grandes ramas del pensamiento económico
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GRANDES RAMAS DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
1.- LA ECONOMIA EN LA ANTIGÜEDAD Y EN LA ESCOLASTICA
En la Grecia clásica, surge el término de Economía para referirse a los problemas de la
administración de los bienes. Su objeto de estudio eran los problemas de la vida
cotidiana, como el interés, la producción o los precios, para establecer reglas de
conducta.
Más adelante teólogos y moralistas de la Edad Media y la Edad Moderna, empezaron a
reflexionar sobre temas como el interés, la pobreza o la población, pero limitándose a
establecer juicios morales acerca de ellos, aunque con esto adquirieron la naturaleza de
problemas sociales.
La aparición de los primeros rasgos de la economía capitalista en el siglo XVII, vino
acompañado de un cambio en el pensamiento económico. Se pasó a analizar el mercado
capitalista y la nueva forma de vida que empezaba a surgir. Surge así la Economía
Política, expresión para referirse a las relaciones económicas que se producen en una
sociedad organizada políticamente. Su estudio debe tener en cuenta las relaciones de
poder existentes y que la esfera económica y la decisión política se condicionan. No
obstante la Economía no constituía un sistema orgánico. Aparte la preocupación
moralizante se priorizaba a la profundidad teórica, se juzgaba al mundo en lugar de
analizarlo y no se superó una visión parcial de los fenómenos estudiados.
Con la fisiocracia (considerar que la riqueza de un país viene de la agricultura) se
comenzó a considerar el sistema económico como un todo. Su máximo exponente es
Quesnay.Frente a la esta encontramos el mercantilismo (la riqueza la genera el
comercio).
A pesar de la influencia del keynesianismo, seguían existiendo economistas que
defendían la no intervención del Estado en la Economía. En la llamada Escuela de
Chicago surgió una corriente muy crítica con esto, y con el uso de instrumentos fiscales
para enfrentarse a los desequilibrios económicos.
Dirigida por Milton Friedman, se consolidó una escuela monetarista y contraria al
intervencionismo. Defendían la autonomía del mercado y un enfoque más microscópico a
la realidad de los agentes económicos.
La incapacidad del keynesianismo para resolver la crisis del petróleo de 1973, provocó
que muchos países en los 70 y 80 adoptaran las políticas económicas neoliberales. Así, el
neoliberalismo se mantuvo como la corriente económica dominante durante el resto del
siglo XX.
La economía Clásica
Orígenes de la Economía
Newton revolucionó el mundo de la ciencia estableciendo que todo estaba regulado por
reglas, aunque no las conociésemos. Esto, se extrapoló a la Economía y así surgió la
Economía clásica. El autor más significativo es Adam Smith, cuya obra más importante es
"Una Indagación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones". Smith,
descubrió el papel del intercambio en de la división del trabajo en la creación de riqueza y
estableció que la Economía se autorregulaba por lo que él denominaba una "mano
invisible". Otros autores significativos son John Stuart Mill, Thomas Malthus, David
Ricardo...También se considera economista clásico a Karl Marx que estudió a los
anteriores y elaboró una nueva ideología política el marxismo.
En la misma época, surgió la sociología, que descubrió la existencia de clases sociales y
los economistas, se dedicaron a investigar sobre las leyes que regulaban la distribución
de la riqueza entre ellas. Aparte de esto, los economistas clásicos, investigaron otros dos
asuntos fundamentalmente: los automatismos de la Economía y el funcionamiento de los
mercados y las condiciones de crecimiento de las economías a largo plazo.
La Economía neoclásica
En el siglo XIX, se produce una ruptura con las preocupaciones de los economistas
clásicos. Así, se dejó de usar el término Economía Política, pasando a Economía. Esto
implicaba la consideración de que la Economía no tenía nada que ver con la política. La
Economía se consideraba algo con una realidad propia e independiente de fenómenos
sociales o políticos.
El interés de la Economía ya no será, por ejemplo, la distribución de la riqueza, o los
grandes asuntos sociales, sino las conductas individuales.
A los economistas que elaboraron este cambio de pensamiento se les conoce como
marginalistas o neoclásicos. Establecieron que el principio económico básico es la
escasez. Donde haya escasez, habrá elección, y los procedimientos y formas en que ésta
se lleva a cabo, deben constituir el objeto de estudio de la Economía.La Economía pasó a
ser muy importante en la comprensión de las conductas humanas, siempre que se
expresaran en términos de elección. Establecieron que cualquier sujeto económico, busca
el beneficio, e investigaron las condiciones en que un individuo aislado o una empresa
hacen frente a problemas de elección buscando obtener el máximo beneficio. Como la
preocupación era el cómo alcanzar el máximo beneficio, se centraron en el corto plazo.
Para lograr el máximo beneficio existe un mecanismo perfecto, el mercado, que se
convirtió en el principal objeto de estudio. Los desequilibrios en el mercado son fricciones
coyunturales, y se consideraba que si el mercado funcionaba perfectamente, problemas
como el desempleo no existirían.
De todo esto se deduce la política de no intervención, de "laissez faire", es decir, de dejar
hacer, dejar pasar. Destacamos a A. Marshall y L. Walras.
El keynesianismo
La crisis de 1929 comportó el fracaso de las medidas neoclásicas, ya que estas no eran
capaces de corregir la situación. Ante esto, muchos gobiernos optaron por intervenir en el
mercado para frenar el desempleo y la crisis.
Esta intervención, generalmente consistía en realizar obras públicas u otro tipo de
actividad para dar trabajo a los desempleados. Así, se incrementaría el consumo, lo que
ayudaría a las empresas a vender sus productos. Al vender sus productos, las empresas
podría producir más y para ello contratarían más empleados, recuperándose así la
actividad productiva.
El economista británico John Maynard Keynes, fue quien teorizó sobre esto. Keynes
pretendía acabar con el desempleo y evitar las fluctuaciones económicas. Keynes
consideraba que el mercado no se autorregulaba, y que para evitar desajustes se
necesitaba la intervención del Estado, que incrementando el gasto público, lograría
corregir los desequilibrios que se pudieran producir en el mercado.
El keynesianismo tuvo una importancia enorme tras la Segunda Guerra Mundial, siendo
aplicado en la mayoría de los países occidentales. Así, en estos países se desarrolló el
denominado Estado del Bienestar, que se caracterizaba por una gran cantidad de
necesidades sociales cubiertas con el gasto público.
Los seguidores de Keynes, ampliaron el alcance analítico de la obra abordando
problemas, que no contemplaba. Se aplicaron mejores instrumentos de verificación, como
la econometría, y se formularon nuevas formas de intervención estatal.
John Maynard Keynes
Monetarismo y neoliberalismo
El monetarismo es la rama o vertiente del pensamiento económico que se ocupa de los
efectos del dinero sobre la economía en general. Aún cuando no constituye una escuela
del pensamiento económico como tal sino más bien una tendencia, ha ejercido una gran
influencia sobre numerosos economistas y, de hecho, hay una escuela de pensamiento
económico — la Escuela de Economía de Chicago — que generalmente es percibida
como "monetarista", al punto que, en el presente, cuando se usa el término “monetaristas”
- especialmente por los no especialistas- generalmente se entiende esos monetaristas
influidos por M Friedman (o Escuela de Chicago).
La situación (no necesariamente problemática) que impide llamar al monetarismo una
escuela es que, de hecho, existen por lo menos dos interpretaciones o modelos
económicos generales de la forma en que la oferta de dinero afecta a otras variables,
tales como los precios, la producción y el empleo. Estas dos aproximaciones se pueden
trazar, por un lado, a la obra de Knut Wicksell, y, por el otro, a la de Irving Fisher.
Adicionalmente, el monetarismo (o versiones del mismo) se encuentran presente en la
obra de autores que generalmente se considera son representantes de otras escuelas.
Dado que todos los economistas tienen por lo menos alguna versión del como el dinero
afecta las variables económicas, todos podrían ser denominados "monetaristas". Desde
este punto de vista parece más apropiado reservar el término monetaristas para aquellos
autores cuyo trabajo o influencia se centra en aspectos monetarios.
Los monetaristas en general aceptan la idea de que la política monetaria puede, por lo
menos, tener efectos a corto plazo sobre la producción (incrementandola) y los precios a
un plazo más largo (aumentandolos). Por otra parte, si los monetaristas se limitaran a
afirmar que existe una relación proporcional entre la oferta monetaria y el nivel general de
precios a largo plazo, la mayoría de los economistas aceptarían esta idea, siempre que el
periodo a largo plazo sea lo bastante prolongado y otras variables —como el tipo de
instituciones financieras existentes— se mantuvieran constantes. Consecuentemente el
monetarismo ha sido definido como "la tendencia que enfatiza el papel del gobierno en
controlar la cantidad del circulante. Es la visión en la economía monetaria que variaciones
en la oferta monetaria tienen gran influencia en el producto nacional en el corto plazo y
sobre el nivel de precios en el largo y que los objetivos de la política monetaria se
obtienen mejor a través del control de la oferta monetaria."
Neoliberalismo
El término neoliberalismo es un neologismo que hace referencia a una política económica
con énfasis tecnocrático y macroeconómico que pretende reducir al mínimo la
intervención estatal en materia económica y social, defendiendo el libre mercado
capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un
país, salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado.
Suele considerarse, erróneamente, como una reaparición del liberalismo decimonónico.
Sin embargo, al contrario de éste, no rechaza totalmente el intervencionismo estatal y
además guarda una ambigüedad ideológica, respondiendo más a su base teórica-técnica
neoclásica. Siendo una propuesta macroeconómica tiende a ser neutral con respecto a
las libertades civiles.
Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que
promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en
el proceso globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es
susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de
mercado propiamente dicha.
Muchos economistas cuestionan el término neoliberalismo porque no corresponde a
ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las
actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas). Se trata de un término
más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y
por algunos intelectuales.
Características del Neoliberalismo Economico
Según el escritor venezolano Fernando Salas Falcón:
• Defienden un mercado altamente competitivo.
• Aceptan la intervención del Estado en la economía, como árbitro o promovedor de la
libre competencia.
• Se oponen al acaparamiento y a la especulación.
• Se oponen a la formación de monopolios y oligopolios
• Se oponen a la fijación compulsiva de salarios por el Estado.
• Rechazan la regulación de precios por el Estado, ya que deben fijarse en base a la
relación oferta/demanda.
• Se oponen a la creación compulsiva de empleo.
• Se oponen al gasto público burocrático.
• Defienden el libre comercio internacional.
• Defienden la libertad de contratación del trabajo y la libre movilidad de los factores de
producción.
A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo
académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la
crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación inversa entre inflación y
empleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton Friedman había
señalado que esa relación no era necesaria, como quedó demostrado por el fenómeno de
la estanflación. El nuevo escenario estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos,
en esas circunstancias, las ideas monetaristas revivieron audiencia y credibilidad, como
consecuencia se implementaron nuevas medidas antikeynesianas como simultanear
acciones antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres
vertientes:
1. discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear
demanda agregada, recomendando mantener fija dicha magnitud;
2. desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit
presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y
3. recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de
incrementar la demanda agregada.
La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la
predominancia que el keynesianismo tenía en la mayoría de las escuelas de pensamiento
económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de
Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el Reino Unido,
se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo
consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio
un gran dinamismo al sector productivo.
Corrientes críticas
Otras corrientes de pensamiento, aunque minoritarias, son:
-Economistas postkeynesianos: Han incorporado tres elementos al análisis keynesiano, la
teoría de la distribución de la renta, las instituciones crediticias y monetarias y los
sindicatos y empresas multinacionales que conforman un nuevo sistema industrial.
Pretenden superar el carácter estático de los análisis keynesianos y tomar en
consideración los hechos económicos primordiales recientes.
-Corrientes institucionalistas: Critican el formalismo e irrealismo del modelo neoclásico.
Sus análisis se basan en el estudio de las instituciones sociales y políticas en las que se
desenvuelven los individuos.
-Del pensamiento marxista: Encontramos desde la economía dogmática de los países del
este de Europa, hasta neorricardianos, próximos al postkeynesianismo. Entre ambos,
encontramos desde economistas que centran su atención en la desigualdad de las
condiciones de crecimiento económico, hasta los que analizan los mecanismos reales de
acumulación de las economías capitalistas modernas.
La escolástica
Paralelamente al sistema sociopolítico del feudalismo condicionaba el desarrollo económico, se desenvuelve un importante especulación filosófico-teológica, que corre desde fines de siglo XI hasta muy avanzado el Renacimiento.
Para los escolásticos aun la economía no era una disciplina independiente sino una filosofía moral (incluso así la enseñaron Adam Smith en la universidad de GLASGOW y Antonio Genovesi en la universidad de Nápoles, ambos en el siglo XVIII).
La mentalidad medieval no se preguntaba como funcionaba un sistema económico si no las operaciones en si (individuales) eran licitas o ilícitas, justas o injustas. Es decir, el planteo escolástico se encontraba en el área de la doctrina económica; esta debía determinar las reglas de la justicia que debían aplicarse en el intercambio de bienes y servicios (justicia conmutativa) y en la distribución de los ingresos y de la riqueza (justicia distribuida).recordemos que ambos tipos de justicias se originaron en Aristóteles (2).
La Summa Teológica de Santo Tomas de Aquino (1225-1274) es sin duda la más acabada expresión del ideal escolástico. Por ejemplo, el tema de la justicia comprende más de 20 cuestiones ordenadas de la siguiente manera:
Tratado de la justicia
1. De la justicia en general
(II-II q. 57 a 78)
2. de las partes de la justicia:
a) en general: tipos de justicia y la restitución
b) vicios contra la justicia distributiva
c) vicios contra la justicia conmutativa
3. modos de injusticia
2.- EL NACIMIENTO DE LA ECONOMIA POLITICA
El nacimiento de la economía política:
La Economía Política, como disciplina científica, nace en un momento muy particular de transformaciones políticas, económicas y sociales, que colaboran al surgimiento del interés por entender en qué consistía y cómo debía organizarse el intercambio entre humanos para la satisfacción de nuestras necesidades. Estas transformaciones están íntimamente relacionadas con la revolución industrial, el surgimiento de los grandes centros urbanos, la consolidación de los Estados modernos, etc.
En tiempos antiguos y medievales, aquello de lo que se ocupa la Economía era parte de la vida privada de las personas. Esto consistía principalmente en cómo proveerse de
alimentos y elementos básicos para la vida humana, actividades que se resolvían dentro del propio feudo o territorio (como unidad autosuficiente) y que de ningún modo se creía que pudieran ser fuente de riquezas o intercambio con otras poblaciones. Por ese entonces, el modo principal de obtención de riquezas era la conquista de nuevos territorios y el cobro de impuestos a sus habitantes. De hecho, el intercambio comercial con otros pueblos estaba sumamente limitado, puesto que cada feudo tenía su propia moneda, sistema de medidas, circuito de caminos, sistema de impuestos, etc.
Todo esto habría de cambiar con la 1ª Revolución Industrial que tuvo lugar en Inglaterra a partir de 1750. Consistió en una transformación tecnológica que se produjo en la industria algodonera británica a partir de la máquina de vapor. Esta nueva tecnología permitió una producción a gran escala que, en el correr de las siguientes décadas se expandió por los demás países europeos, revolucionando sus sistemas productivos. Semejante transformación requirió de la mejora de las rutas de transporte y de la invención del ferrocarril para el acarreo de los nuevos productos industriales, así como también para la carga de las materias primas que las fábricas utilizaban. Del mismo modo, los centros urbanos fueron transformándose en grandes ciudades modernas, consolidándose como centro para el intercambio de los productos y también como fuente de trabajo para grandes masas que migraban desde los campos en busca de oportunidades laborales.
Acompañando estas transformaciones sociales y económicas, también se vivió una revolución dentro de lo político. A partir de la revolución francesa, comenzaron a nacer los primeros Estados modernos, esto es, Estados cuya administración no estaba guiada por principios religiosos. En contraposición a los feudos medievales, de organización jerárquica e inmodificable, donde en lo más alto de la pirámide se situaba un rey que era designado según un orden divino; en los Estados Modernos que se fueron consolidando a partir del siglo XIX, la sociedad se organizaba en clases que no eran estancas, pensando a los hombres como libres e iguales, y con una autoridad política que gobernaba según leyes hechas por humanos. Lo religioso pasó así a ser parte de las creencias individuales de cada persona, pero sin relación directa con el modo en que un Estado debía organizarse. De este modo, los Estados modernos se disponen por primera vez a diseñar políticas económicas para organizar e impulsar sus sistemas productivos y sus nacientes industrias, bajo el mando de un gobierno centralizado y basado en principios racionales.
Claramente lo anterior no sería posible sin otro fundamental aporte que proviene de la Revolución Francesa, toda vez que declara a los hombres libres e iguales.
A partir de todas estas transformaciones comenzó a tomar forma el capitalismo, una forma de organización económica que busca la reproducción de la riqueza a partir del
intercambio comercial. Lo revolucionario es pensar que la riqueza puede producirse, ya no extraerse, trasladando el eje de interés de las campañas de guerra a las fábricas. Algo así nunca habría sido posible sin la revolución productiva que permitió la máquina de vapor, la posibilidad de pensar Estados que no dependan de principios religiosos sino mundanos, y la disponibilidad de hombres formalmente iguales y libres que puedan incorporarse como trabajadores asalariados en las grandes industrias.
El capitalismo es entonces un modo de producción que no pretende más que la reproducción ampliada de capital. Vale aclarar que por “capital” se entiende a un determinado valor que se valoriza a si mismo, que tiene esa facultad de ponerse en juego para producir y aumentar la riqueza. El dinero, por su parte, muchas veces es invertido y se convierte en capital, sin embargo no son sinónimos. El dinero es una mercancía determinada que funciona como equivalente general del valor, permitiendo el intercambio. Cuando lo destinamos a la producción de una riqueza mayor, ese dinero funciona como capital. Pero capital también pueden ser otro tipo de valores, como ser la maquinaria, el conocimiento, los trabajadores, el edificio donde está montada la fábrica, etc.
El mercantilismo
El mercantilismo apareció durante los siglos XVI hasta el XVIII, y tenía como base una fuerte intervención del Estado en la economía. Las premisas de este sistema eran que la riqueza y prosperidad de una nación dependían del capital acumulable y que el mercado global es inalterable. Asimismo, dicho capital era significado por los metales preciosos, donde los estados buscaban aumentar sus arcas de mediante una balanza comercial positiva.
El mercantilismo, para lograr su cometido de acumular capital, debía estar regido por una política proteccionista que favorezca a la exportación y disminuya la importación. De esta manera se llevó a los primeros casos de intervención y significativo control sobre la economía, y se sentaron grandes bases para el actual capitalismo (lo que Marx llamó, “La acumulación originaria”).
Características del mercantilismo:
Agricultura, minería o manufacturas son la base de la economía.
Las primeras materias de un país se utilizan para manufacturas nacionales.
Población grande y trabajadora.
Prohibición de todas las exportaciones de oro y plata.
Barreras a las importaciones de bienes.
Si ha de importar que sea por trueque y no a cambio de oro y plata.
Exportar todo el excedente de manufacturas a cambio de oro y plata.
Uno de los flagelos de este sistema era que se basaba en la producción a menor costo posible, y los trabajadores y granjeros sufrían de una economía de subsistencia y casi no consumían.
Si bien el mercantilismo nunca llegó a ser una doctrina formal, llegó para quedarse por muchos años explotando a los trabajadores. Además, fomentó el crecimiento de las industrias ya que eran una herramienta fácil para que los gobiernos recauden impositivamente para pagar los gastos militares. La era del imperialismo reinaba por aquellas épocas sólo para conseguir plata y oro.
En resumen:
El término Mercantilismo se lo puede resumir en que engloba a determinadas teorías políticas y económicas que fueron en su mayoría desarrollándose a lo largo de los siglos XVI, XVII y también la primera mitad del XVIII en Europa.
Por entonces tenía una mas que fuerte intervención por parte del Estado sobre la economía ¡que diría Milton Friedman!. Tomando un conjunto de medidas que buscaban a través de su aplicación lograr unificar el mercado interno y cuyo resultado debería crear Estados-naciones mucho más fuerte, algo que no siempre se pudo lograr por diversos factores intervinientes.
Así el mercantilismo propone entre sus ideas económicas el impulso de la prosperidad de una Nación-Estado aunque teniendo en cuenta el capital que tuvieran junto al volumen del comercio mundial que es inalterable según postula.
Tomando al capital los metales preciosos que el propio Estado posee, logrando un aumento a partir de la balanza comercial positiva respecto a las demás naciones mediante exportaciones que siempre deberán superar a sus importaciones. Además de esto el mismo Estado debe aplicar lo que se llama política proteccionista en su economía, lo que favorecerá la exportación por sobre la importación, esto se logra al imponer fuertes aranceles para que ciertos productos no puedan ingresar al país protegiendo a la industria nacional.
Para lograr que el país crezca y sea mas rico creen que se da mayormente a partir del comercio exterior, esto le da salida a excedentes de la producción nacional interna. Pero no sin lo mencionado: políticas proteccionistas, y barreras arancelarias y apoyo a la exportación.
La fisiocracia
La Fisiocracia es un sistema económico que se basa en la existencia de una ley natural del mercado, afirmando que si no hubiera intervención del gobierno, éste funcionaría a la perfección. Fundada por François Quesnay en 1758, la Escuela Fisiócrata surge en Francia y se desarrolla exclusivamente allí.
Asimismo, sus pensadores basaban la riqueza en la producción derivada de la tierra y que sólo la agricultura producía más de lo necesario para que no exista el desempleo. Por otra parte, era de suma importancia el libre cambio, la intervención del estado era considerada inútil. Es de este concepto de donde nace la expresión: “laisser faire, laisser passer” (dejar hacer, dejar pasar).
La Fisiocracia buscaba definir una estrategia macroeconómica coherente, para esto se determinaron que la producción debía ser superior a la necesaria para pagar los factores o costos. Además, la parte tributaria era fácil, ya que la carga impositiva debería recaer únicamente sobre la tierra. Entonces, fue creado el sistema económico “tableau economique”, donde la riqueza se centra en tres grupos sociales, la clase productiva o agricultores, la clase estéril o artesanos y comerciantes y los propietarios es decir, la nobleza, el clero y los funcionarios.
En base a la recaudación y gasto público del estado, se compensaba el superávit de un sector con el otro que era de menor importancia, logrando una circulación de la renta. Asimismo, en los sectores sociales ocurría exactamente lo mismo, lo cual era financiado con el excedente o plusvalía productiva que provenía de la agricultura.
LAS LEYES ECONOMICAS
Ley de Say
La Ley de Say, es un principio económico que indica que no puede existir demanda sin haber oferta, hoy en medio de la crisis muchos principios que antes eran negados son aceptados y vueltos a estudiar para mejorar las inversiones o el entendimiento de la economía. Formulado por Jean-Baptiste Say, su teoría se basa en demostrar que la recesión no ocurre por fallas en la demanda o faltantes de dinero. Sino que todo lo contrario, a mayor cantidad de bienes (demandados) se produzcan, existirán más bienes (oferta).
En consecuencia de lo mencionado, el bienestar y el progreso se harán estimulando la producción y no el consumo como se creía anteriormente.
La Ley de Say se conoce como la ley de los mercados. En este caso, se propone que la oferta agregada o producción total de bienes de una economía lleva a cuestas una demanda agregada suficiente para adquirir todos esos bienes producidos.
En concreto, los ingresos que genera la venta de un producto son suficientes para la producción y adquisición de otro, y por eso nunca se puede lograr la insuficiencia de la demanda aunque dicho dinero sea para invertir o para ahorrar.
Finalmente, podemos concluir que según la Ley de Say, la oferta crea su propia demanda; y por eso se hace imposible explicar la situación de sobreproducción y/o desempleo de recursos productivos.
Expresado por el mismo Say “[…] Un producto terminado ofrece, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos por todo el monto de su valor. En efecto, cuando un productor termina un producto, su mayor deseo es venderlo, para que el valor de dicho producto no permanezca improductivo en sus manos. Pero no está menos apresurado por deshacerse del dinero que le provee su venta, para que el valor del dinero tampoco quede improductivo. Ahora bien, no podemos deshacernos del dinero más que motivados por el deseo de comprar un producto cualquiera. Vemos entonces que el simple hecho de la formación de un producto abre, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos”. (J.B. Say, 1803).
La ley de Say, es definida como la ley de los mercados, y ella propone que en la producción de bienes dentro de una sociedad o sistema económico conlleva además una demanda agregada que permite comprar todos los bienes que ofrece el mercado posibilitando relacionada con el dinero circulante.
Se trata de cuando el precio de venta del producto reporta ingresos o beneficios como para que permiten adquirir algún otro producto lo que genera que no existe escasez de la demanda ya que si bien los consumidores pueden ahorrar tarde o temprano tendrán que utilizar en forma de consumo o de inversión el dinero ahorrado.
Por más que lo ahorrado sea bastante, el escenario no cambiará ya que los precios llegarán a descender adaptándose en cuanto al menor flujo de ingresos, lo que no perjudicará en el mercado laboral esto también sucede cuando se da un alza de la demanda, si se diera una caída del circulante no la no habría cambios si los precios.
Ley de rendimientos decrecientes
La Ley de los rendimientos decrecientes es un concepto económico que muestra la disminución de un producto o de un servicio a medida que se añaden factores productivos en la creación de un bien. Al ser una disminución marginal, nos encontramos que otra manera de llamar a este fenómeno es rendimientos marginales decrecientes.
Según la ley de rendimientos decrecientes, incrementar la cantidad de un factor productivo en la producción del bien o servicio en cuestión provoca que el rendimiento de la producción sea menor a medida que incrementamos este factor (mientras tengamos el resto de factores a nivel constante (ceteris paribus). La ley de los rendimientos decrecientes se atribuye generalmente al economista David Ricardo, aunque sus principios fueron definidos por el napolitano Antonio Serra muchas décadas antes.
Es necesario explicar el concepto básico de los rendimientos decrecientes. Si aumentamos la cantidad de un factor productivo y dejamos fija la cantidad empleada del
resto, llegará un momento en el que la cantidad de producto final que obtenemos es menor a medida que vamos produciendo más y más. Puede incluso llegar un momento en el que al aumentar una unidad de factor empleado (por ejemplo, trabajo o maquinaria) la producción disminuye.
Explicado en palabras sencillas, parece ser que pese a lo que pueda pensarse a priori, aumentar un factor no solo no aumenta la producción del bien o del servicio sino que puede llegar a provocar una disminución gradual de la cantidad producida.
Es necesario diferenciar este proceso del que sucede en las deseconomías de escala, el caso opuesto a laseconomías de escala. En estas las disminuciones en los incrementos de la producción son consecuencia del incremento de todos los factores en una misma proporción y no de uno solo de ellos, como en el caso de los rendimientos decrecientes.
La existencia de los rendimientos decrecientes pueden parecer lógicos si lo pensamos desde el siguiente punto de vista: no por tener más obreros en una construcción necesariamente el trabajo se realiza de manera más rápida y eficiente. Puede llegar un punto en el que tantas personas puedan incordiarse por falta de espacio y no realicen sus tareas correctamente.
Se trata este último de un ejemplo simplista pero orientativo, ya que puede mostrar la naturaleza de la Ley de rendimientos decrecientes y que, en ciertas ocasiones, el aumento de un factor productivo puede ser negativo a la hora de perseguir mejor rendimiento en un negocio o una producción más eficiente.
Ley de Engel
La ley de Engel es una observación empírica, realizada por primera vez por el estadístico alemán Ernst Engel (1821-1896), que observó que, con un conjunto dado de gustos y preferencias, si aumentan los ingresos, la proporción del ingreso gastado en alimentos
disminuye, aún cuando es probable que el gasto real en alimentación aumente en términos absolutos1 . En otras palabras, la elasticidad ingreso de la demanda de alimentos es menor que 1.
La ley de Engel no implica que el gasto de alimentos se mantenga sin cambios a medida que aumenta la renta, sino que sugiere que los consumidores aumentan sus gastos de alimentos, en proporción, menos de lo que aumentan sus ingresos.2
Una consecuencia de esta ley es la pérdida de importancia de la agricultura a medida que un país se enriquece, cuando la demanda de los productos alimenticios no crece al mismo ritmo que la renta nacional.3 Una aplicación estadística muy controvertida del porcentaje de gasto dedicado a alimentos, es tratarlo como un reflejo del nivel de vida de un país. Si la proporción del "Coeficiente de Engel" es alto, significa que un país es pobre. Por el contrario, si este coeficiente es bajo, denota que nos encontramos ante un país rico.
Al respecto J. M. Mulet4 expresa que "quizás ello [en relación a una inversión de un porcentaje bajo de los ingresos en alimentación] explique que no apreciemos lo que supone comer todos los días, porque en general, en los países ricos es algo barato".
Ley de la tendencia decreciente de la cuota de ganancia:
Ley económica según la cual a cuota media de ganancia tiende a disminuir a medida que el capitalismo se desarrolla. Las causas que dan origen al descenso de la cuota de ganancia son el crecimiento de la composición orgánica del capital (ver) y el retardo de la rotación del capital (ver). El afán de obtener elevadas ganancias obliga a los capitalistas a aumentar la productividad del trabajo introduciendo mejoras técnicas, nuevas máquinas e instalaciones. De este modo se eleva la composición técnica y orgánica del capital, lo que conduce al descenso de la cuota general de ganancia. Esta cuota no disminuye en la proporción en que se eleva la composición orgánica del capital social, y a veces no se reduce en absoluto. Son varios los factores que debilitan y paralizan la acción de dicha ley, confiriéndole un mero carácter de tendencia. Contrarrestan el descenso de la cuota de ganancia: el aumento del grado de explotación de los obreros, la disminución de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo, la reducción del valor de los medios de producción gracias al aumento de la productividad del trabajo lo que retarda el crecimiento de la composición orgánica del capital; la economía en capital constante obtenida por los capitalistas a costa de la salud y de la vida de los obreros; el intercambio no equivalente en el comercio exterior. La ley de la tendencia decreciente de la cuota de ganancia lleva a una agravación de las contradicciones del capitalismo. Para obtener ganancias máximas los capitalistas intensifican la explotación del proletariado y ello hace que cobre mayor agudeza la contradicción antagónica entre el proletariado y la burguesía. En su afán de compensar el descenso de la cuota de ganancia aumentando las ganancias globales, los capitalistas amplían el volumen de la producción rebasando en mucho los límites de la demanda solvente, con lo que se ahondan las crisis económicas de superproducción. También se encona la pugna en el seno de la clase capitalista por la
distribución de la masa general de ganancias. En pos de una ganancia más elevada, los capitalistas procuran invertir sus capitales en países poco desarrollados, donde la cuota de ganancia es superior. La explotación de los trabajadores de los países poco desarrollados y coloniales agudiza las contradicciones entre los países industriales avanzados y los de poco desarrollo en el aspecto económico. La ley de la tendencia decreciente de la cuota media de ganancia pone al descubierto la contradicción interna, la limitación histórica y el carácter transitorio del modo capitalista de producción, convertido en obstáculo para el libre desenvolvimiento de las fuerzas productivas.
La ley de Gresham
Establece que la moneda “mala” reemplaza a la moneda “buena”. Este fenómeno fue descrito por Thomas Gresham alrededor del año 1558, pero sólo se postuló como ley en el siglo XIX.
Ésta originalmente se refería a monedas con contenido de metal precioso, de manera que la moneda buena era aquella que tenía un metal más preciado, por ejemplo oro o plata, mientras la moneda mala era aquella que tenía metales menos preciados, como níquel o cobre.
Según esta ley, las personas tienden a utilizar la moneda mala en los pagos internos, mientras que guardan la buena, la funden o la usan en pagos internacionales. Esto sucede por ejemplo si tienes una moneda de oro y otra moneda de níquel. Según la ley de Gresham, vas a preferir hacer tus pagos con la moneda de níquel para deshacerte de ella y vas a guardar la moneda de oro en tu casa porque sabes que tiene un gran valor. Cuando todos hacen lo mismo, las monedas de níquel se vuelven el medio de cambio predominante, mientras las monedas de oro se quedan guardadas y salen de circulación.
Inicialmente esta ley fue formulada para monedas con contenido de metal precioso, pero aún hoy tiene validez. La ley funciona cuando hablamos de monedas de diferentes naciones, unas con mayor valor que otras: por ejemplo, si una moneda nacional pierde parte de su valor, por ejemplo por una alta inflación, y existe una moneda extranjera que tiene mayor credibilidad, las personas preferirán guardar la moneda extranjera o utilizarla para transacciones internacionales.
Mientras tanto la moneda nacional, que tiene un valor mucho menor, va a ser el principal circulante en la economía doméstica.
Un ejemplo histórico
Mucho antes de la postulación de la ley de Gresham, en las sociedades antiguas ya teníamos ejemplos de este fenómeno. Por ejemplo, en el año 407 a. C. los espartanos se apoderaron de las minas de plata pertenecientes a Atenas y capturaron alrededor de 20.000 esclavos; como resultado de esto, los atenienses debieron dejar de producir monedas de plata y empezaron a producir monedas de cobre de una calidad mucho
menor. Así, las pocas monedas de plata que quedaban eran altamente apetecidas y nadie quería deshacerse de ellas; entre tanto, las monedas de cobre eran menos valoradas y la gente buscaba deshacerse de ellas. Esto finalmente condujo a que las monedas de plata salieran de circulación porque nadie quería deshacerse de ellas y las transacciones empezaron a realizarse casi exclusivamente con monedas de cobre.
Ley de Okun
La llamada ley de Okun es una observación empírica que señala la correlación existente entre los cambios en la tasa de desempleo y el crecimiento de una economía. Fue propuesta en 1962 por el economista norteamericano Arthur Okun en el artículo "Potential GNP: Its Measurement and Significance".1
Okun señaló que para mantener los niveles de empleo, una economía necesitaba crecer cada año entre el 2,6% y el 3%. Cualquier crecimiento inferior significaba un incremento del desempleo debido a la mejora de la productividad. La ley de Okun señala además, que una vez mantenido el nivel de empleo gracias al crecimiento del 3%, para conseguir disminuir el desempleo es necesario crecer dos puntos porcentuales por cada punto de desempleo que se quiera reducir.2
Esta "ley", es solo una observación empírica, ya que no es posible demostrarla. Okun se basó en datos de los años 1950 en Estados Unidos, y además avisó que esta teoría sólo es efectiva cuando la tasa de desempleo está entre el 3 y 7,5 %. A pesar de eso, la regla se ha cumplido aproximadamente en la mayoría de casos, y por eso es considerada como una observación muy fiable en macroeconomía. El porcentaje exacto depende del período y país considerados, aunque lo normal es que esté alrededor del 2,5 % (entre 2 y 3). El hecho de que el coeficiente no sea predecible hace que algunos consideren a esta regla poco apropiada.
“AÑO DE LA DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA Y DEL FORTALECIMIENTO
DE LA EDUCACIÓN”
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE CONTABILIDAD
TEMA: LAS GRANDES RAMAS DEL PENSAMIENTO ECONOMICO
LAS LEYES ECONOMICAS
CURSO: ECONOMIA
DOCENTE: MG CPC JUAN SANDOVAL EGUSQUIZA
INTEGRANTES:
DELGADO RODRIGUEZ MARGARET CAROLINA
CICLO I
PIURA, NOVIEMBRE 2015