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  • RESUMEN

    La Revolucin Francesa dio pie a la famosa controversia entre los radicalesbritnicos y Edmund Burke. Entre estos escritores se encontraba William Godwin,objetivo de este artculo. En tanto que crtico de la sociedad liberal, Godwin ana-liz el proceso de construccin del gobierno representativo y trat de disear unanueva sociedad basada en el individualismo y el anarquismo no violento. Es cono-cido como el padre del anarquismo filosfico. Ejerci una fuerte influencia en elromanticismo ingls y en el anarquismo pacifista europeo.

    ABSTRACT

    French Revolution caused the famous controversy betwen British radicals andEdmund Burke. One of these writers was William Godwin, objective of this article.As a critic of liberal society, he analysed the process of construction of therepresentative government and he tryed to design a new society founded onindividualism and non-violent anarchism. William Godwin is known as the fatherof philosohical anarchism. He had a strong influence on English romanticism andon pacifist European anarchism.

    William Godwin (1756-1836) es un pensador poltico y social poco cono-cido en Espaa que, sin embargo, ha tenido una importancia fundamental enla configuracin del anarquismo anglosajn1. No obstante, y al margen de las

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    195

    William Godwin y la deslegitimacinde la sociedad liberal

    RAQUEL SNCHEZ GARCADepartamento de Historia Contempornea

    Universidad Complutense de Madrid

    1 Entre los estudios dedicados a Godwin, destacaremos los siguientes: Castro, D.,Godwin y las paradojas de la igualdad, en Revista del Centro de Estudios Constitucionales,

  • apreciaciones que puedan hacerse de su obra bajo la perspectiva anarquista,hay que tener en cuenta que Godwin es ante todo un hombre del siglo XVIIIque, desde un punto de vista crtico, est viendo nacer la sociedad industrial,y es precisamente se el motivo por el que interesa estudiar su pensamientoal respecto. Toda su obra se enmarca en una polmica continuada con los te-ricos de la sociedad liberal, teniendo como objetivo la deslegitimacin de stapara lograr su desaparicin por medios pacficos2. Si bien la base de su crti-ca ha de partir del sistema de propiedad, cuestin sta ms conocida que yahemos analizado en otro lugar3, Godwin establece una serie de principios decarcter poltico que fundamentan la nueva forma de organizacin social: losderechos y libertades del hombre y las teoras acerca de la formacin delEstado.

    LOS DERECHOS Y LAS LIBERTADES DEL HOMBRE

    El pensamiento de Godwin en cuanto a este asunto resulta de un intersespecial porque ofrece una perspectiva muy diferente de la de autores con-temporneos suyos; es en esta cuestin de los derechos y deberes del hom-bre en la que puede encontrarse la clave de la crtica a la sociedad de sutiempo, ms incluso que en el anlisis del sistema de distribucin de la pro-piedad, porque al atacar la concepcin liberal de los derechos del hombre,Godwin pone en tela de juicio el propio fundamento de la misma, abriendocamino a un ataque ms profundo de las consecuencias derivadas de laimplantacin del sistema liberal-capitalista. Aqu se encuentra tambin unode los elementos principales que permiten interpretar los argumentos deGodwin desde una perspectiva anarquista. La cuestin comienza a ser esbo-zada en Political Justice, donde se relaciona con una crtica ms general a

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    n. 14, 1993, pp. 83-97; Snchez Garca, Raquel, La influencia de William Godwin en elromanticismo ingls, en Epos. Revista de Filologa, U.N.E.D., vol. XV, 1999, 363-376. Loc-ke, D., A fantasy of reason: the life and thought of William Godwin, Routledge and KeganPaul, Londres 1980; Marshall, P. H., William Godwin, Yale Univesity Press, Londres 1984;Rosen, F., Progress and Democracy. William Godwins contribution to political philosophy,Garland Publishing, Londres 1987; Woodcock, G., William Godwin. A biographical study, Por-cupine Press, Londres 1946.

    2 Desde Enquiry concerning political justice (1793), nacida en el debate que sobre laRevolucin Francesa inici Burke, hasta Of population (1820), obra que surgi con el fin derebatir a Malthus en la polmica sobre las leyes de pobres (sobre esta cuestin: Rosen, F., Theprinciple of population as Political theory: Godwins Of Population and the Malthusian con-troversy, en Journal of the History of Ideas, n. 31 1970, pp. 33-48).

    3 Snchez Garca, Raquel Aspectos econmicos del pensamiento de William God-win, en Revista del Centro de Estudios Constitucionales, n. 16, IX-XII 1993, pp. 159-193.

  • toda la sociedad en periodo de transicin econmica, para alcanzar en OfPopulation un objetivo mucho ms claro: la ya citada concepcin del papeldel individuo en la sociedad comercial, basada en los principios establecidospor el derecho natural racionalista y tamizada por la doctrina econmica dellaissez faire. A fin de cuentas, la crtica de Godwin vendra a ser la puestaen duda del sistema de derechos individuales fundamentados en la naturale-za humana que, al margen de toda normatividad, conforman la sociedad con-tempornea.

    La teora de los derechos y deberes del hombre elaborada por Godwin seapoya en dos principios fundamentales: el principio de utilidad y el princi-pio de moralidad. El utilitarismo ha sido empleado para defender tesis total-mente opuestas, por lo que, con frecuencia, el uso del trmino resulta un tan-to ambiguo. En el caso que nos ocupa, autores como Touchard prefierenhablar de una especie de newtonismo moral. Para Godwin, el utilitarismoque se desprende de su concepto del deber, puede se entendido como undeterminismo tico que define el deber como la mejor aplicacin posible delas habilidades de cada persona en cada momento y en cada situacin deter-minada:

    Duty is that mode of action on the part of the individual whichconstitutes the best possible application of his capacity to the gene-ral benefit. The only distinction to be made between what was thereadduced upon the subject of personal virtue, and the observationswhich most aptly apply to the consideration of the duty consists inthis: that, though a man should in some instances neglect the bestapplication of his capacity, he may yet be entitled to the appellationof virtuous; but duty is uniform, and requires of us that best applica-tion in every situation that presents itself4.

    En cuanto al principio de moralidad, Godwin habla de la existencia deuna disposicin virtuosa en la realizacin de las acciones que se explica porel continuado proceso de formacin e informacin del individuo acerca de lascausas, modos y consecuencias de los actos que desarrolla, distinguiendo, portanto, entre el sentido moral y el sentido legal de la obligacin. Resulta untanto difusa esta comprensin de la moralidad de las acciones, ya que siseguimos los pasos de su razonamiento, la disposicin virtuosa es presentadacomo: ... application originate in a self-moving power, or the irresistible

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    4 Godwin, W., Enquiry concerning political justice and its influence on modern moraland happiness (en adelante Political Justice), Pelican Classics, Londres 1978, p. 190 (basadaen la tercera edicin de 1797).

  • impulse of motives and considerations presented to the understanding5, aca-baremos vindonos obligados a reconocer la existencia en su pensamiento deun clarsimo relativismo moral, en la misma lnea de la crtica que planteHegel al imperativo categrico kantiano cuando lo acus de justificar comomoralmente bueno cualquier tipo de conducta en funcin de su carcter for-mal6. En este sentido, podemos establecer una conexin entre Godwin y Kantdesde el momento en que para ambos es muy claro el carcter determinantedel derecho en la conducta del individuo. Esta observacin pone de mani-fiesto la gran cuestin que ocup al derecho en los siglos XVII y XVIII, eincluso en la actualidad, sobre si es posible identificar civilizacin con reco-nocimiento de los derechos (es decir, si son puras convenciones) o si los dere-chos son innatos al individuo7.

    Godwin analiza este asunto desde su particular punto de vista. No existenpara l principios originarios en los hombres, las cualidades morales de cadauno tienen causa en funcin de sus percepciones (la influencia de Locke esaqu clarsima). Pero por otra parte, establece la necesidad de que exista lafacultad de aplicar una misma regla de justicia que rija la actuacin de loshombres, y que se llame igualdad moral8. En el terreno de los derechos ydeberes, la igualdad moral se sita en el plano de los futuribles, ya que suobjetivo es perfeccionar el espritu del hombre para suprimir las desigualda-des arbitrarias. En ltima instancia, de lo que se trata es de buscarle al com-portamiento moral un fundamento racional universal que se haba tambalea-do tras los envites de Hume.

    Volviendo a enlazar con el utilitarismo del pensamiento de Godwin,podemos decir que nos encontramos ante una forma de juzgar la sociedadmuy distinta de la de otros pensadores de la poca, pues en Godwin el uti-litarismo est estrechamente relacionado con la moral (como en la ltimaetapa de Bentham). Esta forma de captar la realidad recoge la cuestin dela benevolencia universal como la produccin de la mayor cantidad dealgn bien (material o moral) para la mayor cantidad de personas. Aunqueel gran desarrollo de esta teora se suele centrar en los pastores disidentes(Price, en especial en la Review of the Principal Questions in Morals), porel componente tico que introducen en ella, es necesario hacer referencia a

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    5 Ibidem, p. 191.6 Es decir, que el imperativo categrico, al carecer de contenidos materiales, no prohi-

    be ninguna accin concreta. Ya el mismo Kant, al matizar sus propias apreciaciones, puso enpeligro el carcter formal de aqul, y por tanto, el apriorismo del derecho.

    7 Strauss, L., Natural right and history, University of Chicago Press, Chicago 1971, p. 99.

    8 Godwin, W., op. cit., p. 179.

  • la aportacin de Hume, ya que es Hume quien, trabajando con estos mis-mos conceptos, nos ofrece una visin mucho ms interesante en relacin aGodwin, pues su reflexin no est teida, en primera instancia, de maticesreligiosos, de tal forma que la nocin de utilidad queda as preparada paraque sea reelaborada por Godwin desde una perspectiva puramente social yno religiosa:

    Por lo tanto, si la utilidad es una fuente de sentimiento moral,de ello se sigue que todo lo que contribuye a la felicidad de la socie-dad se recomienda por si mismo a nuestra aprobacin y buena volun-tad. He aqu un principio que explica en gran parte el origen de lamoralidad9.

    Para entender esta evolucin hay que tener en cuenta la forma peculiarmediante la cual se desarroll el utilitarismo en Gran Bretaa. Si bien puededecirse que nace con el libro de John Gay Concerning the Fundamental Prin-ciple of Virtue or Morality (1731), penetra en los escritores reformistas sobretodo a travs del utilitarismo de Helvecio, fuente en la que el mismo Bent-ham profundiz en Francia. La versin de John Gay deriv en una teologacon un sentido de la tica muy distinto al que trataba de establecer Helvecioen De lesprit, para quien los asuntos de la moral eran un objeto tan cientfi-co como la fsica:

    Cest par les faits que jai remont aux causes. Jai cru quondevoit traiter la moral comme toutes les autres sciences et faire unamorale comme une physique exprimentale10.

    Por consiguiente, Godwin va a lograr, una vez sentados estos preceden-tes, encontrar una fundamentacin racional a su teora de los derechos ydeberes por medio de la doctrina de la benevolencia universal, pudiendo asllevar a cabo un detenido anlisis de uno de los ms controvertidos puntos desu pensamiento: el conflicto entre los derechos del individuo (segn los plan-teamientos liberales) y la sociedad.

    En trminos generales, afirma Godwin que un derecho es un ttulomoral sobre algo, y en el caso que nos ocupa, entiende por derecho unafacultad discrecional del individuo para realizar cualquier acto. Esta cir-

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    9 Hume, D., Investigacin sobre los principios de la moral, Alianza Editorial, Madrid1993, p. 90.

    10 Helvecio, De lesprit, en Oeuvres compltes, Pars 1795, tomo 1, p. 116.

  • cunstancia conduce, inevitablemente y ya que los hombres viven en socie-dad, al conflicto11.

    Partiendo de estas apreciaciones, Godwin concluye diciendo que en lasociedad existente no puede hablarse de que los hombres tengan derechos,entendidos como facultades discrecionales: no podemos utilizar nuestra dis-crecin para propsitos inmorales. Pero no es posible obviar la existenciade cierta esfera de actuacin individual, hecho que se evidencia a cadamomento, de forma que a nuestro autor le resulta necesario efectuar en estepunto una discriminacin en cuanto a los derechos que posee el individuo.Godwin habla de derechos activos y pasivos. Los derechos activos, mani-festaciones de la facultad discrecional del individuo, no existen porque nin-gn acto puede realizarse al margen de la moral. Si un acto es moral, y portanto es racional, se convierte en una obligacin, no es un derecho; de ahque derechos y deberes se excluyan mutuamente. Por tanto, Godwin sloconcibe la existencia de un derecho activo en un sentido primario, como lacapacidad de realizar una actividad no susceptible de ser juzgada desde unpunto de vista tico.

    Los derechos pasivos seran, pues, de los nicos de los que puede gozarel individuo en cuanto tal, ya que se trata de la posibilidad de actuar sin lacoercin de otros en determinada esfera de accin, o sea, que no implica lafacultad de llevar a cabo cualquier acto, ya que existe un condicionamientoque as lo impide, y que est en el resto de los individuos en cuanto a su capa-cidad volitiva, que tambin queda restringida. Junto a esta aceptacin delderecho pasivo, Godwin coloca otra que lo concibe como la capacidad decontrolar nuestros pensamientos en cuanto que constituyen nuestra esfera deaccin ms prxima. Si de este segundo significado se deriva el anlisis deljuicio privado, del primero Godwin deduce el derecho a la asistencia comosentido recproco de la naturaleza de la justicia: la obligacin moral dealguien corresponde al derecho moral de otro.

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    11 Los derechos de un individuo no pueden chocar ni ser destructivos respecto de losderechos de otros, pues si as fuera, tal como la entienden ciertamente los defensores de losderechos del hombre, seran simplemente una jerga confusa e inconsistente. Si un hombre tie-ne derecho a ser libre, su vecino no tiene derecho a convertirlo en esclavo; si un hombre tie-ne derecho a castigarme, yo no tengo el derecho a rehuir el castigo; si alguien tiene derechoa una suma de dinero que se halla en mi posesin, yo no puedo retener esa suma en mi bol-sillo. No es menos cierto e incuestionable que carezco del derecho a omitir el cumplimientode mis deberes, Godwin, W., Investigacin acerca de la justicia poltica, Jcar, Madrid1985, p. 69 (basada en la primera edicin). Este fragmento pertenece a la primera edicin dePolitical Justice (1793). El captulo V del libro II (Of Rights), del que forman parte estaslneas en su primera redaccin, fue totalmente transformado en la tercera edicin de la obra(1797).

  • La defensa del juicio privado por parte de Godwin est en directa rela-cin con sus ideas acerca del progreso social y la importancia que para sudesarrollo tiene el crecimiento de la razn. El fundamento utilitarista deesta reflexin es, una vez ms, muy evidente, y proyecta el desarrollo delindividuo con el fin de realizar la actividad ms adecuada en funcin de suscapacidades, lo que constituira la plasmacin racional de deber. SealaGodwin la existencia de elementos limitadores en el desarrollo del juiciopersonal, elementos que viene dados tanto por el poder coercitivo de lasinstituciones como por la uniformidad del pensamiento en la poca con-tempornea. Este ltimo aspecto tiene una importancia de primer ordenporque es una de las manifestaciones principales en las que el pensamientode Godwin se muestra especialmente preocupado por la prdida de indivi-dualidad en la sociedad:

    Men are so succesfully reduced to a common standard by theoperation of positive law that, in most countries, they are capable oflittle more than, like parrots, repeating what others have said. Thisuniformity is capable of being produced in two ways, by energy ofmind and indefatigableness of enquiry, enabling a considerable num-ber to penetrate with equal success into the recesses of truth; and bypusillanimity of temper, and a frigid indifference to right and wrong,produced by the penalties which are suspended over such as shalldisinterestedly enquire, and communicate and act upon the result oftheir enquiries. It is easy to perceive which of these is the cause ofthe uniformity that prevails in the present instance12.

    Tales apreciaciones estn conectadas con la prdida de identidad delindividuo en relacin a su produccin material en el sistema econmicoimperante, lo que puede ser planteado como una anticipacin del conceptode alienacin. En el plano intelectual, la reflexin tiene una proyeccinigualmente interesante, y se halla estrechamente ligada a la funcin de lasinstituciones. Pero, llegados a este punto, observamos en el pensamiento deGodwin, si no una contradiccin, s una cierta ambigedad en lo que serefiere al papel de las instituciones, pues ste aparece definido de formaconfusa. Toda accin humana, afirma Godwin, est determinada por laactuacin de un ser inteligente y por las leyes universales, que a su vez sedeben ver impulsadas por los estmulos en la prctica de la virtud y la justi-cia, por parte de las instituciones. Este doble carcter de las institucionescomo elementos magistrales y a la vez corruptores de la sociedad, plantea

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    12 Godwin, W., Political Justice, p. 206.

  • muchos problemas en el pensamiento godwiniano, y da pie a varias inter-pretaciones segn se haga hincapi en el carcter esencialmente perjudicialde las mismas (y llegando, por tanto, a un anlisis individualista o anarquis-ta), o se centre el examen en el papel rector de la moral que Godwin otorgaa las instituciones (mucho ms claro en Political Justice que en otras obras),lo que desembocara en interpretaciones que justifican la existencia de unpoder fuerte, aunque paternalista (en la lnea de Morelli), o en una versinradical de la democracia como desarrollo, segn la terminologa de Macp-herson, que comprendera el desarrollo de la personalidad de los individuosen un sentido moral, tal y como lo entendera John Stuart Mill (por supues-to, sin ninguna llamada al radicalismo).

    El iusnaturalismo ha sido tradicionalmente una respuesta filosfica alproblema del derecho. Fue sobre todo a partir de los siglos XVII y XVIIIcuando alcanz un mayor desarrollo por la formulacin sistemtica de losderechos subjetivos del individuo como forma para frenar los abusos delpoder (Locke), o como medio de fortalecer al estado en la bsqueda de lapaz (Hobbes). Hume neg su existencia al afirmar que no hay ninguna fun-damentacin universal y racional para la conducta; vicio y virtud son ms unproceso de comparacin que una apelacin a una naturaleza prefijada de lascosas13. Hume comenz a difundir un sentimiento de relatividad del com-portamiento (Truth is disputable, frase que despertara a Kant de su famo-so sueo dogmtico) y que encarrilara al pensamiento britnico, ante la pro-blemtica que este escepticismo iba a provocar, en el utilitarismo. EnGodwin se recoge esta herencia de forma clara, como ya hemos indicado,aunque no se manifiesta en la defensa de los derechos, sino en la justifica-cin de los deberes; y al contrario que Hume, Godwin s admite la existen-cia de leyes universales, pero stas actan de forma individual y no repre-sentan la situacin existente, es decir, que las leyes universales no son labase del derecho:

    The only principle which can be substituted in the room of lawis that of reason exercising an uncontrolled jurisdiction upon the cir-cumstances of the case. To this principle no objection can be arise onthe score of wisdom. It is not be supposed that there are not men nowexisting whose intellectual accomplishment rise to the level of law.Law we sometimes call the wisdom of our ancestors. But this is astrange imposition14.

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    13 Jenkins, J., The enlightenment legacy of David Hume, Ann Arbor, Michigan 1991, p. 174.

    14 Godwin, W., op. cit., p. 690.

  • Las leyes no son ms que instrumentos en manos de los hombres parafavorecer las situaciones positivas o justificar las negativas. Juzgar a loshombres por una misma ley choca directamente con la individualidad de laspersonas y constituye un elemento primordial de manipulacin en defensa deun determinado sistema social. Estos argumentos de Godwin no son, cierta-mente, muy novedosos, pero si se ponen en relacin a afirmaciones como laque citamos a continuacin, nos presentan un panorama mucho ms intere-sante:

    Law tends, no less than creeds, catechisms and tests, to fix thehuman mind in a stagnant condition, and to substitute a principle ofpermanence in the room of that unceasing progress which is the onlysalubrious element of mind. All the arguments therefore which wereemployed upon that occasion may be applied to the subject nowunder consideration15.

    La imagen que tiene Godwin acerca del sistema jurdico no es slo la deun conglomerado de leyes de las que se sirve la sociedad comercial para per-petuarse, sino tambin la de una gran losa que aplasta al individuo en cuan-to que le niega su propia capacidad de decisin y perfeccionamiento, y leiguala, en sus faltas, a todos los dems individuos, independientemente de suspeculiaridades (su individualismo extremo le llev a decir que la individuali-dad es la esencia de la vida intelectual). Pero Godwin vuelve a caer en la mis-ma contradiccin anterior al criticar el carcter uniformizador de las leyes yal propugnar, por otra parte, una absolutizacin de la justicia definindolacomo el valor de todo deber moral.

    De esta forma, queda planteada la siguiente cuestin: de qu modo enca-ja la libertad en el pensamiento de Godwin? En general, el anlisis de la liber-tad poltica queda enmarcado en el conjunto de su argumentacin. Es tal vezla libertad de la voluntad lo que ms preocupa a nuestro autor, ya que sta que-da directamente condicionada por la necesidad. Godwin tiene un concepto dela necesidad muy determinista, puesto que para l la doctrina de la necesidadcondiciona en primera instancia la actuacin del hombre, as como la de lanaturaleza (fundamento de la ciencia). La influencia de Hume es aqu muyclara. En Political Justice este argumento es expuesto de forma radical, pre-sentando la doctrina de la necesidad como un proceso mecanicista, de causa-efecto, que condiciona el comportamiento del individuo y del mundo, yentiende las decisiones como un mero encadenamiento de mviles hacia unfin que es el conocimiento de la verdad. No es tanto una comprensin racio-

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    15 Ibidem, p. 688.

  • nalista como empirista porque concibe al hombre como un ser pasivo, instru-mento de causas externas que le impelen hacia un trayecto determinado. Laclave reside en que Godwin, con esta reflexin, sostiene que no est negandola capacidad de libertad del individuo, por cuanto apunta que el camino de lalibertad es, necesariamente, el del perfeccionamiento moral del hombre, elcamino hacia la verdad, o sea, que Godwin, llega en este momento a una anti-nomia sin solucin. Trata de salir de la oscuridad de estas aseveraciones expli-cando que hay que entender las expresiones del tipo el hombre tiene derechoa hacer alguna cosa concreta como el hombre tiene obligacin, est deter-minado a hacer algo, teme que las demandas de un derecho puedan transfor-marse en lo que se llama independencia moral, que no es otra cosa que cual-quier actuacin realizada independientemente de la consideracin del deber:

    The more I resing myself to the influence of truth, the cleanerwill be my perception of it. The less I am interrumpted by questionsof liberty and caprice, of attention and indolence, the more uniformwill be constancy. Nothing could be more unreasonable than that thesentiment of necessity should produce in me a spirit of neutrality andindifference. The more certain is the conjunction between antece-dents and consequents, the more cheerfulness should I feel in yiel-ding to painful and laborious employments16.

    Todo lo anteriormente expuesto conforma un conjunto de argumentos queson la base de la crtica a los liberales que lleva a cabo Godwin desde un pun-to de vista tico. Si bien puede decirse que tanto el autor que nos ocupa comolos que son objeto de sus iras, pertenecen a una misma tradicin de pensa-miento que tiene en el utilitarismo la clave de sus respectivas exposicionesdoctrinales, no por esto, y segn dijimos con anterioridad, dejan de observar-se diferencias en sus razonamientos. Un buen ejemplo es el propio conceptode utilidad, que se desarroll como un fin en si mismo para los liberales dela escuela clsica de economa partiendo de las reflexiones que haba llevadoa cabo la filosofa escocesa llamada del sentido comn, que tuvo en J. Reidy Dugald Stewart sus principales exponentes. Godwin estudia esta cuestindesde las crticas de Priestley, partidario de Locke y de la nueva psicologaasociacionista, y para l la utilidad se convierte en el medio por el que la jus-ticia y la verdad manifiestan su racionalidad en el mundo. As, la utilidadsegn la conciben los economistas del laissez faire es una falacia, porque noes cierto que esta poltica conduzca a la mayor produccin de un bien para unnmero tambin mayor de personas.

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    16 Ibidem, p. 356.

  • Una de las lneas de ataque de Godwin a los liberales es la crtica a laconcepcin liberal de los derechos. Segn l, hay dos claros elementos deter-minadores de nuestra conducta a este respecto, que son el sistema econmi-co existente y la naturaleza del hombre. Ambos factores obligan a distinguirentre el derecho a elegir y el derecho a tener todas las opciones para elegir.De este modo, la evidencia niega la existencia de igualdad de derechos en lasociedad, y el sistema de derechos, segn lo entienden los liberales, tan sloes la mscara que justifica los mayores atropellos:

    Few things have contributed more to undermine the energy andvirtue of the human species than the supposition that we have a right,as it has been phrased, to do what we will with our own. It is thus thatthe miser, who accumulates to no end that which diffused would haveconduced to the welfare of thousands [...] by observing that they camefairly into possession of their wealth, that they owe no debts, and thatof consequence no man has authority to enquire into their privatemanner of disposing of that which appertains to them17.

    La otra lnea de ataque tiene un claro sentido tico y se centra en la cr-tica a la introduccin de elementos exteriores a la realizacin de las acciones,independientemente de su bondad intrnseca. Es decir, que las recompensas olos castigos que se establecen en la interpretacin liberal de la sociedad des-virtan la realizacin de actos moralmente justos. En este sentido, Godwinanaliza el castigo de forma muy similar a Helvecio y Holbach, considerandoque su efecto es doblemente perjudicial por cuanto afecta de forma retros-pectiva al individuo sancionado, y de forma prospectiva, a la comunidad, con-dicionando su actuacin. Las similitudes de Godwin con Helvecio en estacuestin son muy evidentes en sus novelas, en las cuales la preocupacin porlos motivos y las consecuencias individuales y sociales de las acciones ocu-pan un lugar primordial. As, Caleb Williams or Things as they are (1797) hasido interpretada muy frecuentemente como una parbola de Political Justi-ce, y algunos autores han querido ver en ella todos los conceptos con los cua-les Holbach haba tratado de construir una tica secular18. Las otras obrasliterarias de Godwin continan manteniendo este nfasis en el determinismosocial especialmente Mandeville. A tale of the seventeeth century in England(1817). De esta manera, Godwin sirve de punto de contacto entre el pensa-miento de Helvecio y el de Holbach, pues une la reciprocidad entre el bien

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    17 Ibidem, p. 194.18 Deane, S., The French Revolution and the Enlightenment in England, 1785-1832, Har-

    vard University Press, Cambridge (Mass.) 1988, p. 87.

  • privado y el pblico del primero con la bsqueda de la armona interna delindividuo por parte del segundo.

    La reflexin de Godwin en este asunto de los derechos y las libertades esuna de las tantas cavilaciones acerca de cmo conjugar derecho natural y uti-litarismo. Casi ningn autor del siglo XVIII resolvi la cuestin de formasatisfactoria, y los que encontraron alguna salida en esta polmica hubieronde renunciar a alguno de los dos elementos (Bentham, por ejemplo). Fue enla filosofa britnica en la que, al buscar una justificacin utilitaria a los dere-chos del hombre, se manifestaron de forma muy clara las contradicciones delpensamiento de Helvecio. El inters de Godwin estriba en su asimilacin delos planteamientos de la filosofa francesa que le llevan a profesar un opti-mismo antropolgico no exento de crtica, de ah que renuncie al derechonatural. De esta manera, Godwin puede defender radicalmente el determinis-mo social, sobre el que proyecta sus reflexiones acerca de la limitacin de lalibertad, y puede llegar a superar el estatismo de Hume.

    LA FORMACIN DEL ESTADO

    La legitimidad del sistema social existente ha obligado siempre a un tipode reflexin muy determinada, basada en la necesidad de encontrar un ordende las cosas que no responde ms que a una serie de convenciones polticas.Si la legitimidad de la sociedad tradicional estaba fundada en el derechodivino, la legitimidad poltica es el cimiento de la sociedad liberal; sus fun-ciones parten de la relacin entre el sujeto y el estado, y se plasman tanto enla regulacin de la conexin estado-sujeto (establecimiento de instituciones,leyes, etc.) como en la identificacin de la autoridad, es decir, la justifica-cin del ejercicio del poder y, por tanto, de la fuerza por parte del estado, ycomo la personificacin de esta funcin en determinadas instituciones eindividuos.

    El periodo histrico que nos ocupa constituye una de las pocas de msinters en la construccin del concepto de legitimacin porque ve desarrollarun tipo de justificacin, la poltica, que presenta grandes desventajas con res-pecto a la anterior, la legitimidad religiosa, pues sta es esencialmente hist-rica, mientras que la legitimidad poltica es sobre todo analtica, de ah quesea necesario profundizar mucho ms en su configuracin. De hecho, losautores contemporneos dedicaron muchas pginas a la reflexin que impli-ca la creencia de que el estado tiene una particular cualidad que lo distinguede otras instituciones en el ejercicio del poder.

    Como es posible observar en distintos pensadores (no slo conservadoresen la lnea de Burke), el elemento histrico trat de ser mantenido a toda cos-

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  • ta en la nueva fundamentacin de la sociedad contempornea, ya que consti-tua el criterio ms bsico en la identificacin de una colectividad. Su plas-macin estuvo en la defensa de la costumbre como principio primario de laconfiguracin de la sociedad19. En este sentido, la teora utilitarista comorepresentante de un tipo de pensamiento muy influyente en dicha cuestin, seorienta hacia las consecuencias de lo que ha de ser justificado o fundamen-tado. Es decir, que su naturaleza es teleolgica. Esto, aparte de ser un inten-to de legitimar la monarqua desde criterios racionales, implica la asuncin deunos elementos gradualistas y, en algunos autores, estticos en la compren-sin del proceso de la reforma social, si es que sta es contemplada comotal20. As, el hbito es la articulacin de unos valores sociales vinculados alindividuo en funcin de su situacin en el entramado econmico.

    En el caso de Godwin, no vamos a encontrar en su razonamiento el ele-mento histrico como criterio de legitimidad, De hecho, Godwin se uni a lospensadores que atacaron tal justificacin por las implicaciones inmovilistasque traa consigo. La ms violenta diatriba contra la tradicin parti de Tho-mas Paine, quien estableci toda su argumentacin en Los derechos del hom-bre en funcin de la crtica a la defensa por parte de Burke del modelo brit-nico de gobierno. Si bien el ataque de Paine fue ms directo y violento, susobjetivos estuvieron en la formacin de una especie de estado del bienestar yno en una sociedad sin estado. No obstante, ambos autores coinciden en ana-lizar hasta qu punto este concepto de legitimidad limita la capacidad delindividuo21. Partiendo de los problemas derivados de la legitimidad de lasociedad de su tiempo, Godwin lleva a cavo un anlisis de las tres teorasprincipales acerca del origen del gobierno; la fuerza, el derecho divino y elcontrato social. La ms interesante, y a la que el autor dedica ms espacio es,obviamente, la teora del contrato social, pues las otras dos, en tanto que noestn fundadas en la razn, no pueden ser la base de la sociedad del futuro.La crtica de Godwin a la teora del contrato social pone en duda la adscrip-cin de su pensamiento al utilitarismo al uso, por un lado, por su imposibili-dad de aceptar el contractualismo segn qued establecido por los utilitaris-tas ms insignes (dado el ya citado grado de inmovilismo que supona) y por

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    19 Bentham, J., First principles preparatory to constitucional code, Clarendon Press,Oxford 1989, p. 114.

    20 En toda sociedad compuesta por diferentes clases de ciudadanos, es necesario queuna de esas clases sea superior a las dems. Es por lo que los niveladores no hacen sino cam-biar y pervertir el orden natural de las cosas, Burke, E., Reflexiones sobre la Revolucin Fran-cesa, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 1978, p. 129.

    21 Paine, T., Los derechos del hombre, Alianza Editorial, Madrid 1984, p. 36; Godwin,W., Political Justice, libro VI, captulo I, en el que viene a decir que las costumbres no son otracosa que las opiniones en accin.

  • otro, por su temor a que la autonoma individual quedara desdibujada en unconjunto global dominado por las opiniones de la mayora. De esta forma,Godwin duda de que puedan ser proyectadas las relaciones existentes bajo unsistema estatal determinado a una situacin natural sin estado: no es posiblepresuponer que pueda existir una coaccin que impulse a una unin en unasituacin en la que no tiene que haber ningn peligro amenazante del com-portamiento del individuo. Es decir, para Godwin, la teora del contrato estllena de vaguedades que nada especifican acerca de la naturaleza y obliga-ciones de esta relacin. Especial preocupacin tienen para l las cuestionesrelativas a las consecuencias del contrato y a la prdida de la individualidaden la condicin contractual. Con respecto a ambas cuestiones, Godwin aadeun nuevo elemento de reflexin al planteamiento rousseauniano de la sobera-na, pues para el pensador britnico hay que introducir el respeto a la indivi-dualidad, que no est comprendido en la vaguedad con que Rousseau empleael trmino pueblo. Sin embargo, sorprende que al analizar el contractualis-mo con respecto a esta problemtica de lo individual, Godwin seale nica-mente que la cuestin ya queda planteada en Locke (cuando ste afirma queslo un compromiso personal puede convertir a un individuo en miembroactivo de la comunidad), y no haga referencia a afirmaciones como lasiguiente, que manifiestan los problemas derivados del mantenimiento de laindividualidad:

    All donde la mayora se impone a los dems, resulta imposibleque el cuerpo poltico acte como tal cuerpo nico y, consecuente-mente, se disolver de nuevo inmediatamente22.

    Si las afirmaciones de Locke pueden ser entendidas en funcin de la uti-lidad prctica que el sistema reporta (desde una visin global de su pensa-miento), no sucede lo mismo con Godwin, quien poco despus lleva a cabouna importante crtica de la aquiescencia tcita del contrato como fundamen-to del mismo.

    El anlisis que realiza Godwin sobre el contrato social tiene como obje-tivo la deslegitimacin de la sociedad civil, de ah que desmenuce sus princi-pios ms bsicos para sacar a la luz lo que de arbitrario tiene el sistema. Siel ya mencionado problema de la individualidad es uno de sus principalespuntales de ataque, la crtica elaborada desde el examen del sistema en fun-cin de una dimensin temporal es el otro. La clave est para Godwin en caeren la cuenta de que la sociedad civil no puede mantener sus presupuestos ini-ciales (si es que estos son vlidos) ms que en los ficticios individuos que lle-

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    22 Locke, J., Dos ensayos sobre el gobierno civil, Espasa Calpe, Madrid 1991, p. 275.

  • varon a cabo la celebracin del contrato, quienes, segn la teora clsica23,gozaban de total y absoluta libertad para tomar decisiones. Las generacionesposteriores basan su aceptacin del sistema en una aquiescencia tcita que lesobliga a admitir las leyes ya elaboradas y las que vayan a ser elaboradas ensu nombre. Llegado a este punto, Godwin se ve en la necesidad de hacer hin-capi en el camino sin salida al que lleva este razonamiento. Rousseau tratde solucionarlo por medio de la apelacin a la soberana del pueblo, o sea, ala voluntad general. De la conjuncin de la voluntad y la libertad nace la ideadel pacto:

    Encontrar una forma de asociacin que defienda y proteja conla fuerza comn la persona y los bienes de cada asociado, y por elcual cada uno, unindose a todos, no obedezca sino a su mismo ypermanezca tan libre como antes. Tal vez ste sea el problema fun-damental cuya solucin da el contrato social24.

    Este archiconocido fragmento resume en pocas lneas el contenido polti-co bsico del pensamiento de Rousseau. Implica, evidentemente, una mnimasociabilidad que ya en el Discurso sobre la desigualdad, Rousseau habaextrado de los mbitos del derecho natural y haba fundamentado sobre losprincipios previos de la razn: lamour de soi y la piti. La sociabilidad hasido, en definitiva, instituida por el hombre. Este es el modo mediante el cualDrath establece una estrecha relacin entre las ideas polticas de Rousseauy el estado de naturaleza25. La sancin moral de la voluntad general es el ele-mento que legitima el contrato social, sin ella, el pacto no puede mantenersems que por la fuerza. La concepcin del contrato de Rousseau toma ele-mentos de Hobbes y Grocio, aunque contemplados crticamente. Incluye unrechazo manifiesto al pretendido instinto social del hombre. El modelo rous-seauniano se articula por una fuerza coercitiva bsica, pero tambin moral,unindose ley y libertad. Los individuos, sujetos de la voluntad, no buscan suemancipacin en el pacto, sino que su objetivo es hallar una forma de comu-nidad que proteja a cada uno y a todos dentro del mbito de la sociedad, o elestado. Es la nica forma de fusionar el inters individual y el de los demshombres.

    Godwin, por su parte, no contempla una salida clara a la problemticaque plantea esta situacin, y si bien apenas hacer comentarios a la solucin

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    23 Ibidem, p. 279.24 Rousseau, J. J., El contrato social, Taurus, Madrid 1969, p. 9.25 Drath, R., Jean Jacques Rousseau et la sciencie politique de son temps, P. U. F.,

    Pars 1950.

  • rousseauniana, el ataque a la teora liberal resulta muy crtico, sobre todo sitenemos en cuenta cmo, posteriormente, ser empleado el concepto de lavoluntad del pueblo por los liberales, en un sentido tan global que poda jus-tificar cualquier cosa; esto puede deberse tanto a la vaguedad del trmino deRousseau como a las deformaciones debidas a la prctica poltica. El caminocontemplado por los liberales para esta especie de renovacin generacionaldel contrato es la celebracin de plebiscitos. Para Godwin esta solucin noofrece ni garantas ni inters en la transformacin necesaria de acuerdo conel avance del tiempo, y afirma que presenta graves deficiencias en la posibi-lidad de ejercer control sobre el poder:

    But this is a very superficial remedy. The addressers of coursehave seldom any other alternative than that above alluded to, ofindiscriminate admission or rejection. There is an infinite differencebetween the first deliberation and the subsequent exercise of a nega-tive. The former is a real power, the latter is seldom more than theshadow of a power. Not to add that addresses are a most precariousand equivocal mode of collecting the sense of a nation26.

    En definitiva, para Godwin la cuestin del contrato queda encerrada en simisma porque, volviendo a enlazar con su primer argumento, no garantiza laaplicacin del juicio privado: la insuficiencia de la aquiescencia tcita y lafalacia de la representacin (consecuencias que derivan del concepto deRousseau acerca de la soberana) no pueden ser la base de un gobierno, segnafirmaba en la primera edicin de Political Justice. De toda su argumentacina este respecto, se desprende del pensamiento de Godwin una gran preocu-pacin por la autoridad y en virtud de qu criterios se ejerce. Esta cuestinno se trata estrictamente desde un punto de vista monogrfico, salvo algncaptulo dedicado a la autoridad poltica (en Political Justice), pero a lo lar-go de sus obras se observa una especial preocupacin por las consecuenciasdel ejercicio de la autoridad en el individuo y su capacidad de condiciona-miento en el juicio de las personas (recurdense, en este sentido, las ya men-cionadas advertencias de Godwin acerca de la uniformizacin del pensa-miento). Sin embargo, Godwin debe admitir la necesidad de que exista algntipo de organizacin de la vida en comunidad que contemple la difcil laborde integrar de la forma ms idnea la capacidad individual de razonamientoy la bsqueda del bien general. Se manifiesta en la common deliberation, elverdadero fundamento del gobierno. En la primera edicin de Political Justi-ce, Godwin explica la relacin existente entre las funciones del juicio perso-

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    26 Godwin, W., op. cit., p. 215.

  • nal y las de la deliberacin colectiva, que se establece por medio del princi-pio de la justicia, del cual ambas son instrumentos para delegar en los indi-viduos ms capaces y preparados. Estos planteamientos asemejan la doctrinade Godwin con respecto al gobierno a la repblica platnica, a una especiede bsqueda de la verdad a travs de la aplicacin de la justicia:

    The value of the whole must at last depend upon the quality oftheir decision. Truth cannot be made more true by the number of itsvotaries27.

    Godwin trata de establecer las diferencias entre la common deliberation yla teora del contrato social haciendo especial hincapi en un elemento: elcompromiso temporal del contractualismo, que implica la aceptacin de unsistema social determinado por parte de unas personas que no participaron ensu confeccin. Sin embargo, la distincin no es clara, por lo que se obtieneuna impresin muy vaga de lo que pretende decir el autor, ya que en algunosaspectos la common deliberation parece acercarse a una forma de democra-cia radical, y en otros a la ya mencionada repblica platnica. Esta mismaimpresin de falta de claridad es la que extrae de la comparacin de la pri-mera y tercera ediciones de Political Justice en lo relativo al papel de la auto-ridad y la obediencia en la forma de gobierno existente, pues si bien la edi-cin de 1793 manifiesta una versin radical del asunto, la de 1797 se intrincapor enredados vericuetos tratando de matizar y delimitar distintas formas deautoridad por medios un tanto confusos. No obstante, se hacen interesantesobservaciones acerca de la naturaleza del gobierno y del poder que contribu-yen a configurar una teora de los mismos. La afirmacin all government is,strictly speaking, executive es un punto fundamental para comprender elpragmatismo con el que Godwin analiza las cuestiones relativas al poder.Pese a que la referencia ltima contina siendo una abstracta idea de justicia(lase verdad), el examen de los sistemas de gobierno y de las posibilidadesdel poder se hace bajo una perspectiva utilitaria, aunque como ya hemosdicho en mltiples ocasiones, desde un utilitarismo muy particular.

    Para Godwin, no existe entre el gobierno y los individuos que forman lasociedad una relacin recproca de autocontrol (esto est basado, obviamen-te, en su visin negativa del contrato), de hecho government in reality, asabundantly appeared, is a question of force, and not of consent. No contem-pla la formacin de un cuerpo poltico con la significaicin que tiene en elpensamiento contractualista, de ah que ofrezca gran inters estudiar cmoevoluciona el concepto entre los pensadores britnicos para poder calcular las

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    27 Godwin, W., op. cit., p. 235.

  • diferencias28. Fortescue (De Laudibus Legum Angliae, 1467-1471) fundaba ladiscusin sobre el origen y la naturaleza del Estado en la analoga poltica delbody politic como una metfora gentica constituida por un dominium politi-cum cuya cabeza era, necesariamente, el rey. Hobbes, por su parte, significaen este contexto la transicin del modelo antropomrfico tradicional al mode-lo del contractualismo moderno, ya que inserta el trmino en un sistema lin-gstico totalmente distinto, con lo que se altera su significado. Esto encarna,en palabras de Diego Panizza, la representacin simblica de la transforma-cin de un cdigo lingstico (y por tanto poltico) a otro. As, se asemeja altrmino Estado en tanto que persona artificial y jurdica. Ya en Locke el bodypolitic se asimila a la sociedad poltica o civil y a la commonwealth, y en l,el ejercicio del poder (legislativo en este caso) tiene una plena justificacin,como expuso en los Dos tratados sobre el gobierno civil, definindolo comoel alma que otorga forma, vida y unidad a la comunidad. Entre los contem-porneos de Godwin es tal vez Burke quien ms contribuye a otorgar al tr-mino cuerpo poltico el significado que lo acerca al actual, pues lo utilizacomo criterio normativo para identificar la condicin de un sistema polticoregido por la ley de la naturaleza. Reinterpreta la acepcin aplicando al esta-do organizado el significado del Estado como hombre artificial y a las cor-poraciones el del Estado como persona ficticia. De este modo, Burke con-figura un modelo de legitimidad del sistema poltico basado en el body politiccomo expresin de las tradiciones que avalan las costumbres y el orden:

    El orden es el fundamento de todo bien. Para que el pueblo seacapaz de adquirir sin esclavizarse debe ser manejable y obediente. Espreciso que no se arranquen artificialmente del alma del pueblo losprincipios de la subordinacin natural. Es preciso que respete la pro-piedad de la que no puede participar. Es preciso que los ciudadanostrabajen para ganar lo que por trabajo no se puede ganar, y si encuen-tran, como sucede a veces, que el xito no es proporcional al esfuer-zo, ser menester ensearles a consolarse pensando que la propor-cin se restablecer por la justicia eterna. Quienquiera que le privede este consuelo, disminuye su capacidad y le cierra el camino paratoda adquisicin y para toda conservacin. Los que tal hacen soncrueles opresores, enemigos sin piedad de los pobres y desgraciados,y al mismo tiempo por sus criminales especulaciones exponen losfrutos de la industria prspera y las acumulaciones de la fortuna alsaqueo de los negligentes, de los amargados y de los fracasados29.

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    28 Seguimos aqu a D. Panizza: Il concetto di body politic in Burke: y fondamenti dellor-ganicismo moderno, en Filosofia Politica, ao VIII, n. 3, diciembre de 1993, pp. 415-444.

    29 Burke, E., Reflexiones..., p. 580.

  • Al margen de otras consideraciones, los planteamientos de Burke se nosaparecen como la legitimacin de un orden social determinado; sus aporta-ciones conceptuales tienen de novedoso, ms que ninguna otra cosa, el carc-ter formal, de tal manera que sus aspiraciones son muy concretas sobre todosi se ponen en relacin con el periodo histrico en que vivi. Para l, comomuestra de los conservadores, la sociedad civil poda reconocer y acomodarlas naturales diferencias entre los hombres. En general, los tericos conser-vadores no rechazaban el contractualismo pero, y siguiendo con Burke, tam-poco contemplaban de forma estrictamente separada las condiciones naturaly social del hombre. De hecho, Burke afirmaba que el estado de sociedadcivil es un estado de naturaleza, es decir, que corresponde a un desarrollonatural de la comunidad de hombres, no es una creacin artificial. Estas apre-ciaciones procedan directamente de la obra de Hume y de los primeros escri-tos de Adam Smith y de Adam Ferguson30.

    Los escritores radicales no tienen ese concepto del cuerpo poltico comoun conjunto orgnico en sentido tradicional, pues dado su inters por buscarel fundamento popular al gobierno, con frecuencia recurrieron a los ilustra-dos franceses y al ejemplo norteamericano, ofreciendo una distinta forma decomprender el fenmeno. Los radicales estaban convencidos de que el esta-do de naturaleza era la condicin histrica del hombre actual, que le otorga-ba unas libertades propias y unos derechos naturales previos al estado de lasociedad civil. La doctrina del contrato haba sido aceptada por la mayor par-te de ellos; Richard Price, por poner un ejemplo, basaba su teora de la sobe-rana popular en la afirmacin de que la sociedad civil haba sido estableci-da por un contrato original suscrito por todos los hombres. La proyeccinpoltica de este tipo de declaraciones es muy evidente: la crtica a la sobera-na parlamentaria tena ya un fundamento para exigir la reforma electoral.Los radicales desplazan el concepto del cuerpo poltico al ejercicio de lasoberana popular en cuanto que representa una accin polticamente cons-ciente plasmada en un texto constitucional. Este es el sentido en que ThomasPaine entiende la cuestin: el poder civil se forma por la suma de los dere-chos naturales del hombre con una finalidad colectiva, derechos que en cual-quier circunstancia son conservados por los individuos. Partiendo de estaspremisas, establece Paine la comparacin entre el sistema poltico de la Fran-cia revolucionaria y el de Gran Bretaa31.

    Situar a Godwin en este contexto exige precisar las coordenadas de supensamiento en dicha cuestin. La sociedad poltica es un conglomerado de

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    30 Dickinson, H.. T., Liberty and property. Political ideology in eighteenth-century Bri-tain, Methuen, Londres 1979, p. 297.

    31 Paine, T., op. cit., pp. 70 y ss.

  • individuos particulares insertos en un conjunto en el que pueden establecersedistintas relaciones en funcin del grado de virtud que lo presida. La separa-cin que establece Godwin entre gobierno y sociedad es drstica, pues, alcontrario de lo sostenido por otros escritores radicales, no contempla unaconexin estrecha entre ambas instituciones, ya que el gobierno ejerce unainfluencia esencialmente negativa en la sociedad, de ah que, como buen uti-litarista, ms que preocuparse por la fuente de justificacin del gobierno,encuentre un inters mayor en las consecuencias del mismo. Pese a todo, esta-blece una clara distincin entre la validez del gobierno como autoridad moraly su utilidad como institucin social. De este modo, Godwin desarrolla unacrtica al gobierno y a las instituciones polticas que lo forman por su capa-cidad de influir en el natural desarrollo de la sociedad hacia su propio pro-greso. El gobierno es el causante de las perturbaciones del principio de labenevolencia universal por su impulso al patriotismo en los momentos deguerra, y sobre todo por su poder coercitivo. Hace particular incidencia eneste aspecto para rechazar la concepcin liberal segn la cual el gobierno tie-ne sentido porque protege la vida, la libertad y la propiedad de los individuos.Seala Godwin que esto es absolutamente relativo, y que hay que contemplarel lado negativo de esta funcin de la institucin del gobierno en su poderpara determinar la percepcin del individuo, por lo que ms fuerte se hace lainstitucin cuanto ms disminuye la eficacia de la educacin32. En este sen-tido es muy interesante el hecho de que apunte cmo el actual estado-nacinha ganado en capacidad de poder coercitivo porque puede apelar a los tradi-cionales prejuicios y lealtades en favor del honor nacional y el progreso (pro-bablemente Godwin estaba pensando en la reaccin promovida por el gobier-no britnico en contra de la Revolucin Francesa).

    Analiza Godwin las formas de gobierno con especial profundidad en ellibro V de Political Justice, aunque en el resto de sus obras deja caer algunasobservaciones acerca de los distintos elementos que la componen. Tal vez lacuestin ms interesante sea la reflexin sobre la democracia, aunque tam-bin resultan importantes sus puntos de vista sobre la monarqua. J. P. Clarkha sealado que las ideas de Godwin acerca de esta forma de gobierno pue-den ser trasladadas al anlisis de otras situaciones histricas, concretamenteal fascismo o al socialismo estatalista33. Esta afirmacin no parece ir muydescaminada cuando se observa el temor de Godwin a lo que tiene de arbi-traria la concentracin de poder en un solo individuo. Sus ideas se sitan entorno al perjuicio que para la sociedad tiene la ostentacin de la monarqua y

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    32 Godwin, W., op. cit., libro I, captulo IV.33 Clark, J. P., The philosophical anarchism of William Godwin, Princeton University

    Press, Pinceton 1977, p. 175.

  • su forma de designacin, y sobre todo el carcter mstico de que se rodea, quedesvirta la capacidad individual de ejercer el propio juicio.

    La democracia constituye, para Godwin, el mejor sistema de gobierno yaque cada miembro de la sociedad es considerado exclusivamente como unhombre. Una vez ms, presiden su anlisis los principios de la virtud y de laindividualidad. La democracia se presenta en la obra de Godwin como elmedio de plasmar los ideales de la justicia por medio de la razn:

    Democracy restores to man a consciousness of his value, tea-ches him, by the removal of authority and oppression, to listen onlyto the suggestions of reason, gives him confidence to treat all othermen with frankness and simplicity, and induces him to regard themno longer as enemies against whom to be upon his guard, but asbrethren whom it becomes him to assist34.

    Segn lo anteriormente expuesto, la democracia es tanto una forma degobierno como una aspiracin humana. Esta concepcin de la democracia,con una dimensin tica tan importante, fue corriente en algunos autores con-temporneos y posteriores a Godwin, como John Stuart Mill, quien ademsde la comprensin utilitarista a la manera de Bentham (la bsqueda del inte-rs general), aport a este concepto las influencias procedentes de la escuelaintuicionista o intuitiva, que contaba entre sus representantes a Shaftesbury,Hutcheson, Hume, e incluso Adam Smith (en la Teora de los sentimientosmorales). J. Stuart Mill da a la acepcin un sentido ms universalista queBentham y hace hincapi en el papel de la educacin del entendimiento parala mejora progresiva del hombre. As, para autores como Godwin, Rousseauo J. S. Mill, la democracia aparece como un principio orgnico de todo elconjunto social presidido por la justicia. En este sentido, podemos aplicar aesta acepcin las afirmaciones de Mosca en La clase poltica de que la demo-cracia funciona como una frmula poltica de legitimacin que responde a lanecesidad de la naturaleza social del hombre de gobernar y sentirse goberna-do sobre principios morales, no sobre la fuerza.

    Godwin, al tratar de mostrar las ventajas de la democracia sobre otras for-mas de gobierno, recurre a ejemplos histricos para ilustrar sus argumentos(Grecia, etc.), aunque nunca pierde de vista el hecho de que los planteamien-tos de los que parte son, en el momento presente, irrealizables. De la mismaforma utiliza el mtodo historicista para sealar los tradicionales argumentosque se han esgrimido contra la democracia. Se basan estos argumentos sobretodo en lo que denomina la impostura poltica, es decir, las formas mediante

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    34 Godwin, W., op. cit., p. 490.

  • las cuales los poderosos engaan a los individuos acerca de sus posibilidadesde razonamiento. Esta labor se realiza por medio de las instituciones polti-cas, entre las que Godwin destaca la religin:

    If doctrines like these occupy the habitual reflections of any, itis not of the lawless, the violent and ungovernable, but of the soberand conscientious, overwhelming them with gratuitous anxiety, orpersuading them passively to submit to despotism and injustice, thatthey may receive the recompense of their patience hereafter. Thisobjection is equally applicable to every species of deception35.

    Esta explicacin, tambin utilizada por Rousseau en El contrato social, lesirve a Godwin para atacar a los que consideran que la aplicacin de la demo-cracia desatara a los individuos ms violentos de la sociedad, segn decaBurke con respecto a la Revolucin Francesa. Por otra parte, afirma que losindividuos, cuando logren independencia de espritu, sern capaces por simismos de elegir el mejor sistema de gobierno, ya que descubrirn que lasleyes no se fundan en razones equitativas.

    Sin embargo, y como era de esperar, Godwin vuelve a plantear la proble-mtica derivada del respecto a la individualidad en el sistema democrtico.La cuestin, que denominaron tantos autores de la poca como el peligro dela tirana de la mayora, se apareci para Stuart Mill como una de las princi-pales; Stuart Mill tema que prevalecieran los dictados de la clase media depequeos propietarios frente a los dems intereses. Godwin, por el contrario,mantena especiales reticencias hacia la masa ignorante susceptible de caer enmanos de cualquier demagogo. El problema fue ya planteado por Rousseauque, en cierto modo, puede decirse que legitim filosfica y jurdicamente laactuacin poltica de la soberana de todo el pueblo. Pudiera decirse que laobra de Rousseau supone una traslacin del concepto de soberana absolutade Hobbes del monarca al pueblo. Esta prevencin haca mantener reticenciasacerca de la posibilidad de que un voluntarismo radical fuese el creador delos valores sociales, pudiendo convertir en legal cualquier tipo de mandato.Godwin busca una salida por el lado de la necesidad de la educacin progre-siva del pueblo para saber elegir, y sobre todo, abogando por la existencia deun objetivismo tico, del mantenimiento de un abstracto ideal de justicia. As,la deliberacin colectiva se proyecta en un futuro.

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    35 Ibidem, pp. 495-496.