídico e institucional federal

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su art íc ulo 4.°, párrafo quinto, que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. La pauta para cumplir con este artículo constitucional y los

acuerdos internacionales en materia de cambio climático es la Ley General de Cambio Climático (LGCC), la cual se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de 2012 y entró en vigor el 10 de octubre del mismo año.

La LGCC tiene como objetivo promover la transición hacia una economía baja en carbono. Para lograr esto, establece un marco de coordinación institucional denominado Sistema Nacional de Cambio Climático (SINACC). El SINACC establece la concurrencia de los tres órdenes de gobierno; está conformado por el Instituto Nac ional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Comisión Intersectorial de Cambio Climát ic o,

el Consejo de Cambio Climático, una coordinación de evaluación, autoridades nacionales, gobiernos estatales, gobiernos municipales, representantes del Congreso de la Un ión y de otras asociaciones nacionales. Este esquema se resume gráficamente en la Figura 8.

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Figura 8 Instrumentos de coordinación y planeación de la Ley General de Cambio

Fuente: Adaptación a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

Estos organismos, si bien cuentan con tareas específicas y atribuciones part iculares, se coordinan para aplicar distintos instrumentos de planeación, como la Estrategia Nac ional de Cambio Climático, el Programa Especial de Cambio Climático y los programas y planes de acción contra el cambio climático a nivel estatal y municipal. La aplic ac ión de estos

instrumentos de planeación se apoya en herramientas técnicas y financieras como el Sistema de Información de Cambio Climático, el Fondo para el Cambio Climático, el Registro Nacional de Emisiones (RENE), instrumentos económicos y Normas Oficiales Mexicanas (NOM).

La integración de un PAC a nivel local se justifica en el mandato de la LGCC. En específico, el artículo 9.º establece que corresponde a los Municipios “formular, conducir y evaluar la política municipal en materia de cambio climático en concordancia con la política nacional y estatal”. Asimismo, la LGCC establece en su

artículo 8.º que los Estados también deberán implementar políticas climáticas. Estas atribuciones derivan en la tarea de integrar Planes a nivel estatal y municipal. Anteriormente ha habido esfuerzos para promover la integración de Programas Estatales de Acción ante el Cambio Climático (PEACC) y Planes de Acción Climática Municipales (PACMUN), generalmente con el respaldo técnico e institucional del INECC y otros actores

como ICLEI, la GIZ, Ciudades C40, entre otros.

La instrumentación de la política nacional de cambio climático se relaciona a su vez c on otras disposiciones jurídicas, como la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección

al Ambiente, la Ley General para la Gestión Integral de los Residuos, la Ley General de Protección Civil, la Ley de Planeación, la Ley General de Asentamientos Humanos y la Ley de Transición Energética.

3.1.3 Marco jurídico e institucional local

Los gobiernos locales deben identificar instrumentos jurídicos y de política pública a nivel

estatal y municipal, que pudieran guardar relación con el PAC. En primera instancia, se debe revisar la existencia de leyes y programas estatales en materia de cambio climátic o y medio ambiente. Por ejemplo, algunas leyes estatales en materia de cambio c limát ic o podrían establecer las atribuciones de los Municipios para presentar un plan o programa a nivel municipal.

Posteriormente, para garantizar la congruencia del PAC con otros instrumentos de planeación, se debe hacer una revisión de programas en materia de desarrollo

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económico, desarrollo urbano, movilidad, entre muchos otros temas, ya que inciden sobre áreas y actividades que contemplan la acción climática. La Figura 9 resume algunos de los instrumentos de política que fundamentan la lucha contra el cambio climático en los tres niveles de gobierno.

Figura 9 Marco de instrumentos de respaldan y soportan la acción climática a nivel local

Fuente: Adaptación a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

También se debe fomentar que el PAC esté vinculado con los programas de desarrollo

local que se elaboran periódicamente y de forma obligatoria a nivel municipal. Para esto, es necesario revisar la ley de planeación estatal aplicable, así como los planes de desarrollo estatales y municipales. Inclusive, los gobiernos podrían promover actualizaciones normativas para que el mismo PAC se considere un programa de desarrollo local que deba actualizarse cada cierto tiempo.

3.2 Compromiso político y adhesión al GCoM

Para potenciar los esfuerzos a nivel municipal y garantizar el éxito en la integrac ión del

PAC, se requiere el apoyo de las autoridades municipales. El liderazgo y compromiso político deberán ser procurados desde el inicio del proyecto. Esto permite garant izar la aprobación formal del PAC en el Cabildo Municipal, así como la autorización por parte de autoridades estatales y federales pertinentes. Asimismo, facilita la asignación de recursos presupuestarios para su implementación.

Se recomienda contactar y recabar el apoyo del Presidente Municipal, los regidores locales, direcciones del gobierno municipal, consejos y comités especializados y posibles futuros socios y colaboradores desde el comienzo del proyecto. El equipo loc al deberá

asegurar que la integración del PAC se alinea con y apoya la implementac ión de planes y programas relevantes a nivel local, regional y nacional. De esta forma se vuelve más sencillo colaborar con los distintos actores que eventualmente tomarán decisiones respecto de los recursos a otorgar.

El resultado de esta etapa se resume en la adhesión formal al Pacto y una carta compromiso aprobada por el Cabildo Municipal. El consenso político ayuda a generar mecanismos de apoyo y estabilidad a largo plazo, independientemente de cambios administrativos, y en particular cuando las autoridades locales dependen fuertemente de

políticas y asignaciones presupuestarias provenientes de las Entidades Federativas y el

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Gobierno Federal, como es el caso de México. Otras actividades que sientan las bases para fomentar el compromiso político de las autoridades locales se resumen en la Figura 10.

Figura 10 Pasos necesarios para fomentar el compromiso político en torno a la planeación climática

Fuente: Elaboración propia.

3.3 Movilización de actores municipales

El desarrollo e implementación del PAC requiere de una colaboración continua, multi-departamental e inter-sectorial, incluyendo autoridades ambientales y de otros sec tores

como desarrollo urbano, movilidad, comunicaciones y transporte, agricultura y ganadería, desarrollo económico, finanzas, obras públicas, organismos operadores de agua y energía, aseo y limpia, protección civil, salud, educación y comunic ación, etc. El desarrollo del PAC se integrará al trabajo cotidiano de algunos de estos departamentos, mientras que otros tendrán colaboraciones puntuales en el desarrollo, implementac ión o

monitoreo del Plan.

3.3.1 Conformación del equipo técnico responsable

Una vez que se obtiene el compromiso político de los tomadores de dec isión, se deben asignar recursos humanos, técnicos y económicos específicos para el desarrollo e implementación del PAC. El primer paso es definir a la Unidad de Implementación

responsable de diseñar el PAC. Es conveniente que la designación sea oficial y por escrito. Se recomienda que esta Unidad sea una coordinación o dirección de cambio climático, medio ambiente o planeación. Por ejemplo, en algunos Municipios mexicanos la responsabilidad de desarrollar el PAC local ha sido asignada a Institutos Munic ipales de Planeación (IMPLAN) o a las direcciones locales de medio ambiente.

Recursos humanos necesarios

Para la elaboración del PAC se requiere de recursos humanos con diferentes perf iles y habilidades. La entidad responsable podrá abordar el proceso utilizando diferentes

esquemas:

— Recursos internos existentes: asignar responsabilidades a personal de departamentos existentes.

— Nuevos recursos internos: contratación de personal nuevo o creación de una nueva unidad dentro de la administración local.

— Contratación externa: consultores privados; estudiantes o académicos de universidades y centros de investigación, bajo un acuerdo voluntario o un c onvenio de coordinación.

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Independientemente del esquema elegido, es importante definir a un Coordinador Local, que forme parte de la administración municipal, como la persona encargada de gestionar la planeación y desarrollo del proyecto, además de facilitar la colaboración c on otros actores relevantes.

Experiencias previas sugieren que la Unidad responsable podría beneficiarse de integrar dos grupos distintos para la elaboración del PAC. El primero es un Comité Directivo que incluye a tomadores de decisión dentro del Municipio, en tanto que el segundo es un equipo técnico local. El Comité Directivo es de carácter ejecutivo y busca proveer

directrices generales para la planeación y apoyo político; el coordinador local debería encargarse de solicitar reuniones con dicho comité cuando lo considere necesario, para reportar avances y validar resultados. Este comité podría estar conformado por la dirección de la Unidad de Implementación, consejeros o regidores municipales, así c omo directivos de dependencias relevantes para el desarrollo y la implementación del PAC.

Por otro lado, el equipo técnico local deberá responder directamente al coordinador loc al y se encargará de la elaboración del PAC. Idealmente, los miembros del equipo técnico deben formar parte de la estructura organizacional de la Unidad responsable. Miembros

de otras dependencias municipales u otros actores externos también podrán formar parte del equipo técnico, y así atender deficiencias en las capacidades o experiencia de la entidad responsable. Se recomienda limitar el uso de esquemas de voluntariado o colaboración externa no remunerada, ya que dificultan la rendición de cuentas. En todo caso, estos acuerdos se deberán respaldar con algún tipo de convenio o contrato, y

fomentar mecanismos para el desarrollo de capacidades dentro del equipo local, a través de capacitaciones y otras herramientas que permitan al equipo adquirir c onocimiento y habilidades relevantes.

En cuanto a los perfiles ideales del equipo técnico, estos se señalan en la Figura 11. De forma general, se recomienda que esté conformado por el coordinador local y dos a tres personas adicionales, donde al menos dos personas se dediquen de tiempo c ompleto a la elaboración del PAC. Sin embargo, el GCoM reconoce que asignar esta cantidad de recursos humanos puede ser complicado para Municipios pequeños, por lo que ofrece

soporte técnico e incluso financiero, además de una comunidad experta, que ayuda a los Municipios de cualquier tamaño y capacidad a desarrollar su PAC. En todo caso, se sugiere contar con al menos una persona de tiempo completo dentro del gobierno municipal dedicada al proyecto. Es así que el coordinador local también deberá identificar pasos específicos donde será necesario solicitar el apoyo de algún otro perf il o soporte

externo.

Como primer paso, se debe definir con qué perfiles cuenta la Unidad responsable y cuáles

hacen falta, con el fin de reclutarlos. Para resolver las deficiencias de forma oportuna, será necesario solicitar el apoyo de tomadores de decisión a nivel munic ipal (el Comité Directivo).

En cuanto a requerimientos técnicos específicos, es deseable contar con experiencia en el manejo de hojas de cálculo y bases de datos, así como contar con un Sistema de Información Geográfica (SIG) para apoyar la integración de los diagnósticos. La disponibilidad de este tipo de herramientas y la experiencia en su uso pueden ser limitadas dentro de las dependencias municipales. Es posible buscar asociaciones con

otras dependencias o instituciones académicas que pudieran ofrecer asesoría técnica o servicios para integrar este tipo de tecnologías dentro del proceso de planeación. Ot ro posible esquema es la contratación de practicantes o estudiantes de maestría o doctorado para la realización de tareas técnicas específicas.

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Figura 11 Estructura organizacional recomendada para el equipo técnico local

Fuente: Elaboración propia.

Recursos económicos

Se sugiere que, desde el inicio del proyecto, se hagan estimaciones de los costes para la adquisición de insumos, contratación de personal, renta de espacios f ísic os, visitas de campo, aplicación de encuestas, talleres o reuniones con expertos, contratación de servicios especializados, entre otras actividades. El Municipio podrá buscar recursos externos para la integración del PAC, a través de fondos estatales y federales en materia

de medio ambiente y cambio climático, agencias de cooperación internacional y bancos multilaterales.

3.4 Movilización de actores clave externos

El equipo técnico local deberá involucrar a los actores clave que puedan aportar al proceso de elaboración y/o implementación del PAC. Estos actores se distinguen por cumplir con una o más de las siguientes características:

— Forman parte de algún grupo localizado en el área de implementación del PAC.

— Podrían verse impactados por una o más de las acciones climáticas planteadas.

— Desarrollan actividades o funciones directamente relacionadas con los objet ivos del PAC.

— Cuentan con información, conocimiento, infraestructura o cualquier otro recurso requerido para formular o implementar el PAC.

— Su participación es necesaria para la implementación exitosa de las acciones del PAC.

Dichos actores podrán ser cualquier grupo, organización, entidad, corporativo o institución del sector público, social o privado, organización no gubernamental o agenc ia internacional. En general, se deben considerar los actores clave enlistados en la Tabla 3.

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Tabla 3 Listado de actores involucrados en el desarrollo del PAC

Tipo de actor Rol Actores clave

Unidad responsable

Supervisa y lidera el desarrollo del PAC.

Coordinador local y miembros del equipo técnico.

Cabildo Municipal

Aprobación final del PAC. Principal patrocinador

Miembros del Cabildo y regidores

Ejecutivo del gobierno local

Promueve el PAC a nivel local. Da soporte al encargar la participación de otros actores y facilita recursos humanos y económicos.

Ayuntamiento (representado por el Presidente Municipal)

Grupos operativos

Otras unidades de gestión, departamentos o áreas de la administración pública que

podrán proporcionar información o apoyar con el diseño e implementación de medidas.

Departamentos de movilidad, comunicaciones y transporte, medio ambiente, salud, desarrollo económico, agricultura, educación, finanzas, entre otros.

Protección civil y servicios de emergencia, organismos operadores de agua y energía, servicios de aseo y limpia.

Contratistas y concesionarios

Asesores externos

Brindan su experiencia y opiniones informadas para la toma de decisiones. En algunos casos, podrán ser consultados

para el diseño e implementación de acciones específicas. También pueden proporcionar información para la integración del PAC.

La academia (universidades, investigadores y estudiantes) y la sociedad civil organizada.

Sector privado: cámaras industriales, transportistas, asociaciones y representantes de comercios, negocios y sectores relevantes, constructoras y desarrolladores.

Organismos y fuentes de financiamiento, organizaciones no gubernamentales, consultores independientes, asesores

externos de carácter nacional e internacional

Dependencias federales y

estatales vinculadas

Brindan apoyo al equipo técnico local; son fuentes de información

confiable y pueden revisar los productos generados. Garantizan la congruencia de políticas entre diferentes niveles de gobierno.

INECC, SEMARNAT, SEDATU, INAFED, entre otras.

Dependencias estatales en materia de medio ambiente, desarrollo sostenible, energía y agua, etc.

Dependencias de gobiernos locales vecinos.

Fuente: Adaptación a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

Para garantizar la participación de los actores, el primer paso es comunicarles los objetivos de la elaboración del PAC, las necesidades que el equipo técnico identifica y en las cuales podrán apoyar, así como los tiempos previstos para cada paso. Es necesario establecer procedimientos para garantizar una comunicación continua y bilateral.

Asimismo, en lo posible, se deberán alcanzar acuerdos y compromisos que den lugar a resultados concretos. La Figura 12 propone un posible arreglo institucional para el desarrollo del PAC.

Los grupos operativos y otros asesores externos pueden ser invitados a participar en distintas actividades dependiendo de su perfil y nivel de involucramiento; algunos ejemplos son la definición de objetivos y metas, la identificación de prioridades, la evaluación de las posibles acciones climáticas o la definición de recursos para el financiamiento. El involucramiento garantiza que se construyan compromisos formales y

que los actores se apropien del proceso de integración y futura implementación del PAC. Es imprescindible que para cada grupo operativo o asesor externo se asigne un enlace para facilitar el contacto y el intercambio de información.

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Figura 12 Arreglo institucional para la integración del PAC

Fuente: Adaptación a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

La Tabla 4 resume el rol que podrán tener las autoridades municipales, el equipo técnico local y los actores clave a lo largo de todo el proceso de elaboración y ejecución del PAC.

Algunas de estas actividades requieren una colaboración a largo plazo y c omunic ación continua para motivar y mantener el nivel de involucramiento de los actores.

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Tabla 4 Roles y responsabilidades de los distintos actores involucrados

Fase Componente

Roles y funciones

Cabildo Municipal y Ejecutivo Local Administración local (a través de la entidad

responsable)

Académicos,

sector privado y sociedad civil

Iniciación

C ompromiso político

Firma de la carta compromiso y adhesión al Pacto. Impulso necesario

para comenzar.

Buscar apoyo de autoridades locales. Informar sobre los

beneficios y recursos necesarios. A poyo para concientizar a actores políticos.

Movilización de

ac tores municipales

Des ignar recursos humanos, técnicos y económicos. Definen una estructura organizacional y

administrativa, y mecanismos para garantizar la colaboración inter-departamental A poyo para concientizar a actores políticos.

Involucramiento de

ac tores y gobernanza

Impulsar la participación e

involucramiento de actores c lave.

Respaldo político.

Identificar actores c lave, establecer canales de comunicación y

participación. Informa sobre los objetivos y el proceso.

Expresar puntos de vista e identificar el posible rol

en la elaboración e implementación del PAC.

P laneación

P re-evaluación A segurar los recursos necesarios para

comenzar con la fase de planeación.

Recolección de datos, elaboración de diagnósticos. Requerir

información y apoyo a los actores c lave.

P roveer información, experiencia, conocimiento y

recursos técnicos.

Metas y objetivos A poyar en la definición y validación de la

vis ión y la ambición de las metas.

Es tablecer la visión y los objetivos del PAC. Validar

información con actores y autoridades políticas.

P articipar en la definición de la visión y las metas

del PAC.

Desarrollo del plan

Respaldar al equipo local y fomentar la participación de otros actores. Definir

prioridades en línea con la visión del

gobierno local.

E laborar el PAC: definición y evaluación y priorización de las acciones c limáticas. Diseñar el plan de implementación,

financiamiento, monitoreo y reporte. Mantener a los actores

c lave informados e involucrados en el proceso.

P articipar en la elaboración del PAC. Dar retroalimentación, validar acciones (en especial

cuando estén implicados en su implementación o

se vean directamente afectados).

A probación y entrega

del PAC

A probar el PAC y asignaciones

presupuestales.

Entregar el PAC y difundir la versión final; reporte en

plataforma oficiales.

P resionar a las autoridades locales para aprobar el

PAC.

Implementación Implementación

A poyo político a largo plazo. C oordinar la implementación asegurando que los actores clave

tengan claridad sobre su rol.

Implementar las acciones que le competen.

T ransparentar y compartir resultados.

A segurar que el PAC se integra en otros

programas e instrumentos de política y

desarrollo del Municipio.

Implementar acciones según las responsabilidades de la

entidad responsable y la autoridad local. C omunicar

resultados.

A lentar y presionar a la administración local para

implementar acciones específicas.

Mostrar interés en la implementación,

fomentar la participación de otros

ac tores. Guiar con el ejemplo.

Motivar y dar seguimiento a los actores c lave durante la

implementación del PAC. Informar sobre recursos disponibles,

avances e hitos.

Soporte y apoyo en la implementación. Participar

ac tivamente y promover cambios en la sociedad.

C ontacto con otros Municipios y ciudades para intercambiar experiencias y mejores prácticas, establecer

s inergias. Fomentar que otros gobiernos locales se sumen al Pacto.

P romover que otros actores se sumen a la

implementación.

Monitoreo y

reporte

Monitoreo Requerir informes regulares sobre el

avance en la implementación.

Monitoreo regular del PAC: progreso de las acciones y

evaluación de impactos.

P roveer información para la evaluación y monitoreo. Evaluación externa para garantizar la

implementación tras cambios administrativos.

Reporte Revisar y aprobar los reportes y

evaluaciones.

Reportes periódicos en relación con el progreso del CAP.

C omunicar y difundir resultados

P roveer comentarios sobre los reportes; proveer

información de la aplicación del PAC.

Revisión Ges tionar la actualización del PAC de

forma periódica.

A c tualizar y modificar el PAC según las necesidades locales,

resultados obtenidos y nuevas oportunidades. Involucrar a

otros actores clave en la actualización y mejora continua.

P articipar en la actualización.

Fuente: Elaboración propia.

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3.4.1 Mecanismos y herramientas para el involucramiento de actores clave

El nivel de involucramiento de la ciudadanía y los actores clave depende de los mecanismos y herramientas utilizadas para la comunicación y participación ciudadana. La Figura 13 ejemplifica distintos grados de participación en función de canales y

mecanismos para involucrar a los actores. El equipo técnico puede usar estas herramientas para fomentar la participación de distintos grupos de interés.

Figura 13 Herramientas para el involucramiento de actores clave

Fuente: Elaboración propia.

El nivel más bajo de participación corresponde únicamente a informar del proceso al público, mientras que en niveles subsecuentes se alcanza el empoderamiento de los distintos actores, donde participan en el proceso de toma de decisiones e incluso

adquieren responsabilidades para la gestión de ciertas tareas. En todo caso, el nivel máximo de involucramiento aumenta la probabilidad de una implementación exitosa del programa, fomenta la toma transparente de decisiones consensuadas y otorga legitimidad al PAC.

3.5 Comunicación y difusión de información

La comunicación efectiva y la difusión de información acelera el proceso de desarrollo del PAC. Una estrategia de comunicación adecuada es esencial para mantener mot ivados a los actores externos al equipo técnico local. La Unidad de Implementac ión responsable

deberá definir una estrategia a seguir para informar el progreso y los hitos más importantes de manera eficiente. Durante la implementación del PAC, la est rategia de comunicación apoyará la colaboración entre las distintas áreas del gobierno munic ipal, así como otros actores relevantes. Se debe promover la visibilidad del PAC, la inversión en sus estrategias, la conciencia social, cambios conductuales y un apoyo generalizado

en su ejecución. Se recomienda que todo PAC considere acciones y políticas de comunicación y educación ambiental. Finalmente, es una buena práctica establecer una red de contacto con otras autoridades locales y gobiernos pertenecientes al GCoM puede ayudar a intercambiar experiencias y buenas prácticas, para desarrollar c apacidades e identificar sinergias.

3.6 Cronograma y tiempos estimados

La planeación deberá ajustarse a la realidad local de cada Municipio, considerando su

experiencia previa y los recursos humanos, técnicos y económicos disponibles, los cuales impactan en los tiempos de ejecución de las distintas fases. Durante la planeación, también es importante definir criterios sobre la calidad de los resultados esperados y los tiempos para la entrega de productos específicos. A continuación se presenta un posible cronograma cuyo objetivo es guiar la planeación de la Unidad de Implementación responsable (ver Figura 14). El cronograma propuesto supone que el gobierno loc al ya

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se adhirió de forma oficial al GCoM; únicamente se contemplan las fases de Inic iac ión y Planeación, que derivan en la integración de un PAC listo para comenzar el proc eso de aprobación por parte del Cabildo Municipal. Se estima que, bajo el esquema organizacional expuesto anteriormente, el PAC puede ser elaborado en aproximadamente un año.

Se destaca que hay actividades que, por su naturaleza, implican una gran c antidad de tiempo y que el equipo local debe considerar desde el inicio. Algunas de estas tareas son:

— La recolección de datos de otras dependencias municipales, estatales y federales, así como los requerimientos oficiales de información. Todos los datos utilizados deberán provenir de una fuente oficial, por lo que es importante solicitarlos a través de

instancias adecuadas (portales de transparencia, oficios). Esto es de especial importancia para la integración de los diagnósticos. Se recomienda considerar un tiempo de 2 a 4 meses para la recolección inicial de datos, considerando que una vez recibidos deben de procesarse y ordenarse.

— Organización de talleres y eventos con actores clave. Es necesario considerar la disponibilidad de los asistentes. Dado la complejidad de empatar las agendas ent re varios actores, se sugiere que las invitaciones se emitan con suficiente ant icipación (al menos 3 semanas).

Figura 14 Cronograma para la elaboración del PAC

Fuente: Elaboración propia.

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26

4 Fase de Planeación: Pre-evaluación y diagnósticos

Con el fin de identificar las áreas focales hacia las cuales se orientarán las acciones de mitigación y de adaptación del PAC, los gobiernos locales deben de generar evaluaciones que permitan conocer su situación actual en relación con el volumen de emisiones de GEI que generan, y los peligros y vulnerabilidades climáticas a los que se enfrentan.

La fase de Planeación requiere, en primera instancia, una pre-evaluación y elaborac ión de diagnósticos que fundamenten las políticas y estrategias a incluir dentro del PAC. Los

diagnósticos tienen como objeto generar insumos de información útiles para dos de los pilares del GCoM:

1. Para el pilar de mitigación, se evalúa la aportación local al calentamiento

global, a través de un Inventario de Emisión de GEI que identifica las principales fuentes.

2. Para el pilar de adaptación, se analizan los principales retos y oportunidades

más relevantes en el territorio local para alcanzar la resiliencia climática, a través de un Análisis o Evaluación de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas (ARVC).

4.1 Pilar de mitigación: Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero

Los Municipios mexicanos y sus áreas urbanas son una fuente significativa de c onsumo energético, que en conjunto con la gestión de residuos, actividades agrícolas y c ambios

en los usos de suelo, aportan volúmenes importantes de GEI. Asimismo, la c apacidad de diseñar e implementar medidas de mitigación y monitorear el progreso en la reducción de emisiones requiere datos de calidad sobre la magnitud de las emisiones en el Municipio.

Un Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero a Escala Comunitaria es un registro de las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero emit idos por las distintas actividades que se realizan dentro de un área geográfica específ ica, en este caso un Municipio.

La elaboración del inventario persigue distintos objetivos:

1. Caracterizar la contribución a las emisiones totales de las diferentes actividades de la población del Municipio.

2. Determinar fuentes clave de emisión que tendrán que recibir atención prioritaria al definir políticas y acciones de mitigación.

3. Desarrollar una línea base a partir de la cual se pueda evaluar y monitorear la reducción de emisiones de GEI.

4. Ayudar a los Municipios a cumplir con requisitos obligatorios y voluntarios de

medir y reportar datos de emisión de GEI.

5. Aumentar la transparencia y proveer fácil acceso a los resultados a otros

tomadores de decisiones y actores relevantes dentro del Municipio.

El Inventario debe elaborarse con base en estándares internacionales y nac ionales que garanticen la adopción de buenas prácticas y la gestión de la inc ert idumbre. Se deben

seguir los lineamientos establecidos en los dos instrumentos principales que definen metodologías y buenas prácticas para su elaboración: las Directrices del IPCC del 20064 y el Protocolo Global para Inventarios de Emisión de GEI a Escala Comunitaria o GPC (ver

(4) Algunos elementos de las directrices fueron actualizados o complementados en 2019 (2019 Refinement to

the 2006 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories ).

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Tabla 5). El CRF del GCoM es compatible con estas dos guías, por lo que su uso permite a las ciudades cumplir con los requisitos para inventarios de emisión de GEI.

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Tabla 5 Principales guías metodológicas para la estimación de emisiones de GEI

Directrices del IPCC de 2006 para los inventarios nacionales de GEI

Protocolo Global para Inventarios de Emisión de GEI a Escala Comunitaria (GPC)

Se divide en cinco volúmenes: Se divide en tres partes:

1. Orientación general y generación de informes

2. Energía(*)

3. Procesos industriales y uso de productos

4. Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra

5. Desechos

1. Introducción y requisitos de reporte

2. Guías de cálculo por fuente de emisión

3. Descripción general del cálculo de las emisiones de GEI

a. Energía estacionaria

b. Transporte

c. Residuos

d. Procesos industriales y uso de productos

e. Agricultura, silvicultura y otros usos de la Tierra

4. Seguimiento de los cambios y establecimiento de metas

(*) Incluye fuentes móviles y estacionarias de consumo energético.

Fuente: (GHG Protocol et al., 2014; IPCC, 2006).

Estos documentos definen metodologías a seguir para estimar emisiones de GEI. Además, incluyen información y recomendaciones para la recolección de datos de

actividad y el uso de factores de emisión. Aparte de estos documentos, es importante que el equipo encargado de integrar el inventario identifique metodologías y fuentes de información específicas para México. La presente Guía toma como base las directrices del IPCC (2006) y el GPC (GHG Protocol et al., 2014) para emitir recomendaciones específicas sobre cómo proceder para estimar emisiones a nivel municipal, con base en la información disponible a nivel país y retos comunes que los gobiernos municipales

probablemente enfrenten al integrar su inventario.

4.1.1 Requisitos del reporte de emisiones

El documento diagnóstico de mitigación deberá incluir el inventario de GEI desagregado por sector, subsector y fuente de emisión, la línea base de emisiones y su proyección, así como un anexo con la descripción metodológica (memoria de cálculo) y las fuentes de

información consultadas. Para orientar la integración de este diagnóstico, el CRF del GCoM define principios rectores que se resumen en la Figura 15.

Figura 15 Principios para la integración de Inventarios de emisión de GEI

Fuente: Elaboración propia.

4.1.1.1 Límite del inventario

Con base en el CRF, el inventario de emisión de GEI deberá reportar, como mínimo, lo siguiente:

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— Emisiones por la combustión de combustibles y consumo de energía suministrada por la red en fuentes estacionarias dentro de los límites del Municipio.

— Emisiones por la combustión de combustibles y consumo de energía suministrada por la red para el transporte dentro de los límites del Municipio.

— Emisiones asociadas al tratamiento, disposición y/o eliminación de residuos y aguas

residuales generadas dentro de los límites del Municipio.

El alcance espacial del inventario de emisión de GEI deberá ser igual al límite geográfico del Municipio. En cuanto al límite temporal, los inventarios de GEI

comúnmente reportan las emisiones de GEI para un año calendario, al cual se le denomina año base, cuya selección del debe reconocer lo siguiente:

1. Deben disponerse de datos confiables para el año base. Asimismo, debe haber una alta probabilidad de contar con información para todas o la mayoría de las fuentes de emisión a estimar en el inventario. Por ejemplo, para inventarios nacionales, el IPCC sugiere comenzar con un inventario base a partir de 1990; para ciudades, esto puede resultar complicado por la disponibilidad de los datos.

2. Cuanto más lejano en el tiempo esté el año base seleccionado, más probable será que se cuente con información de datos de actividad confiables, además

de que esto permite a las ciudades acumular y cuantificar el impacto de acciones que se hayan implementado desde entonces. No obstante, también se vuelve más difícil comparar con las reducciones de emisiones en el futuro si el año base está muy lejano en el tiempo.

3. El Municipio debe procurar que el año base se alinee con la temporalidad de inventarios de emisión estatales y nacionales, para facilitar la c omparac ión y transferencia de resultados. Se recomienda que, como mínimo, el año base sea el mismo que el del inventario nacional más reciente (2015). En c aso de

existir un inventario estatal, también se podrá empatar el año base.

4. Es posible usar años más recientes, pero hay que considerar el tiempo disponible para la elaboración (dos años) y que muchas fuentes de

información nacionales tienen un desfase de publicación de 1 o 2 años (por ejemplo, en 2020 se publican datos para 2018).

Tomando en cuenta esto, es evidente que resulta complicado compilar un inventario de emisión de GEI para el año calendario actual, y probablemente la disponibilidad de información también dificulte la selección de los dos años inmediatos anteriores.

4.1.1.2 Gases de Efecto Invernadero

A nivel nacional, todo país debe reportar las emisiones de seis GEI que se contemplan en el Protocolo de Kioto: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF 6). Asimismo, actualmente es una práctica común reportar también las emisiones de

compuestos de efecto invernadero, como el carbono negro (CN), que aunque no es un gas, contribuye a incrementar el forzamiento radiativo de la atmósfera y el inc remento de la temperatura media global.

Los tres primeros gases (CO2, CH4 y N2O) son obligatorios de reportar para los Municipios adheridos al GCoM. La estimación de los otros gases y compuestos requiere fuentes de información más específicas, por lo que su cálculo es más complejo. El reporte de las emisiones se debe realizar en toneladas métricas de dióxido de c arbono equivalente (tCO2e). Los equivalentes de CO2 son una medida universal que facilita la

comparación de emisiones de GEI de diferentes gases. El equivalente de CO2 se determina multiplicando las emisiones de cada GEI por su potencial de calentamiento global (en inglés, Global Warming Potential o GWP).

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El GWP compara la capacidad de distintos gases para retener el calor en la atmósfera, en comparación con el CO2 y a lo largo de un periodo de tiempo específico. Para las conversiones, se deben usar los GWP a 100 años (GWP-100) reportados en el Informe de Evaluación más reciente del IPCC. Cualquier cambio en los valores de los GWP también deben reflejarse en los inventarios históricos de cualquier país, Estado o Munic ipio. La

Tabla 6 presenta los GWP-100 del Quinto Informe de Evaluación del IPCC.

Tabla 6 Potenciales de Calentamiento Global de GEI selectos

GEI CO2 CH4 N2O

GWP-100 1 28 265

Fuente: (GHG Protocol et al., 2014).

Por ejemplo, si un inventario reporta emisiones iguales a 5 millones de toneladas de CO2, 60 mil toneladas de CH4 y mil toneladas de N2O, entonces las emisiones totales expresadas como CO2e se calculan de la siguiente forma:

Emisiones de GEI GWP Emisiones en tCO2e

5 000 000 t CO 2 x 1 = 5 000 000 t CO 2e

60 000 t CH4 x 28 = 1 680 000 t CO 2e

1000 t N2O x 265 = 265 000 t CO 2e

Total = 6 945 000 tCO 2e

4.1.1.3 Tipos de emisiones

Para los tres GEI obligatorios de reportar, existen diferentes tipos de emisiones que se deberán contabilizar dentro del inventario de emisión. El CRF del GCoM distingue dos tipos de emisiones: directas e indirectas; también se hace una distinción entre las emisiones directas que se asocian al consumo energético, y las que no. Ot ros sistemas

de reporte, en especial aquellos basados en el GPC, usan una clasificación distinta y dividen a las emisiones en Alcance 1, Alcance 2 y Alcance 3. La Tabla 7 permite identificar las diferencias entre los dos sistemas de clasificación de emisiones.

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Tabla 7 Tipos de emisiones de GEI de acuerdo con distintos marcos de referencia

Tipo

(CRF) Definición Tipo (GPC) Definición

Directas Emisiones provenientes de la quema de combustibles dentro de los límites del Municipio.

Alcance 1

Emisiones provenientes de fuentes situadas dentro de los límites del Municipio. Incluye todas las emisiones “directas”, y algunas clasificadas como “otras directas” que ocurren físicamente dentro del Municipio.

Otras directas

Emisiones que no se relacionan con la quema de combustibles pero que surgen por actividades dentro del Municipio, como emisiones fugitivas o aquellas provenientes del tratamiento de residuos

generados dentro de los límites del Municipio.

Alcance 2

Emisiones generadas por el uso de energía suministrada en red (calor, vapor, refrigeración y/o electricidad) y que se consume dentro del Municipio.

Corresponden a las emisiones “indirectas”.

Indirectas

Emisiones por el consumo de energía suministrada por la red (electricidad, calefacción, refrigeración) dentro de los límites del Municipio.

Alcance 3

Emisiones que se producen fuera de los

límites del Municipio, como resultado de actividades que tienen lugar dentro del mismo. Algunas emisiones clasificadas como “otras directas” son de Alcance 3; un ejemplo son los residuos generados por la población del Municipio que reciben

tratamiento en instalaciones fuera de este.

Fuente: (GCoM, 2018; GHG Protocol et al., 2014).

Usar correctamente estos sistemas de clasificación de emisiones permite a los gobiernos

locales evitar el doble conteo de emisiones, en especial cuando distintas autoridades locales cuantifican emisiones de GEI en una misma región.

4.1.1.4 Sectores y subsectores

Las emisiones deben desagregarse para distintos sectores y subsectores según la Tabla 8. Tres de los sectores –Energía Estacionaria, Transporte y Residuos– son obligatorios de reportar. Por otro lado, los sectores de Procesos industriales y uso de productos (IPPU), y Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU), se deberían integrar cuando las emisiones son significativas para el Municipio. La Tabla también indica si las emisiones de

un sector o subsector se consideran directas o indirectas, además de especificar la c lave de referencia dentro de las directrices del IPCC 2006 y del GPC para la consulta de metodologías.

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Tabla 8 Sectores y subsectores de un inventario de emisión de GEI

Sectores y subsectores Tipo de emisión Alcance y referencia GPC (a) Referencia

IPCC 2006 (b) Directa Indirecta 1 2 3

Nota: en verde se muestran emisiones obligatorias de reportar. En amarillo se muestran los requerimientos opcionales. Se destaca que los sectores de IPPU y AFOLU son opcionales, estos se deberían reportar cuando representan actividades relevantes para el Municipio y pueden tener una contribución importante a las emisiones totales.

Sector Energía Estacionaria: Emisiones provenientes de la combustión de combustibles y consumo de energía suministrada por la red, en fuentes estacionarias dentro de los límites municipales. Se deberán desagregar por tipo de combustible, tipo de edificio o tipo de instalación. Este s ector también incluye emisiones fugitivas que se producen durante la extracción, la transformación y el transporte de combustibles fósiles primarios.

Edificios residenciales ✓ ✓ I.1.1 I.1.2 I.1.3 1A4b

Edificios e instalaciones comerciales ✓ ✓ I.2.1 I.2.2 I.2.3 1A4a

Edificios e instalaciones institucionales ✓ ✓ I.2.1 I.2.2 I.2.3 1A4a

Edificios e instalaciones industriales ✓ ✓ I.3.1 I.3.2 I.3.3 1A2

I.4.1 I.4.2 I.4.3 1A1

Agropecuario ✓ ✓ I.5.1 I.5.2 I.5.3 1A4c

Emisiones fugitivas ✓ NA I.7

NA NA 1B1

I.8 1B2

Sector Transporte: Emisiones provenientes de la combustión de combustibles y consumo de energía suministrada por la red, para el transporte dentro de los límites municipales. Se deberán desagregar por tipo de vehículo y/o combustible utilizado.

Transporte terrestre por carretera ✓ ✓ II.1.1 II.1.2 II.1.3 1A3b

Ferroviario ✓ ✓ II.2.1 II.2.2 II.2.3 1A3c

Navegación marítima, fluvial o lacustre

✓ ✓ II.3.1 II.3.2 II.3.3 1A3d

Aviación ✓ ✓ II.4.1 II.4.2 II.4.3 1A3c

Fuera de carretera ✓ ✓ II.5.1 II.5.2 II.5.3 1A3e

(a) Corresponden a los números de referencia del GPC.

(b) Corresponden a los identificadores utilizados por el IPCC para categorizar fuentes y sumideros de GEI.

Fuente: (GCoM, 2018; GHG Protocol et al., 2014).

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Tabla 8 Sectores y subsectores de un inventario de emisión de GEI [continuación]

Sectores y subsectores Tipo de emisión Alcance y referencia GPC (a) Referencia

IPCC 2006 (b) Directa Indirecta 1 2 3

Sector Residuos: Emisiones provenientes de la disposición y tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales generadas dentro de los límites de la ciudad. Se deberán desagregar por tipo de tratamiento o disposición de los residuos. Cuando las emisiones de residuos/aguas residuales sean utilizadas para la generación de electricidad suministrada a la red nacional, no deberán reportarse en el sector, sino en Generación de Energía.

Disposición de residuos sólidos ✓ NA III.1.1

NA III.1.2 4A III.1.3

Tratamiento biológico de residuos ✓ NA III.2.1

NA III.2.2 4B III.2.3

Incineración y quema a cielo abierto ✓ NA III.3.1

NA III.3.2 4C III.3.3

Tratamiento y descarga de aguas residuales

✓ NA III.4.1

NA III.4.2 4D III.4.3

Sector Procesos Industriales y Uso de Productos (IPPU): Emisiones que se producen por una variedad de actividades industriales que no se relacionan con la energía (quema de combustibles o uso de energía

suministrada por la red). Algunos ejemplos son la transformación química o física de materiales que tiene como consecuencia la liberación de algún GEI, o el uso no energético de combustibles (p. ej. lubricantes y solventes). También incluye el uso de productos para la industria y consumidores finales como refrigerantes, espumas o aerosoles, que contienen GEI y que pueden liberarse durante su uso o disposición.

Procesos industriales ✓ NA IV.1 NA NA 2A, 2B,

2C, 2E

Uso de productos ✓ NA IV.2 NA NA 2D, 2F,

2G, 2H

Sector Agricultura, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra (AFOLU): Emisiones que se producen a través de varias vías, como la ganadería (fermentación entérica y manejo de estiércol), uso y cambios de uso del suelo (por ejemplo, un cambio de uso de suelo forestal a tierras de cultivo o asentamientos humanos) y otras fuentes como la aplicación de fertilizantes y el cultivo de arroz. Para el subsector “Uso de suelo”, se recomienda utilizar las estimaciones nacionales o estatales y que se escalen a nivel municipal con base en el área no

urbanizada y usos de suelo del área de estudio.

Ganadería ✓ NA V.1 NA NA 3A

Uso de suelo ✓ NA V.2 NA NA 3B

Otras fuentes agregadas ✓ NA V.3 NA NA 3C, 3D

Generación de energía: Emisiones asociadas a la generación de energía dentro de los límites del Municipio y que se introduce a la red eléctrica nacional. El propósito de reportar el sector es meramente informativo y no deberá sumarse a las emisiones totales de los otros sectores. Para México, solo la generación de electricidad y la cogeneración son relevantes, al no haber suministro de calefacción o refrigeración a través de una red estructurada.

Generación de electricidad ✓ NA I.4.4 NA NA 1A1a

Cogeneración ✓ NA I.4.4 NA NA 1A1a

Generación de calor / frío ✓ NA I.4.4 NA NA 1A1a

Generación de energía renovable local ✓ NA NA NA NA NA

(a) Corresponden a los números de referencia del GPC. (b) Corresponden a los identificadores utilizados por el IPCC para categorizar fuentes y sumideros de GEI.

Fuente: (GCoM, 2018; GHG Protocol et al., 2014).

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El nivel mínimo de detalle de un inventario corresponde a los subsectores incluidos c omo obligatorios en la Tabla 8. Sin embargo, es recomendable que los Municipios desglosen las emisiones de los subsectores en categorías más específicas. Esto facilitará la toma de decisiones respecto de dónde intervenir para mitigar emisiones; por ejemplo, las emisiones se pueden reportar para un tipo específico de edificios (p. ej. del gobierno

municipal, del sector turístico), tipo de combustibles (p. ej. gasolina, diésel, gas lic uado de petróleo) o vehículos (p. ej. automóviles privados, motocicletas, taxis, c amiones de pasajeros, transporte de carga). La Figura 16 muestra una representación gráfica de los sectores y subsectores de actividad principales para la mayoría de los Municipios.

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Figura 16 Fuentes comunes de emisión para Municipios mexicanos

Fuente: Elaboración propia.

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Los Municipios también deben informar por separado las emisiones producidas por la generación de energía que se suministra a la red y que ocurre dentro de los límites administrativos del Municipio. En México, esto equivale a contar con plantas de generación eléctrica conectadas a la red eléctrica nacional, ya sean administradas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o una empresa privada. Estas emisiones se

reportan por separado y no deben formar parte del total de emisiones del inventario base. Esto se debe a que las emisiones por el consumo de energía suminist rada por la red ya se notifican como emisiones indirectas, y sumar las emisiones por la generac ión de energía implicaría un doble conteo de emisiones.

En la sección 4.1.2 se describen recomendaciones para la recopilación de datos de actividad, el uso de factores de emisión y la estimación de las emisiones para los t res sectores obligatorios y la generación de energía.

4.1.1.5 Claves de notación

Un reto común para todos los Municipios mexicanos es la disponibilidad de datos y las diferencias en el tipo de actividades que se realizan en cada demarcación. Tomando en cuenta esto, se utilizan una serie de claves de notación para aclarar limitaciones o

particularidades en la integración de un inventario de GEI. Estas claves son: NO (no ocurre), IE (incluido en otra parte, del inglés included elsewhere), C (confidencial) y NE (no se ha estimado).

Las autoridades locales y los compiladores del inventario deben esforzarse por limitar al máximo el uso de claves de notación. Estas claves pueden emplearse a nivel de subsector o inclusive para categorías más específicas. Cuando el Municipio selecciona una clave de notación, deberá también proporcionar una explicación del porqué. La Tabla 9

define cada clave de notación y proporciona ejemplos de casos aplicables.

Tabla 9 Claves de notación para inventarios de emisión de GEI

Clave Descripción y ejemplos

No ocurre

NO La actividad o proceso no ocurre o no existe dentro del Municipio.

Ejemplos

No hay aeropuertos ni bases aéreas dentro de los límites del Municipio por lo que

no es necesario reportar emisiones para el subsector Aviación.

El número de vehículos eléctricos es insignificante comparado con la flota total, por lo que no es necesario reportar emisiones indirectas asociadas a su uso.

Incluido en otra parte

IE Las emisiones de la actividad o proceso se presentan en otra categoría del inventario. Es común emplear esta clave cuando el enfoque o metodología utilizada no permite la desagregación de las emisiones.

Ejemplos

Las emisiones por el consumo eléctrico en edificios del gobierno municipal se incluyen dentro de las emisiones de edificios comerciales y de servicios.

Las emisiones de los taxis se incluyen dentro de las emisiones totales de la flota pública.

No se ha estimado

NE Las emisiones sí ocurren pero no se cuenta con datos para estimarlas. Se debe justificar la exclusión de la categoría o la actividad.

Ejemplos

No se tienen registros del consumo informal de diésel para embarcaciones pequeñas.

No se cuenta con un diagnóstico sobre la cantidad de residuos que se queman a cielo abierto.

Confidencial

C Emisiones cuyo reporte podría derivar en la divulgación de información confidencial y por lo tanto no se pueden reportar.

Ejemplos Información del consumo de combustibles y las emisiones dentro de una base militar.

Fuente: Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

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4.1.2 Metodologías disponibles

Existen dos tipos de metodologías para estimar emisiones de GEI. La primera de ellas corresponde al uso de factores de emisión basados en actividades5, conocidos también como factores de emisión del IPCC. En México se utilizan fac tores de emisión basados en actividades; esta es la metodología empleada en la integración del inventario

nacional de emisiones, así como los inventarios estatales, por lo que se considera el enfoque más apropiado para los Municipios.

Estimación de emisiones

En algunos casos, los Municipios podrán utilizar estimaciones de emisiones de GEI ya disponibles a nivel local (como es el caso de los reportes que hacen ciertas industrias de jurisdicción estatal o federal a las dependencias ambientales correspondientes a t ravés de las Cédulas de Operación Anual). Sin embargo, para la mayoría de los sectores, subsectores y fuentes de emisión es necesario que los equipos locales sean quienes

estimen las emisiones de GEI.

La metodología más sencilla para estimar las emisiones de una fuente específica consiste

en multiplicar un dato de actividad 𝑫𝑨 por un factor de emisión 𝑭𝑬 para un determinado gas 𝒊. Es así que la ecuación básica para cualquier estimación es:

𝐸𝑖 = 𝐷𝐴 × 𝐹𝐸

Datos de actividad

Un dato de actividad es una medida cuantitativa del nivel de ac tividad que da lugar a

emisiones de GEI en un lugar y periodo de tiempo dados. Algunos ejemplos son los metros cúbicos de gas natural utilizados en una casa-habitación, los kilómetros recorridos por un vehículo o las toneladas de residuos que se envían a un relleno sanitario. Los datos de actividad deben de ser recopilados para todos los sectores y subsectores.

El equipo encargado de integrar el inventario deberá hacer un esfuerzo por conseguir datos confiables, que coincidan con el límite temporal y geográfico del inventario, y que sean tecnológicamente específicos para la actividad que se está midiendo. La tarea de

recolección de datos de actividad demanda una cantidad de tiempo signif ic at iva ya que implica hacer solicitudes de información a diferentes dependencias o actores, esperar su respuesta, revisar la información proporcionada, ordenarla y procesarla para poder ser utilizada en las distintas ecuaciones y modelos para la estimación de emisiones. Se deberá mantener un registro de las series de tiempo, detalles por sec tores, unidades, suposiciones, incertidumbres y diferencias conocidas, frecuencia, fuente de informac ión,

publicación, nombre de contacto y organizaciones para todos los datos de actividad recopilados.

Factores de emisión

Un factor de emisión es un coeficiente que cuantifica las emisiones o absorciones de GEI por actividad unitaria. Por ejemplo, los kilogramos de CO2 que son emitidos por cada

kilovatio-hora de electricidad consumida (kg CO2/kWh) o por litro de diésel que utiliza un camión de carga (kg CO2/L).

Los factores de emisión deberán provenir de fuentes oficiales y confiables. En el c aso de México, los valores recomendados se encuentran dentro del Acuerdo que establece las particularidades técnicas y las fórmulas para la aplicación de metodologías para el cálculo de emisiones de gases o compuestos de efecto invernadero (SEMARNAT, 2015a), con fecha de publicación en el Diario Oficial de la Federación el día

(5) Los gobiernos locales también tienen la opción de estimar emisiones con base en un Análisis de Ciclo de

Vida (ACV). Este enfoque considera todos los insumos, productos e impactos ambientales p otenciales durante el ciclo de vida de un producto, como puede ser un combustible o la electricidad.

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3 de septiembre de 2015. Asimismo, año con año la Comisión Reguladora de Energía (CRE) publica el factor de emisión del sistema eléctrico nacional, el cual deberá usarse para la estimación de emisiones indirectas por el consumo de electricidad suministrada por la red. En caso de que un factor de emisión no esté disponible en el Acuerdo citado anteriormente, existen otras fuentes oficiales a nivel país, o en su defecto

se podrán utilizar los factores de emisión del IPCC (ver Anexo 1).

Para cada fuente de emisión existen diferentes ecuaciones y metodologías que se derivan de la ecuación básica presentada anteriormente. Sin embargo, se debe reconocer que la

estimación de datos de actividad usualmente requiere de otros factores, c omo puede n ser datos del número de viviendas, número de habitantes, así como ot ros fac tores por defecto que usualmente vienen definidos en las directrices del IPCC o factores específicos para México que se pueden obtener del Inventario Nacional de Emisión de Compuestos y Gases de Efecto Invernadero (SEMARNAT & INECC, 2018a). Las siguientes secciones se

enfocan en describir recomendaciones particulares por sector para el uso de datos de actividad, factores de emisión y metodologías de cálculo.

Manejo de unidades y conversiones

Para el reporte de todos los datos de actividad y factores de emisión se debe de utilizar el Sistema Internacional de Unidades (SI). El manejo de unidades y factores de conversión es fundamental para evitar la estimación errónea de las emisiones. Se recomienda que, además de recopilar factores de emisión, se integre una base de datos de factores út iles para la conversión de unidades, como:

Poderes caloríficos netos y densidades para diferentes combustibles6. En específ ico, los poderes caloríficos permiten realizar la conversión entre unidades de masa o volumen de

combustibles a unidades energéticas.

— Densidades de GEI a condiciones de presión y temperatura locales o estándar.

— Factores de conversión para unidades energéticas como vatios (W), vatios-hora (Wh), julios o joules (J), calorías (cal) y unidades térmicas británicas (BTU).

— Factores de conversión para unidades de masa como gramo (g), tonelada métrica (t), tonelada corta (short ton) y tonelada larga (long ton).

— Factores de conversión para unidades de volumen como litros (L), metros cúbicos (m3), galones imperiales y estadounidenses (gal), y barriles (bl).

También es necesario contar con un buen entendimiento de los prefijos utilizados dent ro del SI para representar el orden de magnitud (múltiplos y submúltiplos) de cualquier unidad, tales como giga (G), mega (M) y kilo (k).

Escalamiento de datos de actividad

En ocasiones, los datos de actividad disponibles no coinciden con el límite geográfic o o temporal del inventario base. Cuando esto sucede, es posible adaptar los datos para cumplir con el límite del inventario. A este proceso se le conoce como escalamiento y consiste en multiplicar los datos de actividad por un factor de ajuste que representa la

relación entre el dato disponible y el dato a escala municipal. Esto se implementa cuando no hay algún dato de actividad para el año del inventario o cuando datos específicos para

(6) La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) integra listados de poderes calorí f i cos,

factores de conversión por unidad de volumen o masa, y equivalencias entre combustibles u ti l iz ados e n México. El documento se actualiza año con año, por lo que la versión a utilizar debe coincid ir co n el a ño base del inventario. Los reportes de 2014 a 2020 están disponibles en:

https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/registro-nacional-de-emisiones-rene.

También se recomienda consultar el compendio de factores d e emisión p ara lo s di f erentes t ip os d e combustibles fósiles y alternativos que se consumen en México (INECC, 2014); el reporte d esagrega lo s factores de emisión por zona geográfica y tipo de combustible, e incluye factores d e co nversión como poderes caloríficos, densidades y contenido de carbono.

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el Municipio no están disponibles o están incompletos. El proceso para el escalamiento y las ecuaciones respectivas se presentan en la Figura 17.

Figura 17 Escalamiento de datos disponibles

Fuente: Elaboración propia.

Algunos factores de escalamiento útiles son los siguientes:

— Datos de población o número de viviendas: en ausencia de cambios tecnológicos o cambios en el comportamiento de las emisiones, el número de personas o unidades

residenciales puede usarse para ajustar datos de actividad de c onsumo energético residencial o generación doméstica de residuos. Se recomienda utilizar el número de viviendas urbanas para actividades que predominan en ambientes urbanos (p. ej. el consumo de gas L.P.) mientras que el número de viviendas rurales es útil para actividades que son más comunes en localidades más pequeñas, c omo es la quema

doméstica de leña. También resulta útil contar con datos actualizados de habitant es promedio por vivienda.

— Número de vehículos: útil para escalar datos de consumo energético de combustibles, asumiendo similitudes en las características entre flotas vehiculares nacionales, estatales y municipales.

— Producto Interno Bruto (PIB): permite escalar datos de consumo de combustibles asociados a actividades económicas específicas, tanto industriales (sector secundario) como de comercios y servicios (sector terciario). En ocasiones es complicado obtener datos de PIB a nivel municipal, pero estos pueden también escalarse a partir de datos de PIB estatal y la población ocupada por sector económico a nivel municipal y

estatal. Los datos de PIB por sector económico a nivel están disponibles en el Banco de Información Económica (BIE)7 del INEGI, en tanto que los datos de Poblac ión ocupada por sector a nivel municipal y estatal se pueden consultar en la Encuesta Intercensal de 2015.

El Instituto Nacional de Ecología (INE, ahora INECC) elaboró una Guía para realizar balances energéticos estatales para la estimación de inventarios de gases de efecto invernadero (INE & Instituto de Ingeniería de la UNAM, s/f) . El documento es una guía específica para México que explica la elaboración de balances de energía a

escala estatal a partir de datos de consumo energético a nivel nacional. La metodología puede ser adaptada para después escalar datos a nivel de Municipio.

(7) https://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/

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40

4.1.2.1 Energía estacionaria

Las fuentes estacionarias donde se consume energía, ya sea en forma de combustibles o

como electricidad, son una de las principales fuentes de emisión de GEI en Méxic o. Por ejemplo, de acuerdo con el inventario nacional, este subsector representó 46.6% de las emisiones netas en 2015. El inventario debe desagregar las emisiones para seis subsectores, según se indica en la Tabla 10.

Tabla 10 Subsectores del sector Energía Estacionaria

Subsector Descripción

Edificios residenciales

Todas las emisiones por el consumo final de combustibles y/o energía suministrada por la

red, en edificios residenciales, incluyendo asentamientos informales y vivienda social. En términos generales, estas emisiones se asocian al consumo energético para cocinar, calentar agua, refrigeración, iluminación y uso de electrodomésticos.

Edificios e instalaciones comerciales

Todas las emisiones por el consumo final de combustibles y/o energía suministrada por la

red, en edificios comerciales y de servicios (sector terciario); algunos ejemplos son hoteles, restaurantes, comercio al por mayor y al por menor, oficinas, bancos y escuelas y hospitales privados. En términos generales, estas emisiones se asocian al consumo energético para cocinar, calentar agua, refrigeración, iluminación y uso de electrodomésticos.

Edificios e instalaciones institucionales

Todas las emisiones por el consumo final de combustibles y/o energía suministrada por la red, en edificios públicos o propiedad del gobierno municipal, como oficinas de gobierno, escuelas y hospitales públicos, estaciones de policía. Se incluye también el consumo energético para alumbrado público, distribución de agua, suministro de gas, tratamiento de agua y disposición de residuos, siempre y cuando sea realizado por entes públicos.

Edificios e instalaciones industriales

Todas las emisiones por consumo energético de combustibles y energía suministrada por la red, en instalaciones industriales, por ejemplo en calderas, hornos, quemadores, turbinas, calentadores, incineradores, motores, bengalas, etc. Comúnmente se separa en:

Industrias manufactureras: unidades económicas que se dedican a la transformación de materiales o substancias con el fin de obtener productos nuevos.

Industria de la construcción: unidades económicas dedicadas a la edificación y a la

construcción de obras de ingeniería civil.

Industrias de la energía: unidades económicas dedicadas a la producción de combustibles primarios, y al procesamiento y conversión de combustibles. Incluye la minería de carbón, extracción de petróleo y gas, y refinación del petróleo. La producción de energía suministrada por la red no se reporta en el subsector, sino en Generación de energía.

Agropecuario

Todas las emisiones por la quema de combustible o el uso de energía suministrada por la red, en actividades agrícolas. Incluye el cultivo de plantas, crianza de animales, actividades de forestación y reforestación, y pesca y acuicultura. Las emisiones provienen de la

operación de maquinaria y vehículos agrícolas, bombas, calentadores, refrigeradores y otros.

Emisiones fugitivas

Emisiones que se producen durante la extracción, transformación y/o transporte de

combustibles fósiles primarios. Se contemplan las emisiones fugitivas de GEI que ocurren durante actividades de minería, procesamiento, almacenamiento y transporte de carbón, y en sistemas de petróleo y gas natural.

Fuente: Elaboración propia a partir del GPC (GHG Protocol et al., 2014).

Los consumos energéticos en el Municipio deben de multiplicarse por un factor de emisión apropiado, cuidando el manejo de unidades, según la fórmula general para la integración de cualquier inventario. Para este sector, se rec omienda usar los fac tores específicos definidos para México; la Tabla 11 muestra factores para algunos combustibles selectos.

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Tabla 11 Factores de emisión para el sector Energía Estacionaria

Combustible Factores de emisión (t GEI / MJ)

CO2 CH4 N2O

Bagazo de Caña 1.00E-04 3.00E-08 4.00E-09

Carbón mineral 9.61E-05 1.00E-09 1.50E-09

Combustóleo 7.74E-05 3.00E-09 6.00E-10

Coque de carbón 9.46E-05 1.00E-09 1.50E-09

Coque de petróleo 9.75E-05 3.00E-09 6.00E-10

Diésel 7.41E-05 3.00E-09 6.00E-10

Diésel (maquinaria agrícola) 7.41E-05 4.15E-09 2.86E-08

Diésel (maquinaria de construcción) 7.41E-05 4.15E-09 2.86E-08

Gas L.P. 6.31E-05 1.00E-09 1.00E-10

Gas seco (natural) 5.61E-05 1.00E-09 1.00E-10

Gasolinas y naftas (maquinaria agrícola) 6.93E-05 8.00E-08 2.00E-09

Gasolinas y naftas (maquinaria de construcción) 6.93E-05 5.00E-08 2.00E-09

Leña 1.12E-04 3.00E-08 4.00E-09

Queroseno 7.19E-05 3.00E-09 6.00E-10

Fuente: Acuerdo SEMARNAT (SEMARNAT, 2015a).

El reto principal de la integración de este sector consiste en recopilar datos de c onsumo de combustibles que sean precisos y exhaustivos para el Municipio. Es posible que, en algunos casos, los Municipios más avanzados ya cuenten con un sistema de reporte para datos de consumo energético. En otros casos, los gobiernos deberán generar información a través de diferentes fuentes, tales como:

1. Información de consumo energético a escala local. El equipo local deberá identificar actores públicos y privados que podrán proporcionar información del consumo local de combustibles y energía suministrada por la red. En algunos

casos, la información podrá ser proporcionada por dependencias gubernamentales del sector energético (SENER, CFE, ASEA, PEMEX), que comúnmente reportan datos de venta de combustibles por Entidad Federativa y por sector. En otros casos, se deberá contactar a operadores del mercado de ciertos combustibles (p. ej. gaseras); dado que este proceso requiere que las

empresas privadas compartan información comercialmente sensible, es posible que se encuentre agregada; en todo caso, se deberá buscar el mayor nivel de desagregación posible, al menos como datos globales de consumo para el sector residencial, primario (actividades agrícolas), secundario (ac tividades industriales) y terciario (comercios y servicios).

2. Información de consumo energético a escala estatal o nacional. Cuando la información no esté disponible a escala municipal, se podrán utilizar datos agregados a nivel nacional, estatal o regional, y escalarlos con un factor

apropiado, como se describió al inicio de la sección 4.1.2. Lo más c omún es partir de balances energéticos estatales o del Balance Nacional de Energía (BNE); este último se actualiza anualmente, con un desfase aproximado de dos años entre el año de publicación y el año de reporte (p. ej. en 2020 se

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42

publicó la versión 2018). Esta información está disponible a través del Sistema de Información Energética8 de la SENER.

3. Encuestas de consumo. Cuando no es posible obtener información de ac tores públicos o privados, se recomienda levantar una encuesta direc tamente c on los consumidores de energía y combustibles. Para el sector residencial, lo mejor es dirigir un cuestionario a una muestra representativa. En el c aso de comercios, servicios y el sector industrial, el número de consumidores f inales puede ser más limitado, por lo que se deberá procurar requerir informac ión a

todas las unidades individuales o, en su defecto, a los consumidores más grandes (con base en datos estadísticos, del número y tamaño de unidades económicas, etc.).

A continuación se describen recomendaciones para la integración de los subsectores del sector Energía Estacionaria, en relación con posibles fuentes de información y metodologías a seguir.

Emisiones indirectas en todos los subsectores

En México, la Comisión Federal de Electricidad controla y regula la transmisión y comercialización de energía eléctrica. El equipo técnico local deberá solicitar a la of ic ina local de la CFE los datos de consumo eléctrico para el Municipio, divididos por tarifa. En

algunos casos la información está disponible en portales de datos abiertos. Para asignar los consumos eléctricos a un subsector en específico, es necesario conocer la clasificación tarifaria. La Tabla 12 compara al sistema tarifario actual y al anterior, el cual se actualizó en 2017, y establece relaciones con los subsectores que corresponden a c ada tarifa.

Una vez definidos los consumos, estos se multiplican por el factor de emisión del Sistema Eléctrico Nacional. Este factor se publica año con año por la Comisión Reguladora de Energía, a través de un “Aviso sobre el factor de emisión eléctrico9”. Por ejemplo, el valor

para 2019 fue igual a 0.505 tCO2e/MWh.

(8) http://sie.energia.gob.mx/ (9) Los avisos de 2014 a 2019 están disponibles en:

https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/registro-nacional-de-emisiones-rene

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Tabla 12 Sistema tarifario eléctrico de México

Esquema actual Esquema anterior Subsector de Energía Estacionaria Tarifa Descripción Tarifa Descripción

Baja tensión

DB1 Doméstico en Baja Tensión,

consumiendo hasta 150 kWh-mes

1 Doméstica clima templado

Edificios residenciales

1A, 1B, 1C, 1D, 1E, 1F

Doméstica verano cálido

DB2 Doméstico en Baja Tensión, consumiendo más de 150 kWh-mes

1 Doméstica clima templado

1A, 1B, 1C, 1D, 1E, 1F

Doméstica verano cálido

DAC Doméstica alto consumo

PDBT Pequeña Demanda (hasta 25 kW-mes) en Baja Tensión

2 Comercial hasta 25 kW de demanda

Edificios e instalaciones comerciales

6 Bombeo de agua Edificios e instalaciones institucionales

GDBT Gran Demanda (mayor a 25 kW-mes) en Baja Tensión

3 Comercial para más de 25 kW de demanda

Edificios e instalaciones comerciales

6 Bombeo de agua Edificios e instalaciones institucionales

RABT Riego agrícola en baja tensión 9, 9CU, 9N Riego agrícola Agropecuario

APBT Alumbrado público en baja tensión

5, 5A Alumbrado público Edificios e instalaciones institucionales

Media tensión

APMT Riego agrícola en media tensión 9, 9CU, 9N Riego agrícola Agropecuario

APMT Alumbrado público en media tensión

5, 5A Alumbrado público Edificios e instalaciones institucionales

GDMTO Gran Demanda (mayor a 25 kW-mes) en Media Tensión Ordinaria(*)

OM’s* Ordinaria, con demanda menor a 100 kW

Edificios e instalaciones comerciales

6 Bombeo de agua Edificios e instalaciones institucionales

GDMTH Gran Demanda (mayor a 25 kW-mes) en Media Tensión Horaria(*)

HM’s* Horaria, con demanda de 100 kW o más

Edificios e instalaciones comerciales

HMC’s* Horaria, con demanda de 100 kW o más, para corta utilización

6 Bombeo de agua Edificios e instalaciones institucionales

Alta tensión

DIST Demanda industrial en subtransmisión

HS’s Horaria, nivel subtransmisión

Edificios e instalaciones industriales

HSL’s Horaria, nivel subtransmisión, larga utilización

DIT Demanda industrial en transmisión

HT’s Horaria, nivel transmisión

HTL’s Horaria, nivel transmisión, larga utilización

*Es posible que pequeñas instalaciones industriales operen bajo una tarifa en media tensión.

Fuente: Elaboración propia a partir del Informe Pormenorizado sobre el Desempeño y las Tendencias de la Industria Eléctrica Nacional (SENER, 2018a).

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Edificios residenciales

En el caso del consumo de combustibles en edificios residenciales, se recomienda

reportar emisiones por el consumo de gas L.P., gas natural o seco, y leña. Normalmente se asume que los primeros dos combustibles se consumen en ambientes urbanos, mientras que el consumo de leña predomina en ambientes rurales.

Los equipos locales deberán solicitar información de ventas de combustibles (gas L.P. y petrolíferos), por sector y Entidad Federativa, a la autoridad responsable (SENER) y, en su caso, complementar los datos con información recabada directamente de los operadores del mercado (por ejemplo, las gaseras). Se recomienda consultar también las Prospectivas del Sector Energético10 de la SENER, instrumentos de planeación que

ofrecen información confiable de la situación actual del mercado energético a nivel nacional; estas prospectivas incluyen tasas medias de crecimiento anual para el consumo de combustibles (gas L.P., gas natural, diésel, gasolina, combustóleo, entre otros) a nivel nacional y estatal, para distintos sectores como el residencial, comercial, industrial y autotransporte. Por ejemplo, en la prospectiva 2017-2031 se reporta un c onsumo per cápita promedio de 74 kg/año de gas L.P.

En todo caso, se podrá escalar la información del Balance Nacional de Energía (disponible en el SIE de SENER), el cual reporta consumos de gas L.P., gas seco, leña y querosenos

a nivel nacional en el sector residencial. El escalamiento se puede hacer a partir de datos de población y vivienda urbana y rural; estos datos se pueden obtener del últ imo Censo de Población y Vivienda o la Encuesta Intercensal más reciente, y complementarse c on proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO) para ext rapolar datos cuando el año del inventario no coincide con el año de un ejercicio censal. La Caja

1 muestra un ejemplo del escalamiento y la estimación de emisiones a part ir de datos nacionales.

Caja 1 Escalamiento de datos de consumo de gas L.P. residencial

Tomemos un Municipio hipotético con una población proyectada para 2017 de 930 mil habitantes (proyección CONAPO). Para el mismo Municipio, en 2015 se reportó que 85% de la población es urbana, mientras que 15% es rural.

La CONAPO estima que, a nivel nacional, en 2017 había 124 millones de habitantes. De acuerdo con el último ejercicio intercensal, 77% de la población nac ional era urbana y 23% rural.

Si se asume que la proporción entre la población urbana y rural se mantuvo igual ent re 2015 y 2017, es posible utilizar la población urbana para escalar el consumo de gas L.P. residencial reportado en el BNE de 2017, igual a 246.45 PJ. El escalamiento se realiza de

la siguiente forma:

𝐶𝑜𝑛𝑠𝑢𝑚𝑜 𝑚𝑢𝑛𝑖𝑐𝑖𝑝𝑎𝑙 = 246.45 𝑃𝐽 ×0.930 𝑚𝑖𝑙𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠

124 𝑚𝑖𝑙𝑙𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠×

0.85

0.75×

1𝐸9 𝑀𝐽

1 𝑃𝐽= 2.09𝐸9 𝑀𝐽

Posteriormente, este dato se multiplica por los factores de emisión oficiales para gas L.P., dando como resultado un valor de 132 mil tCO2e.

(2.09 × 109 𝑀𝐽)(6.31× 10−5 𝑡𝐶𝑂2/𝑀𝐽) + (2.09 × 109 𝑀𝐽)(1 × 10−9𝑡𝐶𝐻4

𝑀𝐽)(28)

+(2.09 × 109 𝑀𝐽)(1 × 10−10𝑡𝑁2𝑂

𝑀𝐽) (265) = 132 298 𝑡𝐶𝑂2𝑒.

Antes de realizar el escalamiento, será importante definir si en el Municipio se c onsume gas L.P. o gas seco (también conocido como natural) y caracterizar cómo es el c onsumo

(10) https://www.gob.mx/sener/documentos/prospectivas-del-sector-energetico

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45

(a través de una red fija, uso de tanques estacionarios y/o tanques portátiles). En todo caso, se podrá asumir que el consumo energético en residencias es el mismo, independientemente del combustible utilizado para atender dic ho c onsumo. La Caja 2 muestra un ejemplo adicional a partir de datos de consumo per cápita de gas L.P., mostrando cómo los valores pueden variar significativamente dependiendo el método

escogido. De ahí la necesidad de buscar datos locales más precisos.

Caja 2 Estimación de emisiones a partir de consumos per cápita de combustibles a nivel

residencial

Retomando el Municipio hipotético el ejemplo mostrado en la Caja 1, cuya población proyectada para 2017 era de 930 mil habitantes (85% urbana, 15% es rural).

La prospectiva del Sector Energético 2017-2031 de la SENER estima un consumo per

cápita de gas L.P. de 74 kg/año. Este valor debe multiplicarse por la poblac ión urbana, asumiendo que la población rural utiliza otros combustibles como leña para satisfacer sus necesidades energéticas.

𝐶𝑜𝑛𝑠𝑢𝑚𝑜 𝑚𝑢𝑛𝑖𝑐𝑖𝑝𝑎𝑙 𝑎𝑛𝑢𝑎𝑙 = 74𝑘𝑔

ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 ∙ 𝑎ñ𝑜× 930,000 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 × 0.85

= 5.85𝐸7 𝑘𝑔 𝑔𝑎𝑠 𝐿. 𝑃.

Posteriormente, se multiplica el consumo total en el Municipio por el poder calorífico para transformar el valor a una unidad energética apropiada para la estimación de emisiones.

5.85𝐸7 𝑘𝑔 × 46.16 𝑀𝐽

𝑘𝑔= 2.70𝐸9 𝑀𝐽

Posteriormente, este dato se multiplica por los factores de emisión oficiales para gas L.P., dando como resultado un valor de 171 mil tCO2e.

(2.70 × 109 𝑀𝐽)(6.31× 10−5 𝑡𝐶𝑂2/𝑀𝐽) + (2.70 × 109 𝑀𝐽)(1 × 10−9𝑡𝐶𝐻4

𝑀𝐽)(28)

+(2.70 × 109 𝑀𝐽)(1 × 10−10𝑡𝑁2𝑂

𝑀𝐽) (265) = 170 531 𝑡𝐶𝑂2𝑒

Finalmente, se recomienda el uso de la ENCEVI (Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares) del INEGI para obtener información estadística de patrones de consumo de distintas fuentes de energía (eléctrica y combustibles fósiles) en viviendas. La ENCEVI permite conocer información sobre los hábitos y las prácticas en el manejo de energéticos, como el uso que se le da a cada tipo de combustible en func ión de las características de las viviendas.

Edificios e instalaciones comerciales

Para este subsector, los consumos principales de combustibles a nivel país corresponden

a gas L.P. y gas seco. Para algunos años, el BNE también reporta datos de c onsumo de diésel. A nivel nacional no se reporta un consumo de leña, ya que las metodologías empleadas comúnmente asignan el total del consumo al sector residencial, aunque se reconoce que existe consumo en micro y pequeñas empresas, tales como hornos ladrilleros y de alfarería, panaderías y tortillerías, entre otros.

Para los datos de actividad, se recomienda solicitar la misma información que para el subsector residencial, ya que son los mismos actores quienes recopilan la informac ión. Asimismo, en caso de no contar con datos específicos a nivel local, se podrán escalar los

datos reportados a nivel nacional en el BNE. En este caso, el escalamiento requiere conocer datos del PIB municipal, estatal y nacional del sector terciario (comercios y servicios). La Caja 3 muestra un ejemplo de cómo estimar datos de PIB a nivel municipal para el sector y cómo escalar el consumo comercial gas L.P.

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Caja 3 Estimación de datos de PIB municipal por sector económico

Consideremos un Municipio hipotético cuyo Estado reporta un PIB en 2018 igual a $1,502,310 millones de pesos a precios de 2013, de acuerdo con el Banco de Información Económica del INEGI. De este total, 72.39% corresponde al sector terciario, 26.15% al secundario y 1.46% al sector primario. La Encuesta Intercensal reporta los siguientes datos de población ocupada para el Municipio y el Estado:

Demarcación Población total (2015) Población ocupada (2015) Porcentaje ocupación

Estado 16,200,000 6,200,000 38.3%

Municipio 850,000 350,000 41.2%

Ahora, asumiendo que el porcentaje de ocupación se mantiene igual, podemos estimar la población ocupada en el Estado y el Municipio en el año base (2018), multiplicando el porcentaje de ocupación por la proyección de CONAPO.

Demarcación Porcentaje ocupación Población total (2018) Población ocupada (2018)

Estado 38.3% 16,800,000 6,434,400

Municipio 41.2% 890,000 201,880

Posteriormente, se pueden emplear datos de distribución de la poblac ión ocupada por sector económico, disponibles en el tabulado de Características Económicas de la

Encuesta Intercensal 2015, para escalar el PIB del sector terciario a nivel estatal en 2018 ($1,087,522 millones de pesos a precios de 2013). Supongamos que, en el Estado, 68.5% de la población ocupada labora en el sector terciario, en tanto que en el Municipio el porcentaje asciende a 73.03%. Por lo tanto, el PIB municipal terciario se puede escalar de la siguiente forma:

𝑃𝐼𝐵 𝑡𝑒𝑟.𝑚𝑢𝑛. = $1,087,552 𝑀𝐷𝑃 ×201,880 × 73.03%

6,434,400 × 68.5%= 36,379 𝑀𝐷𝑃

Este mismo procedimiento se puede aplicar para estimar un PIB municipal del sector primario (agropecuario) y del sector secundario (industrial).

Edificios e instalaciones institucionales

En el caso de edificios e instalaciones institucionales, se recomienda reportar el consumo eléctrico y las emisiones asociadas por alumbrado público y bombeo de agua. Para los

consumos de combustibles y electricidad en edificios públicos, la autoridad loc al deberá requerir la información directamente a los responsables de registrar los datos de consumo, por ejemplo, a través de recibos de pago. En caso de que esto no sea posible, se asume que los consumos vienen contemplados en la estimación del subsector “Edificios e instalaciones comerciales”.

Edificios e instalaciones industriales

En el caso del sector industrial, la intensidad energética y el consumo de c ombust ibles varía en función del tipo de actividad o giro industrial. Se recomienda ampliamente que

el equipo local solicite información de consumo de combustibles a las autoridades ambientales federales y estatales que regulan a sectores industriales específicos:

1. La SEMARNAT podrá proporcionar datos de consumos de combustibles

reportados por industrias de jurisdicción federal, a través de la Cédula de Operación Anual o COA. En su caso, también se podrán utilizar datos reportados a través del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC), también administrado por la SEMARNAT.

2. La autoridad ambiental estatal podrá proporcionar datos de consumos de combustibles reportados por industrias de jurisdicción estatal, ya sea a través de un equivalente estatal de la Cédula de Operación Anual o licencias ambientales de funcionamiento; asimismo, información sobre las

características de las instalaciones industriales pueden estar disponibles en las

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Manifestaciones de Impacto Ambiental que se presentan ante la Federación o los Estados para obtener la autorización previa a la operación de las mismas.

Se podrá asumir que la mayor parte del consumo energético estará concentra do en las industrias de jurisdicción federal y estatal. Para giros locales, se podrán recabar datos de consumo de licencias ambientales de funcionamiento. Si no hay datos de licencias o cédulas, se puede hacer un escalamiento poniendo atención a los giros indust riales del Municipio.

Para el escalamiento, el primer paso es definir qué tipo de actividades industriales ocurren en el Municipio. Después se recopilan datos de consumo final del BNE y datos de PIB del sector secundario (industrial) a escala municipal, estatal y local. Sin embargo, las

actividades industriales son mucho más heterogéneas entre diferentes Estados y Municipios; se puede utilizar el DENUE11 (Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas) para caracterizar el tipo de industrias del Municipio o Estado. Una vez que se tienen estos datos, se debe decidir qué combustibles y giros del BNE serán escalados. Para el escalamiento, se recomienda realizarlo en dos etapas: en el primer paso se escala el dato de nivel nacional a estatal, utilizando datos de PIB nivel nacional y estatal para el

giro en cuestión; en el segundo, se recomienda escalar el consumo estatal (generado en el paso anterior) con datos de PIB del sector secundario a nivel estatal (obtenido del BIE de INEGI) y nivel municipal (estimado a partir de datos de población ocupada según se indicó anteriormente en la Caja 3). Este método funciona mejor en Munic ipios c on una alta proporción económica en relación con el PIB estatal, ya que asume que las

actividades económicas del Municipio y el Estado son homogéneas entre sí.

La Tabla 13 enlista los giros reportados en el BNE, su código de clasificación para

actividades económicas del INEGI, y el dato disponible en el Banco de Información Económica para el escalamiento. Se puede observar que la mayoría de los giros reportados en el BNE como energéticamente intensivos son de jurisdicción federal, por lo que el acercamiento a la SEMARNAT es esencial para obtener datos que permitan desagregar la información de forma más detallada para el Municipio.

Para más información sobre cómo realizar escalamientos, se recomienda revisar a detalle la “Guía para realizar balances energéticos estatales para la estimación de inventarios de gases de efecto invernadero” (INE & Instituto de Ingeniería de la UNAM, s/f).

Doble conteo de emisiones en el subsector industrial

A continuación se enlistan algunas consideraciones para evitar el doble conteo de emisiones en el subsector:

— En el subsector industrial se reportan emisiones provenientes de la fabricación de equipo de transporte, esto es las emisiones de GEI provenientes de la fabric ación de vehículos de motor, barcos, botes, aviones, etc. Estas emisiones no se reportan en el sector Transporte.

— Las emisiones de GEI provenientes de actividades de transporte todoterreno se reportan en el sector Transporte cuando ocurren fuera del sitio (por ejemplo, entrega de materias primas, productos, desplazamiento de personal). Las emisiones de vehículos y maquinaria móvil que ocurren dentro de las instalaciones industriales (por

ejemplo, dentro de una planta o un sitio de construcción) deben reportarse bajo el subsector de edificios e instalaciones industriales.

— Los sistemas de recolección, tratamiento y suministro de aguas residuales, así c omo instalaciones para el tratamiento de residuos, consumen energía para accionar bombas de agua, calderas, equipos de separación mecánica y otros equipos. Las emisiones de GEI provenientes del consumo de energía se reportan en el subsec tor institucional cuando son de carácter público, y en el subsector industrial c uando son

(11) https://www.inegi.org.mx/app/mapa/denue/default.aspx

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plantas privadas. Las emisiones por la recolección de residuos, generadas por vehículos y camiones, se reportan en el sector Transporte.

Tabla 13 Clasificación de actividades y giros industriales en fuentes de información nacional

Actividad Balance Nacional de Energía Clave

INEGI Dato de PIB disponible en el BIE

Minería de minerales metálicos y no metálicos

212 21 Minería: Minería no petrolera

Construcción 23 23 Construcción

Elaboración de azúcares 31131 311 Industria alimentaria

Elaboración de cerveza 31212

312 Industria de las bebidas y del tabaco Elaboración de refrescos, hielo y otras bebidas no alcohólicas, purificación y embotellado de agua

31211

Elaboración de productos de tabaco 31222

Fabricación de pulpa, papel y cartón 3221 322-323 Industrias del papel; Impresión e industrias conexas

PEMEX Petroquímica 324

324-326 Fabricación de productos derivados del petróleo y carbón; Industria química; Industria del plástico y del hule

Industria química 325

Fabricación de fertilizantes 32531

Fabricación de productos de hule 3262

Fabricación de vidrio y productos de vidrio 3272 327 Fabricación de productos a base de minerales no metálicos Fabricación de cemento y productos a base

de cemento en plantas integradas 32731

Industria básica del hierro y el acero 3311 331-332 Industrias metálicas básicas; Fabricación de

productos metálicos

Fabricación de automóviles y camiones 3361 333-336 Fabricación de maquinaria y equipo...

Otras ramas Todas las demás

22, 31-33

Fuente: Elaboración propia.

Subsector agropecuario

Los consumos en el subsector agropecuario son principalmente de gas L.P., diésel y, en menor medida, querosenos. Se recomienda partir de los datos reportados en el BNE a nivel nacional, y escalarlos utilizando el PIB nacional y el PIB municipal del sector primario. Como se ha explicado anteriormente, el PIB nacional del sector se puede obtener del Banco de Información Económica del INEGI mientras que el PIB municipal del

sector primario se puede estimar del PIB estatal (también reportado en el BIE de INEGI) y la población ocupada a nivel municipal y estatal. Para más información se puede consultar la Guía de balances energéticos del INE o el ejemplo de comercios y servic ios en la Caja 3.

Emisiones fugitivas

Para este subsector se recomienda seguir la metodología específica del IPCC, la c ual se explica a detalle en las directrices del 2006 y también en el protocolo GPC. Estas emisiones se subdividen en dos categorías. La primera corresponde a emisiones fugitivas

durante la minería, procesamiento, almacenamiento y transporte de carbón, y solo deberá estimarse si esta actividad es relevante para el Municipio. El segundo tipo corresponde a emisiones fugitivas en sistemas de gas natural y venteo, particularmente

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por fugas de equipos, evaporación y pérdidas intermitentes, venteo, quema, incineración y liberaciones accidentales.

4.1.2.2 Transporte

Para el sector transporte se contempla que los gobiernos locales estimen las emisiones provenientes de cinco subsectores, según lo indica la Tabla 14. El reporte debe contemplar las emisiones por la quema de combustible y, cuando sea relevante, las emisiones indirectas por el consumo de electricidad.

Tabla 14 Subsectores del sector Transporte

Subsector Descripción

Transporte terrestre por carretera

Todas las emisiones directas por el consumo de combustibles y emisiones indirectas por el consumo de electricidad para el transporte de personas, bienes o materiales en carreteras, vías o autopistas públicas. De preferencia, la información debe desagregarse por tipo de vehículos: autobuses, camiones de carga, automóviles particulares, motocicletas, taxis, etc.

Ferroviario Todas las emisiones provenientes de sistemas de ferrocarriles, ya sea para el transporte de personas y/o mercancías. Incluye sistemas urbanos (por ejemplo, un metro) y la red ferroviaria nacional.

Navegación marítima, fluvial o lacustre

Todas las emisiones generadas por la operación de buques, transbordadores y otras embarcaciones que operan dentro de los límites del Municipio, así como aquellas cuyos viajes se originan o terminan en los puertos dentro del Municipio independientemente del destino.

Aviación

Todas las emisiones provenientes de operaciones para la aviación civil; incluye emisiones de viajes dentro de los límites municipales (por ejemplo, helicópteros que operan únicamente dentro del Municipio) y las emisiones de vuelos que se originan en los aeropuertos dentro del Municipio, independientemente del destino.

Fuera de carretera

Todas las emisiones generadas por vehículos que circulan en terrenos sin pavimentar; incluye equipo de jardinería, equipo de construcción, tractores y excavadoras. Por su naturaleza, es posible que estos consumos se reporten en los subsectores industrial o agrícola del sector Energía Estacionaria.

Fuente: Elaboración propia a partir del GPC (GHG Protocol et al., 2014).

Transporte por carretera

El GPC detalla dos tipos de métodos para estimar emisiones en el sector t ransporte por carretera. El primer tipo parte de un enfoque descendente conocido como método de ventas de combustible e implica contar con información sobre la cantidad de

combustible vendido dentro de los límites del Municipio para fines de transporte; esto es, la cantidad de diésel, gasolina, gas L.P., gas natural y elect ricidad que se vende en el Municipio para transporte privado (automóviles y camionetas particulares, motocicletas), transporte de carga (camiones ligeros y pesados, tractocamiones y remolques) y transporte público (taxis, microbuses, combis, vagonetas, autobuses públicos, etc.). Este enfoque requiere que los gobiernos municipales soliciten a las autoridades respectivas la

siguiente información:

— Venta total de combustibles por estación de servicio en el Munic ipio, reportada por

PEMEX o la SENER. En su defecto se podrá solicitar información a nivel estatal para la venta de combustibles, aunque es preferible contar con los datos a nivel municipal.

— Flota vehicular registrada en el Municipio y el Estado, por clase de vehículo y t ipo de

combustible. Esta información se puede solicitar a las Secretarías de Finanzas estatales, dependencias que administran los programas de emplacamiento de vehículos. El INEGI también cuenta con datos de vehículos en circulación por t ipo y por Municipio.

Otra alternativa dentro del método de ventas de combustible es ut ilizar los c onsumos finales en el sector transporte a nivel nacional, reportados dentro del Balance Nacional de

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50

Energía y el Sistema de Información Energética (SIE) de la SENER (abordado a detalle en el sector Energía Estacionaria). Estos datos se pueden escalar a partir de datos de f lota vehicular a nivel nacional y municipal, por tipo de combustible. El SIE también incluye información sobre la estructura del parque vehicular y la evolución del parque vehic ular por tipo de combustible, de 2004 a 2017. Cuando los datos de venta de c ombustibles

están disponibles solo a nivel estatal, los datos de parque vehicular a nivel estatal y municipal pueden ser empleados para escalar los datos.

Una vez que se cuenta con un dato de consumo o venta para cada combustible, este se

multiplica por el factor de emisión respectivo de acuerdo con la fórmula general para el cálculo de emisiones; en la Tabla 15 se enlistan factores de emisión independientemente del peso vehicular bruto, uso y año modelo del vehículo. Es importante destacar que muchas veces los consumos se reportan en litros (L) o metros cúbicos (m3), por lo que se deberán emplear densidades y poderes caloríficos para convertir el consumo

volumétrico a un consumo energético (por ejemplo, en kilojulios o kilovatios-hora), dado que los factores de emisión comúnmente se expresan en estas unidades.

Tabla 15 Factores de emisión para el subsector Transporte por carretera

Combustible Factores de emisión (t GEI / MJ)

CO2 CH4 N2O

Diésel 7.41E-05 3.90E-09 3.90E-09

Gas L.P. 6.31E-05 6.20E-08 2.00E-10

Gas natural 5.61E-05 9.20E-08 3.00E-09

Gasolinas 6.93E-05 2.50E-08 8.00E-09

Fuente: Acuerdo SEMARNAT (SEMARNAT, 2015a).

La desventaja de utilizar el método de ventas de combustible es que resulta complic ado asignar el consumo a un tipo de vehículos en específico, lo que dificulta el diseño de

estrategias de mitigación con base en la aportación a las emisiones totales que tiene cada tipo de vehículo. El segundo tipo de métodos busca sobreponerse a este obstáculo a través de un enfoque ascendente; esto requiere datos detallados de ac tividad a esc ala local.

Existen varios métodos ascendentes, entre los que destacan los métodos de actividad inducida, de actividad residente y los métodos geográficos o territoriales . Estos métodos se basan en datos de kilómetros recorridos por vehículo, lo que refleja el número y la duración de los viajes; la distribución modal; los tipos de vehículos,

incluyendo datos de la edad de la flota; la intensidad energética por modo de transporte o tipo de vehículo, expresada como energía consumida por vehículo por kilómet ro; y las condiciones de conducción, como la velocidad de los vehículos por t ipo de vialidad y el comportamiento por día de la semana o época del año. Se recomienda utilizar un método ascendente para la integración de inventarios, puesto que facilitan la generación de datos

más adecuados para la formulación de políticas públicas locales, ya que las emisiones se desagregan por tipo de vehículo y combustible.

El GPC describe a detalle los diferentes métodos ascendentes. Para el c aso de Méxic o, existe un modelo que permite estimar las emisiones a esc ala nacional, estatal y municipal de múltiples años, sin necesidad de proporcionar datos adicionales. El software MOVES-México (ver Figura 18) fue desarrollado por la US EPA y se adaptó específicamente a las condiciones del país en colaboración con la SEMARNAT y el INECC. MOVES-México se basa en un método ascendente para realizar la estimación de

emisiones no sólo de GEI, sino también de otras emisiones vehiculares (por ejemplo, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas). El modelo parte de una base de datos estándar nacional y arroja resultados de emisión para CO2, CH4 y N2O, datos de kilómetros recorridos y consumo energético (en kilojulios), para dos t ipos de

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51

combustible (diésel y gasolina) y diferentes categorías vehiculares (motocicletas, automóviles particulares, autobuses públicos, camiones de carga ligeros, c amiones de carga pesados y remolques, entre otros). Posteriormente, la validez de los resultados generados con MOVES-México se puede corroborar a partir de emisiones est imadas c on datos de venta de combustibles.

Figura 18 Pantalla de inicio de MOVES

Fuente: Manual MOVES (US EPA, 2015).

El modelo también permite mejorar los inventarios locales con datos específicos, por ejemplo, de las características de la flota vehicular. La versión base del modelo se puede descargar de la página oficial de la US EPA12 e incluye guías de usuario y manuales. Para usar la versión específica para México, es necesario solicitar la Guía del Usuario de

MOVES-México, desarrollada bajo el Programa para el Desarrollo de Emisiones Bajas en México (MLED) patrocinado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) bajo el contrato AID-523-C-11-00001, a la SEMARNAT o el INECC.

La Figura 19 muestra un ejemplo de los resultados que arroja el modelo MOVES. Los resultados se pueden estimar por año, así como Estado y Municipio (c ounty), c ada uno con un identificador numérico. Las diferentes fuentes (source) representan los dist intos tipos de vehículos. Los resultados también se desagregan por tipo de combustible ( fuel).

Para los resultados de emisiones, distancia y consumo energético, el usuario selec ciona el tipo de unidades en las que quiere visualizar los resultados (ver Figura 20). La Tabla 16 resume los identificadores numéricos utilizados por MOVES para clasificar los distintos tipos de fuentes emisoras y combustibles, en línea con los tipos de vehículos más comunes en México.

(12) https://www.epa.gov/moves/latest-version-motor-vehicle-emission-simulator-moves

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52

Figura 19 Interfaz para la visualización de resultados en MOVES-México

Fuente: MOVES-México.

Figura 20 Parámetros para la visualización de resultados en MOVES

Fuente: Manual MOVES (US EPA, 2015).

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53

Tabla 16 Clases de Vehículos en México homologadas a los Tipos de Fuente en MOVES

Source ID MOVES Source Use Type Clases de Vehículos en México homologadas a

MOVES Source Use Type

11 Motorcycle Motocicletas

21 Passenger car Autos de pasajeros

Taxi

31 Passenger Truck (97%) Camión de Transporte Público

Camiones pick-up

Camiones con Peso Bruto Vehicular < 3 ton 32 Light Commercial Truck (3%)

42 Transit Bus

Autobuses

Microbús/Midibús

52 Single Unit Short-haul Truck (96%) Camiones con Peso Bruto Vehicular > 3 ton)

53 Single Unit Long-haul Truck (4%)

61 Combination Short-haul Truck (49%) Camiones Remolque

62 Combination Long-haul Truck (51%)

Fuente: Guía de usuario MOVES-México (Programa para el Desarrollo de Emisiones Bajas en México (MLED)

et al., 2016).

Para el consumo de gas natural y gas licuado de petróleo para el transporte por carretera se recomienda utilizar un enfoque de ventas de combustible, puesto que MOVES-México

no estima emisiones para el uso de estos combustibles. Para los vehículos privados eléctricos, el consumo de electricidad comúnmente viene contemplado en los datos reportados por CFE; sin embargo, resulta complicado separar el consumo de automóviles particulares de los consumos reportados por tarifa, al no contar con datos que indiquen un consumo promedio por vehículo y a qué tarifa específica corresponden.

Otros subsectores

Para el sector ferroviario, la navegación y la aviación, en primer lugar se debe identif ic ar si la actividad ocurre en el Municipio y si es significativa. El enfoque por utilizar en la

estimación requiere conocer los datos de venta o consumos de los siguientes combustible: diésel ferroviario, diésel marítimo, turbosina y gasavión. En este c aso, lo recomendable es solicitar la información directamente a los autoridades portuarias, a las instalaciones ferroviarias o las aeropuertos.

Muchos de los datos también se encuentran disponibles en datos abiertos del Gobierno Federal. Por ejemplo, el SIE de la SENER reporta la demanda interna de diésel ferroviario, diésel marítimo y turbosina por Estado; en la plataforma federal de datos abiertos se encuentra información sobre los litros de combustibles vendidos por estación

y aeropuerto13.

Cuando se tienen datos de consumo únicamente a nivel estatal o nacional, los datos de

actividad pueden escalarse a partir de datos de actividad específicos, como el número de vuelos por aeropuerto, el número de embarcaciones por puerto, el tráfico del transporte ferroviario o la carga total transportada por estación de ferrocarril, entre otros datos.

En caso de que se cuente con transporte ferroviario eléctrico (por ejemplo, un sistema de metro), se debe solicitar el consumo a la administración del sistema. Se debe verif ic ar que este consumo no se contabilice también en los consumos desagregados por tarifa y reportados por CFE. En su caso, si se conoce el sistema tarifario aplicable al sistema de

(13) https://datos.gob.mx/busca/dataset/litros-y-servicios-por-venta-de-combustibles-por-estacion-de-

combustibles

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54

transporte eléctrico, se puede restar del consumo global para dicha tarifa, y así evitar el doble conteo de emisiones.

Una vez que se tenga un dato de consumo de combustible a nivel municipal, podrá realizarse la estimación utilizando la fórmula genérica para la estimación de emisiones de GEI y factores de emisión para CO2, CH4 y N2O. La Tabla 17 muestra algunos factores de emisión comunes, en tanto que la Caja 4muestra un ejemplo de la estimación de emisiones para la aviación en un Municipio hipotético.

Tabla 17 Factores de emisión para el transporte ferroviario, transporte marítimo y aviación

Combustible Factores de emisión (t GEI / MJ)

CO2 CH4 N2O

Diésel ferroviario 7.41E-05 4.15E-09 2.86E-08

Diésel marítimo 7.41E-05 NA NA

Turbosina 7.15E-05 3.00E-09 6.00E-10

Fuente: Acuerdo SEMARNAT (SEMARNAT, 2015a).

Caja 4 Estimación de emisiones del subsector aviación

En el portal de datos abiertos del gobierno federal se reportan los litros de c ombust ible vendidos por estación y tipo de combustible14. En este caso, la estación es el aeropuerto. Supongamos que para un Municipio hipotético, el documento reporta un consumo anual

en 2018 de 60 millones de litros de turbosina. Para hacer la estimación de emisiones, el primer paso sería contar con un poder calorífico para convertir los litros a una unidad energética apropiada. El INECC (2014) reporta un poder calorífico neto de 43.28 MJ/kg y una densidad de 0.783 kg/L.

Tomando esto en cuenta, el cálculo de la emisión total queda de la siguiente forma:

(60 × 106 𝐿)(0.783𝑘𝑔

𝐿) (43.28

𝑀𝐽

𝑘𝑔) [(7.15 × 10−5

𝑡𝐶𝑂2

𝑀𝐽) + (3.00 × 10−9

𝑡𝐶𝐻4

𝑀𝐽)(28)

+ (6.00 × 10−10𝑡𝑁2𝑂

𝑀𝐽)(265)] = 145 875 𝑡𝐶𝑂2𝑒

4.1.2.3 Residuos

El gobierno local debe de reportar las emisiones generadas por la disposición y tratamiento de residuos sólidos y líquidos que se generan en el Municipio,

independientemente si el proceso se lleva a cabo dentro del mismo o fuera de este. A continuación se presentan definiciones para los cuatro subsectores que integran al sector Residuos (ver Tabla 18).

(14) https://datos.gob.mx/busca/dataset/litros-y-servicios-por-venta-de-combustibles-por-estacion-de-

combustibles

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Tabla 18 Subsectores del sector Residuos

Subsector Descripción

Disposición de residuos sólidos

Todas las emisiones asociadas a la disposición de residuos sólidos, ya sea en sitios controlados (rellenos sanitarios) o no controlados (vertederos o tiraderos a cielo abierto),

dentro o fuera del Municipio.

Tratamiento biológico de residuos

Todas las emisiones generadas durante el tratamiento biológico de residuos orgánicos. Incluye compostaje y digestión anaeróbica de residuos orgánicos.

Incineración y

quema a cielo abierto

Todas las emisiones que se generan por la quema de residuos en procesos controlados (industriales) y no controlados (ilícitos). Al proceso controlado se le conoce como incineración, y ocurre en sitios específicos autorizados para realizar esta actividad; a la

quema no controlada se le denomina quema a cielo abierto y generalmente responde a usos y costumbres para la eliminación de residuos en comunidades marginadas o donde los servicios de recolección de residuos no son adecuados.

Tratamiento y descarga de aguas residuales

Todas las emisiones asociadas al tratamiento de aguas residuales, ya sea aeróbico o anaeróbico, así como las emisiones por la descarga de aguas residuales (sin previo tratamiento) en algún cuerpo receptor de agua.

Fuente: Elaboración propia.

Para cuantificar las emisiones de los primeros tres subsectores, el equipo técnico debe identificar la cantidad total de residuos generados en el año base. El Diagnóst ic o básico para la gestión integral de los residuos o DBGIR (SEMARNAT, 2020) reporta dos datos que pueden servir para esta estimación:

— La generación per cápita de residuos, en kilogramos por habitante al día. El promedio nacional es de 0.944 kg/cápita/día. El documento también reporta datos por región, por Estado y por tamaño de población municipal.

— La generación total, en toneladas al día, para cada Entidad Federativa.

Además del DBGIR, es posible que existan estudios a nivel estatal o municipal que cuantifiquen la cantidad de residuos sólidos que se generan localmente. Estos estudios permitirán al equipo local contar con un estimado de la generación total de residuos sólidos en el Municipio.

El siguiente paso consiste en determinar la cantidad de residuos que se disponen por tipo de tratamiento o sitio de disposición. Esto es, la cantidad de residuos que:

— son recolectados y trasladados a algún sitio de disposición final controlado (p. ej. rellenos sanitarios) dentro o fuera del Municipio;

— son llevados a plantas especializadas para su tratamiento biológico;

— son llevados a plantas especializadas para la incineración de residuos;

— son quemados a cielo abierto, o

— llegan a algún sitio de disposición final no controlado (p. ej. tiradero a cielo abierto).

En México, la gestión de los residuos sólidos urbanos recae comúnmente en las

administraciones municipales. Por lo tanto, la dirección o departamento encargado puede proporcionar información sobre la cantidad de residuos que llegan a cada sitio de disposición. Algunos rellenos sanitarios, plantas de tratamiento biológico e incineradoras cuentan con sistemas de pesaje para mantener registros de la cantidad de residuos que llegan a sus instalaciones; en otros casos, cuando se carece de sistemas de pesaje, los

Municipios realizan estimaciones que se reportan a través del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD)15 del INEGI, que es realizado cada dos años y tiene un módulo especializado sobre la gestión de los residuos sólidos urbanos. Los datos podrán complementarse solicitando información a las autoridades (públic as o

(15) https://www.inegi.org.mx/programas/cngmd/2017/

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privadas) responsables de la administración de los diferentes sitios de disposición y tratamiento.

Para estimar la cantidad de residuos que se queman a cielo abierto, el INEGyCEI reporta un estimado de la cantidad de viviendas en cada Estado que eliminan sus residuos quemándolos, desde 1990 hasta 2015; con una regresión lineal se puede estimar el dato para años posteriores, según la tendencia histórica. A partir del dato de generación per cápita de residuos sólidos, se puede estimar el total de residuos quemados en el Municipio. La Caja 5 muestra un ejemplo de cómo realizar un balance de la generación y

disposición de residuos en un Municipio hipotético.

Caja 5 Balance de residuos sólidos generados en un Municipio hipotético

Tomemos un Municipio con una población de 250 000 habitantes en el año 2018. Si dicho Municipio se encuentra en la región noreste de México, el DBGIR 2020 estima una generación de 1.047 kg de residuos per cápita al día. En total, dicho Municipio generaría anualmente 95 539 toneladas de residuos sólidos (1.047 kg/cápita/día x 365 días x 250

000 habitantes).

Ahora asumamos que la dirección responsable en el Municipio, o los proveedores de

servicios particulares, reportan los siguientes datos para la disposición de los residuos:

- 60 mil toneladas llegan a un relleno sanitario local.

- 10 mil toneladas de residuos orgánicos llegan a una planta de composta.

- 5 mil toneladas son tratadas en una planta incineradora.

Ahora, se estima que en el Municipio, 5% de las viviendas eliminan sus residuos

quemándolos. Esto significa que de las 95 539 toneladas generadas, 4777 se queman a cielo abierto.

Al restar la cantidad de residuos por tipo de tratamiento o disposición del total generado,

sobran 15 762 toneladas, las cuales se asume llegan a algún sitio de disposición no controlado.

Disposición de residuos sólidos

Una vez que se conoce el volumen de residuos sólidos que llegan a un sitio controlado, se deben estimar las emisiones que ocurren físicamente en las instalaciones.

Durante el proceso de descomposición de los residuos sólidos de origen orgánico, se

genera biogás, el cual está conformado principalmente por CH4 y CO2. En la est imac ión solamente se deben reportar las emisiones de CH4 dado que las emisiones de CO2 se consideran de origen biogénico y se contabilizan en el sector AFOLU.

En los sitios de disposición controlados, las emisiones de CH4 continúan durante varias décadas después de la eliminación de los residuos. Un método aceptable para la estimación de emisiones es la descomposición o degradación de primer orden, método que contabiliza los GEI emitidos en un año particular, independientemente de cuando se dispusieron los residuos.

México cuenta con el Modelo Mexicano del Biogás (versión 2.0), una hoja de c álc ulo en Excel adaptada específicamente para el país, en colaboración con la US EPA. Est e

modelo permite estimar las emisiones de biogás en sitios controlados a través de una ecuación de descomposición de primer orden. El modelo provee automáticamente el factor de emisión para la generación de biogás, el cual se expresa a través de dos variables: un índice de generación de metano 𝑘 y una generación potencial de metano 𝐿0. Estos factores son esenciales para cualquier ecuación de descomposición de primer

orden. El modelo incluso adopta diferentes valores de 𝑘 y 𝐿0 en función de la región del país donde se ubica el sitio de disposición.

El usuario debe de introducir al modelo los siguientes datos: año de apertura, año de clausura, índices de disposición anual y características del sistema de recolección de CH 4

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57

(si existe en el relleno), entre otras especificaciones del sitio (ver Figura 21). El usuario ingresa la cantidad de residuos dispuestos en un año específico y una tasa de incremento en la disposición anual que permite estimar la cantidad de residuos eliminados en el sit io desde su apertura. Esta tasa se puede calcular a partir del histórico del volumen anual de residuos que llegan al sitio de disposición, o a partir de la tasa de crecimiento del PIB

municipal, del PIB estatal o de la población municipal. La misma SEMARNAT especifica que “la generación de residuos sólidos urbanos (RSU) sigue, en general, el ritmo del consumo y del producto interno bruto (PIB): mientras más se gasta, mayor es la generación de desechos”.

Figura 21 Datos de entrada para el Modelo Mexicano del Biogás (versión 2.0)

Fuente: Modelo Mexicano del Biogás.

Además de estos datos, el Modelo requiere datos de la composición de los residuos que llegan al sitio de disposición. El Modelo incorpora datos estimados en 2009 para todas las Entidades Federativas, pero el usuario tiene la opción de introducir información

actualizada; por ejemplo, del DBGIR 2020 o algún estudio local (ver Figura 22).

Figura 22 Datos de caracterización de residuos del Modelo Mexicano del Biogás (versión 2.0)

Fuente: Modelo Mexicano del Biogás.

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El modelo cuenta con una guía de usuario y la misma plantilla detalla instrucciones para su uso. El resultado del modelo es un volumen de biogás generado (generación) en el relleno para el año base, en metros cúbicos por hora (m3/h), así como el volumen de biogás capturado (recuperación) en las mismas unidades. Las emisiones de CH4 se pueden

estimar con la siguiente fórmula, considerando que 50% del biogás (expresado en volumen) es CH4 y que este gas tiene una densidad de 7.168x10-4 toneladas por met ro cúbico (datos reportados por el mismo Modelo):

𝐸𝐶𝐻4= (𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖ó𝑛 − 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑝𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖ó𝑛) ×

8760 ℎ

1 𝑎ñ𝑜× 0.5 ×

7.168 × 10−4 𝑡 𝐶𝐻4

𝑚3

El equipo local puede usar una plantilla del Modelo Mexicano del Biogás para cada sitio de disposición final. Asimismo, el modelo también puede emplearse para estimar las

emisiones en sitios no gestionados, si se conocen características como la profundidad del sitio. Una alternativa para los residuos que llegan a sitios no controlados es el Inventory Software16 del IPCC (2006), el cual requiere información muy similar a la que se introduce al Modelo Mexicano de Biogás.

Tratamiento biológico de residuos

Este subsector abarca el compostaje y el tratamiento anaeróbico de residuos orgánic os como lo son aquellos provenientes de alimentos, de actividades de poda o los lodos generados durante el tratamiento de aguas residuales. Para la estimac ión es necesario conocer la cantidad de residuos que llega a cada instalación para el tratamiento biológico, así como información sobre las características generales del proceso; estos datos se

deben obtener directamente a través de los entes responsables de la operac ión de las instalaciones de tratamiento, ya sean privados o públicos.

Para la estimación, se multiplica la cantidad de residuos tratados por un factor de

emisión para el tipo de tratamiento específico. Se recomienda utilizar los factores de emisión por defecto del IPCC, los cuales se reportan tanto para residuos húmedos, c omo residuos secos (ver Tabla 19).

Tabla 19 Factores de emisión para el tratamiento biológico de residuos

GEI emitido

Factor de emisión (g GEI / kg de residuos)

Residuos secos Residuos húmedos

Compostaje Digestión anaeróbica Compostaje Digestión anaeróbica

CH4 10 2 4 1

N2O 0.6 ND 0.3 ND

Fuente: GPC (GHG Protocol et al., 2014).

Incineración y quema a cielo abierto

La estimación de este subsector parte del volumen de residuos que se queman a c ielo abierto o incineran en el Municipio. La cantidad de residuos que se queman a cielo abierto se estima como se expuso anteriormente, a partir del porc entaje de viviendas que queman sus residuos, de acuerdo con información oficial del INEGI, del INECC o

incluso a través de encuestas levantadas en campo con muestras representativas de la población. La cantidad de residuos incinerados debe de ser reportada por los sujetos autorizados por la SEMARNAT para incinerar residuos y que realizan esta práctica bajo un proceso controlado.

(16) https://www.ipcc-nggip.iges.or.jp/software/index.html

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Para el cálculo también es necesario conocer la composición de los residuos que se incineran o queman a cielo abierto. En el primer caso, muchas incineradoras únicamente tratan residuos peligrosos (biológico infecciosos o industriales) o de manejo especial, por lo que es importante conocer la composición específica de los residuos que procesan. En caso de incinerar residuos sólidos urbanos, así como para la quema a c ielo abierto, se

pueden utilizar datos de composición a nivel local, estatal o municipal para este t ipo de residuos, o tomar los datos del Modelo Mexicano del Biogás para la entidad.

Las ecuaciones para el cálculo se toman de las directrices del IPCC 2006 y son similares

para ambos procesos; lo que se modifica son los factores de emisión en función del proceso y tipo de residuo quemado o incinerado. En este caso se reportan emisiones de CO2, CH4 y N2O; las emisiones de CO2 solo se estiman para la quema de residuos con contenido de carbono fósil. El carbono fósil es aquel que no tiene un origen orgánico, como puede ser el carbono en plásticos, el cual se deriva del petróleo. El carbono

orgánico no se contempla en las emisiones, dado que se contabilizan en el sector AFOLU. Por lo tanto, para la quema de comida o residuos de actividades de poda no se reportan emisiones de CO2 en este subsector.

A continuación se describen las ecuaciones utilizadas para la estimación de emisiones de CO2. Se distinguen dos tipos de ecuaciones: 1) el primero aplic a c uando se c onoce la cantidad total de residuos de tipo i que se procesan (por ejemplo, residuos peligrosos que se incineran), y 2) cuando se tiene un total de residuos (por ejemplo, sólidos urbanos) y se tienen datos sobre la fracción en peso que representa cada tipo de residuo

𝑖.

𝐸𝐶𝑂2= ∑(𝑆𝑊𝑖 × 𝑑𝑚𝑖 × 𝐶𝐹𝑖 × 𝐹𝐶𝐹𝑖 × 𝑂𝐹𝑖 ) ×

44

12𝑖

𝐸𝐶02= 𝑀𝑆𝑊 ∑(𝑊𝐹𝑖 × 𝑑𝑚𝑖 × 𝐶𝐹𝑖 × 𝐹𝐶𝐹𝑖 × 𝑂𝐹𝑖 ) ×

44

12𝑖

Donde:

— 𝐸𝐶02 son las emisiones de CO2 durante el año del inventario.

— 𝑆𝑊𝑖 es la cantidad total de residuos del tipo 𝑖 (en peso húmedo) incinerados o quemados.

— 𝑀𝑆𝑊es la cantidad total de residuos sólidos (en peso húmedo) incinerados o quemados a cielo abierto.

— 𝑊𝐹𝑖 es la fracción de un tipo de residuos 𝑖 en los residuos sólidos totales.

— 𝑂𝐹𝑖 es un factor de oxidación. Para incineración, es igual a 100%, en tanto que para quema a cielo abierto es igual a 58%. El valor de 44/12 es un fac tor de c onversión para convertir el contenido de carbono en CO2.

El resto de los factores son variables por defecto que reporta el INECC en el Inventario Nacional de Emisiones para distintos tipos de residuos, según lo indica la Tabla 20.

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Tabla 20 Factores por defecto para la estimación de emisiones por quema o incineración de residuos

Tipo de residuo

𝒊

Parámetro

Contenido de

materia seca

𝑑𝑚𝑖

Fracción de carbono en la materia seca

𝐶𝐹𝑖

Fracción de carbono fósil en el carbono

total

𝐶𝐹𝐶𝑖

Papel, cartón, productos de papel 90% 44% 1%

Textiles 80% 30% 20%

Plásticos 100% 75% 100%

Vidrios 100% 0% 0%

Metales 100% 0% 0%

Basura orgánica 40% 38% 0%

Otro tipo de basura (incluye residuos finos, material de demoliciones, hules y pañales desechables, entre otros)

62% 54% 11%

Residuos peligrosos biológico infecciosos 65% 40% 25%

Residuos peligrosos industriales ND ND 80%

Fuente: INEGyCEI (SEMARNAT & INECC, 2018a).

Para las emisiones de CH4 y N2O las ecuaciones son:

𝐸𝐶𝐻4= ∑(𝐼𝑊𝑖 × 𝐸𝐹𝑖 )

𝑖

𝐸𝑁2𝑂 = ∑(𝐼𝑊𝑖 × 𝐸𝐹𝑖 )

𝑖

El cálculo sigue la misma lógica que la estimación para CO2. En este caso, la cantidad de residuos de tipo 𝑖 que se incinera o quema a cielo abierto se multiplica por un fac tor de

emisión EF que depende del tipo de proceso o residuo; el IPCC reporta fac tores para la quema a cielo abierto y la incineración continua, semi-continua y por lotes, ya sea c on cargadores mecánicos o en lechos fluidizados. En este caso, es importante identificar si el factor de emisión está en base seca o en base húmeda. Cuando está expresado en base seca, es necesario multiplicar la cantidad de residuos por una fracción que representa el

contenido de materia seca (ver Tabla 20). Si el factor de emisión está en base húmeda, se multiplica directamente por la cantidad de residuos, siempre y cuando esta también se haya determinado en base húmeda (lo cual es lo más común). Se recomienda utilizar los factores de emisión por defecto del IPCC; la Tabla 21 muestra los valores para la quema a cielo abierto.

Tabla 21 Factores de emisión para CH4 y N2O por la quema a cielo abierto de residuos

GEI emitido Factor de emisión Base

CH4 6500 g/tonelada húmeda

N2O 150 g/tonelada seca

Fuente: (IPCC, 2006)

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61

Finalmente, se destaca que el IPCC también contempla una metodología para estimar emisiones provenientes de la incineración de residuos líquidos fósiles como aceites, lubricantes y solventes.

Aguas residuales

En el proceso de tratamiento y disposición de aguas residuales se generan emisiones de CH4 y N2O. La recomendación es utilizar las ecuaciones definidas en las Direc t ric es del IPCC para estimar el volumen de estos gases emitidos.

Emisiones de CH4

Las emisiones de CH4 en este subsector dependen del tipo de tratamiento o disposic ión de las aguas residuales. De forma general, los procesos anaeróbicos de tratamiento generan más emisiones que los procesos aerobios.

El primer paso en la estimación requiere conocer la proporción de aguas residuales que recibe tratamiento. En México, el promedio nacional de aguas residuales urbanas que recibieron algún tipo de tratamiento en 2017 fue de 57.9% (CONAGUA, 2018). Algunos Municipios podrán encontrarse por encima o por debajo del promedio nacional, dependiendo de su población y la capacidad instalada para tratamiento. Si la autoridad

local encargada del tratamiento de aguas residuales no conoce el porc entaje de agua s residuales que reciben tratamiento a nivel municipal, este valor podrá estimarse a part ir de la aportación de aguas residuales y el volumen tratado por las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) que operan en el Municipio.

Para comenzar con la estimación se puede calcular el volumen total de aguas residuales que se generan en el Municipio. Una forma de hacer esto es a part ir del volumen total concesionado al Municipio para usos consuntivos, entendido como la diferenc ia ent re el

volumen suministrado y el volumen descargado. El Registro Público de Derechos del Agua (REPDA)17 indica el volumen concesionado a cada Municipio para usos agríc olas, abastecimiento público, industria autoabastecida e industria eléctrica (excepto hidroeléctricas). Del volumen concesionado para abastecimiento público e industria autoabastecida, se puede asumir que entre 70 y 80% se descarga como agua residual.

Otra alternativa es conocer la dotación media en el Municipio, la cual se obtiene a part ir de un estudio de demanda, dividiendo el consumo total, que incluye servicio doméstico, comercial, industrial y de servicios públicos, y las pérdidas físicas de agua, entre el

número de habitantes. El valor de la aportación de aguas residuales se estima multiplicando la dotación por 0.75, con lo que se obtiene el volumen que se vierte c omo agua residual (CONAGUA, 2007).

El siguiente paso es determinar el volumen de agua residual que rec ibe t ratamiento, y cómo se distribuye en diferentes tipos o sistemas de tratamiento. La CONAGUA cuenta con un Inventario de PTAR18, que incluye información sobre capacidad instalada, c audal tratado y tipo de tratamiento, por Municipio y Entidad Federativa. Esta informac ión se puede conciliar con datos recopilados a nivel local por las autoridades municipales de

servicios de agua, para determinar el caudal tratado por cada tipo de tratamiento. El caudal tratado total puede restarse de la aportación estimada anteriormente para determinar el porcentaje de aguas residuales que no recibe tratamiento.

El resultado de los pasos descritos anteriormente debe ser un balance del volumen de agua que llega a cada tipo de tratamiento o disposición. La Caja 6 ejemplifica el proceso.

(17) http://sina.conagua.gob.mx/sina/tema.php?tema=usosAgua&ver=mapa&o=1&n=nacional (18) https://agua.org.mx/biblioteca/catalogo-plantas-tratamiento-aguas-residuales-ptar-2016/

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62

Caja 6 Balance de dotación y aportación de aguas residuales en un Municipio hipotético

Supongamos que el REPDA reporta los siguientes volúmenes concesionados para un Municipio hipotético:

- Abastecimiento público: 162.815 hm³

- Industria autoabastecida: 10.05 hm³

Ahora, la aportación de aguas residuales en el año de estudio sería igual a la suma de los dos volúmenes concesionados, multiplicado por 0.75, dando un valor de 129.65 hm3.

Para el mismo Municipio, el inventario de PTAR de la CONAGUA reporta 91 sitios de tratamiento. Al agrupar la información por tipo de tratamiento, se obtiene lo siguiente:

Tipo de tratamiento No. de PTAR Caudal tratado (L/s)

Fosa Séptica 42 64.2

Fosa Séptica + Wetland 1 4.0

Lagunas Aireadas 3 26.4

Lagunas de Estabilización 1 10.5

Lodos Activados 16 517.3

Primario Avanzado 1 1655.0

Reactor Enzimático 27 63.2

En total, se tratan 2340.6 L/s, lo que equivale a 73.81 hm3 al año. De esto se c oncluye que el Municipio trata aproximadamente 56.9% de sus aguas residuales, lo que es congruente con el promedio nacional. Por lo tanto, el balance final quedaría de la

siguiente forma:

Tipo de tratamiento Grado de utilización

Fosa Séptica 1.6%

Fosa Séptica + Wetland 0.1%

Lagunas Aireadas 0.6%

Lagunas de Estabilización 0.3%

Lodos Activados 12.6%

Primario Avanzado 40.3%

Reactor Enzimático 1.5%

Sin tratamiento 56.9%

Para la estimación de las emisiones de CH4 la ecuación definida para el cálculo es la siguiente:

𝐸𝐶𝐻4= [∑(𝑇𝑗 × 𝐸𝐹𝑗)

𝑖

](𝑇𝑂𝑊 − 𝑆) − 𝑅

Donde:

— 𝐸𝐶𝐻4 son las emisiones de CH4 durante el año del inventario.

— 𝑇𝑂𝑊 es el total de materia orgánica en las aguas residuales del año del inventario.

— 𝑆 es el componente orgánico separado como lodo durante el año del inventario. En caso de que se desconozca, el valor por defecto es 0. En caso de inc luirse un valor,

las emisiones por el tratamiento de los lodos deberán calcularse por separado,

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63

dependiendo del tipo de tratamiento y según la metodología aplicable. Por ejemplo, pueden ser dispuestos en algún relleno sanitario o sitio de disposición final, ser incinerados o recibir tratamiento biológico.

— 𝑇𝑗 es el grado de utilización de vía o sistema de tratamiento y/o eliminación 𝑗.

Corresponde a los porcentajes determinados como se describe en la Caja 6.

— 𝑗 corresponde a cada vía o sistema de tratamiento o eliminación.

— 𝐸𝐹𝑗 es el factor de emisión para cada vía o sistema de tratamiento o eliminación.

— 𝑅 es la cantidad de CH4 recuperada durante el año del inventario. Si no hay sistemas de captura de CH4, el valor por defecto es 0.

La variable 𝑇𝑂𝑊 se debe estimar por separado para el Municipio, usando la siguiente fórmula:

𝑇𝑂𝑊 = 𝑃 × 𝐷𝐵𝑂× 𝐼 × 365

Donde:

— 𝑃 es la población del Municipio en el año base.

— 𝐷𝐵𝑂 es un valor de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO5) per cápita, que representa la cantidad de materia orgánica que cada habitante dispone a t ravés de las aguas residuales. Este se expresa en gramos o kilogramos por persona al día. El valor recomendado por el IPCC es de 40 g/persona/día. En el Inventario Nacional, el

INECC reporta una serie de valores de DBO en kg/persona/año de 1990 a 2004, c on los cuales se puede extrapolar un valor para el año base.

— 𝐼 es un factor de corrección para la DBO industrial adicional que se elimina en el

sistema de alcantarillado. Para México, el valor de 𝐼 por defecto es 1.25, dado que la DBO generada por las industrias y establecimientos comerciales (restaurantes, carnicerías o tiendas de comestibles) usualmente se co-descarga junto con el aporte

doméstico; si este tipo de descargas no son recolectadas junto con las aguas residuales domésticas, el valor por defecto es 1.00. Un experto también puede dictaminar el mejor valor de 𝐼 para el Municipio.

Otra alternativa para determinar TOW es multiplicar el volumen tratado en de c ada t ipo de tratamiento o PTAR por un valor de DBO5 medido directamente y expresado en unidades de masa de materia orgánica degradable por unidad de volumen. Tambié n se recomienda a los Municipios explorar herramientas para la estimación de emisiones; una

opción es el software ECAM19 (Energy Performance and Carbon Emissions) de la iniciativa WaCCliM (Water and Wastewater Companies for Climate Mitigation).

Finalmente, los factores de emisión para cada tipo de tratamiento se estiman con la

siguiente fórmula:

𝐸𝐹𝑗 = 𝐵0 × 𝑀𝐶𝐹𝑗

Donde 𝐵0 es la capacidad máxima de producción de CH4, igual a 0.6 kg de CH4 por kg de

DBO. 𝑀𝐶𝐹𝑗 es un valor específico para cada tipo de tratamiento y representa un factor de

corrección de CH4 (methane correction factor); este valor indica la fracción de la capacidad máxima de generación de CH4 que en realidad se emite, en función del t ipo o sistema de tratamiento.

(19) http://wacclim.org/ecam-tool/

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Se recomienda utilizar los factores de emisión que emplea el INECC dentro del Inventario Nacional de Emisiones de Compuestos y Gases de Efecto Invernadero. Estos factores están definidos para los tipos y sistemas de tratamiento más comunes en el país. La Tabla 22 indica algunos valores para los sistemas de tratamiento más comunes en México.

Tabla 22 Factores de emisión para sistemas de tratamiento y disposición de aguas residuales en México

Vía de disposición o tratamiento 𝑬𝑭𝒋 (kg CH4/kg DBO)

No tratada 0.06

Lodos activados 0.24

Lagunas aireadas 0.24

Lagunas de estabilización 0.18

Dual 0.36

Filtros biológicos 0.36

Primario avanzado 0.24

Anaerobio 0.6

Reactor anaerobio de flujo ascendente 0.6

Fuente: INEGyCEI (SEMARNAT & INECC, 2018a).

Para aguas residuales industriales se sigue un proceso similar, siempre y cuando las aguas reciban tratamiento antes de ser co-descargadas con las aguas domést ic as en el sistema de alcantarillado. En este caso, el valor de TOW comúnmente se estima multiplicando la producción de una industria particular por un fac tor de generación de agua residual (en m3 por unidad de producción) y un valor de kilogramos de DBO5 o DQO

(Demanda Química de Oxígeno) por m3 de agua residual. Al igual que con las aguas domésticas, el factor de emisión depende de la tecnología de tratamiento. Es importante cuidar las unidades; si TOW se expresa en kg de DQO, el factor de emisión también deberá reportarse en kg de CH4 por kg de DQO, o en su caso hacer la conversión de DQO a DBO (1 kg de DQO = 2.4 kg de DBO).

Emisiones de N2O

Las emisiones de N2O se generan por procesos de nitrificación y desnit rif ic ación en los efluentes del tratamiento de aguas residuales en ambientes acuáticos. Los procesos avanzados de nitrificación y desnitrificación en PTAR no son comunes y sus emisiones se consideran insignificantes.

Para la estimación, se requiere conocer la población total del Municipio y el consumo promedio de proteína por habitante, de acuerdo con las siguientes fórmulas:

𝐸𝑁2𝑂 = 𝑁𝐸𝐹𝐿𝑈𝐸𝑁𝑇𝐸 × 𝐸𝐹𝐸𝐹𝐿𝑈𝐸𝑁𝑇𝐸 ×44

28

𝑁𝐸𝐹𝐿𝑈𝐸𝑁𝑇𝐸 = (𝑃 × 𝑃𝑟𝑜𝑡𝑒𝑖𝑛𝑎 × 𝐹𝑁𝑃𝑅 × 𝐹𝑁𝑂𝑁−𝐶𝑂𝑁 × 𝐹𝐼𝑁𝐷−𝐶𝑂𝑁 ) − 𝑁𝐿𝑂𝐷𝑂

Donde:

— 𝐸𝑁2𝑂 son las emisiones de N2O durante el año del inventario.

— 𝑃 es la población del Municipio en el año base.

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65

— 𝑃𝑟𝑜𝑡𝑒𝑖𝑛𝑎 es el consumo de proteína anual per cápita. Para México, el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero reporta una serie de tiempo de datos para el consumo de proteína en gramos per cápita por día, de 1990 a 2015. Con estos datos es posible estimar un valor para el año base a

través de una extrapolación lineal. Por ejemplo, el valor para 2015 es igual a 92.2 g/cápita/día que es igual a 33.7 kg/cápita/año.

— 𝐹𝑁𝑃𝑅es la fracción de nitrógeno en la proteína. Tiene un valor por defec to de 0.16 kg

de N por kg de proteína.

— 𝐹𝑁𝑂𝑁−𝐶𝑂𝑁 es un factor que representa la fracción de proteína no consumida que se

descarga en el agua residual. El valor por defecto para México es de 1.1. Para países desarrollados donde el uso de trituradores de desechos es común, el valor es de 1.4.

— 𝐹𝐼𝑁𝐷−𝐶𝑂𝑁 es un factor que representa el aporte adicional de proteínas indust riales y comerciales que se co-descargan al sistema de alcantarillado. Es equivalente al factor I para la estimación de CH4, y su valor debe ser el mismo (1.25 para el caso de México)

— 𝑁𝐿𝑂𝐷𝑂 es la cantidad de nitrógeno que se separa en el lodo residual. El valor por defecto es igual a 0.

— 𝐸𝐹𝐸𝐹𝐿𝑈𝐸𝑁𝑇𝐸 es el factor de emisión, igual a 0.005 kg de N2O-N / kg de N. El factor 44/28 es un factor de conversión que permite transformar los kg de N2O-N en kg de

N2O.

4.1.2.4 Generación de energía

En este caso, es necesario conocer el número de plantas de generación de electricidad y cogeneración que operan dentro del Municipio, así como datos de la generación total, la capacidad instalada, el combustible utilizado, el tipo de proceso y la eficiencia del mismo. Para recabar esta información, se recomienda consultar el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN 2018-203220) el cual incluye información sobre

la capacidad instalada para la generación de energía, la generación por sitio y la eficiencia por tipo de proceso; para muchas instalaciones industriales, también es posible recabar información reportada en sus Licencias Ambientales de Funcionamiento (LAU), Cédulas de Operación Anual (COA) y Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA); al ser un sector de jurisdicción federal, estos documentos se presentan ante la SEMARNAT. El tipo de combustible quemado permite determinar el factor de emisión a utilizar. La Caja

7 ejemplifica el proceso de cálculo.

Caja 7 Estimación de emisiones en el sector Generación de energía

El PRODESEN reporta información por planta o sitio de generación. Supongamos que una planta termoeléctrica convencional a base de combustóleo genera 3.2 x 109 MJ al año. El PRODESEN reporta una eficiencia promedio del 30% para este tipo de tecnología. Para estimar el consumo de combustible, si la central no reporta un dato puntual, es posible

estimarlo dividiendo la generación entre la eficiencia. Posteriormente, este dato se multiplica por el factor de emisión del combustóleo.

En este caso, la estimación sería la siguiente:

(3.2 × 109 𝑀𝐽)(1

0.30)[(7.74× 10−5 𝑡𝐶𝑂2/𝑀𝐽) + (3.00 × 10−9

𝑡𝐶𝐻4

𝑀𝐽)(28)

+ (6.00 × 10−10𝑡𝑁2𝑂

𝑀𝐽) (265)] = 828 192 𝑡𝐶𝑂2𝑒

(20) https://base.energia.gob.mx/prodesen/PRODESEN2018/PRODESEN18.pdf

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66

Es importante recordar que las emisiones por la generación de energía no se reportan en el total de emisiones, dado que hacer esto implica un doble conteo de emisiones. Su reporte, si bien es obligatorio, solo tiene un fin informativo. Asimismo, cuando el metano capturado en rellenos sanitarios o PTAR sea utilizado para la generación de elec tricidad suministrada por la red nacional, las emisiones correspondientes se deberán reportar en

el sector de Generación de Energía y no en el subsector Residuos Sólidos.

4.1.3 Escenario de emisiones tendencial y proyección de la línea base

Una vez calculadas las emisiones del año base del inventario, los gobiernos locales deben de calcular la proyección de emisiones de cada sector y subsector c orrespondiente. La proyección de emisiones se refiere a la extrapolación de los datos de un inventario de

emisiones para predecir emisiones futuras, a partir de los niveles de ac t ividad y de las medidas de control de emisiones esperadas en el futuro. Este punto servirá ́para dar seguimiento puntual a las acciones de mitigación implementadas y a su impacto real. Es recomendable que la proyección cubra un periodo mayor al de la duración del PAC.

Para realizar la proyección de emisiones a un año en el futuro, debe partirse de un inventario de emisiones base lo más confiable posible, que represente adecuadamente las emisiones ocurridas en el Municipio durante un determinado año en el pasado. Es importante considerar que la proyección de emisiones involucra un esfuerzo para

cuantificar los efectos del crecimiento económico.

La “Guía de elaboración y usos de inventarios de emisiones21”, desarrollada por el INECC, cuenta con un capítulo que describe generalidades y metodologías para el c álc ulo de la

proyección de las emisiones de un inventario. Los aspectos y elementos necesarios que considerar en la proyección de emisiones descritos en dicho documento son: factores de crecimiento y factores de control. Estos se describen brevemente a continuación.

Factores de crecimiento

Los factores de crecimiento se expresan en términos de cambio porcentual anual o cambio porcentual para un determinado número de años. Se basan en las proyec ciones de crecimiento industrial, poblacional y del transporte, así como en los cambios en el uso

del suelo. Generalmente no se requiere desarrollar proyecciones de crecimiento de estos factores socioeconómicos ya que pueden obtenerse de las proyecciones realizadas por entidades como el INEGI, el Banco de México, las Secretarías de Economía, Energía y de Hacienda así como por instituciones de investigación y el sector privado.

Las ecuaciones básicas para proyectar las emisiones utilizando factores de c recimiento son las siguientes:

𝐸𝑝𝑟𝑜𝑦 = 𝐸𝑏𝑎𝑠𝑒 (1 +%𝑎𝑛𝑙

100)

𝐸𝑝𝑟𝑜𝑦 = 𝐸𝑏𝑎𝑠𝑒 (1 +%𝑝𝑒𝑟

100)

𝑦

Donde:

— 𝐸𝑝𝑟𝑜𝑦 son las emisiones proyectadas para un periodo de uno año o varios años.

— 𝐸𝑏𝑎𝑠𝑒 son las emisiones del año base.

— %𝑎𝑛𝑙 es el crecimiento anual (%). Aplica para periodos anuales.

— 𝑦 es el número de años entre el año base y el año proyectado.

(21) https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/447321/Guia_Inventario_de_Emisiones.pdf

Page 72: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

67

— %𝑝𝑒𝑟 es el crecimiento anual promedio en el periodo. Aplica para periodos

multianuales.

Factores de control

Además de los factores de crecimiento, el control de emisiones es el ot ro c omponente importante en la proyección de inventarios de emisiones. Los factores de control

generalmente se expresan como un porcentaje de las emisiones controladas con respecto a las no controladas. El inventario de emisiones de línea base debe incluir la informac ión de cualquier equipo de control en funcionamiento, así como las normas vigentes. Las emisiones de línea base, sin embargo, no incluyen los efectos de las normas o regulaciones que se encuentren en fase de instrumentación, pero estas pueden

considerarse para determinar el resultado de la implementación de algunas de las medidas de mitigación y aplicarse durante la fase de evaluación del PAC.

La ecuación básica para ponderar los factores de control en las proyecciones de inventarios de emisiones es la siguiente:

𝐸𝑐 = 𝐸𝑛𝑐 (1 −𝐸𝑓𝑐

100)

Donde:

— 𝐸𝑐 son las emisiones controladas.

— 𝐸𝑛𝑐 son las emisiones no controladas.

— 𝐸𝑓𝑐 es la eficiencia de control (%).

Para el cálculo de la estimación de la eficiencia de control se introducen los parámetros efectividad de la regla (ER) y penetración de la regla (PR) en los cálculos de proyecciones futuras. La ER refleja la capacidad relativa de las normas o programas para lograr la

reducción esperada. El valor de ER depende de numerosos factores, incluyendo el tipo de las regulaciones en marcha así como de los procedimientos de cumplimiento y del propio desempeño de las fuentes de emisiones con relación al marco regulatorio y a sus propios objetivos de protección ambiental. En los Estados Unidos de América, la US EPA utiliza un valor por omisión de ER de 80%. La PR, por su parte, es una medida del grado en el que una norma comprende las emisiones de todas las fuentes de emisión dentro de una

misma categoría. En los casos en los que la norma incluye todas las fuentes dent ro de una categoría, debe utilizarse una PR con valor de 100%. Sin embargo, si la normatividad sólo es aplicable para ciertas fuentes, como grandes establecimientos, el valor de la PR debe estimarse en su porcentaje correspondiente. Una vez que se establecen ER y PR, la ecuación básica para la estimación de emisiones c ont roladas se

expresa como:

𝐸𝑐 = 𝐸𝑛𝑐 (1 −𝐸𝑐

100 × 𝐸𝑅 × 𝑃𝑅)

En general, las proyecciones de inventarios de emisiones incorporan tanto factores de crecimiento como de control, con lo que la ecuación básica para la proyección de

emisiones se expresa como:

𝐸𝑝𝑟𝑜𝑦 = 𝐸𝑛𝑐 × (1 −𝐸𝑐

100 × 𝐸𝑅 × 𝑃𝑅) × (1 +

%𝑝𝑒𝑟

100)

𝑦

Tomando en cuenta las ecuaciones anteriormente descritas, los compiladores del inventario deberán de generar los cálculos de la proyección de las emisiones ocurridas en

Page 73: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

68

el Municipio. En la Tabla 23 se describen ejemplos, fuentes de informac ión y recursos adicionales específicos para sectores que integran al inventario, utilizando factores locales como tasas de crecimiento de población, Producto Interno Bruto (PIB), proyecciones de consumo de combustibles, etc., siempre y cuando sean representativos para la actividad que se está estimando.

Tabla 23 Recursos adicionales para la proyección de la línea base

Energía

La principal fuente de información para la proyección de producción y consumo de combustibles fósiles y energía eléctrica son las prospectivas del sector energético publicadas por la Secretaría de Energía (SENER):

Prospectiva de petróleo y petrolíferos.

Prospectiva del sector eléctrico.

Prospectiva de gas L.P. y gas natural.

Utilizando estos documentos se puede estimar el consumo de combustibles para el periodo elegido, con base en la proyección de distintos subsectores como industrial, residencial, transporte por carretera, etc.

Procesos Industriales y Uso de Productos

Las emisiones provenientes de la industria manufacturera pueden estimarse con base en las tasas de crecimiento de las industrias. Por ejemplo, utilizando la tasa de crecimiento económico de una clasificación específica dentro del subsector industrial y las de crecimiento nacional de la industria manufacturera del año en

estudio y aquellas esperadas. Estas normalmente están estimadas por Banxico.

Residuos

Pueden utilizarse las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO) y extrapolaciones con la información de INEGI, los datos de PIB y la producción per cápita de RSU estatal o municipal. Con esto se podrán estimar la cantidad de residuos que tendrán que disponerse en los próximos años y la cantidad de materia orgánica que deberá ́ser tratada en los sistemas de agua residual.

AFOLU

En el caso de los inventarios municipales, y sobre todo con los urbanos, la categoría de cambio de uso del suelo suele ser poco significativa, por lo que hacer una suposición de una tasa constante puede ser aceptable, siempre que se describan claramente los supuestos en los que se basan las afirmaciones. En caso de ser una categoría significativa, se podrá hacer la proyección siguiendo la metodología de Cadenas de Markov, en donde simulan el estado de un sistema en un tiempo t2 a partir de dos estados precedentes t1 y t0. Esta modelación se basa exclusivamente en el análisis de la dinámica interna de la evolución de los usos del suelo, analizando las

variaciones entre los mapas t1 y t0 con el paso del tiempo.

Fuente: Elaboración propia a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

Se destaca también que existen herramientas de cálculo específicas para la construcción de escenarios y que las ciudades y Municipios mexicanos pueden utilizar para su

estimación. Algunas de ellas son:

— LEAP22 (Low Emissions Analysis Platform), desarrollada por el Instituto Ambiental de Estocolmo (Stockholm Environment Institute), es una herramienta que permite

evaluar políticas energéticas y evaluar impactos en la mitigación del cambio climático, incluyendo la integración de escenarios de referencia.

— CURB23 (Climate Action for Urban Sustainability) es una herramienta de planificac ión

desarrollada por el Banco Mundial, en conjunto con C40. Es una plant illa basada en Excel de libre acceso, que. puede utilizarse para modelar emisiones tendenciales, con base en información del Municipio, y para evaluar el impacto de acciones de mitigación.

(22) https://leap.sei.org/ (23) https://www.worldbank.org/en/topic/urbandevelopment/brief/the-curb-tool -cl imate-action -for-urban -

sustainability

Page 74: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

69

— Pathways es una herramienta basada en Excel y que fue desarrollada por C40 a partir de la experiencia con CURB. Es usada por C40 para modelar escenarios tendenciales y de mitigación de emisiones.

4.1.4 Documentación del inventario

Será de interés de la autoridad local documentar a detalle, además del proceso

metodológico y los resultados del inventario de emisiones, también el proceso de recolección de datos, fuentes de datos, factores de emisión, herramientas, supuestos y enfoques de cálculo utilizados para construir el inventario. Es importante que todos los documentos y archivos relacionados se archiven cuidadosamente, incluidas las hojas de cálculo utilizadas para la compilación del inventario; esto facilitará su compilación en los

próximos años.

Se recomienda que los compiladores del diagnóstico integren sus propias hojas de cálculo; esto permitirá que adecúen sus plantillas a la información local disponible y

generada, a identificar el origen de errores de cálculo, mantener un registro de la información recopilada, describir metodologías específicas, así como generar habilidades técnicas y de comprensión de conceptos clave para la integración de Inventarios de Emisión de GEI. También se recomienda generar memorias de cálculo para c ada uno de los sectores y subsectores que integran al inventario, con el fin de facilitar la

actualización de la información del inventario cada vez que se genere un nuevo reporte.

No obstante, existen calculadoras de inventarios que facilitan la estimación de inventarios. Algunas de estas han sido generadas por el IPCC y forman parte de sus

directrices. Aparte de estas herramientas, el Sistema de Información y Reporte del Inventario de una Ciudad (CIRIS24, en inglés City Inventory Reporting and Information System) es una de las calculadoras de emisiones cuyo uso está más extendido a nive l global. Esta es una herramienta en Excel accesible, fácil de usar y flexible, para gestionar y reportar los datos de emisión de GEI a nivel local. CIRIS está basada en el GPC y

facilita la transparencia en el cálculo y reporte de emisiones para todos los sectores. Además, incluye calculadoras para la estimación de emisiones de varios sectores.

Además del reporte de los cálculos y resultados de las emisiones por sector y subsector, es importante que las ciudades o Municipios preparen un informe que cubra una documentación clara y detallada de:

— La meta y los objetivos de mitigación

— Los sectores clave del inventario.

— La delimitación geográfica del Municipio.

— Los factores de emisión utilizados y sus referencias / fuentes asociadas.

— Información sobre las fuentes de datos y / o métodos de recopilación.

— Las suposiciones hechas para todos los cálculos en las que se aplicaron.

— Las decisiones tomadas con respecto a la inclusión de otros sectores además de los que marca el CRF como obligatorios.

— En caso de contar con plantas generadoras de electricidad, reportar su loc alización, características y emisiones.

— Las referencias y herramientas utilizadas.

— La información sobre cualquier cambio (enfoque, metodología, fuentes de datos) c on respecto al inventario que antecede al actual. También es importante que c uando

haya un cambio metodológico, se recalculen inventarios anteriores y que se reporten los datos actualizados

(24) CIRIS se puede descargar de https://resourcecentre.c40.org/resources/reporting-ghg-emissions-

inventories

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70

— Los eventuales comentarios que ayudarían a comprender e interpretar el inventario; por ejemplo, puede ser útil proporcionar explicaciones sobre qué factores han influido en las emisiones de CO2 desde los últimos inventarios, como condiciones socio-económicas o factores demográficos.

— La información de contacto de las instituciones y/o personas que proporc ionaron la información anterior.

Los gobiernos locales adheridos al GCoM deben de actualizar y presentar ante el GCoM su inventario más reciente cada dos años. La actualización periódica del inventario de emisiones de GEI es obligatoria y ayuda a que los Municipios puedan monitorear y evaluar constantemente sus acciones de mitigación.

Para realizar el seguimiento de las emisiones en el tiempo y demostrar el progreso hac ia la consecución de los objetivos, los gobiernos locales deben elaborar los inventarios de modo uniforme a lo largo de los años. Esto significa que, en la medida de lo posible, los

inventarios deberían calcularse usando las mismas definiciones de límites, fuentes de emisiones, fuentes de datos y metodologías durante los distintos años. Cuando se actualice alguno de los datos antes mencionados, también se debería realizar el recálculo correspondiente a la línea base y/o a los inventarios anteriores. Por ejemplo, si se modifica el GWP de un GEI, no solo se debe hacer la modificación en el inventario

actualizado, sino en todos los anteriores.

4.2 Pilar de Adaptación: Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas

En las últimas décadas los fenómenos extremos climáticos como olas de calor, sequías, inundaciones e incendios forestales han sido cada vez más frecuentes, y constantemente acentúan la vulnerabilidad y exposición de los sistemas humanos y naturales. Responder a los cambios de estos fenómenos implica tomar decisiones anticipadas estratégicas, con una incertidumbre constante acerca de la gravedad de sus impactos y qué tan

frecuentemente estos se presenten.

México tiene características geográficas que lo sitúan como uno de los países más

vulnerables a los efectos del cambio climático. Su localización entre dos océanos, su latitud y relieves provocan que esté particularmente expuesto a diferentes fenómenos hidrometeorológicos.

Desde la década de los años sesenta, las temperaturas promedio a nivel nac ional han aumentado 0.85°C, las temperaturas invernales en 1.3°C y se espera que para finales de la década del 2030 lo hagan en un rango de 1 a 1.5ºC en la mayor parte del territorio del país (SEMARNAT, 2014). A su vez, la precipitación ha disminuido en el sureste del país desde hace medio siglo y existe una tendencia de disminución de la precipitación anual

en el país en un rango entre 10 y 20%.

Además de los cambios en el clima esperados, en México se han desarrollado evaluaciones de vulnerabilidad de diversos sectores. Existe evidencia de que los ef ectos

del cambio climático tendrán consecuencias ecológicas, económicas y sociales en Méxic o (Sarukhán, J., et al., 2012). Por ejemplo, se espera un aumento en regiones donde la precipitación podría ser más intensa y frecuente, lo cual incrementaría el riesgo de afectaciones para alrededor de dos millones de personas que actualmente se encuentran en situación de vulnerabilidad ante inundaciones.

Para enfrentar los efectos del cambio climático, es necesario que tanto los gobiernos locales en México como su población desarrollen capacidades adaptativas ante los

posibles impactos adversos del clima, es decir, capacidades preventivas y de respuesta ante las afectaciones y consecuencias que se podrían presentar. La adaptación, como la define el IPCC, es el proceso de ajuste en sistemas humanos o naturales al c lima real o proyectado y a sus efectos, con el fin de moderar los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas (IPCC, 2018). La adaptación debe de ser un proceso continuo de respuesta a fuerzas externas y futuros previstos.

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71

El Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas (ARVC) es el diagnóstico del pilar de adaptación que permite a las autoridades mexicanas identificar su exposición ante peligros climáticos, así como la identificación de riesgos climáticos actuales y futuros. Esto permite evaluar la vulnerabilidad de su población ante los posibles impactos ocasionados y comprender los factores locales que contribuyen a agravar sus

consecuencias. El ARVC define la base para establecer prioridades en las ac c iones de adaptación implementadas para una región o sector específico. Con este fin, el ARVC es un documento diagnóstico que muestra una radiografía de la zona de estudio sobre la vulnerabilidad actual y el riesgo ante distintos peligros climáticos, así como el cambio esperado que estos tendrán a futuro, producto del cambio climático.

En las siguientes secciones, se describen los conceptos principales en torno a la adaptación y al riesgo climático, así como los requisitos descritos en el CRF del GCoM que el ARVC deberá cumplir; posteriormente se presentan recomendaciones sobre su

desarrollo y metodologías que se pueden aplicar a nivel local, junto con posibles fuentes de información.

4.2.1 Marco conceptual y conceptos clave

El último Informe de Evaluación del IPCC (AR5) se centra en el concepto de riesgo climático y propone un nuevo marco para su evaluación, definiéndolo en func ión de los

posibles impactos (peligros) esperados de los fenómenos climáticos, la vulnerabilidad del sistema y la exposición; este marco se resume en la Figura 23. La exposición es la presencia de personas, medios de vida, servicios y recursos ambientales, infraestructura, bienes económicos o culturales en el lugar que podrían verse afectados negativamente; el peligro se refiere a eventos o impactos físicos relacionados con el clima; y la

vulnerabilidad incluye la sensibilidad o susceptibilidad al daño y el déficit de capacidad adaptativa del sistema

Figura 23 Visualización del riesgo climático

Fuente: (IPCC, 2014).

En la literatura existen definiciones y formas muy diferentes para evaluar los riesgos y vulnerabilidades del cambio climático. Es común que en materia de adaptación se apliquen diferentes enfoques y métodos para estimar indicadores de riesgo y vulnerabilidad, lo cual podría generar malentendidos en la investigación interdisciplinaria sobre el cambio climático. A su vez, lo anterior provoca que la comparación y la evaluación entre los ARVC generados por distintas ciudades sea poco sólida o que no sea

factible.

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Así, resulta importante definir conceptos clave comunes que permitirán un mayor y más profundo entendimiento sobre el desarrollo y evaluación de riesgos y vulnerabilidades climáticas del ARVC, previo a la investigación y elaboración del documento. Estas terminologías y definiciones utilizadas deberán ser coherentes con las descritas dentro del Quinto Informe de Evaluación (AR5) del IPCC o en actualizaciones posteriores. A

continuación se enlistan definiciones clave del IPCC (IPCC, 2018). Asimismo, es fundamental consultar fuentes de información que describen estos términos en el marco nacional; por ejemplo, en la LGCC se establecen definiciones para los conceptos de adaptación, resiliencia y riesgo, entre otros:

— Capacidad adaptativa: es la capacidad que tienen los sistemas, instituciones, seres humanos y otros organismos para adaptarse ante posibles daños, aprovechar las oportunidades o afrontar las consecuencias.

— Exposición: es la presencia de personas, servicios, recursos ambientales, especies o ecosistemas y entornos que podrían verse afectados negativamente.

— Impacto: son las consecuencias de los riesgos materializados en los sistemas humanos y naturales, donde los riesgos provienen de las interacciones entre los peligros relacionados con el clima (incluidos los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos), la exposición y la vulnerabilidad.

— Peligro: es la ocurrencia potencial de un suceso físico de origen natural o humano que puede causar pérdidas de vidas, lesiones u otros efectos negativos sobre la salud, así como daños en propiedades, infraestructuras, medios de subsistencia,

provisión de servicios, ecosistemas y recursos ambientales.

— Resiliencia: es la capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales de

afrontar un suceso, tendencia o perturbación peligrosos respondiendo de modo que mantengan su función esencial, su identidad y su estructura, y conservando al mismo tiempo la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación.

— Sensibilidad: corresponde a las características del sistema que hacen que su nivel de vulnerabilidad al riesgo aumento o disminuya.

— Vulnerabilidad: es el grado hasta el cual un sistema es susceptible o incapaz de

enfrentarse a efectos adversos del cambio climático, incluidas la variabilidad y los extremos del clima. La vulnerabilidad es función del carácter, la magnitud y la rapidez del cambio climático, y de la variación a la que un sistema está expuesto, su sensibilidad y su capacidad de adaptación.

— Riesgo climático: es la probabilidad de que se produzcan consecuencias adversas de un peligro relacionado con el clima en la vida de las personas, en propiedades o en la infraestructura, así como en la interrupción de actividades o de servicios económicos.

En el ARVC se determina la naturaleza y el alcance de un peligro climát ic o, así c omo la identificación del riesgo climático y los niveles de exposición del entorno físico, socioeconómico y ecosistémico, también denominado sistema. Estas características

también permiten describir su sensibilidad, ya que dependiendo de estas y su exposic ión al riesgo climático se podrá entender el impacto climático.

Una vez que se reconocen las características del sistema (sensibilidad) y su relac ión c on

el impacto climático, se puede identificar la capacidad adaptativa del sistema , la c ual ayuda a entender cuáles son las fortalezas y oportunidades del sistema, así como las herramientas que existen y pueden desarrollarse para afrontar el c ambio c limát ic o. La relación entre la capacidad adaptativa y la sensibilidad del sistema permiten establecer que tan vulnerable es un municipio y, posteriormente, generar medidas de adaptación

que aumenten su resiliencia.

El ARVC puede tomar la forma de una única evaluación o de varias evaluaciones

realizadas por sector, por ejemplo. Por lo anterior, el CRF del GCoM marca los requisitos para desarrollar un ARVC, así como las secciones que lo componen y los pasos inic iales para la elaboración de acciones de adaptación al cambio climático.

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El ARVC debe cubrir los límites administrativos del gobierno local (el Municipio). Para esto, es recomendable que el estudio, incluyendo representaciones gráficas del nivel de riesgo o impactos esperados, cuente con la resolución espacial y proyección adecuada para identificar zonas específicas de riesgo dentro de la zona de estudio y priorizar acciones de adaptación en ubicaciones estratégicas. De igual manera, el ARVC debe

presentar una evaluación de los riesgos y los factores de vulnerabilidad más relevantes. Los impactos potenciales asociados al cambio climático varían en función de las características concretas de cada administración local. Por ejemplo, para un Munic ipio costero es posible que el aumento del nivel de mar y sus consecuencias sea la princ ipal preocupación, mientras que para otra ciudad sin litoral y con un clima semidesértic o, los

impactos de las ondas de calor serían un elemento clave del ARVC.

El CRF del GCoM cuenta con una lista de los peligros climáticos que deben de tomarse en cuenta para la evaluación e incluirse dentro del ARVC en caso de identificarlos como

prioritarios y relevantes al contexto local. En la Figura 24 se presentan estos peligros y su clasificación, mismos que podrían expandirse si el municipio detecta algún otro riesgo climático que no se incluya en esta lista.

Algunos de los Municipios en México ya cuentan con documentos y herramientas de información propia generada sobre los peligros climáticos ocurridos, como los Atlas de Riesgos Municipales, que son sistemas que integran información sobre peligros climáticos a los que está expuesta una comunidad y su entorno. Algunos peligros incluidos en los Atlas son geológicos (hundimientos, inestabilidad de laderas),

hidrometeorológicos (ciclones tropicales, lluvias extremas, inundaciones), sanitario-ecológicos (epidemias, plagas), entre otros; por lo tanto, estos resultan herramientas fundamentales de consulta para identificar los peligros climáticos que ocurrieron y ocurren a escala local.

Figura 24 Peligros climáticos y su clasificación

Fuente: Elaboración propia a partir del Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

En cuanto a los requisitos establecidos por el GCoM con los que debe de contar el ARVC, el CRF describe tres secciones principales que deben de componer al documento. Estas consisten en identificar los riesgos climáticos y su impacto (a distintas escalas

temporales), la vulnerabilidad y la capacidad de adaptación de la localidad o zona de

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estudio para la cual se aplique el diagnóstico. Los contenidos de las tres secciones indicadas dentro del CRF del GCoM se describen en la Tabla 24.

Es importante recordar que se debe de definir la temporalidad con la que se evaluarán los peligros climáticos, precisando si el tiempo de análisis para los peligros climáticos actuales serán los últimos 5 años o los últimos 10 años. Derivado de esta selección, se definirá también la temporalidad para la evaluación de los peligros climáticos pasados, es decir, eventos que ocurrieron hace más de 5 años, o bien, hace más de 10 años.

Tabla 24 Contenidos obligatorios del ARVC

Peligros climáticos ocurridos en años anteriores25

— Tipo de peligro climático que se produjo en el pasado.

— Descripción del impacto experimentado en el pasado. Incluyen la pérdida de vidas humanas, las pérdidas económicas y no económicas (directas e indirectas, si es posible), el impacto medioambiental y otros sectores que

podrían resultar afectados como energía, suministro de agua, industria, comercio, educación o salud pública.

— Grupos de población vulnerables solamente en caso de contar con la información.

Peligros climáticos

actuales (últimos 5 a 10 años) y futuros (próximos 50 años)

— Peligros climáticos identificados que sean los más significativos a los que se

enfrenta la población.

— Nivel de riesgo actual (probabilidad x consecuencia) de cada peligro.

— Descripción de los efectos futuros previstos.

— Cambios en intensidad (en qué medida serán fuertes) y frecuencia (cantidad de veces que se espera que ocurran) para cada peligro, así como el plazo de tiempo previsto para que suceda. Un plazo inmediato se refiere a que el peligro ya está ocurriendo; a corto plazo es en los próximos 5 años; a medio plazo es de 5 a 30 años; y a largo plazo es después de 30 años.

— Todos los sectores, activos o servicios relevantes que se espera que se vean más afectados por el peligro en el futuro y la magnitud del efecto en cada uno de ellos.

— Grupos de población vulnerables solamente en caso de contar con la

estimación. Esta información puede ayudar al gobierno local a tener una mejor comprensión de la dimensión de vulnerabilidad de los riesgos y a priorizar sus acciones de adaptación.

Capacidad de adaptación

— Factores que apoyan o desafían la capacidad adaptativa del Municipio.

— Descripción del factor en relación con la capacidad de adaptación (de apoyo o

de desafío).

— Grado en que el factor desafía (en lugar de apoyar) la capacidad de adaptación y obstruye el aumento de la resiliencia climática.

Fuente: Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

Las siguientes subsecciones presentan las metodologías y c ontenidos específ icos que deben de incluirse en cada uno de los elementos que integran al ARVC. La Tabla 25 muestra los pasos recomendados para la planeación y elaboración del diagnóstico , y los vincula a los conceptos clave revisados anteriormente. La sección 4.2.2 se subdivide en

los tres pasos que se definen en la Tabla.

(25) Es recomendable documentar cómo el municipio respondió a estos fenómenos climáticos, que instituciones

se movilizaron para atenderlos, los costos de dicha respuesta, los daños económicos a la p oblación y lo s resultados que se obtuvieron de la respuesta del Municipio. Esta información servirá posteriormente para el análisis de la capacidad adaptativa local.

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Tabla 25 Pasos a seguir para la elaboración del Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas

Paso Descripción de actividades Elementos que lo incluyen

1. Identificación y caracterización de peligros climáticos

Con base en las características

climáticas del Municipio, se identifican aquellos peligros a los que está expuesto el municipio, las tendencias y previsiones de futuro.

Caracterización climática del Municipio.

Análisis de escenarios climáticos.

2. Evaluación del nivel de riesgo y vulnerabilidad climática

Se realizan estudios de modelización de impactos para conocer el alcance

potencial de los mismos, y se define el nivel de riesgo y vulnerabilidad del municipio, considerando las consecuencias potenciales de los peligros o amenazas climáticas y su probabilidad de occurrencia.

Identificación de potenciales impactos que puedan afectar al Municipio y su

modelización.

Cuaantificación del riesgo y la vunerabilidad climáatica.

3. Análisis de la capacidad adaptativa

Se analizan los factores que apoyan o

desafían la capacidad de adaptación del Municipio ante peligros climáticos.

Evaluación de la capacidad addaptativa a

través de factores gubernamentales, físicos y medioambientales, de servicios, socioeconómicos y otros.

Fuente: Elaboración propia.

4.2.2 Metodologías

La literatura especializada para la adaptación climática cuenta con términos y conceptos empleados de diferentes formas y con diversos sentidos en función de la disciplina de la que provengan. Es por esto que muchas de las guías y documentos de apoyo disponibles para la elaboración de un documento de evaluación y análisis de adaptación al c ambio climático, si bien son similares en su estructura, difieren muchas veces en su similitud

conceptual y metodológica.

Las metodologías que a continuación se presentan no son limitativas y los Municipios

podrán extender e integrar más elementos dentro de su evaluación y análisis de adaptación al cambio climático. Tomando en cuenta lo anterior, las metodologías empleadas en los ARVC municipales podrían alinearse con aquellas que estén descritas dentro de guías nacionales siempre y cuando se describa la metodología y fuente empleada, así como un sustento claro que justifique su implementación. Una fuente de consulta recomendable son las metodologías del Centro Nacional de Prevención a

Desastres (CENAPRED), tales como La Guía Básica para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos26, que incluye metodologías para la evaluación de distintos riesgos climáticos. Además, existen otros portales de apoyo, como el Portal de Conocimiento Climático del Banco Mundial27 y el Portal de Conocimiento de Adaptación Climática de Naciones Unidas28; así como plataformas colaborativas para la planeac ión

climática en materia de adaptación, como weADAPT29.

4.2.2.1 Identificación y caracterización de peligros climáticos

Un desastre relacionado con el clima se produce cuando hay una combinación de factores al mismo tiempo en el mismo lugar. Por ejemplo, puede suscitarse un peligro climático (como una ola de calor) en un Municipio, pero solo se convierte en un riesgo c limát ic o cuando sus habitantes o activos se ven “expuestos” a este peligro y si estos a su vez son vulnerables a este, por lo que experimentan impactos o consecuencias negativas.

(26) Disponible en http://www.cenapred.gob.mx/es/Publicaciones/archivos/63.pdf (27) Disponible en https://www4.unfccc.int/sites/NWPStaging/Pages/Home.aspx (28) Disponible en https://climateknowledgeportal.worldbank.org/country/mexico (29) Disponible en www.weadapt.org

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La identificación de peligros climáticos se basa en el uso de datos climatológicos y registros históricos. Para los fines de este análisis, dos parámetros básicos deben ser considerados: la variabilidad de la temperatura y el régimen de las precipitaciones. Ambas se analizan tomando en cuenta los siguientes parámetros:

— Evolución de las temperaturas (máximas, mínimas y medias).

— Evolución de las precipitaciones.

— Evolución de los patrones de viento.

— Evolución de la humedad.

— Eventos extremos.

● Número de días al año de los extremos de temperatura (máximos y

mínimos).

● Número de días al año sin lluvia y para regímenes de lluvias intensas y torrenciales.

Una herramienta útil para la descripción y análisis de las variables climáticas de los Municipios son los climogramas. Estos son una representación gráfica de los datos de temperatura y precipitación en una región a lo largo de un periodo de tiempo específ ico

de uno o más años, aunque es recomendable que cubran como mínimo 15 años. Los valores de precipitación y temperatura corresponden a promedios mensuales que se obtienen de datos de estaciones meteorológicas. La Base de datos de Climatológica Nacional (SISTEMA CLICOM30) es un sistema de manejo de datos climatológicos específico para México, que cuenta con información de las estaciones meteorológicas

nacionales, de donde se puede descargar información histórica de precipitación y temperatura.

En los climogramas, la precipitación expresa el total de lluvias registradas de c ada mes dividido por el número total de años que se están considerando (en milímetros). La representación de la temperatura puede variar, ya que es posible que solamente se registre la temperatura media de cada mes (sumadas y divididas entre el número de años) o tres temperaturas: el promedio de las temperaturas máximas, el promedio de las temperaturas medias y el promedio de las temperaturas mínimas, siempre expresadas

en grados Celsius.

Para el diseño de los climogramas (ver ejemplo en la Caja 8), el eje de las absc isas se

divide en 12 espacios representados por los meses del año, en el eje izquierdo de las ordenadas se encuentra la escala de la temperatura en grados Celsius y en el eje derecho la escala de la precipitación en milímetros. Para la elaboración de los climogramas es común que se utilice el Diagrama de Walter-Lieth. En este, la esc ala de precipitaciones es el doble que la de temperaturas, (1:2). Es decir, 10°C deben ser

representados con la misma altura que 20 mm de agua caída. Esta c ondición ut iliza el índice de Gaussen que sostiene que una temperatura promedio de 10°C durante un mes logra evaporar totalmente 20 mm de agua precipitada en el lugar.

El aspecto final de los climogramas puede variar. El climograma más típico representa las precipitaciones por medio de barras, y las temperaturas por medio de una línea. Para que el climograma sea más significativo hay que acompañarlo de algunos datos, como el lugar de la estación meteorológica, las lluvias totales medias y la temperatura media anual.

(30) Disponible en http://clicom-mex.cicese.mx/

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Caja 8 Ejemplo de un climograma para un Municipio tipo

Un Municipio cuenta con dos estaciones meteorológicas. La primera, XA, durante los últimos 55 años ha registrado datos de precipitación y de temperatura. La segunda, X B, cuenta con registros de precipitación de los últimos 43 años y de temperatura de los últimos 34 años. Para cada una de las estaciones se elaboró un climograma que muest ra los registros de temperatura y precipitación acumulada promedio.

El periodo de tiempo abarca todos los años desde que se tiene registro para cada variable en cada una de las estaciones. Los climogramas muestran que el Municipio X se

encuentra bajo el régimen de lluvias en verano, siendo los meses de agosto y septiembre los más lluviosos. La temporada de estiaje comienza en el mes de noviembre y termina en mayo, siendo los meses más secos marzo y abril. Se observa una diferencia considerable en cuanto a las precipitaciones registradas entre la estación XA y la estación XB de más de 100 mm de lluvia acumulada entre los meses más húmedos en ambas estaciones, siendo superior las registradas en la estación XB. Por su parte, las

temperaturas medias mensuales son ligeramente superiores en la estación XA; en los meses más cálidos la diferencia llega a ser de 1°C.

En cuanto a su ubicación, la estación XB se encuentra cerca de un río, por lo que en los meses de precipitación intensa se han registrado inundaciones en las comunidades aledañas a este.

Con el fin de mostrar la evolución de los patrones de viento, se utiliza una herramienta

gráfica llamada rosa de vientos. Esta muestra la distribución de la velocidad y la dirección del viento en un lugar seleccionado (de dónde viene el viento y con qué intensidad), y se elabora con base en datos registrados en estaciones meteorológicas , que cuentan con la infraestructura necesaria para realizar medic iones de intensidad y dirección del viento de manera horaria. Por su complejidad, es común que estos gráf icos

se desarrollen utilizando programas computacionales específicos en los que se alimenten los registros de patrones del viento en cada estación y definiendo criterios para analizar su dirección y velocidad. La Caja 9 muestra un ejemplo y análisis de una rosa de vientos.

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Caja 9 Ejemplo de una rosa de vientos para un Municipio tipo

Los vientos más fuertes que se presentan en el Municipio ocurren típicamente en los meses de marzo a mayo. En este periodo, los vientos soplan desde el oeste y suroeste en invierno y primavera. En el caso del verano y otoño, los vientos provienen principalmente desde sureste. La velocidad máxima registrada es de 17.7 km/h en el mes de abril. En la región se han presentado ráfagas atípicas desde 160 a 250 km/h debido al c hoque de

masas entre el aire frío y caliente. Durante el invierno, en el mes de febrero, se presentan velocidades de más de 14 km/h. Para el resto del año, la velocidad baja hasta 10 km/h.

Partiendo del análisis de las variables climáticas más relevantes para un Municipio, el paso siguiente es identificar cómo se espera que estas variables se comporten a futuro.

Existen diferentes modelos climáticos que pueden brindar proyecciones divergentes sobre respuestas climáticas relevantes. Una herramienta que permite justificar y evaluar el comportamiento a futuro de los peligros climáticos son los escenarios climáticos . Los escenarios climáticos son una representación simplificada y justificada del clima a futuro, se pueden utilizar para evaluar efectos del cambio climático y permiten analizar el

comportamiento futuro de la precipitación y la temperatura, por lo que se podrían analizar los cambios esperados a futuro en peligros climáticos relacionados con estas dos variables.

Los escenarios no son pronósticos del clima, sino que cada uno es una alternat iva de cómo podría comportarse el clima futuro dependiendo de distintos factores. Estos constituyen una fuente que los gobiernos locales podrán utilizar para justificar las proyecciones del comportamiento de los peligros climáticos a futuro.

El cambio esperado en la temperatura suele ser muy robusto (calentamiento), mient ras que para el caso de las precipitaciones las diferencias suelen ser mayores. En este c aso es importante evaluar los patrones a gran escala (sinóptica) y verificar si est os c ambios

se presentarán a nivel regional o local. En muchos lugares, la amplia variabilidad de los patrones de precipitación vuelve insignificantes o solo marginalmente signif ic at ivos los cambios proyectados para la precipitación media, en particular durante muchas décadas a futuro. La evaluación de peligros climáticos futuros suele enfocarse en eventos extremos, por lo que no es suficiente examinar únicamente los valores medios de las

proyecciones del clima futuro. Por lo tanto, también resulta interesante consultar los cambios proyectados en variabilidades interanuales o incluso en las condiciones más extremas de características climáticas diarias o mensuales (por ejemplo, eventos puntuales de precipitaciones intensas).

Las consideraciones sobre cambio c limático son relevantes para los peligros c limát ic os enlistados en la Figura 24. El análisis de los cambios esperados en intensidad y frecuencia para cada uno de estos peligros es un ejercicio complejo debido a la alta incertidumbre que presenta el futuro climático.

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Los escenarios climáticos adaptados a México fueron desarrollados por el INECC en colaboración con el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM (ver Figura 25). Con estos escenarios es posible conocer las proyecciones de las distintas variables climáticas para el país y así proyectar el comportamiento de distintos peligros climáticos. Los escenarios comprenden una herramienta fundamental para estimar el

comportamiento climático a futuro dentro de una zona específica de estudio.

Los escenarios climáticos se dividen de acuerdo en:

— Modelos de Circulación General (MCG): son cuatro en total. Los modelos fueron elegidos para representar de mejor manera los posibles cambios a futuro en Méxic o de las variables analizadas.

— Forzamientos radiativos o trayectorias de concentración representativas (RCP): para cada modelo se puede descargar información para dos forzamientos radiat ivos (RCP 4.5 y RCP 8.5). Elegir la trayectoria RCP 4.5 daría un escenario conservador; en esta

se considera que las emisiones futuras de GEI se limitan a través de c ambios en el sistema energético, tecnologías con bajas emisiones y la c aptura de carbono. En cambio, la RCP8.5 no es conservadora y asume que las emisiones de GEI aumentarán progresivamente a lo largo del siglo.

Para cada combinación de modelo de circulación global, RCP y horizonte (escala de tiempo), se pueden descargar datos de cinco variables: temperatura máxima, temperatura promedio, temperatura mínima, precipitación y porcentaje de cambio de precipitación.

Los productos de los escenarios climáticos incluyen:

— Datos de temperatura y precipitación mensuales de cuatro MCG para 2015-2039 (futuro cercano), 2045-2069 (intermedio) y 2075-2099 (lejano) bajo dos esc enarios distintos de forzamiento radiativo: RCP 4.5 y 8.5.

— Visualización de los cuatro MCG en alta resolución espacial, de aproximadamente 900 m x 900 m (30” x 30”), incorporando modelos digitales de elevación.

— Sistema interactivo basado en código abierto para la visualización y descarga en línea de las bases de datos y los mapas.

— Documentación referente al tema.

Figura 25 Visualización de los escenarios de cambio climático de México

Fuente: (INECC & UNIATMOS, s/f).

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La identificación de peligros climáticos mediante climogramas, escenarios climáticos y registros históricos ayudará en la caracterización de peligros climáticos relevantes para el municipio. Esta caracterización se basa en el uso de indicadores de intensidad y frecuencia de riesgos. La intensidad con la que ocurre un peligro climático se refiere a la potencia o valor del fenómeno. La forma de reportar la intensidad varía dependiendo del

peligro climático en cuestión. Por ejemplo, la intensidad de los huracanes se reporta utilizando la escala Saffir-Simpson según la intensidad del viento. La frecuencia se refiere al número de eventos que han ocurrido o que se espera que ocurran y qué tan seguido, en un periodo de tiempo determinado.

Estos indicadores son importantes ya que ayudarán en la priorización y selección de riesgos climáticos que se analizarán a detalle en los siguientes pasos metodológicas, y que son la base para la toma de decisiones referentes a las estrategias de adaptación.

4.2.2.2 Estimación del nivel de riesgo climático

Para contextualizar los principios de evaluación y análisis de riesgos, es importante definir al riesgo como la posibilidad de sufrir efectos adversos en el futuro. El nivel de un riesgo climático dependerá de los indicadores de probabilidad y consecuencia del peligro

climático en cuestión. Dado que los impactos del cambio climático no pueden predec irse de manera certera, generalmente se analizan como riesgos climátic os; a su vez, estos son el resultado de la combinación de la probabilidad de que ocurra un determinado impacto climático y la magnitud o gravedad del mismo. De este modo, el riesgo climático se obtiene de la siguiente expresión:

𝑅𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 = 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑎𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 × 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑒𝑐𝑢𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎

Tanto la probabilidad como las consecuencias tienen una magnitud y pueden ser expresadas de forma combinada, tal y como se muestra en el diagrama de la Figura 26,

en donde se combinan ambos términos de la ecuación. Así, los peligros climáticos que el gobierno local califique con gran probabilidad y graves consecuencias se consideran de riesgo elevado. Esto significa que se prevé́ que tales peligros ocasionen un gran impacto y perturbaciones catastróficas para el Municipio. Por el c ont rario, los peligros climáticos con baja probabilidad de ocurrir y bajas consecuencias se consideran

peligros de bajo riesgo y prioridad baja.

Los Municipios deben de realizar una evaluación del riesgo para todos los peligros

climáticos que sean relevantes para su zona de estudio y, a partir de los resultados de este diagnóstico, identificar aquellos que sean significativamente prioritarios para considerarse en las estrategias de adaptación del PAC.

La evaluación del riesgo es el proceso mediante el cual se sistematiza la información relativa a las amenazas, exposición y vulnerabilidad de los receptores predefinidos en un modelo de análisis. El análisis del riesgo implica determinar la probabilidad, magnitud e incertidumbres asociadas a la ocurrencia de determinados eventos futuros. Por lo tanto, el análisis de riesgo incluye tanto la evaluación del mismo, como la identificación y

comparación de alternativas para su gestión (Willows & Connell, 2003).

Bajo cualquiera de las alternativas metodológicas, la evaluación del riesgo implic a una descripción de la probabilidad de que ocurra el peligro climático, con umbrales de

confianza conocidos (cuando el análisis se basa en eventos pasados) o estimados en función del conocimiento de expertos y la consecuencia de los impactos ocasionados por dicho peligro.

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Figura 26 Representación gráfica del nivel de riesgo

Fuente: (Willows & Connell, 2003).

La probabilidad es la posibilidad de que ocurra un peligro climático. Para estimar los valores del nivel de probabilidad existen diferentes metodologías en func ión del t ipo de peligro. El análisis más sencillo corresponde a analizar el número de eventos que ocurrieron en una temporalidad específica.

Los criterios definidos en el CRF del GCoM para asignar el nivel de probabilidad a los peligros climáticos son los siguientes:

— Ocurriendo al momento: El municipio se encuentra experimentando el peligro climático (o sus consecuencias) en el presente, por lo tanto, la probabilidad del riesgo es del 100%.

— Elevada: es extremadamente probable que se produzca el peligro (es decir, hay más de 1 posibilidad entre 20 de que se produzca en 5 años).

— Moderada: es probable que se produzca el peligro (es decir, hay entre 1 posibilidad de 20 y 1 posibilidad entre 200 de que se produzca en 5 años).

— Baja: es improbable que se produzca el peligro (es decir, hay entre 1 posibilidad de 200 y 1 posibilidad entre 2000 de que se produzca en 5 años).

— Se desconoce: el Municipio no ha experimentado ni observado los peligros climáticos

en el pasado o no tiene manera de identificar con exactitud esta información basándose en los datos disponibles.

En la Caja 10 se muestra un ejemplo para el cálculo de probabilidad de un peligro

climático utilizando la metodología de cálculo indicada en el CRF del GCoM31.

(31) Esta metodología se utiliza para calcular la probabilidad actual, ya que no incluye datos o ajustes derivados

de los cambios climáticos que sucederán en el futuro. Un cálculo más robusto para estimar las probabilidades de riesgo climático del municipio debe incluir un análisis estadístico que incorpore los d atos de las proyecciones climáticas.

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Caja 10 Ejemplo de cálculo para la probabilidad de eventos de granizo

Un Municipio registró que, entre 2015 y 2019, han sucedido 3 eventos de granizo. Esto equivale a 3 eventos en 5 años (2015-2020). La probabilidad de ocurrenc ia se c alcula entonces de la siguiente forma:

𝑃𝑟𝑜𝑏𝑎𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 =# 𝑑𝑒 𝑒𝑣𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠

# 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑟𝑖𝑜𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑛𝑎𝑙𝑖𝑠𝑖𝑠=

3

5 ∗ 365× 100 = 0.16%

De acuerdo con los criterios del GCoM esto equivaldría a una probabilidad baja, ya que entra dentro del rango de 1/200 = (0.5%) a 1/2000 = 0.05%.

A escala local, en México existe información ya generada que los gobiernos munic ipales podrán consultar para recopilar datos sobre los peligros climáticos que han ocurrido dentro de sus límites geográficos y las afectaciones y daños ocasionados . El CENAPRED

cuenta con una base de datos32 para la consulta de información de eventos de desastre registrados en el pasado, así como fenómenos hidrometeorológicos y mapas de riesgo, entre otras publicaciones. Estas herramientas, junto con el Sistema CLICOM, proporcionan información documental sobre los peligros climáticos que han ocurrido en los Municipios, por lo que son de utilidad para el cálculo de la probabilidad de ocurrencia

de aquellos peligros identificados dentro de la zona de estudio.

Por otro lado, la consecuencia es el resultado, impacto o gravedad del peligro climát ic o identificado. Para estimar el nivel de consecuencia, los gobiernos locales deben basarse

en los registros históricos de afectaciones o en criterios estandarizados que indiquen las consecuencias para cierto evento.

A diferencia de la metodología específica que el GCoM indica para evaluar el nivel de probabilidad, el criterio para asignar el nivel de consecuencia lo elige el equipo local, siempre y cuando se adecúe al contexto local y esté fundamentado. Los c riterios que define el GCoM para asignar el nivel de consecuencia a los peligros climáticos son los siguientes:

— Grave: el peligro constituye el máximo nivel (o un nivel elevado) de posible preocupación para su jurisdicción. Cuando se suscita el peligro, produce efectos (extremadamente) graves en la jurisdicción e interrupciones (catastróficas) en la vida

cotidiana.

— Moderada: el peligro constituye un nivel moderado de posible preocupación para su jurisdicción. Cuando tiene lugar, el peligro produce impactos sobre su jurisdicción,

pero las interrupciones sobre la vida cotidiana son moderadas.

— Baja: el peligro constituye el mínimo nivel (o un nivel bajo) de posible preocupación para su jurisdicción. Cuando ocurre, el peligro produce impactos o interrupc iones en

la vida cotidiana que se consideran menos importantes (o insignificante).

— Se desconoce: el Municipio no ha experimentado ni observado los peligros climáticos

en el pasado o no tiene ninguna manera de informar con exactitud esta informac ión, basándose en los datos existentes.

Por ejemplo, si el gobierno local cuenta con información sobre decesos ocurridos durante

eventos climáticos específicos, entonces podrían establecer que la consecuencia es grave de acuerdo con los criterios del GCoM. La Caja 11 muestra un ejemplo de cómo se podría evaluar la consecuencia de un peligro climático para un Municipio hipotético.

(32) https://www.gob.mx/cenapred

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Caja 11 Ejemplo de evaluación de las consecuencias para un Municipio hipotético

El Municipio costero X cuenta con un clima húmedo y gran actividad turística. Su estructura poblacional es un factor vulnerable para una diversa gama de peligros, ent re ellos, las precipitaciones extremas, las inundaciones y los peligros biológicos o de vectores. El 29% de los habitantes se compone de grupos vulnerables (mujeres embarazadas y ancianos). Los peligros biológicos pueden afectar a toda la población y al

bienestar económico del Municipio.

Ante la intensificación de variables climáticas como temperatura y prec ipitación, se ha

detectado una mayor presencia y propagación de enfermedades relacionadas con vectores, las cuales representan un importante problema de salud pública en los últ imos años. El mosquito Aedes aegypti es transmisor de zika, dengue y chikungunya y el aumento de su propagación se ha favorecido por los cambios en el clima. En los últ imos 5 años, en el Municipio se han registrado 350 casos de personas infectadas por el virus del dengue y 10 defunciones ocasionadas por la enfermedad.

Dicho lo anterior se define que la magnitud de consecuencia para este peligro es alta, ya que la proliferación de estos vectores puede ocasionar severas afectaciones a la

población y hasta una posible epidemia en el Municipio.

A escala local, existe información generada sobre las afectaciones causadas por los impactos climáticos que los gobiernos municipales podrán consultar, y con ellas asignar un valor al nivel de consecuencia asociado. Por ejemplo, dentro del portal digital del Atlas

Nacional de Riesgos33 se sintetiza información sobre los peligros climát ic os ocurridos o que ocurrirán y los daños esperados. De igual manera existen estados que han desarrollado sus propios Atas y geodatos, generando Atlas Estatales con información más precisa que pueda dar mayor resolución durante el análisis. A nivel regional existe la base de datos DesINVENTAR34, que es un inventario de desastres y datos históricos

basado en fuentes hemerográficas y datos proporcionados por instituciones of iciales de América Latina, incluyendo a México, la cual incorpora información para algunos peligros climáticos, así como afectaciones, la ubicación del evento, observaciones y efectos, muertes, heridos, hogares destruidos, número de afectados, hectáreas de cultivos impactadas, pérdidas monetarias, etc. De igual forma, se puede obtener información

referente a datos de peligros y riesgos climáticos en bases de datos internacionales, como ejemplo OASIS HUB que incluye datos relacionadas a inundac iones, huracanes y sequías registradas.

Una vez definidos los valores de la probabilidad de ocurrencia y cuando se hayan identificado las consecuencias para los distintos peligros climáticos, es posible caracterizarlos y jerarquizarlos en función de su magnitud, como se muestra en la Figura 27.

(33) http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/ (34) https://online.desinventar.org/

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84

Figura 27 Evaluación del riesgo para un Municipio hipotético

Fuente: Elaboración propia.

Posterior a la clasificación de los peligros climáticos según su nivel de riesgo, se debe de indicar si se espera que la intensidad y la frecuencia de cada peligro climático aumente,

disminuya, se mantenga inmutable o, en caso de no contar con información para estimarlo, se desconozca. Se deberá señalar también la escala temporal de los c ambios previstos, con el fin de evaluar qué peligros serán los que presentarán mayores afectaciones en un futuro y hacia dónde se deben de priorizar las acciones de prevención y resiliencia climática. Este paso se puede apoyar de los escenarios climáticos

consultados en el paso metodológico anterior. La Caja 12 muestra un ejemplo de c ómo podría describirse los cambios esperados en intensidad y frecuencia.

Caja 12 Ejemplo de cambios esperados en intensidad y frecuencia para un Municipio hipotético

Un Municipio encontró que los principales peligros que afectan a su jurisdicción son: sequía, días de

calor extremo e inundaciones repentinas. Se prevé́ que en los próximos veinte años estos peligros

se intensifiquen y se vuelvan más frecuentes y erráticos. También se espera que las condiciones más cálidas reduzcan los días de frío extremo. Por último, si no se adopta ningún esfuerzo de

adaptación, se prevé́ que en el futuro a largo plazo, se registren epidemias de enfermedades como

cólera. Este Municipio podría incluir la siguiente información en su ARVC:

Peligro Frecuencia Intensidad Escala temporal

Sequía Aumento Aumento A medio plazo

Días de calor extremo Aumento Aumento A medio plazo

Inundaciones Aumento Sin cambios A medio plazo

Días de frío extremo Reducción Reducción Se desconoce

Enfermedades transmitidas Aumento Se desconoce A largo plazo

por vectores

Al establecer la escala de tiempo para cada riesgo climático futuro identificado, los Municipios deben de indicar el periodo o plazo previsto para que los cambios esperados en la intensidad y frecuencia se materialicen. Esta escala se puede expresar de las siguientes maneras: inmediato, suponiendo que el peligro ya está ocurriendo; a corto plazo, indicando que ocurrirá dentro de los próximos 5 años; a mediano plazo,

suponiendo que tendrá lugar dentro de los próximos 5 a 30 años; a largo plazo si se

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85

proyecta para los próximos 30 años; se desconoce, si se carece de información ac erca de cuándo ocurrirá́ este peligro o de si ya ha ocurrido.

Los posibles resultados del cambio climático agregan un nivel adicional de incertidumbre al análisis de los peligros climáticos ya que la evolución de las condiciones climáticas futuras, que depende de las actividades humanas, no puede predecirse con certeza.

Grupos, activos e infraestructura vulnerables

De acuerdo con el IPCC (2014), la vulnerabilidad de un sistema es determinada por su sensibilidad y su capacidad adaptativa. La sensibilidad se basa en la caracterización física

y socioeconómica del Municipio. Esta se establece para identificar los impactos ocasionados por potenciales peligros climáticos a los que un Municipio puede verse expuesto, así como de su capacidad de respuesta y actuación.

En caso de disponer con las referencias e información adecuada, los gobiernos loc ales también deberían ofrecer información sobre los grupos de población vulnerables que se han visto afectados por los peligros en el pasado y que podrían verse afec tados en el futuro. Esta información será relevante para el diseño de las medidas de adaptación ya que contribuye a comprender la situación local en términos de la dimensión de la

vulnerabilidad ante riesgos climáticos específicos y permite priorizar acciones de adaptación dirigidas hacia los grupos de población más vulnerables. Los grupos vulnerables se relacionan con el contexto local y podrían incluir: infantes, mujeres, ancianos, población indígena, grupos marginados, personas con discapacidades, personas con enfermedades crónicas, familias de bajos ingresos, personas en viviendas

subestándar, etc. Estos grupos vulnerables con frecuencia experimentan impactos distintos por el mismo peligro.

Del mismo modo, será importante generar información sobre activos e infraestructura vulnerables ante ciertos peligros climáticos. Esta evaluación deberá ser parte de la evaluación del nivel de riesgo. En última instancia, el impacto de un peligro depende de las condiciones socioeconómicas, personales, institucionales y medioambientales específicas que determinan la capacidad que tiene la población para afrontarlo y adaptarse. Por ejemplo, las comunidades en áreas inundables perciben impactos

diferenciados en función de las características de su vivienda; las personas de bajos ingresos en vivienda subestándar pueden verse más impactadas, además de tener menos recursos para recuperarse de pérdidas materiales.

Herramientas nacionales disponibles para ciertos peligros climáticos

El Anexo 1 de esta Guía presenta un listado de fuentes de información para apoyar a los gobiernos locales en la elaboración de su PAC y cuenta con referencias específ icas c on información sobre peligros climáticos en México.

Los Municipios pueden hacer uso de distintas herramientas y métodos para realizar evaluaciones cualitativas y cuantitativas del riesgo climático, la vulnerabilidad y la capacidad de adaptación. A su vez, en México se cuenta con fuentes de consulta que los

Municipios podrán utilizar para recopilar información y aplicar metodologías específicas para estimar el nivel de riesgo. La Tabla 26 muestra recomendaciones sobre posibles metodologías a utilizar, en tanto que en el Anexo 1 se recopilan las fuentes mencionadas para su consulta.

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Tabla 26 Recomendaciones de metodologías y fuentes de consulta locales para algunos peligros climáticos

Para todos los peligros

El Centro Nacional de Prevención a Desastres (CENAPRED35) cuenta con información ya generada a escala municipal para algunos peligros climáticos pasados.

El Atlas Nacional de R iesgos y los Atlas Municipales de Riesgos sintetizan información sobre los peligros climáticos y daños esperados, como resultado de un análisis espacial y temporal de la interacción entre distintos peligros, la vulnerabilidad y el grado de exposición de los agentes afectables. Entre sus aplicaciones están conocer el sistema expuesto mediante un análisis de probables escenarios, mapas históricos de eventos de desastre, monitoreo de fenómenos en tiempo real, entre otros.

La Guía36 para la elaboración de Atlas estatales y municipales de riesgos sirve para orientar a autoridades locales en cómo interpretar información y generar mapas de riesgo para diferentes peligros hidrometeorológicos.

Los mapas de índices de riesgo37 a escala municipal fueron elaborados por el CENAPRED.

Estos presentan mapas de riesgo a escala municipal por diversos peligros climáticos como inundaciones, bajas temperaturas, huracanes, tormentas de nieve, granizo, polvo y electricidad, heladas, sequías y las ondas cálidas y gélidas.

Precipitación Existen registros de precipitación y temperatura por estación meteorológica que pueden descargarse del sitio web de la base de datos climatológica nacional (Sistema CLICOM 38).

El Sistema de Información Hidrológica (SIH39) fue elaborado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y contiene datos recientes e históricos de estaciones convencionales y automáticas climatológicas e hidrométricas de la red de la CONAGUA y de otras dependencias del Gobierno Federal.

El Índice Estandarizado de Precipitación (SPI40) es una metodología que permite identificar

condiciones de déficit y exceso de precipitación a corto y largo plazo a partir de la precipitación histórica. La guía para el cálculo del índice está disponible en inglés. Los valores también funcionan como una herramienta para monitorear y diagnosticar el fenómeno de sequía.

Para hacer un análisis de la precipitación los integradores del ARVC primero podrían

establecer un umbral de cantidad de precipitación que comúnmente cause consecuencias importantes en su Municipio (por ejemplo, 50 o 75 mm) y que puedan ser catalogadas como lluvias intensas o abundantes. Posteriormente, podrán calcular la frecuencia de ocurrencia de estos eventos por año o década y evaluar la tendencia hasta la actualidad.

Inundaciones El Atlas Nacional de Vulnerabilidad ante el Cambio Climático41 presenta metodologías y fuentes de consulta para:

— Exposición: Presencia de personas y bienes potencialmente vulnerables, así como su localización en la cuenca hídrica.

— Sensibilidad: Grado de afectación en las zonas expuestas que puede reflejarse mediante el porcentaje del Municipio en zonas de inundación.

— Valoraciones para estimar la capacidad adaptativa ante este peligro climático.

Fuente: Elaboración propia.

(35) https://www.gob.mx/cenapred

(36) http://cenapred.gob.mx/es/Publicaciones/archivos/63.pdf (37) http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/descargas/Metodologias/Hidrometeorologico.pdf (38) http://clicom-mex.cicese.mx/ (39) https://sih.conagua.gob.mx/ (40) http://www.wamis.org/agm/pubs/SPI/WMO_1090_EN.pdf (41) https://atlasvulnerabilidad.inecc.gob.mx/page/fichas/ANVCC_LibroDigital.pdf

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Tabla 26 Recomendaciones de metodologías y fuentes de consulta locales para algunos peligros climáticosError! Reference source not found. [continuación]

Sequías Los gobiernos locales podrán consultar el Monitor de Sequía42 de México. En este se puede encontrar información del reporte de sequías por Municipio y Estado desde el 2003 a la fecha. El Monitor reporta un total de 24 valores por año (dos reportes por mes, uno a mediados y otro a finales), indicando si hubo un evento de sequía o no y la intensidad.

Ondas de calor CENAPRED cuenta con un documento43 para el análisis de este peligro climático: Metodologías para elaborar mapas de riesgo por temperaturas máximas.

Se recomienda que se utilicen algunos de los umbrales establecidos en la literatura para establecer el número de ondas de calor. Se proponen dos criterios para identificar ondas de calor:

— Eventos donde las temperaturas máximas sobrepasan el percentil 90 en al menos dos días consecutivos. La temperatura máxima y mínima deben superar el valor de la temperatura mediana de su serie correspondiente.

— Eventos donde la temperatura máxima sobrepasa el percentil 90 de la serie de temperaturas máximas y la temperatura mínima es mayor a la temperatura esperada de ese mismo día, en al menos dos días consecutivos.

Los gobiernos locales pueden tomar las series históricas de la temperatura registrada en las estaciones meteorológicas dentro de la zona de estudio y hacer el análisis de la

información en una hoja de cálculo de acuerdo con el criterios descritos arriba. De esta manera, podrán calcular la intensidad (el umbral de temperatura o percentil 90) y la frecuencia (número de eventos).

Deslizamientos CENAPRED cuenta con un documento44 específico para el análisis de este peligro climático: Metodologías para estimar riesgo por deslizamientos, elaborado por la CENAPRED para estimar la susceptibilidad de inestabilidad en las laderas.

El Atlas Nacional de Vulnerabilidad ante el Cambio Climático presenta metodologías y fuentes de consulta para:

— Exposición: la frecuencia potencial de deslaves y el índice estacional de precipitación.

— Sensibilidad: población susceptible a deslaves y la condición de la vegetación en zonas de inestabilidad de laderas en el Municipio.

— Valoraciones para estimar la capacidad adaptativa ante este peligro climático.

Incendios forestales

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) cuenta con el registro de la serie histórica anual de incendios forestales (2010-2017) a través del Sistema Nacional de Información y Gestión Forestal. La Plataforma de información digital45 permite evaluar en tiempo real las condiciones de sequedad del terreno y el peligro de incendio asociado a escala municipal. El Sistema también cuenta con un repositorio de los registros de siniestros y superficie afectada por incendios forestales en años anteriores, desagregados por Municipio.

El Índice de presión económica a la deforestación (IRDef46), creado por el Instituto Nacional de Ecología (INE), actualmente INECC, es un número entre 0 y 1 que representa la probabilidad de que en un periodo de tiempo determinado, un área específica sea deforestada.

Peligros

biológicos

El Atlas Nacional de Vulnerabilidad ante el Cambio Climático47 presenta metodologías y

fuentes de consulta para:

— Exposición: endemismo y brote del dengue.

— Sensibilidad: conectividad y urbanización, presencia potencial de criaderos por acumulación de agua y potencial de criaderos por infraestructura urbana.

— Valoraciones para estimar la capacidad adaptativa ante este peligro climático.

Fuente: Elaboración propia.

(42) https://smn.conagua.gob.mx/es/climatologia/monitor-de-sequia/monitor-de-sequia-en-mexico (43) http://www1.cenapred.unam.mx/COORDINACION_ADMINISTRATIVA/SRM/FRACCION_XLI_A/33.pdf (44) http://www.anr.gob.mx/Descargas/Metodologias/SusceptibilidadLaderas.pdf (45) https://snigf.cnf.gob.mx/incendios-forestales/ (46) https://www.ccmss.org.mx/wp-content/uploads/Indice_de_presion_economica_a_la_deforestacion.pdf (47) https://atlasvulnerabilidad.inecc.gob.mx/page/fichas/ANVCC_LibroDigital.pdf

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4.2.2.2.1 Metodologías específicas para la evaluación del riesgo climático

Otras metodologías que comúnmente se utilizan para los ARVC son la evaluación espacial explícita y la evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores. Elegir entre cualquiera de estas dos metodologías dependerá del propósito de la evaluación, de la escala espacial del Municipio y de los recursos con los que cuente el equipo técnico loc al, incluido el equipo de cómputo adecuado, el presupuesto asignado a la realizac ión de la evaluación y a las capacidades técnicas de los miembros del mismo. Los enfoques út iles para gestionar el riesgo no necesariamente requieren de una evaluación precisa, aunque

si se benefician de esto.

Los dos enfoques para la evaluación de la vulnerabilidad y el riesgo climático dif ieren en

el nivel de detalle, requerimiento de datos, herramientas y capacidades técnicas necesarias para calcular la vulnerabilidad ante un peligro climático específico. La evaluación espacial explícita se basa en modelos de impactos climáticos (p. ej. modelos de inundación) que producen mapas de peligros (p. ej. mapas de inundac ión) según el factor de estrés climático específico y los atributos biofísicos del Municipio (entrada del modelo). Por otro lado, una evaluación basada en indicadores ayuda a

los equipos locales a identificar los factores que dan forma a la vulnerabilidad del Municipio y a las amenazas climáticas a través de indicadores comparables. El enfoque espacialmente explícito es más adecuado para las autoridades locales que c uenten c on los recursos y capacidades necesarias para usar los modelos y actuar sobre los principales resultados. Las autoridades locales más pequeñas podrían utilizar un enfoque

cualitativo más simple basado en la construcción de indicadores para evaluar su vulnerabilidad climática.

Evaluación espacial explícita

La evaluación espacial explícita se basa en un análisis georreferenciado detallado. Esta evaluación otorga a las autoridades locales acceso a información específica y precisa para la toma de decisiones hacia proyectos de adaptación y para la priorizac ión de ac ciones climáticas.

Una evaluación espacial explícita permite identificar las regiones dentro del Munic ipio en donde los impactos del cambio climático y las características locales se combinan y crean puntos críticos de vulnerabilidad. Estos puntos son áreas clave para la acción adaptativa

y sus atributos deben analizarse con un mayor grado de detalle.

El uso de modelos espacialmente explícitos exige habilidades técnicas y conjuntos de datos georreferenciados sólidos, que no siempre están disponibles en Municipios

pequeños y medianos. La recopilación y validación de datos, así como su procesamiento y estandarización, requieren de mucho tiempo invertido y un buen conocimiento de Sistemas de Información Geográfica (SIG) y herramientas estadísticas. Generalmente, este tipo de análisis no los hacen los equipos técnicos locales, sino que se cont rata a un consultor externo.

Los SIG son herramientas capaces de integrar, almacenar, manipular, visualizar, compartir y analizar información geográficamente referenciada. Estos sistemas de información pueden capturar datos geográficos en diferentes formatos, como mapas

digitalizados, imágenes satelitales y datos alfanuméricos georreferenciados. Los SIG permiten la integración y manejo de capas temáticas, utilizando diferentes algoritmos para llevar a cabo operaciones espaciales.

Durante la ejecución de una evaluación espacial explícita, como se observa en la Tabla 27, se establecen varios pasos para la construcción de un análisis georreferenciado detallado.

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Tabla 27 Marco para la evaluación espacial de riesgos climáticos

Paso Descripción Actividades principales

1. Análisis del

Municipio

Este paso consiste en las reuniones de arranque

entre el equipo técnico local con actores relevantes y tomadores de decisión dentro del Municipio que podrán contextualizar el estudio, entender las expectativas del gobierno local, identificar las casos de impacto del cambio climático, seleccionar un punto de contacto dentro de la autoridad local y

explicar los datos que se requerirán para la evaluación. En este paso se debe acordar la escala más adecuada del análisis (p. ej. nivel AGEB).

— Involucramiento y

compromiso de actores relevantes.

— Selección de un punto de contacto para fomentar la comunicación y el

intercambio de datos.

— Comprensión cualitativa de las especificidades del Municipio y los impactos del cambio climático.

2. Transformar los datos climáticos a una escala menor

Es necesario transformar los resultados de los modelos climáticos globales a una alta resolución para capturar la variabilidad espacial y temporal de las variables y los extremos climáticos proyectados.

Transformar los datos globales a una escala local es un tema complejo y las agencias de investigación regionales o nacionales deben proporcionar información climática de alta resolución y/o calidad.

Además, los datos locales de las estaciones

meteorológicas de los Municipios pueden utilizarse para refinar la calibración de los modelos climáticos regionales, mejorando la precisión de las proyecciones de escenarios.

— Regionalizar los resultados de los modelos climáticos globales a una resolución adecuada para aplicaciones a nivel local.

3. Modelar el peligro climático

Se define la lista preliminar de los impactos climáticos que afectan al Municipio y las herramientas para su modelado. En la literatura,

hay muchos ejemplos de modelos de impacto climático. La selección de los más adecuados dependerá del contexto local del Municipio estudiado y de la disponibilidad de datos.

Cuando la escasez de datos impide el uso de

modelos detallados de impacto climático, se pueden usar herramientas SIG para vincular los extremos climáticos con datos biofísicos y socioeconómicos.

El resultado del modelo está integrado por mapas

que representan escenarios climáticos específicos visualizados a futuro. Los mapas suelen estar en un archivo ráster, cuya resolución depende de la calidad de los datos que se ingresen a los modelos.

Este paso generalmente es desarrollado por

empresas consultoras contratadas por el gobierno local o por centros de investigación regionales debido a su complejidad técnica.

— Vincular los datos climáticos con datos biofísicos y socioeconómicos (Modelo

INPUT).

— Mapear impactos relacionados con el clima (modelo OUTPUT).

4. Mapeo de la vulnerabilidad del Municipio

Cada peligro climático afecta de manera diferente a distintas áreas dentro de los Municipios, y las consecuencias dependen de las debilidades

socioeconómicas e institucionales relevantes para el impacto.

Por ejemplo, las comunidades vulnerables afectadas por inundaciones tienen especificidades socio-económicas y déficits de adaptación diferentes a las

personas afectadas por las olas de calor. Por lo tanto, el mapa de vulnerabilidad a inundaciones es diferente al mapa de vulnerabilidad a olas de calor.

— Comprender las especificidades del Municipio que podrían contribuir a

agravar las consecuencias de un peligro climático específico.

— Mapear características socioeconómicas,

institucionales, biofísicas, entre otras, asociadas con la sensibilidad y la capacidad adaptativa.

— Se realiza el mapeo de la

vulnerabilidad para cada peligro climático.

Fuente: (Bertoldi P., 2018).

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90

Tabla 27 Marco para la evaluación espacial de riesgos climáticos [continuación]

Paso Descripción Actividades principales

5. Mapeo de la

exposición del Municipio

La información sobre la ubicación y las propiedades de los

activos importantes del Municipio, como edificios, carreteras, monumentos históricos y densidad de población, debe incluirse en un mapa de inventario de activos. Este mapa representa la exposición del Municipio.

La información sobre la densidad de población se puede

extraer de las bases de datos de censos locales o nacionales.

Los activos se pueden georreferenciar y caracterizar mediante software SIG o la plataforma Google Earth.

— Mapear y caracterizar

activos municipales.

6. Identificar los

activos en riesgo

El mapa de peligros climáticos (por ejemplo, el mapa de

inundaciones) se combina con el mapa de vulnerabilidad y el mapa de activos (exposición) para cuantificar la cantidad de activos y comunidades vulnerables en riesgo. Este paso debe repetirse para cada peligro climático.

Todas las variables explicativas del riesgo tienen que ser georreferenciadas y normalizadas para que sean espacialmente comparables (píxel por píxel, o unidad de mapeo por unidad de mapeo, en un enfoque basado en SIG) y agregables en un índice ponderado. La normalización se puede realizar restando el valor mínimo y dividiendo por el rango de los valores del indicador.

𝑋𝑖 − 𝑋𝑚𝑖𝑛

𝑋𝑚𝑎𝑥 − 𝑋𝑚𝑖𝑛

Este método normaliza los indicadores para que tengan un rango idéntico [0,1].

Finalmente, el mapa de riesgo se calcula integrando sus determinantes, es decir, peligro, vulnerabilidad y exposición:

𝑅𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 = 𝑝𝑒𝑙𝑖𝑔𝑟𝑜 × 𝑣𝑢𝑙𝑛𝑒𝑟𝑎𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 × 𝑒𝑥𝑝𝑜𝑠𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛

— Intersectar o sobreponer

mapas de peligros climáticos, vulnerabilidades y activos (exposición).

— Identificar activos dentro de puntos críticos de riesgo.

— Repetir para cada peligro climático.

Fuente: (Bertoldi P., 2018).

Evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores

Los indicadores de la sensibilidad del sistema estarán relacionados con el contexto loc al del Municipio, como la extensión y localización geográfica, las características climát icas, el tamaño y estructura de la población, las principales actividades económicas, la urbanización, entre otros criterios.

La vulnerabilidad del sistema aumentará cuando los grupos o sectores sensibles se encuentran a una mayor exposición al riesgo climático, lo cual generará un impacto potencial. La vulnerabilidad del sistema a un impacto potencial se puede identificar

superposicionando las zonas geográficas donde localizan los grupos y sectores vulnerables y las zonas geográficas con mayor riesgo climático.

Se proyecta que los impactos potenciales del cambio climático (Figura 28) se

distribuirán de una manera heterogénea en el país, debido a los distintos tipos de c lima, la distribución de los recursos naturales, la infraestructura instalada, el desarrollo económico y la concentración demográfica. Las características de los peligros climáticos y los niveles de riesgo serán los factores que determinarán los impactos climáticos potenciales.

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Figura 28 Impactos proyectados del cambio climático en México

Fuente: (INECC, 2019).

Cuantificar la vulnerabilidad al cambio climático permite priorizar acciones de adaptación y darles seguimiento de forma que se demuestre que estas pretenden reduc ir el riesgo cuando el peligro climático aumenta. Son pocos los ejercicios desarrollados que evalúan

la vulnerabilidad para proponer la magnitud de la adaptación que mantenga el riesgo en niveles tolerables, aún bajo proyecciones de cambio climático.

Para evaluar la vulnerabilidad ante el cambio climático en contextos urbanos, es c omún

utilizar la evaluación basada en indicadores. Este enfoque no exige destrezas técnicas ni herramientas de modelado espaciales y pueden basarse en diversos conjuntos de datos a disposición pública. Su nivel de agregación dependerá de los objetivos generales del análisis de riesgo, las habilidades técnicas de las autoridades locales y la disponibilidad de datos. Similar al proceso de la evaluación espacial explícita, los pasos principales para

desarrollar una evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores se observan en la Tabla 28.

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Tabla 28 Marco para la evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores

Paso Descripción Actividades principales

1. Análisis del Municipio

Este paso es común para los dos enfoques: modelos de impacto espacialmente expl íci tos y

evaluación basada en indicadores.

— Involucramiento y compromiso de actores relevantes.

— Selección de un punto de contacto para fomentar la comunicación y el intercambio de datos.

— Comprensión cualitativa de las especificidades del Municipio y los impactos del cambio climático.

2. Definir peligros

climáticos

Se realiza una profunda revisión de la l i teratura para identificar los peligros climáticos más

relevantes a los que se enfrenta su Municipio. Este paso corresponde a las metodologías

indicadas en las sección 4.2.2.2 d e la Gu ía, e n donde se priorizan los pel igros cl imáticos con base en la probabilidad de ocurrencia, sus consecuencia y cómo se espera que cambien e n un futuro en términos de intensidad y frecuencia.

— Recopilar datos sobre los impactos actuales relacionados

con el clima.

— Identificar amenazas climáticas para la ciudad (corto, mediano y largo plazo).

3. Seleccionar los indicadores de vulnerabilidad

Los gobiernos locales podrán desarrollar indicadores que representen de mejor manera la vulnerabilidad actual y que permitan re duci r la incertidumbre de las estimaciones a futuro. Para establecer los indicadores se debe d e seguir un

procedimiento crítico, revisando los elementos de la información que ya contiene el ARVC. Los siguientes puntos muestran recomendaciones sobre algunos elementos a considerar en la construcción de indicadores (Magaña, 2013):

— ¿Qué indica? Variables utilizadas para el indicador, como la población, el uso de suelo, actividad económica.

— ¿A qué hace referencia? Aspectos físicos, económicos, entre otros.

— Normalización. Operación aritmética simple que arroje como resultado un valor de 0 a 1.

— ¿Cómo se mide? Formas de medir como censos, encuestas, monitoreo, etc.

— ¿Qué necesita? Elementos que se utilizan

para construir el indicador, como edad, género, actividad económica, etc.

— Centrarse en características socioeconómicas, institucionales, biofísicas, etc., asociadas con la sensibilidad y la capacidad adaptativa.

— Repetir la selección de indicadores para cada peligro.

4. Recopilación y procesamiento de datos

Es recomendable que las fuentes de datos que los gobiernos locales utilicen para consultar la vulnerabilidad y la construcción de los indicadores provengan de agencias de gobierno u organismos

oficiales internacionales. Se recomienda usar por lo menos un indicador

para representar los factores físico s, sociales y económicos de la vulnerabilidad.

— Identificar fuentes de datos.

— Preparar datos para construir un indicador.

Fuente: (Bertoldi P., 2018) y (Magaña, 2013).

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Tabla 28 Marco para la evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores [continuación]

Paso Descripción Actividades principales

5. Índice de vulnerabilidad

Para construir un índice de vu lnerabi l id ad, lo s indicadores se ponderan. Entre mayor importancia tenga el indicador, más peso tendrá en el índice de vulnerabilidad. En la construcción de los índices de vulnerabilidad futura, los pesos asignados a los indicadore s

pueden variar dependiendo de las propuestas de adaptación.

— Definir el rango de los indicadores.

— Obtener el índice de vulnerabilidad para cada peligro.

6. Análisis

comparativo entre regiones o grupos para establecer una escala de vulnerabilidad

En esta etapa se establece cuál e s el n ivel d e

vulnerabilidad regional o de grupos, con el fin de determinar los rangos actuales, cómo han cambiado en el pasado y cómo pueden ca mbiar en el futuro cercano. El rango para el índ ice de vulnerabilidad puede dividirse en tres (nivel bajo, medio y alto). Se debe recordar que la vulnerabilidad no es reflejo de impactos, pues éstos surgen de

considerar la probabilidad de que se presen te el evento al cual se es vulnerable. Una región puede ser altamente vulnerable a ciclo nes tro picales, pero la probabilidad d e que se p res ente es te peligro es tan baja, que el riesgo es b ajo y p or ello, la posibilidad de desastre es baja. Sin embargo, en zonas d onde se han pres entado

afectaciones por un fenómeno particular se d ebe establecer la vulnerabilidad y ve r s i e l modelo construido explica el comportamiento de los impactos.

— Establecer nivel de

vulnerabilidad para cada peligro.

Fuente: (Bertoldi P., 2018) y (Magaña, 2013).

Como fuente adicional para desarrollar la evaluación de la vulnerabilidad climática, los gobiernos locales en México cuentan con el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio

Climático, desarrollado por el INECC. Esta es una herramienta digital48 estructurada y sistemática que muestra la vulnerabilidad actual y futura de los Municipios ante múltiples peligros climáticos. Adicionalmente, esta herramienta ofrece recomendaciones sobre cómo aumentar la capacidad adaptativa y disminuir la sensibilidad ante amenazas relacionadas con el clima. Es una herramienta que está en constante actualización y tiene como objetivo mostrar la vulnerabilidad territorial ante el cambio climático y orientar

estrategias dentro del proceso de adaptación. Además, la herramienta c uenta c on un libro digital el cual es un insumo que ofrece recomendaciones específicas a nivel regional y subregional para fortalecer la política pública de adaptación al cambio climático.

La Caja 13 muestra un caso de ejemplo para una región en México en donde se aplic a esta evaluación.

(48) https://atlasvulnerabilidad.inecc.gob.mx/page/index.html - zoom=undefined&lat=23.5000&lon=-

101.9000&layers=1

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Caja 13 Evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores en el sector “Agua y sequía”

¿Qué o quién es vulnerable? Región Hidrológico Administrativa de la Península de Baja California (RHA I)

¿A qué es vulnerable? La crisis del agua se agrava ante condiciones de sequía. Este fenómeno es natural y predecible, y no se presenta de manera espontánea, sino que evoluciona lentamente en el tiempo como para implementar medidas preventivas. Sin embargo, debido a las afectaciones del cambio climático en el aumento de la temperatura global, se espera que la disponibilidad del agua disminuya, por lo que será

necesario establecer estrategias para disminuir la vulnerabilidad de sequía de la RHA I.

Modelo conceptual. Con base en los datos de CONAGUA se definieron 5 indic adores y se define un rango de índice de 0 a 1:

1. Grado de presión sobre el recurso agua

2. Proporción de agua pública residual tratada con respecto del agua urbana consumida

3. Tarifa consumo en ciudades

4. Productividad del agua (kg/m3)

5. Porcentaje de acuíferos sobreexplotados y con intrusión salina

Procesamiento de datos y obtención del índice. La evolución de los índices de vulnerabilidad a la sequía entre 2002 y 2009 en la RHA se observa en la siguiente gráfica.

Los resultados de la valoración de los indicadores y el índice de vulnerabilidad para la RHA I del 2002 al 2009, muestran en términos generales que la vulnerabilidad ha variado considerablemente, con una tendencia a disminuir. Este es un caso muy particular, si se considerara que otras RHA tienen una tendencia de vulnerabilidad a la alza.

Fuente: (Magaña, 2013).

4.2.2.3 Evaluación de la capacidad adaptativa

La vulnerabilidad del sistema también se puede evaluar a través de su capacidad adaptativa. Este concepto hace referencia al grado en el que las personas y otros organismos, instituciones y sectores son capaces de adaptarse al cambio c limát ic o. Los gobiernos locales deben identificar las categorías y los factores que son más relevantes en su contexto, de acuerdo con lo establecido en el CRF del GCoM, y describir cómo estos

factores están afectando la capacidad de adaptación de su jurisdicción. Una alta capacidad adaptativa reduce la vulnerabilidad de los grupos o sectores sensibles, lo que a su vez reduce los niveles de riesgo climático.

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El análisis de la capacidad adaptativa busca identificar los factores que apoyan o desafían la capacidad de un Municipio y de su gobierno local para enfrentar y adaptarse a los impactos de peligros climáticos futuros. Existen diversas formas para fortalecer la capacidad adaptativa a nivel municipal; por ejemplo, al vincular instrumentos de planeación urbana con la adaptación al cambio climático, o con la actualización de

estructuras institucionales, el marco legal y las redes de cooperación y coordinación entre diversos actores clave.

Siguiendo los criterios establecidos por el GCoM, para la evaluación de la capacidad

adaptativa se deberán describir todos los factores que desafían la resiliencia climática del Municipio, ante los fenómenos meteorológicos extremos y los impactos actuales y futuros cambio climático. Los factores que inciden en la capacidad adaptativa se agrupan en las siguientes categorías: servicios, socioeconómicos, gubernamentales, físicos y medioambientales, y otros. El CRF del GCoM incluye una lista (no exhaustiva) de los

factores que integran cada categoría (Figura 29).

Figura 29 Factores que apoyan o desafían la capacidad adaptativa del Municipio

Fuente: Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

Los factores listados en la figura anterior pueden afectar la capacidad adaptativa del Municipio ya sea de manera positiva o negativa, dependiendo del c ontexto loc al y del análisis realizado. Para cada categoría, es común que más de un factor aplique, considerando que entre más desagregada sea la evaluación y más exhaustiva la

descripción de cada factor, será más fácil identificar áreas de oportunidad en las cuales el Municipio podría implementar acciones que mejoren su capacidad adaptativa ante el cambio climático.

Para aquellos factores que apoyan la capacidad adaptativa, será importante que en su descripción se detallen y reconozcan las buenas prácticas aplicadas, con el fin de procurar que se continúen implementando y replicarlas en áreas en donde no se identifiquen dichas fortalezas. En caso contrario, para aquellos factores que desafían la capacidad adaptativa del Municipio, la descripción debe ser lo suficientemente explíc ita

para que el lector dimensione la magnitud del reto que demanda, enfatizando los elementos que de alguna manera dificultan, disminuyen o afectan la capacidad de adaptación e indicando el grado de desafío49 para cada factor. La Caja 14 presenta la

(49) Según los lineamientos del GCoM, los Municipios podrán escoger entre «elevado», «modera do», «bajo »,

«se desconoce» y «no es motivo de preocupación». Esto último podría significar que el f actor e sp ecí fico influye sobre la capacidad de adaptación de forma neutra o positiva.

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descripción de un caso hipotético en un Municipio y la manera en que se podría reportar su capacidad adaptativa siguiendo el marco de reporte del GCoM.

Dado que la adaptación al cambio climático tiene un carácter transversal, que afecta a diferentes áreas municipales, se considera necesario que para identificar si los fac tores apoyan o desafían la capacidad adaptativa, se genere un espacio de coordinación y discusión entre diversos actores relevantes en materia de adaptación. El análisis de la capacidad adaptativa puede realizarse mediante un taller en el que trabajen expertos en riesgo de desastres y cambio climático con actores relevantes del sector académico,

representantes de asociaciones civiles, personal técnico de las firmas a cargo del diseño o de la construcción de proyectos de infraestructura y trabajadores públicos del gobierno municipal, estatal y nacional, en especial las direcciones o departamentos de protección civil, para analizar y dimensionar todos los riesgos posibles, factores agravantes, posibles causas, consecuencias y medidas de intervención.

Caja 14 Ejemplo de factores que apoyan o desafían la capacidad adaptativa de un Municipio

hipotético

1) Un Municipio que haya recibido recientemente un influjo imprevisto de migrantes podría informar de la siguiente manera:

Factor: Migración

Descripción: En los últimos 3 años, el Municipio ha recibido un gran número de refugiados que solicitan asilo dentro del país. Esto ha puesto a prueba la preparación y la capacidad de resiliencia del gobierno local y de la comunidad en cuanto al alojamiento y provisión de servicios básicos a los recién llegados. Sin embargo, la poblac ión migrante

también ha impulsado el desarrollo económico, el capital humano y la diversidad urbana, lo cual ha ayudado a responder mejor a las tensiones y perturbaciones climáticas.

Grado de desafío: no preocupante

2) Al mismo tiempo, otro Municipio ha experimentado un crecimiento de población acelerado en el último decenio, podría informar lo siguiente:

Factor: Urbanización irregular

Descripción: El crecimiento acelerado de la población dentro del Municipio ha provocado que se establezcan asentamientos urbanos en zonas de alto riesgo por deslaves en el territorio, provocando que el porcentaje de la población vulnerable a desastres aumente. Además, en caso de presentarse un deslave, los pobladores no cuentan con las

herramientas necesarias para evacuar la zona y acudir a un lugar seguro.

Grado de desafío: alto

Factor: Compromiso político

Descripción: La falta de recursos presupuestales no es suficiente para atender eventos extraordinarios. Actualmente, la mayor parte del presupuesto municipal está destinada a programas sociales y solamente un 5% del presupuesto está dirigido a estrategias climáticas. Además, el gobierno federal ha disminuido el financiamiento a programas de prevención y atención a desastres. La estrategia climática no es prioritaria para el

gobierno actual, por lo que se deberán de buscar mecanismos de financiamiento externos, considerando que los que dispone el Municipio no serán suficientes para implementar las acciones incluidas en el PAC municipal.

Grado de desafío: alto

4.2.3 Identificación de resultados principales

Los ARVC, por naturaleza, están orientados hacia el hallazgo de soluciones. Su objet ivo es definir las medidas más apropiadas para reducir y/o mitigar riesgos y brindar un diagnóstico que permita identificar oportunidades en materia de resilienc ia. El ARVC es

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un instrumento que permite a los gobiernos locales identificar, cuantificar y priorizar los riesgos climáticos y la población vulnerable frente al cambio climático.

Este diagnóstico facilita el reconocimiento de las condiciones actuales de vulnerabilidad e identifica hacia dónde deberían de dirigirse los esfuerzos de prevención a desastres. Los resultados principales del análisis servirán como punto de partida para definir los objetivos y metas de adaptación del gobierno local ante el cambio c limát ic o, así c omo para el diseño y priorización de las medidas de adaptación que integrarán al PAC.

Los riesgos climáticos prioritarios serán aquellos que presenten alta probabilidad de ocurrencia y consecuencias graves para la población. Con el objetivo de facilitar la visualización y tener una comunicación más efectiva con actores relevantes, se

recomienda facilitar la visualización del nivel de riesgo de cada uno de los peligros identificados, utilizando un diagrama que califique el nivel de riesgo de los peligros en función de su probabilidad y consecuencia, como el que se muestra en la Figura 26. Esta técnica visual sirve como un primer acercamiento para la interpretación y análisis de los resultados obtenidos en el ARVC.

Para el análisis de la capacidad adaptativa se deben de identificar aquellos factores que presentan un mayor desafío para que la población y el gobierno loc al se adapten ante cualquier evento climático. Mientras más exhaustiva sea la descripción de los fac tores

que desafían la capacidad adaptativa, será más fácil priorizarlos e identificar hacia dónde se deben de dirigir los esfuerzos para el diseño de políticas públicas de adaptación y resiliencia climática.

Es importante que los integradores del ARVC documenten las fuentes de información consultadas y las metodologías utilizadas en la elaboración del documento. Esto será fundamental para su actualización, promoviendo la generación de información objet iva y veraz dentro de las instituciones y por los actores correspondientes.

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5 Fase de Planeación: Desarrollo del PAC

Durante el desarrollo del PAC, cada gobierno local debe definir la visión del Munic ipio en materia de cambio climático, para después establecer metas mensurables, realistas y ambiciosas tanto de mitigación como adaptación. Posteriormente, estos objetivos se deben traducir en estrategias y acciones específicas, detalladas, factibles y apropiadas

para el contexto local, con plazos concretos para su ejecución. Es así que el documento debe esbozar cómo será el Municipio a futuro, en términos de energía, movilidad, resiliencia, infraestructura, uso de suelo y patrones de consumo, entre otros temas. Asimismo, las intervenciones propuestas tendrán que reflejar cambios significativos respecto de la línea base de adaptación y mitigación, esto es, los diagnósticos

desarrollados anteriormente, que se utilizan para diseñar el PAC con base en evidenc ia para la toma de decisiones.

La definición de la política climática también deberá garantizar la participación e

involucramiento de actores relevantes, de tal forma que se alcance un consenso sobre las acciones, tiempos, roles, responsabilidades y recursos financieros necesarios para cumplir con la visión del PAC. Contar con descripciones claras para guiar la implementación y monitoreo de las acciones climáticas facilitará su implementac ión y la eventual consecución y asignación de recursos presupuestarios para cada una de las

acciones de mitigación y adaptación propuestas.

5.1 Metas y objetivos de mitigación y adaptación

5.1.1 Visión a largo plazo

Las autoridades locales deben establecer una visión a largo plazo con objet ivos c laros. Esta visión será el principio rector del PAC, señalando la dirección que el Municipio desea

seguir. Es importante que la visión establezca una comparación entre la situación actual, que servirá como base para identificar las acciones necesarias para alcanzar los objetivos propuestos. La implementación del PAC deberá seguir un enfoque sistemático para acercar al Municipio a esta visión.

Los gobiernos municipales deberán definir, en primer lugar, una meta aspiracional. Esto es, qué tanto quieren contribuir a la mitigación de emisiones y en qué magnitud quieren incrementar la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad de la población, los sectores productivos, la infraestructura y otros activos (por ejemplo, servicios ambientales) dentro

del Municipio. Estas metas deberán elaborarse colaborativamente, a través de mecanismos de participación que permitan llegar a un consenso entre todos los ac tores involucrados (sociedad civil, la academia, el sector privado y agencias gubernamentales de los tres órdenes de gobierno).

5.1.1.1 Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional

La visión y metas del Municipio deberán ser realistas, ambiciosas y estar alineadas c on las metas nacionales y estatales. Es así que el equipo local deberá revisar las

Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de México y, en caso de exist ir, el programa o plan estatal de cambio climático, para así plantear objet ivos c ongruentes. Asimismo, durante la discusión de la visión y metas se deberá involucrar a las autoridades estatales y nacionales ambientales, para facilitar su definición.

Compromisos de mitigación en las NDC

En 2015, México se comprometió a reducir, de manera no condicionada y al año 2030 (respecto de un escenario de emisiones tendencial), el 22% de sus emisiones de GEI y el 51% de las emisiones de carbono negro. Esto implica una reducción total del 25% en las

emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero, y contempla un pico de emisiones en el año 2026, como se observa en la Figura 30.

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Figura 30 Emisiones nacionales de GEI según el escenario tendencial y las metas de reducción comprometidas de manera no condicionada

Fuente: (INECC, 2018a).

Los Municipios deberían, como mínimo, adoptar una meta de mitigación igual a la reducción no condicionada de las NDC. Además, dicha meta debería actualizarse

considerando la actualización de las NDC, lo cual ocurre c ada c inco años. También es importante reconocer que las NDC plantean reducciones no condicionadas por sector (ver Figura 31) y que, de acuerdo con las características del Municipio, podrán ajustarse las metas para representar de forma más realista las actividades generadoras de emisiones dentro del área de estudio. Por ejemplo, si dentro de los límites administ rat ivos no hay actividades agropecuarias, la meta debería ajustarse para no considerar la reducción d el

8% en el subsector y ponderar el aporte de los sectores relevantes para la autoridad local.

Figura 31 Emisiones sectoriales de GEI según el escenario tendencial y las metas de reducción comprometidas de manera no condicionada

Fuente: (INECC, 2018a).

Asimismo, existe una meta condicionada, sujeta a la adopción de un acuerdo global que contemple temas e instrumentos como un precio al carbono internacional, ajustes a aranceles por contenido de carbono, cooperación técnica, acceso a recursos f inancieros

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de bajo costo y la transferencia de tecnología. Bajo estos supuestos, México se comprometió a reducir las emisiones de GEI en 36%, y 70% para carbono negro al 2030, incrementando el compromiso de reducción de 25% expresado anteriormente hasta un 40%.

Compromisos de adaptación en las NDC

México también incluye un componente de adaptación dentro de sus NDC, con compromisos al 2030 que buscan proteger a la población de los impactos del cambio climático, como los fenómenos hidrometeorológicos extremos. Al mismo tiempo se

pretende aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica del país y de los ecosistemas. Algunas de las metas específicas más relevantes son:

— Fortalecer la capacidad adaptativa de al menos 50% de los Municipios más vulnerables del territorio nacional.

— Establecer sistemas de alerta temprana y gestión de riesgo en todos los órdenes de

gobierno.

— Alcanzar una tasa cero de deforestación.

Las NDC también establecen acciones específicas en tres rubros: 1) adaptación del sector social ante el cambio climático, 2) adaptación basada en ecosistemas y 3) adaptación de la infraestructura estratégica y de los sistemas productivos. También se enfatiza la

necesidad de desarrollar capacidades, la transferencia de tecnología y el financ iamiento para garantizar la implementación de las acciones de adaptación propuestas.

5.1.2 Metas y objetivos específicos

Una vez que se cuenta con una visión, esta debe reflejarse en metas y objet ivos más específicos, para cada uno de los sectores en los que la autoridad local pretende ac tuar.

Se recomienda que estas metas y objetivos sigan los principios del acrónimo SMART:

— Específicos (S, specific). Aborda un tema específico; el objetivo es preciso e inequívoco. Una meta específica responde a interrogantes como: ¿qué estamos

tratando de hacer?, ¿por qué es importante?, ¿quién lo realizará? y ¿cómo se logrará?

— Medibles (M, measurable). Es posible medir cuantitativamente el progreso hacia el

objetivo. Se deben considerar las siguientes preguntas: ¿cómo sabremos c uando se logró el objetivo? y ¿cómo realizaremos las mediciones correspondientes?

— Alcanzables (A, achievable). La meta se puede lograr y es posible determinar si se

puede alcanzar en el tiempo disponible. Para orientar la definición de objet ivos, los gobiernos locales pueden preguntarse lo siguiente: ¿conocemos los factores de riesgo y otras limitantes que pueden influenciar el resultado?, ¿las iniciativas propuestas se han realizado antes o en otros lugares?

— Realistas (R, realistic). Se evalúa en términos de recursos disponibles, tiempo y costos. Algunas preguntas útiles para determinar si un objetivo es realista son: ¿tenemos los recursos necesarios para alcanzar el objetivo? Si no, ¿podemos asegurar recursos adicionales? o ¿podemos replantear recursos financieros y

humanos para hacer posible el objetivo?

— Acotados en el tiempo (T, time-bound). Es necesario definir plazos concretos

para alcanzar la meta, contestando lo siguiente: ¿cuándo se logrará el objetivo?, ¿las fechas límite son claras y realistas?

La Tabla 29 muestra un ejemplo de objetivos SMART para dos acciones concretas:

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Tabla 29 Ejemplos de metas y objetivos SMART

Meta / Objetivo Criterios SMART

Mitigar emisiones a través del mejoramiento del desempeño

energético de edificios

S: Se enfoca en un servicio o producto específico, por ejemplo calentadores solares en edificios residenciales.

M: Define el desempeño respecto de la línea base: no. de calentadores, no. de viviendas o edificios que cuentan con un calentador, penetración tecnológica.

A: Se establecen estándares de desempeño ligados a tecnologías

disponibles en el mercado local.

R: Se asegura que el producto es aceptado por el grupo objetivo y que se recabó el apoyo del sector privado para facilitar su implementación.

T: Se definen plazos para la instalación de calentadores, de preferencia indicando porcentajes de avance anuales.

Reducir la vulnerabilidad de la

población

S: Se enfoca en grupos vulnerables a un peligro específico, como

personas adultas mayores o grupos socioeconómicamente desfavorecidos que se ven afectados por ondas de calor.

M: Plantea el monitoreo de cambios en las tendencias de indicadores de salud (por ejemplo, mortalidad y morbilidad) en comparación con información base (datos históricos).

A: Replica iniciativas exitosas en otros países y las adapta al contexto específico del Municipio.

R: Se asegura que la iniciativa se incorpora en la estrategia y

asignaciones presupuestales existentes del sector salud.

T: Vincula el objetivo cuantificable (cambios en los indicadores de salud) con un periodo de tiempo específico.

Fuente: Elaboración propia.

También se debe reconocer que existen diferentes tipos de objetivos. En general, para el PAC, se recomienda contar los siguientes:

— Generales: Expresan el resultado principal o impacto definitivo del PAC en términos de mitigación y adaptación. Reflejan las aspiraciones estratégicas del Munic ipio y se pueden derivar de la visión del documento.

— Específicos: Corresponden a metas que se deben alcanzar para lograr el objetivo general. Pueden ser metas u objetivos de reducción de emisiones o adaptación por sector a atender dentro del Municipio.

— Operacionales: Son objetivos directamente verificables o entregables esperados. Su logro generalmente está bajo control directo de quienes implementan el PAC. Algunos ejemplos son: construir un número específico de ciclovías, desarrollar infraestructura hidráulica, instalar un sistema de captura de metano en el relleno sanitario, etc.

5.1.2.1 Metas de mitigación

Para la mitigación de emisiones de GEI, los gobiernos municipales deben de definir metas

de reducción de emisiones a nivel comunitario. Para esto, se deben considerar los siguientes requerimientos:

Límite del objetivo

El límite debe hacer referencia al área geográfica, las fuentes de emisión y los GEI incluidos en el objetivo, con la posibilidad de excluir fuentes cuyo control no rec ae e n la administración municipal. En medida de lo posible, deberá alinearse con el límite y características del inventario base, y justificar cualquier adición o exclusión.

Tipo de objetivo

Dentro del CRF se establecen cuatro tipos de objetivos de mitigación. También se enfatiza que los gobiernos locales pueden escoger varios tipos de objetivos y representar las metas a corto plazo de forma distinta a aquellas establecidas a largo plazo. Los t ipos

de objetivos se describen en la Caja 15 y se representan gráficamente en la Figura 32.

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Para todos los objetivos, estos se deberán reportar como porcentajes de reduc ción de emisiones respecto al año base o de referencia. Las emisiones absolutas y las reducciones en el año objetivo también se deberán reportar en tCO2e.

Caja 15 Tipos de objetivos de mitigación

Objetivo de emisiones del año de referencia. Reducción o control del incremento de las emisiones en una cantidad específica con respecto a un año base. Por ejemplo, una

reducción de 30% de los niveles de emisiones en el año 2000 para el 2030.

Objetivo de nivel fijo. Reducción o control del incremento de las emisiones a un nivel

de emisiones absoluto en el año objetivo. La neutralidad de carbono es el objetivo de nivel fijo más común, el cual se diseña para alcanzar cero emisiones netas en cierto año.

Escenario de referencia objetivo. Reducción de las emisiones en una cantidad

específica con respecto a un escenario de referencia o tendencial de las emisiones (conocido también como BAU por el término en inglés Business-as-Usual). El esc enario tendencial representa eventos o condiciones futuras que ocurrirían en caso de no llevar a cabo actividades para mitigar emisiones. La reducción no condicionada de las NDC de México, igual al 22% de las emisiones de GEI en el año 2030, es un ejemplo de un

objetivo de este tipo. Se recomienda que los Municipios mexicanos empleen este t ipo de metas, al ser las más congruentes con la política nacional.

Se destaca que proyectar escenarios de referencia es complicado, ya que exige una gran

cantidad de datos locales precisos y más detallados que aquellos utilizados para est imar un inventario base, técnicas de modelado avanzadas, capacidades técnicas especializadas y supuestos acerca del desarrollo probable de diversos factores que determinan el nivel de emisiones (por ejemplo, crecimiento económico por sector, crecimiento poblacional, cambios en el reparto modal). Además, si se sobreestiman las emisiones del esc enario

tendencial, se pone en peligro la integridad del objetivo y el PAC. Por lo tanto, en caso de escoger este tipo de objetivos, se deberá documentar claramente la metodología y supuestos utilizados para proyectar el escenario de referencia.

Objetivo de intensidad del año de referencia. Reducción en la intensidad de las emisiones (emisiones por unidad de PIB o per cápita) en una cantidad específica con respecto a un año base. Por ejemplo, la reducción del 50% de la intensidad del año base en el año 2000 para el 2030.

Año objetivo y año de referencia

El año objetivo es el año al cual el Municipio se compromete a alcanzar el objetivo especificado. Debe ser igual o posterior al año objetivo de las NDC; en el caso de México, este es igual a 2030. Si se establece un objetivo a un año posterior (por ejemplo, 2050),

también se debería indicar una meta intermedia a 2030.

El año de referencia, o año base, es un año específico de datos de emisiones históric as (o de intensidad de emisiones) con el cual se comparan las emisiones (o su intensidad)

actuales y futuras (en el año objetivo). Este se debe definir únic amente si se eligió un objetivo enmarcado respecto de un año base, y debería ser igual al año ut ilizado en las NDC o, en su defecto, el año del inventario base, y justificar c ualquier diferencia (por ejemplo, por la disponibilidad de datos).

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Figura 32 Tipos de objetivos de mitigación

Fuente: Adaptación a partir de (GHG Protocol, 2014).

Nivel de ambición e identificación de oportunidades de mitigación local

El nivel de ambición representa el compromiso municipal en términos de la cantidad neta de emisiones mitigadas. Este nivel deberá reflejar lo siguiente:

— Las necesidades de mitigación globales y compromisos internacionales, tales como el Acuerdo de París50, que permiten a los gobiernos locales dimensionar la magnitud de las reducciones requeridas para evitar los impactos más severos del cambio climático.

— Objetivos políticos a nivel nacional y estatal. El nivel mínimo de ambición deberá ser igual a la meta no condicionada de las NDC de México, y se recomienda

revisar también los objetivos definidos en la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el Programa Especial de Cambio Climático y programas estatales aplicables.

— Niveles de emisión locales y oportunidades de mitigación. Será importante que las

metas de mitigación se apeguen a la realidad y contexto local, con base en los resultados del inventario de emisiones. Asimismo, los Municipios podrán demostrar su liderazgo proponiendo metas aún más ambiciosas, considerando oportunidades locales y sus propias prioridades políticas.

Las autoridades locales también deberían identificar otras agendas medioambientales y de desarrollo que podrían verse facilitadas por los objetivos y las acciones de mit igac ión

(50) El grupo C40 Cities ofrece guías sobre cómo interpretar los objetivos d el Acuerdo d e P arís a n ivel de

ciudad, para establecer metas de mitigación a largo plazo. Se recomienda revisar el reporte Deadline 2020, disponible en: https://resourcecentre.c40.org/resources/deadline-2020

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climática; por ejemplo, los ODS y la Agenda 2030, metas de reducción de la contaminación del aire, aumento del uso de fuentes de energía renovable, etc.

El establecimiento del nivel de ambición es un proceso iterativo, que requiere ident if ic ar sectores clave de emisión, cuantificar los impactos de las ac c iones propuestas para la mitigación de emisiones y verificar si se alcanza la meta global de mitigación. Esta información permitirá replantear prioridades y ajustar metas por sector, subsector y fuente de emisión, así como los supuestos de implementación de acciones. De esta forma, el proceso se repite hasta contar con una serie de acciones factibles y ambiciosas

que permiten mitigar las emisiones en el nivel deseado.

Identificación de sectores clave de emisión

El inventario base ayuda al gobierno local a evaluar su contribución a las emisiones totales nacionales, por sector, subsector e inclusive fuentes de emisión más espec íficas (por ejemplo, tipo de edificios, vehículos y combustibles). La información del inventario servirá para identificar sectores clave y con mayor potencial de reducción de emisiones, y facilitar el establecimiento de metas y objetivos por sector y subsector. Asimismo, se deberán analizar oportunidades de mitigación específicas de la jurisdicción, donde el

gobierno local pueda tener mayor injerencia sobre el control de las emisiones, y así alcanzar sus objetivos de desarrollo.

Una vez completado y validado el inventario de GEI, se deben de determinar los sectores clave de emisión. Un sector y subsector clave de emisión es una categoría prioritaria dentro del inventario porque su estimación influye significativamente sobre el registro total de las emisiones de GEI generadas, en cuanto al nivel absoluto, la tendencia o la incertidumbre de emisiones. En otras palabras, los subsectores clave de emisión son

aquellos que contribuyen con un mayor porcentaje de emisiones en cada sector, con poca variabilidad a lo largo del tiempo y cuya mit igación representa una reduc ción importante en el total de emisiones registradas en el inventario.

La identificación de los sectores y subsectores que contribuyen en mayor medida a las emisiones de GEI, permite que las autoridades locales cuenten con mejor información para el diseño, priorización e instrumentación de medidas factibles que ayudarán a alcanzar sus objetivos y metas de mitigación establecidos en el PAC. Para ident if ic ar los sectores clave de emisión, en el Capítulo 4 del Volumen 1 de las Directrices del IPCC

(2006) se establecen metodologías específicas que constituyen una buena prác tica para que los gobiernos locales detecten sus fuentes de emisión principales de forma sistemática y objetiva.

La metodología consiste en identificar las categorías principales usando un umbral predeterminado de emisiones acumulativas. Se evalúa la influencia que ejercen diversos subsectores y fuentes sobre el sector o sobre el total de emisiones y posiblemente la tendencia del inventario. El producto esperado de esta metodología es un listado de las fuentes clave de emisión y sus contribuciones. Se recomienda que, cuando haya

estimaciones de emisiones disponibles para varios años, la autoridad local evalúe el aporte de cada categoría emisora tanto en el nivel como en la tendencia del inventario.

Debe realizarse la evaluación de nivel para el año base o para el últ imo año disponible

del inventario (año 𝑡). El cálculo se realiza a partir de la siguiente fórmula:

𝐸𝑣𝑎𝑙𝑢𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒 𝑛𝑖𝑣𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑡𝑒𝑔𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑎𝑙 =|𝐸𝑠𝑡𝑖𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑡𝑒𝑔𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑓𝑢𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑜 𝑠𝑢𝑚𝑖𝑑𝑒𝑟𝑜|

𝐴𝑝𝑜𝑟𝑡𝑒 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙

𝐿𝑥,𝑡 =|𝐸𝑥,𝑡|

∑ |𝐸𝑦,𝑡|𝑦

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Donde:

— 𝐿𝑥,𝑡 es la evaluación del nivel o aporte de emisiones para 𝑥 categoría (sector,

subsector o fuente específica de GEI) en el último año del inventario (año 𝑡).

— |𝐸𝑥,𝑡| es el valor absoluto de la estimación de emisiones para la categoría 𝑥 en el año

𝑡.

— ∑ |𝐸𝑦,𝑡|𝑦 es el aporte total, esto es la suma de los valores absolutos de emisiones del

año 𝑡, calculados según el nivel de agregación elegido para el análisis de c ategorías principales (puede ser el total de emisiones del subsector, sector o el inventario

completo).

En la ecuación anterior, los valores del numerador y del denominador aparecen como

valores absolutos. Esto se debe a que las directrices del IPCC también toman en c uenta los cálculos de absorción de GEI y de sumideros para la estimación de inventarios. Es posible que el inventario no cuente con estimaciones de absorción de emisiones ya que no es un requisito obligatorio marcado en el CRF del GCoM. Para el uso de la fórmula anterior, las estimaciones se deben expresar en CO2e.

Las categorías principales son aquellas que al sumarse conjuntamente en orden de magnitud descendente, totalizan el 95% de las emisiones. Si una categoría ha sido principal para los últimos años o para la mayoría, según las evaluaciones de nivel o

tendencia, o ambas (las dos evaluaciones deben considerarse por separado), se le debe identificar como principal en la estimación del último año, con la excepción de los c asos que justifiquen porqué una categoría puede no seguir siendo principal en los años futuros.

La tendencia de la categoría se refiere al cambio producido en las emisiones a través del tiempo; se calcula restando la estimación para una fuente específica, en el año base, de la estimación para un inventario más actualizado, y después dividiendo por el valor de las emisiones de la fuente en el año base. La evaluación identifica las categorías cuya

tendencia difiere del comportamiento del inventario total. Las categorías cuya tendencia diverge significativamente deben identificarse como principales.

Al estimar las categorías principales de emisión, los compiladores del inventario podrán

retomar los resultados obtenidos de la metodología anterior para identificar los sectores y subsectores que aportan una contribución significativa al total de emisiones reportadas en el inventario. Un ejemplo de las aportaciones porcentuales de cada categoría se muestra en la Figura 33. En este ejemplo se observa que los subsectores que integran el sector de Energía Estacionaria y el Transporte por carretera son las c ategorías que

contribuyen de forma más significativa a las fuentes de emisión. Entre más desagregado sea el detalle del inventario, más completo será el análisis de los sectores o categorías clave y más efectivas serán las políticas de acción climática que se implementen.

Figura 33 Ejemplo de identificación de sectores clave

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Fuente: Elaboración propia.

Condicionantes

El equipo local debería identificar condicionantes que influyen en la posibilidad de alcanzar las metas planteadas. Esto incluye acciones clave que recaen en actores estatales y nacionales, las cuales afectarían significativamente el nivel de emisiones en el Municipio. En México, los gobiernos estatales tienen un fuerte papel en las polít ic as de transporte, en tanto que el gobierno federal toma un rol central en la gestión de la

demanda energética y la generación de electricidad. Por lo tanto, la definición de metas en los subsectores de Transporte y Energía Estacionaria deberá involucrar a ac tores de otros órdenes de gobierno, con la finalidad de identificar y reportar por separado las condicionantes que amplificarán (o limitarán) el impacto de la política climática municipal.

5.1.2.2 Metas de adaptación

Al igual que con el tema de mitigación, el establecimiento de metas de adaptación debe

ser un proceso colaborativo e iterativo que permita al gobierno local def inir objet ivos y acciones que resulten en un impacto benéfico para el Municipio.

El objetivo de elaborar un ARVC es recolectar información y generar indicadores de la

magnitud de los riesgos climáticos a los que está expuesta la zona de estudio, así c omo la vulnerabilidad, exposición y capacidad adaptativa de la población, la infraest ructura y los sectores productivos. Estos datos informan la implementación y monitoreo de acciones de adaptación; sin embargo, antes de diseñar estrategias puntuales, es necesario definir los objetivos del gobierno local.

Las metas de adaptación se establecen siguiendo criterios similares a los utilizados para las metas de mitigación. En primer lugar, se debe definir el límite del objetivo, incluyendo los riesgos y sectores prioritarios a atender y el área geográfica donde se

realizarán las intervenciones. La construcción de metas de adaptación también debe seguir los criterios SMART, y alinearse con las prioridades nacionales (NDC) y polít ic as estatales de cambio climático. Asimismo, será importante identificar sinergias c on ot ras agendas medioambientales y urbanas a nivel internacional, nacional, regional y local.

Es aconsejable medir las metas de adaptación utilizando indicadores de adaptación tanto cuantitativos (valores numéricos o porcentuales) como cualitativos (grado de avance o participación, nivel de percepciones en la comunidad) que permitan monitorear el nivel de progreso.

Las metas de adaptación y sus indicadores pueden considerar más información que permita la comparación de los peligros y riesgos climáticos. De esta forma, el ARVC

contará con mayor precisión de datos en futuros análisis, por ejemplo, aumentando a cierto porcentaje el número de base datos o integrando un número específico de reportes que incluyan información detallada de riesgos climáticos y su exposición.

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De igual forma se pueden utilizar indicadores que incluyan medidas de adaptación, empleando mecanismos y marcos institucionales para reforzar la capacidad adaptativa. Algunos ejemplos son contar con cierto número de leyes y regulaciones para edificar infraestructura resiliente o el número de capacitaciones para la prevenc ión de riesgos climáticos en comunidades vulnerables.

Finalmente, los indicadores pueden medir el nivel de resiliencia, tales como el avance y efectividad de proyectos a largo plazo, la inversión en infraestructura pública, el porcentaje de reducción en daños durante eventos climáticos extremos, por menc ionar

algunos ejemplos.

La evaluación de la línea base de adaptación es más flexible en comparación con la

definición de objetivos de reducción de emisiones, y depende fuertemente de las características locales y la disponibilidad de datos. Es así que el Municipio deberá definir sus metas de acuerdo con los impactos registrados y proyectados del cambio climático en la localidad, y las áreas de oportunidad detectadas para incrementar la resilienc ia de la población. Asimismo, es importante considerar la evidencia internacional más rec iente sobre los efectos esperados del cambio climático global, y detectar aquellos que resulten

relevantes para la región.

Las siguientes recomendaciones asumen que el Municipio cuenta con un ARVC que define

peligros climáticos actuales y futuros, y que analiza la vulnerabilidad de distintos grupos de población, zonas y sectores. Asimismo, es deseable contar con un análisis de factores socioeconómicos y gubernamentales que inciden en la capacidad adaptativa. La definición de metas de adaptación se propone a partir de los peligros y riesgos climáticos prioritarios, aunque también se podría seguir un enfoque por sector productivo. Sin

embargo, dado que se busca que el PAC sea multisectorial, es preferible comenzar el planteamiento de metas por peligro climático.

Como el cambio climático impacta en casi todos los sectores de la sociedad, las metas y

acciones de adaptación deben tener un alto grado de diversidad. Asimismo, además de las objetivos y estrategias definidos en el PAC, muchas dependencias gubernamentales del Municipio, ciudadanos y el sector privado, pueden estar llevando acciones que influyen en el riesgo climático, ya sea deliberada o inconscientemente, las cuales tendrían que identificarse para el establecimiento de metas.

Identificación de riesgos climáticos

Con base en el marco conceptual del IPCC AR5 (2014), los peligros climáticos se caracterizan por tener una naturaleza poco predecible que puede provocar impactos

severos en la sociedad. El ARVC debe permitir al Municipio identificar aquellos peligros que suponen un mayor riesgo, ya sea por su probabilidad de ocurrencia y/o la severidad de los daños y consecuencias observadas. Una vez identificados los peligros más relevantes para el Municipio, el siguiente paso para establecer una meta de adaptación es definir si el nivel de riesgo se puede reducir a niveles aceptables a través de acciones

concretas.

Formulación de impactos esperados

El riesgo climático será resultado de acotar los peligros climáticos, primeramente, por

intensidad y frecuencia, y posteriormente por su probabilidad y consecuencia. La exposición y sensibilidad del sistema definirá la potencia de un impacto climático. Las metas de adaptación dependerán de la vulnerabilidad presentada ante dicho impacto y la capacidad adaptativa del sistema. La probabilidad de ocurrencia de un peligro c limát ic o se reduce a través de la mitigación de GEI, limitando el calentamiento global y evitando

los impactos más severos. Por otro lado, las acciones de adaptación reducen el nivel de riesgo incidiendo en las consecuencias de los riesgos climáticos, las cuales dependen a su vez de tres factores: exposición, vulnerabilidad y capacidad adaptativa.

Por lo tanto, las metas de adaptación solo pueden (y deben) plantearse como:

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108

— Reducciones en la exposición: Esto se puede lograr modificando la ubicación de poblaciones o activos vulnerables y limitando el alcance y grado de magnitud de los peligros (por ejemplo, a través de defensas y barreras).

— Disminuciones de la vulnerabilidad, a través de mejoras en los factores o proc esos que disminuyen la sensibilidad del sistema (por ejemplo, modificando la estabilidad estructural de ciertos edificios o proveyendo acceso a servicios básicos).

— Fortalecimiento de la capacidad adaptativa, a través de recursos que aumentan la resiliencia de la población para mitigar los riesgos climáticos y responder

oportunamente cuando se suscitan (por ejemplo, con sistemas de alerta temprana).

— Una combinación de los tres componentes.

Al identificar el principal impacto u objetivo que el Municipio busca alcanzar con sus

acciones de adaptación, se debe considerar que el PAC requiere estrategias enfocadas en los tres factores que inciden en las consecuencias de peligros climáticos (exposición, vulnerabilidad y capacidad adaptativa), para reducir efectivamente el riesgo de experimentar impactos negativos en la calidad de vida de la población, así como daños a infraestructura y otros activos.

Las metas pueden definirse en términos de los daños y víctimas ante peligros específicos, o en función de áreas dentro de la zona de estudio, poblaciones específ icas o c iertas actividades y sectores económicos. Asimismo, las prioridades deberían reflejar

consideraciones en términos de equidad social y garantizar una distribución adecuada de los costos y beneficios, poniendo atención en los grupos de población más vulnerables.

Metas en función de las intervenciones planeadas

Para definir las metas, los equipos locales pueden partir de un enfoque sistemát ico que describa las intervenciones propuestas. Para esto, el impacto de las acciones se deduce de las causas que derivan en un cambio específico. Cada acción o grupo de ac ciones se traduce en un producto inmediato, seguido de un resultado y, al f inal, un impac to que debe coincidir con las metas de adaptación. Este enfoque permite most rar c ómo c ada

peligro se vincula a metas y acciones que reducen el riesgo de que se susc iten efectos negativos. La Tabla 30 muestra un ejemplo de cómo el equipo local puede analizar los esfuerzos requeridos para atender peligros climáticos específicos y alc anzar las metas propuestas; es importante especificar que este esquema tiene c omo objet ivo plantear metas con base en los impactos de las acciones de adaptación y no a partir de los

impactos del cambio climático. Tras la definición de metas, los Munic ipios tendrán que identificar todos los pasos necesarios para alcanzar el impacto esperado.

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Tabla 30 Ejemplos de definición de metas de adaptación

Peligro

Acción Producto inmediato

Resultado meta esperada

Cualquier política, programa o intervención pública

Circunstancia específica que produce la acción

(un servicio, herramienta,

infraestructura)

Cambio generado por el producto.

Efecto a mediano o largo plazo del resultado.

Precipitaciones intensas

Infraestructura verde para la gestión de la infiltración del agua de lluvia

Superficie adicional para la infiltración de agua

Reducción de inundaciones durante precipitaciones

Reducción en la exposición a inundaciones

Ondas de calor

Aumento de zonas de

sombra en espacios públicos

Infraestructura

instalada

Temperaturas

moderadas en espacios públicos

Reducción en la

exposición a ondas de calor

Sequías Infraestructura para la cosecha de agua de lluvia

Sistemas de recolección instalados

Aumento en la disponibilidad de recursos hídricos

Disminución en la vulnerabilidad ante sequías

Incendios forestales

Gestión y manejo

preventivo del fuego en zonas forestales

Quemas controladas

Menor número de

eventos de incendios forestales

Incremento en la capacidad

adaptativa para responder a incendios forestales.

Fuente: Adaptación a partir de (C40 & Ramboll, 2019).

Plantear metas de adaptación es un proceso iterativo que requiere de la colaboración con

varios actores relevantes que participarán en la implementación de acciones o que tienen que enfrentar las consecuencias de los peligros relevantes (por ejemplo, hospitales, operadores de transporte público, proveedores de servicios de agua y energía). Esto asegura que las metas sean realistas y permite recabar informac ión que será út il para detallar, ejecutar y monitorear las acciones de adaptación. Con esto en mente, el proceso

de definición de metas puede facilitarse a través de talleres o mesas de trabajo, donde se fomente que los actores invitados se apropien del proceso.

5.2 Acciones climáticas

La transición hacia un desarrollo sostenible requiere comprender la importancia de limitar las emisiones de GEI y promover la resiliencia ante los efectos actuales y futuros del cambio climático a nivel local. Este entendimiento, que parte de los documentos diagnóstico y los objetivos o metas de mitigación y adaptación, es la base sobre la c ual

los líderes políticos locales estimulan un proceso de identificación y discusión de las diferentes políticas públicas que un Municipio podría incluir en su PAC. La planeación climática es un proceso colaborativo en donde múltiples actores deben part icipar en la selección, diseño y evaluación, así como la futura implementación y monitoreo de acciones de mitigación y adaptación.

A continuación se describen los elementos clave que los equipos locales deberán detallar para sus acciones climáticas, con base en los requisitos del CRF del GCoM. Posteriormente, se describen conceptos clave sobre los tipos de intervenciones públicas y

esquemas de gobernanza climática más comunes y que están a disposición de los gobiernos locales. También se enlista un portafolio de acciones posibles que los Municipios podrán tomar como base para el desarrollo de sus PAC, y se presentan una serie de criterios y metodologías que los equipos locales podrán ut ilizar para evaluar y priorizar las medidas propuestas, y así seleccionar aquellas que ofrecen los resultados más benéficos, considerando también la viabilidad financ iera e inclusión social.

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110

5.2.1 Elementos clave de las acciones climáticas

Una acción climática hace referencia a cualquier política pública, intervención, proyecto o programa orientado a cumplir las metas y objetivos de mitigación y adaptación. Las acciones incluidas en el PAC deben de responder a los sectores o problemát ic as c lave identificadas en los diagnósticos. Esto es, los sectores, subsectores y fuentes de emisión

que contribuyen en mayor medida a las emisiones totales de GEI y sobre los c uales el Municipio tiene facultades para intervenir, y los riesgos climáticos y sectores prioritarios para la adaptación, considerando a los grupos de población, infraestructura y activos más vulnerables dentro de la zona de estudio.

Para cada acción, el equipo local deberá detallar información que orientará su futura implementación. En específico, el CRF del GCoM define los siguientes elementos obligatorios:

— Descripción de cada acción / área de actuación / sector. Esto implica que las acciones pueden estar dirigidas a un sector completo, un subsector o un área específica.

— Evaluación de los ahorros de energía, producción de energía renovable y la reducción de emisiones de cada acción / área de actuación / sector (exclusivo de acciones de mitigación).

— Sinergias, compensaciones y beneficios colaterales de las acciones. Por ejemplo, se podrían destacar cambios en patrones conductuales y de consumo, así como cobeneficios en otros temas ambientales (p. ej. calidad del aire, c ontaminac ión del

agua y el suelo), sociales (p. ej. salud, marginación) y económicos (p. ej. empleo).

El CRF también recomienda incluir la siguiente información para cada acción:

— Estrategia financiera para su implementación.

— Estado, costo y calendario (marco temporal) de implementación.

— Instrumentos políticos que se prevén para su implementación.

— Institución o agencia responsable de la implementación.

— Partes interesadas que participarán en la planeación e implementación.

— Información sobre cómo se definió el nivel de prioridad de las acciones.

Con base en buenas prácticas en la elaboración de instrumentos de polít ic a públic a en México, se recomienda a los equipos locales describir las acciones a través de fichas

informativas que incorporen los elementos mencionados anteriormente. Además, el CRF exhorta a los Municipios a contar con el mayor nivel de detalle posible. Es así que se identifican campos adicionales cuya incorporación resulta útil:

— Objetivo, producto o servicio final derivado de la implementac ión de la ac ción. Se pueden definir logros, éxitos y metas a cumplir, siguiendo el acrónimo SMART.

— Justificación de la acción, en relación con los resultados de los diagnósticos.

— Fundamento jurídico o instrumentos legales que sustentan la implementación de la acción, a nivel federal, estatal y local.

— Indicadores operativos y de seguimiento, los cuales tendrían que ser cuantificables y directamente verificables por la autoridad local, y que servirán para

monitorear el progreso en la implementación de la acción.

Es importante procurar que la mayor parte del trabajo de implementación de las acciones recaiga en la autoridad local y, cuando este no sea el caso, se deberán resaltar

actividades de coordinación a realizar junto con otros órdenes de gobierno. Asimismo, el PAC tendría que describir los instrumentos previstos para ejecutar cada acción, tales como regulaciones, incentivos económicos o campañas de concientización, y los mecanismos de gobernanza que garantizarán la operación de las estrategias climáticas.

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5.2.2 Tipos de intervenciones públicas y modelos de gobernanza

Una política pública es un conjunto de objetivos y acciones en torno a una problemática o tema con implicaciones políticas. Hoy en día, las políticas públic as c ombinan una gran variedad de intervenciones, las cuales comúnmente se subdividen en tres tipos, de acuerdo con la Figura 34.

Figura 34 Tipos de intervenciones de política pública

Fuente: Elaboración propia.

Las políticas de comando y control son las más tradicionales dentro del tema ambie ntal.

Se basan en la regulación de ciertos giros y actividades, a través de permisos, prohibiciones y estándares. Posteriormente, la autoridad ambiental debe evaluar el cumplimiento de las normas, y sancionar a quienes contravengan las regulaciones establecidas. Algunos ejemplos de este tipo de intervenciones son los estándares y requisitos de reporte de emisiones, la prohibición de ciertas sustancias químicas y los

instrumentos de planeación y uso del suelo. Cuando se diseñan este tipo de acciones, se debe garantizar que la autoridad local contará con recursos humanos y económicos suficientes para la inspección y vigilancia de las regulaciones.

Los instrumentos financieros buscan internalizar costos a través de incentivos económicos, y fomentar que sean los actores privados y la sociedad civil quienes realicen cambios en su comportamiento, al percibir un beneficio monetario. El objet ivo de este tipo de medidas es fomentar una producción y consumo ambientalmente amigables. Algunos ejemplos son los impuestos sobre el carbono o la contaminación, los bonos de

carbono, incentivos fiscales y el establecimiento de fondos y fideicomisos.

Finalmente, la concientización permite que la comunidad se involucre en la implementación de políticas públicas y tome acciones desde su trinchera. Algunos

ejemplos son los etiquetados de eficiencia energética, programas de educación ambiental, comunicación y diseminación de información para fomentar cambios sociales y de conducta. La educación y la comunicación deben considerarse como una parte transversal del proceso de acción climática.

Es importante que la autoridad local entienda el mecanismo a través del cual estas intervenciones derivan en un cambio específico, así como la magnitud de los recursos económicos y humanos que deberán dedicar a su implementación. Comprender el

funcionamiento de las políticas condiciona su eventual éxito o fracaso.

En la práctica, los tres tipos de intervenciones se combinan a través de mecanismos de gobernanza que permiten operar respuestas efect ivas ante el cambio climático. Los

esquemas de gobernanza climática pueden ser verticales u horizontales. Además, existen diferentes tipos de gobernanza climática a nivel urbano, los cuales definen los arreglos institucionales a través de los cuales se movilizan recursos para la mitigación y adaptación al cambio climático. La Caja 16 resume los cuatro tipos principales de gobernanza climática a nivel local (Kern & Alber, 2009).

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Caja 16 Tipos de gobernanza climática

Auto-gobierno (Municipal self-governing): La autoridad local modifica sus propias actividades y realiza inversiones en bienes propios del gobierno municipal. Por ejemplo, la autoridad ambiental puede establecer criterios de sustentabilidad en sus lic itac iones públicas, ejecutar proyectos de eficiencia energética en edificios institucionales y coordinar cambios organizacionales y arreglos institucionales que promuevan la

transversalidad de la política climática entre los diferentes departamentos municipales.

Facilitación (Governing through enabling): El gobierno municipal puede facilitar la

cooperación entre actores relevantes a través de asociaciones público-privadas, campañas de concientización, desarrollo de capacidades para promover la sustentabilidad en distintos sectores. Este tipo de prácticas permiten sobreponerse a la ausencia de modelos de negocios para movilizar recursos financieros, así como la falta de conocimiento y competencias adecuadas.

Provisión (Governing by provision): El gobierno local provee distintos servicios urbanos, y tiene un grado de control significativo sobre el desarrollo de infraest ructura. Por ejemplo, el Municipio puede guiar el crecimiento y desarrollo de tal forma que se

incremente la eficiencia energética, se fomente la movilidad sustentable, la gestión adecuada de residuos y la adaptación al cambio climático.

Regulación (Governing by regulation): Por último, el gobierno local puede establecer

normas y regulaciones que propicien actividades y comportamientos sustentables, tales como códigos de edificación, instrumentos de planeación del uso del suelo, restric ciones de emisiones, entre muchas otras opciones.

En general, cada esquema permite superar distintos tipos de retos y obstáculos. Por lo tanto, es necesario que el PAC combine los múltiples tipos de gobernanza climát ic a y de intervenciones públicas. Adicionalmente, la selección de las acciones de mitigación y adaptación se debería de acompañar de un análisis de los factores legales, físicos, sociales y económicos que pueden dificultar la implementación de las políticas climát icas

que serán incluidas en el PAC.

5.2.3 Factores por considerar para el diseño de acciones climáticas

La selección de las acciones de mitigación y adaptación debe considerar múltiples factores que permiten sopesar los impactos benéficos esperados, así c omo diferentes condicionantes que influyen en el eventual éxito o fallo de cualquier polít ic a públic a. A

continuación se describen algunos de los elementos económicos, sociales, institucionales y políticos que deben tomarse en cuenta al diseñar políticas climáticas viables.

Experiencia previa

En primer lugar es necesario identificar programas existentes, acciones e iniciativas climáticas previamente emprendidas en el Municipio, así como la experiencia de las unidades o agencias responsables de la implementación del PAC en temas relac ionados con la mitigación y adaptación al cambio climático. Por ejemplo, se puede partir de programas, iniciativas o proyectos vinculados con:

— Control de la contaminación atmosférica

— Planeación urbana

— Regulación del sector transporte

— Sectores económicos relevantes

— Inversiones de infraestructura (tratamiento de aguas residuales, residuos sólidos, infraestructura hidráulica, etc.)

Asimismo, se recomienda que el equipo local fomente discusiones entorno a su experiencia previa. Alguna preguntas que sirven como guía son las siguientes:

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113

— ¿En qué áreas hemos sido efectivos implementado políticas públicas medio ambientales, urbanas o de cambio climático? ¿En cuáles no? ¿Por qué?

— ¿Qué casos de éxito identificamos? ¿Qué áreas de oportunidad?

— ¿Con qué áreas o dependencias locales colaboramos de manera efectiva? ¿A nivel estatal y federal cuál es la situación?

— ¿Que programas existentes contemplan el tema de cambio climático? ¿Se han implementado de manera efectiva las acciones contempladas en estos planes? Por ejemplo, considerar los Programas de Ordenamiento Ecológico tanto loc ales (POEL)

como territoriales (POET), o los Programas Municipales de Desarrollo Urbano (PMDU)?

Factores institucionales

Es importante realizar un análisis institucional para evaluar las capacidades de las dependencias municipales vinculadas. Por ejemplo, para al análisis institucional, una opción es realizar un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) para valorar la efectividad en la implementación y regulación de políticas públicas climáticas, tanto en el pasado como el presente.

Las políticas, procedimientos y procesos establecidos dentro del Municipio permiten que los diferentes actores involucrados interactúen eficientemente en la implementac ión del PAC. Estos arreglos institucionales establecen responsabilidades y compromisos c laros,

con base en objetivos y metas comunes. Entre las herramientas que apoyan la conformación de arreglos institucionales eficientes, se destacan:

— Marcos jurídicos vinculantes.

— Estrategias organizacionales o procesos preestablecidos, propios de las inst ituc iones involucradas.

— Entendimiento del nivel de desempeño, estabilidad y adaptabilidad de los participantes.

— Mandatos, roles y responsabilidades claros y consolidados dentro de una est ruc tura organizacional.

— Incentivos monetarios y/o concientización referente al cambio climático.

— Mecanismos de coordinación.

La Figura 35 muestra algunas preguntas clave que el equipo loc al puede ut ilizar para guiar la evaluación de los arreglos institucionales en torno al PAC.

Figura 35 Elementos a considerar en la evaluación de los arreglos institucionales

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114

Fuente: Elaboración propia.

Factores económicos

La planeación de costos de las distintas acciones climáticas, las asignaciones presupuestarias a nivel municipal y por departamento, y la consecución de otras fuentes de financiamiento permiten sustentar y dar continuidad al PAC. La estimación de los

costos tiene como fin comparar los montos disponibles contra los presupuestados, y así determinar un balance y realizar ajustes al presupuesto o a las acciones de mit igac ió n y adaptación, para garantizar la viabilidad financiera del plan.

Uno de los retos más grandes que enfrentan los Municipios mexicanos es la magnitud de los recursos necesarios para atender el cambio climático a nivel local. Sin embargo, existen varias estrategias que pueden emplearse para sobreponerse a estos retos, tales como:

— Diseño de medidas costo-efectivas.

— Participación de múltiples actores en el financiamiento ambiental.

— Combinación de recursos provenientes de varias fuentes.

— Alianzas público-privadas para la provisión cooperativa de servicios públicos e infraestructura, ya sea por financiamiento directo, apoyos indirectos (p. ej. colaborando con algún estudio) o atendiendo ciertas fallas del mercado.

— Mecanismos e instrumentos para la autogeneración de ingresos y el mantenimiento de inversiones (gasto corriente o de operación).

Los Municipios, mediante la aprobación de los congresos estatales y a través de alguna secretaría local o de la tesorería, pueden cobrar derechos, contribuciones, aprovechamientos o impuestos por los servicios públicos a su cargo, incluyendo el suministro de agua potable, drenaje, alumbrado público, manejo de residuos (sólidos y

aguas negras) y la provisión de zonas verdes. También pueden percibir contribuciones y fijar tasas adicionales sobre la propiedad de bienes inmuebles y su mejora o c ambio de valor; otorgar reducciones o exenciones de impuestos y cuotas; y diseñar incentivos fiscales para modificar actitudes de la población y el sector privado, motivando la adopción de acciones que apoyan a la política climática.

Los Municipios también pueden hacer uso de recursos presupuestales federales y estatales, disponibles a través de distintos fondos, programas y fideic omisos. En c asos

especiales, se puede depender de patrocinadores externos y fuentes de f inanc iamiento internacionales. Sin embargo, se recomienda que la autoridad local aproveche su autonomía hacendaria y priorice mecanismos para la generación de ingresos propios que puedan ser utilizados para financiar las acciones climáticas que decidan implementar. Con el fin de apoyar el diseño de acciones y estrategias climáticas factibles en términos financieros, en la sección 8 se describen a detalle varias fuentes y mecanismos de

financiamiento climático que están disponibles en México y a los cuales los gobiernos locales pueden acceder.

Factores políticos

La reducción las emisiones de GEI y la adaptación al cambio climático probablemente darán lugar a una reestructuración económica y cambios en el estilo de vida de la sociedad. En este sentido, es obligación de los Municipios:

— Formular, regular, dirigir e instrumentar acciones de mitigación y adaptación, incluyendo la gestión y administración de recursos.

— Fomentar la investigación, el desarrollo, transferencia y despliegue de tecnología.

— Realizar campañas educativas.

— Promover el fortalecimiento de capacidades institucionales y sectoriales.

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115

— Diseñar y promover la aplicación de incentivos al cumplimiento de la ley.

Cumplir con estos supuestos requiere de liderazgo político y esquemas de gobernanza

sólidos, con roles y responsabilidades claros, un equipo de trabajo definido, planes para el seguimiento de avances en la implementación del PAC y la detección de posibles conflictos de interés entre diferentes departamentos del gobierno loc al y ot ros ac tores involucrados. La Tabla 31 enlista algunas preguntas clave que el equipo responsable del PAC puede tomar como base para evaluar factores políticos que puedan apoyar u obstaculizar la ejecución de estrategias climáticas.

Tabla 31 Preguntas clave para la evaluación de factores políticos

Líderes de acción Papeles y responsabilidades Dimensión macro de la acción

o ¿Hay un compromiso real de los líderes políticos del Municipio?

o ¿El grupo operativo tiene el

liderazgo suficiente?

o ¿Cómo se incrementa el interés político en el PAC, sus acciones y sus efectos?

o ¿Se han negociado acuerdos con los grupos de interés?

o ¿Se cuenta con las

habilidades y recursos para la implementación del PAC?

o ¿Los roles y responsabilidades están claramente definidos?

o ¿Se ha consensuado la implementación del PAC con grupos de interés?

o ¿Se han establecido

reuniones de trabajo para discutir los avances?

Comité y equipo de trabajo Seguimiento y revisión Conflictos de interés

o ¿Es necesaria la constitución de un Comité Directivo, además del grupo operativo?

o ¿Cómo se puede verificar el avance de la implementación del PAC?

o ¿Los obstáculos pueden abordarse de forma abierta y expedita?

o ¿Qué conflictos de interés se detectan?

o ¿Cómo pueden resolverse?

o ¿Hay mecanismos eficientes y consensuados para la solución de conflictos?

Fuente: Elaboración propia.

Factores sociales

Existen diferentes factores que pueden generar resistencia de los grupos de interés hacia

la ejecución de acciones específicas. Por esta razón, es importante que el equipo loc al comunique claramente los beneficios sociales y económicos de cada una de las a c ciones de mitigación y adaptación, en especial aquellas que resulten más controversiales, y que se fomente la participación de distintos actores clave en la integrac ión y diseño de las mismas. Este proceso no solo incluye a los actores que participarán en la implementación

de las acciones o que tienen conocimiento técnico relevante, sino también a la ciudadanía en general, en particular sectores vulnerables, y grupos que podrían verse afectados negativamente por ciertas acciones (por ejemplo, concesionarios de un sistema de transporte altamente contaminante que se pretende reemplazar gradualmente). Algunos elementos cruciales para lograr la participación efectiva de los actores clave son:

— Involucrar a las personas adecuadas. Se debe identificar por qué se requiere su participación y cuál es el alcance de su involucramiento. Hay que considerar los riesgos asociados a la exclusión de algunos actores relevantes.

— Propiciar una aproximación personalizada con cada actor.

— Gestionar las expectativas. Cada actor relevante debe comprender claramente c ómo se utilizarán sus contribuciones y el nivel de influencia que tendrá en el diseño y en la implementación.

— Usar la información recabada con los distintos grupos de interés de forma ef ic az. Se debe de buscar obtener la mayor información posible para nutrir el diseño de las acciones.

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Factores legales

Es necesario definir los instrumentos legales que sustentan tanto el PAC como las

acciones propuestas. Por ejemplo, se pueden considerar los instrumentos enlistados en la sección 3.1, particularmente la Ley General de Cambio Climático, la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, leyes estatales y reglamentación municipal.

Se recomienda incorporar un análisis del marco jurídico que fundamenta la expedición de un PAC local, y la adopción de las acciones de mitigación y adaptación que sean definidas como prioritarias, para detectar las deficiencias o lagunas que deberán ser subsanadas para su correcta aplicación, así como el proceso jurídico de su implementación. Asimismo, se podrán desarrollar propuestas de actualización del marco normat ivo para

dar fortaleza a las acciones que carezcan de un sustento legal (por ejemplo, la actualización de un reglamento de construcción o un programa munic ipal de desarrollo urbano considerando criterios de cambio climático).

Tiempos y plazos para la implementación de acciones

El PAC deberá estar integrado por acciones con distintos plazos:

— Corto plazo: acciones a ejecutar en los próximos 1 o 2 años, c uya implementac ión

será responsabilidad de la administración actual.

— Mediano plazo: acciones a realizar en la siguiente administración (3 a 5 años), las

cuales también deberán contar con un nivel de detalle adecuado.

— Largo plazo: acciones a ejecutar en los próximos 6 a 10 años, cuyo detalle podrá ajustarse en función de los resultados en la implementación de las acciones

realizadas en el corto y mediano plazo.

Los plazos definidos para cada actividad y acción deberán ser realistas y consistentes

con los recursos y las capacidades disponibles en el contexto local. Es importante considerar los riesgos asociados a actividades establecidas de forma imperativa y la subestimación del tiempo. Asimismo, se debe contemplar la obtención de financiamiento, la adquisición de materiales, la construcción de infraestructura y el establecimiento de arreglos institucionales para la planeación de tiempos. Además, dado que a nivel municipal los cambios administrativos pueden generar obstáculos en la instrumentación

de cualquier programa o plan, se recomienda también que todas las medidas de mediano y largo plazo cuenten con sub-actividades de corto plazo.

Otros factores externos

Como se ha expuesto anteriormente, es muy posible que se ident if iquen ac ciones que atacan problemáticas prioritarias dentro del Municipio, pero cuya ejecución no recae en la jurisdicción de la autoridad local. Para detectar la necesidad de apoyo de otras dependencias u organizaciones civiles, el equipo local puede partir de las siguientes

preguntas guía:

— ¿Identifican un grado de dependencia o apoyo necesario (servicios externos) para la implementación de alguna acción?

— Si se depende de la participación de actores externos al Municipio, ¿cuál es el fac tor de riesgo de que no se implemente la acción?

— ¿Cómo es de grande es la acción o proyecto para el cual requieren apoyo, en magnitud de recursos económicos y humanos necesarios? ¿Esto aumenta el nivel de riesgo asociado a su posible ejecuc ión?

— ¿Es posible establecer un plan de monitoreo formal para dar seguimiento a los avances de servicios contratados y facilitar el registro del progreso desde el inic io de la implementación de la acción o el PAC?

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5.2.4 Propuestas de acciones de mitigación

Las acciones de mitigación son todas aquellas políticas, proyectos e intervenciones que reducen las emisiones o aumentan el potencial de los sumideros de GEI. Estas pueden implementarse a nivel local, regional o nacional, y por actores públicos o privados.

Estas acciones deberán definirse con base en las emisiones de GEI de los sectores, subsectores y fuentes específicas de mayor actividad en el Municipio. Además, si se considera que los Municipios cuentan con recursos y atribuciones limitadas, los gobiernos locales deberían priorizar sus esfuerzos para atender los sectores y subsectores más

contaminantes (p. ej. aquellos que producen más del 80% de las emisiones totales de GEI y sobre los cuales tienen facultades para actuar, ya sea total o parc ialmente). En varios casos, para mitigar de forma integral las fuentes prioritarias de emisiones, se deberán plantear acciones conjuntas con los gobiernos estatales y federales.

A continuación se presenta un listado no limitativo de posibles acciones de mit igac ión al cambio climático. Se recomienda ampliamente que, al integrar el PAC, los equipos locales consulten fuentes adicionales, como otras guías del JRC, de organismos internac ionales

como C40, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre muchas otras; algunos documentos relevantes para el diseño de acciones de mitigación se presentan en el Anexo 1. Asimismo, se deberán revisar recomendaciones nacionales de diferentes instituciones como la SEMARNAT, el INECC, SEDATU y SENER, por mencionar algunas. Como punto de partida, se sugiere que los Municipios examinen las estrategias de mitigación propuestas por el

INECC hacia el año 203051.

5.2.4.1 Descarbonización de la red eléctrica

Limitar el calentamiento global a 1.5ºC requiere una expansión masiva de tecnologías para la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, que permita lograr la descarbonización de la red. Si bien los Municipios mexicanos pueden tener poca influencia sobre la matriz energética a nivel nacional, las actividades comunitarias representan una gran porción del consumo total eléctrico, por lo que se pueden

implementar acciones para potenciar la transición hacia fuentes de energía renovables. No obstante, se reconoce que estos esfuerzos muchas veces requieren la c ooperación con entes estatales y federales, así como los proveedores de servic ios energéticos, en este caso empresas privadas y la Comisión Federal de Electricidad.

Los Municipios pueden establecer metas de descarbonización, incentivar la demanda de fuentes renovables, implementar acciones de eficiencia energética y promover el uso de electricidad en lugar de combustibles fósiles para atender las necesidades de consumo de su población. Además, dependiendo de las características locales, tendencias del

mercado y los esquemas regulatorios, se puede promover la instalación de sistemas de generación in situ de energía solar y eólica, entre otras fuentes como la energía geotérmica. A continuación, se delinean ejemplos de acciones concretas y áreas de oportunidad que los Municipios pueden emplear para fomentar la descarbonización de la red eléctrica.

— Impulsar la compra colectiva de energías renovables. Actualmente, la generación de energía por fuentes renovables es el tipo de generación de energía eléctrica con crecimiento más acelerado en el mundo. Derivado del alto potencial que

tiene México para aprovechar estos recursos y de cambios en el marco regulatorio, tanto empresas extranjeras como nacionales continúan promoviendo el c rec imiento de la infraestructura eléctrica en el país, invirtiendo en la construcción de plantas de generación de energía renovable. Al agregar la demanda, los Municipios pueden disponer de la energía generada en estas plantas a precios competitivos al establecer

(51) https://cambioclimatico.gob.mx/sexta-comunicacion/material/Mitigacion.pdf

Page 123: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

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acuerdos de compraventa de energía, conocidos como PPA por sus siglas en inglés, en el Mercado Eléctrico Mayorista.

— Promover la generación local de energía eléctrica a partir de fuentes renovables en áreas con conexión a la red. La generación distribuida se refiere a la generación en pequeña escala cerca del lugar de consumo, la cual puede interactuar con la red eléctrica. Comúnmente consiste en sistemas fotovoltaicos instalados en techos, aunque también se pueden emplear otras tecnologías como pequeños aerogeneradores, micro-hidráulicas y tecnologías que funcionan con

biomasa o biogás.

Los Municipios pueden optar por la instalación de estos sistemas, ya sea en edificios o

en otros elementos públicos como el alumbrado público, además de c rear proc esos institucionales y mecanismos de financiamiento para que estos sean más accesibles y aprovechables en una escala comunitaria y en la industria. Así, además de que se favorece la generación de energía limpia, se reducen pérdidas en la red eléctrica y se mejora la fiabilidad y la calidad del sistema eléctrico. Adicionalmente, si estas instalaciones se complementan con sistemas de almacenamiento, se puede ayudar a

aliviar los picos de demanda que, de otro modo, requieren de plantas centralizadas de alto costo (C40 Cities & McKinsey Center for Business and Environment, 2017).

— Instalar sistemas de cogeneración industrial. El uso de sistemas de cogeneración en la industria permite ahorrar y optimizar el uso de c ombust ibles en los procesos, al combinar la producción de calor y electricidad. Algunas tecnologías que pueden ser usadas con este fin son los motores de gas, los motores de diésel, las pequeñas turbinas de gas, los pequeños ciclos combinados y las microturbinas

(SENER, 2018b). Al incentivar que se instalen estos sistemas en el sitio de consumo, se reducen también las pérdidas de energía por su transporte y aumenta la autonomía de las fábricas.

5.2.4.2 Edificios, viviendas e instalaciones bajos en carbono

El consumo estacionario de energía en edificios e instalaciones de distintos tipos (residenciales, comerciales, institucionales, industriales, agríc olas, etc.) es uno de los sectores energéticos más intensivos a nivel local. Sin embargo, también ofrecen oportunidades que los gobiernos locales pueden aprovechar para reducir el c onsumo de

energía, minimizar la dependencia de combustibles fósiles y mitigar las emisiones de GEI.

En primer lugar, el Municipio asume un papel ejemplar en la implementación de estas

acciones, al fomentar acciones de eficiencia energética en sus propias instalaciones. Además, los gobiernos locales podrán aprovechar las políticas nacionales en el sec tor de la construcción, vivienda e industria, e implementar códigos y regulaciones con requisitos más estrictos para mejorar la eficiencia energética y fomentar el uso de fuentes renovables para la cocción de alimentos, calentamiento de agua, calefacción y

refrigeración de espacios y procesos industriales.

En este sector, resulta importante la colaboración con el gobierno estatal y el federal, así como propietarios de edificios, desarrolladores, constructoras, proveedores de servicios

de energía y agua, el sector privado y la ciudadanía en general, para diseñar ac ciones concretas y de alto impacto. A continuación se proporciona una descripción general de las políticas y estrategias municipales clave para mejorar el rendimiento energét ico en diferentes tipos de edificios e instalaciones.

— Ampliar el uso de energía solar térmica. La instalación de calentadores de agua solares en edificios residenciales, comerciales e institucionales, entre otros, permite disminuir la demanda de gas natural y gas L.P. y, por consiguiente, las emisiones

asociadas. El esquema por emplear para promover la adopción de este tipo de tecnologías dependerá del tipo de edificios por atender. Por ejemplo, se pueden modificar los reglamentos de construcción y crearse normas para la evaluación, regulación e implementación de esto sistemas en nuevas edificaciones y

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reconstrucciones. También se pueden ofrecer incentivos adicionales a c onstructoras para incluir calentadores de agua solares en viviendas multifamiliares y unifamiliares, a través de subsidios o programas de hipotecas verdes. Otra alternativa para fomentar esta y otras eco-tecnologías son los programas que otorgan un descuento sobre el impuesto predial a los ciudadanos que integren su uso en sus hogares. Para

empresas privadas, el incentivo fiscal se puede aplicar al impuesto sobre nómina o el predial.

Resulta pertinente también el diseño de campañas de difusión y concientización para

promover los beneficios de los calentadores solares, la generación de esquemas de financiamiento e incentivos para impulsar el crecimiento del mercado y el aseguramiento de calidad en todas las etapas de la cadena de valor.

— Implementar nuevos códigos y estándares de construcción. Esta acción implica definir estándares de eficiencia y requisitos de divulgación de informac ión sobre el consumo de energía y agua en nuevos edificios. Se complementa con incentivos económicos a construcciones que cumplan con cierto nivel de desempeño y ahorro energético, o que utilicen materiales, equipamiento y eco-tecnologías específ icas en

la construcción. En este sentido, los estándares pueden enfocarse en los siguientes puntos:

● Geometría, orientación y diseño funcional de los edificios, inc luyendo diseño bioclimático y ventilación natural.

● Patrones de consumo y nivel de confort en interiores.

● Envolventes y aislamiento térmico, ventanas y protección solar de fachadas.

● Equipamiento y sistemas de iluminación, aire acondicionado y calentadores de agua.

● Eficiencia de electrodomésticos.

● Instalación de sistemas para la generación distribuida y aprovechamiento de

energías renovables (calentadores solares y sistemas fotovoltaicos).

● Automatización y sistemas de control.

Los edificios nuevos representan la mejor oportunidad para mitigar emisiones a través de políticas regulatorias (p. ej. estándares de desempeño de equipos), códigos y reglamentos de construcción e incentivos dirigidos hacia propietarios, inversionistas

y desarrolladores para que superen los estándares mínimos. Dado que los ahorros energéticos también dependerán del comportamiento y mantenimiento que provean las personas usuarias, una acción coadyuvante es el diseño de campañas de concientización, comunicación y educación.

— Fomentar programas de acondicionamiento y retro-adaptación (retrofit) en edificios existentes. La remodelación y modernización de edificios existentes y el reemplazo de sistemas energéticamente ineficientes son estrategias valiosas para mitigar emisiones de GEI. La acción más común consiste en minimizar las pérdidas

térmicas a través de los envolventes, pero también se pueden inc ent ivar acciones para aprovechar la energía solar, reducir las cargas de refrigeración y mejorar la eficiencia de equipamientos y electrodomésticos.

Fomentar la modernización de edificios en el sector residencial generalmente es más desafiante por la alta desagregación de las propiedades y por el pequeño tamaño de las inversiones y los rendimientos individuales. Los esfuerzos se pueden centrar en el reemplazo de equipos (p. ej. lámparas incandescentes y refrigeradores) y exigir que los proveedores de energía gestionen la demanda. Los gobiernos locales pueden

ofrecer incentivos y subsidios para impulsar la implementación de medidas de eficiencia energética y la rehabilitación de edificios. La vivienda social es otra área de oportunidad para medidas de eficiencia energética tanto en desarrollos nuevos c omo existentes, permitiendo alcanzar una importante reducción del consumo total y

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abordando otros problemas como la pobreza energética y el acceso a energía asequible y segura.

Los edificios comerciales ofrecen mayores márgenes de maniobra. En este c aso, se pueden combinar instrumentos regulatorios con incentivos para fomentar la inversión en proyectos de modernización integral. Finalmente, los edificios públicos, controlados o gestionados por la propia autoridad local, son aquellos sobre los que el Municipio tiene el mayor control. Por lo tanto, se esperaría que los Municipios, los Estados y la Federación demuestren su compromiso ejecutando acciones que

aumenten la eficiencia de sus propios edificios e instalaciones, incluyendo PTAR, rellenos sanitarios, escuelas y hospitales púbicos, sistemas de alumbrado público, parques y espacios públicos, etc.

— Aprovechar la electrificación de componentes en edificaciones urbanas y la implementación de tecnologías limpias en comunidades rurales. Esta acción está encaminada a reemplazar una parte de los equipos no eléctricos en edificaciones urbanas (residenciales y comerciales) y rurales. Al igual que con los calentadores de agua solares y otros estándares de eficiencia energética, se pueden implementar

regulaciones e incentivos para reemplazar equipos que usan combustibles fósiles c o n aparatos eléctricos; en específico, se sugiere reemplazar estufas de gas c on estufas de inducción. En ambientes rurales, una alternativa son las estufas y hornos con tecnología limpia y eficiente para reducir el consumo de carbón, leña y otros tipos de biomasa.

— Automatización, control y eficiencia energética en edificios e instalacione s. En México, las edificaciones consumen alrededor del 18% de la energía total del país,

y son responsables de la emisión de cerca del 12% del total de las emisiones de GE I. En general, las necesidades energéticas dentro de edificaciones e instalaciones son para iluminación, calefacción, refrigeración, higiene y cocción de los alimentos. En mira de mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo energético y las emisiones de GEI del sector, un componente de las acciones de mit igac ión debe de estar dirigido hacia el diseño de las edificaciones y la implementación de tecnologías

de automatización. En el diseño de estas acciones es importante tomar en cuenta que todos los procesos que intervienen en la eficiencia energética de los edificios, desde el diseño y la construcción, hasta la renovación y operación, reconocen como su objetivo principal la provisión de ambientes saludables y confortables.

● Una acción de mitigación habitual que se aplica para reducir el consumo de energía en las edificaciones es la sustitución de las lámparas por unas más eficientes, que provean el mismo rendimiento pero disminuyan el consumo.

Entre las opciones que existen en el mercado están las lámparas LED, los focos de bajo consumo o lámparas fluorescentes compactas.

● Implementar métodos de control de iluminación también aporta al ahorro de

energía. Por ejemplo, el regulador lineal o dimmer es un sistema permite regular el flujo luminoso de las fuentes (incandescentes o de descarga) de acuerdo con las condiciones de servicio. También, se pueden instalar sistemas automatizados para el alumbrado que encienden y apagan la iluminación de forma automática, con base en sensores de presencia, detectores de luz

diurna o en función de los niveles de iluminación adecuados a la utilización del área en cuestión.

● A su vez, instalar sistemas de automatización para los ac ondicionadores de

aire también promueve la reducción del tiempo que permanecen encendidos, optimiza el arranque o paro en función de las condiciones interiores y exteriores y se les puede aplicar una programación diaria o semanal de horas de ocupación y días festivos.

● Otra medida que reduce el consumo energético en los edificios y las instalaciones es la sustitución y recambio de electrodomésticos. El uso de electrodomésticos con más de 10 años de antigüedad aumenta hasta 20% el

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monto de los recibos de energía eléctrica, en contraste con los aparatos más modernos, debido a que consumen mayores cantidades de energía que los equipos nuevos. Los gobiernos locales pueden implementar programas de recambio o financiamiento de electrodomésticos nuevos. Por ejemplo, se puede financiar la adquisición de nuevos electrodomésticos a través de un

cargo en el recibo de luz repartido en periodos de tiempo (por ejemplo, 1 a 4 años) calculados para no repercutir significativamente en la economía del usuario. A su vez, se pueden implementar programas de mantenimiento al uso de equipos como los aires acondicionados.

● Por último, los sistemas de gestión de energía de edificios (BEMS, por sus siglas en inglés) son sistemas computacionales que generalmente se aplican al control de sistemas como calefacción, ventilación y aire ac ondic ionado. Los BEMS utilizan software para controlar los equipos que consumen energía o el

consumo de energía de todos los edificios, a la vez que pueden monitorear e informar sobre el desempeño de los mismos y permitir controles dedicados mediante la individualización de los flujos de energía. Los BEMS también incluyen datos sobre servicios, información sobre tarifas energéticas, eventos de respuesta ante la demanda y señales de precio dinámico. Ofrecen ventajas

con respecto a la operación de instalaciones y edificios, tales como la comodidad del usuario, facturas de servicios y datos sobre el clima loc al. Los BEMS hacen que la gestión del uso de energía dentro de edificaciones que requieren de gran intensidad energética se facilite, de tal manera que se logra disminuir el consumo global.

— Alumbrado público con tecnología LED y sistemas de gestión inteligente. El alumbrado público es un servicio municipal imprescindible que ofrece un importante potencial de eficiencia energética, en particular mediante la sustitución de lámpara s

antiguas por otras más eficientes, como las de baja presión, las de alta presión o LED. Con los años, la eficiencia de las lámparas ha mejorado signif ic at ivamente. La lámpara de mercurio de alta presión es la más frecuente en el alumbrado público. Las lámparas de haluro metálico y sodio de alta presión son muy eficientes energéticamente y se utilizan recientemente. Reemplazar las luminarias públic as es

una forma efectiva de reducción del consumo energético. Además, algunas mejoras como la implementación técnicas de control en el alumbrado o el uso de sistemas públicos autónomos impulsados por paneles fotovoltaicos, son medidas que podrían disminuir aún más el consumo.

— Sustituir combustibles convencionales por combustibles limpios y renovables en el sector industrial. Promover el cambio a combustibles limpios en ac t ividades industriales depende en parte de que autoridades nacionales garanticen el ac c eso a infraestructura de gaseoductos. Con esto se vuelve más factible el reemplazo de

combustibles como el coque, el carbón y el diésel con alternativas más limpias (p. ej. gas natural) y el desarrollo de proyectos de cogeneración. También se requiere un marco regulatorio adecuado e inversión en procesos de adaptación de equipos industriales para alcanzar el impacto potencial en la mitigación de GEI.

— Impulsar medidas de eficiencia energética en el sector industrial. Al igual que en otros tipos de edificios e instalaciones, las industrias pueden implementar medidas de eficiencia energética para reducir su consumo, mitigando emisiones de GEI. La ineficiencia en el sector se puede atribuir muchas veces la antigüedad de los equipos

y su operación en condiciones no óptimas, por lo que el mantenimiento y renovac ión de equipos resulta apropiado. Otras estrategias podrán orientarse a la modif ic ac ión del proceso industrial en cuestión. Las acciones de eficiencia energética pueden aplicarse en sistemas de iluminación, de climatización, motores, bombeo y ventilación, refrigeración, generación de vapor, hornos y vehículos, entre muchos

otros. Algunas opciones comunes son:

● Recuperar y aprovechar el calor de gases de combustión y de otras operaciones industriales.

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● Instalar equipos de alta eficiencia.

● Ajustar procesos de combustión para mejorar su desempeño.

● Modificar regulaciones y estándares de eficiencia energética a nivel industrial.

● Cambiar equipamiento térmico a base de combustibles por equipo eléc trico, para aprovechar cambios en la matriz energética nacional y el aumento en la generación de electricidad renovable.

● Implementar sistemas de generación distribuida de energía renovable en instalaciones industriales (p. ej. uso de paneles y calentadores de agua solares).

Además de estas acciones, se podrán implementar medidas en espacios de of ic inas, según las recomendaciones expuestas anteriormente para otros tipos de edificios.

Se destaca también que el nivel de influencia del Municipio para fomentar medidas de eficiencia energética depende de la jurisdicción por tipo de industria. Si bien las industrias más intensivas en términos energéticos generalmente son reguladas por la Federación, los Estados y Municipios podrán colaborar con algunos actores del sec tor privado –como Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES), comercios y servicios – en

función de sus atribuciones.-

En los tres órdenes de gobierno, las auditorías y certificaciones son una herramienta

que permite a las empresas privadas mejorar la eficiencia de sus procesos de producción, su desempeño ambiental y su competitividad. Una auditoría energética es una inspección sistemática del uso y consumo de energía de un sitio, edificio, sistema u organización con el objetivo de establecer flujos de energía, identificar el po tenc ial de mejoras de eficiencia energética e informarlos al usuario.

La finalidad de las auditorías es comprender qué tan eficiente es el uso de la energía en una instalación y proponer medidas correctivas. Las auditorías se pueden llevar a cabo en instalaciones industriales, edificios del sector terciario y edif ic ios públic os ,

para implementar métodos y acciones que mejoren el rendimiento energético. Durante el proceso de auditoría, las características del edificio o instalación a auditar y los datos de consumo y rendimiento energético se recogen mediante levantamientos en campo, mediciones y la revisión de documentación. Las auditorías energéticas ofrecen la oportunidad de reducir costos e incrementar la rentabilidad, la

productividad y la capacidad de inversión, al mismo tiempo que se reduce el impac to ambiental de las actividades y se proyecta una imagen positiva ante clientes y la ciudadanía.

A nivel nacional, el Programa Nacional de Auditoría Ambiental otorga certif icados de Industria Limpia (a empresas de manufactura y transformación), Calidad Ambiental (a empresas comerciales y de servicios) y Calidad Ambiental Turística (a empresas de servicios y actividades turísticas). Los gobiernos estatales y municipales podrán establecer mecanismos propios de cumplimiento, autorregulación y auditorías

voluntarias, dirigidas a actividades, giros o empresas específicas.

— Implementar medidas de eficiencia energética y uso de fuentes renovables en sistemas de bombeo de agua y alcantarillado. En primera instancia, el

consumo energético asociado al suministro de agua potable, el manejo de aguas residuales y el bombeo de agua para otros usos, se puede reducir al minimizar las pérdidas en los sistemas de alcantarillado y distribución, a través del mantenimiento para evitar fugas, errores de medición y robo de agua. Otras acciones incluyen la instalación de bombas de bajo consumo, el uso de eco-tecnologías para ahorrar agua

a nivel residencial y comercial (p. ej. captación de agua de lluvia, sistemas de bajo flujo) y estrategias para reducir el consumo en industrias y el sector agrícola. También se puede promocionar la utilización de recursos hídricos no convencionales, como aguas residuales tratadas para el riego.

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Otra opción de mitigación en la gestión hídrica es el uso de energías renovables para atender la demanda de los sistemas de distribución. Por ejemplo, se pueden instalar paneles solares en plantas de potabilización y PTAR, o utilizar intercambiadores y bombas de calor para aprovechar el calor residual generado durante el proc eso de tratamiento.

5.2.4.3 Urbanización y transporte sustentables

Cuando las ciudades crecen, tanto en cantidad de poblac ión c omo en el tamaño de la mancha urbana, la movilidad de las personas, bienes y servicios se vuelve un reto

importante. En específico, las emisiones de GEI se ven influenciadas por la densidad urbana y la eficiencia de los sistemas de transporte.

En este sentido, los gobiernos locales pueden fomentar múltiples políticas sinérgic as en relación con el desarrollo urbano, el uso de suelo, la movilidad y el transporte para transformar el funcionamiento de la ciudad y modificar el comportamiento de la población. Para aprovechar estas oportunidades, los Municipios mexicanos deben transitar hacia modelos de desarrollo urbano donde toda la ciudadanía pueda tener acceso a la mayoría de sus necesidades a una distancia relativamente corta de su hogar.

Estas acciones permiten reducir el flujo de viajes, la cantidad de kilómetros rec orridos y los tiempos de traslado.

Asimismo, se debe priorizar la peatonalización de los espacios urbanos, el uso de la bicicleta y sistemas de transporte público masivo y bajos en carbono como las principales opciones para la movilidad de la población. Los gobiernos locales deberían implementar acciones que permitan reestructurar los medios de transporte en sus Municipios, y generar cambios modales hacia alternativas más sustentables y con menores emisiones

de GEI por pasajero y kilómetro recorrido.

Finalmente, las estrategias anteriores deben estar acompañadas de políticas que permitan mejorar la tecnología de vehículos motorizados para reducir emisiones de GEI.

En primera instancia, se pueden implementar acciones orientadas a mejorar la eficiencia en el uso de combustibles fósiles (i.e. renovación de unidades), pero siempre con el objetivo a largo plazo de construir la infraestructura necesaria y generar incentivos para la adopción de vehículos eléctricos o híbridos.

Se destaca que estas acciones son más efectivas cuando los instrumentos de desarrollo urbano, medio ambiente y cambio climático están elaborados bajo una misma visión e integrados dentro de un marco regional. Hay un consenso generalizado sobre cómo este tipo de acciones no solo permiten mitigar el cambio climático, sino que también inc iden

de forma positiva en la calidad de vida de la población. Por ejemplo, ayudan a reduc ir la congestión vial, mejorar la calidad del aire y prevenir efectos adversos a la salud, incrementar la asequibilidad de la vivienda y promover la inclusión social.

A continuación se enlistan una serie de estrategias que los gobiernos locales pueden implementar a nivel municipal para fomentar un desarrollo urbano sustentable y bajo en carbono.

— Garantizar un desarrollo urbano sustentable. En México, el proceso de expansión de las áreas urbanas ha sido desordenado, lo cual ha generado externalidades negativas. Por un lado, este tipo de crecimiento implica mayores costos para la provisión de infraestructura y equipamiento. Además, las ciudades expandidas

generan un mayor uso del automóvil, congestión vial y mayores distancias y tiempos de traslado que se traducen en un aumento en las emisiones de GEI. Se requiere replantear el desarrollo urbano para generar esquemas de movilidad eficaces, incluyentes, equitativos y sustentables. Esto requiere de múlt iples est rategias que comúnmente se agrupan bajo un mismo modelo de desarrollo urbano, conocido como

Desarrollo Orientado al Transporte. Asimismo, en la literatura también se ha introducido el concepto de 15-minute city o ciudad a 15 minutos, y territorios a 30 minutos (30-minute territory). A continuación se describen algunas acciones concretas que comúnmente se fomentan bajo estos modelos:

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● Integrar la planeación climática con instrumentos de desarrollo urbano, gestión del uso de suelo y movilidad. Los PMDU y los Planes Integrales de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS) deberán contar con una visión de cambio climático. En este sentido, el PAC puede servir como un punto de partida para promover su elaboración o actualización y establecer c riterios a

considerar dentro de los mismos.

● Redirigir el financiamiento público al transporte público y no motorizado, en lugar de obras viales, como autopistas urbanas o distribuidores viales, los

cuales tienden a inducir un mayor uso del automóvil y la expansión de las ciudades.

● Asegurar que distintos servicios públicos e infraestructura crítica sea accesible a todos los ciudadanos, a través de políticas concretas de zonificación, planes de uso de suelo y proyectos o intervenciones específicas. Esto incluye escuelas, hospitales y servicios de salud, servicios de seguridad, etc.

● Promover la densificación (vivienda vertical, dúplex, cuádruplex), la diversificación social y los usos de suelo mixtos. Esto permite evitar la segmentación de la zona urbana, diversificar la tipología de la vivienda y fomentar espacios de oficinas, comercios, servicios, industria ligera y otros

espacios para la producción local cerca de zonas residenciales.

● Desarrollar infraestructura peatonal y ciclista, mejorar y ampliar banquetas.

● Construir áreas verdes y espacios recreativos accesibles a toda la ciudanía52.

● Promover la construcción de vivienda asequible cerca de amenidades urbanas. Para esto, es necesario modificar las políticas de vivienda para incorporar criterios de localización que también se reflejen en el mercado de valores. También es posible ofrecer incentivos monetarios o de mercado a desarrolladores que construyan desarrollos densificados y asequibles cerca de

servicios urbanos.

● Fomentar el uso flexible en edificios, espacios públicos e infraestructura, durante distintos horarios o días de la semana. También es posible

implementar diseños modulares y modificar regulaciones para facilitar la transición entre distintos usos, la reclasificación del uso o la readaptación de edificios existentes, en lugar de la demolición/reconstrucción.

● Incentivar el tele-trabajo y digitalizar servicios y trámites municipales para reducir la necesidad de viajes.

● Construir espacios comunitarios multiusos.

● Recopilar datos georreferenciados a nivel municipal (p. ej. a nivel de manzana

o AGEB) para evaluar las necesidades locales y facilitar la toma de decisiones. Estos datos permitirán analizar las tendencias futuras de expansión, cuantificar la accesibilidad a servicios urbanos y amenidades, estimar externalidades negativas y valorar económicamente distintas alternativas de política pública.

— Construir y mejorar sistemas de transporte público masivo. Es necesario promover la construcción y mejoramiento de sistemas de transporte público masivos y estructurados en localizaciones estratégicas, asegurando que todas las personas, y

en especial aquellas de menores ingresos, puedan tener acceso a sistemas de calidad,

(52) ONU-Hábitat ha desarrollado una serie de indicadores para calcular un índice de ciudades p rospera s q ue

incluye parámetros de referencia para evaluar la accesibilidad a distintos servicios urbanos como espacios públicos, sistemas de transporte, escuelas, hospitales, etc. Para espacios públ ico s, se e stablece q ue, idealmente, cada habitante debería vivir a 400 metros o menos de servicios como parques, áreas verd es, etc. Para más información del índice, consultar la siguiente liga:

https://cpi.unhabitat.org/sites/default/files/resources/CPI%20METADATA.2016.pdf

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seguros, confiables y asequibles. De esta forma, se reduce la necesidad de ut ilizar el automóvil o modos públicos de baja capacidad (i.e. microbús, combi, taxi). Idealmente, se deben promover proyectos de infraestructura con carriles de circulación exclusiva, como los sistemas ferroviarios (trenes suburbanos y metros) y sistemas terrestres (i.e. Bus Rapid Transit, sistemas con carriles confinados,

trolebús). También es primordial garantizar la interconexión entre distintos modos de transporte a través de centros de transferencia modal.

Para consolidar un sistema de transporte público eficiente, es necesario identificar las

necesidades de la población. Para esto, se requieren análisis espaciales para determinar la mejor ubicación de futuros sistemas o nuevas rutas, y atener las deficiencias actuales en términos de accesibilidad, para garantizar que los benefic ios impactan a la mayor cantidad de población y en especial a grupos vulnerables. Posteriormente es importante definir esquemas de financiamiento que pueden

apoyarse de impuestos, cambios en las tarifas, asociaciones público-privadas, captura de plusvalías, entre otras opciones de financiamiento.

— Desarrollar infraestructura ciclista y promover el uso de bicicletas. Dent ro de

las acciones de mitigación es importante considerar la construcción de

infraestructura y equipamiento ciclista para fomentar el uso de modos de

transporte que no generan emisiones. Existen diversos tipos de infraestructura, como lo son las ciclovías delimitadas por elementos físicos, ciclocarriles señalados

mediante trazos de pintura, carriles compartidos entre transporte público y

ciclistas, y carriles de prioridad ciclista que permiten el uso compartido con

automóviles. La expansión de la infraestructura ciclista debe acompañarse de

programas de educación vial y una vigilancia adecuada y sanciones a quienes

incumplan los reglamentos de tránsito (p. ej. obstaculizar o invadir una ciclovía).

Además, se podrá promover la construcción de bici-estacionamientos y otros tipos de infraestructura para facilitar la movilidad ciclista.

Una vez que se cuenta con una red adecuada de ciclovías, los gobiernos locales también pueden contemplar la creación o ampliación de sistemas de bicicletas compartidas, los cuales buscan reemplazar viajes cortos realizados en automóvil. Existen distintos esquemas que podrán ser evaluados por el Municipio, como sistemas con o sin estaciones, bicicletas con pedaleo asistido y la integración con otros

sistemas de transporte (p. ej. con sistema tarifario y de pago únicos).

— Incentivar la renovación de la flota vehicular con unidades eléctricas, híbridas o con motores de combustión más eficientes. La electrific ación de los

vehículos permite reducir emisiones en los escapes de vehículos, al reemplazar unidades con motores de combustión interna. Se destaca que el impacto f inal en las emisiones de GEI dependerá de la intensidad de carbono y la matriz energética de la generación de electricidad a nivel nacional. No obstante, es importante promover el uso de vehículos eléctricos e híbridos, considerando una tendencia a la alza en la

descarbonización de la red eléctrica.

La electrificación de los vehículos debe estar acompañada de la construcción de

infraestructura para la recarga de vehículos en edificios residenciales, comerciales, de servicios y otros espacios públicos. Esto podría incentivarse a través de modificaciones en los reglamentos de construcción e instrumentos fiscales o de mercado.

Dependiendo de tipo de unidad a renovar (pública o privada) es posible implementar distintos esquemas e incentivos. Por ejemplo, para el transporte públic o se pueden establecer esquemas de chatarrización, cambios en las tarifas para subsanar los costos de reemplazar las unidades y modificar criterios para la renovación u

otorgación de concesiones. Para vehículos privados, los incentivos pueden tomar la forma de subsidios, exenciones de impuestos (tenencia) y beneficios adicionales, como el acceso a Zonas de Bajas Emisiones, estacionamiento preferencial, menores tarifas de peaje, etc.

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Es importante reconocer que no todas las ciudades están listas para fomentar la electrificación a gran escala del parque vehicular. Es así que también se puede promover la renovación con unidades híbridas o, en su defecto, vehículos con motores de combustión más eficientes (i.e. EURO 6/VI o EPA 10). En este caso, para ciertas unidades de transporte público se pueden establecer límites de edad,

restricciones para el otorgamiento de concesiones, programas de verificación vehicular y programas de autorregulación que fomenten la renovación más frecuente de unidades. Asimismo, el Municipio puede demostrar su liderazgo renovando su propia flota.

— Implementar programas de inspección, vigilancia y verificación vehicular. Los Programas de Verificación Vehicular Obligatoria permiten mantener el parque en circulación en mejores condiciones, motivan el mantenimiento preventivo y obligan al mantenimiento correctivo de unidades que presentan niveles de contaminación

mayores. Asimismo, promueven la renovación de la flota con vehículos más eficientes. Al otorgar hologramas de verificación que indiquen la tecnología, edad o desempeño ambiental de los vehículos, es posible implementar esquemas de restricción a la circulación en días, horarios o zonas específicas de la ciudad, limitando el tráfico vehicular y las emisiones.

— Establecer Zonas de Bajas Emisiones a nivel local. Las Zonas de Bajas Emisiones (Low Emission Zones) son áreas delimitadas de una ciudad donde se limita el acceso a vehículos altamente contaminantes a través de prohibic iones, c argos o

tarifas diferenciadas por tipo de vehículo (categoría, peso vehicular, tipo de combustible, edad, nivel de emisiones, tecnología). Estas restricciones pueden aplicar durante horarios o días específicos.

Otra alternativa son las tarifas de congestión, las cuales permiten cobrar a los conductores los costos asociados a la operación de vehículos particulares en espacios limitados, durante horarios y ubicaciones con niveles elevados de t ráf ico vehic ular. Esto promueve una distribución más balanceada del reparto modal y ayuda a reduc ir tiempos de traslado. Esta acción consiste en cobrar por el uso del espacio vial cuando

la demanda supera a la oferta; esto es, cobros más altos cuando el tráfico es mayor, y viceversa. Esto incentiva el uso de otros modos de transporte en lugar del automóvil privado, o que las personas usuarias manejen en horas y zonas distintas.

— Mejorar la gestión del estacionamiento. El estacionamiento es un vínculo importante entre el transporte y el uso del suelo, ya que los vehíc ulos permanecen estacionados la mayor parte del tiempo. Administrar el estacionamiento a t ravés de estrategias concretas permite reducir la congestión y la circulación de vehículos,

impactando en las emisiones de GEI. Sin embargo, uno de los retos principales es la vigilancia y sanción a quienes incumplan las regulaciones planteadas. Algunas políticas e intervenciones específicas son:

● Determinar tarifas de estacionamiento. Se debe considerar políticas de tarifación tanto en el estacionamiento sobre la calle como fuera de esta. Los Municipios suelen controlar directamente las tarifas de espacios en la c alle y en estacionamientos municipales, aunque pueden aplicar impuestos y tasas a espacios privados.

● Gestionar la oferta de estacionamiento en la calle. Se debe determinar la cantidad de espacios de estacionamiento que permitan maximizar su efectividad. Algunas estrategias puntuales son la aplicación de normas de

estacionamiento y señalización, la implementación de límites de tiempo con parquímetros, y la designación de zonas y horarios de carga que no podrán ser obstruidos por automóviles privados.

● Establecer requisitos de estacionamiento para edificios y otros usos del suelo. El objetivo debería ser poner un tope al número de espacios de estacionamiento en establecimientos comerciales, edificios y nuevos desarrollos residenciales, y eliminar requisitos mínimos que generan

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sobreoferta. También se puede exigir que los espacios de estacionamiento se vendan o renten por separado de las unidades residenciales o comerciales.

— Promover el uso compartido de vehículos particulares. Esta acción implica coordinar a individuos y organizaciones para compartir vehículos cuando se viaja desde un origen o hacia un destino común; también se le conoce c omo pooling. La unidad compartida suele ser de uno de los participantes y se pueden generar incentivos a través de carriles de circulación preferencial o tarifas de peaje reducidas. Por otro lado, los empleadores u organizaciones especializadas (p. ej. escuelas)

pueden diseñar programas de movilidad donde se ofrezca un servicio de t ransporte compartido o donde se coordine a conductores y pasajeros, otorgando estacionamiento preferencial o algún tipo de “premio” a quienes participen. En ot ros casos, los gobiernos locales podrán otorgar incentivos fiscales (p. ej. impuestos sobre nómina) a sujetos privados que implementen programas de movilidad empresarial

que cumplan con ciertas características.

— Establecer esquemas de transporte de carga eficiente. El transporte de insumos, mercancías y productos dentro del Municipio puede generar emisiones

importantes. El gobierno local puede trabajar con el sector privado para mejo rar la logística del transporte de carga, reduciendo el tiempo de circulación (p. ej. con entregas nocturnas cuando hay menos tráfico vehicular) o el total de kilómetros recorridos (p. ej. con rutas más eficientes). Transitar hacia modelos de emisiones bajas en el transporte de carga requiere restringir la circulación de unidades

contaminantes en días, horarios y zonas específicas. También se pueden diseñar, junto con el Estado, programas de autorregulación y verificación vehicular para unidades de carga, con el fin de fomentar el mantenimiento preventivo o c orrectivo en la flota y establecer esquemas de renovación periódica con tecnologías más eficientes (i.e. EURO 6/VI o EPA 10), además de fomentar la capacitación adecuada

del personal. Por último, es importante fomentar esquemas de transporte de carga de última milla con bajas o cero emisiones, a través de esquemas de electromovilidad.

5.2.4.4 Prevención y gestión integral de residuos

Los Municipios pueden reducir las emisiones provenientes de la gestión y manejo de residuos sólidos y líquidos a través de distintas estrategias que permitan, en primera instancia, reducir la generación en la fuente y la reutilización de productos. Posteriormente, el reciclaje, el compostaje y la recuperación de materiales permite minimizar la cantidad total de residuos que llegan a sitios de disposic ión y t ratamiento

final. Finalmente, los rellenos sanitarios y PTAR deben contar con la infraestructura adecuada para minimizar las emisiones provenientes de la descomposición de la materia orgánica; dado que el CH4 tiene un potencial de calentamiento global mucho mayor que el CO2, una medida relevante es la combustión del CH4 producido por la descomposición de residuos orgánicos para en su lugar emitir CO2. Cuando se aprovecha la energía

generada en esta transformación para producir electricidad, el beneficio es aún mayor.

Las ciudades más innovadoras comúnmente replantean sus esquemas de rec olección y disposición de residuos, además de planear modelos de economía circular que

transforman patrones de consumo lineales en flujos continuos que minimizan la ent rada de insumos vírgenes y reducen los residuos que deben llevarse a sitios de disposición final. A continuación se puntualizan algunas recomendaciones:

— Ampliar la infraestructura municipal para la recolección y el tratamiento de residuos sólidos. En México, los residuos comúnmente son dispuestos en rellenos sanitarios, sitios no controlados o tiraderos a cielo abierto, en tanto que el aprovechamiento a través del reciclaje o el tratamiento biológico están limitados. Una

primer estrategia a implementar es la ampliación de la cobertura del sistema de recolección de residuos sólidos, con esquemas de recolección diferenciada. Esto permite minimizar la quema a cielo abierto y la disposición en sitos no c ont rolados, además de que facilita la recuperación de residuos reciclables y evitar que se mezclen con residuos orgánicos.

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Posteriormente, se deben operar rellenos sanitarios con características apegadas a la normatividad ambiental vigente, y que permiten la extracción, captación, conducción y control del biogás generado. Idealmente, los sistemas de recuperación de biogás deben de utilizarse para generar energía eléctrica. En caso de que las características del sitio no permitan un flujo constante y suficiente para la producción de

electricidad, el biogás debería ser quemado a través de pozos individuales y/o quemadores centrales.

Además de los rellenos sanitarios con recuperación de biogás, existen otras

alternativas viables como la termovalorización, la digestión anaerobia y el compostaje.

— Reducir las emisiones provenientes del tratamiento de aguas residuales. En México, las opciones más viables para mitigar emisiones de GEI provenientes de aguas residuales son las siguientes:

● Incrementar la cobertura de tratamiento de aguas residuales municipales.

● Sustituir sistemas anaerobios por sistemas aerobios de tratamiento.

● Tratar los lodos generados en PTAR a través de biodigestores.

● Capturar y aprovechar el biogás generado en PTAR y biodigestores.

● Incrementar el volumen de aguas residuales industriales que reciben

tratamiento.

— Concientizar a la población y proveer infraestructura para la prevención y gestión integral de los residuos. Si bien los sistemas de captura y recuperación de

metano en PTAR y rellenos sanitarios permiten mitigar las emisiones de GEI en el sector, estas acciones deben acompañarse de políticas para concientizar a la población y recabar su apoyo para reducir la cantidad de residuos que llegan a los rellenos sanitarios a través de buenas prácticas. Asimismo, es necesario desincentivar actividades que contribuyen a la degradación ambiental (p. ej. quema a cielo abierto

de residuos o eliminación de cierto tipo de residuos en el drenaje) a través de campañas educativas. Las medidas de concientización también podrán dirigirse a la enseñanza de prácticas sustentables a pequeña escala que pueden implementarse en hogares, como el compostaje.

Mejorar la gestión de los residuos también requiere de infraestructura y espacios para que la población pueda contribuir a separar los residuos de forma efectiva. También se pueden diseñar proyectos de infraestructura y esquemas para aprovechar f lujos importantes de residuos orgánicos municipales, como lo son aquellos generados en

centrales de abasto, rastros y por actividades de poda.

5.2.4.5 Prácticas agrícolas sostenibles

En el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero de 2015, las emisiones generadas por el sector Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura (USCUSS, o AFOLU por sus siglas en inglés), excluyendo absorciones, correspondieron a 102,160 Gg de CO2e. Sin embargo, las absorciones de carbono generadas por las permanencias de las tierras forestales, pastizales y t ierras agríc olas fueron de -148,346 Gg de CO2e (SEMARNAT & INECC, 2018a), por lo que las emisiones

netas del sector son negativas y lo convierten en un fuerte reservorio de c aptación de carbono y un área de oportunidad importante para la implementación de acciones de mitigación a nivel local.

La trayectoria actual de las prácticas y el crecimiento de la producción agrícola es insostenible, debido a los impactos negativos sobre los recursos naturales y el medio ambiente. Los Municipios deben de implementar acciones de mitigación que fomenten prácticas agrícolas sostenibles y garanticen la seguridad alimentaria (acción de

adaptación), promoviendo ecosistemas saludables y apoyando la gestión adecuada de la tierra, el agua y los recursos naturales.

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Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generac iones presentes y futuras, al mismo tiempo que se asegura la rentabilidad del sector primario, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica. Para conseguir la transición a la agricultura sostenible, es imprescindible mejorar la protección ambiental, la resiliencia de los sistemas de producción y la eficiencia en el uso de los recursos. Por

último, la agricultura sostenible requiere un sistema de gobernanza que promueva la seguridad alimentaria en los regímenes y políticas comerciales, y que reexamine las políticas agrícolas para promover los mercados agrícolas locales y regionales (FAO, 2015).

A continuación se presenta un listado breve de las principales ac ciones que se pueden fomentar a nivel local para mitigar emisiones de GEI e incrementar la c apacidad de los sumideros de carbono en el sector AFOLU.

— Implementar buenas prácticas pecuarias. Estas son actividades, c ondiciones y controles que se aplican para limitar el impactos en el medio ambiente de los sistemas ganaderos. La mayoría de las opciones se enfocan en animales rumiantes e incluyen (Hristov, A.N. et al., 2013):

● Alimentación y nutrición: el aumento de la digestibilidad del forraje y del consumo de forraje digestible reduce las emisiones de la fermentación

ruminal. La dieta también impacta la química de heces y orina, reduciendo emisiones durante el almacenamiento, gestión (p. ej. al aplicarse en suelo) y/o disposición.

● Genética y mejoramiento animal: El mejoramiento del potencial genético de los animales, la nutrición adecuada y mejoras en la eficiencia reproductiva, en la sanidad animal y en la vida reproductiva útil mejoran la productividad y reducen la intensidad de emisiones por unidad pecuaria.

● Salud animal: Los animales sanos son más productivos y aprovechan eficientemente los recursos de la dieta. Mejorar el estado de salud de los animales permite mitigar emisiones por unidad de producto animal. Esto implica prevenir y controlar enfermedades, e incrementar su vida productiva.

● Gestión del estiércol: incluye todas las actividades de manipulación, almacenamiento y subsecuente aplicación. La estabulación, el tipo de sistema

de recolección y de almacenamiento del estiércol y la separación de sólidos y líquidos impactan en las emisiones de GEI. Las opciones de mitigación se enfocan en la reducción del tiempo de almacenamiento, la aireación y el apilamiento antes de la aplicación en el suelo como fertilizante natural.

● Manejo de praderas: los suelos bajo pastura son reservorios de carbono y pueden tener un potencial para secuestrar aún más carbono. Mejorar el manejo de los sistemas de pastoreo puede mejorar la cantidad y c alidad del alimento para animales, y favorecer la captura de carbono. Sin embargo, el

potencial difiere entre tipos de suelo, prácticas de manejo y climas.

— Diseñar e implementar sistemas silvopastoriles intensivos. Estos son sistemas pecuarios basado en la crianza de ganado en combinación con árboles. Son una

alternativa de ganadería sostenible que evita la erosión del suelo, aumenta la producción, preserva el ecosistema y reduce las emisiones de CH4 provenientes del ganado (CONABIO, s/f). Estas prácticas promueven el aumento de la cobertura vegetal y la rehabilitación de áreas degradadas, incrementando así la c apacidad de captura de carbono.

— Aprovechar residuos agrícolas y pecuarios para la generación de energía. La materia orgánica en descomposición produce biogás con un contenido de CH4 del 55

al 65%. El biogás se puede recuperar y convertirse en una fuente de energía renovable, evitando emisiones de GEI. Existen eco-tecnologías, como los biodigestores, que aprovechan el biogás generado al tratar las excretas de animales y residuos orgánicos (por ejemplo de las cosechas). La energía producida se puede

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emplear para la cocción de alimentos, la calefacción, calentamiento de agua y producción de electricidad. Un biodigestor es un contenedor sellado herméticamente, al cual entran estiércol, desperdicios de comida, rastrojos de siembra y materia orgánica (Ortiz-Moreno, J. A., Masera-Cerutti, O., & Fuentes-Gutierrez, A. F., 2014) y dentro del cual ocurre un proceso de biodigestión anaerobio. Esta eco-tecnología

ofrece una alternativa para el tratamiento de los residuos pecuarios que evita la contaminación de suelo y agua por la disposición inadecuada de las excretas. Además, ofrece una solución para que se aprovechen los residuos de las c osechas, en lugar de quemarlos, mitigando la emisión GEI y reduciendo el riesgo de incendios forestales.

— Ejecutar prácticas de conservación de suelo y agua en sistemas agrícolas convencionales. En la agricultura de la conservación se procura la mínima perturbación del suelo, se incorporan rastrojos y otros tipos de materia orgánica, y se diversifican las especies cultivadas en secuencia y asociaciones (Alviar et al., 2016). Gracias a las prácticas de conservación, los sistemas naturales albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales que proveen numerosos servicios

ecosistémicos.

Los suelos sanos desempeñan un papel importante en la mitigación al almacenar el

carbono y reducir las emisiones de GEI a la atmósfera. Al implementar prác t icas de conservación en los sistemas agrícolas, habrá mayores posibilidades de reduc ir las emisiones provenientes de la agricultura y, a su vez, fortalecer la resiliencia al cambio climático53.

— Fomentar sistemas agroforestales para la captura de carbono. La agroforestería es un conjunto de prácticas y sistemas de producción, donde la siembra de los cultivos y árboles forestales se encuentran secuencialmente y en combinación con la aplicación de prácticas de conservación de suelo. Estos sistemas

permiten la diversificación de cultivos en parcelas agrícolas (p. ej. siembra de cultivos anuales, especies arbustivas y árboles frutales) en diversos esquemas (p. ej. milpa intercalada con árboles frutales, milpa, cafeticultura), así como la restauración de suelos a través del uso de abonos orgánicos, micorrizas y prácticas de conservación de suelo. Entre los beneficios ambientales de estas prác ticas están la

intensificación y diversificación productiva, la restauración de zonas degradadas, el almacenamiento de carbono, el mejoramiento de los ciclos de nutrientes y la c alidad del suelo, y la reducción de la erosión.

— Garantizar la sostenibilidad de plantaciones comerciales y procurar el aprovechamiento sustentable de recursos forestales. Es posible ejecutar acciones y procedimientos para el cultivo, protección, conservación, restauración y

aprovechamiento de los recursos forestales, que respeten la integralidad funcional de los recursos, sin mermar su capacidad productiva. Estas prácticas promueven los planes de manejo forestal integrales y de bajas emisiones de carbono (manejo de leña, implementación de prácticas de extracción de madera de bajo impacto), el manejo del fuego y prácticas de conservación de suelo (Alviar et al., 2016). Entre los

beneficios ambientales destaca que se mantienen o incrementan los sumideros de carbono, se conservan los ecosistemas y la biodiversidad, se reducen inundaciones y el azolvamiento de cuerpos de agua, y se incrementa la retenc ión e inf ilt rac ión del agua.

— Reforestación en zonas degradadas y restauración de los suelos. Al degradarse la cobertura forestal se pierde también su función como almacenes de

(53) El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó en el 2014 el Manual de buenas

prácticas para la conservación del suelo, la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos . En este se identifican y explican las prácticas agrícolas convencionales que contribuyen a la conservación del s uelo y el agua. Este Manual se puede aquí: https://inta.gob.ar/s ites/defaul t/f i les/ inta -manual -de-buenas-practicas-para-la-conservacion-del-suelo-la-biodiversidad.pdf

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carbono y su papel para mitigar el cambio climático. La causas de la deforestación y la degradación de los bosques es distinta en cada región del país; sin embargo, una de las causas inmediatas es la expansión de la frontera agropecuaria. En este sentido, la reforestación y restauración de suelos permite recuperar y aumentar las funciones de captura de CO2.

Para que los programas de reforestación sean efectivos, se requieren estudios de campo que permitan conocer las condiciones del sitio y definir qué especies se utilizarán, su procedencia, el medio de transporte, las herramientas a utilizar, la

preparación del suelo, los puntos críticos de supervisión durante las ac tividades de campo, la protección, el mantenimiento y los parámetros con los cuales se evaluará el éxito de la plantación (Alviar et al., 2016).

— Implementar esquemas de gestión del fuego en superficies forestales. El fuego es un elemento importante de la gestión de muchos bosques y dist intos t ipos

de vegetación. El fuego ha sido utilizado como una herramienta de gest ión para el aclareo de tierras, la eliminación de desechos y la reducción de las cargas de combustible. Es necesario realizar acciones de prevención, detección y c ombate de incendios forestales, y apertura y rehabilitación de brechas cortafuego54 (FAO, 2020).

5.2.5 Propuestas de acciones de adaptación

La exposición a los peligros climáticos y los daños que de esta se derivan han incrementado mundialmente debido al cambio climático. Entre las consecuencias más evidentes se encuentra el aumento de la temperatura, el cambio en la intensidad de fenómenos meteorológicos como huracanes, lluvias torrenciales, frentes fríos, entre otros. Estos peligros influyen en la ocurrencia de inundaciones, sequias y deslizamientos, por mencionar algunas consecuencias.

Para enfrentar los impactos del cambio climático, se han desarrollado estrategias de adaptación, enfocadas en el diseño y la instrumentación de acciones que faciliten la

organización y cooperación social y que busquen mejorar la capacidad de resilienc ia de las sociedades. La adaptación es específica al ámbito local, ya que los peligros climátic os extremos afectan a regiones específicas, donde la vulnerabilidad de la poblac ión hace necesario el fortalecimiento de las capacidades adaptativas.

Las medidas o acciones de adaptación son acciones climáticas que buscan incrementar la capacidad adaptativa de una localidad ante los impactos ocasionados por los peligros climáticos y reducir la vulnerabilidad de los sectores expuestos a los mismos. Estas medidas también pueden enfocarse en reducir la exposición o la sensibilidad de la

población ante los fenómenos climáticos. Las acciones locales de adaptación al c ambio climático en México, al igual que en muchos otros países con diferentes grados de desarrollo económico, son una práctica reciente. El conocimiento que implica su diseño e implementación ha ido evolucionando progresivamente, avanzando en el análisis y construcción de metodologías que apoyan su diseño, caracterización y monitoreo. La

adaptación es un proceso de aprendizaje que requiere ser interdisciplinario y transversal, tomando en cuenta el conocimiento local y el papel de los individuos y las organizaciones de la sociedad civil.

En el diseño y la planeación de las acciones de adaptación se deben de tomar en c uenta dos aspectos fundamentales. El primero es la incertidumbre que aún existe en torno a los impactos del cambio climático, lo cual dificulta la definición de acciones de adaptación. El segundo es el dinamismo de la vulnerabilidad a los impactos, que depende de múlt iples factores sociales y económicos, lo cual evaluaciones periódicas para c omprender mejor

los procesos que inciden en la vulnerabilidad (SEMARNAT & INECC, 2012).

(54) Las brechas cortafuego son franjas de ancho variable, libre de vegetación hasta e l s uelo m ineral , q ue

sirven como barreras artificiales para detener y controlar el avance del fuego.

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Para el diseño de las acciones que integran la estrategia de adaptación del PAC, se espera que estas respondan al contexto local y que atiendan riesgos específicos. En ese sentido, un ARVC sólido, específico y detallado permite identificar los posibles peligros climáticos, los sujetos vulnerables a estos y el estatus de la capacidad adaptativa. Así, una vez que se ha efectuado el diagnóstico y considerado tanto la opinión de expertos

como los insumos generados en el proceso, será momento de identificar las acciones de adaptación.

Debido a que las acciones de adaptación deben de responder al contexto específico de la

vulnerabilidad local, existe una amplia gama de medidas que apoyan la resiliencia de los Municipios. Por esta razón, resulta útil contar con una tipología de acciones de adaptación que brinde orientación sobre lo que significa en la práctica la adaptación al cambio climático. Esta tipología consiste en 10 categorías distintas de acciones de adaptación, mismas que se explican en la Tabla 32. Es importante destacar la propuesta de tipología

es orientativa y no restrictiva.

Tabla 32 Tipología de acciones de adaptación al cambio climático

Categoría Definición

Construcción de

capacidades

Acciones que tienen el objetivo de desarrollar, aumentar, mantener y/o fortalecer los conocimientos, habilidades y potencial de los recursos humanos, instituciones

y comunidades para hacer frente a los impactos negativos del cambio climático. Estas acciones buscan aumentar la capacidad adaptativa del Municipio.

Coordinación con actores

Mecanismos que fomentan la colaboración, comunicación, coordinación e intercambio de información entre diferentes sectores e instituciones y facilitan la implementación de acciones de adaptación en las cuales existan intereses comunes.

Instrumentos normativos y de

planificación

Transversalización de la adaptación al cambio climático en proyectos, programas, planes, políticas públicas, normatividad, instrumentos y/o regulaciones en

diferentes sectores. Comprende también la generación de leyes y/o programas específicos.

Información y difusión Acciones que fomentan la educación, conciencia pública, sensibilización, divulgación, difusión, diálogo e intercambio de información. Estas acciones se distinguen por mejorar la capacidad adaptativa de la población.

Investigaciones y estudios

Acciones que fomentan el desarrollo de investigaciones, estudios, reportes y/o evaluaciones técnico-científicas en relación con los insumos del ARVC y otros temas afines a la adaptación climática y el impacto potencial de los peligros

climáticos.

Tecnologías climáticas

Acciones de adaptación que buscan fortalecer la capacidad de recuperación de un sistema natural o humano ante los impactos de los peligros climáticos, mediante la generación, recopilación, visualización, análisis y comunicación de datos como soporte para la toma de decisiones, SIG y sistemas de alerta temprana, así como el conocimiento y habilidades asociados a d ichas tecnologías climáticas.

Mecanismos de financiamiento

Establecimiento de nuevas opciones de financiamiento y/o mejora de las ya existentes para hacer frente a los impactos de los peligros climáticos y para la

transferencia y/o la retención del riesgo asociado.

Monitoreo y evaluación

Desarrollo e implementación de mecanismos y herramientas para medir el avance, impacto o resultados de la adaptación, incluyendo sistemas de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) del apoyo sobre el financiamiento climático, la transferencia de tecnología, y el desarrollo de capacidades.

Acciones a nivel

territorial

Acciones que inciden directamente en el territorio y en las comunidades, con el fin de disminuir la vulnerabilidad al cambio climático y mejorar las condiciones socio-ambientales. Estas incluyen acciones que disminuyen la brecha de

inequidad social (género, clase, etnia, edad, condición de discapacidad, entre otras), los esfuerzos para aliviar la pobreza, asegurar las necesidades básicas (alimentos, vivienda y pertenencias), así como los medios de vida y la salud.

Infraestructura resiliente

Acciones estructurales (planificación, desarrollo, construcción, implementación y/o relocalización) y no estructurales (operación, gestión, administración, mantenimiento, y/o manejo del riesgo) tanto de infraestructura física, como de infraestructura natural.

Fuente: (INECC, 2020).

La propuesta de tipología se complementa con los tres enfoques de la adaptación: Adaptación basada en Comunidades (AbC), Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) y

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Adaptación basada en la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD), establecidos en las NDC de México. Estos enfoques ayudan a los gobiernos locales a orientar sus acciones de adaptación hacia ejes estratégicos con el fin de facilitar las etapas de diseño, implementación, monitoreo y evaluación de las acciones.

Con el fin de definir un programa de adaptación equilibrado, las acciones que se presentan a continuación cumplen el objetivo de ser un punto de inicio para el diseño de la estrategia de adaptación del PAC. Estas acciones son aplicables al contexto de Méxic o y de los gobiernos municipales. Las recomendaciones se basan en lineamientos de la

SEMARNAT, el BID, la CEPAL, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), entre otras instituciones y organismos, y servirán como guía y orientación en el desarrollo del PAC. Las acciones están divididas de ac uerdo con los enfoques de adaptación.

5.2.5.1 Adaptación basada en Comunidades

El objetivo principal de las acciones de Adaptación basadas en Comunidades (AbC) es mejorar la capacidad de las sociedades humanas locales para adaptarse al cambio climático (INECC, 2020). Este enfoque requiere un acercamiento integral que combina el

conocimiento tradicional de las comunidades con estrategias innovadoras, que no solamente buscan reducir vulnerabilidades actuales, sino aumentar la capacidad adaptativa de personas para enfrentarse al cambio climático y, a su vez, proteger y sostener los ecosistemas de los cuales dependen. Incluye también los procesos liderados por comunidades, que se sustentan en las prioridades, necesidades, conocimientos y

capacidades locales, y buscan el empoderamiento de la sociedad para que fortalezca sus capacidades de adaptación y de resiliencia en el corto y largo plazo.

— Implementar técnicas de manejo y captación de agua. Las medidas de gest ión y uso sostenible del agua son fundamentales para la adaptación. En áreas urbanas, los Municipios pueden adaptarse al estrés hídrico y a las sequías relacionadas con el cambio climático si mejoran la eficiencia del sistema de provisión de agua y saneamiento, y crean incentivos y técnicas para promover el ahorro / almacenamiento del agua (p. ej. captación de agua de lluvia, recuperación de aguas

residuales, tecnologías de eficiencia hídrica, etc.).

En las prácticas agrícolas estas actividades incluyen el riego sostenible y reservorios

de agua, manejo de cuencas hidrográficas y consideraciones del nexo entre alimentos, energía y agua para la toma de decisiones. El segundo componente de esta acción está en la construcción de la infraestructura hídrica que permita la sostenibilidad del suministro de agua.

— Promover incentivos para programas de hipotecas verdes55 en los créditos de vivienda, que promuevan el uso racional del agua y la energía. Las eco-tecnologías, además de promover la reducción del uso de energía y de agua en los hogares, también promueven el involucramiento del usuario en el mantenimiento y

medición de los servicios utilizados. Como co-beneficio, se genera una conciencia sobre el uso racional, sostenible y de cuidado de los recursos.

— Diseñar campañas de difusión de peligros climáticos. Es necesario que las

acciones de adaptación incluyan campañas de comunicación para aumentar la conciencia de las personas con respecto a inundaciones y eventos climáticos extremos. Estas campañas, además de difundir información sobre los peligros, también deben de explicar qué hacer en caso de presentarse tales eventualidades, enfatizando a dónde y/o a quién acudir. La inclusión social es un elemento

fundamental que se debe de tomar en cuenta al implementar campañas de

(55) La Hipoteca Verde en México es un monto adicional de crédito otorgado al derecho habiente del INFONAVIT

al adquirir una vivienda con eco-tecnologías, que le generan ahorros en el consumo d e agua y e nerg ía, dándole la posibilidad de una mayor capacidad de pago.

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comunicación; es así que se deberá considerar la traducción e interpretación de la información en distintas lenguas y hacia la población analfabeta.

— Programas de educación sobre el cambio climático y sus efectos en la variabilidad climática. La educación para el cambio climático es una alternat iva de adaptación que contribuye a aumentar la capacidad de respuesta y de resilienc ia de las comunidades expuestas a peligros climáticos. La educación contribuye a sentar las bases para que las personas conozcan y aprendan de una manera adecuada sobre el cambio climático, sepan por qué ocurre, cómo afecta en la variabilidad climática y, en

particular, en su contexto local. Es recomendado que la educación centrada en el cambio climático sea integral, enfocándose en distintas áreas como la sensibilización, la concientización y la formación de capacidades.

— Incrementar la difusión de la información de los Municipios sobre los programas de gestión sustentable del agua y saneamiento, como medida preventiva contra enfermedades transmitidas por vectores. El vector princ ipal del dengue es el mosquito Aedes aegypti; este requiere de agua y de una temperatura ambiente cálida para el desarrollo de las larvas y la replicación del virus.

En los últimos años se ha registrado su creciente expansión en México a consecuencia de climas progresivamente más cálidos y húmedos y también promovida por una creciente urbanización no planificada. Implementar campañas de difusión locales que comuniquen información para la gestión y saneamiento del agua es una acción preventiva que promueve buenas prácticas que la población puede implementar para

evitar que el mosquito continúe expandiéndose y consecuentemente, que se expanda la enfermedad. Esta acción se puede acompañar de campañas de fumigación, la eliminación de criaderos y el fortalecimiento del sistema de salud para ident if ic ar y atender posibles brotes y casos. Se destaca que estas acciones se pueden replic ar para otras enfermedades como el Zika y el Chikungunya.

— Desarrollar procedimientos y campañas para informar a la población acerca de la ubicación de refugios durante y después de un impacto climático. Al presentarse un desastre o ante la amenaza de uno, es importante que la poblac ión

conozca la ubicación de refugios y, en caso de que sea necesario, que sepa cómo y en dónde establecer refugios temporales56. Estos lugares brindan resguardo a la población por pérdida de sus hogares o por desalojo como medida prevent iva para evitar daños a la salud personal. También resulta pertinente contar con planes de contingencia y rutas de evacuación preestablecidas, y comunicarlas a la población con

antelación.

— Instalar sistemas de alerta temprana que previenen la pérdida de vidas y

afectaciones de los impactos climáticos. Los sistemas de alerta temprana notifican a las personas antes de un desastre natural, dándoles tiempo para prepararse y alejarse del peligro. Son una parte importante de la creación de capacidades de adaptación para resistir las afectaciones provocadas por peligros climáticos. Los gobiernos locales pueden mejorar las acciones de respuesta de la población ante un peligro, especialmente ante eventos meteorológicos extremos. Esta

medida podría estar complementada por otra que establezca el desarrollo y prueba de simulaciones y simulacros para generar planes de contingencia que incluyan actividades de evacuación.

Para la implementación de los sistemas de alerta temprana, las alertas y los mensajes de advertencia deben de considerar los patrones de comportamiento de los diferentes grupos dentro de las comunidades. En cuanto a los canales de difusión, los gobiernos locales pueden aprovechar la infraestructura ya existente, como los

(56) El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAP RECE) d esarro lló un

Manual de Atención a la Salud ante Desastres, que a su vez cuenta con una guía q ue es tablece pas os y requisitos para formar refugios temporales. Se puede consultar en la siguiente liga: http://www.cenaprece.salud.gob.mx/programas/interior/emergencias/descargas/pdf/ManualRefugiosTemporales.pdf

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teléfonos móviles y las aplicaciones de los teléfonos inteligentes. La inclusión social es un elemento fundamental que se debe de tomar en cuenta al instalar estos sistemas, así que se deberán de destinar fondos para la traducción y la interpretación para el intercambio de información con la población analfabeta.

— Incluir consideraciones de cambio climático para priorizar políticas, estrategias, acciones e inversiones a nivel nacional y local. Esto incluye el uso de modelos climáticos para políticas e inversiones públicas, así como la disponibilidad y difusión de información que podría ayudar a los productores en la toma de

decisiones sobre cuestiones de producción y comercialización.

— Elaborar, publicar y operar los Atlas municipales y estatales de riesgos,

estudios de vulnerabilidad al cambio climático, así como planes y protocolos de protección civil que incluyan criterios de adaptación cambio climático a nivel local. Estos estudios integran información relevante sobre fenómenos perturbadores a los que está expuesta una comunidad y su entorno y establecen mecanismos de respuesta de la comunidad ante los mismos.

Contar con estudios actualizados, de calidad y específicos para el Municipio permit irá conocer la frecuencia e intensidad con la cual podrían presentarse dist intos peligros en el territorio, identificar los procesos físicos y sociales que generan el riesgo y

visualizar proyecciones a futuro del impacto esperado. Se espera que c on esto los tomadores de decisión cuenten con infamación suficiente para implementar medidas preventivas y de adaptación al riesgo en una amplia gama de proyectos de infraestructura, estimar los costos de los impactos, concientizar a la poblac ión sobre los riesgos a los que está expuesta, e implementar políticas públicas que disminuyan

el riesgo.

— Mejorar las condiciones en los asentamientos informales para una mejor resiliencia climática. Mejorar las condiciones en los asentamientos informales

implica proporcionar acceso a servicios urbanos básicos como vivienda de c alidad, agua potable y saneamiento, infraestructura confiable de energía y opciones de transporte seguras y asequibles. Por lo general, se prefiere la mejora de los asentamientos a los programas de reubicación, excepto, por ejemplo, en comunidades que se encuentran en zonas propensas a riesgos climáticos (por

ejemplo, a inundaciones o deslaves) que tienen un impacto significativo en la comunidad.

Algunas consideraciones para la implementación de la acción son:

● Generar un proceso institucional y mecanismos de financiamiento para la distribución accesible y asequible de equipos domésticos de bajo impacto

ambiental (por ejemplo paneles solares, estufas ahorradoras de leña, regaderas de bajo flujo o focos ahorradores eficientes).

● Asegurar que los asentamientos informales sean considerados como zonas de

mejora y no como un problema.

● Proporcionar financiamiento para los esfuerzos de mejora, mientras se asegura que las nuevas regulaciones no empujen a los residentes más hacia la

informalidad.

5.2.5.2 Adaptación basada en Ecosistemas

La Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) se refiere al uso de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos como parte de una estrategia más amplia de adaptación, para ayudar a las personas a adaptarse a los efectos adversos del cambio climático. Esta impulsa la protección, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas para ayudar a las comunidades a reducir su vulnerabilidad e incrementar su resiliencia frente a la

variabilidad y el cambio climático (UICN, 2018).

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En sus NDC, México identifica 21 acciones de adaptación. Particularmente, el eje de AbE integra acciones enfocadas en la conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos como parte de una estrategia de adaptación integral. En este eje también se considera un enfoque de paisaje y se identifican instrumentos, tales como las Áreas Naturales Protegidas (ANP), para fomentar

la AbE. Además, incluye acciones con beneficios para la mitigación de GEI en ecosistemas tales como los bosques, selvas, manglares, pastos marinos y arrec ifes de coral. A continuación se presenta un listado de ejemplos de acciones de AbE establecidas por la SEMARNAT.

— Implementar programas de gestión sustentable, de inspección y de vigilancia forestal con énfasis en zonas forestales de alta vulnerabilidad al cambio climático. El desarrollo de la gestión forestal sostenible57, además de atenuar los riesgos planteados por el cambio climático, puede crear oportunidades;

por ejemplo, es posible generar puestos de trabajo en el ámbito de la restauración forestal, conservación de los bosques y producción de. La vigilancia forestal requiere de recursos técnicos y humanos adicionales (como un sistema de vigilanc ia y alerta temprana), pero es un instrumento que proporciona indicadores sobre la muerte regresiva de los bosques y los brotes de insectos y enfermedades, de tal forma que

ayuda a reducir la incertidumbre en el diseño de planes y minimiza pérdidas.

— Revertir la degradación de ANP y zonas de alto valor ambiental mediante la generación de programas como para el manejo integral de incendios. El

manejo integral del fuego debe incorporar aspectos ecológicos, socioeconómic os y técnicos con el fin hacer frente a problemas conductuales y de conservación que propician incendios forestales, para así mitigar las consecuencias de la quema de vegetación y los incendios (Myers, 2006). Con esta acción se espera que se protejan los ecosistemas y se logren medios de subsistencia sostenibles en ambientes

propensos al fuego.

— Implementar programas de reforestación y restauración ecológica. La restauración ecológica es considerada una herramienta importante para revert ir las

condiciones de degradación que presentan diversos ecosistemas a nivel mundial debido a la intervención antropogénica, ya que su propósito es recuperar las funciones y estructura del ecosistema. La reforestación es una estrategia de restauración ecológica ampliamente utilizada y trae consigo grandes beneficios de adaptación como la retención de agua de lluvia, la regulación de la temperatura

disminuyendo los impactos de ondas de calor y el efecto de isla urbana, y al mismo tiempo beneficia la estabilidad ecológica del sistema evitando la erosión del suelo y protegiendo el equilibrio de la biodiversidad ante los impactos del cambio c limát ic o . Estos programas se deben planificar y monitorear debidamente ya que el princ ipal desafío de las reforestaciones y de los bosques nacientes es que, a menudo, son

objetivo preferente de las talas y despalme de terrenos (Huxham, 2019). Algunas recomendaciones puntuales son:

● Reconvertir, mediante acciones de reforestación y manejo sustentable, las

superficies degradadas por incendios y de bajo potencial productivo.

● Implementar programas de reforestación en donde también se considere la captación de agua de lluvia para fines agrícolas.

— Incrementar la cobertura vegetal en las partes medias y altas de las cuencas a través de la consolidación operativa de ANP y como medida preventiva contra inundaciones y deslaves. La deforestación y la erosión del suelo son causas que modifican la respuesta hidrológica de las cuencas e incrementan la ocurrencia y

(57) La ONU describe la gestión forestal sostenible como “un concepto dinámico en evolución que tiene p or

objetivo mantener y aumentar el valor económico, social y medioambiental de todos los tipos de bosques, en beneficio de las generaciones presentes y futuras”.

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la magnitud de inundaciones y de deslaves. La función de la vegetación c ontra los deslaves y las inundaciones cumple con tres premisas básicas: sus raíc es sirven de amarre a la tierra, regulan la cantidad de agua en el suelo impidiendo que se ablande internamente y evitan que el agua forme flujos de lodo.

— Establecer sistemas de vigilancia y alerta temprana (ligado a una base de datos), con especial atención en especies invasoras, plagas y enfermedades forestales. Las afectaciones por plagas en los ecosistemas forestales deben de ser de atención prioritaria debido al daño que generan en los ecosistemas forestales y en

los recursos y servicios que la población obtiene de los mismos. Estos tienen su origen en una combinación del incremento en las poblaciones de insectos, con la disminución de la resistencia natural de los bosques al ataque de plagas y en ocasiones con el ingreso de especies exóticas invasoras. Establecer un sistema de vigilancia podría prevenir daños a los ecosistemas forestales, ya que informan

oportunamente a las autoridades con datos actualizados, confiables y accesibles, cuando comienzan a presentarse estas afectaciones, lo cual facilita la toma de decisiones.

— Fortalecer la resiliencia de las ANP a través del establecimiento de convenios y acuerdos que fortalezcan las acciones de adaptación en los planes de manejo. Los instrumentos que determinan las estrategias de conservación y uso de las ANP son los planes o programas de manejo. En México, los programas de manejo tienen como premisa básica lograr la conservación de los ecosistemas y la protección

de su biodiversidad, por lo que establecer acciones de coordinación entre Municipios, Estados y la Federación podría ampliar el alcance de la vigilancia, protección, conservación y manejo sostenible de estas zonas.

— Establecer y reforzar el esquema de pago por servicios ambientales para comunidades y dueños de bosques. Esta acción permite promover la captación de

agua, la captura de carbono y la protección de la biodiversidad en el c ontexto del cambio climático. Los pagos por servicios ambientales son instrumentos económic os que dan incentivos a los usuarios del suelo, de manera que continúen ofreciendo un servicio ambiental que beneficia a la sociedad. En algunos casos, los pagos buscan que los usuarios del suelo adopten prácticas de uso que garant icen la provisión de un

servicio en particular (como plantar árboles con fines de secuestro de carbono).

— Fortalecer la gestión y manejo del agua a nivel de cuencas hidrográficas para mantener la resiliencia de los ecosistemas, y asegurar el abasto de agua con

una visión a largo plazo. Las cuencas hidrográficas saludables son un servicio natural vital para casi todas las ciudades del mundo, ya que captan, almacenan y filtran el agua. La renaturalización de cuerpos hídricos como c anales o ríos pueden apoyar en los procesos de adaptación cuando el nivel de precipitación aumenta, funcionando como retenedores naturales de lluvia; además, aportan beneficios para

la conservación de la biodiversidad, la adaptación y mitigación frente al cambio climático, la salud humana y el bienestar humanos (Abell, 2017).

La evolución de la gestión de las cuencas hidrográficas en las últimas décadas ha sido

fundamental para la responsabilidad colectiva en el uso y cuidado de las mismas. En un principio, su gestión formaba parte de la silvicultura y de la hidrología, competencia de las dependencias forestales gubernamentales; posteriormente se relacionó con la gestión de los recursos naturales, incluyendo actividades que contemplaban el beneficio económico. Actualmente se dirige la atención a los

beneficiarios a través de una gestión participativa e integrada, con el compromiso de la población local (FAO, 2007). En la formulación de los planes de manejo de cuencas hidrográficas, se deberían tener en cuenta tanto los atributos de la tierra y los recursos hídricos como los factores socioeconómicos que repercuten en el desarrollo de los seres humanos en esa zona en general, y las prácticas de uso de la tierra.

Asimismo, debería contemplarse un apoyo operacional permanente.

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— Desarrollar un programa de protección con barreras naturales en playas ante mareas de tormenta y otros impactos del cambio climático. Esta acción permite promover la conservación y regeneración de ecosistemas costeros y humedales. La inversión en defensas costeras nace de las necesidades de protección de infraestructura crítica y de bienes frente a los impactos ocasionados por peligros

climáticos, en específico la elevación del nivel del mar. Tradicionalmente, para hacer frente a estos impactos se ha utilizado infraestructura rígida como muros de protección, diques, barreras estructurales, etc., que atenúan agentes como el oleaje, la modificación de patrones sedimentarios y circulatorios, y la generación de barreras físicas ante la inundación. Ante niveles más altos del mar y otros efectos del c ambio

climático, la infraestructura de defensa tendrá que ser adaptada para mantener los niveles de protección, estabilidad y su funcionalidad de diseño, por ejemplo, con soluciones basadas en la naturaleza. Los mecanismos principales a través de los que proporcionan protección física son la mitigación de olas mediante fricción y rotura, y la retención de sedimento. Es necesario diferenciar qué procesos costeros son relevantes para cada ecosistema y así determinar cuán eficaces pueden ser las

acciones de adaptación (Reguero et al., 2017). Por ejemplo, los humedales c osteros son conocidos por atenuar el oleaje y las mareas de tormenta y suponen una zona de resguardo frente a las tormentas.

5.2.5.3 Adaptación basada en Reducción del Riesgo de Desastres

Este enfoque busca reducir los daños ocasionados por las amenazas naturales, tales como sequías, inundaciones y ciclones, a través de un enfoque de prevención, mitigación de riesgos y después de atención a desastres (Zorrilla & Kuhlmann, 2018). El eje de la

Adaptación basada en la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) es compat ible c on la Adaptación a través de Obras de Infraestructura (AOI), e inc luye medidas y ac c iones para la adaptación al cambio climático. Estas consisten en modificar infraestructura existente o diseñar nuevos proyectos para proteger estructuralmente a una poblac ión o una zona específica de un peligro climático. Es decir, la RRD permite usualmente modificar la sensibilidad ante peligros climáticos.

Infraestructura resiliente

— Adoptar estándares de diseño para edificaciones resilientes. Este tipo de

acciones de adaptación buscar reducir el riesgo al mejorar la resistencia de edificios y la infraestructura local. Otro tipo de acciones se centran en proteger estructuras mediante la instalación de barreras y desviando las fuerzas destructivas; algunos ejemplos son los diques, canales de descarga, muros de protección y obras de estabilización de taludes y suelos.

— Implementar infraestructura verde para la gestión de inundaciones y control de microclimas. La infraestructura verde (por ejemplo, jardines de lluvia, techos verdes, muros verdes, árboles, bosques urbanos) son ecosistemas naturales o

seminaturales presenten dentro de zonas urbanas, que proporcionan servicios públicos útiles para la gestión de recursos hídricos. La infraestructura verde complementa o reemplazan aquellos servicios que son proporcionados por infraestructura gris; al imitar a la naturaleza, permiten aprovechar el ciclo hidrológico para mejorar la infiltración, recarga de acuíferos y procesos de evapotranspiración.

Previo a la implementación de este tipo de acciones, se debe de realizar un análisis espacial de inundaciones urbanas, de zonas en riesgo de presentar temperaturas cálidas extremas, así como de la infraestructura hídrica existente, del drenaje y de la

cobertura arbolaria. Los Municipios enfrentan grandes retos al implementar proyectos de manejo de áreas verdes debido al crecimiento urbano descontrolado, donde la capacidad de brindar apoyo técnico e institucional adecuado puede ser deficiente.

— Promover el revestimiento con techos blancos, pavimento fresco y áreas verdes permeables en edificios y espacios públicos. Esta acción mejora las condiciones de confort de los habitantes del Municipio. El objetivo es la promoción del

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diseño sostenible y bioclimático en construcciones nuevas y el fomento de edificaciones de bajo consumo energético y confortables. La búsqueda del c onfort térmico en nuevas construcciones y edificaciones contribuye a la capacidad de adaptación de los individuos ante la variabilidad de la temperatura provocada por el cambio climático. Los edificios y casas que utilizan materiales y diseños bioclimát ic os

apoyan la conservación y eficiencia energética, además de que pueden inc orporar criterios para la protección contra desastres. Además de las nuevas construcciones, la inclusión de eco-tecnologías y materiales sustentables también debe considerarse en los proyectos de remodelación y reconstrucción, e incorporarse en reglamentos y regulaciones de construcción. Se incluye en el Anexo 1 informac ión relac ionada a

medidas de adaptación que se han realizado a nivel local en México, así como ejemplos internacionales que puedan apoyar en la toma de decisiones.

5.2.6 Priorización y validación de las medidas

Al elaborar los diagnósticos del PAC (Inventario de Emisión de GEI y ARVC) se identifican los principales determinantes de los problemas ambientales a ser atendidos.

Posteriormente, se detallan las metas del PAC y se identifica un portafolio de posibles acciones de mitigación y adaptación a implementar. A través de un proceso de priorización, se evalúan las diversas opciones de política para hacer frente al cambio climático. Es en este paso en donde se describen las expectativas y condiciones requeridas para alcanzar las metas, para seleccionar aquellas acciones que cuentan c on el mayor alcance, impacto, y confianza en su implementación, con niveles viables de

esfuerzo, recursos humanos y económicos.

5.2.6.1 Metodologías para la priorización de acciones

Esta sección describe metodologías que pueden ser utilizadas para priorizar las ac ciones de mitigación y adaptación: análisis multicriterio, análisis costo-efectividad y análisis costo-beneficio. Cada metodología tiene un nivel de detalle y requerimientos de información distintos (ver Figura 36).

Figura 36 Árbol de decisión para la selección de metodologías de priorización

Fuente: Adaptación a partir de (Centro Mario Molina, 2014).

Como mínimo, se esperaría que se utilice un análisis costo-efectividad para priorizar las acciones de mitigación y un análisis multicriterio para las acciones de adaptación. El

mayor nivel de detalle lo ofrece el análisis costo-beneficio, aunque se rec onoce que los insumos necesarios para su ejecución pueden no estar siempre disponibles y que

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requiere un mayor conocimiento sobre el uso de análisis económicos para la priorizac ión y evaluación de políticas públicas.

Análisis multicriterio

Un análisis multicriterio es un proceso participativo que toma en cuenta todas las dimensiones de las políticas climáticas, incluyendo aquellas que no son fáciles de monetizar. Las acciones son calificadas con base en criterios establecidos por los actores involucrados y que son específicos para el contexto local. En este caso, las acciones c on mayor puntaje son las que se priorizan. Al organizar un análisis multicriterio, el equipo

local debe preguntarse lo siguiente:

— ¿Tienen claro el objetivo del análisis?

— ¿Cuentan con expertos en la materia a quienes podrían invitar a participar en el proceso?

— ¿Quiénes formarán parte del grupo de discusión?

— ¿Cuáles son los criterios más importantes para el contexto local?

Este tipo de metodología es útil para identificar y priorizar acciones en relac ión c on los objetivos y metas del PAC. Se recomienda realizar un análisis multicriterio para realizar

un primer filtrado de medidas e identificar aquellas que no son viables en opinión de expertos y actores relevantes. Idealmente, el proceso debería complementarse c on un análisis costo-efectividad o costo-beneficio.

Una gran ventaja del análisis multicriterio es que permite hacer énfasis en el proceso participativo y destacar el juicio colectivo de los actores involucrados. Sin embargo, una desventaja es que, durante este tipo de evaluaciones, la disc usión puede llegar a ser subjetiva si los participantes invitados no están suficientemente informados. Por lo tanto,

se sugiere convocar a múltiples expertos y tomadores de decisión.

La metodología MCA4climate del UNEP establece 19 criterios relacionados con el cambio climático que pueden utilizarse para diseñar un análisis multicriterio y calificar las

acciones propuestas.58 La priorización en esta metodología es establecida con base en un análisis cuantitativo a través de los pasos de puntuación, clasificación y ponderación de estos y otros criterios (ver Tabla 33).

(58) Más información en: https://unfccc.int/resource/docs/publications/pub_nwp_costs_benefits_adaptation.pdf

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Tabla 33 Criterios de la metodología MCA4climate

Categoría Tipo de criterio Criterio Tipo de criterio Criterio

Necesidades Financiamiento

público

Minimiza el gasto en tecnología

Barreras de

implementación

Permite fácil implementación

Minimiza otro tipo de

gastos

Se ajusta a tiempos

requeridos de intervención pública

Resultados

Climáticos

Reduce emisiones de GEI y carbono negro

Ambientales

Protege recursos ambientales

Promueve la resiliencia al cambio climático

Protege la biodiversidad

Económicos

Da pie a la inversión privada

Apoya o da sostén a servicios ecosistémicos

Mejora el desempeño económico

Sociales

Reduce la incidencia de pobreza

Genera empleos

Reduce la inequidad Contribuye a la sostenibilidad fiscal

Políticos e institucionales

Contribuye a la estabilidad política

Mejora la salud

Mejora la gobernanza Preserva herencia cultural

Fuente: (Centro Mario Molina, 2014; UNEP, 2011)

Otra alternativa es utilizar el marco de evaluación RICE de la empresa Intercom59, el cual es utilizado normalmente en programas de administración de proyectos en el ámbito público, ya que permite cuantificar el valor potencial de iniciativas. El nombre del marco deriva de los cuatro componentes básicos de medición: Alcance (𝑹 por Reach, en inglés), Impacto (𝑰 por Impact), Confianza (𝑪 por Confidence) y Esfuerzo (𝑬 por Effort).

La siguiente fórmula permite crear un índice comparativo cuyo puntaje final puede

utilizarse para priorizar las acciones de mitigación y adaptación. El equipo loc al también puede decidir ponderar de forma distinta cada uno de los cuatro componentes, así c omo los parámetros utilizados para su calificación individual.

𝐼𝑛𝑑𝑖𝑐𝑒 =𝑅 × 𝐼 × 𝐶

𝐸

En donde

— 𝑹 es el número de personas beneficiadas

— 𝑰 el valor del impacto esperado

— 𝑪 un porcentaje de confianza

— 𝑬 la estimación de valor del esfuerzo

Los primeros tres componentes determinan el beneficio potencial esperado, mientras que el esfuerzo representa el costo general. El sistema RICE permite organizar el nivel de

prioridad en la ejecución de las políticas públicas para combatir el c ambio c limát ic o. A continuación se detalla cada uno de los componentes, mientras que en la Tabla 34 se presentan algunos indicadores que pueden utilizarse para la priorización.

Alcance (Reach)

El alcance corresponde a un estimado de cuánta gente puede verse beneficiada por las

iniciativas propuestas, en un periodo de tiempo delimitado. El equipo local debería preguntarse: ¿cuánta gente se beneficiará de cada acción específica? A manera ilustrativa se puede pensar en el alcance de un corredor de transporte públic o masivo.

(59) Más información en: https://www.intercom.com/blog/rice-simple-prioritization-for-product-managers/

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De manera directa se contabiliza la demanda de viajes estimada y en la cuantificación del alcance indirecto se pueden incluir personas impactadas por los cobeneficios asociados.

Impacto

Corresponde a la evaluación de la contribución y valor público que ofrec e la ac ción c on respeto a una meta específica. El valor puede ser considerado de distintas maneras para

internalizar la mayor parte de los impactos de las acciones climáticas (mitigación o adaptación). En este sentido, se debería de dar más peso a los impactos de reducción de emisiones de GEI para las acciones de mitigación, y los impactos en la reduc ción d e las consecuencias de los peligros climáticos para las medidas de adaptación; no obstante, se también sería relevante cuantificar y ponderar posibles cobeneficios. Retomando el

ejemplo anterior, el impacto de un sistema de transporte público masivo consideraría no solo los beneficios por mitigación de GEI, sino también el menor tiempo de traslado, posible incremento de valor inmobiliario y reducciones en emisiones de contaminantes del aire, entre otros. Asimismo, distintos indicadores de impacto pueden ser evaluados bajo unidades comunes, como el valor monetario estimado de los beneficios.

Confianza

Todos los instrumentos y decisiones en el ámbito público, así como su ejecución , t ienen un nivel de riesgo. Este componente permite considerar condiciones de incertidumbre en la evaluación de proyectos. Los indicadores utilizados para determinar los riesgos son cuantificados en términos porcentuales y pueden ponderarse para expresarse c omo un porcentaje único, de 0 a 100%.

La evaluación de confianza considera la posibilidad de fallo. Los indicadores ayudan a responder la siguiente pregunta: ¿cuál es el nivel de seguridad de los niveles de impac to

y esfuerzo que se están asumiendo? Además, si se identifican los elementos que están incidiendo en el riesgo, se pueden establecer medidas para incrementar la posibilidad de éxito. Para el ejemplo mencionado anteriormente, se refiere al porcentaje de riesgo de ejecución e implementación exitosa del corredor de transporte público masivo. Incluir indicadores de confianza facilita la comparación de acciones c on alta c erteza, pero de bajo impacto, con proyectos de alta ganancia con alto riesgo.

Esfuerzo

El último componente estima el número total de recursos necesarios para c ompletar y ejecutar la iniciativa propuesta en un periodo específico. Se deben considerar todos los elementos necesarios para la ejecución, como recursos financieros, humanos, capital político, etc. Por ejemplo, para el corredor de transporte masivo se podrían considerar los

recursos financieros, públicos y privados, para flota e infraestructura, así como recursos humanos para la planeación, construcción, ejecución y operación.

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143

Tabla 34 Criterios de evaluación RICE

Categoría RICE Indicador Respuestas posibles

Alcance (R)

Tiempo de implementación

¿Cuál es el lapso esperado para su implementación?

Corto Plazo (1-2 años)

Mediano Plazo (3-6 años)

Largo Plazo (7 años o más)

No aplica

Inicio de resultados

¿Cuál es el lapso esperado para ver el inicio de los resultados?

Corto Plazo (1-2 años)

Mediano Plazo (3-6 años)

Largo Plazo (7 años o más)

No aplica

Durabilidad del

impacto

¿Cuánto tiempo estimas que se

extiendan los resultados de mitigación o adaptación?

Impacto puntual

Continuo por un lapso determinado de tiempo

Medida estructural (Impacto por siempre)

No aplica

Escala o número de beneficiados

¿Cuál es la escala esperada de la medida propuesta?

Local (intervención en un sector específico)

Local (intervención urbana)

Municipal

Estatal

Impacto (I)

Percepción del impacto de

mitigación (nivel de ambición)

¿Cuál es su expectativa de la magnitud del impacto de mitigación?

¿Se traducirá en un % de reducción de emisiones con respecto a los resultados del Inventario de GEI?

Ningún impacto

Bajo (<25% de la meta municipal para el sector)

Medio (25-50% de la meta municipal para el sector)

Alto (% de reducción equivalente a >50% de la meta municipal para el sector)

Percepción del impacto de adaptación

¿Cuál es su expectativa de la magnitud del impacto de adaptación, incremento en la resiliencia climática o mejoras en la capacidad adaptativa?

Ningún impacto

Bajo

Medio

Alto

Cobeneficios ambientales

¿Cuál es su expectativa de la magnitud de cobeneficios ambientales (p. ej. calidad del aire, contaminación

del suelo) ?

Ningún impacto

Bajo

Medio

Alto

Cobeneficios financieros

¿Cuál es su expectativa de la

magnitud de cobeneficios financieros (p. ej. productividad, tiempo de traslado, ahorros en salud) ?

Ningún impacto

Bajo

Medio

Alto

Cobeneficios sociales: grupos vulnerables

¿La medida contribuye a disminuir los niveles de vulnerabilidad?

Ningún impacto

Bajo

Medio

Alto

Cobeneficios sociales (hacia el individuo): valor público

¿Qué tan perceptible será la mejora para los y las ciudadanas dentro de su vida cotidiana?

Ningún impacto

Bajo

Medio

Alto

¿Cuál es el posible nivel de resistencia social a la implementación de la

política?

Sin resistencia

Bajo

Medio

Alto

Fuente: Elaboración propia.

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Tabla 34 Criterios de evaluación RICE [continuación]

Categoría RICE Indicador Respuestas posibles Categoría RICE

C (Confianza)

Autonomía de las

autoridades ambientales que implementarán el PAC

¿Las autoridades ambientales municipales cuentan con la

jurisdicción y atributos suficientes para la implementación, ejecución y evaluación total de la medida? (porcentaje de responsabilidad de medio ambiente o desarrollo urbano)

Lo desconozco

No, depende mayoritariamente de otras (49-1%)

No, tiene atribuciones parciales

(74-50%)

Sí, total independencia (100-75%)

Factores institucionales (colaboración interinstitucional)

¿Qué porcentaje de las responsabilidades les asignaría a otras dependencias del gobierno local?

Ninguno

Bajo (1-20%)

Medio (20 - 49%)

Alto (Más del 50%)

Colaboración

estatal

¿Qué porcentaje de las responsabilidades les asignaría a

dependencias estatales?

Ninguno

Bajo (1-20%)

Medio (20 - 49%)

Alto (Más del 50%)

Colaboración federal

¿Qué porcentaje de las responsabilidades les asignaría a dependencias federales?

Ninguno

Bajo (1-20%)

Medio (20 - 49%)

Alto (Más del 50%)

Colaboración de otros actores

¿Qué porcentaje de las responsabilidades le asignaría a otro tipo de actores?

Ninguno

Bajo (1-20%)

Medio (20 - 49%)

Alto (Más del 50%)

Experiencia previa

¿El Municipio cuenta con experiencia previa que apoye en la implementación, evaluación y seguimiento de la medida?

Ninguna

Baja

Media

Alta

Perspectiva de incidencia de

riesgos

Desde su perspectiva y reconociendo las capacidades técnicas, políticas y de legitimidad social actual ¿qué

probabilidad de éxito le asigna?

Ninguno

Baja (1-49%)

Media (50-74%)

Alta (75-100%)

Capital político

Considerando el compromiso de líderes políticos, el liderazgo del grupo operativo y posibles conflictos de interés, ¿cómo calificaría el capital político que respalda la posible implementación de la política?

Nulo

Bajo

Medio

Alto

E (Esfuerzo)

Recursos

humanos

¿Cuánta gente será necesaria para implementar, operar y vigilar la

medida?

Lo desconozco

Baja (1-5 personas)

Media (6-25 personas)

Alta (+25 personas)

Inversión financiera

¿Cuál es el grado necesario de inversión pública o privada necesario?

Lo desconozco

Bajo (menos de 1 millón de pesos)

Medio (1-10 millones de pesos)

Alto (más de 10 millones de pesos)

Capital social ¿Qué nivel de esfuerzos de comunicación o participación social serán necesarios?

Lo desconozco

Bajo

Medio

Alto

Fundamento

jurídico

¿Qué nivel de esfuerzo jurídico, normativo o de vigilancia serán

necesarios?

Lo desconozco

Bajo

Medio

Alto

Fuente: Elaboración propia.

Análisis costo-efectividad

El análisis costo-efectividad es un proceso cuantitativo que sirve para priorizar acc iones. Requiere contar con información sobre los costos de inversión, operación y

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145

mantenimiento para cada acción. Las acciones se seleccionan con base en su radio costo-efectividad, un indicador que mide qué tan efectiva es la acción con base en una meta. El radio costo-efectivo de las acciones permite priorizar su orden de implementac ión. Sin embargo, al efectuarse la evaluación se debe comprender que este indicador no ayuda a comprender qué acciones se deben llevar a cabo y cuáles no, ya que no c uant if ica los

beneficios.

Esta metodología es comúnmente utilizada para seleccionar acciones de mitigac ión, c on base en sus costos y el impacto expresado como reducciones en las emisiones de GEI.

Para adaptación no es útil, puesto que no hay un criterio homogéneo que pueda ser utilizado para medir la efectividad de cualquier acción; por lo tanto, para las polít ic as de adaptación se recomienda un análisis multicriterio o un análisis costo-beneficio.

La ecuación básica utilizada para evaluar el costo-efectividad de las acciones de mitigación es la siguiente:

𝑅𝑎𝑑𝑖𝑜 𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 =𝐸

𝐶𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙

Donde:

— 𝐸 son las toneladas de CO2e que la acción mitigaría en caso de implementarse, en un periodo de tiempo dado.

— 𝐶𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 es el costo de implementación de la acción en el mismo periodo.

De esta forma se obtiene la reducción de toneladas de CO2e por unidad monetaria para cada acción. Posteriormente se pueden seleccionar aquellas medidas que permitan mitigar más emisiones por unidad monetaria; esto es, cuyo radio c osto-efectividad es mayor.

Análisis costo-beneficio

Este es un proceso cuantitativo que monetiza daños y beneficios ambientales y soc iales asociados a las acciones que se busca implementar. El análisis se hace a t ravés de dos

pasos:

1. Análisis financiero: analiza el flujo de efectivo de cada acción para c onocer la

viabilidad financiera del proyecto y el costo de oportunidad de las acciones.

2. Análisis económico: identifica y cuantifica los costos y benefic ios sociales y ambientales de las acciones.

En este caso la regla para decidir si una acción se debe llevar a cabo o no es:

𝐵 − 𝐶 > 0

El beneficio neto se estima restando los costos 𝐶 de los beneficios 𝐵, y las ac ciones se ordenan de acuerdo con el beneficio neto. Con esta evaluación es posible c omparar los beneficios obtenidos por cada peso gastado, con los costos de implementación y

financiamiento, así como las afectaciones posibles. En este análisis es deseable inc luir todas las posibles externalidades. Si bien se puede utilizar tanto para la evaluación de acciones de mitigación como de adaptación, estas últimas, junto con las políticas y educación y comunicación, persiguen principalmente resultados o beneficios intangibles y complicados de cuantificar en términos económicos, por lo que es más común utilizar un

análisis mullti-criterio para priorizarlas. No obstante, el análisis costo-beneficio representa el nivel de detalle máximo y la mejor regla de decisión para la selec ción de políticas climáticas, por lo que se recomienda gestionar recursos (humanos, técnicos y económicos) y planear tiempo suficiente para su incorporación como parte del proceso de elaboración del PAC.

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146

Existen otras metodologías que pueden ser utilizadas para la priorización de acciones de

adaptación. Las metodologías previamente mencionadas, que incluyen el Análisis Costo-Beneficio, el Análisis Costo-Efectividad y el Análisis Multicriterio son considerados c omo soportes de decisiones tradicionales. Por su parte, existen otras metodologías que caen bajo el concepto de soportes de decisión bajo condiciones de incertidumbre , entre ellos se puede incluir el Análisis de Opciones Reales, la Metodología para la Toma de Decisiones Robustas, el Análisis de Portafolio, Procesos de Jerarquía Analítica y el

Análisis de Redes Sociales. Para más información y comparación se recomienda revisar el Reporte de Métodos para el Soporte de Decisiones para la Adaptación al Cambio Climático60. Cabe recalcar que no es obligatorio utilizar todas estas metodologías. Sin embargo, es importante que se conozcan, para que elija aquella que mejor aplique al contexto del municipio y las necesidades específicas de esta etapa.

5.2.6.2 Escenarios de reducción de emisiones

Al momento de comenzar a diseñar las acciones de mitigación del PAC, el Municipio debe de contar con un inventario base y, de ser posible, con un escenario tendencial de

emisiones que describa la situación futura bajo un contexto de inacción, donde no se implementan políticas para abatir la generación de GEI. El CRF del GCoM espec if ica que los gobiernos locales también deben de estimar la reducción de emisiones para cada acción de mitigación, las cuales permiten construir escenarios de reducción de emisiones bajos en carbono, además de facilitar evidencia para la identificación de aquellas políticas

e intervenciones que tienen los mayores impactos (como se ejemplifica en la sección 5.2.6.1).

La selección de las acciones definitivas que serán incluidas en el PAC es un proceso iterativo. Como se ha expuesto anteriormente, se debe seguir un proc eso c olaborativo donde sean los equipos de los diferentes departamentos del Municipio quienes evalúen la viabilidad técnica, al mismo tiempo que se procura una validación política con tomadores de decisión (por ejemplo, directores de áreas o departamentos, regidores o incluso el Presidente Municipal). Una vez que se cuenta con un portafolio inicial de propuestas de

mitigación, el equipo local tendría que cuantificar la reducción de emisiones al año objetivo (por ejemplo, 2030) y comprobar que se alcance el objetivo propuesto de mitigación, tanto global como por sector.

En caso de que no se alcance el objetivo propuesto, el equipo local tendría que nuevamente guiar discusiones para identificar acciones más ambiciosas (aunque viables) y modelar su impacto en la reducción de emisiones. Este proceso se puede repetir varias veces, hasta que el resultado de la mitigación de emisiones sea igual o superior a la meta

planteada. Se sugiere que, cuando una acción está condicionada por factores externos, esto se indique claramente y, de ser posible, se estime la fracción o proporción de la acción que está restringida, en términos de su impacto y reducción de emisiones.

En general, se identifican tres diferentes tipos de acciones que los equipos locales pueden incluir dentro del PAC y cuyo impacto es posible modelar, según lo indica la Tabla 35.

(60) Más información en: https://mediamanager.sei.org/documents/Publications/sei-mediation-briefing1-

method-overview.pdf

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147

Tabla 35 Tipos de acciones de mitigación

Tipo de acción Acciones existentes Acciones ambiciosas Acciones actualmente

inviables

Características

o Acciones planeadas o existentes a nivel ciudad, plasmadas en planes, políticas, proyectos y programas.

o Acciones planeadas o existentes a nivel nacional o regional que impactarán las emisiones del Municipio.

o Acciones basadas en tendencias del mercado actuales, que generarán transformaciones tecnológicas sin la necesidad de una

intervención de política pública.

o Acciones que atacan las emisiones remanentes después de estimar la reducción de emisiones con acciones existentes.

o Pueden ser modificaciones en el nivel de ambición de acciones existentes, o nuevas acciones.

o Se deben desarrollar junto con actores locales, regionales o nacionales que participarán en su implementación.

o Si bien son acciones ambiciosas, son realistas en términos económicos, sociales y tecnológicos.

o Acciones que no son viables por la existencia de barreras técnicas, económicas, políticas, sociales, etc.

o Se pueden proponer para atender emisiones residuales que no son mitigadas por otras acciones del PAC, siempre y cuando se

describan las barreras que, en caso de desaparecer, permitirían su implementación en el futuro (por ejemplo, la siguiente versión del PAC).

Fuente: Elaboración propia.

Supuestos para estimar la reducción de emisiones por acción

Calcular la reducción de emisiones implica definir una serie de supuestos que indican

cómo las políticas de mitigación propuestas inciden en los niveles de emisiones. Est imar el potencial de reducción para cada acción requiere información sobre los tipos de tecnologías involucradas y la penetración de las transformaciones propuestas. Por ejemplo, el cálculo se puede basar en los siguientes cambios tecnológicos o sistémicos:

— Cambios en el aporte de cada fuente de electricidad loc al al total c onsumido en el Municipio (electricidad generada tanto por fuentes renovables como no renovables).

— Cambios en el factor de emisión de la electricidad suministrada por la red.

— Reducciones en el consumo eléctrico en edificios residenciales, comerciales,

institucionales e industriales.

— Porcentaje de edificios (residenciales, comerciales, institucionales) con sistemas fotovoltaicos (y la capacidad de los sistemas nuevos a instalar).

— Porcentaje de edificios nuevos y existentes (residenciales, comerciales, institucionales) que implementan tecnologías, sistemas o estándares de eficiencia

energética (alumbrado inteligente, alumbrado LED, calentadores de agua, renovación de los sistemas de aire acondicionado, electrodomésticos y equipos eficientes, tecnologías para la cocción de alimentos, entre muchas otras).

— Cambios en el consumo de combustibles industriales (por ejemplo, reemplazar el consumo de diésel con gas natural) y penetrac ión de tecnologías para mejorar la eficiencia energética a nivel industrial.

— Cambios en el reparto modal (por ejemplo, un aumento en el uso de bicicletas o transporte público masivo), reducciones en los kilómetros recorridos por vehíc ulo y porcentaje de hogares en zonas con un desarrollo orientado al t ransporte (Transit Oriented Development).

— Cambios en los combustibles utilizados por modo de transporte (por ejemplo, reemplazar unidades a diésel por vehículos eléctricos).

— Cambios en la eficiencia energética de cada tipo de vehículo (asume que no hay cambios en el combustible utilizado).

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148

— Reducciones en la generación per cápita de residuos o en la generación de aguas residuales, o el contenido de DBO y proteína en las aguas dispuestas.

— Porcentaje de residuos (por tipo) que reciben tratamiento biológico o que son reciclados.

— Fracción de metano o biogás capturado en sitios de disposición de residuos sólidos y

plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la eficiencia y capacidad de sistemas de generación de electricidad a partir del biogás capturado.

— Cambios en la fracción de aguas residuales dispuestas en c ada t ipo de sistema de

tratamiento.

Las acciones de mitigación inciden en estos cambios tecnológicos y sistémicos, así c omo

en el alcance o extensión de los mismos. Por lo tanto, las acciones deberían describir las intervenciones a través de las cuales es posible alcanzar dichos cambios. El equipo loc al deberá trabajar con múltiples actores para detallar cómo cada acción propuesta modif ic a los supuestos de los cambios anteriores. Por ejemplo, una acción podría ser un incent ivo fiscal que fomente la instalación de calentadores solares de agua en edificios residenciales; el equipo local tendría entonces que estimar cómo el incentivo propuesto

modificaría el porcentaje de hogares existentes y nuevos que contarán con este t ipo de tecnología. Se recomienda que el equipo local siempre incluya una descripción de la lógica y los supuestos de cada cálculo de reducción de emisiones.

Herramientas para la estimación de escenarios de reducción de emisiones

Las mismas herramientas que se utilizan para la construcción de los escenarios tendenciales de emisiones (BAU) pueden emplearse para estimar escenarios de reducción de emisiones. Se destacan las herramientas CURB y LEAP, las cuales se describieron en

la sección 4.1.3.

Los escenarios generados por este tipo de herramientas permiten visualizar gráficamente las emisiones según el escenario tendencial, y comparar con las reducciones observadas

en escenarios que contemplan distintas acciones de mitigación, para seleccionar aquellas que producen los mayores beneficios totales. También permiten estimar el presupuesto de carbono de la ciudad o Municipio; esto es, la cantidad máxima de emisiones que podrían darse en un periodo si se quiere alcanzar el objetivo de mitigación propuesto. Asimismo, las herramientas facilitan la identificación de emisiones residuales que no han

podido ser mitigadas con las intervenciones planeadas. Las emisiones residuales deben ser monitoreadas para en un futuro poder diseñar acciones de mitigac ión que permitan reducirlas o, en su defecto, ejecutar acciones compensatorias que aumenten la capacidad de sumideros de carbono como los bosques (por ejemplo, a través de programas de reforestación).

5.2.7 Socialización y procesos participativos

El CRF del GCoM define que el PAC debe incluir una descripción de los procesos de participación de grupos de interés. Esto aplica tanto para el desarrollo del inst rumento, como los mecanismos participativos previstos para su eventual implementación. Los procesos participativos deben ser incluyentes y equitativos, facilitando el intercambio de

información entre el gobierno y la ciudadanía. Durante estos procesos, la sociedad emite sus opiniones y las instituciones públicas deben de ser capaces de responder a estas.

Para el desarrollo del PAC, se busca que la participación ciudadana permita recabar

observaciones, sugerencias, opiniones y recomendaciones acerca de las acciones preliminares. Posteriormente, esta información se considera en la priorizac ión y diseño de las acciones finales. Asimismo, la socialización del PAC permite validar supuestos en la implementación de las acciones, así como los resultados de los diagnósticos y la priorización de las estrategias climáticas. También es necesario consensuar y valid ar las

acciones con los actores que participarán en su implementación, monitoreo y evaluación, y con los grupos que podrían verse directa e indirectamente afectados.

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149

Durante todo el proceso, es fundamental la inclusión tanto de expertos en las áreas de mitigación y adaptación, como la ciudadanía, el sector privado, los medios de comunicación y la academia. Asimismo, el equipo local debe de revisar procesos y regulaciones que definan cómo deben ser los procesos participativos en el Municipio; por ejemplo, algunos gobiernos locales establecen como una obligación el someter a consulta

pública el PAC, con tiempos y procesos preestablecidos.

Existen múltiples herramientas para llevar a cabo procesos participativos, tales como:

— Consultas públicas

— Mecanismos municipales de atención y participación ciudadana (líneas telefónicas, difusión en distintos medios de comunicación como periódicos y páginas de internet , etc.)

— Encuestas a través de cuestionarios y formularios.

— Sondeos de opinión.

— Reuniones públicas.

— Talleres y mesas de trabajo sectorales.

En todo caso, es importante que el Municipio esté abierto a cuestionamientos de los

distintos grupos de interés, para escuchar sus opiniones y rendir cuentas. Asimismo, se deberán definir claramente los periodos y actividades de los procesos participativos. Algunas recomendaciones generales para orientar la socialización y fomentar la participación efectiva de la ciudadanía son las siguientes:

— Ser transparentes y rendir cuentas.

— No tomar posturas impositivas.

— Escuchar las necesidades y preocupaciones de la sociedad.

— Tomar perspectivas de género.

— Procurar la participación de grupos vulnerables.

— Establecer un diálogo bidireccional.

— Proveer información previa.

— Oficializar acuerdos y resultados.

— Promover esquemas de corresponsabilidad y apropiación del PAC por parte de la

sociedad.

— Documentar los ejercicios participativos (por ejemplo, a través de minutas).

5.2.8 Consideraciones finales

El CRF del GCoM establece que el PAC debe ser adoptado formalmente por la autoridad local. En México, esto implica que el Cabildo Municipal apruebe el inst rumento, que se publique en el periódico o gaceta oficial de la administración y que se obtenga su inscripción en el Registro Público de la Propiedad.

Se destaca que el plan de mitigación y el de adaptación se pueden elaborar de forma separada, o integrarse en un mismo instrumento; esta última opción es lo más común en México. Asimismo, otros criterios del CRF importantes a considerar en la integrac ión del

PAC son los siguientes:

— Estar redactado en el idioma oficial de la autoridad local.

— Incluir la fecha oficial de adopción/aprobación del PAC.

— Describir quién fue el equipo autor principal y el equipo de coordinación dentro del gobierno local, responsable del desarrollo e implementación del PAC.

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— Incluir medidas (o indicadores de rendimiento clave) para realizar el seguimiento y control del PAC.

— Mencionar los organismos o mecanismos internos y externos que coordinarán la ejecución del PAC.

— Añadir indicaciones de cómo se han incorporado las acciones del PAC en planes de

desarrollo obligatorios y sectoriales del gobierno local.

La Sección 7 tiene como objetivo ofrecer orientación sobre el seguimiento y monitoreo del PAC y la coordinación de su ejecución. Además de estos requisitos, al adherirse al

GCoM, los Municipios adquieren la responsabilidad de presentar su PAC en un plazo de tres años a partir de su adhesión e informar del progreso en su implementac ión c ada 2 años. Estos reportes deberán realizarse a través de una de las dos plataformas de reporte reconocidas oficialmente, las cuales se describen en la sección 7.

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6 Fase de Implementación

La fase de implementación es sin duda la más importante del actuar climático. Esta es la que toma la mayor cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos económicos, además de que requiere un involucramiento más profundo de todos los actores relevantes, incluyendo a las autoridades municipales, estatales y federales, así como a la academia, a las

organizaciones civiles, a los empresarios y a la ciudadanía en general. El éxito del PAC dependerá básicamente del factor humano; el equipo local que aplique el instrumento deberá estar empoderado al interior del Municipio, contar con recursos suficientes y tener una amplia comunicación con el resto de la administración local. El protocolo de comunicación también debe de abarcar actores externos al Municipio que sean esenciales

para la aplicación de las acciones y estrategias planteadas.

6.1 Generalidades

El éxito de la acción climática dependerá del Presidente Municipal, pues es la persona que define las prioridades del gobierno local. Contar con su apoyo e involucramiento será esencial para la fase de implementación.

La aplicación de la acción climática debe estar organizada por una Unidad de Implementación. Este equipo debe tener un responsable (coordinador local) y puede estar adscrito a una sola área de la administración municipal o contar con un equipo multidisciplinario. En cualquiera de los casos, se debe de entender al actuar climático como una política transversal y no como un programa sectorial. Para ello, el equipo loc al

puede buscar cómo encajar las estrategias climáticas en los programas y metas sectoriales, para que sean parte de las metas y actividades de cada departamento.

El inicio de la etapa de implementación debe partir del propio PAC, el cual debe tener un

cronograma detallado. Además, se requiere definir un presupuesto para la implementación de las estrategias incluidas en el mismo. Será labor de la Unidad de Implementación revisar el PAC, las asignaciones presupuestarias y el c ronograma para hacer ajustes y crear su propio Plan de Trabajo.

En la política climática, los defectos en esta fase de implementación se deben de tomar como oportunidades de aprendizaje para mejorar tanto el diseño como la aplic ac ión de las estrategias e inversiones climáticas. Al iniciar la implementación de nuevas políticas o proyectos, se recomienda que estas se realicen mediante pruebas piloto, que le permitan

a la autoridades municipales controlar su aplicación y aprender de la misma. Es mejor que una política se aplica de manera efectiva en una pequeña zona a que los recursos se pierdan en un ejercicio generalizado que falle por la falta de recursos humanos experimentados en su operación, vigilancia y seguimiento. Además, los defectos generalizados de políticas y proyectos públicos podrían afectar la confianza ciudadana en

el PAC, disminuyendo la participación del resto de los actores y limitando el entusiasmo de los representantes locales para las asignaciones de recursos humanos y económicos.

El aprovechamiento de las lecciones aprendidas por la Unidad de Implementac ión debe estar acompañado por un protocolo que permita que este conocimiento pueda ser transmitido de una administración municipal a otra. Para ello, sería ideal que la gobernanza climática municipal contemple un servicio de carrera para el personal técnico de la Unidad responsable y establezca un esquema de entrenamiento que sirva para su motivación y profesionalización.

6.2 Establecimiento y ejecución de un Plan de Trabajo

Una vez constituida la Unidad de Implementación y aprobado el PAC, se debe proceder a

la definición de las diferentes tareas y actividades que deben ejecutarse para la adecuada implementación del instrumento. El Plan de Trabajo debe retomar los cronogramas, costos y demás información definida en el PAC para establecer un cronograma más detallado. El grado de precisión del Plan de Trabajo deberá seguir los plazos de t iempo descritos en el PAC. Se sugiere que se establezca un mapa conceptual que parta del

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último año del periodo de vigencia para alcanzar las metas establecidas en el PAC y se trabaje en reversa hasta el año actual, de forma que los pasos necesarios para alc anzar los compromisos establecidos en el programa puedan lograrse. Una vez que se tenga este plan general, se recomienda que se incremente el grado de detalle según el plazo de tiempo. Es decir, para el tiempo inmediato (un año), se debe tener un programa que

defina todas las tareas, sus plazos mensuales y semanales, con sus responsables, metas intermedias e indicadores. El grado de minuciosidad será menor para el corto plazo (t res años) y disminuirá aún más para el mediano y largo plazos, pero siempre con la visión del planteamiento general que se desarrolló para todo el PAC.

El Plan de Trabajo para los plazos inmediato y corto deberá incluir las relaciones entre las actividades, el tiempo estimado para cada ac tividad y la ruta de acción más efectiva para la implementación de las mismas. En el Plan de Trabajo se deberán calendarizar los hitos y las reuniones internas dé seguimiento que tendrá la Unidad de manera interna, así

como con el Comité Directivo y el Presidente Municipal. Se sugiere que las reuniones internas se lleven a cabo de manera semanal, en tanto que para las reuniones con el Presidente Municipal lo ideal es que sean trimestrales y las del Comité Directivo trianuales. Para la gestión del proyecto en estos plazos (inmediato y c orto) se sugiere dividir los proyectos o acciones en partes o pasos y asignar responsables para cada

tarea, definiendo los procedimientos y procesos necesarios para ellas.

Para la elaboración del Plan de Trabajo se recomienda anticipar los eventos futuros del calendario municipal, como informes de gobierno, elecciones, fechas para modificaciones

de regulaciones, reuniones del Cabildo Municipal, entre otros, y considerar tanto el tiempo que toma la negociación con los diferentes departamentos, c omo los proc esos administrativos necesarios antes de la instrumentación de un proyecto o de una polít ic a pública.

Una vez desarrollado el Plan de Trabajo, se sugiere adoptar un esquema de administración de proyectos que incluya controles de fechas límite, calidad, financieros y administración de riesgos. Además, para su seguimiento se puede desarrollar un sistema basado en indicadores operativos y sustantivos. Los indicadores operativos estarán

relacionados con temas de aplicación de presupuestos, desarrollo de estudios, porcentaje de avance de obras, publicación de regulaciones, reuniones, número de actos de vigilancia, cantidad de sistemas o tecnologías instaladas, etc. Los indicadores sustantivos o de impacto se basarán en toneladas de gases contaminantes mitigadas o evitadas, personas protegidas y grado de vulnerabilidad climática o resiliencia municipal. Los

indicadores operativos serían materia de las reuniones internas y (algunos de ellos) c on autoridades municipales, mientras que los sustanciales son los que se deben reportar al Comité Directivo, a los organismos internacionales y al público en general.

6.3 Gobernanza climática

El principal objetivo de la estructura institucional alrededor de la gobernanza c limát ica será garantizar la continuidad de los proyectos, estrategias y medidas climáticas. Recomendaciones para el establecimiento de una estructura de gobernanza que garantice

la implementación y continuidad del PAC a través de las diferentes administraciones municipales. Esto es especialmente importante en la política climática, pues se requieren esfuerzos constantes durante años para alcanzar los beneficios de control de emisiones contaminantes y aquellos relacionados a la protección de la ciudadanía y la resilienc ia climática.

De manera operativa se recomienda que exista una Unidad de Implementación que tenga un responsable claro que de seguimiento al equipo de manera constante. Dada la naturaleza de las políticas climáticas y la necesidad de transversalidad, aunque la Unidad

esté adscrita a una dirección o sector específico, debe tener un espac io para presentar constantemente sus retos, avances, necesidades y logros ante el Presidente Municipal y otras autoridades municipales. Se sugiere que el responsable de la política climática pueda rendir un reporte semestral al Cabildo Municipal sobre el avance del programa,

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comentando los retos, logros y necesidades que se requieran para alcanzar los objet ivos planteados en el PAC.

Además de la estructura interna operativa, se sugiere la creación legal de un Comité Directivo que esté formado por autoridades municipales relevantes y un representante de los diferentes sectores de la sociedad que influyen en la implementación del PAC. Se sugiere que entre los representantes se incluyan representantes de Organismos Internacionales, la Sociedad Civil organizada, de la academia, del sec tor empresarial y autoridades estatales y federales. Además de los reportes que se hagan a este Comité,

se sugiere normar la participación del representante del Comité en las reuniones del Cabildo Municipal donde se presenten los avances del PAC. Este Comité Directivo deberá tener representantes cuya responsabilidad esté desfasada de los periodos de las administraciones municipales, de forma que aunque se cambien los funcionarios públic os municipales, se mantengan los representantes externos.

El monitoreo y comunicación del progreso de la reducción de emisiones y de la vulnerabilidad climática del Municipio debe ser un componente integral de la implementación del PAC. En el Comité Directivo se podrán decidir los indicadores de

seguimiento clave en materia de mitigación y adaptación. Se sugiere que el Plan de Trabajo, con las fechas previstas de cumplimiento de pasos, políticas, proyectos, inversiones y otros hitos sean evidentes para los miembros del Comité, inc luyendo las necesidades presupuestales y el éxito en la obtención de recursos humanos y económicos. Si bien el Comité deberá definir su propio plan de trabajo, se rec omienda

que las reuniones tengan un periodo entre ellas de no más de 4 meses, de forma que se mantenga el interés y participación de sus integrantes.

6.4 Estrategia de comunicación

La comunicación efectiva es una de las herramientas de la fase de implementación. Esta no debe verse únicamente con un mecanismo de promoción gubernamental o de rendición de cuentas, sino como un instrumento que motive a la ciudadanía a part ic ipar en la acción climática.

La elaboración de la estrategia debe considerar los medios disponibles, ajustarse a las diferentes audiencias que se quiere atender (estudiantes, empresarios, público en general) y tener como objetivo transmitir información que motive a la población a

participar con sus acciones en la reducción de emisiones y de la vulnerabilidad climát ic a. Esta estrategia deberá ayudar a que las políticas que se instrumenten sean bien recibidas por la población y que en caso de que requieran esfuerzos de ciertos sectores, por costos o regulaciones adicionales, puedan comprender el origen y necesidad de los mismos.

En la fase de implementación, se sugiere que se incluya un plan de comunicación, tanto en medios masivos como en interacciones puntuales con los sectores y actores relevantes. Idealmente, miembros de la Unidad de Implementación deberían establecer un calendario de reuniones con los actores relevantes para informarles de los impac tos,

beneficios y necesidades de ayuda del sector en particular.

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7 Fase de Monitoreo y Reporte

Monitorear la evolución e impacto de las acciones incluidas en el PAC y su ac tualización continua a través de un proceso de reporte estandarizado permite establecer mecanismos de mejora continua para alcanzar los objetivos propuestos. En este sentido, los signatarios del GCoM se comprometen a entregar un reporte del progreso de

ejecución cada dos años, posterior a la entrega y aprobación oficial del PAC. Dichos reportes deberán proporcionar información sobre el estado de implementac ión de c ada acción contenida en el instrumento, el cual también tendrá que actualizarse y volverse a presentar cuando existan cambios significativos y/o cuando concluya su periodo de vigencia.

La Tabla 36 muestra la calendarización que los gobiernos locales deben seguir para cumplir con sus obligaciones ante el GCoM. El año 0 corresponde al año en que la autoridad local se adhiere al Pacto a través de una carta compromiso. El primer grupo de

documentos a entregar son el Inventario de Emisión de GEI y el ARVC, lo cual deberá suceder a los 2 años. En el año 3 se entregará el PAC y, subsecuentemente, se presentará un reporte de progreso cada dos años y a través de una de las plataformas oficiales, My Covenant de la Unión Europea o la plataforma unificada de CDP. Se destaca que en estas plataformas también se entrega la versión inicial del PAC y los diagnósticos.

Tabla 36 Elementos de reporte y cronograma para los signatarios del GCoM

Elemento de reporte Año

0 1 2 3 4 5 6 7

Carta compromiso o de adhesión al GCoM X

Inventario de Emisión de GEI

X

Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas

X

Plan de Acción Climática X

Reporte de progreso X X

Fuente: Marco Común de Reporte (GCoM, 2018).

Se recomienda que el Inventario de Emisión de GEI se actualice anualmente. Sin embargo, si esto implica una sobrecarga de recursos humanos y/o económicos, el

intervalo podría ser mayor (p. ej. cada dos años). Cuando existan cambios en las metodologías, también se tendrían que recalcular inventarios anteriores. Para el ARVC, la actualización dependerá de cambios significativos en las características del Municipio y su relación con la vulnerabilidad, exposición y capacidad adaptativa ante peligros climát ic os específico; cundo se detecte que el ARVC ya no describe adecuadamente los riesgos

climáticos locales, este deberá actualizarse.

7.1 Plantillas de reporte

La documentación y reporte del PAC y sus diagnósticos es un elemento clave para el

GCoM. Para completar dichos reportes efectivamente, el proceso de recopilación de datos, las fuentes de información y las metodologías utilizadas para la elaboración de los diagnósticos y la selección, evaluación y priorización de las ac ciones c limát ic as deben estar bien documentados, de modo que las partes interesadas puedan dar seguimiento transparente y sencillo a los cambios a futuro.

El Municipio deberá usar una de las dos plataformas de reporte disponibles, las c uales también ofrecen herramientas para estimar emisiones de GEI, presentar los resultados

del ARVC y resumir las acciones de mitigación y adaptación. Los equipos locales deberán revisar con tiempo los requisitos de reporte de cada plataforma, para seleccionar aquella que se ajuste mejor a sus necesidades y poder ajustar la información de los diagnósticos y el PAC con suficiente anticipación. Llenar exitosamente una de las dos plataformas le

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permite a los Municipios obtener insignias que reconocen el liderazgo y logros de los gobiernos en respecto de la ambición de sus acciones climáticas. Las descripción y recursos para acceder a las dos plataformas se presentan en la Tabla 37.

Tabla 37 Plataformas de reporte oficiales

Plataforma Descripción Recursos

CDP/ICLEI La plataforma unificada de CDP e ICLEI (Gobiernos Locales por la Sustentabilidad) permite a las ciudades reportar datos relevantes de sus PAC, en línea con los requerimientos y directrices del Carbon Disclosure Project (CDP), C40 y/o el GCoM.

Información general:

https://www.cdp.net/en/cities-discloser

Tutoriales y guías:

http://pactodealcaldes-la.eu/tutoriales-plataforma-unificada/

https://www.cdp.net/en/guidance/guidance-for-cities

MyCovenant MyCovenant es la plataforma de reporte oficial del Pacto de Alcaldes, la rama regional del GCoM en Europa, y cuenta con el respaldo técnico del JRC. La plataforma permite a los gobiernos locales presentar sus informes y realizar el seguimiento de sus PAC.

Registro:

https://mycovenant.eumayors.eu/signatory-registration

Fuente: Elaboración propia.

7.2 Monitoreo, reporte y verificación

Aparte de los requisitos de reporte ante el GCoM, los equipos locales deberán definir un marco o sistema de monitoreo, reporte y verificación local, que ayude a dirigir y supervisar de forma adecuada la implementación del PAC durante su periodo de vigencia. Para esto, se recomienda contar con lo siguiente:

— Políticas de seguimiento y evaluación.

— Una ruta crítica con hitos que definan la implementación a tiempo y eficaz del PAC.

— Indicadores de seguimiento (operativos) e impacto de las acciones. Estos indicadores deberán ser medibles y específicos por actividad o acción. Asimismo, se deberá

procurar que sean fáciles de identificar y recopilar, y que sean pertinentes y suficientes para informar con fidelidad el estado de implementación de las ac ciones. Además, deberían estar diseñados de forma que no sean ambiguos en su interpretación, que sean parámetros exclusivos de lo que se quiere medir y que permitan identificar variaciones en la efectividad de la ejecución de las ac ciones. Se

recomienda contar con al menos dos tipos de indicadores:

● Indicadores operativos: métricas verificables de cambio, enfocadas a asegurar

el cumplimiento a tiempo de las acciones de mitigación y adaptación. Algunos ejemplos son el número de vehículos eléctricos, los kilómetros de una línea de transporte público construidos, el número de paneles solares instalados, la publicación de un Atlas de Riesgo, la cantidad de viviendas vulnerables reubicadas, etc.

● Indicadores de impacto: permiten medir el impacto real de las acciones de mitigación y adaptación. Un ejemplo son los kilogramos de metano o los metros cúbicos de biogás capturados en un relleno sanitario, cambios en el

reparto modal, kilovatios-hora de electricidad renovable producida, etc. Para contar con indicadores globales de impacto, para cada acción de mitigación, o en su defecto subsector y sector de emisiones, se recomienda reportar ahorros de energía, producción de energía renovable y la reducción de emisiones. Por otro lado, para adaptación se podrán definir hitos en la

disminución de la vulnerabilidad y la exposición, así como cambios en la capacidad adaptativa del Municipio, como indicadores de impacto.

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— Reportes de resultados, presentados al menos cada tres años (periodo que duran las administraciones municipales). Estos reportes podrán ajustarse a protocolos y procedimientos locales para el reporte de actividades de las dependencias responsables de ejecutar y supervisar la implementación del PAC.

— Comité de seguimiento independiente de la administración municipal. Es buena práctica involucrar a actores externos o conformar un comité c on miembros que se vayan alternando periódicamente y que tengan facultades para evaluar la implementación del instrumento.

La Unidad de Implementación responsable debe tener presente que los PAC siguen un proceso de mejora continua y deben concebirse de modo que, al ser evaluados, se tenga

flexibilidad para hacer modificaciones cuando la situación local lo amerite. Esto es relevante puesto que las consecuencias del cambio climático dependen de varios factores y podrían modificarse en periodos relativamente cortos de tiempo. Asimismo, cundo existan cambios importantes en condiciones socioeconómicas, políticas, legales o tecnológicas, así como nuevos descubrimientos científicos, también podría ser pertinente modificar el PAC.

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157

8 Identificación y gestión de financiamiento climático

La viabilidad de las acciones climáticas está determinada por la capacidad de materializar su implementación (SEMADET & GIZ, 2018), dada la brecha existente entre el discurso y la disponibilidad de los recursos, principalmente financieros, que permiten hacerlo realidad. Por consiguiente, para asegurar la implementación del PAC, las entidades

responsables deben identificar los requerimientos financieros que conlleva, las fuentes y mecanismos de financiamiento a los que pueden acceder, así como los instrumentos que pueden aplicar para incentivar cambios de comportamiento que favorezcan las medidas planteadas. Con esta información, el Municipio debe desarrollar una estrategia de financiamiento de acuerdo con su contexto y necesidades, con el fin de obtener recursos

financieros seguros y constantes tanto para la estructuración como para la implementación y evaluación de las acciones climáticas. Esta estrategia debe contemplar la forma en la que se recaudarán, combinarán y asignarán los fondos; aunado a cómo se va a monitorear el uso de los recursos de forma transparente. Por lo tanto, también se deben identificar las capacidades internas para planificar y programar; c umplir c on los

compromisos asociados con los mecanismos considerados; monitorear, reportar y verificar el uso de los recursos y los impactos asociados a las acciones; y para buscar y formar alianzas con externos (organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, entidades del gobierno federal y otros gobiernos subnacionales) (Centro Mario Molina, 2014) .

Es importante mencionar que el Municipio, además de explorar fuentes y mecanismos externos de financiamiento, debe analizar qué puede ser costeado por recursos presupuestales y qué incentivos y regulaciones se pueden aplicar para generar recursos

adicionales que se destinen a la ejecución del PAC, pues los recursos propios representan una importante inversión. Adicionalmente, se debe buscar que los impactos ambientales se incorporen cada vez más a la totalidad de las finanzas públicas y no sólo a los recursos etiquetados como “verdes”. Al promover la internalización de las externalidades en el sistema de planeación, las acciones climáticas no se deberán de enfocar en

remediar los costos sociales y ambientales de las inversiones públicas y privadas. En consecuencia, la estrategia de financiamiento no sólo debe enfocarse en conseguir recursos suficientes para ejecutar las medidas, sino en dirigir la inversión hacia prácticas responsables que lideren la transformación de la ciudad. Así pues, la entidad responsable debe promover políticas que apoyen sus esfuerzos de mitigación y adaptación, y que

sean aplicables a los diferentes sectores. Además, no debe perder de vista la importancia de la diseminación de información a través de campañas de concientización, ent re ot ros mecanismos, para influir en el comportamiento de la sociedad (Centro Mario Molina, 2014).

Dada la importancia del tema, esta sección está enfocada en resumir algunos retos comunes que presentan los Municipios de México en la identificación y gestión de financiamiento, y de aportar posibles soluciones a ellos. Además, se describen brevemente diferentes instrumentos de financiamiento climático a los cuales los

Municipios pueden acceder y otras herramientas que pueden usar para facilitar su acceso. A lo largo de la sección se proporcionan ejemplos y casos de éxito de las diferentes fuentes y mecanismos; mismos que pueden ser consultados en el Anexo 2 para obtener más información.

8.1 Retos y recomendaciones generales

A pesar de que en México las Entidades Federativas han trabajado en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y el desarrollo de un marco legal que favorezc a la ejecución de políticas públicas en materia de cambio climático, existen retos importantes

en cuanto a la implementación de políticas climáticas estatales y municipales, de los cuales el acceso a financiamiento es considerado el más significativo (GIZ, 2017). Ent re los desafíos, destaca la preparación de proyectos bien fundamentados que sean atractivos para los inversionistas, lo que implica que aquellos PAC mejor sustentados,

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diseñados y consolidados técnicamente, tienen mayor posibilidad de adquirir financiamiento (SEMADET & GIZ, 2018).

En la Tabla 38 se resumen algunas limitantes que frecuentemente encuentran las ciudades mexicanas, junto con recomendaciones para superar estos obstáculos.

Tabla 38 Retos comunes en la identificación y gestión de financiamiento climático

Tipo de reto Reto Recomendación

Finanzas y economía

Falta de fondos para la preparación e implementación de los proyectos por ingresos

insuficientes y baja recaudación fiscal

Modifica y crea nuevos instrumentos de generación de recursos propios (ver apartado 8.2.1.1 Generación de recursos propios). Además, explora el establecer alianzas público-privadas (ver apartado 8.2.2.3 Alianzas público-privadas) y otras fuentes de

financiamiento público, privadas e internacionales para diversificar y, por ende, aumentar la disposición de recursos.

Falta de autonomía fiscal

Revisa las finanzas internas y crea un fideicomiso o Fondo

Climático (ver Ficha 22 del Anexo 2) que pueda recibir y ejecutar las posibles fuentes de financiamiento para asegurar que los recursos recaudados se destinen a acciones climáticas. En caso de que no sea posible su creación, busca incrementar las fuentes locales de recaudación y fortalecer los mecanismos de priorización para que se promuevan aquellos proyectos de menor impacto ambiental o que ayuden en las políticas de

mitigación o adaptación.

Largos procesos administrativos

para obtener fondos públicos

Promueve la participación y cooperación privada para acelerar el flujo de los recursos financieros, mediante mecanismos que

permitan la internalización de las externalidades y que estén alineados a los objetivos climáticos, y que se establezcan bajo condiciones de certidumbre y transparencia.

Rechazo a la deuda, bajas calificaciones crediticias y baja capacidad de manejo de deuda

Recordar que la deuda pública puede detonar la inversión y el desarrollo económico si se emplea adecuadamente. Revisa las restricciones constitucionales, como la Ley de Disciplina Financiera para Entidades Federativas y Municipios, diversifica entre distintas fuentes de financiamiento y crea alianzas.

Complejidad en cubrir los costos de acciones de adaptación, debido a que la mayor parte del financiamiento externo se destina a acciones de mitigación

Explora mecanismos y fuentes que ayuden a orientar la inversión privada a acciones de adaptación o de cobertura de riesgos, como son los seguros (ver apartado 8.2.2.4 Seguros), el Fondo de Adaptación y la Red de Ciudades Resilientes (ver Fichas 2 y 3 del Anexo 2).

Falta de atracción de inversionistas en proyectos pequeños

Explora el agregar proyectos pequeños en uno mismo y el usar mecanismos de consolidación y coordinación en licitaciones o compras.

Dificultad en acceder a financiamiento de largo plazo por instituciones y marcos legales débiles

Busca intermediarios financieros, incluyendo bancos de desarrollo nacionales e internacionales, y aprende de la experiencia de otros países y ciudades.

Falta de confianza del sector privado para invertir en proyectos públicos

Busca ser transparente en e l proceso bajo criterios objetivos basados en buenas prácticas, y define claramente los riesgos asociados.

Capacidades locales

Falta de proyectos bien estructurados y sustentados técnicamente

Considera todo el ciclo de vida del proyecto a la hora de estructurar el proyecto (fase conceptual, de pre -factibilidad, de factibilidad y preparación, y de inversión y ejecución). Este debe

estar sustentado por información técnica, legal, económica, financiera, social y ambiental validada para reducir la incertidumbre y los riesgos asociados, además de aumentar la transparencia y la atracción de inversión. Asimismo, el cuantificar los beneficios climáticos y evaluar el impacto social y ambiental aumenta la probabilidad de recibir fondos.

Fuente: Elaboración propia con base en el proyecto “GCoM México: Climate Funding Mapping” a partir de

consultas a 8 Municipios mexicanos: Bahía de Banderas, Nayarit; Ciudad Madero, Tamaulipas; Culiacán, Sinaloa; Área Metropolitana de Guadalajara, Jalisco; Naucalpan, Estado de México ; Juárez, Chihuahua; Puebla,

Puebla; y Zapopan, Jalisco.

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Tabla 38 Retos comunes en la identificación y gestión de financiamiento climático [continuación]

Tipo de reto Reto Recomendación

Capacidades locales

Falta de personal capacitado y asistencia técnica y tecnológica para la preparación de proyectos

Establece procesos internos para la preparación de proyectos y busca apoyo externo del sector académico o de otras

fuentes para la creación de capacidades; recuerda documentar y transmitir el conocimiento adquirido. Existen fondos internacionales, como el City Climate Finance Gap Fund (ver Ficha 19 del Anexo 2), que ofrecen asistencia técnica y financiera para la preparación de proyectos y aplicaciones.

Falta de conocimiento de

oportunidades de financiamiento y de estrategias definidas para acceder a éstas

Crea un área a nivel local especializada en la búsqueda y manejo de financiamiento interno y externo, la cual participe en foros y alianzas que faciliten el intercambio de experiencias con otras ciudades. Además, desde la fase

conceptual del proyecto, establece un plan de trabajo claro, identifica qué tipo de ayuda se necesita en cada etapa, así como las diferentes fuentes y mecanismos de financiamiento que se podrían aprovechar. También, aprovecha las plataformas disponibles para difundir el proyecto entre los inversionistas (ver apartado 8.3 Herramientas de apoyo).

Falta de procesos internos definidos para la estructuración de proyectos, definición de prioridades, maduración de los proyectos, y

evaluación y monitoreo

Desarrolla metodologías estandarizadas para la priorización y preparación de proyectos en coordinación con las áreas técnicas y financieras.

Coordinación y gobernanza

Falta de coordinación y

comunicación interdepartamental

Establece canales de comunicación entre las diferentes agencias que permitan identificar sinergias para incentivar la

colaboración. Además, crea un equipo interdepartamental destinado a la implementación del PAC.

Falta de compromiso

Relaciona el proyecto con esfuerzos y metas nacionales e internacionales para aumentar el apoyo de los altos

funcionarios. Además, realiza programas de concientización para involucrar a los ciudadanos en la promoción de la acción climática.

Falta de priorización a acciones climáticas y dificultad en conciliar los objetivos e intereses económicos, sociales, políticos y ambientales

Integra a los procesos de priorización, conceptualización y planeación mecanismos de evaluación del impacto económico, social y ambiental para desarrollar el proyecto de forma integral y, así, optimizar los co-beneficios a la salud, calidad de vida, empleo, imagen de la ciudad, reducción de vulnerabilidades, etc. Repórtalos y divúlgalos para ganar

apoyo.

Visión a corto plazo y cambios en prioridades gubernamentales derivados de los cambios administrativos

Estructura tu proyecto con base a las prioridades marcadas en la agenda política, el plan de desarrollo municipal, los planes sectoriales, el Atlas de Riesgo y los Objetivos de

Desarrollo Sostenible, y participa en compromisos internacionales para crear un sentido de prioridad y de urgencia en los ciudadanos. Procura construir legitimidad social alrededor de tus proyectos a través del involucramiento de la sociedad civil. Ad icionalmente, busca alinear el proyecto con las prioridades del nuevo gobierno en

cada ciclo político sin perder esfuerzos pasados y establece comités con representantes académicos, sociales y del sector financiero que aseguren la continuidad de la acción a través de los periodos políticos en los que se desarrolle.

Falta de permanencia de autoridades que han reunido experiencia y desarrollado las capacidades necesarias para la ejecución de los proyectos

Involucra a los diferentes departamentos y genera mecanismos legales institucionales que garanticen la permanencia de políticas y la continuidad de los proyectos.

Fuente: Elaboración propia con base en el proyecto “GCoM México: Climate Funding Mapping” a partir de

consultas a 8 Municipios mexicanos: Bahía de Banderas, Nayarit; Ciudad Madero, Tamaulipas; Culiacán, Sinaloa; Área Metropolitana de Guadalajara, Jalisco; Naucalpan, Estado de México; Juárez, Chihuahua; Puebla,

Puebla; y Zapopan, Jalisco.

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8.2 Fuentes y mecanismos de financiamiento climático

El financiamiento climático se refiere a los recursos financieros que se destinan a apoyar

e implementar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, ya sea para crear capacidades, realizar estudios de prefactibilidad y factibilidad, o ejecutar la s ac ciones. Tradicionalmente, las fuentes públicas, nacionales e internacionales, representaban la principal fuente de capital disponible para estas acciones, el cual se otorgaba a través de organizaciones multilaterales, gobiernos, agencias de asistencia y bancos mult ilaterales

de desarrollo. Sin embargo, debido a que el costo de las acciones que se requieren para lograr la mitigación y adaptación es mayor a la cantidad de fondos públicos disponibles, se ha visto una necesidad global de incrementar y apalancar fondos de fuentes privadas, como son los desarrolladores de proyectos, instituciones financieras comerciales, organizaciones filantrópicas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), actores corporativos, entre otros. A su vez, esta necesidad ha resultado en financiamiento mixto,

donde fuentes públicas y privadas contribuyen a un mismo fondo (ParlAmericas, 2019) .

Así pues, aunque existen fondos federales para financiar acciones climáticas, los

gobiernos locales pueden generar recursos propios y obtener financiamiento adicional de otras fuentes locales, nacionales e internacionales, para reducir su dependencia del gobierno federal para la ejecución de las acciones. Estos recursos captados de dist intas fuentes, a su vez, se deben combinar. Resulta particularmente interesante el aprovechar las facultades impositivas del Municipio y la creación de alianzas público-privadas (APP). Por consiguiente, el contenido de esta sección busca t ratar algunas de las diferentes

alternativas que deben considerar los gobiernos locales para trazar la ruta de financiamiento a seguir a corto, mediano y largo plazo (Centro Mario Molina, 2014). Cabe destacar que, debido a que la continuidad de la oferta de recursos varía, así c omo las posibilidades y facilidades de acceso de las diversas fuentes, es indispensable ident if icar las necesidades de financiamiento y las posibles fuentes de recursos de forma c ont inua

(GIZ, 2017).

8.2.1 Financiamiento municipal, estatal y federal

Existen diversas fuentes y mecanismos de financiamiento para acciones climáticas en los diferentes niveles de gobierno. A nivel local, estos consisten en recursos presupuestales, fondos o fideicomisos ambientales, emisiones bursátiles e instrumentos f i scales de t ipo

recaudatorio que pueden generar recursos adicionales propios. A nivel estatal, los recursos financieros pueden provenir de anexos transversales del presupuesto estatal, fondos, impuestos ambientales estatales, programas presupuestarios específicos, asignaciones federales y emisiones bursátiles. Finalmente, a nivel nacional, los recursos son frecuentemente canalizados mediante instrumentos manejados por diversas

entidades o instituciones, generalmente destinados a promover las metas y objetivos nacionales (SEMADET & GIZ, 2018). Los mecanismos y fuentes más importantes provenientes de los distintos niveles se abordan en esta sección.

8.2.1.1 Generación de recursos propios

Los gobiernos locales pueden desarrollar diversos instrumentos económicos, ya sean fiscales o de mercado (ver apartado 8.2.2.1 Instrumentos de mercado), con el fin de internalizar los costos por la contaminación y la degradación ambiental y de los recursos naturales, que a su vez generen ingresos adicionales que se puedan dirigir a las acciones

climáticas. Estos instrumentos fiscales pueden diseñarse para sancionar los daños al ambiente de distintas actividades económicas e impulsar el cambio en los pat rones de producción y consumo, los cuales corresponden principalmente a los siguientes instrumentos (GIZ, 2017):

— Impuestos: Se refieren a pagos obligatorios recaudados por las administraciones públicas que buscan corregir externalidades negativas, desincentivar los comportamientos que las provocan o hacer más atractivas tecnologías o produc tos menos contaminantes (García Gómez, 2017).

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— Multas: En este contexto son contribuciones impuestas a quienes incumplan alguna ley o norma ambiental.

— Derechos: Son contribuciones generadas por el uso, goce o aprovechamiento de bienes o servicios de dominio público.

Estos instrumentos pueden ser adecuados al contexto local; entre aquellos con potencial

de ser replicables se incluyen el impuesto predial (ver Ficha 21 del Anexo 2), c argo por congestión, impuesto sobre tenencia y uso de vehículos, impuesto por emisiones vehiculares (ver Caja 17), impuesto o cargo a llantas, impuesto o cargo a residuos sólidos urbanos, impuesto o cargo a efluentes, derechos de control vehicular, entre otros (GIZ, 2017).

Caja 17 Impuesto a la Contaminación Ambiental Vehicular en Ecuador

Ecuador implementó un impuesto (abrogado en 2020) de aplicación universal, el c ual se calculaba de acuerdo con el volumen de desplazamiento (tamaño) del vehíc ulo y a un factor de ajuste que consideraba su antigüedad. De esta manera, se integraban variables de fácil monitoreo y se consideraban los niveles de emisión de contaminantes y la eficiencia energética. El impuesto incentivó un cambio de flota hacia autos más

pequeños, impulsó la renovación del parque vehicular y creó recursos adicionales para ampliar los servicios públicos.

Enlaces útiles:

https://www.sri.gob.ec/web/guest/impuesto-ambiental-a-la-contaminacion-vehicular1

Para más información, consultar la Ficha 6 del Anexo 2.

Para que este tipo de mecanismos tengan beneficios directos, es deseable “etiquetar” los

ingresos para garantizar que estos se destinen a un fin en particular (García Gómez, 2017). Una forma de hacerlo es a través de la creación de un Fondo de Cambio Climático, mediante el cual los entes gubernamentales pueden obtener y distribuir los fondos para actividades de mitigación y adaptación al cambio climátic o, sin importar si los recursos son obtenidos por asignaciones presupuestales o mediante instrumentos

autogenerados o externos (ver Ficha 22 del Anexo 2). A su vez, un fondo bien diseñado y fundamentado jurídica e institucionalmente ayuda a garantizar la transparencia, eficiencia, eficacia e impacto de las acciones financiadas por el mismo (GIZ, 2017).

8.2.1.2 Recursos presupuestales

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es el documento juríd ic o y f inanc iero que determina las erogaciones que realiza el Gobierno Federal cada año; por lo tanto, analizarlo permite identificar los recursos presupuestales federales mediante los cuales se pueden financiar acciones climáticas prioritarias integradas en la planif ic ac ión estatal y

municipal de desarrollo o contempladas dentro del gasto local (GIZ, 2018). Los Ramos más relevantes por revisar en cuanto a financiamiento climático son:

— Ramo 16 Medio Ambiente y Recursos Naturales: Son recursos destinados a

incorporar criterios e instrumentos para la protección, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales del país; es decir, es el presupuesto destinado a la protección ambiental a nivel federal. (Gobierno de México, s/f).

— Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas: Corresponde a los recursos destinados a atender las obligaciones del Gobierno Federal que no c orresponden al gasto directo de las dependencias ni las entidades, como son las provisiones económicas para llevar a cabo acciones preventivas y atender los daños ocasionados

por fenómenos naturales, entre otros (Gobierno de México, s/f).

— Ramo 28 Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: Considera los recursos que se transfieren a las Entidades Federativas y a los Municipios por las

participaciones en ingresos federales e incentivos económicos, los cuales son no condicionados y no tienen un destino específico en el gasto de los gobiernos loc ales

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(Gobierno de México, s/f). Para acceder a estos recursos, la entidad responsable debe de tener claras las necesidades presupuestales anuales para financiar las acciones climáticas prioritarias, además de contar con el apoyo del ejecutivo gubernamental y de algunos legisladores para su aprobación (Centro Mario Molina, 2014).

— Ramo 33 Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: Son recursos que la Federación transfiere a las haciendas públic a s de los Estados, Distrito Federal y Municipios, los cuales están condicionados para la ejecución de

actividades relacionadas con áreas prioritarias para el desarrollo nacional (Gobierno de México, s/f). Por lo tanto, para que se usen con fines c limát ic os, las ent idades responsables pueden convenir con el gobierno federal y con otras ent idades loc ales que los proyectos financiados por estos fondos sean diseñados bajo esta visión (Centro Mario Molina, 2014).

También, es preferible analizar el gasto programable para cada sector, con el fin de identificar los recursos que podrían usarse para acciones que afecten directa o indirectamente las acciones climáticas planeadas (GIZ, 2018).

8.2.1.3 Fondos nacionales

El gobierno federal designa recursos nacionales para el desarrollo e implementac ión de

medidas, proyectos y acciones con fines climáticos, los cuales pueden ser aprovechados por los gobiernos municipales a través de diversos programas y proyectos sectoriales a cargo de diferentes dependencias públicas (SEMADET & GIZ, 2018). A pesar de que algunos de estos no están dirigidos a gobiernos subnacionales, los gobiernos pueden crear alianzas con los beneficiarios. Algunos de estos programas y proyectos son:

— Proyectos Sustentables, Nacional Financiera (NAFIN) (ver Ficha 4 del Anexo 2): Es un producto creado para otorgar financiamiento a empresas e instituciones financieras, con el objetivo de apoyar proyectos energéticos que colaboren en el

cumplimiento de la meta nacional de alcanzar una participación del 35% en la generación total de electricidad con tecnologías limpias para el 2024.

— Proyecto Nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal,

Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) (ver Fic ha 13 del Anexo 2): El programa brinda apoyo técnico y financiero a los Municipios para ejecutar proyectos de sustitución de sistemas de alumbrado público.

— Programa del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) (ver Ficha 15 del Anexo 2): Es un esquema financiero multianual que anticipa los recursos del FAIS a Municipios considerados con alto o muy alto nivel de rezago social, con el f in de que

estos puedan ejecutar proyectos de agua potable, alcantarillado, drenaje, electrificación, infraestructura básica del sector educativo y del sector salud, mejoramiento de vivienda y urbanización, desde el comienzo de la administración municipal.

— Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), BANOBRAS (ver Ficha 20 del Anexo 2): El fondo busca apoyar la planeación, construcción, operación y conservación de proyectos de infraestructura. Éste c uenta c on t res programas de especial interés que buscan fomentar la participación del sector privado en la

provisión de servicios públicos, estos son (ver Caja 18):

● Programa de Apoyo Federal al Transporte Masivo (PROTRAM)

● Programa para la Modernización de Organismos Operadores de Agua (PROMAGUA)

● Programa de Residuos Sólidos (PRORESOL)

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Caja 18 Programas del FONADIN

PROTRAM.- El “Sistema Integrado de Transporte Corredor Tecnológico Ciudad Juárez,

Chihuahua” es un corredor troncal de 19.4 km con carriles exclusivos y semaforización centralizada, para el cual el FONADIN aprobó un apoyo de MX$537,000,000, de una inversión total de MX$1,946,700,000.

PROMAGUA.- El proyecto “Ampliación Planta de Tratamiento de Aguas Residuales San Juan del Río, Querétaro” consiste en la rehabilitación e incremento de la c apacidad de tratamiento de la planta a 600 litros por segundo, con el fin de reducir las desc argas de aguas residuales crudas al Río San Juan. El proyecto tiene un valor total de MX$162,200,000, de los cuales MX$79,500,000 provienen de FONADIN.

PRORESOL.- El proyecto “Residuos Sólidos en la Zona Metropolitana de Monterrey, Nuevo León” involucra el desarrollo de un centro de aprovechamiento de residuos tanto orgánicos como inorgánicos, a través de la valorización energética y comercialización de

los residuos. Este busca tratar 5 mil toneladas diarias de residuos provenientes de los 13 Municipios y representa una inversión total de MX$10,153,500,000. En este caso, FONADIN autorizó un apoyo por MX$950,000,000.

Enlaces útiles:

https://www.fonadin.gob.mx/fni2/productos-y-programas/

Para más información, consultar la Ficha 20 del Anexo 2.

8.2.2 Financiamiento privado

Los retos que presentan los gobiernos locales para disponer de los recursos públicos, como son las reducciones presupuestarias, los límites de endeudamiento y la baja

capacidad de recaudación por parte de las Entidades Federativas, resaltan el papel catalizador que pueden tener las fuentes privadas para el apalancamiento de proyectos y acciones que buscan hacerle frente al cambio climático. A su vez, las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE), fondos de inversión y aseguradoras, entre otros, se han percatado de la importancia de incorporar en sus análisis financieros los riesgos climáticos, incrementado así su interés en estas oportunidades de inversión.

Las entidades responsables pueden aprovechar este creciente interés al acercarse a agentes de este sector (bancos e instituciones financieras, bancos c omerciales, fondos

privados, fondos de pensiones, aseguradoras, bancos hipotecarios, instituciones microfinancieras, entre otros) en búsqueda de financiamiento directo o de establecer una APP, en la cual los costos y esfuerzos de la inversión se comparten entre el sector público y privado. Los sectores donde se ha mostrado mayor interés de inversión privada son energía renovable, eficiencia energética, vivienda verde, manejo de residuos y

agricultura.

A pesar de que este apoyo se puede encontrar como parte de la responsabilidad social de estos agentes, también se da por razones económicas. Por c onsiguiente, para que los

actores privados vean en estas oportunidades un mercado potencial, los gobiernos nacionales y locales deben crear un ambiente de certidumbre y confianza financiera; es decir, deben de mandar el mensaje de que las inversiones en proyec tos verdes son de bajo riesgo y que pueden ser bancables (GIZ, 2017).

A continuación, se describen algunos de los instrumentos de financiamiento privados disponibles actualmente.

8.2.2.1 Instrumentos de mercado

A pesar de que los bienes naturales tienen beneficios sociales a través de los servic ios ambientales que proveen, frecuentemente no son considerados por la complejidad de cuantificarlos o porque no se les ha asignado un valor monetario. En c onsecuencia, los

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mercados ambientales surgen como iniciat ivas para preservar los ecosistemas y disfrutar de sus servicios. Este acercamiento incrementa los fondos destinados a la c onservación ambiental, complementando los programas de conservación tradicionales (USDA, s/f).

En México, se han desarrollado instrumentos que involucran el factor social y financ iero, cuyo precio está determinado en función de la oferta y la demanda del merc ado; c omo son: los Bonos de Carbono, los Bonos Verdes y los Certificados de Energía Limpia ( CEL) (Grupo BMV, 2020).

Bonos de carbono y el Comercio de Emisiones

La Plataforma Mexicana de Carbono, MÉXICO2, nació como una subsidiaria del Grupo Bolsa Mexicana de Valores, como un esfuerzo para desarrollar mercados ambientales que

promuevan y coadyuven a los objetivos de mitigación y adaptación al c ambio c limát ic o en México. Con este fin, mediante la plataforma se desarrollan dos iniciativas que representan oportunidades de financiamiento, tanto para al sector público c omo para al privado, para el cumplimiento de sus metas climáticas (MÉXICO2, s/f):

— Mercado Voluntario de Carbono: Es un mecanismo que facilita que empresas e individuos compensen sus emisiones de CO2 equivalente generadas en un determinado período al adquirir bonos de carbono de proyectos nacionales de mitigación. Estos proyectos pueden ser de los sectores de energías renovables,

eficiencia energética, manejos de residuos o forestal; y deben estar c ert ificados y emitidos bajo protocolos establecidos que garantizan la reducción de emisiones (ver Caja 19).

— Ejercicio de Mercado del Sistema de Comercio de Emisiones: Es un mecanismo de mercado para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, donde el regulador define un límite máximo de emisiones de GEI para determinados sec tores. Entonces, se entregan gratuitamente o se venden permisos o derechos para emitir y, al final de un período determinado, las entidades entregan a la autoridad un número

de permisos equivalente a sus emisiones. Así pues, las empresas que tengan menos emisiones pueden vender los permisos sobrantes a otros part icipantes. A pesar de que actualmente este mercado está en periodo de prueba, se espera que en 2022 se ponga en marcha la transición hacia la fase operativa.

En este sentido, los gobiernos subnacionales pueden, por ejemplo, trabajar con las comunidades ejidales de sus demarcaciones y con la plataforma para certificar las plantaciones forestales y ofrecer así bonos de carbono en el mercado. Posteriormente, los recursos obtenidos pueden servir para mantener los bosques ejidales y para replic ar la

acción en otros ejidos.

Caja 19 Bonos de carbono colocados por la Ciudad de México

La Ciudad de México colocó 3,909 bonos de carbono en la Bolsa Mexic ana de Valores,

correspondientes a 1,585 hectáreas de bosque del ejido de San Nicolás Totolapan, en la delegación Tlalpan. Cada bono alcanzó un precio aproximado de US$12 y fueron adquiridos por empresas como Herdez, Unilever y los bancos HSBC y Ve Por Más para saldar sus excedentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Los recursos fueron ejecutados directamente en el Fondo de Cambio Climático en la Secretaría de Medio

Ambiente de la CDMX para pagar proyectos de preservación forestal a los ejidatarios.

Enlaces útiles:

https://www.mexico2.com.mx

Para más información, consultar la Ficha 7 del Anexo 2.

Bonos Verdes

Los Bonos Verdes corresponden a un instrumento de deuda, presentado por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), para fortalecer el desarrollo de mercados ambientales y la transición hacia una economía baja en carbono. Estos pueden ser emitidos por cualquier

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entidad gubernamental o privada que cumpla con la certificación del Climate Bonds Iniciative u opinión del Banco Mundial Green Bond Principles, la cual busque f inanc iar o refinanciar exclusivamente proyectos de alguno de los siguientes siete sectores: energía renovable, construcción sustentable, eficiencia energética, transporte limpio, agua/adaptación, manejo de residuos/captura de metano, o

agricultura/bioenergía/forestación/cadena de abastecimiento de alimentos (Grupo BMV, s/f) (ver Caja 20).

Mediante este instrumento, los gobiernos locales pueden seleccionar y agrupar los

proyectos de su PAC que pertenezcan a los sectores mencionados, y trabajar con instituciones financieras y la autoridad estatal para solicitar deuda a una mejor tasa que la que podría acceder en otros canales financieros. No obstante, este mecanismo debe alcanzar una mayor madurez para lograr impulsar la acción climática; para lo cual la autoridad debe llevar a cabo acciones regulatorias que incrementen la percepción de

escasez y emergencia ambiental, que demande la existencia de competencia entre privados.

Caja 20 Bono Verde emitido por la Ciudad de México

La Ciudad de México colocó el primer bono verde de un gobierno local en la Bolsa Mexicana de Valores en 2016 por mil millones de pesos a cinco años, a una tasa aproximada de 6%. El bono se utilizó para financiar proyectos sobre eficiencia energética, transporte público sustentable y gestión del agua que estaban alineados con la meta establecida en el Programa de Acción Climática de la Ciudad de México (PACCM)

2014-2020. La Ciudad de México también emitió ́bonos similares en 2017 y 2018.

Enlaces útiles:

http://www.data.sedema.cdmx.gob.mx/cambioclimaticocdmx/bonos-verdes.html

Para más información, consultar la Ficha 18 del Anexo 2.

8.2.2.2 Alianzas público-privadas

Las alianzas público-privadas (APP) son cooperaciones voluntarias entre actores públic os y privados, las cuales pueden darse para la provisión de servicios públicos e infraestructura o como aportaciones del sector privado derivadas de su responsabilidad

social y ambiental.

Normalmente, en el primer contexto los participantes del sector privado reciben retornos

financieros provenientes de tarifas que se cargan a los usuarios o de pagos direc tos del sector público. En este contexto, los gobiernos locales pueden apoyar a proyectos mediante financiamiento directo, indirecto o contingente; desarrollando estudios que faciliten su implementación o atendiendo fallas de mercado. Algunas ventajas de este esquema de financiamiento son que el sector privado proporciona el c apital nec esario

para la implementación de las acciones que requieren elevados niveles de inversión, pueden permitir la organización eficiente de acuerdos, y pueden maximizar la costo-efectividad del proyecto por la competitividad que caracteriza al sector privado. No obstante, al establecer estas alianzas se debe cuidar que sigan la lógica de beneficio público y ambiental; es decir, que no por el hecho de conseguir financiamiento, se privilegien los intereses privados sobre el propio fin del proyecto.

En el segundo contexto, las APP se dan como una relación de trabajo c olaborativo; es decir, el socio privado no es un contratista, licitador, receptor de fondos o desarrollador

de proyectos, sino que en este tipo de alianzas los roles se determinan mutuamente y las decisiones se toman de forma compartida. Este mecanismo se puede usar para financ iar acciones climáticas con beneficios sociales elevados pero no rentables para el sector privado, como son algunas medidas de adaptación (Centro Mario Molina, 2014) (ver Caja

21 y Caja 22).

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Caja 21 Fundación William & Flora Hewlett

La fundación es una institución de asistencia privada enfocada en promover la educación,

preservar el medio ambiente, promover la salud y el bienestar económico de las mujeres, entre otras diversas acciones.

A través de la fundación, los sistemas Metrobús Insurgentes y Ecobici se beneficiaron del apoyo de diversos donatarios de la sociedad civil en México. En particular el Cent ro para el Transporte Sostenible brindó apoyo técnico al sistema Metrobús desde su inicio en 2005 hasta su expansión en 2008. De la misma manera, la Fundación Hewlett contribuyó a sentar las bases del sistema de bicicletas públicas en la Ciudad de México, a través del apoyo técnico realizado por el Instituto de Transporte y Política de Desarrollo (ITDP).

Enlaces útiles:

https://hewlett.org/

Para más información, consultar la Ficha 11 del Anexo 2.

Caja 22 Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE)

El FIDE es un organismo privado de participación mixta que tiene como objetivo desarrollar e implementar acciones que propicien el uso eficiente de la energía eléctrica y la generación de electricidad con fuentes renovables. A través de programas, proyectos, productos y servicios, el organismo ofrece asistencia técnica, diagnósticos energéticos, apoyo en la realización de proyectos de eficiencia energética y financiamiento con

condiciones preferenciales para la adquisición o generación de productos que permitan el ahorro de energía eléctrica.

Uno de los proyectos con los que cuenta es el Proyecto de Eficiencia y Sustentabilidad

Energética en Municipios (PRESEM). En el periodo de 2013- 2018 el programa contó c on 8 “subproyectos” con un valor de MX$659,750,000 y generó un ahorro de 6.63 GW/h en el consumo de energía eléctrica; evitando la emisión de 3,857 tCO2/año. En 2017, se aumentó el alcance del PRESEM a los sectores salud y educación (Proyecto de Eficiencia y Sustentabilidad Energética en Municipios, Escuelas y Hospitales), y se selec cionaron 6

unidades hospitalarias para conformar la Cartera de Subproyectos.

Enlaces útiles:

http://www.fide.org.mx/

Para más información, consultar la Ficha 14 del Anexo 2.

8.2.2.3 Seguros

Este mecanismo de cobertura de riesgos se puede aprovechar para aumentar la capacidad adaptativa de los Municipios, al asistir a los sectores que adquieren el seguro a

recuperarse de eventualidades relacionadas con los efectos del cambio c limát ic o, tales como eventos hidrometeorológicos. A pesar de que este mecanismo signif ic a un c osto constante, si el evento ocurre, la ciudad y sus habitantes pueden responder a los daños asociados y garantizar sus fondos; es decir, el costo de la afectación se diluye en el tiempo. Este mecanismo se puede aplicar a infraestructura y edificios públicos,

comercios, hoteles, viviendas, entre otros; y puede ser contratado direc tamente por el gobierno local, solicitarse mediante regulaciones locales o ser adquiridos c omo parte de esquemas voluntarios (ver Caja 23).

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Caja 23 Seguro para vivienda en el Municipio de Zapopan, Jalisco

En diciembre de 2017, el Municipio de Zapopan estableció́ un programa voluntario en

donde la ciudadanía tiene la oportunidad de adquirir un seguro para su vivienda a muy bajo costo (180 pesos anuales) y cubrir así los posibles daños (hasta 250 mil pesos) que pudiera sufrir su inmueble por algún evento catastrófico (incendio, rayo, explosión, terremoto, fenómenos hidrometereológicos). En el 2019, 35 mil 507 personas contrataron la póliza.

Enlaces útiles:

http://www.zapopancomunica.mx/predial

Para más información, consultar la Ficha 1 del Anexo 2.

8.2.3 Apoyo y financiamiento internacional

Existen diversas fuentes de financiamiento internacional en materia de cambio climátic o,

los cuales ofrecen recursos económicos directos o el sufragar el acompañamiento e intercambio de experiencias por medio de expertos y especialistas (SEMADET & GIZ, 2018). Se identifican tres fuentes principales (GIZ, 2017):

— Bilaterales: Provienen de la cooperación directa entre gobiernos y resultan de los recursos económicos que países desarrollados otorgan a países en vías de desarrollo.

— Instrumentos establecidos por la Convención Macro de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC): Se establecieron bajo el régimen de la Convención y se concentran en el Global Environment Facility (GEF), el Fondo de Adaptación, el Fondo Verde del Clima, entre otros.

— Multilaterales: Provienen de fondos e instituciones de financiamiento internacional y se concentran en fondos de inversión climáticos y organismos multilaterales c omo el Banco Mundial y los bancos multilaterales regionales.

Particularmente, entre 2015 y 2017, México recibió por lo menos 5 mil millones de dólares provenientes de fuentes internacionales públicas en proyectos dirigidos a la atención del cambio climático. Entre las entidades que proporcionaron la mayor cantidad

de recursos se encuentran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) c on 39.45% de participación, el Banco Mundial con 28.74% y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) con 19.93% (SEMADET & GIZ, 2018).

No obstante, el Artículo 117 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexic anos (CPEUM) y la Ley Federal de Deuda Pública establecen que los gobiernos subnac ionales no pueden contraer obligaciones financieras con entidades ext ranjeras, sino que es la Federación la que puede realizar operaciones crediticias con entidades públicas o privadas internacionales (GIZ, 2017). En consecuencia, el acceso a estos fondos debe

hacerse a través del gobierno federal, por lo que se requiere coordinación ent re éste y los gobiernos locales (Centro Mario Molina, 2014). Así, los gobiernos de las entidades pueden hacer una solicitud explícita para participar y adherirse a los diversos programas, y aprovechar los diferentes mecanismos de acceso existentes (GIZ, 2017):

— Secretarías de Estado: SEMARNAT y SENER

— Órganos desconcentrados de la administración pública: INECC y CONAFOR

— Banca Nacional de Desarrollo: NAFIN y BANOBRAS

— Fondos y fideicomisos: FOTEASE y FIDE

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Tal se mencionó, dentro del marco también existe la cooperación técnica, la cual se refiere a la realización de actividades de transferencia de conocimientos y estudios (diagnósticos, estudios de pre-inversión y sectoriales) para la formulación y preparac ión de los proyectos, políticas o programas. Esta consiste en donaciones, por lo que puede otorgarse de manera directa a los Municipios y Entidades Federativas mediante la f irma

de convenios (SEMADET & GIZ, 2018) (ver casos de estudio de la Caja 24 a la Caja 26).

Caja 24 Apoyo de la red de 100 Ciudades Resilientes al Municipio de Juárez, Chihuahua – Planificación

El gobierno municipal de Ciudad Juárez se sumó a la entonces red de 100 Ciudades Resilientes, ahora R-Cities, en el año 2014. Tras su incorporación, el gobierno en turno inició operaciones de su Oficina de Resiliencia, la cual construyó una estrategia de

resiliencia durante todo un año con el acompañamiento de otras ciudades miembro. Esta estrategia contempla una proyección hacia 2030 y establece la construcción de resiliencia en temas de movilidad, gestión del agua, diversificación económic a, recuperación de espacios públicos y cooperación transfronteriza. A su vez, ésta está estructurada en torno a una serie de ejes prioritarios: clima extremo, seguridad, desempleo y desigualdad

económica.

Enlaces útiles:

https://www.rockefellerfoundation.org/100-resilient-cities/ http://juarez.gob.mx/noticia/7571/lanza-ciudad-jurez-su-estrategia-de-resiliencia https://resilientcitiesnetwork.org

Para más información, consultar la Ficha 3 del Anexo 2.

Caja 25 Apoyo de FELICITY al Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México – Preparación

El proyecto “Manejo y Aprovechamiento de Residuos Orgánicos de Naucalpan” c onsiste en un sistema de separación y tratamiento de residuos sólidos municipales (RSU) en una instalación de tratamiento mecánico y biológico (TMB) para lograr la desviac ión de los

flujos de RSU en los vertederos. En éste todos los materiales reciclables se separarán y enviarán a los canales de reciclaje existentes, mientras que los residuos orgánicos se tratarán en la instalación de digestión anaeróbica. El apoyo de FELICITY en este proyecto consiste en la asistencia al Municipio en el establecimiento de arreglos institucionales adecuados para la planificación y ejecución del proyecto, en el asesoramiento en la

realización de estudios relevantes como el análisis económico del proyec to y la evaluación de impacto ambiental, así como en el proceso de adquisición para que el proyecto cumpla con los requisitos internacionales.

Enlaces útiles:

https://www.eib.org/en/products/advisory-services/felicity.htm

https://www.eib.org/attachments/fs-felicity-mexico-naucalpan-en.pdf

Para más información, consultar la Ficha 8 del Anexo 2.

Caja 26 Apoyo del Banco de Desarrollo de América del Norte al Municipio de Nuevo Laredo, Tamaulipas -Implementación

El proyecto de “Mejoras al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Nuevo Laredo”, Tamaulipas fue promovido por la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Nuevo Laredo. Tuvo una inversión de MX$488,170,000 y una poblac ión beneficiada de

384,033 personas. El proyecto consistió ́en la reparación y ampliación del sistema de alcantarillado para eliminar la descarga de aguas negras en el Río Bravo, en la reparación del sistema de distribución de agua, la instalación de medidores domésticos y la implementación de un programa de detección de fugas.

Enlaces útiles:

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https://www.nadb.org/es https://www.nadb.org/es/financiamiento-de-infraestructura/programa-de-credito

Para más información, consultar la Ficha 17 del Anexo 2.

8.2.3.1 Ejemplos de fuentes internacionales

Algunas de las fuentes y programas internacionales actualmente accesibles para Méxic o son:

— Fondo de Adaptación (ver Ficha 2 del Anexo 2): Otorga financiamiento a proyectos y programas desde la etapa de diseño hasta su ejecución y seguimiento, los c uales disminuyan la vulnerabilidad e incrementen la capacidad adaptativa de comunidades en países en vías de desarrollo.

— Red de Ciudades Resilientes (R-Cities) (ver Ficha 3 del Anexo 2): Promueve acciones de resiliencia para proteger comunidades vulnerables al cambio c limát ic o y otros retos físicos, sociales y económicos.

— Instituto del Crédito a la Reconstrucción de Alemania (KfW) (ver Ficha 5 del Anexo 2): Otorga créditos a menores tasas de interés para apoyar el desarrollo sustentable de los países, principalmente a proyectos de generación de energía

limpia, eficiencia energética y manejo forestal.

— Programa de Financiamiento de Infraestructura Baja en Carbono en las

Ciudades (FELICITY) (ver Ficha 8 del Anexo 2): Ofrece asistencia técnica a las ciudades para diseñar y estructurar los proyectos de infraestructura urbana que tengan un impacto significativo en la reducción de emisiones de GEI y en el desarrollo económico.

— Mobilize Your City (MYC) (ver Ficha 9 del Anexo 2): Impulsa la movilidad baja en carbono al apoyar la preparación de proyectos de inversión y la búsqueda de financiamiento, además de que aporta recursos didácticos para mejorar las capacidades locales.

— Children’s Investment Fund Foundation (CIFF) (ver Ficha 10 del Anexo 2): En lo referente al cambio climático, se enfoca en detener los efectos que éste puede tener en el futuro de los infantes. Particularmente, en México, los soc ios estratégicos de

CIFF se han enfocado en apoyar con instrumentos de planeación en torno a la descarbonización.

— Sistema Nacional Forestal de EUA (USFS) (ver Ficha 12 del Anexo 2): Apoya al desarrollo de capacidades enfocadas en actividades de silvicultura comunitaria, conservación de especies migratorias, vigilancia forestal, manejo de áreas protegidas y gestión de incendios forestales.

— México - UK PACT Country Programmes - Embajada del Reino Unido (ver Ficha 16 del Anexo 2): Apoya con asistencia técnica, desarrollo de capacidades y apoyos económicos para el desarrollo de instrumentos de planeación que le permitan a las ciudades alcanzar sus objetivos en materia de acción climática.

— Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) (ver Ficha 17 del Anexo 2): Cuenta con distintos programas que ayudan a las ciudades fronterizas a estructurar e implementar sus proyectos de infraestructura, gestión de agua potable, alcantarillado

y saneamiento, mediante créditos o donativos.

— City Climate Finance Gap Fund (ver Ficha 19 del Anexo 2): Otorga asistencia

técnica y capacitación a las ciudades para apoyar la planeación climática y la inversión en proyectos que tengan como objetivo inc rementar las capacidades adaptativas o mitigar la emisión de GEI.

— Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) (ver Ficha 23 del Anexo 2): Mediante diferentes instrumentos financieros, apoya esfuerzos de adaptación y

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reducción de vulnerabilidad relacionados con sistemas alimentarios, uso de la tierra y restauración; ciudades sostenibles; y ordenamiento forestal sostenible.

— Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) (ver Ficha 24 del Anexo 2): Da soporte técnico para apoyar esfuerzos de conservación de los bosques y fomentar políticas de mitigación y adaptación a los efectos del c ambio climático.

— Sustainability.google – Google (ver Ficha 25 del Anexo 2): Financia el desarrollo de propuestas de tecnología que puedan abonar a un futuro más sostenible y resiliente.

— Fondo Chile – México – AMEXID – AGCID61 (ver Ficha 26 del Anexo 2): F inanc ia la ejecución de proyectos bilaterales y trilaterales de cooperación para el desarrollo.

— Global Green Growth Institute (GGGI) (ver Ficha 27 del Anexo 2): Brinda apoyo técnico en el desarrollo de planes, políticas y regulaciones para lograr el desarrollo sustentable.

— Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) (ver Ficha 28 del Anexo 2): Ofrece asistencia técnica en varios sectores incluyendo comercio, mit igac ión y adaptación al cambio climático, movilidad urbana, formación profesional, entre otros.

— Propuesta para espacio público – ONU Hábitat (ver Ficha 29 del Anexo 2): Colabora en el establecimiento, gestión, planificación y financ iación del desarrollo urbano sostenible.

— Banco Mundial (ver Ficha 30 del Anexo 2): Ofrece financiamiento y asistencia técnica en materia climática para los países en vías de desarrollo.

— Corporación Andina de Fomento (CAF) (ver Ficha 31 del Anexo 2): Ofrecen financiamiento para proyectos que logren reducir la vulnerabilidad de la poblac ión o mitigar las emisiones de GEI.

— Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (ver Ficha 32 del Anexo 2): Ofrece préstamos, donaciones y asistencia técnica para esfuerzos de inclusión social, productividad, innovación, integración económica, igualdad de género y diversidad, cambio climático y sostenibilidad ambiental, y capacidad institucional y estado de

derecho.

8.3 Herramientas de apoyo

Tal como se mencionó, una brecha que existe entre los proyectos y el financiamiento es la falta de proyectos bien estructurados. No obstante, hay una variedad de guías, programas y plataformas que ayudan a desarrollar o fortalecer las capacidades locales en la preparación de proyectos bancables y a su promoción. Los gobiernos loc ales pueden buscar activamente la oferta de estos recursos y aprovecharlos para aumentar la

posibilidad de recibir financiamiento; muchos de éstos se publican dentro de las páginas web de las diferentes fuentes. Algunos ejemplos de estas herramientas de apoyo se describen en la Tabla 39.

(61) Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Agencia C hi lena d e Coopera ci ón

Internacional para el Desarrollo

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Tabla 39 Ejemplos de guías, programas y plataformas de apoyo

Tipo de reto Nombre Descripción

Guías y programas

Guía para la Preparación de Proyectos

por Fases (PPF), 2018

Herramienta elaborada por el Centro de Estudios para la Preparación y Evaluación Socioeconómica de Proyectos

(CEPEP) para identificar las acciones a realizar durante el proceso de preparación de proyectos de inversión.

Mejorando la Resiliencia de la

Infraestructura con Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), 2020

Guía técnica de 12 pasos para desarrolladores de proyectos publicada por el BID, enfocada en la

preparación de proyectos resilientes al cambio climático que implementen SbN.

IDOM - Green Finance for Smart Cities

Serie de seminarios web organizado por IDOM y UKPACT

como parte del proyecto Financiamiento Verde para el Desarrollo de Ciudades Inteligentes, que busca crear capacidades locales.

Plataformas

Proyectos México (https://www.proyectosmexico.gob.mx)

Plataforma que forma parte de la iniciativa del Gobierno Federal de crear una Oficina de Promoción de Infraestructura, con el fin de promover el financiamiento de largo plazo al vincular proyectos de infraestructura con inversionistas nacionales y extranjeros. Ésta busca consolidar un banco de proyectos de inversión para difundir oportunidades a inversionistas y reunir la

experiencia y mejores prácticas de los participantes.

Sustainable Infrastructure Tool Navigator

(https://sustainable-infrastructure-tools.org/)

Plataforma que facilita el acceso a herramientas que ayudan a integrar la sustentabilidad durante el ciclo de vida del proyecto.

SOURCE

(http://www.sif-source.org/)

Plataforma multilateral que ayuda a los gobiernos a la definición, evaluación, implementación y operación de proyectos sustentables de infraestructura al proveer una herramienta para la preparación de proyectos y una solución de datos inteligente para la construcción de un banco de proyectos bien preparados.

Fuente: Elaboración propia.

Page 177: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

172

Conclusiones y comentarios finales

La acción climática a nivel local es muy beneficiosa para los Munic ipios mexic anos, ya

que los Planes de Acción Climática ayudan a promover el desarrollo sostenible a escala comunitaria y contribuyen a cumplir los objetivos climáticos nacionales y mundiales. Los gobiernos locales en México están legalmente obligados a definir su política c limát ic a, y el GCoM puede facilitar este proceso bajo un marco internacional estandarizado que es lo suficientemente flexible para cumplir con requerimientos y estándares nacionales .

Además, al unirse al GCoM, los Municipios pueden obtener el apoyo de una red global experimentada y mostrar su liderazgo a nivel internacional.

No obstante, la integración de un Plan de Acción Climática (PAC) requiere una c antidad

significativa de recursos humanos, tiempo y conocimiento técnico. Las secciones iniciales de la Guía facilitan que los equipos locales sienten las bases políticas y técnicas para integrar el documento. Al comprender la carga de trabajo que conlleva desarrollar este tipo de instrumentos, los equipo pueden organizarse adecuadamente y definir plazos para su elaboración.

Un desafío común a nivel país es la falta de datos e información cuantitativa a nivel loc al para la integración del PAC y sus dos diagnósticos, el Inventario de Emisión de Gases de Efecto Invernadero y el Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas. La presente

Guía ayudará a que equipos locales de Municipios mexicanos superen este reto, proveyendo fuentes de información veraz y descripciones técnicas para apoyar el desarrollo de habilidades y conocimientos sólidos en torno a metodologías especializadas. Asimismo, se detallan pautas que ayudan a que los gobiernos locales generen datos específicos y desagregados a nivel local. De esta forma, es posible obtener evidencia

para informar el diseño de acciones de mitigación y adaptación.

La participación de múltiples actores y partes interesadas es fundamental para rec opilar información y consensuar las acciones que se incluirán en la PAC y c ómo es que serán

implementadas. La participación adecuada de otros departamentos gubernamentales, el sector privado, la academia y la sociedad civil apoya el desarrollo y posterior ejecución del PAC. En este sentido, la Guía ofrece recomendaciones para recabar el apoyo de ot ros actores externos a la unidad gubernamental responsable de la integración del PAC y otorga lineamientos para definir objetivos de mitigación y adaptación, así como para

seleccionar y priorizar acciones climáticas con base en los resultados de los diagnósticos. Los equipos locales podrán utilizar esta información para guiar discusiones con tomadores de decisión y otras partes interesadas, y así delinear el camino que el Municipio seguirá para fomentar un desarrollo bajo en emisiones y resiliente ante los impactos del cambio climático.

Finalmente, se reconoce que muchos instrumentos de política pública climática en el país no tienen el impacto esperado. Esto se debe a barreras significativas durante su implementación, en especial por la falta de experiencia en procurar recursos financieros

para la acción climática y en el diseño de proyectos bancables. Por esta razón, las últimas secciones de la Guía integran recomendaciones referentes a la implementac ión, monitoreo y reporte, y el financiamiento climático.

Se concluye que la presente Guía es una herramienta útil para que los Municipios mexicanos desarrollen PAC adaptados a sus necesidades locales. Las rec omendaciones presentadas permiten que la integración de políticas climáticas loc ales c umpla c on los requisitos del Marco Común de Reporte del GCoM, al mismo tiempo que se es congruente con particularidades específicas de México.

Page 178: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

173

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Page 182: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

177

Lista de abreviaciones

AbC Adaptación basada en Comunidades

AbE Adaptación basada en Ecosistemas

AFD Agencia Francesa de Desarrollo

AFOLU Agricultura, Silvicultura y Otros Usos del Suelo (Agriculture, Forestry

and Other Land Use)

AGEB Áreas Geoestadísticas Básicas

ANP Área Natural Protegida

AOI Adaptación a través de Obras de Infraestructura

APP Alianzas Público-Privadas

ARVC Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas

ASEA Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente del sector hidrocarburos

BANOBRAS Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos

BAU Business-as-usual

BEMS Energía de edificios

BID Banco Interamericano de Desarrollo

BIE Banco de Información Económica

BNE Balance Nacional de Energía

CDP Carbon Disclosure Project

CENAPRED Centro Nacional de Prevención de Desastres

CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe

CFE Comisión Federal de Electricidad

CIRIS Sistema de Información y Reporte del Inventario de una Ciudad (City

Inventory Reporting and Information System)

CMNUCC / UNFCCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

(United Nations Framework Convention on Climate Change)

CN Carbono Negro

COA Cédula de Operación Anual

CONABIO Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad

CONAFOR Comisión Nacional Forestal

CONAGUA Comisión Nacional del Agua

CONAPO Consejo Nacional de Población

CONUEE Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía

CRE Comisión Reguladora de Energía

CRF Marco Común de Reporte (Common Reporting Framework)

CURB Climate Action for Urban Sustainability tool

DBO Demanda Bioquímica de Oxígeno

DENUE Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas

DGBIR Diagnóstico Básico para la Gestión integral de Residuos

DQO Demanda Química de Oxígeno

ENCEVI Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas

Particulares

FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la

Agricultura

Page 183: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

178

FELICITY Financiamiento de Infraestructura Baja en Carbono en las Ciudades

FIDE Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica

FONADIN Fondo Nacional de Infraestructura

FOTEASE Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable

de la Energía

GEI Gas de Efecto Invernadero

GIZ Corporación Alemana para la Cooperación Internacional

GPC Protocolo Global para Inventarios de Emisión de Gases de Efecto

Invernadero a Escala Comunitaria

GWP Potencial de Calentamiento Global (Global Warming Potential)

HFC Hidrofluorocarbonos

ICLEI Gobiernos Locales por la Sostenibilidad

IMPLAN Instituto Municipal de Planeación

INAFED Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal

INE Instituto Nacional de Ecología

INECC Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático

INEGI Instituto Nacional de Estadística y Geografía

INEGyCEI Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto

Invernadero

INFONAVIT Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores

IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático

(Intergovernmental Panel on Climate Change)

IPPU Procesos Industriales y Uso de Productos (Industrial Processes and

Product Use)

IUC-NA Programa de Cooperación Urbana Internacional – Norte América

JRC Centro Común de Investigación (Joint Research Centre)

LAU Licencia Ambiental Única

LEAP Low Emissions Analysis Platform

LED Diodo emisor de luz (light-emitting diode)

LGCC Ley General de Cambio Climático

MCG Modelo de Circulación General

MIA Manifestación de Impacto Ambiental

MOVES MOtor Vehicle Emission Simulator

NAFIN Nacional Financiera

NDC Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (Nationally Determined

Contributions)

NOM Norma Oficial Mexicana

ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible

ONU Organización de las Naciones Unidas

PAC Plan de Acción Climática

PACMUN Plan de Acción Climática Municipal

PEACC Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático

PEMEX Petróleos Mexicanos

PFC Perfluorocarbono

PIB Producto Interno Bruto

PIMUS Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable

Page 184: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

179

PMDU Programa Municipal de Desarrollo Urbano

PNUD/UNDP Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (United Nations

Development Programme)

PNUMA/UNEP Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (United

Nations Environment Programme)

POEL Programa de Ordenamiento Ecológico Local

POET Programas de Ordenamiento Ecológico del Territorio

PPA Acuerdos de compraventa de energía

PRODESEN Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional

PTAR Planta de Tratamiento de Aguas Residuales

RCP Trayectorias de Concentración Representativas (Representative

Concentration Pathway)

RENE Registro Nacional de Emisiones

REPDA Registro Público de Derechos de Agua

RETC Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes

RHA Región Hidrológico-Administrativa

RICE Alcance (Reach), Impacto (Impact), Confianza (Confidence) y Esfuerzo

(Effort)

RRD Reducción del Riesgo de Desastres

RSU Residuos Sólidos Urbanos

SEDATU Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano

SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

SENER Secretaría de Energía

SI Sistema Internacional de Unidades

SIE Sistema de Información Energética

SIG Sistema de Información Geográfica

SINACC Sistema Nacional de Cambio Climático

SMART Específico (Specific), Medible (Measurable) Alcanzable (Achievable),

Realista (Realistic), Acotado en el tiempo (Time-bound)

TOW Contenido total de carbono orgánico (Total Organic Waste)

UICN Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

(International Union for Conservation of Nature)

UNAM Universidad Nacional Autónoma de México

USCUSS Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura

US EPA Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos

Page 185: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

180

Lista de cajas

Caja 1 Escalamiento de datos de consumo de gas L.P. residencial .......................... 44

Caja 2 Estimación de emisiones a partir de consumos per cápita de combustibles a nivel residencial ............................................................................................... 45

Caja 3 Estimación de datos de PIB municipal por sector económico ........................ 46

Caja 4 Estimación de emisiones del subsector aviación........................................ 54

Caja 5 Balance de residuos sólidos generados en un Municipio hipotético ................. 56

Caja 6 Balance de dotación y aportación de aguas residuales en un Municipio hipotético ............................................................................................................. 62

Caja 7 Estimación de emisiones en el sector Generación de energía........................ 65

Caja 8 Ejemplo de un climograma para un Municipio tipo ..................................... 77

Caja 9 Ejemplo de una rosa de vientos para un Municipio tipo............................... 78

Caja 10 Ejemplo de cálculo para la probabilidad de eventos de granizo ................... 82

Caja 11 Ejemplo de evaluación de las consecuencias para un Municipio hipotético...... 83

Caja 12 Ejemplo de cambios esperados en intensidad y frecuencia para un Municipio hipotético ................................................................................................ 84

Caja 13 Evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores en el sector “Agua y sequía”.................................................................................................... 94

Caja 14 Ejemplo de factores que apoyan o desafían la capacidad adaptativa de un Municipio hipotético .................................................................................... 96

Caja 15 Tipos de objetivos de mitigación ........................................................ 102

Caja 16 Tipos de gobernanza climática .......................................................... 112

Caja 17 Impuesto a la Contaminación Ambiental Vehicular en Ecuador................... 161

Caja 18 Programas del FONADIN.................................................................. 163

Caja 19 Bonos de carbono colocados por la Ciudad de México .............................. 164

Caja 20 Bono Verde emitido por la Ciudad de México......................................... 165

Caja 21 Fundación William & Flora Hewlett ..................................................... 166

Caja 22 Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) ............................ 166

Caja 23 Seguro para vivienda en el Municipio de Zapopan, Jalisco ........................ 167

Caja 24 Apoyo de la red de 100 Ciudades Resilientes al Municipio de Juárez, Chihuahua – Planificación .......................................................................................... 168

Caja 25 Apoyo de FELICITY al Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México – Preparación ............................................................................................. 168

Caja 26 Apoyo del Banco de Desarrollo de América del Norte al Municipio de Nuevo Laredo, Tamaulipas -Implementación ............................................................. 168

Page 186: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

181

Lista de figuras

Figura 1 Compromisos de los Municipios adheridos al GCoM................................... 5

Figura 2 Diagnósticos para la elaboración del Plan de Acción Climática...................... 7

Figura 3 Elementos clave en la integración del PAC............................................ 10

Figura 4 Fases para la elaboración de un PAC................................................... 11

Figura 5 Calendario general de presentación de los reportes ................................ 11

Figura 6 Elementos clave del Acuerdo de París ................................................. 14

Figura 7 Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible ................................. 15

Figura 8 Instrumentos de coordinación y planeación de la Ley General de Cambio ..... 16

Figura 9 Marco de instrumentos de respaldan y soportan la acción climática a nivel local ............................................................................................................. 17

Figura 10 Pasos necesarios para fomentar el compromiso político en torno a la

planeación climática ................................................................................... 18

Figura 11 Estructura organizacional recomendada para el equipo técnico local .......... 20

Figura 12 Arreglo institucional para la integración del PAC................................... 22

Figura 13 Herramientas para el involucramiento de actores clave .......................... 24

Figura 14 Cronograma para la elaboración del PAC ............................................ 25

Figura 15 Principios para la integración de Inventarios de emisión de GEI ............... 28

Figura 16 Fuentes comunes de emisión para Municipios mexicanos........................ 35

Figura 17 Escalamiento de datos disponibles.................................................... 39

Figura 18 Pantalla de inicio de MOVES ........................................................... 51

Figura 19 Interfaz para la visualización de resultados en MOVES-México ................. 52

Figura 20 Parámetros para la visualización de resultados en MOVES ...................... 52

Figura 21 Datos de entrada para el Modelo Mexicano del Biogás (versión 2.0) .......... 57

Figura 22 Datos de caracterización de residuos del Modelo Mexicano del Biogás (versión 2.0)........................................................................................................ 57

Figura 23 Visualización del riesgo climático ..................................................... 71

Figura 24 Peligros climáticos y su clasificación.................................................. 73

Figura 25 Visualización de los escenarios de cambio climático de México ................. 79

Figura 26 Representación gráfica del nivel de riesgo .......................................... 81

Figura 27 Evaluación del riesgo para un Municipio hipotético ................................ 84

Figura 28 Impactos proyectados del cambio climático en México ........................... 91

Figura 29 Factores que apoyan o desafían la capacidad adaptativa del Municipio ....... 95

Figura 30 Emisiones nacionales de GEI según el escenario tendencial y las metas de reducción comprometidas de manera no condicionada ......................................... 99

Figura 31 Emisiones sectoriales de GEI según el escenario tendencial y las metas de reducción comprometidas de manera no condicionada ......................................... 99

Figura 32 Tipos de objetivos de mitigación ..................................................... 103

Figura 33 Ejemplo de identificación de sectores clave........................................ 105

Page 187: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

182

Figura 34 Tipos de intervenciones de política pública ........................................ 111

Figura 35 Elementos a considerar en la evaluación de los arreglos institucionales ..... 113

Figura 36 Árbol de decisión para la selección de metodologías de priorización ......... 139

Page 188: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

183

Lista de tablas

Tabla 1 Elementos sugeridos de un PAC ............................................................ 9

Tabla 2 Instrumentos a nivel internacional en materia de cambio climático .............. 14

Tabla 3 Listado de actores involucrados en el desarrollo del PAC ........................... 21

Tabla 4 Roles y responsabilidades de los distintos actores involucrados ................... 23

Tabla 5 Principales guías metodológicas para la estimación de emisiones de GEI ....... 28

Tabla 6 Potenciales de Calentamiento Global de GEI selectos................................ 30

Tabla 7 Tipos de emisiones de GEI de acuerdo con distintos marcos de referencia ..... 31

Tabla 8 Sectores y subsectores de un inventario de emisión de GEI ....................... 32

Tabla 9 Claves de notación para inventarios de emisión de GEI ............................. 36

Tabla 10 Subsectores del sector Energía Estacionaria ......................................... 40

Tabla 11 Factores de emisión para el sector Energía Estacionaria .......................... 41

Tabla 12 Sistema tarifario eléctrico de México .................................................. 43

Tabla 13 Clasificación de actividades y giros industriales en fuentes de información

nacional .................................................................................................. 48

Tabla 14 Subsectores del sector Transporte ..................................................... 49

Tabla 15 Factores de emisión para el subsector Transporte por carretera ................ 50

Tabla 16 Clases de Vehículos en México homologadas a los Tipos de Fuente en MOVES53

Tabla 17 Factores de emisión para el transporte ferroviario, transporte marítimo y aviación................................................................................................... 54

Tabla 18 Subsectores del sector Residuos ....................................................... 55

Tabla 19 Factores de emisión para el tratamiento biológico de residuos .................. 58

Tabla 20 Factores por defecto para la estimación de emisiones por quema o incineración de residuos .............................................................................................. 60

Tabla 21 Factores de emisión para CH4 y N2O por la quema a cielo abierto de residuos 60

Tabla 22 Factores de emisión para sistemas de tratamiento y disposición de aguas residuales en México ................................................................................... 64

Tabla 23 Recursos adicionales para la proyección de la línea base ......................... 68

Tabla 24 Contenidos obligatorios del ARVC ...................................................... 74

Tabla 25 Pasos a seguir para la elaboración del Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades

Climáticas ................................................................................................ 75

Tabla 26 Recomendaciones de metodologías y fuentes de consulta locales para algunos peligros climáticos...................................................................................... 86

Tabla 27 Marco para la evaluación espacial de riesgos climáticos........................... 89

Tabla 28 Marco para la evaluación de la vulnerabilidad basada en indicadores .......... 92

Tabla 29 Ejemplos de metas y objetivos SMART............................................... 101

Tabla 30 Ejemplos de definición de metas de adaptación.................................... 109

Tabla 31 Preguntas clave para la evaluación de factores políticos ......................... 115

Tabla 32 Tipología de acciones de adaptación al cambio climático ......................... 132

Page 189: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

184

Tabla 33 Criterios de la metodología MCA4climate ............................................ 141

Tabla 34 Criterios de evaluación RICE ........................................................... 143

Tabla 35 Tipos de acciones de mitigación ....................................................... 147

Tabla 36 Elementos de reporte y cronograma para los signatarios del GCoM ........... 154

Tabla 37 Plataformas de reporte oficiales ....................................................... 155

Tabla 38 Retos comunes en la identificación y gestión de financiamiento climático .... 158

Tabla 39 Ejemplos de guías, programas y plataformas de apoyo .......................... 171

Page 190: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

185

Anexos

Anexo 1. Mapeo de recursos y fuentes de información

Existen varias instituciones nacionales e internacionales que se han especializado en el diseño y evaluación de políticas públicas encaminadas a combatir al Cambio Climát ic o. Estas organizaciones, como parte de su visión y compromiso internacional, han generado

diferentes recursos que son útiles para la formulación de los planes y programas de acción climática que se desarrollan a nivel local. Las instituciones de referencia en materia de planeación climática son: el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (US EPA), la Comisión Europea y el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía

(GCoM62 por sus siglas en inglés), Ciudades C40. Los recursos relevantes para los gobiernos locales de México que son aportados por estas instituciones internacionales y por las nacionales, se presentan en este documento. El mapeo que se presenta a continuación incluye documentación donde se describen metodologías específicas para el país, así como datos y fuentes de información a nivel nacional, regional (Entidades

Federativas) y local (Municipios).

El objetivo del mapeo de estos recursos es proporcionar herramientas a los gobiernos locales que les servirán de apoyo en el desarrollo de un Inventario de Emisión de Gases

de Efecto Invernadero (GEI), un Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas (ARVC), y las políticas públicas que constituyen un Plan de Acción Climática (PAC) a nivel local que se apegue a las mejores prácticas internacionales y a los lineamientos de las autoridades gubernamentales nacionales de México, además de adaptarse al contexto de cada Municipio.

Recursos generales en términos de cambio climático y conceptos clave:

Esta sección incluye recursos que permitan a las ciudades entender conceptos c lave en materia de cambio climático, mitigación y adaptación. Posteriormente, aborda

instrumentos legislativos y de política pública climática a nivel internacional y nacional.

— Informe de síntesis del Quinto Informe de Evaluación (AR5). IPCC (2014).

Este expone e integra las conclusiones del Quinto Informe de Evaluac ión del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que es la evaluación del cambio climático más completa realizada hasta el momento por el IPCC.

— Glosario de conceptos clave. IPCC (2013). Definiciones de términos específ icos en el contexto del Quinto Informe de Evaluación del IPCC. Disponible en la siguiente liga.

— Acuerdo de París. CMNUCC (2015). Actualmente es el instrumento de política pública internacional vigente que orienta los esfuerzos para combatir el cambio climático a nivel global. El Acuerdo busca limitar el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los 2ºC respecto de los niveles preindustriales, y

busca fomentar esfuerzos adicionales para mantener el incremento por debajo de 1.5ºC. El documento está disponible en la siguiente página de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

— Agenda 2030. Naciones Unidas (2015). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un marco universal para impulsar acciones que combatan la pobreza, protejan al planeta y mejoren la calidad de vida de la pobla c ión global. Se recomienda consultar la documentación al respecto generada por la Organizac ión de las Naciones Unidas. El siguiente archivo sintetiza la relación entre los ODS y la

acción climática, en tanto que el siguiente reporte contextualiza la aplic ación de los ODS en América Latina y el Caribe.

(62) Global Covenant of Mayors for Climate and Energy

Page 191: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

186

— Sitio oficial de México ante el Cambio Climático. Gobierno de México (sin fecha). Repositorio de información, herramientas y datos referentes a temas de Cambio Climático en México. En la biblioteca digital del sitio es posible encontrar más de 300 documentos generados a nivel país, e incluyen diagnósticos de los impac tos del cambio climático, instrumentos de política pública, directrices y guías para el

establecimiento de medidas y acciones de mitigación y adaptación, entre muchas otras temáticas relevantes.

— Cambio climático, Principales acciones de adaptación y mitigación en México,

Marco jurídico nacional e internacional. Subdirección de Análisis de Política Interior de la Cámara de Diputados (2019). Resumen de los instrumentos de política pública a nivel federal en materia de cambio climático, así como avances para fortalecer la mitigación y adaptación en México, iniciativas presentadas y opiniones especializadas.

— Arreglos institucionales. INECC (2012). En el siguiente documento se resumen los arreglos institucionales principales en México que permiten la instrumentac ión de políticas climáticas en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal).

— Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917). El artículo 4º de la Constitución establece que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano

para su desarrollo y bienestar”. Es el principal precepto legal del cual parte la protección del medio ambiente.

— Reforma energética. Gobierno de México (2013). Las reformas constitucionales

promulgadas en diciembre de 2013; sientan las bases para la operación de fuentes de energía renovables, tecnologías limpias y eficiencia energética. Se recomienda consultar el resumen ejecutivo de las reformas y la explicación ampliada.

— Ley de Transición Energética. Gobierno de México (2015). Esta ley tiene c omo objeto regular el aprovechamiento sustentable de la energía, obligaciones en materia de energías limpias y la reducción de emisiones en México.

— Ley General de Cambio Climático. Gobierno de México (2012). Ley que rige las políticas públicas para atender el cambio climático, mitigar emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos futuros. Cuenta con un Reglamento en materia del Registro Nacional de Emisiones, el cual regula el reporte de emisiones de

GEI.

— Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Gobierno de México (1988). Eje rector de la legislación ambiental en México. Incluye un

Reglamento en materia Prevención y Control de la Contaminación Atmosférica, el cual regula fuentes que también generan emisiones de GEI, así como un Reglamento en materia del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes. Si bien esta Ley y sus reglamentos se enfocan en temas de calidad del aire y contaminación atmosférica, se vincula con la Ley General de Cambio Climático y ámbitos c omunes

de aplicación de ambos instrumentos.

— Leyes locales en materia medioambiental y de cambio climático. Se recomienda consultar las leyes estatales y la reglamentación loc al aplic able a c ada

ciudad/Municipio en materia de contaminación atmosférica y cambio climático. Estas leyes cuentan con regulaciones específicas para fuentes de emisiones de jurisdic c ión estatal y local, y detallan las atribuciones particulares de los Estados y Municipios.

— Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Gobierno de México. Documento que marca criterios y principios para las planificaciones sectoriales, estatales y municipales en México. Incluye criterios para estrategias en materia de medio ambiente.

— Estrategia Nacional de Cambio Climático. Visión 10-20-40. Gobierno de México (2013). Instrumento de planeación que define la visión a largo plazo del país en materia de cambio climático. Busca orientar la política nacional, establecer

Page 192: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

187

prioridades nacionales de atención y definir criterios para identificar prioridades regionales.

— Programa Especial de Cambio Climático 2014-2018. Gobierno de México. Instrumento de planeación de la política nacional de cambio climático. Plantea acciones específicas a nivel país para atender las prioridades en materia de mitigación, adaptación e investigación sobre las causas y consecuencias del c ambio climático. La actualización de este instrumento, el Programa Especial de Cambio Climático 2020-2024, fue aprobada en agosto de 2020 (ver nota).

— Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía 2014-2018. Gobierno de México. Instrumento de política federal que establece objetivos,

metas, estrategias y acciones para alcanzar el uso óptimo de la energía en todos los procesos y actividades de la cadena energética.

— Programa Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables 2014-

2018. Gobierno de México. Programa que establece metas de participación de energías renovables para la generación de electricidad en el país, así como estrategias y acciones para alcanzar estos objetivos.

— Estrategia de Cambio Climático de México a mitad del siglo (Mexico’s Climate Change Mid-Century Strategy). Gobierno de México (2016). Esta estrategia fue presentada por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en cumplimiento con el artículo 4º párrafo 19 del Acuerdo de París. El documento define la visión de la estrategia climática del país

proyectada al 2050 y establece principios, metas y líneas de acción para construir una sociedad resiliente y transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones.

— Sistema de Información Sobre el Cambio Climático. Gobierno de México (sin fecha). Sistema de información digital que integra y pone a disposición de la ciudadanía información estadística, geográfica e indicadores relacionados c on temas como el clima, emisiones de GEI, proyectos de mitigación, vulnerabilidad y riesgos climáticos.

— Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional. Gobierno de México (2015). Las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (en inglés NDC) de México resumen los esfuerzos que el país propone para cumplir con las metas del

Acuerdo de París. Las NDC de México especifican las metas de reducción de emisiones de GEI y otros compuestos de efecto invernadero como el carbono negro, para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 2ºC, además de establecer metas de adaptación al cambio climático. Las NDC están disponibles en español e inglés. Es importante mencionar que actualmente se encuentran en proc eso de ac tualización

(más información disponible aquí).

— Costos de las Contribuciones Nacionales Determinadas de México. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) & Instituto Nacional

de Ecología y Cambio Climático (INECC) (2018). Reporte que establece el c osto para emprender los esfuerzos planteados en las NDC de México mediante un ejercicio contable que estima costos puntuales para las medidas propuestas en 2015. A su vez, para cada medida de mitigación se reporta el diseño y descripción del esc enario tendencial en el que se proyecta el comportamiento de las emisiones a futuro.

— Sexta Comunicación Nacional y Segundo Informe Bienal de Actualización ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. SEMARNAT & INECC (2018). Informe que busca cumplir con el compromiso asumido con la CMNUCC, al reportar los avances del país en materia de Cambio Climático. Presenta los avances logrados desde la versión anterior de la Comunicación Nacional (2012) y el primer informe bienal presentado en 2014.

Page 193: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

188

Recursos específicos para la integración de un PAC a nivel local:

Esta sección incluye directrices internacionales generales que buscan orientar el

establecimiento de políticas climáticas a nivel local. Se incluyen también guías a nivel país para la integración de un PAC, así como fuentes de información relativas al establecimiento de objetivos y metas de mitigación y adaptación en línea con los compromisos de México.

— Recursos del Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía. GCoM (sin fecha). Repositorio de plataformas de conocimiento, webinarios, buenas prácticas, publicaciones y herramientas para la integración de Planes de Acción Climática a nivel local, en línea con los lineamientos y directrices del GCoM. Inc luye

una biblioteca con más de 30 documentos.

— Marco Común de Reporte. GCoM (2018). Documento que explica cómo las ciudades o gobiernos locales deben reportar su Plan de Acción Climática y su

progreso en la implementación al Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía. Incluye una guía explicativa que complementa la información presentada en el Marco Común de Reporte.

— Recursos del Programa Internacional de Cooperación Urbana. IUC (sin fecha). Repositorio de recursos en materia de planeación climática que incluyen casos de éxito sobre ciudades que han logrado implementar polít ic as c limát icas de forma efectiva, así como documentos y webinarios de temas de interés en la materia, como: economía circular, adaptación al cambio climático, opciones de financiamiento,

planeación urbana, gestión de residuos, etc.

— Guía para la Elaboración de Programas de Acción Climática a nivel local.

Centro Mario Molina (2015). Guía metodológica para apoyar a gobiernos locales mexicanos en la elaboración de Programas de Acción Climática (PAC). Proporciona recomendaciones y una serie de pasos a seguir para integrar un PAC. Abarc a temas de planeación, diagnóstico (inventarios de GEI y análisis de riesgos y vulnerabilidades), definición y priorización de medidas de mitigación y adaptación, hasta la implementación de las acciones.

— Guía Metodológica para la Evaluación de Programas de Acción Climática locales. Centro Mario Molina (2012). Guía que establece procedimientos y

criterios para evaluar Programas de Acción Climática en México (ya sea a nivel estatal, municipal, de una ciudad o un área metropolitana) en términos de su estructura, contenido, gestión y difusión.

— Guía Municipal de Acciones frente al Cambio Climático con énfasis en desarrollo urbano y ordenamiento territorial. SEDESOL63 (2012). Guía específicamente elaborada para apoyar a gobiernos municipales en la elaborac ión e implementación de planes de adaptación al cambio climático y mitigación de GEI, con especial énfasis en las atribuciones municipales en materia de desarrollo urbano y

ordenamiento territorial.

— Recursos para la planeación de acciones climáticas. Ciudades C40 (sin fecha). Repositorio de recursos generados por Ciudades C40, un grupo de c iudades

comprometidas a colaborar de forma conjunta en la reducción de emisiones y la adaptación al cambio climático. Incluye información, guías, herramientas técnicas, webinarios, entre otros recursos, para orientar la reducción de emisiones de GEI, la adaptación al cambio climático, el diseño de acciones climáticas integrales y la integración de planes de acción climática.

(63) Secretaría de Desarrollo Social

Page 194: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

189

Recursos para la integración del Inventarios de Emisión de GEI

Esta sección incluye recursos relativos a metodologías de cálculo para la est imac ión de

un Inventario de Emisión de GEI, como factores de emisión y fuentes de datos de actividad, así como recursos para la proyección de escenarios tendenciales y de reducción de emisiones.

Integración general

— Directrices para inventarios nacionales de gases de efecto invernadero. IPCC (2006). Disponibles en inglés y en español, definen lineamientos y metodologías

específicas para la integración de Inventarios de Emisión de GEI a esc ala nacional, que pueden ser adaptadas para inventarios estatales y municipales. Describen metodologías de cálculo específicas, así como factores por defecto para la estimac ión de emisiones. Se dividen en cinco volúmenes: 1. Orientación general y generación de informes, 2. Energía (incluye fuentes estacionarias y móviles), 3. Procesos

industriales y uso de productos (IPPU), 4. Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU), y 5. Desechos.

— Potenciales de calentamiento global. GHG Protocol (sin fecha). Factores

utilizados para convertir las emisiones de GEI a una única escala comparable, expresada en dióxido de carbono equivalente (CO2e). Se recomienda utilizar los potenciales a 100 años (GWP-100) publicados por el IPCC en su informe de evaluación más reciente, disponibles aquí.

— Protocolo Global para Inventarios de Emisión de Gases de Efecto Invernadero a Escala Comunitaria. GHG Protocol (2014). Conocido c omo GPC, el protocolo es un estándar de contabilidad y reporte para c iudades/Municipios. Es

reconocido por el GCoM como un marco que orienta a gobiernos locales en el establecimiento de prácticas de contabilidad y de reporte de emisiones confiables, la integración de inventarios base y la definición de metas de mitigac ión, en línea c on las directrices del IPCC. Disponible en inglés y español.

— Herramienta CIRIS. Ciudades C40 (sin fecha). La herramienta City Inventory Reporting and Information System (CIRIS) desarrollada por Ciudades C40 es una plantilla flexible basada en Excel que puede emplearse para integrar y reportar inventarios de emisión de GEI. Es compatible con el GPC y c on el Marc o Común de

Reporte del GCoM, y permite realizar estimaciones de forma transparente. Su diseño facilita la gestión de fuentes de información, factores de emisión, datos de actividad y los resultados del inventario. Además, integra calculadoras para realizar las estimaciones de diferentes sectores dentro de la propia herramienta. Ciudades C40 pone a disposición diferentes versiones (inglés, español, con y sin macros de Excel) y

videotutoriales en su página web.

— Herramienta CURB. Banco Mundial y Ciudades C40 (2016). La herramienta Climate Action for Urban Sustainability (CURB) surgió del esfuerzo conjunto del Banco

Mundial y Ciudades C40. Es una herramienta interactiva gratuita diseñada para que las ciudades puedan evaluar acciones climáticas en términos de su costo, viabilidad e impacto en la reducción de emisiones, permitiendo construir escenarios tendenciales y de reducción de emisiones. Los recursos disponibles incluyen la hoja de c álc ulo en formato Excel, manuales en español e inglés, así como video tutoriales.

— Guía para realizar balances energéticos estatales para la estimación de inventarios de gases de efecto invernadero. Instituto Nacional de Ecología (2013). El documento es una guía específica para México que explica la elaborac ión

de balances de energía a escala estatal a partir de datos de c onsumo energé t ico a nivel nacional. La metodología puede ser adaptada para después escalar datos a nivel de ciudad o Municipio y así poder implementar las metodologías de las directrices del IPCC para la estimación de emisiones de GEI.

Inventarios a nivel nacional

Page 195: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

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— Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 1990-2015 INEGyCEI. SEMARNAT & INECC (2018). Inventario nacional que describe los datos de actividad, factores de emisión, metodologías de cálculo y resultados del inventario nacional de GEI. Se recomienda utilizarlo como guía para comprender cómo las directrices del IPCC han sido adaptadas al c ontexto

nacional, además de contar con factores de emisión, factores por defecto y datos de actividad específicos para el país. También es un recurso útil para validar y comparar los resultados de los inventarios locales. En la siguiente página se puede descargar el documento completo y las hojas de cálculo con los resultados del inventario.

— Elementos para el inventario de fuentes móviles. INECC (2018). Informe desarrollado por el INECC, el cual describe la metodología, información y resultados del inventario de emisiones de fuentes móviles a nivel nacional, año base 2016. Se basa en el modelo de emisiones vehiculares MOVES (Motor Vehicle Emission

Simulator), adaptado a partir del modelo original de la US EPA. Este informe ayuda a comprender la metodología que se debe seguir para utilizar MOVES en México, además de que ofrece resultados de emisiones a nivel municipal. Cuenta con descripciones sobre cómo los datos de flota vehicular, su actividad, y las características de los combustibles en México, se incorporan en la est imac ión de las

emisiones de GEI.

— Registro de emisiones y transferencia de contaminantes 2004-2018. SEMARNAT (sin fecha). El RETC64 de la SEMARNAT compila los reportes de

emisiones y transferencia de contaminantes provenientes de fuentes f ijas sujetas a reporte. Incluye fuentes fijas de jurisdicción federal que reportan emisiones de contaminantes atmosféricos, incluyendo GEI como CO2 y CH4.

Factores de emisión y conversiones

— Acuerdo que establece las particularidades técnicas y las fórmulas para la aplicación de metodologías para el cálculo de emisiones de gases o compuestos de efecto invernadero. SEMARNAT (2015). Documento técnico que establece disposiciones oficiales en relación con particularidades técnicas, fórmulas y

factores de emisión para el cálculo de emisiones de GEI. Se considera la fuente principal de factores de emisión validados por la SEMARNAT.

— Factores de emisión para los diferentes tipos de combustibles fósiles y alternativos que se consumen en México. INECC (2014). Compendio de factores de emisión para combustibles utilizados en México. Desagrega los factores de emisión por zona geográfica y tipo de combustible, y se considera un c omplemento del Acuerdo técnico anterior. Incluye factores de conversión como poderes caloríficos,

densidades y contenido de carbono.

— Aviso sobre el factor de emisión eléctrico. Comisión Reguladora de Energía (sin fecha). Aviso oficial del gobierno mexicano que informa sobre el factor de

emisión del Sistema Eléctrico Nacional, el cual deberá utilizarse para el cálculo de las emisiones indirectas de GEI por consumo de electricidad correspondiente a un año específico. El aviso se actualiza año con año; los factores de 2014 a 2019 están disponibles en la siguiente liga.

— Lista de combustibles y sus poderes caloríficos. CONUEE (sin fecha). Reporte de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, que integra poderes caloríficos, factores de conversión por unidad de volumen o masa, y equivalencias

(64) El RETC es una herramienta que busca mejorar la gestión ambiental e n México. Su p ropós ito no e s

recopilar datos de emisiones de GEI, sino otro tipo de sustancias (denominadas sustancias RETC y listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-165-SEMARNAT-2013) que son emitidas o transferidas por establecimientos sujetos a reporte de acuerdo con la ley. Sin embargo, es posib le q ue e n e l re porte se incluyan emisiones de ciertos GEI, o que los datos puedan ser utilizados para establecer la magn itud d e ciertas actividades en un Estado o Municipio.

Page 196: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

191

entre combustibles utilizados en México. El documento se actualiza año con año, y la versión a utilizar debe coincidir con el año base del inventario. Los reportes de 2014 a 2020 están disponibles en la siguiente página.

— Base de datos de factores de emisión. IPCC (sin fecha). El Emission Factors Database es una biblioteca del IPCC donde los usuarios pueden encontrar factores de emisión y otros parámetros recopilados por el IPCC, con información complementaria y referencias técnicas.

— Base de datos de factores de emisión. US EPA (sin fecha). La base de datos AP-42 es un compendio de factores de emisión para contaminantes atmosféricos, e incluye factores para la emisión de GEI. El documento más reciente de la US EPA que

resume factores de emisión a ser utilizados para estimar emisiones de GEI está disponible en la siguiente liga (última modificación en 2018).

Datos de actividad

— Censo de Población y Vivienda. INEGI65 (2010). Fuente de información oficial sobre datos de población y vivienda en México, el cual se actualiza cada decenio. La información se encuentra desagregada a nivel estatal y municipal. La últ ima versión es del 2010, en tanto que el censo 2020 está en proceso de integración y publicación. De manera complementaria se puede consultar la Encuesta Intercensal 2015, la c ual

actualiza información sociodemográfica entre ambos ejercicios censales. Esta publicación cuenta con datos desagregados a nivel municipal, incluyendo cifras sobre características económicas y movilidad cotidiana.

— Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales. INEGI (2017). Información estadística y geográfica de la gestión y desempeño de las inst ituc iones que integran a la Administración Pública Municipal o Delegacional (ahora Alcaldías de la Ciudad de México). Incluye datos sobre agua potable y saneamiento, residuos sólidos urbanos y medio ambiente.

— Banco de Información Económica. INEGI (sin fecha). Base de datos oficial de información económica a nivel país. Incluye cifras sobre la evolución histórica del Producto Interno Bruto, a nivel nacional y federal (y en ciertos c asos para algunas

áreas metropolitanas), para los distintos sectores económicos (primario, secundario y terciario). Esta información también está disponible para categorías más espec íf icas, como ciertos giros industriales.

— Sistema de información Energética (SIE). SENER (sin fecha). Biblioteca y repositorio de información del sector energético en México, integrado por la Secretaría de Energía (SENER). Incluye datos sobre consumo energético en dist intos sectores (residencial, comercial, industrial, agropecuario) a nivel nacional y estatal,

desagregados por tipo de actividad y combustible. Asimismo, cont iene informac ión relevante sobre extracción y uso de hidrocarburos, eficiencia energética, c onsumo eléctrico, fuentes renovables de energía y prospectivas de consumos a futuro; incorpora también la demanda interna de turbosina y diésel ferroviario por Estado. Se destaca que dentro del SIE es posible acceder al Balance Nacional de Energía, reporte que expone los principales indicadores de producción, comercio y consumo de la

energía en México y el cual se actualiza cada año. La versión 2018 del Balance Nacional de Energía se encuentra disponible aquí.

— Usuarios y consumo de electricidad por Municipio. Comisión Federal de Electricidad (2018). Datos abiertos reportados por la Comisión Federal de Electricidad para el consumo (en kilovatios-hora) y número total de usuarios por Municipio. Los datos a partir de 2018 están disponibles en la siguiente liga. El sistema tarifario de México se modificó en 2017, por lo que se recomienda consultar el

(65) Instituto Nacional de Estadística y Geografía

Page 197: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

192

Informe Pormenorizado sobre el Desempeño y las Tendencias de la Industria Eléctrica Nacional para revisar equivalencias entre el sistema tarifario anterior y el actual.

— Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional. SENER (2018). Se publica de forma anual, la última versión corresponde al PRODESEN 2018-2032. En el documento se establecen requerimientos de capacidad de generación para satisfacer la demanda de energía eléctrica, y cumplir con metas de energías limpias a nivel país. Incluye información sobre la capacidad instalada para la generación de energía y proyecciones del crecimiento medio anual del consumo eléctrico a nivel país y por

región.

— Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares

(ENCEVI). INEGI (2018). Información estadística sobre patrones de c onsumo de distintas fuentes de energía (eléctrica y combustibles fósiles) utilizadas en viviendas. Permite conocer información sobre los hábitos y las prácticas en el manejo de energéticos, como el uso que se le da a cada tipo de combustible en func ión de las características de las viviendas. La base de datos sin procesar permite analizar la información por región o Entidad Federativa.

— Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). INEGI (2018). Información estadística sobre el comportamiento de los ingresos y gastos de

los hogares. Ofrece información acerca de las características ocupacionales y sociodemográficas de los integrantes de los hogares mexicanos, así como características de la infraestructura de la vivienda y el equipamiento. Esta información es útil para conocer datos sobre la disponibilidad de energía eléctrica, uso de combustibles, disposición de residuos en los hogares de México, entre otros. Estos

datos pueden ser empleados para estimar la reducción de emisiones por la implementación de medidas de mitigación que modifican patrones de uso de combustibles y equipamiento en las viviendas. La información está desagregada por Entidad Federativa.

— Red Nacional de Caminos. INEGI (sin fecha). Disponible para 2017 y años anteriores en la siguiente liga; para 2018 se puede consultar la siguiente página. Incluye información geoespacial sobre estaciones de ferrocarril, aeropuertos y puertos, para determinar si este tipo de actividades tienen lugar en un Municipio.

— Vehículos de motor registrados en circulación. INEGI (sin fecha). Base de datos del INEGI que desagrega la flota vehicular a nivel nacional, estatal y municipal, de 1980 a 2018. Los datos se reportan por año de registro, clase de vehíc ulo y t ipo

de servicio (público o privado).

— Datos viales por Entidad Federativa. SCT (2019). Base de datos de la Secretaría

de Comunicaciones y Transportes (SCT) con datos viales y de aforo vehicular por Entidad Federativa. Permite conocer anualmente los volúmenes y la clasif ic ación del tránsito que circula por la red carretera.

— Estadística básica del autotransporte federal. SCT (2018). Base de datos referente a información del autotransporte federal en México. Esto incluye transporte de carga y transporte turístico, transporte terrestre de pasajeros, entre otros servicios. Incluye información sobre número de unidades por tipo, y parque vehicular por Entidad Federativa.

— Carta de uso de suelo. INEGI (sin fecha). Información geoespacial que desc ribe el estado de la cubierta vegetal y los diferentes usos de suelo a nivel nac ional; se emplean para analizar la distribución del uso del suelo agrícola, de la vegetación

natural e inducida del país, además de indicar el uso pecuario, forestal y ot ros usos de la tierra relacionados con la cubierta vegetal. Las cartas están disponibles en distintas escalas (1:50 000, 1:250 000 y 1:1 000 000) y se actualizan de forma periódica utilizando los insumos y métodos de análisis más avanzados en su momento (a cada actualización se le denomina serie). La versión más actual fue

elaborada entre 2014 y 2016 (serie VI). Se emplean como insumo para determinar

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transiciones y cambios de uso de suelo en la estimación de emisiones del sector AFOLU. Cada serie cuenta con su propia guía de interpretación que define su metodología y contenido. La guía de la serie VI está disponible aquí.

— Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (sin fecha). Sistema de datos abiertos para estadísticas de producción agrícola (p. ej. superficie cult ivada y t ipo de c ult ivo) y producción pecuaria (volumen de producción por tipo de producto pecuario). Los datos a nivel municipal están disponibles para todos los años a partir de 2006.

— Diagnóstico básico para la gestión integral de los residuos. SEMARNAT (2020). El DBGIR 2020 cuenta con información básica para orientar la gestión

integral de los residuos a nivel país. Incluye información sobre las características de los residuos sólidos urbanos (generación per cápita, peso volumétrico, composición) y descripciones del sistema de manejo para su recolección, transporte, t ransferencia, tratamiento y disposición final a nivel país. También incluye información para residuos de manejo especial y residuos peligrosos.

— Indicadores básicos de desempeño ambiental – residuos sólidos. SEMARNAT (sin fecha). Datos abiertos sobre materiales valorizables recolectados, generación y disposición final de residuos sólidos urbanos, rellenos sanitarios, etc.

— Sistema de Información Nacional del Agua. Comisión Nacional del Agua (sin fecha). Base de datos estadística y geográfica que presenta informac ión del sec tor hídrico en México. Contiene datos sobre el volumen de generación y t ratamiento de

aguas residuales a nivel país, número de plantas de tratamiento de aguas residuales, principales procesos de tratamiento, etc. Asimismo, cuenta c on datos del volumen concesionado para usos consuntivos. El Registro Público de Derechos del Agua (REPDA) indica el volumen concesionado para usos agrícolas, abastecimiento público, industria autoabastecida e industria eléctrica (excepto hidroeléctricas).

— Estadísticas del Agua en México. Comisión Nacional del Agua (2018). Reporte 2018 que incluye información general sobre el uso de los recursos hídricos en México, incluyendo volúmenes de agua residual tratada y dispuesta, ya sea proveniente de

fuentes residenciales o industriales, a nivel nacional y estatal.

— Inventario de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales. Comisión

Nacional del Agua (2016). Inventario de PTAR de la CONAGUA para el año 2016. Incluye información sobre capacidad instalada, caudal tratado y tipo de tratamiento, por Municipio y Entidad Federativa. Se recomienda conciliar esta información con datos recopilados a nivel local por las autoridades municipales de servicios de agua.

Metodologías específicas para México

— MOVES. US EPA & INECC (2014). El software MOVES (Motor Vehicle Emission Simulator) permite modelar emisiones provenientes de fuentes móviles a nivel país, por Entidad Federativa e incluso Municipios. Este modelo de la US EPA ha sido

adaptado específicamente para poder ser utilizado en México (MOVES2014b). La versión base del modelo se puede descargar de la siguiente página e incluye guías de usuario y manuales. Para usar la versión específica para México, es necesario solicitar la Guía del Usuario de MOVES-México, desarrollada bajo el Programa para el Desarrollo de Emisiones Bajas en México (MLED) patrocinado por la Agencia de los

Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) bajo el contrato AID-523-C-11-00001, a la SEMARNAT o el INECC.

— Modelo Mexicano del Biogás. US EPA & SEMARNAT (2009). Modelo desarrollado

específicamente para la estimación de emisiones en sitios de disposición final y rellenos sanitarios en México, a partir de un modelo de decaimiento de primer orden. La plantilla de Excel puede solicitarse a la SEMARNAT. La guía de usuario en inglés está disponible en la siguiente liga, en tanto que el siguiente artículo científico de Aguilar, Taboada y Ojeda (2011) describe el fundamento técnico del modelo.

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Información para proyecciones

— Anexo Metodológico del Diagnóstico de Mitigación. INECC (2016). Documento

que describe cómo se calculó la trayectoria de emisiones y la línea base para todo el país. En este se explican y sustentan los datos incluidos en el diagnóstico de mitigación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC). Detalla los tipos de factores que se recomienda considerar para cada proyección y es una buena guía para saber qué información usar.

— Costos de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas. INECC (2018). En la estimación de los costos de mitigación, asociados con las medidas referidas en las NDC, también se reporta el diseño y descripción del escenario tendencial en el que

se proyecta el comportamiento de las emisiones a futuro, así como diversas variables que determinan dichas emisiones en un entorno de inacción; es decir, donde no se emprenden acciones para mitigar el cambio climático.

— Prospectivas del Sector Energético. SENER (2018). Instrumento de planeac ión que ofrece información confiable de la situación actual del mercado energético a nivel nacional e internacional. Incluye tasas medias de crecimiento anual para el c onsumo de combustibles (gas L.P., gas natural, diésel, gasolina, combustóleo, entre ot ros) a nivel nacional y estatal, para distintos sectores como el residencial, comercial,

industrial y autotransporte. La última prospectiva abarca el periodo 2018 – 2032.

— Proyecciones de población. CONAPO (2019). El Consejo Nacional de Población (CONAPO) ha proyectado la población de todos los Municipios mexicanos al año 2030;

los datos se pueden descargar en la siguiente liga. También se cuenta con proyecciones por Entidad Federativa al año 2050, las cuales incluyen otros indicadores demográficos. Estos indicadores de la población nacional están homologados con el propósito de dotar de consistencia a las cifras y facilitar la comparabilidad.

Recursos para la elaboración del Análisis de Riesgos y Vulnerabilidades Climáticas

Esta sección incluye documentos de consulta referentes a bases de datos de peligros

climáticos pasados, estudios de riesgo y vulnerabilidad climática específicos para Méxic o. También incorpora metodologías y fuentes de datos para la estimación del nivel de riesgo y cuantificación de la vulnerabilidad a nivel local.

— Atlas Nacional de Riesgos. CENAPRED (sin fecha). Portal digital integrado por el gobierno mexicano, en específico el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), que sintetiza información sobre los peligros climáticos y daños esperados, como resultado de un análisis espacial y temporal de la interacción entre

distintos peligros, la vulnerabilidad y el grado de exposición de los agentes que pueden ser afectados. Los atlas estatales y municipales que lo integran han sido elaborados por distintas instituciones de investigación, académicos o empresas privadas, y son responsabilidad de la entidad o unidad de Protección Civil correspondiente. Entre sus aplicaciones están conocer el sistema expuesto mediante un análisis de probables escenarios, mapas históricos de eventos de desastre,

monitoreo de fenómenos en tiempo real, entre otros.

— Atlas Municipales de Riesgos. SEDATU (sin fecha). Portal digital desarrollado por

la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU) en donde se muestra un mapa que indica la cobertura de los Atlas Municipales de Riesgos, mismos que se pueden descargar desde el portal. También se cuenta con la guía (2014) para la elaboración de atlas estatales y municipales de riesgos, elaborada por el Cent ro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y que sirve para orientar a

autoridades locales en cómo interpretar información y generar mapas de riesgo para diferentes peligros hidrometeorológicos.

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— Centro Nacional de Prevención de Desastres. CENAPRED (sin fecha). Base de datos para la consulta de información de eventos de desastre registrados en el pasado, así como fenómenos hidrometeorológicos y mapas de riesgo, entre otras publicaciones.

— Base de datos Climatológica Nacional (SISTEMA CLICOM). CICESE, PEACC-BC, INECC, REDESClim y SMN (sin fecha). El CLICOM (CLImate COMputing project) es un sistema de manejo de datos climatológicos específico para México, desarrollado por las Naciones Unidas en conjunto con el INECC, el Sistema

Meteorológico Nacional y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE). El sitio web cuenta con mapas de las estaciones meteorológicas nacionales y reporta observaciones meteorológicas recopiladas durante las últimas 24 horas. Asimismo, desde la página es posible descargar información histórica de precipitación y temperatura para la s estaciones

meteorológicas en el país. Cada una de las estaciones contiene diferentes periodos de información, pero se pueden encontrar datos de 1920 a la actualidad. La herramienta permite hacer gráficas (ciclo anual y series de tiempo de temperatura y precipitación) y descargarlas.

— DesINVENTAR. Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (sin fecha). Base de datos que cuenta con registros de eventos climáticos locales. La base es un sistema de inventario de desastres y datos históricos para América Latina, incluyendo a México. Incorpora información para algunos

peligros climáticos, así como afectaciones, la ubicación del evento, observaciones y efectos, muertes, heridos, hogares destruidos, número de afec tados, hectáreas de cultivos impactadas, pérdidas monetarias, etc. Se basa en fuentes hemerográficas y datos proporcionados por instituciones oficiales.

— Escenarios de cambio climático de México. INECC (2015). Escenarios que son una representación simplificada y justificada del clima a futuro bajo distintos supuestos (forzamiento radiativo, horizonte temporal y modelo de circulación global). Fueron desarrollados por el INECC en conjunto con el Centro de Ciencias de la

Atmósfera de la UNAM. Cada escenario es una alternativa de cómo podría comportarse el clima futuro. Con esta herramienta es posible conocer las proyecciones de las distintas variables climáticas (temperatura y precipitación) para el país y así proyectar el comportamiento de distintos peligros climáticos . Es posible consultar la base de datos completa, la cual incluye información de las normales

meteorológicas históricas y los resultados de los distintos escenarios. La informac ión está georreferenciada y tiene una resolución máxima de aproximadamente 1 km x 1 km.

Fuentes de información para peligros climáticos específicos

— Sistema de Información Hidrológica (SIH). Comisión Nacional del Agua

(2019). Sistema elaborado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) que contiene datos recientes e históricos de estaciones c onvencionales y automáticas climatológicas e hidrométricas de la red de CONAGUA y de otras dependencias del Gobierno Federal. Los productos que genera el SIH son mapas y reportes de precipitación acumulada de las 8:00 h a la hora de corte (13:00, 18:00 y 21:00 h) y

en las últimas 24 horas; incluye también reportes semanales del Índice de Sequía por Escurrimiento (SDI). Actualmente se está trabajando para incluir la publicación de los datos históricos de estaciones climatológicas e hidrométricas.

— Mapas de índices de riesgo a escala municipal. CENAPRED (2012). Documento elaborado por el CENAPRED en el que se presentan los mapas de peligro y de riesgo a escala municipal por diversos peligros climáticos como inundaciones, bajas temperaturas, huracanes, tormentas de nieve, granizo, polvo, electricidad, heladas, sequías, y las ondas cálidas y gélidas.

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— Metodologías para elaborar mapas de riesgo por temperaturas máximas. CENAPRED (2016). Documento elaborado por el CENAPRED que indica las metodologías para el análisis de ondas de calor.

— Metodologías para estimar riesgo por deslizamientos. CENAPRED (2016). Documento elaborado por el CENAPRED para estimar la susceptibilidad de inestabilidad por laderas.

— Índice Estandarizado de Precipitación (SPI). Organización Meteorológica Mundial (2012). Metodología que permite identificar condiciones de déficit y exceso de precipitación a corto y largo plazo a partir de la precipitación histórica. Los valores son una herramienta para monitorear y diagnosticar el fenómeno de sequía. La guía

para el cálculo del índice está disponible en inglés.

— Índice de presión económica a la deforestación (IRDef). Instituto Nacional de Ecología (sin fecha). Índice de riesgo de deforestación creado por el Inst ituto

Nacional de Ecología (INE), actualmente INECC. El índice es un número ent re 0 y 1 que representa la probabilidad estimada de que en un periodo de tiempo determinado, un área específica sea deforestada. Dicho índice o probabilidad es información útil para calcular la deforestación evitada gracias a la implementación de acciones climáticas. A su vez, ayuda también como un criterio de c alif ic ación para

focalizar áreas que tengan alto valor de servicios ambientales (medido con variables biofísicas) y mayor presión económica a ser deforestadas.

— Monitor de Sequía de México (MSM). Comisión Nacional del Agua (sin fecha).

Monitor desarrollado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que reporta el estado actual y la evolución del fenómeno de sequía en Méxic o. El MSM genera un reporte con una descripción de la sequía en el país, tablas y gráficos de porcentaje de área afectada por sequía a nivel nacional, estatal, 13 Organismos de Cuenca y 26 Consejos de Cuenca de la Comisión Nacional del Agua, además de la contabilidad de

Municipios afectados por cualquier categoría de sequía.

— Sistema Nacional de Información y Gestión Forestal. Comisión Nacional Forestal (sin fecha). Plataforma de información digital que cuenta con un Sistema

de Predicción de Peligro e Incendios Forestales, el cual permite evaluar en tiempo real las condiciones de sequía del terreno y el peligro de incendio asociado a escala municipal. El Sistema también cuenta con un repositorio de los registros de siniestros y superficie afectada por incendios forestales en años anteriores, desagregados por Municipio.

Grupos vulnerables

— Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático. INECC (2019). Herramienta digital estructurada y sistemática integrada por el INECC, el cual muestra la vulnerabilidad actual y futura de los Municipios de México ante deslaves, inundaciones y estrés hídrico. Adicionalmente, esta herramienta ofrece

recomendaciones sobre cómo aumentar la capacidad adaptativa y disminuir la sensibilidad ante amenazas relacionadas con el clima. Es una herramienta que está en constante actualización. Tiene como objetivo mostrar la vulnerabilidad territorial ante el cambio climático y orientar estrategias dentro del proceso de adaptación. Este instrumento es un insumo para la toma de decisiones en la planeación del desarrollo

en México, también se cuenta con un libro digital.

— Índice de Marginación por Localidad. Consejo Nacional de Población (2010) . Documento elaborado en el 2010 por el Consejo Nacional de Población (CONAPO).

Este instrumento permite diferenciar localidades del país según el impac to global de las carencias que padece la población como resultado de la falta de acceso a la educación, vivienda inadecuada y la carencia de bienes.

Otros instrumentos generados por gobiernos locales

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— Programas Municipales de Protección Civil. Instrumentos de planeación a largo plazo, que establecen los objetivos, políticas, estrategias, líneas de acción y recursos necesarios para definir el curso de acciones locales destinadas a la atención de situaciones de emergencia causadas por fenómenos destructivos de origen natural o humano. Se recomienda solicitar a la autoridad responsable de protección c ivil en el

Municipio.

— Planes Municipales de Contingencias. Es un instrumento de planeación de las Autoridades Municipales de Protección Civil, para dar una respuesta a las situac iones

de emergencia causadas por fenómenos destructivos de origen natural o humano. Consiste en la organización y coordinación de las dependencias, organismos, personas, acciones y recursos del Municipio, responsables de la atención del desastre, con base en la identificación de riesgos, disponibilidad de recursos materiales y humanos, preparación de la comunidad y capacidad de respuesta local.

— Perfiles de Resiliencia Urbana. Evaluaciones de referencia impulsadas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), cuyo fin es medir la capacidad de recuperación de las ciudades después de un desastre. Sirven para que

las autoridades municipales puedan diseñar e implementar acciones orientadas a prevenir riesgos, a reducir el impacto en la población y generar mejores esquemas para la recuperación.

Recursos para el diseño de acciones climáticas

Información sobre metodologías y guías para la definición, evaluación y priorizac ión de acciones climáticas.

— Estrategia de Mitigación y Métodos para la Estimación de las Emisiones en el Sector Transporte. Banco Interamericano de Desarrollo (2013). Documento dirigido a gobiernos locales en América Latina y el Caribe, con el f in de servir c omo herramienta que facilite la evaluación de los beneficios de la reducción de emisiones

de GEI en el sector transporte. El documento reporta y ejemplifica estrategias, políticas, proyectos y medidas sostenibles innovadoras para el sector transporte.

— Rutas de instrumentación de las contribuciones nacionalmente determinadas

en materia de mitigación de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero (GYCEI) del sector Industria en México. INECC y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2018). Reporte final de consultoría orientado a elaborar elementos técnicos para la instrumentación de las ac cio nes de mitigación de las NDC en el sector Industrial. Los subsectores analizados son la

industria cementera, la industria de la cal, la industria del acero, la industria azucarera, la producción y uso de refrigerantes basados en fluorocarbonos (HFC, PFC, SF) y la minería.

— Opciones de bajo costo para fortalecer las metas climáticas de México logrando beneficios sociales a largo plazo. Instituto de Recursos Mundiales (WRI) (2019). Documento publicado por el World Resources Institute que sirve como herramienta para identificar opciones que podrían incluirse en un portafolio de políticas de bajo costo, para lograr los objetivos de reducción de GEI de México y

definir una posible trayectoria de emisiones más ambiciosa. El portafolio de polít ic as seleccionado está compuesto por 21 estrategias de política.

— Roadmap Inclusive Planning: Public Policy Recommendations. Ciudades C40 (2020). Documento publicado por Ciudades C40 que enlista recomendaciones de política pública y acciones específicas de mitigación y de adaptación que las ciudades y los gobiernos locales pueden adoptar. Estas recomendaciones inc luyen los pasos clave para implementarlas de manera inclusiva e incluyente, así como casos de éxito

en ciudades que ya las han implementado.

— Estudios del Cambio Climático en América Latina. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2015). Documento integrado por la Unidad

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de Cambio Climático de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL, que consta de una revisión general de medidas de adaptación y mitigación en la región de América Latina y el Caribe. Este documento sint etiza algunas de las principales medidas climáticas adoptadas en la región y presenta un resumen de los planes y programas de los principales sectores económicos en

relación con los procesos de adaptación y mitigación que se implementan en la región.

— Carbon Disclosure Project. En el portal de internet del Carbon Disc losure Projec t

(CDP) las ciudades pueden consultar un repositorio de documentos en inglés con recomendaciones y ejemplos de acciones climáticas ya aplicadas por otras ciudades. El portal también cuenta con guías paso a paso para que las ciudades puedan establecer colaboraciones público-privadas.

Metodologías de priorización de acciones climáticas

— MCA4 Climate, análisis multicriterio. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) (2011). Guía diseñada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con el fin de ayudar a los gobiernos a

priorizar estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático utilizando la metodología de análisis multicriterio (MCA). Ayuda a que los compiladores y los gobiernos locales identifiquen políticas de bajo costo, ambientalmente efectivas y consistentes con los objetivos nacionales de desarrollo. El modelo proporciona un enfoque estructurado para evaluar los resultados económicos, sociales y ambientales

de las políticas. La guía está publicada en inglés.

— Metodología RICE. Intercom (sin fecha). Marco desarrollado por la empresa

Intercom66 y utilizado en programas de administración de proyectos, normalmente en el ámbito público. El nombre del marco deriva de los cuatro componentes básicos de medición: Alcance (R por Reach, su nombre en inglés), Impacto (I), Confianza (C) y Esfuerzo (E). Este marco sencillo permite cuantificar el valor potencial de proyec tos, ideas e iniciativas. Es un ejercicio que ayuda a organizar el orden y nivel de prioridad en el cual deberían de ejecutarse las políticas públicas.

Recursos para la implementación de medidas de adaptación

— Adaptación en humedales costeros del Golfo de México ante los impactos del cambio climático (sin fecha).

— Acceso a través de la siguiente liga. Se muestran los resultados de diversas medidas de adaptación, desde aquellas que derivan del manejo sustentable de los recursos ecosistémicos hasta el fortalecimiento de capacidad de las comunidades para atender los riesgos climáticos.

— Climateapp (sin fecha). Adaptación mediante infraestructura resiliente. Muestra ejemplos gráficos de infraestructura gris, verde e híbrida, así como otras ec otecnias

para la adaptación al cambio climático. Incluye medidas para contrarrestar los efectos de inundaciones costeras, por precipitación, aumento de temperatura y sequías. Enlace a través de la siguiente liga.

— Urban Green Blue Grids (sin fecha). Base de datos que recopila ejemplos gráficos de medidas de adaptación a nivel urbano. Para el acceso, a t ravés de la siguiente liga.

Recursos para la implementación, reporte, monitoreo y seguimiento del PAC

Fuentes de información que ofrecen guías para el monitoreo y evaluación de los PAC, las plataformas de reporte disponibles, y recursos adicionales que faciliten la implementación del PAC.

(66) Intercom es una empresa de servicios de comunicación y administración de proyectos digitales.

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— My Covenant. Joint Research Center (sin fecha). A través de la página de My Covenant las ciudades adheridas al GCoM pueden reportar sus Planes de Acción Climática y dar seguimiento a los resultados. Para orientar a los gobiernos locales existe una guía de reporte en inglés que detalla el proceso a seguir. También hay una versión de la plataforma "off-line" cuyo objetivo es el uso interno para familiarizarse

con la metodología del documento.

— Plantilla CDP/ICLEI (sin fecha). El Carbon Disclosure Project, en colaboración con el ICLEI (ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad), ha desarrollado una

plataforma para que las ciudades reporten sus Planes de Acción Climát ic a, en línea con los requerimientos del GCoM y de Ciudades C40. Información adicional está disponible en la página de CDP, así como en videotutoriales y una guía difundidos por el GCoM, los cuales tienen como objetivo proporcionar orientación sobre la divulgación y el cumplimiento de las ciudades que están reportando al Pac to Global

de Alcaldes para el Clima y la Energía por medio de la Plataforma Unificada de Reporte CDP-ICLEI.

— Guías para el financiamiento climático. IUC (sin fecha). El Programa

Internacional de Cooperación Urbana (IUC) ofrece distintos recursos para guiar a las ciudades en el financiamiento de sus Planes de Acción Climática. Incluye informac ión sobre recursos e instituciones financieras internacionales (OVERVIEW OF INTERNATIONAL FINANCIAL SOURCES AND INSTITUTIONS), recursos financieros a nivel nacional (OVERVIEW OF FINANCIAL RESOURCES AT NATIONAL LEVEL) y

mecanismos innovadores de financiamiento (INNOVATIVE FINANCIAL MECHANISMS).

— Medición del progreso en adaptación al cambio climático en ambientes

urbanos. Ciudades C40 & Ramboll (2019). Ciudades C40 y la empresa Ramboll ofrecen un marco para evaluar los impactos y el éxito de los planes de adaptación de las ciudades, a través del monitoreo y seguimiento de sus resultados. El documento ofrece guías flexibles para llevar a cabo el monitoreo, evaluación y reporte a nivel de ciudad.

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Anexo 2. Mapeo de fuentes de financiamiento

Se presenta como archivo adjunto a la guía. Corresponde a fichas informativas de

diferentes instrumentos de financiamiento climático accesibles para Municipios mexicanos, elaboradas como producto del proyecto GCoM México: Climate Funding Mapping del programa International Urban Cooperation: Sustainable and Innovative Cities and Regions – Regional Action North America (IUC-NA). Estás contienen una breve descripción del instrumento e información útil para su acceso, como es el sector y etapa que apoya, los criterios de elegibilidad, términos y condiciones,

enlaces útiles, casos ilustrativos, y recomendaciones de aplicación.

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Ponerse en contacto con la Unión Europea

En persona

En la Unión Europea existen cientos de centros de información Europe Direct. Puede encontrar la dirección del centro más cercano en: https://europa.eu/european-union/contact_es

Por teléfono o por correo electrónico

Europe Direct es un servicio que responde a sus preguntas sobre la Unión Europea. Puede acceder a este servicio:

- marcando el número de teléfono gratuito: 00 800 6 7 8 9 10 11 (algunos operadores pueden cobrar por las llamadas);

- marcando el siguiente número de teléfono: +32 22999696; o

- por correo electrónico: https://europa.eu/european-union/contact_es

Buscar información sobre la Unión Europea

En línea

Puede encontrar información sobre la Unión Europea en todas las lenguas oficiales de la Unión en el sitio web Europa: https://europa.eu/european-union/index_es

Publicaciones de la Unión Europea Puede descargar o solicitar publicaciones gratuitas y de pago de la Unión Europea en: https://publications.europa.eu/es/publications. Si desea obtener varios ejemplares de las publicaciones gratuitas, póngase en contacto con Europe Direct o su centro de información local (https://europa.eu/european-union/contact_es).

Page 207: Guía: Cómo desarrollar un Plan de Acción Climática en México

El servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea Centro Común de Investigación (JRC)

JRC: declaración de objetivos La misión del Centro Común de Investigación (Joint Research Centre – JRC), como servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea, es apoyar las políticas de la UE con argumentos independientes durante todo el ciclo de las mismas.

KJ-NA-30701-ES-N

doi: 10.2760/040742

ISBN 978-92-76-37674-3