Grupos populares aguardan en las calles y las aceras el paso del cortejo fú-nebre hacia el Jardín de Paz,

Parte de la multitud que aguardó durante largas horas para despedir a lasvíctimas de la agresión estadounidense .

las pasiones, no aplacarlas. Acumulando odios y ruinas, no sólo no halogrado reconciliar a los contendientes, sino que los ha llevado a la du-ra necesidad de reconstruir lentamente, con imponderable trabajo, so-bre los escombros amontonados por la discordia, la vieja obra destruí-da". (De la Encíclica Pacem in Terris).

5)—Nuestros sentimientos patrióticos deben manifestarse mediante una vida ejemplar, llena de fe en Dios y de amor a nuestrosherma-nos, especialmente los más necesitados. Debemos, por lo mismo, recor-dar que el patriotismo que brilla en estos momentos de crisis debe ejer-cerse en todo momento de la vida nacional ; y aprovechamos de esta o-casión para llamar a todos los que se consideran patriotas a que tra-bajen denodadamente para mejorar las condiciones materiales y espi-rituales de vida de todos los panameños, según las fuertes y sanas exi-gencias de la doctrina social de la Iglesia.

6)—Para implorar la asistencia divina sobre todos los que tienenla responsabilidad de llevarnos a una solución justiciera de la presentecrisis, señalamos el domingo 26 de Enero, como Día de Oración por laPatria y por la Paz ; e invitamos a todos nuestros fieles a que recen porestas intenciones en todas las Misas que se celebrarán a través de laRepública, en las cuales también se leerá este comunicado, y los invi-tamos de manera especial a la Misa Campal que se celebrará el mismodía a las cinco de la tarde en el Parque de la Independencia, frente a laIglesia Catedral de la Ciudad Capital . Oficiará la Misa Monseñor Mar-cos G . McGrath, C .S .C ., Vicario Capitular de Panamá ; predicará Mon-señor Tomás Clavel M., Obispo de David.

MARCOS G. MCGRATH, C.S.C .,Obispo Titular de Ceciri, Vicario

Capitular de Panamá.TOMAS A. CLAVEL M.,

Obispo de David .

JOSE M. CARRIZO V.,Obispo de Chitré.

JESUS SERRANO, C .M.F .,Obispo Titular de Ipseli, Vicario

Apostólico del Darién.

("LA ESTRELLA DE PANAMA", Domingo 26 de Enero de 1964)

AGRESIONES ECONOMICAS

Aunque las mas altas autoridades de la nación han manifestado su con-vicción en el sentido de que el gobierno de los Estados Unidos no apelaráa los recursos de la agresión económica para presionar sobre nuestro paísen las actuales circunstancias, tal posibilidad no puede ser totalmente des-deñada. De allí la importancia de la misma declaración presidencial en elsentido de que es necesario adoptar medidas preventivas para evitar quecualquier situación de esa naturaleza produzca problemas graves en el de-sarrollo de nuestras actividades económicas.

En efecto, es difícil creer que el Gobierno de las Estados Unidos pasarlapor encima de acuerdos contractuales, y aíro de sus propios principios decooperación internacional, para cercar económicamente a Panamá . Tal se-

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L O T E R I A

Otro aspecto de los funerales, que constituyeron la más caudalosa manifesta-ción de duelo en la historia de la República.

El cortejo fúnebre iba engrosando en su largo recorrido desde la Plaza de laCatedral hasta el Jardín de Paz .

titud, en verdad, aunque llevaría a nuestro país a situaciones muy graves,solamente podría dar lugar a reacciones aún más contrarias contra ese país,no solamente dentro del pueblo Panameño, sino en el ámbito continental yaún en el internacional.

bin embargo, no siempre ese tipo de medidas tiene que ser política ofi-cial de un Estado para . que adquiera vigencia práctica . Funcionariossubalternos pueden adoptar actitudes de efectos similares, que tendrían efectosprácticos durante largo tiempo, antes de que pudieran ser desautorizadaspor el gobierno central . Al mismo tiempo, entidades particulares puedendesarrollar actividades o cambiar planes y programas, que afecten directa-mente a la economía panameña, aún sin la aprobación oficial de los EstadosUnidos.

Sin duda, actitudes como esas serían igualmente repudiables Por la opi-nión internacional Estados Unidos perdería simpatía y provocaría manifes-taciones antinorteamericanas, que debilitarían su prestigio y reduciríansuautoridad moral, si permitiera, por acción u omisión, que su poder económicofuera utilizado para empujar hacia el hambre y la miseria a un pueblo quelucha por su integridad en leal y pacífico ejercicio de los medios y recursosque le reconoce el derecho internacional.

Por otra parte, es bien sabido que son precisamente las presiones eco-nómicas, los problemas del hambre y la miseria, las que en forma más

efecti-va estimulan la penetración de las doctrinas extremistas en los pueblos sub-desarrollados . Provocar la desesperación de las masas populares, que sonlas que más directamente sufren las consecuencias de la agresión económica,es inducirlas al desorden y a la inquietud que suelen aprovechar los agentesde infiltración de doctrinas totalitarias para el logro de sus objetivos anti-democráticas.

En la gesta patriótica que el país viene desarrollando, en realidad, des-de el nacimiento de la República, para consolidar su independencia, alcanzarla integridad de su soberanía sobre todo el territorio nacional y adquirir eldisfrute pleno de sus derechos, no se ha producido nunca influencia aprecia-ble de parte de las tendencias totalitarias . Por el contrario, se ha obser-vado una ejemplar actitud de lealtad democrática de parte de todos lossectores del país, que nos ha llevado muchas veces hasta la renuncia o posposi-ción de nuestras legitimas aspiraciones, para cooperar a la defensa de losideales que lideriza Estados Unidos en el mundo libre.

Pero no es posible desdeñar la posibilidad de que el mantenimiento deuna actitud hostil por parte del Gobierno de los Estados Unidos o sus depen-dencias, o la aplicación de medidas coercitivas como la presión económicacontra nuestro pueblo, propicien reacciones que, aunque no obedezcan a con-signas ni propósitos comunistas, pueden tener efectos similares en las rela-ciones entre los dos paises . Por supuesto, tal situación sería precisamentela más favorable para que la demagógica propaganda de Rusia y sus satélitesla aprovecharan para vigorizar su guerra fría contra Estados Unidos y con-tra la paz y la seguridad del mundo.

(Editorial, "LA HORA", Panamá, Lunes 27 de Enero de 1964)

x * s

"JUSTICIA PIDE LA PATRIA Y EL PUEBLO"

A continuación publicamos la plática leida ayer tarde en la SantaMisa campal oficiada en el parque de la Independencia y con una asis-tencia extraordinaria de fieles católicos . La plática fue leida por Monse-ñor Tomás A . Clavel, Obispo de la Provincia de Chiriquí y Bocas del To.

El Presidente Chiari y su señora esposa, acompañados por los más altos fun-cionarios del Estado, encabezan el desfile fúnebre hacia el Jardín de Paz.

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LOTERIA

ro, en ocasión a esa misa en el día de ayer, dedicado a una oración por lapatria y por la paz, a raíz de los recientes acontecimientos sobre violaciónal Tratado del Canal de Panamá, de parte del Gobierno de los Estados U-nidos de América . En dicha plática leida y difundida a todo el país sehacía un llamado a todos los fieles para que se mantenga la unidad y sobretodo apartada del odio.Excmo. Señor Vicario Capitular,Amados Hermanos en Nuestro Señor Jesucristo:

Acabamos de escuchar la lectura del Comunicado de la Jerarquía dePanamá y con esto pasamos Hermanos al objetivo de esta plática. Comoministros de Cristo y sin otro interés que decir la verdad, ya que comodice la frase bíblica "la verdad nos hará libres" creemos oportuno y ne-cesario hacer en esta hora un llamado a todos los panameños al cumpli-miento de los más esenciales deberes de cristianos.

Al hacer un análisis desapasionado de los sucesos del 9 de Enero te-nemos que reconocer con una gran satisfacción que el pueblo panameñono puede ser instrumento para dictaduras ni de derecha ni de izquierda.Amamos la libertad y no estamos dispuestos a perderla en un momentode desesperación.

Más no es suficiente para darle estabilidad a nuestra democracia elsólo amor a la libertad sino que hay que establecer las bases sólidas quele den mayor prestigio a nuestra Nación.

Días antes de su Pasión y muerte, Nuestro Señor descendió a Jeru-salén y cuando estuvo cerca, dice el evangelio, "viendo la Ciudad, lloró so-bre ella y exclamó : si conocieras también tú en este día lo que lleva a lapaz" (Luc. 19, 41) . Cristo lloró Hermanos y sintió como hombre el amor asu Patria . Y a pesar de que su misión era universal quiso que los suyosfuesen los primeros en recibir su mensaje . Pero no fue así . Veinte siglosmás tarde su Vicario en la tierra bajo el nombre del Apóstol de los gen-tiles, Su Santidad Paulo VI, descendió a Jerusalén y desde allí envió unmensaje a todos los pueblos . Así reza el remitido al Secretario General delas Naciones Unidas : "Desde esta Ciudad Santa de Jerusalén invitamos atodos los hombres de buena voluntad a que abran sus corazones de, jus-ticia y caridad que Cristo, Príncipe de la paz, nos trajo en estos mis-mos lugares". Este mensaje esperamos que lo escuchen quienestienenen sus manos la solución de nuestros problemas . Este mensaje lo tenemosque escuchar también nosotros . Porque nosotros mismos los panameños de-hemos cumplir con los deberes de justicia y caridad cristiana.

Justicia están pidiendo tantos niños panameños que nacen sin siquie-ra conocer su padre con las terribles consecuencias del abandono . Justi-cia están pidiendo ese número de adolescentes que cada año crece y au-menta en nuestras calles y que el pueblo llama "maleantes" pero queno son más que el fruto del abandono de los hogares y la falta de edu-cación.

Justicia están pidiendo tantos hogares panameños deshechos por lairresponsabilidad que precede al matrimonio, cuando se sabe que es esteel fundamento sólido de toda sociedad.

Justicia están pidiendo nuestras jóvenes de la clase humilde que pa-ra conseguir un trabajo deben someterse a las más humillantes condicioneshasta de perder el honor y dignidad.

Justicia están pidiendo tantos hogares panameños a donde no llegael necesario ni más indispensable sustento, ya por falta de trabajo o ponque el sueldo se queja en los centros del vicio y corrupción.

Justicia están pidiendo nuestros obreros a los patronos por un justosalario y para que no se impida la única defensa del trabajador cual

Carros del Cuerpo de Bomberos transportaron los cadáveres, bañados de flo-res y de lágrimas, hacia su última morada.

64 LOTERI

es la sindicalización . Pero justicia también pide el patrono al obrero paraque sea responsable en su trabajo y contribuya al mejoramiento de laempresa, que si esa empresa es justa le hará participar en sus ganan-cias .

Justicia están pidiendo nuestros campesinos e , indígenas abandona-dos para que se dé protección y ayuda al agricultor y las institucionesdestinadas a estos fines no se dediquen a beneficiar a unos cuantos queni siquiera han cumplido con sus compromisos pecuniarios.

Justicia está pidiendo de sus hijos la Patria para que los que ocu-pan puestos públicos rindan tanto como en las empresas privadas y nopiensen que el robar al Estado en dinero o trabajo no es una infracciónal mandamiento de la ley de Dios : " No hurtarás".

Justicia se está pidiendo en las elecciones para cargos públicos queno pueden ser patrimonio hereditario de algunas familias privilegiadas sinoque también tengan derecho los más capaces aún con escasos medios eco-nómicos . Pero debemos advertir al pueblo que es faltan a la justicia ven-der y comprar votos porque se está ejerciendo indebidamente un derechoque es tan sagrado como el respeto que se merece nuestra bandera.

Una mayor justicia social pedimos todos, pero que no basta la accióndel Estado sino que es necesario que todos la cumplamos para evitarlas situaciones bochornosas y denigrantes de hambre y de miseria . Pobresdignos y con lo suficiente para vivir habrá siempre sobre la tierra. Peropobres en la miseria y en situaciones vergonzantes no lo podemos admi-tir en una sociedad cristiana y civilizada . Para evitar esto hay que au-nar las fuerzas del Estado y de las instituciones particulares . Y solamenteasí podremos hablar de que hay que sacrificarse por la Patria.

Pero en esta y por la Patria y por el reinado de la justicia debemos po-ner coto a la multiplicación de centros de vicios y corrupción . No se pue-de esperar mucho de nuestras juventudes si no les proporcionamos un am-biente adecuado para educarse . Si en lugar de nutrirse en las fuentes de lainvestigación y la experiencia de otros pueblos si en lugar de respirar elaire puro de nuestras montañas en las excursiones de los jóvenes explo-radores, si en lugar de hacer del deporte un medio para convertir men-tes sanas en un cuerpo sano, buscan pasar el tiempo en los centros del vi-cio y el placer y truncan sus ideales en busca de distracciones mundanas yfrívolas.

Mas, hermanos, en la solución de nuestros problemas no basta la jus-ti cia sino que es necesaria también la caridad . Pero no la caridad como li-mosna que se dá al necesitado sino como doctrina evangélica que ha trans-formado hombres y pueblos . De amar al prójimo como a un verdaderohermano y aún mucho más como enseña el mismo Jesucristo : "Oísteis quese dijo, leemos en el evangelio, amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu ene-migo Más yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que ospersiguen, para que seais hijos de vuestro Padre que está en los cielos;por cuanto hace salir su sol sobre malos y buenos y llueve sobre justos e

injustos . Porque si amaréis a los que os aman, qué recompensa tenéis! (Mat.5,43) .

No podemos seguir con esa campaña de odios y rencores . Los odiosson como los oleajes de nuestros mares que si se levantan mucho puedendestruirnos.

Ya es tiempo de que procuremos el orden y la tranquilidad v ocupe-mos el lugar que nos corresponde en el mejoramiento de nuestra Patria . Ypara conseguir la protección que solicitamos en esta Santa Misa vamos aterminar con este acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús de laPatria Panameña . Repitan todos :

—sLas banderas que ellos habían tratado de sembrar en la Zona del Canal, losacompañaron en su viaje hacia la eternidad.

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L 0 T E R II A

Oh Corazón Sagrado de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de:María os consagramos en este día de una manera especial a la Nación Pa-nameña . Reina en nuestra sociedad, en nuestras familias y en nuestroscorazones. Tú reinarás en las inteligencias por la sencillez de nuestra fé, enlos corazones inflamándolos en la llama do tu amor . Dígnate Divino Cora-zón presidir nuestras reuniones, bendecir nuestras empresas espirituales,alejar los afanes, santificar las alegrías y aliviar las penas . Salva Sa-grado Corazón nuestra Patria Panameña y haz que brille para ella lajusticia y la paz. AMEN.

("LA ESTRELLA DE PANAMA% Lunes 26 de Enero de 1964)

LA CITA CON DIOS POR LA PATRIAPor EDUARDO RITTER AISLAN

La sangre de los que cayeron por sostener la verdad de su hon-do patriotismo; el agudo dolor de la Patria ante la sombría alineaciónde veinticuatro tumbas; la súbita comprobación de que amar nuestrabandera y desear verla en la cúspide augusta de todos los mástiles esvivir el drama de los padecimientos más crueles, parecen haber fecun-dado nuestra fe cristiana y renovado el manantial de la oración.

Ayer cumplió el pueblo su cita con Dios por la Patria. En la San-ta Misa oficiada por el Vicario General, Monseñor Marcos McGrath, seconfundieron los que buscan cotidianamente a Dios, los que habían in-terrumpido temporalmente ese diálogo maravilloso con lo infinito y losque buscaban conscientemente a Dios por vez primera.

Y es que, como ha dicho Igino Giordani, "la historia humana es,en gran parte, la historia de Dios entre nosotros, la historia de las ac-ciones y reacciones religiosas. Es, en suma, una historia sagrada quenos prueba que los pueblos se elevan o decaen según decae o se elevasu vida religiosa . La decadencia de la Grecia antigua, como la de laRoma imperial, fue acompañada por una corrupción de costumbresdebida a una progresiva disgregación religiosa . La historia económicano explica la historia religiosa, sino al contrario . La economía es unacosa cuando en el prójimo se ve un hermano tras el que se halla Dios;y otra cuando en el prójimo sólo se ve un mamífero explotable, tras elque está la muerte y nada más".

Y agrega: "E1 arqueólogo, excavando la tierra, descubre tumbas yaras ; el FELLAH revuelve la arenas y halla fragmentos de papiros encine se encuentran documentos eclesiásticos apócrifos ; el paleógrafo des-cifra inscripciones y pergaminos en que reviven recuerdos de cultos.Se descubren ciudades como Doura Europos, donde el templo de Be-lona está al lado de antiguas celdas cristianas consagradas a la ora-ción; o como Herculano, donde, junto a los ídolos se halla la represen-tación de una cruz . Doquiera que se escudriñan ruinas de casas del

Sembrados en la entraña de la Patria, su idealismo florece en esperanza delibertad y soberanía.

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L O T E R I A

hombre se descubren ruinas de casas de Dios. En verdad, allí dondeestá el hombre, que es la imagen, se encuentran signos de Dios, quees el arquetipo'.

¿Existe una civilización sin el culto que se tributa a la Divinidad?"Nuestros tiempos nos han ofrecido manifiestas pruebas de antirreli-gión, pero la antirreligión es religión también . Satanás es un elemen-to de la teología, y el infierno es el más trágico testimonio de la jus-ticia divina . Quien combate a Dios lo afirma tanto como quien lo con-fiesa ; y en cierto sentido los experimentos más adversos a la fe y ala moral se convierten, antes o después, en involuntaria apología deambas cosas . Toda persecución tiene una epopeya de mártires a laque sigue un renacer de la fe".

Ha vuelto el pueblo panameño a hablar de Dios . Ignorando la tor-pe y malévola lección que repiten los maestros empequeñecidos poruna tétrica confusión de sentimientos inconscientes, ha regresado deldestierro interior al que quisieron confinarlo los cuervos —y el símiles de Diego Domínguez Caballero— que pasean su fúnebre maldad porlas áreas del corazón de los adolescentes.

El pueblo panameño se ha dado cuenta de lo sabio que es aquellode que "se sufre tanto por la falta de fe como por la falta de pan" yse apresta a un "renacimiento del interés teológico, y ello representauna reacción contra la penuria moral y el hambre de religión, o seauna reacción de la vida contra la muerte".

Nos aproximó un dolor por todos compartidos . Que esta aproxima-ción la sostenga la certeza de que la convivencia armónica sólo seráposible a través de un fortalecimiento de la fe . Porque el hombre —yson también palabras de Giordani— no habiendo querido informarse delcielo, ya no sabe ni siquiera habitar en la tierra, donde por lo mismo,se ha abierto un infierno' . Que este regreso a la luz sea duradero yque desoigamos siempre los sombríos graznidos de los que viven ne-gando a Dios para acallar el asedio acusador de la conciencia.

("EL ®IA", — Panamá, Lunes 27 de Enero de 1964)

EE. UU. MANTIENE UNA ZONA ECONOMICA, SOCIALY POLITICAMENTE SOVIETIZADA

Por VICTOR FLORENCIO GOYTIA

Los Estados Unidos mantienen en el corazón del Istmo una zonaeconómicamente sovietizada, socialmente sovietizada y políticamente so-vietizada también en contravención de los principios de la Carta Funda-mental norteamericana.

En efecto la Constitución de los Estados Unidos, de tipo esencial-mente democrático, señala lo que puede hacer el Presidente, el Con-greso y la Justicia Federales, así como los gobiernos de cada uno de losEstados, no pudiendo usurpar ninguna rama funciones que no les esténexpresamente atribuidas. Ni en las 21 reformas aprobadas a partir de

79 LOTERIA

la de 1879, ni en los dos mil seiscientos proyectos de enmienda, recha-zados durante 185 años, se ha intentado siquiera sugerir la competenciadesleal entre el Gobierno americano y los particulares, o suprimir to-tal o parcialmente el libre juego de la oferta y la demanda, porque unacompetencia tan desigual aniquilaría económicamente a los Estados

Uni-dos.Si el Gobierno de los Estados Unidos delimitara una zona de diez

millas de ancho por cuarenta de largo, colindante con la ciudad de NewYork u otra cualquiera, con el propósito de reservarse dentro de ella elmonopolio absoluto del comercio, la manufactura, la industria y la ga-nadería, incluyendo en ese monopolio la venta a los barcos que entrany salen por los puertos adyacentes sería previsible un pronunciamientoen masa de todo el pueblo de los Estados Unidos ; y si en adición a esailegítima competencia, el Gobierno de los Estados Unidos, prohibieraademás de las actividades productivas en dicha zona, la posesión de lapropiedad raíz, el ejercicio profesional por cuenta propia y toda la ga-ma de actos y contratos, de prestaciones y servicios de iniciativa indi-vidual y libre, entonces, no sería extraño un movimiento social de talesmagnitudes como el que produjo la separación de Inglaterra en 1776 ola guerra de secesión en 1860, porque desquiciaría todo el sistema de-mocrático, fundamento esencial dé la vida norteamericana . Sin embar-go, esa zona de diez millas de ancho por 40 de largo, administrada porel gobierno de los Estados Unidos, en violación de la doctrina democrá-tica y de su propia Constitución, ejerce un férreo monopolio mercantil,industrial y de toda índole, exactamente como el que acabamos de des-cribir ; allí, en la Zona del Canal . Uncle Sam se despoja de su venera-ble casaca y alto sombrero de ceremonias para ceñirse el delantal detendero con la inconfundible marca de la hoz y el martillo ; allí, en des-leal competencia con la actividad privada de un pueblo pobre que con•tribuyó a dividir la tierra para unir al mundo, Tío Samuel compitecon Khrushchev a espaldas del noble pueblo de los Estados Unidos.

El Presidente John F . Kennedy expuso el 30 de enero del corrienteaño un magnífico programa de proyecciones políticas y de cooperacióneconómica para el Hemisferio . Comentando ese programa, expresa J.Peter Grace, Presidente de The W . R. Grace y Co ., en un folleto titula-do "Aún no es tarde .° que "Los Estados Unidos estarán completa-mente del lado de los gobiernos y los pueblos de la América Latina pa-ra ayudarles a rechazar los avances del comunismo y construir una vi-da mejor para ellos y para sus hijos en un seguro ambiente de libertad".

Cada uno de los pueblos de la América desunida tiene sus propiosproblemas, y los de Panamá, por la función universal que desempeña,son los más complejos. En Panamá no necesitamos ayuda económica demillones de dólares sino que se le quite el dogal ignominioso de la

competencia que hace el Tío Samuel como dueño de fondas, de almacenes,de cinematógrafos, de lecherías, de importador de artículos exóticos deloriente, de abastecedor de barcos y hasta de limpiabotas y barbero enuna parcela que debería ser destinada únicamente al elevado fin defacilitar los lazos de unión, la fraternidad y progreso del universo.

"Este grupo de actividades económicas ,y cualesquiera otras que ro-en la producción, transformación, distribución o acaparamiento de las

riquezas, están enraizadas al suelo panameño que sirve de asientogeo-gráfico a la Zona del Canal, cuya propiedad está ahora fuera de toda

LOTERIA

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posible discusión, como la estuvo el 18 de noviembre de 1903, al firmar-se la Convención canalera, conocida por los nombres de sus principalesnegociadores : Bunau-Varilla y Hay.

El artículo XIII de esa Convención es del tenor siguiente:"Los Estados Unidos podrán importar en todo tiempo a la mencio-

nada Zona y tierras auxiliares, libres de derechos de aduana, impuestos,contribuciones u otros gravámenes, y sin ninguna restricción (por partede Panamá, desde luego), buques, dragas, locomotoras, carros, maqui-narias, herramientas, materiales, abastos y otros artículos necesarios yconvenientes para la construcción, mantenimiento, funcionamiento, sa-neamiento y protección del Canal y sus obras auxiliares, y todas las me-dicinas, ropa, abastos y otros artículos necesarios y convenientes paralos jefes, empleados, trabajadores, y obreros al servicio y en el empleode los Estados Unidos y para sus familias .- .- "

Como puede observarse, es Panamá, soberano territorial, quien con-cede a los Estados Unidos una exención fiscal muy limitada y que enton-ces, en el período de construcción, se justificaba por la gran afluenciade obreros a una parcela por desarrollar comercialmente, contigua a dosciudades sin capacidad para asumir eficazmente el suministro de todo lonecesario y conveniente para tan extraordinaria empresa ; sin embargo,después de 57 años, cuando deberían haber desaparecido las exonera-ciones fiscales otorgadas por Panamá a los Estados Unidos para im-portar libres de impuestos, lo necesario y conveniente a la empresa ca-nalera y sus empleados ; ahora, en 1961, la era de Kennedy, el Tío Sa-muel mantiene en la Zona del Canal un monopolio absoluto, con exclu-sión del comercio, la industria, la agricultura y los negocios privados,erigiendo el primer soviet funcional de América.

"Ya no existe duda alguna de que la presente situación en la Amé-rica Latina observa el Presidente de la W . R . Grace y Co ., constituye unpeligro para la seguridad de los Estados Unidos. Pronto —agrega—quizás antes de que termine 1961, se decidirá si esta importante re-gión del mundo, de desarrollo cada vez mayor, avanzará por el caminodel progreso junto a nuestra nación, unidas ambas por su tradicionalamistad, o si se volverá hacia la Cortina de Hierro, como ya lo ha he-cho Cuba". Pero, los Estados Unidos, para justificar su posición anti-comunista, debería comenzar por apartarse del sistema comunista im-plantado hace 57 años en el corazón de América, como prueba fehacien-te, de su fé democrática.Panamá, febrero 27 de 1961 .

Víctor F. Goytía.("EL PANAMA-AMERICA", Lunes 27 de Enero de 1464)

INICIATIVA PATRIOTICAEn nueva y constructiva evidencia de su profundo sentido de responsa-

bilidad social y patriótica, la Loteria Nacional de Beneficencia está preparan.do la edición d un número extraordinario de la Revista Lotería, que cons ..tituirá la memoria completa de, los históricos sucesos que se iniciaron conel Tratado del Canal de 1903, alcanzaron su más dolorosa expresión duran-te la segunda semana de enero de este año, y están todavía proyectándosesobre el escenario internacional .

L 0 T E R I A

La labor aludida significa no solamente el mejor y más perdurable ho-menaje a quienes dieron su sangre, su vida y su dolor en holocausto a lacausa de la Patria, sino también uno de los instrumentos más efectivos parala lucha porque el cruento, sacrificio del pueblo nn haya sido en vano . Por-que la edición que prepara el Director de ta Revista Loteria no es solamen-te una completa reproducción de la gesta reivindicadora que el pueblo inde-fenso realizó en las calles ante la alevosa agresión de las tropas de los Es-tados Unidos, sino también un consistente documento histórico, que es mag-nífico fundamento para los alegatos que deben desarrollar nuestros repre-sentantes ante los organismos internacionales para defender nuestros dere-chos . y lograr la satisfacción de nuestras aspiraciones.

Además, la memoria de la tragedia del canal ha de constituir,asimismo, la base más firme y completa de que puedan disponer todos los pana-meños, dentro y fuera del país, para ayudar a orientar la opinión interna-cional en el problema de nuestras relaciones con los Estados Unidos deAmérica . Diplomáticos, miembros de nuestro servicio consular, estudiantes,viajeros comunes y cualquier otro panameño o amigo de nuestro país en-contrará en los documentos, en las relaciones y en las evidencias gráficasde esa obra, los argumentos y los informes necesarios para hacer conocera cabalidad la razón que nos asiste, la justicia que plenamente nos corres-ponde.

El número extraordinario de la Revista Loteria que está preparando elDirector General de la Lotería Nacional de Beneficencia será una exposicióncompleta de seis largos decenios de nuestra vida republicana en susrelacio-nes con los Estados Unidos por razón de la gran via interoceánica . Lo quequiere decir que esa obra será una historia de más de medio siglo de incom-presiones y de injusticias, de explotaciones y humillaciones, de discrimina-ciones económicas, sociales y culturales, impuestas a un pueblo débil e inde-fenso por la fuerza abrumadora, de una de las naciones más poderosas dela tierra.

Muchas son las armas que podemos utilizar en la gesta reivindicadoraque ahora se desarrolla no solamente en la Organización de Estados Ame-ricanos y en las Naciones Unidas, sino también en la opinión pública del con-tinente y del mundo. Y una de las armas más efectivas, uno de los instru-mentos más eficaces, con que podremos contar para esa ardua batalla, hade ser la documentada relación que, con trascendental conciencia cívica, conelevado sentido patriótico, está preparando la Dirección de la Loteria Na-cional de Beneficencia para distribuirla gratuitamente por todo el mundo.

(Editorial, "LA HORA", Martes 28 de Enero de 1964)

HACIA UNA REUNION DE CANCILLERES

A pesar de las muchas tergiversaciones y calumnias con que se le havituperado, es indudable que la diplomacia pudo resolver muchos proble-mas graves y de incalculable trascendencia a lo largo de la historia, entanto que la acción directa, la violencia, incluso las guerras, no han lo-grado nunca resolver ninguno, generando, al contrario, nuevos focos de con-flicto, porque las soluciones que son impuestas solamente por la fuerza,no pueden ser tan perdurables ni eficaces como las que dicta la razón, laequidad y el espíritu de justicia.

Hace algunos días —precisamente por la confianza que despiertanlas gestiones diplomáticas en todos los países, que, como el nuestro, ba-san su actuación en el respeto a la justicia— registrábamos en una notaeditorial la existencia de un clima de optimismo ante la esperanza de una

L O T E R I A

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pronta y adecuada solución del "impasse" surgido en el problema suscitadoentre Panamá y los Estados Unidos, considerando también, al mismo tiem-po, que el Gobierno de Washington entendería el fundamento de nuestra.posición, aviniéndose, por consiguiente, a dar plena satisfacción a las de-mandas panameñas. Pero el optimismo mencionado se ha empezado a de-bilitar, habiéndose ya manifestado justificadas actitudes de impaciencia

que, ante el aparente estancamiento en que se hallan las gestiones queviene realizando la Comisión Interamericana de Paz, han llegado a su-gerir la conveniencia de que Panamá elija otros caminos para plantear yhacer valer sus legítimos derechos.

No se nos oculta, desde luego, que la misma hondura y trascenden-cia del problema, y la necesidad de establecer acuerdos básicos y pre-vios que aseguren debidamente la celebración ulterior de negociaciones, conlos fines concretos que han sido señalados, revela de inmediato la nece-sidad de proceder con gran cautela . Sin embargo, no cabe olvidar que laComisión Interamericana de Paz, que fue recibida a su llegada a Panamápor el Presidente Chiari —y que más tarde sostuvo varias entrevistas conel Jefe del Estado panameño ,y con nuestro Canciller— ha tenido que es-tar en todo tiempo adecuadamente informada e ilustrada en lo que se re-fiere a la posición de nuestro país, y que los obstáculos y los inconvenien-tes que han dado lugar al estancamiento mencionado, obedecen tan sólo ala. intransigencia y a la incomprensión del Gobierno de Washington, debido,quizá, a que la frondosa y tupida burocracia del Departamento de Estadoy de otras dependencias oficiales —señalada y denunciada por el se-nador Seating— no permite que llegue a las altas esferas dirigentes laluz de la verdad y el buen sentido.

Como todo parece indicar que está paralizada la labor conciliatoria dela Comisión Interamericana de Paz y no es posible esperar que la mismaprosiga "sine-die" sus gestiones con nulas perspectivas, parece convenien-te y oportuno que nuestro Gobierno decida emprender otros caminos queel sistema regional ofrece.

La solicitud para una Reunión de Consulta de Cancilleres americanospodría ser, sin duda alguna, el paso más conveniente, teniendo en cuentaque de acuerdo con lo dispuesto, tanto en el artículo segundo del Tratado In-teramericano de Asistencia recíproca, como en el artículo veinte de la Car-ta de la Organización de los Estados Americanos, éstos se obligan a inten-tar la solución de los problemas planteados mediante los procedimientosque señala el sistema regional, antes de llevar la controversia a las Na-ciones Unidas . Sin embargo, en vista de la posibilidad de que nuestro paístuviera que recurrir al procedimiento mencionado y pedir la Reunión deCancilleres, sería muy conveniente y útil que por los canales diplomáticosnormales se adelanten desde ahora las gestiones necesarias para conocerdebidamente el punto de vista de los Gobiernos latinoamericanos, no sóloen 10 que se refiere a la obtención de los votos necesarios para que dichaReunión fuera convocada, sino también respecto al fondo del problema quePanamá tiene planteado, y los pronunciamientos o resoluciones que podríanobtenerse,

Porque abrigamos la más firme convicción de que los países latinoa-mericanos apoyarán en este caso al nuestro, en las razonables y legíti-mas demandas que tiene planteadas, y porque no puede ocultarse a nadiela superlativa transcendencia que podría tener en el ámbito internacionalel respaldo de dicho grupo de naciones a la causa panameña, considera-mos necesario que la Reunión de Cancilleres se convoque, en el caso, co-mo ya quedó apuntado, de que las gestiones que viene realizando la Comi-sión Interamericana de Paz se consideren bloqueadas.

(Editorial, "LA ESTRELLA DE PANAMA", Martes 28 de Enero de 1964)

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CON DIOS POR LA PATRIA

"Con Dios y por la Patria" . Tal fue el lema que el episcopado na-cional dió a la misa campal que se efectuó anteayer en la Plaza de laCatedral, en el mismo sitio en donde hace 60 años se reunió en ca-bildo abierto el pueblo panameño para proclamar la independencia.Una multitud sin precedentes en esta clase de actos de fe se dio citaallí para hacer presente, ante Dios, un nuevo acto de reafirmaciónnacional.

Valga esta oportunidad para hacer resaltar la voz autorizada y va-liente de Monseñor Tomás Clavel, Obispo de David, quien, bajo el epí-grafe de que "la verdad nos hará libres" dijo en el sermón de esatarde inolvidable, grandes verdades raras veces escuchadas en esa cla-se de actos religiosos . Ellas ponen de manifiesto que los jóvenes prela-dos que dirigen nuestra grey católica están dejando atrás los carrilesde las oraciones estereotipadas, para hablar alto y muy claro sobre laslacras que aquejan el medio ambiente panameño, poniendo el dedo so-bre la pústula y propiciando su correspondiente cura.

Monseñor Clavel, comenzó por manifestar que el pueblo panameñono puede ser instrumento para dictaduras de ninguna naturaleza . Elilustre prelado expresó, a renglón seguido : "Justicia es lo que pidenlos niños panameños que nacen sin siquiera conocer a sus padres ; jus-ticia pide ese número de adolescentes que pululan por nuestras callesy a quienes llaman "maleantes", pero que no son más que el fruto delabandono de los hogares y la falta de educación ; justicia están pidien-do tantos hogares panameños deshechos por la irresponsabilidad ; justi-cia piden nuestros obreros a los patronos, por un justo salario ; justi-cia piden nuestros campesinos abandonados ; justicia, en fin, está pidien-do la patria a sus hijos y una mayor justicia social pedimos todos paraevitar las situaciones bochornosas del hambre y la miseria" . Con un fer-voroso recogimiento general, se escuchó la vibrante prédica de tan dis-tinguido obispo, quien pidió, finalmente, al Todopoderoso, que brillepara nuestra patria la justicia y la paz.

No hay duda, pues, de que la Iglesia Panameña está dirigiendosus pasos hacia triunfos en el campo de las conquistas sociales . Pode-mos congratularnos de que la más alta jerarquía eclesiástica del - paíscstá del lado del pueblo que sufre . En esta tremenda hora de crisis, lavoz de la iglesia se ha alzado para que, en un acto de contrición, exa-minemos nuestros males, algunos de ellos crónicos y tratemos de po-nerles remedio. Sólo obteniendo la justicia y la equidad entre noso-tros mismos, alcanzaremos mayor fortaleza para reclamarla cuando setrata de la patria.

(Editorial, "CRITICA", Martes 28 de Enero de 1964)

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EL CASO PANAMEÑO ANTE LA COMUNIDADINTERNACIONAL

Según informaciones oficiales recibidas en la mañana de hoy, Panamápresentarla ante la Organización de Estados Americanos una acusaciónformal contra Estados Unidos de América por el caso de agresión armada,no provocada, cometido por el Ejército de ese país, acantonado en la Zo-na del Canal, contra el territorio y la población de nuestro país . En esaforma, la gestión reivindicadora panameña abandona la Comisión Intera-mericana de Paz, para adquirir la energía y la efectividad concreta que co-rresponden a nuestra condición de país ofendido que busca justicia parasus demandas y solución para problemas que han lesionado enormementesus derechos de país independiente y soberano, desde que se le impuso alpueblo panameño el injusto Tratado de 1903 relativo al Canal de Panamá.

Era ya evidente, como se dijo en el propio seno de la Comisión Inte-ramericana de Paz, que lo que obstaculizaba la solución del conflicto no erameramente una cuestión lingüística, sino una seria diferencia de fondo . Noera dable, en efecto, esperar resultados efectivos si el caso se enjuiciaba so-lamente como un rompimiento de relaciones entre Estados Unidos y Pa-namá, cuando en realidad se trata de un delito internacional de agresiónarmada, con caudaloso saldo de muertos ,y heridos por nuestra parte, conel que culminó una larga serie de agravios de orden moral y materialderivados de un tratado injusto e inmoral.

Lamentablemente, habíamos permitido que nuestras gestiones queda-ran sometidas a las tácticas dilatorias impuestas por la diplomacia esta-dounidense, que era la de encajonar la consideración del caso en un orga-nismo especial de limitadísimas atribuciones, e impedir que nuestra de-manda subiera al nivel de una Conferencia de Ministros de Relaciones Ex-teriores, o llegara a la consideración del Consejo de Seguridad es las Na-ciones Unidas . De esa manera, se había logrado reducir el ímpetu inicial denuestras reclamaciones, y se había colocado, lastimosamente, en condicio-nes de igualdad al agresor y al agredido. Esa no era, por cierto, la actitudque correspondía a la dolorosa realidad de la historia de nuestras relacionescon Estados Unidos ni tampoco la que esperaba la opinión nacional.

Entre las muchas manifestaciones de apoyo a la causa panameña sedestacan con singular relieve las declaraciones hechas a la prensa interna-cional por el Embajador brasileño Carlos Bernardes, a quien corresponde-rá presidir el Consejo de Seguridad durante el próximo mes de febrero . Deacuerdo con el juicio ponderado de un diplomático de tan alta jerarquía yde tan sólida formación y experiencia, la absurda cláusula de la perpetuidadconsignada en la Convención del Canal Istmico no tiene justificación algunaen la época presente.

Es más, el Representante del Brasil en el Consejo de Seguridad, segúnse desprende de sus propias palabras, considera que el problema del Cana l.de Panamá tiene importancia mundial, como lo reconociera Truman enPostdam, v aboga porque un mayor número de problemas internacionalessean somet idos al Consejo de Seguridad, de modo que tales problemas nosean resueltos unilateralmente por las grandes potencias, ya que las solu-ciones adecuadas a los mismos deben encontrarse con la participación delos demás Estados miembros de la comunidad de las naciones.

No cabe duda que en la hora actual la presentación del cargo de agre-sión ante el Organo de Consulta de la Organización de Estados Americanoses un paso obligado . Pero, más aún, no solamente conserva plenavigencianuestro derecho a recurrir al Consejo de Seguridad, sino que es evidente quoalgunos eminentes Estadistas de las Naciones Unidas nos están invitando aplantear ante esa Organización el debate de nuestro caso, lo cual podríahacerse simultáneamente con las gestiones dentro de la organización regio-nal

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Ante esos organismos la República de Panamá debe someten tanto laagresión como la causa de los males que han afectado vitalmente la exis-tencia del país, la cual debe ser extirpada mediante la cancelación definitivadel Tratado de 1903 y de las convenciones complementarias.

Este compromiso, cuyo cumplimiento ha estado injustificadamente de-morado por las prolongadas e inocuas discusiones gramaticales de la Comi-sión Interamericana de Paz, ya no es solamente con el pueblo panameño,sino también con la opinión pública de América y del Mundo . El hecho deque figuras relevantes de las relaciones internacionales expresen franca-mente criterios adversos al Tratado de 1903, es en sí mismo un estímulopara que adoptemos una acción más vigorosa y eficaz en defensa de dere-chos y principios que no son solamente de nuestro país, sino que constitu-yen patrimonio valioso de toda la humanidad, de todos los pueblos que a-man la libertad, de todas las naciones que tienen fe en la vigencia de lajusticia y en el valor de la democracia como fórmula de convivencia ar-mónica entre todos los hombres civilizados.

(Editorial, "EL PANAMA-AMERICA", Miércoles 29 de Enero de 1964)

LA SOMBRA DE KENNEDYMARIO AUGUSTO OPINA

EL PENSAMIENTO DE HOY;Tan sólo el hombre integralmente educado es capaz

de confesar sus faltas y reconocer sus errores.

FRANKLIN.

Algunos amigos nuestros piensan que si Kennedy fuera todavía Presiden.te de los Estados Unidos, los trágicos sucesos que han conmovido al mundoy estremecido a nuestra Patria, no hubiesen ocurrido . La dara inteligencia,la actitud amistosa y cordial, el amor a la justicia, el sentido de las reali-dades interamericanas, que distinguían la personalidad de Kennedy, podían,a juicio de sus admiradores, haber evitado la patriótica jornada de enero, consu doloroso saldo de sangre, dolor y lágrimas . Piensan ellos que Kennedy nohubiera permitido la masacre de que nos hizo víctimas O'Meara.

Nosotros reconocemos los muchos valores . del malogrado Presidente Ken-nedy . Admiramos su doctrina de Alianza para el Progreso . Y agradecemosla ayuda económica y técnica que su gobierno facilitó a nuestro país . Yahemos indicado que Kennedy demostró que la . inteligencia y la educaciónpueden hacer de un hombre de millonaria cuna, un amigo comprensivo parala gente de oscuro origen y de escasos recursos . Pocos dirigentes estadou-nidenses han nacido más lejos de las realidades latinoamericanas . Y pocoshan logrado acercarse tanto a su comprensión.

Sin embargo, pensamos que Kennedy no solamente no hubiera podidoevitar los sucesos ocurridos, sino que incluso tiene mucha culpa por ellos.En efecto, fue Kennedy quien permitió que el Embajador Farland dejara deserlo ante nuestro gobierno y nuestro pueblo . Fue Kennedy quien mantuvoen sus puestos, tanto al Gobernador Fleming como al General O'Meara . Yfue Kennedy quien engañó a nuestro gobierno y a nuestro pueblo con aque-lla declaración conjunta que hizo creer en supuestas negociaciones para re-solver los problemas del canal, para llegar finalmente a situaciones como lasque dieron lugar al caso de las banderas,

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Si Kennedy hubiese cumplido el compromiso adquirido con el PresidenteChiari, su gobierno y sus representantes habrían facilitado la solución de al-gunos de los problemas realmente fundamentales que existen en relación conla Zona del Canal. Entre otras cosas, no hubiera permitido que esa comisiónquedase deshecha . Y no hubiera surgido el caso de la interpretación . enga-ñosa y desorientadora que Fleining dio al acuerdo sobre las banderas, quefue la chispa que encendió la pólvora de la indignación juvenil, 'tanto en aquelsector como en el nuestro.

En lo que sí estamos de acuerdo es en que Kennedy no hubiera adoptadola posición terca que ahora domina al Gobierno de Washington . Creernos queKennedy si hubiese aceptado el compromiso de negociar un nuevo Tratadodel Canal, con tal de que nuestro gobierno hubiese reanudado las relacionescon el suyo. Sin duda., el Presidente asesinado era lo suficientemente inte-ligente para comprender que la situación actual es destructiva para el pres-tigio internacional de su país . Y tenía suficiente entereza de carácter y su-ficiente responsabilidad patriótica como para sacrificar sus intereses políticospartidistas ante los altos y perdurables intereses de su nación.

("LA HORA", Panamá, Miércoles 29 de Enero de 1964)

LAS NACIONES AMERICANAS Y LA CUESTIONDEL CANAL

Por HARMODIO ARIAS M.

El 30 de septiembre de 1953 "El Panamá América" publicaba de la plumade su director, el Doctor Harmodio Arias M ., el editorial titulado : "Las. Na-ciones Americanas y la cuestión del Canal", cuyos conceptos cobran hoy sin-gular actualidad ante los delicados momentos en que vive la. República. Conprofunda penetración y clara visión la nota editorial expresa la tesis de lanueva dirección política de los Estados Latinoamericanos de un mayor acer-camiento entre nuestras naciones defendiendo y respaldando los problemas,y dificultades que encuentren en su desarrollo histórico . Ofrecemos a loslectores el editorial:

"Es un buen síntoma para la solidaridad continental el que la represen-tación de nuestras reivindicaciones ante el gobierno norteamericano hayaprovocado un despliegue de simpatía y adhesión a nuestra cansa, por partede las demás naciones latinoamericanas . Se pone una vez. más de relieveque los lazos de, la sangre son indivisibles y que, entre nuestros pueblos, sonmuchos más los vínculos que nos unen que los problemas que nos separan.Son las consecuencias de una génesis histórica común y de un idéntico desti-no geográfico.

De todos modos, nuestra incorporación a una acción colectiva al unísonode los dictados de nuestro destino continental se iba haciendo sentir conbastante lentitud, como si no tuviéramos prisa en afrontar las responsabi-lidades de los pueblos grandes o prefiriésemos mejor continuar al margen delas decisiones históricas trascendentales, permitiendo gustosamente que otrasnaciones si guiesen imperando en el mundo y mientras nosotrospersistimosen una posición pasiva, de quietud.

Hasta no hace mucho tiempo esto era lo que caracterizaba la políticalatinoamericana que, si en algunas ocasiones se decidía a presentar un fren-te común más se debió —como dijo Blanco, Fombona —, a que la historia denuestras efímeras uniones, no pasaba de ser consecuencia de la historia delas agresiones extranjeras . Esto es, pasado el momento de inquietud nacio-nal o mitigados en mayor o menor grado nuestros apuros financieros vol-víamos a encastillarnos en nuestras fronteras a seguir rutinariamente una

política de cortos alcances.

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El vértigo de los acontecimientos universales en los últimos años pareceser que nos ha llevado a superar en cierto modo esta orientaciónpolíticadesafortunada que tantos sinsabores nos ha venido ocasionando sustituyéndo-la por una corriente entusiasta en todos loe países de estirpe iberoamerica-na, decididamente partidaria de un mayor acercamiento entre nuestras nacio-nes defendiendo y respaldando los problemas y dificultades que hallan ensu desarrollo histórico las naciones de la comunidad latinoamericana.

La solidaridad demostrada por los pueblos americanos ante nuestro pro-blema nacional de revisión del Tratado de 1903 concertado con EE . UU. apo-yándonos sin reservas, es una prueba más de la nueva dirección política delos Estados latinoamericanos.

Nos congratulamos de ello, porque todos hemos de resultar beneficiadosde esta compenetración entre nuestras naciones".("EL PANAMÁ-AMERICA", miércoles 29 de enero de 1964).

LA INEXPLICABLE ACTITUD DE LOS EE. UU.

No es hoy nuestro propósito comentar aquí los nuevos pases que el Go-bierno nacional habrá de dar en vista del aparente fracaso de las laborio-sas gestiones que la Comisión Interamericana de Paz ha venido realizando,sino el de destacar, con la mayor serenidad, la inexplicable actitud asumidapor los Estados Unidos frente a las justificadas y legítimas aspiracionespresentadas por nuestro país.

Una de las razones por las cuales ha venido pidiendo Panamá con insis-tencia la celebración de un Tratado nuevo que reemplace al instrumento ju-rídico de 1903, se basa en la necesidad de eliminar la absurda cláusula "aperpetuidad " , que en la actualidad resulta del todo inadmisible a la luz delDerecho Internacional contemporáneo . Pero si los dirigentes de Washingtonhubieran sido capaces de analizar con objetividad y claro juicio el signifi-cado y el alcance de la cláusula citada, tal como ha sido recogida en el Ar-tículo primero del Tratado General de 1936, llegarían a la inevitable con-clusión de que la misma también liga y sujeta a los Estados Unidos en unaforma inconveniente para ellos al haber asumido allí la obligación concretade continuar manteniendo indefinidamente —o sea a perpetuidad— el Ca-nal de Panamá, para fomento y uso del comercio interoceánico . Es decir que,de acuerdo con la estipulación citada, los Estados Unidos no podrán aban-donar jamás ni en modo alguno el Canal de Panamá, aun cuando el mismollegue a resultar anticuado, en su estructura actual, o poco menos que in-servible, porque en algún otro lugar del continente americano se llegue aconstruir una vía interoceánica moderna y más fácilmente utilizable . Quizála falta total de previsión que parece caracterizar a la diplomania nortea-mericana, no le deja comprender que la eliminación de la cláusula "a per-petuidad", que Panamá ha venido propugnando, dejaría en libertad a losEstados Unidos, incluso para abandonar nuestro Canal cuando así fuera con-veniente para los intereses norteamericanos, al terminar la nueva conce-sión que les fuera otorgada.

El reconocimiento pleno y sin reservas de la soberanía panameña en laZona del Canal, que es otra de las cláusulas que Panamá quiere insertar enun Tratado nuevo y a lo que al parecer, se oponen los Estados Unidos conigual tenacidad, es algo tan claro, tan obvio y tan patente que la negativade Washington ha de constituir motivo de perplejidad muy grande paraquienes lleguen a tener noticia de tan absurda posición . Porque si partimosde la base indiscutible de que la Zona del Canal de Panamá no puede serconsiderada "res nullius", siendo parte integrante, por lo tanto, del terri-

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torio de un Estado, y que ese Estado es Panamá; aceptando también comoun axioma clarísimo que la soberanía que un Estado independiente y libreejerce sobre su ámbito territorial no puede compartirse ; y teniendo encuenta, por último, que los Estados Unidos no pueden disponer de laZona del Canal para ningún fin distinto del que les ha sido señalado en laconcesión de que disfrutan, teniendo, además, que pagar a Panamá un . cánonanual —aunque sea muy pequeño— por el uso de la misma y por la explo-tación de la vía interoceánica, se ]lega a la conclusión de que no hay ju-rista en el mundo capaz de sostener el disparate de atribuir a los EstadosUnidos la soberanía que pretenden.

Otro de los puntos que Panamá quiere enmendar por medio de un Tra-tado nuevo, es con el objeto de que nuestro país reciba beneficios adecuadospor el uso del Canal, que ha llegado a convertirse en sustancial fuente deingresos para el Tesoro de los Estados Unidos, si bien es evidente que talresultado nunca fue previsto por el Gobierno norteamericano, cuando deci-dió su construcción . Basta pasar revista a las ingentes sumas que los Es-tados Unidos destinan a diversos países de América y de Europa —inclusocomunistas, como Yugoslavia— para calificar de ridícula la cantidad anualque nos asignan, inferior a dos millones de dólares, por el uso y explo-tación de una vía interoceánica que ha venido produciendo cuantiosos be-neficios, al hallarse manejada como una empresa comercial.

La eliminación de la ominosa cláusula "a perpetuidad" ; el reconoci-miento pleno de la soberanía panameña en la Zona del Canal, y un aumen-to razonable y justo en la anualidad que los Estados Unidos vienen abonan-do por la vía interoceánica, son los principales puntos que Panamá trata delograr por medio de un nuevo Tratado, puesto que las reclamaciones deotra índole, como el enarbolamiento de la bandera panameña, el uso deestampillas nacionales, y la igualdad de empleos y salarios, pueden consi-derarse como derivadas de las anteriores.

Por ello, teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, resulta deltodo inexplicable que los Estados Unidos sigan manteniendo una actitudque en modo alguno corresponde a la que debe reflejar un país que preten-de merecer el respeto y la consideración del mundo libre por su conductaen el campo de las relaciones internacionales, ya que dicha posición no tie-ne base alguna en la equidad y en los principios del Derecho y que sólo pue-de sostenerse con el apoyo exclusivo de la fuerza.

(Editorial, "La Estrella de Panamá", Miércoles- 29 de Enero de 1964)

LA SOBERANIA DE PANAMA SOBRE LAZONA DEL CANAL

Por HARMODIO ARIAS MADRID

INTRODUCCION

Ahora que recobra viva y sangrienta realidad la cuestión denuestra soberanía en la Zona del Canal, reproducimos a continuación el ar-ticulo escrito en 1925 por el eminente internacionalista Dr. Harmodio A-rias Madrid, (q.d .D.g.), cuando se discutía tan delicado problema . Apesar de lo vital de esta cuestión, son muchos los panameños que aúnno conecn a ciencia cierta la argumentación en que funda Panamá sutesis de soberanía en la Zona del Canal . El análisis claro del Dr . Har-

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podio Arias Madrid, su celo patriótico, su inquebrantable firmeza yenergía aun en aquella época en que prevalecía en la América Latina"ia política fuerte" de parte de los Estados Unidos, son de indudable ac-tualidad y constructivo mérito.

LA SOBERANIA DE PANAMA SOBRE LA ZONA DEL CANAL

Un eminente internacionalista norteamericano —LESTER H.WOOLSEY— acaba de publicar en The American Journal of Interna-tonal Law un sesudo artículo sobre este tema, que es de palpitante ac-tualidad porque está íntimamente ligado con las cuestiones que hansurgido entre Panamá y Estados Unidos por razón de las estipulacio-nes del Tratado de 1903 y que se supone deben ser resueltas por el nue-vo tratado que ahora se discute entre los dos países.

Aunque en este artículo, que fue reproducido por "La Estrella dePanamá", se ha demostrado con exposición clarísima y con argumen-tos incontestables que los Estados Unidos sólo pueden ejercer sobre laZona del Canal los derechos que sean necesarios para llevar a cabo elobjeto y el fin del Tratado de 1903, y aun cuando el concepto expresa-do tiene para Panamá un valor especialísimo tanto por la competenciaindiscutible del autor como porque la tesis es contraria a lo que el Go-bierno de su país ha pretendido sostener algunas veces, no será demásinsistir aunque sea con los mismos o análogos argumentos, en que secumplan con todas sus consecuencias y se mantengan sin más limita-ciones los pocos derechos que nos otorga el tratado actualmente en vi-gor .

Algunas de las cuestiones pendientes son:

La ocupación de tierras panameñas fuera de la Zona del Canal porlos Estados Unidos, sin limitación alguna y sin que medie la demostra-ción previa de que son necesarias para los fines del Canal;

El precio que debe pagarse por las tierras;El mantenimiento de almacenes de depósito en la Zona del Canal;La venta de mercancías en los Comisariatos de la Zona del Canal sin

que se demuestre claramente que el comprador está empleado al servi-cio de dicha Zona;

La explotación del negocio de hoteles y restaurantes en la Zona delCanal por el Gobierno norteamericano o por personas determinadas au-torizadas por éste;

La cooperación que Panamá debe recibir para mantener un servi-cio eficiente de aduanas en la Zona del Canal;

Las limitaciones necesarias al llamado servicio de sanidad en lasciudades de Panamá y Colón que en ocasiones ha querido convertirseen "un imperio dentro del imperio";

La pretensión de reglamentar dentro del territorio panameño elservicio de comunicaciones radiográficas y de navegación aérea;

La abolición del servicio postal panameño en la Zona del Canal;

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si

La pretensión de que la Zonamercio por los Estados Unidos;

La pretensión de que los Estado:tengan a bien, soberanía irrestricta

del Canal puede ser abierta al co-

; Unidos pueden ejercer, cuando losobre la Zona del Canal.

La mayor parte de las cuestiones enunciadas se rozan con la úl-tima. Y como no es posible en un ligero estudio de esta clase abordar-las todas, nos concretaremos a estudiar el alcance de los derechos desoberano que Panamá cedió a los Estados Unidos en la Zona del Ca-nal . Para esto es preciso determinar cuál es la interpretación que aeste respecto debe darse al Tratado de 1903 . Sólo así podremos deci-dir si nos asistiría o no razón para afirmar, en el evento de que perda-mos la contienda, que la nación más grande y poderosa que, a cam-bio de servicios bien conocidos y definidos, nos brindó y otorgó su auxi-lio y garantía para la independencia, hace ahora mucho más ventajosasu posición a expensas de un pueblo pobre, pequeño e indefenso quegenerosa o impensadamente dio más de lo que podía o debía dar y qui-so confiar en la inviolabilidad de los Tratados y en la buena fe de losque los suscribieron.

Para determinar la naturaleza o el carácter de un pacto lo esen-cial es averiguar el objeto, la finalidad, que los contratantes han te-nido en mira . La interpretación de un contrato no depende de una solade sus cláusulas sino de todas ellas tomadas en conjunto. Estos sonprincipios de derecho que tienen aceptación general . Para corroborar lodicho citaremos sólo precedentes de los tribunales norteamericanos paraque resalte más la justicia de nuestro punto de vista ya que esos pre-cedentes son contrarios a la tesis que ahora parece sostener el gobiernode los Estados Unidos. Véanse, por ejemplo : Stockton Savings & LoanSoc . vs Rurvis, 112 Cal . 236 ; Dedrick vs Wolfe, 68 Miss . 500 ; State vsPage, 1 Spears L . (S . C.) 408 ; Arbuckle vs Kirkpatrick, 98 Tenn 221;Fidelity Ins . Co . vs Shenandoah Val R . Co. 86 Va. 1.

Así que el punto cardinal en toda controversia relativa a los de-rechos de soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal de acuerdo conel Tratado de 1903, no es otro que el de averiguar cuál es el objeto deese tratado. El preámbulo de dicho tratado resuelve la cuestión en elsentido de afirmar que el objeto no es otro que el de "asegurar la cons.trucción de un canal para naves al través del Istmo de Panamá" . Y laley expedida por el Congreso norteamericano de 28 de Junio de 1902(32 U. S. Stat . 481) que autorizó al Presidente de los Estados Unidos pa-ra celebrar dicho Tratado no habla de adquisición de soberanía sobre elterreno necesario para el canal : sino de adquisición del "control" dedicho terreno por parte de los Estados Unidos . Todas las cláusulas delTratado de 1903 tienen, pues, que ser interpretadas teniendo en cuentael objeto perseguido por las partes que como se ha visto, es el de—asegurar la construcción del canal"-

Grupos populares enarbolan banderas en desafío a la ofensiva de las tro-pas norteamericanas.

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